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EL LARGO VIAJE DE PEP


Los cuatro años mágicos del Barça de los prodigios

MARTÍ PERARNAU
© MARTÍ PERARNAU Primera edición: Julio 2012

© de la ilustración de portada: MARC VICENS

© del Capítulo Guardiología: DAVID FERNÁNDEZ

© de esta edición: PRIMERA IMPRESIÓN, SL


Calle Algabeño, 178
28043 Madrid

ISBN: 978-84-615-9499-3
Depósito Legal: M-25027-2012

Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente,


sin el permiso previo escrito del editor. Todos los derechos reservados.
AUTOR
Martí Perarnau (Barcelona, 1955) participó en los Juegos Olímpicos
de Moscú’80 en salto de altura, especialidad en la que conquistó el
título de campeón y recordman de España de todas las categorías.
En su vida periodística ha tenido dos maestros que le enseñaron
los secretos del oficio: Álex J. Botines y Alfons Soteras. Gracias a
ellos inició una carrera profesional que le llevó a dirigir las secciones
deportivas de distintos periódicos y también la de Televisión Española
en Catalunya en una época brillante, durante la cual creó el prestigioso
programa “Estadio 2”. Hace ya más de veinte años que abandonó
el periodismo activo para dedicarse al mundo de la gestión, primero
como director del Centro Principal de Prensa de los Juegos Olímpicos
Barcelona’92 y, posteriorme nte, ya en Madrid, como director general
en distintas compañías audiovisuales. Master en Administración de
Empresas, hoy en día dirige su propia compañía de producción de
anuncios publicitarios y colabora como analista en distintos medios
de comunicación. En Abril de 2011 publicó su primer libro: Senda
de Campeones, dedicado a La Masia del FC Barcelona. Dirige el
Magazine martiperarnau.com
ÍNDICE

PRÓLOGO 16

333 ARTÍCULOS 19

TEMPORADA 2008/2009
El melón y la lotería 21
Sala de prensa conquistada 22
Edificar sobre el entrenador 23
Regresó la cultura del esfuerzo 24
¿Volverá el “4” de toda la vida? 25
Las bases del Pep Team 26
Un balance positivo (pero provisional) 27
Guardiola29
Casillas estornuda 30
La moda de la contradicción 31
Aunque nos comamos las palabras... 32
El licenciado Guardiola 33
Buscando el equilibrio con Alves 34
El líder silencioso 35
El Barça del músculo 36
El científico que planificó todo esto 37
Magia38
Regresa el complot, vestido de farsa 39
Xavi y Raúl como símbolos 40
Venus y Marte en el mismo equipo 41
La épica y la lírica 42
El hombre que susurraba a los generales 43
Símbolo44
Una arquitectura que aspira al gran premio 45

5
El problema del ataque estático 46
Lo importante es saber qué batallas librar 47
Euforia 48
La construcción de un equipo global 49
¿Y ahora, qué? 50
Nueve semanas y media 51
El equipo utópico 52
En febrero toca planificar 53
Un mes para no hacer prisioneros 54
Guardiola toma la decisión correcta 55
La realidad de cuello retorcido 56
El virus no estaba muerto 57
Se ha cerrado un paréntesis negro 58
Piernas de plomo 59
El arte de recuperar 60
Reacciones61
¿Es grave, doctor? 62
“Guardiolina” para Messi y Henry 63
Concursos florales 64
El “Síndrome de la gacela” 65
¿Hemos tocado fondo? 66
No era el físico, era el ego 67
El éxito es hijo del realismo 68
Un gran equipo contra un gran carácter 69
Oportunidades70
El egoísmo aniquilador 71
¿Desde cuándo jugar es un hándicap? 72
El equipo de las dagas voladoras 73
Un pulso contra el fútbol de hierro 74
Contra los demonios propios 75
Demolition Team 76
El respeto vuelve a estar de moda 77
Una gestión que minimiza el azar 78
6
Gracias, Schuster 79
El héroe frente al guerrero 80
A tortazos 81
Sin palabras 82
Silencio83
El día que Madrid enmudeció 84
Mañana en la batalla piensa en mí 86
Belletti por Drogba 87
El camino se endurece 88
El tamaño sí importa 89
Muy del centro de Bilbao 90
Roma en la cabeza 91
El entrenamiento hasta Roma 92
Sin miedo a los errores 93
Cuatro revanchas 94
Salid a ganar, chicos 95
La eternidad es esto 96
Wolfgang Amadeus Messi 97
Los 10 mandamientos del Barça 2010 98
Cuidado con los fichajes siderales 99
Sólo hay que pulir el diamante 100
Xavi, al que queríamos traspasar... 101

TEMPORADA 2009/2010
Fútbol Club Guardiola 103
Regresa el capataz para encender la luz 104
Una operación tan cara como eficaz 105
Dos pretemporadas muy diferentes 106
Hambre107
Lo que aporta y lo que merma Ibra 108
Revisión en el Kilómetro Cero 109
Buscando variantes tácticas 110

7
Todavía lejos de sí mismo 111
El presidente de la Ciutat Esportiva 112
Toca paciencia de nuevo 113
Bienvenida la crisis 114
¿El último contrato de Puyol? 115
Paradigma Márquez 116
Probando opciones 117
Ha vuelto la velocidad 118
El Clásico de las palabras 119
El mejor Madrid del curso 120
Una defensa trascendental 121
¿Y si por un día...? 122
Un éxito de planificación 123
La fiesta ha terminado; empieza otro ciclo 124
La fatalidad y la grandilocuencia 125
Henry, llegó tu hora 126
Todo por hacer 127
¿El mismo Barça o distinto? 128
Ejemplos, en vez de estrellas 130
El Barça es un verbo 131
La imparable ascensión de Abidal 132
El Guardiolato 133
Cuatro semanas “peligrosas” 134
Invictus135
No se enfaden y aplaudan el Villarato 136
Roto en defensa 137
¿Qué ha cambiado de un año a otro? 138
El penalti de Pinto versión 2010 140
El futbolista-fusión 141
Ay, ay, ay… 142
¿Qué ha ocurrido? 143
No estaba muerto... 144
Nueve semanas al sprint 145
8
El Extraterrestre 146
Ibra en el laberinto 147
Las prisas y las pausas 148
Todavía boquiabierto... 149
El deseo como fuerza motriz 151
La marcha triunfal de Amadeus 152
Jaque mate 153
La ley de punto final 154
Todos son Pedro 155
Sin piedad 156
Noqueado en el primer round 157
El puñetazo en la boca 158
Ser el Barça 159
Ganaron las sirenas 160
Perder no te quita la razón 161
La nueva novela homérica 162
Inteligencia emocional 163
Persistir hasta el infinito 164
Volver a empezar 166
¿Y ahora, qué? 167
Vencerá, pero ¿convencerá? 168

TEMPORADA 2010/2011
Cada cual en su lugar 171
Los delanteros no están: aparecen 172
Perpetuum mobile 173
El verdadero problema con Ibra 175
La evolución táctica 176
Cómo ha planificado Guardiola la temporada 178
Mascherano invierte en acciones 179
Un buen batacazo para empezar 180
Bojan, ante su año decisivo 181

9
En permanente evolución táctica 182
La Secta 183
Hay fútbol pese a las ruedas de prensa 184
Tiempos líquidos, recetas antiguas 185
Alarma: los están clonando... 186
No hay Plan B porque no puede haberlo 187
Las prisas mataron al artista 188
El balón es el estilo 189
Dadme un Busquets y moveré el mundo 190
Fuego de fogueo 192
Pep y la Teoría del Caos 193
Ruido y silencio 194
¿Plantilla corta? 195
Se acabó el “unplugged” 196
Días de ruido y furia 197
El placer 198
Dos mundos en un rectángulo 199
Apoteosis de una idea 201
El día después 202
¿Quién es Pedro? 204
La edad de la inocencia 205
Poetas con botas 206
La ruta de la seda 207
La araña mecánica 208
Serán incrédulos 209
Mirando al mar soñé… 210
La Masia de Oro 211
Y después de Xavi, ¿qué? 212
El gol del Rey Negro 214
El camino es la clave 215
Mirando cerca 216
Se nos caen los mitos 217
Abidal como ejemplo de progresión 218
10
Gota malaya 219
El equipo tranquilo 220
La renovación 221
La hora del paso adelante 222
Están mejor de lo que parece 223
La noche en que Iniesta se subió al helicóptero 224
Busquets 2.0 225
Este Barça es un problema 226
Tres centrales y un falso 9 227
La batalla del centro del campo 228
Sin miedo 229
Más movilidad en ataque 230
El discurso del (auténtico) rey 231
Han despertado al tigre 232
El miedo 233
El rey de la pelopina 234
El ciclo de la vida 235
De ‘poetas con botas a ‘ladrones del cuero’ 236
Sprint237
El líder 238
No se ganará con la boca 239
Sin red, pero con gancho 240
Zugzwang241
La estética y la eficacia 242
La final de Copa en 13 tuits 243
La gota contra el granito 244
Corred, cabrones, corred 245
Cambio de roles 246
El puto amo 247
La semifinal Ida de Champions en 17 tuits 249
El hombre que se envenenó con su propio antídoto 251
Sergi Roberto y Gerard Deulofeu 252
La semifinal de la desconfianza 253
11
Apertura Catalana 255
La semifinal Vuelta de Champions en 18 tuits (y un Alfil) 256
La Ítaca blaugrana 258
Otro objetivo en esta dulce carrera sin final 259
La imprescindible posesión 260
La profecía del fin de ciclo 261
Tu rostro, mañana… 262
Abidal se prepara para su gran final 263
“Els pebrots” de La Masia 265
El relato blaugrana 266
Tres contra tres 267
El mar frente al volcán 268
El monarca del tiempo 270
Wembley, donde todo vuelve a empezar 271
Andrés Lionel Hernández, la Santísima Trinidad 273
Días de Xavi y rosas 274
Cesc275
Los que estiran la lona 276

TEMPORADA 2011/2012
La receta de la Coca Cola blaugrana 278
Isaac Cuenca, hijo pródigo por partida doble 279
El dueño del espacio 280
La Supercopa de España (Ida) en 14 tuits 281
Planificaciones diferentes 283
La Supercopa de España (Vuelta) en 12 tuits 284
La luz y la sombra 286
Los números impostores 287
La final de Supercopa europea en 7 tuits 289
La pausa y el vértigo 290
Barça 3.0, el idioma sigue evolucionando 291
El ‘doble Messi’ 293

12
El 2-3-3-2 294
La peligrosa zona de confort 295
Busquets, el hombre que juega de perfil 296
Adiós a los complementos 297
La mariposa caótica y los cuatro por dentro 298
Reconciliación299
La filosofía de juego del Barça 300
La pausa 304
Jugadores y futbolistas 305
¿Aún es Messi el falso 9? 306
Los tres cestos 307
Johan, aquel que cambió el Barça 308
Pep quiere una cantera a fuego lento 309
Extremos 310
La Inmortal 311
Monólogo aplastante, diálogo memorable 312
El contexto y el falso debate 313
Todo el mundo a bordo 314
El cerebro más rápido del Oeste 316
Causas y no causas 317
La deportividad 319
Pedro, el imprescindible 320
La desaparición de los roles 321
Balón contra espacio 322
El blindaje de los bombarderos 323
Enfrentar el dolor, mirarle a los ojos 324
Las causas y las consecuencias 325
Quinteto para Clarinete 328
Iniesta, la segunda opinión de Xavi 329
18 titulares y el Principio Hologramático 330
La reconversión (temporal) de Cesc 332
La apoteosis del rondo 333
De la Santísima Trinidad a la Sagrada Familia 335
13
El Barça líquido 336
El equipo que viaja junto 337
La posesión como instrumento 338
La presión como consecuencia 339
Precipitados, separados y descontrolados 340
Xavi-Cesc: el proceso evolutivo 341
Masticar o engullir 343
La larga marcha 344
Se acabaron las vacaciones 345
El milagro de la creación inconsciente 346
Fútbol de futbolistas 347
Algunas posibles respuestas 349
El balón, el balón… 351
El arco y las flechas 352
Xavi, el Campo Base 353
Jugar para Xavi o jugar para Messi 354
Ya lo decía yo... 355
Pelear la Liga para conquistar más títulos 356
Escucha Pep: tienen hambre 357
El don de Iniesta 358
El Tintín de Albacete 359
El hombre sin portadas 360
Huyendo del fango 361
Abidal362
Primavera363
Regreso a la ortodoxia 364
Messi, el Jordan del fútbol 365
Alarma 72 horas 367
Gente seria y fiable 368
Contra dos estilos opuestos 369
Como el Inter de 2010 370
Messi en noche gris de juego posicional 371
Los buenos, a correr 373
14
Histórico y legendario 374
Jugar sin respirar 375
Contra gente de hierro 376
El guionista (Sun Tzu) tenía razón 377
Fútbol claustrofóbico 379
Cristiano mata la Liga 380
La derrota y la creencia 383
Paciencia y agitación 384
Guionista despistado, noche de la marmota 385
Dinámica de lo impensado 387
Duelo por Pep, no por el Pep Team 390
Lección de liderazgo 391
Ascensorista de garantías 392
Punto y seguido 393
El Pep 394
Suerte395
Un mensaje que deja Pep 396
Su último vals 397
Empieza la madurez 398
Cuatro años en un partido 400
El fin de un mundo 401

GUARDIOLOGÍA 402

LOS NÚMEROS DE GUARDIOLA 423

15
PRÓLOGO

“Que tinguis sort”, le deseó su gente. Suerte. Un viejo concepto que para él siempre
representó mucho y que invocó en los momentos agudos de este largo viaje. Para Pep
Guardiola esto no fue un reto, ni un triunfo, ni un ciclo: fue un viaje y, como en todos
ellos, la fortuna es una excelente compañera de asiento. “Suerte”, le susurraron y él
pensó en el azar, que es nada si antes no ha existido un trabajo sordo y prolongado.
Aquello que reza en la sala de muscu- lación del Estadio Olímpico de Helsinki: “El
resultado final es fruto del entrenamiento silencioso, continuado y meditado”.
Posiblemente, Guardiola construyó a su alrededor el conjunto más sofisticado del
fútbol mundial. No digo el equipo, digo el conjunto: futbolistas y cuerpo técnico, que
compusieron un colectivo erizado de pequeños detalles innovadores, casi siempre
mantenidos en la dis- creción del vestuario, una máquina avanzada, de última gene-
ración en todos los ámbitos del deporte. A partir de dicha maquinaria sofisticada se
desarrolló el juego.
Una idea innegociable, cada temporada más enriquecida por aportaciones espigadas
en los libros de historia. El Pep Team ha sido (es) el equipo más moderno del fútbol
mundial, in- cluso podríamos aventurar que el más poderoso, el más consistente, el
mejor de la historia (algo que sólo el paso del tiempo certificará) y, sin embargo, se
fue construyendo a partir de pequeños retales de historia, de certeros frames que
Guardiola retuvo en su memoria de elefante durante su viaje como futbolista primero,
como outsider más tarde, como amante del deporte siempre.
Llegados a este punto intermedio, cabe desvelar ya el misterio: ¿Ha sido Guardiola un
gran creativo? ¿Un innovador? ¿Un revolucionario? ¿Qué ha aportado al fútbol mun-
dial? La res- puesta es rotunda: Guardiola ha sido el gran evolucionador. Él mismo se
definió: “Yo soy un la- drón de ideas para agarrar de todo el mundo”. Pep no ha inven-
tado nada en el fútbol. Ninguna acción llevará su nombre. Ningún saque de esquina o
una disposición táctica sorprendente, ni una jugada a balón parado o un determinado
modo de atacar las bandas. Pero su nombre ha bautizado al equipo más grande de
todos los tiempos, ahí es nada.
Este viaje del Pep Team no se entendería sin el viaje previo del Pep jugador. Del Bar-
ça que rom- pe sus demonios en Wembley-92 con su primera Copa de Europa hasta
el Guardiola italiano que conoce amarguras y rigor defensivo en su estancia en el
Brescia y la Roma. O al jugador ya casi en retiro que acude a México para empaparse
junto a Juanma Lillo de conceptos que le resultarán imprescindibles, ejerciendo casi
de segundo entrenador al lado del autor intelectual del juego de posición. Todo ese
largo viaje del Guardiola futbolista desemboca en su aventura como entrenador y es
entonces cuando extrae de la mochila un conocimiento enciclopédico.
Es Cruyff, por descontado, pero evolucionado por mil experiencias vividas. Lanzó una
primera versión y pronto una segunda y nuevas actualizaciones continuas, un update

