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LECCION VII REGIMENES DE LAS AGUAS

CONCEPTO DE AGUA

Del latín aqua, el agua es una sustancia cuyas moléculas está n compuestas


por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno. Se trata de un
líquido inodoro (sin olor), insípido (sin sabor) e incoloro (sin color), aunque
también puede hallarse en estado só lido (lo se conoce como hielo) o en estado
gaseoso (vapor). El agua es el componente que aparece con mayor abundancia en la
superficie terrestre (cubre cerca del 71% de la corteza de la Tierra). Forma los
océanos, los ríos y las lluvias, ademá s de ser parte constituyente de todos los
organismos vivos. La circulació n del agua en los ecosistemas se produce a través de
un ciclo que consiste en la evaporació n o transpiració n, la precipitació n y el
desplazamiento hacia el mar.

Se conoce como agua dulce al agua que contiene una cantidad mínima de sales
disueltas (a diferencia del agua de mar, que es salada). A través de un proceso de
potabilizació n, el ser humano logra convertir el agua dulce en agua potable, es decir,
apta para el consumo gracias al valor equilibrado de sus minerales.

Segú n la Ley N° 3239/07 De los Recursos Hídricos, el agua es el compuesto


componente del ambiente y recurso natural relativamente renovable formado por dos
partes de hidró geno y dieciséis partes de oxígeno en peso.

El agua es un bien jurídico de utilidad pú blica. Son aguas pú blicas las que nacen
en los terrenos particulares y salen del predio de donde nacen, asimismo son aguas
publicas todas aquellas que corren por los cauces naturales.

Son aguas privadas las que pertenecen a los propietarios de las heredades donde
cayesen o donde entrasen y puedan disponer libremente de ellas, es decir, aquellas
que nacen y mueren en una misma heredad.

Pero que es el agua, es una sustancia cuyas moléculas está n formadas por la
combinació n de un á tomo de oxígeno y dos de hidró geno, líquida, inodora, insípida e
incolora. Es el componente má s abundante de la superficie terrestre y, má s o menos
puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos
los organismos vivos y aparece en compuestos naturales.

Artículo 7 – DEL DERECHO A UN AMBIENTE SALUDABLE

Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y


ecoló gicamente equilibrado.

Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservació n, la


conservació n, la recomposició n y el mejoramiento del ambiente, así como su
conciliació n con el desarrollo humano integral. Estos propó sitos orientará n la
legislació n y la política gubernamental pertinente.

PROPIEDAD DEL AGUA. PUBLICA O PRIVADA

¿Se trata de un cauce pú blico o privado? Esta pregunta surge con cierta
asiduidad cuando el usuario se enfrenta a situaciones relacionadas con el uso del agua
o con actuaciones en o cerca del dominio pú blico hidrá ulico. Las consecuencias de
encontrarnos en uno u otro caso tienen vital importancia.
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En primer lugar, hay que mencionar que un cauce pú blico conlleva un dominio
(propiedad) pú blico del mismo, así como una limitació n o incluso una prohibició n de
actuaciones cerca del mismo. Todo ello reviste especial trascendencia cuando en una
finca de nuestra propiedad situada a menos de 100 metros de un cauce pretendemos
realizar obras, trabajos, siembras o plantaciones. Actuaciones en general que pueden
estar literalmente prohibidas o en su caso, necesitar de una autorizació n expresa de la
Administració n Hidrá ulica si nos encontramos ante un cauce de naturaleza pú blica. Y
no só lo nos encontraríamos ante prohibiciones o limitaciones en el actuar del
propietario colindante al cauce o de un tercero, sino que su incumplimiento puede
conllevar severas sanciones administrativas, por lo que se ha de ser especialmente
cauteloso ante estas situaciones.

En cambio, si nos encontramos ante un cauce privado la cuestió n es muy


diferente, comenzando porque no existe un dominio pú blico hidrá ulico, con lo que la
propiedad del mismo será de los colindantes o de la finca por la que discurra. Ademá s,
no existirían las mismas prohibiciones o limitaciones en las posibilidades de actuació n
en o cerca del mismo, ya sean obras, siembras o trabajos a determinadas distancias, lo
cual no significa que no existan normas al respecto.

Una vez expresada la importancia de encontrarnos ante uno u otro caso,


pasaremos a analizar los elementos que dará n lugar a considerar cuando un cauce es
de naturaleza pú blica o privada. Y para ello, lo primero es precisar que nuestras leyes
establecen implícitamente y con cará cter general la naturaleza pú blica de los cauces
salvo que expresamente nos encontremos ante un cauce privado. Esto es, la ley opta
por establecer ú nicamente la definició n de cauce privado, y en funció n de ella, todos
los demá s cauces ostentará n naturaleza pú blica.

La Doctrina clasifica las aguas de la siguiente manera:

1. Según su naturaleza jurídica: en cosa mueble cuando las aguas son


separadas del suelo, o en cosa inmueble cuando las aguas forman parte de la
superficie o profundidad del suelo.

2. Según la clasificación legal: en aguas pú blicas, conformadas por el mar


territorial, los mares interiores y las aguas correspondientes a las bahías, ensenadas,
puertos y ancladeros, los ríos y aguas que corran  por sus cauces naturales, los lagos
navegables, los lagos no navegables; y en aguas privadas, conformadas por aguas
pluviales, aguas de fuente que brotan en terrenos privados, aguas subterrá neas
extraídas en fundos  privados, vertientes que nacen y mueren  dentro  de una misma
heredad y las aguas res nullius en aguas pluviales que se acumulan  en lugares 
pertenecientes al dominio pú blico.

¿Cuá ndo nos encontramos, por tanto, ante un cauce de uno u otro tipo? Para
determinar la naturaleza privada de un cauce habrá que formularse, conforme a la
legislació n vigente en Españ a, una serie de preguntas y en funció n de las respuestas
objetivas a las mismas, llegar a una u otra conclusió n.

En primer lugar habrá   que plantearse si nos encontramos en el caso de que só lo


discurren por el mismo aguas pluviales ocasionalmente. Si la respuesta es afirmativa
todavía no podemos llegar a la conclusió n de que nos encontramos ante un cauce
privado sino que se han de seguir verificando las cuestiones que a continuació n se
relacionan.

Procede entonces verificar la propiedad privada de todas y cada una de las fincas
que lindan con el cauce, o por las que el cauce transcurre, desde su origen hasta su
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final. Una vez pueda ser esto comprobado, si el cauce atraviesa alguna finca de
Dominio Pú blico entonces ese cauce será pú blico.

Podemos concluir, por tanto, que un cauce será de cará cter privado só lo en el
caso de que por el mismo discurran ocasionalmente aguas pluviales, siempre que
desde su origen atraviesen ú nicamente fincas de dominio particular.

El cará cter privado de dicho cauce faculta a los titulares de las fincas por las que
discurre a tener un mayor margen de actuació n sobre el mismo y en sus cercanías que
si se tratara de un cauce pú blico, sometido a prohibiciones y limitaciones severas. Sin
embargo, esa mayor libertad de actuació n se encuentra asimismo limitada por cuanto
el dominio privado de estos cauces no autoriza para hacer en ellos labores, ni
construir obras que puedan hacer variar el curso natural de las aguas o alterar su
calidad en perjuicio del interés pú blico o de tercero, o cuya destrucció n por la fuerza
de las avenidas pueda ocasionar dañ os a personas o cosas. Pero tal prohibició n es só lo
para los supuestos indicados, dejando por tanto un margen de actuació n sin
sometimiento a prohibició n o limitació n segú n sea la distancia al cauce. Cuestió n ésta
de la que puede depender que una misma actuació n sea o no sancionable por la
Administració n.

Por su parte, cuando estemos ante un cauce de naturaleza pú blica nos


encontraremos en primer lugar con que la propiedad del mismo no es de los
colindantes, como sucede con los cauces privados, sino que el cauce es Dominio
Pú blico Hidrá ulico. A ello se ha de añ adir que en las cercanías del cauce pú blico
existen una serie de severas limitaciones y prohibiciones en las posibilidades de
actuació n de las personas, que será n distintas segú n la distancia del cauce y que
estudiaremos detenidamente en otro comentario específico. Baste ahora recordar que
estas distancias deben ser consideradas a partir de la estricta delimitació n del cauce
que se realice conforme al comentario anterior referido a la definició n de cauce.

Por tanto, la delimitació n de la naturaleza privada o pú blica de un cauce, si bien


tiene gran importancia por sus consecuencias, no es de difícil determinació n conforme
a la legalidad, y sin embargo ha sido, es y será uno de los eternos conflictos en materia
de aguas, en especial porque, como ya he indicado, de encontrarnos ante un cauce
privado ciertas acciones de los usuarios no pueden ser objeto de sanció n por parte de
la Administració n Hidrá ulica.

