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This story was first published on June 24th, 2011, and was last updated on
April 6th, 2012.

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Table of Contents

Summary
1. Chapter 1
2. Chapter 2
3. Chapter 3
4. Chapter 4
5. Chapter 5
6. Chapter 6
7. Chapter 7
8. Chapter 8
9. Chapter 9
10. Chapter 10
11. Chapter 11
12. Chapter 12
13. Chapter 13
14. Chapter 14
15. Chapter 15
16. Chapter 16
17. Chapter 17
18. Chapter 18
19. Chapter 19
20. Chapter 20
21. Chapter 21
22. Chapter 22
23. Chapter 23
24. Chapter 24
25. Chapter 25
26. Chapter 26
27. Chapter 27
28. Chapter 28

-3-
29. Chapter 29
30. Chapter 30
31. Chapter 31
32. Chapter 32
33. Chapter 33
34. Chapter 34
35. Chapter 35
36. Chapter 36
37. Chapter 37
38. Chapter 38
39. Chapter 39
40. Chapter 40
41. Chapter 41

-4-
Summary

Edward Masen no tuvo más remedio que separarse de su esposa Isabella Swan,
obligado por las circunstancias. Cinco años después un accidente los vuelve a
reunir... ¿Podrá Edward recuperar su amor?

-5-
Chapter 1

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención. Espero
que la disfrutéis.

RECUPERANDO TU AMOR.

Prologo

No sabía en qué momento exacto me había enamorado de Bella Swan. Solo sabía
que la había amado toda mi vida. Yo creo que ya estaba enamorado de ella cuando a
la edad de diez años mis padres, Edward y Elizabeth junto con los de Rose, William y
Rosalie, morían en aquel horrible accidente de tráfico, y los Swan me acogieron en
su casa como a un hijo mas.

Pero los celos enfermizos de una persona sin escrúpulos, mala y despiadada y el
ansia de venganza de otra no menos despiadada, nos habían separado de la manera
más cruel.

Emmett, se había quedado dormido a mi lado. Eche hacia atrás el respaldo del
asiento del avión que me llevaba cada vez más cerca de ella, en un intento por
dormirme. En cuanto cerré los ojos mi mente evocó cada uno de los momentos
vividos a su lado. Me abstraje del tal manera, que casi podía sentir sus manos
acariciándome, sus labios besándome, su olor… hasta que la voz de la azafata
anunciando la llegada del vuelo me sacó de mi sueño.

Mientras caminaba por el largo pasillo, mi corazón latía furiosamente, los nervios
se me habían acumulado en el estómago nada más cruzar la puerta del hospital. Hoy
la vería después de cinco interminables años, en los que no he dejado de adorarla,
amarla y recordarla ni un solo instante. Cinco largos años en los que no he dejado de
odiarme a mí mismo por lo que la hice. ¿Cómo pude ser capaz? ¡Dios, me siento tan
miserable! ¿Cómo va poder ella perdonarme algún día si yo mismo no puedo?

Mi madre adoptiva, René Swan, aun estaba en la UCI y allí solo podía estar una
persona. Rose dijo que se quedaba con ella mientras Emmett y yo nos fuimos a
buscar a Bella. Cuando mi hermano y yo llegamos al mostrador, Emmett se dirigió a
la enfermera para preguntar por mi amor.

-6-
-Hola buenos días ¿La Doctora Swan, por favor?

-Estoy aquí hermano-, dijo una hermosa voz detrás de mí y al instante todos mis
sentidos se pusieron en alerta. Me volví como en cámara lenta y allí estaba ella, tan
preciosa, tan dulce, tan real después de años de recordarla. Recuerdos, que no la
habían hecho ninguna justicia. Estaba mucho más guapa que en mis sueños, mas
mujer, el embarazo y el haber tenido una hija le habían sentado genial. La ropa que
traía puesta, el típico pijama y bata verde con el que solía vestirse un médico, me
intimidaba, nunca la había visto vestida así. Nos quedamos mirando durante un
largo rato, cada uno sumergido en la mirada del otro, como antes, como siempre
hacíamos, de repente todo el dolor y el sufrimiento parecían haberse borrado, solo
estábamos ella y yo. No había nadie más. Mi corazón parecía que iba a salirse de mi
pecho, mi piel estaba erizada y mi cuerpo, bueno mi cuerpo era un caso aparte

- ¿No me vas a saludar?-, dije adelantándome hacia ella con intención de darle un
beso en la mejilla

-Hola Edward-, dijo echándose para atrás totalmente impactada de verme ahí,
estaba claro que no me esperaba-. ¿Qué tal?

- Bien -conteste con el corazón encogido por el dolor del rechazo-, tú estás muy
guapa -dije mirándola con amor, con ese amor que sentía por ella, con adoración con
ternura.

-Gracias-, dijo sonrojándose y devolviéndome la mirada con esa expresión que


ponía siempre que estaba preguntándose algo

-¿De verdad está todo bien?-, le volví a preguntar

- Bueno ahora mejor, ya paso el susto -y volvimos a perdernos el uno en la mirada


del otro. ¡Dios, Como amaba a esa mujer! Que ganas de estrecharla en mis brazos y
besarla hasta dejarla sin aliento. Y como si mi cuerpo obedeciera una orden de mi
subconsciente, me acerqué a ella y la abracé. Que maravilloso era volver a sentir en
mis brazos ese delicado cuerpo que tan bien encajaba en el mío, volver a disfrutar
de ese olor que no había cambiado con el tiempo, volver a rozar su piel. Pero ella
después de devolverme el gesto durante un maravilloso momento, rompió el abrazo.

- ¿Dónde está Tanya -dijo preguntándome por la mujer que yo más odiaba en este
mundo y rompiendo la magia del encuentro.

-Ella no ha venido Bella, hemos venido solos Emmett y yo

-7-
-Bella ¿Cómo estás?-, dijo Emmet rompiendo la tensión.

-Bien, bastante bien… dentro de lo que cabe -contesto ella. Yo era incapaz de
apartar la mirada de su rostro, era tan hermosa -¿Habéis visto ya a mama?-,
pregunto.

-Si Rose nos fue a recoger al aeropuerto. Vinimos directamente para acá. No
hemos podido hablar mucho con ella, ya sabes que en la UCI no puede estar más de
una persona, así que hemos tenido que entrar de uno en uno. Rose se ha quedado
con ella y nosotros hemos venido a buscarte, queríamos verte.

-¡Mamá, mamá!-, dijo de repente una voz detrás de nosotros -¡Tía! dijeron otras
dos -Bella se volvió en el acto y miró a los tres críos con una cara de muy pocos
amigos y ellos captaron el mensaje.

-Vale, vale, ya lo pillamos, en un hospital no se chilla, dijo Gabriela. Al tiempo que


el móvil de Bella vibraba en su bolsillo.

- ¿Sí? -contesto ella a la vez que mis sobrinos se tiraban encima mío y de mi
hermano para saludarnos. Noté como Gabriela se quedaba atrás retraída, yo quería
acercarme, tomarla en mis brazos y darla un beso pero…no sabía si era prudente. La
niña me miraba fijamente y de repente una sonrisa iluminó su cara.

-En un hospital no se chilla -dijo Bella encarando a las tres figuras que ahora la
miraban un poco temerosos-, y tampoco se deja por ahí abandonadas a las niñeras.
No veo a Emily por ningún sitio ¿Sabéis donde está?

- Yo creía que venía detrás de nosotros -dijo mi sobrino Peter con cara de
inocencia.

- ¿Eso creíais? Pues mira que acaba de llamarme por teléfono para preguntarme si
estáis conmigo, porque se ha parado a hablar con una amiga y de repente habéis
desaparecido de su vista.

- Pues eso -dijo Gabriela que seguía mirándome de reojo -se ha parado a hablar
con Charlotte y nosotros teníamos prisa por saber cómo estaba abu Renée.

-A abu Renée todavía no la han puesto en una habitación con una camita y donde
está, los niños no pueden pasar. Así que ahora nos vamos a ir a la cafetería a tomar
algo mientras esperamos que la trasladen y luego os vais a ir a la guardería del
centro porque Emily se ha tenido que marchar ¿Ok?

-8-
Bella en ese momento se dio cuenta que mi hija no hacía más que mirarnos, sobre
todo a mí que me estaba poniendo más nervioso aun de lo que estaba. Aunque tengo
que reconocer que estaba disfrutando viéndola ejercer su papel de madre ¡Se le
daba tan bien! Parecía que hasta incluso los dos diablos que tengo por sobrinos la
tenían un respeto.

-Gaby hija, mira, estos son tu tío Emmet, el padre de Tony y Peter

-Hola tío Emmet -dijo Gabriela dándole un beso y un abrazo.

-Y este es -continúo Bella y yo me preparé para recibir una bofetada emocional,


pues sabía que me iba a presentar como su tío. ¡Dios bendito! Hasta eso me había
negado esa zorra que tenia por esposa. Pero no estaba preparado para esto, juro,
que no lo estaba.

-¡Papa!-dijo Gabriela, tirándose a mis brazos -tú eres mi papa ¿verdad? Sí, sí lo
eres, eres igualito a la foto que mi mamá me dio.

-No podía dar crédito a mis oídos. No puedo describir la emoción y la alegría que
me embargó en ese momento. MI niña sabía quien era yo. Bella la había hablado de
mí.

Me quedé mirando incrédulo a mi hermosa Bella, a mi niña, a la que consideraba


mi mujer, mi verdadera esposa, aunque un montón de papeles sin sentido dijeran
otra cosa. Ella me sostuvo la mirada, esa mirada de ojos chocolate en la que solía
perderme.

-Tú, ¿Le has hablado de mí?

-Tenía derecho a saber

Hola a todas. Bueno pues aquí estoy con mi primera historia, espero que por lo
menos os haya intrigado lo suficiente como para dejarme un Review. Gracias
anticipadas a todas.

-9-
Chapter 2

Disclaimer: Los personajes que aparecen son propiedad exclusiva de SM,


yo solo he jugado con ellos para crear esta mi primera historia.

Quiero dedicar este capitulo a Sil y a Saraes. Sil gracias por la portada y
por aguantar mis inseguridades. Saraes, gracias también por aguantarme,
ayudarme, aconsejarme y recomendar mi historia.

Código Twilight: atenta, una de tus dudas se refleja en este capítulo

Capitulo 1: Accidente, noticia y reencuentro

- Tú, ¿Le has hablado de mí? - pregunté asombrado.

- Tenía derecho a saber - contestó mirando con tristeza a mi hija.

-Pues no sé si serás consciente de ello o no, pero me acabas de hacer el hombre


más feliz del mundo - . Las palabras salieron de mi boca espontáneamente, sin que
yo me hubiera propuesto decirlas.

- No me digas -, dijo alzando la barbilla, pero pude notar un deje de tristeza en su


voz - pues no es eso lo que opinabas la última vez que hablaste conmigo -. Me
reprochó dolida. En ese momento volví a sentirme el ser más miserable de la tierra,
si al menos ella supiera…

- Bella… - intenté decirle con mi hija aún en brazos pero ella me interrumpió.

- Es igual Edward, no te excuses, sólo espero que mientras estés aquí, sepas
comportarte, solamente es una niña.

- Por supuesto am… Bella, no tienes ni que pedírmelo -. Terminé diciéndole,


sintiendo como mi corazón se contraía dolorosamente al sentir su desconfianza…

-Bella ¿La lesión es muy grave? -, Preguntó Emmett muy oportuno, rompiendo la
tensión del momento -. ¿Qué pasó exactamente?

- Se ha roto el fémur, Emmett, ha sido grave, pero ya está bien, aunque la


recuperación va a ser dura. Y bueno yo no estaba presente cuando sucedió pero
- 10 -
Rose y Alice dicen que una bicicleta que no circulaba por el carril que debía la
atropelló tirándola al suelo.

- ¿Se ha hecho mucha pupa la abu?-, preguntó Peter mirando con aprensión a su
tía.

-Bueno bastante, pero ya está bien, ya os digo que cuando la pasen a una
habitación iréis a verla. Pero la próxima vez que vengáis con Emily al hospital…

- Sí, sí ya lo sabemos -, la cortó mi hija rodando los ojos - no nos podemos separar
de Emily sin decirle donde estamos, no tenemos que correr por el hospital -, seguía
enumerando mi niña aún en mis brazos, mientras yo me esforzaba por no dejar
escapar la sonrisa que me provocaba verle replicar a su madre… Pero era incapaz
de dejar de mirarla, ¡qué niña más preciosa!, en verdad era un calco exacto de mí
con su pelo del mismo color y la misma forma de la cara, tal y como Rose me había
dicho, excepto los ojos, esos ojos chocolate que tanto adoraba. Además parecía lista
y, si no estaba entendiendo mal, capaz de traer por la calle de la amargura a un
regimiento entero.

- Pero mamá - , siguió diciendo mi niña con ojos de corderito- , no hemos venido
corriendo, hemos venido despacito, tranquilitos y sin chillar.

- Tomaré eso como bueno, anda vamos a la cafetería mientras hacemos tiempo
para ir a ver a la abuela. Pero ya sabéis, está malita, así que vamos a jugar a…

- Sí, sí a ver quién aguanta más tiempo quieto y callado. El que gane se podrá
comer un helado o una galleta de chocolate o lo que se te ocurra en ese momento.
¡Qué manía tenéis las tías, los abuelos y tú de jugar a este juego! si siempre salimos
ganando nosotros. Y vosotros siempre nos acabáis teniendo que comprar lo que nos
prometéis-. Dijo de nuevo mi niña con una seriedad que me hacía reír.

- Bufff -, bufó mi Bella rodando los ojos como antes lo había hecho mi hija... Debo
reconocer que a estas alturas yo me estaba aguantando la risa escondido detrás del
hermosísimo pelo cobrizo de mi preciosa niña. ¡Menuda era la criatura! ¿A quién
habría salido? De repente el busca de Bella sonó.

- Tengo que irme un momento me llaman en recepción. Esto… - dijo mirándome


dudosa -, Rose está en la habitación; le mandaré un mensaje para que venga a
ocuparse de la niña, sólo será un momento. Ella se hará cargo de mi hija - , dijo
enfatizando el "mi hija." ¡Dios! que dolor sentí en ese instante -. No tienes más que
llevarla a la cafetería -. Me pidió.

- 11 -
- No te preocupes Bella-, traté de contestarle tragándome el dolor que sus
palabras habían dejado en mi pecho -, con mucho gusto me ocupo de ella-. Me miró
de una forma extraña, pero no dijo nada y se fue. Su marcha me produjo un vacío
inmenso en el estómago. Volver a verla había despertado algo que hacía mucho
tiempo estaba muerto en mí. A pesar de que en un principio se apartó, después ella
había respondido a mi abrazo. ¿Tendría alguna posibilidad? De camino a la cafetería
con uno de mis dos soles en brazos, empecé a recordar los acontecimientos
ocurridos desde el día anterior y sobre todo, la conversación con Rose hacía tan solo
unos minutos...

Flashback

Salimos de la Comisaría de Forks más tarde de lo habitual. Ninguno de los dos


teníamos ganas de volver a nuestras casas. Ambos por distintas razones. Hacía ya
varios días que Rose, Charlie y Renée se habían marchado del pueblo con los niños a
Jacksonville para pasar las vacaciones de verano con Bella, desoyendo las
instrucciones de Tanya.

Ella y Aro nos habían exigido que cortáramos todo contacto con Bella. Rose y mis
padres al principio hicieron lo que se les pedía. Pero si mi cuñada y amiga se
caracteriza por algo, es por tener poca paciencia y por acabar haciendo su santa
voluntad. Así que se hartó de obedecer a su hermana y a su padrastro. A escondidas
y con una valentía que ni mi hermano ni yo demostrábamos, empezó primero a
hablar por teléfono con ella y después, durante los veranos, empezaron a quedar
para encontrarse con sus hijos y mi hija en las cálidas playas de Jacksonville. Charlie
y Renée, haciendo caso omiso de las exigencias de Tanya, se marchaban con ella
también.

Tanya finalmente se enteró de estos encuentros, pero me tenía a mí y la promesa


de todos de que Bella nunca sabría la verdad, así que consentía este pequeño
"desliz" de su hermana y mis padres, pensando que eso haría más daño a Bella. Yo
muchas veces interrogaba a Rosalie y ella me decía que no me preocupara que ella
estaba bien.

Llegué a "mi casa" después de haber dejado a Emmett en la suya. La bruja no


estaba por ningún lado, mejor. Me duché, me cambié rápidamente de ropa y me
escabullí en la cama antes de que llegara. El sueño me encontró pensando en
Bella…

- "Ring, ring, ring," - ese molesto sonido me sacó de un sueño maravilloso en


donde Bella y yo estábamos en nuestro prado haciendo el amor…

- 12 -
- Edward, haz el favor de coger el dichoso teléfono. ¿Quién será a estas horas
maldita sea?, dile a tu familia que respete un poquito , ¿no? - Me grito mi "esposa"
haciéndome enfadar como siempre.

-Vete al diablo Tanya -, mascullé para mis adentros mientras cogía el teléfono.

- ¿Diga? - contesté con voz cansada.

- Edward, soy Charlie. Renée ha tenido un accidente y la han operado de


urgencias -. Me dijo mi padre desde el otro lado de la línea.

- ¿Qué ha pasado? -Pregunté aterrorizado.

- Ha sido arrollada por una bicicleta que circulaba por el carril que no debía y se
ha roto la pierna por tres sitios distintos -. Me informó con un deje de preocupación.

- ¡Dios mío!, voy para allá ¿lo sabe Emmett?-, le pregunté mientras me levantaba
de la cama y comenzaba a ponerme los pantalones con el teléfono pegado a la oreja.

- Sí ya le he llamado. También dice que viene pero hijo, no sé yo si es prudente,


además ya ha sido operada y todo ha salido bien, sólo llamaba para que lo supierais -
. Me contestó mi padre temeroso de las consecuencias. ¡Maldita Tanya y toda su
familia!, maldije en mi interior, por hacernos sentir de esta manera…

- ¡Ya!, ¿y cómo se supone que os vais a apañar? Rose, Bella y tú no podréis con
todo, además Bella tendrá que trabajar, necesitáis ayuda papá.

-Ya lo sé hijo, pero Bella…

- Bella tiene que trabajar -, le corté - no podrá estar allí, además yo quiero verla,
no se hable más-. Dije con decisión. Y también de paso podré verla a ella, pensé para
mis adentros.

- Edward, ya te digo que está todo bien y además no sé si será prudente.

- A la mierda la prudencia - le espeté, aunque en el acto me arrepentí de haberle


hablado de ese modo-. Es mi madre, papá, la única que he conocido - acabé
diciéndole con un tono más suave.

- Sabía que dirías eso hijo -. En su tono de voz se notaba que en el fondo se sentía
orgulloso - . Está bien, llamadme para confirmarme a la hora que llegáis y el número
de vuelo, os estaremos esperando.
- 13 -
Colgué como un desesperado metiendo todo lo que podía en una maleta mientras
llamaba a Emmett

- Emmett, estoy en tu casa en cinco minutos -. Le dije sin llegar ni a saludarlo.

- Bien - contestó y enseguida cortamos la llamada.

- ¿Qué es esto? ¿Dónde vas Edward?- Preguntó Tanya sentada sobre la cama.

-Tanya, mi madre ha tenido un accidente en Jacksonville y la han operado,


necesito ir a verla.

-Claro eso le pasa por ir donde no tiene que ir -. Dijo Tanya con desprecio.

-Tanya, ella está pasando las vacaciones de verano en Jacksonville junto a su hija,
su marido, Rose y mis sobrinos. Cosa que a Emmett y a mí no nos está permitido
hacer. No es la primera vez que lo hacen. ¿A qué viene esto ahora? - le reproché
odiándola un poco más si es que eso era ya posible…

-Bueno y a ellos tampoco les está permitido y hacen lo que les da la gana -.
Contesto Tanya desafiándome con la mirada -. Pues que se atengan a las
consecuencias.

-Vaya, tenía la impresión de que no te molestaba, que les habías dado una especie
de… permiso. - . Le contesté tratando de ocultar el asco que me producía el simple
hecho de tener que mirarla.

-Bueno, si no puedes con ellos, únete, esa fue mi postura. Cuando Rose se pone
cabezota… Además tú te quedas aquí y Emmett también. Te tengo a ti y a tu
promesa. ¿Qué daño puede hacer que se vean? - Dijo mirándose las uñas de modo
inocente.

-Claro, a ti no te hace daño pero a Bella sí, ¿verdad Tanya? ¿Es esa tu razón?
Tanya, de verdad que cada vez te entiendo menos, pero ahora no tengo tiempo, he
de irme te guste o no. - . Le dije visiblemente alterado.

- ¿Y por qué tienes que ir?- Siguió insistiendo - quédate aquí y ya te llamaran a ver
como está. Supongo que la habrá operado súper Bella, así que no hay de qué
preocuparse -. Volvió a decir con desprecio.

- Tanya, ¿Es qué no tienes ni siquiera un pequeñísimo espacio en ese sitio donde
se supone que tienes el corazón, para algún sentimiento humano? - Le reproché
- 14 -
mirándola con los ojos entrecerrados. Cada vez me costaba más mantener la
compostura ante ella.

- Sí, sí que lo tengo, pero también tengo la suficiente inteligencia como para
pensar que intentarás algo con Bella.

- ¿Y qué se supone que voy a intentar?, si me tienes bien pillado -. Le recordé


apretando mis manos en puños para contener la impotencia que eso me producía -.
¿Piensas que soy tan miserable como para hacerle concebir unas esperanzas que no
hay? ¿O como para poner en peligro su vida y la de la niña? - le contesté dejándole
claro que ella seguía ganando y desde luego, que no pensaba poner en peligro ni a
Bella ni a mi hija, pero si tenía la más mínima oportunidad…

-Está bien -. Dijo sacándome de mis pensamientos -, pues dame un poco de tiempo
que arreglaré las cosas y me voy contigo.

- ¿A qué Tanya? -, Le reproché duramente - ¿a fingir que estás preocupada por mi


madre?, ¿y con qué fin?, si todos allí sabemos que es mentira-. Sus ojos me miraban
refulgentes de ira mientras veía como apretaba los puños en las sábanas -. ¿Para
vigilarme?, ¿O por qué sabes que así harás más daño a Bella? - Sonreí irónicamente
mirándola con desprecio -. Créeme que no voy a hacer nada que la ponga en peligro.
Ya me sé vigilar yo solito. No te quiero allí Tanya, haciendo el paripé de esposa
perfecta cuando todos sabemos que no es así. Todos, menos la persona a la que tú
quieres dañar y eso no te lo voy a consentir.

- No soy la esposa perfecta porque tú no lo quieres, Edward -. Me espetó con


reproche.

- Claro que no, yo ya tenía una esposa perfecta y me la quitaste ahora, si me


disculpas -. Me giré para terminar de empacar…

- ¡Ten cuidado Edward! - , me amenazó fríamente -, aunque yo no vaya sabré si me


mientes, sabré si estás con ella a solas, o si vas con ella a algún sitio.

- ¡Anda!no sabía que también tienes espías allí - le contesté con desprecio a la vez
que atemorizado por el hecho de que fuera verdad lo de los espías.

- No me tientes Edward, no me tientes.

-Adiós Tanya, ya volveré, por desgracia volveré.

Y dicho esto me fui a por mi hermano y desde allí nos dirigimos al aeropuerto…
- 15 -
Aún faltaba una hora para que despegara el avión que nos llevaría a Jacksonville y
nos entretuvimos tomando un café y hablando sobre lo que me había pasado con
Tanya. Llamamos a nuestro padre para confirmarle el número de vuelo y la hora de
llegada. Cuando llegamos a Jacksonville Rose nos estaba esperando.

- Hola - nos saludó con voz cansada deshaciéndose en los brazos de mi hermano.
Qué envidia me daba, de la sana, pero envidia al fin y al cabo. No tenía buena cara;
sus ojos estaban rojos, señal de que había estado sin dormir y posiblemente llorando
durante toda la noche; se veía verdaderamente afectada y preocupada.

Esa sí que era una buena mujer y no lo que yo tenía en casa. Quería a mi madre
como si de la suya propia se tratase,claro que la pobre tampoco había conocido otra,
aunque no había tenido la misma suerte que yo de ser adoptada por los Swan. Ella
había ido a caer en un sitio peor. Seguro que haría todo lo que estuviera en su mano
para ayudar a Renée. Qué suerte tenia Emmett de poder tener a una mujer así y que
desgraciado me sentía yo, la había tenido y la había perdido.

- Rose, ¿qué tal mi madre? -, Pregunté tratando de salir de ese bucle de dolor sin
sentido.

-Bueno -contestó encogiéndose de hombros-. Ya la han operado y parece que todo


ha salido bien, cuando la he dejado estaba eliminando la anestesia, por lo que no
podíamos estar con ella. Tu padre quería venir a buscaros pero he insistido en que
fuese a casa a dormir. Se ha pasado la noche entera despierto.

-A ti también te veo muy cansada, amor - dijo Emmett

-Bueno pero alguien tenía que venir, ya descansaré Emmett, tranquilo.

-Gracias Rose - dijo Emmett mirándola con devoción.

-No hay de que, amor, ya sabes como quiero a tu madre.

Fuimos derechos hasta un coche precioso que se veía muy caro.

- ¡Vaya coche!-, exclamé con admiración al verlo.

- Es de Bella- contestó Rose de lo más tranquila.

- ¿De Bella? - Pregunté incrédulo.

- ¡Vaya! y ¿cómo lo ha conseguido?- Preguntó esta vez Emmett


- 16 -
- ¿Comprándoselo? - Preguntó Rosalie con sarcasmo.

- ¿Tan bien la va? ¿Tanto dinero gana cómo para permitirse un coche así? -Pensé,
pero al parecer, lo hice en voz alta.

-Créeme Edward -me contestó Rose -, se puede permitir un coche así y más caro si
quiere, y se lo ha ganado todo con su esfuerzo y su trabajo. Y bueno, unas cuantas
inversiones aquí y allá muy bien aconsejadas -. Dijo eso último con cierto misterio.

-Vaya pues parece que el estar separada de mi le ha venido bien-. Dije sin poder
evitar cierto reproche, pero no dirigido a ella, sino a mí…

- Uffff, - bufó Rosalie - ¿crees que el dinero lo es todo Edward? Vaya, al parecer la
bruja te ha comido el sesito -. Me reprochó

- Ni la menciones Rosalie -. Dije horrorizado - es sólo que, bueno, tú ya sabes que


siempre soñé con poderle dar yo todo esto y saber que lo ha conseguido me llena de
orgullo, pero también me aleja más de ella- .Me excusé sin poder esconder la
tristeza que me producía…

- El único que se aleja de ella eres tú, querido cuñado-. Volvió a reprocharme.

-Rose…- le reprendió Emmet.

- ¿Qué te ha dicho la bruja cuando te has marchado? ¿No ha pretendido venir? -


Dijo Rose cambiando de tema, en teoría.

- Bueno se ha puesto como una furia, pero he pasado de ella, aunque me tiene
preocupado algo que ha dicho.

- ¿Y qué ha sido? - me preguntó interesada.

- Pues me ha vuelto a amenazar. Dice que aunque ella no esté aquí, sabrá si
intento algo con Bella. Me preocupa que haya aquí alguien a sus órdenes que
intente algo contra ella -. Les hice conocer mi preocupación.

- Bueno verás Edward -, Dijo Rose mirándome dubitativa -, de hecho tras esto que
me has dicho, creo que sí lo hay.

- ¿Qué me dices?- Contesté aterrorizado.

- Calma -, Me pidió Rose - Edward, solo te lo digo porque si estoy en lo cierto


- 17 -
intentará provocarte y bueno no conviene, por Bella.

- ¿Quién es? -Preguntó Emmett

- Se llama James Caam y es un celador del hospital; es un chulo que siempre anda
metiéndose en líos. A simple vista parecerá que no tiene nada que ver. Lo que pasa
es que yo lo he reconocido de hace tiempo, de haberle visto con Tanya. No lo había
relacionado hasta que tú me has dicho esto-. Nos contó Rose.

- ¿Y se ha metido con Bella?- Pregunté apretando los puños.

-Bueno- , dijo Rose - ha intentado salir con ella un par de veces pero Bella le ha
dado puerta. Se puso pesado e insistente, pero entre Jasper, Jacob y Sam, pudieron
con él.

- ¿Y esos quiénes son?- Dije ya con evidentes muestras de celos.

- Son amigos Edward- , Prosiguió Rose - , muy buenos amigos, pero nada más, no
empieces a rallarte. Además, ¿no crees que ella tenga derecho a seguir con su vida?
¿O es que piensas arriesgarte por fin? - me retó.

- Rosalie, ya lo hemos hablado, no quiero ponerlas en peligro-. Dije sin mucho


convencimiento, pues el estar tan cerca de ella me hacía pensar que a lo mejor…

- Edward, si tengo razón con lo de James - , dijo Rose comenzando a enfadarse -


¿no crees que ya están en peligro? Además ya te he dicho muchas veces que creo
que ella tiene derecho a saberlo y a asumir el riesgo. Ya no es una niña ¡por Dios!,
deja de tratarla como tal y de haceros daño a los dos de paso. Te juro que un día de
estos. Edward, ¿por qué no aprovechas ahora que estás aquí?, no sé… habla con
ella, que ella decida.

- No Rosalie, no sigas -, le pedí sintiendo como mi pecho se abría - Tanya me lo ha


dejado muy claro, no sabemos si ese James está solo -. Dije deseando que alguien me
dijera que no era para tanto y que podría hablar con ella sin peligro.

-Pero ahora nos tiene a nosotros aquí Edward - dijo Emmett dándome un cariñoso
apretón en el hombro diciéndome justo lo que necesitaba oír, pero ¿Y cuándo nos
marcháramos? - sabes que siempre te he

apoyado-, siguió diciendo Emmett-… pero también sabes que nunca estuve de
acuerdo.

- 18 -
-Emmett, vamos a dejarlo como está veremos a mamá y nos marcharemos ¿ok?- le
pedí de nuevo no muy convencido.

- Sabes que eres muy terco - masculló Rose exasperada.

-No, soy práctico Rose - le contesté con tristeza…

- ¿De qué tienes miedo Edward, de que a ella le pase algo o de que te diga que ya
es tarde y que te eche en cara lo cerdo que eres por haberla dejado tirada? - me dijo
de repente y sin anestesia.

-Rose, por favor - le pidió Emmett al verme como se me contraía la cara por el
dolor de la verdad. Porque sí, esa era la verdad, tenía miedo, mucho miedo de que
Bella después de todo me dijera que ya no había solución, que había sido un
cobarde. Porque eso era lo que había sido, un auténtico cobarde. No había luchado,
me había rendido, me había tenido que acostar con una mujer sin sentir nada por
ella. Me sentía tan sucio y mal por eso, que no creía merecer a la maravillosa mujer
que volvería a ver de nuevo en solo unos pocos minutos.

- Edward, ella te perdonaría todo, el problema es ¿puedes perdonarte a ti mismo?-


Dijo Rose sacándome de mi autoflagelación.

- Rose - de nuevo le reprendió Emmet

- No Emmet, déjala, tiene razón-. Dije apenas con un hilo de voz -. No Rose, no me
puedo perdonar a mí mismo el haber tenido que prostituir mi cuerpo para satisfacer
los locos deseos de una demente que acabaría con la vida de Bella y de mi hija y nos
dejaría a todos en la calle -. Dije apretando los puños y sintiendo como mis ojos
comenzaban a picar.

- A mí no me importa estar en la calle, somos policías Edward sabríamos bien


como proteger a Bella -. ¿Tendría Emmett razón?, pensé por un momento, pero no
era tan fácil y él en el fondo lo sabía…

- Pero no podemos estar huyendo eternamente Emmett. Además, yo ya no soy


digno de ella. ¿Qué parte de he prostituido mi cuerpo no habéis oído? - Y realmente
era la verdad, ya no era digno de ella. Pero ¿y si me redimiera? Solo ella, su amor,
su contacto, su cariño, su dulzura, podían limpiarme, redimirme por dentro ¿habría
alguna posibilidad?

-Sí, te hemos oído, lo que pasa es que no te hemos hecho caso, eres un exagerado
como siempre-. Dijo Rose con un cierto deje de sarcasmo en su voz.
- 19 -
- ¿Exagerado? Como llamarías tú a lo que he estado haciendo. Contesté con las
lágrimas ya resbalando por mis ojos.

- Míralo de este modo Edward, ¿qué harías tu si fuese al revés? -Volvió de nuevo
Rose a la carga.

- Mataría al que fuese que tocase un pelo de mi Bella sin su consentimiento -. Le


dije

- ¿La perdonarías?- Preguntó Rose

- Claro -contesté sin dudar -, ella no tendría la culpa.

- Ahí tienes tu respuesta -. Me contestó ella.

- Bueno, vamos a dejarlo ¿ok? - . Le pedí cansado de esta conversación.

- Claro, cuando te has quedado sin respuesta dices que lo dejemos-.Dijo Rose
contraatacando

-Rose, ¿no ves que tengo miedo? ¡Por Dios, no es tan difícil entenderlo! - Exclamé
exasperado mientras llevaba mi mano al pelo y me lo masajeaba de pura
impotencia...

En eso ya habíamos llegado al hospital, Rose aparcó el coche en una plaza de


garaje en donde ponía el nombre de Bella. Bajamos y entramos al hospital por el
área de urgencias.

- Hola Sue - dijo Rose -, estos son los hermanos de Bella, ¿nos dejas pasar? Vienen
a ver a su madre.

_ Claro Rose, podéis pasar. Tomad, poneros esto-, nos pidió dándonos una tarjeta
en donde ponía visitante - con esto podréis ir por todo el hospital sin que nadie os
diga nada. Pero una cosa, ya sabes que en la UCI sólo podéis pasar de uno en uno y
con bata y zapatos esterilizados para no contagiar.

- Si, gracias, Sue, ya he estado antes ¿y Bella, dónde está?- - preguntó Rose. No
negaré que saberme tan cerca de ella me estaba poniendo muy ansioso…

- Con Carlisle reunida - .Contestó la mujer

-Sue por favor -pidió Rose a la enfermera - no le digas a Bella que están aquí sus
- 20 -
hermanos, quieren darle una sorpresita.

- Descuida Rose, seré una tumba -. Contestó la enfermera con una radiante
sonrisa.

- ¿Por qué le has dicho eso?- Pregunté temeroso de oír la respuesta.

- Digamos que si sabe que estáis aquí, no subirá -. Dijo Rose. Justo lo que me
temía.

-No quiere vernos, ¿verdad?- Pregunté de nuevo. ¿Acaso era masoquista?

- ¿Y te extraña, Edward?- Dijo Rose.

-No- Contesté simplemente.

- Pues no es eso, simplemente es que le duele verte, ¿lo entiendes?, ella todavía te
quiere, idiota -.Dijo Rose abriendo un rayo de esperanza en mí que yo mismo me
encargue de cerrar.

- Dejará de hacerlo en cuanto sepa lo que he hecho, seguro-. Dije melancólico.

- ¿Tú dejarías de quererla?- Preguntó Rose contraatacando de nuevo.

-No seas tonta Rose, yo jamás dejaría de quererla -. Contesté indignado de que
pudiera ni tan siquiera pensar eso.

- Entonces ¿por qué ella tiene que hacerlo? - Rebatió mirándome con suficiencia.
Buena pregunta, ahí había dado en el clavo y ese rayo de esperanza se abrió de
nuevo en mí.

Nos dirigimos rápidamente hacia donde estaba la UCI. A pesar de que esa
enfermera, o recepcionista, o lo que fuera había dicho que Bella estaba reunida, yo
miraba por todos lados con la esperanza de encontrármela. Tan absorto estaba con
este asunto que no me enteré que Rose se había parado frente a una puerta. A
través del cristal que había al lado se podía ver a Renée llena de tubos. Emmett
entró primero, estuvo unos minutos y después me tocó a mí

- Hola Renée-, dije entrando por la puerta después de que Emmett saliera de allí.

-Hijo mío-, dijo mi madre -. ¿Cómo es que habéis venido? Edward…

- 21 -
- Tranquila Renée, todo está bien, ella ha consentido, no te preocupes ¿cómo estás
mama?- Le pregunté intentando calmarla.

-Bueno parece que me ha pasado por encima un camión de mudanzas, me duele


todo -. Dijo con una pequeña sonrisa lo que me hizo sonreír, al verla.

-Pero, ¿cómo fue?- Pregunté con interés.

- Bueno uno de los muchos ciclistas que no se han enterado de que las aceras son
un sitio para que la gente pasee y no para que ellos jueguen a las carreritas. Encima
tiene más delito pues tenía el carril bici al lado.

- ¿Venía muy deprisa?-. Seguí interrogando.

-Según el socorrista que lo vio, sí.

-Supongo que estará denunciado.

- Edward, estás hablando de la esposa de Charlie Swan, jefe de policía de Forks,


¡qué cosas tienes!-, dijo Renée con sorna.

-Se te nota muy cansada mamá -. La dije cariñoso

-Es que lo estoy. ¿Por qué no vais a buscar a Bella?, seguro que está o en su
despacho o en el de Carlisle. Edward tienes que ir hijo. Que Rose os diga cómo ir.

Fin del flashback

Sumido en todos estos pensamientos llegamos a la cafetería. Después de localizar


una mesa vacía intenté sentar a mi hija en una silla, pero observé con alegría que
Gabriela no quería abandonar mis brazos, así que fui yo el que me senté con ella en
mi regazo.

Agradecimientos

Quiero agradecer a Titi Cullen , Sara-Cris Cullen y A. Bella Cullen, por ser
tan amables de recomendar mi historia, eso me animó mucho.

Quiero también agradecer especialmente a Troyis por el apoyo prestado y


los consejos dados.

- 22 -
No hace falta decir nada de ellas pues su trayectoria como escritoras las
preceden pero no dejéis de leer,"Inevitable"de Titi Cullen,"Embarazadas"de
Saraes , "Cowboy de mi corazón"de Sara-Cris Cullen,

"El sentido de mi vida" de Ana Bella Cullen y "¿Que es belleza?" de Sil

Iare, gracias por ofrecerme tu ayuda que con agrado acepto tu ya lo sabes.

Un merecido agradecimiento también a Erica Castelo y larosaderosas por


el trabajo que se han tomado en corregir un capitulo tan largo y con tantos
errores. Me consta que Rosa lo hizo en unas circunstancias complicadas y
aun así me ayudó, gracias por partida doble. Rosa espero haber escrito bien
tu apodo.

Y en general quiero agradecer a todas las que os habeis molestado en


pasaros por aqui y en dejarme tan bonitos reviews que me hicieron mucha
ilusión. Espero haber contestado a todos aunque algunas tenéis desactivada
la opción y no he podido hacerlo por eso os lo agradezco desde aquí:

Titi Cullen, Troyis, Saraes, Ssil, Sara-Cris Cullen, , valinight, Milhoja,


Cullen, Erica Castelo, Ale Snape Li, ,Maya Cullen Massen, lizzi 90, nomigo,
NuRySh ,Pam Malfoy Black,ROSA MASEN CULLEN,anamart05, codigo
twilight,yasmin-cullen , robsten- patison, ludgardita, L'Amelie ,joli
cullen,yolabertay,ObssesionTwilight16,tany cullen, chg,aizen63 ,Sayuri 1980
,KadyCullen Pattison Belikov, Lyhaane 'Swan,Cullen Vigo, AreliPattirson ,
Carmen Cullen 116,Angie
Massen,PattyQ,FresCullen,Cammixu,Carlita16,Saha Denali,tere mooz,
Paaameeelaaa, Iare.

No quisiera haberme olvidado de alguien pero si me ha pasado pido


perdón de antemano y os pido que me lodigáis

La portada de esta historia, realizada por Sil, la podréis encontrar en mi


perfil

Hasta el próximo

- 23 -
Chapter 3

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes me pertenece, pertenecen a la


maravillosa SM, yo solo juego con ellos para crear esta mi primera historia.

Hola Chicas. lamento muchísimo la tardanza pero mi nueva beta estaba de


vacaciones y tenía que esperar a su regreso. Ella no quiere que diga su
nombre, pero aun así gracias por tomarte la molestia de corregir este
capitulo .

Alicia, gracias por los consejos.

A partir de ahora publicaré una vez a la semana. Hoy es lunes, pues todos
los lunes, a mucho tardar el martes.

Capitulo 2: Jacksonville

Sumido en todos estos pensamientos, llegamos a la cafetería. Después de localizar


una mesa vacía intente sentar a mi hija en una silla, pero observé con alegría que
Gabriela no quería abandonar mis brazos, así que fui yo el que se sentó con ella en
mi regazo.

-¿Qué queréis tomar? -pregunto Emmet a los tres críos que de pronto se miraron
entre ellos.

-Helado -contestó mi hija muy segura mirándole directamente a la cara como


retándole a que dijera algo en contra… ¡Cómo me recordaba a Bella!

-Señorita Gabriela -la reprendió Emmet mirándola muy serio-,no olvides que soy el
padre de estos dos figuras, marido de Rose y hermano de tu madre, así que fingiré
que no he oído nada y lo preguntaré otra vez. ¿Qué queréis tomar?

-¿Cacao y un bollo pequeñito? -preguntó Tony poniendo su famosa carita de


inocencia. Los otros dos asintieron con la cabeza.

-Eso está mejor -contestó Emmet poniéndose de pie para dirigirse a la barra -. ¿Tú
qué quieres Edward? -me preguntó.

-Un café y lo que te parezca a ti bien para comer.

- 24 -
-¿Entonces eres mi papá de verdad? -me preguntó mi hija mirándome a los ojos,
una vez que Emmett se había alejado-. ¿Tu apellido es Massen?

-Sí Gabriela, soy tu papá de verdad. Y mi apellido es Massen. ¿Sabes ya leer? -le
pregunté sacando mi identificación.

-Sí, ya se leer muy bien -contestó orgullosa cogiendo el carnet con la mano y
mirándolo con detenimiento. Por lo bajo empezó a recitar sílaba por sílaba mi
apellido; cuando se dio por satisfecha me lo devolvió.

-¿Entonces esos señores malos te han dejado por fin venir a verme? - preguntó
otra vez, dejándome totalmente desconcertado ¿Qué le habría dicho Bella?, pero ella
misma me aclaró el asunto.

-Es que mamá me ha contado que no podías venir, porque tienes el mismo trabajo
que el tío Jacob. Pero que donde vives sólo estáis tú, el abuelo y el tío Emmet. Y
vosotros os quedáis allí para que el abuelo pueda venir a verme. Yo muchas veces
digo que alguna vez el abuelito se podía quedar y dejarte venir a ti, pero mamá dice
que el abuelito es mayor y que no puede perseguir a los malos como tú y que por eso
te tienes que quedar -yo la escuchaba maravillado pero sintiendo como mi corazón
se oprimía al ver como Bella la había ayudado y guiado para poder vivir lo mejor
posible esta desgraciada situación.

-Bueno, pues mamá tiene razón, pero yo tenía muchas ganas de verte y como la
abuela se ha caído, unos amigos míos me han hecho el favor y he podido venir -le
contesté con los ojos cristalinos y conteniendo las lágrimas que amenazaban con
salir. En esto llegó Rose.

-Veo que te ha llamado -dije mirándola con tristeza.

- Y que esperas Edward, llevas cinco años sin verlas y después de lo que le
dijiste…

-Ya lo sé Rose ya lo sé -Le dije notando como las primeras lágrimas caían ya por
mi mejilla -.La verdad, he encontrado más de lo que esperaba -le respondí mirando a
mi hija -. Por cierto Rose ¿Cómo es que la niña sabe tan bien quién soy yo? -Le
pregunté en un tono más bajo para que los críos no me oyeran, aprovechando que
los tres estaban jugando con unos cochecitos que Peter siempre llevaba en el
bolsillo.

-Al principio era muy pequeña -comenzó a explicarme Rose en el mismo tono de
voz-, pero cuando se fue haciendo un poco más mayor observó, que a los otros niños
- 25 -
les iban a buscar su padre y su madre a la salida del colegio y empezó a preguntar.
Entonces Bella le habló de ti e inventó la historia de los señores malos. Le dijo que si
no estabas aquí con ella, era porque no podías, pero que la querías mucho, que eso
no lo dudase. La niña tiene en su habitación aquella foto tuya que Bella te sacó
vestido de policía metida en un marco, por eso te ha reconocido.

Yo no podía describir como me sentía en ese momento. Bella era maravillosa. A


pesar de todo el daño que yo le había hecho y de todo lo que le dije, había hablado a
la niña de mí y le había hablado bien. Le había dicho que la quería y hasta le había
dado una foto. Mi corazón se hinchó. Si alguna vez pensé que no podría querer a
Bella más de lo que ya la quería, ahora estaba seguro de mi equivocación. Esa mujer
cada vez que movía un dedo, hacia que la quisiera más y más. Definitivamente
merecía la pena luchar por ellas. Tenía miedo, sí, mucho miedo, temía por su vida ni
más ni menos. Pero Emmet tenía razón, yo era policía, estaba entrenado para ello,
podría protegerla. Pero también temía su rechazo y eso era peor que cincuenta mil
balas impactando contra mi pecho. Para eso no estaba entrenado ni preparado.
Tendría que ver la manera de conseguir que volviera a Forks, y una vez libre de
Tanya, podría comenzar a luchar por ella, tal y como se merecía…

-Y luego para rematar -de repente me di cuenta de que Rose seguía hablándome-
tenemos a una pareja de "niños", por no llamarles de otra forma, que se han
empeñado en hacerle la vida imposible con el tema. Peter y Tony vienen todos los
días llenos de moratones y golpes. A saber cómo queda el otro. Uno de ellos es una
niña, espero que no la hayan pegado, pues por mucha razón que tengan esa no es la
educación que Emmet y yo les hemos inculcado. Nos consta que Gaby la agarró un
día de los pelos y la arrastró por toda la playa. No sabemos qué le diría. Los
regañamos a los tres porque no tenemos más remedio y Bella castigó a Gaby pero…

-El caso es que Bella nunca le ha ocultado nada. Todos los días antes de acostarse,
le da un beso a la foto y te desea las buenas noches - ¡Por Dios! las lágrimas
empezaron a caer de nuevo libremente por mi cara. ¡Pobre hija mía! ¡Cuánto
sufrimiento tan pequeñita! De repente odié a Tanya y a Aro, mucho más de lo que
les había odiado hasta ahora. No dejaría que les hicieran más daño, por encima de
mi cadáver.

-Y no le puedo estar más agradecido Rose - Le dije intentado salir de mi nuevo


momento de dolor-, y no puedo ya quererla más de lo que la quiero. Siento que mi
corazón late después de mucho tiempo y miedo me da que se me vaya a salir del
pecho -dije llorando ya sin poder evitarlo, escondiendo mi rostro de la vista de los
niños.

-Aquí están los cacaos - dijo Emmet poniendo un vaso y un plato al lado de cada
- 26 -
uno, dándose cuenta de mi estado emocional con un simple vistazo.

-¿Te parece bien sentarte en una silla mientras te lo comes, así no te manchas y yo
me puedo tomar mi café? -pregunté indeciso no queriendo ofenderla.

-Vale, pero antes… yo te quería preguntar… -dijo mordiéndose el labio como


siempre hacía su madre. Desde luego no podían negar que eran madre e hija. Gaby
había heredado muchos gestos de Bella, como este de morderse el labio o cuando
rueda los ojos -. ¿Me llevarías con mis amigos después de ir a ver a la abuela, en vez
de ir a la guardería? Es que quiero que te conozcan.

-Lo que pasa -aclaró Peter con la boca llena- es que hay dos niños que se meten
con ella porque dicen que no tiene papá y que ellos sí, por eso quiere que vayas, tío
Edward -¡Por dios! Exclamé para mis adentros, escuchando la confirmación de lo
que Rose había dicho momentos antes. Que maldad tenían algunos niños ¿Cómo tan
pequeños podrían ser tan crueles? Claro que eso depende de la educación que sus
padres les den. Así luego llegan a mayores y… qué me lo digan a mí.

-Le preguntaré a mamá a ver qué le parece y sí está de acuerdo te llevaré un rato
y me los presentas ¿Ok?. Que luego tengo que volver a quedarme con la abuela para
que la tía Rose y el abuelito puedan dormir -le dije intentando que no notara que
tenía los ojos rojos y nuevamente llenos de lágrimas.

-Vale. Se lo preguntamos a mamá, pero seguro que dice que sí -dijo con
entusiasmo.

-Pues nosotros también vamos, que la guardería del hospital es un rollo, no hay
más que niños pequeños -decidió más que pidió Tony.

-¿Vas a poder con los tres?-preguntó Emmett-, si quieres voy contigo.

-No, quédate con mamá y con Rose, yo… necesito hacer esto solo -le contesté.

-Pues te recomiendo que andes con cuatro ojos Edward porque… -dijo Rose.

-¿Les ha pasado algo a tus hijos estando conmigo alguna vez, Rose?-le corte
fingiendo estar molesto.

- No, la verdad es que no, pero ahora son tres, no dos. Cuando se juntan mis dos
hijos son de temer, no te digo nada cuando se juntan los tres. Son tres mentes
perversas a maquinar Edward. Y déjame decirte algo de Gaby, ella piensa, decide y
directamente, al igual que si fuera un Kamikaze, lo hace sin avisar primero. Nunca
- 27 -
sabes con lo que te va a salir ni por dónde, con lo cual tienes que estar totalmente
pendiente de ella -me advirtió.

-Podré con ellos Rose y además necesito hacerlo.

-Bueno, no te vendría mal como práctica -me dijo de nuevo-. Bella ha adquirido el
fabuloso don de saber lo que planea y cuál va a ser su siguiente paso con sólo
mirarla a la cara. Y lo mismo hace con mis hijos, no sé como lo hace pero lo admiro.

De repente una dulce voz se oyó detrás de mí atrayendo todos mis sentidos y su
maravilloso olor traspasó mis fosas nasales.

-Pues ya les he dicho que o lo arreglan pronto o cambiamos de empresa. ¡Vamos!


mira que decir que no es para tanto - dijo sentándose a ¿mi lado? - De verdad es
que… como no vengan a arreglarlo pronto, en este hospital va a tener lugar una
nueva glaciación. ¡Por Dios! pero si traemos a dos pingüinos y se nos quedan a vivir.
Y de paso traemos a dos osos polares y nada montamos el zoológico -tenía razón, el
aire acondicionado estaba o muy alto o estropeado, y hacía más frío de lo usual y
teniendo en cuenta que Bella siempre ha sido muy friolera.

-Que exagerada eres Bella -le contestó otra voz junto a ella.

-¿Exagerada?, ¿Y entonces que haces tú con esa chaqueta de lana puesta encima
de la bata y el pijama?, ¿Te la has comprado hace poco y quieres lucirla? -le dijo
enarcando una ceja en un gesto que yo recordaba como muy característico de ella-.
Chicos esta es Alice-, nos la presentó-. Una gran amiga mía.

-Sí, creo que nos conocemos -dije recordándola de alguna vez en otros tiempos en
que había podido venir a ver a Bella cuando estaba embarazada y en los primeros
meses de vida de mi niña.

-Sí, estás en lo cierto, pero a ti no -dijo la chica dándole la mano a Emmett -.


Bueno -dijo otra vez Alice sentándose a su vez y dirigiéndose a los tres figuras-,
¿Qué tal las clases de natación?

-Bien -contestó Gabriela. Era curioso, un adulto preguntaba y los dos niños
miraban a Gabriela antes de contestar- ¿sabes? -Siguió diciendo mi hija-, hemos
estado fijándonos y tito Jacob tiene razón -¿quién diablos seria ese Jacob al cual ya
era la segunda vez que mencionaban? ¿y porque mi niña lo llamaba tito?

-¿Si? -pregunto perpleja Rose-. ¿Y en que tiene razón si puede saberse?

- 28 -
-Tito Jacob nos dijo el otro día que en cuanto entráramos al agua, los tiburones y
las barracudas saldrían corriendo del susto que se iban a llevar al vernos, pues dice
que somos unos diablillos. Y es verdad, no hemos visto ninguno -contestó Peter muy
serio como si acabara de plantear el más grande de los misterios…

-Si es verdad -dijeron Gabriela y Tony a la vez- no se veía ni un pez. Pues si no


somos tan diablillos ¿verdad? ¿verdad papá? ¿verdad mamá?- preguntó Tony -. ¿A
qué no? -dijo a su vez Gaby mirando a Bella.

-¡No! -les contestaron Rose y Bella aguantándose la risa y mirando a los tres muy
fijamente.

-Supuse que os encontraría aquí -dijo de repente un hombre rubio que se parecía
mucho a Alice.

-Hola Carlisle, ¿Cómo estás? -le saludó Bella-, mira te presento a mis… a Emmet y
a Edward. Chicos este es Carlisle, padre de Alice, mi maestro, mentor y amigo. Y
director de Urgencias de este hospital.

-Hola -le saludamos mi hermano y yo, tras lo cual tomó asiento en nuestra mesa

-Toma Bella, las pruebas que pediste, como venia hacia acá y sabia que te
encontraría aquí, te las he traído -dijo el padre de Alice, dándole unos papeles a
Bella.

-Vaya, el maestro haciendo de secretario-, comentó Bella con coña abriendo el


sobre-. ¡Por Dios! - Exclamó poniendo mala cara-. Cómo odio tener razón, este es
uno de esos momentos en los que no me gusta ser médico -dijo Bella mirando esas
pruebas. Se la veía totalmente desesperada -, menos mal que ya hablé con sus
padres sobre el tema de la quimioterapia y ellos están de acuerdo y han accedido.
Tengo que ir a hablar con ellos de nuevo para derivarles a oncología e iniciar las
sesiones enseguida -dijo empezándose a levantar.

-Tranquila Bella -le dijo Carlisle empujándola de nuevo hacia la silla-. Ya lo he


hecho yo, Soy consciente de lo mucho que te iba a costar este caso en particular.
Eso sí, el chico me ha dicho que quiere verte, que luego subas a verlo.

-Por supuesto es lo menos que puedo hacer, por lo menos que se sienta arropado.
Y además tengo que explicar a su familia el tema del trasplante de médula en caso
de que la quimioterapia falle.

-Vaya el alumno, vuelve a superar al maestro -dijo Alice con sorna y consiguiendo
- 29 -
aligerar un poco el estado de tristeza en el que se había sumido Bella ¿Qué tendría
ese paciente? Ella siempre tan buena, siempre preocupándose y sufriendo por los
demás. ¡Qué buen médico debía ser! Sabía por Rose que por fin había conseguido
sacar la especialidad en medicina de urgencias y además con unas calificaciones
muy altas. ¡Qué suerte tendría Forks de contar con ella! Tenía que conseguir que
volviera…

-Vamos hija, ¿te has pasado al lado oscuro? -contestó Carlisle siguiéndole la broma
y adivinando las intenciones de su hija-. Mira que enseguida te encuentro algo que
hacer. ¿No tienes que ir a poner alguna inyección por ahí? - le amenazó Carlisle
divertido.

-No, de eso ya se encargan las enfermeras papi -contesto Alice a su padre -y estoy
en el lado correcto. Siempre con Bella -dijo mirándome ¿desafiante?

-Está bien, lo admito, no supe ver las señales -concedió Carlisle con gesto
derrotado-. Otra cosa Bella… -añadió dirigiéndose a ella -como director de urgencias
de este hospital debo felicitarte por tu rápida actuación de ayer. Aquí donde la
veis… -dijo dirigiéndose a nosotros- la Doctora Swan puso en marcha a todo el
servicio de urgencias en un segundo tras recibir un aviso de un accidente múltiple.
Yo tenía que ir a operar a su madre y la dejé al cargo. Me sentí un poco mal porque
estaba nerviosa y preocupada pero… no tenía más remedio-. Me sentía muy
orgulloso de oír como Carlisle hablaba tan bien de ella. Sabía, por mediación de
Rose y de sus padres que su jefe la tenía en muy alta estima y que cada vez le daba
mas responsabilidad en su servicio-. Creo que voy a tener que dejar el servicio en
tus manos más veces. Pero claro eso me da un motivo más para intentar
convencerte… Ya sabes de qué.

-Mejor tú me nombras jefa de Urgencias aquí y te vas a dirigir lo que tengas que
dirigir allí -le contestó Bella. Yo miraba de hito en hito sin llegar a comprender y
ellos parecían no darse cuenta de que estábamos más personas en la mesa…

-Bueno -dijo Carlisle-, tengo que formar un equipo y en mi equipo quiero a los
mejores y…

-Pero allí hay una jefa de urgencias ya, segurísimo -le cortó Bella

-Que se va a jubilar -terció Carlisle

-Bueno papá -dijo Alice con aire de "se acabó la discusión"-, Bella va a aceptar eso
sí o sí, como que me llamo Alice Cullen que…

- 30 -
-Pero que no te habías pasado al lado oscuro Alice -contraatacó Bella-. Otra vez
cambiando de chaqueta hija, yo que tú hablaría con Marco que para político no
tienes precio -. Le bromeó.

-Bella ya sabes -añadió Rose-, nunca apuestes contra Alice.

-¡Vamos! supongo que encontró una aliada, ¿no Rose? -acusó Bella.

-Por supuesto querida -le contestó ella pestañeando teatralmente…

- Ufff-bufo Bella -. Alice, ¿allí no hay centros comerciales sabes? ¿Qué vas a
hacer?, ¿La gran Alice sin poder comprar?-le preguntó haciendo gestos muy
exagerados con las manos.

-No te equivoques Bella -terció Rosalie -, eso ha cambiado mucho ¿Sabes? Hay dos
o tres muy buenos.

-¿Alguna otra excusa Bella? -preguntó Alice levantando las dos cejas.

-Y Jazzy, ¿has contado con tu marido Alice? Supongo que él también tendrá algo
que decir, ¿o no? -contraatacó Bella

- No, pero ya se lo diré y seguro que aceptará, yo sé cómo convencerlo

-dijo Alice alzando una ceja.

-Seguro que le amenazas con llevarle una semana de compras si no accede


-contesto Bella con sorna.

-Esa podría ser una gran idea, pero mejor…-dijo Alice mirándose las uñas

-No te molestes en decir la otra delante de mí -le cortó Carlisle divertido-, no en


vano soy tu padre hija.

-Pues nada, que tengáis buen viaje-, dijo Bella un poco enfadada.

-Nada de tengáis, tengamos Bella, tengamos-dijo Alice enfadándose también.

Estaba un poco perdido. Emmet estaba igual que yo. Nos mirábamos incrédulos.
¿Adónde se supone que iban a viajar, que Bella no quería? ¿Dónde se supone que
ahora había centros comerciales y antes no? De repente en mi cabeza algo hizo clic.
¿Sería posible que no quisiera aceptar la plaza que le habían ofrecido en el nuevo
- 31 -
hospital de Forks y esta gente estuviese intentando convencerla de que lo hiciera?
¡Dios mío!, ella tenía que volver, sé que es muy egoísta de mi parte, que aún estoy
con Tanya, pero tenía que volver, yo la necesito allí, no puedo estar más tiempo
alejado de ella. Ahora que la he vuelto a ver, lo sé. Y además con Aro siendo
investigado, a lo mejor mi matrimonio con Tanya no dura más que dos telediarios.
Ahora que ella tenía a ese tal Marco de padrino y ninguno de los dos podía evitar
que volviera. Tenía que aceptar como fuese y yo iba a hacer lo posible para que lo
hiciera, aunque tuviera que ponerme de rodillas. Pero claro, si se lo pedía, ¿Qué
razón le iba a dar? No podía ir nada más que con la verdad por delante, ella no
confiaría en mi, habían habido demasiadas mentiras en el pasado, pero es que… si
era totalmente sincero con ella, seguro que entonces no volvía ni a rastras. Pero yo
quería que volviera. Haría y daría lo que fuera porque regresara, quizás había
llegado el momento de asumir riesgos…

Gracias a todas por vuestros reviews, me hacen mucha ilusión:

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Areli Pattirson, Kady Belikov Cullen ,tany cullen

Iare,Ssil,valinight , A. Bella Cullen, milhoja,

Y gracias también por añadir mi historia a alertas y favoritos.

- 32 -
Chapter 4

Disclaimer:

Los personajes que aparecen no me pertenecen, pertenecen a la


maravillosa SM. Yo solo juego con ellos para crear esta mi primera historia.
Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Hay un par de frases que tampoco me pertenecen, son propiedad de SM,


seguro que las identificáis enseguida.

Capitulo3:Jacksonville,segundaparte

Mientras seguía dándole vueltas en mi cabeza a la posibilidad de hablar con ella y


contarle la verdad, una enfermera se acercó a Bella para avisarle que a mi madre ya
la habían trasladado.

-Gracias Vanessa -agradeció Bella a la enfermera con su habitual simpatía-.


Bueno, ¿hemos terminado todos…? -preguntó dirigiéndose a los niños.

-Sí-, contestaron los tres a la vez.

¡Bravo!, pensé para mi, ahora no sólo teníamos dos hablando a la vez, ahora
teníamos un terceto.

-Estupendo pues nos vamos a ir a ver a la abuela. Os dejaré estar allí un ratito con
ella y luego os iréis a la guardería del centro -les ordenó Bella mirándolos
seriamente.

-No -dijo mi niña muy convencida.

-¿Cómo que no? -preguntó Bella totalmente confundida y mirando a la niña con
ojos desafiantes.

-Verás mami, es que… te queríamos pedir permiso para que mi papá me lleve a
presentarlo a mis amigos en vez de ir a la guardería -le pidió mi hija con ojos
suplicantes…

-Claro si… tú estás de acuerdo Bella -me apresuré a aclarar -, veras yo no quiero
- 33 -
que tu…

-Está bien, Edward, es tu hija, no sé qué diablos está pasando aquí, ni qué es lo
que me he perdido -dijo mirándome confundida -, pero no puedo negarte el derecho
a estar con tu hija. Sólo ten en cuenta que es muy traviesa y que te la hace por
donde puede, sin pensar y sobre todo no avisa -aunque me dolió el tono frío que usó,
me enterneció que me avisara de lo diablillo que era mi hija y sobretodo, que me
concediera ese derecho que sin duda había perdido cuando las dejé…

-Ya le puse al corriente, Bella -dijo Rose divertida.

-Pues entonces sin problema -concedió no muy convencida - ¿Vamos a ver a


mama? -nos preguntó a todos.

-Voy con vosotros -dijo Carlisle, abriendo el camino junto a Bella mientras los dos
comentaban sobre los resultados de esas pruebas que le había entregado a ella. El
resto sólo los seguíamos mientras yo me maravillaba al verla en su medio, tan
profesional, tan segura… y tristemente, tan lejana…

Llegamos a la habitación. Gabriela, se bajó enseguida de mis brazos a los que se


había vuelto a subir y junto a sus primos se dirigió a su abuela.

-¿Te duele mucho abu? -preguntaron los tres niños a la vez, y vuelta con el
terceto.

-¿No, no mucho? Venid aquí y dadme un beso -les contestó ella tan cariñosa como
siempre.

-Cuidado a ver como subís a la cama. ¿Qué tal mamá? -preguntó Bella, poniéndose
en modo profesional y revisando los tubos y aparatos que mi madre tenía
enganchados. ¡Qué preciosa y maravillosa era! y ¡qué bien olía!, cuando pasó por mi
lado su fragancia me embriagó. Hacia tanto tiempo que no la olía… Y claro, como
por arte de magia, mi cuerpo dormido y muerto hace cinco años, despertó de nuevo
a la vida de la misma manera que lo había hecho cuando nos reencontramos en el
pasillo.

-Me duele mucho -se quejó mi madre de modo un poco teatral.

-Bueno es lógico pero ya te han puesto un calmante. Tienes que aguantar un poco
hasta que te haga efecto mamá.

-¿Cómo está la abuela más joven y guapa de todo el hospital?-preguntó Carlisle


- 34 -
que, detrás de Bella, estaba leyendo el informe que había colgado de la cama.

-Hola Carlisle -dijo Renée-, bien, me duele mucho pero bien.

-Nos ha jorobado que te duele, te atropelló una bici y acabas de salir de quirófano,
quieres más motivos -le dijo divertido tratando de animarla.

-No, creo que con eso es bastante -añadió Renée.

-Pues una vez que he comprobado que va todo bien, me voy, que tengo trabajo que
hacer. Sólo venía a saludarte y ver cómo iba todo, ya me paso en otro momento a ver
como andas.

-Gracias por todo Carlisle -dijo mi madre.

-Es un placer -contestó Carlisle despidiéndose con la mano.

-Yo también venia a saludarte Renée, y a ver como ibas pero el deber me llama y
también tengo que irme -dijo Alice dando un beso a mi madre y mirando en el busca
a ver quién la llamaba-, he de visitar a mis pacientes.

-Adiós hija, gracias a ti también.

En el preciso momento en que Alice salía por la puerta, entraba Charlie. Debía de
haber mucha confianza con Alice porque Charlie le dio dos besos antes de entrar del
todo y dirigirse a nosotros.

-Hola a todos, hola hijos. ¿Cómo estáis? -Saludó mi padre, dándonos unas
palmadas en los hombros -¿Todo bien? -preguntó mirándome a mí.

-Sí, todo bien papá -le contesté con una sonrisa para que dejara de preocuparse.

-Antes de venir aquí me pase por comisaría -nos informó.

-¿Qué dice la policía? -preguntó Emmet adoptando también el modo profesional.

-El ciclista se dio a la fuga, por lo que están intentando localizarlo. Tranquilo que
aquí la poli también sabe hacer muy bien su trabajo -dijo Charlie-, además, dos
amigos de Bella se están encargando.

Vaya, esta chica tenía amigos por todas partes. De repente mi móvil sonó.

- 35 -
-Dime Tanya, ¿qué quieres? -contesté poniendo cara de asco y saliendo hacia
fuera, cara que Bella vio, sólo ella conocía mis expresiones tanto como yo las suyas,
por eso, aunque intente esconderlo, sé por su expresión que vio el gesto que hice.

-Sólo quería saber que tal todo -preguntó la bruja ¡Que hipocresía!

-Bien Tanya, no te preocupes -contesté con ironía.

-¿Cuándo vas a regresar? -preguntó dejando ver ya su verdadera cara.

-Exactamente cuando me oigas volver -contesté con un sarcasmo que no pude


evitar.

-Ten cuidado Edward, mucho cuidado -advirtió de manera amenazadora-, hay


cosas que pasan, que se podrían haber evitado.

-Siempre lo tengo, adiós -y le colgué. ¿Qué demonios habría querido decir? ¿Sería
una nueva amenaza? Pues fuera lo que fuera, esta vez no me iba a amilanar. Ya me
había sometido bastante a los caprichos de esa zorra. Ver de nuevo a Bella y ver por
todo lo que habían pasado ella y mi niña, me había dado nuevos ánimos y estaba
más que dispuesto a luchar.

Cuando me volví todo el mundo me estaba observando, pero lo que más me


impactó fue la cara de estupefacción de Bella. Nos quedamos mirando durante unos
segundos de nuevo. Ella y yo siempre habíamos sabido hablarnos con la mirada y
ahora, por mucho que quisiera evitarlo, con esa mirada le decía todo, le decía que la
quería, le pedía perdón… Ella me miraba incrédula, preguntándome qué demonios
pasaba, no entendiendo nada, como si estuviera en shock, pero había en sus ojos
¿Amor?

-¿Se puede? -preguntó alguien desde fuera.

-Jazzy -dijo Bella claramente aliviada por la interrupción-, claro pasa, Alice acaba
de irse.

-¿Cómo estás René? -le preguntó un muchacho rubio y de ojos azules, vestido con
la ropa que llevaban los médicos que iban en las ambulancias y dándole también un
beso en la mejilla. Entraba por la puerta seguido de otro de piel cobriza y el pelo
largo recogido en una coleta. ¡Por Dios! ese chico parecía un armario de tres
puertas, era enorme.

-Bueno, bien dentro de lo que cabe -contestó mi madre haciendo una mueca de
- 36 -
dolor.

-A ver si procuramos no ir atropellando bicicletas por ahí, que no tenemos edad


para esas cosas -bromeó el muchacho de pelo cobrizo, dándole un beso en la mejilla
a mi madre y otro a ¿Mi Bella? ¿Quién era ese tío? ¡Qué besucones eran todos en
este hospital!

-Edward, Emmet, él es Jacob, el agente encargado del caso-dijo mi padre


contestando a mi pregunta mental.

-Mucho gusto -saludé con cara de odio y apretándole la mano más de lo normal,
mientras Bella me miraba estupefacta de nuevo.

-Mucho gusto -dijo el chico manteniendo una mirada burlona-, Edward ¿Verdad?

-El mismo -contesté desafiante.

-Entonces, ¿tú serás Emmett? -preguntó volviéndose hacia mi hermano.

-Sí -contestó Emmett, estrechándole la mano con una mirada igual de


amenazadora que la mía.

-Y este es Jasper-nos dijo Bella-, el marido de Alice y gran amigo mío al igual que
Jake - ¿Jake? Qué confianza ¿no?

-Encantado -dijimos los tres a la vez. Este Jasper me caía mejor que el otro.

-Excelente trabajo el de ayer Bella -dijo Jasper-, me tienes impresionado, ojala


que… tú aceptases eso…

-Y vuelta de nuevo, pero mira que sois pesados -dijo ella con tono cansino.

-Es que tienen razón - añadió esta vez Jacob.

-¿No me digas? -contestó Bella mirándole desafiante-. ¿Y que ibas a hacer tu aquí,
si nosotros nos vamos?, porque te recuerdo que Vanessa también se vendría. ¿Y con
quién te ibas a meter? Dudo que haya en la tierra otra mujer más patosa que yo para
que sea mi sustituta como objeto de tus burlas -dijo apuntándole con el dedo en el
pecho ¡Que confianzas! De pronto sentía como me hervía la sangre en las venas.

- ¿Es que allí no hay policía? -dijo él tan tranquilamente. Su pregunta me


sorprendió, si eso de lo que hablaban era de lo que yo pensaban que hablaban…
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¡Dios! Que no esté pensando este en venirse también. A estas alturas, me clavaba
las uñas de tanto apretar los puños…

-Anda, si no me había dado cuenta -dijo mi Bella poniendo cara de perplejidad-,


pero tú tienes el rango de detective -dijo triunfante.

-¿Y qué? -contestó el hombretón ese con cara de chucho, poniéndole a Bella una
carita que a mí no me gustaba ni pizca. Parecía que estaba pidiendo que le sacaran
a pasear.

-No puedo con vosotros, de verdad que no puedo-se quejó Bella, rodando los ojos
con resignación.

-Ves Bella, si todos estamos de acuerdo -dijo Rose dando ¿Saltitos? Me parece a
mí que el carácter de Alice era contagioso.

-Bueno, a lo que venía -dijo de pronto Jacob-, aparte de verte a ti claro está
-añadió rápidamente al ver la mirada de mi madre-, hemos estado investigando y por
la descripción que nos han dado, creo que tenemos localizado al ciclista. Por lo visto,
es un chaval joven asiduo de la zona caliente. Supongo que estará unos días sin
aparecer por allí, pero estamos preguntando a todo el mundo a ver si saben su
paradero, y además es cuestión de tiempo que sufra el mono. Intentamos averiguar
a ver si tiene algún tipo de relación con… -noté que dejó adrede la frase sin terminar
¿A qué se refería?, ¿Qué estaba ocultando? O más bien estaban, porque mis padres,
Rose y Bella se miraron entre ellos y luego miraron a Jacob.

-Pues a ver si lo cogéis pronto, que yo todavía estoy temblando -dijo Rose
intentando disimular al notar que me había dado cuenta.

-Por cierto Bells, y otra cosa -dijo Jacob cambiando abruptamente de tema -, en
fin, sé que esto es muy duro de asumir para una conductora tan buena como tú…,
pero esta mañana nos llego esto a comisaria.

- ¿Y esto que cuernos es?-preguntó mi Bella mirándolo desafiante.

-Bueno a ver, si no me equivoco aquí pone… multa -dijo Jacob con tono jocoso.

-¿Una multa a mí?¿cuándo? -inquirió Bella sorprendida.

-Ay Bella recuerda -intervino Jasper -el día que llamó la profesora de Gaby por
teléfono diciendo que se había caído del columpio, corrías tanto que hasta pensé en
llamar a otra ambulancia de refuerzo. Estabas asustada y llegó un momento en que
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te vi estrellada contra un árbol. No te lo quise decir, pero vamos que adelantaste a
la ambulancia.

- ¿Tanto corrí? -preguntó Bella incrédula.

- Volabas, cielo, volabas -contestó Jacob poniéndome de mal humor, ¿quién se


habría creído que era para llamarla cielo? -claro según dice aquí el papelito -dijo
blandiendo la multa entre sus manos-. Aquí está la prueba.

Yo estaba perplejo, ¿Bella corriendo?, no podía ser, si odiaba la velocidad y


siempre me regañaba por lo mismo. Pero ese Jasper decía que le había llamado la
profesora de Gabriela, es comprensible, que susto se daría. Espero que no le pasase
nada, tendría que ver la forma de preguntarlo, pero bueno, si hubiera sido grave me
habría enterado. Pero, ahora que lo pienso, ¿a quién se le había ocurrido llamar
Gaby a mi hija?

-¿Bella corriendo?- interrogó mi padre preguntándose lo mismo que yo-, no puedo


creerlo.

-Es que… verás papá, en la fiesta de fin de curso, tu muy traviesa nieta, no se
cayó, literalmente se tiró de un columpio, se quedó sin conocimiento y la profesora
me llamó. Creo que es comprensible el susto, ¿no?-dijo Bella mirando
amenazadoramente a mi hija, la cual estaba sentada muy quieta al lado de mis
sobrinos, como si no hubiera roto un plato en su vida.

-Por supuesto hija -dijo Charlie dándole totalmente la razón. Y porque no estaba
yo, que si llego a estar y con lo sobreprotector que reconozco que soy…

-El problema es que yo la estaba esperando con la ambulancia y de los nervios ni


me vio, me apartó de un empujón y se marchó al coche, lo que no sé es como no
explotó el motor - volvió a decir Jasper en plan sarcástico.

-Desde luego vaya familia, una doctora suicida y una madre que atropella
bicicletas -apostilló Jacob divertido.

-¡Basta de cachondeo Jacob Black! -dijo mi Bella alzando la voz- .Como no pares
ahora mismo, te juro que… Ufff. Trae que ya te la pago, voy a por dinero.

-No, esta corre de mi cuenta, llamémoslo un pago a cierto favor que me hiciste el
otro día, al salvarme de la loba esa, antes de que la viera Nessie -contestó Jacob.

-¿Nessie?, ¿le has puesto a Vanessa el apodo del monstruo del lago Ness?, ¿lo sabe
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ella?-preguntó Bella escandalizada.

Mira por donde me acabo de enterar quien le puso ese nombre a mi hija. Bueno,
por lo menos, tenía una especie de novia, la verdad es que este Jacob debía ser todo
un personaje.

-Esto yo…ya sabes que los nombres largos se me dan mal-se defendió Jacob.

-Pero Jacob, Vanessa no es un nombre largo ¡por dios! -dijo Bella rodando los ojos,
lo que me hizo reír al verla, cuanto amaba sus expresiones

-Déjalo, Bella, déjalo -dijo Jasper dándole una palmada en la espalda-, es Jacob.

En un momento los buscas y los móviles tanto de Bella como de Jasper se pusieron
a sonar como locos.

-¡Vaya!-dijo Bella-, parece que tenemos un poco de acción. Yo me marcho que


tengo que trabajar. Vosotros tres, estar aquí un rato más y luego os podéis marchar
con Edward. Y quiero que os portéis bien -les ordenó-. Tráelos a la hora de comer
por favor -dijo mirándome a mí sin ninguna expresión en la cara. Pero sólo el hecho
de que me hablara, ya me excitaba.

-Vale, vale -dijeron los tres a la vez. Y vuelta con el terceto.

-Yo también me marcho -dijo Jasper… -, el aviso también iba conmigo.

-Pues yo voy a ver si sigo pillando malos por ahí -dijo Jacob -cuando sepa algo más
os cuento. Hasta luego Bells -¿Bells? Pues que confianzas pensé para mí - Luego nos
vemos -se despidió Jacob

-¡Madre mía!-dijo Emmet una vez que nos quedamos solos-, menuda habitación y
toda para ti solita. Como se nota que tienes enchufe mami. Los demás compartiendo
habitación con otros dos o tres y tú aquí como una reina -dijo con su habitual
jocosidad-. Rose cariño, que eso duele -se quejó cuando mi cuñada le dio un
coscorrón. Mis sobrinos estaban más que acostumbrados a ese intercambio entre
ellos pero Gabriela los miraba divertida.

-No seas tonto hijo -dijo mi madre rodando los ojos-, porque Bella trabaje aquí no
tiene ningún privilegio, esta habitación me la está pagando ella solita. Yo le he dicho
que no hacía falta, pero ya sabéis como es. Dijo que así estaríamos más cómodos
tanto yo, como él que se quedara a dormir conmigo. Por lo visto aquel sillón de ahí
se estira y se hace cama-a mis sobrinos les llamó la atención el que un sillón se
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hiciera cama y se fueron hacia esa esquina, concediéndome la privacidad que estaba
buscando…

-A ver -pregunté-. ¿Qué era eso que Bella tiene que aceptar sí o sí según el duende
hiperactivo ese que acaba de salir por la puerta? ¿Eso qué Bella, contraria a la
opinión de todos, no quiere aceptar?

-Bueno cariño -dijo Rose mirándome de forma enigmática-, está bien claro, la
plaza en Forks.

-Pero, pero, tiene que aceptarla -dijo Emmet alterado -, tiene que volver, ahora
que puede…, Tanya y Aro ya no pueden impedírselo. Ahora que ese tal Marco juega
en su bando.

-La verdad -dijo Rose -es que ayer me dejó impresionada, que capacidad de
reacción, estaba hecha polvo y preocupadísima por vuestra madre, de repente llegó
el aviso del accidente y en seguida se transformó. Carlisle la había dejado a ella en
su lugar, mientras operaba a Renée y no lo dudó ni un segundo. Vuestro padre y yo
que estábamos en la sala de descanso de los médicos, no lo podíamos creer.

-Y por lo visto no es la primera vez que actúa así -terció mi madre-, ha cogido
cierta fama y por eso Carlisle le ha ofrecido ese puesto con el consentimiento de sus
superiores, claro está. Carlisle no sólo es el padre de su amiga, es como si fuera un
segundo padre para ella. Él fue el que la promocionó para ocupar su puesto actual y
siempre ha dicho que no entiende porque no se le concedió la plaza en Forks desde
un principio.

-Está claro que se la ha ganado por sus méritos, así que tiene que volver quiera o
no -dijo Rose resueltamente.

-¿Por qué no quiere volver? -pregunté con miedo de escuchar una respuesta que
yo ya sabía.

-Edward, ¿Y tú lo preguntas? -dijo mi madre de nuevo.

-¿Es por mí, verdad?-respondí más que pregunté, no queriendo oír lo que estaba
seguro que tendría que oír.

-Sí, cuñado -dijo Rose-, sí, es por ti. ¿Cuántas veces tengo que decirte que todavía
te quiere? Ella no quiere regresar porque simplemente no puede soportar el verte
todos los días del brazo de la rubia oxigenada que tengo por hermanastra. No
olvides que cree que estás enamoradísimo de ella.
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-Pues creo que quedó bien claro lo que siento por el modo en que le hablé antes
por teléfono, todos me mirabais.

-Sí, se dio cuenta y debe tener trabajo porque si no ya me habría llamado a


preguntarme. Y cuando me pregunte, ¿qué la digo, Edward? ¿La verdad? Creo que
esa te corresponde a ti.

-¿Y si al saber la verdad, decide no volver? -pregunté expresando mi miedo en voz


alta. Aunque yo ya había tomado mi decisión, Bella volvería a Forks y a mi vida
costase lo que costase. Pero había muchas cosas en juego y aun no quería
reconocerlo ante los demás. El problema más importante es cómo me sentía yo por
dentro de sucio y miserable. Pero tenía la seguridad de que ese sentimiento de
suciedad y asco solo podría borrarlo una persona ¿Estaría dispuesta a hacerlo, o me
rechazaría cerrando definitivamente la puerta para siempre? Era ese miedo lo que
me impedía tirar para adelante.

Por otro lado tenía pavor de que ese supuesto topo, nos viera juntos o hablando, le
fuera con el cuento a Tanya y les pasara algo cuando yo no estuviera aquí para
protegerlas. Pero una vez en Forks, pasase lo que pasase, no me iba a amedrentar,
allí no les quitaría ojo de encima.

De repente, el móvil de Rose sonó, haciéndonos a todos pegar un respingo. Mis


sobrinos le habían colocado una canción de alguna película que a ellos les gustaba
bastante estridente para un hospital.

-Diga -contesto Rosalie-, vale, pues luego me paso por allí. ¿A la hora de comer?
¿Qué hasta entonces no estáis libres? Vale.

-Era Alice -aclaró Rose-Bella esta mosqueada y no me extraña, con las miraditas
que le has echado, cualquiera se mosquearía. Sólo te ha faltado echar a tu madre de
la cama y tumbarte ahí con ella dándonos un espectáculo porno, gratuitamente. O
mira mejor, échanos a todos de aquí, extiende el sillón y ya sabes…

-Rose -dijo mi madre mirando a los niños. Pero estos estaban muy tranquilos
jugando con los famosos coches de Peter.

-Que graciosa eres Rose -dije con sarcasmo.

-Sí, soy muy graciosa -dijo Rosalie enfadada-, pero ¿qué le digo esta vez Edward?
¿Le vuelvo a contestar con evasivas como siempre o le digo la verdad?

-Si hay que decirle la verdad se la tendría que decir yo, ya está bien de
- 42 -
esconderme -contesté ante la mirada atónita de mi cuñada-, pero no es tan sencillo
Rose. Vale hablamos, le digo la verdad, me perdona o no, nos reconciliamos o no.
Además del miedo que tengo a su rechazo, me aterra ese topo. Si es verdad que el
tal James es un topo de Tanya, estará vigilando y sabrá si hablo con ella, si estoy con
ella, y no tardará en irle con el cuento. Mientras estemos aquí yo la protegeré con
mi vida si es necesario y supongo que tú, Emmett, también -añadí viendo como mi
hermano asentía con la cabeza-, pero tarde o temprano tendremos que volver a
Forks. ¿Qué pasará entonces Rose? ¿Quién la protegerá?

-Ya te lo he dicho muchas veces Edward, no es una niña, ya veremos la forma de


arreglarlo -dijo Emmet.

-Tiene a Jasper, Jacob, Sam…veamos, ¿me dejo alguno? -intervino esta vez Charlie

-Si claro, todos haciendo cola a ver quién gana, ¿no? Como yo ya metí la pata. ¿Y
quién es ese Sam?, ¿es nuevo? -dije muriendo por dentro de celos pero en cierto
modo aliviado de que tuviera algo de protección.

-Sam es otro de los policías y marido de la niñera de Gaby -me aclaró Charlie.

-Edward, ellos sólo la ven como una amiga, ella lo deja bien claro -me dijo Rose.

De pronto pareció que el silencio se hubiera instalado en la habitación. Mi cabeza


no hacía más que darle vueltas al hecho de que quizás no me perdonase, pero sabía
que había llegado el momento de enfrentarme a la verdad. En ese momento miré a
Rose, que me devolvió la mirada desafiante. No sé porqué pero tenía la impresión de
que esto era una especie de encerrona.

-Está claro que de buenas a primeras no te va a perdonar -contestó mi cuñada a


esos temores mentales que me torturaban. A veces me daba la impresión de que era
capaz de leerme la mente -pero al final lo hará, eso tenlo por seguro, porque todavía
te quiere, tarde o temprano lo hará. Pero tendrás que ganártelo.

-Además hijo, gracias a Marco y al FBI, cada vez está más cercano ese momento
en que puedas mandar a paseo a Tanya ¿Qué vas a hacer entonces? ¿Seguirte
acobardando, esconderte, dejar que se quede aquí mientras tú te rebozas en la
mierda en Forks? Conozco a mi hija Edward, no te perdonará de inmediato pero lo
hará, estoy seguro de ello, te quiere -añadió Charlie dejándome sorprendido por el
discurso tan largo que había pronunciado, por lo general era hombre de muy pocas
palabras.

-Hijo, ella no volverá, a no ser que tú hagas algo -añadió mi madre-. Me lo dijo el
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otro día, te iba a llamar por teléfono cuando me atropelló la bici.

-¿Qué te dijo? -pregunté intrigado.

-Que por mucho que se empeñaran Alice, Jacob, Jasper y hasta el mismísimo
Carlisle en que volviera, no pensaba hacerlo, porque no podía soportar verte con
otra mujer y mucho menos con Tanya.

-Te duele mucho abu -preguntó otra vez mi hija rompiendo el hilo de la
conversación. No me había dado ni cuenta cuando se habían acercado de nuevo.

-No hija, no demasiado, no te preocupes -le contestó para tranquilizarla,


regalándole una sonrisa.

-A mí sí me dolía cuando me rompí mi brazo -volvió a decir. Menudo elemento


debía estar hecho.

-Pero yo soy abuela y a las abuelas no nos duele.

-Entonces, ¿cuándo yo sea abuela?…

-Y tu señorita -preguntó Emmet-, ¿cómo es que te rompiste el brazo?, ¿qué


hacías?, o ¿acaso eres como tu madre un poco patosa?

-Es que yo… veras, iba con la bici y esa farola se me puso en medio.

-¿Se te puso en medio? -dijo René alzando una ceja.

-Esto yo… -dijo mirando a mi madre sin saber que decir. Vamos, esta niña debía
ser de cuidado.

-Tiene razón -la defendió Peter con su habitual seriedad-, siempre ponen las
farolas donde los niños tenemos que jugar -y así empezó una divertida discusión
entre niños y mayores sobre las farolas que se ponían en medio para jorobar a los
niños.

Mientras niños y adultos discutían, yo aclaraba ideas en mi cabeza. Cuando Renée


considero que los niños llevaban demasiado tiempo en la habitación, ya había
tomado mi decisión definitiva e irrevocable.

-Chicos -les dije-, ¿qué os parece si vamos a conocer a los amigos de Gabriela?

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- ¡Biennnnnnnnnnnnnnn! - exclamaron los tres a la vez con entusiasmo.

- Upss perdón, se nos olvida que no podemos chillar aquí, menos mal que no está
mami -dijo Gabriela poniendo una carita de inocente tal que parecía un ángel pero
echado del cielo a escobazo limpio.

-Venga, ¡vámonos! -dije partiéndome de la risa.

-Con eso no se puede jugar -decía mi hija muy seria-, porque si jugamos y lo
rompemos, abu se queda sin sus medicinas para que no le duela.

-Anda -dijo Tony, todo pensativo -, ¿eso sirve para tomar medicinas?

-Sip -contestó igual de seria mientras salía por la puerta.

-Cuando estén los tres juntos en Forks, vamos a tener que andar con mil ojos con
ellos -les dije.

-Todos, se me quedaron mirando como si no me hubieran visto en años.

-¡Vaya, por fin entraste en razón! -dijo Emmet con una radiante sonrisa.

-Sí, voy a hablar con Bella, le diré la verdad y entre todos decidiremos cómo hacer
para que este protegida, lo haré, por ella -dije señalando a mi hija -, por mi Bella,
por las dos, haré lo que sea para que vuelva. Sólo espero que sepa perdonarme.

Gracias a todas por sus alertas, sus reviews y por seguir mi historia:

Iare, carlita16 , Areli Pattirson , Sarah-Crish Cullen , Jos WeasleyC , saraes


,Maya Cullen Masen , SsiL , yasmin-cullen , tany cullen ,Angie Masen
,FresCullen ,ludgardita, Cullen Vigo ,Saha Denali , Paaameeelaaa, Cammixu,
yolabertay ,aizen63 ,Ludwika Cullen ,Pam Malfoy Black , ,NuRySh , Titi
Cullen, Troyis, A. Bella Cullen, Milhoja, valinight. Ale Snape Li.

Gracias también por añadirme a favoritos. Hay algunos reviews que no


pude contestar porque no tenéis activada la opción.

- 45 -
Chapter 5

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen aqui me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de SM, yo solo juego con ellos apra
crear esta mi primera historia. Solamente el personaje de Gaby es de mi
absoluta invención

Capitulo4:Recuerdos.

Salimos de allí y nos encaminamos hacia lo que parecía ser un parque. Mientras
estaba en Forks que fácil era pensar, para evadirme de aquel infierno, que ella iba a
volver. Pero aquí la realidad me golpeaba. Mi Bella no iba a volver, no a no ser que
yo le dijera la verdad y aun así… De cualquier manera me arriesgaba a perderla
para siempre. Si hablaba con la verdad ahora, antes de que se enterase de otra
manera, tendría una oportunidad, pero si callaba y dejaba que las cosas siguieran su
curso, estaría tan enfadada conmigo que… no quería ni pensarlo. Tenía que luchar
por ella, no sabía cómo lo iba a hacer, pero iba a luchar con todo lo que tuviera.
¡Qué narices, ella lo merecía!

-Alec, Jane -dijo mi niña dirigiéndose a dos niños que parecían gemelos-, este es
mi padre -anunció con cierto tono de triunfo y ¿orgullo? en la voz.

-Hola ¿Cómo estáis? -les dije sobándoles la cabeza.

-Bueno… pues…bien ¿Tú eres de verdad su padre? -preguntó la niña mirándome


incrédula.

-Sí, sí lo soy -contesté muy resuelto. Esta niña no me había gustado nada. Si era
de la que hablaba Rose, tenía mucha razón.

-¿Y cómo es que no te hemos visto antes por aquí? -me interrogó a su vez el niño
llamado Alec. Este es con el que deben pelear mis sobrinos porque Tony tenía los
puños apretados y le miraba con ira.

-Veréis-comencé a explicarles-. Trabajo muy lejos de aquí y no he podido venir a


verla hasta ahora -vaya pareja, pensé para mí.

-Claro, como su mamá y tú estáis divorciados. Tú te olvidas de venir y sólo vienes


cuando te acuerdas, ¿no? Un ratito para cubrir el expediente -dijo otra vez el niño.
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¿Quiénes eran estos niños y dónde habrían oído esas expresiones tan adultas? ¿De
dónde habrían sacado toda esa palabrería barata que estaban diciendo?, pensé para
mí.

-Que su madre y yo no vivamos juntos, no significa que no la queramos tanto como


vuestros padres os quieren a vosotros-,le contesté un poco alterado y deteniendo a
la vez a mi sobrino que ya iba a darle. Por el rabillo del ojo vi que Gabriela estaba
intentado sin éxito contener las lágrimas-. No deberías pensar, ni decir esas cosas,
pueden molestar -añadí -… ¿No es Gaby vuestra amiga?

-Sí, bueno, sí lo es -respondió la niña

-Entonces a una amiga no se la molesta -le regañé enfadado de verdad.

-Ya, pero precisamente porque es nuestra amiga le decimos esas cosas. Es por su
bien -respondió de nuevo la niña.

-¿Por su bien? ¿Qué sabrás tú de eso? -dije verdaderamente enfadado ¿Dónde


diablos estaban sus padres?

-Mi papá me quiere mucho y si no ha venido antes es porque tiene que vigilar a los
señores malos, es su trabajo y no lo puede dejar-me defendió mi hija chillando a la
tal Jane.

-Vamos anda, no puede dejar su trabajo ni un rato para venir a ver a su hija
-intervino de nuevo el niño.

Pero bueno, esto yo no me lo podía creer ¿Cuántos años tenían estos niños para
hablar así? Debían de ser gemelos porque eran prácticamente iguales y aparentaban
la misma edad de Gabriela. Entonces, ¿quién les habría metido ideas así en la
cabeza?

-Bueno -dije ya un poco desesperado-, ¿y por qué no vais a jugar un rato todos
juntos mientras yo me siento a vigilaros allí? -les propuse señalando un banco con la
esperanza de que se terminara esa conversación. ¡Pobre hija mía, lo que tenía que
haber sufrido, vaya niños…!

-Gabriela mi amor -dije enfatizando el mi amor para que los niños lo oyeran-.
Espera un momento.

-Dime papi -me pidió con lágrimas en los ojos.

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-Verás hija -empecé-, no tienes que hacer caso. Yo os adoro a tu madre y a ti y si
no he venido antes ha sido porque de verdad no he podido. Pero no dudes nunca de
que te quiero, hija mía, ¿cómo no te voy a querer?

-Eso mismo me dice mi mami, pero… ¿de verdad me quieres papi? -preguntó
echándose a mis brazos

-Con toda el alma -le contesté estrechándola un poco más pero procurando no
hacerle daño-. No sé porque esos niños te dicen todo eso, pero no les hagas caso,
por favor; no merecen ni que les mires ¿Por qué juegas con ellos? -pregunté.

-Bueno, van a nuestras mismas clases de natación y luego se pegan a nosotros


-contestó la niña-. Papi ¿Qué significa eso de estar divorciados? ¿Es por eso que no
vienes? -en menudo lío me había metido. ¿Cómo le explicaba yo esto a una niña de
cinco años?

-Es cuando un papá y una mamá firman un papel que les deja vivir separados
porque no pueden vivir juntos -expliqué de la mejor forma que pude.

-¿Y porque mami y tu no podían vivir juntos? ¿Tú no quieres a mi mami, papá?
-preguntó con la voz quebrada por el llanto.

-Eso ni se te ocurra pensarlo -le dije enseguida. No había rastro de duda en mi


voz-. Yo a tu madre la adoro, al igual que a ti; beso el suelo por donde ella pisa. La
amo desde que éramos muy jóvenes; nunca he dejado de hacerlo y nunca lo haré.

-¿Por qué no vivís juntos entonces? ¿Es por los señores malos? -preguntó.

-Emm…- a ver como se lo explicaba…

-Hola Gaby -dijo de repente otra niña detrás de ella. Respiré aliviado. Salvado por
la campana. De momento. Miré hacia la niña, parecía más, no sé, de otra forma-.
¿Vienes a jugar? -le preguntó.

-Sí, mira Hulien, este es mi papi -me presentó mi niña nuevamente con voz
orgullosa.

-¡Anda!, que bien, a ver si Jane y Alec se callan -contestó la niña -, ¿cómo está
señor Massen?

-Bien -respondí riéndome, esta niña sí me caía bien.

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-Me voy a jugar papi -dijo Gabriela saltando de mi regazo y dándome un beso. Era
increíble la capacidad de recuperación de los niños. Hace un momento estaba
llorando y con la llegada de esta niña y su comentario, se le había pasado. Y ahora
que lo pienso ¿cómo es que esa niña me ha llamado señor Massen? ¿Por qué sabrá
mi apellido? ¿Será posible que Bella…? ¡Dios, que mujer más maravillosa!

Di la vuelta y me senté en un banco a decidir cómo era la mejor forma de


enfrentar esta situación. Irremediablemente, mi mente voló hacia el pasado,
recordando los sucesos que nos habían traído hasta aquí…

Flashback

-No me lo puedo creer -dijo Emmet entrando por la puerta de la casa y dando un
portazo al cerrarla-. Aro acaba de llamarme, para decirme que le tengo que devolver
lo más pronto posible el dinero que me dejó para comprar el terreno y construir la
casa.

-¿Qué?-pregunté pensando que mis oídos me estaban jugando una mala


pasada-¿Por qué?

-Dice que le han salido mal unos negocios y que necesita el dinero -respondió.

-Vamos, no digas tonterías, si ese hombre tiene más dinero del que podrá
necesitar en toda su vida, tanto él como la aprovechada de su hija -le contesté

-¿Si?, pues él dice que no, que necesita el dinero. Rose ha ido a hablar con él, a
preguntarle cómo es capaz de hacerle esto a su propia hija y ¿sabes qué le ha
contestado? -siguió gritando más que hablando.

-¿Qué?

-Que una cosa es la familia y otra los negocios y que esto eran negocios -respondió
golpeando la pared más cercana con el puño-, le dijo además, que ella no era su hija,
sino una recogida que se había visto obligado a acoger en su casa dadas las
circunstancias -añadió colérico.

-¿Cómo es posible que sea tan cruel? -pregunté indignado. No me podía creer lo
que estaba oyendo. Vale que Rosalie no fuera de verdad su hija, pero era la hija de
una hermana suya, era su propia sangre.

-Pues ya ves, Edward -contestó Emmet que seguía histérico-, así están las cosas, o
le devuelvo el dinero, o me reclama la tierra y la casa, al fin y al cabo los títulos de
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propiedad siguen en su poder.

-Bueno hijo, no todo está perdido-dijo mi madre que había estado escuchando
incrédula toda la conversación -todavía podemos intentar reunir entre todos el
dinero. Tu padre y yo tenemos unos ahorros quizás con eso y…

-¿Y qué mamá? No os voy a dejar a papá y a ti sin los ahorros de toda vuestra vida
-negó Emmet -no mira, si no puedo pagar, que me embarguen; supongo que nos
acogeréis a Rose y a mí en vuestra casa.

-Claro hijo, no te quepa la menor duda -contestó mi madre sin dudarlo-, pero ¿vas
a renunciar así, sin luchar?

-No tengo dinero mamá y no voy a permitir que ni Edward ni tú os quedéis sin
vuestros ahorros, además que con eso no pagaría ni la tercera parte. Todavía me
quedaría deuda por saldar y Aro lo quiere todo -le dijo Emmet que ya se estaba
tranquilizando un poco, al menos en apariencia.

-Tranquilo hijo -le pidió mi madre-, alguna solución habrá. Algo se nos ocurrirá.

Después de esa conversación, habían pasado varios días y no habíamos


conseguido hallar ninguna solución. Yo llamaba todos los días a Bella para ver cómo
estaban ella y mi niña, mis dos razones para existir. ¿Por qué diablos no me
concedían esa dichosa plaza de policía en Jacksonville? ¿Es que en una comisaría
tan grande no había sitio para un policía más? Pensé mientras cogía el teléfono para
llamar a mi Bella.

-Hola, mi amor. ¿Cómo está hoy mi maravillosa esposa?-le pregunté cuando me


cogió el teléfono.

-Pues no muy bien, Edward -me respondió y mi sonrisa se borró de mi cara al


instante. ¿Qué pasaría?

-¿Qué pasa cielo? -pregunté temeroso de la respuesta.

-Me acaban de llamar de personal, el hospital necesita recortar presupuesto y


están mandando gente a otros hospitales -dijo lastimosamente.

-¿Crees que puede ser la ocasión para que te manden a Forks? -le interrogué
aunque sin esperanza, a juzgar por su tono de voz.

-Ojala -suspiró ella-, me han dicho que Forks está descartado y Port Ángeles
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también. Que están viendo la posibilidad de mandarme a otro hospital en Phoenix,
pero lo peor de todo es que han amenazado con despedirme.

-¡Pero eso no puede ser, eres muy buena en lo que haces! -exclamé. No podía
creer lo que estaba pasando. Primero Emmet y ahora esto.

-Pues así están las cosas Edward, ¿pero sabes qué?, que mejor, ya estoy harta de
esta situación, que me despidan, volveré a Forks -dijo como si ya lo tuviera
completamente decidido, cosa que me asustó. No era la primera vez que uno u otro
nos planteábamos el dejar nuestros trabajos.

-No, Bella, esa no es la solución. ¿Qué pasará con tu carrera? Tienes que seguir
luchando -le respondí tratando de convencerla.

-A la porra mi carrera, a la porra todo -su voz sonaba desesperada. Si tan solo
pudiera estar allí y estrecharla entre mis brazos para consolarla.

-Bella no, no puedes estar así mi vida -le dije-, mira lo que voy a hacer, pediré
unos días libres y me voy allí contigo.

-¿Podrías hacer eso, Edward? Me vendría tan bien -dijo esperanzada.

-Claro que sí mi vida. Arreglaré todo y te llamo para decirte cuando voy ¿OK?
Arriba ese ánimo, cielo. Sabes lo muchísimo que te amo ¿verdad? ¿Le darás un beso
a Gabriela de mi parte?

-Yo también te amo y por supuesto que le daré ese beso. Ahora mismo está
dormida. Adiós Edward, estaré esperando tu llamada -me contestó con su voz un
poco más alegre.

Le colgué desesperado. El caso, es que ya llevaba mucho tiempo pensando que


había algo o alguien jugando en nuestra contra, pero es que era un pensamiento tan
absurdo. Sin embargo, en estos últimos días, ese pensamiento cobraba cada vez más
fuerza. En primer lugar, llevábamos mucho tiempo intentando estar juntos ya fuera
en un sitio o en otro. Al principio, como los dos queríamos estar cerca de la familia,
Bella había solicitado plaza en Forks y en Port Ángeles convencida de que por sus
buenas notas en un sitio o en otro se la iban a dar. Emmett y yo la habíamos pedido
en la comisaria de Forks. Y Rosalie solicitó su plaza de maestra en la escuela del
pueblo. Emmett, Rosalie y yo no habíamos tenido problema en conseguir la plaza
pero a Bella se la habían denegado, tanto en Port Ángeles como en Forks y la
mandaron a Jacksonville donde no se le había perdido nada.

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A pesar de ese inconveniente, nos habíamos casado pues era lo que queríamos
hacer desde siempre, desde aquel día en que le confesé mi amor. Y así llevábamos
un tiempo, ella en una ciudad y yo en otra, ella solicitando una plaza aquí y yo allí…
y no había manera.

En segundo lugar estaba el problema de Emmett, y para colmo de males, ahora a


Bella o la mandaban más lejos de mí todavía, o la despedían. Y encima, había
insinuado que iba a dimitir, no lo había dicho con esas palabras pero lo había dejado
caer y yo no podía permitirlo. Hacía días que un pensamiento rondaba mi cabeza, y
en ese instante tomé la decisión.

-Papá, ¿puedo hablar contigo, por favor? -le pregunté nada más entrar en la
comisaría.

-Si hijo, claro que puedes -me contestó mi padre intrigado-, en realidad yo también
quería hablar con vosotros de algo que ha pasado. Vamos a mi despacho.

-Emmet, ¿puedes venir? -pregunté llamando a mi hermano.

-Bien, empieza tu Edward -dijo Charlie una vez que estuvimos en su despacho-,
¿qué querías decirme?

-Quiero pedir una excedencia papá, me voy con Bella -comencé a explicar-. Ella
está mal, le han dicho en el hospital que están reduciendo personal y que pueden
despedirla o mandarla a otro centro. Me voy con ella Charlie, ya no puedo más. No
sé de qué vamos a vivir si la despiden, pero ya se me ocurrirá algo. Puedo intentar
que me den plaza en la ciudad donde a ella la envíen y si no conseguiré trabajo de lo
que sea. Emmett, la oferta que te hice de mis ahorros, sigue en pie, quédatelos, ya
te digo que algo se me ocurrirá. Y si no consigues el resto del dinero, te daré antes
de irme la llave de mi casa. Quedaros allí Emmett, es vuestra y si algún día Bella y
yo podemos volver, bueno, nos llevamos bien, siempre podríamos vivir todos juntos
-lo dije todo de un tirón para que ninguno de los dos pudiera cortarme y refutar mi
decisión, que era irrevocable.

-No Edward, no lo voy a consentir -dijo Emmett-, acepto que te vayas, yo haría lo
mismo; acepto tu casa, pero no acepto tu dinero. Llévatelo Edward y utilízalo para
sacar adelante a mi hermana y a mi sobrina. Es más, voy a hablar con Rose, que Aro
se meta sus tierras y su casa por donde le quepan y que las disfrute, nos vamos con
vosotros.

-Chicos, lamento mucho desilusionaros, pero me temo que por el momento eso no
va a ser posible -nos comunicó mi padre, rompiendo esa euforia momentánea que se
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había instalado entre nosotros

-¿Qué? ¿Por qué? -preguntamos los dos a la vez.

-Es de lo que quería hablaros -contestó mi padre -, esta mañana me llamó un


antiguo compañero de la Academia que trabaja en Asuntos Internos. Chicos,
estamos siendo investigados.

-¡¿Qué?-volvimos a repetir como si fuéramos idiotas.

-Lo que oís. Piensan que nos hemos excedido en el ejercicio de nuestras funciones
y si la investigación confirmara de algún modo esa teoría, nos pueden expulsar del
cuerpo.

-¡Vamos ya! -dijo Emmet-, pero si desde que ingresamos en el cuerpo no nos
hemos saltado ninguna norma.

-Yo tampoco lo entiendo hijos, pero así están las cosas -contestó Charlie.

-De verdad, cada día tengo más claro que alguien está detrás de todo esto. Que
alguien está intentando perjudicarnos, pero no entiendo porqué -exclamé pasando la
mano por encima de mis cabellos y revolviéndolos una y otra vez en un gesto muy
mío que mostraba la desesperación y el nerviosismo que sentía.

-Eso es una tontería Edward, como va a ver alguien intentando perjudicarnos,


todo esto es un cúmulo de casualidades -intervino Emmett.

-Emmett, corres el riesgo de quedarte en la calle, Bella puede ser despedida y


nosotros también. ¿De verdad piensas que sólo son casualidades? -me fijé que mi
padre se había quedado callado y muy, muy pensativo.

-Es igual -contestó Emmet-, hablaré con Rosalie. Vamos por Bella y Gabriela, nos
marchamos y empezaremos en otro sitio.

-Me temo que eso no va a ser posible -intervino de nuevo mi padre -, no podéis
marcharos en medio de una investigación, es como decir a gritos que sois culpables.
Tendréis que esperar a que todo se aclare.

-De acuerdo esperaremos. Estoy seguro que se aclarará y cuando eso pase, nos
vamos a por Bella y nos marchamos -dijo un Emmett muy convencido.

-Papá, ya sé que duele -le dije viendo la cara que tenia-, pero no tenemos más
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remedio, aquí no tenemos futuro por lo menos Bella y yo, pero vendremos a veros.

-No es eso hijo, entiendo vuestra postura y tenéis todo mi apoyo -contestó
Charlie-. Es solo que… verás, ese comentario que has hecho de que hay alguien
detrás de todo esto, me ha dado que pensar. Edward, tu madre Elizabeth, antes de
que tu padre llegara a Forks, era novia de alguien de aquí. Alguien que la
maltrataba psicológicamente. Le hacía sentirse alguien inferior y le decía que se
alegrara de que él la quisiera, porque era una piltrafa humana. Todos sus amigos la
animábamos para que lo dejara. Cuando llegó tu padre, se enamoró de ella y luchó
por conseguirla como un titán y nosotros, los padres de Rose y otra pareja amiga
nuestra, les ayudamos. Está claro quién ganó, pero el día de la boda, su ex novio
juró vengarse algún día.

Luego, tus padres y los de Rose, murieron en ese extraño accidente y la otra
pareja de amigos desapareció misteriosamente. Sólo quedamos Renée y yo, Edward
-terminó de contarnos.

-¿Estás intentando decir que el accidente de mis padres y el de los Hale no fue
fortuito?, ¿estás insinuando que fue parte de esa venganza y que Renée y tú sois los
siguientes? -pregunté totalmente en shock por lo que acababa de oír.

-Sí hijo, eso es lo que me temo -contestó mi padre quejumbroso.

-Bueno, ¿y se puede saber quién es esa persona?-indagó Emmett.

-Primero, antes de revelar su nombre, tengo que estar seguro. Hace mucho tiempo
de eso y quiero cerciorarme.

Y dejamos ahí la conversación. Pasaron los días y Bella me llamaba para ver
cuando iba a ir con ella. Yo no quería decirle la situación en la que nos
encontrábamos para que no se preocupara. No hacía más que pensar en la historia
de mi padre y en la posibilidad de que la teoría de la venganza fuera cierta. Y si lo
era, ¿quién era esa persona? No tardamos mucho en averiguar las dos cosas. Esa
persona se rebeló con toda su crueldad, fuerza y maldad…

Fin del flashback

Miré mi reloj y vi que entre unas cosas y otras se había hecho la hora de comer.
Me levanté y me fui a por los tres críos que jugaban tranquilamente junto a otros
niños.

-Gabriela, Tony, Peter, vamos que se hace tarde para comer -les llamé. Cuando
- 54 -
llegaron, me dirigí con ellos de nuevo al hospital con un firme propósito: hablar con
Bella.

Gracias a todas por vuestros reviews:

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milhoja, Vailinigt, Iare, ludgardita ,Areli Pattirson ,Pam Malfoy Black ,Jos
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Y gracias también a aquellas que me han añadido a sus alertas y favoritos


y a las que me leen en silencio.

- 55 -
Chapter 6

DISCLAIMER:

Ninguno de los personajes que aparecen aquí me pertenecen,son


propiedad exclusiva de la magnifica SM, yo solo jugué con ellos para crear
esta mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi cosecha.

Capitulo5:Recuerdos,segundaparte

Pov.Bella

No tenía ni idea de qué diablos estaba pasando, ni de qué me había perdido.


¿Edward llevando a Gaby a jugar al parque y haciéndose cargo de ella? Necesitaba
salir de aquella habitación. Cuando nos miramos, hubo un momento de conexión
entre los dos, como en los viejos tiempos, pero luego llamó esa maldita mujer y… por
si me quedaba alguna duda, el comportamiento que tuvo con ella me lo dijo todo.

Lo primero que hice después de atender la emergencia que me había sacado de la


habitación, fue ir en busca de Emily y avisarle de que los niños no estarían en la
guardería sino en el parque jugando y que el padre de Gaby los llevaría. Al decirle
esto, me miró con una expresión en su cara entre interrogante y alegre, pero como
buen agente no me dijo nada. Se limitó a asentir y a decir que estaría pendiente.
Una vez solucionado, me fui a ver a Sean. Qué mal me tenía este caso. Había
momentos, cuando salvaba vidas y daba buenas noticias en los que me gustaba mi
profesión, pero había otros como en este caso que…Estuve con él un buen rato,
animándole a él y a la familia. El servicio de Oncología ya se había hecho cargo y al
día siguiente empezarían con las sesiones de quimio.

Seguí revisando a los demás pacientes víctimas de una intoxicación en un


restaurante de comida rápida. A media mañana me sentía muy ansiosa y fui en
busca de Alice, la única persona capaz de calmarme, sí, es increíble lo sé, pero me
calmaba. Bueno no era la única, la otra… ojalá estuviera pronto disponible, pero de
momento… no lo estaba.

-Alice -dije llamándola cuando la encontré por los pasillos.

-¿Siiiiiii? -preguntó mi amiga

-¿Qué tal crees que ha ido?

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-Yo creo que muy bien Bella, al principio no parecía saber de lo que estábamos
hablando, pero después algo debió hacer clic en su cabeza porque lo comprendió
todo y a juzgar por la cara, no sé, yo creo que está debatiéndose entre hablar
contigo o no.

-Bella -dijo Jasper, que de repente apareció por detrás dándonos un susto de
muerte- se comprensiva, es una decisión muy difícil para él, se siente mal, ha hecho
cosas de las que no está orgulloso y tiene mucho miedo, eso se le ve a la legua. Está
aterrorizado de perderte.

-Sabes Jasper -dijo Alice -deberías dejar la ambulancia y aceptar esa plaza de
psiquiatría, se te da fenomenal.

-Opino lo mismo -añadí yo.

-Pero volviendo al tema -siguió Alice -Jasper tiene razón Bella, tienes que tener
paciencia, el empujoncito ya se lo hemos dado, ahora a ver que hace.

-Dentro de un rato llamamos a Rose, más que nada para que no se note mucho,
¿de acuerdo?-dije mirando a mi amiga con cara de perrito abandonado, gesto que
había aprendido de ella.

-Vale -contestó mi amiga

-Me llaman de nuevo al busca -dijo Jasper-, os veo luego chicas y… paciencia
Bella.

-Por cierto, ¿has visto como te miraba? -preguntó Alice cuando nos quedamos
solas.

-¿Y cómo me miraba, Alice?

-Te miraba con adoración, con ternura, con amor, Bella ¿No te has dado cuenta?

-Por si no lo has notado, evitaba mirarle a la cara Alice, yo no sé mentir y a él


menos. Antes bastaba una sola mirada para decírselo todo sin hablar, de hecho he
sentido un par de veces la conexión, no quiero que descubra que lo sé todo, si se
entera saldrá corriendo avergonzado. Y, hasta que entre en razón, será peor.

-Aunque si te digo la verdad -proseguí-, yo también he notado sus miradas y


también como hablaba con Tanya, se ve que la odia. Tal vez tú no te hayas dado
cuenta Alice, pero yo le conozco y a pesar de todos estos años sin vernos, lo sé, por
- 57 -
su forma de hablarle y la cara que ha puesto al ver que era ella la que llamaba al
móvil. Y también he notado la animadversión con que saludaba a Jacob y Jasper, casi
podría asegurar que estaba celoso.

-Todos nos hemos dado cuenta Bella. ¿Por qué no llamamos a Rose? A ver que dice
-dijo Alice marcando el número de Rose.

Después de hablar con ella y quedar en la cafetería para la hora de comer, intenté
olvidarme un poco del tema sin éxito ninguno, así que a la media hora ya estaba de
nuevo dándole la lata a Alice para que llamara de nuevo a mi cuñada y amiga.
Después de hablar con Rose por teléfono, otra vez, y quedar de nuevo con ella en la
cafetería, nos dirigimos hacia allí. Rosalie, llegó pasados unos minutos y se sentó
junto a nosotras

-Uf ¡Que nerviosa me ha puesto! -dijo nada más sentarse-. He aprovechado que ya
se fue con los niños para venir.

-¿Qué ha pasado cuando nos hemos marchado? -pregunté ansiosa.

-Bueno, le he dado otro empujón más gordo diciéndole que como siga así lo único
que va a conseguir es perderte del todo. Que tú no quieres volver porque no
soportas estar viéndole con otra a todas horas y menos con esa zorra. Tus padres
han aportado cada uno su propio granito de arena, Renée le ha comentado esa
conversación que mantuvisteis en la que tu le dijiste que no pensabas regresar para
estar todo el día aguantando sus arrumacos con Tanya.

-La verdad, es que nunca fue así. ¿Porque le cuesta tanto tomar una decisión?
-pregunté yo preocupada.

Sabía de sobra el cacao mental que debía tener en la cabeza y en cierto modo lo
entendía, a pesar de lo enfadada que estaba con él por no haber contado conmigo y
lo irritada, dolida, furiosa, celosa y rabiosa que me sentía al saber que estaba
acostándose con esa zorra por obligación, para protegernos. Pero tenía que
obligarlo a enfrentarse al problema, no podía llegar y decirle, tranquilolosétodo. No,
las cosas no podían ser así. Me había hecho mucho daño y nos había abandonado
como a perros tanto a mi hija como a mí. Había una razón de peso, lo sé, pero…, las
cosas se tenían que haber hecho de otra manera, empezando con que tenía que
habérmelo dicho y contar conmigo para tomar cualquier decisión. Una parte de mí,
quería perdonarlo sin más, pero otra me lo impedía. Antes él se tenía que
comprometer a ciertas cosas, realmente se tenía que ganar mi perdón, pero no sólo
con palabras, sino también con hechos.

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-Porque tiene miedo por vosotras Bella -contestó Rosalie, sacándome de mis
pensamientos- pero bueno, por lo menos se lo ha planteando y… ha tomado una
decisión. Hace un mes ni siquiera quería oír hablar del asunto y ahora se ha
decidido a enfrentarlo.

-Espero que no se lo piense mejor y se eche para atrás - dije yo súper ansiosa.

-Sino habrá que seguir pinchándolo -contestó Rose de nuevo-Bella, está al límite y
veros ha sido como una especie de detonante. Aunque me esté mal decirlo, el
accidente de tu madre ha sido muy conveniente. Estoy segura de que nuestro plan
inicial no hubiera funcionado tan bien. Y además, ¿qué ha pasado con Gaby? No se
despega de él y no sabes lo emocionado que esta al ver que su hija lo conoce y lo
quiere. Y lo ilusionada que Gaby estaba con que su padre la llevara a conocer a sus
amigos. Sobre todo a esos dos...

-O sea, que ha sido ella la lianta de ese asunto. ¡Cómo no!-exclamé sarcástica-,
¿por qué no me extraña?, ya sabes como es mi hija, nada más verle se tiró a sus
brazos y le llamó papá.

-Me parece genial lo que has hecho Bella, decirle a tu hija la verdad -dijo Rose-.
Sabes que siempre te lo he dicho y creo que eso hoy ha sido un punto de inflexión.
Me ha dicho que te quiere aún más si cabe por eso.

-Los dos se lo merecen Rose. Una hija no debe crecer sin saber quién es su padre
y a un padre nadie tiene derecho a quitarle a su hija, y menos una zorra caprichosa y
demente -agregué en una especie de susurro.

-Bueno, pues que sepas que eso fue la gota que colmó el vaso -apostilló Rose

-¡Otra vez!-exclamé oyendo sonar de nuevo el busca-,que pesadito está hoy. Me


tengo que ir hasta luego.

Pasé el resto de la mañana de arriba para abajo. Mientras trabajaba no hacía más
que darle vueltas en la cabeza a todas las situaciones que me habían llevado a donde
estaba en estos momentos. A punto de volver a Forks y de recuperar lo que era mío.
Porque sí, yo ya había tomado la decisión de ir a Forks, la tomé aquella noche en la
que cenando con Marco y Didyme, me convencieron entre todos de hablar con Rose.
La misma noche en la que Rose me contó toda la verdad. Pero eso no quería decir
que le hubiera perdonado. Esa decisión que, en su día era firme, aunque dependía
de lo que pasase en Forks el que regresara o no a Jacksonville, ahora no lo era tanto,
dependía de lo que habláramos y del compromiso al que él estuviera dispuesto a
llegar. También dependía de mi capacidad para poder perdonarle, porque no lo
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había hecho aún y me resultaba difícil hacerlo.

Mientras rellenaba los papeles de ingreso de un paciente, mi mente voló hacia el


día en que me llamó por teléfono para decirme que me dejaba

Flashback (Cinco años atrás)

Llevaba varios días mosqueada, Edward me había dicho que se iba a venir un
tiempo conmigo a Jacksonville para apoyarme en el problema que me había surgido.
Estaba ilusionadísima por ello, pero cada vez que me llamaba me daba largas y la
última vez se mostró distante y frío. Preocupada llamé a mi madre y a Rose y la
reacción de ambas por teléfono me asustó todavía más. Así que decidí posponer la
entrega de mi carta de dimisión, pedir el fin de semana y viajar a Forks para ver por
mi misma que sucedía. Cuando estaba haciendo la maleta, el teléfono sonó

-Bella es para ti, es Edward -me dijo Alice que estaba conmigo en ese momento y
menos mal. Mi corazón empezó a latir a mil por hora.

-Edward, mi amor, ¿cómo estás?, ¿qué pasa? -le pregunté ansiosa.

-Bien, esto… yo…verás Isabella, hum -su tono de voz me causó mucha
preocupación. Además él nunca me llamaba Isabella -tengo que hablar contigo.

-¿Qué pasa Edward? -le pregunté muy preocupada y temiendo lo que pudiera
decir.

-Bueno, verás -empezó y mi corazón dejó de latir en ese mismo instante-el caso es
que he conocido a alguien. Bueno, en realidad digamos que la he conocido mejor y
nos hemos enamorado. Yo te he querido mucho Bella, pero con ella me he dado
cuenta que lo que sentía por ti, no era amor. Con ella sí que he conocido el auténtico
amor. Siento hacerte daño pero es así. Te ruego que me firmes los papeles de
divorcio, que en breve te llegarán, porque no puedo esperar más tiempo para
casarme con Tanya, el verdadero amor de mi vida.

No podía ser cierto, no podía ser verdad lo que estaba oyendo… ¿Tanya?… ¿El
amor de su vida? ¿Qué estaba pasando? Si hace tan solo unos pocos días hablaba de
venirse conmigo. Con las pocas fuerzas que me quedaban pregunté:

-Edward, ¿cómo que ya no me quieres? ,¿qué pasa con nosotros y nuestra hija?-le
seguí interrogando desesperada y pensando que era una pesadilla, fruto del estrés,
de la que pronto me iba a despertar.

- 60 -
-Lo que oyes Isabella, ya no te quiero -me confirmó -nunca te he querido y en
cuanto a nuestra hija… no quiero saber nada de ella, sólo quiero olvidarme de todo
cuanto antes e iniciar una nueva vida junto a Tanya.

No pude seguir escuchando más, tiré el teléfono lejos de mí como si me hubiera


dado un calambrazo y empecé a llorar como nunca había llorado, menos mal que
tenia a Alice en casa que me atendió. Después de estabilizarme un poco cogió a mi
hija en brazos y me llevó a urgencias con un colapso nervioso tremendo.

Días después recibí los famosos papeles de divorcio. Ni una nota explicando, ni un
lo siento, nada. Sin poder creérmelo, pues apenas unos días antes habíamos estado
hablando de que se vendría conmigo, los firmé. Firmé totalmente destrozada
aquellos papeles que me separaban para siempre de él y junto a ellos, le mandé en
un sobre el maravilloso anillo y la alianza de su madre que una vez había puesto en
mi dedo y una pequeña nota que decía: dáseloaquiendeverdadames. Porque, aunque
me hubiese roto en mil pedazos y los hubiera tirado a la basura, yo seguía y siempre
seguiría amándole y por supuesto quería que fuera feliz. Por lo menos uno de los dos
iba a serlo, pues yo estaba rota y malherida y no creía que nadie nunca pudiera
curarme.

Fin del flashback

Mientras firmaba el siguiente parte de ingreso, mi mente viajó hacia delante, al


momento justo en que Carlisle me había ofrecido esa plaza.

Nuevo flashback (tres meses antes)

-Bella -me llamó Sue, una de las enfermeras del turno de noche.

-Sí -le contesté-, que no sea otra urgencia por favor -rogué mentalmente.

-El jefe me ha dicho que te busque y te diga que subas a su despacho, que quiere
hablar contigo -me informó Sue siempre tan profesional.

-Gracias Sue, ya voy - ¿Qué querrá este hombre ahora? , me preguntaba


encaminándome con paso rápido hacia el despacho de Carlisle, director del servicio
de Urgencias desde hacía tres años, padre de mi amiga Alice y al mismo tiempo mi
maestro, mi amigo y mentor. Cuando llegué a la puerta llamé y la voz de Carlisle se
oyó desde dentro.

-Pasa.

- 61 -
-Hola, buenos días -saludé entrando a su despacho.

-Buenos días Bella, pasa y siéntate por favor.

-Tú dirás -le dije expectante.

-El motivo de mi llamada es que quería hablar contigo sobre un posible traslado
que creó te beneficiara. Veamos, tengo aquí una solicitud tuya hecha hace años para
poder ocupar una vacante en el hospital de Forks cuando la hubiera -me informó
soltándolo todo de golpe y como si no estuviera enterado de nada.

-Sí, pero eso fue hace tiempo Carlisle, sabes lo que pasa ahora…

-Bueno, el caso es que es ahora precisamente cuando se produce esa vacante -


dijo impasible a lo que yo le estaba diciendo -el antiguo hospital se ha quedado
pequeño para albergar a tanta gente, pues como tú sabes Forks ha crecido
considerablemente en este tiempo. El caso es que está siendo ampliado y hay
vacantes libres. Una de ellas es para ti, si la sigues queriendo. Mi consejo es que la
aceptes pues es una muy buena oportunidad ya que el director de ese hospital, que
por cierto voy a ser yo ¿no te lo había dicho? , solo quiere a los mejores y tu trabajo
estos últimos años ha sido impecable. Irías allí como Jefa del servicio de Urgencias.

-Pero ¡¿Cómo es posible que hayas pensado en mí, precisamente tu Carlisle?


Cuando… cuando sabes… además por mucho que me recomiendes que nunca podré
volver, ya sabes que hay alguien detrás impidiéndolo.

-Créeme Bella, eso podría ser antes, pero ahora nos tienes a mí y a Marco de tu
lado. Además el hospital necesita personal, sobre todo en el área de urgencias y
cuando se han puesto a revisar tu currículum y han visto que era intachable, han
estado de acuerdo conmigo en que serías una excelente directora de esa área.
Además también ha contado el hecho de que hace tiempo ya solicitabas esa plaza.

-Sí, sabes que lo hacía, por aquel entonces eras mi supervisor y el de Alice -le dije
compungida.

-Y te lo dije entonces, te lo digo ahora y siempre te lo diré, nunca entendí porque


no te dieron ese traslado -me dijo por enésima vez-. Siempre pensé que había algo
raro en todo eso y después de lo que te pasó con... Bella, deberías volver y enfrentar
la verdad, yo pienso como Alice. Algo extraño hay en todo esto para que un chico
como Edward te dejara así con lo mucho que te amaba. Sabes que yo fui testigo
muchas veces de vuestras llamadas telefónicas, alguna que otra vez escuché sin
querer lo que te decía y de la noche a la mañana… Bella hay algo raro, y mi hija
- 62 -
piensa igual

-Pues estáis equivocados Carlisle, yo sé lo que oí - respondí con terquedad. La


verdad es que a la primera que le parecía raro era a mí. Lo que más me hacía dudar
fue esa promesa de venir a verme para estar conmigo hasta que se solucionase lo de
mi traslado o despido y también el hecho de que me llamase Isabella. Pero sé lo que
oí, no soy sorda.

-A veces no debemos fiarnos de las apariencias Bella. En cualquier caso tienes


tiempo de pensártelo, el hospital nuevo está en fase de construcción, pero pienso
que es tu oportunidad, profesional y personal. Y además, no tendrías que marcharte
sola, ya te he dicho que hay varias plazas vacantes y seguro que mi hija, si sus
padres y su mejor amiga se van a Forks, ella querrá venir también.

-Pero Alice tiene su marido aquí, yo…no sé -dije intuyendo que el hospital de Forks
tendría dos nuevos médicos, como poco.

-Créame doctora Swan -dijo con sorna-, o poco conozco a la doctora Whitlock, o
ella misma se ofrecerá a ir tras Vd. Si algunas veces he llegado a pensar si no erais
gemelas y a ti te secuestraron al nacer. Prométeme pensártelo Bella -dijo otra vez de
forma paternal-, no me quiero marchar y dejar aquí a mi mejor directora de
urgencias, a mi mejor alumna, a mi segunda hija… Y seguro que Esme se pondría
muy triste si os deja atrás ya sabes lo que os quiere.

Esme, la esposa de Carlisle y madre de Alice, siempre tan maternal y adorable.

-Está bien Carlisle, pero no te prometo nada -dije convencida de que no iba a
volver, pasase lo que pasase

-Esa es mi chica -dijo Carlisle sabiendo a su vez que tendría que seguir insistiendo
para convencerme.

Caminé nerviosamente a través de los pasillos y con el corazón latiéndome a mil


por hora. ¿Volver de nuevo a Forks? Bueno, le pasaría por la cara a más de uno mi
triunfo. Pero, ¿volver y no poder estar con él? No te rayes Bella, él tiene su casa, a
su amada y bellísima esposa y tu…solo tienes soledad.

-Pues yo creo que deberías aceptar y por supuesto yo me voy contigo, ya sabes
que eres como mi hermana, y la familia permanece unida. Además mis padres
también se van. Es una gran oportunidad para ti Bella, no la desaproveches, yo
estaré a tu lado como siempre lo estuve -decía Alice, sin apenas respirar ni hacer
pausa entre frase y frase y, claro , sin dejarme meter a mi ni una sola palabra entre
- 63 -
medias aunque esta fuera de canto. Llevaba dos días persiguiéndome por todo el
hospital dándome la murga.

-Alice no puedes estar toda la vida cuidando de mí. Y además, ¿qué hay de Jasper?
Él no puede dejar su trabajo así como así -le dije en un intento de convencerla, pero
sabía que era inútil.

-Bella eres como mi hermana -siguió diciendo tercamente.

-Muy bien Alice, pero repito ¿qué pasa con Jasper?

-Estoy segura de que Jasper no pondrá ninguna objeción a pedir su traslado


-contestó muy segura de sí misma-. Total que más le da estar aquí que en Forks.
Mira a lo mejor hasta le viene bien y dejar de tener que estar todo el día en la calle.
A ver si se decide a solicitar una plaza en psiquiatría.

-Tu idea es buena, pero ahora tendrás que contar con que Jasper quiera -le dije
alzando una ceja ante la seguridad de mi amiga.

-Querrá Bella, querrá. Ya sabes lo que Jasper siente por ti, no te dejaría sola y
menos… bueno ya sabes -dijo de nuevo con esa seguridad que había tenido durante
toda la discusión.

- Alice yo no sé… -contesté muy convencida de que ni ella ni nadie me haría volver
a un sitio donde el hombre del que estaba locamente enamorada, se paseaba por ahí
besuqueándose con su nueva esposa.

-Acepta Bella, vuelve a Forks y…. puede que así encuentres la respuesta a esas
preguntas que evitas hacerte, creo que ya es hora de que averigües que pasó -me
cortó Alice en lo que iba a decir.

-¿Y qué tengo que averiguar Alice? -le dije desafiante-, él no me quiere, me dejó y
se casó con la mujer que verdaderamente quería. Fin de la historia.

-Ya te he dicho mil veces, que no me lo creo -contraatacó Alice tercamente-, algo
pasó Bella, algo que le hizo actuar así. Edward te adoraba, besaba el suelo por
donde pisabais Gaby y tú, y ¿de repente te dice que no te quiere?, vamos Bella…

-No sé Alice, me lo tendré que pensar -contesté intentando zafarme de la


situación.

-Yo creo que no hay nada que pensar, nos vamos a Forks y punto-sentenció
- 64 -
empleando ese tono autoritario que la caracterizaba cuando tenía problemas en
conseguir algo.

-Que segura estás de que tú también tendrás una plaza -bromeé para aligerar el
ambiente.

-Carlisle me llamó también y me ofreció otra de las plazas, y ya la acepté -anunció


como quien anuncia que se va de vacaciones.

-Y que te hace pensar que yo la voy a aceptar para haber hecho eso tan
precipitadamente, además sin ni siquiera decírselo a Jasper -le pregunté alzando
ahora las dos cejas.

- Él también lo sabe y ha solicitado su traslado -me informó. Menudo complot,


pero esta vez no podrían conmigo.

-A lo mejor no se lo dan -le dije tozuda.

-Tonterías, siendo su jefe tan amigo de Carlisle, además ese hospital necesita
gente y si no le conceden el traslado como médico del 911, pues Carlisle le ofrece
otra plaza y listo -dijo dando saltitos mientras hablaba.

-Viva el nepotismo ilustrado, Alice -dije con sorna-, además, te repito, ¿qué te hace
pensar que con todas estas maniobras yo voy a aceptar?

-Nunca apuestes contra mi Bella, parece mentira que no lo sepas -dijo con ese
tono misteriosos que empleaba cuando quería dar a entender que adivinaba el
futuro.

-No sé Alice, me lo tendré que pensar.

-Bueno Bella, se me acabo la paciencia, aceptas sí o sí -dijo autoritaria y furiosa.

-Alice, no me presiones por favor.

-Rose, tus padres y los niños vienen de vacaciones dentro de tres meses así que…
entre las tres-dijo mirándose la uñas.

-Por Dios, eres un verdadero diablillo. ¿Lo sabías?

-Sí y además, esta noche en la cena que tenemos con Marco y Didyme pienso
sacar el tema -anunció triunfante.
- 65 -
-Alice, ¿no te vas a rendir?- le pregunté con cierto tono de cansancio en mi voz.

-No

Y dicho esto se alejó, según ella, a atender un paciente que acaba de entrar por la
puerta, pero yo estaba en la misma puerta que ella y no vi ninguno, así que me sonó
como una retirada discreta.

Era inútil seguir luchando con ella. Se había propuesto que yo tendría que
regresar a Forks para aclarar y entender porque Edward me había hecho esto y
estaba decidida a que volviera .No hay que olvidar que estábamos hablando de un
duende perverso, entrometido y manipulador, sé que nada podrá detenerla, pero
yo… no deseaba aceptar, no quería sufrir más y, sobre todo, no quería hacer sufrir a
Gaby.

Pero la idea de Alice no era mala. Ir y enfrentar de una vez los demonios de mi
pasado, volver a mis raíces, a mi hogar, con mi familia o lo que quedaba de ella,
pero mi hogar al fin y al cabo. No sé. Tal vez esta noche en la cena. Marco era muy
buen consejero no en vano tenía el puesto que tenia y Didyme era buena y
compresiva, me recordaba a mi madre, en realidad, tanto Esme como ella habían
sido como unas madres para mí. Hablaría con ellos, por hacerlo nada iba a perder.

Marco, jefe del FBI, su esposa Didyme, su hija Kate, Garrett, el marido de ésta y
su ahijado Jasper, se habían incorporado a nuestra pequeña familia, hacía un
tiempo, desde que al Jefe, de vacaciones en Jacksonville, le dio un infarto y fue
atendido por nosotras.

Fin del Flashback

Hola chicas pues aquí estoy antes de tiempo con un nuevo capítulo. Estoy
teniendo serios problemas con Internet y he decidido adelantar la publicación del
capítulo ya que no sé en que momento me voy a quedar sin conexión pero esto no
quiere decir que vaya a publicar todos los viernes es un caso excepcional. El
calendario de publicación se mantiene en los domingos de madrugada (hora
española) o en los lunes por la mañana pues hay que darle a mi beta su tiempo para
poder corregir.

Espero que al leer el momento de la ruptura no hayáis odiado mucho a Edward. ya


vais viendo que algo paso que le obligó a hacerlo y además de esa forma tan cruel.
Dadle el beneficio de la duda al igual que se lo dan los demás, bueno todos menos

- 66 -
Bella... de momento.

Gracias a todas por sus alertas, favoritos y reviews:

Sara-Cris Cullen, saraes , Ssil, vailinight, Titi Cullen, A. Bella Cullen, codigo
twilight, Iare, Patchmila Cullen Mellark ,Saha Denali , NuRySh, Areli Pattirson
,Paaameeelaaa ,lizzy90 ,anamart05 ,Angie Masen ,tany cullen, yolabertay
JosWeasleyC, Maya Cullen Masen ,ludgardita ,yasmin-cullen,Pam Malfoy Black
,Ludwika Cullen ,aizen63 ,carlita16

- 67 -
Chapter 7

Disclaimer: Ninguno de los personajes que aparecen aquí me pertenecen.


Son propiedad exclusiva de la magnifica SM. Yo solo he jugado con ellos
para crear esta mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi
cosecha.

Sábado13 de agosto. Un día muy especial. Mi regalo para todas.

Capitulo 6:Marco

PovBella

-Bella -llamó Alice entrando por la puerta- ¿Te queda mucho? Estoy muerta de
hambre.

-No -contesté -sólo reviso esto que me queda y voy.

-Me adelanto a coger mesa y la comida -dijo decidida.

-No se te olvide la tarta de chocolate si hay.

La misma ansiedad que tenia me hacia necesitar dulce a todas horas. Mientras
terminaba de firmar los últimos expedientes, mi mente voló de nuevo hacia esa
famosa cena.

Flashback

-Bella abre por favor -me pidió Jasper.

-Voy -dije encaminándome a la puerta.

-Bella cariño, que guapas estás -exclamó Didyme al entrar, siempre tan amable-.
Hola Gaby, cielo -añadió dando otro beso a mi hija.

-Hola Didy -respondió Gaby besándola igualmente.

-Bella, Gaby -nos saludó Marco-, que alegría me da veros.

- 68 -
Esperamos a que llegaran Carlisle y Esme y nos sentamos a cenar todos juntos. La
cosa iba muy bien hasta que Alice, siempre tan oportuna, decidió intervenir.

-Tengo que deciros que a Bella le han ofrecido el traslado al nuevo hospital de
Forks y la muy tonta no quiere aceptar.

De repente noté que Jasper y Marco se miraron entre ellos con, ¿desconcierto?,
¿miedo?, ¿confusión?… al tiempo que Didyme decía…

-Bella por dios tienes que aceptar, no puedes dejar pasar esta oportunidad -medio
suplicó mirándome directamente a la cara-, si lo haces por lo que ya sabemos pues…
en fin, el caso es que te comprendo, pero es una buena oportunidad Bella, deberías
pensarlo.

-También queríamos deciros que si Bella decide irse, Alice y yo nos iremos con ella
-anunció Jasper dirigiéndose a sus padrinos-, hay plazas libres porque el hospital
que se está construyendo es mucho más grande que el anterior y como Carlisle va
de Director del mismo pues…

-Pues nada, que papá Carlisle se lleva a la familia detrás ja, ja, ja -dijo Marco
dando palmadas en el hombro a Carlisle-. Opino igual que Didyme, debes aceptar
Bella, a mi esposa y a mí nos encantará ir a visitaros a Forks. Qué maravilla -dijo con
la vista fija en un punto inexistente- volver a Forks, te lo imaginas Didyme.

-Ya lo creo que sí -se sumó su esposa con expresión nostálgica.

-¿Volver a Forks? - preguntó Jasper desconcertado y mirándonos a Alice y a mí


que estábamos igual de confundidas.

-Bueno, es una larga historia, que quizás haya llegado el momento que sepas
Bella, pero antes debo informarte de algo, en realidad a eso había venido -dijo
Marco de una forma muy misteriosa.

De repente noté que entre Jasper y Marco se miraban de nuevo ¿Qué diablos
pasaba?

-Estoy viendo como os miráis -les dije con la sensación de haberlos pillado en un
renuncio-. ¿Qué pasa?

-Gaby preciosa, ¿por qué no vamos tú y yo a ver esa peli tan bonita que querías
que viera? -propuso Didyme quitando de en medio a mi hija.

- 69 -
-¿Qué pasa Jasper, Marco?-pregunté empezando a sentir una enorme inquietud.
¿Habría pasado algo a alguien de mi familia? ¿A Edward?

-Verás Bella -empezó Marco-, el motivo por el que estamos hoy aquí no es por una
simple visita, es por algo más. Es muy curioso que se te haya ofrecido ese puesto
precisamente ahora que…-añadió elucubrando para sí mismo.

-Precisamente ahora, ¿qué que? -inquirí ansiosamente.

-Bella, el padrastro de Rosalie y suegro de… bueno pues ya sabes quién y su


cuñado, así como el resto de la familia están siendo investigados y eso incluye al
marido de Tanya, a Emmet y Rosalie y a tu padre -siguió diciendo Marco.

-¿Investigados?… ¿Por qué? -preguntamos a la vez sorprendidos e impresionados


por la noticia Alice, Esme, Carlisle y yo.

-Por malversación de fondos y prevaricación… - continuó Marco y los demás


escuchábamos callados, perplejos y con la incredulidad en nuestros rostros -tenemos
sospechas de que Cayo, Alcalde de Forks, ha cometido muchas irregularidades en el
ejercicio de su cargo. Hemos encontrado indicios y pruebas de las mismas y Aro está
involucrado en todas ellas. Así mismo, tenemos constancia de que Aro es
responsable de un sinfín de secuestros, chantajes, extorsiones y hasta tenemos
sospechas de que escudado tras sus esbirros, es culpable de asesinato. De hecho,
ese accidente en donde murieron los padres de… y de Rose no está nada claro. En
su día se archivó pero me consta que tu padre nunca se quedó tranquilo, hay
indicios de que investigó por su cuenta y de nuevo ha vuelto a hacerlo -terminó
Marco dejándonos completamente pasmados, pero a mí a la que más.

-¿Estás queriendo decir que el padre de Tanya es el culpable de la muerte de los


padres de Rose y Edward? -pregunté sin dar crédito a mis oídos.

-Sí, no hay pruebas aún, pero sí, eso es lo que se sospecha -confirmó Marco -.
Bella, el coche del padre de Edward se quedó sin líquido de frenos y este pudo haber
sido manipulado y sacado intencionadamente. El problema es que el auto se
destruyó y junto a él, las pruebas que lo demuestran. Pero, ¿recuerdas el incidente
que tuvisteis Jasper y tú hace unos días?

-Sí claro que lo recuerdo - contesté yo temblando al pensar lo que podía habernos
sucedido.

-Bella, no quiero asustarte pero…-y dejó ahí la frase dejándome todavía más
confusa y encima asustada.
- 70 -
-¿Pero alguien pudo manipular mi coche para que no funcionaran los frenos, es
eso lo que quieres decir?-le pregunté directamente al que ahora consideraba mi
protector- , pero ¿por qué?, ¿qué les he hecho yo?

-Ser una Swan, Bella. Y que Edward se enamorara de ti -dijo Marco muy
contundente.

-Pero él está con Tanya, la quiere a ella-no entendía nada de nada.

-O eso intentan hacernos creer -dijo Marco de nuevo-. Bella, antes de venir aquí,
yo ya sabía lo de la plaza y al igual que yo alguien lo sabe en Forks, incluso antes de
que Carlisle te la ofreciera formalmente, y ese alguien lleva maniobrando desde el
mismo instante en que lo supo para que no vuelvas. Al hacer yo la maniobra
contraria, me temo que provoqué tu accidente.

-¡¿Qué?- no salía de mi asombro- ¿Qué me estás contando? - pregunté perpleja de


nuevo.

-Bella -empezó a explicar Carlisle-días antes de llamarte al despacho para


ofrecerte esa plaza, me puse en contacto con las autoridades pertinentes en Forks
para dar los nombres de mi futuro equipo. Sí, sí, ya sé que hice mal sin consultarte,
pero me metieron prisa y Alice y yo sabíamos que no ibas a aceptar tan fácilmente.
Pero también sabemos que debes y necesitas volver, así que nos confabulamos para
hacer todo lo posible para que aceptases. Mis razones ya te las dije. No te enfades
por favor, la decisión final es tuya. El problema es -añadió-, que en Forks ya saben
que hay una posibilidad de que vuelvas. O lo que es lo mismo, creen que vas a
volver.

-¿Qué me estáis queriendo decir? -estaba asombrada, en shock, no entendía nada.

-Pues lo que oyes, hay alguien que no quiere que vuelvas, que en realidad nunca
quiso que lo hicieras -sentenció Marco.

-¿Y eso que tiene que ver con… bueno con él y mi hermano?-pregunté muy
confundida.

-Bella, Rosalie es hijastra de Aro y esposa de Emmet, y Tanya es bueno… ya sabes


que es. La familia directa suele ser siempre investigada y eso incluye a tus padres,
pues casualmente, sus dos hijos están casados con las dos hijas de Aro -me informó
Marco.

-¡Dios mío Bella, eso lo explicaría todo!-exclamó de pronto Alice-. Bella, puede que
- 71 -
Edward te dejara porque por alguna razón o motivo, él se implicó y no quería verte a
ti metida en este asunto. A lo mejor por alguna causa él y Emmet se metieron sin
darse cuenta o queriendo y pretendieron evitar que tu tuvieses algo que ver con lo
que fuera, y por eso… bueno, te hizo lo que te hizo…

-No seas tonta Alice -le corté antes de que hablara más de la cuenta y me hiciera
recobrar una esperanza que tenía miedo de recobrar-, él no me quería, yo le oí
perfectamente por teléfono.

-Sí Bella, sí, es por eso que dejó también a su hija -refutó Esme.

-Pues no sé Esme, que quieres que te diga -contraataqué.

-Bueno -cortó Marco-, la cuestión es que están siendo investigados. Sólo


queríamos que lo supieras y pedirte un favor. Al ser Rosalie amiga y cuñada tuya,
hemos pensado que tal vez podrías contarle todo. Yo sé que ni tu padre, ni tu
hermano ni él, están implicados, los conozco lo suficiente como para saberlo, al igual
que conocía a William , Rossie, Edward y Elizabeth. Si te soy sincero su
investigación es más una pantalla para protegerlos que una investigación en sí.

-Lo cierto Bella -prosiguió diciendo Marco-, es que toda tu historia es muy extraña
y como agente que soy del FBI no puedo dejar de ser profesional ni por un momento
y esa historia que me contaste… ¿Por qué de la noche a la mañana ese hombre, que
decía quererte tanto, dejó de hacerlo? ¿Por qué de la noche a la mañana dejó a su
hija y a ti empantanadas, si esa no era su forma de ser tal y como me has contado?
¿Por qué tu hermano dejó de ser tu hermano? ¿Por qué Rosalie te dijo que ya estaba
harta, que iba a coger a sus hijos y a tus padres y venir a verte? Creo que Alice tiene
razón Bella, aquí hay algo -dijo Marco para concluir con su elocuente exposición de
los hechos.

-Concuerdo con mi padrino Bella -intervino Jasper en ese momento-, hay algo que
se nos escapa en este asunto.

-Además Bella -volvió a insistir Marco -, que te ofrezcan ese puesto en este
momento, puede ser muy conveniente. Por lo que tú me contaste, seguro que hay
una mano negra que siempre te ha impedido volver a tu pueblo con tu familia y
marido. Sospecho que es la misma persona que te separó de Edward y, si tú me lo
permites Bella, voy a estar pendiente de este asunto y en el momento en que alguien
intente impedir que regreses, ahí estaré yo para evitarlo, claro… en caso de que
quisieras volver.

-Tienes mi permiso Marco -le dije confiando plenamente en él-, la verdad es que
- 72 -
yo… no sé qué pensar. Si queréis que os diga la verdad, al principio yo también me
hice todas esas preguntas pero al no tener respuesta para ellas y ser solo eso,
preguntas sin respuestas, las dejé aparcadas en un rincón de mi mente. Pero mi
subconsciente me sigue gritando que hay algo raro en el comportamiento de
Edward, tal vez el me mintió por alguna razón que tuviera que ver con lo que me
contáis, tal vez aún me quiera. Pero por otro lado no sé, no creo que tengáis razón,
yo sé lo que me dijo -concluí apesadumbrada.

-Sí, pero a veces hay que ver más allá de lo que parece que hay -dijo Jasper -Bella,
dices que Edward cuando habló contigo te llamó Isabella, ¿no?, ¿no podría ser esa
una clave para explicarte de alguna forma que no creyeras lo que oías?

-No lo sé Jasper, yo… estoy muy aturdida.

De repente la esperanza volvió a renacer en mi interior, la esperanza de que tal


vez todo había sido una mentira, que Edward actuó así para protegerme, pero eso
también significaba una cosa y es que estaba metido hasta las cejas en este asunto,
al igual que Emmet. ¿Cómo es posible?, ¿Qué les podía haber llevado al punto de
meterse en asuntos turbios?, pero también podía significar que me quería, madre
mía que lío…

-¿Sabes qué, Marco? -dije resuelta-,yo he pasado todo este tiempo preguntándome
lo mismo y negándome a indagar por miedo a encontrar lo que no quería, pero creo
que ya es hora de cambiar eso.

-¿Y qué harás con lo del traslado, Bella? -preguntó Carlisle.

- Bella -dijo Esme esperanzada-, di que sí, por favor.

-Primero hablaré con Rosalie y con lo que saquemos en claro, lo aceptaré o no.
Créeme Marco, si hay una mínima posibilidad de que todo esto sea una farsa y tal
vez Edward aún me quiera, tengo que averiguarlo, así que investiga lo que quieras,
pero aceptaré o no, según lo que hable con Rosalie -añadí con mi decisión tomada.
Pero había una cosa que Marco dijo, más bien que no dijo…

-Esto, por cierto… una cosita, dices que te gustaría volver a Forks y has
mencionado a mi familia y a los padres de Rosalie y de Edward.

-Bella, hay algo que te hemos ocultado -dijo Marco-, más bien os lo hemos
ocultado a todos, pero sobre todo a ti. Nosotros somos originarios de Forks, ¿de
verdad que nunca has relacionado mi apellido con el de Aro y Marco?

- 73 -
- ¡Anda!-dije, dándome cuenta de repente-, pensé que era una coincidencia.

- Pues no lo es -siguió diciendo -Aro y Cayo son mis hermanos y Rosalie, la madre
de tu amiga, era mi hermanastra.

-¿Qué? -volvimos a preguntar todos a la vez, sorprendidos por aquella declaración.

-Todo el mundo en el pueblo cree que Rosalie Vulturi, después Rosalie Hale, era
una prima nuestra lejana, pero era mentira. Era hija natural de mi padre, producto
de una relación extramatrimonial que mi padre mantuvo durante mucho tiempo con
una mujer a la que por lo visto quiso mucho. Esa mujer murió sospechosamente en
extrañas circunstancias, y mi padre nos impuso la presencia de Rose en casa y nos
obligó a todos, mi madre incluida, que la tratáramos como a una hermana o hija
más. Ni mi madre, ni Aro ni Cayo aceptaron nunca eso y ni que decir tiene que la
odiaban y le hacían la vida imposible. Pero a mí siempre me cayó bien Rossie, ella no
tenía la culpa y la quería de verdad. Me dolió muchísimo saber de su muerte.
Todavía no comprendo los motivos que llevaron a Aro a adoptar a su hija, supongo
que por mantener la buena fama en el pueblo o… como una vía para su venganza.

Aro y Cayo nunca nos gustaron, nunca, ni nos gustaba la forma en la que actuaban
y trataban a las personas. Por eso me junté con William y mi hermana, que ya estaba
enamorada de él, se venía conmigo y así entablamos amistad con tus padres, con
Didyme -dijo mirando a su esposa con amor-, y con Edward y Elizabeth. Nos
convertimos en los mejores amigos e íbamos siempre juntos a todos los lados. Pero
verás… ¿cómo te digo esto? Elizabeth, antes de que llegara Edward al pueblo, era
novia de Aro. Lizzie, como todos la llamábamos, estaba más que harta de él, de su
posesividad, de su forma de tratarla, vamos si fuera hoy día, esa forma de tratarla
tendría un nombre -yo bufé al oírlo, si había algo que había aprendido a odiar con
todas mis fuerzas en mi trayectoria como médico, era el maltrato, viniere de donde
viniera.

-Cuando apareció Edward - seguía contándonos Marco-, se enamoraron locamente


y Aro lucho con uñas y dientes contra él para quitarlo de su camino. Aro tenia la
ayuda de mi hermano pero Edward contaba con nosotros. Al final terminaron
casándose.

-Durante la boda de los padres biológicos de Edward, Aro juró vengarse de todos
-prosiguió contándonos y yo escuchaba en estado de shock-. Unos días después,
Didyme y yo fuimos sometidos al chantaje más vil y cruel que pudiera existir.