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irrefrenable, casi vertiginoso. Estableció el juego posicional como credo intocable; el
balón como centro del universo del equipo; la vocación ofensiva como signo de iden-
tidad irrevocable, responsable en ocasiones de algún traspiés; la presión de todos
ayudando a todos como instrumento imprescindible; la posesión como herramienta de
esa cordada alpina en que transformó el juego (logrando cerrar sus 247 partidos con
mayor porcentaje de posesión que cualquier rival); el regreso de los extremos bien
abiertos, casi estacas estirando la lona central; potenció el juego del portero con el pie;
recuperó la salida lavolpiana y exigió siempre la salida en corto; desempolvó el falso
9 de Sindelar, Pedernera e Hidegkuti; quebró el Principio de Com- plementariedad y
apostó por el Principio Hologramático, llenando de clones el centro del campo para
que se potenciaran exponencialmente; echó mano de la Paradoja de las Judías Secas
cada vez que el equipo tardaba en asentarse…
Nadie poseyó tantos recursos tácticos a su alcance (ni, probablemente, tan extraor-
dinarios futbolistas) y si alguien, con anterioridad, los tuvo, no supo emplearlos como
Pep. De la mo- chila del conocimiento extrajo la esencia de una jugada, de un desplie-
gue, de un concepto, y lo inyectó armoniosamente en esa maquinaria hasta conseguir
lo más difícil: vencer al azar. El Pep Team venció al azar. A todos sus rivales, desde
luego; y todos los títulos existentes, por supuesto. Pero por encima de todos, al azar.
A lo imprevisible que mencionara Dante Panzeri; al azar, “que coloca de forma natural
las cosas en su justa medida” como explicara Lillo. En los peores momentos, cuando
la vida o el destino o la realidad se conjuraban contra el Pep Team o contra uno de sus
miembros, en forma de lesión, accidente o enfermedad, que de todo hubo, la maqui-
naria siguió adelante como propulsada por un espíritu inquebrantable. Nada parecía
capaz de detenerla, ni el rival más potente, ni las circunstancias más adversas.
En los momentos más oscuros, los capitanes recogían el balón del fondo de las ma-
llas, lo situaban en el centro del campo y volvían a empezar, como si nada hubiera
ocurrido, como si nada pudiera evitar su remontada o su victoria. Y así era o así lo
parecía. Un equipo inevita- blemente condenado a remontar y ganar. Lo hizo durante
años en un viaje apasionante que empezó mal y con todos los augurios en contra.
Un viaje iniciado con dos derrotas y un empate, pero sin titubeos. En el primer tropie-
zo ligue- ro, regresando de Soria, tras dos horas de viaje meditabundo en autobús,
Guardiola se giró hacia su mano derecha y le dijo: “Manel (por Estiarte) vamos por el
buen camino. No lo dudes”.
¡Acababan de perder el partido con que empezaba su primera Liga! Iban por el buen
cami- no, desde luego, pero solo él lo sabía. El Barça era un barco ciego en mitad de
la niebla, pero Guardiola conocía el camino de salida. Y en pocas semanas lo sacó de
allí, elevándolo a las cotas del fútbol más estético y efectivo que se recuerda. Salieron
de la niebla y empezaron a sumar títulos, hasta 14, el número de Cruyff.
Lo que sigue es el recuerdo de dicho viaje. No hace falta que se abrochen los cintu-
rones porque ya todo ha pasado. Si edito este libro es porque esos artículos que fui
escribiendo con mirada de corto plazo, casi a diario, han acabado convertidos en
crónica de un viaje in- olvidable. El escepticismo inicial, las dudas generalizadas, los

17 | Índice
primeros aciertos, la reconstruc- ción de un equipo que había caído desde lo más alto,
los éxitos, las crisis, la seguridad de las certezas, la incertidumbre de los siguientes
pasos, las evoluciones tácticas, la acumulación de títulos, el reconocimiento universal
y, finalmente, redundante, el final del viaje. Cuatro años que parecen cuatro siglos. El
largo viaje de Pep a bordo del Barça de los prodigios.

18 | Índice
333 ARTÍCULOS

El que sigue es un libro compuesto de fragmentos. Un conjunto de 333 artículos que,


uni- dos cronológicamente, pretender retratar el inolvidable viaje del Pep Team, el
equipo de los prodigios que lideró Guardiola. Por sí solo, cada artículo es apenas un
punto de color. Unidos todos ellos, la intención es que reflejen el cuadro entero, la
pintura completa, el viaje de principio a fin.
No está todo. En algunos casos, por voluntad propia, pues he suprimido nada menos
que 190 artículos por razones varias (poca calidad, repetición de conceptos o, simple-
mente, porque no aportaban nada al viaje). En otros casos, porque hubo momentos
de estos cuatro años de Guardiola en que el autor no escribió sobre un asunto por
razones logísticas o bien porque el calendario y los compromisos no permitieron re-
latar un partido importante o un hecho relevante. He añadido dos anexos, uno con las
principales estadísticas del ciclo y la otra con sus frases más interesantes, recopiladas
en labor miniaturista por David Fernández.
El grueso del viaje está reflejado en los centenares de páginas siguientes. Apenas
hay cam- bios sobre los textos originales. He corregido errores ortográficos y añadido
algo de contexto, por ejemplo la ficha técnica del partido al que se hace referencia en
algunos casos. Están los aciertos en las previsiones, como esa idea de que algún día
Pep jugaría con siete centro- campistas, augurio cumplido en el Mundial de Clubes
2011. Y los desaciertos clamorosos, empezando por esa desconfianza profunda hacia
el propio Guardiola que el autor muestra en el primero de los artículos. Aciertos y erro-
res están todos ahí, sin demasiado pudor, con la única voluntad de que, uno tras otro,
cada punto de color acabe reflejando la pintura entera, el cuadro completo, el viaje…

19 | Índice
TEMPORADA 2008/2009
De la desconfianza a los tres primeros títulos

20 | Índice
El melón y la lotería
8 Mayo 2008 / Diario Sport

Entre el 60 y el 80% de las respuestas a las encuestas digitales sobre el nombramien-


to de Guardiola son rotundamente negativas. No es un dato científico, pero muestra
una indiscutible actitud contraria. Dado que no es hora de pusilánimes, expresaré yo
también mi profunda desconfianza en Guardiola como sustituto de Rijkaard, a quien
en este momento hay que agradecer los triunfos y esa permanente bonhomía que
añoraremos.
Guardiola ha reunido estos días argumentos favorables y contrarios en proporciones
abismales. El fútbol arroja ejemplos de todo tipo para agarrarse a ellos y establecer
cualquier teoría más o menos sustentable. Así, permite calificar la inexperiencia como
un grave defecto o también como una excelente virtud, según el ejemplo que se elija.
Y quien dice la inexperiencia, podemos citar el conocimiento del club y su entorno, su
papel como gran futbolista, la personalidad demostrada, sus querencias culturales, el
mayor o menor grado de apego al gran gurú del barcelonismo moderno o ese carácter
duro que se le presupone.
La única realidad de tantos argumentos y contraargumentos es que todos ellos son
apriorísticos. Ni siquiera el deslumbrante plan de trabajo que parece haber presen-
tado el propio Guardiola puede aceptarse como biblia inmutable, pues habrá que es-
perar el grado de ejecución que tendrá, aunque es un gran síntoma que su propuesta
pase por la resurrección de la cultura del esfuerzo.
En el fútbol nadie garantiza el éxito: ni el mejor entrenador, ni el jugador más excelso.
Nadie. Lo que se debe garantizar es la competitividad, antesala imprescindible del
éxito. Y esa competitividad es más factible de la mano de un entrenador con garantías
comprobadas que de un melón por abrir. Jugar a la lotería puede salir bien, pero yo
preferiría comprarle un coche usado a alguien con solidez demostrada. Dicho esto,
por supuesto, respeto y cortesía a Guardiola durante los próximos cien días. Aunque
desde la profunda desconfianza. Ojalá me equivoque.

21 | Índice
Sala de prensa conquistada
19 Junio 2008 / Diario Sport

En estos tiempos que corren, todo entrenador que se precie debe lidiar con la misma
eficiencia en los campos de fútbol que en las salas de prensa. Ya no basta con la
gestión del vestuario o la buena lectura de un partido, ni con el resultado favorable o
el acierto en la alineación y sus cambios. Casi es más importante explicar lo que se
ha hecho que hacerlo. Lo trascendente de los partidos ya no es su desarrollo, sino la
interpretación del entrenador sobre dicho desarrollo.
Todos recordamos a Capello asegurar que Casillas apenas había realizado una pa-
rada de mérito en uno de esos encuentros en que fue bombardeado. En la Premier y
también en Champions, a Mourinho se le juzgaba por el mensaje dado en la rueda de
prensa posterior (y, en parte, también en la previa) más que por el juego de su equipo
o el desenlace del partido. Los grandes paradigmas de esta nueva realidad son Louis
Van Gaal y Luis Aragonés, dos especimenes cuyos méritos (mayores o menores)
nunca alcanzan a ser valorados en su exacta medida por razón de la negatividad
de los personajes, alejados de los estándares que gustan a la opinión publicada. No
olvidemos que la opinión publicada acaba teniendo una influencia gigantesca en la
opinión pública.
Así que para vencer en el banquillo, primero hay que triunfar frente a los micrófonos.
Pep Guardiola justificó en veinte palabras su rechazo a Ronaldinho, apelando a la
cohesión del vestuario. Para un caso no muy diferente, Luis Aragonés lleva dos años
sin acertar a explicar porqué rechaza a Raúl. Esa facilidad de construir un mensaje
llano constituye el éxito de Pep y el fracaso de Luis, más allá de lo que ocurra sobre el
césped. Dicho esto, certifiquemos que Guardiola ha conseguido su primer gran éxito:
conquistar la sala de prensa y la opinión publicada. Pero queda pendiente todo lo de-
más. O sea, el fútbol. Y en esa materia, empezar invocando al desprestigiado Henry
como referencia no suena nada halagüeño.

22 | Índice
Edificar sobre el entrenador
19 Julio 2008 / Perarnau Blog

Muchos comentaristas reclaman la llegada de un crack, al parecer imprescindible


para que el Barça pueda competir con éxito tras la limpieza de los establos. Yo no
opino igual. Veo positivo el fichaje de un crack (si es que queda alguno), pero no me
parece imprescindible. Y no me lo parece porque los grandes equipos del Barça nun-
ca se han edificado a partir de ua estrella, sino de un entrenador.
A simple vista parece que fue Ronaldinho el pilar del equipo fabuloso que tocó el cielo
en París. Pero en realidad, ese pilar fue Rijkaard. Así ha sido siempre en el Barça,
incluso en los tiempos en que el entorno no existía y la prensa vivía el fútbol con retra-
so. Los grandes equipos blaugrana siempre se nuclearon a partir de un entrenador:
Fernando Daucik, Helenio Herrera, Rinus Michels, Johan Cruyff, Frank Rijkaard… To-
dos ellos crearon máquinas de jugar y ganar, en las que finalmente siempre destacó
más el colectivo que el individuo. No significa que no tuvieran en sus manos excelsos
futbolistas: Daucik alineaba a los legendarios, de Ramallets a Manchón pasando por
Kubala; HH dispuso de Suárez y los estertores del gran Laszli; Michels jugaba con el
mejor Cruyff (en cuentagotas); el propio Cruyff construyó nada menos que el Dream
Team; y, finalmente, Rijkaard aglutinó el mayor talento visto sobre un estadio. Pero,
en su esplendor, ninguno de estos equipos míticos se vio superado nunca por la indi-
vidualidad del crack. Fueron maquinarias de precisión y no simples genios esparcidos
por la hierba.
Desconozco porqué le ocurre eso al Barça y, sin embargo, le sucede lo contrario al
Madrid. Los históricos éxitos merengues siempre llegaron de la mano de un jugador:
Di Stéfano y sus Copas de Europa; Butragueño y su Quinta; Raúl y su eternidad. En
el summum, los “galácticos” fueron la quintaesencia del modelo madridista: individuos
por encima del equipo. Alguien podrá argüir que en el carácter catalán prima el aso-
ciacionismo y en el madrileño la individualidad. Quizás. Pero no son relevantes las
causas, sino el diagnóstico.
El gran Barça se levanta sobre un entrenador y el Madrid sobre un futbolista. Así que
bienvenida cualquier estrella, pero que nadie olvide la cruda realidad: en el Barça, los
cracks no construyen equipo. Lo perfeccionan. Quien edifica el éxito es el entrenador.

23 | Índice
Regresó la cultura del esfuerzo
24 Julio 2008 / Diario Sport

Incluso para los “Guardiolaescépticos” como yo, las primeras actuaciones del nuevo
entrenador blaugrana suponen un soplo de esperanza tras dos temporadas en las
que dominaron la indolencia y el pasotismo. Tan nefasto fue el período final de Rij-
kaard que ahora mismo cualquier propuesta de Guardiola nos parece un prodigio de
planificación deportiva y coloca su frágil figura en las nubes de la idolatría colectiva.
Pero al margen de esta odiosa comparativa, Guardiola ha conseguido ya un segundo
triunfo: el retorno de la cultura del esfuerzo. Tras conquistar la sala de prensa en su
primera aparición, ahora ha triunfado en la recuperación moral del vestuario.
Hasta hoy, las acciones de Guardiola han sido irreprochables. Su discurso regene-
racionista ha calado en profundidad en afición y jugadores, que ya no tienen en el
entrenador a su principal cómplice para el escaqueo y advierten (alguno quizás con
pasmo o espanto) que la apuesta por el trabajo es irreversible. Los detalles positivos
se multiplican a diario y ya hay quien bautiza a Guardiola como el “nuevo Mourinho”
por la preponderancia de dos factores: la exigencia física permanente y la búsqueda
de la excelencia táctica.
Maravilloso hasta aquí, pero falta lo más importante: ¿A qué jugará el Barça de Guar-
diola? Demasiado pronto para saberlo, pues conocemos las preguntas, pero no las
respuestas. Los interrogantes nos hablan de un mediocentro musculoso con Xavi a su
diestra como hasta ahora o bien reubicando al de Terrassa en el eje del campo con
el mediocentro defensivo a sus espaldas, como en la selección. De un juego con sólo
tres centrocampistas como hasta la fecha o bien el despliegue de cuatro, con Touré
y Keita como hombres fuertes y Xavi e Iniesta aportando la habilidad. De la mejor
banda derecha del mundo, pero sólo si un Messi nuevamente sin pretemporada se
sacrifica cubriendo a Dani Alves. De la necesidad de un “9 killer” y las variantes que
esa figura provocará en ataque estático. Finalmente, el aplastante éxito táctico de la
selección con su juego de toque tan barcelonista abre el principal de los interrogan-
tes: ¿Mantendrá Guardiola el 4-3-3 tan bello, pero tan frágil, una vez se ha consagra-
do ante toda Europa que los jugadores barcelonistas interpretan como nadie el 4-4-2
y el 4-5-1 triunfal?

