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Famarilla 2007
Famarilla 2007
FIEBRE AMARILLA
Panorama mundial
La fiebre amarilla es una arbovirosis, inmunoprevenible causa de una importante mortalidad y letalidad
en vastas zonas de las regiones tropicales de África y las Américas. Se reconocen dos ciclos: uno urbano y
otro selvático. En Colombia, los últimos casos urbanos se presentaron en la epidemia del Socorro de 1929
que afectó al menos a 150 personas, con 23% de mortalidad. Los últimos brotes urbanos en América se
registraron en Brasil en 1942, y el último caso urbano confirmado se presentó en Trinidad, en 1954. Entre
1997 y 1998 se diagnosticaron 6 casos de fiebre amarilla urbana en Santa Cruz, Bolivia, por la técnica
de IgM-elisa.
La fiebre amarilla selvática se presenta predominantemente en la parte septentrional de América del Sur,
principalmente en zonas boscosas cercanas a los ríos Magdalena, Guaviare, Catatumbo, Orinoco y Amazonas,
incluidos Colombia, Venezuela, Las Guayanas, Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia. Ha desaparecido de Centro
América (Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala) y de México, donde hasta hace unos años también fue
endémica en su variedad selvática.
En África, la zona endémica comprende la porción localizada entre las latitudes 15 norte y 10 sur, que se
o o
extiende desde el desierto del Sahara hasta el Sudan meridional incluyendo 34 países subsaharianos con la
forma urbana o rural de la enfermedad. No hay pruebas de que alguna vez haya existido fiebre amarilla
en Asia.
Según la OMS, entre 1987 y 1991 se informaron en el mundo cerca de 19.000 casos de fiebre amarilla, con
mortalidad global de 24%, y se estiman anualmente 200.000 casos, la gran mayoría en África. El número
real de afectados puede ser 10 a 20 veces el registrado. En Suramérica, entre 1985 y 1994 se confirmaron
en promedio 150 enfermos anuales.
Panorama Nacional
En Colombia se confirman casos todos los años y desde 1934 se registran en un programa de control cuya
base es la viscerotomía. Desde dicho año se observa una mediana de 20 casos por año con periodicidad
cada 6 años y temporalidad en los meses de diciembre y enero, julio y agosto.
Son consideradas áreas de riesgo las zonas de piedemonte de las cordilleras Oriental y Central, las
estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá, Magdalena Medio, región del
Catatumbo, Orinoquia y Amazonia. En esta región residen aproximadamente 5 millones de habitantes.
Se presenta en dos formas epidemiológicas distintas: selvática y urbana. Semejantes desde el punto de vista
etiológico, fisiopatológico, inmunológico y clínico, las diferencias entre ellas se presentan con respecto a la
localización geográfica, especie vectorial y tipo de hospedero.
La fiebre amarilla urbana es una antroponosis, mientras que la selvática es una zoonosis, con diferentes
especies de primates como reservorios. Estos también sufren la enfermedad, por lo que una señal de alerta
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para epidemias es encontrar en los bosques esqueletos de estos animales selváticos. La fiebre amarilla
selvática ocurre accidentalmente por la penetración del hombre en el ciclo enzoótico natural.
Los trabajos de talador, colono, aserrador, minero, explorador agrícola y de petróleos constituyen
factores de riesgo para adquirir la enfermedad. Como estas actividades las realizan primordialmente
los hombres, la fiebre amarilla selvática predomina en ellos entre los 15 y 45 años de edad y se
considera en América una enfermedad ocupacional. Otras personas en riesgo son los cultivadores de
coca, los grupos alzados en armas, los soldados que penetran a zonas selváticas, los desplazados
o las que migran a zonas selváticas.
La presencia del A. aegypti Temperatura (vector del dengue) en amplias zonas de Colombia, por
debajo de los 1.800 m de altura sobre el nivel del mar, así como en otros países americanos, áreas
de afluencia eventual de pacientes en período de incubación o de viremia por fiebre amarilla
hacen que la urbanización de ésta sea un peligro latente. No hay explicación lógica para que no
se haya presentado, aunque se sugiere que el vector ha disminuido su capacidad para replicar y
transmitir el virus. Los programas de salud de los gobiernos suramericanos enfrentan este peligro con
campañas antiaedes y con vacunación de las personas de las áreas urbanas con mayor riesgo. Un
riesgo adicional es la presencia en el país de Aedes albopictus, otro vector potencial de la fiebre
amarilla, cuyo hábitat es suburbano o rural, intermedio entre los vectores urbanos y selváticos de
la enfermedad.
