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MARX

Vida y obra.
Marx nació en Treveris, Alemania en 1818. Estudió en Bonn y' Berlín donde asistió a los círculos intelectuales
hegelianos. Al acabar sus estudios y debido a la imposibilidad de ejercer en la universidad se dedicará al periodismo
convirtiéndose en redactor de la Gaceta renana brazo ejecutor de los radicales burgueses renanos, hasta que fue
cerrado por el Estado. Fue durante esta etapa de juventud cuando Marx entra en contacto con la filosofía de
Feuerbach. Posteriormente fue a París donde entró en contacto con intelectuales de izquierda corno Proudhon y
Engels. Tras su salida de París recaló en Bruselas donde redactó el Manifiesto comunista. En 1849 abandonará el
continente y se trasladará a Gran Bretaña donde en Londres trabajará en la gestación de El Capital para lo cual se
dedicará al estudio de los ámbitos más diversos: economía, historia, sociología, política, filosofía... En 1864 fundó la
Asociación
Internacional de
Trabajadores (la la
Internacional). En
los últimos años de
su vida Marx se
entregó a la
preparación de su
gran obra El Capital.
Entre sus obras
además del
Manifiesto
comunista y El
Capital podemos
destacar Crítica de
la economía
política, La
ideología alemana,
La sagrada familia.
El materialismo histórico (METAFÍSICA)
Entendemos por "materialismo histórico" la tesis que considera que no es la conciencia de los hombres la que
determina su ser, sino que es su ser social el que determina su conciencia. Puede ser entendida en un sentido doble:
la esencia del hombre es la materia y el cometido esencial del hombre es la acción productiva, el trabajo, y como
resultado de esa acción productiva surge la moral, la religión, el arte, la filosofía...
Para Marx el hecho primario del que debe partir la filosofía es la Naturaleza, a la que considera independiente de
toda filosofía y el elemento del que todo está hecho, incluido el hombre.
Debemos entender el materialismo marxista como una teoría que niega la existencia de una mente o idea anterior a
la naturaleza, estas ideas existen pero no son algo anterior a la materia, por el contrario tienen en la materia su
origen y fundamento.
El materialismo histórico es una teoría empírica general de la estructura y dinámica de cualquier modo de
producción y una teoría de la secuencia histórica de los modos de producción.
Debemos entender el materialismo de Marx como hecho primario en cuya interpretación no se pueden postular
ideas previas a la naturaleza como la mente o la idea; la naturaleza es la base de todo pensamiento, existe
independientemente y nada existe aparte de esta naturaleza. El hombre mismo no es más que una parte de esta
naturaleza y su esencia debe ser entendida en relación con la naturaleza.

La antropología marxista. A todo el marxismo subyace una concepción antropológica caracterizada el materialismo;
el hombre es parte de la naturaleza y esto le otorga dos dimensiones: una dimensión pasiva (el hombre necesita
satisfacer ciertas necesidades vitales), y una dimensión activa (el hombre es capaz de transformar el mundo gracias
a su acción). No puede existir el hombre sin la naturaleza y la naturaleza sin el hombre, la relación entre ambos es
esencial y natural.
El hombre tiene como fin fundamental la transformación del mundo y ese carácter supone privilegiar el trabajo por
encima de cualquier otra faceta; por su acción productiva, el hombre cambia el mundo y se relaciona con los demás,
se convierte en un ser social; A diferencia de los griegos el hombre no es un ser nacido para el saber especulativo,
contemplativo sino un sujeto de acción.
El trabajo es la esencia humana en cuanto que sirve al hombre para transformar el mundo y para construir su
esencia; La antropología subyace al capitalismo. La praxis convierte al hombre en un ser productivo y lo ubica en la
historia, en una clase social (los propietarios de los medios de producción o los que no poseen más que su fuerza de
trabajo)
A lo largo de la historia ha habido distintos modos de producción, el asiático en el que la propiedad de la tierra es
estatal, el modelo clásico esclavista, el feudalismo y el capitalismo y a cada uno de estos modelos económicos le
corresponde una superestructura política, ideológica, artística, filosófica... Al modo de producción al que más
tiempo dedica Marx es al capitalismo. En todos estos estudios históricos destacan unos principios: la lucha de clases
como motor de la historia, que la historia no es más que la sucesión de las fuerzas productivas y que la historia es el
proceso mediante el que los productores aislados acaban produciendo y comerciando para el excedente.
En cada modo de producción podemos distinguir las fuerzas productivas (medios de producción) y las relaciones de
producción; las fuerzas productivas son todo lo que el hombre usa para imponerse y dominar la naturaleza para
conseguir sus necesidades; estos medios de producción se miden por su capacidad tecnológica por la capacidad de
producir más con menos trabajo. Las relaciones de producción son las relaciones que se establecen entre los
distintos sectores de la población que vienen caracterizados por su relación con los medios de producción, habiendo
dos tipos de población los que tienen y los que no tienen los medios de producción.
Las distintas clases se definen por su posición en el proceso de producción y han cambiado a lo largo de la historia.
En el sistema de producción hay dos grupos: los dueños de la tierra y los esclavos que trabajan en esa tierra; en el
feudalismo, los dos grupos son: los señores feudales y los siervos que ya no tienen el rango de esclavos; en el
capitalismo, la riqueza ya no se obtiene de la explotación de la tierra sino de las fábricas creadas a partir de los
antiguos talleres y podemos establecer dos clases: los empresarios que son los poseedores de esas fábricas y los
trabajadores que no poseen esos medios de producción y deben vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.
Los medios de producción y las relaciones de producción van acompasadas. Es necesario que haya un sector amplio
de la población esclava que trabaje en los grandes latifundios pero cuando la riqueza está en las fábricas la
esclavitud ya no tiene sentido económico, es más productiva una clase obrera. Marx siempre va a considerar que en
la relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción lo más importante son las fuerzas
productivas que serán las que determinen las relaciones de producción; las fuerzas productivas componen la
infraestructura y las relaciones de producción darán lugar a la superestructura.
La teoría de la infraestructura y la superestructura supone que las actividades políticas, artísticas, filosóficas,
jurídicas, intelectuales, religiosas y culturales en sentido antropológico se explican por las formas de organización
económica, a tal sistema económico le corresponde una determinada forma de pensamiento, o unas maneras
concretas de religiosidad o unas manifestaciones artísticas determinadas.
El saber es una coartada del poder para Marx con lo que abre la puerta a la interpretación según la cual las
relaciones entre saber y poder son muy estrechas. Esta interpretación materialista de la historia y de sus distintos
modos de producción según la cual lo económico determina todo ha sido puesta en duda por varios autores como
Weber.

