Está en la página 1de 13

EDUCACIÓN FAMILIAR

Programas familiares de estimulación psicomotriz.

Caminar solo.

a) Colocar dos mesas o muebles de forma paralela, animar al niño para que
camine agarrado a ellas y, al final del trayecto dé un pasos hasta llegar al adulto.

b) Estando el niño de pie, con la espalda apoyada en la pared, el adulto se coloca


frente a él, a un metro de distancia y le llama animándole a que llegue a él sin
ayuda aplaudiendo su logro.

c) Ofrecerle juguetes desde un metro de distancia, el premio a su esfuerzo será


obtener el juguete.

d) Agarrado a su sillita o a otro objeto pesado que se deslice, permitir que el niño
se desplace libremente.

e) Realizar desplazamientos con el “correpasillos” bajo la supervisión del adulto.

f) Dar al niño el muñeco de su preferencia, pedirle que camine con el muñeco


aumentando progresivamente las distancias del desplazamiento.

NOTAS: Cuando motivamos al niño para que dé sus primeros pasos, siempre
hemos de tener en cuenta el esfuerzo y superación del miedo a caer que supone
para él. En todo momento le ofreceremos un punto de apoyo cercano que
represente la seguridad de poder agarrarse. - En estos momentos delicados hay
que cuidar las posibles caídas del niño, podría sentir miedo a intentar caminar y
retrasar su evolución en este aspecto. - Una vez que el niño domina la marcha
autónoma despliega una actividad arrolladora, quiere caminar por todo tipo de
superficies, correr, subir, bajar,... estas actividades desarrollan la vitalidad, la
resistencia física y la confianza en sí mismo del niño.
Reconocer partes del cuerpo.

a) Al mismo tiempo que señalan, nombrar las siguientes partes del cuerpo:

- pelo.

- manos.

- pies.

- ojos.

- boca.

- nariz.

-orejas.

b) Señalar primero en el cuerpo del educador y después en el niño, ayudándose


de un espejo si se considera necesario. A continuación, pedir al niño que señale
en sí mismo cada una de estas partes del cuerpo. Este ejercicio se hará de forma
progresiva, empezando por el pelo, las manos y los pies.

NOTA: En su primer año de vida el pequeño ha desarrollado los primeros


conocimientos de sí mismo. A través de su actividad, de ver su imagen reflejada y
de su observación detallada a otras personas, ya conoce algunas partes del
cuerpo. Le encanta comunicar sus descubrimientos, de modo que participa
activamente en las actividades relacionadas con el esquema corporal. - El adulto
debe realizar las actividades aconsejadas refiriéndose a una parte concreta. Una
vez que el niño domina la localización, pasará a otra parte distinta.
Ponerse de pie sin ayuda.

a) Pasear con el niño sujeto por una mano. Pedirle que recoja objetos situados en
el suelo. El adulto irá disminuyendo la intensidad del apoyo del niño
progresivamente.

b) Cuando el niño esté gateando o de rodillas, el adulto le ofrecerá la mano


mientras le anima a levantarse. La mano servirá sólo de apoyo sin ejercer tracción
sobre el niño.

c) Si el niño está de pie jugando con objetos, apoyado en una mesa o silla, dejar
algunos juguetes en el suelo y pedirle que los recoja.

d) Al finalizar una actividad que hayamos realizado sobre el suelo, pedir al niño
que se agache y levante para recoger los materiales.

e) Con el niño sentado frente al espejo, pedirle que se levante atrayendo su


atención sobre la imagen reflejada.

NOTAS: En este trimestre el pequeño aún no domina el agacharse y levantarse


doblando la cintura. Cuando quiere coger algo se sienta y, una vez que lo obtiene,
se pone de pie. - El mejor modo de estimular al niño para ponerse en pie, es
motivarle para que lo haga solo siempre que atraiga la atención del adulto para
que lo levante.

Comer y tomar solo.

a) Cuando el niño vaya a comer algún alimento en el que ha de utilizar la cuchara,


sentarlo en la mesa, colocar el plato delante de él y ofrecerle una cuchara
animándolo a que coma solo las primeras cucharadas, no importa que derrame
algo.

b) Se le enseñará la utilización del cubierto, permitiendo que utilice la mano que


prefiera.

c) En el momento que el niño agarra la cuchara el adulto dirige su mano para


llevarla a la boca. Disminuir la ayuda en veces sucesivas.

d) Si el niño toma alimentos semisólidos (purés espesos o legumbres machacadas


con el tenedor) permitirle que utilice solo la cuchara. Celebrar sus logros y restar
importancia si derrama la comida.

