piel (barc).

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PIEL
FORMACION CONTINUADA EN DERMATOLOGIA

www.elsevier.es/piel

Dermatologı́a estética

La seguridad en los cosméticos capilares

Hair cosmetics: Safety concerns

Ramon Grimalt
Universitat de Barcelona, Universitat Internacional de Catalunya, Barcelona, España

(leave on products). Dicha distinción tiene una enorme

Introducción
La mayor parte de los dermatólogos posee una información
superficial sobre los cosméticos capilares. Muchos de nosotros
durante años hemos pensado que no era necesario poseer un
gran conocimiento sobre los mismos, ya que pensábamos
incautos que «no era nuestro trabajo» aconsejar en nuestras
consultas sobre los cosméticos capilares.
La evolución de la dermatologı́a ha ido hacia cada vez una
dermatologı́a menos clı́nica, donde la sı́filis y la lepra han
pasado a un segundo plano, y donde cada semana tenemos
que enfrentarnos a múltiples peticiones de eliminación de
lentigos solares o de terapia antienvejecimiento de la piel o
posible mejorı́a de la alopecia senil, temas que hasta hace
unos años ningún paciente que se preciara acudı́a al
dermatólogo para recibir asesoramiento en este sentido.
En este artı́culo intentaremos dar unas pistas de ayuda y
algunas respuestas a las necesidades cambiantes de nuestros
pacientes. No resulta competitivo un dermatólogo que no sepa
aconsejar sobre una mascarilla capilar, un spray acondicio-
nador o un tinte que no contenga parafenilendiamina. Con
esta intención hemos realizado una pequeña guı́a que
esperemos les resulte útil.
Los cosméticos capilares
importancia al hablar de concentración y de toxicidades, y
dentro de las normativas de la Unión Europea cada uno de
estos grupos sigue unas directrices distintas1–3.
Ası́, en este artı́culo discutiremos sobre champús, masca-
rillas, acondicionadores, tintes, baños de color y sobre
productos para la permanente y gominas. Nos centraremos
básicamente en aspectos de seguridad de los cosméticos
capilares que nos pueden ayudar a tomar decisiones sobre los
consejos que demos a nuestros pacientes.
La seguridad de los cosméticos capilares
Millones de personas utilizan productos cosméticos capilares
de manera regular, y muchas de ellas utilizan varios productos
a diario. Aun ası́, pocas de estas personas se han parado a
pensar en toda la investigación invertida en su desarrollo,
puesta a prueba y fabricación.
Todos contamos con que los champús, cremas hidratantes,
acondicionadores y mascarillas que recetamos darán unos
resultados consistentes, y confiamos en los fabricantes para
garantizarnos que sus productos no causarán daño alguno a
nuestros pacientes.
Veamos un poco el tipo de pruebas que la industria
cosmética lleva a cabo para garantizar que sus productos sean
seguros, eficaces y fiables.

Los cosméticos capilares se podrı́an definir como aquellas

sustancias que se aplican de forma externa en el tallo piloso y
Métodos para evaluar las caracterı́sticas de la piel
que sirven para mejorar su aspecto o su tacto. Se podrı́an
aplicables al estudio de los cosméticos capilares
clasificar de distinta manera: por lo que se refiere a la
seguridad los podemos dividir en 2 grupos: productos que Durante mucho tiempo los cientı́ficos creyeron que la piel
se enjuagan (rinse off products) y productos que permanecen intacta formaba una barrera impenetrable que los productos

Correo electrónico: grimalt@ub.edu

0213-9251/$ – see front matter # 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.piel.2013.11.005
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quı́micos no podı́an franquear. En comparación con la mayorı́a
de los demás tejidos la superficie de la piel es tan solo
ligeramente permeable. Sin embargo, casi todas las sustancias
acaban penetrando en la piel hasta cierto punto, y finalmente
entran en los vasos sanguı́neos o linfáticos. El hecho de que una
sustancia dada se absorba fácilmente depende en parte de sus
propiedades fı́sicas y quı́micas: por regla general, los com-
puestos que penetran de modo más rápido y profundo tienen
moléculas bastante pequeñas. La facilidad de absorción
también depende de la composición del producto, en especial
del vehı́culo: una sustancia inactiva que se mezcla con uno o
más ingredientes activos para proporcionar el grueso de la
sustancia. Es bien conocido que las lociones son más activas que
los geles cuando se trata de ayudar a los ingredientes para que
penetren en la barrera de la piel.
