MATEHUALA, SAN LUIS POTOSÍ, A 5 ABRIL DE ABRIL DEL 2016
DOS MIL DIECISEIS.
V I S T O S, para resolver en definitiva los autos del
expediente número 176/1983, relativos a la Controversia del Orden Familiar, de CESACIÓN DE PENSIÓN ALIMENTICIA, promovida por ELIMINADO en contra de ELIMINADO (finada) y de sus hijos ELIMINADO y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO; y,
RESULTANDO:
UNICO.- El 13 trece de marzo del 2015 se tuvieron por
agregados a los autos dos escritos recibidos en este juzgado el día 06 seis y 11 once del mes y año referidos, y en relación con el segundo de ellos se interrumpió el procedimiento con base en lo establecido por el numeral 729 del Código de Procedimientos Civiles del Estado en vigor; hecho lo cual, el 18 dieciocho de noviembre del 2015 se tuvo a ELIMINADO por promoviendo el INCIDENTE DE CESACION DE PAGO DE PENSION ALIMENTICIA, en contra de . ELIMINADO ( finada) , y de los hijos del promovente ELIMINADO y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO. Narró los hechos que motivaron su demanda, invocó los fundamentos legales que estimó aplicables y acompañó los documentos que consideró necesarios para ejercitar su acción, así mismo se ordenó notificar a la sucesión a bienes de ELIMINADO y/o ELIMINADO por conducto del albacea ELIMINADO y al diverso acreedor ELIMINADO, y emplazarlos, a fin de que dentro del término de 03 días contestaran lo que a su derecho conviniera, apercibidos de que en caso de no hacerlo se les tendría como presuntamente confesos de los hechos base del incidente.
En 22 veintidós de diciembre del 2015 dos mil quince se tuvo
por presuntamente confesos de los hechos a los demandados incidentitas ELIMINADO por sí y en representación de la sucesión a bienes de ELIMINADO y/o ELIMINADO y a ELIMINADO; y finalmente el día 01 uno de marzo del 2016, se citó para resolver en definitiva; y,
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Este Juzgado es competente para conocer del
presente asunto de conformidad con los artículos 143 y 155 fracción XIV del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado y 55 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado en razón de que ambas partes tienen su domicilio en este Distrito Judicial.
SEGUNDO.- La Vía de Controversia del Orden Familiar en
que se ventiló el presente negocio es la correcta, por así disponerlo los artículos 1137, 1138, 1139, 1140 y demás relativos del Ordenamiento Legal en cita.
TERCERO.- El actor ELIMINADO, compareció a juicio
acreditando su personalidad en los términos de los artículos 1º, 44, 45, 46 y 47 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, al haber comparecido por sus propios derechos. Por su parte, los demandados no dieron contestación a la demanda entablada en su contra, por lo que el juicio se siguió en su rebeldía.
CUARTO.- Sostiene el actor esencialmente que el 23 de
noviembre de 1989, fue dictada sentencia definitiva en la cual en el resolutivo tercero se le condenó al pago de una pensión equivalente al 50% de todas sus percepciones que recibe como empleado de la clínica de Campo del Seguro Social en favor de ELIMINADO, y de sus hijos ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO, quedando así embargado su sueldo; que es el caso que el 22 de enero de 2015 falleció ELIMINADO; por lo que su obligación con ella ha concluido; por otra parte, respecto de sus hijos actualmente cuentan con la edad de 39 y 35 años respectivamente; por lo que han dejado de necesitar los alimentos, y cada uno de ellos ha concluido sus estudios y actualmente laboran, satisfaciéndose sus gastos alimenticios; Que sus esposa algunas veces compareció con diverso nombre sin embargo, su nombre correcto lo es ELIMINADO, tal como se desprende del ACTA DE SU NACIMIENTO, del ACTA DE SU MATRIMONIO Y LA DE DEFUNCIÓN y también en las ACTAS DE NACIMIENTO SE SUS HIJOS; y que el nombre correcto de su hija es ELIMINADO, es por ello que solicita la cesación de la pensión alimenticia a que se ha referido.
