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Comisión Nro.

8 Sucesiones: "Liquidación del pasivo hereditario" 

MASA HEREDITARIA INSOLVENTE


Autoras:
Jorgelina Guilisasti Profesora adjunta ordinaria de Derecho Sucesorio (FCJS UNL)
Profesora protitular de Derecho Sucesorio (Facultad Teresa de Avila -UCA- Sede
Paraná)
María Eugenia Basualdo Profesora adjunta ordinaria de Personas Jurídicas Privadas y
Profesora adjunta de Derecho de la Insolvencia y de los Títulos Valores (FCJS UNL)

Resumen
A partir de la vigencia del CCCN la liquidación del pasivo hereditario se encuentra
regulada en el Título VII del Libro V, referido al proceso sucesorio, en el que se
establecen pautas para que el administrador pague a los acreedores y a los legatarios.
Si la masa es insolvente, la norma del art. 2360 CCCN debe interpretarse a la luz de la
LCQ, sin ignorar el necesario diálogo de fuentes, para considerar el presupuesto
objetivo de cesación de pago.
Por lo tanto, los copropietarios de la masa hereditaria indivisa se encuentran facultades
para solicitar el concurso preventivo, el acuerdo preventivo extrajudicial o la quiebra;
mientras que los acreedores solo tienen facultad para peticionar la quiebra, conforme lo
establece el art. 80 LCQ, vedándoseles la posibilidad de que soliciten concurso
preventivo o el APE, procesos que sólo pueden ser solicitados por los copropietarios de
la masa indivisa.
La ratificación dispuesta en el art. 8 LCQ exige la unanimidad de todos los herederos, y
no el régimen de mayorías, a diferencia de lo que se requiere para el caso previsto en el
art. 6 LCQ
La masa hereditaria insolvente puede ser declarada en concurso mientras se mantenga
indivisa, conforme los señala el art. 2 LCQ. Quien solicita el concurso preventivo del
patrimonio fallecido, debe justificar al momento de la presentación el carácter de
heredero a través de la respectiva declaratoria o auto aprobatorio de testamento.
Además, debe acreditarse dentro de los siguientes 30 días la ratificación de todos los
coherederos.
La falta de justificación del carácter de heredero del peticionante implica el rechazo de
su petición, sin perjuicio de la ampliación del plazo para obtener la declaratoria de
herederos, si aún no la ha obtenido. Asimismo, la falta de ratificación hace aplicable el
último párrafo del art. 6 LCQ, por lo que se produce de pleno derecho la cesación del
procedimiento, con los efectos del desistimiento de la petición.
PONENCIA
- El art. 2360 CCCN debe interpretarse conforme a la Ley 24522 (LCQ), en un
necesario diálogo de fuentes, lo que implica que:
- Los copropietarios de la masa hereditaria indivisa se encuentran facultades
para solicitar el concurso preventivo, el acuerdo preventivo extrajudicial o la
quiebra; en cambio, los acreedores solo tienen facultad para peticionar la
quiebra, como lo establece el art. 80 LCQ, vedándosele la posibilidad de
solicitar el concurso preventivo o APE, ya que estos procesos sólo pueden ser
solicitados por los copropietarios de la masa indivisa.
- La ratificación que dispone el art. 8 LCQ exige la unanimidad de todos los
herederos, por lo que no rige el régimen de mayorías, a diferencia de lo que la
ley requiere para el caso previsto en el art. 6 LCQ.
- El «desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo» son expresiones que
aluden al estado de cesación de pagos o de insolvencia que constituyen el
presupuesto objetivo de los procesos concursales. El art. 2360 CCCN debe
interpretarse en el sentido de que, en las decisiones a adoptar en este
procedimiento, el juez puede actuar con mayor flexibilidad, en virtud de la
amplitud de este texto, pero sin resignar los principios de este presupuesto
objetivo.
- La masa hereditaria insolvente puede ser declarada en concurso mientras se
mantenga indivisa (art. 2 LCQ). Por ello, quien solicita el concurso preventivo
del patrimonio fallecido, debe justificar al momento de la presentación el
carácter de heredero, con la respectiva declaratoria o auto aprobatorio, sin
perjuicio de admitirse la justificación de la calidad de heredero hasta tanto se
obtenga la declaratoria de heredero. Además, debe acreditarse dentro de los
siguientes 30 días la ratificación de todos los coherederos.
- La falta de justificación del carácter de heredero del peticionante implica el
rechazo de su petición. Asimismo, la falta de acreditación de la ratificación
hace aplicable el último párrafo del art. 6 LCQ.
1. Introducción
El ejercicio de la docencia nos ha enseñado la importancia de abordar los temas de
manera transversal, como se presentan en los casos que los futuros graduados deberán
enfrentar, ya sea como abogados en ejercicio de la profesión o como funcionarios
judiciales.
Elaboramos esta ponencia desde esta perspectiva, como se desarrolla en las clases en
conjunto, articulando los contenidos sustanciales y procesales, tanto del sucesorio como
del concurso, para un mejor abordaje de los contenidos de Derecho sucesorio1.
En esta labor se logró amalgamar el trabajo conjunto que hemos realizado, con el objeto
de desarrollar en forma mancomunada el tema de la masa hereditaria insolvente y
conjugar una visión integral del Derecho Sucesorio y del Derecho Concursal.
Esta ponencia se gestó a partir de una herramienta didáctica para que los alumnos
tengan un adecuado manejo de la materia con una visión integradora y transversal del
derecho, para arribar a conclusiones que consideramos de trascendencia práctica.