El motor de la historia es la lucha de clases, la confrontación dialéctica entre unos grupos y otros en función de su
posición respecto a los medios de producción. Para Marx todos los conflictos sociales se reducen a esta lucha de
clases; para Marx lo importante es si se es obrero o empresario. En el capitalismo hay dos clases, los empleados que
no poseen los medios de producción y por tanto deben alquilar su fuerza de trabajo y los empresarios que sí poseen
los medios de producción; esta clase burguesa surge dentro del feudalismo como negación del estamento feudal;
los siervos de la gebla (antítesis) se posicionan en contra de la clase feudal (tesis) como después la clase obrera se
postulará contraria a la clase burguesa. Los pertenecientes a una clase comparten una serie de intereses
económicos y esto es lo que les va a dar su conciencia y clase; los miembros de la clases social tienen los mismos
problemas y enemigos lo que les lleva a cooperar unos con otros.
La relación entre las clases debe ser entendida de forma dialéctica de modo que la culminación de una clase, tesis,
va a suponer la aparición de otra clase que se la opone, la antítesis, situación que se resuelve con una síntesis
superadora (la revolución). La oposición de estas clases se debe a la disparidad de intereses entre ellas; en el
capitalismo el obrero adquiere conciencia de sÍ mismo de su verdadera esencia que no es más que su inclusión en
un grupo caracterizado por su lugar en el sistema capitalista, es decir, en una clase.

La historia está regida por unas leyes, y las fuerzas que mueven la historia deben llevar a que las contradicciones
que aparecen en el capitalismo lleven a su disolución. Marx consideraba que el advenimiento de la nueva sociedad
se produciría de forma paulatina pudiendo establecer distintas fases:
1) Después del proceso revolucionario se llegaría a la dictadura del proletariado que se caracterizaría por
la expropiación de la propiedad, la abolición del derecho de herencia, la centralización del poder político y
económico en manos del Estado con lo que se impediría un proceso de involución por parte de las fuerzas
reaccionarias
2) En la sociedad socialista, en la que está abolida la propiedad privada, desaparecerán los antagonismos
entre las clases aunque estas clases seguirán existiendo.
3) El comunismo, periodo en el que se terminarán las clases y el Estado desaparecerá debido a su
inutilidad; el progreso tecnológico surtirá a toda la población de todos los bienes que esta necesite según
el lema "de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades".