A efecto de acreditar su acción el demandante aportó como
probanzas relevantes:
a).- Copia certificada del acta de defunción que obra en el
cuaderno de defunciones con fecha 28 de enero de 2015 dos mil quince, asentada en el acta numero 00019 levantada por el Oficial del Registro Civil de esta ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, en la que se asientan los datos de la defunción de ELIMINADO, el 22 veintidós de enero de 2015 dos mi quince; se menciona el nombre de su esposo ELIMINADO.
b). Acta de nacimiento 49, a fojas 49, de la Oficiala 1 del
Registro Civil de Vanegas, San Luis Potosí, en el libro de nacimientos de 23 veintitrés de febrero de 1944, obra asentado el nacimiento de ELIMINADO y el nombre de sus padres ELIMINADO y ELIMINADO.
c) Acta de nacimiento numero 1582, de la Oficiala 1 del
Registro Civil de Vanegas, San Luis Potosí en el libro de nacimientos de 06 seis de agosto de 1979 mil novecientos setenta y nueve, en la foja 96f, obra asentado el nacimiento de ELIMINADO , apareciendo el nombre de sus padres ELIMINADO y ELIMINADO.
ch). Acta de nacimiento número 302, a fojas 101 f y v, del
Registro Civil de la Ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, en la que se asienta el nacimiento de ELIMINADO, de fecha 30 treinta de diciembre de 1975 mil novecientos setenta y cinco, por el oficial del Registro Civil de esta Ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, haciéndose constar el nombre de sus padres ELIMINADO y ELIMINADO.
d). Copia certificada de la resolución emitida por el
Juzgado Segundo mixto de este Distrito judicial relativa a la primera sección del Juicio sucesorio intestamentario a bienes de ELIMINADO y/o ELIMINADO, promovido por ELIMINADO
Documentales que tienen el carácter de Públicas al tenor
de los artículos 280 fracción II y 323 fracción IV del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, y que hacen prueba plena conforme al numeral 388 de la citada ley, por haber sido expedidas por los funcionarios del Registro Civil competentes respecto a constancias existentes en los libros correspondientes y con lo cual se demuestra el parentesco civil que une al actor con los demandados.
Por otro lado, la contraria parte del incidentista no dio
contestación a la demanda incidental entablada en su contra, por lo que el procedimiento se siguió en su rebeldía.
Ahora bien, en cuanto al fondo del asunto, es destacable
invocar lo dispuesto en los preceptos 90 del Código de Procedimientos Civiles, 154 y 163 del Código Familiar vigente en el Estado, que establecen lo siguiente:
“ART. 90.- Las resoluciones judiciales dictadas con el carácter
de provisionales pueden modificarse en sentencia interlocutoria o en la definitiva. Las resoluciones judiciales firmes dictadas en negocios de alimentos, ejercicio y suspensión de la patria potestad, interdicción, jurisdicción voluntaria y las demás que prevengan las leyes, pueden alterarse y modificarse cuando cambien las circunstancias que afectan el ejercicio de la acción que se dedujo en el juicio correspondiente.”
“ART. 154.- Los alimentos se darán de manera proporcional y
equitativa tomando en cuenta el estado de necesidad del acreedor o acreedores, las posibilidades reales del deudor para cumplirlas, además del entorno social en que éstos se desenvuelven, sus costumbres y demás particularidades de la familia a la que pertenecen”
“ART. 163.- Cesa la obligación de dar alimentos: … II. Cuando el
acreedor alimentario deja de necesitar los alimentos;…”
De la transcripción anterior en adminiculación con los
hechos en los que hace consistir su pretensión el accionante, es dable concluir que el actor, pretende la cancelación de la pensión alimenticia otorgada a favor de quien fuera su esposa ELIMINADO (finada) y de sus hijos ELIMINADO y ELIMINADO ambos de apellidos ELIMINADO, en esos términos, atendiendo a lo dispuesto por el artículo 273 la Ley Adjetiva Civil, que refiere: “La parte actora debe probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus excepciones”; se desprende que los elementos de la acción que el demandante se encuentra obligado a demostrar son:
a).- Que exista una sentencia o convenio que lo obligue al
pago de la pensión alimenticia decretada; b).- El cambio de situación respecto de la que prevalecía al pronunciarse o dictarse dicho fallo, en el sentido de que carece de medios para cumplir la obligación, o bien, que el acreedor ha dejado de necesitarlos.