2. La liquidación del pasivo hereditario en el CCCN


Una de las cuestiones a debatir en relación con la liquidación del pasivo hereditario es
cómo se paga a los acreedores y legatarios.
En el Código Civil derogado, la liquidación del pasivo se encontraba regulada como
carga del heredero beneficiario, que debía administrar la herencia y rendir cuentas a los
acreedores y legatarios.
En la regulación sobre la partición, se establecía que los acreedores hereditarios podían
exigir la separación de bienes suficientes para ser pagados (3474), como también
oponerse a la entrega de las porciones adjudicadas hasta satisfacer sus créditos (3475).
De lo expuesto surgía que en todos los casos se debía pagar antes de heredar2 .
En la legislación derogada, el heredero beneficiario debía respetar un orden de pago,
sólo si había oposición de acreedores o de legatarios, ya que la regla era el orden
cronológico, sin diferenciar a los acreedores de los legatarios. Es decir, en principio,
estaba obligado a pagar en la medida en que se presentaban, sin importar si era legatario
o acreedor quirografario.
En síntesis, staba obligado a respetar el orden si había oposición de acreedores o
legatarios3 , o si se presentaban todos juntos. En estos casos, primero se pagaba a los
acreedores y luego a los legatarios. En cuanto a los acreedores, el art. 3397 CC disponía
que el heredero debía distribuir los fondos de acuerdo a la resolución de los jueces. Por
esa razón, ante la petición del heredero, el juez debía resolver de acuerdo al siguiente

1
La experiencia de las clases en conjunto por parte de las docentes a cargo de Derecho de la Insolvencia y
de los Títulos Valores y de Derecho Sucesorio se lleva a cabo desde el año 2017, para articular los
contenidos programáticos de ambas materias
2
Córdoba, M.M. y Ferrer, F.A.M., Córdoba, M. M. y Ferrer, F.A.M., Práctica del derecho sucesorio,
Astrea, Buenos Aires, 2016, p. 308
3
Ferrer, F.A.M., “La sucesión beneficiaria”, Juris, Rosario, 200, p. 350 y sigs.
orden: prelación de los acreedores respecto de los legatarios; pago preferente a los
acreedores privilegiados y pago a los quirografarios a prorrata, sin no alcanzaban los
fondos4 .
De todos modos, la doctrina sostenía que el heredero podía suspender los pagos, para
que el juez dispusiera el orden de pago y, en caso de necesidad de vender todos o
algunos de los bienes de la herencia, dando la autorización judicial correspondiente.
En el código unificado se ha intentado establecer un orden de pago, a través de los
artículos 2356 y 23585 de los que surge que:
- los acreedores con garantías reales no tienen obligación de presentarse
- el resto de los acreedores debe presentarse y denunciar sus créditos
- los acreedores se pagan en primer término según el orden de la ley de
concursos
- por último, se paga a los legatarios siguiendo el orden del art. 2358
En cuanto al plazo que tienen los acreedores para denunciar sus créditos, es una
cuestión a determinar ya que el art. 2357 establece que “deben” presentarse para tal
fin. Como no hay un plazo legal, se han propuesto los siguientes:
- El establecido en el art. 2340 CCCN6 para las sucesiones intestadas7
- El de la prescripción liberatoria del crédito que se pretende cobrar o el legado8
- El que fije el juez

4
Ferrer, F.A.M., “La sucesión beneficiaria”, p. 359

5
Artículo 2356: Presentación de los acreedores. Los acreedores hereditarios que no son titulares de
garantías reales deben presentarse a la sucesión y denunciar sus créditos a fin de ser pagados. Los créditos
cuyos montos no se encuentran definitivamente fijados se denuncian a título provisorio sobre la base de
una estimación. Artículo 2358: Procedimiento de pago. El administrador debe pagar a los acreedores
presentados según el rango de preferencia de cada crédito establecido en la ley de concursos. Pagados los
acreedores, los legados se cumplen, en los límites de la porción disponible, en el siguiente orden: a) los
que tienen preferencia otorgada por el testamento; b) los de cosa cierta y determinada; c) los demás
legados. Si hay varios de la misma categoría, se pagan a prorrata.
6
“Sucesión intestada. Si no hay testamento, o éste no dispone de la totalidad de los bienes, el interesado
debe expresar si el derecho que pretende es exclusivo, o si concurren otros herederos. Justificado el
fallecimiento, se notifica a los herederos denunciados en el expediente, y se dispone la citación de
herederos, acreedores y de todos los que se consideren con derecho a los bienes dejados por el causante,
por edicto publicado por un día en el diario de publicaciones oficiales, para que lo acrediten dentro de los
treinta días”
7
Ferrer, F.A.M., “Aspectos de las sucesiones en el nuevo Código”, LL 2015-E, 864 Cita Online:
AR/DOC/2778/2015
8
Iglesias sostiene que no se pueden acortar los plazos que el acreedor tenía para ejecutar su crédito, que
es el de prescripción y no se lo puede acotar al previsto en el art. 2340 que tiene otra finalidad (Krasnow,
A., Iglesias, M., “Derecho de las familias y las sucesiones”, La Ley, Bs As, 2018, p. 897)
El CPCCyT de Mendoza resuelve esta situación a través de la denuncia de los
acreedores por parte de los interesados que promovieron el proceso, en cuyo caso
deberán ser notificados, o la citación a través de edictos (art. 326) 9 , para que concurran
a la audiencia que se fijará dentro de los treinta días siguientes al auto de apertura del
proceso sucesorio, sea la sucesión intestada o testamentaria.
En cualquiera de estos casos, al citárselos a la audiencia prevista en el art. 327 CPCCyT
Mendoza, se les hace saber que pueden concurrir con los títulos que justifiquen sus
derechos y si lo hacen, los herederos pueden reconocerlos en la misma audiencia, por lo
que sus créditos serán declarados de legítimo abono. Si los acreedores fueron
denunciados pero no concurrieron, el administrador deberá notificarlos para que en un
plazo de diez días, formulen su pretensión de cobro (art. 345).
Sin perjuicio del plazo para presentarse, consideramos que el administrador no podrá
pagar al acreedor que, habiéndose presentado, no ha obtenido el reconocimiento de su
crédito a través de la declaración de legítimo abono prevista en el art. 2357 CCCN,
como surge de la redacción del art. 345 CPCCyT de Mendoza10 .
Por lo tanto, el acreedor que no se presenta al proceso sucesorio para cobrar su crédito,
o no fue reconocido a través de la declaración de legítimo abono, debe promover la
acción correspondiente y si ya se han pagado los legados, podrá ir contra el legatario, si
no ha transcurrido un año desde la entrega (art. 2319)
En cuanto al orden de pago, el artículo 2356 deja afuera a los acreedores con
garantías reales. Sin embargo, entendemos que se deberían presentar igual, para ser
pagados sin llegar a la ejecución y ante la posibilidad de que la garantía no cubra la
totalidad de su crédito11 .