-Dos días después de que Edward y Lizzie se casaran -empezó Didyme que había
vuelto a incorporarse al grupo tras dejar a mi hija viendo una película - recibí una
- 74 -
nota de tu madre explicando que tenía algo que decirme y no quería hablar por
teléfono, y que nos encontráramos en un bar que frecuentábamos en Port Ángeles.
Cuando llegué allí no había nadie y tras esperar un rato, llame a Renée para
preguntar qué pasaba. Renée me dijo que ella no sabía nada y que no me había
enviado ninguna nota. Molesta por lo que creía que era una broma de mal gusto de
mis amigos recogí mis cosas para marcharme de ahí. Pero en ese momento tres
tipos empezaron a meterse conmigo y consiguieron llevarme a un descampado
próximo y allí bueno…Por suerte, le dejé dicho a mi madre donde iba a estar, y
Marco al pasarse por casa y saberlo, quiso sorprendernos a Renée y a mí.

-Mientras iba hacia allá -añadió Marco -Renée me llamó por teléfono para
avisarme de que algo raro pasaba, así que aceleré lo más que pude.

-Marco llegó en el momento justo y menos mal. Como puedes imaginarte hubo una
pelea y la policía de Port Ángeles nos detuvo. Milagrosamente, el abogado de mi
suegro apareció para sacarnos de ahí.

-Cuando volví a mi casa -prosiguió Marco el relato donde Didyme lo había dejado -,
mis hermanos me dijeron que había sido cosa suya para demostrarme que podían
hacer daño a la que, por aquel entonces, era mi novia, mucho daño chicos, si yo no
accedía a ponerme de su lado en todo lo que a ellos se les ocurriera hacer contra
mis amigos. Esa misma noche y sin darles tiempo a reaccionar, cogí a Didyme y nos
marcharnos del pueblo. No volví a saber más de mis amigos ni de mis hermanos.
Decidí olvidarme de Forks y de todo lo que tuviera que ver con ese pueblo. Cuando
entré en el FBI y empecé a tener un puesto de más responsabilidad -continuó
contándonos mientras el resto estábamos completamente en shock por todo lo que
estábamos oyendo-, me planteé la posibilidad de investigar a ver si conseguía algo
contra ellos, y empecé a hacerlo por mi cuenta. Era como una especie de venganza
personal. Pero son muy listos y tenían todos los cabos bien atados, no sabía por
donde cogerlos. Y no podía iniciar una investigación oficial sólo con lo que tenía. Mi
investigación privada continúo sin éxito todos estos años. Hasta que te encontré
Bella, y por ti supe que tanto los padres de Rose como los de Edward habían muerto
en ese accidente de coche.

-Al contarme esa historia sobre Edward, el hijo de mi amigo, el que luchó por su
amor hasta el final, no podía creerme que un hijo de un hombre así, pudiera haberle
hecho eso a una mujer y menos a su mujer y a su hija. Me sentí muy culpable por no
haber podido hacer algo contra ellos antes y que como resultado de mi, digamos
ineptitud, tres de mis amigos y mi propia hermana habían muerto y el resto junto a
sus hijos posiblemente fueran víctimas de un chantaje. Así que empecé a investigar
más a fondo ampliando la investigación hacia tu familia. Bella, tu hermano Emmet
compró unas tierras para construir una casa a su mujer, Aro le prestó el dinero y a
- 75 -
partir de ahí… fue cuando Edward te dejó.

- ¿Estás queriéndome decir que a lo mejor mi familia y Edward son víctimas de un


chantaje? - dije yo con voz temblorosa, bueno toda yo era un puro temblor. A mi lado
vi como Esme, Carlisle y Alice contenían un grito

-Sí, y el hecho de que tu familia esté incluida dentro de la investigación, no es más


que una maniobra legal para protegerlos de las sospechas de Tanya y mis hermanos.
Bella -continuó hablando Marco-no sé si te das cuenta de lo peligroso de la
situación, pero además quiero llamar tu atención sobre algo más. Yo me fui del
pueblo porque no estuve dispuesto a someterme al chantaje de mis hermanos. Me
pregunto si Aro y Tanya no han sometido a un chantaje igual a Edward y Emmet, es
decir, amenazaron con hacerte daño o algo así y por eso Edward te dejó. Además,
hemos descubierto que por aquel entonces, mira tú qué casualidad, tanto Edward,
como Emmet y tu padre fueron investigados por abuso de autoridad en el ejercicio
de sus funciones y al mismo tiempo tú estuviste a punto de ser despedida. Esta
investigación contra tu padre y hermanos se archivó en el momento en que Edward
te dejó. Las fechas coinciden y en ese tiempo a ti te comunicaron que no te iban a
despedir y que mantenían tú puesto de trabajo. ¿No te dice algo todo esto?

-Sí, me dice que mañana mismo tengo que llamar a Rose -contesté tomando en ese
mismo instante una decisión.

Al día siguiente llamé a Rosalie y después de algunos minutos de desconcierto por


la historia que le estaba contado y llevada por la ira de que creyera que su marido y
cuñado estaban metidos en asuntos turbios, me contó toda la verdad. Entonces no lo
dudé, acepté aquel puesto que se me había ofrecido junto con la oportunidad de
hacer algo para poder volver a estar juntos. Para poder volver a recuperar su amor.

Marco me dijo días después, que había habido muchos movimientos por parte de
Tanyay Aro para que me revocaran la plaza. Claro Tanya debía estar echando
chispas ante la posibilidad de que regresara. Ahora no tenía la más mínima duda de
porque Edward y yo nunca habíamos conseguido una plaza juntos. Marco dijo que
no me preocupara, que si sus hermanos y sobrina se creían con poder suficiente
para evitar que regresara, él, que verdaderamente sí lo tenía ya había empezado a
mover sus hilos para que yo no tuviera problemas en regresar a Forks. Tenía miedo
de que algo nos pasara a la niña y a mí, aunque pensaba que después de lo que
contó Rosalie, mi obligación era ir allí y plantar cara. Pero decidió velar por mi
seguridad sobre todo después del incidente con el coche, así que a partir de ese día,
un equipo completo de agentes del FBI estaban día y noche encima de mi hija y de
mí protegiéndonos. Además ya tenían una nueva arma para ir contra Aro y contra
Tanya. Había muchos motivos por los que Aro podía acabar arruinado y en la cárcel
- 76 -
y Tanya ya no tendría armas contra Edward.

Fin del flashback

Tan sumergida estaba yo en mis pensamientos, que no me acordé que Alice me


estaba esperando con la comida. Recogí rápidamente y me dirigí a la cafetería. Al
llegar vi a Alice y a Rose con mi hija, mis sobrinos y ¿Edward? Fuimos hacia donde
estaba Rose y nos fijamos que Edward estaba en la barra con los niños.

-¿Qué hace aquí?-le pregunté a Rose, pensaba que después de volver con mi hija
la dejaría con Rose y se quedaría con mi madre.

-Digamos que ya ha tomado una decisión -me contestó Rose enarcando las cejas.

-¿Y?-pregunté ansiosa y con todo mi cuerpo expectante.

-Bueno, tú misma lo verás, aunque con los diablillos…

-Pues llévatelos Rose, llevároslos Alice y tú -le pedí.

-No le presionemos Bella, si le vemos dispuesto me los llevo ¿vale?

-Hola mamá -me saludó mi niña dándome un beso-, me lo he pasado muy bien,
Alec y Jane se han quedado petrificados en el sitio al ver a papá -noté que mi hija
tenía un brillo especial en sus ojos. Estaba feliz.

-Hola tía -dijeron mis sobrinos -, sí es verdad, no veas que cara se les ha puesto
ja,ja,ja -me di cuenta de que Edward me miraba ansioso.

-Hola -les dije-. ¿Os habéis portado bien con… con Edward?

-Sí, hemos sido muy buenos, por eso papá nos ha comprado este helado-dijo mi
hija.

-Lo siento Bella, a lo mejor tú… no sé -dijo mirándome dudoso y pasándose la


mano por el pelo. Cuánto había echado de menos ese gesto…

-No tranquilo, no pasa nada -le dije-, yo también le compro helados y golosinas
cuando se porta bien. Peronoantesdelacomida, pensé para mis adentros

-Yo voy a ver qué como. ¿Qué te traigo Bella? -dijo Alice. ¿Qué no se suponía que
estaba muerta de hambre y se había adelantado? Claro el hambre se pasa cuando se
- 77 -
cotillea con una amiga de otra amiga. ¿Qué me estaba perdiendo?

-Pues un sándwich de algo y un café, muy cargado - dije no muy segura del café
porque con los nervios…

-Supongo que estaréis cansadas, esta noche me puedo quedar yo con mamá -se
ofreció Edward.

-No -le contesté-, de todas las maneras tengo que quedarme, soy el médico
¿recuerdas? Si pasa buena noche ya descansaré en el sillón de la habitación.

-Bella, yo quisiera hablar contigo -me dijo de repente pasándose la mano por el
pelo de nuevo, y todo mi cuerpo entró en ebullición.

-¿Y de que quieres hablarme Edward? - dije intentando sonar calmada.

-Rose, ¿podríais…? -pidió mirando a Rose y Alice que venía con las bandejas de
comida.

- Sí -dijeron las dos a la vez. Alice dejó la bandeja con mi comida frente a mí, cogió
a mi hija de la mano al tiempo que Rose hacia lo mismo con sus hijos y se marcharon
dejándonos solos…

Bueno pues por fin...al siguiente capitulo hablan ¿Que pasará? No se vosotras
pero yo estoy deseando saberlo.

Gracias a todas por vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, Iare, saraes, Ssil, Iare, PattyQ,
ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC ,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black
,Saha Denali ,Angie Masen ,NuRySh ,yolabertay ,anamart05 lizzy90 Patchmila
Cullen Mellark, tany cullen , yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson
.

Gracias también a todas por añadirme a alertas y favoritos.

- 78 -
Chapter 8

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen aquí me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la magnifica SM. Yo solo he jugado
con ellos para crear esta mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es
de mi cosecha.

He de deciros que este y el que viene son dos capítulos muy emotivos. En
concreto este me ha costado mucho escribirlo para que quedara perfecto,
menos mal que he contado con la inestimable ayuda de mi beta a la que le
doy las gracias desde aquí. Espero que os guste.

Capítulo 7 : Enfrentando la verdad

PovBella

Rose y Alice se marcharon con los niños y nosotros dos nos quedamos a solas. Se
le veía nervioso. Me miraba directamente a la cara con esos preciosos ojos verdes,
tan profundos.

-Bella yo… hay algo que quiero decirte, que tienes que saber, pero no sé por
dónde empezar -dijo pasándose la mano por el pelo en un claro gesto de
nerviosismo…

-Pues yo diría que por el principio ¿no? -le contesté intentando animarle.

- ¿Te acuerdas cuando me llamaste y me dijiste que o bien te cambiaban de


hospital o bien te despedían? -me preguntó ansioso.

-Sí, claro que me acuerdo, tú me prometiste venir a apoyarme, a estar conmigo y


nunca lo hiciste -le contesté con cierto tono de reproche.

-Bella -empezó a contar -ese día yo decidí pedir una excedencia y venirme aquí
contigo definitivamente. Pero… ese día cambiaron muchas cosas. En realidad, ya
habían empezado a cambiar antes de mi llamada. Bella, ese día yo te llamé como
siempre lo hacía para hablar contigo, pero también para contarte que Emmett
podría quedarse en la calle, pues Aro le reclamaba el dinero que le prestó para
comprar unas tierras que adquirió y construirle una casa a Rose; pero al decirme lo
que te pasaba, decidí contártelo cuando nos viéramos…
- 79 -
-Llegué a la comisaría y les conté a tu padre y a tu hermano la decisión que había
tomado. Emmett decidió entonces que tanto Rose como él se venían con nosotros.
Los cuatro juntos a empezar de nuevo en algún sitio. Pero Charlie tenía una
información que echó por tierra esos planes. Servicios Internos nos estaba
investigando a los tres por abuso de autoridad en el ejercicio de nuestra profesión y
podíamos ser despedidos. Nuestra decisión de irnos seguía en pie, pero teníamos
que esperar a que acabara la investigación. Yo estaba cada vez más seguro de que
alguien estaba trabajando en contra nuestra para jorobarnos la vida, y así se lo hice
saber a papá y a Emmett. Emmett dijo que era una tontería, que sólo era un cúmulo
de casualidades, pero Charlie nos sorprendió contándonos una historia del pasado…

-Pasaron los días y nada se solucionaba. Aro seguía reclamando a Emmett el


dinero, la cantidad completa, cantidad que no podíamos juntar. Tú seguías con la
espada de Damocles sobre tu cabeza y nuestra investigación seguía en marcha.
Cuando hablaba contigo, no quería agobiarte más, por eso es que me mostraba tan
distante -dijo mirándome con dulzura. Yo no pude hacer otra cosa que mirarlo con
tristeza; todo lo que me estaba contando me hacía recordar lo mal que me hizo
sentir, la frialdad con la que me trataba por aquel entonces. Esto contestaba todos
esos dolorosos porqués que me carcomieron durante mucho tiempo y que dejaron
una herida profunda en mi corazón; aunque por otra parte, me dolía saber que no
contó conmigo…

-Pues podías haberlo hecho, quizás yo también hubiera podido contribuir con
dinero o pedírselo a alguien. También soy parte del grupo ¿o no?-le reproché
haciéndole ver lo enfadada y dolida que estaba; y es que lo estaba, sobre todo por
haberme dejado de lado y no haber contado conmigo antes de tomar la decisión que
cambió nuestras vidas.

-Por favor -me cortó -deja las discusiones para luego, sino te digo esto de corrido
nunca lo haré ¿ok?-me pidió sujetándose el puente de la nariz con los dedos, se le
veía verdaderamente angustiado.

-Está bien, lo siento, continua… -me disculpé intentando calmarle.

-Pues como te iba diciendo -prosiguió-, las cosas estaban cada vez peor. Y cuando
todo parecía acabado, apareció Aro y su solución.

-Me llamó por teléfono a la comisaria para decirme que quería hablar conmigo
sobre la deuda de mi hermano y qué cuándo podríamos vernos. Yo le pregunté si le
venía bien en ese momento pues me había dejado intrigado y por otro lado estaba
deseoso de acabar con esta situación. El me dijo que de acuerdo, que cuanto antes
mejor, así que dejé a Emmett al mando sin explicarle a donde iba y me fui hacia el
- 80 -
banco.

Salí de la oficina muy mosqueado -continúo contándome. Se le veía súper


nervioso, no hacía más que echarse el pelo para atrás con la mano y todo él estaba
temblando-, mientras caminaba hacia su oficina me preguntaba que querría de mí.

-Me saludó muy cordialmente, con esa cordialidad fría típica de él,
¿recuerdas?-me preguntó. Yo asentí-. Me dijo que quería hablar conmigo porque
quizás con un poco de colaboración por mi parte, se podría olvidar del tema de
Emmett y, por supuesto, solucionar ese desagradable asunto referente a la
investigación a la que estábamos siendo sometidos, y de paso mover sus hilos para
que a ti ni te despidieran ni te trasladaran, sino que te dejasen dónde estabas. Yo
escuchaba atónito y bastante mosqueado, no podía creer que estuviera tan
informado de todo y mucho menos que pudiera solucionarlo, así que le pregunté
cómo podría él hacer todo eso y que tendría que hacer a cambio. Su respuesta me
dejo helado.

-Me dijo que olvidaría la deuda de Emmett a cambio de que me divorciase de ti y


me casase con su hija.

- Maldito… -empecé a decir llena de ira por lo que estaba oyendo, ya lo sabía
porque Rose me lo había contado, pero eso no quitaba que al escucharlo de nuevo
sintiera la misma rabia, pero Edward me hizo un gesto con la mano para que me
callara. Ya me había dicho que quería soltar todo de un tirón, pero es que ante lo
que estaba oyendo… ya lo sabía de acuerdo… pero no lo podía evitar.

-Pero no sólo era casarme con ella, Bella, el muy maldito me exigía que no podría
divorciarme nunca de Tanya porque en el caso de que lo hiciera, la deuda volvería a
recaer sobre tu hermano.

Le miré de hito en hito, escuchar eso de sus propios labios era más duro que
escucharlo de Rosalie. Le sostuve la mirada durante un instante y vi reflejado en sus
ojos todo el dolor que sentía y que había sentido durante estos cinco horribles años.
Me había preparado un buen discurso que soltarle cuando llegara la ocasión, pero
viéndole así, me había quedado sin palabras.

-Supongo -continuó con el relato -que te preguntarás como es que eso me fue
suficiente para acceder y lo entiendo, pero la oferta no solo incluía a Emmett,
también serían archivados los casos que se habían levantado, casualmente, sobre
nosotros y tú no serias despedida. Claro que todavía quedaba una última condición y
esa era que tú nunca podrías saber la verdad. Tenias que creer que yo te dejaba
porque de verdad me había enamorado de Tanya.
- 81 -
-Edward -musité sin llegar a salir de mi asombro, no sabía que decir, sigo diciendo
que ya me sabia la historia de boca de la propia Rose pero no dejaba de ser una
locura, esto sin duda confirmaba muchas de las teorías que Marco tenia, pero… aún
así-, entiendo tu postura Edward, pero aun así, ¿cómo fuiste capaz?- le pregunté y
de nuevo sentí como mi pecho se desgarraba -, como dijiste en un principio nos
podíamos haber ido a otro lugar, todos, donde ellos no podrían separarnos...

-Bella -me contestó pasándose la mano por el pelo dejando ver claramente el
estado de nerviosismo en el que se encontraba -no es sólo eso, hay más. También me
amenazó con que si tú algún día te enterabas de la verdad, acabaría de un plumazo
con tu carrera y acabarías en la calle sin poder nunca ejercer.

-Yo cada vez estaba más abrumado y aterrorizado y le pregunté que ganaba él con
esto. Su respuesta no sólo me dejo paralizado, sino que parecía que me hubieran
dado una droga de esas cuyos efectos son que oyes todo pero no te puedes mover.
No sé si sabes a que me refiero.

-Soy médico Edward, claro que conozco ese tipo de drogas y sé sus efectos -le
contesté de modo muy conciliador y bajito, como el que empleaba Jasper para
tranquilizar a las personas.

-Me contestó que en cierto modo lo hacía por venganza. Por lo visto en el pasado
el quiso mucho a una mujer que le dejó plantado, después de años de novios, para
casarse con otro. Dijo que lo hacía también por su hija que estaba enamorada de mí
y quería evitar que sufriera como él lo había hecho. Añadió que siendo familia,
puede que en el futuro pudiera beneficiarse de nuestra posición como policías, sobre
todo de Charlie.

-Y entonces fue cuando casi me desmayo. No tenía ni idea de que hablaba ni que
tenía esto que ver con una venganza. Viendo mi expresión se dio cuenta de lo que
pasaba por mi cabeza y simplemente me dijo que juró hace mucho tiempo que lo
haría, que les preguntara a mis padres. Yo no me lo podía creer, cada vez estaba
más impactado. Con una sonrisa amable pero tan fría y cruel que hacía que se me
helaran todos los huesos, me dijo que me lo pensara pero que no tenía otra salida y
así dio por finalizada la conversación.

-Pero yo no estaba dispuesto a terminarla aún. Le pregunté si Tanya sabía todo


esto con la ligera esperanza de que hubiera algo de cordura en esa rubia cabeza
oxigenada. Y la respuesta me dejó otra vez como drogado. Tanya lo sabía, y estaba
esperando su llamada para saber que había decidido.

-Desesperado y escandalizado al mismo tiempo, le dije que yo no podía decidir una


- 82 -
cosa así tan rápido y de esa forma. Le pregunté si como padre estaba dispuesto a
ver sufrir a su hija casándose con un hombre que jamás la podría querer y que
además a partir de ese momento la odiaría con todas sus fuerzas

-Me contestó que era un riesgo que su hija corría, que ya lo había consultado con
ella antes de hacerme la proposición y que Tanya estaba segura y él también de que
cambiaría de opinión, que sabría ver a su hija como la mujer que verdaderamente
me merecía, una vez me hubiera olvidado de ti. Como si eso fuera posible -añadió
con una sonrisa amarga.

-No me lo podía creer parecía estar viviendo una pesadilla mi amor, de verdad.
Una ola desconocida de ira me invadió por todo el cuerpo y le desafié preguntándole
que sucedería si me negaba. Lo que me respondió acabó de matarme, Bella. Me
contestó que los accidentes ocurren y que me acordara que les pasó a mis padres y
a los de Rose. Y añadió que quién podía asegurarme a mí, que tú y Gabriela algún
día de camino al colegio o al trabajo… y dejó la frase sin concluir, pero yo la entendí
perfectamente, os estaba amenazando, me estaba insinuando que el accidente de
mis padres no fue fortuito. Pero cuando expresé la pregunta en voz alta, me dijo con
fingida inocencia que le había entendido mal, que sólo había dicho que los
accidentes existían, nada más.

-Edward yo… entiendo cómo te sentiste, pero rendirte así sin luchar-le recriminé
una vez más.

-No me rendí tan fácilmente Bella-me contestó mirándome a los ojos de nuevo con
una mirada penetrante y tan derrotada que se me cayó el alma a los pies.

-Salí de allí con el alma paralizada por el terror-continuó-, llegué a la comisaría de


policía como un zombi. Emmett y Charlie en seguida se dieron cuenta y me
preguntaron con la inquietud pintada en la cara que me sucedía.

-Le pregunté a tu padre directamente si Renée había sido alguna vez novia de Aro.
Charlie me contó que no había sido Renée si no Elizabeth, mi madre biológica. Por lo
visto era novia de Aro desde muy pequeños pero no la trataba muy bien y ella estaba
harta, tan harta que sus amigos viendo a su vez como la trataba, la incitaban a
dejarle. Por lo visto ejercía con ella algo así como un maltrato psicológico,
diciéndole que era una miseria humana y que se alegrara de que alguien se ocupara
de ella.

-¡Por dios! -bufé yo sin poderlo evitar. Sabía que había prometido escucharle sin
chistar, pero no podía evitar meter baza de vez en cuando y ese tema en cuestión,
como médico y mujer que era lo llevaba muy mal. Lo odiaba.
- 83 -
-Por lo visto -continuó hablando ignorando mi bufido, y haciendo un intento por
cogerme una mano que yo consentí-, Elizabeth no se atrevía a dejarlo, pero cuando
mi padre llegó a Forks y se enamoraron lo hizo sin contemplaciones. Aro, el día de
su boda, les juró que se vengaría de todos sus amigos por ayudarles.

-Charlie me dijo que siempre pensó que el accidente de nuestros padres pudo ser
provocado en base a esa amenaza, pero no quedaron pruebas pues misteriosamente
el coche se incendió.

-Emmett que hasta ese momento había permanecido callado escuchando, me


preguntó qué pasaba, que porqué tenía que salir a la luz esta historia del pasado
ahora precisamente. Le contesté que Aro me estaba intentado chantajear y les conté
todo lo que había hablado con él.

-Definitivamente,no, dijo Emmet muy resuelto, cuando terminé mi explicación.


Decía que le daba igual lo que nos pasara, con tal de que estuviéramos todos juntos,
así nos tuviéramos que ir de este pueblo; así tuviéramos que cambiar de nombre y
de país. Pero yo estaba desesperado y le dije que no era tan fácil pues Aro era muy
poderoso y nos perseguiría allí donde fuéramos, que nunca nos dejaría en paz.
Además estaba la amenaza contra vosotras, eso es lo que me tenía más atemorizado,
si hubieras estado allí o yo aquí y pudiera protegerte pero así… Y encima mi padre
me confirmó lo que Aro me había insinuado, que el accidente no había sido fortuito.
Me quedé unos momentos muy pensativo… si pudiera llegar hasta ti sin que se
enteraran.

-Emmett seguía en sus trece y se preguntaba mas a si mismo que a nosotros que
tendría que haber alguna solución o bien podríamos denunciarlo. Pero era la palabra
de un hombre poderoso y respetable contra la de tres agentes acusados de abuso de
autoridad e investigados por eso.

-Entonces se me ocurrió hablar con Tanya a ver si la convencía. Que equivocado


estaba. Desde el momento en que entró por la puerta de la cafetería con un modelito
que lo decía todo, sabía que esa conversación era inútil y así lo confirmé.

-Rose, que había pedido permiso en la escuela para salir, y Emmett estaban
conmigo, apoyándome. Nos saludo de forma que a ella la parecía coqueta, a mi me
pareció asqueroso. Y nos informó sin darnos tiempo a nada que estaba de acuerdo
con su padre en todo. Me dijo que estaba enamorada de mí desde que era una niña y
que ya tuvo que aguantar nuestro noviazgo y posterior matrimonio. No te voy a
decir las palabras que dijo de ti porque no quiero que las escuches, pero si te diré
que eso terminó de encender la mecha que estaba prendida en mí, aunque Rose se
me adelantó preguntándole si estaba loca. Y ella tan tranquila le respondió que
- 84 -
aprendería a quererla y que lo único que tenía que hacer era olvidarte.

-Incapaz de aguantar más la rabia que sentía, le exigí más que decirle, que no te
insultara, que eso no se lo consentiría jamás y después intenté explicarle que jamás
la podría querer, que lo sentía pero que mi corazón ya estaba ocupado y que si me
obligaba a hacer esto, la odiaría todos y cada uno de los días que tuviera que estar
casado con ella y que por supuesto se quitara de la cabeza que hiciéramos vida…

Llegados a este punto, vi como dejó la frase cortada y bajó la cabeza rehuyendo
mis ojos, adiviné en seguida de que se trataba y comprendí porque no quería hablar
de ese tema, de verdad que era duro, muy duro, no sólo para él el decírmelo, sino
también para mí el escucharlo.

-Me contestó que yo vería lo que hacía pero que si no colaboraba, sólo tendría que
hacer una llamadita a su padre y…

-Me enfrenté a ella con una ira que no reconocía en mí -siguió contándome -y la
reté diciéndole que tú no estarías sola, que me iba a por ti en ese mismo momento.
Pero me hizo ver una cruda realidad. En primer lugar me insinuó que a lo mejor no
llegaba a tiempo dejándome abierta la posibilidad de que ya tuvieras alguien aquí
vigilándote, sólo esperando una orden. Me estremecí al pensarlo. Además si la
investigación prosperaba los tres seriamos expulsados del cuerpo y tú también
quedarías en la calle.

-Me preguntó con esa horrible voz que tiene, si pensaba vivir contigo y con la niña
debajo de un puente. Me levanté de mi asiento tirando la silla al suelo, incapaz de
seguir allí por más tiempo, no sin antes decirle que fuera ella misma a ver a su
maravilloso padre y le dijera que no había trato, que ya saldríamos adelante como
fuera pero que a mí no me chantajeaba nadie. Salí de allí crispado, enfurecido,
aterrorizado, no sabría describirte con palabras todo lo que sentía, era demasiado.
Emmett y Rosalie me siguieron.

-Emmett me felicitó por como la había enfrentado, palmeándome la espalda. Me


pidió que no me rindiera, que alguna solución habría y la encontraríamos juntos.
Rosalie me preguntó si pensaba decirte lo que sucedía y, ahora veo que me
equivoqué, pero mi postura fue la de no decirte nada para no preocuparte hasta no
llegar hasta ti. Rose no estaba de acuerdo, me dijo que te enfadarías muchísimo y yo
también lo sabía pero por lo menos estarías tranquila hasta que llegáramos a
vosotras. Les pedí que me dejaran un momento a solas para calmarme pues de
verdad estaba muerto de miedo.

-Pero a pesar del terror que sentía en esos momentos no estaba dispuesto a ceder
- 85 -
tan pronto Bella, pensaba llegar hasta ti lo más deprisa que pudiera. Éramos
policías, sabríamos defendernos y defenderos y además siempre podríamos hablar
con los compañeros de Port Ángeles. Regresé de nuevo a casa donde todos me
esperaban y les conté mi decisión, al fin y al cabo esa decisión también les afectaba
a ellos.

-Todos me dijeron por unanimidad que no cediera, que estaban dispuestos a


ayudarme. Formaríamos un frente unido como una familia que éramos. Emmett
decía que muy bien, que nos quedábamos todos en la calle, ¿y qué? Que él prefería
estar viviendo bajo un puente que vivir así. Que podríamos marcharnos a otro país, a
alguno en donde no llegara el poder de Aro. Rose y Renée insistían en que te
avisáramos, pero yo seguía cabezota y terco con esa cuestión. Lo que hicimos fue
ponernos en contacto con la policía de aquí. Nos dijeron que no nos preocupáramos,
que estarían al pendiente, pero les hice prometer que no te dirían nada.

-Al día siguiente fui a hablar con Aro. Le dije que no aceptaba su proposición, que
era una aberración y una locura. Le intente explicar de la mejor manera posible que
no estaba enamorado de Tanya y que no me podía obligar. Le avisé de que mis
compañeros de Jacksonville estaban al corriente y pendientes de ti. Le recordé que
era policía y le dije que yo sabía cómo proteger a los míos y que si algo os pasaba
iría a por él. Pero mi amenaza y el saber que aquí la policía ya estaba al tanto no
parecieron hacer mella en él. Me miró impasible, imperturbable, me dijo que no lo
conocía en absoluto ni sabía de lo que era capaz. Ignoró por completo mi amenaza
recordándome que según la ley no se podían hacer falsos testimonios y menos yo
como policía, que primero tendría que demostrar que había sido él.

-Me fui de allí aterrorizado por sus palabras, pero mi decisión ya estaba tomada
no podía dejarte, eras, eres y siempre serás todo mi mundo Bella y sin ti se
derrumbaría como un castillo de naipes -me dijo mientras me miraba con mucha
ternura y aferrado a mi mano que no había soltado, parecía que para él era como su
tabla de salvación.

-Con el pasar de los días parecía que todo se había calmado pues ni Tanya ni su
padre volvieron a decirnos nada. Aunque por supuesto Aro cada vez le reclamaba a
Emmett el dinero con más ímpetu, pero él resistía. La investigación seguía su curso.
Ya habíamos sido llamados a una especie de vista previa, nos hicieron entregar la
placa y el arma y nos suspendieron de empleo y sueldo hasta que no se demostrara
si éramos culpables o no. Para colmo, cuando hablábamos por teléfono me decías
que posiblemente te despidieran pues no encontraban ningún sitio en donde
ubicarte. Yo seguía sin querer decirte nada de lo que estaba pasando allí, por eso me
mostraba distante y frío, pero era una máscara para que no averiguaras que estaba
preocupado por algo y me sonsacaras. Lo siento Bella, otro error más que añadir a
- 86 -
la larga lista.

-Pero, aún así, seguíamos adelante con nuestro plan. Después de esa vista y sin
importarnos si nos era favorable o no, teníamos pensado ir a la Comisaria de Seattle
y presentar nuestra dimisión en ese mismo instante. Le estábamos haciendo creer a
Aro que confiábamos en que la justicia prevalecería y todo saldría bien. Era como
una especie de pasaporte, una decisión de última hora para evitar que Aro atentara
contra vuestra vida, antes de darnos tiempo a llegar hasta vosotras. Ya teníamos los
billetes preparados. E incluso habíamos pensado en huir al algún país de Europa, tal
vez España o Francia, eso lo decidiríamos entre todos una vez te contáramos lo que
pasaba. Porque te lo pensaba contar Bella una vez estuviera aquí contigo para
protegeros.

-Te llamé para decirte que ya estaba todo arreglado para irme contigo tal y como
habíamos quedado, pero no llegué a decirte nada. Te encontré muy nerviosa y a
pesar de tu resistencia conseguí que me contaras aquel incidente. Me aterroricé de
verdad mientras me decías que un coche te había intentado sacar de la carretera
empujándote con la carrocería para hacer que cayeras por un precipicio. Pero que
no había llegado la sangre al río porque una patrulla de la policía pasaba por allí
interviniendo muy oportunamente y haciendo huir al coche agresor.

-La policía me dijo días después, que habían estado investigando y que se trataba
de un conductor borracho, ahora veo que seguían órdenes tuyas de no decirme la
verdad -dije yo exasperada por ese tema. Me acordaba perfectamente de aquel
incidente. Llevaba a Gabriela al colegio antes de ir a trabajar y si no hubiera sido
por la oportuna intervención de aquella patrulla podríamos haber muerto, pues a un
lado de la carretera estaba el coche que me empujaba y al otro… un precipicio
enorme, grandes rocas… y el mar.

-Te colgué muy bruscamente y de forma repentina porque tenía un verdadero


ataque de nervios -prosiguió Edward volviendo a ignorar de nuevo mi comentario.
Me di cuenta de que necesitaba sacar todo lo que tenía antes de meterse en un
debate -. Fui a ver a Aro para confirmar mis sospechas y efectivamente me las
confirmó dejándome claro que iba totalmente en serio y de lo que era capaz. Me
preguntó impasible si había hablado contigo, que sentía el susto y que esperaba que
no volviera a suceder.

-Y entonces me rendí, en ese momento me rendí, estaba derrotado. ¿De qué había
servido ser policía? No había podido protegerte ni nunca podría, no me daría tiempo
a llegar hasta ti. Aro seguro que nos estaría vigilando. Sabía que no me quedaba
otra más que aceptar, era eso o que Emmett se quedara en la calle y nuestros
padres, tú y yo también y como me descuidara un poco, a ti te pasaría algo peor. No
- 87 -
podía ver a la familia que me había acogido con tanto cariño destruida, no podía
verte destruida y quizás… muerta.

-Rose al enterarse de lo que iba a hacer se enfureció mucho. Intentó hacerme ver
que indirectamente sí te había sabido proteger pues la policía alertados por mí os
habían salvado. Pero la contesté que esta vez habían llegado a tiempo pero que ¿y la
próxima? Me suplicó desesperada que te avisara y no me rindiera, que te iba a
destrozar, que te enfadarías tanto conmigo que nunca llegarías a perdonarme. Pero
yo en mi terquedad y mi terror no supe ver sus razones y aceptaba ese sacrificio con
gusto con tal de que estuvierais con vida y bien. Rose me preguntó qué clase de vida
era esa para ti. Que tú tenías derecho a saber lo que estaba pasando y a decidir
sobre tu vida pues ya no eras una niña. Espera -pidió viendo como abría la boca para
hablar, pues realmente este era uno de los puntos clave de la situación-. Si yo
pensara que eres una niña no habríamos tenido una hermosa hija juntos -me dijo
sonriéndome por primera desde que empezamos a hablar, acariciándome a la vez la
cara con la mano que tenia libre.

-Te llamé por teléfono, tal y como me había obligado Tanya a hacer- siguió con
una mano en mi cara acariciándola y la otra en mi mano, daba la impresión de que
necesitaba tocarme-, no quería que nos viéramos y te lo dijera cara a cara pues ella
sabía al igual que nosotros, que tú y yo éramos capaces de no decirnos nada y
decirnos mucho a la vez sólo con mirarnos.

El resto ya lo sabes Bella. De la forma más cruel, te dije todas a aquellas


blasfemias y barbaridades. Todas eran mentira mi amor. Yo nunca te he dejado de
querer, nunca he dejado de pensar en ti. Te adoro Bella, siempre te he adorado y
siempre te adoraré a ti y a nuestra hija y esa es la única verdad. No te puedes
imaginar lo que sentí al comprobar que le habías hablado de mí a Gabriela. No
puedo ni imaginarme el dolor que pudiste llegar a sentir ángel mío, allí sola, cuando
te solté todas esas blasfemias.

-Bueno, no estaba exactamente sola, Alice estaba conmigo… -le expliqué intentado
calmarle se le veía totalmente derrotado.

- Por favor -me cortó - déjame terminar… Cuando días después me mandaste los
papeles de divorcio firmados se me desgarró, literalmente hablando, el corazón
cuando descubrí en aquel sobre tu alianza y el anillo de mi madre que hacia tanto
tiempo había puesto en tu dedo y que ahora me devolvías, junto a esa nota. El dolor
que sentí jamás podría describirlo con palabras, era irreparable, tenía un nudo en el
estómago y se abrió un vacío en mi pecho que todavía sigue y solo tu podrás cerrar
-dijo con la mirada entristecida y fija en un punto, supongo que rememorando ese
momento, pero al segundo, su rostro se volvió frío, duro, su expresión era de
- 88 -
verdadero odio -no tuve más remedio que casarme con esa arpía, su famoso tío en su
función de alcalde nos casó, pero para mí, Tanya no era mi mujer, sino aquella que
sólo llevaba mi apellido, mi verdadera y auténtica mujer eras tú Bella, mi Bella -dijo
llevándose mi mano hacia sus labios para besarla.

- Así llevo cinco años conviviendo con una mujer a la que desprecio y… -prosiguió
sin soltar mi mano por lo que noté como se mojaba de repente debido a las lágrimas
que salían de sus ojos. Aunque también note que dé nuevo se quedaba callado
bruscamente, no me miraba directamente a la cara, como si hubiera algo que no me
dijera, algo que todavía me ocultaba y yo ya sabía que era. Rose y mamá me lo
habían dicho, no sin antes aplicarles el tercer grado, pero yo quería y necesitaba
saber. Entendía su postura, no quería dañarme y eso decía mucho de él y el amor
que sentía por mí, pero no había más remedio que afrontar toda la verdad.

-Tanya y Aro exigieron a Rosalie y a tus padres que cortaran todo contacto contigo
- siguió diciéndome aferrado a mi mano y con mucha dificultad, le costaba hablar,
pues seguía llorando -pero ya ves que ninguno de los tres hizo caso, ya sabes cómo
son, sobre todo Rosalie. Tanya está al corriente de estas "escapadas" pero las tolera,
yo creo que piensa que así te hace más daño, mi amor.

-Y esto nos trae al presente, Bella-me dijo mirándome a los ojos- Ahora viéndote de
nuevo me he dado cuenta de lo mucho que te necesito y que te echo de menos. Al
ver como Gabriela se abalanzaba en mis brazos y me llamaba papá, parte de ese
agujero tan profundo que tengo en el corazón ha empezado a cerrarse. Ahora
comprendo y me doy cuenta de lo cobarde que fui. Me doy cuenta de muchas cosas
Bella. Perdóname por favor, te suplico y te ruego que me perdones ¿Podrás hacerlo
Bella? Ya sé que no merezco tu perdón. Me siento tan sucio y mezquino por dentro.
Pero te necesito, os necesito a las dos. Solo vosotras dos podréis redimirme, podréis
limpiar mi alma, mi corazón y mi cuerpo. Sólo a vuestro lado podré volver a ser yo
mismo, ir con la cabeza alta y dejar de sentir tanta vergüenza, porque os amo, a las
dos. Incondicionalmente, sin reservas -me suplicaba mientras se levantaba de la silla
y se arrodillaba en el suelo a mi lado con la cabeza puesta en mi regazo y llorando
amargamente como un niño. Posiblemente toda la cafetería estaría mirándonos pero
me daba igual.

Se que debéis estar pensado cosas nada agradables de mi por dejaros así con esta
intriga pero... ¿le perdonara?, ¿no le perdonará?. Solo tened en cuenta que Bella
está muy dolida, comprende sus razones pero no las comparte y además queda
cierto temita que a Bella la está carcomiendo por dentro y deben solucionar...

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Gracias a todas por vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, Iare, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05 lizzy90 Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson.

Y gracias a aquellas que me han añadido a sus favoritos y alertas.

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Chapter 9

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Disfrutad el capítulo chicas.

Capítulo 8 : ¿Reconciliándonos?

Pov Bella

Le dejé llorar en mi regazo para que se desahogara antes de continuar con lo que
tenía que decirle. Yo me hubiera tirado a sus brazos directamente, pero algo me lo
impedía, sabía exactamente el que y eso era algo que tenía que solucionar. No en
vano estos cinco años sin saber la verdad, me hicieron llorar en la soledad de mi
habitación cada noche, cada una de las malditas noches pensando que él no me
amaba, que la amaba a ella… El verle así, tan derrotado, me estaba desgarrando por
dentro aun más de lo que estaba, pero tenía que ser fuerte. Había cosas que
teníamos que arreglar y él tenía que comprender otras. Cuando se calmó, hice que
se levantara y se volviera a sentar en la silla.

-He intentando perdonarte Edward, créeme que quiero hacerlo pero… de


momento no puedo -le dije sinceramente apenas con un hilo de voz. El corazón se
me rompió de nuevo en otros mil pedazos al ver su cara de decepción, de dolor-.
Llevo intentando hacerlo desde el primer día en que Rosalie me contó toda la
verdad, Edward. Sí, no me mires así -dije viendo la cara de sorpresa que ponía- ya lo
sabía, pero necesitaba oírlo de tu propia boca, necesitaba que asumieras tu
culpabilidad y… tu cobardía.

-De modo que lo sabías y me has dejado humillarme ante ti -dijo con el entrecejo
fruncido y dejando escapar una cansada sonrisa -a pesar del tiempo, sigues
conociéndome demasiado, Bella. Sabias de sobra que si yo no venía a ti a contártelo
y me enteraba antes de que ya estabas al corriente, mi reacción hubiera sido
horrible -dijo con amargura-, Bella yo… ¿qué puedo hacer para que me
perdones?-me volvió a preguntar pasándose de nuevo la mano por un pelo cada vez
más despeinado y enredado.

-¿Qué qué puedes hacer?- contesté cortante -. Te rendiste, luchaste pero te


- 91 -
rendiste -le espeté sin poder evitar el dolor en mi voz-, hiciste lo que siempre haces,
tomar una decisión sin contar conmigo. Edward, una relación es cosa de dos y tú
decidiste por ambos. No contaste conmigo aunque era una decisión que también me
afectaba a mí, desoíste las suplicas de Rose. Y además-me quedé pensando en cómo
afrontar esta cuestión, mientras él me miraba con una tristeza desoladora, con una
aflicción en los ojos imposible de describir…

-Edward -le dije muy, muy cautelosamente, pues era un asunto espinoso y a la vez
lo que más me dolía-, sé que te has estado acostando con esa mujer. Obligué a Rose
y a mamá a decírmelo. Tenía que saber, aunque saberlo me hiciera más daño aún -le
dije tratando de tragar el nudo que atenazaba mi garganta. El me miró fijamente
totalmente sorprendido y después bajó la cara completamente roja, avergonzado de
que lo supiera y al mismo tiempo horrorizado. Supongo que se haría cargo del dolor
que sentía yo al saber eso y por esa razón quería ocultármelo y era verdad. No me
podía quitar de la cabeza el imaginarle haciéndole el amor a esa mujer. Besándola
por donde me solía besar a mí, tocándola por donde me tocaba a mí… para
excitarme…

Mientras me miraba, avergonzado, horrorizado, derrotado y dolido… sentía en ese


momento la imperiosa necesidad de perdonarle, pero las imágenes que tenía
grabadas en mi mente me detenían. Llevaba cinco años recreando en mi mente una
película con imágenes demasiado explícitas de Edward con esa mujer y ahora no
podía borrarlas tan fácilmente. Pero tenía que reconocer que a pesar de todo, a
pesar del daño, del dolor, yo lo seguía queriendo y lo había echado de menos, más
de lo que yo misma quería admitir.

- Bella, yo te juro que esa imaginación tuya es muy viva -me contestó adivinando,
como siempre lo hacía, mis pensamientos y acariciándome la cara. Como amaba su
contacto y cuanto tiempo sin él -nunca tomé parte activa en esa "obligación" que se
me había impuesto -volvió a bajar el rostro totalmente avergonzado. Y yo trataba de
disimular el dolor que sentía al oírle, pero había que enfrentar la verdad-.
Simplemente me dejo hacer Bella, dejo que haga conmigo lo que quiera mientras yo
permanezco con los ojos cerrados sintiendo asco e imaginando que eres tú para no
vomitar. Solo consigo tener un orgasmo pensando en ti, me relajo y me dejo llevar
por los recuerdos que tengo de ti y así consigo que mi cuerpo reaccione aunque solo
sea un poco a pesar del asco que siento por Tanya , y aun así nunca es lo mismo
porque no eres tú… porque mi cuerpo Bella solo te reconoce a ti, sólo responde ante
ti, porque es tuyo -me dijo totalmente azorado, sin mirarme directamente, bajando la
cara -me siento tan sucio -prosiguió con una mueca de dolor en su rostro-, yo… no
quería decírtelo porque me siento avergonzado y además… no quería hacerte más
daño.

- 92 -
Me quedé un rato callada, mirándole sin decir nada. Mi corazón empezó a latir de
nuevo alegremente dentro de mí, sano y feliz por lo que acababa de oír, pero el
pareció malinterpretar mi gesto.

-Ya me imaginaba algo así. Todos me decían que me ibas a perdonar, pero ya veo
que no lo haces - agregó tomándome la mano de nuevo - Bella, no estoy dispuesto a
dejarte ir. Voy a luchar por ti, por las dos, no sé cómo voy a hacerlo pero lo haré, te
lo juro, sólo necesito una oportunidad.

-El día que me dejaste y a pesar de mi corta edad estuvo a punto de darme un
infarto -dije después de un momento de silencio, intentado de nuevo que entendiera
porque me era tan difícil perdonarle- colapsé, me desmayé con el teléfono en la
mano y ya puedes ir agradeciéndole a Alice que estuviera allí conmigo, que supiera
ayudarme y que me llevara a urgencias. Ya puedes agradecerle que se quedara junto
a mí todo este tiempo sacrificando incluso su propia vida. Hasta que apareció
Jasper, gracias a dios. Me dejaste sola Edward, abandonada como a un perro, con un
bebé al que sacar adelante y teniendo que trabajar para hacerlo, mientras tú te lo
pasabas en grande con esa mujer -callé de repente al ver como se le contraía la cara
debido al dolor que estaba sintiendo al oírme, pero con un gesto de la cara me
animó para que continuara y yo deseaba decirlo todo, necesitaba desahogarme…

-Y así han pasado cinco años Edward -seguí diciendo-, cinco horribles años en los
que no he dejado de recordar ni un solo instante cada una de las dolorosas palabras
que me dijiste. Cinco años echándote de menos, odiándote por habernos dejado
solas, amándote al mismo tiempo porque con las cosas del corazón nadie puede
interferir, llorando, durmiendo poco y menos, llenando mi vacío en este hospital con
guardias nocturnas interminables, porque cada vez que me echaba a dormir te veía
a ti con esa mujer, besándola, haciéndole y diciéndole las mismas cosas que me
decías y me hacías a mí.

-Así hasta el día en que me enteré de la verdad -seguí relatándole-, Rose me la


dijo. Me enteré de todo dos días después de que Carlisle me propusiera regresar a
Forks. Propuesta que por supuesto, y a pesar de la insistencia de todos, yo no
pensaba aceptar. ¡Por Dios!, volver y tener que aguantar verte todo el día pegado a
esa zorra. Eso era más de lo que podía soportar. Pero entonces Marco, un buen
amigo, me informó de la investigación contra Aro y me hizo ver que había algo
extraño en toda esta historia, así que llamé a Rose y me lo contó.

Entonces se me pasó todo el dolor y el rencor. Incluso llegué a entender lo que


habías hecho, cómo y porqué lo habías hecho. Pero estoy muy enfadada contigo, no
puedo olvidar y perdonar ciertas cosas Edward y volver contigo como si nada
hubiera pasado-le dije intentando quitar de mi mente sin éxito, como siempre me
- 93 -
pasaba, las imágenes de él con esa mujer-, no comparto tu postura ni lo que hiciste.
Te va a costar Edward. Vas a tener que ganártelo. Te va a costar que volvamos a
tener lo que un día teníamos. ¿Quién me garantiza si perdono y olvido ahora, que si
algún día vuelve a surgir una situación como está vas a contar conmigo y a actuar
como debes?

- Bella yo… tenía miedo… sé que tienes que estar enfadada -su expresión
suplicante y aterrada me superaba-, yo aprendo de mis errores Bella, esto no
volvería a suceder- me dijo suplicándome con la mirada.

-Demuéstrame entonces que es verdad. Enfrentemos el problema que tenemos


entre manos -dije cortándole, pues aunque sabía que era inevitable la discusión,
quería alargarla todo lo que pudiera hasta que los dos estuviéramos más calmados,
por lo que cambié a un tema menos delicado para nosotros-. Rose y yo hemos estado
hablando de lo que sucederá con su propiedad una vez Aro sea metido en la cárcel.
Ese es el principal problema ahora.

-Parte sí, pero no del todo -contestó reticente a abandonar la conversación-,


todavía queda el que vosotras seguiríais en peligro - siguió diciendo. Se veía
claramente que su principal preocupación era nuestra seguridad. Tenía que
decirle… pero no todavía.

-Con Aro en la cárcel, no lo creo, pero de eso hablaremos luego. Deberíamos ir por
partes -le dije con un tono seco, necesitaba actuar más fría para no dejarme llevar
por el inmenso deseo que tenía de refugiarme en sus brazos, aún no podía mostrar
mi debilidad-mis abogados están trabajando desde que me enteré de la situación
para ver la posibilidad de comprarle a Aro la propiedad. Pero no se deja embaucar.
Si la investigación del FBI prospera y Aro es detenido y sus bienes expropiados,
Marco me venderá la propiedad directamente antes de que pase a subasta. No sé
cómo seria de legal ni como seria la maniobra. Pero para eso tengo abogados y
personas que me asesoran.

-¿Qué?- dijo Edward asombrado- Bella, esas tierras valen un dineral, ni siquiera
juntando los ahorros de papá y los míos conseguimos reunir el dinero.

-Yo tengo ese dineral, y ahora Edward no me voy a poner a explicarte de donde lo
he sacado -le dije tajantemente. La verdad es que pensaba que Rose le había dicho
algo.

-Ya, no me merezco explicaciones -dijo de una forma que me pareció un reproche


y eso encendió la furia contenida que estaba dentro de mí y que estaba intentando
controlar ¿Cómo se atrevía?
- 94 -
-No es eso, simplemente es una historia muy larga y tengo cosas más importantes
que digerir en estos momentos, como por ejemplo el hecho de que por tu cobardía
es porque nos vemos en esta situación tú, la niña y yo. ¿No pudiste haberme
llamado? ¿Tan niña era para ti que no merecía siquiera que preguntaras a ver que
quería hacer yo? - exploté ya sin poder aguantarme más.

-Bella te iban a despedir y amenazaba con matarte, ¿qué parte no has


comprendido?, estaba aterrorizado -dijo con suplica en sus ojos.

-Pero podíamos haber llegado juntos a una solución. Podrías haberme avisado de
lo que había y decirme que la policía de aquí estaba al tanto -contesté impasible
ante su desesperación.

-Ya acudí a la policía y no sirvió de nada.

-Claro porque no les dejaste que me pusieran al corriente de la situación del


mismo modo que tú no me lo contaste y además si me lo hubieras dicho, no habría
hecho falta la dichosa protección, habría mandado todo a la porra y me habría ido al
pueblo a enfrentarlo juntos.

-A la boca del lobo ¿no? , a destruir tu carrera -dijo con sarcasmo.

-A ganar una vida. ¿Sabes?, cuando me llamaste aquella vez para decirme todo eso
que me dijiste, yo estaba haciendo las maletas. Había decidido dimitir, pero no te
encontraba al teléfono así que decidí ir a ver qué pasaba. Entonces tú llamaste,
menos mal que aun no había presentado mi carta de dimisión, porque entonces me
hubiera quedado en la calle igual, sin trabajo, sin dinero, sin marido y con una hija a
la que alimentar.

-¡Bella por dios, perdóname!-me gritó desesperado y se levantó de nuevo de la


silla y se puso otra vez de rodillas ante mí, pero yo seguí impertérrita.

-¿Qué tengo que perdonar primero Edward, que me dejaras tirada, que no
confiaras en mí como una persona adulta que soy o que te hayas estado acostando
con esa zorra todo este tiempo?-le enumeré escupiendo todo ese veneno que había
estado consumiéndome durante todos estos años- Edward, no te puedes ni imaginar
lo que siento por dentro cada vez que pienso en esto último, ¿eres consciente de
ello?-le dije con las lagrimas pugnado por salir de mis ojos…

-Tú no sabes lo sucio y miserable que me siento por eso -me gritó de nuevo-, no lo
puedes saber Bella.

- 95 -
-¿Y tú te haces a la idea de cómo me he sentido yo estos años pensando que
estabas enamorado de ella? -le pregunté poniendo cara de asco al pensarlo, pero él
de nuevo malinterpreto mi gesto…

-No puedo Bella, no puedo -dijo metiendo la cara entre sus manos con gesto
derrotado-, no puedo ver cómo me miras con esa cara de desprecio y asco. Necesito
que entiendas…

- Bella -siguió diciéndome al ver que yo callaba y sólo le miraba-, si a ti te


obligaran a tener relaciones con alguien a cambio de la vida de tu hija y mía ¿qué
harías? -me preguntó de repente dejándome descolocada.

-Esto… pues yo…

-Te acostarías con esa persona ¿verdad?-preguntó sabiendo que me había pillado,
si es que nunca le había podido mentir.

-Sí, y las veces que hiciera falta -contesté totalmente segura.

-¿Y lo disfrutarías?- me preguntó con el ceño fruncido en una mueca de dolor…

-Para nada, me daría asco, sentiría asco y vergüenza de mi misma, me sentiría


sucia -le dije comprendiendo entonces como se habría podido sentir él…

-¿Y cómo te crees que me siento yo? Bella, yo te adoro, haría lo que hiciera falta
por ti, llegaría hasta donde tuviera que llegar, has sido siempre mi razón de ser. Y tú
eres la única, entiéndeme, la única que puede liberarme de esta opresión que siento;
liberarme de la vergüenza, del asco y limpiar mi alma, mi corazón y mi cuerpo. La
pregunta es, ¿quieres hacerlo? ¿Querrás hacer eso por mí? ¿Estás dispuesta? ¿Me
sigues queriendo lo suficiente?-preguntó desesperado.

-Claro que te quiero -le contesté sin pensarlo si quiera un segundo con emoción
contenida y mirándole directamente a la cara y en ese momento sus ojos se le
iluminaron-, tenías que habérmelo dicho -añadí con un poco mas de ternura; una
ternura que me salía del alma la verdad-, nada de esto hubiera pasado si hubiéramos
cogido las maletas una noche y hubiéramos desaparecido todos antes de que ellos
pudieran encontrarnos. No hubiéramos sido los primeros ni los últimos. De hecho
conozco una historia similar en la que los dos tomaron esa decisión. Hoy en día
están juntos, casados y felices.

-Siempre juntos -dijo cogiéndome la mano otra vez sonriéndome y recordando


aquella frase que solíamos decirnos a menudo.
- 96 -
-Pues esa era la idea, estar siempre juntos, pero no, tú tuviste que actuar por tu
cuenta. ¿Por qué no confiaste en mí Edward? -le pregunté con un nudo en la
garganta -, la confianza es la base de toda relación, si falta la relación no es nada.
Una relación es algo en lo que dos personas se embarcan en el mismo barco, y si
uno rema por su cuenta sin contar con el otro, el barco no avanza ¿no lo ves?

-Bella, estaba aterrado, os amenazaban de muerte, Emmett podría acabar en la


calle, nos estaban investigando, nos podrían despedir a todos ¿qué podía hacer?-dijo
desesperado, las lágrimas caían desbordadas de sus ojos a pesar de sus esfuerzos
por impedirlo.

- Edward -dije acariciándole la mejilla como solía hacer, él respondió a mi caricia


cerrando los ojos, reaccionando exactamente igual a como recordaba.

-Dime -le pregunté - ¿en que nos deja esto?, tú tienes que volver con esa mujer y
yo…

-Tú puedes volver, he oído la conversación de antes, estaba allí, ¿recuerdas?-dijo


esperanzado.

De repente varios buscas sonaron…

-¡Genial!- exclamé abatida- una emergencia. ¿Edward podemos seguir hablando


luego? -pregunté resignada.

Nos pasamos el resto de la tarde atendiendo a los heridos en un incendio que se


había provocado en un edificio antiguo debido a la explosión de una bombona de
gas. Cuando terminamos Alice y yo estábamos agotadas, totalmente agotadas. Alice
y Jasper se marcharon a casa junto con Rose, que estaba sin dormir, Emmett y los
niños. Volví a la habitación de mi madre con unas ojeras que me llegaban hasta el
suelo pero con una decisión tomada. Entré a la habitación y le busqué con la mirada,
sabía que estaría allí esperándome. Efectivamente, ahí me lo encontré recostado
sobre el sillón. Su expresión era triste, melancólica, abatida. Se le veía derrotado, lo
que afianzo todavía más la decisión que había tomado. Mi madre estaba dormida.

-Los demás se han ido a descansar hace un momento -expliqué un tanto nerviosa
de estar allí a solas con él.

-Se te ve muy cansada, cie…-pude darme cuenta que no terminó de decir la última
palabra, en mi interior sonreí al ver como para él las cosas conmigo seguían siendo
igual, lo que era una prueba de que sus sentimientos hacia mí, no habían cambiado y
aunque no se lo dejaría ver, mi corazón volvió a brincar feliz -me han dicho que tú
- 97 -
tienes una cama en la sala común, vete a descansar Bella yo me quedo -siempre tan
considerado, ni siquiera en eso había cambiado, seguía siendo el mismo Edward del
que había estado y estaba profundamente enamorada, pero traté de mostrarme lo
más fría posible, aún quedaban algo muy importante que aclarar, y que no podía
posponer más…

-Te tomaría la palabra, pero hemos dejado una conversación pendiente y me


gustaría acabarla -dije dirigiéndome hacia el sillón y sentándome a su lado.

-Vuelve al pueblo, Bella, vuelve conmigo por favor, acepta ese puesto- me pidió de
repente con voz suplicante y cayendo de rodillas ante mí otra vez. El alma se me
partió de nuevo al verle así tan derrotado, tenía muchas cosas que decirle pero ya
no podía más y mi decisión ya estaba tomada.

-Bella, por favor -me suplicó con lágrimas en los ojos. Me quedé mirándolo unos
segundos, ya no podía más…

-Me has hecho antes una pregunta y mi respuesta es sí… Edward, ya he aceptado
la plaza, en realidad he de decirte que la acepté nada más enterarme de este
embrollo. Estaba muy dolida contigo, pero supongo que inconscientemente ya había
decidido darte esa oportunidad porque, aunque ya te digo que no apoyo lo que
hiciste y como lo hiciste, te conozco y por eso hasta cierto punto te comprendo.
Pensaba volver al pueblo para de alguna manera decirte que lo sabía y luchar junto
a ti, como deberíamos haber hecho desde el principio. Pero… -le dije parándole con
la mano pues iba lanzado hacia mí con la alegría reflejada en los ojos-, eso no quiere
decir que ya te haya perdonado Edward, te voy a dar la oportunidad para que te
ganes tu perdón pero con un par de condiciones.

-Lo que quieras, mi amor-dijo levantándose y cogiéndome entre sus brazos en un


abrazo, tan titánico que si se descuida me ahoga, me atrajo hacia él y los dos
acabamos tumbados en el sillón. Su olor me embargó y ya no fui capaz de pensar en
nada más.

De repente me encontré mirando con lujuria esos labios que tanto había anhelado
y él parecía pensar lo mismo, en un momento determinado la imagen de él besando
a Tanya pasó por mi cabeza, pero el deseo que en ese momento sentía pudo más…
nuestras bocas se unieron en un beso voraz. Nunca antes nos habíamos dado un
beso así, era un beso hambriento, pasional, desesperado. Con él me decía lo mucho
que me amaba, lo mucho que me había echado de menos, lo único que esperaba era
transmitirle yo lo mismo. Su lengua jugaba con la mía dentro de mi boca, anhelante,
esperanzada…

- 98 -
-Cuánto había echado de menos esto Bella -me dijo susurrando y con la voz ronca
por la emoción- no sabes cuánto te he necesitado -dijo besándome de nuevo y yo
nuevamente me nublé y le devolví el beso con una fiereza desconocida en mí. Le
pasé los brazos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí con tanto ímpetu, que él
perdió las fuerza de los brazos en los que se sujetaba para que yo no soportara su
peso y cayó sobre mí, mientras continuábamos con el beso..., cuando nos separamos
me miró con esa sonrisa torcida que hacía que me temblaran las piernas.

-¿Cuáles son las condiciones? -preguntó con una sonrisa de triunfo.

-Cuando regreses a Forks, y vuelvas con Tanya, y hasta que esto se solucione y
puedas dejarla, no quiero que vuelvas a mantener relaciones con ella -le ordené más
que le pedí.

Se me quedó mirando sin decir nada y la sonrisa se le borró de la cara, se le veía


avergonzado, tenía la mirada gacha. Se apartó un poco de mí y se quedó tumbado a
mi lado mirando hacia el frente.

-No quiero que lo hagas -le repetí -, es una de las condiciones para darte la
oportunidad -pareciera que sólo me importaba eso, pero es que yo sencillamente no
podía soportar la idea de que estuviera con esa mujer. Si quería recuperar mi amor
una de las condiciones era esa, le tendría que plantar cara, pero eso sí, con la
seguridad de saber que Gaby y yo estaríamos bien y le iba a dar esa opción.

-Bella tu vida corre peligro -me dijo desesperado-, tienes alguien aquí que te
observa, tengo miedo de perderos Bella…

-¿Y si tuvieras una opción que te asegurase que nuestra vida estaría protegida y
bien?-le tanteé.

-Por supuesto que no me acostaría con ella, sólo tocarla me da asco, pero ¿qué
opción me das? -preguntó mirándome dubitativo.

- Marco, un amigo que ocupa un cargo muy importante en él FBI. Me lleva


protegiendo desde hace unos meses. Es el padrino de Jasper y curiosamente es
hermano de Cayo y Marco.

-Si... ya lo sé -me contestó-, papá me ha hablado de él.

-Hay todo un equipo de agentes puestos por él sólo para protegernos a Gaby y a
mí -le expliqué-, Jacob y Sam están al mando. Les llamaré para que hables con ellos
si eso te tranquiliza.
- 99 -
-¿Y dices que te están protegiendo?, ¿desde cuándo?, ¿ha pasado algo ya Bella?
-preguntó aterrorizado.

- Sí, algo pasó, tuvimos un incidente con el coche nada más conocerse la noticia
de que me habían ofrecido la plaza. Marco nos puso entonces la protección por si
acaso. Al principio fueron dos agentes, pero tras otros dos incidentes que hubo, uno
de ellos en el parking del hospital, Marco decidió incrementar la vigilancia, así
conocí a Jacob y a Sam.

- ¿Y piensas que con lo que me estás contando me tranquilizas? -exclamó


aterrorizado.

-Pues deberías -le dije muy segura de mi misma-, de las dos situaciones salí airosa
Edward. Sam y su equipo supieron protegerme. Edward, estaremos a salvo. Además
sería cuestión de poco tiempo, cuando vuelva a Forks vosotros mismos podréis
protegernos, pero si no te vale esa opción…, lo siento pero no pienso aguantar que
te acuestes con esa zorra -y eso era cierto, no lo pensaba consentir, ya demasiado
duro iba a ser volver a Forks sabiendo que no podía estar con él para que encima
tuviera que estar dudando y pensando también si se acostaba con ella o no,
necesitaba tener esa garantía.

-Sólo quiero estar seguro de que la niña y tú estáis bien, pero si tú me dices que lo
estáis, lo acepto y te juro que aunque tenga que drogarla no volverá a tocarme -me
dijo muy poco convencido por la situación-. ¿Cuál es la otra condición?

-Que cuentes conmigo para cualquier decisión importante que haya que tomar y
que afecte a nuestras vidas. Quiero ser para ti la compañera, la amiga, la persona
que te acompaña en la aventura de la vida como una igual. En pocas palabras que
no vayas a tu aire con pretensiones de caballero andante que tiene que proteger a
su dama. Por si no te has dado cuenta Edward, he crecido, ya no soy la niña de
trenzas que andaba tropezándose con todo, ahora soy una mujer adulta que sabe
lidiar con sus propios problemas -le dije exaltándome de nuevo.

-De acuerdo, tendría que habértelo dicho, te lo prometo. Te prometo que de ahora
en adelante te contaré todo y tomaremos juntos las decisiones- prometió con un deje
de esperanza en la voz.

-Y que dejaras de verme como a una niña -exigí de nuevo.

-Yo nunca te vi como a una niña Bella, siempre te mire como a la maravillosa
mujer que eres, pero siempre serás mi niña, eso no lo puedo evitar -contestó
poniendo esa sonrisa torcida que tanto adoraba.
- 100 -
-Pues vas a tener que evitarlo. Tienes que aprender a conocer a la mujer que
ahora soy, en la que me he convertido durante estos años en los que no hemos
estado juntos.

-Bella, ya he visto a esa mujer y te juro que me encanta -me dijo con un brillo
especial en sus ojos-, vamos que si me encanta, la adoro, tan hermosa, tan buena
madre, tan buena persona, tan profesional, tan segura de ti misma en tu trabajo
-enumeró poniéndose de nuevo sobre mi y susurrando las palabras mientras su boca
tocaba mis labios…

-No tienes arreglo Edward -dije bufando, sabía de sobra que aunque me
prometiese eso me costaría dios y ayuda que consiguiera cumplirlo y que tendría
que estárselo recordando cada dos por tres, pero para mí eso era lo de menos, por lo
que no estaba dispuesta a pasar, por supuesto, era por lo otro.

-¿Significa esto que me has perdonado? ¿Y que volvemos a ser pareja?- preguntó
esperanzado.

-Significa, como ya te he dicho, que tienes una oportunidad de ganarte mi perdón


y eso pasa por cumplir las dos condiciones impuestas, estemos o no estemos en
peligro -contesté de forma que no daba lugar a réplica.

-Eso es que me quieres -dijo con su sonrisa torcida. Como siguiera poniéndola juro
que me lo iba a comer allí mismo y encima seguíamos tumbados en el sillón por lo
que mi resistencia a estas alturas era titánica. Pero había algo que me estaba
inquietando por dentro…

- Edward… cuando vuelva a Forks ¿Qué seré yo para ti?- le pregunté - no podré
acercarme a ti, y me preocupa la niña…

- Bella, tú eres mi esposa, fuiste, eres y siempre serás mi esposa -me contestó -, la
mujer de mi vida, la que ocupa todos mis sueños. Y Gaby es mi hija en todos los
sentidos y en cuento pise el pueblo la reconoceré como tal, le guste o no al padre y a
la hija. Espero que para cuando vuelvas esa mujer esté donde debe estar, en la
cárcel, y tú yo estaremos juntos. Volverás a ser mi mujer a ojos de todo el pueblo,
como siempre has sido. Y si cuando vuelvas, el asunto aun no está zanjado, bueno
tendré que seguir con ella para no entorpecer la investigación pero… -se quedó
callado sin saber que decir, pero los dos sabíamos que pasaría, tendríamos que estar
separados, nadie podría vernos como una pareja, no sin dificultar la investigación y
fastidiar a Emmett en el proceso. Seguimos un buen rato mirándonos…

-Edward ya cruzaremos ese puente cuando toque hacerlo ¿de acuerdo? Vamos
- 101 -
poco a poco, paso a paso, solucionando los problemas conforme surjan, juntos -le
dije para aliviar la tensión mientras intentaba levantarme del sillón, pero me lo
impidió.

-No te vayas, quédate aquí conmigo -me pidió -este sillón es muy grande y
cómodo. Además si lo abrimos se hace cama y…

-Estoy informada de las ventajas del sillón. Yo misma fui una de las que
promocione que los pusieran en las habitaciones que se pudiera. Pero ese no es el
tema Edward el tema es que no se qué parte de te vas a tener que ganar mi perdón
no has entendido pero no creo…

-Si quieres que me lo gane me tendrás que dar la facilidad y brindar la


oportunidad de ganármelo -dijo empezando a morder uno de mis pezones por
encima del pijama que llevaba y no llevaba nada más debajo que el sujetador. Él se
dio cuenta y me agarró entre sus brazos en un beso tan ardiente que yo no iba a
poder aguantar por mucho tiempo más.

-Edward- intenté decir- yo… el perdón.

-Si no lo deseas tan desesperadamente como yo -dijo poniéndose totalmente sobre


mí , frotando su sexo contra el mío, besando el lóbulo de mi oreja y hablándome al
oído de la forma en que sabía que me excitaba a más no poder-, no tienes más que
decir que me aparte y sabes que lo haré.

Yo no pude luchar más, estaba cansada y de nuevo en sus brazos ¿Qué podía
hacer yo?

Me cogió de la cintura, me atrajo a su pecho y me abrazó tan fuerte que casi no


podía ni respirar y me daba besos en el pelo, en la frente, en las manos, en los
labios, y… de repente sus manos se introdujeron debajo de mi camiseta y una
empezó a subir muy despacio y se metió por dentro de mi sujetador hasta llegar a mi
pezón con el que empezó a jugar de la manera que sabía que me volvía loca. La otra
mano empezó a deslizarse también muy despacio por mi estomago trazando
pequeños círculos. Mientras, no dejaba de besarme.

-Edward, ¿qué haces?-le pregunté -aún no te he perdonado.

-Te estoy demostrando que solo tú eres la dueña de mi cuerpo y yo el dueño del
tuyo, pero si no quieres que siga… sólo dilo -respondió mientras su mano que seguía
en su camino hacia mi interior estaba ya entre mis muslos. Y la otra entretenida con
el otro pezón. Empezó a masajear aquella zona con cuidado, con mucho cuidado,
- 102 -
subía y bajaba con la palma de la mano abierta desde mi centro al principio de mi
estomago y volvía a bajar. Metió la mano por debajo de las bragas y empezó a
acariciarme sin piedad, encontró mi centro de placer y lo pellizco suavemente, ¡Dios
mío! Yo que llevaba cinco años a dieta no podía soportarlo...

-Siénteme Bella, ¿te acuerdas? Cuanto tiempo ¿verdad? Siéntelo mi amor, déjate
llevar -me decía muy bajito al oído.

- Edward… -jadeé sin poder articular más que esa palabra

-Sss, no grites mucho mi vida -dijo atrapando mis labios. Introdujo la lengua
dentro de mi boca sin permiso mientras sus dedos se metían dentro de mí. Con su
lengua danzaba en mi boca, con sus dedos danzaba en mi interior, masajeaba mi
clítoris y torturaba mi pezón. Y yo perdí el sentido. Empecé a arquearme contra él.
Moviéndome desesperada, frotándome a mi vez contra su muy excitada erección.

-Mi amor, esto era solo para ti -me dijo con la boca entre mis labios-, pero como
sigas así, me temo que vamos a tener que ponerle un remedio a cierto problemilla
que estoy teniendo -dijo jadeando sin parar de besarme.

Sin esperar que me dijera más, le abrí la cremallera del vaquero e introduje mi
mano por debajo de su bóxer, hasta llegar a su pene. Él se hizo a un lado para
facilitarnos la tarea a los dos. Empecé a acariciarle al tiempo que él hacía lo mismo
con mi clítoris, mientras sus dedos seguían su juego en mi interior y en mis pezones,
primero uno, luego el otro. Nuestros jadeos y gemidos, acallados con besos ¡Dios
mío, estábamos en una habitación de hospital y mi madre estaba dormida unos
pasos más allá!

-Estás tan mojada y empiezas a cerrarte, ya viene, estás a punto amor, no te


resistas, vente conmigo. Yo también estoy preparado -dijo muy bajito, en mi oído,
con la voz ronca por la excitación, mientras los dos llegamos al éxtasis más exquisito
de todos los que recordaba, no en vano llevábamos cinco años de abstinencia.

-¿Te ha quedado claro lo que tu cuerpo provoca en el mío y el mío en el


tuyo?-preguntó poniéndose de nuevo sobre mí y besándome otra vez, mientras
nuestras respiraciones volvían a su sitio-. Ha sido magnifico mi amor. ¡Cuánto
tiempo ha pasado!-decía más para sí mismo que otra cosa mientras seguía
posicionado sobre mi y besándome.

-Esto no significa nada -dije cuando mi respiración se hubo calmado- todavía


tienes que ganarte el perdón.

- 103 -
-Ya lo sé amor, no pretendía hacerme perdonar así, solo pretendía demostrarte
cuanto te quiero. No pretendo recuperar tu amor a base sólo de sexo, aunque
también es importante no me lo niegues -dijo volviendo a besarme. Únicamente
pretendía compensarte por los cinco años de soledad que has tenido y demostrarte
que solo tú eres la dueña de mi cuerpo y de mi amor. Bella estoy decidido a
recuperar tu amor como sea, con lo que haga falta y esgrimiendo las armas que sean
-me dijo seductor, mientras mis parpados empezaban a cerrarse…, en mi estado de
inconsciencia me pareció escuchar aquella maravillosa nana que me había
compuesto como regalo de bodas.

N/A: Bueno este es el primer Lemmon que escribo. Espero que os haya gustado.
Sí, si ya se que estas cosas en la habitación de un hospital no se deben hacer. A ver
cuando estás compartiendo habitación con otras dos o tres personas más, no es que
no se deban hacer sino que decididamente no se pueden hacer. Pero Bella le ha
pagado a su madre una habitación en el ala privada para ella sólita, tienen un
enorme y hermoso sillón y bueno...deber no se debe hacer, pero poderse, vamos si
se puede... ¿O no?

Gracias a todas las que me habéis dejado un review:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05 lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson.

Quiero dar la bienvenida a una nueva lectora: marianareyna. Gracias por


unirte al grupo.

Gracias también a todos por vuestras alertas y favoritos.

- 104 -
Chapter 10

DISCLAIMER: los personajes que aparecen en este fic no me pertenece.


Son propiedad exclusiva de la magnifica SM. Solo le personaje de Gaby es de
mi invención.

Quiero dedicar este capitulo a Sil,la cual me ha hecho dos portadas y un


banner para la historia. La ultima es preciosa. Las podréis ver si vais a mi
perfil y os metéis a mi blog o pincháis directamnte en "Portadas...". Y
también quiero dedicárselo a mi beta sin cuya ayuda, consejos y opinión no
hubiera sido posible este capítulo.

Capitulo 9: Empezando de nuevo

Pov Bella

Volver a estar en los brazos de Edward era como haber regresado del infierno y
subir directamente a los cielos. Pero no podíamos olvidar que estábamos en la
habitación de un hospital cuidando a mi madre. Vanessa, que se había unido a
nuestro grupo hacia unos meses, entró a revisarla un par de veces.

Las dos veces que había entrado, yo me había separado a regañadientes de


Edward para ir a comprobar como estaba, y la dos mismas veces Edward me había
recibido de nuevo entre sus brazos preguntándome como estaba mi madre.

Después de la segunda vez que entró, me volví a quedar dormida entre sus brazos.
Las primeras luces de la mañana se colaban por la ventana. Pronto el hospital se
pondría de nuevo en marcha, iniciando el ajetreo diario. Me levanté una vez más del
sillón para ir a revisar a mi madre. Dormía plácidamente, así que volví entre los
cálidos y cómodos brazos de mi amor.

- ¿Qué tal?-me preguntó dándome un beso en los labios.

-Está durmiendo tranquilamente -le contesté.

-¿Vamos a tener que preocuparnos por esa enfermera que ha entrado dos veces a
revisar a tu madre?-preguntó un poco atemorizado supongo que por pensar que
alguien nos viera y se lo dijera a Tanya.

- 105 -
- No, para nada -le tranquilicé con una sonrisa nerviosa al pensar en lo que me
esperaba-, sólo se lo contará a Alice y las dos me perseguirán por todo el hospital
para saber los detalles, pero nada más. Vanessa es una amiga. Se incorporó a
nuestro grupo hará unos cuantos meses. Me cayó bien enseguida, pero no fue hasta
que Jacob se interesó por ella que no empezamos a conocerla mejor. Sabe la historia
Edward y además le he ofrecido venirse conmigo a Forks como jefa de enfermeras.
Es muy buena en lo que hace y aquí teniendo a Heidi como superior, no tiene ningún
futuro.

-Vaya, así que ella ya estaba enterada del plan ¿verdad?-preguntó de pronto
dejándome sin palabras.

-¿Qué plan? -pregunté pasmada.

-El que urdisteis Rose, Renée, el duende ese que tienes por amiga y tú para que
pensara que no ibas a volver a Forks, ponerme al límite y provocarme para que
hablara contigo y te dijera la verdad -dijo con esa sonrisa torcida que hacía que me
humedeciera al instante-, he de daros la enhorabuena y decirte, mi amor, que todo
ha funcionado a las mil maravillas -agregó dándome un nuevo beso en los labios,
demandante, apasionado, necesitado, su lengua se introdujo en mi boca explorando
cada centímetro de ella. ¡Madre…de…Dios! como siguiera así…

-¿Cuándo te diste cuenta de eso? -pregunté estupefacta, cuando se separó de mí.

-Ayer algo en mi cabeza hizo clic cuando te besé y me dijiste que ya habías
decidido volver -explicó de forma muy pero que muy sugerente- eres un gran médico
Bella pero como actriz, no tendrías ningún futuro. Dime, ¿cuándo lo decidiste
exactamente?-me volvió a peguntar con esa voz seductora sin separar su boca de la
mía. Me estaba volviendo loca.

-Dos días después de que Carlisle me lo propuso - dije riéndome-, he de decirte


que al principio si fue verdad que estaba decidida a no volver. Ni cincuenta mil
Alices, Renées y Roses todas juntas me convencerían y las razones eran
exactamente las que ya sabes. Pero tuvimos una cena con Marco y Didyme. Ese día
me enteré que Aro y Cayo Vulturi estaban siendo investigados por el FBI; que Marco
y Didyme son de Forks y les pasó algo muy parecido a lo nuestro.

-Ya lo sé, papá nos contó la historia.

-Bueno al contarme su historia me hizo ver que algo parecido podía haber pasado
con nosotros -expliqué-, entre todos me hicieron dudar de lo que había escuchado.
Recordé que me llamaste Isabella, algo que tú nunca harías.
- 106 -
-Necesitaba decirte de alguna manera que todo era mentira, por eso lo hice
aunque no tenía claro de que iba a servir. Recuerdo que estaba como sumergido en
una negra nube, andaba como un zombi de un lado para otro, la verdad es que hay
momentos que es como si se me hubieran borrado de la mente, casi no los recuerdo.
Simplemente hacía, aunque no sabía lo que hacía -dijo mordiéndome el lóbulo de la
oreja.

-El caso es que llamé a Rose y ella me lo contó. Cuando vino a pasar aquellos tres
días aquí conmigo con la excusa de hacerse un chequeo, fue para urdir este plan y
bueno, el de intentar engañar a Aro para comprarle la casa -le expliqué-, por
supuesto en un principio no contábamos con el accidente de mamá, así que el plan
inicial era ponerte al límite allí en Forks. Lo siento Edward, siento haberlo hecho,
pero necesitaba que reaccionaras. No podía volver a Forks, verte allí todos los días
junto a esa mujer , saber que estabas siendo infeliz con ella y encima estar
comiéndome la cabeza preguntándome si te estarías acostando o no con ella, cosa
que como ya te he dicho me hace mucho daño. Necesitaba que supieras que yo lo
sabía y que te apoyaba. Y sobre todo necesitaba que supieras que yo estaba bien,
que no tenías más necesidad de someterte a ella en… todos los sentidos -dije
intentando explicarme y sabiendo que ahora era yo la que tenía que pedir perdón.

-Pues sigo teniendo miedo, amor. ¿Sabías que alguien te vigila aquí? ¿Ese Jacob y
ese Sam están al corriente? -preguntó de nuevo con el temor instalado en los ojos.

-Sí, Rose se dio cuenta. Ya sabemos quién es -le contesté empezando a desplegar
mis cartas-, el FBI le vigila, tiene a dos agentes puestos especialmente para vigilarle
a él y a su novia. Créeme, ese no podrá acercarse a mí sin que ellos los sepan.
Aunque, no hemos podido evitar que informe a Tanya de que regreso. Rose me lo
dijo y también que ha estado removiendo cielo y tierra para evitar que esto suceda.
Pero se ha encontrado con el muro que ha formado Marco a mí alrededor.

-Todavía me acuerdo del día en que se enteró. Vino muy enfadada a recriminarme
y yo me quedé de piedra porque no sabía nada aún. Papá me lo confirmó momentos
después cuando la bruja se marchó con sus gritos a otra parte. Me dijo que no
habían querido contarme nada porque no era seguro que volvieras. Dime, ¿formaban
parte de tu plan?-preguntó mordazmente.

-También lo sabían, perdona Edward pero todos sabían que volvía menos tú y
Emmett, ya te he dicho que tenía que hacerlo así, que era necesario- le dije
suplicándole con la mirada aunque la verdad es que no me arrepentía de haberlo
hecho, tenía que hacerlo así y así lo hice.

-¿Sabes que eres una diablillo realmente encantadora? -comentó dándome un


- 107 -
nuevo beso en los labios. Empezó como una forma de decirme que me perdonaba
por lo que había hecho, pero yo tenía tanta necesidad de él y él de mí que muy
pronto lo profundizamos. Se puso sobre mí para profundizar todavía más si cabe, su
lengua me pidió permiso y yo gustosa se lo di, estuvimos un buen rato
degustándonos mutuamente. Nos separamos a regañadientes porque necesitábamos
respirar.

-Cuanto había echado de menos esto Bella. Echaba de menos tus besos, tu cuerpo
abrazando al mío, sentirte en mis brazos, saber que eres mía, sentir el calor que me
das no solo a mi cuerpo, sino también a mi alma y mi corazón; sentir tus manos
acariciándome, tus labios degustándome, nuestras lenguas peleando por dominar,
hablar contigo de cualquier cosa perdidos uno en brazos del otro como lo estamos
haciendo ahora. Ojalá que cuando vuelvas a Forks este asunto de Tanya y su padre
se haya arreglado y Tanya este fuera de mi vida. No voy a poder soportar verte y no
poder besarte -dijo dándome, esta vez un casto beso en los labios-, abrazarte -y me
dio otro beso más-, susurrarte al oído cuanto te quiero, hacerte el amor -y me dio el
tercer beso que de nuevo se hizo más profundo y pasional. Sus manos abrazaban mi
cuerpo al igual que un naufrago se aferra a una tabla de madera en medio del mar,
enviándome corrientes eléctricas que desembocaban directamente entre mis
piernas, en el centro de mi intimidad donde sentía un calor y un ardor insoportables.

-Ilumíname -me dijo cuando interrumpimos el beso otra vez por la necesidad
imperiosa de respirar -¿Entonces no es Carlisle el que te protege e impide que
Tanya y Aro eviten que vuelvas a Forks?

- No, es Marco. Es un hombre muy poderoso Edward, muchísimo y no sólo porque


es jefe del FBI. Hoy mismo le llamaré para decirle que he hablado contigo. Y llamaré
a Jacob y Sam, quedo para comer y hablas con ellos directamente para que te
quedes más tranquilo.

- Bella, mi problema es que como policía tengo que sospechar. Es hermano de Aro
y Cayo. ¿De verdad confías en él?-me preguntó exponiendo por fin el temor y la duda
que había estado viendo en su cara.

-Al cien por cien Edward -intenté tranquilizarle-, nos conocimos de una manera
muy peculiar. Son unas buenas personas Edward, huyeron de Forks porque sus
hermanos habían amenazado con dañar a Didyme, su esposa. Tiene tantas ganas de
vengarse de Aro y Cayo como tú de quitarte de encima a Tanya. Jasper en realidad
no es hijo suyo, lo encontraron muerto de miedo, hambre, sed y totalmente
desnutrido y aterrorizado durante un operativo del FBI en un orfanato. Marco lo
recogió y lo llevó a su casa. Nos conocimos porque estando de vacaciones en
Jacksonville, le dio un infarto.
- 108 -
-Aquella mañana Alice y yo estábamos tumbadas, mejor dicho espatarradas de
cualquier forma en la sala de descanso, había sido una noche horrible. Era el día en
que finalizaba el curso en la universidad y parecía que toda la juventud de
Jacksonville se había confabulado para coger comas etílicos aquella noche. Había
tenido lugar una pelea en la que un bando afirmaba ser vampiros y la otra ser
licántropos. A Alice y a mí nos hizo gracia la situación y si no hubiera sido por la
gravedad de ésta nos hubiéramos unido a la pelea, a ver me explico hay una saga de
libros que…

-La conozco -dijo dejándome pasmada -Rosalie es una fanática de ella hasta el
punto de cabrear a Emmett, tanto que nos pasamos una tarde entera escondidos en
una librería leyendo los famosos libros…. ¿no me digas que a ti también te gusta?
-me preguntó de pronto al ver cómo me iba sonrojando y con un tono de voz que no
supe descifrar ¿estaba celoso?- como no, gustándole a Rosalie estaba claro que tu
también estabas en el ajo -dijo con ese mismo tono-. O sea que ahora vamos a ser
dos los cabreados.

-Esto…no solo sois dos los cabreados según mis cálculos sois cinco -le contesté
bastante sonrojada acordándome de Jasper, Jacob y Garrett.

-Vaya pues si que os dado fuerte -me contestó mirándome de una forma muy, muy
sospechosa - ¿Tengo algo de que estar celoso?-me preguntó de un modo tan
seductor que todo mi cuerpo tembló y mi centro empezó a palpitar como loco.

-Verás yo… comencé a decir -pero no me dejó seguir porque su boca atrapó la mía
en un beso tan posesivo que a punto estuve de perder el sentido.

-No me importa los libros que te gusten o las películas que veas, siempre que
tengas en cuenta que sólo yo soy capaz de hacerte perder la consciencia de ese
modo, y también que te olvides de respirar.

-¿Me vas a dejar terminar de contarte la historia?-le pregunté alzando una ceja en
un claro intento de desviar una conversación pues me estaba poniendo realmente
excitada, tanto, que ya estaba valorando la posibilidad de hacer una escapadita al
cuarto de baño.

-Adelante -me dijo riéndose de la forma que me volvía loca, dándose cuenta en el
acto de mi maniobra y de la razón de ésta.

-Después de una lucha encarnizada -seguí relatando - y unas cuentas inyecciones


tranquilizantes conseguimos que los vampiros y los licántropos se calmaran, eso sí,
procuramos mantenerlos en boxes separados. Después había tenido lugar un
- 109 -
accidente y otra serie de cosas más. Estábamos deseando que acabara nuestro turno
cuando Carlisle, llegó desesperado, casi sin aliento, y respirando con dificultad, nos
dijo que venía un paciente de incógnito muy importante. Tenía un infarto y estaba
muy grave. Nos explicó que confiaba en nosotras para atenderlo pero nos pidió
máxima discreción. Nos confesó que era Marco Vulturi, el jefe del FBI. En ese
momento reconocí el apellido pero sinceramente pensé que era una simple
coincidencia.

-Ni que decir tiene que Alice y yo salimos de allí en estampida, ¡por Dios Santo!
nada más ni nada menos que el jefe de todo el FBI, un hombre cercano al mismísimo
presidente de Estados Unidos. Por lo visto, según nos contaba Carlisle mientras le
esperábamos, estaba de vacaciones con su familia aquí en Jacksonville cuando le dio
el infarto.

-La ambulancia llegó y sacaron al paciente, y en seguida nos pusimos a trabajar


con él. No sé cuánto tiempo pasó, Alice y yo nos compenetramos muy bien
trabajando y perdemos la noción del tiempo. Cuando por fin conseguimos
estabilizarlo salimos a hablar con su familia. En la sala de espera estaban dos
mujeres preciosas y un muchacho guapísimo con su pelo rubio y sus ojos azules.
Alice se quedó como petrificada en el sitio cuando le vio y yo le tuve que dar un
codazo y por poco no le tengo que dejar mi manga de la bata para que dejara de
babear. A ver éramos médicos, profesionales, no estábamos en la barra de un bar, y
teníamos que dar el estado de un paciente. Cuando Alice reaccionó nos dirigimos a
ellos pero al fijarme bien, vi que el muchacho también miraba a Alice como
idiotizado.

-Cuando les dijimos que su padre y marido estaba estabilizado y fuera de peligro
los tres respiraron tranquilos y pidieron si podían pasar a verlo. Le contestamos que
en cuanto le pasaran a planta podían hacerlo. No sé porque tuve ese impulso, juro
que no lo sé, porque yo no soy una mujer de impulsos pero de repente me vi
diciendo:

-Si quieren tomarse un café mientras tanto, mi amiga y yo les podríamos


acompañar gustosas a nuestra sala de descanso y allí podrán estar sin que los
reconozcan hasta que recibamos noticias de su padre y marido.

-El muchacho contestó que sí muy rápidamente y Alice me miró como si tuviera…
¿celos? Nos fuimos a la sala de descanso y allí comenzamos a hablar de todo un
poco, eran tres personas muy agradables y daba gusto hablar con ellos. Kate, la hija
más pequeña, tiene más o menos nuestra edad, es abogado y trabajaba para una de
las firmas más prestigiosas de país, . Jasper, era también compañero nuestro. Había
estudiado medicina, rama de psiquiatría, pero trabajaba como médico en las
- 110 -
ambulancias, su madre, mejor dicho madrina, estaba muy orgullosa de él por lo que
hacía, pero a Marco le hubiera gustado que trabajase con él en el FBI. Jasper decía
que él no tenía vocación para meter a los malos en la cárcel sino vocación de ayudar
al desvalido.

-A pesar de la posición de poder tan importante que tenían no eran para nada
presuntuosos. Cuando pasaron al padre a planta fueron a verle y nosotras con ellos,
a ver como se encontraba. Y de esa forma, sin más y sin saber cómo ni por qué
empezó una relación entre nosotros que dura hasta ahora. Yo encontré como una
especie de sustitutos de mis padres, en Jasper a aquel hermano que alguna vez
perdí, y en Kate a otra buenísima amiga siempre dispuesta ayudarme igual que
Alice, y Gaby se encontró con dos abuelos postizos nuevos, y dos tíos más.

- Jasper y Kate comenzaron a venir a buscarnos a Alice y a mí al hospital. Kate


solía venir con Garrett, su hoy marido y Jasper y Alice empezaron a salir. Siempre
me incluían en sus planes, a mi no me gustaba ir de non pero a veces no tenía más
remedio y aceptaba pues Alice se preocupaba de que la excusa para no salir, Gaby,
se fuera a dormir a casa de alguna amiga. Las cosas entre Jasper y Alice se dieron
muy bien y al poco tiempo se casaron en una preciosa e íntima ceremonia. Justo un
año después, Kate y Garrett también lo hacían. Yo fui Dama de honor en las dos
bodas. La familia era muy celosa de sus cosas y no querían convertir las bodas en un
circo mediático, por lo tanto nadie que no tuviera que enterarse se enteró. Alice
siguió trabajando como médico y además en Jacksonville pues no quería dejarme
sola. Jasper tampoco quería hacerlo así que pidió el traslado aquí. Kate y Garrett se
fueron a Washington donde trabajan en la sede central de la firma de abogados pero
en cuanto pueden vienen a vernos.

-Según la historia parece que tu encuentro con Marco fue fortuito, pero Bella sigo
dudando y pensando que no en vano es hermano de Cayo y de Aro -dijo con un tono
que demostraba que aún estaba temeroso. Que duro era de convencer ¡por Dios!

-Pero ellos amenazaron a Didyme ¿No dices que ya conoces la historia?- le


pregunté dispuesta a contársela.

-Sí, papá nos la contó el mismo día que Tanya y su padre y de paso Emmett y yo
nos enterábamos de que estaban siendo investigados. Por lo que veo, aquí los demás
ya estabais más que informados -me comentó alzando una ceja y yo agaché un poco
la mirada. Él me sonrió y me besó de nuevo en los labios acercándome más a él,
apretándome contra su cuerpo con fuerza y desesperación, como si lo necesitase.

-Tanya estaba en una de sus múltiples llamadas a su padre para ver si habían
conseguido algo para evitar que volvieras. Habíamos tenido una de nuestras
- 111 -
famosas discusiones por culpa de esa llamada que Gaby le hizo a Renée y que yo
contesté ¿Te acuerdas?, entró a casa como alma que se lleva al diablo y llamó a su
papaíto por teléfono.

-No lograba escuchar lo que le decían al otro lado de la línea sin embargo por la
conversación podía intuir que su padre le decía que tú estabas ahora bien protegida
y que no podía hacer nada. Tanya, sugirió que te acusaran de trato indebido a un
paciente -sentí como apretaba la mano por debajo de mi espalda en un gesto muy
suyo que denotaba la rabia que debió sentir en ese momento.

-Cuando por fin colgó el teléfono le pregunté qué pasaba pues había escuchado
algo de una investigación y que podrían perder todo.

- Me acusó de saber que estaban investigando a su padre y a su tío por un montón


de cargos y que por eso estaba tan valiente con ella. Yo me quedé perplejo pues no
sabía nada y sí estaba tan valiente con ella, era porque me tenía muy harto y el
hecho de saber que podrías volver y que había alguien protegiéndote de algún modo
me daba fuerzas, aunque he de confesarte que también me intrigaba y sentía pánico
de que fuera alguien con él que mantuvieras una relación y te hubiera perdido para
siempre.

-Nunca cambiarás ¿verdad?, siempre pesando en positivo -le dije irónica.

-Pero así me quieres -me contestó juguetón apretándome un poco más contra él y
dejándome de nuevo aturdida con el beso que me dio.

-Tanya me dijo que no me hiciera ilusiones, que si ella caía yo caía pues éramos un
matrimonio y lo suyo era mío. Yo me quedé perplejo, hasta donde tenía entendido, el
mismo día de la boda firmamos un acuerdo por el cual nada de lo suyo me
pertenecía. Ella me dijo que aquel papel se hizo para impedir que reclamara como
mías las tierras de Emmett. Fue tal el coraje que me entró que cogí la puerta y me
largué, no sin antes explicarle que investigaría el asunto más que nada por cubrir
las espaldas de mi familia y las mías.

-Cogí mi volvo y me dirigí directamente a casa. Por el camino llamé a Emmett por
teléfono para que fuera también a casa de nuestros padres. Cuando llegué aparqué
el coche en la entrada. No me dio tiempo a llamar, mi padre abrió la puerta un poco
alterado. Tanya le había llamado amenazándole y diciéndole que no se nos ocurriera
nada. Esperamos a que Emmett y Rose llegaran y les puse al corriente de la
situación. Tu hermano y yo nos quedamos de piedra al ver que Charlie ya lo sabía. Y
entonces nos habló de Marcó, de la amistad que les unió en el pasado, nos contó
como lo habías conocido y que no le cuadraba mi actitud, nunca se creyó la historia
- 112 -
que le contaste de como yo te había dejado, así que empezó a investigar por su
cuenta. Charlie también nos dijo que él mismo le había llamado por teléfono para
avisarle que Aro, su hermano y Tanya estaban siendo investigados y que al estar
emparentados con ellos, nosotros también.

-Cuando yo escuché que se trataba de un Vulturi me aterroricé de verdad y le


pregunté a papá si confiaba en él. Yo de verdad pensaba que podía ser el famoso
topo que Tanya había mencionado, más bien se le había escapado, durante nuestra
discusión.

-Charlie contestó que no lo creía y entre Renée y él nos contaron como


desparecieron del pueblo misteriosamente después de que mis padres biológicos se
casaran. Yo estaba tan intrigado que le pregunté si les habían contado porqué
huyeron del pueblo y entonces Charlie nos relato la historia y la explicación que el
mismo Marco le dio por teléfono del porque de su desaparición. Emmett y yo nos
quedamos de piedra al oír la historia. Casi no podía ni hablar, sabía que tenía que
asimilar algo pero realmente no encontraba el qué pues estaba en shock. Fue
Rosalie, como siempre con su habitual delicadeza, la que me sacó de mi estupor.
Todavía recuerdo sus palabras como si me las estuviera chillando al oído:

- Edward ¡por dios!, es que no lo ves, años después la historia se repite. Aro te ha
hecho lo mismo a ti, sólo que su plan ha sido más sofisticado. Por eso Marco ató los
cabos y empezó a investigar a partir de lo que Bella le contaba. Y, por cierto,
perdona cuñadito que te diga esto, pero Marco hizo exactamente lo que deberías
haber hecho tú.

-Yo ignoré el comentario mordaz de Rose porque es más fácil decirlo que hacerlo
Bella. Marco tenía a Dydime con él, yo te tenía a kilómetros de distancia y no podría
llegar hasta ti, no sin que antes te pasara algo. Así que le pregunté a papá, pasando
un poco de ella, porque no le dijo lo que nos pasaba cuando se enteró y el propio
Charlie me dijo que al igual que yo, el también desconfiaba y su instinto de policía le
dijo que callara hasta no descubrir si lo que contaba era cierto o estaba actuando
por orden de sus hermanos, no en vano han pasado muchos años y antes eran
amigos, pero ahora…

-Charlie empezó a investigar y efectivamente hay testigos que vieron a Marco


pelearse con aquellos hombres en el bar, luego llegó la policía y se los llevó a todos.

-Entre los expedientes de la policía de Port Ángeles de aquella época había


constancia del incidente. Así que las cosas cuadran, pero yo seguía sin fiarme y le
increpé a papá un poco enfadado cuando pensaba decírnoslo. Él me pidió disculpas
alegando que pensaba hacerlo pero no encontraba el momento. ¿No sería tal vez
- 113 -
que cierta señorita le había dicho que no lo dijera? -me preguntó alzando las cejas.

-Le dije que no te dijera que yo lo sabía y que mejor no os contara nada hasta que
no hubiera más remedio. Lo siento Edward pero sé cómo eres, sabía que ibas a
desconfiar de Marco y ya bastantes preocupaciones tenías como para añadir otra
más. Sabes que es verdad. Además no tienes porque enfadarte que aquí el experto
en ocultar cosas eres tu -le dije un poco a la defensiva.

-Sigo pensando que eres un diablillo perverso, pero adorable -me contestó
dándome de nuevo otro beso en los labios que de nuevo me dejó sin aliento -no
tengo nada que reprocharte amor, nada, al revés tengo mucho que agradecerte.
Pero, siguiendo con la historia, le pregunté a papá que más le dijo cuando le llamó

-Nos contó que en realidad había llamado para avisarle de que Aro y Cayo estaban
siendo investigados oficialmente por el FBI. Investigando en tu historia se había
encontrado con muchas sorpresitas, sabía lo de nuestra anterior investigación, sabía
lo de Emmet y sumó dos más dos ya que al fin y al cabo a él le pasó lo mismo. Le dijo
que era la oportunidad que estaba esperando para destapar cosas raras de sus
hermanos, que llevaba tiempo detrás de ellos pero no había podido hacer nada
oficial hasta el momento. Pidió que por favor confiáramos en él, que tú tendrías el
camino libre para volver, que él se encargaría de que ni Tanya ni sus hermanos se
interpusieran. Tenía constancia de sus anteriores maniobras para evitar que
volvieses al pueblo, pero que ahora le tenias de su lado. Papá por lo visto le dijo que
si esto era una venganza personal que contara con él pero que nos dejase a nosotros
fuera. Le contestó con mucha razón, que sí, que era una venganza personal, pero
que no lo haría si no estuviese seguro de que sus hermanos y Tanya merecían la
cárcel y que no nos metería en todo este embrollo si nosotros no estuviésemos
metidos ya. Le preguntó que como podría confiar en él si de hecho estábamos siendo
investigados igual. Él le contestó que era una manera de protegernos, si su familia
se enteraba de la investigación, que era una treta para mantenernos a salvo en
nombre de nuestra amistad.

- ¿Y después de esto que me has contado, todavía tienes dudas de que Marco está
de nuestro lado?-me preguntó. Seguía cómodamente instalada entre sus brazos y
estaba en la gloria.

-No sé Bella, tu seguridad y la de Gabriela están en entredicho y es lo más


importante para mí, y tengo miedo Bella, mucho miedo. Estando aquí te puedo
proteger, pero tarde o temprano tendré que irme -me dijo con el miedo reflejado en
su voz.

-Hablaré con Marco, con Jacob y con Sam. Luego a la hora de comer les diré que
- 114 -
vengan y te cuenten como lo hacen para protegernos a mí y a la niña a ver si quedas
más tranquilo -me dijo por enésima vez intentando tranquilizarme.

-No sé Bella, aquí lo veo muy fácil, pero cuando regrese a Forks…

-Pues tendrás que irte mentalizando -contesté resuelta -mamá ha pasado muy
buena noche. En unos días posiblemente le daremos el alta. Pero eso significa que
tendrá que estar inmovilizada en una casa durante el tiempo que sea necesario para
asegurarnos de que la fractura se suelde correctamente. Después tendrá que hacer
rehabilitación. Yo querría que se quedase aquí conmigo, pero son muchos meses, es
muy terca, y como papá debe regresar a Forks, seguro que querrá irse con él. Papá
me ha hablado de la posibilidad de pedir una pequeña excedencia o unos días de
vacaciones y quedarse aquí…

-¡Qué ni se le ocurra!-dijo de repente una voz. ¿Cuánto tiempo llevaría despierta


esta dichosa mujer?

Bueno pues eso mismo me pregunto-¿cuanto llevaría despierta? estas madres son
un caso de verdad.

Gracias a todas por sus reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05 lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna

Gracias también a todas las que me habéisañadido a vuestras alertas y


favoritos.

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Chapter 11

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo10:Ellasestaránbien

Pov Edward

-¡Que ni se le ocurra ¡-dijo de repente una voz. ¿Cuánto tiempo llevaría despierta
esta dichosa mujer?, pensé mientras Bella y yo nos levantábamos de un salto del
sillón, he de reconocer que un pelín asustados. Caray, volví a sentirme como cuando
tenía quince años, pero me gustó la sensación. Bella como siempre se había
sonrojado. ¡Cuánto había echado de menos esos sonrojos tan adorables!

-Mamá -dijo mi Bella.

-He oído lo que hablabais. Bella en cuanto pueda subir a un avión me voy a mi
casa -dijo tajantemente, pero luego suavizó su tono-, hija estoy muy a gusto aquí,
pero son muchos meses. Meses en los que tú misma tienes que preparar tu traslado
a Forks y yo tendré que acondicionar las habitaciones para ti y para la niña -explicó
muy rápidamente y yo me pregunté desde que momento esta mujer había podido
escuchar nuestra conversación. No solía sonrojarme, eso se lo dejaba a Bella, pero…
se supone que estaba dormida.

-Mamá ni de coña te vas a poner a acondicionar habitaciones en tu estado -dijo mi


Bella, disimulando el hecho de que Renée podía haber escuchado lo que hablábamos

-¿Y quién te ha dicho que yo lo voy a hacer? Rose, Edward y Emmett serán los que
lo hagan, yo solo daré las ordenes -dijo satisfecha con su respuesta.

¡Que el cielo nos ayude! pensé para mí.

-Y déjame adivinar, ¿no nos las puedes dar desde aquí?-pregunté con
sorna-además, ¿no te has parado a pensar que quizás yo me quiera llevar a Bella y a
Gabriela a mi casa? Bueno, perdón -le pedí mirándola-, a nuestra casa-. Vi la mirada
que me echaba Bella, de alegría, felicidad, pero también de algo más que no supe
descifrar.
- 116 -
-Pues verás hijo, sí me lo había planteado pero como no parecías muy decidido
a…, parece que la noche ha sido muy fructífera ¿no?-contestó mi madre levantando
las cejas y provocando un nuevo sonrojo de Bella. Lo dicho, esta mujer sabía
demasiado-, y además cuando vuelva Bella si todavía sigues con la bruja, ¿dónde
piensas que se alojen mientras tanto? -dijo rodando los ojos como hacía Bella. No en
vano mi mujer había heredado ese gesto de ella y según había podido comprobar
Gabriela también.

-¿Ves?, te lo dije -dijo mi Bella un tanto triste por lo que acababa de decir Renée.
Le iba a contestar que eso no pasaría cuando un zumbido insistente se oyó por toda
la habitación. Era el móvil de Bella que vibraba anunciando una llamada.

-¿Si?-contestó.

-Hola cariño, sí la abuelita está mejor, luego de las clases de natación la veis ¿ok?
-por la manera de hablar y la expresión de su cara seguro que era Gabriela.

-Pues sí algo hemos dormido, ¿lo preguntas por…?-definitivamente y por la cara


de Bella, algo se traía entre manos ese pequeño diablillo que tengo por hija.

-Toma, dice que te pongas -me dijo Bella tendiéndome el teléfono-, no tengo ni
idea de que quiere -contestó ante mi mirada interrogante-, pero que algo se trae
entre manos eso tenlo por seguro.

-Dime princesa -contesté con una sonrisa impresa en mi cara producto de la


felicidad que me producía el saber que Gabriela tramaba algo y que ese algo tenía
que ver conmigo.

-Papá -me dijeron al otro lado del teléfono. Cada vez que me llamaba papá, un
ramalazo de alegría inundaba mi interior-. ¿Podrías llevarme tú a mis clases de
natación? Si no estás muy cansando claro. Me gustaría que me vieras como nado
-preguntó con una voz muy melosa que me recordó a Bella al instante.

-Claro que te llevaré cielo, voy por ti a casa. Tengo que ducharme y cambiarme -le
dije con una gran alegría en mi cara.

-Gracias papá -contestó mi niña.

-¿Qué quería? -preguntó Bella muy intrigada una vez que hube colgado el teléfono.

- Me ha pedido que la acompañe a las clases de natación. Dice que quiere que vea
como nada -le informé muy orgulloso.
- 117 -
-El problema es que estás sin dormir, pero entiendo lo que pasa, quiere que sus
amigos te vean. Para la niña ha sido muy duro ver como a los otros niños los recogen
y llevan sus padres y que a ella sólo lo hacia su madre, Emily, sus tíos, sus abuelos,
pero nunca su padre -me explicó Bella con un deje de tristeza.

-Lo sé -dije poniendo cara de disgusto -, Bella por eso quiero ir, te prometo que
luego me echo una siesta, pero déjame ir.

-Esta noche que se quede Emmet por ejemplo y tú duermes como es debido en
casa -dijo mi Bella. Y de repente me vi durmiendo con ella en su casa y… ¿en una
sola cama?

-Bueno, eso depende -rebatí mirándola sugestivamente y sentándola en mi regazo,


dispuesto a conseguir hacer realidad mi visión.

-¿De qué depende?-preguntó Bella. Pero yo no le iba a decir eso delante de Renée.

- Hola, ¿se puede? -dijeron Rose y mi padre entrando por la puerta. Salvado por la
campana.

-Adelante -contestamos los tres a la vez.

- Hola chicos -saludó Charlie-, ya veo que habéis arreglado las cosas- nos dijo al
ver que Bella estaba sentada sobre mis piernas. La tenia justo donde la quería tener,
como siempre la tuve en el pasado. Recuerdo que Emmett solía bromear con que
había suficientes sillas en la casa, o que papá y mamá ganaban lo suficiente como
para tener sillas de sobra y no hacía falta que nos sacrificáramos….

-Pues sí -dije yo muy ilusionado y feliz-todo más o menos solucionado. Bella me va


a dar una segunda oportunidad.

- Eso está bien hijo -dijo mi padre visiblemente contento.

-Ahora cuando vuelvas a Forks no la vuelvas a fastidiar -dijo Rose en plan


regañina-, haga lo que haga la arpía esa o diga lo que diga no te dejes vencer.
Piensa antes de decidir o hacer algo.

-Y sobre todo llámame por teléfono cuando haya que tomar alguna
decisión-agregó Bella.

-Eso será si me das el número -dije yo en tono de broma, pero decidido a hacer
exactamente lo que me decían.
- 118 -
-Si te portas bien, luego te lo doy -contestó Bella siguiéndome la broma.

-Descuida -le dije en tono zalamero-, que me voy a portar perfectamente.

-Antes de irnos a casa -dijo de repente poniéndose seria -tengo que ir a cambiarme
el uniforme y ver a un paciente, bueno técnicamente ya no es mi paciente, pero
quiero ir a ver como está. Ahora vuelvo ¿vale?

-Aquí te espero mi amor-. ¿Quién sería ese paciente que la tenía tan deprimida?
¿Qué enfermedad tendría?

-No sé explicarte exactamente los términos médicos pues su ética profesional les
impide contar nada, sólo hablo por lo que he escuchado- me dijo Rose dándose
cuenta de mi expresión-, pero se trata de un niño de dieciséis años, hermano de un
compañero de Gaby del colegio cuyos padres tienen bastante relación con Bella. El
niño ingresaba malito cada dos por tres no sé con qué síntomas, hasta que a Bella el
otro día se le ocurrió hacerle unas pruebas. Carlisle decía que no creía que tuviera
lo que fuera, creo que se trata de leucemia, el caso es que al final y como sabes
Bella tenía razón.

-Conociendo a mi mujer no me extraña que esté así, pobre chaval, que vida más
injusta ¿no? -lancé la pregunta al aire.

-Vaya, pues si que ha debido de cundiros la noche, ¿tu mujer? ¿Y la zorra que
tienes en Forks?-dijo Rose mordazmente.

-Rose de verdad que no hay quien te entienda -dije divertido -, si me arreglo con
ella porque me arreglo y si no lo hago porque no lo hago. Aclárate mujer. Además ya
sabes de sobra que a lo que tengo en Forks yo no la considero mi mujer, ni mi nada,
mi mujer es esa persona que acaba de salir por la puerta preocupada por un niño
que está enfermo. Esa es mi mujer. La que amo -le contesté de forma tajante
mientras algo, que no conseguía saber que era, rondaba por mi cabeza…

-Amén a eso -exclamó Renée muy seria.

-Charlie, Rose, Renée, ¿vosotros sabíais lo de los atentados? -pregunté cambiando


de tema y pasándome la mano por el pelo… otra vez los nervios.

-Sí -contestó Rose muy seria-, lo sabíamos pero no te lo dijimos para no empeorar
la situación. Si te enteras hubieras querido matar a Tanya y hubiera sido peor.
Además, no te enfades con Bella, porque primero la decisión de no decírtelo fue mía,
y segundo tú hiciste lo mismo y…
- 119 -
-Para, para -le pedí-, solo era una pregunta no una acusación. Solo es que estoy
preocupado. Vamos a comer con ese tal Jacob, luego a ver si me tranquilizo.

-Estoy segura de que sí -dijo mi madre-, Jacob y Sam saben lo que se hacen.

-Bueno -dijo Bella que entraba con un semblante triste. Cuanto adoraba esa
preocupación tan humana por los demás. Se había cambiado el pijama que
habitualmente llevaba en el hospital por su propia ropa y estaba que quitaba el
aliento-, ya he vuelto. Será mejor que nos vayamos a casa. Yo tendría que haber
empezado ya mi turno, pero necesito una ducha y ponerme ropa limpia. Espero que
Alice me cubra.

-Perdona hija se me olvidaba. Alice dice que vayas tranquila que entre ella y
Carlisle te cubrirán -dijo mi padre.

-Pero será mejor que vayáis pronto a casa -dijo Rose un tanto preocupada-.
Emmett mas los tres niños puede ser igual a siniestro total, menos mal que también
está Emily, pero me parece que la vuelve un poco loca.

-Bueno -contesté divertido -pues marchémonos a salvar a los niños de Emmett o a


Emmett de los niños, depende de por donde se miré.

-Vámonos ya que tampoco quiero volver muy tarde - dijo Bella riéndose también
-además tengo que hablar con cierta personita para que se porte bien.

-Emmett también irá con ellos. A Peter y Tony también les hace gracia que su
padre les vea nadar y bueno con estos niños todos los refuerzos son pocos-anunció
Rose-. Aunque… - añadió un tanto dubitativa mirándome a mí directamente- no sé si
tranquilizarme por eso o desearte suerte. Y otra cosa Edward, Emmett ha dicho que
esta noche se queda él y así tú podrás descansar.

-Estupendo -dijo mi Bella mirándome desafiante, supongo que por lo que había
dicho antes.

-Eso depende -volví a decirle al oído mientras salíamos de la habitación.

-¿El que depende de qué?-preguntó un poco perdida.

-Pues que sea estupendo o no que esta noche me quede a dormir en tu casa,
depende de la habitación que me des para dormir -dije rodeándola el hombro con
mis brazos. Pero me di cuenta de que alguien podía vernos y quité la mano
enseguida, no fuera a ser que…
- 120 -
-En la casa hay muchas habitaciones -contestó mi Bella siguiéndome el juego-,
podrás elegir.

-Bueno a mí las demás habitaciones no me interesan -dije preguntándome como


seria esa casa-, sólo me interesa una y es la que ocupa la dueña.

-Bueno, esa casa tiene dos dueñas, así que tendrás que ser más claro-contestó
desafiante.

-A me interesa la que tengo a mi lado, la que es al tiempo que dueña de la casa,


dueña de mi corazón -le dije con voz ronca y muy bajito.

-Edward Masen -exclamó Bella fingiendo asombro-. Te prometí darte una


oportunidad, no que me iba a meter en tu cama inmediatamente.

-Es que no te vas a meter en mi cama, Bella, más bien pretendo meterme yo en la
tuya. Por favor -le dije tomándola de la cintura y aprisionándola contra la puerta del
coche al cual habíamos llegado- además, si no me dejas demostrarte lo mucho que te
quiero, ¿cómo diablos voy a poder aprovechar esa oportunidad?

-Ya sabes que es otra cosa lo que quiero que me demuestres Edward, esto ya lo
tengo claro -contestó no muy convencida del todo

-Y eso también te lo demostraré, no te quepa la menor duda Bella, pero por favor,
déjame que me instale en tu habitación, por favor- le dije rozándola los labios con
los míos. Notaba como su cuerpo y toda ella reaccionaba a mis caricias. Estaba
empezando a ceder, lo sabía.

-Edward, será mejor que nos metamos en el coche, James o quien sea que me
vigile en nombre de tu esposa, que te recuerdo que tienes, nos verá aquí y nos
puede buscar un problemilla-dijo sacándome de la burbuja particular en donde me
había sumergido.

- Es verdad -admití separándome de ella-, me había olvidado. Pero esto no va a


quedar así -dije abriendo la puerta del coche para que entrara y rodeándolo para
llegar a la puerta del copiloto.

-Edward tú estás casado y yo no me acuesto con hombres casados -contestó


insistente y he de reconocer que eso me dolió un poco.

-Bella que sepas que para mí, mi autentica esposa eres tú, la otra es sólo una que
lleva mi apellido porque así lo dice un contrato -le contesté francamente molesto por
- 121 -
el comentario. Cada vez que decía algo así, una sensación rara se apoderaba de mi
era como si…

-Perdona Edward -dijo Bella arrepentida-, todavía estoy enfadada contigo y no


puedo evitar que se me escapen este tipo de comentarios.

-Pues si quieres que te perdone, ya sabes lo que tienes que hacer -dije atacando
de nuevo. No pensaba ceder, la necesitaba, simplemente la necesitaba.

- Edward… -dijo y por su forma de mirarme adiviné que ya casi la tenía en el bote.

-Bueno, si no me colocas en tu habitación directamente, espero que tengas pestillo


porque pienso colarme en ella por la noche -informé como quien no quiere la cosa-, y
si echas el pestillo entraré por la ventana. Y si no hay ventana, me pondré a dar
gritos por toda la casa como Pedro llamando a Vilma. Así que tú verás -la amenacé
metiéndome con ella. Siempre hacía eso cuando quería conseguir algo y esas
artimañas solían darme resultado. He de reconocer que tenía un cierto sentimiento
de nostalgia, al darme cuenta de cuánto había echado de menos estos momentos.

-¿Sabes que eres un manipulador nato y que tu hija ha heredado eso de ti?-gruñó
mirándome directamente y puede ver en su cara que estaba sintiendo lo mismo que
yo.

-Sí a lo primero, no a lo segundo, pero me agrada enterarme-contesté siguiendo


con el juego.

-Claro cuando seas tú el objeto de sus manipulaciones veremos si te hace tanta


gracia -agregó divertida.

-Vamos Bella, no se puede manipular a un manipulador -dije riéndome a carcajada


limpia. Me lo estaba pasando en grande.

-Edward Masen, Gaby, ya te ha manipulado esta mañana haciendo que la lleves a


las clases en vez de quedarte a dormir -me informó muy complacida. ¡Cómo si no me
hubiera dado cuenta!

-Bella no he podido decirle que no, son cinco años. Me he dado cuenta desde el
principio pero es que en este caso quería ser manipulado -le dije sinceramente-,
además estoy seguro que esta noche voy a dormir muy bien…abrazado a mí esposa
-y de nuevo ese sentimiento extraño rondándome la cabeza…

Al mirar de nuevo por el retrovisor, vi como un coche negro giraba hacia la


- 122 -
izquierda como nosotros, ya no había duda, nos estaba siguiendo. Llevaba
observándole desde hacía rato, pero no quería alarmar a Bella hasta no estar seguro

-Edward, ¿qué pasa? -preguntó notando como me tensaba. Tenía que decírselo, le
había hecho una promesa y no pensaba defraudarla otra vez.

-Bella, llevo desde hace un rato notando como un coche nos sigue -le informé con
cuidado de no asustarla.

-Posiblemente sean los agentes que están protegiéndome. Espera -dijo Bella
conectando el manos libres de forma que yo pudiera escuchar la conversación, y
marcando un número-, a ver si así te quedas tranquilo. ¿Cómo es el coche?

-Bueno es un… -empecé a decir. Pero no veía bien la marca solo el color y el
tamaño.

-Es un coche pequeño y negro, parece un Citroën AX, pero no estoy seguro - le
dije.

- ¿Diga?- contestó una voz.

-Hola Jacob -dijo Bella-, nada sólo decirte que he visto un coche pequeñito y negro
que me chifla para Vanessa, creo que era un Citroën AX. Si quieres podemos comer
juntos y luego te lo enseño.

-Si a ti te gusta, ya es mío Bella. A la hora de comer nos vemos -contestó el perrito
ese que tenía por amigo

-¿Qué ha significado todo ese galimatías? -pregunté reconociendo esa manera de


hablar, solo que en Bella me extrañaba. Esta mujer era toda una caja de sorpresas.

-Edward ya te dije que Jacob no es un simple agente de policía, que él y Sam son
agentes especiales del FBI puestos por Marco para mi protección. ¿Te acuerdas que
te dije que le conocí en una situación complicada?

-¿Me dirás que te pasó? -pregunté seguro de que no iba a querer oírlo.

- Edward, alguien manipuló los frenos del coche y Gaby, Jasper y yo casi nos
estrellamos. Ese día Jasper y yo teníamos libre y llevábamos a Gaby al acuario que
hay cerca de aquí... Jasper conducía. En las autopistas hay unas zonas habilitadas
especialmente para estas situaciones. Jasper supo controlar el coche hasta que
vimos una de esas zonas, se metió por allí y lo frenó. Al principio pensamos que
- 123 -
había sido accidental, pero Marco al enterarse ordenó una investigación y envió a
Jacob y a Sam. Así los conocí. Se descubrió que el coche había sido manipulado.
Hubo otras dos intentonas de acabar con mi vida, un intento de atropello del que me
salvé porque literalmente Quil, otro de los agentes, lo vio venir y se lanzó contra mí.
Aunque eso no evitó que al caer al suelo me hiciera daño en una muñeca-dijo
resignada.

-Días después, alguien intentó secuestrarme en el parking del hospital por la


noche cuando salía de mi turno. Sam y Jacob vinieron en mi ayuda y evitaron el
secuestro, redujeron al secuestrador y lo detuvieron. Cuando le interrogaron
confesó abiertamente que alguien le había mandado ir a por mí pero no supo decir
su nombre ni dar una descripción porque el individuo llevaba una especie de careta.
Solo supo decir que le dio parte del dinero en mano y le prometió otro tanto cuando
me llevara a un lugar que habían acordado. Lógicamente cuando llegaron a ese
lugar no había nadie. Todo esto sucedió tras proponerme el traslado a Forks. A
partir de ahí, Marco dejó en la oficina que el FBI tiene aquí a Jacob y Sam de forma
permanente y estos a su vez tienen un equipo para hacer este trabajo. En el coche
que nos sigue seguramente van dos personas de ese equipo a juzgar por la reacción
de Jacob. Posiblemente sean Jared y Paul.

-Lo sabía, sabía que algo malo podía pasaros -dije histérico pasándome
distraídamente la mano por el pelo.

-Tranquilo Edward, no te pongas nervioso-me pidió intentando tranquilizarme-,


recuerda que me hiciste la promesa. Tengo vigilancia las 24 horas del día, cuando
no son Jared y Paul, son Quil y Embry, pero siempre hay alguien. Y Emily no es una
niñera normal y corriente. Es otra agente del FBI especializada en niños y tiene de
apoyo a Leah que siempre las sigue a una distancia prudencial. Además, esto te
demuestra una cosa. Mi vida estará en peligro le sigas el juego o no a Tanya ¿no lo
ves? En cuanto vio que no podía evitar que volviera por las "buenas", lo ha intentado
por las malas. Así que en vez de ponerte nervioso espero que esto te sirva para
demostrarte que puedo con ello y que no debes preocuparte.

-Es muy fácil que me digas eso Bella, pero no sé si podre hacerlo de verdad
-estaba aterrorizado por lo que acababa de contarme pero reconociendo que tenía
razón en lo que decía. Le había estado siguiendo el juego a esa zorra para nada. Eso
se había terminado cuando volviera a Forks esa mujer se iba a enterar.

-Espero que la conversación con Jacob te sirva de algo hoy-a ver si te tranquilizas.

-Y ese galimatías con el que hablabais-pregunté por distraerme un poco pues


sabía la respuesta.
- 124 -
-¿Y un policía me pregunta eso?-dijo Bella volviendo al tono de broma anterior.

-Pues precisamente por eso, porque tú no eres policía mi amor-contesté siguiendo


la broma.

-Jacob me ha dado algunas clases sobre cómo hablar por teléfono de ciertas cosas
o en público. Dice que no nos podemos fiar cuando se habla por teléfono aunque sea
el del coche o el de casa. En casa tengo una línea segura que han hecho para mí,
pero fuera hay que tener precaución. También tengo una cuenta de correo
electrónico segura. Edward… hay otra cosa -dijo mirándome dubitativa -Jacob me
está enseñando algo más.

¿Que demonios será eso que le está enseñando Jacob? Que juguetón es
este Edward ¿Verdad? Pero...¿no pensáis que han sido un poquito
descuidados?

Gracias a todas por vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05 lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna.

Gracias también a todas aquellas que me habeis puesto en alertas y


favoritos.

- 125 -
Chapter 12

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo11:Limpiandomialma

Pov Edward

-¿Qué tipo de clases?-pregunté.

-¿Quieres abrir la guantera por favor?-dijo con recelo en la voz.

Abrí la guantera y cuál fue mi sorpresa al encontrarme un revólver. Era pequeño,


de fácil manejo pero no por eso menos letal.

-¿Jacob te ha enseñado a disparar?-no podía salir de mi asombro.

-Sí, eso es lo que intento decirte desde el principio, se defenderme sola Edward.
Quiero que estés tranquilo a la hora de cumplir la promesa que me has hecho.

-Si te refieres a que esa arpía no me vuelva a tocar, te lo juro, no volverá a


hacerlo. Pero no puedo evitar seguir teniendo miedo-dije mirando el revólver -Bella,
¿estás segura que sabes cómo usar esto?-pregunté en tono de broma otra vez para
relajar la situación, pero un tanto preocupado porque la ecuación Bella más arma de
fuego en sus manos…

-Eres incorregible -, contestó un poco enfadada-. La verdad, es que al pobre Jacob


le está costando un poquitín. Sobre todo cuando entra alguien en la sala de tiro y al
querer saludar me vuelvo con el arma en la mano apuntando a diestro y siniestro,
pero ya lo voy pillando, Edward -dijo mirándome de nuevo -. No te preocupes por
favor.

-Me preocupo por lo mío -le respondí notando que se paraba en la puerta de un
garaje y marcaba un código en el mando que tenía instalado en una de las paredes
laterales. Reconocí de inmediato la medida de seguridad y me quedé
agradablemente sorprendido, al menos cuando estuvieran en casa estarían seguras.
La puerta se abrió y entró en un garaje en donde había otros tres vehículos más. Un
- 126 -
Aston Martin precioso, un Porsche amarillo y una moto plateada muy bonita.

-Ya hemos llegado -anunció mi Bella.

-La moto es de Jasper -me explicó al ver como los miraba -y el Porsche de Alice. El
Aston Martin también es mío.

-¡Vaya! ahora sí que estoy empezando a pensar que tienes de verdad dinero para
comprarle la casa a Emmet-exclamé impresionado y a la vez aliviado pues en todos
estos años siempre me devolvía el dinero que yo le enviaba para mantener a
Gaby-¿Cuándo me contarás esa larga historia?

- En realidad no es tan larga. El sueldo en el hospital es bueno y todos los meses


ahorraba un poco. ¿Conoces Farmacéuticas Plat?

-Cualquiera no la conoce, es una de las empresas farmacéuticas más fuertes del


país

- Pues Esme Plat, la mujer de Carlisle, es la heredera universal de la corporación.


Ella en realidad es diseñadora de interiores pero dirige la empresa junto a su padre,
que ya es mayor y está a punto de jubilarse por lo que Esme quedará como dueña y
señora pues es hija única. Ella me sugirió hacer unas cuantas inversiones aquí y allá
con el dinero que procuraba ahorrar todos los meses por si las moscas. Y esas
inversiones, como ves, dieron su fruto.

Es una mujer muy creativa y se le ocurrió que podríamos hacer una revista médica
pero asequible a todo el mundo. Con artículos escritos en un lenguaje que todo el
mundo entienda. Uno de los objetivos era alertar contra la anorexia y la bulimia
cada vez más extendida en las adolescentes, contra las dietas milagro y otra serie de
temas que ponen en peligro la salud sin que seamos conscientes de ello. Procuramos
a través de nuestros artículos que la gente se quiera un poco más a sí misma y deje
de hacer las tonterías que muchas veces hacen para adelgazar. Alertamos también
sobre el peligro que supone para los deportistas tomar ciertas sustancias para
aguantar un poco más. Y hasta nos hemos atrevido a enfrentar los malos tratos.

Y lo que en un principio fue un simple proyecto, hoy es una revista que se vende
por todo el país. Médicos de renombre escriben artículos para nosotros y hasta
modistos famosos se ha prestado a hacer ropa con los tallajes más altos y publican
sus diseños en nuestra revista alentando a las mujeres para comprarlos.

Yo estaba verdaderamente sorprendido. Hacía falta mucho valor para sacar


adelante un proyecto así y eso me dijo mucho de la maravillosa mujer que tenía
- 127 -
delante de mí. Cada minuto que pasaba la adoraba todavía más.

-Ni que decir tiene que me da unos beneficios todos los meses, que las inversiones
que me aconsejó Esme también me proporcionan ganancias, y luego tengo mi
sueldo, que es con lo que vivo. Lo demás lo he ido ahorrando, solo me permití estos
dos coches como caprichos. Ya sabes cómo soy, no me gusta la ostentación. Todavía
no sé ni cómo me dejé convencer por Alice para lo de los coches, bueno si lo sé.
Nunca discutas con Alice cuando se empeña en que te compres algo. Primero me
compré el Aston. Pero cuando mamá, papá, Rose y los niños, empezaron a venir por
aquí, decidí comprar este Mercedes familiar para que cupiéramos todos. Además, la
silla de Gaby entra mejor aquí, así que es el coche que normalmente uso. Y ahora, si
no tienes más preguntas, ¿entramos en casa?-preguntó risueña abriendo la puerta
del garaje que daba paso directamente a la cocina.

-¡Papá! ya has llegado -oí que gritaba mi hija al tiempo que se tiraba a mis brazos
cortándome la respiración, no me acostumbraría jamás a esto, pensé con una
sonrisa.

-Hola -dijo Emmet-, bueno como ya es oficial que te has reconciliado con este
cabezota, ahora si te voy a dar la bienvenida como te mereces - dijo cogiendo a Bella
entre los brazos y comenzando a darle vueltas.

-Papá la vas a asfixiar-dijo Tony asustado.

-Y se va a marear -añadió Peter con su habitual seriedad.

-No, que va -dijo mi hija -, está acostumbrada, ella me ha dicho que tiito Emmet
siempre la saluda así -y ante esto no puede evitar reírme a carcajada limpia. Llevaba
cinco años sin reírme con tantas ganas y tanta fuerza, y en dos días no dejaba de
hacerlo, esta hija mía era un caso. ¡Qué bien se estaba con la familia!

-Bienvenido a ti también Emmet -dijo Bella recuperando el resuello cuando ya


puso el pie en tierra dando todavía algunos traspiés- ¿crees que podrás hacerte
cargo de estos jovencitos un poco más mientras nos duchamos?

-Sí, sí puedo, pero a ver qué hacemos que hay niños delante y tienen que llegar a
una clase de natación. Y te recuerdo que tú eres médico Bellita y tus pacientes no
esperan -empezó Emmet con sus bromas de siempre.

-¿Y qué es lo que tienen que hacer?-preguntó el terceto perfectamente


coordinado.

- 128 -
-Siempre tan gracioso Emmet -dije echando a andar detrás de Bella-, a ver que
como te las apañas ahora con la respuesta.

-Sí eso, a ver -añadió Bella empezando a subir unas escaleras. La casa era enorme.

-Vaya, los coches no es el único lujo que te permites tener-dije recorriendo la casa
con la mirada mientras subía detrás de ella.

-Esta casa es de Marco. Cuando se percató de que era el objetivo de Aro y Cayo,
Marco, nos dejo esta propiedad para vivir. Es una verdadera fortaleza Edward, aquí
no entra nadie sin ser detectado antes por no sé cuantos chismes de seguridad de
esos. De hecho como se me olvide el código de entrada al garaje o de la puerta de la
calle, directamente no entro. Ya me ha pasado una vez -dijo abriendo una puerta -
.Tu habitación.

-Pero no habíamos quedado en que ocuparía tu misma habitación -dije remolón, la


verdad quería dormir con ella entre mis brazos. La necesitaba, lo necesitaba y no
estaba dispuesto a ceder.

-Bella -le dije cogiéndola de la cintura, atrayéndola hacia mí y aprisionándola


contra la puerta medio abierta-, no pretendo conseguir tu perdón a través del sexo,
pero te necesito, necesito que me des tu amor, por favor, no me lo niegues. Ámame
Bella, te lo ruego. No sólo se trata de conseguir tu perdón amor mío, también tengo
que aprender a perdonarme a mí mismo para poder sentir que soy digno de ti y eso
sólo lo podré conseguir a través de tu amor. Solamente tú podrás conseguirlo-le
decía mientras con mi boca recorría de arriba abajo su cuello, acariciándola
suavemente hasta llegar al lóbulo de su oreja, el cual mordía y luego vuelta a
empezar, sabía que eso la excitaba muchísimo. Realmente no era únicamente una
necesidad física lo que sentía por ella, era algo más, algo mucho más profundo, la
certeza de que sólo su amor podía limpiarme y redimirme…sacarme del negro pozo
en donde había estado todos estos años.

-Es tan puro e inmenso el amor que siento por ti -le volví a decir entre besos
húmedos y caricias-, no me lo niegues por favor.

La abracé fuerte contra mí, busqué sus labios y la besé. En mi beso iba implícita la
felicidad por estar de nuevo con ella, pero al mismo tiempo soltaba la amargura de
todos estos años sintiendo su ausencia. Sabía por como ella se retorcía contra mi
muy excitado sexo que estaba sintiendo lo mismo que yo y había empezado a ceder.
Subió sus brazos hacia arriba y rodeó mi cuello con ellos, tirando de mi pelo para
que me acercara más, si es que eso era posible. Y como siempre tan dulce, tan
cariñosa, tan maravillosa, me devolvió el beso con la misma intensidad. ¡Dios cuanto
- 129 -
la amaba!

-No pretendo negártelo Edward -me dijo jadeante cuando rompimos el beso -, yo
también te necesito. ¿Quieres entrar y mirar la habitación, por favor?

Hice lo que me decía y cuando me di cuenta…

-Esta es tu habitación -dije con esa sonrisa torcida que sabía que tanto le gustaba.

-Le pedí a Rose que colocara tu maleta aquí ayer por la noche -dijo entrando en la
estancia. Y de la alegría que me dio no puede contenerme. Cerré la puerta de un
golpe, la aprisioné contra ella. Eché el pestillo y comencé a besarla otra vez, a
devorarla, a saborearla. Le levanté las piernas e hice que rodeara mi cintura con
ellas y así la llevé hasta la cama, no sin antes buscar donde se encontraba. La tumbé
y me puse sobre ella, sin dejar de besarla por todas las partes que podía.

-Tienes mucha ropa mi amor -dije sentándome a horcajadas encima de ella y


empezando a quitarle la blusa que llevaba puesta - y así no te puedes
duchar-proseguí mientras le besaba en los labios, el cuello, y los pezones, primero
uno, después el otro, mordisqueándolos suavemente y estirando de ellos al tiempo
que frotaba mi muy dura erección por su centro. -

-Edward - dijo, mientras levantaba mi camiseta hacia arriba y me la quitaba


también pasando sus manos desde mi pecho hacia mi ombligo, acariciándome,
deteniéndose seductoramente en el inicio de la cinturilla de mi pantalón.

-¿Qué pasa mi amor? -le dije mientras bajaba mis manos hasta el cierre de su
pantalón y lo abría metiéndolas entre sus mulos. ¡Qué bien se estaba allí!-, ayer por
la noche sólo fueron mis dedos los que entraron ahí, ahora voy a ser yo todo enterito
mi amor -le decía mientras le bajaba los pantalones y se los quitaba. Me levanté un
poco, le abrí las piernas y me volvía a sentar encima de ella de forma que mi
erección se chocaba con su centro, y mi boca la recorrió desde el cuello, el hombro,
los pezones los cuales mordisquee sin piedad, hasta llegar a su vientre y seguí
bajando lentamente hacia mi objetivo. Le terminé de quitar las braguitas
bajándoselas con los dientes. Subí de nuevo hacia arriba besándola y
mordisqueándole las puntas de los pies, los tobillos, las piernas, las rodillas, los
muslos hasta llegar a donde quería, y le metí mi lengua todo lo dentro que pude,
chupando, devorando, excitándola. Con uno de mis dedos la masajee el clítoris y con
otro volví a los pechos. Diablos como me gustaban esos pechos.

-Los niños están abajo, Emmet también, tú tienes que irte con ellos y yo al hospital
-dijo Bella ronca por la excitación, mientras notaba como su orgasmo estaba punto
- 130 -
de llegar.

-Ya lo sé, no tardaré mucho -dije sacando de mala gana mi boca y mi dedo de su
interior y quitándole también el sujetador, dejándola desnuda delante de mí. La
contemplé unos instantes en los que me deleité con su hermosura. Me levanté de la
cama llevándola conmigo, obligándola de nuevo a que envolviera sus piernas en mi
cintura para que nuestros sexos no perdieran el contacto, el roce era exquisito,
excitante, placenteramente insoportable-, ¿dónde está la ducha? -ella me la señaló
con el dedo y la llevé en mis brazos hasta allí. La metí dentro, me despojé de la ropa
que me quedaba y entré con ella. Abrí el grifo del agua y mientras esta caía sobre
nosotros, la volví a coger en brazos haciendo que envolviera mi cintura con sus
piernas de nuevo, la aprisioné contra la pared y besándola entré en ella de una
estocada. De repente me sentí en casa, libre, limpio y seguro. Ella pegó un respingo
de ¿dolor? Y me alarmé pensando que había sido demasiado brusco.

-Llevo cinco años sin mantener relaciones Edward, es normal que me duela un
poco -dijo mi sol intentando calmarme.

-Perdona mi amor, no me di cuenta -contesté apesadumbrado pero también


orgulloso de que hubiera guardado tanta fidelidad sin merecérmelo. Me quedé
quieto dentro de ella esperando a que marcara el ritmo, mientras la colmaba de
besos por la cara, los hombros, los hermosos y exuberantes pechos. Empezó a
moverse despacio, y yo con ella. Siempre me pareció que habíamos nacido el uno
para el otro, estábamos sincronizados, nuestros cuerpos, que encajaban a la
perfección, se reconocieron al instante. Los movimientos se hicieron más rápidos y
desesperados mientras nuestros jadeos y gritos eran amortiguados por el sonido del
agua y nuestros propios besos. De repente sentí como mi pene empezaba a ser
aprisionado en su interior, ya no lo soportaba más y por lo que parecía ella
tampoco… y así el éxtasis nos alcanzó. Nos quedamos uno en brazos del otro
recuperando nuestro ritmo cardíaco normal y nuestras respiraciones.

-Cuanto tiempo.

-Demasiado mi amor -dije satisfecho, colmado, limpio y feliz. Ahora me sentía un


poco menos sucio que cuando salí de Forks. Bella me había empezado a redimir.
Ahora sí que estaba de nuevo en casa-. Prepárate para lo que te espera esta noche
porque te aseguro que mañana tendrás agujetas -le avisé una vez que me hube
recuperado.

Me levanté del suelo de la ducha en donde habíamos terminado y la ayudé a


ponerse de pie. Cogí una esponja y llenándola de gel empecé a lavarla. Primero el
cuello y los hombros, luego sus pechos…
- 131 -
-Están más llenitos de como los recordaba, mi niña -le decía al oído muy bajito-,
me encantan, me gustan mucho más. El embarazo te sentó fenomenal.

Y seguí lavándola sensualmente, acariciándola con la esponja por todas las partes
de su cuerpo mientras ella se arqueaba contra mí. Cuando llegué a su centro volví a
meter mis dedos dentro, excitándola, llevándola al límite mientras le daba besos en
el cuello, bajando lentamente una y otra vez desde la base hasta el hombro,
provocándole un nuevo orgasmo. Cuando volvió a recuperar la respiración, terminé
de lavarla y después, ella hizo lo mismo conmigo. Sentir como sus manos tocaban mi
pene era la culminación del éxtasis para mí, pero sentir su boca chupando, besando,
succionando… era algo inenarrable, y al igual que me pasó antes y también la noche
anterior no aguante demasiado, era imposible, había pasado tanto tiempo y su
contacto era exquisito. Le quité su boca de mi pene pues quería volver a terminar
dentro de ella, llevándola de paso un nuevo orgasmo.

Terminamos de ducharnos demasiado pronto para mi gusto, pero abajo me


esperaba una hija y a ella unos pacientes. Nos vestimos y bajamos.

-Ya era hora -dijo Emmett-, Vaya ducha más larga, anda que si os descuidáis. Bella
le he dicho a la niñera que se podía ir, que ya nos encargábamos hoy Edward y yo de
estos tres.

-Pues ya que has echado a su guardiana, ahora te toca ejercer de policía y padre
Emmet -dijo mi Bella entre risas-, que Edward te cuente. Tranquilo -me dijo en voz
baja -no estará muy lejos, os estará vigilando.

-Ya estoy al corriente -dijo Emmet poniéndose serio-, entre papá, Rose y la misma
Emily me lo contaron anoche. Por cierto, menos mal que Rose me advirtió que no me
quedara mirándola demasiado, ni fijamente, porque con lo que soy yo. Pobrecilla,
¿quién sería el mal nacido que la quemó con ácido?

-Fue durante una misión. Sam y su equipo no llegaron a tiempo. Sam no se lo


perdonará en lo que le quede de vida, a pesar de que no fue culpa suya. El mes que
viene le hacemos una nueva operación de cirugía. Tiene una cicatriz en todo el lado
derecho de la cara que le llega hasta el mentón -me explicó mi Bella -y eso no es
nada comparado a como estaba cuando la conocí. Como niñera de Gaby y su
protectora pasamos mucho tiempo juntas y con la ayuda de Alice, la convencí para
que se hiciera las operaciones.

-Bueno, me voy al hospital -dijo cogiendo las llaves de su coche y dándome un


beso en la boca-. Emmet te lo digo a ti porque ya conoces a tus hijos y sabes como
son. Te comunico que Gaby es cien veces peor que los dos juntos. ¿Sabes ya como
- 132 -
conectar las alarmas?

-Creo que ya me di cuenta ayer cuando intentó comerse un helado por la mañana,
¿no es así señorita? -dijo Emmet mirándola muy serio -y sí, Rose me lo explicó todo
esta mañana.

Gaby agachó la cabeza en un gesto muy típico de Bella cuando se sentía pillada en
algo, mientras Tony y Peter ponían su característica cara de inocencia.

-Pues hasta luego entonces. Traedlos a la hora de comer y que vayan a ver a su
abuela un rato-pidió dándome un nuevo beso en los labios que yo respondí gustoso,
y dando otro a Gaby.

Una vez Bella se hubo marchado, los tres figuras cogieron sus mochilas, salieron y
se encaminaron a la puerta de la calle. Gaby no dejaba de mirarme, como si
estuviera pensando en algo. Supongo que no tardaría en averiguar que era. Según
su madre pensaba y acto seguido actuaba

-Espera Edward, tengo que conectar las alarmas, mira te lo explico. Es muy
sofisticada, es un tipo de alarma nueva. Rose me ha dicho lo básico pero habrá que
hablar con los que la han instalado -me empezó a explicar Emmet mientras yo
escuchaba interesado por ver de primera mano la eficacia del sistema.

-A la hora de comer hemos quedado con Jacob y Sam. No hago más que llevarme
sorpresas desde que estoy aquí, la última es que han atentado contra la vida de
Bella tres veces y después de eso Marco puso a su disposición a Jacob y a Sam.
Parece ser que estos tienen un equipo vigilándolas las 24 horas del día. A la hora de
la comida tendremos más detalles -dije poniéndome de nuevo nervioso sólo con
pensarlo.

-Sí, eso me dijeron papá y Rose también. Desde luego vaya tres, mejor dicho
cuatro, si contamos a Alice ¿Te habrás dado cuenta la forma tan inteligente que han
tenido de hacerte reaccionar?-dijo con burla.

-Sí, menudos diablillos. Ya no teníamos bastante con tres maquinando en casa,


que ahora se ha juntado una más a la ecuación - dije pensando en Alice.

-Esa Alice parece todo un personaje. Ayer se pasó media noche corriendo por toda
la casa organizando una tarde de compras para no sé qué día. Según ella como en
Forks hace más frío que aquí, necesitarán ropa nueva. Y si vieras a su marido ir tras
ella intentando sentarla -dijo riéndose estruendosamente al estilo Emmet -. Le
pregunté a Rose en un momento que no me oían, si de verdad esta mujer era
- 133 -
médico, porque en serio yo creo que los pacientes se curan nada más verla para que
los deje en paz. Eso sí, parece que hoy vamos a tener una divertida discusión Bella
versus Alice por el tema de la tarde de compras. Eso no me lo pierdo -agregó Emmet
riéndose más alto aun si eso era posible.

-Pues mi Bella es muy terca -dije yo muy orgulloso de poder hablar así de ella
abiertamente de nuevo.

-Eso dice Rose, pero Alice lo debe ser más porque siempre acaba ganando y
arrastrando a Bella por todo el Centro Comercial -apostilló Emmett.

-Menudo elemento debe ser. Desde luego no vamos a aburrirnos en Forks. Espero
que para cuando vuelvan haya podido mandar a Tanya a la mierda-dije poniéndome
triste.

-Edward, ¿no te has planteado hacerlo ya? Bella está protegida y mi casa no
importa, en serio -me dijo Emmett.

-Emmett, ¿qué parte de han atentado tres veces contra la vida de Bella y mi hija
no has entendido? No puedo hacer eso, en cuanto lo hiciera a saber cómo
reaccionaría-contesté con el miedo en el cuerpo.

-No me refiero a eso Edward. Me refería a que le des boleto cuando Bella vuelva a
Forks y nosotros podamos protegerla -dijo haciéndome un gesto tranquilizador.

-Eso ya me lo he planteado, Emmet. Cuando Bella vuelva a Forks no pienso estar


separado de ella ni un segundo, y tengo claro que voy a protegerlas y que tú me
ayudaras. El problema sigue siendo tu casa -le dije decidido a no aguantar un
segundo más con la zorra esa una vez que Bella hubiera regresado.

-Pues si ese es el problema, te digo desde ya, que se la queden, que me da igual
-dijo Emmett resuelto.

-¿Y si vuelven a abrir aquella famosa investigación? -volví a preguntar. A mí me la


traía al fresco pero tenía que contar con él.

-Sinceramente Edward, con lo que le debe estar cayendo a Aro no creo que pueda
volver a hacer eso sin levantar sospechas y si lo hace ¿no crees que el tal Marco nos
ayudaría?

-También había pensado en eso, pero, no sé, sigo sin fiarme, es un Vulturi
-contesté sin estar muy convencido.
- 134 -
- Eso se te pasará en cuanto hables con Jasper -me tranquilizo Emmet-, cualquiera
podría pensar que Jasper se casó con Alice para llegar a Bella, pero ayer por la
noche vi cuanto la quiere, o sea que sospecha descartada. Papá y mamá se fían de
él. Sinceramente Edward, yo sí me fío. De todos modos, ¿qué podemos perder?-
siguió diciendo, parecía que le habían dado cuerda-, ¿mi casa?, ¿nuestros trabajos?,
me da igual, nos vamos y punto. Empezamos en otro lugar.

-No es tan fácil Emmett, tenemos hijos -le dije para que viera la realidad de la
situación, aunque yo estaba dispuesto a hacerlo, ya no huiría nunca más, enfrentaría
lo que viniera de frente, junto a Bella.

-Mira que eres negativo Edward, de verdad necesitas que te entonen un poco, a
ver si esta noche que me quedo con mamá…. - dijo con su habitual tono bromista.

-¿Y qué te hace pensar que no me han entonado ya?-pregunté con guasa.

- ¡No! ¿Cuándo? ¿En la ducha? Edward hermanito, con tu hija y tus sobrinos abajo,
desde luego -dijo con sorna.

-Papá ¿qué es lo que habéis hecho mamá y tú, con nosotros abajo?- preguntó de
repente Gaby.

-Esto…emm… hablar hija, hablar -dije mirando a Emmet con muy mala cara.
Tendría que recordar aquello que me dijo Bella del don de mi hija de parecer que
estaba a otra historia y al mismo tiempo enterándose de todo.

-Papá - volvió a decir, y no sé porque tuve el presentimiento de que iba a


averiguar lo que su cabeza estaba fraguando desde que salimos de casa-, antes he
visto a mamá dándote besos y tú se los dabas a ella. ¿Quiere eso decir que vas a
poder dejar a esa señora mala que no te deja venir con nosotras y quedarte aquí?

-¿Señora mala -le dije un tanto confundido -¿Pero que no te habían hablado de
señores malos?

-Esa fue mamá. Pero Peter y Tony me han dicho que lo que pasa es que nos
dejaste porque te tuviste que casar con una señora muy mala que no te deja venir
con nosotros y que tú estás harto de ella -estos niños… ¿cómo se habrían enterado?
Mire a Emmet que estaba tan asombrado como yo.

-Vosotros ¿cómo sabéis todo eso? - preguntó Emmet a Tony y a Peter.

-Pues anda que no habéis hablado veces de ello -dijeron los dos a la vez. Nota
- 135 -
mental, no volver a hablar de ciertas cosas delante de los niños.

-Bueno papá, ¿te vas a poder quedar con nosotras o no?-preguntó mi niña con la
esperanza puesta en su voz.

-Vamos a ver. De momento tendré que volver a Forks a cuidar de la abuela y a


vigilar a los señores malos pues como tu madre muy bien te dijo ese es mi trabajo.
Pero, ¿qué te parecería que vinierais vosotras a vivir conmigo a Forks?

-¿De verdad?-dijo chillando de la emoción-. ¿Nos vamos a ir a Forks contigo?,


¿cuándo?

-Cuando a tu madre la dejen irse en su trabajo. De momento ya te digo que


vosotras os quedareis aquí y yo me tendré que marchar - le dije con lágrimas en los
ojos-. Pero te voy a dejar mi número de teléfono para que me llames cuando quieras
y yo te llamaré todos los días.

- ¡Vale!-exclamó chillando otra vez de la emoción-, mira papá ya hemos llegado.


Aquella es mi profesora. Ven que te la voy a enseñar -divisé a lo lejos a una mujer
joven vestida con el uniforme que suelen llevar los Socorristas en las playas-Zafrina,
Zafrina - gritó mi hija-, mira este es mi papá

-Hola, me llamo Edward Masen -me presenté dándole la mano.

-Hola, encantada de conocer al padre de esta niña tan simpática - contestó la


profesora muy amable - Y supongo que Vd., será el padre de Peter y Tony.

-El mismo - dijo Emmett.

-Bien, vamos a empezar las clases. Pueden sentarse allí y verles. A ver niños, todos
aquí conmigo.

Nos retiramos de ahí y fuimos hasta la zona que nos había indicado.

-Por tu expresión me parece que acabas de tomar una decisión -dijo Emmett.

- Emmet -le conteste-, no sé qué haré ni como, pero esa lagarta tiene que
desaparecer de mi vida antes de que ellas vuelvan a Forks. Pero va a ser
complicado, muy complicado. De momento tengo que cumplir una promesa y no sé
cómo hacerlo.

-¿De qué se trata? -preguntó Emmett.


- 136 -
-Le he prometido a Bella que no volveré a acostarme con esa mujer.

-Eso es fácil de cumplir. Cuando volvamos a Forks le dices que no tienes más
remedio que pasar la noche en casa de nuestros padres porque papá no puede
cargar solo a mamá y que yo tengo que ayudar a Rose con los niños.

-Sabes Emmet, a veces se te ocurren buenas ideas.

Pues parece que nuestro Edward, ha conseguido su objetivo pero... ¿podrá por fin
dormir con Bella o pasará algo que les impedirá tener esa noche de pasión que
Edward le ha prometido?

Quería deciros que he escrito un Song Shot (One Shot basado en una canción) con
el que me presento a un concurso en el blog "Letras de Lullaby", para celebrar el
segundo aniversario del blog. Si queréis leerlo esta publicado aquí mismo, solo
tenéis que ir a mi perfil, en donde también podréis ver la bonita portada que me ha
hecho Sil. Gracias amiga

Gracias a todos por vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030.

Quiero dar la bienvenida a dos nuevos lectores: roscidius cullen y


lunatico0030.

Gracias a todas aquellas que me leen de forma anónima y a las que me han
añadido a alertas y favoritos.

- 137 -
Chapter 13

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 12: Amenazadas

Pov Edward

Pasamos buena parte de la mañana viendo como los niños nadaban. La verdad era
interesante, además de las típicas clases de natación, Zafrina junto a otra profesora
que se llamaba Kachiri, les daban clases de socorrismo y era muy divertido verles
como se salvaban los unos a los otros. Salvo por esos dos niños que me presentaron
ayer, Jane y Alec creo que se llamaban. No dejaron un momento de meterse con mi
niña y mis sobrinos no dejaron ni un segundo de defenderla. La verdad es que yo ya
me iba a levantar a decirles cuatro cosas, cuando Kachiri, les pegó una buena
bronca. De todos modos, estos hoy no se iban de aquí, sin saber quién era el papá de
Gabriela.

