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IMPUESTOS DEPARTAMENTALES

Como sucede con todo tributo, los del orden departamental deben estar previstos en normas
legalmente expedidas, que para el caso se denominan ordenanzas que son expedidas por las
asambleas departamentales por iniciativa del gobierno local, y en ellas debe contenerse la
denominación de los sujetos de la obligación tributaria, hechos generadores, bases gravables y
tarifas de la misma.
Con la reforma de 1968 fueron fortalecidos los fiscos departamentales, y se les asignó algunas
rentas y se creó el “situado fiscal”, participación en los ingresos corrientes de la Nación que tenía
por objeto la atención de la salud y la educación. Posteriormente, la ley 3ª de 1986 reestructuró
administrativamente a los departamentos y permitió, en ejercicio de las facultades precisas y pro
tempore otorgadas al gobierno, codificar las normas sobre éstas. De esta manera se expidió el
decreto ley 1222 de 1986, Código de Régimen Departamental.
Los principales tributos departamentales son los siguientes:

1. IMPUESTO A GANADORES DE LOTERÍAS

Según lo establecido por los artículos 20 y 30 de la Ley 1ª de 1961, en concordancia con los
artículos 50 y 60 de la Ley 4ª de 1963 y el artículo 10° de la Ley 33 de 1968, parcialmente
compilado en el artículo 163 del Decreto extraordinario 1222 de 1986, el impuesto del 17% sobre
los premios de loterías, conocido como "impuesto a ganadores" es de carácter departamental.
Los departamentos a través de las entidades competentes tienen la obligación de repartir
equitativamente el valor que reciben por este concepto entre las instituciones asistenciales oficiales
de sus municipios.
La lotería registra como ingresos los valores recaudados por la venta de los billetes de cada sorteo
y contabiliza como cuentas del pasivo los montos correspondientes a los premios y a los impuestos
liquidados de la siguiente manera:

a). Como ganancia ocasional para el beneficiario (20%);


b) Como impuesto a ganadores (17%). En este caso, la lotería actúa como simple retenedora. Así
lo indican las normas atrás mencionadas: "El valor de dichos impuestos (17%)
será retenidodirectamente por las loterías y entregado a las entidades departamentales
competentes" (Ley 1ª de 1961).

2. IMPUESTO A LOTERÍAS FORÁNEAS

La Ley 64 de 1923 facultó a los departamentos para prohibir la venta de loterías de otros
departamentos o para gravarlas hasta con el 10% del valor nominal de cada billete. Frente a
algunos abusos cometidos, se expidió la Ley 133 de 1936 eliminando la facultad de prohibir la
circulación de loterías de otros departamentos o municipios y facultando a las asambleas
departamentales para gravar hasta en un 10% del valor nominal de cada billete la venta de loterías
foráneas.

Según el Decreto reglamentario 1977 de 1989, se trata de una disposición expedida con base en la
atribución que le confiere al Gobierno el artículo 120, numeral 11 de la antigua Constitución
Nacional, norma que impone al Presidente de la República, en su calidad de suprema autoridad
administrativa, la obligación de cuidar de la exacta recaudación de las rentas y caudales públicos.

Como la propia Constitución no establece excepción ni limitación alguna, debe entenderse que la
facultad es para todo tipo de ingreso público, sea del orden nacional, departamental o municipal.
La Corte Suprema de Justicia se pronunció sobre el ejercicio de estas facultades en sentencias del
22 de junio de 1982 y 29 de septiembre de 1988 señalando que el Gobierno Nacional puede
establecer reglamentariamente la “forma y condiciones” de administración y disposición de los
recursos asignados, para asegurar que estos se recauden y administren, como lo debe hacer con
todas las rentas y caudales públicos. El contenido del Decreto 1977 de 1989 se ajusta a la facultad
reglamentaria implícita que tiene el Gobierno conforme al numeral 3º del artículo 120 de la Carta,
hoy numeral 11 del artículo 189.

