Está en la página 1de 28

EL ORIGEN DEL LENGUAJE DESDE UN DISEÑADOR INTELIGENTE

Yolanda Rodríguez Cadena


Magister en Lingüística (ICC)
Magister en Lingüística (El Colegio de México)
Doctora en Lingüística (El Colegio de México)
Master en Teología (Laurel University)

Este artículo lo inicio con dos axiomas; el primero es que el ser humano es el único que tiene
lenguaje; los animales tienen un código de comunicación limitado. El segundo axioma se
relaciona con el anterior y declara que el lenguaje es la facultad de abstraer, conceptualizar,
significar y comunicar, por lo tanto, sólo le fue otorgada al ser humano. Esto implica que hay
una relación estrecha entre la capacidad cognitiva y la lingüística.

Las teorías más aceptadas sobre el origen del lenguaje son las que se basan en el
evolucionismo, debido a que esta postura ha permeado todas las ciencias, a pesar de no tener
fundamentos científicos que la demuestren. Al comprobarse la invalidez de la teoría de la
evolución, se cae de plano la hipótesis del origen del lenguaje basada en dicha teoría. Por lo
tanto, para establecer que la teoría evolucionista del origen del lenguaje no posee
fundamentos, es necesario observar los argumentos que cuestionan dicha teoría.
LA FALSEDAD DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN: GENERALIDADES

El creador de la teoría de la evolución, Charles Darwin dice:

“el hombre puede producir, y seguramente ha producido, resultados grandes con sus
modos metódicos o inconscientes de selección, ¿qué no podrá efectuar la selección
natural? El hombre puede obrar sólo sobre caracteres externos y visibles. La
Naturaleza -si se me permite personificar la conservación o supervivencia natural de
los más adecuados- no atiende a nada por las apariencias, excepto en la medida que
son útiles a los seres. Puede obrar sobre todos los órganos internos, sobre todos los
matices de diferencia de constitución, sobre el mecanismo entero de la vida. El
hombre selecciona solamente para su propio bien; la Naturaleza lo hace sólo para el
bien del ser que tiene a su cuidado. La Naturaleza hace funcionar plenamente todo
carácter seleccionado, como lo implica el hecho de su selección” (Darwin, 2007, p.
70).

Este autor compara las selecciones que realiza el ser humano, pensante, racional y con
voluntad propia, con las que realiza la denominada “selección natural”, una especie de fuerza
1
desconocida a la que también llama “leyes de la naturaleza” y que Darwin personifica, como
se aprecia en el texto citado. Es evidente que esta comparación es imposible de sostener, por
cuanto la voluntad y racionalidad del ser humano no las posee la naturaleza.

La concepción moderna de la teoría de la evolución plantea que el medio ambiente admite o


no a miembros de una población en crecimiento; pero la pregunta al respecto es: ¿el medio
ambiente tiene la capacidad de elegir, de determinar, admitir o rechazar? ¿Es acaso “el medio
ambiente” una persona? Claro que no. Esta aseveración es ilógica.
Además, volvemos a la misma pregunta: si los miembros de la especie traen las mismas
características, pueden adaptarse de la misma manera al medio ambiente, ¿qué hace que unos
se adapten mejor que otros? Y si aceptáramos que hay algunos con mayor adaptabilidad, ¿de
dónde proviene dicha adaptabilidad? ¿De la nada? ¿Por azar?

Si se aceptara hipotéticamente la teoría de la evolución, de todas formas tendríamos que


pensar que hubo alguien que determinó, eligió, seleccionó, etc. Pero sabemos que nunca hubo
tal evolución, pues Dios creó y diseñó cada especie por separado; por esta razón dicha teoría
darwiniana, con sus desarrollos posteriores, es inválida.

Otra pregunta que podemos hacer es: si el medio ambiente determina la variación y la
selección, ¿cómo se regula esto? Habría infinidad de variaciones, de selecciones y de
especies; ¿Cómo se detuvo el proceso de creación de variaciones y de selección, de tal manera
que dio origen a las especies hoy en día? Porque es evidente que de ser verdadero y real dicho
proceso, tendría que seguir funcionando actualmente y todo el tiempo.

La única explicación coherente, racional, lógica y aceptable es la bíblica, la cual rechaza la


teoría de la evolución.
Veamos algunas de las objeciones a la teoría de la evolución (Cruz, 2004, p.33)

- Cuando Darwin publica su teoría, poco se sabía sobre las razones que causaban las
variaciones dentro de una misma especie. Hoy en día hay investigaciones que aportan luces
sobre los procesos bioquímicos y genéticos que influyen en dichas variaciones. Por ejemplo,
se han descubierto las complejas cadenas metabólicas al interior de la célula que provocan
los mecanismos de la herencia.
- En la época de Darwin la célula era un misterio y se consideraba como un saquito con
algo adentro; pero la teoría celular ha descubierto el complejo mecanismo en su interior, los
organelos con funciones altamente especializadas. Esto no pudo ocurrir por azar o evolución.

- La teoría de Darwin no puede explicar su propia invención de la macroevolución,


pues los pequeños cambios graduales no pueden explicar las diferencias entre las especies.

2
Para terminar esta argumentación en contra de la teoría de la evolución, planteamos lo
siguiente:
- No hay prueba fósil de la evolución ni de continuidad del registro fósil.
- No se conoce un mecanismo plausible que pueda hacerla funcionar.

- Las investigaciones genéticas del ADN han demostrado que es imposible que se creen
nuevas especies; el código genético no admite cambios; aún si se llevaran a cabo mutaciones
o manipulaciones genéticas, el resultado sería la misma especie; el código genético viene
dotado de un mecanismo de regulación y de reparación contra los desequilibrios; esto lo creó
Dios.
Veamos algunos argumentos:

La probabilidad de que la vida se hubiese originado por azar en una de las 1046 ocasiones es
pues de 10-255. La pequeñez de este número significa que es virtualmente imposible que la
vida se haya originado por una asociación aleatoria de moléculas. La proposición de que una
estructura viviente pudo haber surgido en un único acontecimiento por medio de una
asociación de moléculas al azar debe ser rechazada (Quastler, 1964, p.7).

Los mismos ateos reconocen que el mundo no pudo provenir del azar y que hay un diseño;
uno de los que afirma esto es Dawkins: " Hemos visto que las cosas vivas son demasiado
improbables y están demasiado bellamente, diseñadas, como para haber comenzado a existir
por azar " (1982, p. 130, citado por Ham, 2013, pp.7-8). Este autor reconoce que hay un
diseño pero sin un diseñador y asigna esta labor a lo que llama “un relojero ciego” o “la
fuerza ciega de la física”. No obstante, Dawkins plantea lo siguiente: “Cuanto más
estadísticamente improbable es una cosa, más nos cuesta creer que ocurrió por ciego azar.
Superficialmente, la alternativa obvia al azar es un Diseñador inteligente” (1982, p. 130;
citado por Ham, 2013, p.9). Pero el autor termina afirmando que este diseñador inteligente
es la selección natural. Como se aprecia, vuelve al mismo punto de contradicción de tal teoría
falsa de la evolución, pues tal concepto de la selección no tiene en absoluto la capacidad de
elegir.

La conclusión que podemos sacar es que el evolucionismo, al no tener evidencia científica,


es un sistema de planteamientos ateos que debe ser aceptado como una creencia humana,
termina siendo paradójicamente, un sistema religioso.

La ciencia ha empezado a dudar del evolucionismo y voy a citar algunas evidencias al


respecto:

El evolucionismo moderno sigue defendiendo la idea original de Darwin según la cual todos
los seres vivos de la Tierra proceden de una o unas pocas formas sencillas y primitivas que
se generaron por evolución a partir de la materia inerte. Pese a esto, lo que actualmente se
puede observar es que después de 50 años de investigación en este campo, no se ha podido

3
demostrar la veracidad de la teoría del ancestro común; y lo que sí se registra es la abundancia
de discusiones y planteamientos sobre la imposibilidad de los planteamientos evolucionistas
a raíz de los avances en la genética y en la biología molecular. Así la cosas, el evolucionismo
se ha convertido en un fundamentalismo ateo y materialista, una religión que cree por fe en
los planteamientos de Darwin (Cruz, 2004, p. 259).