24 | Índice
¿Volverá el “4” de toda la vida?
26 Julio 2008 / Diario Sport

Cruyff inventó el “4”. Definió que el Barça jugaría a partir del “4”, un único mediocen-
tro hábil, ágil de pies y veloz de mente, por lo general pequeño, que sería el centro
geométrico sobre el que se edificaría el Barça y su juego de posición. El paso de la
definición teórica del modelo a la fabricación del prototipo se llamó Luis Milla y La Ma-
sia se transformó en factoría de clones. Todo niño de cualquier edad fue cortado por
el mismo patrón: pequeño, frágil, hábil, cerebro rápido, primer toque como religión. El
primer ejemplar salido de fábrica fue Pep Guardiola. Como todo original, fue el mejor.
Su estilo fue el camino que recorrió el Barça en las últimas dos décadas: un medio-
centro sobre el que pivota toda la esencia del juego, que matiza el ritmo y el ’tempo’
de los partidos, abre el juego por las bandas y adormece al contrario a base de pases
hasta que le madura y apuntilla de improviso.
Y en esas que llegó Rijkaard y tras una prueba exitosa le dio una vuelta de tuerca a la
historia del equipo. La prueba exitosa fue repetir con Xavi como “4”, pero colocarle un
guardaespaldas a su izquierda llamado Davids. El Milan lo había probado antes con
Pirlo de “4” y Gattuso de escolta y el triunfo acompañó la propuesta rossonera. Xavi
y Davids también triunfaron: nunca el Barça de Rijkaard ganó tantos partidos segui-
dos, los de aquella memorable segunda vuelta en 2004. Pese a ello prefirió dar otra
vuelta de tuerca al modelo: el “4” pequeño y hábil fue sustituido por un “barrendero”
musculoso y fuerte: Márquez, Motta, Edmilson o Touré, según las lesiones. El “4” de
siempre fue desplazado a la diestra del “barrendero” y así vivieron Xavi e Iniesta los
últimos cuatro años: reconvertidos en volantes. El cerebro creaba, pero ya no desde
el eje sino desde una banda. La modificación triunfó mientras el equipo tuvo físico.
Después, se desplomó. Hasta que llegó la Eurocopa y Xavi regresó al eje, con el
“barrendero” Senna guardando su espalda. Y ahí vimos al mejor “4” de Europa en
muchos años.
Y ahora llega el gran interrogante sobre Guardiola: ¿Volverá el “4” de toda la vida
culé? ¿Regresará Xavi al eje, con o sin Touré por detrás? ¿O seguirá anclado en una
banda, dirigiendo las operaciones desde la asimetría? O lo que es lo mismo: ¿devol-
verá Guardiola el modelo a su origen?

25 | Índice
Las bases del Pep Team
2 Agosto 2008 / Diario Sport

Aunque hasta la fecha todos los retos han sido conceptuales y no de resultados,
Guardiola ha subido ya el tercer peldaño como entrenador barcelonista. Primero con-
quistó la sala de prensa; después triunfó en la recuperación moral del vestuario, del
que limpió telarañas, modorra y años de libertinaje. Y ahora ha ascendido al tercer
nivel con la proclamación de su modelo de equipo. Porque Guardiola ya tiene equipo.
Sus bases conceptuales han quedado claras: equipo energético; órdenes estrictas
de concluir las jugadas de ataque y recuperar frenéticamente los balones perdidos; y
Xavi por delante de la línea divisoria del campo. Añadamos a estos principios básicos
una positiva novedad. El Barça jugará los “partidos macho” (Chelsea, Manchester,
Madrid, Sevilla y similares) con el equilibrio que pedíamos: el músculo de los africanos
acompañando al talento de los “dos pequeños”. Cuatro medios en fase defensiva -por
fin habrá igualdad con los rivalesy tres en la ofensiva, con Iniesta subiendo la banda
izquierda.
Este es, a mi entender, el detalle táctico más interesante. El Barça no volverá a en-
frentar a sus “jilguerillos” contra los elefantes rivales en los grandes partidos. Por fin,
a Xavi e Iniesta les protegerá un Touré como mediocentro barrendero y un Keita como
volante de transición, arriba y abajo sin cesar. Y mientras Touré se constituye en me-
diocentro indiscutible, por lo que no volverá el “4” blaugrana de toda la vida, también
se confirma que Guardiola piensa como Luis Aragonés: Xavi no debe bajar a recoger
el balón a manos de su portero, sino recibirlo sobre el círculo central del campo.
De ahí que la salida del cuero desde atrás quede en manos, por este orden, del
mediocentro ( Touré), del central diestro (Márquez, pero muchas veces Piqué por la
fragilidad del primero), del volante zurdo (Keita) y del lateral diestro (Alves), en tanto
Xavi queda como brújula y metrónomo pero siempre en campo rival. Se acabó su fun-
ción de “aguador”: bajar treinta metros a recoger el balón para subirlo trabajosamente
otros sesenta metros, retroceder en agonía a la menor pérdida y acabar muriendo
en la orilla de todos los ataques. Xavi liberado de ese papel secundario alcanzará la
trascendencia que tiene con la selección y debe darle grandes triunfos a Guardiola.

26 | Índice
Un balance positivo (pero provisional)
9 Agosto 2008 / Diario Sport

En tres semanas de pretemporada barcelonista, el proyecto de Guardiola presenta un


balance positivo pues son muy superiores las virtudes enseñadas que los defectos
advertidos. Pero en el horizonte hay varios factores de riesgo. Hagamos balance:
Los técnicos habrán observado más, pero detectamos cuatro defectos relevantes:
1. La indecisión sobre el frente del ataque, pues son elevadas las dudas
sobre quién será el delantero centro y quién su suplente. Tres años
después aún no se ha reemplazado a Larsson.
2. La falta de competitividad interna que sufre Valdés, titular indiscutible,
poco espoleado y sin progresión.
3. Las “desconexiones mentales” de Abidal, que le llevan a cometer
errores pueriles.
4. Las dificultades de Piqué a la hora de encarar a delanteros regatea-
dores.
Frente a estos defectos abundan las virtudes observadas:
1. La riqueza de alternativas tácticas que muestra Guardiola, a quien se
le intuye incluso un posible 4-5-1 si incorpora a Silva.
2. La garantía de afrontar los “partidos macho” con cuatro mediocam-
pistas.
3. La posición adelantada de Xavi, que deja de ser el “aguador” del equi-
po y recibe ahora el balón más allá del círculo central.
4. La presión colectiva contra la salida del contrario.
5. La recuperación frenética tras pérdida del balón.
6. La voluntad de concluir todas las jugadas de ataque.
7. La conexión en banda derecha entre Alves, Xavi y Hleb.
8. La excelente salida de balón de Piqué, en corto y en largo.
9. El notable rendimiento de Pedrito.
10. El retorno del equipo a la cultura del esfuerzo.
Añadamos, asimismo, el contrapunto de unos factores de riesgo que no se deben
menospreciar, a saber:
1. El tercer año consecutivo de Messi sin pretemporada.
2. El nuevo error de una inoportuna gira por EE UU que ha roto la pre-
paración física iniciada.
3. La perdurable fragilidad muscular de Márquez.
4. La inalterable desaparición de Henry, que ya dura 13 meses.
5. La presencia de un futbolista con el carácter impredecible de Eto’o
tras haber sido repudiado públicamente. Recordemos que todas las
segundas oportunidades que se dieron en el pasado reciente acaba-
ron fracasando.

27 | Índice
Sumadas virtudes, restados defectos y anotados los riesgos, incluso un “Guardiolaes-
céptico” como yo debe reconocer que el balance es sumamente positivo. Pero esto
aún no ha empezado.

28 | Índice
Guardiola
1 Septiembre 2008 / RAC-1

Mario necesita un año entero para ganar 120.000 euros. Para cobrar la misma can-
tidad de dinero, Thierry Henry tarda exactamente 6 días: de lunes a sábado. Mario
es el futbolista que menos dinero cobra en la Liga española y Henry, uno de los que
más gana en el mundo. De hecho, Mario todavía vive en casa de sus padres. Ayer
marcó un gol simbólico, mientras Henry sigue sin marcar, aunque vayan pasando los
partidos y los minutos.
El culé acostumbra a destapar la caja de los truenos al primer tropiezo. Guardiola ya
ha tropezado y lo ha hecho de forma contundente. Ha tropezado, además, después
de otra derrota. Pero incluso los escépticos como yo nos apuntamos a la petición
de calma y tranquilidad ahora que llegan 15 días sin Liga. El resultado del Barça es
desastroso y el equipo muestra ineficacia en ataque, debilidad en defensa y una ten-
dencia terrible a atascarse por el centro. Pero se trata de un camino muy largo y los
errores se corregirán. Que nadie se ponga nervioso tan pronto.
-Numancia-Barça (Liga, Jornada 1) 31-Agosto-2008. Los Pajaritos. 1-0 (Mario)

29 | Índice
Casillas estornuda
1 Septiembre 2008 / El Periódico

Bien, no está mal para empezar, pues ha bastado una jornada para que todas las
dudas ya estén sembradas. Sobre la ineficacia del Barça y sobre el vacío del Madrid.
Después de tantos millones y tantas promesas, de palabrería y especulaciones, esto
empieza como tantas otras veces: con los grandes perdiendo donde suelen hacerlo,
unos en Soria, los otros en Riazor, aunque sea novedad que caigan al mismo tiem-
po. El gol numantino de Mario es todo un símbolo, no en vano es el futbolista con el
sueldo más bajo de Primera: 120.000 euros anuales, menos de lo que gana Thierry
Henry en apenas seis días, de lunes a sábado. Mala cosa que el novato con contrato
temporal vea puerta y el fantástico millonario siga parco en ataque, especialidad en la
que ya se doctoró la temporada anterior.
Y el Madrid se resfría cuando Casillas estornuda. De tanto transitar sobre el vacío
por el alambre que une a Van Nistelrooy con Casillas, el madridismo hace tiempo
que teme la caída. El portero ha salvado al equipo tantas veces que casi sorprende
cuando no tiene una de sus noches milagrosas. Y cuando eso ocurre, su equipo se
estremece y las costuras quedan a la intemperie. Aparece un equipo desnudo. El
Madrid 2008 tiene el mismo rostro del Madrid 2007, lo que en sí ni es bueno ni malo,
pero es sabido que el fútbol envejece más rápido que el calendario y lo que fue eficaz
durante meses puede revelarse insuficiente este año. Raúl y Guti siguen ahí, como
el dinosaurio de Monterroso, deseando que no haya pasado el tiempo y que la ma-
quinaria de la épica continúe haciendo de las suyas, corrigiendo a base de coraje lo
que no aporta su fútbol. Pero el fútbol no llega, por más que se le espera desde que
Zidane se jubiló, con lo que todo sigue girando alrededor de la épica blanca, que de
tan centenaria y explotada quizás esté entrando en fase de extinción.
Sigamos el consejo de Pío Baroja y, para no quedar como idiotas, no saquemos
conclusiones. Sólo es una jornada, chocante y rupturista, pero sólo una jornada, y
los millones de unos y otros acabarán imponiéndose. El becario Mario ya ha vivido
su cuarto de hora de gloria y Casillas su noche de perros anual en Riazor. Aunque el
campo ha quedado sembrado de minas y dudas, en dos semanas todo volverá a la
normalidad: el Barça regateará a su sombra para meter un gol y el Madrid convertirá
en épico cada minuto de su juego. Los truenos regresarán a la caja.
Numania-Barça (Liga, Jornada 1) 31-Agosto-2008. Los Pajaritos. 1-0 (Mario)

30 | Índice
La moda de la contradicción
18 Septiembre 2008 / Diario Sport

Reclamábamos de Rijkaard que se empeñara un poco en conocer al rival, diseñara


jugadas de pizarra, cultivara el esfuerzo y la solidaridad o aplicara variables tácticas
que hicieran menos previsible al equipo. Pero no hizo apenas nada de todo ello y le
criticamos por esa razón. Y ahora que Guardiola conoce exhaustivamente al rival,
trabaja la estrategia, resucita la cultura del esfuerzo y muestra riqueza de alternativas
tácticas, también se le critica. Alguien está equivocado. Cuando Márquez remata un
corner en el segundo palo por primera vez en cinco años, lo menos que podemos
decir es que el entrenador ha intervenido de forma exitosa.
Pero se ha puesto de moda definir como “inventos” cualquier modificación que Guar-
diola introduce en un equipo al que precisamente hemos acusado durante años de
previsible, estático, inamovible y rutinario. No se puede criticar una cosa y su contra-
ria sin caer en una flagrante contradicción. No podemos aplaudir a los canteranos y
criticar que jueguen ocho de golpe. No podemos advertir sobre las temporadas largas
y criticar que el sábado reserve a Márquez y Henry para el martes. No podemos
alertar de los riesgos musculares de Messi y exigir que juegue todos los minutos de
todos los partidos.
Hasta hoy, Guardiola ha mostrado un rumbo esforzado, variado e incluso rico. Las
alineaciones y sus cambios, la planificación de las rotaciones y la protección de los
fatigados (Messi en especial) admiten discrepancias, pero no justifican ninguna ho-
guera inquisitorial. Al equipo le faltan cosas, por descontado. La primera de ellas, un 9
y un 11. El sustituto de Larsson, un ariete que fije a los centrales rivales, y un hombre
de izquierdas. Dos graves ausencias en esta plantilla. Pero hay que convivir con lo
que hay. Y falta lo más importante: cambiarle al grupo su tendencia al barroquismo y
sustituirla por la mentalidad de la eficacia y la contundencia.

31 | Índice
Aunque nos comamos las palabras...
27 Septiembre 2008 / Diario Sport

El barcelonismo posee una tendencia irrefrenable hacia la autodestrucción. El bar-


celonista lleva en la sangre fagocitar cuanto encuentra a su paso sin que importen
apenas las razones para hacerlo. Da igual que sea la falta de extremos que la proli-
feración de canteranos, la ausencia de gol, la utilización dispar de los delanteros o la
falta crónica de oficio. La cuestión es no ir al fondo de la cuestión, sino disparar contra
el pianista, sea quien sea que ejerza de pianista.
Es conocido desde el primer día (desde antes incluso) mi escepticismo profundo ha-
cia Guardiola. Yo prefería a Mourinho como sustituto de Rijkaard. Tras la molicie in-
dolente perpetrada por este, creí que el entrenador portugués era quien mejor podía
corregir el rumbo. No sólo corregir defectos, sino todo el rumbo. No hablo de expe-
riencia, carácter o firmeza, sino de girar el barco y acabar con la eterna discusión del
barcelonismo: estética o resultadismo. Ese es un debate estéril que divide a la afición
desde el principio de los siglos. Es un debate absurdo en sí mismo. Es una página que
hay que superar y subir a otro nivel: el de la competitividad. El Barça casi siempre ha
fallado en eso: debe competir mejor y ser mucho más eficaz. Y para ello, yo prefería
a Mourinho.
Pero se designó a Guardiola y lo que hay que hacer no es ponerle palos en todas sus
ruedas, sino darle tiempo, calma y amplitud de miras para que pueda desarrollar sus
ideas, incluyendo aquellas de las que más discrepemos. Pep es un melón por abrir,
de acuerdo, pero es “el” melón que toca abrir. Quienes ladran a todas horas y por
cualquier motivo deberían concederle a Guardiola todo el crédito y el tiempo para que
pueda triunfar, incluso si eso significa que nos comamos nuestras palabras, no en
vano ya dijo Churchill que él se las había comido en más de una ocasión y resultaron
ser una dieta equilibrada.
Un equipo en construcción nunca es como empieza, sino como acaba. Y cómo su-
pera los obstáculos, digiere los errores y aplica las correcciones. Hasta hoy, el Barça
de Guardiola es irregular, incierto, dubitativo e inseguro. Pero también ha corregido
todos los errores detectados, lo que es una virtud y no pequeña. Está creciendo y
promete crecer bastante más, aunque aún hoy nos siga pareciendo sólo un outsider.