Marx concibe la historia como un proceso gradual y dialéctico caracterizado por la sucesión de distintos modos de
producción que tiene como fin la consecución de la sociedad sin clases presidida por la armonía entre todos los
hombres y entre el hombre y el mundo gracias al trabajo.
Un debate importante dentro del marxismo es el de considerar la dialéctica como un proceso infinito o el de
interpretarla con una finalidad concreta, la consecución de la sociedad sin clases.
Uno de los problemas del materialismo es la capacidad que tiene para elevar a rango absoluto y dar carácter
metafísico a lo que no es más que un hecho empírico;

Conclusión Materialismo:
El marxismo (socialismo utópico) con su carácter científico se presentaba como el único sistema intelectual válido
que heredaba la metodología de las ciencias naturales lo que le dotaba de un instrumento de transformación de la
realidad. Este carácter científico del marxismo acabó condenándolo al ostracismo cuando se mostró que era
incompatible con las democracias modernas de corte liberal.; según el historicismo la historia está condenada a
pasar por unos determinados periodos ineludibles de modo que el hombre pierde toda capacidad de
transformación social, la libertad es imposible en esa visión del mundo lo que redunda en formas políticas
autoritarias que reprimen la libertad del hombre en nombre de su salvación; para lograr la liberación de la clase
obrera es necesario el sacrificio de esa misma clase obrera; esto explicaría que el comunismo se implantase bajo
formas autoritarias. Este historicismo es lo que lleva al marxismo al dogmatismo.
La teoría de la alienación (Antropología)
La filosofía de Marx destaca por su sentido crítico (lo llevó al extremo). El criticismo se puede interpretar como el
descubrimiento de las condiciones materiales y fundamentos históricos de todo pensamiento. El espíritu crítico
marxista se traduce en un llamamiento a la revolución.
Donde mejor se patentiza este espíritu crítico es en la teoría de las alienaciones que ya había aparecido en Hegel y
Feuerbach;

En Hegel la realidad es Idea que se define por entenderse como un proceso dialéctico, es decir, en el que se opera
una contradicción que produce la alienación al separarse el sujeto y la sustancia, la idea se objetiviza en la
naturaleza hasta que en el momento sintético se reencuentra y se reconcilia consigo misma y se hace una sola.
Feuerbach hereda el concepto de alienación hegeliano pero cambia los términos y surge de la necesidad del
hombre de proyectarse más allá de sí mismo, de perder características que le son naturales, lo que produce una
alienación. Es puramente religiosa y debe ser eliminada si queremos que el hombre vuelva a ser el protagonista de
su vida.

Marx distingue entre varios tipos de alienaciones:

1) Alienación económica. La primera alienación y la más importante en cuanto que las demás se
derivarán de esta es la alienación económica. El sistema económico capitalista caracterizado por la
división de la sociedad en dos clases la de los que poseen los medios de producción, los propietarios,
y la de los que poseen únicamente su fuerza de trabajo, los trabajadores, crea un mundo injusto en el
que el hombre pierde su naturaleza en aquello que le es más propio el trabajo: la relación del
hombre con su trabajo.
El hombre es un ser eminentemente práctico que ha venido al mundo para transformar la realidad y
esa transformación de la realidad se hace desde el trabajo, pero en el sistema capitalista la relación
del obrero con el trabajo se define en términos de extrañamiento, hay una separación evidente entre
el hombre y su actividad; la relación del obrero con su trabajo es puramente mercantil, vende su
actividad de trabajo y de esta manera le es extraña; el trabajo es lo que distingue al hombre de los
demás animales pero en el sistema capitalista donde el trabajo no le pertenece al obrero éste sufre
un proceso de animalización, su esencia se empobrece y se deteriora, de manera que considere que
el trabajo le es ajeno cuando está en el trabajo sólo piensa en acabar su jornada laboral y dedicarse a
otra actividad que le sea placentera.
La alienación no se circunscribe al propio trabajo sino al producto del trabajo.
El producto del trabajo que el hombre hace pertenece al capitalista; el producto del trabajo se
objetiviza, y esto supone una merma en la esencia del propio hombre. El ejemplo más evidente de la
alienación del producto de trabajo es el de plusvalía, uno de los conceptos claves del marxismo:
según Marx cuando el obrero produce algo este producto redunda en beneficio del capitalista que lo
comercializa y consigue un beneficio de modo que cuanto más produce el obrero más pobre es ya
que la distancia entre él y el capitalista se agranda. Ese producto del obrero ya no pertenece al
obrero de modo que pasa de ser una parte de la naturaleza en una mera cosa y esa cosificación
afecta también al productor.
Otra alienación asociada con la enajenación social es la alienación respecto a la naturaleza. Cuando el
trabajador se aliena respecto al trabajo y al producto del trabajo el hombre ve la naturaleza como
algo extraño y hostil, es algo ajeno. La última alienación es la que se produce respecto a los demás
hombres; en el sistema capitalista la división en dos clases supone la escisión de la naturaleza del
hombre pero esta escisión se produce también dentro de la propia clase obrera ya que las relaciones
entre ellos son de competitividad y no de cooperación; no sólo se objetiviza el producto de trabajo y
la naturaleza sino a los otros hombres que sólo sirven para satisfacer mis intereses. Cualquier intenta
de vida social queda imposibilitado.

