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Estructura.
Principales Estructuras Cristalinas
Propiedades mecánicas.
Propiedades térmicas.
Propiedades ópticas.
Propiedades eléctricas.
Propiedades magnéticas.
Propiedades químicas.
Atómico.
Ordenación de átomos, cristalina o amorfa.
Microestructura.
Microestructura.
Los materiales cerámicos son materiales ligeros. Su densidad varía según el tipo
de cerámica y el grado de compacidad que presenten. Son mucho más duros que
los metales. A diferencia de éstos, se trata de materiales relativamente frágiles, ya
que los enlaces iónico-covalentes.
Resistencia a la temperatura
Técnicas de conformados.
Tratamientos térmicos.
Cerámicos tradicionales.
Los cerámicos tradicionales están constituidos por tres tipos básicos: arcilla, sílice
(sílex) y feldespato. La arcilla está compuesta principalmente por silicatos de Al
hidratados (Al2O3. Si O2. H20) con pequeñas cantidades de otros óxidos, como
TiO2, Fe2O3, MgO, CaO, Na2O, K2O.
Cerámicos de ingeniería.
Sin embargo, a lo largo de los últimos años se han desarrollado otros métodos
de fabricación del Si3N4.
-Carburo de Silicio (SiC). Los cerámicos de altas prestaciones del tipo SiC,
tiene propiedades muy importantes, ya que su dureza es elevada, son inertes
químicamente, tiene buena resistencia a la abrasión, y a la oxidación a altas
temperaturas. Sin embargo, el SiC es relativamente quebradizo por su baja
resistencia al impacto y es difícil producir piezas cerámicas densas de grano fino.
Para hacer carburo de silicio sinterizado por reacción, se infiltra un polvo
compacto de SiC y carbono (grafito) con silicio fundido, que reacciona con el
carbono para formar SiC, uniendo los granos originales de SiC.
Aplicaciones.
Los materiales cerámicos también se utilizan en la fabricación de otros materiales
híbridos denominados cermet, abreviatura de la expresión inglesa ceramic metals,
compuestos principalmente de óxido de aluminio, dióxido de silicio y metales como
el cobalto, el cromo y el hierro. Para obtenerlos, se emplean dos técnicas: el
sintetizado y el fritado. Los motores cerámicos no requieren sistemas de
ventilación y por lo tanto permiten una mayor reducción en el peso, y con esto, una
mayor eficiencia en el uso de combustible. La eficiencia en el uso de combustible
de un motor es también superior a más alta temperatura. A pesar de todas estas
propiedades deseables, tales motores no están en producción porque la
manufactura de partes cerámicas es muy dificultosa. Las imperfecciones en la
cerámica conducen a quiebras y rompimientos. Dichos motores son factibles en
investigaciones de laboratorio, pero las dificultades actuales sobre la manufactura
impiden su producción en masa.
Los materiales cerámicos más utilizados son la alúmina y el silicio.
Los cerámicos que cambian sus propiedades eléctricas cuando se les expone a
ciertos agentes químicos, tienen muchas aplicaciones potenciales. Las moléculas
líquidas o gaseosas al interactuar con un cerámico de este tipo en forma de pelets
porosos, podría cambiar la resistencia eléctrica de cerámico de este tipo en forma
fácilmente medible. El sensor basado en este principio es de diseño simple y
requiere de un par de contactos eléctricos. La carencia de reactividad y la
resistencia a la corrosión de los cerámicos, hace que estos materiales se
desempeñen mucho mejor en ambientes químicos agresivos que los sensores
convencionales. Uno de estos dispositivos es un sensor de humedad, el cual tiene
muchas aplicaciones en sistemas de aire acondicionado, en secadores y en
equipos de respiración. Otros sensores cerámicos se han desarrollado para
detectar la presencia de Metano, el principio constituyente del gas natural. Estos
sensores podrían mejorar la seguridad en el hogar, en donde el gas natural se usa
para calefacción y para la cocción.
Uno de los obstáculos más severos para la utilización de los cerámicos y de los
vidrios en aplicaciones estructurales (o en cualquier aplicación en la cual se
involucren esfuerzos altos) es su resistencia relativamente baja al crecimiento de
grietas pequeñas. Esta resistencia intrínsecamente pequeña a la fractura es una
consecuencia del hecho de que a la temperatura ambiente no hay procesos de
deformación dúctil, que puede mitigar los grandes esfuerzos generados en la raíz
de las grietas.
Esta fragilidad intrínseca significa que las grietas que producen fallas son
generalmente del tamaño de unas pocas micras, por debajo del límite de
detección de los procesos de evaluación no destructiva.