1.2.4 Reservorios
Diferentes roedores como el agutí (dasyprocta) o la paca (Cuniculus paca) son susceptibles al virus, lo
mismo que el capibara (Hydrochoerus capibara); desarrollan viremia y podrían infectar mosquitos,
por lo cual pueden tener importancia epidemiológica.
Entre los marsupiales, el género marmosa es el más susceptible, así como el oposum de cuatro ojos
(Metachirus nudicaudatus); desarrollan viremia infectante para el mosquito y anticuerpos protectores.
El Didelphys marsupialis (fara, zarigüeya, chucha) tiene susceptibilidad variable ante varias cepas
del virus. La viremia que desarrolla es baja pero capaz de infectar mosquitos. Probablemente no
sufre enfermedad natural por el virus, contra el cual desarrolla anticuerpos.
Diferentes primates selváticos sufren la enfermedad natural y son reservorios del virus. Los monos
aulladores (Alouatta seniculus) son los más susceptibles; también lo son el mono araña (Saymiri sp)
que vive en grupos que se desplazan y puede llevar el virus a lugares distantes, el mono ardilla
(Ateles sp), las martas (Aotus trivirgatus) y otros primates.
1.2.5 vectores
El vector de la fiebre amarilla urbana es el A. aegypti. En este mosquito el virus sufre un período
de incubación extrínseca de 10 a 12 días, durante el cual se multiplica en la pared gástrica y en
las glándulas salivales. El mosquito es infectante durante toda su vida, que dura de 6 a 8 semanas,
y el virus se transmite transováricamente a su descendencia, hecho que lo convierte en el verdadero
reservorio. Los transmisores selváticos (Haemagogus jantinomys, Sabethes), que también transmiten
el virus transováricamente, viven en las copas de los árboles, donde perpetúan el ciclo entre los
primates que tienen este hábitat.
En la fiebre amarilla urbana el virus es introducido al ciclo por un hombre virémico que se ha
infectado en el ciclo selvático. Al ser picado por el Aedes aegypti, este vector se torna infectante
y logra transmitir el virus a otras personas susceptibles, iniciando el ciclo de transmisión: hombre
Aedes aegypti hombre
No hay transmisión de persona a persona por contacto directo ni por fómites.
2. Configuracion de caso
Dentro de este proceso, la comunidad, de acuerdo con sus posibilidades, podrá informar al municipio/
localidad o a las unidades primarias generadoras de datos, la ocurrencia de casos probables.
Las unidades notificadoras municipales, una vez consolidada y analizada la información para el
desarrollo de las acciones respectivas, remitirá con periodicidad semanal o inmediata, en los formatos
y estructura establecidos, la información de sus unidades primarias generadoras de datos a la
unidad notificadora departamental o distrital correspondiente, para que estas a su vez adelanten
el análisis respectivo y desarrollen las acciones complementarias requeridas.
La notificación de los departamentos y distritos a la nación (Instituto Nacional de Salud) se hará
teniendo en cuenta los siguientes criterios:
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l La notificación de la ocurrencia de casos de todos los eventos incluidos, deberá ser semanal y contener
la información mínima requerida, de acuerdo con el instrumento diseñado para tal fin, conservando su
denominación y estructura.
l La Fiebre Amarilla exigen notificación de casos probables con periodicidad inmediata, ya que es
pertinente activar de forma precoz la intervención complementaria de la nación.
l Los datos deben estar contenidos en archivos planos delimitados por comas, con la estructura y
características definidas y contenidas en los documentos técnicos que hacen parte del subsistema de
información para la notificación de eventos de interés en salud pública del Instituto Nacional de Salud
- Ministerio de Protección Social.
l Ni las direcciones departamentales, distritales o municipales de salud, ni las entidades administradoras
de planes de beneficios, ni ningún otro organismo de administración, dirección, vigilancia y control podrá
modificar, reducir o adicionar los datos ni la estructura en la cual deben ser presentados en medio
magnético, en cuanto a longitud de los campos, tipo de dato, valores que puede adoptar el dato y
orden de los mismos. Lo anterior sin perjuicio de que en las bases de datos propias las UPGD y los entes
territoriales puedan tener información adicional para su propio uso.