El primer elemento en estudio, consistente en la existencia
de una sentencia o convenio que lo obligue al pago de una pensión alimenticia decretada, elemento que se encuentra fehacientemente acreditado en autos, pues del mismo se deviene la existencia del expediente original 176/988 del JUICIO EXTRAORDINARIO CIVIL POR PAGO DE PENSION ALIMENTICIA, promovido por ELIMINADO en contra de ELIMINADO, en el que aparece que con fecha 23 veintitrés de noviembre de 1989 mil novecientos ochenta y nueve, se condenó a ELIMINADO al pago de una PENSION ALIMETICIA DEFINITIVA por una cantidad equivalente al 50% de todas y cada una de las percepciones que recibe como empleado de la Clínica de Campo del Instituto Mexicano del Seguro Social, documentales públicas a las que se les confiere pleno valor probatorio en el presente juicio, en virtud de tratarse de actuaciones judiciales cuya autenticidad y eficacia probatoria son indubitables, lo anterior, conforme a lo dispuesto por los artículos 280 fracción II, 323 fracción VIII y 391 de la Ley Adjetiva Civil vigente en el Estado.
En consecuencia, se estima que el primero de los
elementos constitutivos de la presente acción se encuentra plenamente acreditado, toda vez que existe una sentencia judicial que condenó al ahora actor incidental, al pago de una pensión alimenticia equivalente al 50% cincuenta por ciento de sus ingresos a favor de su ahora fallecida esposa ELIMINADO y de sus hijos ELIMINADO Y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO.
Por lo que hace al segundo de los elementos en análisis,
consistente en el cambio de situación que prevalecía al pronunciarse o dictarse dicho fallo, cabe precisar que de acuerdo a la ley, el derecho de alimentos se ha definido como la facultad jurídica que tiene una persona denominada acreedor alimentista para exigir de otra denominada deudor alimentario, lo necesario para vivir, derivada de la relación que tenga con motivo del parentesco consanguíneo, del matrimonio, del divorcio y, en determinados casos, del concubinato; y que el verdadero y noble fin ético moral de esta institución jurídico familiar, es el de proteger y salvaguardar la supervivencia de quien no está en posibilidad de allegarse, por sus propios medios, lo necesario para el desarrollo normal de ese valor primario que es la vida. Sin embargo, esa relación y derecho correlativo son susceptibles de cambio, atendiendo las diversas circunstancias que determinan la variación en las posibilidades del deudor alimentista y en las necesidades de los propios acreedores; en consecuencia, tomando en consideración lo alegado por el actor incidental al ejercitar su acción, en relación con el segundo de los elementos exigibles para la procedencia de la acción, debe decirse que el actor funda su pretensión en el argumento toral de que, sus hijos acreedores alimentistas carecen de necesidad de recibir alimentos, todas vez que, por un lado ya cumplieron su mayoría de edad pues a la fecha cuentan con 39 treinta y nueve y 36 treinta y seis años de edad, y por otro ya terminaron sus estudios contando en la actualidad con un empleo con lo que satisfacen sus necesidades; y por lo que se refiere a la restante demandada, esta dejo de existir el día 22 veintidós de enero del 2015 por lo que ya no requiere de que se le sigan proporcionando los alimentos como hasta ahora acontecía.
La parte contraria al actor incidentista no dio contestación a
la demanda planteada en su contra, por lo que no opuso excepciones ni defensas para controvertir la cesación pretendida.