En el impuesto de loterías foráneas el sujeto activo es en principio el departamento. El inciso 2° del


artículo 164 del Código de Régimen Político Departamental, Decreto extraordinario 1222 de 1986,
faculta a las Asambleas Departamentales para establecer el impuesto. Sin embargo, la Ley 133 de
1936, compilada parcialmente en el Decreto extraordinario 1222 de 1986, señalaba que
losdepartamentos o municipios que actualmente estén cobrando el 10% de que trata el artículo 4°
de la Ley 64 de 1923, podrán seguir efectuando dicho cobro, sin necesidad de nueva autorización
de las asambleas en el lapso comprendido entre la sanción de la presente ley y la expedición de
las ordenanzas que se dicten en desarrollo de ella" (subrayo).
Por lo tanto, el requisito para que los departamentos o los municipios puedan cobrar el gravamen
es que el impuesto de loterías foráneas haya sido establecido por la Asamblea Departamental. En
el caso de Bogotá, por el Concejo Distrital.
El sujeto pasivo es la beneficencia o lotería de origen. El Decreto reglamentario 1977 de 1989 fija
un procedimiento para efectos de la liquidación del gravamen, creando una carga tributaria para el
agente o distribuidor de las loterías, quien deberá cancelar directamente el impuesto a la lotería
recaudadora, y pasar la cuenta a la lotería de origen, para que esta última le abone en cuenta el
valor que compruebe haber cancelado en el lugar de la venta. Como hecho generador se tiene
laventa de billetes de loterías de otros departamentos. Las asambleas pueden establecer tarifas
hasta del 10%. Y la base gravable es el valor nominal de cada billete. El Decreto reglamentario
1977 de 1989 definió el valor nominal y señaló que no puede ser inferior al 75% del precio de venta
al público.
Finalmente, el impuesto de loterías foráneas es de destinación específica y por lo tanto su recaudo
debe ser destinado exclusivamente a la asistencia pública; si bien el Decreto Reglamentario 1977
de 1989 constituye un paso en la reglamentación de este impuesto, es menester señalar que se
quedó corto en la presentación del procedimiento a seguir, determinación de los plazos para
cumplir las obligaciones y diseño de los formatos a emplear para la unificación del gravamen en el
país.

3. IMPUESTO AL CONSUMO DE CERVEZAS, SIFONES Y REFAJOS

El impuesto al consumo de cervezas, sifones, refajos y mezclas de bebidas fermentadas con


bebidas no alcohólicas es un impuesto nacional cedido a los departamentos y al Distrito Capital en
proporción a su consumo en las respectivas jurisdicciones que se rige por las normas de la Ley
223 de 1995 y el Decreto reglamentario 380 de 1996.
Las exportaciones de estos productos están excluidas del impuesto al consumo. Son sujetos
pasivos o responsables del impuesto los productores, los importadores y, solidariamente con ellos,
los distribuidores. También son responsables directos del impuesto los transportadores y los
expendedores al por menor, cuando no puedan justificar debidamente la procedencia de los
productos que transportan o venden. Los distribuidores que cambien el destino de los productos
sin informar por escrito al productor o al importador son los únicos responsables del impuesto.
El impuesto se causa en el momento en que el productor los entrega en fábrica o en planta para su
distribución, venta o permuta en el país; o para publicidad, promoción, donación o comisión, o los
destina al autoconsumo. En los productos extranjeros el impuesto se causa en el momento de su
introducción al país, a menos que estén en tránsito hacia otro Estado.
En cuanto a la base gravable los productores fijan a los expendedores al detal, para cada capital
de departamento donde tengan sus fábricas, el precio de venta de las cervezas, sifones y demás;
para ello, deben sumar el impuesto al consumo y el precio de venta al detallista.
Para los productos extranjeros, el precio de venta al detallista se conforma por el valor en aduana
de la mercancía, incluyendo los gravámenes arancelarios, adicionado con un margen de
comercialización equivalente al 30%. Los empaques y envases no forman parte de la base
gravable. Los impuestos pagados por productos extranjeros no pueden ser inferiores al promedio
de los nacionales.
En cuanto a la tarifa, cervezas y sifones: 48%, valor que incluye el 8% de IVA, destinado a
financiar el 2° Y 3er nivel de atención en salud. Este valor debe ser girado por los productores
nacionales y el Fondo Cuenta de impuestos al Consumo de Productos Extranjeros, a los fondos o
direcciones seccionales de salud, dentro de los 15 días calendario siguientes al vencimiento de
cada período gravable. El Decreto Reglamentario 380 de 1996 indica que los refajos y mezclas
están gravados con el IV A, a la tarifa general del 16%, en cabeza del productor, importador o
prestatario del servicio.
El período gravable es mensual. Los productores deben declarar y pagar el impuesto en las
Secretarías de hacienda departamentales, o en las entidades financieras autorizadas, dentro de los
15 días calendario siguientes al vencimiento del período gravable.
Los importadores declaran y pagan el impuesto en el momento de la importación, conjuntamente
con los derechos arancelarios e impuestos nacionales que se causen. Pagan a órdenes del Fondo
Cuenta de impuestos al Consumo de Productos Extranjeros. Sin perjuicio de lo anterior, los
distribuidores tienen la obligación de declarar ante las Secretarías de Hacienda por los productos
introducidos al respectivo departamento o Distrito Capital, indicando la respectiva base gravable
según el tipo de producto. Igual comportamiento se exige para las mercancías introducidas en
zonas de régimen aduanero especial.
Ni los departamentos, distritos, municipios o cualquier otra entidad territorial pueden gravar la
producción, distribución, importación de las cervezas, sifones y similares con impuestos, tasas o
contribuciones distintos del impuesto de industria y comercio. También se prohíbe que las
asambleas o el Concejo Distrital expidan reglamentación sobre el impuesto al consumo de
cervezas y similares. Los productos introducidos en zonas de régimen aduanero especial pagan a
órdenes del Fondo Cuenta de impuestos al Consumo de Productos Extranjeros el impuesto al
consumo ante la autoridad aduanera del respectivo municipio.
En cuanto a la administración del impuesto corresponden a los departamentos y Distrito Capital, la
fiscalización, liquidación oficial, cobro y recaudo, quienes deben aplicar el Estatuto Tributario. Sin
embargo, contra los actos de liquidación oficial procede el recurso de reconsideración el cual debe
presentarse ante la Dirección de impuestos y Aduanas Nacionales. Los departamentos y el Distrito
pueden realizar aprehensiones y decomisos de cervezas que no hayan pagado el impuesto,
quedando saneados, así como cuando se produce la declaratoria de abandono.

