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Las cinco grandes

dimensiones de la
personalidad
Por Ana Muñoz
Experto de Motivación

Nick White / Getty Images


La psicología moderna considera que existen cinco grandes
dimensiones (también llamadas rasgos o factores) de la personalidad
que constituyen los cinco pilares básicos que captan la esencia de
las diferencias individuales en la personalidad.

Estas dimensiones de la personalidad se desarrollan en base a


influencias tanto genéticas como ambientales. Los estudios
realizados han mostrado que se trata de dimensiones universales y
pueden utilizarse para describir la personalidad de individuos de
culturas muy diferentes.

Cada uno de estos grandes rasgos representa un extremo de dos


dimensiones opuestas. Por ejemplo, extroversión frente a
introversión.

Las cinco dimensiones

Neuroticismo/Estabilidad emocional. El neuroticismo describe la


tendencia a experimentar emociones negativas como respuesta a
amenazas percibidas y castigo. Incluye ansiedad, depresión, ira o
labilidad emocional. La estabilidad emocional definiría el extremo
opuesto.
Amabilidad. Comprende rasgos relacionados con el altruismo, como
empatía y comportamiento amistoso y amable con los demás. Implica
una tendencia a cooperar, mantener la armonía social y tener en
consideración a los demás.

Responsabilidad. Hace referencia a rasgos relacionados con la


autodisciplina, así como la organización y el control de los impulsos y
refleja la habilidad para ejercer el autocontrol necesario para seguir
reglas o perseguir metas.
Extroversión. Describe rasgos como sociabilidad, asertividad,
expresión emocional, excitabilidad y locuacidad.

Apertura a la experiencia. Incluye la imaginación, creatividad,


curiosidad intelectual y aprecio por las experiencias estéticas.

Historia y desarrollo de las cinco dimensiones

Su origen puede remontarse al psicólogo Raymond Cattell, quien en


los años 40 describió 12 factores de personalidad mediante el uso del
análisis factorial, que dieron lugar al famoso test 16PF, que aún se
utiliza ampliamente en la actualidad tras haber sido revisado y
perfeccionado a lo largo del tiempo.

Más tarde, otros investigadores analizaron la estructura dimensional


de los rasgos de personalidad y empezaron a obtener cinco grandes
rasgos de manera consistente en las diversas investigaciones
realizadas. Fue en los años 80 cuando empezaron a conocerse como
los "cinco grandes", para indicar que se trata de cinco amplias
dimensiones que representan el más amplio nivel de abstracción, de
manera que cada dimensión resume un gran número de
características de personalidad más específicas.

¿Para qué sirven estas dimensiones?

Desde el momento en que empezó a utilizarse este modelo, son


muchas las investigaciones que se han realizado que demuestran
cómo el estudio de estas dimensiones puede utilizarse para predecir
determinados comportamientos. Por ejemplo, se ha visto que el factor
Responsabilidad se relaciona con el rendimiento laboral.

Estudios realizados con adolescentes han mostrado que un nivel bajo


de amabilidad y responsabilidad predicen la delincuencia juvenil, y el
neuroticismo junto con un nivel bajo de responsabilidad predicen
trastornos como la depresión.
En adultos, la responsabilidad es el predictor general del éxito en el
trabajo, mientras que otras dimensiones se relacionan con aspectos
específicos del rendimiento laboral. Por ejemplo, la amabilidad y
estabilidad emocional predicen el rendimiento del trabajo en grupo,
mientras que la extroversión predice el éxito en las ventas y puestos
directivos.
Así mismo, se han realizado investigaciones destinadas a conocer la
relación entre personalidad y salud. Los resultados indican que las
vidas más ordenadas y bien estructuradas de las personas altas en
responsabilidad, van acompañadas de una mayor salud y longevidad,
mientras que la hostilidad (baja amabilidad) y alto grado de
neuroticismo parecen ser factores de riesgo para la salud.
En otros estudios, el liderazgo se ha relacionado con la extraversión;
la tendencia a ayudar a los otros con la dimensión amabilidad; y la
vulnerabilidad a la depresión con la dimensión neuroticismo.

Diferencias entre ambos sexos en personalidad

Algunas personas piensan que hombres y mujeres somos tan


diferentes que parecemos de planetas distintos (o incluso de distinta
especie) pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?

Las investigaciones que han evaluado las cinco dimensiones de


personalidad principales para comparar ambos sexos parecen indicar
que, efectivamente, existen diferencias en varias de las dimensiones.

Un dato curioso es que los estudios recientes parecen indicar que


existen más diferencias entre ambos sexos en países más
desarrollados, donde los roles sexuales son menos tradicionales.

1. Amabilidad. Las mujeres suelen puntuar más alto en esta


escala, lo cual indica que son más altruistas, amables,
compasivas, tienen a ayudar y preocuparse más por los demás y
cooperar con ellos. También son más proclives a mantener
vínculos emocionales con otras personas. Estas diferencias
tienden a aumentar con la edad.

2. Extraversión. En general, las diferencias entre sexos en esta


escala son pequeñas. Sin embargo, cuando nos centramos en
las diversas subescalas que la componen, las mujeres puntúan
más alto en cordialidad, gregarismo y emociones positivas,
mientras que los hombres puntúan más alto en asertividad y
búsqueda de emociones.
3. Neuroticismo. En general, las mujeres puntúan más alto en
todos los componentes de esta escala excepto en hostilidad, lo
que significa que tienden a experimentar más emociones
negativas, como ansiedad o baja autoestima.

Estas diferencias tienden a disminuir con la edad, puesto que las


mujeres van adquiriendo una mayor autoestima y estabilidad
emocional.

4. Responsabilidad. La responsabilidad describe rasgos


relacionados con la autodisciplina, organización y control de los
impulsos. Las mujeres puntúan ligeramente más alto en rasgos
como orden, sentido del deber y autodisciplina, y son más
ordenadas y perfeccionistas. Estas diferencias desaparecen
con la edad, dándose solo entre personas más jóvenes, debido a
que las puntuaciones obtenidas en estos rasgos disminuyen en
las mujeres y aumentan en los hombres con el paso del tiempo.

5. Apertura a la experiencia.  Esta escala hace referencia a la


imaginación, creatividad, curiosidad intelectual y aprecio por el
arte y la belleza. A nivel general no se han encontrado
diferencias entre ambos sexos. No obstante, las mujeres
puntúan más alto en estética y sentimientos, mientras los
hombres puntúan más alto en la faceta de Ideas, aunque esta
diferencia desaparece con la edad.

A pesar de la existencia de diferencias, hay que tener en cuenta de


éstas no son grandes, sino entre pequeñas y moderadas y hacen solo
referencia a la media de los grupos que se comparan. Es decir,
aunque las mujeres sean en general más amables, esto no significa
que cualquier mujer vaya a ser más amable que cualquier hombre,
puesto que a nivel individual existen grandes diferencias entre las
personas, sea cual sea su género.

También hay que tener en cuenta la edad, puesto que conforme pasa
el tiempo, ambos sexos se van volviendo más parecidos en casi todas
las facetas.

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