9
Artículo 326: “AUTO DE APERTURA. En el auto de apertura de la sucesión, se dispondrá: I- La
fijación de una audiencia, con un intervalo no mayor de treinta (30) días, debiendo el promotor hacer la
publicación edictal con una antelación no inferior a diez (10) días de la fecha fijada. II- La citación y
emplazamiento para concurrir a ella a todos los que se consideren con derecho a los bienes dejados por el
causante, quienes deberán ser notificados por cédula, oficio o exhorto, según corresponda, en los
domicilios denunciados o constituidos. Se les hará saber que deberán acreditar los derechos que invoquen.
III- La notificación edictal a todos los interesados desconocidos o de ignorado domicilio por una (1) vez
en la forma prevista en el Art. 72 de este Código, a los fines de la concurrencia a la audiencia fijada. IV-
La citación al Ministerio Público Fiscal, al Organismo Recaudador de la Provincia y al Ministerio Público
de la Defensa y Pupilar en caso de haberse denunciado herederos personas menores de edad, incapaces o
con capacidad restringida. V- Hacer saber a los acreedores del causante que podrán comparecer al
proceso el día de la audiencia, acompañando los títulos que justifiquen su derecho”. CPCCyT - Ley
9001 de fecha 30-08-2017, que comenzó a regir en la Provincia de Mendoza el 1°/02/2018 (art. 374) -
10
“PAGO A ACREEDORES. I.- El Administrador definitivo es el responsable del pago a los acreedores
conforme las disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación. A tal fin deberá notificar a los
acreedores conocidos y a los que se hayan presentado a la audiencia prevista en el Art. 327 de este
Código, para que en un plazo de diez (10) días formulen su pretensión de cobro, presentando las
probanzas que acrediten su derecho. II.- El Administrador deberá presentar un informe al Tribunal en un
plazo de diez (10) días, en el que plasme su opinión acerca de las acreencias presentadas. De esta
presentación se dará vista a los demás coherederos por un plazo de cinco (5) días para que reconozcan o
no el crédito.- III.- Si los herederos en forma expresa y por unanimidad reconocen el crédito, el Juez
emitirá a favor del acreedor declaración de legítimo abono. IV.- Los acreedores de aquellos créditos no
reconocidos, deberán iniciar o continuar la acción pertinente.”
De todos modos, el sistema no es contundente, dado que los acreedores pueden
continuar con las acciones en trámite o promover las que les corresponden e incluso
embargar bienes del causante porque no está prevista la suspensión de los
procedimientos12. Es más, los acreedores del causante, los acreedores por cargas y los
legatarios pueden oponerse a la entrega de los bienes a los herederos hasta que se
paguen los créditos o los legados (art. 2359). Esta garantía puede ser útil para el
acreedor tardío.
Para algunos autores, en la práctica, continúa rigiendo el orden cronológico del art. 3398
CC, por el que se debe pagar a los acreedores y legatarios en la medida que se presentan
salvo oposición, que en el CCCN equivale a la presentación en el proceso sucesorio13 .
Una cuestión a debatir es la remisión al orden de pago dispuesto en la ley de concursos
(art. 239 y sigs de la ley 24522), ya que no se justifica la remisión al sistema concursal
si el patrimonio es solvente, o no se encuentra en cesación de pago. Sin embargo, esta
disposición está confirmada en el art. 2579 CCCN, que se refiere a los privilegios y el
régimen aplicable en los procesos universales. En síntesis, el primer orden está
conformado por los créditos con privilegio especial, el segundo por los créditos con
privilegio general y el tercero por los quirografarios. Si no alcanzan los fondos para
cubrirlos, se distribuyen a prorrata.
El código unificado no hace diferencia entre la herencia manifiestamente solvente, la
herencia con solvencia no manifiesta y la herencia insolvente14 , como la hacía el
Proyecto de Código Civil de 1998.
En el primer caso, no se justifica disponer un orden de pago a los acreedores mientras
que, en el segundo, al menos, se debería establecer un plazo para pagar a los acreedores
y legatarios15.
11
Azpiri sostiene que los acreedores con garantías reales deben presentarse (Incidencias del Código Civil
y Comercial. Derecho sucesorio; Hammurabi, Buenos Aires, 2015,, p. 152)
12
Ferrer, F.A.M., “Aspectos de las sucesiones en el nuevo Código”. En la jurisprudencia entrerriana
obra un antecedente referido a la suspensión de los procedimientos para pagar, a pedido de los herederos,
que fue rechazado en segunda instancia, habiéndose sostenido que” el beneficio de inventario no
suspende el ejercicio de las acciones individuales de los acreedores del causante para perseguir el cobro
de sus créditos”, ya que “no existe disposición legal alguna que les impida ejecutar individualmente los
bienes de la herencia”. El RIL interpuesto por los herederos también fue rechazado por el STJER
(“GLUSMAN MARIO S/ SUCESORIO", STJER, 21/03/2001)
13
Iglesias, M. (op. cit., p. 898)

