Está en la página 1de 4

Economía en tiempos del covid19: banderas rojas e intervención total del Estado

Por Johnatan Clavijo | Có digo de estudiante: 201924166

La humanidad camina a tientas en la oscuridad. Todos con temor a resbalarnos a cada paso. A
escala de países, algunos transitan guiados por los aprendizajes de quienes má s han sufrido en
esta pandemia hasta ahora, que son aquellos que han tenido que improvisar soluciones por ensayo
y error y cuyas consecuencias a largo plazo aú n no se conocen plenamente. Otros, no han querido
ver las advertencias, han seguido su propio instinto y ahora asumen el costo de sus decisiones,
como es el caso de Estados Unidos, país que desde el 11 de abril de 2020 lidera las cifras de
contagios y las muertes en el mundo, luego de que su Presidente, Donald Trump, fuera reacio a la
idea de cancelar vuelos, evitar concentraciones o aislar a las personas.

Nuestro mundo recorre caminos insospechados, inciertos, intransitados. Las decisiones que se
tomen hoy será n las bases que cimentará n la realidad que viviremos en unos meses y, también,
marcará n el ritmo de la rapidez con la que podamos salir de la crisis provocada por el coronavirus.
Todos perderemos algo, pero a todos nos golpeará de formas distintas.

Hasta el momento, las medidas má s efectivas para hacerle frente al virus han sido el aislamiento
social, el estricto cuidado de la higiene personal y la realizació n de pruebas masivas. El
confinamiento, hasta ahora, ha mostrado buenos resultados en la prevenció n del contagio, aunque
también ha minado duramente a la economía global. Tanto así, que desde el mismo Fondo
Monetario Internacional ya hablan de una recesió n “tan mala o peor que la del 2009” (El País,
2020).

El filá ntropo Bill Gates, anunciaba recientemente en una entrevista para TED, que le preocupaba
especialmente el impacto que esta crisis puede tener en los países en desarrollo (TED, 2020).
Estos países, entre los que se encuentra Colombia, no solo tienen sistemas de salud menos
preparados para hacer frente a la pandemia, sino que también sus sistemas econó micos y sociales
ya afrontan debilidades en materia de desigualdades y dependencia del empleo informal, lo que
incrementa el riesgo del aumento de la pobreza y la pobreza extrema. Esfuerzos de añ os en estos
frentes pueden venirse abajo.

Un reciente informe, publicado por la CEPAL (Comisió n Econó mica para América Latina y el
Caribe), dejaba claro que está bamos ante “una situació n de economía de guerra (donde es)
indispensable el rol del Estado y no del Mercado, por ello, los Estados está n asumiendo un papel
central para suprimir el virus y los riesgos que afectará n a la economía y a la cohesió n social”
(CEPAL, 2020).

La CEPAL también destaca en su informe que aplanar la curva de contagios no debe llevar a
aplanar la economía. De acuerdo con esta comisió n, esto implica que haya “un cumplimiento
estricto y efectivo de las cuarentenas y las medidas de salud pú blica”, pues estas será n el mejor
mecanismo para reducir los costos econó micos asociados a la pandemia. Pero, ¿có mo mantener
una economía a flote en un estado de confinamiento? ¿No es un aislamiento obligatorio,
prolongado en el tiempo, algo insostenible?

Algunos países como Holanda, han intentado relajar la cuarentena, manteniendo tasas de contagio
muy por debajo de Españ a o Italia, pero con ligeros repuntes. “Holanda optó por lo que llama
"cuarentena inteligente", un cierre solo de aquellos negocios en los que sea imposible mantener la
distancia social. Casi toda la responsabilidad la cede a la autodisciplina de sus ciudadanos” (RTVE,
2020). En Suecia han ido má s allá y han señ alado que “no hay confinamiento y confiamos mucho
en que las personas asuman la responsabilidad” (CNN, 2020).
En América Latina, por su parte, donde la disciplina colectiva no es tan só lida, la mayoría de países
iniciaron su cuarentena a mediados o finales de marzo y, de momento, la han extendido, por lo
menos, por una semana má s, hasta las ú ltimas dos semanas de abril. Pero, ¿qué puede venir
después? Antes de responder esto, conviene recordar que el confinamiento ha sido aplicado no
solo con el propó sito de reducir al má ximo el contacto entre las personas y con esto los contagios,
sino también con el á nimo de ganar tiempo, preparar los sistemas de salud lo mejor posible y, en el
sentido ideal, hacer la mayor cantidad de pruebas posibles con el propó sito de rastrear el virus y
bloquearlo, aislando a solo aquellos que estén contagiados.