-Parece que te ha surgido otra más a quien sobreproteger -dijo Emmett con
sorna-. Pobre niña y sólo tiene cinco años. Verás cuando tenga quince y los chicos
quieran salir con ella. Vas a tener que limpiar bastante a menudo el rifle.

-¿Pero no te has dado cuenta de la mala leche que tienen? -grité visiblemente
enfadado.

-Me he dado cuenta Edward, pero los niños son así de crueles con otros niños que
por algún motivo son más débiles que ellos. Tienes que dejar que solucione sus
problemas solita, hermano. Y estar para ella cuando te pida socorro. Además
-añadió- por si no te has dado cuenta los tres se las están apañando muy bien y, no
es porque sean mis hijos -dijo orgulloso -, pero tiene una buena ayuda. Peter y Tony
se las arreglan muy bien defendiéndola. De hecho les tendría que regañar pero no lo
voy a hacer. He de decir en su defensa que tienen toda la razón. Pero no se lo digas
a Rose.

-Ni una palabra -contesté riéndome a carcajada limpia otra vez. Vaya en un solo
día me había reído más que en cinco años.

- 138 -
Cuando las clases terminaron mi niña vino hacia mí para que la ayudara a secarse.
La tal Jane venía detrás de ella.

-Pues si se va a volver a marchar, menudo papá -oí que le decía.

-Pero yo me voy a ir con él -contestó Gabriela desafiando a la niñita esta de


marras. Me hice la nota mental de recordar las palabras de Emmett de hace un
momento y no intervenir a no ser que fuera necesario.

-Sí, eso dicen todos -dijo la maldita niña riéndose con sorna.

-Porque tus papás no os hagan caso y no cumplan las promesas que os hacen, no
quiere decir que el mío tenga que ser igual -chilló de pronto mi niña poniéndose
furiosa de verdad, tanto que me dio miedo. Me levanté inmediatamente pero Zafrina
vino en mi ayuda.

-Jane cariño, tu niñera está esperándote con la toalla, ve deprisa no te vayas a


enfriar. Perdónele -dijo Zafrina dirigiéndose entonces a mí -, en realidad no son más
que unos pobres niños. Sus padres les han dejado al cuidado de una niñera que no
es demasiado cariñosa con ellos y parecen haberse olvidado de que tienen hijos. No
sabemos quiénes son ni como se llaman o en dónde trabajan, solo que su apellido es
Stevenson. Y como ven que a su hija la cuidan, quieren y protegen, tanto su niñera
como su madre, sus tíos, tías, y sus abuelos, simplemente le han tomado manía. Y no
han parado hasta encontrar su punto débil: usted. Se dan cuenta que a la niña le
duelen sus comentarios y no dejan de meterse con ella.

-Vaya, pues de verdad que lo siento -dije secando con la toalla a mi hija al mismo
tiempo que luchaba porque las lágrimas no salieran de mis ojos delante de la niña y
de Zafrina -, pero que esos niños se sientan abandonados por sus padres de esa
forma no les da derecho a atormentar a mi hija o a cualquier otro que se ponga en
su camino -le dije.

-En eso tiene toda la razón, ¿Edward verdad? -me contestó.

-Sí, puedes llamarme Edward y de tú. Por favor-le dije, me caía bien esta mujer.

-De acuerdo, pues de tu entonces. Lamento tener que irme -añadió-, pero empieza
otra clase. No les hagas caso, mi niña -le dijo dando un beso a Gaby en la mejilla y
marchándose.

-Llevan toda la mañana diciéndome que es mentira que me voy a ir a Forks, que te
vas a volver a marchar y no me vas a llevar contigo -no podía soportar ver su carita
- 139 -
llena de lágrimas, era superior a mí.

-Pues eso no va a pasar eso cielo, tu vendrás a vivir conmigo a Forks en cuanto a
tu madre le den el permiso ya lo verás. Y además, quiero que sepas una cosa, pase lo
que pase y digan lo que te digan, tú no hagas caso. Haz caso a tu corazón- dije
poniéndola la mano en el mismo -, dime hija ¿qué te dice tu corazón?

-Me dice que me quieres y que me estarás esperando en Forks - contestó


abrazándome.

-Pues entonces no dudes de eso. Ahora vamos a vestirte. ¿De acuerdo?-de repente
una duda me asaltó.

- ¿Sabes vestirte sola?-pregunté un poco azorado.

- Sí, mami me enseño y Emily también, ellas nunca entran para que aprenda a
hacerlo.

Me quedé esperándola fuera durante bastante rato. Tanto, que ya me estaba


empezando a preocupar, como no saliera pronto iba yo a entrar a por ella. Pasados
unos minutos más mi niña salía perfectamente vestida del vestuario femenino, si se
puede decir perfectamente a una blusa mal abrochada y a los pantalones a medio
subir.

-Papi, perdóname si he tardado, es que mami me dice que después de salir del
mar me tengo que duchar y quitarme la sal de la piel. Y me he lavado muy bien, me
he echado cuatro geles y cuatro champús -me informó muy orgullosa mientras yo
reprimía la carcajada que estaba a punto de salir e intentaba disimular mientras le
abrochaba bien su blusa, y le colocaba los vaqueros.

-Gaby, verás…- empecé-, con que te laves dándote solo un gel y un champú es
bastante. ¿No estás tan sucia, cierto? Solo se trata de quitar la sal del mar, luego ya
te lavas bien en casa.

-Sip, mami también me lo dice pero a mí siempre se me olvida -me dijo muy
compungida y entonces ya no pude más y solté la carcajada que tenia reprimida. Le
cogí de la mano y fuimos a buscar a Emmett. Gabriela se cogió de mi mano y a todos
los niños que veía les decía:

-Mirad, este es mi papá, me voy a ir con él a Forks -la mayoría de los niños se
paraban a saludarme, por lo que me quedó claro que el problema sólo estaba en
esos dos elementos. Por fin conseguimos llegar donde Emmett estaba esperando.
- 140 -
-¿Sabéis llegar al hospital desde aquí?-preguntó Emmett rascándose la nuca en un
claro gesto de preocupación por el hecho de no saberse ubicar -supongo que
querréis ver a la abuela.

-No somos tontos. ¿Por quién nos tomas? Claro que sabemos cómo ir-dijo de nuevo
el terceto perfectamente sincronizado. Yo por mi parte me estaba partiendo de la
risa, otra vez. Antes de que pudiera meter más la pata, cogí el brazo de mi hermano
y le señalé un edificio enorme que tenia justo detrás.

-Emmett el hospital está justo detrás de ti -le dije al oído. Emmet miró hacia los
niños que tenían la vista fija en el suelo aguantándose la risa.

-Vale de acuerdo, podéis reíros -y los cuatro, incluido yo estallamos en carcajadas.


Diablos cuanto hacia que no me reía tanto y tan a gusto.

Llegamos al hospital y subimos directamente a la habitación de Renée.

-Abu, Abu, ¿Cómo estás?

-Mucho mejor. Como siga así voy a poder echaros una carrera.

-No -dijo Peter muy circunspecto -, la tía nos ha dicho que vas a tener que estar
así un par de meses o más y que cuando volvamos a Forks tenemos que ayudarte
mucho.

-Vaya los rumores vuelan -murmuró mi madre rodando los ojos.

Estuvimos allí un rato y después les llevamos a dar un paseo. Al salir vimos a mi
Bella que iba vestida con la ropa de ambulancia como si fuera a hacer una salida con
ellos. Iba corriendo muy deprisa, un tipo que parecía ser el conductor del vehículo
se encontró con ella, la ayudó a subir y salieron disparados.

-Un pobre hombre se ha desmayado dentro del coche y ha causado un accidente.


El médico que normalmente sale esta libre hoy y su sustituta acaba a de ponerse
enferma, así que Bella ha decidido solucionar el problema -explicó Alice detrás mío.
¿De dónde había salido esta mujer?

-Pues esperemos que no sea nada -contesté un poco preocupado ante la ecuación
Bella… accidente… correr… en fin…

-Eso esperemos ya tuvimos bastante con el de ayer y vosotros ¿habéis nadado


ya?-preguntó Alice a los niños.
- 141 -
-Sí y hemos aprendido a hacer la respiración boca a boca, ¿quieres que te
hagamos la respiración boca a boca tía Alice?-preguntaron de nuevo los tres a coro.

-Esto… ahora mejor que no, veréis estoy esperando enfermitos -contestó Alice
saliéndose por la tangente.

-Bueno nosotros nos vamos. Os veremos a la hora de la comida -dije


despidiéndome de Alice y salvándola de la engorrosa situación. Ella me dijo adiós
con la mano diciéndome gracias con la mirada.

Estuvimos paseando por la ciudad un buen rato, hasta que se hizo la hora de la
comida. Yo estaba nervioso por lo que me tendría que decir Jacob y ansioso por ver a
Bella. Cuando llegamos Alice, Rose y ella ya estaban en la cola de la cafetería. Bella
me dio un apretón suave en la mano a modo de saludo. En público era lo único que
podíamos hacer. ¡Dios! cuanto necesitaba llegar y simplemente darle un beso sin
tener que esconderme.

-Pues realmente no le veo la necesidad Alice, si hace frío nos ponemos un abrigo y
punto.

-Sí pero tendrás que comprarlo o que acaso eres como Harry Potter y sabes un
hechizo para sacar ropa de donde no la hay-decía Alice muy sería mientras Rose a su
lado se partía de la risa.

-No, no tengo un hechizo Alice, pero si tengo abrigos en el armario sin usar de
hace cinco años y esos me valdrán.

- ¡¿Cinco años? ¡¿Tú estás loca Bella?- exclamó Alice escandalizada-estarán


pasados de moda. Y a la niña ¿Qué le piensas poner a la niña?, hace cinco años era
un bebé no creo que le quede bien -así que esta era la famosa discusión que
auguraba Rose - pues sí era divertida. Era algo así como ver la lucha entre dos
titanes, pero creo que la argumentación de Alice era más acertada.

-Respecto a la ropa de la niña tienes razón, pero ya se la compraré, hay tiempo no


hay que salir corriendo -contestó Bella en un claro intento de escabullirse.

-Además tu madre necesitará una especie de pantalón con una cremallera o algo
que pueda descoser fácilmente -siguió atacando Alice.

-Pues para descoser con unos pantalones viejos bastará y además existen unas
cosas llamadas faldas -contestó Bella en tono beligerante.

- 142 -
-Eres incorregible Bella - dijo Alice, aunque por su expresión me parecía a mí que
no pensaba resignarse ni claudicar tan pronto.

-Mamá, Tías -dijeron los niños, de nuevo a la vez-, ¿pero ya estáis discutiendo? No
sé para qué discutes con ella Tía Bella, si siempre sale ganando.

-Ufff -suspiró mi Bella-, bueno a ver qué vais a comer. Por cierto Edward, ahora
dentro de un rato viene Jacob. Comeremos y después Rose y Alice se llevaran a los
niños para que podamos hablar tranquilamente. Es que hablar delante de ellos…

-Se enteran de todo sí, ya nos hemos dado cuenta -dije yo como si hubiera
descubierto el oro.

-Mamá, mamá, papi me ha dicho que nos vamos con él a Forks -dijo mi niña
entusiasmada y Bella me miró de forma interrogante.

-Larga historia, después luego te la explico. ¿Vale? -dije intentado escabullirme.


Bella enfadada daba mucho miedo y no quería discutir con ella, no después de
habernos reconciliado hacia tan solo un día.

-Vale -dijo mirándome no muy convencida.

-Por cierto Rosie -dijo Emmet -, cuando vaya a hablar de algo que no deba delante
de los niños avísame ¿Ok?

-Da la casualidad querido marido, que eso es lo que llevo haciendo desde que
tienen uso de razón. ¿Cuál crees que es el objetivo de tanto golpe y
coscorrón?-contestó Rosalie con una expresión en su cara totalmente indescifrable.

-¿Era por eso?-dijo Emmet como si hubiera desentrañado un gran enigma.

-¿Y se puede saber cómo has llegado hoy a la brillante conclusión de que no se
puede decir nada de delante de los niños?-preguntó Rose un tanto mosqueada.

-La misma larga historia, luego os la contamos ¿vale?-contestó Emmett utilizando


la misma táctica que yo había utilizado hacia tan solo unos momentos.

Cargamos las bandejas con comida para todos y nos fuimos a buscar una mesa.
Bella iba protestando porque se había acabado la tarta de chocolate. No cambiaría
nunca, siempre le gustó el chocolate. Sobre todo las tartas de Renée y que ya nunca
hacia por razones obvias.

- 143 -
-Vaya Bells, ¿todavía tienes sitio para comerte todo eso?, creí que por hoy ya
tenías bastante -preguntó un Jacob divertido apareciendo de improviso detrás de mí.

-Jacob Black un solo chistecito más acerca del asunto y te juro que Vanessa va a
tener que ir a un banco de esperma si quiere tener hijos. Porque a lo mejor estreno
aquel regalito que me hiciste y que siempre llevo en el coche -debía referirse a la
pistola. ¿Qué diablos habría pasado? La verdad es que sentía curiosidad. Pero no era
el único curioso

-¿Qué has hecho esta vez Bella?, ¿te has tragado una farola como tu hija? -
preguntó Emmett socarrón.

-Algo mejor que eso. Se ha tragado un coche entero -contestó un más que
dispuesto Jacob en tono guasón.

-Jacob…los niños -advirtió Bella, pero ya era tarde.

-¿Qué es eso de que te has tragado un coche, mamá?-preguntó Gaby.

-Eso mismo digo - dijo Emmett más niño que ellos y Rose le propinó un coscorrón-.
Rose cómo duele, ¿qué he hecho ahora? , sólo quiero averiguar cómo es que mi
hermanita, la eminente doctora, se ha tragado un coche.

Yo estaba que no cabía en mí de felicidad. Como había echado de menos estos


momentos de bromas y burlas, aunque por lo visto se nos había unido otro gracioso
al grupo.

-Pues veréis. A un pobre hombre le ha dado un infarto mientras iba conduciendo y


Bella ha salido en la ambulancia. Cuando ha llegado al lugar de los hechos, la policía
de tráfico estaba intentando reorganizar el atasco que el pobre señor había causado.
Aparte de que varios coches habían chocado entre sí y había varios heridos. La
ambulancia no podía pasar, así que súper Bella ha salido de ella al mismo tiempo
que Jasper salía de la otra y se subía a uno de los coches para saltar al otro lado.
Jasper se ha vuelto para ayudar a Bella, pero esta ni corta ni perezosa ya había
empezado a subir, pero miren por dónde se le ha resbalado el pie y literalmente se
ha caído de boca contra el capó del coche -todos, niños y adultos, nos miramos
conteniendo la risa.

-Bueno voy a ver qué pillo de comida -dijo Jacob mirándola socarronamente. Y de
repente ocurrió algo muy gracioso, Bella le sostuvo la mirada durante un rato y
entonces los dos se echaron a reír a carcajada limpia y los demás con ellos.

- 144 -
-Pues mira a ver si han puesto ya la tarta de chocolate, me debes una invitación,
¿recuerdas?

-¿Si? ¿De cuándo?-preguntó Jacob confundido.

-Desde hoy por gracioso -contestó mi Bella y todos volvimos a estallar en


carcajadas.

-Hola a todos ¿Cómo está tu madre Bella? -preguntó Jasper apareciendo ¿y


dándole un beso en la mejilla?, pues que confianzas…

-Mucho mejor, si sigue así le darán el alta. Lo malo es que quiere volver a Forks.
¿Crees que Marco me dejará su avión?

-Por supuesto Bella, ya sabes que sí -le contestó Jasper de forma muy cariñosa. Ya
sabía que este Jasper era el marido de Alice pero el tonito con que le hablaba…
entre el uno y el otro… le pasé el brazo por detrás de su silla en un ademán
cavernícola de "esta mujer es mía", no lo pude evitar.

-Voy a por algo de comer. Veo que tu todavía tienes hambre Bella -dijo Jasper con
cara pícara, y todos volvimos a estallar en carcajadas. De verdad que aquello era
muy divertido. Como ya había terminado de comer, me repantigué en el asiento y
me quedé observándolos a todos. La familia, los amigos, todo lo que me había
quitado esa maldita mujer.

-Que no se le olvide a Jacob mi tarta de chocolate -le dijo mi Bella con carita de
pena. Por cierto y ahora que me daba cuenta, a todo el mundo le pedía la tarta
dichosa menos a mí…

Terminamos todos de comer entre risas y bromas y un par de raciones extras de


tarta de chocolate que Bella no dudo en comerse con ayuda de mi cuñada, su amiga
y los niños. Rose y Alice se llevaron a los chicos. Mi hija, que bien sonaba eso, se fue
a regañadientes pues no se quería marchar. Yo creo que tenía miedo de que
desapareciera en cualquier momento y no la culpaba por eso.

-Veo que esta mañana te diste cuenta, el alumno está empezando a prosperar
-empezó Jacob con su habitual tono socarrón-. Tranquila Bella, eran Jared y Paul -le
dijo un poco más serio. Vale, ese tono me gustaba más.

-No dudo de que tus enseñanzas acaben dando sus frutos conmigo pero el que se
dio cuenta fue Edward - aclaró Bella sonrojándose. Cuanto había añorado esos
sonrojos y cuanto los adoraba.
- 145 -
-Un policía que muerde a otro. Por lo menos el honor se queda en la familia-dijo
Jacob volviendo a su tono socarrón y hablando conmigo directamente por primera
vez. Íbamos prosperando.

-Sí -dije sonriendo un poco, este tipo cada vez me iba cayendo mejor.

-Hola muchachos -dijo Charlie-, Emmett ha subido a sustituirme así que voy a ver
si como un poco. Esperamos a que Charlie volviera y entonces Jacob se puso serio.

-Al grano. Edward, Sam, que ahora viene, Emily, yo y el resto del equipo, no
somos policías sino agentes especiales del FBI destacados en Jacksonville con la
única finalidad de proteger a Bella y a tu hija. El mismísimo director del FBI nos
encargó el trabajo por ser, según él, los mejores. Cosa que es un orgullo para
nosotros la verdad. Marco tomó esa decisión tras tres atentados fallidos contra la
vida de tu mujer y tu hija. En el primero inutilizaron los frenos del coche. Por suerte
Jasper tiene los nervios de acero. En el segundo casi la atropella a Bella un
conductor que se supone conducía borracho, pero que solo apestaba a alcohol, la
tasa de alcoholemia dio cero. Y en el tercero, alguien intentó secuestrar a Bella en el
parquin del hospital. En estos dos últimos intentos, nuestro equipo ya las estaba
vigilando y bueno conseguimos salir con bien de la situación.

Ni Bella ni tu hija van solas ni al cuarto de baño, eso te lo puedo asegurar. Están
vigiladas las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Tenemos un equipo
formado por ocho personas que van en parejas Jared y Paul, que los has conocido
esta mañana, Quil y Embry, Leah y Emily y Collin y Brady. Son agentes entrenados
especialmente para este tipo de misiones. Bella y tu hija están a salvo con nosotros,
Edward. Vuelve a Forks y haz tu papel, verás -dijo dudoso -necesitamos un pequeño
favor.

-¿Un pequeño favor? -dijimos Bella y yo a la vez.

-Marco me llamó esta mañana, las pruebas oficiales que hay contra Tanya y los
dos hermanitos han desaparecido misteriosamente por lo que se sospecha que hay
un topo. Tranquilos -dijo levantando la mano al ver en nuestra cara el típico y lógico
gesto de estupor-, por precaución habíamos hecho copias de esas pruebas y son las
que se han llevado, las originales están a buen recaudo en la caja fuerte de un banco
bajo un nombre falso que Marco utiliza. Pero necesitamos saber quién es el
infiltrado. Y ahí entras tú ¿Podrías ver la manera de sonsacarle a Tanya?- me
preguntó directamente.

-No hay problema - dije yo -, si algo he aprendido a hacer bien en este tiempo es a
discutir con ella hasta el punto de sonsacarle cosas que no quiere decir. No
- 146 -
sospechará. Haré lo que sea porque todo esto acabe pronto. Solo asegúrame que
Bella y mi niña estarán bien.

-Eso queda asegurado Edward, las defenderé con mi vida si es necesario - dijo otra
voz detrás de mí-. Me llamo Sam Ulley.

-Hola-le dije dándole la mano. Madre mía, si Jacob parecía un armario de tres
puertas este parecía que tenía seis.

-Bella y Gabriela aquí están protegidas y bien, después de aquellos atentados no


ha habido ninguno más porque no se han podido acercar a ellas lo suficiente. Emily
y Leah revisan a conciencia los coches todos los días antes de que nadie salga del
garaje.

-Y no van a ninguna parte sin ser seguidas por uno de los nuestros, como has
podido comprobar esta mañana. ¿Por qué te crees que he visto como se tragaba el
coche? Estaba vigilando la situación con Collin ya que Brady estaba en su tiempo de
descanso -siguió diciendo Jacob.

-También tenemos controlado a James Caam y a su novia. Hay tres agentes


pegados a ellos continuamente. James es la persona que informa a Tanya de todo lo
que pasa aquí. De momento hemos hecho la vista gorda porque nada de lo que le ha
dicho era relevante, pero sabemos de buena tinta que esta mañana la ha llamado
para confirmarle que Bella vuelve a Forks y para contarle de vuestras andanzas. El
problema es que no ha dicho nada que le comprometa. Ha sido una conversación
inocente en la que un amigo comunica a una amiga que otra amiga común vuelve a
su casa y ha vuelto con su marido. En este tema os ruego que tengáis un poquitín de
cuidado.

-No me pienso ir de aquí hasta que no se aclare esta situación y esos dos estén
detenidos -exclamé aterrorizado por lo que estaba oyendo.

-Bueno, eso me dará excusa para tener a mamá unos días más aquí. Pero, ¿podréis
dejar tanto tiempo el trabajo?

-Bella, hace mucho que Emmett y yo no tenemos vacaciones. Hay tres agentes de
Port Ángeles sustituyéndonos hasta que volvamos. Y además, me da igual.

-Te entiendo Edward, pero necesitamos que vuelvas para sonsacarle a Tanya esa
información, es de vital importancia. Aunque si lo pudieras hacer desde aquí, no
tendríamos inconveniente en que te quedaras, al revés sería un respiro contar con
tu ayuda. Eso sí, el tema de la detención puede que tarde un poco -me explicó Jacob.
- 147 -
-Como ves no te estamos dejando de lado, contamos contigo. Cuando oigas entre
tus compañeros alguna mala palabra hacia el FBI, acuérdate de nosotros -dijo Sam
en tono de burla.

-Por supuesto contad con ello -respondí siguiendo la broma mientras tenía
inconscientemente un brazo encima del hombro de Bella en tono protector. Y de
repente y como si hubiera llamado al diablo este apareció, me sonó el móvil.

-Es Tanya -les dije y puse el manos libres para que todos pudieran escuchar. Sam
me dijo que esperara unos segundos mientras sacaba una especie de grabadora y la
conectaba al móvil.

-Dime Tanya, ¿qué quieres ahora?, estoy ayudando a mi madre -contesté con el
mismo tono que empleaba siempre con ella. No lo podía evitar.

-Pues no es eso lo que me han contado. Me han dicho que te pasas el día por ahí
solito con Bella y con tu hija.

-Tanya, comemos todos juntos en la cafetería del hospital, ¿qué quieres, que coma
solo en una esquina?-dije intentando mantener la calma.

-Pues come después Edward, pero no con ella. Y esta mañana os han visto iros a
los dos en su coche haciéndoos arrumacos-contestó con voz resentida.

-Pues de eso te han informado mal, me he pasado toda la mañana con mi


madre-rebatí intentado que se lo creyera.

-¿Y qué hay de tu hija?-preguntó mordaz.

-Pues que quieras o no, es eso, mi hija. Me ha reconocido, me ha dicho que la lleve
a pasear y a varios sitios y eso es lo que he hecho-dije desafiante y pasándome la
mano por el pelo. Estaba muy nervioso.

-Ten cuidado Edward, que si no…-dijo en tono de advertencia.

-¿Si no qué? Tanya. ¿Qué piensas hacer?-dije retándola a que dijera un poco más.

-No me tientes Edward, o vuelves ahora o te juro que tu querida Bella no llega al
día de mañana-amenazó de una manera que me resultó aterradora pero intente
mantener la compostura.

-No pienso volver hasta que mi madre esté bien, y te aseguro que Bella llegará al
- 148 -
día de mañana, aquí estoy yo para evitarlo -contesté con los nervios a flor de piel. Mi
pelo era una maraña más revuelto de lo habitual pues no dejaba de pasarme la mano
por él.

-Maldita sea Edward, estás con ella-dijo con una voz fría, gélida, glacial,
espeluznante.

-No, no lo estoy Tanya -contesté haciendo caso a una señal de Sam-. ¿Cómo
diablos quieres que esté con ella si me tienes pillado? Ya te dije que no era tan
canalla de darle falsas esperanzas. Sólo estoy cuidando a mi madre, nada más.

-¿Y lo de esta mañana en el coche? -preguntó mordazmente.

-No sé de qué diablos estás hablando. No éramos nosotros, no tengo ni idea de a


quien ha visto -mentí.

-Pues según mis informaciones, Bella vuelve definitivamente al pueblo. Claro está,
si yo no puedo evitarlo - dijo otra vez de una forma que me puso los nervios de
punta.

- ¿Y si no has podido hasta ahora? , ¿qué te hace pensar que vas a conseguirlo?
Mira Tanya, Bella y yo no estamos juntos Ok. Es verdad que vuelve al pueblo, pero
nada más.

-Pues a ver si es verdad -contestó incrédula.

-Mira Tanya, céntrate en la investigación de tu padre y preocúpate por eso que es


más grave, yo volveré con mi madre cuando ella pueda viajar- le dije intentando
calmarla.

-Bueno dentro de unos días ya no habrá investigación -anunció en tono triunfal.

- ¿No? , ¿y eso porqué?, ¿también tenéis un topo en el FBI? Pues con el FBI no se
juega querida mía. Además, ¿quién te dice que no te esté traicionando a ti?-intenté
pincharla.

-Ella nunca haría eso, es mi prima y además...- de repente se quedo cortada


dándose cuenta de lo que había hecho. ¡Bingo la había pillado!

-Haré como que no he oído eso Tanya -dije inocentemente-, como tú muy bien
dices estamos en el mismo bote y si Aro se salva, mis padres, mi hermano y yo
mismo lo haremos también.
- 149 -
-No se te ocurra decir ni una palabra o Bella y tu hija pagarán las consecuencias.
Y procura no andar por ahí solito con ella, o también pagaran las consecuencias.
Edward, solo tú, óyeme, solo tú, eres responsable de lo que ocurra.

-Me portaré bien Tanya, no tengo otro remedio.

-Más te vale Edward, mas te vale.

Y diciendo esto colgó.

-Bueno, pues acabo de grabar esta conversación -anunció Sam-. El problema es


que si no cumple su amenaza, sólo se quedará en eso, en amenaza. Aun así es una
prueba más. Pero gracias a dios ya sabemos quién es el topo.

-Conozco a esa prima de la que habla. Se llama Irina Denali -dije yo acordándome
de repente-, es prima de Tanya por parte de madre, hija de un primo hermano de
Carmen, la esposa de Aro -expliqué-. Según una foto que he visto es rubia oxigenada
como Tanya y bastante alta, aunque supongo que estará bajo un nombre y apellidos
falsos

-Bueno pero con todo lo que nos has dicho bastará para encontrarla. En el FBI
tenemos muchas mujeres rubias y guapas, pero son mujeres de verdad, no rubias
oxigenadas con nada en la cabeza más que el pelo -dijo Sam muy serio-. Todo es
cuestión de tiempo Edward, en breve todo estará solucionado. Vámonos ahora a
mandar esta conversación a Marco. Edward, ¿ves a aquellos dos chicos del fondo
vestidos de enfermeros? Son Quil y Embry. Hasta luego -dijeron y los dos se
levantaron y se marcharon.

-Adiós -dijimos Bella y yo a la vez.

La rodeé con mis brazos y la abracé fuerte, aunque me di cuenta de mi


indiscreción y me aparté rápidamente. Tenía miedo, mucho miedo. De verdad me
estaba planteando quedarme ahí con ella el tiempo que le quedase para volver a
Forks y regresar los tres juntos. El problema sería Tanya y convencer a Bella.

-Amor, ¿tienes que volver a trabajar?-le pregunté, Emmett antes había tenido una
buena idea… con unos cuantos retoques…

-Sí, tengo que regresar en media hora. Todavía estoy en mi rato de descanso.

-Estoy pensando en algo. No sé si podrá ser -le dije dubitativo.

- 150 -
-Vamos a dar una vuelta por la playa. Rose y Alice estarán allí con los niños me lo
cuentas y luego te quedas con ellos. ¿Has terminado ya papá? - preguntó Bella a mi
padre que, escuchando todo en silencio, había estado en la mesa todo este tiempo.

-Sí, yo vuelvo a la habitación con tu madre.

-Sal a dar una vuelta con nosotros, Emmett la cuidará bien-propuso ella y me
alegré así tendría un aliado.

-No lo dudo, pero si por las noches no me dejáis estar con ella, dejadme el día por
lo menos.

Nos levantamos y salimos de la cafetería, Charlie se dirigió hacia la habitación de


Renée mientras Bella y yo nos encaminábamos a la salida.

-Yo le comprendo mi amor, si fueras tu ni con una grúa me apartarían de tu lado


-dije cuando ya íbamos por el paseo camino a la playa, guardando por supuesto las
debidas distancias.

Pero no le dio tiempo a responderme, un disparo rompió la tranquilidad de la


tarde.

¿He leído bien? ¿Un disparo? ¿Qué pasará?

Algunas de vosotras sentís curiosidad por el coche de Bella y me habéis


preguntado por el en vuestros reviews. Bueno pues si queréis verlo no tenéis
más que ir a mi perfil y pinchar en composiciones sobre el coche de Bella. El
enlace os lleva a mi blog y una vez allí si pincháis sobre las fotos lo veréis
mejor.

Muchas gracias a todas aquellas que me dejáis vuestros reviews de verdad


que se agradecen:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen .

- 151 -
Doy la bienvenida a mis nuevas lectoras: Maya Cullen Masen,
EdithCullen71283 y yani cullen

Y, por supuesto agradezco muchísimo, la cantidad de personas que me


habéis añadido a alertas y favoritos

Y por ultimo, pero no menos importante agradecer a mi beta el trabajo


que se toma corrigiendo mi capitulo para que lo tenga a tiempo incluso
encontrándose mal o teniendo mucho trabajo.

- 152 -
Chapter 14

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo13:Angustia

PovEdward

En el mismo instante en que el disparo sonaba, sucedieron varias cosas a la vez.


Yo me tiré literalmente encima de Bella para protegerla con mi cuerpo, mientras
que por el rabillo del ojo, vi como Quil y Embry se ponían delante de nosotros,
disparando a un punto en la distancia. Quil, me pasó un arma que yo no dudé en
utilizar, disparando hacia el lugar de donde provenían los disparos mientras seguía
tumbado encima de Bella, protegiéndola.

-Es imposible llegar hasta ellas -oí que uno le decía al otro.

-Ya he pedido refuerzos.

Me incorporé un poco y vi que unos metros más allá de nosotros tenía lugar una
escena fantasmagórica. Alice estaba tumbada muy quieta encima de mi hija
protegiéndola con su cuerpo y Rose hacia lo mismo con sus hijos. Emily estaba
posicionada delante de ellas, disparando también hacia el mismo punto que nosotros
y haciendo lo que podía pues se encontraba sola, ¿dónde estaría su compañera? Me
di cuenta entonces de que los disparos habían ido tanto contra ellas como contra
Bella y contra mí. Por tanto había más de un tirador. Por todos los santos, pensé
aterrorizado cuando algo hizo clic en mi cabeza, alguien estaba atentando contra
nuestras vidas.

-¡Edward los niños!-chilló Bella, cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando-
¡Gaby! Tengo que ir con ella.

-Tranquila Bella, eso intentamos -dijo uno de los hombres que nos protegían-,
hemos pedido refuerzos. De momento no podemos pasar. Alguien dispara contra
nosotros al mismo tiempo que contra ellos. Si lo hiciéramos podríamos resultar
heridos de gravedad y no lograríamos nada.

- 153 -
Pasados unos minutos que parecieron horas, la policía y el resto de los agentes del
FBI, Leah incluida, aparecieron portando escudos antibalas.

-¿Por qué diablos no estás con ella? -le preguntó uno de los agentes a Leah.

-Tenía un asunto personal que resolver

-Deberías habernos avisado para poder sustituirte, Leah, ¿no te das cuenta de la
gravedad de los que has hecho? tu compañera está sola.

-¡Ahora!-gritó Embry de pronto, una vez estuvimos todos protegidos con los
escudos.

Levanté a mi Bella del suelo y siempre con mi cuerpo delante del suyo, echamos a
correr hacia los niños. Al llegar se me cayó el alma a los pies. Rose se movía y pude
ver el movimiento de los niños debajo de ella, pero debajo de Alice solo se veía a mi
niña inmóvil y un gran charco de sangre a su alrededor.

-¡Alice, Gaby!- gritó mi Bella-. ¡Respondedme por favor, decidme algo!-gritaba


mientras se abalanzaba hacia ellas.

-Yo estoy bien mami -dijo mi niña aterrada-, pero la Tía Alice no se mueve.

-¡Rose quédate dónde estás! -ordené al ver que Rose se movía para ir a ayudar a
Bella con Alice.

La agente que debía de haber estado con Emily, se acercó a Bella y la ayudó a
retirar a Alice de encima de mi hija y en seguida cogió a la niña cubriéndola con su
cuerpo.

-Tiene la bala alojada en el abdomen -dijo Bella angustiada-, hay que operarla
inmediatamente y sacársela. Si no nos damos prisa puede morir. Está perdiendo
mucha sangre. ¡Por Dios su sangre!... -dijo Bella de pronto. No sabía a qué podía
referirse pero no era momento de preguntar.

Los disparos parecían que no iban a acabar nunca, al revés, se volvían más
feroces.

-Está perdiendo mucha sangre. Por Dios, su sangre -repetía Bella angustiada una
y otra vez, empecé a preocuparme no sólo por la gravedad de la herida de Alice, sino
también por Bella que parecía al borde del colapso.

- 154 -
-Jacob, Sam y Laurent, están intentando llegar hasta ellos desde atrás. Van a tener
que dividirse para disparar a dos blancos a la vez, cuando eso suceda, vamos a salir
corriendo hacia allí -dijo Quil señalando el puesto de los socorristas que estaba
situado unos metros hacia adelante.

El intercambio de disparos seguía. Oía a mi niña sollozar amargamente detrás del


cuerpo de la mujer que la protegía mientras disparaba a todo lo que se movía. Al
otro lado mi sobrino Peter estaba chillando histérico al igual que su prima y Tony,
gracias al cielo, estaba más tranquilo.

-¡Ya!-gritó de repente Embry, salimos corriendo hacia donde nos habían indicado.
Yo llevaba a mi Bella siempre con mi cuerpo hacia delante. Emily llevaba a mi niña,
mientras Embry había cogido a Alice en brazos y la cargaba lo más delicadamente
posible

-¡No la mováis mucho !-gritó mi Bella-, no puede permitirse el lujo de perder más
sangre ¿y porque no corremos en dirección al hospital? Tenemos que ir al hospital
enseguida, ¡Alice, Alice…!

-Porque hay mucha gente mi amor -le dije intentando tranquilizarla-, no pueden
poner en peligro la vida de nadie más.

Llegamos al puesto y nos refugiamos debajo, protegidos por los postes que lo
sujetaban. No pudimos llegar más arriba. Después de unos momentos intensísimos,
los disparos cesaron y se hizo el silencio

-Todo está bien, los hemos abatido -dijo una voz que reconocí como la de Sam.

En ese momento Jasper y Vanessa, llegaron junto a Emmet y mi padre.

-¿Estáis todos bien?-preguntó Jasper.

-Alice no -dijo Bella angustiada-, tiene una herida de bala en el abdomen. Ha


perdido mucha sangre. Nos la tenemos que llevar ¡ya!-exigió Bella desesperada
-Jasper - añadió- su sangre. El accidente… ¿recuerdas?, hemos solicitado más al
banco pero no nos ha llegado.

-¿Qué vamos a hacer? -preguntó Jasper angustiado.

-Por lo pronto quitarte de en medio, es tu esposa y no puedes atenderla. Vanessa


que vaya alguien a la reserva a ver cuánta sangre queda del O negativo después del
accidente de la otra noche. Que llamen para reclamar el pedido de sangre que
- 155 -
hicimos y lo traigan lo más rápidamente posible. Que pregunten por todo el hospital
a ver si tenemos suerte y alguien es donante universal -empezó a ordenar Bella
tomando rápidamente el mando de la situación, mientras entre otro médico nuevo
que había llegado a sustituir a Jasper y ella intentaban estabilizar a Alice-, que
llamen a los hospitales de la zona para que nos manden sangre de este tipo. Y que
vayan preparando un quirófano - siguió ordenando. Ahora entendía a que se referían
mi padre y Rose cuando ayer me explicaban como Bella se transformaba en una
situación como está y no pude evitar sentir un orgullo inmenso de que esa mujer que
estaba ahí delante fuera mía.

-Edward -me dijo Bella-, tranquiliza a los niños por favor -y empezaron a marchar
hacia el hospital. Con nosotros detrás. Por el camino se detuvieron un par de veces.
Yo oía palabras como se nos va, carguen paletas, y veía como le daban descargas
con los desfibriladores que usaban para maniobras de reanimación. El cuerpo de
Alice yacía en la camilla totalmente cubierto de sangre, inerte, desmadejado, sin
vida. Gaby y Peter le chillaban desesperados como si con eso pretendiesen
conseguir que despertara de pronto.

-Se nos va -oía como gritaba Bella, mientras un Jasper desolado la miraba como un
autómata apoyándose en mi padre para no caerse-. Quédate con nosotros Alice,
todos te necesitamos, tenemos mucho por hacer. ¿Quién me va a llevar a rastras de
compras por los centros comerciales sino tú?-lloraba Bella-, hazlo por Esme, por
Carlisle, por Jasper, por Gaby y por mí. Tengo que darte las gracias por haber
salvado a mi hija -le pedía desesperada mientras ladraba ordenes a diestro y
siniestro y hacia las correspondientes maniobras de reanimación. En la cara de
Jasper se leía el terror, el mismo que yo sentiría si fuera Bella la que estuviera ahí.

-¡No se te ocurra morirte! me oyes. Hazme caso por una vez en tu vida. Tienes
mucho que hacer, no nos puedes abandonar e irte así sin más. ¿Me escuchas? ¡Alice!
¡Maldita sea! ¿Dónde está esa sangre? -chillaba un Jasper desesperado que
deshaciéndose del brazo de mi padre se había abrazado a ella entorpeciendo las
maniobras de reanimación.

Después de unos enormes esfuerzos por parte de todos para tranquilizar a Jasper,
y cuando ya parecía que estaba estabilizada de nuevo o por lo menos eso decía el
famoso aparatito, comenzaron a llevársela otra vez. Vanessa llegó en ese momento
con una bolsa de sangre en la mano y unos cachivaches que utilizaron para
inyectársela, teniendo que parar de nuevo.

-No queda más que esto y otra bolsa más, Bella. No habrá suficiente -le dijo
Vanessa mientras le ayudaba.

- 156 -
-Cagando leches para el hospital -gritó Bella cuando ya habían terminado de
colocar la bolsa en su sitio y Alice estaba recibiendo la milagrosa sangre. Y salieron
corriendo con la camilla.

-Vanessa -ordenó Bella-, que alguna enfermera atienda a mis sobrinos y a Gaby,
están muy nerviosos.

Y así era, los niños sobre todo Gaby y Peter no dejaban de chillar, Tony estaba
extrañamente tranquilo. Yo, por mi parte, estaba aterrado por todo lo que había
visto y oído ¿qué podía pasarle a Alice? Había salvado a mi hija, y ella parecía que
estaba grave. ¿Qué problema había con su sangre?

Abracé más a mi hija que lloraba amargamente y la cogí entre mis brazos.

-Todo está bien cielo, ya ha pasado -le dije intentando tranquilizarla. Mientras veía
como Emmett hacia lo mismo con Peter, Tony parecía tranquilo en brazos de Rose
que no se separaba de él ni un centímetro.

-¡Todos dentro del hospital ahora mismo!-ordenó Jacob acercándose a nosotros


visiblemente nervios-, no sabemos si hay más sorpresitas y tu y yo tendremos que
hablar -añadió dirigiéndose a Leah.

-Tienen un fuerte ataque de nervios -explicó una enfermera a la que mi hija llamo
Charlotte-, no me gusta lo que voy a hacer porque son niños pero necesitan un
tranquilizante.

Con mi niña en brazos seguí a aquella enfermera. A mi lado Emmet llevaba a Peter
en brazos, mientras que Rose llevaba a Tony fuertemente asido contra su cuerpo.

Charlotte nos llevó a Emmet, a Rose y a mí a un box con los niños.

-¡Papi, papi, no me dejes sola!-chillaba Gaby completamente histérica- La tía Alice


no se movía ¿está muerta, papi, la han matado?

-No hija, sólo estaba inconsciente, esto…dormida por culpa del susto, pero
enseguida despertará -le explique cómo pude mientras Charlotte aprovechando la
distracción le inyectaba algo en el brazo.

De repente me di la vuelta, mi padre había conseguido sacar a Tony de los brazos


de Rose que estaba muy histérica.

-Charlotte por favor, creo que mi cuñada va a necesitar otra dosis de eso que les
- 157 -
estés dando a los niños -le dije mientras me fijaba en Rose llorando y convulsionando
en pleno ataque de pánico y con la ropa y las manos manchadas de la sangre de
Alice. Un momento… ¿de sangre de Alice? Pero si no estaban tan juntas.

-Rose, Rose, mírame ¿de quién es esa sangre? -le pregunté examinándola de
arriba abajo.

-Mi… mía no es -contestó Rose dándose cuenta de cómo estaba-, no me duele nada
Edward.

De repente Emmett se fijó en que su hijo no se movía, seguía quieto en los brazos
de mi padre. Al moverle para llamar su atención, su cabecita y el resto de su cuerpo
caían entre sus brazos.

-¡Tony!- chillamos todos a la vez, mientras mi padre se daba cuenta de que sus
brazos y ropa estaban manchados también con la sangre de…Tony.

-¡Charlotte! -volvimos a gritar todos a la vez.

Otro médico, que me sonaba de haberle visto hablar con Bella en el hospital, llegó
corriendo al oírnos gritar. Pidió una camilla, acostó a Tony en ella y sin decirnos
nada se lo llevó hacia adentro seguido de Charlotte. Los dos llevaban muy mala
cara.

Después de esto, pasaron minutos horribles e interminables. Una enfermera me


dijo que podía llevarme a Gaby a la sala de espera. A la niña le estaba haciendo
efecto el sedante y estaba dormida en mis brazos. De vez en cuando musitaba algo
así como:" papi no me dejes otra vez". Por supuesto que no, no pensaba hacerlo. A
estas alturas de la historia no tenía la más mínima intención de volver a Forks, me
quedaría con mis chicas hasta que pudiéramos volver todos juntos. Seguirle el juego
a Tanya no había servido de nada. Mientras yo estaba en Forks asqueado de estar
con ella en todos los sentidos, y consolándome con el pensamiento de que gracias a
eso ellas estaban bien, Tanya atentaba contra su vida una y otra vez.

Los minutos parecían horas, nadie nos decía nada. Una enfermera salió para
pedirnos por favor que donáramos sangre pues tras el accidente de la otra noche
estaban a falta de ella. Rose se alarmó pensando en su niño. La enfermera le
tranquilizó diciendo que era un procedimiento normal en los hospitales el pedir
sangre a la familia de los pacientes, pues a veces era la única forma de contar con
reservas.

Nos turnamos para quedarnos con los dos niños mientras íbamos a donar. Cuando
- 158 -
me tocó el turno a mí, aproveché para preguntar a la enfermera si sabía algo de mi
sobrino o de Alice. Me identifiqué como el marido de Bella para poder sacar algo
más de información, esperaba que no se molestase por ello. La enfermera me dijo
que no sabía nada. Que ella se encargaba de la reserva que, por lo visto, tras el
accidente, que había sido muy grave, estaban bajo mínimos sobre todo del tipo 0
negativo.

Volví a la sala de espera y Emmett me pasó a Gaby que seguía durmiendo.

-Mi niña, ¿qué le ha pasado a mi niña? -chillaba histérica una mujer rubia con cara
en forma de corazón y unos ojos preciosos color caramelo mientras entraba
corriendo por la puerta de Urgencias. No había dudas de que era la madre de Alice.
Era obvio por la pregunta, la angustia en su voz y porque se parecía mucho a ella.

-¿Quién la ha llamado?- exclamó Charlie avanzando hacia ella - Esme tranquilízate


¿vale? No sabemos nada. Ven con nosotros -dijo tomándola de la mano y llevándola
hacia las sillas.

-Lo he visto por la televisión -dijo Esme-, no trates de mentirme Charlie, he visto
como se llevaban a mi niña.

-Alice ha resultado herida Esme, no voy a engañarte -explicó Charlie con ese tono
que empleaba para tranquilizar a la gente que como Esme estaba al borde del
colapso

-Alguien se ha preocupado de ir a tranquilizar a mamá-exclamé yo de repente


acordándome de ella -debe estar histérica

-Yo me hago cargo -dijo Charlie-. Edward esta es Esme la madre de Alice. Cuídala
por favor.

-¿Y los demás?- preguntó la mujer- ¿cómo está Gaby?, ¿me han dicho que estaba
con ella?, ¿no me digas que a la niña le ha pasado algo por favor?- exclamó de
repente agarrando a Charlie por la chaqueta. No conocía a esta mujer, pero sentí un
cariño especial hacia ella. Su hija en quirófano y ella preocupada por Gaby.

-Gaby está bien. Mírala dormida en brazos de mi hijo -contestó Charlie para
tranquilizarla.

-Y Tony y Peter, ¿dónde está Tony? -preguntó de nuevo dándose cuenta de la falta
del niño.

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-Esme -dijo Rose acercándose a ella-, mi hijo ha resultado herido y no sabemos
nada -y las dos se fundieron en un abrazo cuyo significado sólo otra madre podría
llegar a entenderlo.

-¡Oh, buen Dios! -exclamó la pobre mujer, cuando Rose y ella se separaron. Y se
dejó caer bruscamente en una de las sillas.

-Voy a ver a tu madre, cuídala Edward por favor, ten en cuenta que su marido
debe estar ahí dentro luchando por tu sobrino ya que por su hija no puede hacerlo.

-Descuida papá -contesté yo aturdido por lo que estaba pasando.

Miré a mi alrededor y me fijé que la sala estaba llena de lo que parecían ser
agentes de paisano, además de un montón de policía. Sentados al lado de nosotros
estaban Quil, Embry, Emily y la otra mujer. Pero sabían tanto como nosotros, sólo
que James había muerto abatido por los disparos de un compañero y Victoria había
resultado gravemente herida. Les habían ordenado que permanecieran en el
hospital protegiéndonos. No había rastro de Jacob o de Sam. El tal Jared por lo visto
estaba protegiendo a mi sobrino y Paul a Bella, mientras el uno estaba siendo
atendido por Carlisle y la otra operando a nuestra amiga. Colin por su parte estaba
vigilando la habitación de Victoria para que nadie se acercara a ella.

-¿Dónde diablos estabas?- interrogó de repente Emily a Leah-, se supone que


tenías que estar detrás de nosotras vigilándonos.

-Estaba…estaba con él un momento. No pensaba que fuese a suceder nada -se


defendió Leah-, nunca pasa nada.

-Nunca pasa nada hasta que pasa, ¿qué te sucede últimamente? No eres la misma.
Estás…estás cegada con ese hombre.

-Por lo menos me hace caso, no como otro que prefiere a enfermeras más monas
que tienen amigas que me quitan de en medio para que la enfermerita no se
mosquee -dijo con sorna.

-Tu obligación era estar a unos pasos por detrás de mí vigilando a los niños. Tu
vida privada y tus sentimientos no tienen porque interferir en nuestro trabajo -ladró
Emily muy enfadada mientras los demás asistíamos estupefactos a ese intercambio
de palabras-. No es la primera vez que pasa Leah, ya te advertí. Lo siento pero tengo
que dar parte.

-No serás capaz -dijo Leah levantándose y amenazando a Emily.


- 160 -
-¡Basta! -chilló otro de los agentes.

-Embry -empezó Emily-, Leah no estaba en su puesto y no es la primera vez que


ocurre desde que está liada con ese.

-¿Qué tienes contra él a ver? Por lo menos me hace caso no como otros.

-Lo que sea ya lo discutiremos entre nosotros o cuando vengan los jefes -volvió a
decir Embry intentando apaciguar-. Leah, si es verdad lo que dice Emily, es una falta
muy grave y dos personas están ahí dentro debatiéndose entre la vida y la muerte
por tu falta de profesionalidad. No me esperaba esto de ti.

-Lo sé, lo sé -contestó de pronto la muchacha sentándose en la silla-, ¿crees que no


me siento mal por ello? Pero ninguno me hacéis nunca caso, decís que soy muy
protestona. Jacob…Jacob no tiene ojos más que para esa Nessie, Bella me quita de
en medio cada vez que intento decirle algo a Jacob y ella está presente. Me sentía
sola y él…él…

-Leah, el deber nunca debe descuidarse por motivos personales y menos nuestro
deber y ahora que me doy cuenta si no estabas en tu puesto y él estaba contigo
entonces…

-Entonces James estaba sin vigilancia y ha podido llegar a ellos, ¿qué no lo veis?
-chilló otra vez Emily.

-Emily -intervino Quil-, estás insinuando que…

-No lo insinúo, lo afirmo. . Ya sabéis mi opinión sobre él, sobre los dos. Y esta
imbécil se ha dejado embaucar por él. Está bien claro ¿no? Ni James ni Victoria
estaban vigilados por los agentes que debían hacerlo y yo tenía el culo al aire pues
mi compañera no estaba apoyándome.

-Eso son acusaciones muy fuertes -exclamó Leah de nuevo a la defensiva.

-Ahora lo que importa es que esa mujer y ese niño salgan con bien de esto -dijo
Embry de nuevo-. Pero realmente Leah estoy de acuerdo con Emily. No estabas en
tu puesto y si no es la primera vez, tiene que dar parte. Me temo mi querida
compañera, que te vas a enfrentar a una investigación.

-¿Y eso te hace gracia verdad?

-No ninguna, ninguna en absoluto. Te conozco desde que entramos a la academia


- 161 -
amiga, verdaderamente no sé lo que te ha pasado.

-Nada, no me ha pasado nada -se defendió Leah.

-Y si no te ha pasado nada, ¿es normal que me hayas dejado sola y que por culpa
de tu ineficacia haya dos personas luchando por su vida? -soltó de repente Emily sin
pensar en que Rose y Esme estaban escuchando. Y sus cuerpos volvieron a
estremecerse ante las incautas palabras.

-Mi niño -decía Rose-, Dios no permitas que mi niño se muera. Maldita zorra,
caprichosa, egocéntrica y estúpida.

-Rose yo…

-No te atrevas Edward -dijo cortando lo que iba a decirle-, no te atrevas siquiera a
insinuarlo. Aquí la única culpable es esa zorra que tengo por hermanastra,
¿entiendes?

-Rose -pidió Emmett-, por favor mi amor, cálmate.

-Vale pero que no diga más sandeces -contestó dirigiéndose a mí directamente.

-Bueno, vamos a calmarnos todos -dijo de repente Quil , aquí nadie tiene la culpa
de nada …por ahora -añadió mirando a Leah quien iba a replicar pero ante la mirada
contundente que le echó , decidió cambiar de opinión.

El silencio volvió a instalarse entre nosotros y sencillamente pesaba como una


losa. Una puerta se abrió y un compungido Jasper salía abrazado por el conductor
de su ambulancia. Esme al verlo se tiró a sus brazos y este mecánicamente la recibió
sin más echándose los dos a llorar inconsolables uno en los brazos del otro.

-No me dejan verla, no me dicen como está -se quejaba entre sollozos.

-Es normal amigo -le consolaba el conductor, eres su marido y ya sabes las
normas.

-Pero podrían haber dejado que me quedará a ver ¿no? ¿Eso también está
prohibido?

-Jasper sólo estorbabas. Entiéndelo. Ponte en su lugar, ¿si estuvieras atendiendo a


un paciente y un familiar estuviera dándote la tabarra…?

- 162 -
-Tienes razón. Ya sé que la tienes, pero… Alice -dijo sollozando de nuevo y
llevándose las manos a la cara. Esme le arropó entre sus brazos y de nuevo los dos
se pusieron a llorar silenciosamente.

Mientras yo…Rose podría decir todo lo que quisiera, pero en parte me sentía
culpable. Ante la emoción del rencuentro quizás no habíamos sido todo lo
cuidadosos que tendríamos que haber sido y…

-Jasper tranquilo, todo saldrá bien -oí decir a su compañero sacándome de mis
pensamientos, sabes que Alice es una luchadora.

-Eso es cierto -dijo Esme.

Todos nos volvimos a quedar callados de nuevo. Jasper estaba con la cabeza
apoyada en el pecho de Esme quien tenía la mirada ausente. Emmett abrazaba a
Rose mientras intentaba por todos los medios aguantar las lágrimas que pugnaban
por salir. Los agentes que nos protegían permanecían ahora muy callados y Leah se
había apartado del resto del grupo. Y yo, con mi niña en brazos y dormida por el
efecto de los sedantes, no podía evitar sentirme culpable. No me arrepentía de
haber solucionado las cosas con Bella, eso sin duda, pero quizás deberíamos haber
tenido más cuidado. Pero claro, también esos agentes que se suponían vigilaba a
James y Victoria no estaban en su puesto y Leah…de pronto empecé a pensar en la
posibilidad de que… pero no me dio tiempo a fraguar mi idea, una puerta se abrió
con un ruido sordo. Todos levantamos la cabeza hacia el lugar del ruido.

Carlisle entraba por esa puerta con el semblante muy serio.

Bueno en capítulos como este no me gusta hacer chistes ni gastar bromas así que
hoy sobran las palabras. Espero que no me matéis por dejaros con esta intriga pero
la historia es la historia y conforme la iba escribiendo ella misma me pedía este final
de capitulo. Pero para que veáis que no soy mala, mañana mismo o como muy tarde
el domingo, subiré en mi blog un adelanto del próximo capitulo. El link está en mi
perfil (http : /el blog de aliena . blogspot . com/) Es el que figura en segundo lugar.

Prometí a alguna de mis lectoras que no tocaria físicamente a Jasper y lo he


cumplido, pero no la podía decir que iba a tocar a alguien muy cercano porque ella,
a la que le gusta tanto esta pareja, abría adivinado en seguida de que personaje se
trata. Espero que me perdones y comprendas que no podía hacerlo sin desvelar
parte de la trama quitándote asi la emoción.

- 163 -
Se que muchas diréis que Jasper siendo medico y psicólogo debería de actuar un
poco mas frío, pero ante todo es un ser humano. Un ser humano que ha sufrido
mucho en la vida. ¿que grado de frialdad se puede mantener cuando la persona que
mas quieres está debatiéndose entre la vida y la muerte en la cama de un hospital?

También dije a las fans de mi Rose que algo pasaría que la pondría a prueba, yo
creo que la ha superado y con nota ¿no pensáis lo mismo? Y en el siguiente capitulo
va a seguir superándose a sí misma.

Por ultimo, solo deciros que mientras escribía este capitulo se me saltaban las
lagrimas y tenía que dejar de escribir, pero la historia es la historia.

Bueno pues gracias a todas por vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen.

He de dar la bienvenida al mi grupo de lectoras a: MarcelaMaciel ,yanu


swan cullen,Tamynna , y ma pau cullen. Marcel y Yanu Swan, me han
encantado vuestros reviews pero no he podido contestarlos porque teneis
desacrtivada la opción asi que os agradezco desde aquí.

Gracas también a todas las que me añadis diariamente a vuestros alertas y


favoriros.

ygracias de todo corazón a mi beta por el grandioso trabajo que hace.

Y muchas gracias por la acogida que le habéis dado a mi primer OS.

Un beso a todos.

- 164 -
Chapter 15

Disclaimer: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la magnifica SM, yo solo he jugado
con ellos para crear mi primer fic. Solo el personaje de Gaby es de mi total y
absoluta invención.

Capitulo14:Luzenlaoscuridad

PovEdward

-Tony está bien -dijo Carlisle-, yo mismo lo he atendido. Tenía la bala alojada en el
hombro. Se recuperará. Ha perdido mucha sangre debido al tiempo que ha pasado
hasta que se le ha atendido, de ahí que se desmayara. Hemos podido hacerle una
transfusión pues gracias a Dios con su tipo de sangre no había problemas.

-Menos mal -dijeron Rose y Emmet a la vez, mientras Rose se dejaba caer de
rodillas al suelo llorando desconsoladamente.

-Señorita -llamó Carlisle a una enfermera-, por favor que le den a esta mujer un
tranquilizante -pidió mientras se dirigía a su mujer y a Jasper con el semblante muy
serio. Esto no me gustaba.

-Esme, Jasper, Alice tiene una bala alojada en el abdomen.

-Mi niña… -dijo Esme sollozando.

-Tranquila de momento está estabilizada. Pero no la podemos operar hasta que no


recibamos más sangre. Este tipo de heridas requieren una atención inmediata que
desgraciadamente no pudo tener y también perdió muchísima sangre lo que causó
su desmayo. Durante la operación va a necesitar varias transfusiones y no tenemos
su tipo de sangre. Sólo puede recibir sangre del O negativo y tras el gravísimo
accidente de la otra noche, que colapsó no sólo este hospital sino los de toda la
ciudad y la ciudad misma, teníamos la reserva prácticamente agotada y la poca que
quedaba lo hemos empleado en ella, pero no es suficiente para que aguante la
operación porque durante ésta va a necesitar más sangre que no tenemos.

-¡Dios mío! - exclamó Esme mientras seguía sollozando agarrada a su marido, al


tiempo que un grito desgarrador rompía la tensión del ambiente. Ninguno llegó a
- 165 -
tiempo de evitar que Jasper se tirara al suelo totalmente abatido. Esme, intentando
sin éxito sofocar su dolor, se agacho para levantarlo mientras los demás
observábamos la escena totalmente horrorizados.

-Hemos solicitado sangre de los dos tipos a otros hospitales y al banco, pero
tardará -siguió diciendo Carlisle una vez que Esme consiguió levantar a Jasper-. Por
eso os hemos pedido que donarais junto al resto de los familiares de los demás
pacientes a ver si teníamos suerte. Perdonad, lo hemos hecho así para no alarmaros.
Solo era para ver si alguien era O negativo. Nos vendría de maravilla porque…

-Aquí tienes a un donante universal Carlisle -interrumpió de pronto una voz de


mujer.

- ¿Didyme? -exclamaron Carlisle, Esme y Rose a la vez, mientras que un


inconsolable Jasper se lanzaba a sus brazos.

-No hay tiempo para explicaciones -dijo intentado calmar a su ahijado al mismo
tiempo-. Por lo que he podido escuchar, hay necesidad de un tipo de sangre que yo
puedo dar, así que no perdamos tiempo. ¿Por dónde tengo que ir Carlisle?

-Pasa por aquí.

-Tranquilo mi amor, todo está bien -dijo dirigiéndose a Jasper y a una temblorosa
Esme que ahora estaba entre los brazos de Rose-, todo saldrá bien.

Y dicho esto desparecieron de nuevo por la misma puerta por la que antes había
aparecido Carlisle. Jasper se tiró entonces a los brazos de un hombre mayor que, a
juzgar por el comportamiento de los agentes que estaban allí, supuse que era
Marco. Este lo recibió en un gesto consolador, al tiempo que se dirigía hacia Esme.

-Esme, ¿cómo estás?, ven aquí - le dijo abrazándola con el brazo que tenia libre-.
Veníamos hacia acá para visitar a Renée cuando lo hemos visto por la televisión del
avión.

-Hasta que no me digan que mi hija se salvará, mal -contestó Esme-. Que angustia
he pasado. Estaba en casa y lo vi por la tele -dijo empezando a llorar de nuevo.

-Rose, cariño- dijo Marco dirigiéndose a mi cuñada-, cada día te pareces más a mi
Rossie, ven aquí y dame un beso.

-¿Por qué, porque nos tienen tanto odio?-preguntó mirándole con los ojos llenos de
lagrimas.
- 166 -
-No lo sé mi niña, no lo sé. No puedo comprender como alguien puede tener tanta
maldad dentro de sí. Hola - dijo dirigiéndose a Emmet - Me llamo Marco Vulturi, tú
debes ser Emmet. Eres clavadito a Charlie. Y tú debes ser Edward.

-Sí -dije dándole la mano -, encantado. Me hubiera gustado conocerle en otras


circunstancias mejores y agradecerle todo lo que ha hecho por Bella y por mi hija.

-Por lo que veo no ha sido bastante - dijo Marco bastante compungido. - ¿Se puede
saber que ha pasado? -preguntó con voz firme y autoritaria a sus agentes que
inmediatamente se cuadraron detrás de él.

-No lo tenemos muy claro, se supone que Félix y Demetri vigilaban a James y
Victoria pero…

-Y se supone que Leah debería estar cubriéndome a mí -dijo Emily a su vez.

-Me temo que ha sido culpa nuestra -dije yo-. Estábamos tan eufóricos por el
reencuentro que…me temo que no hemos sido cuidadosos.

-Edward Anthony Masen -chilló entonces Rosalie- que no te vuelva a oír decir
semejante tontería. Ya bastante has hecho con tener que aguantar todos estos años
a una loca demente para que Emmett y yo no perdiéramos nuestra casa, Bella y
Gaby estuvieran bien y a salvo y todos pudierais conservar vuestros empleos. ¿Crees
que no soy consciente del sufrimiento que has tenido Edward?, ¿quién te ha estado
insistiendo todos estos años en que deberías hablar con Bella? Bella y tu no tenéis
nada de lo que echaros la culpa.

-Tanya me lo estaba advirtiendo; de hecho me había llamado unos momentos antes


para advertirme y llegó a amenazarnos. Pero fui tan prepotente como para creer que
yo solito podía protegerlas a las dos -le contesté-, teníamos que haber sido más
cuidadosos. Hicimos demostraciones de amor en público, eso debió enfurecerla.

-He de admitir que debisteis ponerla nerviosa -admitió Marco-, pero se supone que
estaban vigiladas las 24 horas del día y que James y Victoria también. O sea, que el
fallo también es nuestro. Pero mi experiencia me dice que no se puede buscar
culpable donde no los hay Edward. Bella y tu llevabais mucho tiempo sin veros por
culpa de mi sobrina. Es normal que os dejarais llevar. Mis hombres quizás deberían
haber hecho mejor su trabajo. Ya estoy deseando poder hablar con los dos que se
encargaban de vigilar a James y Victoria y contigo Leah. Tu yo tenemos que hablar
largo y tendido. De momento quedas suspendida de empleo y sueldo. Entrégame tu
placa y tu arma por favor.

- 167 -
-Edward -dijo Esme de pronto que seguía sosteniendo de nuevo a un Jasper que
parecía estar en cualquier otro sitio menos en ese lugar-,tú no me conoces, pero
como madre de Alice Cullen que puede morir por proteger a esa niña que tienes en
tus brazos, te prohíbo terminantemente pensar que eres culpable de nada.
¿Estamos?

-Sí, sí señora -contesté atemorizado por aquella mujer rubia y de ojos color
caramelo. Sólo había dos mujeres en el mundo capaces de tener ese efecto en mí,
una era Renée y la otra mi Bella y parece que con esta iban a ser tres.

-Edward, hermano - dijo Emmet-, que no te vuelva a oír decir que tú tienes la
culpa. Tú no tienes la culpa de nada. Rose y yo siempre hemos estado dispuestos a
arriesgar.

-Aquí nadie tiene la culpa de nada. Se supone que mis hombres deberían tener
vigilados a James y Victoria y es por ahí por donde tendríamos que empezar. A ver si
aparecen Jacob y Sam de una vez -dijo Marco sentándose.

Y como si Marco los hubiera convocado, Jacob y Sam aparecieron por la puerta y
se dirigieron directamente a nosotros.

-¿Cómo están Alice y Tony? -preguntó Jacob.

-Tony bien -contesté-, pero la peor parte se la ha llevado Alice.

-Maldita mujer-dijo visiblemente afectado.

-¿Cómo sabes que ha sido ella? De acuerdo que me amenazó por teléfono y que
me ha amenazado muchas veces, pero hasta para eso hay que tener valentía y no
creo que ella…

-Pues te equivocas. Los trabajos de Aro son más sofisticados. Esto ha sido obra de
alguien que ha actuado a la desesperada, presa de los ¿celos quizás?, y ha mandado
a unos aficionados para hacerlo

-Lo que digo, Bella y yo tenemos la culpa…

-¡Edward! -chillaron varias voces a la vez.

-Nosotros tenemos también parte de culpa. En la grabación iba implícita no sólo la


amenaza. Si hubiéramos sabido interpretar sus palabras hubiéramos visto que
inconscientemente te estaba diciendo que ya lo había ordenado. Cuando en
- 168 -
comisaria uno de los expertos ha escuchado la cinta nos ha puesto sobre alerta, pero
ya era tarde. Pero, ¿dónde diablos estaban Félix y Demetri? ¿Tendrían que estar
vigilando a James y Victoria?-preguntó un Jacob bastante indignado con la situación.

-Pensábamos que estaban con vosotros, aquí no están -dijo Emily-, Yo estaba sola
vigilando a Alice, Rose y los niños. Todo sucedió de repente, no nos dio tiempo de
nada. Fue Alice la que instintivamente se tiró encima de Gaby y Rose hizo lo mismo
con sus hijos. Yo no pude hacer más que ponerme delante. Como ves aquí estamos
todo el equipo, Quil, Embry, Paul, Jared, Colin, Brady, Pero ni rastro de Félix y
Demetri.

-¿Y Leah? -pregunto Jacob.

-Leah no estaba en su puesto ¿qué no oyes que estaba sola?

-La he mandado a su casa suspendida de empleo y sueldo Jacob -dijo Marco-, pero
me temo que ella es un simple títere de alguien que…

-Justo lo que veníamos sospechando todo el camino, Félix y Demetri pueden ser
unos infiltrados -dijo Sam cogiendo el teléfono y marcando un número-, que alguien
me traiga ya, los expedientes de los agentes Félix y Demetri Stevenson, encargados
de vigilar a James Cam y a su novia.

-Si queréis, puedo llamar a Tanya a ver que le sonsaco -propuse con muy poco
ánimo de llamarla.

-No -dijo Jacob tajante-, con la cinta tenemos pruebas suficientes para detenerla.
Sí es lista y no dudo de que lo sea, a estas alturas sabrá que, o bien la has
traicionado o que el teléfono está pinchado. Hemos detenido a Irina hace media
hora. Es mejor que no la llames, ya la interrogaremos en comisaría, en estos
instantes dos compañeros nuestros van de Port Ángeles a Forks a por ella.

-Me temo que eso no va a ser posible -dijo un hombre detrás de nosotros-, la cinta
acaba de ser destruida. Hemos tenido que decir a nuestros agentes que volvieran.

-¿Cómo? -preguntamos todos a la vez.

-Que alguien la ha destruido -volvió a decir el hombre.

-¿Cómo es esto posible? -preguntó Jacob muy alterado.

-Muy sencillo mi querido amigo - dijo Marco-, aquí también hay un topo y este
- 169 -
topo viene de parte de Aro. Y a ese es al que tenemos que pillar.

-¿Cómo?- preguntaron Rose y Esme a la vez. Pero no dio tiempo a contestar. De


nuevo Carlisle entraba por la puerta. Jasper salió corriendo hacia él cogiéndole muy
fuerte de las solapas de la bata. Carlisle le sujeto la mano en un gesto tranquilizador

-Tengo muy buenas noticias. Con la donación de sangre de Dydime, Bella ha


podido operar a Alice. Ha conseguido sacarle la bala sin dañar ningún órgano
importante. Todavía no está totalmente fuera de peligro pues necesitará más
transfusiones pero de momento todo ha salido bien. Tony está mejor. Bella está con
él. En cuanto le pasen a una habitación podréis subir a verlo. Emmett, Rose, Esme -
añadió dirigiéndose a los tres -vosotros podréis pasar. Pero ya sabéis, de uno en uno
y con ropa esterilizada.

-Sí -dijeron los tres levantándose a la vez. Rose le dejó el niño que tenia dormido
en sus brazos a Emily.

-Edward - me pidió Carlisle-, sube a la habitación de tu madre y tranquilízala, han


sido necesarias dos enfermeras y una buena dosis de tranquilizante para calmarla.
Quería bajar aquí. Tu padre está desesperado.

-Marco -añadió dirigiéndose al susodicho-, Didyme está descansando ¿quieres ir


con ella?

-Por supuesto -dijo Marco-. Emily, Quil, por favor pegaros a Edward y a su hija
como una lapa. Embry, vete a ayudar a Paul y Jared en la vigilancia tanto de Bella
como de Alice y el niño. Los demás estad atentos a cualquier cosa extraña.

Me levanté de la silla con mi niña en brazos y me encaminé a la habitación. Quil y


Emily venían con nosotros. Emily llevaba a mi sobrino en brazos que estaba tan
dormido como mi niña.

-¿Qué les habrán dado? - pregunté bromeando para aligerar la tensión.

-No tengo ni idea, pero seguro que a más de un padre de un hijo hiperactivo le
gustaría saberlo -contestó Jacob que también venía con nosotros.

-Mira que eres burro Jacob -dijo Emily.

-Edward -dijo de pronto Jacob observando mi cara entristecida y preocupada-, no


te conozco pero Bella y Rose me han hablado mucho de ti y por lo que me han
contado deduzco que debes estar atormentado con la creencia de que todo esto es
- 170 -
tu culpa. Pues ya te digo desde ahora que no es tu culpa. Bella y tu os dejasteis
llevar por la euforia del momento, pero todos consideramos que estabais en vuestro
derecho después de tantos años. Reforzamos la vigilancia, pero no podíamos saber
que Félix y Demetri no estaban de nuestro lado y sencillamente no entiendo la
postura de Leah, estoy totalmente decepcionado con ella.

-Celos Jacob -dijo Emily-, puros y simples celos.

-¿Y qué quieres que haga? Siempre se lo he dejado muy claro. Pero bueno Edward,
lo que decía, no te culpes ¿vale?

-Gracias Jacob -le dije agradecido. La verdad es que había estado muy equivocado
con este muchacho desde el principio, cada vez me caía un poco mejor. Yo y mis
malditos celos.

-Edward, ¿qué ha pasado hijo?-me pregunto Renée desesperada nada vernos


aparecer por la habitación-, ¿dónde están los demás?, ¿por qué está tu padre
manchado de sangre? Jacob Black, te exijo que me des una explicación. Edward hijo,
echa a Gaby en mi cama y tu Emily pon también a Peter -dijo haciéndose a un lado.

-Mejor los tumbamos en el sillón ¿ok? mamá, pueden hacerte daño- dije
intentando tranquilizarla. Puse a mi hija en el sillón y me senté cabizbajo en una
silla. Vi que Emily hacia lo mismo y salía de la habitación para reunirse con Quil.

- Yo iba con Bella hacia la playa. Pensaba decirle que podía solicitar la famosa
excedencia que quería pedir hace años y quedarme aquí con ella. Todo ocurrió muy
deprisa no me dio tiempo ni siquiera a empezar a hablar-comencé a explicar.

-¿Y se puede saber que pensabas usar como excusa?

-Pues realmente no lo sé -conteste con evasivas-, era una idea que me vino a la
cabeza y como le prometí a Bella contar con ella para todo, sólo quería
proponérselo. Minutos antes Tanya me había llamado enfurecida porque el tal James
le había dicho que nos había visto salir y entrar juntos y acaramelados. Culpa
nuestra mamá teníamos que haber tenido más cuidado.

-Edward Anthony Masen, eres igual que tu padre biológico, siempre


autoinculpándose por todo. ¿Qué culpa tienes tú de que una demente esté
obsesionada contigo?- dijo mi madre uniéndose al sentir popular.

-El caso es -dije obviando el comentario -que no habíamos hecho más que salir a la
calle cuando alguien empezó a dispararnos.
- 171 -
- Alice ha resultado gravemente herida al interponerse entre la bala que la ha
herido y Gaby y… Tony también está herido -continúe explicando-, pero tranquila
Tony está bien y Alice, aunque todavía no está fuera de peligro, está estabilizada
-me apresuré a aclarar al ver el gesto que hacía-. Gaby tenía un ataque de nervios y
la han sedado, lo mismo ha pasado con Peter. Los demás están bien. Bella ha
operado a Alice y a Tony Carlisle. Bella ahora está con Tony.

-No, estoy aquí -dijo mi niña detrás de mí -me han dicho que mejor que estemos
todos juntos en una habitación, que así pueden protegernos mejor dadas las
circunstancias. De todas formas ya no puedo hacer nada más. Alice está fuera de
peligro aunque muy débil aún, gracias a que por fin llegó la maldita sangre.

Se tiró en mis brazos, se sentó en mis piernas y se puso a llorar. Yo la recibí


gustoso de tenerla otra vez conmigo. La besé en el cabello y en la mejilla intentando
consolarla.

-¿Cómo estás? -pregunté sonriendo.

-Mejor, ahora más tranquila. Creí que me moría cuando he visto a Alice herida,
pero cuando he visto entrar a Tony sin sentido. Por favor…

-Isabella Marie Swan -dijo René de nuevo muy alterada-, como se te ocurra decir
que es tu culpa, me levanto ahora mismo de esta cama y te aporreo con esa especie
de bastón que me habéis dejado.

-Mamá, no lo digo, pero no te alteres vale, a ver si te va a subir la tensión -pidió


Bella visiblemente asustada. Y no era para menos, Renée se enfadaba pocas veces
pero cuando lo hacía…

-Esa debe estar en las nubes con todo lo que ha pasado -contestó Renée terca
como siempre.

-Bueno, pues hazlo por los niños ¿vale?-pidió Bella intentando tranquilizarla.

-¿Se puede?-dijo Esme desde la puerta-. Hola Renée, ¿cómo estás?-preguntó


dándole un beso en la mejilla-. Iba a venir otra vez a pasar la tarde contigo tal y
como te dije ayer, pero ya ves, las circunstancias mandan. Me han ordenado que
venga para acá. Por lo visto ahora podemos ser todos objetivos, así que es mejor
tenernos juntos.

-¿Cómo está Alice?-preguntó interesada mi madre.

- 172 -
-Fuera de peligro, gracias a Dios, a Dydime y a que por fin ha llegado la bendita
sangre.

-Menos mal, esa chiquilla es para mí como otra hija y después de lo que ha hecho
por mi Gaby…

-Y para mí como una hermana - dijo mi Bella - Esme yo… - pero se cayó lo que iba
a decir al ver la mirada que le echaba Esme, esta mujer debía ser de armas tomar.

-Bella -dijo-, yo también te considero como una hija y a tu hija como a mi nieta y
no puedo más que sentirme orgullosa de Alice al ver lo que ha hecho. Esa es
precisamente la educación que yo le he dado -dijo Esme de manera muy maternal.

- Gracias Esme -respondió mi Bella llorando amargamente. Yo la cogí mejor entre


mis brazos y la acuné para consolarla mientras la besaba en donde tenía
oportunidad.

-Jacob, dime, ¿no podéis detener a esa mujer y a su padre ya? - preguntó Esme.

-Para poder detener a los hermanitos y poder meterlos entre rejas un largo
periodo de tiempo, aún nos falta atar algunos cabos. En cuanto a Tanya la única
prueba que la implicaba ha desaparecido de la comisaria hará unos minutos.

-¿Lo que significa que…-preguntó mi madre.

-Lo que significa que no tenemos nada -contestó Jacob sombrío.

-Bella mi vida, levanta que voy a salir un momento. Ahora vuelvo -dije con una sola
idea en mi cabeza.

Me levanté de mi silla y salí al pasillo desesperado. No me arrepentía de haber


hablado y solucionado las cosas con mi Bella, al revés, estaba feliz, pero teníamos
que haber sido más cuidadosos. Sobre todo yo, como policía tenía que haberlo visto
venir. Cogí el teléfono y marqué el número de esa odiosa mujer.

-No te vayas muy lejos -pidió Quil -, quédate donde podamos verte-le hice un gesto
de asentimiento con la cara mientras oía como contestaban el teléfono.

-¿Diga? -contestó como si nada.

-Estarás orgullosa, ¿no?- exclamé furioso.

- 173 -
-¿De qué Edward?-contestó con la voz más inocente que pudo poner.

-Tu mandaste a ese James asesinar a Bella y a Gaby y ahora por tu culpa hay dos
personas heridas y gracias al cielo que sólo ha sido eso -le dije sin poder contener la
rabia que sentía.

- ¿Y porque estás tan seguro de que he sido yo?-dijo de nuevo. La muy zorra
parecía la personificación de la inocencia.

-Tanya, cinco minutos antes las habías amenazado ¿o no te acuerdas?- le contesté


apretando los puños hasta que los nudillos estaban blancos.

-Pues no -dijo otra vez con fingida inocencia-, como iba yo a amenazar a una mujer
y a su hija, Edward ¿estás loco? Por cierto ¿cuándo vas a volver?, te echo de menos
-preguntó con voz melosa.

-Volveré cuando me cerciore de que MI MUJER -dije recalcando el mi mujer-, y mi


hija, están a salvo y fuera de peligro. Así que si quieres que vuelva, solo cerciórate
de eso ¿entendido? Tanya. Me tienes a mí, no te voy a dejar. No porque no quiera
sino porque no puedo. ¿Qué más quieres?

-Cuando vuelvas, hablaremos de ese tema Edward, por teléfono no pienso decir
nada.

Que lista era, se había dado cuenta de que mi teléfono podía estar pinchado. ¿O
alguien la había advertido?

-Pues ármate de paciencia, porque hasta que mi madre y ahora mi sobrino no


puedan viajar no me iré de aquí.

-¿Qué no pueden cuidarlos otros, Eddie cariño?, ¿siempre tienes que ser tú?-dijo
con voz melosa. Maldita mujer, como la odiaba.

-Los cuidaré yo porque me da la gana, no porque tenga que hacerlo -le contesté
con el veneno reflejado en mi voz-. Mantén a tu gente alejados de ellas, ¿me has
escuchado bien?, ¿o yo mismo me encargaré de que acabes entre rejas y no salgas
más de ahí?

-No sé de qué diablos hablas Edward, sólo vuelve, ¿vale?, vuelve y hablaremos
-dijo y de nuevo me sentí como si me estuviera amenazando.

Le colgué desesperado. El mensaje había sido muy claro, vuelve y las dejo en paz.
- 174 -
Pero ya no quería hacerlo, no quería volver a seguirle el juego. Le prometí a mi Bella
que hablaría con ella y eso es lo que iba a hacer.

-Acabo de hablar con ella, Jacob -informé sentándome de nuevo y cogiendo otra
vez a Bella en mi regazo-. No, tranquilo no me ha dicho nada que la implique, es
muy lista, sabe que puedo tener pinchado el teléfono.

-Te íbamos a pedir que lo hicieras, pero no ha dado tiempo -contestó un Jacob que
parecía completamente derrotado.

-Pues ya no merece la pena, se ha dado perfecta cuenta de que podrían estar


pinchados. Más bien me da la impresión que Aro la ha puesto sobre aviso, porque
esa cabeza que tiene no le sirve para nada más que para llevar sobre ella su rubia y
asquerosa cabellera -dije destilando odio y asco en la voz.

-¿Y entonces no se la puede detener sin esa cinta? -volvió a preguntar mi madre.

- Me temo que no -dijo Jacob -, y para los expertos era muy reveladora ¿quién
diablos será el topo que tenemos en nuestra oficina?- preguntó desesperado Jacob-.
Confió al cien por cien en todos ellos, aunque después de lo Leah… Nos conocemos
de la academia. Un momento -dijo con una risa de suficiencia en la cara -, eso es,
nos conocemos de la academia. Todos hemos estudiado juntos, menos…

-¿Menos quién…? -pregunté yo.

-Se llama Laurent. Entró a formar parte de nuestras filas, junto con Félix y
Demetri hará unos meses. En un principio venia recomendado para unirse al grupo,
todos dimos por sentado que Marco era el que lo había recomendado pero nunca se
lo preguntamos -explicó cogiendo de nuevo el teléfono -Sam, soy Jacob, nuestro
hombre puede ser Laurent. ¿Tú también habías pensado lo mismo? Vaya, por fin
algo de suerte. Voy inmediatamente.

-Parece ser que han cogido a Félix y Demetri, queriendo tomar el primer avión
que saliera lejos de aquí. Los han detenido y en este momento están siendo
trasladados -su móvil volvió a sonar-. ¿Sí? ¿Qué acaba de pasar qué? ¿Quién los
custodiaba?

- ¿Y ahora qué?- pregunté desesperado.

-Han disparado contra las ruedas del coche que trasladaba a Félix y Demetri. Las
llantas han estallado y el coche ha salido volando por los aires. Félix, ha muerto
junto con los dos agentes de policía que iban con ellos, y Demetri ha intentado
- 175 -
escapar, un agente que iba en otro coche custodiándolos, le ha dado el alto. Demetri
se ha vuelto y ha sacado lo que parecía un arma, y el agente ha tenido que disparar
matándolo en el acto -contestó Jacob impotente por todo lo que estaba sucediendo.

-No sé si me va a gustar oírlo pero ¿cuál es el nombre de ese agente?- pregunté


aterrado.

-¿A que no lo adivinas?-me retó.

- Laurent - dije yo.

- Exacto. Sam ha ordenado que lo detengan junto al compañero, a ver que


conseguimos sacar. El problema es que debe ser un esbirro de Aro de los mejores.
Él sabe que su jefe le sacará de la cárcel en un suspiro, por lo que aguantará y no
dirá nada, ni siquiera se puede llegar a un trato con él como habríamos podido hacer
con James, con Félix o con Demetri. Sólo nos queda la esperanza de que Victoria se
recupere -explicó Jacob.

- Y si Aro va a sacar tan rápido a Laurent de la cárcel, ¿por qué a Victoria o a


Demetri no? ¿Por qué matar a James, a Félix y a Demetri?-preguntó mi Bella.

-Muy sencillo. Victoria, James, Félix, Demetri son peones débiles que se venden al
mejor postor y cuando meten la pata es mejor quitarlos del medio. Además por su
forma de actuar estamos casi seguros de que venían en nombre de su hija y Aro no
se arriesga, ni siquiera por su hija. Si han fallado se les quita del medio y ya está.
Laurent por el contrario debe ser uno de sus hombres de confianza. Aro sabe que si
le saca de esta y de muchas más, le estará agradecido y decidido a ejecutar tantas
órdenes como le dé, sean cuales sean estas.

-Tenéis a Victoria bien custodiada ¿no?, ¿cuál es su estado?- preguntó Esme.

-El pronóstico es reservado aunque su vida no corre peligro -explicó Bella-, de


momento está estable pero inconsciente.

-No me moveré de aquí hasta que vosotras no volváis conmigo -afirmé mirando a
Bella con actitud desafiante, sabía que no lo iba a aceptar.

-Me temo que tendrás que volver Edward. Pero luego hablamos, ahora tengo que
irme. Ante las nuevas noticias y acontecimientos, Sam nos ha convocado a todos y
Marco también va para allá. Por aquí dejo a Quil, Embry, Brady y Emily protegiendo
a Bella y a los niños y bueno a todos los que estáis aquí.

- 176 -
En el mismo momento en que Jacob salió por la puerta un montón de chillidos
histéricos empezaron a oírse, provenientes de la parte en donde estaban las UCIS.
Jacob y yo nos miramos y alarmados empezamos a correr hacia los gritos.

-Cerrar con llave la puerta de la habitación en cuanto salga -le dije a mi padre
mientras le tiraba el arma que Quil me había pasado.

-Vosotros quedaros aquí y que no entre nadie en esa habitación.

Cuando llegamos al lugar de donde procedían los gritos vimos a un grupo de


médicos y enfermeras dentro de una habitación que, comandadas por Carlisle,
intentaban reanimar a alguien.

-¿Qué pasa dijo Jacob? -llegando al lugar del estruendo.

-Es Victoria ha entrado en parada.

-¿Qué es lo que ha sucedido esta vez? -preguntó Marco que venía por el pasillo.

-Victoria, señor ha entrado en parada, están intentando reanimarla.

-Hora de la muerte…-oímos decir a Carlisle.

-¿Puede algo más salir mal hoy? -preguntó Jacob desesperado.

-¿Cuál es la causa de la muerte, Carlisle? -interrogó Marco cuando éste salía ya


por la puerta.

-Hasta que el médico forense no le haga la autopsia, no lo sabré. Aunque es


extraño su pronóstico era reservado pero estaba respondiendo bien.

-¿Qué médico la atendía? -preguntó Marco.

-Yo, personalmente -dijo Carlisle.

-¿Quién, además de ti, tenía acceso a esta habitación?-volvió a preguntar Marco.

-Solamente la Jefa de Enfermeras -respondió Carlisle.

-¿Dónde está la Jefa enfermeras? -preguntó Jacob.

-Estoy aquí, señor -dijo una enfermera acercándose con voz temblorosa, no sé
- 177 -
porque pero la cara me sonaba y mucho.

-¿Cómo se llama? -preguntó Marco.

- Heidi señor, Heidi Stevenson.

Hola a todas. Bueno pues como veis, aunque la cosa ha sido muy grave
tanto Alice como Tony están bien dentro de lo que cabe. Ahora veremos si
los niños pueden superar este acontecimiento que han vivido por ellos solos,
o tal vez necesitarán algo de ayuda.

Si queréis ver una composición sobre Jasper y Alice no tenéis mas que ir a
mi perfil.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen.

Gracias también a mi beta por el magnifico trabajo que hace.

Y gracias a todas por añadirnos a mi y a mi historia a vuestras alertas y


favoritos.

- 178 -
Chapter 16

DDISCLAIMER: Los personajes que salen en esta historia no me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la magnifica SM, yo solo he jugado
con ellos para crear mi primer fic. Solo el personaje de Gaby es de mi
absoluta invención.

Capítulo 15: Pesadillas

Pov Bella

Durante mi trayectoria profesional, había atendido a veces a personas que venían


presas de un ataque de ansiedad porque se habían visto metidas en un sitio cerrado
sin posibilidad de salir. La tan conocida claustrofobia.

A pesar de mis conocimientos médicos siempre he pensado que la claustrofobia


era algo que se supera fácilmente si te lo propones y que no era para tanto. Bien,
que equivocada estaba. No llevaba encerrada entre esas cuatro paredes ni cinco
minutos y ya empezaba a notar los primeros síntomas. Paseaba de un lado a otro
inquieta y nerviosa.

Desde que vi lo bien que se llevaban Edward y Gaby había empezado a rondarme
una idea en la cabeza. De hecho se lo iba proponer a Rose y a Edward, pero ahora
tenía mucho miedo de llevarla a cabo. No obstante sería enviar a mi hija a la boca
del lobo. Jacob me había dicho que Gaby estaría segura, que ni Tanya ni su padre
serían capaces de hacerle nada allí pues sería demasiado obvio pero aun así…

-¿Qué estará pasando? -preguntó de pronto mi madre rompiendo el silencio.

-No tengo ni la menor idea mamá, pero sea lo que sea tranquila que ya vendrán a
decírnoslo, aquí dentro no nos van a tener de por vida -contesté intentando
tranquilizarla y de paso tranquilizarme yo.

-Mamá, papá, Esme, he estado pensando -dije en parte por hablar de algo que nos
distrajera y en parte porque quería conocer su opinión-, ¿qué os parecería que
Edward se llevara a la niña a Forks?

-¿Cómo se te ha ocurrido eso hija?-preguntó mi madre.

- 179 -
-Bueno, lo he consultado con Jacob y Sam y lo iba a hablar con Rose y con Edward
antes de que todo esto pasara. No creo que sea bueno para ella interrumpir el curso
en una escuela para empezar en otra y eso es lo que le sucederá. No sé pero creo
que puede ser perjudicial para ella. Aunque debo admitir que está encantada con la
idea de irse. El problema es…bueno ya sabéis

-Yo imagino que Edward tiene algo que ver con eso.

-Sí, yo también lo creo - dije riéndome-. El caso es que ahora veo más necesario
que se vaya con vosotros y me explico. No sabemos el trauma psicológico que
pueden tener tanto ella como sus primos por la situación que han pasado pero no
creo que vean la playa y el hospital con los mismos ojos. Hay un término médico que
se denomina estrés post traumático, que es una especie de depresión que padeces
tras vivir una situación límite y que te impide volver a los lugares donde has vivido
esa situación. Me da miedo que cuando despierten, a los niños les pase esto y sea
necesario sacarlos de aquí cuanto antes. De hecho no descarto que necesiten la
ayuda de un psicólogo. Me da miedo, mucho miedo mandarla justo a la boca del
lobo, pero sé que aquí no se podrá quedar, no sin que su salud mental se vea
alterada.

-Edward estará encantado de llevársela y seguro que entre los tres podrán
protegerla y estoy convencida de que Marco enviará refuerzos, pero él no querrá
que te quedes aquí sola -dijo René muy segura de sí misma.

- Hasta que se abra el nuevo hospital no puedo irme a Forks. De hecho en el


hospital que hay ahora tienen una Jefa de Urgencias, la señora Cope me parece que
es, que hace muy bien su trabajo. Se jubila para Navidades, por eso me ofrecieron el
puesto. El caso es que no me van a necesitar por lo menos hasta ese momento. Y
además, tengo que quedarme aquí a recoger y dejar todo listo y no puedo abandonar
el trabajo de la noche a la mañana, hasta que no me encuentren una sustituta aquí
soy necesaria.

-Eso lo entendemos hija, pero Edward no querrá. De hecho él iba a quedarse aquí
contigo hasta que os fuerais los tres, iba a decírtelo cuando empezaron los disparos.

-Ya, ya lo he oído pero Jacob ha dicho que tendrá que volver. Y yo lo entiendo, hay
que calmar a la bestia. Y he ahí mi problema, ¿qué va a decir la bestia sobre que
Edward se presente con nuestra hija?-les interrogué -verdaderamente me da mucho
miedo pero no tengo más opción.

-Bueno, no tendría absolutamente nada que decir, yo también puedo presentarme


con mi nieta y Rose con su sobrina -contestó mi padre muy resuelto-, además me
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parece que el veros, a Edward le ha dado coraje, no se le ve tan hundido como
estaba, lleva dos días que ha vuelto a ser el mismo Edward de siempre. El que había
en Forks no era él, sólo su sombra. Lo que quiero decir es que me parece que a
Edward le va a importar un comino lo que ella piense o diga. Además tal y como ha
dicho tu madre, Marco enviara a alguno de sus agentes para protegerla y allí tiene a
su padre, a su tío y a su abuelo para lo mismo, la tendremos constantemente
vigilada las 24 horas del día. Así que hija, si piensas que es lo mejor, no te apures,
ella estará bien. Por otro lado, Jacob y Sam tienen razón no creo que a los
hermanitos o a Tanya se les ocurra hacer nada contra ella en su propia guarida.

-Mami, mami -dijo de pronto mi niña despertando de su sueño- ¿Los señores malos
ya se han ido?

-Sí hija ya no están ¿ves estas con la abuelita? Y mira, Peter está durmiendo ahí-le
dije acariciándole el pelo.

-¿Y Tony?-preguntó-, ¿dónde está Tony?

-Esto…verás hija, a Tony los señores malos le hicieron un poco de pupa y le hemos
tenido que curar, pero ya se está poniendo bien. Cuando podamos te llevo a verle
¿vale?- le dije sin saber muy bien cómo afrontar la situación.

-¿Y la tía Alice?, ella me tiró al suelo, evito que esos señores me hicieran daño a mí
también -volvió a preguntar mi niña. Por Dios, que podía decirle…

-La tía Alice está perfectamente, luego vamos a verla también- contesté

-Ha sido por culpa de esa señora tan mala que no deja venir a papá ¿verdad? Se
ha enfadado porque está con nosotras y por eso ha hecho esto.

-¿Quién te ha hablado a ti de una señora mala?-pregunté confusa.

-Nosotros - dijo Peter que también se había despertado y estaba escuchándolo


todo-. Le hablamos de la tía Tanya, a nosotros nos cae muy mal y hemos oído
muchas veces decir a papá que está obligando al tío a estar con ella y por eso no
podía ir con vosotras. Nunca le habíamos dicho nada -añadió-, pero al ver que el tío
había venido pensamos que ya no pasaba nada.

-Bueno, pues no os voy a mentir porque la cosa es muy seria y tenéis que saber
para qué comprendáis la importancia de obedecer a Emily en todo momento -dije
tomando una decisión-, esa señora mala es la culpable de lo que nos ha pasado hoy
pero tito Jacob y Sam están solucionándolo. Y papá también está con ellos.
- 181 -
-Desde ahora voy a obedecer a Emily en todo, mami. Además no quiero salir más
de casa, no quiero volver a la playa, ni quiero volver a ir a nadar-dijo mi niña, justo
lo que me temía.

-Yo tampoco tía -agregó Peter-, quiero volver a mi casa -dijo medio llorando.

-Veis -les dije a mis padres y a Esme-, ya lo sabía.

-Estoy de acuerdo contigo en que sería lo mejor para la niña irse con su padre a
Forks - dijo Esme y pienso que allí la protegerán mejor que aquí pues no solo tendrá
agentes del FBI sino a su padre, tío y abuelo.

- ¿Y qué te parecería, si las circunstancias lo permiten, irte con tu padre a


Forks?-le pregunté a Gaby

-¿Con papá?, ¿nos vamos a ir ya con papá?-preguntó visiblemente entusiasmada.

-De momento yo no iría -le aclaré-, tengo que recoger todas las cosas aquí. Iré lo
más pronto posible.

-Pero yo quiero que vengas -dijo mi niña llorosa-, te voy a echar de menos

-Ya lo sé, pero tendrías a los abuelitos, a los primos, a los tíos y a tu papá y no
tendrías que volver otra vez a la playa, ni a las clases de natación, si eso es lo que te
preocupa -le dije intentando convencerla.

-Pero yo te voy a echar de menos mamá. Y a la tía Alice y a Jasper.

-A mi hija y a Jasper no te dará tiempo a echarlos de menos porque se van a ir con


tu mamá. Y Carlisle y yo también nos vamos. Carlisle va a ser el jefe del hospital
donde va a trabajar mami allí en Forks, ¿lo sabías?-le dijo Esme intentado apoyarme.

-Biennnnnnnnnnnnnnn -dijo mi hija-, voy a estar con mi papá y con todos vosotros.

-Pues no nos vendría mal que fueras antes a ayudar a la abuela y a la tía a
buscarnos una casa ¿qué te parece?-le preguntó Esme.

-Sí y saldrás de compras con tía Rose y así cuando lleguemos nosotros la tía Alice
no podrá arrastrarme a los centros comerciales -agregué.

-Algo se le ocurrirá Bella, no lo dudes -dijo Esme divertida.

- 182 -
-Y me ayudarás a mí con la pierna -apuntó mi madre-. Voy a necesitar a alguien
que me traiga las cosas.

-Cuenta con nosotros, abu -dijo Peter.

-Pero ¿qué dirá la señora mala?-preguntó mi niña -y esa simple pregunta causó
una desazón tremenda dentro de mí. Yo me preguntaba lo mismo.

-Bueno, eres su hija y tiene su derecho a tenerte con él, no puede decir nada-le
dije yo.

-En su casa no te va a dejar estar, eso seguro, pero te vienes a la nuestra. Nos
sobra una habitación, seguro que mamá la prepara para ti -ofreció Peter enseguida,
deseoso de tener a su prima con él.

-¿De verdad?-le preguntó mi niña.

- Sí y además cuando tu mamá vuelva, os vais a ir a vivir los tres a la casa de tu


papá. Él tiene una casa en donde no quiere que viva nadie que no seáis vosotras dos
y según hemos oído, la tiene lista y preparada desde hace mucho -vaya, pensé con
los ojos cristalinos. La famosa casa de sus padres. Seguro que en su tiempo querría
darme una sorpresa y de verdad me la acabo de llevar. Y por otro lado, ahora
entiendo yo cuando Emmett le pidió a Rose que le avisara de no hablar nada
importante delante de los niños. Si es que se habían enterado de todo, eran peor que
mi niña y ya es decir. No me extrañaría que se lo hubiera enseñado ella.

-¿Y tú no tardarías mucho en volver, mamá?-preguntó mi niña de nuevo.

-No hija, sólo lo suficiente para que me busquen aquí una sustituta y recoger
nuestras pertenencias. Querrás tus pelis y tus discos, ¿no?

-¿No me los puedo yo llevar a Forks en una maletita?

-Algunos sí pero no todos cielo, seria exceso de equipaje y hay que trasladarlo de
otra forma -le expliqué.

-Nosotros también tenemos, te los dejaremos igual que tu nos has dejado lo tuyo
-dijo Peter.

Se oyeron golpes en la puerta y fui a ver qué pasaba.

- ¿Sí?, ¿quién es?


- 183 -
-Mi amor, abre somos nosotros -me dijo Edward. Abrí la puerta desesperada y
nada más hacerlo me eché a sus brazos. Él me llevó en volandas a la silla y se sentó
allí conmigo en brazos. Gaby vino y se acomodó también con nosotros por lo que
tuvimos que compartir sus piernas, una para cada una. Peter se subió a la cama de
su abuela.

-¿Qué ha pasado?-pregunté

-Victoria ha muerto.

-¿Cómo? Yo misma examiné sus heridas, no eran mortales, el pronóstico era


reservado porque no sabíamos muy bien la evolución pero para morirse no estaba,
ni mucho menos -dije sin poder creerme lo que oía.

-Eso mismo dice Carlisle. Le van a practicar la autopsia. Pero hay algo muy
curioso -dijo Edward.

-¿Qué? -preguntamos todos a la vez.

-El apellido de los dos agentes que vigilaban a James y Victoria era Stevenson y
mira por donde, es el mismo apellido que el de Heidi, vuestra Jefa de Enfermeras, y
además esos niños, Jane y Alec, que tanto se meten con Gaby se apellidan igual.
Sospechoso ¿no?

- Heidi, nunca me gustó -dije yo-, demasiado fría con los pacientes y muy poco
profesional. Pero lleva muchos años aquí.

-¿Cómo cuantos?-preguntó Charlie.

-Creo que llegó al mismo tiempo que yo -respondí.

-Ahí tienes tu respuesta -me dijo mi padre.

-¿Pero…, es que Aro va a tener agentes hasta en el mismo infierno?- exclamé


desesperada.

-No se puede probar. Ahora Carlisle, al ser su jefe, la está interrogando y no ha


dicho nada fuera de lugar. Así que hasta que no se haga la autopsia no habrá nada
que hacer -me explicó Edward.

-Y Laurent

- 184 -
- Ese es otro cantar. Tenemos que ir ahora mismo a interrogarle antes de que se
pasen las horas reglamentarias. Yo sólo venía a poner orden aquí -dijo Jacob que en
ese momento entraba por la puerta.

-¿Qué tipo de orden? -preguntó Esme.

-Veréis, menos los enfermos, o sea Renée, Alice y Tony, los demás debéis iros para
casa. Alice y Toni, están en la UCI por lo que no se permiten acompañantes. A Rose
la van a dejar quedarse como caso extremo debido a lo que ha pasado. Cada uno
tiene a un agente y un policía en la puerta, así que los demás a casita. Esme ¿sería
posible que fueras con ellos? Carlisle aprovechando su posición al igual que Jasper
se van a quedar con Alice y con Tony, así que yo estaría más tranquilo si te fueras a
casa de tu hija. Didyme también va para allá, Marco se queda con nosotros al
interrogatorio.

-De acuerdo. Pero antes quiero ver a mi hija otra vez-pidió Esme.

-Yo quiero ver a mi primo y tía Alice -pidió mi niña.

-Yo también -dijo Peter

-De acuerdo, hacemos las visitas y nos vamos todos de aquí -concedió Jacob.

Después de dar un beso a nuestra madre y otro a nuestro padre, que dijo que se
quedaba con mi madre a pesar de que también tenía vigilancia en la puerta, salimos
de allí.

-¿Tienes la pistola que te he dado? -preguntó Edward a mi padre.

-Sí -asintió.

Edward cogió a su hija en brazos y yo cogí a Peter. Me agarró de la cintura y junto


a Esme y Jacob salimos de ahí.

Llegamos a donde estaban las UCIS y llevé a los dos niños a ver a Tony. El pobre
daba penita verlo todo conectado a tantos tubos, pero se iba a poner bien. Yo me
quería quedar a vigilarlo, pero no me lo permitieron. Jasper y Carlisle lo harían y a
Rose también la dejaron quedarse, Emmett se tenía que venir con nosotros. Después
pasamos a ver a Alice. Estaba dormida plácidamente y se la veía muy a gusto. Nunca
le agradeceré lo suficiente lo que hizo por mi hija.

-Ahora, todos lo más juntos posible -dijo Jacob.


- 185 -
Llegamos a los coches después de que los revisaran minuciosamente. Emmet,
Edward, los niños y yo nos fuimos en la Mercedes, y Didyme y Esme en el coche de
ésta. Cuando llegamos a mi casa, aparcamos en el garaje y después de entrar y
conectar las alarmas, preparamos un poco de cena.

Nadie tenía mucha hambre y todos estábamos muy cansados, incluso los niños
pues los efectos de los sedantes todavía se notaban.

-Papá - dijo mi niña-, mami antes de dormir me lee un cuento y hoy quiero que lo
hagas tú.

-Claro preciosa, ¿dónde los tienes?

-Mira están allí. Quiero que me leas el de umm, a ver, sí La Sirenita.

-¿Pero eso no era una película?

-Y también un libro papi. Ven siéntate aquí conmigo y me lo lees.

Les deje allí a los dos en su momento padre/hija y me fui a dar una ducha,
realmente lo necesitaba. Peter estaba con su padre y Esme y Dydime juntas en una
de las habitaciones. Me duché, y cuando me estaba secando entró Edward por la
puerta.

-Preciosa, estás sencillamente preciosa ¿vas a dormir así?-me preguntó con esa
sonrisa torcida que hacía que me olvidara hasta de donde estaba.

-Créeme, estoy tan cansada que ni ganas de ponerme el pijama tengo -le dije-.
Date una ducha, te espero, quiero hablar contigo.

-Se duchó rápidamente y se puso un pantalón del pijama, nunca dormía con la
parte de arriba y de repente me asaltó una duda.

-Edward… -empecé

-¿Si?-dijo mirándome interrogante.

-Me estaba preguntando, tu nunca dormías con la parte de arriba del pijama…

-Esta es la primera vez que voy a dormir sin ella en muchos años -contestó
adivinando mi pregunta y acto seguido me dio un beso en los labios. Era tierno,
dulce, podía decirse que consolador, con él me transmitía su firme decisión de no
- 186 -
abandonarnos nunca más, me volvía a pedir perdón. Seguía besándome bajando
lentamente por mi cuello hasta mi clavícula, dejando pequeños mordisquitos a su
paso y luego volvía a subir lentamente, mordiéndome a su paso, besando, lamiendo.
De pronto me encontré con el borde de la cama y él me empujó suavemente y
caímos sobre ella, uno encima del otro.

-¿Que querías decirme? -preguntó cuando rompió el beso pero sin dejar de
acariciarme con la boca dándome pequeños y cortos besos por toda la cara.

-Ya había pensado esto antes del incidente y pensaba comentarlo con Rose y
contigo, aunque he de decirte que me da verdadero pánico pero ahora no le veo otra
solución. No creo que sea bueno para Gaby, empezar aquí un curso que va a tener
que terminar al otro lado del país y con una metodología probablemente distinta.
Por lo que había pensado que se fuera contigo a Forks cuando tú te marcharas.
Espera - dije viendo que quería decir algo. Me fijé además que tenía los ojos
vidriosos y en ellos había ¿alegría?-, después de lo que ha ocurrido hoy y a pesar del
miedo que me da enviarla donde está la zorra esa y su padre estoy más que segura
que Gaby necesita ese cambio. ¿Sabes que es el estrés post traumático?

-Sí, algo he oído -me contestó-. Un compañero de Port Ángeles lo sufrió después
de un tiroteo en el que mató a un atracador.

-Pues nada más despertarse Gaby me ha dicho que no quiere volver a nadar ni a la
playa. No creo que la niña si sigue aquí viva a gusto, creo que necesita marcharse y
olvidar lo ocurrido hoy. Y en tercer lugar Edward, cuando hemos llegado hasta ellas
y he visto la mancha de sangre algo se me ha revuelto por dentro. No creo que
pueda soportar el pensar que está en la calle, en el cole o en otro sitio mientras yo
trabajo sin saber que le está pasando. Preferiría que estuviera contigo Edward
porque allí estarás tú siempre para ella y además tengo la creencia de que va a
tener más personas vigilándola y estará mejor, aunque te pediría que me llamaras
todos los días, pues tampoco puedo evitar el sentir pánico de pensar que está allí.

-Bella, me haces el hombre más feliz del mundo dejándome que me lleve a la niña
conmigo -me dijo emocionado y con los ojos vidriosos-, con ello no sólo me
demuestras tu amor por mí, sino algo muy importante para mí en estos momentos y
es tu confianza. Estás dejando en mis manos algo que es muy importante para ti y te
juro que para mí también y que la cuidaré con mi vida. Pero no puedo dejar de
preguntarme, ¿no te va a pasar igual si está conmigo? Seguro que también te
preguntarás si está bien. ¿No sería mejor que yo me quedara aquí con vosotras?
Quitaría a Gaby de ese trozo de la playa, la llevaría a otros sitios distintos para que
se olvidara. Bella, no quiero dejarte aquí sola -me pidió suplicante.

- 187 -
-Pero seguiríamos en peligro, más que si vuelves Edward. Esa mujer te lo ha dicho
bien claro, o vuelves o seguirá viendo la manera de atentar contra nuestra vida. Está
claro que te quiere allí -le contesté

-Tienes razón Bella, como siempre tienes razón pero es que no te quiero dejar sola
y encima sin la niña -me dijo besándome de nuevo y acariciándome con una de sus
manos el pelo.

-Edward, Gaby me ha dado la fuerza para seguir adelante todos estos años. Me
duele un montón quedarme sin ella y encima saber que va justo al territorio de Aro y
de Tanya, pero no tengo mas remedio. Y ahora tú me has dado fuerza también -le
contesté-, créeme sabiendo que me estáis esperando en Forks, yo estaré bien y
dándome más prisa por ir con vosotros. Esperaré hasta que me encuentren una
sustituta y se haga con el trabajo, recogeré los bártulos y me marcharé. Mientras
tanto llévate a la niña. Espera - le dije apartándole un poco y levantándome de la
cama me dirigí hacia un cajón del escritorio. Cogí unos papeles y volví-, mira estos
son todos los papeles de la niña, acta de nacimiento, etc., con esto tienes que ir a
matricularla en el colegio de Forks. Este es su expediente académico para que vean
en que curso tienen que ponerla y… -me callé al ver que Edward, que se había
sentado en la cama junto a mí, tenía los ojos vidriosos y como platos y una sonrisa
pintada en su cara.

-Bella, la niña tiene mi apellido en todos los papeles, hasta en los del cole. No le
has negado mi apellido, eres maravillosa ¿sabes?-dijo tirándose encima de mí y
empezando a besarme con locura, con desenfreno. Su lengua pidió permiso para
entrar dentro de mi boca y yo se lo di gustosa, allí nuestras lenguas comenzaron a
bailar la danza del amor, aquella que sólo bailan los verdaderos amantes. De un
tirón me arrancó la toalla que me cubría y con la que había salido del baño. Bajó su
mano hasta mis senos y empezó a besarlos, a acariciarlos con su boca y con su
lengua con dulzura, los pellizcaba, tiraba de ellos hasta conseguir que se
endurecieran y yo gimiese al tiempo de puro placer. Están más llenitos, el embarazo
te ha sentado bien, me encantan estos nuevos pechos y estas nuevas curvas dijo
bajando hacia mis caderas dejando a su paso un reguero de besos en todo mi cuerpo
y me encantas toda tu-, dijo con la voz cada vez mas ronca por la excitación-. ¿Te
acuerdas de ayer del sillón?, ¿podríamos terminar lo que empezamos?

-Y tú no te acuerdas de esta mañana -le dije ya sin saber ni lo que decía de la pura
excitación que me estaba poseyendo al sentir sus labios sobre mi cuerpo.

- Me ha sabido a poco, anda dime que sí.

-Bueno, pero dime antes si te llevarás a la niña a Forks.


- 188 -
-Para mí será un placer -dijo dejándome besos húmedos de nuevo por todas las
partes que podía de mi cuerpo -. Te voy a echar un montón de menos. Bien sabe Dios
que quisiera quedarme, pero tienes razón en este momento es lo mejor para ella.

-¿Y qué dirá Tanya al respecto?, ¿tú crees que estará protegida? Edward tengo
miedo, mucho miedo. Si se queda aquí es malo, pero si se va contigo…

-Te juro que allá en Forks la protegeré con mi vida. Y además a Tanya y a su padre
no se les ocurrirla hacerle nada allí, sería demasiado obvio. Pero ahora, cielo, si voy
a volver a estar sin ti un tiempo, déjame saciarme de tu amor todo lo que pueda,
déjame recorrer tu cuerpo con mi boca besando cada centímetro de él, déjame
excitarte hasta que grites mi nombre con la mente nublada por el placer, ya
hablaremos de esos detalles mañana ¿ok?- me contestó. Y acto seguido me separó
los muslos y su boca se perdió entre ellos hasta llegar hasta mi mismo centro de
placer. Yo me sentía morir mientras mordisqueaba con suavidad mi clítoris una y
otra vez y luego cambiaba para introducir su lengua lo más hondo posible, sustituyó
su lengua por dos de sus dedos entrando y saliendo de dentro de mí, mientras lamía
y mordisqueaba con suavidad mi clítoris. Ahogué un chillido mientras sus
embestidas y lamidas se hacía cada vez mas rápidas y fuertes, llevándome a la cima
del placer tal y como había prometido. Mientras mi respiración se calmaba fue
subiendo poco a poco, besándome en todas partes, centímetro a centímetro, hasta
llegar a mis pechos donde se entretuvo de nuevo , siguió subiendo hasta que alcanzó
mis labios y me besó, su sabor mezclado con el mío, me provocaba siempre una
oleada de emociones difíciles de describir. Se fue adentrando, poco a poco,
lentamente, en mi interior adueñándose de mi cuerpo del mismo modo que se había
adueñado de mi alma. Empezó a moverse con movimientos precisos, rítmicos,
pausados y yo con él. Le rodeé el cuello con mis manos y le atraje hacia mí para
besarle otra vez. Lamí sus labios suavemente y él los entreabrió para permitir que
mi lengua fuese en busca de la suya, mientras nuestros movimientos seguían siendo
lentos, prolongando el placer, entrando y saliendo de dentro de mí de una forma
calculadamente exquisita.

-No voy a aguantar mucho más amor -me dijo acelerando el movimiento a lo que
respondí acelerándolo yo también. Nos empezamos a mover a un ritmo
enloquecedor mientras él me enloquecía todavía más susurrándome al oído las
palabras de amor más bonitas que jamás escuché. Y el clímax más impresionante,
profundo e intenso nos sorprendió a los dos de una manera devastadora. Nos
quedamos unos momentos tumbados, él encima de mí, intentando sin éxito
recuperarnos cuando…

-Toc, Toc, -golpes en la puerta -Mami, mami, tengo miedo, los señores malos
vienen a por mí, déjame entrar por favor, déjame entrar-pedía Gaby chillando como
- 189 -
jamás la oí chillar.

Edward y yo salimos de la cama disparados. Nos vestimos rápidamente y abrimos


la puerta. Se me cayó el alma a los pies al ver a mi niña ahí parada, indefensa,
atemorizada y llorosa. Edward inmediatamente la cogió en sus brazos.

-¿Qué le pasa? -preguntaron Esme y Didyme que venían corriendo.

-He soñado con los señores malos. Quiero dormir con mi papá, tengo miedo-dijo
totalmente histérica.

-Calla preciosa, claro que dormirás con nosotros ven -dijo Edward muy
cariñosamente.

-¿Qué ocurre? -preguntó Emmet que venía corriendo.

-Una pesadilla, por lo de hoy -dije escueta.

-A Peter le ha pasado lo mismo, está durmiendo conmigo. Echa de menos a su


hermano.

-En cuanto puedan viajar Tony y tu madre, debéis volver todos a Forks y eso
incluye a tu hija, Bella -dijo Esme -. ¿Recuerdas lo que hemos hablado esta tarde? Sé
que es mandarla a la boca del lobo y entiendo el miedo que sientes, pero no tienes
más opción.

-Sí, ya se lo he dicho a Edward-contesté.

-Te refieres a llevarnos a Gaby con nosotros, Peter me lo ha dicho. Me parece


bien, en mi casa tiene un sitio. Sólo que no se qué opinará la bruja -dijo Emmett.
Ahora eso sí Bells, te juro que la defenderé con mi vida.

-De todo eso hablaremos mañana, será mejor que ahora descansemos -dije
deseosa de ir con mi hija.

Volví a entrar en la habitación y vi a Edward con mi niña tumbada en la cama,


consolándola y hablando como solo él sabe hacerlo. La niña estaba más tranquila.
Me subí a la cama por el otro lado y me tumbé junto a ella.

-Mami, ya no quiero estar aquí, me dan miedo los señores malos.

-Ya lo sé hija, te irás a Forks con papá en cuanto la abuela y el primo puedan
- 190 -
viajar ¿Ok?-le contesté.

-Pero tú no vendrás, te voy a echar de menos -dijo llorando de nuevo.

-¿Ves?, ella también opina lo mismo. Te queremos mamá, los dos -dijo Edward-.
Vuelve pronto, ¿vale?

- De acuerdo -contesté.

-Ven Gaby, acuéstate aquí delante de mami, así ella te coge a ti y yo os cojo a las
dos ¿ok?

-Vale -dijo Gaby poniéndose delante de mí al otro lado de la cama. Menos mal que
la cama era grande. Gracias a Didyme y sus gustos por este tipo de camas, me dije a
mi misma.

-Descansad, mis dos soles -dijo Edward, abarcándonos a las dos con sus
brazos-.Dormid tranquilas que yo os protejo.

Y así me quede dormida con mi niña al lado y en los brazos de mi marido, al cual
ya había perdonado.

Que postura mas complicada tiene aquí Bella ¿verdad? por un lado, tiene
miedo de que su hija vaya a la boca del lobo, pero por otro no tiene mas
remedio ya que tras lo que ha pasado la niña no pude quedarse en
Jacksonville. Es necesario para su recuperación que se marche. He intentado
reflejar esa difícil decisión lo mejor que ha sabido, espero haberlo logrado.
De acuerdo que ella ya se había planteado la posibilidad e incluso lo había
hablado con Jacob, pero fue antes del atentado. Ella cree que su hija va a
estar mejor allí, lejos del lugar de sus pesadillas. Sabe que estará vigilada
por todos y que estará bien, pero como madre, no puede evitar tener sus
dudas.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,

- 191 -
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19

También tengo nuevas lectoras a las que dar la bienvenida: Solchizz,


nydia, Yolanda y Suiza19

Yolanda no tienes activado la opción de responder a tus rr, por tanto te


doy las gracias por tus amables palabras desde aquí. y decirte que no te
preocupes que eso que temes no va a suceder, ja,ja,ja, no eres la uncia que
lo ha pensado.

Gracias tmbién por vuestras alertas y favoritos.

Y muy especialmente gracias a mi beta por la extraordinaria labor que


hace, no se que haría sin ella.

- 192 -
Chapter 17

DISCLAIMER:Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen, su


creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta mi primera
historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Sara-Cris Cullen, Naobi Chan y Partisan Once muchas felicidades a las


tres.

Capitulo16:Despedidayregreso

PovEdward

-¿Me vas a echar de menos?-me preguntó cuándo rompimos el beso.

-Cada instante, de cada segundo, de cada hora, de cada día, de cada semana, que
estemos separados -le dije mientras le daba besitos cortos en los labios cada vez que
le decía una cosa.

-No se te olvide cumplir tus promesas -me avisó.

-No, descuida que no se me olvidará -contesté volviéndola a besar de nuevo.

-¿De verdad piensas que tu plan funcionará?-me preguntó ansiosa por la


respuesta.

-Si algo he aprendido de esa zorra estos últimos años es que le gusta más una
discusión que otra cosa. Cuando se enzarza en ella es fácil picarla para que diga
más cosas de las que debe. Hasta ahora no me había aprovechado de eso, pero ha
llegado el momento -le dije con la convicción de que tendría éxito en lo que se me
había ocurrido.

-¿Cuidarás bien de Gaby?-volvió a preguntar.

-Con mi propia vida. Tranquila que nada le pasará. Además nos llevamos a Emily y
Rachel de soporte y ayuda.

-Sí, que fácil le ha resultado a Rachel conseguir una plaza en la escuela de Forks.
Y pensar que a nosotros nos resultó imposible hacer esto -comentó con ironía.
- 193 -
-Bueno, no todo el mundo tiene como enchufe a la directora del centro, una tal
Rosalie Swan, ¿te suena el nombre?-le dije con sorna.

-Sí, es bueno tener amigos en las altas esferas, gracias a eso ahora yo puedo
regresar sin problemas -dijo con una radiante sonrisa que adoré en seguida.

-Espero que para cuando eso ocurra Aro y Tanya estén entre rejas, porque si no es
así, de verdad que me dará todo igual, la dejo. No voy a consentir que tú estés en el
pueblo y yo no me pueda ni acercar a ti, eso sí que no -le dije volviendo de nuevo a
apoderarme de su boca.

-Según Marco, la cosa está bastante complicada, si tu plan saliera bien… -me dijo.

-Saldrá, no te preocupes -estaba convencido de ello.

-Chicos -dijo de pronto Emmett detrás de nosotros sobresaltándonos-. Dejad de


hacer cositas feas en público que además tenemos que embarcar ya. Está todo listo
y vuestra madre y vuestro sobrino ya están acomodados en el avión. Por cierto Bella,
menudo avión. Yo también quiero uno.

-Ya sabes, búscate amigos en las altas esferas. Aunque, espera, quizás te valgan
los amigos de tu hermana -dijo con voz socarrona. Cuanto había echado de menos
estos intercambios entre los hermanos.

-Adiós mi amor, te llamaré esta noche en cuanto lleguemos -le dije dándole otro
beso, esta vez más fuerte y profundo que los anteriores.

-Adiós mi niña -dijo inclinándose hacia Gaby que estaba de la mano de Emmett-,
pórtate muy bien le dijo con lágrimas en los ojos.

- Si mamá, te llamaré todos los días -contestó Gaby con un poco de tristeza en su
voz. Era la primera vez que se separaba de su madre, pobre cría.

-Edward -me dijo antes de que me fuera definitivamente. Emmett se retiro un poco
con la niña-, te amo -me dijo y todo mi mundo se iluminó. Volví sobre mis pasos y la
cogí entre mis brazos obligándola a que con sus piernas me rodeara mi cadera. Y la
besé, la besé como nunca antes la había besado, con pasión, con ternura, con
alegría, con satisfacción, con nostalgia por volver a estar sin ella.

-Yo también te amo mi vida - le dije con la euforia pintada en el rostro.

Me separé lentamente de ella y volví donde me esperaban mi hermano y Gaby que


- 194 -
me miraba con los ojos radiantes de alegría, cogí a mi hija en brazos y empecé a
caminar hacia la puerta de embarque. Me di una última vuelta para mirarla y allí
estaba ella, hermosa, con los ojos bañados en lágrimas. Era horroroso tener que
dejarla, aunque necesario. Sentí de nuevo ese vacío en mi pecho, ahora menos
angustioso gracias al cuerpecito que llevaba en brazos, pero vacío al fin y al cabo.
Sólo ella podría llenar la parte que me faltaba. Y liberarme por fin de mi vergüenza.
Aunque esta última ya había empezado a desaparecer durante estos días que
pasamos juntos. Le lancé un último beso y desaparecí por la puerta.

Esos últimos días habían sido agotadores y frustrantes, muy frustrantes a la vez
que inmensamente placenteros en lo que a nuestra relación se refería, la cual se
había reforzado y yo me sentía feliz por ello. Mi madre ya estaba más o menos bien,
lo peor había pasado, aunque seguía escayolada y luego tendría tres meses por
delante de una dolorosa rehabilitación. Tony estaba ya perfectamente bien, de hecho
le habían dado el alta a los pocos días. Pero sólo en lo que a la parte física se refiere,
pues la psicológica era otra cosa, los tres tenían un trauma enorme. Era increíble la
sincronización perfecta de estos muchachos, cuando por la noche uno empezaba a
chillar, los otros automáticamente le seguían. La solución, ponerlos a dormir los tres
juntos, con la supervisión de un adulto. Así que nos turnábamos cada noche para
estar ahí con ellos y que vieran que no pasaba nada. Pero por una cosa u otra Gaby
terminaba en nuestra cama y Peter y Toni con sus padres...

Alice era otra cosa, se estaba reponiendo bien, pero había perdido mucha sangre y
la herida había sido importante, así que en estos momentos estaba de baja médica
recuperándose en casa, lo cual a ella no le hacía gracia y volvía locos a todos, sobre
todo al pobre Jasper.

Por otro lado y tal y como había augurado Jacob, al día siguiente del atentado, dos
abogados distintos que simularon no conocerse de nada se presentaron a defender a
Laurent y Heidi, y con la excusa de que es perfectamente legal disparar contra un
criminal dado a la fuga, al cual has dado el alto y este se ha vuelto disparando
contra ti, Laurent salió libre de todo cargo. Y lo mismo ocurrió con Heidi, pues,
aunque la autopsia demostró que Victoria había sido asesinada, no se pudo probar
que había sido ella y eso había que agradecérselo al abogado. Ni que decir tiene que
Laurent presentó la renuncia voluntaria y se marchó junto con su amo. Lo mismo
hizo Heidi en el hospital.

Pero no todo era tan malo. Félix, Heidi y Demetri, resultaron ser hermanos y su
apellido no era Stevenson, sino Denali Vulturi y eran sobrinos de Aro y Cayo por
parte de madre y primos de Tanya. Pero ese parentesco no sirvió para evitar que Aro
ordenara matar a Félix y Demetri por lo que una aterrorizada Heidi al ver que sus
dos hermanos habían sido ajusticiados de esa forma, y pensando que a ella le podía
- 195 -
pasar lo mismo, burló la vigilancia que Aro mantenía sobre ella, acudió al FBI y
confesó por fin que había matado a Victoria por orden ni más ni menos que de Aro a
cambio de que le dieran protección policial. Así que, con la máxima protección
posible para que no se repitiese la historia, se abrió el protocolo para incluirla en el
Plan de Protección de Testigos a condición de que declarara en un futuro juicio
contra Aro. De este modo Heidi y sus hijos, Alec y Jane, desaparecieron de nuestra
vista, por lo menos de momento.

La que se llevó la peor parte fue Leah, quien con un remordimiento de conciencia
atroz confesó que Félix la había manipulado y había dejado de lado sus deberes
como agente y que eso sin duda causó el que Alice y Tony fueran heridos de extrema
gravedad. Fue expulsada del FBI sin miramientos, así que otra que salió de nuestras
vidas y fue sustituida por Rachel, hermana de Jacob y que se venía con nosotros a
Forks para proteger a los niños. Paul y Jared, venian también con nosotros con la
tapadera de ser camilleros en el nuevo hospital. En Jacksonville quedaban Quil,
Embry, Colin y Brady además de Jacob y Sam para proteger a Bella y a los demás…

Las primeras luces del amanecer ya estaban apareciendo por el horizonte. Pronto
llegaríamos a Port Ángeles y allí empezaría de nuevo mi pesadilla. Pero esta vez no
me dejaría amedrentar. Los maravillosos días pasados con Bella, a pesar de los
sucesos ocurridos, habían servido para que cobrara nuevas fuerzas. Y ese te amo en
el que me pareció que iba implícita la palabra perdón, me había llenado de una
energía indescriptible y había insuflado mi ánimo. De nuevo me sentía yo mismo y
estaba dispuesto a no dejarme vencer otra vez. Además, tenía que cumplir una
promesa y una personita maravillosa que dormía en mis brazos, me necesitaba.

Era increíble la necesidad que tenia esta niña de estar en mis brazos siempre que
podía. Bella y Jasper me decían que eso demostraba la falta que le había hecho
durante estos años y el miedo de la niña a que volviese a desaparecer. No estaba
dispuesto a que eso fuera a ocurrir, no le fallaría de nuevo. Ni tampoco a Bella.

-Ya casi estamos llegando. Menudo avión tío, así también yo quiero viajar todos los
días -dijo Charlie.

-Sí, lo mejor de todo es que Tony ha podido ir cómodamente acostado en una


cama. Y mamá con la pierna en condiciones puesta entre dos asientos -le contesté.

-Por favor - nos llamó la azafata-, abróchense los cinturones que vamos a aterrizar.
Señor coloque a la niña bien en su asiento y sujétela con el cinturón, si es tan
amable. Y el niño que está durmiendo también debería hacerlo.

Cuando todos estuvimos listos, el avión inició el aterrizaje. Aterrizamos en un


- 196 -
hangar privado y no hizo falta siquiera que pasáramos por el control de equipajes,
por lo que en un abrir y cerrar de ojos estábamos en los coches rumbo a Forks. Al
venir a Port Ángeles, Emmett y yo habíamos venido juntos en mi coche. Ahora con
tanta gente se hizo necesario alquilar uno.

-Rose por favor, ayúdame con esto -le pedí a mi cuñada, no tenía ni idea de cómo
se colocaba la sillita para el coche que Bella me había dado.

-Se pone así-dijo Rose partiéndose de la risa-, ¡hay estos padres primerizos!

-Tú también habrás sido primeriza alguna vez -le dije defendiéndome.

- Sí, Edward sí pero es que es tan obvio. De todas formas la cosa es de familia,
pues Emmett aun no aprendió a colocarla.

Tras esta tonta discusión, nos metimos en los coches. Renée iba en la parte de
atrás con mi niña. Llevaba la pierna estirada sobre Emily para ir más cómoda y
Charlie iba delante conmigo. Los niños, Rose y Emmett iban en el otro coche. Y
detrás de nosotros en un coche negro tintado que el FBI de aquí había puesto a su
disposición, venia Rachel. Teníamos que hacerlo así, se suponía que venía a trabajar
como profesora y que la tendríamos que conocer como todo el mundo en el pueblo. Y
de la misma forma venían Paul y Jared.

-Como se nota que viene Gaby con nosotros -dijo mi madre medio burlándose de
mí-. Alguien por fin consiguió que dejaras de correr como un loco.

-Bueno, tendré que moderar mi velocidad ahora que va a venir siempre conmigo.
No podré seguir conduciendo tan rápido. Desde luego, no hay quien os entienda, si
conduzco rápido porque conduzco rápido y si reduzco la velocidad también os
extrañáis -dije bromeando con ella.

-No nos extrañamos Edward, nos alegramos de lo entusiasmado que se te ve con


Gaby aquí. Esperemos que la bruja no estropee las cosas -dijo mi padre.

-No, no las va a estropear ni de coña. Os voy a llevar a casa y después iré a la suya
para que vea a la niña, Bella y yo pensamos que es mejor que la vea por sí misma
antes que alguien vaya y se lo diga. Emmett y Emily vendrán conmigo y supongo que
los otros no andarán muy lejos, ya está todo preparado.

Una vez acomodé a mi madre en su habitación y de prometer que más tarde


vendría a ver que necesitaban, me dirigí a mi casa. Emmett y Emily venían con
nosotros en el coche preparándolo todo y Rachel nos seguía a una prudente
- 197 -
distancia. Me ajusté el aparatito que me habían prestado en el FBI, y conduje el
último tramo del camino que llevaba a "mi casa", la función había comenzado.

-¡Eddie, Eddie, has vuelto! -chilló Tanya saliendo de la casa nada más me oyó
llegar-, cuanto te he echado de menos amorcito, menos mal que has vuelto… oh ¿y
esta niña?

-Tanya esta niña es mi hija, Gabriela -dije bajándola del coche-, Gabriela te
presento a Tanya. La cara de esta había pasado de la alegría a la estupefacción y
poco a poco dio paso a su mejor sonrisa hipócrita.

-Hola Gabriela ¿pero como tú por aquí? Yo me llamo Tanya, pero puedes llamarme
mamá -será hija de…pensé para mí pasándome la mano por el pelo.

-Lo siento señora pero mi mamá es Isabella Marie Swan y yo sólo le digo eso a ella
-dijo mi niña con tal seriedad que no pude evitar el reírme abiertamente delante de
una Tanya roja de la ira.

-Vaya, la niña ha salido respondona y maleducada. Eddie cariño que educación le


ha dado Bella ¿no?-dijo Tanya rabiosa.

-Bella le ha dado la mejor educación posible teniendo en cuenta que por culpa
tuya yo las dejé plantadas como a un perro -le dije con mi mayor dosis de veneno en
la voz-, ya te querría yo a ti ver tirada, sola, con un trabajo que realizar y un bebé
que sacar adelante. Además, ¿de qué te quejas? , no te ha dicho más que la verdad,
tú no eres su madre. Por cierto Tanya -le dije cambiando de tema-, cuando puedas
tienes que ir a ver a mi sobrino Tony, no lo he podido traer conmigo y me gustaría
que le vieses la herida tan horrible que le ha hecho a un niño de seis años un loco
asesino que alguien puso en su camino -dije con mucha crueldad.

-Edward, ¿qué esperabas yo…?-empezó a decir.

-Emmett por favor, lleva a la niña al coche ahora voy -le pedí a mi hermano que
me esperaba dentro del coche junto a Emily, mientras yo me dirigía a la casa.

-¿Cómo que ahora vas?, ¿dónde vas? -preguntó una vez estuvimos dentro de la
casa- ¿y qué hace la niña aquí? Edward has roto el acuerdo.

-Te responderé por partes. Me voy a llevar a mi hija a casa de Emmett ¿o quieres
hospedarla tú aquí? No claro que no, ni para eso sirves y además yo no la quiero ver
ni un segundo en tu asquerosa compañía y en esta no menos asquerosa casa. Y en
segundo lugar, Gaby está aquí porque sus padres así lo hemos decidido tras la carga
- 198 -
psicológica que tiene la niña al haber sido víctima de un atentado en el que la mejor
amiga de su madre y su primo salieron muy mal heridos. Lo cual viene a decir, la
niña está aquí gracias a ti -le dije sin siquiera mirarla a la cara.

-Pues que se quede con Emmett y Rose y se encarguen ellos y tus padres, tu desde
luego no Edward. Has roto el acuerdo, lo llevas rompiendo desde que te fuiste a
Jacksonville y ¿no te ha quedado ya claro que no puedes romper el acuerdo?-me dijo
con voz amenazadora.

-Aquí la única que has roto el acuerdo has sido tú lanzando a dos matones sobre
una niña inocente y su madre e hiriendo en el proceso a dos inocentes más -estallé
sin poder contener mi rabia. Era una puesta en escena pero yo no podía disimular
mi odio y rabia hacia ella.

-Si no te hubieras ido a Jacksonville nada de esto hubiera pasado, o si hubieras


cumplido tu parte del acuerdo de no acercarte a Bella-dijo cayendo directamente en
la trampa-. No lo hiciste y esas son las consecuencias. Tú eres el único culpable de
lo que pasó y del consiguiente estado emocional de tu hija.

-Así que estás reconociendo que fuiste tú quien lanzó a James y Victoria sobre
nosotros -le pregunté instándola a reconocerlo abiertamente.

-Yo solo quería advertirte Edward. Desde que sabes que a mi padre le están
investigando estas muy valiente y sólo quería que supieras que por mucha
investigación que haya, seguimos teniendo el mismo poder. Sólo quería que vieras
como es que puede ocurrir un accidente -me dijo y me faltó muy poco, muy poco,
para abofetearla.

-Tanya, mandarnos un par de matones no es un accidente querida, es un atentado


en toda regla -le dije picándola.

-Sí, pero lo de tu madre si fue un accidente. Lo hice para que vieras que conmigo
no se juega. Para que vieras que si yo caigo, tú vas a caer también, que estás atado a
mi Edward y no podrás zafarte de mí.

-Tanya, ¿de qué estás hablando?- y de repente algo hizo clic en mi cabeza-. Tanya,
¿me estás diciendo que el accidente de mi madre no fue fortuito?

-Edward el trato era aparte de no divorciarte jamás de mí, no tener ningún


contacto con Bella y su hija-me recordó. Como si no lo tuviera presente todo el día-.
La primera parte no tienes más narices que respetarla, pero la segunda no la
respetaste y la has seguido sin respetar. Has estado haciendo lo que te ha dado la
- 199 -
gana allí en Jacksonville según James y Victoria. ¿No te acuerdas aquel día cuando
estando en tu casa, tu hija llamó a hablar con tu madre? Tú le pediste a su madre
que te dejara hablar con ella, eso incumplía el trato. Tenía que darte un escarmiento
- dijo y como lo dijo no me pudo parecer más cruel. ¡Dios! me acordaba
perfectamente de ese día.

Flashback ( tres meses antes)

Estábamos en casa de mi madre cuando Gaby, que parece ser que ya tenía esa
costumbre, había llamado por teléfono para hablar con su abuela, pero ella estaba
ocupada así que fui yo el que contesté

-Abu René -escuché una vocecita al otro lado de la línea.

-No cariño, yo no soy tu Abu René, pero espera que ahora mismo la llamo -le
contesté con el corazón en un puño.

-¿Y tú quien eres?-me preguntó.

-Pues veras yo… - ¿qué narices le decía?

-Hija, ¿con quién hablas ahora, no te he dicho muchas veces que no debes hacer
eso?-dijo una maravillosa voz que hacía tiempo que no oía y qué llenó de calor mi
frio cuerpo.

-Quería hablar con la Abu René, pero hay un señor hablando conmigo- contestó la
niña.

-Hija, desde luego voy a tener que separarte un poco de tu tía Alice, a ver dame el
teléfono.

-Hola, si, ¿con quién hablo? -hola mi amor, pensé yo al oír su dulce y maravillosa
voz, voz que me reconforto el alma después de tanto tiempo.

-Bella, ¿eres tú? -pregunté y en seguida la mirada asesina de Tanya se posó en mí.

-Esto…, sí soy…, podrías decirle a mamá-dijo enfatizando el mamá, lo que causó


un pinchazo profundo en mi corazón -que se ponga, su nieta quiere hablar con
ella…-y de nuevo el siguiente pinchazo.

-Claro, por supuesto, esto… ¿me dejarías hablar con ella mientras viene mamá?-le
pregunté esperanzado.
- 200 -
-Vaya, ahora quieres hablar con tu hija-dijo con desdén lo que me causó un dolor
aún más grande.

-Bella yo… -pero me callé al ver la mirada que Tanya tenía sobre mí.

-Gaby -llamó mi Bella-, toma hija es tu tío Edward-Dios que dolor sentí al oír como
decía que era su tío-, habla con él cielo.

-Hola, ¿tú te llamas Edward?, ¿y eres mi tío?-preguntó la niña como si tuviera


dudas de algo.

-Si cielo, ¿qué tal estás?

-Bien ¿y cómo es que no te conozco?

-Bueno, tu estas allí en Jacksonville y yo aquí.

-Pero podrías venir como tía Rose.

-A lo mejor algún día.

-Edward, ¿quién es?- oí decir a mi madre.

-Es… tu nieta mamá.

-Oh, - dijo mi madre mirando con miedo a Tanya, a la que se veía muy enfadada.

-Dime cariño -dijo mi madre.

Cuando mi madre terminó de hablar con mi niña, Tanya y yo nos despedimos de


ella y nos marchamos. Por la cara que tenia "mi esposa", nótese el sarcasmo, era
mejor marcharnos.

-Paciencia Edward -dijo mi madre muy bajito en mí oído al tiempo que me besaba.

-Muy bien Edward, acabas de jugar con fuego y te has quemado -dijo Tanya
mientras regresábamos a casa.

-No he roto ninguna regla Tanya, la niña se puso a hablar conmigo, no


pretenderás que la rechazara, es sólo una niña por favor.

-Claro y luego tú hablaste con Bella y le pediste que te dejara volver a hablar con
- 201 -
ella.

-Ella cree que soy su tío, y no hay nada malo en que un tío se comporte así con su
sobrina.

-Edward, ahora que parece ser que Bella va a volver al pueblo en poco tiempo,
quiero que quede claro, muy claro quién es tu esposa y dueña.

-Mi alma y corazón no reconocen más que a una esposa y dueña Tanya, aunque
legalmente esa sea otra -le contesté con amargura.

-Mira ya está bien, esa zorra a mi no me gana y, por supuesto, voy a empezar a
llamar personalmente para impedir que esa mujer venga a trabajar aquí -dijo con
ese deje de prepotencia que yo odiaba al máximo.

-Si antes no lo conseguiste, ¿qué te hace creer que lo vas a lograr ahora? Admítelo
Tanya, ella ahora tiene un amigo más poderoso que tu padre, tu tío y que todos
juntos. Y, Tanya, no la vuelvas a llamar zorra o harás que se me olvide que tu eres
una mujer y yo un caballero. Claro que el ladrón se cree que todos son de su
condición -dije cruelmente

-Que tratas de insinuar Edward.

-No insinuó nada Tanya, lo afirmo, aquí la única zorra que hay eres tú y con
respecto a Bella, te repito que esta vez no conseguirás nada.

-Eso lo veremos, -dijo Tanya saliendo del coche y dando un portazo, entró en la
casa precipitadamente corriendo hacia el teléfono.

-Hola papá, ¿aún no se sabe nada?, ¿no hemos conseguido impedir que Bella
vuelva? Vaya... -no lograba escuchar lo que le decían al otro lado de la línea.

-Pero papá, ¿no podríamos acusarla de algo?, ¿no sé trato indebido a un paciente o
algo así?- oí que le preguntaba y mi sangre comenzó a hervir.

-Que me estás diciendo papá, que no puedes hacer nada ¿Qué tu qué?-preguntó.
Algo estaba pasando.

-Entonces si la acusación llega a buen puerto y te detienen, perderíamos todo -dijo


ahora muy bajito, pero yo lo había escuchado todo.

-Vale papá, mañana hablamos.


- 202 -
-¿Qué pasa Tanya?

-Tú lo sabes ¿verdad?, sabes que están investigando a mi padre por malversación
de fondos y no sé cuantas cosas más y a mi tío por comportamiento indebido cuando
era alcalde, lo sabes y por eso estas tan valiente conmigo ¿verdad?- dijo acusándome
con el dedo.

-Yo que voy a saber Tanya -era la primera noticia que tenia, pero iba ahora mismo
a intentar averiguar algo más.

-Pues claro que lo sabes, eres policía, algo tienes que saber-dijo.

-Pues no sé nada, pero ¿sabes qué?, que ojalá os detengan, a tu padre, a tu tío, a
ti, a todos y nos dejáis en paz.

-No te vas a salir con la tuya Edward, tu también estás siendo investigado, ¿sabes?
y si yo caigo, tú caes.

-No me digas. Y donde pone eso. Que yo sepa no he firmado nada ni hay nada a mi
nombre, lo siento Tanya pero si caes caerás sola -le dije tranquilamente.

-Tú vendrás conmigo y confesarás que estabas al corriente de todo, si no tu


hermanito Emmett sufrirá las consecuencias. O se te olvida que su propiedad
pertenece a mi padre.

-No, no se me olvida Tanya, lo recuerdo cada segundo de cada maldito día de los
que llevo atado a ti desde hace cinco años -dije encaminándome hacia la puerta.

-¿Dónde te crees que vas?

-A la oficina, si quieres que averigüe que está pasando tendré que ir allí, desde
aquí no puedo hacer nada-mentí, en realidad iba a mi casa.

-Vaya -dijo con una sonrisa de suficiencia-, así que has decidido ayudarme.

-No, lo que he decidido es enterarme de lo que pasa para cubrir mis espaldas y las
de mi hermano -le dije muy claramente.

-Voy contigo.

-No, si vienes no moveré un dedo por ayudarte -le dije-, no te soporto Tanya, me
das asco. Quédate aquí si quieres que te ayude, creo que ahora se han cambiado las
- 203 -
tornas y tengo yo la sartén por el mango -dije saliendo por la puerta de un portazo y
dejando a Tanya con la boca abierta.

-Ten cuidado Edward, mucho cuidado, te recuerdo que los accidentes existen, no
vaya a ser que… - oí en la distancia como me amenazaba.

Findelflashback

Tenía tanta furia aquel día que no había tomado en cuenta su amenaza, pero
ahora…

-Tanya, ¿tu causaste el accidente de mi madre para advertirme de algo?

-Llevabas una época muy envalentonado conmigo, como si supieras algo que yo no
y sólo quería recordarte que yo soy tu dueña -me dijo de forma fría y calculadora-
pero claro ¿cómo no? papi llama diciendo que mami ha tenido un accidente y el niño
bonito se va con ellos, rompiendo una vez más el acuerdo -dijo con ironía-, llega a
Jacksonville y sigue rompiendo el acuerdo. Tenía que avisarte Edward, tenía que
hacerlo, sobre todo después del último informe de James.

-Pero en esa llamada te dije que ella y yo no habíamos hecho absolutamente nada,
que me tenías bien pillado.

- No me quedó muy claro, además si a ella le pasaba algo no volvería a Forks,


problema resuelto - dijo muy convencida.

-¿Y fuiste capaz de poner en peligro a una madre y a su hija, junto a dos mujeres
más y dos niños, simplemente por resolver ese problema?

-Te dije que volvieras Edward, te advertí que tuvieras cuidado -me dijo-espero que
te tomes en serio mis palabras. Como verás, por cada uno de los pasos que ha dado
el FBI, han retrocedido dos. Tenemos ojos y oídos en todas partes, Edward, no sólo
James y Victoria vigilaban a Bella, había más personas y por supuesto alguien dentro
de ese ridículo grupo del FBI donde todos son tan amigos. Sabemos que el FBI no
tiene ninguna prueba contra nosotros, Irina antes de que la detuvieran por culpa de
mi error al no darme cuenta de que el teléfono podía estar pinchado, se había
deshecho de todas las pruebas en la central. Heidi y Laurent han hecho lo mismo en
Jacksonville -decía sin saber que se estaba metiendo en la cárcel ella solita.

-Así que, ¿reconoces que Heidi y Laurent trabajaban para papi, el cual ha ido
borrando todas tus meteduras de pata?-le volví a preguntar. No había que dejar
ningún cabo suelto.
- 204 -
-No pasa nada porque lo reconozca aquí dentro Edward, aquí nadie me oye ya. Los
hombres de mi padre han registrado toda la casa, así que es tu palabra contra la mía
y como verás soy yo la que tengo las riendas -me dijo de manera triunfante-, ya te he
demostrado de lo que soy capaz de hacer. Así que vuelve al redil a cumplir tu parte
del trato, que a esa niña la cuiden otros porque tu hoy no te vas a marchar a ningún
lado. Tienes deberes maritales que cumplir y los vas a cumplir ahora mismo -dijo
empezando a desnudarse delante de mí-, he comprado lencería nueva, mira ¿te
gusta?- dijo de forma asquerosamente seductora.

-Lo siento -dije abriéndome la camisa, enseñándole lo que llevaba debajo y que me
había proporcionado el FBI-, pero no va a poder ser. Vas a tener que usar un
vibrador o ir a buscar a alguno de tus amigos, me da igual. ¿Sabes qué es esto?
Emmett está fuera grabando toda la conversación desde el coche. Aquí ha quedado
constancia de todas tus atrocidades, tus mentiras, engaños, en fin de todos tus
tejemanejes. Si no quieres que esto caiga en manos del FBI, me vas a dejar salir por
esa puerta, vas a dejar en paz a Bella, vas a dejar en paz a mi familia y sobre todo a
mi niña. Sé que todavía tienes poder sobre mí, por culpa de la famosa casa de mi
hermano y tranquila, seguiré haciendo el paripé de que estoy casado contigo. Y te
seguiré echando una mano con el tema de la investigación. Y tú lo único que tienes
que hacer es lo que te he pedido: dejarnos en paz. Un sólo movimiento contra
alguien de mi familia, mi hija y mi Bella incluidas y esto cae en manos del FBI en un
abrir y cerrar de ojos. Y ahora si me disculpas, mi hija me espera en el coche- dije
con la prepotencia de quien ha ganado una batalla.

-No Eddie, no te vayas-me suplicó-, perdona, perdóname, intentaré llevarme bien


con tu hija. Intentaré caerle bien, no me dejes por favor. Yo te quiero, aunque no lo
parezca pero te quiero- me imploraba cogiéndome por el brazo para impedir que me
marchara.

-Tú no sabes lo que es querer a alguien con el alma y el corazón y hacer por esa
persona todo lo que sea necesario, anteponer a esa persona a tus propias
necesidades, dar todo por ella o ellas -le dije muy convencido.

-Sí que lo sé ¿porqué te crees que he hecho esto?-me siguió suplicando-. Cambiaré
Edward. Tu hija está a salvo, dejaré en paz a Bella, le diré a Chelsea que la deje en
paz.

-¿Chelsea?, ¿es que habías mandado a otra para que la siguiera vigilando?-
pregunté, pero lo que ella no sabía es que la grabación seguía en marcha-. Tanya,
como le pase algo a mi Bella…

-La puse en sustitución de James y Victoria, pero tranquilo ya la llamo- dijo


- 205 -
cogiendo el teléfono.

-Tanya ¿ha puesto tu padre a alguien más de los suyos a vigilar a mi Bella?

-Pues creo que sí, o por lo menos lo está intentando, pero le diré que no le hagan
nada.

-Tú sólo averigua los nombres y no hagas nada más. Tanya, hay trato nuevo
mientras tú nos dejes en paz, esto se quedará conmigo. Seguiré siendo tu marido en
todos los aspectos ya te lo he dicho, bueno en todos, menos en uno. Sabes cada día
siento más asco al acostarme contigo, así que SE ACABÓ, búscate a otro que te
satisfaga -dije triunfante por lo que acababa de conseguir.

-Pero Eddie cariño, si lo pasas muy bien con mis caricias, no sigas así-dijo
empezando a tocar por encima de mis pantalones mi miembro que a su contacto no
se levantaba ni por nada. ¿Cómo diablos no se daba cuenta? Me separé bruscamente
de ella.

-Cambiaré, te demostraré que en verdad te quiero, me haré amiga de tu hija y


verás como tú mismo me pides volver a tener relaciones.

-Lo dudo Tanya y ahora si me permites voy a recoger unas cuantas cosas. Ya te he
dicho que gracias a ti, mi hija tiene pesadillas, es su primera noche en Forks, así que
me voy a ir con ella sí o sí.

-Claro Edward lo comprendo, mañana nos vemos ¿vale?- dijo conformándose con
la situación

-Qué remedio -en realidad no tenía nada que recoger, en esa casa sólo tenía lo
imprescindible y eso estaba en la maleta que había traído de Jacksonville, había ido
allí para tenderle la trampa y había caído como una principiante. Disimulé que
recogía algo, bajé las escaleras, abrí la puerta y me fui.

-Bueno hermanito, menos mal -me dijo Emmett intentando disimular con su tono
de broma la preocupación-, creí que iba a tener que llamar a algún cazador de
brujas para salvarte y hoy en día son difíciles de encontrar. ¿Sabes que ya no están
de moda?

-Papá, ¿esa es la señora mala que no te dejaba estar conmigo y con mami?, ¿la que
dijeron Peter y Tony?- preguntó mi niña.

-Si hija, pero hemos llegado a un pequeño acuerdo -le contesté-. Te va a dejar que
- 206 -
estés conmigo todo el rato, pero a lo mejor tendremos que aguantarla un poquitín.

-No me hará nada ¿verdad?, me refiero a que bueno…ya sabes lo que pasó.

-Por supuesto que no hija -le contesté-, eso no tiene nada que ver. Eso fue por otra
cosa, ella no tuvo nada que ver con aquello -mentí descaradamente.

-Veo que la trampa ha funcionado -dijo Emmett cambiando muy a tiempo de


conversación.

-Supongo que habréis grabado todo -Emily asintió-, tenemos una bomba de
relojería, seguro que intentará quitármela pues piensa que no la voy a mandar al
FBI, y así volver a tener el control. Emily, ¿sería posible que me pueda quedar con
una copia de esto antes de que se lo envíes a Jacob y a Sam?

-Por supuesto Edward, es tu arma para cumplir una promesa ¿verdad?

-Sí -dije riéndome-, para cumplir las dos-dije mirando a mi niña. Emily asintió.

-¿Qué promesas papi?

-Que yo ya no estaría con esa mujer para cuando tu madre volviera -contesté
mintiendo un poco, ¿cómo le iba a decir la verdad? - y que te cuidaría con mi propia
vida -esta sí que era verdad.

-¿Te vas a poder quedar esta noche conmigo entonces?, es por si las pesadillas
-me preguntó contenta.

-Le estamos sacando el gusto a eso de dormir con papi enana -bromeó Emmett. Y
todos nos reímos.

-Cuando los niños se hayan dormido esta noche, llamamos a Jacob y Sam y les
contamos las noticias.

-Por cierto Emily, Aro está intentado sustituir a Heidi, Laurent e Irina, Tanya no
me ha dado sus nombres, no creo que lo supiera. Y hay una tal Chelsea en
sustitución de James.

-Con eso ya contábamos, estamos investigando de arriba abajo a todo agente


nuevo o antiguo de las dos delegaciones y las pruebas las tiene Marco en una caja
fuerte que tiene en su casa muy bien custodiada. Además tiene copias en varias
cajas de seguridad de varios bancos. Y ya sabes, las que se supone que son las
- 207 -
oficiales están en donde debería estar. En realidad es un cebo, pues están vigiladas.
No queremos meter la pata otra vez. Luego cuando hablemos con ellos podemos
informarle sobre la tal Chelsea

Pasamos un momento por casa de mis padres para ver cómo se las apañaba
Renée. La idea inicial para cumplir mi promesa y así tenerla atendida era quedarme
con ella pero ahora mi hija me necesitaba más. Ojala superase las pesadillas. Aun así
no podía evitar preocuparme por las necesidades de mi madre.

