En Colombia no es fácil sobrevivir en un mercado tan competido
como el de las confecciones, donde marcas tradicionales como Valher, Hernando Trujillo, Luis M. Sarmiento y Mireya Fashion han desaparecido. Sin embargo, otras como Arturo Calle han logrado consolidarse y mantenerse por más de 50 años.
Este empresario es uno de los pocos que ha podido darse el lujo de
celebrar bodas de oro y seguir creciendo. Don Arturo es para algunos el “Amancio Ortega” colombiano, aunque él solo se declare un admirador del magnate español de la industria textil, dueño de Zara y otras poderosas marcas y uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna calculada por Forbes y Bloomberg en US$77.900 millones.
La fórmula del éxito de Arturo Calle está definida: “tener un horizonte
claro, el don de la paciencia y ser honrado”. Dinero conversó con el empresario, quien tiene un plan de expansión centrado en un nuevo formato de tiendas que revolucionará no solo el mercado local, sino el centroamericano, en donde ya incursionó. Estos son sus planteamientos frente a su negocio, el futuro de la empresa y la reforma tributaria.
Dinero - Por la expansión de su negocio, la afinidad de su marca y la
consolidación que ha tenido, algunos lo consideran el Amancio Ortega colombiano. ¿Usted qué piensa?
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Amancio es un genio y yo soy Arturo Calle, normalito. Soy gran
admirador de ese señor. Pasarán muchos años para que vuelva a haber otro igual. En Colombia, Arturo Calle sin esa riqueza y nombre, lo digo con toda humildad, es un hombre estilo Amancio pero a lo colombiano.
D - En estos 50 años de construcción de empresa, ¿cuáles son las tres
lecciones más importantes que ha recogido?
Lo primero es tener un horizonte, fijarse qué es lo que quiere hacer en la
vida, qué le gusta. Dos, tener el don de la paciencia, el dinero nunca se acabará y el mundo tampoco, entonces no hay afán de hacer riqueza en corto tiempo y, tercero, la honradez. Yo creo que esta es la mayor riqueza.
D - Hablemos de su negocio. ¿Cuál es la composición de su negocio
entre lo que importa y lo que produce en Colombia?
95% de la producción es local y el restante 5% está representado en
productos que requieren de un alto valor agregado y que no se pueden fabricar en el país o no hay la materia prima. Por ejemplo: maletas, lentes de sport y mancornas. La mayoría de la materia prima toca importarla porque buena parte de las empresas textileras fueron importantes y, aunque todavía lo son, desafortunadamente los gobiernos no cuidaron esa riqueza tan grande. La mano de obra más importante que tuvo Colombia en algún momento estaba en el café, las confecciones y el sector textil. Los Estados no deben dejar que se acaben las cosas buenas, porque son el combustible de un país. El dólar no nos favorece.
D - ¿De sus ingresos cuánto corresponde a exportaciones?
Las exportaciones están representadas en los negocios que estamos
abriendo en Centroamérica: Panamá, Costa Rica, El Salvador y el próximo año en Guatemala. En este momento tenemos cinco tiendas y en 2017 se abrirá otra. Los próximos almacenes serán con grandes formatos con las líneas kids, leather y la tradicional Arturo Calle. El modelo se desarrolla bajo un mismo concepto, pero cada línea funciona de forma independiente con fachadas y puertas separadas que se conectan internamente.
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D - ¿Cómo le ha ido con el negocio de niños?
Muy bien, pero es un negocio que se va desarrollando con el tiempo. Es
una línea que tiene éxito por la calidad del producto y su precio, pero hay que hacerlo crecer más. Es un producto que no es fácil porque tenemos la línea entre 2 y 12 años y la mayoría del tiempo estos niños están en el colegio con uniformes, lo que hace menos frecuente la compra. Pero va muy bien y es un producto muy admirado. Hoy tenemos cuatro almacenes exclusivos de la línea kids y los demás en los puntos tradicionales. D - ¿Y el segmento femenino? ¿Ya tiene definido para cuándo?
Yo no sé si estaré en este mundo, porque los pasaportes se van
venciendo, pero aspiro a que algún día la marca Arturo Calle también tenga una gran cadena de almacenes de ropa para dama. Es un proyecto que requiere muchos años de concepto, de confección, de determinar el tipo de producto, el tallaje, el tipo de almacenes y esto no es fácil y si usted va a montar algo la idea es que sea exitoso. No se puede afectar la marca masculina. Hay que tener paciencia y es un proyecto que se tiene que dar porque la mujer consume por lo menos cinco veces más que el hombre.