4. IMPUESTO AL CONSUMO DE LICORES, VINOS, APERITIVOS Y SIMILARES

El artículo 336 de la Constitución Política establece el monopolio fiscal de licores y destina las
rentas obtenidas en su ejercicio preferentemente a los servicios de salud y educación. La Ley 223
de 1995 modificó el Código de Régimen Departamental en materia del impuesto al consumo.
El hecho generador de este gravamen es el consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, en la
jurisdicción de los departamentos. El sujeto activo es el respectivo departamento donde se realice
el consumo. Son sujetos pasivos o responsables del impuesto los productores, los importadores y,
solidariamente con ellos, los distribuidores. Además, son responsables directos los transportadores
y expendedores al dental, cuando no puedan justificar debidamente la procedencia de los
productos que transportan o venden.
De conformidad con el artículo 49 de la Ley 788 de 2002 referente al impuesto de consumo de
licores, vinos, aperitivos y similares, la base gravable esta constituida por el número de grados
alcoholimétricos que contenga el producto.

Esta base gravable aplicará igualmente para la liquidación de la participación, respecto de los
productos sobre los cuales los departamentos estén ejerciendo el monopolio rentístico de licores
destilados.
El grado de contenido alcoholimétrico deberá expresarse en el envase y estará sujeto a verificación
técnica por parte de los departamentos, quienes podrán realizar la verificación directamente, o a
través de empresas o entidades especializadas. En caso de discrepancia respecto al dictamen
proferido, la segunda y definitiva instancia corresponderá al Instituto Nacional de Vigilancia de
Medicamentos y Alimentos, Invima.
Las tarifas del impuesto al consumo, por cada unidad de 750 centímetros cúbicos o su equivalente,
serán las siguientes:

 Para productos entre 2.5 y hasta 15 grados de contenido alcoholimétrico, ciento diez pesos ($
110,00) por cada grado alcoholimétrico.
 Para productos de más de 15 y hasta 35 grados de contenido alcoholimétrico, ciento ochenta
pesos ($180,00) por cada grado alcoholimétrico.
 Para productos de más de 35 grados de contenido alcoholimétrico, doscientos setenta pesos ($
270,00) por cada grado alcoholimétrico.