-Que pesados sois. Estoy bien ¿no lo veis?-refunfuñó mi madre-. Tengo el baño
dentro de la habitación por si necesito ir a él, no tengo más que coger un bastón y tu
padre todavía es lo suficientemente chicarrón como para ayudarme ¿o no? -le dijo
mirándole pícaramente.

-Por supuesto querida-contestó mi padre rápidamente.

Mirándolos, comprendía cómo es que yo podía llegar a sentir tanto amor por esa
familia. Sólo sentía lo que ellos me habían dado desde que mis padres murieron e
incluso antes. Pensé un momento en Tanya y en el poco amor que le había dado su
padre. Su madre, Carmen, había intentado hacer carrera de ella pero al final
desesperada había desistido del todo. Después de la historia que me habían contado
sobre mi madre no me extrañaría que a esa mujer la maltrataran. Siempre, desde
que la conocía había sido una mujer triste, miraba a su marido con miedo. No se me
había ocurrido hasta ahora, pero también tendría que investigar eso. Ese tema me
revolvía el estomago, no iba a consentirlo. Yo tenía la impresión de que Carmen
Vulturi era distinta al resto de la familia.

Bueno ¿que os ha parecido la actitud de Edward? ¿Y la de Tanya? ¿Y como


se la ha enfrentado Gaby? ¿Os ha gustado el capitulo? se que muchas
estabais deseando leer algo así y no ha hecho más que empezar. Estoy
ansiosa por leer los comentarios. Solo quiero deciros una cosa en confianza,
creo que esto es el principio del fin para Tanya ja,ja, ja... y hasta aquí puedo
leer.

Gracias como siempre al maravilloso trabajo que hace mi beta.

y gracias a todas vosotras por vuestros RR:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC

- 208 -
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent.

Quiero dar la bienvenida a nuevas lectoras: alessaCullen2314,


katitacullent.

Gracias también a todas las que me habéis añadido a alertas y favoritos.

Yolanda sigo sin poder comunicarme contigo pues en FF no salen las


direcciones de correo tal y como me la has escrito. Para que salga tienes que
hacerlo así:

tu apodo (arroba) (punto) com (ejemplo: yolanda (arroba) (punto) com )

Debes de ponerlo todo por separado y en vez del símbolo de la arroba y el


punto escribirlo con letras tal y como te he indicado. Espero haberme sabido
explicar bien.

Por ultimo quería deciros que hay un grupo de autoras de FF que han
decidido hacer algo para que tanto lectoras como autoras de FF nos unamos
para detener los plagios. Yo me he adherido a la causa y si vosotras queréis
hacer lo mismo no tenéis mas que ir a mi perfil y leer las instrucciones.

- 209 -
Chapter 18

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia son propiedad


exclusiva de S. Meyer. Yo solo he jugado con ellos para crear este fic. Solo el
personaje de Gaby es de mi invención.

Sara-Cris Cullen felicidades de nuevo por esa mención de honor en los


HCLC2 por tu OS "Dueño de mi destino"

Capitulo 17: El principio del fin

Pov Edward

Unas pequeñas manitas, empezaron a acariciar mi cara suavemente, sacándome


poco a poco de la inconsciencia del sueño. Una sonrisa tonta se instaló en mi cara.

-Buenos días papi -me saludó Gaby. Por cierto, ¿en qué momento se me había
pegado el Gaby a mí también?

-Hola, ¿qué tal dormiste?

-Bien, pero… papi, ¿cuándo voy a dejar de soñar con esos señores malos?

Mi niña se había pasado toda la noche inquieta, despertándose cada dos por tres y
llamándome a gritos. No mucho mejor que yo lo habían pasado Emmett y Rose, pues
tanto Tony como Peter tenía una situación similar. Peter directamente se iba a la
cama de sus padres y Tony comenzó también a gritar y pedir a voces que no le
volvieran a hacer daño, que él era un niño bueno. Cuando se calmaron los tres,
impotentes por la situación, nos reunimos en el pasillo junto a Emily que también
había puesto su granito de arena para calmarles. Decidimos poner en marcha la
solución que habíamos pensado con Bella en Jacksonville.

-Gaby, verás, ahora por la mañana mientras desayunas, papi se va a ir a "su casa"
-nótese el sarcasmo -a ponerse el uniforme de policía. Después voy a venir a
buscarte y antes de irme a mi trabajo te voy a llevar a que conozcas a una amiga de
tu madre.

-¿Se llama Ángela por casualidad esa amiga? - preguntó mi niña entusiasmada.

- 210 -
-Pues sí cariño, es Ángela, la amiga de tu mami y tía Rose -le dije sorprendido
porque supiera de Ángela.

-Mami y tía Rose me han hablado de ella -me explicó sacándome de mi duda
mental-. Mami y ella hablan por teléfono de vez en cuando y pide que me ponga yo.
Es muy simpática. Mami tiene una foto de ellas en la escuela donde estudió para
médico y otra en la que estáis todos. La segunda me gusta porque estáis tío Emmett,
tu y un señor que mami dice que es el marido de Ángela, pero no me gusta porque
está la señora esa que no me deja estar contigo.

-Tanya estudió en la misma universidad que mami, la tía y Ángela y, aunque mira
que lo intentamos veces, no podíamos quitárnosla de encima. Sabes tú mami era
guapísima y a todos los niños les gustaba. El tío Emmett y yo nos pasábamos el día
quitándole chicos del medio y evitando que se matara pues era un poco patosa y se
iba tropezando con todo - dije acordándome con nostalgia de aquella época.

-Y lo sigue siendo papi, lo sigue siendo -contestó mi niña-. El tío Jacob dice que el
día que ella haga surf las olas se irán corriendo no vaya a ser que se tropiece con
ellas - no pude evitarlo y me eche a reír estruendosamente. Desde luego este Jacob
era todo un personaje. Si al final decidía venir a Forks no nos íbamos aburrir no-. Y
un día que fuimos todos de compras y luego al cine -siguió explicando mi hija- había
un cartel enfrente de una de las tiendas con la foto de una peli en la que trabaja su
actor favorito. Por quedárselo mirando a través del cristal se tragó una de las
maniquíes. Fue muy divertido papi, el maniquí en el suelo, mamá encima de él, la tía
Alice echándole la bronca y el tito Jasper fuera conmigo partiéndonos de la risa -y
con esta sí que ya no pude más me eché a reír como si no me hubiera reído nunca en
mi vida, imaginándome a mi Bella en esa situación. La verdad es que era única para
que le sucediesen cosas de esas.

- Cuéntame más papi -me pidió mi niña.

-Al principio, Tanya y otras dos chicas más querían ser sus amigas porque yo les
gustaba a ellas. Supongo que mami te habrá contado que yo vivía con ellos y con los
abuelos porque mis padres murieron en un accidente y ellos me llevaron a vivir a su
casa -le pregunté.

-Sí eso me lo ha contado. Tus padres, mis abuelos Edward y Elizabeth, se mataron
con los padres de la tía Rose en un accidente.

-Exacto -desde luego esta mujer no tenia precio, si hasta le había hablado a mi hija
de mis verdaderos padres. Era maravillosa y nunca me cansaría de repetirlo, podré
resultar cansino pero era así.
- 211 -
-Al principio -seguí con el relato-, aunque todos sabían de sobra que no éramos
hermanos, Tanya y las demás pensaban que nos queríamos como tales y como ya
digo, querían ser sus amigas para acercarse a mí. Pero cuando vieron que tu mami y
yo nos queríamos como se quieren un papá y una mamá y no como se quieren los
hermanos, empezaron a hacerle la vida imposible a mami. Tu tío y yo siempre la
defendíamos. Creímos que cuando se fueran a la universidad dejarían de hacerlo
pero Tanya fue detrás de ella, de tu tía y de Ángela y las seguía a todas partes.
Sobre todo cuando Emmet y yo íbamos a verlas.

-O sea que no os la quitabais de encima -dijo mi hija. Esta niña era muy lista para
su edad y no es por orgullo de padre.

-Pues no hija, estaba siempre encima de nosotros como una presencia inoportuna
-le dije.

-Hasta que la bruja consiguió que os separarais ¿No es así? - preguntó -y ahora no
te deja estar con ella -vaya, otra que se había abonado al club de llamarla bruja.

-Pues algo así, pero tranquila hija que cuando mami vuelva estaremos los tres
juntos y ella no nos molestará -le dije seguro de que iba a ser así.

-¿Y te casarás con ella otra vez? -me preguntó de repente.

-¿Tu ya sabias que nos habíamos casado?- le pregunté de lo más perplejo al


tiempo que esa sensación extraña volvía recorrer mi cuerpo. Era como si mi mente
tuviera que recordar algo pero…no sabía qué.

-Me lo dijeron los primos -diablos, ¿de que no se habrían enterado estos
demonios?, tendría que hablar seriamente con Emmett y Rose.

-Sí, estuvimos casados y por culpa de esa señora tuvimos que dejar de estarlo.
Pero cuando venga, volveré a casarme con ella y viviremos los tres juntos en la casa
que tengo preparada -dije acordándome del anillo de mi madre que una vez puse en
su dedo y que ella me había devuelto junto a las alianzas de matrimonio. Anillo y
alianzas que estaban guardadas en mi casa esperando impacientes a volver a estar
en el sitio que les corresponde, el dedo de mi Bella y el mío propio. Y entonces tuve
una especie de deja vu, un flash vino a mi mente de algo que también guardé en ese
cajón pero…

-¿Me llevarás a verla papi? -preguntó mi niña, sacándome de mis extraños


pensamientos.

- 212 -
-Pues mira sí, cuando salga del trabajo. Pero primero tienes que ir a ver a Ángela
con los primos. Verás hija, Ángela trabaja en el hospital y cuando mami venga, serán
compañeras de trabajo a la vez que amigas. Y dos días a la semana se pasa por el
cole donde tú estudias porque bueno, esto…ella es la psicóloga del centro.

-¿Qué es una psicóloga, papi? -preguntó Gaby

-Es una persona que te puede ayudar a que dejes de soñar con esos señores malos
-le expliqué.

-¿Si?, ¿me ayudará a hacerlo? -preguntó esperanzada.

-Por supuesto que sí y a tus primos también. Verás, quiero que hables con ella
como si fuera tía Rose, mamá o tía Alice. Es una persona muy buena y cariñosa.
Tiene dos hijos Seth y Maggie. Maggie por lo visto está deseando conocerte, dice
que por fin otra niña en el grupo -le dije acordándome de las palabras exactas de la
niña.

-Bueno es que, no te enfades papi, pero es que los niños a veces con eso del futbol,
los coches… -me eche a reír como un loco. Desde luego que Maggie y mi niña se
iban a llevar muy bien, exactamente lo mismo había dicho Maggie según me contó
Ángela por teléfono el día anterior cuando hablamos con ella sobre la posibilidad de
que les tratara.

-Pues dúchate y desayuna mientras yo voy a cambiarme y vengo a buscaros.


Llamaré a Emily para que te ayude ¿ok? -le pregunté.

-Vale papi, no tardes -me dijo a su vez. Y diciendo esto se lanzó a mis brazos y me
dio un beso en la mejilla que me supo a gloria.

Salí de la habitación con esa sonrisa en mi cara que no se había borrado desde
que Bella y yo nos habíamos reencontrado y fui a buscar a Emily. Estaba con Rose
preparando los desayunos. Emmett estaba leyendo el periódico.

-Emily, ¿te importaría ir a ayudar a Gaby? No he querido hacerlo yo por si le da


vergüenza -le pedí.

-Tranquilo Edward, ya subo.

-Oye Rose, de verdad que he descubierto que hay que tener mucho cuidado de lo
que se habla delante de estos niños -le dije como si fuera el mayor descubrimiento
del mundo. Bueno, para mí lo era.
- 213 -
-Vaya -dijo Rose con sarcasmo-, bienvenido al mundo infantil Edward. O más bien
debería daros la bienvenida a los dos, porque Emmett aún no se ha enterado de que
lleva cinco años en él.

-Bueno ya te dije que me avisaras cariño -se defendió Emmett.

-Cielo, es que llevo avisándote desde que tus hijos entienden y tú nada. Si debes
de tener la cabeza llena de moretones -dijo Rose resignada.

-Pero yo no sabía que era por eso y si sólo das y no aclaras pues… -se defendió
Emmett y Rose rodó los ojos en un gesto de resignación.

-Chicos yo me voy que la bruja debe estar que arde. Rose, ¿te encargas de llamar
a Ángela para confirmar que vamos a verla?- le pedí encaminándome hacia la puerta
y riéndome a más no poder. La verdad es que daba gusto estar de vuelta con mi
familia, verles bromear, bromear con ellos, era como despertar de nuevo a la vida.
Mientras me dirigía al coche, tomé el móvil para llamar a mi Bella, habíamos
prometido llamarnos todos los días. Ya la había llamado ayer dos veces, una para
decirle que llegamos bien y la otra para hablar con ella, me gustaba oír su voz,
necesitaba oírla.

-Hola mi amor -dije cuando contestó al primer toque-. ¿Cómo estás preciosa?

-Bien, pero os echo mucho de menos a los dos. La casa no es lo mismo sin Gaby.
Alice y yo parecemos dos almas en pena y lo malo del caso es que ella ya está
pensando en ir a comprar. Parece mentira que sea médico y no entienda que aun
está convaleciente de una herida muy grave y no puede tener ciertos trajines.

-No creo que ir de compras sea un trajín -dije confundido.

-Eso es porque no conoces a Alice -afirmó Bella.

-Bueno, si al final vais de compras, que no me entere yo que tiras un maniquí o te


tropiezas con algo por ver el poster de no sé qué actor que parece ser que te gusta
-le dije simulando un enfado.

-Vaya, cuál de las dos cotillas ha sido, la pequeña o la grande -preguntó con
recelo.

-Adivina mi amor. Sólo lo te diré una cosa, la confidente que tengo es buenísima y
un auténtico pozo de información inagotable y uno no tiene que hacer casi nada
para que cante todo lo que sea -dije riéndome.
- 214 -
-¿Y qué tal está ese pozo de información? - contestó con la voz un poco molesta-. A
saber lo que te ha contado.

-De eso quería hablarte amor. Al final les vamos a llevar a ver a Ángela. La noche
no ha sido nada buena para ninguno de los tres. Me la he pasado toda consolándola
e intentando que durmiera. Al final Emily les ha hecho una infusión a cada uno y con
eso los hemos calmado porque Tony estaba igual. No sé, Peter se limita a
acurrucarse en la cama de sus padres y ya. Pero Gaby y Tony es como si estuvieran
conectados, si llora uno empieza el otro. Y así pasa cuando se tranquilizan.

-Es normal eso que me dices. No se te olvide mencionárselo a Ángela, es un


detalle muy importante.

-Rose la va a llamar por teléfono y lo hará amor, tu tranquila.

-Y, ¿qué tal lo otro? ¿Se va a enfadar porque no has ido esta noche? -preguntó con
recelo y miedo.

-Que se enfade ya me da igual. Veo las cosas desde otro punto de vista. Ojalá lo
hubiera visto así desde el principio pero ya no puede remediarse. Y en cuanto a lo
otro, la cosa va a las mil maravillas. Ya te dije ayer que el plan funcionó y esta
mañana hemos enviado a Jacob y Sam la grabación, ahora solo queda esperar. Tanya
en la cinta es muy elocuente, espero que sirva de algo.

-Espero que se solucione pronto, no voy a poder soportar ir a Forks y ver que
estás con ella -me dijo cambiando de tema y con pena en la voz.

-Eso no sucederá, lo tengo decidido. Amor, ¿tú estás informada de que Gaby sabe
que tu y yo estuvimos casados?

-¡Dios no!, ¿quién se lo ha dicho? -me dijo consternada.

-Adivina.

-Era de esperar. Edward una cosa te digo, delante de estos niños no se puede
decir absolutamente nada, tienen la virtud de hacer como que están a sus cosas y
luego no es así, ya te lo he dicho -me advirtió.

-Sí, ya me estoy dando cuenta. No necesitarás darme coscorrones como Rose a


Emmett.

-Edward, ha habido una intoxicación en un restaurante y ya vienen los enfermos,


- 215 -
te tengo que dejar. Te quiero.

-Y yo te amo, mi vida. Luego te vuelvo a llamar.

Colgué el teléfono con una sonrisa en mi cara y mi corazón henchido de felicidad.


Cogí el volvo y me dirigí a mi casa, donde me esperaba mi "mujer" no muy contenta.

-No viniste en toda la noche -me reclamó enfurecida.

-Ya te dije que si mi hija me necesitaba no lo haría.

-Y yo te dije que lo comprendía, pero podías haber llamado y me podía haber ido a
casa de Rose contigo - la mire como si tuviera verrugas por toda la cara, en realidad
era una bruja, sólo le faltaba la escoba y el caldero-. Edward no me mires así, te
quiero y te echo de menos.

-No me digas, ¿separarme de la mujer que amo y de mi hija y destrozarme la vida


es querer?, pues sí, me debes querer mucho. Ahora si me perdonas, sólo venia a
ducharme y recoger el uniforme.

-¿Quieres que me duche contigo?-me preguntó intentando quitarme la cazadora


que llevaba puesta

-No, ¿qué parte de me das asco no entendiste ayer? -le dije apartándome como si
tuviera la peste.

-Te vas a arrepentir de esto Edward, verás cómo te arrepientes. El poder de mi


padre no se acabará porque acabe en la cárcel -de nuevo amenazando.

-Pero no olvides que tengo la cinta cariño, esa hará que tu también acabes en la
cárcel -le recordé-, ¿no querrás convivir con un montón de prostitutas baratas,
ladronas y asesinas, verdad?, tú tienes más clase, tu eres prostituta pero de lujo. Así
que, ¿quién es el que manda ahora?

Siguió diciéndome todo lo que le salió por la boca pero yo ya estaba harto de oírla,
así que con el ruido de la ducha intenté hacer oídos sordos. Cuando acabe de
ducharme, ella seguía detrás de mí diciendo de todo, pero yo como si nada. Algo
escuché sobre que si la grabación llegaba a manos de la policía la persona que había
sustituido a Irina la destruiría. Que poco sabía ella. Me puse mi uniforme y me
marché. ¿Cuándo sería el día que pudiera marcharme de ahí para no volver?

Llegué a casa de Rose, no sin antes pasar por la mía a ver como estaba mi madre.
- 216 -
Rose ya me esperaba con los niños en la puerta. Una vez acomodados en los coches
nos dirigimos a ver a Ángela. Llevaba mucho tiempo sin hablar con mi amiga Ángela.
Ella era como Rose y Bella, una persona buena y amable que siempre nos ayudó en
todo lo que pudo. Me alegraba poder volver a retomar una amistad, que por lo que
veía, ni Bella ni Rose habían dejado.

-Hola Edward, ¿cómo estás? - dijo dándome un beso en la mejilla.

-Ahora mejor que nunca.

-Me alegro de que hayas vuelto con Bella, aunque no de que aún no te hayas
podido deshacer de la bruja. Y tú eres Gaby, ¿a que si?, como te pareces a tu padre.

-Sí ya lo sé, me parezco en el pelo a mi padre y tengo los ojos chocolates de mi


madre.

-¿Me quieres dar un beso? , ya me conoces de hablar por teléfono.

-Sí y me alegro de verte -dijo propinándole un fuerte beso en la mejilla. -¿Tu nos
vas ayudar para que no veamos a los señores malos?

-Por supuesto que sí. Pero tenéis que quedaros solos conmigo. Vuestros padres
tendrán que irse. Primero hablo con los tres y me contáis que pasó. Después dos
salen y se quedan en la sala de espera mientras hablo a solas con el otro y después
cambiamos, ¿qué os parece?

-Muy bien -dijeron los tres niños a la vez. Si cuando digo que se coordinaban…

-Pero antes que nada Gaby, aquí tengo a alguien que quiere conocerte - dijo
abriendo la puerta de la consulta llamando a sus hijos que estaba afuera con su
niñera.

-Seth, Maggie, esta es Gaby -les presentó.

-Hola -dijo mi niña un poco tímida.

-Hola -dijeron Seth y Maggie a la vez-. Tenía ganas de conocerte, mi mamá me


habló de ti y de que vivías en un sitio donde hay una playa muy bonita y hace
calor-dijo Maggie.

-Sí la playa era muy bonita pero… es que ya no me gusta, seguro que es más
bonita esta de Forks -le contestó mi niña con carita triste.
- 217 -
-Pues cuando quieras, vienes a mi casa y te la enseño y luego jugamos. Vivo en la
Push.

-Bueno yo de momento no tengo juguetes -explicó avergonzada.

-Yo te dejo lo míos -le contestó Maggie muy solicita.

-Ahora tengo que hablar con Peter, Tony y Gaby de algo que les ha pasado. Iros
con Shioban y si os parece, luego estos tres personajillos se vienen a comer a casa
con sus padres. Podemos organizar una comida como las de antes -dijo mirándome a
mí.

-De acuerdo -acepté contento de regresar al grupo-, pero la próxima en mi casa


para celebrar la vuelta de Bella y la caída de ya sabes quién.

-Que así sea -contestó Ángela.

-Ángela, yo me voy a trabajar. Rose se queda fuera esperando y bueno afuera


también hay una persona que… -no sabía cómo decírselo.

-Edward -dijo Ángela poniéndome una mano en el hombro y dándome una sonrisa
tranquilizadora-, estoy al corriente, tranquilo. Bella me mandaba correos
electrónicos para hablar conmigo como profesional. No sé si sabrás pero lo paso mal
¿sabes?, yo la ayudaba. Más tarde Jacob nos buscó una ruta segura para hablar sin
problemas y me contó… bueno pues todo lo demás.

-Ángela, una vez más tengo que darte las gracias. No sabes cuánto me duele oír
que Bella necesitó ayuda psicológica, menos mal que eras una amiga -le dije con
sinceridad.

-Edward, tu también tendrías que haber acudido a mí y ya sabes por qué. ¿Crees
que no entiendo por lo que habrás pasado al estar con una mujer que bueno…?
Antes no me atreví a decirte nada, ya te puedes imaginar la razón, pero si necesitas
algo…

-Lo único que necesito es que esto termine y a mi Bella de vuelta.

-Pues espero que lo consigas pronto, yo también quiero a mis amigos juntos y de
vuelta.

-Eso espero. Me voy a trabajar. Gaby cuando termines, me vas a buscar al trabajo
con tía Rose y Emily y te llevo a ver la casa ¿vale? -le dije dándole un beso.
- 218 -
-¿Vas a enseñarle la casa? ¡Hala! Nosotros también queremos ir -pidieron mis
sobrinos. Como si no me lo hubiera ya imaginado.

-Ya lo sospechaba, gamberrillos. Y ya contaba con vosotros -les dije revolviéndoles


el pelo-. Después nos vamos todos a comer a casa de Ángela, ¿qué os parece?

-Biennnnnnnnnnnnnn, -dijeron todo. Salí de la consulta con Maggie y Seth de mi


mano. Shioban estaba a fuera con Emily y Rose. Que nombre más raro y que mujer
más rara también, ¿de qué país sería?

Me fui a mi trabajo un poco triste por eso de enterarme de que mi Bella había
necesitado ayuda psicológica. Que daño le había hecho por culpa de esa zorra. No
veía el momento de que pagara por todo. Esperaba de todo corazón que esa cinta
sirviera de algo.

A media mañana, Rose y Emily llegaron con los niños. Ya me estaba empezando a
preguntar donde se meterían Rachel, Paul y Jared, sabía que nos vigilaban y que
estaban cerca, pero debía reconocer que eran buenos. Como policía que soy, estoy
acostumbrado a morder o descubrir a los que me vigilan, pero con estos… Parecían
lobos persiguiendo a su presa.

Me había prometido a mi mismo que nadie vería esa casa antes que mi Bella, pero
ahora y debido a la petición de mi niña a la que no me pude negar, iba a llevar allí
no solo a Gaby sino a mis sobrinos. Como Emily tenía que venir de todos modos con
nosotros y tampoco íbamos a dejar sola a Rose, pues nos fuimos de excursión todos
los Swan, como siempre había sido. Seguro que a mi Bella no le iba a importar y yo
estaba deseoso de mostrarla al mundo, eso era una verdad. Quizás mi postura
anterior era una excusa más para no reconocer lo asustado, asqueado y mal que
estaba. Esa casa era mi refugio, mi lugar secreto a donde iba a relajarme. En donde
había creado un mundo ideal en donde solo estábamos mi Bella y yo.

Tenía que agradecer a Charlie y a Renée entre otras muchas cosas el hecho de
que hubieran respetado mi herencia. Hubo momentos en que necesitaron dinero
pero jamás se plantearon por un segundo vender mi casa. Salimos de los apuros
juntos al estilo Swan. Gracias a eso ahora yo iba a poder compartir mi herencia con
la mujer que más quería. Rose iba un poco triste pues Aro se había apoderado de su
casa nada mas acogerla y la utilizaba para sus chanchullos.

-Mira, este es el salón principal y por allí se va a la cocina -expliqué a mi niña


cuando llegamos-, ¿te gusta?

-Es preciosa papi -contestó entusiasmada.


- 219 -
-Ahora te voy a llevar a un lugar que seguro te encantará. Es una especie de
cuarto de juegos, en donde podrás jugar, podremos ver la tele todos juntos, cenar y
comer allí si queremos. Mira -dije abriendo una puerta-, ¿qué te parece?

-¡Hala! - dijeron los tres niños a la vea-. Es más grande que la nuestra -exclamaron
Peter y Tony.

-Tendremos que comprar una tele muy grande y un DVD, yo tengo mucha pelis
papi -no había querido comprar ningún aparato de estos hasta no venirnos a vivir
definitivamente. Este tipo de aparatos se renovaban mucho y lo que hoy era lo más
moderno mañana ya estaba anticuado y había sido sustituido por alguna novedad. Y
yo quería que Bella tuviera lo mejor. Lo mismo pasaba con los ordenadores. Había
habilitado una habitación como despacho y harían falta por lo menos un ordenador o
dos.

-Bueno, pues ya tenemos algo que hacer, ¿no crees?

-Sí papi -dijo mi niña mirando a Rose-, qué pena que la tía Alice no esté -añadió y
yo me eche a reír.

-Y, por último -dije saliendo del cuarto y comenzando a subir las escaleras-, esta
será tu habitación. Cuando la monté eras un bebé y ahora creo que tendremos que
sustituir la cuna por una cama muy grande, de princesa.

-Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii es genial -chilló entusiasmada.

Después de pasar un buen rato inspeccionando toda la casa, salimos de allí y nos
encaminamos a casa de Ángela. De pronto, Tanya apareció de no se sabe dónde y ni
que decir tiene que nos acompaño sin ser invitada, menos mal que Ángela es un sol
de mujer y no dijo nada al respecto. Me alegré un montón de poder retomar la
amistad con mi viejo amigo Ben Cheney. Estuvimos charlando de todo un poco,
como si no hubiera pasado nada entre nosotros.

Cuando terminamos de comer Emmett y yo volvimos al trabajo y Ben a su tienda


de comestibles que había heredado de su familia. Las mujeres se quedaron hablando
y Tanya, bueno yo que sé donde se metió Tanya, y si soy sincero tampoco me
importaba, hasta una hora después. Emmett y yo hablábamos de nuestros hijos y de
cómo teníamos que procurar no decir nada delante de ellos, mi padre nos miraba y
escuchaba divertido, cuando de repente…

-Maldito seas Edward.

- 220 -
¿Porque está Tanya tan enfadada? Me da a mi que ..., bueno ya lo sabreis
en el próximo. Yo creo que os va a gustar o al menos eso espero ja,ja,ja.

Gracias a todas por vuestros RR:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen

Gracias también a mi beta por su magnifica ayuda.

Y gracias tambièn por añadirme a alertas y favoritos.

Y, por ultimo, volver a recordaros que me he adherido a la campaña "Stop


Plagios" promovida por tres chicas de FF. Si queréis saber mas y uniros
visitad mi perfil.

- 221 -
Chapter 19

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la magnifica S. Meyer. Sólo el
personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este capítulo a Maya Cullen Masen, por la magnifica y


desinteresada ayuda prestada para el desarrollo de los siguientes capítulos.

Capitulo 18: El final

Pov Edward

-¿Y ahora que te he hecho, Tanya? -suspiré cansado.

-Has divulgado la grabación que hiciste. Me dijiste que no ibas a hacerlo si dejaba
en paz… bueno eso. Yo he cumplido Edward, pero puedo dejar de hacerlo. ¿Qué
querías ganar con eso?, pues déjame decirte que la grabación tan pronto como entró
por la puerta ha sido destruida. No puedes nada contra mí. Ahora vuelvo yo a tener
las riendas, ¿pensabas que una vez detenida Irina, no íbamos a sustituirla?

-Mira Tanya, yo no he hecho nada -dije haciéndome el inocente-, no sé que habrá


pasado pero si me das un minuto me entero.

-¿Por qué tanto interés Edward?- preguntó recelosa.

-Porque si mi hermano pierde la casa, ¿dónde se supone que va a vivir? - le dije


del modo más inocente que supe.

-¿Es ese tu único motivo?

-No, también porque quiero que dejes en paz a mi niña y a mi familia, Bella
incluida - le informé desplegando mis cartas-, ¿qué otro motivo iba a tener?

-Espiarme secretamente a mí y a mi familia para que nos metan en la cárcel y así


volver con tu Bella -me dijo desconfiada

-Más quisiera yo, Tanya, pero no es tan fácil. Tiene un nuevo amor y se va a casar
con él ¿sabes? - le dije impasible, siguiendo las órdenes de Jacob y Sam. Sabía que
- 222 -
era mentira, pero sólo de pensarlo, se me ponía la carne de gallina.

-¿Es…eso cierto? -me preguntó medio convencida.

-Sí -le dije sin mirarla. Qué asco me daba.

-Entonces, ¿me estas ayudando de verdad? -me preguntó con voz melosa.

-¿Tú qué crees? -le contesté impasible. Que trabajo me estaba costando.

-Edward -empezó entonces con su tono más meloso-, cuando todo esto acabe, tú y
yo…quizás…bueno podríamos empezar de nuevo, ahora que no tengo el fantasma de
Bella sobre mí, quizás podría demostrarte lo buena, dulce y cariñosa que podría
llegar a ser -me dijo pasando su mano seductoramente por mis brazos y pecho.

-¿No me digas? y ¿aceptarías a mi hija en esa ecuación?

-Bueno, podríamos tener nuestros propios niños -me dijo como si nada.

-Pero Gabriela seguiría siendo mi hija.

-Oh, vamos Edward, olvídala, esa niña ha pasado sin ti todos estos años,
sobrevivirá. Además si Bella se va a casar con otro es normal que llame papá a ese
otro y que de ti ni se acuerde -me dijo con mucha frialdad y del modo más cruel.

-Que cruel llegas a ser. ¿Y tú pretendes que me enamore de una mujer como tú?,
déjame decirte Tanya, mi Bella, siempre será mi Bella. Siempre será y es el único
amor de mi vida. Sé que jamás podré volver con ella y que por desgracia estaré
atado a ti de por vida. Ella se casará con otro, y con toda la razón, pero yo siempre
la amaré y te odiaré todos y cada uno de los días de mi vida, porque por culpa tuya
es que yo estoy así.

-Te haré cambiar de opinión Edward, créeme -me dijo muy segura.

Tras esta discusión, pasó el resto de la mañana. Tanya se marchó porque había
quedado con su séquito de amigas, llámese así a Jessica a Lauren y a su prima
Renata, tres zorras tan de cuidado como ella. Se la notaba muy tranquila y muy
segura de sí misma, se ve que confiaba ciegamente en el sustituto o sustituta de esa
Irina, si ella supiera…

El momento esperado estaba cerca. Jacob me había dicho, cuando le llamé nada
mas irse Tanya, que aunque el nuevo infiltrado en la agencia había descubierto la
- 223 -
cinta y pensaba haberla destruido, el original estaba a buen recaudo junto a las
demás pruebas.

También me comentó que habían conseguido que Irina declarase también contra
Aro. Nada más ser detenida otro flamante abogado llegó con intenciones de sacarla
de ahí pero esta vez no lo consiguió ya que había sido pillada con las manos en la
masa y había pruebas suficientes contra ella. Cuando el abogado se despidió de la
que resultó ser hermana melliza de Heidi, le dijo que lo sentía mucho pero que a Aro
no le quedaría otra opción. Irina entendió a la perfección el mensaje y diez minutos
después estaba cantándolo todo y acogiéndose también al Programa de Protección
de Testigos. Teníamos un nuevo Testigo de Cargo.

Ahora sólo faltaba el toque final. Pero este no llegaba tan rápido como yo hubiera
querido.

Las clases comenzaron a los pocos días de llegar a Forks. Lo poco que quedaba
del verano pasó cediendo su puesto al otoño. Gaby, Tony y Peter estaban mucho
mejor de las pesadillas, pero aun así yo me quedaba a dormir en casa de Rose
siempre que podía. Cualquier excusa era buena ¿no? Gaby y mis sobrinos tuvieron
varios roces con los hijos de Lauren y Jessica y este tema ya me estaba a mí inflando
las narices. Rose decía que me tranquilizara, pero mi paciencia tenía un límite y ese
estaba ya sobrepasado con la inquietud de la espera.

Ángela me había comentado que le vendría bien a los niños, ahora que estaban un
poco mejor, volver a enfrentarse a ese entorno que para ellos ahora era hostil. Que
si no lo hacían ahora no pasaba nada, pero que tendrían que hacerlo más tarde o
más temprano. Yo echaba mucho de menos a Bella aunque hablaba a diario con ella
para decirle que la amaba y que Gaby estaba bien. Así que había planeado ir a
Jacksonville a pasar las Navidades con ella y el resto de la familia se uniría a
nosotros para final de año. Pero este plan se iría al traste si la tan esperada
detención no llegaba a tiempo.

El otoño dio paso al invierno y ya estaba empezando a resignarme a pasar otra


Navidad más lejos de mi Bella, cuando de pronto llegó la tan ansiada noticia, aunque
no por los canales oficiales, claro.

-Edward -gritó Tanya, entrando como una exhalación en la oficina y haciéndonos


pegar un brinco a todos - , unos agentes del FBI acaban de irrumpir en la mansión
Vulturi y se han llevado preso a mi padre y a mi tío y luego han venido a por mí; uno
de los asistentes de Aro me avisó y he escapado. Por lo visto el contacto de mi padre
solo destruyó una copia de la grabación y no la original. Edward tengo miedo, ¿qué
será de mí? -me dijo aterrorizada. Bien, tomaunpocodetupropiamedicina, pensé para
- 224 -
mí.

-¿Y qué quieres que te haga Tanya?

-Edward -dijo sorprendida y asustada-, eres mi marido. He venido aquí buscando


protección -la muy tonta.

-¿Y crees que en una comisaria tendrás protección? -dije levantándome a cerrar la
puerta, mientras Emmett y mis demás compañeros tomaban posiciones. Tanya había
ido al peor sitio que se le pudo haber ocurrido. Una fugitiva en una comisaria, mira
que era tonta esta mujer. Nos había puesto las cosas muy fáciles.

-Sí, Tanya sí, por desgracia eres mi mujer, pero también soy policía y mi deber es
detenerte -le informé mientras le leía sus derechos al tiempo que le ponía unas
esposas.

-No decías que me ibas a ayudar a salir de esto -me preguntó confusa.

-Sí, lo decía, pero mentí -le dije dedicándole una sonrisa cruel del tipo de las de
Aro. Yo también sabía ponerlas.

-¿Mentiste?-me acusó.

-Si tu sabes jugar sucio, yo también.

-Entonces, ¿has sido tú?-me dijo mirándome. Bingo, había descubierto el petróleo.

-Sí, yo he ayudado.

-Pues te recuerdo que todavía tengo mis contactos y tu Bella…- empezó de nuevo
a amenazarme.

-Qué pasa con mi Bella, tu ya no puedes hacer nada sin tu papá, Tanya. Admítelo,
estás derrotada -le dije un poco temeroso la verdad, tendría que llamar a Jacob
inmediatamente.

-Eso es lo que tú te crees, para tu información tu Bella sigue en el punto de mira,


por mucho que mi padre esté en la cárcel sigue siendo lo bastante poderoso como
para seguir teniendo a alguien vigilándola.

-No te creo Tanya. He hablado con mi amor hace unos segundos y está bien
cubierta y vigilada.
- 225 -
-No te confíes Edward -me contestó pero su tono de voz y su altivez iban bajando

-Mira Tanya, no estáis en condiciones de hacerle nada a Bella y ¿sabes por qué?,
porque os acusaré personalmente a ti y a tu padre de ello, y tal y como están las
cosas ¿a quién creerán? Además, sabes de sobra que alguien la protege, ¿o no lo
sabes Tanya? -dije todo esto de corrido intentando demostrar entereza pero por
dentro estaba temblando, ¿y si Tanya decía la verdad y mi Bella estaba en peligro?

-Bueno, pues además quiero que sepáis que la propiedad de tu hermano no será
expropiada si esa era vuestra esperanza -nos comunicó -mi padre la traspasó hace
unos días. La persona que tiene ahora las escrituras tiene orden de venderla al
mejor postor si no hacéis lo que se os dice.

-¿Qué? -dijimos chillando Emmett y yo a la vez. Pues no se suponía que eso estaba
cubierto, pensé yo. Maldita Tanya, me había ocultado ese pequeño detalle.

-¿Cómo es que no me lo habías dicho Tanya?-le pregunté con voz afilada,


intentando mantener una calma que no tenía.

-Era un as que tenia bajo la manga por si acaso, sólo por si acaso, ya sabes. Tu
también tenias el tuyo ¿no?-me dijo impasible.

-Puedes meterte tu propiedad por donde te quepa, Tanya. Mi Rose y yo preferimos


vivir debajo de un puente -le dijo Emmett a voz en grito-. En realidad nunca nos
importó. Era más la amenaza que había contra Bella y mi sobrina lo que mantenía a
Edward junto a ti. Eso y el riesgo de perder nuestros trabajos.

-Pues mejor para vosotros, porque si Edward no dice que la grabación fue un
montaje y yo soy inocente, esa persona la venderá al mejor postor -nos comunicó
como quien comunica que se va de viaje una temporada.

-¿Y quién te dice cual puede ser el mejor postor?-le pregunté intentando
sonsacarla algo.

-Desde luego ningún Swan lo será. Hay instrucciones sobre eso muy precisas.

-¿Y quién te dice que va a ser un Swan?, a lo mejor es un Smith o un Meyer o


quién sabe, ¿va esa persona a estar pidiendo una investigación sobre las amistades
de cada uno de sus compradores? Si a tu padre le expropian sus bienes, necesitareis
dinero Tanya -le dije en un nuevo intento de pincharla a ver si nos decía algo más.

-¿Y tenéis vosotros ese dinero?, no me hagas reír Edward, si sois unos pobres
- 226 -
muertos de hambre.

-Somos pobres pero muy honrados. Nosotros no matamos, ni extorsionamos, ni


chantajeamos para cumplir nuestros propósitos -le dije exasperado. No conseguía
nada esta vez.

-No volverás a ver a Bella, mi padre tiene poder.

-A Bella la vigilan constantemente -dije de nuevo aterrado por la amenaza -te


informó de que tu nueva espía, Chelsea, ha sido pillada con las manos en la masa en
el momento de destruir la cinta y detenida. Ha consentido en declarar contra tu
padre al igual que tus primas Heidi e Irina y están a salvo y bien protegidas. Dime,
Tanya, ¿qué va a poder hacer tu padre contra eso?

-Ella son solo otro eslabón más que ha caído y por muy protegidas que estén, mi
padre las encontrará eso puedes tenerlo por seguro. Bella tiene también gente
vigilando y dispuesta a matarla a la primera orden de mi padre y estoy segura de
que Amun y Kebi… -dijo y se quedo callada de repente. Y de nuevo la había pillado.

-Gracias Tanya, ¿ves? Bella no tiene de que preocuparse -le dije victorioso-.
Emmett llama a Jacob para darle la nueva información y de paso dile que la tenemos
aquí, que mande a sus hombres.

-No puedes hacerme esto Edward -dijo desesperada -yo te quiero.

-Que me quieres dices, ¿sabes Tanya?, hay un dicho que reza así: si lo quieres
déjalo ir, si vuelve a ti es que te pertenecía; si no vuelve es que nunca fue tuyo
-chillé sacando a flote todo el dolor que sentí durante estos años-, yo no hubiera
vuelto Tanya, nunca fui tuyo, nunca te pertenecí. Me mantuviste a tu lado a la
fuerza. Me quitaste lo que más quería, me obligaste, ¿es eso amor Tanya?, yo más
bien lo llamo obsesión, enfermedad o capricho de una niña mimada acostumbrada a
conseguir todo con un chasquido de dedos.

-¿Así que esto es el final? -oí que me decía-. ¿Te vas sin más?-preguntó dolida.

-Sí -le contesté alegrándome de estarle devolviendo por lo menos algo del
sufrimiento que Bella y yo habíamos tenido.

-No puedes hacerlo Edward, no puedes -dijo chillando y con lágrimas en los ojos.

-Puedo y lo hago Tanya, ya no tienes nada contra mí, tu padre y sus esbirros están
en la cárcel, ya no tienes poder y mi Bella está a salvo y así seguirá mientras a mi
- 227 -
me quede una sola gota de sangre -le dije muy seguro de lo que decía-, de ahora en
adelante de nada te servirán tus amenazas Tanya, porque está conmigo y yo la
protegeré y su hermano también. Has perdido, retírate con dignidad.

-No tengo todo perdido, todavía eres mi marido, NUNCA, te daré el divorcio -me
comunicó de repente. Esa frase me dejó petrificado por un segundo, pero al segundo
siguiente y como si algo hiciera click en mi cabeza, aquello que me inquietaba y que
mi mente había estado intentado recordar estos últimos días, volvió de nuevo y como
si de un flashback se tratase todos los recuerdos de aquel día regresaron de nuevo a
mí. Me vi a mi mismo guardando el anillo, las alianzas y…la realidad me sobrecogió
golpeándome con fuerza, pero ahora no me iba a vencer ya solucionaría eso al lado
de mi Bella.

-Crees que eso me importa, no me lo des si no quieres, mi verdadera esposa fue,


es y siempre será Bella, lo que tengo contigo es sólo un papel -le dije intentando
contenerme de darle un porrazo.

-Entonces no te importará tampoco que vaya por el pueblo contando lo que me has
hecho ¿verdad?, diciéndoles a todo el mundo que me has dejado por irte con Bella.
Reconócelo Edward, ella será tu querida y yo tu esposa -me dijo con un nuevo
ataque de ira, y yo casi me echo a reír al ser de nuevo consciente de la realidad que
me acababa de golpear. Me acerque a ella amenazadoramente, ya no podía más, no
podía, ella no iba hacer eso. La cogí de la muñeca.

-Atrévete, tan sólo atrévete a decir una solo palabra Tanya y todo el pueblo sabrá
todos los detalles escabrosos de nuestra relación, desde el chantaje vil de tu padre
hasta tus amenazas de muerte hacia Bella, el atentando en el que salieron heridos
una mujer y un niño, el accidente de mi madre. Incluso explicaré que me forzaste a
mantener relaciones contigo amenazando con matar a mi hija y a Bella. Puede que
nuestra reputación se vaya al garete pero la tuya irá con la nuestra -le amenacé con
tal furia e ira reflejada en los ojos que hasta Emmett estaba atemorizado y se acercó
a mí para evitar que hiciera alguna tontería.

-Edward no te atreverás -me dijo con el miedo reflejado en la cara.

-¿Que no?, ya has visto hasta dónde puedo llegar por proteger a los que quiero,
incluso a mantener sucias relaciones con el ser más asqueroso, depravado y que
más odio en el mundo, pero te juro que no lo has visto todo -seguí escupiendo
mientras Emmett me apartaba de ella.

-Nunca te daré el divorcio -dijo de nuevo en medio de la rabieta.

- 228 -
-Me da igual Tanya. Tú estarás en la cárcel y yo viviendo con Bella en mi casa, la
casa de mis padres. ¿Qué más da que estemos casados? Yo la considero a ella como
mi autentica mujer. No hace falta que lo diga un papel.

-A tus ojos no, pero sí a los del pueblo. Jessica, Lauren y Renata se encargarán de
decirle a todo el mundo que me has dejado por ella, que no estáis casados, que esa
niña no es tuya -dijo disparando sus últimos cartuchos.

-¿Jessica , Lauren y Renata? Las tres zorras oficiales del pueblo. Hazlo un poco
mejor Tanya, ¿quién las va a creer?, sobre todo cuando la mayor parte de la gente
de aquí, recuerda que Bella y yo éramos pareja, que nos casamos en la iglesia de
este pueblo ¿recuerdas?-le pregunté-, ¿dónde me casé yo contigo?, ¿quién acudió a
nuestra boda?, ¿cuántos en el pueblo pueden asegurar que tú y yo estamos casados?
- le dije con una dureza y crueldad que ni yo mismo sabía de dónde salía, bueno de
los cinco años de soledad quizás- además -agregué-, ya me encargaré de cerrar la
boca a tus amigas. Yo también puedo demostrar y airear la cantidad de cuernos que
tienen sus maridos.

Tanya poco a poco se iba quedando sin argumentos y sin palabras. Ya no sabía ni
que más decir ni con que más intentar retenerme. Lloraba de rabia e impotencia,
pero eran lágrimas de cocodrilo que no hacían mella en mí. Más fuertes las habría
llorado Bella. La vida pone a cada uno en su sitio y le tocaba el turno a Tanya de
estar en el lugar que le corresponde. La puerta de la comisaria se abrió y
aparecieron varios agentes del FBI.

-Pueden llevársela. Ya le leí sus derechos. Pero léanselos Vds. otra vez, no vaya a
ser que su abogado invente algo -dije con sarcasmo.

-Está acusada de intento de asesinato contra tres menores de edad y dos mujeres
y de herir a uno de los niños y a una mujer, de ser la causante del accidente que
sufrió Renée Swan. Además de participar activamente en la extorsión hacia la
familia Swan junto a su padre. No creo que sus abogados puedan hacer nada -dijo
uno de sus agentes ante la mirada atónita de Tanya.

-No, no les dejes que me lleven. Ayúdame Eddie.

-Yo no puedo ni quiero hacer nada -dije acercándome a ella-, pero puedo procurar
que estés en una celda cómoda, aislada de esas mujeres que odian a las asesinas de
niños. ¿No sabias eso?, pues en la cárcel hay un código de honor y las asesinas de
niños están mal vistas.

-Ayúdame Eddie por favor -me suplicó, ¿Tanya suplicando? esto sí que era nuevo.
- 229 -
-Concédeme el divorcio y hablaremos.

-Emmett quedará en la calle, esa persona no venderá la propiedad a nadie que no


haya sido supervisado por mi padre, yo misma me voy a encargar de ello -me
amenazó de nuevo.

-¿Y vas a desperdiciar el derecho a una única llamada sólo por eso?-le pregunté-,
adiós Tanya. Espero volverte a ver en una sala de tribunal siendo yo un testigo de
cargo.

Y dicho esto me volví hacia mi mesa, haciendo una señal a los agentes de que se la
llevaran. La metieron esposada y detenida en un coche oficial, delante de todos lo
que en ese momento pasaban por ahí

-¿Qué ha pasado? -pregunto Eric York, empleado del banco, que entró en la
comisaria supongo que preocupado por su puesto de trabajo.

-Le acusan de un montón de cosas, entre ellas de mandar asesinar a Bella, a mi


hija y mis sobrinos -le informé como quien informa del tiempo que va hacer mañana,
al tiempo que empezaba a ponerme la cazadora, necesitaba ir a mi casa a
comprobar algo y necesitaba hacerlo ya.

-¿Qué me cuentas?- preguntó escandalizado.

-Lo que oyes.

Tanya quería guerra. La tendría, pero me iba dar el divorcio sí o sí, y más ahora si
mis sospechas eran ciertas.

-Emmett por favor, cúbreme. Necesito ir a casa.

Salí de la Comisaria como alma que lleva el diablo, cogí mi volvo y a una velocidad
exageradísima incluso para mí, me planté en mi casa. Subí corriendo a la habitación,
abrí el famoso cajón y efectivamente allí estaban la alianza, los anillos y… me pasé la
mano por el pelo intentando tranquilizarme, tenía que hablar con Bella, le había
prometido contar con ella para todo y esto era lo suficientemente grave, así que
tenía que tranquilizarme. Bajé poco a poco las escaleras y entré en el que tenía
pensado que fuera nuestro despacho. Me senté en mi mesa, cogí el teléfono y llamé
a mi Bella.

-Diga -contestó al primer timbrazo.

- 230 -
-Bella, cielo mío, Tanya ha sido detenida -le comuniqué decidiendo empezar por
las buenas noticias.

-Estupendo. Marco ya me había informado.

-Sólo hay un par de problemas. Verás, uno es que la casa de Emmett ya no la tiene
Aro. La ha traspasado a una persona desconocida y esta tiene instrucciones de
vendérsela al mejor postor. Y por supuesto a ningún Swan.

-Pero sí aun Whitlock, por ejemplo -me contestó con una voz que me decía que
estaba tramando algo.

-¿En qué piensas? -le pregunté.

-En que Jasper podría firmar en los papeles de compra, Edward. Lo único que
tenemos que hacer es rastrear los movimientos de Aro para intentar localizar la
propiedad. Ahora llamo a Marco -me dijo-. Y me pondré en contacto con mis
abogados para que nos asesoren. Estarán a vuestra disposición para lo que
necesitéis.

-No había caído en que el FBI podría rastrear eso -le dije de nuevo esperanzado.

-Edward, ¿tienes un número de cuenta en algún banco que no sea el de Aro?


Quiero hacerte una transferencia de dinero, por si acaso para que lo tengas
disponible. Y además tengo que ir cancelando mis cuentas aquí y traspasarlas a otro
lugar.

-Sí, es una cuenta de un banco de Port Ángeles. Ni loco voy a tener cuenta en el
Banco de Aro. Cuando sucedió esto, mantuve la que tenia por aparentar pero todos
mis ahorros están en esa otra cuenta. En realidad amor, es la misma cuenta que tú y
yo abrimos aquella vez, ¿recuerdas? Y además quiero que sepas que tu nombre
sigue figurando en ella, nunca lo quité -le dije con una sonrisa.

-Sí, ahora me acuerdo. Unos ahorros para el futuro los llamamos.

-Pues es la que he estado utilizando -le informé -cuando cobro mi sueldo lo saco
prácticamente integro e ingreso allí la mitad. Y bueno… también tengo abierta una
cuenta a nombre de la niña y mía, en ella he ido ingresando mes a mes el dinero que
tu no me cogías para su manutención. Me gustaría que tu nombre también constase
en ella.

Oí entonces un silencio al otro lado de la línea seguido de un ¿sollozo? y comencé


- 231 -
a preocuparme.

-Bella -la llamé -Bella por favor no me asustes.

-No es nada Edward, solo es que…me he emocionado al escucharte decir eso. Te


quiero con todo mi corazón Edward, nunca lo dudes -me dijo, al oír aquello todo mi
cuerpo de pies a cabeza sufrió una convulsión de felicidad.

-Yo también te quiero con todo mi corazón y no sabes cuánto Bella- le dije
emocionado-. Ese dinero es de mi hija Bella, siempre lo fue y estará ahí para ella,
sólo falta tu firma. Pero de momento lo más urgente es ingresar dinero en la otra
cuenta, ¿te acuerdas del número amor?

-Creo que lo debo tener guardado en algún sitio, pero tengo aquí todo patas arriba
recogiendo. Envíamelo por correo electrónico -me dijo.

-No me sé tú dirección, cielo -le dije dándome cuenta de repente de que no tenía
ese dato y podíamos habernos comunicado más a menudo por Messenger.

-Rose o Gaby te la darán. No me fio de los teléfonos Edward, aunque Jacob y Sam
han creado estas líneas seguras y ellos saben de esto, sigo sin confiar.

-Tranquila cielo, que ya les pregunto a ellas.

-Edward, ¿qué es lo otro que me tenias que decir?, ¿el otro problema?- me
preguntó.

-Bella, Tanya dice que no me concederá jamás el divorcio -dije sin más. Se oyó un
silencio al otro lado de la línea hasta que el al fin Bella lo rompió.

-Tranquilo Edward, cambiará de opinión. Alguna forma habrá de obligarla, hablaré


también con Marco de ello -me dijo intentando quitar hierro al asunto.

-Bella, mi intención es que nos vayamos a vivir juntos nada mas vuelvas a Forks.
No quiero seguir perdiendo más tiempo del que ya hemos perdido.

-Edward. Me iré a vivir donde sea con tal de estar contigo y el hecho de que un
papel diga que tu de momento estás casado con otra no me detendrá, así que no te
apures ¿de acuerdo?- me dijo.

-Sabes que te adoro.

- 232 -
-Pues no, no lo sabía. ¿De verdad? -dijo con tono de burla.

-Te adoro mi amor -le dije mandándola un beso por el teléfono.

- Edward, no se te olvide mandarme eso por correo ¿de acuerdo?

-Ahora mismo lo hago. Pero Bella verás…antes de que cuelgues… yo…quisiera


hablarte de algo. Algo que hice, bueno…más bien que no hice.

-Edward, por favor, no me asustes, habla claro.

Y entonces empecé a contarle el "pequeño" asunto que había descubierto hacía


tan solo un rato…

-Edward, por Dios, ¿qué me estás contando?, ¡eso es un delito!

-Y bastante grave Bella, aquí en el estado de Washington se pena hasta con ocho
años de prisión.

-Pero…pero ¿cómo diablos pudiste hacer eso?

-No tengo ni idea Bella, realmente no lo sé, te lo juro. Estaba tan desesperado
amor, que simplemente no sabía lo que hacía, andaba y actuaba por inercia.

-Edward, no todo está perdido, alguna solución tiene que haber. Escucha Kate, la
hija de Marco, y su marido Garrett son abogados de la firma de abogados con la que
trabajo, de hecho es una de las firmas más importantes del país. Me voy a poner en
contacto con ellos ahora mismo ¿vale?, así que tranquilo, vamos a solucionarlo. Te
cuelgo y te llamo en cuanto hable con ella y sepa algo. Y…Edward…

-Dime amor.

-Gracias por contármelo, gracias por cumplir tu promesa. Te llamo luego, ¿de
acuerdo?

-Te dije que la cumpliría y la he cumplido. Al igual que la otra, ya sabes cuál. Adiós
mi amor. Luego hablamos mi vida -le dije al tiempo que colgaba el teléfono un poco
más tranquilo después de hablar con ella. Así que con un poco menos de prisa
regresé de nuevo a la Comisaria.

-He hablado con Bella -le dije a Emmett nada más entrar.

- 233 -
-¿Qué te ha dicho?

-Algo tiene entre manos para la casa, Emmett. Me ha pedido mi número de cuenta
para transferirme el dinero -dije llamando a Rosalie.

-Sabes que la casa me importa un pimiento ¿verdad?-me contestó mi hermano.

-Lo sé, pero se ha convertido en un reto para mí que la tengas. Esa zorra no se
puede salir con la suya.

Rose me mandó a mi correo electrónico la dirección de Bella, y yo por mi parte le


mandé un mail con el número de cuenta. Y por supuesto un montón de te quieros y
te amo. No habían pasado ni una hora cuando me llamó diciendo que el dinero ya
estaba transferido. Si lo necesitaba antes de que estuviera disponible que llamara a
un tal J. Jenks , que era su abogado y lo arreglaría todo, me explicó dándome su
teléfono. Además me dijo que su amiga Kate estaría dispuesta para lo que fuera en
todo momento y en ese lo que fuera estaba implícita la solución del problema. Me
informó asimismo que Kate había cogido un vuelo privado directo a Seattle para
poder hablar conmigo sobre el asunto.

El resto del día pasó inquieto. La gente entraba como por causalidad para
enterarse de que había pasado. Yo no tenía inconveniente en contestar la verdad.
Los niños, Rose y Emily, vinieron a buscarnos al terminar nuestro turno. Y a mí se
me ocurrió una idea para tranquilizarme y animarme.

-Gaby, esta tarde sin falta tendremos que ir a hacer esas compras, ¿qué te parece
venirte conmigo a casa de Tanya a recoger todas mis cosas y llevarlas a nuestra
casa?-le pregunté-. A partir de mañana, vamos a vivir allí. Esperaremos a mamá ahí.
Hoy iremos otra vez a dormir a casa de la tía Rose, pero mañana un equipo de
limpieza vendrá a limpiarla y por la noche dormiremos en ella… a lo mejor aún no ha
llegado tu cama pero ya sabes que en la habitación de papá hay una muy grande,
¿quieres?

-¿Te has desecho de la bruja?-me preguntó ella a su vez con una cara que me
provocó un buen ataque de risa. ¡Cómo se parecía a su madre!

-Sí, esta misma tarde -le dije cuando puede parar de reírme.

-Biennnnnnnnnnnnnnnnn -dijo tirándose a mi cuello.

Y dicho y hecho. Fui a la casa que había sido mi prisión durante años. Recogí
todas las cosas que tenía allí que eran las imprescindibles. Las metí en una maleta
- 234 -
que me había dado Rose y salí de allí por última vez para no volver jamás. Cuando
cerré la puerta de la casa, sentí dentro de mí una sensación de alivio, de relajación,
de libertad. Me dirigí con mi niña hacia nuestra casa. Mientras acomodaba todas las
cosas en los cajones aproveché que estaba a solas con mi hija para preguntarle
sobre cómo le iba con Ángela

-Bueno, hablamos de muchas cosas. Le he contado cosas de Jacksonville y de


cómo me lo pasaba. Los amigos que tenía. Le he hablado de Jane y Alec. Y bueno,
luego le he contado un poco lo que pasó. Dice que las pesadillas se me acabarán
pasando, pero que tengo que intentar volver a dormir sola y no acostumbrarme a
que vosotros siempre vais a dormir conmigo. Papá, cuando tenga mi cama nueva lo
voy a intentar ¿vale? - me dijo muy segura de sí misma.

-Vale, mira para que te sea más fácil si quieres compramos un aparato como este
-le dije enseñándole el Walki que usábamos en la policía para comunicarnos-, uno
para ti y otro para mí. Cuando te vayas a dormir los encendemos y así si tienes
miedo me llamas y hablamos pero no voy a tu habitación y así hasta que te vayas
acostumbrando a dormir solita.

Tendría que preguntar a Ángela sobre lo conveniente o no de mi idea, a lo mejor


había sido una metedura de pata tremenda. Yo no era psicólogo pero tenía unas
ganas enormes de ayudar a mi hija. Llamaron al timbre en ese momento, era Rose
con las cosas de Gaby.

Después de colocarlas en los cajones nos fuimos a comprar lo que faltaba en la


casa. Pasamos una tarde muy agradable. En las tiendas nos dijeron que durante el
transcurso de mañana nos traerían las cosas, así que por la noche todo estaría
dispuesto para vivir, por fin, en mi casa. Sólo faltaba mi Bella, como la iba extrañar
esa noche.

Antes de ir a casa de Rose nos pasamos por la de Charlie y Renée. Mi madre ya


estaba al corriente de todo.

-Hijo, menos mal - dijo abrazándome.

-Renée, ¿tienes ganas de venir a cenar a casa?, tenemos que celebrar - invitó
Rosalie.

-Por supuesto que sí -dijo mi madre levantándose y olvidando el hecho de que


estaba escayolada de cintura para abajo.

-¿Podrás con la pierna? -le dije burlón


- 235 -
-Para algo está la muleta. Venga ayúdame, ¿no ves que sola no puedo?

Pasamos una velada muy agradable cenando en casa de Rose. Cuando estábamos
en el postre de repente mi móvil sonó. Estábamos tan enfrascados en lo que
hablábamos, que pegamos un respingo.

-¿Diga?-pregunté intrigado. Era un número desconocido.

-¿Edward?, hola soy Carmen, tu suegra. Podríais venir a mi casa Rose, Emmett y
tu mañana por la mañana a eso de las doce. Creo que he encontrado algo que os
pertenece.

-Allí estaremos.

Supongo que ese algo sería la propiedad de Emmett. Si estaba en lo cierto,


parecía que las cosas poco a poco se iban solucionando. Sólo faltaba ese pequeño
detalle, un detalle gracias al cual, si a la tal Kate no se le ocurría nada para
ayudarme, podría enfrentarme a ocho años de cárcel.

¡¿Ocho años de cárcel? ¿En que lío se nos ha metido ahora este hombre?
No sale de una y ya está metido en otra. Seguro que muchas de vosotras lo
averiguareis. Menos mal que por lo menos se lo dijo a Bella, parece que
aprendió de sus errores ¿no?

Por lo demás espero que os haya gustado el capítulo y que haya estado a la
la altura de lo que estabis esperando. Mira que llega a ser tonta la bruja,
huyendo de la justicia y se mete en una comisaria. Bueno muy tonta o muy
pagada de sí misma ¿o no?.

Gracias como siempre a mi beta por su magnifico trabajo

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,

- 236 -
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md

Gracias también por vuestras alertas y favoritos

Bienvenidas nuevas lectoras: Izzy. md

- 237 -
Chapter 20

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la magnifica S. Meyer. Sólo el
personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este capitulo a todos mis queridisimos lectores que habéis
averiguado en seguida cual es el pequeño problemilla en el que se ha metido
Edward. Bueno y a a los que no lo habéis adivinado también os lo dedico.
Que deciros, sois estupendos y me lo paso genial leyendo vuestros rr. Os
quiero.

Capitulo 19: las noticias más esperadas

Pov Bella

Después de los días que pasamos en Jacksonville, Edward, Emmett y el resto de la


familia, tuvieron que regresar y con ellos yo también tuve que hacerlo a la realidad.
Mi madre se había recuperado lo bastante como para coger un avión y Tony, aunque
convaleciente aún de la herida, tenía permiso para viajar si lo hacía bajo ciertas
condiciones. Por eso Marco nos prestó su avión. Gaby se marchó con ellos tal y como
habíamos quedado, así que yo quedé nuevamente sola, que digo, más sola aun
todavía pues no solo echaba mucho de menos a mi hija, de la cual era la primera vez
que me separaba, sino que también estaba atemorizada por lo que pudiera
sucederle. Confiaba ciegamente en Edward, sino no la habría dejado marchar con él,
pero no podía evitar sentirme preocupada. Supongo que es uno de los
inconvenientes de ser madre, ¿no? Los primeros días se me pasaron muy deprisa
intentando que mi hiperactiva amiga estuviera un poquitín quieta, pero eso era
pedir un imposible. Para una mujer como Alice, quedarse quieta en una cama y sin
nada mejor que hacer, no era una buena idea. Recuerdo aún nuestra primera
conversación cuando despertó.

Flashback

-Alice, hola amiga ¿Cómo estás? -dije dándole un abrazo.

-Como si me hubieran dado una paliza Bella, pero bien, ¿y los niños?, ¿y Tony?,
¿Rose? -me preguntó.

- 238 -
-Tony está mejor, el problema fue que perdió mucha sangre, pues tardamos
mucho en darnos cuenta de lo que pasaba. Peter estupendamente y Gaby bien y viva
gracias a ti. Alice, gracias, nunca habrá nada lo suficientemente valioso que yo
pueda hacer para agradecerte lo que has hecho -le dije abrazándome a ella todo lo
que su herida me lo permitía.

-Bueno, fue un placer. Oh Bella, ella es como mi sobrina, somos familia


¿recuerdas? y la familia está para lo bueno y lo malo. Además, ya te lo recordaré
cuando yo quiera ir… ya sabes…-me dijo bromeando.

Fin flashback

Pero con Alice las bromas muchas veces eran como predicciones del futuro. Y eso
fue lo que sucedió, me lo recordó, vaya que si me lo recordó. Cuando por fin le
dimos el alta, fue la primera cosa que se le ocurrió hacer ¿cómo no? Eso sí, con la
excusa de intentar animarme. Pero, aunque le hubiéramos dado ya el alta, todavía se
estaba recuperando de sus propias heridas y me daba miedo ir de compras con ella
teniendo en cuenta que hablábamos de mi amiga. Conseguí contenerla una semana
más. Todo un triunfo.

-Vamos a ver Bella, en Forks hace más frio que en Jacksonville. Cuando Gaby se
fue, le compraste todo un guardarropa enterito porque según tú iba a un lugar
donde hacía mucho frío y llovía constantemente. Y encima como estaba
convaleciente y de baja no me permitisteis ir y sabías de sobra la ilusión que me
hacía -me dijo poniendo uno de sus típicos pucheritos de niña buena-, Bella, ¿cómo
crees que vas a aguantar el frío de Forks, teniendo en cuenta lo friolera que eres?
-me dijo con una argumentación imposible de refutar, siempre era igual.

-Bueno tengo un abrigo y… -dije tratando de salirme por la tangente.

-Y que vas a llevar debajo del abrigo, ¿el bikini?, ¿ropa interior?- me interrogó
alzando las cejas-. Supongo que a Edward no le importará, mientras sea él el que te
lo vea, claro.

-Tengo guardada mi antigua ropa en una maleta, esa me servirá -dije sacando mi
último cartucho.

-Tú misma lo has dicho Bella, tu antigua ropa. Por Dios amiga, esa ropa es de
cinco años como poco, ya estará pasada de moda.

-Alice, los vaqueros nunca pasan de moda.

- 239 -
-Eso es lo que tú te crees. Además, me debes una, a ver si recuerdo tus palabras
exactas… -dijo frunciendo el ceño con gesto pensativo.

-Está bien -dije resignada-. Alice de verdad no se qué haces siendo médico, ya te
he dicho muchas veces que para político no tienes precio, y para sobornadora oficial
tampoco. Caray, siempre tienes un arma que esgrimir.

Al día siguiente no se conformó con llevarme de compras. Me llevó al centro


comercial más grande de todo Jacksonville, su excusa, que luego así podríamos
entrar al cine.

-Alice, yo con esto ya tengo bastante, de verdad. Tengo para ponerme una cosa
cada día sin tener que repetir modelo y aún así, me sobra -me quejé.

-Tonterías -dijo tirando de mi brazo de nuevo para entrar en ¿Victoria Secrets?

-Alice un momento si de lo que se trata es de que compremos ropa adecuada para


Forks, ¿qué hacemos aquí? -le pregunté alzando una ceja.

-Bella -dijo impaciente-, vuelves a estar con tu marido después de cinco años de
abstinencia. No quiero ni pensar que llevarías debajo en vuestro romántico
reencuentro en ese famoso sillón y en esa famosa ducha. Pero conociéndote, seguro
que tu madre llevaría algo más provocativo.

-Bueno, conociendo a Renée Swan -admití-, un momento -me defendí,


acordándome de repente-, llevaba un conjunto que tú me regalaste, aquel azul,
¿recuerdas? -le dije sonrojándome -. Y en la ducha no llevaba nada -susurré para mis
adentros.

-¿No decías que no le ibas a perdonar tan fácilmente? Pues ya veo como se ganó
tu perdón, ya -me volvió a repetir con voz socarrona. Me lo había dicho al menos
cien veces desde que le conté lo que había pasado primero en el sillón y luego en la
habitación.

-Bueno, cinco años son cinco años y la carne es débil Alice, y él muy insistente y
muy guapo e irresistible y... dime ¿tú te resistirías a Jasper?- le pregunté alzando las
dos cejas.

- Ni un segundo, amiga, ni un solo segundo. De hecho ahora me tiene de mal


humor -me dijo poniendo mala cara.

-¿Y eso porque?-interrogué sorprendida, ¿Alice enfadada con Jasper?


- 240 -
-Bella, ni siquiera me toca. Parece como si me fuera a romper -se quejó.

-Te recuerdo que has tenido una bala alojada en el abdomen durante todo el
tiempo que duró el tiroteo. Perdiste un montón de sangre y no teníamos reservas de
tu tipo, tuvimos que improvisar. Hubo que operarte de urgencias. Estuviste a punto
de morir. Has estado convaleciente, ¿quieres que siga? -le dije intentando que
comprendiera al pobre Jasper, el cual había estado hablando conmigo del tema.

-Pero ya estoy recuperada Bella, y él es médico -dijo bufando-. Si se pone así por
una simple herida, ¿qué hará cuando tengamos un niño?, ¿ponerme un cinturón de
castidad?

-¡Alice!, ¿una simple herida?- dije chillando. De repente me di cuenta que mientras
hablaba se había dedicado a meter un montón de conjuntos en una cesta. Me fijé en
uno en concreto.

-Alice, ¿qué se supone que es esto?-le dije roja como un tomate y escandalizada.

-A ver, este es para ti, bueno más bien para Edward en su noche de bodas. Y este
para mí, a ver si Jasper coge la indirecta -me dijo muy confiada.

-Alice, yo no pienso ponerme esto ni loca. Pero si desnuda del todo enseño menos.
Y además, como estás tan segura de que me volveré a casar con Edward. Alice, ¿tú
sabes algo que yo no?, ¿ayer hablaste con mi hija verdad?

-¡No! -dijo chillando a su vez y haciéndose la inocente-, yo lo decía… ¿Bella no te


querrás casar con Edward otra vez cuando todo esto acabe?- preguntó poniendo su
mejor cara de inocencia.

-Claro por supuesto pero… -le contesté dudosa.

-Entonces no hay más que hablar, nos lo llevamos y esto también y esto… - decía
mientras metía en la cesta conjuntos cada vez más, provocativos y escandalosos.
¿Qué pensaría Edward de mí si yo me ponía eso?

-Alice para, me lo tendré que probar y ya sabes que… -le dije intentando zafarme
de la situación, ya que si me probaba todo eso no llegaríamos al cine.

-Bella el famoso conjunto azul te quedaba bien ¿no?, ¿crees por un momento que
después de tanto tiempo no me sé tu talla? Venga vamos a pagar que llegamos tarde
al cine -me dijo muy resuelta. Y yo suspiré resignada.

- 241 -
La película que vimos estuvo genial y salimos muy contentas del cine hablando
sobre ella muy animadamente.

-Bella -me dijo Alice parándose de repente-, ¿tú recuerdas dónde hemos dejado el
coche?

-Pues no, no se supone que si yo conduzco tu miras el color y la letra.

-Yo creo que la que conduce es la que mira el color y la letra ¿no habíamos
quedado en eso?- a estas alturas ya me estaba poniendo nerviosa, no podía olvidar la
amenaza que se cernía sobre mí y un aparcamiento desierto era un buen sitio para
llevarla a cabo. De repente mi móvil sonó. Era un mensaje de Embry.

-¿Dónde dicen que está? -preguntó mi amiga.

-En el rojo letra A.

-Pues vamos para allá, lo cierto es Bella que siempre nos pasa igual y no quiero
pensar en que sucederá el día que no tengamos al FBI detrás.

-¿Pues que tendremos que llamar a alguien? -contesté pensando en el cachondeo


que se traerían Jasper, Jacob, Emmett y hasta el mismo Edward.

Después de aquel día no habíamos vuelto a salir. Cada día echaba más de menos a
Edward y a mi hija y no podía evitar sentirme preocupada por ella a cada segundo.
Edward, Emmett, mi padre y hasta la misma Emily solían tranquilizarme. El verano
dio paso al otoño y continuábamos sin noticias de la investigación, solo que seguía
su curso según nos decían Jacob y Sam. Al otoño le siguió invierno y sólo sabíamos
que el FBI tenía a buen recaudo la famosa grabación y que la bruja ya se había
enterado de que estaba en poder del FBI. Claro que ella pensaba que la había
destruido su contacto allí. Pero su contacto, junto con Irina y Heidi, se había acogido
al programa de Protección de Testigos.

Las navidades llegaban, yo le había pedido a Carlisle esos últimos días de permiso
para poder marcharme antes pero si Tanya seguía sin ser detenida no sería lo
mismo. Mi sustituta se había hecho con el control rápidamente y realmente no hacía
falta allí. Por fin el tan ansiado día llegó a principios de diciembre

-Bella -oí la voz de Marco al contestar el teléfono.

-¿Marco?, hola ¿cómo estás?, ¿tienes algo que contarme?-le pregunté


esperanzada.
- 242 -
-Ya puedes volver con tu marido y tu hija a Forks princesa -me dijo con voz de
triunfo-, pero habla con tu abogado cuanto antes. Mañana es el gran día y a partir
de pasado tendrás a tu disposición las tierras de tu hermano en nuestra oficina de
Port Ángeles. Con todo el dinero que Aro y Cayo deben al estado se les va a
embargar todos sus bienes.

-Bueno, esa es una buena noticia Marco -contesté radiante de alegría-mañana me


pondré en contacto con la firma en Port Ángeles para que en mi nombre adquieran
los terrenos de Emmett. Yo por mi parte ya tengo casi todo preparado. Carlisle me
ha dado los días que me quedaban de estar aquí libres para que pudiera marcharme
con mi familia a pasar las navidades. No estaba muy convencida de regresar tan
pronto y en estas fiestas, con esa zorra rondando por ahí, pero ahora me alegro, la
sorpresa va a ser doble.

-No te quepa la menor duda, pero Bella una cosita. Esta información es
confidencial no le digas a Edward ni a nadie de tu familia. No quiero que sin querer
alguien meta la pata y Alguien lo oiga ¿ok?-me advirtió.

-Vale Marco -le dije

Con una sonrisa de oreja a oreja, llamé a mi abogado quien prometió ponerse en
contacto con la sucursal que tenían en Port Ángeles. Llamé a Alice y Jasper para
contarles las buenas nuevas y, ¡sorpresa!, Alice tenía las maletas tan preparadas
como yo.

-No pensarías que te íbamos a dejar marchar sola.

-Supuse que querrías pasar las navidades con tu familia.

-Bella, mi familia también eres tú y además, ¿quién te ha dicho que no las voy a
pasar con mis padres? -me preguntó dejándome pasmada.

-Eres un diablillo perverso y manipulador, ¿lo sabías?-le dije fingiendo enfado.

-Lo siento Bella pero esta vez el mérito es de mi padre, pensó que así podríamos
aprovechar para irnos familiarizándonos con la gente del pueblo, ya sabes que eso
es crucial en nuestro trabajo -dijo mi amiga. Como si esa excusa me la fuera yo a
tragar.

-Ya, cualquier cosa antes de dejar a Bella sola ante el peligro-le contesté rodando
los ojos.

- 243 -
Pero dicen que la felicidad es efímera y eso es lo que me sucedió al día siguiente
cuando Edward me llamó y me dijo que Aro en un movimiento imprevisible había
traspasado las tierras a un desconocido. No creo que fuera difícil para el FBI
rastrearlas. Hablaría con Marco. Y segundo, que Tanya había jurado y perjurado que
jamás le concedería el divorcio a Edward. ¡Qué mujer más odiosa! A pesar de lo que
le había dicho a Alice, yo quería volver a casarme con él cuanto antes y esperaba
que me lo pidiera. No quería vivir con él sin estar casados y menos siendo médico y
policía en un pueblo tan pequeño. Pero me daba igual, cruzaríamos ese puente
cuando tocara. Pero más petrificada me quedé cuando me contó lo que había o
mejor dicho había dejado de hacer. ¡Jesús!, se enfrentaba a una pena de hasta ocho
años de cárcel. En cuanto le colgara el teléfono me pondría en contacto con mi
amiga Kate, quizás a ella se le ocurriría alguna solución y sino a Garrett. Tal vez
alegando enajenación mental transitoria. Pero por ahora lo que más importaba era
Emmett. Le dije a Edward que me diera un número de cuenta para hacer un
traspaso de dinero. Si Marco podía seguirle el rastro a los movimientos de Aro y
localizar los documentos de la propiedad de Emmett encontrando así al nuevo
propietario, cabían dos posibilidades, una que el nuevo propietario fuese alguien de
Forks y entonces Edward necesitaría efectivo para hacer la compra; y dos, que esos
documentos hubiesen ido a parar a una persona o empresa fuera del pueblo y en ese
caso le pensaba pedir a Jasper que comprara las tierras en mi nombre. Cogí el
teléfono para llamar a Marco.

-Hola Kate, ¿cómo te va?, ¡cuánto tiempo!, qué hacéis por allí? -dije con alegría
pues hacía tiempo que no hablaba con mi amiga y así mataría dos pájaros de un tiro.

-Estupendamente Bella. A Garrett le han dado permiso por Navidad y hemos


venido a ver a mis padres. Ya me han contado, te tengo que dar la enhorabuena por
partida doble. Felicidades por tu ascenso y felicidades por haber recuperado de
nuevo a Edward. ¿Qué tal Alice, como está de su herida?, ¿y Gaby? Espero que esa
mujer se pudra en la cárcel -me dijo todo esto sin respirar al más puro estilo Kate
Vulturi, ella era así, cuando le daba no paraba de hablar y ni decir tiene cuando
Alice y ella intentaban mantener un diálogo. Pero era la mejor abogada que había
conocido.

-Pudrirse se pudrirá-dije cuando pude meter una palabra aunque fuera de canto-,
pero aún encarcelados nos siguen haciendo la puñeta Kate ¿está tu padre?

-Sí, aquí está ¿qué pasa Bella?-me dijo adoptando su tono de abogado.

-Quería hablar con él, pero antes…tengo que solicitar tus servicios como abogado
para Edward. Verás… se ha metido en un pequeño lío que… y acto seguido pasé a
contarle todo el asunto.
- 244 -
-Bella, lo que voy a hacer es pedir a mi padre el Jeet privado y volar con urgencia
a Seattle, es un caso peculiar pero ya estoy pensando en algo. De hecho su
matrimonio con Tanya es ilegal lo mires por donde lo mires, la ley es muy clara en
ese sentido y conseguir la anulación será coser y cantar. En cuanto a lo otro…no te
preocupes que ya tengo alguna idea en mente. Cuando llames a Edward le dices que
estaré ahí lo antes posible para lo que necesite.

-Está bien, se lo diré y ahora dile tú a Marco que se ponga y pon el manos libres y
así lo escuchas -le dije, era una amiga que se había ofrecido sin preguntar ni
cuestionar y no quería ocultarle nada.

-Por supuesto Bella y así veo en que puedo ayudar -me contestó siempre dispuesta
a todo.

-¿Bella? -dijo Marco-, iba a llamarte, te tengo malas noticias.

-Sí, ya las sé Aro cedió la propiedad de Emmett a un desconocido días antes de ser
detenido, ¿no es eso?

-Así es Bella -dijo Marco apenado-, no tenemos idea de donde pueden haber ido a
parar esos malditos documentos de propiedad. Pero tranquila estamos rastreando
todos los movimientos que Aro ha hecho desde que se enteró que estaba siendo
investigado. No te preocupes, esos documentos aparecerán tarde o temprano.

-Eso espero porque la bruja de tu sobrina le ha dicho a Edward que esa persona
tiene orden de venderlas al mejor postor cuando él se lo indique. Si Edward no dice
que esa grabación estaba manipulada, quien sea las venderá al primero que le haga
una oferta. Pero, por supuesto nunca a un Swan, ni a Edward, claro -dije con la
preocupación reflejada en mi voz.

-Al mejor postor -dijo Kate-. Garret y su apellido desconocido, pueden ser un buen
postor o mi hermano Jasper.

Aunque Jasper fuese adoptado como Edward y en muy tristes circunstancias, Kate
siempre lo consideró un hermano mayor.

-Lo único que hay que hacer es no acceder a lo que se les manda y enviar a ese
mejor postor.

-Es arriesgado hija, corremos el peligro de que Aro tenga ya elegido ese postor
¿entendéis? -preguntó Marco.

- 245 -
-Marco, ¿no me dijiste un día que tu y Dydime erais viejos amigos de la esposa de
Aro?, ¿podrías tú hablar con Carmen en nombre de esa vieja amistad? A lo mejor
ella sabe algo -le pedí esperanzada.

-Tú me lees la mente ¿verdad?- contestó Marco-, precisamente estaba pensando


en eso. De todos modos, vamos a rastrear todos los movimientos que han hecho los
hermanitos y esos Denali, también están siendo investigados. No te preocupes Bella,
se arreglará ya verás, tranquila.

-¿Y cuál era el otro problema Bella? -dijo Kate.

-Pues que Tanya le ha dicho a Edward que jamás le concederá el divorcio. Nunca
nos podremos casar, Kate. Y encima está el otro problema.

-De esos dos temas me encargo yo, no te preocupes Bella.

-¿Qué problema? -preguntó Marco.

-Es un poco largo de contar, pero ahora te lo explico…-dijo Kate

-Primero hay que solucionar el tema más importante. Llamaremos a Carmen y te


volveré a llamar.

No habían pasado ni dos horas cuando Marco me llamó otra vez.

-¿Bella?, hola de nuevo. Carmen no tenía ni idea de todo lo que estaba pasando,
dice que le extrañó que Edward se divorciara para casarse con su hija, pero por lo
visto Tanya le dijo que tú te habías enredado con otro hombre

-Será zorra.

-Completamente de acuerdo -convino Marco-. El caso es que le dijo a su madre


que ella estaba intentando dar ánimos a Edward y que entre unas cosas y otras se
habían enamorado. Le pidió por favor que no le hablara a Edward de ti, para no
remover la herida.

-O sea, ¿qué Carmen ha vivido engañada todo este tiempo?-concluí yo con lo


obvio.

- Sí. Y va a intentar arreglar lo que entre su marido y su hija destrozaron. Se va


aponer en contacto con Eleazar Denali, primo suyo y padre de Irina, Heidi, Félix y
Demetri. Yo conocí a Eleazar hace años y era un hombre muy recto y moral, al igual
- 246 -
que su padre. No entiendo cómo es que acabó trabajando a las órdenes de Aro, junto
a sus hijos, pero Carmen dice que nos ayudará. Además Carmen piensa reclamar
legalmente la parte de la empresa que por derecho es suyo y yo voy a presionar para
agilizar el trámite. Eleazar y Carmen piensan que los documentos de propiedad han
podido ir a parar a las empresas Denali, porque siempre han sido una tapadera para
sus negocios sucios. Las encontraremos Bella. No te preocupes.

Todo el mundo me decía lo mismo pero ¿cómo no me iba a preocupar? pensé para
mí cuando Marco me colgó con la promesa de que volvería llamar cuando supiera
algo.

Pasaron unas horas interminables en las cuales yo creí que me volvería loca de
verdad. Alice me dio dos tisanas, pero ni por esas conseguía estarme quieta. Podían
haber pasado minutos, horas e incluso hasta siglos, me daba igual, cuando sonó el
teléfono de nuevo.

-Bella -dijo Marco de nuevo desde el otro lado del teléfono -la cosa ha resultado
más sencilla de lo que pensábamos. Uno de mis agentes rastreando los movimientos
ha encontrado una empresa propiedad de Empresas Denali, dedicada a los bienes
inmuebles, y como lo que estábamos buscando era eso, una casa, le ha dado por
revisarlo y bingo, ahí está la casa de Emmett, junto a otras propiedades que Aro
tenía en Forks. Con carácter urgente, le han concedido a Carmen su derecho a la
herencia de su padre y su primera acción como nueva dueña de esa empresa ha sido
ponerse en contacto con Edward para venderle la casa directamente a Emmett. Me
ha pedido que la ayude a salir del país para irse donde Aro no pueda encontrarla
nunca ya que como esposa suya no puede declarar contra él a no ser que de aquí a
que se celebre el juicio pudiera conseguir el divorcio, cosa que va a intentar. Mi
yerno ha prometido ayudarla a título personal. Y otra cosa, Kate dice que ella misma
irá a Forks a asesorar a tu marido y a Emmett con la transacción pues ya había
quedado contigo en ir para ayudar a Edward con ese otro problemilla y con el tema
del divorcio. El avión acaba de despegar, solo tienes que llamarla para decirle lugar
y hora o darle su teléfono a Edward. Bella, preciosa, ya todo pasó -me dijo
alegrándose por mi-, solo queda el pequeño detalle del divorcio y bueno…lo otro,
pero tranquila que tengo jueces muy buenos amigos míos que nos pueden ayudar y
Kate tiene una muy buena idea para su defensa, de hecho es lo obvio, las leyes de
este país son muy claras con eso y, por supuesto, es un delito más a añadir a la
colección de mis hermanos y de Tanya, pues no solo existió coacción y chantaje,
también se amenazó contra vuestra vida. Además una vez anulado su matrimonio,
Edward podría declarar como Testigo de Cargo y eso sería un punto muy importante
a nuestro favor. Si Carlisle te ha dado permiso, prepara las maletas y vuelve a Forks
a apoyar a tu marido, no te lo pienses más.

- 247 -
-El problema Marco - le dije interrumpiéndole-, es que es un pueblo muy pequeño
donde todo el mundo cotillea. A estas horas ya seremos el centro de atención por lo
que ha pasado y no querría que Edward, siendo policía de allí, cogiera mala fama
por…

-No te preocupes Bella, tu marido ha hecho cosas en ese pueblo con las que se ha
ganado fama pero no precisamente mala -me dijo de forma misteriosa y dejándome
intrigada, pero Marco me dijo que era una cosa que le correspondía a Edward
decirme.

Cuando colgué a Marco, llamé a Edward para decirle lo que me había dicho.
Edward me dijo que Carmen ya se había puesto en contacto con él y que al día
siguiente tenía cita con ella a las doce. Yo le dije que llamara a Kate y le di el
teléfono. No quería que fueran solos, por si había gato encerrado, aun no me fiaba.

Al día siguiente, Edward me volvió a llamar para decirme que todo estaba
arreglado y me dijo que me echaría mucho de menos durante las fiestas de Navidad.
Lógicamente yo le oculté el hecho de que ya tenía los billetes para dentro de dos
días. Una sorpresa es una sorpresa ¿no? Los únicos que lo sabían en Forks eran mis
padres, Ángela y Rose. Pensamos en no decirles nada a Emmett y Ben porque los
dos eran tal para cual y se iban de la lengua muy fácilmente delante de los niños.

Terminé de recoger las pocas pertenencias que me quedaban pues a lo largo de


este tiempo había estado enviando cosas para que las fueran colocando en la casa.

-Estoy tan feliz de saber que voy a vivir por fin en esa casa -le dije a Alice un día.

-Mujer de poca fe. Y tú que llevabas cinco años consumiéndote pensando que
Edward vivía con esa mujer en la casa que había jurado que solo compartiría contigo
-me regañó mi amiga.

-Y que quieres Alice, yo oí lo que oí -dije defendiéndome-. Se suponía que si estaba


enamorado de esa zorra, querría vivir en esa casa con ella ¿no? ¡Ay Alice!, Gaby me
ha dicho que es preciosa. Ya están los dos viviendo allí sabes, por lo visto Edward se
fue de casa de Tanya el mismo día de su detención. Me dijo que no aguantaba más,
que esa había sido su prisión.

-¿Y no sabéis nada del divorcio y del otro tema?

-No, Tanya por lo visto no cede por nada. Y eso que no es muy famosa entre las
demás presas. Ha ido a parar a un sitio donde la mayoría son madres que no pueden
tener a sus hijos con ellas pues tienen delitos de sangre. Marco le ha ofrecido un
- 248 -
trato: irse al otro lado del país a una cárcel nueva y omitiendo en su expediente que
trato de asesinar a tres niños. Pero ella sigue en sus trece, está convencida de que
los abogados de papá la sacarán del apuro en cuanto se celebre el juicio. De hecho
los abogados de papá han conseguido aislarla de esas mujeres pues una de ellas, le
dio un tremendo susto en las duchas y ha salido muy mal parada. No tengo todos los
detalles pero te puedes imaginar tratándose de presas que tienen delitos de sangre
-le conté esperando que el susto hubiera sido de los que no pudiera olvidar jamás.

-¿Qué hay de lo otro?, ¿qué dice Edward? -volvió a preguntar mi amiga.

-Desde que le dije que Kate le va a ayudar, parece que se ha tomado el tema con
más tranquilidad, pero chica hasta que no esté todo solucionado no estaré
tranquila… Lo mejor de todo es que no ha tramado nada sin contar conmigo,
cumpliendo así la promesa que me hizo. Fue parte del trato para perdonarle.
Aunque, ilusa que soy, a estas alturas, ya sé que no tengo remedio, le habría
perdonado de todas formas.

-Y lo perdonarías otra vez y otra -sentenció mi amiga.

-No sin antes tener una buena bronca y darle un susto del que no se olvidara, pero
este no es el caso Alice, lo cierto es que estoy muy orgullosa de él -dije muy
convencida-, pase lo que pase, estaré a su lado apoyándole.

Varios días después, un desesperado Jasper estaba intentando encontrar el


camino hacia casa en la entrada de un pueblo que, madre mía, lo que había
cambiado en unos pocos años. No recordaba absolutamente nada. Habíamos llegado
a Port Ángeles hacia como una hora, después de haber tenido un tranquilo pero
largo vuelo hasta Seattle y después habíamos alquilado un coche ya que los nuestros
tardarían varios días en llegar. Alice y Jasper habían dormido casi todo el tiempo,
pero yo, yo era un manojo de nervios. Didyme, les había regalado su casa de Forks
para ellos. Rose y mi madre se habían encargado de acondicionarla. Carlisle había
adquirido una mansión a través de Rose fuera del pueblo, en un sitio muy bonito
según recordaba, y yo venía con un as bajo la manga, era mi regalo para Rose.

-A ver Bella, si me dices por donde tengo que ir, a lo mejor llegamos al dichoso
pueblo antes de que nos den las campanadas, pero no las de este año sino de las del
que viene.

-Jasper, hace mucho tiempo que no vengo por aquí, ten paciencia vale.

-No si paciencia tengo, pero gasolina para llegar no sé yo…-dijo impaciente.

- 249 -
-No seas payaso, mira -grité de repente-, es por ahí.

-Ya era hora -dijo aliviado.

Jasper tomó el desvío y entrar conseguimos entrar al pueblo, pero, por Dios que
cambiado estaba todo.

-Sabes que te digo, que voy a llamar a Rosalie -le dije desafiándole con la mirada.

-Es la mejor idea que he oído en todo el día -dijo Jasper.

-Madre mía pero que gracioso es el nene -dije mientras le sacaba la lengua y cogía
mi teléfono móvil.

-Bella -contestó Rosalie-, ¿qué pasa? estamos esperándote.

-Pues verás… pasa, que me he perdido, sí, sí, ya sé, es que sabes lo despistada que
soy -Rosalie, Alice y Jasper bufaron a la vez-. Esto está muy cambiado -me defendí.

-Está bien, ¿dónde estáis? voy a buscaros -dijo mi amiga y casi podía adivinar su
cara de resignación como cuando Emmett le hacia alguna.

-Esto…-dudé -pues no sé, solo sé que hay un McDonald's.

-Vale, vale, ya sé dónde estáis, no os mováis voy para allá.

-De acuerdo.

No habían pasado ni cinco minutos cuando un volvo plateado que pensé que jamás
iba a volver a ver, apareció por el camino y de él salieron las dos personas que más
quería en esta vida.

Pues ya va super Kate al rescate ¿conseguirá su propósito y liberará a


Edward no solo de su matrimonio sino también de su problemilla? ¿Por lo
menos ya están juntos de nuevo ¿como será ese reencuentro? ¿no estáis
deseando leerlo? Muchas de vosotras me decíais en vuestros rr que no os
fiabais de Carmen, pues bien, a pesar de ser una Vulturi por estar casada
con Aro, no es como los demás de la familia. Carmen tienen toda una
historia por delante de las que nos enteraremos en el capi siguiente.

- 250 -
Una vez más tengo que agradecer a mi Beta su maravillosa labor, a veces
me pregunto que haría sin ella. Yo y mis despistes.

Muchas gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md.

Espero haber contestado a todos, si me ha faltado alguno pido perdón. he


tenido una semana muy ajetreada con apenas muy poco tiempo.

yunuen, bienvenida nueva lectora

Graciastambién a todas las que me habéis añadido a alertas y favoritos.

- 251 -
Chapter 21

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

18 de noviembre de 2011, una fecha muy especial ¿que tal la boda? ¿os
gustóel vestido? le dedico este capítulo a nuestra amada saga y a su
creadora.

Capitulo 20: La historia de Carmen y un giro inesperado.

Pov Edward

A pesar de que Bella ya me había dicho que Carmen nos iba a vender la casa,
estaba súper nervioso parado enfrente de la mansión Vulturi, esperando que
vinieran los demás. Un sedán negro se paró delante de mí y de él salió una mujer
que a juzgar por su ropa debía ser el abogado que estaba esperando. Mientras se
acercaba a mí, esa figura se me iba haciendo cada vez más familiar…

-Buenos días- me dijo cuando salió del coche-. ¿Edward? -me preguntó.

-El mismo -dije devolviéndole el saludo.

-Me llamo Kate Vulturi, hemos hablado antes por teléfono. Soy hija de Marco y
amiga personal de Bella. Como verás, no hace falta que me cuentes nada, ya sé toda
la historia y cuando digo toda, es… toda.

-Bueno pues si esto es así, cuando el asunto de las tierras esté solucionado, te
agradecería tu ayuda en el otro tema, si no es mucha molestia.

-Señor Edward Massen -dijo en tono de broma-, Bella Swan, que es mi cliente, me
ha mandado ayudarte en lo que sea. Estaré encantada de hacerlo. Y además- añadió-
Bella es mi amiga y tú en lo que a mí respecta su marido, así que eso te convierte
automáticamente en mi amigo y ¿qué problema puede haber en ayudar legalmente a
un amigo? - dijo mirándose las uñas de modo inocente. Se notaba, en ese gesto, que
era prima de Tanya, además se parecía mucho a ella, pero por Dios nada que ver, ni
punto de comparación. La sonrisa de Kate era natural, franca, cálida, la de Tanya
era hipócrita, calculada, fría, cruel…
- 252 -
-Y ahora poniéndonos serios Edward, la verdad es que no creo que haya mucho
problema. Verás, he solicitado audiencia con un juez amigo de mi padre, para
mañana por la mañana a primera hora. Ya le hemos mandado toda la documentación
y está estudiando el caso. Vamos a presentar una demanda de divorcio y solicitar
directamente la anulación de un matrimonio que según las leyes, es ilegal, de
principio a fin desde el mismo momento en que fue un matrimonio forzoso y que
acudiste a él manipulado, mediante chantaje y coacción. En el momento en que el
juez admitiese la demanda y anulase tu actual matrimonio, el otro problema dejaría
de serlo. Si bien el delito no existe desde el momento en que Bella no te va a
denunciar, no obstante y para evitar futuros inconvenientes, debemos ponerlo en
conocimiento del juez. Podríamos esgrimir el arma de la Enajenación Mental
Transitoria como defensa, y se podría presentar igual como prueba fehaciente de
hasta qué punto tu mente se bloqueó por la coacción y el chantaje al que estabas
siendo sometido. Según la ley, al matrimonio se acude libremente, sin coacción. Tú
fuiste obligado, amenazado y chantajeado para casarte contra tu voluntad. No se
puede decir que el matrimonio haya sido consumado porque técnicamente ella te
obligó y eso es una forma de violación, perdona si soy tan directa y franca -me dijo
ante la cara avergonzada que le puse por sus palabras-, pero no tenemos tiempo de
andarnos con miramientos. De todos modos, también nos vendría bien que alguien,
que no sea un familiar cercano tuyo, declarase en tu favor, corroborando que
accediste a ese matrimonio forzado, amenazado y obligado por las circunstancias. Y
no nos vendría mal que tu amiga Ángela declarase a tu favor como psicóloga
confirmando la existencia de la Enajenación Mental Transitoria.

-Eso está hecho -contesté pensando en Ángela, su marido Ben, alguno de mis
compañeros de trabajo y por supuesto Nahuel, actual Alcalde de Forks, gran amigo
mío y teniente de Alcalde por aquella época. La verdad es que Kate me estaba dando
esperanzas, a pesar de haber entendido solo la mitad, ya que hablaba todo de
corrido y sin descanso como si le hubieran dado cuerda, pero se la veía muy segura
y eso me tranquilizaba. Inmediatamente les mandé un mensaje pidiendo su ayuda.

-Si el juez nos concediese la solicitud y anulase ese matrimonio y admitiese la


Enajenación Mental Transitoria en el otro caso-siguió diciendo-, tu otro problema
quedaría definitivamente resuelto aunque también pediríamos una confirmación
legal por parte del juez. Lo cierto es que es un tema muy peliagudo y hemos ido a
dar con un Estado donde la ley es muy exigente en este tema pero hay una cosa a tu
favor y es que Bella no va a presentar ninguna denuncia contra ti, tranquilo lo
conseguiremos.

-¿Piensas que el juez fallará en mi favor? -suspiré aliviado por primera vez desde
que descubrí lo que había hecho o más bien lo que no había hecho.

- 253 -
-Edward -dijo Kate-, Tanya y Aro te coaccionaron, ese matrimonio no es legal lo
mires por donde lo mires y además, ambos incurrieron en un delito grave al
chantajearte y amenazar a tu familia y las amenazas, amigo mío, en este Estado
están penadas con la cárcel. Cualquier juez lo anularía y más este que es amigo
personal de mi padre y al cual le debe muchos favores.

-Edward, hermano -dijo Emmet que en ese momento llegó junto a Rosalie.

-Hola Emmett, Rose, mirad os presento a Kate, la abogada que nos va a asesorar.

-Encantada -dijo tendiendo la mano a Emmett, gesto que él correspondió gustoso -


hola Rose - dijo dándole un abrazo, vaya parecía que se conocían-, ¿entramos?

Llamamos a la puerta y el mayordomo nos abrió. Tenía orden de recibirnos y de


hacernos pasar al salón.

-En seguida aviso a la señora.

No habían pasado ni dos minutos cuando una Carmen visiblemente afectada por
los acontecimientos entraba en el salón.

-Edward, Emmet, Rose, sentaos por favor y ¿usted es…?-dijo mirando fijamente a
Kate, la verdad es que se parecía muchísimo a Tanya.

-Soy Kate, tía Carmen, la hija de Marco -dijo dándole un beso-. He venido como
abogada de la familia Swan.

-Edward, no tienes porque darme explicaciones -dijo al ver que yo comenzaba a


abrir la boca-, además la vamos a necesitar, voy a venderos la casa Emmett. No
dispongo de abogado, pues como ya sabréis, los que puedo tener son todos esbirros
de mi marido.

-Tía, si quieres llamo a la firma y en seguida estaría aquí un abogado en


representación tuya.

-¿Y gastarme el dinero que no tengo?, me fío de ti señorita, tienes cara de buena
persona -dijo iniciando una pequeña broma-. Lamento tener que cogeros el dinero, si
fuera por mí os la regalaría, me quedaría con mi conciencia más tranquila, pero me
voy de aquí y lo necesito. A Aro le han embargado, como bien sabréis. La mayoría de
sus bienes estás ocultos en empresas de las que ni yo misma sé su paradero. Si no
hubiera sido por Eleazar y el FBI nunca habría encontrado yo solita estos
documentos- dijo blandiendo las escrituras de la casa de Emmett en la mano-, por
- 254 -
consiguiente, ahora mismo puede decirse que estoy en la ruina.

-No sabes cuánto lo lamento por ti Carmen -le dije.

-Tranquilo Edward. Yo sí que lamento todo esto. No tenía ni idea. Cuando mi hija
me dijo que te habías divorciado de Bella y os ibais a casar, no me lo podía creer. Se
os veía tan enamorados a Bella y a ti. No me cabía en la cabeza que Bella pudiera
haberte engañado con otro hombre, pero las distancias son malas consejeras, así
que me lo creí.

-¿Tanya te dijo que Bella me engañaba? -dije pero es que no podía dejar de odiar
cada día un poco más a esta mujer.

-Sí y que por ese motivo mi hija y tu os habías echo mas amigos y os habíais
terminado enamorando. Con razón se aseguró de que yo nunca te hablara de Bella,
me dijo que era por no ahondar en la herida. Dios mío. Me pregunto si he criado una
hija o un monstruo -se lamentó-. Rose cariño, siempre creí ciegamente que Aro os
había dado ese dinero, cuando digo dado, me refiero a dado. Nunca pensé que os lo
reclamaría y por supuesto que os hiciera algo así. Que avergonzada me siento.

-Sabéis -continuó hablando, bueno más bien desahogándose- era muy joven
cuando vine a este país desde España con mis padres. Mi abuelo acababa de morir y
mi padre y mi tío se iban a hacer cargo entre los dos de su herencia: la empresa que
él fundó. Nada más conocer a mi primo Eleazar, uno de los hijos de mi tío, me
enamore perdidamente de él. Pero Eleazar era un mujeriego que se metía en la
cama con todo lo que tuviera faldas, por lo que yo no estaba dispuesta ser una más.
En una cena de negocios que se organizó para agasajar a los Vulturi, una familia de
empresarios que procedentes de Volterra se habían instalado en Forks y hecho una
gran fortuna, conocí a Aro. Era tan caballeroso, amable y educado. Como Eleazar
parecía ni notarme yo empecé a salir con Aro. Mi padre veía con buenos ojos esta
relación pues significaba la fusión de las empresas Denali y las empresas Vulturi. Así
que cuando unos meses después, Aro me pidió que me casara con él yo acepté. Ojalá
nunca me hubiera casado con él. Puedo decir que han sido los años peores de mi
vida y ahora me siento libre.

Poco tiempo después me enteré de que Eleazar se había casado con Sulpicia, un
familiar lejano de Aro y Cayo de Volterra a la que había conocido en uno de sus
viajes de negocios allí. Tuvieron cinco hijos Corín, Félix, Demetri, Heidi e Irina. Pero
por lo visto el matrimonio nunca se llevó bien y se divorciaron a los dos meses de
haber nacido Heidi e Irina. Parece ser que Sulpicia y Aro se entendían demasiado
bien y Eleazar sospecha que cuatro de sus cinco hijos en realidad son hijos de Aro,
ya que las relaciones sexuales en el matrimonio fueron prácticamente nulas tras el
- 255 -
nacimiento de Corín. He estado hablando con Eleazar a cuenta de tus tierras
Emmett, hemos hablado y hemos aclarado lo que sucedió.

Al casarme con Aro, mi marido no solo ganaba una esposa sino la empresa que por
derecho me correspondería dirigir junto a mis primos cuando mi padre y tío
murieran. Por lo visto Eleazar se enamoró de mi nada mas verme, pero Aro le obligó
a renunciar a mí, y en cierto modo se vio coaccionado, al igual que tu Edward, a
casarse con Sulpicia. Por lo visto nunca la aguantó, no podía olvidarme y además
dice que era una mujer fría y calculadora, seguidora fiel de los dictados de Aro y que
arrastraba a sus hijos con ella.

Cuando mi padre murió, Aro se hizo cargo en mi nombre de mi parte de la


empresa. Yo se lo agradecí pues no tenía ni idea de negocios. Pronto empezaron las
discusiones entre mi tío y Aro por la forma en la que pretendía llevar los negocios
hasta que un buen día, mi tío decidió retirarse y dejar los negocios en manos de
Eleazar más favorable en apariencia a las directrices de Aro. Ayer me enteré de que
Eleazar fue chantajeado por Aro desde el principio, hizo con él algo parecido a lo
que hizo contigo. En pocas palabras, yo estaría bien si Eleazar hacia lo que Aro le
ordenaba.

-Así que ese es su modus operandi -dije yo más como una conclusión que como
una pregunta-. Juega con los sentimientos para que los demás hagan lo que él
quiere.

De repente, no me sentí tan mal por lo que me había visto obligado hacer. Pero al
mismo tiempo me horrorizaba aun más lo monstruoso que podría llegar a ser Aro
¿era consciente de que había mandado matar a sus propios hijos?

-Así es Edward, pero la vida pone a todo el mundo en su sitio y Aro está en el suyo.
Por lo visto tanto mi hija como él han sido atacados en prisión por otros presos.
Tanya ha tenido mejor suerte, pero por lo que sé, a Aro lo han torturado hasta casi
matarlo y Cayo se salvó de milagro. De hecho parece ser que es el que alertó a los
agentes de la prisión, aunque según tengo entendió, estos no se dieron mucha prisa
en llegar, pero ¿sabéis qué? , no me importa, que se pudra, tiene lo que se merece.
Eleazar y yo nos vamos a dar una segunda oportunidad lejos de aquí, en donde no
pueda encontrarnos el poder de Aro. Dejaremos la empresa en manos de Corín la
única de la familia que siempre se negó a seguir los dictámenes de Aro y de la que
Eleazar sabe a ciencia cierta que sí es hija suya.

-Edward las pocas veces que te veía intuía que no eras feliz -siguió hablando. En
verdad necesitaba desahogarse-. Habías perdido ese brillo especial en los ojos que
tenias cuando estabas con Bella. Pero no quise verlo, estaba más feliz sumergida en
- 256 -
mi mundo. ¿Podréis perdonarme alguna vez los dos? -dijo mirándonos a Rose y a mí
-sobre todo tú Rose, le juré a tu madre en su tumba que cuidaría de ti y le fallé, os
fallé a las dos. Tu madre siempre fue muy cariñosa conmigo. Y encima tendré que
vivir toda mi vida con el cargo de conciencia de pensar que mi propio marido, su
propio hermano, puede ser el responsable de su muerte.

-Bueno, ese dato no está confirmado -dije yo intentando consolarla. Me daba pena.
Estaba derrumbada.

-Edward, ¿y todavía lo dudas? , por Dios necesito que me perdonéis. Los dos -pidió
llorando.

-Tú has sido tan victima como nosotros, Carmen -le dije yo-, por mi parte estás
perdonada.

-Y por la mía también -dijo Rose visiblemente emocionada.

-Gracias chicos, vamos a enmendar lo que mi marido y mi hija destrozaron. Bueno


parte, porque Bella y tú Edward…

-Bella y yo volvemos a estar juntos -le dije-. Ella vuelve al pueblo pasadas las
navidades.

-No sabes cuánto lo celebro. Con Aro en la cárcel, he reclamado el derecho a mi


parte en la empresa y gracias a la intervención de Marco se me ha concedido tan
rápidamente. Ejerciendo ese derecho estoy perfectamente autorizada y capacitada
para venderos las tierras. Los abogados de Eleazar me han redactado este
documento de venta y aquí están las escrituras -dijo dándole a Kate todos los
papeles.

-Está todo correcto -dijo Kate después de haberlos revisado detenidamente-. Lo


único que resta es que firméis.

-Pues trae esos papeles y acabemos con esto -dijo Carmen mientras estampaba su
firma en ellos. Emmett hizo lo mismo al tiempo que yo le daba el dinero. Bella me
había dicho que se lo llevara en efectivo, supongo que ya conocía sus planes de
huida.

-Ahora, si me disculpáis, tengo un avión que coger. Eleazar me está esperando.


Marco nos va ayudar a salir de aquí -dijo levantándose y tendiéndonos la mano.

-Carmen, ¿puedo decirle a Tanya esto?-le pregunté dudoso.


- 257 -
-Dame un día para huir y podrás contarle todo lo que quieras. Supongo que es tu
pequeña venganza.

-Así es.

Al día siguiente estaba en la sala reservada a las visitas de la prisión estatal de


Seattle. Emmett y Rose habían insistido en venir conmigo, pero yo quería
enfrentarme a esto solo, no por nada, simplemente lo necesitaba. Mi estado de
euforia y felicidad era tal que pensaba que no iba a poder hacer bien mi papel, ya
que se me iba a notar al instante. Esa misma mañana, el juez había aceptado la
demanda de divorcio junto con la argumentación de Kate y, una vez escuchados a
los testigos, mi matrimonio con Tanya había quedado anulado automáticamente.
Realmente nunca fue legal, ya que no acudí a él libremente. En cuanto a lo otro, por
lo visto Kate tenía razón y al no presentar Bella ninguna denuncia no existía delito
como tal, pero para reforzar el caso, el juez también admitió la Enajenación Mental
Transitoria como atenuante en mi conducta y como además no iba a haber
seguimiento de oficio, el problema quedó solucionado del modo más satisfactorio
posible. Aunque podríamos decir que ya todo era oficial, realmente no lo seria hasta
que Kate no recibiera toda la documentación, pero el juez nos dijo que sería
cuestión de poco tiempo.

También le había pedido a Kate ayuda para hacer algo que tenía muchas ganas de
realizar, era mi particular regalo de Navidad para mi amor.

-Vaya esto sí que es bueno, ¿has venido a verme? -dijo una Tanya bastante
desmejorada pero muy pagada de sí misma. Se notaba en su rostro y en la parte
visible de su cuerpo el ataque que había sufrido. La verdad es que hacía mucho
tiempo que me había dado cuenta de que la Tanya despampánate acababa y
empezaba en la calle. Una vez dentro de casa, cuando comenzaba a desmaquillarse
tenía una cara de lo más normalita, nada del otro mundo y no digamos nada recién
levantada. Pero cuando un grupo de cuatro o cinco presas habían intentado violarte
con un palo de escoba, ni el maquillaje más costoso podría disimularlo y se le notaba
en la cara el sufrimiento que había pasado. Pero…no me importaba, ella misma se lo
había buscado, igual que su papaíto que estaba bastante grave en la enfermería.
Cayo por lo visto había sido aislado de los demás presos pues su vida también corría
peligro.

-Así es Tanya. Vengo a hacer un trato contigo -le dije muy tranquilo.

-¿Y cuál sería el trato?-preguntó intrigada.

-Puedo declarar a vuestro favor y decir que manipulé la grabación tal y como tu
- 258 -
padre y tú queréis e intentar sacaros del atolladero de alguna manera y a cambio tu
padre le dice a esa persona anónima que venda a Emmett las tierras.

-No querido, mi padre no venderá a Emmett las tierras jamás, pero tú sí me


ayudarás, porque si no se las venderá al mejor postor y este inmediatamente las
reclamará como suyas.

-¿Y qué te hace pensar que si no le vendes las tierras a mi hermano yo voy a
ayudarte?-pregunte impasible.

-Porque no tienes más remedio Edward, te tengo pillado. ¿Has sabido algo de tu
amorcito hoy? -preguntó con ironía.

-Sí, he hablado con ella hace unos momentos y está perfectamente. Ammon y Kebi
están siendo vigilados muy de cerca. ¿Algo más Tanya?-dije con el corazón
sobrecogido de nuevo.

-¿Y qué te hace pensar que Félix y Demetri no hayan sido sustituidos también
dentro del FBI?- preguntó alzando las cejas de forma enigmática.

-Por la sencilla razón de que el FBI no tropieza dos veces con la misma piedra.
Vuestros esbirros están siendo vigilados por dos agentes de la máxima confianza del
mismísimo jefe del FBI -le informé y al oír esto se le demudó la cara, pero en
seguida recobró la compostura y volvió a la carga.

-No soy yo la que tengo la potestad de decidir a quién se le vende las tierras o no.
Es ese hombre el dueño ahora y Aro quien decide -dijo mirándose las uñas en un
gesto que odiaba-usa tu influencia para que pueda hablar con él, si es que el pobre
después del ataque sufrido está en condiciones de hacer, a ver si le convenzo, pero
date prisa, hasta donde yo sé esas tierras van a ser vendidas esta misma semana. Lo
siento pero mi padre está muy disgustado con tu comportamiento, por tu culpa y esa
maldita grabación es que estamos en la cárcel -ya será por algo más pensé yo-. Pero,
si estás dispuesto a arreglar el desaguisado y de paso a quedarte conmigo, pues yo
hablaría con mi padre…-dijo como quien no quiere la cosa.

-Tanya, ¿esa persona desconocida, más que persona, no será por casualidad
Empresas Denali, cuyos dueños son Eleazar Denali y tu madre?- le pregunté del
modo más inocente que pude-, lo digo porque me pareció ver ese nombre ayer en
unos documentos que Carmen tenía cuando fui a visitarla, ¿ no te lo he dicho? -le
dije de forma irónica-, pues sí, estuvimos visitándola. Tu madre está muy disgustada
con tu comportamiento. Dijo que tenía que arreglar algo de lo que habíais destruido
como fuera y en fin, la única manera de hacerlo, ya sabes cuál es.
- 259 -
-Mi madre no tiene potestad para vender esas tierras, Aro se hizo cargo de la
empresa en su nombre, ella no tiene derecho a…

-¿No me digas?, pues ayer nos dijo que había reclamado ese derecho al estar Aro
en la cárcel, alegando eso sí, que se había visto obligada a aceptar, y se lo han
concedido. Ella es perfectamente capaz de vender esas tierras. Los abogados de
Eleazar Denali redactaron ayer un documento de venta de las tierras en su nombre
que nuestra abogada revisó ¿qué no te lo he dicho?-volví a decir de forma irónica
-también nuestra abogada estuvo visitando ayer a tu madre -me estaba divirtiendo
de lo lindo.

-Mi madre nunca se enfrentaría a mi padre de esa forma-dijo de forma iracunda-.


No se atrevería- volvió a repetir.

-¿No?, entonces qué es esto- dije tendiéndole a través del agujero abierto en la
ventanilla una copia del documento de venta y otra de las escrituras de la propiedad
a nombre de Emmett.

-No puede ser-dijo con el rostro contraído -, mi padre cuando se entere la matará.

-Primero tendrá que pillarla, primero tendrá que averiguar dónde está. Me
encargó que te dijera que lamenta no quedarse para ver cómo te meten en la cárcel,
pero tenía un poquito de prisa -expliqué levantándome del asiento dispuesto a
marcharme-. Te veré en el juicio Tanya. Voy a declarar en él, pero contra ti.

-No podrás declarar contra mi Edward, eres mi marido y nunca tendrás el divorcio
Edward, jamás -sentenció Tanya.

- Pero, ¿es que alguna vez me casé contigo Tanya?- le dije volviéndome para
mirarla a la cara de nuevo-. Tanya, no se puede forzar a la gente a hacer lo que no
quiere, no es legal. Por culpa de tu chantaje hay algo que olvidé firmar -le dije de
forma misteriosa y nunca se me olvidará la cara que puso en ese momento-, menos
mal ¿sabes?, porque como marido tuyo no podría declarar en tu contra, según la ley.
Pero claro, si nunca me case…

Y dicho esto me marché de allí con la satisfacción y la sonrisa pintada en mi


rostro, mientras dejaba a una muy estupefacta Tanya mirando cómo me iba con los
ojos como platos y los ojos llenos de lágrimas. En unos días volvería a estar con mi
Bella. Y menuda sorpresa tenía para ella.

Me subí a mi coche y volví a Forks. Había quedado con mi familia en la antigua


casa de Dydime que Rose se estaba encargando de arreglar para Alice y Jasper.
- 260 -
Carlisle había comprado una mansión en una zona que podría decirse que
técnicamente no estaba en el pueblo. Era una mansión a la que recuerdo que
acudíamos de niños pues nos llamaba la atención ya que se decía que estaba
embrujada. La llamábamos la casa del vampiro porque según la leyenda allí habitaba
un aquelarre de vampiros sedientos de sangre. Cuentos de viejas para tener a los
niños alejados de allí ¿o no? El caso es que pasaba el río cerca y en esa zona tenía
mucho caudal. Esme se estaba encargando personalmente de la reforma y había
mandado reconstruirla a partir de la estructura principal y verdaderamente yo
pensaba que podría quedar una mansión muy bonita.

Aparqué el coche frente a la casa y entré dispuesto a darle a Rose toda la ayuda
que pudiera ofrecerle desde hoy hasta que me fuera a Jacksonville con Bella. Estaba
de vacaciones oficialmente. Las primeras verdaderas vacaciones que me había
permitido en todos estos años. Cuando llegué y presencié semejante escena no sabía
si reírme o echarme a llorar.

-Mamá, ¿qué haces en medio de la habitación sentada en esa silla? -pregunté sin
poder dejar de reírme. Últimamente reír se me hacia fácil.

-Ya que no puedo hacer nada físicamente por lo menos dirijo la cuestión - dijo,
aunque ya le habían quitado la escayola y el hueso había soldado, le quedaba una
larga rehabilitación por delante.

-Rose no pongas eso ahí, va mejor en el otro lado. Ángela por favor tienes que
limpiar eso mejor, no ves que con solo un trapo no sale. Es polvo acumulado de hace
años.

-Sí, sí, Renée ya lo sabemos -dijeron las dos pacientemente entre estornudos y
toses por culpa del polvo y eso que todos, niños incluidos, llevaban unas mascarillas.

-Peter, Tony, Seth -avisó mi madre…

-No nos digas nada, cuidado no rompamos nada-dijeron los tres a la vez.

-Es que podríais hacer como Gaby y Maggie, coger un trapo y limpiar algo -dijo mi
madre señalando a mi niña y a su nueva amiga que estaban como unas mujercitas
limpiando las cosas con un trapo y estornudando como unas locas.

-¿De dónde habéis sacado el vestuario? -pregunté divertido.

-Mejor no preguntes -dijo Rose malhumorada y enseguida adiviné de donde había


venido la idea de ponerse una especie de petos verdes fosforitos iguales a los que se
- 261 -
utilizaban para meterse en el río a pescar. ¿De dónde los habría sacado Renée?

-Se puede preguntar si me hiciste el favor de reservarme los billetes -le pegunté a
mi cuñada.

-Esto…sí, no tienes más que ir al mostrador y recogerlos. Ya sabes dos horas antes
-contestó Rose.

-De acuerdo.

Pasamos el resto de la mañana acondicionando la casa bajo la supervisión de mi


madre que no hacía más que ladrar órdenes con el bastón en la mano. Cuando nos
cansamos, decidimos dejarlo para la tarde e ir a comer un poco.

-¿A qué tanta prisa si hasta después de Navidades no la van a ocupar?- pregunté
un tanto intrigado.

-Bueno…esto… verás luego llegan las fiestas, hay que salir a comprar regalos, la
comida, la cena, la fiesta de la policía a la que por supuesto este año no podemos
faltar.

-Siento perdérmela, pero bueno Emmett lo recogerá en mi nombre, tampoco es


para tanto -dije yo un poco apenado más que por no recoger el premio, por la gente
que había votado para que nos lo dieran. Si pudiera ser que Bella tuviera esos días
libres…

-No, no lo es. Díselo a las madres de los niños anda -dijo Rose rodando los ojos

-No fue para tanto Rose, cualquiera lo hubiera hecho -yo había jurado proteger a
la gente del pueblo y eso es lo que hice, ni más ni menos.

-No cualquiera no…solo Emmett Swan y Edward Masen -dijo Rose de nuevo.

- ¿Sabes que opino- intervino Ángela-, que aquel día te ganaste el cariño y respeto
de todo el pueblo y ya puedes estar viviendo con Bella sin estar casado o como
quieras, que creo que todo el mundo te defenderá.

-Que exagerada eres.

-¿De verdad que no puedes volver para la fiesta?, a lo mejor a Bella le dan permiso
y podríamos pasar el fin de año aquí en vez de allí, total la bruja ahora no está para
impedirlo y los dos ya tenéis una situación perfectamente legal desde esta mañana.
- 262 -
Y el tema de los niños ya lo solucionaremos en verano, Ángela dice que no hay
prisa-dijo mi madre. Toda mi familia sabía por la situación que había pasado. Yo
había prometido nunca jamás ocultar nada y contar con las personas que me querían
y eso es exactamente lo que había hecho, nunca jamás volvería a defraudar a mi
Bella.

-Sí eso había pensado, como es después de Nochebuena… El problema es que a lo


mejor tiene guardia. Ella me dijo que en estos días para olvidarse un poco de la
cuestión se ponía a hacer guardias y luego celebraba en otro momento con Gaby.

-No creo que tenga guardia -dijo Rose muy convencida, muy deprisa y de forma
muy sospechosa.

-Rose, ¿hay algo que me tengas que decir? -le pregunté.

-¿Yo?-dijo pegando un respingo-. No, ¿qué tendría yo que decirte? Solo que no
creo que Bella se ponga a hacer guardia este año. Llámalo corazonada.

O poco conocía a esta mujer o algo estaba tramando y a juzgar por cómo la miraba
mi madre, ella también estaba en el ajo. ¿Qué sería? Sumido como estaba en mis
pensamientos no me fijé que el móvil me vibraba hasta que no empezó a sonar una
música de la… ¿Bella y la bestia? Vaya, alguien había manipulado el móvil - pensé
con una sonrisa.

-Bienvenido al maravilloso mundo de ser padre - me dijo Rose por segunda vez en
esos días. Yo le respondí con una sonrisa mientras descolgaba.

-¿Si?-contesté.

Bueno pues como veis Kate ha sido capaz de solucionar a Edward su


problema ja,ja, ja. Su matrimonio, por otro lado no era legal, es un hombre
libre, y en el capitulo quer viene es el reencuentro ¿que creéis que pasará?

Se que muchas me habéis pedido que Aro y Tanya sufrieran. Bien pues
deseo cumplido, es todo desde el punto de vista de bella y Edward, a
excepción de tres capítulos en los que pasaré al pov Gaby y a una narración
en tercera persona. Ya entenderéis porqué. El caso es que al o haber pov Aro
o Tanya no se ve el momento en cuestión pero creo que os bastará con saber
que sufren y mucho, Aro ha quedado bastante mal y Tanya, bueno lo que le
ha pasado no es nada agradable.

- 263 -
he de pedir perdón por si en algún momento he cometido errores de tipo
legal, no soy abofado y me ha costado mucho la investigación en Internet
pues a vece no entendía la mitad de los terminos. Menos mal que al final
conté con dos buenas amigas y lectoras. Angie Masen y Maya Cullen Masen,
gracias a las dos.

El termino legal exacto con el cual el juez anula el matrimonio con Tanya
saldrá en un capitulo posterior.

Gracias también por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis,

Bienvenidas a mon de cullen y beakis.

Gracias también a todas las que me habeis añadido a vuestras alertas y


favoritos. estoy contentisima pues cada vez sois mas, al igual que lectoras.

Y, por ultimo, un agradecimiento muy, muy especial a mi beta.

- 264 -
Chapter 22

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este capitulo a dos lectoras que en su día me pidieron una
escena romántica: JosWeasleyC y Angie Masen. JosWesleyC cuando el
capitulo del sillón te dije que aun no era el momento. Bueno ese momento
ha llegado espero no decepcionarte. Angie Masen te imaginaste la escena de
otra forma, lo siento ya tengo la historia totalmente escrita aunque tu idea
es genial, la tomaré prestada para otro fic con tu permiso. De todos modos
espero que te guste.

Capitulo 21: volviendo a la vida

Pov Edward

Bella pronto volvería de nuevo a Forks, como mucho solo tendría que esperar
hasta después de Navidades. Pero yo no me podía aguantar, así que en pocos días
cogería un avión a Jacksonville y pasaría las fiestas con ella y el resto de la familia
se nos uniría para fin de año.

Marco me había llamado para felicitarme por la feliz resolución de mi caso y para
pedirnos a mis padres, a Emmett y a mí que declaráramos en el juicio contra Tanya,
Aro y Cayo pues nuestra declaración era crucial al ser víctimas directas de su
chantaje, especialmente era importante mi testimonio. En realidad yo había hecho
un trato para testificar a cambio de que mi matrimonio con Bella se declarara legal y
válido, después de solucionarse el embrollo en el que me había metido. Lo cierto es
que esto no era más que una salida legal que el juez había adoptado para
concederme mi petición, pues todo el mundo sabía de sobra que yo estaba más que
dispuesto a declarar. Mis padres y Emmett, aceptaron gustosos así que de la noche
a la mañana nos convertimos en los principales Testigos de Cargo y Paul y Jared se
habían convertido en nuestra sombra. El peligro aún no había pasado a pesar de que
Aro, Cayo y Tanya estaban entre rejas, y Marco había mandado a Forks para
reforzar esa vigilancia a Quil y Colin. Embry, Brady, Jacob y Sam quedaban en
Jacksonville para seguir vigilando a Bella. Yo me puse nervioso ante este hecho pues
prefería mil veces estar yo desprotegido a que lo estuviera Bella y además, como
policías que éramos podíamos protegernos a nosotros mismos, pero Marco con muy
- 265 -
buen criterio me había dicho que en Forks había más gente a la que cuidar y eso
incluía a mi hija, así que ante semejante realidad decidí dejarlo como estaba.
Ninguno quería que la historia se repitiese y a pesar de que Emmett, mi padre y yo
como policías colaborábamos en la protección de los demás, al mismo tiempo
éramos testigos principales en el juicio contra Aro así que no me quedaba otra más
que aceptar, pues era imprescindible la protección del FBI.

Rose no podía declarar debido a su parentesco directo con los Vulturi y eso la
hacía sentirse mal porque quería enfrentar cara a cara a Aro y a Tanya por todo el
daño que habían hecho, empezando por el accidente donde murieron los padres de
Rose y los míos y terminando por el atentado donde su propio hijo había terminado
malherido. Marco le dijo que estaba en su derecho pero que la ley era muy clara en
ese sentido.

Hoy mi madre se estaba comportando de manera muy extraña y me preocupaba


que estuviera enojada conmigo por irme en unas fechas tan señaladas. Pero mi
mujer estaba sola y era su hija ¿no podía comprenderlo? Primero nos llamó a Rose a
Emmett y a mí para invitarnos a cenar a su casa ¿invitarnos?, si mi madre nunca
invitaba a cenar ni a comer, simplemente aparecíamos y ya está. Después cuando
me pasé a visitarla junto a Emmett como todos los días para ver como andaba, la
encontré cocinando, de pie, atención al dato, el plato favorito de Bella y la tarta de
chocolate que tanto le gustaba.

-Mamá, ¿qué haces de pie?, ¿cómo es que estás cocinando eso, no dijiste que…?-
le pregunté confuso.

-Hombre pues que yo sepa la comida no se hace sentada y ya sé lo que dije hijo
pero Bella pronto regresará a casa y esto es un ensayo, quiero ofrecerle ese plato el
día que ella vuelva - me dijo muy resuelta.

-¿Y no puedes hacerlo el día que vuelva para celebrarlo y te ahorras trabajo?, mira
que con la pierna -dije preocupado.

-El día que regrese lo volveré a hacer. Esto es un ensayo. Hace cinco años que no
lo hago Edward -me dijo rodando los ojos como si fuera obvio.

Me hubiera quedado satisfecho con esa explicación sino hubiera sido porque mi
madre no me había mirado a la cara en ningún momento mientras me hablaba y eso
solo significaba una cosa: estaba mintiendo. El comportamiento de Rose y mi padre
no eran muy distintos. Mi padre no hacía más que dar vueltas por toda la comisaria
ladrando órdenes a todo el que se ponía en su camino y Rose, Rose bueno, Rose sin
comentarios. Se había dedicado en cuerpo y alma a limpiar una casa que se suponía
- 266 -
no iban a utilizar hasta pasadas las fiestas ¿a qué tanta prisa? Ni que decir tiene que
mi hija y sobrinos si no estaban en el colegio o con Emmett y conmigo, estaban con
ella en la casa vigilados muy estrechamente por Rachel.

Emily se había marchado a pasar las navidades con su marido y habíamos


quedado en que, una vez estuviéramos allí, se volvería a hacer cargo de la niña.
Rachel la había sustituido y se había convertido en nuestra sombra con la excusa de
haberse hecho muy amiga de Rose en el colegio, Paul Jared, Quil y Embry seguían
de cerca todos nuestros pasos. Pero aún así, se necesitaba alguien que
temporalmente ocupara el puesto de Emily como "niñera" hasta que ésta volviera y
en eso estábamos. Jacob y Sam tenían varias candidatas pero estaban siendo
investigadas al milímetro.

Me fui a buscar a Rose a la casa que ocuparían Alice y Jasper a ver si podía ayudar
en algo o en todo caso a ver si podía rescatar a mi hija y sobrinos. Cuando llegué
estaban todos enfrascados en la limpieza de las habitaciones. Ángela y sus hijos
también estaban allí.

-Edward, por fin llegas. Mira ayúdanos a mover esto que no podemos- me dijo una
Rose bastante sofocada por el esfuerzo.

-Encantado señoras -dije entusiasmado de haber podido volver al grupo, a mi vida


anterior, a lo que yo tenía-, de verdad que sigo sin comprender como es que corre
tanta prisa.

Ángela y Rose se miraron, definitivamente aquí pasaba algo y Ángela también lo


sabía ¿qué podría ser?, le preguntaría a Emmett.

-Ángela -dije cambiando de tema a otro que me interesaba mucho- ¿qué tal Gaby?,
¿progresa?

-Es una niña encantadora Edward y sus progresos son excelentes -me dijo muy
orgullosa.

-Ya duerme en su cama toda la noche y sin pesadillas. De vez en cuando se


despierta y me llama por el walkie pero en cuanto le digo que ahí estoy se vuelve a
dormir.

-Yo no las tenía todas conmigo con eso del walkie, he de reconocer que no es un
método muy ortodoxo -me confesó- pero una vez más me inclino ante la sabiduría de
un padre, aunque sea novato como tú. Yo creo que más que poder hablar contigo,
ella siente tu presencia a través del aparato. Sabe que estas ahí para ella. Es más
- 267 -
una cuestión de confianza en ti que otra cosa. No sé, de alguna forma le has dejado
claro que siempre podrá contar contigo -me dijo.

-Pues no sabes cuánto me alegra oír eso, aunque a veces me pega cada susto -dije
contento con las noticias-. Me pongo el aparato debajo de la oreja para oírlo cuando
estoy dormido y no tardar mucho en contestarle y pego cada respingo en la cama.

-Sí, se algo de eso ja, jaaaaaaa. Bueno lo importante Edward es que está
mejorando y mucho.

-¿Y tus hijos?- le pregunté a Rose.

-Lo mismo, ya sabes que hemos empleado el mismo truco y mano de santo. La
diferencia es que nosotros tenemos a dos hablando a la vez por el aparatito.

-Ya veréis como poco a poco se arregla todo. Por cierto ¿qué hora es?, tenemos
que arreglarnos para esta noche -dijo Ángela.

-¿Vosotros también venís?-pregunté confuso. Aquí había gato encerrado y era todo
muy sospechoso.

-Sí, tu madre nos ha invitado -y de nuevo se miraron, ¿qué pasaría? De pronto se


me ocurrió que quisieran celebrar el hecho de que me había librado de Tanya pues
de lo otro aun no sabían nada, pero ¿por qué no decírmelo?

Me llevé a Gaby para vestirla e intenté sonsacarle algo. Verdaderamente no sabía


nada. Cuando llegamos a la casa, Emmett nos abrió la puerta y mi padre y Ben nos
saludaron desde el salón. Las mujeres salieron de la cocina y nos saludaban pero de
repente vi que mi madre, Ángela y mi cuñada se iban a la cocina a cuchichear algo.
Y me quedé pensando. Primero mi madre y su actitud, luego Rose y Ángela
limpiando a toda prisa una casa que iba a ser ocupada dentro de un larguísimo mes.
Miré a Emmett que estaba tan alucinado como yo, definitivamente traman algo.
Pero, ¿qué tramarían estas tres? Miedo me daba pensarlo, pues cada vez que estas
tres se juntaban a tramar algo eran temibles y letales y eso que mi Bella no estaba,
porque antes cuando vivía aquí, cuando se juntaban las cuatro…un momento,
¿cuándo se juntaban las cuatro? "Bella seguro que no está de guardia/… Tengo una
corazonada -, recordé las palabras de Rose de esa tarde. Mi madre cocinando la
comida favorita de Bella, precisamente hoy, su comportamiento extraño, la mesa
puesta para ¿más gente de la que somos ahora?… una sonrisa tonta se me puso en la
cara y me dirigí a la cocina. Al llegar las tres estaban hablando muy entretenidas y
no me oyeron llegar. Me apoyé en el marco de la puerta sonriendo abiertamente

- 268 -
-¿No crees que están tardando un poco?-oí que decía Rose-. Esta chica es capaz de
perderse, ya lo verás -le comentaba a las otras dos.

-¿Quién está tardando? -pregunté haciéndoles dar un respingo, y provocando que


a Rose se le cayeran todos los cubiertos al suelo, que Ángela se pegara un buen
porrazo en la cabeza con una puerta que estaba abierta y que mi madre pegase un
grito arrojando dentro de la cazuela la cuchara con la que removía la salsa.
Efectivamente iba por buen camino-. ¿Esperamos a alguien más a cenar? - pregunte
inocentemente-. Supongo que es mujer y que no conoce el pueblo o es muy
despistada, a juzgar por lo que hablabais -dije con una cara de inocencia tal, que si
hubiera sido actor me habrían dado el Oscar

-Bueno… sí… no… bueno, verás -empezó mi madre. Nos quedamos mirando los
cuatro, ellas sin saber que decirme y azoradas, y yo esperando a que me dieran la
única respuesta que quería oír. Después de aguantarnos un rato la mirada, ya no
tenía duda de lo que me decían sus expresiones y una enorme sonrisa se puso en mi
cara, y ellas al verla se echaron a reír nerviosamente mientras se miraban entre
ellas.

-Desde luego, sois las cuatro unos diablillos aterradores -les dije en broma.

-¿Cuatro? -contestaron ellas, poniendo esa cara de inocencia que ponían cuando
se veían pilladas en algo.

-Sí cuatro, aunque a lo mejor habría que añadir algún diablo mas a la ecuación
-dije pensando en Alice, esa sí que era un buen diablo.

-No sé a qué te refieres -dijo mi madre fingiendo sorpresa.

-Vamos mamá, ¿a quién esperamos? -pero no pudieron contestar, porque el


teléfono de Rose sonó.

-¿No me irás a decir que te has perdido y no sabes cómo llegar?- preguntó Rose a
quien llamaba por teléfono, un tanto enfadada y rodando los ojos al mismo tiempo.

Reí para mis adentros, esa frase me confirmaba todo, había dado en el clavo, solo
Bella era capaz de perderse en el pueblo que la vio nacer. Debo reconocer que el
pueblo había cambiado y crecido en estos años, pero es que mi Bella es tan
despistada que se perdería en una plaza si tuviera la oportunidad.

-Bella hija -dijo Rosalie-, de verdad que por mil años que pasen tú serás siempre
igual ¿verdad mi niña?, sí, si ya sé que el pueblo ha cambiado pero amiga ¡es tu
- 269 -
pueblo, por Dios! -yo seguía apoyado en el marco de la puerta con la sonrisa en la
cara y escuchando la conversación. De repente Rose volteó y se me quedó con cara
de ups, he metido la pata, y por el rabillo del ojo vi como mi madre se entretenía en
remover una ensalada inexistente y Ángela encontraba las baldosas del suelo muy
interesantes. Ya no me pude aguantar más la carcajada y comencé a reír con todas
mis ganas, yéndome hacia el salón a por las llaves del volvo. Emmett me miraba
confundido.

-No te muevas de ahí que ahora os voy a buscar -oí que decía Rose.

-¿Dónde vas Rose?-preguntó mi padre.

-Se ha perdido -contestó Rose desesperada. Confirmado, mi padre también estaba


en el ajo.

-Vale, espera que ya sé dónde estáis, ahora mismo voy a recogeros - dijo Rosalie.

-¿Quién se ha perdido?-preguntó Emmet-, ¿a quién van a buscar?

-¿De verdad hermanito que no te has dado cuenta de que tu mujer y tu madre
llevan todo el día muy extrañas?

- Bueno sí pero, como cada vez que traman algo se ponen así, pensé que… ¡Dios!
-exclamó cayendo en la cuenta de repente.

-No es necesario que vayas Rose. Mi dama está en peligro y me corresponde ir a


mí a rescatarla -le dije de forma muy teatral. Rose se me quedó mirando a la cara y
rompió en risas.

-Menuda sorpresita ¿no?, están en la entrada del pueblo en el McDonald's.

-Voy por mi mujer -dije mientras salía corriendo por la puerta con mi niña en
brazos.

-¿Qué pasa papi?, ¿a dónde vamos?-preguntó Gaby.

-Ahora lo verás.

Conduje lo más rápido que pude teniendo en cuenta que llevaba conmigo a una
niña de cinco años. Justo en la puerta del McDonald's divisé un coche rojo. Aparque
enfrente de ellos y al salir vi a Bella. Los dos nos quedamos mirando un momento y
sin pensarlo echamos a correr el uno hacia el otro. Nos encontramos a mitad de
- 270 -
camino y nos fundimos en el abrazo más fuerte que yo recordara jamás. Era un
abrazo de alegría, de vida recobrada. Bella se separó un poco de mí, se acercó al
coche, desató el cinturón de seguridad de la sillita de mi niña, cogió a Gaby en
brazos y los tres nos volvimos a fundir en un abrazo. Yo le daba besos por todos los
lados que buenamente podía, la cara, los labios, la frente, el pelo, pero sobre todo
los labios. Mi cuerpo reaccionó del mismo modo que lo había hecho en Jacksonville y
de repente notaba mis pantalones un poco más estrechos de lo habitual. En un
momento determinado, Alice cogió a la niña para saludarla y yo aproveché para
estrecharla más contra mi cuerpo y profundizar un beso que había empezado. Ella
enrolló sus manos en mi cuello alzándose un poco para besarme mejor, cosa que
aproveché y sin romper el beso la cogí por las nalgas y la alcé más arriba
obligándola a rodear mi cuerpo con sus piernas. Estuvimos así un buen rato,
besándonos, nuestras lenguas danzaban en un baile rítmico, exquisito, se peleaban
por ganar, no me quedó ni un solo recoveco de su boca por recorrer, el aire nos
faltaba pero eso no parecía importarnos, hasta que unas manitas nos tocaron
mientras Gaby se reía divertida.

-Tía Alice dice que como sigáis así, os vais a ahogar -dijo mi niña riéndose.

-Vamos a casa mi amor -le dije aun con ella en mis brazos. Bella se bajó de mi
cuerpo y cogió a Gaby y empezó también a besarla por todos los sitios, besos a los
que la niña respondía gustosa, era precioso ver este reencuentro madre e hija. Yo
aproveché para saludar a Alice y Jasper.

-Gracias por salvar a mi hija -le dije a Alice de nuevo, mientras le daba un gran
abrazo. Ya se lo había agradecido en Jacksonville pero estaba aun muy aturdida y
me pareció correcto volver a hacerlo ahora.

-Todo fue un placer -respondió -. Considero a Gaby como de mi familia, ya lo


sabes. Para mis sois mis hermanos y ella mi sobrina.

-Gracias por incluirme en la ecuación -dije agradecido de verdad.

-Me parece que te lo has ganado a pulso -añadió ella sonriendo de forma abierta.

-Te seguimos con el coche -dijo Jasper-, por fin alguien que sabe cómo llegar -dijo
con un teatral suspiro mirando a Bella con coña. Bella, que tenía aún cogida a mi
hija en sus brazos le sacó la lengua, me volví riéndome como un tonto y rodeé el
cuerpo de mi esposa con los míos y las encaminé al coche.

-Que sorpresa y que alegría me has dado -dije cogiéndola de nuevo en mis brazos,
una vez hubo puesto a Gaby en su silla, y besándola otra vez.
- 271 -
-Esa era la idea. Y ahora, ¿me llevas a mi casa?

-Será un placer -le contesté con esa sonrisa torcida que sabía que tanto le
gustaba.

-Espera mis maletas.

-Aquí están -dijo Jasper-, y ahora sí, te seguimos que será la única forma de llegar
-agregó mirando a Bella con guasa.

-De verdad que cuando no es Jacob eres tú -dijo Bella resignada entrando en mi
volvo.

-Jasper, la voy a llevar primero a nuestra casa. Pero cuando pare no hay perdida,
la casa de mis padres es justo la de al lado, la que tiene la verja pintada de amarillo.
Mi madre dice que el amarillo le recuerda al calor que en Forks no hace -dije
rodando los ojos y entrando a mi vez al coche-. Cuando paremos quedaros con Gaby,
mientras yo llevo a Bella a casa ¿ok?-tenía una sorpresa que darle y quería dársela a
ella sola. De repente observé que Bella estaba muy callada.

-¿Qué pasa?

-Todavía lo tienes -me dijo emocionada.

-Bueno, este es otro modelo más moderno, el otro simplemente dijo adiós. Pero
por nostalgia cogí el mismo color y la misma marca. Pasamos muchas cosas en aquel
coche ¿recuerdas?-ella asintió con la cabeza-. De todas formas cuando te llegue el
Aston Martin me lo tienes que dejar-dije guasón y ella volvió a decirme que sí con la
cabeza-vamos primero a casa mi amor. Estoy deseando enseñártela y tengo una
sorpresa para ti -le dije con una sonrisa en mi cara tan grande como todo el mapa
estadounidense enterito.

-Y yo deseando verla.

-Es tan bonita mamá, seguro que te encanta -dijo mi niña

-Teniendo en cuenta el amor con que se ha hecho, seguro que me encanta


-contestó mirándome a los ojos con esa mirada que tanto había echado de menos.

-Edward que pasa con…ya sabes…Kate no ha querido decirme nada.

-Eso forma parte de la sorpresa, mi amor.


- 272 -
Arranqué el coche y con mi mano derecha cogiendo la suya me encaminé a lo que
desde ahora mismo sería nuestro hogar. No podía evitar mirarla, estaba tan feliz y a
ella se le veía igual. Llegamos a la casa. Le indiqué a Jasper con la mano cual era la
de mis padres y dejé a Gaby con ellos no sin antes explicarle que necesitaba un
momento a solas con su madre. Abrí con el mando la verja de acceso al garaje y una
vez aparcados nos dirigimos dentro de la casa.

-¿Qué te parece? -le pregunté ansioso mientras veía como inspeccionaba toda la
cocina-, si hay algo que no te gusta… a lo mejor acostumbrada a esa tan enorme que
tenias en Jacksonville

-Es perfecta - me cortó-, me encanta y está decorada maravillosamente. ¿Renée te


ayudó o lo hiciste tú?

-Bueno, no quería que nadie entrara antes que tú pero ya sabes que a mí la
decoración…, Renée y Rose me echaron una manita…-confesé.

-Pues es maravillosa Edward. Ya veo que me prestabas atención cuando te


describía mi cocina perfecta -me dijo haciendo que las lágrimas salieran a mis ojos.
Por supuesto que había escuchado todas y cada una de las palabras y eso se
reflejaba en cada rincón de la casa.

-Y no solo me escuchaste con la cocina mi amor, también es mi salón perfecto, mi


despacho y biblioteca perfectas y mi sala de juegos perfecta -me dijo una vez hubo
visto esas tres partes de la casa. Ahora estábamos yendo hacia las habitaciones y yo
cada vez estaba más nervioso porque viera nuestra habitación. La verdad es que me
había esmerado muchísimo, era en donde había puesto más amor y más dedicación.
Pero primero fuimos a que viera la habitación de Gaby.

-Vaya -exclamó mi Bella-, ya veo que ha conseguido que su padre le compre la


famosa cama de la Bella Durmiente -dijo admirando la enorme cama que le había
comprado-. Me gusta mucho, es preciosa, ¿ya duerme sin pesadillas?

-Ya consigue dormir sola la mayor parte de la noche y cuando se despierta y tiene
miedo, coge esto - dije enseñándola el Walki- llama a su papá y hablamos un rato y
luego se vuelve a dormir -Bella me miró enarcando las cejas.

-Fue idea mía pero Ángela dice que le ha ido bien -expliqué orgulloso-. ¿Vamos a
que te enseñe nuestra habitación?-le pregunté deseando mostrársela

-Por supuesto- dijo cogiéndome de la cintura.

- 273 -
Y de esta manera nos encaminamos hasta nuestra habitación. Cuando entró en
ella, sus ojos se abrieron como platos y literalmente se quedo muda de la impresión.
Pasaron unos largos segundos, o quizás fueron minutos, viendo y observando toda la
estancia. La enorme cama King Size, con su cobertor dorado. El tocador con sus
mesillas de noche a juego con la cama que entre mi madre y yo habíamos escogido,
el enorme espejo, el reproductor de música, el vestidor…las fotos enmarcadas que
había en la repisa de la enorme chimenea, los cuadros de la pared que no eran más
que fotos ampliadas de nuestra boda, del nacimiento de Gaby… y uno muy especial
que alguien había pintado para nosotros.

-Edward es…es…-se la veía que casi no podía hablar, tenía un nudo en la


garganta. Me acerqué a ella intentado tranquilizarla- ¿te gusta? - le pregunté
besándola en el cuello y subiendo hasta el lóbulo de la oreja-, la cama está
esperando a que esta noche la estrenemos -le dije de forma muy seductora al oído.
De repente se volvió me echó los brazos al cuello y comenzó a sollozar en mi
hombro.

-Es maravillosa, Edward, no tengo palabras, es… es todo lo que había soñado. Y yo
que pensé que te aburría cuando te hablaba de estas cosas. Nunca pude haber
imaginado… gracias -dijo besándome castamente en los labios.

-Espera que aún no has visto el baño -le dije empujándola hacia el enorme cuarto
de baño donde había hecho instalar un jacuzzi con todas sus comodidades. Al lado
una enorme y cómoda ducha, no había que olvidar que allí protagonizaríamos
algunos momentos…

-Edward -chilló Bella- es maravilloso. No… no tengo palabras, gracias, mil veces
gracias. Gracias por quererme, gracias por todo Edward. ¿Has hecho todo esto
estando con la bruja?

-Venía aquí cada vez que quería estar un rato a solas, era mi refugio, mi sitio
especial donde solo existíamos tú y yo -le dije con la verdad en la mirada.

-Pues ahora será nuestro hogar, nuestro sitio especial, para los tres.

-¿Y para lo que pueda venir no?- pregunté inocentemente-. Yo ya tengo mi


princesa pero tú querías un Edward en miniatura ¿recuerdas?- le dije como quien no
quiere la cosa.

-Y aún lo sigo queriendo, sobre todo si es tuyo y se parece a ti -me dijo dándome
otro beso-. Si quieres empezamos a intentarlo desde ya.

- 274 -
-Estaré encantado mi amor-dije radiante de alegría-. Nada me haría más feliz que
otro hijo contigo y mil más si vinieran así que no se hable más. ¿Amor?-pregunté-,
¿te gustaría cambiarte de ropa y refrescarte un poco?

-Pues la verdad es que sí. No tardaré mucho.

-Te ayudaría, pero tenemos que acudir a una cena. Pero esta noche no te escapas
-añadí en su oído mientras dejaba caer mi aliento en él. Ella se estremeció y mi
cuerpo parecía que tenía fuegos artificiales dentro.

Mientras se duchaba bajé a por las maletas que habíamos dejado en el coche y
antes de subir, cogí aquel CD donde estaba grabada la nana que en su día compuse
para ella. Subí de nuevo a la habitación, metí el CD en el reproductor y esperé…Al
cabo de unos segundos, apareció envuelta en mi albornoz, tal y como esperaba.
Encendí el reproductor y la música comenzó a sonar.

-Bella antes que nada- dije un con una mezcla de duda y ansiedad-, quisiera volver
a darte una cosa-dije dirigiéndome al ya más que famoso cajón y cogiendo el cofre
del que saqué una caja forrada de terciopelo negro. Lo abrí delante de ella, allí
descansaba, junto con las alianzas, el anillo de mi madre, el que yo le regalé el día
de la graduación y que luego me devolvió.

-Bella, el juez ha anulado mi matrimonio con Tanya, ha admitido la alegación de


Enajenación Mental Transitoria por lo que he quedado libre del delito de bigamia y
ha declarado el nuestro totalmente legal a cambio de que testifique contra los
Vulturi en el juicio. Los documentos definitivos todavía no los tengo, se los van a
enviar a Kate pero soy libre, estamos legalmente casados y esto te pertenece -le dije
con el corazón encogido por la angustia-. Siempre fue tuyo ¿quieres por favor
volvértelo a poner?

-Será un placer -me contestó y mi corazón se hinchó de alegría.

-¿Me lo quieres poner tú?-me pidió con una sonrisa de oreja a oreja. Cogí su
alianza y me arrodillé ante ella.

-Isabella Marie Swan, ¿quieres volver a casarte conmigo para poder amarte y
respetarte como te mereces toda la vida hasta que la muerte nos separé e incluso
más allá de ésta y para, en la medida de mis posibilidades, reparar con mi amor el
daño que te hice y subsanar todos los errores que cometí?

-Sí quiero -me dijo mientras deslizaba de nuevo el anillo por su dedo. Ella tomó el
otro anillo, el que me correspondía a mí, me miró con una expresión cargada de
- 275 -
amor, hizo que me pusiera en pie y repitió mis palabras…

-Edward Anthony Masen, ¿quieres volver a casarte conmigo para poder amarte y
respetarte tal y como tú te mereces hasta que la muerte nos separé e incluso más
allá de ésta y poder así dejar que repares con tu amor todo el daño que me hiciste y
los errores que cometiste y, por supuesto, poder hacer yo lo mismo?

-Claro que quiero, lo estoy deseando -le dije mientras ella deslizaba de nuevo la
alianza por mis manos. La acerqué más a mi cuerpo para poder besarla. Luego tomé
el anillo y antes de ponérselo en el dedo correspondiente me puse de rodillas de
nuevo ante ella. Bella me miraba con lágrimas en los ojos, mientras la música seguía
sonando.

- Bella, me gustaría volver a renovar nuestros votos matrimoniales en una iglesia,


delante de un sacerdote, de la familia y de todo vecino del pueblo que quiera venir.
Quiero proclamar de nuevo a los cuatro vientos que eres mía y que yo soy tuyo, y
esta vez para siempre.

-Mi respuesta es sí, yo también quiero renovar los votos delante de todo el mundo
y proclamar que te quiero.

Le deslicé el anillo en su dedo, me levanté del suelo, la tomé en mis brazos y la


besé. La besé como si esa fuera la última noche que íbamos a pasar juntos, la besé
con una desesperación que jamás pensé que pudiera llegar a sentir, con un amor
infinito, la cogí entre mis brazos y la llevé a la cama, me deshice del molesto
albornoz y como dos locos enamorados consumamos de nuevo nuestro amor.

Me separé a regañadientes de ella, pero teníamos que acudir a una cena y Bella
tenía que cambiarse. La esperé en la sala de juegos entretenido con un videojuego al
que llevábamos unos días jugando Gaby y yo. Pasados unos minutos apareció por la
puerta preciosa, totalmente preciosa. Se había puesto una blusa roja que resaltaba
más esos hermosos senos que eran mi perdición. La blusa era muy sencilla pero
tenía un montón de botones que instintivamente deseé desabrochar en ese mismo
instante. Llevaba también una falda negra muy estrecha por encima de la rodilla que
resaltaba sus maravillosas piernas. Le puse el abrigo antes que mis primitivos y por
demasiado tiempo dormidos instintos siguieran haciendo estragos en mi
entrepierna, y salimos de la casa tras haber cerrado la puerta.

