Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lea el fallo “Lamas, Emilio Luis c. Banco Mercantil del Río de la Plata Sucursal
Montevideo” y responda las siguientes consignas:
Para la Corte, el alcance del artículo 42 es distinto al que le dio la Cámara, dado que consideró
que sólo el perfeccionamiento del contrato celebrado a distancia debe quedar regulado por la
ley del lugar del que partió la oferta aceptada (Uruguay), más todo lo demás (entiéndase la
existencia, validez, efectos, ejecución, etcétera), debe quedar bajo la esfera de la ley del lugar
de ejecución del mismo, tal lo dispuesto por el art.37. Además, sostuvo su postura en el
artículo 38 inciso b, según el cual los contratos sobre prestación de servicios se rigen por la ley
del lugar en el que han de producir efectos, si su eficacia se relaciona con algún lugar especial.
En este caso, por un lado, el contrato fuente del reclamo de autos era un contrato de servicios;
por el otro, sus efectos debían producirse en Argentina, por ser el lugar en el que las
negociaciones del actor debían desarrollarse con YPF, cuya sede allí se encuentra. Es por esto
cree que es el Derecho argentino el que rige la relación contractual de las partes y por lo tanto
es la potestad jurisdiccional argentina la competente para dirimir el conflicto. Se aplicaron las
normas del Tratado de Montevideo de 1940 para resolver el pleito, la regla básica tratado en su
art. 56, refiere a la jurisdicción y dice que "las acciones personales deben entablarse ante los
jueces del lugar a cuya ley está sujeto el acto jurídico materia de juicio". Además, el art. 37 del
Tratado de Montevideo de 1940 establece que la ley del lugar en donde los contratos deben
cumplirse rige: su existencia, naturaleza, validez, efectos, consecuencias, ejecución y "todo
cuanto concierne a los contratos, bajo cualquier aspecto que sea". Es por ello que la Corte
entendió que no cabe duda que la ley aplicable es la del lugar de cumplimiento. La Corte
también presento fundamentos que se contraponen a la interpretación del art.42 (tratado de
Montevideo) que hizo el a quo quien interpretaba que cuando se trata, como en el caso, de
contratos por correspondencia, no rige la regla general del art. 37, sino la especial del art. 42, o
sea que, en tales contratos, no se aplica la ley del lugar de su cumplimiento, sino la del país del
cual partió la oferta aceptada; por oposición la Corte dijo “que ese no es el alcance que la Corte
le atribuye a la norma (art.42). La misma no establece que todo lo concerniente al contrato
celebrado por correspondencia se rija por esa ley, sino solamente fija cuándo el mismo queda
concluido o perfeccionado. Para esto último remite a la ley del país del cual partió la oferta
aceptada. En el caso particular, a la ley uruguaya, que no se ajusta al art. 1154 CCiv., puesto
que la aceptación no hace perfecto el contrato desde que se envía al proponente, sino desde
que éste la recibe. Para finalizar la Corte insistió con que rige la ley del lugar de cumplimiento,
según el art. 37. entendida como la regla general, sin que se advierta motivo alguno para
prescindir de ella por la sola circunstancia de haberse concluido el acto por correspondencia.
Una vez perfeccionado hay que estar a aquella regla.
El Dr. Risolía resolvió en disidencia hacer lugar a la excepción de incompetencia por considerar
que la regla del art. 42 para los contratos celebrados por correspondencia es una excepción al
principio general del 37 de que todo contrato debe regirse por la ley del lugar de
cumplimiento. También razonó que cuando aquél habla de “perfeccionamiento”, también lo
hace de “existencia” debido a que están intrínsecamente relacionados. Por ello descartó el
principio general del art. 37 pero mantuvo el criterio de unidad que persigue al establecer que
“todo lo que concierne a los contratos” debe ser regulado por una misma ley (la del lugar de
cumplimiento) y así llegó a la conclusión de que si de acuerdo con el art. 42 el
perfeccionamiento y la existencia del contrato celebrado por correspondencia debe ser regido
por la ley del lugar del cual partió la oferta, ella también debe regular todo lo relacionado con
el mismo. Por tanto, como la oferta partió desde Uruguay, es su Derecho el que rige y por lo
tanto, conforme al art. 56, sus tribunales los que entienden. En forma paralela sumó a sus
argumentos que, si se hubiera aplicado el criterio del lugar de cumplimiento, éste hubiera sido
Uruguay de todos modos porque el pago debía satisfacerse allí; y que, de acuerdo con el
principio general de que las acciones personales deben entablarse ante los tribunales del lugar
del domicilio del demandado, correspondería acudir a la jurisdicción uruguaya, puesto que el
demandado se encontraba domiciliado ahí y que dicho criterio fue receptado como opción en
el inc. 2 del art. 56.