En este contexto, son bienes de dominio pú blico del Estado las bahías, puertos, y
ancladeros; los ríos y todas las aguas que corran por sus cauces naturales y los
mismos cauces; los lagos navegables y sus á lveos y los canales. Los bienes del dominio
pú blico del Estado son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Las personas
particulares tienen el uso y goce de tales bienes, pero estará n sujetas a las
disposiciones del Có digo Civil y a las leyes o reglamentos de naturaleza
administrativa.

Así también, son bienes de dominio pú blico municipal, los que en cada municipio
está n destinados al uso y goce de todos sus habitantes, como ser: los ríos, lagos, y
arroyos comprendidos en las zonas urbanas del municipio, que sirven al uso pú blico, y
sus respectivos lechos; son a su vez inalienables, imprescriptibles e inembargables.
(Ley 3966/10).

Finalmente podemos afirmar que son aguas publicas las aguas que corren por
sus cauces y esos mismos cauces pertenecen al dominio pú blico, los habitantes no
pueden usarla a discreció n si no que de acuerdo a las prescripciones administrativas.
Por su parte, son aguas privadas las que brotan de fuentes existentes en terrenos
privados y de vertientes que nacen y mueren dentro de una misma heredad.
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RECURSOS HIDRICOS DEL PARAGUAY

                 La Ley N° 3239/07 de los Recursos Hídricos,  es la legislació n que


protege y regula el uso sustentable del agua de los ríos y arroyos en nuestro país. Esta
ley debe ser cumplida por los usuarios y la Direcció n General de Protecció n de
Recursos Hídricos en coordinació n con la Direcció n de Control de la Secretaria del
Ambiente (SEAM) son los responsables de velar por el  cumplimiento de la normativa.

El art. 5° de la mencionada ley expresa: “Los recursos hídricos comprenden el


total de las aguas superficiales, subterrá neas, atmosféricas, y agua ú til generada por
tecnologías nuevas tales como: aguas desalinizadas, regeneradas, y otras, en sus
diferentes estados físicos, incluidos sus cauces lechos, á lveos, y acuíferos y que
pueden ser utilizadas de alguna forma en beneficio del hombre.”

El Art. 12 de la Constitució n Nacional reza “El dominio de los minerales só lidos,


líquidos, y gaseosos en estado natural dentro del territorio nacional pertenecen al
Estado. Como regla General tenemos que toda corriente natural, sea fluvial, lacustre,
marítima o canalizada, pertenece al dominio pú blico; en cuanto que las corrientes
provocadas por las lluvias que caen en heredades del dominio privado pertenecen a
los dueñ os de éstas, mientras que las que caen o corren por lugares pú blicos son
susceptibles de aprehensió n por los particulares como res nullius.

En todos los países del mundo se utiliza el agua de los ríos para regadío de
cultivos agrícolas, en especial del arroz. El agua es uno de los recursos naturales que
forman  parte de los factores de la producció n, que son los bienes naturales, el trabajo
y el capital.

De modo que cualquier productor sea del sector agrícola,  ganadero, de la


minería, energético o industrial debe considerar estos factores antes de iniciar un
emprendimiento. Ahora se suma  la legislació n ambiental que se debe cumplir para
garantizar el equilibrio del ecosistema y contrarrestar el efecto invernadero,
ocasionada por la contaminació n atmosférica.

Uno de los problemas es la falta de conciencia y de educació n para el uso


racional del agua. En el caso particular de Misiones hay  productores de arroz que  se
ajustan a las leyes y trabajan cuidando el medio ambiente, porque consideran al agua
un elemento fundamental de la producció n. Sin embargo,  hay otros  inconscientes 
que incumplen las leyes, que instalan poderosas motobombas que succionan aguas
directamente del río Tebicuary  en épocas de sequía ante la desidia y el desinterés de
la SEAM. Es una realidad innegable.

La Ley de Recursos Hídricos es bien clara en ese sentido. Señ ala que ademá s de
la licencia ambiental, los productores deben contar con las reservas de agua para
alimentar los cultivos y bombear solamente en caso de necesidad.

La producció n sustentable se  basa en el   uso racional de los recursos y cuidado
del ambiente. La naturaleza sabia no perdona los atropellos, prueba de ello  es el
desorden climá tico. Tanta polució n ambiental, deforestació n, secado de  humedales y 
fuentes de agua hacen que tengamos un  desequilibrio ecoló gico, causado por la
irresponsabilidad del hombre y la falta de control de las instituciones  encargadas de
velar por su protecció n.

HIDROGRAFIA

Paraguay se halla completamente dentro de la Cuenca del Plata, esta cuenca


contiene ecosistemas claves como el Gran Humedal del Pantanal, compartido por
Brasil, Bolivia y Paraguay en la cuenca alta del río Paraguay, es el reservorio de una
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enorme riqueza bioló gica y actú a como el regulador del sistema hidroló gico de la
cuenca del Plata. El gran Chaco es el segundo bioma en superficie de la América del
sur, corresponde a un á rea aluvial que se sitú a al Oriente de la Cordillera de los Andes,
constituida por la deposició n de sedimentos esencialmente de los ríos Bermejo y
Pilcomayo, de los cuales el primero es responsable del 90% de los sedimentos que se
depositan en la boca del Paraná . Las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná son las má s
importantes del sistema del Plata, con un á rea de drenaje de 2.605.000 Km2 que
representa el 84% del total de la cuenca del Plata.

El río Paraná es el principal río de la cuenca por su extensió n y por el volumen


de los caudales que presenta, mientras que el río Paraguay es su principal tributario.
En esta cuenca existen dos componentes distintivos que son El Pantanal y el Delta,
este se halla ubicado en la desembocadura del río Paraná en el río de la Plata y el
Pantanal que es una extraordinaria planicie inundable de aproximadamente 140.000
Km2 , de una extraordinaria riqueza en flora y fauna. El Delta por su parte constituye
una zona cercana a los 15.000 Km2 en que el río Paraná distribuye sus aguas en una
gran cantidad de brazos y cauces entrelazados dando una enmarañ ada configuració n
de innumerables islas. En término de geografía política y econó mica es uno de los
sistemas má s importantes fuera del contexto europeo. El potencial que ofrece el
sistema hídrico, a la luz de los eventos de instrumentos integrados y globalizadores
como lo es el MERCOSUR, es de grande perspectiva y posibilidades para convertirse
en una vía de desarrollo regional.

Actualmente se está ejecutando en la Universidad Nacional de Asunció n, “El


Programa de Ordenamiento Territorial del Paraguay en Funció n de las Cuencas y
Regiones Hidrográ ficas”, que pretende poner en destaque el conocimiento incipiente
de Plan de Reorganizació n Físico Nacional aprovechando fortalezas y oportunidades
que mejoren el manejo de regiones con características socio-econó micas comunes,
recursos naturales, y el aprovechamiento de cauces a partir del criterio de Cuenca
Hidrográ fica.

Con relació n al río Paraguay se dispone de mapas de inundació n de sus planicies


inundables elaboradas por la Facultad de Ingeniería – UNA para el Comité de
Emergencia Nacional con apoyo financiero de FONPLATA.

DISPONIBILIDAD HÍDRICA

Paraguay pertenece en su totalidad a la gran cuenca del Plata. La Cuenca de los


ríos Paraguay y Paraná son los má s importantes del sistema del Plata, con un á rea de
drenaje de 2.605.000 km2 que representa el 84 % del total de la Plata. Del total, la
cuenca del Paraná representa el 58%, con una superficie de 1.510.000 km2 y el
Paraguay el 42% con 1.005.000 km2. La disponibilidad de agua per. Cá pita añ o es de
67.000 m3/hab. (UNESCO).

HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA

El Paraguay cuenta con tres acuíferos importantes de explotació n de aguas


subterrá neas dentro de la cuenca del plata, el acuífero Patiñ o en la zona central del
país, el acuífero Misiones componente del Gran Sistema acuífero Guaraní compartido
con los países de Brasil, Argentina y Uruguay, el acuífero Yrendá en el Chaco Central,
componente del Gran Chaco Americano, compartido con los países de Bolivia y el
Argentina en este ú ltimo denominado Acuífero Toba.

MARCO INSTITUCIONAL Y LEGAL

Se identifican diversos ordenamientos jurídicos relacionados a los recursos


hídricos con poca eficiencia y debilidad para la aplicació n de los mismos, con
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superposiciones y delimitació n débil de competencias y atribuciones. En consecuencia


los roles institucionales no está n claramente definidos.

Un ejemplo de ello es el control de vertidos a cauces hídricos. En la actualidad no


existe un eficiente control y fiscalizació n debido a las limitaciones presupuestarias en
la autoridad de aplicació n (SEAM). Varias instituciones pú blicas cuentan con
laboratorios para el monitoreo, pero dicha actividad no está hoy coordinada.

