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Derribando Estereotipos PDF
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Derribando estereotipos
Los actos escolares desde una mirada crítica intercultural
Raúl Díaz y Cristina Valdez
Centro de Educación Popular e Intercultural (CEPINT), Universidad Nacional del Comahue | Neuquén, Argentina
http//:cepint.blogspot.com | rdsur1@gmail.com
Nuestra reflexión se sitúa en Argentina. ha sido y puede ser liberadora pero con base en ella
Nos proponemos revisar de manera crítica, cons- también tuvieron lugar importantes acontecimien-
tructiva e intercultural las relaciones entre los mo- tos y procesos de subordinación de otras identidades.
dos escolares de representar y de construir la identi- Para ser, por ejemplo, argentino, hubo que construir
dad nacional tomando por caso los actos escolares. e imponer una raza (europea y criolla) y una cultura
Por haberlo registrado también en otros países nues- que le correspondiera, europea por un lado y “tan-
tras reflexiones no estarán exentas de fértiles com- guera” o folklórica por el otro.
paraciones con otros contextos. Nos vamos a enfocar en uno de los eventos for-
Para nosotros, la postura de educadores intercul- madores de esa identidad, los actos escolares, que
turales críticos, no siendo indígenas, no tiene como como pesada herencia permanece petrificada en las
premisa el tratamiento de aspectos, tradiciones, formas de esos actos, y que a pesar de los esfuerzos
modos de vida de otras culturas o de otras personas por “actualizarlos” incorporando acontecimientos
diferentes, sino que lo que procuramos es la revisión del presente, se siguen realizando bajo los códigos de
y la visibilidad de las diferentes formas de opresión una identidad nacional monocultural, heterosexual
que suceden en los cuerpos y en las mentes de los su- y racista. Buenos o lindos actos escolares para el
jetos diferentes. sentido común es embanderar la escuela, pintar de
La identidad nacional, perla muy preciada de la negro a algún niño para que haga de farolero o vestir
conformación de nuestros Estados latinoamericanos, de gaucha a una niñita para que venda empanadas.
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Lo que queremos advertir es que todas estas activi- Podemos preguntar sobre estos dos procesos que
dades no son ingenuas, y con base en ellas se inten- acabamos de describir: por un lado lo que hacemos
tan restituir opresiones y obviar conflictos que aún al narrar, representar o escenificar, y por el otro lo
siguen sin resolver entre clases sociales, entre etnias, que hacemos cuando todo esto está pensado y eje-
entre sexos y géneros, entre niños y jóvenes por un cutado para generar lazos que nos unan o nos pon-
lado y adultos por el otro. gan en común. Por un lado la representación y por el
Así, con el acto escolar vienen marchando vio- otro la identidad. Dos conceptos teóricos que enfo-
lencias simbólicas que, como decíamos antes, son cados sobre los actos escolares ayudarán a explicar
verdaderas políticas de identidad que aprisionan qué entramados políticos, ideológicos y culturales
cuerpos y mentes, por no hablar de otras cuestiones se promueven y de qué modos lo hacen, cómo se
económicas y sociales. articulan para producir emociones y pensamientos
sobre lo común. Con esto intentamos provocar una
crítica intercultural de los modos preponderantes
Actos escolares, representación e identidad
en que se representan las identidades.
Pocas situaciones escolares dan la ocasión para que Se usa, para la ocasión, un conjunto de elemen-
la escuela se muestre a la comunidad como insti- tos estéticos (audiovisuales) para representar las
tución ciudadana para el resguardo y el fomento ideas de lo común, que al ser expuestos y drama-
de identidades sociales y culturales. Docentes, es- tizados significan y/o dan valor y sentido, y esto es
tudiantes y progenitores, aunque con diferentes muy importante: clasifican y jerarquizan. Decimos
responsabilidades y dedicaciones, se organizan elementos que representan, lo que conceptualmente
para representar o poner en escena conceptos de se denominan significantes, o sea superficies o vehí-
nación y nacionalidad, patria y tradición, próceres y culos que soportan ideas, por ejemplo una bandera,
celebridades. un escritorio o un disfraz. Un prócer mismo.
El acto escolar es un ritual de consagración que A esta altura de nuestro escrito nos estamos pre-
re-produce la historia, o sea, reafirma algunas visio- guntando si en otros países y contextos ocurre esto
nes de la historia que han devenido preponderantes de similares maneras, y si hay, como acá, profeso-
por la fuerza de la costumbre o de la norma, y que se res y profesoras que intentan zafarse del ancla de la
usan ahora para decir algo sobre el presente. Y casi monoculturalidad.
siempre lo que se dice es que se ha perdido la “esen- Sigamos con el concepto de representación. Estos
cia de la nacionalidad”. Esa historia es traída al esce- significantes tales como las narraciones, los bailes,
nario de la escuela con guiones preparados para que los símbolos, las canciones patrias, las decoraciones
los y las “actrices” la dramaticen y, al convocar al pú- y los disfraces tienen la función de representar. No
blico asistente, la escuela en su conjunto reafirme su es la nación o la identidad nacional lo que está en el
compromiso con la nación y la identidad nacional. acto, es un trabajo ideológico de representación que
Esto se nota más en actos que conmemoran usa estereotipos que se han impuesto y que confor-
acontecimientos fundantes de la historia nacional, man un verdadero orden simbólico.
las fiestas patrias y la muerte de los próceres; pero Veamos un ejemplo: la bandera nacional repre-
lo que sube al escenario en teatralizaciones y dis- senta a la nación, la nación representa a la comu-
cursos es un uso del pasado para decir algo sobre el nidad (¿cuál comunidad?) con historias y vivencias
presente: lo que se ha perdido, lo que falta, lo que nos que se suponen compartidas (¿qué es lo comparti-
proyecta respecto de ese pasado en común. Porque do?). Así, podemos resumir estos interrogantes: ¿qué
es necesario algo en común para ser argentino: ¿la es lo común que la bandera representa?
