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Salvación En Absoluto
Por Hno. Peter Dimond, O.S.B.
Lista de Secciónes
Introducción
1. La Cátedra de San Pedro sobre Fuera de la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación – página 8
2. Las Llaves de San Pedro y su Fe Infalible – página 9
• La Cátedra de San Pedro Dice la Verdad que Cristo Mismo Entregó –
página 11
3. Cree Dogma como fue una vez declarado – página 13
4. Otros Papas sobre Fuera de la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación – página 15
5. El Sacramento de Bautismo es la unica Entrada a la Iglesia –
pagina 18
6. La Una Iglesia de los Fieles – página 19
7. Sujeción a la Iglesia/Pontífice Romano – página 22
8. El Sacramento de Bautismo es Necesario para la Salvación –
página 24
9. Agua es Necesario para el Bautismo y Juan 3:5 es literal – p. 25
10. Infantes No Pueden Ser Salvos Sin Bautismo – página 28
11. Los que Mueren en Pecado Original o Pecado Mortal
Descienden al Infierno – página 30
12. Hay Solamente Un Bautismo; No Tres – página 31
13. El Credo Atanasiano – página 33 – y No Hay Ninguna
Salvación para miembros del Islam, Judaísmo, o otras hereticas o
cismáticas sectas no Católicas – página 36
• Específica Enseñanza Católica contra el Judaísmo – página 37
• Específica Enseñanza Católica contra el Islam – página 38
• Específica Enseñanza Católica contra sectas Protestantes y cismáticas
– página 39
• Sobre los bautizados con validez como infantes por miembros de
sectas no Católicas – página 41
14. Bautismo de Deseo y Bautismo de Sangre – Tradiciónes
Erróneas del Hombre – página 42
• Los Padres son unánime desde el principio sobre Bautismo de Agua –
página 43
• Todos los Padres no permanecían consistentes con sus propias
afirmaciónes y la Tradición universal de la necesidad absoluta de
Bautismo de Agua – página 49
• La teoría de bautismo de sangre – una tradición del hombre – página
51
• Dos de las primeras declaraciónes sobre bautismo de sangre – p. 54
• ¿Santos Sin Bautizar? – los Hechos de los Mártires – página 57
• Los Cuarenta Mártires de Sebaste – página 58
• Santa Emerentiana – página 61
• San Alban y su guardia convertido – página 62
• Resumiendo los Hechos sobre Bautismo de Sangre – página 63
• Bautismos Milagrosos – página 64
• La Teoría de Bautismo de Deseo – una tradición del hombre – página
69
• San Agustín – página 69
• San Ambrosio – página 72
• San Gregorio Nazianzano – página 76
◦ San Gregorio Nazianzano y el Breviario Romano – página 77
• San Juan Crisóstomo – página 78
• La Tradición Litúrgica y la Tradición Apostólica de Entierro – página
79
• Papa San Siricio – página 80
• La Edad Media – página 82
• San Bernardo – página 82
• Santo Tomás de Aquino – página 85
• El Concilio Dogmático de Vienne (1311-1312) – página 88
• Santo Tomás de Aquino rechazó "Ignorancia Invencible" – página 88
15. Papa San León el Grande Termina el Debate – página 89
• Papa León el Grande declara infaliblemente que el agua de bautismo
es inseparable del espíritu de justificación
16. Objeciónes Principales:
- Ses. 6, Cap. 4 del Concilio de Trento – página 96
• Aut utilizado para significar “y” en el contexto de Concilios – p. 98
• Un E-Mail interesante sobre este pasaje de Trento – página 100
- El Dogma, Papa Pío IX y Ignorancia Invencible – página 106
• ¿Qué hay del Papa Pío IX? – página 108
• Singulari Quadem (una alocución a los Cardenales) – página 108
• Quanto Conficiamur Moerore – página 111
• Ignorancia Invencible llega a ser una herejía destructiva,
arrasando la necesidad de la Fe Católica en todo mundo – página
115
◦ San Pablo (p. 116), P. Francisco de Vitoria (p. 116), San Agustín y San
Prospero (p. 117) contra Ignorancia Invencible
• Otros Papas y Santos contra Ignorancia Invencible – página 118
◦ Papa Benedicto XIV, Papa San Pío X, Papa Pablo III, Papa Gregorio el
Grande, P. De Smet, Papa Pelagio I, etc. contra Ignorancia Invencible
• La Sagrada Escritura contra Ignorancia Invencible, y evidencia de
la Diseminación Inmediata del Evangelio por todo mundo – p. 121
◦ San Justín Mártir, Hechos de los Apóstoles, las epístolas de San Pablo,
San Ireneo, San Clemente, Tertuliano, etc. sobre la diseminación
inmediato del Evangelio
◦ Hechos 2:47: el Señor añadía diariamente a la Iglesia los que habían de
ser salvos (p. 126)
◦ Evidencia antigua en China y America del Norte y del Sur
• Salvación para los "Ignorantes Invencibles" reducida a su
principio absurdo – página 129
• Jesucristo contra Ignorancia Invencible – página 130
- La Objeción “Interpretación Privada” – página 132
17. Algunas Otras Objeciónes – página 135
• El Catecismo del Concilio de Trento – página 136
• Ses. 7, Can. 4 sobre los Sacramentos – De verdad refuta bautismo
de deseo como puede ser visto cuando está comparado con
cánones dogmáticos similares – página 140
• Papa Inocente II – página 145
• Papa Inocente III – página 147
• San Alfonso de Liguria – página 149
• La Enseñanza de Trento sobre la Necesidad de Penitencia contra
su Enseñanza sobre la Necesidad del Bautismo – página 156
• El Argumento de Silencio – página 159
• El Código de 1917 – página 160
• El Argumento que para algunos es imposible recibir el Bautismo –
página 164
• Los Errores de Miguel Du Bay – página 165
• Como puede ser bautismo de deseo contrario a dogma cuando… –
página 168
• Cornelio el Centurión – página 170
• El Buén Ladrón y los Santos Inocentes – página 171
• La Herejía “No Se Puede Juzgar” – página 172
• La Herejía “Objetivo-Subjetivo” – página 173
• La objeción “Dentro pero no Miembro” del Msgr. Joseph Clifford
Fenton – página 175
• Bayside, Medjugorje, y Otras Apariciónes Falsas – página 178
• El Escapulario Café – página 179
18. El Alma de la Iglesia Herejía – página 180
19. Bautismo de Deseo contra la Enseñanza Universal y
Constante de Teólogos – página 183
• Tuas Libenter y el llamado consenso común de teólogos – p. 184
• Los mismos teólogos que ellos adelantan refutan su posición –
página 189
• Teólogos son unánime que sólo los bautizados de agua forman
parte de la Iglesia – página 191
• Teólogos definen unánime la Iglesia Católica como una unión de
Sacramentos – página 194
• La Tradición Universal sobre el Bautismo afirmada aun por
catecismos hereticos – página 199
• El Catecismo de Baltimore – página 199
• El Catecismo atribuido al Papa San Pío X – página 201
20. Exultate Deo También Termina el Debate – página 204
21. El Nuevo Testamento es Claro que el Sacramento de
Bautismo es Indispensable para la Salvación – página 207
• La Gran Comisión: Mateo 28 y Marco 16 – página 207
• Romanos 5 y 6 – página 208
• I Corintios 12:13 – página 209
• Gálatas 3 - Fe es Bautismo – página 210
• Tito 3:5 - Bautismo Nos Salva – página 212
• Efesios 4:5 – página 213
• Hechos 2 y el Primér Sermón Papal – página 214
• Hechos 16 – El carcelero y toda su casa son bautizados
inmediatamente – página 215
• I Pedro 3:20-21 - Bautismo de Agua y la Arca – página 215
22. Otras Consideraciónes Escriturales – página 217
• El Bautismo de Dios – página 217
• Juan 3:5 contra Juan 6:54 – página 218
23. Toda Verdadera Justicia y las Causas de Justificación – p. 219
• Toda verdadera justicia se encuentra con los sacramentos – p. 219
• Las causas instrumental y eficiente de Justificación – página 220
24. Católicos deben creer y profesar que el Sistema Sacramentál
en total es necesario para la salvación (de fide) – página 221
25. San Isaac Jogues y San Francisco Javier Contra Ignorancia
Invencible y sobre la Necesidad del Bautismo – página 223
26. El Caso de Padre Feeney – página 234
27. Protocolo 122/49 (Suprema haec sacra) – página 238
28. Herejía Antes de Vaticano II – página 248
29. Mystici Corporis – página 253
30. Papa Pío XII, Padre Feeney y el Dogma – página 257
31. El Veredicto ya viene: Boston Acaudilla en un Enorme
Escándalo Sacerdotal que Sacude la Nación – página 264
32. Los Herejes Testifican – página 271
33. Una Nota a Los Que Creen en Bautismo de Deseo – página
276
34. El Resultado Degenerado de Herejía contra este Dogma –
página 279
35. Ataques Recientes – página 284
• Los Errores del presente Centro San Benedicto – página 284
• La Sociedad de San Pío X – página 290 (Contra las Herejías – p. 291;
Carta Abierta a Católicos Confundidos – p. 293; Bombas de Tiempo del
Segundo Concilio Vaticano – p. 293; Obispo Fellay dice que Hindús
pueden ser salvos – p. 294; Bautismo de Deseo – p. 294; ¿Es Feeneyismo
Católico? – p. 298)
• La Sociedad de San Pío V – página 307
• La CMRI – página 313
36. Conclusión – página 316
Apéndice–
• La forma del Bautismo – página 319
• La Profesión de Fe para conversos a la Fe Católica –
página 320
• El Credo de los Apóstoles – página 322
Notas al fin – página 322
INTRODUCCIÓN
"...el nombre de Nuestro Señor Jesucristo... Y en ningún otro hay salud; porque no
hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
(Hechos 4:10,12).
“El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los
cogen, y los echan en el fuego, y arden." (Juan 15:6)
La unica razón porque este documento que estás mirando es aproximadamente 300
páginas, y examina una variedad de cuestiónes en detalle minucioso, es simplemente
por causa de los ataques casi incessantes contra – y negación casi universal de – estas
verdades de otro modo facilmente expresadas, en nuestro día.
Algunos de los liberales que lean este documento también pusieren la objeción que
es “amargo” o “incaritativo.” Pero esto no es verdad. El “fundamento de caridad es fe
pura y inmanchada” (Papa Pío XI, Mortalium Animos, #9). Las declaraciónes en este
documento relacionadas a Fuera de la Iglesia No Hay Salvación son hechas de un
deseo de ser fiel a Jesucristo y Su verdad. Un Católico dice la verdad sobre esta
cuestión a su vecino sin compromiso simplemente porque ama a su vecino.
Papa Pío XI, Mortalium Animos (#9), 6 Enero 1928: “Nadie, ciertamente, ignora
que San Juan mismo, el Apóstol de la caridad, el cual en su Evangelio parece
descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía
inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto ‘Amaos los unos a
otros,’ prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que
no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: ‘Si alguno venga a
vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa ni le digais: vaya con
Dios.’ (II Juan 10).”
Papa León XIII, Sapientiae Christianae (#14), 10 Enero 1890: “Santo Tomás
mantiene: ‘Cada uno es obligado a mostrar su fe, o para instruir y confirmar a
los demás fieles, o para reprimir los ataques de los infieles.’ Ceder el puesto al
enemigo, o callar cuando de todas partes se levanta incesante clamoreo para
oprimir a la verdad, propio es, o de hombre cobarde, o de quien duda la verdad
de lo que profesa creer.”
El lector también notará que toda sección numerada en este documento se propone
ser, en general, completa en si mismo; eso es decir, se puede leer una sección
individual de este documento y encontrar las citaciónes pertinentes de la enseñanza de
la Iglesia sin tener que buscarlas en otra parte del documento.
Animo vigorosamente al lector que lea el entero documento, porque todos los
temas tratados en este documento son importantes, pero, en mi opinión, las secciónes
más importantes de este documento que el lector ciertamente no quiera omitir son: 1, 2,
3, 4, 6, 7, 8, 13, 14, 15, 16, 18, 21, 24, 25, 26, 27, 31, 32, 33, y 34.
El lector verá que las conclusiónes formadas en este documento son formadas en
base de la enseñanza infalible de la Cátedra de San Pedro. Los que rechazan estos
hechos, por siguiente, no simplemente están rechazando mis opiniónes; ellos rechazan
la enseñanza de la Cátedra de San Pedro (la enseñanza dogmática de la Iglesia
Católica).
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Con la admonición del
apóstol que ‘hay un Dios, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5) que ellos teman que
idean la noción que el seguro refugio de salvación es abierto a personas de
cualquier religión. Deben considerar el testimonio de Cristo Mismo que ‘los
que no están con Cristo están contra Él,’ (Lucas 11:23) y que dispersan
desgraciadamente que no recogen con Él. Por lo tanto, ‘sin duda, perecerán
eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e inviolada’
(Credo Atanasiano).”
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Iniunctum nobis, 13 Nov. 1565, ex cathedra:
“Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora profeso
y verdaderamente mantengo...”vii[7]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Sesión 2, Profesión de Fe, 1870, ex cathedra:
“Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo, que ahora
voluntariamente profeso y verdaderamente mantengo...”ix[9]
Mateo 16:18-19 - “Y también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a
ti daré las llaves del reino del cielo; y todo lo que ligares en la tierra será
ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.”
Nuestro Señor constituó San Pedro el primér Papa, le encargó a él Su entero rebaño,
y le dió la suprema autoridad en la Iglesia Universal de Cristo.
Juan 21:15-17 - “Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más
que estos? Dícele; Sí Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis
corderos. Vuélvele a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?
Respóndele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos.
Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de
que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas;
tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.”
Y con la suprema autoridad que Nuestro Señor Jesucristo confirió sobre San Pedro
(y sus sucesores, los Papas) viene lo que se llama Infalibilidad Papal. Infalibilidad
Papal es inseparable de Supremacía Papal – no sirviera de nada a Cristo constituir a
San Pedro cabeza de Su Iglesia (como claramente hizo) si San Pedro o sus sucesores, los
Papas, podrían errar en el ejercicio de esa autoridad para enseñar sobre un punto de
Fe. La suprema autoridad tiene que ser infalible sobre materias vinculantes de Fe y
moralidad; de lo contrario no sea ninguna verdadera autoridad de Cristo en absoluto.
Satanás quería zarandar a todos los apóstoles (plural) como trigo, pero Jesús rogó
por Simón Pedro (singular) que su fe no falte. Jesús está diciendo que San Pedro y sus
sucesores (los papas de la Iglesia Católica) tienen una fe infalible cuando enseñan con
autoridad un punto de fe or moralidad que toda la Iglesia de Cristo debe aceptar.
Y esta verdad ha sido mantenida desde los tiempos más antiguos en la Iglesia Católica.
Papa San Gelasio I, epístola 42, o Decreto de recipiendis et non recipiendis libris,
495: “Por consiguiente, la sede de Pedro el Apóstol de la Iglesia de Roma es
primera, no teniendo ni mancha ni arruga, ni cosa semejante (Ef. 5:27).”xii[12]
¿Pero como se puede saber cuando un Papa ejerce su Fe infalible para enseñar
infaliblemente de la Cátedra de San Pedro? La respuesta es que sabemos por las
palabras que usa el Papa o por la manera en que enseña. Vaticano I definió dos
requisitos que deben ser cumplidos: 1) cuando el Papa realiza su obligación como
Pastor y Maestro de todos Cristianos según su suprema autoridad apostólica; 2)
cuando explica una doctrina de fe o moralidad para ser mantenido por toda la Iglesia
de Cristo. Un Papa puede cumplir estos dos requisitos en sola una linea, por
anatematizar una opinión falsa (como en muchos Concilios dogmáticos) o por decir
“De nuestra autoridad apostólica declaramos...” o por decir “Creemos, profesamos, y
enseñamos” o por usar palabras de importancia y sentido semejante, que indican que
el Papa está enseñando a toda la Iglesia sobre Fe en una manera definitiva y
obligatoria.
Lucas 10:16 - “Él que a vosotros oye, a mí oye; y el que a vosotros desecha, a mí
desecha...”
Las verdades de fe que han sido proclamadas por los Papas hablando
infaliblemente de la Cátedra de Pedro se llaman dogmas. Los dogmas constituyen lo
que se llama el depósito de Fe. Y el depósito de Fe terminó con la muerte del último
apóstol.
Papa San Pío X, Lamentabile, Los Errores de los Modernistas #21: “La
Revelación, que constituye el objeto de fe Católica, no fue completada con los
apóstoles.”xv[15] - Condenado
Los que rehusan creer en el dogma Fuera de la Iglesia No Hay Ninguna Salvación
hasta ellos entienden como es justo están simplemente deteniendo su Fe en la
Revelación de Cristo. Los que tienen la verdadera Fe en Cristo (y Su Iglesia) aceptan
Su enseñanza primero y entienden la verdad en ella (i.e. porque es verdad) segundo.
Un Católico no detiene su creencia en la revelación de Cristo hasta puede entenderla.
Eso es la mentalidad de un incrédulo hereje que tiene orgullo insufrible. San Anselmo
resume la verdadera perspectiva Católica sobre este punto.
Hay solamente una manera de creer dogma: como santa madre Iglesia una vez ha
declarado.
Muchos de nosotros han tratado con personas que intentaban encontrar una
explicación convincente para el claro sentido de las definiciónes sobre Fuera de la
Iglesia No Hay Ninguna Salvación por decir, “tienes que entenderlas.” Lo que en
realidad quieren decir es que tienes que entenderlas en una manera diferente de lo que las
palabras mismas dicen y declaran. Y esto es exactamente lo que el Primero Concilio
Vaticano condena. Condena su desvío del entendimiento de un dogma que santa
madre Iglesia una vez ha declarado a un sentido diferente, bajo el especioso (falso)
nombre de un “entendimiento más profundo.”
Además que los que arguyen que debemos “entender” dogmas en una diferente
manera que las palabras mismas dicen y declaran, hay los que, cuando están
presentados con las definiciónes dogmáticas sobre Fuera de la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación, dicen, “eso es tu interpretación.” Empequeñecen las palabras de una
fórmula dogmática a nada más que una interpretación privada. Y esto también es
herejía.
Papa San Pío X, Lamentabile, Los Errores de los Modernistas, 3 Julio 1907, #22:
“Los dogmas que la Iglesia profesa como revelados no son verdades caídas
del cielo, sino un tipo de interpretación de hechos de religión, que la mente
humana por un esfuerzo laborioso preparó para si mismo.”– Condenadoxix[19]
Papa San Pío X, Lamentabile, Los Errores de los Modernistas, 3 Julio 1907, #54:
“Los dogmas, los sacramentos, la jerarquía, en lo que concierne ambos la idea
y la realidad, son nada más que interpretaciónes y la evolución de inteligencia
Cristiana, que han aumentado y perfeccionado el pequeño germen latente en el
Evangelio.”– Condenadoxx[20]
Alguno que dice que debemos interpretar o entender el sentido de una definición
dogmática, en una manera que se contradice con su redacción real, está negando el
entero propósito de la Cátedra de Pedro, Infalibilidad Papal y definiciónes dogmáticas.
Está aseverando que definiciónes dogmáticas son inútiles, sin valor, y fatuas y que la
Iglesia es inútil, sin valor, y fatua por hacer tal definición.
Papa Pío IX, Primero Vaticano, Ses. III, Cap. 3, ex cathedra: “Además, por fe
divina y Católica, todas las cosas deben ser creidas que están contenidas en la
palabra escrita de Dios y en la tradición, y las que están propuestas por la
Iglesia, o en una declaración solemne o en su poder enseñador ordinario y
universal, por ser creidas como divinamente reveladas.”xxii[22]
Pero las siguientes referencias de muchos Papas son reafirmaciónes del dogma
Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación. Estas enseñanzas de los Papas son parte
del Magisterio Ordinario y Universal – y así son infalibles – porque reiteran la
enseñanza de la Cátedra de San Pedro sobre el dogma Fuera la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación.
Papa San Gregorio el Grande, citado en Summo Iugiter Studio, 590-604:
“La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar a Dios
verdaderamente excepto en ella y asevera que todos que están fuera de ella no
serán salvos.”xxiii[23]
Papa León XII, Quod hoc ineunte (# 8), 24 Mayo 1824: “Nos dirigimos a todos
vosotros que todavía están separados de la verdadera Iglesia y el camino a
salvación. En este jubilo universal, falta una cosa: que habiendo sido llamados
por la inspiración del Espíritu Celestial y habiendo rompido toda trampa
decisiva, podais acordarse sinceramente con la madre Iglesia, fuera de cuyas
enseñanzas no hay ninguna salvación.”xxviii[28]
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Con la admonición del
apóstol que ‘hay un Dios, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5) que ellos teman que
idean la noción que el seguro refugio de salvación es abierto a personas de
cualquier religión. Deben considerar el testimonio de Cristo Mismo que ‘los
que no están con Cristo están contra Él,’ (Lucas 11:23) y que ellos dispersan
desgraciadamente que no recogen con Él. Por lo tanto, ‘sin duda, perecerán
eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e inviolada’
(Credo Atanasiano).”xxix[29]
Papa Pío IX, Ubi primum (# 10), 17 Junio 1847: “Puesto que ‘hay una Iglesia
universal fuera de que nadie es salvo en absoluto; contiene prelados regulares
y seglares juntos con los bajo su jurisdicción, todos quienes profesan un Señor,
una fe y un bautismo.”xxxi[31]
Papa Pío IX, Nostis et Nobiscum (# 10), 8 Dic. 1849: “En particular, asegúrense
que los fieles estén profundamente y totalmente convencidos de la verdad de
la doctrina que la fe Católica es necesaria para lograr la salvación. (Esta
doctrina, recibida de Cristo y enfatizada por los Padres y Concilios, está
contenida también en las fórmulas de la profesión de fe utilizadas por Católicos
Latinos, Griegos y Orientales).”xxxii[32]
Papa Pío IX, Índice de Errores Modernos, 8 Dic. 1864 – Proposición 16: “El hombre
puede, en la observancia de cualquier religión, encontrar la via de salvación
eterna, y llegar a la salvación eterna.”xxxiii[33] – Condenado
Papa León XIII, Tametsi futura prospicientibus (# 7), 1 Nov. 1900: “Cristo es la
‘Via’ del hombre; la Iglesia también es su ‘Via’... Por lo tanto, todos que se
propondrían encontrar la salvación aparte de la Iglesia, están descarriados y
se esfuerzan en vano.”xxxiv[34]
Papa San Pío X, Iucunda sane (# 9), 12 Marzo 1904: “Pero al mismo tiempo no
podemos menos que acordar a todos, grandes y pequeños, como hizo Papa San
Gregorio, de la necesidad absoluta de recurrir a esta Iglesia para tener
salvación eterna...”xxxv[35]
Papa San Pío X, Editae saepe (# 29), 26 Mayo 1910: “La Iglesia sola posee junta
con su magisterio el poder de gubernar y santificar la sociedad humana. Por
sus ministros y sirvientes (cada uno en su propia posición y cargo), ella confiere
sobre la humanidad apropiados y necesarios medios de salvación.”xxxvi[36]
Papa Pío XI, Mortalium Animos (# 11), 6 Enero 1928: “La Iglesia Católica está
sola al conservar el verdadero culto. Esta es la fuente de verdad, este es el
hogar de fe, este es el templo de Dios: si algún hombre no entre aquí, o si
algún hombre salga de ella, es un extraño a la esperanza de vida y
salvación.”xxxvii[37]
Papa Pío XII, Mystici Corporis (# 22), 29 Junio 1943: “En realidad solo ellos
deben ser numerados entre los miembros de la Iglesia que han recibido el
lavacro de regeneración [bautismo de agua] y profesan la verdadera fe.”xl[40]
Papa Pío XII, Mystici Corporis (# 27), 29 Junio 1943: “Él (Cristo) también
determinó que por Bautismo (cf. Jn. 3:5) los que creyeren serían incorporados
en el Cuerpo de la Iglesia.”xli[41]
Papa Pío XII, Mediator Dei (# 43), 20 Nov. 1947: “En la misma manera, que en
realidad el bautismo es la marca distintiva de todos Cristianos, y sirve para
diferenciarles de los que no han sido limpiados en este chorro purificador y
por siguiente no son miembros de Cristo, el sacramento de santos órdenes
diferencia al sacerdote del resto de los fieles que no han recibido esta
consagración.”xlii[42]
En la Iglesia antigua, los catecúmenos sin bautizar (i.e. los que no habían recibido el
Sacramento de Bautismo) tenían que salir después de la Misa de los catecúmenos,
cuando los fieles profesaban el Credo. Los sin bautizar no eran permitidos quedarse
para la Misa de los fieles, porque es sólo por recibir el Sacramento de Bautismo que
alguno se hace uno de los fieles. Esta es la enseñanza de Tradición.
Aquí vemos que la antigua liturgia rito-oriental de San Juan Crisóstomo hace una
distinción fuerte entre los sin bautizar (los catecúmenos) y los fieles. Confirma que
porque los catecúmenos no están bautizados en los fieles, no están perdonados de
sus pecados ni unidos a la Iglesia Católica. Los sin bautizar no pertenecen a la una
Iglesia de los fieles. Esto es parte de la antigua Fe Católica. Y por supuesto este hecho
no es probado ser parte de la antigua Fe Católica simplemente porque un padre de la
antigua Iglesia lo dijo – ya que una declaración de un padre de la Iglesia antigua
particular no prueba esto definitivamente; sino más bien es probado porque los
testimonios de los antedichos santos están en perfecta harmonia con la clara enseñanza
del culto litúrgico Católico, que divide la Misa de los Catecúmenos de la Misa de los
Fieles. Es, por siguiente, la enseñanza y regla del culto Católico que ninguna persona
sin bautizar debe ser considerada parte de los fieles. Y esto es porque a todos que
murieron sin el Sacramento de Bautismo fue rechazado el entierro Cristiano en todas
partes de la Iglesia universal desde el principio.
Y porque esta era la regla universal de culto en la Iglesia Católica, era la expresión
de la Fe y Tradición universal de la Iglesia Católica.
Papa Pío XI, Quas Primas (# 12), 11 Dic. 1925: “La perfecta armonía de las
liturgias Orientales con las nuestras en esta perpetua alabanza a Cristo Rey
muestra otra vez la verdad del axioma: Legem credendi lex statuit supplicandi. La
ley de fe es indicada por la ley de nuestro culto.”l[50]
Por siguiente, sería contrario a Tradición aseverar que una persona que no ha
recibida el Sacramento de Bautismo pertenece a los fieles.
¿Pero como son infantes sujetos al Pontífice Romano? Esta es buena pregunta.
Nota que Papa Bonifacio VIII no declaró que toda criatura humana debe conocer al
Pontífice Romano, sino que toda criatura humana debe ser sujeto al Pontífice Romano.
Infantes son hechos sujetos al Pontífice Romano por su bautismo en la una Iglesia de
Cristo, de que el Pontífice Romano es el cabeza.
Niños son puestos bajo la autoridad de la Iglesia por el bautismo. Pues, por su
bautismo son hechos sujetos al Pontífice Romano, porque el Pontífice Romano posee la
suprema autoridad en la Iglesia (Primero Concilio Vaticano, de fide). Esto prueba que
bautismo es de verdad el primér componente para determinar si alguno sea sujeto o
no al Pontífice Romano. Si alguno no haya sido bautizado, entonces no puede ser
subjeto al Pontífice Romano, porque la Iglesia ejerce juicio (i.e., jurisdicción) sobre
nadie que no ha entrado la Iglesia por el Sacramento de Bautismo (de fide).
Papa Eugenio IV, El Concilio de Florencia, “Exultate Deo,” 22 Nov. 1439: “Santo
bautismo, el cual es la puerta de la vida espiritual, mantiene el primér lugar
entre todos los sacramentos; por él somos hechos miembros de Cristo y del
cuerpo de la Iglesia. Y porque la muerte entró al universo por el primér
hombre, ‘sino renazcamos de agua y el Espíritu, no podemos,’ como la
Verdad dice, ‘entrar al reino del cielo’ [Juan 3:5]. La materia de este
sacramento es agua real y natural.”lxi[61]
Papa Pío XI, Quas Primas (# 15), 11 Dic. 1925: “De verdad este reino es
presentado en los Evangelios como tal, en que hombres se preparan para entrar
por hacer penitencia; además, no pueden entrarlo excepto por fe y bautismo,
que, aunque un rito externo, sin embargo signífica y efectua una regeneración
interior.”lxiv[64]
Vemos aquí que alguno no puede entrar al reino del cielo sin fe y el rito externo de
bautismo (i.e., el Sacramento de Bautismo).
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, Ses. 3, Cap. 2 de Revelación, 1870:
“... Nosotros, renovando el mismo decreto, declaramos esto ser su intención:
que, en cuestiónes de fe y moralidad concerniendas a la instrucción de Doctrina
Cristiana, eso debe ser considerado el verdadero significado de la Sagrada
Escritura que Santa Madre Iglesia ha mantenido y mantiene, cuya cargo es
juzgar concerniendo al verdadero entendimiento y interpretación de las
Sagradas Escrituras; y, por ese razón, no se permite a nadie interpretar la
Sagrada Escritura misma al contrario de este sentido, o aun al contrario del
consentimiento unánime de los Padres.”lxv[65]
Pero toda escritura no es entendida por la Iglesia Catolica en el sentido literal. Por
ejemplo, en Mateo 5:29, Nuestro Señor Jesucristo nos dice que si nuestro ojo nos
scandalice debemos arrancarlo, porque es mejor que él perezca que todo el cuerpo en el
Infierno.
Mateo 5:29 - “Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y
échalo de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que
todo tu cuerpo sea echado al infierno.”
Pero estas palabras de Nuestro Señor no son entendidas literalmente. Sus palabras
están dichas figurativamente para describir una ocasión de pecado o algo en la vida
que puede escandalizarnos y estar un impedimento a nuestro salvación. Debemos
arrancarlo y amputarlo, dice Nuestro Señor, porque es mejor estar sin eso que perecer
totalmente en los fuegos del Infierno.
Por otra parte, otros versículos de la escritura son entendidos por la Iglesia en el
senso literal. Por ejemplo:
Pues la pregunta es: ¿Como entiende la Iglesia Católica las palabras de Jesucristo en
Juan 3:5 – Amen, amen te digo, sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu Santo, él no
puede entrar al reino de Dios? ¿Entiende la Iglesia Católica estas palabras como están
escritas o en cualquier otra manera? ¿Entiende la Iglesia Católica estas palabras por
significar que todo hombre debe ser renacido de agua y el Espíritu Santo para ser
salvo, como dice Nuestro Señor? La respuesta es clara: toda definición dogmática, sin
excepción, que la Iglesia Católica ha publicado tratando de las palabras de Nuestro
Señor en Juan 3:5 las entiende literalmente, exactamente como están escritas.
Esto signífica que la declaración de Nuestro Señor Jesucristo que ningún hombre
puede ser salvo sin renacer de agua y el Espíritu Santo es un dogma literal de la Fe
Católica.
Papa Pablo III, El Concilio de Trento, Can. 2 sobre el Sacramento
de Bautismo, Ses. 7, 1547, ex cathedra: “Si alguno dijere que
agua real y natural no es necesario para el bautismo, y por
ésa razón ésas palabras de Nuestro Señor Jesucristo: ‘Sino un
hombre renaciere de agua y el Espíritu Santo’ [Juan 3:5],
estén distorsionadas a cualquier tipo de metáfora: sea
anatema.”lxvii[67]
Papa Gregorio IX, Cum, sicut ex, 8 Julio 1241, a Sigurdo de Nidaros:
“Porque como hemos aprendido de tu informe, tal vez pasa por carestía
de agua, que infantes de tu tierra están bautizados en cerveza,
respondemos a tí en el tenor de los presente que, porque según la
doctrina evangelica es necesario ‘ser renacido de agua y el Espíritu
Santo’ (Jn. 3:5) ellos no deben ser considerados correctamente
bautizados que son bautizados en cerveza.”lxxi[71]
10. Infantes No Pueden Ser Salvos Sin Bautismo
La enseñanza de la Iglesia Católica ya citada muestra que nadie puede ser salvo sin
el Sacramento de Bautismo. Obviamente, por siguiente, esto signífica que niños y
infantes también no pueden irse al cielo sin Bautismo porque son concebidos en un
estado de Pecado Original, que no puede ser quitado sin el Sacramento de Bautismo.
Pero esta verdad de la Iglesia Católica está negada por mucha gente hoy. Ellos miran
la horrible tragedia de los abortos – los millónes de niños masacrados – y concluyen
que estos niños deberían ser destinados al cielo. Pero tal conclusión es heretica. La
peor parte de los abortos es el hecho que estos niños son prohibidos de entrar al cielo,
no que ellos no tienen la oportunidad de vivir en este mundo pagano. Satanás se
deleita en los abortos porque sabe que estas almas nunca pueden irse al cielo sin el
Sacramento de Bautismo. Si niños abortados fuesen directamente al cielo sin el
Sacramento de Bautismo, como muchos creen hoy, entonces Satanás no sería
propagator de abortos.
La Iglesia enseña que niños abortados y infantes que mueren sin bautismo
descienden inmediatamente al Infierno, pero no sufren los fuegos del Infierno. Van a
un lugar en el Infierno llamado el limbo de los infantes. La definición más específica
de la Iglesia probando que no hay ninguna posible manera para un infante ser salvo
sin el Sacramento de Bautismo es la siguiente del Papa Eugenio IV.
Papa Eugenio IV aquí definió de la Cátedra de Pedro que no hay ningún otro remedio
para que infantes sean arrebatados del dominio del diablo (i.e., pecado original)
distinto del Sacramento de Bautismo. Esto signífica que alguno que enseña
obstinadamente que infantes pueden ser salvos sin recibir el Sacramento de Bautismo
es un hereje, porque él está enseñando que hay un otro remedio por pecado original en
niños distinto del Sacramento de Bautismo.
Papa Martín V, Concilio de Constanza, Sesión 15, 6 Julio 1415: “Los libros y
folletos de Juan Wyclif, de maldita memoria, fueron examinados
cuidadosamente por los doctores y maestros de la Universidad de Oxford...
Este santo sínodo, por siguiente, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
repudia y condena, por este decreto perpetuo, los antedichos artículos y cada
uno en particular; y prohibe a cada y todos Católicos de ahora en adelante,
bajo pena de anatema, predicar, enseñar, o mantener los dichos artículos o
cualquier uno de ellos.”lxxiv[74]
Entonces los que critican a Católicos por afirmar el dogma que ningún infante
puede ser salvo sin el Sacramento de Bautismo en realidad están proponiendo la
anatemizada herejía de Juan Wyclif. Aquí están algunas otras definiciónes dogmáticas
sobre el tema.
Papa San Zosimo, El Concilio de Cartago, Canon sobre Pecado y Gracia, 417 A.D.
– “Ha sido decidido también que si alguno dijere que por esta razón el Señor
dijo: ‘En la casa de mi Padre hay muchas mansiónes’ [Juan 14:2]: para que sería
entendido que en el reino del cielo será cualquier lugar medio o cualquier
lugar donde vivirán los benditos infantes que salieron de esta vida sin
bautismo, sin el cual no pueden entrar al reino del cielo, que es vida eterna,
sea anatema.” lxxv[75]
Esto signífica que alguno que asevera que infantes no necesitan el “lavacro de
renacimiento” (bautismo de agua) para alcanzar la vida eterna está enseñando herejía.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Laetentur coeli,” Ses. 6, 6 Julio 1439, ex
cathedra: “Definimos también que... las almas de los que salen de esta vida en
real pecado mortal, o sólo en pecado original, van directamente al infierno,
pero para sufrir castigos de tipos diferentes.”lxxvii[77]
Aquí Papa Pío VI condena la idea de algunos teólogos que infantes que mueren en
pecado original sufren los fuegos del infierno. Al mismo tiempo, confirma que estos
infantes si van a una parte de las regiónes abajas (i.e., el Infierno) llamada el limbo de
los infantes. Ellos no van al Cielo, mas a un lugar en el Infierno donde no hay fuego.
Esto es perfectamente de acuerdo con todas las otras definiciónes solemnes de la
Iglesia, que enseñan que infantes que mueren sin bautismo de agua descienden al
Infierno, pero sufren un castigo diferente de los que mueren en pecado mortal. Su
castigo es eterna separación de Dios.
Papa Pío XI, Mit brennender Sorge (# 25), 14 Marzo 1937: “‘El pecado original’ es
la culpa hereditaria, propia, aunque no personal, de cada uno de los hijos de
Adán, que en él pecaron (Rom. v. 12). Es la perdida de la gracia, y
consiguientemente, de la vida eterna, junta con una propensión al mal, que
cada cual ha de sofocar y domar por medio de la gracia, de la penitencia, de la
lucha y del esfuerzo moral.”lxxix[79]
Papa Pío XI, Quas Primas (# 12), 11 Dic. 1925: “La perfecta armonía entre nuestro
rito y las liturgias Orientales en esta perpetua alabanza a Cristo Rey muestra
otra vez la verdad del axioma: Legem credendi lex statuit supplicandi. La ley de fe
es indicada por la ley de nuestra oración.” lxxx[80]
Por toda la historia muchos Papas han reafirmado expresamente esta ley de fe: que
hay solo un bautismo para la remisión de pecados.
Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431: “Habiendo leido estas santas frases y
nos encontrando de acuerdo (porque ‘hay un Señor, una fe, un bautismo’ [Ef.
4:5]), hemos dado gloria a Dios quien es el salvador de todos...”lxxxii[82]
Papa San León IX, Congratulamur Vehementer, 13 Abril 1053: “Creo que la una
verdadera Iglesia es santa, Católica y apostólica, en que se da un bautismo y la
verdadera remisión de todos pecados.”lxxxiii[83]
Papa León XII, Ubi Primum (# 14), 5 Mayo 1824: “Por ella estamos enseñados, y
por fe divina mantenemos un Señor, una fe, un bautismo, y que ningún otro
nombre bajo los cielos es dado a hombres excepto el nombre de Jesucristo en
que debemos ser salvos. Esto es porque profesamos que no hay ninguna
salvación fuera de la Iglesia.”lxxxvii[87]
Papa Pío VIII, Traditi Humilitati (# 4), 24 Mayo 1829: “Contra estos sofistas
expertos la gente debe ser enseñada que la profesión de la fe Católica es
exclusivamente verdad, como el apóstol proclama: un Señor, una fe, un
bautismo (Ef. 4:5).” lxxxviii[88]
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Con la admonición del
apóstol que ‘hay un Dios, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5) que ellos teman que
idean la noción que el seguro refugio de salvación es abierto a personas de
cualquier religión.”lxxxix[89]
Papa León XIII, Graves de communi re (# 8), 18 Enero 1901: “Por consiguiente la
doctrina del Apóstol, quien nos advierte que ‘Somos un cuerpo y espíritu
llamado a la una esperanza en nuestra vocación; un Señor, una fe y un
bautismo...’”xc[90]
Aquí Papa Clemente V define como dogma que UN BAUTISMO debe ser fielmente
confesado por todos, que es celebrado en agua. Esto signífica que todos Católicos
deben profesar un bautismo de agua, no tres bautismos: de agua, sangre, y deseo.
Confesar “tres bautismos,” y no uno, es contradecir definido dogma Católico. ¿Ellos
que creen que hay tres bautismos (agua, sangre, y deseo) alguna vez preguntaran
porque Papas innumerables han profesado que hay solo un bautismo, y ni solo uno de
ellos se preocupó decirnos de los llamados “otros dos”?
Esta frase es sin duda el producto y inspiración del Espíritu Santo. Nos dice que
todos que pueden “desear” deben creer en los misterios de la Trinidad y la Encarnación
para salvarse. Esto no incluye a infantes y ellos menores de la edad de razón, ¡porque
no pueden desear! Infantes son numerados entre los fieles Católicos, porque reciben el
hábito de Fe Católica en el Sacramento de Bautismo. Pero, siendo menores de la edad
de razón, no pueden hacer ningún acto de fe en los misterios Católicos de la Trinidad y
la Encarnación, un acto que es absolutamente necesario para la salvación de todos
mayores de la edad de razón (para todos que desean salvarse). ¿No es notable como
Dios redactó la enseñanza de este Credo infalible sobre la necesidad de creer en los
misterios de la Trinidad y la Encarnación en una manera que no incluiría infantes? El
credo, por siguiente, enseña que todos mayores de la edad de razón deben tener un
saber y una creencia en los misterios de la Trinidad y la Encarnación para salvarse - sin
excepción. Este credo, por siguiente, elimina la teoría de ignorancia invencible (que
alguien mayor de la edad de razón puede salvarse sin saber de Cristo o la verdadera
Fe) y además hace los que la predican incapáces de profesar este credo con veracidad.
Y el hecho que nadie que desee salvarse puede ser salvo sin un saber y una creencia
en los misterios de la Trinidad y la Encarnación es la razón porque el Santo Oficio bajo
del Papa Clemente XI respondió que un misionero debe, antes del bautismo, explicar
estos misterios absolutamente necesarios a un adulto al borde de la muerte.
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica: “Después que gracia había sido
revelada, ambos los eruditos y la gente simple están obligados a fe explícita
en los misterios de Cristo, principalmente en relación a los que son observados
en toda la Iglesia, y proclamados públicamente, tal como los artículos que
refieren a la Encarnación, de que hemos hablado arriba.”xcv[95]
Así, que los que creen que la salvación es posible para ellos que no creen en Cristo
y la Trinidad (que es “la Fe Católica” definida en términos de sus más simples
misterios) cambien su posición y la alineen con dogma Católico. No hay ningún otro
nombre bajo todo el cielo por cual un hombre es salvo distinto del Señor Jesús (Hechos 4:12).
Que cesen de contradecir el Credo Atanasiano y confiesen que un saber de estos
misterios es absolutamente necesario para la salvación de todos que desean salvarse. Y
que los que creen que Protestantes (i.e., ellos que rechazan la plenitud de la Fe Católica
o uno o más artículos de ella) pueden ser salvos también cambien su posición heretica
y la alineen con este Credo, que declara que todo él que no preserva esta Fe Católica,
sin duda, perecerá eternamente. Esto signífica que todos que mueren Protestantes irán
al Infierno. Católicos deben mantener esto firmemente para que ellos mismos pueden
poseer la Fe Católica y profesar este credo con veracidad como hacían nuestros
antepasados Católicos.
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (#’s 29-30), 29 Junio 1943: “Y primero de
todo, por la muerte de nuestro Redentor, el Nuevo Testamento tomó el lugar
de la Ley Antigua que había sido abolida… en la horca de Su muerte Jesús
anuló la Ley con sus decretos [Ef. 2:15]… estableciendo el Nuevo Testamento
en Su sangre derramada por toda la raza humana. ‘En tal medida, entonces,’
dice San León el Grande, hablando de la Cruz de nuestro Señor, ‘fue
efectuada allá una transferencia de la Ley al Evangelio, de la Sinagoga a la
Iglesia, de muchos sacrificios a una Víctima, que, cuando nuestro Señor expiró,
ese velo místico que encerró la parte más recóndita del templo y su secreto
sagrado fue rasgado de arriba abajo.’ En la Cruz entonces la Ley Antiguo se
murió, para ser dentro de poco enterrada y portadora de la muerte…”cii[102]
Papa Calixto III, 1455, “Juro… exalter la verdadera Fe, y extirpar la diabólica
secta del réprobo y infiel Mahoma [el Islam] en el Este.”civ[104]
En tanto que la Iglesia enseña que todos que se mueren no Católicos son perdidos,
tambien enseña que nadie no debe ser forzado a abrazar el bautismo, porque la
creencia es un acto libre de la voluntad.
Papa León XIII, Immortale Dei (# 36), 1 Nov. 1885: “Y, de hecho, la Iglesia suele tener
cuidado para que nadie sea forzado a abrazar la fe Católica contra su voluntad, porque,
como San Agustín sabiamente nos recuerda, ‘El hombre no puede creer de otro modo
que por su propia voluntad.’”cvi[106]
La Enseñanza del Concilio de Vienne que príncipes Cristianos deben hacer respetar
su autoridad civil para prohibir la expresión pública de la falsa religión del Islam
muestra otra vez que el Islam es una religión falsa que conduce almas al Infierno (no al
Cielo) y desagrada a Dios.
La Iglesia Católica también enseña que esas personas bautizadas que abrazan sectas
hereticas o cismáticas perderán el alma. Jesús fundó Su Iglesia en San Pedro, como ya
vimos, y declaró que todo él que no oiga la Iglesia sea considerado como el pagano y
publicano (Mateo 18:17). También les ordenó a Sus seguidores que observen “todas las
cosas” que Él ha ordenado (Mateo 28:20). Las sectas cismáticas Orientales (como los
“Ortodoxos”) y las sectas Protestantes son movimientos escindidos que se han
separado de la Iglesia Católica. Por separarse de la una Iglesia de Cristo, se salen de la
vía de salvación y entran por la vía de perdición.
Estas sectas obstinadamente y con pertinacia rechazan uno o más de los dogmas
que Cristo claramente instituyó, como el Papado (Mateo 16; Juan 21; etc.), Confesión
(Juan 20:23), la Eucaristía (Juan 6:54), y otros dogmas de la Fe Católica. Para ser salvo
alguno debe asentir a todas las cosas que la Iglesia Católica, fundado en la Escritura y
la Tradición, ha definido infaliblemente como dogmas de la Fe.
Abajo hay solamente unos de los dogmas infalibles de la Fe Católica rechazados por
Protestantes y (en el caso del Papado) por los “Ortodoxos” Orientales. La Iglesia
“anatemiza” (una forma severa de excomulgación) a todos que obstinadamente
aseveran el contrario de sus definiciónes dogmáticas.
El punto aquí es que si alguno podría rechazar estos dogmas y sin embargo
salvarse, entonces estas definiciónes infalibles y sus anatemas adjuntas no tendrían ningún
significado, valor ni fuerza. Pero sí tienen significado, valor y fuerza – son enseñanzas
infalibles protegidas por Jesucristo. Entonces, todos que rechazan estos dogmas están
anatemizados y en vía de condenación.
Papa Pío XI, Rerum omnium perturbationem (# 4), 2 Enero 1923: “El santo no fue
nadie menor que Francisco de Sales… parecía haber sido enviado
especialmente de Dios para contender contra las herejías engendradas por la
Reforma [Protestante]. Está en estas herejías que descubrimos los comienzos
de esa apostasía de la humanidad de la Iglesia, de que los efectos tristes y
desastrosos están deplorados, aún a la presente hora, por toda mente
buena.”cviii[108]
Papa Julio III, Concilio de Trento, Sesión 13, Can. 1 sobre la Eucaristía, ex cathedra:
“Si alguno negare que en el sacramento de la más santa Eucaristía hay
verdaderamente, realmente, y sustancialmente contenida el Cuerpo y la
Sangre junto con el alma y divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y por
siguiente el Cristo entero, sino dijere que Él está en ella como por signa o figura,
o fuerza, sea anatema.”cix[109]
Papa Julio III, Concilio de Trento, Sesión 14, Canon 3 sobre el Sacramento de
Penitencia: “Si alguno dijere que las palabras del Señor Salvador: ‘Recibid el
Espíritu Santo; a los que remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes
los retuviereis, serán retenidos’ [Juan 20:22 f.], no deben ser entendidas del
poder de perdonar y retener pecados en el sacramento de penitencia… sea
anatema.”cx[110]
Papa Julio III, Concilio de Trento, Sesión 14, sobre Extremaunción y Penitencia:
“Estas son las cosas que este sagrado ecuménico sínodo profesa y enseña sobre
los sacramentos de penitencia y extremaunción, y las propone para ser creidas
y mantenidas por todos los fieles de Cristo. Además, los siguientes cánones,
dice él, deben ser observados inviolados, y condena y anatemiza para siempre
a todos que aseveren el contrario.”cxi[111]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Cap. 16, ex cathedra:
“Después de esta Católica doctrina de justificación – que, a menos que acepte
fielmente y firmemente, ninguno puede ser justificado – pareció bien al santo
Sínodo añadir estos cánones, para que todos pueden saber, no solamente lo que
deben mantener y seguir, sino también lo que deben rechazar y evitar.”cxii[112]
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, 1870, Ses. 4, Cap. 3, ex cathedra: “… todos
los fieles de Cristo deben creer que la Sede Apostólica y el Pontífice Romano
tienen primacía sobre todo mundo, y que el Pontífice de Roma mismo es el
sucesor del bendito Pedro, el jefe de los apóstoles, y es el verdadero vicario
de Cristo y cabeza de la Iglesia entera… Además enseñamos y declaramos que
la Iglesia Romana, por la disposición del Señor, tiene la soberanía de poder
ordinario sobre todas otras… Esta es la doctrina de verdad Católica de que
ninguno puede desviarse y guardar su fe y salvación.”cxiii[113]
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Exultate Deo,” 1439: “En caso de
necesidad, sin embargo, no sólo un sacerdote o diácono, sino aun un laico o
laica, sí aun un pagano y un hereje pueden bautizar, con tal que preserve la
forma de la Iglesia y tenga la intención de hacer lo que la Iglesia hace.”cxiv[114]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 7, Can. 13 del Sacramento de Bautismo:
“Si alguno dijere que infantes, porque no tiene fe real, después de haber
recibido bautismo no deben ser numerados entre los fieles… sea
anatema.”cxv[115]
Esto signífica que todos infantes bautizados en cualquier parte, aun los bautizados
en hereticas iglesias no Católicas por ministros hereticos, son hechos miembros de la
Iglesia Católcia. También son hechos sujetos al Pontífice Romano (si hay uno), como
vimos antes en la enseñanza del Papa León XIII. Pues, ¿en que punto llega a ser no
Católico este infante bautizado Católico – cortando su afiliación a la Iglesia y sujeción
al Pontífice Romano? Después que el infante bautizado logra la edad de razón, se hace
un hereje o cismático y corta su afiliación a la Iglesia y corta subjeción al Pontífice
Romano cuando obstinadamente rechaza cualquier enseñanza de la Iglesia Católica o pierde Fe
en los misterios esenciales de la Trinidad y Encarnación.
Pues, se debe ser claro sobre estos puntos: 1) Todos los sin bautizar (Judíos,
Musulmánes, paganos, etc.) deben entrar en la Iglesia Católica por recibir Bautismo y
la Fe Católica o serán perdidos todos. 2) Entre los bautizados como infantes, son hechos
Católicos, miembros de la Iglesia y sujetos del Pontífice Romano por Bautismo. Cortan
esta calidad de miembro (que ya poseen) solamente cuando rechazan obstinadamente
cualquier dogma Católico o creen algo contrario a los misterios esenciales de la
Trinidad y la Encarnación. En la enseñanza del Papa Clemente VI arriba, vemos este
segundo punto claramente enseñado: todos que reciben la Fe Católica en Bautismo
pierden esa Fe y se hacen cismáticos y hereticos si lleguen a ser “obstinadamente
separados de la fe de esta Iglesia Romana.”
El hecho es que todos Protestantes que rechazan la Iglesia Católica o sus dogmas
sobre los sacramentos, el Papado, etc. se han separado obstinadamente de la Fe de la
Iglesia Romana y por siguiente han cortado su afiliación a la Iglesia de Cristo. La
misma es verdad con los “Ortodoxos Orientales” que obstinadamente rechazan
dogmas sobre el Papado y Infalibilidad Papal. Deben ser convertidos a la Fe Católica
para la salvación.
En 140 A.D., el Padre de la Iglesia antigua Hermas cita a Jesús en Juan 3:5, y escribe:
“Ellos necesitaban subir a través del agua, para que se hicieran vivos; porque
no podrían de otro modo entrar en el reino de Dios.”cxix[119]
Esta declaración es obviamente una paráfrasis de Juan 3:5, y así demuestra que
desde el justo principio de la era apostólica era afirmado y enseñado por los padres que
nadie entra al cielo sin ser renacido de agua y el Espíritu basado específicamente sobre la
declaración de Nuestro Señor Jesucristo en Juan 3:5.
“... están conducidos por nos a un lugar donda hay agua; y allí son renacidos en
el mismo tipo de renacimiento en que nosotros mismos fueron renacidos... en el
nombre de Dios... reciben el lavado de agua. Porque Cristo dijo, ‘Sino seáis
renacidos, no entrareis al reino del cielo.’ La razón de hacer esto hemos
aprendido de los apóstoles.”cxx[120]
Nota que San Justín Mártir, como Hermas, también cita las palabras de Jesús en
Juan 3:5, y basado en las palabras de Cristo enseña que es de tradición apostólica que
absolutamente nadie puede entrar al cielo sin ser renacido de agua y el Espíritu en el
Sacramento de Bautismo.
En su diálogo con Trypho el Judío, también fechado 155 A.D., San Justín Mártir además
escribe:
“... apresúrate de aprender en que manera remisión de pecados y una
esperanza de la herencia... sean tuyas. No hay ninguna otra manera que esto:
reconoce a Cristo, lávate en el lavado anunciado por Isaías [Bautismo]...”cxxi[121]
“... dando a los discipulos el poder de regenerar en Dios, Él les dijó: ‘Id, y
doctrinad a todas naciónes, bautizándolas...’ Como trigo seco sin humedad no
puede formar una masa o una hogaza, así también, nosotros que somos
muchos no podemos hacernos uno en Cristo Jesús, sin el agua del cielo...
Nuestros cuerpos logran la unidad por el lavado... nuestras almas, empero, por
el Espíritu. Ambos, entonces, son necesarios.”cxxii[122]
Aquí vemos otra vez una clara enunciación de la constante y apostólica Tradición
que nadie es salvo sin el Sacramento de Bautismo, de no menos que el grande padre
apostólico San Ireneo en el 2do siglo. San Ireneo conocía a San Polycarpo y San
Polycarpo conocía al Apóstol Juan mismo.