La superposició n de instrumentos jurídicos como las normas, reglamentos y


decretos con atribuciones similares a diversas autoridades de aplicació n, con
facultades de dictar resoluciones o reglamentos, también ocasiona inconvenientes en
el orden legal, como en el caso real en donde la SEAM dicta la Resolució n 222/02 “por
la cual se establecen padrones para la protecció n de las aguas en cauces hídricos”,
contraponiéndose a, Resolució n 585/96 dictada por el Ministerio de Salud con el
mismo fin.

Respecto a la dominialidad del agua, la Constitució n Nacional, considera que los


recursos hídricos son del dominio de Estado, sin embargo, el Có digo Civil y otros
instrumentos establecen la propiedad privada de los propietarios de inmuebles sobre
los recursos hídricos subterrá neos.

Por otro lado, la concesió n de aguas en el Paraguay cae bajo la jurisdicció n del
Ente Regulador de Servicios Sanitarios del Paraguay (ERSSAN) para el caso de agua
potable y alcantarillado y la Secretaría del Ambiente para el uso agrícola (riego)
ERSSAN., en este caso, la SEAM implementó la resolució n 553/03, para catastrar a los
usuarios del agua a nivel nacional de una manera má s ordenada. Sin embargo, los
otros usos, no cuentan con un ente regulador.

Todo ello, saca a relucir que entre las instituciones, no existen mecanismos
efectivos de coordinació n, que les permitan proteger los recursos con efectividad, y se
toman decisiones imposibles de ser llevadas a la prá ctica. Hoy, esta situació n, hace que
no existen las garantías que contempladas en la propia Constitució n Nacional,
referente a la calidad de vida ó ptima, de un ambiente saludable y ecoló gicamente
equilibrado, en condiciones de igualdad.

GESTIÓN

La gestió n del agua en el país se realiza a través de la participació n de varios


organismos a diferentes niveles con marco jurídico caracterizado por la aplicació n no
eficiente de leyes dispersas y poco claras.

En general, esta problemá tica del sector hídrico puede deberse a varios factores
como ser la participació n deficiente de los organismos del Estado como operador de
los sistemas, la falta de una armonizació n de la legislació n existente, así como la
ausencia de un modelo de gestió n integral, bajo una política nacional de recursos
hídricos.

Actualmente, se está tratando de realizar, a través de la Direcció n General de


Protecció n y Conservació n de los Recursos Hídricos de la SEAM, autoridad de la
Política del agua a nivel Nacional creada por Ley 1561/00, un ordenamiento del sector
hídrico que oriente las acciones hacia el manejo integral del mismo, teniendo como
unidad de gestió n y desarrollo a las cuencas hidrográ ficas.

INSTITUCIONES COMPETENTES

Secretaria del Ambiente


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Tiene por objetivo la formulació n, coordinació n, ejecució n y fiscalizació n de la


política ambiental nacional. Con relació n a los recursos hídricos con la ley 1561/00 se
establece la estructura de la Direcció n General de Protecció n y Conservació n de los
Recursos Hídricos, como la má xima instancia que debe delinear la política nacional del
sector hídrico en el país. En lo institucional, el país se encuentra en uno de los
momentos má s estratégicos para el abordaje del tema ambiental. La creació n de la
SEAM marcó un hito sin precedentes y abrió numerosas oportunidades que no pueden
ser desaprovechadas. Se hace énfasis en el fortalecimiento de las instituciones
nacionales y locales que intervienen en el cuidado y manejo directo de los recursos
naturales practicando la descentralizació n de los temas ambientales, a través de los
Municipios y las Gobernaciones, fortaleciendo sus capacidades técnicas con la
transferencia de tecnología sobre los diferentes temas para la protecció n de los
recursos naturales y de la diversidad bioló gica, tanto en lo que se refiere a
infraestructura, capacitació n de sus recursos humanos y mejoramiento de su
capacidad de gestió n. La capacidad institucional para el manejo ambiental está
también ampliamente fortalecida en el sector no gubernamental, lo que proporciona
oportunidades con las cuales no se contaban anteriormente.

Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social – MSPBS

Desarrolla varios programas sanitarios, incluyendo servicios pú blicos generales,


salud pú blica, saneamiento ambiental, erradicació n de vectores, ciencia y tecnología.
Es la autoridad del Có digo Sanitario. Direcció n General de Saneamiento Ambiental –
SENASA Es un organismo técnico del Ministerio de Salud Pú blica y Bienestar Social.
Sus principales funciones son: la planificació n, ejecució n y supervisió n de las
actividades de saneamiento ambiental, relacionadas con la provisió n de agua potable,
disposició n de residuos só lidos y excretas, higiene y seguridad ocupacional, desagü e
en zonas rurales y en poblaciones que tengan un nú mero igual o menor a 10.000
habitantes sean estas urbanas o rurales.

Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay – ESSAP

Es una sociedad anó nima instaurada a partir de una institució n estatal. Tiene
varios objetivos a saber: – La provisió n de servicios de agua potable para ciudades con
població n mayor a 10.000 habitantes, incluyendo la captació n y tratamiento de agua
cruda, almacenamiento, transporte, conducció n, distribució n y comercializació n de
agua potable. – La disposició n de los residuos de tratamiento. – La provisió n de
servicios de alcantarillado, incluyendo su recolecció n y tratamiento.

Ente Regulador de Servicios sanitarios del Paraguay (ERSSAN)

Es una entidad autá rquica con personería jurídica, dependiente del Poder
Ejecutivo, establece entre sus facultades y obligaciones regular la prestació n del
servicio, supervisar el nivel de calidad y de eficiencia del servicio, proteger los
intereses de la comunidad y de los usuarios, controlar y verificar la correcta aplicació n
de las disposiciones vigentes en lo que corresponda a su competencia. Es la autoridad
de aplicació n de la Ley 1615/00 del marco regulatorio y tarifario de los servicios de
agua potable y alcantarillado.

Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ·

1. Dirección de Recursos Minerales, Departamento de Recursos


Hídricos.

2. Centro Multiuso de Monitoreo Ambiental (CMMAH), que cuenta con


una red de monitoreo automatizado, encargado del manejo y control de datos
hidroló gicos.
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3. Administración Nacional de Navegación y Puertos: dependiente del


Ministerio de Obras Pú blicas, está encargada del monitoreamiento hidroló gico. Opera
las redes de los recursos hídricos superficiales, y la navegació n fluvial.

4. Administración Nacional de Electricidad – ANDE: Administra y opera


aprovechamientos hidroeléctricos nacionales. Tiene a su cargo redes de monitoreo
hidroló gico.

5. Dirección de Meteorología e Hidrología: Dependiente de la DINAC,


responsable a nivel nacional del monitoreo atmosférico y climá tico. Administra y
opera redes meteoroló gicas.

6. Ministerio de Agricultura y Ganadería: cuenta con el Programa de


Agro meteorología que administra redes de observació n atmosférica con fines agro
meteoroló gicos.

Los Municipios

Sus funciones son las de aprovisionamiento de agua y alcantarillado sanitario en


los casos en que estos servicios no fueren prestados por otros organismos pú blicos, y
el establecimiento de un régimen local de servidumbre y de delimitació n de riberas de
ríos, lagos y arroyos, conforme a lo establecido en el Có digo Civil y a la propia Ley
Orgá nica Municipal N° 1294/87.

Las Gobernaciones

Fueron creadas con la Constitució n Nacional. Está n en proceso de organizació n


institucional con la creació n de Secretarías de Medio Ambiente. Algunas de las
Gobernaciones coordinan y apoyan econó micamente la perforació n de pozos e
instalació n de sistemas de agua potable en compañ ías o barrios. En el sector de
disposició n de efluentes coordinan con las Instituciones responsables del control de la
contaminació n ambiental las acciones de monitoreo y control. Direcció n de Recursos
Hídricos de Boqueró n: es un organismo dependiente de la Gobernació n de Boqueró n,
en el Chaco Paraguayo, realiza trabajos de investigació n y perforació n de pozos para
abastecimiento de la població n.

Legislación vinculante con la Gestión del agua y los Recursos Naturales.

La Repú blica del Paraguay se encuentra, probablemente má s que ningú n otro


país en América Latina, en un estado incipiente de desarrollo de su derecho
Ambiental, entendido como disciplina integral dentro del derecho contemporá neo, el
país puede Visió n de los Recursos Hídricos en Paraguay beneficiarse ampliamente en
la vía hacia la protecció n jurídica del ambiente de las experiencias positivas y
adversas de otras naciones en vías de desarrollo. El suelo, el aire y el agua, los
humedales y mares son los soportes físicos de los organismos y los ecosistemas que
conforman la biodiversidad, lo que implica que la degradació n de uno de ellos incida
en la del otro y viceversa y que algunas cuestiones incluidas en las leyes que las tratan
está n pensadas para proteger el medio que las contiene.