Cuando se aplica un producto cosmético en el cabello todos
sus componentes se pueden absorber hasta cierto punto, con
efectos que pueden ser beneficiosos o perjudiciales para el
usuario. En esto están basadas las afirmaciones de los
fabricantes de productos cosméticos capilares en lo que a
hidratación, textura, flexibilidad e hipoalergenicidad del cabello
se refiere.
La industria cosmética concentra gran parte de su esfuerzo
en utilizar tecnologı́a moderna para investigar la validez de
estas afirmaciones, ası́ como para estudiar cómo los cosmé-
ticos capilares afectan a la piel del cuero cabelludo. Resulta
curioso ver cómo aquı́ cambia el target terapéutico del target de
seguridad. Si el primero es el cabello el segundo es el cuero
cabelludo. El producto deberı́a actuar sobre el cabello y no
deberı́a hacerlo en la mayor parte de los casos sobe el cuero
cabelludo. La necesidad de obtener datos cientı́ficos para
demostrar la legitimidad de la publicidad ha conducido a un
enorme desarrollo de los instrumentos diseñados para
examinar en detalle mı́nimas diferencias y cambios en la piel.
Las mediciones están hechas a partir de las siguientes
caracterı́sticas de la piel, que subrayan las diferencias entre
tipos de piel y que se pueden utilizar para medir las
consecuencias de utilizar distintos productos de cuidado
cutáneo: a) aspecto de la superficie de la piel del cuero cabelludo;
b) hidratación de la capa córnea; y c) secreción de sebo.
La piel de un individuo, tal y como hemos visto, varı́a de
una parte del cuerpo a otra. Además, existen grandes
variaciones en la piel según las personas. Por consiguiente,
es algo habitual medir los cambios experimentados por un
único rasgo de una parte de la piel en un individuo
determinado. Por ejemplo, el aspecto que ofrece la piel seca
antes de un tratamiento se puede comparar con el obtenido al
cabo de una, 2 o 3 semanas de haberse aplicado una crema
hidratante o un esteroide, por ejemplo, y los champús
anticaspa pueden ser fácilmente testados, en lo que concierne
a eficacia mediante estudios de superficie y relieve cutáneo.
Estudio del aspecto de la superficie de la piel del
cuero cabelludo
Relieve en la superficie de la piel
El primer paso a seguir en cualquiera de los métodos llevados a
cabo en el estudio del relieve en la superficie de la piel es la
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preparación de una réplica de dicha superficie en 3 dimensio-
nes, con una precisión que puede llegar a menos de una
milésima parte (1/1.000) de 1 mm, utilizando polı́meros de
silicona. Esto viene seguido por un análisis con escáner
tomando un aumento alto para que las pequeñas irregulari-
dades de la superficie se puedan percibir y registrar4. La
reconstrucción a posteriori permite a los cientı́ficos medir
algunas de las caracterı́sticas de la aspereza.
Repetir este proceso mediante varios escaneados sobre la
totalidad de la zona permite reconstruir la superficie de la piel
y determinar sus caracterı́sticas promedio.
Esta técnica, que se utiliza habitualmente en la piel de la
cara, resulta más complicada de realizar en zonas pilosas pero
con pequeñas modificaciones en la medida de la réplica, y el
uso de la misma en zonas limı́trofes del cuero cabelludo puede
ser también utilizada.
Las recientes mejoras tecnológicas han sustituido el esca-
neado mecánico de los instrumentos originales por el esca-
neado óptico mediante el uso de rayos láser (profilometrı́a
láser). No obstante, se trata de una técnica extremadamente
sofisticada y solo disponible en pocos centros. Otro innovador
enfoque se basa en la digitalización de una imagen de la réplica,
lo cual pone fin a la necesidad de utilizar aparatos engorrosos y
caros. Resulta curioso, y desde nuestro punto de vista triste, ver
cómo la industria cosmética capilar posee aparatos y labora-
torios mucho más modernos y sofisticados que los que la mayor
parte de los dermatólogos pueden llegar a soñar poder utilizar
en nuestras desabastecidas universidades.