Del estudio objetivo y acucioso de las constancias que
obran en el sumario, en relación con los hechos relatados por el actor, este juzgador advierte que efectivamente,ELIMINADO y ELIMINADO ambos de apellidos ELIMINADO, cuentan con las edades de 39 Y 35 años de edad respectivamente, según se desprende de: Acta de nacimiento numero 1582, de la Oficiala 1 del Registro Civil de Vanegas, San Luis Potosí en el libro de nacimientos de 06 seis de agosto de 1979 mil novecientos setenta y nueve, en la foja 96f, obra asentado el nacimiento de ELIMINADO, apareciendo el nombre de sus padres ELIMINADO y ELIMINADO.
El Acta de nacimiento numero 302, a fojas 101 f y v,
del Registro Civil de la Ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, en la que se asienta el nacimiento de ELIMINADO, de fecha 30 treinta de diciembre de 1975 mil novecientos setenta y cinco, por el oficial del Registro Civil de esta Ciudad de Matehuala, San Luis Potosí, haciéndose constar el nombre de sus padres ELIMINADO y ELIMINADO
Documentales públicas que merecen pleno valor probatorio en el
juicio, conforme los artículos 280 fracción II, 323 fracción IV y 388 del Código de Procedimientos Civiles de la Entidad, en virtud de haber sido expedidas por un funcionario del Registro Civil respecto a constancias existentes en sus libros, y las cuales resultan eficaces para comprobar la edad actual de los demandados.
Así mismo, la acción de cesación de pensión alimenticia,
resulta procedente, al haber quedado plenamente comprobado que los acreedores alimentarios han dejado de necesitar los alimentos que les habían sido decretados, lo anterior, se demuestra en primer término, con la confesión de tales demandados, lo cual deviene así debido a la falta de contestación a la demanda, no obstante haber sido debidamente notificados de la misma, y apercibidos legalmente que en caso de no contestar se les tendría por presuntivamente confesos de los hechos de la misma, por lo que al no contestar la aludida demanda, se les tiene por confesando, entre otras cosas, y en cuanto a la acreditación del elemento en estudio, que a la fecha, tienen la edad a que se refiere el accionante; que han concluido con sus estudios profesionales, y que se encuentran realizando actividades inherentes a sus profesiones, es decir, que cuentan con un trabajo remunerado y que por ende, han dejado de necesitar los alimentos por parte de su progenitor. Confesión que en lo individual alcanza pleno valor probatorio acorde a lo dispuesto por los artículos 264, 318, 382, 383 y 403 de la ley adjetiva de la materia, y que una vez adminiculada con las documentales que fueron aportadas consistentes en las actas de nacimiento de los acreedores alimentistas, alcanzan mayor eficacia probatoria para tener por demostrado el segundo de los elementos integradores de esta acción, esto es, que ha surgido un cambio en las circunstancias que imperaban al momento de decretar el pago de la pensión alimenticia y que, en la actualidad, los acreedores ELIMINADO y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO tienen 39 Y 35 años de edad; han culminado sus estudios profesionales y cuentan con un trabajo remunerado, por lo que, han dejado de necesitar los alimentos; y que del mismo modo la diversa acreedora alimentista ELIMINADO ha dejado de existir, y por consecuencia ha dejado de necesitar los alimentos para su subsistencia.
De modo que como quedó asentado precedentemente, los
demandados ELIMINADO y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO han cumplido la mayoría de edad, circunstancia que de acuerdo a la ley, hace suponer que gozan de absoluta independencia para disponer tanto de sus bienes como de su persona, y con base en ello, su edad supone también su capacidad física, económica y jurídica para ser autosuficientes a efecto de allegarse por sí mismos, los alimentos requeridos para su subsistencia; no obstante, no resulta desatendido por esta autoridad que, la obligación de proporcionar alimentos a los hijos mayores de edad no desaparece por el solo hecho de que lleguen a esa edad, en virtud de que su necesidad no se satisface automáticamente por la realización de esa circunstancia, toda vez que, al igual que los hijos menores de edad, tienen la presunción de necesitar los alimentos, salvo prueba en contrario, empero, tal como lo ha sostenido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cada caso, deben examinarse en forma acuciosa las circunstancias particulares en que se encuentran los hijos al llegar a esa edad, para poder determinar si siguen necesitando los alimentos o si tienen recursos propios para poder salir adelante por sí solos.
