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Campamento juvenil 2017 crónica

Siguiendo los pasos del maestro - jóvenes apasionados por Jesús

Todo inicio en el 2016 cuando Dios me dio la oportunidad de asistir a un campamento


juvenil organizado por la iglesia cristiana triunfante camino al cielo, pues en dicha
oportunidad fuimos con mi esposa y nuestro pequeño hijo, desde el momento mismo de
la llegada al lugar de la integración pudimos percibir una energía positiva, que se
desprendía de cada uno de los líderes de dicho campamento y que nos contagió
maravillosamente logrando sentir en nuestros corazones, la presencia del espíritu santo
y la gloria de Dios en cada uno de nosotros.

Teniendo presente esta benéfica experiencia este año duplicamos esfuerzos para poder
asistir de nuevo, pues aunque tenemos dificultades económicas, aun recurriendo a
préstamos y sacrificios valía la pena estar ahí.

Se dio inicio el domingo 26 de febrero a mediados de las once y treinta de la mañana


cuando después de poder confirmar nuestra asistencia al campamento, nos dimos prisa a
empacar la maleta de Jessica y Jerónimo, mi esposa y mi hijo, esta vez con otro
integrante más, otra bendición que Dios nos envió para agrandar y afianzar nuestra
familia ella es Jesslee Victoria mi pequeña de escasos 9 meses de nacida, al terminar de
alistar lo necesario el reloj ya marcaba casi la una de la tarde, nos dirigimos al lugar
donde ya un bus nos esperaba.

Cabe recordar que por estos días se celebra en barranquilla su tradicional carnaval,
situación que muchos aprovechan para utilizar disfraces y colocar lazos en las vías y
pedir dinero a los transeúntes, mientras comenzaban abordar, yo me adelante para llegar
a una tienda comprar leche y agua para los niños y hay esperaría al bus, yo compre y
esperaba en la vía pero pasaban los minutos y el bus no pasaba y comencé a
preocuparme entonces decidí llamar por celular con el fin de preguntar qué pasaba,
mientras el teléfono timbraba sentí cerca el fuerte sonido de una bocina indicándome
que el bus ya estaba ahí, al subirme noto un ambiente de preocupación y susto entre los
ocupantes del mismo, entre ellos mi esposa, de inmediato me refieren que al salir del
barrio en uno de estos retenes improvisados por los habitantes les estaban pidiendo
dinero, pero al no conformarse con lo poco que les dio el conductor, estos jóvenes los
cuales al parecer estaban bajo los efectos del alcohol o sustancias alucinógenas,
intentaban subirse y procedieron amenazando con atracar a todos los ocupantes,
mientras ellos indefensos miraban aterrorizados, y les manifestaban que por favor no les
hicieran daño que tuvieran compasión por los niños pequeños que ahí viajaban, pero en
ese momento la gracia de Dios se hizo presente y Bryan un joven que hacia parte de los
organizadores del viaje se ubicó en la puerta y trato de contenerlos mientras el
conductor arrancaba para alejarse del lugar y así se pudo continuar.
De esta manera mientras nos dirigíamos a puerto velero, nosotros íbamos disfrutando de
un delicioso arroz con huevo para mitigar el hambre, pasados aproximadamente
cincuenta minutos llegamos al lugar donde pasaríamos tres días, estando en portería nos
informan que el vehículo es muy grande y que no tiene permitido el ingreso, que era
necesario ingresar a pie y buscar un carro pequeño para trasportar las maletas y los
alimentos, y así lo hicimos mientras unos hacían la caminata de aproximadamente
quince minutos, los otros cargábamos los víveres y los maletas en carro para ingresar,
después de superados estos pequeños impases por fin pudimos presenciar el hermoso
lugar donde acamparíamos, es una cabaña dotada de barias habitaciones algunas con
aire acondicionado, además de hermosos pasillos listos para colocar las hamacas, a la
derecha un espacio con un bonito prado y a la izquierda un sector con abundante
naturaleza por donde se llega a una piscina que está dividida en varios sectores para que
puedan disfrutarla niños y adultos.

En frente de esta encontramos un agradable kiosco de palma donde sería nuestro punto
de encuentro, luego se nos informó que los hombres dormiríamos en hamacas en el
pasillo y el kiosco, mientras que las mujeres reposarían en los cuartos, después de
instalarnos pasamos todos a recibir la comida para después reunirnos en el kiosco a las
8:00pm, para dar inicio a la charla y servicio de bienvenida, reunión que fue muy
dinámica y bendecida pues el personal fue dividido en 4 grupos donde cada uno
representaría por medio de una obra de teatro de los siguientes temas, rechazos, abusos,
maltrato físico y maltrato verbal.