De acuerdo con lo anterior, la información deberá fluir de forma oportuna y constante entre las
dependencias de salud pública existentes en cada entidad territorial y la red de laboratorios del
país (ver flujograma).
3.2. Notificación
3.4 Responsabilidades
Ámbito internacional
Ámbito nacional
Ámbito local
Una vez notificado un caso probable se deben realizar las siguientes investigaciones.
l Después de la identificación del sitio probable de infección se debe identificar los contactos, convivientes,
vecinos y compañeros de trabajo para averiguar su estado vacunal en relación con la fiebre amarilla;
y vacunar a quienes lo necesiten.
l Inmediatamente se debe iniciar búsqueda activa de otras personas en el área con síntomas febriles
agudos (incluidos pacientes que sólo tengan fiebre) para estudio clínico y toma de muestra de sangre
para realizar pruebas de laboratorio que permitan confirmar otros casos de fiebre amarilla. Excluir
pacientes que hayan sido vacunados hace más de 10 días y menos de 10 años.
l Se deben realizar búsquedas activas institucionales de síndrome febril agudo ictérico o ictérico-
hemorrágico sin causa específica, y búsqueda de otros diagnósticos diferenciales sin confirmación
diagnóstica a través de registros diarios de consulta, egresos hospitalarios, registros de laboratorio,
notificar al sistema de vigilancia.
l Realizar búsquedas de fallecimientos por síndrome febril agudo ictérico o ictéricohemorrágico sin causa
especifica.
l Captura e identificación de insectos (mosquitos) transmisores:
l En áreas selváticas: un equipo entrenado en búsqueda de vectores selváticos debe proceder a realizar
la búsqueda y captura de vectores selváticos (Haemagogus, Sabethes). Los especímenes colectados
deben ser enviados al laboratorio de referencia para identificación y posterior aislamiento del virus
de la FA.
l En áreas urbanas: evaluar la infestación por Aedes aegyptien las localidades o áreas urbanas más
próximas al sitio de ocurrencia de los casos evaluando así el riesgo de urbanización de la fiebre amarilla
Si más del 5% de las casas de un lugar tienen A. aegypti, el riesgo de urbanización se considera alto.
De acuerdo con este levantamiento, establecer los criterios de control del A. aegypti: fumigación, control
químico de las larvas o reordenamiento del medio.
l Asegurarse de que en el sitio de hospitalización de los pacientes no exista el vector, en cualquier caso
colocar toldillo a los pacientes.
l Realizar búsqueda de Aedes albopictus.
4. Análisis de datos
El análisis de los datos de la investigación debe permitir evaluar la magnitud del problema, adecuar
las medidas adoptadas e indicar las acciones de prevención que deben ser mantenidas a corto y
mediano plazos en el área.
Se deben consolidar los datos considerando las características de:
• Al menos un centro centinela para la vigilancia del síndrome febril ictérico, por departamento
considerado de riesgo.
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5. Orientacón de la acción
No se deben esperar los resultados de los exámenes para el desencadenamiento de las medidas
de control y otras actividades de investigación. El sistema de vigilancia brindará información a los
responsables de las acciones de prevención y control que permitirá, conjuntamente con la vigilancia,
tomar las acciones tanto individuales como colectivas.
5.1Individual
Atención del paciente
Hospitalización: el paciente sospechoso de tener fiebre amarilla debe hospitalizarse con aislamiento
adecuado con toldillo para impedir que sea picado por A. aegypti eventualmente presentes en el hospital
y no porque sea directamente contagioso para otros pacientes o para el personal del hospital. Deben
realizarse las pruebas diagnósticas necesarias que permitan realizar el diagnóstico diferencial, incluidos
paraclínicos para función hepática y renal.
