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Universidad Rafael Landivar

Facultad de Teología
ICRRE
Evangelios.
Lic. Francisco Romero

Trabajo: SIGNIFICACADO TEOLOGICO DE LAS PARABOLAS

Nombre: Iliana Gatica Paredes


Carne 2251119
PARABOLA DEL TESORO Y DE LA PERLA DEL EVANGELIO DE MATEO
Capitulo 13,44-46

El Reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo cuando


alguien lo encuentra, vuelve a esconderlo y, de tanta alegría que le da, va, vende
todo lo que tiene y compra el campo aquel.

También es semejante el Reino de los Cielos al caso de un mercader que anda


buscando perlas finas.

Cuando encuentra una perla de gran valor, va vendo todo lo que tiene y lo
compra.

Estructura de la parábola.

El, Reino de los cielos.

Escondido en un campo.

Vendió todo
,
Compro un campo,

Perlas,

Mercader.

EXPLICACION DE LA PARABOLA

El Reino de los cielos:

Es semejante a un tesoro escondido. Si nos vamos a aquella época descubrimos


que en esos tiempos no habían Bancos como en la actualidad y las personas
muchas veces para esconder sus pertenencias más valiosas como plata, oro,
joyas.
lo que hacían era enterrarlos en la tierra para evitar que los descubrieran. Si el
dueño de la tierra moría podía ser que ese tesoro quedara allí por mucho tiempo
sin que nadie lo supiera.
Escondió todo

La parábola narra que encontró un tesoro y de la felicidad tan grande que sintió lo
volvió a esconder para que nadie se lo robara.

Llevándolo al mundo espiritual esto significa que en algún momento de nuestra


vida aun sin merecerlo el Señor en su infinita misericordia se va a revelar a
nosotros y va a permitir que encontremos el tesoro de la salvación.

Un tesoro que muchas personas desconocen y no poseen, y el hecho de haberlo


encontrado debe hacernos sentir tan felices y afortunados.

Que por miedo a perderlo, lo debemos guardar en lo más profundo de nuestro


corazón para que nada ni nadie lo robe ya que se convierte en lo más bello y
valioso que tenemos.

Vendió y Compro.

Comprar el campo donde estaba escondido el tesoro decidir vender todo lo que
tenía. Esto significa que una vez que conocemos a Jesús.

El es tan extremadamente valioso que renunciamos y desechamos las cosas que


antes eran importantes con tal de poseer lo nuevo que El tiene para nosotros.

Renunciar a lo viejo para disfrutar de lo nuevo. Por ejemplo, si antes para ti el


dinero y las cosas materiales en esta tierra eran lo más importante, ahora en
Cristo lo que más debes desear es tener tesoros pero no terrenales si no
espirituales en el cielo. 

Mercader.

O sea un comerciante andaba en busca de buenas perlas y finalmente cuando la


encuentra decide vender todo lo que tiene con tal de poder poseerla.

Nosotros también como ese mercader un día íbamos por este mundo buscando
perlas o sea cosas que llenaran ese vacío en nuestro corazón pero que nada ni
nadie podía llenar, hasta que finalmente encontramos a Cristo.
Y es que en nuestro corazón hay un espacio con la forma de Cristo es por eso que
solo El lo puede llenar.

Perla preciosa.

Y de inestimable valor es nuestro Jesús, para poder regalarnos la salvación tuvo


primero que pasar por un proceso irritante y de sufrimiento, lo que hoy se puedes
disfrutar gratuitamente.

A Él le costó renuncia, rechazo, cansancio, humillación, sufrimiento, dolor.

REFLEXION.

La  verdad es que Dios nos deja libre de hacer nuestra propia elección. Podemos
decidir el camino y ser cualquier tipo de persona: buena, mala, honesta,
deshonesta, pura o inmoral. Pero El desea con todo su corazón que lo elijamos a.

Él, que lo prefiramos más allá de todo lo que nos puede ofrecer este mundo,
para poder ayudarnos , bendecirnos , ponernos en lugares altos como príncipes
de su Reino pero sobre todo para darnos la salvación y disfrutar de su presencia y
amor eternamente.

Parábola El Fariseo y el Publicano de Lucas 18, 9-14.