32 | Índice
El licenciado Guardiola
6 Octubre 2008 / El Periódico

Le reclamábamos al Barça dos asignaturas pendientes desde hacía años: vencer en


los días grises y disparar con eficacia en el área decisiva. Todo lo demás estaba en su
sitio desde que Guardiola tomó el mando, incluso si las probaturas y sus correcciones
han hecho titubear a los más convencidos. Por orden cronológico, Pep implantó sere-
nidad en la sala de prensa, reinstauró la cultura del esfuerzo en el vestuario, recolocó
a sus hombres con bastante coherencia sobre el campo (aunque ha movido el joystick
con frenesí) e insufló una energía colectiva desconocida hasta convertir al Barça en
un equipo no sólo brillante y hermoso, sino energético hasta el pitido final, como si de
pronto sus futbolistas hubieran recibido entrenamiento de triatletas. Estaban puestas
todas las bases, pero seguía fallando lo de siempre: vencer jugando mal y olvidarse
del barroquismo en los remates, es decir, las dos grandes especialidades de la casa
madridista.
En una semana se han aprobado ambas disciplinas: el miércoles apuntillaron al
Shakhtar tras una actuación plomiza y el sábado enchufaron cuanto tocaron, sínto-
mas de la maduración acelerada del proyecto. Ya veremos si el prodigio tiene conti-
nuidad tras el nuevo parón internacional, pues eso supondría escalar otro peldaño en
la licenciatura de Guardiola. A la hermosura del toque y la combinación, el esfuerzo y
la pelea, se sumarían las virtudes cardinales de la eficacia y la contundencia, lo que
redondearía la construcción del Pep Team, que muestra un balance esperanzador. En
resultados, porque anda cerca de la cabeza liguera e imparable en Champions. En
valores, porque ha recuperado la cultura del esfuerzo, la solidez del colectivo y una
ambición desconocida. Y en estilo, porque ya es un equipo enriquecido con alterna-
tivas y variantes.
Ese balance nos muestra caras felices: Messi volcánico y desatado, autor de dia-
bluras en cualquier circunstancia; Xavi imperial, metrónomo, líder ideológico en el
césped, crecido desde que no ejerce de aguador y puede vivir cerca del área rival
con las espaldas bien cubiertas; Iniesta, encantado de esa duplicidad que le hace
atacar como un extremo y defender como cuarto centrocampista; Busquets preclaro
y poderoso, al fin un mediocentro de posición completo, músculo y cerebro a la vez,
el gran descubrimiento de Guardiola.
Tras aquella primera jornada en la que perdieron Barça y Madrid y empataron Se-
villa y Villarreal resultaba idiota sacar conclusiones. Pero ya no lo es tanto hacerlo
en esta sexta etapa, cuando los grandes se distancian con algunos cuerpos de
ventaja y apuntan hacia un mes de diciembre apoteósico, donde todos se enfren-
tarán a todos con el estrépito de un choque de trenes casi definitivo. Será en esas
cinco semanas frenéticas cuando el Barça ha de conjuntar todo cuanto ahora está
experimentando Guardiola: mantener la hermosura del entrejuego, sin caer en el
narcisismo en las áreas.

33 | Índice
Buscando el equilibrio con Alves
11 Octubre 2008 / Diario Sport

Todo parece maravilloso en el Barça actual. Y, sin embargo, el proyecto también con-
tiene un defecto serio en cada área. En apariencia, el problema defensivo consiste
en que cada partido se salda con al menos un gol en contra, pero yo creo que el pro-
blema no es ese, sino el excesivo desequilibrio en esa línea. El desequilibrio nace en
Alves. O, mejor dicho, en el rol que se exige a Alves: el del lateral multiusos rayano
en la perfección hasta el límite de ocupar toda la banda derecha y cumplir todas las
funciones posibles. A veces no puede cumplir ninguna. Ese objetivo exagerado rompe
toda simetría defensiva y exige un sobreesfuerzo: de los otros tres defensas, que han
de cubrir ese hueco con basculaciones constantes; y del mediocentro (Busquets) o el
interior (Xavi) que deben hacer las coberturas del espacio que Alves abandona.
En el Sevilla, ese desequilibrio era más suave por dos razones: al jugar con doble
pivote, Poulsen hacía la cobertura sin desguarnecer el centro del campo ya que ahí
quedaba Keita; y el sacrificio defensivo de Navas era muy superior al de Messi, cuyo
talento está para atender el ataque y no la defensa. La conclusión es que con un
mismo diseño asimétrico, el Sevilla podía responder con mejores contrapesos que el
Barça por la distinta configuración del sistema de juego. Esta descompensación se
hace aún más visible cuando, como el sábado ante el Atleti, Puyol sustituye a Alves
y la defensa regresa al equilibrio. Se pierde ataque por banda derecha, pero se gana
estabilidad e incrementa la profundidad por la izquierda, donde Abidal recibe luz ver-
de para subir de vez en cuando, lo que le está vetado con Alves sobre el campo. ¿Es
grave esta descompensación? En mi opinión, no. Pero llevada a la exageración regala
demasiadas oportunidades al rival. La maquinaria defensiva funcionaría con mayor
armonía con un Alves más similar al Puyol lateral que al propio Alves, salvo en el tra-
mo final del ataque. Nunca Sergio Ramos fue mejor lateral que en la Eurocopa, tras
las órdenes de Luis Aragonés de seleccionar con prudencia las subidas por banda.
El otro asunto radica en el 9. Se está acercando el momento de saber si Etoo puede y
quiere volver a ser quien fue o si se echará a perder entre malas caras y tropezones.
Y no digamos Henry. El mercado de invierno está a la vuelta de la esquina.

34 | Índice
El líder silencioso
14 Octubre 2008 / Diario Sport

El próximo jueves, Pep Guardiola llamará en privado a Samuel Eto’o. Será una reu-
nión sin luz ni taquígrafos, buscando la mayor opacidad y el menor revuelo posible, y
con el único objetivo de eliminar en el futuro la menor discrepancia pública del jugador
ante las decisiones del entrenador. Es decir, que Eto’o deje de poner mala cara si Pep
le sustituye. La reunión no tendrá mayor trascendencia, pero será un nuevo peldaño
en la afirmación de Guardiola como el líder indiscutido del actual Barça, un líder silen-
cioso. Voluntariamente silencioso.
Todo equipo posee un líder. Es imprescindible. No es lo mismo el líder que el capitán,
los cracks o el divo. El líder es quien aglutina la energía colectiva a su alrededor, mar-
ca el rumbo en los momentos de plomo y logra extraer la mejor ambición en cuantos
le rodean. Líder es Mourinho. Lo fue en el Chelsea e intenta serlo en el Inter. En oposi-
ción a Guardiola, Mourinho es un líder extrovertido. Lo que Pep silencia, el portugués
lo exterioriza. Extremos opuestos de un mismo perfil: el del líder meticuloso. El líder
del Milan es el propio club, un ente que parece poseer vida y transmite un carácter
especial, una forma de ser, a cuantos pisan ese vestuario (con alguna excepción
brasileña como Ronaldo). El del Madrid actual es, sin duda, Raúl por más críticas que
reciba. Raúl también posee algunas aristas negativas hacia el vestuario, pero aporta
mucho más que resta. Ferguson lo es en el ManU, pero el líder del Chelsea no es
Scolari, sino Terry, sucesor emocional de Mourinho.
Hay equipos sin líder e incluso algunos de ellos funcionan razonablemente bien, como
el Sevilla actual, cuyo referente continúa siendo, desde la enfermería, Javi Navarro.
Pero por lo general, el liderazgo se hace imprescindible, como comprobamos en el
Barça los dos últimos años, cuando Rijkaard se vio incapaz de remontar una nave
en la que el líder natural (Deco) había dimitido; el divo principal (Ronaldinho) desa-
pareció; el aspirante a líder (Eto’o) comprobó que no poseía la madera necesaria; y
los canteranos (Puyol, Xavi) bastante hicieron con remar frente al huracán. Así que
bienvenido sea un líder completo. En estos tres meses, Guardiola ya ha perdido dos
kilos de peso, fruto de la tensión. Si quiere confirmar plenamente su liderazgo rotundo
en el club aún deberá perder alguno más.

35 | Índice
El Barça del músculo
21 Octubre 2008 / Diario Sport

¿Hay vida en el Barça sin Xavi? Sí, pero distinta. Su ausencia, como las de Messi o
Puyol, son fruto de esa prudencia que abundará hasta marzo, salvo por el paréntesis
de los cinco partidos “de la muerte” en diciembre. Hay que cuidar a los campeones
europeos y a dos piezas fundamentales, y frágiles, como Messi y Márquez. Y no sólo
hay que cuidarles. El equipo también necesita mostrar otros rostros y no sólo el de la
plasticidad hermosa de las noches bellas del Camp Nou.
El fútbol moderno se juega en campos de arenas movedizas: Stamford Bridge, Sán-
chez Pizjuán, Old Trafford, Bernabéu o Mestalla ya no son simples estadios, sino
terrenos minados en los que te esperan con la bayoneta calada y la pierna en tensión.
El Barça, tan blando otras veces, está aprendiendo a disputar también los “partidos
macho”, esos en los que se juega la victoria y, sobre todo, la jerarquía.
Con Rijkaard, el Barça celebró algunas grandes fiestas, como ante el Chelsea sobre
un barrizal o frente al Milan en un manto verde. Eran partidos en los que no valía arru-
garse y donde Deco, Márquez, Motta o Van Bommel pusieron el músculo y la garra
para que Messi, Ronaldinho, Eto’o o Giuly clavaran los puñales. Pero desde entonces,
y parece que hayan pasado siglos, el fútbol se ha endurecido aún más y el Barça, en
su caída, llegó a convertirse en el saco de todos los golpes. Hoy, casi todo el fútbol y
el talento están rodeados de músculo fuerte, de ahí que sea interesante que Guardio-
la pruebe con Touré y Keita juntos en un campo bravo como San Mamés, pues a falta
de estetas virgueros la apuesta muscular garantiza no recular ante las bayonetas.
Surge entonces un Barça de escasa plasticidad, alejado de la belleza de las noches
dulces, cuando Xavi y sus jilgueros componen sinfonías melódicas que atraen al rival
hasta el abismo. Este Barça del músculo, tan distinto del estético, es una variable
imprescindible para construir la jerarquía y lanzar una apuesta sólida hacia el título.
Volviendo al principio, ni Xavi ni el Pep Team serían lo mismo sin la apuesta rotunda
de Luis Aragonés por el estilo blaugrana de juego. La decisión de Luis de darle la
manija a Xavi, dotarle de guardaespaldas y rodearle de jilguerillos talentosos no sólo
conquistó Europa, sino que reafirmó una forma de jugar que ahora parece imparable.
Y eso hay que agradecerlo.

36 | Índice
El científico que planificó todo esto
25 Octubre 2008 / Diario Sport

En 1964, Lev Pavlovich Matveev publicó en la editorial Fizcultura & Sport de Moscú
el ensayo “Problema de la periodización del entrenamiento deportivo”. Sin intuir su
trascendencia, Matveev puso las bases que revolucionaron el deporte mundial. La
ciencia de la planificación se inoculó como un virus, pues la gigantesca progresión
desde aquél lejano año habría sido inviable sin el “evangelio” decisivo de Matveev:
su libro “Periodización del entrenamiento deportivo” que llegó a España en 1977 e
inspiró a miles de técnicos y preparadores. En ese preciso momento, Paco Seirul.lo
acababa de ser nombrado subdirector y jefe de estudios del nuevo INEF de Barcelona
y en apenas doce meses accedió a la dirección del instituto predestinado a formar a
cientos de los mejores entrenadores deportivos del siglo XX. Inspirado por la periodi-
zación de Matveev, Seirul.lo construyó en poco tiempo un “corpus” del conocimiento
que inspiró a los preparadores y técnicos más selectos.
Ese conocimiento, que ya suma tres largas décadas, está volcado en el Barça de
Guardiola, que ha hecho de la planificación una de sus armas más poderosas. La de
esta temporada contiene tres elementos esenciales: 1) La protección de los campeo-
nes europeos; 2) Alcanzar las cuatro semanas dramáticas de diciembre sin mermas
físicas; y 3) Sobreproteger a Messi entre algodones hasta el mes de marzo, cuando
empieza la hora de la verdad. El primer punto ya fue adelantado por el propio Seirul.
lo en agosto pasado: sobre los tres campeones continentales pendía la amenaza de
sufrir un serio bajón físico a partir de octubre. Y, como estaba planificado, desde me-
diados de octubre Xavi, Iniesta y Puyol juegan menos minutos, pero se entrenan más
para minimizar baches y riesgos.
El segundo gran pilar también se está cumpliendo, pues ahora mismo el Barça ya
suma 17 o 18 jugadores con los automatismos rodados y plenamente preparados
para cualquier evento, con lo que las alineaciones de los cuatro partidos serios de
diciembre podrán regirse por criterios tácticos o anímicos y no verse hipotecados por
causas físicas. Y el tercer aspecto clave va camino de su cumplimiento también, pues
a Messi se le está aplicando la receta de los 120 minutos semanales para que llegue
a los idus de marzo sano, salvo y lleno de energía.
Si Matveev levantara la cabeza aplaudiría a Seirul.lo y Guardiola.
Del Bosque ya piensa en Sergio Busquets
El España-Chile a disputar en El Madrigal el próximo 19 de diciembre puede deparar
la sorpresa de que Sergio Busquets sea convocado por Del Bosque. Sería el premio
a un debut en Primera absolutamente descomunal.

37 | Índice
Magia
27 Octubre 2008 / RAC-1

¿Cuánto tiempo durará esta mágica felicidad? El culé se pellizca, pero no tiene res-
puesta. El sabio de Santpedor sigue reclamando prudencia, no vaya a ser que la im-
prudencia nos haga tan atrevidos que terminemos perdiéndolo todo, incluso el norte.
De hecho, pasó no hace mucho. Vivimos tiempos en los que el largo plazo no existe.
Digamos que no sabemos qué es lo queremos ser de mayores.
Vendrán momentos duros para el Barça. Es lo que acostumbra a pasar en el fútbol:
los momentos difíciles siempre vuelven. Cualquier noche la maquinaria pillará un pe-
queño granito de arena y se parará. No estoy seguro si ese día todo el mundo seguirá
apoyando a Guardiola y sus cracks como ocurre ahora.
Así que bienvenido el “carpe diem” barcelonista: aprovechemos esta joya, los go-
les que surgen como setas, el juego espumoso y brillante, la maquina que vuelve a
funcionar, como si nunca hubieran existido aquellos dos años de plomo después de
París. Como si París apenas fuese ayer.