Los estudios del relieve de la superficie de la piel pueden
demostrar cambios en el estado de hidratación de la capa
córnea. Un incremento en el porcentaje de hidratación viene a
ser lo mismo que una hinchazón de las células, y se percibe por
un alisamiento del relieve, si bien ello no es el uso de un
champú, en el caso de los champús muy suaves, o para el
cuero cabelludo delicado puede resultar útil poder hacer este
tipo de determinaciones.
El equivalente a este tipo de mesuras en las células más
superficiales del estrato córneo se encuentra con el estudio de
superficie de las células cuticulares del tallo piloso. Tal estudio
se puede utilizar de forma directa el microscopio electrónico
de barrido. Si para estudiar la superficie de la piel y no practicar
una biopsia realizamos réplicas, para estudiar la superficie del
pelo este puede ser fácilmente cortado o arrancado de los
sujetos voluntarios sin queja por su parte.
Biopsias superficiales de la piel
En algunos laboratorios de cosmética capilar utilizan también
la técnica de biopsia modificada, llamada biopsia superficial de
la piel. Tal técnica consiste en tomar una pequeña muestra de
la capa córnea de la piel del cuero cabelludo. Es una técnica
simple que no invade y no es dolorosa, y que se puede llevar a
cabo de 2 modos distintos.
En el primero se usa pegamento de cianoacrilato esparcido
sobre un portaobjetos de plástico flexible, que se aplica de
modo firme sobre la piel durante unos 30 seg. Transcurrido
este tiempo, al retirar el portaobjetos, se separan entre 3 y 5
capas de corneocitos. En el segundo método se utilizan
pequeños discos transparentes y adhesivos para obtener los
corneocitos.
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Sea cual sea la técnica utilizada se pueden teñir las
muestras de las células (para hacer claramente visibles sus
caracterı́sticas) y luego examinarlas con microscopio. Las
imágenes obtenidas pueden ilustrar varios estados de la
superficie cutánea.
Mediciones de la hidratación de la piel
Cuando un fabricante está pensando en la formulación de un
producto hidratante para cualquier zona del tegumento, es de
gran utilidad poder medir cualquier cambio en el nivel de
hidratación de la capa córnea provocado por el nuevo
producto.
Una de las técnicas para hacerlo se basa en la medición
indirecta de la capacitancia eléctrica (altamente influenciada
por el contenido en agua); otra mide el ı́ndice de pérdida de
agua transepidérmica (pérdida de agua por evaporación desde
la superficie de la piel) y otra la tensión superficial de la piel. En
el caso de la piel del cuero cabelludo estas técnicas no pueden
ser utilizadas del mismo modo5.
El corneómetro
Las constantes dieléctricas de la queratina y los lı́pidos son
muy pequeñas en comparación con la constante del agua (la
constante dieléctrica de un material es una cifra que refleja sus
propiedades eléctricas). Ası́ pues, la constante dieléctrica de la
capa córnea queda determinada por su nivel de hidratación: a
mayor contenido de agua mayor constante dieléctrica.
El corneómetro es un aparato que utiliza esta relación.
Lleva incorporada una sonda que se pone en contacto con la
piel y actúa como condensador, que es un dispositivo para
almacenar carga eléctrica. Su capacitancia es proporcional a la
constante dieléctrica de la piel y varı́a conforme a su estado de
hidratación. Utilizando dicho método es posible distinguir
entre piel deshidratada, piel con una tendencia a la deshi-
dratación y piel normal6. No obstante, en la práctica, la técnica
se utiliza para medir la diferencia en el nivel de hidratación de
la capa córnea antes y después de la aplicación de un producto
cosmético o de cualquier otro tratamiento para la piel. El
corneómetro es a la vez fiable y fácil de utilizar, pero tiene una
utilidad relativa en la piel del cuero cabelludo y su uso directo
sobre el tallo piloso ofrece unos resultados difı́ciles de
cuantificar.
La medición de la pérdida de agua transepide´rmica
Para medir la pérdida de agua transepidérmica se utiliza el
evaporı́metro, que determina la cantidad de vapor de agua que
se mueve por la capa córnea. Si bien el evaporı́metro no mide
el nivel de hidratación de la piel, sı́ que permite evaluar la
efectividad de productos hidratantes que se basan en la
oclusión (una vez evaporada el agua contenida en el producto).
El ı́ndice de pérdida de agua transepidérmica disminuye con la
oclusión. Ello en realidad tiene escasa utilidad en la mayor
parte de los cosméticos capilares.