14
Perez Lasala distingue estas tres situaciones analizando el Código de Quebec y concluye que si no hay
un plazo para que se presenten los acreedores ni un plazo de espera para la herencia con insolvencia no
manifiesta, no se lo puede imponer (Tratado de sucesiones, T I, Parte General, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 2015, p.667 y sigs)
15
El art. 2307 del Proyecto de 1998 establecía: “Sucesión notoriamente solvente. Si los bienes de la
herencia son notablemente suficientes para pagar a todos los acreedores y legatarios, hecha una reserva
para los créditos litigiosos, el administrador debe pagar los créditos en el siguiente orden: a) Los gastos de
sepelio; b) Las costas del proceso; c) Los créditos privilegiados; d) Los créditos quirografarios.” Y el art.
2308 disponía: “Si la solvencia de la herencia no es manifiesta, el administrador no puede pagar las
deudas ni los legados hasta pasados sesenta (60) días de la realización del inventario y avalúo o de su
aprobación si mediaron impugnaciones”
En cuanto a la herencia insolvente, rige el art. 2360 CCCN, que establece la facultad de
los herederos para pedir la apertura del concurso preventivo o declarar la quiebra y la de
los acreedores para solicitar esta última, como se analizará en este trabajo, a diferencia
del Proyecto de 1998 que le imponía el deber de solicitar el concurso al
administrador16 . Si bien la norma citada hace referencia a la masa indivisa insolvente,
también es de aplicación en el caso de heredero único17 .
Cabe agregar a lo expuesto que, si bien en el código derogado no se preveía la
insolvencia del patrimonio transmitido, la ley de concursos resolvía esta situación a
través de los artículos 2, 8 y 105 de la ley 24522 que regula también los efectos de la
muerte del fallido.

3. Los presupuestos del juicio concursal


Para el desarrollo del tema propuesto, partimos de los presupuestos del concurso de la
masa hereditaria insolvente, por lo que se deben abordar algunas consideraciones
previas referidas a los presupuestos del juicio concursal.
La apertura de todo proceso concursal requiere la presencia de dos presupuestos, uno
subjetivo y otro objetivo.
Cuando hablamos de presupuesto subjetivo nos estamos refiriendo a los sujetos titulares
del patrimonio, como universalidad jurídica, afectado por la cesación de pagos
Los sujetos concursables se encuentran contenidos en el art. 2 de la Ley de Concursos y
Quiebras (LCQ), artículo que debe leerse en armonía con el Código Civil y Comercial
de la Nación (CCCN.)
Es así, que podemos afirmar que, en el régimen concursal argentino, todas las personas
humanas y la mayoría de las personas jurídicas privadas (art. 148 CCCN) pueden ser
sujetos de los procedimientos concursales regulados por la LCQ18.
También, pueden declarase en concurso: un bien o un conjunto de bienes existentes en
la Argentina y pertenecientes a un deudor domiciliado en el extranjero (art. 2 inc.2
LCQ) y el patrimonio de una persona fallecida, mientras dicho patrimonio se mantenga
separado del patrimonio de los sucesores (art. 2 inc.1 LCQ), situación que se da cuando
los herederos responden en forma limitada frente a los acreedores del causante19.

16
La primera parte del art. 2309 del Proyecto de 1998 establecía: “Sucesión insolvente. Si los bienes de
la herencia no son suficientes para el pago de deudas, el administrador no puede hacer ningún pago y
debe solicitar el concurso de la sucesión”.
17
Azpiri, op. cit., p.156

18
No obstante, las personas jurídicas de carácter público, enunciadas en el art. 146 CCCN y algunas
personas jurídicas de carácter privado, mencionadas en el art. 2 LCQ o en leyes especiales, están
excluidas de la concursabilidad. Tales como: las entidades financieras, las aseguradoras, los bienes
fideicomitidos las entidades insolventes dedicadas a la actividad deportiva, las uniones transitorias, las
agrupaciones de colaboración y los consorcios de cooperación. Debiendo prestar especial atención a
situaciones especiales como: el consorcio de propietarios y los bienes fideicomitidos
La cesación de pagos es el presupuesto objetivo para la apertura de un proceso
concursal y se refiere a la impotencia del patrimonio del deudor para hacer frente de
manera regular a sus obligaciones. No se trata de meras dificultades en el cumplimiento,
sino que es un estado general del patrimonio que puede manifestarse de diversas formas
y cuya extensión temporal debe ser permanente, lo que no quiere decir que sea perpetuo,
sino que debe tener la entidad suficiente como para justificar la apertura del concurso20
Compartimos la postura de Rouillon, al afirmar que para abrir un concurso preventivo o
para declarar una quiebra los jueces deben verificar que el deudor es un sujeto pasible
de concurso o, en otras palabras, que no es uno de los sujetos expresamente excluidos
por la ley. A la vez, deben comprobar que el patrimonio de ese sujeto está en la
condición crítica económico-financiera que constituye la premisa de la apertura
concursal; condición que técnica y legalmente se denomina estado de cesación de
pagos.21
Este estado patrimonial, que es condición de la apertura concursal, se puede definir
como el estado de impotencia para satisfacer con medios regulares las obligaciones
inmediatamente exigibles.
Se debe reconocer, asimismo, el debate que surge sobre el reemplazo o la ampliación
del presupuesto objetivo concursal, etapa que se denomina “estado de crisis”, “estado de
insolvencia”, “estado de dificultades económicas o financieras de carácter general”,
“insolvencia inminente”.
Es así, como el derecho positivo argentino prevé: el acuerdo preventivo extrajudicial
(art. 77 inc. 3, 82 y conc LCQ); la quiebra necesaria (art. 77 inc. 2, 83 y conc LCQ) y
los casos atípicos: concurso en caso de agrupamiento (art. 66 LCQ); la quiebra
declarada con apoyo en sentencia concursal extranjera (art. 4 párr. 1 LCQ) y la quiebra
por extensión (art. 160 LCQ).
Es importante advertir que el derecho concursal es un sistema dinámico, aplicado de
manera permanente, en un número elevado de casos y con relación a todo tipo de
sujetos22