Las principales leyes que hacen relació n a la protecció n y Conservació n de los


recursos Hídricos son:

1. Legislació n nacional:

2. Ley 1672/97 Acuerdo de Cooperació n entre las Prefecturas Navales de


Paraguay y la Argentina.

a) Ley Nº 1162/98 Sobre eliminació n de desechos tó xicos.


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b) Ley Nº 970/96 “Desertificació n”.

c) Ley Nº 350/94 “Humedales de importancia internacional”.

d) Ley Nº 251/93 “Convenio s/ Cambio climá tico”.

e) Ley Nº 07/92 Ley de creació n de la Comisió n Pilcomayo.

f) Tratado de Yacyretá .

g) Tratado de Itaipú .

h) Tratado de Montevideo de 1940 suscrito por los gobiernos de Argentina,


Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay en la parte referente a navegació n. –
Ley Nº 1268/95 “Enmienda al Convenio de Basilea”.

i) Convenció n de las UN sobre derechos del mar. – Acuerdo sobre la aplicació n


de la parte XI sobre derechos del mar.

j) Ley Nº 232/93 “Ajuste complementario de acuerdo de cooperació n técnica en


materia de mediciones de calidad del agua suscrito con el Brasil.

k) Ley Nº 269/93 “Hidrovía, Paraguay, Paraná y sus protocolos adicionales”.

l) Ley Nº 177/69 “Cuenca del Plata”.

m) Los tratados internacionales ratificados y canjeados por nuestro país,


relacionados al recurso hídrico son:

3. La Constitució n Nacional.

 Ley Nº 1183/85 Có digo Civil se ocupa de las aguas pluviales, superficiales,


estancadas, cauces, riberas, etc., sin mencionar específicamente a quien corresponde
la propiedad de las aguas subterrá neas.

 Ley Nº 1248/32 Có digo Rural, legisla sobre aguas pú blicas.

 Ley Nº 836/80 “Có digo Sanitario”.

 Ley Nº 369/ 72 y su modificatoria Nº 908/96 que crea SENASA

 Decreto Nº 17057/96 “Que pone en vigencia las resoluciones adoptadas en el


MERCOSUR sobre industrias, empresas y productos, drenajes sanitarios domiciliarios.

 Decreto Nº 17723/97 “Que aprueba el acuerdo de transporte de mercaderías


peligrosas del MERCOSUR”.

 Decreto Nº 18317/02 “Establece que la SEAM punto focal para convenio de


Estocolmo.

 Ley Nº 1894/87 “Orgá nica Municipal”.

 Ley N° 42/90 y su Decreto Reglamentario Nº 1896/97. – Ley Nº 352/94 “Á reas


silvestres protegidas”.

 Ley Nº 112/91 “Reserva del Mbaracayú ”.

 Ley Nº 1897 /94 Orgá nica Departamental. Visió n de los Recursos Hídricos en
Paraguay.

 Ley Nº 294/93 “Evaluació n de Impacto Ambiental.


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 Có digo de Navegació n fluvial y marítimo.

 Ley Nº 928/27 Reglamentos de la Capitanía.

 Ley Nº 1614/02 Marco Regulatorio y tarifario del servicio de provisió n de agua


potable y alcantarillado sanitario (ERSSAN y sus reglamentaciones) y su modificatoria
Ley 2243/03.

 Ley Nº 1561/00 “Crea el SISNAM, SEAM, CONAN”.

 Ley Nº 422/73 “Forestal”.

 Ley Nº 779/95 de Hidrocarburos.

 Ley Nº 429/57 Direcció n de la Marina Mercante.

 Ley Nº 1066/65 “Administració n Nacional de Navegació n y Puertos”.

 Ley Nº 93/14 de Minas.

 Ley Nº 536/96 “Forestació n y reforestació n”.

 Ley Nº 1615 de ESSAP.

 Ley 123/92 “Fitosanitaria” y sus reglamentaciones.

 Resolució n Nº 447/93 “MAG sobre prohibició n de insecticidas de ó rgano


clorados.

 Ley 1863/02 del Estatuto Agrario.

 Ley Nº 799/96 “Pesca”.- – Ley Nº 716/96 “Delitos contra el medio ambiente”.

 Ley Nº 816/96 “Medidas de defensa de los recursos naturales y su ampliatoria

 Decreto Nº 17726/02 Programa de Implementació n de Medidas Ambientales


PIMA.

 Decreto 2048/04 Reglamenta el uso y manejo de Plaguicidas.

 Có digo Penal.

4. En cuanto a la calidad del agua se identifican :

a) Resolució n 585 (MSP y BS) y;

b) Resolució n 222 (SEAM).

CÓDIGO CIVIL PARAGUAYO. LIBRO CUARTO. “DE LAS AGUAS”

Art.2004.- Las aguas pluviales pertenecen a los dueñ os de las heredades donde
cayesen, o donde entrasen, y pueden disponer libremente de ellas, o desviarlas, en
detrimento de los terrenos inferiores, si no hay derecho adquirido en contrario.

Art.2005.- Los dueñ os de terrenos en los cuales surjan manantiales, podrá n usar
libremente de ellos y cambiar su direcció n natural, sin que el hecho de correr sobre
los fundos inferiores conceda derecho alguno a sus propietarios. Cuando sean aguas
que corran naturalmente, pertenecen al dominio pú blico, y el dueñ o del terreno sobre
el cual corran no podrá cambiar su direcció n. Le será permitido, sin embargo, usar de
tales aguas para las necesidades de su heredad.
~ 11 ~

Art.2006.- Los terrenos inferiores está n sujetos a recibir las aguas que
naturalmente descienden de los terrenos superiores, sin que para eso hubiese
contribuido el trabajo del hombre. No pueden ser ellas empleadas en forma que
perjudique a las heredades inferiores. El propietario superior no puede hacer acto
alguno que agrave la sujeció n del fundo inferior.

Art.2007.- Lo dispuesto en el primer pá rrafo del artículo anterior no comprende


las aguas subterrá neas que salen al exterior por obra del hombre, ni las pluviales
caídas de los techos o de los depó sitos en que hubiesen sido recogidas, ni las aguas
servidas que se hubiesen empleado en la limpieza doméstica o en trabajos de fá brica.
El dueñ o del predio inferior puede demandar que estas aguas sean desviadas, o que se
le indemnice el perjuicio que sufriere.

Art.2008.- Está n igualmente obligados los dueñ os de terrenos inferiores, a


recibir las arenas y piedras que las aguas pluviales arrastren en su curso, y no podrá n
reclamarlas los propietarios de los terrenos superiores.

Art.2009.- El dueñ o del terreno inferior no puede hacer dique alguno que
contenga o haga refluir sobre el terreno superior, las aguas, arenas o piedras que
naturalmente desciendan a él, y aunque la obra haya sido vista y conocida por el
dueñ o del terreno superior, puede éste pedir que el dique sea destruido, si no hubiese
comprendido el perjuicio que sufriría, y si la obra no tuviese veinte añ os de existencia.

Art.2010.- El que hiciere obras para impedir la entrada de aguas que no está
obligado a recibir en su terreno, no responderá por el dañ o que tales obras pudieren
causar.

Art.2011.- Las riberas de los ríos o lagos navegables, aunque pertenezcan a


propiedades privadas, estará n sujetas a una restricció n de dominio de interés pú blico
de la navegació n, en una extensió n de diez metros, conforme a las disposiciones de las
leyes especiales.

Art.2012.- Se prohíbe a los ribereñ os alterar la corriente natural o el cauce, o


efectuar derivaciones sin permiso de la autoridad. En los ríos navegables queda
vedado el uso de las aguas que estorbe o perjudique el trá nsito fluvial.

Art.2013.- Si las aguas se estancasen, corriesen má s lentas o impetuosas, o


torciesen su curso natural, los ribereñ os a quienes tales alteraciones perjudiquen,
podrá n remover los obstá culos, construir obras defensivas, o reparar las destruidas,
con el fin que el curso de las aguas se restituya a su estado anterior. Si tales
alteraciones fueren causadas por caso fortuito o fuerza mayor, corresponden al Estado
los gastos necesarios para volver las aguas a su estado anterior. Si fueren motivadas
por culpa de alguno de los ribereñ os, que hiciese obre perjudicial, o destruye se las
obras defensivas, los gastos será n pagados por él, a má s de la indemnizació n del dañ o.