Los valores del ı́ndice de pérdida de agua transepidérmica
normal se sitúan entre 2 y 5 g/m2 por hora. No obstante, se
pueden alcanzar valores tan altos como 90-100 g/m2 por hora
después de que se hayan formado estrı́as o en caso de piel
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eccematosa. Aquı́ sı́ que la utilidad de realizar esta medición
nos puede ayudar a predecir el grado de absorción que algún
producto leave on puede llegar a tener, en contra de su voluntad
en sujetos con dermatitis seborreica o por ejemplo en
pediculosis.
Medición del sebo
La producción de sebo se mide utilizando una pelı́cula de
plástico opalescente especial, que se vuelve transparente
cuando se pone en contacto con lı́pidos sebáceos.
El dispositivo se basa en una sonda que presiona un trozo
de la pelı́cula especial —y que tiene que ser nueva para cada
medición— de la piel por una cantidad de tiempo controlada.
Esta pelı́cula, que actúa como el papel secante con la tinta,
absorbe los lı́pidos sebáceos y se vuelve más o menos
transparente. Entonces, la sonda se sitúa en el interior de
un artefacto que alumbra un rayo de luz sobre la pelı́cula. Un
espejo metálico desde detrás de la pelı́cula refleja el rayo otra
vez; primero lo hace a través de la pelı́cula, y luego hasta
dentro de un instrumento denominado fotomultiplicador, que
mide la cantidad de luz del rayo. Cuanto más sebo haya en la
piel más transparente será la pelı́cula y, por consiguiente,
mayor la cantidad de luz reflejada7.
Este tipo de test resulta de especial utilidad en el estudio de
los champús antiseborreicos y de los clásicos «antigrasa».
Existen muchas otra técnicas especı́ficas aplicables al
estudio de la eficacia de los cosméticos capilares como son
los tests de elasticidad y de alargamiento y los tests de
permeabilidad pero que no caben en esta sección de la revista.
Regulaciones para los cosméticos
Con el objetivo de proteger a sus ciudadanos todos los
gobiernos del mundo desarrollado establecen controles sobre
los aspectos de la seguridad, tanto de los productos cosméticos
como de los fármacos.
La distinción entre unos y otros es cada vez más
importante. Los gobiernos deciden por su cuenta lo que es
un producto cosmético y lo que es un producto farmacéutico,
con lo cual dichas decisiones pueden variar de un paı́s a otro. El
mismo producto —por ejemplo un antitranspirante— puede
estar clasificado como cosmético en la Comunidad Europea
(CE), como fármaco en los Estados Unidos y como «casi
fármaco» en Japón.
En la CE la definición de «producto cosmético» es mucho
más amplia que la de fármaco. En los Estados Unidos, por el
contrario, el término «producto cosmético» abarca un campo
mucho más restringido, con lo cual se produce una cierta
coincidencia con el de «fármaco». Incluso con los colorantes
alimentarios existe una gran divergencia en lo que se refiere a
legislación8.
La seguridad y los beneficios de los cosméticos capilares
son principalmente responsabilidad del fabricante. Sin
embargo, dentro de la Unión Europea muchos paı́ses han
acordado ciertas regulaciones respecto a los cosméticos que
en otros paı́ses pueden ser distintas.
Las normas recientemente introducidas —denominadas
colectivamente la sexta enmienda a la directriz cosmética de
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la Unión Europea, y en el momento de escribir este capı́tulo
está a punto de volver a ser enmendada— exigen que las
compañı́as de los estados miembro proporcionen etiquetado
para todos los productos. También se les exige un dosier
informativo del producto para cada uno de los productos
fabricados, que incluya toda la información disponible del
mismo.
Los ingredientes de los productos tienen que figurar en la
etiqueta de un modo estándar definido por la Nomenclatura
Internacional de Ingredientes Cosméticos (conocida como la
«lista INCI»), que también detalla la concentración relativa.
Tanto esta lista como la concentración de ingredientes son el
resultado de una enorme labor de investigación, llevada a cabo
por cientı́ficos industriales y académicos, para evaluar el
riesgo potencial y tiene por objetivo definir lo que son «niveles
seguros» de ingredientes cosméticos2.
