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FACTORES LIMITANTES EN EL ENTORNO DE LA REGIÓN LAGUNERA

1.-Humedad: Cuando la humedad ambiental, es decir el vapor de agua que “flota”


en el ambiente se condensa, se deposita agua en estado líquido en superficies
como alfombras, paredes, techos… Si estamos hablando de superficies bien
ventiladas y soleadas, el agua condensada volverá a evaporarse con el calor. Sin
embargo, en estancias poco ventiladas y con alto nivel de humedad ambiental, las
zonas umbrías de la habitación tenderán a estar permanentemente húmedas: el
lugar ideal para la proliferación de ácaros y moho. Los ácaros son organismos
microscópicos cuyo hábitat (entre otros) es el ámbito doméstico. Es decir, aunque
no los veamos se encuentran en nuestra casa. Los ácaros viven preferentemente
en ambientes de entre 70% y 80% de humedad. En casas con alto nivel de
humedad ambiental su vida se prolonga y se reproducen mucho más, o dicho en
otras palabras, en ambientes de alta humedad, los ácaros viven a sus anchas. El
problema es que tanto los excrementos de estos microorganismos como los
propios ácaros muertos son los causantes de diferentes alergias respiratorias.
Además, aproximadamente el 80% de pacientes asmáticos son también alérgicos
a los ácaros, con lo cual los síntomas de asma se agravan en ambientes
húmedos. Por lo tanto, vivir en un ambiente por encima de un 60% de humedad
ambiental puede llegar a ser devastador para personas con alergias respiratorias y
asma.
El moho, por su parte, es un tipo de hongo y se reproduce por esporas que vienen
transportadas por el aire. Cuando las esporas se depositan en una superficie
húmeda, como esa pared o alfombra en nuestra casa a las que no llegan los rayos
del sol, comienzan a alimentarse de la superficie a la que están adheridas,
creciendo y reproduciéndose a velocidad vertiginosa.
El moho no solamente aparece en las manchas de la pared o el techo: hay hongos
que también crecen en las alfombras y tapices, en la comida, en la madera, en el
papel… Ahora bien, aparte de lo antiestético que resulta ver una mancha de moho
en la pared, el suelo o la puerta de un armario, lo peor de la proliferación de estos
organismos son los efectos negativos que estos ejercen en la salud. Los síntomas
asociados al moho incluyen, al igual que con los ácaros, diferentes tipos de
alergias respiratorias y síntomas asmáticos.
Por lo tanto, los problemas de humedad ambiental afectan especialmente a
personas con ciertos tipos de enfermedades crónicas respiratorias, pero también a
otros tipos de pacientes, como personas con reuma. Además, los niños y
ancianos son especialmente sensibles a ellos, por carecer de las resistencias y
sistema inmune del adulto sano. Aquí te presentamos los problemas más
comunes asociados a un excesivo nivel de humedad ambiental en la casa:
Infecciones respiratorias. Según diversos estudios, un nivel de humedad de un
70% o más aumenta en gran medida la posibilidad de contraer infecciones virales
y bacterianas.
Problemas de asma. Particularmente en casas donde hay niños o enfermos
asmáticos hemos de tener especial cuidado con los problemas de humedad. Los
estudios también muestran que la probabilidad de desarrollar asma en niños de
entre 1 y 7 años se duplica en ambientes interiores húmedos, con alta proliferación
de ácaros, hongos y mohos. Y no solo eso, sino que el 80% de quienes ya
padecen asma también padecen alergia a los ácaros, así que ven recrudecidos
sus síntomas al exponerse a ambientes húmedos.
Problemas de alergias. De acuerdo con los estudios, las reacciones alérgicas
respiratorias empeoran en ambientes con alto índice de humedad, aumentando la
posibilidad además de contraer enfermedades crónicas respiratorias y
pulmonares.
Agravamiento de los síntomas de reuma y otras enfermedades óseas. Si bien hoy
día se ha llegado a la conclusión de que el alto nivel de humedad ambiental no
provoca por sí mismo estas enfermedades, sí es un hecho que el dolor y malestar
causado por reuma, artrosis y otros problemas de huesos se incrementan en este
tipo de ambientes.

2.-Precipitación pluvial: La precipitación es una parte importante del ciclo


hidrológico, llevando agua dulce a la parte emergida de la corteza terrestre y, por
ende, favoreciendo la vida en nuestro planeta, tanto de animales como de
vegetales, que requieren agua para vivir. La precipitación se genera en las nubes,
cuando alcanzan un punto de saturación; en este punto las gotas de agua
aumentan de tamaño hasta alcanzar una masa en que se precipitan por la fuerza
de gravedad. Es posible inseminar nubes para inducir la precipitación rociando un
polvo fino o un químico apropiado (como el nitrato de plata) dentro de la nube,
acelerando la formación de gotas de agua e incrementando la probabilidad de
precipitación, aunque estas pruebas no han sido satisfactorias.