Nos encaminamos hacia la casa de Renée y Charlie por un camino interior que
conectaba las dos y que se había construido dada la enorme amistad existente entre
los Masen y los Swan. De ahí que fueran mis tutores legales y por eso pudieran
adoptarme sin problemas. Cuando llegamos a la casa, una alegre Rose seguida de
- 276 -
una no menos alegre Ángela, rodearon a Bella entre sus brazos. Mientras los demás
esperaban para saludarla.

- ¿Qué tal estás hermanita? -dijo un Emmett que no salía aún de la sorpresa.

-Muy bien -contestó Bella-. Ya ves que he traído refuerzos -dijo irónicamente
mirando a Alice y Jasper.

-Ya sabes que yo siempre detrás de ti, como hermanas siamesas tal y como afirma
mi padre -contestó Alice siguiendo la broma.

-Lo que pasa Alice, es que si te quedas sola en Jacksonville, ¿a quién vas a enredar
para una de tus interminables tardes de compras?-preguntó Bella alzando una ceja
-además, tus padres también se vienen para acá ¿no?

-Bueno, aquí tampoco escaparás hermana -dijo Rosalie-, en Port Ángeles ya hay
varios centros comerciales y si no está Seattle.

Bella gimió y Rosalie y Alice se echaron a reír, junto con mi madre y Ángela.

-Hola Bella -dijo Ben saludándola-, no sabes cuánto me alegra verte por aquí y
verte con este de nuevo -dijo refiriéndose a mí-. Parecía un ánima del purgatorio que
se hubiera perdido en Forks -y todos reímos de nuevo.

-¿Y Jacob?, ¿no decíais que venía también con vosotras?-preguntó mi madre.

-Le esperamos después de las navidades con Nessie.

-¿Nessie? -dijeron mi madre, mi padre y Rose a la vez.

-Sí - dijo Bella resignada-, ha pasado igual que con Gaby ya nos lo pegó.

Con la excusa de que le quería enseñar a Alice su antigua habitación las cuatro
mujeres subieron escaleras arriba mientras mi madre daba, con nuestra ayuda, los
últimos retoques a la cena. Rose, Ángela y Alice bajaron solas y yo supuse que Bella
necesitaría un rato a solas en esa habitación llena de recuerdos. Pero ante una señal
de Rose, subí para compartir ese momento con ella. Cuando llegué estaba sentada
en la cama mirando al vacío. Me senté detrás de ella y la rodeé con mis brazos
dándole un beso en la mejilla, mientras en silencio recordábamos el pasado.
Nuestras guerras de almohadas, mis escapadas nocturnas para meterme en su
cama, las huidas por la ventana para ir a nadar a la piscina a altas horas de la
noche, las horas interminables estudiando o escuchando música, las bromas que
- 277 -
Emmett le gastaba debido a su manía de no guardar nunca los CDs en la caja que les
correspondía cosa que nos volvía locos a todos, la noche en que estuvimos mirando
las joyas de mi madre después de que Renée me dio ese joyero al cumplir los
dieciocho…

Al cabo de un rato bajamos con nuestras manos entrelazadas y todos nos pusimos
a cenar. La cena transcurrió como todas las cenas en casa de los Swan, con bromas,
risas y chistes a los que contribuían Ángela y Ben además de Jasper y Alice que
parecían muy a gusto con nosotros. Yo, en lo único que pensaba, es que esa cena
acabara cuanto antes para poder tenerla en nuestra cama debajo de mí. Volviendo a
recuperar mi vida, nuestra vida…su amor.

Habíamos decidido por el camino que les daríamos las nuevas noticias a los
postres pero mi madre, nada más entrar reparó en la alianza que Bella volvía a
llevar en su mano. Ante su mirada interrogante le dije que tuviera paciencia que a
los postres se enteraría

-Pero yo soy la madre -se quejó - tengo derecho a saberlo antes.

-Pues en este caso lo sabrás con todos los demás, créeme mamá, espera y te
gustará más la noticia -le dije intentando persuadirla.

Y puedo decir que funcionó, no del todo, pero funcionó. Aunque estuvo toda la
noche echando miraditas y lanzando indirectas, tanto es así que Rose, Ángela y Alice
se percataron del asunto y decidieron llamar a Bella a la cocina. Cuando salió de allí,
Bella llevaba una sonrisa triunfante y ellas cara de resignación.

Por fin, llegaron los postres y con ello el momento…

Bueno pues parece que ya todo vuelve a su lugar ¿o no? Ya han tenido su
reencuentro y en el capi siguiente habrá más, pasión, amor y un regalo
inesperado para Rose ¿que será?.

Espero que el momento romántico os haya gustado a todas, en serio no


quiero decepcionar y os aseguro que habrá más. la verdad es que este
capitulo seguía con parte del siguiente, pero vi que este era larguísimo y el
siguiente muy corto así que decidí dar algunos retoques ja,ja,ja.

Gracias a todas por vuestro apoyo y por vuestros rr:

- 278 -
Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis.

Beakis y Nydia, no puedo responder a vuestros rr porque tenéis


desactivada la opción así que desde aquí o digo que gracias por ellos.

Y por supuesto muchas gracias a mi beta sin cuya ayuda estaría


totalmente perdida.

Y gracias también a toda las que me habéis añadido a alertas y favoritos.

- 279 -
Chapter 23

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 22: Redención

Pov Edward

-A ver familia- dije llamando su atención, todos callaron y me miraron.

-Bueno huelga deciros que Bella y yo estamos juntos de nuevo porque es más que
obvio, pero si queríamos deciros que seguimos oficialmente casados -había evitado
dar este detalle a la familia para que fuera una sorpresa para todos.

-Eso es sencillamente estupendo-, exclamaron un montón de voces a la vez, pero


yo las callé de nuevo.

-Como todos ya sabéis -dije mirando a mi padre el cual me había echado una
pequeña bronca cuando se lo conté -no firmé ni entregué los papeles del divorcio
incurriendo inconscientemente en un delito de bigamia. Sí papá -silencié sabiendo lo
que me iba decir-, sé que podía haber terminado en la cárcel, pero Bella tiene muy
buenos amigos como también sabéis, y me enorgullece saber que son también
amigos míos. Gracias a la ayuda de Kate, de mis amigos y sus testimonios a mí favor,
la declaración de Ángela y la intervención de ese juez amigo de Marco, todo quedo
solucionado, he quedado absuelto del delito de Bigamia, el matrimonio con Tanya es
ilegal desde el momento en que fui coaccionado mediante chantaje para celebrarlo,
obligándome con ello a separarme de la mujer que realmente amaba, así que el juez
lo ha invalidado, es como si nunca hubiera existido, el único que tiene valor es el
mío con Bella, el Juez lo ha declarado válido y legal a cambio de mi declaración en el
juicio.

-Un momento-dijo Charlie, rompiendo la alegría general-, en qué estado ha


firmado el juez todo esto.

-En el estado de Washington papá, -le contesté -pero el juez me ha dicho que su
resolución será válida en cualquier estado de la Unión.

- 280 -
Mientras mi padre y Emmet respiraban aliviados, todo el mundo gritó
emocionado. Pero antes de que se desmandaran y no me dejaran terminar, les
silencié otra vez.

-Esperad, hay más -les dije-, veréis he pedido a mi esposa que renovemos los votos
matrimoniales en la misma iglesia, con toda la familia, los amigos y cualquier vecino
de Forks que quiera asistir y ella me dijo que sí, así que familia, Bella y yo
renovaremos nuestros votos matrimoniales.

En unos segundos nos vimos envueltos en besos, abrazos, felicitaciones, por parte
de toda la familia. Mi hija, sobrinos y los hijos de Ángela y Ben nos miraban
intrigados, hasta que claro, vino la pregunta obvia.

-¿Por qué estáis todos tan contentos? - preguntó un quinteto perfectamente


coordinado.

-Hija ven aquí -la llamé cogiéndola en brazos y sentándola en el borde de la mesa-,
verás, ¿te acuerdas que preguntaste si me volvería a casar con tu madre?

-Síiii -chilló ella emocionada- ¿os vais a volver a casar?

-No exactamente, hay unos papeles que dicen que estamos casados y que no hace
falta, pero aun así queremos ir a una iglesia y hacer como si nos casáramos otra vez,
¿te parece? -le pregunté-. Sabes en esas ceremonias siempre hay una niña que lleva
los anillos ¿querrías ser tú?

-Siiiiiiiiii - chilló de nuevo, realmente emocionada y dando saltos por toda la


habitación.

-¡Lo sabía… lo sabía! -chilló de repente una muy histérica Alice compitiendo con
mi hija en su danza de saltos, mientras el resto de la familia se dedicaba a
felicitarnos de nuevo-, lo sabía desde que has entrado y he visto el anillo de nuevo
en tu dedo -cosa que fue corroborada por mi madre y por Rose-. Felicidades amiga,
no sabes cuánto me alegro. ¿Habéis decidido ya la fecha de la boda?

-Bueno…pues…-dije dubitativo mirando a Bella.

-¿Para cuando piensas que se celebrará el juicio?

-Supongo que para principios de año, no sé marzo, abril como mucho, Aro sigue
grave, se está recuperando pero aún no está fuera de peligro, si se salva, habrá que
esperar a que pueda presentarse.
- 281 -
-¿Qué te parece entonces el 20 junio si todo marcha bien?

-Pues que no me podías hacer un mejor regalo de cumpleaños -dije mirándola con
los ojos empañados con lágrimas de felicidad.

-Pues el 20 de junio entonces.

-Eso es muy poco tiempo -volvió a chillar Alice de nuevo-. Tenemos muchas cosas
que hacer, el vestido lo primero, encargar las invitaciones, contratar la iglesia, el
catering, los vestidos de las damas de honor, las flores…

-¡Alice para! -gritaron a la vez Bella y Jasper. Y como si de un robot al cual


hubieran desconectado se tratase, Alice se quedó completamente quieta mirando a
mi Bella y a su marido con una cara rara…

-Vale, vale -dijo por fin -ya me he puesto hiperactiva pero es que hay tantas cosas
que hacer y es tan poco tiempo que…

-Alice… -volvieron a repetir Jasper y Bella.

-Bueno, bueno ya paro. Pero luego cuando tengamos que ir corriendo ya os lo diré
yo. Porque a ver, tenemos que ver el vestido eso lo primero y…

-Nada Bella, que no tiene arreglo-dijo Jasper dando un suspiro. Y Todo el mundo
empezó a reír y rodó los ojos ante la hiperactividad de esta mujer.

-Si queréis vamos al salón a tomar el café -dijo mi madre.

-Me parece bien -contestó Bella que ya se había instalado en mis piernas con la
consiguiente broma de Emmett-, pero antes Rose -dijo dirigiéndose a mi cuñada -
tengo un regalo para ti -anunció levantándose a coger su bolso.

Y dicho esto entrego a Rose un sobre muy parecido al que Carmen nos había
entregado con los documentos de las tierras de Emmett. Rose se la quedo mirando
confundida y miró al sobre como si fuera una carta bomba.

-Ábrelo- dijo mi Bella riéndose-, no te va a comer. Es un regalo mío y también de


Marco, él lo encontró.

Rose abrió el sobre más confusa todavía y después de unos segundos de mirar lo
que había dentro, se abalanzó sobre nosotros, pues Bella volvía a estar sobre mi
regazo, y abrazó a Bella llorando de alegría. Todos estábamos confundidos, bueno yo
- 282 -
estaba confundido y ahogado porque el peso de las dos sobre mí, en fin era mucho
peso y me estaban asfixiando. Por el rabillo del ojo vi como Emmett arrebataba a
Rose el papel que tanta ilusión le había hecho.

-¡Bella, hermanita! -exclamó Emmett con una sonrisa de oreja a oreja cuando vio
lo que eran esos papeles. A ver si los demás nos enterábamos también. Tal era la
que se había formado que hasta los niños se habían acercado.

-¿Cómo has conseguido esto? - preguntó Emmett y el papel le fue arrebatado de


las manos por mi impaciente madre. Mi padre se puso a leer el contenido por
encima de su hombro y yo enjaulado como seguía no me enteraba de nada.

-Más bien ha sido Marco el que lo vio. Corín Denali, que al igual que su padre
estaba harta de los tejemanejes de Aro y Cayo, nos ha puesto objeción a que el FBI
revisara las transacciones de su empresa con las de Aro. Eleazar, su padre, también
va a ser investigado pues se sospecha que los negocios que se traía con los
hermanitos no eran muy legales, y si colabora saldrá bastante bien librado. Parece
ser que Aro obligaba a Eleazar a colaborar con él debido a Carmen. Y no me digas
cómo, pero de repente apareció entre las cosas que Aro traspasó a Empresas Denali
y Corín no ha puesto inconveniente en vendérmela. Marco me ha dicho que ni
queramos saber para que la utilizaban así que me imagino que necesitara bastante
reforma -explicó Bella.

-¿Se puede saber de qué habláis? - pregunté una vez que había conseguido
incorporarme un poco pues Rose y Bella seguían abrazadas y yo no pensaba
apartarme de Bella así muriera en el acto por aplastamiento.

-Es la casa de los padres de Rose -tuvo a bien informarme Bella-, donde Rose paso
los primeros años de su infancia.

-Los únicos felices hermanita -aseguró Rose con una mirada nostálgica-, Dios Bella
te ha debido costar mucho dinero -se quejó- y ya nos habías dado para recuperar
nuestra casa. No…no me lo merezco.

-Pues yo creo que sí te lo mereces Rose, es mi forma de agradecerte el que


estuvieras siempre ahí, siempre siendo mi amiga y mi hermana, pasase lo que
pasase y luchando contra quién tuvieras que luchar, sin importarte las
consecuencias. La vida te ha hecho pasar por una dura prueba Rose, por culpa mía,
y menos mal que solo quedó en eso Rose en una prueba que has superado y con la
nota muy alta. Por todo eso, gracias. Rose tu sabes mejor que nadie que puedo
permitírmelo. Es tuya de nuevo, tu herencia, haz con ella lo que quieras -dijo mi
Bella, Rosalie tenía lágrimas en los ojos, mientras yo bajaba la cara bastante
- 283 -
avergonzado porque era verdad, Rose fue la única que se mantuvo firme y le plantó
cara a esa zorra cuando los demás estábamos doblegados, la única que me decía las
verdades a la cara y me ponía en mi sitio.

-Pues ya que hablamos del tema -apostilló Emmet-no sé cómo pero tengo que ir
devolviéndote como pueda el dinero que me has dejado, te has debido de arruinar
hermana y eso no lo puedo permitir.

-Ni se te ocurra-dijo Bella indignada-, eso fue un regalo y lo de Rose también. Ni


se te ocurra Emmet Cullen devolverme nada de dinero porque te juro que… Mira, se
me ocurre algo si te vas a sentir mejor, abre una cuenta a nombre de tus hijos y ves
metiendo allí lo que se supone me debes a mí y digo se supone porque no me debes
nada -terminó de decir muy digna.

-Pero Bella -siguió Emmet tercamente-deben ser todos tus ahorros, es imposible
que hayas pagado todo esto sin quedarte sin ningún remanente para ti, te has
debido arruinar. Si no me lo coges, lo que hago es abrir una cuenta para tu hija.

-Emmet no me hagas presumir de persona adinerada porque no va conmigo -dijo


Bella -solo cógelo. Tómalo como un regalo y cállate. Gaby está bien, no necesita
nada. Tengo todavía dinero. Pero déjame decirte una cosa Emmet Cullen -advirtió en
el mismo tono que empleaba mi madre para zanjar una cuestión-aunque me hubiera
quedado en la más completa y absoluta ruina lo hubiera hecho igual, eso que te
quede bien clarito y tampoco querría que me lo devolvieras. El dinero es eso dinero,
lo importante son las personas.

-Amén a eso -dijo Rose -y como yo sé de lo que hablas te lo acepto todo. Gracias de
nuevo, Bella -dijo levantándose de donde estaba, gracias a Dios porque yo ya
empezaba a no sentir mis piernas.

-Pues parece que eso de ser médico se paga muy bien -dijo Emmett volviendo a su
modo bromista-, ¿o es que te has dedicado a atracar bancos en estos años y no nos
hemos enterado?, ¿no te habrá entrado complejo de Bonnie y te habrán declarado
Enemigo Público en algún sitio verdad?, mira que por aquí hay mucha poli suelta.

-Emmet, ¿conoces la Corporación Plat? -preguntó Bella.

-Cascaras y quien no -contestó Emmet.

-Pues Esme, la madre de Alice, es la dueña junto a su padre. Ella me aconsejó


unas buenas inversiones que tuvieron éxito y además soy una de las dueñas y
accionista de la revista Quiérete un poco más ¿te suena?- pregunto con ironía.
- 284 -
-Si es una revista de esas de mujeres que… ¿Rose no es esa la que compráis mamá
y tú?-preguntó despistado como siempre

-La misma, pero no la compramos hijo -contestó mi madre orgullosa-Bella nos la


manda gratis todos los meses.

-¿Y tú eres la dueña?-volvió a decir Emmet-¿qué más ases tienes escondidos en la


manga hermana?, ¿no serás también la dueña de Mac Donald' s y yo pagando por las
hamburguesas todos los días? -dijo tan serio que acabó provocando una carcajada
general. La verdad es que al ir a por el dinero que necesité para comprar la casa de
Emmett, no pude evitar ver el saldo que en esa cuenta había y quedé realmente
asustado pero orgulloso al mismo tiempo de todo lo que mi Bella había conseguido y
de lo sencilla y buena que seguía siendo. Dicen que el dinero cambia a las personas,
pero a mi Bella la había cambiado para ser mejor aún.

-No Emmet-dijo mi Bella riéndose aún y haciendo un movimiento con el cuerpo al


reírse que hizo muchos estragos en mi entrepierna. A ver si nos podemos ir pronto y
Gaby se duerme deprisa, pensé para mí.

-Bueno -dijeron Alice y Jasper haciendo realidad mí deseo-, es hora de que nos
marchemos. El viaje ha sido largo y estamos cansados.

-Además -agregó Jasper-, Alice aún no está recuperada del todo y… se calló de
repente al ver la mirada envenenada que le estaba echando su esposa.

-Sí, será mejor que nos vallamos - dijo si dejar de mirarle con las cejas levantadas
-a descansar, el viaje ha sido largo.

-Nosotros también nos vamos a ir, Edward- dijo mi amor. ¡Al fin ¡ grité yo en mi
mente -estoy cansada. Y me gustaría estrenar ese Jacuzzi -me dijo al oído muy
sensualmente y el pantalón de repente encogió tres tallas.

-Sí, mi amor, vámonos que Gaby estará cansada -dije levantándome deprisa pero
cubriendo el cuerpo con el de ella para que no se viera mi problema. Gaby vino y me
pidió que la cogiera en brazos. Mira, una buena manera de ocultarlo también.

- Bella -dijo Rosalie al despedirse de ella -mañana quiero hablar contigo, se me ha


ocurrido una idea. He pensado que podríamos arreglar la casa y convertirla en un
centro de reeducación para jóvenes que padecen trastornos alimenticios como
anorexia y bulimia, bueno y no tan jóvenes. Sabes que siempre he admirado tu labor
en esa revista y en todas las organizaciones benéficas en las que estás metida para
luchar contra esto y me gustaría aportar mi granito de arena.
- 285 -
-Me parece perfecto Rose, es una gran idea.

-Pues mañana hablamos -dijo Rose.

-Cuenta con mi apoyo -dijo Ángela-, supongo que necesitarán ayuda psicológica
¿verdad?

-Y con el nuestro -dijeron Alice y Jasper a la vez -y supongo que Esme y Dydime
también querrán aportar. Desde luego Esme se encargará personalmente de la
reforma de la casa, eso no te quepa la menor duda, ya sabes como es.

-Pues yo no me voy a quedar fuera -dijo mi madre-. Después de todo serán casi
todas adolescentes, alguien tendrá que ponerlas firmes ¿no?.

Después de despedirnos de todos, Bella y yo con Gaby en mis brazos medio


dormida, nos encaminamos hacia nuestra casa. Qué bien sonaba eso. Rose y Emmett
iban a acercar a Jasper y Alice hasta su nuevo hogar, pues no sabían exactamente
donde estaba. Yo por mi parte con mi niña en uno de mis brazos, su cabeza apoyada
en mi hombro y con el otro abrazando a Bella mientras caminábamos por el pasillo
que llevaba a casa, sentía que tenía el mundo en mis manos. No necesitaba nada
mas, lo demás podía irse a la porra yo así ya era feliz.

Cuando llegamos a la casa, llevamos directamente a Gaby a su habitación, con


mucho cuidado de no despertarla le pusimos el pijama y la metimos en la cama.

Salimos de allí entornando un poco la puerta y ya no me pude aguantar más. La


cogí en brazos y la cargué estilo novia en dirección a nuestra habitación. Cuando
llegué la deposité directamente sobre la cama y me tumbé encima de ella.

-¿Pero no íbamos a estrenar el Jacuzzi? -preguntó Bella mientras empezaba a bajar


su mano desde mi pecho hasta mi cintura y tirando de mi camiseta, me la sacó de un
tirón.

-Cambio de planes -le dije yo empezando a desabrocharle la blusa. Llevaba una


blusa roja muy bonita con muchos botones. Esto estaba bien para jugar un poquito,
verás como la iba a poner. Empecé a desabrocharle un botón muy lentamente, y
cuando lo conseguí le di un beso en los labios y luego descendí por su barbilla, hasta
el cuello y de allí a la parte que había dejado desnuda el botón desabrochado. Pero
estaba claro que Bella tenia las mismas ganas que yo porque ni corta ni perezosa
bajó su mano hacia mi ya muy abultada erección y a través de la tela del vaquero, la
abarcó con sus manos mientras la apretaba y frotaba para después arquearse de
forma que fuera su centro el que se frotara contra mí. Era una lucha de poderes
- 286 -
para ver quien ponía más al límite a quien y estaba decidido a ganar. Me separé un
poco de ella y con la lengua empecé a chupar por la parte de la blusa donde estaba
el segundo botón, intentando cogerlo con mi boca. Llevé mi mano al mencionado
botón y lo desabroché mientras volvía a recorrer el mismo camino anterior, boca,
cuello y piel al descubierto. Ella con sus manos apretaba y masajeaba mi pene por
encima de los pantalones y se arqueaba intentado entrar en contacto con esa parte
de mi cuerpo, pero yo no me dejaba, así que optó por desabrochar la cremallera de
los pantalones. Ante ese gesto me tensé, pues sabía lo que venía a continuación y
efectivamente me bajó los pantalones y metió su mano por dentro de mí bóxer y
empezó a acariciar mi pene. Lo acariciaba lentamente, igual de lento que yo le
desabrochaba la blusa. Porque eso sí yo no había dejado de desabrocharle botón por
botón y besando cada trozo de piel que quedaba expuesta. Ella empezó a masajear
mi glande muy lentamente, acariciando, haciendo círculos con su dedo. No sabía
cuánto tiempo más iba a poder aguantar, su contacto era exquisito y le había echado
mucho de menos.

-Edward-me llamó con voz entrecortada y ronca de excitación -por favor entra
dentro de mí, no me tortures mas.

-Solo un poco más mi amor, no tengas prisa -dije mientras terminaba de quitarle la
blusa del todo y empezaba con el sujetador que ya me estaba molestando. La subí un
poco hacia mí, cosa que aprovechó para enredar sus piernas alrededor de mi cintura
moviéndose sugestivamente contra mi pene. Una vez que el sujetador terminó, y no
me pregunten cómo, colgado de una de los apliques de la lámpara del techo, empecé
a tocarla con la mano uno de los pezones, acariciándole, masajeándolo al igual que
ella hacía con mi pene. Y con mi boca me dedicaba al otro, chupándolo, saboreando
su dulce sabor. Esos pechos eran mi perdición, siempre lo habían sido y ahora más.
Con la mano que me quedaba libre había conseguido subir su falda hasta conseguir
llegar a sus braguitas, las cuales sin remordimiento alguno arranqué literalmente de
su cuerpo. Ya le compraría otras. Busqué su centro y empecé a acariciarlo de la
misma forma torturadora con que ella me acariciaba el pene. Busqué la cremallera
de la falda y con dificultad la bajé, pues solo tenía una mano ya que la otra estaba
dedicada a mi estimulante favorito, el pecho. Ella dejó mi placentera tortura un
momento para terminar de quitarse la falda y yo aproveché para quitarme del todo
los pantalones y el bóxer. Una vez desnudos y expuestos el uno al otro, volvimos a
nuestra tarea, yo masajeaba y chupaba sus pezones, y con la otra mano le acariciaba
el clítoris y la invadía con mis dedos. Pero no era suficiente, dejé de chupar sus
pezones y fui bajando con mi boca dándole besos por todo el cuerpo hasta llegar a
su centro, donde empecé a lamerlo describiendo círculos con mi lengua mientras
mis dedos seguían metidos en su interior. Al tiempo que ella seguía exquisitamente
entretenida con mi pene.

- 287 -
-Edward… -me llamaba, pero yo estaba ocupado, no podía contestar.

-Por favor… no aguanto más -me avisó.

-Pues córrete mi amor, no te aguantes, venga suéltalo -la incité. Y debí excitarla
un montón porque de repente noté como mi boca se llenaba de su dulce néctar.

Cuando hube bebido todo lo que ella me dio, subí de nuevo por su cuerpo sin dejar
un solo centímetro sin lamer y sin besar. Llegué a su boca y la besé, con pasión, con
ternura, con lujuria, con necesidad, al tiempo que mi pene se iba introduciendo
lentamente en su interior.

-No lo hagas tan lento por favor… -me pidió.

-¿Qué prisa tienes?- le pregunté-, ¿has quedado con alguien? -le dije mientras me
movía deliberadamente lento en su interior. Hasta que ella tomó un poco las riendas
y rodeándome con sus piernas para profundizar más empezó a moverse tan rápido
que yo veía que me venía el orgasmo antes que a ella y no quería que ella se
quedara insatisfecha. Así que empecé a estimularla de todas las maneras posibles
mientras me movía todo lo lento que ella misma me lo permitía, al final un grito suyo
me dijo que estaba llegando, así que yo me dejé ir con ella.

Nos quedamos un rato uno encima del otro. Bella con las piernas rodeándome y yo
aún sin salir de ella. Había sido muy intenso, no en vano estábamos recuperando
cinco años de amor perdido.

-No salgas de mí -me pidió cuando una vez recuperadas nuestras respiraciones,
intenté salir de ella para recostarme a su lado.

-¿No íbamos a ir al Jacuzzi? -le pregunté.

-¿Tú crees que podríamos llegar conmigo en tus brazos y sin salir de mi? - me
pregunto desafiante. Era costumbre nuestra lanzarnos estos desafíos ¡Otra cosa que
también había echado de menos!

Nos levanté a los dos de la cama, no sin esfuerzo, y con sus piernas rodeando mi
cadera y mi pene dentro en ella, llegamos al jacuzzi. Haciendo verdaderos ejercicios
malabares, entré dentro de la bañera y la tumbé poniéndome encima de ella. Me
alcé un poco para dejar que los chorros de agua salieran. Con tanto movimiento, mi
pene había comenzado a crecer de nuevo dentro de ella, así que empecé a moverme
lentamente, mientras la besaba y lamía con mi lengua.

- 288 -
-No me has dejado salir de ti y mira lo que ha pasado por tu culpa, mi amor -le dije
moviéndome dentro de ella cada vez más deprisa pues seguía teniendo mucha
necesidad a pesar de no hacer ni diez minutos del anterior.

-Pues habrá que solucionarlo -dijo enredando más sus piernas en mí y moviéndose
como solo ella sabía hacerlo, consiguiendo que me excitara todavía más. Salí de ella
con su consiguiente protesta y le di la vuelta rápidamente pues no estaba para ir
despacio, y la penetré de una sola estocada por detrás. Mi cuerpo se movía por
detrás suyo frotándose contra su delicioso trasero mientras ella se arqueaba hacia
atrás para facilitar que le dejara besos y más besos en el cuello mientras con una
mano le acariciaba sus senos y los dedos de la otra frotaban su clítoris. Ella,
completamente arqueada contra mi pecho echaba las manos hacia atrás tocando y
acariciando todo lo que podía. Nos excitamos hasta tal punto el uno al otro, que mi
siguiente orgasmo fue más intenso que el primero y el suyo también.

-Esto es maravilloso -dije todavía sin haber recuperado mi respiración del todo. Al
salir de ella me había sentado en el suelo del Jacuzzi y la había atraído hacia mi
pecho.

-Cuanto te he echado de menos Edward -me dijo acariciándome otra vez por zona
peligrosa y poniéndose a horcajadas sobre mí. Gesto que yo respondí y así
terminamos enredados de nuevo en ese juego amoroso que solo dos personas que se
aman de verdad, que se quieren, que se disfrutan, pueden compartir.

La mañana nos sorprendió sin que nos diéramos cuenta. No sé cuantas veces más
habíamos hecho el amor esa noche, pero si puedo asegurar que la cama y el Jacuzzi
quedaron oficialmente estrenados. Yo me sentía pleno, completo, dichoso, feliz, mi
cuerpo gritaba por el suyo, ya no sentía vergüenza de mí mismo, la había dejado en
esa casa que había sido mi cárcel tantos años. La tenia acurrucada contra mi pecho
y para mí eso era el mundo.

-Quédate un poco más amor -le dije apretándola contra mi cuando vi que se
removía -aún es pronto. Gaby está dormida todavía.

-¿Y cómo lo sabes? -dijo mientras me miraba interrogante.

-Por ese aparato que ves ahí. Es el que tiene la culpa -le expliqué mientras cogía el
Walkie-. Como ves es un Walkie como los que utilizamos los policías para
comunicarnos, ya te conté ayer ¿te acuerdas?

-El caso es que Ángela le dijo que tendría que acostumbrarse a dormir solita.
Parece que mis dos mujeres Swan tienen mucha afición a dormir conmigo -dije
- 289 -
mirándola con burla.

-Es que eres irresistible, que le vamos a hacer -dijo con fingida resignación
rodando los ojos, gesto que yo correspondí con un nuevo beso.

-El caso -seguí con mi relato -es que se me ocurrió la idea de comprarnos uno y
conectarlos a la hora de dormir y así si tenía pesadillas o miedo no tenía nada más
que llamarme. Ángela al principio no estaba muy convencida pero los resultados han
sido geniales. Como ves ha vuelto a dormir toda la noche de un tirón.

-¿Y Peter y Tony? -interrogó Bella.

-Pues más o menos lo mismo. Tony aún tiene alguna que otra pesadilla pero
Ángela dice que es normal ya que él se llevo la peor parte, pero por lo demás están
bien, son los mismos niños de siempre.

-Gracias por acceder a traerla contigo -dijo acurrucándose otra vez en mi pecho-,
si se hubiera quedado allí no se habría recuperado tan pronto.

-No, gracias a ti por dejármela y depositar esa confianza en mí. Bella con ella aquí
he renacido, he hecho y recuperado cosas que hacía tiempo no tenia o hacia, me ha
hecho sentirme libre, distinto y responsable de alguien. Solo me faltabas tu para
estar completo del todo y aquí estás, ya no puedo pedir nada más ni quiero nada
más mi amor -le dije besándola de nuevo. Tendríamos que ir con cuidado porque
Gaby no tardaría en despertar, menos mal que por el Walkie la oiríamos antes de
que se presentase de improviso en la habitación pues estábamos desnudos y tenía
intención de seguir así un ratito más.

-¿No tienes que ir a trabajar?-me preguntó de repente-, me apetece verte vestido


de poli, hace tiempo que no te veo y estás tan guapo con el uniforme.

-Bueno -le dije juguetón -luego te hago un pase privado, puedes mirar mientras me
desnudo o ayudarme a quitármelo, como prefieras -le dije mordiéndole el labio.

-Acepto esa propuesta -me dijo estremeciéndose en mis brazos-, pero tendrá que
ser cuando acabes el turno que si no, no llegas.

-Me lo tendré que poner a propósito pues había pedido vacaciones. De hecho
pensaba salir esta misma mañana rumbo a Jacksonville a pasar las navidades los
tres juntos.

-¿De verdad pensabas hacer eso? -me dijo incorporándose un poco y mirándome
- 290 -
con alegría en sus ojos.

-De todas las épocas del año, amor, la Navidad es cuando más te echaba de
menos. Las compras, los paseos por las calles de Port Ángeles iluminadas con las
luces, poner el árbol, las peleas por donde colgábamos cada adorno, las reuniones
bajo él una vez adornado cantando villancicos, la Nochebuena y la posterior reunión
en la plaza del pueblo con velas encendidas para seguir cantando más villancicos, la
Navidad con sus regalos, el año nuevo… Me dije a mi mismo que no pensaba pasar
una Navidad más si ti, así que si tu no venías a mi…

- Es curioso porque yo sentía lo mismo. Le pedí permiso a Carlisle, pero me


mostraba reticente porque aún estabas con la zorra, pero cuando la detuvieron salí
corriendo para acá.

-Pues casi que me alegro amor -le dije. Bueno en algún momento tenía que
contárselo ¿verdad?- verás… el lunes siguiente al día de Navidad, es el tradicional
baile de la policía en Seattle ¿recuerdas cuando íbamos a él?

-Sí, sí lo recuerdo-me dijo mirándome pensativa y aquí venia la pregunta


-Edward…

-No tuve más remedio que ir en estos años amor. Al principio me resistí, pero le
bastaba amenazarme con haceros daño para que hiciera lo que ella quisiera -le dije
con vergüenza de nuevo, pero era bueno hablar de ello y desahogarme y que ella me
escuchara. Eso contribuía a recuperar también mi autoestima-. Pero no disfrutaba
-dije volviendo al tema de la fiesta-, es por eso que tengo ganas de volver contigo de
mi brazo. Bueno y además es que… este año… Emmett iba a ir en mi nombre…pero
ya que estás aquí…

-¿Qué pasa Edward?-dijo mirándome expectante -me dijiste que no me ibas a


ocultar nada.

-Y no te lo oculto es solo que no fue para tanto, cualquiera lo hubiera hecho, solo
que Emmett y yo estábamos ahí. Verás por culpa de un cortocircuito se originó un
incendio en el colegio. Los bomberos no daban abasto porque el fuego se extendió
rápidamente, imagínate cuanto papel y madera puede haber para que arda en un
colegio. Creíamos que los habían sacado a todos, pero no fue así. De repente
escuché sus gritos y vi sus pequeñas manitas asomar por una ventana pidiendo
socorro. Se habían quedado encerrados en el cuarto de baño y me llamaban a través
de la estrecha ventana. No me lo pensé dos veces, cogí una manga de riego que
afortunadamente quedaba sin usar, me empapé de agua todo lo que pude y me metí
en el colegio de nuevo. Emmett iba detrás de mí, conseguimos llegar hasta la puerta
- 291 -
del cuarto de baño la cual menos mal que cedió a balazo limpio, no sin antes
advertir a los niños que se quitaran, les rociamos de agua a todos y salimos de ahí
tan de prisa como pudimos. Salieron todos sin más problema que un poco de
intoxicación por humo. Emmett y yo salimos más perjudicados pues inhalamos
bastante más, pero nos recuperamos en seguida. El caso es que por petición de la
mayoría de la gente del pueblo, nos van a dar una especie de placa en ese baile y el
Cuerpo de Policía nos va a dar una condecoración…

-¿Qué no es para tanto dices?, ¿salvaste a un montón de niños pequeños de la peor


de las muertes y dices que no es para tanto?-me dijo emocionada y ¿orgullosa?-
Edward eres un héroe y ¿dices que no es nada?-me volvió a repetir echándose a mis
brazos mientras me decía lo orgullosa que se sentía de amar un hombre así, y yo no
puede sentirme más feliz de oír eso. Si Bella Swan, perdón Masen, estaba orgullosa
de mi, eso me bastaba. Aunque era yo el que estaba más que orgulloso de ella por
muchas razones.

-Alice se va a quedar muda de la impresión cuando sea yo la que le proponga ir de


compras - me dijo mirándose las uñas como si nada-, me voy a comprar el vestido
más bonito de todo Seattle e iré contigo del brazo a esa fiesta sintiéndome la mujer
más orgullosa del mundo. Y Gaby vendrá con nosotros ¿podrá?, ¿nosotros íbamos?,
ya verás cuando se entere…

-Ya lo he oído todo, mi papi es un héroe, mi papi es un héroe -dijo mientras la oía
como bajaba de la cama para venir a nuestra habitación. Nos levantamos rápido a
por un pijama mientras sus pasos se acercaban. Cuando llegó se echó a mis brazos
concediéndole a Bella el tiempo de vestirse del todo, yo ya me había puesto los
pantalones del pijama.

-Mi papi un héroe, mi papi un héroe -repetía una y otra vez dándome besos por
toda la cara. Y yo no podía sentirme más feliz. Las dos personas que más quería en
el mundo estaban orgullosas de mí. Entre las dos habían conseguido lo que hacía
dos meses me parecía imposible: me habían redimido, me habían salvado, era otra
vez yo. Ya no me sentía sucio ni avergonzado, todo eso quedo atrás. Había
recuperado su amor no solo el de Bella, sino el de las dos.

Hola ¿como estáis? menuda nochecita que han tenido ¿no?, se ve que se
echaban de menos y se tenían ganas ja,ja,ja. Bueno que disfruten que se lo
han ganado. Parece que las cosas poco a poco se van encauzando. ya
veremos si esto sigue así.

- 292 -
Para todas las que estabais intrigadas con el regalo para Rose y
especulabais sobre que podría ser tengo que deciros que enhorabuena, lo
habéis adivinado, era la casa de sus padres. ¿Que os parece lo que quiere
hacer con ella?

¿Que opináis del Edward policía que sin dudarlo un segundo se mete junto
a Emmett en medio de un fuego para salvar a unos niños? Pues tranquilas
que si os ha gustado ese Edward policia volverá de nuevo.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis,Ely Cullen M

Quierodar la bienvenida a: Ely Cullen M

Gracias como siempre a mi beta y a su maravilloso trabajo.

Y, por supuesto, gracias a todas las que me habéis añadido a alertas y


favoritos.

- 293 -
Chapter 24

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este capitulo a mi amiga Ludgardita porqué la pareja Alice


y Jasper es su favorita.

Capitulo 23: Tarde de compras al estilo Alice

Pov Bella

-¿Podrías repetirme eso que has dicho otra vez?-dijo Alice al teléfono y en mi
mente se instaló una imagen mental de mi amiga poniéndose una mano en la oreja y
fingiendo un repentino ataque de sordera.

-Pues que la escuela se incendió el invierno pasado y a Edward y a Emmett les van
a dar una medalla y un reconocimiento por salvar a unos niños que estaban
atrapados en uno de los cuartos de baño -dije intentando desviar de la atención de
mí amiga la verdadera cuestión.

- Es muy loable de su parte, Bella y en cuanto lo vea le voy a felicitar por eso, pero
¿exactamente qué quieres?-siguió mi amiga erre que erre.

-Pues ya te lo dicho Alice -le respondí exasperada-, quiero que Rose y tú me


acompañéis a comprar el vestido más bonito que encontremos. Quiero estar muy
guapa ese día -añadí esto último en un susurro como para mí, pero Alice me oyó.

-¿Dónde está mi amiga y que has hecho con ella?, pero no eras tú la que decías
que esas cosas carecían de importancia y que no veías la necesidad de ir de compras
por un fiestecita de nada o un baile, que ya encontrarías cualquier cosa.

-Esta es una ocasión especial -le dije bajando la cabeza.

-No tendrá ese comentario nada que ver con una repentina bajada de autoestima
debido a cierta rubia despampanante que otros años acompañó a Edward, más bien
obligo a ir, a esos bailes.

- 294 -
-Bueno… - empecé- es una zorra, una malnacida y una arpía pero a mi lado… ella
es más guapa.

-Tú eres idiota amiga -dijo Alice enfadada- ¿ella más guapa que tú?- ni en sus
mejores sueños, y aunque así fuera Edward te prefirió a ti ¿o no?

- Sí pero… - intenté decir.

-Pero nada -me cortó-. Bella iremos de compras hoy mismo y te comprarás el
vestido más bonito que exista, acudirás a ese baile como la reina que eres en el
corazón de ese hombre. ¿Pero que no has visto como te mira? Deja de pensar y decir
estupideces. Pero te advierto que te vestiré de Bella Swan -dijo muy segura-no
dejaré -prosiguió-, que te disfraces de lo que no eres solo para subir una estúpida
autoestima que en estos momentos debería estar tocando el cielo. Bella -añadió- tu
eres una mujer de verdad, Tanya no es más que un proyecto de mujer, una zorra sin
escrúpulos, ¿de verdad quieres parecerte a ella aunque solo sea en el vestir? no
resultaría Bella, no estarías ni la mitad de guapa, tú eres tú y punto. ¿Dónde estén
esas palabras de ánimo y esos sabios consejos que a través de tu revista dices a esas
jóvenes tan faltas de autoestima que llegan a enfermar?, ¿podrías aplicarte un poco
el cuento? Voy a llamar a Rose-, concluyó dando por terminada la conversación y
colgándome el teléfono.

Pero nadie mejor que mi amiga para subir mi autoestima, la verdad es que ese
discurso que me había echado además de llegarme al alma me había subido la
moral. He de reconocer que mi Alice tenía razón. Pero no podía evitar compararme
con Tanya. El baile se celebraba en Seattle y al él no solo acudiría gente de Forks
conocedores de nuestra situación, sino gente de Seattle y Port Ángeles y me había
dado por pensar que al verme del brazo de Edward en "sustitución" de la que ellos
creen su esposa, pensarían que Edward había perdido con el cambio.

Y Ahora, mientras guardaba en la nevera la comida que habíamos comprado en el


supermercado y veía como mi marido columpiaba a su hija en ese viejo columpio que
tan buenos recuerdos me traía, no puede evitar pensar lo tonta que había sido al
considerar siquiera semejante cosa. Y sobre todo después de la noche que me había
regalado. Si me humedecía de nuevo nada más recordarlo. Pegué mi cara al cristal
recordando más que viendo los hermosos momentos que Edward y yo habíamos
pasado en ese entonces desvencijado columpio y que ahora había reformado y
pintado de un bonito color rojo.

-Un dólar por tus pensamientos -me dijo una voz aterciopelada y maravillosa
mientras que unos labios más maravillosos todavía me daban un beso en el cuello y
unos brazos rodeaban mi cintura por detrás.
- 295 -
-Solo estaba recordando los inolvidables momentos pasados en ese columpio -le
dije sonrojándome.

-Sí, yo también los recuerdo. Solía venir aquí muy a menudo y me sentaba en él a
recordar, Bella. Esta casa era mi refugio. Bella -me dijo poniendo uno papeles en mi
mano -firma esto por favor, Kate me los ha mandado, los acabo de recibir.

-¿De qué se trata?-le pregunté.

-Son las escrituras de esta casa puestas a tu nombre y al mío, a partes iguales.
Quiero que todo lo mío sea tuyo Bella. A mí ya me tienes en cuerpo y alma y esta
casa es lo único que poseo. Quiero que sea tan tuya como mía. Fírmalos por favor
-me pidió mientras depositaba besos cortitos en mi cuello.

-Lo haré con una condición -le dije con mi corazón exultante de alegría por el
detalle que estaba teniendo. De verdad se estaba ganando mi perdón a marchas
forzadas. Y no era la casa en sí, sino el hecho de que quería que compartiéramos las
cosas como iguales.

-¿Que condición, mi vida?-me preguntó sin dejar de besarme mientras vigilaba a


Gaby jugar en el columpio.

-Yo también quiero que todo lo mío sea tuyo-le contesté-, a mí ya me tienes en
cuerpo y alma -le dije repitiendo sus mismas palabras-. Las cosas materiales que
poseo son mi dinero, el Aston Martin que tanto te gusta y el Mercedes. El dinero
está depositado en una cuenta a nombre de los dos por lo que no hay necesidad de
hacer papeleos, pero quiero que lo consideres tan tuyo como mío -le pedí-, y coge lo
que necesites cuando lo necesites o cuando quieras. Y lo mismo en cuanto a los
coches, quiero que los uses siempre que se te antoje o te parezca bien, son
completamente tuyos, sobre todo el Aston Martín el cual he conservado para ti.

Me giró hacia él y me dio un suave y tierno beso en los labios que no expresaba
más que amor.

-Ojalá que llegue antes del baile -me dijo con su típica sonrisa torcida- ¿te
imaginas?, del brazo de la mujer más guapa de todo el estado y conduciendo ese
coche. Voy a ser la envidia de todos -yo le di un golpe en el pecho roja como un
tomate por lo que acababa de decirme y él me volvió a besar.

-He oído lo que le decías a Alice, amor -me dijo señalando a la ventana que estaba
abierta -nunca me oyes, jamás te compares con esa mujerzuela Bella -me dijo con un
poco de enfado en la voz-. Ella no es digna ni de besar por donde tu pisas. Tú eres
- 296 -
una maravillosa mujer, buena profesional, buena hija, buena madre, buena amiga
y… magnifica esposa, ella no es más que una rubia oxigenada sin pizca de cerebro
que necesita pintarse como una puerta para parecer guapa. Además de ser mala
persona en todos los aspectos de su vida. No llores amor, ¿te he hecho llorar? lo
siento -me dijo al notar mis lagrimas, limpiándomelas a la vez con su boca.

-No me has hecho nada -le dije para tranquilizarle-… muchos en ese baile saben
que ella es tu esposa y…

-Tú eres mi esposa Bella, mi mujer, mi todo, nunca lo dudes, y no solo por la
resolución de un juez, sino porque yo lo siento aquí, en el corazón. Y no dudaré en
aclarárselo a cualquiera que plantee la menor duda en ese baile. Es por esa una de
las razones por lo que quiero volver a sellar nuestro amor casándome de nuevo
contigo. De cualquier forma, todos los que habrá en ese baile son compañeros que
están la mayoría al corriente de lo que ha sucedido. Firma por favor -me dijo
tendiéndome los papeles y un bolígrafo. Yo los cogí con una gran sonrisa pintada en
el rostro y firmé todo lo que me dijo que tenía que firmar-. Mañana se lo enviaré de
nuevo a Kate para que me lo tramite -me dijo-. Le pedí el favor porque no conocía a
ningún otro abogado y como además es tu amiga… espero que no te moleste.

-Todo lo mío es tuyo ¿recuerdas? y eso incluye a mis abogados y mis amigos - le
dije muy en serio aunque mi tono era distendido. Guardó los papeles en la carpeta
de donde los había sacado y me dio otro largo beso en los labios que en seguida
comenzamos a profundizar. Fue un beso dulce, lento, mi lengua le pidió permiso
para entrar y él me lo dio gustoso, saboreé cada recoveco de su boca con mi lengua
mientras él hacía lo mismo con la suya. Pronto nos tuvimos que separar, no solo por
la falta de aire sino porque el maldito e inoportuno móvil sonó.

-Dime Alice -bufé más que contesté cuando vi el identificador de llamadas


mientras notaba como Edward se reía detrás de mí-, vale, bien, de acuerdo, ahora se
lo digo -le dije después de escuchar lo que me decía.

-Alice, Rose, Ángela y yo vamos a ir de compras a Seattle para lo de los vestidos


del baile y Emmett y Jasper han pensado que podríamos ir todos para ir viendo
también los regalos de Navidad, que ya es la semana que viene.

-Me parece perfecto -me contestó -Tus regalos ya los tengo -me dijo mientras
volvía a ponerme con mi espalda pegada a su pecho para que así pudiéramos vigilar
mejor a Gaby-. Uno de ellos ya más o menos lo sabes aunque tiene que llegar el
documento que lo haga oficial y el otro lo compré el día que fuimos a por la cama de
Gaby mientras Rose la entretenía. Bella, con respecto al regalo de Gaby, verás
quería hablar contigo. El día que estuvimos de compras, vio una bici que le gustó y
- 297 -
se pasó dos días diciendo que se la iba a pedir a Papa Noel porque la suya era ya
muy pequeña, ¿qué te parece?

-Me parece perfecto. De hecho su bici no es bici, es una especie de triciclo. Es


otra cosa que he dejado en Jacksonville. Pensaba comprarle una buena bici aquí. Así
que me has leído la mente.

-Pues no se hable más, mientras las mujeres compran vestidos nosotros


compramos los regalos de nuestras mujeres y luego compramos lo que nos falte -me
dijo mientras pasaba los labios por mi cuello de arriba abajo cosa que me estaba
poniendo a cien-, mira así conozco más a Jasper.

-Te gustará, es una buena persona-le dije- y ha sido un gran soporte para mi todos
estos años. Me alegra de que comprendas nuestra relación, es algo así como otro
hermano más.

-No te voy a negar que al principio sentí celos tanto de él como de Jacob -me dijo
-pero ahora todo está bien mi amor.

-Pues me alegro -le dije volviéndome y dándole un beso en los labios- Y ahora voy
a preparar la comida que cierta señorita pronto tendrá hambre y no conoces a Alice
cuando se trata de ir de compras y uno se retrasa.

-Te ayudo -me dijo ilusionado -como cuando ayudábamos a mamá, o cuando te
ayudaba a ti ¿te acuerdas?, ¿recuerdas cuando terminábamos rebozados de harina
después de una de nuestras guerras?

-Claro que me acuerdo -le dije sonriendo.

-Pues vamos a recuperar otra cosa más de nuestra relación -dijo poniéndose un
delantal y en ese instante mi mente calenturienta se lo imaginó con ese mismo
delantal pero sin nada debajo.

Preparamos la comida entre risas y bromas y como no, tirándonos pegotes de


harina el uno al otro, recuperando como él había dicho antes ese aspecto de nuestra
relación. Pero en esta nueva ecuación se incorporó una personita más. Gaby nos
pilló en medio de nuestra peculiar batalla y quiso participar, por lo que al final
parecíamos un trozo de pescado a la espera de que nos frieran. Después de darnos
una ducha rápida comimos entre risas y bromas mientas le contábamos a Gaby
detalles de nuestras antiguas batallas de harina. Después de fregar y recoger entre
los tres la cocina, nos vestimos y fuimos a donde habíamos quedado con los demás.
Gaby se empeñó en irse con sus primos en el coche por lo que hubo que hacer
- 298 -
verdaderas maniobras para meter tres sillas de viaje en el coche de Emmett, pero se
consiguió. Alice y Jasper venían con nosotros y Ángela y Ben, que siempre eran
invitados al baile, en su propio coche con sus hijos. Tuvimos un viaje muy agradable
según para quien claro, porque Jasper en un intento de caerle mejor a Edward se
pasó todo el rato contando anécdotas sobre mi habilidad para caerme y tropezar en
los sitios más insospechados así como de las cosas que me pasaban por culpa de ese
dudoso don.

-Bueno, vamos primero a ver los vestidos-dijo una muy entusiasmada Alice a la
conquista de un centro comercial que no conocía. Y arrastrándonos a Ángela, a Rose
y a mí con ella-. Gaby, Maggie, vosotras os vais con vuestros padres -horror había
empezado a dar órdenes-vosotros -dijo dirigiéndose a los chicos-, haced lo que sea
que hacen los hombres cuando están solos pero teniendo en cuenta que lleváis niños
con vosotros. Dentro de una hora más o menos quedamos aquí -Emmett, Edward y
Ben que no estaban acostumbrados a semejante transformación, la miraban de hito
en hito asintiendo automáticamente. Pobres, si lo único que les faltó fue cuadrarse
ante ella.

-Haz caso de los consejos del Capitán General -me dijo Edward al oído antes de
irse-, sé tú misma Bella, tu eres genuina y única, no quieras parecerte a nadie. Yo te
quiero a ti -y una vez dicho esto me dio un beso en los labios y se marchó con
Emmett, Ben y Jasper, dejándome plantada en el sitio aunque no por mucho tiempo.

-Vamos -dijo Alice tirando de mí-, que no tenemos todo el día.

Recorrimos un montón de tiendas de ropa. Rose, Ángela y Alice encontraron sus


vestidos en la tercera o cuarta tienda que encontramos. Edward les había dado a
Jasper y Alice, hacia escasamente unos minutos, una invitación para el baile,
dejándome gratamente sorprendida, un punto más a su favor. Tenía tantas ganas de
darle mi regalo de Navidad. Lo había mandado hacer expresamente para él en
Jacksonville, mi decisión estaba tomada y cada minuto que pasaba y con cada cosa
que hacía me reafirmaba cada vez más en ella. Iba sumida en mis pensamientos
cuando al dar la vuelta en una esquina me fijé en una tienda y en el vestido que
llevaba puesto el maniquí del escaparate.

-Chicas ¿qué os parece este? -les pregunté.

-Es perfecto Bella, creo que por fin lo has encontrado-me contestó Rose. Alice y
Ángela asintieron complacidas. Entramos en la tienda y pedimos el vestido en mi
talla, entré a los probadores y me lo probé. Yo me veía bien. Salí con él puesto y vi
que mis tres amigas se quedaban sin palabras.

- 299 -
-¿Esa mirada es de "Bella que guapas estás" o "la de quítate eso en seguida que
pareces un adefesio" ? -las enfrenté.

-Esta mirada es la de Bella estás preciosa y vas a tener a Edward babeando todo el
rato y quitándote moscones de encima -dijo Alice al tiempo que Rose y Ángela
asentían con la mirada.

-Amén a eso amiga mía -dijo Rose confirmándome lo que su mirada me decía-.
Solo una cosa Bella -me dijo -veras… con este tipo de vestido no puedes llevar ropa
interior, si acaso un tanguita muy, muy pequeño.

-¿Qué?- pregunté sonrojándome al instante mientras la miraba estupefacta- ¿Rose


no me estarás insinuando que valla desnuda debajo de este vestido?

-Bueno podemos optar por la idea del tanguita y arriba un sujetador que no se
note mucho, si vas a ir más cómoda -me dijo Alice-, aunque no creo que a Edward le
importe la primera opción.

-¿Qué no?-saltamos Rose y yo a la vez-, no conoces lo posesivo que es Edward, en


cuanto se dé cuenta de que no llevo ropa interior querrá llevarme de vuelta a casa.

-De acuerdo, pues vamos a ver si encontramos alguna tienda de Victoria Secrets
-dijo Rose-, porque eso que dices es una gran verdad.

Seguimos recorriendo el centro comercial en busca de las tiendas de ropa interior.


En realidad no se qué mosca le había picado a Alice con Victoria Secrets, parecía
que llevaba comisión. Según mi modo de ver cualquier tienda de ropa interior valía
¿o no?, pero hasta que no encontramos una tienda de esa firma no paró. Entramos y
como venía a ser su costumbre, cogió una cesta y empezó echar cosas en ella a cada
cual más escandalosa.

-Bella las cuatro tenemos maridos a los que poner las pilas -dijo inocentemente-,
toma pruébate esto.

-Este conjunto es el indicado para ese tipo de vestido, aunque yo iría sin nada, tú
verás -me dijo cuando salí del probador.

- Pues como yo veré, yo decido y decido llevar puesto este conjunto.

-Pues nada. Nos lo llevamos, y este y este y este también…

-Un momento ¿para quién es todo esto?-le pregunté.


- 300 -
-Bueno este para mi, y estos otros para ti, no sé a lo mejor la noche de
Nochebuena lo necesitas, hombre lo digo, porque al ser una noche especial… a lo
mejor querrías…

-Yo me voy a llevar estos dos -anunció Rose saliendo de no se sabe donde-, uno me
lo pienso poner para celebrar la Navidad y el otro el año Nuevo con eso de que es
costumbre que los niños se queden en casa de la abuela -explicó a Alice.

-Y yo me llevo esto también -dijo Ángela-. Oye Bella, en casa de tu madre no habrá
un huequito para dos niños más.

Y todas nos echamos a reír.

-Hala, vamos a buscar zapatos -dijo de nuevo el Capitán General de las compras
una vez que hubimos pagado por la indecorosa ropa interior.

-¿Y no podemos dejar los zapatos para otro día?, los chicos ya deben estar
esperando -le dije esperanzada.

-Pues que esperen -contestó -que es su obligación, todavía tenemos que comprar
los zapatos y mirar algo para Gaby.

-Para comprarle algo a Gaby primero tendrás que tener a la modelo y como no has
querido que venga -le dije contraatacando con lo obvio.

-Bueno, ahí me has pillado, pero no podíamos traerla a… este tipo de tiendas ¿no?

-Se supone que veníamos a comprar vestidos para el baile, no a este tipo de
tiendas-me defendí.

-¿Y que se supone que vamos a llevar debajo?-me contestó alzando una ceja.

-¿Pero no acabas de decir que es mejor que no llevara nada?-volví a contraatacar.

-Para tu tipo de vestido sí, pero los nuestros son distintos y además yo que sé que
vestido te ibas a comprar antes de que lo hicieras, no puedo predecir el futuro. Solo
pensé que íbamos a necesitar entrar aquí -dijo muy orgullosa de su exposición y yo
me la quedé mirando con cansancio.

-De verdad que vuestras discusiones son divertidísimas -dijo Ángela que se lo
estaba pasando la mar de bien y se lo merecía ya que por lo visto había echado a
Edward en el juzgado una mano declarando a su favor al igual que habían hecho su
- 301 -
marido Ben , el actual Alcalde de Forks y unos cuantos compañeros.

Fuimos en busca de los famosos zapatos que por suerte encontramos en la


primera tienda a la que entramos, pero claro no sin antes marear a la dependienta y
probarnos media tienda para acabar eligiendo los primeros que habíamos visto. Una
de las muchas especialidades de Alice a la que Rose se había sumado y Ángela se
acababa de añadir al club. Salimos de la zapatería y nos encaminamos a buscar a los
chicos. Los encontramos en unos recreativos que estaban justo donde habíamos
quedado. Me quedé embobada mirando a Edward y a mi hija interactuar entre ellos.
Estaban jugando todos al futbolín y se veía claramente como estaba pendiente de
todo lo que hacía su hija y como la enseñaba y la guiaba para hacer una buena
jugada.

Pasamos el resto de la tarde buscando regalos para nuestros padres y para


nosotros mismos. Fue muy divertido porque cuando Rose quería comprarle algo a
Emmett, nosotras le entreteníamos y lo mismo con Jasper. Como yo ya le había
comprado mi regalo a Edward no hizo falta ninguna maniobra y los chicos decían
que ya tenían lo nuestro. Lo más divertido fue entretener a los niños para que no
vieran nada de lo que hacíamos. Yo también aproveché para comprar los regalos de
los demás. Jamás lo reconocería delante de mi hiperactiva amiga, pero estaba
disfrutando de lo lindo. Las luces Navideñas infundían un aire especial a la
atmósfera y recorrer las diversas calles del centro comercial entre los brazos de
Edward era otro de los muchos recuerdos de nuestra relación que estábamos
recuperando. A él se le veía feliz junto a nosotras y yo no cabía en mí de dicha. Me
acurruqué más contra su pecho inhalando su delicioso aroma. Yo ya le había
perdonado, solo me quedaba decírselo y eso se lo iba a dar como regalo de Navidad.
En realidad le había perdonado desde el primer momento en que me enteré de la
verdad, de lo que había hecho y porqué lo había hecho. Solo mi orgullo herido por
pensar que se estaba acostando con esa mujer y la rabia de que no hubiera contado
conmigo me lo impedía. Pero todo eso había quedado atrás. Ahora se abría un
camino nuevo ante nosotros. Era feliz, totalmente feliz. Solo me quedaba que esa
arpía y su padre acabaran por fin entre rejas.

Hola ¿como estáis? Bueno pues hasta aqui hemos llegado por hoy. Sé ha
sido mas corto de lo habitual pero realmente no había mucho mas que decir.
Quizás alguna puede pensar que ya estoy dando por finalizada la historia pro
no es así, todavía queda mucho que pasar, unas navidades tranquilas y
felices, un baile con ese hombre vestido con su uniforme de gala de la
policía, nuevos baches que superar, un juicio, y una serie de cosas mas.

- 302 -
¿Que será el regalo que Bella tiene para Edward? esta claro que lo va a
perdonar, de hecho ya lo hizo, pero ¿como se lo dirá?

Muchas gracias como siempre a mi beta ya que sin ella no seria posible
presentar los capítulos de esta historia como es debido.

Gracias a todas por vuestro rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswan

Quiero dar la bienvenida a :alessaCullen2314 ,ma pau cullen


,marcecullenswan

Y gracias también a todas las que me habéis añadido a alertas y favoritos.

- 303 -
Chapter 25

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

El titulo habla por sí solo. Disfrutadlo.

Capitulo 24: El perdón

Pov Bella

La mañana de Nochebuena amaneció nevada y sombría al estilo de Forks. Cuanto


había echado de menos esto. Pero a pesar del día yo me sentía feliz y contenta. De
nuevo había amanecido en los brazos de Edward tras una noche de intenso amor en
la que nos habíamos amado, adorado, entregado sin reservas. Me removí un poco y
me acerqué más a su cálido cuerpo, acurrucándome más contra él. Sabía que estaba
despierto y que se había percatado que yo también, pero quería alargar un poquito
más esa sensación.

-De nada te va a servir disimular -dijo dándome un beso en el pelo-, sé que estás
despierta y tenemos una cita con cierta niña que quiere ir con sus primos a tirar
bolas de nieve al parque. Es otra cosa que tenemos que recuperar ¿te acuerdas de
nuestras peleas en la nieve, preciosa?

-Claro que me acuerdo -le dije-, una bola de nieve en manos de Emmett era como
una bomba nuclear lanzada directamente contra mi cabeza, pero nunca me llegaban
porque tú siempre me defendías.

-Pero luego te acababa rebozando la nieve por la cara -dijo divertido-y


terminábamos besándonos uno encima del otro, esa era la mejor parte.

-Sí, hasta que nos encontraba Emmett y nos jorobaba con sus bromas.

-Cuantos recuerdos Bella. Me encantaba nuestra relación, era perfecta. Yo te


quería, tú me querías y para mí no había nada más importante. ¿Crees que alguna
vez recuperaremos del todo lo que teníamos?

-Bueno -le contesté. Todavía no quería decírselo no era el momento- yo creo que
- 304 -
ya lo hemos recuperado y lo hemos reforzado consiguiendo una mezcla entre lo
antiguo y lo nuevo mucho mejor. ¿O es que no te gusta ahora nuestra relación?- le
pregunté fingiendo molestia.

-Me encanta mi amor, la adoro, la amo, os amo a ti y a Gaby, más que a nada-me
respondió- es solo que me siento nostálgico, si Tanya y Aro no hubieran interferido
nunca nos hubiéramos separado y…

-Y ahora tendríamos lo mismo que tenemos en este momento -le respondí.

-Pero yo no me hubiera perdido el ver crecer a mi hija, sus primeras palabras, sus
primeros pasos. Tu no hubieras tenido que pasar sola por la aventura de criar y
educar una hija que, por cierto, déjame decirte que lo has hecho de maravilla -me
dijo en un tono tan melancólico que me dio mucha pena.

-Gracias por el cumplido -le contesté-. Edward, te has perdido sus primeros cinco
años, pero tiene toda una vida por delante en la que tu estarás presente. Y de
momento lo estás haciendo muy bien. Ángela me ha comentado que más del
cincuenta por ciento de su recuperación ha sido gracias a ti, pues le has demostrado
que estás ahí para ella y eso es tan importante como ver sus primeros pasos o sus
primeros meses de vida.

-Y eso es gracias a ti cielo, podrías haber optado por no haberle hablado de mi o


por haberla obligado a odiarme por lo que os hice. Pero optaste por hacerle saber
quién era yo y la enseñaste a quererme. Nunca tendré vida suficiente para
agradecértelo mi amor y para ganar tu perdón y sentirme merecedor de él. Solo
espero que con lo que he estado haciendo hasta ahora y con lo que haré, sea digno
de merecer por lo menos una pizca -me dijo y se le notaba muy triste. Le acaricié la
cara con el dorso de mi mano y el cerró los ojos para sentir mi contacto.

-Yo creo que lo estás haciendo muy bien -le dije sin querer comprometerme
demasiado por el momento-, pero ya te dije que tienes que saber perdonarte a ti
mismo, eso es esencial Edward y creo que deberías hacerlo, ya es hora de que lo
hagas. Me parece que has purgado bastante tu culpa, no te atormentes más.

Una gran sonrisa iluminó su cara, ya digo que no me quería comprometer


demasiado hasta esta noche, pero ante lo que había oído quería darle por lo menos
una pista. Me iba a responder con un beso cuando una pequeña inoportuna nos
interrumpió.

-¡Hoy es Nochebuena, hoy es Nochebuena, y esta noche viene Papa Noel!-dijo


dando tales saltos en la cama que parecía que hubiera un terremoto-. La abu Renée
- 305 -
dice que esta noche me tengo que quedar a dormir en su casa con mis primos
porque Papa Noel siempre deja todos los regalos allí -añadió tan feliz.

Y en ese momento caí en que esa noche Edward y yo estaríamos solos. La que se
podría armar, sobre todo después de mi regalo.

-Bueno jovencita, basta de saltar en la cama porque como sigas así esto se puede
convertir en un Terremoto de categoría 9.9, por lo menos -le dijo Edward divertido
por el comportamiento de la niña y disfrutando de la situación más que ella-. Venga,
vamos a desayunar que tenemos que ir con los primos a tirar bolas de nieve.
¿Quieres ir bajando?, nos vestimos y ahora te alcanzamos.

-Sip. Voy buscando las tazas y los platos -dijo muy complaciente. Como se notaba
la fecha por Dios.

-Te advierto que ahora vas a salir de aquí en contra de mi voluntad -me dijo
poniéndose sobre mi y dándome un beso-, pero espero que esta noche vuelvas a ella
con más ganas y me supliques que regresemos. No me vas a tener que suplicar
mucho porque yo tendré tantas ganas de volver a hacerte mía como tú de serlo.
Porque esta noche volverás a ser mía Bella Swan, o mejor dicho Bella Masen -y
dicho esto se levantó dándome un beso, se puso los pantalones del pijama y salió de
la habitación. Me encantó lo que me había dicho, era precioso pero lo había dicho en
un tono tan misterioso que no sabía si sus palabras podrían tener algún otro
significado.

Me levanté y me dirigí a la cocina donde mi niña había puesto la mesa muy


rápidamente. Edward estaba haciendo café para nosotros y el cacao de Gaby. Fui
hacia la nevera a por lo necesario para hacer el desayuno. Comimos como siempre
entre risas y bromas, esta vez contándole a Gaby sobre nuestras guerras de nieve.
Parecía que tuviéramos prisa en recuperar los recuerdos y que estos se
recuperarían antes si se los contábamos a nuestra niña.

Cuando terminamos de desayunar, nos duchamos, vestimos y nos fuimos al parque


donde habíamos quedado con los demás. Al llegar observé que Ángela, Ben, sus
hijos, Rose y Emmett ya habían llegado, pero también fui consciente de que no
estábamos solos. Jessica y Lauren también estaban allí. ¡Horror! No me había
encontrado con ellas aún desde que había regresado.

-Vaya -dijo Lauren nada más vernos y dirigiéndose a Jessica-, mira quien está aquí
la amante y su bastarda.

Al oír esto, Edward dejó a Gaby en el suelo y se encaminó hacia ella con una rabia
- 306 -
que hasta a mi me dio miedo. Emmett fue con él mientras yo calmaba a mi niña.

-¿Por qué esa señora me ha llamado eso, mamá?, ¿qué significa eso?, sus hijos
también me lo llaman en el colegio-me dijo llorando. Al oír eso mi instinto primario
de protección maternal salió a la luz gritando alto y claro.

-Sujeta a la niña Rose, por favor. Y me dirigí a donde estaban esas dos zorras
esbirras de la Zorra mayor. Al llegar oí a Edward discutir con ellas.

-Escuchadme y escuchadme bien -les decía con una rabia en los ojos, una furia,
una frialdad, que no había visto nunca en él-, esa niña que veis allí y a la que os
ordeno que dejéis de molestar ya, tanto vosotras como vuestros hijos, es mi hija
biológica, natural y legal. Nacida en el seno de un matrimonio que se amaba y se
ama con locura y que la zorra de vuestra amiga Tanya se encargó de separar con
chantajes y amenazas. Ella me obligó a dejar a mi mujer, habéis oído bien, MI
MUJER, amenazando con matarlas si no hacia lo que quería -les grito-. Sí habéis
oído bien -les repitió ante su cara de perplejidad-, amenazó con matarlas y de hecho
cumplió su amenaza y mi sobrino y una amiga estuvieron a punto de morir por eso.
Yo nunca quise a Tanya, estaba con ella por obligación, porque me obligaba. Esta
mujer que veis aquí es mi autentica mujer, mi esposa, la madre de mi hija,
¿estamos?

-Edward -dijo Jessica con burla en la voz y sin una pizca de vergüenza por la
información que Edward le había dado sobre Tanya -¿cómo puedes hablar así de tu
esposa estando en la cárcel mientras te paseas con esas dos por la calle?

-¿Quién te dice a ti que Tanya es mi esposa?-le preguntó cogiéndola por la solapa


del abrigo con gesto amenazador-. Para tu información te diré que mi matrimonio
con Tanya se ha disuelto porque era ilegal, ya que era un matrimonio forzado. Y un
juez ha decretado que mi matrimonio con esta mujer que veis aquí es el único válido
¿estamos?, que nunca, repito, nunca más te oiga referirte a mi mujer y a mi hija de
esa manera. Aquí no hay ninguna "esa", ellas son Bella, mi esposa, y mi hija Gaby
¿entendido? -les dijo mirándolas a las dos con gesto amenazante

-Quítame las manos de encima -dijo Jessica amenazante-, o si no voy a tener que
acusarte de brutalidad policial.

-Ahora mismo no estoy de servicio -contestó Edward quitándole la mano de la


solapa de la chaqueta-. De todas formas tengo aquí muchas personas que
atestiguaran que no te he tocado. ¿A quién piensas que van a creer?, ¿a mí con mi
trayectoria e historial en este pueblo o a dos zorras a las que no aguantan ni sus
maridos?
- 307 -
-Edward no ceo que…- empezó Lauren un poco más sorprendida que Jessica por lo
que acaba de oír. De hecho apostaría lo que fuera a que Lauren no tenía ni idea de
lo que había ocurrido, al contrario de Jessica.

-Edward nada. Os prohíbo terminantemente a vosotras y a vuestros hijos meteros


con mi familia, porque os juro que os denuncio por injurias y calumnias. Retirad eso
de bastarda y amante porque Bella es MI MUJER y Gaby MI HIJA natural y legitima
y punto. A lo mejor aquí los únicos bastardos son esos hijos que tenéis que se
parecen a cualquiera menos a sus padres-añadió-, yo les aconsejaría a Mike y a Tyler
la prueba de paternidad por si acaso, de todos es sabido que os habéis acostado con
medio estado y no tendré ningún inconveniente en decirlo si no dejáis de calumniar
a mi familia.

Y dicho todo esto me cogió del brazo y nos marchamos a consolar a nuestra hija
dejándolas plantadas. Yo tenía la intención de decirles cuatro cosas pero ante la
contundencia y las palabras de Edward, estaba todo dicho, otro punto nuevo más a
su favor.

-Ya calma hija, calma no llores cielo -le decía mientras la acunaba en sus brazos,
sentado en un banco del parque-, no merece la pena que sufras por lo que esas
mujeres te han dicho.

-Pero porque me dicen eso papá ¿qué significa barcaza? -preguntó Gaby y si no
fuera por lo triste de la situación me hubiera echado a reír, pero no tenía ganas era
lo cierto. Edward la miró sin saber que contestarle, como le explicabas esa palabra a
una niña tan pequeña y encima afectándola a ella directamente.

-No es barcaza, es balarda -tercio Tony -Mike y Tyler no hacen más que decirle
eso en el cole, por eso venimos siempre tan magullados mami -añadió mirando a
Rose con cara de disculpa.

-Supongo que eso quiere decir que os peleáis con ellos ¿no?-preguntó Rose
alzando una ceja.

-Pues sí, lo hacemos -dijo Peter desafiante-, es nuestra prima y esos dos son
unos…

-No lo pongáis peor -dijo Rose-, dejadlo como está porque no os voy a regañar. Me
parece muy bien que defendáis a vuestra prima.

-¿De verdad?-preguntaron incrédulos.

- 308 -
-De verdad -respondió Rose-. Tenéis permiso para defender a vuestra prima pero
no para iros peleando por ahí con todo el mundo ¿queda claro?

-Sí mami - dijeron los dos a la vez.

-Y esto también va para vosotros jovencitos, podéis defender a vuestra amiga pero
no pelearos con cualquiera que se ponga por medio -dijo Ben mirando a sus hijos. Vi
que Seth y Maggie también asentían por lo que me quedó claro que ellos también la
defendían y en ese momento me sentí contenta de que mi hija ya no estuviera sola
pues en Jacksonville a veces se había sentido apartada en el colegio por culpa de
Jane y Alec.

Edward besaba y acariciaba el pelo y las manitas de mi hija y con ese gesto lleno
de amor había logrado calmarla. He de reconocer que lo había conseguido en un
tiempo récord, yo nunca habría conseguido hacerlo tan pronto.

-¿Pero porque me dicen eso?, ¿qué significa? -volvió a preguntar y mis sobrinos y
los hijos de Ángela nos miraron con la misma pregunta reflejada en la cara. Estaba
claro que había que decirles algo. Miré a Ángela pidiendo ayuda, hasta ahora había
sido un testigo silencioso de la situación no atreviéndose a inmiscuirse quizás
porque consideraba que era cosa nuestra. Pero ante mi mirada de ruego se adelantó
agachándose a nuestra altura pues seguíamos en el banco.

-Gaby verás…-antes de seguir le hizo un gesto a Edward preguntándole en silencio


si podía intervenir a lo que Edward asintió-. Gaby esa palabra se emplea para hablar
de un niño o una persona mayor que no tiene padre o que no lo conoce -le explicó
Ángela, diciéndole una verdad a medias deliberadamente, pero era una salida
buenísima.

-Pero yo sí tengo papá, y sí que lo conozco -dijo abrazándose más a él y Edward


correspondió el gesto dándole un beso en la frente.

-Entonces, ¿qué te preocupa? lo que ha dicho esa señora es mentira ¿no?, pues ya
está, lo que sucede es que ella no lo sabía, pero ya verás cómo no te vuelven a decir
nada-le siguió diciendo en ese tono tan peculiar de Ángela que yo recordaba capaz
de calmar hasta una tormenta.

-Pues es verdad, lo que pasa es que como no me conocen estaban confundidos


-dijo muy convencida y secándose las lágrimas-. Ahora seguro que no me lo dicen
más.

-Que ni se les ocurra porque las mato con mis propias manos -oí decir a Edward
- 309 -
entre dientes.

-¿Y eso otro que ha dicho sobre tita Bella que significaba?-preguntó Peter. Uf otro
problema, pensé para mí, pero Ángela lo solucionó rápido.

-Bueno eso se suele decir cuando una mujer esta con un hombre porque se
quieren mucho y tus tíos se quieren mucho ¿o no?-le contestó al niño.

-Pues si es eso no hay problema -dijeron los niños a coro- ¿nos ponemos ya con la
guerra de nieve?-preguntaron y Gaby se mostró de acuerdo pues nunca había jugado
con la nieve y le llamaba la atención.

Una vez pasado el disgusto disfrutamos del resto de la mañana.

Esperamos por Alice y Jasper que habían acordado reunirse con nosotros un poco
más tarde. Cuando los dos se enteraron de lo que había pasado se exaltaron
muchísimo, pero por el bien de los niños se calmaron. Hicimos nuestra famosa pelea
de bolas de nieve, chicos contra chicas y como era de esperarse ganamos las chicas,
con Alice al frente como Capitán General. Mis padres y los padres de Alice que,
habían llegado esa misma mañana a pasar la Navidad con nosotros, se nos unieron
unos minutos después y comimos todos juntos, como era tradición en la familia
Swan, sentados en las mesas que el parque de Forks tenia habilitada para tal fin.
Hacía frío pero estábamos abrigados y no se estaba mal. Gaby después del disgusto
estaba disfrutando de lo lindo, pero yo seguía triste, no lo podía evitar. A pesar de
mis intentos por disimularlo Edward lo notó y me llevó aparte para hablar.

- Bella mi amor, no sabes cuánto lo siento. Tanya ya me amenazó con que haría
algo de esto y Rose y yo estamos al tanto de que los niños han estado metiéndose
con Gaby en el colegio. Yo quería intervenir pero Rose no me dejaba. Me decía que
les diera tiempo a ver si lo solucionaban ellos, que debía dejar que mi niña se
ventilara sus asuntos. Que el momento de intervenir era cuando me pidiera ayuda.
Ángela me decía lo mismo, así que yo me limitaba a escucharla cuando me lo decía y
a consolarla.

-Edward, deja ya de disculparte -le dije- tú no tienes la culpa de nada. El problema


está en que a sus ojos estás casado con esa zorra y todo el pueblo ha asimilado que
es ella tu mujer y no al revés. Va a costar mucho tiempo y esfuerzo que la gente
cambie de opinión. Mientras no sepan que tu matrimonio ha sido anulado y porqué,
y yo me vuelva a casar contigo, desgraciadamente no seré más que eso para ellos, tu
amante. Pero es algo que tengo totalmente asumido y lo único es que me duele por
nuestra hija, no quiero que sufra Edward, pero tú has estado a la altura de las
circunstancias, no solo en cómo te has enfrentado a esas dos, sino también con el
- 310 -
cariño que has tratado a tu hija consiguiendo consolarla en un tiempo récord. Me
siento muy orgullosa por cómo nos has defendido y estoy segura que tu hija también
lo hará cuando ya más mayorcita entienda el alcance de todo esto. Lo único que me
pasa es que estoy triste con la situación, nada más, pero es algo pasajero hasta que
el pueblo entero sepa la verdad. Y si los chismes siguen funcionando en este pueblo
como antes, no creo que tarden mucho en averiguarlo.

-¿De verdad te sientes orgullosa de mi Bella? -me dijo mirándome intensamente.

-De verdad -le contesté sin ningún atisbo de duda en la mirada.

-Pues no sabes lo que eso significa para mí, mi amor-me dijo abrazándome-. Te
prometo que a partir de hoy nadie podrá poner en duda nuestro amor. Te juro que
no volverá a pasar nada como esto, de eso me encargo yo -dijo de nuevo con ese
tono misterioso que tenía desde esta mañana

-Bueno sé que hay algo que me ocultas. Pero supongo que ya me enteraré -dije
riendo ante la cara que ponía.

-Es una sorpresa para ti amor, te la daré justo esta noche -me dijo con los ojos
brillantes por el entusiasmo-, espero que te guste, aunque bueno el caso es que ya
sabes pero...

-Por supuesto que me gustará Edward -le dije acariciándole la cara- ¿Por qué no
habría de gustarme?

Una vez aclaradas las cosas, volvimos con los demás. He de decir que ya me
sospechaba que lo que me ocultaba era una sorpresa. Pero, ¿qué sería? me tenía
intrigadísima.

-Vámonos yendo -dijo Emmett-, empieza a hacer frío y tenemos que ayudar a
mamá.

- Sí-convino Rose-, tenemos que ayudar a tu madre a preparar las cosas.

Recogimos todo y nos encaminamos a casa de mi madre. Renée había dejado todo
dispuesto para preparar mi plato favorito y mi postre. La estuvimos ayudando entre
todos en lo que cada uno buenamente pudo y cuando ya estuvo todo preparado,
mesa incluida, nos dirigimos a nuestras casas para ducharnos y vestirnos.

Me puse para la ocasión un vestido azul que uno de los diseñadores que
colaboraban en mi revista me había regalado al dejar Jacksonville. Me pinté muy
- 311 -
poco ya que no me gustaba demasiado el maquillaje y me dejé el pelo suelto
haciendo ondas que caían con gracia hacia abajo. Contenta con el resultado, salí del
baño para encontrarme a un guapísimo Edward, porque madre mía como estaba,
esperándome con unos papeles en la mano.

-Le he dicho a Gaby que nos espere en la sala de juegos -me dijo- quería estar un
momento a solas para darte esto. Es mi sorpresa Bella y quería dártela a ti sola sin
nadie más delante, por eso te lo doy ahora y no mañana con todos los regalos.

Cogí el sobre que me tendía. He de reconocer que me resultó extrañamente


familiar. Cuando lo abrí, entendí porque. Eran los mismos documentos de divorcio
que yo había firmado hace cinco años. Junto a ellos había otro documento según el
cual el matrimonio de Tanya y Edward quedaba totalmente anulado. En concreto
decía que "en base a las pruebas presentadas y las declaraciones de los testigos, el
matrimonio formado por Tanya Vulturi Denali y Edward Anthony Masen quedaba
anulado porque el consentimiento de uno de los contrayentes se había obtenido con
violencia e intimidación hacia la persona de Edward Masen y sus familiares". Un
segundo documento rezaba que "habiendo comprobado que Edward Anthony Masen
fue víctima de un episodio de Enajenación mental Transitoria debido al chantaje y a
la extorsión a la que estaba a siendo sometido y dado que su matrimonio con Tanya
Vulturi Denali ha quedado anulado en base a lo establecido en el documento de
anulación, el susodicho queda absuelto del delito de Bigamía". Y había un tercer
documento que decía que "en base a esa sentencia de nulidad y comprobando que el
demandante había sido obligado a casarse en contra de su voluntad y estando ya
legalmente casado, se declaraba como válido y legal el primer matrimonio de
Edward Anthony Masen con Isabella Marie Swan". Me lo quedé mirando con
lágrimas en los ojos

-No fui capaz de firmarlos Bella, ya lo sabes -me dijo con los documentos de la
demanda de divorcio en sus manos-, no pude, tenía el alma desgarrada por lo que te
había hecho y el corazón partido en dos. Fueron unos días difíciles y horribles.
Cuando recibí esos documentos firmados por ti junto con el anillo y las alianzas que
me devolvías y esa nota me sentí morir. Cogí el volvo y me dirigí a nuestro prado y
allí no se cuanto tiempo estuve llorando y gritando como un loco. Cuando volví de
nuevo a casa, guardé el anillo, las alianzas y los documentos sin firmar, simplemente
no pude hacerlo -me dijo cogiéndome de la cintura y atrayéndome hacia él-, me casé
con Tanya sin saber exactamente qué estaba haciendo, me sentía aturdido y
simplemente mi mente lo olvidó. Cuando me di cuenta hace poco de que había
cometido un delito que en este estado está penado con hasta ocho años de cárcel,
me aterré. Cuando me calmé lo primero que hice fue llamarte para contarte todo
Bella, te había hecho una promesa y la cumplí. Y tú me demostraste que estabas a la
altura de las circunstancias. Me comprendiste, me apoyaste y me mandaste a tu
- 312 -
mejor amiga y abogada para que me ayudase. Y gracias a ello aquí estoy. Divorciado
de esa zorra, por fin, y junto a mi verdadera y auténtica mujer y no porque lo diga
ese papel. Bella a partir de ahora y hasta que nos casemos tenemos que gritarle al
pueblo entero que yo ya no estoy con Tanya, que ella me obligó, que nos vamos a
casar de nuevo. No puedo esperar al 20 de junio para que a ojos de todos seas mía
otra vez, para que lo que ha ocurrido hoy no se vuelva a repetir de nuevo. Esos
documentos me llegaron el otro día junto a los que firmaste para compartir la
propiedad de esta casa. Y este es mi regalo Bella -me dijo entregándome los
malditos documentos de la demanda de divorcio-, rómpelo amor, rompe ese maldito
documento, rómpelo tu, quiero que lo hagas tu por favor. Este es el único que vale
-dijo enseñándome el acta de matrimonio firmada por los dos hace tanto tiempo
junto con la declaración del juez dándolo por válido. Cogí los dichosos documentos
con las manos y los rompí, los rompí en mil y un pedazos, los rompí como si lo que
estuviera rompiendo fuera la cabeza de Tanya y no un simple papel. Cuando acabé
los tiré a la chimenea y me sentí agradecida, realmente me había hecho un buen
regalo, ahora me sentía más su mujer. Edward cogió el resto de la documentación,
la metió en su sobre correspondiente y la guardó en la caja fuerte, cuya contraseña
era casualmente una combinación de las fechas de cumpleaños mía y de Gaby.

-Según el juez -empezó a explicarme Edward- yo ya estaba casado por lo que


fueron ellos los que me obligaron a incurrir en un delito de Bigamia
independientemente de que me obligaran a divorciarme de ti. Además existieron
amenazas contra vuestra vida, sobre todo contra la de Gaby siendo una niña,
amenazas que de hecho se llevaron a cabo. Cuando hay niños de por medio, ese
delito está penado con la cárcel de por vida. Así que añádele todo eso a la sentencia
que les va a caer. Por lo visto, y ante el asombro de todos, este caso tenía un
precedente de hace algunos años y el juez se ha agarrado a él para hacer más firme
su sentencia. Es cierto que Tanya podrá recurrir pero ¿en base a qué? está claro que
fui coaccionado y obligado, las pruebas contra ella está muy claras, Kate dice que
tendría las de de perder.

Nos miramos durante unos segundos y nuestras bocas se fueron acercando poco a
poco, muy lentamente, me cogió entre sus brazos y me llevó a la cama donde me
tumbo, se tumbo sobre mí y atrapo mis labios comenzando el beso más especial,
espectacular y maravilloso que jamás nos habíamos dado. Nuestras lenguas
danzaban en un baile hermoso, lento, sin prisas, saboreándose la una a la otra,
profundizando un poco más cada vez. No sé cuánto tiempo estuvimos así, lo que sí
sé es que al separarnos me costaba mucho respirar y a él también.

-Me gustaría darte también mi regalo ahora - le dije.

-No te preocupes esposa mía -me contestó-, yo tengo otro para ti también escogido
- 313 -
con mucho amor, nos los daremos a la vez.

-Edward, yo no tenía intención de darte ese regalo delante de todos porque es


algo muy especial y particular que quiero que veas solo tú. Te lo iba a dar esta
noche cuando regresáramos y estuviéramos a solas. Mañana te iba a dar otra cosa
que te compré. Pero en vista de los acontecimientos te lo quiero dar ahora -le dije
intentando que leyera un poco entre líneas.

-Calla mi amor no me estropees mi sorpresa -me dijo con una gran sonrisa en el
rostro que reflejaba alegría, felicidad, alivio, pero sobre todo una inmensa felicidad.
Me volvió a besar de nuevo pero esta vez con más pasión mientras notaba como
gruesos lagrimones caían de sus ojos. Su beso era demandante, pasional, orgulloso,
dulce, maravilloso, que solo rompimos cuando nuestras respiraciones ya no podían
más.

-No sabes cuánto me cuesta moverme de aquí -me dijo con la voz entrecortada por
la emoción y el llanto mientras me dejaba sitio para que me levantara-, pero ahora
quiero verlo y de todos modos tenemos que irnos. Pero esta noche no te escapas
Bella Masen.

Me levanté y fui hasta el armario donde lo tenía guardado, fui de nuevo hasta la
cama me senté y se lo di.

Lo abrió con una gran sonrisa en la cara y cuando lo vio su sonrisa aunque no
abandonó su cara, decayó un poco demostrando confusión. Yo reí divertida ante el
gesto, ¿qué esperaba?

-El verdadero motivo por lo que quería que lo vieras solo tú está en la inscripción
que tienes grabada en la parte de atrás de la esfera -le aclaré dando la vuelta yo
misma al reloj.

-"Te perdono totalmente, te lo has ganado y lo mereces, siempre te lo mereciste…


-le leí yo misma en voz alta -tuya por siempre Bella Masen"-. Me miró con una
expresión de felicidad y alegría imposible de describir con palabras. Se tiró hacia
mí, me cogió entre sus brazos abrazándome fuertemente y escondió la cara en mi
cuello comenzando a llorar de nuevo como un niño pequeño y yo le dejé, tenía que
sacar afuera cinco años de frustración, vergüenza, sufrimiento, tortura, soledad y
dolor.

-Que sepas que yo también me he perdonado a mi mismo Bella, acabo de hacerlo


ahora mismo gracias a ti -me dijo mientras se tranquilizaba pero aún sin levantar la
cara de mi hombro-, solo tú podías conseguirlo mi amor, y lo has logrado con tu
- 314 -
amor, con tu confianza y dándome tu perdón -dijo besándome de nuevo esta vez con
mas pasión que antes. Como siempre había sido costumbre en él, su lengua no pidió
permiso allanó mi boca sin más, cosa que lógicamente, a mi no me importó. Nos
besamos, nos acariciamos, nos tocamos, su boca dejó la mía y descendió por mi
cuello dejando un camino de besos hasta el principio de mis senos mientras yo
bajaba la mano y con la palma abierta le frotaba su ya muy dura erección. Me
encantaba hacerle eso, sabía perfectamente que le ponía a cien por hora y eso me
gustaba, me hacía sentir importante y me excitaba a mí al mismo tiempo. Algo
parecido le pasaba a él con mis pechos, pues aprovechaba siempre para acariciarlos
tanto con sus manos como con su boca, acto que me ponía al límite. Pero había que
parar, Gaby estaba a unos pasos de nosotros y podía aparecer en cualquier
momento. Además, teníamos una cena pendiente. Cuando conseguimos controlar el
problema que tanto a él como a mí nos había producido tanto beso, nos levantamos
de la cama, recompusimos nuestras ropas mi maquillaje y el peinado y fuimos a
buscar a nuestra niña al cuarto de juegos. Nada más llegar la niña se tiró a los
brazos de su papi y juntos, abrazados, como una familia que éramos compuesta por
un matrimonio feliz que se adoraba y su preciosa hija, nos fuimos a celebrar la
Nochebuena con el resto de la familia.

Llegamos a esa casa que había sido mi hogar durante tantos años y me quedé a un
lado observando a mi familia. Mi hermano Emmett con sus bromas de siempre
huyendo de los coscorrones de Rose, ante la mirada divertida de los niños. Mis
padres Renée y Charlie que a pesar de llevar siglos casados todavía se amaban,
respetaban y querían como el primer día. Mi amiga Alice, la mejor que nunca tuve
además de Rose. Siempre conmigo, siempre a mi lado, sacrificando su vida por estar
junto a mí, hasta que gracias a Dios llegó Jasper. Jasper, mi hermano, mi amigo, mi
consejero. Esme y Carlisle que habían venido desde Jacksonville para celebrar la
Navidad con nosotros y que habían llegado a ser como mis segundos padres. Me
acordé en ese momento de Jacob y de Sam que habían quedado en Jacksonville. Quil
y Embry se habían venido para acá para reforzar la vigilancia aquí mientras tenía
lugar el juicio, según ellos no estábamos a salvo aún. Junto a ellos había venido una
"niñera "nueva para vigilar a Gaby y a los niños y que ahora estaba dentro de la casa
haciendo su trabajo. Claire había sido investigada minuciosamente por el FBI y
había sido aprobada con nota.

Y por último, me quedé mirando a mi marido y a mi hija, y a lo bien que


interactuaban entre ellos. Me di cuenta de como habían congeniado en tan poco
tiempo, nada más conocerse, era como si una fuerza superior a ellos los empujase el
uno contra el otro. Y yo sabía muy bien cual era esa fuerza puesto que yo también la
sentía, era ni más ni menos que la fuerza más poderosa que existe, la fuerza del
amor y ni el más letal de todos los ejércitos podría nunca contra ella.

- 315 -
Pues por el titulo me imagino que ya adivinasteis de que iba la cosa, por lo
menos en parte, antes de empezar a leer. Espero que os haya gustado y lo
hayáis disfrutado.

¿Que os ha parecido las zorrona de Jessica y Lauren? Pus estad atentas


porque van a aparecer dos zorronas mas grande todavía y además de las
peligrosas.

A partir de aquí muchas cosas más van a pasar, unas buenas y otras no tan
buenas, pero lo mas importante es que lo que sea que tenga que pasar lo
afrontarán juntos.

Muchas gracias a mi beta por ayudarme a corregir y avisarme de mis


errores.

y gracias a todas por vuestros rr y el apoyo que me estáis brindando:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv

Quiero dar la bienvenida a nuevas lectoras:mmenagv

Y gracias también a las que me añadís a alertas y favoritos que cada vez
sois más.

- 316 -
Chapter 26

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

QUE LO PASÉIS BIEN ESTAS FIESTAS.

Capitulo 25: Nochebuena de amor, Navidad maravillosa

Pov Edward

Llevaba a mi hija en uno de mis brazos mientras que con el otro rodeaba la cintura
de mi esposa en un apretado y pasional abrazo. Íbamos caminando por el sendero
hacia la casa Swan, donde nos esperaban para celebrar la Nochebuena más
maravillosa de mi vida. Y digo que era la más maravillosa, porque no solo tenía a
Bella conmigo de vuelta, además seguía siendo mi esposa a ojos de la ley y encima
me había perdonado y si le añades una hija preciosa a esa ecuación, puede
comprenderse lo extremadamente feliz que me encontraban en ese momento.

Cuando me leyó en voz alta aquella frase grabada en el fabuloso reloj de oro, me
sentí el hombre más dichoso del mundo. Realmente no hay palabras que puedan
describir mis sentimientos, era feliz, muy feliz, pero al mismo tiempo me sentía
libre, limpio, sin ataduras. En el mismo momento en que ella pronunció esas
mágicas palabras, me perdoné a mí mismo, solo necesitaba su perdón para hacerlo
yo también y ese era el mejor regalo de Navidad. Me sentía dispuesto a enfrentar
cualquier cosa que de ahora en adelante me depara el destino.

Entramos en la casa Swan. La mesa estaba dispuesta y todos nos estaban


esperando. Y como pasó la otra vez, los ojos de mi madre se posaron directamente
en mi muñeca donde descansaba mi magnifico reloj y una sonrisa maliciosa se
dibujo en su cara. Lo mismo le sucedió al duende hiperactivo, con la diferencia de
que miró a Bella inquisitivamente y esta asintió en respuesta. La cena fue muy
agradable, Jasper cada vez me caía mejor y estaba estrechando fuertes lazos de
amistad con él. Se le veía muy buena persona y muy, muy enamorado de su mujer,
igual que yo de Bella. Carlisle y Esme, también interactuaban muy bien con el resto,
parecía que llevábamos juntos toda la vida.

Mi madre me estaba poniendo histérico pues no hacía nada más que mirar hacia
- 317 -
el reloj y sonreír, Rose también lo miraba pero en su cara no se reflejaba ningún
sentimiento. Cuando llegamos a los postres, llamé de nuevo la atención de mi
familia, caray, esto se estaba convirtiendo en una costumbre.

-A ver familia, escuchadme un momento.

-Vaya hijo, al fin vas a decirnos el significado de ese reloj que llevas en la muñeca.

-Mamá, ¿es que a ti nunca se te va a escapar nada? -le dije rodando los ojos.

-No, cuando se trata de la felicidad de mis hijos no.

-Bueno pues sí, mamá tiene razón, veréis… este magnífico reloj que Bella me
acaba de regalar es especial, muy, muy especial, porque en la parte interior de la
esfera, están grabadas las palabras que yo he deseado y necesitado tanto oír. Bella
me ha perdonado y yo me siento el hombre más feliz del mundo por eso. Además los
documentos que acreditan que mi matrimonio con Tanya es historia y que sigo
oficialmente casado con esta diosa de aquí, han llegado a mí poder hace unos días.
Bella, a petición mía, ha roto en mil pedazos los famosos documentos de divorcio
que yo jamás firmé. Así que familia, y en espera de renovar nuestros votos, Isabella
Marie Swan y Edward Anthony Masen, siguen oficialmente casados.

-Brindemos por eso -dijo Emmett levantando su copa ante mí al tiempo que nos
abrazaba-. Cuanto te ha costado decirlo hermanita, desde luego, hay que ver, si
todos ya sabíamos que lo habías perdonado.

-Pero tenía que encontrar un momento especial para decírselo, pedazo de atún
-dijo mi Bella siguiendo el juego a su hermano. Y así empezó una divertida discusión
sobre que Bella ya me había perdonado desde el primer momento en que se enteró
por Rose de la verdad, pero que se había hecho la dura un poquito y que yo me lo
merecía. Y sí para que nos vamos a engañar, por supuesto que me lo merecía. Lo
que no me merecía era a la maravillosa mujer que tenía a mi lado, esa mujer que me
había despertado de mi letargo y me había dado con su actitud y su comportamiento
una nueva razón para vivir. Tampoco me merecía el cariño de esa niña tan
estupenda a la que dejé abandonada pero que gracias a la bondad de su madre
nunca dejó de quererme. Desde este mismo instante me busqué un nuevo propósito
en mi vida y este era cuidar y hacer felices a estos dos soles que Dios había tenido a
bien poner de nuevo en mi camino.

Después de cenar y como era costumbre en Forks por Nochebuena, nos pusimos
los abrigos y bajamos al pueblo. El Alcalde de Forks, que afortunadamente esta vez
sería un verdadero Alcalde, tenía por costumbre iluminar un gran árbol de Navidad
- 318 -
que se colocaba en el centro del pueblo donde todo el mundo se congregaba sobre
las doce de la noche, dando así comienzo oficial a las fiestas. Era una tradición en
nuestro pueblo desde hacía mucho tiempo. Durante estos cinco años de pesadilla yo
no había vuelto a bajar, pues me recordaba demasiado a Bella. Como le había
confesado a mi amor una noche atrás tampoco había vuelto a cenar en Nochebuena
con mi familia, pues era insoportable volver a esa casa, en esas fechas señaladas y
con tantos recuerdos. Realmente las Navidades siempre eran la peor época del año
para mí en ese aspecto. Lo peor de todo es que inconscientemente hacía feliz a una
Tanya más que deseosa de que yo rompiera toda relación que me uniera a mi
familia, y aunque odiaba seguirle el juego y durante el resto del año seguía
manteniendo todo el contacto que buenamente podía, en Navidad me resultaba
imposible, pues ese ambiente de felicidad me recordaba a lo que tuve, perdí y en ese
momento pensaba que jamás podría volver a recuperar.

Pero afortunadamente lo había recuperado y ahora, con la felicidad reflejada en


mi rostro y rodeando con mis brazos la cintura de Bella, presencié después de cinco
años de ausencia como Nahuel iluminaba el árbol de Forks como popularmente se le
conocía. Un estruendoso aplauso estalló entre los asistentes y al mirar a mí
alrededor me fije en que la esposa de Cayo, Athenodora, nos miraba fijamente a
Bella y a mí con el odio reflejado en su rostro. A unos pasos detrás de ella Renata,
Jessica y Lauren nos miraban también con odio e ira. Renata, también formaba parte
del grupo de esbirras de Tanya y seguramente Jessica y Lauren ya le habrían
contado el incidente de esta misma mañana. Era tal la intensidad de las miradas de
la madre y la hija, tanto odio reflejado en ellas, que en ese momento me entró un
ataque de pánico. Busqué a mi hija y respiré tranquilo ya que estaba a mi lado en
brazos de Alice y pasándoselo en grande con el árbol. Pero no puede evitar rodear
con más fuerza la cintura de Bella.

-¿Que sucede? -preguntó dándose cuenta de mi tensión.

-Athenodora y Renata nos están mirando de tal forma que me están dando mucho
miedo.

-Tranquilo amor, Claire está justo detrás de Alice, Paul y Rachel están allá al fondo
haciéndose pasar por una pareja de enamorados, aunque sinceramente me pregunto
si solo es disimulo ja,ja,ja; y si miras a tu izquierda verás a Quil y a Embry y un poco
más atrás a Jared. Les mandaré un mensaje para advertirles -dijo cogiendo el móvil
con disimulo y empezando a marcar un mensaje en ese código tan familiar para mí y
que Jacob le había enseñado.

-Para ser un médico sabes descubrir muy bien la posición de los que se supone no
debes ver y te comunicas con ellos a las mil maravillas -le dije intentando liberar la
- 319 -
tensión que se había apoderado de mí.

-Meses de práctica Edward-suspiró mi amor rodando los ojos-. A veces viene muy
bien tenerlos detrás de nosotras, sobre todo cuando Alice y yo vamos perdiendo
coches por ahí en los centros comerciales -ante mi mirada interrogativa Bella me
empezó a contar que Alice y ella jamás se preocupaban de mirar el sitio exacto
donde dejaban el coche y no era la primera vez que se perdían buscándolo, hasta
que los agentes que la custodiaban habían entrado en escena. Yo reía divertido con
la historia, olvidándome de Renata y Athenodora.

Nos pasamos el resto de la noche cantando villancicos y pasándolo bien, bajo las
atentas miradas de Renata y Athenodora, pero ahora me sentía más tranquilo.
Primero porque Quil y Embry se habían posicionado justo detrás de ellas,
vigilándolas muy de cerca y Claire no perdía de vista a Gaby ni un solo segundo. Y
además, que narices, llevaba muchos años soñando con esto, no dejaría que esa
familia me amargase una vez más la felicidad conseguida.

-Qué divertido ha sido, me lo he pasado genial -dijo mi esposa una vez estuvimos
en casa.

-Ven aquí que te voy a decir yo a ti ahora mismo todo lo divertido que puede llegar
a ser, ¿donde prefieres primero sobre el tocador del baño?-le dije cogiéndola en
brazos y llevándola hasta el mencionado mueble -¿O directamente en el Jacuzzi?- le
volví a preguntar mientras me separaba unos minutos para abrir los grifos-. Mejor
en los dos sitios ¿no?, juro que cuando acabe contigo no vas a poder moverte mi
amor -y me acerqué a ella que seguía sentada en el tocador con las piernas
entreabiertas para mi, dejando ver sus braguitas de color ¿azul?, hay por Dios ¿que
no se acordaba de lo que me excitaba ver ese color puesto en ella?, ¿lo habría hecho
aposta o se le habría olvidado ese pequeño detalle?

Empecé a tocarle los mulsos subiendo lentamente por ellos hasta llegar a su
intimidad. Con la palma abierta y sabiendo cómo le excitaba eso, empecé a
masajearla suave y despacio de arriba abajo, en seguida noté que se humedecía
mientras ella se echaba hacia a tras dejándose hacer y disfrutando y sobre todo
abriendo más sus piernas para mí. Busqué por detrás la cremallera del vestido hasta
dar con ella y lentamente la fui bajando mientras daba besos por las partes que iban
quedando expuestas de su piel. Esto lo hacía con una sola mano mientras seguía
masajeando su centro. Cuando el vestido estuvo en su cintura, vi maravillado el
bonito sujetador azul que llevaba.

-Esto lo has hecho a propósito, sabes que no puedo controlarme si te veo vestida
con ropa interior azul -le dije ronco y lleno de deseo-. Has sido muy mala y voy a
- 320 -
tener que castigarte -le dije mientras tocaba sus senos por encima de él,
apretándolos, acariciándolos, pellizcándolos, cuando ya no puede más le quite el
sujetador y seguí haciendo lo que me daba la gana con sus pechos mientras la otra
mano hacia lo mismo en su interior. Ella por su parte ya me había quitado la camisa
y desabrochado mis pantalones, metiendo como ya era su costumbre la mano dentro
de mi bóxer para buscar mi erección, la que comenzó a masajear haciendo
torturantes círculos. No me acordaba de lo mucho que le gustaba tocarme por ahí y
de lo que yo disfrutaba con ello. Mis dedos ya se habían introducido en ella
acariciando ahora su clítoris, entrando dentro de ella en una dulce y placentera
masturbación. Mi erección dolía, dolía y mucho, estaba totalmente llena y deseando
descargar ante sus insistentes masajes, pero había algo que deseaba hacer antes de
tomarla del todo. Lentamente me fui agachando y me posicioné con la cabeza entre
sus piernas obligándola a que dejara mi pene muy en contra de mi voluntad. Sus
manos fueron a mi pelo, puse sus piernas sobre mis hombros bien abiertas, e
introduje mi boca entre sus muslos hasta encontrar el clítoris el cual mordí, chupé y
estiré muy suavemente. Sus gemidos y gritos se oían por toda la habitación, mi otra
mano no podía dejar de tocar sus pechos, primero uno y después el otro. Cuando
sentí que iba a correrse, saqué mi boca de su intimidad y la volví de espaldas a mí.

-Te dije que ibas a gritar de placer esta noche, que me ibas a suplicar volver a la
cama -le dije en un estado de excitación tal que no respondía de mi mismo-, grita
para mi, mi amor -le dije mientras la penetré de una sola embestida. Ella dio un
grito de placer al sentirme.

-Eso es Bella grita todo lo que quieras, grita de placer.

Comencé a moverme dentro de ella mientras le besaba en todos los sitos que
podía, ella movió su cabeza de manera que pude atrapar sus labios y sin pedir
permiso introduje mi lengua en su boca, en un beso lento, pausado, dulce, tierno,
amoroso y al final salvaje cuando chilló pidiendo ir más deprisa. Mi mano libre, pues
la otra seguía en sus pechos, fue hasta su clítoris, haciendo el placer más intenso, de
repente sus paredes apretaron mi miembro y juntos nos descargamos en un
orgasmo bestial, lleno de pasión, lujuria y amor. Sin darle tiempo a recuperarse de
todo, la lleve al Jacuzzi. Me puse debajo y la senté a horcajadas encima de mí y
comencé a frotarme contra ella y a moverme. Su cuerpo volvió a tensarse
reaccionado al instante y el mío también

-Cabálgame Bella -le pedí mientras el chorro del agua daba directamente sobre
nuestros cuerpos-, como tú solo sabes hacerlo, baila sobre mí la danza del amor.
Excítame de nuevo.

Atendiendo a mi suplica, que no mi orden, ella empezó a moverse encima de mí,


- 321 -
ahora hacia arriba, besando mis pezones y mordisqueándolos, ahora hacia abajo ,
ahora hacía arriba, saliendo de mi y volviendo a entrar de golpe provocándome un
grito. Mi erección volvió a crecer en cuestión de segundos de nuevo, me sentía
morir, era mejor de lo que yo recordaba. Bella seguía moviéndose sobre mí, sus
pechos dando en mi cara tan cerca de mi boca que los capturé con ella, los besé, los
pellizqué literalmente los devoré, mientras ella seguía con su dulce vaivén dentro y
fuera de mí, ahora entrando, ahora saliendo. Hasta que ninguno de los dos pudimos
más y acelerando el ritmo y con un grito ahogado, nos derramamos de nuevo uno
dentro del otro. Sin salir de ella ni ella de mí, quedamos tendidos dentro del jacuzzi
uno encima del otro, recuperándonos de los dos maravillosos orgasmos seguidos que
habíamos tenido. La hice salir de mí y la senté sobre mi regazo acariciándola por
todo su cuerpo, besé su frente, el pelo, dejando que los chorros del agua nos
relajaran, para que me diera unos momentos para recuperarme, la noche aún era
joven…

No sé qué nos despertó primero, si las luces de la mañana entrando por la ventana
o el sonido insistente del teléfono. Yo no quería separarme de ese cuerpo en que me
había estado fundiendo toda la noche. No había un solo trozo de piel que no hubiera
marcado como mío, besado, succionado, lamido. Al jacuzzi le siguió una botella de
champán que prácticamente derramé sobre ella lamiendo y bebiendo de su cuerpo,
a eso siguió la misma operación con otra botella de champan derramada en parte
sobre mi pene que Bella lamió, estiró y acarició con su lengua y dientes hasta
dejarlo seco; y la otra parte sobre su centro el cual también besé, lamí y succioné.
Lo que nos llevó de nuevo a la ducha donde la volví a tomar contra la pared de la
misma y de nuevo vuelta a la cama.

El insistente teléfono seguía sonando así que a regañadientes me levanté y


contesté.

-Papi, papi -oí la hermosa voz de mi niña a través del teléfono- ¿cuándo vais a
venir?, venid ya, Abu dice que no se abren los regalos hasta que no estemos todos y
nosotros no podemos esperar. Tengo uno muy grande papi, ¿qué será?

-Ahora mismo despierto a tu madre, y vamos para allá y lo averiguas- dije


riéndome para mí mismo. Que feliz era no podía serlo más.

Fui de nuevo a la cama. Mi esposa estaba durmiendo de espaldas. Me senté a


ahorcajadas encima de ella y empecé a darla besos por la espalda, el cuello,
tocándola con mi mano todo lo que alcanzaba a tocar. Ella se removió entre las
sabanas.

-¿Qué pasa?
- 322 -
-Gaby quiere que vallamos ya, pero primero te tengo que dar los buenos días como
tú te mereces -dije introduciendo mi miembro en su centro lentamente,
embistiéndola por detrás. Ella dejó escapar un grito de sorpresa pero segundos
después se incorporó un poco, lo que yo aproveché para capturar sus pechos entre
mis manos sujetándola al mismo tiempo. Empezó a moverse al mismo ritmo que yo.
De repente, de forma inesperada, salió de mí y nos giró quedando a su merced
debajo de ella. Dios como me excitaba esto, ya sabía lo que me iba hacer, y gemí de
anticipación. Sin introducir mi miembro en ella empezó a frotarse sobre mí, lento,
para no hacerme daño, pero se frotaba, una vez y otra y otra, mientras me besaba
por todos los sitos donde encontraba, mientras mordía mis pezones, masturbándose
a sí misma con mi pene y provocando que a mí se me derramara un poco de liquido
solo de verla. Cuando se recuperó introdujo con su mano mi pene en su centro y se
empezó a mover de nuevo, se movía a un ritmo maravilloso, primero lento, luego un
poco más rápido hasta que por fin, terminamos los dos juntos en un éxtasis de amor.

-Feliz Navidad, cariño -me dijo contra mis labios todavía sin salir de mí. Juro que
como siguiera ahí mucho tiempo, ni regalos ni nada, de aquella cama no íbamos a
salir.

-Feliz Navidad para ti también -le dije moviéndome dentro de ella de nuevo.

- ¿No nos había llamado la niña para que fuéramos? -preguntó moviéndose un
poco más.

-Sí, eso ha hecho. Esta inquieta con su regalo, dice que es muy grande.

-No tanto como lo que tengo yo aquí dentro -contestó sugerente moviéndose
todavía más.

-Bella, como sigamos así, te juro que voy a por las esposas y te ato a la cama y de
aquí no sales, tú verás…-le dije moviéndome más rápido.

-No suena mal -me contestó-, he sido muy mala, ¿por qué no me detiene agente
Masen?-dijo dándome un beso en los labios y moviéndose sobre mí de forma salvaje.

-Bella, no aguanto más.

-Yo tampoco…-y juntos llegamos al tercer orgasmo de la mañana, menuda mujer.


No tendría nunca suficiente de ella. Pero todo tenía que acabar, así que la levanté
de la cama, la cogí en brazos y la llevé a la ducha. No duchamos juntos lavándonos
el uno al otro, colmados, satisfechos, deseosos de más, sobre todo yo, pues una
imagen se había instalado en mi cabeza: Bella desnuda solo para mí, tumbada en la
- 323 -
cama y…esposada. Por dios. Eso teníamos que probarlo un día de estos.

Salimos de la ducha, nos secamos el uno al otro entre risas y chistes. Una nueva
llamada de nuestra hija nos hizo darnos más prisa, por lo visto ya estaban todos allí,
solo faltábamos nosotros, claro con las actividades matutinas.

Llegamos a la casa donde unos hiperactivos niños nos esperaban en la puerta


junto a una hiperactiva Alice.

-Cuanto habéis tardado -nos dijo-, ¿qué habréis estado haciendo? -preguntó con
sorna.

Nos adentramos a la casa y comenzamos a abrir los regalos. La verdad que yo


tenía ganas de que Bella viera lo que le había comprado, era una cosa emotiva
hecha con mucho amor y en la que esperaba que se reflejara todo esa pasión que
sentía por ella. Al tiempo que era una promesa de futuro

Primero fue el turno de los niños. Gaby se quedó asombrada al ver su nueva
bicicleta.

-¿Me enseñaras a montar en ella papi? -me preguntó.

-Claro que si hija mía, pasado mañana empezamos, mañana es el día que me dan
la medalla, ¿recuerdas?

-Claro papi -dijo echándose a mis brazos-, oye- me preguntó al oído -le vas a dar a
mamá eso, esperemos que Papa Noel lo haya hecho bien.

Sonreí dirigiéndome al árbol y cogí el paquete que tenía para Bella. Se lo di para
que lo abriera, era grande, así que tuvo que sentarse para hacerlo. Todos la
mirábamos expectantes. Cuando lo abrió se quedó muda del asombro y unas
lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. Eran tres marcos digitales. El
primero era una recopilación de fotos que teníamos de niños, luego de adolescentes,
el día del baile de graduación cuando le pedí que fuera mi novia y puse el anillo en
su dedo como una promesa de algo mas, nuestro noviazgo, cuando le pedí que se
casara conmigo, otra de nuestra boda y el nacimiento de Gaby. Por razones
evidentes ahí se cortaba. El segundo era una recopilación de fotos que Rose nos
había tomado a la niña y a mi aquí en Forks, y algunas otras que habíamos tomado
en nuestra estancia en Jacksonville, así como unas cuantas que Rose y mi madre me
habían dado de las diferentes etapas de la vida de Gaby que yo como un imbécil me
había perdido. El tercero estaba vacío pero tenía una nota que decía: para las
próximas que nos hagamos los tres juntos.
- 324 -
Bella me miró con lágrimas en los ojos, se levantó y se tiró a mis brazos
besándome efusivamente y dándome las gracias. Se separó de mí y fue hasta el
árbol, cogió otro paquete y me dio mi regalo. La verdad es que con el fabuloso reloj
yo tenía bastante pero lo abrí igual de emocionado, y me quedé boquiabierto. Era
una copia muy antigua, quizás de las primeras que se hicieron de la partitura
original de "Claro de Luna", música que sonaba en el baile de graduación cuando le
pedí que fuera mi novia y que se había convertido en nuestra melodía.

-Mamá y Rose me dijeron que no habías vuelto a tocar el piano, espero que esto
sirva para que empieces de nuevo. Prometiste componer una nana para Gaby
¿recuerdas?- con una sonrisa de oreja a oreja, crucé el espacio que nos separaba, la
abracé y la besé.

-Cuando volvamos primero tocaré esta pieza, después tu nana, y luego… habrá
que cumplir esa promesa y componer algo para esta señorita.

- ¿Me vas a hacer un canción para mí?- preguntó mi niña-. Tita Rose me dijo que
antes tocabas y que le habías hecho una canción muy bonita a mamá, pero que
habías dejado de hacerlo cuando…tuviste que dejar de estar con nosotras. ¿Volverás
ahora a hacerlo, papi?

-Por supuesto que sí -le contesté.

Primero tendría que afinar el piano, no en vano llevaba, desde que lo trasladé
desde la casa Swan a la mía, sin tocar desde hacía cincos años, pero eso era otra
cosa que tenía que recuperar. Amaba tocar el piano, me gustaba hacerlo y componer
canciones para la gente que amaba como la nana de mi Bella. Pero dejé de hacerlo
cuando ella se marchó. A menudo solía ir a refugiarme en la casa cuando no podía
más, me sentaba en él e intentaba tocar algo, pero me faltaba alguien
escuchándome. Recordé como solía sentarse a mi lado para que yo le tocara una y
otra vez solo para ella, esta noche se sentarían dos personas a mi lado, yo
recuperaría otro recuerdo más y me sentiría pleno, entero, completo y feliz.

Hola chicas ¿como estáis? Queríadeciros antes de nada que he escrito dos
OS navideños con los cuales estoy participando en dos concursos:

-Contest Sintiendo la Navidad (http : / / www . fanfiction . net / u / 3429837


/ Contest _ Sintiendo _ la _ Navidad) Sin espacios, con el OS "Una segunda
oportunidad para Amar"

- 325 -
-New Year Contest: (www . fanfiction . net /u / 3466787/ ) sin espacios. Con
el OS "Cisne: Una chica Valiente"

Los OS están publicados en mi perfil para que podáis leerlos cuando


queráis y los enlaces para las votaciones y para leer los demás OS que
participan son los que puse arriba.

Las votaciones serán desde el 22 de diciembre hasta el cinco de enero en


el Contest Sintiendo la Navidad

Y desde el 24 de diciembre hasta el 30 de diciembre en el New Year


Contest de Diario Twilight

Si os apetece podrías pasaros a leerlos y, si pensáis que me lo merezco,


votar por mi.

Bueno pues vamos al fic. Aquí os he dejado un nuevo capitulo que espero
hayáis disfrutado. Como os habréis dado cuenta aparecieron un par de
personajes que os aseguro van a dar un poco de lata, mas bien mucha lata.
la familia Vulturi es muy numerosa por lo que parece y la madre y la hija de
Cayo vienen dispuestas a presentar batalla. Con ellas vienen nuevos
problemas para nuestros protagonistas. En el próximo capitulo asistiremos
al esperado baile y a la no meno esperada entrega de esas medallas y... hasta
aquí puedo leer.

Lo cierto es que este capitulo ya lo tenía escrito, no es ningún especial de


navidad ni nada por el estilo, forma desde el principio parte de la historia,
pero me alegro de la coincidencia con la fecha.

Muchas gracias a mi beta que se toma el trabajo de corregir ¿que sería de


mi sin ella?

Muchas gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
- 326 -
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619

Quiero dar la bienvenida a:lexa0619

Gracias también a todas por añadirme a vuestras alertas y favoritos, sé


que cada vez sois más.

Ludgardita vuelves a tener desactivada la opción de pm, no me puedo


comunicar contigo a ver si lo arreglas mujer que echo de menos nuestras
charlas..

FELIZ NAVIDAD A TODAS. UN BESO MUY GRANDE Y QUE PAPÁ NOEL OS


TRAIGA MUCHAS COSAS.

Nosotras nos vemos el viernes que viene.

- 327 -
Chapter 27

DISCLAIMER: Ninguno de lo personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la inigualable S. Meyer, yo solo
juego con ellos. Únicamente el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 26: Baile de la policía, condecoración y…algo más.

Pov Edward

-¿Ya están listas? -pregunté a mi hija que entraba corriendo a la habitación de


invitados donde una hiperactiva e histérica Alice, en su versión tornado 9.9, me
había enviado. Su excusa, tenía que arreglar a Bella y yo no podía mirar.

Por la cara que tenía mi perfecta esposa, esta cuestión le hacía muy poca gracia…

-Alice, ya soy mayorcita, yo me puedo vestir sola -dijo a una muy alterada Alice
nada más entró por la puerta sin darle tiempo siquiera a abrir la boca. Por lo cual
deduje que no era la primera vez que pasaba. Entonces tuve el gran honor de asistir
en vivo y en directo a una de las famosas discusiones Bella/Alice de las que tanto me
habían hablado. He de admitir que eran graciosísimas y me lo pasé en grande, pero
lo que me sorprendió fue que ganara Alice la pelea. Mi esposa era una mujer muy
terca pero Alice te ganaba por puro y simple agotamiento.

El caso es que ahora estaban encerradas en la habitación principal desde hacía ya


casi cuatro horas, ¿tanto tiempo necesitaban para arreglarse estas mujeres?

-¡Papá, papá!-entró gritando Gaby desoyendo mi pregunta anterior- si vieras lo


guapa que esta ma… ¡Hala!-exclamó quedándose de piedra en la puerta.

-¿Te pasa algo hija?- pregunté preocupado. La verdad es que estaba monísima. Le
habían puesto un vestidito color azul que le sentaba muy bien, otra cosa que había
heredado de su madre, lo bien que les sentaba a las dos ese color.

La niña quería ver a toda costa como me condecoraban y me daban la placa y


Bella también se empeñó. Las dos estaban orgullosas de mí y eso me superaba, me
hacía sentir importante, era una emoción lo que sentía que no sabría describir. En
realidad desde que Bella me regaló aquel maravilloso reloj de oro con ese grabado
en donde me decía que me perdonaba, me sentía el hombre más afortunado, feliz y
- 328 -
orgulloso del mundo y esa emoción que no podía describir era la tónica dominante
en mi día.

Habíamos decidido llevar a los niños a ver cómo nos condecoraban y nos daban la
placa y después nos quedaríamos en el baile un rato. No éramos los únicos que
llevaríamos niños. El baile de la policía era toda una tradición y a él acudían todas
las familias al completo. Estaba la cuestión de la seguridad pero, ¿qué podría pasar
en un salón repleto de policías?

Como homenajeados, nos habían entregado a Emmett y a mí unas invitaciones que


no dudamos en repartir entre nuestros amigos. Ángela y Ben venían también pero
sin sus hijos ya que les había dado a los dos por ponerse malos al mismo tiempo y se
quedarían con sus abuelos. Claire la "canguro" de los niños vendría con nosotros y
estaría en el baile como invitada. Rachel, Paul, Jared, Quil, Colin, Embry y Brady
estarían ojo avizor también como invitados. Los dos últimos había venido al pueblo
junto con Bella, Alice y Jasper para reforzar la vigilancia aquí. Al acabar el baile
íbamos a hospedarnos todos, menos Ángela y Ben por razones obvias, en un hotel de
Seattle pues no queríamos hacer el camino de regreso a Forks tan de noche y
después de haber bebido unas cuantas copitas. La verdad es que así estaba yo más
tranquilo.

-Papi, pero que guapo estás -dijo mi hija mirándome admirada. El uniforme de
gala de la policía no era feo, según por donde se mirase, pero a las mujeres siempre
les gustaron los uniformes y mi Gaby era una mujer, ¿o no?

-Es el uniforme que usamos los policías cuando vamos a este tipo de sitios -le dije
riéndome por la carita que ponía al verme-, tu también estás muy guapa -le dije
acercándome a ella y poniéndole en el vestido un broche que representaba a la
Sirenita y que le había comprado el día que fuimos al centro Comercial.

-Papi es Ariel, ¡qué bonito!, muchas gracias.

-¿Ariel?, yo pensé que era la Sirenita -dije confundido.

-Pero papi -contestó riéndose -La Sirenita se llama Ariel, es una de las princesas
Disney ¿pero que aun no te has enterado con las veces que me has leído el cuento?

-Esto bueno…yo…, verás -nota mental: hacer un estudio exhaustivo de todos los
personajes Disney y de los que no son Disney también por si acaso.

-Ya verás cómo te vas a quedar cuando veas a mami -dijo muy seria sacándome de
mi trance-, no sé porque siempre se empeña en discutir con la tita Alice para que no
- 329 -
la vista si después la deja preciosísima.

-Mira por donde de lo que se entera uno -pensé para mí. Pero no me dio tiempo a
averiguar más porque de pronto apareció Alice por la puerta en su versión más letal
de terremoto 10.10, diciéndome que Bella ya estaba lista y esperándome abajo. Así
que terminé con unos cuantos retoques, dejando mi pelo por imposible y bajé.

Nada más llegar al salón me encontré con una visión divina, era una diosa
disfrazada de mujer, por Dios que guapa estaba. El vestido era precioso, largo hasta
los pies con escote palabra de honor. Era entallado hasta la cintura desde donde
salía haciendo unas graciosas ondas. Era precioso, pero más la persona que lo
llevaba. No era discreto pero tampoco ostentoso, llamativo, rimbombante o
escandaloso, era perfecto, muy estilo Bella. Pero sobre todo era azul, mi color
favorito por lo bien que a ella le sentaba.

-Tierra llamando a Edward -dijo pasando una mano por delante de mí. Ups no me
había dado ni cuenta de que me estaba hablando ni sobre qué, claro estaba más
ocupado babeando por ella.

-Perdona es que… estás preciosa mi amor, realmente encantadora, como me va a


gustar quitarte ese vestido al volver -le dije esto último al oído, claro.

-Pues yo te estaba diciendo que tú también estás muy guapo -dijo pasándome la
mano por el traje y los galones de modo seductor, de un modo tan seductor que ya
estaba allí el problemilla de siempre en la entrepierna.

-Pues entonces cuando volvamos tu me desnudas a mí y yo a ti -le dije con tal


grado de excitación tal que o salíamos de allí en aquel momento o la tumbaba sobre
el piano que adornaba la sala y la hacía mía allí mismo. Y desgraciadamente no
podía ser, estaba Gaby, y nos teníamos que ir.

-Gaby se queda a dormir con sus primos en la habitación del hotel ¿recuerdas?
-dijo pasándome la mano por donde siempre lo hacía, otra costumbre que habíamos
recobrado. Caray que costumbrita más deliciosa pero más incomoda a la vez en
algunos momentos.

-Vámonos ya porque te juro que me olvido de niña, me olvido de cena de baile y de


premio, te cojo en brazos y te llevo a la habitación de donde no te dejo salir hasta
que no tengas agujetas por todo el cuerpo -le dije al oído rodeándola con mis brazos
por detrás mientras la empujaba hacia la puerta del garaje que Gaby mantenía
abierta para nosotros.

- 330 -
Cogimos el Aston Martín que había llegado, junto al resto de los coches justo esta
misma mañana, por cierto vaya odisea protagonizó Emmett cuando fuimos a por
ellos.

-Voy a ser la envidia de la fiesta -dije con certeza-, llevo de mis brazos a las dos
mujeres más hermosas y el mejor coche que se pueda comprar-dije mientras
acomodaba la silla de Gaby en el asiento trasero. Algo difícil pero no imposible.

-He de reconocer que Alice ha hecho un buen trabajo. Aquí tu hija dice que no
sabe porque te resistes, lo que me lleva a preguntar que ha hecho mi esposa en
Jacksonville acudiendo a fiestas -comenté en broma pero queriendo averiguar
donde, como, cuando porque y con quien había ido.

-Bueno -dijo mi Bella muy dispuesta a colaborar. Malditos celos ¿qué leches
tendría ella que ocultar, a ver?-Esme siempre nos invita a las fiestas de la empresa,
y luego acudimos a eventos que tienen que ver con la revista, alguna que otra fiesta
del hospital y dos bodas de dos médicos con dos enfermeras, la eterna historia
-añadió risueña-. Siempre iba acompañada por Carlisle y Esme, o por Jasper y Alice.
Algunas veces iba con Garrett… - ¿Garrett, quien diablos era ese?-el marido de Kate
-se apresuró a aclarar. Y por supuesto Kate también venía, pero no me has dejado
terminar tendrías que haber visto tu cara -dijo riéndose.

-Bueno es que si uno oye que su bellísima esposa va de fiesta por ahí con un
desconocido, son normales unos poquitos de celos… -le dije en broma.

-Conociéndote a ti no serán tan poquitos.

-No te preocupes papi - dijo mi hija metiéndose en la conversación sin haber sido
invitada-, tita Alice dice que ha llevado la vida de un… de un… bueno de un señor de
esos que viven solos y no se hablan con nadie-añadió muy orgullosa de la explicación
a pesar de no saber decir la palabra ermitaño. Yo me eché a reír a carcajadas, esta
Alice era imposible y mi hija también, la verdad es que vaya pareja hacían.

Con tanta charla agradable, tanta broma y tanta risa, el viaje hasta Seattle se hizo
muy corto. Llegamos al lugar donde se celebraba el baile, uno de los salones más
lujosos de todo Seattle, aparqué detrás del jeep de Emmett y me bajé rápidamente
del coche para ayudar a Bella a bajar y después fui corriendo a ayudar a Gaby, uff,
se me agolpaba el trabajo. Tomé de las manos a Gaby y le di el brazo a mi esposa
para que lo cogiera y así los tres juntos entramos en el salón donde se celebraría
primero una cena, tras la cual nos darían la medalla, y después el famoso baile. Todo
el mundo al entrar se quedó mirando a Bella y yo me sentí orgulloso de llevar de mis
brazos a una mujer tan maravillosa. Algunos me miraban atónitos, pues me conocían
- 331 -
y estaban acostumbrados a verme con Tanya y otros me miraban con envidia a mí y
con lujuria a Mi Bella. Con los primeros aclaré pronto la situación diciendo
exactamente la verdad, Bella era mi esposa de la que esa zorra me había separado
con chantajes y amenazas. No dudaron en creerme ya que todos sabían que estaba
en la cárcel aunque he de decir que mis compañeros se quedaban anonadados de
que esa mujer que parecía tan dulce, fuera tan mala pero a los hechos me remito.
Con aquellos que miraban a Bella con lujuria sostuve una conversación gestual muy
clara y precisa en la que dejaba claro que esa mujer era mía y solo mía y que ni se
atrevieran a ponerle un dedo encima. Conocía a un par de ellos, famosísimos por ir
del brazo de una mujer distinta cada día, los típicos mujeriegos que solo utilizan a
las mujeres para su placer y como para muestra solo vale un botón, del brazo de uno
de ellos colgaba una mujer a la que solo le faltaba el cartel con el precio. Me di
cuenta de que Jasper se la quedaba mirando como si intentase recordar de qué la
conocía. Miré a mí alrededor queriendo comprobar si la esposa y la hija de Cayo se
habrían atrevido a venir y, efectivamente, allí estaban mirándome con la misma cara
de odio y hablando con una compañera que no conocía.

A la izquierda de ellos estaban mi Capitán William Black, junto a su mujer Rebeca.


Me había enterado hacia unos días que eran los padres de Jacob y Rachel. Billy, por
supuesto, conocía toda la historia pues yo mismo se la había contado cuando Tanya
fue detenida, incluido el tema de la bigamia. Nada más meter en la cárcel a Tanya
hablé con él sobre este asunto, pues era lógico ya que yo había incurrido en un
delito y encima era policía, y mi deber era ponerlo en conocimiento de mis
superiores. Fue en el transcurso de esa conversación cuando me había enterado de
que era el padre de Jacob y Rachel. Él mismo me dijo que consultara con un buen
abogado antes de hacer oficial esa conversación, a ver qué opinaba un letrado de
esta situación, fue el primero en sugerir el tema de la Enajenación Mental
Transitoria. Me dijo que me apoyaría en todo y que el hecho de que hubiera venido
yo mismo a confesarlo era una eximente. Si era sincero conmigo mismo, lo había
hecho inconscientemente, simplemente no tenía valor para firmar aquello que
arrancaba definitivamente a Bella de mi lado.

Billy y Rebeca se habían dado cuenta de la presencia de Rachel, pero haciendo


gala de su buena profesionalidad y Rebeca de su magnífico papel como esposa de un
policía, fingieron no conocerse. Yo le había dicho a Bella que se trataba de los
padres de Jacob y ella tenía ganas de conocerlos, así que la llevé hasta donde ellos
estaban no sin antes recordarle que no mencionara sus nombres…

-Mi Capitán, señora -saludé dirigiéndome a él por su rango en vez de por su


nombre pues estábamos en un evento oficial.

-Teniente. ¿Cómo está?


- 332 -
-Pues bastante bien, mire quiero presentarles a Isabella Masen, mi esposa.

-Encantados de conocerla señora Masen.

-Es un placer conocerles -dijo Bella dando la mano a Billy y un par de besos a
Rebeca.

-¿Y esta niña tan guapa? -dijo Rebeca, era una persona muy cariñosa.

-Gaby - le dije a mi niña-esta es Rebeca la esposa de este señor que es Capitán de


la policía y amigo mío. Él me va a poner la medalla -le dije al oído y eso provocó las
risas de todos.

-Hola-dijo mi niña tan cariñosa y simpática con todo el mundo - ¿a que mi papá es
un héroe?, ¿a que si? -preguntó orgullosa a Rebeca y a Billy.

-Por supuesto que sí cielo -dijo mi Capitán-, héroe y buena persona- dijo dándome
una palmada.

-A ver si comemos un día de estos con esta niña tan guapa y su mamá - dijo
Rebeca a lo que yo asentí y Bella también, estaría encantado de comer con ellos.

Nos despedimos de ellos y fuimos hacia la mesa que nos había tocado.

-Que sitio más bonito papi-dijo mi niña encantada de estar ahí. Nos sentamos en la
mesa que teníamos asignada y poco a poco fueron llegando los demás miembros de
la familia Swan y amigos.

La conversación durante la comida fue muy distendida y placentera.


Disfrutábamos mucho de la compañía, yo por lo menos. Era increíble como los
Cullen y Jasper se habían amoldado tan bien a nosotros, pareciera como si nos
conociéramos de toda la vida. Dicen que hay personas que están destinadas a estar
juntas y que por más vueltas que se den, un día u otro acabarán coincidiendo y yo en
estos momentos estaba empezando a pensar que era totalmente cierto.

-Atención -dijo el maestro de ceremonias llamando la atención de todos-, a


continuación voy a cederle la palabra al Capitán Black, quien va a entregar una serie
de diplomas y condecoraciones.

-Buenas noches a todos -dijo mi Capitán. Lo cierto es que me sentía intimidado de


que un hombre de su valía me entregase una condecoración a mí.

- 333 -
-Hay momentos en esta vida - comenzó el Capitán Black -en los cuales tenemos
que tomar decisiones difíciles en situaciones límites y en muy poco tiempo. Y esto
hicieron los tenientes Edward Masen y Emmett Swan cuando, sin importarles el
peligro que corrían sus vidas y sin que eso fuera su obligación, fueron más allá del
deber salvando a un grupo de niños que se habían quedado atrapados en un
incendio. Ya simplemente por eso el cuerpo de policía les premia con una medalla al
valor, pero el pueblo de Forks también quiere entregarles una placa conmemorativa
agradeciéndoles ese gesto. Me sentiré muy honrado de poner a estos dos magníficos
profesionales yo mismo las medallas. La placa de agradecimiento se la entregaran
en persona los niños a los que salvaron. Y sin más que decir…

-Por su encomiable valor yendo más allá de deber, poniendo en riesgo su propia
vida para salvar la de otros, tengo el honor de imponer esta medalla al Teniente del
Cuerpo de Policía Edward Masen -me llamó mi Capitán, yo me levanté de la mesa y
lo que sucedió a continuación me abrumó. Mi niña y Mi Bella, junto con los demás
miembros de la familia y amigos, se levantaron conmigo aplaudiendo y en dos
segundos se les habían unido todos los presentes. Caminé hacia el estrado muy
nervioso y cuando llegué el Capitán mismo me impuso la medalla guiñándome un
ojo. Se separó unos centímetros, se cuadró ante mí y me saludó al estilo militar y yo
le devolví el saludo. A continuación los diez niños que habíamos rescatado aquel día
Emmett y yo subieron y cinco de ellos se dirigieron hacia mí y me dieron la placa,
uno de ellos habló…

-Gracias agente Masen sin Vd. hoy no podríamos estar aquí-me dijo. Y las lágrimas
empezaron a caer de mis ojos. Por Dios si no había hecho más de lo que hubiera
hecho cualquier otro, los bomberos, a los que correspondía el rescate estaban muy
ocupados, no daban abasto, no podíamos dejarlos allí ¿verdad?

Me adelante tal y como indicaron hacia uno de los laterales con los cinco niños a
mi lado. A continuación llamaron a Emmett y se repitió el mismo proceso. Mi
Capitán también le guiño un ojo a mi hermano, no en vano había sido nuestro
profesor en la Academia y fuera de tanta ceremonia y protocolo, era más que
nuestro capitán un buen amigo.

La ceremonia continúo con más premios y condecoraciones a otros compañeros


por diversos motivos. Cuando Emmett y yo regresamos a nuestra mesa fui asaltado
por dos hermosas mujeres que llorosas y orgullosas se abalanzaron sobre mí. Yo las
recibí en mis brazos a las dos. La verdad es que este premio tenía más relevancia
para mí por el orgullo que ellas demostraban.

-Papi, papi -decía mi niña mientras sobaba con sus manitas mi medalla -que bonita
es - cogió la placa y empezó a deletrear las palabras intentando averiguar que decía,
- 334 -
cuando terminó parecía que se había enterado de todo porque se volvió a echar en
mis brazos gritando a pleno pulmón que su papá era un héroe. A mi lado mis
sobrinos y Rose estaban igual de entusiasmados con Emmett. Bella mientras tanto
me miraba con mucha ternura y amor, además de orgullo, sosteniendo la placa entre
sus manos.

-Felicidades-me dijo en un susurro emocionado dándome un beso en los labios.

-Gracias, pero esto no sería lo mismo sin vosotras ¿sabes? Hubiera recibido los
premios igual pero me sentiría incompleto y sin embargo me siento feliz de poder
compartirlo con vosotras y de saber que me apoyáis.

-Y que estamos muy orgullosas -me recordó.

-Eso es lo que más feliz me hace.

Rose también se acercó a felicitarme y mi madre, y todos los demás nos felicitaron
también. En ese momento empezaron los primeros acordes de un Vals y mi niña me
dijo que bailara con ella. Aunque tenía unas ganas enormes de tener a Bella entre
mis brazos bailando, la concedí el capricho. He de reconocer que me lo pasé en
grande bailando con una niña de cinco años que no me llegaba ni a la cintura.
Primero la subí a mis pies y al final acabe cogiéndola en brazos.

-Que orgulloso se te ve -me dijo mi Capitán acercándose a mí con su esposa.

-Son toda mi vida las dos, mi Capitán.

Seguimos bailando un poco más y volvimos a la mesa donde ya esperaba "Claire"


para vigilar a los niños. Se los llevó a un patio interior que había a la derecha de
donde estábamos y Rachel, Paul y Jared se fueron detrás. Quil, Colin, Embry y Brady
no nos perdían de vista a nosotros.

-¿Quiere mi maravillosa esposa bailar conmigo y así recuperar otro recuerdo más?
-pregunté a Bella. Bella y el baile nunca habían sido buenos amigos. Yo siempre
quería sacarla a bailar y ella se negaba, unas veces ganaba yo y otras ella, hasta que
aprendí a jugar con ella para ganar siempre yo, era muy divertido.

-¿Crees que será buena idea?- preguntó con recelo-, mira que si me caigo haré el
ridículo y te lo haré hacer a ti. Además con estos tacones que me ha puesto Alice…

-¿No le vas a negar un pequeño bailecito al héroe del día?-le pregunté


acercándome a ella muy meloso-, me llevaría un disgusto. Además es mi noche,
- 335 -
tienes que hacer lo que yo diga. Pero si no quieres me voy a buscar por ahí a alguna
que quiera complacer a un héroe- seguí picándola-, mira allí hay una babeando, voy
a darle mi pañuelo y…

-Está bien, sácame a bailar Edward Masen, pero es tu responsabilidad lo que me


pase -me dijo rindiéndose tal y como yo esperaba.

-No tengo ningún inconveniente en sacarte a bailar -le dije con sorna-, no hace
falta que me lo pidas así.

-Uff- bufó -nunca cambiarás.

-Pero así es como me quieres, ¿verdad? -le dije cogiéndola entre mis brazos y
empezando a bailar-. Dime que me quieres anda, por favor -le pedí susurrándole al
oído, sabía que eso la volvía loca

-Te quiero Edward, te quiero mucho -me dijo-, aunque hay que ver cómo te gusta
regalarte los oídos.

-Depende de con que me los regale y en este caso me pasaría toda una eternidad
escuchándote decir que me quieres y no me cansaría -le dije al oído de manera
seductora mientras la acercaba mas a mí.

-¿Estas recordando los viejos tiempos, ¿verdad?

-Quiero volver a recuperar todo, absolutamente todo lo que teníamos - le dije-, ya


te lo he dicho. Lo que tenemos es perfecto, pero necesito recuperar nuestros
recuerdos, que sean nuestros otra vez. La verdad es que no se cómo explicarlo, es
una necesidad.

-Te entiendo, a mi me pasa lo mismo -dijo apretándose más a mí y de repente caí


en la cuenta de que… y lo que tenía en mi entrepierna también se dio cuenta.

-Amor, ¿no llevas ropa interior verdad?-le pregunté a la vez receloso y excitado, al
tiempo que mi lado posesivo luchaba por dominar mandándome la orden de sacarla
inmediatamente de ahí.

-Bueno -empezó con su hermoso sonrojo adornando su cara-, me había comprado


un conjunto, era muy pequeño, pero aun así…

-Pues espero que sin nada debajo estés notando mejor el efecto que ese
descubrimiento acaba de producir en mí -le dije intentando dominar ese lado
- 336 -
cavernícola pues mi razón me decía que nadie se había dado cuenta, solo yo, pero
claro, que se olvidara de bailar esta noche con nadie que no fuera yo, eso por
descontado…

-Tú eres la culpable de mi estado de excitación -proseguí-, así que tú eres la


responsable de aliviarme -le dije frotándome contra ella mientras bailábamos. Sabía
de sobra que sin braguitas, con aquel vestido tan fino y con lo grande y duro que se
me había puesto mi miembro, lo estaba notando a la perfección.

-Edward-me dijo entrecortada. Sospechas confirmadas. Decidí seguir jugando con


ella.

-Pues has sido una niña muy mala, cuando lleguemos al hotel me vas a tener que
compensar. A lo mejor hasta te esposo a la cama y no te doy tregua hasta el
amanecer. Pero, el problema va a ser llegar -le dije con una voz que ni yo mismo me
reconocía de la pura excitación que tenía en ese momento, ya que una vez más la
imagen mental de bella esposada y desnuda en la cama había llenado mi mente.

-¿Por qué?- preguntó intrigada-, ¿qué pasa?

-¿Cómo que , qué pasa? - dije dejando besos húmedos desde su oreja al cuello y
desde allí al hombro desnudo-, me va a resultar difícil salir de aquí sin que se den
cuenta.

-Anda eso…, pues sepárate un poquito y piensa en otra cosa, a no ser que…
quieras recuperar otro recuerdo yéndonos al cuarto de baño.

-Créeme que me encantaría amor, de hecho cuando lleguemos al hotel va a ser el


primer sitio donde te pille. Primero en el baño -le dije mordiéndole el lóbulo de la
oreja-, sentada en el tocador, después en la ducha, contra la pared con mis brazos
haciéndote una jaula, luego no descarto la posibilidad de esposarte a la cama…
prepárate señora Masen -le dije apretándome más contra ella y moviéndome
sugerentemente al ritmo de la música de forma provocativa para que notara mi
problema en toda su extensión y de paso para excitarla a ella-, prepárate para un
noche muy larga Señora Masen porque este problema que me ha causado es muy
grande -le dije besándola, rozando con mis labios la base de su cuello.

-Edward -empezó a protestar, pero no pudo porque en ese momento un grito


desgarrador se oyó por encima de la música. Miré hacia donde provenía y entré en
pánico al ver como Rachel se arrastraba por el suelo hacia el salón de baile como
podía dejando tras de sí un reguero de sangre. Billy, Jasper y Carlisle fueron
corriendo hacia ella, Rebeca Black se quedó paralizada y horrorizada de la
- 337 -
impresión y Alice venía a ayudar a Bella que se había desmayado en mis brazos

-Se los han llevado -repetía -se los han llevado. Paul y Jared están malheridos e
inconscientes o puede que muertos. Se han llevado a Claire con ellos. No los hemos
visto llegar, no nos ha dado tiempo a reaccionar, eran varios y han salido de la nada.
Hay una falsa policía… -dijo perdiendo el conocimiento en ese mismo instante.

Y yo no necesite escuchar más, una vez que comprobé que Alice me confirmó con
la mirada que Bella estaba bien aunque seguía desmayada, desenfundé el arma y
salí disparado hacia el patio donde segundos antes había visto salir a los niños junto
con Claire seguidos de Rachel, Paul y Jared. Oía pasos detrás de mí, me volteé y vi
que Emmett y Quil me seguían de cerca y también varios de mis compañeros y
Carlisle en calidad de médico. Llegamos al sitio donde había sido el tiroteo y vi con
horror los cuerpos también ensangrentados de Paul y Jared y las inconfundibles
huellas de cuerpos siendo arrastrados. Dos de mis compañeros se quedaron con
Carlisle para ayudar a atender a los agentes heridos, mientras llamaban a una
ambulancia al mismo tiempo. Los demás seguimos las huellas que nos llevaron hasta
el aparcamiento en cuyo suelo estaban claramente marcadas las inconfundibles
huellas de unos neumáticos al salir corriendo del lugar.

-Emmett -le dije sacándome del bolso un aparato de rastreo-, ¿vamos a tu jeep?
Gaby lleva un dispositivo de búsqueda en un broche que le he regalado-. Ni corto ni
perezoso Emmett se dirigió hacia su coche que había dejado aparcado delante del
mío, entró dentro y yo hice lo mismo, ocupando el asiento del copiloto y poniendo al
mismo tiempo en marcha el dispositivo de rastreo.

-Funciona -dije-, la tengo más o menos localizada.

-Pues vamos a por ellos.

-Edward -dijo Quil -me voy con vosotros. Es mí deber protegeros, aunque parece
que no lo hemos hecho muy bien, eres un testigo de cargo y además no sé que ha
sido de mi compañera y…

-No, le corté solo quedáis en pié Embry, Brady, Colin y tu. Por favor vuelve con mi
Bella y los demás, a lo mejor hay más sorpresas y quiero que estén bien protegidas,
nosotros sabemos defendernos, estaremos bien.

-Pero…

-Volved al salón de baile por si hay más sorpresas y os necesitan. Decidles a los
demás donde hemos ido, cuando podamos nos pondremos en contacto. Quil, somos
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policías sabemos protegernos pero Bella y los demás no, por favor no os separéis de
Bella y decidle que la amo y que les juro a ella y a Rose que volveremos con los
niños sanos y salvos -dije pensando en lo mal que lo estaría pasando mi amor y mi
cuñada, pero en ese momento y por mucho que me doliera dejarla sola, mi hija y mis
sobrinos eran lo primero. Emmett arrancó el coche en ese momento para impedir
que Quil siguiera insistiendo.

-¿Quién crees que ha sido esta vez? -preguntó Emmett sin dejar de mirar por
donde teníamos que ir.

-No lo sé, Emmett, no lo sé. Aro no está en condiciones de mandar nada en este
momento, pero Tanya y Cayo sí. Además, la noche de Nochebuena Athenodora y
Renata no dejaban de mirarnos, tanto que llegaron a atemorizarme y hoy han hecho
lo mismo, creo que han sido ellas por orden de Cayo.

Seguimos por la carretera durante lo que a mí me parecieron horas. Estábamos


casi en Canadá. Según el dispositivo se habían parado por lo que no tenían que estar
muy lejos. Cuando se lo dije a Emmett éste apretó el acelerador aun más de forma
que las ruedas casi no tocaban el asfalto. De repente notamos un fuerte impacto a
mi lado y escuché que nos estaban disparando. Emmett iba demasiado deprisa para
lograr hacerse con el coche a tiempo. La caída por el precipicio era inevitable a
pesar de que Emmett estaba intentando frenar el coche. Cerré los ojos y pensé en
Gaby y en Bella y ellas me dieron fuerzas…

-Emmett no tenemos más remedio que saltar….

Hola, esto...¿como estáis? En fin, supongo que después de dejaros así


tendréis ganas de matarme. Yo casi que me voy a ir unos día a Tumbuctu por
ejemplo tomaré las uvas con la gente de allí e intentaré pasar desapercibida.
Ya volveré al viernes que viene a publicar el siguiente capitulo. Solo deciros
que para no haceros sufrir demasiado, el siguiente capitulo es un Pov Gaby.
Veremos lo que les pasa desde el punto de vista de ella. Solo os digo que no
desesperéis que ya van a buscarla dos policías muy especiales... ¿o tal vez
no?. En todo caso están con Claire.

Quiero dar como siempre las gracias a mi beta sin cuya labor no podría
publicar esta historia sin errores.

Y por supuesto daros las gracias a todas las que durante este año habéis
estado ahí apoyándome y leyendo mi historia.

- 339 -
Gracias por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent

Como siempre quiero dar la bienvenida a nuevas lectoras: katitacullent

Gracias también a todas aquellas que me habéis añadido a vuestras alertas


y favoritos.

Y también quiero dar las grcias a todas aquellas que siguen mi historia en
silencio y animarlas a que se unan a esta familia.

Quería avisaros de que el plazo para poder votar en el Contest Sintiendo la


Navidad ya está abierto. Como se han presentado muchos OS al concurso,
estos se han dividido en tres grupos. Los tres OS que queden ganadores de
cada grupo, se enfrentaran en tres sí en una segunda votación. Mi OS "Una
segunda oportunidad para amar", está en el grupo 3 por lo que podréis votar
por mi , si pensáis que lo merezco, a partir del 3 de enero y hasta el día 7 del
mismo mes. El link del concurso para poder entrar a votar es el siguiente:

http : / / www . fanfiction . net / u / 3429837 / Contest _ Sintiendo _ la _


Navidad ( ya sabéis que tenéis que eliminar los espacios). De todos modos el
link también está puesto en mi perfil.

Por otro lado el plazo para votar en el New Year Contest por Diario
Twilight, en el cual tambiñén participo con el OS: "Cisne: Una chica
valiente" tambiñén está abierto. Podeis pasar a votar por mi, si pensais que
lo merezco, en el siguiente link:

http : / / www . fanfiction . net / u / 3466787/ (no olvidéis juntar los


espacios). Aquí tenéis poco tiempo ya que las votaciones se cerraran el día
31.

- 340 -
Quiero desearos lo mejor en este año que entra. Ojala se cumplan todos
vuestros deseos. Si queréis pasar por mi perfil, he publicado una felicitación
de Año de parte de Edward, Bella, Gaby y demás personajes.

FELIZ AÑO NUEVO A TODOS Y NO OS ATRAGANTÉIS CON LAS UVAS.

HASTA EL AÑO QUE VIENE.

- 341 -
Chapter 28

Disclaimer: Ninguno de los personaje que aparecen en este fic me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la inigualable S. Meyer, yo solo
juego con ello para crear esta historia. Únicamente el personaje de Gaby es
de mi invención.

Hola chicas, quería compartir con vosotras una buena noticia, he ganado
una Mención de Honor por mi OS "Cisne, una chica valiente", con el cual me
presentaba al New Year Contest por Diario Twilight. Desde aquí quiero dar
las gracias a staff de Diario Twiight, a mi beta sin cuyas enseñanzas no
hubiera sido posible este premio, y por supuesto a todas mis lectoras ya que
sin vosotras yo no estaría aquí. A todas os dedico este capítulo

Capitulo 27: Mi Heroe.

Pov Gaby

Estábamos abrazados los tres muy quietecitos. Teníamos frío pero al estar así de
juntos parecía que se nos pasaba. Claire estaba en medio de nosotros y nos protegía
con sus brazos todo lo más que podía mientras miraba alrededor murmurando cosas
como piensa Claire alguna manera tiene que haber de salir de aquí. Si hubiera
alguna forma de llegar hasta aquella ventana, realmente no está tan alta….