NOTAS: No se debe reñir al niño si coloca con la mano el alimento dentro de la


cuchara, lo hace porque desea experimentar el tamaño, textura, forma, etc... del
alimento y porque no domina el uso de la cuchara. Cuando observemos esta
conducta, tan sólo le indicaremos el modo correcto de hacerlo guiando su mano.

a) Cuando el niño tenga sed, el adulto le facilita el vaso con una pequeña cantidad
de líquido y deja que lo beba solo.

NOTAS: Por comodidad de los adultos los niños suelen utilizar el biberón durante
más tiempo del necesario. A partir de esta edad el agua, zumo, incluso la leche
(cuando no tenga demasiado hambre) puede tomarlos en vasos. - No debemos
reñir al niño si derrama un poco de líquido, desarrollar una habilidad no significa
dominarla. Prestaremos nuestra ayuda mientras comienza a adquirir el dominio de
beber solo. - Utilizar siempre vasos y tazas que sean fáciles de manejar para el
niño.

b) Al llegar otro adulto pediremos al niño que le muestre “lo bien que sabe beber
solito”, aplaudiendo y reforzando el logro. c) Durante la comida o merienda colocar
un vaso o taza con un poco de agua, zumo o leche junto al plato del niño.
Animarle para que lo tome el sólo. d) Poner una pequeña cantidad de yoghurt
líquido en una taza. Pedir al niño que beba pequeños sorbos.
Comunicación y representación: palabras y ademanes para expresar deseos,
nombrar los objetos conocidos, imitar acciones sencillas, realizar garabatos
en papel.

Nombrar los objetos conocidos

a) Para hablar con el niño sobre las cosas observadas podemos aprovechar
cuando vayamos con él por la calle. "Mira, ¿qué es eso que viene por la calle?". El
niño contestará "es un popo". Sí muy bien y ¿cómo hacen los coches"?. También
en cualquier situación cotidiana le preguntaremos el nombre de los objetos.

b) Sentarnos con él y con un cuento de imágenes y que el niño vaya nombrando


los objetos conocidos mientras los señala.

c) Hacer lo mismo pero ante una lámina-manual que tengamos colgada de la


pared.

d) Mirar con el niño un libro de grabados con rima y recitarle versos. Si se hace
con frecuencia, los niños serán capaces de decir por lo menos una o dos palabras
y algunas de las rimas, al mismo tiempo puede señalar los objetos nombrados.

e) Preparar una fotografía de un vaso, un dibujo del mismo y un vaso de verdad.


Pedir al niño que lo nombre al ver la fotografía y que lo busque entre varios dibujos
diferentes.

f) El educador realiza en plastilina objetos familiares repitiendo su nombre


mientras modela y pregunta al niño el nombre de cada uno cuando estén
terminados. g) Jugar con el ordenador infantil nombrando las imágenes de objetos.

NOTAS: Antes de comenzar a ejercitar conviene elaborar una lista con los
nombres de objetos básicos que pretendemos que el niño nombre. Preparemos
las fotografías , dibujos, láminas, etc...Cuando el niño domine por completo un
nombre pasaremos al siguiente y, al acabar con todos los de la lista, añadiremos
otros nuevos

Imitar acciones sencillas.


a) Jugar con el niño al, "como si": reproducción de actividades cotidianas del niño;
hacer como si durmiéramos, como si comiéramos, etc...

b) Imitar acciones y movimientos de animales u objetos animados.

c) Jugar con el niño imitando diferentes actividades de los adultos, desde acunar
al muñeco darle de comer, jugar a la casita, barrer, limpiar el polvo, etc...

d) Realizar dramatizaciones de canciones cortas, o de cuentos muy cortos:


"somos gigantes y ahora somos enanitos, etc...".

e) Dar al niño órdenes de una sola acción referidas a personas u objetos muy
conocidas por él (por ejemplo, ponerle una pelota o un coche en la mano y decirle
"dásela a ....", al mismo tiempo que el educador señala el lugar donde se
encuentra la persona indicada).