El etiquetado de ingredientes sigue la nomenclatura INCI
arriba mencionada y permite que los consumidores o
dermatólogos que estén interesados identifiquen los ingre-
dientes. Sin embargo, los perfumes, algunos de los cuales son
mezclas que contienen centenares de ingredientes, están
exentos del requisito legal de enumerar cada uno de sus
componentes. De hay viene que los compañeros dermatólogos
que se dedican a las dermatitis de contacto puedan llegar a
desesperar cuando se trata de identificar un alérgeno incluido
bajo el nombre de fragances en la lista de principios quı́micos
de un cosmético capilar9.
Además, se exige a las empresas el registro de cualquier
«efecto no deseable para la salud» de los productos que
comercializan, y la conservación de estos documentos por si
fuera necesaria una inspección. La definición exacta de dichos
efectos no deseables no está clara, y no ha sido fijada por
ningún tribunal. En cualquier caso, las empresas acreditadas
registran todos los informes de los consumidores y de los
médicos y tratan de investigar gran parte de dicha informa-
ción.
La seguridad de los cosméticos capilares
Cada año los fabricantes se gastan millones de euros
examinando los ingredientes que están pensando utilizar en
productos cosméticos. Muchos de estos ingredientes se han
utilizado durante décadas y se sabe que son muy seguros. Por
ejemplo, el glicerol utilizado en los productos hidratantes
reporta un beneficio considerable, no provoca alergias y es en
general agradable al tacto de las manos y de la piel del cuero
cabelludo.
Existen unos 9.000 ingredientes disponibles para el uso en
cosméticos3. Se han estudiado a fondo sus propiedades para
garantizar que sean seguros, tanto en las condiciones de uso
adecuadas como en la medida que se pueda prever, claro está,
en el caso de una eventual mala utilización. Por ejemplo la
seguridad de una concentración concreta de piritiona de cinc o
de coaltar de un champú supuestamente rinse off no será la
misma si la persona utiliza el mismo como acondicionador y lo
convierte en un leave on, por no comentar lo que puede ocurrir
en el caso de la aplicación del producto en una piel no intacta
dañada por una psoriasis del cuero cabelludo o una neuro-
dermitis occipital10–14.
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Es raro que un ingrediente completamente nuevo se
incorpore en productos cosméticos capilares. Cuando se
propone su uso el ingrediente debe ser sometido a un examen
exhaustivo. En muchos paı́ses los procedimientos que hay que
utilizar vienen minuciosamente determinados por el gobierno
y los paı́ses miembros de la Unión Europea debemos cumplir
las normas dictadas por la misma y someter a los nuevos
productos a aprobación UE por parte del Scientific Commitee for
Consumer Products, que se reúne una vez al mes en Bruselas y
del que formé parte durante los años 2004-20081.
La mayorı́a de productos cosméticos se fabrican con
ingredientes que están incluidos en una lista estándar
publicada (por ejemplo: el Inventario Europeo de Sustancias
Quı́micas Existentes). Las sustancias de esta lista y de otras
similares han sido aprobadas por los gobiernos mundiales3.
No obstante, todos los cosméticos son combinaciones de
ingredientes. De manera muy ocasional ingredientes que son
totalmente seguros por ellos mismos pueden interaccionar y
producir efectos que pueden ser perjudiciales para algunos
usuarios. Por este motivo las nuevas combinaciones de
ingredientes —incluso cuando todos sus componentes son
bien conocidos— se ponen a prueba de manera rutinaria
exactamente del mismo modo en que se analiza un ingre-
diente nuevo. Asimismo, mucho antes de su lanzamiento en el
mercado todos los productos terminados están sujetos a
rigurosos programas de seguridad y de fabricación de calidad
garantizada por parte de las empresas más importantes.
Mientras que los cosméticos capilares contribuyen a la
belleza, también desempeñan un papel primordial en la salud,
tomando este término en su sentido más amplio, incluida la
sensación psicológica de bienestar que resulta de verse un
pelo bonito y agradable al tacto.
Curiosamente no existen requerimientos legislativos para
poder afirmar que un champú tiene un efecto anticaı́da o que
previene la calvicie, hecho más que dudoso en la mayor parte
de los casos.
Muchos anuncios publicitarios enfatizan la «cuestión del
tratamiento» de los productos, ası́ que la gente que quiere
comprar productos de cuidado de su cabello espera que sus
adquisiciones no solo beneficien su pelo, sino que sean
completamente seguras de utilizar o, por decirlo de otro modo,
que no conlleven riesgo alguno.