Art.2014.- Ni con licencia del Estado podrá n los ribereñ os extender sus diques
de represas, má s allá del medio del río o del arroyo. Tampoco les será permitido, sin el
consentimiento de los otros ribereñ os, represar las aguas de los ríos o arroyos, de
manera que las alcen fuera de los límites de su propiedad, hagan má s profundo el
cauce en el curso superior, inunde los terrenos inferiores o priven a los vecinos del
uso de ellas.

APROVECHAMIENTO INDUSTRIAL

                 El agua es un recurso fundamental para la actividad industrial, su


utilizació n ha variado a lo largo del tiempo, disminuyendo su aprovechamiento local o
puntual como fuente de energía primaria (molinos y turbinas), pero continú a siendo
~ 12 ~

imprescindible para el desarrollo industrial usada como medio de reacció n y


disolvente o como regulador térmico en calderas y torres de refrigeració n.

Se entiende por usos industriales del agua los que realizan aquellas industrias
que, por su singularidad, tamañ o y suministro, generalmente individualizado
(independiente, desde luego, de las redes urbanas de abastecimiento), hacen que deba
analizarse de un modo diferente y separado a los usos domésticos. Se trata por tanto
de grandes fá bricas, polígonos industriales, importantes y específicos usuarios
industriales del agua tales como centrales térmicas o nucleares, etc. Los consumos de
las pequeñ as industrias que forman parte de los asentamientos urbanos (talleres, etc.)
con suministro directo desde redes municipales está n computados en los usos
domésticos del agua.

En cualquier caso, el uso industrial del agua es, en general, un uso consuntivo y
prioritario. No obstante, dentro de los usos industriales del agua hay que exceptuar de
dicho cará cter consuntivo el volumen de agua utilizado para refrigeració n de
instalaciones industriales, incluidas centrales térmicas y nucleares en circuito abierto,
que siendo un uso industrial, no tiene ese cará cter consuntivo, pues no disminuye ni la
cantidad ni la calidad del recurso (la refrigeració n en circuito cerrado sí tendría
cará cter consuntivo).

Los requisitos necesarios para el suministro industrial son generalmente los


mismos que para usos domésticos e incluso, en algunos casos como la fabricació n de
circuitos impresos, son má s elevados. Cada industria requiere, segú n las
características de cada una, aguas apropiadas en caudal suficiente y de composició n
constante, con exigencias de calidad variables segú n el sector de que se trate. En
general, deben desecharse las aguas residuales, las contaminadas, las turbias, las que
tengan un pH inferior a 6,5 o superior a 8,5 o las que contengan sustancias disueltas
en proporció n superior a 1.500 mg/litro.

En cualquier caso, las industrias consumen agua fundamentalmente para los


cuatro fines siguientes:

1. Como materia prima en un proceso de fabricación. El agua es


materia prima que se incorpora a numerosos productos industriales. En la industria
química son numerosos los procesos en los que, para la obtenció n del producto, se
aporta agua, tanto en fase líquida como en fase gaseosa (caso por ejemplo de la
obtenció n del amoniaco). La mayoría de procesos productivos han evolucionado hacia
tecnologías que proporcionan una mayor calidad de producto, pero que al mismo
tiempo exigen una calidad má s alta en las materias primas que intervienen, y entre
ellas el agua de proceso. Es por eso que los de acondicionamientos de la misma han de
ser má s intensos y consecuentemente má s caros. Especial importancia tiene el uso del
agua en la industria alimentaria (cá rnicas, bebidas embotelladas, etc.), pues en este
caso el agua no solo constituye la mayor proporció n del producto acabado, sino que se
requiere agua de una calidad superior a la mayoría de otros usos industriales.

2. Como forma de transporte. El transporte hidrá ulico se emplea en la


minería desde la antigü edad y se ha utilizado incluso en la construcció n de diques y
presas en que los materiales arcillosos se conducían en suspensió n hasta el
emplazamiento en que se colocaban por decantació n. Actualmente, aparte de los usos
mineros, tal vez sean las industrias de la celulosa y el papel las que má s utilicen el
agua para transporte.

3. Como elemento de transferencia de calor, tanto en procesos de


calentamiento como de enfriamiento. La forma tradicional de suministrar energía
calorífica a diversas zonas de un complejo industrial es la generació n de vapor, si bien
~ 13 ~

en plantas má s modernas el vapor está siendo sustituido por agua caliente, que
presenta menores costes de instalació n en sus circuitos. La circulació n de agua fría es
el sistema má s comú n de enfriamiento en la industria. Es este un uso sin excesivas
exigencias de calidad y normalmente se satisface mediante bombeo desde una
corriente o depó sito abundante, con devolució n a dicha fuente del agua calentada. En
industrias costeras el papel de ese gran depó sito lo puede cumplir el mar, con tal de
que se resuelvan los problemas de corrosió n producidas por el agua marina.

4. Como contenedor de vertidos industriales. El agua es el vehículo má s


comú n de transporte de deshechos y vertidos.

La industria por lo general suele necesitar y de hecho consume la mayor parte


del agua potable destinado a los seres humanos. Infinidad de productos necesitan de
grandes cantidades de agua para ser fabricados. La industria por su parte contamina y
necesita del agua para diluir los contaminantes y expulsarlos al mar.

Otro tipo de industrias hacen uso del agua como vehículo o como trasporte,
como es el caso de las industrias de mercancías que se mueven utilizando el barco o
las gabarras para operar en los ríos.

Otras industrias utilizan el agua para generar electricidad. Por ejemplo está el
caso de la energía limpia obtenida de las mareas, o de la energía nuclear que utiliza
grandes depó sitos de agua para almacenar residuos radiactivos.

La industria papelera contamina grandes cantidades de agua de ríos, y la


industria petrolífera a su vez contamina indirectamente con la fabricació n de plá sticos
que siempre acaban llegando al mar.

Se sabe que existe una isla del tamañ o de Texas llena de productos de desechos
procedentes de la industria y que flota en el pacífico.

Los usos principales del agua en la industria son:

1. Sanitario: Emplean en inodoros, duchas e instalaciones que garanticen


la higiene personal.

2. Transmisió n de calor o refrigeració n: Es, como mucho, el uso industrial


que má s cantidad de agua emplea. Aproximadamente el 80 % del agua industrial
corresponde a esta aplicació n, siendo las centrales térmicas y nucleares las
instalaciones que má s agua necesitan.

3. Producció n de vapor: Suele estar dirigida a la obtenció n de un medio de


calentamiento del producto que se desea elaborar.

4. Materia prima: El agua puede ser incorporada al producto final, como en


el caso de la producció n de bebidas, o puede suministrar un medio adecuado a
determinadas reacciones químicas.

5. Utilizació n como disolvente en los diferentes procesos productivos.

6. Labores de limpieza de las instalaciones.

7. Obtenció n de energía: Referido a las centrales hidroeléctricas y;

8. A las actividades que usan vapor de agua para el movimiento de


turbinas.

ENERGIA HIDROELECTRICA
~ 14 ~

La energía hidroeléctrica es electricidad generada aprovechando la energía del


agua en movimiento. La lluvia o el agua de deshielo, provenientes normalmente de
colinas y montañ as, crean arroyos y ríos que desembocan en el océano.

A finales del siglo XIX, la energía hidroeléctrica se convirtió en una fuente para
generar electricidad. La primera central hidroeléctrica se construyó en Niagara Falls
en 1879. En 1881, las farolas de la ciudad de Niagara Falls funcionaban mediante
energía hidroeléctrica. En 1882, la primera central hidroeléctrica del mundo comenzó
a funcionar en Estados Unidos en Appleton, Wisconsin.

Una central hidroeléctrica clá sica es un sistema que consiste en tres partes: una
central eléctrica en la que se produce la electricidad; una presa que puede abrirse y
cerrarse para controlar el paso del agua; y un depó sito en que se puede almacenar
agua. El agua de detrá s de la presa fluye a través de una entrada y hace presió n contra
las palas de una turbina, lo que hace que éstas se muevan. La turbina hace girar un
generador para producir la electricidad. La cantidad de electricidad que se puede
generar depende de hasta dó nde llega el agua y de la cantidad de ésta que se mueve a
través del sistema.

La energía hidroeléctrica proporciona casi un quinto de la electricidad de todo el


mundo. China, Canadá , Brasil, Estados Unidos y Rusia fueron los cinco mayores
productores de este tipo de energía en 2004. Una de las centrales hidroeléctricas de
mayor tamañ o del mundo se encuentra en los Tres Cañ ones sobre el río Yangtsé de
China. El depó sito de estas instalaciones empezó a llenarse en 2003. La presa mide 2,3
kiló metros de ancho y 185 metros de alto.

Se puede transformar a muy diferentes escalas. Existen, desde hace siglos,


pequeñ as explotaciones en las que la corriente de un río, con una pequeñ a represa,
mueve una rueda de palas y genera un movimiento aplicado, por ejemplo, en molinos
rurales. Sin embargo, la utilizació n má s significativa la constituyen las centrales
hidroeléctricas de represas.