Tratamiento: no hay terapia específica antiviral. En las formas leves y moderadas se debe hacer un
tratamiento sintomático para la fiebre, cefalea, mialgias y artralgias En las formas graves, el enfermo
debe recibir cuidados intensivos, con control de líquidos y electrolitos, de las hemorragias, ritmo cardíaco
y distensión abdominal, que contribuye a aumentar la hipotensión; así como manejo de las complicaciones
renales y encefálicas secundarias a la insuficiencia hepática, y de la insuficiencia renal.
5.2 Colectiva
5.2.1 Vacunación
La vacunación se constituye en la principal estrategia de prevención y control de la fiebre amarilla;
su eficacia es de 99% y permite la formación de anticuerpos protectores después de 7 a 10 días
de haber sido recibida. Se recomienda un refuerzo pasados 10 años aunque los anticuerpos pueden
persistir hasta por 35 años o incluso de por vida. Es un virus vivo atenuado, cepa 17d o asibi.
Se mantiene liofilizada a 4ºC y una vez reconstituida debe aplicarse según las indicaciones del fabricante,
preferiblemente en la primera hora, pues el título viral decrece rápidamente porque el virus es termolábil.
Después de reconstituida debe ser mantenida a temperaturas preferiblemente alrededor de 2ºC, protegidas
de la luz. Se inyecta por vía subcutánea.
No se recomienda usar la vacuna en pacientes HIV+, inmunocomprometidos, ni en embarazadas, en quienes
no se debe emplear ninguna vacuna con virus vivo. Tampoco debe aplicarse a niños menores de un año,
mayores de 60 años y pacientes con historia de hipersensibilidad al huevo de gallina o sus derivados.
5.2.1.1 Recomendaciones para la vacunación
Programa regular
l Se debe vacunar al 100% de los habitantes mayores de un año residentes en las zonas con evidencia
de circulación viral.
l Se debe vacunar a todos los viajeros que se desplacen a las zonas con evidencia de circulación viral.
l Se debe vacunar a todos los niños de un año de edad.
En los casos de fiebre amarilla selvática
l Se debe vacunar inmediatamente al 100% de los residentes en el área así como a todo el que se
desplace al área.
l Evitar la penetración de susceptibles en los lugares donde se ha presentado recientemente un caso.
l Considerando las características ambientales (índices de infestación aédica, desplazamiento de
personas) se debe vacunar los centros urbanos próximos infestados con Aedes aegypti.
Estas acciones de emergencia de eliminación de Aedes aegypti deben ser llevadas a cabo
principalmente en la localidad donde los pacientes están siendo atendidos, pero deben fortalecerse
las acciones de control vectorial en los municipios próximos a las áreas de transmisión.
l Identificación precoz de casos sospechosos para desencadenar rápidamente las acciones de control.
l Aislamiento de casos sospechosos durante el período de viremia en áreas infestadas por Aedes
aegypti.
l Vigilancia sanitaria de puertos, aeropuertos y fronteras: exigencia del certificado internacional de
vacunación con fecha de vacunación de menos de diez años para viajeros procedentes de países con
circulación viral.
6.1.1 Sangre
Se recomienda recolectar la primera muestra de sangre en la etapa aguda de la enfermedad y la segunda,
14 a 21 días después.
A aquellos pacientes con menos de 5 días de inicio de síntomas se les tomará 10 centímetros cúbicos de sangre,
los cuales serán centrifugados lo más pronto posible; el suero obtenido se transfiere a un tubo que se debe
rotular y marcar con las letras , que indicarán al laboratorio la necesidad de procesar la muestra para
o
aislamiento viral; el suero obtenido se debe conservar a 4 C si va a ser remitido en las 48 horas posteriores
o
de tomada la muestra, o a -20 C (en hielo seco, húmedo o en congelador normal), si se va a remitir después
de 48 horas; se debe mantener a esta temperatura todo el tiempo hasta su destino final en el laboratorio
de virología del INS. Toda muestra (mínimo 0,5 ml) con la ficha epidemiológica diseñada para tal fin.
A los pacientes con más de 5 días de fiebre también se les extraerán 10 centímetros cúbicos de sangre, que
serán centrifugados lo más pronto posible; el suero obtenido se transfiere a un tubo que se debe rotular e
identificar con la abreviatura “IgM”, que indica al laboratorio la necesidad de procesar la muestra para la
determinación de inmunoglobulina M antivirus de la fiebre amarilla; el suero obtenido se debe conservar a
4 C todo el tiempo, hasta su destino final en el laboratorio de virología del INS. Debe remitirse con la ficha
o
epidemiológica respectiva.
