La psicología del arte es una realidad

La psicología del arte es un área por la que muchas personas actualmente sienten
interés y pasión, sin embargo, es criticada aun por muchas razones, iniciando
principalmente porque el arte no es considerada una ciencia y no es concebida
para empatar con la psicología, y también, porque es algo meramente subjetivo y
no objetivo, lo cual genera mucho conflicto en relación de su precisión y
relatividad. El principal problema al hablar sobre una psicología del arte es el
énfasis que se hace a los factores cognitivos, y como estos son los únicos
factibles en su mayoría para regir el pensamiento, expresión y actuar del ser
humano, dándole poca importancia a la creatividad y limitando la imaginación,
llegando a la idea de que el hombre pensante no puede aprender, ni desarrollarse
en esos ámbitos, y pensar también, que no tiene o más bien que no son
necesarias las emociones ni particularidades culturales para vivir y mantener una
mente muy cerrada a lo que se refiere al conocimiento artístico, ya que las
inspiraciones de un artista se alimentan a través de sus experiencias,
percepciones y perspectivas del mundo exterior e interno, ya que conlleva muchos
recuerdos, ideas, reflexiones, estados de conciencia e identidades, y al no permitir
una génesis como tal de la psicología del arte basándose en estos componentes,
se llega a una idea muy mecánica del arte.
Vigotsky fue de los primeros en revolucionar y abrir la brecha de la psicología del
arte, y utilizó el termino inconsciente para definir el aspecto esencial del arte,
considerando que el arte es una técnica social del sentimiento, ya que a pesar de
ser un individuo el responsable de plasmar las representaciones de su mundo, son
las demás personas las que realizan una interpretación propia de cada una de
ellas, creando un impacto social positivo o negativo, por eso el arte es uno de los
sistemas de símbolos mas complejos que ayudan a transformar los sentimientos
de cada autor por medio de una reacción estética de su público generalmente.
Asimismo, al considerar que el inconsciente juega un gran papel dentro de la
psicología del arte, ya que se considera como la fuente de la creatividad artística y
de los sentimientos estéticos, sin embargo no significa que acepta en su totalidad
lo que expone Freud acerca del mismo, lo cual considero aceptable, ya que este
era muy estricto en sus interpretaciones y adjudicaba un papel esencialmente
terapéutico a la obra de arte, convirtiendo el sentimiento estético en un simple
mecanismo diagnóstico, cuando tal vez simplemente era un sentimiento del
momento consecuente a algún acontecimiento vivido, el cual inspiró de alguna
manera la obra correspondiente, y no atribuir siempre a algún sentimiento o
pensamiento reprimido o alguna regresión del individuo, sino más bien, algunas
características solo deben ser factores a considerar para interpretar el significado
de la descarga afectiva al momento de realiza cada obra de arte.
Pero como todo en la vida, debe existir un equilibrio y no ver al cuerpo y a la
mente como elementos aislados que solo se integran entre si en determinadas
ocasiones, sino que uno influye al otro constantemente, ya que tanto el
sentimiento estético como otros aspectos más racionales dependen de una forma
de organización cognitiva general para desarrollarse adecuadamente como
proceso complejo, ya que cada estimulo sensorial llega al cerebro gracias a la
intervención de las distintas vías aferentes y logran ser interpretadas
posteriormente, concluyendo de esta manera que tanto en la comprensión como
en la creación del arte interviene todo un conjunto de las capacidades cognitivas
como la concentración, la atención, y la memoria para conseguirlo.
De igual forma, es necesario que las aptitudes que caracterizan la personalidad
haya maduración adecuadamente para que se pueda expresar mejor y más
significativamente lo que se quiere transmitir a través de alguna obra de arte,
música o fotografía, ya que se debe tener mucho cuidado con cómo, para que, y a
quien se dirigirá el mensaje deseado, de esta manera el artista podrá manejar su
talento de una forma más adecuada y consciente. Sin embargo, es importante que
el artista conserve y agregue esa visión del mundo a sus representaciones desde
la mirada de un niño, para que no pierda la frescura y espontaneidad que solo esta
etapa infantil brinda a cada individuo, ya que de esta manera sus pensamientos y
sus medios de expresión serán enriquecidos considerablemente. El sistema
educativo muchas veces da prioridad exclusivamente al desarrollo de una mente
lógica, ordenada y objetiva, y dejan de lado la creatividad, imaginación y fantasía
de un niño, la cual poseen de manera innata y activa; no se preocupan por
preservar la libre expresión del niño, en respetar su propia personalidad y en
facilitar el desarrollo de sus facultades de intuición y de imaginación,
encasillándolos en un modelo meramente racional, como su el arte fuera algo inútil
o innecesario, cuando realmente se debería de enfatizar mucho en estos aspectos
para que se pueda lograr una mayor apreciación del arte, especialmente para los
que quisieran dedicar su vida profesional a este maravilloso ámbito, para esas
personas que tienen ese algo más, ese talento o ese genio para desarrollar sus
habilidades y aceptar la responsabilidad que conlleva ser un artista del medio.