“... esas cosas que fueron creadas de los aguas fueron bendecidas de Dios, para que
esto tambien sea un signo que hombres en un futuro tiempo recibieren
arrepentimiento y remisión de pecados por agua y el lavado de regeneración...”cxxiii[123]
Nota como Tertuliano afirma la misma Tradición apostólica que nadie es salvo sin
Bautismo de agua, basado en las palabras de Jesús Mismo.
“Un tratado de nuestro sacramento de agua, por cual los pecados de nuestra
anterior ceguera están quitados lavando ... ni podemos ser salvos en otra
manera, excepto por permanecer permanentemente en el agua.”cxxv[125]
“... él que nos confirma con vos en Cristo, y que nos ungió, es Dios; Él cual
también nos ha sellado, y dado la prenda del Espíritu en nuestros corazónes.”
(2 Cor. 1:21-22)
Tan temprano que 140 A.D., Hermas ya había enseñado esta verdad – que
Bautismo es el Sello – que fue entregada por los Apóstoles de Jesucristo.
Hermas, 140 A.D.: “... antes que un hombre lleva el nombre del Hijo de Dios, él
es muerto. Pero cuando recibe el sello, pone al lado la mortalidad y otra vez
recibe la vida. El sello, por siguiente, es el agua. Ellos van abajo en el agua
muertos, y salen vivos.”cxxvi[126]
En la obra famosa titulada La Segunda Epístola de Clemente a los Corintios, 120-170 A.D.,
leemos:
“Porque de los que no han retenido el sello de bautismo él dice: ‘Su gusano no
morirá, y su fuego no será extinguido.’”cxxvii[127]
San Efraim, c. 350. A.D.: “... somos ungidos en Bautismo, por cual llevamos Su
sello.”cxxviii[128]
“Esto, entonces, es fe: que un hombre cree en Dios ... Su Espíritu ... Su Cristo ...
También, que un hombre cree en la resurrección de los muertos; y además, que
cree en el Sacramento de Bautismo. Esta es la creencia de la Iglesia de
Dios.”cxxxii[132]
“Él dice, ‘Sino un hombre renaciere’ – y añade las palabras ‘de agua y el Espíritu’ –
no puede entrar al Reino de Dios... si un hombre sea virtuoso en sus hechos, pero
no recibe el sello por medio del agua, ¿entrará él en el reino del cielo? Una
palabra audaz, pero no mía; porque es Jesús que la ha declarado.”cxxxiv[134]
Vemos que San Cirilo continua la Tradición apostólica que ninguno entra en el
cielo sin ser renacido de agua y el Espíritu, basado otra vez sobre un entendimiento
absoluto de las mismas palabras de Nuestro Señor en Juan 3:5.
“Como es que somos Cristianos? Por fe, todos responderán. Como somos
salvos? Por ser renacidos en la gracia de bautismo... Porque es la misma
pérdida para alguno salir de esta vida sin bautizar, que recibir ése bautismo
de que una cosa de lo que ha sido trasmitido ha sido omitida.”cxxxv[135]
“Esto la Más Santa Iglesia Católica profesa. En esta misma Santa Trinidad Ella
bautiza a la vida eterna.”cxxxvii[137]
Papa San Damaso, 382 A.D.:
“¡Llorad por los incrédulos; llorad por los que no difieren nada de ellos, los que
salen sin iluminación, sin el sello! ... Están fuera de la ciudad real... con los
condenados. ‘Amen, te digo, si alguno no es nacido de agua y el Espíritu, él
no entrará al reino del cielo.’”cxlii[142]
“Pero lo que Tu Fraternidad asevera que los Pelagianos predican, que aun sin
la gracia de Bautismo infantes pueden recibir los premios de vida eterna, es
muy idiota.”cxliv[144]
Papa San Gregorio el Grande, c. 590 A.D.:
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo. No es suficiente creer; él que cree, y
ya no es bautizado, sino está sólo un catecumeno, ya no ha adquirido
completamente la salvación.”cxlvi[146]
Muchos otros pasajes podrían ser citados de los padres, pero es un hecho que los
Padres de la Iglesia están unánime desde el principio de la era apostólica que
absolutamente nadie puede ser salvo sin recibir el Sacramento de Bautismo, basado en
las palabras de Jesucristo en Juan 3:5. El eminente Erudito Patrístico P. Guillelmo
Jurgens, quien literalmente ha leido miles de textos de los padres, fue forzado a confesar
la siguiente (aunque él cree en bautismo de deseo) en su colección de tres volúmenes
sobre los Padres.
P. Guillelmo Jurgens: “Si no fuera una tradición constante en
los Padres que el mensaje Evangélico que ‘Sino un hombre
renaciere de agua y el Espíritu Santo, él no puede entrar al
reino de Dios’ debe ser entendido absoluto, sería fácil decir
que Nuestro Salvador simplemente no estimó pertinente
mencionar las obvias excepciónes de ignorancia invencible y
imposibilidad física. Pero la tradición en realidad existe; y
probablemente sea encontrado tan constante para constituir
revelación.”cxlvii[147]
1) Los Padres están constantes en su enseñanza que Juan 3:5 es absoluto sin
excepciónes; eso es, absolutamente nadie entra al cielo sin ser renacido de agua
y el Espíritu;
2) Los Padres están tan constantes sobre este punto que probablemente constituye
revelación divina, sin aun considerar la infalible enseñanza de los Papas;
3) La enseñanza constante de los Padres que todos deben recibir bautismo de agua
para salvación en luz de Juan 3:5 excluye excepciónes por los casos de
“ignorancia invencible” y “imposibilidad física.”
Y basado en esta verdad, declarada por Jesús en el Evangelio (Juan 3:5), trasmitida
por los Apóstoles y enseñada por los padres, la Iglesia Católica ha definido
infaliblemente como dogma (como ya hemos visto) que absolutamente nadie entra al
cielo sin el Sacramento de Bautismo.
A pesar del hecho que hay una tradición constante desde el principio que
absolutamente nadie es salvo sin bautismo de agua, todos los padres no siempre
permanecían consistentes con sus proprias afirmaciónes sobre este punto. Y eso es
donde encontramos las teorías de “bautismo de sangre” y “bautismo de deseo,” cada
cual será tratada a su vez. Pero debe ser entendido que los padres de la Iglesia estaban
equivocados y inconsistentes con su propia enseñanza y la Tradición apostólica sobre
muchos puntos – porque eran hombres falibles que cometían muchas faltas.
San Basilio (363): “El Hijo no es, sin embargo, secundo al Padre en natura,
porque la Divinidad es una en cada uno de ellos, y claramente, también, en el
Espíritu Santo, aun si en orden y dignidad Él es segundo al Hijo (¡sí, esto
concedemos!), aunque no en tal manera, es claro, que Él fuera de otra
natura.”cl[150]
Cuando San Basilio dice arriba que la Divinidad es Una en Padre, Hijo, y Espíritu
Santo, está afirmando correctamente la Tradición universal y apostólica. Pero cuando
dice que el Espíritu Santo es segundo en dignidad al Hijo deja de permanecer
consistente con esta Tradición y cae en error (herejía material, de hecho). Y los padres
hicieron innumerables errores intentando defender o articular la Fe.
San Agustín escribió un entero libro de correcciónes. San Fulgencio y una multitud
de otros, incluyendo a San Agustín, mantenían que fue cierto que infantes que mueren
sin bautismo descienden a los fuegos del infierno, una posición luego condenada por el
Papa Pío VI. Como Papa Pío VI confirmó, infantes sin bautizar van al infierno, pero a
un lugar en el infierno donde no hay fuego.cli[151]
Pero San Agustín era tan franco en favor de este error que llegó a ser la común y
basicamente indesafiada enseñanza por más que 500 años, según La Enciclopedia
Católica.
San Cirilo de Jerusalén, 350 A.D.: “Si cualquier hombre no reciba el bautismo,
no recibe la salvación. La unica excepción es los mártires...”clvi[156]
Aquí vemos que San Cirilo de Jerusalén creía en bautismo de sangre, pero rechazó
bautismo de deseo. San Fulgencio expresó la misma.
San Fulgencio, 523: “Desde ése tiempo en que Nuestro Salvador dijo: “Si alguno
no sea renacido de agua y el Espíritu, él no puede entrar al reino del cielo,’ nadie
puede, sin el sacramento de bautismo, excepto los que, en la Iglesia Católica, sin
Bautismo derraman su sangre por Cristo...”clvii[157]
Aquí vemos que San Fulgencio creía en bautismo de sangre pero rechazó la idea de
bautismo de deseo. Y lo que es irónico y particularmente deshonesto es que los
apologéticos por bautismo de deseo (como los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X)
citan estos textos patrísticos (como los dos arriba) en libros escritos para probar
bautismo de deseo, sin señalar a sus lectores que estos pasajes en realidad niegan
bautismo de deseo; porque podemos ver que San Fulgencio, mientras expresa su
creencia en bautismo de sangre, rechaza bautismo de deseo, solamente admitiendo a
mártires por una posible excepción de la ley de bautismo. (Que diría San Fulgencio
sobre la versión moderna de la herejía de bautismo de deseo, también enseñada por
tales sacerdotes de la SSPX, SSPV, CMRI, etc. según la cual Judíos, Musulmánes, y
paganos pueden ser salvos sin Bautismo?)
San Fulgencio, De la Remisión de Pecados, 512 A.D.: “Alguno que está fuera de
esta Iglesia, que recibió las llaves del reino del cielo, está caminando un
sendero no al cielo sino al infierno. No se acerca al hogar de vida eterna; más
bien, se apresura al tormento de muerte eterna.”clviii[158]
San Fulgencio, La Regla de Fe, 526 A.D.: “Ten firmissime y nunca duda en lo más
minimo que no sólo todos los paganos sino también todos los Judíos y todos
los herejes y cismáticos que terminen esta presente vida fuera de la Iglesia
Católica ya irán en el fuego eterno preparado para el diablo y sus
angeles.”clix[159]
Podemos ver que San Fulgencio – como todos los otros padres – habría condenado
severamente a los herejes modernos que mantienen que los que mueren no Católicos
pueden ser salvos.
Pero lo más interesante sobre esto es que en el mismo documento en que San
Fulgencio expresa su error sobre bautismo de sangre (ya citado), él comete un error
diferente y importante.
San Fulgencio, 523: “Ten firmissime y nunca duda en lo más minimo que no
sólo hombres que tienen el uso de razón pero aun infantes que... salen de este
mundo sin el Sacramento de santo Bautismo... serán castigados en el
perdurable tormento de fuego eterno.”clx[160]
San Fulgencio dice “Ten firmissime y nunca duda” que infantes que mueren sin
bautismo “serán castigados en el perdurable tormento de fuego eterno.” Esto es falso.
Infantes que mueren sin bautismo descienden al infierno, pero a un lugar en el infierno
donde no hay fuego (Papa Pío VI, Auctorem Fidei).clxi[161] San Fulgencio así muestra que
su opinión en favor de bautismo de sangre es muy falible por cometer otro error en el
mismo documento. Es muy notable, de hecho, que en casi toda instancia cuando un
padre de la Iglesia o alguien otro expresa su error sobre bautismo de sangre o
bautismo de deseo que la misma persona comete un otro error importante en la
misma obra, como veremos.
Es importante también notar que algunos de los padres usan el término “bautismo
de sangre” para descibir el martirio Católico de uno ya bautizado, no como un posible
remplazo por bautismo de agua. Esto es el unico uso legítimo del término.
San Juan aquí está describiendo el martirio de un sacerdote San Luciano, una
persona ya bautizada. No está diciendo que martirio remplace el bautismo. San Juan
Damasceno lo describe en la misma manera:
Esto es importante porque muchos deshonestos eruditos hoy (como los sacerdotes
de la Sociedad de San Pío X) tergiversan la enseñanza sobre este punto; ellos citan un
pasaje sobre bautismo de sangre donde San Juan está simplemente hablando de
bautismo de sangre como un martirio Católico para uno ya bautizado, y ellos lo
presentan como si la persona estuviera enseñando que martirio puede remplazar el
bautismo – cuando tal cosa no está dicha en ningún lugar.
Algunos se pregunten porque el término bautismo de sangre fue usado en absoluto.
Creo que la razón porque el término “bautismo de sangre” fue usado por unos de los
padres era porque Nuestro Señor describió Su sucediendo pasión como un bautismo
en Marco 10:38-39.
[Marco 10:38-39]: “Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del
cáliz que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Pero ellos le
dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: De verdad, del cáliz que yo bebo, beberéis; y del
bautismo de que soy bautizado, seréis bautizados.”
Vemos en el antedicho pasaje que Nuestro Señor, aunque ya bautizado por San
Juan en el Jordán, refiere a un otro bautismo que Él debería recibir. Esto es Su martirio
en la cruz, no un sustituto por bautismo de agua. Es Su “segundo bautismo,” si
quieres, no su primero. Así, bautismo de sangre es describido por Nuestro Señor en la
misma manera que San Juan Damasceno, no para significar un sustituto bautismo para
una persona sin bautizar, sino más bien un martirio Católico que remite toda culpa y
castigo debido a pecado.
El término bautismo es usado en una variedad de maneras en las Escrituras y por los
Padres de la Iglesia. Los bautismos: de agua, de sangre, del espíritu, de Moisés, y de
fuego son todos términos que han sido utilizado por Padres de la Iglesia para
caracterizar ciertas cosas, pero no necesariamente para describir que un mártir sin
bautizar puede alcanzar la salvación. Lee el versículo de escritura en que el término
bautismo es usado para los antepasados del Antiguo Testamento:
Creo que este explica porque un número de padres erraban por creer que bautismo
de sangre suple el lugar de bautismo de agua. Ellos reconocían que Nuestro Señor
referió a Su propio martirio como un bautismo, y ellos concluían erradamente que
martirio por la verdadera fe puede servir para un sustituto por ser renacido de agua y
el Espíritu Santo. Pero la realidad es que no hay ningunas excepciónes a las palabras
de Nuestro Señor en Juan 3:5, como la infalible enseñanza de la Iglesia Católica
confirma. Ninguno de buena voluntad que está dispuesto para derramar la sangre
por la verdadera fe no sea dejado sin estos salvadores aguas. No es nuestra sangre,
sino la sangre de Cristo en la Cruz, comunicada a nosotros en el Sacramento de
Bautismo, que nos libera del estado de pecado y nos permite entrar al reino del cielo
(más de esto luego).
De los pocos padres que pueden ser citados en favor de bautismo de sangre siendo
un posible remplazo por Bautismo real, las dos primeras declaraciónes in defensa de la
idea vienen de San Cipriano y Tertuliano.
San Cipriano, A Jubaianus (254): “Catecúmenos que sufren martirio antes que
han recibido Bautismo con agua no son privados del Sacramento de
Bautismo. Más bien, están bautizados con el más glorioso y grandissimo
Bautismo de Sangre...”clxv[165]
Examinemos este pasaje. Al enseñar bautismo de sangre, nota que San Cipriano
comete un error importante en la misma frase. Dice:
“catecúmenos que sufren martirio antes que han recibido Bautismo con agua no son
privados del Sacramento de Bautismo.”
San Cipriano, A Jubaianus (254): “... respecto de lo que yo pensaría sobre el asunto del
bautismo de herejes... Este bautismo no podemos considerar válido...”clxvi[166]
Esto también es falso, ya que el Concilio de Trento definió que herejes, si observen
las correctas materia y forma, confieren bautismo válido. ¡Pero San Cipriano en
realidad mantenía que fue de Tradición apostólica que herejes no podrían conferir un
bautismo válido! Y esta falsa idea fue opuesta por el entonces Papa (San Stéfano) y
luego condenada por la Iglesia Católica. ¡Tanto por la afirmación que la carta de San
Cipriano A Jubaianus es una cierta representación de Tradición apostólica! De hecho,
San Cipriano y 30 otros obispos declararon en un concilio regional en 254 A.D.:
“Nosotros... juzgando y manteniendo por cierto que nadie más allá del límite [eso es,
fuera la Iglesia] puede ser bautizado...”clxvii[167]
Esto otra vez prueba el punto: Jesucristo sólo dió infalibilidad a San Pedro y sus
sucesores (los Papas).
Jesucristo no les dió fe infalible a obispos, teólogos o padres de la Iglesia; sólo la dió
a Pedro y sus sucesores cuando hablan de la Cátedra de Pedro o cuando proponen una
doctrina a los fieles por ser creida como divinamente revelada.
Tertuliano, De Bautismo, 203 A.D.: “Si podrían ser lavados en aqua, ellos
necesariamente deben ser por sangre. Esto es el Bautismo que remplaza lo de la
fuente, cuando no ha sido recibido, y lo restaura cuando ha sido perdido.”clxix[169]
Pero ¿sabes qué? En la misma obra en que Tertuliano expresa su opinión en favor
de bautismo de sangre, también comete un error diferente y importante. ¡Dice que
infantes no deberían ser bautizados hasta que han madurado!
Por lo tanto, los que piensan que bautismo de sangre es una enseñanza de la Iglesia
Católica simplemente porque este error fue expresado por un pequeño número de
padres son simplemente equivocados. Tantos o más padres mantenían que infantes sin
bautizar sufren los fuegos del infierno y que herejes no pueden bautizar válidamente.
La teoría de bautismo de sangre no fue mantenida universalmente ni constantemente
en Tradición Católica y nunca ha sido enseñada ni mencionada por ningún Papa,
ningún Concilio, ni en ninguna Encíclica Papal.
Papa San Gelasio, Decreto, 495: “Asimismo los hechos de los santos mártires...
[cuales] con cautela notable no están leidos en la santa Iglesia Romana...
porque los nombres de ellos que los escribieron están totalmente
desconocidos... no sea que se presente una ocasión de burla.”clxxiv[174]
Papa San Gelasio está diciendo aquí que las obras y los hechos registrados de los
mártires están inciertos. Sus autóres están desconocidos, los relatos pueden contener
errores, y no estaban hasta leidos en la santa Iglesia Romana para evitar posible
escándalo o burla que podrían surgir de algunas declaraciónes falsas contenidas allí.
De hecho, en su obra La Era de Mártires, el afamado historiador de la Iglesia Abad José
Ricciotti dice: “Por guias tenemos documentos apropriados. Estos, sin embargo, como ya
hemos visto, son frecuentemente inciertos y nos llevaría completamente fuera del
camino. Especialmente desconfiables son los Hechos o Pasiónes de mártires.”clxxv[175]
La infalible enseñanza de la Iglesia Católica, por otra parte, es absolutamente confiable,
y nunca ha enseñado que almas pueden ser salvas sin el Sacramento de Bautismo por
“bautismo de sangre.” Por lo tanto, en breve, no hay ninguna prueba que cualquier
santo martirizado por la Fe Católica nunca recibió el Sacramento de Bautismo.
Papa Eugenio IV, El Concilio de Florencia, “Exultate Deo,” 22 Nov. 1439, ex cathedra: “Y
porque la muerte entró al universo por el primér hombre, ‘sino renazcamos de agua
y el Espíritu, no podemos,’ como la Verdad dice, ‘entrar al reino del cielo’ [Juan 3:5].
La materia de este sacramento es agua real y natural.”clxxvii[177]
Citaré al pie de la letra del Hermano Roberto María, en Padre Feeney y La Verdad
Sobre la Salvación (pp. 173-175), que esclarece parte de la confusión que encierra esta
tema:
‘Si él [el Cristiano] fuera destinado a perder la vida, había sido enseñado
que martirio fue un segundo Bautismo, que quitó lavando a toda
mancha, y que el alma del martir fue seguro en admisión inmediata a la
felicidad perfecta del cielo.’
Aunque los sin bautizar nunca fueron considerados parte de los fieles hasta fueron
bautizados (siempre eran requeridos salir antes de la Misa de los Fieles), Hno. Roberto
María está ilustrando que algunas personas recién bautizadas, que todavía estaban
recibiendo instrucción, de vez en cuando estaban llamadas “catecúmenos.”
Papa San Silvestre I, Primero Concilio de Nicea, 325 A.D., Can. 2: “Porque un
catecúmeno necesita tiempo y más probación despues del bautismo...”clxxviii[178]
Según la Tradición, la Iglesia no revelaba ciertas cosas excepto a los iniciados (los
bautizados). Así, después que una persona fue bautizado, él o ella frecuentemente
continuaba la instrucción catecumenal, y por siguiente a veces fue llamada un
“catecúmeno.” El hecho que hay una distinción entre catecúmenos sin bautizar y
catecúmenos bautizados es implícito en la siguiente citación del Concilio de Braga en
572.
Dom Prosper Guéranger, El Año Litúrgico, Vol. 8 (Sts. Tiburtius, etc.), p. 315:
“La solemnidad del 22 de Noviembre, antes precedida por una vigilia, está
notada en el breviario Romano como el día de su [Santa Cecilia] martirio; es,
en realidad, el aniversario de su basílica magnífica en Roma.”clxxxi[181]
No hay ninguna necesidad por examinar todos los menos de 20 casos individuales
de martirios de santos (de miles) que algunos han dicho que ocurrieron sin bautismo.
Por ejemplo, en el caso de Santa Emerentiana – martirizada mientras oraba
públicamente en la tumba de Santa Inés durante de la persecución de Diocletiano –
alguno podría notar que el relato de su martirio provee una situación que, en si mismo,
sugiere que ella ya fue bautizada; porque no se habría puesto en peligro en tal manera
durante la persecución si no hubiera sido bautizada. O aun si ella no fue bautizada
antes que fue atacada (que es muy improbable), ciertamente podría haber sido
bautizada después del ataque por su madre quien le acompañó (según los relatos) a la
tumba para orar.
Hay tantos relatos que den una impresión drásticamente diferente y tengan un
significado diferente si sólo un pequeño detalle esté omitido. Hay, por ejemplo, el caso
de San Venantio. A los 15 años, San Venantio estuvo llevado ante el gubernador
durante de la persecución del Emperador Decius:
“Uno de los oficiales, de nombre Anastasio, habiendo notado el valor con que él
[San Venantio] sufría sus tormentos, y habiendo visto también un ángel en toga
blanca caminando arriba del humo, y otra vez liberando a Venantio, creyó en Cristo, y
junto con su familia fue bautizado por el sacerdote Porfirio, con quien después
mereció recibir la palma de martirio.”clxxxii[182]
Este cuento interesante nos muestra, otra vez, como Dios trae bautismo a todos Sus
elegidos, pero nota que facilmente podría haber sido entendido mal si un detallo
simple hubiera sido omitido. Si el solo punto sobre como Anastasio y su familia fueron
bautizados por Porfirio hubiera sido omitido, el lector casi por cierto recibiría la
impresión que Anastasio fue un martir por Cristo que nunca recibió bautismo –
recibiendo en cambio “bautismo de sangre.”
El hecho es que no es necesario pasar por todos estos pocos casos y mostrar
que: 1) no hay ninguna prueba que el santo (que ellos afirman fue sin bautizar) no fue
bautizado; y 2) hay muchas explicaciónes de como el santo podría haber sido y sí fue
bautizado. Todo que es necesario para refutar la afirmación que hay santos sin
bautizar es mostrar que la Iglesia ha enseñado infaliblemente que ninguno puede llegar
al cielo sin ser renacido de agua y el Espíritu Santo en el Sacramento de Bautismo.
San Beda: “Cuando llegó al cúspide, santo Alban pidió a Dios darle (Alban) agua, y
inmediatamente una perenne manantial borboteó a sus pies...” Butler: “La
conversión repentina de los verdugos causó un retraso en la ejecución. Mientras tanto
el santo confesor (Alban), con la muchedumbre, se fue arriba la colina... Allí Alban
cayendo a rodillas, a su oración una fuente se provinió, con agua de que refrescó su
sed... Junto con San Alban, el soldado, que había rehusado imbuir (manchar) las manos
en su sangre, y se había declarado Cristiano, también fue decapitado, siendo bautizado
en su propia sangre.”clxxxiv[184]
El lector puede ser confundido en este punto, y con toda justicia, pues permíteme
explicar. Tenemos dos (falibles) relatos del martirio de San Alban y su guardia, de San
Beda y las Vidas de los Santos de Butler. Los dos registran que inmediatamente antes
del martirio de San Alban y su guardia, ¡San Alban oró por “agua” que
milagrosamente recibió! ¡San Beda entonces sigue a decir que el guardia murió sin
bautizar! Butler dice que el agua fue solamente para “refrescar” la sed de Alban! Con
todo respeto debido a San Beda y las buenas cosas en Butler, ¿que obvio debe ser? Un
Santo, que tuvo unos pocos minutos por vivir y que tuvo un converso queriendo entrar
la Iglesia de Cristo, ¡no llamaría por agua milagrosa para “refrescar su sed”! Él
obviamente llamó por el agua milagrosa para bautizar al guardia convertido, y Dios lo
proveyó por el converso sincero, porque “sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu
Santo, él no puede entrar al Reino de Dios.” Este es un ejemplo excelente de como los
errores de bautismo de sangre y deseo han sido perpetuados - por trasmitir las
conclusiónes falibles de hombres falibles. Y este ejemplo de San Alban y su guardia,
que en realidad muestra la absoluta necesidad del Sacramento de Bautismo, es
frecuentemente y falsamente usado contra la necesidad del Sacramento de Bautismo.
Y Dios no habría permitido al Papa Eugenio IV definir que nadie, aun si haya
derramado sangre en el nombre de Cristo, puede ser salvo a menos que esté en el seno y unidad
de la Iglesia Católica, sin mencionar la excepción de “bautismo de sangre.” Dios nunca
ha permitido que la teoría de bautismo de sangre sea enseñada en un Concilio, por
un Papa, ni en un decreto infalible, sino sólo por falibles teólogos y falibles padres
de la Iglesia antigua. Todo esto es porque bautismo de sangre no es una enseñanza de
la Iglesia Católica, sino la especulación errada de unos pocos padres que también
erraban frecuentemente en los mismos documentos.
BAUTISMOS MILAGROSOS
No sería ninguna necesidad para que Dios salve a alguien por bautismo de sangre
(o “bautismo de deseo”), porque Él puede mantener viva toda alma sincera hasta
reciben el bautismo, como vimos en el caso de San Alban y el guardia convertido. San
Martín de Tours devolvó a la vida a un catecúmeno que había muerto para que
podría bautizarle.clxxxix[189] Santa Juana de Arco devolvó a la vida a un infante muerto
para que ella podría bautizarle.cxc[190] Han sido muchos milagros semejantes. Un
ejemplo impresionante es dicho haber ocurrido en la vida de San Pedro mismo.
Cuando estaba encadenado a un pilar en la prisión Mamertina en Roma, bautizó a dos
de sus guardias, Proceso y Martiniano, con agua que milagrosamente provino de la
tierra entre distancia de mano de San Pedro. Estos guardias también estaban
encarcelados con San Pedro y iban a sufrir ejecución el próximo día porque fueron
conversos. Su deseo de bautismo (bautismo de deseo) y su martirio por la fe (bautismo
de sangre) no iban a ser suficientes. Ellos necesitaron ser bautizados con “agua y el
Espíritu Santo” (Jn. 3:5). Y Dios vió que ellos verdaderamente desideraron el
Sacramento, así que lo proveyó milagrosamente.
La historia también registra que San Patricio - quien mismo levantó a más que 40
personas de la muerte - levantó a un número de personas de la muerte específicamente
para bautizarles, algo que fuera totalmente innecesario si alguno podría ser salvo sin
bautismo. Como un erudito nota,
“En total, San Patricio resucitó a unos cuarenta infieles en Irlanda, uno de que
fue el Rey Echu... Por levantarle de la muerte, San Patricio le instruyó y le
bautizó, pidiendo que había visto del otro mundo. El Rey Echu relató como en
realidad había visto el trono preparado para él en el Cielo por causa de su
vida de estar abierto a la gracia de Dios Omnipotente, pero no fue permitido
entrar precisamente porque aún fue sin bautizar. Después de recibir los
sacramentos... se murió al instante y se fue a su recompensa.”cxci[191]
P. De Smet, 9 Dic. 1845: “... más que cién niños y once viejos fueron bautizados.
Muchos de este último [los viejos], quienes estuvieron portados en cueros de
búfalo, parecían sólo esperar por esta gracia antes de irse a descansar en el
seno de Dios.”cxcv[195]
Sobre este tema el lector tambien quisiere ver la sección sobre San Isaac Jogues y
San Francisco Javier luego en este documento.
“[Columbanus dijo]: ‘Hijos mios, hoy veréis a un anciano jefe Picto, que
fielmente ha observado los preceptos de la Ley Natural por toda la vida,
llegar en esta isla; él viene para recibir bautismo y morir.’ Inmediatamente,
un barco fue visto llegar con un débil hombre viejo sentado en la proa quien fue
reconocido por el jefe de uno de las tribus aledañas. Dos de sus compañeros le
llevaron ante el misionero, a cuyas palabras escuchó atentamente. El hombre
viejo pidió recibir el bautismo, y inmediatamente a partir de entonces exhaló
su última respiración y fue enterrado en el mismo sitio.”cxcvi[196]
Padre Point, S.J. era un compañero Misionero Jesuita a los Indios con Padre De
Smet en el 19eno siglo. El relata un cuento muy interesante sobre la resucitación
milagrosa para el Bautismo de una persona que había sido instruida en la Fe pero
aparentemente murió sin recibir el Sacramento.
Padre Point, S.J., citado en La Vida de Padre De Smet, pp. 165-6: “Una mañana, al
salir de la iglesia encontré a una mujer India, quien dijo: ‘Fulana no está bien.’
Ella [la persona que no estaba bien] ya no fue una catecúmena y yo dije que me
vaya a visitarle. Una hora luego la misma persona [que vino y le dijo que la
persona no estaba bien], quien era su hermana, vino a mí diciendo que élla fue
muerta. Corré a la tienda, esperando que ella estuviera equivocada, y
encontré a una multitud de relativos alrededor de la cama, repitiendo, ‘Ella es
muerta - ella no ha respirado por bastante tiempo.’ Para asegurarme, me
incliné sobre el cuerpo; no fue ningún signo de vida. Reproché a estas
personas excelentes por no decirme inmediatamente la gravedad de la
situación, añadendo, ‘¡Que Dios me perdone!’ Entonces, bastante
impacientemente, dije, ‘¡Oren!” y todos cayeron en rodillas y oraban
devotamente.
“Otra vez me incliné sobre el suponido cadáver, y dije, ‘El Manto Negro
aquí está: quieres que él te bautice?’ A la palabra bautismo ví un pequeño
temblor del labio inferior; entonces ambos labios movaron, que me hizo
seguro que ella entendió. Ella ya había sido instruida, así que le bauticé, y
ella se levantó de su féretro, haciendo el signo de la cruz. Hoy ella está fuera
cazando y es completamente persuadida que se murió al vez que he
narrado.”cxcvii[197]
Esto es otro ejemplo de una persona que ya había sido instruida en la Fe pero
debería ser resucitada milagrosamente específicamente para el Sacramento de
Bautismo, y la resucitación milagrosa ocurrió al momento que el sacerdote pronunció
la palabra “Bautismo.”
“Un bebé, el hijo de una madre Protestante, había muerto sin Bautismo. San
Francisco había ido para hablar a la madre sobre doctrina Católica, y oró que el niño
sería restaurado a la vida por suficiente tiempo para recibir Bautismo. Su petición
fue concedida, y toda la familia se hicieron Católicos.”cxcviii[198]
San Francisco De Sales mismo resumió la bellamente simple verdad sobre este tema
en la siguiente manera, cuando estaba disertando contra los herejes Protestantes.
Aquí hay otra descripción de un infante que murió sin el Sacramento de Bautismo
y fue resucitado de la muerte por la intercesión de San Stefano.
La realidad es que Dios mantiene viva toda alma sincera hasta el Bautismo; Él es
Omnipotente y Él ha declarado que nadie entra al cielo sin Bautismo.
De hecho, la primera definición infalible diciendo que los elegidos ven la Visión
Beatífica inmediatamente después de la muerte fue del Papa Benedicto XII en
Benedictus Deus. Es interesante examinar lo que él infaliblemente declara sobre los
santos y mártires que se fueron al cielo.
Al definir que los elegidos (incluyendo a los mártires) en quienes nada debe ser
purgado están en el cielo, Papa Benedicto XII menciona tres veces que han sido
bautizados. Obviamente, ningún apóstol, mártir, confesor, ni virgen podría recibir la
Visión Beatífica sin haber recibido Bautismo según esta infalible definición dogmática.
San Agustín es citado en favor del concepto de bautismo de deseo, pero por su
propia confesión luchaba con la cuestión, unas veces claramente oponiendo la idea que
catecúmenos sin bautizar podrían lograr salvación, y otras veces la sosteniendo.
San Agustín, 400: “Que el lugar de Bautismo unas veces es suplido por
sufrimiento es apoyado por un argumento sustancial que el mismo Bendito
Cipriano deriva... Considerando esto repetidas veces, encuentro que no sólo
sufrimiento por el nombre de Cristo puede suplir por lo que falta por via de
Bautismo, sino aun fe y conversión de corazón, si... recurso no sea posible a la
celebración del Misterio de Bautismo.”ccv[205]
Hay dos puntos interesantes sobre este pasaje. El primér relaciona a bautismo de
sangre: nota que Agustín dice que su creencia en bautismo de sangre es apoyado por
una inferencia o un argumento que San Cipriano hizo, no por algo arraigado en la
Tradición de los Apóstoles o los Pontífices Romanos. Como ya hemos visto, muchas de
las inferencias de San Cipriano se mostraron ser muy equivocados, por decirlo con
cortesía, como su “inferencia” que fue de “Tradición apostólica” que herejes no pueden
conferir bautismo. Así, San Agustín está revelando por esta declaración un punto muy
importante: que su creencia aun en bautismo de sangre es arraigada en falible
especulación de hombre, no en revelación divina ni infalible Tradición. Éstá
admitiendo que podría ser equivocado y, de hecho, está equivocado.
Segundo, cuando Agustín concluye que también cree que fe (ésa es, fe en
Catolicismo) y un deseo de bautismo podría tener el mismo efecto que el martirio, dice:
“Considerando esto repetidas veces...” Por decir que consideraba esto repetidas veces, San
Agustín está admitiendo que su opinión sobre bautismo de deseo es también algo a que
ha llegado por su propia consideración, no por infalible Tradición o Enseñanza. Es
algo con que por su propia confesión luchaba, y en que contradecía a si mismo, como
será mostrado. Todo esto sirve para probar otra vez que bautismo de deseo, como
bautismo de sangre, es una tradición de hombre, nacida en errada y falible
especulación humana (aunque de unos hombres grandes), y no arraigada en ni
derivada de cualquier Tradición de los Apóstoles o de los Papas.
De hecho, cuando Nuestro Señor dijo al Buén Ladrón, “Este día estarás conmigo en
paraíso,” Jesús no estuvo refiriendo al cielo, mas en realidad al infierno. Como
Católicos saben, nadie entró al cielo hasta después que Nuestro Señor lo hizo, después
de Su Resurrección. En el día de la Crucifixión, Cristo descendió al infierno, como dice
el Credo de los Apóstoles. Él no descendió al infierno de los condenados, mas al lugar
en el infierno llamado el Limbo de los Padres, la antesala de los Justos del Antiguo
Testamento, quienes no podrían entrar al cielo hasta el Salvador venió.
1 Pedro 3:18-19 - “Cristo también murió una vez por nuestros pecados... En que
también viniendo predicó a los espíritus que estuvieron en prisión...”
Para probar además el punto que el Buén Ladrón no se fue al cielo el Día de la
Crucifixión, hay el hecho que el Domingo de Resurrección, cuando María Magdalena
encontró al Señor Resurgido, Él le dijo a ella, “No Me toques, porque ya no he ascendido a
Mi Padre.”
Juan 20:17 - “[El Día de la Resurrección] Jesús dice a ella; María. Ella
doblando, dice a él; Rabboni, (eso es decir, Señor). Jesús le dice; No me toques,
porque ya no he ascendido a mi Padre...”
San Agustín, 412: “... los Cristianos Púnicos llaman Bautismo mismo nada
diferente de salvación... ¿De que deriva esto, excepto de una anciana y, como yo
supongo, apostólica tradición, por cual las Iglesias de Cristo mantienen
inherentemente que sin Bautismo y participación a la mesa del Señor es
imposible para todo hombre alcanzar ni el Reino de Dios ni la salvación y
vida eterna? Esto es el testimonio de la Escritura, también.”ccix[209]
Aquí vemos a San Agustín otra vez afirmando la verdad apostólica que nadie entra
al cielo sin bautismo de agua, y otra vez explícitamente negando el concepto de
bautismo de deseo, por negar que algún catecúmeno puede ser liberado de pecado sin
bautismo. Todo esto muestra que bautismo de deseo no es la Tradición universal de
los Apóstoles; más bien, el exacto opuesto es la Tradición universal de los Apóstoles
y Padres - que ningún catecúmeno no puede salvarse sin bautismo de agua.
San Ambrosio, Oración Funeral de Valentiniano, 4to siglo: “Pero oigo que vos
apesadumbráis porque él no recibió los sacramentos de bautismo. Me digais:
¿Que más está en vuestro poder que el deseo, la petición? Pero él aun tenía este
deseo por mucho tiempo, para que, cuando hubiere venido a Italia, hubiere
sido iniciado... ¿No tiene, pues, la gracia que deseaba; no tiene la gracia que
solicitó? Y porque él pidió, recibió, y por siguiente es dicho: ‘Por cualquier
muerte el hombre justo será adelantado, su alma estará en descanso’ (Sab. 4:7)...
O si el hecho vos perturbe que los misterios no han sido celebrado
solemnemente, entonces que vos deis cuenta que no aun mártires son
coronados si estén catecúmenos, porque no son coronados si no sean
iniciados. Pero si son lavados en su propia sangre, su piedad y deseo han
lavado a él, también.”ccxii[212]
Interesamente, el famoso teólogo del 12imo siglo Pedro Abelardo, cuya ortodoxia sin
embargo era sospechosa en otros puntos, señala que si San Ambrosio alguna vez
enseñara bautismo de deseo “contradice la tradición sobre esta cuestión,”ccxv[215] sin
mencionar su propia enseñanza repetida de la necesidad del Sacramento de Bautismo,
como veremos abajo.
Y esto es lo que San Ambrosio escribió con mucho pensamiento y precisión, que
elimina el preciso concepto de bautismo de deseo y afirma la Tradición universal de
todos los padres que nadie (incluyendo a catecúmenos) es salvo sin bautismo de agua.
¡Y con eso llegamos al fin de la enseñanza de los padres sobre el llamado “bautismo
de deseo”! Es verdad; uno o por lo más dos padres de cientos, San Agustín y San
Ambrosio, aun pueden ser citados. San Agustín admitió que luchaba con esta cuestión,
contradecía a si mismo sobre ella, y lo más importante, frecuentemente afirmaba la
Tradición universal que nadie – incluyendo a un catecúmeno – entra al cielo sin
bautismo de agua. Y San Ambrosio claramente y repetidamente negó el concepto de
bautismo de deseo muchas veces, por negar que cualquier persona – incluyendo a un
catecúmeno – podría ser salvo sin renacer de agua y el Espíritu en el Sacramento de
Bautismo.
Y cuando estos hechos son sabidos, se puede ver que engañados y descaminados
están muchos llamados Católicos y Católicos Tradicionales hoy quienes están
escuchando a esos maestros mentirosos, de quienes muchos se presentan como
sacerdotes “tradicionales,” quienes rodean el mar y la tierra para intentar pervertir la
enseñanza de Tradición y llevar personas al cielo sin bautismo. Estos maestros
mentirosos están convenciendo a muchos de la ridícula mentira que “los padres fueron
unánime en favor de bautismo de deseo.” Tal afirmación es pura tontería y una
perversión mortalmente pecaminoso de Tradición Católica. Como un autor
correctamente lo dijo:
San Ambrosio: “Ni por otra parte hay ningún misterio de regeneración sin
agua: porque ‘sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu, él no puede
entrar al reino de Dios.’ [Juan 3:5] Hasta un catecúmeno cree en la cruz del
Señor Jesús, por cual también es santiguado; pero, sino sea bautizado en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, no puede recibir la remisión de
pecados ni ser recipiendario del regalo de gracia espiritual.”ccxx[220]
P. Guillelmo Jurgens: “Si no fuera una tradición constante en los Padres que el
mensaje Evangélico que ‘Sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu Santo,
él no puede entrar al reino de Dios’ debe ser entendido absoluto, sería fácil
decir que Nuestro Salvador simplemente no estimó pertinente mencionar las
obvias excepciónes de ignorancia invencible y imposibilidad física. Pero la
tradición en realidad existe; y probablemente sea encontrado tan constante
para constituir revelación.”ccxxi[221]
Es pertinente también examinar las enseñanzas de unos de los otros padres. San
Gregorio Nazianzano es uno de los cuatro grandes Doctores Orientales de la Iglesia
Católica. Él explícitamente rechazó el concepto de bautismo de deseo.
San Gregorio Nazianzano, 381 A.D.: “De los que faltan a ser bautizados algunos
son absolutamente animales y bestiales, según si sean necios o malvados. Esto,
pienso, ellos deben añadir a sus otros pecados, que no tienen ninguna
reverencia por este regalo, mas lo consideran como algún otro regalo, por
aceptar si sea dado a ellos, o descuidar si no sea dado a ellos. Otros conocen y
honran el regalo; pero demoran, algunos por causa de descuido, algunos por
causa de deseo insaciable. Aún otros no pueden recibirlo, posiblemente por
causa de infancia, o alguna circunstancia perfectamente involuntaria que les
impede recibir el regalo, aun si lo deseen...
“Si podrías juzgar a un hombre que propone cometer un asesinato, sólo
por su intención y sin cualquier acto de asesinar, entonces asimismo podrías
considerar como bautizado a uno que deseó Bautismo, sin haber recibido
Bautismo. Pero, ya que no puedes hacer el primero, ¿cómo podrías hacer este
último? Yo no puedo verlo. Si prefieres, lo dijéremos así: si en tu opinión
deseo tiene poder igual con Bautismo real, entonces haga el mismo juicio con
respecto a gloria. Entonces tu fueres contento anhelar por gloria, como si ése
mismo anhelamiento fuera gloria. ¿Sufres algún daño por no alcanzar la gloria
real, con tal que tienes un deseo de ella?”ccxxii[222]
¡Tanto para la afirmación que “los padres son unánime” en favor de bautismo de
deseo! Cuando los sacerdotes de la SSPX públicamente aseveran eso ellos están
diciendo exactamente el opuesto de la verdad y están mintiendo descaradamente. Y lo
que hace esta mentira mucho más increible es el hecho que ¡la SSPX cita la declaración
arriba de San Gregorio en paginas 64-65 de su libro, ¿Es Feeneyismo Católico?!
Aquí está lo que la liturgia dice sobre la enseñanza del grande San Gregorio
Nazianzano, quien claramente rechazó bautismo de deseo. Una lección por la fiesta de
San Gregorio Nazianzano (el 9 de Mayo) en el Breviario Romano dice:
Tanto para la mentira que “los teólogos” son unánime en favor de bautismo de
deseo. ¡El único Doctor en la historia de la Iglesia appellidado “el teólogo”
explícitamente lo rechazó!
Debe ser notado que porque el término “bautismo de deseo” no era usado en ése
tiempo, no se encuentra a San Juan Crisóstomo o cualquier otro padre explícitamente
rechazando ése término. Ellos rechazan bautismo de deseo cuando rechazan el concepto
que catecúmenos sin bautizar pueden ser salvos sin Bautismo, como San Juan
Crisóstomo repetidamente hace.
San Juan Crisóstomo, Homilía III. de Phil. 1:1-20: “¡Llorad por los incrédulos;
llorad por los que no difieren nada de ellos, los que salen sin la iluminación,
sin el sello! Ellos verdaderamente merecen nuestra lamentación, merecen
nuestros gemidos; están fuera de la ciudad real, con los culpados, con los
condenados: porque, ‘Amen, te digo, Sino un hombre renaciere de agua y el
Espíritu, él no puede entrar al reino del Cielo.’”ccxxviii[228]
El “sello” es el término de los padres por la marca del Sacramento de Bautismo. Y
aquí vemos a San Juan afirmando la verdad apostólica mantenida por todos los padres:
que nadie – incluyendo a un catecúmeno – es salvo sin ser renacido de agua y el
Espíritu en el Sacramento de Bautismo. San Juan Crisóstomo claramente rechazó toda
posibilidad de salvación para uno que no ha recibido el Sacramento de Bautismo.
Afirmó las palabras de Cristo en Juan 3:5 con un entendimiento claramente literal, que
es la enseñanza unánime de Tradición y la enseñanza de dogma Católico definido.
Esto signífica que ninguna persona sin bautizar puede ser salvo, porque dogma
Católico ha definido que nadie es salvo fuera de la una Iglesia de los fieles.
Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio, 27 Mayo 1832, sobre ninguna
salvación fuera la Iglesia: “Actos oficiales de la Iglesia proclaman el mismo
dogma. Pues, en el decreto sobre fe que Inocente III publicó con el sínodo IV de
Letrán, estas cosas están escritas: ‘Hay una Iglesia universal de todos los fieles
fuera de que nadie es salvo.’”ccxxxii[232]
En su carta al Obispo de Tarragona en el año 385, Papa San Siricio también muestra
como la creencia en la Iglesia antigua rechazó todo concepto de bautismo de deseo.
Esta citación del Papa San Siricio es llamativa porque otra vez claramente muestra
como la Iglesia antigua rechazó creencia en el concepto de bautismo de deseo. Él
empieza por afirmar que la observación de tiempo Pascual no debe ser suavizada.
(Refiere al hecho que Bautismos estaban históricamente celebrados en el tiempo
Pascual.) Después de afirmar que esta tradición debe ser mantenida, avisa que infantes
y los en cualquier necesidad o peligro deben ser bautizados inmediatamente, por temor
que sean “privados de la vida del Reino por haber sido negado la fuente de salvación
que deseaban.” El Latín del pasaje crítico es: “… ne ad nostrarum perniciem tendat
animarum, si negato desiderantibus fonte salutari exiens unusquisque de saeculo et regnum
perdat et vitam.”ccxxxiv[234]
En otras palabras, ¡el hombre que desea bautismo de agua y roga regeneración
todavía será negado el cielo si no lo reciba! ¡Nada podría rechazar más claramente el
concepto de bautismo de deseo! (Esto también prueba que el retraso al bautizar a
adultos es para instruir y probar a los catecúmenos, no porque era creido que estos
catecúmenos podrían ser salvos sin bautismo.)
Este punto es hecho otra vez por el Papa en la segunda parte de la citación, donde
él dice que cuando esas personas sin bautizar “piden lo que en su fe es su única
ayuda, que ellos reciban al mismo momento de su petición el premio de
regeneración que ruegan.” ¡Esto signífica que recibir Bautismo de agua es la unica
ayuda a salvación para tales personas que desean seriamente recibir Bautismo! ¡No hay
ninguna ayuda a salvación para tales personas por su deseo o martirio, sino sólo por
recibir el Sacramento de Bautismo!
LA EDAD MEDIA
SAN BERNARDO
San Bernardo, Tractatus de baptismo, II, 8, c. 1130: “Pues, créame, sería dificil
volverme aparte de estos dos pilares – quiero decir Agustín y Ambrosio.
Confieso que, si en error o saber, estoy con ellos; porque creo que un hombre
puede ser salvo por fe sola, con tal que desee recibir el sacramento, en un caso
cuando la muerte sobrecoga el cumplimiento de su religioso deseo, o algún otro
poder invencible sea un obstáculo.”ccxxxv[235]
Hay un número de puntos muy importantes en este pasaje: Primero, vemos a San
Bernardo explícitamente confesando que su creencia en bautismo de deseo es basada
solamente en lo que él piensa que San Agustín y San Ambrosio enseñaron, dando más
crédito a nuestro punto que bautismo de deseo es una tradición de hombre, no una
enseñanza de Dios. Y como ya hemos visto, aun los dos padres que cita (Agustín y
Ambrosio) claramente negaron el concepto por afirmar muchas veces que ningún
catecúmeno puede ser salvo sin el Sacramento de Bautismo. De hecho, como ya dicho
– y vale repetir – Padre Juan-Marco Rulleau (de la SSPX) es forzado a admitir en su
libro Bautismo de Deseo (p. 37) que durante el período de San Bernardo, cuando la idea
de bautismo de deseo realmente empezó a ganar impulso basado en los pasajes de
Agustín y la oración funeral de Ambrosio por Valentiniano, el bien conocido Pedro
Abelardo (cuya ortodoxía sin embargo fue sospechosa en otros puntos) dijo que toda
idea de bautismo de deseo basado en San Ambrosio “contradice la tradición en este
tema.”ccxxxvi[236] Entonces, San Bernardo no está solamente basando su opinión sobre dos
doctores falibles, mas está planteando una opinión que es claramente contraria al
testimonio abrumador de Tradición, como he mostrado.
Pero cuando P. Francisco Laisney de la Sociedad de San Pío X cita este pasaje de
San Bernardo en su libro ¿Es Feeneyismo Católico? (p. 67) deliberadamente omite la
declaración de San Bernardo, “si en error o saber...” Aquí está como va el pasaje en ¿Es
Feeneyismo Católico? (el libro de la Sociedad de San Pío X):
“Créame, fuere difícil separarme de estos dos pilares, por cuales refiero a
Agustín y Ambrosio... creyendo con ellos que personas pueden ser salvos por fe
sola y el deseo de recibir el sacramento...”
Las palabras “si en error o saber” están removidas por P. Laisney y repuestas con
elipses (...). Por supuesto, es perfectamente justificable usar elipses (...) en citar textos,
para omitir partes de la citación que no son cruciales o necesarias en la discusión. Pero,
en este caso, a los lectores del libro de P. Laisney les sirviera bien ver esta admisión
breve y crucial de San Bernardo que podría estar correcto o equivocado sobre bautismo
de deseo. P. Laisney deliberadamente la removió porque sabe que es devastadora a su
argumento que bautismo de deseo es una enseñanza de la Iglesia basado en las opiniónes de
santos. Esta admisión de San Bernardo, de hecho, echa por tierra la tesis del libro de P.
Laisney, así que tuvo que ser desechada. Pero a pesar del intento de P. Laisney de la
SSPX de esconder ésto de sus lectores, el hecho está publicado: San Bernardo admite
que él no aun estaba seguro sobre bautismo de deseo porque la idea no es fundada en
ninguna enseñanza de la Iglesia ni tradición infalible, sino solamente en la opinión de
hombre.
Tercero, como he notado, es un increible hecho que en casi toda instancia en que un
Santo o teólogo expresa su opinión en favor de bautismo de deseo o sangre, él casi
siempre comete un distinto error en el mismo documento (así probando su falibilidad).
En el documento citado arriba, San Bernardo usa la frase “fe sola” tres veces (que fue
condenada aproximadamente 13 veces por el Concilio de Trento en el 16to siglo).
San Bernardo, Tractatus de baptismo, II, 8, c. 1130: “Pues, créame, sería dificil
volverme aparte de estos dos pilares - quiero decir Agustín y Ambrosio.
Confieso que, si en error o saber, estoy con ellos; porque creo que un hombre
puede ser salvo por fe sola, con tal que desee recibir el sacramento, en un caso
cuando la muerte sobrecoga el cumplimiento de su religioso deseo, o algún otro
poder invencible sea un obstáculo... Esto implicó que alguna vez fe sola baste
para la salvación... En la misma manera, fe sola y convertir la mente a Dios, sin
derramar sangre o vertir agua, sin duda trae salvación a uno que tiene la
voluntad pero no el medio... para recibir el bautismo.”ccxxxvii[237]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Can. 9: “Si alguno dijere que por fe sola el pecador es justificado,
para entender que nada más debe cooperar en el logro de la gracia de justificación, y que no es en ninguna
manera necesario a él ser preparado y dispuesto por la acción de su voluntad: sea anatema.”
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 7, Can. 8: “Si alguno dijere que por los dichos sacramentos de la
Nueva Ley, gracia no está conferida por la obra que ha sido obrado [ex opere operato], sino que fe sola en la
promesa divina basta para obtener gracia: sea anatema.”
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Can. 19: “Si alguno dijere que nada excepto fe es mandado en el
Evangelio... sea anatema.”
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Cap. 11: “Pues nadie debe hacerse ilusiones por causa de fe sola,
pensando que por fe sola está hecho heredero y obtendrá la herencia, aunque no sufre con Cristo ‘para que
fuere también glorificado’ (Rom. 8:17).”
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Cap. 10: “‘Ves, que por obras un hombre es justificado y no por fe
sola’ (Santiago 2:24).”
Estoy seguro que San Bernardo no verdaderamente creía que fe sola justifica y
salva (la doctrina heretica de Luter); ¡pero esta es la frase él usa arriba tres veces! Esto
hace aparecer el punto con claridad cristalina: que si alguno vaya a dogmatizar las
enseñanzas de santos (como a muchos propugnadores de bautismo de deseo les gusta
hacer) y citarlas como textos de prueba, entonces tendrá mucho error y aun herejía. Y
prueba otra vez que las declaraciónes de San Bernardo no son enseñanzas de la Iglesia
Católica, sino opiniónes falibles en que podría estar equivocado (como él mismo
admite) y, en este caso, en que definitivamente está equivocado.
Cuarto, al expresar su opinión sobre bautismo de deseo, San Bernardo dice que uno
puede ser impedido de recibir bautismo por algún “poder invencible.” Esto también es
teológicamente incorrecto. ¡Dios es Omnipotente; Él solo es el “poder invencible”!
Nada puede impedir a Él de conducir un alma de buena voluntad al Bautismo.
Todo esto prueba que la sanción de San Bernardo por bautismo de deseo era
defectuosa, contradictoria, confesadamente falible y basada solamente en lo que él
creía ser las opiniónes de hombres. No tiene ninguna importancia aun por un
momento contra el indefectuoso, perfectamente consistente, infalible dogma, que
proclama que ningún hombre puede ser salvo sin el Sacramento de Bautismo.
