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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Campus Huehuetenango
Catedrático: Lic. Erick Josué Velásquez Aguirre
Curso: Macroeconomía

Tema:
Crisis Económica de Argentina

Estudiante: Raymundo Iván Zacarías López


Carné: 0216-18-12974
Fecha de Entrega: 22/08/2019
CRISIS ECONÓMICA DE ARGENTINA

La crisis de diciembre de 2001 en Argentina, o crisis de 2001, también referida


como el Cacerolazo o el Argentinazo, fue una crisis política, económica, social e
institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema "¡Que
se vayan todos!", que causó la renuncia del entonces presidente de
la Argentina Fernando de la Rúa, dando lugar a un período de inestabilidad
política durante el cual cinco funcionarios ejercieron la Presidencia de la Nación.
Sucedió en el marco de una crisis mayor que se extendió entre 1998 y 2002,
causada por una larga recesión que disparó una crisis humanitaria, de
representatividad, social, económica, financiera y política.

El desencadenante inmediato de la crisis fue la imposición del "Corralito", una


disposición del Gobierno que restringía la extracción de dinero en efectivo de los
bancos, diseñada por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo. La
revuelta se generalizó el 19 de diciembre de 2001, inmediatamente después de
que el presidente radical Fernando de la Rúa anunciara el establecimiento
del estado de sitio, causando su renuncia al día siguiente. Durante los siguientes
doce días se produjo una alta inestabilidad institucional que llevó también a la
renuncia del presidente sucesor Adolfo Rodríguez Saa. El clima de inestabilidad
social y económica, así como el desconocimiento generalizado de legitimidad a los
representantes políticos, se extendería en los años siguientes.

Situación Económica entre 1998 y 2001

Fernando de la Rúa, como candidato de La Alianza, había asumido la presidencia


en diciembre de 1999 en medio de un período de recesión, en parte impulsado por
la Ley de Convertibilidad, vigente desde 1991, que establecía una paridad fija
del peso argentino con el dólar estadounidense.

Si bien dicha política económica había permitido reducir notablemente


la inflación y obtener resultados económicos valorados positivamente por gran
parte de la población durante los primeros años del gobierno de Carlos Menem, a
partir de 1997 comenzaron a ser cada vez más visibles sus aspectos negativos.
Para sostener la convertibilidad se necesitaba el ingreso de dólares en
abundancia, algo que en los primeros años se logró con la privatización de casi
todas las empresas estatales y los fondos jubilatorios y de pensión. Pero finalizado
el proceso de privatizaciones y con una economía agroexportadora primaria que
producía un insuficiente ingreso de divisas, el modelo comenzó a depender cada
vez más de la toma de deuda externa y su refinanciación a altos intereses, con el
fin de mantener la estabilidad.

Uno de los factores que influyeron en el triunfo de La Alianza, fue su promesa


electoral de mantener la convertibilidad. Precisamente, uno de los eslógans de
campaña de De la Rúa fue "Conmigo, un peso, un dólar". Pese a que las
condiciones económicas internacionales habían cambiado, que muchos países
habían realizado grandes devaluaciones entre ellos Brasil, el principal socio
comercial de Argentina-, y que diversas voces venían sosteniendo que era
indispensable salir de la convertibilidad y retomar el manejo de la moneda "para
evitar una catástrofe", el gobierno de La Alianza había decidido mantener el
régimen a toda costa.

Por esos motivos, la situación financiera y los problemas del endeudamiento


externo, se fueron haciendo cada vez más críticos, y el gobierno se vio obligado a
realizar dos enormes operaciones de endeudamiento y refinanciación, bajo la
supervisión del Fondo Monetario Internacional, que el propio gobierno publicitó
con los nombres de El blindaje y El Megacanje.

La inestabilidad económica reflejó los constantes cambios de ministros de


Economía, pasando por José Luis Machinea (1999 - marzo de 2001), Ricardo
López Murphy (marzo - abril de 2001) y por último Domingo Cavallo, quien ya
había sido Ministro de Economía entre 1991 y 1996, con el presidente Carlos
Menem y que había sido el autor de la Ley de Convertibilidad. En aquel entonces
Cavallo era presentado como la persona que había sacado a Argentina de la
hiperinflación de 1989-1991 y visto como una gran alternativa.
La crisis llegó a un punto insostenible el 29 de noviembre, cuando los grandes
inversionistas comenzaron a retirar sus depósitos monetarios de los bancos y, en
consecuencia, el sistema bancario colapsó por la fuga de capitales y la decisión
del FMI (Fondo Monetario Internacional) de negarse a refinanciar la deuda y
conceder un rescate.

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