38 | Índice
Regresa el complot, vestido de farsa
28 Ocubre 2008 / Diario Sport

Es reveladora la resurrección del Villarato, ese complot universal contra el Madrid


milagrosamente ungido en algún despacho mediático de la capital. Todo tiende a
regresar. La historia siempre se repite: primero se da en forma de drama, pero des-
pués regresa como farsa, decía Marx en su 18 Brumario. Y así estamos, de nuevo
inmersos en la farsa de la gran confabulación. Es una tendencia humana irrefrenable:
apostar por la conspiración cuando no se encuentra respuesta a las preguntas. En
materia futbolística, a veces no hay respuesta racional: simplemente, las cosas ocu-
rren. Las buenas y las malas. En otros casos, la respuesta está ahí enfrente, pero
quien se interroga no quiere verla, quizás porque no le resulta grata.
Ahora resucita el Villarato, de la mano de quienes ya la vocearon en su primera ver-
sión hace dos largos años. Eran tiempos duros para el Madrid: Florentino había de-
jado un erial y el Barça volvía de París coronado y feliz. Aún resonaba el aplauso del
Bernabéu a Ronaldinho y el futuro blaugrana era un elogio permanente, mientras
el blanco se teñía del rigor espartano de Capello más los incumplimientos de Ra-
món Calderón. Era buena época para que brotara la conspiración, bautizada con el
sobrenombre de Villarato, feliz acepción que pronto encontró eco. Cualquier error
arbitral fue agregado a la causa. Hubo errores arbitrales contra el Madrid. Varios y,
algunos, graves. También los hubo a favor, pero esos no contabilizaban. Con dos me-
dias verdades, varias interpretaciones, algunos prejuicios y mucha intencionalidad se
hormigonaron las vigas del entramado y, una vez bien envuelto, se lanzó a los cuatro
vientos. Al instante, Mijatovic se puso al frente de la manifestación.
El Madrid no ganó esas dos ligas consecutivas gracias a la denuncia del Villarato,
sino porque fue mejor cuando debía serlo. La indolencia barcelonista le ayudó, pero
los triunfos fueron mérito blanco. Y ahora resucita la conspiración, coincidiendo con
los elogios universales al Pep Team y el titubeante juego blanco, contundente en las
áreas, desaparecido en el resto. De los creadores de Villarato 1, se presenta Villarato
2. Y de nuevo con Mijatovic al frente de la manifestación, pisoteando el prestigio blan-
co. El drama de la primera versión se ha trocado en farsa como apuntara Marx, tan
en boga estos días de cataclismo neoliberal.

39 | Índice
Xavi y Raúl como símbolos
3 Noviembre 2008 / El Periódico

Enmarañado como estuvo con su ombligo, el Barça ha tardado año y medio en pisar
de nuevo las tierras del líder, esa azotea donde cambian todas las perspectivas. El
liderato no supone ninguna hazaña relevante, pero sí un símbolo de la reconversión
de este equipo en el que cambiaron muchas cosas y algunas piezas, pero sobre todo
la circunstancia decisiva de que alguien le dio al interruptor de la luz. Sabemos so-
bradamente quién fue: el mismo que ha logrado que el Barça tenga por fin dos trajes
reconocibles: el de las noches dulces del Camp Nou, de toque veloz y remate vibran-
te; y el de las tardes enfangadas del duro invierno, cuando sólo vale la pierna fuerte y
el corazón en la boca. Noches de terciopelo o tardes de chaqueta metálica. Venus o
Marte, según necesite este líder camaleónico.
Jornada de símbolos contrapuestos: el de Xavi que crece y el de Raúl que languidece.
Raúl aún salva al Madrid con sus golazos bellos de oportunista precoz. Raúl siempre
está ahí aunque para muchos madridistas ya sobra. Sin duda está viviendo su deca-
dencia, pero ningún analista acierta a predecir su duración, como tampoco la salida
de la recesión que nos acogota. El Madrid ya es un equipo sospechoso. Dijimos que
daría argumentos para mojar pan y anoche brindó otro más. Embarullado hasta las
cachas por el “trío de la bencina” (Calderón, Mijatovic, Schuster), al bicampeón sólo
le sostienen sus clásicas virtudes teologales: coraje, ambición y compromiso. Pero ya
suenan algunas alarmas, pues ahí dentro no sobra el fútbol y las ausencias de Van
Nistelrooy empiezan a recordar las de Ronaldo, preludio del hundimiento galáctico.
Xavi, en cambio, es la hiena que merodea el área rival sin piedad. Parecía encade-
nado a una maldición perpetua: recoger el balón de las manos de Valdés y subir-
lo, peldaño a peldaño, para que otros interpretaran sinfonías nunca acabadas. Xavi
era Sísifo: siempre escalando la misma pendiente para despeñarse sin remisión. Sin
huecos ni desmarques, Xavi estaba condenado al pase horizontal, al balonmano en
campo gigante. Pero ya no es aguador, sino volante, el balón lo suben otros y ya todos
se desmarcan, por lo que sus dibujos con tiralíneas alcanzan la certidumbre del pase
mortal, cuando no es él mismo quien aprieta el gatillo. En esta refundación de Xavi
resultó crucial Luis Aragonés al señalar el rumbo y ha sido definitivo Pep Guardiola.
El resultado es que ahora mismo el Barça es impensable sin el futbolista con barro en
el rostro y bisturí en las botas.

40 | Índice
Venus y Marte en el mismo equipo
4 Noviembre 2008 / Diario Sport

El Barça de Rijkaard siempre quiso tener dos trajes: el frac de las grandes noches y
el mono de las tardes embarradas. En algún período de su feliz trayectoria lo consi-
guió: en Stamford Bridge, aquella noche de Champions en que aguantó una hora las
feroces lanzas del Chelsea y ensartó vivo al equipo de Mourinho. Vistió el frac en San
Siro y también en el Bernabéu, pero tuvo que enfangarse frente al Milan en el Camp
Nou para alcanzar la final de París. Supo construir sinfonías dulces y también diseñar
partidos metalúrgicos. Si algo echamos en falta en aquel equipo fue pedagogía y con-
tinuidad para que esos dos trajes calaran en la afición y todos comprendiéramos que
no hay dos partidos iguales, sino adaptación a las circunstancias, días para lucir las
mejores galas y días en que sólo vale la pierna fuerte y el espíritu indomable.
Así es el fútbol de hoy: Venus y Marte. Venus para las noches de toque y precisión;
Marte para las tardes de músculo y jabalina. Vence quien posee ambos rostros, es
capaz de acertar en la elección y no tiembla al cambiarse de traje. Hoy eres Venus,
delicado, preciso, perfeccionista, y mañana has de ser Marte, tronituante, colosal,
demoledor. El mérito reside en no equivocarte de vestimenta y aparecer vestido de
rayos y truenos el día que se precisa suavidad y temple. Ni presentarte de seda y raso
cuando la noche exige botas de agua y pararrayos. En eso falló a veces Rijkaard. Por-
que erró las predicciones o porque no le acompañaron sus jugadores en la elección.
Guardiola está acertando bastante más, pues hasta hoy ha sabido escoger el fondo
de armario adecuado a cada ocasión: Venus en los partidos templados como el de
esta noche, Marte en los de hierro candente.
Bajo el lema de “esto no es normal”, el equipo de Guardiola está ganando una batalla
perdida desde el verano de 2006: el de la jerarquía anímica. Sería necio darle a este
liderato puntual más valor que el simbólico, pues falta un mundo para la hora de las
decisiones, pero también sería ceguera no advertir la ventaja moral que está logrando
el Barça: sin pelear todavía con sus rivales directos, les está diciendo que posee una
solidez envidiable, un juego fantástico, notable contundencia y la virtud camaleónica
de vestirse con dos trajes, según pinte la noche. Ese mensaje empieza a calar en
todos los vestuarios.

41 | Índice
La épica y la lírica
11 Noviembre 2008 / Diario Sport

El Madrid se sostiene por la épica, en tanto el Barça se va reconstruyendo a partir de


la lírica. No es una diferencia menor: la primera narra hechos y la segunda, emocio-
nes. El Madrid gana partidos; el Barça conquista corazones. Lo primero es un hecho;
lo segundo, una emoción. No puede sorprendernos que el Madrid se explique desde
la épica, dado que su componente esencial es la intriga, factor siempre presente en
todos sus partidos, para bien o para mal. Ni que el Barça componga versos líricos en
cada jugada, considerando que Guardiola fue y sigue siendo un poeta con o sin balón.
Ya en la escuela nos enseñaron a diferenciar la forma del triunfo del triunfo de la for-
ma y desde entonces intentamos discernir entre quien conquista con un cierto estilo
y quien sólo se queda en la pose. El Bernabéu ha pasado de exigir plasticidad en el
juego de su equipo bicampeón a reclamar que resuelva los partidos como sea, sin
importar modo, tradición ni atajo. El Camp Nou ha realizado el camino inverso, pues
hace unos meses mendigaba una victoria a cualquier precio, incluso renunciando a
las esencias más veneradas, y ahora ya sólo se contenta con goleadas estilosas,
triunfos majestuosos y sinfonías perpetuas. Lo curioso es que para asistir a un sufri-
miento agónico acudan 78.000 personas al Bernabéu, ese estadio en el que desde
hace cinco años el fútbol está de vacaciones, y para ver a una orquesta en su apo-
teosis apenas acudan 58.000 al Camp Nou. Sólo es un dato, pero tan nocivo que
merecería algo más que algunas palabras huecas desde el palco barcelonista.
El Madrid presenta todos los rasgos de un equipo babélico. Schuster garantizó de-
volver la excelencia que no existió en la decadencia galáctica ni en el resurgir de
Capello, pero sólo ha conseguido embarullar a todos, desde la grada hasta el césped,
del palco a los utilleros, hasta convertirse en el “Van Gaal madridista”. Aún está lejos
del desahucio, pero enfrente se encuentra a un Barça desenfrenado al que resulta
difícil sostener la mirada, pues no sólo gana y golea, sino que está construyendo su
jerarquía y conquistando el respeto de los rivales. Se hace difícil no verlo porque el
esplendor barcelonista brilla hasta el punto de deslumbrar. Los títulos se ganan por
juego y contundencia, pero también por la jerarquía que transpiran los equipos y el de
Guardiola exuda lirismo.

42 | Índice
El hombre que susurraba a los generales
15 Noviembre 2008 / Diario Sport

Quizás yo esté equivocado, pero creo que el Pep Team llega a sus tres partidos clave
de la primera vuelta liguera y no me refiero al “Himalaya” de diciembre, sino a los en-
cuentros ante Recre y Getafe más el Clásico, por supuesto, contra el Real Madrid de
Schuster (o de otro técnico). ¿Por qué? Pues por dos razones: porque vencer a Recre
y Getafe significa iniciar la escalada de diciembre con el liderazgo afianzado, tanto el
de puntuación como, sobre todo, el de la jerarquía. Con mayor o menor ventaja, pero
líder rotundo y fecundo. Y porque vencer al Madrid malherido (que se habrá jugado
tres días antes la clasificación de Champions contra el Zenit) puede ser un punto de
inflexión definitivo y negativo para el club blanco, al igual que lo fue en sentido inverso
el empate a 3 de hace dos temporadas en el Camp Nou. Por esas dos razones, los
tres partidos que cito me parecen relevantes y trascendentes. Perder puntos en las
visitas al Sevilla y Villarreal o recibiendo al Valencia puede resultar más o menos do-
loroso, pero entraría en las previsiones pues nadie puede soñar que el “Himalaya” no
se cobre algún peaje. Pero serían apenas unas punzadas de dolor en el cuerpo del
Barça. Unos tropiezos perfectamente asumibles en cualquier hoja de ruta.
A cambio, el equipo precisa concluir en victoria los otros tres partidos. Los dos frente
a equipos más débiles y el del enfrentamiento eterno con el Madrid. Tres partidos
que pondrán a prueba si esto (los buenos resultados y las grandes sensaciones) es
normal o no. Guardiola ya ha demostrado que no regala expectativas falsas. Si aca-
so, al revés, practica la motivación inversa: deshinchar globos de inmediato, rebajar
las ínfulas, empezar desde cero cada día. Las expectativas son uno de los grandes
enemigos del deportista, de ahí que Pep ande echando agua al fuego. En cuanto ad-
vierte la menor llama procede a abrir la manguera, sea en forma de rotaciones, multa,
advertencia, sermón o declaración pública. Hoy mostrará nuevamente ese rostro de
bombero de las ínfulas cuando aparezca en rueda de prensa elogiando al Recre y
metiendo presión a los suyos para que no se duerman en los laureles. Guardiola es
como aquel plebeyo que caminaba junto al general vencedor en su paseo triunfal por
la Roma imperial y le susurraba sin cesar: “Recuerda, Octavio, que eres mortal...”

43 | Índice
Símbolo
17 Noviembre 2008 / RAC-1

Pocos goles como el de Messi en Huelva simbolizan mejor lo que está haciendo el
Barça esta temporada, que es trabajar con tesón. Un gol de estrategia diseñado por
los técnicos y repetido en los entrenamientos a puerta cerrada resume el gran cambio
que vive este equipo desde que lo dirige Pep Guardiola.
Incluso los más escépticos hemos aplaudido la fantástica labor que está llevando
a cabo el técnico: ha ordenado la casa, expulsado los vicios del vestuario y está
impulsando una regeneración deportiva fabulosa que permite crecer y progresar a
jugadores que parecían dormidos y catapulta al equipo hasta un nivel desconocido.
Hoy el Barça no es un líder cómodo por casualidad o porque el Madrid haya perdido la
varita mágica, sino por el trabajo bien hecho. El Pep Team incrementa cada semana
sus capacidades y argumentos futbolísticos. Cada día lo hace mejor. Ya podemos
decir que estamos frente a un equipo llamado a hacer maravillas.
Recreativo de Huelva-Barça (Liga, Jornada 11) 16-Noviembre-2008. Nuevo Colombino. 0-2 (Messi, Keita)

44 | Índice
Una arquitectura que aspira al gran premio
18 Noviembre 2008 / Diario Sport

Nadie es campeón en noviembre, por descontado. Ni en enero. Y muy pocas veces


en marzo. Pero sí puede mostrar en noviembre hechuras de equipo campeón y eso
es lo que está destilando el Pep Team: la sensación de que el arquitecto ha acertado
en el diseño y los materiales, en el engarce de las piezas y en los acabados finales. El
conjunto posee una armonía insospechada, un equilibrio virtuoso que le convierte en
aspirante al gran premio. No nos confundamos: aún está lejos del gran premio, muy
lejos. De hecho, la carrera apenas acaba de comenzar, pero el atleta muestra múscu-
los fibrosos y bien trabajados, una técnica depurada, la voluntad exigible y todos los
sentidos concentrados en la tarea. Con estas condiciones, la derrota es posible, pero
la victoria se antoja más probable. El triunfo en el deporte casi nunca es una cuestión
de aciertos, sino de menor número de errores. Vence quien reduce la horquilla de
tropiezos y minimiza los defectos. Ninguna trayectoria es perfecta: se trata de cubrirla
con el menor número de imperfecciones. Esta realidad parece completamente asu-
mida por Guardiola y sus alumnos, diseñadores hoy del fútbol más plástico y estético
de Europa y también uno de los más efectivos, pero a la vez empecinados en cometer
los menos errores posibles.
Hay una grandeza hoy en el Barça y no reside en sus triunfos ni en las goleadas, sino
en la actitud, que combina la ambición inagotable con la humildad más radical. La am-
bición le está convirtiendo en una máquina de aunar visión de juego, toque preciso,
velocidad de desplazamiento, fútbol de posición, remate potente y presión sin fin. Y la
humildad le hace regresar cada día a los orígenes, al pozo del que resucitó este equi-
po, desde las cenizas que ardieron los dos últimos años cuando aquella maravillosa
maquinaria se ensoberbeció hasta griparse. Ambición para pelear por la victoria; hu-
mildad para recordar las caídas. Esas son las dos cualidades imprescindibles (con el
talento) para conquistar títulos y corazones. No menospreciemos esto último: el Barça
quiere ganar partidos y copas, pero también necesita seducir a los aficionados, a los
suyos y a los ajenos, de ahí la trascendencia del estilo, que a veces confundimos con
la estética, pero tiene mucha más relación con la filosofía, los conceptos, la forma de
ser y estar en un campo de fútbol.