En Summa Theologica III, P. 66, Art. 11, Santo Tomás intenta explicar su creencia en
bautismo de deseo y sangre. Intenta explicar como pueden ser “tres bautismos” (agua,
sangre y deseo) cuando San Pablo declara en Efésios 4:5 que hay solo uno. Dice:
“Los otros dos Bautismos están incluidos en el Bautismo de Agua, que deriva su
eficacia, ambos de la Pasión de Cristo y del Espíritu Santo.”ccxlv[245]
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica III, P. 66, A. 11, Respuesta 2: “Según
está dicho arriba, un sacramento es un tipo de signo. Los otros dos [bautismo
de deseo y sangre], sin embargo, son similares al Bautismo de Agua, no, de
verdad, en la naturaleza de signo, sino en el efecto bautismal. Por siguiente no
son sacramentos.”ccxlvi[246]
El fiero propugnador de bautismo de deseo, P. Laisney, admite el mismo en su
libro, ¿Es Feeneyismo Católico?, p. 9:
Pero el Concilio de Trento (unos pocos siglos después de Santo Tomás, en 1547)
definió infaliblemente como un dogma que ¡EL SACRAMENTO DE BAUTISMO es
necesario para la salvación!
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica III, P. 68, Art. 2: “... parece que un
hombre puede obtener la salvación sin el sacramento de Bautismo, por medio
de la santificación invisible...”
Hay una contradicción obvia aquí. El falible Santo Tomás de Aquino dice que es
posible obtener salvación sin el Sacramento de Bautismo, mientras que el infalible
Concilio de Trento define que el Sacramento es necesario para la salvación. ¿Y que
signífica “necesario”? Según Parte III, P. 68, A. 2, Obj. 3 en la Summa Theologica de
Santo Tomás mismo, “ése es necesario sin cual algo no puede ser (Metaf. V).”ccl[250] Pues,
“necesario” signífica sin cual algo no puede ser. Pues, la salvación no puede ser – es
imposible – sin el Sacramento de Bautismo (de fide, Concilio de Trento). Católicos deben
aceptar esta verdad y rechazar la falible opinión de Santo Tomás en la Summa
Theologica sobre bautismo de deseo.
Papa Benedicto XIV, Apostolica (# 6), 26 Junio 1749: “El juicio de la Iglesia es
preferable a lo de un Doctor afamado por su santidad y enseñanza.”ccli[251]
Papa Pío XII, Humani generis (# 21), 12 Agosto 1950: “Este depósito de fe
nuestro Divino Redentor ha dado por interpretación auténtica no a cada uno
de los fieles, no aun a teólogos, sino solamente a la Autoridad Magistral de la
Iglesia.”cclii[252]
Papa San Pío X, Pascendi dominici gregis (# 45), 8 Sept. 1907: “Ni que decir tiene
que si algo esté encontrado entre los doctores escolásticos que puede ser
considerado como un exceso de sutileza, o que totalmente carece de
probabilidad, no tenemos ningún deseo en absoluto de proponerlo para la
imitación de generaciónes presentes.”ccliii[253]
Y por si acaso alguno arguya que uno puede recibir el Sacramento de Bautismo sin
agua, citaré la definición del Concilio de Trento en Can. 2.
Papa Pablo III, El Concilio de Trento, Can. 2 del Sacramento de Bautismo, Sesión 7, 1547,
ex cathedra: “Si alguno dijere que agua real y natural no es necesario para el
bautismo, y por ésa razón ésas palabras de Nuestro Señor Jesucristo: ‘Sino un hombre
renaciere de agua y el Espíritu Santo’ [Juan 3:5], están distorsionadas a cualquier tipo
de metáfora: sea anatema.”ccliv[254]
Habría sido interesante ver, sin embargo, que habría dicho Santo Tomás si había
vivido hasta el dogmático Concilio de Vienne en 1311. Santo Tomás se murió en 1274, 37
años antes del Concilio. El Concilio de Vienne definió infaliblemente como un dogma
que hay sólo un bautismo que debe ser confesado por todos Católicos, y que el uno
bautismo es bautismo de agua.
También es muy importante hacer notar que aunque Santo Tomás de Aquino fue
equivocado sobre bautismo de deseo, él mantenía el dogma Fuera de la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación y rechazaba la herejía moderna que personas pueden ser salvos
quienes están “invenciblemente ignorante” de Jesucristo. En muchos lugares Santo
Tomás explícitamente se dirigió a la cuestión de personas en llamada ignorancia
invencible.
Santo Tomás de Aquino, De Veritate, 14, A. 11, ad 1: Objeción- “Es posible que
alguien sea criado en el bosque, o entre lobos; tal hombre no puede saber
nada explícitamente sobre la fe. Santo Tomás responde- Es la característica
de Providencia Divina proveer a todo hombre lo que es necesario para la
salvación... si por su parte no haya obstáculo. En el caso de un hombre que
busca bien y esquiva mal, por la conducción de razón natural, Dios o le
revelaría a él por inspiración interna lo que debe ser creido, o le enviaría
algun predicador de la fe...”cclvi[256]
Santo Tomás de Aquino, Sent. III, 25, P. 2, A. 2, solute. 2: “Si un hombre no tenga
a nadie para instruirle, Dios le mostrará, excepto él culpablemente quiera
permanecer donde está.”cclviii[258]
En la Summa Theologica, Santo Tomás además enseñó la verdad que todos hombres
major de la edad de razón están obligados a saber los misterios principales de Cristo
para la salvación sin excepciónes por ignorancia.
Santo Tomás, Summa Theologica: “Después que gracia había sido revelada,
ambos los eruditos y la gente simple están obligados a fe explícita en los
misterios de Cristo, principalmente en lo que se refiere a los que están
observados en toda la Iglesia, y proclamados públicamente, tal como los
artículos que refieren a la Encarnación, de que hemos hablado arriba.”cclix[259]
Santo Tomás, Summa Theologica: “Y por siguiente, cuando gracia había sido
revelada, todos fueron obligados a fe explícita en el misterio de la
Trinidad.”cclx[260]
Por lo tanto, Santo Tomás, como todos los padres de la Iglesia, rechazó la herejía
moderna de “ignorancia invencible” salvando a los que mueren no Católicos. Su
especulación y enseñanza errada sobre bautismo de sangre/deseo solamente trató de
catecúmenos. Y este punto verdaderamente muestra el dolo de herejes modernos, a
quienes les gusta citar a Santo Tomás de Aquino sobre bautismo de deseo para
justificar de algún modo su idea herética que miembros de religiones falsas pueden ser
salvos por “bautismo de deseo.”
Y si éso no fuera suficiente para probar que la carta del Papa León es sin duda
infalible y dogmática, considere el hecho que también fue aprobada por el Papa Vigilio
en el Segundo Concilio de Constantinopla (533)cclxii[262] y por el Papa San Agato en el Tercero
Concilio de Constantinopla (680-681).cclxiii[263] También fue confirmada infaliblemente por
un número de otros Papas, incluyendo a: Papa San Gelasio, 495,cclxiv[264] Papa Pelagio II,
533,cclxv[265] y Papa Benedicto XIV, nuper ad nos, 1743.cclxvi[266]
Por causa de la tremenda significación de la carta del Papa León al presente tema,
citaré una porción del Papa San Gelasio que muestra que nadie puede contradecir, ni
en lo más mínimo, esta epístola dogmática del Papa San León a Flaviano.
Aquí tenemos al Papa San Gelasio hablando ex cathedra para condenar a todo él que
desviare, aun sobre una iota, del texto de la epístola dogmática del Papa León a
Flaviano.
Ahora, en la sección de la carta dogmática del Papa León citada arriba, él trata de
Santificación por el Espíritu. “Santificación por el Espíritu” es el término por
Justificación del estado de pecado. Justificación es el estado de gracia. Nadie puede
llegar al cielo sin Santificación por el Espíritu [Justificación], como todos que se
profesan Católicos admiten. El Papa San León afirma, por la autoridad de los grandes
apóstoles Santos Pedro y Juan, que esta Santificación por el Espíritu es efectuada por
la rociación de la Sangre de Cristo. Es solamente por recibir esta Sangre de
Redención, él prueba, que alguno puede ser cambiado del estado de Adán (pecado
original) al estado de gracia (justificación/santificación). Es solamente por esta Sangre
que Santificación por el Espíritu surte efecto. Este dogma fue definido también por el
Concilio de Trento.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 5, de pecado original, ex cathedra: “Si
alguno aseverare que este pecado de Adán... es quitado o por las fuerzas de
natura humana, o por cualquier remedio diferente del mérito del uno
mediador, nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha reconciliado a Dios en su
propia sangre, ‘hecho hacia nos justicia, santificación, y redención’ (1 Cor. 1:30);
o si negare que el mérito de Jesucristo es aplicado a adultos además de infantes
por el sacramento de bautismo... sea anatema.”cclxviii[268]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 3, ex cathedra: “Pero aunque Cristo
se murió para todos, todavía no todos reciben el beneficio de Su muerte, sino
sólo los a quienes el mérito de Su Pasión está comunicado.”cclxix[269]
Es una verdad divinamente revelada que nadie puede ser
liberado del estado de pecado y santificado sin la
aplicación de la Sangre de Redención a él. De esto
ningún Católico puede dudar.
Propugnadores de bautismo de deseo/sangre - y esto incluye también al Centro San
Benedicto, porque ellos también creen en justificación por deseo - arguyen que la
Sangre de Redención, que efectua la Santificación por el Espíritu, es aplicada al alma
por el deseo del bautismo o de martirio, sin bautismo de agua. Recuerda eso:
propugnadores de bautismo de deseo/sangre arguyen que la Sangre de Redención,
que efectua la Santificación por el Espíritu, es aplicada al alma sin bautismo de agua.
¡Pero esto es exactamente el opuesto de lo que Papa León el Grande define
dogmáticamente! Citaré las porciónes cruciales de su declaración otra vez:
Y para que nadie intente criticar esta infalible definición por argüir que la Bendita
Virgen María es una excepción a ella, debe ser reconocido que Papa San León está
definiendo sobre santificación/justificación del estado de pecado.
Papa San León el Grande, carta dogmática a Flaviano, Concilio de Calcedonia,
451:
“Que oiga él lo que predica el bendito apóstol Pedro, que santificación por el
Espíritu es efectuada por la rociación de la sangre de Cristo (1 Ped. 1:2); y que
no se salte las palabras del mismo apóstol, sabiendo que habéis sido rescatados
de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con
corruptibles oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminación (1 Ped. 1:18). Ni debe él resistir el testimonio del
bendito Juan el apóstol: y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo
pecado (1 Jn. 1:7)...”
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica III, P. 68, Art. 2: “...un hombre puede
obtener la salvación sin el sacramento de Bautismo, por medio de la
santificación invisible...”
Santo Tomás dice que bautismo de deseo da santificación sin el agua de Bautismo.
¡Papa San León el Grande dice dogmáticamente y infaliblemente que no se puede tener
santificación sin el agua de bautismo! Un Católico debe aceptar la enseñanza del Papa
San León el Grande.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 5, de pecado original, ex cathedra: “Si
alguno aseverare que este pecado de Adán... es quitado o por las fuerzas de
natura humana, o por cualquier remedio diferente del mérito del uno
mediador, nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha reconciliado a Dios en su
propia sangre, ‘hecho hacia nos justicia, santificación, y redención’ (1 Cor. 1:30);
o si negare que el mérito de Jesucristo es aplicado a adultos además de
infantes por el sacramento de bautismo... sea anatema.”cclxxii[272]
Se puede ver la armonía de la declaración dogmática del Papa San León el Grande
con todas estas otras: no hay ninguna salvación sin agua y el Espíritu porque la Sangre
de Cristo - sin cual nadie es justificado - es por si misma inseparable del agua y el
Espíritu.
Los que comprehenden esta declaración del Papa San León deben rechazar toda
creencia en las teorías de bautismo de deseo y sangre. Deben admitir que los teólogos
que creían en bautismo de deseo y sangre estaban equivocados. Deben dejar de creer y
enseñar que Santificación por el Espíritu viene sin el agua de bautismo. Los que se
niegan a hacer esto están obstinadamente contradiciendo la enseñanza de la Iglesia.
Contradecir obstinadamente la enseñanza de la Iglesia es caer en herejía. Caer en
herejía sin arrepentirse es perder la salvación.
Pero una vez que alguien realice que esta posición sobre bautismo de deseo y
sangre es contraria a la infalible enseñanza de la Iglesia Católica – como una
consideración cuidadosa de la declaración del Papa León prueba – se debe cambiar su
posición si quiera permanecer Católico y salvar su alma. San Pedro ha hablado por la
boca de León y ha confirmado para nosotros que el Espíritu de Santificación y la
Sangre de redención no pueden ser separados de su conexión con bautismo de agua,
pues debemos alinear nuestra posición con esto o de lo contrario, no tengamos la fe de
Pedro.
Eso notado, este pasaje del Concilio de Trento no enseña que Justificación puede
ocurrir por el agua de bautismo o el deseo de él. El pasaje dice que justificación en los
impíos NO PUEDE OCURRIR SIN el agua de bautismo o el deseo de él. Esto es
totalmente diferente de la idea que justificación puede ocurrir por el agua de bautismo
o el deseo de él.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 4: “En estas palabras es insinuada
una descripción de la justificación del impío: como hay una transición del
estado en que nace el hombre hijo del primér Adán, al estado de gracia y de
adopción como hijos de Dios por el segundo Adán, Jesucristo nuestro Salvador;
por cierto, esta transición, una vez que el Evangelio ha sido promulgado, NO
PUEDE OCURRIR SIN el lavacro de regeneración o el deseo de él; SEGÚN
ESTÁ ESCRITO: Sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu Santo, no
puede entrar al reino de Dios (Juan 3:5).”cclxxvii[277]
Primero, el lector debe notar que este pasaje crucial de Trento ha sido
horriblemente maltraducido en Denzinger, las Fuentes de Dogma Católico, citado
arriba.
La frase crítica, “esta transición, una vez que el Evangelio ha sido promulgado, no
puede ocurrir sin el lavacro de regeneración o el deseo de él” ha sido maltraducida para leer:
“esta transición, una vez que el Evangelio ha sido promulgado, no puede ocurrir excepto por
el lavacro de regeneración o el deseo de él...” Esta traducción errónea de la palabra Latin
“sine” (sin) – que está encontrada en el Latín originalcclxxviii[278] – a “excepto por”
completamente altera el significado del pasaje para favorecer del error de bautismo de
deseo. Esto es importante recordar porque esta traducción errónea todavía está usada
todo el tiempo por apologistas de bautismo de deseo (frecuentemente
deliberadamente), incluyendo en publicaciónes recientes de las SSPX y CMRI. Eso
mencionado, procederé a tratar lo que el Concilio en realidad dice aquí.
P. Laisney, un fiero propugnador de bautismo de deseo, aquí admite que Juan 3:5
no puede ser entendido según está escrito si bautismo de deseo sea verdad. Él así
mantiene que el verdadero entendimiento de Juan 3:5 es que no se aplica literalmente a
todos hombres; eso es, Juan 3:5 no debe ser entendido según está escrito. Pero ¿cómo
entiende la Iglesia Católica estas palabras? ¿Que dice el pasaje de Trento que ya hemos
tratado? Dice infaliblemente, “SEGÚN ESTÁ ESCRITO, SINO UN HOMBRE
RENACIERE DE AGUA Y EL ESPÍRITU, NO PUEDE ENTRAR AL REINO DE DIOS.”
O suponga que yo dijera, “No puede ser una Boda sin una Novia o un Novio.”
¿Signifique esto que se puede tener una Boda con un Novio y sin una Novia? No, por
supuesto. Signífica que ambos son necesarios para la Boda. Se puede dar cientos de
otros ejemplos. Asimismo, el pasaje arriba de Trento dice que Justificación NO PUEDE
OCURRIR SIN agua o deseo; en otras palabras, ambos son necesarios. ¡No dice que
Justificación sí ocurre o por agua o deseo!
Aquí vemos al Concilio de Florencia usando la palabra “o” (aut) para tener un
significado equivalente a “y”. El Concilio declara que no solamente paganos, sino
también Judíos o (aut) herejes y cismáticos no pueden ser salvos. ¿Signífica esto que o
Judíos o herejes serán salvos? No, por supuesto. Claramente signífica que ningún
Judío y ningún hereje puede ser salvo. Por lo tanto, este es un ejemplo de un contexto
en que la palabra Latina aut (o) sí tiene un significado que es claramente “y”. Este
ejemplo absolutamente prueba que la palabra Latín aut puede ser, y ha sido, usada en
solemnes declaraciónes magistrales en la manera que estamos diciendo que ha sido
usada en Ses. 6, Cap. 4 de Trento.
¿Signifique “o” (aut) en este pasaje que se prohibe solamente predicar contra el
decreto del Concilio sobre Justificación, pero se permite enseñar contra él? No,
obviamente “o” (aut) signífica que ambos predicar y enseñar son prohibidos, asimismo
que en capitulo 4 arriba “o” signífica que justificación no puede ocurrir sin ambos agua
y deseo. Un otro ejemplo del uso de aut para significar “y” (o “ambos”) en Trento es
encontrado en Ses. 21, Cap. 2, el decreto sobre Comunión bajo ambos especies (Denz.
931).
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Ses. 21, Cap. 2: “Por lo tanto, la santa madre
Iglesia... ha decretado que esta se observase como ley, que no puede ser
repudiada o cambiada arbitrariamente sin la autoridad de la misma
Iglesia.”cclxxxi[281]
¿Significa aut en esta declaración que el decreto del Concilio no puede ser
repudiado, pero puede ser cambiado? No, obviamente signífica que ambos una
repudiación y un cambio son prohibidos. Este es un otro ejemplo de como la palabra
Latina aut puede ser usado en contextos que hacen su significado “y” o “ambos”. Y
estos ejemplos, cuando consideramos la redacción del pasaje, refutan la afirmación
de los partidarios de bautismo de deseo: que el significado de aut en Capítulo 4,
Sesión 6 es uno que favorece bautismo de deseo.
Pero ¿porque define Trento que el deseo de Bautismo, junto con Bautismo, es
necesario para la Justificación? Antes no contestábamos esta pregunta tan bien como
pudiéramos, porque pensábamos que Ses. 6, Cap. 4 estaba distinguiendo entre adultos
y infantes. Pero más estudio del pasaje revela que en este capítulo Trento está
definiendo lo que es necesario para la iustificationis impiicclxxxii[282] – la justificación de los
impíos (vea la citación arriba). Los impii (“impíos”) no refiere a infantes - quienes son
incapaces de cometer pecados actuales (Trento, Ses. V, Denz. 791). La palabra “impii”
en Latin es de verdad una palabra muy fuerte, según un latinista a quien consulté, y él
conincidió en que es demasiada fuerte para describir un infante en pecado original
sólo. Unas veces está traducida “malvado” o “pecador.” Por lo tanto, en este capítulo,
Trento está tratando de los mayores de la edad de razón que han cometido pecados
actuales, y para tales personas el deseo de bautismo es necesario para la Justificación.
De hecho, los unos próximos capítulos de Trent sobre Justificación (Caps. 5-7) son
todos sobre Justificación de adultos, ademas demostrando que la Justificación de
pecadores adultos es el contexto, especialmente cuando la palabra impii es considerada.
Eso es porque el capítulo define que Justificación no puede ocurrir sin el agua de
bautismo o el deseo de él (ambos son necesarios).
Interesamente, yo casualmente envié por email una pregunta sobre este pasaje del
Concilio de Trento y su uso de la palabra “o” (aut) a una latinista de Inglaterra,
solamente para oir sus pensamientos. Yo no aun conozco a esta persona a quien
pregunté, y no pienso que ella es aun Católica. Ella es una latinista de Oxford Latin y
creo que me contestó honestamente y imparcialmente. Su respuesta es muy interesante
y muy importante, especialmente para esa gente que están convencidos que el Concilio
de Trento enseñó “bautismo de deseo.” Escribí a ella el siguiente:
“El pasaje en Latin es esto: ‘quae quidem translatio ... sine lavacro regenerationis aut
eius voto fieri non potest...’
El punto es, por lo tanto, que, por lo más mínimo, todos los propugnadores de
bautismo de deseo deben admitir que este pasaje puede ser leido en ambas maneras, y
así que el entendimiento depende de si uno crea que el deseo de bautismo es
suficiente o no. Pero si un propugnador de bautismo de deseo admita (como debe en
veracidad) que este pasaje puede no enseñar bautismo de deseo, entonces está
admitiendo que su entendimiento debe ser inferido no solamente del contexto
inmediato (que afirma Juan 3:5 según está escrito y así excluye bautismo de deseo),
sino también de todas las otras declaraciónes sobre Bautismo y Justificación en
Trento. ¿Y qué dicen todos los otros pasajes de Trento sobre la necesidad de
Bautismo? ¿Enseñan un entendimiento susceptible a bautismo de deseo, o excluyen
toda salvación sin bautismo de agua? La respuesta es innegable.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 7, las Causas de Justificación:
“Las causas de esta Justificación son: la causa final es la gloria de Dios y de
Cristo... la causa eficiente es verdaderamente un Dios misericordioso... la causa
meritoria es Su muy amado y unigénito Hijo... la causa instrumental es el
sacramento del bautismo, que es el sacramento de fe, sin la cual ninguno ha
logrado la justificación jamás... Esta fe, según la tradición apostólica,
catecúmenos piden de la Iglesia antes del sacramento del bautismo, cuando
piden la fe que confiere vida eterna...”cclxxxix[289]
Al enumerar todas las causas de Justificación, ¿porqué no mencionó el Concilio
la posibilidad de “bautismo de deseo”? Tenía amplia oportunidad de hacerlo,
asimismo que claramente enseñó no menos que 3 veces que las gracias del Sacramento
de Penitencia pueden ser logradas por el deseo de ése Sacramento (Ses. 14, Cap. 4; y
dos veces en Ses. 6, Cap. 14). Pero “bautismo de deseo” no está mencionado en ningún
lugar, simplemente porque no es verdad. Y además es interesante considerar que la
palabra “deseo” aparece no en Capítulo 7 sobre las Causas de Justificación, sino en
Capítulo 4 donde el Concilio trata de lo que no puede faltar en la Justificación de los
impíos (a saber, ni agua ni deseo puede faltar en la justificación de los impíos).
Pero unos dirán: “Veo tu punto y no puedo negarlo, pero ¿porque el pasaje no usó la
palabra “y” en vez de “o”; entonces sería más claro?” Esta pregunta es mejor contestada
por considerar un número de puntos:
Primero, debe ser recordado que el pasaje describe lo SIN CUAL la Justificación
NO PUEDE OCURRIR (i.e., lo que no puede faltar en Justificación); no dice que
Justificación sí ocurre por o agua o deseo.
Segundo, el Concilio no tuvo que usar “y” porque “o” puede significar “y” en el
contexto de palabras dadas en el pasaje, como ya mostrado.
Tercero, los que ponen esta pregunta deben considerar una otra, a saber: ¿porqué en
todo mundo, si bautismo de deseo sea verdad y fuera la enseñanza de Trento, no dijo el Concilio
en ningún lugar (cuando tenía tantas oportunidades de hacerlo) que se puede ser justificado sin
el Sacramento o antes de recibir el Sacramento asimismo que hizo claramente y
repetidamente en relación al Sacramento de Penitencia? Esta asombrosa omisión
(obviamente porque el Espíritu Santo no permitió al Concilio enseñar bautismo de
deseo en sus varias declaraciónes sobre la absoluta necesidad de bautismo)
simplemente confirma los puntos que hice arriba, porque si el pasaje significara
bautismo de deseo, lo diría el mismo.
Cuarto, la pregunta arriba es mejor contestada por un ejemplo paralelo: En 381 el
Concilio de Constantinopla definió que el Espíritu Santo procede del Padre. El
Concilio no dijo que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. La omisión de las
palabras “y el Hijo” (filioque en Latin) hizo que innumerables millónes concluyan
erróneamente que el Espíritu Santo no procede del Hijo, una herejía que luego fue
condenada por la Iglesia. Si el Concilio de Constantinopla simplemente hubiera
incluido ésa pequeña declaración, que el Espíritu Santo también procede del Hijo,
habría eliminado más que mil años de controversia con los Cismáticos Orientales –
una controversia que todavía permanece a este día. Ésa pequeña frase (“y el Hijo”), si
hubiera sido incluida en Constantinopla, ciertamente habría detenido a millónes de
personas de salir de la Iglesia Católica y abrazar la Ortodoxia Oriental, porque los
Ortodoxos Orientales pensaban y todavía piensan que la enseñanza de la Iglesia
Católica que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo es contraria al Concilio de
Constantinopla, que solamente dijo que el Espíritu Santo procede del Padre.
Pues, ¿erró el Concilio de Constantinopla? Por supuesto no. ¿Pero podría ser
Constantinopla más claro por añadir ésa pequeña frase que habría eliminado una
controversia? Absolutamente sí. Pues ¿porqué Dios permitió esta controversia ocurrir,
cuando Él pudo evitarla por simplemente inspirar a los Padres del Concilio de
Constantinopla en 381 a incluir ésa pequeñita frase? La respuesta es que deben ser
herejías.
Dios permite surgir herejías para ver quienes creyeren la verdad y quienes no, para
ver quienes vieren la verdad sinceramente y quienes pervierten los hechos para
convenir con sus propios deseos heréticos. Dios nunca permite a Sus Concilios, como
Constantinopla y Trento, enseñar ningún error, pero Él puede permitir la verdad ser
dicha en maneras que dan la oportunidad de torcer y pervertir el significado de las
palabras usadas si algunos deseen (retruécano no propuesto), como hicieron los
Cismáticos Orientales en relación a la omisión de Constantinopla de la frase: y del Hijo.
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, Ses. 3, Cap. 2 de Revelación, 1870, ex
cathedra: “Pues, también, ése entendimiento de sus sagrados dogmas debe ser
retenido permanentemente, que Santa Madre Iglesia una vez ha declarado; y
nunca debe ser un retroceso de ése significado bajo el especioso nombre de un
entendimiento más profundo.”ccxc[290]
Interesante sobre este tema es el hecho que varios Papas señalan que, en el 28vo
canon del Concilio de Calcedonia, los padres de Calcedonia construyeron un canon que
elevó el nivel del Obispo de Constantinopla. Los padres del Concilio de Calcedonia,
por siguiente, propusieron elevar el nivel de la Sede de Constantinopla al construir
Canon 28. Pero el canon fue rechazado por el Papa en su confirmación de los actos
de Calcedonia, y por lo tanto fue considerado sin valor.
Papa León XIII, Satis Cognitum (#15), 29 Junio 1896: “El 28vo Canon del Concilio
de Calcedonia, por el mismo hecho que falta el asentimiento y la aprobación y
de la Sede Apostólica, es reconocido sin valor por todos.”ccxci[291]
El hecho es que Dios se cercioró que las palabras “según está escrito” fueron
incluidos en ésa misma frase para asegurar que el Concilio no estuvo enseñando
bautismo de deseo por su redacción en ése pasaje. El pasaje así enseña – según está
escrito – sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu, él no puede entrar al reino de Dios. Y
si lo que dicen defensores de bautismo de deseo fuera correcto, en realidad
tendríamos el Concilio nos enseñando en la primera parte de la frase que Juan 3:5 no
debe ser entendido según está escrito (deseo unas veces es suficiente), ¡y
simultáneamente contradiciendo a si mismo en la segunda parte de la frase por
decirnos entender Juan 3:5 según está escrito (sicut scriptum est)! Pero esto es
absurdo, por supuesto. Los que obstinadamente insisten que este pasaje enseña
bautismo de deseo están simplemente equivocados y están contradiciendo las mismas
palabras dadas en el pasaje sobre Juan 3:5. La inclusión de “SEGÚN ESTÁ ESCRITO,
sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu, él no puede entrar al reino de Dios (Juan 3:5)”
muestra la perfecta armonía de ése pasaje de Trento con todos los otros pasajes de
Trento y otros Concilios que afirman la absoluta necesidad de bautismo de agua sin
toda excepción.
EL DOGMA, PAPA PÍO IX Y IGNORANCIA INVENCIBLE
RESPUESTA-
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6 sobre la Justificación, Cap. 15: “debe ser
mantenido que la gracia de justificación, aunque recibido, está perdido no sólo por
infidelidad, por cual hasta fe misma está perdida, sino también por algún otro pecado
mortal, aunque fe no sea perdido, así
defendiendo la doctrina de la ley
divina que excluye del reino de Dios no solamente los infieles, sino
también los fieles que son ‘fornicadores, adúlteros, afeminados, los que se echan con
varones, ladrónes, avaros, borrachos, maldicientes, robadores’ [1 Cor. 6:9], y todos
otros que cometen pecados mortales…ccxcii[292]
Papa Inocente III, Cuarto Concilio de Letrán, Constitución 1, 1215, ex cathedra: “Hay de verdad una
Iglesia universal de los fieles, fuera de que absolutamente nadie es salvo, en que Jesucristo es
ambos sacerdote y sacrificio.”ccxciii[293]
Papa Clemente V, Concilio de Vienne, Decreto # 30, 1311-1312, ex cathedra: “Puesto que hay por
ambos regulares y seglares, por superiores y súbditos, por exentos y no exentos, una Iglesia
universal, fuera de que no hay ninguna salvación, por todos quienes hay un Señor, una fe, y un
bautismo...”ccxcv[295]
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Ses. 8, 22 Nov. 1439:
“Todo él que desee salvarse debe, ante todo, guardar la fe Católica; pues, a menos que una
persona guarde esta fe entera e inviolada, sin duda alguna se perderá para siempre.”ccxcvi[296]
Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, Sesión 11, 19 Dec. 1516, ex cathedra: “Pues, regulares y
seglares, prelados y súbditos, exentos y no exentos, son miembros de la una Iglesia universal,
fuera de que absolutamente nadie es salvo, y todos ellos tienen un Señor y una fe.”ccxcviii[298]
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Iniunctum nobis, 13 Nov. 1565, ex cathedra: “Esta verdadera fe
Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora profeso y verdaderamente mantengo...”ccxcix[299]
Papa Benedicto XIV, Nuper ad nos, 16 Marzo 1743, Profesión de Fe: “Esta fe de la Iglesia Católica,
sin la cual nadie puede ser salvo, y que de motu propio ahora profeso y sinceramente
mantengo...”ccc[300]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Sesión 2, Profesión de Fe, 1870, ex cathedra: “Esta verdadera fe
Católica, fuera de que nadie puede ser salvo, que ahora voluntariamente yo profeso y
verdaderamente mantengo...”ccci[301]
Por lo tanto, la idea que un no Católico quien está ignorante de la Fe puede ser
salvo es herética; es una negación directa del dogma que “nadie,” (Papa Pío IV;
Benedicto XIV; Pío IX) “absolutamente nadie,” (Inocente III) “nadie, aun si derrame la
sangre por el nombre de Cristo” (Eugenio IV) puede ser salvo como no Católico. Es una
negación del dogma que “toda criatura humana” (Bonifacio VIII) debe ser Católico, y
que “solo ellos” (Eugenio IV) entre el seno y la unidad de la Iglesia pueden lograr la
salvación.
Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio (#2), 27 Mayo 1832:
“Finalmente, algunos de estas personas descaminadas intentan persuadir a si
mismos y a otros que hombres no son salvos solamente en la religión
Católica, sino que aun herejes pueden lograr la vida eterna.”cccii[302]
Los que insisten que “ignorancia invencible” puede posiblemente salvar una
persona que muere no Católica simplemente se desvian de y niegan la enseñanza
dogmática de la Iglesia Católica.
¿Qué hay del Papa Pío IX? ¿No es verdad que él enseñó en dos documentos que
los ignorantes invencibles podrían ser salvos? ¿Que hay de Singulari Quadem y Quanto
Conficiamur Moerore?
Los Errores de Pedro Abelardo, Condenados por Inocente II, 16 Julio 1140, #10:
“Que ellos no han pecado que siendo ignorantes han crucificado a Cristo, y que
todo hecho por ignorancia no debe ser considerado como pecado.” –
Condenadoccciv[304]
El primero de los documentos del Papa Pío IX, citado frequentemente por los que
creen en salvación fuera la Iglesia, es Singulari Quadem, una Alocución (un discurso a
los Cardenales) dada el 9 de Diciembre, 1854:
¿Pero dice Papa Pío IX que los ignorantes invencibles pueden ser justificados y
salvos en su condición? No. Al contrario, dice que los “ignorantes invencibles” no
serán responsables por el pecado de infidelidad, mas sin embargo irán al Infierno. Lee
con cuidado la última parte de la frase, “no son sujetos a ninguna culpa EN ESTA
MATERIA,” eso es, en la materia de infidelidad. Santo Tomás de Aquino explica que
infieles que nunca han oido del Evangelio son condenados por sus otros pecados,
que no pueden ser remitidos sin Fe, no por causa del pecado de infidelidad (o
incredulidad en el Evangelio).cccvi[306] Estos otros pecados de los infieles sirven por la
razón porque Dios no les revela el Evangelio y por último les excluyen de salvación. Si
uno entre ellos, sin embargo, fuera verdaderamente sincero y de buena voluntad, y
cooperara con la ley natural, entonces Dios enviaría un predicador (aun
milagrosamente, si fuera necesario) para traerle la Fe Católica y el Bautismo a él. Papa
Pío IX sigue a decir en la misma Alocución con relación a una persona de buena
voluntad quien está invenciblemente ignorante:
“los regalos de gracia celestial seguramente no les serán negados a los que sinceramente
quieren y oren por el refresco de la luz divina.”
Santo Tomás de Aquino, De Veritate, 14, A. 11, ad 1: Objeción- “Es posible que
alguien sea criado en el bosque, o entre lobos; tal hombre no puede saber
nada explicitamente de la fe. Santo Tomás responde- Es la característica de
Providencia Divina proveer a todo hombre lo que se necesita para la salvación...
con tal que no hay obstáculo por su parte. En el caso de un hombre que sigue el
bien y rehuye el mal, por la dirección de razón natural, Dios o le revelaría lo
que debe ser creido por inspiración interna, o le enviaría un predicador de la
fe...”cccvii[307]
Santo Tomás de Aquino, Sent. II, 28, P. 1, A. 4, ad 4: “Si un hombre nacido entre
naciónes barbaras, haga lo que puede, Dios Mismo le mostrare lo necesario para
la salvación, o por inspiración o por enviarle un maestro.”cccviii[308]
Por siguiente, aun Papa Pío IX, en la misma declaración erradamente citada por los
liberales contra el dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación, amonesta que
tal teorización sobre salvación por otros bautismos y otra fe es ilegal.
Papa Pío IX procedió a hablar sobre los ignorantes invencibles otra vez siete años
luego en su encíclica Quanto Conficiamur Moerore, 10 Agosto 1863. Quanto Conficiamur
Moerore no satisface los requisitos de infalibilidad; es dirigida sólo a los Cardenales y
Obispos de Italia.cccxiv[314]
Primero, nota que Papa Pío IX específicamente condena la idea que un hombre
“viviendo en error y separado de la verdadera Fe” puede ser salvo. ¿Qué, puedo
pedir, es la idea de salvación para los “ignorantes invencibles”? Es, por supuesto, la
idea que un hombre viviendo en error y separado de la verdadera Fe puede ser salvo.
Por siguiente, el mismo concepto de salvación por los “ignorantes invencibles” es
condenado como MUY CONTRARIO DE LA ENSEÑANZA CATÓLICA en este
mismo documento del Papa Pío IX.
Segundo, nota otra vez que Papa Pío IX no dice en ningún lugar que los ignorantes
invencibles pueden ser salvos donde están. Al contrario, está reiterando que los
ignorantes, si cooperen con la gracia de Dios, mantengan la ley natural y respondan a
la vocación de Dios, pueden por el “poder operativo de divina luz y gracia” de Dios [siendo
iluminados por la verdad del Evangelio] lograr la vida eterna, porque Dios ciertamente
traerá todos sus elegidos al saber de la verdad y en la Iglesia por bautismo. Según la
definición específica de la Sagrada Escritura, “luz divina” es la verdad Evangelica de
Jesucristo (la Fe Católica) que traslada los ignorantes de tinieblas.
Efésios 5:8 “Porque antes erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor. Pues
andad como hijos de la luz.”
Colosenses 1:12-13: “Dando gracias a Dios el Padre quien nos ha hecho aptos
para participar de la porción de los santos en luz: Quien nos ha libertado de
la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”
1 Pedro 2:9: “Mas vosotros sois una generación escogida... un pueblo adquirido:
para que anunciéis las virtudes suyas, quien que os ha llamado de las tinieblas
a su luz maravillosa.”
Papa Pío IX, Vaticano I (+1870): “... nadie puede ‘asentir a la predicación del
Evangelio,’ como debe hacer para lograr la salvación, sin la iluminación y
inspiración del Espíritu Santo, quien da a todos una dulzura al acceder a y
creer la verdad.”cccxvi[316]
Me doy cuenta que Papa Pío IX no fue ni con mucho tan claro que podría haber
sido en la segunda parte de Quanto Conficiamur Moerore. Los herejes han hecho su
agosto con ella, porque piensan que pueden explotar su redacción para favorecer su
herejía que hay salvación fuera la Iglesia. Si Papa Pío IX hubiera repetido fuertemente
las previas definiciónes de los papas, sin cualquier lenguaje ambiguo, él habría evitado
el peligro de modernistas tergiversando sus palabras. Es una lástima porque casi todas
sus declaraciónes sobre este tema sí afirman muy claramente el dogma de la Iglesia sin
toda ambigüedad de que herejes pueden apoderarse.
Papa Pío IX, Nostis et Nobiscum (# 10), 8 Dic. 1849: “En particular, asegúrense
que los fieles estén profundamente y totalmente convencidos de la verdad de
la doctrina que la fe Católica es necesaria para lograr la salvación. (Esta
doctrina, recibida de Cristo y enfatizada por los Padres y Concilios, es también
contenida en las fórmulas de la profesión de fe utilizadas por Católicos Latinos,
Griegos y Orientales).”cccxvii[317]
Papa Pío IX, Ubi primum (# 10), 17 Junio 1847: “Porque ‘hay una Iglesia
universal fuera de que nadie es salvo en absoluto; ella contiene prelados
regulares y seglares junto con los bajo su jurisdicción, todos quienes profesan
un Señor, una fe y un bautismo.”cccxviii[318]
Papa Pío IX - Índice de Errores Modernos - Proposición 16, 8 Dic. 1854: “El hombre
puede, en la observancia de cualquier religión, encontrar la via de salvación
eterna, y llegar a la salvación eterna.” cccxix[319] – Condenada
Nota otra vez que el concepto de salvación para los “ignorantes invencibles” es
condenado aquí. El concepto de salvación para los “ignorantes invencibles,” como es
mantenido por casi todos que lo mantienen hoy, es que unos hombres - incluyendo a
los que observan religiónes no Católicas - pueden encontrar y lograr la salvación en
estas religiónes porque están “sin culpa propia.” Pero esto es heretico y condenado del
Índice de Errores arriba del Papa Pío IX mismo.
P. Miguel Muller, C.Ss.R. fue un sacerdote Católico que vivía durante el tiempo del
Papa Pío IX. Él escribió un famoso libro titulado El Dogma Católico en que defendió la
enseñanza de la Iglesia que una persona “invenciblemente ignorante” de la Fe no
puede ser salvo. También defendió el verdadero sentido de la enseñanza del Papa Pío
IX sobre este tema.
Aunque es claro que estos documentos del Papa Pío IX no enseñaron que
“ignorancia invencible” puede salvar, como P. Muller confirma, esto no es la cuestión
principal en relación a este tema extremadamente importante de la necesidad de la
Iglesia Católica para la salvación. La cuestión principal trata de lo que la Iglesia ha
enseñado infaliblemente, no lo que Papa Pío IX enseñó faliblemente. Ambos estos
documentos fueron falibles, no dogmáticos, ¡y pueden contener error! A los herejes
que creen en salvación fuera la Iglesia les gusta descargar toda la enseñanza dogmática
de la Iglesia sobre esta cuestión y enfocar ad nauseam en lo que ellos piensan que Papa
Pío IX enseñó faliblemente. No hacen caso de todas las definiciónes dogmáticas (ya
citadas en este documento), mientras se proponen tratar de explotar dos falibles
documentos del Papa Pío IX. ¡Oponen su propia tergiversación de unas pocas lineas
de un discurso de Pío IX a los Cardenales y de una carta al Clero de Italia contra las
definiciónes dogmáticas del Cuarto Concilio de Letrán, Papa Bonifacio VIII y el
Concilio de Florencia! Esto es absolutamente absurdo y totalmente deshonesto. Un
sacerdote lo expresó bien:
La verdad es que los Liberales reconocen lo que está dicho aquí; ellos
comprenden que aun si Papa Pío IX sí enseñara lo que ellos afirman (que no hizo), sus
declaraciónes no fueron infalibles y no sostendrían ningún peso comparadas con las
definiciónes dogmáticas sobre el tema. Pero no les importa eso, porque, como un
sacerdote que cree en salvación fuera la Iglesia me dijo: “Me gusta lo que Pío IX dijo.” Sí,
le gusta lo que él piensa que Pío IX dijo, y no le gusta lo que Dios ha dicho en las
declaraciónes infalibles de la Iglesia.
Eso más o menos resume todo: los que obstinadamente insisten en salvación para
los “ignorantes invencibles” mientras ignoran estos hechos, y obstinadamente citan Pío
IX para intentar probarla, simplemente rechazan dogma, en favor de sus propias
interpretaciónes ingeniadas de declaraciónes falibles, una interpretación que les
conduce a conclusiónes que fueron explícitamente condenadas por Papa Pío IX mismo.
Así, esta gente “eligen” sus ideas hereticas por encima a dogma Católica – herejía, en el
Griego, signífica “elección” – y por hacer esto demuestran mala voluntad y
efectivamente se burlan a Dios. Tales personas son vacíos de la verdadera Fe; no
poseen el regalo de aceptación de la revelación sobrenatural de Dios; ellos afirman que
Jesucristo no es tan importante para que todos mayores de la edad de razón deberían
saber de Él para ser salvos; y quieren la verdad en su propia manera.
San Juan Crisóstomo (+390): “Así los Macabeos son honrados en que
preferieron morir antes que traicionar la Ley... Entonces [en la Ley Antigua] era
suficiente para la salvación conocer a Dios sólo. Ahora no es así; el
conocimiento de Cristo es necesario para la salvación...”cccxxii[322]
El hecho es que todas culturas están demoníacas y súbditas al dominio del Diablo
hasta están evangelizadas. Esta es la enseñanza incontrovertible de Tradición y
Escritura.
P. Francisco de Vitoria, O.P., un famoso teólogo Dominicano del 16to siglo, resumió
la enseñanza tradicional de la Iglesia Católica sobre este tema muy bien. Esto es como
lo dijo:
Toda la gente que mueren en culturas que nunca han sido penetradas por el
Evangelio van al infierno por pecados contra la ley natural y los otros pecados graves
que cometen – la cual mala voluntad y fracaso de cooperar con la gracia de Dios es la
razón porque Él no les revela el Evangelio. El Primero Concilio Vaticano definió
infaliblemente, basado en Romanos 1, que el uno verdadero Dios puede ser sabido con
certeza por las cosas que han sido hechas, y por la luz natural de razón humana.cccxxiv[324]
San Pablo, Romanos 1:18-20: “Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra
toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad de Dios en
injusticia: Porque lo que de Dios se sabe, a ellos es manifiesto. Porque Dios lo
ha manifestado a ellos. Porque las cosas invisibles de Él, desde la creación del
mundo, son vistas claramente, siendo entendidas por las cosas que son
hechas; su eterna potencia y divinidad: de modo que son inexcusables.”
Todos pueden saber con certeza que hay un supremo ser espiritual, Quien es el
Uno Verdadero Dios y el Creador del mundo y todo que contiene. Todos saben que
Dios no es algo que ellos han tallado de madera o jade o piedra. Saben que Dios no es
el árbol que adoran ni el río que adoran ni la piedra ni el serpiente ni la santa rana de
árbol. Saben que estas cosas no son el Creador del universo. Toda tal persona sabe
que está adorando una criatura en vez del Creador. Son, como dice San Pablo en
versículo 20, sin excusa. San Agustín lo explica bien en referencia a personas que
murieron ignorantes de la Fe y sin bautismo.
San Agustín (+428): “... Dios presabía que si hubieran vivido y el evangelio
hubiera sido predicado a ellos, lo habrían oido sin creencia.”cccxxv[325]
Juan 18:37: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar
testimonio a la verdad: todo aquél que es de la verdad, oye mi voz.”
Papa Pío XI, Quas Primas (# 15), 11 Dic. 1925: “De verdad este reino es
presentado en los Evangelios así, a que hombres se preparan para entrar por
hacer penitencia; además, no pueden entrarlo excepto por fe y bautismo, el
cual, aunque un rito externo, todavía signífica y efectua una regeneración
interna.”cccxxvi[326]
San Agustín (+426): “Por siguiente ambos los que no han oido el evangelio y
los que, lo oyendo, y habiendo sido cambiados para bien, no recibieron
perseverancia... ningunos de estos son separados de aquel terrón sabido como
condenado, ya que todos van ... a condenación.”cccxxvii[327]
Romanos 8:29-30: “Porque a los que antes conoció, también predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo: para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó,
a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.”
Como Católicos, por supuesto, no creemos como el hereje Juan Calvin, quien
mantenía una predestinación según la cual no importa que haga alguno él es
predestinado o al cielo o al infierno. Ésa es una herejía malvada. Al contrario, como
Católicos creemos en el verdadero entendimiento de predestinación, que es expresado
por Romanos 8 y los Padres y Santos ya citados. Este verdadero entendimiento de
predestinación simplemente signífica que el conocimiento previo de Dios de toda
eternidad se cerciora que los que son de buena voluntad y son sinceros serán traídos a
la fe Católica y vendrán a saber lo que deben - y que todos que no son traidos a la fe
Católica y no saben lo que deben simplemente no fueron entre los elegidos.
Papa Gregorio XVI, Probe Nostis (# 6), 18 Sept. 1840: “Somos agradecidos por el éxito
de misiones apostólicas en America, los Indios, y otras tierras infieles... Ellos buscan
los que se sientan en tinieblas y la sombra de la muerte para evocarles a la luz y vida
de la religión Católica... Al fin les arrebatan del dominio del diablo, por el lavacro de
regeneración, y les promoven a la libertad de los hijos adoptados de Dios.”cccxxxi[331]
En su Bula Sublimus Dei, Papa Pablo III trata la cuestión de los Indios en el “recién
descubrido” Nuevo Mundo. Hablando en el contexto de los mayores de la edad de
razón, Papa Pablo III declara que son capáces de recibir la Fe, y reitera la enseñanza de
tradición que ninguno de ellos puede ser salvo sin fe en Jesucristo.
Papa Pablo III, Sublimus Dei, 29 Mayo 1537: “El sublime Deus de tal manera
amó al mundo que Él creó el hombre para que podría participar, no sólo en el
bien que disfrutan otras criaturas, sino le dotó de la capacidad de alcanzar la
inaccesible y invisible Bien Supremo y contemplarlo cara a cara; y puesto que el
hombre, según el testimonio de las sagradas escrituras, ha sido creado para
gozar vida y felicidad eterna, los cuales ninguno puede obtener salvo por fe
en nuestro Señor Jesucristo, es menester que él posea la naturaleza y facultades
que le permiten recibir esa fe; y que todo él que es dotado así debe ser capáz de
recibir esa misma fe. Ni sea creíble que alguno posea tan poco entendimiento
para desear la fe y sin embargo carecer de la más necesaria facultad que le
permite recibirla. Por lo tanto Cristo, quien es la Verdad misma, que nunca ha
faltado ni puede faltar, dijo a los predicadores de la fe quienes Él escogió por
ése cargo ‘Id y doctrinad a todas naciónes.’ Dijo todas, sin excepción, porque
todas son capáces de recibir las doctrinas de la fe... En virtud de Nuestra
autoridad apostólica definimos y declaramos por estas presentes cartas... que
los antedichos Indios y otras gentes deben ser convertidas a la fe de Jesucristo
por predicación de la palabra de Dios y por el ejemplo de vida buena y
santa.”cccxxxii[332]
Esto nos muestra, otra vez, que es contrario a la Fe Católica aseverar que almas
ignorantes de los misterios esenciáles de la Fe Católica pueden ser salvas.
P. De Smet, S.J., 8 Dic. 1841: “Me duele el corazón por pensar de tantas almas
abandonadas a perecer por falta de sacerdotes para instuirles.”cccxxxiv[334]
P. De Smet, S.J., 9 Oct. 1844: “¡Que emoción a la vista de esta vasta tierra,
donde, por falta de misioneros, miles de hombres se nacen, crecen a la
madurez, y mueren en las tinieblas de infidelidad! Pero ahora por nuestros
esfuerzos, la mayoría, si no todos, sabrán la verdad.”cccxxxv[335]
Esta verdad sobre la salvación es porque San Luis de Montfort dice el siguiente en
su obra maestra Verdadera Devoción a María (que recomendamos con insistencia para
todos):
San Luis De Montfort, Verdadera Devoción a María # 61: “No se ha dado ningún
nombre bajo el cielo, excepto el nombre de Jesús, por cual podemos ser salvos...
Cada uno de los fieles que no está unido a Él como un ramo al tronco de la vid,
se caerá, se marchitará, y será apto sólo para ser desechado al fuego. Fuera de
Él no existe nada sino error, falsedad, iniquidad, futilidad, muerte y
condenación.”cccxxxvi[336]
(+6to siglo): “La Bretaña que conoció Gregorio no tenía nada que ver con Cristo.
Un día... Gregorio había visto en un mercado de esclavos un grupo de guapos
jóvenes rubísimos del norte, y preguntó quienes pueden ser. ‘Anglos,’ le
dijeron, de Bretaña. ‘No Anglos, sino ángeles,’ respondió Gregorio,
exclamando que triste era ‘que seres con cara tan brillante sean esclavos del
príncipe de tinieblas’ cuando ‘deberían ser co-herederos con los ángeles del
cielo.’ Y él se resolvió: ‘Serán salvos de la ira de Dios, y llamados la la
misericordia de Cristo.’”cccxxxvii[337]
Papa Gregorio el Grande claramente mantenía que los Anglos no estaban en una
posición para ser salvos, aunque fueron ignorantes del Evangelio. Fueron, como él
dijo, esclavizados al príncipe de tinieblas porque estaban fuera el reino sobrenatural de
Cristo (la Iglesia Católica) y bajo el dominio del Diablo por medio de pecado original.
Por lo tanto, se resolvió enviar San Agustín de Canterbury para evangelizar a ellos y
salvarlos.
Esta verdad sobre la salvación es porque San Francisco De Sales dijo la siguiente en
La Controversia Católica:
San Francisco De Sales, La Controversia Católica (+1672): “Sí, de verdad; porque
fuera la Iglesia no hay ninguna salvación, fuera de esta Arca todos
perecen.”cccxxxviii[338]
Esta verdad sobre la salvación es porque Papa León XIII dice que el descubrimiento
de America de Cristóbal Colón condujo a la salvación de cientos miles de mortales que
de otro modo habrían sido perdidos por morir en un estado de ignorancia de la
verdadera fe.
Papa León XIII, Quarto Abeunte Saeculo #1 (+1902): “Por su (Cristóbal Colón)
trabajo un otro mundo emergió del inregistrado seno del océano: cientos
miles de mortales, de un estado de ceguera han sido elevados al nivel común
de la raza humana, sacados de salvajismo a cortesía y humanidad; y, mejor de
todo, por la adquisición de estas bendiciones de las cuales Jesucristo es el
autór, han sido evocados de destrucción a la vida eterna.”cccxli[341]
Papa Pelagio I, Fide Pelagii a Childeberto, Abril, 557: “Ya que confieso que todos
hombres de Adán... entonces se levantarán otra vez y se presentarán ante la
cátedra de juicio de Cristo, para que cada uno recibiere las propias cosas del
cuerpo, según haya hecho, o sea bien o mal [Rom. 14:10; 2 Cor. 5:10]... los
malvados, sin embargo, permaneciendo por su propia elección con vasos de
ira preparados para destrucción [Rom. 9:22], quienes o no sabían la via del
Señor, o la sabiendo la abandonaron cuando fueron cogidos por varias
transgresiónes, Él dará por un juicio muy justo al castigo de fuego eterno y
inextinguible, para que quemen sin fin.”cccxlii[342]
El hecho permanece que Dios ha revelado que todos que quieren ser salvos deben
creer en la Fe Católica (la Trinidad y la Encarnación siendo “la Fe Católica” en sus
misterios más simples - ve el Credo Atanasiano). El hecho que Dios se asegurará que
almas de buena voluntad oirán Su voz y recibirán la Fe Católica no debería ser dificil
aceptar para un Católico. Después de todo, en solo el Credo de los Apóstoles,
Católicos deben profesar su creencia en muchos sucesos sobrenaturales: el
Alumbramiento Virginal, la Resurrección y la Ascensión. Un Católico también debe
creer en la Sagrada Escritura, que es lleno de milagros y fenómenos sobrenaturales.
Transubstanciación (la Verdadera Presencia de Cristo en la Eucaristía) es también un
milagro diario que Católicos Tradicionales creen. Pues ¿porque es difícil creer que
Dios quita la ignorancia de almas de buena voluntad a pesar de donde están, aun
milagrosamente, si sea necesario? El nombre de Jesús es el unico nombre bajo todo el
cielo (Hechos 4:12) por cual se puede ser salvo; y los que entran no por Jesús son
ladrónes y robadores (Juan 10).
Juan 10:1,9: “[Jesús dice] Amen, Amen, os digo: Él que no entra por la puerta en
el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el mismo es ladrón y robador...
Yo soy la puerta.”
Hechos 1:8: “[Jesús dice]... recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá
sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y
hasta lo último de la tierra.”