LA EXPLICACIÓN DEL ORIGEN DE LA VIDA DESDE EL EVOLUCIONISMO: OTRA


FALSEDAD

Otra piedra en el zapato para la evolución es el tema del origen de la vida. Sólo hay dos
explicaciones para esto: (a) la generación espontánea planteada por el evolucionismo, según
la cual la materia inerte produjo vida; o (b) aceptar la verdad de un Creador, un diseñador
inteligente, lo cual llevaría a plantear a Dios. Esta última opción ha sido rechazada por la
ciencia, por cuanto sus fundamentos son evolucionistas; no obstante, la primera postura la
misma ciencia ha demostrado que es imposible.
La teoría de la generación espontánea plantea que la vida “apareció por si misma a partir de
la materia inorgánica, sin gérmenes preexistentes, sin intervención exterior, debido a las solas
leyes de la química o la física” (Cruz, 2004, p. 204); esta es la teoría de la abiogénesis. Pero
este planteamiento resultó falso; y fue el científico Louis Pasteur quien demostró su falsedad
en sus experimentos en 1862 en los cuales puso agua albuminosa azucarada, la hirvió y por
la abertura del recipiente dejó entrar aire que había sido calentado antes para eliminar los
posibles microorganismos; luego cerró el frasco y confirmó que este se mantuvo inalterable
de manera indefinida. La conclusión obvia es que la materia no produce gérmenes ni es causa
de nuevos organismos.

Para que puedan surgir microbios deben haber otros microbios, en conclusión, todo ser vivo
procede de otro ser vivo, toda célula proviene de otra célula y todo huevo de otro huevo
anterior1. Cruz plantea al respecto (2004, p. 205): “La materia inerte nunca saca copias de sí
misma por muchos miles de millones de años de tiempo que se le conceda. ¿Cómo puede
creer que la materia sea capaz de evolucionar hasta formar seres vivos?”. La ciencia que
niega la existencia de un Creador que diseño todo, ha caído en una lista de inconsistencias,
pues ha querido descubrir, sin éxito, las moléculas responsables del origen de la vida. Tienen
esta fantasía en sus mentes y lo corrobora la lista que presento a continuación, en la cual cada
planteamiento fue derribado por la misma evidencia científica (Cruz, 2004, p. 206):

(a) Primero plantearon que las proteínas eran las mejores candidatas para ser las moléculas
origen de la vida, pues pensaban que ellas eran capaces de reproducirse y organizarse por
sí mismas. Caída del argumento: se descubrió el ADN y se demostró que este era el

1
Algunos plantean que entonces la vida fue traída de otros planetas; pero aquí tendríamos el mismo dilema; en
esos planetas ¿Cómo se generó la vida? Y la evidencia es que la materia inerte no produce vida.

4
responsable de la herencia y de la síntesis de las proteínas. Conclusión: las proteínas no
se pueden reproducir y organizar por sí mismas.
(b) A raíz de este fracaso, propusieron que entonces el ADN era el candidato para ser la
molécula del origen de la vida. Caída del argumento: pero se dieron cuenta que el ADN
no puede fabricar proteínas ni duplicados de él mismo sin la ayuda de proteínas
catalíticas, esto es, las enzimas. Conclusión: es imposible fabricar ADN sin proteínas y
también es imposible fabricar proteínas sin ADN.
(c) A raíz de este nuevo fracaso, propusieron entonces que el ácido ribonucleico (ARN),
ayudante del ADN para fabricar proteínas, sería la molécula que originó la vida. Caída
del argumento: luego se confirmó que también el ARN y sus componentes tienen
problemas para sintetizar en un laboratorio con las mejores condiciones, lo cual hace
imposible que en un ambiente de la Tierra pueda llevar a cabo dicho proceso. Conclusión:
la misma teoría de la evolución plantea que la Tierra primitiva tenía unas condiciones
extremas, inestables ¿Cómo entonces se podrían sintetizar los componentes del ARN si
ni siquiera en un laboratorio con las mejores condiciones y con manipulación humana, se
pudieron sintetizar?

Además de esta teoría de la generación espontánea, la cual fracasó como explicación del
origen de la vida, se han propuesto otras que tampoco dan cuenta de este proceso complejo;
estas son: la evolución aleatoria, la afinidad química de los monómeros, los sistemas que se
auto-organizan, la panspermia o siembra desde el espacio, las sugerencias hidrotermales
submarinas y la de la arcilla.

A pesar de lo improbable que es la agrupación aleatoria de sustancias químicas de la materia


inerte en un charco o sopa biótica de la llamada Tierra Primitiva, la teoría de la evolución
aleatoria insiste en plantear que así fue, pues considera que la unión espontánea de
aminoácidos para formar proteínas puede ocurrir si se ubica en una coordenada temporal de
millones de años y en muchos ambientes disponibles de la corteza terrestre.

Uno de los que quiso demostrar esta teoría de la generación espontánea fue Miller en 1952 y
para ello construyó un ambiente de laboratorio en el que manipuló todos los ingredientes (de
entrada hay aquí un problema, pues se asume que de manera espontánea, la Tierra hizo lo
mismo que Miller en el laboratorio). Este científico tomó un recipiente de vidrio e hizo
circular una mezcla gaseosa de metano, amoníaco, vapor de agua e hidrógeno; en el
recipiente había un espacio adecuado para provocar descargas eléctricas a dichos gases.
Pasada una semana, el experimento produjo un 2% de aminoácidos, que se produjeron, al
parecer, espontáneamente. Pero el investigador siguió manipulando el experimento, pues
retiró ese 2% de los aminoácidos para evitar reacciones cruzadas que los destruyeran (¿Quién
retiraría los aminoácidos en la era primitiva para que no se destruyeran, si no había vida
personas, en ese tiempo? Otra manipulación es que el investigador sólo usó luz de longitud
de onda corta en lugar de utilizar las que son comunes en la naturaleza, esto es, la corta, la
larga o ultravioleta (esta última degrada los aminoácidos).

5
Con todas estas manipulaciones, el experimentó se consideró en la época de 1952 como un
éxito, pero actualmente el experimento carece de relevancia científica, pues los
investigadores del origen de la vida ya no piensan que esta se haya generado como lo
proponía Miller. Ciertamente esto se debe al escenario reducido y manipulado que creó
Miller para llevar a cabo su experimento, lo cual contrasta con las condiciones de la Tierra.

Otra propuesta fue la de Holland y Abelson quienes plantearon que la atmósfera de la Tierra
primitiva se derivó de gases liberados por numerosos volcanes terrestres; estos gases estaban
compuestos de vapor de agua, dióxido de carbono, nitrógeno y trazas de hidrógeno. Ya no se
trataba de la atmósfera reductora, sino de una atmósfera neutra con abundancia de vapor de
agua, lo cual implicaba la existencia de oxígeno, el cual crea una atmósfera oxidante que
hace imposible la evolución a partir de la materia inorgánica porque todo compuesto orgánico
se descompone rápidamente en presencia del oxígeno. Siendo así, las moléculas de los seres
vivos jamás hubieran podido evolucionar. Por esta razón es que los evolucionistas plantean
que en lo que ellos llaman Tierra primitiva, no existía el oxígeno. Paradójicamente, los
trabajos de Holland y Abelson sustentan que este elemento siempre ha estado en los gases
terrestres. Al respecto Cruz (2004, p. 210) plantea: “Si en la Tierra primitiva había vapor de
agua, como suponen los partidarios de la atmósfera neutra, entonces hubo también oxígeno
y no pudo darse la evolución química de la vida”.

Los planteamientos evolucionistas son tan fantasiosos que han tenido que inventar que la
Tierra tiene quince mil millones de año, pues así creen sustentar el origen de la vida en una
proteína que se generó espontáneamente. Pero estos miles de millones de año tampoco
alcanzan para que se forme tal proteína. Los miles de millones de años son insuficientes para
que aparezca la vida por evolución lenta y aleatoria. Los mismos matemáticos lo ven como
imposible. A esto se le suma que los métodos para datar las fechas de la Tierra por
radioisótopos o por isócronas tienen problemas. Esto lo veremos más adelante.

Otra teoría del origen de la vida es la de la afinidad química, la cual plantea que existe una
misteriosa atracción especial entre los aminoácidos; pero esta misteriosa atracción aún no se
ha descubierto, por lo tanto, es una suposición. Justamente los experimentos de los años 70
demostraron lo contrario, pues no existen preferencias químicas especiales entre los distintos
aminoácidos. Esta teoría fue desechada. Una teoría más es la de los sistemas que se auto-
organizan que se basa en el desequilibrio termodinámico del universo.
Veamos cómo la propuesta de una Tierra antigua de miles de millones de años, no tiene
sustento científico.