4 . ¿Quiénes pueden peticionar la apertura del concurso preventivo o la


declaración de quiebra de la masa hereditaria insolvente?
El art. 2360 CCCN, dispone: En caso de desequilibrio patrimonial o insuficiencia del
activo hereditario, los copropietarios de la masa pueden peticionar la apertura del
concurso preventivo o la declaración de quiebra de la masa indivisa, conforme a las
disposiciones de la legislación concursal. Igual derecho, y de acuerdo a la misma
19
Por lo tanto, los herederos no deben haber incurrido en actos de aceptación forzada (art. 2295 CCCN) ni
en los previstos en el art. 2321 CCCN, que implican su responsabilidad ilimitada, por lo que responden
también con sus bienes
20
JUNYENT BAS, Francisco, Manual de Derecho Concursal, Córdoba, Advocatus 2016, pág. 28
21
ROUILLON, Adolfo, Régimen de Concursos y Quiebras, 17ª edición, Bs As Astrea 2015, pág. 18

RIVERA, Julio en el prólogo a la obra de Graziabile Dario, Declaración de quiebra, Abeledo Perrot, Bs
22

As 2008
normativa, compete a los acreedores
El concurso preventivo de la masa indivisa insolvente se rige por el art. 8 LCQ, que
legitima a cualquiera de los herederos a solicitarlo, sujetando la petición a ulterior
ratificación de todos los coherederos.
El pedido de quiebra de dicha masa pueden también solicitarlo los acreedores, conforme
a las reglas generales aplicables a la legitimación para solicitar la quiebra (art. 80 a 82
LCQ). En este caso no se aplican las exclusiones del art. 81 LCQ 23, porque este
concurso carece de efectos personales. Sólo alcanza la universalidad de los bienes; por
lo que, si fuera una quiebra, ella no traería inhabilitaciones personales.
Trataremos de dilucidar las dificultades interpretativas que surgen de la redacción de
esta norma del CCCN.
Primero, alude a «copropietarios» cuando en realidad debería haberse referido a
«coherederos»24. Además de los herederos, los cesionarios de derechos universales
también se encuentran legitimados para pedir el concurso o la quiebra, ya que
adquieren los mismos derechos de los cedentes25 y responden por las deudas26.
Segundo, se utiliza la expresión «desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo
hereditario» cuando debería referirse al estado de cesación de pagos o insolvencia.
Tercero, el artículo menciona a los acreedores, lo que puede dar lugar a una
interpretación equivocada al pensar que éstos también tienen legitimación para instar la
apertura del concurso preventivo de la herencia. Sin embargo, de acuerdo a la LCQ solo
el deudor tiene legitimación para solicitar la formación del concurso preventivo. En
base a ello acertadamente la doctrina sostiene que los acreedores pueden pedir la
quiebra, pero no la apertura del concurso preventivo27.
En virtud del necesario diálogo de fuentes, entendemos que, al referir a la masa indivisa
insolvente - desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo hereditario -, los
copropietarios de la masa pueden peticionar la apertura del concurso preventivo o la
declaración de quiebra de la masa indivisa, como lo dispone la legislación concursal.
23
El art. 81 de la LCQ (24522) dispone: No pueden solicitar la quiebra el cónyuge, los ascendientes o
descendientes del deudor, ni los cesionarios de sus créditos. Lea más: https://leyes-
ar.com/ley_de_concursos_y_quiebras/81.htm.
24
FERRER, Francisco A. M., La indivisión hereditaria en el Anteproyecto de Código Civil, JA, 2012- III-
1310.
25
El art. 2304 (1ª. parte) CCCN dispone: El cesionario adquiere los mismos derechos que le
correspondían al cedente en la herencia

26
La responsabilidad del cesionario siempre es limitada (Iglesias, M., op. cit. 785)

27
FERRER, Francisco A. M.: El derecho de sucesiones en el Código Civil y Comercial, «Revista de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Nueva Época», n° 10, Universidad Nacional del Litoral, 2016,
p. 27. En una posición contraria parece ubicarse Haydee Podréz Yaniz que indica que «se incorpora a los
acreedores como legitimados para solicitar el concurso de la sucesión» [en Clusellas, Eduardo G. (dir.):
Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, anotado y concordado, comentario al art. 2360, Bs.
As., Astrea, t. 8, 2015, p. 62]. En igual sentido Mariana B. Iglesias sostiene que «se incorpora
expresamente la posibilidad de peticionar la quiebra o el concurso preventivo tanto por parte de los
herederos como de los acreedores» (Pago de deudas y legados en el Anteproyecto de Código Civil, JA,
2012-III-1357).
Este precepto debe relacionarse con el art. 2 inc l° LCQ que incluye como sujeto pasivo
de los concursos al patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del
patrimonio de los sucesores.
Se debe interpretar también lo dispuesto en el párrafo final del art. 2360 CCC que
“Igual derecho (peticionar la apertura del concurso preventivo…) y de acuerdo a la
misma normativa, compete a los acreedores”. Consideramos que este párrafo no puede
modificar o contradecir el régimen concursal, y la interpretación razonable que
corresponde es que el derecho de los acreedores se ejercerá “de acuerdo a la misma
normativa”, como dice el artículo, en referencia a las “disposiciones de la legislación
concursal” (palabras reiteradamente expresadas en todos los textos CCCN antes
mencionados)28. En síntesis, los acreedores sólo pueden pedir la declaración de quiebra.