Romanos 10:13-18: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será
salvo. ¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿O cómo
creerán a aquel de quien no han oido? ¿Y cómo oirán, sin un predicador?...
Entonces fe viene por el oir; y por el oir la palabra de Cristo. Pero yo digo: ¿No
han oido? Sí, de hecho, vuestro sonido salió por toda la tierra, y vuestras
palabras hasta los fines de toda la tierra.”
De hecho, sabemos que San Felipe el Apóstol fue transportado en una manera
similar a Elias, después que Felipe bautizó al Eunuco de Candace.
Hechos 2 también nos dice que el día de Pentecostés, Judíos de “toda nación bajo el
cielo” (quienes habían venido a Jerusalén por el día de Pentecostés) fueron convertidos
y bautizados.
Después que estas almas de “todas las naciónes debajo del cielo” habían sido
convertidas y bautizadas, regresaron a sus propias tierras y propagaban el Evangelio –
facilitando la diseminación inmediata del Evangelio a tierras distantes por todo
mundo. Eso es porque, por ejemplo, hay evidencia de Cristianismo en Partia
contemporánea con los más antiguos contactos Occidentales en esa región después de
Cristo.
Ya que estas almas habían sido convertidos en una manera poderosa, “atónitos”
(Hechos 2:12) – temor habiendo “venido sobre toda alma: y muchas maravillas y señales
estaban hechas por los apóstoles en Jerusalén, y era gran temor sobre todos” (Hechos 2:43) – se
pusieron fervientes instrumentos apostólicos que Dios usaba inmediatamente para
propagar la Fe y bautizar en sus tierras distantes. Y esto no aun incluye la obra
apostólica que los Apóstoles mismos hicieron en las tierras distantes fuera del Imperio
Romano. San Andrés, por ejemplo, predicaba tan lejos como Ucrania.cccxlvi[346]
“El hecho más destacado sobre esta lista es que, con la sola excepción de Felipe,
cada uno de estos Apóstoles de cuya obra apostólica aun la más escasa
memoria fue preservada, se fue más allá de los límites del Imperio Romano...
Por lo tanto la verdad parece ser (como habríamos expectado, aunque en
nuestra visión estrecha podemos encontrar difícil creer) que Cristo en realidad
quiso decir exactamente lo que Él dijo cuando habló a los discipulos después
de Su Resurrección de llevar Su mensaje a lo último de la tierra, y no tenía
ninguna intención de esperar para la creación de aviones y televisión para
que se podría hacerlo con más facilidad.”cccxlviii[348]
Esto es porque los celebrados padres de la Iglesia San Justín Mártir (citado arriba),
San Ireneo, San Clemente y muchos otros escriben:
San Ireneo, Contra Herejías, +180 A.D.: “Puesto que la Iglesia, aunque
dispersada por todo mundo aun a los extremos de la tierra, ha recibido de los
Apóstoles y de sus discipulos la fe en un Dios, Padre Todopoderoso...
Jesucristo, el Hijo de Dios... y en el Espíritu Santo... y el alumbramiento de una
Virgen, y la pasión, y la resurrección... Ni creen diferente o tienen otra tradición
las Iglesias entre los alemánes, ni las entre los ibéricos, ni entre los celtas, ni allá
en el Oriente, ni en Egipto, ni en Libia, ni las que han sido establecidas en la
regiónes centrales del mundo. Pero asimismo que el sol... es uno y el mismo
por todo mundo, así que también la predicación de la verdad brilla en todo
lugar y ilumina todos hombres que deseen venir a un saber de
verdad.”cccxlix[349]
San Clemente de Alejandría, Exhortación a los Griegos, c. +190 A.D.: “El Poder
Divino, además, irradiando con una velocidad sin igual y con una
benevolencia fácil de conseguir, ha llenado todo el Mundo de la semilla de
salvación... Reveló si Mismo como el heraldo de verdad, nuestro Mediador y
Salvador...”cccl[350]
Por otra parte, sabemos que el Espíritu Santo específicamente dirigió a los
Apóstoles – por medio de inspiración sobrenatural – predicar el Evangelio en lugares
donde estaban almas sinceras que lo necesitaban, como en Macedonia.
Hechos 8:26: “Empero el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y
ve hacia el sur... Y el Espíritu dijo a Felipe: Llégate, y júntate a su carro.”
Todo esto no es para sugerir, por supuesto, que no se debe predicar el Evangelio a
una persona sin inspiración sobrenatural. Es sólo para ilustrar que Dios está
completamente consciente de las almas de buena voluntad y las almas de mala
voluntad; Él está completamente consciente de quienes verdaderamente desean la
verdad del Evangelio y quienes no, y no hay nada parando a Él de llevar Su verdad a
los que son sinceros. ¡El Señor añadirá cada día a la Iglesia los que habían de ser
salvos!
San Pablo además dice que hombres (i.e., hombres mayor de razón que quieren ser
salvos) no pueden tener la fe en Cristo que es necesaria para la salvación si no hayan
oido de Él. “¿O cómo creerán a aquel de quien no han oido?” (Romanos 10). Ya que todos
mayores de la edad de razón deben oir la palabra de Cristo para tener la Fe (Romanos
10), ellos deben oir la palabra de Cristo para lograr la salvación, porque nadie es
justificado sin Fe - la una verdadera Fe Católica.
Papa Pío IX, Vaticano I, Ses. 3, Cap. 3, 1870, de Fe: “Mas, porque ‘sin fe es
imposible placer a Dios’ [Heb. 11:6] y lograr la confraternidad de Sus hijos, así,
nadie es justificado sin ella...”cccli[351]
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Iniunctum nobis, 13 Nov. 1565, ex cathedra:
“Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora profeso
y verdaderamente mantengo...”ccclii[352]
El hecho que nadie puede ser salvo sin la Fe Católica es ciertamente porque hay
evidencia de la llegada de Cristianismo en el Nuevo Mundo mucho antes que Cristóbal
Colón lo descubrió. San Brendan el Navegante (484-577 A.D.) es dicho haber viajado a
través del Atlantico mucho antes que Cristóbal Colón,cccliii[353] y hay evidencia
arqueológica que ha sido desenterrada para sostener esta afirmación.
Los conquistadores Católicos de América del Norte y del Sur de los siglos
decimoquinto y decimosexto, quienes también derrocaron el satánico Imperio Azteca,
encontraron un abundancia de evidencia de la antigua presencia de Cristianismo en el
Nuevo Mundo.
Por lo tanto, por estos cuatro medios el Evangelio fue trasmitido aun a lo último
de la tierra durante el período de la revelación de Jesucristo – i.e. el período cuyo fin es
marcado oficialmente por la muerte del último apóstol: 1) la predicación de los
Apóstoles que cubrió todo el Imperio Romano y vastas partes fuera de él, y la
predicación de multitudes convertidos por ellos; 2) la predicación de todos los
convertidos en Pentecostés, quienes llevaron el Evangelio de vuelta a sus tierras
distantes; 3) el transporte posiblemente milagroso de Apóstoles a tierras distantes
donde almas de buena voluntad podrían ser encontradas, asimismo que Felipe fue
transportado del eunuco (Hechos 8); 4) la directa intervención sobrenatural de Dios
diciendo a la gente lo que deben creer y hacer para ser convertidos a la Fe Cristiana
para ser salvos. Vemos esta directa intervención sobrenatural de Dios para instruir a
almas de buena voluntad en el caso de Cornelio y San Pablo:
Hechos 9:3-7: “Y yendo [Saul] por el camino, aconteció que llegando cerca de
Damasco, súbitamente le cercó un resplandor de luz del cielo... Él, temblando,
y temeroso, dijo: ¿Señor, qué quieres que haga? Y el Señor le dice: Levántate y
entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer.”
También debemos recordar un quinto factor muy importante, que ilustra más
este tema: la enseñanza de Cristo es que una abrumadora mayoría de la humanidad es
de mala voluntad y así condenada. Jesús reveló que pocos encuentran el camino de
salvación en Mateo 713, y los grandes maestros espirituales de la Iglesia Católica han
enseñado que no sólo es la mayoría de la humanidad perdida (i.e., todos que mueren
no Católicos), sino aun la mayoría de los que se profesan Católicos.
Tertuliano, Contra los Judíos (+200 A.D.): “¿En quien otro han creido todas
naciónes, si no en el Cristo, quien ya ha venido? Los Partos y los Medos y los
Elamitas, y los que habitan Mesopotamia, Armenia, y Capadocia; y los que
viven en Ponto y Asia, en Phrygia y Pamphylia; caminantes en Egipto y
habitantes de las partes de África más allá de Cirene, Romanos y habitantes
extranjeros; sí, y Judíos en Jerusalén, y otras gentes: ya aun los varios tribus de
Gutlianos, y los muchos límites de los Moros, y todos los confines de España, y
las varias naciónes de Galia; y los lugares de los Britanos, inaccesibles a los
Romanos, pero ya súbditos a Cristo; y de los Sarmatianos y Dacios y Alamanes
y Scytianos, y de los muchos remotos tribus y provincias y islas desconocidos
a nosotros a que apenas podemos enumerar...”ccclvii[357]
San Luis De Montfort, El Secreto del Rosario, c. +1710: “... nadie posiblemente
puede ser salvo sin el saber de Jesucristo.”ccclviii[358]
La teoría que “ignorancia invencible” salva puede ser refutado también por
reducirla a su principio absurdo, que es esto: Si ser ignorante del Salvador pudiera
hacer a alguno digno de la salvación, entonces Católicos efectivamente hagan un
perjuicio a no Cristianos por predicar Jesucristo a ellos. San Pablo, San Vincente Ferrer,
San Francisco Javier, P. Pedro De Smet, los Mártires Norteamericanos y los otros
innumerables misioneros heroicos en la historia de la Iglesia, quienes sufrieron
penurias incomprensibles para predicar el Evangelio a los paganos ignorantes,
simplemente estaban haciendo a estas personas más culpables ante Dios, según la herejía
moderna de salvación para los “ignorantes invencibles.” Si los misioneros
simplemente se hubiesen quedado en casa, según la herejía de ignorancia invencible,
los paganos sinceros pudiesen ser salvos por nunca haber oido de Cristo por ninguna
propia culpa. Pero por hacer el esfuerzo para predicar Cristo a ellos, como hicieron los
misioneros, ellos estaban – según la herejía de ignorancia invencible – haciendo a estas
personas sin excusa si faltaran a vivir según las obligaciónes del Evangelio o si lo
rechazaran en total. Por siguiente, predicar el Evangelio a los no Cristianos, según la
teoría heretica de “ignorancia invencible,” pone a los paganos en una situación en que
es más probable que fueren condenados. Por lo tanto, la herejía moderna de salvación
por ser “invenciblemente ignorante” efectivamente hace predicar a los paganos
contraproducente para la salvación de almas. Pero tal noción es absurda, por supuesto, y
prueba la naturaleza ilógica y falsa de la herejía de ignorancia invencible.
Posiblemente nada en el Nuevo Testamento es más claro que el hecho que Nuestro
Señor Jesucristo es el Hijo de Dios, y se debe creer en Él para tener vida eterna.
Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, para dar Su Hijo
unigénito: para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.”
Juan 3:36: “Él que cree en el Hijo tiene vida eterna: mas él que es incrédulo al
Hijo, no verá la vida, pero la ira de Dios está sobre él.”
Juan 17:3: “Esta empero es la vida eterna, que te conozcan, el solo Dios
verdadero, y a Jesucristo, el cual has enviado.”
Juan 8:23-24: “Y les dijo [a los Judíos]: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba.
Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso, os dije, que
moriréis en vuestros pecados: porque si no creyereis que yo soy él, en vuestros
pecados moriréis.”
Juan 14:6: “Jesús les dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene
al Padre, sino por mí.”
Juan 18:37: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar
testimonio a la verdad: todo aquél que es de la verdad, oye mi voz.”
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, Ses. 3, Cap. 2 de Revelación, 1870, ex
cathedra: “Pues, también, ése entendimiento de sus sagrados dogmas debe ser
retenido permanentemente, que Santa Madre Iglesia una vez ha declarado; y
nunca debe ser un retroceso de ése significado bajo el especioso nombre de un
entendimiento más profundo.”ccclix[359]
Pero hay unos puntos adicionales que refutan y desbaratan la completa tontería y
la mentalidad heretica que está en el corazón de esta objeción. Las personas que hacen
esta aseveración no entienden enseñanza Católica ni lo que constituye fidelidad al
Magisterio. En su Decreto sobre el Sacramento de Órdenes, el Concilio de Trento declaró
solemnemente que ¡los cánones dogmáticos son para el uso de todos los fieles!
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Ses. 13, Cap. 4: “Estos son los temas que en
general pareció bien al sagrado Concilio enseñar a los fieles de Cristo en lo que
Empero, ha resolvido condenar
concierne al sacramento de órdenes.
lo contrario en cánones definidos y apropiados en la
siguiente manera, para que todos, haciendo uso de la regla
de fe, con la asistencia de Cristo, pueden reconocer con más
facilidad la verdad Católica en medio de las tinieblas de
tantos errores.”ccclx[360]
La palabra “canon” (en el Griego: kanon) signífica un carrizo; una varilla o barra
recta; un palo de medir; algo que sirve para determinar, trazar, o medir. ¡El Concilio
de Trento declara infaliblemente que sus cánones son varillas de medir para “todos”
para que ellos, haciendo uso de estas reglas de Fe, pueden ser capáces de reconocer y
defender la verdad en medio de las tinieblas! Esta declaración muy importante echa
por tierra la afirmación de los que dicen que usar dogmas para probar puntos es
“interpretación privada.”
¡La “interpretación” termina con las palabras del dogma mismo! Si no, entonces
nunca termine, como vimos arriba – sólo hay interpretación falible tras interpretación
falible tras interpretación falible tras interpretación falible. Si la responsabilidad no sea de la
definición infalible (la Cátedra de Pedro), entonces no sea de nadie. Le señalé este
hecho a un bastante bien conocido “apologista” de la secta Vaticano II en una llamada
por teléfono. Él argumentó que nuestro uso de la dogmática enseñanza Católica (la
enseñanza de la Cátedra de Pedro) es semejante a “interpretación privada” Protestante.
Dijo esto para intentar defender unas de sus creencias hereticas que se contradicen con
dogma, como su creencia que no Católicos pueden ser salvos. Le dije, “¿entonces
quién interpreta el dogma? ¿Y quién interpreta la interpretación del dogma? Después
que le dije “¿quién interpreta la interpretación del dogma... y quién interpreta la
interpretación de la interpretación ... y quién interpreta la interpretación de la
interpretación de la interpretación...” permaneció en silencio sepulcral por la primera
vez en la conversación. Obviamente no tuvo ninguna respuesta al punto objetivo que
fue hecho, simplemente porque no hay ninguna respuesta. Según la opinión heretica
de enseñanza dogmática que él mantenía, la Fe Católica es nada más que
Protestantismo – interpretación falible, privada, y humana sin la Cátedra de Pedro para
dar la última palabra. La siguiente citación también ilustra este punto muy bien.
Por supuesto sí. Hombres pueden entender mal todo. Si Jesucristo (la Verdad
Misma) fuera aquí hablando a nosotros, muchas personas sin duda entenderían mal lo
que Él dijera, como muchos hicieron cuando vino la primera vez. Asimismo, sólo
porque unos pueden y hacen entender mal lo que declara la Cátedra de Pedro, no
signífica que los que se adhieren fielmente a su definición entran en Protestante
“interpretación privada.” Eso es completamente blasfemo contra la entera institución
del Papado y el entero propósito de definiciónes dogmáticas y la Cátedra de San Pedro.
Las declaraciónes dogmáticas de la Iglesia Católica constituyen la verdad del cielo
siendo declarada a nos directamente por los Papas.
Papa Pío X, Lamentabile, Los Errores de los Modernistas, 3 Julio 1907, #22:
“Los dogmas que la Iglesia profesa como revelados no son verdades caídas
del cielo, sino un tipo de interpretación de hechos de religión, que la mente
humana por un esfuerzo laborioso preparó para si mismo.”- Condenadoccclxiii[363]
Papa Pío X, Lamentabile, Los Errores de los Modernistas, 3 Julio 1907, #54:
“Los dogmas, los sacramentos, la jerarquía, en lo que concierne ambos la idea
y la realidad, son nada más que interpretaciónes y la evolución de inteligencia
Cristiana, que han aumentado y perfeccionado el pequeño germen latente en el
Evangelio.”- Condenadoccclxiv[364]
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (#7), 15 Agosto 1832: “... nada de las cosas
designadas no debe ser disminuida; nada cambiada; nada añadida; sino deben
ser preservadas según ambos expresión y significado.”ccclxv[365]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Ses. 3, Cap. 1, De Dios el creador de todo:
“TODO QUE DIOS HA TRAIDO A SER ÉL PROTEGE Y GUBERNA POR SU
PROVIDENCIA, que extende de un extremo del mundo al otro y bien ordena todo.
Todo está abierto y expuesto ante Sus ojos, aun lo que llegará a ser por la libre
actividad de criaturas.”ccclxxi[371]
¡Esto claramente signífica que nadie puede ser salvo sin el Sacramento de Bautismo
y que Juan 3:5 es literal sin toda excepción!
Nota que el Catecismo enseña que agua está “al alcance de todos,” una frase que
excluye la misma noción de bautismo de deseo - que agua no está al alcance de todos.
También nota que ¡el Catecismo declara que el sacramento es necesario para todos para
la salvación! Esto excluye toda noción de salvación sin el Sacramento de Bautismo.
Así que el Catecismo de Trento enseña repetidamente y inambiguamente que es la
enseñanza de Jesucristo y la Iglesia Católica que el Sacramento de Bautismo es
necesario para todos para la salvación. Todo esto es claramente contrario a las teorías
de bautismo de deseo y bautismo de sangre.
Los que aseveran que el Sacramento de Bautismo no es necesario para todos para la
salvación (e.g., todos que creen en “bautismo de deseo”) contradicen la enseñanza del
Catecismo de Trento mismo.
RESPUESTA- Sesión 7, Can. 4 sobre los Sacramentos en General no dice nada del tipo.
Una traducción poco elegante de este canon, además de la noción equivocada que
Trento enseña bautismo de deseo en un otro lugar (que ya ha sido refutado), ha salido
a esta afirmación errónea. De hecho, veremos que la verdad es exactamente el opuesto
que lo que los propugnadores de bautismo de deseo afirman. Ya vemos el canon.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 7, Can. 4, Sobre los Sacramentos: “Si
alguno dijere, que los Sacramentos de la nueva ley no son necesarios sino
superfluos para la salvación; y que los hombres alcanzan la gracia de la
justificación de Dios sin ellos o el deseo de ellos, por fe sola, aunque no todos
son necesarios para cada individuo; sea anatema.”ccclxxxi[381]
Cuando cuidadosamente se examina este canon, se ve que no declara que o los
sacramentos o el deseo de ellos es suficiente para la justificación; mas condena a los que
dijeren que ni los sacramentos ni el deseo de ellos es necesario para la justificación.
Repito, no declara que cualquier uno es suficiente; sino condena a los que dijeren que
ninguno es necesario. Precisamente, condena a los que dijeren que ninguno es necesario y
que sola fe es suficiente.
Considere el siguiente canon que he compuesto: “Si alguno dijere que la Virgen María
posee el Reinado del Cielo sin el permiso de Dios o ser digna de él, sino asume este Reinado sólo
por usurpación, sea anatema.”
Además, ya que este canon está anatemizando una posición sobre la necesidad
de los sacramentos en general para la justificación, en lo que no aplica a todos los
sacramentos sobre la justificación entonces debe hacer salvedades en el canon. Es un
canon sobre los sacramentos en general. Para decirlo diferente, el Concilio de Trento no
podría anatemizar la declaración: “Si alguno dijere que se puede obtener la justificación sin
los sacramentos...” – porque, en el caso de un sacramento, el Sacramento de Penitencia,
se puede obtener la justificación por el deseo de él. El Concilio de Trento definió esto
explícitamente no menos que tres veces.
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Cap. 4, De Penitencia: “El Concilio
enseña, además, que aunque alguna vez ocurre que esta contrición sea
perfecta por causa de la caridad y reconcilia al hombre con Dios, antes que
este sacramento es verdaderamente recibido, esta reconciliación no debe ser
atribuida a la contrición misma sin el deseo del sacramento que está incluido en
ella.”ccclxxxii[382]
Para probar además este punto, veremos dos otras definiciónes dogmáticas
(una de Trento y una de Vaticano I) que tratan de los sacramentos en general y la
salvación. Esta comparación corroborará el punto arriba.
►Papa Pío IV, “Iniunctum nobis,” 13 Nov. 1565, ex cathedra: “Yo profeso
también que hay verdaderamente y propiamente siete sacramentos de la Ley
Nueva instituidos por Jesucristo nuestro Señor, y necesarios para la salvación
de la humanidad, aunque todos no son necesarios para cada
individuo...”ccclxxxiii[383]
►Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Ses. 2, Profesión de Fe, ex cathedra: “Profeso
también que hay siete sacramentos de la nueva ley, verdaderamente y
correctamete llamados así, instituidos por nuestro Señor Jesucristo y
necesarios para la salvación, aunque cada persona no necesita recibir
todos.”ccclxxxiv[384]
Antes que comparamos estas dos definiciónes con Ses. 7, Can. 4 arriba, el lector
debe notar que los Concilios de Trento y Vaticano I definen aquí infaliblemente que
“los sacramentos” como tal (i.e., el sistema sacramental en total) son necesarios para la
salvación del hombre. Ambos definiciónes añaden la reserva que todos los siete
sacramentos no son necesarios para cada individuo. Esto es muy interesante y prueba
dos puntos:
1) Prueba que todo hombre debe recibir por lo menos un sacramento para ser salvo; de lo
contrario, “los sacramentos” como tal (i.e. el sistema sacramental) no podrían ser
dichos necesarios para la salvación. Por lo tanto, esta definición (además de las otras)
muestra que todo hombre debe recibir por lo menos el Sacramento de Bautismo para
ser salvo.
2) Nota que los Concilios de Trento y Vaticano I hicieron un punto especial al definir esta
verdad enfatizar que ¡cada persona no necesita recibir todos los sacramentos para ser
salvo! ¡Esto prueba que donde excepciónes o clarificaciónes son necesarias al definir
verdades, los Concilios las incluyen! (Esto es porque el Concilio de Trento declaró que
Nuestra Señora fue una excepción a su Decreto sobre Pecado Original). Por
consiguiente, si algunos hombres podrían ser salvos sin “los sacramentos” por
“bautismo de deseo,” entonces el Concilio podría y sí haya dicho eso simplemente;
pero no lo hizo. Nada sobre la salvación siendo posible sin los sacramentos fue
enseñado en estas dogmáticas profesiónes de Fe. De lo contrario, la verdad que los
sacramentos son necesarios para la salvación fue definida, con la reserva necesaria y
correcta que todos los siete sacramentos no son necesarios para cada persona.
P. Francisco Laisney (Creyente en Bautismo de Deseo), ¿Es Feeneyismo Católico?,
p. 9: “Bautismo de Deseo no es un sacramento... no produce el carácter
sacramental.”
Ya comparamos estas dos definiciónes con Ses. 7, Can. 4 arriba. Aquí hay las tres:
Papa Pío IV, “Iniunctum nobis,” 13 Nov. 1565, ex cathedra: “Yo profeso también
que hay verdaderamente y propiamente siete sacramentos de la Ley Nueva
instituidos por Jesucristo nuestro Señor, y necesarios para la salvación de la
humanidad, aunque todos no son necesarios para cada individuo...”ccclxxxv[385]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Ses. 2, Profesión de Fe, ex cathedra: “Profeso
también que hay siete sacramentos de la nueva ley, verdaderamente y
correctamete llamados así, instituidos por nuestro Señor Jesucristo y necesarios
para la salvación, aunque cada persona no necesita recibir todos.”ccclxxxvi[386]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 7, Can. 4, Sobre los Sacramentos: “Si
alguno dijere, que los Sacramentos de la nueva ley no son necesarios sino
superfluos para la salvación; y que los hombres alcanzan la gracia de la
justificación de Dios sin ellos o el deseo de ellos, por fe sola, aunque no todos
son necesarios para cada individuo; sea anatema.”ccclxxxvii[387]
Al comparar estas definiciónes, se nota que Ses. 7, Can. 4 de Trento (la tercera) es
muy similar a las primeras dos definiciónes dogmáticas. De hecho, son casi
exactamente el mismo, pero con dos diferencias que saltan a la vista: en las primeras
dos definiciónes dogmáticas no hay ninguna referencia a “sin ellos o el deseo de ellos,”
y no hay ninguna referencia al tema de justificación. Las primeras dos definiciónes
simplemente tratan de la necesidad de los sacramentos para la salvación, mientras que
la tercera (Ses. 7, Can. 4) trata de un tema adicional: justificación y fe sola, y hace una
declaración adicional sobre él.
Es descaradamente obvio que la frase “sin ellos o el deseo de ellos” (no encontrada
en las primeras dos definiciónes) tiene algo que ver con el tema adicional que está
tratado aquí (justificación y fe sola), que no está tratado en las primeras dos
definiciónes. De hecho, la cláusula “sin ellos o el deseo de ellos” ¡va directamente
después (directamente antes en el Latín) de la referencia a justificación en Ses. 7, Can. 4!
Esto sirve para probar mi punto arriba, que la referencia a “sin ellos o el deseo de ellos”
en Ses. 7, Can. 4 está allí para tener en cuenta la verdad que la justificación puede ser
obtenida sin el Sacramento de Penitencia por el deseo de él, el cual Trento enseña
múltiples veces. Eso es porque esta cláusula “sin ellos o el deseo de ellos” ¡no es
mencionada en las primeras dos definiciónes tratando de los sacramentos y su
necesidad para la salvación! Si bautismo de deseo fuera verdad, la cláusula “sin ellos
o el deseo de ellos” sería incluida en las primeras dos definiciónes citados arriba, pero
no es.
Ses. 7, Can. 4 condena el idea Protestante que se puede ser justificado sin los
sacramentos o aun sin el deseo de ellos, por fe sola. Algunos piden: ¿porqué no
simplemente condenó el idea que se puede ser justificado sin los sacramentos por fe
sola? La respuesta es, como dicho arriba, porque una persona puede ser justificada sin el
Sacramento de Penitencia por el deseo de él! Por lo tanto, Trento condenó el idea
Protestante que alguno puede ser justificado sin los sacramentos o sin el deseo de ellos
por fe sola. Pero una persona nunca puede ser salvo sin incorporación en el sistema
sacramental por el recibimiento de Bautismo. Eso es porque ninguna reserva fue hecha
con relación a esto en ninguna de estas definiciónes. Considerando estos hechos, se
puede ver que este canon no está en ninguna manera enseñando bautismo de deseo.
De hecho, al ver Ses. 7, Can. 4 otra vez, nos damos cuenta de algo más que es muy
interesante. Nota que no solamente la profesión de Fe de Trento y Vaticano I, sino
también Ses. 7, Can. 4 condena a alguno que dijere que los sacramentos de la Ley
Nueva no son necesarios para la salvación. No añade ninguna reserva, excepto que
todos los siete no son necesarios para cada individuo.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 7, Can. 4, Sobre los Sacramentos en
General: “Si alguno dijere, que los Sacramentos de la nueva ley no son
necesarios sino superfluos para la salvación; y que los hombres alcanzan la
gracia de la justificación de Dios sin ellos o un deseo de ellos, por fe sola,
aunque no todos son necesarios para cada individuo: sea anatema.”ccclxxxviii[388]
“Si alguno dijere que los sacramentos de la ley nueva o el deseo de ellos no
son necesarios para la salvación sino superfluos... sea anatema.”
PAPA INOCENTE II
OBJECIÓN- Papa Inocente II enseñó que un sacerdote podría ser salvo sin el
Sacramento de Bautismo por su deseo de él y su confesión de la verdadera fe
(Denzinger 388):
“Ahora bien, hay más que pocos problemas relacionados a esta carta.
Primero, ella depende completamente del testigo de Santos Ambrosio y
Agustín para su conclusión. Sus premisas son falsas, porque los citados Padres
en realidad no mantenían las opiniónes aquí atribuidas a ellos. (autor: como
fue notado, una mera declaración sentimental y speculativa no prueba que ellos
mantienen esta como enseñanza oficial)...
“Finalmente, hay aun una duda de quien escribió esta carta. Muchas
autoridades la atribuyen a Inocente III (1198-1216). Esta duda es mencionada
en Denzinger. La carta ciertamente no está en armonía con la totalidad de sus
declaraciónes tampoco. En cualquier caso, un intervalo de 55 años separó los
dos pontificados. Así una carta privada de desconocida fecha, autor, y
dirección, basado en premisas falsas y contradiciendo innumerables
documentos irrefutablemente validos y solemnes, es aparentada soportar
todo el peso del Magisterio por sus hombros. Si alguna otra doctrina fuera en
vista, esta misiva (carta) no aun sería considerada. Pero, como veremos,
mistificación y decepción forman parte de la historia de este tema de Salvación.
Posiblemente esta carta fue atribuida a Inocente III por causa de su declaración
que las palabras de consagración en la Misa no deben ser en realidad dichas por
el sacerdote, sino sólo pensadas internamente --- un tipo de Eucaristía de Deseo.
Luego Santo Tomás de Aquino le reprendió sobre este punto.
“Pero Inocente III es verdaderamente la llave para entender la enseñanza
original de la Iglesia sobre este tema. Fue en su tiempo (como siempre hasta
el Segundo Concilio Plenario de Baltimore) prohibido enterrar los sin
bautizar (o catecúmenos o hasta hijos de padres Católicos) en tierra
consagrada. Él explicó la lógica de esta ley, por escribir: ‘Ha sido decretado
por los sagrados cánones que no debemos tener ninguna comunión con los
muertos, si no hemos comunicado con ellos vivos’ (Decr. III, XXVIII, xii).” - fin
de trasunto de Deseo y Decepción.
RESPUESTA- Es verdad que Papa Inocente III aparentemente dijo que una persona
que bautizó a si mismo podría ser salvo por su deseo del Sacramento, pero es falso
decir que esto prueba la teoría de bautismo de deseo. Bautismo de deseo es refutado
por la infalible enseñanza del Papa San León el Grande, el Concilio de Florencia y el
Concilio de Trento sobre la necesidad del Sacramento de Bautismo para la salvación.
Pero la primera cosa que debe ser dicho sobre esta carta de Inocente III es que una carta
al Obispo de Metz no cumple los requisitos de una declaración infalible. Esto es un
hecho que casi nadie disputaría.
Para probar este punto considere la siguiente: En la carta Ex parte tua, 12 Enero
1206, el mismo Inocente III enseña que pecado original fue remitido por el misterio de
circuncisión.
Papa Inocente III, Ex Parte tua, a Andreas, el Arzobispo de Lyons, 12 Enero
1206: “Aunque pecado original fue remitido por el misterio de circuncisión, y
el peligro de condenación fue evitado, sin embargo no era ninguna llegada al
reino del cielo, que hasta la muerte de Cristo estaba trancado a todos.” cccxciii[393]
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Sesión 6, Cap. 1 de Justificación: “... puesto
que todos los hombres [*excepto la Bendita Virgen - como dice Trento en Ses.
V*] habían perdido la inocencia en la prevaricación de Adán, ‘hechos
inmundos’, y (como el Apóstol dice), ‘hijos de ira por naturaleza... pero ni aun
los Judíos por la misma letra de la ley de Moisés, podrían lograr su libertad,
ni levantarse de eso...”cccxcv[395]
“Los fieles” solamente incluye a los bautizados de agua, como sección 6 de este
documento prueba.
Y aquí hay una otra declaración del mismo Papa que, aunque no infalible, insiste en
la absoluta necesidad de renacimiento en agua.
Posiblemente las equivocaciónes del Papa Inocente III en su capacidad falible como
Papa sean la razón porque leemos la siguiente visión sobre él escasamente evitando el
Infierno y siendo supuestamente condenado a sufrir en Purgatorio hasta el fin del
mundo.
OBJECIÓN- San Alfonso enseñó que bautismo de deseo es “de fide” (de la fe). ¡Esto
signífica que bautismo de deseo es dogma!
Segundo, San Agustín mantenía que fue de fide que infantes sin bautizar sufren los
fuegos del infierno y San Cipriano mantenía que fue de fide que herejes no pueden
bautizar válidamente. Ambos eran absolutamente equivocados.
San Cipriano, 254 A.D.: “Nosotros... juzgando y manteniendo por cierto que nadie
fuera los límites [eso es, fuera la Iglesia] puede ser bautizado...”cdi[401]
Tercero, la raíz del error de San Alfonso sobre bautismo de deseo fue que él
entendía mal Ses. 6, Cap. 4 de Trento (su opinión sobre este pasaje simplemente no se
sostiene bajo escrutinio – ve la discusión de ésa pasaje). Y esta equivocación salió a su
conclusión falsa que bautismo de deseo es una enseñanza de la Iglesia Católica. El
pasaje que San Alfonso pensaba que enseñaba bautismo de deseo no enseña bautismo
de deseo, sino afirma: según está escrito, sino un hombre renaciere de agua y el Espíritu
Santo, no puede entrar al Reino de Dios.
Cuarto, al enseñar bautismo de deseo, San Alfonso enseñaba que alguno puede ser
santificado por el Espíritu y la Sangre de Cristo sin el agua de bautismo y esto es
contrario a lo que Papa San León el Grande definió infaliblemente. Cuando un
conflicto ocurre entre definiciónes dogmáticas y las opiniónes de Santos, el Católico,
por supuesto, sigue las definiciónes dogmáticas, no importa tan grande o erudito sea el
Santo.
Por siguiente, la declaración de San Alfonso está equivocada por varias razónes: 1)
es contraria a dogma definido (Papa San León el Grande y el entendimiento de Trento
de Juan 3:5 según está escrito); 2) su declaración no puede ser probada - ninguna
definición puede ser citada; 3) no es compartida por aun los teólogos que creen en
bautismo de deseo; 4) hay errores en el mismo párrafo en que está declarada.
Examinemos # 4) hay errores en el mismo párrafo en que está declarada. Para sustentar
su posición sobre bautismo de deseo, San Alfonso primeramente refiere a Ses. 14, Cap.
4 del Concilio de Trento. Él dice:
“Como el Concilio de Trento dice (Ses. 14, Cap. 4), suple el lugar de este
último en relación a la remisión de la culpa, pero no imprime un carácter ni
remite toda la deuda de castigo.”cdiii[403]
Esto es absolutamente equivocado. Ses. 14, Cap. 4 del Concilio de Trento no dice
que bautismo de deseo “suple el lugar de este último (i.e. bautismo) en relación a la remisión
de la culpa,” como afirma San Alfonso. Veamos el pasaje:
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Cap. 4, sobre el Sacramento de
Penitencia: “El Concilio enseña, además, que aunque alguna vez ocurre que
esta contrición sea perfecta por causa de la caridad y reconcilia al hombre con
Dios, antes que este sacramento es verdaderamente recibido, esta
reconciliación no debe ser atribuida a la contrición misma sin el deseo del
sacramento que está incluido en ella.”cdiv[404]
El Concilio define aquí que contrición perfecta con el deseo del Sacramento de
Penitencia puede restorar al hombre la gracia de Dios antes de recibir el Sacramento.
¡No dice nada de bautismo! La misma premisa de San Alfonso - que bautismo de deseo
está enseñado en Ses. 14, Cap. 4 - es errónea. Trento no dice nada del tipo. Si las
mismas premisas sobre que él argüaba bautismo de deseo estaran defectuosas y
erróneas, ¿cómo puede alguno ser obligado a las conclusiónes que salen de tales
premisas falsas? De hecho, el autor increíblemente deshonesto de la Sociedad de San
Pío X sobre bautismo de deseo, P. Francisco Laisney, ¡no incluye la referencia errónea
de San Alfonso a Ses. 14, Cap. 4 de Trento cuando Laisney cita el pasaje de San Alfonso
sobre bautismo de deseo!cdv[405] Esto es increíblemente deshonesto, por supuesto, pero
Padre Laisney de la SSPX la omite porque sabe que San Alfonso estuvo equivocado al
referir a Trento en ésa manera; y, por siguiente, sabe que echa por tierra su argumento
en favor de bautismo de deseo basado en el obviamente falible San Alfonso.
Y esto muestra otra vez lo que yo estaba demostrando por todo este documento:
que efectivamente todos los santos y teólogos que expresaban creencia en bautismo de
deseo se contradecían con si mismos al explicarlo mientras cometían otros errores en el
mismo documento.
También debe ser notado que, aunque San Alfonso mencionó que creía que un
adulto podría ser salvo por el deseo explícito o el deseo implícito del Sacramento de
Bautismo, él usa la palabra implícito no para significar “no sabido,” sino “no expresado
en palabras” – en otras palabras, un adulto que sabe de Bautismo y lo desea, pero no
expresa este deseo con palabras. San Alfonso, aunque estaba equivocado sobre
bautismo de deseo, no mantenía la herejía moderna de ignorancia invencible – la idea
que un adulto puede ser salvo por bautismo de deseo que no cree en Cristo ni en la
Iglesia y no sabe de Bautismo. San Alfonso correctamente condenaría tal idea como
heretica.
1. San Alfonso: “Ved también el amor especial que Dios vos ha mostrado por
traer a vosotros a la vida en un país Cristiano, y en el seno de la Católica o
verdadera Iglesia. Cuántos nacen entre los paganos, entre los Judíos, entre los
Musulmánes y herejes, y todos son perdidos.”cdvi[406]
Es interesante considerar que cuando las personas que citan a San Alfonso en favor
de bautismo de deseo – y le tratan como fuera infalible – están preguntados si están de
acuerdo con su enseñanza aquí (que todos que mueren herejes, Judíos, Musulmánes, y
paganos se van al Infierno), casi todos evitan la pregunta como la plaga. Evitan la
pregunta porque, en este caso, no se comparten la posición de San Alfonso. Al
contrario, creen que herejes, Judíos, Musulmánes, y paganos pueden ser salvos como
herejes, Judíos, Musulmánes, y paganos y así están en herejía por sola ésa razón.
4. San Alfonso: “¡Que agradecidos debemos ser a Jesucristo por el regalo de fe!
¿Que nos acontecería si hubiésemos nacido en Asia, Africa, America, o entre
herejes y cismáticos? Él que no cree es perdido. Esta, entonces, fue la primera
y mejor gracia conferida sobre nosotros: nuestra vocación a la verdadera fe. O
Salvador del mundo, ¿que nos acontecería si Tú no nos hubiera iluminado?
Seríamos como nuestros padres antiguos, quienes adoraban animales y
bloques de piedra y madera: y así habríamos perecido todos.”cdix[409]
Se puede ver que, aunque San Alfonso estaba incorrecto en su creencia que
bautismo de deseo podría ser eficáz en un adulto que se muere antes de recibir el
sacramento, él condenaba la herejía moderna que afirma que se puede alcanzar la
salvación en una otra religión o sin fe en Cristo y los Misterios Católicos de Fe.
Otro punto que es útil para refutar la objeción basado en la enseñanza de San
Alfonso sobre bautismo de deseo es lo que enseñó San Alfonso sobre el llamado
bautismo de sangre.
Lo que San Alfonso enseña aquí es completamente erróneo. Él enseña que infantes
pueden ser salvos sin el Sacramento de Bautismo por martirio. Esto es directamente al
contrario de la enseñanza ex cathedra del Papa Eugenio IV en el Concilio de Florencia.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Sesión 11, 4 Feb. 1442, ex cathedra: “En lo
que se refiere a niños, de verdad, por causa de peligro de la muerte, que
frecuentemente puede ocurrir, cuando ningún apoyo puede ser llevado a ellos
por otro remedio que por el sacramento de bautismo, por el cual están
arrebatados de la dominación del Diablo y adoptados entre los hijos de Dios,
ella avisa que santo bautismo no debe ser aplazado por cuarenta o ochenta días,
ni cualquier tiempo según la observancia de ciertas gentes...”cdx[410]
Papa Eugenio IV aquí define de la Cátedra de Pedro que no hay ningún otro remedio
por el cuál infantes sean rapados del dominio del diablo que el Sacramento de
Bautismo. San Alfonso enseña que hay un otro remedio en el martirio. La opinión
de San Alfonso sobre este tema no puede ser mantenido, porque se contradice con el
Concilio de Florencia. Ahora bien, sabemos que San Alfonso es un Santo en el cielo
porque la Iglesia nos ha dijo esto – de hecho, él es mi favorito escritor espiritual; pero
aquí San Alfonso contradijo la enseñanza solemne del Magisterio: que el Sacramento
de Bautismo es el único remedio para infantes. Debemos concluir, por siguiente, que
San Alfonso no fue obstinado en su enseñanza sobre bautismo de sangre para infantes;
eso es, él no tenía conocimiento que su opinión se contradecía con la enseñanza de la
Iglesia, especialmente la enseñanza del Concilio de Florencia. Sin embargo, si él o
alguien otro mantuviera tal opinión obstinadamente (i.e., después que se le mostrara
que se contradecía con Florencia), entonces tal hombre sería un hereje y fuera la Iglesia
Católica. Esto prueba que es posible por santos brillantes, quienes son aun doctores de
la Iglesia, errar en una manera muy importante sobre ciertos temas de la fe. Otros
santos lo hicieron también, como he mostrado en la sección sobre los Padres.
Además, nota que San Alfonso dice arriba que la opinión que bautismo de sangre
no es eficáz en infantes es temeraria (imprudente). En otras palabras, está enseñando
con Suarez que es “imprudente” creer que infantes que mueren sin bautismo
sacramental no serán salvos. Al enseñar esto en realidad propuso el mismo error de
Juan Wyclif anatematizado solemnemente en el Concilio de Constanza.
Papa Martín V, Concilio de Constanza, Sesión 15, 6 Julio 1415 - Condenando los
artículos de Juan Wyclif - Proposición 6: “Los que afirman que los hijos de los
fieles que mueren sin bautismo sacramental no serán salvos, son estúpidos y
impertinentes al decir esto.”cdxii[412] - Condenada
Papa Martín V, Concilio de Constanza, Sesión 15, 6 Julio 1415: “Los libros y
folletos de Juan Wyclif, de maldita memoria, fueron examinados
cuidadosamente por los doctores y maestros de la Universidad de Oxford...
Este santo sínodo, por siguiente, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
repudia y condena, por este decreto perpetuo, los antedichos artículos y cada
uno en particular; y prohibe a cada y a todos Católicos de ahora en adelante,
bajo pena de anatema, predicar, enseñar, o mantener los dichos artículos o
cualquier uno de ellos.”cdxiii[413]
Si San Alfonso hubiera examinado más literalmente Ses. 6, Cap. 4 de Trento, habría
visto que no enseña bautismo de deseo (como tratado en la sección sobre ése pasaje),
sino afirma Juan 3:5 según está escrito.
Por ejemplo, para argüir que bautismo de deseo es de fide, San Alfonso hizo
referencia a la declaración de Inocente III o Inocente II (no aun saben cual uno) sobre el
“sacerdote” que era sin bautizar, que he tratado. Pero obviamente ésa carta de
Inocente (?) o cualquier persona a un Arzobispo no satisfizo los requisitos de
Infalibilidad Papal, y contiene un error claro (referir a una persona sin bautizar como
un “sacerdote”). La falibilidad de este documento no es algo que San Alfonso parece
haber dado mucha consideración. Y esto prueba lo que dije arriba, que las
conclusiónes de San Alfonso son falibles y que no se puede confiar infaliblemente en
ellas.
Cuando Nuestro Señor habló a Pedro sobre el deseo de Sátanas de cerner los
apóstoles (Luc. 22:31-32), le dijo que Él oró para “tí (singular), para que tu (de Pedro) fe no
falle...” No dijo, “mas he orado para todos vosotros, para que vuestra fe no falle.” Sólo a San
Pedro y sus sucesores ha sido prometida una fe infalible, y esta cuando hablan de la
Cátedra de San Pedro (cf. Vaticano I, Ses. 4, Cap. 4, Denz. 1837). Los Papas cuando
hablan con esta fe infalible, como el Papa San León el Grande en su tomo dogmático a
Flaviano, el Concilio de Florencia sobre Juan 3:5, y el Concilio de Trento sobre el
Sacramento de Bautismo (Ses. 7, Can. 5), excluyen toda posibilidad de salvación sin
bautismo de agua y afirman infaliblemente que sino un hombre renaciere de agua y el
Espíritu él no puede entrar al Reino de Dios. Eso es lo que un Católico debe adherirse
a y creer.
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Can. 6 sobre el Sacramento de
Penitencia: “Si alguno negare que la confesión sacramental fue instituida por
ley divina o es necesaria para la salvación... sea anatema.”cdxvii[417]
RESPUESTA- Este argumento falla primariamente porque esta traducción de Ses. 14,
Can. 6 sobre el Sacramento de Penitencia no es precisa. El Latín de este canon lee:
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Can. 6 sobre el Sacramento de
Penitencia: “6. Si quis negaverit, confessionem sacramentalem vel institutam vel ad
salutem necessariam esse iure divino... a.s.”cdxviii[418]
Esta traducción es exacta. Y se puede ver que esta traducción tiene un significado
diferente de la primera. Esta condena a alguno que negare que su (i.e., del Sacramento
de Penitencia) necesidad para la salvación es de ley divina, no a alguno que negare que es
necesario para la salvación. “Su” necesidad no es la misma que bautismo; “su”
necesidad es para los que han caido en pecado mortal y no poseen las disposiciónes
requeridas para contrición perfecta. Por lo tanto, en total, este canon (Ses. 14, Can. 6)
no define que el Sacramento de Penitencia es necesario para la salvación; dice algo un
poco – pero apreciablemente – diferente de eso.
Pero propugnantes de bautismo de deseo también citan Ses. 14, Cap. 2 de Trento
para intentar probar el punto.
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Cap. 2, De Penitencia: “Este
sacramento de Penitencia, además, es necesario para la salvación de los que
han caido después de bautismo, como bautismo mismo es necesario para los
ya no regenerados.”cdxx[420]
Arguyen que personas que han caido en pecado mortal pueden ser justificados y
salvos sin el Sacramento de Penitencia por contrición perfecta, y por siguiente personas
pueden ser salvos sin el Sacramento de Bautismo, porque Trento dice que la necesidad
del Sacramento de Penitencia para los en pecado mortal es la misma que la necesidad
de Bautismo. Pero este argumento también falla porque sólo dos Capítulos luego el
Concilio de Trento dice explícitamente que se puede ser justificado sin el Sacramento
de Penitencia por contrición perfecta con el deseo de él. No se puede considerar un
capítulo de Trento fuera de contexto.
Papa Julio III, Concilio de Trento, Ses. 14, Cap. 4, De Penitencia: “El Concilio
enseña, además, que aunque alguna vez ocurre que esta contrición sea
perfecta por causa de la caridad y reconcilia al hombre con Dios, antes que
este sacramento es verdaderamente recibido, esta reconciliación no debe ser
atribuida a la contrición misma sin el deseo del sacramento que está incluido en
ella.”cdxxi[421]
El Concilio de Trento claramente enseña tres veces que la gracia del Sacramento de
Penitencia puede ser lograda por el deseo del Sacramento de Penitencia (dos veces en
Ses. 6, Cap. 14; y una vez en Ses. 14, Cap. 4), mientras no enseña en ningún lugar la
doctrina falsa de bautismo de deseo. Esto es un punto importante. Demuestra que,
aun si alguno querría argüir sobre la traducción arriba, hay una clara diferencia entre
lo que Trento enseñó claramente y explícitamente sobre la necesidad del Sacramento
de Penitencia y lo que no enseñó sobre el Sacramento de Bautismo.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 14 sobre la Justificación: “Así
debe ser enseñado que el arrepentimiento de un Cristiano después de caer es
muy diferente de lo en su bautismo, y que incluye no sola una cesación de
pecados... sino también la confesión sacramental de los mismos, por lo menos
en deseo y para ser hecho en su tiempo, y absolución sacerdotal, además de
satisfacción por ayunar, dar limosnas, orar, y otros ejercicios devotos de la vida
espiritual, de verdad no por el castigo eterno, que es remitido junto con la
culpa o por el sacramento o el deseo del sacramento, sino para el castigo
temporal...”cdxxii[422]
El hecho que Trento claramente enseña por lo menos tres veces que el deseo del
Sacramento de Penitencia es eficáz para la Justificación, mientras que no enseña en
ningún lugar bautismo de deseo, debería informar de algo a propugnantes de
bautismo de deseo; a saber, que bautismo de deseo no es verdad.
Y esto es porque la declaración de Trento en Ses. 14, Cap. 2 sobre la necesidad del
Sacramento de Penitencia no se iguala a las declaraciónes de Trento sobre la necesidad
del Sacramento de Bautismo para la salvación, porque el Concilio claramente aclara su
significado sobre la necesidad del Sacramento de Penitencia solo dos Capítulos luego
por definir que contrición perfecta restaura a tal hombre la Justificación sin el
Sacramento de Penitencia. Aunque cánones dogmáticos son independientes, capítulos
deben ser entendidos en su contexto entero.
Concilio de Trento, Ses. 6, Canon 29 sobre la Justificación: “Si alguno dijere, que
él que ha caido después del bautismo no puede levantarse con la gracia de Dios;
o que verdaderamente puede recobrar la justicia perdida, pero por fe sola sin
el sacramento de Penitencia, contra lo que la santa Romana y universal
Iglesia, instruida por Cristo el Señor y Sus Apóstoles, hasta el presente ha
profesado, observado, y enseñado: sea anatema.”cdxxiii[423]
Arguyen como el siguiente: 1) este Canon condena a alguno que dice que la
Justificación puede ser restaurada sin el Sacramento de Penitencia; y 2) sabemos que la
Justificación puede ser restaurada por el deseo del Sacramento de Penitencia; por siguiente
3) la declaración en Trento sobre la necesidad absoluta del Sacramento de Bautismo
(Ses. 7, Can. 5 sobre el Sacramento) no signífica que deseo de él no puede conferir la
Justificación. Pero, como es el caso con las declaraciónes arribas, este Canon (Ses. 6,
Can. 29) no dice que ellos afirman. No condena a él que dice que la Justificación puede
ser restaurada sin el Sacramento de Penitencia. Condena a alguno que dice que la
Justificación puede ser restaurada por “fe sola” sin el Sacramento de Penitencia. Por lo
tanto, el argumento de los propugnadores de bautismo de deseo – y su intentida
analogía con la enseñanza de Trento sobre la necesidad absoluta del Sacramento de
Bautismo – falla. El hecho permanece que Trento define que el Sacramento de
Bautismo es necesario para la salvación sin condición; y Trento no hace en ninguna
parte la misma definición incondicional sobre el Sacramento de Penitencia.
EL ARGUMENTO DE SILENCIO
OBJECIÓN- Si sea verdad que no hay ninguna cosa como bautismo de deseo o
bautismo de sangre, entonces ¿porque ningún Papa se surgió para condenar estas
teorías cuando estaban apareciendo en tantos Catecismos en la parte posterior de los
1800s y después?
Santo Tomás enseñó que María no fue concebida inmaculadamente más que una
vez en la Summa Theologica. Obviamente, lo enseñó antes de la definición de la
concepción inmaculada de María por Papa Pío IX en 1854, pero mantener la posición
de Santo Tomás después de ése tiempo sería heretico. Sin embargo, los Papas desde
1854 constantemente recomendaban la Summa Theologica a seminaristas y sacerdotes
¡sin ordenar que la opinión (ahora heretica) de Santo Tomás sea removida! Esto
prueba que la teoría de bautismo de deseo puede ser contraria a dogma definida – y
aun heretica – y todavía ningún Papa aun la ordenó removida de los Catecismos, por
cualquier razón.
Pero creo que la razón principal porque la doctrina falsa de bautismo de deseo
nunca fue condenada explícitamente de nombre es el hecho que Dios permite surgir
herejías para ver quienes creyeren la verdad y quienes no; y la negación de la
necesidad de Bautismo y la necesidad de la Iglesia Católica es la herejía esencial de la
Gran Apostasía.
Por lo tanto, la proposición del Código de 1917 en canon 737 que Bautismo es
necesario “por lo menos en deseo” para la salvación no es obligatoria a la Iglesia
universal ni protegida por infalibilidad. Respecto a su ley en canon 1239, que a
catecúmenos sin bautizar se puede dar entierro Cristiano, esto se contradice con toda la
Tradición de la Iglesia Católica por 1900 años sobre si a personas sin bautizar se puede
dar entierro Cristiano.
Canon 1239, Código de 1917: “1. Los que mueren sin bautismo no deben recibir
entierro eclesiástico. 2. Catecúmenos que por ninguna propia culpa mueren
sin bautizar deben ser considerados bautizados.”cdxxviii[428]
La Encíclopedia Católica (1907) cita un decreto interesante del Papa Inocente III en
que comentó sobre la ley tradicional, universal y constante de la Iglesia Católica desde el
principio que rehusaba entierro eclesiástico a todos que murieron sin el Sacramento de
Bautismo.
La Encíclopedia Católica, “Bautismo,” Volumen 2, 1907: “La razón de este
reglamento [prohibiendo entierro eclesiástico a todas personas sin bautizar] es
dada por Papa Inocente III (Decr., III, XXVIII, xii): ‘Ha sido decretado por los
santos cánones que no debemos tener ninguna comunión con los muertos, si
no hemos comunicado con ellos vivos.’”cdxxx[430]
Esto significaría que una ley disciplinaria no es una ley de la Iglesia “Católica” (i.e.
universal) a menos que obligue a la Iglesia entera. Pero en todo caso, el Código de
1917 no disfruta de infalibilidad. Esto es probado además por los siguientes cánones.
Canon 731.2, Código de 1917: “Se prohibe que los Sacramentos de la Iglesia
sean administrados a herejes y cismáticos, aun si ellos los pidan y estén en
buena fe, a menos que antes, rechazando sus errors, estuvieren reconciliados
con la Iglesia.”