45 | Índice
El problema del ataque estático
24 Noviembre 2008 / El Periódico

El Getafe se suma a la lista de equipos que se le atragantan al Barça: Numancia,


Racing, Betis, Espanyol, Basilea, Benidorm, es decir, todos los que plantearon sus
partidos encerrados atrás con diez defensores en dos líneas. Equipos que ceden el
balón y el protagonismo, pues no pretenden demostrar nada al rival, salvo que saben
guardar la posición aunque caigan chuzos de punta. Todos se le han atragantado a
Guardiola, más allá de los resultados conseguidos, porque regalaron el dominio y la
posesión sin pestañear y jugaron a que el Barça se estrellara contra el muro. Esa es
una gran debilidad del Pep Team: la dificultad de atacar en estático. En realidad, no
es sólo una debilidad barcelonista, aunque sí muy del Barça, quizás porque sus juga-
dores no son grandes especialistas en escalar murallas escarpadas, con la excepción
de Messi. De ahí que este tipo de encuentros sea una pesadilla para Guardiola a
menos que una jugada puntual los desatasque pronto.
La bunquerización de los equipos es un signo de los tiempos futbolísticos. No hay
que lamentarse, sino trabajar para encontrar los agujeros que agrietan la muralla.
Hasta la fecha el Barça había encontrado dos remedios: una jugada de estrategia
bien preparada y Messi, el abrelatas. Ausente el delantero argentino y sin rastro de la
jugada mágica, el choque con el Getafe ha confirmado la verdad de las admoniciones
guardiolistas: el enemigo pequeño es el más temible si consigue la ventaja precisa
para encastillarse. Es preferible jugar contra alguien poderoso que quiere dejar huella
de su categoría y pide el balón para domarlo y de paso dominar al contrario, pues en
su propia valentía conlleva su debilidad. De ahí que el entrenador blaugrana acumule
semanas advirtiendo a troche y moche que los pequeños son los peligrosos y haya
sido otro equipo encerrado atrás quien ha hecho tropezar al gigante imparable.
Hace tres años que el Madrid analizó con acierto este problema y desde entonces
juega como si fuera equipo pequeño (incluso, a veces, se ”siente” pequeño) como
método para engañar al contrario, que se agranda en cuanto acorrala al bicampeón y
pierde la noción del peligro. El Madrid es como la fiera que se hace pasar por animal
doméstico para que te confíes. Acabas viéndole tan flacucho, tan poquita cosa, que
ni adviertes el zarpazo que te suelta cuando menos lo imaginas. Ahora que llegan los
partidos tensos contra los cuatro perseguidores es buen momento para recordar que
el más peligroso será el del Madrid, que llegará al Camp Nou como una víctima al
altar del sacrificio, pero que nadie se crea ese disfraz harapiento: el Madrid regalará
la pelota y tomará posiciones en lo alto de la colina para intentar que Xavi y los suyos
se coman el anzuelo hasta romperse los huesos golpeándose contra el muro.
Precisamente por esa razón puede ser positiva la lección del Getafe: habrá muchos
más partidos así, con el rival encastillado, pero el más peligroso será el del día en que
el Madrid se disfrazará de cordero lechal.
Barça-Getafe (Liga, Jornada 12) 23-Noviembre-2008. Camp Nou. 1-1 (Del Moral, Keita)

46 | Índice
Lo importante es saber qué batallas librar
29 Noviembre 2008 / Diario Sport

Ya advirtieron nuestros mayores que cuando creyéramos conocer todas las respues-
tas nos daríamos cuenta de que las preguntas habían cambiado. Todo es siempre
relativo. Si no esperas casi nada, un poco sabe a mucho. Cuando lo esperas todo,
mucho parece una miseria. José Bergamín, refiriéndose a que no hay justicia en el
mundo, lo narró con su dosis de escatología castellana: “Comes salchichón y cagas
mierda; pero comes mierda y no cagas salchichón”. Amén.
Dicho esto, ¿qué cabe esperar de los cuatro próximos grandes partidos del Barça?
Hay quien lo espera todo, llevado de los resultados euforizantes; y también quien no
espera nada, agarrado al atávico pesimismo vital del culé. Quizás lo más sensato no
sea preguntarse por lo que está por venir, y desconocemos, sino por lo hecho hasta
hoy, que sí sabemos. Y en este caso es razonable manifestar que Guardiola lo ha
hecho prácticamente todo bien.
Fijó una hoja de ruta con varios conceptos irrenunciables: regresar a la senda del tra-
bajo; reconvertir el vestuario en el santuario del esfuerzo deportivo; implantar normas
de entrenamiento invisible; imponer el colectivo sobre el individualismo; administrar
con prudencia las capacidades de los jugadores; y priorizar el medio plazo antes que
el cortísimo. Con estas pautas se ha manejado a la perfección, alcanzando excelen-
tes resultados y un consenso inimaginable sobre sus decisiones: quien se escanda-
liza por alguna ausencia en un partido puntual hace oposiciones a iletrado, pues es
de conocimiento público que el medio plazo resulta incompatible con el cortísimo: un
equipo no puede rendir a muerte todos los minutos de todos los partidos de todas las
semanas. Así, reservar a jugadores es la demostración de que el entrenador gestiona
el fútbol desde una perspectiva amplia y generosa, con grandes objetivos en el punto
de mira, sin obsesionarse por el microscopio de corto alcance.
Mientras el equipo lograba brillantes resultados, Guardiola obtenía otros menos vis-
tosos, pero trascendentales. El Barça vuelve a ser un equipo; posee una ambición
inmensa, pero comedida y humilde; una plantilla totalmente activada y lista para cual-
quier batalla, que alcanza estas cuatro próximas con casi todas sus armas a punto y
afinadas. Este es un balance incluso más satisfactorio que el de los resultados, pues
lo importante es saber qué batallas hay que librar.

47 | Índice
Euforia
1 Diciembre 2008 / RAC-1

Y ahora la pregunta es: ¿Quién impedirá que se desate la euforia? Existen tantos mo-
tivos para hacerlo (los resultados, un juego brillante, la plasticidad, Messi y Eto’o, los
nuevos y los antiguos, el estilo, la eficacia) que dudo si será suficiente la sangre fría de
Guardiola para frenar los ríos de baba culé. Pep es un hombre prudente, casi místico,
que se esfuerza en enfriar los ánimos a base de explicar los peligros de la euforia,
pero ahora mismo cuesta imaginar a la gente echando agua al vino o agua al fuego.
Es necesario hacerlo. Debemos ser prudentes y sobrios, pero el juego de este equipo
es tan brillante, tan fuerte y serio, tan completo y armónico, que los dos últimos años
de plomo y dejadez parecen no haber existido, como si hubieran sido solo una pesa-
dilla. El Barça ha renacido de aquel bienio negro con una fuerza insospechada que
promete transformarse en la gran oportunidad: convertirse en un equipo campeón.
Sevilla-Barça (Liga, Jornada 13). 29-Noviembre-2008. Sánchez Pizjuán. 0-3 (Eto’o, Messi, Messi)

48 | Índice
La construcción de un equipo global
2 Diciembre 2008 / Diario Sport

El delicioso Barça de Rijkaard vivió algunos episodios trágicos en noches de pierna


fuerte: cuando ubicó a Gerard de mediocentro defensivo en Stamford Bridge y los
búfalos azules le pasaron por encima, pisoteándole sin piedad; o cuando enfrentó a
los “tres pequeños” sin red ni protección contra los gladiadores leoninos de Capello
en el Bernabéu. Los “partidos macho” fueron asignatura pendiente de aquel equipo
hermoso por más que Davids demostrara lo mucho que aporta un Gattuso a tu equipo
de artistas o que al propio Chelsea se le venciera a partir de una muralla de hierro.
De aquella época gloriosa siempre echamos de menos la capacidad del Barça para
transformarse según las necesidades. Y Guardiola ha venido a taponar ese agujero
negro, pues la exhibición de Sevilla, más allá de resultado y belleza, adquiere el tinte
histórico del día en que una asignatura pendiente fue superada con brillantez.
El Barça ya sabe enfrentar los “partidos macho”, aquellos en que durante largo rato
predomina la pierna fuerte y el coraje y lo que más se valora es el músculo potente
que resiste las embestidas hasta doblegar al rival. Momento en que puede aflorar el
talento y la estética, el toque y la velocidad, para rematar la faena. Escribíamos hace
poco que el fútbol de hoy es Venus y Marte, según los días y el rival. Toque y precisión
o músculo y jabalina. Y lo trascendente en un equipo es la capacidad de transmutarse
en uno u otro papel: saber representar el rol del gladiador pétreo si el partido lo exige y
a continuación el del ágil doncel si las circunstancias lo permiten. Guardiola ha alcan-
zado esa virtud del camaleón: el Barça ha aprendido a emplear el músculo si enfrente
hay un gigante y no ha perdido ni un milímetro de su armonía clásica. De ahí que
podamos decir ya que con el Pep Team ha nacido un equipo completo, sin fisuras en
su estructura, capaz de combinar el frac y el mono de trabajo sin perder la elegancia.
Para quienes no apoyamos el fichaje del entrenador, nuestra conversión al guardio-
lismo por la vía de la eficacia realista ha sido inevitable: Pep ha hecho las cosas muy
bien y provocado un salto cualitativo en el Barça construyendo un equipo moderno,
fresco, serio y duro que no sólo luce en toda su hermosura, sino que es versátil y po-
see alternativas impensables en el fútbol actual. Un equipo global.

49 | Índice
¿Y ahora, qué?
16 Diciembre 2008 / Diario Sport

El Barça precisa ahora serenidad, tiempo de maduración y consolidar su eficacia más


allá de las circunstancias. Guardiola lo sabe bien, no en vano lleva semanas echando
agua al fuego, exigiendo calma y templanza para frenar tanta efervescencia perjudi-
cial. Los brillantes resultados no deben ocultarlo: el Barça domina, vence y golea a
mansalva, pero está sobreexcitado y eso le conduce al error, como ante el Getafe o
frente al Madrid más mediocre del siglo. De tan ansiosos, los barcelonistas multiplican
los riesgos y acentúan sus defectos. Para crecer de verdad, el Pep Team necesita
ganar en frialdad y entereza, consolidar sus fundamentos y prohibir los aspavientos.
Sustituir la ansiedad efervescente por la sobriedad de quien se siente seguro de sí
mismo. Emplear la ventaja en puntos y la jerarquía en el juego para discernir entre
rapidez y prisa, entre velocidad y precipitación.
El Madrid tiene dos problemas y no son los malos resultados y la epidemia de lesio-
nes (que no frenará mientras se incite a sus jugadores a recuperarse precipitada-
mente), sino mucho más estructurales: le falta credo futbolístico y le sobran aires de
grandeza. ¿Alguien puede explicar a qué juega el Madrid desde hace 15 años? ¿Cuál
es su estilo? En esos tres lustros ha empleado 19 entrenadores, a cual más distinto
del anterior. ¿Qué hilo conductor une a Valdano con Camacho, a Capello con Queiroz,
a López Caro con Juande? Y, sobre todo, a qué quiere jugar visto el halo de perpetua
superioridad de su entorno. El domingo, Real Madrid TV calificaba la actuación ma-
dridista como “una exhibición de juego en el Camp Nou”. ¿Tiene solución un equipo
envuelto en tamaña ceguera?
Habrá quien valore los problemas de Juande Ramos para refundar al Madrid desde
una óptica estrictamente coyuntural: las lesiones, una plantilla desequilibrada, las
derrotas, la conspiración arbitral... Pero el meollo es otro: cuando un equipo con
el fabuloso historial del Madrid se empeña en pleno siglo XXI en revivir los peores
vicios del catenaccio más extremo (y no sólo en Barcelona; antes lo hizo en Vallado-
lid, con Schuster e idéntico resultado) es que su credo futbolístico ha desaparecido,
víctima de los atributos genitales, único recurso al que se agarran los fieles de un
equipo que ha tocado fondo y emplea a su mejor jugador de campo (Raúl) como
simple recogepelotas.
Barça-Real Madrid (Liga, Jornada 15). 13-Diciembre-2008. Camp Nou. 2-0 (Eto’o, Messi)

50 | Índice
Nueve semanas y media
20 Diciembre 2008 / Diario Sport

Para cuando llegue la hora de la Champions habrán ocurrido muchas cosas y nada
será igual a hoy. Salvo por disputar el partido de vuelta en casa, aquellos equipos
que ganaron su grupo no pueden presumir de nada, pues estos dos próximos me-
ses provocarán cambios. Quizás los que se clasificaron con comodidad llegarán
exhaustos a marzo o al revés. Así sucede cada año, tanto a los equipos como a los
jugadores individuales, por lo que nadie medianamente sensato hará pronósticos a
dos meses vista.
¿Cómo llegará el Barça a Lyon? Ese es el reto que tienen Guardiola y Seirul.lo: repetir
el proceso vivido entre agosto y diciembre, periodo en el que el equipo ha protago-
nizado una extraordinaria puesta a punto colectiva, con matices individuales, hasta
presentarse a los grandes y difíciles partidos de diciembre en plena forma y casi sin
lesionados. Ahora hay que repetirlo en las nueve semanas y media que faltan para el
martes 24 de febrero, cita en el estadio Gerland, tiempo suficiente para que el equipo
acumule el entrenamiento apropiado de carga que le devuelva el estado óptimo de
forma entre marzo y finales de mayo, los meses de la verdad.
Este año tampoco se puede celebrar un stage navideño de carga, pero esta vez a
causa del calendario y no por la rebelión de los cabecillas del vestuario, como en
2006 tras el plante de Deco y Ronaldinho. Y en las siguientes cinco semanas, si con-
sigue vencer al Atleti en Copa, el Barça jugará diez partidos lo que exigirá que Guar-
diola tome medidas drásticas: si quiere que sus jugadores clave trabajen seriamente
las capacidades de fuerza y resistencia deberá rotarles con rotundidad. Es muy pro-
bable que veamos a Messi, Xavi, Puyol, Márquez, Eto’o y Touré disputando sólo un
partido semanal y dedicándose a entrenar duro. No ocurrirá lo mismo con aquellos
que han sufrido menor desgaste (Iniesta, Hleb, Henry, Keita), quienes más probable-
mente disputarán la mayor parte de los diez partidos. Ese entrenamiento intenso pero
individualizado permitirá concluir las nueve semanas y media con un índice colectivo
de buena forma cara a los partidos decisivos. Así que nadie debería sorprenderse en
estos dos próximos meses por las alineaciones de Guardiola, ni tampoco si el rendi-
miento del equipo desciende un peldaño. Hay que cargar ahora las piernas para ser
más rápido en el sprint final.

