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INTRODUCCIÓN

Habría que decir, que el cuidado no es una actitud intrínseca de los seres humanos, es
un conjunto de actos conscientes del sujeto mismo, al mismo tiempo es parte de la
labor de la Enfermería cultivada como parte de la profesión, y adoptada como objeto de
reflexión y de trabajo.5 Por lo tanto, se recurre a la fenomenología-hermenéutica en la
medida en que la Enfermería centra su interés en lo que experimentan las personas
acerca de algún fenómeno y el modo que interpretan dichas experiencias, con el fin de
determinar la importancia de los cuidados en las situaciones de vida-salud, al favorecer
la descripción e interpretación de los fenómenosque conduce a realizar un análisis
crítico-reflexivo sobre nosotros mismos.

La tesis a exponer en este artículo gira en torno a tres ejes: la fenomenología-


hermenéutica, el cuidado y las visiones del mundo de la Enfermería; con objetivo de
describir a través de esta relación, las implicaciones para la Enfermería del uso de la
perspectiva fenomenológica-hermenéutica.
PERSPECTIVA FENOMENOLOGICA HERMENEUTICA
Desde el horizonte de la perspectiva fenomenología-hermenéutica, se ponen en
discusión los sentidos que las personas dan a sus propias experiencias y vivencias, con
las interpretaciones posibles que puedan construirse a partir de referentes más amplios
puestos en diálogo con las experiencias particulares. Esta manera de abordar la
realidad del ser humano, se afinca en lo que se ha denominado el giro hermenéutico de
la fenomenología y halla en autores como Ricoeur, Van Manen y Levinas algunos de
sus más claros exponentes. Constituye en este sentido un desarrollo alternativo a lo
inicialmente planteado por Husserl y Heidegger.

Adicionalmente a lo enunciado, dentro de esta concepción se abre paso de un modo


especial, la categoría de cuidado, lo que la hace pertinente al objeto de reflexión que se
desea abordar en la búsqueda de la respuesta de las implicaciones del uso de la
fenomenología-hermenéutica en Enfermería. Este escenario teórico está presidido por
lo que se ha denominado originalmente desde la fenomenología "mundo de la vida",
propuesto por Schutz, que es un ámbito configurado y dinamizado por un tejido de
significaciones que se construye y reconstruye permanentemente mediante el
relacionamiento interpersonal, la experiencia y la comunicación.3 En esa perspectiva, la
fenomenología se asume como el estudio del mundo de la vida, del mundo tal como lo
experimentan inmediatamente después de un modo pre reflexivo, y no tal como lo
categorizan o conceptualizan, ni cómo se reflexiona sobre él.3 Según Van Manen, la
fenomenología lo que pretende es obtener un conocimiento más profundo de la
naturaleza o del significado de las experiencias cotidianas.6

En el punto de partida de esta corriente de pensamiento y de acuerdo con Husserl, su


fundador, la fenomenología se ocupa de la conciencia, con todas las formas de las
vivencias, actos y correlatos.7 Además, propone que la correlación entre la vivencia del
conocimiento, significación y objeto es lo que plantea los problemas más profundos y
difíciles, considerándolo como la fuente del problema de la posibilidad del conocimiento.
De acuerdo con esto, el conocimiento en todas sus formas, es una vivencia psíquica; es
conocimiento del sujeto que conoce; así pues, la fenomenología es la ciencia que trata
de descubrir las estructuras esenciales de la conciencia.
3.1 Informes Fenomenológico
En el curso de esta búsqueda, se proponen tres aspectos interesantes que permiten dar
respuesta al objeto de esta disertación relacionada con las implicaciones para
Enfermería del uso de la perspectiva fenomenológica-hermenéutica.
Partiendo de los planteamientos precedentes y situados desde esta perspectiva, se
visualiza la experiencia del cuidado en todo el ámbito del ejercicio de la disciplina de
Enfermería; para lo cual, la familiarización con las vivencias de las personas y
cuidadores (profesionales y no profesionales), así como el abordaje de los significados
intersubjetivos que se construyen entre estos, representan un aspecto crucial para
comprender y transformar el ejercicio de la Enfermería con procesos de cuidado más
pertinentes y eficaces.

