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EL PODER TRANSFORMADOR DE LO POCO

¿CÓMO ALCANZAR AQUELLO QUE NOS PROPONEMOS?

I.- INTRODUCCIÓN
¿Cuánto duran las promesas de Año Nuevo?
Muchas personas ocupan el cambio del calendario como una forma de comenzar nuevos
ciclos e imponerse nuevas metas para el año que recién comienza. Las promesas más usuales
están ligadas a la salud, cambiar los hábitos alimenticios o realizar más ejercicio. Si eres
alguien que cultiva activamente su espiritualidad también te habrás hecho propuestas o
trazado metas para el nuevo año, como por ejemplo, leer más la Biblia, apoyar más al grupo
en el cual participas, orar más, dejar atrás el rencor, la envidia y las emociones tóxicas en
general en contra de alguien, etc.
No obstante, la pregunta es ¿cuánto duran estas promesas? Un estudio de la Universidad
de Scraton postula una respuesta.
El periódico británico The Independent informa que tan solo un 8% de las personas que se
imponen desafíos de año nuevo son capaces de llevarlos a cabo, estableciéndose mediante
este sondeo que la mayoría de las promesas duran poco o muy poco.
El estudio realizado por la Universidad de Scranton, en Estados Unidos, estableció que para
el día 12 de enero, es decir, a menos de dos semanas de la celebración, el 80% de las
personas han abandonado lo que se habían propuesto para el nuevo año.
Si esto es así y la evidencia lo comprueba entones, ¿qué es lo más que necesitas en el 2020?
La respuesta es simple, pero la implementación es tenaz porque todo tu ser lo resistirá. Lo
que hará la diferencia en este año en tu vida será: INTENCIONALIDAD, ENFOQUE Y
DISCIPLINA.