51 | Índice
El equipo utópico
22 Diciembre 2008 / El Periódico

Pellizquémonos: el Barça del novato Guardiola ha batido todos los récords ligueros.
Hoy casi no sorprende, pero hace cuatro meses hubiera sido incluso más fantasioso
semejante pronóstico que prever la estrepitosa caída del petróleo, el derrumbe de
Lehman Brothers o la desquiciante recesión que nos aflige. Guardiola llegó entre in-
terrogantes a un Barça socialmente volcánico. Sus amigos cercanos destilaban con-
fianza. Los demás, supurábamos escepticismo. Pero ninguno habría aventurado una
utopía como la actual, un equipo espléndido, ajeno al elogio y el ditirambo, plástico
como pocos y eficaz como nadie. Se han hecho las cosas bien, reconozcámoslo: muy
bien. Y muy deprisa, pues el trabajo bien hecho casi nunca arroja frutos inmediatos.
Guardiola ha roto tal dinámica, dándole la vuelta a un equipo que había emitido des-
tellos legendarios pero acabó derrengado, como si su ciclo hubiera terminado antes
de hora. Ahora sabemos que no era así y que resulta posible hacer una tortilla sin
romper los huevos.
Más que nunca, el presente está aquí y el futuro es esa cosa por la que no conviene
preocuparse. Si acaso, advertir que con la misma rapidez con que se ha cubierto el
camino hasta la presente utopía también se puede desandar lo hecho y regalar el
botín. Desde la inesperada madurez que está mostrando, Guardiola parece tener
clara esta realidad: las cosas barcelonistas van bien, pero los títulos aún andan muy
lejos, allá por las ventiscas de mayo. Convivir con la euforia es mejor que hacerlo con
la desesperanza, pero igual de peligroso. Posiblemente no encontraremos a nadie
mejor para manejar esta situación que el entrenador actual, un tipo serio y sobrio que
experimentó en sus carnes que el resultado es fruto del entrenamiento silencioso,
continuado y meditado, una filosofía deportiva que va incluso más allá que la deno-
minada cultura del esfuerzo. Ir paso a paso, sin hinchar globos, es una idea que tiene
mala prensa, pero qué le vamos a hacer: es la idea correcta para triunfar.

52 | Índice
En febrero toca planificar
27 Diciembre 2008 / Diario Sport

En un momento dado, Cruyff lanzó uno de los preceptos sobre los que estableció
la doctrina dominante en el Barça desde hace veinte años: la temporada siguiente
debe estar planificada en febrero. Sólo así se acierta en los fichajes. Antes de que
llegue el sprint final de las competiciones hay que tomar las decisiones básicas para
el siguiente curso. Además, la mejor planificación es la que se efectúa en los buenos
tiempos y no durante las crisis. Así que el Barça, una vez reintegrado Txiki, está en
el momento dulce para diseñar el medio plazo, aunque en mi opinión debería haber
muy pocas incorporaciones. La del portero es una fijación periodística que no se co-
rresponde con el criterio de los técnicos (ni los actuales, ni los anteriores). Para ellos,
Valdés es indiscutible e intocable, lo que comparto. Y Pinto, un suplente de garantías.
Eso suena más dudoso, probablemente por desconocimiento general de cuál puede
ser su rendimiento en caso de necesidad.
Hay jugadores sin sustituto en el equipo. Xavi, por ejemplo. En el mercado sólo pa-
recen existir dos posibles alternativas: Iniesta o Cesc. Uno ya está y al otro se le
espera, pero sin urgencias salvo que un cataclismo del Arsenal precipitase la presión
del Madrid. A Márquez se le está creando un clon en la figura de Piqué, aunque aún
le faltan bastantes hervores para acercarse al mexicano. La defensa actual tiene tres
misterios por resolver: Milito, Martín Cáceres y Henrique, cedido al Leverkusen. Po-
dría ocurrir que los tres fuesen útiles el próximo año o que ninguno de ellos siguiera
en el vestuario, motivando un fichaje imprescindible. El lateral izquierdo sí precisa
una contratación de peso, pues Sylvinho dirá adiós y Abidal pasará más tiempo en el
banquillo. Zhirkov sería una excelente incorporación.
Delante, Villa sólo se comprende si Eto’o se va, lo que hoy suena a sacrilegio. Si un
perfil se echa en falta es el del clásico cabeceador, el sustituto de Larsson. Pero ese
hombre sería casi siempre suplente y sólo aparecería en momentos puntuales de
gran apuro. Por tanto, debería ser alguien ya curtido que aceptara un rol menor. Inclu-
so así, Bojan podría acabar siendo una víctima colateral. Por todo ello, y aunque eso
casa mal con lo que le gusta escribir a la prensa y comentar a la afición, el próximo
ejercicio debería tener muy pocas y selectas novedades.

53 | Índice
Un mes para no hacer prisioneros
3 Enero 2009 / Diario Sport

A nuestra edad ya estamos advertidos que la mayoría de pronósticos se incumplen,


sea por exceso o por defecto. Y al igual que 2008 prometió ser fuente inagotable de
riqueza y acabó envuelto en una espiral de crisis infernal, ahora que nos hemos meti-
do ya tres días en 2009 todavía no ha aparecido el Apocalipsis prometido, con lo que
mejor mantener frías las expectativas y dejarnos de vaticinios. Así que vayamos a las
certezas numéricas: el Barça debería salir de este mes de Enero con la misma venta-
ja con que lo inicia o superior. Enero es un mes para no hacer prisioneros ni dejar res-
pirar al enemigo. Para concluirlo con los mismos 10-12 peldaños de ventaja actuales
e incluso alguno más, teniendo en cuenta que Valencia, Villarreal, Madrid o Atlético
tendrán que asumir la pérdida matemática de algún punto al enfrentarse entre ellos.
Enero, por tanto, es igual o más importante que el famoso “Himalaya” decembrino
que se escaló con tan feliz resultado. El Barça de Guardiola no es un equipo que se
haya dormido en los laureles. Incluso en sus torpes inicios ligueros, cabe atribuir esos
tropiezos a errores estratégicos o tácticos y también a la ineficacia rematadora, pero
no a indolencia y laxitud, pecados teologales que han sido desterrados. Basta ver la
celeridad meteórica en poner fin a las vacaciones que han protagonizado algunos
jugadores para comprender el giro copernicano en que está inmerso el vestuario.
¿Cambiará esta actitud en Enero por el simple hecho de que los rivales son menos
glamourosos que en Diciembre? No parece probable y sería un error monumental,
inaceptable para el entrenador, con lo que no deberían ir por ahí los problemas. Y
teniendo en cuenta que siete días de vacaciones no pueden evaporar el estado de for-
ma colectivo, no se avizora en el horizonte inmediato ningún factor que haga cambiar
la dinámica barcelonista, por más que los rivales hayan perfeccionado con estudio y
trabajo los antídotos para secar a Xavi, Eto’o y Messi.
Nada, pues, apunta a un descenso justificado en el rendimiento del Barça como tam-
poco se aprecia ningún factor de cambio en los rivales, salvo en el Madrid, donde la
presencia de Huntelaar debe aportarle un incremento sustancial del gol. El objetivo
de Enero debe ser ese: mantener o incrementar la ventaja actual y no dejar respirar
al rival. No hacer prisioneros.

54 | Índice
Guardiola toma la decisión correcta
6 Enero 2009 / Diario Sport

Tengan calma, señores. Pep no ha enloquecido: simplemente cumple sus planes. Sus
decisiones estaban previstas, escritas y planificadas. Incluso anunciadas aquí mismo.
Enero y febrero deben servir para incrementar el trabajo físico de algunos jugadores
especialmente exigidos en la primera parte de la temporada. No para que descansen.
En esta parte del año las rotaciones no sirven para aumentar el reposo, sino para
aumentar el entrenamiento de algunos futbolistas necesitados de mayor trabajo. A
cambio, algunas semanas estos mismos jugadores sólo pueden disputar un encuen-
tro y nos dos como acostumbran.
Este es el plan de Guardiola y Seirul.lo. Los más exigidos entrenarán más y jugarán
algo menos. ¿Quiénes son los más exigidos? Xavi, Eto’o, Messi, Puyol, Henry, Alves
y en menor medida Touré y Gudjohnsen (y Valdés, caso aparte). Exigidos porque tu-
vieron escaso descanso en verano (Eurocopa, JJOO) o porque han jugado de forma
incesante de septiembre a Navidad; todos ellos necesitan imperiosamente recargar
sus capacidades de fuerza y resistencia si quieren asomar a marzo en plena forma.
El bando opuesto es de los que no precisan semejante inmersión: Iniesta, Abidal y
Hleb, por sus lesiones; Márquez, por la fragilidad que le indispone cada dos por tres;
Busquets, Keita y Piqué, porque han sido reclamados con menor exigencia; y Bojan,
Cáceres y Sylvinho, porque apenas han participado. Más que entrenarse, estos fut-
bolistas necesitan jugar muchos minutos para igualar el nivel (o la regularidad) de sus
compañeros.
El puzzle de Guardiola combina la exigencia de la inmersión física de hombres esen-
ciales con la concesión de más oportunidades a los menos exigidos, manteniendo los
objetivos básicos de liderar la Liga sin perder ventaja y pasar dos rondas en la Copa.
¿Es posible cuadrar tal sudoku? Sin duda es tan difícil como necesario, si de verdad
se quiere optar en primavera a los títulos. Pero cuadrar el sudoku exige decisiones
de riesgo, como la de no convocar a algunos “intocables” contra el Atleti para que se
entrenen. Habrá mucha gente que no lo comprenda, pero el plan de Pep es meridia-
namente claro y obvio. Arriesgado, pero imprescindible. Agravado por las lesiones o
enfermedades de Márquez, Puyol y Hleb, pero perfectamente meditado. Aunque hoy
pueda costarle caro, Guardiola ha tomado la decisión correcta.

55 | Índice
La realidad de cuello retorcido
10 Enero 2009 / Diario Sport

Hace pocos días, Dagoberto Escorcia escribía en “La Vanguardia” que el alto nivel de
Guardiola nos plantea a los periodistas el desafío de mejorar nuestros análisis. Tiene
razón el colega: demasiadas veces los periodistas no sólo no damos la talla, sino que
caminamos por una senda opuesta a la de los propios deportistas y otorgamos títulos
y victorias antes incluso de empezar a disputarse.
¿Por qué los medios de comunicación viajan siempre por una vía diferente a la del
deportista o el técnico? No creo que sea porque posean más conocimientos del de-
porte, ni mejor información sobre los vericuetos del entrenamiento. Pienso que la
causa es otra: el periodismo actual exige protagonismo, a veces incluso por encima
del protagonista real. Así, vemos periodistas que quieren dictar la política del país y
que los líderes políticos actúen a su dictado. En ocasiones, parece que queramos
adelantarnos a la realidad. No sólo dar la noticia en exclusiva antes que otro, lo que
es muy legítimo pero también fuente de constantes errores, sino que exigimos que la
realidad se adapte a nuestro deseo aunque sea retorciéndole el cuello.
Ninguno estamos libres de culpa en eso. Por más que Guardiola hable desde la ex-
periencia con palabras modestas, nosotros nos empeñamos en despreciar al rival
que consideramos “pan comido”. Por más que el fútbol, por definición, no admite la
comparación aritmética pura, nos cegamos en comparaciones imposibles, pero cons-
tantes: ¿quién es mejor, éste jugador o aquél? ¿nuestra liga o la del vecino? ¿nuestro
equipo o el rival? Vamos a ver: si en deportes “aritméticos” como atletismo o natación
resulta absurdo e inútil comparar registros de dos atletas dado que sus circunstancias
son variables (viento, altitud, pista, piscina, bañador...), ¿cómo nos empeñamos en
hacer lo mismo en materias tan subjetivas como el fútbol? Hacemos el ridículo pero
ahí seguimos: dibujando primero un escenario feliz y exigiendo después que la reali-
dad cumpla nuestros designios.
Phelps nunca dijo que buscaba ocho oros. Bolt jamás anunció tres récords mundiales.
Nadal huye de hacerse pasar por favorito. Guardiola, Puyol o Messi nunca hinchan el
pecho. Ya lo hacemos nosotros por todos ellos, como buscando suplantarles, lo que
me hace reflexionar que deberíamos regresar a las esencias y no retorcerle más el
cuello a la realidad.

56 | Índice
El virus no estaba muerto
13 Enero 2009 / Diario Sport

Creíamos desterrada para siempre la autocomplacencia, pero bastó con mirarse al


espejo en el descanso para sentirse guapo y señorial y por esa grieta resurgieron mi-
croscópicas partículas de un virus que pensábamos extinguido, no en vano se fumigó
a conciencia el vestuario tras dos años de narcisismo agudo. Pero aún quedaban res-
tos de aquella enfermedad que se llevó por delante un proyecto que parecía llamado
a ser glorioso.
El colista estaba noqueando al gran equipo que pulveriza récords. Quizás noqueado
no sea la expresión exacta de lo que le sucedía al Barça bajo la neblina, pero se le
parece mucho. No era el primer momento delicado de la temporada, pero sí el más
delicado. Porque el margen de reacción era corto y porque los jugadores que habían
deleitado majestuosamente en el primer tiempo se habían convertido en sombras de
sí mismos. Desde luego, reaccionaron de maravilla aunque nos queda la duda de lo
que habría ocurrido si enfrente hubiese habido un equipo sólido y curtido en vez de
un colista angustiado.
Sacaron el orgullo, indudablemente, pero hay que preguntarse porqué hizo falta sacar
ese orgullo. Y fue por la indolencia que sumergió a todo el equipo desde el descanso y
durante media hora. Otra vez aquel sopor que venció al vestuario de Rijkaard durante
dos temporadas completas. Sensación de equipo saciado. Sensación breve, pues
en cuanto recibieron dos tortazos todos reaccionaron, pero que nos deja el rictus
levemente torcido por si acaso vuelven las oscuras golondrinas. Cuando se echa la
siesta, el Barça apenas se distingue de un equipo vulgar pues el talento también se
duerme y las diferencias desaparecen. Cuando por desidia regala el balón, el Barça
queda desnudo y sin recursos, sin alma ni concepto. Guardiola es tan consciente de
esta debilidad que ni siquiera hay que recordárselo: lo sabe de primera mano y seguro
que quitará todos los espejos del vestuario.
También habría que aprovechar la mudanza para corregir tres detalles del Pep Team:
cuando se abandona la presión arriba, la descoordinación defensiva se agudiza;
cuando se presiona a Xavi y le cierran los pases interiores, el equipo se embota; y
no olvidemos la defensa zonal en los corners sin defensores bajo palos, algo que ha
costado ya dos goles y que desde el domingo conocen todos los rivales que acierten
a cabecear en el área de Valdés.
Osasuna-Barça (Liga, Jornada 18) 11-Enero-2009. Reyno de Navarra.2-3 (Eto’o, Flaño, Pandiani, Xavi,
Messi)

57 | Índice
Se ha cerrado un paréntesis negro
20 Enero 2009 / Diario Sport

Este equipo lo ha resucitado Guardiola, pero en sus orígenes lo parió Rijkaard. Tal
mérito es indiscutible. Las bases y el esqueleto de esa máquina en que se ha conver-
tido el Barça nacieron cuando el técnico holandés acertó con la tecla definitiva. Tardó
en lograrlo, ya recuerdan. Rijkaard no era un entrenador de decisiones rápidas. Pasa-
ron meses hasta que se le hizo la luz. Arrigo Sacchi le sugirió resolver el jeroglífico del
centro del campo con la “solución Milan”. Hasta entonces, el Barça pivotaba sobre el
“4”, ese gran invento de Cruyff, ya saben: Milla, Guardiola, Xavi y toda la camada de
“cerebritos”. Pero en 2003, las cosas habían cambiado y Xavi se ahogaba en esa po-
sición, así que la vista se dirigió a San Siro: allí Pirlo jugaba de “4”, pero a su lado tenía
un guardaespaldas (Gattuso) que cerraba todos los huecos. Davids fue el encargado
de escoltar desde la izquierda a Xavi en aquella memorable segunda vuelta liguera.
La siguiente temporada, Rijkaard ya pensó con sus propias neuronas y junto a Ten
Cate diseñó un nuevo “4”: musculoso, fuerte y todoterreno. A cambio, Xavi jugaría
como volante diestro y desde esa atalaya, liberado de funciones defensivas, dirigiría
las operaciones. Los ligamentos cruzados de Motta duraron dos días y los de su susti-
tuto, Edmilson, otro par de semanas, con lo que Márquez fue el elegido para el puesto
y libró brillantes batallas. En la siguiente temporada, la del doblete, el Barça no ganó
la Champions por su brillante ataque (que también), sino por su espléndida estructura
defensiva: sólo encajó tres goles (uno en propia puerta, otro ilegal) en los siete par-
tidos decisivos. Aquella final empezaron a ganarla desde el músculo Edmilson, Van
Bommel y Deco y acabó desatascándola el talento de Iniesta.
Hubo consenso universal: ese equipo lideraría el fútbol mundial durante un lustro.
Pero luego pasó lo que pasó y la tierra se hundió a sus pies. Guardiola ha resucitado
ahora lo que parecía muerto y aportado algunos detalles cruciales que perfeccionan
el modelo: ha anclado al “4” en el círculo central; adelantado a Xavi diez metros; en-
cargado a los centrales la subida del balón y exigido abrir el campo sí o sí. La suma de
Rijkaard y Guardiola no sólo borra y cierra aquel paréntesis nefasto, sino que coloca
al equipo nuevamente en el punto de partida: un lustro para liderar el fútbol.