f) Repetir la actividad anterior, pero sin ayudarle con ningún gesto, de forma que
el niño solo se guíe por la señal verbal.

g) Aprovechar el momento de cualquier actividad rutinaria y pedir al niño que lleve


o traiga algunos objetos: la cuchara (en la hora de la comida), el pañuelo (para
limpiar la nariz), el peine (para peinarle), etc.

h) Dar al niño órdenes especiales sencillas como pueden ser "acércate a la


ventana" "súbete a la silla", "ven aquí cerca del aro", etc.

i) Dar al niño de forma escueta órdenes sencillas, de una en una y en principio sin
que le exijan desplazamientos: dame-toma, mete-saca, etc...

NOTAS: el niño imita acciones que observa en los adultos sobre todo para atraer
su atención y conseguir aprobación. - Cuando el niño realice instrucciones
sencillas con facilidad se irá aumentando progresivamente la complejidad del
mensaje.

Realizar garabatos en papel.


a) Ponerle pintura de dedos en el índice y que coloree y garabatee en el papel
libremente. Esta actividad puede ser individual o colectiva.

b) Dar a cada niño una pintura y un papel para que garabateen. Lo hará el
educador, cuando sea el primer día de la actividad. En días sucesivos, el
garabateo será sin demostración previa. Esta actividad se puede realizar en el
suelo, o encima de una mesa y puede ser individual o en grupo.

c) En un cajón de arena, el niño dibujará con el dedo garabatos.

d) Dar al niño hojas de papel de distintos colores y pinturas, dejarle que pinte
libremente.

e) Estando presente el niño, el educador dibujará figuras de animales y otros


objetos y le pedirá al niño que dibuje él lo que quiera.

f) Los niños garabatearán libremente con tiza sobre el encerado. Una vez
emborronado les pediremos que pinten con el dedo.

g) Con una música relajante de fondo, en papel continuo, los niños garabatearán
libremente primero con pintura de dedos y luego con pinturas blandas.

NOTAS. Empezaremos con tamaño A3, después ofreceremos folio o A4.


Utilizaremos todo tipo de pinturas (dedos, cera, crayones, madera, etc...). -
Podemos introducir al niño en el garabateo con pinceles y temperas. - Cuando le
niño garabatee sentado ante la mesa cuidaremos la postura que mantiene, así
como la distancia entre el papel y los ojos que no debe ser inferior a los 25 cm.

SUBIR LAS ESCALERAS GATEANDO

a) Estando el niño en posición de gateo, animarle a pasar sobre cojines colocados


en el suelo.

b) Animar al niño a subir la escalera, partiendo para ello de la posición de gateo,


haciendo que se arrodille junto a la escalera y colocando sobre ella un juguete que
le guste.
c) Hacer que el niño apoye sus manos en el segundo peldaño y se impulse para
levantar primero una pierna y luego la otra.

d) Ponerle en posición de gateo al principio de las escaleras,


Colocarse el adulto en el segundo escalón y decirle "ven”, reforzarle si sube un
escalón. Ir aumentando el número de ellos progresivamente.

e) Si el niño no lo hace solo, extender uno de los brazos al escalón de arriba e


impulsar su cuerpo cogiéndole por detrás de la pierna contraria a la altura de las
rodillas.

La mejor forma de ejercitar en el niño la subida de peldaños es permitirle tiempo


para moverse en los escalones, siempre bajo la atenta supervisión del adulto.

- Aprender con rapidez a gatear por la escalera para subir. Sin embargo, durante
este trimestre, la mayoría sienten miedo a bajar. No lo haremos enfrentarse a su
miedo por el momento. Dejaremos que se familiarice con la escalera y domine su
gateo en la ascensión. Le bajaremos en brazos o de la mano del adulto y con la
otra mano en el pasamano.