Los vinos de hasta 10 grados de contenido alcoholimétrico, estarán sometidos, por cada unidad
de 750 centímetros cúbicos o su equivalente, a la tarifa de sesenta pesos ($60,00) por cada grado
alcoholimétrico. Dentro de las anteriores tarifas se encuentra incorporado el IVA cedido, el cual
corresponde al treinta y cinco por ciento (35%) del valor liquidado por concepto de impuesto al
consumo. Todos los licores, vinos, aperitivos y similares, que se despachen en los IN-BOND, y los
destinados a la exportación y zonas libres y especiales deberán llevar grabado en un lugar visible
del envase y la etiqueta y en caracteres legibles e indelebles, la siguiente leyenda: “Para
exportación”. Cuando los productos objeto de impuesto al consumo tengan volúmenes distintos, se
hará la conversión de la tarifa en proporción al contenido, aproximándola al peso más cercano.
El impuesto que resulte de la aplicación de la tarifa al número de grados alcoholimétricos, se
aproximará al peso más cercano. Las tarifas se incrementarán a partir del primero (1°) de enero de
cada año en la meta de inflación esperada y el resultado se aproximará al peso más cercano. La
Dirección de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público certificará y publicará antes
del 1° de enero de cada año, las tarifas así indexadas.
La tarifa de la participación será fijada por la Asamblea Departamental, será única para todos los
de productos, y aplicará en su jurisdicción tanto a los productos nacionales como extranjeros,
incluidos los que produzca la entidad territorial. Dentro de la tarifa de la participación se deberá
incorporar el IVA cedido, discriminando su valor.
En lo atinente a la liquidación y recaudo por parte de los productores, los productores facturarán,
liquidarán y recaudarán al momento de la entrega en fábrica de los productos despachados para
otros departamentos el valor del impuesto al consumo o la participación, según el caso. Los
productores declararán y pagarán el impuesto o la participación, en los períodos y dentro de los
plazos establecidos en la ley o en las ordenanzas, según el caso.
A la Federación Nacional de Departamentos corresponde diseñar los formularios de declaración de
impuestos al Consumo. La distribución de los mismos corresponde a los departamentos.
Se mantiene la cesión del IVA de licores a cargo de las licoreras departamentales de que tratan los
artículos 133 y 134 del Decreto Extraordinario 1222 de 1986. Y a partir del 1° de enero de 2003,
quedó cedido a los Departamentos y al Distrito Capital, en proporción al consumo en cada entidad
territorial, el Impuesto al Valor Agregado IVA sobre los licores, vinos, aperitivos, y similares,
nacionales y extranjeros, que en ese momento no se encontraban cedidos.
En todos los casos, el IVA cedido a las entidades territoriales, quedará incorporado dentro de la
tarifa del impuesto al consumo, o dentro de la tarifa de la participación, según el caso, y se
liquidará como un único impuesto o participación, sobre la base gravable definida en el artículo
anterior. El impuesto liquidado en ningún caso podrá ser afectado con impuestos descontables,
salvo el correspondiente a los productores oficiales, que podrán descontar del componente del IVA
de este impuesto, el IVA pagado en la producción de los bienes gravados.
Del total correspondiente al nuevo IVA cedido, el setenta por ciento (70%) se destinará a salud y el
treinta por ciento (30%) restante a financiar el deporte, en la respectiva entidad territorial. Las
exenciones del IVA establecidas o que se establezcan no aplicarán en ningún caso, respecto del
IVA de cervezas y licores cedido a las entidades territoriales. Para estos efectos, en los formularios
de declaración se discriminará el total del impuesto antiguo y nuevo cedido, que corresponda a los
productos vendidos en el Distrito Capital.

5. IMPUESTO AL CONSUMO DE CIGARRILLOS


El Decreto Extraordinario 1222 de 1986, establecía un impuesto del 100%. La Ley 101 de 1993,
concedió facultades extraordinarias al Presidente de la República, entre otras, para revisar el
régimen tributario aplicable a los cigarrillos. Como resultado, el Ministro de Gobierno, delegatario
de funciones presidenciales, expidió el Decreto Extraordinario 1280 de 1994. Este decreto con
fuerza de ley redujo el impuesto al consumo de cigarrillos nacionales y de procedencia extranjera
del 100 al 45%. Al parecer, con esta medida se pretendió frenar el deterioro del sector tabacalero
nacional, dado el alto índice de contrabando que lo aqueja y que coloca al productor interno en
condiciones desventajosas para competir. Sin embargo, la reducción del gravamen implicó una
disminución de más de la mitad del impuesto que reciben los departamentos y el Distrito Capital.
Mediante sentencia C-246 de 1995, la Corte Constitucional declaró inexequibles el numeral 30 del
artículo 98 de la Ley 101 de 1993 y todo el Decreto Extraordinario 1280 de 1994. Quedó fortalecida
así la jurisprudencia que consideraba inconstitucional el otorgamiento y el ejercicio de facultades
extraordinarias para decretar impuestos Como se ha repetido, la atribución de legislar en materia
tributaria es propia e indelegable del Congreso. Otra causal de inexequibilidad fue la afectación
de las finanzas territoriales desacatando el artículo 294 de la Constitución Política, norma que
busca afirmar la autonomía de las entidades territoriales cuyos impuestos son inalienables frente a
la ley.
Así las cosas, quedaron nuevamente vigentes la tarifa del 100% para los cigarrillos y las
regulaciones de la Ley 14 de 1983. La Ley 223 de diciembre de 1995 volvió a regular la materia,
dejando el impuesto al consumo de cigarrillos con las siguientes características:

 El hecho generador de este gravamen es el consumo de cigarrillos y tabaco elaborado en la


jurisdicción de los departamentos.
 El sujeto activo es el respectivo departamento donde se realice el consumo.
 Son sujetos pasivos o responsables del impuesto los productores, los importadores y,
solidariamente con ellos, los distribuidores. Además, son responsables directos los transportadores
y expendedores al detal, cuando no puedan justificar debidamente la procedencia de los productos
que transportan o venden.
 El impuesto se causa en el momento en que el productor los entrega en fábrica o en planta para
su distribución, venta o permuta en el país o para publicidad, promoción, donación, comisión o los
destina al autoconsumo.
 En los productos extranjeros el impuesto se causa en el momento de su introducción al país, a
menos que estén en tránsito hacia otro Estado.

La tarifa es del 55%. Los cigarrillos y el tabaco elaborado están excluidos del IVA Se continúa
cobrando el impuesto con destino al deporte creado por la Ley 3° de 1971, con una tarifa del 5%,
hasta enero 10 de 1998, fecha a partir de la cual rige la previsión de la Ley 181 de 1995, aplicando
una tarifa del 10%. La Ley 181 de 1995 se expidió para el fomento del deporte, el aprovechamiento
del tiempo libre y la educación física.

6. IMPUESTO AL CONSUMO DE GASOLINA:

El impuesto de gasolina motor fue establecido por el artículo 84 de la Ley 14 de 1983, a favor de
los Departamentos y del Distrito Capital con una tarifa del 2 por mil sobre el precio de venta al
público. También se estableció un subsidio de gasolina motor a la tarifa del 1.8 por mil sobre el
precio de venta del galón., del cual ECOPETROL es la encargada de girar a cada tesorería
departamental y al Distrito Capital, para que se invierta en el mejoramiento de vías y en planes de
electrificación rural.
La Ley 6ª de 1992 sustituyó el impuesto ad valorem por un impuesto a la gasolina y al ACPM sobre
el precio final de venta al consumidor, liquidado por ECOPETROL a la tarifa del 25.4% al momento
de la venta. Esta ley también creó la contribución para la descentralización, a la tarifa del 18%
sobre la diferencia entre el precio final de venta al público y el monto de este precio vigente a la
expedición de la ley, gravamen que fue destinado a la Nación.
La Ley 223 de 1995 unificó el impuesto al consumo de gasolina bajo el título "Impuesto global a
la gasolina y al ACPM (articulo 44 Ley 6ª. de 1992)”; este gravamen sustituyó a partir del 10 de
marzo de1996, los siguientes impuestos:

 La contribución para la descentralización (art. 46 Ley 6ª. de 1992).


 El impuesto al consumo de la gasolina motor (art. 84 Ley 14 de 1983).
 El subsidio a la gasolina motor (art. 86 Ley 14 de 1983).
Teniendo en cuenta que el impuesto global a la gasolina se liquida por el productor o por
elimportador y que el Ministerio de Minas y Energía fija la estructura de precio, el impuesto se
causa de la siguiente manera:

a) en las ventas, con la emisión de la factura;


b) en los retiros para consumo propio, en la fecha del retiro;
c) en las importaciones, en la fecha de nacionalización del producto.

El diesel marino y full oil quedaron exentos. El impuesto global a la gasolina quedó con las
siguientes tarifas: a) $330 por galón para la gasolina regular; b) $405 por galón para la gasolina
extra; c) $215 por galón para el ACPM. Estos valores se reajustan anualmente teniendo en
cuenta la meta de inflación que determine el Banco de la República. Al gobierno nacional le
corresponde establecer la forma y plazos para liquidarlo partiendo de que el 1.1% del impuesto
global de la gasolina motor regular y extra, se distribuye a los departamentos y a Bogotá,
habiéndose considerado equivalente a los impuestos de consumo y subsidio de gasolina que
fueron sustituidos.