5. ¿Cuándo se puede solicitar la petición del concurso de la masa hereditaria


insolvente?
Es necesario analizar si el art. 2360 del CCCN introduce un nuevo presupuesto objetivo
dado que no utiliza la expresión «cesación de pagos» o «insolvencia» sino que alude a
«desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo hereditario ».
El término es una novedad que introduce el CCCN y lo emplea en diversas normas,
aunque no conceptualiza que debe entenderse por tal 29.La voz insuficiencia de bienes u
otras similares también es utilizada por el código unificado en distintas normas30
La doctrina se divide en su interpretación, es así que encontramos doctrina que entiende
que no es necesario el estado de cesación de pagos para el concurso de la masa indivisa
insolvente. En tal sentido, Medina y Rolleri al comentar el precepto manifiestan que
“como puede observarse, no se exige la existencia de estado de cesación de pagos a la
fecha de la muerte del causante; basta comprobar la insuficiencia de los bienes
transmitidos para afrontar las obligaciones que gravan ese patrimonio”31. Asimismo,
Ferrer indica que «no es preciso acreditar la cesación de pagos al momento de apertura
de la sucesión» 32.
Gerbaudo entiende que no resulta afín a la terminología concursal la expresión
«desequilibrio patrimonial o insuficiencia del activo». No obstante, entendemos que
esas expresiones deben considerarse que aluden al estado de cesación de pagos o de

28
PRONO, Ricardo, Derecho Concursal Procesal, 2da Edición, Bs. As. LL 2018 pág. 766
29
MOLINA DE JUAN, Mariel F.: Compresión y extensión del concepto de desequilibrio en las
compensaciones económicas, LLonline, AR/DOC/1018/2016. La expresión «desequilibrio económico» es
empleada al regular las compensaciones económicas, en el art. 1045, inc. c, que se ocupa de la
responsabilidad por evicción y en el art. 1119 referido a las cláusulas abusivas.
30
PRONO, Ricardo S.: Algunas reformas en la insuficiencia patrimonial del fideicomiso, LL, 2016- A-
662. En el art. 191 del Cód. Civil y Comercial al regularse a las simples asociaciones se utiliza la
expresión «insuficiencia de los bienes de la asociación simple». Asimismo, en el art. 1687 refiere a la
«insuficiencia de los bienes fideicomitidos».
31
MEDINA – ROLLERI: Derecho de las sucesiones, p. 273.
32
FERRER, Francisco A. M., en ALTERINI, Jorge H. (dir.) – ALTERINI, Ignacio (coord.): Código Civil
y Comercial comentado. Tratado exegético, comentario al art. 2360, Bs. As., La Ley, t. XI, 2015.
insolvencia que constituyen el presupuesto objetivo de los procesos concursales que
menciona el texto -quiebra o concurso preventivo-33.

Debemos tener presente que el propio texto de la ley 24.522, contempla casos que se
apartan del presupuesto objetivo mencionado, por lo que se puede sostener que el texto
del art. 2360 CCCN debe interpretarse en el sentido de que, en las decisiones a adoptar
en este procedimiento, el juez puede actuar con mayor flexibilidad, en virtud de la
amplitud de este texto, pero sin que esto implique resignar los principios de este
presupuesto objetivo.

Por otra parte, entendemos que el patrimonio del fallecido también podrá ser presentado
en APE (art. 69, LCQ), pues no afecta ningún principio concursal34

6. ¿Quién es el juez competente en el concurso de la masa hereditaria


insolvente?
La competencia no está prevista en las normas especiales sobre competencia territorial
concursal, por lo que corresponde hacer una aplicación analógica, lo dispuesto en el art.
3 LCQ para persona humana (inc. 1 y 2), es decir, que entenderá el juez del lugar de la
sede de la administración de los negocios y, para el caso de que no exista sede, el del
domicilio real, en ambos casos, al tiempo del fallecimiento.
Dicha regla legal, que sostiene como idea central en materia de competencia territorial
en concursos a la sede de la administración, debe primar también en esta situación,
aunque se enfrente con lo dispuesto en la ley civil que dispone que en la sucesión la
jurisdicción corresponde al juez del lugar del domicilio del difunto35
El art. 105 LCQ afirma esta interpretación al estipular que la muerte del fallido no
afecta el trámite ni los efectos del concurso; que los herederos sustituyen al causante,
debiendo unificar personería; y que en el juicio sucesorio no se realiza trámite alguno
sobre los bienes objeto de desapoderamiento, y se decide sobre la persona que
represente a los herederos en la quiebra.
No debemos olvidar que en recientes fallos, la CNCom, ratificó el criterio referido a que
la competencia concursal es de orden público, improrrogable y puede ser declarada de
oficio por el juez en cualquier estado de la causa36
Es importante resaltar que, la Sala C de la CNCom, resolvió en un caso particular y con
buen criterio dejar sin efecto la sentencia que “concedió la medida de no innovar dictada
por el juez del concurso de uno de los herederos y suspendió la tramitación de la
sucesión, en tanto el juez del sucesorio conserva jurisdicción sobre las acciones que

33
GERBAUDO, Germán: Impacto del Código Civil y Comercial en el derecho concursal, p. 51, y
Presupuesto subjetivo de los procesos concursales. La incidencia del Código Civil y Comercial, «Diario
Comercial Económico y Empresarial. Derecho para Innovar», n° 85, 17/8/16.
34
REGGIARDO, Roberto S., "La sucesión y el concurso: aspectos debatidos de su interacción", DFyP
2012 (junio), p. 157; AR/DOC/893/2012
35
Prono Ricardo Derecho Concursal Procesal, 2da Edición, Bs. As. LL 2018 pág. 97

36
CCNCom, Sala C Montene Gustavo Amadeo c/quiebra, 11/03/14
puedan ejercer los herederos entre sí respecto a su calidad de tales o a la extensión de
sus derechos en la herencia y el del concurso tendrá competencia para decidir sobre los
créditos que se insinúen contra el heredero, quedando los acreedores sometidos a las
reglas establecidas por a ley 24.522… por lo que no puede el juez del concurso avanzar
sobre competencia ajena debiendo limitarse a mantenerse a comunicar la existencia del
concurso preventivo y disponer las medidas para evitar que el deudor, que se encuentra
sometido a las previsiones del art. 16 y cc LCQ disponga de sus bienes sin perjuicio de
sus acreedores”37

7. ¿Quiénes son los legitimados activos para solicitar el concurso de la masa


hereditaria insolvente?