INTENTAR QUITARSE LOS CALCETINES Y EL GORRO

a) Cuando se le vaya a quitar el gorro, decirle "quítate el gorro", si no lo hace


guiarle su mano hasta la cabeza y ayudarle a hacerlo. Poco a poco iremos
retirando la ayuda hasta que el niño lo haga solo.

b) Cuando el niño esté sin zapatos, el educador le sacará al niño el calcetín hasta
la punta de los dedos y le dirá "quítate el calcetín". Si no lo hace, dirigirle su mano
para que realice los movimientos correctos.

c) Poco a poco le iremos dejando el calcetín (cada vez más arriba hasta que el
niño pueda quitárselo totalmente solo

Hemos elegido estas prendas por la facilidad que ofrecen para quitarlas. Quitarse
los calcetines es una de las actividades favoritas en el niño de esta edad, sobre
todo cuando no lo proponemos. Podemos aumentar el tipo de prendas de ve

OJEAR LIBROS ILUSTRADOS

a) Ver con el niño cuentos con hojas de cartón grueso. Explicarle sobre las
imágenes (características, colores, etc...) y pedirle que pase las páginas.

b) Realizar láminas sobre cartón con imágenes que pertenezcan a la misma


familia (animales, objetos musicales, juguetes, etc...) Cada lámina tendrá una sola
imagen y con cada familia haremos un libro uniendo las láminas con anillas.
Pediremos al niño que pase las láminas mientras observa las imágenes y las
nombra.

c) Proporcionarle todo tipo de cuentos y revistas y animarle a que mientras pasa


las hojas (al principio varias de una vez), vaya ojeando las ilustraciones. El
educador las irá comentando con el niño.

Cómo el niño pasará las páginas de forma precipitada, el adulto le pedirá


tranquilidad y atraerá su atención hacia las ilustraciones, haciendo observaciones
y preguntas sobre ellas.
- Podemos contar cuentos mientras el niño observa las páginas, pero teniendo en
cuenta que deben ser muy cortos y que el adulto tendrá que exagerar las
entonaciones y dramatizar mucho para poder mantener la atención del niño.

IMITAR ACTIVIDADES DE LA VIDA DOMESTICA

a) Jugar con el niño imitando diferentes actividades de los adultos, desde acostar
a un muñeco, darle de comer, jugar a las casitas, barrer, limpiar el polvo, etc...

b) Dar una bayeta al niño y pedirle que nos ayude a limpiar el espejo.

c) Dar una fregona de juguete al niño motivándole para que imite al adulto cuando
friega.

d) En el fregadero, lavabo o baños, indicarle el modo de frotar un trozo de tela


´para lavarla

Permitir que el niño manipule algunos objetos en la cocina mientras preparamos la


comida.

f) Darle cosas pequeñas y no peligrosas para que ayude a colocar la mesa.


(Cucharas, servilletas, etc...)

- Permitir que el niño participe e imite en este tipo de actividades, provocan que se
sienta útil, importante y valioso incrementando su autoestima y seguridad en sí
mismo.
- En estas actividades, como en todas, es importante el refuerzo siempre que imite
o muestre iniciativa por realizar otras similares.

INTERRELACIONARSE CON OTROS NIÑOS

a) Jugar a hacer un tren con otros niños.

b) Jugar al "corro de la patata" agarrándose a otros niños.


c) El educador pondrá en el suelo un papel grande y pedirá a un grupo de niños
que pinten con pintura de dedos.

d) Pedir a los niños que intercambien galletas o trozos de pan.

e) Que el niño conozca a sus compañeros “Dale la pelota a Juan” “Lleva el coche
a “Sara”

Los niños escolarizados en edades tempranas se relacionan con espontaneidad y


de forma habitual con iguales al llegar a esta edad. En períodos de juego libre
establecen relaciones de “juego primario” (tocándose, intercambiando o
quitándose juguetes, ofreciéndose objetos,...), sin embargo, aún tienen ratos en
los que prefieren jugar solo

Los niños no escolarizados tienen una gran dependencia del adulto para jugar y
cuando están esporádicamente con iguales su relación es poco armoniosa, en
ocasiones pellizca, tira del pelo, quita los juguetes a otros niños o llora para que el
adulto coja el juguete del otro y se lo dé.