Es generalmente considerada un tipo de energía renovable puesto que no emite


productos contaminantes. Sin embargo, produce un gran impacto ambiental debido a
la construcció n de las presas, que inundan grandes superficies de terreno y modifican
el caudal del río y la calidad del agua

Una central hidroeléctrica generalmente se ubica en regiones donde existe una


combinació n adecuada de lluvias y desniveles geoló gicos favorables para la
construcció n de represas. La energía hidrá ulica se obtiene a partir de la energía
potencial y cinética de las masas de agua que transportan los ríos, provenientes de la
lluvia y del deshielo. El agua en su caída entre dos niveles del cauce se hace pasar por
una turbina hidrá ulica la cual trasmite la energía a un alternador el cual la convierte
en energía eléctrica. Otro sistema que se emplea es conducir el agua de un arroyo con
gran desnivel, por una tubería cerrada, en cuya base hay una turbina. El agua se
recoge en una presa pequeñ a y la diferencia de altura proporciona la energía potencial
necesaria.

Otro má s consiste en hacer en el río una presa pequeñ a y desviar parte del
caudal por un canal con menor pendiente que el río, de modo que unos kiló metros
má s adelante habrá ganado una cierta diferencia de nivel con el cauce y se hace caer el
agua a él por una tubería, con una turbina.

IMPACTOS AMBIENTALES POTENCIALES


~ 15 ~

Los potenciales impactos ambientales de los proyectos hidroeléctricos son


siempre significativos. Sin embargo, existen muchos factores que influyen en la
necesidad de aplicar medidas de prevenció n en todo.

Principalmente:

La construcció n y operació n de la represa y el embalse constituyen la fuente


principal de impactos del proyecto hidroeléctrico.3 Los proyectos de las represas de
gran alcance pueden causar cambios ambientales irreversibles en una á rea geográ fica
muy extensa. Durante la ú ltima década han aumentado las críticas a estos proyectos.
Los críticos má s severos sostienen que los costos sociales, ambientales y econó micos
de estas represas pesan má s que sus beneficios y que, por lo tanto, no se justifica la
construcció n de las represas grandes. Otros mencionan que, en algunos casos, los
costos ambientales y sociales pueden ser evitados o reducidos a un nivel aceptable si
se evalú an cuidadosamente los problemas potenciales y se implantan medidas
correctivas, que son costosas.

Algunas presas presentan fallos o errores de construcció n como es el caso de la


presa de Sabaneta, ubicada en la provincia de San Juan, Repú blica Dominicana. Esta
presa ha presentado grandes inconvenientes en las temporadas cicló nicas pasadas,
producto de su poca capacidad de desagü e y también a que sus dos vertederos
comienzan a operar después que el embalse está lleno.

El á rea de influencia de una represa se extiende desde los límites superiores del
embalse hasta los estuarios, las zonas costeras y costa afuera, e incluyen el embalse, la
represa y la cuenca del río aguas abajo. Hay impactos ambientales directos asociados
con la construcció n de la represa (por ejemplo, el polvo, la erosió n, problemas con el
material prestado y con los desechos), pero los impactos má s importantes son el
resultado del embalse del agua, la inundació n de la tierra para formar el embalse, y la
alteració n del caudal de agua aguas abajo. Estos efectos ejercen impactos directos en
los suelos, la vegetació n, la fauna y las tierras silvestres, la pesca, el clima y la
població n humana del á rea.

Los efectos indirectos de la represa incluyen los que se asocian con la


construcció n, el mantenimiento y el funcionamiento de la represa (por ejemplo, los
caminos de acceso, los campamentos de construcció n o las líneas de transmisió n de
energía) y el desarrollo de las actividades agrícolas, industriales o municipales que
posibilita la represa.

Es bá sicamente una forma de la energía generada por la fuerza del movimiento


del agua, que una má quina primaria la transforma inicialmente en energía mecá nica y
luego una má quina secundaria la transforma en energía eléctrica, también se la
conoce como hidrogenaría (aunque esta ú ltima está má s asociada con la energía
primaria, mientras la energía hidroeléctrica es energía secundaria). También es una
forma de energía renovable, es decir no se agota (al menos mientras subsista el ciclo
hidroló gico).

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Ventajas

 Se trata de una energía renovable de alto rendimiento energético.

 Debido al ciclo del agua su disponibilidad es inagotable.

 Es una energía limpia puesto que no produce emisiones tó xicas durante su


funcionamiento.
~ 16 ~

 Ademá s, los embalses que se construyen para generar energía hidrá ulica:

 Permiten el almacenamiento de agua para la realizació n de actividades


recreativas y el abastecimiento de sistemas de riego.

Ventajas econó micas

La gran ventaja de la energía hidrá ulica o hidroeléctrica es la eliminació n de


combustibles. El coste de operar una planta hidrá ulica es casi inmune a la volatilidad
de los precios de los combustibles fó siles como petró leo, el carbó n o el gas natural.
Ademá s, no hay necesidad de importar combustibles de otros países.

Las plantas hidrá ulicas también tienden a tener vidas econó micas má s largas
que las plantas eléctricas que utilizan combustibles. Hay plantas hidrá ulicas que
siguen operando después de 50 a 99 añ os. Los costos de operació n son bajos porque
las plantas está n automatizadas y necesitan pocas personas para su operació n normal.

Como las plantas hidrá ulicas no queman combustibles, no producen


directamente dió xido de carbono. Muy poco dió xido de carbono es producido durante
el período de construcció n de las plantas, pero es poco, especialmente en comparació n
a las emisiones de una planta equivalente que quema combustibles.

Presa de las Tres Gargantas (en el curso del río Yangtsé en China), la planta


hidroeléctrica má s grande del mundo. Genera una potencia de 22.5 GW, pero habrá
afectado a má s de 1 900 000 personas e inundado 630 km².

Desventajas

 La construcció n de grandes embalses puede inundar importantes extensiones


de terreno, obviamente en funció n de la topografía del terreno aguas arriba de la
presa, lo que podría significar pérdida de tierras fértiles y dañ o al ecosistema,
dependiendo del lugar donde se construyan.

 En el pasado se han construido embalses que han inundado pueblos enteros.


Con el crecimiento de la conciencia ambiental, estos hechos son actualmente menos
frecuentes, pero aú n persisten;

 Destrucció n de la naturaleza. Presas y embalses pueden ser destructivas a los


ecosistemas acuá ticos. Por ejemplo, estudios han mostrado que las presas en las
costas de Norteamérica han reducido las poblaciones de trucha septentrional comú n
que necesitan migrar a ciertos lugares para reproducirse. Hay estudios buscando
soluciones a este tipo de problema. Un ejemplo es la invenció n de un tipo de escalera
para los peces;

 Cambia los ecosistemas en el río aguas abajo. El agua que sale de las turbinas
no tiene prá cticamente sedimento. Esto puede dar como resultado la erosió n de los
má rgenes de los ríos.

 Cuando las turbinas se abren y cierran repetidas veces, el caudal del río se
puede modificar drá sticamente causando una dramá tica alteració n en los ecosistemas.

 Se pueden ver afectadas por casos de fenó menos climá ticos como por
ejemplo El Niñ o.

Medidas de mitigació n

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX se ha visto crecer en forma


importante la conciencia ambiental, de la gente, de los gobiernos y de las instituciones
~ 17 ~

internacionales de crédito, que son en ú ltima instancia quienes financian los grandes
proyectos hidroeléctricos.

Actualmente las medidas de mitigació n ambiental forman parte integrante de


todos los proyectos financiados por instituciones de crédito multilaterales, y los
costos de las medidas de mitigació n son incluidos en el costo del proyecto.

DERECHO AMBIENTAL

El conjunto de reglas, principios y normas jurídicas que con fuerte contenido


ético, social, condicional, la vida del hombre, de la sociedad y del derecho que la rige.
Está destinado a la protecció n y el equilibrio de todos los elementos independientes e
interdependientes de un ecosistema, de manera a permitir la utilizació n de los
recursos naturales en armonía con la naturaleza.

RECURSOS NATURALES 

1. Los recursos naturales inagotables o permanentes son aquellos los


cuales no se agotan sin importar la cantidad de actividades productivas que el ser
humano realice con ellos, como por ejemplo: la luz solar, la energía de las olas, del
viento etc. La recogida natural de energía solar se produce en la atmosfera, los
océanos y las plantas de la tierra. los sistemas modernos de energía eó lica utilizan
hélices fuertes y ligeras que producen electricidad para usos locales, especializados o
para alimentarla red eléctrica de una regió n.