Papa San Celestino I, Concilio de Éfeso, 431: “... todos herejes corrumpen las
expresiónes verdaderas del Espíritu Santo con sus propias mentes malvadas y
traen sobre sus propias cabezas una llama inextinguible.”cdxxxii[432]
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino,” 1441, ex cathedra: “La
Santa Romana Iglesia firmemente cree, profesa y predica que todos que están
fuera de la Iglesia Católica, no solo paganos sino también Judíos o herejes y
cismáticos, no pueden compartir la vida eterna y irán al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles, a menos que estuvieren juntados a la
Iglesia antes del fin de la vida...”cdxxxiii[433]
Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio (# 2), 27 Mayo 1832: “Finalmente
algunas de estas personas descaminadas intentan persuadir a si mismos y a
otros que hombres no son salvos sólo en la religión Católica, sino que aun
herejes pueden lograr la vida eterna.”cdxxxiv[434]
2) ¡El Código de 1917 enseña que Católicos pueden estar presente en formas de
culto no Católicas, incluyendo bodas y funerales no Católicas!
Canon 1258, Código de 1917: “1. No se permite a los fieles por ninguna manera
asistir activamente ni tener un papel en los sagrados [ritos] de no Católicos. 2.
Presencia pasiva o mera material puede ser tolerada por consideración de
honor o ministerio civil, por razón grave aprobada por el Obispo en caso de
duda, en los funerales, bodas, y solemnidades semejantes de no Católicos,
con tal que peligro de escándalo sea ausente.”
Nota: este canon no habla sobre Misas Católicas o culto Católico presidido por un
hereje, sino culto y ritos (falsos) no Católicos o no Cristianos. ¡Esto es atroz! Este Canon le
permite a alguno viajar a y asistir a un Sinagoga Judía o un Templo Budisto o un
Servicio Luterano, etc., etc., etc. por la boda o el funeral de infieles o herejes - ¡con tal
que no participe activamente! Esto es ridículo, porque desviarse para estar presente en
tales servicios no Católicos es un escandalo mismo. Es honrar a una persona que está
pecando contra el Primero Mandamiento. Irse al funeral de un no Católico es implicar
que era alguna esperanza para él de salvación fuera la Iglesia; y asistir a la Boda de un
no Católico es implicar que Dios aprueba su matrimonio fuera la Iglesia. Un Católico
no puede ni participar activamente en culto falso ni desviarse para viajar al culto falso o
la ceremonia no Católica para honrarlo con su presencia “pasiva.” Por siguiente, este
canon también prueba que este Código no es infalible.
RESPUESTA- Dios no manda imposibles (de fide). Por siguiente, no es imposible para
ningún hombre recibir bautismo.
Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 Nov. 1302, ex cathedra: “Con Fe nos
animando estamos obligados a creer y mantener la una, santa, Católica Iglesia y
esa, apostólica, y firmemente creemos y simplemente confesamos esta Iglesia
fuera de que no hay ninguna salvación NI REMISIÓN DE PECADO...”cdxl[440]
Un buén ejemplo que además sirve para mostrar como los defensores de bautismo
de deseo están completamente equivocados al usar a Miguel Du Bay como un
argumento por “bautismo de deseo” está encontrado Denz. 646, un error de Juan Hus,
condenado por el Concilio de Constanza:
Por consiguiente...
San Francisco De Sales (17imo siglo), Doctor de la Iglesia: “Así no decimos que el Papa no puede
errar en sus opiniónes privadas, como hizo Juan XXII; o ser totalmente un hereje, como
posiblemente fue Honorio. Bueno, cuando [el Papa] es explícitamente un hereje, cae ipso facto
de su dignidad y fuera de la Iglesia...”cdxliii[443]
San Antoninus (1459): “En el caso en que el papa llegaría a ser un hereje, se encontraría a si
mismo, por sólo ése hecho y sin toda otra sentencia, separado de la Iglesia. Una cabeza separada
de un cuerpo no puede, mientras que permanece separada, ser la cabeza del mismo cuerpo de
que fue amputada. Un papa que sería separado de la Iglesia por herejía, por siguiente, cesaría
por ése mismo hecho ser el cabeza de la Iglesia. No podría ser un hereje y permanecer papa,
porque, puesto que está fuera de la Iglesia, no se puede poseer las llaves de la Iglesia.” (Summa
Theologica, citado en Actes de Vatican I. V. Frond pub.)
Pues, el error de Juan Hus es un ejemplo valioso para demostrar que los defensores
de bautismo de deseo están completamente equivocados otra vez al citar los errores de
Miguel Du Bay como un argumento. Al condenar tal proposición de Miguel Du Bay, el
Papa no hace ninguna declaración positivamente o negativamente sobre si catecúmenos
pueden tener remisión de pecados con caridad perfecta, porque eso no fue lo que aseveró Du
Bay. El hecho es que catecúmenos no pueden tener remisión de pecados en absoluto
porque están afuera de la Iglesia.
Pero los defensores de bautismo de deseo saben que los Errores de Miguel Du Bay
no prueban su punto o lo podrían explicarse si intentaran, así ¿porque algunos de ellos
continuan usando este no-argumento como un argumento? ¡Es simplemente
deshonestidad! Es actualmente un ultraje que obstinadamente intentan aprovecharse
de la ignorancia de seglares por usar estos errores de Miguel Du Bay como un
argumento en favor de bautismo de deseo. La deshonesta CMRI de Spokane,
Washington, por ejemplo, recientemente publicó un folleto y un artículo sobre
bautismo de deseo. El folleto y el artículo no sólo tergiversaron totalmente la
enseñanza del Concilio de Trento en Ses. 6, Cap. 4 (por usar “excepto por” en vez de
“sin”), pero usaron muy deshonestamente los errores arribas de Miguel Du Bay como
una “prueba” de bautismo de deseo. Al usar estas tácticas en su folleto y artículo, la
CMRI engañó a sus lectores que no se preocupan suficiente por la Fe para examinar el
tema con cuidado y sopesar los méritos de su argumento – esos lectores que
simplemente creyeron lo que concluyó la CMRI porque pareció documentado, que es
probablemente un gran número. Esto es como herejes matan almas y las llevan por
mal camino.
OBJECIÓN- ¿Como puede ser bautismo de deseo contrario a dogma cuando un santo
como San Alfonso creía en él después del Concilio de Trento? Esto le haría un hereje,
que es imposible porque es un santo canonizado.
Bueno, aquí tenemos un papa Católico defendiendo las dos cartas de Honorio que
luego fueron condenadas por concilios dogmáticos. Esto prueba que se puede
permanecer un Católico (¡aun el papa!) mientras intentando equivocadamente justificar
como Católico algo que, de hecho, merece condenación.
Para concluir, si alguno quiera llamar bautismo de deseo una herejía o un grave
error teológico incompatible con dogma, el hecho es que es una opinión falsa que no
puede ser reconciliado con numerosas definiciónes infalibles y ningún Católico debería
mantenerlo en absoluto después de ver estos hechos.
Además, mientras que cualquier idea de bautismo de deseo es falsa, se debe hacer
una distinción muy importante entre la versión de bautismo de deseo mantenido por
ciertos santos (solamente por catecúmenos sin bautizar) y la versión mantenida por
la mayoría hoy (que será tratada más detalladamente luego en el libro). Los santos que
mantenían bautismo de deseo solamente lo aplicaban a catecúmenos sin bautizar que
creían en la Trinidad, la Encarnación y la Fe Católica. Casi todos que lo creen hoy lo
aplican a los que no aun creen en Cristo y/o son miembros de religiónes falsas. Los que
creen en esta última idea (que bautismo de deseo puede aplicar a Judíos o
Musulmánes, etc.) deberían abandonarlo inmediatamente al ver cualquier una de las
definiciónes infalibles sobre Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación. Si no, son
ciertamente herejes que han sido excomulgados automáticamente de la Iglesia. No
se puede creer razonablemente que miembros de religiónes no Catolicas siendo salvos
es compatible con Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación.
Por otra parte, ya que la falsa idea que catecúmenos sin bautizar pueden ser salvos
fue mantenida por ciertos santos y enseñada en la calidad falible de otros textos, los
que mantienen bautismo de deseo como hacían esos ciertos santos (i.e., solamente por
catecúmenos sin bautizar) tendrían más lugar para errar en buena fe (pensando
razonablemente por un tiempo que fue la enseñanza tradicional de la Iglesia) hasta que
todos aspectos del tema fueron presentados a ellos.
CORNELIO EL CENTURIÓN
OBJECIÓN- Hechos 10:47 dice que Cornelio y sus compañeros recibieron el Espíritu
Santo. Esto signífica que fueron justificados sin Bautismo.
Lucas 1:67 “Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo, y él profetizó,
diciendo...”
RESPUESTA- Esto ya fue tratado en la sección sobre San Agustín, pero será repetido
aquí para los que lo busquen en esta sección de “Otras Objeciónes.” El Buén Ladrón no
puede ser usado por un ejemplo de bautismo de sangre primariamente porque el Buén
Ladrón murió bajo la Ley Antigua, no la Ley Nueva; él murió antes que la Ley de
Bautismo fue instituida por Jesucristo después de la Resurrección. Por ésa razón, el
Buén Ladrón, como los Santos Inocentes, no constituye ningún argumento contra la
necesidad de recibir el Sacramento de Bautismo para la salvación.
1 Pedro 3:18-19 “Cristo también se murió una vez por nuestros pecados... En el
cual también veniendo él predicó a los espíritus encarcelados...”
Para probar además el punto que el Buén Ladrón no fue al cielo el Día de la
Crucifixión, hay el hecho que el Domingo de la Resurrección, cuando María Magdalena
encontró al Señor Resucitado, Él le dijo a ella, “No Me toques, porque aun no he subido a
Mi Padre.”
San Francisco Javier, 5 Nov. 1549: “El corsario que comandaba nuestro barco
murió aquí en Cagoxima. Él hacía su trabajo para nos, en total, como
queríamos... Él mismo escogió morir en sus propias supersticiónes; no aun
nos dejó la poder de recompensarle por ésa bondad que podemos hacer
después de la muerte a otros amigos que mueren en la profesión de la fe
Cristiana, por encomendar sus almas a Dios, porque el pobre hombre por su
propia mano lanzó su alma en el infierno, donde no hay ninguna
redención.”cdxlviii[448]
LA HEREJÍA OBJETIVO-SUBJETIVO
La idea que podemos predicar que no hay ninguna salvación fuera la Iglesia
mientras creemos en el corazón que sí hay salvación fuera la Iglesia o que puede ser
salvación fuera la Iglesia es heretica. Que solamente Católicos pueden ser salvos es
una verdad revelada del cielo que todo Católico debe creer primero, y profesar
segundo.
Ya que dogmas son verdades caidas del cielo, decir que cualquier dogma (e.g., el
dogma que todos que mueren no Católicos son perdidos) puede tener una realidad
“subjetiva” que es diferente de la verdad revelada es herejía – es una negación de ésa
verdad. Por siguiente, la idea que subjetivamente no Católicos pueden ser salvos es
herejía flagrante; es una negación de la verdad revelada que todos que mueren no
Católicos necesariamente son perdidos.
La Última Guerra del Diablo, compilado y editado por “P.” Pablo Kramer, p. 69:
“Esta enseñanza no debe ser entendida por excluir la posibilidad de
salvación para los que no se hacen miembros formales de la Iglesia si, por
ninguna propia culpa, no saben de su obligación objetiva de hacerlo... solo Dios
sabe quienes Él salvará (en tal manera extraordinaria) de la gran masa de
humanidad que no ha profesado externamente la religión Católica.”cdlii[452]
Papa Pío XII, Mystici Corporis (# 22), 29 Junio 1943: “En realidad solo ellos
deben ser numerados entre los miembros de la Iglesia que han recibido el
lavacro de regeneración y profesan la verdadera fe.”cdliii[453]
►Msgr. Joseph Clifford Fenton, La Iglesia Católica y la Salvación, 1958, pp. 9-10:
“No es, y nunca ha sido, la enseñanza de la Iglesia Católica que sólo
miembros reales de la Iglesia pueden alcanzar la salvación eterna. Según la
enseñanza del magisterio de la Iglesia misma, se puede alcanzar la salvación y,
de hecho, ha sido alcanzada por personas quienes, al momento de la muerte, no
fueron miembros de esta Iglesia. Así la Iglesia nunca ha confundido la noción
de estar ‘fuera de la Iglesia’ con la de no ser un miembro de esta
sociedad.”cdlv[455]
RESPUESTA- Como la objeción dice, Msgr. Fenton admite que no se puede ser un
“miembro” de la Iglesia Católica sin haber recibido el Sacramento de Bautismo, pero
asevera “ingeniosamente” que estar “dentro de” la Iglesia (que todos necesitan para ser
salvos) no es la misma cosa que ser un “miembro.”
¡Papa Pío XII aplasta el argumento de Fenton y todo su libro por enseñar que la
Iglesia es los miembros!
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (#30), 29 Junio 1943: “...fue en el árbol de la
Cruz, por fin, que Él entró en posesión de Su Iglesia, eso es, de todos los
miembros de Su Cuerpo Místico; porque no habrían sido unidos a este Cuerpo
Místico por las aguas de Bautismo excepto por la virtud saludable de la Cruz,
por cual ya habían sido bajo el completo dominio de Cristo.”cdlvi[456]
¡Nota que Papa Pío XII identifica la Iglesia con “todos los miembros de Su
Cuerpo Místico”! Por lo tanto, solamente los miembros están en la Iglesia! Ya que la
Iglesia es LOS MIEMBROS, y no hay ninguna salvación fuera de la Iglesia, no hay
ninguna salvación fuera de ser un miembro. Msgr. Fenton está simplemente
incorrecto.
Para además probar el punto, veamos el Decreto sobre la Justificación del Concilio
de Trento, Cap. 7.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 7 sobre la Justificación: “Así el
hombre por Jesucristo, en quien está injertado, recibe en la dicha justificación
junto con la remisión de pecados todos estos dones infundidos a la misma vez: fe,
esperanza y caridad. Porque la fe, a menos que esperanza y caridad sean
añadidas a él, ni se le une a alguno perfectamente con Cristo, ni se le hace un
vivo miembro de su cuerpo.”cdlvii[457]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Ses. 4, Cap. 2: “Por esta razón ‘siempre ha sido
necesario por causa de preeminencia más poderoso que toda Iglesia venga a la
Iglesia de Roma, eso es los que son los fieles en todo lugar,’ para que en esta
Sede, de la cual las leyes de ‘comunión venerable’ emanan sobre todos, ellos
como MIEMBROS asociados en un cabeza, se unen en una estructura
corporal.”cdlviii[458]
Se puede citar otros textos y puntos para refutar además a Fenton, como he hecho
en un artículo largo en nuestro sitio web. (Ése articulo en particular también muestra
que la propia definición de Fento de “miembro” como “parte” sirve para refutar su
afirmación que alguno puede ser dentro de algo sin ser una “parte” de él.) El hecho es
que el argumento de Fenton es totalmente falso y contrario a la enseñanza de estos
Decretos Magistrales. Esto también prueba que la enseñanza de Suprema haec sacra (la
Carta de 1949 contra P. Feeney, a que se adhieren la SSPX, SSPV y CMRI) que Fenton
defiende (y que es tratada detalladamente luego en este libro) es contraria a la
enseñanza de la Iglesia Católica, porque ella enseña la misma cosa sobre la calidad de
miembro de la Iglesia que Fenton.
“La Madonna siempre recalca que hay solo un Dios y que hombres han
impuesto separación artificial. No se puede verdaderamente creer, ser un
Cristiano verdadero, si no respete otras religiónes también.”cdlxi[461] – “Vidente”
Ivanka Ivankovic
“La Madonna dijo que religiónes están separadas en el mundo, pero la gente de
todas religiónes son aceptadas por su Hijo.”cdlxii[462] – “Vidente” Ivanka
Ivankovic
EL ESCAPULARIO CAFÉ
OBJECIÓN- Nuestra Señora dijo que todo él que muere vestido del Escapulario Café
no irá al infierno. Esto signífica que estás equivocado: no Católicos y los sin bautizar
pueden ser salvos que mueren vestidos del Escapulario.
San Alfonso aquí pone en lista las promesas del Privilegio Sabatino; no menciona
nada sobre la supuesta promesa que “todo él que muere vestido de este scapulario no
sufrirá fuego eterno.” Él hace notar que se debe ser en el estado de gracia (que
presupone la Fe Católica y Bautismo); se debe ser un miembro de la confraternidad,
etc. Así es posible para una persona morir vestido del Escapulario Café y sin embargo
irse al Infierno, si la persona sea un no Católico o un Católico en el estado de pecado
mortal. Esta es la enseñanza de la Iglesia Católica. Los que dicen algo contrario
simplemente están equivocados.
R. Tales personas son dichos pertenecer al “Alma de la Iglesia”; éso es, efectivamente
son miembros de la Iglesia sin saberlo. Los que participan de sus Sacramentos son
dichos pertenecer al cuerpo o parte visible de la Iglesia.
Papa Pío XII, Mystici Corporis, 29 Junio 1943: “... León XIII, de memoria
inmortal, en la Encíclica, “Divinum illud,” [lo expresó] en estas palabras: ‘Que
baste decir esto, que, como Cristo es el Cabeza de la Iglesia, el Espíritu Santo
es su alma.’”cdlxiv[464]
Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, Sesión 11, 19 Dic. 1516: “... el cuerpo
místico, la Iglesia (corpore mystico)...”cdlxv[465]
Papa San Pío X, Editae saepe (# 8), 26 Mayo 1910: “... la Iglesia, el Cuerpo
Místico de Cristo...”cdlxvi[466]
Papa León XII, Quod Hoc Ineunte (# 1), 24 Mayo 1824: “... Su Cuerpo
místico.”cdlxvii[467]
Por lo tanto, enseñar que alguno puede ser salvo sin pertenecer al Cuerpo es
enseñar que alguno puede ser salvo sin pertenecer a la Iglesia, porque la Iglesia es un
Cuerpo. Y esto es sin duda HERETICO.
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 3), 29 Junio 1896: “Por esta razón, la Iglesia es
llamada muy frecuentemente en las Sagradas Letras un cuerpo, y aun el cuerpo
de Cristo... De aquí se sigue que los que arbitrariamente se imaginan una Iglesia
escondida e invisible están en grave y pernicioso error... Es por cierto
imposible que la Iglesia de Jesucristo sea el uno o el otro, asimismo que el
hombre sea o un cuerpo solo o un alma solo. El conjunto y la unión de
ambos elementos es tan absolutamente necesario a la verdadera Iglesia que la
íntima unión del alma y el cuerpo a la naturaleza humana. La Iglesia no es
algo muerta; es el cuerpo de Cristo dotado de vida sobrenatural.”cdlxviii[468]
Papa Eugenio IV, en su famosa Bula Cantate Domino, definió que la unidad del
cuerpo eclesiástico (ecclesiastici corporis) es tan poderosa como que nadie puede ser
salvo fuera de ella, aun si derrame la sangre en el nombre de Cristo. Esto destruye la
idea que alguno puede ser salvo por pertenecer al Alma de la Iglesia sin pertenecer a
su Cuerpo.
Esta definición del Papa Eugenio IV demuele el “Alma de la Iglesia Herejía.” Papa
Pío XI la destruye también.
Papa Pío IX, Tuas Libenter, Carta al Arzobispo de Muenchen, 21 Dic. 1863:
“Porque, aun si fuera una materia relacionada a ésa subjeción que debe ser
manifestada por un acto de fe divina, sin embargo no debería ser limitada a las
materias que han sido definidas por decretos explícitos de Concilios
ecuménicos, o de los Pontífices Romanos y de esta Sede, sino debería ser
extendida también a las materias que son trasmiditas como divinamente
reveladas por el poder ordinario de enseñar de la Iglesia entera difundida en
todo mundo, y por siguiente, por consentimiento universal y constante
[universali et constanti] son mantenidas por teólogos Católicos pertenecer a
fe.”cdlxxv[475]
Como citado al principio de este documento, fue definido como dogma por el
Primero Concilio Vaticano que el Magisterio ordinario y universal es infalible. En su
carta al Arzobispo de Muenchen, Papa Pío IX enseña que escritores Católicos son
obligados a aquellas materias que “son trasmiditas como divinamente reveladas por
el poder ordinario de enseñar de la Iglesia entera difundida en todo mundo, y por
siguiente, por consentimiento universal y común son mantenidas por teólogos
Católicos pertenecer a fe.” Nota, la obligación a la opinion de los teólogos sólo se
origina del hecho que estas materias ya fueron enseñadas como divinamente
reveladas por el poder ordinario de enseñar de la Iglesia y por siguiente mantenidas
también por acuerdo universal y constante. En su aplicación de esta enseñanza en su
artículo, P. Cekada convenientemente omite el requisito “universal.” P. Cekada
también usa la palabra “común” en vez de la correctamente traducida, “universal y
constante.”
¡Nota que P. Cekada convenientemente ignora el requisito estipulado por Papa Pío IX
que los teólogos deben ser en “acuerdo universal y constante”! Si él había aplicado
fielmente la parte “universal” en todo su artículo, el lector atento y sincero haya
reconocido facilmente el defecto en su argumentación débil. ¿Y es bautismo de deseo
algo que ha sido mantenido por acuerdo universal y constante? Más ciertamente no; de
hecho, es exactamente el opuesto.
El hecho que bautismo de deseo sí llegó a ser un error común y casi unánime entre
“teólogos” del 20imo siglo no signífica nada, el cual es porque Papa Pío IX incluyó ésa
importante palabra “universal” en Tuas Libenter, que P. Cekada convenientemente
ignora.
La Enciclopedia Católica dice aquí que efectivamente desde el tiempo de Agustín (4to
siglo) hasta Abelardo (12imo siglo) fue la enseñanza común y casi unánime de teólogos
que infantes sin bautizar sufren los fuegos del infierno después de la muerte, una
posición luego condenada por Papa Pío VI. Esto prueba que el error “común” de un
período (o aun por cientos de años) no es la enseñanza universal y constante de la Iglesia
desde el principio. Este solo punto completamente demuela el tésis de P. Cekada.
Además, la herejía que alguno puede ser salvo “fuera” la Iglesia por “ignorancia
invencible” fue también la enseñanza común y casi unánime al principio del 20imo Siglo,
así probando otra vez que la enseñanza común (o error común) de cualquier tiempo
particular no remplaza la enseñanza universal y constante de todos teólogos
Católicos por toda la historia sobre la necesidad absoluta de bautismo de agua para
la salvación.
Catecismo del Concilio de Trento, Bautismo hecho obligatorio
después de la Resurrección de Cristo, p. 171: “Santos escritores
son unánime al decir que después de la Resurrección de
nuestro Señor, cuando Él les dió a Sus Apóstoles el mandato
de irse y enseñar a todas naciónes: bautizándolas en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, la ley de Bautismo se
puso obligatoria sobre todos que iban a ser salvos.”cdlxxviii[478]
Nota que aquí el Catecismo de Trento inculca que la necesidad absoluta de bautismo
de agua para la salvación es la enseñanza unánime de teólogos. ¡Pero éso es la misma
posición que dice el artículo de P. Cekada – en el nombre del consentimiento “común”
de teólogos – es pecado mortal mantener! Se puede ver facilmente de estos hechos
que P. Cekada ha errado en una manera grave y es en realidad completamente
equivocado: ¡la enseñanza universal y constante de teólogos, como dicen P. Jurgens y
el Catecismo de Trento, es la misma posición que él condena! Y su error proviene de
su conclusión falsa que los errores “comúnes” de un tiempo (un tiempo de herejía
difundida y modernismo y apostasía conduciendo a Vaticano II: el período entre
aprox. 1880 y 1960) constituyen la enseñanza universal y constante de teólogos
Católicos de todos tiempos, que es claramente falso. De hecho, es ridículo. Y esto es
porque en su tratamiento de este tema convenientemente omitió la palabra
“universal” del requisito, que haya puesto su razonamiento inválido mucho más fácil
detectar.
Por lo tanto, como todos con ojos para ver pueden ver, si alguno esté libre a
rechazar el consentimiento “común” de teólogos de Vaticano II porque les juzga
“enemigos de teología escolástica tradicional,” entonces se puede menos mal
abandonar la falible, contradictoria enseñanza de los teólogos antes de Vaticano II
sobre bautismo de deseo, porque es patentemente contraria a “teología dogmática
tradicional” (viz., el dogma definido sobre la necesidad de renacimiento de agua y el Espíritu),
sin mencionar la Tradicion universal de la Iglesia desde el principio sobre Juan 3:5.
Papa Pío XII, Humani generis (# 21), 12 Agosto 1950: “Este depósito de fe
nuestro Divino Redentor ha dado para interpretación auténtica no a cada uno
de los fieles, ni aun a teólogos, sino solamente a la Autoridad Magistral de la
Iglesia.”cdlxxxii[482]
Y lo que es irónico y muy importante es que los teólogos falibles a quienes cita P.
Cekada en su artículo no sólo disienten entre si mismos sobre si este llamado
“bautismo de deseo” sea de la Fe o meramente cerca de la fe, mas los “teólogos” a
quienes él cita de verdad prueban la posición de los que rechazan la falsa doctrina
de bautismo de deseo.
¡Perdóname, pero esta de fide (i.e., de la Fe) enseñanza de la Iglesia Católica sobre la
necesidad absoluta de bautismo de agua para todos sin excepción para la salvación es
precisamente porque Católicos deben rechazar la falsa doctrina de “bautismo de
deseo”! Bautismo de deseo es directamente contrario a la enseñanza de fide arriba:
bautismo de deseo es la idea que ¡bautismo de agua no es necesario para todos hombres sin
excepción para la salvación!
Pero P. Cekada, el hereje ilógico, quiere que creamos que basado en el testimonio
de Ludwig Ott (y otros) debemos aceptar bautismo de deseo bajo pena de pecado mortal,
cuando Dr. Ludwig Ott mismo está afirmando que la necesidad absoluta de bautismo
de agua para todos sin excepción es de fide – ¡la misma verdad que le obliga a uno
rechazar bautismo de deseo! Así, P. Cekada es simplemente refutado y condenado por
el testimonio de los mismos autoridades que él adelanta.
Y al mismo tiempo...
Aquí vemos a Dr. Ludwig Ott, uno de los “teólogos” citados por P. Cekada para
“probar” bautismo de deseo, claramente afirmando la universal enseñanza Católica
que sola personas bautizadas de agua están dentro de la Iglesia. Dr. Ott no tiene
ninguna problema al admitir esto porque él cree en salvación “fuera” la Iglesia (vea
“Herejía Antes de Vaticano II Sección”).
Pero aquí hay tres admisiónes muy importantes de Dr. Ott, cada una relacionada,
irónicamente, a las tres definiciónes dogmáticas más famosas sobre Fuera la Iglesia No
Hay Ninguna Salvación.
1) La definición más expansiva sobre Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación fue la
del Papa Eugenio IV en el Concilio de Florencia. En esta definición, Papa Eugenio IV
definió infaliblemente que es necesario estar dentro de la unidad del cuerpo
eclesiástico, que signífica que es necesario ser incorporado en el cuerpo eclesiástico
(ecclesiastici corporis).
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino,” 1441, ex cathedra: “La Santa
Romana Iglesia firmemente cree, profesa y predica que todos que están fuera de la
Iglesia Católica, no solo paganos sino también Judíos o herejes y cismáticos, no pueden
compartir la vida eterna y irán ‘al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles’
[Mat. 25:41], a menos que estuvieren juntados a la Iglesia antes del fin de la vida; y que
la unidad de este cuerpo eclesiástico (ecclesiastici corporis) vale tanto para que solo
para los que permanecen en ella los sacramentos de la Iglesia contribuyen a la
salvación, y ayuno, limosnas, y otras obras de piedad y prácticas de la milicia Cristiana
produjen recompensas eternas; y que nadie puede ser salvo, no importa cuanto ha dado
en limosnas y aun si haya derramado sangre en el nombre de Cristo, a menos que haya
perseverado en el seno y la unidad de la Iglesia Católica.”cdlxxxvii[487]
Por esta declaración, Dr. Ott admite que “bautismo de deseo” y “bautismo de
sangre” no son compatibles con la definición infalible del Papa Eugenio IV sobre la
necesidad absoluta de incorporación en el Cuerpo eclesiástico (ecclesiastici corporis) para
la salvación. Así, Dr. Ott prueba que bautismo de deseo/sangre no puede ser verdad y
es en realidad contrario a dogma.
2) La segunda definición infalible sobre Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación
fue la del Papa Bonifacio VIII en la Bula Unam Sanctam. En esta definición, Papa
Bonifacio VIII definió infaliblemente que es necesario que toda criatura humana sea
enteramente sujeta al Pontífice Romano (y por lo tanto a la Iglesia Católica) para la
salvación.
Hice notar el hecho que sin bautismo de agua nadie es un sujeto de la Iglesia ni del
Pontífice Romano. Cité el Concilio de Trento para probar el punto.
Papa Julio III, Concilio de Trento, Sobre los Sacramentos de Bautismo y Penitencia, Ses.
14, Cap. 2, ex cathedra: “... la Iglesia no ejerce juicio sobre nadie que no la ha entrado
antes por la puerta del bautismo. Porque ¿qué me va a mí en juzgar a los que están
fuera? (1 Cor. 5:12), dice el Apóstol. Es diferente para ellos del hogar de la fe, quienes
Cristo el Señor por el lavacro de bautismo una vez ha hecho ‘miembros de su propio
cuerpo’ (1 Cor. 12:13).”cdxc[490] (Denz. 895)
¡Ahora, nota como Dr. Ott admite que “bautismo de deseo” y “bautismo de sangre”
ni le hacen a alguno un sujeto ni le colocan bajo la jurisdicción de la Iglesia!
¡Por esta declaración, Dr. Ott admite que “bautismo de deseo” y “bautismo de
sangre” no son compatibles con la definición infalible del Papa Bonifacio VIII sobre la
necesidad absoluta de sujeción a la Iglesia y al Pontífice Romano para la salvación! ¡Dr.
Ott nos muestra que bautismo de deseo/sangre no puede ser verdad (y que es, de
hecho, contrario a dogma), y él aun cita el mismo decreto que cité (D. 895 de Trento)
para probar el punto!
3) La primera definición infalible sobre Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación fue
la del Papa Inocente III en el Quarto Concilio de Letrán. En esta definición, Papa
Inocente III definió infaliblemente que la Iglesia Católica es una Iglesia de “los fieles” y
que fuera de estos “fieles” absolutamente nadie es salvo.
Hice notar que Tradición Católica, Liturgia Católica y todos los padres enseñan que
solamente los agua bautizados forman parte de los fieles. Ahora, nota que en la
citación arriba de Dr. Ott, él admite que “bautismo de deseo” y “bautismo de sangre”
¡no le hacen a uno parte de los fieles! Lo cito otra vez:
¡Por esta declaración, Dr. Ott admite que “bautismo de deseo” y “bautismo de
sangre” no son compatibles con la definición infalible del Papa Inocente III sobre la
necesidad absoluta de pertenecer a “los fieles” para la salvación!
Por lo tanto, en un solo párrafo, Dr. Ott hace por lo menos tres admisiónes, basado
en definido dogma Católico, que muestran que bautismo de deseo y bautismo de
sangre no son compatibles con enseñanza Católica; ¡y él hace estas admisiónes sobre
puntos que son centrales a las tres más famosas definiciónes infalibles sobre Fuera la
Iglesia No Hay Ninguna Salvación!
Y esta serie crucial de admisiónes por Dr. Ott – muy devastadoras a la teoría de
bautismo de deseo – me conduce a mi próximo punto: todos los teólogos, basado en el
testimonio de Tradición y la enseñanza Católica, definen la Iglesia Católica en la
misma manera – una unión de fe y sacramentos.
San Roberto Bellarmino (16to siglo): “La Iglesia es una, no doble, y esta una
verdadera Iglesia [Católica] es la asamblea de hombres unidos en la profesión
de la misma fe Cristiana y en la comunión de los mismos sacramentos, bajo el
dominio de pastores legítimos, y en particular, lo del uno Vicario de Cristo en el
mundo, el Pontífice Romano. La primera parte excluye a todos infieles, los que
nunca estuvieron en la Iglesia como Judíos, Turcos, y paganos, o los que una
vez estaban en ella y luego se cayeron, como los herejes y apóstatas. La
segunda parte excluye a los catecúmenos y excomunicados, porque los
primeros no son admitidos a los sacramentos y los últimos son excluidos de
ellos...”cdxciv[494]
Aquí vemos la definición de la Iglesia que es aceptada por todos teólogos: una
unión de fe y sacramentos. Según esta definición de la Iglesia, no puede ser ningún
bautismo de deseo porque los que no han recibido ninguno de los sacramentos (los
sin bautizar, incluyendo a catecúmenos sin bautizar) no participan de la unidad de
los sacramentos y por siguiente no forman parte de la Iglesia Católica. ¿Podría ser
algo más simple y claro?
Pero esto no fue la única cuestión en que San Roberto no permanecía enteramente
consistente; él falló permanecer consistente en su lucha con la verdadera enseñanza
sobre Limbo, como señala La Enciclopedia Católica.
La Enciclopedia Católica, Vol. 9, 1910, “Limbo,” p. 258: “Es claro que Bellarmino
encontró la situación [sobre Limbo] embarazosa, siendo reacio, como era, a
admitir que Santo Tomás y los Escolásticos estaban generalmente en pugna con
lo que San Agustín y otros Padres consideraban ser de fide [sobre Limbo], y lo que
el Concilio de Florencia parecía haber enseñado definitivamente.”cdxcv[495]
Aquí vemos otra vez que los padres, Doctores y Santos, incluyendo a Roberto
Bellarmino, en realidad se les contradecían con si mismos sobre Limbo, aun lo que
unos mantenían ser de fide. Esto nos muestra otra vez porque Católicos no forman
conclusiónes doctrinales definitivas de la enseñanza de Santos, incluyendo a San
Roberto Bellarmino. Católicos forman conclusiónes doctrinales definitivas de dogma
Católica, y la enseñanza de santos solamente cuando está conforme de dogma. Y la
definición de San Roberto Bellarmino arriba, que excluye a todas personas sin bautizar
de la Iglesia Católica, es consistente con dogma; sus declaraciónes sobre bautismo de
deseo no son.
Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 Nov. 1302, ex cathedra: “... el uno cuerpo
místico ... Y en esto, ‘un Señor, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5). Ciertamente Noe
tuvo una arca en el tiempo del diluvio, prefiguranda una Iglesia... fuera de
que leemos que todo viviente en la tierra fue destruido ... el cual cuerpo él
llamó el ‘Solo uno’ a saber, la Iglesia, por causa de la unidad de la
esposa, la fe, los sacramentos, y la caridad de la Iglesia.”cdxcvi[496]
Aquí vemos que Papa Bonifacio VIII definió como un dogma que la Iglesia es una
unión de Sacramentos. La Iglesia Católica es infaliblemente definida como una unión
de sacramentos por Papa Eugenio IV también.
Aquí vemos que San Francisco de Sales repite la misma verdad y define la Iglesia
en la misma manera. ¡Esto es como todos definen la Iglesia! El Catecismo del Concilio de
Trento afirma la misma enseñanza:
Catecismo del Concilio de Trento, Los Miembros de la Iglesia Militante, pp. 99-100:
“La Iglesia militante es compuesta de dos clases de personas, las buenas y las
malas, ambas profesando la misma fe y participando de los mismos
sacramentos...”cdxcix[499]
Pues, otra vez vemos como propugnadores de bautismo de deseo, como P. Cekada,
son completamente equivocados y en realidad pervierten la verdad cuando aseveran
que la enseñanza de teólogos se le obliga a “bautismo de deseo.” Es exactamente el
opuesto. La enseñanza unánime de teólogos se contradice con la falsa doctrina de
bautismo de deseo, por definir la Iglesia como solamente los que han recibido los
sacramentos, la cuál definición es también un dogma (Eugenio IV; Bonifacio VIII, de fide).
Católicos no son obligados a, y de hecho deben rechazar, las falibles declaraciónes y
especulaciónes de hombres, por muy grandes, como San Roberto Bellarmino, cuando
no están en armonía con dogma Católico, sin mencionar cuando contradicen los
mismos principios que afirman en otro lugar.
Y esto es precisamente porque San Roberto Bellarmino completamente no pudo
explicar convincentemente la idea de “bautismo de deseo” cuando él ya había definido
la Iglesia Católica como un cuerpo excluyendo todos sin bautizar. Falló
miserablemente al intentar explicar como catecúmenos pudieran ser salvos cuando
solo personas bautizadas son parte de la Iglesia Católica.
San Roberto Bellarmino (16to siglo): “La Iglesia es una, no doble, y esta una verdadera Iglesia
[Católica] es la asamblea de hombres unidos en la profesión de la misma fe Cristiana y en la
comunión de los mismos sacramentos, bajo el dominio de pastores legítimos, y en particular, lo
del uno Vicario de Cristo en el mundo, el Pontífice Romano. La primera parte excluye a todos
infieles, los que nunca estuvieron en la Iglesia como Judíos, Turcos, y paganos, o los que una vez
estaban en ella y luego se cayeron, como los herejes y apóstatas. La segunda parte excluye a los
catecúmenos y excomunicados, porque los primeros no son admitidos a los sacramentos y los
últimos son excluidos de ellos...”dii[502]
Ahora el lector otra vez esté descubriendo el tema que he sido mostrando por
todo este examen extensivo de la historia de la cuestión de bautismo de deseo: que
bautismo de deseo es una falible, errada tradición de hombre, que nunca ha sido
enseñado por el Magisterio Papal, que ha ganado impulso basado en los pasajes
falibles y equivocados de unos sin embargo grandes hombres, quienes contradecían a
si mismos y violaban sus propios principios al intentar explicarlo, mientras casi
siempre cometiendo otras equivocaciónes en los mismos documentos.
Esto signífica que los que no han recibido los sacramentos no forman parte de los
“fieles,” otra vez al contrario de lo que Bellarmino aseveró en su intento admitido
“difícil” de reconciliar la falsa idea de bautismo de deseo con su propia definición de la
Iglesia Católica, que excluyó a todos sin bautizar. Cuando Santos entran en intentos
“difíciles” de explicar cosas especulativas que no son claramente enseñadas por la
Iglesia, son destinados a cometer equivocaciónes. Y por siguiente Católicos no deben
seguir a San Roberto en este intento “difícil” (o más bién, imposible) de explicar
bautismo de deseo, sino por otra parte deben seguir a San Gregorio Nazianzano
(Doctor de la Iglesia), quien dijo en relación a la idea que se puede considerar como
bautizado él que deseaba el bautismo pero no lo recibió, “No puedo verlo.”dv[505]
San Roberto de verdad erró sobre el tema de bautismo de deseo, asimismo que hizo
sobre Limbo; pero lo que es más importante recordar, como ya dicho, es esto: mientras
el principio de infalibilidad Papal siempre era creida en la Iglesia (expresada desde los
tiempos más tempranos por frases tales como en la sede apostólica la religión Católica
siempre ha sido preservada inmanchada y santa doctrina celebrada), no hay duda que
después de la definición de infalibilidad Papal por el Primero Concilio Vaticano en 1870
hay mucho más claridad sobre cuales documentos son infalibles y cuales no. San
Roberto Bellarmino y otros que vivían antes de 1870 no necesariamente tenían este
grado de claridad, que causaba a muchos ellos diminuir la distinción, en tales casos,
entre los decretos infalibles de Papas y la enseñanza falible de teólogos. También
causaba a ellos no mirar tan literalmente lo que el dogma verdaderamente declara, sino
por otra parte lo que pensaban que el dogma podría significar en luz de la opinión de
teólogos populares del tiempo.
Católicos que viven hoy pueden decir que entienden más sobre Infalibilidad Papal
que los teólogos y doctores en todos tiempos hasta 1870, y que poseen una ventaja al
evaluar esta cuestión no solo porque viven después de la definición de Infalibilidad
Papal, sino también porque pueden reexaminar la entera historia de declaraciónes
Papales de la Iglesia sobre este tema y ver la armonía entre ellas sobre la necesidad
absoluta de bautismo de agua.
Para ilustrar además el punto que la necesidad absoluta de bautismo de agua para
la salvación es la enseñanza universal y constante de todos teólogos aun durante el
tiempo de la apostasía y aun por esas mismas personas que procedían a negar esta
verdad, considerémos, por ejemplo, una edición reciente del Catecismo de Baltimore y
el Catecismo atribuido a Papa San Pío X.
Nota que esta edición del Catecismo de Baltimore, el cual enseñó el error de
bautismo de deseo a multitudes (como verémos), reitera la enseñanza universal y
constante de la Iglesia Católica, basado en las palabras de Jesucristo en Juan 3:5, que
Bautismo de agua es necesario para la salvación de todos hombres. El Catecismo
Baltimore, por siguiente, enseña la exacta misma verdad de Fe que ha sido un eco
constante en Tradición Católica desde el principio.
Hermas, 140 A.D., citando a Jesús en Juan 3:5: “Ellos necesitaban subir a través
del agua, para que se hicieran vivos; porque no podían entrar al reino de Dios
en ninguna otra manera.”dvii[507]
San Justin el Mártir, 155 A.D.: “... ellos son conducidos de nosotros a un sitio
donde hay agua; y allí son renacidos en en mismo tipo de renacimiento en que
nosotros mismos fuimos renacidos... en el nombre de Dios... reciben el lavado
de agua. Porque Cristo dijo, ‘Sino fuereis renacidos, no entrareis al reino del
cielo.’ La razón de hacer esto hemos aprendido de los apóstoles.”dviii[508]
El Nuevo San José Catecismo de Baltimore, N. 2, P. 321- “¿Cómo pueden ser salvos
los que por ninguna propia culpa no han recibido el Sacramento de Bautismo?
R. Los que por ninguna propia culpa no han recibido el sacramento de
Bautismo pueden ser salvos por lo que se llama bautismo de sangre o
bautismo de deseo.”dix[509]
Además, la edición del Catecismo de Baltimore de que estoy citando también hace
las mismas admisiónes devastadoras que Dr. Ott fue forzado a hacer en su discusión de
lo que el llamado “bautismo de deseo” no es.
Aquí vemos esta edición del Catecismo de Baltimore enseñando que: 1) Bautismo
de deseo no hace a uno ser miembro de la Iglesia; 2) Bautismo de deseo sí hace a uno
ser miembro de la Iglesia en deseo; 3) hay salvación fuera la Iglesia por bautismo de
deseo y sangre.
Las primeras dos declaraciónes se contradicen una a otra, mientras la tercera es
herejía directa contra el dogma que Fuera la Iglesia absolutamente nadie es salvo (Papa
Inocente III, de fide). Por lo tanto, la explicación de “bautismo de deseo” de esta edición
del Catecismo de Baltimore no es solamente falible, sino directamente heretica.
El Catecismo atribuido al Papa San Pío X repite para nos la misma enseñanza de fide
de la Iglesia Católica sobre la necesidad absoluta de bautismo de agua para la
salvación.
El Catecismo del Papa San Pío X, Los Sacramentos, “Bautismo,” P. 17: “P. ¿Puede
ser suministrada la ausencia de Bautismo en cualquier otra manera? R. La
ausencia de Bautismo puede ser suministrada por el martirio, que se llama
Bautismo de Sangre, o por un acto de perfecta caridad a Dios, o de contrición,
junto con el deseo, por lo menos implícito, de Bautismo, y esto se llama
Bautismo de Deseo.”dxiii[513]
Esta otra vez es una contradicción total de lo que es dicho en Pregunta 16. Debe ser
notado que este Catecismo, aunque atribuido al Papa San Pío X, no vinió de su pluma
y no fue promulgado solemnemente por él. No hay ninguna Bula Papal de él
promulgando el Catecismo, así es solamente un Catecismo falible que salió durante su
reinado y fue dado su nombre. Mas, aun si San Pío X mismo hubiera escribido las
palabras arriba (que él no hizo), no afectaría nada los puntos que he hecho. Esto es
porque un Papa es infalible solamente cuando está hablando Magistralmente. Este
Catecismo no es infalible porque no fue promulgado solemnemente de la Cátedra de
Pedro o aun específicamente por el Papa. Además, este Catecismo es probado no
infalible por el hecho que ¡enseña la herejía abominable que hay salvación “fuera” la
Iglesia (como mostraré)!
El Catecismo del Papa San Pío X, El Credo de los Apóstoles, “La Iglesia en
Particular,” P. 27: “P. ¿Puede ser salvo alguno fuera la Iglesia Católica,
Apostólica, y Romana? R. No, nadie puede ser salvo fuera de la Iglesia
Católica, Apostólica, y Romana, asimismo que nadie pudo ser salvo del
diluvio fuera de la Arca de Noé, que fue una figura de la Iglesia.”dxiv[514]
Aquí el Catecismo atribuido al Papa San Pío X reafirma el dogma definido. ¡Pero
procede a negar este dogma sólo dos preguntas después!
El Catecismo del Papa San Pío X, El Credo de los Apóstoles, “La Iglesia en
Particular,” P. 29: “P. Pero si un hombre por ninguna propia culpa esté fuera de
la Iglesia, ¿puede ser salvo? R. Si esté fuera de la Iglesia por ninguna propia
culpa, eso es, si esté en buena fe, y si haya recibido el Bautismo, o por lo
menos tenga el deseo implícito de Bautismo; y si, además, busque sinceramente
la verdad y haga la voluntad de Dios lo mejor que puede, tal hombre está
verdaderamente separado del cuerpo de la Iglesia, mas está unido al alma de la
Iglesia y por siguiente está en el camino de salvación.”dxv[515]
¡Aquí vemos este Catecismo falible negando palabra por palabra el dogma Fuera la
Iglesia No Hay Ninguna Salvación! Enseña que puede ser salvación “fuera” la Iglesia,
que directamente niega la verdad que enseñó a la gente en pregunta 27. Esta
declaración es tan heretica, de hecho, que sería repudiada aun por la mayoría de los
astutos herejes de nuestro día, quienes saben que no pueden decir que personas son
salvos “fuera,” así arguyen que no Católicos no están “fuera” sino están “dentros”
en tal manera. ¡Así que aun esos astutos herejes que rechazan el verdadero significado
de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación deberían admitir que la declaración
arriba es heretica!
Además, nota que el Catecismo atribuido a San Pío X enseña la herejía que
personas pueden ser unidos al “Alma” de la Iglesia, pero no al Cuerpo. Como ya
probado, la Iglesia Católica es un Cuerpo Místico. Los que no son parte del Cuerpo no
son ninguna parte en absoluto.
Esta discusión sobre los Catecismos debería demostrar al lector como la galopante
negación de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación y la necesidad de Bautismo de
Agua ha sido perpetuada por textos falibles con imprimátur y porque ha sido
absorbida hoy por casi todos que se profesan Católicos. Ha sido perpetuada por
documentos y textos falibles que se contradicen con si mismos, que se contradicen con
dogma definido, y que enseñan herejía, y que - mientras todo - afirman en otro lugar
las verdades inmutables de la necesidad absoluta de la Iglesia Católica y bautismo de
agua para la salvación. Y esto es porque Católicos son obligados a adherirse a dogma
infaliblemente definido, no a Catecismos falibles o teólogos.
Papa Pío IX, Singulari Quadem: “Porque, de verdad, cuando
libertados de estas cadenas corpóreas, ‘veremos a Dios como
Él es’ (1 Juan 3:2), entenderemos perfectamente de que cercano
y bello vínculo la divina misericordia y juicio son unidos;
pero, con tal que estuviéremos en el mundo, inclinados por
esta masa mortal que desafila el alma, que sostengamos más
firmemente que, según la enseñanza Católica, hay ‘un Dios,
una fe, un bautismo’ [Ef. 4:5]; es ilegal procedere adelante en
encuesta.”dxvii[517]
Es importante notar que no todo en la Bula Exultate Deo (el Decreto para los
Armenianos) trata de fe y moralidad para ser creida por la Iglesia universal. Esas
partes no son enseñadas ex cathedra (de la Cátedra de Pedro). Pero esta citación arriba
más ciertamente sí trata de fe y moralidad para ser creida por la Iglesia universal y por
siguiente es enseñada ex cathedra. Algunas personas señalan el hecho que Exultate Deo
no tiene el mismo lenguaje solemne como Cantate Domino del Concilio de Florencia,
que todos estan de acuerdo es infalible. Algunos concluyen, por siguiente, que es
posible que Exultate Deo podría no ser infalible en fe y moralidad. Mas este argumento
es facilmente refutado. La Bula Exultate Deo no sólo fue aprobada por Papa Eugenio IV
y incluida en los decretos del Concilio, mas fue ordenada para los Armenianos como
una profesión de fe, como la verdadera doctrina de la religión Católica. Esto prueba
que es infalible.
Además, Exultate Deo (el Decreto para los Armenianos) fue confirmada
solemnemente por un número de otras Bulas infalibles en el mismo Concilio,
incluyendo Cantate Domino.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino,” Ses. 11, 4 Feb. 1442,
ex cathedra: “La Santa Romana Iglesia abraza, aprueba y acepta todos otros
sínodos universales que fueron legítimamente convocados, celebrados y
confirmados por la autoridad de un Pontífice Romano, y especialmente este
santo sínodo de Florencia, en que, entre algo otro, uniónes más santas con los
Griegos y los Armenianos han sido logradas y muchas definiciónes más
saludables en relación a cada una de estas uniónes han sido emitidas, como
está contenida en total en los decretos previamente promulgados, cuales son
los siguientes: Letentur coeli; Exultate Deo...”dxxi[521]
En Ses. 13 del Concilio de Florencia, Papa Eugenio IV promulgó una otra Bula –
esta sobre unión con los Syrianos – en que él otra vez aprueba infaliblemente la
doctrina contenida en Exultate Deo (el Decreto para los Armenianos). La Bula termina
con Papa Eugenio IV invocando la ira de Dios sobre todo él que la contradijere. Aquí
está la porción pertinente del texto.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula de Unión con los Syrianos, Ses. 13,
30 Nov. 1444: “Eugenius, obispo, sirviente de los sirvientes de Dios, para un
recuerdo eterno... ordenamos y decretamos que él (el arzobispo Abdala) debe
recibir y abrazar, en el nombre de las personas arribas, todo que ha sido
definido y establecido a varios tiempos por la santa Romana Iglesia,
especialmente los decretos sobre los Griegos y los Armenianos (Exultate Deo)
y los Jacobitos, los cuales fueron emitidos en el sagrado concilio ecuménico de
Florencia...”dxxii[522]
Además, Exultate Deo mismo empieza su sección sobre los Sacramentos - en que la
citación sobre la necesidad del Sacramento de Bautismo está contenida - con lenguaje
autoritativo que prueba que ella es la enseñanza infalible de la Iglesia Católica.
Por lo tanto, no hay ninguna duda que la enseñanza contenida en Exultate Deo, en
relación a puntos de fe y moralidad para ser creidos por la Iglesia universal, es infalible
y dogmática. No puede contener error. Pues, cuando Exultate Deo define que sino
renaciéremos de agua y el Espíritu Santo, no podemos, como dice la Verdad, entrar al reino de
Dios, esto excluye toda posibilidad de salvación sin bautismo de agua. Lo que es
interesante sobre esta definición en particular es que ella no es simplemente una
citación de Juan 3:5 incorporada en la definición del Concilio. Más bien, es el Concilio
de Florencia enseñando la misma que Juan 3:5, mientras la presenta en sus propias
palabras. Eso es decir, el Concilio de Florencia define la doctrina encontrada en Juan
3:5, no solamente cita la escritura.
Mantener que alguno puede entrar al reino del cielo sin ser renacido de agua y el
Espíritu es contradecir esta definición infalible.
21. El Nuevo Testamento es claro que el
Sacramento de Bautismo es Indispensable para la
Salvación
Ya he tratado de Juan 3:5, así que trataré de algunas de la otras pasajes del Nuevo
Testamento que afirman la necesidad absoluta del Sacramento de Bautismo para la
salvación.
Aquí vemos a Nuestro Señor Jesucristo Mismo diciendo que los que son bautizados
serán salvos, claramente indicando que los que no son bautizados no serán salvos.
Pero algunos piden, ¿porque no dijo Nuestro Señor, “él que no creyere y no fuere
bautizado será condenado,” después de decir que él que creyere y fuere bautizado será
salvo? La respuesta es que los que no creen no van a recibir el bautismo, así que no es
necesario mencionar bautismo otra vez. Además, Nuestro Señor dice ésa misma cosa
(que los que no son bautizados no serán salvos) en Juan 3:5.
Así vemos que, en el preciso último mandato de Nuestro Señor a los Apóstoles, la
noción de creer y recibir bautismo son envolvidos juntos; son una y la misma
fórmula que es necesaria para la salvación. Creer y recibir el Sacramento de Bautismo
son uno y el mismo suceso salvador.
San Francisco Javier, 31 Dic. 1543: “Después de todo esto él [uno de los
paganos] me pidió en mi turno explicar los misterios principales de la religión
Cristiana, prometiendo guardarlos secreto. Y respondí, que no le diría ninguna
palabra sobre ellos sino me prometiera antes publicarlos por todas partes
[decirlos a todos] que le diría de la religión de Jesucristo. Él hizo la promesa, y
entonces expliqué cuidadosamente a él aquellas palabras de Jesucristo en que
nuestra religión es resumida: ‘Él que creyere y fuere bautizado será salvo’
(Marco 16:16).”dxxv[525]
ROMANOS 5 Y 6
En este lenguaje muy fuerte, San Pablo y la infalible palabra de Dios identifican el
Sacramento de Bautismo como el medio por cual alguno ha muerto al pecado.
También identifican el Sacramento de Bautismo como el medio por cual alguno es
incorporado en Cristo Jesús.
Y aquí hay un otro Concilio regional que, aunque no dogmático, enseña la misma
verdad que la declaración dogmática arriba: a saber, que sólo por ser sepultado por el
Sacramento de Bautismo a la muerte, se puede esperar tener remisión de pecado,
incorporación en Cristo y salvación.