Evidentemente, esta certidumbre de la seguridad está
estrechamente relacionada con el uso del producto bajo las
condiciones recomendadas y esperadas. De todos modos,
también se deben prever razonables condiciones de uso
equivocado: el producto se puede aplicar de modo demasiado
frecuente o en una zona de la piel demasiado extensa, o
incluso podrı́a ingerirlo un niño o un animal doméstico.
Por motivos similares es importante que las instrucciones
del paquete sean adecuadas, claras y fáciles de leer.
Evaluación de la seguridad de los productos
cosméticos
Antes de poder ser vendido cada producto cosmético ha
sido evaluado cuidadosamente para confirmar que cumple lo
que promete y también que es seguro. Ninguna empresa
responsable comercializará el cosmético hasta que haya
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superado un proceso conocido como evaluación de riesgo (risk
assesmment), y en la mayor parte de los casos el trabajo de los
miembros del Scientific Commitee for Consumer Products consiste
en estudiar y evaluar cómo se han realizado estos estudios o si
existı́an estudios previos de risk assesmment para aquella
sustancia concreta en la concentración que quiere ser
aprobada en aquel nuevo cosmético capilar.
Este proceso incluye ciertos test que se llevan a cabo casi
siempre en los sofisticados y costosos laboratorios que la
industria cosmética posee, y por desgracia alejados de los
departamentos universitarios.
Veamos algunos de estos tests.
Test pre-lanzamiento
Los preparados de los ingredientes a prueba se disponen en el
cuero cabelludo de voluntarios y se mantienen bajo oclusión
(por ejemplo, tapados y sin aire) durante un perı́odo de hasta
48 h seguidas. Posteriormente, se vuelven a aplicar entre 6 y 9
veces para ver si pueden inducir a una reacción alérgica o
provocar alguna irritación. El test se repite con varias personas
distintas, con todos los tipos de piel posibles. Por supuesto que
se pueden también realizar en otras zonas del cuerpo, como
ocurre en el caso de estudiar una crema hidratante. Si el
ingrediente pasa las pruebas ya se puede incorporar a un
cosmético, aunque habitualmente sea en una concentración
más baja que la utilizada en el test.
A veces un producto que provoque una discreta reacción
alérgica en estos test se etiqueta como «hipoalérgenico». Como
no hay acuerdo sobre el significado de esta palabra, en algunos
paı́ses se ha prohibido su uso porque la mayorı́a creemos que
puede ser malinterpretada.
Absorción percutánea
Con el objetivo de pronosticar la actividad de la seguridad de
los ingredientes cosméticos es importante medir tanto su
ı́ndice de penetración en la piel del cuero cabelludo como el de
absorción. La absorción percutánea se puede medir directa-
mente averiguando si, en un tiempo determinado, la cantidad
de una sustancia a prueba alcanza los niveles más profundos
de la piel, o la sangre en los vasos sanguı́neos subyacentes.
Test de seguridad de uso
Este tipo de test sigue la cuidadosa evaluación de un producto
a partir de los ingredientes de su formulación. En general un
dermatólogo, contratado por la industria, se encarga de
supervisar el uso de un producto en muchos voluntarios para
asegurarse de que, incluso si se utiliza durante semanas
enteras, no causará problema alguno acumulativo, o por
irritación o por interacción con otros productos.
Vigilancia posmarketing
La mayor parte de fabricantes importantes garantiza que
pueden dar seguimiento a cualquier problema de piel que
presenten sus consumidores, u otras partes interesadas, que
pueda estar relacionado con el uso de un producto cosmético
determinado.
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Todas las etiquetas de los productos deben llevar el nombre
y dirección de la empresa de fabricación y muchas incluyen un
número de teléfono de llamada gratuita al que se puede llamar
en caso de que surja algún problema.
El seguimiento puede incluir el envı́o a un dermatólogo
especialista contratado a tal fin por la industria, y pruebas
locales del producto y/o de sus ingredientes para ver si
realmente fueron los causantes del problema.
