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Etapas de la Ovogénesis

Ovogénesis Prenatal. En la etapa de formación embrionaria femenina, las células


germinales se reproducen por mitosis sucesivas. Al llegar a los ovarios las células
germinales continúan dividiéndose por mitosis (división celular) donde se producen
millares de ovoginias, que son células madres del ovario con toda la dotación
genética de la especie. Las ovoginias dan origen por división mitótica a ovocitos
primarios que se rodean de células foliculares y epiteliales planas, formando el
folículo primordial. Alrededor del séptimo mes de gestación, los ovocitos primarios
comienzan a dividirse meiosis (la que regula el ciclo de división celular para que sea
específico) I, pero al llegar al diploteno de la profase I se define la división
meiótica hasta que se alcanza la madurez sexual, momento en que se reinicia el
proceso de ovogénesis por acción hormonal. Este prolongado lapso de inactividad se
llama dictiotena.

Ovogénesis Posnatal. Las niñas nacen con folículos primordiales que encierran un
millón de ovocitos primarios en dictiotena, hasta que llega la madurez sexual.
Empiezan a madurar los folículos y los ovocitos primarios aumentan de tamaño. Un
poco antes de que la mujer ovule concluye la meiosis I y se genera un ovocito
secundario haploide y el primer cuerpo solar. Este ovocito secundario queda
detenido en metafase II y es expulsado del ovario. Si se produce la fecundación, el
ovocito secundario continúa la meiosis II hasta el final, formándose un ovocito
haploide maduro y un segundo y pequeño cuerpo polar que más tarde evoluciona. Si
no hay fecundación, el ovocito secundario es eliminado durante la menstruación, por
cada ovulación que hay en cada ciclo se pierden cerca de mil ovocitos por atrofia.

Maduración Sexual. Con el inicio de la pubertad, se reanuda la gematogénesis.


Varios ovocitos de primer orden comienzan a aumentar de tamaño y terminan la
primera división meiótica. Se origina, por tanto, un ovocito de segundo orden y un
corpúsculo polar que degenera. Para que continúe el proceso debe producirse la
fecundación. Esto hace que tenga lugar la segunda división meiótica y se forme el
ovulo, que tiene 23 cromosomas, cada uno de ellos con una cromátida. También se
desarrolla un segundo corpúsculo polar. Puesto que ya se ha producido la
fecundación, en el interior del óvulo se encuentra, además de su núcleo, el del
espermatozoide.

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