7. DEGÜELLO DE GANADO MAYOR

Así suene un poco arcaico, este impuesto al sacrificio de ganado mayor en algunos departamentos
es importante y produce ingresos considerables, pero en otros no tanto. Desde la promulgación de
la Ley 8ª de 1909 se tiene como un impuesto de propiedad exclusiva de los departamentos, así
como el proveniente del degüello de ganado menor corresponde a los municipios.
La competencia para el recaudo y la consiguiente propiedad de la renta estuvo determinada
conforme al factor territorial, por razón del lugar del sacrificio del animal. Sin embargo, en el año
de 1945 fue expedida la ley 31, inspirada en el propósito de favorecer la industria ganadera y las
conveniencias del consumidor y, al efecto, se dispuso que "cuando el dueño de ganado mayor o
menor declare en la Recaudación respectiva, que va a sacrificar determinadas reses para
transportar las carnes a lugar distinto de aquél en que los ganados se sacrifican, el impuesto se
pagará en el lugar en que las carnes se consuman”. En el mismo texto de la ley se advirtió que con
esta salvedad, el impuesto continuaba causándose y recaudándose en la forma acordada por
las disposiciones vigentes que regulan la materia.
La situación varió con la entrada en vigencia de los decretos leyes 1222 y 1333 de 1986 que
contienen el Código de Régimen Departamental y el de Régimen Municipal, respectivamente. En la
codificación de disposiciones constitucionales y legales relativas a la organización y
funcionamiento de la administración departamental (decreto 1222 de1986), expedida por el
Gobierno Nacional con base en las facultades extraordinarias conferidas por el artículo 35 de la
ley 3ª de 1986, expresamente se dispuso la derogación de todas las normas de carácter legal
sobre la materia, que no hubiesen sido codificadas (ibídem, art. 339), declaración que luego
la Corte estimó ajustada a la Constitución Política, conforme a sentencia de 13 de noviembre del
mismo año.
Ni en el titulo dedicado a las rentas departamentales, ni más concretamente en el capitulo sobre el
Impuesto de degüello de ganado mayor, el codificador incluyó el articulo 30 de la ley 31 de 1945.
En cambio, con los artículos 90 y 40 tomados de las leyes 56 de 1918 y 34 de 1925,
respectivamente, fue conformado un capitulo con la denominación "impuesto de degüello de
ganado mayor", el cual contiene únicamente los dos preceptos siguientes:
Artículo 161. Los departamentos pueden fijar libremente la cuota del Impuesto sobre
degüello de ganado mayor.

Articulo 162. Las rentas sobre el degüello no podrán darse en arrendamiento".


Así el legislador dejó en libertad a los departamentos para que fijaran las tarifas del tributo, por lo
que no sólo la normatividad de uno a otro departamento resulta muy variada sino que este
gravamen podría resultar constitucionalmente cuestionable a la luz del artículo 338 de la C.P. toda
vez que no es la ley la que determina los sujetos pasivos, las tarifas y las bases de
liquidación, sino las respectivas ordenanzas. Sin embargo, como quedó dicho y en concepto de
la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado (Rad. 721, 31 de agosto de 1995), se
consideró que esta norma fue derogada al no quedar compilada en el Código Departamental,
Decreto extraordinario 1222 de 1986, por lo que el impuesto se causa es en el lugar donde
sesacrifica el ganado. Esta tesis resulta más lógica y permite un mejor control del gravamen.