II.- DESARROLLO
Existe una máxima que aplica perfectamente si lo que buscamos es alcanzar las metas y
promesas que hemos hecho para este año y permanecer en ellas, la que dice relación con EL
PODER DE LO POCO CONTINUO.
Esta máxima se puede resumir con el siguiente enunciado:
“UN POCO MAS DE LO QUE ME HACE BIEN, UN POCO MENOS DE LO QUE ME HACE MAL,
TODOS LOS DÍAS.”
Los grandes cambios, los perdurables, los profundos, esos que dejan huellas en nosotros de
forma permanente, como asimismo las metas que uno espera lograr, rara vez se alcanzan en
el corto plazo, sino que por el contrario requieren que nos enfoquemos y que poco a poco,
paso a paso, vayamos sumando resultados pequeños que, por acumulación o concurrencia,
producen cambios significativos en nuestra conducta, y consecuencialmente, en nuestra vida
entera. (EJEMPLO: LA ACUMULACIÓN NEGATIVA DE UN ESTILO DE VIDA NOCIVO)
Frases como: “Pasito a pasito, suave suavecito vamos mejorando poquito a poquito”, “step
by step”, “Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy” tienen implícita la idea de ir
mejorando continuamente, de forma progresiva más que agresiva. En esto descansa la clave
para los cambios profundos y duraderos.
El adagio “un viaje de mil kilómetros empieza siempre con un primer paso” encierra la esencia
del PODER DE LO POCO CONTINUO.
Ahora bien, este principio de vida se basa en DOS PILARES fundamentales: la gradualidad
(poco a poco) y la continuidad (perseverancia).
1er PILAR: LA GRADUALIDAD:
La gradualidad implica que el cumplimiento de nuestras metas debe ser un camino que
recorremos paso a paso, de forma ascendente.
Imagínese que desea subir una montaña. Primero tendrá que prepararse antes de
iniciar el ascenso: estudiar el alpinismo a fondo, hacer un plan, comprar el
equipamiento necesario y trazar una ruta, definiendo las etapas de la escalada.
Además, deberá entrenar física y mentalmente. Los alpinistas no pretenden alcanzar
una cima como la del Everest, por ejemplo, en una sola etapa. Asumen el reto
valiéndose de una técnica segura y depurada, mirando a la montaña con respeto y
sencillez. Su ASCENSO ES GRADUAL.
Lo mismo ocurre con nuestra vida. De acuerdo al principio de LO POCO CONTINUO, más
importante que hacer mucho una sola vez, es hacer poco pero de forma permanente.
Se trata de descomponer nuestros objetivos en pequeñas tareas, de manera tal que demos
solo un paso a la vez. Así, no nos sentiremos desbordados psicológicamente, sino que nos
mantendremos motivados y concentrados. De esto deviene la idea que expresa la famosa
canción: “Un día a la vez, mi Cristo, es lo que pido de ti, dame la fuerza para vivir un día a la
vez”.
El célebre filósofo alemán Nietzsche dijo “Aquel que quiera aprender a volar algún día, debe
primero aprender a ponerse en pie y caminar y correr y trepar y bailar; no se puede ir volando a
volar”
El poeta de la Antigua Grecia, Hesíodo escribió “Si añades un poco a lo poco, y lo haces con
frecuencia, pronto poco llegará a ser mucho. “
Mateo 25: 23 “El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede
confiar en ti. Ya que cuidaste bien LO POCO que te di, ahora voy a encargarte cosas más
importantes. Vamos a celebrarlo.” (TLA)
2° PILAR: LA CONTINUIDAD.
Tan importante como dar pequeños pasos hacia nuestros objetivos, es darlos de forma
continua; es decir, debemos avanzar cada día, aunque sea tan solo un poco y aunque lo que
hagamos no sea perfecto al 100%, sabiendo que la PERSEVERANCIA es el terreno en el que
germinan los progresos.
La perseverancia es la clave para ver frutos donde otros sólo se quedan
en el intento. Algunos llegan a la mitad del camino; otros en cambio, sobrepasan
cualquier obstáculo que pudiera aparecer.
EL MEJOR PREDICTOR DEL ÉXITO NO ES LA INTELIGENCIA, SINO QUE LA PERSEVERANCIA.
MUESTRAME A UNA PERSONA PERSEVERANTE, Y TE MOSTRARÉ A ALGUIEN REALIZADO.
Jesús dijo en Lucas 8. 15 “Pero la semilla en la tierra buena, estos son los que han oído la
palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto CON SU PERSEVERANCIA.”
Si yo quito la perseverancia de esta ecuación no hay frutos, por lo tanto, ¡Hay buenos
resultados, buenos “frutos” en la perseverancia!
Gálatas 6:9 declara “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos.”
LA MAYORÍA DE LAS VECES, EL ÉXITO SE ENCUENTRA DEL OTRO LADO DE LA PERSEVERANCIA.
¿CUÁL ES UNO DE NUESTROS MAYORES ENEMIGOS? LA CULTURA DE LA INMEDIATEZ.
Vivimos inmersos en la cultura de la inmediatez. Son muy pocos los que pueden imaginar su
vida esperando toda una semana para ver el siguiente capítulo de una serie favorita, cuando
pueden devorarla completa de una sola vez en una tarde.
El cortoplacismo se ha impuesto y ha traído con él la incapacidad para esperar.
Una de las características más evidentes del tipo de sociedad en que estamos viviendo es
aquel deseo de obtener lo más rápido posible aquello que buscamos, lo que viene dado
porque la naturaleza humana, por sí, es propensa a preferir lo rápido a lo lento, lo que nos
afecta en nuestra búsqueda por alcanzar nuestras metas.
Y el problema más importante yace en que TODOS VIVIMOS EN MEDIO DE ESTA CULTURA
DE LA INMEDIATEZ, PERO SERVIMOS A UN DIOS QUE SE PARECE MÁS A UN AGRICULTOR
QUE A UN JARDINERO. EL NO NOS “PODA” SIMPLEMENTE, EL CAVA HONDO EN NOSOTROS
PARA TRANSFORMARNOS, DÍA A DÍA.
EL TRABAJA EN NOSOTROS DE FORMA GRADUAL Y PAULATINA. CON ÉL NO HAY APUROS, NI
ATAJOS.
POR ESTA RAZÓN, SI ÉL, SIENDO EL ÚNICO Y SABIO DIOS TODOPODEROSO, PREFIERE
COMENZAR EN NOSOTROS UNA BUENA OBRA Y PERFECCIONARLA GRADUAL Y
PROGRESIVAMENTE HASTA EL DÍA DE JESUSCRISTO, ¿NO DEBERÍAMOS NOSOTROS HACER
LO MISMO CON NUESTRA VIDA Y CON NUESTRAS METAS, TRABAJANDO DE FORMA
GRADUAL Y CONSTANTE EN ELLAS?
“Aquel que quiera aprender a volar algún día, debe primero aprender a ponerse en pie y
caminar y correr y trepar y bailar; no se puede ir volando a volar”
III.- CIERRE
Cinco días han transcurrido desde que te propusiste metas y proyectos por alcanzar. No
caigas en el grupo que antes del 15 de Enero han abandonado sus planes de superación.
No será fácil, posiblemente. Pero te animo a disfrutar el desafío de crecer este 2020.
Considera el valor de tus esfuerzos y se paciente contigo mismo. Recuerda que la paciencia
no se trata solo de esperar, es la capacidad de mantener una buena actitud mientras trabajas
duro en lo que quieres lograr.
Jesús prometió que estaría con nosotros todos los días y hasta el fin de los tiempos. Este año
no será la excepción. El te sostendrá, pero tu debes hacer tu parte. Prepárate para vivir tu
mejor año, porque Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.
¡NOS VEMOS EN LA CIMA!

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