Cabe invocar al respecto la jurisprudencia XX. J/23
integrada por los Tribunales Colegiados de Circuito, publicada en la actual Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo III, Junio de 1996, Página: 535 que dice:
“ALIMENTOS. AUN CUANDO LOS HIJOS ALCANCEN LA
MAYORIA DE EDAD, NO CESA LA OBLIGACION POR PARTE DEL DEUDOR ALIMENTISTA DE PROPORCIONARSELOS, SI TODAVIA LOS NECESITA EL EMANCIPADO. (LEGISLACION DEL ESTADO DE CHIAPAS). Supuesto que dentro de las causales para la cesación de la obligación de dar alimentos a que se contrae el artículo 316 del Código Civil para el Estado de Chiapas, no se encuentra expresamente la consistente en que el hijo haya llegado a la mayoría de edad; y aun cuando pudiera interpretarse la fracción II del citado precepto en relación con el numeral 438, fracción III del mencionado Código, es decir, que la patria potestad se acaba por la mayor edad del hijo y con ello concluye el deber de darle alimentos, en razón de que al llegar a la mayoría de edad se supone que goza de absoluta independencia para disponer tanto de sus bienes como de su persona, y esta emancipación también supone su capacidad física, económica y jurídica para ser autosuficiente a efecto de allegarse los alimentos que necesite para su subsistencia; sin embargo, por ser los alimentos a los hijos una cuestión de orden público, debe considerarse que por el solo hecho de llegar a la mayoría de edad no debe suspenderse la obligación de suministrarlos, sino que en cada caso, deben examinarse las circunstancias en que se encuentran los hijos al llegar a esa edad, para saber si siguen necesitándolos, en la inteligencia que tanto los hijos como el cónyuge gozan de esa presunción independientemente de si aquéllos son mayores o menores de edad, por lo cual es el deudor quien debe demostrar que ellos tienen recursos propios para poder, así desligarse de esa obligación.”
En tal sentido, resulta ineludible que, para que prospere la
acción de cesación del pago de alimentos intentada, no es suficiente que el deudor alimentista compruebe que su acreedor ha cumplido la mayoría de edad, sino que es inconcuso que además quede plenamente demostrado que se encuentra apto para trabajar y desarrollar una actividad cotidiana que pudiera ser remunerada y pudiera subsistir con ella; así las cosas, atendiendo a las circunstancias particulares del caso, se observa que los acreedores y demandaros, desde hace varios años adquirieron la mayoría de edad, por lo que, de acuerdo a su edad actual, se presume que son aptos para satisfacer sus propias necesidades.
Aunado a lo anterior, en autos se encuentra plenamente
demostrado que los demandados han concluido sus estudios superiores y que en la actualidad se encuentran laborando recibiendo sus propias remuneraciones, lo anterior, con base en la afirmación por parte del accionante en ese sentido Que se corrobora con la confesión por parte de los demandados al habérseles declarado confesos de los hechos que les atribuye el accionante. En ese orden, al haber cumplido dos de los demandados su mayoría de edad, y haber concluido sus estudios, se desprende que tales demandados ELIMINADO y ELIMINADO, ambos de apellidos ELIMINADO, cuentan con una profesión que les permite subsistir y salir adelante por sí solos, por que es válido concluir que actualmente los demandados son autosuficientes para hacerse valer por sí solos y satisfacer sus propias necesidades; circunstancias que trascienden en el presente fallo y que tal como lo exige la ley, amen de que por otra parte ha quedado demostrado de manera incontrovertible el deceso de la diversa acreedora alimentista ELIMINADO acreditan un cambio en la situación jurídica que prevalecía al momento de decretar la pensión alimenticia a su favor.