San Remigio, Obispo de Lyons, Concilio de Valence III, 855, Can. 5: “Asimismo
creemos que debemos mantener más firmemente que toda la multitud de los fieles,
regenerada ‘de agua y el Espíritu Santo’ (Juan 3:5), y por esto verdaderamente
incorporada en la Iglesia, y según la doctrina apostólica bautizada en la
muerte de Cristo (Rom. 6:3), en Su sangre ha sido absuelta de los
pecados...”dxxvii[527]
1 CORÍNTIOS 12:13
Aquí vemos a San Pablo y la palabra de Dios enseñando vigorosamente que alguno
se viene en contacto con el Cuerpo de Cristo y el Espíritu Santo por el Sacramento de
Bautismo.
Y si la definición de Trento arriba sobre 1 Cor. 12:13 prueba que nadie puede ser
sujeto a la Iglesia sin bautismo de agua (como sí hace), esto signífica que nadie puede
ser salvo sin bautismo de agua. Todas personas son hechos sujetos a la Iglesia (y por
siguiente al Pontífice Romano) solamente por recibir el Sacramento de Bautismo.
GÁLATAS 3 - FE ES BAUTISMO
Pero ¿qué quiere decir San Pablo aquí por esta discusión extendida sobre “fe”?
¿Qué quiere decir él cuando dice, “Porque todos sois hijos de Dios por fe, en Cristo Jesús”?
La mayoría probablemente piensan que San Pablo habla aquí de creer que Jesús es el
Hijo de Dios. Esto, por supuesto, es indispensable, mas ¡no es aun mencionado por San
Pablo! Al contrario, San Pablo explica exactamente que él quiere decir por “fe en Cristo
Jesús” – muy naturalmente en la corriente de su epístola – en el mismo próximo
versículo (versículo 27).
En Tito 3:5 encontramos una de las más fuerte de todas las pasajes en la Sagrada
Escritura sobre la necesidad del Sacramento de Bautismo.
Tito 3:5- “No por obras de justicia, que nosotros hemos hecho, sino
por su misericordia, él nos salvó, por el lavacro de
regeneración, y renovación del Espíritu Santo...”
Aquí, San Pablo y la infalible palabra de Dios nos dicen que ¡el lavacro de
regeneración (el Sacramento de Bautismo) nos salva! Esto signífica que el agua (el
lavacro) y el Espíritu (renovación del Espíritu Santo) en el Sacramento de Bautismo es
el medio por cual somos justificados y salvos.
Lo que es muy interesante sobre este pasaje es que la palabra de Dios nos dice que
no es “por las obras de justitia que nosotros hemos hecho” que somos salvos. En otras
palabras, no es por nuestro deseo o nuestra sangre o nuestra contrición que somos
salvos, sino por el Sacramento mismo que Cristo instituyó (el lavacro de regeneración y
renovación del Espíritu Santo).
San Agustín (+412): “Es algo excelente que los Cristianos Punicos llaman
Bautismo mismo nada diferente de salvación... ¿De dónde se derive esto?
excepto de una antigua y, como supongo, apostólica tradición...”dxxxvi[536]
Aquí San Pablo (en la infalible palabra de Dios) describe la unidad en la Iglesia de
Jesucristo. Y ve la lista que él da: Un Señor, Una Fe, Un Dios, Un Padre. Y situado
inmediatamente allí con “Señor” y “Fe” y “Dios” y “Padre” es Bautismo. Esto nos dice
que San Pablo ve Bautismo como lleno de importancia; de hecho, como teniendo una
importancia en función de la unidad del Cuerpo de Cristo equivalente a cosas que
nadie puede disputar: un Señor, una Fe, un Dios. Esto es porque es por este Bautismo
que somos unidos a Dios y al Cuerpo de la Iglesia. Negar que los miembros del
Cuerpo de Cristo tienen este uno Bautismo es equivalente a negar que tienen un Señor
y una Fe.
San Jerónimo (+386): “El Señor es uno y Dios es uno... Además la fe es dicha
ser una... Y hay un bautismo, porque es en una y la misma manera que somos
bautizados en el Padre y en el Hijo y en el Espíritu Santo.”dxxxviii[538]
Lo interesante sobre esta citación de San Jerónimo es que él hace notar que el “un
bautismo” compartido por todos en la Iglesia (según Efésios 4:5) no es simplemente
uno en términos del número de bautismos, sino es “uno” en relación a la manera en
que todos han sido bautizados: todos han sido bautizados en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo en el Sacramento.
Vemos que todos que son parte de la Iglesia Católica tienen el uno Bautismo de
agua.
Lo interesante sobre este capítulo es lo que el autór de los Hechos de los Apóstoles,
San Lucas, decidió incluir. Al dar el relato del carcelero que fue convertido
milagrosamente después del terremoto en la prisión, San Lucas da solamente las
detalles más breves – las partes más necesarias del cuento. San Lucas anota que el
carcelero preguntó a Pablo y Silas que es menester que haga para ser salvo. San Lucas
anota vuestra respuesta muy breve: “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo tú, y tu casa.”
Mas nota que San Lucas, antes de pasar a otro tema, se asegura de mencionar que el
carcelero y toda su casa fueron bautizados inmediatamente. Esto nos muestra otra
vez que recibir bautismo es necesario para todos para la salvación. El hecho que el
carcelero y su familia fueron bautizados inmediatamente fue un detalle que San Lucas
consideró crítico para incluir en un cuento sobre las cosas esenciáles que el carcelero y
su familia tenían que hacer para ser salvos.
Esta es también una de las pasajes más fuertes de toda la Sagrada Escritura sobre la
necesidad del Sacramento de Bautismo. Nota la fuerza de la aseveración de San Pedro
aquí. El bautismo ahora os salva. Y él habla de Bautismo de Agua (el Sacramento),
por supuesto, porque ¡él atrae una analogía entre los aguas del Bautismo y los aguas
del Diluvio! San Pedro compara recibir el Sacramento de Bautismo de Agua a estar en
la arca de Noé. Como nadie escapó la muerte física fuera de la arca de Noé en el
tiempo del diluvio (solamente ocho almas sobrevivieron el diluvio por estar plantadas
firmemente en la arca), ¡asmismo ahora nadie evita la muerte espiritual o es salva de
pecado original sin el Sacramento de Bautismo!
Como dice San Pedro en 1 Pedro 3:20-21, que en los días de Noé ocho almas fueron
salvas del agua por subir a la arca, y ahora el Sacramento de Bautismo siendo de la
misma forma (esa es, de agua) ahora nos salva también, asimismo la Iglesia Católica ha
definido como un dogma que entrar en la Iglesia es tan necesario para la salvación
como estar en la arca fue necesario para salvarse de la muerte. Y la unica manera de
entrar la Iglesia es por el uno bautismo de agua.
Nota como Papa Bonifacio VIII define la unidad de la Iglesia como la unidad de
“los sacramentos,” que signífica que nadie puede estar dentro de la Iglesia sin haber
recibido por lo menos el primero de los sacramentos: el Bautismo.
San Maximo el Confesor (+ c. 620): “El diluvio de aquellos días fue, como digo,
una Figura de bautismo. Porque eso fue prefigurado entonces que ahora es
cumplido; eso es, asimismo que cuando los fuentes de agua inundaron,
iniquidad fue puesto en peligro, y justicia sola reinó: pecado fue arrasado en el
abismo, y santidad elevado al cielo. Entonces, como dije, eso fue prefigurado
que ahora es cumplido en la Iglesia de Cristo. Porque como Noé fue salvo en
la Arca, mientras la iniquidad de hombres fue ahogado en el Diluvio,
asimismo por los aguas de bautismo la Iglesia está portada cerca del
cielo...”dxliv[544]
EL BAUTISMO DE DIOS
Juan 1:12-13- “Mas a todos que Le recibieron, les dió potestad de ser
hechos hijos de Dios; a los que creen en Su nombre: LOS CUALES
SON NACIDOS, NO DE SANGRE, NI DE LA VOLUNTAD
DE LA CARNE, NI DE LA VOLUNTAD DEL HOMBRE,
SINO DE DIOS.”
El contexto del pasaje trata de “llegar a ser los hijos de Dios,” lo que San Pablo
llamó “adopción de hijos” (Rom. 8:15). Esto es el término teológico y escritural para la
Justificación, el estado de gracia santificante (Trento, Ses. 6, Cap. 4).dxlv[545] El término
signífica la transición de ser un hijo de Adán (el estado de pecado original) a llegar a
ser un hijo adoptado de Dios (el estado de gracia santificante). Papa San León el
Grande, de hecho, confirma que este pasaje del Evangelio de San Juan habla de llegar a
ser un hijo de Dios por el Sacramento de Bautismo.
Pues mientras que Dios, por San Juan, está describiendo el “renacimiento” de
hombre al estado de gracia en Bautismo, Él habla de los que son nacidos, “NO DE
SANGRE, NI DE LA VOLUNTAD DE LA CARNE, NI DE LA VOLUNTAD DEL
HOMBRE, SINO DE DIOS”! La “voluntad de la carne” es deseo. La “voluntad del
hombre” es deseo. “Sangre” es sangre. En mi opinión, lo que Dios dice aquí en este
mismo versículo es que para llegar a ser un hijo de Dios – para ser justificado – no es
suficiente ser renacido de sangre o deseo (i.e., bautismo de sangre o deseo). Se debe ser
renacido de Dios. La única manera de ser renacido de Dios es ser bautizado con agua
en el nombre de Dios: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt.
28:19).
Algunos escritores han intentado refutar una interpretación literal de Juan 3:5 por
apelar a las palabras de Nuestro Señor en Juan 6:54: “Amen, amen os digo: Excepto
comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vos.” Ellos
arguyen que el lenguaje en este versículo es el mismo que en Juan 3:5, y sin embargo la
Iglesia no entiende Juan 6:54 literalmente – porque infantes no necesitan recibir la
Eucaristía para ser salvos. Pero el argumento se falla porque a los propugnadores de
este argumento se les escapaba una diferencia crucial en la redacción de estos dos
versículos.
En el Prólogo a Ses. 7 del Decreto del Concilio de Trento sobre los Sacramentos hay
una declaración muy importante.
El Concilio de Trento define aquí que toda verdadera justicia (gracia santificante) o
empiece o sea aumentada o sea restaurada por los sacramentos. Yo repito, toda
verdadera justicia o empiece o sea aumentada o sea restaurada por los sacramentos.
Esto signífica que toda verdadera justicia debe ser por lo menos uno de los tres:
empezada por los sacramentos, aumentada por los sacramentos o restaurada por los
sacramentos. ¡Mas el teoría de bautismo de deseo es que algunas personas pueden
tener una verdadera justicia (gracia santificante) que es ninguno de los tres arriba!
Ellos arguyen que algunas personas pueden tener justicia verdadera que es: 1) no
empezada por los sacramentos, sino antes; y tampoco 2) no aumentada por los
sacramentos (porque la persona muere antes de irse a los sacramentos); y 3) no
restaurada por los sacramentos (por la misma razón que # 2). Por lo tanto, el teoría de
“bautismo de deseo” propone una verdadera justicia que no es empezada ni
aumentada ni restaurada por los sacramentos. Mas tal idea es contrario a la enseñanza
arriba de Trento, y por siguiente tal “verdadera justicia” que ellos proponen no puede
ser verdadera justicia. Esto muestra otra vez que bautismo de deseo no es una
verdadera enseñanza, sino una falsa enseñanza espolvoreada de contradicciónes contra
verdades infalibles como la arriba.
San Ambrosio (+ 390): “... cuando el Señor Jesucristo estaba a punto de darnos
la forma de bautismo, Él vinió a Juan, y Juan le dijo a Él: Yo debería ser bautizado
de tí, ¿y vienes a mí? Y Jesus respondiendo le dijo: Súfrelo estar así para ahora.
Porque así nos conviene cumplir toda justicia (Mt. 3:14-15). Ved como toda justicia
apoya sobre bautismo.”dxlviii[548]
En Ses. 6, Cap. 7, el Concilio de Trento define cuales son las causas de Justificación
en los impíos. Justificación es el término para el estado de gracia santificante. Si deseo
o sangre fuera una causa de Justificación, como arguyen los propugnadores de
bautismo de deseo, entonces pensarías que serían mencionados en el capítulo sobre las
Causas de Justificación, ¿no? ¿Porque no está mencionado ninguno en Capítulo 7
sobre las causas de Justificación?
Esto es muy interesante. Trento define aquí que la causa eficiente de Justificación
en los impíos es Dios que lava y santifica, signando y ungiendo. Nota el término
signando. Este término (signando) es una clara referencia al carácter o marca del
Sacramento de Bautismo; porque el “signo” de Bautismo viene solamente con el
Sacramento de Bautismo, como todos admiten. Cito a P. Laisney de la SSPX otra vez.
Por siguiente, si Trento defina que la causa eficiente de Justificación es Dios que
signa, esto signífica que la causa eficiente de Justificación es Dios que nos signa en el
Sacramento de Bautismo. Y no se puede tener el efecto (Justificación) sin la causa (Dios
signando en el Sacramento de Bautismo).
1) Prueba que todo hombre debe recibir por lo menos un sacramento para ser salvo;
de lo contrario, “los sacramentos” como tal (i.e. el sistema sacramental) no podrían ser
dichos necesarios para la salvación. Por lo tanto, esta definición (además de las otras)
muestra que todo hombre debe recibir por lo menos el Sacramento de Bautismo para
ser salvo.
Pero nada sobre salvación siendo posible sin los sacramentos fue enseñado en estas
dogmáticas profesiónes de Fe. Al contrario, la verdad que los sacramentos son
necesarios para la salvación fue definida, con la limitación necesaria y correcta que
todos los 7 sacramentos no son necesarios para cada persona.
El Primero Concilio Vaticano repitió la misma Profesión de Fe, la cual es un dogma.
Él hizo esta Profesión en la misma primera declaración sobre Fe de Vaticano I.
San Isaac Jogues y sus compañeros estaban predicando el Evangelio a los más
salvajes de los paganos Norteamericanos en las áreas de Canada y Nueva York. Al
intentar traer el Evangelio (la Fe Católica) a este tipo de paganos, Isaac Jogues y sus
compañeros afrontaban penurias increibles y arriesgaban captura y tormentos
inconcebibles en las manos de los salvajes. Y esto es exactamente que pasó cuando San
Isaac Jogues, San Rene Goupil y compañeros fueron capturados por los salvajes
Iroquois en una jornada misionera en 1642:
La Vida de San Isaac Jogues, pp. 219, 221: “Los verdugos escogieron a Rene Goupil
por la próxima víctima. Ellos aserraron el pulgar de su mano derecha con una
cáscara de ostra. Tanta sangre salió a chorros que temieron que él muriera
[querían tormentarle más o canjearle]... Entonces se volvieron a Couture... Le
agujerearon a él con leznas y estacas puntiagudas, trincharon retazos de su
carne, le quemaron con teas y hierros brillandos, hasta que se cayó exánime
bajo sus crueldades... Uno de ellos descubrió [luego] que dos dedos de Couture
habían sido dejados intactos... Sobresaliendo de ira... empezó a aserrar el índice
de su mano derecha con el filo serrado de una cáscara. Él apretó con toda su
fuerza sobre la carne y la rasgó, pero no pudo partir los tendones... Frenético,
agarró el dedo y lo torció hasta que lo arrancó, arrastrando con él un tendón
tan largo como la palma.”dliv[554]
¿Pero porqué se sentían obligados San Isaac Jogues y sus compañeros a sujetarse a
la posibilidad de caer en las manos de estos salvajes? ¿Qué fue el propósito? La
respuesta es que supieron que no fue ninguna cosa como “salvación para los
ignorantes invencibles.” Supieron que si estos salvajes no vinieren a saber de Jesucristo
y la Trinidad (la Fe Católica) y ser bautizados ellos serían perdidos eternamente sin
cualquier duda.
La Vida de San Isaac Jogues, p. 197: “Ellos arrancaron a Ondessonk [San Isaac
Jogues] y le batieron con furia demente, con garrotes y mosquetes, sobre la
cabeza y los hombros, hasta que se hundió a la tierra. Le patearon y saltaron
sobre él hasta que fue insensato. Los cuatro Iroquois salieron, mas otros
siguieron la venganza sanguinaria. Dos hombres más jovenes, especialmente,
agarraron sus brazos y apretaron sus uñas entre las dientes. Se esforzaron y
arrastraron hasta que sacaron las uñas de sus fosas. Pusieron cada uno de sus
dedos en la boca y los molieron y trituraron con los dientes hasta que los
dedos fueron una jalea de sangre y carne y astillas de hueso.”dlv[555]
San Isaac Jogues y sus compañeros fueron expuestos a muchas otras cosas,
incluyendo frío inconcebible:
San Isaac Jogues: “De verdad, bajo la influencia de ése terrible odio de los
salvajes, yo sufría más que se puede decir del frío, del desprecio de los más
bajos de ellos, del furioso mal genio de las mujeres... Gran hambre, también,
tenía que aguantar. Porque casi toda la carne de venado, y por la caza ellos
comen casi nada más, fue ofrecida en sacrificio a los demonios, pasé muchos
dias sin comer... Yo sufría mucho del frío, in medio de las nieves profundas, sin
algo para vestirme excepto una capa corta y raída... Aunque ellos tenían
cueros de venado en abundancia, muchos de que no estaban usando, no me
daban ninguno. Unas veces, por una noche extremadamente amarga,
tiritando del frío, yo cogí uno de los cueros en secreto; tan pronto como ellos
lo descubrieron, se surgieron y lo quitaron de mí. Eso muestra que
terriblemente mucho ellos me odiaban... Mi piel fue hendida abierta del frío,
por todo el cuerpo, y me causaba dolor intenso.”dlvi[556]
Sin embargo, después de todo esto, ¡San Isaac Jogues todavía rehusó escapar de
estos salvajes cuando primeramente tuvo la oportunidad! Él quería remanecer y
bautizar a infantes muriendos, y instruir y bautizar a los adultos paganos que
escucharen. ¿Porque? Si él hubiera salido de la gente, ciertamente los que fueran
sinceros serían salvos por ser ignorantes “por ninguna propia culpa,” ¿no? Al fin y al
cabo, no habrían sido culpables si Isaac Jogues hubiera dicho que no pudo aguantar
esto nada más. ¡No! San Isaac supo que no era ninguna salvación para ellos sin la
presencia de la Iglesia bautizanda y el saber de la Fe Católica. La siguiente citación es
una de las más interesante que alguna vez se ve contra la idea heretica de salvación
para los “ignorantes invencibles.”
San Isaac Jogues: “Aunque, en toda probabilidad, yo podría escapar [de los
Iroquois] o por los Europeanos o por los otros salvajes viviendo alrededor de
nosotros, si lo deseaba, decidí vivir sobre esta crúz en que Nuestro Señor me
había puesto en compañia con Si Mismo, y morir con la ayuda de Su gracia...
¿Quién podría instruir a los prisioneros que estaban constantemente
atraidos? ¿Quién podría bautizarles cuando estaban muriendos, y
fortalecerles en sus tormentos? ¿Quién podría verter los sagrados aguas
sobre las cabezas de los niños? ¿Quién podría ocuparse de la salvación de los
adultos muriendos, y la instrucción de los en buena salúd? De veras, creo que
sucedió no sin una providencia singular de la Bondad Divina, que me caí en las
manos de estos mismos salvajes... Estos salvajes, tengo que confesar,
maldispuestamente y reaciamente me han perdonado la vida hasta ahora, por
la voluntad de Dios, para que así por mí, aunque indigno, ellos podrían ser
instruidos, podrían creer, y ser bautizados, cuantos que son preordenados
para la vida eterna.”dlvii[557]
Como Católicos, por supuesto, no creemos como el hereje Juan Calvin, que
mantenía una predestinación según la cual no importa que haga alguno él es
predestinado o al cielo o al infierno. Ésa es una herejía malvada. Al contrario, como
Católicos creemos en el verdadero entendimiento de predestinación, que es expresado
por San Isaac Jogues y Romanos 8 arriba. Este verdadero entendimiento de
predestinación signífica simplemente que el conocimiento previo de Dios de toda
eternidad se cerciora que los que son de buena voluntad y sinceros serán traídos a la fe
Católica y vendrán a saber lo que deben – y que todos que no son traidos a la fe
Católica y no saben lo que deben simplemente no fueron entre los elegidos.
Hay un otro cuento interesante en la vida de Jogues que confirma esto. Después de
tener mucho éxito al convertir a la gente de varios lugares, él y sus compañeros
empezaron a estar excluidos de todos los pueblos en una cierta sección de los salvajes
paganos. El diablo había convencido a los salvajes paganos en esta área – y la idea
estaba propagando – que la presencia de los misioneros fue la razón porque estaban
hambruna y enfermedad entre ellos. Por lo tanto, siendo totalmente agotados y
excluidos de cada choza en la área, y helando del frío y muriendo por un lugar para
descansarse y calentarse, continuamos el cuento:
La Vida de San Isaac Jogues, pp. 145-146: “...vagando de lugar a lugar, y en todos
encontrando golpes y amenazas y odio, Jogues y Garnier vinieron a un pequeño
racimo de cabañas en el corazón de las colinas. Ambos fueron agotados por la
terrible exposición al frío y por la carencia de comida. Se forzaron si mismos
sobre una de las cabañas y fueron recibidos a regañadientes. Jogues se sentió
febril y enfermo por todo el cuerpo. Él no pudo moverse de su colchoneta.
Entonces vino un mensajero de uno de los pueblos en que ellos habían sido
acogidos por su venida a la tierra Petun. El corredor les dijo que algunos de las
personas que estaban enfermos les rogan regresar.
“Fue una llamada de Dios. Ellos no podrían no obedecerla. Para completar
la viaje de treinta y cinco millas en luz del día, empezaron a las tres de la
mañana. Todo el campo fue pálido de nieve en el amanecer, y el aire de las
montañas fue dolorosamente frío. Jogues ya estaba agarrado por la fiebre y
inestable sobre sus pies. Patinaban laboriosamente sus raquetas de nieve sobre
la costra crepitanda de la nieve helada. Frecuentemente, se paraban por aliento
en agotamiento insoportable.
“Pero tenían que abreviar los descansos, por temor que se morieran del frío.
Su unica comida, un terrón de pan de maíz aproximadamente del tamaño del
puño, fue tan duro como hielo. Llegaron al pueblo a altas horas de la noche,
cubiertos de sudor y aun medio-helados, ellos dijeron. Los enfermos ya
estaban vivos. Ellos fueron bautizados. ‘Algunas almas erradas del camino
aquí y allí, quienes son puestos por el camino al cielo cuando están a punto
de ser tragadas del infierno,’ fue su comentario, ‘merecen mil veces más que
estos trabajos, porque estas almas han costado al Salvador del mundo mucho
más que éso.’”dlviii[558]
Como dice San Isaac Jogues, él sabía que si él no llegara a estas personas, instruirles
y bautizarles serían “tragadas del infierno.” Eso es porque se forzó a si mismo en el
mismo momento que había encontrado un poco de descanso y calor hacer la viaje de
treinta y cinco millas, aunque él estaba padeciendo hambre, helando y agotado – una
viaje que casi le mató. Hay un otro cuento interesante que ilustra la misma verdad.
San Francisco Javier, 31 Dic. 1543: “Ahora en estas partes [de India] hay un
número muy grande de personas que tienen solamente una razón para no
hacerse Cristianos, y esa es que no hay nadie para hacerles Cristianos.
Frecuentemente viene a mi mente irse por todas las Universidades de Europa,
y especialmente la de París, gritando en todos lugares como un loco, y
diciendo a todos los eruditos hombres allá cuya erudición es tan mucho más
fuerte que su caridad, ‘¡Ah! ¡Que multitud de almas es por vuestra culpa
excluida del cielo y cayendo al infierno!’... Ellos trabajan noche y día para
adquirir saber... pero si gastarían tanto tiempo en lo que es el fruto de toda
erudición sólida, y serían tan diligentes al enseñar a los ignorantes las cosas
necesarias a la salvación, estarían mucho mejor preparados para dar cuenta de
si mismos a nuestro Señor cuando les dirá: ‘Da cuenta de tu
mayordomía.’”dlx[560]
Aquí vemos que San Francisco Javier dice que estos paganos ignorantes en India
facilmente se harían Cristianos si fuera alguien para instruirles, ¡y sin embargo irán al
infierno si no oyeren de la Fe! Esto totalmente elimina la idea de salvación para los
“ignorantes invencibles” o salvación por “bautismo de deseo implícito.”
San Francisco Javier, 20 Enero 1545: “Porque Su Alteza [Juan III Rey de
Portugal] entiende bien que Dios requerirá de Usted una cuenta de la salvación
de tantas naciónes, que están listos para seguir la mejor via si alguien les
muestre, pero mientras, por carencia de un maestro, yacen en tenebras ciegas,
y la suciedad de los pecados más graves, ofendiendo a su Creador, y echando
temeraria sus propias almas a la miseria de muerte eterna.”dlxi[561]
¡Aquí otra vez vemos a San Francisco Javier eliminando toda idea de salvación para
“los ignorantes invencibles,” excluyendo de salvación aun esas almas ignorantes que él
pensaba abrazarían la Fe si la fueran enseñadas!
San Francisco Javier, Mayo, 1546: “En esta isla de Amboyna los paganos son
mucho más numerosos que los Musulmanes, y hay un odio amargo entre los
dos... Si estuvieran personas aquí para enseñarles la religión verdadera, se
juntarían al rebaño de Cristo sin mucha dificultad, porque tienen mucho
menos objeción al nombre de Cristo que él de Mahoma... Escribo todo esto a tí
con tanto largor para que puedes compartir mi solicitudo, y concebir, como es
simplemente justo, un dolor inmenso por la perdición miserable de tantas
almas que están pereciendas diaramente, totalmente desprovistas de
apoyo.”dlxii[562]
San Francisco Javier, 29 Enero 1552: “Nada me conduce a suponer que hay
algunos Cristianos acá [en China]... si los Chinos aceptaren la fe Cristiana, los
Japonesas dejarían las doctrinas que les han enseñado los Chinos... Estoy
empezando a tener grandes esperanzas que Dios proveyere en breve entrada
libre a China, no sólo a nuestra Sociedad, sino a religiosos de todos Órdenes,
para que un campo amplio sea descubierto a hombres píos y santos de todos
tipos, en que sea gran espacio para devoción y ardor, al evocar a hombres ya
perdidos a la vía de verdad y salvación.”dlxiv[564]
En todas estas citaciónes vemos otra vez que San Francisco Javier, como San Isaac
Jogues y todos los Santos, totalmente rechazaba la idea heretica que almas ignorantes
del Evangelio pueden ser salvos.
La Vida de San Isaac Jogues, p. 92: “Entonces, más que todo [concluyeron los
paganos], los Negromantos causaron a la gente morir por verter agua en las
cabezas; casi todos que bautizaron murieron poco después.”dlxv[565]
La Vida de San Isaac Jogues, p. 136: “P. Lalemant [uno de los compañeros y
superiores de Jogues] confiesa: ‘Sucedió muy frecuentemente, y ha sido
notado más que cien veces, que en esos lugares donde fuimos más acogidos,
donde bauticemos más personas, fue allí, de hecho, donde ellos murieron
más. Al contrario, en las cabañas a que fuimos rehusado la entrada, aunque
ellos fueron enfermos al extremo, por fin de unos días se vió a toda persona
prosperamente curada.’”dlxvi[566]
La Vida de San Isaac Jogues, pp. 97-98: “[San Juan] De Brebeuf y Jogues esperaban
para que la histeria pase. Ellos tuvieron la consolación de bautizar a unas
almas y enviarlas a Dios. Una fue una india que había resistido todos sus
intentos de hablar con ella hasta inmediatamente antes de su fin, cuando ella
rogó ser bautizada. Otra fue un valiente joven que ávidamente deseó el
bautismo, mas cuyos parientes le resguardaban contra el acceso de Echon [De
Brebeuf] y Ondessonk [Jogues]. De Brebeuf esperaba hasta que los parientes
estuvieron ausentes de la cabaña y entonces vertió las aguas salvandas sobre su
cabeza un momento antes que su suegra volvió para prevenirle.”dlxvii[567]
La Vida de San Isaac Jogues, p. 142: “No hay escasamente nada de maíz en este
pueblo de Ehwae, y sin embargo, casi cada día unos Attiwandarons llegan,
grupos de hombres, mujeres, y niños, todos pálidos y desfigurados... Huyendo
de la hambruna, encuentran aquí la muerte; más bien, aquí encuentran una
vida bendita, porque aseguramos que ninguno muera sin bautismo. Entre estas
personas fue un niño pequeño de casi un año, que asemejaba más un
monstruo que un ser humano. Él fue felizmente bautizado. Dios preservó su
vida sólo por un milagro, parecía, para que podría ser lavado en la sangre de
Jesucristo y podría bendecir Sus misericordias siempre.”dlxviii[568]
La Vida de San Isaac Jogues, p. 279: “... en Febrero él caminó las seis millas al
pueblo más cerca, donde los mohicanos estaban celebrando su festival y
juegos del invierno... paseó por las cabañas, buscando los enfermos y los bien
dispuestos. En una casa descubrió a cinco bebés, todos peligrosamente
enfermos. Les bautizó, sin llamar la atención, y tres días después, dice P.
Lalemant, ‘él oyó que estos pequeños inocentes ya no más estuvieron en la
tierra de los muriendos [fueron muertos]. Que admirabile golpe de
predestinación para esos pequeños ángeles.”dlxix[569]
La Vida de San Isaac Jogues, p. 199: “Rene llamó la atención de Padre Jogues a
uno de los hombres viejos [un indio que fue capturado con ellos]... El hombre
ya no había sido bautizado, y posiblemente podría suceder que él fuere la
víctima escogida por los iroquois para un sacrificio de sangre antes que salieren
del campamento. Ondessonk [P. Jogues] persuadió al hombre viejo aceptar
bautismo... Los mohicanos terminaron su concilio y la división de la ganancia...
El hombre viejo a quien P. Jogues ya había bautizado rehusó moverse de donde
se sientó... Él [el hombre viejo] apenas había terminado de hablar [rehusando
moverse] cuando uno de los valientes destrozó su cráneo y cortó su cuero
cabelludo. Padre Jogues regocijó en la tristeza, porque los aguas de bautismo
apenas habían secado sobre su cabeza.”dlxx[570]
La Vida de San Isaac Jogues, pp. 122-123: “En Teanaustayae, Jogues presenció una
tortura y una conversión que sobrepasó todo humano. Un jefe de la nación
Oneida de la Confederación Iroquois, junto con once guerreros, iba a ser
ejecutado. El jefe escuchó a los Negromantos Ondessonk [Jogues] y Echon,
declaró que deseó ser bautizado, y exhortó a sus seguidores seguir su ejemplo.
Despues que habían sido infligidas las crueldades ordinarias,
inmediatamente antes de los asesinatos, el jefe fue bautizado Pedro. De uno
en uno, sus compañeros, también bautizados, sucumbieron al fuego y los
cuchillos. Pedro se quedó solo sobre la plataforma. Fue cortado su cuero
cabelludo, y él fue mutilado y chamuscado por todo el cuerpo.
Repentinamente, como fue inspirado, atacó a sus perseguidores hurones... Los
hurones le arrojaban en una fogata grandissima. Él se surgió de las llamas, con
antorchas llameandas en los manos, y embistió sobre sus enemigos. Ellos se
retiraron mientras él corrió hacia las palizadas para incendiar el pueblo. Le
talaron a él con un garrote y amputaron sus pies y manos. Entonces, le llevaron
sobre nueve fuegos diferentes... Finalmente le trituraron bajo un tronco de árbol
volcado, todo en fuego. Logrando salirse, él se arrastró por codos y rodillas,
tirandose una distancia de diez pasos hacia sus perseguidores. Se retiraron ante
él como ante un demonio. Uno, por fin, le taló y cortó su cabeza.”dlxxi[571]
Los misioneros fueron convencidos que fue sólo porque Pedro había recibido el
Sacramento de Bautismo que tuvo la fuerza milagrosa para sufrir todas estas torturas
increibles, sobrevivir y todavía moverse contra sus perseguidores.
La Vida de San Isaac Jogues, pp. 298-299: “Una vez, cuando él había entrado una
cabaña en uno de los pueblos para preguntar sobre los enfermos, Jogues oyó su
nombre llamado de la oscuridad de un rincón. Pasando allí, encontró a un
hombre joven gravemente enfermo. ‘Ondessonk,’ exclamó el enfermo hombre
joven, ‘¿no conoces a mí?’
‘No recuerdo haber visto a tí nunca,’ respondió P. Jogues.
‘¿No recuerdes bien el favor que hice para tí por tu entrada a la tierra de los
Iroquois?’ preguntó el hombre.
‘¿Pero que favor hiciste para mí?’ preguntó Jogues, confundido.
‘¿No recuerdes el hombre que cortó tus vínculos, en el tercero pueblo de los
Iroquois Agnieronon, cuando fuiste al fin de tu fuerza?’ continuó él.
‘Por supuesto recuerdo eso muy bien. Ese hombre me puso endeudado con él
muchisimo. Nunca he podido agradecerle. Ruego te, dame algunas noticias de
él, si le conoces.’
‘Fue yo, mismo, que lo hizo. Yo que compadeció de te y te soltó.’...
Padre Jogues dijo al hombre muriendo sobre Dios, de la felicidad en la próxima
vida con Dios para los que creyeron, de lo que fue necesario creer para ser
bautizado y hecho felíz siempre después de la muerte. El hombre escuchó con
atención. Con sinceridad profunda, rogó el bautismo y la felicidad que
Ondessonk le prometía. Padre Jogues vertió sobre su cabeza el agua de
salvación. Mientras que él oraba al lado de la colchoneta, unas horas
después, el hombre murió pacíficamente.”dlxxii[572]
BAUTISMOS ASOMBROSOS
La Vida de San Isaac Jogues [cuando estaba cautivo entre los iroquois mohicanos],
p. 272: “Los campamentos por la noche estaban al aire libre, en una cañada en la
nieve. Él no tenía pelajes, como los otros, para protegerse, y no podía mover
el corazón de nadie en el grupo a prestarle algo encubrimiento, aunque
portaban varias pieles por los despojos de la caza...
“Por la vía, tuvieron que cruzar una garganta de una corriente rápida
montañesa. El puente fue un tronco de árbol extendido unos pies sobre los
aguas remolinosos y profundos. Fue inestable con musgo resbaloso. Una del
grupo fue una mujer embarazada, que también portaba un bebé en la canasta a
espaldas y estaba cargada además con los utensilios del campamento. La
correa de la cuna estuvo por su frente, y los manojos estaban fijados por sus
hombros. La india empezó a trepar a través del árbol, mientras que Padre
Jogues esperaba para seguirle. Ella perdió el equilibrio y se cayó en los
rápidos volteandos. El equipaje sujetado a los hombros le pesó a ella al lecho,
la correa que sostenía la cuna se descolgó del frente al cuello y le estaba
estrangulando.
“En el mismo momento, Padre Jogues saltó en la garganta y la corriente
fría. Vadeando y nadando, peleó su progreso a la mujer, soltó los manojos y la
cuna, y arrastró a ella y al bebé a la ribera. Tuvo buen cuidado para bautizar al
bebé antes que le levantó del agua. Los mohicanos hicieron un fuego
rugiendo y revivieron a la mujer, que fue entumecida casi a la muerte. Le
permitieron a Ondessonk [P. Jogues] calentarse y aun le encomendaron, porque
realizaban que la mujer habría sido ahogada salvo su apoyo. Ella se recuperó,
pero el niño recién bautizado se murió dentro de unos días.”dlxxiii[573]
Este cuento fascinador nos muestra como el Todopoderoso puede y sí hace traer al
bautismo toda alma que Él quiere. Si la mujer no hubiera caido en los aguas helados,
San Isaac no habría tenido la oportunidad de bautizar a su bebé. Es muy obvio que
Dios lo dispuso para que este niño pequeño recibió el Sacramento inmediatamente
antes que Él le trajo del mundo.
La Vida de San Isaac Jogues, p. 225: “Dos de los hurones, aprendió Jogues, iban a
ser quemados a la muerte esa noche en Tionontoguen. Él se quedaba con
ellos por la plataforma y concentraba sus súplicas sobre ellos. Finalmente
consintieron. Casi ése momento, los mohicanos tiraron a los prisioneros un
poco de maíz crudo que había sido arrancado nuevamente. Las cáscaras [del
maíz] estaban mojadas de las lluvias recientes. Padre Jogues cuidadosamente
recogió las preciosas gotas de agua sobre una hoja y las vertió por las cabezas
de los dos neófitos [conversos nuevos], bautizándoles en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo. Los mohicanos comprendieron que su [de Jogues]
acto quiso traer felicidad a estas víctimas odiadas. Se mostraron violentos por
su audacia y le derribaron con golpes, amenazando matarle con los hurones...
Esa noche los dos hurones [a quienes él había bautizado] fueron quemados
sobre el fuego.”dlxxiv[574]
Si las cáscaras de maíz no hubieran sido tiradas en ése mismo momento, Jogues no
habría tenido el agua para bautizar a los dos indios. Y, como notado en su vida, San
Isaac Jogues siempre instruía a los paganos sobre lo imprescindible que deberían saber
para el bautismo (e.g., la Trinidad y la Encarnación).
Juan 3:5,7 - “[Jesús dijo] Amen, amen te digo, sino un hombre renaciere de agua y
el Espíritu Santo, él no puede entrar al reino de Dios... no te maravilles de que te
dije: Os es necesario nacer otra vez.”
La Vida de San Isaac Jogues, p. 205: “El más devoto de todos fue Atieronhonk,
quien Jogues había bautizado en la primera descarga. El hombre no salía de
su asombro. [Dijo Atieronhonk]: ‘Debe ser confesado que estas personas que
vienen para instruirnos no tienen ninguna duda de las verdades que nos
enseñan. Debe ser que solo Dios es su recompensa. Hay Ondessonk [Isaac
Jogues]. Él se olvidó de si mismo en el momento de peligro. Él pensó
solamente de mí, y me habló de hacerme Cristiano. Las balas de mosquete
volaban al lado de nuestras orejas, la muerte estuvo ante nuestros mismos
ojos. Él pensó solamente de bautizarme, y no de salvar a si mismo. Él no
temió la muerte. Pero él [Jogues] sí pensó que yo habría sido perdido por
siempre si hubiera muerto sin bautismo.”dlxxv[575]
Hay abajo un otro relato interesante de un indio llamado Ahatsistari, que fue
convertido por San Isaac Jogues y sus compañeros. Ahatsistari se dirigió a San Isaac
Jogues y San Juan De Brebeuf como el siguiente:
La Vida de San Isaac Jogues, p. 168: “Yo tengo la fe muy profunda en el corazón, y
mis hechos durante el invierno pasado lo ha probado suficientemente. En dos
días saldré por el camino de guerra. Si fuere matado en batalla, díganme:
¿dónde se fuere mi alma si me rehuseis el bautismo? Si mireis en mi corazón
tan claramente como el gran Señor de nuestra vida, yo sería ya numerado entre
los Cristianos; y el miedo de las llamas del infierno no me acompañaría, ya que
voy a enfrentar la muerte. No puedo bautizar a mi mismo. Todo que puedo
hacer es declarar con suma honradez el deseo que tengo de él. Después que
hago esto, si quemare mi alma en el infierno, vos llevaren la culpa. Cualquier
cosa que decidais hacer, sin embargo, siempre oraré a Dios, porque conozco a
Él. Tal vez Él tuviere misericordia de mí, porque decis que Él es más sabio que
vos.”dlxxvi[576]
San Francisco Javier, Mayo, 1546: “Aquí hay en total siete pueblos de
Cristianos, para todos cuales me fui y bauticé a todos los infantes recién nacidos
y a los niños aun no bautizados. Muchisimos de ellos murieron poco después
de su bautismo, para que fue suficiente claro que su vida había sido
preservado por Dios solamente hasta la entrada a la vida eterna sea abierta a
ellos.”dlxxvii[577]
San Francisco Javier, Feb, 1548: “La cosa que quiero encomendar a ustedes más
que todas es que empleen diligencia y vigilancia especial en el bautismo de
niños pequeños, para no dejar a cualquier niño recién nacido no regenerado en
el lavacro salvador de Cristo en ninguno de los pueblos... Busquen y pregunten
para si mismos, y bauticen con sus propias manos todos que encontraren
desprovistos de ése Sacramento más necesario.”dlxxviii[578]
La Vida de San Isaac Jogues, p. 94: “Una vez, Padre Jogues encontró a un salvaje
llamado Sonoresk bien dispuesto y suficientemente instruido, quien estaba
asiendo su último aliento. Por toda la noche el hombre seguía repitiendo
‘Rihouiosta’ (Yo creo). Ondessonk [San Isaac Jogues] le bautizó a él, y el
hombre se recuperó repentinamente. Él proclamó que el bautismo le curó: el
agua que había sido vertido sobre la cabeza por Ondessonk [Jogues] había
fluido por su garganta, para que él no sentía ninguna pena más. Su regocijo en
esta vida no fue largo, sin embargo, porque murió el próximo día.”dlxxix[579]
Entonces ¿qué hacen estas personas con estos hechos les mirando fijamente a la
cara? Recurren a atacar el reportero de estos hechos (argumentum ad hominem), que les
permite ignorar los hechos mismos. El episodio de Padre Leonard Feeney, S.J. es un
buen ejemplo.
El dogma Fuera la Iglesia Católica No Hay Ninguna Salvación en realidad no tiene
nada que ver con Padre Leonard Feeney. (De hecho, yo nunca había oido de P. Feeney
cuando vine a la misma conclusión – basado en dogma Católico – que el Sacramento de
Bautismo es absolutamente necesario para la salvación y que todos que mueren no
Católicos son perdidos.) Tiene que ver con la enseñanza de la Cátedra de San Pedro,
como he mostrado, que es la enseñanza auténtica y infalible de Cristo. Rechazar este
dogma Católico es rechazar a Cristo Mismo.
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 5), 29 Junio 1896: “Al contrario, quien en un
solo punto rehusa su asentimiento a las verdades divinamente reveladas, en
realidad abdica de toda la fe, porque rehúsa someterse a Dios en cuanto a que
es la soberana verdad y el motivo propio de la fe.”dlxxx[580]
Padre Feeney se hizo famoso por su postura pública por el dogma Fuera la Iglesia
Católica No Hay Ninguna Salvación en los 1940’s y 1950’s. La mayoría se fallan
realizar que, en ése tiempo, los obispos del mundo no estaban de ninguna manera
tradicionalistas acérrimos. La mayoría de los obispos del mundo ya habían abrazado
la herejía de indiferentismo, que explica porque casi todos firmaron los documentos
hereticos de Vaticano II un poco tiempo después. Habían abrazado la idea heretica que
“ignorancia invencible” salva a los que mueren no Católicos, como he tratado en ciertas
secciónes previas. Esto es porque facilmente se puede detectar herejía contra el dogma
en la mayoría de manuales y textos teologicos empezando tan temprano que a finales
del 19no siglo. De hecho, en su tiempo, Padre Feeney escribió a todos los obispos del
mundo sobre el dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación y recibió solamente
tres respuestas positivas. En otras palabras, sólo tres de los obispos del mundo en ése
tiempo manifestaron una creencia positiva en el dogma Fuera la Iglesia Católica No
Hay Ninguna Salvación tal como había sido definido. No es de extrañar que Vatican II fue
aprobado con casi nada resistencia del Episcopado.
Padre Feeney creía y predicaba el dogma – como había sido definido –
públicamente en Boston. Él creía y predicaba que sino un hombre abrazare la Fe
Católica – si sea o Judío, Musulman, Protestante o agnóstico – perecerá eternamente en
el Infierno. Muchos se convirtieron, y muchos estaban enojados. Él tenía no pocos
enemigos, especialmente entre el aumentando modernista, políticamente correcto y
transigido clero.
Cushing tenía aliados con otros clérigos hereticos en Boston, el area donde estalló la
controversia. Padre Juan Ryan, S.J., jefe del Instituto de Educación Adulta del Colegio
de Boston, dijo en el otoño de 1947: “No me acuerdo con la doctrina de Padre Feeney
sobre salvación fuera la Iglesia.”dlxxxi[581] Padre Stephen A. Mulcahy, S.J., Decano del
Colegio de Artes y Ciencias del Colegio de Boston, lo llamó: “La doctrina de Padre
Feeney que no hay ninguna salvación fuera de la Iglesia.”dlxxxii[582] Y Padre J.J.
McEleney, S.J., Provinciano de la Provincia Nueva Inglaterra de la Sociedad de Jesús,
dijo a Padre Feeney en una entrevista personal, que él fue ordenado transferirse al
Colegio Santa Crúz por causa de “Tu doctrina.”dlxxxiii[583] Padre Feeney respondió
rápidamente, “¿Mi doctrina sobre qué?” A que contestó P. McEleney, “Lo siento, no
podemos tratar de eso.”
Exactamente del principio, estos clérigos caidos juntaban la cuestión con Padre
Feeney en vez de la verdadera fuente de que vino. Eso les permitía enfocar sobre
Padre Feeney, y ignorar a Jesucristo, cuya doctrina esta era.
Papa Pío IX, Nostis et Nobiscum (# 10), 8 Dic. 1849: “En particular, asegúrense
que los fieles estén profundamente y totalmente convencidos de la verdad de
la doctrina que la fe Católica es necesaria para lograr la salvación. (Esta
doctrina, recibida de Cristo y enfatizada por los Padres y Concilios, está
contenida también en las fórmulas de la profesión de fe utilizadas por Católicos
Latinos, Griegos y Orientales).”dlxxxiv[584]
Cuando respondió Maluf (un miembro de la facultad del Colegio de Boston) que
esta “frase” es un dogma definido, P. Keleher dijo:
“los teólogos del Seminario San Juan y el Colegio Weston disienten de la doctrina de
Padre Feeney sobre la salvación de no Católicos.”dlxxxvi[586]
Pues tienes acá el caso de Padre Feeney en pocas palabras. Padre Feeney
mantenía, como había sido definido, que no hay ninguna salvación para los que
mueren no Católicos. Sus adversarios, incluyendo a P. Keleher (Presidente del Colegio
de Boston), el Arzobispo de Boston, los sacerdotes del Colegio de Boston, y los
“teólogos” del Seminario San Juan, mantenían una doctrina diferente “sobre la
salvación de no Católicos.” Esto fue la batalla. Esto fue la linea de división. Alguno
estaba o por un lado o el otro. Alguno o creía que no hay salvación para los que
mueren no Católicos o creía que sí hay salvación para los que mueren no Católicos.
Permíteme acordar brevemente al lector por cuál lado se encontrará la Iglesia Católica.
No se puede menos que notar la lengua doble de P. Keleher: estos hombres fueron
despedidos por ideas conducentes a intolerancia, que no podían ser toleradas. Si
intolerancia sea la doctrina falsa aquí, como indica P. Keleher, entonces él está
condenado por su propia boca. Además, no se puede pasar por alto la aseveración
desvergonzada de P. Keleher que “Su doctrina (i.e., el dogma definido solemnemente
que los que mueren no Católicos no pueden ser salvos) es errada.” Por esta
declaración Keleher asevera que la doctrina de la Iglesia (sobre ninguna salvación fuera
la Iglesia) es errada y por ninguna manera la suya. Esto fue el tipo de carácter heretico,
anti-Católico que estaba confabulado con Arzobispo Richard Cushing en el esfuerzo de
estrujar la predicación de P. Feeney del dogma.
Esto fue el principio del fin, como quien dice, como será visto cuando miremos que
ha resultado en Boston por causa de su traición al dogma Fuera la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación.
Esto fue la impresión dada a casi todo el mundo Católico por Protocolo 122/49 –
la carta Marchetti-Selvaggiani. Protocolo 122/49, como dijo sin rodeos el titular arriba,
mantuvo la “Ninguna Salvación Fuera la Iglesia Doctrina” ser falsa. Por esta carta
fatídica, los enemigos del dogma y de la Iglesia aparecían haber sido vindicados y los
defensores del dogma parecían haber sido vencidos. El problema de los vencedores
aparentes, sin embargo, era que este documento no fue nada más que una carta de dos
Cardenales hereticos del Santo Oficio, quienes ya habían abrazado la herejía adoptado
luego por Vaticano II, a un Arzobispo apóstata de Boston. Algunos podrían ser
sorprendidos que describo al Cardenal Ottaviani como heretico, porque él es
considerado por muchos haber sido ortodoxo. Si su firma sobre el Protocolo no es
suficiente prueba de su herejía, considera que él firmó todos los documentos de
Vaticano II y se alineaba si mismo con la revolución después de Vaticano II.
Es interesante que aun Msgr. Joseph Clifford Fenton, el bien conocido director de
La Revista Eclesiástica Americana antes de Vaticano II, quien fue desafortunadamente un
defensor de Protocolo 122/49, fue forzado a admitir que no es infalible:
Suprema haec sacra, Protocolo 122/49, 8 Agosto 1949: “Pues, entre las cosas que la
Iglesia siempre ha predicado y nunca cesará predicar es contenida también ésa
declaración infalible por cuál somos enseñados que no hay ninguna salvación
fuera de la Iglesia.
“Sin embargo, este dogma debe ser entendido en aquel senso en que la
Iglesia misma lo entiende.”dxcii[592]
Lo paremos aquí. Ya es claro que el autor del Protocolo está preparando la mente
del lector para aceptar algo diferente que simplemente “ésa declaración infalible por
cuál somos enseñados que no hay ninguna salvación fuera de la Iglesia.” El autor
claramente se mueve con cuidado a una explicación de la frase “Fuera la Iglesia No
Hay Ninguna Salvación” diferente de lo que las palabras mismas dicen y declaran. Si
el autor no estuviese preparando al lector para aceptar un entendimiento diferente de
lo que las palabras mismas del dogma dicen y declaran, entonces él simplemente haya
escribido: “Este dogma debe ser entendido como la Iglesia lo ha definido, exactamente
como dicen y declaran las palabras.”
Papa Gregorio XVI, Summo Iugiter Studio, 27 Mayo 1832, sobre ninguna
salvación fuera la Iglesia: “Finalmente, algunos de estas personas
descaminadas intentan persuadir a si mismos y a otros que hombres no son
salvos solamente en la religión Católica, sino que aun herejes pueden lograr la
vida eterna... Sabeis que afanosamente Nuestros predecesores enseñaban ése
artículo de fe que estos se atreven negar, a saber, la necesidad de la fe Católica y
de unidad para la salvación... Omitiendo otras pasajes pertinentes cuales son
casi innumerables en los escritos de los Padres, Laudamos a San Gregorio el Grande
quien testifica expresamente que ESTA ES DE VERDAD LA ENSEÑANZA DE
LA IGLESIA CATÓLICA. Él dice: ‘La santa Iglesia universal enseña que no es
posible adorar a Dios verdaderamente excepto en ella y asevera que todos que están
fuera de ella no serán salvos.’ Actos oficiales de la Iglesia proclaman el mismo
dogma. Pues, en el decreto sobre fe que Inocente III publicó con el sínodo IV
de Letrán, estas cosas están escritas: ‘Hay una Iglesia universal de todos los
fieles fuera de que nadie es salvo.’ Finalmente el mismo dogma es también
mencionado expresamente en la profesión de fe propuesta por la Sede
Apostólica, no solamente la que todas iglesias Latinas usan, sino también la
que... usan otros Católicos Orientales. No mencionamos estos seleccionados
testimonios porque pensáramos que estuvierais ignorantes de ése articulo de
fe y necesitados de Nuestra instrucción. Lejos de Nosotros sea tener tal
absurda y insultante sospecha sobre vosotros.. Pero estamos tan preocupados
por este dogma serio y bien conocido, que ha sido atacado con tan notable
audacia, que no pudimos contener nuestra pluma de reafirmar esta verdad
con muchos testimonios.”dxciii[593]
Papa Gregorio XVI no dice, “Sin embargo, este dogma debe ser entendido en aquel senso
en que la Iglesia misma lo entiende,” como el heretico Protocolo 122/49. No, él afirma
inequívocamente que ESTA ES DE VERDAD LA ENSEÑANZA DE LA IGLESIA
CATÓLICA. Por toda la encíclica, Gregorio XVI no falta a afirmar repetidamente el
significado verdadero y literal de la frase Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación,
sin limitación ni excepción, como había sido definido. Padre Feeney y sus aliados en
defenso del dogma estaban reiterando exactamente lo que Gregorio XVI enseñó
oficialmente arriba. No se necesita un científico de cohete para comprender que si
Protocolo 122/49 fue escrito para “corregir” el entendimiento de Padre Feeney sobre
Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación (como fue), entonces Protocolo 122/49
también estaba “corrigiendo” el entendimiento del Papa Gregorio XVI y todas las
declaraciónes infalibles sobre el asunto por 20 siglos.
También, nota que Papa Gregorio XVI refiere a la definición dogmática del Cuarto
Concilio de Letrán para justificar su posición y entendimiento literal de la fórmula Fuera
la Iglesia No Hay Ninguna Salvación. Por todo el documento, Protocolo 122/49 no
hace ninguna referencia a ninguna de las definiciónes dogmáticas sobre este asunto.
Esto es porque Papa Gregorio XVI, siendo un Católico, supo que el único
entendimiento de un dogma que existe es lo que Santa Madre Iglesia una vez ha
declarado; mientras que los autores del Protocolo, siendo herejes, no creían que un
dogma debe ser entendido exactamente como una vez fue declarado. Éso explica
porque Papa Gregorio citó exactamente lo que Santa Madre Iglesia una vez ha
declarado y los autores del Protocolo no hicieron esto.