Por esa razón, abordar la experiencia vivida por las personas, cobra especial
importancia en la medida que se comprende la experiencia de manera reflexiva, al
buscar el significado de la misma, de manera rememorativa, no orientada a un solo
momento sino a través del pasado vivido, que permite construir la experiencia del
fenómeno desde una mirada intersubjetiva, en la cual se tendrán en cuenta las
múltiples realidades que dan sentido al mundo social en el que vive con sus
congéneres.

De acuerdo con Solano, "la disciplina de Enfermería necesita de esta filosofía para
poder otorgar un sentido interpretativo a los fenómenos del mundo de la vida con el fin
de determinar la importancia de los cuidados en las situaciones de vida-salud,
favoreciendo a través de la descripción y la interpretación de los fenómenos un análisis
crítico reflexivo sobre nosotros mismos".23 Del mismo modo, Watson plantea que el
fenómeno humano no es un objeto, por lo tanto no puede ser inspeccionado o
estudiado de esta manera; considera que se debe indagar más el "cómo" en lugar del
"qué", dado que este tiene que ver con los modos de existir y el significado del ser;15
de ahí que la fenomenología tanto como filosofía o método da respuesta al análisis de
la experiencia desde el punto de vista de quien la ha vivido.
Por consiguiente, el empleo de la fenomenología-hermenéutica en Enfermería permite
interpretar la experiencia vivida por las personas, sujetos de cuidado, que no solo se
presentan como textos de interpretación mediante las narrativas, sino a través de su
cuerpo, expresiones, sentimientos y momentos de cuidado que surgen en la relación
enfermera-persona, estos se convierten en momentos de relación intersubjetiva, donde
se brinda cuidado desde la perspectiva del ser unitario. Para ilustrar mejor lo
argumentado, es importante reconocer como Benner y Wrubel "consideran que la
práctica enfermera abarca el cuidado y el estudio de las experiencias vividas con
respecto a la salud, la enfermedad, el malestar y las relaciones entre elementos",18
fundamentados en el sustento de la fenomenología-hermenéutica, que contribuye a
comprender el complejo mundo de la experiencia humana.

3.2 Investigación Etnográfica


Sería la nueva realidad que emerge de la interacción de las partes constituyentes, sería
la búsqueda de esa estructura con su función y significado. Esta realidad –como ya
señalamos– no está en los elementos, sino que aparece por las relaciones que se dan
entre los elementos, así como surgen las propiedades del agua que no se dan ni en el
oxígeno ni en el hidrógeno por separado, o las propiedades del significado al relacionar
varias palabras en una estructura lingüística, o la vida por la interacción de varias
entidades físico-químicas, o la tercera dimensión en la visión binocular, etcétera.

Lo esencial de una estructura o sistema, así entendidos, es que pueden crecer,


diferenciarse de manera progresiva, autorregularse y reproducirse, y que conservan su
red de relaciones aun cuando se alteren, se sustituyan e, incluso, en algunos casos, se
eliminen partes; es decir, que manifiestan propiedades similares a las de los seres
vivos.

No sería, por consiguiente, nada lógico estudiar las variables aisladamente,


definiéndolas primero y tratando, luego, de encontrarlas. Es necesario comprender
primero o, al menos, al mismo tiempo, el sistema de relaciones en el cual las variables
o propiedades se encuentran insertadas, enclavadas o encajadas y del cual reciben su
propio sentido. También se consideraría improcedente definir las variables
operacionalmente, ya que los actos de las personas, en sí, descontextualizados, no
tendrían significado alguno o podrían tener muchos significados. El significado preciso
lo tienen las “acciones humanas”, las cuales requieren, para su interpretación, ir más
allá de los actos físicos, ubicándolas en sus contextos específicos. El acto en sí no es
algo humano; lo que 1o hace humano es la intención que lo anima, el significado que
tiene para el actor, el propósito que alberga, la meta que persigue; en una palabra, la
función que desempeña en la estructura de su personalidad y en el grupo humano en
que vive. Por eso escribió Hegel, al principio de su Fenomenología del Espíritu (1966),
que “1o verdadero es el todo”, ya que cada entidad es un subsistema del todo. Hoy,
más que nunca, se busca el significado de las acciones o de los eventos atendiendo al
amplio contexto de la sociedad y a los conceptos de ethos (costumbres) y sistema
ideológico. El operacionalismo, como dogma metodológico, nunca tuvo mucho sentido
en las ciencias humanas y hoy es cuestionado desde muchos puntos de vista, incluso el
mismo concepto de “definición” operacional