Por último, es importante invocar lo dispuesto por el
artículo 148 del Código Familiar vigente que dispone:
“ART. 148.- Las madres, los padres, las hermanas, los
hermanos, parientes colaterales y tutores tienen obligación de dar alimentos a las y los menores, mientras éstos lleguen a la edad de dieciocho años. En el caso de que la o el acreedor alimentario se encuentre estudiando, la edad máxima será hasta los veinticinco años…”
Del anterior precepto se desprende que, una vez que el
acreedor cumple la mayoría de edad, podrá seguir gozando de recibir pensión alimenticia, mientras se encuentre estudiando, y que esta obligación de ministrar alimentos cesará, cuando el acreedor cumpla la edad de veinticinco años; consecuentemente, de las documentales públicas consistente en el acta de nacimiento de los demandados, se desprende que actualmente cuentan con la edad de 39 treinta y nueve y 36 treinta y seis, motivo por el cual, resulta evidente a todas luces que la obligación del deudor x de dar alimentos ha cesado, en virtud de que su acreedor ha dejado de necesitar los mismos.
Así, tomando en consideración que el sentido de la
institución alimentaria es garantizar a las personas la posibilidad de atravesar una etapa económicamente inactiva en la que se alleguen de los recursos necesarios que les darán una base para desarrollar sus planes de vida, por ende, el deudor tiene la obligación de proporcionar un oficio o profesión a su acreedor, para que pueda trabajar y desarrollar una actividad remunerada que le permita subsistir por sí solo, consiguientemente, al alcanzarse la mayoría de edad el acreedor, y haber obtenido una profesión adecuada, con base en la ley, se supone que los individuos gozan de absoluta independencia para disponer de su persona y sus bienes, por lo tanto, al haber alcanzado la mayoría de edad, y sobre todo, haber concluido una carrera profesional, es incuestionable que los acreedores ELIMINADO y ELIMINADO son aptos para trabajar y desarrollar una actividad cotidiana de la que puedan ser remunerado y por ello, resultan ser unas personas autosuficientes para disponer por sí mismos de su persona y bienes, y satisfacer sus propias necesidades fundamentales. En consecuencia, resulta inconcuso que los demandados ELIMINADO y ELIMINADO ambos de apellidos ELIMADO han dejado de necesitar que se le proporcionen alimentos por parte de su ascendiente, ELIMINADO, y lo mismo sucede con ELIMINADO, en virtud de que esta ha dejado de existir, razón por la cual, esta autoridad jurisdiccional estima procedente declarar la cesación y cancelación de la pensión alimenticia a favor de ELIMINADO por haber variado las circunstancias particulares del caso.
Por último, no debe soslayarse que la institución de los
alimentos es una cuestión de orden público que debe quedar exhaustivamente comprobada en el juicio, y al haber quedado plenamente demostrado que dos de los demandados han cumplido la mayoría de edad y que por tanto se encuentran aptos para disponer de su persona y de sus bienes, aunado al hecho de que ha culminado sus estudios profesionales y que por tanto cuenta con una profesión y oficio que le permite desarrollarse personal y profesionalmente y obtener un trabajo remunerado de acuerdo a sus estudios y capacidades, y que otro de los acreedores ha dejado de existir, es inconcuso que, la carga probatoria correspondía en todo caso al propios demandados quien estaban obligados a demostrar en forma indubitable que aún sigue necesitando los alimentos, lo que en el caso en comento no acaeció, al no haber comparecido siquiera a oponerse a la acción incidental ejercitada en su contra.
Se estima conveniente transcribir el contenido de la
jurisprudencia número VII.2o.C. J/11, integrada por los Tribunales Colegiados de Circuito en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VIII, Octubre de 1998, Página: 951 que versa:
“ALIMENTOS. HIJOS MAYORES DE EDAD, DEBEN PROBAR SU
NECESIDAD (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ). Aun cuando los hijos, tienen a su favor la presunción de necesitar los alimentos; en tratándose de mayores de edad, y sin que por ello se trate de probar hechos negativos, al haber adquirido el estatuto jurídico perfecto en términos de los artículos 577 y 578 del Código Civil del Estado, y no existir disposición expresa en dicho código que obligue a los padres a proporcionárselos sin causa justificada, puede derivarse de la ratio legis del artículo 239 de dicho ordenamiento legal, que tales hijos mayores de edad se encuentran obligados a demostrar la necesidad de la medida.”