PROGRAMAS DE ESTIMULACIÓN PARA EL LENGUAJE ORAL DENTRO DEL


NUCLEO FAMILIAR

La familia ha sido objeto de estudio para la Psicología en diferentes campos de


actuación, tanto desde el punto de vista educativo como en el ámbito social y
clínico. Es imposible estudiar la psicología humana sin referirnos a este grupo
primario. La familia es la instancia de intermediación entre el individuo y la
sociedad. Constituye el espacio por excelencia para el desarrollo de la identidad y
es el primer grupo de socialización del individuo. Es en la familia donde la persona
adquiere sus primeras experiencias, valores y concepción del mundo. La familia
aporta al individuo las condiciones para un desarrollo sano de la personalidad o en
su defecto es la principal fuente de trastornos emocionales.

En la familia se desarrolla la primera socialización del niño y es allí donde adquiere


la información esencial para incorporarse al Mundo de relaciones sociales,
aprende hábitos, costumbres, normas sociales de convivencias, como proteger su
salud y un mejor disfrute de la vida, desde el hogar debe inculcarle respeto,
cultura, el idioma correcto y prepararlo para asumir una vida responsable en una
Sociedad libre con espíritu de comprensión.

La familia desempeña un papel fundamental en la educación de los niños y


jóvenes, a tal punto, que sin lugar a dudas los principales responsables de las
mismas resultan ser los padres. La educación familiar desde el hogar marcha
unida a la que brindan las instituciones e incluso la sociedad en su conjunto en la
formación de la personalidad del individuo, a la vez que constituye su enlace.

Las influencias del ambiente en la formación de la personalidad del individuo


comienzan desde que viene al mundo y en primer lugar, es a través de la familia
que los niños perciben un modo de vida determinado que se expresa en
actividades y conductas específicas. Por ello la familia se convierte en la primera
escuela del niño, donde deviene colectividad, donde las relaciones entre sus
integrantes se presentan de tal forma que se establecen metas y objetivos
comunes a alcanzar por todas las personas que conforman el núcleo familiar.

Desde que los niños nacen, desde que se encuentran en el vientre de la madre,
se desarrollan bajo el apoyo directo de la familia y en ella, de las personas más
cercanas: los padres. Ellos ejercen una gran influencia en la formación de su
personalidad y para lograrlo deben ser preparados con los correspondientes
conocimientos, orientándose adecuadamente sobre las funciones que les
corresponde realizar ante la gran tarea que es la educación de sus hijos. “Él,
físicamente ligado a su madre cuando está en el útero y aún sujeto biológicamente
a ella durante su infancia, sigue atado a ella, desde el punto de vista social
durante mucho tiempo. Primero, de modo directo y emocional y después, a través
del lenguaje; por este medio amplía su experiencia y adquiere nuevos modos de
conducta y más tarde medios para organizar sus actividades mentales.

Las investigaciones en el campo de la intervención temprana están poniendo de


manifiesto que en los primeros meses de vida no es tan necesario el simple
entrenamiento sensoriomotor, sino que hay que tener muy en cuenta otros
aspectos de gran importancia: el ajuste familiar, el apoyo social a la familia, los
patrones de interacción, el diseño del ambiente físico del hogar, los aspectos
relacionados con la salud del niño, etc. Por lo que es indispensable hacer mención
del concepto de Atención Temprana, que no es más que: “el conjunto de acciones
que tienen como objetivo dar respuesta lo más pronto posible a niños de 0-6 años
con alteraciones del desarrollo de manera transitoria y/o permanente, a la familia y
al entorno, planificadas por un equipo de profesionales de orientación
interdisciplinar y transdisciplinar. Colectivo de Autores (2008).
Siempre se ha dicho que la pieza clave en el engranaje de la atención temprana
es la familia. Si bien esto es así, consideramos que, a base, de tanto insistir en
esta idea, la misma ha llegado a convertirse en un tópico, desde el momento en
que quienes la defendemos, no somos capaces de llevarla a la práctica y
seguimos haciendo las cosas sin contar con los padres o con otros familiares del
niño. No obstante, sería injusto no reconocer que uno de los principales méritos de
los programas de atención temprana (AT) ha sido, precisamente, la incorporación
activa de los padres desde el nacimiento de su hijo en lo que respecta a sus
cuidados y educación, haciendo hincapié en el papel significativo de los mismos
en dicho proceso. El cambio de mentalidad que se ha operado progresivamente
en los últimos años ha dado lugar a que se sucedan dos hechos importantes: por
un lado, reconceptualizar el rol de los padres y, por otro, reconocer que el niño
forma parte de un medio social más amplio, como es la familia.

