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Incapacidad

La Incapacidad jurídica es la carencia de la aptitud para la realización del ejercicio


de derechos o para adquirirlos por sí mismo.

Tipos de incapacidad

Incapacidad de ejercicio

La ley priva a las personas físicas de la facultad de obrar por sí misma,


declarándolos incapaces, fundamentándose en la falta o insuficiencia de su
desarrollo mental (caso de las personas por nacer, los menores impúberes y los
dementes) o la imposibilidad de poder manifestar su voluntad (caso de los
sordomudos que no pueden darse a entender por ningún método), considerando
que el elemento volitivo (voluntad) es básico en la formación de todo acto jurídico.

Incapacidad de derecho

Es aquella que impide ser titular de determinados derechos. Es siempre relativa, y


está establecida expresamente por la ley. Por ejemplo, los cónyuges no pueden
vender, permutar, comprar, alquilar entre sí; los padres no pueden contratar con
sus hijos menores de edad que se encuentren bajo su patria potestad; el curador
respecto de adquirir los bienes de su pupilo.

Absoluta

La ley priva a las personas físicas de la facultad de obrar por sí misma,


declarándolos incapaces, fundamentándose en la falta o insuficiencia de su
desarrollo mental (caso de las personas por nacer, los menores y los dementes) o
la imposibilidad de poder manifestar su voluntad (caso de los sordomudos que no
pueden darse a entender por ningún método), considerando que el elemento
volitivo (voluntad) es básico en la formación de todo acto jurídico.

Relativa

La incapacidad de hecho relativa implica que aquellos a quienes alcanza, pueden


realizar por si mismos algunos actos jurídicos. Menores adultos.
Artículo 43.- Incapacidad absoluta

Son absolutamente incapaces:

1.- Los menores de dieciséis años, salvo para aquellos actos determinados
por la ley.

2.- Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento.

3.- Los sordomudos, los ciegosordos y los ciegomudos que no pueden


expresar su voluntad de manera indubitable.

Todos estos casos se refieren a incapacidad absoluta de “ejercicio”.

El primer caso se refiere a un tema de edad y los siguientes a aspectos de salud.

“la edad y la salud son las únicas razones atendibles para privar a una persona de
la capacidad de ejercer, por sí misma, los derechos que le atribuye el
ordenamiento jurídico en tanto sujeto de derecho”

Inciso 1.- “salvo para aquellos casos determinados por ley”: ver artículo 1358
(además: Artículos 455, 457, 530, 557, 645 del Código Civil).

Inciso 2.- “privados de discernimiento”: supone permanencia de estado que priva


al sujeto de discernimiento.

Inciso 3.- Solo cuando “no puedan expresar su voluntad indubitablemente”.

Artículo 44.- Incapacidad relativa

Son relativamente incapaces:

1.- Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad.

2.- Los retardados mentales.

3.- Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre
voluntad.

4.- Los pródigos.

5.- Los que incurren en mala gestión.

6.- Los ebrios habituales.


7.- Los toxicómanos.

8.- Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

1.- Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad.

A este grupo la ley les otorga la posibilidad de realizar determinados actos


jurídicos: Artículo 1358

2.- Los retardados mentales.

“Su desarrollo intelectual es deficitario en relación con su edad. La capacidad


intelectual de la persona se ha detenido y no ha evolucionado en consonancia con
su edad.”

Escala para establecer el cociente intelectual

Estado Cociente Intelectual

Normal 90 – 109

Normal – Torpe 80 – 89

Fronterizo 70 – 79

Deficiente Mental 69 o menos.

Ojo: el retardado mental no está usualmente privado del discernimiento.

3.- Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre
voluntad.

Deterioro mental: proceso degenerativo de las capacidades intelectivas. Tuvieron


alguna vez condición mental normal y han sufrido deterioro, menoscabo de la
misma, al punto que les imposibilita expresar su libre voluntad. “NO está privada
totalmente de discernimiento”
4.- Los pródigos.

Prodigalidad: 1. f. Profusión, desperdicio, consumo de la propia hacienda,


gastando excesivamente. (Diccionario de la Lengua Española, Edición 22)

“dilapidador habitual, el que disipa sus bienes, el gastador desordenado o


manirroto”

La prodigalidad es considerada como el “dispendio irracional del propio


patrimonio”.

Según el artículo 584 del Código Civil “puede ser declarado pródigo el que
teniendo cónyuge o heredero forzosos dilapida bienes que exceden de su porción
disponible.”.

Para los efectos de determinar las cuotas de los herederos forzosos, concordar
con los artículos 723, 725, 726, 727 del Código Civil.

5.- Los que incurren en mala gestión.

No se trata, como en el caso de la prodigalidad, de una tendencia al despilfarro


sino de una “inhabilidad para la administración de un patrimonio”

6.- Los ebrios habituales.

La ebriedad (embriaguez) constituye la “turbación pasajera de las potencias,


exceso con que se ha bebido vino o licor” (RAE). La ebriedad habitual implica el
consumo de licor, en forma diaria e inmoderada, lo que impide a la persona
expresar, de manera consciente y libre, su voluntad.

La embriaguez habitual constituye causa de incapacidad relativa cuando el


consumo de alcohol es incontrolado, por ello el ebrio habitual no puede discernir
adecuadamente el bien del mal.

7.- Los toxicómanos.

En este caso, sinónimo de “drogadicto”.

Se aplica a la persona que ha desarrollado fármaco-dependencia severa, es decir


aquélla que necesita consumir alguna droga para aplacar su apetencia imperiosa
de la misma. (Carlos Fernández Sessarego)
8.- Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

En la actualidad la interdicción civil ha sido sustituida por la inhabilitación, por tal


razón deberá entenderse éste inciso como: “Los que sufren pena que conlleva la
inhabilitación”.

Esta incapacidad no se origina ni en la edad ni en la salud de la persona sino que


encuentra fundamento en la situación de hecho en que se halla la persona como
consecuencia de la imposición de la sanción, que impide, de facto, ejercer sus
derechos por sí misma.

La inhabilitación debe ser entendida como la pena que limita a la persona ciertos
derechos distintos a la libertad ambulatoria. Ésta puede ser “absoluta”: cuando se
priva de todos los derechos contenidos en el artículo 36 del Código Penal o
“relativa”, cuando se priva solo algunos derechos señalados en el citado numeral.

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