En mérito a todo lo anteriormente vertido, se colige que el
demandante TOMAS MARTINEZ MEDINA probó los elementos necesarios para la procedencia de su acción, esto es, demostró fehacientemente que ha existido un cambio en las circunstancias que imperaban al momento de que se decretó el pago de la pensión alimenticia a favor de ELIMINADO, y ELIMINADO ambos de apellidos ELIMINADO en virtud de que han dejado de necesitar el pago de los alimentos decretados a su favor, actualizándose con ello lo dispuesto por el artículo 90 del código adjetivo de la materia.
Así las cosas, este Tribunal determina que el actor
incidentista probó los elementos necesarios para la procedencia de su acción, con base en la causal II del artículo 163 del Código Familiar vigente, esto es, en la hipótesis de que el acreedor alimentista ha dejado de necesitar los alimentos, toda vez que ha existido un cambio en las circunstancias que imperaban al momento de que se decretó el pago de la pensión alimenticia a su favor, puesto que dos de ellos han culminado sus estudios profesionales, por lo que son autosuficientes para trabajar y desarrollar una actividad de la que pueda ser remunerado, y sobre todo, porque cuenta con ingresos propios y suficientes para satisfacer sus propias necesidades, debido a que se encuentran laborando y actualmente se vale por sí mismo; y porque otra de tales acreedores alimentistas ha dejado de existir; en tal sentido, al haber variado las necesidades del acreedor alimentista, se declara que ha cesado la obligación de dar alimentos por parte de del actor.
Consecuentemente, gírese atento oficio al jefe de
departamento de pagaduría de la Clínica de Campo del Instituto Mexicano del Seguro Social, domicilio conocido en este ciudad a efecto de que cancele en su totalidad, los descuentos que se le han venido practicando a ELIMINADO.
Por último, no se hace especial condenación al pago de las
costas y gastos derivadas de la tramitación del presente incidente, en virtud de que la parte demandada no presentó oposición al presente juicio, de lo que se deduce que su aceptación y conformidad con el mismo, y su omisión no generó gasto alguno, por lo que no se surte ninguna de las hipótesis del artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles. Por lo anteriormente expuesto y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 78 fracción III, 80, 81, 83 y 87 del Código de Procedimientos Civiles, se resuelve: PRIMERO.- Este Juzgado resultó competente para conocer del presente Juicio.
SEGUNDO.- Procedió la Vía de Controversia del Orden
Familiar.
TERCERO.- La parte actora ocurrió a Juicio con debida
personalidad, al promover el presente juicio.
CUARTO.- El actor ELIMINADO, probó su acción de
Cesación de Pensión Alimenticia; y la parte demandada ELIMINADA (finada), ELIMINADAY ELIMINADA, ambos de apellidos ELIMINADA, no contestó la demanda instaurada en su contra, por lo que el juicio se siguió en su rebeldía.
QUINTO.- En consecuencia, en favor de TOMAS
MERTINEZ MEDINA, se decreta la CESACIÓN DE PENSION ALIMENTICIA, que le fue impuesta por sentencia judicial, dentro del expediente número 176/1988.
SEXTO.- Consecuentemente, gírese atento oficio al jefe
de departamento de pagaduría de la Clínica de Campo del Instituto Mexicano del Seguro Social, domicilio conocido en esta ciudad a efecto de que cancele en su totalidad, los descuentos que se le han venido practicando a ELIMINADO.
SÉPTIMO.- No se hace especial condenación al pago de
las costas y gastos generados con la tramitación del juicio.
OCTAVO.- Notifíquese personalmente.
A S I, lo resolvió y firma el Licenciado ALFREDO OCHOA
ROJAS, Juez Primero Mixto de Primera Instancia de este Distrito Judicial que actúa con Secretaria de Acuerdos que autoriza Licenciada ARACELY HERNANDEZ LULE.- Doy Fe.- L’AOR/L’RARL/kmz.