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El carro la mejor maravilla

El carro llegó a Europa y Asia occidental en el cuarto milenio antes de Cristo, y al Valle del
Indo hacia el tercer milenio antes de Cristo.4 A América, llegó en el siglo XV, directamente
de la mano de los conquistadores españoles, así como los caballos y las mulas, ya que al
carecer de animales de carga los nativos americanos cargaban las cosas a la espalda.5

uas de aquellos cuya apoteosis se hacía, e iban en ellos las familias ilustres que asistían a
la fiesta. Los cónsules, al encargarse del mando, eran asimismo conducidos en ellos. Sin
embargo, la historia refiere que Camilo entró triunfante en Roma de este modo, pompa
que se hizo después ordinaria, pero que esta vez no cayó bien a los republicanos. Durante
el gobierno consular, los carros fueron dorados; bajo los emperadores fueron de marfil y
hasta de oro. Se les rociaba con sangre para darles un aire más marcial. Los carros
cubiertos se distinguían de los otros por una cúpula cimbrada. Servían para uso de los
pontífices romanos y verosímilmente para las mujeres.6 En Inglaterra, hasta su sustitución
por los azotes, en virtud del mandato de la Reina Isabel I, se utilizaban las carretas para
transportar al condenado a la picota.

Morfología

La parte fundamental del carro es la caja, receptáculo donde se lleva la carga, sea de
mercancías o personas. La caja se apoya sobre unas ruedas (dos o cuatro), directamente o
mediante un sistema de suspensión más o menos complicado. En países muy fríos, en vez
de ruedas la caja se apoya sobre unos patines para la nieve.

La caja debe tener un sistema para enganchar los animales o personas que forman el tiro.
El sistema más sencillo son dos varas entre las que se sitúa el animal de tiro que, mediante
unos arneses, queda enganchado y, además, sujeta la caja en posición horizontal cuando
está parado. Cuando para el tiro se requiere más de un animal, generalmente suelen ser
por pares. Las varas se sustituyen por una sola central, con un animal a cada lado. Para los
carros ligeros, a menudo para pasajeros, el enganche a la vara o lanza suele hacerse
mediante arneses, el principal de los cuales es un collarín, generalmente de madera
forrada de cuero con almohadillado, que es la pieza principal de apoyo en el animal para
soportar el tiro. Cuando son carros de carga, tirados por animales pesados, como bueyes,
al final de la lanza se dispone un yugo, que apoya en el cuello de los dos animales, con los
correspondientes arneses también.

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