LA EDAD DE LA TIERRA EN MILES DE MILLONES DE AÑOS: OTRA FALSEDAD


DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

Este método de la datación por radioisótopos es usado para fechar la antigüedad de las rocas
ígneas, la que se producen con la erupción de un volcán, pues el material caliente y derretido
luego se enfría y se solidifica. Entre estas rocas ígneas encontramos el granito y el basalto
6
(lava). Veamos cómo funciona la datación por radioisótopos. Los isótopos son variedades de
un elemento que tienen la misma cantidad de protones, pero una cantidad diferente de
neutrones en el núcleo. El carbono 14, por ejemplo es un isótopo. Todos los átomos de
carbono tienen 6 protones, pero la cantidad de neutrones puede variar y así surgen otros tipos
de carbono; por ejemplo, el carbono doce tiene 6 protones como el carbono 14, pero se
diferencia de este en que tiene 6 neutrones; el carbono trece, tiene también 6 protones, pero
7 neutrones. Esta cantidad extra de neutrones puede llevar a la inestabilidad o radioactividad
y a la desintegración, lo cual causa que se forme otro componente o elemento-hijo (por
ejemplo, el uranio forma plomo). Hay dos tipos de desintegración: la alfa y la beta; en la
primera la masa atómica cambia; en la segunda la masa atómica total no cambia
significativamente. Con esta explicación, regresemos a las rocas ígneas con las que se hace
la datación por radioisótopos la cual se usa para saber la edad de la Tierra, la cual datan los
evolucionistas de miles de millones de años. La datación comienza cuando la roca se enfría.
Cuando estaba caliente y derretida se asume que el intenso calor hizo que se escapara todo
elemento-hijo gaseoso como el argón. Cuando ya se enfría la roca, ya no deberían escaparse
más átomos y por lo tanto, todo elemento hijo que se encuentre en la roca es el resultado de
la desintegración radioactiva. Para llegar a establecer la fecha de la roca (datación) entonces
se mide cuánto del elemento hijo hay en una muestra, sabiendo cuál es la tasa de
desintegración (el tiempo que tomó el elemento padre para desintegrarse y formar el
elemento-hijo; por ejemplo el uranio sería el elemento-padre y el plomo, el elemento-hijo).
Para llevar a cabo esto, se usa la ciencia observacional y la ciencia histórica; la primera se
usa para medir la cantidad del elemento-hijo y determinar la tasa de desintegración del
elemento-padre. La segunda, se usa para determinar las condiciones que había al momento
en que se formó la roca y cómo la afectó el ambiente. Estos dos procesos se usan porque no
se puede medir la antigüedad de la roca de manera directa. En consecuencia, se usan
suposiciones, de las cuales, hay tres que pueden afectar los resultados. Estas son: (a) que las
condiciones de la muestra de la roca sean conocidas con precisión; (b) que la cantidad de
elementos padre o hijo en una muestra no haya sido alterada por procesos diferentes a la
desintegración radioactiva; (c) la tasa de desintegración del isótopo padre tiene que haber
permanecido constante desde que se formó la roca.

La inexactitud de la datación por radioisótopos se comprobó, pues se han hecho análisis con
rocas de antigüedad conocida; veamos las evidencias: Steve Austin, doctor en geología y
miembro del equipo RATE (Radioisotopes and The Age of the Earth: radioisótopos y la edad
de la Tierra), calculó la antigüedad de una roca de la cúpula de lava del volcán del Monte de
Santa Elena que se formó en 1986; usaron la datación con potasio (elemento-padre) y argón
(elemento-hijo). El método de datación arrojó que la roca, formada recientemente, tenía 0.5
y 2.8 millones de años. Otro resultado desconcertante fue el de la investigación en la cual se
tomaron once muestras de lava solidificada del monte Ngauruhoe en la Isla de Norte de
Nueva Zelanda (volcán activo); se les asignaron fechas a estas once rocas, pues se sabía que
se habían formado en 1949, 1954 y 1975; las fechas del análisis fueron 0.27 a 3.5 millones

7
de años; pero las rocas tenían menos de 70 años. Aquí se demuestra que el método de datación
por radioisótopos da fechas falsas.

Otro método es la datación por isócrona en el cual se toman varias muestras y no solo una,
como en el método anterior; se llama “isócrona” (iso significa igual), porque justamente las
dataciones deben ser iguales, no pueden variar. Pero se encontró que en datación de potasio-
argón, con este método, en diferentes análisis padre-hijo, había mucha variación. Un análisis
interesante fue el llevado a cabo por el Dr Steve Austin del grupo RATE quien tomó muestras
de basalto de Cárdenas, que se halla entre los estratos más antiguos del este del Gran Cañón.
Después se tomaron muestras de basalto de lava del oeste del Cañón contada como las
formaciones más recientes que las primeras. La sorpresa es que la datación por isócrona
arrojó que las rocas más recientes tenían 1.34 mil millones de años; y las más antiguas tenían
1.07 millones de años. Las rocas más jóvenes tenían 207 millones de años más que las viejas.
Esto demuestra que los dos métodos, el de datación por radioisótopos y por isócrona fallan;
y estos son los usados para datar la edad de la Tierra, la cual proponen que sea de miles de
millones de años para sustentar la evolución; pero ni con miles de millones de años (fecha
falsa) se puede sustentar que se originó la vida espontáneamente, sin la intervención de un
Creador. La Biblia enseña que Dios hizo los Cielos y la Tierra (Gn. 1: 1), por lo tanto, esta
no se creó sola, pues es imposible que tal evento hay ocurrido.

LA COMPLEJIDAD DE LOS ÓRGANOS: OTRA DERROTA PARA EL


EVOLUCIONISMO

Darwin dijo que parecía absurdo afirmar que el órgano complejo del ojo se hubiera formado
por selección natural, pero si se pudiera demostrar que existieron numerosas gradaciones
desde un ojo sencillo e imperfecto a un ojo complejo perfecto, entonces su teoría sería cierta.
Pero este mismo autor dijo que si se pudiera demostrar que existió algún órgano complejo
que pudo formarse por modificaciones ligeras, sucesivas y numerosas, su teoría se vendría
abajo por completo (Darwin, 1980, p. 196, 199; citado por Cruz, 2004, p. 147).

Y justamente lo que ocurrió es que es imposible que hubiese habido un proceso tal que un
ojo simple o “medio-ojo” se convirtiera en el ojo perfecto que Dios nos ha regalado. Los
nuevos descubrimientos de la ciencia bioquímica han demostrado que hay órganos
“irreductiblemente complejos”, es decir que no se pueden reducir a algo más simple porque
sencillamente no hubiesen existido nunca. Cruz define un sistema irreductiblemente
complejo de la siguiente manera: “un órgano o función fisiológica compuestos por varias
piezas o etapas que interactúan entre sí, dependiendo unas de otras y contribuyendo entre
todas a realizar una determinada función básica. Si se elimina una sola de tales piezas o
etapas, el sistema deja automáticamente de funcionar” (2004, p. 147). La conclusión es que
los órganos de los seres vivos tuvieron que originarse como unidades integradas para poder
8
funcionar de manera correcta desde el principio. Esto quiere decir que tuvieron que haber
sido creados, porque la generación espontánea y al azar nunca puede producir un órgano
complejo. Esto derriba el evolucionismo y le da la razón a Darwin porque el mismo planteó
que si se demostrara que el ojo tan complejo no fue producto de cambios graduales, su propia
teoría se iría al suelo. Justamente allí es donde está ahora.

Cruz concluye lo siguiente (2004, p. 149): “La complejidad existe desde el principio y no ha
sido inventada por ningún proceso de selección natural, simbiosis, neodarwinismo o
equilibrio puntuado”.

EL MECANISMO COMPLEJO DEL LENGUAJE

Darwin utilizó el argumento del lenguaje para tratar de demostrar su teoría de la evolución;
dado que en el siglo XVIII y XIX se llevaron a cabo estudios históricos y comparativos de
las lenguas y se propuso que estas provenían de una sola lengua original de la cual se
formaron y evolucionaron las demás, Darwin cometió el error de equiparar la evolución
biológica con la lingüística. Esto es inconcebible, por cuanto son dos áreas distintas. Ahora
bien, sí es demostrable que las lenguas provienen de una sola, pero siguen siendo lenguas, de
la misma manera que el ser humano siempre fue y sigue siendo humano. No hay evidencias
para la macroevolución que plantea los grandes saltos de una especie a otra.

La única comparación que se puede hacer entre los seres humanos y las lenguas es en cuanto
a la diversidad de personas, etnias, grupos sociales, entre otros aspectos de la heterogeneidad,
y la diversidad de lenguas, dialectos, sociolectos e idiolectos2. Pero los seres humanos siguen
siendo especie humana (carácter humano) biológica, morfológica y genéticamente
semejantes, lo cual se ha demostrado en las investigaciones de la biología molecular y la
genética. En lo que a las lenguas se refiere, también podemos establecer su carácter
lingüístico en lo que respecta a su “genética” manifiesta en la Gramática Universal propuesta
por Noam Chomsky y con evidencias en los universales lingüísticos, principios lingüísticos
que comparten todas las lenguas del mundo, a partir de los cuales se establecen los
parámetros (características de cada lengua) y los microparámetros (variaciones dentro de
cada lengua).