Estábamos tan tranquilitos jugando con Claire y Rachel en el jardín que no oímos
que llegaba gente. Recuerdo que aparecieron dos señoras muy simpáticas que se
pusieron a hablar y jugar con nosotras. Una de ellas era policía como mi papi y la
otra me contó que era la novia de un compañero de mi papa y del tío. De repente
aparecieron unos señores con esas cosas en la mano iguales a la que tiene mi papi y
que él me había prohibido tocar. Mis primos decían que se llamaban pistolas y que a
ellos su padre también les tenía prohibido tocarlas. Yo nunca había visto como
funcionaba ninguna, ni siquiera la de tito Jacob hasta el día que nos atacaron en
Jacksonville. Las señoras que estaban con nosotras se pusieron al lado de esos
señores como si estuvieran con ellos. Vi como Rachel estaba tumbada a mi lado con
los ojitos cerrados como si estuviera… muerta y tenía mucha sangre alrededor y yo
me asusté mucho; otros dos hombres que tenían en su mano también pistolas de
esas, se pusieron delante nuestro como si estuvieran defendiéndonos igual que
aquella vez. Se oyeron muchos ruidos similares a los de aquel día y gritos, vi como
uno de ellos se caía al suelo manchado de sangre y al poco tiempo vi como el otro se
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caía también. De repente alguien me cogió por detrás y me dormí…

Cuando desperté me encontré en esa oscura habitación al lado de mis primos y de


Claire. Mis primos no recordaban nada al igual que yo. Tony de repente se acordó
de que alguien le puso un pañuelo que olía muy mal en la boca y se quedó dormido,
supongo que a Peter, a Claire y a mí nos pasaría lo mismo.

No sabíamos cuanto tiempo había pasado. Teníamos mucha hambre, pero nadie
venia a traernos nada, y también teníamos frío, por eso nos apretujamos los unos
contra los otros para darnos calor, mami me hizo eso una vez que se estropeó la
calefacción en casa.

Me toqué la oreja porque me dolía, la sentía mojada y comprobé con mucha pena
que uno de los pendientes que me había regalado tito Jacob se me había perdido. Si
ya me decía siempre mi mami que tuviera cuidado y no se me perdieran.

También teníamos mucho miedo, ¿serian los mismos señores malos que nos
habían hecho daño en Jacksonville?, ¿sería esa señora que no dejaba que mi papá y
mi mamá estuvieran juntos?

Papi, mami… ¿dónde estáis?, no me dejéis solita. Papi tu eres un héroe, tienes que
venir a por mí. Los héroes vienen a rescatar a los niños que están en peligro y
nosotros estábamos en peligro, no sé porque lo sabía pero lo sabía. De repente una
puerta se abrió, nosotros nos apretamos más entre sí y Claire se puso delante de
nosotros para protegernos…

-Supongo que tendréis hambre -nos dijo esa señora tan guapa que habíamos
conocido antes, la que decía que era novia de un compañero de mi papá. Todavía
llevaba el mismo vestido que en la fiesta, pero ahora se mostraba muy antipática
mientras nos dejaba una bandeja con cosas en el suelo.

-¿Qué estás haciendo? -preguntó otro señor que entró detrás de ella.

-Tendrán que comer ¿no? -dijo la señora.

-¿Y para qué?- contestó ese hombre-. Ya sabes lo que ella nos ha dicho qué
tenemos que hacer en cuanto Renata, su hija, llegue.

-No estoy muy convencida de eso -dijo la mujer-, además son hijos de policías, les
estarán buscando por todos lados. Ya sabes cómo son los policías, se protegen entre
ellos y si les haces algo a uno, todos van a por ti como animales.

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-Pues ya es muy tarde para arrepentirse, cariño. Charles y Mackkena han tenido
que encargarse de esos dos que andaban tras su pista, pero esos ya no lo cuentan ja,
ja,ja, han ido directos al precipicio, ja,ja,ja . Vamos no te pongas melancólica, Renata
vendrá en seguida y te aseguro que estos cuatro no verán amanecer de nuevo. ¿Y tú
qué? - preguntó mirando a Claire-, ya tendrás menos humos cuando acabe contigo
antes de liquidarte -dijo acercándose a ella de forma muy rara y Claire se enderezó y
se quedó mirándole como si le desafiara.

-Son solo unos niños, no entiendo a esa mujer, ¿qué le han hecho?

-No lo sé, yo no hago preguntas, solo cojo el dinero y corro.

-Déjales la bandeja.

-Bueno vale. De nada les va a servir, salvo para irse al otro barrio con el estómago
lleno.

La mujer nos dejó la bandeja en el suelo. Salieron los dos de allí y nos volvimos a
quedar solitos. Claire se acercó a coger la bandeja y la puso en medio de los cuatro.
La comida no estaba buena y además estaba fría, no era la de mi mamá ni la de abu
Renée, ni la de tía Rose. Pero nos la comimos porque teníamos hambre, mucha
hambre ¿Qué era eso que habían dicho?, ¿por qué no veríamos otro amanecer?, ¿a
qué barrio nos iban a mandar?, ¿nos llevarían lejos de aquí y no volvería a ver ni a
mi papi, ni a mami ni a ninguno de mis tíos y abus? Mami… papi… ¿dónde estáis?,
venid a por nosotros, estamos solitos, tenemos hambre, sueño y frío. Papi… me
prometiste que me enseñarías a montar en esa bici tan bonita que me trajo Papa
Nóel…, nunca aprenderé a montar, nunca podré estar en ninguna foto en ese marco
que Papá Noel le había regalado a mami a petición de mi papi, seguro que pondrían
la foto de otro niño…tendrían otro niño y se olvidarían de mi…no, no, no, mami y
papi me quieren…no pueden olvidarme.

Oí un ruido detrás de mí y al volverme me di cuenta de que alguien intentaba


entrar por la ventana que había en la parte de más arriba. Claire se levantó de
inmediato y en ese momento se escuchó cómo se rompía el cristal y alguien abría la
ventana para entrar. Cuando le reconocí me puse muy contenta, llevaba todavía
aquel traje con el que estaba tan guapo y su medalla, pero el traje estaba manchado,
roto, sucio y lleno de sangre y él también tenía sangre en las manos y en la cara.
Seguro que se había manchado y se había hecho daño buscándonos. Estaba muy
feliz de verle, ahora mi papi nos sacaría de aquí y volveríamos a casa. Iba a decirle
algo, cuando se puso sus dedos en la boca para que nos calláramos. Se acercó a
nosotros y nos dijo muy bajito que no hiciéramos ruido, que no tuviéramos miedo,
que nos ayudaría a salir de allí, pero que tendríamos que hacer lo que nos dijera.
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Los tres dijimos que sí, mientras Claire ya estaba viendo la manera de subirnos
hacia la ventana.

Mi papi, se sentó en la ventana con una pierna hacia dentro y otra hacia la calle y
le dijo a Claire que nos alzará en brazos para que él nos pudiera coger y que tío
Emmett nos esperaba al otro lado de la ventana cosa que a mis sobrinos les hizo
ponerse contentos también pues su papi había ido a por ellos. Claire cogió primero a
mi primo Tony porque era el mayor y el más alto y podría ayudar a su papá a
bajarnos al suelo de la calle. Peter dijo que él iría después para así ayudarme a mí
que era la más bajita, papá nos dijo que él no podía haberlo organizado mejor y nos
sonrió con esa sonrisa tan bonita que tenía y eso me dio ánimos, podría salir de allí y
ver a toda mi familia de nuevo.

Buscamos por todos los lados y al final encontramos una especie de sillita, la
cogimos y la llevamos hasta el sitio donde estaba la ventana. Claire se subió a la silla
y cogió primero a Tony e intentó alzarle hasta que sus piernas tocaban sus hombros
y Tony estiró mucho sus brazos para que papi lo cogiera. Mi primo consiguió llegar
hasta la ventana, antes de saltar se espero a que Peter subiera, le costó un poco más
subir porque era más pequeño. A ver qué tal se me daba a mí. Cuando Peter estuvo
arriba, Tony saltó hacia fuera. Ahora me tocaba a mí. Claire me cogió en sus brazos
y me alzó igualmente hasta que mis pies tocaban su cabeza, yo estiré mis bracitos
todo lo que pude, papi se tuvo que agachar más que cuando cogió a mis primos y
casi se cae, pero se sujetó me sujetó a mí y me subió y cuando me tuvo en sus brazos
me dio un abrazo muy grande con muchos besos, le daba gracias a Dios, me decía
que me quería, que era su princesa y noté como se me mojaba el cuello ¿estaba mi
papi llorando? Miré hacia la calle donde ya estaban mi tío, Tony y Peter
esperándonos. No estaba muy alto. Papi me preguntó si tenía miedo. Sí lo tenía,
tenía mucho miedo pero había que hacerlo. Pensé en mi mami y en toda mi familia y
que pronto volvería a verlos. Mami me había dicho que tenía que pensar en cosas
bonitas cuando había que hacer algo que me daba miedo pero era necesario, como
cuando Nessie me sacaba sangre porque estaba malita. Pensé en mi bici nueva y en
mi papi enseñándome a montar en ella… y salté. Me hice un poco de sangre en la
manita al caer, pero me aguantaría, era una niña grande como me decía mi mamá.

A Claire le costó un poco más subir porque no tenía quien la alzara y oía como mi
papi le iba indicando por donde trepar, al final lo consiguió. Cuando todos estuvimos
en la calle, papi me volvió a abrazar con fuerza y él tío Emmett abrazó también a sus
hijos. Nos dijeron que no hiciéramos ruido para que no se enterasen los señores
malos que estaban vigilando la casa en la parte de afuera. Cuando nos escapábamos
vimos como un coche se detenía en la casa y salía una señora que yo conocía y mi
papi también por la cara que puso, seguro que era la que venía para llevarnos a ese
barrio donde no veríamos eso del amanecer. Menos mal que papi había llegado para
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sacarnos de allí.

Muy despacito y sin hacer ruido nos fuimos alejando de aquel sitio, parecía que
habíamos ido hacia un bosque porque no se veían casas alrededor. Papi nos dijo que
no nos separáramos y procuráramos no soltar de la mano a Claire, a la que le habían
dado una pistola de esas. Me cogió un momento de la cabeza y me tocó la sirenita
que él me había regalado antes y sonrió dándole un besito ¿por qué hacía eso?
Caminamos durante mucho rato. Peter y yo tropezábamos mucho con las ramas y las
piedras que había por el suelo, papi me cogió en brazos y tío Emmett cogió a Peter,
Tony seguía de la mano de Claire y los tres llevaban en la mano las pistolas esas. Yo
no sé cuánto tiempo estuvimos andando pero de repente llegamos a una carretera.
Seguimos andando por ella para ver, según decían papi, el tío y Claire, si pasaba
algún coche pero había que andarse con cuidado no fuera el coche de los señores
malos y nos cogieran otra vez.

Papi y el tito le contaron a Claire que les habían asaltado por el camino y habían
tenido que salir del coche de un salto antes de que éste cayera al barranco donde se
había quedado totalmente inservible. Le enseñó a Claire un extraño aparato que
llevaba en la mano y que según él le había servido para encontrarme diciéndole que
gracias a dios no se había roto con el impacto al saltar.

Antes de conseguir que pasara algún coche, llegamos a un sitio de esos donde
puedes echar gasolina y comer. Papi nos llevó hasta allí porque pensaba que podría
llamar para que viniera a por nosotros.

-Por favor señorita, si es usted tan amable -escuché que le decía mi papi a la
camarera-. Nos hemos perdido y los niños están hambrientos y asustados, ¿podría
darles algo de comer y un cacao caliente?

La camarera se metió dentro y salió con seis platos de comida, esa sí que debía
estar buena, y nos entregó uno a cada uno. Le dio a papi, al tío y a Claire un café y a
nosotros un vaso de cacao a cada uno.

-¿Son esos niños? -le preguntó a papi-, los que salen en las noticias ¿verdad?, los
hijos de los policías. Tendrán que matarme si piensan que les voy a dejar salir de
aquí con ellos -les dijo la mujer con otra pistola de esas en la mano, de esas que
papa, abu y tito Emmet utilizan para detener a los malos, de esas que hacen ruido,
papi la pone muy alto y le saca algo de dentro, me dijo que no podía tocarla, que me
haría daño.

-Comprendo que no me crea -le dijo papi-, pero nosotros somos sus padres, los
policías de los que habla la televisión. Aquí están nuestros nombres y el número de
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placa. Yo soy el Teniente Edward Masen -le dijo enseñándole algo- y este el Teniente
Emmett Swan -Tío Emmett también le enseñó algo muy parecido-. Nos han asaltado
para evitar que llegáramos hasta los niños y nos han dado por muertos, lo cierto es
que estamos vivos de milagro gracias a que hemos podido saltar del coche a tiempo,
pero puede averiguar la verdad si llama usted misma a cualquier comisaria de
policía, les da nuestro nombre y número de placa y les dice que estamos aquí con los
niños. Pídales que vengan deprisa por favor. No podemos utilizar nuestros móviles
porque corremos el riesgo de ser descubiertos y nuestro coche ha quedado
inservible en el fondo de un barranco. Ya se habrán dado cuenta de que los hemos
sacado de allí, nos deben estar persiguiendo.

-Y yo soy agente especial del FBI, aquí tiene mi número de placa y mi


identificación -dijo Claire enseñándole una especie de carterita-, mi obligación era
proteger a los niños.

La mujer se fue detrás de eso que llaman mostrador y volvió con un teléfono en la
mano.

-Le creo señor, llame usted mismo -le dijo dándole el teléfono -pero déjeme que le
eche un vistazo a esa herida antes, se ve muy fea.

-Muchas gracias, esto…

-Randall, puede llamarme Randall, es mi apellido y todo el mundo me llama así


-contestó la mujer mientras le curaba a mi papi la herida y se la vendaba como hacía
mi mamá.

Papi se puso a llamar por teléfono mientras la mujer se sentaba a nuestro lado y
nos decía si queríamos comer más. Parecía simpática y amable. Oímos como Papi le
pedía el nombre del sitio para que puedan venir a buscarnos.

-Bueno Randall, si nos aguanta un poco más, pronto vendrán a buscarnos.

-No es molestia -dijo Randall-. Pobres niños, todo el mundo les está buscando.
Dicen que han sido víctimas de un secuestro, ¿cómo es posible?, ¿quién puede ser
tan malo como para querer hacer daño a un niño?

-Créame Randall, ni yo mismo me lo explico, en toda mi vida como agente de


policía he visto tanto odio y tanta maldad y mire usted que he visto cosas. Pero hay
toda una historia detrás de esto.

-Agente -dijo mirando a Claire -, parece que tenemos la misma talla y lleva la ropa
- 347 -
muy rota, venga conmigo le prestaré algo. Ojala tuviera algo también para vosotros
-nos dijo.

-Gracias.

De repente se escucharon unos ruidos como de coches

-¿Ya están aquí! -grité entusiasmada y mis primos gritaron también, pero el tío nos
silenció.

-Estamos en Canadá, no es posible que hayan llegado tan pronto, ni con un avión o
un helicóptero podrían haberlo hecho.

-Métanse dentro -nos pidió Randall-, atenderé al que venga.

Papi, el tío y Claire nos cogieron y nos llevaron detrás de la tienda donde nos
quedamos escondidos.

-¿Que desean tomar? -preguntó Randall a los que acaban de entrar.

¡Qué no fueran los señores malos por favor!, pero me aterré cuando oí aquella
voz. Era la del hombre que dijo lo del amanecer.

-Tres cafés si es tan amable.

-¿Por casualidad no habrá visto pasar por aquí a tres niños pequeños como de
unos cinco años? -preguntó una mujer y mi padre en ese momento se puso muy
enfadado gruñendo por lo bajo y diciendo algo así como malditas seas Renata-, son
mis hijos, se han perdido y a lo mejor han pasado por aquí y como tenían hambre.

-No, ningún niño ha entrado hoy en mi establecimiento que yo recuerde y supongo


que a esos si estaban solos y dice usted que son trillizos si los recordaría.

-Yo no he dicho eso -comentó la mujer enfurecida

-Perdone… lo… siento -pidió perdón Randall-, habré entendido mal, como usted
dijo que eran tres y tenían cinco años y los tres eran sus hijos, bueno pues pensé…

-Pues pensó usted mal -dijo la señora que parecía muy enfadada-. Sí, sí que son
mis hijos -dijo la mujer otra vez con la voz más calmada-, solo es que le he dicho una
edad orientativa, uno tiene seis años, la otra cinco y el mayor siete, ¿de verdad que
no los ha visto? La niña tiene unos hermosos cabellos cobrizos y los ojos color
- 348 -
chocolate.

Como sabría esa señora todo eso si no me conocía, me dije yo.

-Pues no durante mi turno que ha empezado sobre las ocho hará unas tres horas
-dijo Randall

-Bueno, pues si los viera póngase en contacto con este número de teléfono, se
dará recompensa -dijo de una forma muy extraña, ¿qué sería una recompensa?

Cuando se marcharon Randall entró a donde nos habíamos escondido y nos dijo
que ya podíamos salir. Pero de repente se oyeron de nuevo esos ruidos y todo se
volvió oscuro como si alguien hubiera apagado las luces.

-Sé que estáis ahí -dijo la voz del hombre-. Señorita, disimula usted muy mal, pero
si nos los entrega no le pasará nada, solo tenemos órdenes de llevarnos a los niños.
Entréguelos y seguirá con su vida como si nada.

-Sobre todo teniendo en cuenta que les has visto la cara -dijo tío Emmett-. ¿Hay
alguna puerta trasera por donde podamos escapar?

-Sí, venid conmigo.

Como pudimos, pues estaba todo muy oscuro, y sin hacer ruido llegamos a una
puerta que Randall abrió y nos hizo salir a todos por ella.

-Mi coche está aparcado afuera, sin tan solo pudiéramos llegar hasta él - nos dijo.

-¿Exactamente dónde está? -preguntó mi papi.

-Allí -señaló Randall-, es aquella camioneta de allí.

-Quedaros aquí con Claire y con el tío Emmett. Supongo que las llaves estarán
puestas en el contacto.

-Sí…

-Estad todos preparados, cuando veías que vengo y abro la puerta, todos adentro
lo más rápido posible.

Le vimos como se marchaba y nos quedamos quietecitos y en silencio. Claire dijo


que los señores debían de estar buscándonos por toda la tienda y no tardarían en
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llegar aquí, así que nos dijo que estuviéramos muy callados y nos escondimos detrás
de unos sacos. Toqué a Peter y noté que estaba temblando también al igual que yo.

De repente se oyeron unos pasos que parecían venir hacia nosotros. Eran ruidos
como los que hacían mami, tita Alice o tita Rose al andar. Se acercaban hacia aquí,
Claire y tío Emmett cada vez nos apretaban más y miraban hacia la puerta abierta a
ver si venía al coche. Y al mismo tiempo intentaban abrir los sacos. De repente una
linterna nos enfocó, al tiempo que el claxon de un coche sonaba en la oscuridad.
Claire, le dio a la mujer una patada y le tiró lo que fuera que contenían lo sacos pero
que la hizo estornudar y aprovechamos para salir corriendo hacia el coche. Se oían
ruidos, muchos ruidos como los que ya conocía, muchas voces, alguien gritaba y
otros chillaban y nosotros corríamos lo más deprisa posible. Papi ya nos tenía
abierta la puerta trasera mientras hacía mucho ruido con la pistola, al igual que tito
Emmett y Claire que iban cubriéndonos con su cuerpo. Claire nos empujó y se metió
con nosotros como pudo y el tío Emmett entró al lado del conductor y salimos
corriendo muy deprisa de allí.

-Mirad a ver si nos persiguen.

-Un coche viene detrás de nosotros -dijo Claire y papi empezó a correr más
deprisa con el coche. De repente oímos el mismo ruido que hace el coche que papá y
tito Emmet utilizan para trabajar cuando pone una cosa con una luz en el techo.

-Es una patrulla de policía.

-O eso pretenden hacernos creer -dijo Emmett-. Randall, ¿cómo se llega hasta el
pueblo y hasta la comisaria? - le preguntó.

-Es por allí -dijo señalando a un lugar.

El coche corría mucho y a mí me daba miedo, pero más miedo me daban aquellos
señores que iban detrás de nosotros haciendo ruido con esa luz del techo. Llegamos
a un pueblo como Forks, lo supe porque había muchas casas al igual que allí. Papi se
detuvo delante de un sitio igual al que él y tito Emmet trabajaban. Nos sacaron del
coche y entramos dentro, pero no había nadie.

-Menos mal que se les ha ocurrido venir aquí -dijo una voz detrás de nosotros, y
cuando me volví era un señor que vestía igual que mi papa cuando trabajaba y que
entraba por la puerta en ese momento seguido de otros dos que llevaban a esos
señores malos con las manos atadas por detrás-. ¿Por qué no se han detenido
cuando nos han visto? Soy el agente Dwyer, Phil Dwyer, y este es mi compañero
Benjamín -le dijo a mi papi enseñándole una placa y éste guardó su pistola en un
- 350 -
bolsillo. Randall le dijo que confiara que era verdad, pues ella los conocía

-Me llamo Edward Masen, soy Teniente de la policía y padre de esta niña. Este es
mi hermano Emmett, padre de los niños y ella es la agente especial del FBI
encargada de su custodia. Hablé con mis compañeros por teléfono desde la estación
de gasolina.

-Sabemos quién es usted -dijo Benjamín-. Un tal agente Black del FBI, nos puso al
tanto de la situación y nos pidió que acudiéramos a ayudarle en la gasolinera
mientras ellos llegaran. Cuando llegamos esos cinco estaban atacándoles. Les
detuvimos, les metimos en el coche patrulla y salimos detrás de ustedes, les dimos el
alto pero no se detuvieron.

-Perdón -dijo mi papi-, pero mi experiencia me dice que no hay que fiarse

-Hizo usted bien -contestó el tal Philp -Benjamín porque no vas al bar de la
esquina a por un cacao para estos tres niños tan guapos. ¿Queréis algo?- preguntó a
los demás.

-No gracias, estamos bien.

-Bueno ya están a buen recaudo y a la espera de que el FBI se los lleve -dijo otro
policía que no sé de donde había salido.

-Según nuestros informes se trata de Royce King y su esposa Altea King. La otra
no sabemos quién es todavía y, claro, ella no colabora pero lo vamos a averiguar en
seguida. Royce y Altea, están perseguidos en varios estados y nunca se les había
echado el guante, por lo visto están especializados en secuestros que bueno… no
acaban muy bien y con el agravante del que el hombre suele abusar sexualmente de
sus víctimas femeninas -dijo mirándonos a nosotros con una cara rara, ¿qué seria
eso?-, suelen trabajar mucho a las órdenes de Aro y Cayo Vulturi, que por lo que sé
están detenidos junto a su hija. Pero por lo visto ninguno de ellos dio la orden
directamente, según nos contó Altea en la patrulla a ellos les contactó una mujer a
través de su cuñada. Estos muchachitos han tenido suerte de contar con su padre y
su tío -dijo el que se llamaba Riley. Los otros dos pertenecen a su banda y también
están fichados, se les conoce como Charles y Mackena, pero no se sabe su apellido.

Parece ser que sus compañeros han detenido en Seattle a una tal María que se
había infiltrado en el baile y estaba disfrazada de policía. Una de las agentes heridas
en el atentado, la señaló antes de caer inconsciente del todo y otro de sus
compañeros se dio cuenta de que nadie la conocía ni nadie sabía quién era, la han
detenido, ha pasado a disposición policial y está siendo interrogada. Ella misma nos
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ha dado los nombres de Royce, su esposa de Charles y de Mackena, pero no hay
forma de averiguar quién es la otra mujer, María se niega a dar su nombre. Dice que
primero le tienen que garantizar seguridad. Es muy lista, sabe que esos cuatro están
fichados y vamos a averiguar en seguida quiénes son y así ella gana tiempo.

-La otra mujer que tienen detenida aquí se llama Renata, Renata Vulturi, es hija
de Cayo Vulturi -dijo mi padre con una cara de muy enfadado-. Estoy totalmente
seguro de que todo esto ha sido por orden suya o de su hermano aunque no me
extrañaría que su esposa fuera la mujer que les contactó.

-Mis compañeros y yo los estábamos protegiendo y de repente, todo sucedió muy


rápido -explicaba Claire-, lo último que sé es que vi como mis compañeros caían al
suelo abatidos por los disparos y que a los niños y a mí nos drogaban y supongo que
nos metieron en un coche, creo que pensaron que era su niñera y que por tanto no
representaba más peligro para ellos. ¿Sabéis que tal están?

-No te voy a mentir -dijo el tío-, cuando nos íbamos de allí estaban bastante mal.
Rachel consiguió llegar arrastrándose por el suelo y gracias a ella nos enteramos de
lo que había pasado. Llegó como pudo hasta nosotros para avisar, pero había
perdido mucha sangre y Paul y Jared cuando llegamos hasta ellos ni siquiera se
movían.

-Por Dios bendito, ojalá estén bien -exclamó Claire muy angustiada-, a mi no me
dio tiempo nada más que a ponerme delante de los niños, cuando desperté estaba en
donde nos encontrasteis -les dijo a mi papi y al tío-. Pero yo sí reconozco a esa
mujer, Altea, estaba en el baile haciéndose pasar por la novia de un compañero
vuestro, se acercó a hablar con los niños junto con otra mujer que se hacía pasar por
agente de policía y amiga de ella, supongo que es la que han detenido, debía de
estar infiltrada como la otra y que Renata les facilitó la entrada.

Benjamín volvió con una bandeja en la que traía nuestros cacaos. Me lo tomé muy
a gusto pues aunque hacia poco que había tomado otro, tenía mucho frío. Benjamín
nos trajo también un bollito que agradecí pues sentía tanta hambre como frío. Mis
primos estaban a mi lado muy callados y comiendo.

Un ruido se oyó en la distancia y los policías y nosotros salimos al exterior. Eran


dos aviones de esos pequeñitos que tienen como unas alas de mariposa en la parte
de arriba. Aterrizaron en un sitio que según vi estaba hecho para que aterrizaran
allí.

Cuando las alas esas que tenían habían dejado de moverse se abrieron las puertas
y de ellas salieron las personas que estaba deseando ver y que había echado mucho
- 352 -
de menos y a las que pensé que no me iban a dejar volver ver. Mami se abalanzó
sobre mí y la tía Rose sobre mis primos. Mami me abrazó con mucha fuerza, no me
dejaba respirar pero no me importaba, papá llegó entonces hasta donde estábamos y
nos abrazó a las dos. Oí como le decía a mamá cosas para que se tranquilizara, le
pedía perdón por dejarla sola. Le pedía que comprendiera que tenía que ir a por su
hija, que no podía esperar a que otros la encontraran. Que él me había encontrado
gracias a mi ¿sirenita? Y mientras decía todo esto, nos daba besos a mí y a ella
mientras caíamos al suelo. Mami le contestaba que todo estaba bien, que la que
tenía que agradecer era ella, que había hecho bien, que yo era antes que nada. Les
oía que lloraban y me decían cosas muy bonitas. A mi lado mis tíos hacían lo mismo
con mis primos. Yo los miré muy contenta, volvía a estar con mis papis, y mis titos,
ellos habían venido a por nosotros, volvería con ellos a Forks, vería de nuevo a mis
abus, a tita Alice y tito Jasper, y papá me enseñaría a montar en la bicicleta que me
había traído Papa Noel y podría estar en ese marco tan bonito de fotos. ¡Qué feliz
era de estar de nuevo junto mis papis!

Bueno pues yo ya volví de mi destierro. Supongo que ya no me querréis


matar. Espero que esteis contentas, los niños están bien ya que estos dos
policías tan valientes han ido a por ellos. Todos están reunidos de nuevo.
Las malas experiencias los han hecho mas fuertes lo que les ayudará a
afrontar ese juicio que está por venir y que promete ser movidito, pero
antes, vamos a dejarles que respiren un poco, todavía tienen que inaugurar
un hospital. El siguiente capitulo es un pov Bella en donde se ve como ella y
Rosalie junto al resto pasan esta amarga experiencia.

Quiero recordaros que mi otro OS "Una segunda oportunidad para amar"


está particpando en el Contest Sintiendo la Navidad. Si queréis votar por mi
no tenéis mas que ir al siguiente enlace:

http : / / www . fanfiction . net / u / 3429837 / Contest _ Sintiendo _la _ Navidad


(No se os olvide juntar lo espacios). El enlace también está puesto en mi perfil pa

Quería comentaros también que hay una campaña, a la cual me he unido,


para que dos maravillosos fics que en su día fueron retirados de FF y
convertidos en libros sean traducidos al castellano. Me refiero a Fixty
Shades (MOTU) y a Sempre (EP). Si queréis uniros a la campaña no tenéis
mas que ir a mi perfil donde están puesto los enlaces de las paginas en
donde podréis realizar vuestro voto. Animaros chicas. Quienes no habéis
leído estas dos magnificas historias tendríais una oportunidad increíble si
fueran traducidas.

- 353 -
Y sin más, gracias por todos vuestros reviews:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent.

Gracias a mi beta por la maravillosa labor que hace.

Gracias a todas las que me añadís a vuestros alertas y favoritos y también


a aquellas que me leen en silencio.

En definitiva gracias a todas las que me habéis apoyado este año leyendo y
dejándome reviews

un beso a todas y FELIZ AÑO

- 354 -
Chapter 29

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen, son propiedad exclusiva de S. Meyer, yo solo he jugado con
ellos. Únicamente el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 28: horas de angustia e incertidumbre.

Pov bella

-Se los han llevado -repetía -se los han llevado. Paul y Jared están mal heridos e
inconscientes o puede que muertos. Se han llevado a Claire con ellos. No los hemos
visto llegar, no nos ha dado tiempo a reaccionar, eran varios y han salido de la nada
-dijo cayendo y perdiendo el conocimiento en ese mismo instante.

Rosalie pegó un grito desgarrador y recuerdo que fue lo último que escuché antes
de que todo se volviera negro.

Cuando volví en sí, lo primero que vi fue a Rosalie chillando presa de un ataque de
pánico. Ángela estaba a su lado intentando tranquilizarla y yo me encontré con la
cabeza puesta en el regazo de Esme, mientras que Alice estaba ayudando a los
médicos del 112 que se estaban llevando a Rachel. Yo a mi vez me sentía realmente
aterrada por lo que acaba de ocurrir, ¿dónde estarían mi niña y mis sobrinos? Dios
no quisiera que les sucediera nada malo. Desde el principio tenía claro que la mano
de Tanya y quizás peor, la de su padre, estaba detrás de todo esto. Pero no entendía
como Aro tenía fuerzas para seguir haciendo de las suyas, ya que estaba muy grave
en el hospital de la cárcel por la paliza y la tortura recibidas.

-¿Cómo están Paul y Jared?- le pregunté a Alice cuando volvía de ayudar a meter a
Rachel en la ambulancia-, ¿cómo está Rachel?, ¿dónde está mi marido? -dije al
darme cuenta de que no se veía a Edward por ningún lado.

-No te voy a engañar Bella los tres están muy mal. Carlisle y Jasper están afuera
con Paul y Jared. Y Edward y Emmett…

Quil se acercó a mí en ese momento y me dijo que Edward y Emmett se habían ido
detrás de los secuestradores ya que la niña llevaba ese dispositivo de rastreo que
Edward me dijo que le iba a poner. Ahora me alegraba de haber estado de acuerdo
pues los pendientes que le había regalado Jacob siempre los estaba perdiendo, hasta
- 355 -
ahora habíamos tenido suerte de encontrarlos, pero al oír que mi marido y Emmett
estaban detrás de los secuestradores me dio un descomunal ataque de ansiedad
debido al pánico…

-Bella, Edward me dio un mensaje para ti, me dijo que te ama y que os jura a ti y a
Rose que volverá con vuestros hijos -me dijo Quil intentando tranquilizarme pero el
estómago se me encogió todavía más de lo que estaba..

Después de conseguir que Rose se calmara y de que yo me encontrará un poco


mejor, nos trasladamos a la comisaria de Seattle. Nos habían suplicado a las dos que
nos fuéramos con Renée y los demás al hotel, pero ninguna de las dos quiso
obedecer. Eran nuestros maridos e hijos los que estaban en peligro, ni con una grúa
nos iban a mover de allí. Estaría bueno. Al llegar allí, un par de agentes femeninos
de la policía nos prestaron amablemente ropa suya más adecuada pues con los
vestidos de fiesta estábamos ateridas de frío y eran bastante incómodos.

-Un conductor que vio lo que sucedía, llamó a la policía -dijo Billy Black bastante
conmocionado, no en vano su hija era uno de los que habían resultado heridos. Por
lo que sabía su mujer estaba en el hospital con ella-, pero cuando mis hombres
llegaron al lugar de los hechos ya no había rastro de los niños ni de la agente. El
conductor que llamó tampoco estaba y no le culpo, quizás yo como ciudadano
después de cumplir mi obligación me hubiera marchado.

-En el lugar de los hechos hemos encontrado este pequeño pendiente- dijo uno de
los policías dirigiéndose a mi padre cuando vio que entraba por la puerta junto a
nosotras.

-Enséñemelo por favor -pedí presa del pánico. El agente me lo dio y lo miré
detenidamente-, ese pendiente llevaba un dispositivo de rastreo que Jacob le puso a
mi hija, era nuestra única manera de encontrarles si les pasaba algo en Jacksonville.
Mira que le dije a Jacob que los niños perdían muchos pendientes, que era mejor
una pulsera o un collar… o que se lo pusiera en los dos no solo en uno… menos mal
que Edward le puso otro en ese broche que le regaló…

-¿A qué se refiere Señora Masen? - preguntó Billy Black- ¿qué significa eso que
usted dice de Jacob?, ¿no se referirá a Jacob Black, mi hijo?

-¿Jacob es su hijo?-preguntaron un montón de voces a la vez.

-Sí es una especie de traidor a la familia -contestó con sorna intentando aliviar la
tensión-. Se fue hacia el lado oscuro. Bueno y ahora en serio ¿qué es eso del
pendiente?
- 356 -
-Jake le puso en ese pendiente a mi niña un dispositivo de localización o algo así
-expliqué-, teníamos miedo de que pasara algo como esto. Le dije a su hijo que los
niños perdían muchos pendientes, pero mi hija se negaba a llevar pulseras u otras
cosas. Edward le puso otro en un broche que la niña llevaba prendido en el vestido,
seguro que lo aceptó porque se lo regalaba su padre.

-Sí, eso nos ha dicho el agente Alteara -contestó Billy-, menos mal que Edward fue
previsor ya que es cierto que los niños suelen perder este tipo de cosas y no solo los
pendientes Bella ¿puedo llamarla Bella?-me dijo intentado tranquilizarme- Edward y
Emmett son dos agentes excelentes, seguro que encuentran a los niños pronto. Pero,
¿cómo diablos ha podido pasar esto en un salón lleno de policías? -preguntó
desesperado y mirando a todo el mundo.

-Jacob, Sam y Marco ya vienen para acá-dijo mi padre colgando el móvil al que
había estado pegado desde que todo empezó-. Hija -añadió dirigiéndose a mi -Marco
dice que tranquila. Pone las manos en el fuego por Claire, asegura que no es
ninguna traidora. Está convencido de que de alguna manera obligó a los
secuestradores a llevarla con ellos o simplemente pensaron que de verdad era la
niñera y como no se despegaba de ellos decidieron cortar por lo sano y llevarla
también.

Por lo visto Claire no daba señales de vida. Sinceramente al principio pensé que
podría ser otra infiltrada más pero Marco confiaba en ella y eso para mí era
suficiente.

Me llevé las manos al pelo revolviéndolo una y otra vez. Ahora estábamos todos
sentados en el despacho de Billy Black. Estaba desesperada y pensaba que la única
solución era ir… no quería ni pensarlo, no quería doblegarme ante ella al igual que
había hecho Edward… pero… se trataba de mi hija y de mis sobrinos ¿qué podía
hacer?

-Ni se te ocurra, ni siquiera pensar lo que estás pensando -me ordenó más que
decirme mi padre-, esa no es ninguna solución. Los chicos los encontrarán, ya lo
verás.

Le miré a la cara y había determinación en sus ojos, pero yo no estaba convencida.

-Bella -me dijo Billy Black-, esa mujer no sabrá donde los han llevado, es su
seguro, su vía de escape y eso en el supuesto de que haya sido ella la que ordenase
el secuestro. Si no sabe nada, no podrá decirlo y así es más fácil que sus planes sean
cuales sean…-dejó esa frase sin concluir pero sabia a lo que se refería, si Tanya no
sabía dónde estaban los niños, no podría decirlo y eso les daba tiempo a los
- 357 -
secuestradores para…no quería pensarlo ¿por qué tanta maldad?, ¿por qué los
Vulturi se tuvieron que cruzar en nuestro camino? pensaba mientras me revolvía el
pelo que era ya un revoltijo sin sentido de tantas veces como me había pasado la
mano por él.

-Bella -me dijo mi padre de nuevo-, si vas a hablar con ella lo único que
conseguirás es que te intente chantajear otra vez al igual que hizo con Edward, que
te meta el miedo y no servirá de nada y tú lo sabes.

-No me voy a doblegar al chantaje por nada del mundo, pero Gaby y mis hijos son
la prioridad, así que solo propongo ir y hacerle creer que cedo, solo para lograr que
haga una llamada a quien sea y nos devuelva a nuestros hijos.

-Hija -dijo mi padre de nuevo- ella es muy lista, Edward la ha engañado muchas
veces, sabe que estáis juntos, no cederá tan fácilmente, te exigirá una prueba un
compromiso, te hará hacer algo de lo que no te puedas escapar tan fácilmente como
hace cinco años hizo con Edward ¿no lo ves?

-Es mi niña papá. Es por ella que pude levantarme y salir adelante, es ella la que
me ha alegrado estos cinco años de mi vida, la que me ha dado un motivo para
seguir. Es un trocito de Edward y de mí, la quiero con toda mi alma…

-¿Quién te dice que una vez que te hayas comprometido, vaya a cumplir y dejar
libre a los niños?, te recuerdo que estaba atentando contra vosotras mientras
Edward se sacrificaba para que estuvieras bien. No, definitivamente no Bella, confió
en mis hijos, y en el resto del cuerpo para encontrarlos y por supuesto confío en los
agentes del FBI. Confío en que estarán con Claire y ella los mantendrá a salvo hasta
que los encuentren Emmett y Edward. Vamos a confiar, vamos a confiar, repito,
antes de tomar ninguna medida desesperada -dijo mi padre con lágrimas en los ojos.

- También son mis hijos los que están en peligro - intervino Rose en ese momento-,
pero opino igual que Charlie, no debes ir, Bella, no servirá nada más que para que te
veas envuelta en un nuevo chantaje del que no puedas salir y ni siquiera por esas
consigas salvar a nuestros hijos. Siempre opiné que Edward no debió ceder la
primera vez. Él decía que era muy fácil decirlo porque tenía conmigo a Emmett y
mis hijos, bueno pues ahora que me faltan mis hijos y no sé qué será de Emmett,
también lo digo y no es fácil hacerlo pero lo digo.

No pude responder porque en ese momento entraban por la puerta Jacob, Sam,
Marco y el resto del grupo. Jacob abrazó a su padre nada más entrar llorando
desconsolado por la situación crítica en la que se encontraba Rachel según le había
dicho Carlisle, que estaba en el hospital ayudando junto con Jasper. Se me cayó el
- 358 -
alma al suelo, nunca había visto así al socarrón y bromista de mi amigo. Luego se
tiró a nuestros brazos llorando. Parecía consternado, la verdad es que daba grima
ver a un hombretón tan grande derrumbado y llorando de esa forma.

-Los encontraremos Bella, te juro que lo haremos aunque sea lo último que haga,
aunque tenga que caer en el intento. Bella ya sabes que en el pendiente que…

-Lo ha perdido Jacob- contesté otra vez con las lágrimas desbordándose por mi
cara-, lo ha perdido pero llevaba otro en un broche que Edward le regaló. Emmett y
él han salido detrás de ellos a buscarlos -Jacob me miró con una expresión sombría
pero a la vez vi en sus ojos la determinación. Yo asentí con la cabeza.

-¿Qué se sabe entonces?- preguntó dirigiéndose a su padre.

-Poca cosa hijo, poca cosa, mis hombres han tomado huellas en el lugar de los
hechos y están haciendo los correspondientes estudios.

-Pensaba que teníamos a todos los esbirros de Aro y Tanya, bajo control ¿quién se
nos escapa por favor? , ¿a quién ha podido contratar? -dijo Sam con la cabeza más
fría y pensando.

- A lo mejor no es un esbirro habitual de Aro o de Tanya, -dije yo de pronto pues


algo hizo click en mi cabeza en ese momento-. La noche de Nochebuena, Athenodora
y su hija Renata, esposa e hija de Cayo no dejaban de mirarnos como si nos
estuvieran amenazando y… -dejé la frase inconclusa pero todos me entendieron

-Muy bueno Bella- dijo Billy Black-, a ver todos a los ordenadores, buscad en la
base de datos a cualquier criminal que este fichado y tenga en su haber delitos de
secuestro, empecemos por ahí, es muy posible que tengan experiencia en secuestros
dada la efectividad con que han llevado a cabo este.

-Vosotros dos -dijo dirigiéndose a dos agentes -que vayan a la Mansión Vulturi y
me traigan aquí a esas dos mujeres.

-¿Qué hay de la gente que había en la fiesta?, ¿no habéis terminado de


interrogarles?, ¿qué se sabe de la falsa policía de la que Rachel habló? -preguntó
Marco que en ese momento se acercaba a nosotros dándonos un abrazo de ánimo.

-Están en ello -contestó Billy Black.

Me levanté de mi asiento y me senté más cerca de Jacob y de mi padre que


estaban en un ordenador. Jacob ayudaba a mi padre porque a éste la tecnología no
- 359 -
se le daba muy bien. Miraba lo que estaba haciendo con atención y de pronto…

-Jacob -le dije sobreexcitada- esa mujer, su cara me suena mucho.

Me miró a los ojos en un gesto tranquilizador y pinchó sobre la imagen. Ya todos


los demás se habían puesto detrás de mí para ver que salía.

-Se llama Altea King, ella y su marido Royce King están buscados en
prácticamente todos los estados precisamente por secuestro. Su especialidad son…
los secuestros de niños…

-Bella -me dijo Marco que estaba mirando el ordenador por encima de mi hombro
-me veo en la obligación de ordenarte que tanto tu como Rose salgan de la oficina en
este instante, esto es una investigación policial, vosotras sois civiles y parte
implicada, no es legal que permanezcáis aquí...

-Pero… -quise protestar -Marco me hizo un gesto para que me callara a la vez que
una de las dos agentes que nos habían prestado sus ropas nos hacía levantarnos
llevándonos a una de las dependencias privadas de la comisaria donde nos ofreció
una tila para los nervios y nos dijo que esperáramos recostadas en una especie de
camastros. Pero yo no me quedé conforme, en el momento en que identifiqué a ese
tal Royce y a su esposa Altea y vieron su ficha policial, el ambiente se recargó de
una manera sospechosa. Me levanté de mi asiento y sin que nadie me viera volví a
donde estábamos antes y me agazapé escondida detrás de una enorme columna
para escuchar. Llegué justo a tiempo de oír como hablaba Jacob

-También están buscados por asesinato, no es la primera vez que acaban así los
secuestros, y lo mismo les da si son niños o son adultos. Se cree que son los
culpables de la muerte de Sarah Johansson, aquella niña de tres años hija de aquel
empresario ¿os acordáis? El padre no pagó a tiempo y fue encontrada en el río
Hudson-. Y al oír esto todo mi cuerpo se congeló, con razón nos hicieron salir de
allí…

-Cotejad las huellas de esta mujer y este hombre con las que habéis encontrado en
el lugar de los hechos ¡ya!… -ladró Billy Black.

-Mandadlas a nuestra sede en Washington también - ordenó Marco a sus hombres.

-Jacob, ve a donde están Bella y Rose y pregúntales de qué exactamente les suena
la cara… -salí corriendo de allí, dirigiéndome como alma que lleva el diablo de nuevo
a donde nos había dejado aquella agente, Rose me miró con una expresión
confundida, yo le hice un gesto con la mano para que callara..
- 360 -
- Bella, ¿de qué te suena la cara? - me preguntó Jacob entrando en la estancia
bastante nervioso-, ¿estás segura?

-Lo estoy - contesté-. Merodeaba mucho por el hospital, a todos nos llamaba la
atención, pero se hacía pasar por una indigente.

-Sí yo también la reconozco - dijo Rose-, alguna vez la he visto -y sin darnos tiempo
a decir nada mas, Jacob salió de la estancia con una expresión en la cara que no
supe descifrar pero que me resultaba aterradora.

-Rose, aquí hay algo que nos están ocultando. Voy a volver allí a ver si escucho
algo -le dije a mi cuñada -tu espérame aquí ¿de acuerdo?

-De eso nada, voy contigo -y como no puede convencerla las dos salimos de
aquella habitación dirigiéndonos hacia donde se encontraban los demás. Estaba
claro que toda la comisaria estaba allí, pues no se veía nadie alrededor, el pasillo
estaba desierto. Nadie se preocupaba por nosotras ya que donde estábamos era
imposible que nadie pudiera hacernos nada, no sin antes pasar por donde estaban
ellos. Cuando nos acercamos oímos de nuevo a Jacob…

-¿Sabéis que significa esto? - les preguntaba aterrado -hay que ir a ver a Tanya, a
Aro y a Cayo, hay que parar esto… los niños… pueden morir -Rose y yo reprimimos
un grito que pugnaba por salir, las dos nos mirábamos mordiéndonos la mano para
evitar que ningún sonido saliera de nuestras bocas

-Jacob, no vas a conseguir nada, hijo -dijo Billy-. Si esos dos tienen la orden de
matarlos por mucho que vayas…

-Pero ella puede detenerlos

-Jacob -intervino Marco- no estás actuando con la cabeza fría de un policía hijo y
es normal tu hermana está herida y a lo largo de estos meses has creado
sentimientos muy fuertes hacia esos niños y su familia, por eso te ordené sin éxito
que te fueras al hotel a esperar. Pero te repito que ni Tanya, ni Aro ni Cayo saben
donde están, ya sabes que es su seguro de vida.

-Sí, pero puede llamar, eso sí lo puede hacer… yo puedo ir y convencerla…

-Agente Black -dijo uno de los policías-, mire lo que pone aquí.

Siguió leyendo en voz alta para descubrir que efectivamente eran unos
mercenarios que trabajaban a las órdenes del mejor postor y que se sospechaba que
- 361 -
Aro y Cayo habían sido uno de esos postores en innumerables ocasiones.

-No trabajan solos. Alguien les consigue los encargos y tienen a su servicio a dos
individuos de tan mala calaña como ellos. La mujer que les consigue los encargos se
llama María, María King, es hermana de Royce.

Según me pareció entender, Jacob hizo una nueva entrada en el ordenador para
buscar la ficha de la tal María y de paso ver la de Royce King.

-Por Dios, este hombre además de por secuestro está acusado de violación- No
quiero ni pensar que toque un solo pelo de Gaby y por favor… Claire - dijo
acordándose de ella- es más fácil que vaya a por Claire y ella sabe defenderse y…

-Contrastad también las huellas de esta mujer -volvió a ladrar de nuevo Billy a sus
hombres mientras Marco hacia lo propio con los suyos.

-Mary, ves a buscar a Bella y a Rose -ordenó Marco-, necesitamos saber si la


reconocen o la vieron en la fiesta-. Rose y yo volvimos otra vez lo mas sigilosamente
que pudimos hacia la habitación, pero la tal Mary fue más rápida y nos encontró a
mitad de camino.

-Íbamos buscando un servicio.

-El jefe Vulturi quiere que valláis -nos dijo mirándonos reprobatoriamente, estaba
claro que no nos había creído. Sin hacer ningún comentario nos dirigimos hacia el
despacho donde estaban todos reunidos.

-Esa mujer, María, estaba en la fiesta. Estaba vestida de policía -dije yo


recordando de pronto cuando Jacob me mostró la foto que había en el ordenador-.
Me fije en ella porque no hacía más que mirarme pero lo tomé como que estaba
celosa de mi o algo por el estilo porque también miraba mucho a Edward. Pensé en
comentárselo a él pero en ese momento le llamaron para darle la condecoración y
me olvidé del asunto.

-¿Dónde están los invitados a la ceremonia?, ¿supongo que siguen todos


retenidos? -preguntó Marco.

-Sí señor -respondió un policía-, y los compañeros que no pertenecen a esta


delegación también siguen allí.

-Pues que busquen a esa mujer, centraros en los policías, investigad a todas sus
parejas y lo quiero para ya -ladró Billy Black a sus hombres.
- 362 -
-Traen a Athenodora detenida para acá. Renata no estaba en la mansión, su madre
se niega a decir dónde está. Dice que no lo sabe -informó Quil que entraba por la
puerta en ese momento.

En la habitación se instaló un silencio sepulcral, frío, helado. Rose y yo nos


negamos rotundamente a volver a nuestro especial "destierro" a pesar de que Marco
y Billy no nos lo pedían, nos lo ordenaban, pero Jacob intercedió por nosotras y al
final terminamos ganando con la condición de que nos portáramos bien. Todos
estaban callados mientras mi padre leía las extensas fichas de violaciones y
asesinatos de este tal Royce. Era aterrador, lo mismo le daban niñas, que jóvenes,
que viejas. Todos estábamos consternados y yo rezaba para que Edward y Emmett
llegasen a tiempo y trajesen a los niños de vuelta tal y como me había prometido. Mi
padre, en un momento dado se dio cuenta de que estaba leyendo por encima de su
hombro y me lanzó una mirada reprobatoria muy típica de él, que yo interprete
como: o te estas quietecita o te vuelves a marchar, pero yo estaba demasiado
aterrada.

-No puedo consentir esto-dije de pronto-, no puedo consentir que toque a mi hija.
Tengo que ir a hablar con Tanya a sonsacarle, a suplicarle como sea, ¡tengo que
salvar a mi hija! -no me había dado cuenta de que poco a poco había ido subiendo el
tono de voz. Estaba chillando. Oí que alguien decía que tenía un ataque de histeria,
y pedía una bolsa de papel para hacerme respirar, estaba como ida. Solo podía
pensar en mi niña en manos de ese malnacido y en Claire. Cuando ya estaba más
tranquila oí que Jacob decía:

-Marco, ¿hay posibilidad de que tenga un encuentro con ella a solas y lleve una
grabadora?, se le puede ofrecer una especie de trato, no sé, la libertad es imposible,
pero una reducción de condena, ir a una cárcel donde este mejor, algo…

-Podemos ofrecerle un trato a cambio de que llame a su padre y le pida que no


haga nada contra los niños o bien nos diga donde están, aunque dudo que lo acepte
Jacob, para ella el único trato posible es que Edward deje a Bella y vuelva con ella y
lo sabes. Poco le importa el daño que hace, lo único que quiere es tenerle cogido por
las pelotas.

-¿Y qué hacemos entonces? -preguntó de nuevo Jacob y el silencio reinó de nuevo
en la habitación.

-Dejaremos eso como último recurso, repito, todo el FBI y prácticamente todo el
cuerpo de policía, los están buscando por todos los sitios además de Edward y
Emmett, estamos cotejando huellas desde nuestra base en Washington y la policía
hace lo mismo aquí. Los encontraremos, ya veréis…
- 363 -
De repente todo el mundo se giró hacia la puerta. Athenodora Vulturi entraba
esposada y custodiada por dos policías, detrás de ella la tal María también venía
esposada y custodiada a su vez. Athenodora miró hacia mí y en sus ojos pude ver
todo el odio que me tenía, y tanto era que me aterró como nunca pude estarlo antes.
Me miraba altiva, con prepotencia, con odio… Las metieron a las dos en dos salas de
interrogatorio distintas y llamaron a un abogado de oficio para María, mientras que
Athenodora solicitaba ponerse en contacto con el suyo. Un tiempo después, no sé
decir cuánto, Jacob, Sam y otros agentes salieron diciendo que María al ver que
habíamos identificado a su hermano y a su cuñada cantó de pleno, aunque no había
dicho nada de Renata. Solo dijo que una mujer la contrató por teléfono y que tanto
ella como Altea estaban en la fiesta. Una vez firmada la declaración delante de un
abogado de oficio, pasó a disposición judicial.

Athenodora no abrió la boca para decir ni una sola palabra, simplemente pidió la
presencia de uno de sus abogados. En base a la ley de Habeas Corpus, decidieron
retenerla en prisión a ver si tenían suerte antes de agotar el límite de las 72 horas.
Así que el flamante abogado tuvo que aguantarse en virtud de esta ley, pero le
aconsejó no decir absolutamente nada.

-Las huellas que hemos encontrado coinciden con las de Royce King, su mujer y
las de María, así como de los otros dos, hay otras huellas que no hemos identificado.
Puede que utilizaran a alguien.

-Pues cotejad esas huellas con la base de datos a ver si sale algo…-dijo Marco-.
Tomadle las huellas a Athenodora y cotejadlas también con las de ella. Coged
muestras de huellas de la habitación de Renata en la Mansión Vulturi haber si
tenemos suerte y alguna coincide.

-La misma orden para vosotros -dijo Billy.

-Un momento- chilló Jacob con el teléfono en la mano- ¿Edward?, ¿eres tú?,
¿dónde estás? De acuerdo vamos para allá -al oír esto mi corazón se aceleró y Rose y
yo nos levantamos como un rayo de la silla.

-Es Edward, está con los niños y Claire, han logrado sacarlos de ahí. Están en una
gasolinera en Hoquian.

-Llamad a Philp Dwyer, el jefe de policía de Hoquian y diles que vayan a echarles
una mano mientras llegamos -dijo Jacob levantándose rápidamente de la silla.

Salimos corriendo hacia la parte de arriba donde estaba el helipuerto, la manera


más rápida de llegar era un helicóptero. Rose y yo nos empeñamos en ir, menos mal
- 364 -
que la estación de Seattle contaba con más de un aparato, subimos a ellos y nos
pusimos rumbo a Hoquian. Por el camino nos llamó el tan Philp, diciendo que
cuando habían llegado a la gasolinera, se habían visto envueltos en un tiroteo, pues
parece ser que los secuestradores los habían acorralado, pero que les dieron la
oportunidad de escapar cubriéndolos con su fuego. Por lo visto habían detenido a los
dos hermanos y a la mujer. Edward había salido corriendo y al darle el alto no paró,
cosa que es normal. Cualquier buen agente sabe que el coche puede ser robado.
Pero por lo visto Edward era más que un buen agente y había acudido con los niños
a la comisaría de Hoquian , así que la buena noticia era que allí estaban los cuatro
sanos y salvos. Todos respiramos tranquilos. De repente comencé a convulsionar y a
llorar desconsoladamente. Típico de mí, en los momentos difíciles, dura como una
piedra, manteniendo siempre la fría lógica para luego derrumbarme como una niña
pequeña cuando la situación estaba controlada. A mi lado Rose no estaba en mejor
estado que yo. Se había destrozado sus siempre pulcras y limadas uñas y se había
hecho sangre en los brazos de tanto arañárselos. Jacob se sentó entre las dos
intentando consolarnos.

Llegamos a Hoquian unos minutos más tarde. Estábamos impacientes por salir del
helicóptero y cuando el piloto nos dio la señal, salimos lo más rápidamente que
pudimos, no sin antes agacharnos por si las hélices seguían rotando. Nada más bajar
vi a mi pequeña que junto a sus primos, Edward y Emmett nos estaban esperando,
me lancé a ellos abrazándolos, los tres llorábamos de alegría y emoción. Cogí a mi
niña en brazos, me senté en el suelo con ella en mi regazo. Edward nos abrazaba a
las dos y me besaba en la mejilla y en el pelo mientras me decía palabras muy
hermosas. Yo lo miraba pero no podía hablar ya que tenía la voz quebrada por la
emoción, pero en silencio le daba las gracias por haberla salvado, porque gracias a
él podía tener de nuevo a mi niña en brazos y yo podía estar en los suyos. Tenía el
uniforme todo sucio, ensangrentado y desagarrado. Me fijé que tenía rastros de
sangre en la cara mezclados con las lágrimas que caían de sus ojos. Me asusté y
busqué por todo su cuerpo hasta encontrar en el brazo una herida que alguien se
había encargado de vendar. Quise examinarla pero negó con la cabeza, me sentó en
su regazo y nos abrazó a las dos en un gesto protector. Yo le dejé besos por toda la
cara intentando borrar la sangre, las lágrimas y las huellas del sufrimiento que
había padecido en las últimas horas. Él hacía lo mismo conmigo, pues supongo que
yo también estaba llorando, y los dos lo hacíamos con nuestra niña a la que tenía
fuertemente abrazada y tenía su cabecita escondida en mi pecho.

Ya había pasado el susto, fueron momentos angustiosos, pero esperaba que una
vez pasado el juicio y con Aro, Cayo y Tanya en la cárcel pudiéramos de una vez vivir
tranquilos y felices. Escuché como un policía con distinto uniforme al que
normalmente llevaban Edward, mi padre y Emmett le decía a Jacob que Royce y
Altea King estaban detenidos, y en espera de que se les tomase declaración, junto a
- 365 -
otra mujer que el mismo Edward había identificado como a Renata. Por lo visto
también había dos personas más que según me enteré con horror, habían intentado
matar a Edward y Emmett.

Renata desde luego no se iba a librar de la cárcel como posiblemente lo haría su


mamá. Esperaba que pudiéramos arrancar a esos tres una confesión que incriminara
a Aro, Cayo y Tanya y, si era posible a Athenodora también, en este secuestro, sería
un cargo más contra ellos.

Por el rabillo del ojo vi que Emmet y Rose estaban en una posición similar a la
nuestra.

Hola chicas, bueno pues supongo que ya habreís visto como Bella y Rose
pasaron esos momentos angustiantes junto a las demás personas que de un
modo o de otro, están cercanos a ellos. Hemos visto a una mujer dura, que
se ha hecho a si misma ya que como sabemos tuvo que salir adelante sola y
con una hija por la que está dispuesta a sacrificarlo todo. Quizás sea en este
momento cuando Bella comprende mucho mejor lo que hizo Edward ya que
ella está dispuesta a pasar por lo mismo con tal de salvar a su familia. Es
interesante la reacción de Jacob que deja ser el frío agente del FBI para ser
un amigo. un tío, aunque no lo se de sangre y un hermano.Y hemos visto
también como una vez pasado todo Bella por fin se derrumba. Pero si hay
algo con lo que me quedo de este capi es la reacción de Rose.

Ya están a salvo, ahora solo queda un juicio por pasar que ya os digo que
será movidito, pero antes tenemos una investigación que hacer y un nuevo
hospital que inaugurar.

Gracias a mi beta que me ha resultado especialmente útil en este capitulo.

Si queréis ver el bonito Banner que Diario Twilight me ha realizado por


ganar una Mención de Honor en el New Year Contest, pasad por mi perfil, es
precioso.

Deciros también que estoy participando en otro concurso, lemmonada


expres, con el OS Una cita casi a ciegas. Lo acabo de publicar por si queréis
pasar a leer y ya sabéis si creéis que me lo merezco podréis votar por mi a
partir del día 31. El link esta puesto en la nota de autor de OS:

http : / / www . fanfiction . net / u / 3388367 /

- 366 -
Animaros y leer los demás OS son muy buenos.

También quería deciros que mi amiga Sara-Cris Cullen ha empezado


historia Dueño de mi destino. Es una gran historia que os animo a leer.

Recordaros también la campaña de firmas para que Fixty Shades (MOTU)


y Sempre (EP) sean traducidos al español, en mi perfil están las
instrucciones para firmar.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela Cullen

Le doy la bienvenida oficial al grupo a Isela Cullen

Gracias a todas las que diariamente me añadís a alertas y favoritos y a


aquellas que leéis en silencio.

- 367 -
Chapter 30

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero felicitar públicamente a saraes por el merecidisímo tercer premio


obtenido en el Contest Sintiendo la Navidad con su OS Un Deseo en Navidad.
Saraes guapa, felicidades. Este capitulo va por tí.

Capitulo 29: Inauguración

Pov Edward

-Sabía que vendrías a por mí, papi -me decía mi niña desde el regazo de su
madre-.Sabía que no me dejarías solita. Ese señor hablaba de mandarnos a no sé
qué barrio donde no íbamos a ver amanecer, pero que antes tenía un asunto que
tratar con Claire y conmigo.

-¡Oh por Dios!- exclamé mirando a Bella que a su vez me miraba aterrorizada por
lo que oía.

-Gaby hija -le pregunté con mucho cuidado-, ¿se llamaron por sus nombres delante
de ti?, ¿dijeron algún nombre?

-No papi -dijo mi niña-, solo que una señora que se llamaba Renata tenía que venir
y que nos iríamos al otro barrio. Y que se lo había mandado su madre - ¡bingo! ya la
teníamos, ahora solo faltaba que Claire y mis sobrinos lo corroboraran-. Y el hombre
y la mujer que estaban con nosotros hablaron de esa otra señora, y la mujer decía
que no comprendía cómo podía querer hacernos eso.

-Vamos a levantarnos de aquí -les dije-, no vallamos a coger frío.

Nos levantamos del suelo mientras Emmett, Rose y mis sobrinos hacían lo mismo.
Nos encaminamos a la comisaría donde un muy enfurecido Jacob Black estaba
interrogando a Royce.

-Edward -me interceptó Marco-, eres parte implicada, escucha, pero ya sabes que
no puedes intervenir, es ilegal y echarías por tierra la declaración ¿de acuerdo? Y,
- 368 -
por cierto, enhorabuena, no solo has traído a los niños de vuelta junto con tu
hermano, sino que habéis demostrado ser unos excelentes policías y rastreadores,
¿de verdad que no os gustaría incorporaros al FBI?

-No gracias -contesté divertido- no quiero dejar a Gaby sin abuelo antes de
tiempo.

Marco se echo a reír ante esta explicación, pues de sobra era sabido que la policía
y el FBI no congeniaban lo que se dice muy bien. Por mi parte era algo que no
comprendía.

-Edward…

-Sí, sí ya lo sé -contesté dirigiéndome a la sala donde Jacob estaba interrogando a


Royce delante de un abogado de oficio al que habían llamado de manera urgente. El
muy canalla, eran tan depravado y asqueroso como cobarde, y no le costó a Jacob
mucho esfuerzo hacer que confesara. Dijo que le había llamado su hermana
diciéndole que tenía que hacer un trabajo, esta vez se trataba de secuestrar a los
hijos de dos policías de Forks y esperar instrucciones para o bien liberarlos o
bien…matarlos. Apreté los puños tan fuerte al oír eso que casi me hago sangre.
Menos mal que Bella se había quedado atrás con la niña. Agregó que su hermana
había dicho que el trabajo era para nada más y nada menos que Athenodora Vulturi,
la esposa de Cayo Vulturi. Así que ya teníamos a esa arpía por partida doble. Philp,
gran amigo mío desde la academia, imprimió la declaración que había estado
transcribiendo al ordenador y se la dio para firmar. El muy asqueroso la firmó y lo
devolvieron a la celda. Después le tocó el turno a su mujer, esta fue todavía más
fácil, pero aparte de corroborar la declaración de su marido no pudo añadir nada
más, me daba la impresión de que esta mujer era más bien víctima que verdugo,
pero no sentía pena por ella. Había consentido el secuestro, violación y asesinato de
más de una persona.

Renata fue otro cantar y no conseguimos nada de ella, nada en absoluto. Solo dijo
que hablaría en presencia de su abogado, al cual tuvimos que llamar.

Jacob me contó que después de ofrecerle un trato a María, esta accedió a declarar
en el juicio al igual que estos otros dos. María por lo visto dijo que siempre la
contactaba Cayo Vulturi pero que esta vez había sido una mujer que suponía era su
esposa pero no había dado nombres.

Cuando los tres terminaron de declarar los encerraron en las celdas de la cárcel
en espera de que se los llevará a la cárcel del estado. Altea y Royce, al igual que
María, se habían acogido de momento a un programa de protección de testigos
- 369 -
hasta que declararan el día del juicio, así que los llevarían a una casa segura, pero
después del juicio irían a la cárcel, de eso no les salvaba nadie pero no tenía idea de
las condiciones del trato. Renata por su parte seguía sin soltar prenda, pero se iba a
acoger a la Ley de Habeas Corpus al igual que habían hecho con su madre para
retenerla un poco más, pero si los niños y Claire decían que una señora iba a llegar
para matarlos por orden de su madre, la cosa era más que obvia.

Nosotros por nuestra parte nos fuimos a casa en dos coches patrulla que Philp
amablemente nos prestó. Cuando llegamos a Forks ya estaba empezando a
amanecer. Entre Jasper, Alice y Carlisle se habían preocupado de traer a mi madre
al pueblo desde el hotel de Seattle y nos esperaba en su casa, pero pensaba ir
directamente a la mía y llamarla desde ahí. Mis dos niñas estaban dormidas
profundamente, la madre descansando en mi pecho y la hija descansando en el
regazo de su madre.

Los días pasaron deprisa, en los que hubo momentos realmente angustiosos. Los
niños necesitaron ir con Ángela mas días a la semana pues la experiencia les había
sobrepasado. Ángela había conseguido explicarles un poco que era eso del otro
barrio y de no ver amanecer, pues esas eran las pesadillas que tenían los tres. Mi
niña decía que soñaba con que estaba en un sitio obscuro y frío y que leía en un
cartel que ponía Otro Barrio; otra de las pesadillas de mi niña era que se encontraba
sola en ese otro barrio obscuro y frío con su bicicleta nueva al lado y sin nadie que le
enseñase a montarla; las pesadillas de los otros dos eran similares. Ni que decir
tiene que yo me entregué en cuerpo y alma a enseñarle a montar en su nueva bici,
era una manera de decirle que estaba ahí para ella y que ese otro barrio no existía.
Tanto empeño le puse que al tercer día ya corría ella solita sin necesidad de las
ruedas supletorias de atrás, todo un logro. Sin embargo, Gaby necesitó venir a
dormir a nuestra cama más de una vez y nosotros la recibíamos gustosos pero,
siguiendo las instrucciones de Ángela y Jasper quien se estaba preocupando mucho
por la salud mental de nuestros hijos como buen psiquiatra que era, intentábamos
convencerla que tenía que dormir solita y poco a poco lo íbamos consiguiendo.

Gracias a Dios y a los buenos médicos de Seattle, Rachel, Paul y Jared se estaban
recuperando de las heridas. Marco había mandado en su sustitución a tres agentes
supervisados de nuevo por él. Uno de ellos se llamaba Riley y había estudiado en la
academia conmigo lo cual me resultó muy curioso. Emily había vuelto en sustitución
de Rachel.

El día de Año Nuevo pasó en familia, tranquilos y divertidos al estilo Swan.


Intentando olvidar una pesadilla más de las muchas que Aro y su hija nos habían
hecho vivir. Esta vez la familia había aumentado pues no solo Carlisle y Esme se nos
habían unido sino también Marco, Dydime, Kate y su esposo Garrett. Que ataque de
- 370 -
celos más tonto tuve cuando llamaron a la puerta y Bella al abrir se lanzó a los
brazos de un hombre que luego se identificó como Garrett. Estuve un rato con un
malhumor estúpido, lo reconozco, pero mal humor al fin y al cabo, hasta que Bella
como siempre con su habitual dulzura me lo quitó.

Por fin, había llegado el día de la inauguración del nuevo hospital y el acto se iba a
hacer por todo lo alto. Venían responsables del departamento de salud y hasta el
mismísimo secretario de Salud y Recursos Humanos.

El timbre de la puerta me sacó de mis pensamientos y cuando abrí un volcán


huracanado entró por la puerta como Pedro por su casa dando órdenes a todo el
mundo y clavándome el pomo de la puerta en el brazo que aun tenia herido. Suspiré
para mis adentros, ya estaba empezando a conocer a Alice. Esperé un segundo más
pues sabía que Jasper aparecería por la puerta con un claro gesto de disculpa en la
cara.

-Alice, solo vamos a inaugurar el nuevo hospital no a una recepción con toda la
realeza europea -se quejaba mi Bella.

-Vamos mami -le decía mi pequeña-, déjate, si tía Alice te deja muy guapa siempre.

-Lo ves mujer de poca fe, si hasta tu hija tiene más sentido de la moda que tu.
Venga -ordenó- no se hable más, traigo en estas bolsas todo lo necesario y la ropa
que tenéis que poneros la niña, tu marido y tú.

- ¡Alto ahí! Un momento, ¿también has traído ropa para mi diablillo?- le dije un
poco avergonzado pues no estaba acostumbrado a eso. Pero así era Alice…-. Pues
lamento decirte que a petición de mis dos soles voy a ir con mi nuevo uniforme de
gala y luciendo mi condecoración, así que no hace falta la ropa.

-Bueno es igual, ya te la dejo aquí seguro que te hará falta otro día -dijo
aprobando la elección de mis niñas-. Vosotras dos vamos ¿a qué esperáis?, a la
ducha.

Gaby salió disparada hacia arriba pero Bella se mantuvo unos minutos sentada en
la banqueta de la cocina mirándola con ojos desafiantes, ella la miraba de igual
manera, no era la primera vez que las veía hacer eso. Al final Bella se levantó
resignada y se fue a nuestro cuarto a ducharse. De repente la entrepierna me
empezó a molestar un poco, como siempre que me sucedía cuando pensaba en Bella
desnuda en la ducha.

Subí también a mi cuarto con la sana intención de arreglarme pero el Capitán


- 371 -
General de todos los ejércitos transmutado en forma de duende hiperactivo, me hizo
coger mi ropa y marchar a otra habitación a vestirme. Hice lo que me pedía sin
rechistar, de verdad que esa mujer daba verdadero miedo. Jasper que ya estaba
arreglado y debo reconocer que muy elegante, me acompañó mientras hablábamos y
me contaba algunas de las aventuras de mi mujer con el suelo, los escalones, las
farolas, la arena de la playa o cualquier cosa que encontrara a su paso con lo que
poder tropezarse y caer.

Bajamos al salón principal a esperar a nuestras mujeres. La primera en bajar fue


Gaby que iba vestida con un vestidito color crema muy bonito, de niña grande según
me dijo que le había dicho su tía Alice. Me fijé que llevaba su broche de la Sirenita
puesto en el pecho del vestido. Adoraba ese broche, gracias a él la encontré. Por
supuesto el broche seguía teniendo la misma función y Jacob le había hecho un
pendiente igual al que perdió. Mis sobrinos también llevaban dispositivos
escondidos en los cinturones de los pantalones ya que después de aquello la
vigilancia se había intensificado.

Alice fue la segunda en bajar y como siempre cogió a Jasper de la corbata, tiro de
él y sin molestarse siquiera en despedirse se marchó. No tuve que esperar mucho
para ver una autentica visión, un milagro de la naturaleza hecho mujer. Cuando yo
creía que era imposible que estuviera más guapa, iba ella y se ponía aun más.
Estaba maravillosa. Llevaba un vestido de un color verde muy bonito con escote
palabra de honor, creo que lo llamaban así. El vestido se ceñía a su cuerpo como un
guante y le resaltaba las curvitas que le habían quedado tras su embarazo y que le
sentaban tan bien. Con que placer se lo iba a quitar esta noche, pensé sintiendo de
nuevo ese cosquilleo en la entrepierna.

-Estás preciosa mi amor- le dije besándola en los labios suavemente pues


estábamos delante de la niña.

-Tú sí que estás guapo sobre todo con tu medalla -dijo acariciando orgullosa la
medalla que me habían dado por salvar a aquellos niños. Tuvimos que pulirla y
limpiarla bien, pues había sufrido mucho con nuestra aventura, sobre todo cuando
tuvimos que tirarnos del coche en marcha. Gracias a Dios el reloj que me había
regalado mi Bella no había sufrido ningún desperfecto al estar protegido por las
mangas de la camisa y la chaqueta del uniforme-, con qué gusto te lo voy a quitar
esta noche -me dijo al oído y mi entrepierna me llamó la atención de nuevo.

-Va a ser mejor que salgamos de aquí, antes de que mande a la niña a buscar a sus
abuelos, mande todo a la porra y la alfombra o el piano sufran las consecuencias.

Salimos de la casa y nos dirigimos hacia el hospital. En realidad era más bien una
- 372 -
ampliación bastante considerable del viejo pues el edificio no se había tirado, muy
por el contrario, el edificio nuevo se había construido a la par del viejo. Cuando
llegamos, la gente ya se había empezado a concentrar en las puertas del hospital
desde donde el Secretario y Carlisle dirían unas palabras. Bella, mi hija y yo
avanzamos hacia unas sillas que habían puesto expresamente para el personal y sus
familias. De repente se armó un buen revuelo, miré hacia atrás y vi que era el
Secretario que junto a su esposa e hijos venía en dirección a nosotros.

-Mi querida Isabella-dijo el Secretario, saludando muy efusivamente a Bella-, ¡qué


alegría de verte!, espero que las urgencias del nuevo hospital funcionen a la
perfección bajo tu mando.

-Funcionarán Secretario, no te quepa la menor duda-contestó mi Bella-. A mi hija


ya la conoces, te presento a Edward mi marido.

-Mucho gusto en conocerte -me tendió la mano-.Ya veo que eres oficial de policía,
admiro mucho esa profesión.

-Gracias Sr. Secretario -le contesté devolviéndole el saludo.

-El marido de Isabella puede llamarme Eric o Secretario a secas. A mí me gustaría


que me llamases Eric igual que se lo digo a Bella. De hecho ella y yo tenemos una
especie de pacto -dijo riéndose-, el día que me llame Eric yo la llamare Bella. Mira
Edward te presento a Gianna mi esposa y estos son mis hijos.

-Un placer señora -la saludé dándole un beso en la mano como el caballero que me
jacto de ser.

Una vez hechas las presentaciones y los saludos, el Secretario Eric Yorkie junto a
su esposa y sus dos hijos se fueron a sentar a los asientos destinados para ellos,
mientras por el rabillo del ojo vi que Jessica y Lauren que ni siquiera tenían asientos
al no ser del hospital estaban verdes de la envidia.

-¿A cuántas personas de Gobierno conoces? -le pregunté en el oído-, que calladito
te lo tenías y yo con miedo de que Tanya te impidiera volver y ya veo que lo tenías
todo controlado. Luego la señora dice que yo le oculto cosas -dije irónicamente, pero
con el orgullo implícito en mi voz pues es así como me sentía, orgulloso de ver todo
lo que había conseguido ella solita, sin ayuda y con una hija a la que educar,
mantener y cuidar - ¿tienes algún as más en la manga?, ¿o ya los has mostrado
todos?

-El Secretario Yorkie es amigo personal de Marco -me contestó divertida por mis
- 373 -
palabras-, y no voy a negar que Marco le haya podido pedir algún favor por si
Tanya… ya sabes. Yo le conozco a través de él y de Didyme que es muy amiga de
Gianna.

De repente el acto empezó y ya no pudimos hablar más. El primero en hablar fue


un miembro del departamento de Salud que supongo estaba encargado de organizar
el evento, y después habló Nahuel, el Alcalde de nuestro pueblo, un hombre recto,
honesto y con una ética admirable. Se había prestado voluntario para ir a declarar
contra Cayo pues según nos dijo no estaba para nada de acuerdo con la política que
llevaba. Después le tocó hablar al Secretario quien se deshizo en elogios hacia
Carlisle, Bella y el resto del equipo que el padre de Alice se había traído desde
Jacksonville, sin olvidarse, por supuesto, de los médicos y enfermeras que
conformaban la plantilla del viejo hospital y que pasarían a formar parte del nuevo.
Después, le tocó el turno de hablar a Carlisle.

-Queridos vecinos del pueblo de Forks, ninguno me conocéis pero yo estaré


encantado de iros conociendo uno a uno al igual que Esme mi mujer -dijo
señalándola-. Me hace mucha ilusión tomar el mando de este nuevo e innovador
hospital y más ilusión todavía me hace entrar a formar parte de una comunidad tan
maravillosa. He de deciros que no solo me he limitado a formar un buen equipo, sino
al mejor, integrado por supuesto por los médicos y enfermeras que ya trabajaban
aquí, algunos de los cuales han accedido por sus méritos a puestos de
responsabilidad. Desde Jacksonville se han venido conmigo no solo la Doctora Alice
Cullen, que aparte de ser hija mía, os aseguro que es un excelente médico, sino
también al Doctor Jasper Whitlock, su marido. Vanessa Williamns que será una
excelente Jefa de Enfermeras en sustitución de la anterior que como ya sabéis se ha
jubilado, al igual que Brenda Coop la antigua Jefa de Urgencias. En sustitución suya
contamos con la Doctora Isabella Swan cuya familia vive en este pueblo en el cual
ella nació y a la que espero todos reconozcáis.

Todo el mundo aplaudió cuando Carlisle dijo esto último, pues Tanya y sus
esbirras aparte, Bella y la familia Swan éramos muy queridos en el pueblo, pero a
Bella le tenían un cariño especial por su dulzura y buen hacer. Todo el mundo
recordaba su sencillez cuando a la edad de quince años fue la reina de las Fiestas
del pueblo y se ganó el cariño de todo el mundo…bueno de todos no... Por eso nadie
entendió cuando la dejé por la bruja esa, menos mal que todo estaba aclarado. Lo
que habían hecho Tanya y su padre era un secreto para no dificultar la investigación
pero en un pueblo como Forks decir secreto es decir que lo sabe todo el mundo,
pues Radio Macuto funcionaba a la perfección. Bella, fiel a su costumbre, bajó la
cabeza absolutamente sonrojada, Gaby, se inclinó hacia ella para darle un beso en la
mejilla y yo no puede evitar abrazarla y hacer lo mismo. Me sentía tan orgulloso.

- 374 -
La parte de los discursos terminó y el Secretario nos llamó para que nos
pusiéramos a su lado, había llegado el momento de cortar la cinta. Bella se acercó
tirando de mi mano para que fuera con ellas. Yo no quería ir pues consideraba que
ese momento era exclusivamente suyo, pero sentí un pellizco enorme de satisfacción
al ver que ella quería compartirlo conmigo. El Secretario tomó las tijeras que
cortarían la cinta de una bandeja en la cual estaban depositadas y que sostenía una
especie de azafata, pero hizo algo que me sorprendió y enorgulleció, le pasó las
tijeras a mi hija. Gaby, que se veía tenía bastante confianza con él, las cogió sin
titubear y cortó la cinta ayudada por el mismo Secretario. Después de cortada la
cinta vinieron los correspondientes aplausos y las fotos de rigor.

Mientras los habitantes del pueblo, se quedaban en el vestíbulo del hospital que
era muy amplio y muy bien iluminado, el equipo y demás personal del hospital
pasamos y digo pasamos porque Bella no soltaba mi mano izquierda y Gaby no
soltaba la derecha, a hacer un recorrido por el nuevo hospital. Era grandioso, casi
no me enteraba de nada de lo que decían pero parece ser que estaba dotado con las
máquinas más modernas para hacer radiografías, mamografías, tan importante para
la mujer según Bella, tomografías, ecografías, etc. Tenía seis plantas y cada planta
estaba pintada de un color distinto dándole un aspecto alegre y haciendo que
pareciera menos hospital, cosa que según Carlisle y Bella los pacientes
agradecerían. Lo que más me gustó fue el área infantil, estaba decorada con
pinturas de los personajes de Disney, de películas como Enredados, Srek, o Kun Fu
Panda. Las habitaciones eran amplias, bien iluminadas y pintadas igual con
animalitos y personajes de cuentos. Según me dijo Bella, los niños se deprimen
mucho estando ahí, sobre todo los que están muy malitos pues son muy intuitivos y
algunos incluso han llegado a averiguar por sí solos que no regresarían a casa. Eso
me recordó al paciente aquel de Bella y le pregunté por él. Me dijo que gracias a
Dios habían encontrado un donante de médula a tiempo y el niño se estaba
recuperando, eso ultimo me lo dijo con lágrimas en los ojos, demostrando una vez
más el altísimo grado de humanidad que tenía.

Cuando acabo la visita bajamos a recepción donde se estaba ofreciendo una


especie de aperitivo-almuerzo. Jacob y los demás que habían acudido expresamente
para la inauguración se acercaron a nosotros junto con Emmett, Rosalie y los demás.

-Oye hermanita -dijo Emmett-, supongo que luego nos iremos a celebrarlo por ahí
en condiciones ¿no?, es que estas cosas tan raras y pequeñas que nos están dando
dejan muerto de hambre a cualquiera - dijo refiriéndose a los diferentes aperitivos
que se estaban sirviendo-. Son demasiado pequeñas -continuó. Y para corroborarlo
se metió tres de un golpe en la boca ganándose un coscorrón de su mujer y las risas
divertidas de Jacob y el resto del grupo.

- 375 -
-¿Y qué me dices de esto? - preguntó Jacob dirigiéndose a él y enseñándole un
canapé de caviar que tenía en la mano-, no me digas que esto no parecen cagarrutas
de pájaro.

-Cagarrutas no sé cielo -le dijo Vanessa -pero huevos de esturión segurísimo.

-No me digas que esto es… -dijo Quil deteniendo su camino hacia la boca -los
esto…los… cataplines -dijo por fin -del tiburón.

-No exactamente -dijo Bella riéndose-, son las huevas del esturión, son huevas no
huevos, es decir que no son los cataplines de los machos sino… otra clase de huevas.

-Ahhhhhhhhhhhhh- dijeron todos a la vez dejando el canapé en cuestión encima de


un plato. Yo no puse tanto asco y me lo comí, no estaba malo. Emmett como siempre
en su línea aprovechó y ayudado por Jacob cogieron los canapés que los otros
habían dejado encima de la mesa, ganándose un nuevo coscorrón por parte de Rose
y de Vanesa. Me daba a mí que Emmett había encontrado la horma de su zapato
pues estaban los dos cortados por el mismo patrón. Desde luego si Jacob decidía,
que seguro que lo haría, venirse a vivir aquí, no nos íbamos a aburrir no.

-Bueno -dijo Carlisle -una vez que nos despedimos del representante del
Departamento de Salud y el Secretario -¿bautizamos esto a nuestra manera?, a ver
¿quién es la madrina? Ángela, eres nueva en el grupo- volvió a decir refiriéndose a
ella- ¿quieres hacer los honores?

-Encantada Carlisle pero… ¿exactamente que hay que hacer? -preguntó Ángela.

-Verás -dijo Bella-, la idea está sacada de las botadura de un barco. No sé si lo


habrás visto que se tira una botella de champán contra la quilla de barco, pues
nosotros, atamos la botella a algo que sobresalga, la madrina se echa para atrás
todo lo que pueda y tira la botella contra la pared para que se rompa. Dicen que trae
buena suerte.

Sí, pero sobre todo procura -empezó Jacob mirando a Bella que le miraba con una
ceja levantada y los brazos en jarras en una pose muy de ella y a la que yo
verdaderamente temía, pero Jacob parece que no- bueno…procura… verás… no irte
detrás de la botella y estrellarte contra la pared.

Al decir esto todos empezaron a reírse como desquiciados y Jacob, que todo hay
que decirlo, cada día me caía mejor y nos habíamos hecho muy amigos, me explicó
que un día un paciente la nombró madrina de un barco de su propiedad y ella lanzo
la botella de champán con tal ímpetu que acabo cayéndose al mar. Yo empecé a
- 376 -
reírme mientras la miraba, pero al ver la mirada que ella nos devolvía, tragué en
seco de repente y procuré aguantarme la risa. Pero claro, Emmett no era igual que
yo y al oír a Jacob relatarlo estalló en carcajadas.

-Y dime hermanita, ¿quién te salvó? Fue alguna sirena perdida o algún cachalote
despistado que pasaba por ahí. No asustarías a los pobres peces ¿verdad?

-Para tu información -contestó Bella enfurruñada-, salí yo solita. No sé si te


cuadrará esto hermanito, pero en mis días y ratos libres ayudaba a los socorristas,
sé nadar perfectamente, gracias.

-¿Tu?-siguió Emmett con la broma- ¿sacando gente del agua?- preguntó y yo me


hice la misma cuestión, ¿cómo era posible que Bella Masen , mi Bella siempre tan
patosa, fuera capaz de hacer un rescate en el agua?, pero por nada del mundo
pensaba decir nada, no en ese momento en el que Bella tenía una mirada, yo conocía
esa mirada y no presagiaba nada bueno…

-Mami/ la tía se está enfadando de verdad -dijeron a la vez para no perder la


costumbre mi niña y mis sobrinos-, mira a tío Emmett como me mira a mi cuando
hago alguna trastada -añadió mi niña muy bajito en mi oído.

-Pues sí -dijeron mis dos sobrinos a la vez -pobre de mi papá no sabe lo que le
espera…

Yo me partía de risa para mis adentros. Se veía como mis sobrinos y mi niña la
respetaban y la querían y habían aprendido a detectar el momento en el que era
mejor quitarse del medio. Pero Emmett no tenía ese don y seguí y seguía y seguía…

-Rose -dijo Bella tomando una especie de bisturí que había cogido de algún sitio-,
una de dos o le das un buen coscorrón de mi parte o supongo que como ya tienes
dos hijos no te importará no tener más ¿verdad?

Al decir esto Emmett dejo de reír instantáneamente y miró a Bella con cara de
horror…

-Caray hermanita, que brusquedad -le contestó.

-Pues ya sabes deja de hacer el ganso.

-Vale, vale, ya lo dejo pero es que… ¿no acierto a comprender como mi hermanita
la patosilla es capaz de sacar a alguien del agua?- siguió Emmet erre que erre…

- 377 -
-En el agua se transforma -dijo de repente Jasper-, la tendríais que ver.

-Chicos -nos llamó Carlisle muy oportuno-, ya está preparada la botella. Ángela
por favor…

Salimos todos de allí seguidos por la gente del pueblo entre las cuales estaban
nuestros padres. Todos los médicos y enfermeras del hospital se pusieron en círculo
alrededor de Ángela y los habitantes del pueblo se pusieron detrás, curiosos por lo
que iban a hacer. Carlisle le tendió a Ángela la botella y esta la tiró con tal ímpetu
contra la pared que acabó salpicándonos a todos.

-Bien- dijo Carlisle-, queda inaugurado este hospital, otra vez… -y en ese momento
todos rompieron a aplaudir.

Carlisle era un hombre que al igual que su hija y su mujer, tenía un encanto
natural y estoy segura de que ya se habían metido en el bolsillo a la gente del
pueblo, excepto a algunos que no quiero ni nombrar…

Cuando la especie de recepción acabó Jacob propuso ir a comer algo más y


después que dejáramos a los niños con los abuelos y nos fuéramos por ahí a
divertirnos y esta vez le tocó el turno a Bella de meterse con él…

-Pues esperemos que lo que tú llamas diversión no sea lo mismo que la otra vez
cuando fuimos a celebrar que te habían ascendido y acabaste subido a la estatua de
Benjamín Franklin cantando la traviata. Y este dice que es policía…-dijo mi Bella
mirándole con una actitud vengativa.

Jacob la miró sin saber que decir y Bella con una sonrisa triunfante agregó:

- La venganza sabe mejor si se sirve en plato frío querido Jacob -a lo que todos nos
echamos a reír, Jacob incluido.

Después de almorzar en uno de los restaurantes más famosos de Port Ángeles,


decidimos pasar de salir por la noche. Después del secuestro, ni Emmett ni yo
estábamos por la labor de dejar solos a nuestros niños aunque fuera en casa de mi
madre bien cerrada y bajo la custodia de Emily, Claire y el resto de los agentes.
Estuvimos un rato paseando por Port Ángeles. Les enseñamos a Jacob y a los demás
el puerto y las calles más tradicionales. Cuando empezó a anochecer decidimos
volver a casa.

Cenamos los tres juntos en la sala de juegos viendo una película de video, por
supuesto de dibujos animados. En el tiempo que Gaby llevaba en Forks, creo que me
- 378 -
había visto unas cien veces todo el repertorio de Disney al completo y alguna otra
que no era Disney. Pero yo me sentía feliz, tenía lo que siempre había soñado, lo que
había anhelado durante cinco años y era a mi familia conmigo, no podía pedir más.
Gaby se quedó dormida en mis brazos hacia la mitad de la película y Bella la cogió y
la subió a su cuarto mientras yo me quedaba recogiéndolo todo. Cuando subí a la
habitación Bella salía en ese momento de la de Gaby. Pasé la mano por su cintura y
ella hizo lo mismo y abrazados nos dirigimos a nuestra habitación.

-¿Piensas cumplir tu promesa o no? -le dije a mi Bella haciéndome el ofendido


cuando me empezaba a desabrochar el uniforme bajo su atenta mirada.

-¿Y quién te ha dicho que no la voy a cumplir?-me contestó soltando mis manos de
los botones y empezando ella a desabrocharlos. Mi entrepierna dio un respingo al
igual que todo mi cuerpo.

Se deshizo de mi chaqueta con una lentitud torturante. Cuando acabó, me la quitó


por los hombros dando pequeños besos por mi pecho por encima de la camisa. Y yo
dejé de pensar. Bella empezó a soltarme los botones de la camisa muy lentamente y
por cada botón que liberaba me dejaba un beso húmedo o me lamía en la parte que
quedaba expuesta arrancándome gemidos de placer y anticipación. Yo puse mis
manos en su espalda, buscando la cremallera de su vestido ¿dónde diablos estaría?
Bella seguía con su trabajo, por cada botón un beso. Cuando llegó a mi pecho, lamió
y mordisqueó mis pezones y yo emití un gemido demasiado alto, pues ella me miró
sonriendo y se puso de puntillas para alcanzar mis labios y me dio un beso en la
boca mientras torturaba mis pezones con sus dedos. Yo inmediatamente abrí los
labios para dar paso a su lengua que empezó a competir con la de ella por la
supremacía. Nos separamos porque ya no podíamos ni respirar. Ella hizo un camino
de besos hasta llegar al botón por donde se había quedado y continuó con su labor
terminando por fin de desabrocharme la camisa y quitándomela. Al final encontré la
cremallera de su vestido en un lateral del mismo y la bajé dejándolo caer poco a
poco e imitándola, iba dejando igual pequeños besos por todas las partes que
quedaban al descubierto. Le terminé de sacar el vestido al tiempo que ella me
quitaba los pantalones quedando en bóxers y ella en ropa interior, pero no una ropa
interior cualquiera esta era… ¡Madre mía! La levanté un poco del suelo y ella dio un
saltito y se sujetó con sus piernas a mis caderas rodeándome con estas y provocando
una placentera fricción de nuestros sexos. Con ella en brazos fui hasta la cama y la
deposité allí, aunque he de reconocer que no tuve mucho cuidado pues ella fiel a su
costumbre me estaba acariciando el miembro por encima de mi bóxer y me estaba
haciendo perder el control. Me puse encima de ella y mientras ella seguía con su
trabajo de acariciar mi miembro esta vez por dentro del bóxer, yo le quité el
sujetador y acariciaba, besaba y devoraba cada centímetro de su cuerpo
deteniéndome en sus senos que eran mi perdición. Dejé una mano acariciando esos
- 379 -
montes de placer y bajé la otra hasta sus caderas y de un tirón le saqué las bragas,
rompiéndolas sin querer. La miré con cara de disculpa mientras introducía la mano
entre sus muslos buscando su centro de placer. Cuando lo encontré lo masajeé,
pellizqué y acaricié mientras ella hacía lo mismo con mi muy dolorosa y excitada
erección. Sinceramente yo no podía más y por lo que intuía ella tampoco. En un acto
involuntario le di la vuelta y me puse encima de ella, la levanté un poco y tomando
mi miembro con las manos, lo dirigí hasta su interior. Me fui introduciendo
lentamente, sin prisas, torturándola mientras le daba besos en el cuello y en los
lóbulos de las orejas, al tiempo que abarcaba la totalidad de sus pechos con mis
manos aplastándolos suavemente, mientras su cuerpo me recibía una vez más.
Cuando ya estaba dentro de ella, esperé un rato hasta que Bella empezó a moverse
de una manera lenta, tortuosa, que me estaba desesperando, así que la alcé un poco
más para tener un mejor ángulo, me salí de ella y volví embestirla de una sola vez, y
empecé a moverme fuerte, con pasión, necesidad, con verdadera necesidad. Esa
postura siempre nos había resultado muy placentera y esta vez no era menos.
Nuestros cuerpos encajaban perfectamente, se sincronizaban, nuestros gemidos se
oían por toda la habitación, yo los intenté ahogar besándola pues no quería que
Gaby nos oyera… De repente noté como sus paredes se contraían aprisionando mi
miembro y como si de una orden se tratase, yo convulsioné al mismo tiempo que ella
en un orgasmo bestial y exquisito.

-No te puedes imaginar cuanto te amo -le dije besándola una vez que nos hubimos
recuperado, lo cual nos llevó bastante tiempo.

-Como yo a ti -me contestó respondiendo a mi beso y como yo todavía estaba


dentro de ella mi miembro empezó a reaccionar de nuevo y volvimos a fundirnos uno
en el otro, no una vez, sino varias, hasta bien entrada la madrugada. Celebrando así
de forma particular su nuevo puesto en el hospital de Forks.

Hola chicas ¿como estáis? Pues ya ha pasado todo y hemos dejado a estos
dos de celebración...como siempre. El capitulo siguiente es uno muy
esperado por vosotras es el inicio de algo ¿lo adivináis? ¡Pero que listas
sois!, claro se trata del juicio. ¿Que sucederá? ¿Castigará la justicia a esta
banda de mafiosos como se merecen? Yo desde luego os prometo que algo
movidito si será. Pero además no solo es el juicio, el principio viene con
sorpresa ¿cual será? esa si que no os la digo.

Muchas gracias a mi beta que ha trabajo contra reloj para poder tener el
capitulo a tiempo.

- 380 -
Gracias también a todas por vuestros comentarios, valoro mucho saber
que estais ahí apoyandome:

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Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
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Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela
Cullen,Laura Katherine .

Quiero dar la bienvenida a: Laura Katherine

Muchas gracias a todas por añadirme a alertas y favoritos, se agradece un


montón. Y gracias también a todas aquellas queleéisde forma silenciosa.

- 381 -
Chapter 31

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 30: El juicio

Bella Pov

Los fuertes rayos del sol, extraños en un lugar como Forks a pesar de que
estábamos a mediados de mayo, se filtraban a través de la ventana y consiguieron
sacarme poco a poco de mi maravilloso sueño. Como cada mañana desde hacía ya
varios días, unas nauseas repentinas me hicieron levantarme lo más rápidamente
que podía, teniendo en cuenta que no quería despertar a Edward y que además si lo
hacía muy deprisa me mareaba. Llegué a la taza del inodoro y vacié todo el
contenido de mi estómago, me senté en el suelo a recuperarme abrazada a la taza y
así me encontró Edward.

-¿Qué te pasa cielo?, ¿estás enferma?, ¿te traigo algo?, ¿qué necesitas? -me
preguntó todo seguido con evidente preocupación y nerviosismo al tiempo que me
acariciaba la espalda.

-No, no es nada mi amor, solo ayúdame a levantarme. Estoy nerviosa por lo de hoy
y me han dado ganas de vomitar nada más…

-¿Estás segura?- me preguntó no muy convencido.

-¿Quién es el médico aquí? -le devolví la pregunta saliéndome por la tangente. La


verdad es que sabía de sobra lo que me pasaba, lo había sospechado cuando se me
antojó, mientras estaba de compras con Alice, un filete de ternera muy poco hecho,
comida que yo aborrecía , lo había seguido sospechando cuando junto con el filete se
me antojaron unos pepinillos que tuvieran mucho, mucho vinagre y de paso unos
boquerones también, después y como postre no pedí la tarta de chocolate de
siempre no, esa hasta me daba como asco, igual que me pasó con Gaby, pedí un
helado con una mezcla de sabores tan raros que hasta el mismo camarero se me
quedó mirando como si hubiera bajado de otra galaxia y fuera una Visitante*. Y
encima tenía una falta, pues me tenía que haber bajado el período quince días antes.
Con tanta sospecha, fui directamente al departamento correspondiente a solicitar la
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pertinente prueba que me lo acabó confirmando. Estaba embarazada de unas cinco
semanas, así que el bebé nacería en los primeros meses del nuevo año. Pero no
quería decírselo aún. Sabía que le iba a hacer muchísima ilusión pues habíamos
hablado de ello e íbamos a por él. Quería darle la noticia en una cena romántica y
para ello necesitaba que el tema Aro y Tanya quedaran aparcados definitivamente y
empezar con esa extraordinaria noticia un nuevo capítulo de nuestras vidas.

Por fin hoy era el día tan esperado. En unas cuantas horas se celebraría el juicio
que esperaba diera como resultado que los huesos del padre y de la hija, así como
de sus tíos y prima, fueran a parar a la cárcel el mayor tiempo posible. Jacob me
había dicho que el Ministerio fiscal iba a pedir para Tanya, su padre y su tío la pena
capital, ya que en el estado de Washington era legal y los cargos que se les
imputaban eran más que suficientes como para que el juez decretara la pena de
muerte contra ellos. Pero Aro, Cayo y Tanya contaban con todo un ejército de los
mejores abogados aunque su fama de no ser del todo éticos, profesionalmente
hablando, los precedía. Por nuestra parte además del Ministerio Fiscal, un tal
Vladimir Sthepanov, Kate y Garrett se habían presentado como abogados de la
acusación particular.

El juicio había tenido que retrasarse debido al ataque sufrido por Aro en la prisión
pues había sido muy violento y las consecuencias muy graves. Ya se sostenía por lo
menos en pie a pesar de no estar del todo recuperado.

El juicio se celebraba a puertas abiertas con la presencia de un jurado popular y


este era en definitiva el que tenía la última palabra. Yo no me consideraba una
persona mala, ni cruel, no en vano había dedicado mi vida a una profesión entregada
a los demás, nunca quise ni deseé la muerte de nadie y esta vez no era una
excepción, solo quería que me dejasen vivir mi vida en paz junto a mi marido, mi hija
y… lo que viniera después.

Contra la opinión de Edward, yo iba a estar presente en ese juicio sentada en el


banquillo en calidad de víctima y representando a mi vez a Gaby que como menor no
podía estar ahí. Quería mirar directamente a la cara de Tanya y mandarle el claro
mensaje de que no había podido con nosotros, que el amor verdadero es
inseparable, imperecedero, inquebrantable, indestructible, y ni la distancia, ni el
tiempo ni la crueldad de las personas podían con él. Quería por otro lado acompañar
y apoyar a mi marido en un momento que para él sabía que iba a ser duro pues
tendría que recordar de nuevo todo el dolor y el sufrimiento. Del mismo modo,
quería ver la cara de estupor de la mujerzuela esa cuando Edward, testigo principal
de la acusación, subiera a declarar contra ella…

Emmett también le había pedido a Rose que se quedara en Forks con los niños,
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pero Rose tenía también sus demonios contra su prima y su tío y quería ver su cara
cuando el juez los declarase culpables, quería mirarlos de frente, enfrentándolos, ya
que no podía declarar contra ellos, así que se sentaría en el banquillo junto a mí
representando igualmente los derechos de sus hijos.

A mí me hubiera gustado subir al estrado a declarar pero se me desaconsejó


argumentando que yo había vivido los hechos pero no podía identificar a nadie como
su autor y eso era verdad, en el tiroteo en Jacksonville no había visto a nadie y en el
secuestro solo podía identificar a los secuestradores reales no aquel que los mando,
eso era misión del abogado. Alice estaba en mi misma situación. A pesar de haber
resultado herida en el atentado, su declaración no serviría ya que no podía
identificar a nadie, solo decir que James nos vigilaba, pero no podía acusar
directamente a Aro y Tanya. No obstante vendría en calidad de víctima y se sentaría
en el banquillo junto a nosotras, Kate y Garrett. El Fiscal les había tomado
declaración a los niños uno días antes, con la presencia del abogado de la defensa,
de Ángela, como psicólogo suyo, y de la acusación particular, en un entorno
amigable para evitarlos más problemas psicológicos. Edward, Emmett y mis padres
se sentarían igual en el banquillo una vez terminaran su declaración.

A pesar que, después del secuestro, a Cayo y a Tanya se les había aislado y
prohibido las visitas, Marco, Jacob y Sam nos aconsejaron dejar a los niños con
Jasper y Esme en casa de esta última y de Carlisle con todas las puertas cerradas a
cal y canto y fuertemente custodiados por Emily, Riley, Claire, Rachel, Quil y Paul.
Sam, Jared, Embry, Brady, Colin y Jacob vendrían con nosotros para protegernos.

Rachel, Paul y Jared estaban ya totalmente recuperados gracias a Dios. Rachel


había retomado su puesto protegiendo a los niños, pero Claire se había encariñado
con ellos y los niños con ella. Dicen que vivir una situación límite une a las personas
de forma permanente y esto había pasado con Claire y los niños, quienes
reclamaban su presencia cuando nosotros no podíamos estar. Así que Claire había
solicitado quedarse en Forks para seguir encargándose de su custodia. Además
entre ella y Quil había surgido una amistad muy fuerte que poco a poco se iba
convirtiendo en algo más. Lo mismo había sucedido entre Paul y Rachel pues su
larga convalecencia en el hospital los había acercado el uno al otro. Por su parte
Jared había conocido a Kim, una enfermera compañera mía y de Alice y había nacido
algo entre ellos.

El testimonio de todos los agentes del FBI que participaban en nuestra protección,
era importante, así que ya se les había tomado declaración aparte con el fin de que
pudieran seguir con su trabajo, que ahora era crucial.

Por su parte los abogados de Aro, Cayo y Tanya iban a basar su defensa
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argumentando varias cosas, entre ellas, en el caso de Tanya, su inestabilidad
emocional. Particularmente yo estaba convencida desde el principio de que era una
enferma mental y así también pensaba Ángela que había sido llamada entre otros
psiquiatras y psicólogos a rebatir los argumentos de los médicos de la defensa.

Desayunamos poco pues estábamos nerviosos, nos vestimos como autómatas y


fuimos a llevar a Gaby a casa de Esme. Una vez que conseguimos que Gaby se
quedara tranquila gracias a la intervención de Esme, y de Claire, nos encaminamos
tomados de la mano hacia Seattle donde se celebraría el juicio. Rose, Emmett,
Ángela, Alice y mis padres venían con nosotros y los agentes detrás en otros coches
protegiéndonos. Íbamos todos en la Mercedes conducida por un orgulloso Emmett.
Su Jeep había quedado inservible después de que cayese al barranco cuando iban a
salvar a los niños, y yo le había regalado mi Mercedes. Edward y yo teníamos el
Volvo y el Aston Martin no necesitábamos más coches. Además, también le
habíamos regalado a Rose por su cumpleaños un bonito BMV descapotable y de
color rojo. Era lo menos que mi cuñada y mi hermano se merecían por estar ahí,
siempre apoyándonos.

Llegamos a Seattle con media hora de adelanto sobre la hora prevista de inicio del
juicio. Edward rodeaba mi hombro con su brazo derecho y yo le agarraba de la
cintura, infundiéndonos animo el uno al otro. De repente, vimos llegar dos coches
blindados pertenecientes a la policía. Se detuvieron enfrente del juzgado. Del primer
coche salieron Aro y Cayo y del segundo, Tanya, Athenodora y Renata. No tardaron
mucho tiempo en vernos y si Aro nos puso una cara amenazadora, fría, escalofriante
que verdaderamente daba miedo, Tanya sin embargo se puso roja de la ira y la rabia
al vernos juntos y abrazados de ese modo. Yo les sostuve la mirada a los dos
desafiándolos con ella, tal y como quería hacer. Rose y Emmett, que venían detrás,
se pusieron a nuestro lado haciendo lo mismo. Edward sin dejar de abrazarme, les
dedicó una enigmática sonrisa muy parecida a la de Aro, se inclinó hacia mí y me dio
un beso en la boca desafiando de igual manera a Tanya. La rabia que se produjo en
ella fue de tal magnitud que intentó zafarse sin éxito de los guardias que la
custodiaban hasta que Aro la miró con esa mirada fría, gélida, que helaba al mismo
hielo, entonces bajo la mirada sumisa y custodiada por los guardias siguió a su
padre, su tíos y prima dentro de los tribunales pero sin dejar de mirarnos con ese
odio irracional que te helaba las venas.

Nosotros los seguimos a una prudente distancia todavía abrazados y así seguimos
subiendo las escaleras con el resto de la familia. Los agentes que nos custodiaban
iban a nuestro lado quitándonos a la prensa de encima.

El secuestro y la posterior detención habían levantado un circo mediático


impresionante y todos los periodistas estaban montando guardia a la entrada del
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juzgado a la espera de que hiciéramos alguna declaración, pero no la obtuvieron,
muy por el contrario, subimos las escaleras lo más deprisa posible custodiados por
Jacob y los demás agentes. Kate y Garret nos esperaban a la entrada del juzgado.

Al pasar por el control de seguridad y antes de que la máquina empezara a pitar


volviéndome loca, saqué de mi bolso la licencia que me permitía llevar, en cualquier
momento, lugar y situación, aquello que siempre llevaba guardado en el bolso y que
a veces pesaba como una losa. Por el rabillo del ojo vi como Edward fruncía el ceño
ya que seguía estando en contra de que la llevará, pero nunca dijo nada ya que en el
fondo reconocía que era necesario y además Emmett había hecho lo mismo con
Rose, quien en este momento estaba enseñando su correspondiente licencia.

Edward, Ángela, mis padres y Emmett tuvieron que irse con los demás testigos a
una sala contigua pues no podían estar presentes hasta que declararan, así que yo
entré a la sala junto a Rose y Alice. Nos sentamos en el banquillo. En el banquillo de
al lado se sentarían Tanya, su padre, sus tíos, y prima. Lejos de amedrentarme, me
alegraba de estar tan cerca para que pudieran ver bien claramente que estábamos
ahí. No era una persona rencorosa, pero no podía evitar el enfrentarme a ellos de
alguna manera.

El juez, Stephan Malder, entró en la sala, se sentó en su lugar habitual e inició la


sesión. Los acusados entraron en la sala. Era impresionante ver a Aro quien a pesar
de notársele sus heridas iba con un aire de prepotencia, seguro de sí mismo, con esa
sonrisa cruel que le caracterizaba al igual que su hermano Cayo. Tanya también iba
igual de pagada de sí misma, como siempre había sido. Junto a ellos una muy
orgullosa Athenodora iba al lado de su marido y junto a ellos su hija Renata. Estas
dos últimas habían sido detenidas después del secuestro ya que se había
demostrado su participación. Renata había sido señalada por Royce, Altea y María
que también iban a declarar. Además, las huellas encontradas en su habitación
coincidían con las halladas en el lugar de los hechos. Una de las criadas de la
mansión Vulturi iba a declarar que oyó a Athenodora encargar el secuestro y el
asesinato por teléfono y que si no lo había dicho antes era por miedo.

El Secretario del tribunal leyó los cargos que les imputaban a cada uno de ellos,
que iba desde malas artes en el ejercicio de sus funciones como Alcalde en Forks en
el caso de Cayo, malversación de fondos, prevaricación, soborno, extorsión y
chantaje con amenazas a la vida de personas y de niños, secuestro, intento de
asesinato, y hasta homicidio en primer grado…

Después de las alegaciones de uno y otro lado, se hizo un receso para comer. Nos
fuimos a una cafetería cerca del juzgado. Comimos muy serios y callados, demasiado
nerviosos como para decir nada coherente. Al finalizar la comida volvimos al salón
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donde se celebraba el juicio.

Después de un par de testigos del pueblo que aportaron pruebas de las malas
artes de Cayo en el ejercicio de su profesión y de la declaración del alcalde Nahuel.
Llegó el turno de los testigos que estaban bajo protección. La cara de los dos
hermanitos y de Tanya cambiaba de color cada vez que veía sentarse en el estrado a
los distintos testigos de la acusación. Uno por uno fueron desfilando ante el estrado
Heidi, Irina, Chelsea, Royce y Altea King y María entre otros. Estos tres últimos
señalaron directamente a Renata como culpable del secuestro.

Todos los testigos habían sido muy bien entrenados por el FBI y la defensa, en su
turno de preguntas, poco podía hacer para rebatir sus testimonios.

Uno de los momentos más impactantes del juicio fue cuando el Juez llamó a
declarar a un testigo sorpresa, Eleazar Denali, cuya declaración fue determinante,
pues no solo les acusó de utilizar a su empresa como tapadera de sus negocios
sucios sino que les contó de la extorsión y el chantaje de los que él mismo fue
víctima, dando así más credibilidad a lo que Edward contaría. Por lo visto y según
me había contado Edward, era el modus operandi de los hermanitos, jugar con los
sentimientos de los demás. En un momento en el que Aro miró hacia atrás siguiendo
inconscientemente la vista a Eleazar, descubrió a Carmen que sentada junto a Corín
le desafiaba con la mirada. Por su parte la expresión de Aro asustaba al propio
miedo. Carmen no había podido conseguir aún el divorcio de su marido, ya que ella
acudió al matrimonio libremente y su situación era más complicada al no querer
firmar Aro los documentos. Garrett estaba haciendo todo lo que podía.

La sesión se tuvo que suspender hasta el día siguiente puesto que se había hecho
muy tarde. Previendo esto, habíamos decidido quedarnos en un hotel ya que el viaje
de regreso era muy largo. Después de cenar subimos a nuestras habitaciones y tras
hablar con mi niña y asegurarnos de que estaba bien nos quedamos dormidos uno
en brazos del otro, demasiado cansados y agotados mentalmente para nada más.

El día siguiente llegó más pronto de lo que quería. Nos levantamos, desayunamos
poco y mal y nos dirigimos de nuevo a la sala del tribunal.

Después de la declaración de mis padres, y de Emmett, por fin le llegó el turno a


Edward…

-El Ministerio Fiscal llama a declarar al Teniente de la policía Edward Anthony


Masen -Tanya, Aro y Cayo se miraron entre sí. Estaba claro que esperaban este
momento y estaban preparados para ello. Después de intercambiar unas cuantas
palabras con su abogado, éste se levantó y pidió acercarse al estrado, el fiscal, los
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abogados de la acusación particular y el abogado defensor se acercaron y
cuchichearon unas cuantas cosas. Al cabo de unos minutos volvieron a sus asientos

-Quiero hacer constar -dijo Kate en calidad de abogado de la acusación


particular-que el teniente del cuerpo de policía Edward Anthony Masen está
perfectamente capacitado para declarar pues no tiene ningún lazo familiar ni
afectivo que le una a la familia Vulturi.

-Eso es imposible -ladró el abogado defensor-. Edward Masen es el marido de mi


defendida y ella no ha consentido en el divorcio, su mismo tío los casó en el
Ayuntamiento.

-Pues este documento que tengo aquí -contestó el juez- dice que el matrimonio
entre el teniente Edward Anthony Masen y Tanya Vulturi Denali, está legalmente
anulado. Y aquí tengo otro que atestigua que el teniente Edward Anthony Masen
está casado desde hace seis años y medio con Isabella Marie Swan. Así que por
favor, tomen declaración al teniente…

La cara de Tanya era un poema, se la veía desconcertada al tiempo que rabiosa,


toda ella hervía por dentro y no mucho mejor estaban su padre y su tío.

-Pero… pero - terció el abogado defensor- mi defendido Cayo Vulturi los casó.

-Aquí leo que un compañero mío, juez de este estado, anuló mediante sentencia
firme el supuesto matrimonio del testigo con la acusada en base a que el
consentimiento del matrimonio fue obtenido con violencia e intimidación hacia la
persona de Edward Anthony Masen y familia. De hecho abogado, es uno de los
cargos que se les imputan a sus defendidos ya que no solo hubo amenazas contra
niños sino que éstas también se llevaron a cabo -Tanya y Aro no pudieron ocultar
una exclamación de sorpresa al oír esto-. Al matrimonio hay que acudir libremente
abogado, eso lo debería sabe usted mejor que yo.

-Pero aun así el testigo incurrió en delito de Bigamia al no divorciarse de su


anterior esposa -terció el abogado que estaba claro que había hecho muy bien sus
deberes.

-¿Anterior?, aquí yo leo que sigue casado con ella abogado y este es el papel que
me vale. Estoy informado de las leyes de este estado sobre la bigamia pero también
creo que usted sabrá que hay circunstancias atenuantes y desde luego el chantaje y
la coacción para cometer el delito es un atenuante irrefutable. No me extraña que
con lo que ustedes le hicieron, el testigo se bloqueara mentalmente de la manera en
que lo hizo. Además, el testigo ha prometido colaborar con el ministerio fiscal para
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declarar contra ustedes y su declaración es importante… Si hacemos tratos de este
tipo con asesinos y ladrones ¿cómo no hacerlo con un hombre recto y honesto, un
policía ejemplar cuyo único delito es haberles conocido?

-Pero… -contraatacó el abogado.

-Nada de peros - dijo el juez-. Señor Secretario por favor, tómele el juramento al
testigo.

A estas alturas Tanya estaba que no podía estarse quieta en la silla. Supongo que
se sentiría traicionada, pero muy bien empleado le estaba por manipular, por
separarnos, por intentar matar a mi niña y mis sobrinos, por todo, le estaba bien
empleado…

-Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad…- preguntó el
Secretario del tribunal.

-Lo juro -contestó Edward.

-Teniente -empezó el fiscal- quiere hacer el favor de relatar al jurado y a esta sala
lo mismo que me ha contado a mí.

Edward empezó con su relato. Ya era la tercera vez que lo oía y no sé por qué esta
vez me resultó mucho más doloroso. La primera vez que lo escuché de labios de
Rosalie hervía indignada de rabia y dolor; cuando lo escuché la segunda vez de sus
propios labios, estaba furiosa, verdaderamente furiosa; ahora, una vez perdonado
todo, lo escuchaba desde otra perspectiva, desde la de él, y me di cuenta del dolor,
la angustia, el asco, la vergüenza, la soledad… de todo lo que pasó en aquellos años
y de cómo se sintió y en ese momento lo amé mucho más. Aguantar algo así para
proteger a lo que amas, es el acto de amor más grande y más puro que me pude
nunca imaginar. Además, cuando los niños fueron secuestrados, yo había estado
dispuesta a hacer lo mismo, eso me había acercado en ese momento más a él.

-Así que teniente -dijo el fiscal para terminar- podemos resumir su declaración
diciendo que usted fue objeto de un chantaje vil y cruel por parte de esas personas
que se sientan allí, las cuales amenazaron con destruir y dejar en la calle a su
esposa e hija, incitando a que la despidieran del hospital donde trabajaba en
Jacksonville; le amenazaron igualmente con destruir profesionalmente tanto a usted
como a su hermano y padre, iniciando una investigación interna acusándoles de
sobrepasarse en el ejercicio de sus funciones, también le amenazaron con
desahuciar a su hermano sino le pagaba el dinero que supuestamente le habían
prestado y debía, sin darle los plazos y tiempos legales para poder pagarlo, y
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amenazaron también contra la vida de su mujer e hija si usted no cumplía sus
exigencias, que no eran otras más que se divorciase de su esposa, renegara de su
hija y se casase con Tanya Vulturi, aquí presente. Y que aun así, a pesar de que
usted decidió someterse al chantaje para proteger la vida de su familia, atentaron
contra su vida, no una sino varias veces y en una de esas veces hiriendo gravemente
tanto a su madre adoptiva, René Swan víctima de un supuesto accidente, como a la
doctora Alice Cullen y a su sobrino Anthony Swan en el transcurso de un tiroteo, y
para corroborar esto último presentamos esta cinta que usted mismo nos
proporcionó como prueba, ayudando así al FBI en su investigación. Y esto no es
todo, sino que también su hija Gabriela Masen y sus sobrinos Peter y Anthony Swan,
fueron secuestrados…

-Protesto -dijo el abogado defensor-, el testigo no puede saber quién es el autor


del secuestro.

-No ha lugar- dijo el juez- ¿es todo correcto? Teniente Masen.

-Es correct…

Edward no pudo terminar de decir la frase porque en ese momento un alarido


tremendo se oyó en la sala. Tanya con una fuerza titánica saltó hacia delante y en un
movimiento rápido le quitó el arma a uno de los guardias que estaban custodiándola,
disparándolo en una pierna a la altura de la ingle, y loca de la rabia se dirigía hacia
mí apartando de un empujón a Kate y Garrett que cayeron al suelo debido a la
potencia de su empujón. Por el rabillo del ojo vi como Edward saltaba del estrado
intentando llegar hasta mí antes que ella pero era misión imposible pues ella estaba
ya muy cerca. De pronto me acordé de la pistola que me dio Jacob y que siempre
llevaba en el bolso. Desde el momento en que Jacob me había dado esa pistola junto
con la licencia de armas correspondiente para poder llevarla a todas partes y en
cualquier momento y situación, la dichosa pistola se había convertido en mi segunda
piel. Abrí rápidamente el bolso, lo tiré a un lado y empuñando el arma apunté a
Tanya al tiempo que ella me apuntaba a mí. Al ver el arma en mis manos se detuvo.
Y el tiempo se congeló…

-¿Qué pasa Tanya?-le pregunté mientras apuntaba directamente a su cabeza y ella


la tenía apoyada en mi pecho a la altura del corazón. Estábamos muy cerca una de la
otra, rozándonos, nuestros alientos se chocaban en el aire… mujer contra mujer...

- ¿Ya no eres tan valiente?, ¿ahora que sabes que si tú disparas yo disparo, que si
yo muero tu mueres…ya no eres tan valiente verdad? Que sepas que clínicamente
hablando una bala en el corazón a donde tú me apuntas es mortal de necesidad,
pero de igual modo lo es que te atraviese la cabeza. Esta pistola es pequeña pero
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muy peligrosa -le dije recordando las palabras de Jacob. Todo el mundo miraba la
escena sobrecogido, no sabían cómo intervenir, estábamos las dos una contra la otra
tan cerca… - anda, a ver si te atreves, dispara. Moriremos las dos pero moriremos
solas, se vive en compañía de los que te quieren, pero a la hora de morir todo el
mundo lo hace solo, nadie te acompaña en ese viaje sin retorno. ¿Dónde está ahora
tu altivez, tu prepotencia, tu orgullo, tu frialdad, tu crueldad? dispara, vamos…

-Edward es mío -dijo con la rabia enrojeciendo sus ojos-, y no permitiré que nada
ni nadie me lo arrebate.

-Si es tuyo -la enfrenté- ¿por qué está conmigo y enfrentado a ti?, yo creo que
estás equivocada Tanya, él nunca te perteneció pero me tenias tanta envidia que
tenias que pasar por encima de mi destruyendo todo a tu paso ¿no es así? A mi
familia, a mi hija, todo. Todavía recuerdo como hervías de celos cuando fui elegida
Miss Forks y Reina de la Fiestas aquel año, cuando pensabas que deberías serlo tú
ya que eras más guapa y yo un adefesio ¿Cómo me llamabas?, sí ya recuerdo un
espantapájaros andante. Y por eso te tenías que vengar y no solo te metiste
conmigo, dañaste a tu paso a una niña inocente que no tenia culpa de nada y
también a sus primos.

-Esa niña tenía que haber sido mi hija y no tuya -dijo hirviendo de indignación-. No
entiendo como Edward pudo alguna vez fijarse en ti teniéndome a mí a sus pies. Él
solo está contigo por obligación, porque tus padres se portaron bien con él... ¿es que
no te miras al espejo?

-Todos los días Tanya. Este espantapájaros se mira todos los días y veo algo que
me gusta, veo mi imagen, puede que no sea la más guapa ni la más despampanante,
pero no lo necesito, estoy a gusto con lo que soy, una mujer de mi tiempo que se
enfrenta a la vida con todas las limitaciones que ello conlleva, una profesional que
se esfuerza por sacar adelante su trabajo lo mejor posible, entregada totalmente al
prójimo porque así es mi trabajo, una madre orgullosa, una buena amiga de sus
amigas, una buena hija y una esposa enamorada . No me hace falta ser guapa, con
un tipazo de infarto y despampánate. La belleza está en el interior. ¿Tú que ves
Tanya?, ¿dime que ves cuando te miras al espejo?, déjame contestar por ti, ves a una
rubia oxigenada sin nada en la cabeza, sin otra meta en la vida más que una lucha
absurda contra una mujer por quedarse con un hombre del que estabas
encaprichada y que, según tu, siempre te perteneció, pero que nunca fue así, solo te
perteneció en tus sueños. Una mujer que no ha vivido, que no ha sido feliz,
manipulada por un padre para el cual el motor de su vida ha sido siempre una
venganza estúpida y sin sentido, una simple marioneta…

-Tanya- le espetó su padre-, no seas estúpida, déjalo ya, tienes todas las de perder
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y nos estás poniendo en evidencia a todos. Ahora por tu culpa las penas serán
mayores. ¡Qué estúpida e inútil eres, hija mía! ¡Qué idiota! Nunca aprenderás, la
venganza sabe mejor si se sirve en plato frío ¿qué nunca te lo enseñé? Podías
haberla urdido desde la cárcel, pero no, la idiota e inútil de mi hija tenía que dar el
espectáculo poniéndonos en evidencia a todos. Ni para puta sirves. Te serví a
Edward en bandeja, todo lo que tenias que hacer era retenerlo a tu lado y ni eso
supiste hacer -dijo todo esto con tanto desprecio, con tanto odio, con tanto hielo que
por un momento todos nos quedamos mirándonos estupefactos. Su propia hija
estaba allí siendo apuntada a la cabeza con una pistola, a punto de morir, y a él lejos
de preocuparle el bienestar de su hija, solo se le ocurría decirle que era una
estúpida y que por su culpa tendría una pena mayor. En ese momento sentí lastima
por ella, realmente era una muñeca rota, un monstruo creado y manipulado por el
hombre más cruel, despiadado y frío que me había podido alguna vez encontrar, que
razón tenía Marco.

-Ya no me importa nada lo que me digas papá voy a morir de todas formas, el
fiscal pide la pena máxima ¿no lo recuerdas?

-Yo no voy a morir hija -dijo riéndose con crueldad mientras Tanya seguía
apuntándome con la pistola-, tengo abogados que recurrirán la sentencia. Aquí la
única que puede morir eres tú, eso sino acabas en un sanatorio mental cosa para la
que estás haciendo oposiciones con éxito. No te pienso ayudar, no después de esto y
de ponerme en evidencia…

-Que alguien quite del medio al acusado -dijo con desprecio el Juez, mientras
observaba como todos el transcurrir de los acontecimientos -llevo mucho tiempo
detrás de usted señor Vulturi, mucho y déjeme decirle que está muy equivocado, no
saldrá bien librado de aquí, no después de esta exhibición de crueldad delante de
doce personas que tienen en su poder condenarle o absolverle. Muchos de ellos son
padres y madres de familia, elegidos a conciencia ¿qué cree usted que estarán
pensando al ver a un padre tratar así a su hija?

Tanya se había quedado estática mirando a su padre totalmente asombrada. Al


escuchar esto último de labios de su padre, Tanya empuñó el arma más fuerte
contra mi pecho disponiéndose a disparar a quemarropa y yo me preparé para
morir, nunca había matado una mosca y por muy en peligro que estuviese mi vida
era incapaz de disparar. Me estaba tirando un farol. Toda mi vida pasó por delante
de mí en un segundo, y mentalmente me despedí de Gaby y de Edward, un segundo
que me sirvió para mirar hacia mi estómago pidiendo perdón a aquel hijo que nunca
podría nacer.

Todo sucedió muy deprisa. De repente oímos el sonido de otra pistola que se
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amartilló en la garganta de Tanya por detrás de esta. Miré y era Rosalie la que la
estaba apuntando con su propia pistola. Emmett también se la había dado para que
pudiera defenderse en caso de apuro, le había sacado la correspondiente licencia
para que pudiera llevarla a todos los sitios al igual que yo y le había enseñado a
usarla.

-¿Que pasa hermanita?, estoy apuntando directamente a tu yugular, mi disparo


podría ir antes que el tuyo o pueden ser que disparemos las dos a la vez. Si mi
auténtica y verdadera hermana muere, tú mueres igual, no voy a tener ningún
reparo en disparar, estás siendo apuntada por dos frentes distintos, ¿crees por algún
momento que tienes alguna oportunidad de salvarte? Tal vez yo iré a la cárcel pero
me iré sabiendo que he vengado a mis padres, a mi hijo, a mis auténticos hermanos,
a mi verdadera familia. No voy a tener ningún reparo en descargar todo el cargador
contra ti Tanya, vamos, se valiente, dispara, a ver si tienes los ovarios suficientes
para ello que yo si los tengo, tú y tu padre me habéis hecho tenerlos.

Pero Tanya no se amedrentó, apretó el gatilló para descargarlo contra mí… y todo
sucedió muy deprisa…

Alguien me empujó fuertemente echándome hacia atrás de forma que casi caigo al
suelo empujando a su vez a Rose, cuya arma se disparó sin consecuencias pues fue
un tiro al aire. Unos fuertes brazos que identifiqué como los de Jacob, me sujetaron.
Me incorporé y observé horrorizada como Tanya y Edward luchaban en el suelo
intentando la una controlar el arma y el otro quitársela. No podía verse bien cual era
cada uno, rodaban y rodaban demasiado deprisa en una masa amorfa sin saber
quién era cada cual. Todo era un caos, un montón de compañeros de Edward, Jacob,
Emmett, mi padre, todos intentaban sin éxito separarles, ellos seguían una lucha
encarnizada. Según me contaba Edward, ya le había advertido mucha veces que le
sacaba tanto de quicio que algún día olvidaría que era un caballero y ella una mujer,
y parece que había llegado ese día. Por el rabillo del ojo vi como Alice y los médicos
del juzgado atendían al pobre agente que custodiaba a Tanya y que había sido
herido con su propia pistola por ésta. Sabía de sobra que debería de ir a ayudar,
pero estaba paralizada en el sitio sin poder moverme.

-Tanya dame la pistola -le pedía Edward-, no empeores más las cosas, estás
acusada de tres intentos de asesinato ¿quieres ser acusada del cuarto?

-Ya que más me da -le decía Tanya llena de odio- si ya me van a meter en la cárcel
de por vida o condenar a la pena máxima o quizás acabe mis días en un sanatorio
¿qué me importa?, lo único que me importa es morir sabiendo que si no eres mío no
serás de nadie, ¿no me has dejado matarla a ella? mala suerte, porque te toca a ti

- 393 -
Sonó un disparo…

Vi a Edward caer hacia atrás y a Tanya caer también al lado contrario, y yo me fui
rápidamente hacia mi marido gritando como loca

-¿Edward?, háblame por favor Edward dime algo. ¿Estás herido? -le preguntaba
desesperada tumbada encima de él y dándole besos por toda la cara, mientras que
con las manos le tocaba por todo el cuerpo buscando la evidencia de alguna herida…
Y de repente mis manos tocaron algo húmedo, me levanté de su cuerpo, le miré,
estaba con los ojos cerrados, no se movía, me fijé en mis manos, estaban
completamente rojas, miré hacia su costado, éste estaba lleno de…sangre

-¡Nooooooooooo!- grité desesperada mientras me inclinaba, le desabrochaba la


chaqueta del uniforme e intentaba romper la tela de su camisa para examinar la
herida- no me dejes Edward Masen, no te atrevas a dejarme - le decía entre
lágrimas, mientras seguía rompiendo su camisa… -tienes que vivir, ni se te ocurra
dejarme sola de nuevo con un nuevo hijo al que cuidar ¿me escuchas…? -seguía
diciéndole mientras empezaba a practicarle las maniobras de reanimación…

*Visitantes "V" serie de televisión cuyo argumento es una invasión


alienígena. Os la recomiendo.

Esto... yo solo pasaba a saludaros, pues me da la impresión de que después


de dejaros así voy a tener que buscar un buen agujero donde esconderme
¿Verdad?. Así que nada, hasta el viernes que viene. ¿Que pasará con
Edward? ¿Tendremos ya la sentencia? ¿ Cuantos años les caerán? ¿Les
condenaran a la pena capital? ¿Cual sera la condena de Tanya pena capital o
ingreso en un sanatorio mental de por vida? ¿Que os gustaría que pasase?
¿que penas les impondrías vosotras?

Antes que nada quisiera recordaros la campaña que estamos haciendo


para que dos maravillosos fics que se convirtieron en libros sean traducidos
al castellano. Se trata de Fixty Shades (antes MOTU) y Sempre (antes EP). y
tanto empeño estamos poniendo que hasta Edward, Bella y el mismo Rob
han decidido ayudarnos ¿Como? Visitad mi perfil, pinchad las imágenes y
veréis de que os hablo. He de deciros que las imágenes no me pertenecen,
son propiedad del grupo patrocinador de la campaña y en concreto están
hechas por Claudia Carvajal Villalobos, Camila loto, Fa Cullen y Annie
NaRuz. A que esperáis, pasaros, ver las imágenes y votad, merece la pena.

- 394 -
Pero me temo que hoy no vais a poder ya que por alguna extraña razón FF
ha borrado los enlaces. Pero no hay problema pasaros por mi blog:

http : / / elblogdealiena . blogspot . com /

Gracias de nuevo a mi beta por su magnifica labor.

Y gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela
Cullen,Laura Katherine .

Gracias a todas aquellas que me seguís añadiendo a vuestras alertas y


favoritos. Y a vosotras, lectoras silenciosas.

- 395 -
Chapter 32

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo31:JuramentodeHipócrates

PovBella

-Tienes que vivir, ni se te ocurra dejarme sola otra vez con un nuevo hijo al que
cuidar ¿me escuchas…?- le decía desesperada mientras buscaba una herida que
maldita sea ¿dónde estaba?, y le practicaba las tareas de reanimación mientras
Alice, que se me había unido, me decía algo que no escuchaba. De repente sentí que
él me cogía la mano y de nuevo mi corazón que se había quedado parado comenzó a
latir.

-Tranquila mi amor, estoy bien -me contestó mientras se recuperaba del estado de
inconsciencia acariciándome la cara-. Te lo hubiera dicho antes si me hubieras
dejado hablar corazón. No estoy herido, por lo menos no me duele nada, solo me
golpeé la cabeza y quedé un momento inconsciente -cuando le escuche decir esto le
abrace llorando amargamente mientras él me besaba el pelo y me tranquilizaba.

-¿Recuerdas cómo te llamas?, ¿sabes quién soy yo?, ¿cuántos dedos hay aquí? -iba
haciéndole las preguntas que normalmente se hacían después de sufrir un golpe con
pérdida de conocimiento, todas a la vez, presa de los nervios que había pasado.

-Por supuesto que sé quién eres mi amor- respondió incorporándose un poco-. Y


por supuesto que sé cómo me llamo y ahí hay cuatro dedos, pero…-Lo miré aterrada,
¿cuál era el problema?- ¿qué me decías de dejarte sola otra vez con un nuevo hijo al
que cuidar? -me preguntó muy bajito, solo para mí, mientras se incorporaba del todo
y me miraba con los ojos vidriosos.

-Bueno de eso ya hablaremos en otro momento ¿te parece?-contesté compungida y


en el mismo tono de voz, lo que menos quería era que Emmett , Rose, Kate , Garrett
y Jacob lo supieran de esa manera. No era así como había planeado que se enterara
ninguno. Aunque no había de que preocuparse ya que Emmett estaba abrazando a
una temblorosa Rose e intentando calmarse al mismo tiempo y lo mismo hacia
Garrett con Kate. Lo cierto es que en la sala se respiraba tensión.
- 396 -
-Si es lo que pienso, es la mejor noticia que podrías darme mi hermosa y dulce
Bonnie -me dijo muy bajito en mi oído para que nadie pudiera escuchar y
abrazándome fuertemente con lágrimas en los ojos.

-¿Cómo que Bonnie?-pregunté desconcertada.

La esposa de Clyde, los bandoleros… -me aclaró- Bella por Dios ¿te puedes hacer
una idea de cómo lo he pasado viéndote apuntar a Tanya con esa pistola y ella a ti?,
temí por tu vida. No me lo vuelvas a hacer ¿de dónde sacaste tanto valor?

-No sé, supongo que la rabia acumulada de tantos años contra ella, que me salió
entera -le dije.

-Espero que tenga licencia de armas Doctora Masen - dijo el Juez, interrumpiendo
nuestro pequeño momento privado-, no me gustaría tener que arrestarla.

-Sí la tiene -salió Jacob en mi defensa-. Yo mismo le di el arma y le proporcioné la


documentación necesaria, el permiso y la licencia especial para que la pudiese llevar
en cualquier momento, lugar y situación, solo para que la utilizara en defensa propia
claro está. A la vista está el motivo…

-Y usted señora Swan -preguntó dirigiéndose a Rosalie.

-Yo mismo le di el arma a mi esposa e igualmente le saqué la licencia especial y


me atengo a lo dicho por el agente Black, a la vista está la necesidad de que la
tuviera -dijo mi hermano.

-Bella -me dijo Jacob que estaba sujetando a Tanya pues todavía se revolvía contra
mí como un león encadenado-es Tanya la que acabó malherida, cuando la bala se
disparó iba hacia ella. Alice ha vuelto a ayudar a atender al policía que está bastante
mal. Lo digo por si quieres echarle un vistazo o esperamos a la ambulancia.

Y no me lo tuve que pensar, odiaba a Tanya con todas mis fuerzas pero había
hecho un juramento hipocrático y debía cumplirlo. En ese momento llegó a mi
memoria aquel profesor de cirugía de color que tuve. Un día ingresó en el hospital
un chico joven con un tatuaje en la espalda en el que preconizaba la muerte de los
negros. Mi profesor se quedó mirando al muchacho medio muerto en la camilla y
escudándose bajo ese juramento y argumentando que ante todo era médico empezó
a atenderle. Pues si ese profesor había podido hacerlo, yo también. Era médico ante
todo y había jurado salvar la vida humana. Me acerqué a Tanya que herida y
desangrándose como estaba, tenía que seguir siendo inmovilizada por Jacob y otro
oficial.
- 397 -
-Ni me toques zorra de mierda -me escupió.

-Mira Tanya -le dije poniéndome en modo profesional- tienes dos opciones o dejar
que te atienda, o morir desangrada, yo que tu elegiría la primera, no te voy a matar,
ante todo soy médico y valoro la vida humana sea de quien sea. Ya te castigará la ley
si lo ve oportuno. La herida es en un lugar que no es mortal de necesidad pero en
donde se pierde mucha sangre, la bala tiene trayectoria de entrada y salida, puedo
hacerte un torniquete hasta que llegue la ambulancia y dejes de sangrar, o esperar
que llegue con el riesgo de seguir perdiendo sangre y bueno… ya te he dicho antes
¿qué decides?

-¡No…se…te…ocurra…tocarme, prefiero morir antes de que me toque una zorra


como tú!-dijo con veneno y rabia en la voz, parecía que el simple hecho de ver que
podría morir no surgía efecto sobre ella.

-Oficial sujétenla todo lo que puedan -les pedí a Jacob y al policía que la estaban
intentado sujetar-. Mira Tanya no has querido hacer esto por las buenas, así que lo
vas a hacer por las malas. Mi ética profesional me impide dejarte morir. Luego el
jurado popular y el juez mismo decidirá tu futuro, mi deber es curarte por mucho
odio que sienta hacia ti y créeme que lo siento -le dije todo de seguido mientras
estabilizaba la herida todo lo que podía haciéndole un fuerte torniquete. Alice y los
médicos del juzgado estaban todavía más desesperados con el policía herido pues no
parecía recuperarse.

Aro, que no dejaba de soltar insultos contra Tanya cubriéndose él solito más de
porquería, pues el mismo juez le había reprochado que la que estaba ahí era su hija,
había sido llevado a una habitación aparte.

Tardaron todavía varios minutos en llegar las ambulancias, pero una vez que lo
hicieron me desentendí de Tanya. Cuando los camilleros se marcharon con los
heridos, no sin antes alabar nuestro trabajo, el Juez ordenó que nos sentáramos.

-En vista de los acontecimientos ocurridos, este juicio se suspende hasta mañana a
la misma hora.

Salimos todos de allí un poco desquiciados y defraudados pues ya pensábamos


que hoy acabaría todo y por fin podríamos vivir tranquilos. Pero bueno, ¿qué era un
día más en toda una vida?

Edward , después de darme un abrazo y un beso en que me dejaba ver la


desesperación e impotencia que había sentido al verme enfrentada así con Tanya,
me llevaba ahora tomada de la mano y tenía un brillo especial en los ojos, aunque en
- 398 -
ellos todavía se reflejaba el susto y el mal rato que le hice pasar. Cuando entramos
al coche me dio otro beso de los de película que me dejó sin aliento. Pero Emmet no
pudo evitar hacer uno de sus comentarios graciosos así que nos separamos mientras
Rose le daba un coscorrón. Pero hay que decir en su favor que ese comentario
contribuyó a relajar un ambiente que estaba un poco cargado debido a los
acontecimientos. Emmett realmente estaba igual que Edward de asustado y
combatía, como siempre había hecho, su estado emocional de esa forma.

Regresamos al hotel a pagar la cuenta y recoger nuestras cosas. Habíamos


valorado la posibilidad de quedarnos una noche más allí, pero al final decidimos
volver al pueblo a ver a nuestros niños ya que el juicio había terminado antes de lo
previsto y teníamos tiempo de sobra pues todavía no era ni la hora de comer. Alice
invitó a Kate y a Garrett a dormir en su casa, así que nos siguieron con su coche.

Por otro lado, yo quería que revisasen a Edward en el hospital. Mi marido se


cambió de camisa, dejamos la habitación y pusimos rumbo al vestíbulo donde los
demás nos estaban esperando. Cancelamos la cuenta, salimos del hotel y nos
dirigimos hacia Forks. Edward me llevaba tomada de la mano y de vez en cuando
nos mirábamos y nos sonreíamos. Cuando llegamos al pueblo le dije a Emmett que
nos llevara hacia el hospital con la consiguiente protesta de Edward, fiel a su
animadversión a ser sometido a ningún tipo de prueba o análisis. Me dijo que no
hacía falta, que se encontraba bien, pero yo no estaba dispuesta a dejarlo así pues
se había pegado un fuerte golpe en la cabeza y había estado sin conocimiento un
rato, le haría un scanner sí o sí. A lo mejor estaba siendo exagerada pero era una
característica de los médicos ser el paciente más hipocondriaco de todos.

Llegamos al servicio de radiología y llamé al especialista. Una vez puesto en


antecedentes no puso ninguna objeción. Nos costó Dios y ayuda convencer a Edward
de que debía meter la cabeza dentro de la campana. No podríamos hacerle la
prueba si no ¡Dios!, ¡era peor que un niño pequeño! Si casi me estaban entrando
ganas de atarle a la cama, por favor…

-Si te estás quieto será un minuto, te lo prometo -le dije como quien se dirige a un
niño- ves ya está. Empecé a fijarme en la pantalla pero fue mi compañero quién me
explicó que no había de que preocuparse, que no obstante procurase vigilarlo.

-Ya sabes lo de siempre, vigila que no tenga dolores de cabeza fuertes, vómitos o
mareos y cuando se duerma despiértale cada hora-, me dijo mi compañero.

-¿Queréis dejar de hablar y sacarme ya de aquí por favor? -nos pidió desde el otro
lado del cristal.

- 399 -
-Edward - le contesté armándome de paciencia y yendo hacia él- te he dicho hace
un rato que ya podías salir cielo.

-¿Y cómo quieres que te oiga metido dentro de esa cosa…? -preguntó alzando una
ceja.

-Anda sal de ahí -le contesté mirándole divertida- que quiero enseñarte algo.

-¿Qué es?

-Ahora lo verás -le dije cogiéndole de la mano y llevándole a la zona de las


ecografías. Entramos a una de las salas y cerré la puerta…

-Umm, ¿no pretenderás que tengamos sexo en el hospital? -me dijo acercándose
de esa manera seductora que hacía que me olvidase hasta de quién era-, ¿es una
fantasía?, porque si es así ven aquí que tu maridito te la hará realidad -y sin casi
darme cuenta me cogió y empezó a besarme con locura y desesperación, la
desesperación que había sentido en la sala del tribunal, su lengua recorría mi boca
sin dejar un centímetro de ella sin explorar y luchaba con la mía de una manera
exquisita, erótica, cuando ya casi no podía respirar dejó mis labios y comenzó a
trazar un camino de besos que empezaron en el lóbulo de mi oreja mordisqueándola
y siguieron por mi cuello, mientras con su cuerpo me empujaba hacia la camilla…

-Espera, espera -le dije con muy pocos ánimos porque me había encendido de
verdad y además tenía una bronca monumental con mis hormonas que me
recriminaban el haberme alejado de él. Pero necesitaba enseñarle algo. Me dirigí
hacia la camilla con él de la mano y acerqué a nosotros el ecógrafo. Él me miraba
desconcertado. Me subí un poco el jersey que llevaba y desabroché los vaqueros,
dejando al descubierto mi tripa. A estas alturas me miraba con una cara que estaba
a caballo entre la confusión y el entendimiento. Me apliqué el frío gel y encendí la
máquina. Pronto el monitor empezó a revelar lo que quería enseñarle.

-Te presento a tu futuro hijo -le dije señalándole un punto en el monitor- y eso que
oyes es su corazón. Él enfocó mejor su mirada al monitor buscando lo que yo le
señalaba, sus ojos brillaban, su mirada destilaba felicidad en estado puro y a mí con
tan solo eso me bastaba.

-Que pequeñito es, pero que bonito y ¿por qué se escucha así su corazón?, ¿está
bien? -me preguntó alarmado.

-Sí, tranquilo -le contesté intentando calmarle-. El latido del corazón de un feto va
más deprisa que el nuestro. Está todo correcto y normal. Por lo que pone aquí, estoy
- 400 -
como de unas cinco semanas, así que el parto será dentro de unos ocho meses.

-Enhorabuena mamá -me dijo con los ojos vidriosos mientras me atraía hacia él en
un fuerte abrazo-, me has vuelto a hacer el hombre más feliz del mundo y esta vez
voy a poder estar contigo, cuidarte, mimarte como te mereces, ver nacer a nuestro
hijo o hija, cuidarlo, ver cómo crece… esta vez podré estar presente en todo y eso
me hace más feliz todavía. Aunque claro no tenemos que descuidar a Gaby por nada
del mundo, eso es lo más importante ahora. Por cierto amor ¿cómo se lo diremos?

-Sin tapujos, es una niña pero no es tonta, solo reuniéndonos los dos con ella y
diciéndoselo, eso sí dejándola ver que ella seguirá siendo tan importante para
nosotros como siempre y que la querremos igual…

-Pues mañana cuando quiera Dios que por fin acabe todo esto, nos la llevamos por
ahí, no sé a un zoológico o a un parque de atracciones, a comer, donde sea y se lo
decimos…-me propuso.

Apagué el monitor y el ecógrafo. Me limpié el gel, me bajé el jersey y salimos del


cuarto tomados de la mano y con una sonrisa tonta en las caras. Nos encontramos
con Nessie y le explicamos lo que había sucedido en el juicio. Comimos con ella y
con Kim, que se había unido al grupo, en la misma cafetería del hospital. Cuando
terminamos nos cogimos de nuevo de la mano, salimos al exterior y me despedí de
Edward. Ya que había regresado antes y mañana tendría que volver, trabajaría lo
que me quedaba de día. Edward se fue derecho a la oficina con la fotografía de su
niño o niña en la mano dispuesto a enseñársela a todo el que la quisiera ver. Le
hacía mucha ilusión decírselo él mismo a papá y a Emmett, por lo que le dije que
podía hacerlo cuando quisiera. Por mi parte Alice ya lo sabía, a Rose y a mi madre se
lo queríamos decir los dos juntos, eso si el bocazas de mi hermano no se me
adelantaba.

-¿Sabes?- dije mirando fijamente a Alice cuando nos estábamos vistiendo una vez
terminado el turno- todos pensarán que ahora quiero que venga un niño, pero ojalá
fuera otra niña, pues tengo el nombre perfecto para ella.

-Qué curioso, a mí me pasa lo mismo. Cuando me quede embarazada me gustaría


que fuera una niña por el mismo motivo -aunque su voz sonaba como siempre, había
una expresión un poco nostálgica en su rostro, pues ellos llevaban intentado tener
un bebé desde que regresamos a Forks al igual que Edward y yo. La herida que
había sufrido y el hecho de estar al borde de la muerte hicieron que su reloj
biológico despertara y ahora estaba poniendo todo su empeño en tener un hijo. Por
esta razón me costó un poco decírselo, pero era mi amiga y además nunca puedes
ocultarle algo a Alice, ella siempre lo adivina.
- 401 -
Salimos del hospital las dos juntas. Edward y Jasper nos esperaban. Mi marido
seguía con esa maravillosa sonrisa tonta en su cara…

-Buenas noches mamá -me dijo dándome un beso que me dejó sin aliento.

-¿Mamá? -interrogó Jasper confundido

-Estoy embarazada otra vez Jasper -le informé.

-Eso es maravilloso Bella -nos dijo encantado pero con un cierto deje de envidia
-enhorabuena a los dos.

-¿Sabes? -le dije cuando ya estábamos solos en el coche-, quería que fuéramos a
cenar después de que pasara todo esto y decírtelo en ese momento, darte la noticia,
no sé, de otro modo.

-Me da igual el modo en que me lo digas, me ha hecho igual de feliz. Pero lo de la


cena no es mala idea… tu y yo solos… hace mucho tiempo amor me gustaría.

-De acuerdo -le dije feliz- ¿Se lo has dicho ya a papá y a Emmett?

-Sí y a los otros dos compañeros de la comisaria. Le he dicho a Emmett que a Rose
y a mamá se lo queremos decir nosotros, a ver cuanto dura con la boca cerrada, por
eso propongo que se lo digamos ahora.

-Estoy de acuerdo -dije riéndome-, oye si te parece lo publicamos en el periódico


de Forks-le dije con sarcasmo.

-No estaría mal- me contestó igual de divertido.

Llegamos a la casa y fuimos recibidos por un Emmett que si bien verbalmente no


había dicho nada, con los gestos lo decía todo. Me abrazaba, me daba la
enhorabuena, me tocaba la tripa, obvio ¿no? Mi madre y Rose me miraban de forma
sospechosa y no pude siquiera empezar a decir la típica frase de os tenemos que dar
una noticia, cuando las dos se abalanzaron sobre mí felicitándome por mi próxima
maternidad. Yo las hice un gesto de que se contuvieran pues Gaby nos miraba
curiosa y yo no se lo quería decir así. Parece que hasta el mismo Emmett lo
entendió, así que cogimos la niña nos despedimos de todos y nos fuimos a casa.

La mañana nos sorprendió fuertemente abrazados el uno al otro después de una


intensa noche en la que había habido de todo. En una primera parte de ella nos
entregamos a la lujuria y pasión más desesperada. Edward se desquitaba con eso
- 402 -
del momento tan malo que le había hecho pasar al tiempo que me agradecía por el
nuevo embarazo. Cuando ya satisfechos nos disponíamos a dormir, un grito de la
niña rompió el silencio de la noche. Fuimos a la habitación corriendo y
efectivamente había sido víctima de una nueva pesadilla, así que la llevamos a
nuestra cama. El amanecer nos sorprendió a los tres…

Fuimos despertándonos por turnos. La primera fue Gaby que se puso sobre mí y
empezó a abrirme los ojos con sus manitas

-¿Es que nadie piensa darme de desayunar?, desde luego no se puede tratar así a
una niña pequeña -dijo con guasa rememorando lo que hacía los fines de semana
cuando siendo más pequeña se levantaba antes que yo. Se lo había contado tantas
veces que se lo sabía de memoria. Hacía mucho tiempo que no me salía con esas.
Edward fue el último en irse despertando pero lejos de aflojar el agarre para que
pudiéramos salir de la cama, nos apretó aun más contra él.

-Me da igual lo que pase hoy. Como si estalla la tercera guerra mundial. Me
quiero quedar aquí.

-Edward -le dije riéndome-, no podemos, tenemos que ir al juzgado y después


acuérdate de que planeábamos llevar a Gaby a comer y al zoo.

-Voy a ir al zoo, voy a ir al zoo -dijo saltando en la cama de tal manera que parecía
que íbamos en un tren de los antiguos. Lo malo es que yo estaba tan pegada a
Edward que el más mínimo movimiento rozaba nuestra intimidad y bueno a Edward
se le estaba poniendo la cosa un poco seria.

-Esto hija -le dijo con la voz ronca-, vete a tu cuarto, te duchas, te vistes para ir
con Esme y Jasper, después ves abajo y nos esperas allí ¿ok?, luego ellos mismos y
Claire te llevaran a Seattle con nosotros.

-Vale -dijo la niña saltando de la cama y con ese nuevo movimiento mi culo volvió a
rozar el miembro de Edward. Cuando la niña se fue, me atrapó fuerte con sus brazos
sin dejar que me moviera y en la misma postura que estábamos me empezó a tocar y
a acariciar suavemente mi clítoris.

-Estás más que dispuesta -me dijo bajándome el pantalón del pijama y de un solo
empellón entró en mí y yo acepté gustosa la intromisión. Empezó a moverse con
movimientos lentos, tortuosos, atrapándome de tal manera que no me dejaba
moverme. Me daba besos en el cuello, en el pelo. Llevó sus manos a mis pezones
masajeándolos y acariciándolos suavemente. Yo no podía más de placer, salió de mí
el tiempo necesario para tumbarme sobre él y me volvió a penetrar aprisionándome
- 403 -
con sus manos y no dejando que me moviera mientras él llevaba un ritmo, tortuoso,
exquisito, enloquecedor. Estaba tan fuera de mí que ya no pude más y empecé a
empujar mi cuerpo hacia atrás para deshacerme de la jaula de sus brazos y poder
moverme a gusto. Dándose cuenta de mis intenciones, me soltó por fin y comencé a
cabalgarle más deprisa. Hasta que un gemido y un grito, que Edward ahogó con un
beso, me hizo caer en éxtasis, en un éxtasis, bestial, exquisito… a él le había pasado
lo mismo y cuando se derramó entero dentro de mí me tumbó de lado sin salir
todavía de mí.

-No sabes cuánto te adoro futura mamá, y a este pequeñín también y a Gaby, os
quiero a los tres., a mi familia. Ojalá que hoy acabe todo esto.

-Sí, ojalá, estoy deseando cerrar página y empezar una nueva etapa de nuestras
vidas.