La sangre debe ser recolectada en frascos estériles, herméticamente cerrados, con tapa rosca
o en tubos al vacío. En los casos de muerte, la sangre deberá ser tomada directamente puncionando
el corazón.
Se debe estar atento con la interpretación de los resultados de las serologías considerando las fechas
de toma, de inicio de síntomas y la necesidad de muestras pareadas para observar la variación en
la IgM. Igualmente, el estado vacunal del paciente puede dar resultados positivos falsos.
6.1.2 Vísceras
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El espécimen debe enviarse al laboratorio de patología del Instituto Nacional de Salud, con los
datos de la ficha de investigación de caso sospechoso de fiebre amarilla o resumen de la historia
clínica. Su envío tiene franquicia postal.
Además de esta muestra se debe tomar otra que debe estar congelada a -70ºC o refrigerada
(para aislamiento viral); esta muestra no se fija en formol y se debe remitir al grupo de virología
del Instituto Nacional de Salud, en solución salina.
6.1.3 Insectos
Para la remisión de insectos (mosquitos) se deben considerar las siguientes indicaciones:
Envío de formas o estadios inmaduros (larvas y pupas)
Se utiliza un doble sistema de empaque. El primer sistema consiste en matar las larvas en agua caliente
(aproximadamente a 60 C) y luego, muy cuidadosamente con una aguja se las transfiere a cárpulas (tubos
o
de vidrio o plástico de los utilizados para envasar anestesia en odontología) con alcohol al 70%. Este
sistema se debe utilizar siempre que se vaya a realizar montaje permanente del espécimen, puesto que se
Se recolectan los mosquitos adultos en vasos plásticos transparentes fuertes (250 ml de capacidad
y 8 cm de diámetro) con orificio superior de 4,5 cm de diámetro y tapa rosca, con malla de ojo
fino y textura suave, con un orificio lateral cubierto con dos capas de látex o caucho sobrepuestas
que permitan introducir el tubo acrílico del succionador. Se matan con vapores de cloroformo, éter
o en frío; luego los ejemplares muertos se colocan, utilizando una pinza entomológica fina, en cajas
pequeñas plásticas, metálicas o de cartón (aproximadamente de 6 a 10 ejemplares por caja) las
cuales deberán ser preparadas de la siguiente manera: en el fondo (si existen las facilidades) se
coloca naftalina pulverizada o una capa de naftalina derretida; sobre ésta se coloca un pedazo de
algodón no muy ancho y sobre éste un rodete de papel toalla o papel facial de seda, procurando
que no se maltraten los mosquitos, no se le caigan las patas ni las alas, y que no se presente mucha
descamación; se les cubre con un nuevo rodete de papel (toalla o facial) sobre el cual se coloca otra
capa de algodón. Por último, la tapa de la caja debe quedar bien cerrada (se puede colocar a los
bordes de la tapa esparadrapo para sellarlas) y debidamente rotulada con los datos de registro
(recolección) que anteriormente se mencionaban para envío de mosquitos en estadios inmaduros.
Envío de adultos para intento de aislamiento de virus
Los mosquitos capturados son anestesiados usando frío (en nevera o hielo seco), e inmediatamente introducidos
en viales resistentes al frío y debidamente rotulados. Los viales se colocan en hielo seco o nitrógeno líquido
y se transportan al Laboratorio de Entomología donde se conservan en un congelador a bajas temperaturas
(-20 C a -70 C o nitrógeno líquido). El número de insectos que se colocan en cada tubo varía según el tamaño
o o
de los mosquitos y la capacidad del tubo, pero en todo caso es muy importante que no queden hacinados
dentro del recipiente, pues podrían perder estructuras que hagan difícil o imposible su identificación. Es
vital que los mosquitos, para intento de aislamiento de virus, permanezcan siempre a bajas temperaturas. El
material enviado debe venir con todos los datos correspondientes a la captura.
Tabla 1. Toma, rotulación, conser vación y transporte de las muestras para diagnóstico de fiebre amarilla por
laboratorio
12 horas con hielo Histopatología En formol Temperatura detección viral tamponado al 10%
ambiente
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