Dijo la siguiente parábola a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los
demás. Dos hombres subieron al templo a orar uno fariseo y otro publicano, el
fariseo de pie oraba en su interior de esta manera, Oh Dios te doy gracias porque
no soy como los demás hombre; rapaz, injusto, y adultero,

ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana y doy el diezmo
de todas mis ganancias. En cambio el publicano manteniéndose a distancia no se
atrevía ni a alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho y decía Oh Dios,
ten compasión de mi, que soy pecador os digo que este regreso a su casa
justificado, y a que no. porque todo el que se ensalce será humillado y el que se
humille será ensalzado.
ESTRUCTURA DE LA PARABOLA.

Dos hombres.

Templo.

Oración.

Fariseo.

Publicano

Actitud del Fariseo

Actitud del Publicano

Hombres.

Jesús no ve posición y ni prestigio del ser humano, el ve la humildad de su


corazón, sin importar la clase de hombres que se acercan a Él.

Templo.

La centralidad del tempo es que se presentaba de un modo visible, la presencia


misma de Dios en medio de su pueblo, es el lugar donde se celebra las liturgias
del Señor, donde hacemos nuestras oraciones.

Es el lugar, donde recibimos catequesis y enseñanzas que nos acercan más a


Jesucristo.

Oración.

La oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El hombre ha sido creado para
glorificar a Dios, a través de la oración se le da gloria, de lo cual el ser humano se
beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre por la comunión con
Jesucristo a través del Espíritu Santo.
Fariseo.

Los fariseos constituían un grupo religioso importante, en la época de Cristo, su


espiritualidad se movía en el marco de la corriente apocalíptica.

Ellos observaban la corrupción de la sociedad, no veían ninguna salida a no ser


una intervención directa de Dios en la historia humana.

Los fariseos intentaban convencer a Dios para que mandara un redentor lo hacían
con el cumplimiento estricto y escrupuloso de las normas legales

Publicano.

Eran los encargados de cobrar los impuestos, controlaban las cobranzas de la


tasas, además de cobrar los impuestos prescritos los publicanos, exigían a las
personas más de lo debido con la finalidad de enriquecerse a sí mismos.

Contaban con el respaldo militar, con el que podían extorsionar a las personas, el
deudor insolvente y su familia eran vendidos como esclavos y así satisfacían la
deuda.

El pueblo aborrecía a los publicanos por su actitud injusta, se les expulsaba de los
ambientes judíos y de la relación con el culto. No se les estaba permitido
participar, en las liturgias de las sinagoga, ni en las fiestas religiosas de la fe
israelita.

Actitud del Fariseo

La actitud de su plegaria se nota la autosuficiencia y se conduce en dos


direcciones, hacer notar las faltas de los demás y destacaba las obras de piedad
extrema que el mismo realiza.

El fariseo es incapaz de mirarse interiormente y contemplar los ojos de Dios, no


fue capaz de discernir en sí mismo de lo que debe convertirse y de lo que debe
aceptar lucha por la perfección pero su corazón está cerrado a la misericordia de
Dios.
Actitud del Publicano.

Sus gestos, consciente de su culpabilidad personal. Darse golpes de pecho


denotaba el sentido de responsabilidad ante el mar causado.

No se atreve a levantar los ojos, indica que si toma en serio a Dios, sabe que el lo
mira y le observa Dios ha visto las injusticias que como recaudador, quizá haya
cometido entre las personas de su pueblo.

El publicano no rehúye su responsabilidad personal frente a la situación de dolor


que el sistema impositivo ha generado en todo Israel.

REFLEXION.

Jesucristo, sale al encuentro de nuestra vida con dos momentos especialmente


importantes; cuando celebramos la Eucaristía y cuando nos encontramos con el
rostro sufriente de los pobres.

Esta parábola nos enseña la naturaleza de la humildad, que es la virtud de será


realista ante la vida que nos ha tocado vivir. Humilde el aquel que tiene los pies en
el suelo, es aquel que mirándose, a si mismo se tal cual es, que contempla a los
demás tal como son, y que intenta observar el mundo como realmente se
presenta.

La verdadera humildad es la que nos permite, nuestro crecimiento personal nos


hace descubrir las cosas, que nos puede convertir, y las cosas que debo aceptar.

Cuando descubrimos, esto nuestro corazón está ya abierto, a Jesucristo y presto


a participar de su ternura. La Virgen María es el modelo de humildad ante el
Señor y el mundo, ella nos ha mostrado la realidad de su corazón.

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