Está en la página 1de 2

Anexo 8.

Precauciones universales

Debido a que los antecedentes y la exploración física no pueden identificar en forma inequívoca a
todos los pacientes infectados por VIH u otros organismos patógenos transmisibles por vía
hematógena, deben tomarse las precauciones necesarias para el manejo de sangre y líquidos
corporales en todos los pacientes, sobre todo en situaciones de urgencias, en las que el riesgo de
exposición a sangre y el estado infeccioso del paciente por lo general se desconocen.

1. Utilizar barreras de precaución apropiadas para evitar el contacto de la piel y mucosas con sangre
y líquidos corporales, a los que se aplican las precauciones universales. Utilizar guantes cuando se
manejan sangre o líquidos corporales, mucosas o piel no intacta de todos los pacientes; al manipular
objetos o superficies manchadas con sangre o líquidos corporales; y cuando se llevan a cabo veno-
punciones y otros procedimientos de acceso vascular. Cambiar de guantes después del contacto con
cada paciente; no volver a lavar ni desinfectar los guantes para volver a usarlos. Usar mascarillas y
protectores para los ojos durante aquellos procedimientos que pueden generar salpicaduras de sangre
o líquidos corporales para evitar la exposición de las mucosas de boca, nariz y ojos. Utilizar batas o
delantales durante los procedimientos que puedan producir salpicadura de sangre o líquidos
corporales.

2. Lavar las manos y otras superficies de la piel en forma inmediata y cuidadosa después de la
contaminación con sangre y otros líquidos corporales en los que se aplican las precauciones
universales. Lavar las manos inmediatamente después de quitarse los guantes.

3. Tomar las precauciones necesarias cuando se usan elementos cortopunzantes para evitar
lesiones, durante y después de los procedimientos, al esterilizarlos y al eliminarlos o disponerlos
después de usados. No deben cubrirse las agujas usadas con las manos; no deben quitarse las agujas
usadas de las jeringas desechables con las manos; y no deben doblarse, romperse ni manipularse. Las
agujas desechables, las hojas de bisturí y otros objetos cortantes usados deben colocarse guardianes
resistentes, que deben estar tan cerca del área donde se utilizan como sea práctico. Los elementos
reutilizables deben ser colocados en contenedores resistentes a las punciones para su transporte hacia
el área de reprocesamiento.

4. Reducir la necesidad de realizar maniobras de reanimación como respiración de boca a boca al


mínimo. Aunque la saliva no se ha relacionado con la transmisión del VIH, es necesario contar con
boquillas, bolsas de reanimación y otros aparatos de ventilación en aquellas áreas donde la realización
de reanimación es predecible. El riesgo de transmisión por saliva también se controla mediante el uso
de guantes para el examen digital de mucosas y para la succión endotraqueal y el lavado de manos
después de la exposición a la saliva.

5. El personal de salud con dermatitis o lesiones exudativas de piel debe evitar el contacto directo
con el paciente y con el equipo utilizado en su atención hasta que el problema se resuelva.

6. Las trabajadoras de la salud en estado de embarazo no se encuentran en mayor riesgo de


contraer infecciones como la de VIH. Sin embargo, si una mujer desarrolla una infección durante el
embarazo el niño también se encontrará a riesgo debido a la transmisión perinatal. Por lo tanto la
adherencia a las normas de bioseguridad debe ser estricta durante este periodo

Las precauciones universales buscan complementar pero no sustituir las recomendaciones para el
control de infecciones. Además, no eliminan la necesidad de medidas de precaución específicas, como
las precauciones enterales en caso de diarrea infecciosa o el aislamiento en caso de tuberculosis
pulmonar. Tampoco modifican los programas de manejo de desechos.
Líquidos corporales en los cuales aplican las precauciones universales
Las precauciones universales aplican a la sangre y otros líquidos corporales con sangre visible. La
sangre es la fuente aislada más importante de VIH, de virus de hepatitis y de otros gérmenes
patógenos transmitidos por vía hematógena en situaciones de trabajo.
Las precauciones universales también aplican a los tejidos, semen, secreciones vaginales y a los
siguientes líquidos: cefalorraquídeo, sinovial, pleural, peritoneal, pericárdico y amniótico.
Las precauciones universales no se aplican a las heces, secreciones nasales, expectoración, sudor,
lágrimas, orina, vómito y saliva, a menos que contengan sangre visible. Tampoco aplican a la leche
materna, aunque se deben utilizar guantes en aquellas situaciones en que la exposición a leche es
frecuente, como en el caso de los lactarios. El riesgo de transmisión de VIH, así como el virus de la
hepatitis a partir de esos líquidos es extremadamente bajo o inexistente.

Uso de guantes para flebotomía


Los guantes son eficaces para disminuir la contaminación de las manos con sangre durante la
flebotomía, pero no pueden evitar las lesiones penetrantes causadas por agujas y otros elementos
corto punzantes. Las precauciones universales se basan en que cualquier muestra de sangre es capaz
de transmitir gérmenes patógenos por vía hematógena. Aunque algunas instituciones han relajado las
recomendaciones en el uso de guantes para flebotomía, se debe tener en cuenta las siguientes
situaciones donde siempre se deben utilizar guantes:
1. Si existen cortadas, rasguños u otras lesiones en la piel del trabajador.
2. Cuando aumenta el riesgo de contaminación con sangre por ejemplo, en pacientes que no
cooperan
3. Cuando se realizan punciones en el talón o dedos de lactantes y niños.
4. Cuando se está recibiendo entrenamiento para realizar flebotomías.

También podría gustarte