Dicho esto nos duchamos, nos vestimos y bajamos abajo donde Gaby nos esperaba
tomándose su cacao. Cuando estuvimos listos, dejamos a Gaby en casa de Esme con
Claire y el resto de los agentes que protegían a los niños, pidiéndoles por favor que
un poco más tarde nos la acercaran. Gaby les dijo a sus primos que iba a ir al zoo y
nos pidieron ir con nosotros, así que decidimos darle la noticia en otro momento y
acceder a los deseos de los niños por lo que la excursión al zoo se convirtió en una
expedición Swan, Cullen y Whitlock en toda regla.

Llegamos a los juzgados y empezó de nuevo la sesión, esta vez solo con la
presencia de Aro y Cayo, además de Athenodora y Renata, que nos miraron con ira y
odio y yo les sostuve la mirada, no les tenía miedo. Tanya estaba en la enfermería
recuperándose de su herida.

El Ministerio Fiscal llamó a declarar de nuevo a Edward y este empezó a contar


por cuarta vez la tortuosa historia. Cuando terminó, el fiscal le hizo las mismas
preguntas que la vez anterior antes de que nos interrumpiera Tanya y esta vez sí
pudo contestar…

-Es correcto…

Llegó el turno del abogado defensor de preguntarle a Edward. Intentó por todos
los medios echar por tierra su declaración, pero no lo consiguió. Edward era un
policía y como policía se sabía todas las artimañas de un abogado en los juicios,
además lo había ensayado hasta la saciedad con Quil y el resto de los agentes,
incluso con sus compañeros de trabajo quienes le habían ayudado gustosos.

Cuando Edward bajó del estrado vino a sentarse a mi lado y juntos escuchamos el
- 404 -
resto del juicio.

Después de terminar con las declaraciones de los testigos de cargo, le tocó el


turno a la defensa, pero pocos testigos pudieron presentar ya que poco a poco todo
el que se consideraba un poco listo se fue apartando de la familia Vulturi, en pocas
palabras, se habían quedado solos. Cuando todos los turnos habían acabado, los
abogados hicieron las alegaciones finales. Entonces, el juez dio por terminado el
juicio y el jurado se retiró a deliberar…

Habíamos pensado en ir a tomar algo, pero el jurado no tardó ni cinco minutos en


llegar a un acuerdo. Volvimos todos a la sala y el juez empezó a preguntar…

-Señor presidente del Jurado, ¿cómo declaran al acusado Cayo Vulturi aquí
presente de los cargos que se le imputan…?

-Culpable…

-¿Cómo declaran al acusado Aro Vulturi, aquí presente, de los cargos que se le
imputan?

-Culpable…

-Señor presidente del Jurado, ¿cómo declaran ustedes a la acusada Tanya Denali,
ausente de la sala por motivos de salud, de los cargos que se le imputan…?

-Culpable…

-Señor Presidente de Jurado, ¿cómo declaran ustedes a la acusada Athenodora


Vulturi aquí presente de los cargos que se le imputan?

-Culpable…

-Señor Presidente del Jurado, ¿cómo declaran a la acusada Renata Vulturi aqui
presente de los cargos que se le imputan?

-Culpable

Ante cada declaración de culpabilidad nosotros soltábamos el aire que


conteníamos mientras el juez hacia las preguntas. Ya la suerte estaba echada, el
Ministerio fiscal y la acusación particular pedían la pena capital para Tanya, su
padre y tío ya que los delitos de sangre que tenían en su haber no dejaba lugar a
dudas. Y cadena perpetua para Renata y Athenodora pues el delito de secuestro con
- 405 -
peligro de muerte, sobre todo contra niños era uno de los más duramente penados
en el estado de Washington.

Ninguno de nosotros estaba a favor de la pena de muerte, solo nos


conformábamos con que la familia Vulturi nos dejara vivir en paz de una vez por
todas. El problema es que no se puede asesinar, secuestrar y amenazar la vida de
las personas y sobre todo de unos niños inocentes sin recibir el correspondiente
castigo y el Estado de Washington era uno de los más duros en este aspecto. Por
otro lado, si les condenaban a cadena perpetua siempre viviríamos con miedo ya que
habían demostrado que sus tentáculos eran tan grandes que ni siquiera unos
barrotes podían con ellos. La ventaja es que estaba claro que se habían quedado
solos aunque ¿sería cuestión de tiempo para que volvieran a las andadas?... también
teníamos que tener en cuenta las posibles reducciones de condena por buen
comportamiento entre otras razones… Por todo esto teníamos una verdadera
confusión mental no estamos de acuerdo con la pena de muerte pero…

Por su parte la defensa, solicitaba que Tanya fuera ingresada en el Sanatorio


Mental de la Cárcel del Estado por su evidente estado de locura. Después del
numerito que había montado el día anterior , además de todo lo ocurrido en estos
cinco años, yo tenía claro que estaba mentalmente enferma con un grado de locura
muy alto, pero no por eso la justificaba, no señor. Para el resto de sus defendidos, la
defensa pedía Cadena Perpetua. Había intentado hacer un trato con la fiscalía pero
esta se había negado rotundamente, así que no le quedaban más ases en la manga.

Ya la suerte estaba echada…

Solo quedaba que el juez dictara sentencia…

Hola chicas ¿como estáis? Bueno ya podéis respirar tranquilas, a Edward


no le ha pasado nada. A ver yo dije que cayó hacia un lado y que su costado
estaba cubierto de sangre, ja,j,aja.. Veo que tenemos que esperar un poco
mas para saber las sentencias. Que tensión ¿verdad? Ya sabemos lo que pide
el Ministerio Fiscal, ahora a ver que decide el juez. Solo deciros que Aro y
Cayo tienen en su haber delitos de sangre, es decir, homicidios... Yo lo dejo
ahí, ya veremos que pasa.

Tambien quería deciros que estoy muy contenta y feliz ya que este fic ha
sido nominado en los FFTH Awards en las siguientes categorias :

-Mejor Fic Rated M

- 406 -
-Mejor autorneófito

-Mejr fic de drama

-Mejor fic FFTH

Si pensais que me lo merezco y quereis ayudarme a ganar, no tenéis más


que ir al siguiente enlace:

http :/ /ff - twilighthispanomerica . blogspot . com / 2012 / 02 / ffth -


awards . html (recordad juntar los espacios)

No se porque razón pero FF ha decidido borrarnos todos los links donde


teníamos colgadas las fotos de portadas, banners, imágenes, et., no se si
será permanente o no. Aquellas de vosotras que queráis ver cualquier
imagen no tenéis mas que ir a cualquiera de mis blogs. Sobre todo me
gustaría que pasarais para ver las imágenes que unas compañeras han
realizado para la Campaña de firmas en la que colaboro para que Fixty
Shades (MOTU) y Sempre (EP), sean traducidos al español.

Muchas gracias a mi beta que siempre se toma la molestia de corregir mis


errores y tener el capítulo a tiempo.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, Ana Bella Cullen, Vailinight, saraes, Ssil, Iare, Titi
Cullen, Ale Snape, PattyQ, ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC
,Cullen Vigo ,Pam Malfoy Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh.
yolabertay ,anamart05, lizzy90, Patchmila Cullen Mellark, tany cullen ,
yasmin-cullen ,aizen63 , codigo twilight, Areli Pattirson, marianareyna,
roscidius cullen , lunatico0030, EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen
Masen, MarcelaMaciel ,yanu swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz ,
nydia, Yolanda, Suiza19, alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy.
md, yunuen, mon de cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau
cullen ,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela
Cullen,Laura Katherine , yeco,Mariale Olivares

Hay que darle la bienvenida alectoras nuevas: yeco,Mariale Olivares

Yeco: es una pena no poder contestar tu review ya que tienes desactivada


la opción. Me hubiera gustado hacerlo porque tu comentario me ha parecido
muy interesante y en cierto modo te doy la razón, pero no por eso quiere
- 407 -
decir que a lo mejor sea lo que va a pasar ya que la Ley es la ley. Muchas
gracias por tu comentario, espero seguir recibiendo más.

Gracias también a todas las que me añadís a vuestras alertas y favoritos.

- 408 -
Chapter 33

Disclaimer: Ninguno de los personajes que aparecen en esta histoira me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de la inigualable S. Meyer, yo solo me
permito jugar con ellos. Únicamente el personaje de Gaby es de mi
invención.

Quiero dedicar este capitulo a todas vosotras mis lectoras y amigas , que
me habéis pedido semana, tras semana un castigo ejemplar para Aro y
Tanya. Bueno pues aquí lo tenéis espero que os satisfaga. anamart05,
Ludgardita y katitacullent , hay una parte en este capitulo que se que os va a
encantar, por eso quiero dedicárosla especialmente. Angie Masen, lo mismo
te digo a ti de otra parte de este capitulo, te la dedico también.

Capitulo 32: La soledad de la muerte

Pov Edward

Una vez que el Jurado dio su veredicto, abracé a Bella fuertemente. Me sentía
libre, más que libre, era como si un peso enorme que hubiera estado cargando
durante cinco años me lo quitaran de repente. Las lágrimas comenzaron a resbalar
por mis mejillas de nuevo y me abracé más a Bella escondiendo la cara en su cuello.
Ella, al darse cuenta de mi estado emocional me dejó llorar, mientras me daba besos
en la cabeza y acariciaba mi pelo. Había recuperado mi vida, más importante
todavía había recuperado al amor de mi vida y junto a ella se me abría ahora un
futuro lleno de posibilidades que empezaría con el nacimiento del nuevo hijo que
habíamos engendrado. Sobre mi cuello noté que Bella había empezado también a
llorar, supongo que por lo mismo. La crueldad, la maldad, el encaprichamiento sin
sentido de una niña mimada, la sed de venganza, el odio…, nos había separado de la
manera más cruel y ahora por fin éramos libres.

Cuando nos calmamos, salimos de los juzgados abrazados el uno al otro. Pasamos
en el zoo lo que quedaba del día con toda la familia. A la excursión se unieron Kate,
Garrett, Ángela y Ben, que había ido al juzgado con sus hijos a buscar a su mujer. El
crepúsculo nos indicó que debíamos volver a casa, Kate y Garrett vendrían con
nosotros y se quedarían con Alice y Jasper de nuevo ya que tenían que estar
presentes cuando el juez leyese la sentencia. Regresamos a Forks en completo
silencio, no hacía falta decirnos nada, el uno sabía perfectamente lo que estaba
sintiendo el otro.
- 409 -
Debido a la petición que no pudimos rechazar de nuestros sobrinos para
acompañarnos al zoo, decidimos posponer el decirle a Gaby lo del nuevo bebé y para
ello se me había ocurrido una idea.

Al día siguiente, nos dirigimos cada uno a nuestros respectivos trabajos.


Habíamos pedido permiso dos días seguidos para poder asistir al juicio, pero no
podíamos estar más tiempo fuera de nuestras obligaciones. Bella tenía que lidiar con
una serie de casos de salmonelosis que se estaban dando entre los niños de Forks, al
parecer por una salsa en mal estado que se había servido en los comedores del
colegio. Y yo tenía que ayudar en la investigación de una serie de robos de animales
exóticos que pertenecían a un vecino que vivía en las afueras y los coleccionaba, por
supuesto con todos los permisos en orden.

Esa noche, Jacob junto con Nessie, Kate y Garrett vinieron a casa para
comunicarnos la decisión del Juez. Toda la familia y amigos nos reunimos para
escuchar las noticias. Después de la cena y cuando los niños se marcharon a la sala
de Juegos, por fin pudimos saber que había sucedido.

-Cayo y Aro, han sido condenados a muerte -nos informó Garrett-. Se les ha
conducido al Corredor de la Muerte y se les ajusticiará mediante la inyección letal
-nos explicó y yo no sentí nada, me estaban diciendo que dos hombres que conocía
habían sido condenados a muerte y yo lo único que sentía era paz, una enorme paz.

-Athenodora y Renata han sido condenadas a Cadena Perpetua. Se las trasladará a


una cárcel de máxima seguridad donde permanecerán incomunicadas y privadas del
derecho de recibir visitas dado el alto grado de riesgo que esto conlleva.

-¿Y Tanya? -pregunté.

-El Juez ha considerado que tiene un grave desorden mental que ha de ser
evaluado y tratado por especialistas. Por tanto, ha ordenado su ingreso en el
Hospital Psiquiátrico de la Cárcel del Estado donde permanecerá allí hasta que los
médicos consideren que está lista para reincorporarse a la sociedad.

-¿Y cuando eso pase quedará libre sin más?, ¿todo esto para nada?, ¿para que
vuelva asegurando que está curada y siga fastidiándonos la vida?-exclamé
exasperado pasándome la mano por el pelo nerviosamente. A mi lado noté que Bella
estaba muy calmada.

-Edward -me dijo Jasper con su habitual serenidad-, Tanya padece una psicosis
muy severa y ese tipo de locura es un viaje de ida pero no de vuelta, un camino sin
retorno. No hay cura posible. Se puede mantener al paciente estable y calmado
- 410 -
mediante medicación adecuada, terapias y otros métodos pero nunca curarle del
todo -me dijo todo esto con tanta convicción que no dudé un segundo de su palabra,
miré a Ángela sentada al otro lado de la mesa y estaba igual de convencida que él.
No tuve más remedio que creerlos ya que al fin y al cabo los dos eran médicos y esta
era su especialidad.

-No me habéis dejado terminar de hablar-dijo Garrett-. El hecho de considerar que


ya está lista para reincorporarse a la sociedad, si es que alguna vez lo está porque
Jasper tiene razón, no la exime de tener que cumplir su condena. Trastornada o no,
tiene que asumir las consecuencias de sus actos. El Juez ha decretado que si alguna
vez los médicos consideran darle el alta, pasaría directamente a una cárcel de
máxima seguridad, donde cumpliría la pena de Cadena Perpetua. Evidentemente y
dado el peligro potencial que supone el hecho de que tenga visitas, éstas se le han
prohibido terminantemente tanto ahora como en un futuro. Estáis a salvo chicos.
Los Vulturi son historia, jamás podrán volver a haceros daño.

Un grito de alegría se escapó de nuestros pechos. A la vez que todos nos


abrazábamos con fuerza. Atrás dejábamos los tiempos duros, los momentos de dolor
y tristeza. En ese momento estábamos cerrando una etapa de nuestra vida y
abriendo otra, un nuevo comienzo, con nuevos proyectos y nuevas ilusiones. La
ilusión más grande para mí era el embarazo de mi Bella, poder ver crecer su tripita,
ver la evolución del bebé en las distintas ecografías, poder mimarla, cuidarla,
satisfacer sus necesidades y cumplir todos sus antojos, aunque tuviera que ir a
traerle un trozo de luna. Asistir al parto de nuestro hijo, verle nacer, cogerle por
primera vez en brazos. Cuando Bella estaba embarazada de Gaby se puso de parto
de improviso y tuvieron que hacerle una cesárea de emergencia, por lo que no
llegué a tiempo de verla nacer. Pude cogerla eso sí, estrecharla en mis brazos y
sentirme en esos momentos el ser más feliz de la tierra, luego… pasó lo que pasó.
Con este niño estaba decidido a compensar a Bella por todo el dolor de la soledad y
por supuesto no perderme nada, pero nada de cada momento de sus vidas, tanto de
la de Gaby como del que estaba por nacer.

-Bueno, ¿y qué planes tienes Jacob? - preguntó mi Bella - ¿qué vas a hacer por fin?

-Pues ya he solicitado plaza en la delegación del FBI de Port Ángeles y creo que
me la van a conceder y ¿adivinad?

-¿Qué?-preguntamos todos a la vez.

-Jared se viene conmigo, me ha confesado que siente algo por Kim y ella por él y
está decidido a intentarlo.

- 411 -
-Eso es maravilloso -exclamó Bella emocionada.

-Es increíble que podamos todavía sacar algo bueno de esto -siguió diciendo
Jacob-, ¿quién me iba a decir a mí que iba a encontrar el amor de mi vida durante
una misión y también a grandes amigos?, ¿quién le iba a decir lo mismo a Paul y a
Quil? Paul y yo nos conocimos en la Academia, y desde entonces hemos sido como
hermanos y ahora si todo va bien, será de verdad mi hermano. Y qué deciros de Quil,
se le ve emocionadísimo y a Claire también.

Después de un rato más de charlas y risas decidimos que era momento de


empezar a romper filas. Nos despedimos de Kate y de Garrett, quienes prometieron
venir para la boda y la despedida de solteros que, para horror de Bella y mío,
estaban organizando Emmett y Alice. Cuando todos se marcharon subimos a buscar
a nuestra hija quien no parecía dispuesta a dormirse muy temprano así que después
de terminar viendo Enredados los tres juntos, ya perdí la cuenta de la veces que la
he visto, al final conseguimos que se durmiera.

A mediados de la semana siguiente recibimos una carta siniestra y digo siniestra,


porque era una invitación para presenciar la ejecución de los hermanos Vulturi. El
caso es que nos extrañó que fuera tan pronto ya que de todos es sabido que hay
presos que se pasan años en el corredor de la muerte esperando por ejecución. Pero
era mejor así, por un lado pasábamos pagina del todo y, por el otro no existiría esa
crueldad implicita que conlleva tener a un preso esperando por su muerte sin saber
cuándo le llegará el día. Era algo horrible que yo no se lo deseaba a nadie ni
siquiera a aquellos que me había hecho tanto daño. En algo nos teníamos que
diferenciar.

Emmett y yo decidimos aceptar la invitación pero prohibimos expresamente a


nuestras mujeres que fueran. Bella no puso ninguna objeción, al contrario se mostró
más que feliz de no ir, pero Rose fue otra cosa. Nos dijo que quería ir, que quería
mirar a sus tíos a la cara mientras estos morían lentamente, sobre todo a su
supuesto padrastro, al hombre que había hecho tanto daño, al asesino de sus
padres. No hubo forma de convencerla, así que a al día siguiente nos encontrábamos
metidos en una lúgubre y macabra sala donde ya nos estaban esperando Kate y
Garrett que habían vuelto a venir desde Washington para asistir a la ejecución en
calidad de abogados de la acusación.

El circo dio comienzo. Un muy altanero Aro Vulturi salió fuertemente esposado
seguido de un no menos prepotente Cayo. Los tumbaron en una camilla y los ataron
fuertemente a esta. El espectáculo comenzó. La verdad es que Aro se preparaba
para morir tal y como vivió, siendo un completo cabrón. Cuando le estaban
inyectando la solución letal que le causaría la muerte, sentí su mirada fija en mí, me
- 412 -
miraba con odio, con frialdad, no había en él ningún sentimiento de temor al saber
que estaba a punto de morir, me sentí inferior como si me dijera que aun después de
muerto se iba a vengar de nosotros, que iba a volver del mas allá para vengarse, en
serio me dio mucho miedo. Pero de repente algo cambió. Su mirada gélida, cruel,
esa que aterrorizaba al mismo miedo, se iba transformando poco a poco en una
mueca incierta, un gesto de dolor, sabía que iba a morir y estaba asimilándolo de la
manera más brutal, se le notaba que estaba sufriendo, decían que ese tipo de
inyección era de las más dolorosas, incluso estaba cuestionada por alguna
asociación de derechos humanos, pero el hecho es que estaba en sus últimos
minutos de vida y se le veía que estaba padeciendo, el hombre de hielo se estaba
derritiendo por fin. Nada, ni nadie vendría para sacarle del apuro. Ahora de nada
servían sus esbirros, su dinero, su legión de abogados. Estaba experimentando la
soledad de la muerte. Nosotros le sostuvimos la mirada todo el tiempo, sobre todo
Rose, impasibles, serenos, no se puede vivir una vida aplastando, destruyendo,
manejando a los demás como si fueran marionetas, amenazando, chantajeando,
asesinando, y esperar que ésta no te pase factura y eso era lo que estaba
sucediendo. Con un gesto imposible de identificar y una última mirada, Aro Vulturi
cerró sus ojos para siempre…, a su lado su hermano Cayo le había precedido por tan
solo unos segundos.

Salimos de allí en silencio, en paz, pero con una sensación extraña en el cuerpo. A
pesar de que era el final lógico a una vida de crueldad, a nadie le gusta ver morir a
dos personas, aunque las odies. Regresamos a Forks en completo silencio…

Ese jueves llegamos a casa bastante más cansados de lo habitual. La jornada


había sido agotadora. El caso de salmonelosis se había agravado. Menos mal que
Gaby y mis sobrinos comían con mi madre y no habían resultado afectados, pero los
hijos de Ben y Ángela no habían tenido tanta suerte, gracias a Dios ya estaban más o
menos bien. Mi investigación del robo de animales exóticos no avanzaba y era
necesario encontrar el paradero de uno de los animales en concreto ya que podría
resultar muy peligroso para la gente del pueblo. Por lo visto si mordía a alguien y
era portador de no sé que virus este podría extenderse como la pólvora contagiando
a todo el mundo.

No hacía más de cinco minutos que habíamos regresado a casa cuando el timbre
sonó, ¿quién sería? Al abrir la puerta una especie de volcán huracanado de
dimensiones considerables y que se movía a gran velocidad entró a la casa como un
elefante en una cacharrería dándome de paso un golpe con la puerta en toda la cara.

-¡ Bella!, ¿dónde está Bella? -preguntó con un evidente estado nerviosismo.

-Está en la sala de juegos con Gaby.


- 413 -
-Pero que olvido más tonto, pero que tonto -seguía diciendo para sí mientras subía
las escaleras de dos en dos corriendo y sin respirar a la misma vez que iba gritando
a pleno pulmón llamando a Bella. ¿Cómo tenía esta mujer tanta energía para hacer
todo eso a la vez?

-¿Qué sucede? -preguntó mi Bella saliendo de la sala de juegos.

-Bella -dijo Alice cogiendo de la mano a Bella y tirando de ella escaleras abajo. Yo
me fui detrás de ellas no sin antes asegurarme de que Gaby estaba tranquila. Tenía
miedo de que las dos acabaran rodando por las escaleras y a la vez curiosidad por
saber que le pasaba a esta mujer para transformarse de esta manera de un
duendecillo hiperactivo, en un auténtico y temible tsunami.

-¿Qué pasa Alice? -preguntó otra vez Bella cuando llegaron al salón.

-Pues pasa que soy una estúpida, tonta e inútil que no valgo para médico ¡Dios!,
¿cómo se supone que voy a saber cómo esta un paciente si ni yo misma se como
estoy?

-Alice explícate -le pidió mi Bella empezando a asustarse. ¿Qué le pasaría a Alice?

-Pues que no tengo el periodo Bella, simplemente, el periodo puff, desapareció, no


está, me di cuenta ayer por la noche de que me tenía que haber venido hace tres
días y no está, se esfumó -¿qué diablos significaba eso?

-Alice le dijo Bella, puede ser un retraso sin importancia, total son tres días y…

-¡No empieces tu también como Jasper!, ¿cuánto tiempo hace que me conoces
Bella?

-Pues como seis años, o así ¿po...?

-¿Y en esos seis años has visto alguna vez que a mí, se me retrasara el periodo? ,
dime a ver…

-Alice hemos estado sometidas a una gran presión cariño -le dijo Bella-, sería
normal que…

-Toma lee -le dijo extendiéndole un trozo de papel.

-¿Te has hecho la prueba, Alice? -le preguntó Bella pasmada y entonces entendí…

- 414 -
-En cuanto me di cuenta Bella, toma ábrela…

-Alice, ¿eres consciente de que de que con tres días nada más la prueba puede
salir negativa?

-Pues me debí quedar embarazada nada más terminar mi anterior periodo


porque… ¿quieres leer de una vez?

-¡Vaya!-exclamó Bella -es positiva. El HCG es muy alto y está presente tanto en la
orina como en la sangre. ¡Alice!- gritó Bella de pronto haciéndome pegar un
respingo- estás embarazada, estamos las dos embarazadas. Aunque yo te gano por
un mes que lo sepas ja,ja ja. ¿Se lo has dicho ya a Jasper?

-Pues no, cogí la prueba, la leí y salí corriendo hacia aquí. Dios mío, Jasper, mi
pobre Jasper, le he dejado plantado en la puerta del hospital, tiene que estar…, pero
se lo tiene bien merecido por no confiar en mí…- no le dio tiempo a terminar porque
el teléfono de nuestra casa sonó. Fui corriendo a contestar y hablando del diablo…

-Alice, es Jasper -al oír esto Alice salió disparada hasta el teléfono y me lo quito de
las manos de un tirón tan fuerte que casi saca el cable de su sitio y porque me quité
a tiempo de la trayectoria de su codo que sino...

-Jasper, voy ahora mismo hacia allí, tengo algo que contarte.

Alice se quedó callada evidentemente escuchando lo que Jasper le decía al otro


lado de la línea.

-Jasper amor, no hay para tanto. No sé qué te habrán dicho pero simplemente salí
corriendo y además, ¿no decías que tres días eran muy pocos?, ¿que no se podía
saber?, pues menudo médico estás tú hecho. Haz el favor de callarte y no me pongas
nerviosa ni me hagas enfadar, que si no tu hijo va a salir histérico per…di…do

-¡Vaya manera de decirle a un marido que va a ser padre!- exclamé riéndome a


mandíbula batiente. Esta Alice era única e irrepetible desde luego.

-¿Qué?... -oí que decía por teléfono-, no, no hace falta ya voy sola, tengo el coche
fuera. Yo… ¿tu hijo?… habrás oído mal hom…. ¡Está bien! vamos a ser padres ¿estás
contento? Nada, nada eso te pasa por llamarme histérica y no hacerme caso, cuando
yo digo una cosa va a misa ¿te enteras? y si yo, después de tres días sin periodo,
digo que estoy embarazada es que lo estoy y no se hable más. Y ahora voy para casa
que no necesito que me vengas a buscar, se llevarme yo solita. Solo estoy
embarazada no he cogido el Ébola ni ninguna porquería de esas por el estilo -y dicho
- 415 -
esto le colgó al pobre hombre de la forma más brusca.

-Bueno, me voy que tengo que decirle a Jasper…bueno decirle…ya se lo he dicho,


eso creo -iba diciendo ella sola más para sí misma que para los demás. Abrió la
puerta de casa y se marchó a la francesa dejando tras de sí la misma estela de
tranquilidad que dejan los huracanes una vez que han pasado.

-Me dices tú a mí que voy a ser padre de esa manera y te juro que no te hablo en
un mes.

-¿Aguantarías un mes sin…tu sabes?-me dijo sugerentemente enarcando una ceja


mientras pasaba su mano por mi pecho y bajaba hacia la parte de abajo donde
estaba….

-Amor para eso no hace falta hablar, solo actuar ¿te lo demuestro?

-Cuando se duerma Gaby, encantada Teniente-me contestó mientras pasaba por


mi lado apretando suavemente con una mano mi pene y poniéndolo a cien como
siempre que lo hacía. Echó a correr y yo le seguí el juego corriendo detrás de ella.
Gaby se había quedado profundamente dormida en el sillón, la cogí en brazos, la
llevé a la cama y la arropé.

Cuando llegué a nuestra habitación, lo que vi me dejó sin palabras. El camisón


que Bella llevaba puesto no tapaba más que lo justo y a mí se me hizo la boca agua
nada más verla, tumbada de lado justo cerca de la chimenea que había encendido,
de manera seductora, sobre la alfombra, con un montón de almohadones y el
cobertor de la cama cubriéndole sugerentemente parte de las piernas hasta las
rodillas. Me acerqué muy despacio, acechándole como un león a su presa, mientras
me iba despojando de la ropa que en ese momento me sobraba. Llegué hasta ella y
me puse encima, besándole por todos los sitios que alcanzaba y estos eran muchos
ya que ese camisón era totalmente prohibitivo. Bajé mi mano para poder tocar por
encima de la tela aquellos pechos que eran mi perdición. Estaban completamente
erectos y preparados para mí. Bella se quitó el edredón, abrió sus piernas y las
enrosco en mi cintura frotándose contra mí, provocando que nuestros sexos se
rozaran en una dolorosa y exquisita fricción. ¡Cuánto me excitaba que me hiciera
eso! Bajé hasta encontrar el inicio del proyecto de camisón que llevaba puesto y de
un movimiento certero la dejé como dios la trajo al mundo, a mi merced, mientras
los dos nos seguíamos frotando el uno contra el otro. Cogí uno de sus pechos en mi
boca y lo mordí, chupé y lamí, haciendo con él lo que quería mientras ella se
arqueaba acariciándome el trasero con las manos subiendo hasta mi espalda para
luego volver a bajar. De repente introdujo la mano por dentro del bóxer y cogió mi
pene con ella ¡Oh Dios! Eso era algo que no podía soportar. Las caricias de Bella en
- 416 -
esa parte de mi anatomía eran algo indescriptible, maravilloso, me froté contra su
mano sin poder evitarlo mientras seguía, mordiendo, besando, y chupando primero
un pezón y luego otro. Dejé los pezones y comencé un recorrido con mi lengua hacia
abajo, su ombligo, donde metí la lengua un momento, su vientre al que juraría que
ya se le notaba un pequeño bultito, sus muslos que besé con pasión, primero a uno y
luego al otro. Sabedora de lo que pretendía hacer y deseosa de que lo hiciera, Bella
subió las piernas a mis hombros mientras una vez que le había quitado las braguitas,
yo comencé a besar y mordisquear su clítoris. Al tiempo que mi mano sin
miramientos introducía tres dedos dentro de ella, moviéndolos de manera que sabía
que la haría gritar, mi otra mano por supuesto acariciaba su pezón y mi pene que
había dejado de ser torturado por su experta mano reclamaba atención inmediata.
Para acallar sus gritos la besé en la boca con una lujuria y pasión desenfrenada. De
repente Bella empezó a retorcerse y sentí como mis dedos eran aprisionados en su
interior y con un grito gutural que no llegué a tiempo de acallar, explotó de la
manera más sensual y excitante. Cuando se hubo recuperado, me tumbó boca arriba
y se puso encima de mí. Comenzó a lamerme por todo el cuerpo, primero mi pecho,
mi ombligo, mi vientre, hasta llegar hasta ¡Oh Dios!... se lo metió de una vez dentro
de su boca y lo sacó de nuevo al tiempo que con la lengua me lo lamia y con la mano
me lo masajeaba. Cuando las caricias en mi pene se hicieron insoportables la separé
de mi volviéndola a poner boca arriba, y me introduje dentro de ella lentamente con
la consideración debida a una mujer embarazada, aunque esta fuera malditamente
sensual y yo estuviera malditamente necesitado. Pero cuando estuve dentro de ella
Bella no parecía tener mi mismo punto de vista porque empezó a moverse de una
manera bestial, sin pausa, con prisas y yo le respondí de la misma manera. Volvió a
subir de nuevo sus piernas enrollándolas en mi cintura para encontrar ese ángulo
que nos gustaba a los dos y cuando lo encontró ya no pudimos controlarnos, dos o
tres movimientos más y los dos nos derramamos a la vez. Me dejé caer sobre ella
con cuidado de no aplastarla, jadeante por el ejercicio realizado y sin salir todavía
de su interior. Esta era una cosa que me encantaba después de hacer el amor,
seguir todavía un rato dentro de ella, sin salir, el problema era que por lo general,
mi miembro a los cinco minutos empezaba de nuevo a despertar a la vida y esta
noche no iba a ser una excepción.

-Que entusiasmo que has puesto -me dijo todavía excitada por el maravilloso sexo
que acabábamos de tener.

-Ven aquí mamá que te voy a decir yo a ti lo entusiasmado que me tienes… -y así
seguimos toda la noche, amándonos, riéndonos, celebrando nuestra libertad recién
adquirida, hasta que por fin caímos exhaustos, lo malo era que continuábamos en la
alfombra y…desnudos.

-Mami, papi ¿dónde estáis?-oí que decía una vocecita que estaba entrando en la
- 417 -
habitación sin más… ¡Diablos se me había olvidado echar el cerrojo al ver a Bella
con ese camisón! Con todo el cuidado del mundo cogí a Bella como pude y la
arrastré conmigo hasta meternos debajo de la cama. Gaby no nos podía pillar así,
estábamos desnudos. Bella despertó en ese momento y si no hubiera sido por mis
reflejos se hubiera descubierto el pastel, pero fui más rápido. Le tapé la boca y con
un gesto le señalé el oído y la puerta al tiempo que vimos las piernecitas de nuestra
niña rodeando la cama. Se paseó un par de veces por la estancia y miró en el
vestidor y el cuarto de baño mientras nosotros seguíamos muy callados debajo de la
cama. Aprovechando que Gaby seguía buscando en el cuarto de baño, vimos en el
suelo mi camiseta, Bella se estiró, la cogió y como pudo se la puso y una vez
presentable más o menos, salió de debajo la cama…

-Gaby hija-dijo mi Bella mientras yo seguía escondido debajo de la cama-. Llevo un


buen rato buscándote, ¿dónde estabas?

-Pues buscándoos mami y ¿dónde estabas tú? en la cocina no, he ido a mirar y no
os he visto y…

-Esto...Um…en el despacho…eso…estaba en el despacho viendo un expediente.

-Pues siento decirte mami que no, no estabas en tu despacho, también fui a mirar
y…

-Pero a que no miraste en la terraza, ¿a qué no?- contestó mi Bella desesperada


ante el tercer grado que le estaba aplicando mi hija.

-Hace mucho frío mami ¿qué hacías en la terraza?- preguntó mi niña poniendo el
mismo tono que ponía su madre cuando le cuestionaba algo así.

-Bueno…Um… tenia calor, uff, que calor ¿tú no tienes calor?

-Pues no ¿y papi, dónde está papi? y no me digas que en el baño porque acabo de
mirar

-A por croissants, ha ido a por croissants -genial ahora a ver por dónde me
escabullía yo para ir al pueblo a por los dichosos croissants, no se le podía haber
ocurrido otra cosa -.Si eso y los va a traer de chocolate para ti y para mí con cabello
de ángel, eso con mucho cabello de ángel -dijo un poco más alto de lo normal y me
di cuenta perfectamente de que estaba teniendo un antojo pero, qué raro, mi Bella
se pirraba por el chocolate y el cabello de ángel lo odiaba. En fin ¿quién entiende a
una mujer embarazada?

- 418 -
-De verdad mami, luego decís de los niños, pero que raritos sois los mayores.
Cuando sea mayor yo no quiero ser así te lo advierto porque nos volvéis locos y no
hay derecho hacer esto con una pobre niña…

-Vale hija, vale -decía Bella más interesada en empujarla fuera de la habitación
que en escucharla, pero yo me estaba partiendo de la risa.

Cuando salieron, me vestí rápidamente y mientras Bella entretenía a Gaby


vistiéndola en su habitación yo me escabullí por la puerta de la cocina a por los
dichosos croissants. Cuando llegué al pueblo, vi a Jasper en la cola con unas ojeras
que le llegaban hasta el suelo pero con una sonrisa enorme de felicidad.

-Hola -saludé- ¿mala noche? Enhorabuena futuro papá.

-Gracias. Bueno, lo cierto es que he tenido noches peores. Alice llegó a casa muy
enfadada porque no la hice caso cuando me dijo que tenía un retraso de tres días y
que estaba embarazada. Edward con tan pocos días es dificilísimo que te salga un
positivo pero…supongo que Alice es Alice y nunca vayas contra ella. Nada más
llegar a casa llamó por teléfono a mis padrinos sin tener en cuenta la hora por lo que
les dio un susto de muerte y lo mismo hizo con mi hermana y mi cuñado. Cuando
colgó, yo pensé que nos podríamos ir a la cama tranquilitos pero craso error.
Después de pasarse media noche correteando por toda la casa, buscando la
habitación adecuada, pensando en el color del papel y el estilo de los muebles… se
ha pasado la otra media organizando un Baby Shover para las dos, que de esto verás
cuando se lo diga a Bella, se va a organizar una peor a la que se montó en
Gettysburg. Cuando al fin se calmó un poco y cuando yo ya tenía la esperanza de
que se iba a ir a dormir, volvió corriendo a la habitación que se supone había elegido
para el niño a tomar medidas para no sé el qué, al final cogió una libreta y empezó a
apuntar nombres de niños y se enfadó conmigo porque no colaboraba. Cuando le
pregunté en medio de la discusión que porque de niñas no, esperando que me dijera
algo así como, se que va a ser un varón y no mecontradigas, me contestó que, cielo
si es una niña tengo más que decidido el nombre. Pero no ha tenido a bien decirme
cual es ese nombre que se supone tiene más que decidido…

-¿Y no la podías dar un calmante o una infusión?

-Estando embarazada no es bueno suministrar esas cosas y que casualidad no


teníamos infusiones en casa. Pero tranquilo que ya pasé por el supermercado -me
dijo enseñándome una bolsa con un montón de distintas infusiones calmantes-. Esta
noche se la toma aunque tenga que noquearla para dejarla inconsciente y
suministrársela en vena.

- 419 -
-Y ahora estas aquí por…

-Se la han antojado unos goffres para desayunar y no podía hacerlos ella no, tenía
que venir aquí, porque los de aquí son buenísimos y a ella le salen muy mal y desde
que Bella ya no vive con nosotros no consigue desayunar bien en casa porque soy un
desastre en la cocina -dijo el pobre hombre rodando los ojos-. Con tan poco tiempo
de embarazo los antojos son aún raros, pero…Alice es Alice -dijo con un gesto de
resignación.

Cuando compramos cada uno los antojos de nuestras embarazadas esposas, nos
fuimos cada uno a nuestra casa. Bella y Gaby me estaban esperando con un gesto
similar al de aquel que no ha comido en un mes. Bella cogió los croissants y empezó
a comerlos con tal ansia que miedo me dio que se atragantara. Gaby la miraba con
un gesto de estupor que estoy seguro era similar al mío.

Por fin era viernes, al día siguiente era el cumpleaños de mi niña y lo queríamos
celebrar los tres juntos, luego lo celebraríamos con el resto de la familia. Mi amor se
había pedido el sábado y el domingo libres y yo también para pasarlo con Gaby en la
Península de Olimpic, donde acamparíamos en el parque natural del mismo nombre.
Yo estaba emocionado pues de paso aprovecharíamos para comunicarle a la niña la
noticia del embarazo de Bella. Emmett, Rose, Ángela, Ben, Bella y yo íbamos de
jóvenes muchas veces acampar allí. Ellos había vuelto alguna vez, pero ni que decir
tiene que hacía años que yo no iba. Era un lugar que me recordaba tanto a Bella que
había sido incapaz de volver y además siempre tenía a Tanya pegada a mí y desde
luego no me la imaginaba acampando, y aunque la hubiera gustado me hubiera
negado en redondo a hacer con ella alguna actividad que previamente había
realizado con Bella y además en el mismo lugar, eso nunca. Pero ahora iba a hacerlo
de la mano de mi amor y con mi niña en brazos.

Salí de la Comisaria un poco más pronto de lo habitual ya que queríamos ponernos


en marcha enseguida para aprovechar todo el tiempo posible. Bella tenía una
reunión en el despacho de Carlisle con una representación de madres por el asunto
de la salmonelosis, por lo que me había llamado para que recogiera a mi niña.
Sinceramente a mi no me hacía falta que me dijera nada, pues me encantaba hacerlo
y por ello intentaba ir todos los días, era algo más que recuperar, algo que no me
habían dejado hacer.

-Pues no sé porque no podemos ir con vosotros -salía protestando Tony

-A ver cuántas veces tengo que decirte -decía mi niña muy seria y mirándolo
pacientemente- que es una excursión padres e hija donde van a aprovechar para
decirme que voy a tener un hermanito…
- 420 -
¡¿Qué?, ¿cómo diablos se había enterado esta niña que…? Miré a Rose que salía
con ellos de la mano y ella me devolvió la mirada de igual manera, estupefacta y
confundida. No entendíamos nada. De repente algo hizo clic en nuestra cabeza…

-Emmett -dijimos los dos a la vez.

Hola ¿como vais? ¿Que os ha parecido la sentencia? Espero vuestros


comentarios. Solo deciros que me he permitido una pequeña licencia ya que
no es normal que se ajusticie a los condenados tan pronto, pero quería
terminar ya con ese capitulo de las vidas de mis personajes y que por fin
puedan empezar a vivir un poco, aunque he de deciros que con Tanya aun no
acabé del todo. Por otro lado no es normal que ajusticien a los condenados
de dos en dos, pero esto es una historia ¿no? así que me permití otra
licencia. Pero en la vida real quería dejar claro que no es lo habitual, pueden
quizá darse casos pero aunque investigué los desconozco.

Bueno pues ¿que me decís de la forma tan original que tiene nuestra Alice
de decirle a su marido que va a ser padre? Como ya muchas de vosotras
sabéis Jackson va a ser papá de verdad. Os prometo que tenia el capitulo
escrito desde hace un montón de tiempo pues tengo la historia terminada
pero ha sido una muy bonita coincidencia. Mis felicitaciones desde aquí al
futuro papá.

Y que me decís de Emmett y su gran bocota. Hay un refrán que dice cría
fama y échate a dormir .

Muchas gracias como siempre a mi beta por el trabajo y el tiempo que me


brinda al corregirme el capitulo.

Quería recordaros que este fic ha sido nominado en los FFTH Awards en
las siguientes categorias :

-Mejor Fic Rated M

-Mejor autorneófito

-Mejr fic de drama

-Mejor fic FFTH

- 421 -
Si pensais que me lo merezco y quereis ayudarme a ganar, no tenéis más
que ir al siguiente enlace:

http :/ /ff - twilighthispanomerica . blogspot . com / 2012 / 02 / ffth -


awards . html (recordad juntar los espacios)

Puede que a lo mejor no podáis entrar ya que lo estaban reformando asi


que por favor, insistid, os lo ruego. (Aliena pone la carita de gato de Sreck)

Yeco para que te pueda contestar, tienes que hacerte una cuenta de FF. En
la parte de arriba a la derecha de la pantalla según se mira, hay dos
opciones Sign in y Sign Up, creo que tienes que pinchar en Sign Up para
hacerte la cuenta y si no es ahí, pincha en Sign in, es muy fácil ya lo verás.

Muchasgracias a todas por vuerras alertas y rr:

Sara-Cris Cullen, saraes, Ssil, Iare, Titi Cullen, Ale Snape, PattyQ,
ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC ,Cullen Vigo ,Pam Malfoy
Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh. yolabertay ,anamart05, lizzy90,
Patchmila Cullen Mellark, tany cullen , yasmin-cullen ,aizen63 , codigo
twilight, Areli Pattirson, marianareyna, roscidius cullen , lunatico0030,
EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen Masen, MarcelaMaciel ,yanu
swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz , nydia, Yolanda, Suiza19,
alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy. md, yunuen, mon de
cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau cullen
,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela Cullen,Laura
Katherine , yeco,Mariale Olivares, numafu , mirdg

Quiero dar la bienvenida a nuevas lectoras: numafu, mirdg

Gracias de veras a todas la que me habéis añadido a vuestras alertas y


favoritos. Y, por supuesto, a aquellas lectoras silenciosas.

Hasta el viernes. un beso enorme a todas

- 422 -
Chapter 34

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de S. Meyer, yo solo juego con ellos.
Únicamente el personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este capítulo a Tany Cullen, un beso cielo.

Capitulo 33: En los montes de Olimpyc

Pov Edward

-Te juro que Emmett me va a oír -dijo Rosalie, toda enfadada-. Edward ¿tendrías
mucho inconveniente si te quedas sin hermano?

-Creo que sería más problemático para ti que para mí -le dije riéndome-pero no
olvides que tenemos a una especie de monstruito saltando y corriendo a todas horas
haciendo público el embarazo de la dos.

-Umm, no creo, Alice está bastante histérica pero se corta delante de los niños,
sigo pensando que ha sido Emmett.

-Cría fama y échate a dormir -dije yo entre risas.

Habíamos llegado a donde tenía aparcado el coche y senté a Gaby en la silla


especial. Me despedí de Rose y salí rumbo al hospital. Cuando llegué Bella ya me
estaba esperando en la puerta, estaba preciosa con ese conjunto especial que se
había puesto para la excursión. A lo mejor eran las ganas de verla con su tripita
porque era consciente de que estaba de poco tiempo, pero juraría que ya se le
notaba un poco. De hecho ya se empezaba a quejar de que la ropa no le abrochaba,
lo que había dado a Alice la excusa perfecta para salir de compras y había vuelto con
ese conjunto para la excursión en tono azul que la quedaba a las mil maravillas.

-Hola -le saludé mientras salía del coche deprisa para abrir su puerta, puede
parecer exagerado pero quería mimarla, cuidarla, protegerla. Le di un beso en los
labios, y la ayudé a entrar.

-¿Qué tal el día?

- 423 -
-Bueno si cuentas que he tenido que lidiar con un montón de mamás histéricas
presionando para que el hospital ponga una denuncia contra la empresa de catering
del colegio por lo de la salmonelosis-me contó desesperada-. Lo más gracioso es que
el hospital ya la ha puesto pero como no callaban y no nos dejaban hablar… hasta
que Carlisle ha cogido un silbato que Alice le dio un día y siempre lleva consigo
como si fuera un amuleto y lo ha hecho sonar. Entonces ¡Por fin! Se han enterado…
y lo mas gracioso es que yo como madre las comprendo pues yo reaccionaria igual,
lo malo es que no dejaban hablar se lo decían todo ellas. Pero lo peor del caso no es
tener que lidiar con las mamás no, lo peor son las abuelas, que son todas médicos
frustrados y de todo saben. Aunque también supongo que cuando yo sea abuela me
comportaré igual. Me acuerdo un día allí en Jacksonville que estuve a punto de darle
el estetoscopio a una para que auscultara al niño…-yo la escuchaba divertido pero
mi hija también estaba escuchando…

-Abu Renée es así y abu Esme también, ¿verdad mamá?, yo os he oído a abu
Carlisle, a la tita Alice y a ti, decir muchas veces que ellas son los médicos jefes ¿a
que sí?

-Bueno sí… - contestó mi Bella un tanto violenta-, pero te advierto que como se lo
digas…

-Sí, si ya lo sé me quedo una semana sin ver películas de video o sin jugar
videojuegos…

Bella empezó a bufar por lo bajo, rodando los ojos al mismo tiempo, y yo no pude
evitarlo y me eché a reír pero la sonrisa se me congeló en la cara al ver la mirada
envenenada que me dedicaba mi Bella.

Después de unas cuantas paradas para ir al servicio y comer algo por el camino,
llegamos por fin a nuestro destino. El camping era fabuloso, en la entrada una
recepcionista muy amable nos recibió.

-Que niña más mona -dijo la mujer-, ¿no tienes hermanitos?, tienes que decirles a
tus padres que encarguen uno a la cigüeña.

-Sí señora, pero lamento decirle que a los niños no los trae la cigüeña, crecen y
luego salen de las tripas de las mamás, los papás se los ponen ahí después de
quererlas mucho…

Ni que decir tiene que la pobre mujer se quedó con la boca abierta ante la
respuesta de la niña, yo de repente encontré el suelo muy interesante y Bella estaba
colorada como un tomate, pero la mujer se echó a reír a carcajadas, provocando que
- 424 -
nosotros dos la siguiéramos.

-¡Menuda niña más bonita y salada, que graciosa¡ -dijo la buena mujer- tengan,
aquí tienen un plano para llegar al espacio que se les ha destinado para acampar. Si
necesitan algo no tienen más que pedirlo. ¿Me das un beso cielo?

-Claro -contestó mi niña dando a la mujer un sonoro beso en la mejilla…

Después de esto nos dirigimos a lugar donde acamparíamos. Gaby estaba


entusiasmada revoloteando tipo Alice alrededor mío mientras sacaba los útiles para
montar la tienda. Era la primera vez que hacía una cosa así y estaba
verdaderamente entusiasmada. Mientras le enseñaba como se hacían las cosas
empecé a pensar en lo que le había dicho a la señora y eso me llevó a recordar que
ya sabía lo del bebé

-Gaby hija mira, puedes traer del maletero del coche la ropita que esto ya casi está
-cuando se alejó lo suficiente me acerqué a Bella y le dije al oído-. Amor, Gaby ya
sabe lo del bebé, no me preguntes como lo sabe pero lo sabe. Salía diciéndoselo a
Tony cuando la fui al buscar al colegio.

-¿No me digas?-contestó Bella- ¡Emmett, dichoso Emmett!, ¿cómo se lo habrá


tomado?- preguntó preocupada.

-A juzgar por cómo está, por como ha respondido a la señora y el tono con que se
lo ha dicho a su primo, yo creo que se lo ha tomado bien.

-Ahora mismo vamos a sacar la cena y después mientras asamos malvaviscos, se lo


decimos.

Y dicho y hecho, cenamos unos sándwiches que Bella había preparado y después
nos pusimos con los malvaviscos…

-Gaby hija -empezó Bella-, verás hay algo que tenemos que…

-Sí, ya sé que llevas ahí dentro un hermanito para mí -le dijo a su madre
señalándole la tripa y yo de nuevo me quedé en shock, pero Bella que por supuesto
la conocía mejor no se amedrentó

-¿Cómo diablos los sabes?

-Peter y Tony me dijeron que Seth les dijo que Maggie le había contado que a su
madre le había dicho la tita Alice que tú y ella estabais las dos embarazadas y que
- 425 -
ibais a tener un bebé cada una- pobre Emmett pensé, cría fama y échate a dormir-.
Después oí a abu Renée decirle a abu Esme que me ibais a llevar de excursión para
celebrar conmigo mi cumpleaños y decirme lo del bebé.

-Bueno y ¿qué te parece? -preguntó mi Bella. Yo estaba un tanto mareado con


tanto me dijo, le dijo y escuché, pero parece que era tónica normal en la niña porque
Bella la siguió perfectamente.

-Pues muy bien, que ya era hora…

-¿Qué ya era hora? -preguntó mi Bella confundida.

-A ver cuántas veces le he oído decir a la tita Alice que es muy aburrido ser hijo
único y que es mejor tener más de uno…, eso sí quiero una niña por favor, estoy
harta de tanta Formula Uno y de tanto beisbol ¿es que los niños no tienen otra cosa
en la cabeza?

Bella y yo ante el comentario nos echamos a reír a carcajada limpia.

-Créeme hija- decía mi Bella entre risas- los niños pasen pero los adultos son
peores….

Empezamos todos a reírnos a carcajadas, mientras nos comíamos los últimos


malvaviscos. De repente Gaby se quedó muy pensativa y seria, cuando le
preguntamos qué sucedía dijo que tenía sueño y que quería dormir.

-Edward -me dijo mi Bella por lo bajo-, algo me dice que debes ser tu el que la
ayude a meterse en el saco, creo que tiene algo que preguntarte.

Me la quedé mirando intrigado pero me levanté y fui a ayudar a mi niña. Cuando


entré en la tienda, tenía esa expresión que ya le había visto otras veces y que era
una señal de que algo tenía en la cabeza y hasta que no lo soltara no iba a quedar
tranquila.

-¿Tienes algo que decirme? -le pregunté.

-Bueno… verás… es que… estaba pensando… que tu…

-Gaby cielo, lo que tengas que decirme, dímelo sin más, no va a pasar nada, no me
voy a enfadar…

-Es que me da miedo de que ahora quieras más al bebé que a mí, porque al fin y al
- 426 -
cabo me acabas de conocer y a este bebé le vas a conocer desde el principio…

-Pero hija -le dije asustado cogiéndola entre mis brazos - ¿cómo puedes llegar a
pensar eso?, tú eres mi princesita y a pesar de que no he estado contigo hasta hace
poco, eres muy especial para mí. No sé si me vas a entender pero antes de verte yo
estaba muy triste y no tenía ganas de hacer nada, y cuando te vi en el hospital y me
llamaste papá, me devolviste la alegría. Siempre serás mi hija preferida, te quiero
mucho y aunque no haya estado contigo todos estos años quiero que sepas que
siempre os tuve en mis pensamientos, me acordaba de ti y de tu madre
continuamente deseando estar con vosotras, siempre estaré ahí para ti.

-Pero si el bebé es otra niña, ya no seré tu princesa…

-Siempre serás mi princesa, lo que pasa es que tendré a mi Reina y a dos


princesas a quien querer mucho. Hija el corazón es muy grande y en él caben todas
las personas a quien conocemos a lo largo de nuestra vida y queremos. Porque
venga otro bebé no voy a dejar de quererte a ti, os voy a querer a los dos - le dije
desesperado porque me entendiera-. ¿Tú has dejado de querer a mami por quererme
a mí o nos quieres a los dos? -de repente me echó los bracitos al cuello y me abrazó.

-Os quiero a los dos papi, ya entiendo lo que me quieres decir y cuando venga el
bebé os querré a los tres.

-¿De verdad que lo entiendes? -le volví a preguntar preocupado.

-Sí, ya lo entiendo. Papi… ¿de verdad que yo te devolví la alegría esa que habías
perdido?

-De verdad…

-Perdona papi, por haberme puesto así yo…

-No hay nada que perdonar mi niña, es normal lo que te pasa, pero ten siempre
presente que yo te quiero, que siempre te quise aunque no estaba contigo y nunca,
nunca dejaré de hacerlo.

-Vale papi, pues ahora me voy a dormir. Tengo sueño.

La ayudé a meterse en su saco y le canté aquella nana que había compuesto para
ella el día de Navidad cuando regresamos de casa de mis padres.

-Esa es mi nana -me dijo medio dormida-, la que hiciste para mí en Navidad.
- 427 -
-Para que veas lo mucho que te quiero…-le dije con lágrimas en los ojos.

-¿Sabes papi?, cuando me haga mayor quiero ser policía como tu para meter a
todos los señores malos en la cárcel -y al escuchar eso nuevas lágrimas
descendieron por mis mejillas, esto era demasiado ¿Cómo podía ser posible que una
niña a la que prácticamente había abandonado me quisiera y admirara de esa
forma? Mi corazón solo hallaba una respuesta: Bella, mi Bella.

Cuando se durmió salí hacia afuera y vi a Bella apoyada contra el tronco de un


árbol. Parecía pensativa. Cogí una de las mantas con las que nos íbamos a arropar
dentro y fui hasta ella. La eché hacia delante para poder sentarme detrás de ella
envolviendo su cuerpo con mis piernas y arropándonos a los dos con la manta. Bella
se dejó hacer y echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en mi pecho.

-¿Nos has oído verdad?

-Sí…

-¿Cómo piensas que he actuado?, ¿me habrá creído? ¡Dios! Bella….

-Tranquilo amor, ella se ha quedado satisfecha con lo que le has dicho, la conozco
y si no hubiera sido así no se habría quedado dormida tan tranquila, al contrario,
seguiría insistiendo. ¿Sabes? - me preguntó-el año pasado la profesora les preguntó
en clase que querían ser de mayores y ella le contestó que ser médico como yo
estaba bien pero que ella quería ser policía como su padre -y de nuevo mis ojos se
desbordaron por la emoción.

-Gracias, mi amor, muchas gracias- le dije mientras la apretaba más fuerte contra
mí.

-¿Porqué? -parecía sorprendida.

-Estabas en todo tu derecho de hablar a la niña mal de mí, pero hiciste todo lo
contrario y cada día te quiero más por eso, me pudiste quitar el cariño de mi hija y,
sin embargo, me lo diste.

-Yo nunca dejé de quererte Edward, y por eso no pude, sencillamente no pude
hablar a la niña mal de ti, no me pareció justo, no sé…, era como si traicionara todo
lo que habíamos vivido juntos, estaba dolida y resentida contigo pero aun así te
seguía queriendo y la niña no tenía la culpa, su derecho era saber la verdad.

-Y yo te quiero más por eso, mi amor, eres… eres…adorable -le dije comenzando a
- 428 -
besarla. Solo pretendía darle un beso y nada más, pero el deseo y el amor que sentía
por ella me obligaron a profundizarlo. Mi lengua se introdujo en su cavidad,
degustándola, deleitándome con ella, su lengua luchaba con la mía por dominar y
gustoso cedí para que ganara. Era delicioso sentir como recorría mi boca sin dejar
un centímetro sin chupar. Cuando rompimos el beso, estábamos exhaustos,
cansados, felices.

-Vámonos a dormir. Es tarde y mañana quiero llevaros de excursión, no sin antes


darle mi regalo a Gaby.

Nos levantamos del suelo y entramos en la tienda. Teníamos un saco doble para
poder dormir los dos juntos. Ni loco dormía yo separado de mi Bella.

-¿Eres feliz? -le pregunté una vez nos hubimos instalado dentro del saco.

-Muchísimo Edward, más feliz de lo que nunca he sido

-¿Edward?, ¿qué te gustaría que fuera, niño o niña?

-Estaré feliz con lo que venga mi amor pero, aunque ya tengo una princesa, me
gustaría otra niña , otra igualita a ti, aunque pienso que tú prefieres un niño esta
vez, ya sabes… tu pequeño príncipe.

-Te equivocas, porque a mí también me gustaría tener otra niña. De hecho ya


tengo elegido el nombre. Pero por supuesto estaré igual de feliz con lo que sea.

-¿Y cuál es ese nombre?

-Ya te lo explicaré mañana. Quiero comentártelo a ver qué te parece, pero ahora
estoy muerta de sueño.

-Pues duerme mi amor -le dije acercándola más a mí

-Edward, antes he escuchado que le cantabas a Gaby la nana que compusiste en


Navidad, ¿te acuerdas de la que me hiciste a mí?

-Por supuesto, jamás la olvidaría…

-¿Te acuerdas que siempre me la cantabas para que me durmiera cuando no


podía?

-Sí, me acuerdo…
- 429 -
-Cántamela…- me pidió y yo gustoso de satisfacer su deseo comencé a tararearle
aquella nana que había hecho para ella hace tantos años, mi primera composición,
mi primera canción. Poco a poco se fue durmiendo entre mis brazos. Cogí la misma
manta de antes y la eché por encima dispuesto a dormirme con la razón de mi vida
en mis brazos.

La mañana me encontró profundamente dormido con mi amor en mis brazos. Unas


cosquillitas que alguien me hacía en la nariz, me hicieron despertarme. Abrí los ojos
y ahí estaba mi preciosa niña mirándome divertida.

-Despierta ya dormilón, que hoy es mi cumpleaños, ¿dónde está mi regalo?

-A ver si eres capaz de encontrarlo -le reté. Y ni corta ni perezosa empezó a


revolver todas mis cosas en busca del regalo, pero no lo encontraba y se estaba
empezando a desesperar…

-Joo, no lo encuentro papi…

Me levanté divertido, me puse un abrigo pues a pesar de estar a 3 de junio afuera


hacía frío. Me dijo que ya era una niña mayor y que se había vestido sola. Bueno
había que dar algunos retoques pero por algo se empieza. La llevé hasta el coche,
levanté el capó y saqué un paquete enorme.

-Espera antes de abrirlo tenemos que despertar a mami para que lo vea… -y nada
más terminar de hablar salió disparada hacia la tienda, llamando a gritos a su madre
quien se despertó sobresaltada.

-Gaby, ¿cuántas veces te he dicho que…?

-Sí, ya sé que no se despierta a la gente pegando voces… perdona mami pero es


que estoy muy nerviosa. Mira me lo ha regalado papá ¿puedo abrirlo?, dime que sí,
¿por favor?

-Adelante -dijo Bella aguantándose la risa por la impaciencia de la niña. Cogió el


regalo de mis manos y sentándose en el suelo empezó a abrirlo. Bella y yo la
ayudamos pues no le alcanzaban las manitas. Cuando lo abrió su boca se abrió con
una enorme O. Se veía claramente que le había gustado, menos mal porque aunque
lo había hecho con cariño tenía miedo de que no le gustara. Yo era muy bueno con el
photoshop y le había hecho con el ordenador un collage grandísimo con las portadas
de todas las películas que le gustaban y veía una y otra vez. Estaban todas las
princesas de Disney, Enredados, Kun _Fu Panda, Up, Planet 51… la verdad que me
había quedado muy bonito. Lo llevé a una imprenta para que me lo imprimiese en
- 430 -
grande y se lo enmarqué. Me había pasado horas haciéndoselo en el ordenador pero
tuve mi recompensa al ver como se tiraba a mis brazos.

-Y este es el mío -dijo bella entregándole un paquete enorme. La niña lo abrió, su


boquita se abrió de nuevo en una enorme O, pues dentro había una colección
completa de cuentos en los que se habían basado las películas que ella veía, así
como un juego para la play3.

Después de darnos un montón de besos y abrazos por los regalos y de explicarle


que luego en Forks tendría más, Bella salió a prepararle la sorpresa que le teníamos
para el desayuno mientras yo me quedaba entreteniéndola.

-Pues seguro que tita Alice y tita Rose me regalan ropa, siempre me la regalan.
Tita Alice dice que si no fuera por ella iría desnuda y mami dice que ella a mí jamás
me dejaría desnuda pero que con un cambio de ropa para cada día de la semana hay
bastante no con un cambio para cada día del año -me eché de nuevo a reír con
ganas, esta Alice era todo un caso, cada día que la conocía la iba apreciando más
pero me alegraba de que Bella no fuese tan hiperactiva, caray, pobre Jasper.

-Chicos…- llamó Bella-ya podéis venir…-salimos de la tienda y Bella tenía una


enorme tarta de chocolate en sus manos en la que había incrustadas seis velitas.
Nos sentamos los tres en el suelo y Gaby sopló las velas. Mi amor partió una porción
de tarta a cada uno pero noté que ella no comía. En su lugar, se había sacado un
trozo de otra más pequeña de ¿yema?

-Amor, ¿qué pasa…porqué no…?

-Me pasó igual la otra vez, de repente aborrecí el chocolate y me empezaron a


gustar cosas que nunca lo hicieron. Cosas de embarazadas -me dijo divertida. Y yo
no pude aguantar y la besé, con delicadeza y ternura claro, pues teníamos a Gaby en
medio a quien por supuesto le di otro beso.

Cuando terminamos de desayunar, nos vestimos, cerramos la tienda con unos


potentes candados y nos fuimos a ver el parque, claro hasta donde dejaban visitarlo.
Las montañas Olimpyc tenían una vasta extensión y en las zonas más altas había
osos a los que era mejor no molestar. Estuvimos paseando un buen rato. Mi niña
contemplaba maravillada todo e interactuaba con los animalitos más pequeños que
salían a tu encuentro si te mantenías callado. El día fue maravilloso, regresamos a la
hora de comer a nuestra tienda y Bella preparó la comida en el fuego que encendí
para tal fin.

El resto del fin de semana fue maravilloso. Al regresar todo el mundo nos
- 431 -
esperaban con una gran fiesta de cumpleaños montada para mi hija. La gran
sorpresa fue que Marco, Didyme, Kate y Garrret habían venido exclusivamente para
estar con mi niña cosa que le hizo mucha ilusión. Había de todo, globos de colores
colgados de las paredes, payasos, castillos hinchables…, las cinco locas que habían
quedado al mando hicieron un buen trabajo. Mi hija disfrutó como nunca junto a sus
primos y amigos, pero antes de que empezara la fiesta, hizo algo que me hinchó el
corazón de alegría, me obligó a subir a su habitación para que le colgara su cuadro y
todo el mundo pudiera verlo. Ni que decir tiene que a todos los niños les gustó, más
a las niñas que a los niños, pero Peter y Toni me pidieron que les hiciera uno con
piratas.

La fiesta empezó y mi niña jugó, bailó y cantó todas las canciones Disney que se
sabía y las que no se sabía también. Tal era el ambiente que los adultos nos
sumamos a sus divertidos bailes. Mientras me movía al ritmo de la música del Rey
León recordé como Bella tenía tanto miedo a bailar por temor a caer y resbalarse,
sin embargo parecía que este día se le había quitado el miedo.

Todo volvía a estar de nuevo en el sitio correcto y yo no podía estar más feliz. Los
fantasmas de Tanya y de Aro habían quedado enterrados en el pasado y ante
nosotros se habría un futuro hermoso. Veía a mi familia contenta, eufórica… mi
Bella me había dicho que era muy feliz conmigo, mi niña me admiraba hasta el
punto de querer ser policía como yo, me quería hasta el punto de preocuparse por si
perdía mi cariño por culpa del bebé, claro que eso era algo en lo que tendría que
trabajar y duro. Me volvía a casar con el amor de mi vida, el 20 de junio, día de mi
cumpleaños pues Bella lo quería así, decía que era su particular regalo a mi entrega
total y absoluta hacia ellas. ¿Qué mejor regalo que ese?, ¿qué más podía pedir?
Nada, no quería nada más solo que esto siguiera así. Ya era hora de tener nuestro
felices para siempre. Sé que la vida no es un camino de rosas, pero junto a mi
familia se me antojaba el mejor camino aunque estuviese lleno de espinas e infinidad
de peligros.

Hola chicas ¿como estáis? A todas aquellas que de verdad creísteis que
Emmett se había ido de la lengua tengo que deciros que menuda
equivocación ja,ja, ja, cría fama y échate a dormir decimos poraquí, ja,ja, ja.
Pobre Emmett para una vez que no hace nada y todo el mundo le echa la
culpa. Hay que ver como son los críos, vamos que el embarazo de Bella era
un seceto a voces comohabéis comprobado. Solo una, una de vosotras me
dijo que pensaba que no había sido Emmett ja,ja,ja. Y yo cuando os he
respondido a los rr me he callado como una bruja que soy ja,j,aja.

- 432 -
Espero que os haya gustado esta excursión familiar. Supongo que ya os
imaginareis que la historia esta acabando, de hecho vamos por el capitulo
33, 34 en FF, y tiene 36 mas un epilogo divido en dos partes y algún
outakke, todavía no se cuantos van a ser uno ya lo tengo preparado.

Queria deciros que estoy participando en el concurso Lemmonada Expres,


con mi OS "Una cita casi a ciegas":

http : / / www . fanfiction . net / ~lemmonadaexpress

Si teneis teimpo y os apetece pasaros a leer, se agradecería vuestro voto si


pensáis que lo merezco.

Quería también recordaros que este fic ha sido nominado en los FFTH
Awards en las siguientes categorias :

-Mejor Fic Rated M

-Mejor autorneófito

-Mejr fic de drama

-Mejor fic FFTH

Si pensais que me lo merezco y quereis ayudarme a ganar, no tenéis más


que ir al siguiente enlace:

http :/ /ff - twilighthispanomerica . blogspot . com / 2012 / 02 / ffth -


awards . html (recordad juntar los espacios)

Es posible que algunas ya halláis pasado a votar, pero os pediría que


volvierais a hacerlo ya que un fallo en la pagina borró todos los votos y han
tenido que empezar desde cero. Ahora por lo visto tenéis que registraros
para votar pero es muy fácil solo meter un nick, el mail y una contraseña.
Así que si creéis que el fic y yo nos lo merecemos... pasaros a votar por
favor. Y sino también hay muchos otros fics , autoras y OS muy buenos.

Os doy las gracias de antemano.

Supongo que ya os habries dado cuenta de que FF esta cada vez mas loco y
falla muy seguido. De hecho pense que noos iba a poder responder los rr
meno mal que al final si pude hacerlo. Pero tengo miedo de que un dia no
- 433 -
pueda publicar, si eso sucediese que sepais que subo la historia al mismo
tiempo en mi blog o a mucho tardar al día siguiente:

http : / / elblogdealiena . blogspot . com/

Gracias a mi beta que se toma el trabajo de corregir mis errores.

Gracias tambián a vosotras mis fieles lecroras que semana tras semana
leeis esta locura y me dejais vuesros rr:

Sara-Cris Cullen, saraes, Ssil, Iare, Titi Cullen, Ale Snape, PattyQ,
ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC ,Cullen Vigo ,Pam Malfoy
Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh. yolabertay ,anamart05, lizzy90,
Patchmila Cullen Mellark, tany cullen , yasmin-cullen ,aizen63 , codigo
twilight, Areli Pattirson, marianareyna, roscidius cullen , lunatico0030,
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cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau cullen
,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela Cullen,Laura
Katherine , yeco,Mariale Olivares, numafu , mirdg

Gracias también a todas aquellas que me añadís a alertas y favoritos y


como no a todas las lectoras silenciosas.

- 434 -
Chapter 35

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

AVISO: La narración empieza con un pov Bella, pero en un momento


determinado cambio a narración en tercera persona. Me pareció mas
divertido, espero que os guste.

Capitulo 34: Despedidas de solteros

Pov Bella

Estábamos a mediados de junio, me quedaban pocos días para volver a casarme


con Edward y estaba de lo más nerviosa, tanto o más que la primera vez. Esto que
íbamos a hacer significaba mucho para mí, para los dos. Alice me había arrastrado
de compras por todo Seattle y me había hecho adquirir unos conjuntos de ropa
interior que le iban a dejar sin habla, si hasta me daba vergüenza ponérmelos y
además con la tripita, que ya se me empezaba a notar un poco, no creo yo que
fuesen los más adecuados, pero Alice era Alice.

Estaba ya de tres meses. Gaby se había empeñado en ir con nosotros a hacernos la


ecografía y ¿cómo negárselo? No se me olvidarán jamás sus gritos de alegría cuando
vio por primera vez a su hermanito o hermanita. Ni tampoco se me olvidará su cara
de ángel caído con ese upssperdónyaséqueenunhospitalnosechilla. Desde ese
momento se había aliado con sus tías y abuelas y no hacían más que hablar de
vestidos, cunas, babys shower y no sé qué otras cosas más que me daban verdadero
miedo, pero me alegraba verla tan entusiasmada después de todo lo que había
pasado.

Como Alice estaba de un mes menos que yo, se hizo una ecografía el mismo día.
Desde el primer momento que se enteró de su embarazo no hacía más que decir que
seguro sería una niña y lo contenta que estaba con ello. Hacia todo tipo de planes
que por supuesto incluían el inculcarle el dudoso hobbie de ir de compras cada dos
por tres. Su entusiasmo e hiperactividad, acentuadas con el embarazo, me hacían
sentir lástima de la pobre niña o el pobre niño que llevaba en su interior. Y lástima
de mí que me veía arrastrada de nuevo de tienda en tienda de bebés comprando esto
o aquello. En realidad hacía falta comprar cosas para el bebé, como su cuna, los
- 435 -
muebles para su habitación y cosas por el estilo pero Alice era incansable para una
pobre mujer embarazada con la que no había derecho de portarse así. Y por otro
lado, sentía lástima por su futura hija, si es que al final era una niña, ya la veía
desde muy pequeña de tienda en tienda, de spa en spa y…no quería ni pensarlo ¡Que
estrés!

-Pues yo no veo la necesidad Alice, te lo digo en serio. No es como si me casara


por primera vez, solo voy a renovar los votos ¿para qué narices quiero una
despedida de soltera? -le dije mientras íbamos saliendo del centro comercial camino
del parking.

-Porque tus muy queridas amigas aquí presentes -apostilló Nessie- no tuvimos
despedida la primera vez que te casaste, nos la debes…

-Pero una despedida de soltera es para aquellas que dicen adiós a su libertad y yo
no me siento así. Además, ¿dónde vamos con esta tripa, dime?

-Todavía no se nos nota nada Bella no seas exagerada, estamos de pocos meses.

-¿Qué no se nos nota?, ¿y este bulto que tenemos aquí que es, un grano?

-Tú misma lo has dicho Bella, un grano. Mira que eres exagerada. No se nos nota
nada y no veo razón alguna como para no podernos divertir, lo malo son las nauseas
¿qué tal lo llevas tú? -dijo Alice haciendo una mueca de asco.

-No se nos notará aún y todo lo que tú quieras, pero estarlo lo estamos, ¿qué
hacen un par de embarazadas en un boys? porque claro conociéndoos seguro que es
donde querréis que acabemos ¿O no?

-Bueno…esto… verás…

-Alice… ¿no habrás reservado en un local de esos de mala muerte de Port Ángeles
o Seattle donde hay unos tíos muy monos dispuestos a desnudarse?, ¿no?

-Pues sí Bella, ya lo hice pero no es de mala muerte, ¿tan poco confías en mi?

-Bravo que os divirtáis, yo no pienso ir

-Bella…

-Alice…

- 436 -
-Vale, vale, no vamos al boys -dijo Nessie conciliadora -pero algo tenemos que
hacer.

-Pues ya que os empeñáis a mí se me ocurre que vayamos a celebrarlo todos


juntos, mujeres y hombres. Alice -le dije suplicante-eso si me gusta, lo otro no me
convence.

-Mira Bella. Sé que los chicos le están preparando a Edward una despedida igual y
están muy entusiasmados. Aunque bueno Edward… uff-gruñó-estáis hechos el uno
para el otro.

-No me digas que se lo van a llevar a ver unas strippers. ¿Y él ha


accedido?-pregunté incrédula.

-No, pero no va a tener más remedio.

-Esto…a ver…una cosita… ¿alguien se acuerda de donde hemos dejado el coche?


-preguntó de pronto Rose una vez que hubimos llegado al parking.

Hay…madre…de…Dios, pensé para mí. Y ya no tenemos al FBI detrás de nosotras


para sacarnos del apuro

-No se supone que es la que conduce quien tiene que preocuparse de ese detalle
-preguntó Nessie alzando una ceja - ¿qué hacemos?

-Pues supongo que buscarlo.

-Te dije que el día que no tuviéramos al FBI detrás tendríamos un buen problema
con esto, ¿cómo vamos a encontrar un maldito coche en un aparcamiento tan grande
a ver? -dijo Alice un poco nerviosa

-Bueno es amarillo y bastante llamativo -dije yo con una mueca a caballo entre la
duda y la inseguridad.

-Pues espero que lo encontremos porque si tenemos que llamar a los chicos. Uff
no quiero ni pensar en Emmett, va a estar con la bromita años y años, ya lo verás.
Se va a vengar por la bronca que le eché al creer que había sido él quien había
hablado demás cuando Gaby se enteró de tu embarazo -dijo Rose y las demás
estuvimos de acuerdo. Edward iba a estar meses riéndose y no digamos Jasper y
Jacob, por Dios no quería ni pensar en Jacob y Emmett los dos juntos con la bromita.

-Pues espero que lo encontremos -dijo Nessie supongo que pensando en Jacob
- 437 -
igual que yo…

-A ver -dije yo-, somos mujeres fuertes, valientes e independientes. De esas a las
que no se nos pone nada por delante ¿o no? Pues nada vamos a encontrar el coche
por nosotras mismas sí o sí, estaría bueno. Somos cuatro, Rose ve por allí, Alice por
ese lado, Nessie mira tú por aquí mientras yo voy a aquella zona más alejada, la
primera que lo encuentre que llame al móvil. No puede ser tan difícil ¿no? Y a los
chicos ni una palabra -y sin más que decir me lancé muy digna a buscar por la zona
que me había asignado…

Narración en tercera persona

En un lugar indeterminado de Seattle, Emmett Swan sentía como alguien lo


zarandeaba sin piedad, pero sencillamente él no tenía ganas de levantarse. Había
bebido tanto la noche pasada que tenía un fuertísimo dolor de cabeza y estaba
seguro que si levantaba la misma de la almohada, toda la habitación le daría vueltas
provocándole unas irremediables ganas de vomitar.

A su lado Jasper Whitlock, la persona que lo zarandeaba, no estaba mejor que él,
pero se había levantado como buenamente pudo porque no tenía más remedio.

-Emmett, Emmett, ¡despierta!

-Un poquito más, dejadme un poquito más, por favor.

-Emmett créeme, es urgente, Edward no está, le llamo al móvil y no contesta. La


última vez que le vi estaba como una cuba bailando sin parar con aquella mujer y
después…nada. Lo hemos perdido, hermano, levántate por Dios, tenemos que
encontrarle. Como Alice y Rose se enteren de esto nos van a matar, te juro que
vamos a ser historia y Bella… dios pobre Bella, como Edward se haya ido con esa
mujer con la que bailaba y Bella se entere, no se lo perdonará Emmett, esta vez sí
que no se lo perdona.

-¿Cómo que Edward no está?, ¿qué es eso de que le hemos perdido?, ¿quién era la
mujer con la que bailaba? no, Edward no le haría eso a su Bella ni borracho, él no la
traicionaría así y menos a tres días de su boda y estando ella embarazada. Conozco
lo suficiente a mi hermano. Él lo ha pasado muy mal como para ahora tirarlo todo
por la borda

-Yo también pienso lo mismo, pero ¿dónde diablos está?, ¿y porque no contesta al
dichoso móvil? Estaba muy borracho Emmett no sabía lo que hacía y si…

- 438 -
- No, no lo creo. Aunque si mal no recuerdo…Jared, Jacob, Ben, Garrett, tu y yo
salimos solos de aquella discoteca, Edward no iba con nosotros… A propósito
¿dónde están Jacob, Jared, Garrett y Ben?

-¡Y yo que sé! Emmett iba tan borracho que ni siquiera me acuerdo de haber
salido del aquella dichosa discoteca y ni siquiera me acuerdo de haber llegado hasta
aquí. Y Jacob ha bajado a recepción a ver si le han visto entrar o salir o darnos
alguna noticia de él mientras que Ben sigue intentando que le coja el móvil pero
nada, lo tiene desconectado, y Garrett ha salido, junto con Jared a ver si estaba por
la calle.

-Nada de nada- dijo Jacob en ese momento entrando por la puerta-, nadie lo ha
visto, nadie sabe nada de él.

-El móvil sigue desconectado -informaba Ben a su vez.

-Nos hemos recorrido el parque y los alrededores y no hay ni señal de él -dijeron


Garrett y Jared entrando por la puerta.

-Lo que tenemos que hacer -propuso Jacob intentando mantener la calma como
buen agente que era- es darnos una ducha que nos despeje y reconstruir nuestros
pasos desde el principio, hasta que llegamos a aquella discoteca y salimos de allí.

-Está bien, empecemos….

-Primero la ducha vale. ¡Dios! Y después un coctel de aspirinas y algo para la


resaca -dijo Ben masajeándose las sienes…

Mientras tanto, en otro lugar no determinado de Seattle:

Nessie se removió inquieta en la cama buscando con la mano el cuerpo de su


amado Jacob, cuando lo encontró se acercó a él y se acurrucó en su pecho. Rosalie
que en ese momento estaba despertando con un dolor de cabeza terrible llevó su
mano hacia arriba intentando despertar a Emmett para que le trajera una aspirina.
¿Por qué le dolía tanto la cabeza? Sinceramente no lo sabía.

-Emmett, Emmett, despierta por favor.

-Ahora no quiero despertarme Jacob déjame por favor, no seas pesado, aún es de
noche y… ¡Un momento! Esa no era la voz de Jacob, parecía la de Rose pero que
hacia Rose en su habitación y llamando a Emmett. Bah, sería solo un sueño… así que
siguió durmiendo plácidamente. Rose al no obtener respuesta alguna, empezó a
- 439 -
zarandear más fuertemente a Emmett, necesitaba esa aspirina cuanto antes y ella
no tenía ninguna intención de levantarse a por ella, para eso tenía a Emmett ¿no?
Así que decidió hacer un esfuerzo abriendo los ojos al tiempo que Nessie, ante los
fuertes zarandeos, también los abría. Es evidente que ninguna encontró a su lado la
cara y el cuerpo que esperaban encontrar…

-¡Aggggggggg!- chillaron las dos a la vez cayendo al suelo una a cada lado de la
cama.

-¿Se puede saber que haces en mi habitación Rose?, ¿dónde diablos está Jacob?

-Esa pregunta también te la podría hacer yo a ti no, y no sé dónde está Jacob y…


esta habitación no es la tuya ni la mía es…

-El hotel que alquilamos anoche pensando en que estaríamos tan borrachas que no
podríamos volver a Forks -dijo Alice que salía en ese momento de la habitación
contigua con cara de dormida, seguida de una especie de zombi que atendía al
nombre de Kim -vaya despedida ¿eh? no se podrá quejar… con boys y todo. Aunque
no entiendo porqué se vino antes al hotel y encima sin decirnos nada, pero… ¿dónde
diablos está?

-Supongo que en la ducha

-No, en la ducha no está, yo acabo de salir de ahí -dijo una muy somnolienta
Ángela, saliendo en ese momento del baño

-A lo mejor ha ido a por el desayuno.

-No tiene porqué con llamar al servicio de habitaciones…-dijo Kate que en ese
momento emergía desde los confines del sillón.

-¿Entonces donde está?

-¡Hay Dios, hay Dios, hay Dios!…-exclamó Nessie.

-Hay Dios ¿qué? Nessie -preguntaron a la vez Alice, Ángela, Kate, Kim y Rose.

-Chicas…hemos perdido a Bella.

-¿Cómo que hemos perdido a Bella?, eso es imposible ella estaba con nosotros
cuando vinieron los boys y subimos a bailar con ellos y… ¡madre mía!, que yo
recuerde Bella no subió con nosotros -dijo Alice.
- 440 -
-¿Y dónde diablos se metió? -preguntó Ángela incapaz de recordar nada de nada.

-Ya verás cuando se entere Edward de que hemos perdido a Bella, las seis vamos a
ser historia, como si lo viera, con el genio que se gasta, y lo mal que le sienta que
nadie toque a su Bella. Alice, ¿no estaría tan borracha como para liarse con alguno y
escapar con él?, ¿recuerdas a aquel armario de tres puertas que estaba intentando
ligar con ella? ¿Y si…?

-¡No!- gritó Alice- Bella no sería capaz de hacerle eso a Edward, lo ha pasado muy
mal y tú lo sabes, ¿cómo se te ocurre Rose?, parece mentira que no la conozcas.

-Pero ella nunca bebe ¿y si le dimos demasiado alcohol? -sugirió Kim incapaz de
encontrar una respuesta más adecuada.

-Estamos embarazadas Kim, aquí las únicas que bebisteis alcohol fuisteis Nessie,
Kate, Ángela, Rose y tu.

-¿Y entonces porque tú no te enteraste tampoco de nada?

-Esto…pues yo…, la verdad es que si me di cuenta que al regresar Bella no venía


con nosotras, pero como es como es, yo pensé que se había hartado y había decidido
volver al hotel. Cuando llegamos aquí estaba tan cansada que no me molesté en
buscar.

-Bueno ahora de lo que se trata es de encontrarla ¿ok?, a ver reconstruyamos


nuestros pasos hasta llegar a la maldita discoteca… -sugirió Nessie.

-Yo creo que primero tendríamos que ducharnos, intentar desayunar algo y pedir
un remedio para el dolor de cabeza ¿no crees? ¡Por Dios chicas! No tengo ni idea de
que hicimos anoche pero debió ser algo muy gordo, muy, muy gordo…-dijo Kate
apesadumbrada.

-No lo sabes tú bien -dijo Alice dejando aún más preocupadas a sus cinco amigas

Una hora después Jasper, Jacob, Ben, Garrett y Emmett, una vez recompuestos,
más o menos, cerraban la puerta de la habitación y echaban a correr, como
buenamente pudieron, hacia un ascensor que en esos momentos se estaba cerrando.

-¿Qué hacéis vosotros aquí?- preguntaba una muy asombrada Alice.

-Lo mismo podríamos preguntar nosotros- contestaron a la vez unos muy


indignados Emmett, Jacob, Garrett, Jared, Ben y Jasper, mientras entraban en un
- 441 -
ascensor que más que un ascensor parecía el camarote de los Hermanos Marx…

-¿Edward?, ¿dónde está mi cuñado?-preguntó Rose.

-Esto… buscando el coche…eso… -contestaron los seis a la vez- ¿y Bella?

-Bueno pues…umm… pagando la cuenta -contestaron no muy convencidas las seis


chicas.

-¿Sí?, ¿pues porque no la veo en recepción? -preguntó Jasper y las seis despistadas
se dieron cuenta de que habían llegado al vestíbulo.

-Bueno pues…ummm… habrá ido a por el coche también.

-¿Pero no habías venido en tu porche Alice?- preguntó Emmett- se supone que


como estás embarazada no ibas a beber.

-Por favor, dejar de hacer preguntas tontas que no tengo yo la mañanita para
rollos.

-Bueno nosotros nos vamos que tenemos…algo que hacer-si buscar al novio
dijeron para sí mismos.

-Pues nosotras también- una gran labor detectivesca dijo también Alice muy bajito.

-¿Cómo?, ¿qué habéis dicho?-preguntó Rose.

-¿Nosotros?, ¿qué hemos dicho nosotros?, nada, que vamos a decir,

-Pues he oído algo de que tenéis que buscar al novio.

-Bueno y yo escuché algo de una labor detectivesca.

-¿No me digáis que habéis perdido a Bella?

-¿Y vosotros a Edward?

-Bueno pues ummm…. -contestaron todos a la vez mirando para todas direcciones.

-Confesad vosotros primero y confesaremos nosotras después

-Está bien, hemos perdido a Edward, no sabemos dónde está, la última vez estaba
- 442 -
bailando con una chica pelirroja y bastante exuberante y después de eso…

-¿No me estaréis intentando decir que mi cuñado puede que ahora esté
rebozándose en la cama con una cualquiera y engañando a Bella?- preguntó Rose-,
te juro que como haya hecho eso, no se casa con Bella por encima de mi cadáver,
Bella no se lo merece.

-Eso ya lo arreglaremos en su momento, pero ¿dónde está Bella?

-Bueno la última vez que la vimos estaba muy borracha y un chico estaba
intentando ligar con ella.

-¿Borracha? Bella está embarazada igual que tú y no me puedo creer que con lo
que ella es, se emborrache en su estado-dijo Jacob muy convencido.

-Pues tienes razón -dijeron las seis mujeres a la vez cayendo en la cuenta.
Entonces si no estaba borracha…

-Por favor esperemos que Bella no… Edward no lo podría resistir.

-Pues tendrá que hacerlo, ¿qué hay de su pelirroja?

-Él por lo menos sí estaba borracho y no tenía sus facultades totalmente en uso.

-¿Estas insultando a mi amiga?-preguntó una muy enfurecida y hormonal Alice -a


lo mejor está perdida por ahí y no sabe como volver y nosotros aquí insultándola
-agregó ante la cara de incredulidad de todos.

-Mira lo mejor será es que los busquemos y que uno no se entere del desliz del
otro -propuso Jasper retrocediendo dos pasos ante la furia de su esposa.

-Eso es aplicar un parche al agujero, ¿tú crees que con lo que son se lo ocultaran
mucho tiempo? se han prometido contárselo todo. Edward ya metió la pata una vez
con eso…

-Dejémonos de suposiciones y busquémoslos. Nosotros habíamos pensado volver


al último sitio que le vimos y recomponer desde ahí nuestros pasos.

-¿Cuál fue el último sitio?

-La discoteca Cannabis.

- 443 -
-Qué casualidad, nosotras igual.

-¿Cómo no nos vimos?

-Bueno…umm…quizás no estábamos en el mismo lugar porque…

-Claro estabais en la parte de los boys… ¿no?, mi querida y muy embarazada


esposa- preguntó Jasper alzando una ceja-. Te voy a dar yo a ti boys.

-Porque estemos fuera del mercado no quiere decir que no podamos mirar la
mercancía además era una despedida de soltera y…

-Mejor te callas Rose -dijo Nessie mirando de reojo el color escarlata que se le
estaba poniendo a Emmett.

-¿Y tú qué?, yo intentando venir aquí, trabajando como un negro para conseguirlo,
pidiendo mil y un favores para poder estar con Edward esta noche, y tú de boys
-preguntó Jacob de evidente mal humor.

-Oye que yo no hice nada malo. Nada que no haríais vosotros.

-¿Y vosotros que se supone que estabais haciendo, mi querido esposo y futuro
padre de mi hija?-preguntó Alice-decís que Edward estaba bailando con una
pelirroja despampanante, pero ¿y vosotros? guardando el celibato.

-Bueno dejemos de discutir y empecemos a buscar ¿Ok? -dijo Garrett

-Claro cuando se les pilla con las manos en la masa, hay que salirse por la
tangente - dijeron las seis amigas a la vez.

Mientras en otro lado de Seattle no muy lejano a donde estaban estos doce pares
de patas para un banco, Edward se encontraba medio despierto con el cuerpo
desnudo de una mujer entre sus brazos. Habían pasado toda la noche haciendo el
amor, una de las mejores noches de su vida… de repente vio como la mujer se
revolvía entre sus brazos, señal de que estaba despierta…

-Buenos días, amor, ¿Que tal has dormido?

-Ha sido una noche magnifica Edward, que pena que se haya acabado.

-Esta sí, pero habrá muchas más como esta, muchas.

- 444 -
-¿Pero que no te casas en tres días?

-Si con la mujer de mi vida, con la única que amo, he amado y amaré siempre, con
mi compañera, amiga, mi esposa…

-¿Y qué dirá cuando se entere de la noche que has pasado?

-Umm… no creo que tenga nada que objetar, seguro que ella lo ha pasado tan bien
como yo.

-No te quepa la menor duda -y una vez dicho esto se fundieron en un beso que
acabó como siempre acaban estos besos, haciendo el amor descontroladamente, con
pasión, con fuerza, con lujuria…, las manos de él descendieron lentamente por su
abdomen hasta llegar a su centro el cual masajeó y tocó, con mucho cuidado y
delicadeza. Metió un par de dedos dentro de ella y al comprobar que estaba húmeda
y completamente lista para él se introdujo lentamente dentro de ella, disfrutando
cada segundo. Ella lo recibió complacida pero de alguna manera consiguió darse la
vuelta para que Edward quedara debajo de ella y empezó a cabalgarle con
impaciencia bastante descontenta con la lentitud que Edward demostraba. Los dos
se movían en perfecta armonía y sincronización, los pechos de ella bailaban libres
sobre los ojos y boca de un muy excitado Edward que no pudo reprimir el deseo de
morderlos, besarlos y chupárselos desesperadamente recibiendo como repuesta una
aceleración demasiado brusca en los movimientos de su pareja de baile, que se
movían más rápidos y lujuriosos mientras le besaba al tiempo la boca, la barbilla…
hasta que el éxtasis los alcanzó. Los dos se desplomaron uno encima del otro
satisfechos y exhaustos después de haber disfrutado de un exquisito orgasmo.

-Cuando te vi ayer me pareciste la mujer más hermosa de la discoteca - dijo


Edward una vez hubieron terminado.

-Y a mí el más guapo, siempre serás el más guapo, siempre me lo pareciste

-Pero esa peluca pelirroja no me gusta, me gustan más las castañas-dijo Edward

-Fue la primera que pude comprar sin que se enteraran las chicas. ¿Tú crees que
ya se habrán dado cuenta de nuestra desaparición?

-Seguramente estén buscándonos por todo Seattle como locos, pero se lo


merecen. Ellas por llevar a mi mujer y madre de mis hijos a ver boys cuando el único
boy que tiene que ver desnudo es este de aquí- dijo señalándose a sí mismo.

-Y a ellos por emborracharte, llevarte a ver strippers y dejarte bailar con una
- 445 -
pelirroja desconocida, aunque esa pelirroja fuese yo con una peluca, pero ellos no lo
sabían.

-Me encanta lo bien que funcionó nuestro plan.

-Fue divertido manipularles para llevarles directamente a la discoteca. Emmett no


quería ir ni Jacob tampoco, pretendían ir…bueno ya los conoces.

-Sí, los conozco demasiado bien. Pobres de Rose y Nessie. Si no fuera porque uno
es mi hermano y el otro mi amigo.

-Desde luego que no teníamos bastante con las ocurrencias de Emmett y ahora se
sumó un gracioso más al grupo.

-Menos mal que conseguí sonsacarles el nombre de la discoteca y el del hotel ja,
ja, ja, no querían decírmelo, pero a Kim se le escapó.

-Fue muy excitante ver cómo me seducías bailando de aquella forma, mi pelirroja
particular.

-Pues tú tampoco te quedabas atrás, me recordó a nuestra época del instituto.

-Y los muy tontos se creyeron que de verdad estaba ligando y borracho, de Jasper,
Jared, Garrett y Jacob, bueno todavía me lo creo, pero mira que de mi hermano y
Ben, como si no me conocieran. Claro que…los que estaba como una cuba era ellos.
Fue muy divertido hacerles creer que bebía cuando en realidad vaciaba mi bebida
en la primera planta que encontraba.

-uff, vas a tener la culpa de la muerte súbita de todas las plantas de Seattle.

-Esperemos que por lo menos se enteren de que nosotros no queríamos despedida


de solteros, esos son para los que siente que pierden su libertad, yo siento sin
embargo, que por fin y después de mucho dolor y sufrimiento, recupero mi vida, una
muy hermosa a tu lado y al lado de nuestros hijos.

-Lo mismo digo.

-No te puedes imaginar cuanto te amo Bella Masen Swan.

-No más que yo a ti Edward Anthony Masen.

-¿Qué te parece si conectamos ya los móviles amor?, no me gustaría que Emmett o


- 446 -
Jacob pusieran en jaque a toda la policía de Seattle.

-No me extrañaría, cielo con lo que ellos son…. -contestó Bella mientras conectaba
su móvil de nuevo -esto ¿por dónde íbamos? -preguntó hundiéndose de nuevo en el
cuerpo de su marido quien la recibió con muy buenos ánimos

Y volviendo de nuevo con nuestros despistados amigos:

-¿Entonces me quiere usted decir que los vio salir a los dos juntos?-preguntaba
una muy desconcertada Alice-, pero si mi amiga es castaña y esa mujer era pelirroja.

-Señora -dijo el camarero del bar-, estoy seguro de que era su amiga, esos ojos
que me describe no los olvidaré en mi vida.

-Vamos a ver una cosita -dijo Kate con la cara de empezar a entender un poco la
situación-. Nosotras llamamos a Bella al móvil y nos dice que está desconectado
¿cierto?

-Sí -contestaron las chicas no muy convencidas de adonde quería llegar su amiga.

-Y vosotros -siguió Kate - llamáis al de Edward y también esta desconectado.

-Sí -contestaron a su vez los chicos.

-¿Y no os dice esto nada? , ¿soy yo la única lista del grupo?

-Nos han engañado los dos -dijeron de pronto Jacob y Jared hablando como si
acabaran de resolver ellos solitos un caso de lo más misterioso- ¿no lo veis?, de
alguna forma nos llevaron a la misma discoteca para escabullirse juntos a la primera
oportunidad. Seguro que ahora están en casa riéndose a nuestra costa.

-Bella no hacía más que preguntar el nombre de la discoteca donde habías


reservado -dijo Kim- y sin querer se me escapó.

-Me va a oír, te juro que me va a escuchar todo lo que voy a decirle -dijo una muy
enojada Alice marcando el numero de Bella en su teléfono móvil.

-¿Diga?

-Bella, ¿cómo habéis podido? , ¿tú sabes el susto que nos hemos llevado? Te voy
a…

- 447 -
-Vale, vale, ya me quedó claro -respondió a lo que le decían al otro lado de la línea.

-Estaban en otro hotel cerca de aquí -informó Alice a los demás poniendo tal cara
de enojo que los demás estallaron en risas. Alice los miró ceñuda pero como pasa
siempre a toda mujer embarazada sus hormonas en ese momento decidieron
divertirse y Alice empezó a reír con los demás.

-Mira que creernos que uno había engañado al otro, como si hubiera una fuerza
capaz de lograr eso -dijo Emmett entre risas.

-No te rías tanto maridito -dijo Rose con lágrimas en los ojos-, todavía me tienes
que explicar cómo es que estabais tan borrachos que ni siquiera os enterasteis de
que Edward no iba con vosotros al salir de la discoteca.

-Esto…perdona…pero -dijo Jacob con voz socarrona- ¿pero quién tiene que dar
explicaciones a quién?

Todos volvieron a mirarse y empezaron de nuevo a reír como locos. En ese


momento la Mercedes de Emmett paró cerca de ellos y los doce se dirigieron a sus
muy traidores ocupantes.

-Tenéis tres opciones -informó Edward a sus amigos y a su hermano -, volveros en


autobús, volver conmigo o mirar a ver si entráis todos en el coche de Kate y Garrett,
pero…ni una palabra de reproche.

-Yo iré con las chicas -informó Bella saliendo del coche- nos vemos en casa amor.

Y dicho esto Bella se dirigió a unas muy enojadas, o eso es lo que intentaban
aparentar, amigas.

-No os pongáis así, yo nunca quise esta despedida de soltera. Ya propuse ir todos
juntos y aquí cierto duende hiperactivo como siempre hizo lo que le dio la gana.
Bella escuchó un gruñido detrás de ella acompañada de unas risas. Con cara de
suficiencia miró a la dueña del gruñido

-¿Me vas a decir por donde se va al hotel para coger los coches?, tengo ganas de
estar en casa, ha sido una noche…muy interesante e intensa. Digamos que he tenido
una despedida de soltera en condiciones, hasta he tenido un boy particular que no
veas cómo me ha puesto las pilas y estoy de cansada… -dijo dejando a su amiga por
primera vez en su vida, con la palabra en la boca.

- 448 -
Hola, espero que halláis disfrutado al leer este capitulo, tanto como yo al
escribirlo. La idea original esta basada en la película Resacón en las Vegas,
pero como yo no he visto esa película cualquier parecido con la realidad es
pura coincidencia ja, ja, ja. En principio era uno de los outakkes pero luego
decidí añadirlo como un capitulo más ya que me pareció refrescante y
divertido.¿Que os pareció?

En el capitulo siguiente, tendremos la tan esperada segunda boda ja,ja,ja.


Asi que os aseguro un capítulo romántico y caliente.

Recordad que estoy participando en el concurso Lemmonada Expres, con


mi OS "Una cita casi a ciegas":

http : / / www . fanfiction . net / ~lemmonadaexpress

Si teneis tiempo y os apetece pasaros a leer, se agradecería vuestro voto si


pensáis que lo merezco.

Quería también recordaros que este fic ha sido nominado en los FFTH
Awards en las siguientes categorias :

-Mejor Fic Rated M

-Mejor autorneófito

-Mejr fic de drama

-Mejor fic FFTH

Si pensais que me lo merezco y quereis ayudarme a ganar, no tenéis más


que ir al siguiente enlace:

http :/ /ff - twilighthispanomerica . blogspot . com / 2012 / 02 / ffth -


awards . html (recordad juntar los espacios)

Gracias comosiempre a mi beta por su inestimabe ayuda.

Gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, saraes, Ssil, Iare, Titi Cullen, Ale Snape, PattyQ,
ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC ,Cullen Vigo ,Pam Malfoy
Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh. yolabertay ,anamart05, lizzy90,
- 449 -
Patchmila Cullen Mellark, tany cullen , yasmin-cullen ,aizen63 , codigo
twilight, Areli Pattirson, marianareyna, roscidius cullen , lunatico0030,
EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen Masen, MarcelaMaciel ,yanu
swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz , nydia, Yolanda, Suiza19,
alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy. md, yunuen, mon de
cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau cullen
,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela Cullen,Laura
Katherine , yeco,Mariale Olivares, numafu , mirdg

Gracias también a todas las que mehabéis añadido a alertas y favoritos.

Y por supuesto muchas gracias a todas aquellas lectoras silenciosas.

- 450 -
Chapter 36

Disclaimer: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen, son propiedad exclusiva de S. Meyer, yo solo he jugado con
ellos.

Estoy feliz, "Recuperando tu Amor" ha ganado el premio al Mejor Fic de


Drama en los FFTH Awards. Gracias chicas por vuestros votos, este capitulo
va dedicado a todas vosotras.

Capitulo 35: Si quiero, otra vez.

Pov Edward

No llevaba ni veinticuatro horas separado de ellas y ya las echaba muchísimo de


menos, a las dos. La casa estaba triste, silenciosa, sombría... De pronto una ola de
pánico me invadió, ¿no serian los acontecimientos de los últimos meses solo un
sueño y yo seguiría encarcelado en mi matrimonio con Tanya?, ¿no sería uno de esos
días interminables de nostalgia en los que acababa refugiado en mi casa?, pero no,
todo era real. Puede que la casa estuviera silenciosa y triste, pero no se notaba
vacía…como antes. La huella de que en ella vivíamos tres personas estaba por todos
los sitios.

Alice había venido en su forma de tormenta huracanada la noche anterior a robar


a Bella de mi lado, argumentando que la noche antes de la boda la novia no podía
ver al novio. ¡Pero yo ya estaba casado con ella, solo íbamos a renovar los votos!
¿Qué parte no había entendido Alice? Rose, Nessie , Ángela y hasta la propia Kate
que había venido de Washington con su marido y sus padres a la boda y a la
supuesta despedida de solteros, se habían sumado al club. Y no contentas con eso
Esme, Dydime y Renée, me habían robado a mi niña a primeras horas de la mañana
diciéndome que la tenían que vestir pues la niña que llevaba los anillos tenía que ir
perfecta, y ordenándome de paso que me fuera vistiendo yo. El sonido de la puerta
me sacó de mis pensamientos.

-Hola hermano -saludó Emmett, el padrino viene a ver si el novio ya está listo y
menos mal que he venido, ¿qué haces todavía así?

-Así ¿cómo?

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-Con una toalla anudada a la cintura y chorreando agua por todos lados. Vamos
que si en vez de ser yo fuera Bella hoy no llegabais a la boda.

-Créeme que hubiéramos llegado -le contesté riéndome -tengo muchas ganas de
hacer esto Emmett.

-Pues venga no hagas esperar a la novia.

Rápidamente me sequé el resto del cuerpo y me vestí. Bella que, según mi modo
de ver, tenía una especie de fantasía sexual con mi uniforme de gala y mi
condecoración, me había pedido que lo llevara puesto ese día en lugar de smoking o
frac. Yo, por supuesto, acepté encantado. Intenté sin existo domar mi pelo, pero al
ver que era misión imposible lo dejé como estaba. Una vez que estuve listo bajé al
salón para encontrarme con mi hermano.

-No sé que le ven nuestras mujeres a ese uniforme -dijo Emmett-, yo lo odio. Pero
Rose en cuanto me ve con él….

-Lo mismo le pasa a Bella -le contesté divertido.

Salimos al garaje a por el Aston Martín, mi pequeño capricho en este día. Cada
vez me gustaba más este coche y, tanto es así que Bella lo había puesto a mi
nombre.

-Mucho cuidado -le dije a Emmett tirándole las llaves -después de mis tres niñas
este es mi otro tesoro.

-Que poca confianza tienes en mí hermanito-contestó Emmett dolido -y que seguro


estás de que va a ser una niña.

Pasamos a recoger a Rose puesto que era mi madrina, al igual que Emmett
entregaría a Bella en lugar de mi padre. Era nuestro especial tributo a su entrega y
valentía todos estos años. Tengo que reconocer que tenía la esperanza de ver a mi
niña o escuchar a Bella, pero no estaba, solo estaba Rose. Llegamos a la iglesia
donde ya todo el mundo nos estaba esperando. Habíamos invitado a todo el pueblo,
incluidas Jessica, Lauren y sus respectivos maridos. Rose me dio su brazo y los dos
juntos entramos al recinto sonriendo encantados, mientras Emmett se quedaba a
esperar a Bella. Yo estaba ansioso, mucho más que la primera vez, o eso me parecía.
De repente el Ave María empezó a sonar y yo me coloqué en mi sitio, dispuesto a
recibir a mi amor.

La primera en entrar fue mi niña. Estaba sencillamente preciosa con un vestidito


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azul pálido muy bonito. En su mano llevaba una bandejita con los anillos. Detrás de
ella iba Maggie que iba tirando flores por el sitio en el que esperaba que pronto
apareciera mi Bella. Después, fue el turno de las damas de honor. Mi madre
encabezaba la procesión, seguida de Esme, Dydime, Alice, Ángela, Kate y Nessie
todas del brazo de sus respectivos maridos. Y por fin, apareció… iba preciosa con
ese vestido palabra de honor que se entallaba a su cuerpo destacando sus bonitos
pechos, aquellos que me volvían loco. El vestido dejaba de ser entallado justo a la
altura donde debería estar su cintura que poco a poco iba desapareciendo. Cuando
nuestros ojos se cruzaron la conexión se hizo entre nosotros y todo lo que había
alrededor desapareció. No me di cuenta que había alcanzado mi altura hasta que
Emmet puso su mano sobre la mía y juntos nos dimos la vuelta para escuchar las
palabras del sacerdote. Cuando éste preguntó si acudíamos libre y voluntariamente
yo le contesté con el sí, mas alto y rotundo que jamás pude haber dado. El sacerdote
sonrió para sus adentros y continuó con la ceremonia.

-Isabella Marie Masen Swan ¿aceptas a Edward Anthony Masen como tú legitimo
esposo para amarlo, cuidarlo y respetarlo hasta que la muerte os separe?

-Sí, acepto.

-Edward Anthony Masen ¿aceptas a Isabella Marie Masen Swan como tu legítima
esposa para amarla cuidarla y respetarla hasta que la muerte os separe?

-Sí, por supuesto que sí.

-Los anillos por favor -dijo el cura mirando a mi hija que observaba embelesada
toda la escena. Gaby se acercó con cuidadito de no resbalar y me tendió la bandeja
para que yo cogiera el anillo que Bella se había quitado de nuevo la noche anterior y
que nunca debió de salir de su dedo.

-Isabella Marie Masen Swan -dije arrodillándome delante de ella levantando


murmullos de admiración entre los invitados -, me has devuelto la vida, no se me
ocurre que más decirte. Solo que estaba sumido en un pozo negro del que no veía
momento de salir y llegasteis Gaby y tú con vuestra luz y lo iluminasteis todo.
Cuando yo esperaba por tu parte solo rechazo y con razón, solo fui encontrando
amor, un amor que calentó de nuevo mi corazón, que me hizo darme cuenta de lo
iluso y cobarde que había sido, que me incitó a luchar para recuperar aquello que
había perdido. Veros de nuevo a mi hija y a ti fue como un detonante, algo que me
incitó a luchar por vosotras. Hemos pasado momentos malos mi amor, pero los
hemos enfrentado juntos como deberíamos haberlo hecho desde el principio si
hubiera escuchado a los demás, pero por fin hemos llegado hasta aquí. Quiero
renovar mi amor por ti delante de todo el pueblo, que todo el mundo sepa que tú
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eres la mujer a la que siempre he querido, quiero y querré. Así que te entrego de
nuevo este anillo en señal de mi amor por ti, para que no tengas que quitártelo
nunca, nunca más mi amor.

-Edward Anthony Masen -empezó mi Bella una vez que yo me puse de pie - nunca
deje de amarte, aún en mis noches más oscuras, incluso cuando no quería escuchar
lo que me decían los demás. Muy en el fondo de mi alma sabía que tú me querías
tanto como yo a ti y eso me ayudo a seguir. Decidí darte una nueva oportunidad
porque era eso lo que me pedía mi corazón y supiste aprovecharla. Me demostraste
minuto a minuto cuanto me querías. Te perdoné porque desde siempre merecías mi
perdón. Tú llevaste la peor parte en toda esta historia. Acepto de nuevo unirme a ti
para el resto de nuestras vidas -me dijo deslizando el anillo en mi mano con los ojos
llenos de lágrimas, claro que los míos no estaban mejor.

Miré de soslayo a mi niña y vi que ella también lloraba al igual que nuestra familia
y amigos. Aquellos que estuvieron al lado de mi Bella y del mío propio en los
momentos más difíciles, algo que nunca dejaré de agradecerles.

Después de decir nuestros votos el juez nos declaró de nuevo marido y mujer y
cuando me dio el permiso para besar a mi preciosa y embarazada esposa la cogí
entre mis brazos en un beso que fue demasiado corto para mi gusto y creo que para
el de ella también. Cuando nos separamos y el cura dio por finalizada la ceremonia
todo el mundo se lanzó a felicitarnos, tanto es así que hubo un momento en el que
perdí la ubicación de mi esposa. Cuando por fin logré encontrarla fui hacia ella para
hacernos las fotos de rigor y salir de la iglesia para encaminarnos a la mansión de
Carlisle y Esme, donde celebraríamos la recepción. El matrimonio nos había cedido
amablemente su casa y nosotros lo aceptamos gustosos.

-¿Así que os vais a pasar una semanita por ahí en un viaje de amor los dos solitos?
-preguntó Jasper en tono socarrón mientras estábamos sentados hablando con él.
Hacía como cosa de cinco minutos que había conseguido por fin sentarse en paz, ya
que su hiperactiva esposa había convencido a Marco de bailar con ella.

-Sí -contestó mi Bella-, me cuesta dejar a la niña pero me apetece mucho tener
estos días a solas con Edward.

-No te preocupes. Ya todo pasó, ya no tienes que preocuparte de nada. Además


creo que está muy ilusionada con eso de quedarse con sus primos en nuestra casa
con mi madrina y con Kate.

-Sí, además Dydime y Kate, antes de volver de nuevo a Washington, les han
prometido llevarles al teatro a ver una obra que echan para niños y está
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entusiasmada.

-No sabes cuánto me alegro de verte así Bella. ¿Quién te hubiera dicho cuando te
conocí que tiempo después íbamos a estar en Forks asistiendo a tu segunda boda
con Edward?

-Lo que he dicho en mis votos es verdad ¿sabes?, en el fondo siempre supe que él
me quería, que había un motivo por el cual me dejó, pero también fui una cobarde.
Sí lo fui, por hundirme en mi depresión y no escuchar lo que me decíais e investigar
el asunto. No hubiéramos podido hacer mucho más de lo que ya se estaba haciendo,
pero nos habríamos evitado años de dolor. Aunque…por otro lado pienso que me
enteré en el momento adecuado…si lo hubiera hecho antes no hubiera soportado
pensar que estaba con esa mujer por obligación, hubiera sido demasiado. En mi
ignorancia me consolaba pensando que él era feliz, aunque me llevaba los mil
demonios y me dolía pensar que estaba con otra. No te puedes imaginar la rabia y el
dolor que sentí cuando me enteré de la verdad y a estas alturas de la historia no sé
qué es lo que más me dolía, si el hecho de que me hubiera ocultado la verdad, que
no hubiera contado conmigo o que estuviera acostándose con esa zorra.

Yo no podía creer lo que oía y como pude tener tanta suerte de encontrar a esta
mujer, ella se conformaba pensando que yo era feliz, lo dicho cuando pensaba que
no podía amarla más siempre hacia o decía algo que confirmaba lo contrario.

-Bueno tranquila, ya todo pasó -le contesté besándola en los labios- ahora solo
tienes que disfrutar de la vida, te lo mereces, los dos lo merecemos.

Nos quedamos mirando unos instantes pero no mucho porque el duende


hiperactivo vino a reclamarme porque era el único hombre de Forks con el que
todavía no había bailado. Jasper por su parte sacó a bailar a Bella.

Por el rabillo de ojo veía a Jacob divertirse como un loco junto a Emmett, menuda
pareja formaban. Mis padres, Marco, Dydime, Carlisle y Esme miraban divertidos
como bailábamos y sonreíamos. Los niños estaban todos juntos bailando en un
complicadísimo circulo que solo ellos eran capaces de crear. Todo era armonía,
felicidad, yo me sentía completo, dichoso, feliz. Mi familia era feliz y yo también lo
era.

El momento de irnos había llegado. A primeras horas de la mañana tendríamos


que salir hacia Seattle para coger un avión que nos llevaría a pasar una semana
maravillosa en las islas Seychelles. Siempre quise viajar allí y ahora, gracias al
dinero de Bella, que había pasado por voluntad suya a ser de los dos, podíamos
permitírnoslo. El viaje lo había organizado ella como regalo de cumpleaños para mí
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y no me había enterado de nuestro destino hasta hacia escasos segundos.

Nos despedimos de todos y nos encaminamos a casa a dejar mi preciada posesión,


más preciada aún porque era un regalo de mi amor, y pasar la noche de bodas en
casa. Emmett vendría por la mañana para llevarnos al aeropuerto.

-Bella, ¿eres feliz? -le pregunté depositando un beso en sus labios mientras ella me
desabrochaba uno a uno los botones de mi chaqueta al tiempo que me daba besos en
el pecho por encima de la camisa.

-Más que nunca -me respondió entre beso y beso. Llevé mis manos a su espalda y
bajé muy lentamente la cremallera de su vestido dejándome ver lo que llevaba
debajo y lo que llevaba me dejó sin habla.

-Cariño, me vas a matar.

-Pues espérate a ver lo que tengo preparado para la primera noche en las islas.

Y no tuvo que decirme nada más, pues mi entrepierna respondió por mí. Ella ya
me había quitado, con bastante prisa todo hay que decirlo, la chaqueta y la camisa y
me daba besos en el pecho mientras desabrochaba mi pantalón e introducía sus
manos debajo de mi bóxer, acariciando mi miembro como solo ella sabía hacerlo al
tiempo que nuestros labios se juntaban en un beso apasionado, voraz, lujurioso.
Mientras ella seguía tocando mi muy necesitada y abultada erección yo le
desabroché el sujetador tirándolo a un lugar inespecífico del suelo, acariciando con
delicadeza sus pezones que debido a su embarazo estaban más sensibles a mis
caricias. Rompimos el beso porque nos faltaba el aire y yo aproveché para lamer,
mordisquear y succionar uno de ellos mientras seguía masajeando el otro. Los
gemidos y gritos de Bella se oían por toda la habitación. Nuestra niña se había
quedado con Dydime y Kate en casa de Alice, así que no teníamos que cortarnos ni
un poquito. Dejé su pezón que ya estaba demasiado duro y firme y me puse a
trabajar con el otro mientras que empecé a empujarla hacia la cama. Cuando logré
mi objetivo la tumbé en ella y me senté en sus piernas, llevando mi boca hacia las
braguitas y lamiendo su sexo por encima de ellas.

-Edward…por Dios…, no pares por favor.

-Tus deseos son ordenes -cogí la cinturilla de sus braguitas con mis dientes y de
un tirón se las arranqué. Con mi lengua empecé a lamerla de abajo arriba hasta
llegar a sus labios, los cuales besé con pasión. Bajé de nuevo lamiendo con mi
lengua todo lo que encontraba a mi paso, saboreándola, degustándola, mientras ella
gemía y gritaba de placer, algo que me excitaba todavía más. Cuando llegué a su
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centro se lo lamí como si fuera el más exquisito manjar que hubiera probado nunca y
cuando noté que su orgasmo estaba próximo, me aparté no sin ganarme un gruñido
y la puse de lado mientras yo me posicionaba a su espalda y entonces la penetré,
lenta y cuidadosamente, cuando me sentí lleno de ella espere un poco y empecé a
moverme, lenta, lentamente, sabía que era una tortura para ella que lo hiciera tan
despacio pero me excitaba mucho oír cómo me suplicaba. Ella se movía a mi lado
incitándome a ir más deprisa y al final no puede resistirlo, la puse encima de mí y la
embestí más rápido, pero con cuidado, no en vano llevaba a nuestro hijo en su
vientre.

-Ya no puedo resistirlo más, Edward.

-Pues córrete mi amor -le contesté al tiempo que yo también me vaciaba dentro de
ella.

-¿Vamos al Jacuzzi? -me preguntó una vez que nos hubimos recuperado. Me la
quedé mirando con pasión.

-Tus hormonas de embarazada son maravillosas -le dije mientras me levantaba con
prisas hacia el cuarto de baño. Preparé el Jacuzzi y cuando estuvo todo listo fui a por
Bella. La cogí entre mis brazos y la llevé al estilo novia hasta el cuarto de baño, la
deposité suavemente dentro de la bañera y me metí detrás de ella. Comencé un
camino de besos por su cuello hasta su mandíbula volviendo de nuevo al cuello,
seguí por el omóplato, mientras mis manos se iban automáticamente a sus pechos.
Bella abrió un poco sus piernas y tomó mi miembro ente sus manos masajeándolo
suavemente. De repente se volvió y se sentó encima de él, frotándose sensualmente
contra él, haciendo que todo mi cuerpo, desde la uñas de los pies hasta el último
pelo de la cabeza, entrara en ebullición. La besé con fiereza, reclamándola como
mía, porque eso es lo que era, mía en todos los sentidos de la palabra. Se levantó de
mí y se sentó a horcajadas, tomó mi miembro entre sus manos y se fue sentando
sobre él de forma muy lenta, tortuosa.

-¿Es esa tu pequeña venganza, mi amor?

-Sí -me contestó mientras terminaba de introducirme dentro de ella y comenzaba


a moverse de una manera que me estaba volviendo loco. Ella levantaba un poco su
cuerpo y se salía de mí al tiempo que yo la embestía para volver a entrar dentro de
ella. Solo se oían nuestros gemidos cada vez más altos y desacompasados. Bella
echó su cuerpo hacia atrás para obtener un ángulo más placentero para los dos y lo
consiguió, doy fe que lo consiguió. Nuestros cuerpos empezaron a convulsionar
mientras sentía mi miembro totalmente apretado y aprisionado dentro de ella y
cuando noté que ella llegaba al orgasmo la acompañé derramándome totalmente
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dentro de ella. La cogí entre mis brazos y le di la vuelta de forma que la senté en mi
regazo y estuvimos así mucho rato hasta que conseguimos calmar nuestros agitados
cuerpos y respiraciones.

Y así pasamos la noche, amándonos. Las primeras luces de la mañana nos


sorprendieron sin haber pegado ojo más que un poco entre encuentro y encuentro.
Nos levantamos rápidamente, nos duchamos, desayunamos junto a un Emmett
soñoliento. Por lo visto, aprovechando que sus hijos también estaban en casa de
Alice, Rose y él también habían tenido una noche movidita. Fuimos a despedirnos de
nuestra hija y salimos hacia el aeropuerto. Llegamos con tiempo de sobra para
abordar el avión. No sé cuantas horas duró el viaje pues en cuanto nos dejaron
desabrocharnos los cinturones y nos acomodamos, caímos dormidos uno en brazos
del otro. Nos despertamos cuando la azafata avisaba de que habíamos llegado.

Tomamos un taxi para llegar hasta el hotel que como todo en esas islas era
sencillamente espectacular. Nos registramos y subimos a nuestra habitación. La
habitación o Suite Nupcial era sencillamente espectacular. Nada más entrar lo
primero que se apreciaba era un inmenso salón con dos cómodos sillones que
estaban dispuestos alrededor de una pantalla de plasma. Y en el centro una gran
mesa con un bonito ramo de flores y un enorme cesto de frutas nos daban la
bienvenida. Un original mueble con bar incluido cubría por entero una de las
paredes mientras que la otra estaba adornada con diversas pinturas de varias zonas
de las Islas. Una gran chimenea decorativa, hecha con conchas de mar, destacaba
en toda la estancia. Y todo ello iluminado por una enorme ventana con unas vistas
preciosas de la inmensa playa. La habitación no se quedaba atrás, la cama
matrimonial estaba adornada de pétalos de rosas de todos los colores imaginados.
Lo más destacable era otra chimenea decorativa, similar a la del salón solo que más
pequeña, en donde había un montón de velas aromáticas encendidas, dando a la
habitación un ambiente muy romántico. Una enorme terraza, nos dejaba apreciar las
vistas de la otra parte de la Isla, así como de la inmensa piscina que tenía el hotel. A
cada lado de la cama había unas bonitas mesillas sobre las que había unas
lamparitas muy curiosas hechas con conchas de mar haciendo juego con la
espectacular lámpara del techo y la cómoda situada a la izquierda. A la derecha se
podían apreciar unos enormes armarios para colgar la ropa y un vestidor. El cuarto
de baño era bastante grande y la decoración de las paredes daba la sensación de
estar metido debajo del agua con todas esas conchas incrustadas en ellas. Un
enorme Jacuzzi, hecho también de conchas, presidia la estancia.

Bella desapareció en el acto en el cuarto de baño, cerrando la puerta tras ella y no


dejándome pasar. Aunque era de noche no teníamos nada de sueño, no en vano
habíamos pasado todo el viaje hasta aquí durmiendo. Además yo tenía una
conversación pendiente con mi Bella y ese conjunto que me había dicho que tenía
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para nuestra primera noche aquí. Como si me hubiera leído el pensamiento, la
puerta se abrió y lo que salió por ella me dejó totalmente sin aliento.
Definitivamente esta mujer me iba a matar lenta y tortuosamente pero yo moriría
feliz. Lo que llevaba puesto era muy difícil de describir. Una especia de corsé que le
llegaba hasta la cintura enmarcaba perfectamente esos deliciosos pechos que eran
mi debilidad. Completaba el conjunto unas braguitas, y nunca mejor dicho lo de
braguitas y una especie de liguero sujetando unas medias que no podían ser más
eróticas y sensuales. Siempre me había gustado verla de azul, pero he de reconocer
que el color rojo sangre la sentaba muy bien.

Me acerqué despacio a ella, como un león apunto de atacar a su presa. La cogí por
su cintura, la acerqué a mi cuerpo y la besé, la besé como nunca la había besado,
con una pasión y necesidad desconocidas en mi pero es que ese conjunto unido al
hecho de que hacia menos de un día nos habíamos vuelto a casar, me habían puesto
muy, muy alterado. La cogí en brazos como se coge a una tierna y delicada flor y la
llevé a la enorme cama que decorada con pétalos de rosas, estaba esperando a sus
ocupantes. La tumbé y me puse a su lado besándola el cuello, bajando por su pecho,
su vientre, sus mulsos, sus piernas hasta llegar a sus pies. Los tomé entre mis manos
y besé uno a uno sus dedos lamiéndolos a la vez. Comencé a subir de nuevo por sus
piernas dejando un camino de besos húmedos allá por donde pasaba mientras sus
gemidos y los míos se mezclaban llenando la habitación. Cuando llegué al lugar
donde el liguero sujetaba sus medias, abrí uno de los broches con la boca y fui
quitando una de ellas poco a poco, con suavidad, mirándola directamente a los ojos.
Ella se mordía el labio y me miraba con necesidad y lujuria. Cuando esa molestosa
prenda estuvo fuera me entretuve un buen rato mordiendo y lamiendo sus pies de
nuevo, subí para deshacerme de la siguiente media dejando un camino de besos allá
por donde pasaba e hice el mismo ritual para quitársela. Subí de nuevo por todo su
cuerpo entreteniéndome esta vez entre sus muslos los cuales bese con adoración
aspirando por encima de las braguitas que aun llevaba puestas, el olor a sexo y a
mujer que se desprendía de ella y seguí mi camino por su vientre, pechos, hasta
llegar a su boca de la que me apoderé sin piedad mientras sus gemidos y gritos
llenaban todo la habitación haciendo un dúo de amor con los míos. El corsé poco a
poco fue dejando libres esos dos pechos que tanto me gustaban los cuales besé,
lamí, mordí y degusté como un sediento que acaba de ser rescatado del desierto.
Solo quedaban sus braguitas las cuales eran tan pequeñas que no me costó mucho
retirar, ya la tenía, desnuda y expuesta, retorciéndose de placer debajo de mi cuerpo
y yo muriendo de lo mismo entre sus brazos. Ella por supuesto no se había quedado
quieta ya que mientras tanto se las había arreglado para quitarme mi camisa y
desabrocharme el pantalón, dejando libre una erección que no dejaba de acariciar.

-No sé si pueda aguantar mucho más amor ¿estás preparada? -le dije mientras me
terminaba de quitar el pantalón y me quedaba libre y expuesto ante ella.
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-Siempre lo estoy para ti.

Y solo con escuchar estas palabras me bastó, de un sola embestida entre en ella y
los dos empezamos a bailar ese baile que tan bien conocíamos, mirándonos a la cara
mientras el orgasmo nos invadía a la vez dejándonos totalmente devastados. Pero la
noche no había hecho más que empezar y ese fue el primero de muchos ya que ese
maravilloso jacuzzi regado también con más pétalos de rosas nos estaba llamando.
No sé si consciente o inconscientemente pero al incorporarse un poco, su mano rozó
mi miembro y no hizo falta más, éste, tan esclavo de su cuerpo como yo de su
belleza, renació cuan ave fénix de sus cenizas. Ella lo notó al instante y se subió a
caballo encima de mí restregándose contra él. Empezó a subir y bajar frotándose
contra mí con movimientos lentos y tortuosos, se incorporó un poco, dejando al
descubierto sus pechos. Bajó su cuerpo de manera que mi boca podía rozarlos, pero
no me dejaba besarlos, lamerlos y mimarlos, cada vez que lo intentaba se echaba
para atrás y su mano me lo impedía, me estaba volviendo loco. Cuando ya no pude
más con ese jueguecito, la giré dejándola boca abajo contra la cama, mientras yo me
posicionaba sobre ella como podía debido a su embarazo, lamiéndola, chupándola,
mi lengua iba dejando un rastro por todo su cuerpo, desde su precioso culo hasta su
nunca, ella gemía y jadeaba.

-Hoy no tenemos niña que nos pueda oír…

-Pues grita todo lo que quieras mi amor -le contesté metiendo mis dedos entre sus
piernas para alcanzar su clítoris el cual empecé a pellizcar ganándome un
movimiento que enardeció del todo mí ya muy dispuesto miembro. Con una mano
busqué su abertura y con la otra cogí mi miembro para introducirme dentro de ella.
La giré y la puse encima de mí para que no soportara mi peso. Empezó a moverse
dentro de mí, buscando ese ángulo que a los dos nos volvía a los dos totalmente
locos, se movía, salía de mí y volvía a entrar ganándose un gemido que tenía que
acallar con su boca, mientras mis manos se habían pegado totalmente a sus pechos.

-Eso es mi amor, córrete conmigo -le dije cuando noté que mi miembro empezaba
a ser aprisionado. Y dicho y hecho, ella empezó a descargar sobre mí, provocando
que yo me derramara en su interior al mismo tiempo.

-Parece que nunca tengamos bastante -me dijo con una sonrisa una vez que nos
hubimos recuperado.

-De ti, nunca mi amor, nunca tendré bastante, me sacias, me vuelves a saciar y
enseguida quiero más.

-Espero seguir excitándote así el resto de mi vida


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-Será un placer -y de nuevo volvimos a amarnos.

El amanecer nos sorprendió a los dos abrazados, satisfechos, exhaustos y felices.

Las Islas eran maravillosas. No quedó un solo lugar que no exploráramos, nos
apuntamos a todas las excursiones que pudimos, por las noches hicimos el amor
bajo la luz de las estrellas, no descansamos mucho pero ya habría tiempo de hacerlo
en Forks. Ahora ese tiempo nos pertenecía y estábamos dispuestos a aprovecharlo lo
mejor que sabíamos en un lugar de ensueño. Todo era maravilloso. Yo me sentía
inmensamente feliz. Había conseguido recuperar el amor de mi vida, a mi amiga, mi
compañera, mi esposa, mi amante, la madre de mis hijos. Aceptaría con gusto todo
lo que el futuro me deparase con tal de que no me volviese a separar de ellas y, por
supuesto, yo no le pedía más a la vida, me sentía completo y feliz.

La semana pasó rápidamente y antes de que pudiéramos darnos cuenta estábamos


de nuevo sentados a bordo del avión que nos llevaría de nuevo a Seattle, con nuestra
hija, a nuestra nueva vida a la que pronto se incorporaría un miembro más.

Mirándola dormir se la veía tan bonita que no podía reprimir las ganas de cogerla
en mis brazos, encerrarla en el baño y pasar a formar parte del club de las alturas,
pero tenía que reprimirme ya que a pesar de que el ginecólogo no nos había puesto
ninguna pega para realizar el viaje pues no tenía ningún tipo de problema, no sabía
cuan peligroso podía resultar, pero me juré a mi mismo que algún día…alguno.

Llegamos a Seattle con las primeras luces del alba. Contábamos con que Emmett
nos viniera a buscar, pero cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos a toda la panda,
niños incluidos.

-Mami, papi -gritó mi niña tirándose en nuestros brazos. Bella la cogió y la abrazo
fuerte contra su pecho. A pesar de que habían sido unos días maravillosos la
habíamos echado mucho de menos. Yo las envolví a las dos con mis brazos y así
permanecimos unos segundos en los que me permití disfrutar de la sensación.

-¿Qué tal te lo has pasado? -preguntó Bella.

-Muy bien Dydime y Kate nos llevaron a ver una obra de teatro del Rey León y me
gustó mucho mami, muchísimo y luego fuimos a un restaurante italiano y comimos
unas pizzas buenísimas y al otro día nos llevaron en su avión a un parque de
atracciones muy bonito.

He de aclarar que toda esta información no solo nos la daba mi hija sino que había
entrado de nuevo en acción el terceto. Al principio mi trabajo me costaba seguirle,
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pero poco a poco fui adquiriendo práctica. Los tres estaban cada vez mejor, ya
dormían todas las noches de un tirón sin tener pesadillas como unos niños normales.
Ángela nos dijo que les iba a ir quitando poco a poco de la terapia a ver como
respondían y lo estaban haciendo muy bien, parecía que esa etapa de nuestras vidas,
estaba quedando también atrás.

Habíamos pasado un verano tranquilo y feliz. Llevamos a Gaby a que conociera


nuestro prado, aquel que un día Bella y yo en una de nuestras excursiones habíamos
descubierto en lo alto del todo de la montaña. Gaby se quedó maravillada al verlo,
tan bonito, tan soleado. Al estar tan alto le daba totalmente el sol y era delicioso
tumbarse entre las flores y disfrutar del ambiente. Habíamos llevado una cesta con
comida para pasar allí el día los tres en familia. Hacíamos, a instancias mías,
muchas excursiones de estas pues yo sentía la necesidad de hacerlo, era como si con
ello recuperara esa parte de la convivencia familiar que me habían quitado.

Agosto pasó y llegó septiembre y el principio de las clases, cosa que no gustó a
unos muy enfurruñados niños que preguntaban porque tenían que volver tan pronto
¿tan pronto?, madre mía, ojala tuviera yo vacaciones tan largas.

Septiembre pasó y por fin llegó octubre, que dio paso a noviembre. En una nueva
ecografía por fin pudimos saber el sexo de nuestro bebé. Mi esposa llevaba dentro
de ella a otra niña. Yo no podía estar más feliz por ello, al igual que Bella que así
cumpliría su propósito, pero la más feliz de todos paradójicamente parecía ser Gaby.
¿Qué se pensaba que la niña nada más nacer se iba a poner a jugar a las muñecas
con ella?

Alice y Bella cada día estaban más hermosas y redonditas. La natural torpeza de
Bella se había incrementado con el embarazo, así que me pasaba el día detrás de
ella impidiendo que bajara o subiera sin mi supervisión ni un solo escalón. Ella
muchas veces se quejaba, pero a mí me encantaba hacerlo. Era una etapa del
embarazo que no había podido pasar a su lado cuando Gaby y con estas pequeñas
acciones la quería compensar. Pronto se hizo también necesario el que fuera a
buscarla todos los días al hospital, pues su tripita le impedía llegar en condiciones al
volante y no quería que le pasase nada bajo ningún concepto, para eso me tenía a
mí. A pesar de que ella se las había ingeniado para que sus guardias y las mías
coincidieran y así pasar el mayor tiempo posible juntos, si alguna vez yo tenía
guardia y ella no, me encargaba de que Jasper o Jacob o cualquiera la llevase a casa.

Alice estaba también preparada para recibir a su propia hija. Las dos seguían
trabajando en el hospital, a pesar de nuestras suplicas, aunque Bella había delegado
funciones en sus compañeros de más confianza y solo se dedicaba a asesorar. Jasper
y yo nos enfadábamos por su actitud tan terca, pero ellas decían que ahora sus niñas
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no las necesitaban y que después si iban a hacerlo. El caso es que cada vez estaban
más gorditas y torpes, sobre todo Bella, y era cómico a veces ver como una
tropezaba, se sujetaba a la otra y perdían las dos el equilibrio, menos mal que
siempre estábamos alguno al quite.

Jasper por fin se había examinado y había conseguido una plaza de psiquiatra y
ahora era un miembro más del servicio de urgencias, ayudando además a los demás
médicos cuando faltaban manos. Y yo lo agradecía y me sentía mucho más tranquilo
al saber que mientras estaban en el hospital eran constantemente vigiladas por
Nessie, Kim y Jasper, además de por sus demás compañeros que las tenían mucho
respeto y cariño. Respetaban a Bella como su jefa y consideraban que era muy
buena organizando las cosas y muy humana a la hora de poner las guardias teniendo
en cuenta los sentimientos y necesidades de los demás anteponiéndolos a los suyos
como ya era habitual en ella. Pero todos la respetaban sobre todo como médico pues
era una de las mejores y su fama había salido de las fronteras de Forks, lloviéndole
ofertas de muchas partes del país, pero ella siempre las rechazaba diciendo que
estaba muy feliz en su pueblo al que le había costado regresar y del que nunca se
movería. Muchas veces me preguntaba qué hubiera pasado si ella al aceptar esa
plaza yo hubiera pedido un traslado a esa ciudad ¿me lo habrían concedido? La
respuesta era obvia, me dijo Jacob una vez que se lo confesé durante una cena solo
de chicos.

Jacob y Jared por fin habían conseguido una plaza en Port Ángeles. Jacob y Nessie
estaban preparando su boda.

Todo era paz, armonía y felicidad en esa gran familia que estábamos formando
unida no solo por lazos de sangre, sino por otros que al fin y al cabo son mucho más
fuertes y poderosos, tan letales que son capaces de destruir al más mortífero de
todos los ejércitos. Nosotros ya lo habíamos demostrado.

Hola ¿como estais? Bueno pues como veis ya llegó el tan esperado
capítulo. ¿Que os pareció la boda?

Como ya habréis observado FF ha desactivado los enlaces para que podáis


ver imágenes, pero si os interesa ver dos imágenes que he realizado para
este capitulo solo tenéis que ir a cualquiera de mis dos blogs, allí las tenéis.
y en mi cuenta de FB, próximamente publicaré un Album de fotos con todas
las imágenes de este fic.

Bueno pues ya solo le quedan dos capitulos a esta historia. El próximo

- 463 -
viernes el capitulo que publique será el capitulo final y al siguiente
publicaré el epilogo con el cual le pondré el broche a la historia. Pero aun
no daré al botoncito de complete ya que tengo preparados algunos
Outakkes.

Quiero compartir con todas una gran noticia y es que mi OS "Una cita casi
a ciegas" ha sido ganador del premio especial del Contest lemmonada
Exprex y ha quedado en una muy honrosa séptima posición de entre 28 OS
que participaban. Y todo os lo debo a vosotras que os habeis tomado la
molestia de votar por mí. Muchas, muchas gracias.

A petición de algunas de vosotras este OS con el que he ganado este


premio se convertirá en mi próxima historia, una vez haya finalizado esta del
todo.

Y de nuevo tengo que agradeceros ya que gracias a vosotras y vuestros


votos "Recuperando tu Amor" ha ganado en los FFTH Awards el premio al
Mejor Fic de Drama. Muchas gracias por vuestros votos.

Muchas gracias a mi beta por tomarse el trabajo de corregirme y


señalarme donde tengo que añadir algo o corregir.

Muchas gracias vuestros rr:

Sara-Cris Cullen, saraes, Ssil, Iare, Titi Cullen, Ale Snape, PattyQ,
ludgardita,carlita16 ,Paaameeelaaa ,JosWeasleyC ,Cullen Vigo ,Pam Malfoy
Black ,Saha Denali ,Angie Masen, NuRySh. yolabertay ,anamart05, lizzy90,
Patchmila Cullen Mellark, tany cullen , yasmin-cullen ,aizen63 , codigo
twilight, Areli Pattirson, marianareyna, roscidius cullen , lunatico0030,
EdithCullen71283 ,yani-cullen ,Maya Cullen Masen, MarcelaMaciel ,yanu
swan cullen,Tamynna ,ma pau cullen,Solchizz , nydia, Yolanda, Suiza19,
alessaCullen2314, katitacullent,FresCullen, Izzy. md, yunuen, mon de
cullen,beakis, Ely Cullen M,alessaCullen2314,ma pau cullen
,marcecullenswanm,mmenagv,lexa0619,katitacullent,Isela Cullen,Laura
Katherine , yeco,Mariale Olivares, numafu , mirdg,nany87 , anita cullen

Quiero dar la bienvenida a dos nuevas lectoras: nany87 y anita cullen


gracias por incorporaros a la historia.

anita Cullen cielo, he leído con atención todos tus bonitos rr que me has
ido dejando pero al tener desactivada la opción no he podido respondertelos
como te mereces. desde aquí te doy las gracias por ello, por leer y por seguir
- 464 -
mi historia. No sabes cuanto me alegro de que te guste.

Yeco: lo mismo para ti, me encantan tus rr y te doy las gracias por ello. Me
alegro igualmente de que te guste mi historia.

Gracias también a todas las que me añadís a alertas y favoritos.

- 465 -
Chapter 37

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen, son propiedad exclusiva de S. Meyer, yo solo he jugado con
ellos. Únicamente el personaje de Gaby es de mi invención.

Quiero dedicar este ultimo capitulo de la historia a todas vosotras como


agradecimiento al cariño y apoyo recibido.

Capítulo 36: Alice e Isabella.

Pov Edward

Los días al lado de mi Bella, mi hija y el resto de mi familia, iban pasando en


completa armonía. Yo era feliz, viéndolas felices a ellas, solo eso me bastaba.

Una noche nos encontrábamos en la cocina preparando la cena cuando el timbre


sonó. No nos sorprendió encontrarnos a Jacob pues venía muchas veces a invitarse a
cenar cuando Nessie tenía guardia, pero lo que si nos sorprendió fue ver a Kate. Los
dos tenían una cara muy seria, eso no presagiaba nada bueno. Les hicimos pasar al
salón y después de mandar a Gaby a la Sala de Juegos, como siempre, les miramos
para que nos dijesen que pasaba.

-Bueno pues veníamos a deciros -empezó Kate a contarnos- que ayer por la
mañana encontraron a Tanya muerta en su celda, se cree que de una paliza ya que
se había enfrentado verbalmente el día anterior por la mañana a una interna que, al
igual que ella, era de alto riesgo. Tienen que hacerle la autopsia para confirmarlo.
Yo he venido en calidad de abogado de la acusación para verificar la muerte.

Ante esa información Bella y yo nos quedamos quietos, sin nada que decir, fríos
diría yo, impasibles, no íbamos a ponernos a saltar ni a gritar de júbilo pues no creo
que nunca se deba celebrar la muerte de nadie, pero no podíamos evitar sentir
alivio, al menos yo. Tenía el temor, y a veces soñaba con ello, de que algún día podía
escapar de aquel sanatorio mental donde estaba y venir de nuevo contra nosotros.
Pero intentaba tranquilizarme diciéndome a mí mismo que sería muy difícil. Conocía
por desgracia, a la perfección ese hospital. Las medidas de seguridad eran máximas
pues había enfermos mentales muy peligrosos por eso no entendía muy bien como
una presa había conseguido llegar hasta otra y matarla de una paliza, pero supongo
que hecha la ley, hecha también la trampa.
- 466 -
-¿Y que es de Athenodora y Renata? -preguntó mi Bella. Sabía de sobra que tenía
con ellas el mismo temor que yo con Tanya, a pesar de que procurábamos no hablar
del tema.

-No te preocupes Bella -dijo Jacob-, esas no os volverán a molestar. La mayor


parte de su dinero se lo ha quedado el estado para saldar las deudas que tenían
contraídas. Están arruinadas, no tienen recursos ni medios para arremeter contra
vosotros, no pueden recibir visitas por lo que no pueden mandar a nadie y en caso
de que las recibieran no tienen el dinero para pagar.

-¿Qué ha sido de Carmen?, ¿sabéis algo? -pregunté

-Ya sabeis que le dio un poder a Garrett para administrar los pocos bienes que le
quedaban, así que tengo constancia de que está junto a Eleazar pasando su luna de
miel en las cálidas playas de Acapulco, donde se casaron hace así como dos
semanas. Ahora que nadie los persigue tienen pensado regresar para que su ya
marido pueda volver a retomar el mando de la empresa junto a su hija Corín.

-Pues me alegro mucho por ella -dije sinceramente-. Pudo habernos negado en su
momento las escrituras de la propiedad de Emmett y no lo hizo.

-¿Y Garrett?, ¿cómo no ha venido contigo?

-Ufff, no menciones al diablo por favor -respondió con sorna a una confundida
Bella-. Tranquila amiga no nos pasa nada, solo que se está preparando las
oposiciones para Fiscal general del Estado y está de un gruñón…

-Vaya, así que por fin decidió dejar la práctica privada.

-Ya sabes que siempre le gustó estar del lado de la acusación, claro cuando está es
legítima y el culpable es verdaderamente culpable, aun cuando todavía no lo haya
demostrado.

Seguimos con nuestra agradable charla un rato más y luego se despidieron. Jacob
tenía que levantarse temprano al día siguiente para ir al trabajo y Kate tenía que
coger un avión. Se quedaría a dormir en casa de Alice ya que quería pasar algo de
tiempo con sus hermanos antes de coger el vuelo que la llevaría de vuelta a
Washington.

-¿Cómo te sientes por lo de Tanya? -le pregunté sabiendo que sus hormonas de
embarazada podían jugarle una mala pasada.

- 467 -
-Pues que quieres que te diga, no estoy dando saltos de alegría pero tampoco me
entristezco, solo puedo sentir alivio. Pero si te soy sincera por más que me digáis
todavía no me fío de Athenodora y Renata.

-Ellas no pueden escapar de allí amor, las medidas son muy estrictas y no tienen,
repito, no tienen, la capacidad económica para intentar algo contra nosotros, así que
relájate y vive Bella, vive que ya es momento de que lo hagamos.

-Tienes razón -dijo acurrucándose contra mi pecho. Empecé a acariciarle el pelo y


la espalda en un gesto consolador mientras le cantaba su nana. Poco a poco el sueño
la venció.

Las navidades habían llegado con más rapidez de lo esperado. ¿Quién me lo iba
decir? Ya hacía un año que Bella regresó al pueblo, que Tanya y Aro habían salido
de nuestras vidas, y que todo empezó de nuevo a recuperar su lugar. Fueron unas
navidades hermosas, más hermosas aún que las anteriores porque ya éramos libres,
éramos de nuevo marido y mujer e íbamos a tener un nuevo hijo como prueba del
amor que nos profesábamos.

Por fin llegó enero y con ese mes llegaba el final del embarazo de mi amor, pronto
conoceríamos a nuestra hija, pronto la tendría en mis brazos, la acunaría,
alimentaria y ayudaría a Bella en lo que fuera necesario

-¿Te sientes muy cansada amor? -le pregunté mientras la llevaba en brazos a
nuestra habitación.

-Cansada no, extraña, tengo calambres en la espalda, me temo que me queda


poco. ¿Edward?

-Sí amor.

-Quiero pedirte un favor, cuando me empiece a poner de parto no es necesario


que salgamos corriendo al hospital, así que tranquilízate para que yo también esté
tranquila. Coge a Gaby, la llevas con mi madre y cuando las contracciones sean
seguidas nos vamos para allá.

-De acuerdo -le contesté no muy convencido ¿Cómo podía pretender que no me
pusiera nervioso?- ¿necesitas algo? -le pregunté mientras le daba un masaje en los
pies, cosa que ella agradecía pues de estar tanto tiempo de pie en el hospital se le
ponían como botas.

-¿Queda helado de fresa y limón? -su nuevo antojo.


- 468 -
-Sí, voy a traértelo, no te muevas.

-Hombre pues tenía pensado ponerme a entrenar para una Maratón -me dijo con
sorna.

-Ya sabes a lo que me refiero, amor, no quiero que te metas en la ducha tu sola
podrías resbalar y…

-Anda llévame al cuarto de baño que necesito entrar y vete a traerme el helado
que lo que a ti te gusta es meterte en la ducha conmigo.

-Algo de eso hay -le dije en tono sugerente.

Bajé a la cocina a por su helado. Estaba abriendo la nevera para sacarlo cuando
escuché que me llamaba a gritos desde arriba. Tal era la potencia de los gritos que
Gaby también salió asustada de la habitación. Cuando llegué me asusté todavía más
al verla tan… ¿nerviosa?

-Gaby, cariño, el bebé ya viene y mamá se tiene que ir a tenerlo al hospital. No, tú
no puedes venir -le dijo anticipándose a la pregunta de la niña-, así que necesito que
vayas a tu habitación, te vistas rápidamente para que tu padre te acerque cuanto
antes a casa de la abuela ¿ok?

-Sí mami, ya voy -dijo mi hija entusiasmada ante la idea de que su hermanita
estuviera ya aquí.

-Bella, ¿qué sucede?, no me habías pedido que no me pusiera nervioso ya que al


inicio del parto no corría tanta prisa ir al hospital hasta que las contracciones no
fueran más seguidas.

-Ya sé lo que dije, pero hay cambio de planes. Edward, no te asustes, pero cuando
te pedí ir al servicio es porque me sentía rara, muy rara. De pronto he sentido como
algo se removía en mi interior y efectivamente al bajarme las braguitas he
comprobado que éstas estaban manchadas de un líquido verde muy oscuro. Eso
significa que el bebé ha manchado con sus heces la bolsa de aguas y esto puede ser
debido a que se haya enredado al moverse con el cordón umbilical y
haya…sufrimiento fetal. Necesito ir ya al hospital Edward, ¡ya!

-Pues voy a llamar a mamá para que venga a por la niña, ni loco pierdo el tiempo
en llevarla allí -le contesté cogiendo el teléfono muy nervioso. Tan nervioso que no
acertaba a marcar los números. Bella me lo quitó y los marcó ella misma. Llamó
también al doctor Gerandy, a Carlisle y a Alice pero no les dijo nada más que estaba
- 469 -
de parto y que por favor fueran al hospital. Luego desapareció dentro de la
habitación para cambiarse. Renée llegó a los cincos segundos de haberla avisado.
No le dijimos nada para no preocuparla solo que las contracciones eran muy
seguidas. Llegamos al hospital al mismo tiempo que Jasper sacaba a una muy
enojada Alice del coche.

-¿Cómo eres capaz de pedirme que me relaje, cuando el bebé de mi mejor amiga
está por nacer, psiquiatra de pacotilla?

-Jasper, mi parto no va bien, es posible que haya sufrimiento fetal, ya hablé con el
doctor Gerandi y con Carlisle.

La manera en la que Jasper salió corriendo al hospital y la forma en la que Alice se


lanzó a ayudar a mi Bella me alarmó todavía más. Un par de enfermeras salieron
seguidas de Jasper y unos cuantos médicos dispuestos a atenderla. Seguí a Jasper y
a Alice por el pasillo sin querer soltar la mano de mi Bella, pero llegó un momento
en que no me dejaron pasar. Jasper me dijo que tendría que esperar, que él saldría a
decirme.

-El doctor Gerandi ya viene Edward -me informó Kim que también había venido
corriendo sin ser su turno.

-¿No puede atenderla en el parto alguien cualquiera?, ¿tienen que Llamar al


doctor Gerandi?

-Bueno Edward, él es su ginecólogo, pero además…

-No me mientas.

-Edward, yo no te puedo decir nada hasta que un médico salga a explicarte, yo he


venido porque me llamó Nessie, pero no sé nada solo soy una enfermera
¿comprendes?, así que por favor tranquilízate. Mira ahí vienen Jasper y Liam uno de
los compañeros de Bella.

-Tranquilo Edward, hoy en día estas situaciones están muy controladas, son
comunes y nunca pasa nada. Tu hija tenía que colocarse para salir, de hecho en la
última ecografía parecía que ya lo estaba. Pero por la causa que fuera se ha movido
y se ha enredado con el cordón lo que la debe causar asfixia de ahí que se haya
manchado con sus heces la bolsa de aguas. Como Bella aún no la ha roto, ahora
mismo se la están rompiendo por eso no te dejaron pasar, es algo muy doloroso y los
médicos tiene que hacer su trabajo sin un padre histérico pululando a su alrededor.

- 470 -
No había terminado de decir esto, cuando, otro de los compañeros de Bella salió a
confirmar lo que Liam me había dicho.

-Le tenemos que hacer una cesárea de urgencia, pero tranquilo, no la dormiremos
entera solo de la cintura para abajo de forma que ella puede recibir a su hija
despierta, solo sentirá un ligero cosquilleo en la parte donde hagamos la incisión.

-¿Cómo está ella?

-Muy tranquila Edward, es médico y conoce lo que va a suceder y además ya tiene


experiencia pues ha visto muchos partos así y peores.

-¿Puedo entrar?

-Lo lamento pero no va a poder ser. Tienes que quedarte esperando aquí fuera.
Una vez más te digo que tranquilo, estamos hartos de hacer este tipo de
intervenciones. Una vez hayamos sacado a la niña nos la tendremos que llevar
rápidamente ya que habrá que drenarla para sacarla la porquería que haya podido
aspirar.

Volví a la sala de espera totalmente desesperado. Por mucho que hubiera


intentando tranquilizarme, yo sabía que algo raro podía pasar. El doctor Gerandy
había venido muy deprisa, al igual que Carlisle y ellos dos junto con Alice estaban
ahora en la sala de operaciones junto a Liam y no sé cuantos médicos más. Si no
pasara nada no habría tantos ¿no? Jasper se quedó a mi lado. Poco a poco
empezaron a venir el resto de la familia. Y todos juntos esperamos por noticias lo
que me parecieron horas. Jasper me decía que el hecho de que hubiera tantos
médicos era porque se trataba de Bella, que seguramente habrían intentado echar a
Alice de allí pues no hacía falta pero que ya sabía cómo era y seguramente ella y
Carlisle estarían solo para darle el ánimo que yo no podía darle.

No sé cuanto rato pasó pero de pronto escuché como alguien salía por la puerta
por donde habían metido a mi Bella. Era Liam. Su expresión me tranquilizó pues
tenía un semblante más o menos alegre.

-Enhorabuena Edward, has sido padre de una hermosa niña. En este momento la
están drenando, cuando acaben Nessie te llevará a verla.

-¿Y mi Bella?, ¿cómo esta mi Bella?

-Bella está perfectamente, la están cosiendo y limpiando. La vamos a llevar a la


UCI hasta que elimine toda la anestesia. Podrás pasar a verla unos momentos, ya
- 471 -
sabes cómo son estas cosas.

Minutos después estaba siguiendo a Nessie hasta los cuneros. Abrió la puerta y se
dirigió directamente a una cuna y allí, tendida en ella estaba la cosita más hermosa
que había visto en mi vida…mi segunda princesita. Tenía la piel muy blanquita y sus
ojos que, estaban abiertos en ese momento, eran de color chocolate como los de su
madre, era preciosa.

-Pero que cosa más bonita eres -dije nada más verla mirándola emocionado.

Estuve unos minutos más contemplándola embelesado hasta que Nessie me dijo
que tenía que salir y ella misma me llevó a ver a Bella. A pesar de estar demacrada y
conectada a unos aparatos, seguía siendo la mujer más preciosa que había tenido
nunca el placer de ver. Y ahora la quería mucho más por el hermoso regalo que me
acababa de hacer.