8. IMPUESTO DE REGISTRO

El impuesto de registro fue creado por las leyes 39 de 1890, 56 de 1904 y 52 de1920, pero se
estima como de propiedad de los departamentos, de conformidad con el artículo 1° de la Ley 8 de
1909, según la cual "en lo sucesivo serán rentas departamentales las de licores nacionales,
degüello de ganado mayor, registro y anotación". Se relaciona con el Libro de Registro de
Instrumentos Privados que llevan los registradores de instrumentos públicos para la inscripción de
todos los documentos de esta clase que los interesados quieran revestir de la formalidad del
registro, con el fin de darles mayor autoridad y obtener la prelación que las leyes confieren a los
documentos privados que requieran de tal solemnidad.
Con la Ley 4ª de 1913 (artículo 97, numeral 37), incorporada hoy en el artículo 62, numeral 15 del
Decreto Ley 1222 de 1986, las asambleas departamentales gozan de la atribución de "reglar todo
lo relativo a la organización, recaudación, manejo e inversión de las rentas del departamento", con
lo cual se le reconoce a estas entidades el derecho de administrar sus propias rentas y bienes con
las mismas garantías que la propiedad y renta de los particulares. El impuesto de registro y
anotación cedido a las entidades departamentales adquiere el carácter de renta de su propiedad
exclusiva en la medida en que las asambleas lo adopten dentro de los términos y condiciones
legales (Ley 44 de 1990). A partir de la Ley 223 de 1995, dicho impuesto se transforma en
el "impuesto de registro", a secas, y el hecho generador es la inscripción de actos, contratos o
negocios jurídicos documentales en los cuales sean parte o beneficiarios los particulares y que, de
conformidad con las disposiciones legales, deban registrarse en las oficinas de registro de
instrumentos públicos o en las cámaras de comercio.
Se amplía así el hecho generador, gravando a las Cámaras de Comercio, definidas como
instituciones de orden legal con personería jurídica, creadas por el Gobierno Nacional, de oficio o a
petición de los comerciantes del territorio donde hayan de operar. Sabido es que a las cámaras de
comercio, además de encargarse del registro mercantil que tiene por objeto llevar la matrícula de
los comerciantes y de los establecimientos de comercio, igualmente les corresponde:
a) la inscripción de todos los actos, libros y documentos respecto de los cuales la ley exige esta
formalidad;
b) Llevar el registro de proponentes para efectos de la contratación estatal;
c) Realizar las inscripciones relacionadas con la propiedad industrial, naves o aeronaves, etc.
Cuando un documento esté sujeto a registro tanto en la Cámara de comercio como en el Registro
de instrumentos públicos, el impuesto solamente se causa en este último. Así mismo, los
documentos que deban someterse al impuesto de registro quedan excluidos del impuesto de
timbre.
Los sujetos pasivos están constituidos por los particulares contratantes y los particulares
beneficiarios del acto o providencia sometida a registro y el impuesto se paga por partes iguales,
salvo manifestación en contrario. La ley liberó a las entidades públicas o estatales del pago de
dicho gravamen.
El impuesto se causa en el momento de solicitar la inscripción de documentos en el registro y la
base gravable resulta del valor incorporado en el documento. Cuando existan contratos accesorios
al principal, que consten en el mismo instrumento, el impuesto se causa solamente sobre el
principal. Los contratos de constitución de sociedades anónimas o asimiladas pagan sobre el
capital suscrito. Las limitadas o asimiladas, sobre el capital social.
En los actos, contratos o negocios jurídicos en que intervengan entidades públicas y particulares,
la base gravable está constituida por el 50% del valor incorporado en el documento que contiene el
acto o por la proporción del capital suscrito o del capital social correspondiente a los particulares.
Los documentos sin cuantía determinan la base según su naturaleza. Los registros relacionados
con inmuebles deben tener en cuenta, como mínimo, el valor del avalúo catastral o del autoavalúo
para los municipios que lo han adoptado o el valor del remate de la adjudicación, según el caso. En
cuanto a las tarifas, estas son determinadas por las asambleas departamentales de acuerdo con
las siguientes indicaciones:
 Actos, contratos o negocios jurídicos con cuantía, sujetos a registro en las oficinas de registro de
instrumentos públicos: entre el 0.5% Y el 1%.
 Actos, contratos o negocios jurídicos con cuantía, sujetos a registro en las cámaras de comercio:
entre el 03% y el 0.7%.
 Actos, contratos o negocios jurídicos sin cuantía, sujetos a registro en las oficinas de registro de
instrumentos públicos o en las cámaras de comercio, tales como nombramiento de representantes
legales, revisor fiscal, reformas estatutarias que no impliquen cesión de derechos ni aumentos de
capital, escrituras aclaratorias: entre 2 y 4 salarios mínimos diarios legales.
El impuesto de registro se paga en el departamento donde se efectúe el registro. Tratándose de
inmuebles, se paga en donde estén ubicados. Cuando los inmuebles se hallen en dos o más
departamentos, el tributo se paga en el departamento donde esté ubicada la mayor extensión. Si
por la naturaleza del acto o contrato no fuere posible establecer la anterior proporción, el impuesto
se paga por partes iguales en cada una de las secciones de ubicación de los inmuebles.
Como se anotó, las oficinas de registro de instrumentos públicos y las cámaras de comercio, son
las entidades responsables de la liquidación y recaudo del impuesto de registro. A ellas les
corresponde presentar declaración mensual y consignan el impuesto ante la entidad competente
del departamento - Secretaría de Hacienda- dentro de los 1 5 primeros días calendario de cada
mes. Sin embargo, los departamentos pueden asumir ellos mismos la liquidación y recaudo o
concederlos a las instituciones financieras.
La administración, fiscalización, liquidación oficial, imposición de sanciones, discusión y control
corresponden a los organismos departamentales competentes para ejercer el control fiscal. Se
aplica el Estatuto Tributario Nacional en la determinación oficial, régimen sancionatorio,
procedimiento, discusión y cobro del impuesto.
En cuanto a su destinación, corresponde al servicio seccional de salud del departamento o al
fondo de salud del Distrito Capital un porcentaje del producto del impuesto igual o mayor al
promedio destinado en 1992, 1993 Y 1994, sin que, en todo caso, exceda del 30% del
impuesto. El 50% del recaudo del impuesto debe ser destinado a los fondos territoriales de
pensiones públicas con el fin de atender el pago del pasivo pensional. Estos giros deben realizarse
por parte de las respectivas tesorerías, dentro de la última semana de cada mes.