El niño nace dentro de una familia que viene a ser su primer grupo social, dentro
de él aprenderá a intercambiar no solo significados sino también sentimientos,
sensaciones o emociones. La familia cumple una función importante en la
aparición y en el ritmo del desarrollo del lenguaje verbal del niño. Si éste se siente
emocionalmente seguro y lingüísticamente estimulado, se desarrollará normal y
óptimamente, superando las dificultades de las distintas etapas en el tiempo
esperado; pero cuando la familia es conflictiva e indiferente con él, esto
obstaculizará y retardará su evolución y, muchas veces, con consecuencias
negativas para su comportamiento de ajuste posterior. La familia tiene entre sus
manos la tarea de enseñar al bebé a conocer el mundo que le rodea y el lenguaje
es el medio que utiliza para ello. Por las razones expuestas, a la familia
corresponde un papel de extraordinaria relevancia en la estimulación del lenguaje
de sus hijos.

Los argumentos) y las reflexiones anteriores, evidencian la importancia de la


familia en la formación integral de sus hijos, donde el proceso de estimulación del
lenguaje, requiere de una certera dirección por parte de los adultos, ya que de
esto dependerá, en mayor o menor medida, que las características propias del
lenguaje en estas edades se logren desarrollar con el éxito esperado por todos.
Vigotsky decía: Toda la historia del desarrollo psíquico del niño nos enseña que
desde los primeros días de vida, su adaptación se logra por medios sociales a
través de las personas circundantes. El camino que va de la cosa al niño y del
niño a la cosa pasa a través de otra persona. El tránsito de la vía biológica de
desarrollo a lo social es el eslabón central en el proceso de desarrollo, el punto de
viraje radical de la historia del comportamiento del niño. El lenguaje como todas
las funciones psíquicas superiores, no está exento de este proceso en su
surgimiento, manteniendo la vigencia de dicho enfoque hasta la actualidad,
necesitando del medio en que se desarrolla la niña/o para su formación y
desarrollo, y en especial de la familia como piedra angular en este proceso. “Los
primeros años de la vida de un niño están llenos de hazañas e hitos cruciales o
importantes; pero tal vez, el acontecimiento singular más celebrado es la
producción de sus primeras palabras.

La progresión del niño en el dominio de las complicaciones de nuestro sistema de


lenguaje hablado es vigilado por los padres y educadores como un exponente de
su total maduración cognitiva.” El lenguaje constituye una de las manifestaciones
esenciales de la vida psíquica del hombre y es además una propiedad distintiva
del ser humano, en relación con el resto de los seres vivos. Gracias a la palabra
tiene lugar el desarrollo de procesos como la percepción, la memoria y el
pensamiento, así como propicia la regulación compleja de las acciones. El
desarrollo de la comunicación en el niño se verifica a través de una serie de
etapas sucesivas que vienen a constituir un definido proceso socio fisiológico de
adquisición que va desarrollándose a la par de las condiciones física y maduración
del niño.

Estas etapas de integración abarcan un tiempo de vida que van desde que el niño
nace hasta que dice los primero códigos orales con carácter significativo e
intencional. Las etapas de integración completa del habla, se dividen en tres
clases: el pre-lenguaje, el primer lenguaje y el lenguaje propiamente dicho. El
lenguaje es el instrumento más importante de que dispone el hombre para
comunicarse con sus semejantes. Cuando existe alguna deficiencia en esta área
tan vital del ser humano, el desarrollo del niño puede afectarse consecuentemente
en otras áreas como la cognitiva, la emocional –afectiva, la conductual, la de
habilidades sociales y la de los aprendizajes escolares.

La familia en etapas tempranas del desarrollo de la niña/o son los principales


ayudantes estimuladores, acondicionadores y formadores por lo que es importante
que tengan en consideración cuales son las conductas esperables en sus hija/os y
como resolverlas. Pero no todos los padres posen los conocimientos necesarios
para potenciar el desarrollo del lenguaje en sus hija/os. Por todo lo anterior nos
dimos a la tarea de elaborar un manual de orientación familiar dirigido al área del
lenguaje, el mismo cumple con las exigencias metodológicas necesarias.

También podría gustarte