3.-Radiación solar: A la superficie terrestre llega únicamente una parte del amplio
espectro de las radiaciones electromagnéticas que proceden del sol. De éste,
cerca de un 5% corresponde a los rayos UVA, que se caracterizan por una
longitud de onda comprendida entre los 320 y 400 nm, y una gran capacidad para
penetrar en el interior de las capas de la piel. De hecho, se calcula que
aproximadamente el 39% de la radiación UVA alcanza la dermis. El efecto a corto
plazo de esa radiación es la llamada pigmentación directa de la piel, que conlleva
un bronceado inmediato. La radiación UVB de longitud de onda inferior (280-320
nm) tiene menor capacidad que la anterior para penetrar en la piel y constituye un
0,1% del total de radiaciones que nos llegan del sol. Esta radiación es la
responsable de la quemadura solar y produce la llamada pigmentación indirecta
de la piel. En este proceso, los rayos UVB inducen la formación del pigmento
responsable del bronceado (melanina) en los melanosomas a partir del
aminoácido tirosina. Esta melanina formada llega a la superficie de la piel en la
cual presentará un proceso de oxidación que originará el oscurecimiento de la piel.
El resultado es un bronceado más tardío que en el caso anterior, pero más
duradero (la radiación UVA era responsable de un bronceado que iba palideciendo
al persistir la exposición solar), además este bronceado se produce tras un
enrojecimiento de la piel, tanto más acusado cuanto menor es el fototipo cutáneo.
Tanto la radiación UVA que provoca la pigmentación inmediata como la UVB que
produce la pigmentación tardía conducen a un aumento de la protección natural
que la piel experimenta frente a la exposición solar.
La mayor parte de la radiación que nos llega desde el sol forma parte de la
radiación infrarroja (IR), con una longitud de onda entre los 800 y 5.000 mn. Su
elevada longitud de onda nos indica que tiene un bajo poder energético y un
escaso poder de penetración a través de la piel; por ello no suele producir
quemaduras. Sin embargo, se trata de una radiación que, pese a tener escasos
efectos nocivos cutáneos, puede potenciar los efectos adversos de las anteriores.
Además, los efectos de la radiación IR sobre la piel se traducen en una sensación
de calor que estimula la circulación sanguínea, interviene en los fenómenos de
termorregulación y sudación, mediante la cual el organismo secreta el ácido
urocánico que, a su vez, actúa como un protector natural contra la radiación solar.
El sol, tomado con moderación, ejerce efectos beneficiosos para el organismo,
pero una exposición incontrolada, sin protección y demasiado prolongada, puede
ocasionar graves consecuencias para la salud
4.-Plagas: El maíz se ha seleccionado como un forraje de importancia, con una
superficie de 17,834 ha y cuya producción es de 712,286 ton a nivel nacional. En
la Comarca Lagunera es donde se producen 6 ton de grano en promedio y más de
45 t/ha de forraje verde con manejo óptimo; sin embargo, el potencial productivo
del maíz en esta región es superior debido a la alta radiación solar durante el
periodo libre de heladas y es posible obtener hasta 80 t/ ha de forraje fresco y 24
t/ha de forraje seco (30% de materia seca). En los últimos años los agricultores
han observado daños causados por ácaros en sus cultivos, principalmente en el
maíz. Ante esta situación han tratado de combatir dicha plaga mediante el empleo
de productos químicos sin lograr un control satisfactorio, desarrollando con ello
resistencia a una amplia variedad de acaricidas. Por tal motivo es importante
conocer las especies de ácaros que causan daños, a fin de seleccionar la mejor
medida de control. Por ello, el objetivo de este trabajo fue identificar los ácaros
asociados al maíz (Zea mays L.) en la Comarca Lagunera. Según especialistas,
los ácaros pueden ser un causante del casi 80% de los casos de asma, así como
casos de eczema, fiebre del heno y otras enfermedades alérgicas, el cual es
causado por el huevo y las heces del ácaro, a la hora que respiramos las
partículas de polvo, conllevando a reacciones alérgicas, tales como el estornudo,
congestión nasal, picazón de garganta, picazón de ojos, entre otros.
5.-Enfermedades:
El arsénico afecta a prácticamente todos los aparatos y sistemas del cuerpo,
puesto que interfiere con reacciones enzimáticas de amplia distribución. Los
efectos más claros de la exposición al arsénico se observan en la piel.
Los efectos gastrointestinales (GI) del arsénico generalmente son resultado directo
de la ingesta de este elemento. Sin embargo, otras rutas de exposición diferentes
pueden producir también efectos GI.
 Los efectos gastrointestinales se observan de manera aguda después de la
ingesta del arsénico. Se observan menos comúnmente después de la
inhalación o de la absorción por vía dérmica.
 La principal lesión en el tracto GI consiste en un aumento en la
permeabilidad de los vasos sanguíneos pequeños, que lleva a la pérdida de
fluidos y a la hipotensión.
 Puede presentarse una inflamación extensiva y una necrosis en la mucosa
y submucosa del estómago e intestino, las cuales pueden derivar en la
perforación de la pared de la víscera.
 Puede presentarse una gastroenteritis hemorrágica que provoca diarrea
sanguinolenta.
La toxicidad aguda al arsénico puede asociarse a una necrosis hepática y a
niveles elevados de las enzimas hepáticas.
 La intoxicación por arsénico puede resultar en una hepatitis tóxica, con
niveles elevados de enzimas hepáticas.
El arsénico puede tener efectos negativos en los riñones
 La toxicidad sistémica que se presenta en la intoxicación aguda severa por
arsénico puede incluir una necrosis tubular aguda junto con una falla renal
aguda.
Tanto la exposición aguda como la exposición crónica a altos niveles de arsénico
pueden provocar una amplia gama de efectos cardiovasculares adversos.
Algunas investigaciones que apoyan una asociación revelan que los pacientes
expuestos al arsénico pueden presentar destrucción de los cilindros del axón, lo
cual puede conducirlos a sufrir una neuropatía periférica.

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