Los herederos son los legitimados para solicitar el concurso preventivo, acreditando el
fallecimiento y el vínculo o acompañando el testamento. La presentación debe ser
ratificada por el resto de los herederos en el plazo de 30 días hábiles; en caso de no
cumplirse, se tendrá por desistido el procedimiento (arts. 8º y 31, LCQ). Conforme a
ello, no están legitimados el administrador de la sucesión ni el albacea38.

El art. 2278 del CCCN establece que es heredero la persona a quien se transmite la
universalidad o una parte indivisa de la herencia, sin perjuicio de su investidura (art.
2337 y 2338 CCCN)39.

Para acreditar la condición de heredero, si bien en un principio bastará con acompañar


el instrumento correspondiente o el testamento, necesariamente deberá iniciarse el
proceso para obtener la declaratoria o la aprobación del testamento que reconoce la
investidura de heredero40, con el fin de cumplir con la ratificación.

En este sentido CNCom., sala A en “Sucesión de Hugo Luis Papaleo S/Concurso


Preventivo” (4/12/14) revocó la resolución que rechazó in limine la presentación en
concurso preventivo del patrimonio del fallecido porque no se había acompañado
declaratoria de herederos. El fundamento para la procedencia del recurso fue que en esta
materia se establece "que mientras se mantenga la separación patrimonial, cualquiera de
los herederos puede solicitar el concurso preventivo en relación al patrimonio del

37
CNCom Sala C Lopez Fernando s/concurso preventivo 10/07/2014 IJ LXXIII-300
38
  Un sector de la doctrina interpreta que el albacea se encuentra legitimado para promover el concurso
(KLEIDERMACHER, Jaime - UGARTE, Luis A., "Concurso preventivo de la herencia...", cit.).
39
El art. 2337 CCCN dispone: “Investidura de pleno derecho. Si la sucesión tiene lugar entre
ascendientes, descendientes y cónyuge, el heredero queda investido de su calidad de tal desde el día de la
muerte del causante, sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignore la apertura de la
sucesión y su llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones transmisibles que correspondían
al causante. No obstante, a los fines de la transferencia de los bienes registrables, su investidura debe ser
reconocida mediante la declaratoria judicial de herederos.” Por su parte, el art. 2338 establece:
“Facultades judiciales. En la sucesión de los colaterales, corresponde al juez del juicio sucesorio investir a
los herederos de su carácter de tales, previa justificación del fallecimiento del causante y del título
hereditario invocado. En las sucesiones testamentarias, la investidura resulta de la declaración de validez
formal del testamento, excepto para los herederos enumerados en el primer párrafo del artículo 2337.”
40
FERRER, Francisco A. M., "Aspectos sucesorios...", cit., p. 804.
fallecido, petición que debe ser ratificada por los demás herederos, dentro de los treinta
[30] días, bajo apercibimiento de producirse de pleno derecho la cesación del
procedimiento con los efectos del desistimiento de la petición (art. 8º, LCQ).

En consecuencia, el proceso sucesorio debe ser iniciado, el que tramitará por separado.
En este proceso se individualizarán los herederos con el objeto de unificar personería en
quien los represente en el concurso o quiebra.

Compartimos la posición de Ribera que sostiene “en el supuesto de que ambos trámites
se hayan promovido contemporáneamente, el sucesorio demorará más del plazo de 30
días mencionado hasta el dictado de la declaratoria; por ello, interpretamos que para
impedir la sanción del desistimiento deberá acreditarse en el concurso que la sucesión se
encuentra en trámite, con las demoras habituales del proceso”41.

Si alguno de los herederos es menor, con incapacidad o capacidad restringida o si el


heredero testamentario es una persona jurídica, actuarán mediante sus representantes
legales.

Lo manifestado es aplicable por analogía al caso del pedido de quiebra del patrimonio
cesante, a lo que cabe agregar que en este caso sus acreedores también son legitimados
activos.

En cambio, consideramos que el administrador judicial o extrajudicial de la masa


indivisa no está legitimado para pedir el concurso o quiebra del patrimonio del causante,
salvo autorización unánime de los herederos, como establece el art. 2325, CCCN 42,
referido a la administración extrajudicial.

De los arts. 2353 y 2354, CCCN, que regulan las funciones del administrador judicial,
también se puede deducir que no se encuentra legitimado para pedir el concurso o la
quiebra de la masa indivisa. Estas disposiciones establecen que sólo puede realizar los
actos conservatorios de los bienes; continuar el giro normal de los negocios del
causante; enajenar las cosas muebles perecederas o cuya conservación es
manifiestamente onerosa (para otros casos necesita la unanimidad de los herederos o
autorización judicial); promover el pago de las deudas y legados; cobrar los créditos del
causante; continuar las acciones promovidas por éste; iniciar los procesos necesarios
para hacer efectivos sus derechos; presentarse en los procesos en los cuales el causante
fue demandado; rendir cuentas de su administración. Por último, se dispone que el
administrador no puede realizar actos de disposición de los derechos del causante (art.
2354 CCCN).

8. Ratificación ¿Es necesaria la unanimidad de los herederos o basta con la


mayoría?