2) Alienación política. Para Hegel el Estado es la manifestación del Espíritu de modo que tiene un
contenido puramente ideal y no resuelve la contradicción entre los intereses particulares y los comunes.
La alienación política es una consecuencia de la alienación económica; en la sociedad capitalista el Estado
y todas las instituciones administrativas y jurídicas tienen como fin principal perpetuar una situación
económica injusta en la que la clase obrera está sometida al poder de la clase capitalista. La crítica al
Estado es un hecho muy importante en la filosofía marxista ya que va a ser el fundamento del
internacionalismo; los obreros no tienen patria ni país. Marx aspirará en última instancia a acabar con
cualquier Estado nacional y a sustituirlo por una unión de todos los proletarios; La alienación política es
consecuencia de la económica y constituye el ejemplo más claro de ideología, todo ese aparato intelectual
que eleva a categoría de discurso metafísico lo que no es más que falsa representación del mundo que
deforma la realidad.

2) Alienación religiosa: en la religión el hombre pone fuera de sí su naturaleza y se entrega a la ilusión


de un mundo separado de este; Marx acude a ejemplos de autores clásicos para demostrar que la
idea de Dios tiene que ver con la incapacidad del hombre para dar respuesta a ciertos interrogantes
lo que le lleva a proyectarse más allá de sí mismo. Va a dar un paso más allá al dotar a esta
interpretación de un calado político; cuando afirma que Feuerbach supuso un paso adelante decisivo
al interpretar la creación de Dios por el hombre como un vaciamiento de la esencia humana pero
Feuerbach no fue capaz de establecer con precisión cuáles son las causas de este fenómeno. La
religión es desde luego una ilusión pero no una ilusión meramente intelectual es "una conciencia del
mundo invertida", es el resultado de una realidad social y política concreta bajo la que los hombres
soportan una situación insoportable. El hecho religioso es la respuesta a esa situación económico-
política, como no encuentra consuelo y solución a sus problemas terrenales en este mundo crea un
mundo nuevo y trascendente donde espera solucionar esos problemas, de modo que la religión se
convierte en el opio del pueblo, es una droga que distorsiona la realidad enmascarándola bajo
ilusiones. La religión se convierte en el brazo ejecutor del Estado burgués y del sistema capitalismo ya
que tiene una enorme utilidad al hacer apología de la resignación. Marx se anticipa a Nietzsche al
considerar la religión como una moral de la "resignación". La interpretación que hace Marx de la
religión puede ser correcta pero es pobre en el sentido de que sólo ve la religión bajo un aspecto el
económico pero el hecho religioso tiene una vertiente cultural, filosófica, antropológica, que en
ningún caso es estudiada por MarX.
.
4) Alienación filosófica. La alienación filosófica como la religiosa se incluyen dentro de la política que a su
vez es una consecuencia de la económica. La filosofía es una justificación de una situación económica
concreta y es una interpretación errónea de la realidad no da verdadera cuenta de lo que el mundo sea. La
filosofía se ha contentado con interpretar el mundo, y entendida desde este punto meramente
interpretativo el idealismo hegeliano es su ejemplo más refinado y mejor acabado, pero su función es la
de cambiarlo. Al dar fe de un estado de cosas la filosofía se convierte en cómplice de es estado de cosas
que es el que la clase opresora promueve y defiende.

Todas estas alienaciones se superarán cuando el orden social injusto haya sido subvertido y la clase obrera por
medio de la revolución consiga el control de los medios de producción, el Estado socialista y la posterior sociedad
sin clases ni Estado donde la fraternidad universal será la norma básica de comportamiento entre los hombres de
todos los países.
Con la formulación de la teoría de las alienaciones la filosofía marxista parece tomar un tinte humanista del que
parecía carecer todo su análisis histórico más preocupado por describir los procesos que llevan a la formación del
sistema capitalista que por dar una explicación de la esencia del hombre y de su malestar.

Conclusión alienaciones:
Cuando la URSS era el Estado líder del comunismo, hubo voces críticas que denunciaron el uso y abuso que estos
regímenes hacían de la doctrina marxista y no es probable que Marx y Engels estuviesen de acuerdo con estos
sistemas políticos. Otra crítica que se puede hacer a Marx es su visión del mundo; de forma inconsciente Marx da
una interpretación del mundo lastrada de etnocentrismo; Marx ignora las peculiaridades culturales de otros
pueblos ya que considera a estas culturas como acientíficas, usa un único paradigma interpretativo, el materialismo,
reduce a este materialismo reduce la explicación de todos los fenómenos del mundo; el hombre no es para Marx
más que un sujeto de acción, que ha venido al mundo a trabajar transformar la naturaleza. Y éste no da importancia
a aspectos fundamentales en los análisis de la economía como el hecho de que el precio de una mercancía se debe
a las leyes de la oferta y la demanda dictadas por el mercado.

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