misma cultura, la misma orientación sexual, la mis- Y acá viene la crítica intercultural: no hay nada
ma cosmovisión? fijo ni establecido ni natural ni dado en un pedazo
22 septiembre – diciembre 2009
de tela; todo se trata de un enorme trabajo de repre- de disidencia sexual proponen y esgrimen otros co-
sentación para que esos colores y esa tela se anu- lores. Pero, ¿los que no somos indígenas, negros u
den a un sentido. Lo que no aparece en la tela/color homosexuales nos vamos a quedar con estos colores
(bandera) son las contradicciones, las luchas polí- del modo en que se usan en los actos escolares?
ticas y culturales. No se trata ya de un pasado co- Resulta necesario devolver a la bandera, o al acto
mún que ahora habría que recuperar. Preguntamos escolar, al proceso que le da vida: lo político. No hay
críticamente: ¿cuál es ese pasado que habría que nada natural ni esencial en la idea de argentinidad;
recuperar? Y respondemos críticamente: ¿de cuáles no hay nada establecido sobre lo común y lo com-
pasados y memorias, de cuáles acontecimientos y partido, y menos sobre las memorias que nos convo-
procesos se trata? can. Podemos decir que es el acto escolar el que crea
De esto se sigue que la bandera que significa lo común, que quizás sin él lo común, como es fácil
lo común no es más que un acto político de repre- de constatar, se disemina en múltiples comunida-
sentación, y que cuando se enarbola en los actos des y/o identidades. Ponerse en común es, de algún
escolares casi siempre intenta congelar un paraíso modo, postergar las diferencias, renunciar a algunas
pedido en el que los diferentes no podían entrar, o pertenencias, y todo esto se manifiesta de distintos
eran expulsados. En Argentina tienen nombres esos modos: negociar, resistir, apropiarse, acomodarse a
seres: principalmente negros, indios, homosexuales, eso que sería lo común. El acto escolar puede consi-
anarquistas… derarse como un acto político para crear, formatear
Para precisar todo esto, basta ver los usos políti- y mantener lo común (lo nacional) siempre amena-
cos que los símbolos nacionales tienen en diferentes zado por las diferencias.
contextos, en las movilizaciones, en las luchas po- Lo que sucede en el acto escolar es la imposición
pulares y en las étnicas. Respecto de estas dos van por la fuerza de algo en común, una identidad nacio-
surgiendo otras banderas que no se agitan para una nal, cuando debería ser, por el contrario, la liberación
fiesta armónica de colores sino para expresar sos- de las diferencias de esa prisión o presión de lo co-
pechas y repudios frente a una identidad nacional mún. Nos preguntamos, en consecuencia, ¿qué es lo
opresiva y monocultural. También los movimientos que hay que festejar o celebrar?
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decir que las identidades preponderantes se han im- De eso se trata cuando nos colocamos en el sue-
puesto a través de un acto escolar perpetuo. lo fértil de la interculturalidad crítica. No es que las
Efectivamente, los símbolos for export de la culturas o las pertenencias estén simplemente en re-
Argentina tales como el tango o el gaucho debieron lación unas con otras, o que cada cultura o modo de
ser domesticados por las clases dominantes ya que, ser cumpla una función en un todo armónico. Se tra-
mientras que el primero surgía en las casas de citas y ta de interrogar las fuerzas históricas de las disiden-
era bailado por los propios hombres con una sensua- cias culturales y hacerlas entrar al ritual no como un
lidad homosexual, el segundo —el gaucho— venía de collage sino como una tensión política desafiante
ser aquello que había que vencer, una raza impura, de las identidades nacionales conformadas por los
indolente e incapaz para el trabajo. Pero la Nación Estados latinoamericanos a fines del siglo XIX y prin-
Argentina, que se proyectaba al mercado mundial cipios del siglo XX . Éstos serían los lugares y los mo-
como el granero del mundo finalmente optó por fabri- mentos que habría que conformar como verdaderos
car un tango despojado o suavizado de las connota- cronotopos de la nacionalidad. En la Argentina, esto
ciones homosexuales y eróticas explícitas y por erigir coincide con el genocidio militar sobre los pueblos
un gaucho corregido de su vagancia para levantarlo originarios, que como lo hemos dicho fue llamada
como modelo de laboriosidad del campo argentino. “campaña del desierto”.
Lo que proponemos es una didáctica del acto que Esto sería, entonces, una didáctica intercultu-
se base en el tratamiento de estos procesos de do- ral crítica, a saber: generar nuevas imágenes y otros
mesticación mediante los cuales lo negado se vuelve cronotopos, porque siendo esencial a la constitución
celebrado ocultando con ello los mecanismos de la del Estado republicano exterminar a los indígenas y
dominación material y cultural. Es de suponer que apoderarse de los territorios que ocupaban: ¿qué es
en todos nuestros países se han generado estereo- lo que habrá que celebrar? Y no proponemos un acto
tipos a costa de la exclusión, ocultamiento, censura escolar sobre la muerte, sino, por ejemplo para el 12
y también de la celebración vacía de contenido. Se de octubre, acerca de la vigencia y la proyección de
hace necesario promover una visión de la identidad los pueblos originarios. Dicho sea de paso, esa vigen-
que sea plural y diversa, y que por lo mismo sea de- cia y esa proyección da lugar a nuevos y desafiantes
safiante de los estereotipos de la monoculturalidad. cronotopos para poner en escena en el acto escolar.
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