9. IMPUESTO SOBRE VEHÍCULOS AUTOMOTORES

El impuesto de vehículos automotores es de orden Departamental que sustituyó el impuesto de


Circulación y Tránsito (municipal) y de timbre nacional (departamental), de vehículos particulares a
partir del 1º de enero de 1999. Dentro del cual se establece la tasa del 20% de participación para el
municipio.
Es un impuesto de carácter nacional cedido a las entidades territoriales en proporción a lo
recaudado en la respectiva jurisdicción.
Acuerdo 027 del 20 de Diciembre de 2.004 por el cual se reglamenta el impuesto de Circulación y
Transito

HECHO GENERADOR: El hecho generador del impuesto de Circulación y Tránsito lo constituye la


circulación habitual dentro de la jurisdicción Municipal.
SUJETO PASIVO: Es el propietario o poseedor del vehículo, inscrito en las oficinas de Secretaría
de Tránsito y Transporte Municipal.

BASE GRAVABLE: El valor comercial del vehículo constituye la base gravable de este impuesto,
según la tabla establecida en la resolución del Ministerio de Transporte o entidad que haga sus
veces.
Si el vehículo no se encuentra ubicado en la resolución del Ministerio de Transporte, el propietario
deberá solicitar a dicha entidad el avalúo comercial del mismo. De todas formas se acata lo
establecido desde el nivel nacional sobre este tipo de impuesto o su transformación o cualquier
otro que lo contenga o modifique.

TARIFA: El impuesto de circulación y tránsito o de Rodamiento de vehículos de servicio público de


radio de acción Urbano, Intermunicipal, Interdepartamental, Nacional, registrados en el parque
automotor de la Secretaría de Tránsito y Transporte Municipal se cobrará con la siguiente tarifa
anual:
CLASE DE VEHICULO: TODAS = 2 X 1.000 DEL AVALUO COMERCIAL
PARÁGRAFO: Cuando el vehículo entre en circulación, por primera vez pagará el impuesto de que
trata este artículo, proporcional al número de meses del resto del año.
CAUSACIÓN DEL IMPUESTO: Este impuesto se causa a partir del 1o. de enero de cada vigencia
fiscal y tendrá como fecha limite de pago el último día hábil del mes de marzo de cada año. En
caso contrario se cobrará el recargo por mora.
LÍMITE MÍNIMO DELIMPUESTO. El Límite mínimo del impuesto de circulación y tránsito de
vehículos, será del 5% de un salario mínimo mensual legal vigente.
PAZ Y SALVO PARA TRÁMITE: En el caso de efectuar el trámite de traspaso, renovación ó
expedición de tarjeta de operación el vehículo deberá estar a paz y salvo por concepto de impuesto
de circulación y tránsito y debe adjuntarse el correspondiente recibo de pago.
Para el traslado de matrícula de un vehículo inscrito en la Secretaria Municipal de Tránsito es
indispensable, además de estar a paz y salvo por el respectivo impuesto, demostrar plenamente
que su propietario ha trasladado su domicilio a otro lugar. Si se comprobare que la
documentación presentada para demostrar los hechos antes anotados es falsa o inexacta se
revivirá la inscripción del mismo y se liquidará el impuesto sobre el valor que pagaba a partir de la
fecha de su cancelación con los recargos respectivos.

FUENTE: http://impuestosdepartamentalesymunicipales.blogspot.com.co/2011/10/principales-
impuestos-nacionales.html

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