El pH (potencial de hidrógeno) es la escala que se utiliza para conocer la
acidez ó alcalinidad de una solución. La escala pH va desde 0 a 14. Un pH de 7 significa equilibrio entre acidez y alcalinidad y es considerado neutro. Si este índice está por encima de 7,8 (excesivamente alcalino) ó por debajo de 7 (ácido) existe riesgo para la salud. El sistema que regula el pH en nuestro organismo intenta mantener el pH en 7,4 (ligeramente alcalino) que es el valor ideal.
En nuestro cuerpo hay un sinfín de reacciones químicas (para obtener
nutrientes, formar estructuras, obtener energía, movernos, etc.), incluidas las ácido- base. Una de las funciones más importantes del cuerpo humano es su capacidad para regular sus propios niveles de acidez, debido a que no tenemos el mismo pH en todo el organismo...!
¿Cómo varía el pH en nuestro organismo a medida que los alimentos van
recorriendo nuestro cuerpo?
La saliva tiene un pH que va entre 6 y 7,5, una vez que masticamos y
tragamos nuestro alimento pasa a la parte superior de nuestro estómago con un pH entre 4 y 6. Pero después, en la parte inferior de nuestro estómago el pH varía de 1 a 4 (pH muy ácido). ¿Saben por qué las paredes del estómago no se destruyen frente a un medio tan ácido? Las células del estómago segregan un moco protector que no permite que este pH destruya las paredes del estómago.
Luego pasamos al duodeno, la primera parte del intestino delgado, que no
está protegido por lo cual tiene que neutralizar el pH llegando a valores entre 7 y 8,5 (pH alcalino) y es allí en el duodeno donde se absorbe la mayor parte de los nutrientes, finalizando en el intestino delgado y grueso con un pH entre 4 y 7. Para que las células de nuestro cuerpo funcionen de forma correcta y adecuada su pH debe de ser ligeramente alcalino. En una persona sana el pH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45.