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Clasificación de los fonemas: punto, modo y sonoridad

La mayoría de las veces los problemas de lenguaje en los niños no son atendidos
oportunamente porque se atribuyen a causar ambientales, especialmente a la
protección de la familia, sin embargo, podemos diferenciar, según la edad en que
estas alteraciones se presentan, si se trata o no de una dificultad lingüística
propiamente dicha. La aparición de los fonemas en los niños tiene una edad
promedio y mientras no exista alteraciones en los órganos fonoarticuladores cada
fonema se produce de acuerdo con las experiencias que el medio provee, un niño
que el lenguaje es estimulado por la familia o centro educativo expresará con mayor
claridad los fonemas y desarrollara mejores habilidades comunicativas.
Para que el niño pueda articular los fonemas es indispensable que funcione varios
sistemas con sus órganos respectivos, los cuales se dividen en tres grupos: los
órganos de la respiración, los cuales corresponden a los pulmones, los bronquios y
la tráquea; los órganos de la fonación se encuentran la laringe y los órganos de la
articulación se dividen en dos grandes grupos: los activos en los cuales
encontramos los labios, la lengua y los pasivos que corresponden a el paladar,
alveolos, dientes y fosas nasales.
Se llama fonema a lo que comúnmente se conoce como sonido y a la posición que
adoptan los órganos en conjunto se le llama articulación, lo cual corresponde
también al sonido que resulta de la unión de una o más consonantes con una o más
vocales. Los fonemas experimentan variaciones en su pronunciación por la
influencia del fonema anterior y del posterior. Para la articulación de los fonemas
vocálicos se utiliza el triangulo vocálico el cual considera la movilidad de la legua
dentro de la cavidad bucal y asimismo otras características como la forma que
adoptan los labios cuando se pronuncian, siendo alargados hacia las comisuras o
redondeados.
Los fonemas consonánticos están clasificados en tres dimensiones por el punto de
articulación, el modo y la sonoridad con que se pronuncian. El punto de articulación
se consideran los órganos activos y pasivos que intervienen para la producción de
los fonemas. Según esta clasificación, se encuentran los fonemas bilabiales, los
cuales son articulados con los labios, el superior como órgano activo y el inferior
como órgano pasivo, encontrando los fonemas m, b y p. Los fonemas labiodentales
tienen como órgano activo el labio inferior y como órgano pasivo el borde de los
incisivos superiores, como por ejemplo f y v. Los fonemas dentales en donde el
órgano activo es la punta de la lengua, apoyada en los incisivos y realizando un
desplazamiento y como órgano pasivo están los incisivos inferiores, en donde se
encuentran los fonemas s y t. Los fonemas interdentales consideran como órgano
activo la punta de la lengua y órgano pasivo el borde de los incisivos superiores
como d y z. Los fonemas alveolares tienen como órgano como activo la punta de la
lengua y como órgano pasivo la protuberancia alveolar superior, como por ejemplo
la n, l, r y rr.
Los fonemas palatales consideran como órgano activo la parte anterior y media del
dorso de la lengua u el órgano pasivo es el paladar duro, y se encuentran ente estos
la ñ, ch, y, j, ll, y g. Los fonemas velares poseen como órgano activo es la parte
posterior del dorso de la lengua y el pasivo el velo del paladar, encontrando la k y c.
Al tomar en cuenta el modo de articulación para producir los fonemas, los órganos
articulatorios adoptan diferentes posiciones a fin de permitir la salida del aire y la
clasifican en: oclusivos cuando el aire sale de forma explosiva o instantánea;
fricativos al pronunciar los fonemas el contacto de los órganos es incompleto y se
produce una estrechez por donde se puede escapar el aire, provocando un
razonamiento sin interrumpir la salida del aire, africados cuando existe al principio
contacto entre los órganos, pero después estos dejan una estrechez que permite la
salida del aire suavemente; los laterales cuando el aire se escapa por ambos lados
de la lengua; vibrantes cuando la lengua realiza un movimiento vibratorio rápido,
que puede ser simple o múltiple. La última clasificación se basa en la sonoridad o
sordez que presentan los fonemas al producirlos, entonces se dice que son sonoros
cuando al producirse el fonema existe vibración de las cuerdas vocales, y son
sordos si no hay vibración de las cuerdas vocales.

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