La evidencia biológica es otro fortísimo argumento en lo que respecta a la configuración del


cerebro humano, sin el cual es imposible concebir el lenguaje; y en cuanto a la morfología
del cuerpo humano en lo que respecta a los huesos, músculos y órganos especialmente
diseñados por Dios para el lenguaje articulado, el cual ningún animal posee; esto lo

2
Los dialectos son las hablas de las regiones geográficas; los sociolectos corresponden a las hablas de los
grupos sociales; y los idiolectos se refieren al habla individual.

9
demostraremos a continuación. Estudiaremos la gramática universal y luego la configuración
bilógica-anatómica del ser humano que le permite articular el lenguaje.

Lenneberg es un autor que analiza los fundamentos biológicos del lenguaje (1981);
desafortunadamente es evolucionista y su descripción la encuadra en esta teoría cuando usa
expresiones como “durante la evolución”, “un desarrollo puede haber precedido a otro”, “han
experimentado mayor diferenciación”, entre otras. Sin embargo, lo que realmente aporta el
autor es una serie de evidencias de la especificidad del lenguaje en el ser humano, que difiere
de las formas de comunicación animal; por lo tanto, el material de Lenneberg demuestra todo
lo contrario a la teoría evolucionista. El problema de los científicos evolucionistas como este
autor es que parte de una teoría no demostrada como un axioma, como algo irrefutable y toda
la argumentación la hacen depender de allí, a pesar de que las evidencias que otorgan
demuestran la especificidad del ser humano y contradicen el falso paradigma evolutivo.

Lenneberg plantea las diferencias claras entre los seres humanos y los animales, lo cual les
permite a aquellos tener lenguaje en los planos cognitivo y fonético-fonológico; pero afirma
que esto se debe a que el ser humano evolucionó y obtuvo en dicho proceso tales diferencias.
No obstante, al demostrarse la falsedad de la evolución, el argumento del salto de un animal
hacia un hombre queda sin fundamento, sin validez, y lo único que se puede plantear es que
este fue creado por Dios, diseñado con especificidades, dentro de las cuales se encuentran las
del lenguaje. Veamos las diferencias entre la configuración del ser humano para el lenguaje
y la de los animales (Lenneberg, 1981, pp. 56-76):

Características anatómicas
- La Periferia:

Hay características de la cara humana que influyen de manera determinante sobre los sonidos
del habla. Los evolucionistas dicen que en los seres humanos los músculos se diferenciaron
de los pertenecientes a los simios. Pero como no hubo macroevolución, realmente Dios
diseñó músculos especiales para el habla que no poseen los simios. Veamos algunas de las
muchas diferencias:

En los humanos hay un entrelazamiento más intrincado; un músculo, el risorius santorini no


lo posee ningún animal.

En los músculos de los labios (orbicularis oris), las fibras que rodena el margen bucal (pars
marginalis) tienen una prominencia anatómica que no existe en los animales. Dios diseñó y
entretejió estos músculos en Adán y genéticamente lo estableció así para que en todos los
seres humanos surgieran de la misma manera. El Salmo 139: 13 dice: “Porque tú formaste
mis entrañas; / Tú me hiciste en el vientre de mi madre; y en los versículos 15 y 16 dice: “No
fue encubierto de ti mi cuerpo, / Bien que en oculto fui formado, /Y entretejido en lo más

10
profundo de la tierra. / Mi embrión vieron tus ojos, / Y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas / Que fueron luego formadas, / Sin faltar una de ellas”.

La complejidad, el tamaño y el número de músculos que aparecen en el ángulo de la boca


facilitan la movilidad oral en el ser humano; esto demuestra que la boca fue hecha, modelada,
por un diseñador, por un Creador; nuevamente la evidencia científica nos lleva a Dios; Éxodo
4: 11, dice: “Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y
al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?”
Este diseño especial divino de la boca del ser humano tiene un fin y es justamente la
articulación de los diferentes fonemas o sonidos lingüísticos. Por ejemplo, hay una anatomía
única y especial de los labios y la forma de la boca que hacen posible un cierre rápido para
contener el aire y hacer luego una brusca apertura explosiva, los cuales son requisitos
necesarios para la articulación del habla de los sonidos explosivos u oclusivos como /p/ y /b/
(Lenneberg, 1981, p. 60).

Como se planteó anteriormente, el ser humano posee un músculo único en su especie, que es
el risorius santorini; además, en él se encuentran los músculos de los labios (orbicularis oris)
y las fibras que rodean el margen bucal (pars marginalis) cuya prominencia anatómica no se
encuentra en los animales. Esto indica que hay un diseño único y especial que Dios les hizo
a los seres humanos, con el objetivo de que pudiera articular el lenguaje. Esto se comprueba
cuando vemos que la complejidad, el tamaño y el número de músculos que están en el ángulo
de la boca permiten una alta movilidad oral, necesaria para la articulación de los sonidos de
las lenguas del mundo.

Otro aspecto digno de resaltar sobre la especificidad del ser humano en cuanto a su creación
y diseño único, concierne a la anatomía facial en su forma y naturaleza de las mejillas y su
relación con el tamaño de la boca. Lenneberg (1981, p. 60) dice que fue por evolución, pero
ya hemos visto la falsedad de esta teoría. Por lo tanto, la configuración de las mejillas fue
diseñada por Dios, con el fin de que cubrieran la mayor parte de los molares durante los todos
los movimientos cómodos de la boca. Dios hizo los músculos de las mejillas extremadamente
vigorosos llamados los buccinator:

11
Imagen https://commons.wikimedia.org3

Veamos cómo estos músculos los diseñó Dios para que los seres humanos produjeran ciertos
fonemas o sonidos de la lengua, siguiendo los datos de Lenneberg (1981: p. 61):

MÚSCULO FONEMA O SONIDO DE LA LENGUA


La boca relativamente pequeña y Se producen los sonidos oclusivos o
extremadamente móvil y los poderosos explosivos bilabiales
labios que permiten la recogida instantánea : /p/ y /b/.
de aire y la inmediata y brusca liberación de
dicho aire.
Si la liberación del aire es menos brusca y se produce una nasal bilabial /m/
se mantiene el cierre en presencia de
vocalización
La intrincada anatomía muscular de se producen las vocales y las labiodentales;
alrededor y de los ángulos de la boca en español son las 5 vocales /a/, /e/, /i/, /o/,
también se involucran: /u/ y la labiodental /f/; en francés, las
vocales y las labiodentales sorda /f/ y la
sonora /v/

https://commons.wikimedia.org/w/index.php?search=muscles+of+the+face&title=Special:Search&profile=a
dvanced&fulltext=1&ns0=1&ns6=1&ns14=1&searchToken=2fe8ypforbibjtyq5rspiza5a#/media/File:1106_Fr
ont_Views_of_the_Muscles_of_Facial_Expressions.jpg

12
- La cavidad bucal, la faringe y la hipofaringe

Para la articulación de los sonidos del lenguaje, además de la boca en su parte externa,
intervienen la parte interna y otros órganos como la faringe y la hipofaringe; veamos cómo
Dios estableció un diseño específico para los seres humanos con el fin de que produjera
lenguaje articulado.
Primero veamos la configuración del cráneo, la cual es diferente a la de los animales:

CRÁNEO DEL SER HUMANO CRÁNEO DE LOS PRIMATES


El volumen del cerebro es mayor Menor volumen del cerebro
La posición de la cabeza y el centro de La falta del centro de gravedad
gravedad de la cabeza

Lenneberg, 1981, p. 61

¿Qué impacto tiene esta configuración única y especial del ser humano en la articulación del
lenguaje?
Esta configuración especial afecta la producción de todos los sonidos, por cuanto influye en
todas las cámaras de resonancia.

Otra diferencia clara que se puede establecer entre el ser humano y los primates, es en cuanto
a la cavidad bucal; se distinguen en la proporción de la altura, longitud y anchura. En cuanto
a la posición y orientación de los incisivos en relación con la punta (ápice) de la lengua y la
cavidad bucal; esto es importante para la articulación de las dentales (/t/, /d/) y la interdental
(/ϴ/). En cuanto a la forma de la dentadura humana, vemos que es única y diferente a la de
los primates; y esta forma especial se aprecia en que no tiene caninos alargados y
prominentes. En los seres humanos, los dientes tienen una misma semejanza en altura y
anchura y forman una empalizada impenetrable y esta configuración es indispensable para la
articulación de los sonidos: /f/, /v/ (en francés, por ejemplo), /s/, / ʃ/ (“sh” en “short”, ing.),
/ϴ/ (la interdental del español de España en “zapato”), entre otros.