Cada grupo dio lo mejor de sí para representar su tema y dejar una enseñanza en cada
participante, al pasar de los minutos la reunión se tornaba más agradable y sensible, a
medida que se abordaban temas de la vida cotidiana y que tal vez muchos hemos tenido
que pasar, seguidamente el pastor Luis comienza a testificar con ejemplos la palabra de
Dios y poco a poco fuimos entrando en esa etapa armoniosa donde pudimos presenciar
y sentir el poder del espíritu santo actuando sobre cada uno de nosotros, logrando aun
con los ojos serrados percibir el quebranto de algunos asistentes, el mismo que más
adelante se convertiría en gozo y deleite sintiéndonos libres y restaurados en Jesús, tanto
jóvenes como adultos sentimos ese momento de intimidad con Dios.

Terminada esa actividad ya pasaban las once de la noche y entonces nos permitieron el
ingreso a la piscina para que nos recreáramos un rato, esto a su vez fue otra agradable
actividad de compartir pues disfrutamos de la oscuridad de la noche, la brisa fresca, el
agua tibia de la piscina y el calor humano de todo el grupo, llegada la una de la mañana
del 27 todos nos disponíamos a descansar para luego levantarnos a las cuatro y treinta
de la madrugada.

Cuando ya se escuchaba el cantar del gallo y el trinar de los pájaros, el reloj nos avisaba
que ya debíamos levantarnos para iniciar una caminata de quince minutos hasta llegar a
la playa, antes que rallara la aurora.
Estando todos a la orilla del mar, nos dispusimos a adorar al creador, interpretando
bellas alabanzas, acompañadas de palmas podíamos ver en el cielo el hermoso colorido
reflejado por el sol, que nos brindaba un nuevo amanecer, mientras las olas del mar
susurraban con el viento, quizás ellas también se deleitaban con nuestra adoración, el
reloj seguía avanzando y a eso de las ocho de la mañana retornamos a la cabaña.

Después de tomar el desayuno y descansar un poco participamos de una actividad que


nos enseñaba muchas cosas relacionadas con el espíritu santo sus dones y la importancia
de sentir amor y gozo en nuestras vidas.

nuevamente nos permitieron ingresar a la piscina hay la mayoría del grupo compartimos
y disfrutamos en armonía de un delicioso baño, pasado el mediodía y llegando la tarde
compartimos el almuerzo, y se iniciaban los preparativos para la vigilia, es de anotar
que todos sabíamos que sería bonita y enriquecedora espiritualmente, pero no
imaginábamos que iba a ser mágica esta noche pues el escenario estaba listo, la piscina
decorada con globos blancos e iluminada con reflectores de varios colores, mientras
todos los asistentes vestíamos de blanco todos preparados para ese encuentro con el
espíritu santo de Dios, se dio inicio a esta gala y cantaba José Mendoza acompañado de
Andrés Ávila el momento era especial, pero de pronto aparece un invitado sorpresa, ella
vestía de negro y traía una chaqueta blanca, en sus manos una guitarra y mientras corría
para entrar en escena su cabello afro se ondeaba dócilmente con la brisa, sin más
preámbulos comenzó a tocar su instrumento y a cantar con una energía arrolladora que
nos contagió a todos, esta joven era Daniela sanjuanéelo quien nos deleitó con muchas
canciones que movían nuestras emociones y nos llamaban al cambio y la restauración
definitivamente Dios estuvo con nosotros por medio del espíritu santo esa maravillosa
noche.

A la mañana del 28 nos dispusimos todos para un bonito devocional donde hubo amplia
participación y regocijo pues el objetivo de este campamento se estaba logrando
satisfactoriamente “siguiendo los pasos del maestro” después de dar gracias a Dios nos
dirigimos a la playa hay también agradecimos a Dios y procedimos a ingresar al mar
donde algunos fuimos bautizados en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo.

Luego mientras unos disfrutaban del mar otros jugábamos futbol en la playa pasado el
mediodía retornamos a la cabaña nos relajamos un poco en la piscina, almorzamos y
realizamos el servicio de despedida en el cual compartimos la palabra y gozamos de un
concurso de alabanzas todos contentos pues este campamento fue realmente espiritual
todos fuimos bendecidos, seguidamente tomamos nuestro equipaje y caminamos ½
kilómetro hasta donde nos esperaban los buses que nos traerían de retorno a casa, donde
se pensara que pasara para el campamento 2018.

Esto es un relato de:

Leonel Minorta Flórez.


@LeoLoDice
Comunicación social

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