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Al igual que los pescadores, los supermercados infringen de igual manera esta ley
y contribuyen a la misma consecuencia, además la gente consume
reiteradamente aquellos platillos que están a base del animal marino y no tienen
conciencia de que está acabando estas especies, sin mencionar de la gran
contaminación que sufre nuestro mar y de la importancia que toma el ministerio.
Estos temas nos repercuten a todos por igual, no dejaríamos especies marinas a
nuestros hijos, a nuestras próximas generaciones; tendríamos escasez de
deliciosos platillos como el cebiche, nuestra economía se vería afectada por
ciertas consecuencias que nos traerían la extinción o escasez de especies como la
anchoveta.
Cada actor juega un papel fundamental en el éxito de la veda. Por un lado, los
pescadores deben respetarla y tener en cuenta el beneficio que el recurso marino
alcance la talla para su reproducción. Los comercios puedan surtirse con
anterioridad, registrar su producto antes del inicio de la veda y venderlo en los
primeros días o surtirse de recurso importado o proveniente de cultivo.
Finalmente, el consumidor también tiene un voto importante. Éste no debe
comprar ni consumir especies marinas durante la veda o, de hacerlo, debe ser
moderadamente y siempre exigir a su distribuidor (supermercado o restaurante)
el certificado de origen del mismo.
La veda es un corto espacio de tiempo que nos beneficia a todos y, por lo tanto,
es responsabilidad de todos nosotros.
Hemos tocado una variedad de temas
relacionados al ambiente, de la contaminación
masiva que vive el mar peruano y como nos
afecta a todos los ciudadanos y a la vida marina.
Y nos centraremos en lo último “la vida marina”,
la veda y la ley 18-2001.