13
La posición de la epiglotis, también es importante en esta diferenciación entre los seres
humanos y los animales. En los primeros (imagen B) está ubicada mucho más abajo, en la
laringe; ciertamente la epiglotis está alejada del paladar blando; mientras que en los primates
(imagen A), la epiglotis está localizada cerca al paladar blando. Esta diferencia es importante
porque influye en los tipos de sonidos; en los seres humanos, dicha posición de la epiglotis
hace que los sonidos puedan salir a través de la cavidad bucal (sonidos orales); mientras que
en los primates, los sonidos salen por la cavidad nasal.

Rodríguez Cadena 2018.

- La laringe

La laringe, donde se encuentran las cuerdas vocales, es un órgano con un diseño especial de
Dios. Entre las especificidades que permiten la fonación, están: (a) el aerodinamismo y la
simplificación; hay un grupo de cuerdas vocales funcionales que están ubicadas en el tubo
del aire, de tal manera que cuando se juntan producen un solo sonido (tono fundamental). En
la laringe se encuentra la glotis, cuyos pliegues corresponden a las cuerdas vocales, y encima
se encuentra la epiglotis cuya ubicación en la parte baja de la faringe, permite el fluir libre
del aire procedente de la laringe, de tal manera que dicho aire puede salir por la boca y la
cavidad nasal; (b) la laringe tiene las paredes extremadamente curvas lo cual posibilita la
elevada presión del aire que se produce en el pulmón; hace que se acelere el flujo del aire
con la mínima pérdida de energía y la máxima eficiencia en cuanto a la vibración (Lenneberg,
1981, p.71); (c) la tercera característica se relaciona con las cuerdas vocales en el ser humano.
Los ligamentos y músculos vocales están sujetos a los cartílagos aritenoides de una manera

14
tan especial que estos refuerzan dichos músculos cuando las cuerdas vocales se unen en la
fonación. Este refuerzo causa la firmeza y la tensión de las cuerdas vocales para estabilizar
el tono y el volumen de los sonidos.

Laringe vista desde arriba


Imagen https://commons.wikimedia.org

- El cerebro

Dios diseñó el cerebro para las diferentes facultades dentro de las cuales está la del lenguaje;
en esta se encuentra el lenguaje articulado. Los estudios de Broca y Wernicke en el siglo XIX
demostraron que el hemisferio izquierdo se relaciona con el lenguaje y que hay áreas
cerebrales especializadas como la frontal que es la de Broca, relacionada con el sistema
léxico-semántico y la temporal que es la de Wernicke, asociada al sistema gramatical,
morofológico y sintáctico.

Imagen https://commons.wikimedia.org

15
Estas propuestas de áreas del lenguaje son resultado de estudios con pacientes que acusan
problemas de afasia u otros trastornos que afectan el lenguaje. Otra fuente es el estudio de
cerebros en autopsias de personas recién fallecidas que tenían dichos trastornos. A partir de
estos estudios, se establecen resultados y se proponen modelos que pretenden relacionar la
estructura del cerebro con la del lenguaje verbal especialmente. Müller plantea al respecto lo
siguiente: “¿Cómo sabemos si una teoría lingüística que modela adecuadamente hechos
empíricos sobre el comportamiento del lenguaje, en realidad se relaciona con la forma en que
se organiza el cerebro? (p. 18). Por ejemplo, Grodzinsky (2000) afirma que el área de Broca
"es más especializada de lo que se pensaba", y que dicha especialización “pertenece a
relaciones gramaticales dentro de oraciones y que "las habilidades sintácticas...están
representadas total y exclusivamente en el hemisferio izquierdo" (citado por Müller, p. 18).
Una propuesta moderna que se alinea con lo anterior es la de la modularidad desarrollada por
Fodor (1983), quien describió los módulos cognitivos como sistemas independientes (o
"Encapsulados") que son "innatos" (genéticamente especificados) y respaldados por
estructuras cerebrales localizadas (Müller, p. 18).

La genética: El descubrimiento del genoma ¿Está el lenguaje codificado genéticamente


en su origen?
Aunque pareciera que hoy en día la ciencia ha avanzado con las investigaciones genéticas y
la biología molecular, ciertamente es poco lo que el ser humano conoce acerca del milagro
de la vida y de su constitución física. A partir de los hallazgos se establecen modelos que al
fin y al cabo dependen de la manera como el investigador percibe los hechos. Esto ha ocurrido
con el análisis del genoma el cual se ha considerado complejo.

Cuando se descubrió el ADN (el ácido desoxirribonucleico) se estableció que es un ácido


nucleico que contiene información hereditaria, lleva mensajes genéticos que son replicados
cuando los cromosomas se dividen para producir dos copias idénticas de ellos mismos; todos
los genes tienen aproximadamente la misma forma tridimensional y las diferencias entre dos
genes residen en el orden y número de sus cuatro bloques de construcción de nucleótidos a
lo largo de las cadenas complementarias (Watson, 2006, p. 1). Después de más de 50 años
de investigación en genética, los mismos autores dice que “Clearly, the structures of DNA
and RNA are richer and more intricate than was at first appreciated. Indeed, there is no one
generic structure for DNA and RNA”4.

En suma, se puede plantear que el ADN contiene instrucciones genéticas usadas en el


desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos y también es responsable de la
transmisión hereditaria. Esto ha sido tomado para sustentar la teoría de la evolución, pero el
hecho de que haya un modelo que funcione para todas las especies, no quiere decir que haya

4
Claramente, las estructuras de ADN y ARN son más ricas y complejas de lo que fue apreciado al principio. De
hecho, no hay una estructura genérica para ADN y ARN. (Trad. Autora).

16
un salto de una especia a otra. El ADN es muestra de que hay un Dios Creador, un diseñador,
pues su misma complejidad descarta las teorías de la sopa biótica, del surgimiento de la vida
al azar y de una materia inerte. Solo Dios que es inteligente, puede crear un ADN tan
complejo y diseñar diferencias claras entre la estructura genética entre un animal y un ser
humano, como ciertamente se corrobora en las investigaciones.

Tal como observamos en las diferencias biológicas y anatómicas entre el ser humano y los
simios, también las hay en cuanto a la genética. Los evolucionistas dicen que hay una
semejanza entre el ADN de los seres humanos y los simios, por cuanto están conformados
por las mismas “letras” (ACGT). Pero esto no es evidencia de la macroevolución, por el
contrario, apunta a un plan que Dios hizo con el mismo material genético; por cuanto las
diferencias son evidentes. Las diferencias están en cómo está codificado este lenguaje
genético en los seres humanos el cual difiere del de los simios. Estas diferencias se pueden
establecer en dos clases: (a) en que no hay una misma alineación de genes; (b) y en que
las secuencias no son las mismas; veamos la siguiente imagen:

(Origins: Adam & Eve genetics. https://www.youtube.com/watch?v=pYi9-XmUoAw)

Como se observa, en la secuencia de genes del hombre aparecen AAA, lo cual no aparece en
los chimpancés, pues en ellos hay un vacío; luego, en el hombre aparece TTTTTC y sigue
una A; mientras que en el chimpancé aparece TTTC y sigue una G; luego, en el ser humano
aparece una secuencia de CAC y sigue una T; mientras que en el chimpancé aparece una
CAC y le sigue una G. Y como se observa en la imagen, estas diferencias continúan y se
multiplican a 450 millones tal como la genética lo ha demostrado, porque nosotros tenemos
tres billones de pares de base en nuestro ADN, lo cual significa que se multiplican las
diferencias, pues hay capas y capas de información en nuestro ADN5.

Ahora bien, hay otros datos más interesantes y es el que se relaciona con el ADN
mitocondrial. El ADN se encuentra en el núcleo de la célula, pero en las mujeres, también se

5
Origins: Adam & Eve genetics. https://www.youtube.com/watch?v=pYi9-XmUoAw

17
registra dentro del mitocondrial: esto ha llevado a los evolucionistas a proponer un ancestro
para los seres humanos, al que le llaman la “Eva africana”. Ciertamente la ciencia ha
confirmado que hubo una Eva, una mujer de donde provienen todos los seres humanos, pero
no aceptan que sea la Eva de la Biblia, pues dicen que fue una Eva que existió hace millones
de años. Como ya hemos visto, la teoría de la evolución es falsa; y los métodos de datación
son imprecisos, no son dignos de confianza y ha dado resultados dispares, por lo tanto, no
existió una Eva hace millones de años, sino la Eva bíblica que vivió hace 6.000 años.