En el caso de Colombia, apenas la pasada semana se recibieron los test rá pidos para identificar el
virus que, en todo caso, no ofrecen toda la confiabilidad de una prueba de laboratorio, pero ayuda
a identificar casos con mayor rapidez. Por su parte, algunas ciudades se preparan má s á gilmente
que otras para hacerle frente a una nueva etapa, con má s camas disponibles, ventiladores y
accesos masivos a tapabocas. Porque, como ya lo advirtió el Presidente de la Repú blica, Ivá n
Duque, tendremos que convivir con el virus por un buen tiempo.

Dado que el confinamiento es la mejor directriz hasta ahora, los organismos deben tomar
determinaciones para enfrentar sus consecuencias. En países como el nuestro, donde la
desigualdad, medida con el índice de GINI, es una de las má s altas de la regió n y la població n en
pobreza extrema y pobreza alcanza al 35% del total nacional, la priorizació n de la atenció n a este
sector de la sociedad se convierte en una prioridad incontestable para asegurar el éxito de la
cuarentena. Esto implica, no solo atender a la població n ya beneficiada con subsidios, sino
incrementar la escala de estos programas, como se ha venido haciendo en los ú ltimos días. Es
necesario llegar hasta las banderas rojas en los barrios populares para ofrecer alimentació n,
conexió n a servicios pú blicos bá sicos y apoyos en arriendos. La mirada vigilante de los ó rganos de
control se hace aú n má s necesaria, no solo en las capitales, sino también en las regiones. La
solidaridad, la filantropía y las acciones del sector privado, coordinadas con el sector social,
también jugará n un rol muy importante1.

Por su parte, el sector empresarial, desde las MiPyMes hasta los grandes grupos econó micos,
requerirá n de incentivos para aliviar su carga. La intervenció n del Estado será fundamental. El
economista, Armando Montenegro, destaca en una de sus columnas recientes que “segú n los
distintos modelos, cada una de las decisiones que tome el gobierno en los pró ximos meses tendrá
enormes consecuencias en materia del nú mero de infectados, muertos, quiebras empresariales,
desempleados y pérdidas del PIB, el país debe conocer su justificació n y sus implicaciones. Una
claridad compartida sobre estos asuntos puede hacer que se entiendan los inevitables sacrificios
humanos y econó micos que se van a asumir y, ojalá , se logre un cierto consenso sobre el mejor
camino a seguir” (Montenegro, 2020).

El citado informe de la CEPAL propone, entre otras, desde subvenciones y subsidios, hasta
aplazamientos en pagos de impuestos y créditos con tasas de interés muy bajas o inexistentes,
dependiendo del caso. En Colombia se han venido tomando medidas, como la suspensió n de los
pagos de los aportes a pensiones por tres meses y las líneas de crédito (El Tiempo, 2020). Aú n así,
será necesario apoyar especialmente a los sectores má s afectados, como la construcció n, el
transporte, el turismo, las actividades culturales, otros servicios como las empleadas domésticas o
las estilistas, y el comercio (Gó mez, 2020), este ú ltimo sector, que había jalonado el crecimiento
econó mico en los ú ltimos periodos. Y ademá s, con pruebas masivas disponibles y protocolos
estrictos, muy probablemente llegará una estrategia tipo acordeó n frente a los aislamientos, que se
contrae por momentos y se relaja parcialmente, con medidas que busquen cierta normalidad; eso
1
Recientemente, la Fundació n Santo Domingo anunció la donació n de 100.000 millones de pesos. Por su parte, Luis
Carlos Sarmiento Angulo anunció 80.000 millones de pesos de donació n y los propietarios del Grupo Bolívar
Davivienda donará n 70.000 millones de pesos.
sí, sin eventos masivos, con horarios definidos y diferenciados para evitar colapsos en los sistemas
de transporte, y sectores econó micos priorizados (Á vila, 2020).