2. Recurso Renovable:es un recurso natural que se puede restaurar por


procesos naturales a una velocidad superior a la del consumo por los seres humanos.
La radiació n solar, las mareas, el viento y la energía hidroeléctrica son recursos
perpetuos que no corren peligro de agotarse a largo plazo. Los recursos renovables
también incluyen materiales como madera, papel, cuero, etc. si son cosechados
en forma sostenible.

3. Recurso No Renovable: es un recurso natural que no puede ser


producido, regenerado o reutilizado a una escala tal que pueda sostener su tasa de
consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas o son consumidos
mucho má s rá pido de lo que la naturaleza puede recrearlos.

DERECHO DE MINERIA

La actividad minera en el Paraguay, se desarrolló en el siglo pasado con una


moderna industria minera al producir hierro con minerales extraídos de lo que hoy se
conoce como Craton Rio Tebicuary, constituyéndose en uno de los primeros países
con industria minera de Sudamérica.

Como antecedentes a esta actividad industrial, se destacan las evidencias de las


labores mineras de épocas de la conquista españ ola, con la extracció n de metales
comunes y preciosos en las tierras del Cuaracyverá (Brillo del Sol, en idioma Guaraní),
hoy complejo alcalino del Yvyryruzú y extensa utilizació n del oro en las obras de arte
sacro en las Reducciones Jesuitas, del Sur del país (Hoy Craton Río Tebicuary); en la
misma época, se fundaron fuertes y pueblos en el Norte de la Regió n Oriental (Craton
Rio Apa), límite con el Matto Grosso del Brasil, por el avance de los conquistadores
portugueses ante el hallazgo de oro en esas regiones.

Conforme a los nuevos conceptos, el potencial minero del Paraguay se concentra


en los Cratones o á reas precá mbricas (Apa y Tebicuary, y Provincias Alcalinas o
complejos alcalinos, ademá s de otras á reas.

DERECHO MINERO
~ 18 ~

El derecho minero o derecho de minería es la rama del Derecho que regula las
actividades que el hombre desarrolla en torno a la industria minera.

El profesor chileno Samuel Lira Ovalle lo define como «el conjunto de normas
jurídicas que establece la forma de constitució n, conservació n y extinció n de las
concesiones de exploració n y de explotació n mineras y regulan las relaciones de los
particulares entre sí en todo lo relativo a la industria minera».

A su turno el distinguido tratadista Juan Luis Ossa Bulnes define dicha á rea del
Derecho como «el conjunto de principios y preceptos especiales que definen cuá les
sustancias minerales son susceptibles de aprovechamiento por cualquier persona y
regulan la constitució n, naturaleza, ejercicio y extinció n de las concesiones exclusivas
para explorar o para explotar dichas sustancias, así como algunos de los actos,
contratos y litigios que se refieren a esas concesiones».

La minería en el Paraguay.

El Paraguay, con un enorme potencial geoló gico, con la misma geología de los
países que hoy son grandes productores, está abierto a la inversió n nacional y
extranjera con sus extensas regiones precá mbricas y grandes provincias alcalinas
inexploradas.

El gobierno paraguayo considera a la minería como otra alternativa importante


para el desarrollo de su economía, de manera a acompañ ar la gran disponibilidad de
recursos hidroeléctricos instalados y su posició n en la hidrovía Ríos Paraguay –
Paraná , asumiendo que la combinació n de estos rubros de sus recursos naturales,
generan oportunidades de empleo, nuevas posibilidades para la industria y los
servicios y un significativo proceso de descentralizació n econó mica, y que abren la
posibilidad de desarrollar zonas que tienen reducido potencial para la tradicional
actividad agrícola, ganadera o forestal del país.

Estos recursos, está n apoyados por una població n de gente joven, con un 70% de
menos de 30 añ os edad, con tasa de ausentismo laboral de solo 2,8%.  Con  el
propó sito de incentivar la participació n privada en el desarrollo de la industria
minera del país, se procedió a la revisió n de los conceptos geoló gicos regionales que
involucran al territorio paraguayo, de manera a ubicar y delimitar las á reas con
potencial minero, y a la revisió n y actualizació n de la legislació n minera de manera a
modernizar y adecuarlo a la inversió n nacional e internacional.

BASES DE POLITICA MINERA

En el Paraguay existe un sistema econó mico basado en el libre comercio,


régimen de cambio libre, libre importació n y exportació n, liberació n de impuestos a
las inversiones y libre movimiento de capitales. No existe el impuesto a la renta
personal y el Impuesto al Valor Agregado es de solo el 10%. No existe control de
precios y existe un riguroso programa de estabilizació n monetaria, con ajustes fiscales
para respaldar el control de la inflació n.

En la actividad econó mica, existen nuevas leyes que reducen la injerencia del
estado en su funció n empresarial, dando un papel má s relevante a la iniciativa
privada. Esto, está demostrado con la Ley 60/90 de Inversiones Privadas, la que
otorga amplias exoneraciones fiscales y facilidades administrativas y legales a las
inversiones extranjeras y nacionales.

Así mismo, la Ley 117/91 de garantías para las inversiones extranjeras,


establece que los inversionistas extranjeros tienen las mismas garantías, derechos y
obligaciones que los nacionales. Concede a todo inversionista el derecho de elegir con
~ 19 ~

respecto a la contratació n de seguros de inversiones, ya sea en el país o en el exterior


y permite el establecimiento de empresas conjuntas (joint ventures).

Artículo 112 – DEL DOMINIO DEL ESTADO

Corresponde al Estado el dominio de los hidrocarburos, minerales só lidos,


líquidos y gaseosos que se encuentre en estado natural en el territorio de la Repú blica,
con excepció n de las sustancias pétreas, terrosas y calcá reas.

El Estado podrá otorgar concesiones a personas o empresas pú blicas o privadas,


mixtas, nacionales o extranjeras, para la prospecció n, la exploració n, la investigació n,
el cateo o la explotació n de yacimientos, por tiempo limitado.

La ley regulará el régimen econó mico que contemple los intereses del Estado, los
de los concesionarios y los de los propietarios que pudieran resultar afectados.

Artículo 202 – DE LOS DEBERES Y DE LAS ATRIBUCIONES

Son deberes y atribuciones del Congreso:

1. velar por la observancia de esta Constitució n, de las leyes;

2. dictar los có digos y demá s leyes, modificarlos o derogarlos,


interpretando esta Constitució n;

3. establecer la divisió n política del territorio de la Repú blica, así como la


organizació n regional, departamental y municipal;

4. legislar sobre materia tributaria;

5. sancionar anualmente la ley del Presupuesto General de la Nació n;

6. dictar la Ley Electoral;

7. determinar el régimen legal de la enajenació n y el de adquisició n de los


bienes fiscales, departamentales y municipales;

8. expedir resoluciones y acuerdos internos, como asimismo formular


declaraciones, conforme con sus facultades;

9. aprobar o rechazar los tratados y demá s acuerdos internacionales


suscritos por el Poder ejecutivo;

10.  aprobar o rechazar la contratació n de empréstitos;

11.  autorizar, por tiempo determinado, concesiones para la


explotación de servicios públicos nacionales, multinacionales o de bienes del
Estado, así como para la extracción y transformación de minerales sólidos,
líquidos y gaseosos;

12.  dictar leyes para la organizació n de la administració n de la Repú blica,


para la creació n de entes descentralizados y para el ordenamiento del crédito pú blico;

13.  expedir leyes de emergencia en los casos de desastre o de calamidad


pú blica;

14.  recibir el juramento promesa constitucional del Presidente de la


Repú blica, el del Vicepresidente y el de los demá s funcionarios, de acuerdo con lo
establecido en esta Constitució n;
~ 20 ~

15.  recibir del Presidente de la Repú blica, un informe sobre la situació n


general del país, sobre su administració n y sobre los planes de gobiernos; en la forma
dispuesta en esta Constitució n;

16.  aceptar o rechazar la renuncia del Presidente de la Repú blica y la del


Vicepresidente;

17. prestar los acuerdos y efectuar los nombramientos que esta


Constitució n prescribe, así como las designaciones de representantes del Congreso en
otros ó rganos del Estado;

18.  conceder amnistías;

19.  decidir el traslado de la Capital de la Repú blica a otro punto del


territorio nacional, por mayoría absoluta de dos tercios de los miembros de cada
Cá mara;

20.  aprobar o rechazar, en todo o en parte y previo informe de la


Contraloría General de la Repú blica, el detalle y la justificació n de los ingresos y
egresos de las finanzas pú blicas sobre la ejecució n presupuestaria;

21.  reglamentaria la navegació n fluvial, la marítima, la aérea y la espacial, y

22.  los demá s deberes y atribuciones que fije esta Constitució n.

CAMINOS.