Los genes del lenguaje: la gramática universal


Como hemos visto, el ADN contiene información y envía mensajes; esto ha causado la
asociación entre dicho ADN y el lenguaje. Cruz plantea que “la molécula de ácido
desoxirribonucleico que constituye la base de la vida es un mensaje codificado en forma de
doble hélice…Se trata de una estructura perfectamente diseñada para transmitir información
y dar órdenes precisas desde el núcleo de las células vivas. Recientemente se ha comprobado
que el ADN posee la misma estructura que un lenguaje y que, por tanto, el origen de la vida
debe ser entendido como el origen de la información biológica. Una sola célula humana
contiene cuatro veces más información que los trece tomos de la Enciclopedia Británica”
(2004, p. 217).

Si el ADN es lenguaje, esto nos lleva a la Biblia, a cómo hizo Dios el universo y cómo creó
cada una de las especies. La Biblia dice que fue por la Palabra (lenguaje) que todo fue creado:
veamos algunos versículos:

- “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo
que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11: 3).

- “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, / Y todo el ejército de ellos por el aliento
de su boca” (Salmo 33: 6).
En Génesis capítulo 1 se narra cómo creó Dios el universo, la Tierra, las plantas, los animales
y al ser humano. Dios trajo la vida mediante la Palabra, cuando habló, cuando dijo; el
lenguaje de Dios dio origen a la vida y a todos los seres; este lenguaje de Dios quedó de
alguna manera impreso en el código genético, el lenguaje de los genes; veamos algunos
versículos:

- “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de
fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue
así.” (Génesis 1: 11. Resaltados del autor). La Palabra de Dios creó y dio vida a las
plantas y en su código genético, en su ADN, está inscrita la información que le
permite funcionar; esta información la puso Dios en ellas. Es interesante ver que la
Biblia usa el término “producir”: “Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que
da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su
18
género. Y vio Dios que era bueno.” Este proceso de producción de la planta tiene su
origen en lo que Dios dijo, pero nótese que fue creada la célula con su código
genético, pues dice “cuya semilla está en él, según su género”.
- “Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra,
en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y
todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave
alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.” (Gn. 1: 20-21). Claramente dice
que Dios con la palabra, con su lenguaje creó los animales acuáticos y las aves, los
cuales poseen un código genético con la información necesaria que les permite
reproducirse según su género y especie.
- “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales
de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra
sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.” (Gn. 1: 24-25).
Nuevamente se especifica que con su lenguaje, Dios creó los animales terrestres y por
supuesto, puso en ellos el código genético, la información necesaria para que se
reprodujeran según su género y su especie.

Posteriormente, la Biblia enseña que Dios creó al ser humano de manera diferente; usó la
Palabra, el lenguaje pero se involucró cuando lo creó, pues no pronunció palabras
impersonales “produzcan, produzca”, sino palabras personales, pues dijo: “hagamos”. Esto
marca una creación especial, única, diferente a los animales y otros seres vivos. Ahora bien,
Dios hizo algo más cuando creó al ser humano, pues dijo “…a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza”: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1: 26-27). La imagen
y semejanza de los seres humanos está en que tanto hombres como mujeres, tenemos lenguaje
(lo cual no tienen los animales), pues Dios tiene lenguaje; está en que el ser humano es
inteligente y Dios tiene toda inteligencia y sabiduría; está en que el ser humano tiene alma y
espíritu, mediante los cuales puede sentir, y experimentar la presencia de Dios, alabarle y
adorarle cuando su espíritu ha pasado de muerte a vida.

El evolucionismo dice que de algo muerto, inerte, surgió de repente la vida, de manera
espontánea, lo cual es imposible, y la misma ciencia así lo establece; pero el único que puede
hacer que algo muerto tenga vida es Dios: “(como está escrito: Te he puesto por padre de
muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas
que no son, como si fuesen.” (Ro. 4: 17). Y estamos hablando de la vida física, biológica;
pero el ser humano es cuerpo, alma y espíritu; y a los tres, Dios les da vida; al cuerpo
biológico le da vida física y al alma y al espíritu les da vida eterna. No obstante, al cuerpo

19
físico también Cristo le dará vida eterna cuando ocurra la resurrección de los que durante su
tiempo en la Tierra han aceptado a Jesús como Señor y Salvador (1 Corintios 15: 51-58; 1
Tesalonicenses 4: 13-18).

El evolucionismo se mantiene en los límites de la vida física, biológica, con una explicación
carente de evidencia científica, pero también se equivoca al reducir la vida del ser humano a
lo bio-físico con un fin definitivo que es la muerte del cuerpo; más allá no hay nada para el
evolucionismo. Pero además de la vida biofísica cuyo origen está en Dios cuando habló,
cuando dijo, cuando enunció lenguaje y puso lenguaje en el código genético, está la vida del
espíritu y del alma. Y tanto el cuerpo físico como estos dos, van a ser eternos.

Como vimos en párrafos anteriores, la explicación de que el código genético contenga


información y sea un lenguaje, está en que Dios usó la Palabra, el lenguaje para crear los
seres vivos; y por ello en Génesis dice “y dijo Dios”; por eso, también en Juan 1: 1-4 dice:
“En el principio era el Verbo [el logos, la Palabra], y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.”. ¡En Dios estaba la vida! La respuesta al origen de la vida es DIOS. De la vida
biofísica, pero también de la vida del alma y del espíritu, de la vida eterna, porque también
dice: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí.” (Juan 14: 6).

Ahora bien, expliquemos un poco más el código genético en su complejidad y maravilla de


Dios. En el ADN hay aminoácidos y proteínas; estas son estructuras irregulares en tres
dimensiones, complejas, heterogéneas, retorcidas sobre sí mismas, dobladas y vueltas a
doblar de mil maneras posibles. Cada estructura tiene una función específica dentro de la
célula. Si un aminoácido cambia de posición o falta, la función se altera considerablemente.
En síntesis, las proteínas, al decir de Cruz (2004, pp. 220-221) son como llaves que
únicamente abren una cerradura específica; si en la llave alguno de sus “dientes” se deteriora,
la llave deja de funcionar y debe ser cambiada por otra. La evolución no puede explicar cómo
se formaron las moléculas tan complejas; por ello Cruz (2004, p. 221) afirma: “¿Cómo es
posible que moléculas tan complejas y específicas como las proteínas aparezcan de repente
en la célula? Se necesita una maquinaria celular capaz de dirigir toda su fabricación. Esta
maquinaria se conoce con el nombre de código genético.”
Este código genético se ha denominado “diccionario de la vida” (Cruz, 2004, p. 221) y
determina la manera en que la molécula de ADN transfiere su información a las proteínas de
las células. Hay un idioma del ADN (…AGAAAGACCCGT…) que se traduce al idioma de
las proteínas (…serina-fenilalanina-triptófano-alanina…); y para este proceso se necesita el
código genético que sería el traductor. Lo interesante en este proceso es que para traducir 20
genes a las 20 proteínas se necesita el código genético; pero este código corresponde a las 20
proteínas; lo uno no puede existir sin lo otro. Esta perfecta y maravillosa obra del código
genético ha derribado las teorías evolucionistas y aún algunos científicos han tenido que
20
plantear la existencia de un Creador; veamos lo que dice el premio nobel de física, Edwin
Schrödinger con respecto a la sustancia hereditaria de los seres vivos en su libro ¿Qué es la
vida?: “el diente (cromosoma”) aislado no es el resultado del burdo trabajo humano, sino la
más fina y precisa obra maestra conseguida por la mecánica cuántica del Señor” (1983, p.
130, citado por Cruz, 2004, p. 224).

Definido el código genético, volvamos a nuestra pregunta: ¿Está el lenguaje codificado


genéticamente en su origen?

Uno de los últimos estudios genéticos ha demostrado una relación entre los genes y el
lenguaje; se investigó una familia inglesa con dispraxia verbal6, un trastorno que se vinculó
con la mutación en el gen, conocido como FOXP2 , ubicado en el cromosoma 7; esta afecta
las áreas del lenguaje del cerebro a través de varios pasos intermedios. Sin embargo, se ha
establecido que este gen no involucra totalmente el habla, y más bien es uno de los muchos
componentes importantes en el desarrollo de las habilidades lingüísticas. Además, es
necesario tomar con precaución este gen en una relación directa con el lenguaje, por cuanto
los resultados provienen de una familia con el mismo trastorno y no se puede deducir que los
resultados se puedan aplicar a personas normales, sin dicho trastorno; tal como lo dice Longa
(2006, p. 183): “porque el vacío explicativo existente entre mutación y fenotipo es mucho
más amplio en genética cognitiva que en cualquier otra área de la biología. En otras palabras,
aunque en la familia KE se descubrió una correlación exacta entre la versión defectuosa del
gen (nivel del genotipo) y los trastornos lingüísticos (motores, gramaticales, y de otros tipos)
de los individuos afectados (nivel del fenotipo), a partir de tal correlación no se puede extraer
una relación directa entre gen y carácter, esto es, entre la versión normal, no mutada, del gen,
y el lenguaje.”