Pero, ¿de dó nde saldrá la plata para todo esto? El ganador del denominado “Premio Nobel de
Economía”, Joseph Stiglitz, en su libro llamado La economía del sector público plantea sobre la
financiació n mediante déficit que “cuando el Estado se endeuda, traslada la carga de la reducció n
del consumo a las futuras generaciones. (…) La producció n disminuye en el futuro como
consecuencia de la reducció n de la inversió n. Pero ademá s, se traslada una parte de la carga del
gasto actual” (Stiglitz, 2000. P. 700). Stiglitz muestra como ejemplo el caso de la Segunda Guerra
Mundial, para el que fueron las generaciones que empezaron a trabajar después de la guerra las
que terminaron pagando los costos.

Un caso muy similar pasará ahora con el covid-19. Algunos impuestos a empresas y personas se
suspenderá n o tendrá n que reducirse, mientras los subsidios aumentan. La deuda pú blica
incrementará y los efectos a largo plazo costará n añ os de recuperació n. Los organismos
multilaterales jugará n un rol muy importante, también, a la hora de acompañ ar a las naciones,
sobre todo con los créditos de bajos intereses y la inversió n social y de impacto después de
superar la etapa má s difícil de la pandemia. La solidaridad, no solo entre personas sino entre
naciones, contribuirá a hacer de esta crisis una nueva oportunidad para la unidad.

Bibliografía
 Á vila Pinto, Ricardo (2020). Reducir efectos de covid-19 sin causar depresió n econó mica
es el reto. Artículo de prensa. Publicado en el perió dico El Tiempo, Bogotá. Rescatado de:
https://www.eltiempo.com/amp/economia/sectores/coronavirus-en-colombia-reto-de-
la-economia-reducir-loes-efectos-sin-causar-depresion-478254?
__twitter_impression=true
 CEPAL (2020). Coyuntura, escenarios y proyecciones hacia 2030 ante la presente crisis de
la COVID-19. Rescatado de: https://www.cepal.org/es/temas/covid-19
 CNN (2020). Suecia rechaza el confinamiento desafiando a la corriente científica principal
y a Trump. Artículo de prensa. Rescatado de:
https://cnnespanol.cnn.com/2020/04/10/suecia-rechaza-el-confinamiento-desafiando-a-
la-corriente-cientifica-principal-y-a-trump/
 El País (2020). Kristalina Georgieva (FMI): “Está claro que hemos entrado en una recesió n
tan mala o peor que la de 2009”. Artículo de prensa. Españ a. Rescatado de:
https://elpais.com/economia/2020-03-27/kristalina-georgieva-fmi-esta-claro-que-
hemos-entrado-en-una-recesion-tan-mala-o-peor-que-la-de-2009.html
 El Tiempo (2020). Gobierno suspendió pago del aporte a pensió n por 3 meses. Artículo de
prensa. Rescatado de: https://www.eltiempo.com/justicia/servicios/presidente-duque-
anuncia-medidas-para-evitar-despidos-masivos-por-coronavirus-482970
 Gó mez Gaviria, Daniel (2020). Informe preliminar de los sectores má s afectados ante la
actual crisis. Publicado en Twitter por el Subdirector General Sectorial del Departamento
Nacional de Planeació n. Rescatado de:
https://twitter.com/dgomezco/status/1249337451425996801/photo/1
 Montenegro, Armando (2020). Despué s de la cuarentena. Columna de opinió n. El
Espectador, Bogotá . Restacado de: https://www.elespectador.com/opinion/despues-de-
la-cuarentena-columna-912884
 RTVE (2020). Holanda, control de deuda y 'cuarentena inteligente' que indignan al sur de
Europa. Artículo de prensa. Españ a. Rescatado de:
https://www.rtve.es/noticias/20200409/holanda-control-deuda-cuarentena-inteligente-
indignan-sur-europa/2011773.shtml
 Stiglitz, Joseph (2000). La economía del sector público, tercera edición. Barcelona, Españ a.
Antoni Bosch Editor.
 TED (2020). How we must respond to the coronavirus pandemic | Bill Gates. Entrevista.
Estados Unidos. Rescatado de: https://www.youtube.com/watch?v=Xe8fIjxicoo

También podría gustarte