Problemas cutáneos asociados con los cosméticos capilares
Teniendo en cuenta los millones de productos que se venden
cada año, los problemas derivados de los cosméticos capilares
son muy poco comunes15–17. La molestia que se da de manera
más generalizada es la irritación de piel y algunas personas
atribuyen a su champú o acondicionar un telógeno efluvio
agudo o una alopecia areata incógnita, que por supuesto nada
tiene que ver con el uso del producto.
Consecuentemente, los estudios revelan que hasta el 70%
de la población femenina considera que tiene una piel sensible
y ello podrı́a ser extrapolado a la piel del cuero cabelludo. Es
presumible que estas mujeres lo crean porque en algún
momento deben haber experimentado alguna irritación, por
ejemplo debido a un champú de baja calidad o a un tinte que
resultó ser irritante.
Los champús modernos están especialmente formulados
para minimizar el riesgo de irritación, y muchos incluyen
ingredientes hidratantes intrı́nsecos.
Por supuesto que los pacientes con psoriasis o dermatitis
seborreica o atopia tienen un cuero cabelludo especialmente
propenso a ser irritado por un cosmético capilar. Este tipo de
piel tiene un ı́ndice de pérdida de agua transepidérmica
superior a la media y es inusitadamente susceptible a los
surfactantes duros.
Dermatitis de contacto a los cosméticos capilares
Las sensaciones de cosquilleo agradable, o incluso suave picor,
que se notan inminentemente después del uso de un
producto, como una loción para después del afeitado o un
astringente, son casi normales. Se deben al contenido en
alcohol del producto y no son reacciones alérgicas. Las alergias
genuinas a cosméticos bien fabricados son raras, a excepción
de la parafenilenediamina (PPD) de los tintes. Otras sustancias
bien conocidas por el dermatólogo por su capacidad de inducir
sensibilizaciones son: parabenos, quaternium-15, kathon,
clorometil isotiazolinona, tetrasodio, EDTA, etc.16.
La mayorı́a de las alergias que se manifiestan son el
resultado de previos encuentros repetidos con un ingrediente
en un producto con una formulación insatisfactoria, o en el
caso de la PPD como reacción cruzada. La persona se
sensibiliza al ingrediente, y un encuentro posterior con una
concentración muy baja y perfectamente legal de dicha
sustancia puede estimular una reacción alérgica.
Las alergias las comprobamos nosotros, los dermatólogos,
con las pruebas epicutáneas. La mayorı́a de supuestas
reacciones alérgicas (exceptuando la PPD) son en general
reacciones irritativas en pieles predispuestas, como de hecho
ocurren en la mayor parte de los pacientes que acuden para ser
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diagnosticados de una dermatitis de contacto: acabamos
diagnosticando al paciente de atópico o psoriásico.
Conclusión
Por desgracia muchas enfermedades que nuestros pacientes
nos consultan en el área tricológica no poseen un tratamiento
espectacular, y por otro lado la mayor parte de nuestros
pacientes no buscan una mejorı́a en la «salud del pelo» que
nosotros, aplicados dermatólogos, nos esforzamos en dife-
renciar y señalar la raı́z como parte clave de este juego. La
mayorı́a de ellos lo que pretende es que su pelo se vea mejor,
quieren mejorar su aspecto, poco les importa si esta mejorı́a es
debida a un cambio fundamental molecular en la raı́z o
simplemente en el tacto de las células cuticulares; solo
quieren verse el pelo mejor.
Es obligación del dermatólogo ayudar a estos pacientes a
decidir qué tipo de producto les puede ayudar a encontrarse
mejor con su problema. Si nuestro leitmotiv es mejorar la
calidad de vida de nuestros pacientes con un poco de
información sobre marcas, modas y tendencias en el ámbito
de los cosméticos capilares sin duda podremos ayudarles
mejor. Y es imprescindible que el dermatólogo conozca que
detrás de cada bote de champú existe una extensı́sima labor
por parte de la industria que convierte a estos botes que se
apilan alienados en las repisas de los supermercados en
auténticas obras de arte.
Conflicto de intereses
El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
b i b l i o g r a f í a
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http://ec.europa.eu/health/index_en.htm
2. Comisión Europea. Joint Research Center. Dic 2013.
http://ec.europa.eu/dgs/jrc/index.cfm
3. Ministerio de sanidad lista de sustancias quı́micas
existentes. Dic 2013. http://www.msssi.gob.es/va/
ciudadanos/saludAmbLaboral/prodQuimicos/
sustPreparatorias/existentes.htm
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