Los argumentos de la doctrina se encuentran divididos. Para algunos, basta con la


mayoría, con el fin de no frustrar el procedimiento, y otros entienden que la regla que

41
RIBERA, Carlos E Vinculaciones entre el derecho sucesorio y concursal LA LEY2018-E, 751

42
“Los actos de administración y de disposición requieren el consentimiento de todos los coherederos,
quienes pueden dar a uno o varios de ellos o a terceros un mandato general de administración”.
debe aplicarse es la de la unanimidad43.

Esta última postura se ajusta a lo que establece el art. 2325 CCCN., por el que los actos
de administración y de disposición "requieren el consentimiento de todos los
coherederos", y en lo que se refiere al administrador extrajudicial, agrega que son
“necesarias facultades expresas para todo acto que excede la explotación normal de los
bienes indivisos y para la contratación y renovación de locaciones".

Los que sostienen que lo razonable sería la exigencia sólo de la mayoría de los
herederos para la presentación concursal, encuentran el fundamento en que dicho
acuerdo irrogará un beneficio para todo el patrimonio relicto con lo cual se evitarían
"situaciones en las cuales lo que está en juego es la verdadera tutela del patrimonio del
fallecido"44.

Sin embargo, de la interpretación armónica de las normas referidas a la administración


(extrajudicial o judicial), no ha quedado dudas que, durante el estado de indivisión, para
los actos de administración y disposición se exige la unanimidad, por lo que el mismo
criterio debe aplicarse a la presentación concursal.

El último párrafo de la citada norma dice que "si uno de los coherederos toma a su cargo
la administración con conocimiento de los otros y sin oposición de ellos, se considera
que hay un mandato tácito para los actos de administración que no requieren facultades
expresas en los términos del párrafo anterior". Esta regla no admite la presentación en
concurso, ya que tal acto excede la administración y por lo tanto deberá ser ratificada
por el resto los herederos.

En consecuencia, todos los herederos deben estar de acuerdo con el concursamiento


preventivo del patrimonio del causante, a los efectos de ser solicitado.

Sostenemos que la conformidad de la totalidad de herederos debe obtenerse más allá, de


que quien solicita el concurso manifieste que el restante coheredero ausente carece de
interés para ratificar el pedido. En este sentido, se ha resuelto la confirmación del
desistimiento del proceso de quiebra45.

9. Administración del patrimonio ¿Está a cargo del administrador judicial o


del síndico del concurso?

Ante la tramitación simultánea del proceso sucesorio y del concurso o quiebra, es


necesario detenernos en las facultades del administrador y del síndico.

Como lo hemos afirmado, en el art. 2353 CCCN 46, queda claro que el administrador
judicial de la sucesión sólo puede realizar actos de conservación de la masa de bienes;
43
FASSI, Santiago, "La sucesión...", cit., p. 645; DI TULLIO, José A., en RIVERA, Julio C. y colabs.,
Derecho concursal, Ed. La Ley, 2010, t. I, p. 311; QUINTANA FERREIRA, Francisco, "Concursos. Ley
19.551 y modificatorias", Ed. Astrea, 1986, t. 1, p. 149
44
MOLINA SANDOVAL, Carlos A., "La empresa familiar y el concurso", LA LEY, 2013-C, 845;
Enfoques 2013 (junio), 93

45
CNCom., sala D, 12/08/1997, "Sucesión de Saunier, Rodolfo s/ quiebra", fuente: web CNCom.
lo que exceda de esta facultad deberá contar con la autorización unánime de los
herederos.

Si nos encontramos ante el concurso preventivo del patrimonio del fallecido, los
herederos tendrán la administración de los bienes como continuadores del causante,
debiendo unificar la representación. En el caso de que actuaran mediante el
administrador judicial designado en el proceso sucesorio, éste deberá tener facultades
especiales otorgadas por todos los herederos para los actos que excedan de la
administración ordinaria, tal como el ofrecimiento de la propuesta de acuerdo,
observación de los créditos, entre otras.

Para el caso de que estemos ante una quiebra, el administrador pierde la administración
y la legitimación procesal, siendo reemplazado por el síndico (arts. 109, 111 y 113,
LCQ). Esto sucede si la quiebra es solicitada por un acreedor o por el deudor, o si el
fallecimiento ocurre durante el proceso falencial.

En cuanto al deber de colaboración, el art. 102 de la LCQ establece que el fallido y sus
representantes y los administradores de la sociedad, en su caso, están obligados a prestar
toda colaboración que el juez o el síndico les requieran para el esclarecimiento de la
situación patrimonial y la determinación de los créditos, debiendo comparecer ante el
juez cada vez que los cite para dar explicaciones, y puede ordenarse su concurrencia por
la fuerza pública si mediare inasistencia.

Por ello, el administrador de la sucesión queda obligado a colaborar en todo lo relativo a


la situación del patrimonio del causante. Lo mismo sucede con los herederos, en caso
de que no haya administrador judicial.

Deberá interceptarse la correspondencia que se dirija al causante (art. 114, LCQ), no así
la de sus herederos.

Si se autoriza la conversión de la quiebra, los herederos o el administrador recobrarán la


administración.

10. Conclusiones

El abordaje de la masa hereditaria indivisa insolvente tiene indudable interés práctico y


también teórico por la relevancia del tema que integra el derecho sucesorio con el
concursal.

Por lo tanto, proponemos para la discusión y eventual aprobación las ponencias que
encabezan este trabajo.

46
“El administrador debe realizar los actos conservatorios de los bienes y continuar el giro normal de los
negocios del causante. Puede, por sí solo, enajenar las cosas muebles susceptibles de perecer, depreciarse
rápidamente o cuya conservación es manifiestamente onerosa. Para la enajenación de otros bienes,
necesita acuerdo unánime de los herederos o, en su defecto, autorización judicial”.

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