3.3 Investigación Acción


La investigación-acción parte de un enfoque propio del cualitativismo. La visión
cualitativa en investigación es aquella en la que el conocimiento se basa en una
relación cercana entre quien conoce y lo que quiere conocer, con el objetivo de
aprehender la esencia de lo que se está conociendo (Chaves, 2007). A su vez, el
conocer es planteado bajo la forma de un esfuerzo hermenéutico. En este tipo de
diseños investigativos, el conocimiento resulta de una construcción colectiva,
interviniendo las subjetividades, y más aún, las creencias y los valores de las personas
que participan en la actividad investigativa, de forma tal que el mundo social es
construido y reconstruido por los individuos participantes, a lo cual habría que agregar
el necesario componente crítico en tales operaciones, para lo que atañe a la
investigación-acción.
En el enfoque cualitativo se parte de la realidad cotidiana vivida por los sujetos
involucrados, no obstante, esto de ninguna manera quiere decir que el análisis termine
en ello, sino que tal tarea representa una vía para la consecución de insumos a ser
depurados ulteriormente: “…la estrategia de investigación es inductiva y progresiva. El
estudio se inicia con interrogantes generales que guían la investigación, y
posteriormente, se van perfilando focos más concretos de análisis”.
Se considera al alemán Kurt Lewin como el padre de la investigación-acción, al publicar
en 1946 una obra que combinaba (y adaptaba) principios del método de investigación
experimental con una meta de cambio social, sustentado en objetivos proclives a la
igualdad, la independencia y la cooperación, todo ello a fin de mejorar las condiciones
sociales (Chaves, 2007).

3.4 Investigación Participativa


La Investigación Acción Participativa permite corregir lo que el positivismo impone, al
erigirse como uno de los enfoques metodológicos con mayor vitalidad para las ciencias
sociales en América Latina, a partir de los años 70 del Siglo XX, en una época en que
«el círculo virtuoso» entre democracia y desarrollo económico entraba en decadencia,
ante el empuje del mercado y las dictaduras, lo que trajo consigo un escepticismo
creciente de la población y sus organizaciones sociales y políticas, frente a la
posibilidad de introducir reformas estructurales en el marco de la institucionalidad
cambiante de aquellos tiempos.
Para Orlando Fals Borda como uno de sus inspiradores, “La experiencia de los años 70
no nace en el vacío, sino que está inserta en un periodo histórico concreto y esto
condiciona toda mi interpretación”(Fals 1986: 3); se refiere entonces a la efervescencia
popular en América Latina que culmina con la revolución cubana, el desarrollo de
teorías políticas que evidencian las relaciones de dependencia con la metrópoli y
enriquecen las perspectivas de izquierda a partir de un marxismo no dogmático; una
contrateoría de la subversión que deslinda esta práctica social de las connotaciones
inmorales, a partir de la práctica liberadora de Camilo Torres, y la educación popular
que en cabeza de Paulo Freire manifestaba la posibilidad de una relación dialógica
sujeto – sujeto, al mismo tiempo que cuestionaba, a partir de las prácticas de
concientización, los paradigmas positivistas sujeto – objeto.
Según Fals Borda, el desarrollo de este enfoque teórico y metodológico reconoce la
riqueza socio-histórica de nuestra realidad, que asiste desde la conquista a procesos
fundamentales de transformación social, frente a los cuales la comunidad científica no
puede ser ajena, en tanto somos seres inmersos y comprometidos con el «statu quo» o
con la transformación de la realidad que frente a sus ojos se despliega
persistentemente.
CONCLUSIÓN

El empleo de la perspectiva fenomenológica-hermenéutica, aproxima el cuidado de


enfermería a las realidades sociales, da cimiento al desarrollo de la investigación y la
práctica, de tal manera que hace visible el cuidado en un mundo abocado por un
modelo médico hegemónico enmarcado en el cuidado del ser biológico, que desconoce
al ser humano holístico capaz de autodeterminarse; por consiguiente, esta perspectiva
contribuye a que la Enfermería asuma el reto de posicionarse en el campo de la salud
como una ciencia, una disciplina y una profesión autónoma y liberal.

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