             Es toda vía que se construye para transitar. Pueden ser de dominio
pú blico o de dominio privado, segú n se haya construido a expensas del erario, pú blico
o nacional, provincial o municipal, o a expensas de los particulares en terrenos que a
estos pertenezcan y sin que ese cará cter particular se altere por el hecho de que sus
dueñ os permitan su uso o goce a todas las personas. Los caminos pú blicos son bienes
pú blicos.

RUTAS NACIONALES.

Las rutas nacionales de Paraguay son las vías de transporte má s importantes


existentes en el país, en el conectan a las localidades má s importantes del país. Consta
de 12 rutas nacionales.

Segú n datos oficiales del añ o 2014, en el país existen 32.207 kiló metros de
caminos y rutas (entre nacionales, departamentales y municipales), tanto en la Regió n
Oriental como Occidental. De este total, 5.474 kiló metros corresponden a pavimentos,
9,72 kiló metros son adoquinados, 1.501 kiló metros está n empedrados, 1.012
kiló metros son enripiados y 24.209 kiló metros son caminos de tierra

Son rutas nacionales de Paraguay las siguientes:

Longitud
Nro. Nombre Oficial Orientación Inicio – Final
(km)

Ruta Nacional N° 1 “Mcal. Noroeste a


1 370 Asunció n – Encarnació n
Francisco Solano Ló pez” Sureste
~ 21 ~

Ruta Nacional N° 2 “Mcal. Asunció n – Coronel


2 132 Oeste a Este
José Félix Estigarribia” Oviedo

Ruta Nacional N° 3 “Gral.


3 476 Sur a Norte Asunció n – Bella Vista
Elizardo Aquino”

Ruta Nacional N° 4 “Gral. José San Ignacio – Paso de


4 197 Este a Oeste
Eduvigis Díaz” Patria

Ruta Nacional N° 5 “Gral. Pozo Colorado – Pedro


5 355 Oeste a Este
Bernardino Caballero” Juan Caballero

Ruta Nacional N° 6 “Dr. Juan Encarnació n – Minga


6 247 Sur a Norte
Leó n Mallorquín” Guazú

Ruta Nacional N° 7 “José


Coronel Oviedo – Ciudad
7 Gaspar Rodríguez de 193 Oeste a Este
del Este
Francia”

Ruta Nacional N° 8 “Dr. Blas Coronel Bogado – San


8 320 Sur a Norte
Garay” Estanislao

Asunció n – Cnel.Eugenio


Ruta Nacional N° 9 “Pte. Sureste a
9 835 A. Garay, Frontera
Carlos Antonio Ló pez” Noroeste
conBolivia

Ruta Nacional N° 10 “Las Villa del Rosario – Salto


10 326 Oeste a Este
Residentas” del Guairá

Ruta Nacional N° 11 “Juana San Pedro – Capitá n


11 228 Oeste a Este
de Lara” Bado

Ruta Nacional N° 12 Sureste a Asunció n – Campo


12 185
“Vicepresidente Sá nchez” Noroeste Alegre

CAMINOS VECINALES Y RURALES

Los primeros enlazan bá sicamente nú cleos de població n, y los segundos, por


el contrario, suelen constituir vías de acceso entre heredades, aunque se distingan,
por su cará cter pú blico, de las meras servidumbres típicas aisladas.

Tienen el cará cter de bienes de dominio y uso pú blico y gozan del cará cter
de inembargables, imprescriptibles e inalienables, así como pueden ser objeto
~ 22 ~

de recuperació n posesoria por vía administrativa y objeto de deslinde del mismo


cará cter.

SERVIDUMBRES

En el derecho, servidumbre es la denominació n de un tipo de derecho real que limita el


dominio de un predio denominado fundo sirviente en favor de las necesidades de otro
llamado fundo dominante perteneciente a otra persona.

Segú n Manuel Ossorio, servidumbre es el derecho en predio ajeno que limita el


dominio, en este y que está constituido a favor de las necesidades de otra finca
perteneciente a distinto propietario o de quien  no es dueñ o de la gravada. Es
entonces un derecho real perpetuo o temporario sobre inmueble ajeno de virtud del
cual se puede usar de el o ejercer ciertos derechos de disposició n o bien impedir que
el propietario ejerza algunos de sus derechos de propiedad.

SERVIDUMBRE PREDIAL

Por exigir siempre una cosa inmueble o predio sobre la que recaiga, igual que
servidumbre real.

En derecho romano, la servidumbre predial (iura praedorium o servitutes


praediorum), o simplemente servidumbre (servitutes), consiste en un derecho real que
los propietarios de predios vecinos pueden establecer voluntariamente, para que un
predio llamado sirviente preste a otro llamado dominante la ventaja permanente de
un uso limitado. Como relaciones de uso, las servidumbres son derechos
fundamentalmente solidarios e indivisibles, siendo esto ú ltimo lo que ocasiona que la
servidumbre permanezca íntegra a pesar de que cualquier predio implicado se divida.
Ademá s, tampoco cabe la posibilidad de una adquisició n o extinció n parcial.

Como tipo de concurrencia de derechos que es la servidumbre, esta produce una


limitació n de la propiedad del predio sirviente. Es el predio el que sufre el gravamen,
pero el propietario en ningú n momento queda personalmente obligado; es por esto
por lo que la servidumbre no puede consistir en un hacer, sino má s bien en un
padecer la limitació n. Aunque por parte del predio sirviente la servidumbre suponga
una tolerancia, desde la perspectiva del dominante esta puede consistir en una
intromisió n (immissio) lícita sobre el fundo que actú a como sirviente (servidumbre
positiva), o en un derecho a impedir (ius prohibendi) determinados actos en el fundo
sirviente (servidumbre negativa). Cuando el servicio prestado se puede reconocer por
un signo, como puede ser una ventana o un canal, la servidumbre se denomina
aparente, mientras que en el caso opuesto, es decir, cuando se carece de ese signo
mencionado, la servidumbre recibe el nombre de no aparente.

En un principio, las intromisiones en bienes inmuebles ajenos no está n


permitidas legalmente, por lo que el propietario tiene la posibilidad de impedirlas (ius
prohibendi), y en caso de persistencia, puede acudir a los interdictos uti
possidetis yquod vi aut clam o a las acciones negatorias correspondientes. Por su parte,
el propietario puede hacer en su finca todo lo que estime conveniente siempre y
cuando sus acciones no conlleven una intromisió n en el inmueble vecino. Só lo
mediante la constitució n de una servidumbre se puede convertir en lícita una
intromisió n, o en ilícito uno de los actos del propietario sobre el fundo.

Las servidumbres prediales son tipificadas sobre la base de su contenido


específico. Aunque no existe ningú n motivo que incite a pensar que
la jurisprudencia no pudiese reconocer má s tipos de servidumbres de los que
aparecen estipulados en sus obras casuísticas, hay una serie establecida de estos tipos,
que los autores escolá sticos agruparon en rú sticas y urbanas dependiendo de si se
~ 23 ~

referían a poder pasar o traer agua por el fundo vecino, entre otras ventajas de
marcado cará cter agrícola, o de si versaban sobre comodidades de una edificació n que
se imponen al vecino. Principalmente, ha sido la primera jurisprudencia clá sica
romana la que se encargó de la casuística de las servidumbres, postura que le supuso
una serie de críticas por parte de personas no juristas, como es el caso de Ciceró n, que
consideraban esas cuestiones como ridículas.

Principales servidumbres prediales rústicas

Las má s importantes servidumbres prediales rú sticas (servitutes praediorum


rusticorum) son las de paso a pie o a caballo (iter), la de paso de ganado (actus) o
camino para carros (via). También tienen relevancia las de conducció n de aguapor
superficie (aquae ductus), extracció n de agua (aquae haustus) que segú n
interpretació n jurisprudencial lleva aparejado el acceso al pozo o manantial (iter ad
hauriendum) y la de poder echar el agua al fundo vecino (aquae immissio).6

Principales servidumbres prediales urbanas.

Las servidumbres prediales urbanas (servitutes praediorum urbanorum) má s


destacables son las de luces y vistas, ya sea en su variante de poder
abrir ventanas (ius luminum), evitar que el vecino eleve la edificació n presente (ius
altius non tollendi) o derecho de vistas (ius ne prospectui vel luminibus officiatur).
Otras son las servidumbres de desagü e(también llamadas “de aguas”. Cloaca), apoyo
de viga (ius tigni immittendi) o carga de una sobreconstrucció n (ius oneris ferendi). En
ú ltimo lugar se encuentran las de salientes, para dejar caer el agua de la lluvia desde
el tejado (ius stillicidii) o por un canaló n (ius fluminis, ambas se ejercitan por la actio
aquae pluviae arcendae), y la de proyectar balcones o terrazas sobre un predio vecino
(ius proiiciendi protegendive).

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