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, Ses. 3, Cap. 4, De Fe y Razón: “Pues,
también, ése entendimiento de sus dogmas sagrados debe ser retenido
perpetuamente, que Santa Madre Iglesia una vez ha declarado; y nunca debe
ser una retrocesión de ése significado bajo el especioso nombre de un
entendimiento más profundo.”dxciv[594]
Si el entendimiento del dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación no fuera
claro de la enseñanza de la Cátedra de Pedro (las definiciónes infalibles sobre el tema),
¡entonces una carta de 1949 del Cardenal Marchetti-Selvaggiani ciertamente no lo nos
diere! Y si ningunas excepciónes ni limitaciónes de este dogma fueron entendidos en el
tiempo de las definiciónes – ni en el tiempo del Papa Gregorio XVI – entonces es
imposible que excepciónes vinieren a ser entendidas después de ése punto (e.g., en
1949), porque el dogma ya había sido definido y enseñado mucho antes.
Descubrimiento de un nuevo entendimiento del dogma en 1949 es una negación del
entendimiento del dogma como había sido definido. Mas definir dogma nuevo es
verdaderamente lo que intentó hacer el Protocolo. Sigo con el Protocolo.
Suprema haec sacra, Protocolo 122/49, 8 Agosto 1949: “Pues, entre los
mandamientos de Cristo, ése uno no ocupa el mínimo lugar por cuál somos
mandados ser incorporados por el Bautismo en el Cuerpo Místico de Cristo, el
cual es la Iglesia, y permanecer unidos a Cristo y a Su Vicario... Por lo tanto,
nadie será salvo que, sabiendo la Iglesia haber sido divinamente establecida
por Cristo, sin embargo rehusa someterse a la Iglesia o retiene obediencia del
Pontífice Romano, el Vicario de Cristo en el mundo.”dxcv[595]
El Dogma:
Suprema haec sacra, Protocolo 122/49, 8 Agosto 1949: “Por lo tanto, nadie será
salvo que, sabiendo la Iglesia haber sido divinamente establecida por Cristo, sin
embargo rehusa someterse a la Iglesia o retiene obediencia del Pontífice
Romano, el Vicario de Cristo en el mundo.”dxcvii[597]
El lector puede ver facilmente que el significado propuesta por Protocolo 122/49 es
un desvío del entendimiento del dogma que Santa Madre Iglesia una vez ha
declarado. Nadie puede negar esto. El dogma de la necesidad de sumisión al Pontífice
Romano para la salvación se ha tornado de aplicación a toda criatura humana (Bonifacio
VIII) a los “sabiendo la Iglesia haber sido divinamente establecida” (Protocolo 122/49), otra
vez lo haciendo necio convencer a alguien que la Iglesia es divinamente establecida.
Sigo con el Protocolo:
Suprema haec sacra, Protocolo 122/49, 8 Agosto 1949: “En su infinita misericordia
Dios ha dispuesto que los efectos, necesarios para salvarse, de ésas ayudas a
salvación que son dirigidas al propósito final del hombre, no por necesidad
intrínseca, sino solamente por institución divina, pueden ser obtenidos también
en ciertas circunstancias cuando ésas ayudas están usadas solamente en deseo y
anhelo...
“El mismo en su propio grado debe ser aseverado de la Iglesia, en la
medida en que ella es la ayuda general a la salvación. Por lo tanto, para que
alguno puede obtener la salvación eterna, no es siempre requerido que él sea
incorporado en la Iglesia en realidad como un miembro, sino es necesario
que por lo menos sea unido a ella por deseo y anhelo.”dxcviii[598]
Aquí se detecta otra negación del dogma como fue definido, y un desvío del
entendimiento del dogma que Santa Madre Iglesia una vez ha declarado. Compara la
siguiente definición dogmática del Papa Eugenio IV con estos párrafos de Protocolo
122/49, especialmente las porciónes subrayadas.
El Dogma:
Fue necesario estar en el “seno y unidad” de la Iglesia (Eugenio IV), pero ahora “no
es siempre requerido ser incorporado en la Iglesia en realidad como un miembro” (Protocolo
122/49). El dogma definido de INCORPORACIÓN y en realidad permanecer en el
cuerpo eclesiástico (ecclesiastici corporis) ha sido negado. ¡Esto es herejía!
No hay ninguna manera en todo mundo que la enseñanza de Protocolo 122/49 sea
compatible con la enseñanza del Papa Eugenio IV y Papa Bonifacio VIII. Aceptar, creer
o promover el Protocolo es actuar al contrario de estas definiciónes.
Suprema haec sacra, Protocolo 122/49, 8 Agosto 1949: “Sin embargo, este deseo no
siempre necesita ser explícito, como es en catecúmenos; pero cuando una
persona está envuelta en ignorancia invencible, Dios acepta también un deseo
implícito, llamado así porque está incluido en esa buena disposición de la alma
por cual una persona quiere que su voluntad sea conformada a la voluntad de
Dios.”dc[600]
Compara el pasaje arriba del Protocolo con las siguientes definiciónes dogmáticas.
El Dogma:
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Sesión 8, 22 Nov. 1439, “El Credo
Atanasiano”, ex cathedra: “Todo él que desee salvarse debe, ante todo, guardar
la fe Católica; pues, a menos que una persona guarde esta fe entera e inviolada, sin
duda alguna se perderá para siempre.”dcii[602]
Papa Pío IV, Concilio de Trento, “Iniunctum nobis,” 13 Nov. 1565, ex cathedra:
“Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora
profeso y verdaderamente mantengo...”dciii[603]
Papa Benedicto XIV, Nuper ad nos, 16 Marzo 1743, Profesión de Fe: “Esta fe de
la Iglesia Católica, sin la cual nadie puede ser salvo, y que de motu propio
ahora profeso y sinceramente mantengo...”dciv[604]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Sesión 2, Profesión de Fe: “Esta verdadera fe
Católica, fuera de que ninguno puede ser salvos, que ahora espontáneamente
profeso y sinceramente mantengo...”dcv[605]
Suprema haec sacra, “Protocolo 122/49,” 8 Agosto 1949: “Al fin de la misma carta
encíclica, invitando muy cariñosamente a unidad los que no pertenecen al
cuerpo de la Iglesia Católica (qui ad Ecclesiae Catholicae compagnem non
pertinent), él menciona los que son ‘ordenados al Cuerpo Místico del Redentor
por un tipo de deseo y intención inconsciente,’ y no excluye estos en ninguna
manera de salvación eterna, pero, de lo contrario, asevera que están en una
condición en que ‘no pueden ser seguros sobre su propia salvación eterna,’
porque ‘todavía permanecen privados de tantos y tan grandes socorros
celestiales, cuales se puede gozar solamente en la Iglesia Católica.’”dcvi[606]
Al dar su falso análisis de la encíclica del Papa Pío XII Mystici Corporis, Suprema
haec sacra enseña que personas que “no pertenecen” al Cuerpo de la Iglesia pueden ser
salvos. Lo interesante sobre este pasaje heretico en Protocolo 122/49 es que aun Msgr.
Fenton (uno de sus defensores más grandes) admite que no se puede decir que el
Alma de la Iglesia es más extenso que el Cuerpo.
Msgr. Joseph Clifford Fenton, La Iglesia Católica y la Salvación, 1958, p. 127: “Por
supuesto la más importante y más frecuentemente empleada de todas las
explicaciónes inadecuadas de la necesidad de la Iglesia para la salvación fue
la que enfocaba en una distinción entre el ‘cuerpo’ y la ‘alma’ de la Iglesia
Católica. El individuo que trataba de explicar el dogma en esta manera
generalmente designaba la Iglesia visible misma como el ‘cuerpo’ de la Iglesia y
aplicaba el término ‘alma de la Iglesia’ o a gracia y las virtudes sobrenaturales o
a cualquier descabellada ‘Iglesia invisible.’ ...fueron varios libros y artículos
afirmando que, mientras que el ‘alma’ de la Iglesia fue en tal manera no
separado del ‘cuerpo,’ fue en realidad más extenso que este ‘cuerpo.’
Explicaciónes de la necesidad de la Iglesia construidas en términos de esta
distinción fueron inadecuadas y confusas al mejor, y muy frecuentemente
infectadas con error grave.”
Por lo tanto, decir que no es necesario pertenecer al Cuerpo, como Suprema haec
sacra (el Protocolo) hace, es decir que no es necesario pertenecer a la Iglesia. Por
consiguiente, por su declaración arriba, Protocolo 122/49 enseñó la herejía que no es
necesario pertenecer a la Iglesia Católica para ser salvo, la misma cosa denunciada
por Pío XII.
Papa Pío XII, Humani Generis (# 27), 1950: “Algunos dicen que no son obligados
a la doctrina, explicada en Nuestra Carta Encíclica de pocos años antes, y
basada en las fuentes de revelación, que enseña que el Cuerpo Místico de Cristo
y la Iglesia Católica Romana son uno y el mismo. Algunos reducen a una
fórmula vacía la necesidad de pertenecer a la verdadera Iglesia para lograr la
salvación eterna.”dcvii[607]
Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, Sesión 11, 19 Dic. 1516, ex cathedra:
“Pues, regulares y seglares, prelados y súbditos, exentos y no exentos,
pertenecen a la una Iglesia universal, fuera de que absolutamente nadie es
salvo, y todos ellos tienen un Señor y una fe. Eso es porque es apropiado que,
como pertenecen al uno mismo cuerpo, también tienen la una misma
voluntad...”dcviii[608]
Menos de tres meses después que fue publicada parte de la carta Marchetti-
Selvaggiani en El Piloto, Padre Feeney fue expulsado del Orden Jesuita el 28 de
Octubre, 1949. Padre Feeney resistía fuertemente los intentos de los herejes de pegarle
y hacerle someterse a la herejía que no Católicos pueden ser salvos. Sobre la carta del 8
de Agosto de Marchetti-Selvaggiani (Protocolo 122/49), Padre Feeney dijo
correctamente: “puede ser considerada haber establecido una política de dos aspectos
para propagar error.”
La realidad fue que la expulsión de Padre Feeney del Orden Jesuita no tuvo
ninguna validez. Los hombres que le expulsaron y los clérigos que eran contra él
fueron expulsados automáticamente de la Iglesia Católica por adherirse a la herejía que
los que mueren no Católicos pueden ser salvos. Esto es similar a la situación en el 5to
siglo, cuando el Patriarca de Constantinopla, Nestorius, empezó a predicar la herejía
que María no fue la Madre de Dios. Los fieles reaccionaron, acusaron a Nestorius de
herejía y le denunciaron por un hereje que estaba fuera la Iglesia Católica. Y luego
Nestorius fue condenado del Concilio de Éfeso en 431. Esto es lo que dijo Papa San
Celestino I sobre los que habían sido excomulgados por Nestorius después que él
empezó a predicar herejía.
La situación entre Padre Feeney y los herejes de Boston continuaba sin cambiar
hasta el 14 de Septiembre, 1952. En este momento, Richard Cushing, el “Arzobispo” de
Boston, exigió que Padre Feeney retracte su “interpretación” del dogma – que signífica
retractar el dogma – y haga una profesión explícita de sumisión a la carta Marchetti-
Selvaggiani (Protocolo 122/49). Con cuatro testigos, Padre Feeney se presentó ante
Cushing. Le dijo que su única opción fue declarar la carta de Marchetti-Selvaggiani
“absolutamente escandalosa porque fue francamente heretica.” Esto es exactamente
lo que habría dicho Papa Gregorio XVI sobre la horrible carta Protocolo, asimismo que
cualquier Católico.
Como dije antes en este documento, San Antonio María Claret, el único santo
canonizado en el Primero Concilio Vaticano, sufrió una apoplejía por causa de las
doctrinas falsas que estaban propuestas aun entonces, las cuáles nunca vinieron en el
Concilio. La desmantelación paso a paso de la Fe Católica por Lucifer empezó, no en
1964, sino en 1864, mucho antes de Vaticano II. Ya miraremos unos ejemplos de herejía
flagrante en libros ante-Vaticano II con Imprimátur (i.e., la aprobación de un Obispo).
Papa León XIII, Tametsi futura prospicientibus (# 7), 1 Nov. 1900: “Pues todos que
se proponen encontrar salvación aparte de la Iglesia, están descarriados y se
esfuerzen en vano.”dcxi[611]
Mas a estos herejes, este dogma ya no signífica que fuera la Iglesia no hay ninguna
salvación, sino, al contrario, que no Católicos son salvos en sus religiónes falsas pero
por la Iglesia Católica. La necesidad de fe y unidad Católica para la salvación ha sido
totalmente rechazada.
Y esto prueba que el dogma que los que mueren no Católicos no pueden ser salvos
estaba negado públicamente aun tan temprano que 1908.
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Con la admonición del
apóstol que ‘hay un Dios, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5) que ellos teman que
idean la noción que el seguro refugio de salvación es abierto a personas de
cualquier religión. Deben considerar el testimonio de Cristo Mismo que ‘los
que no están con Cristo están contra Él,’ (Lucas 11:23) y que dispersan
desgraciadamente que no recogen con Él. Por lo tanto, ‘sin duda, perecerán
eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e inviolada’
(Credo Atanasiano).”dcxv[615]
Las palabras de Gregorio XVI en Mirari Vos pudieran haber sido escritas
específicamente a los autores del Catecismo de Baltimore; y de verdad fueron dirigidas
a otros herejes en su día que propusieron la misma cosa. Nota que lejos se ha
apartado el Catecismo de Baltimore del dogmático Credo Atanasiano, que afirmó
Gregorio XVI, que dice que todo él que quiere salvarse debe guardar la Fe Católica.
Los autores del Catecismo de Baltimore no pudieran, en su imaginación más
descabellada, fingir creer en ésa dogmática profesión de fe.
El lector también debería notar que Papa Gregorio XVI enseña que los que nunca
han sido Católico son perdidos, además de Católicos que salen de la Iglesia.
El Catecismo de Baltimore rechaza las palabras de Jesucristo, quien declaró que “él
que no cree será condenado” (Marco 16:16). La edición revisada de las Escrituras de los
autores del Catecismo de Baltimore debería decir: “él que cree firmemente en religiónes
falsas no será condenado.”
Que lástima que la Iglesia Católica fue suficientemente estúpida para definir más
que siete veces que fuera la Iglesia Católica absolutamente nadie es salvo, porque
(como revela el “grande” Ludwig Ott) “los que están en punto de hecho fuera de la Iglesia
Católica también pueden lograr la salvación.” Que lástima que la Iglesia no poseía esta
iluminación profunda, que ella no sabía que lo que había enseñado “infaliblemente”
por todos estos años era en realidad exactamente el opuesto de la verdad.
De verdad, lo que dice Ludwig Ott arriba es equivalente a declarar que la Bendita
Virgen María fue concebida en Pecado Original. No hay ninguna diferencia en
absoluto. Si la Iglesia define que fuera la Iglesia absolutamente nadie es salvo (Papa
Inocente III, etc.), y yo asevere que “los que están en punto de hecho fuera de la Iglesia
Católica pueden lograr la salvación,” entonces hago exactamente la misma cosa que si
declararía que la Virgen María fue concebida en algún pecado, cuando la Iglesia dijo
que ella no tuvo ningún pecado. Yo diría exactamente el opuesto que lo que la Iglesia
había definido infaliblemente, y esto es precisamente lo que hace Ludwig Ott.
Pero poco después de negar explícitamente el dogma que nadie puede ser salvo
fuera la Iglesia, nota que dice Ludwig Ott:
“Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de estos, de mal procede.” (Mt.
5:37). ¡De una página a la próxima, Ludwig Ott contradice a si mismo sobre si los que
están fuera la Iglesia Católica pueden lograr la salvación! Él aun usa exactamente el
mismo verbo – “lograr” – en ambas frases, mas con el opuesto significado de una a la
próxima: 1) los “fuera de la Iglesia pueden lograr la salvación”; 2) “la salvación no
puede ser lograda fuera de la Iglesia.” Su hablar no es de Dios, sino del diablo. Negro
es blanco y blanco es negro; bien es mal y mal es bien; verdad es error y error es
verdad; salvación puede ser lograda fuera la Iglesia y salvación no puede ser lograda
fuera la Iglesia.
Según esto, no es solamente posible salvarse fuera la Iglesia (que es una negación
directa del dogma), sino es efectivamente posible ser, “por todo intento y propósito,”
un miembro de la Iglesia Católica ¡mientras aun se queda fuera de Ella! Esto es tan
heretico y contradictorio que no vale más comentario, excepto decir que lo que
propone aquí El Catecismo Explicado – que un hombre puede ser salvo fuera la Iglesia
con tal que dirige “una vida con temor de Dios” – es exactamente lo que condenó Papa
Gregorio XVI en Mirari Vos: que un hombre puede ser salvo en cualquier religión, con
tal que la moralidad sea mantenida.
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Esta opinión retorcida
está difundida por todos lados por el fraude de los malvados que afirman que
es posible obtener la eterna salvación de la alma por la profesión de
cualquier tipo de religión, con tal que se mantenga la moralidad... ‘sin duda,
perecerán eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e
inviolada’ (Credo Atanasiano).”dcxx[620]
Papa Pío XII, Mystici Corporis, 29 Junio 1943, Hablando sobre no Católicos:
“[Deseamos que] cada uno de ellos... cooperen generosamente y con voluntad
propia con los impulsos internos de gracia divina y tengan cuidado para
arrancarse de esas condiciones, en que no pueden ser seguros (Ing. secure) sobre
su salvación eterna. Porque, aunque podrían ser dirigidos [o ordenados] al
Cuerpo Místico del Redentor, por un cierto deseo y intención inconsciente,
todavía permanecen privados de tantos y tan grandes socorros celestiales,
cuales se puede gozar solamente en la Iglesia Católica.”dcxxi[621]
Fenton sigue a notar que la mala traducción da la impresión que Católicos pueden
ser sin duda sobre su salvación, que es una herejía condenada por el Concilio de Trento
(Trento, Ses. 6, Cap. 9).
La otra parte de Mystici Corporis que ha sido traducida mala por muchos para
además debilitar y para distorsionar las palabras reales de Pío XII es la frase, en Latín:
“quandoquidem, etiamsi inscio quodam desiderio ac voto ad mysticum Redemptoris Corpus
ordinentur.” Ha sido traducida mala por muchos así: “Pues aunque insospechadamente
son relacionados en deseo y resolución al Cuerpo Místico del Redentor...” Esta es una
traducción errónea deliberada que altera el significado de las palabras de Pío XII.
Citaré al Hno. Roberto María en Padre Feeney y la Verdad Sobre la Salvación para explicar
porque esta traducción es incorrecta.
Hno. Roberto María astutamente ha indicado como es falso decir que Pío XII
enseñó que algunos no Católicos son “relacionados” a la Iglesia por deseo inconsciente;
y que Pío XII ciertamente no enseñó que algunos no Católicos son “unidos” a la Iglesia.
Pero esto es como se encuentra Mystici Corporis traducido en muchos artículos,
especialmente los escritos por sacerdotes que niegan el dogma Fuera la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación.
Papa León XII, Quod hoc ineunte (# 8), 24 Mayo 1824: “Nos
dirigimos a todos vosotros que ya están removidos de la
verdadera Iglesia y el camino de la salvación. En este
regocijo universal, se falta una cosa: que habiendo sido
llamados por la inspiración del Espíritu Celestial y habiendo
rompido toda trampa decisiva, pudiereis acordarse
sinceramente con la madre Iglesia, fuera de cuyas enseñanzas
no hay ninguna salvación.”dcxxv[625]
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Por lo tanto, ‘sin duda,
perecerán eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e
inviolada’ (Credo Atanasiano).”dcxxvi[626]
Una fuerte reafirmación de la enseñanza Católica como esto por Pío XII habría
eliminado todas las alegaciónes de los herejes contra el dogma por referencia a su
encíclica. Sin embargo, aquí hay unas otras declaraciónes del Papa Pío XII dignas de
notar.
Papa Pío XII, Mystici Corporis (# 22), 29 Junio 1943: “En realidad solo ellos
deben ser numerados entre los miembros de la Iglesia que han recibido el
lavacro de regeneración y profesan la verdadera fe.”dcxxvii[627]
Papa Pío XII, Mediator Dei (# 43), 20 Nov. 1947: “En la misma
manera, que en realidad el bautismo es la marca distintiva de
todos Cristianos, y sirve para diferenciarles de los que no se
han sido limpiados en este chorro purificador y por siguiente
no son miembros de Cristo, el sacramento de santos órdenes
diferencia al sacerdote del resto de los fieles que no han
recibido esta consagración.”dcxxviii[628]
Estas dos declaraciónes excluyen la idea que alguno puede ser salvo por aun un
deseo explícito de bautismo, porque afirman que los que no han recibido el Sacramento
de Bautismo no son Cristianos ni miembros de la Iglesia ni miembros de Cristo. (Los
que no son Cristianos ni miembros de la Iglesia ni miembros de Cristo no pueden ser salvos.)
Juan 15:6- “Si alguno no se halle en Mí, será echado fuera como rama, y se
secará, y le cogerán, y le echarán en el fuego, y se quemará.”
Además, en Humani Generis en 1950, Papa Pío XII verdaderamente puso el dedo
directamente sobre la herejía trabajando contra Fuera la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación.
Papa Pío XII, Humani Generis (# 27), 1950: “Algunos dicen que
no son obligados a la doctrina, explicada en Nuestra Carta
Encíclica de pocos años antes, y basada en las fuentes de
revelación, que enseña que el Cuerpo Místico de Cristo y la
Iglesia Católica Romana son uno y el mismo. Algunos
reducen a una fórmula vacía la necesidad de pertenecer a la
verdadera Iglesia para lograr la salvación eterna.”dcxxix[629]
Papa Pío XII condena aquí la exacta herejía común a todos los herejes modernos
que niegan este dogma. ¡Ellos reducen el dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación a una fórmula vacía por decir que no signífica lo que dice!
También debe ser notado que aunque Papa Pío XII no enseñó que no Católicos
podrían ser unidos a la Iglesia y salvos por un “cierto inconsciente deseo y resolución,”
si lo hubiera hecho, habría sido enseñando herejía – una herejía refutada por sus
proprias declaraciónes arriba. Como nos dice San Pablo, “Mas aun si nosotros, o un
ángel del cielo, os predicare otro evangelio de lo que os hemos predicado, sea anatema” (Gál.
1:8). El problema con Papa Pío XII, empero, no fue primariamente lo que él dijo sobre
este dogma, sino lo que no dijo, y más específicamente, lo que permitió por silencio,
negligencia (y posiblemente por apoyo directo) pasar al dogma Fuera la Iglesia No Hay
Ninguna Salvación y a Padre Leonard Feeney, S.J. Lo que él permitió pasar fue un
crimen tan grave que no puede ser medido. Lo que él permitió pasar resultaría ser un
escándalo incalculable a los fieles y un impedimento a la salvación de millónes de
almas en su día, y por una generación venidera.
Si Papa Pío XII pensara que Padre Feeney estaba predicando su propia doctrina al
aseverar exactamente lo que aseveró Papa Gregorio XVI en Summo Iugiter Studio y lo
que la Cátedra de Pedro ha definido dogmáticamente (que todos que mueren no
Católicos son perdidos), entonces él no entendiera la primera cosa sobre la Fe Católica
– y de verdad no la poseyera.
Se debe recordar que no toda decisión de un papa es infalible. Al estudiar errores
papales por toda la historia como parte de los preparativos para su declaración de
infalibilidad papal, los teólogos de Vaticano I encontraron que más que 40 papas
mantuvieron opiniónes teológicas erradas. En un caso bien conocido de error papal,
Papa Juan XXII mantuvo la opinión falsa que los justos del Antiguo Testamento no
reciben la Visión Beatífica hasta después del Juicio General.dcxxx[630]
Tal vez el caso más claro de error papal en la historia de la Iglesia es el “Sínodo del
Cadáver” de 897. Esto fue donde el cuerpo muerto del Papa Formoso – quien a decir
de todos fue un papa santo y dedicado – fue condenado después de la muerte por Papa
Esteban VII por un número de supuestas violaciónes de ley canónica.dcxxxi[631] Esta
condenación del Papa Formoso por Papa Esteban VII fue anulada por Papa Teodoro II
y Papa Juan IX, mas favorecida por Papa Sergio III.dcxxxii[632] Esto debería nos muestra
muy claramente que no toda decisión, discurso, opinión o juicio de un papa es
infalible. Un papa es infalible cuando habla de la Cátedra de Pedro o reitera lo que la
Iglesia siempre ha enseñado en su Magisterio ordinario y universal.
Papa Honorio I fue condenado por el III Concilio de Constantinopla por como
mínimo favoreciendo la herejía monotelita (la creencia que Cristo tenía solamente una
voluntad) en dos cartas al Patriarca Sergio. Así que asimismo que Papa Honorio I (625-
638) fue condenado por favoreciendo herejía por el III Concilio de Constantinopla y otros
Concilios ecumenicosdcxxxiii[633], Papa Pío XII también habría caido en herejía si
mantuviera que no Católicos podrían ser salvos y apoyara la persecución de Padre
Feeney por afirmar que no podrían.
Este último crimen fue lo más grave. Con la persecución de Padre Feeney, las
“autoridades” en Boston y Roma no sólo no ayudaban a Padre Feeney en su lucha para
convertir a no Católicos, ¡sino en realidad le pararon! Piensa bien de eso: Los hombres
que deberían fomentar la salvación de almas y conversión a la verdadera fe en realidad
lo hicieron el máximo difícil que fue posible que Padre Feeney lo hiciera. Ellos hicieron
su tarea de pronunciar el mensaje salvador de Cristo – que la salvación sólo viene por
ser miembro en la Iglesia que estableció Él – tan dura que podrían, mientras dando a
millónes de no Católicos la falsa impresión que estaban bien en el estado de
condenación en que existían. Richard Cushing, el apóstata Arzobispo de Boston, quien
silenció primero a Padre Feeney – no sobre bautismo de deseo, sino sobre extra
ecclesiam nulla salus (fuera la Iglesia no hay ninguna salvación) –se jactó ante la muerte
que él nunca había hecho un converso en toda su vida.dcxxxiv[634]
Fue el 24 de Septiembre, 1952 que Padre Feeney dirigió una carta larga y detallada
a Pío XII. La carta pasó sin respuesta. Pero un mes después (en una carta fechada el 25
de Octubre, 1952) el Cardenal Pizzardo del Santo Oficio le convocó a él a Roma. El 30
de Octubre, 1952, Padre Feeney envió una respuesta a Pizzardo, pidiendo una
declaración de los cargos contra él - como requerida por la Ley Canónica. El 22 de
Noviembre, 1952, respondió Pizzardo:
“Tu carta del 30 de Octubre muestra claramente que estás evitando la cuestión...
Deberías venir inmediatamente a Roma donde estarás avisado de los cargos
puestos contra tí... Si no te presentares ... antes del 31 de Diciembre este acto de
desobediencia fuere publicado con las sanciónes canónicas... El Delegado
Apostólico ha sido autorizado para proveer por los gastos de tu viaje.”dcxxxv[635]
Este cambio de cartas entre Padre Feeney y Pizzardo es muy interesante y valioso
para nuestra discusión. Primeramente, muestra que el deseo de Padre Feeney fue
operar entre los confínes de la ley, mientras que Pizzardo y los del Vaticano mostraban
una flagrante despreocupación de la ley, aun en la manera de convocarle a Roma. La
Ley Canónica estipula que un hombre convocado a Roma debe ser informado por lo
menos en general de los cargos puestos contra él, y Padre Feeney citó los cánones
pertinentes. Pizzardo y sus cohortes constantemente ignoraban estas leyes.
Otra vez, las leyes canónicas que requiriendo una razón por la convocación
fueron totalmente ignoradas. Pero esto fue simplemente lo normal en el caso de Padre
Feeney: Justicia, dogma y la comisión de Cristo de predicar el Evangelio y bautizar
fueron ignorados y pisoteados. No se puede evitar notar el tono molestado de la carta
del Cardenal. No hay casi ninguna duda que Pizzardo también creía que no Católicos
podrían ser salvos como no Católicos, y por lo tanto no estaba nada preocupado que el
caso de Padre Feeney no fue tratado en una manera justa.
Sin haber recibido una razón por su convocación a Roma como fue requerida,
Padre Feeney justiticablemente remanecía en los Estados Unidos, sabiendo que su
negativa de presentarse en Roma antes del 31 de Januario podría atraer sanciónes
canónicas espurias sobre su cabeza. Pero antes de éso, el 13 de Januario, 1953, P.
Feeney “envió una carta larga y fuerte al Cardenal para protestar la siguiente:
“El Jueves, 12 Febrero 1953, Nuestro Más Santo Señor Pío XII, por Divina
Providencia Papa, aprobó y confirmó el decreto de los Más Eminentes Padres, y
ordenó que sea hecho una materia de ley pública.
En luz de los hechos arriba, esta excomulgación es una atrocidad y sin todo valor.
Padre Feeney fue culpable de nada: Él no negó ninguna doctrina, y se actuaba
estrictamente según la ley. Fue los que perseguían a Padre Feeney por enseñar que
todos que mueren no Católicos no pueden ser salvos quienes fueron excomulgados
ipso facto.
No hay duda que el papel que hizo Papa Pío XII en el caso de Padre Feeney fue
crucial: crucial a la verdadera esencia de la Fe Católica, crucial a lo que pasare poco
después en Vaticano II, y crucial a la salvación de millónes de almas. Fue crucial
porque si Papa Pío XII hubiera venido a la defensa de Padre Feeney en los primeros
1950’s, y reafirmado que todos que mueren no Católicos son perdidos (y por
siguiente deben ser convertidos), nunca habría sido un Vaticano II. Eso es verdad.
No hay duda que el apóstata Segundo Concilio Vaticano nunca podría haber sido sin la
condenación de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación (por la condenación de P.
Feeney) poco antes. Los que rechazan este hecho no tienen ningún concepto de
realidad. Más que 90% de las herejías Vaticano II y post-Vaticano II tratan
directamente o indirectamente con la negación de la necesidad de la Iglesia Católica y
la negación del mal de religiónes no Católicas. Si hubiera sido una solemne, pública
afirmación del dogma en los 1950’s por Papa Pío XII – como exhibía Padre Feeney –
para que fuera claro a todos que Padre Feeney tenía razón al decir que no Católicos no
pueden ser salvos como no Católicos, entonces los herejes de Vaticano II nunca podrían
salir impune con el decreto sobre ecumenismo (Unitatis Redintegratio), el decreto sobre
religiónes no Católicas (Nostra Aetate) o el decreto sobre libertad religiosa (Dignitatis
Humanae), entre otros, todos cuales dan alabanza y estima a religiónes falsas o aseveran
que miembros de otras religiónes pueden ser salvos.
Sin la clara indicación que es falso mantener que todos que mueren no Católicos son
perdidos (que es dogma Católico), Vaticano II, la reforma liturgica y todos los otros
horrores que vemos ahora no habrían sido posibles.
Desafortunadamente, Pío XII fue el hombre que ejecutó esta tarea. Pío XII fue el
hombre durante su reinado el mundo empezó a creer que fue equivocado creer que
sólo Católicos pueden ser salvos. Él sirvió, o a sabiendas o no, por el Judas que
traicionó a Cristo a los Judíos para que podrían crucificarle. El dogma fue traicionado
al mundo para que el Diablo podría crucificar toda la estructura de la fe en Vaticano II.
Entonces cuando miran la gente iglesias yermas; líneas de confesión vacías; casi
nada asistencia en la Misa; sacerdotes homosexuales en la iglesia Novus Ordo; menos
de 25% creencia en la Eucaristía; galopantes escándalos sexuales; misas de payaso,
misas de chico, misas de globo; 50% de “Católicos” votando en favor de los abortos;
constante sincretismo interreligioso en el Vaticano; chicas topless en “Misas Papales”;
sumos sacerdotes de vudú predicando en la Iglesia de San Francisco; Buda sobre
“altares Católicos”; ignorancia casi universal sobre la enseñanza de la Iglesia;
inmoralidad y perversión casi universales; educación sexual en escuelas “Católicas”;
universidades “Católicas” negando la Inerrancia de la Escritura; universidades
“Católicas” promoviendo a personas en favor de abortos; la grandisima difundida
apostasía de la enseñanza de Cristo de todo el tiempo; y un paganismo casi universal,
pueden dar gracias a la condenación de Padre Feeney, que fue un componente
necesario para causar todo esto.
Los que deploran unas, muchas o todas las cosas mencionadas arriba, pero
condenan, desprecian o odian a Padre Feeney, son ciegos. Ellos se quejan de las
llamas y el humo, pero no entienden que su misma actitud es lo que encendió el fuego.
No pueden comprender los efectos simples de la desbaratación de la Fe, y la negación
de ése dogma más crucial que solo Católicos pueden ser salvos. Y esta cuestión no
solamente implica las muchas consequencias prácticas de negar el dogma que solo
Católicos pueden ser salvos. Implica primariamente las consequencias por la Fe,
porque el dogma Fuera la Iglesia Católica No Hay Ninguna Salvación no es
solamente algo según el cual Católicos deben vivir, sino algo que deben
primariamente creer. Papa San Pío X condenó la siguiente proposición Modernista el
3 de Julio, 1907 en “Lamentabili Sane”:
La idea que podemos predicar que no hay ninguna salvación fuera la Iglesia,
mientras creemos en el corazón que sí hay salvación fuera la Iglesia, es heretica. Que
solo Católicos pueden ser salvos es una verdad revelada del cielo que todo Católico
debe creer primero, y profesar segundo.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino,” 1441, ex cathedra: “La
Santa Romana Iglesia firmemente cree, profesa y predica que todos que están
fuera de la Iglesia Católica, no solo paganos sino también Judíos o herejes y cismáticos,
no pueden compartir la vida eterna y irán al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles, a menos que estuvieren juntados a la Iglesia antes del fin de la vida; y que la
unidad de este cuerpo eclesiástico vale tanto para que solo para los que permanecen en
ella los sacramentos de la Iglesia contribuyen a la salvación, y ayuno, limosnas, y otras
obras de piedad y prácticas de la milicia Cristiana produjen recompensas eternas; y que
nadie puede ser salvo, no importa cuanto ha dado en limosnas y aun si haya derramado
sangre en el nombre de Cristo, a menos que haya perseverado en el seno y la unidad de
la Iglesia Católica.”dcxli[641]
Esta verdad fue arrancada de los corazónes y las mentes de casi todo el mundo
Católico con la condenación de Padre Feeney, quien fue su propugnador más público.
Y fue permitido ocurrir por la negligencia y debilidad de Pío XII.
Boston fue el insigne lugar donde fue descubrido el enorme escándalo sexual, y
Boston fue el epicentro del terremoto espiritual. ¡Boston se hizo literalmente “el
escarnio,” “el oprobrio,” “el escarmiento” de la prensa y del mundo! ¿Por qué? La
respuesta es obvia a los que tienen ojos para ver (Ezekiel 5).
Antes de comenzar con este punto, necesito recordar al lector que no somos
“Feeneyistas” y que yo nunca había oido de P. Leonard Feeney cuando vine a la misma
conclusión de la necesidad absoluta de bautismo de agua basado en la enseñanza
dogmática de la Iglesia Católica. No nos acordamos con unas conclusiónes de P.
Feeney sobre la justificación (creemos que él estaba equivocado en buena fe sobre estos
puntos).
En las siguientes pasajes del libro de P. Feeney, Pan de Vida – que es compuesto de
los sermones de P. Feeney antes de Vaticano II – él conecta la consiguiente perdida del
papa (i.e., lo que hemos experimentado con el reinado de los Antipapas Vaticano II)
con la negación del dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación. Como he
mostrado, innumerables herejes que negaban este dogma estaban atrincherados en
altos puestos de la Iglesia antes de Vaticano II, y estaban enseñando que hombres
podrían ser salvos en religiónes falsas. P. Feeney parecía profetizar que es por causa de
esta herejía que Dios permitirá venir la Gran Apostasía y la perdida del papa (i.e., lo
que hemos experimentado con el reinado de los Antipapas Vaticano II).
P. Leonard Feeney S.J., Pan de Vida, pp. 32-33: “Tenemos Protestantes en una
colocación-religión que nunca sabe como llamarse de una semana a la próxima,
que nunca sabe que le dijere su nuevo ministro de capítulo a capíto de la
Sagrada Escritura. Tenemos Unitarianos que no tienen ninguna fe en el Jesús
asegurado, creciendo más indefinido sobre que quiso decir el Cristianismo. Y,
por supuesto, tenemos Judíos evitando la Fe, fugandose de ella, fingiendo no
oir el nombre de Jesús – fingiendo que la Navidad no es el nacimiento de
Jesucristo, y consiguiendo que los líderes de ciudades quiten ‘Feliz Navidad’
(Ing. ‘Merry Christmas’) del frente del ayuntamiento y sustituyan ‘Saludos de la
Estación,’ (‘Season’s Greetings’) porque la palabra ‘Cristo’ (‘Christ’) en
‘Navidad’ (‘Christmas’) les molesta. Todo esto, tan horrible que es, estoy
preparado para sobrellevar.
“Pero imaginad un sacerdote de la Santa Romana Iglesia Católica, ordenado
por los sucesores de los Apóstoles – dedicado al Nombre y propósito y Sangre y
vestiduras de Jesús – sentando en el Colegio Harvard semana tras semana y
escuchando conferencias de religión en términos invisibles. Y imaginad ellos
regresando, entonces, a su gente y diciendoles de la ‘alma de la Iglesia,’ de
‘salvación fuera la Iglesia por sinceridad’ – aparte de las enseñanzas y los
Sacramentos de Jesucristo; y llamando este arreglo ‘Bautismo de Deseo’...
¿Que tipo de enseñanza es eso? Eso es Navidad sin el pesebre: Viernes Santo
sin cualquier Dios sangrando; Domingo de Pascua sin cualquier Caro y Sangre
veniendo del sepulcro. Eso es la Fe Cristiana sin cualquier Papa – ¡el más
visible líder religioso del Mundo!”
P. Feeney, escribiendo el pasaje arriba antes del Segundo Concilio Vaticano,
predijo la perdida eventual del papa por causa del gran número de herejes entre la
estructura de la Iglesia que negaban la necesidad de la Iglesia para la salvación. ¡Esta
es una perspicacia asombrosa!
Al avisar de los castigos graves y resultas funestas que seguirían la negación de este
dogma, P. Feeney solamente fue repitiendo los avisos de papas anteriores como el Papa
Gregorio XVI.
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (#14), 15 Agosto 1832: “Esta escandalosa fuente
de indiferentismo da origen a esa proposición absurda y errada que afirma que
libertad de conciencia debe ser mantenida para todos.”dcxliii[643]
Un cierto escritor que se considera a si mismo un “Católico tradicional,” pero niega
el verdadero significado del dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación, ha
dicho que la enseñanza sobre ignorancia invencible no mató las misiónes; la enseñanza de
Vaticano II sobre ecumenismo y libertad religiosa lo hizo. Lo que este hereje falla darse
cuenta es que la herejía de salvación para no Católicos por “ignorancia invencible” dió
origen a la enseñanza heretica de libertad de religión y conciencia, como señala arriba
el Papa Gregorio XVI. Los documentos hereticos de Vaticano II sobre libertad
religiosa, ecumenismo y libertad de conciencia no fueron el comienzo de la herejía, sino
el resultado de la negación del verdadero significado del dogma de la salvación.
Pero en tanto que Papa Gregorio XVI había avisado de esto, P. Feeney vivía en las
fases tempranas de su cumplimiento, las fases finales culminando con, entre otras
cosas, el enorme escándalo sacerdotal documentado arriba en la falsa secta Vaticano II.
P. Feeney fue la persona que Dios usó para anunciar al mundo antes de la revolución
Vaticano II que esta cuestión fue central y si ella continuara ser negada, el fin ya
llegaría y la Gran Apostasía llegaría a pasar. P. Feeney añadió el siguiente prólogo a la
edición de 1974 de su libro Pan de Vida.
Este pasaje de la escritura no tiene que ver con obediencia a una presunta autoridad
en la Iglesia; tiene que ver con la obediencia a la Palabra de Dios – Fe en Su palabra
revelada. Y la advertencia escalofriante arriba en 1 Reyes 15 fue hecho por el profeta
Samuel al Rey Saul, quien había ofrecido sacrificio en violación directa de la palabra de
Dios. Saul había intentado complacer a Dios con su sacrificio, mientras estuvo
simultáneamente contraviniendo la hablada palabra de Dios. El sacrificio del Rey Saul,
por lo tanto, fue completamente rechazado por Dios y Saul mismo fue desechado por
el Señor. Las palabras dichas por Samuel al Rey Saul podrían ser dichas a la
multitud de falsos “Católicos,” que rechazan la voz de Dios (Su dogma revelado que
no hay ninguna salvación fuera la Iglesia Católica). Y porque ellos no aceptan Su
Palabra en esta cuestión, mientras piensan que pueden complacer a Él por ofrecer
sacrificio en la Misa Latina tradicional, su sacrificio en la Misa Latina Tradicional no
les aprovechará y será rechazado por Dios. Porque ellos rechazan la “voz de Jehová” –
el significado verdadero y definido de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación –
Dios rechaza sus sacrificios y ofrendas.
Y es precisamente por esta razón que Dios permitió que los Edificios, Seminarios y
Escuelas Católicos sean sacados y confiscados por una falsa secta no Católica (la secta
Vaticano II / Novus Ordo), con sacerdotes apóstatas, pervertidos, una falsa “Misa” (la
Nueva Misa) y un Antipapa apóstata (Juan Pablo II) – que dirige un Vaticano que
considera todas religiónes como verdaderas; declara que Judíos no necesitan
convertirse a Cristo para salvarse; que Cismáticos Orientales no deben ser convertidos;
que el Concilio de Trento ya no condena a los Luteranos; que el Islam debe ser
protegido; etc., etc. etc. Dios les desechó a la multitud de profesos “Católicos” porque
ellos desechaban y condenaban Su verdad sobre la salvación; y Él cedió sus posesiónes
a una legión de diablos, asimismo que desechó a Saul de ser Rey.
UN PROTESTANTE TESTIFICA
UN JUDÍO TESTIFICA
P. Massa refiere aquí a Protocolo 122/49, la carta escrita contra P. Feeney en 1949,
publicada en El Piloto, que he tratado detalladamente. P. Massa admite que Protocolo
122/49 (que es la norma de creencia de casi todos llamados “tradicionalistas” hoy) “fue
en realidad un suceso ambivalente.” Ambivalente signífica teniendo dos significados o
nociónes contradictorios. Y él bién tiene razón. La carta afirmó mantener Fuera la Iglesia
No Hay Ninguna Salvación mientras negándolo completamente. Además P. Massa
admite que este entendimiento (heretico) de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación como expresado en el Protocolo (a saber, que no Católicos pueden ser salvos
por “ignorancia invencible”), había logrado el estado normativo en la mente de
“teólogos Católicos” a mediados del vigésimo siglo antes de Vaticano II. Sigo con su
testimonio.
P. Marco S. Massa, “S.J.”, Católicos y Cultura Americana, pp. 32-33: “Por razónes
estrictamente teológicos, la enseñanza de Feeney no fue tan escandalosa o
patológica que puede parecer al mirador de la realidad Católica post-
Vaticano II. Propagandistas Católicos en Contra-Reforma Europa ciertamente
habían creido que sus opositores Protestantes, no menos que infieles
Musulmánes, estaban fuera del alcance de gracia [gracia santificante], y una
interpretación rigurosa de la frase de Cipriano descubre claramente los motivos
de mucha de la actividad misionera entre los siglos decimosexto y vigésimo. La
urgencia de ‘agarrar almas’ de las garras del infierno estimulaba al Jesuita
Francisco Javier en India... a irse para predicar el evangelio a la ‘gente que
ambulaban en tinieblas’ (Isa. 9:2)...
“Mucho antes de 1965, por otra parte – ciertamente antes del fin de la
década después de la Segunda Guerra Mundial – la mayoría de Católicos
Norteamericanos habían cesado creer que sus buenos vecinos Protestantes y
Judíos se fueren a perdición eterna después de la muerte, invenciblemente
ignorantes o no. Leonard Feeney había reconocido tan temprano que 1945
está revolución quieta pero muy importante en el pensamiento Católico sobre
las fronteras entre Católicos y cultura Norteamericana. Por la verdad, la
perspicacia de Feeney salva el Caso de Herejía de Boston de ser ópera cómica y
lo hace un episodio importante en la experiencia Norteamericana.”dcxlvii[647]
P. Massa admite aquí que la línea divisoria de los que podrían ser parte de la
Iglesia (y por siguiente ser salvos) había sido movida; él además admite que la nueva
(heretica) definición de la línea (de Protocolo 122/49, etc.) incluyó a personas que no
tenían ningún deseo ni intención de hacerse Católicos Romanos (i.e., no Católicos).
Primero, con los hechos propuestos, debéis admitir que bautismo de deseo nunca
ha sido enseñado infaliblemente. Las únicas dos citaciónes del Magisterio infalible que
aun intentáis presentar (Ses. 6, Cap. 4 de Trento y Ses. 7, Can. 4 de Trento) no favorecen
la teoría de bautismo de deseo, como he mostrado en este documento. Y eso vos deja
con nada. De hecho, vuestro “mejor” pieza de evidencia (Ses. 6, Cap. 4) en realidad se
contradice con la teoría de bautismo de deseo, por definir que Juan 3:5 debe ser
entendido según está escrito.
Sin embargo, a pesar de este hecho, muchos vosotros (de hecho, la mayoría de
vosotros sacerdotes “tradicionales”) continuan afirmando que bautismo de deseo es
algo que todo Católico debe creer. Muchos de vosotros aun retenéis los sacramentos
de los que no lo aceptan. Ya que sabéis que no podéis probar que bautismo de deseo es
un dogma, debéis parar de hacer esta aseveración falsa. Debéis dejar de condenar el
entendimiento de la Iglesia que Juan 3:5 debe ser entendido según está escrito, y que
hay sólo un bautismo de agua, o sin duda iréis al Infierno.
Segundo, casi todos vosotros que creéis en bautismo de deseo mantenéis que él
aplica a los que no saben de Cristo, la Trinidad ni la Iglesia Católica. La mayoría de
vosotros admitéis facilmente que este “bautismo de deseo” salva a miembros de
religiónes no Católicos, incluyendo a Protestantes. Esto es completamente heretico y
es un pecado mortal continuar lo manteniendo o predicando.
Esta versión retorcida de bautismo de deseo nunca fue mantenida por ningún
santo, que es porque no podéis citar a santos que enseñaban que miembros de
religiónes no Católicos pueden ser salvos o que bautismo de deseo aplica a los que no
saben de Cristo ni la Trinidad. Esta versión retorcida de bautismo de deseo es
totalmente heretica y fue una invención de herejes liberales de los 19eno y 20imo siglos.
Ha sido perpetuado por catecismos hereticos y Protocolo 122/49, que habían sido
expuestos en este documento.
Por último, me dirigo a todos que creen en bautismo de deseo, ambos la versión
mantenida por santos y la versión inventada por modernistas. La enseñanza del Papa
San León el Grande, el Concilio de Florencia, los Cánones sobre el Sacramento de
Bautismo, y el entendimiento de la Iglesia de Juan 3:5 prueban que la teoría de
bautismo de deseo es contraria de dogma Católico y no puede ser enseñada bajo
ninguna forma. Ya que obstinación es la clave de herejía, no hay duda que creencia en
la versión de los santos de bautismo de deseo (sólo para catecúmenos) ha sido mantenida
en buena fe por muchos de vosotros, además de muchos otros clérigos y laicos por
toda la historia. Nadie puede disputar esto. Mas cuando los hechos son demostrados
claros e innegables, como son, para que la teoría de bautismo de deseo puede ser
demostrado innegablemente en desacuerdo con dogma Católica, no se puede continuar
mantenerlo y enseñarlo legalmente.
Papa San Gelasio, Decreto, 495: “También la epístola de bendito León el Papa a
Flaviano... si alguno arguyere en relación al texto de esta una aun sobre una
iota, y no la recibiere reverentemente en todo sentido, sea anatema.”dclv[655]
Aquí vemos al famoso sacerdote irlandés P. Denis Fahey, cuyos escritos son
laudados por muchos que se llaman “Católicos tradicionales,” enseñando que Judíos
que rechazan a Nuestro Señor Jesucristo pueden “tener la vida sobrenatural que Dios
quiere ver en todo alma” (i.e., el estado de gracia) y por siguiente pueden ser salvos.
Esto es de verdad una abominación. Nota como la declaración de P. Fahey se
contradice directamente con la palabra de Dios.
La palabra de Dios nos dice que él que no tiene al Hijo no tiene vida. P. Denis Fahey
nos dice que un Judío que rechaza al Hijo tiene vida: “un miembro de la Nación Judía, que
rechaza a Nuestro Señor, puede tener la vida sobrenatural...” Por hacer tal declaración, P.
Fahey revela (desafortunadamente) que él no fue un Católico, sino un hereje flagrante.
Posiblemente si P. Fahey hubiera dedicado más tiempo a aprender la verdad de
Jesucristo, Su Evangelio y Sus dogmas, en vez de escribir volúmenes grandes sobre
“las fuerzas de naturalismo organizado,” él habría descubrido que el foco principal de
todo el Evangelio – y la misma verdad central del universo junto con el dogma de la
Trinidad – es que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que hay que creer en Él para tener
vida eterna.
“Él que cree en el Hijo tiene vida eterna; mas él que es incrédulo al Hijo,
no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” (Juan 3:36)
“Y les dijo [a los Judíos]: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois
de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en
vuestros pecados: porque si no creyereis que soy él, en vuestro pecado
moriréis.” (Juan 8:23-24)
“Amen, Amen, os digo: Él que no entra por la puerta en el corral de las ovejas,
mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador... Yo soy la puerta.” (Juan
10:1, 9)
“Jesús les dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre,
sino por mí.” (Juan 14:6)
“Y cuando él [el Paráclito] viniere, redargüirá al mundo de pecado, y de
justicia, y de juicio. De pecado ciertamente: porque no han creido en mí.” (Juan
16:8-9)
“Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a
la verdad: todo aquél que es de la verdad, oye mi voz.” (Juan 18:37)
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Ses. 8, 22 Nov. 1439, ex cathedra: “Todo él
que desee salvarse debe, ante todo, guardar la fe Católica; pues, a menos que
una persona guarde esta fe entera e inviolada, sin duda alguna se perderá para
siempre.- Esto es lo que la fe Católica enseña: adoramos a un solo Dios en la
Trinidad, y a la Trinidad en la unidad... Esto, pues, es lo que debe creer acerca
de la Trinidad quien desee salvarse.
“También es necesario para la salvación eterna creer fielmente en la
Encarnación de nuestro Señor Jesucristo... el Hijo de Dios, es Dios y hombre...-
Esta es la fe Católica. Él que no la crea verdadera y firmemente, no puede
salvarse.”
Pero P. Fahey se había imbuido de la herejía que los que mueren no Católicos
pueden ser salvos, que fue galopante a la vuelta del siglo, como he mostrado. Él ya se
había imbuido de la herejía que Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación no en
realidad signífica que fuera la Iglesia no hay ninguna salvación. Por rechazar el
verdadero significado del dogma, y por mantener que no Católicos pueden ser salvos,
fue poco tiempo hasta que concluyó P. Fahey (como hizo arriba) que personas pueden
ser salvos en cualquier religión – incluyendo a Judíos que rechazan al Salvador Mismo.
Esto demuestra que los que ven este dogma y creen que aun uno pagano, Budista,
Musulmán, Judío, etc. puede ser salvo sin convertirse a Cristo en realidad mantienen
que un no Católico posiblemente puede ser salvo en cualquier religión que sea, como
confirma la siguiente declaración del Arzobispo Lefebvre.
Nota la palabra “etc.” ¡La palabra “etc.” signífica “y el resto, y continuando así”!
Obispo Lefebvre dice que hay muchas otras religiónes en que hombres pueden ser salvos.
Esto es herejía completa y total. Obispo Lefebvre creyó que hombres pueden ser salvos
mientras adoran dioses falsos y muchos dioses (Budismo, Hinduismo). Mas esto
simplemente ilustra que todos que creen que la salvación es posible para miembros de
religiónes no Cristianos sin los misterios principales de la Fe Católica (la Trinidad y
Encarnación) están admitiendo que una alma puede ser salva en cualquier religión que
sea: Islam, Budismo, etc. Muestra como los que rechazan el verdadero significado de
Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación y la necesidad de fe en Cristo y la Trinidad
rechazan toda fe y en realidad no tienen fe en absoluto.
P. Fahey y Obispo Lefebvre no te podrían decir que alguno que muere un Satanista
es ciertamente perdido. Ellos mantenían claramente que es posible para cualquier otro
(incluyendo a Judíos que rechazan al Salvador Mismo) salvarse sin la Fe Católica y en
religiónes falsas. Si Judíos, Budistas, Hindús y Musulmánes pueden ser salvos en
sus religiónes falsas y sin la Fe Católica – como dicen – entonces, según ellos, un
Satanista también podría ser salvo sin la Fe Católica y en su religión falsa; tendrían
que admitir que simplemente no sabemos porque él podría estar en buena fe también.
Pues, por mantener que salvación es posible para los que mueren miembros de
religiónes no Católicas, P. Fahey, Obispo Lefebvre y toda otra persona que está
aferrada a esta herejía cree que salvación es posible en cualquier y toda religión.
Papa Pío IX, Índice de Errores Modernos, 8 Dic. 1864 – Proposición 16: “El hombre
puede, en la observancia de cualquier religión, encontrar la via de salvación
eterna, y llegar a la salvación eterna.”dclx[660] – Condenado
Obispo Lefebvre, Discurso dado en Rennes, Francia: “Si hombres sean salvos
en Protestantismo, Budismo o Islam, son salvos por la Iglesia Católica, por la
gracia de Nuestro Señor, por las oraciónes de los dentro de la Iglesia, por la
sangre de Nuestro Señor como individuales, posiblemente por la práctica de su
religión, posiblemente por lo que entienden en su religión, mas no por su
religión...”dclxi[661]
Esto debe dar un mensaje a los que llaman este tema puramente “teórico.” Este
tema no es puramente “teórico”; influye en la vida espiritual de una persona en
incontables maneras. La negación de este dogma corrumpe la fe al núcleo, y
totalmente pervierte la creencia en Jesucristo Mismo como el salvador del mundo.