-Hola preciosa, ¿qué tal estás, mi amor? -le pregunté mientras le daba un beso en
sus labios.

-Bueno, parece que me ha pasado por encima un tren de mercancías pero bien
-dijo empleando las mismas palabras de Renée cuando estaba en su misma situación
en Jacksonville-. ¿La has visto ya?

-Sí, es preciosa Bella, y tiene tu mismo color de ojos, es…perfecta.

-Yo solo la he podido ver un momento. Edward, ¿crees que les gustará que le
pongamos su nombre?

-Por supuesto que sí mi amor, será un honor para ella ya verás, aunque esa
madrina que hemos elegido me la va a malcriar, ya verás -dije divertido.

- Edward -me dijo Nessie-, tienes que salir ya, lo siento. Estará en la UCI un
tiempo hasta que elimine la anestesia. Cuando la pasen a una habitación te
avisaremos.

-¿Y mi niña?

-Sigue en los cuneros, cuando Bella esté en una habitación la llevaremos para allá.
De momento tenemos que alimentarla nosotros hasta que Bella pueda hacerlo.

Antes de salir le di a mi Bella un beso en la boca.

- 472 -
-Edward te amo.

-Y yo a ti más.

Salí de allí sintiéndome el hombre más feliz del mundo, aunque tenía una especia
de gusto agridulce, mi niña había sufrido y a Bella le habían tenido que operar pero
menos mal que todo había salido bien. Por el camino me encontré a un muy
orgulloso padre con su hija en brazos, iba a enseñársela a la familia. El parto de su
mujer se había sucedido normalmente y el bebé, una vez que hubo recibido las
atenciones debidas, podía ir a conocer a su nueva familia, después claro está, tenía
que volver con su madre que se estaba recuperando del esfuerzo. Sentí una punzada
de envidia, pero las dos estaban bien y eso era lo importante.

Me negué a irme a casa, quería quedarme en el hospital por si me decían algo más
o pasaba algo. Al ver mi terquedad Jasper y Alice me llevaron a la sala donde los
médicos tenían camas para dormir cuando estaban de guardia. Ni que decir tiene
que nuestros amigos se quedaron conmigo. El resto de la familia se marchó a su
casa. No dormimos en toda la noche, hablamos, de cosas sin importancia pero nos
pasamos la noche hablando. Al cabo de un buen rato se nos unieron Nessie, Kim,
Jacob y Jared y entre todos cumplieron su cometido: que me tranquilizara.

La mañana llegó más pronto de lo que esperaba y con ella la noticia de que mi
Bella había sido trasladada a una habitación y que muy pronto llevarían a mi niña.
Llamé a mi madre y le dije que trajera a Gaby que me había llamado dos veces antes
de poder dormirse para ver cuando podía conocer a su hermanita. Llegué a la
habitación y ahí estaba mi reina, se la veía cansadita y tenía unas enormes ojeras
alrededor de sus preciosos ojos, pero aun así, ¡Dios! Que preciosa era. Su semblante
se le veía tranquilo, relajado. Cuando me vio me dedicó una de sus bonitas sonrisas,
de esas que hacían que mi mundo se iluminara.

-Bueno días cielo mío, ¿qué tal estas?

-Me duele un poco donde me han hecho la incisión pero es normal, tengo varios
puntos.

-Cuando regresemos a casa te curaré el dolor a base de besos mi amor, te lo


prometo -le dije besando sus suaves y dulces labios.

En ese momento la puerta se abrió y una enfermera entró empujando la cunita de


nuestro bebé. Ayudé a incorporar a Bella y le puse, tal y como me indicó, una
almohada en la tripita para que al coger a la niña ésta no le rozara la herida pues
estaba muy reciente. Me dirigí hacia la cuna, la tomé entre mis manos y tuve una
- 473 -
sensación maravillosa, indescriptible, la mantuve un poco cerca de mí antes de
dársela a Bella quien nos miraba con una sonrisa en los labios. La tomó en sus
brazos y yo me senté en la cama abrazándolas a las dos y así nos encontró mi
primera hija, mi primera princesa.

-Mami, mami, ¿cómo estás?, ¿esa es mi hermanita?, papi súbeme quiero verla.

La cogí en brazos y la senté en la cama no sin antes advertirle que tuviera cuidado
de no hacer daño a su madre. Ella con mucho cuidadito se inclinó a conocer a su
hermana. Sus ojitos se iluminaron al verla.

-Hola hermanita ¿cómo estás? Bienvenida. Mami me ha dicho que podré ayudarla
a cuidarte y que te tengo que enseñar todas las cosas que yo sé-dijo mientras se
inclinaba a darle un beso en la mejilla.

Y así estuvimos un momento toda mi familia al completo, mi mujer y mis dos hijas,
en silencio, no hacían falta palabras. Volví la cabeza y un poco apartados encontré a
mis padres que nos habían dejado ese pequeña fracción de privacidad.

-¿No queréis conocer a vuestra nieta? -les pregunté con el orgullo plasmado en mi
voz.

Y no hizo falta decirles más. Poco a poco la habitación se fue llenando de gente. La
familia, los amigos, mis sobrinos, y al final Gaby hizo la pregunta del millón.

-¿Cómo se va a llamar mami?

Ayudé a incorporarse un poco más a Bella que miró directamente a Alice y a


Jasper y con un gesto de su mano les dijo que se acercaran.

-Mary Alice Whitlock Cullen -comenzó -en todo este tiempo has sido algo más que
una amiga para mi, has sido una hermana, mi soporte cuando no podía seguir, mi
paño de lágrimas cuando necesitaba llorar, mi psiquiatra personal cuando
necesitaba desahogarme. Siempre supiste arrancarme una sonrisa y nos acogiste a
mi hija y a mí como si de tu propia familia se tratase. Te quedaste conmigo
ayudándome en todo lo que podías, estando siempre ahí para mí, sacrificaste incluso
tu vida, por ayudarme a salir adelante. De hecho la diste para salvar a mi hija. Me
hiciste ver, aunque no te hice caso, que lo que había escuchado podía no ser la
verdad. Fuiste mi amiga, mi hermana, mi fiel compañera, y ahora quiero devolverte
algo de todo aquello que entregaste e hiciste por mí -dijo dándole a mi niña a la que
Alice un poco confundida cogió en sus brazos- Jasper, desde que apareciste en mi
vida fuiste algo más que un amigo, fuiste para mi ese hermano que pensé que había
- 474 -
perdido. Por todo esto, quiero presentaros a Mary Alice Elizabeth Masen Swan,
vuestra ahijada.

Al escuchar que mi Bella sin decirme nada había puesto a nuestra hija de segundo
nombre el de mi madre, sentí una nueva emoción imposible de controlar. Siempre
dije que cuando pensaba que no podía querer a mi mujer más de lo que ya la amaba,
hacia algo que me hacia amarla más y este era el caso, ahora la amaba más todavía.
Me acerqué a ella y deposité un casto beso lleno de amor en sus labios, mientras a
mi lado Alice se había quedado sin palabras por segunda vez desde que yo la
conocía y creo que también de su vida.

Las lágrimas de Alice se derramaban sin control por toda su cara, su rostro estaba
resplandeciente, su mirada brillaba, realmente era el mejor regalo que nadie le
podía hacer. Contrariamente a su carácter hiperactivo e inquieto, Alice estaba
tranquila con mi hija en sus brazos, mirándola con dulzura y Jasper a su lado estaba
igual de emocionado. De repente levantó su mirada hacia Bella.

-Gracias amiga, es el mejor regalo que nadie podía hacernos -dijo con la voz
entrecortada por la emoción y Jasper asintió con la mirada.

-Pues menudo jaleo que nos vamos a armar ahora -dijo mi niña dirigiéndose a sus
primos.

-¿Y eso porqué? -pregunté.

-Pues a ver ¿Cuándo alguien diga Alice, a quien llamará a la tita o a mi hermana?,
uff realmente va a ser un poco de follón papi -dijo mi niña frunciendo un poco el
ceño.

-Bueno siempre podemos distinguirlas con algún apodo, como por ejemplo Alice
pequeña y Alice la grande -dijo muy convencido Peter.

-O Alice hija de Bella -comentó Tony en una perfecta imitación de alguno de los
personajes de El Señor de los Anillos.

Y todos los presentes en la sala que no hacía ni un segundo estábamos llorando de


la emoción, nos echamos a reír por las ocurrencias de estos niños. Cogí a Gaby en
brazos y la abracé fuerte y la besé, era hora de demostrarle que no la iba a dejar de
querer ni un poquito.

Por culpa de la cesárea y un pequeño problema con los puntos que se le habían
infectado, mi Bella y mi segunda princesa tuvieron que pasar más tiempo del que
- 475 -
era normal en el hospital. Yo pedí libres mis días correspondientes y no me separé
de ellas ni un segundo, no quería perderme nada, absolutamente nada, lo único que
hacía era ir a casa a dormir con Gaby para que no se sintiera desplazada. La primera
vez que vi a Bella amantando a mi hija me quedé embelesado, ¡qué imagen más
preciosa!, no se me olvidará en la vida por muchos años que pasen, siempre
permanecerá en mi retina e inmortalizada en la preciosa foto que les hice para
poner en el marco que le había regalado. Gaby asumió con mucha responsabilidad el
papel de hermana mayor y nada más salir del colegio demandaba que la lleváramos
al hospital a ver a su hermana y ayudar a su madre con ella ya que, según decía, su
madre no podía con todo sola y necesitaba su ayuda. Era muy tierno y bonito ver con
que dulzura y cariño la cogía, como la mecía para que se durmiera y Alice parecía
reconocerla, ya que en cuanto ella la cogía se callaba si estaba llorando o se dormía
más deprisa. La parte cómica, la forma de dirigirse a ella: Alice la pequeña ¿no
hubiera sido más fácil decir tita Alice y Alice a secas? , no con mi hija y mis sobrinos
no todo era así de sencillo, ellos si tenían que rizar el rizo, lo hacían y por partida
doble.

Alice se había tomado muy en serio su papel de madrina y pasaba con mi Bella y
mi segunda princesa todo el tiempo que su trabajo lo permitía y como no,había
arrastrado a las chicas de compras hasta Port Ángeles y se presentaron con un
montón de bolsas de ropa en la mano ya que Alice decía que su ahijada no podía ir
vestida de cualquier manera. El gesto más bonito fue cuando, dirigiéndose a Gaby le
dijo: y mi niña preciosa tampoco, y le tendió otra bolsa llena también de ropa. Como
dato anecdótico cabe resaltar que en esta excursión tanto unas como las otras
olvidaron de nuevo donde habían dejado aparcado el coche y tuvieron que pedirle
auxilio al pobre Guardia de Seguridad del Centro al cual sin lugar a dudas le habían
vuelto loco entre todas. Pero ¡por Dios!, ¿tan difícil era acordarse de un simple color
y un simple numero? Parece ser que para nuestras mujeres sí. Solo esperaba que
algún día no tuviéramos algún disgusto con eso.

Jasper se tomó el papel de padrino de mi hija, también muy en serio y al igual que
su mujer, venía a estar con nosotros siempre que podía.

Habían pasado ocho días exactos desde que mi Alice nació y hoy por fin salían del
hospital. Había preparado todo en casa con mucho cariñó para recibir a mi Reina y a
mi segunda princesa y ahora estábamos en la puerta a punto de entrar en el garaje,
Alice en su calidad de madrina venia con nosotros en el coche junto con Gaby que
iba muy entusiasmada. Había participado en los preparativos y se la veía feliz. El
consejo de Ángela diciéndome que la hiciéramos participe de todo, era genial como
siempre. El resto de la familia venía detrás en la furgoneta de Emmett.

-No es necesario que me cojas en brazos, no soy una inválida.


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-Ya lo sé cielo, pero es que me encanta sentirte cerca de mí.

-Edward…-había empezado a decir, pero se quedó muda cuando al entrar al salón


vio lo que habíamos preparado para ellas. El salón estaba todo decorado con globos
de colores con los nombres de mis princesas y mi Reina grabados en ellos, por toda
la estancia había un montón de velas aromáticas como única iluminación y en el
centro una gran pancarta que decía BIENVENIDAS A CASA. Los ojos de mi Bella se
iluminaron para después aguarse y romper en lágrimas. Ángela ya me había
advertido que esto pasaría, se llamaba depresión post parto y tenía que ser muy
cariñoso, dulce y comprensivo con ella, como si eso me resultará muy difícil.

-No sé qué decir Edward es… no tengo palabras, gracias, gracias a los dos -dijo
mirando a Gaby quien se puso de puntillas para intentar abrazarla así que yo bajé
con mi bella en brazos aún para que pudiera hacerlo.

-Vamos mami, ven...papi, súbela a la habitación de Alice pequeña, vamos papi -me
apremiaba mi hija deseosa de que su madre viera la enorme pancarta de bienvenida
que también había allí y que , al igual que la del salón , La había pintado ella con mi
ayuda, por supuesto.

Una vez Alice la grande, hubo dejado a Alice pequeña en su cuna, nos dirigimos a
nuestra habitación. La estancia estaba iluminada al igual que en el salón por tenues
velas aromáticas de todos los colores que daban la bienvenida a mi amor y, por
supuesto, no faltaba la pancarta.

Alice, la grande, y mi niña bajaron al salón junto a los demás para dar privacidad a
la nueva mamá y que pudiera ducharse y lavarse tranquila. Yo me quedé con ella.
Era totalmente consciente del tiempo de cuarentena pero eso no me impedía
adorarla y mimarla como ella se lo merecía, así que entré con ella en la ducha y la
lavé, dándole besos por todas las partes del cuerpo que de momento estaban
permitidas. No eran besos lujuriosos, eran besos llenos de amor, del inmenso amor
que le profesaba. Bella me lo agradecía con una sonrisa en los labios.

Los días fueron pasando y poco a poco mi Alice se fue poniendo cada vez más
bonita. Ya tenía 1 mes y medio y su hiperactiva madrina estaba a punto de dar a luz.
Kate y Garret, habían venido a visitar a su hermano y cuñada y se habían empeñado
en hacer una salida de chicas consistente en una comida todas juntas y una sesión
de cine. Mi Bella no quería dejar sola a la niña, pero yo la animé prometiéndola que
entre Gaby, que siempre se ofrecía voluntaria, y yo cuidaríamos de ella y le
daríamos su biberón a su hora. Bella se extrajo la leche y me la dejó en la nevera
preparada.

- 477 -
No habían pasado ni diez minutos de su marcha cuando el timbre de la puerta
sonó y por ella aparecieron, Garrett, Emmett, Jasper, Ben, Jacob y Jared quienes ya
llevaban un tiempo viviendo en el pueblo.

-¿No pensareis montar una timba en una casa donde hay un bebé y una niña de
seis años? -pregunté un poco molesto por la intromisión ya que tenia ilusión por
pasar ese día solo con mis niñas.

-Dos niñas de seis años, dos de siete, uno de ocho y un bebé -señaló Emmett
mirando a su hijos y a los hijos de Ben que entraban por la puerta en ese momento-,
no vamos a liar nada, solo hemos pensado que ya que nuestras mujeres están juntas
¿porqué no estarlo nosotros también? , hay un estupendo partido en la tele que…

-Vale, vale, podéis pasar pero os lo advierto, Alice es solo un bebé el más mínimo
jaleo y…

-Tranquilo Edward, confía en nosotros -me dijo Jacob poniéndome una mano en el
hombro y dirigiéndose a la nevera de dónde sacó unas cervezas. Yo rodé los ojos y
suspire….

He de admitir que la tarde pasó sin muchas complicaciones ya que los chicos se
portaron bien. Alice comió su biberón, echó sus gasecitos y en ese momento estaba
durmiendo en su cuna mientras los niños más pequeños se peleaban con los niños
grandes por ver quien había ganado un juego de la Play. En ese momento el teléfono
de Jasper sonó y todos nos alarmamos cuando al contestar y escuchar lo que le
decían, Jasper empezó a balbucear:

-¿Qué me estás diciendo que?, ¿qué ya viene?, ¿no sabéis donde está el coche?,
¿cómo es posible que no encontréis un BMV descapotable y encima de color rojo y
un Porsche amarillo chillón? -miré a los demás que se miraban entre ellos
confundidos, así que le arrebaté el teléfono a Jasper que estaba como ido y puse el
manos libres…

-Hermanito -escuché que decía Kate al otro lado del teléfono- a veces pareces
tonto, parece mentira que seas médico. ¿Qué parte de tu mujer se ha puesto de
parto en medio del parking y no sabemos dónde están los coches no has pillado?
Rose y yo vamos a ir a ver si el Guardia de Seguridad nos ayuda, pero Bella dice que
tu hijo nace, nace ya, y no tiene pensado esperar a nadie, así que ¿quieres hacer el
favor de traer tu hermoso trasero de médico hasta aquí junto con una ambulancia ?
y no estaría mal que Emmett y Edward con la patrulla te flanquearan el camino.

Al escuchar semejante discurso y viendo que Jasper aún no reaccionaba, llamé


- 478 -
corriendo a mi madre para que se quedará con Alice, mientras llamaba también a la
que ahora era la verdadera canguro de los niños, una muchacha llamada Senna, que
por favor viniera urgentemente. Después llamé a comisaría para solicitar la patrulla
y acto seguido al hospital para hablar con Carlisle quien inmediatamente pidió y nos
exigió que fuéramos para allá cuanto antes. Mientras colgaba le oí maldecir contra
su hija y mi Bella por ese despiste suyo. Emmett y lo demás trataban de calmar a un
muy nervioso Jasper que había reaccionado por fin, pero se estaba dedicando a
recriminar a nuestras mujeres ese defecto de no cerciorarse nunca donde dejaban el
coche. Ellas siempre bromeaban con el asunto y ahora el asunto les había explotado
en las narices. Pero es que iban siete mujeres adultas por Dios ¿ninguna se había
molestado en ver la letra y el color?, esto era de locos… El timbre sonó y por la
puerta apareció mi madre junto a una muy nerviosa Esme detrás.

-Mi pobre niña, si ya les decía yo que esta costumbre suya de no mirar donde
dejan el coche… Jasper, Edward por favor haced algo.

-Ahora mismo voy a por ellas -le contestó un histérico Jasper que parecía que ya
había reaccionado-, y cuando todo esto pase voy a tener una conversación muy seria
con mi mujer acerca de esta costumbre.

-Y yo con la mía Jasper, no te quepa la menor duda…

Llegamos al hospital lo más deprisa que pudimos, mi padre nos esperaba con una
patrulla que Emmett y yo no dudamos en tomar para abrir el camino a la
ambulancia. Las sirenas empezaron a sonar…

Cuando llegamos al parking tuvimos que sortear un montón de gente que estaba
haciendo corrillo observando la situación ¿pero es que la gente no tenía otra cosa
mejor que hacer?

-Señores despejen por favor despe… -se me quedó atascada la palabra en la boca
cuando llegué al lugar de los hechos y presencié la escena. Alice estaba tumbada en
el suelo del parking sobre una especie de manta que alguien le había dejado y tenía
en sus manos un bultito cubierto con una estola de Bella. A su lado mi esposa, Kim,
Nessie y Ángela estaban tumbadas, más bien diría yo que espatarradas y totalmente
exhaustas y con las manos y la ropa llenas de sangre.

-¿Es que no piensas acercarte a saludar a tu hija? - le dijo Bella a Jasper que al
lado mío se había quedado paralizado de la impresión-. Pues menudo médico
tenemos en la familia…- Al oír la voz de reproche de mi mujer, corrió hasta ellas…

-Hay que cortarle el cordón umbilical -dijo Bella-, no suelo ir con material
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quirúrgico paseándome por ahí…

Jasper miraba a su hija muy emocionado y sin saber que decir, así que Bella, junto
con otro médico neonatologo que había venido con nosotros, le cogió el maletín y
terminó de darle los primeros auxilios a la nueva bebé. Después de esto, la pusieron
en una incubadora y la subieron a una ambulancia para llevarla directamente a
Forks.

-Edward, cariño, ¿podrías pasarte junto con Garrett por la Comisaria de Port
Ángeles a sacar a Rose y a Kate de la cárcel? No sé qué problema tiene el guarda de
seguridad con la sintaxis pero según él le han faltado el respeto y se las ha llevado
detenidas y…

-¿Qué…fue…exactamente lo que pasó? -preguntó Garrett con mucha prudencia ya


que el ambiente entre nuestras mujeres estaba un poco crispado.

-Pues al buen señor le pareció que el decir "Oigaporfavorsenoshanperdido los


coches" era una falta de respeto a la autoridad y según él la frase correcta es "no
sabemosdondehemosdejadoloscoches", ya que según él un coche no es un niño que
se suelta de la mano y se pierde, es un objeto y como tal no pude salir andando él
solo. Ya ves una minucia. ¡Como si nosotras no tuviéramos otra preocupación más
que dedicarnos a analizar bien las frases! Por culpa de eso ha empezado una
discusión que se ha agravado al oír el color de los coches, no sabemos porque eso es
tan importante, entonces el guarda le ha dicho a tu mujer que le importaba muy
poco que ella fuera la hija del Director General del FBI, "como si fuera la mismísima
Primera Dama", le ha dicho y se las ha llevado detenidas.

Emmett al escuchar esto se fue hacia la patrulla maldiciendo por lo bajo, mientras
Garrett y yo le seguimos. Nessie y Kim se fueron con Jacob y Jared en el coche de
éste ya que todas no entraban en la ambulancia.

Llegamos a la comisaría de Port Ángeles y después de convencer a un muy


enojado Guardia de Seguridad quien sostenía que le habían faltado el respeto, que
Kate, a la que casi tenemos que poner un bozal para que callara, y Rose no eran
dueñas de sus actos debido a lo nerviosas que estaban, sacamos a ese par de locas
de la cárcel. Y con ellas en el coche protestando y poniendo verde al pobre guardia y
a nosotros de los nervios, regresamos a Forks.

-¿Qué más dará decir no sabemos dónde aparcamos el coche, que nuestro coche
se ha perdido? -preguntaba Rose indignada. Y los demás nos quedamos mirando
imperturbables, sí había diferencia y mucha. Un coche no era como un niño por
Dios. Pero si algo habíamos aprendido de estas siete locas era a no contradecirlas
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cuando se ponían así, cosa que había hecho el pobre guardia.

Cuando llegamos a Forks, fuimos directamente al hospital. Kim nos indicó la


habitación y fuimos para allá presurosos. Cuando llegamos toda la familia se
encontraba ahí admirando a una niña preciosa, un calco exacto de Jasper quien
estaba radiante de alegría.

-Y como se va a llamar -preguntó Esme, y aquí venia de nuevo la pregunta del


millón.

-Bueno, hemos estado esperando a que llegarais todos -contestó Alice mirando a
su marido y a Bella que estaban uno a cada lado de la cama. Bella tenía a la niña en
sus brazos-. Bella, amiga, nos conocemos desde hace ya seis años, pero tal pareciera
que lo hacemos de toda la vida. Eres para mi más que una amiga, eres esa hermana
que siempre quise tener. Nada más conocernos conectamos en seguida, es cierto
que yo te ayudé cuando me necesitabas pero tú también me estabas ayudando a mí
ya que antes de conocerte me sentía bastante sola. Ya sabes, es muy difícil que la
gente te quiera por ti misma cuando eres la hija de Esme Platt de corporación Platt
y de Carlisle Cullen, el eminente doctor. Pero llegaste tú y sí lo hiciste iluminando
con eso mi existencia. Bella -añadió mirando a su hija que seguía en brazos de una
llorosa y emocionada Bella-, te presento a Isabella Marie Whitlock Cullen, tu
ahijada, vuestra ahijada -añadió mirándome a mí. Y no pude evitar llorar y
emocionarme tal y como lo estaba haciendo Bella, tal y como lo estaban todos los allí
presentes. Me acerqué a la cama y le quité a Bella a la niña de sus brazos y la acuné
dándole un beso en la frente al tiempo que Bella se abrazaba a Jasper y Alice
emocionada. Mi madre que tenia a mi propia hija en brazos nos miraba conmovida…
Gaby le cogió entonces a Alice de sus brazos y se acercó a nosotros que gustosos le
hicimos un hueco, poco a poco los demás se nos fueron acercando, ¡que foto de
familia más bonita…!

Ahora sí que la vida nos sonreía, atrás había quedado todo el dolor y sufrimiento,
ahora solo nos tocaba vivir…

Hola ¿como estáis? Ya veis que llevamos casi toda la historia a vueltas con
ese dichoso despiste de no molestarse en mirar donde dejaban los coches y
claro... Ellas mismas comentan en uno de los capítulos que no sabrían que
pasara el día que no tuvieran al FBI detrás... en fin ya habéis visto los
resultados.

Bueno pues la mala noticia es que esta historia se acabó. La buena es que

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aun quedan un epilogo y algún que otro outakke por lo que todavía no le doy
al botoncito de complete. Ya os dije que tenía una nueva historia preparada
"Una cita casi a ciegas", cuyo OS inicial que sería el primer capitulo ya esta
publicado.

Quiero dar especialmente las gracias a mi beta que semana tras semana
ha trabajado junto a mi para darle forma a esta historia corrigiendo todos
mis errores y bueno algún que otro despiste.

Y, por supuesto, gracias a todas por vuestros rr:

Sara-Cris Cullen; saraes; Ssil; Iare; Titi Cullen; Ale Snape; PattyQ;
ludgardita;carlita16; Paaameeelaaa; JosWeasleyC; Cullen Vigo; Pam Malfoy
Black; Saha Denali; Angie Masen; NuRySh; yolabertay ; anamart05; lizzy90;
Patchmila Cullen Mellark; tany cullen; yasmin-cullen; aizen63; codigo
twilight; Areli Pattirson; marianareyna; roscidius cullen ; lunatico0030;
EdithCullen71283; yani-cullen; Maya Cullen Masen; MarcelaMaciel; yanu
swan cullen;Tamynna; ma pau cullen; Solchizz; nydia; Yolanda Dorado;
Suiza19; alessaCullen2314; katitacullent; FresCullen; Izzy. md; yunuen; mon de c

Bienvenida Nufu, una nueva lectora.

anita cullen, que sepas que me encantan tus cariñosos rr, gracias por
ellos.

Y gracias también a todas aquellas que me habéis añadido a vuestras


alertas y favoritos y , por supuesto, a aquellas que leeis en silencio.

Un beso enorme a todas. Gracias por estar ahí.

- 482 -
Chapter 38

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen,


su creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta
mi primera historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Capitulo 37: Epílogo

Parte 1: Golpe del destino

Cuatro años después

Pov Bella

El tiempo había pasado muy deprisa como siempre sucede cuando eres feliz. La
convivencia al lado de mi marido cada vez era más satisfactoria y placentera. Nos
amábamos más cada día que pasaba y eso se reflejaba en nuestros actos y gestos. Y
ahora que Alice pequeña como la habían bautizado, tenía cuatro años, nos habíamos
embarcado en la búsqueda de un varón Masen, mi pequeño príncipe. Pero el destino
se empeñaba en darme solo hijas y muy bienvenidas por cierto, así con esa excusa
podría seguir buscándolo del modo más placentero, una vez transcurrido el tiempo
reglamentario claro está, ya que estaba nuevamente embarazada de tres meses.

Rose se había quedado embarazada de nuevo a los pocos meses de nacer Isabella
y había tenido una preciosa niña a la que había llamado Rosalie en honor a su
madre, el problema era…el problema. Lo que Gaby y mis sobrinos habían dicho
aquella famosa tarde de hace cuatro años en el hospital se había cumplido, pero
ellos lo habían sabido solucionar a su manera, de la forma más fácil… bueno…
fácil… para ellos.

Lo más gracioso del caso era lo que se inventaban los niños que se habían hecho
amigos de mi hija y ahijada, para diferenciarlas de nosotras. Cuando los niños a esas
edades se enfrentaban a un problema no paraban hasta dar con la solución y esta no
había sido la excepción y de la noche a la mañana habían dado con la resolución
magistral, y tan magistral que debía de ser ya que los amigos de Tony, Peter y Gaby
también se adhirieron al club. Así que para mis sobrinos yo era tita, para mi hija,
mami pero para los demás niños era doctora mamá Alice. Mi amiga directamente
para todos, menos para mi hija que la seguía llamando tita, había pasado a ser
doctora mamá Bella. Lo más curioso es que esto se había extendido a nuestros
- 483 -
maridos y Jasper era doctor papa Bella y Edward agente papa Alice, en fin… cosas
de niños tan complicadas que hacía mucho tiempo que yo había desistido de
entenderlo ya que posiblemente tendría que hacer una nueva carrera para ello y no
estaba por la labor.

Rose había tenido más suerte ya que para todos los niños ella era profe, aunque
no le daba clases ni a la mitad, y su hija simplemente Rose, sin embargo al pobre
Emmett le habían bautizado como agente papá Rose al igual que a los demás. Pero
en algo tenían razón ya que cuando Esme o mi madre hablaban de sus nietas, con
las que estaban embelesadas, o las llamaban por su nombre nosotras alzábamos la
cabeza instantáneamente. Así que cuando estabamos en familia mis sobrinos y mi
hija mayor habían resuelto que mi hija Alice era Alice la pequeña, Bella mi ahijada,
era Bella la pequeña y Rosalie, mi sobrina, Rosie la pequeña…como ya digo…cosas
de niños, pero que a los mayores nos vienen bien de vez en cuando, ¡qué narices!
Pero el asunto es que a veces resultaba todo un galimatías extraño que solo ellos
entendían.

Kate y Garrett también habían tenido un precioso niño, Marquitos, como le habían
bautizado ya os imagináis quien y que hacia las delicias de Marco y Dydime, y Kate
ahora estaba embarazada de nuevo.

Esme y Carlisle seguían junto a nosotros y ya casi los considerábamos de la


familia, bueno, yo siempre los consideré. Para mi hijas, tanto Gaby como Alice, Esme
era abu Esme, lo que hacía sonreír siempre a la buena mujer.

Rose por fin había realizado su sueño y la casa que antes había sido de sus padres,
se convirtió en un sitio para que los jóvenes y no tan jóvenes con trastornos
alimenticios pudieran ser reeducados y curados totalmente. El lugar se había hecho
famoso y a él acudían madres y padres desesperados en busca de la ayuda que
nosotros les pudiéramos dar. A nuestro proyecto se habían unido mucha gente, tanto
de Forks como de fuera del pueblo y teníamos muchos benefactores y casi todos mis
compañeros del hospital colaboraban en su tiempo libre. La casa inicial había sido
ampliada construyendo una adyacente a su lado, ya que los terrenos daban para eso
y más. Por supuesto, nuestra revista seguía en marcha con el mismo espíritu y
objetivos de siempre y desde ella también aportábamos nuestro granito de arena
para intentar erradicar tan horrenda enfermedad. Uno de los momentos más bonitos
que recuerdo es cuando mi amigo, aquel diseñador que me había regalado varios
vestidos, vino a Forks con modelos normalitas y algunas hasta pasadas de peso para
hacer un pase privado de sus vestidos en la casa hogar como así la llamábamos. Mi
amigo también obligó a participar a las chicas en ese desfile y, según sus propias
palabras, modelaron sus vestidos con más gracia y dignidad que cualquier modelo
experimentada. La alegría de las chicas fue tan indescriptible como la inyección de
- 484 -
ánimo que mi amigo las dio solo con su gesto.

El pueblo había crecido en estos años, y nuestros trabajos se habían visto


afectados, pero era nuestro sueño y lo desempeñábamos felices.

También habíamos asistido a varias bodas, Jacob y Nessie y Jared y Kim se


casaron hace ya dos años, en una ceremonia conjunta en la iglesia de Forks, la
misma iglesia que había unido nuestras vidas por dos veces. Meses más tarde lo
hacían Quil y Claire para lo cual habíamos tenido que viajar a Washington donde se
habían instalado, aunque a pesar de la lejanía seguimos en contacto y viéndonos
siempre que podemos. Y al mes siguiente lo hicieron Rachel y Paul quienes vivían en
Port Ángeles muy cerca de Billy y de Rebeca que en estos años se había convertido
en una muy buena amiga de todos, pero sobre todo de Esme y de Renée con las que
compartía muchas tardes.

Emily y Sam eran padres de dos preciosos gemelos y seguían viviendo en


Jacksonville, al igual que Embry, Colin, Brady y el resto de los agentes que habían
protegido nuestras vidas. Dicen que las situaciones extremas unen a las personas y
eso había pasado con nosotros ya que a pesar de la lejanía seguimos conservando
una buena amistad y vienen a vernos siempre que pueden. Pero eran ellos los que
venían al pueblo ya que, a pesar de la insistencia de Ángela en que sería bueno para
todos, no habíamos vuelto a ese lugar.

Nessie y Jacob también estaban esperando a su primer hijo, era un varón y le iban
a poner de nombre Philp, y Kim estaba embarazada de tres meses. Solo faltaban
Claire ya que Rachel, debido a aquella herida tan grave se había quedado
imposibilitada para concebir y había adoptado un precioso bebé del que se había
encariñado nada más verlo y Marco les había ayudado con la adopción. La vida no
siempre es un camino de rosas, te da una de cal y otra de arena. Todavía recuerdo la
desesperación de Rachel cuando se lo dije pero una vez superado el dolor inicial,
supo levantarse y seguir.

Ángela y Ben no habían tenido más descendencia pero andaban buscando a su


pequeño Ben como decía Ángela.

Y qué decir de mi Gaby, ya tenía diez años y junto a su amiga Maggie se habían
convertido en todas unas señoritas bastante asediadas por algunos de los niños por
cierto, lo que ocasionaba los gruñidos y maldiciones de Ben y Edward y los enfados
de mis sobrinos y Seth que se creían con más derecho porque ellos las habían visto
antes… en fin…

Mis sobrinos también se habían convertido en todos unos hombrecitos que


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cumplían a la perfección, junto con Seth la misión de custodiar y proteger de
"elementos indeseados" a Maggie, a Gaby y a Charlotte que se había incorporado al
grupo hacia unos dos años y con cuyos padres teníamos una gran amistad ya que su
hermana mayor era una de nuestras pacientes en la Casa Hogar. Ni que decir tiene
que su padre también se había unido al club de protección. ¡Dichosos hombres, que
tontos podrían llegar a ser, si ellos supieran…! En fin… cosas de niños grandes tan
poco entendibles como las de los pequeños, supongo que tarde o temprano se
acabarían enterando, asimilando y aceptando…

No habíamos vuelto a saber nada de las dos Vulturi que aún quedaban con vida,
aparte de Marco y Dydime por supuesto, supongo que seguirían cumpliendo
condena, pero ni falta que nos hacía el mundo estaba mejor sin ellas.

Por lo demás podría decir que nuestras vidas eran maravillosas y plenas. Dicen
que lo importante en esta vida no es no caer, sino saber levantarte y seguir y eso
habíamos hecho nosotros juntos y de la mano, apoyándonos el uno en el otro en los
momentos difíciles y disfrutando de los buenos. Atrás habían quedado los malos
momentos, la angustia de la separación, el dolor de la pérdida y ahora
enfrentábamos la vida con nuevos proyectos y nuevas ilusiones, unidos, como
siempre tuvimos que estar y junto a nuestra familia que era lo más preciado que
teníamos. Ir a jugar al parque con nuestras hijas, las sesiones de películas en casa,
los juegos, los desayunos en familia, o salir con ellas de excursión o al cine eran
momentos que atesorábamos en nuestros corazones y aquel marco de fotos que una
vez Edward me regaló, estaba tan lleno que se había hecho necesario comprar otro.

Cuando mi hija Alice se enteró de que su padre le había compuesto una nana a
Gaby se empeñó en que le compusiera a ella una también y después había venido
Bella con la misma petición, argumentado que era su padrino y claro Rosalie no se
había quedado atrás, no en vano también éramos sus tíos además de sus padrinos y
Rose lo iba a ser de Renée, la nueva bebé que llevaba en mi vientre, así que Edward
se había convertido en el compositor oficial de nanas de la familia. Ahora era
habitual oírle tocar el piano con sus dos hijas, su ahijada y su sobrina, sentadas al
lado o encima de él. Me encantaba verle interactuar con sus hijas y saber que era
feliz junto a nosotras. Saber que éramos todo para él, su mundo, su vida… su todo,
al igual que él lo era para nosotras.

Se podía decir que todo por fin nos sonreía…

Pero como siempre ocurre en la familia Masen/Swan algo tenía que pasar que
pondría de nuevo nuestra vida patas arriba, pero esta vez para mejorarla y
enriquecerla...

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Era un día de lo más tranquilo en el hospital, pero todos sabíamos muy bien que
esa relativa calma no podía durar mucho tiempo y…así fue. De repente y ante mis
narices una mujer ensangrentada de arriba abajo apareció por la puerta de
Urgencias sobresaltándonos por completo. La cogimos en una camilla y después de
hacer el reconocimiento pertinente nos dimos cuenta de que acababa de parir pero,
¿dónde estaba el niño? Llamé a mi padre, a mi marido y a Nahuel ya que como
fuerzas vivas del pueblo les correspondía lanzar la consiguiente alerta en seguida
para que buscaran a la criatura por todos los lados, ya que la madre estaba como en
shock, no hablaba ni decía nada. De repente, entró en parada y nos fue imposible
reanimarla, pero antes de morir me tomó la mano, me miró a los ojos y me dijo.

-Doctora por favor, encuentre a mi hijo…cuídelo por mí… -y exhaló su último


suspiro

-Bella -oí como Edward me llamaba entrando por la puerta-, ¿qué diablos ha
pasado?- y rodé los ojos resignada ¡hay este hombre! siempre tan sobreprotector
seguro que venía pensando que algo nos había ocurrido a mi o a la bebé.

-No lo sé Edward, pero si sé que hay un recién nacido por ahí perdido que si no
recibe la atención inmediata morirá de frío y hambre y yo no puedo estar esperando
más, así que ¿me acompañas?

Por la radio de la patrulla oí como informaban de un accidente que se había


producido en la carretera de entrada al pueblo. El coche había volcado y se le veía
muy mal, de hecho lo descubrieron porque estaban buscando al niño. Los agentes en
una primera revisión descubrieron que dentro del coche había sangre, pero no se
veían victimas alrededor, así que nos dirigimos allí a ver si podíamos sacar algo en
claro de todo este misterio. Cuando llegamos vimos que efectivamente el interior del
coche estaba lleno de sangre pero no había nadie. Encontré restos de placenta entre
la sangre por lo que estaba más que claro que el parto había tenido lugar allí, pero,
¿dónde estaba el crío? Después de un buen rato buscando por los alrededores, un
débil llanto se oyó entre los arbustos, me acerqué a ellos y ahí estaba escondido, lo
que dificultaba su localización, frío, inmóvil, casi sin vida.

-Por favor llamad al hospital, decid que lo he encontrado y que necesito un


neonatólogo y una incubadora ¡YA!

Mientras esperaba a mis compañeros, le practiqué como pude la respiración


artificial, Edward y Emmett me miraban asombrados pues se le veía tan pequeño
que no parecía posible que yo le pudiera estar haciendo eso, pero estaba intentando
ganar tiempo para el pequeño hasta que llegara el especialista quien llegó en
seguida junto a Jasper que traía la incubadora… Una vez que mi compañero
- 487 -
consiguió estabilizarle un poquito nos lo llevamos al hospital. No me podía quitar de
la cabeza las palabras de esa mujer, de su petición…

Como es natural, tuvimos que llamar a los servicios sociales para que se hicieran
cargo pues no tenía ningún familiar conocido. Edward, Emmett y mi padre junto a
los compañeros de Port Ángeles estaban intentando averiguar lo sucedido. Parecía
ser que la madre había salido huyendo de alguien o de algo y tuvo al niño en medio
de alguna carretera abandonada. Buscando que alguien la atendiera, puso en
marcha el coche para intentar llegar hasta nosotros, pero cegada por la natural
pérdida de sangre y el cansancio del parto, había terminado en aquella cuneta
oculta por los arboles. No teñíamos ni idea de porque el niño terminó donde estaba.
Si hubiera salido despedido del coche, presentaría algún trauma o contusión, pero
nada, solo estaba deshidratado y muerto de frío. Todo apuntaba a que la madre lo
había escondido allí de algo o de alguien. No me lo podía quitar de la cabeza ¿por
qué querría abandonarle? , y si quería abandonarle ¿por qué pedirme que le
cuidara? No entendía nada, solo sabía que entre ese niño y yo se había establecido
una especie de vínculo especial y me pasaba las horas de descanso mirando por la
ventana de la sala de neonatos. A veces entraba, le cogía en brazos, le alimentaba y
le acunaba. Edward me encontró así en más de una ocasión. A los pocos días de
hacer este ritual me di cuenta de que quería adoptarlo pero una adopción era
complicadísima, debía haber una larga lista de personas más adecuadas para un
bebé.

Gaby y Alice venían a veces a verme junto con sus primos y su niñera, una de las
primeras pacientes que tuvo la Casa Hogar y a la que le habíamos dado la
oportunidad de ser útil, algo que necesitaba, lo cierto es que Rose, Alice y yo
confiábamos mucho en ella. Mis hijas se quedaban mirando al niño embobadas a
través del cristal de la ventana. Pareciera que se hubieran encariñado con él, eso me
hacia desearlo más…

Fiel a nuestro pacto de no ocultarnos nada, había hablado con Edward sobre la
posibilidad de adoptarlo y él se mostró conformé, no en vano me dijo, él también era
adoptado y no podía estarle más agradecido a los Swan, ¿que hubiera sido de él
sino? Rose y el resto de la familia nos apoyaban. Por supuesto hablamos también con
Gaby y con Alice pero sobre todo con Gaby que ya era mayor para comprender.
Ambas se mostraron muy complacidas pues según ellas abu Renée les había dicho
que tener hermanos varones era muy divertido y útil en muchas ocasiones, además
le habíamos contando a Gaby nuestra historia, omitiendo y suavizando los detalles
escabrosos claro está, pues creíamos que con diez años ya era lo suficiente mayor
para comprenderla, y decía que nosotros teníamos que hacer por ese niño, lo mismo
que los abus habían hecho por papá. Así que nos decidimos y echamos los trámites
para la adopción, aunque sabíamos que iba a ser una ardua batalla y que teníamos
- 488 -
muchas posibilidades de perder.

Hoy era un día particularmente triste. Hoy se lo llevarían, el niño estaba bien, no
había motivo para retenerlo en el hospital más tiempo y hasta que un juez dijera si
podíamos quedárnoslo o no, tendría que ir a una casa de acogida. Edward me pilló
con él en brazos y llorando, era mi particular despedida…

-Bella mi amor, ¿qué tienes?... -me dijo cogiéndome de la cintura y acunándome


del mismo modo que yo acunaba al niño.

-Solo me despido de él, no hay problema.

-Sí, sí lo hay Bella te has encariñado con él, quieres quedártelo y piensas que vas a
perder, te has dejado vencer antes de presentar batalla amor.

-No es eso Edward es que nosotros ya tenemos una familia, estoy embarazada y
con nuestro pasado a lo mejor el juez considera que tenemos mucha carga
emocional por delante y que es mejor que esté con otros padres.

-Seguro que no lo querrían tanto como nosotros, eso tenlo por seguro y además
contamos con la ayuda de Marco.

-Sí, eso me da una especie de esperanza…

-La esperanza es lo último que se pierde amor, ¿cómo crees que sobreviví yo a
todos estos años sin ti? Con esperanza de que todo acabara algún día, no era
consciente de ello pero tenía esperanza… Como dice Esme, ya verás como todo sale
bien… De hecho estoy seguro que van a salir fenomenal ¿me dejas coger al niño por
favor? Y...mientras…échale un vistazo a estos papeles ¿quieres?

Le pasé al niño dándole al mismo tiempo una mirada interrogante. Cogí los
papeles y cuando los leí, me quedé sin habla…

-Solo tienes que firmar mi amor, y nos lo podemos llevar ahora mismo a casa

-Pe…pe…ero ¿cómo lo has conseguido?

-Cielo, soy policía, yo también tengo mis influencias. Llamé a un amigo que trabaja
en Servicios Sociales y él me ayudó.

-Sabes ya que te adoro- le dije conmovida echándome a sus brazos.

- 489 -
-Sí… pero no me importaría que me lo repitieras.

-Bueno pues te adoro. Edward ¿te das cuenta de que vamos a estar una buena
temporada cambiando pañales a diestro y siniestro y atendiendo a nuestras hijas a
las que no debemos descuidar?, nuestra vida en pareja se puede resentir y yo…

-Mi vida en pareja contigo jamás se resentirá porque te quiero muchísimo para
consentirlo, eres mi razón de ser, estoy más que preparado para vivir esta nueva
aventura siempre y cuando la viva junto a ti, así que tranquila cielo porque el gran
amor que nos tenemos es capaz de superar todos los obstáculos, es un amor
verdadero que va más allá de todo y de todos, creo que ya lo hemos demostrado en
el pasado. Sé que encontraremos la ocasión para amarnos, para estar solos, para
disfrutar el uno del otro, el que la quiere la encuentra ¿no? Y además, si hemos
soportado…lo que hemos soportado, ¿crees acaso que no vamos a poder con esto?

-Con esto y con mucho más mientras tu estés a mi lado… - le dije dándole un beso
en los labios, corto por el sitio en el que estábamos pero en el que iba implícito todo
el agradecimiento que sentía hacia él ahora mismo y todo el amor que le profesaba.
Le había dado una oportunidad para recuperar mi amor y no solo no la había
desperdiciado sino que me había compensado por toda la amargura y el dolor de los
años pasados sin él. Hacía años que le había perdonado y no me arrepentía.

-Toma amor, envuélvelo aquí - me dijo dándome una mantita que reconocí e
inmediato-. Renée me la dio, ¿te acuerdas de ella…?

-Como no acordarme si iba con ella a todas partes, Emmett en broma me llamaba
mala imitación de Carlitos…

-Sí, recuerdo el día en el que te encontré durmiendo al lado de la nevera envuelta


en ella…

-Tenía sed -me defendí- y luego me dio miedo volver sola…

-Me lo hubieras dicho y habría bajado contigo mi amor…

-Estabas tan mono dormido que me dio pena despertarte…

Los dos nos echamos a reír recordando esta pequeña anécdota de nuestro pasado
al tiempo que envolvíamos al niño en la manta.

-¿Cómo le vamos a llamar?- me preguntó.

- 490 -
-Bueno…- contesté -me gustaría que tu hijo se llamara como tú, siguiendo la
tradición… y cómo vamos a tener otra niña, pues te presentó a Edward Masen Swan
Junior.

-Hola Edward - saludó mi marido encantado con el nombre…

Nunca llegaríamos a saber con exactitud qué había sucedido para que esa pobre
mujer abandonara así a su hijo, pero lo que si era cierto es que había llegado a
nuestras vidas por un golpe del destino y, ¿quiénes somos nosotros para negar al
destino?

Salimos juntos del hospital, en el vestíbulo nos esperaban nuestras hijas con sus
primos y el resto de la familia, preparados para dar la bienvenida a un miembro
más…

-Familia, os presentamos a Edward Charlie Masen Swan -dijo Edward con orgullo
y yo ante la elección del segundo nombre le di una mirada de aprobación y gratitud.

Unos días más tarde Edward y yo descubrimos que nos habían subido de
categoría. Mi marido ahora era agente papá Alice y Eddie y yo doctora mamá Alice y
Eddie… cosas de críos imposibles de comprender.

Mi vida no podía ser más feliz junto a mi marido. Juró que nunca más nos
abandonaría, que se haría perdonar con cada gesto y cada palabra, que siempre
estaría ahí para nosotras y lo cumplió. Recuperó mi amor desde el mismo momento
en que me pidió perdón por lo que me había hecho. Regresó a mi vida para quedarse
en ella, colmándome de amor, dicha y felicidad. Mi vida no era un camino de rosas,
ninguna lo es, siempre hay momentos buenos y momentos malos, pero teniendo a mi
lado a Edward, mi marido, el hombre al que amaba y me amaba no había obstáculo o
prueba que no pudiéramos superar… ya lo habíamos hecho.

Parte 2: Asignatura pendiente

nueve años después

Pov Gaby

-Gaby, amor despierta -oí que me decía Seth entre la neblina del sueño. Poco a
poco fui abriendo los ojos y me encontré con su expresión afable y risueña, ¡como
adoraba a este chico!, era un amor parecido al de mis padres, nos conocíamos desde
siempre, prácticamente habíamos crecido juntos y hasta mi padre me había
confesado que no había podido pedir un mejor novio para mí.
- 491 -
A principios de septiembre iba a iniciar una nueva etapa de mi vida: la
universidad. Tal y como le había prometido a mi papá aquel día en los Montes de
Olympic, iba a ingresar en la Academia de policía y junto a mis primos y Seth
estudiaría muy duro para llegar a ser la mejor. Maggie iba a estudiar psicología
como su madre y Charlotte que se había unido a nuestro grupo hacia ya como once
años se iba a especializar en nutrición y dietética, ya que su sueño era trabajar en la
Casa Hogar de mi tía que tanto había ayudado a su hermana. Pero antes de todo,
teníamos una asignatura pendiente que aprobar… Después de superarla, mis
padres, mis tíos y los demás, se iban a quedar unos días y después de que el avión
nos dejase en nuestro lugar de destino, la Academia de policía de Washington para
unos, y la universidad para los otros, volvería a recogerlos, ya que sus obligaciones
no les permitían estar mucho tiempo alejados.

Habíamos elegido Washington para estudiar nuestra carrera como policías porque
lo que consiguiéramos lo queríamos lograr por nosotros mismos y no porque éramos
los hijos de… Mi tío y mi padre, tras el rescate de aquellos niños en el colegio, su
intervención en nuestro secuestro salvándonos la vida, además de otros casos que
habían resuelto con éxito, se habían convertido en una leyenda viva. Nosotros solo
queríamos seguir sus pasos y conseguirlo por nosotros mismos. Ellos, aunque
apenados por nuestra marcha, respetaron nuestra decisión y no se podían sentir
más orgullosos lo cual me complacía pues que mi padre se sintiera orgulloso de mi
era mi mejor regalo.

Maggie y Charlotte habían decidido venirse con nosotros y estudiar en la


Universidad de Washington porque no querían estar mas tiempo alejadas de sus
parejas. Ángela y Ben asi como los padres de Charlotte, se habían mostrado de
acuerdo y las habían dado sus bendiciones.

Mis dos primos y Seth ya estaban estudiando en la Academia desde hacía dos años
en el caso de Tony y uno en el caso de Peter y Seth y vivían en un bonito
apartamento que mi abu Marco les había alquilado cerca de la Academia. Maggie,
Charlotte y yo viviríamos en uno que estaba al lado del suyo ya que nuestros padres
se habían negado en redondo a que vivieramos todos juntos con nuestra
consiguiente protesta. Vosotras dejadlos y luego cuando estéis allí hacéis lo que os
de la gana, habían dicho mis tías y mi madre, así que les dejamos hacer. Ni que
decir tiene que mi abus Marco y Dydime y mis tíos Kate y Garrett, estaban
encantados con nuestra presencia allí.

Miré por encima de mi asiento y pude ver a mi madre y a mi padre, abrazados y


dándose besos en la boca, a la vez que se miraban con mucho amor. Porque sí, mis
padres a pesar del paso del tiempo se seguían amando tanto o mucho más que antes
y eran un ejemplo a seguir para mí y mis hermanos. Detrás de ellos tía Alice y tío
- 492 -
Jasper, se miraban también con el mismo amor, el mismo que se profesaban mis
otros tíos sentados un par de asientos más allá junto a Ángela y Ben que se habían
ofrecido a acompañarnos en este viaje. Mis cuatro abus iban un poco apartados del
resto conversando animadamente. Tía Nessie dormía plácidamente en los brazos del
tío Jacob y a su lado lo mismo hacían Kim y Jared. Paul y Rachel, una de mis
adoradas "niñeras" iban sentados detrás conversando animadamente. Alice, Bella y
Rose, iban jugando entre ellas y, mis hermanos Eddie y Renée junto a lo demás
miembros más pequeños de nuestra gran familia, iban cómodamente dormidos
repartidos entre la habitación que tenía el avión, los asientos vacíos y los brazos de
mis abus. Por delante de mí, vi a Tony que tenia apoyada la cabeza en el hombro de
Maggie quien le acariciaba el pelo intentando animarlo. No en vano era, junto a tía
Alice, el que más había perdido aquel fatídico día en que casi se rompen nuestras
vidas… un asiento más adelante mi primo Peter tenía en sus brazos a Charlotte.
Todo era paz en aquel avión privado propiedad de abu Marco y que un vez más
había puesto a nuestra disposición.

Abu Marco, hacia seis meses que había dejado su puesto en el FBI para dedicarse
por entero a su mujer, sus hijos y nietos y ahora era Sam el que ocupaba su lugar. Él
y Emily, aquella primera "niñera" que siempre recordaré con un cariño especial,
vivían ahora en Washington junto a Quil y Claire, la tercera de mis queridas
"niñeras". Todos esperaban en el aeropuerto nuestra llegada para pasar juntos
aquella pendiente asignatura.

Mi abuelo Charlie también había decidido jubilarse para dedicarse por entero a
sus nietos, y su puesto ahora era ocupado por mi padre y mi tío, ya que los jefazos
de arriba no se habían puesto de acuerdo en cuál de los dos era el más apto y habían
decidido que ambos eran igual de aptos. Riley, un antiguo miembro del FBI que
había llegado al pueblo para protegernos después de aquel horrible secuestro, gran
amigo de mi padre y mi tío Emmet y compañero de ellos en la academia y que se
había incorporado al Cuerpo de Policía de Forks hacia unos años, se había quedado
ocupando ese puesto hasta que mi padre y mi tío regresarán.

El avión descendió poco a poco ocasionándome el molesto taponamiento de oídos


tan normal en esto casos…

-Ya llegamos -dijo mi padre yendo a despertar a los niños que dormían en la
habitación. Todos nos levantamos y cogimos nuestros respectivos equipajes de
mano.

Cuando salimos al exterior, lo primero que me azotó fue un calor enorme, calor
que ya había olvidado acostumbrada a vivir en el frío, lluvioso y maravilloso pueblo
de Forks. Después de saludar a nuestros amigos que allí nos esperaban, en un total
- 493 -
y completo silencio nos instalamos en los coches y nos dirigimos hacia aquella playa
donde catorce años atrás tuvieron lugar unos acontecimientos terribles que
amenazaron con romper en pedazos y de forma definitiva nuestras vidas. El lugar,
presidido por el enorme edificio del hospital, no había cambiado demasiado en estos
años. Al llegar a la playa lo primero que vi fue aquella vieja torre de vigilancia que
por unos largos y horribles minutos había sido nuestro refugio. Todos nos paramos a
la vez como si alguien nos hubiera desconectado y nos quedamos mirando
recordando sin duda alguna todo lo que había pasado.

Seth, Maggie, Charlotte, Kim, Rachel y Claire, Ángela y Ben, junto a los niños, se
quedaron un poco apartados del resto del grupo. Colin, Quil, Embry, Paul y Jared
fueron los primeros en volver a poner el pie en aquella playa mientras mi padre, tío
Emmett, tío Jasper, tío Jacob y Sam se adelantaron dando la mano a sus respectivas
parejas. Mi padre me la tendió a mí al tiempo que se la cogía a mi madre y yo se la
di a Peter quien a su vez se la tendió a Tony y así juntos, nos adentramos en la playa.
Me puse entre medias de mis dos primos y me agarré a los dos, mi padre tenía
cogida a mi madre por la cintura y le daba besos consoladores en el cuello y en el
pelo y lo mismo hacían mis tíos. Tío Jasper lloraba en silencio agarrando con fuerza
a mi tía Alice, supongo que pensando en lo que estuvo a punto de perder aquel
desastroso y fatídico día. Mis tíos Rose y Emmett no estaban mucho mejor.

De repente empecé a oír de nuevo el ruido de los disparos, reviví aquel momento
en que la tía se tiró encima de mí salvándome la vida, Emily y los demás agentes
protegiéndonos con sus cuerpos, los gritos desesperados de mi madre y de Jasper en
un intento porque tía Alice recuperase la conciencia, mi tía tumbada en una camilla,
ensangrentada, desmadejada y luchando por su vida, mis primos y mi tía Rose a mi
lado…. Cada vez tenía más claro la profesión que había elegido, jamás dejaría que
ningún criminal destruyera ninguna vida si estaba en mi mano evitarlo.

De pronto, el tío Jacob con su habitual socarronería empezó a relatar anécdotas de


mi madre, su torpeza y nuestras travesuras en aquella playa que realmente también
nos había dado muy buenos momentos solo había que recuperarlos y superar y
olvidar los malos. Los que se habían quedado atrás dándonos nuestro espacio
vinieron junto a nosotros. Los niños empezaron a jugar y a decir que querían
bañarse en el mar, y sin saber cómo nos encontramos todos de nuevo riendo,
corriendo, haciendo castillos de arena y jugando en ese trozo de playa testigo de
tanto dolor.

-Te amo muchísimo Bella, nunca dejé de hacerlo y nunca lo haré, te amaré hasta
el fin de mis días y aún más allá -oí que mi padre le decía a mi madre cuando ya nos
retirábamos para seguir nuestro viaje rumbo hacia nuestra nueva vida.

- 494 -
-Yo a ti también… -le contestó mi madre y ambos se fundieron en un beso
profundo y lleno de amor, de esos que no dejan lugar a dudas. Esos que dan envidia
y que anhelas que alguien te dé algún día. Pero no tenía que sentir envidia, yo tenía
a Seth quien me miraba con el mismo amor que mi padre miraba a mi madre.
Empujé con mucho cuidado a Alice, a Bella y a Rosie, que se habían quedado, como
siempre, embobadas mirándolos, tomé de la mano a Eddie y a Renée que a su vez
cogió a Philp que siempre se pegaba a ella como una lapa, y me alejé de allí junto a
Seth que me tenía sujeta por el hombro, dándoles un poco de privacidad. Por
delante de nosotros todas las parejas que de una forma u otra formaron parte de
aquel horrible día, se alejaban de allí fuertemente abrazadas y riendo, mientras los
niños corrían a nuestros alrededor.

Mi padre cometió sus errores como ser humano que es, pero supo reconocerlos,
enfrentarse a ellos e intentar por todos los medios recuperar el amor de mi madre,
ese que pensó que había perdido. Pero mi madre nunca dejó de quererlo y me
inculcó a mí ese amor. En cuanto a mi ¿qué puedo decir? Adoro a mis padres,
siempre les tengo cuando les necesito y sé que siempre los tendré, siempre están
presentes tanto en mi vida como en la de mis hermanos, alegrándonosla y
enriqueciéndonosla, educándonos como mejor saben y pueden, poniendo en cada
gesto y en cada acción todo el amor y el cariño que tienen para darnos, incluso
cuando nos regañan o castigan lo hacen con dulzura y amor, ellos, mis hermanos,
Seth y el resto de mi familia y amigos son todo para mí. Pero siempre recordaré con
cariño, amor y ternura a mi héroe, a aquel hombre que echaba de menos cuando era
niña, al que idolatraba aun sin conocerlo en persona, a cuya foto daba todos los días
un beso de buenas noches pensando que él lo escucharía, aquel que llegó a mi
cuando menos me lo esperaba quedándose en mi vida de forma permanente, él que
se sacrificó para que mi madre y yo estuviéramos bien y a salvo, aquel que me
acunaba por las noches cantándome mi preciosa nana o la de mi madre, el que me
salvó de morir cuando aquellos desalmados nos secuestraron, el que me ayudó a que
mis pesadillas desaparecieran, el que me enseñó que el corazón es muy grande y en
él caben todas las personas que amas sin distinción ninguna, aquel que consiguió
recuperar el amor de mi madre y tener el mío de forma incondicional, el que me
enseñó a no tener miedo porque sabía que él siempre estaría ahí para mí: Mi papi.

FIN

Hola ¿como estáis? Yo un poco triste porque esa historia haya llegado a su
fin, pero todo en algún momento tiene que acabar. espero que hayáis
disfrutado este epilogo tanto como yo cuando lo escribí y supongo que se os
habrá escapado alguna lagrimita mientras leíais. Pero no todo es tan malo,

- 495 -
porque esta historia aun no acabo, todavía faltan los outakkes que serán por
lo menos dos y quizás, solo quizás alguno más. El próximo ya lo tengo
preparado y lo publicaré en cuanto le de los últimos toques, quizás antes del
viernes. Es una narración en tercera persona que nos cuenta como vivieron
el tiroteo Aro, Tanya y el resto de los Vulturis. El siguiente sera un Pov
Edward en el que entrarán en juego esas famosas esposas y esa fantasía que
nuestro Edward tenia con ellas y quizás ese tercer outakke nos cuente una
visita sorpresa que nuestros amigos hacen a sus hijos descubriendo poco a
poco que pese a sus ordenes viven juntos y bueno... ya habéis visto como son
estos hombres. Por todo esto todavía no le decimos adiós a esta historia.

Soy consciente de que el lió con los nombres os habrá resultado un lío
pero creedme cuando os digo que, al igual que algunas cosas de esta
historia, está basado en un hecho real vivido por mi en los dos primeros
años de colegio de mi hija.

Pero también empiezo una nueva Una cita casi a ciegas, cuyo segundo
capitulo lo subiré en cuanto le de el visto bueno. El primero ya sabéis que es
el OS ganador de un premio especial en lemmonada_Expres y que se llama
igual que la historia Una cita casi a ciegas

Gracias, gracias a todas las que me habéis acompañado semana tras


semana en esta aventura. Gracias a las que empezasteis desde el principio
para quedaros conmigo, y a las que os incorporasteis después y también os
quedasteis. Gracias a todas por vuestro apoyo y por vuestros bonitos y muy
preciados rr:

Sara-Cris Cullen; saraes; Ssil; Iare; Titi Cullen; Ale Snape; PattyQ;
ludgardita;carlita16; Paaameeelaaa; JosWeasleyC; Cullen Vigo; Pam Malfoy
Black; Saha Denali; Angie Masen; NuRySh; yolabertay ; anamart05; lizzy90;
Patchmila Cullen Mellark; tany cullen; yasmin-cullen; aizen63; codigo
twilight; Areli Pattirson; marianareyna; roscidius cullen ; lunatico0030;
EdithCullen71283; yani-cullen; Maya Cullen Masen; MarcelaMaciel; yanu
swan cullen;Tamynna; ma pau cullen; Solchizz; nydia; Yolanda Dorado;
Suiza19; alessaCullen2314; katitacullent; FresCullen; Izzy. md; yunuen; mon de c

Quiero dar las gracias y la bienvenida a daniella maria.

Gracias también a todas aquellas lectoras silenciosas que semana tras


semana han ido leyendo esta historia y a las que en el futuro lo hagáis.

Gracias a mi beta que semana tras semana y capitulo tras capitulo ha ido
- 496 -
corrigiendo mis errores. Un beso guapa

Y gracias también a todas las que me añadís a vuestros alertas y favoritos.

Hasta la publicación del primer outakke que será lo antes posible.

- 497 -
Chapter 39

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de S. Meyer.

Hola ¿como estáis? Pues aquí os dejo este primer Outakke que tenia
escrito hace tiempo. Se sitúa justo después de los atentados que casi acaban
con la vida de Alice y de Tony. Quería haberlo subido antes pero me ha sido
imposible.

Outakke 1: El hombre de hielo y su pequeño gran monstruo.

(Narración en tercera persona)

Sentado en la lujosa mesa que presidia el enorme despacho de aquella inmensa


casa, Aro Vulturi escuchaba impasible las noticias que por teléfono le estaba dando
unos de sus esbirros, contándole el último desastre que había ocasionado la inútil de
su hija. Resultado: una mujer y un niño gravemente heridos, uno de los asaltantes
muerto y el otro también gravemente herido. Dos supuestos agentes del FBI, que
intentaban huir, muertos uno a consecuencia de un accidente supuestamente
provocado por su más fiel esbirro y el otro abatido a tiros por un compañero que a
su vez había sido detenido. Esperaba que el detenido no fuese Laurent, pero por si
acaso tendría que empezar a ponerse en contacto con sus abogados.

Poco le importaba a él que al otro lado del país una mujer estuviera en estos
momentos debatiéndose entre la vida y la muerte y que un niño pequeño estuviera
sufriendo la misma suerte. Poco le importaba que aquellos dos supuestos agentes
muertos fueran aquellos hijos biológicos tenidos con la mujer que se supone
realmente amaba. Lo único que le preocupaba es que su hija, la idiota e inútil de su
hija, había metido la pata un vez más dejándole a él en entredicho y exponiéndole,
cuando a su vez él ya se estaba encargando del asunto… "a su manera".

De vez en cuando lanzaba alguna que otra maldición contra Tanya mientras
enfrente de él, sentada en el enorme sillón, Carmen Vulturi estaba con la cabeza
totalmente gacha, con los ojos puestos en el café que se estaba tomando y sin
atreverse a replicarle. Ya conocía ella en sus propias carnes lo que suponía llevarle
la contraria o no hacer o hacer algo que a él no le pareciera bien. A estas alturas de
la historia Carmen Vulturi tenía clara una cosa y es que, hiciera lo que hiciera, y
como lo hiciera, para Aro Vulturi siempre estaría mal. Si había algo de lo que se
- 498 -
arrepentía en su vida era de haber dejado de lado a aquel hombre que de verdad la
amaba aceptando en su lugar a aquel monstruo. De hecho la noche anterior había
vuelto a ser víctima de uno de sus "castigos" porqué supuestamente la cena estaba
salada y ella y solo ella, no la cocinera de la inmensa mansión, tenía la culpa, ¿es
que su cuñada Athenodora no vivía también allí y era tan responsable como ella del
mantenimiento de la casa? La había golpeado hasta cansarse para después forzarla
una vez más a mantener unas relaciones que le daban cada vez más asco. Ojala
algún día tuviera la oportunidad de vengarse, porque lo haría sin dudar un solo
segundo…

-Definitivamente tu hija es tonta -volvió a repetir una vez que hubo colgado el
teléfono. No tiene cabeza, no piensa como es debido. A veces pienso que Renata
tiene razón y que debí encargarla de todo a ella.

-¿A qué… a que te refieres? -preguntó una asustadísima Carmen.

-Nada que te importe -respondió mirándola con desprecio y dándose cuenta de


que llevado por la ira había hablado de más involuntariamente -. Como no va a ser
tonta pareciéndose a ti -añadió volviéndola a mirar de aquella forma amenazante tan
típica de él, lo que provocó que Carmen bajase la mirada totalmente aterrorizada.

-Hola tito querido -saludo Renata que en ese momento entraba al despacho de Aro
alertada por las voces que estaba dando su tío -¿qué sucede?

-¿Qué qué sucede?, míralo por ti misma -contesto Aro poniendo en ese momento la
enorme televisión que había en la estancia. Renata, Cayo y Athenodora, que habían
entrado junto a ella se sentaron en ese momento en el sillón para escuchar las
noticias del día, al tiempo que una sumisa Carmen se levantaba para irse en silencio
sin siquiera haber terminado de tomar el café que estaba bebiendo ante el gesto que
le hizo su marido.

-Ya te dije que me lo tenias que haber encargado a mi -dijo Renata enfadada por lo
que estaba oyendo, confirmando lo que su tío había dicho momentos antes - y
encima se confunden de mujer y de niño ¡es increíble!, yo sí que hubiera sabido
mantener a raya a ese pedazo de hombre. Si no se la hubiera ocurrido atentar
contra la vida de la madre, Edward no hubiera marchado a Jacksonville y todo
seguiría en su sitio, donde debe estar.

-¿Pero es que es ella la responsable del accidente de la madre? -preguntó Aro en


evidente estado de ebullición.

-Pensaba que lo sabías hermano -intervino Cayo en ese momento.


- 499 -
-Yo que voy a saber, parece ser que en esta casa nadie me dice nada -contesto el
hombre de hielo mirando desafiante al resto de la familia con esa expresión en el tan
característica suya, capaz de helar al propio hielo y aterrorizar al mismo miedo.

-Ya le dije a Tanya que no lo hiciera, le pregunté si lo sabías y ella me dijo que sí,
que tu se lo habías mandado -contesto Renata, la única capaz de calmar la ira de
aquel monstruo aunque fuera a base de mentiras y malmetiendo o arremetiendo
contra cualquier persona que tuviera a mano con tal de que su "tito" no se enfadase
con su madre, su padre o con ella misma. Y si en el proceso lograba fastidiar a la
idiota de su prima mejor. Ella también se había "enamorado" de Edward y sentía por
Bella un odio atroz, de hecho la quería muerta al igual que a esa bastarda de su hija,
pero es que por Tanya lo sentía mucho mas por haberle quitado su oportunidad con
él. Seguro que ella no lo habría dejado escapar. De hecho si de ella hubieran
dependido los sucesos que ahora mismo estaba escuchando por la televisión,
ninguna persona que no tuviera que estarlo hubiera salido mal parado, pero esa
zorra y su asquerosa hija estarían a estas horas en el depósito, eso seguro. Y todo
hubiera sido un trabajo limpio, muy limpio sin dejar rastro alguno. María era una
mujer que trabajaba rápido y bien. No como esos "bastardos" que se suponía eran
tan primos suyos como Tanya.

-¿Y qué piensas hacer?

-Ya les he dicho a Laurent y a Heidi que no dejen vivo a nadie que pueda testificar
en nuestra contra, y que no se preocupen ya les sacaré de la cárcel en cuanto pueda
si es que les llegan a detener.

-¿Te fías de ellos?

-De Laurent sí, pero de Heidi… -por cierto hay que sustituir a Irina, gracias a la
tonta de mi hija también la han pillado.

-Definitivamente tu hija es imbécil -dijo Athenodora que hasta el momento se


había mantenido callada-. Claro que siendo hija de quien es ¿qué podríamos
esperar?, ¿a quién vamos a poner ahora?, como si eso fuera tan fácil. Tenias que
haberte casado con….

-En ese momento no era conveniente Athenodora y lo sabes…, además el amor es


para los cobardes y yo no tengo tiempo para esas estupideces. Lo mío son los
negocios y ese matrimonio era un negocio muy conveniente.

-Sí pero….

- 500 -
-Pero nada -cortó Aro levantándose del sillón y dando por concluida la
conversación.

-Voy a hablar con Tanya y a cerciorarme de que esto no vuelve a repetirse.


Edward tiene que volver al pueblo y a nuestro redil cuanto antes. ¿Por qué
cometería el error de dejarles vivir solos en esa casa? Tenían que haber venido a
vivir a aquí, donde yo pudiera controlar a ese… bastardo y al resto de la familia,
empezando por mi sobrina, sus suegros y esos viajecitos a donde no debían. Los
toleré porque pensaba que Tanya tendría controlados a Edward y a esa especie de
hermanastro suyo, pero ya veo que no. Ahora veo que dejar ciertos asuntos en
manos de esa inútil fue un gravísimo error…

En ese mismo instante una desesperada Tanya Vulturi se encontraba en el salón


de su casa. Ni James, ni ninguno de sus primos se habían comunicado con ella pero
sabía por las noticias del día lo que había sucedido. Por lo visto una mujer y un niño
habían sido gravemente heridos durante el tiroteo y uno de los asaltantes muerto de
un disparo mientras que el otro estaba también gravemente herido en el hospital.
Pero en la noticia no se daban datos de las victimas ¡ojala ese niño fuese esa sucia
bastarda y la mujer la zorra de su madre! A saber si esa niña en realidad era hija de
su marido. Pero eso no la impedía estar inquieta y ansiosa así que en estos
momentos se encontraba escuchando las noticias y paseando muy nerviosa de un
lado a otro del salón.

Por un lado, seguro que su Eddie estaba enfurecido con ella así que tendría que
negar su participación en el atentado para que se le pasase el enfado, no le quedaba
otra. No, mientras su Eddie no se diera cuenta de las cosas, no mientras esa mujer
lo tuviese completamente idiotizado. ¿Cuándo se daría cuenta de que era ella la que
verdaderamente lo amaba y que hacía todo esto por el bien de los dos, para que
pudiesen estar juntos?

Y, por otro lado, seguro que su padre estaba enfurecido, más que enfurecido
rabioso. Otro que no comprendía que hacía todo esto por amor ¿amor?, esa palabra
no entraba dentro del vocabulario de Aro Vulturi, eso lo sabía de sobra, lo había
aprendido a base de palos.

Y, para colmo de males posiblemente no habría conseguido su propósito que no


era otro que quitar del medio de una vez por todas a esa mujer y a su hija que tenían
a su Eddie tan obsesionado y le impedían amarla. Era muy probable que fueran
otras las personas heridas y no esas dos malditas Swan, pero eso no la impediría
seguir intentándolo. Sí, definitivamente de una vez por todas y como fuera tenía que
cagarse de una vez a esa zorra y a su hija, las culpables de que su Eddie no
estuviese con ella. Ya habría otras oportunidades, de un modo u otro conseguiría
- 501 -
que estuviesen juntos para siempre. ¿Cuándo se iba a dar cuenta ese hombre de que
ella era el verdadero amor de su vida y no esa zorra de Isabella Swan? Pero eso no
iba a quedar así, no señor, conseguirías separar a esa mujer de su marido aunque
tuviera que morir en el intento.

Pero en esos momentos su preocupación primordial era su padre, su muy


enfurecido padre que se transformaba en una especia de animal irracional cuando
se enfadaba, pero había decidido que ya no le iba a temer mas, no señor, no se
echaría atrás, lo hecho, hecho estaba y aunque hubiese salido todo mal, cosa que
aun no sabía, ya habría más ocasiones…

Pero una cosa era decirlo y otra hacerlo, y en ese preciso momento en que oía
como el coche de su padre se estacionaba en la puerta de su casa empezó a temblar
como un flan, definitivamente su padre imponía y al verle salir del coche con ese
semblante que ya de por sí hablaba por sí mismo, no se sentía tan valiente….
Tendría que hacerse la sorprendida al principio y después tratar de hacerle
entender que era necesaria una intervención y que lo sucedido no era para tanto,
que solo estaba defendiendo lo suyo.

Aro Vulturi aparcó el coche frente a la entrada de la casa de su hija y salió de él


con semblante enfadado, más que enfadado, totalmente furioso, tanto es así que,
como habitualmente sucedía, asustaba al mismísimo miedo con esa aterradora
mirada que provocabas que todo bicho viviente en varios kilómetros a la redonda
saliera huyendo despavorido.

Se dirigió a la entrada de aquella casa que su hija compartía con su marido. Con
cada paso que lo acercaba más a ella su furia iba creciendo, ¿cómo su hija podía
llegar a ser tan idiota?, ¿cómo podía estar tan cegada con un hombre que estaba
claro que ni siquiera sentía un mínimo de simpatía por ella? Todo lo que tenía que
hacer era retenerlo a su lado y ni eso había sabido hacer bien, pensó poniéndose
aun mas encolerizado. Pero consciente de que con mal genio no iba a conseguir
nada, intentó controlarse aunque sabía que en cuanto la mirara a la cara le iba a ser
imposible. Golpeó con fuerza el timbre de la puerta en un intento de aliviar su ira.
Era su hija, pero le ponía totalmente de los nervios. Nunca había soportado a la
gente inútil, tonta e inepta para el trabajo y Tanya era todo eso y mucho más, una
dudosa virtud que había heredado de su madre. La había protegido porque era su
deber como padre, pero eso un día acabaría, llegaría un día en que terminaría
agotando su paciencia. Sabiendo lo obsesionada que estaba con Edward, nunca
debió dejar que fuera ella y no Renata la que se casara con él. Tanya no era capaz
de mantener la cabeza fría a la hora de actuar para mantener a ese hombre a su
lado. Solo era una zorra, una estúpida zorra, al igual que su madre.

- 502 -
-Papi, ¿qué pasa?, ¿por qué estás tan enfadado? -preguntó una al parecer muy
sorprendida Tanya cuando abrió, lo que causó que la cólera de Aro aumentara de
volumen en vez de disminuir ¿acaso pensaba que él era idiota como para creerse
que no sabia nada de lo sucedido?

-¿Tienes idea de lo que has hecho?, ¿te haces las más mínima idea de la que has
armado? -pregunto Aro rojo de la ira aunque intentando calmarse un poco, pero al
mirar a su hija a la cara su cólera se encendió en varios grados y le propinó una
fuerte bofetada en la cara tirándola contra la pared que había más cerca,
partiéndole el labio y, a juzgar por la sangre, posiblemente la nariz.

-Si te refieres a mandar a James a ocuparse de Bella y de su hija, no me arrepiento


de ello -contestó Tanya mientras se tocaba el sitio donde había recibido el golpe en
un vano intento de limpiarse la sangre-. Edward me estaba desafiando.
Constantemente me llegaban informes que me decían que esos dos estaban juntitos
en actitud muy cariñosa y que Edward se pasaba las mañanas con su hija. Lo llamé
por teléfono para avisarle y me retó, así que no tuve más remedio que…

- Que mandar al inútil de tu amigo James a que se las cargará ¿no es así?
-preguntó Aro golpeando la mesa con el puño

- Bueno solo quería darles un susto. Para advertir a Edward de que voy en serio
-contestó Tanya de forma altanera.

-¿Advertir?, ¿sabes en que ha acabado tu advertencia? -preguntó Aro cogiendo a


Tanya por los brazos y sacudiéndola salvajemente lo que provoco que Tanya se
golpease la cabeza con el pico de la ventana que estaba abierta y un reguero de
sangre comenzase a descender por su cuello. Pero poco les importó a ninguno de los
dos.

-Pues espero que con esa mujerzuela y su asquerosa hija muertas -contestó Tanya
mirando desafiante a su padre

-Pero ¿no era solo una advertencia Tanya? -preguntó Aro con voz amenazadora y
fría.

-Pero mientras adviertes los accidentes pueden ocurrir -dijo Tanya impertérrita.

-Pues para tu información Bella está intacta, ni un rasguño, al igual que su hija
que solo tiene un fuerte ataque de nervios. Pero la amiga y uno de los niños están
muy malheridos y…

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-Qué pena que no hayan sido ella y su hija -cortó Tanya a su padre totalmente
decepcionada de que aquellas dos miserables mujeres hubieran salido intactas del
atentado. ¡Maldito James, no sabía hacer nada bien!

-Pues no sé si con eso habrías tenido más suerte hija, lo que sí sé es que ahora voy
a tener que solucionar otro de tus desastres. Da gracias a que tenemos amigos en
todos los sitios -dijo Aro soltándola de golpe lo que ocasiono que Tanya callera al
suelo golpeándose fuertemente en la cabeza con la pared y provocando que otro
hilillo de sangre bajara por su cuello haciéndole compañía al primero.

-¿Tienes a alguien de los tuyos también en Jacksonville?- preguntó Tanya


asombrada -¿no se supone que ibas a dejar Jacksonville en mis manos y que tú te
ocuparías de Irina y la sede central?, ¿tan poco confías en mí? -preguntó Tanya
desde el suelo sacando fuerzas de no se sabe dónde.

-No, no confió nada en ti -respondió Aro muy cruelmente-. ¿No creerás que iba a
dejar en tus manos y de las de James una cosa tan crucial como es la vigilancia de
Bella y su hija? Por precaución puse a Laurent allí, infiltrado en las oficinas del FBI
en Jacksonville, irónicamente dentro del mismo equipo que protegía a Bella. Laurent
ya me estaba informando de las actividades de Edward con Bella y la niña, y estaba
viendo la forma de acercarse a él para darle una advertencia que le quitara las
ganas para siempre de seguir desafiándome y le hiciera volver cuanto antes aquí, de
donde nunca debió haber salido. Pero no, tienes que venir tú a joderlo todo. ¿Tanya
sabes que se grabó tu conversación con Edward?, ¿qué parte de tenemos que tener
cuidado con los teléfonos y lo que hablamos porque estamos siendo investigados no
has entendido? -preguntó dándole un nuevo puñetazo en la cara.

- ¿Qué?-preguntó Tanya incrédula mientras gateaba intentando sin éxito


incorporarse del suelo-yo llamé a Edward desde el teléfono seguro que tú me diste,
con el mismo que te he llamado siempre a ti.

-Pues tu conversación fue grabada no sé cómo pero lo fue, menos mal que Laurent
pudo borrarla a tiempo antes de que se la llevaran a la central, porque claro tuviste
que irte de la lengua como la estúpida que eres y darles el nombre de Irina.

-Creía que Edward estaría solo -se disculpó Tanya

-¿Y cómo es que creíste eso? Tanya, reconócelo, Edward te odia y ha visto la
oportunidad de acabar contigo.

- Eso que dices no es verdad, mi Eddie me ama. Solo es que… él aun no lo sabe
-dijo susurrándolo para sí muy bajito
- 504 -
-Hija, ¿cómo puedes ser tan tonta por dios? Edward ama y siempre amará a Bella
Swan, grábate eso en la cabeza. Tu trabajo consistía en que se olvidara de ella
manteniéndole satisfecho sexualmente, tan satisfecho que no tuviera tiempo de
acordarse de ellas, pero ni para eso sirves, ¡eres una inepta! Además nada de esto
habría pasado si no hubieras mandado al inútil de James a dar un susto a su madre y
a su vez el muy tonto no se le ocurre otra cosa más que mandar el trabajo a un
drogadicto -dijo Aro-. ¿No te paraste a pensar que si a la madre le pasaba algo
Edward saldría corriendo?

-Ahí sí que no pretendía que la pasase nada -se defendió Tanya - solo quería
demostrarle a Edward mi poder. Últimamente estaba muy brabucón conmigo.

-Pues tu intento de demostración acabo con su madre con una pierna rota y con
Edward marchándose de Forks en busca de su amada -dijo Aro con voz dura

-Le llamaré -dijo Tanya -le diré que como no venga pronto…

-Tú no harás nada. Ya veremos cómo salimos de este lio. De momento James está
muerto, Laurent lo abatió en el tiroteo, pero la mujer, Victoria, solo fue herida.
¿Tienes idea del problema que puede causar sino llegamos a ella pronto y se va de la
lengua? Menos mal que también tengo a alguien en el hospital. Hija, tenemos una
investigación en curso, ¿cuándo vas a ser consciente de eso? -preguntó levantándola
del suelo donde Tanya había permanecido todo este tiempo y, zarandeándola de
nuevo, la empujó contra la pared con tal violencia que Tanya volvió a caer
golpeándose de nuevo con el pico de la mesa. La sangre seguía cayendo a
borbotones por su cuerpo pero a ninguno de los dos parecía importarle.

- Perdona papa, yo solo quería que volviera lo que es mío -le dijo a su padre como
pudo pues casi no le quedaban fuerzas.

- ¿Lo que es tuyo?-preguntó Aro incrédulo -él nunca fue tuyo, te repito que su
corazón pertenece a otra mujer pero aun así, te puse a Edward en bandeja hace
cinco años y en todo este tiempo no has sido capaz ni de retenerle, por dios ¡ni para
puta sirves! Si no fuera porque eres de mi familia, te iba a sacar de este lio…

-¿Qué puedo hacer?

Nada ya has metido bastante la pata -contestó Aro- veremos qué pasa con la
investigación. Quédate en casa tranquilita esperando que tu "maridito" vuelva de
estar con su amante y atorméntate pensando que está en la cama con ella,
besándola, acariciándola, amándola, mientras tú... sigues aquí esperando como la
idiota que eres. Veré si Laurent se puede acercar a él a darle algún tipo de
- 505 -
advertencia.

-Papa, James y Victoria no era a los únicos que tenía en Jacksonville - anunció
Tanya con voz triunfante-, tenía también a Félix y a Demetri. Estaban infiltrados en
el equipo que vigilaba a Bella, se supone que eran los encargados de vigilar a James
y Victoria. A lo mejor podríamos…

-¿Félix y Demetri?, esos dos inútiles que tienes, o más bien tenías, por primos que
han intentado escapar como dos cobardes al ver el resultado del tiroteo y que al
final han resultado muertos, el uno del golpe que se dio en un accidente que Laurent
no tuvo más remedio que provocar y el otro abatido a tiros supongo que por él
-informó a su hija de la manera más cruel y sin preocuparle si a esta la causaba
dolor el que sus medio hermanos con los que mantenía una buena relación hubieran
muerto-. Espero que por tu maldita culpa -seguía diciendo impasible ante las
lagrimas de su hija -ni Laurent ni Heidi acaben en la cárcel porque sino el dinero
que me costará sacarlos de allí, te lo quitaré de tu sueldo. Aunque he de decir que
no me extraña que Felix y Demetri intentaran huir, eran un par de sabandijas
cobardes, no se parecían en nada a sus hermanas y a su madre, esas sí que sabe
hacer las cosas.

-Pero papá yo quizás podría -rogó una suplicante y llorosa Tanya que aun no había
conseguido levantarse del suelo.

-Ya te he dicho que no hagas mas, dejare todo en manos de Laurent.

Y dicho esto, Aro Vulturi, el hombre de hielo, Salió de la casa de un portazo,


dejando tirado en el suelo roto, desmadejado y sin fuerzas al monstruo que él mismo
había creado.

Minutos después una ambulancia que la misma Tanya se había ingeniado para
llamar, se detenía en la puerta de su casa y, tras una breve revisión, temblorosa y
casi inconsciente era acostada en una camilla y metida en una ambulancia que se
dirigió presurosa al hospital para que curaran las heridas que su propio padre le
había causado.

En ese mismo momento Aro Vulturi recibía la noticia de que Victoria, la mujer que
podía delatarles había muerto misteriosamente en el hospital. Desgraciadamente
Heidi y Laurent habían sido detenidos. Tendría que enviar a algún abogado de
incognito para sacar a su más fiel esbirro de la cárcel y a Heidi, antes de que
ninguno de los dos abriese la boca, aunque era más seguro que fuese Heidi la que
acabara yéndose de la lengua pues Laurent era su más fiel esbirro y tenía mucho
por lo que callar y serle fiel, así que tendría que ocuparse de ella primero. Lo más
- 506 -
importante era sacarles de la cárcel cuanto antes a ambos, luego… ya vería. No
podía arriesgarse más, pensó, pero ninguno de sus pensamientos fueron dirigidos a
dedicar tan solo unos minutos en sentir pena, lastima o tristeza por la muerte de
aquellos que se suponía eran hijos suyos. Ni siquiera estaba preocupado por la
suerte que correrían sus otras dos supuestas hijas Irina y Heidi. A Aro Vulturi solo le
importaba una persona y esa era él mismo.

Bueno pues aquí tenéis la muestra de la crueldad y maldad de la familia


Vulturi sobre todo de Aro incluso con sus propios hijos, una razón por la que
Carmen actuó sin dudarlo contra su marido a la primera oportunidad y una
prueba fehaciente de la locura de Tanya. He de deciros que me ha resultado
difícil meterme en las mentes de Aro, Tanya y demás Vulturis y a pesar de
que o tenia escrito hace tiempo he dado muchas vueltas antes de subirlo.
Espero estar a la altura.

El próximo Outakke será mas agradable ya que nos contará como pasaron
Edward y Bella su primer aniversario como marido y mujer por segunda vez.
Ummm me da la impresión de que Bella fue una niña mala y el teniente
Masen la tuvo que detener... Ya veremos como sale eso ja,ja, ja.

Gracias a todas por vuetros rr:

Sara-Cris Cullen; saraes; Ssil; Iare; Titi Cullen; Ale Snape; PattyQ;
ludgardita;carlita16; Paaameeelaaa; JosWeasleyC; Cullen Vigo; Pam Malfoy
Black; Saha Denali; Angie Masen; NuRySh; yolabertay ; anamart05; lizzy90;
Patchmila Cullen Mellark; tany cullen; yasmin-cullen; aizen63; codigo
twilight; Areli Pattirson; marianareyna; roscidius cullen ; lunatico0030;
EdithCullen71283; yani-cullen; Maya Cullen Masen; MarcelaMaciel; yanu
swan cullen;Tamynna; ma pau cullen; Solchizz; nydia; Yolanda Dorado;
Suiza19; alessaCullen2314; katitacullent; FresCullen; Izzy. md; yunuen; mon de c

Y gracias también a todas aquellas que día a día me añadís a vuestras


alertas y favoritos.

- 507 -
Chapter 40

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me


pertenecen. Son propiedad exclusiva de S. Meyer.

Hola ¿como vais? Aquí tenéis el segundo outakke que os prometí.

Outakke 2: Isabella Marie Masen Swan, marca la diferencia

Pov Edward

-Parece que alguien tiene prisa por irse hoy a casa -me dijo Emmett mientras
íbamos de camino a los vestuarios, al darse cuenta de que miraba mi reloj por
milésima vez en lo que iba de día.

-Lo que pasa es que le gusta presumir de ese reloj que le regaló su esposa -dijo
con sorna Riley siguiéndole el juego. Desde luego vaya tres pares de patas para un
banco se habían juntado. Entre Jacob, Emmett y Riley había veces que no
ganábamos en calmantes para las agujetas. Los tres eran tan para cual, bromistas,
socarrones y al final siempre, conseguían hacernos reír.

-Quien le ha visto y quién le ve -añadió Bianca, una de mis compañeras-, antes del
verano pasado le teníamos que sacar de aquí a garrotazos y ahora es el último en
llegar y el primero en salir. Definitivamente esa esposa tuya me cae fenomenal,
Isabella Marie Masen Swan marca la diferencia.

-No puedo estar más de acuerdo -le respondí con la mirada pérdida en mis
pensamientos.

Antes del verano anterior, apuraba en el trabajo todo el tiempo que podía, hasta
que un desesperado Emmet me sacaba de ahí y me llevaba a su casa a cenar con
Rose y mis sobrinos. En otras ocasiones era mi muy desesperado padre el que me
sacaba a rastras de la oficina. Yo aceptaba cualquiera de las dos invitaciones y
procuraba quedarme con ellos todo el tiempo que pudiera… o que me dejaban… por
lo general una muy autoritaria Tanya me llamaba para que fuera inmediatamente…
a cumplir con mis deberes de esposo, me decía.

Pero hoy era un día completamente distinto, Tanya no estaba y yo tenía que ir a
recoger a mi esposa, sí señor, mi esposa, al hospital para después irnos en el coche
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a celebrar nuestro primer aniversario de bodas, de nuestra segunda boda. El
aniversario de la primera ya lo celebraríamos el 13 de agosto. Reí ante el
pensamiento, debíamos ser la única pareja en el mundo que tenía dos aniversarios
de boda que celebrar.

Hoy era para mí un día verdaderamente especial. La llevaría a cenar a uno de los
hoteles más lujosos de Seattle y luego había alquilado una habitación. Pasaríamos
allí toda la noche y tenía algún que otro plan en mente de como pasarla, esperaba
que lo último que hiciéramos fuera dormir, para eso ya tendríamos tiempo en
nuestra casa, ¿digo casa?, no eso no era una casa era nuestro hogar. Sí, nuestro
hogar, definitivamente Isabella Marie Masen Swan marcaba la diferencia entre casa
y hogar. No podía sentirme más feliz.

Entré al vestuario junto a los demás, me quité el uniforme y me puse un traje color
negro con una camisa azul celeste y a juego una corbata del mismo color aunque de
un tono un poco mas oscuro para que resaltase. Dude un poco mirando las esposas
que estaban enganchadas a mi uniforme. ¡Qué demonios!, pensé, llevo más de un
año con esta fantasía y parece que Bella me leía el pensamiento o tenía la misma
fantasía que yo, ya que últimamente no hacía más que lanzarme todo tipo de
sugerentes insinuaciones que provocaban un erección tan fuerte que mis pantalones
no solo molestaban sino que corrían serio peligro de estallar. Pero no se pueden
tener cierto tipo de "actividades" con dos niñas en la casa, así que esta noche… sería
la noche… me dije cogiendo las esposas. Las guardé en el bolsillo de mi chaqueta
intentando que nadie se diera cuenta… pero fracasé.

-¿Dónde vas con eso?, ¿vas a detener a alguien? -me preguntó un Emmett muy
divertido.

-¿No me digas que se lleva las esposas? Ummm teniente Masen, hace usted bien,
a lo mejor las necesita, no se sabe lo que se puede encontrar uno por ahí -dijo
Bianca desde el otro lado del biombo que separada los dos vestuarios. Era una
oficina pequeña con pocos empleados y todos nos llevábamos bien, no había
secretos entre nosotros, era una condición indispensable. Para hacer bien nuestro
trabajo teníamos que confiar plenamente los unos en los otros, de eso a veces,
dependía nuestra propia vida. Pero… en ese momento me sentí como a un niño
pequeño pillado haciendo una travesura. Bianca y el resto de las chicas, junto con mi
esposa se habían hecho muy amigas… será que le ha contado algo….Bella llevaba
unos días muy traviesa

-Seguro que a Rose y a ti no os importa quedaros con Gaby -pregunté para desviar
la conversación hacia otro lado.

- 509 -
-No te preocupes hermano, tu hija y mis hijos tienen toda la noche planeada, claro
hasta que el teniente Emmett entre y les mandé dormir -dijo guasón -pero yo no
estaría tan tranquilo con Alice y ese torbellino de madrina que tiene. No tengo idea
que tendrá pensado para entretenerlas, pero…

-Es capaz de llevarlas a un spa infantil -dijo Bianca partida de la risa -upps perdón
ya sé que no existen pero esta es capaz de inventarlos -añadió provocando las risas
del resto.

-O darlas un curso acelerado sobre cómo comportarse en un centro comercial.

-No seguro que se pasa la noche cambiándolas de ropa y….

-Bueno, bueno, vale ya -les corté divertido y recordando como hace escasamente
una semana había llevado a su hija Bella a una revisión médica. Según ella la niña
lloraba cada vez que le cambiaba de ropa y estaba preocupada por si le dolía algo…
en fin… esta Alice -estamos hablando de dos bebes que aun no tienen ni un año,
Alice está loca pero yo confió en Jasper -les dije saliendo de aquellos recuerdos.

-Ummm… sí… haces bien en confiar -dijo Bianca - creo que es el único ser en la
tierra capaz de parar a ese volcán. Madre mía que energía por dios, a veces me
preguntó donde tendrá las pilas, más que nada para desconectarla un poco -añadió
mi compañera provocando las risas del resto.

-Bueno ahí os quedáis, no hay que hacer esperar a las damas -les dije saliendo por
la puerta sin parar de reír, cosa que en el último año y medio se había hecho
costumbre en mi. Al salir me tropecé con mi padre que en ese momento entraba.

-Adiós hijo que lo pases bien y… usa las esposas como es debido… son material de
trabajo -me dijo y su estruendosa risa se vio acompañada por las de los otros
provocando dos cosas en mi, una mi sonrojo, y otra mi opresión en los pantalones de
pensar en la forma que tenía pensado usarlas. A veces era un poco molesto que no
hubiera secretos entre nosotros, pensé mientras salía a la calle.

Me dirigí al Aston Martin que tenía aparcado afuera, ocasión especial coche
especial ¿no? Al llegar al hospital estacioné el coche en la plaza reservada para
Bella. Me gustaba venir a recogerla a mí y lo hacía siempre que podía, por tanto esa
plaza siempre estaba vacía para alguno de nuestros coches. La llegada de Alice a
nuestras vidas, había hecho necesario el que nos compráramos un coche familiar
para cuando íbamos todos a algún sitio de excursión, al cine, al Centro Comercial
obligados por ya saben ustedes quien, y Bella lo utilizaba siempre que yo no podía
venir a recogerla. Salí del coche y me encaminé muy decidido a la puerta del
- 510 -
hospital en busca de mi esposa, pero me quedé petrificado en mi sitio. En mi
dirección venia la diosa reina de todas las diosas del Olympo, la lujuria echa mujer,
mis pantalones comenzaron de nuevo su labor de estrechamiento mientras yo la
desnudaba con la mirada. El vestido negro ajustado que llevaba y que le llegaba a
mitad del muslo era pecaminoso. Sus altos tacones le hacían unas piernas de infarto
y su pelo suelto que caía en suaves ondas, se movía al andar de una manera que
ufffff ¿aguantaría yo una cena entera con sus entrantes, sus dos platos y el postre?,
pensé para mi mientras instintivamente tocaba las esposas que estaban en mi
bolsillo. Detrás de ella vi a Alice y a Jasper cada uno con una niña en brazos. Seguro
que ese torbellino loco era el causante del look de Bella y, sinceramente no podía
estar más agradecido. Antes de volver a posar mi mirada en ella vi como Jasper me
levantaba el pulgar deseándome con ese gesto una muy feliz y placentera noche.

-Tierra llamando a Edward -oí su dulce voz que me llamaba mientras sus cálidos
brazos me rodeaban por el cuello depositando un sugerente beso en la boca. Beso
que respondí inmediatamente profundizando sin más. La obligué con mi lengua a
que separara sus labios e invadí su boca como un eficiente soldado obedeciendo
órdenes de su superior. Su lengua pronto empezó a batallar con la mía en una lucha
de poderes en la que ninguno de los dos tenía intenciones de ganar y en la que no
quedó un solo hueco de nuestras bocas sin explorar.

-Guauu Teniente, eso ha estado genial -me dijo con voz sugerente una vez que nos
hubimos separado al tiempo que me tocaba mi necesitada erección masajeándola
con su mano izquierda al mismo tiempo que metía la derecha en mi bolsillo y
descubría la esposas -ummm me parece que alguien va a tener que ser detenido hoy
¿por comportamiento indecoroso quizás?

-Bella… -le dije conteniendo el aliento-, como sigas con ese jueguecito me parece
que ni cenas ni nada, te detengo aquí y ahora y te llevo rastras a casa a demostrarte
como me pones ¿escuchas?

-No, no, no -me dijo divertida- tengo hambre Teniente, mucha hambre -tragué en
seco ante su mirada ¿de qué tendría tanta hambre esta mujer?

-Pues no se hable más le dije abriéndole la puerta del coche.

Nos pusimos en camino hacia Seattle hablando de todo un poco, como siempre
hacíamos, del trabajo, las niñas. Pero Bella esta noche estaba…un tanto
extraña…aunque debo reconocer que me encantaba esa actitud. Cada dos por tres
se las ingeniaba para rozar con su mano mi muy erguida erección dispuesta a saltar
en cualquier momento y la postura que llevaba en el asiento no era para nada
discreta… esta mujer me iba a matar, pero a matar de verdad.
- 511 -
Llegamos al restaurante con bastante tiempo, así que nos encamínanos hacia el
bar para tomar algo mientras nos terminaban de preparar nuestra mesa. La manera
en que se sentó en la silla cruzando sus piernas me causó un enorme problema en el
ya de por si enorme problema que tenía. Para disimular, mientras nos servían las
copas, pasé por recepción para recoger la llave de la habitación, me daba la
impresión de que después de cenar iba a tener prisa, mucha, mucha prisa. Al
regresar al bar observé con indignación como todas las miradas babeantes de los
hombres, estuvieran o no acompañados, se posaban en mi Bella y en sus… esto…
piernas. Ni corto ni perezoso me dirigí hacia ella, la puse la mano allí donde dicen
que la espalda pierde su nombre y la atraje hacia mí, mirando desafiante a todo el
mundo, dejando claro que esa preciosidad, era mía, solo mía ¿estamos? les pregunté
con la mirada.

-Bella cariño -le dije un tanto irritado -todo el mundo te mira ¿podrías descruzar
las piernas? Y acto seguido me obedeció mientras su rostro se volvía del rojo mas
intenso. Definitivamente, Bella esta noche estaba de estrategia, una estrategia muy
bien planeada por ella y las otras locas que tenía como amigas, estrategia que iba
directamente dirigida a cierta parte de ni anatomía además de poner a prueba mi
fuerza de voluntad y mi autocontrol.

Cuando el camarero anunció que teníamos la mesa dispuesta, nos dirigimos a ella.
Le sostuve la silla para que se sentara y después me senté yo. Pedimos el primer
plato y encargué una botella del mejor champan. No llevaba ni dos bocados de la
fabulosa ensalada que nos sirvieron cuando noté como un pie me acariciaba mi pene
y al levantar la vista la mirada de Bella era de los más…. Ummm… no sabría
describir como era.

-Bella… -le dije intentando seguirla el juego -como sigas así te voy a tener que
detener por escándalo público y te vas a enterar de quién soy yo…

-Realmente estoy siendo una niña muy mala Teniente, en verdad necesito que me
detengan -me contestó toda sugerente volviendo a la carga con su mano puesta ahí
mismo. Por dios bendito mi cordura, ¿dónde estaba mi cordura?, ¿y la suya?, ¿en
qué momento se nos perdió?

Y en este plan siguió la dichosa cena. En el estado en el que estaba yo ya no sabía


si estaba comiendo, carne, pollo o pescado, ni de qué diablos estábamos hablando,
solo podía estar pendiente de una cosa y era de la mano de Bella, del pie de Bella y
de su mirada.

Terminamos de comer el postre, pagamos y en un silencioso acuerdo nos fuimos


del restaurante, con un poco de prisa todo hay que decirlo, camino de los
- 512 -
ascensores. Llegamos a la habitación y nos fuimos desnudando el uno al otro con
auténtica ansia. Le quité el vestido y lo que llevaba debajo me dejo prácticamente
sin habla, por Dios, ese conjunto era…era… no sabría decir cómo era… por Dios. La
cogí en brazos y la llevé a la cama donde la deposité de la forma más cuidadosa que
mi estado de excitación me permitía, su mirada me estaba torturando. Fui hacía mi
chaqueta y cogí aquello con lo que los dos habíamos estado soñando toda la noche y
antes de que pudiera darse cuenta la tenia esposada y a mi merced en la cama.

-Queda detenida señora Masen, ahora verá usted las consecuencias de andar
jugando y provocando de esa forma toda la noche a su muy inocente esposo -le dije
poniéndome encima de ella y besándola con urgencia a la vez que restregaba mi
miembro contra ella. Dejé descansar un poco sus labios para ir hasta su oreja…

-No sabes lo mucho que te amo, eres toda mi vida, mi razón de ser y esta noche
voy a demostrártelo ¿Me vas a dejar demostrarte lo mucho que te amo? -le pregunté
mordisqueando el lóbulo de la oreja y ganándome unos cuantos gemidos y un claro
asentimiento. Fui dejando besos por su cuello, su clavícula hasta llegar a sus pechos,
la arquee un poco y le quite el sujetador dedicándome por completo a disfrutar de
esa parte de su anatomía que me volvía completamente loco. Los bese con pasión,
los mordisqueé, rodeé sus pezones con mi lengua y me entretuve un buen tiempo
jugando con ellos mientras de la boca de Bella solo salían gemidos y suplicas. Las
esposas no la dejaban moverse ni tocarme y eso la estaba desesperando pues de
sobra sabia que le gustaba pasar sus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi pene.
Estaba seguro de que esto le estaba causando una tortuosa impotencia y al mismo
tiempo le estaba excitando mucho más. Por mi parte ver a esa mujer, a mi mujer, a
la mujer de mi vida, a mi esposa, mi amante, mi amiga, la madre de mis hijos,
esposada a la cama y a mi merced, hacía que mi propia excitación creciese a pasos
agigantados, tanto ese así que mi pene ya estaba empapado del liquido pre seminal.
Ella me pedía, bueno más bien me rogaba, que acabase con su tortura

-No señora Masen, todavía no, tiene usted que esperar un poco -le dije
descendiendo por su cuerpo marcando una vez más con mi boca todos y cada uno de
sus recovecos hasta llegar a mi otra parte favorita, su sexo, pero de momento no me
detuve allí, sino que seguí bajando por sus piernas dejando besos allá por donde iba.
Cogí uno de sus pies entre mis manos y chupé y besé cada uno de sus cinco dedos y
luego hice lo mismo con el otro. Con las uñas rastrille cada una de las dos plantas
provocando un escalofrío en ella, esperaba que de placer pues Bella estaba al borde
de la excitación, lo notaba por la manera en que reaccionaba a mis caricias,
moviéndose de arriba abajo todo lo que las esposas le permitían. Volví a subir de
nuevo por sus piernas, rodillas, muslos hasta legar a su centro. Me deshice de las
braguitas tirando de ellas y rompiéndolas, ganándome nuevos gemidos. Sin más
miramientos, ataque con mi boca su clítoris mientras metía un dedo dentro de su
- 513 -
cavidad buscando ese ángulo de placer que sabía que la volvía loca. Estuve un buen
rato jugando con ella. En un momento determinado introduje otro dedo ganándome
nuevos gemidos, su cuerpo convulsionaba entero, su culo subía arriba y abajo junto
al resto de su cuerpo mientras sus manos seguían esposadas a la cama, sus pechos
bailaban cada vez que hacía un movimiento volviéndome completamente loco. Me di
cuenta de que iba a explotar, que mis caricias estaban dando fruto, así que deje de
lamerla y saque mis dedos de ella para sustituirlos por mi pene, después de
ponerme un condón que llevaba todo el tiempo teniendo en la mano, la embestí de
un solo movimiento y empecé a moverme lento, lento, demasiado lento para su gusto
a juzgar por su reacción mientras la besaba dejándonos probar su propio sabor
mezclado con el mío. Me incorporé un poco sin salir de ella, tomé las llaves de las
esposas y la libere ya que no quería hacerla daño en cualquiera de mis envites. Sus
manos fueron a parar inmediatamente a mi cabello del que empezó a tirar sin
piedad, bajaron por mi espalda y se posaron en mi trasero apretándome contra ella.
Mi erección pronto se empezó a ver aprisionada en su centro y entonces mis
embestidas se fueron haciendo más rápidas, más duras, más potentes hasta que el
orgasmo invadió nuestros cuerpos liberándolos.

Cuando hubimos recuperado nuestras respiraciones, salí de ella, me levanté de la


cama y me dirigí al sitio donde descansaba mi regalo de aniversario. Cuando salí del
bar con la excusa de ir a buscar las llaves, había ido al coche a por él, lo había
subido a la habitación y ahora estaba en la gran mesa que presidia el salón de la
suite.

-Felicidades Señora Masen, una pequeña muestra de cuanto te quiero, de cuán


grande es mi amor por ti -le dije tendiéndole el paquete en cuyo interior se
encontraba una bonita caja de música que ese diseñador amigo suyo había hecho
para ella a petición mía. Cuando Bella la abrió se quedo muda de la impresión, pues
al abrirla se escuchaban su nana y la de mi hija Gaby. En la parte interior de la
tapadera de la caja y grabada con diamantes destacaba la siguiente leyenda siempre
te amaré, incluso aun después de haber muerto. Esa leyenda daba una idea de cuan
profundos eran mis sentimientos por ella, de cuan arraigados estaban. Y debajo
estaban mis iniciales y las de nuestros hijas. La típica bailarina había sido sustituida
por una pequeña foto de los cuatro, cuyo marco estaba formado por diamantes.

-Mu…muchas gracias… es preciosa, es una autentica preciosidad me dijo


visiblemente emocionada.

-Nada es más bonito ni más bello que tú -le dije mientras le daba un apasionado
beso que volvió a despertar de nuevo esa parte de mi cuerpo que siempre estaba
alerta y a sus órdenes en su presencia. Cuando nos separamos se levanto de la cama
y se dirigió a su bolso del que sacó una pequeña caja que me tendió.
- 514 -
-Felicidades para ti también Teniente -al abrirla no pude más que sonreír pues era
tal nuestra conexión que hasta en esto coincidíamos. Dentro de una preciosa caja de
terciopelo, descansaba un hermoso llavero de oro blanco con sus iniciales y las de
las niñas grabadas y una preciosa inscripción que decía: eres toda nuestra vida. Te
quiero, te queremos.

-Gracias, gracias, gracias, le dije con lagrimas de alegría en mis ojos y la abracé
fuerte mientras le daba un nuevo beso. Era tal mi excitación que no lo vi venir, juro
que no lo vi, pero de repente me encontré tumbado en la cama y… esposado a los
barrotes del cabecero con Bella sentada a horcajadas encima de mí. Me puse a reír
como un idiota ya que los nervios y la anticipación de lo que allí me iba a suceder
me provocaron esa reacción. Bella empezó a frotarse contra mi erección, su sexo
sobre mi sexo, sin nada de por medio, solo nuestra piel. Empezó a darme besos en el
oído gimiendo en él, mordiéndome el lóbulo de la oreja, descendió por mi cuello,
clavícula y se detuvo en mis pezones, los cuales se dedicó a atormentar
pellizcándolos, masajeándolos, rodeándolos con su lengua , en fin toda una
experiencia erótica digna del mejor libro sobre el tema. Mis gemidos, bueno más
bien mis gritos se oían por toda la habitación mientras me movía como buenamente
podía ya que estaba esposado, esta mujer provocaba en mi una oleada de
sentimientos impresionante. Era algo a caballo entre la frustración por no poder
tocarla y la excitación por no poder hacerlo. Siguió bajando por mi cuerpo hasta
llegar a mi pene, el cual cogió con su mano y empezó a masajearlo de arriba abajo
como solo ella sabía, lento, tortuoso, delicioso, ahora hacia arriba, ahora hacia abajo
hasta que de pronto, sin previo aviso se lo metió entero dentro de su boca,
pillándome desprevenido y provocando en mi un grito y un gemido tan alto que
rogaba a dios porque las habitaciones de nuestro alrededor estuvieran desocupadas.
Empezó a mover su boca de arriba abajo de mi erección chupándola, sin dejar un
solo sitio sin lamer, me daba tenues mordisquitos que me provocaban un doloroso
placer, ya no podía mas, no podía, no señor. Lo mas desesperante era no tener
manos para tocarla, para acariciar sus senos o ponerlas sobre su cabeza y empujarla
mas hacía mi, el no poder tocarla era una experiencia nueva, distinta, a la vez
torturante y a la vez estimulante, no sabría describirla, era… única.
Placenteramente única.

-Bella, mi amor, no puedo más, como sigas así voy a terminar en… -no pude
acabar mi frase ya que mi esposa empezó a arremeter con más fuerza y sin poder
evitarlo me derrame en su boca. Bella recogió y lamio todo mi semen sin dejarse una
sola gota y me miro relamiéndose y chupándose los labios de una manera que mi
erección volvió a ponerse de nuevo en marcha. Bella se dio cuenta de eso y con una
sonrisa petulante me miró, se levantó a por un condón, me lo puso de una forma
desquiciantemente lenta, acariciando mi miembro en cada movimiento que hacía. Se
introdujo en mi interior de un solo envite. Me cabalgó y me cabalgó como la experta
- 515 -
amazona que era, sus pechos, sus bonitos y maravillosos pechos que me estaba
prohibido tocar, pues todavía seguía esposado, bailaban frente a mi boca y mis ojos,
pero cuando quería chuparlos y degustarlos ella me lo impedía echándose hacia
atrás, y encima seguía sin poder tocarla. ¿Por qué no me liberaba?, era una tortura
una autentica tortura.

-Bella por dios, quítame las esposas, necesito tocarte. Pero ella negó con la cabeza
diciendo algo que no entendí ya que en ese momento un enorme y conocido fuego
me invadió y ambos explotamos en un orgasmo tan potente que parecía que
llevábamos un buen tiempo en sequía y eso que era el tercero de la noche.

-Eres mala, Bella, y muy cruel -le dije con la respiración aun acelerada ¿Por qué
no me has liberado?, quería tocarte.

-Esto… verás... no te preocupes… podrás hacerlo en un segundo dijo mientras


miraba por todos lados levantando incluso las sabanas que aun quedaba intactas,
parecía que buscase algo.

-Bella, ¿qué pasa?

-No sé donde están las llaves de las esposas, dijo inclinándose hacia abajo para
mirar debajo de la cama, poniendo, literalmente hablando, el culo en mi boca,
provocando de nuevo el despertar de mi sexo.

-Bella, estarás hablando en broma.

-No, me dijo me dijo su voz desde debajo de la cama mientras su culo seguía en la
misma posición. En un intento de buscar mejor, se colocó de tal manera que llegó un
momento en el que su centro estaba justo a mi alcance y no lo pude evitar. Introduje
mi lengua en su cavidad metiéndola y sacándola mientras mi erección estaba otra
vez en perfecto estado de revista. La saqué de su interior y me dedique a su clítoris
haciendo círculos en él para luego volver a introducirla dentro de ella. La posición
no parecía nada cómoda ni ortodoxa, yo esposado a la cama y ella bueno su escorzo
era muy difícil de describir, creo que hasta incluso estábamos inventando una nueva
postura que parecía imposible pero que no lo era y a los hechos me remito, una
nueva experiencia lujuriosa. Los gritos que provenía desde los cofines del suelo me
decían que le gustaba lo que hacía así que seguí con más ahínco, con más fuerza,
metiendo y sacando, metiendo y sacando, torturándome a mí mismo porque ese culo
que estaba a mi alcance, al mismo tiempo no lo estaba pues no tenia manos para
tocarla como me hubiera gustado y eso me estaba poniendo duro, muy duro. Sus
gritos se escuchaban ahogados pero se escuchaban y en un momento determinado
un grito especial, más fuerte que los anteriores me indicó que iba a explotar así que
- 516 -
acelere los movimientos con mi boca ganándome un espectacular orgasmo de su
parte. Tal como ella hizo antes lamí y recogí cada gota de sus deliciosos fluídos sin
dejarme nada, absolutamente nada. Cuando recupero el aliento, se incorporó,
clavando más su culo en mis ojos, por Dios, y yo seguía esposado, ¿dónde diablos
estarían las malditas llaves? Pero no me dio tiempo a analizar donde podrían estar
ya que sentí sus labios atacar los míos sin piedad, Mi sabor, que aun estaba en sus
labios, y su sabor se unieron en nuestras bocas provocando una delicatesen sensual
muy difícil de olvidar.

Tras recuperar nuestras respiraciones, se tiro un buen rato buscando las dichosas
llaves a gatas ¡Dios Bendito, a gatas!, su culo en pompa dándome una espectacular
vista de él, sus pechos moviéndose de un lado a otro y yo… impotente, ¿se daría ella
cuenta de lo que estaba provocando en mi?, ¿dónde estarían las dichosas llaves?,
¿tenían que estar en algún lado? A tomar un café solas no podrían haberse
marchado, digo yo. Una vez más el famoso despiste de Bella Masen Swan entraba en
acción, y esta vez no era un coche eran las llaves de unas esposas que no volvería a
ver con los mismo ojos, no mientras me mantuviesen amarrado a una cama sin poder
tocar ese espectacular culo que se movía de un lado a otro junto al resto de su
cuerpo buscando la maldita llave y que estaba provocando en mis partes nobles…
algo muy difícil de definir.

-Las encontré -me dijo de repente mostrándome las llaves en la mano con una
sonrisas triunfante.

-Libérame entonces por favor -le contesté echándole una mirada que en fin… le
hico fruncir el ceño ante la imposibilidad de interpretarla. Se sentó a horcajadas
sobre mí con su sexo sobre mi sexo y, por fin me liberó. Tal y como era mi intención,
la pille por sorpresa, porque cuando me sentí liberado, en un rápido movimiento la
volví a esposar, la puse a gatas con las manos por delante para no dañarla y sin más
miramientos la penetré, la penetré profundo, muy profundo, la penetré con sed, la
penetré fuerte, duro, me moví dentro de ella de una manera brusca casi diría que
brutal, era pura lujuria, puro deseo, química en estado puro. A juzgar por sus
movimientos buscando mas fricción, a juzgar por sus gritos, por sus jadeos y
gemidos lo estaba disfrutando tanto como yo y eso me animo a seguir, a seguir y
seguir, mientras con mis manos tocaba aquello que me había sido negado una buena
parte de la noche, sus pechos, su culo, su clítoris el cual masajee y pellizque
ayudando así a su propio placer. Los dos bailando juntos, jadeando juntos, piel con
piel, espalda contra pecho, hasta que a la vez alcanzamos el que me parecía que era
el ¿cuarto, quinto, sexto? de la noche, pero ya había perdido la cuenta. Y la noche
aun era joven, sí señor. Todavía teníamos que practicar en el baño.

-Ufff, ha sido bestial. Si lo llego a saber tardo un poco más en encontrar las llaves
- 517 -
-me dijo una vez que la hube liberado de las esposas de nuevo. Un momento… ha
dicho que… la miré y la volví a mirar y… entonces caí. ¿Sería posible que?, oh si era
muy posible teniendo en cuenta las seis cabezas locas y con ella siete que
posiblemente la habrían ayudado a planear todo eso, muy segura estaba de que iba
a llevar las esposas, me dije a mí mismo con el firme propósito de investigar en su
bolso ya que ahora lo tenía muy claro, Bella Masen no había perdido las llaves, sabía
perfectamente donde estaban…o al menos eso sospechaba.

-Bella, ¿tu no habrás…? -le pregunté en un intento de confirmar mi teoría, pero no


me dejo acabar y mucho menos me contestó…

-Piense usted lo que quiera Teniente -me dijo levantándose de la cama, necesito
una ducha, estoy muy sudada pero yo solita no me voy a poder lavar… -me dijo
poniéndome unos ojitos que…y una carita...y unos morritos…

Y no hizo falta mas, Salí de la cama como un resorte, con mi obediente soldado
listo y dispuesto para la siguiente ofensiva.

Las esposas cayeron en ese momento al suelo y las cogí presuroso ya que a lo
mejor podrían hacer falta en la ducha. Desde luego no iba a volver a mirar esas
esposas de la misma forma. Las guardaría en casa encerradas en una urna de cristal
como un tributo, ya cogería otras del material de la oficina. Ahora no tenía tiempo
para pensar en una excusa para coger otras, pero ya lo decidiría. Lo malo iban a ser
las burlas de Emmett, de Jacob y del resto, pero de eso ya me encargaría mañana,
ahora tenia asuntos mas importantes que tratar. Con ese pensamiento me encaminé
al cuarto de baño donde mi esposa me esperaba para que la…. ayudase a lavar.

Definitivamente Isabella Marie Masen Swan marcaba la diferencia.

Hola de nuevo ¿que os ha parecido nuestra traviesa Bella? realmente


espero que os haya gustado y haber estado a la altura de vuestras
expectativas ya que una mala noticia de índole personal me tiene bastante
fuera de juego y con poca inspiración para escribir este tipo de capítulos.
Pero lo primero sois vosotras, así que espero que os haya gustado.

Solo me queda un outakke mas y pondré el complete a la historia. En el


ultimo outakke veremos como nuestros inocentes apdres descubren que sus
hijos... en fin... viven mas bien juntos, pero no revueltos, no os creáis.

Gracias a todas por vuestros rr:

- 518 -
Sara-Cris Cullen; saraes; Ssil; Iare; Titi Cullen; Ale Snape; PattyQ;
ludgardita;carlita16; Paaameeelaaa; JosWeasleyC; Cullen Vigo; Pam Malfoy
Black; Saha Denali; Angie Masen; NuRySh; yolabertay ; anamart05; lizzy90;
Patchmila Cullen Mellark; tany cullen; yasmin-cullen; aizen63; codigo
twilight; Areli Pattirson; marianareyna; roscidius cullen ; lunatico0030;
EdithCullen71283; yani-cullen; Maya Cullen Masen; MarcelaMaciel; yanu
swan cullen;Tamynna; ma pau cullen; Solchizz; nydia; Yolanda Dorado;
Suiza19; alessaCullen2314; katitacullent; FresCullen; Izzy. md; yunuen; mon
de cullen; beakis; Ely Cullen M; alessaCullen2314; ma pau cullen;
marcecullenswanm; mmenagv; lexa0619; katitacullent; Isela Cullen; Laura
Katherine; yeco; Mariale Olivares; numafu; mirdg; nany87; anita cullen;
Nufu, daniella maria,Irene Lavigne

Quiero darle la bienvenida a una nueva lectora: Irene Lavigne . Irene,


gracias por leer, me alegro que te guste.

Gracias también a todas las que me añadís a alertas y favoritos.

Y un aviso: estar pendientes porque en unos días, publico el segundo


capitulo de Una Cita casi a ciegas. El primer capi es el OS del mismo
nombre.

Un beso a todas, y hasta muy pronto

- 519 -
Chapter 41

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que salen aquí me pertenecen, su


creadora es la magnífica SM. Yo solo he jugado con ellos para crear esta mi primera
historia. Solo el personaje de Gaby es de mi invención.

Hola ¿como estáis? Pues aquí os dejo el ultimo outake de esta historia, con
ella pongo definitivamente y con mucha tristeza a esta historia, mi primer
bebé. Espero que os divierta.

Outakke 3: Padres, hijos y otras cuestiones.

Narración en tercera persona.

Washington, apartamento de Gaby, Maggie y Charlotte…en teoría

-Alerta roja, alerta roja -decía una muy desesperada Gaby tras colgar el teléfono,
saltando por todo el apartamento que compartía con los chicos con un estilo similar
al de su tía Alice, tropezando con todo lo que encontraba a su paso, en una clara
imitación de su madre y provocando que una serie de hechos sucedieran a la vez. La
ensalada que Maggie estaba preparando cayó al suelo organizando no solo un
estrepito sino todo un desastre en la inmaculada cocina, Tony que en ese momento
entraba a ver qué sucedía piso la mezcla de aceite, vinagre y sal, resbalando y
quedando sentado en el suelo en un divertido escorzo. Maggie al intentar ayudarle,
resbaló también quedando tumbados uno encima del otro y pringados de arriba
abajo. No muy lejos, en el salón, un bol de palomitas yacía desparramado en el suelo
junto a los mandos de la play y los cristales de una lámpara que se había hecho
añicos, mientras Seth y Peter intentaban recogerlo todo antes que sus novias les
echasen las bronca por descuidados. Charlotte intentaba, sin éxito alguno, que Tony
y Maggie salieran de la trampa en la que estaban metidos cayendo ella también al
revoltijo de cuerpos, aceite, sal y demás ingredientes de la famosa ensalada,
llevándose consigo el mantel que había puesto en la mesa de la cocina con sus
cubiertos y platos correspondientes. Al final tuvieron que gatear y agarrarse al
mobiliario de la cocina para ponerse en pie, descalzarse y salir corriendo a la ducha
y a cambiarse de ropa. Gaby seguía chillando, aleteando y dando saltos por todo el
apartamento ajena a los "problemas "de sus compañeros.

-Estamos muertos, estamos muertos. Ya vienen, ya vienen y como vienen, mamá


dice que tengamos cuidado, que sospechan algo y no viene solo uno, vienen todos…
- 520 -
-¿Quién viene? -preguntó Tony saliendo de la ducha todavía chorreando y envuelto
en una toalla. Charlotte y Maggie no tardaron mucho en salir detrás de él, ni
siquiera se habían cepillado el pelo alarmadas por los gritos de su amiga. Charlotte
miró a Gaby con una ceja levantada esperando una explicación para todo aquel
jaleo.

-Tus padres, mis tíos, mis padres, vuestros padres, nuestros padres… ufff que lío.
Caray la Gestapo, viene la Gestapo en estado puro.

-¿Vi…vienen a visitarnos? -pregunto Charlotte con una clara muestra de pánico en


la voz

-Y vienen todos, con niños incluidos.

-Jooooooooooder… -exclamaron todos a la vez-. Hay que ponerse en marcha


-agregó Seth.

-¿Co…mo lo sabes? -Preguntó una muy aterrada Maggie pensando en la cara de su


padre.

-Mi madre llamó para advertirnos, están en el aeropuerto, ninguna pudo llamar
antes porque era una sorpresa incluso para ellas y no lo sabían hasta que no se han
visto en el hangar privado, lo que las lleva a sospechar que se trata de una trampa.
Mamá piensa que se trata de un plan para descubrir si vivimos y dormimos juntos en
el mismo apartamento. Y me pregunto por qué pensaran eso -dijo mirando a Seth
tan mal que el pobre muchacho no tuvo mas remedio que tragar en seco.

-Joder, joder, joder, no hay tiempo que perder -volvieron a exclamar todos a la vez,
y seis asustados muchachos se ponían en marcha para intentar llevar las cosas de
cada uno a su respectivos apartamentos de forma que pareciera que vivían en los
dos, chicos en uno y chicas en otros, como dios manda según la anticuada filosofía
de sus muy arcaicos y sobreprotectores padres….Y nada les importó que la gente
que los veía correr de un lado al otro transportando ropas y demás enseres en la
mano pensaran que estaban locos porque solo tenían un pensamiento en la cabeza
sus padres los iban a matar….

Aeropuerto de Seattle

-Pues no entiendo porque tenemos que ir sin avisar -dijo una muy enojada Bella
cruzada de brazos y sentada en el suelo del hangar privado. A su lado su cuñada y

- 521 -
sus amigas tenían la misma postura.

-¿Es que uno no puede ir a visitar a su hija sin más?, ¿pasa algo que yo no sepa?,
¿hay algo que no tengo yo que saber o descubrir?, ¿tengo acaso que pedir cita para
ir a visitar a mi propia hija?, ¿hay algo que no me hayas contado?

-¿Y qué demonios quieres que haga sino estudiar todo el tiempo?, ¿tan poca fe
tienes en ella?, ¿te ha dado la pobre muchacha algún motivo para que desconfíes de
ella?

-Entonces no veo razón para que no pueda ir sin avisar. Si no tiene nada que
ocultar… -respondió Edward con esa expresión de inocencia y esa sonrisa torcida
que hacía que Bella se quedase sin palabras y su cuerpo empezara a derramar
inconscientemente cierto tipo de fluidos que iban a parar directamente a sus bragas
causando el consiguiente desastre en ellas. Edward, sonrió para sus adentros
sintiéndose poderoso al darse cuenta una vez mas del efecto que causaba en su
Bella, mientras aprovechaba para subir al avión privado que, una vez más Marco les
había dejado, para hablar con el piloto.

-Hay que avisarles y avisarles ya -dijo Bella mirando a las demás una vez se hubo
recuperado del shock -sino estamos muertas y ellos con nosotras. Así que disimulad
un poco mientas yo salgo a la calle a ver si puedo hablar con Gaby.

-Vale -contestaron sus muy preocupadas amigas y cuñada.

-¿Dónde va Bella? -preguntó un Emmett que parecía que hoy se había presentado
a un concurso de suspicacia y había ganado el primer premio.

-Ha ido…. al servicio… si eso… al servicio.

-Qué raro, si las mujeres sois incapaces de ir a esos sitios vosotras solas,
necesitáis ir en pareja hasta para…

-Emmett Swan -dijo una muy enojada Rose.

-Vale… vale, la verdad es que no entiendo porque os molesta tanto que vallamos
sin avisar, pensamos que sería una buena idea, a menos que… tengan algo ocultar
claro está.

-¿Y qué diablos quieres que oculten?, son jóvenes, son estudiantes y…- Rose de
pronto se cortó en su discurso pensando que estaba dando mucha información.

- 522 -
-Ya está todo preparado -dijo un Edward triunfante saliendo del avión….-¿Dónde
está Bella?

-En el servicio -contestaron varias voces femeninas a la vez con un claro tono de
impaciencia y enojo.

-Pues si el servicio está allí, ¿por qué Bella viene de ese otro lado? -volvió a
preguntar Emmett, ¡pero qué suspicaz estaba hoy el señor!, pensó Rose
sarcásticamente. Posiblemente no habría ganado el primer premio en ese famoso
concurso, no, a este hoy le habían echado a patadas por abusar.

-¿Porque ese está sucio? -le dijo Bella en un tonito que… bufff vaya tonito. Cuando
Bella utilizaba ese tonito era mejor dejarlo estar, pensó Edward un poco
acobardado, pero ahora no podía echase atrás no señor.

Washington, apartamento de las chicas.

-Todo listo…

-Sí…

-Nada por medio…

-No…

-Nada que no debiera estar…

-Nada….

-Daros prisa Abu Didy me dice que ya vienen para acá -pedía una muy angustiada
Gaby con el teléfono en la mano-. Ahí están, acabo de verles bajar del coche,
disimulemos-. Y las tres chicas se fueron cada una a su habitación en un claro
intento de demostrar que estaban estudiando. Un timbre sonó y una muy dispuesta
Gaby fue a abrir….

-Papi, mami, ¿qué hacéis aquí? -dijo intentando mal disimular una enorme alegría
y una gran sonrisa.

-Hemos pensado venir a haceros una visita -dijo un muy mosqueado Edward
entrando en ese apartamento como un sabueso buscando pruebas, evidencias,

- 523 -
indicios….su hija no podía engañarle era igual que su madre, no sabía mentir y
estaba claro que esperaba su visita. Bella les había avisado pero ¿por qué? , aquí se
cocía algo, pensó mirando a Bella con desaprobación pero Bella le sostuvo la
mirada… ¡por Dios que mirada!, pero no era momento de acobardarse estaba allí
con una clara misión se dijo por quincuagésima vez en lo que iba de día.

-Charlotte, Maggie, mirad quien ha venido…

Después de las consabidas muestras de sorpresa mal disimulada, abrazos, besos,


etc., empezó la inspección y revista de cada una de las habitaciones de sus
respectivas hijas. Ben había ido con ellos al apartamento junto con Alice y los padres
de Charlotte, mientras que Ángela, Rose, Emmett y Jasper estaban en el de los
chicos. Los más pequeños habían quedado al cuidado de sus abuelos Dydime y
Marco.

Edward entró en la habitación de su hija con esa mirada suya de perro sabueso
característica de jefe de policía Masen, inspeccionándola minuciosamente al igual
que hacían los otros padres, pero fue Edward el que con su instinto de policía
encontró lo que, según él, nunca debería estar en el servicio de una mujer…
soltera…

-Hija, ¿me puedes explicar que hace una maquinilla de afeitar de hombre en tu
cuarto de baño?

-Esto pues… yo…. -muerta pensó Gaby, definitivamente estoy muerta -esto emmm,
se la pedí a Seth para depilarme…eso…depilarme…uff tenía muchos pelos y…

-Gabriela Marie Masen Swan -dijo una muy enfadada Alice emergiendo detrás del
enorme cuerpo de Edward -¿Cuántas veces te he dicho que…? -pero se calló al ver
las miradas envenenadas que con disimulo le echaban el resto de las mujeres,
miradas que no pasaron desapercibidas para Edward y los otros dos, aquí había gato
encerrado se dijo Edward y él lo iba a averiguar. No en vano era el Jefe Masen, de la
policía de Forks….

-Esto… hija… -preguntó de una manera muy inocente Ben a Maggie pues la
inspección había pasado a su habitación -y la caja de condones esta ¿sirve también
para depilarse? -se oyó un bufido procedente de Alice en con un claro mensaje:
quien te manda abrir cajones que no son tuyos. Ben ignoro el bufido.

-Bueno eso…eso…es… un trabajo de clase, eso un trabajo de clase.

-Ahhhhhhhhhhhh -contestaron a la vez los tres hombres que ahora iban a seguir la
- 524 -
inspección en la habitación de Charlotte, pues ya nos dirás que tipo de asignatura o
trabajo implica el uso de condones en una carrera de psicología…, en fin le
preguntaré a tu madre, aunque estoy seguro que tendrá una respuesta, como
siempre.

-Y estas zapatillas, es que ahora usas zapatillas de hombre -le dijo Geoffrey a su
hija Charlotte.

Maldición se regañaban las tres así mismas, nosotras creíamos que lo habíamos
guardado todo pero es que…estos padres… te miran los cajones, entraban en tu
cuarto de baño, se metían debajo de tu cama… ¿es que no había respeto ni
intimidad? Uffff.

Mientras tanto en el apartamento de los chicos tenía lugar una escena


similar

-Anthony -llamo Emmett a su hijo y el hijo en cuestión tragó en seco, pocas eran
las veces que su padre le llamaba por su nombre entero y cuando lo hacía…

-¿Se puede saber que hace un paquete de tampones en tu cuarto de baño?

-¡Hala! - se dijo a sí mismo -a ver cómo salía de esta ahora…

-Esto…. Bueno… es que… su casa se inundó, eso mismo… se inundó. Ya sabes lo


despistadas que son y claro... una de ellas se dejo el grifo abierto, tuvieron que ir
hasta lo bomberos, menuda la que se armó, se tuvieron que venir a casa, pero
tranquilos que durmieron las tres juntas en esta habitación no os creáis...

-¿Y cómo es que Edward y yo no sabíamos nada?

-Emmett cariño, si lo sabías, os lo dijimos nada más pasar, pero…claro vosotros no


os enterasteis, estabais en lo vuestro y… -dijo Rose haciéndose la enojada en un
intento de ayudar a su hijo…

-¿En lo nuestro?

-Pues sí, en lo vuestro, en cuanto os ponéis a ver el beisbol el mundo desaparece a


vuestro alrededor -dijo Rose toda airada.

-Ya y entonces si eso es así, ¿por qué no nos lo volvisteis a decir después?

- 525 -
-Se nos olvidaría -contestó Rose mirando a su hijo con un claro mensaje: ya
hablaremos tú y yo de tampones.

-Emmet se dio cuenta de la mirada y decidió investigar ya que estaba seguro de


que ahí había gato encerrado.

-Y este pintalabios -volvió a preguntar mirando interrogativamente a su otro hijo,


ya que ahora tocaba inspección en su cuarto.

-Pues de Charlotte, de quien va a ser, no pensaras que me he vuelto travesti. Se lo


debió de dejar aquí ya…sabes…

-Cuando la inundación -dijo su padre.

-Eso… cuando la inundación.

-¿Y no se supone que durmieron las tres en la habitación de Tony…?

-Si…bueno…verás… Charlotte pasó a ducharse y vestirse aquí, era la única


solución para no llegar tarde a clase, no te puedes imaginar lo pesadas y tardonas
que son y…. -pero se cayó al ver esa mirada de su padre, mirada que el ya conocía a
la perfección.

Seth miraba para todos lados aliviado ya que en su cuarto, aunque también toco
inspección, era su madre la que lo dirigía y no se encontró con nada…sospechoso,
pensó para sí metiéndose en el bolsillo del vaquero ese frasco de perfume que Gaby
se dejo la otra noche olvidado y que su madre disimuladamente le había dado para
que escondiese. Por su parte Jasper miraba a todos lados con fingido interés y
cuando descubrió el frasco de perfume, le guiño un ojo a Seth. ¿Sería el capaz de
reaccionar así de tranquilo cuando su hija tuviera la edad de Gaby, Maggie y
Charlotte? Más le valdría que sí, porque a los volcanes era mejor mantenerlos
inactivos y no activarlos con toda su ira y potencia.

Unas dos horas después, y una vez pasado el trago inicial, o al menos eso
pensaban ellos, estaban disfrutando de una rica comida en un restaurante de
Washington junto a Marco, Didyme, Kate y Garrett que se habían unido. En la mesa
contigua a la suya, Alice, Renée, Eddie, Bella y Rosie, disfrutaban también de la
comida.

-Y… bueno… empezó Emmett, ¿hubo mucho destrozo con lo de la inundación? , lo

- 526 -
pregunto por si hay que pagar algo, no podemos dejar que te hagas cargo siempre
de todo Marco -dijo con su mirada más inocente al más puro estilo de policía bueno.

-¿Inundación?, ¿qué inundación? - preguntó Marco todo despistado -Ah sí… la


inundación -contestó un segundo después ante las dos patadas disimuladas que
recibió por debajo de la mesa, suponía que provenientes de los pies de Kate y de
Didyme. Pero Edward se percató del cambio de expresión en la cara de Marco, eso
por un lado, y, por el otro, el había sido víctima de una tercera patada, suponía que
proveniente de algún pie despistado intentado alertar a Marco de algo. Pero él no
estaba al corriente de la inundación y su hija tampoco…

-¿Qué inundación? -preguntaron padre e hija a la vez.

-Gaby cari… esto… mira que eres despistada -dijo Seth muy rápido-. Esa
inundación, cuando una de vosotras se dejo el grifo abierto y tuvisteis que venir a
casa, ¿recordáis? -preguntó con un cierto retintín que tampoco paso desapercibido
para nuestros sagaces policías.

-Ahhhhhhhhhh -dijeron tres voces femeninas a la vez.

- Claro, la inundación…. esa inundación- añadió Gaby golpeándose con el puño


izquierdo en la palma de la mano derecha como si se hubiera acordado de lo obvio.

-¿Tu lo sabías? -pregunto Edward aplicando el tercer grado a su esposa, al más


puro estilo poli malo

-Esto… -Bella antes de contestar cometió el error de mirar a Rose en busca de


repuesta y esa mirada no paso desapercibida por los jefes Swan y Masen.

-Según aquí mi Rose, estábamos viendo beisbol cuando nos lo dijeron, que
oportuno ¿no? -dijo Emmett siguiendo con su papel de poli bueno.

-Sí, muy oportuno respondió Edward ya bastante enfadado de tanta tontería y


dejando salir a la superficie su faceta de poli malo en todo su esplendor -a ver
¿vosotros os creéis que hemos nacido ayer?-, dijo desplegando sus cartas- ¿qué nos
chupamos el dedo?, ¿qué somos tontos? Pues no señor somos más inteligentes que
todo eso. Ya sabíamos nosotros que vivíais todos juntos en la misma casa -al decir
esto una epidemia de toses y atragantamientos se dio entre la población femenina
de la mesa, pero Edward viendo el éxito que estaba obteniendo siguió impertérrito
-pues no, no somos tontos ni hemos nacido ayer, y cuando uno llama al móvil de su
hija a una HORA en la que su HIJA -dijo recalcando hora e hija -debería estar en
CASA y en su CAMA -dijo recalcando casa y cama -y le contesta Seth medio dormido,
- 527 -
pues bueno, ata cabos. ¿O es que también se había inundado vuestra casa ese día?
-les preguntó levantando una ceja

Y como si un ángel hubiera pasado, el silencio se hizo entre los comensales, sobre
todo entre las comensales. Unas miraban la decoración, otras el mantel, otras se
dedicaban a hacer cuadros abstractos con la comida y otras, otras miraban a sus
esposos con una expresión que helaba la sangre. Por su parte Marco, Jasper y
Garrett disfrutaban de un hambre repentina y atacaban su comida sin piedad o eso
es lo que parecía ya que en el fondo estaban muertos de la risa. Y en la mesa de al
lado unos sorprendidos niños miraban a sus respetivos padre, madres, tíos, abuelos
y hermanos con los cubiertos en la mano, las bocas abiertas y olvidándose por
completo de la comida que tenían delante, desde luego eran más interesantes ver los
líos de esta familia que una peli en el cine. Alice, Renée y Eddie lo hacían con mas
disimilo no fuera que su padre después de terminar con su hermana y primos le
diera también con ellos, pocas eran las veces que veían a su padre enfadado pero
cuando lo estaba…. Y Rossie conocía a la perfección esa mirada de inocencia de su
padre, porque cuando su padre ponía esa mirada y hablaba con ese tono... era mejor
estar lo mas lejos posible.

Mientras, cuatro incorregibles hombres que parecían haber sido tele


transportados de una época muy, muy lejana y que aun no se habían percatado de la
expresión de sus esposas, se miraban entre ellos orgullosos de sí mismos. Su plan
había funcionado. Edward en ese momento se encontró con la mirada de su mujer y
tragó en seco al pensar en lo que le esperaba cuando estuvieran solos, la ira de Bella
Masen no se podía comparar con nada, bueno si con la ira de Rose, de Ángela y de
Charlotte que miraban igual a sus maridos. Jasper en ese momento tosió para
disimular una carcajada que ya no podía reprimir por más tiempo…

-Ya me lo dirás tú a mí cuando tu hija crezca -le dijo un muy enfurecido Emmett
que se encogió al cruzarse con la mirada de su esposa.

-Jasper es un hombre moderno, que vive con su tiempo y no anclado en el pasado


como hacen otros -dijo Bella mirando a su marido.

-No hacíamos más que preguntar y vosotras no decíais nada, teníamos que
averiguar -dijo Edward intentando explicarse y apaciguar a las fieras, pero la mirada
de su mujer no cambió, como tampoco cambio la de las demás.

-¿Eres consciente Edward Masen de que has invadido la intimidad de tu hija?

-No, no lo soy, es mi hija tengo derecho a…

- 528 -
-¿A qué? -preguntó Bella de una forma tan amenazadora que Edward se tuvo que
colocar bien en la silla y acomodar los pantalones con disimulo, joder, si hasta
enfadada le excitaba esta mujer.

En la mesa contigua unos asombrados hijos miraban incrédulos los que ocurría
¿sus padres enfadados y discutiendo en vez de dándose besos cada dos segundos?,
increíble, esto era increíble.

-Papi es que… -empezó Gaby intentado aligerar el ambiente -verás es


que...bueno… no me negaras que…eres un poco anticuado y muy sobreprotector y….

-¿Es que vosotros practicabais el celibato a esa edad? -intervino de pronto un


torbellino llamado Alice que extrañamente se había mantenido muy callada.

-No nos vengáis con que era distinto, porque no lo es -siguió diciendo Alice sin
hacer caso de las patadas que Jasper le daba por debajo de la mesa. Gaby, Seth y los
demás le apoyaron con la mirada pero como siempre ocurre escurriendo el bulto y
calladitos ¿para qué iban a arriesgarse si tita Alice ya hablaba y sacaba la cara por
ellos?-. Según tengo entendido pues me lo habéis dicho vosotros mismos-, prosiguió
Alice mirando directamente a Edward -tú te escapabas a la habitación de Bella por
las noches y nadie decía nada, ¿qué hacías?, ¿dormir', ¿jugar al monopoli?, ¿si
quieres hablo de esto con Renée?

-No hace falta Alice, no hace falta -contestó Edward mirando a todos lados menos
a su esposa.

-Y tú, ¿qué? - prosiguió Alice mirando ahora a Emmett a quien le había tocado el
turno -según mis informaciones te escapabas con Rose en el coche y… Jasper por
favor deja quietas las piernas que pareces un niño pequeño y Jasper el pobre miró
para otro lado mas rojo que un tomate ya madurito. En la mesa de al lado Bella
miraba divertida y extasiada a su madre.

-Calla por dios que te van a escuchar los niños, además que te han informado mal
-contestó Emmett muy bajito tragando en seco al ver por el rabillo del ojo la
expresión de su esposa.

-¿Y vosotros? -preguntó Alice de nuevo a Geoffrey y a Charlotte -y Geoffrey se


escondió bajo una disimulada tos.

-Sí, si ya sé, mejor no digas nada -dijo un amedrentado Ben mirando a sus hijos a
los que prefería ver antes que enfrentarse a la mirada de Ángela.

- 529 -
El resto de la mesa, aguantaba la risa como podían, sobre todo Kate y Didyme. Los
niños de la mesa de al lado seguían con la boca abierta sin poderse creer lo que
estaban oyendo, ¿sus padres hacían esas cosas?, ¿y luego se enfadaban con sus
hermanos?, pues que injusticia pensaban. Mientras, los hombres sobreprotectores y
tramposos decidieron enfrentarse por fin a sus esposas. Y lo que vieron les dejo sin
palabras, estos hombres a los que solo les faltaba la lanza, ir vestidos con pieles de
animales y el mamut, se habían quedado sin palabras y… también se quedaron sin
algo más esa noche, ya que sus mujeres decidieron que si ese era su pensamiento
pues habría una habitación de chicos y otra de chicas ¿o sería mejor decir cueva de
chicas y cueva de chicos?

Al día siguiente estos hombres, tontos, sobreprotectores y arcaicos, les daban una
charla a sus hijos sobre la utilización de métodos anticonceptivos y relaciones
sexuales sanas, charla que ellos aguantaron estoicamente mirándose los unos a los
otros y resoplando, ya todos se la sabían de sobra. Pero por lo menos consiguieron la
aprobación paterna para su usual según ellos, inusual según los padres, modo de
vida. Algo era algo. Lo que los hijos no sabían es que los padres no habían tenido
mas remedio que claudicar si querían en un futuro no muy lejano, volver a dormir
calentitos juntos a sus esposas que a su vez eran sus santas y pacientes madres.

-Papi -le dijo Gaby en un momento en que quedaron a solas-¿estás decepcionado


conmigo?

Y todo su enfado desapareció, al ver la cara de su hija, de aquella pequeñita que le


tocó el corazón dese el primer instante, de aquella que, sin proponérselo, le incitó a
luchar por lo que era suyo, su familia. Aquella que le hizo reaccionar llamándole
papi en su momento más oscuro, la que le salvó…

-No hija, claro que no -le respondió abrazándola -nunca, me oyes, nunca podría
estar decepcionado contigo, eres mi niña, pero por favor, no me vuelvas a ocultar
nada, sé que soy sobreprotector pero es porque te quiero. Y creo haberte
demostrado que siempre estaré ahí para ti y que puedes hablar conmigo de
cualquier cosa, puedo enfadarme algo al principio con ciertas cuestiones, pero creo
que sabes manejarme muy bien y cuando me calmo, sabes que sé escuchar, nunca te
dejaría sola hija. Solo te pido que seas responsable y tengas cuidado. Seth es un
buen chaval y muy adecuado para ti solo que…

-¿Me perdonas papi?

-Por supuesto hija -le respondió abrazándola más fuerte y por encima de su
hombro pudo ver la mirada llena de amor de su mujer, esa mirada que le calentaba
el alma, que le derretía, que adoraba, que le había incitado a pelear por ella en un
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momento determinado de su vida que había quedado en el pasado, aquella que
ponía todo su cuerpo en estado de máxima alerta y provocaba un problema enorme
en su entrepierna y el consiguiente estrechamiento de sus pantalones, la mirada de
su Bella, de su compañera eterna, de la mujer de su vida,de su amiga, de su amante,
de su esposa. Edward se la devolvió en un intercambio de palabras silenciosas,
llenas de amor…

Al día siguiente los padres, las madres, los tíos y los respectivos hermanos, partían
de nuevo para Forks, dejando a unos jóvenes respirando tranquilos, ufff ya no
tendrían que esconderse más. Ya eran libres.

-Ya hablaremos tu y yo sobre la costumbre de contestar mi teléfono… -le dijo Gaby


a un muy temeroso Seth pues la ira de la hija era igual o peor que la de la madre.
Nunca me oyes, nunca más, me da igual quien sea, como si es el mismo Presidente
de los Estados Unidos ¿estamos?

-Hombre… yo…no pensé que pudiera ser tu padre.

-¿Y quién iba a ser sino, el amante que tengo guardado en un cajón? -le recrimino
enfadada. Desde luego con este chico había conseguido salir de un sobreprotector
padre para encontrar un novio además de sobreprotector, celoso. Ufff suspiro para
sus adentros.

-Y también deberemos hablar de inundaciones inesperadas de las que no nos


informáis. La verdad es que vamos a tener que mejorar nuestra comunicación
-añadieron Charlotte y Maggie y las tres partieron hacia su apartamento, dejando a
los pobres chicos con la boca abierta

-Por cierto, esta noche dormís en vuestra casa, también tenéis que hacer uso de
ella ¿no?

-Bueno nosotros pensábamos que ya que nos habían dado permiso oficial pues…

-¿Es que alguien os ha dado permiso para pensar? -y dicho esto las tres se alejaron
con un movimiento de caderas tan perfecto y sincronizado que dejaron a los tres
chicos con un claro problema que iban a tener que resolver a mano.

Novias, novias, novias pensaban los pobres chicos…

Novios, novios, novios, pensaban las chicas mirándose entre sí, levantando sus

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cejas en una sincronización perfecta….

Padres, padres, padres, pensaban los hijos en general.

Hijos, hijos, hijos, pensaban los padres

-Bueno pues no ha ido mal del todo ¿no os parece? -preguntó un muy inoportuno
Emmett cuando subían al avión ganándose en el acto las miradas envenenadas de
cuatro mujeres todavía enfurecidas. Así que el pobre poli bueno optó por dejar pasar
el comentario y el poli malo y los otros dos padres, solo pasaron del asunto. Por su
parte los mas pequeños se miraron entre sí rodando los ojos, en una perfecta
imitación de sus madres.

Un par de horas después en el avión, unos desesperados y jurasicos hombres


trataban de conseguir el perdón de sus esposas por todos los medios humanos
posibles. Bella tras la escena que había presenciado entre Edward y su hija y esas
miradas y sonrisas torcidas que le dedicaba de vez en cuando su hombre, ya lo había
perdonado aunque intentaba hacerlo sufrir un poco para que no se le volviese a
ocurrir nunca más semejante comportamiento. Pero Edward en ese momento puso
su mano sobre su rodilla y empezó a subir lentamente hasta llegar a cierta parte de
su anatomía y para rematar la miró de nuevo con esa sonrisa que… y suspirando
apoyo su cabeza en su pecho. Edward la abrazó complacido atrayéndola hacia él.
Solo esperaba que Jacob y Riley no se enteraran de esto porque sino…. el cachondeo
estaba servido por una buena temporada.

Por su parte, Ben ya tenía a Ángela casi convencida y en el bote, pero Emmett y
Geoffrey no tenían tanta suerte. Charlotte y Rose eran las dos tal para cual. Emmet
tocaba con disimulo a Rose poniendo su mejor sonrisa y Rose le devolvía una
malhumorada mirada, bufaba y volvía de nuevo a mirar por la ventana esbozando
una sonrisa cruel. Charlotte por su parte hacia mas o menos lo mismo. El pobre
Emmett no se atrevía a cerrar los ojos porque si los cerraba la cara de burla de
Jacob y Riley aparecía en seguida en su mente. Y lo que era peor la cara de ira de su
madre Renée Swan.

Hombres, hombres, hombres, pensaban sus mujeres.

Mujeres, mujeres, mujeres, pensaban los pobres hombres.

Pero el principal problema es que todos se complementan y unos no pueden


existir sin los otros…cosas de la vida.

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Amor, amor, amor, eso es lo que le sobraba a esa familia.

Pues hasta aquí llegó esta historia en la que pienso que ya no hay mas que
decir.

Quiero agradeceros a todas las que semana, tras semana me habéis


acompañado en esta aventura, ha sido un placer para mi compartir con
vosotras mi locura.

Especialmente quiero agradecer a mi beta que semana tras semana se ha


tomado el trabajo de corregir mis errores.

Gracias por vuestros RR

Sara-Cris Cullen; saraes; Ssil; Iare; Titi Cullen; Ale Snape; PattyQ;
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Black; Saha Denali; Angie Masen; NuRySh; yolabertay ; anamart05; lizzy90;
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Nufu, daniella maria,Irene Lavigne, BABYBOO27

Quiero dar la bienvenida a una nueva lectora:BABYBOO27

Gracias también a todas aquellas que día tras día me añadís a vuestras
alertas y favoritos.

Y gracias también a mis lectoras silenciosas.

Tengo casi listo el segundo capitulo de mi nueva historia, así que a lo


mejor antes de lo que pensáis os doy la sorpresa,solo espero no decepcionar.

Un beso a todas, os quiero.

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