Otro hecho importante de señalar es que el gen FOXP2 no sólo influye en el desarrollo del
cerebro, sino también con otros órganos relacionados con el sistema nervioso, como son el
corazón, el intestino y los pulmones, durante la embriogénesis.

La propuesta que aquí hacemos es que Dios creó al ser humano y genéticamente lo diseñó
con una gramática universal que implica información lingüística sintáctica, morfológica,
semántico-léxica y fonológico-fonética codificada en los genes del ser humano; está
gramática universal se codificó o parametrizó en la primer lengua, que es la lengua adámica.
Luego, en el evento de Babel, cuando Dios confundió las lenguas, lo que aconteció fue el
reordenamiento de elementos y reglas que causaron la aparición de nuevos parámetros en
lenguas distintas. ¿Por qué pudo ocurrir la nueva parametrización y en consecuencia las

6
“La dispraxia verbal es un trastorno específico del desarrollo del lenguaje que se caracteriza por un déficit
en varios niveles del procesamiento del habla: déficit en la planificación fonológica, en la planificación fonética
y en la implementación del programa motor de habla. Desarrollo.”
(https://www.neurologia.com/articulo/2005083)

21
nuevas lenguas en Babel? La respuesta es debido a la existencia de la gramática universal
genéticamente codificada. La estructura compleja de los genes y sus múltiples organizaciones
y resultados permiten pensar en esta propuesta de la gramática universal codificada en los
genes.

La información de esta gramática universal está codificada en los genes que corresponden a
las células cerebrales. Allí se almacena y se procesa la información de la gramática universal
(los principios lingüísticos) y las gramáticas particulares de las lenguas (parámetros).
Veamos cómo se configura el cerebro:

…está compuesto por unas 1011 (100.000 millones) de células nerviosas o neuronas;
la mayoría de ellas situadas en la corteza cerebral o cortex. Cada neurona establece
un promedio de 5.000 - 10.000 conexiones con otras neuronas. Teniendo en cuenta
que estas conexiones, o sinapsis, son claves para el funcionamiento mental, su número
resulta astronómico y sus posibles combinaciones ilimitadas. Nos encontramos ante
una estructura reticular difícil de imaginar en toda su complejidad. Hay conexiones
locales, entre neuronas vecinas, y conexiones de larga distancia entre células remotas
entre sí. La mayor parte de estas últimas son bidireccionales. (González Álvarez,
2007, p. 2).
El cerebro humano es exclusivo de esta especie y los evolucionistas dicen que fue producto
de la evolución, pero la complejidad y maravilla de este órgano demuestra claramente que
fue diseñado por un Creador, por Dios.

Dada las características y configuración del cerebro que acabamos de leer ¿Es posible que
pueda albergar una gramática universal? Perfectamente sí es posible, cuanto más que las
investigaciones lingüísticas en sintaxis, como la teoría de los principios y parámetros y la
fonología optimal han demostrado que no son muchos tales principios sintácticos, y las
restricciones (reglas que se ordenan según jerarquías diferentes para dar resultados fonético-
fonológicos distintos), no son infinitas, y tampoco abundantes.; lo que sí es infinito son las
cantidades de palabras, enunciados, oraciones y discursos producidos por el ser humano.
Justamente, Chomsky ha definido la competencia lingüística como el conocimiento de un
número finito de elementos para crear un número infinito de enunciados.

Se ha propuesto desde hace algunas décadas que en el cerebro hay “webs funcionales” (redes
funcionales) o conjunto de neuronas, que poseen las siguientes características (Pulvermüller,
2003, citado por González Álvarez, 2007, p. 7):
(i) que están fuertemente conectadas entre sí.
(ii) que están distribuidas sobre un conjunto específico de áreas corticales.
(iii) que trabajan juntas como una unidad funcional.
(iv) cuyas partes son mutuamente dependientes entre sí.

22
Se ha propuesto que la información lingüística se configura en estas “web funcionales”;
veamos lo que dice (González Álvarez, 2007, p. 8):

…las palabras vendrían representadas por webs funcionales, o webs léxicas (word
webs) que incluyen: a) neuronas en las áreas perisilvianas (forma fonológica) b)
neuronas en otras zonas corticales distantes relacionadas con la información
semántica de la palabra. Mientras que la parte (a) de la web estaría fuertemente
lateralizada en el hemisferio dominante, la parte (b) sería principalmente bilateral.

La evidencia de estas webs léxicas se ha ofrecido mediante dos métodos: los Potenciales
evocados y la técnica de la Magnetoencefalografía (MEG). En el primer caso la presentación
de una palabra a una persona le causa en el cerebro una actividad bioeléctrica más intensa y
distinta que la presentación de una pseudopalabra (palabra que no existe en la lengua); y la
segunda técnica consiste en registrar los pequeños campos magnéticos que generan los flujos
eléctricos en las dendritas de las neuronas.
La pregunta que nos podemos hacer es ¿si fuera del cuerpo y del cerebro, pueden ejercitarse
las facultades de la inteligencia y el lenguaje? Cuando el cuerpo muere, no cesan las
facultades, por cuanto el ser humano no sólo es cuerpo, sino que tiene alma y espíritu. Por
cuanto la inteligencia y el lenguaje son tan complejas, Dios debía diseñar un cuerpo
igualmente complejo, con órganos complejos y especializados para que se pudieran
manifestar dichas facultades a través de estos.

El problema con los que reducen al ser humano a solo un cuerpo biofísico, es que no conciben
otras formas de cuerpos, con estructuras moleculares distintas; de la misma manera que no
pueden concebir una realidad distinta a este mundo en la época actual, ni pueden concebir
otro tiempo distinto a la cronología humana.

CONCLUSIÓN

El ser humano es creación de Dios. La única verdad que tiene validez es que Dios creó al ser
humano. ¿Por qué creó Dios al hombre? Dos respuestas podemos dar al respecto:
- Nos creó por amor

En la Trinidad, el amor se ejerce entre las tres personas que la conforman, el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo; Dios creó al hombre para entablar con él una relación basada en el amor
cuya mayor prueba es que dio a su Hijo unigénito para nuestra salvación (Jn. 3: 16; Ro. 5: 5,
8; Ef. 2: 4; Jer. 31: 3); y nosotros debemos amarle por quien es Él, con toda la mente, con
todo el corazón, el alma, la mente y el espíritu (Mt 12: 30), lo cual se expresa en el principio
que se sintetiza toda ley que es el amor: “Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no
dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se
23
resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el
cumplimiento de la ley es el amor” (Ro. 13: 8).
- Nos creó para su gloria
Dios no tenía necesidad de crearnos, pues Él es independiente y en la Trinidad siempre ha
habido perfecto amor y comunión (Jn. 17: 5, 24). Sin embargo, Él nos creó para su gloria (Is.
43: 7; Ef. 1: 11-12; 1 Co. 10: 31). Esto indica que somos importantes para Dios, y esto le da
significado a nuestras vidas (Grudem, 2005, p.188). Por ello, cuando las personas que
definitivamente rechazan a Cristo lleguen al infierno, donde el gusano no muere y el fuego
nunca se apaga, sentirán la peor vergüenza y dolor que es “saber que no han cumplido el
único propósito para el que fueron creados, que era darle gloria a su Creador obedeciendo su
voluntad. La finalidad de sus vidas era reflejar la gloria de Dios, proclamar la verdad acerca
de Él irradiando su carácter en cada parte de ellas” (Blanchard, 2002, p.192).

Las teorías evolucionistas plantean que el hombre es producto de la evolución y que en este
proceso, proviene del animal. Pero esto es falso, pues la Biblia, que es la Verdad, enseña que
el hombre es una creación única de Dios, es la corona de la creación. Esto se corrobora
extrabíblicamente en varios hechos: el hombre es el único ser con inteligencia, es el único
que posee lenguaje en tanto facultad de conceptualizar, significar y comunicar la realidad
(los animales poseen formas primitivas de comunicación). Por ello, Dios desea entablar un
diálogo con él y es a él a quien le dio la potestad de tener dominio sobre todo lo creado en la
tierra. En Génesis 1: 26, dice “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Las teorías
materialistas, como la evolucionista, rebajan al hombre a un estado animal, porque lo hacen
provenir de unas criaturas que están por debajo de él, pero sobre estas Dios le dio dominio.
La Biblia pone al hombre en un lugar especial, le da atributos, facultades únicas y lo ubica
sobre los animales, plantas y cosas.