Corrumpe toda la manera en que se ve el mundo sobrenatural.
(Hechos 4:12): “... el nombre de Nuestro Señor Jesucristo... Ni
hay salvación en cualquier otro. Porque no hay ningún otro
nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos
ser salvos.”
De hecho, una persona que asiste a la Sociedad de San Pío X nos llamó
recientemente y me dijo que su Abuela Metodista fue salva por “bautismo de deseo.”
Dije al hombre que aun si bautismo de deseo fuera verdad (que no es), no salvaría a
Metodistas (herejes) que ya están bautizados. Pero él no se acordó, y luchó aun más
vigorosamente por su herejía. ¡Entonces él procedió a decirme que fui en herejía por
aseverar que no hay ninguna salvación fuera la Iglesia! Y la posición heretica de este
hombre simplemente refleja la posición común de muchos “tradicionalistas” hereticos
que frecuentan las Misas Latinas en todo mundo, además de efectivamente todo
miembro del Novus Ordo.
El Centro San Benedicto fue fundado por P. Feeney antes de Vaticano II. Como he
documentado, fue un faro de verdad sobre el dogma de salvación cuando estalló la
controversia de P. Feeney en Boston. Pero el hecho que P. Feeney defendía
fuertemente esta verdad sobre la salvación en su día no signífica, por supuesto, que
todo que dijo sobre el tema fue contundente ni correcto. Él era, de hecho, equivocado
en su creencia que catecúmenos pueden ser justificados (puestos en un estado de
gracia) por el deseo de bautismo de agua. P. Feeney sabía que la Iglesia Católica
enseña infaliblemente que ningún catecúmeno puede ser salvo sin bautismo de agua
(Concilio de Trento, Can. 5 sobre el Sacramento), pero él pensaba erradamente que el
Concilio de Trento enseñó que catecúmenos podrían ser justificados por el deseo de
bautismo, aunque no lo hizo (Ve la sección sobre Ses. 6, Cap. 4). Esta posición
equivocada, que yo creo era mantenido por él en buena fe y que él cambiaría si se fuera
presentado hoy con la evidencia y el argumento mostrando que Trento no enseña que
catecúmenos pueden ser justificados, le hizo incapaz de explicar la situación del
catecúmeno llamado “justificado” que no había sido bautizado.
Por lo tanto, no te engañes de los sacerdotes y obispos hereticos que fingen dar un
curso completo sobre el error sobre Justificación de P. Feeney sin tratar de sus propias
creencias sobre si no Católicos pueden ser salvos; simplemente están encubriendo su
propia herejía horrible. Obispo Clarence Kelly de la Sociedad de San Pío V, por
ejemplo, produjo un documento largo y dió una presentación amplio enfocando sólo
en el error sobre Justificación de P. Feeney, ¡mientras ninguna vez trató de su propia
creencia abominable y heretica que Judíos, Budistas, Hindús, Musulmánes y
Protestantes pueden ser salvos sin la Fe Católica (pero más sobre la SSPV luego)!
En Mayo de 1999, el Centro San Benedicto (Richmond, NH) nos acusó en su boletín
de mantener una “herejía extraña.” Ellos mantienen que aunque bautismo es
absolutamente necesario para la salvación según la ley divina, se puede ser
regenerado (justificado/renacido) por el mero deseo de bautismo. Siguen la errada
conclusión de P. Feeney en este respecto. Creen en un bautismo de deseo que justifica
pero no salva, y llaman nuestra vista que no hay ninguna justificación en absoluto sin
bautismo heretica. La falsedad de tal aseveración por el presente Centro San Benedicto
en Nuevo Hampshire se pone muy clara cuando este tema está examinado más
profundamente. Por ejemplo, nos acusan de mantener una “herejía extraña” cuando
esta fue la enseñanza de San Ambrosio (sin mencionar dogma Católica, como
veremos).
Lo asombroso de esto es que el Centro San Benedicto (Richmond, NH) aun cita este
mismo pasaje de San Ambrosio en su libro para probar su posición (e.g., Padre Feeney y
la Verdad sobre la Salvación, p. 132). Así esta posición – que no se puede ser justificado
sin bautismo – está propugnada como verdad por el Centro San Benedicto cuando
citan a San Ambrosio; mas en su boletín llaman esta misma posición una “herejía
extraña” porque tienen ganas de atacar al Monasterio Santísima Familia. ¡Que
increíble hipocresía!
Esto signífica que el Centro San Benedicto mantiene que, por el mero deseo de
bautismo, se puede: ser renacido; ser adoptado como hijo de Dios; ser regenerado;
tener perdonado el pecado original; tener perdonados los pecados actuales; ser unido
con Cristo; poseer las virtudes infundidas de fe, esperanza y caridad; recibir la
aplicación de la Sangre de Cristo; y recibir el Espíritu de Santificación. Esto es lo que
efectua Justificación en el alma, según la enseñanza infalible de la Iglesia Católica. Y
todo esto puede ocurrir por el mero deseo de bautismo, según el Centro San Benedicto,
a pesar de que ellos mantienen que esta misma persona debe recibir el Sacramento de
Bautismo para ser salvo.
Como ya dicho, no hay duda que muchos miembros del Centro San Benedicto,
incluyendo a Padre Feeney mismo, mantenían esta errada posición en buena fe en el
pasado. Malentendían la enseñanza del Concilio de Trento en Ses. 6, Cap. 4 sobre la
Justificación. Pensaban que este Capítulo estuviera enseñando que Justificación puede
ocurrir por el deseo de bautismo (y sabían que Trento excluyó la posibilidad de
salvación sin recibir el bautismo en realidad), entonces concluían que justificación puede
ocurrir por el deseo del Sacramento de Bautismo, pero que salvación puede venir sólo
de recibir Bautismo en realidad. Sus escritos son llenos de la distinción entre
justificación y salvación.
3) Fuera la Iglesia no hay ninguna remisión de pecados (de fide). El Centro San
Benedicto mantiene que un catecúmeno sin bautizar está fuera de la Iglesia Católica
(que es correcto, porque sólo el Bautismo le haga miembro). Prueba que esto es su
creencia está encontrada en página 77 de su libro, Padre Feeney y la Verdad sobre la
Salvación. Pero mientras profesan que es sólo por Bautismo que alguno puede estar
dentro de la Iglesia, mantienen que un catecúmeno sin bautizar puede tener la
Justificación (remisión de pecados y gracia santificante) por su deseo de bautismo,
mientras todavía se queda fuera de la Iglesia. Esto es directamente contrario a la
definición ex cathedra del Papa Bonifacio VIII abajo. Por siguiente es herejía decir, como
hacen ellos, que alguno que está fuera de la Iglesia puede tener sus pecados remitidos.
Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (# 40), 29 Junio 1943: “Que Cristo y Su
Vicario constituyen un solo Cabeza es la enseñanza solemne de Nuestro
predecesor de memoria inmortal Bonifacio VIII en la Carta Apostólica Unam
Sanctam; y sus predecesores nunca han cesado de repetir la misma.”dclxv[665]
Papa Pío XII refiere a la parte de Unam Sanctam que los defensores del Centro San
Benedicto arguyen no ser solemne (infalible), y él dice que es “solemne” (infalible).
Esto demuestra que la parte de la Bula citada arriba es de verdad solemne y infalible.
De hecho, el párrafo de Unam Sanctam a que refiere Pío XII en Mystici Corporis
incorpora lenguage aun menos solemne que el párrafo citado arriba sobre fuera la
Iglesia no hay ninguna remisión de pecados. Lo esencial es que la enseñanza de la
Bula sobre Fe es una declaración ex cathedra que nadie puede negar. El Centro San
Benedicto la niega por su posición que catecúmenos pueden ser justificados fuera la
Iglesia.
4) Los Justificados son herederos según la esperanza de vida eterna (de fide). La Iglesia
enseña que alguno que es justificado es un heredero al cielo. Esto signífica que si
alguien muere en un estado de Justificación irá al cielo. El Centro San Benedicto
enseña que alguno puede ser justificado sin bautismo, pero tal persona todavía no es
heredero al cielo porque ya no ha recibido bautismo. Esta posición se contradice con
dogma.
5) Los Justificados han cumplido enteramente la ley divina y han merecido el cielo
según su estado de vida (de fide). Este uno realmente aplasta la posición del Centro San
Benedicto.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 16: “... por eso DEBE SER
CREIDO QUE NADA MÁS ES NECESARIO A LOS JUSTIFICADOS PARA
SER CONSIDERADOS HABER SATISFECHO TOTALMENTE LA LEY
DIVINA, según este estado de vida, por las obras que han hecho en él y para
verdaderamente haber merecido la vida eterna por ser obtenida en su propio
tiempo (si hubieren partido de esta vida en gracia) ...”dclxvii[667]
La posición del Centro San Benedicto es que una persona justificada sin bautismo
todavía no está en un estado digno de salvación y ya no ha merecido el cielo. Él todavía
necesita satisfacer la ley divina que requiere bautismo, según ellos. Recuerda, ellos
enfocan constantemente sobre la distinción entre justificación y salvación. Mas el
Concilio de Trento contradice esto por aseverar que los justificados han satisfecho
totalmente la ley divina y han merecido la vida eterna por ser obtenida en su propio tiempo
(si hubieren partido de esta vida en gracia). Nada más es necesario para que se van los
justificados al cielo; solamente necesitan mantener el estado de Justificación y morir en
él. Esto no es consistente con la posición del Centro San Benedicto, pero es consistente
con la enseñanza de la Iglesia (e.g., Papa San León el Grande) que ningún pecador
puede ser justificado sin el Sacramento de Bautismo. Esta citación de Trento realmente
echa por tierra la posición del Centro San Benedicto.
6) La posesión de fe, esperanza y caridad se le hace miembro del Cuerpo de Cristo (de
fide). De la definición de Trento sobre la Justificación del pecador, se aprende que no
es posible para un pecador poseer las infundidas, sobrenaturales virtudes de fe,
esperanza y caridad sin ser miembro del Cuerpo de Cristo. Estas virtudes están
infundidas en el momento de Justificación.
Papa Pablo III, Concilio de Trento, Ses. 6, Cap. 7 sobre la Justificación: “Así el
hombre por Jesucristo, en quien está injertado, recibe en la dicha justificación junto
con la remisión de pecados todos estos dones infundidos a la misma vez: fe, esperanza y
caridad. Porque la fe, a menos que esperanza y caridad sean añadidas a él, ni
se le une a alguno perfectamente con Cristo, ni se le hace un vivo miembro de
su cuerpo.”dclxviii[668]
Esto signífica que si esperanza y caridad sean añadidas a fe, fe sí se le une a alguno
perfectamente con Cristo y se le hace miembro vivo del cuerpo de Cristo. Esto no
concorda con la posición del Centro San Benedicto, porque ellos mantienen que es
posible que esperanza y caridad sean unidas con fe en un catecúmeno justificado que
no es un miembro del cuerpo de Cristo.
Porque estos errores que he describido tratan de puntos más finos de esta cuestión,
no hay duda que muchos partidarios del Centro San Benedicto han mantenido – y
algunos posiblemente ya mantengan – estos errores en buena fe, mientras afirmando el
dogma que la Fe Católica y Bautismo son necesarios para la salvación. Sin embargo, no
pueden legalmente mantener estos errores después que han sido mostrados a ellos. Y
desafortunadamente, los presentes líderes del Centro San Benedicto, además de
muchos de sus afiliados, miembros y escritores, rehusan corregirse, y deben ser
considerados hereticos. Además, llaman sobre sus cabezas condenación confirmada
cuando condenan la enseñanza de la Iglesia describida arriba como una “herejía
extraña,” como hicieron en su boletín. Oramos que los asociados del Centro San
Benedicto cambien su posición sobre estas materias, además de su lealtad heretica a la
secta Vaticano II, porque han sufrido persecución injusta de herejes que odian el
dogma Fuera la Iglesia Católica No Hay Ninguna Salvación y la doctrina de Nuestro
Señor Jesucristo sobre la necesidad del Bautismo.
Daré una breve perspectiva general de las herejías en los escritos del Arzobispo
Lefebvre, seguida con un descubrimiento más profundo de las obras recientes de la
SSPX.
2. Página 217: “No se puede decir, entonces, que nadie es salvo en estas
religiónes...”dclxx[670]
Lo que vemos aquí del fundador de la Sociedad de San Pío X es herejía flagrante.
Él contradice directamente el dogma solemnemente definido que Fuera la Iglesia
Católica No Hay Ninguna Salvación. Algunos partidarios de la Sociedad de San Pío X
han tratado de defender estas palabras hereticas del Arzobispo Lefebvre por hacer
notar que, aunque sí dijo que hombres pueden ser salvos en otras religiónes, recalcó
que es por la Iglesia Católica.
El dogma de la Iglesia Católica no meramente afirma que “nadie es salvo excepto por
la Iglesia Católica”; dice que nadie es salvo fuera la Iglesia Católica y que nadie es salvo
sin la Fe Católica. Esto signífica que nadie puede ser salvo dentro de religiónes no
Católicas. Los defensores de la SSPX necesitan meterse esto en la cabeza. El dogma de
la Iglesia Católica excluye la idea que cualquier persona es salvo en una otra religión.
Ya que él estaba enseñando que hombres pueden ser salvos en una otra religión, el
énfasis de Lefebvre que todos son salvos por la Iglesia Católica no es a propósito. Las
palabras del Papa Gregorio XVI en Summo Iugiter Studio citadas arriba podrían ser
dirigidas específicamente al Obispo Lefebvre y la Sociedad de San Pío X.
Nota otra vez, de hecho, como dijo Obispo Lefebvre que hombres pueden ser
salvos por la práctica de religiónes falsas.
Aquí encontramos más herejía contra el dogma Fuera la Iglesia Católica No Hay
Ninguna Salvación del Obispo Lefebvre.
¡P. Schmidberger dice que “es claro” que los seguidores de religiónes no Católicas
pueden ser salvos! No, lo que es claro es ¡que directamente la declaración arriba niega
dogma Católico! Esta es más herejía flagrante enseñada en un folleto muy bien
difundido de la SSPX.
Esta es más herejía flagrante. Hindús, a propósito, adoran muchos dioses falsos;
están no solamente sin la Fe Católica necesaria para la salvación, sino idólatras.
OMISIÓNES:
HEREJÍAS:
• es un error atribuir infalibilidad a todos documentos del Magisterio (p. 9). — herejía.
• fe justificante puede venir de los elementos Cristianos presentes en religiónes falsas (p. 61).
— herejía.
• es difícil decir si la creencia en un Dios recompensador es todo que es necesario para ser
salvo (p. 63) — herejía.
• no puede ser reconocido que fe justificante ocurre normalmente en todas tradiciónes
religiosas (p. 63), que insinua que puede ocurrir en toda tradición religiosa, pero no
normalmente. — herejía.
• Bautismo de Deseo puede ocurrir entre paganismo (p. 64). — herejía.
MENTIRAS:
• P. Rulleau, Bautismo de Deseo, p. 63: “Este bautismo de deseo suple por la carencia
de bautismo sacramental... La existencia de este medio de salvación es una verdad
enseñada por el Magisterio de la Iglesia y mantenida desde los primeros siglos por
todos los Padres. Ningún teólogo Católico la ha impugnado.”dclxxix[679]
¡Esta es una mentira absoluta! Como he mostrado, toda la Iglesia antigua rechazó
la idea que un catecúmeno sin bautizar podría ser salvo por su deseo de bautismo,
incluyendo a los 1 o 2 padres que parecían contradecir a si mismos sobre el tema. Esto
es porque, en toda la Iglesia antigua, oración, sacrificio, y entierro Cristiano no fueron
permitidos para catecúmenos que murieron sin bautismo. Aseverar, ante estos hechos,
que “ningún teólogo la ha impugnado” es atroz – como probado en la larga sección
sobre “Bautismo de Deseo y Bautismo de Sangre: Tradiciónes Erradas de Hombre.”
• En página 39, P. Rulleau tergiversa el pasaje crucial del cuarto capítulo del Decreto
sobre Justificación del Concilio de Trento: “y esta traducción después de la
promulgación del Evangelio no puede ser hecho excepto por el lavacro de
regeneración o un deseo de él...”dclxxx[680] El original Latín de este pasaje de Trento
no se traduce a, “excepto por el lavacro de regeneración o un deseo de él...” Se
traduce a, “... sin el lavacro de regeneración o un deseo de él...”
Introducir “excepto por” en vez de “sin” cambia todo el significado del pasaje para
favorecer bautismo de deseo (como mostrado en la Sección sobre Ses. 6, Cap. 4 del
Concilio de Trento). Hacerlo adrede es un pecado mortal. P. Rulleau posiblemente
haya hecho una equivocación inocente (por citar esta traducción horriblemente
engañosa de Denzinger), pero el hecho es que la Sociedad de San Pío X en total
continua usando esta traducción horriblemente engañosa todo el tiempo para engañar
sus lectores aun después que han sido notificados de ella. P. Pedro Scott, anterior
Superior del Distrito Estadounidense de la SSPX, en un reciente Boletín Regina Coeli,
tergiversó este pasaje otra vez en la misma manera para favorecer bautismo de deseo.
Este tipo de tergiversación obstinada de la enseñanza de la Iglesia es mortalmente
pecaminosa.
CONTRADICCIÓNES:
Santo Tomás es uno de los doctores más grandes en la historia de la Iglesia y uno
de los hombres más brillantes que aun ha vivido; pero es bien conocido que él erró
sobre un número de puntos, como fue tratado en la sección sobre “Santo Tomás de
Aquino.” Santo Tomás no creía que María fue concebida inmaculadamente (cf.
Summa Theologica, Pt. III, P. 14, Art. 3, Respuesta a Obj. 1). Según la aseveración
absolutamente ridicula de P. Rulleau, ¡creer en el dogma de la Concepción Inmaculada
es rehusar el Magisterio, porque Santo Tomás no lo creía! Tal posición es equivalente a
herejía. ¿Porque asevera P. Rulleau tales tonterías? Simplemente porque Santo Tomás
creía en bautismo de deseo y P. Rulleau quiere probar que ése hecho sólo requiere que
Católicos se someten a él. Pero nota como, cuando presentado con una doctrina de
Santo Tomás que P. Rulleau no está listo aceptar, él rápidamente abandona su
principio ridiculo que “rehusar a Santo Tomás de Aquino es rehusar el Magisterio de la
Iglesia.”
• P. Rulleau, Bautismo de Deseo, pp. 56-57: “De este estudio aparece que Santo
Tomás opta por la necesidad de un acto de fe explícita en la Encarnación y la
Trinidad, y, más generalmente, en los misterios de fe. A la pregunta de como un
hombre puede ser salvo si no haya sido evangelizado por misioneros, él responde
que Dios lo atende por dar una inspiración interior o por enviar un misionero.
¿Como debería ser interpretada esta doctrina de Santo Tomás? Que peso debería
ser dada. Los teólogos no han sido unánime.”dclxxxii[682]
En este párrafo, P. Rulleau está analizando la clara enseñanza de Santo Tomás que
nadie puede ser salvo sin fe explícita en Jesucristo y la Trinidad – en otras palabras,
ninguna salvación para los ignorantes invencibles y ninguna salvación para los de
religiónes no Católicas.
Santo Tomás, Summa Theologica: “Después que gracia había sido revelado,
ambos los eruditos y los simples son obligados a fe explícita en los misterios
de Cristo, principalmente con respecto a los que están observados en toda la
Iglesia, y proclamados públicamente, como los artículos que refieren a la
Encarnación, de que hemos hablado arriba.”dclxxxiii[683]
Santo Tomás, Summa Theologica: “Y por siguiente, cuando gracia por fin había
sido revelada, todos fueron obligados a fe explícita en el misterio de la
Trinidad.”dclxxxiv[684]
Respecto a la objeción sobre alguno que nunca hubiera oido de Cristo, Santo Tomás
responde:
Santo Tomás de Aquino, Sent. II, 28, P. 1, A. 4, ad 4: “Si un hombre, nacido entre
naciónes bárbaras, haga lo que puede, Dios mismo le mostrará lo necesario
para la salvación, o por inspiración o por enviar un maestro a él.”dclxxxv[685]
Santo Tomás de Aquino, De Veritate, 14, A.11, ad 1: objeción- “Es posible que
alguno sea criado en el bosque, o entre lobos; tal hombre no puede saber
nada explícitamente sobre la fe. Respuesta- Es la característica de Providencia
Divina proveer a todo hombre lo que es necesario para la salvación... siempre
que no sea obstáculo por su parte. En el caso de un hombre que busca bien y
rehuye mal, por la dirección de razón natural, Dios o le revelaría por
inspiración internal lo que debe ser creido, o le enviaría algún predicador de
la fe...”dclxxxvii[687]
Santo Tomás refutó repetidamente y inequívocamente la herejía que “ignorancia
invencible” salva. Afirmó que fe explícita en los misterios de la Trinidad y la
Encarnación es absolutamente necesaria. Si P. Rulleau sea honesto, él no debería
rechazar esta posición de Santo Tomás, porque eso sería, según sus propias palabras,
“rehusar el Magisterio de la Iglesia.” Pero no, P. Rulleau demuestra notable
deshonestidad por preguntar:
“¿Como debería ser interpretada esta doctrina de Santo Tomás? Que peso
debería ser dada. Los teólogos no han sido unánime.”dclxxxviii[688]
Publicado en 2001, el libro de P. Laisney fue una obra maestra de engaño. Hay
cosas asombrosamente y increíblemente deshonestas en su libro, que serán expuestas
en la sección “Mentiras”.
HEREJÍA:
MENTIRAS:
• Como si su horrible mentira arriba no fuera suficiente mala, P. Laisney comete otra
mentira igualmente horrible en la próxima página respecto al Concilio de Florencia:
“Así que lejos de ser contra Bautismo de Deseo, el mismo Concilio de Florencia, la misma
bula Cantate Domino, lo enseña por ser ‘otro remedio’ que permite una tardanza para
catecúmenos adultos por las razónes dadas por Santo Tomás.”dcxc[690] Este raya en pecado
que clama al cielo. Laisney no sólo asevera otra vez la flagrante falsedad que
bautismo de deseo es enseñado por el Concilio de Florencia, mas ¡él aun añade que
Florencia lo enseña como otro remedio, poniendo “otro remedio” entre comillas!
¡Esto es completa mentira! Este tipo de deshonestidad es inconcebible. Y entonces
P. Laisney sigue a escribir que Florencia permitió una tardanza en bautizar a
catecúmenos adultos por las razónes dadas por Santo Tomás. ¡Mas el Concilio de
Florencia no menciona nada de catecúmenos adultos! P. Laisney está literalmente
añadiendo cosas al Concilio que no están allí. ¡Despiértense, partidarios de la
SSPX!
• Después de citar el documento Quanto Conficiamur Moerore del Papa Pío IX (tratado
en la sección “El Dogma, Papa Pío IX y Ignorancia Invencible”), P. Laisney escribe:
“Este pasaje del Papa Pío IX muestra claramente: 1) bautismo de deseo no es opuesto
al dogma fuera la Iglesia Católica no hay ninguna salvación, 2) bautismo de deseo no es sin
luz y gracia divina... 3) bautismo de deseo es incompatible con indiferencia a Dios...”dcxci[691]
El documento Quanto Conficiamur Moerore no menciona nada en absoluto sobre
bautismo de deseo. No menciona ni el concepto ni el término. Pero Laisney, sin
vergüenza (y aparentemente sin conciencia), no vacila de mentir en tres puntos
diferentes, por aseverar que Pío IX revela tres aspectos diferentes de bautismo de
deseo. Este tipo de mentiras tiene efectos verdaderamente diabólicos, porque los
laxos lectores de los libros de P. Laisney, que no poseen los recursos para verificar
sus fuentes, se quedarán con la impresión que P. Laisney debe ser correcto. Esto es
como herejes matan almas.
• En página 38, P. Laisney dice: “Ex ipso voto, el mismo término usado por el
Concilio de Trento, así dando a Santo Tomás de Aquino la aprobación de un Concilio
infalible. Algunos seguidores de Padre Feeney afirman que el Concilio de Trento no sostuvo
esta enseñanza de Santo Tomás sobre bautismo de deseo... Vemos aquí que falsa es esta
afirmación.”dcxcii[692]
Como son usados en sus respectivos contextos, los términos que Trento sí empleó
no favorecen bautismo de deseo, como es mostrado en las secciónes sobre la enseñanza
de Trento en este documento. Pero esto es un otro ejemplo de como P. Laisney siente
que él puede simplemente añadir términos a Trento según su propio capricho. Él
permanece ajeno al hecho que es un pecado mortal atribuir a sabiendas a documentos
infalibles cosas que muy ciertamente no están allí. El conocimiento de Latín y
familiaridad con la cuestión de Laisney son tales que no hay excusa para él sobre la
base de una equivocación inocente.
• Similar a la última mentira, en página 49, P. Laisney escribe: “La expresión muy
famosa ‘re aut voto - en hecho o en deseo’ fue usada dos veces por el Concilio de
Trento, una vez en la explicación (‘capítulo’) explícitamente aplicada a la necesidad de
bautismo y una vez aun en un canon ex cathedra sobre la misma necesidad de sacramentos
en general.”dcxciii[693]
¿Es “re aut voto” o “ex ipso voto”? Supongo que la contestación es: cualquier
conviene mejor con P. Laisney. El problema para P. Laisney – y esto parece ser un
problema constante – es que Trento no usa tampoco el término “re aut voto” en
cualquier de estas pasajes! P. Laisney otra vez ha añadido a un documento infalible y
deliberadamente tergiversado su enseñanza.
Pues mientras que P. Laisney delira sobre que inseparablemente unidos son
bautismo de deseo y bautismo de sangre al dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación, en realidad usa el mismo lenguaje que la declaración del Papa San León,
mas con precisamente el opuesto significado. Él asevera que la idea que el Espíritu de
Santificación puede ser separado del agua de bautismo es “inseparablemente unido” a
dogma Católica; mientras que Papa San León define dogmáticamente que el Espíritu de
Santificación es inseparablemente unido a bautismo de agua.
Además de esto, ¿que más puede ser dicho sobre la aseveración, “La doctrina de
bautismo de sangre y bautismo de deseo es inseparablemente unida por la Iglesia al
dogma fuera la Iglesia no hay ninguna salvación”? La unica cosa que se me ocurre es,
“¿Ah sí?” ¿Es eso porque en no menos que siete declaraciónes ex cathedra sobre “el
dogma fuera la Iglesia no hay ninguna salvación,” la “doctrina de bautismo de
deseo/sangre” no es mencionada hasta una vez? ¿Es eso porque en todos los Concilios
de la historia de la Iglesia ni una mención es hecha de cualquier término? Sí, las
“doctrinas” de bautismo de deseo y bautismo de sangre son tan inseparablemente
ligadas al dogma Fuera la Iglesia Católica No Hay Ninguna Salvación que ninguno de
los muchos Papas que definieron este dogma se tomó la molestia de mencionarlas. La
declaración de P. Laisney es simplemente otra mentira.
• En página 87, Laisney asevera que “ni un solo uno” se oponía a bautismo de deseo,
aparentemente con respecto a santos y Papas.
CONTRADICCIÓNES:
• En su libro (pp. 58-60), P. Laisney asevera que negar la aceptación de San Cipriano
de bautismo de sangre es tergiversar el dogma Fuera la Iglesia No Hay Ninguna
Salvación. Por siguiente, él cita a San Cipriano para “probar” su posición. Pero,
como he mostrado en la sección sobre los Padres, en el mismo documento de San
Cipriano, que Laisney cita para justificar su afirmación, San Cipriano enseña que
bautismos hechos por herejes son inválidos – una idea que ha sido condenada
infaliblemente.
Por lo tanto, si P. Laisney fuera lógico, él debería enseñar que Católicos son
obligados a creer que bautismos celebrados por herejes son inválidos, porque San
Cipriano enseña esto en el mismo documento en que él enseña bautismo de sangre.
Pero no, P. Laisney no enseña esto y por consiguiente contradice su propia línea de
raciocinar. De hecho, el rechazo de la validez de bautismos celebrados por herejes no
es el único error que comete Cipriano en el documento antedicho. Él también enseña
que bautismo de sangre es un sacramento,dcxcvi[696] una posición que es negada
universalmente por todos apologistas modernos de bautismo de deseo, incluyendo a
Laisney mismo.dcxcvii[697]
• En página 68, P. Laisney cita a San Bernardo para justificar bautismo de deseo.
Pero, como he mostrado, en el mismo documento citado por Laisney, San Bernardo
no sólo admite que puede ser equivocado, mas dice esto: “Esto insinuó que tal vez
fe sola sería suficiente para la salvación, y que sin ella, nada sería
suficiente.”dcxcviii[698]
Como he dicho, al estudiar las citaciónes de santos y teólogos que Laisney adelanta
como “textos de prueba” por bautismo de deseo, he encontrado que en casi todo caso,
el mismo santo o teólogo hace otro error importante en el mismo documento. Por
ejemplo:
• En página 34 de su libro, P. Laisney cita el comentario de Cornelio a Lápide sobre
Juan 3:5: “Él que está contrito por sus pecados, quiere bautismo, y no puede
recibirlo por falta de agua o ministro, es renacido por resolución y deseo de
bautismo. El Concilio de Trento explica este versículo explícitamente así en
Sesión 7, Canon 4 sobre los Sacramentos en General.”dcci[701]
Aquí Cornelio a Lápide comite una equivocación grave. Dice que el Concilio de
Trento “explícitamente” explica Juan 3:5 en Ses. 7, Can. 4 para favorecer la idea de
bautismo de deseo. Pero Ses. 7, Can. 4 no menciona Juan 3:5 en absoluto. Juan 3:5 no
es aun mencionado en todo el decreto sobre los Sacramentos en General, así que muy
ciertamente no explica Juan 3:5 “explícitamente” para favorecer bautismo de deseo.
Pero este caso es muy útil para esta discusión por esta razón: Puesto que Lápide
comite un gran error garrafal sobre la enseñanza de Trento sobre Juan 3:5 (de hecho, la
declaración de Lápide no estuvo al alcance), entonces es obvio que él es vulnerable a
otros errores. Citar tales pasajes de teólogos como si “confirman” dccii[702] el llamado
bautismo de deseo, como hace Laisney, es ridículo. Lápide no estuvo aun al alcance
sobre lo que él quería expresar; pero, según la Sociedad de San Pío X, debemos asentir
a toda frase suya como expresión de dogma infalible.
Creo que hay un razón porque Dios permitió a estos santos y teólogos errar
repetidamente y sobre varios temas al explicar bautismo de deseo: para mostrar que
ellos no son infalibles. P. Laisney y la SSPX muy ciertamente no entienden esta
mensaje. Ellos continuan en su campaña diabólica para denunciar a todos que
entienden Juan 3:5 “según está escrito” (Trento, Ses. 6, Cap. 4) y que el Sacramento de
Bautismo es necesario para la salvación (Trento, Ses. 7, Can. 5 sobre el Sacramento de
Bautismo).
CONTRADICCIÓNES ASOMBROSAS:
Además de las contradicciónes ya expuestas, hay otras que deben ser consideradas
en el libro de la SSPX ¿Es Feeneyismo Católico? El hecho que un sedicente “sacerdote
Católico tradicional,” P. Laisney, puede mentir sobre el Concilio de Florencia como
hace, pone no sorprendente encontrar a él contradicciendo a si mismo en muchos
lugares.
Esta declaración es bien verdad, fundada sobre dogma solemnemente definido (Ve
la sección “Infantes No Pueden Ser Salvos Sin Bautismo”). Pero vea esto:
Este hecho debería poner a pensar a P. Laisney. ¿Porqué permitió el Espíritu Santo
al Papa Eugenio IV y el Concilio de Florencia incorporar el pasaje de Santo Tomás
sobre infantes, y no su enseñanza en el mismo próximo párrafo sobre bautismo de deseo?
¿Porque Dios no permitió al Concilio simplemente continuar con la citación sólo un
corto párrafo más, que habría hecho claro de una vez por todas que bautismo de deseo
fuera una enseñanza de la Iglesia? Es obvio que el Espíritu Santo quiso en el
Concilio la enseñanza de Santo Tomás sobre el Sacramento de Bautismo siendo el
único remedio para infantes, y que Él no quiso en el Concilio la enseñanza de Santo
Tomás que bautismo de deseo es otro remedio para adultos. Esto es porque el uno
párrafo aparece y el otro no.
• P. Laisney, ¿Es Feeneyismo Católico?, p. 48: “Así que lejos de ser contra Bautismo de
Deseo, el mismo Concilio de Florencia, la misma bula Cantate Domino, lo enseña por
ser ‘otro remedio’ que permite una tardanza para catecúmenos adultos por las
razónes dadas de Santo Tomás.”dccvii[707]
Esto demuestra que el énfasis de P. Laisney (en páginas 47-48 de su libro) que
Florencia definió que para niños no hay “ningún otro remedio” más que el Sacramento
de Bautismo fue hecho por una calculada razón. Fue hecho con la esperanza de ser
capáz de probar que hay otro remedio para adultos – bautismo de deseo. Su énfasis
sobre este punto fue solamente porque pensó que favorecería bautismo de deseo. Toda
su discusión sobre como Católicos deben ser fieles a la definición de Florencia fue una
farsa y una decepción. Escucha a este hipócrita explicando como nadie puede negar el
pasaje de Florencia sobre que no hay ningún otro remedio para infantes más que
bautismo, ¡que él mismo niega en su libro!
• P. Laisney, ¿Es Feeneyismo Católico?, p. 48: “Así que lejos de ser contra Bautismo de
Deseo, el mismo Concilio de Florencia, la misma bula Cantate Domino, lo enseña por ser
‘otro remedio’ que permite una tardanza para catecúmenos adultos por las razónes dadas de
Santo Tomás. Y para que ningún seguidor de P. Feeney diga que este pasaje no es
infalible, se debe considerar que el párrafo sobre bautismo de que se toma ella
empieza con las mismas palabras que él sobre la Iglesia: ‘[La Santa Iglesia
Romana] firmemente cree, profesa, y enseña que...’ Por consiguiente ambos
párrafos tienen el mismo grado de autoridad.”dccix[709]
“Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas... Así que testimonio dais contra vosotros
mismos... Serpientes, generación de víboras, ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?” (Mt. 23: 23,
31, 33). La actividad de P. Laisney es la de una serpiente, la misma serpiente que es
responsable por la terrible decepción en su libro. P. Laisney está condenado por sus
propias palabras. Contradice lo a que admite estar obligado, y que se esforzó mucho
para enfatizar. Pero las penas prestadas para enfatizar este dogma – que infantes no
tienen ningún otro remedio que bautismo de agua – no fueron prestadas de un espíritu
de fidelidad a la enseñanza de la Iglesia, sino sólo en el intento desesperado de tratar
de probar la falsa doctrina de bautismo de deseo.
Se podría continuar exponiendo los libros de la Sociedad de San Pío X, pero lo que
ya ha sido mostrado debe ser suficiente para establecer que ellos no mantienen la
enseñanza de la Iglesia, por decirlo con buenos modales. Nadie puede dar ni un
céntimo de apoyo financiero ni a esta heretica Sociedad ni al Centro San Benedicto
ni a cualquier otro sacerdote o grupo que no mantiene la enseñanza de la Iglesia
sobre la necesidad absoluta de bautismo y la necesidad absoluta de la Fe Católica
para la salvación, que desafortunadamente incluye a casi todo sacerdote hoy.
Alguno que sostendría obstinadamente a tal sacerdote, después de dar cuenta de su
posición heretica, participaría en su herejía y se pondría en el camino al Infierno.
Además, en luz de la declaración dogmática del Papa San León el Grande contra
los conceptos de bautismo de deseo y bautismo de sangre, la enseñanza del Concilio de
Florencia sobre Juan 3:5, y la enseñanza del Concilio de Trento que el Sacramento de
Bautismo es necesario para la salvación (Ses. 7, Can. 5), nadie puede aun sostener a un
sacerdote que cree en la teoría de bautismo de deseo explícito (aunque ése sacerdote
podría estar en buena fe hasta que la enseñanza de la Iglesia esté mostrada a él). El
primer deber de todo Católico es mantener la fe. No se puede comprometer ningún
punto de la fe por sostener a un sacerdote que no mantiene la fe entera e inmanchada.
LA SSPV RESPONDE
¿De verdad? Recuerda esa afirmación (“ningún sacerdote Católico tradicional está
disputando la necesidad de ser miembro de la Iglesia para la salvación”) estimado lector. Y
recuerda que he notado que la cosa que más caracteriza la negación de Fuera la Iglesia
No Hay Ninguna Salvación es deshonestidad. Recuerda que hemos visto que los herejes
sobre este punto hablan de ambos lados de la boca con una satánica doble lengua: un
minuto dicen que la Iglesia es necesaria y el próximo lo niegan; un minuto dicen que
no hay ninguna salvación fuera la Iglesia y el próximo encuentran una explicación
convincente para el opuesto. Pues ya observa los herejes trabajando. Observa como
los herejes de la SSPV enseñan en página 1 de su edición Otoño 2003 exactamente la
misma cosa que niegan en la página preliminar. En páginas 1-8 de esta misma edición,
la SSPV imprime un artículo de Francisco Fenton que explica lo que ellos consideran el
verdadero significado de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación.
Por consiguiente, como he dicho, es un hecho que la SSPV rechaza el dogma Fuera
la Iglesia Católica No Hay Ninguna Salvación y mentiran cada vez que profesan
mantener la enseñanza Católica sobre la necesidad de ser miembro de la Iglesia para la
salvación. De verdad creen y mantienen obstinadamente que Budistas, Judíos, Hindu,
etc. pueden ser salvos sin la Fe Católica. De hecho, el mismo artículo en su edición del
Otoño 2003 procede a negar el dogma flagrantemente una y otra vez.
Aquí otra vez aseveran palabra por palabra la herejía que afirmaron rechazar en la
página preliminar. Es muy apropiado aquí, en vista de esta declaración horriblemente
heretica, citar la enseñanza del Papa Gregorio XVI en Mirari Vos para condenar esta
atroz y difundida herejía.
Papa Gregorio XVI, Mirari Vos (# 13), 15 Agosto 1832: “Ahora consideramos otra
fuente abundante de los males de que la Iglesia está aquejada ahora: el
indiferentismo. Esta opinión retorcida está difundida por todos lados por el
fraude de los malvados que afirman como posible obtener la eterna salvación
del alma por la profesión de cualquier tipo de religión, con tal que se
mantenga la moralidad. Ciertamente, en una cuestión tan clara, ahuyentareis
este mortal error muy lejos de la gente comprometida a vuestro cuidado. Con
la admonición del apóstol que ‘hay un Dios, una fe, un bautismo’ (Ef. 4:5) que
ellos teman que idean la noción que el seguro refugio de salvación es abierto a
personas de cualquier religión. Deben considerar el testimonio de Cristo
Mismo que ‘los que no están con Cristo están contra Él,’ (Lucas 11:23) y que
dispersan desgraciadamente que no recogen con Él. Por lo tanto, ‘sin duda,
perecerán eternamente, a menos que mantenieren la fe Católica entera e
inviolada’ (Credo Atanasiano).”dccxiii[713]
Pero la edición del Otoño 2003 de la SSPV ya no ha terminado de negar este dogma.
Papa Pío IX, Primero Concilio Vaticano, Ses. 3, Cap. 2 sobre Revelación, 1870, ex
cathedra: “Así que también, ése entendimiento de sus sagrados dogmas debe
ser retenido permanentemente, que Santa Madre Iglesia una vez ha declarado;
y nunca debe ser un retroceso de ése significado bajo el especioso nombre de un
entendimiento más profundo.”dccxiv[714]
Por sólo estas razónes, nos alegramos que la SSPV intentó responder a nuestras
acusaciónes de herejía contra ellos; porque al hacerlo probaron que nuestras
acusaciónes están 100% correctas y se condenaron a si mismos de su propia boca.
Obispo Kelly (el líder de la SSPV), que también mantiene que miembros de
religiónes no Católicas (Protestantes, Budistas, Judíos, etc.) pueden ser salvos sin la Fe
Católica, es tan heretico, de hecho, que él escribió la siguiente el 25 de Sept., 2003, a una
persona a quien conocemos:
Obispo Clarence Kelly de la SSPV, Carta a Tim Whalen, 25 Sept. 2003: “Al
contrario de lo que piensan muchos, la controversia suscitada por P. Feeney y
ahora por los Diamonds (sic) no es de verdad sobre el dogma que fuera la
Iglesia no hay ninguna salvación. Eso es la tapadera para lo que en realidad
están enseñando que es su propio dogma que fuera Bautismo de Agua no hay
ninguna Salvación.”
¡Obispo Kelly llama el dogma que alguno se debe ser bautizado con agua para la
salvación nuestro propio dogma!
Juan 3:5,7 - “[Respondió Jesús:] Amen, amen te digo, sino un hombre renaciere de
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios... No te maravilles de que
te dije: Os es necesario nacer otra vez.”
Obispo Kelly es tan heretico que es refutado aun por el Dr. Ludwig Ott, como fue
citado.
Papa Eugenio IV, El Concilio de Florencia, “Exultate Deo,” 22 Nov. 1439, ex cathedra: “Santo
bautismo, que es la puerta de la vida espiritual, mantiene el primér lugar entre todos los
sacramentos; por él somos hechos miembros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia. Y porque la
muerte entró al universo por el primér hombre, ‘sino renazcamos de agua y el Espíritu, no
podemos,’ como la Verdad dice, ‘entrar al reino del cielo’ [Juan 3:5]. La materia de este
sacramento es agua real y natural.”dccxviii[718]
LA CMRI
Con toda franqueza, esta debe ser una de las más hereticas declaraciónes alguna
vez hecha por un persona se fingiendo un Obispo Católico tradicional. Como se puede
ver claramente de estas palabras, Obispo McKenna (como casi todo sacerdote
moderno) rechaza el verdadero significado de este dogma y mantiene que no Católicos
pueden ser salvos sin la Fe Católica. En un intento desesperado de defender su versión
heretica de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación, McKenna por su admisión
debe cambiar el entendimiento de la formula dogmática proclamada por los Papas.
Nos dice que el “verdadero” significado del dogma es que sólo los que están fuera la
Iglesia “a sabiendas” no pueden ser salvos. ¿De veras? ¿Dónde estuvo aun mencionada
esa reserva en las definiciónes dogmáticas sobre este tema? ¡En ningún lugar!
Papa Inocente III, Cuarto Concilio de Letrán, Constitución 1, 1215, ex cathedra: “Hay de verdad una
Iglesia universal de los fieles, fuera de que nadie es salvo en absoluto, en que Jesucristo es ambos
sacerdote y sacrificio.”dccxxii[722]
Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, Sesión 11, 19 Dec. 1516, ex cathedra: “Así que regulares y
seglares, prelados y súbditos, exentos y no exentos, son miembros de la una Iglesia universal,
fuera de que absolutamente nadie es salvo, y todos ellos tienen un Señor y una fe.”dccxxvii[727]
Papa Pío IV, Concilio de Trento, Iniunctum nobis, 13 Nov. 1565, ex cathedra: “Esta verdadera fe
Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora profeso y verdaderamente mantengo...”dccxxviii[728]
Papa Benedicto XIV, Nuper ad nos, 16 Marzo 1743, Profesión de Fe: “Esta fe de la Iglesia Católica,
sin la cual nadie puede ser salvo, y que de motu propio ahora profeso y sinceramente
mantengo...”dccxxix[729]
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, Sesión 2, Profesión de Fe, 1870, ex cathedra: “Esta verdadera fe
Católica, fuera de que nadie puede ser salvo, que ahora voluntariamente profeso y
verdaderamente mantengo...”dccxxx[730]
Dogmas son verdades caidas del cielo que no pueden contener error en absoluto.
No son meramente declaraciónes humanas, escritas para advertir a no Católicos, que
son sujetas a corrección y reservación. Dogmas son infalibles definiciónes de la verdad
que nunca pueden ser cambiados ni corregidos, y no tienen ninguna necesidad de ser
cambiados ni corregidos porque no pueden contener error en absoluto. Dogmas están
definidos para que Católicos deben saber lo que deben creer como verdad de
revelación divina sin toda posibilidad de error, que es exactamente el opuesto de lo
que aseveran McKenna y la CMRI.
Y esto es posiblemente lo más importante sobre la herejía del Obispo McKenna y la
CMRI: los negadores de dogma están revelando por tal ridícula argumentación que su
“versión” de este dogma es incompatible con las palabras de la definiciónes
dogmáticas; porque si su versión fuera compatible con las definiciónes dogmáticas
ellos nunca estarían forzados a hacer declaraciónes hereticas como las citadas arriba.
36. Conclusión
En este documento he mostrado que es la infalible enseñanza de la Iglesia Católica
– y por siguiente la verdadera enseñanza de Jesucristo – que sólo los que mueren
Católicos bautizados pueden ser salvos. Alguno que se niega a aceptar esta enseñanza
no es un Católico. El hecho que la mayoría del mundo se niega a aceptar esta
enseñanza no nos debería desanimar. Esto ha sido predicho y Dios todavía está con Su
Iglesia, aunque ha sido reducida a un remanente de Católicos fieles.
Si la herejía Ariana en el 4to siglo fue tan mal que aproximadamente 1% de los
obispos con jurisdicción permanecieron Católicos y 99% se hicieron Arianos, y la Gran
Apostasía precediendo a la Segunda Venida de Cristo es predicha ser aun peor – la
peor apostasía de todo tiempo (2 Tes. 2) – entonces alguno no debería ser incrédulo del
hecho que hay casi ningunos sacerdotes auténticamente Católicos en el mundo hoy que
creen en el verdadero significado de Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación y la
necesidad del Sacramento de Bautismo.
Lucas 12:4-5: “[Jesús dice] Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que
matan el cuerpo, y después no tienen nada más que hacer. Mas os enseñaré a
quien temáis: temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder
de echar en la Gehenna: así os digo: a este temed.”
En el día del Juicio Final, Dios separará los que hubieren conservado la verdadera
fe y el estado de gracia de los que no lo hubieren hecho. Los que hubieren profanado
esta fe tendrán que ponerse en fila con los condenados. Por siguiente los que, sabiendo
estos hechos, continuen apoyar financialmente, aun en la más pequeña manera, grupos
que creen en bautismo de deseo o salvación para los “ignorantes invencibles” o que
niegan cualquier otra enseñanza de la Iglesia, pueden esperar ponerse en fila detrás de
los condenados que hubieren profanado la fe el día del Juicio Final.
La Iglesia enseña que en una necesidad como la que tenemos hoy, alguno puede
recibir los Sacramentos de un sacerdote válidamente ordenado que mantiene una
posición heretica (si el sacerdote no predica notoriamente ni impone esa herejía), pero
no se puede apoyarle financialmente ni comprometer la fe. Poner dinero en la bandeja de
un sacerdote o grupo que no sostiene la fe es negar la fe. Darles donaciónes es negar la
fe. Obviamente, la Fe Católica no nos prohibe comprar libros Católicos (etc.) de un
grupo que puede ser heretico, pero no se debería donar a tal grupo ni aun darles
estipendios de Misa. Si sea una cuestión de comprometer la fe o asistir a la Misa y
recibir la Comunión, se debe parar asistir a la Misa y recibir la Comunión, porque se
puede salvarse sin asistir a la Misa y recibir la Comunión, especialmente en un caso de
necesidad; pero nunca se puede salvarse sin la verdadera fe.
Apoc. 14:12 “Aquí está la paciencia de los santos, quienes guardan los
mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.”
Apoc. 3:11 “He aquí, yo vengo presto; retén lo que tienes, para que ningún
hombre tome tu corona.”
APÉNDICE –
LA FORMA DEL BAUTISMO
Y LA PROFESIÓN DE FE PARA CONVERSOS A LA
FE CATÓLICA
Si eres una persona que ha sido parte de la apostasía Vaticano II/Novus Ordo,
también deberías hacer ésa misma profesión de Fe del Concilio de Trento. Si fueron
dogmas particulares que negaste (como Fuera la Iglesia No Hay Ninguna Salvación),
entonces añade al fin de la profesión que rechazas todo contrario de ése dogma
particular. Los que salen del Novus Ordo (la Nueva Misa) también necesitan hacer
una confesión (a un sacerdote ordenado válidamente, quien fue ordenado en el rito de
ordenación tradicional) que asistieron a un servicio no Católico y por cuanto tiempo
asistieron. Si participaron en otras cosas en la Nueva Misa (e.g. fueron un ministro
laico, se vistieron sin recato, etc.) o aceptaron falso ecumenismo o negaron algún otro
dogma, estas materias deberían ser mencionadas también en Confesión. Esto debería
ser hecho antes de recibir Comunión en la Misa Tradicional (si hay una a que es
admisible asistir en tu región).
Profesión de Fe Católica
● Yo, Nombre., con fe firme, creo y profeso todas y cada una de las cosas que se
contienen en el Símbolo de la fe usado por la Santa Iglesia Romana, a saber:
● Creo en un solo Dios Padre Omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible; y en
● un solo Señor Jesucristo, Hijo de Dios unigénito, y nacido del Padre antes de todos
los siglos, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
hecho, consustancial con el Padre; por quien fueron hechas todas las cosas;
● que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, descendió de los cielos, y se
encarnó de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, y se hizo hombre;
● fue crucificado también por nosotros bajo Poncio Pilatos, padeció y fue sepultado; y
● resucitó el tercer día según las Escrituras, y subió al cielo,
● está sentado a la diestra del Padre, y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los
vivos y a los muertos, y su Reino no tendrá fin.
● Y creo en el Espíritu Santo, Señor y vivificante, que del Padre y del Hijo procede; que
con el Padre y el Hijo conjuntamente es adorado y conglorificado; que habló por los
profetas.
● Y creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica.
● Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados, y espero la resurrección
de los muertos y la vida del siglo venidero. Amén.
● Admito y abrazo firmísimamente las tradiciones de los Apóstoles y de la Iglesia y las
restantes observancias y constituciones de la misma Iglesia.
● Admito igualmente la Sagrada Escritura conforme al sentido que sostuvo y sostiene
la santa madre Iglesia, a quien compete juzgar del verdadero sentido e interpretación
de las Sagradas Escrituras, ni jamás la tomaré e interpretaré sino conforme al sentir
unánime de los Padres.
● Profeso también que hay siete verdaderos y propios sacramentos de la Nueva Ley,
instituídos por Jesucristo Señor Nuestro y necesarios, aunque no todos para cada uno,
para la salvación del género humano, a saber: bautismo, confirmación, Eucaristía,
penitencia, extremaunción, orden y matrimonio; que confieren gracia y que de ellos, el
bautismo, confirmación y orden no pueden sin sacrilegio reiterarse.
● Recibo y admito también los ritos de la Iglesia Católica recibidos y aprobados en la
administración solemne de todos los sobredichos sacramentos.
● Abrazo y recibo todas y cada una de las cosas que han sido definidas y declaradas en
el sacrosanto Concilio de Trento acerca del pecado original y de la justificación.
● Profeso igualmente que en la Misa se ofrece a Dios un sacrificio verdadero, propio y
propiciatorio por los vivos y por los difuntos, y que en el santísimo sacramento de la
Eucaristía está verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con
el alma y la divinidad, de nuestro Señor Jesucristo, y que se realiza la conversión de
toda la sustancia del pan en su cuerpo, y de toda la sustancia del vino en su sangre;
conversión que la Iglesia Católica llama transustanciación.
● Confieso también que bajo una sola de las especies se recibe a Cristo, todo e íntegro,
y un verdadero sacramento.
● Sostengo constantemente que existe el purgatorio y que las almas allí detenidas son
ayudadas por los sufragios de los fieles;
● igualmente, que los Santos que reinan con Cristo deben ser venerados e invocados, y
que ellos ofrecen sus oraciones a Dios por nosotros, y que sus reliquias deben ser
veneradas.
● Firmemente afirmo que las imágenes de Cristo y de la siempre Virgen Madre de
Dios, así como las de los otros Santos, deben tenerse y conservarse y tributárseles el
debido honor y veneración;
● afirmo que la potestad de las indulgencias fue dejada por Cristo en la Iglesia, y que el
uso de ellas es sobremanera saludable al pueblo cristiano.
● Reconozco a la Santa, Católica y Apostólica Iglesia Romana como madre y maestra
de todas las Iglesias, y...
● Igualmente recibo y profeso indubitablemente todas las demás cosas que han sido
enseñadas, definidas y declaradas por los sagrados cánones y Concilios ecuménicos,
principalmente por el sacrosanto Concilio de Trento (y por el Concilio ecuménico
Vaticano, señaladamente acerca del primado e infalibilidad del Romano Pontífice); y, al
mismo tiempo,
● todas las cosas contrarias y cualesquiera herejías condenadas, rechazadas y
anatematizadas por la Iglesia, yo las condeno, rechazo y anatematizo igualmente.
● Esta verdadera fe católica, fuera de la cual nadie puede salvarse, y que al presente
espontáneamente profeso y verazmente mantengo, yo el mismo Nombre. prometo,
voto y juro que igualmente la he de conservar y confesar íntegra e inmaculada con la
ayuda de Dios hasta el último suspiro de vida, con la mayor constancia, y que cuidaré,
en cuanto de mí dependa, que por mis subordinados o por aquellos cuyo cuidado por
mi cargo me incumbiere, sea mantenida, enseñada y predicada: Así Dios me ayude y
estos santos Evangelios.dccxxxvi[736]
Permiso concedido por hacer copias de este libro o citar secciónes de él, pero
el nombre del autor debe ser dado.
Notas al Fin