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Otaria flavescens

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Para otros usos de este término, véase Lobo (desambiguación).

 
Lobo marino sudamericano

Otaria flavescens

Estado de conservación

Preocupación menor (UICN 3.1)1

Taxonomía

Reino: Animalia

Filo: Chordata

Clase: Mammalia

Orden: Carnivora

Suborden: Caniformia
Superfamilia: Pinnipedia

Familia: Otariidae

Subfamilia: Otariinae

Género: Otaria
PÉRON, 1816

Especie: O. flavescens
SHAW, 1800

Distribución

Sinonimia

 Otaria byronia

[editar datos en Wikidata]


Lobos marinos en la Isla de Lobos (Uruguay).

El lobo marino sudamericano (Otaria flavescens, anteriormente clasificado


como O. byronia), también llamado otario de la Patagonia, lobo marino
chusco, lobo marino de un pelo, león marino del sur, león marino
sudamericano o simplemente lobo marino, es
una especie de mamífero pinnípedo de la familia Otariidae.

Índice

 1Descripción
 2Hábitat
 3Alimentación
 4Peligro de extinción
 5Galería de imágenes
 6Véase también
 7Referencias
 8Enlaces externos

Descripción[editar]
Son de color pardo oscuro cuando son adultos y negro cuando son jóvenes. Los
machos adultos habitualmente pesan unos 300 kg, el doble que las hembras, y
poseen una capa de pelo castaño rojizo sobre el cuello. Esta «melena» es la
causa de que sean llamados «leones marinos».
Viven en colonias de unos 15 individuos, formadas por el macho, su harén, y unos
pocos jóvenes. Durante el verano, en diciembre y enero, se trasladan a parir a
sitios protegidos donde se congregan miles de ejemplares. La gestación dura casi
un año, pariendo una sola cría. Durante la época de reproducción, los machos
entran en combate por el control de su territorio y por las hembras, y es usual que
no se alimenten en ese periodo. Viven entre 25 y 50 años.Los lobos marinos son
muy territoriales.

Hábitat[editar]
Habita las costas australes de Sudamérica . En el Pacífico se halla en las costas
de Perú y Chile; en las islas Galápagos (Ecuador) y en islas
de Malpelo y Gorgona (Colombia). En el Atlántico habita desde el litoral
del Uruguay, y las costas del mar Argentino, tanto en la Patagonia argentina como
en las islas Malvinas e islas Sandwich del Sur.2

Alimentación[editar]
Su comida son peces, pulpos, calamares, pingüinos y otras aves marinas. Comen
entre 15 y 25 kg de alimento por día y, a su vez, son presas de las orcas y de los
tiburones.
El lobo marino común es una especie clave del ecosistema costero desplazándose
ampliamente en la plataforma continental. Sin embargo las hembras suelen ser
más costeras que los machos en sus desplazamientos. La dieta se estudió en el
norte y centro de Patagonia sobre la base del reconocimientos de otolitos de
peces y picos de cefalópodos en contenidos estomacales. Las presas más
importantes fueron la merluza (Merluccius hubbsi), la raneya (Raneya fluminensis),
los calamares (Illex argentinus y Doryteuthis gahi) y los pulpos (Octopus
tehuelchus y Enteroctopus megalocyathus). También se incluye a la anchoíta
(Engraulis anchoita), las nototenias (Patagonotothen cornucola y P. ramsayi), el
salmón de mar (Pseudopercis semifasciata), el abadejo (Genypterus blacodes), y
varios elasmobranquios. De los crustáceos incluye varias especies, pero no son
de importancia, salvo en años de abundancia del langostino (Pleoticus muelleri).
Estos resultados indican que el lobo común es una especie oportunista que preda
sobre una amplia gama de recursos con una tendencia a predar sobre especies
demersales y bentónicas, algunas de ellas de importancia comercial. Entre los
parásitos del lobo común se han encontrado nematodes (Anisakis
simplex, Contracaecum ogmorhini, Pseudoterranova decipiens, y Uncinaria sp.);
también se hallaron el acantocéfalo (Corynosoma australe), y el cestode
(Diphyllobothrium pacificum).34

Peligro de extinción[editar]
El ser humano los cazaba para obtener carne y aceite; pero la principal razón para
perseguirlos era que la piel de las crías recién nacidas, llamadas "popos"
(del inglés puppy), tiene uso en peletería.
Aunque la explotación directa en la Patagonia haya cesado, los lobos marinos de
un pelo interaccionan con todo tipo de pesquerías y de muy diversa forma.
Durante la década de 1990 se estimaron tasas de mortalidad en diversos artes de
arrastre de fondo y pelágicos. La mortalidad total anual varió entre 150 y
600 individuos.56 También interactúa con pesquerías de redes de agalla en
la Provincia de Buenos Aires dirigidas a tiburón y corvina, donde consume parte
de la captura disminuyendo su valor económico pero no resulta enmallado. 7
También interacciona con la pesca de palangre en el golfo San Matías donde daña
la captura y es objeto de persecución por parte de los pescadores. Otro tipo de
interacciones con pesquerías es el que se refiere a las específicas o ecológicas y
que dan cuenta de los efectos indirectos de la explotación pesquera sobre las
presas que son comunes a otros predadores del ecosistema marino. Siendo el
lobo una especie conspicua y abundante en el sistema marino, es susceptible de
interaccionar con las pesquerías a través del consumo de presas comunes con la
pesquería. Es de esperar que la composición de la dieta de un predador como el
lobo, cambie si se modifican las abundancias relativas de sus presas; sobre todo
considerando que la merluza y el calamar común son las presas más importantes
y también constituyen las principales especies blanco de las pesquerías en la
región. Por lo tanto, los efectos que las pesquerías produzcan en las abundancias
de estas especies, terminarán modificando la dieta de los predadores tope. Se
desarrolló un modelo multiespecífico que incluyó el calamar común, la anchoíta,
la merluza y el lobo marino de un pelo en el norte y centro de Patagonia. 8 Los
resultados obtenidos indican que existen efectos recíprocos entre las especies
incluidas, siendo los más significativos la cosecha de calamar y de merluza, que
pueden repercutir negativamente sobre la población del lobo marino según las
intensidades de la cosecha. La población del litoral patagónico se encuentra en
expansión aunque no ha recuperado aún su tamaño poblacional original. Los
problemas de mortalidad incidental en artes de pesca, si bien han sido evaluados
preliminarmente, aún no han sido considerados por el sistema de gestión
pesquera. El problema de la fauna acompañante no forma parte del sistema de
evaluación de los recursos pesqueros y en los programas de observadores a
bordo apenas se evalúan cuestiones relativas a la especie blanco. En cuanto al
turismo si bien no puede ser considerado una amenaza o un problema de
conservación, como se mencionó más arriba los nuevos asentamientos de lobos
marinos se encuentran en zonas de explotación privada, con escasa protección o
control por parte de guardafaunas o del sistema de manejo de áreas protegidas. 910

Galería de imágenes

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