Veamos algunos aspectos que debemos saber sobre esta creación especial del hombre
(Berkhof, 1999, pp. 214-215):

- La creación del hombre fue precedida por un solemne consejo divino. Esto implica
que participaron las tres personas de la deidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Esto se puede corroborar en el pasaje de Génesis: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre
a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn. 1: 26). Este uso verbal “hagamos” se
refiere a una pluralidad real, no a un plural de majestad (un tipo de expresión); tampoco se
refiere a que Dios estaba incluyendo a los ángeles, porque éstos no poseen el atributo de
crear.
- La creación del hombre es un acto inmediato de Dios (Gn 2: 7).

24
El hombre fue creado según un tipo divino, lo cual no ocurrió con las criaturas inferiores.
Nótese cómo en Génesis se dice, con respecto a las aves, peces y bestias, que se crearon
“según su especie” (Gn. 1: 24, 25); mientras que en lo que concierne al hombre, dice:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn. 1: 26, énfasis
nuestro). Esto implica que la creación del hombre fue algo diferente y desde el principio fue
colocado en una posición elevada. Está en la cúspide de todos los órdenes de la creación y
Dios le dio dominio sobre todas las criatura inferiores. Pero el pecado le hizo perder esta
posición.

Las teorías evolucionistas enseñan que el hombre pasó de un estado inferior a uno cada vez
más superior; pero, la perspectiva bíblica es que, por causa del pecado que entró en el hombre
debido a la caída, este pasó de un estado superior, creado por Dios, a un estado cada vez más
degenerado, perdiendo su señorío. Sólo Cristo puede devolverle al hombre su estado inicial
superior.

Otras características que se pueden plantear sobre la creación del hombre son (Thompson,
2003, pp.10-19):

- Fuimos hechos seres naturales: no venimos de la nada como dice la teoría de la


evolución y la del big bang, sino que Dios nos creó del polvo de la tierra, de barro, con una
gran cantidad de atributos.

- Fuimos creados seres espirituales. Esto se aprecia en el hecho de que el hombre, desde
que fue creado, se comunicaba con Dios, tenía una relación con Él, y recibió mandamiento
espiritual el cual podía ser comprendido perfectamente, pues Dios puso espíritu en Adán para
entenderlo.

- Fuimos hechos seres materiales. Fuimos hechos de polvo, con un cuerpo; Dios ubicó
a Adán y a Eva en el huerto de Edén, les hizo árboles para el alimento, sustento físico;
también se observa en el relato de Génesis que Dios le hizo sentidos: por ejemplo, el gusto
(árbol “bueno para comer”. Gn. 2: 9), la vista (“delicioso a la vista”. Gn. 2: 9); el sentido del
oído para escuchar la voz de Dios (Gn. 2: 16-17).

- Fuimos hechos seres prácticos. Dios le dio al hombre la habilidad de trabajar: “Tomó,
pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo
guardase” (Gn. 2: 9).

- Fuimos hechos seres racionales. Dios le dio al hombre la capacidad de señorear y


sojuzgar; también se observa en el relato de Génesis que Adán le puso nombre a todos los
animales, lo cual implicaba la capacidad para clasificar, sistematizar información y conocer
la realidad.

- Dios nos hizo seres morales. Dios le dio al hombre la capacidad para elegir, el libre
albedrío para escoger, lo cual implica responsabilidad moral; pero además le escribió la ley
en su corazón (Ro. 2: 25).
25
- Dios nos hizo seres sociales. Cuando Dios creó a la mujer lo hizo para darle compañía
al hombre; la soledad no fue el plan de Dios: “no es bueno que el hombre esté solo” (Gn. 2:
18). Lo social también se observa en el matrimonio en la unión de un hombre y una mujer
cuya unidad perfecta se observa en la expresión “serán una sola carne” (Gn. 2: 24) y en la
frase de Adán “hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn. 2; 23), señalando la manera
como fue creada la mujer.

Una característica que Thompson no explicita, pero que nos parece fundamental, es la
siguiente:

- Fuimos creados seres comunicativos. Dios le otorgó el lenguaje como facultad de


comunicación al ser humano; y esta facultad es intermediaria en la relación espiritual (El
hombre con Dios) y social (los hombres entre sí). Desde el principio de la creación, Dios le
dio al hombre las funciones del lenguaje: expresiva (para manifestar su subjetividad,
emociones, pensamientos), referencial (para señalar la realidad, el mundo), apelativa (para
interactuar con el otro), la metalingüística (capacidad para referirse al mismo lenguaje) y la
poética (la capacidad de crear poesía como los himnos, cánticos, proverbios todo tipo de
alabanza y adoración a Dios) ; éstas son las principales; no obstante, el ser humano recibió
una función más que la lingüística no contempla y que es primordial: la oración
(comunicación con Dios) y la adoración (alabanza a Dios con el uso de la función poética).

BIBLIOGRAFÍA

Berkhof, L. (1999). Teología sistemática. Michigan: Libros Desafío.


Chafer, L. (1986). Teología sistemática, vols. I, II, III, IV, V, VI. Dousman: Publicaciones
españolas.

Chomsky, N. (1980). Language and Learning: The Debate between Jean Piaget and Noam
Chomsky (edited by Massimo Piattelli-Palmarini). Cambridge: Harvard University Press.

Chomsky, N. (1981). Lectures on Government and Binding: The Pisa Lectures. Holland:
Foris Publications. Reprint. 7th Edition. Berlin and New York: Mouton de Gruyter, 1993.

Chomsky, N. (1982). Some Concepts and Consequences of the Theory of Government and
Binding. MIT Press.

Chomsky, N. (1982). Language and the Study of Mind. Cambridge, England, Cambridge
University Press.

Chomsky, N. (1984). Modular Approaches to the Study of the Mind. San Diego, State
University Press.

26
Chomsky, N. (1986). Knowledge of Language: Its Nature, Origin, and Use. Greenwood
Publishing Group.

Chomsky, N. (1988). Language and Problems of Knowledge: The Managua Lectures.


Cambridge, MA: The MIT Press.
Chomsky, N. (1993). Language and Thought. Moyer Bell.
Chomsky, N. (1995). The Minimalist Program. Cambridge, MA: The MIT Press.

Chomsky, N. (2000). New Horizons in the Study of Language and Mind. Massachusetts
Institute of Technology.
Chomsky, N. (2000). The Architecture of Language, Mukherji, et al., eds.

Cruz, A. “el origen de las razas en el genoma de Adán y Eva”,


http://protestantedigital.com/magacin/42405/Es_la_genetica_enemiga_de_Adan_y_Eva,
Recuperado 1/09/2018.

Cruz, A. “el origen del lenguaje”,


http://www.creacionismo.net/genesis/Art%C3%ADculo/el-origen-del-lenguaje, Recuperado
1/09/2018.

Cruz, A. “el origen del lenguaje”,


http://www.teneyi.net/cici/crecimiento_interior/orilenguaje.html, Recuperado 1/09/2018.

Cruz, A. (2004). Darwin no mató a Dios. Miami: Vida.

Darwin, CH. (2007). El origen de las especies. Veracruz: Universidad Veracruzana.

Dawkins, R. (1982). “The Necessity of Darwinism”, New Scientist, Vol. 94.


Dawkins, R. (1993). El relojero ciego. Barcelona: España RBA Editores S.A.

González Álvarez, J. (2007). “Brain and Language: The Neural Representation of Words and
their Meanings”, invited speech (III Conference ALFAL-NE). Oxford University, Taylor
Institution, Oxford, UK. 21-22 June.
Grudem, W. (2005). Doctrina Bíblica. Florida: Vida.
Grudem, W. (2009). Teología sistemática. Miami: Vida.
Ham, K. (2013). El Libro de las respuestas. Miami: Patmos.
Longa, V. (2006). “Sobre el significado del descubrimiento del gen FOXP2”, ELUA, 20,
págs. 177-207.

27
Müller, A. (2013). “Neurobiology: Language By, In, Through and Across the Brain”, en: P.-
M. Binder and K. Smith (eds.), The Language Phenomenon, Springer-Verlag Berlin
Heidelberg.

Taylor, Ch. (1997). “The origin of language”, CEN Tech. J., vol. 11, no. 1.

La Santa Biblia. Antigua versión de Casidoro de Reina, revisada por Cipriano de Valera.
(1960). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Quastler, H. (1964). The Emergence of Biological Organization. London, Yale University


Press.
Thompson, L. (2003). La persona que soy. Miami, Flet.

28

También podría gustarte