Ander González, sección C.

LA VIDA DE AMARANTA BUENDIA Y SUS RECHAZOS AMOROSOS

Amaranta Buendía es un personaje de la novela "Cien años de Soledad", hija de José Arcadio Buendía
y Úrsula Iguarán, fundadores de Macondo. En la novela se muestra como mujer al tomar su
adolescencia como licencia para ofrecer caricias en la noche, además se muestra como indecisa, pero a
la misma vez terca, una vez que sus intenciones se fijan en alguna meta, realmente ella es uno de los
personajes más complejos que hay en esta obra, es una combinación de los personajes femeninos que
se nos presentan en la novela, llenas de energía y perseverantes, pero añadiéndole una pizca de caos e
inestabilidad emocional.
Amaranta en su juventud era alegre y vivaz, tenía una estrecha y amorosa relación con su hermana
Rebeca. Sin embargo, esto terminó cuando ambas conocieron a Pietro Crespi, ya que las hermanas se
enamoraron de él. Pero lo interesante de este asunto, es que Pietro se enamora de Rebeca y se
compromete con ella. Por esa misma razón,  Amaranta hará de todo para separarlos; dañar el vestido de
novia y fingir una carta en apuros por parte de la mama de Pietro, son una de las acciones que toma
para cumplir con su objetivo. Al final se logró lo que tanto deseaba, ya que Rebeca huye con José
Arcadio, abandonando a Crespi. Lo que es una oportunidad perfecta para Amaranta, ya que él se fija en
ella y le pide matrimonio, sin embargo, lo rechazará y acto seguido, él se suicida, ocasionando que
Amaranta se encierre en su amargura y que cargue con el luto consigo después de quemarse la mano y
cubrir la herida por el resto de su vida, con un trapo negro. Esto muestra claramente, que era una
persona enérgica, perseverante y con mucha determinación para cumplir sus metas, pero que a la vez,
era resentida, egoísta, orgullosa y sensible, además que nos expone la forma tan drástica en la que un
ser humano puede cambiar de opinión o parecer con respecto a una idea, un plan o incluso
sentimientos, es decir, lo indeciso que puede ser.

Ella se sentía aliviada por sus amores incestuosos, el primero por Aureliano José (hijo de Aureliano y
Pilar Ternera) que tendrá que salirse de la casa después del rechazo de ella, y el segundo por José
Arcadio hijo de Aureliano II y Fernanda, que ella atiende con demasiado amor y cariño. Lo que hace
entender, que con el incesto propio de los Buendía y que si poseía instinto maternal a pesar de todo.
El último amor de Amaranta fue Gerineldo Márquez, compañero del coronel Aureliano en los tiempos
de la guerra civil, a quien le hizo lo mismo que a Pietro Crespi: no aceptar la propuesta de matrimonio.
Ella era una renegada, cuando alguien la quería, lo rechazaba. Simplemente, para su persona el amor
casi consistía en lo que ella ofreciera; es independiente y fuerte, ya que sentía que cualquier hombre es
una compañía de la que puede prescindir, sin embargo, eso no le quitaba lo enamoradiza y sensible.

Después de sus amores y desamores, Amaranta decidió tejer la mortaja que ha de cubrir el cuerpo de
Rebeca cuando muriera. Luego de un tiempo, se dio cuenta que tejía su propia mortaja y por ende,
tardo un año en terminarla. Antes de que falleciera, repartió sus cosas entre los pobres, en este simple
gesto ella nos muestra lo caritativa que podía llegar a ser. Luego, mandó a llamar al carpintero para que
le tomara las medidas de su ataúd, como si se las estuvieran tomando para un traje de novia, esto puede
demostrar que ella esperaba la muerte, incluso sin haber conseguido la felicidad en su vida

Amaranta dedicó su último mes de vida a decirles a todos los habitantes de Macondo que aprovecharía
para llevarles cartas a los seres queridos que habían muerto antes que ella. Entonces la casa empezó a
llenarse de gente que traía cartas para los familiares muertos. Las depositaban en un buzón de madera
que ella mandó hacer, sin duda, un gesto muy importante, ya que ayudaba a que los pobladores no
olvidaran a sus antepasados. A su muerte, lo pusieron junto al ataúd para que la gente siguiera echando
las cartas, que fue un buen modo de agradecimiento por esta idea tan magnifica. Durante su funeral se
confirmó que había muerto virgen; lo que hace una gran diferencia entre ella y su hermana Rebeca e
esto, ya que, a pesar de que le hacía cariños atrevidos a sus sobrinos, nunca llego a romper ni traspasar
esos límites. Algo relevante que hay que resaltar de ella, es que a pesar de que su papa era José
Arcadio, fundador de Macondo, ella no tuvo una participación en algún hecho histórico de relevancia.

Con todos estos acontecimientos, se puede confirmar  que Amaranta es el reflejo de todos los
personajes femeninos en el libro. Es cariñosa, sensible, terca, y también mal intencionada. Además,
combina a Úrsula en el momento de cuidar a sus sobrinos como si fueran suyos, a Pilar Ternera cuando
les ofrece caricias, y a Rebecca cuando se enamora locamente de Pietro Crespi.