58 | Índice
Piernas de plomo
2 Febrero 2009 / El Periódico

El futuro ya está aquí, antes de hora y de lo imaginado. Si la Liga tenía su gran cita
en Santander, como anotó con perspicacia Guardiola al asegurar que ese partido
marcaría el futuro del campeonato, la Liga ya está desarbolada a falta de 17 partidos.
La cuestión ya no es si el Madrid puede ganarla (ni siquiera cómo iba a hacerlo), sino
esta otra: ¿Cómo puede perderla el Barça? Si ni en su peor desempeño de la tempo-
rada ha sido capaz de caer, ¿cómo logrará ceder al menos el 25% de los partidos que
restan? ¿Cómo conseguirá multiplicar por cuatro las derrotas sufridas hasta hoy? No
parece haber respuesta para estas preguntas, salvo jugar sin defensas que es la nue-
va apuesta para el próximo domingo cuando se ausentarán Alves, Piqué, Márquez y
Puyol, lo que supondrá todo un desafío para el ritmo cardíaco de los culés. Apenas
ha terminado enero y el futuro ya está aquí. En la Bolsa el resultado de enero dicta la
tendencia de todo el año. El fútbol español parece que no quiere ser menos, lo que
no debe sorprendernos a la vista de que las vicisitudes bursátiles lo impregnan todo,
incluso lo más pasional.
El Pep Team está fatigado. Por los ocho partidos de enero, pero sobre todo por la tipo-
logía de los entrenamientos. El calendario exigió estar en plena forma entre octubre y
diciembre, lo que dejó enero y febrero como únicos meses de carga física. Esa carga
es imprescindible si quieres llegar a la verdad de la Champions en estado óptimo,
pero a cambio se paga un peaje: en enero y febrero, las piernas pesan el doble, están
fatigadas y tensas, aumentan los riesgos de lesión y desciende la velocidad de los ju-
gadores. Síntomas todos ellos que se han producido y reproducido y aún durarán otro
par de semanas más. Pero el equipo ya ha repostado el carburante imprescindible
para afrontar abril y mayo a tope y lo ha hecho sin que esa carga de trabajo haya su-
puesto ninguna merma en los puntos obtenidos, por más que el rendimiento global ha
descendido varios peldaños. Es lo que tiene la fatiga, que embota el cerebro y reduce
la velocidad. Enero deja esta excelente noticia: en el momento más duro de la tempo-
rada, los de Guardiola han seguido ganando. Sin brillantez ni la espléndida sensación
de cuando estaban en forma, pero con el mismo rendimiento positivo. Aunque hoy el
equipo de oro huela a plomo, lo mejor está por llegar.
Racing Santander-Barça (Liga, Jornada 21) 1-Febrero-2009El Sardinero. 1-2 (Zigic, Messi, Messi)

59 | Índice
El arte de recuperar
9 Febrero 2009 / El Periódico

En el fútbol moderno hay un arte considerado menor porque apenas concita el entu-
siasmo de la crítica: es el arte de la recuperación. Recuperar balones suena a trabajo
de encanto escaso, como descargador de muelles o levantador de pesas. Recuperar
balones: oficio sin prestigio ni porvenir, predestinado para matones o exboxeadores,
metalúrgicos de nariz chata y pómulos cicatrizados, gente que no pisa salones lujo-
sos sino barrios oscuros. Destino de barrenderos del balón, trabajo venido a menos.
Pero, hete ahí que el Barça ha reconstruido ese oficio bronco hasta convertirlo en arte
posmoderno desde el que genera todas las operaciones. El Pep Team se sostiene a
partir de tres principios esenciales: el juego de posición, la posesión del balón y el arte
de recuperar el cuero. De los dos primeros lo sabemos todo, pues a diario tejemos y
destejemos su estructura y evolución. Pero sobre el tercero pasamos como de punti-
llas, hasta que una exhibición como la de ayer nos hace girar el foco.
Menudo arte el de recuperar balones. Se dice pronto, pero el Barça lleva 1.257 ba-
lones recuperados en los 22 partidos de Liga. A promedio de 57 por encuentro. Ayer
recuperó 65, más de lo habitual, y además lo hizo en gran proporción en campo del
Sporting, muy arriba, ahogando la salida del rival, recuperando sin dilación el balón
perdido en ataque y cortando al tiempo cualquier posibilidad gijonesa de contragolpe.
Desde siempre dijo Cruyff que la mejor forma de defenderse es teniendo la posesión
del cuero. Añadamos un matiz a su pensamiento iniciático: la mejor manera de ha-
cerlo es impedir que el contrario llegue a poseer el balón. Recuperarlo en cuanto lo
pierdes. Hay estadísticas de casi todo, pero aún no he encontrado una muy peculiar:
¿Cuánto tarda el Barça en recuperar un balón que ha perdido en ataque? Proba-
blemente, entre dos y cinco segundos, un tiempo tan reducido que ningún enemigo
puede armarse.
Xavi e Iniesta no son los mejores especialistas en recuperación. Promedian 3,7 y 2,1
balones por partido, respectivamente. Buenos datos, pero lejos de los 5,7 de Touré.
Sin dudarlo, el más eficaz es Busquets, cuyo promedio (5,3) es similar al de Touré,
pero con un añadido fantástico: aunque tiene inferior juego posicional que el marfile-
ño, recupera los balones mucho más arriba que Touré, casi siempre en campo rival, a
veces al borde del área enemiga. Eso es letal, pues ahoga al contrario, que se asfixia
intentando salir inútilmente de su propio callejón. Con nueve balones recuperados
muy arriba, Busquets dio ayer una exhibición de este oficio reconvertido en arte po-
pular.
Barça-Sporting (Liga, Jornada 22) 8-Febrero-2009. Camp Nou. 3-1 (Eto’o, Eto’o, Alves, Mateo)

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Reacciones
23 Febrero 2009 / El Periódico

Lo interesante de las derrotas son las reacciones de los derrotados. Varios futbolistas
renombrados del Barça se han cebado en el arbitraje del sábado, recurso muy habi-
tual y común entre aficionados, pero que debería estar vedado a directivos, técnicos
y jugadores aunque sólo fuera por higiene mental o pragmatismo. Está bien que los
hinchas de grada o taberna lo reduzcan todo a la manifiesta voluntad torticera de los
árbitros. Pero se espera bastante más de los protagonistas.
La reacción más curiosa ha correspondido a Carles Puyol, quien considera “injusto”
que el rival quiera destruir o parar el juego cuando se enfrenta al Barça. Injusto, dice
el capitán. ¿Qué sería lo justo? ¿Que el rival desplegara una alfombra roja hasta su
portería? ¿Que ayudara al Barça a desarrollar su juego de fantasía? Francamente, las
ideas nunca han abundado en los estadios, pero hoy sufrimos una sequía alarmante.
Hasta donde yo sé, todo equipo siente la obligación de ganar los partidos o evitar
perderlos y para ello emplea la estrategia más adecuada a sus recursos. Cuando tu
club ingresa 300 millones de euros anuales posees a los jugadores de más talento.
Cuando ingresa diez veces menos, tus futbolistas son menos diestros. Y juegas con
ellos en función de esa calidad. Si te enfrentas al Barça, ¿debes ayudarle a agitar la
bandera del toque y la belleza? ¿O debes intentar evitar que la levante? ¿Debes faci-
litarle las cosas a esa máquina fenomenal? Enfrentarse al Barça con su mismo estilo
es como enfrentar un carro blindado a pecho descubierto. Un suicidio, pero a lo que
parece eso es lo que esperan los futbolistas del Barça: que el rival se suicide. Cuando
uno de ellos se resiste a hacerlo, ¡qué injusticia!
Estos futbolistas deberían mirarse en el espejo de su entrenador cuando afirma que
jamás buscará ocultar con excusas las causas de una derrota: perdieron porque ju-
garon mal. La solución es igual de simple: vuelvan al camino del estilo propio y no se
distraigan con las trampas rivales.
Barça-Espanyol (Liga, Jornada 24) 21-Febrero-2009. Camp Nou. 1-2 (De la Peña, De la Peña, Touré)

61 | Índice
¿Es grave, doctor?
24 Febrero 2009 / Diario Sport

El barcelonismo es el estado de ánimo más cercano a la ciclotimia. Es una montaña


rusa de las emociones: ayer arriba, hoy abajo; ayer euforia irracional, hoy depresión
irracional. Las victorias del Barça acostumbran a ser embriagadoras y sus derrotas,
humillantes. Apenas hay término medio, lo que conduce inexorablemente a la exa-
geración, sea por grandilocuencia, sea por dramatismo. Y todo ello partiendo de una
base pesimista, la que certeramente definió Xavi al comparar el espíritu clásico del
barcelonismo respecto del madridista.
Está claro que existe una fórmula para frenar al Barça: consiste en desquiciarle. Para
impedirle tomar la bandera que simboliza su estilo sólo existe un camino: sacarle de
sus casillas (dicho sea sin doble intención). Generarle ansiedad, provocar su enlo-
quecimiento. Hasta ahora lo han conseguido, en diversos grados, Espanyol, Getafe,
Racing, Betis e incluso el Madrid, equipos todos ellos que se enfrentaron a los de
Guardiola con idénticos planes: agresividad ante la salida del balón, presión sobre
Xavi, búsqueda de la ruptura del ritmo, reducción al mínimo posible del juego efectivo.
Factores que generan ansiedad en los futbolistas del Barça. Ansiedad, precipitación
y angustia. Que les enloquece hasta hacerles perder el norte. Que les distrae de sus
verdaderas obligaciones.
La distracción es el gran riesgo que corre el Barça. Distraerse con las trampas que
siembra el rival, con los árbitros, con las campañas mediáticas, pero también con los
elogios propios, con el espejito que cada día te refleja como el más guapo del barrio,
con la ventaja sideral o con la codicia de ganar aún más dinero del que ya ganas en
estos tiempos de crisis galopante. Curioso: no distraerse es una de las recetas más
recomendadas frente a la crisis económica. Centrarse en el negocio básico que uno
sabe hacer, sin desbocarse por caminos secundarios. Idéntica receta es válida para
el Barça. No distraerse, ni siquiera cuando tanto aficionado de boquilla, tanto perio-
dista de barra de bar o tanto entorno de gelatina le ha dado a la máquina de consumir
excusas baratas.
Guardiola es el único que ha mantenido el norte, sin refugiarse en argumentos de
hojalata. Quizás porque sabe que sus jugadores se pondrán pronto en forma y a él no
le temblará la mano para evitar que se distraigan con el ruido de los fuegos artificiales.

62 | Índice
“Guardiolina” para Messi y Henry
28 Febrero 2009 / Diario Sport

El martes por la noche tuvo que contenerse para no soltarlo ante las cámaras de
Canal Plus. Deslizó la idea, pero dio marcha atrás para evitar otro incendio. Así que
reservó la Guardiolina para ayer. Una Guardiolina es una bronca, pero al estilo Guar-
diola. Con la voz suave, sin gritos, directo al grano, pero sin señalar ni ofender: bus-
cando convencer al jugador con argumentos constructivos. Una Guardiolina siempre
es privada y va bien maquillada para impedir daños colaterales. Aunque los recep-
tores del mensaje eran dos, estuvieron acompañados por otros tres jugadores para
suavizar aún más la bronca y que no trascendiera.
Messi y Henry, por descontado. Ellos recibieron la Guardiolina. Fueron ellos quie-
nes, sábado y martes, incumplieron los preceptos sobre los que se fundamenta este
Barça. Ante el Espanyol y frente al Olympique Lyonnais. Otros jugadores cometieron
errores más aparatosos. Valdés, por supuesto, con su doble pifia consecutiva ante De
la Peña y Juninho. También Touré, que el sábado no supo impedir el cabezazo de “lo
pelat” y el martes regaló una falta mortal al OL. Y, cómo no, Busquets, al que la cabe-
za se le ha ido en pajaritos desde que fue llamado a la selección. Errores llamativos
de Valdés; notables de Touré; juveniles de Busquets.
Pero esos errores no fueron los responsables de que el juego colectivo del Barça
naufragara en ambos partidos. Para Guardiola, la causa principal (pero no única)
de esa deriva obedece a que Messi y Henry abandonaron sus tareas de solidaridad
defensiva. Ni presionaron a la defensa rival, ni ayudaron a cerrar el campo cuando el
Lyon recuperaba el balón. Se quedaron petrificados en las bandas, esperando que
otros compañeros resolvieran el embrollo. Su aportación ofensiva fue la adecuada,
pero la defensiva no existió y de ahí nació la superioridad francesa en el centro del
campo. El OL no encontró pasillos interiores, sino autopistas amplias por las que des-
lizarse y romper el espinazo del Barça en el primer tiempo. Messi y Henry miraron,
pero no actuaron. El error pudo ser definitivo para el devenir en la Champions, de ahí
que Pep dijera que “es el partido con más conclusiones para el futuro. Servirá para
hablar muy claro a los jugadores y, si lo entienden, lucharemos por todo”. Ayer habló
claro con ambos, rodeados por Iniesta, Hleb y Pedro. A partir de mañana se acabó
“cantamañear”.
Olympique Lyonnais-Barça (Champions, 1/8 Ida) 24-Febrero-2009. Gerland. 1-1 (Juninho, Henry)

63 | Índice
Concursos florales
2 Marzo 2009 / El Periódico

Acaba de abrirse un concurso de ideas para intentar comprender lo que ocurre. Es


un método habitual en el barcelonismo, que recurre a él cada vez que se tuercen
las cosas y dado que el barcelonismo es lo más parecido que existe a un estado de
ánimo ciclotimico, esto ocurre a menudo. Ahora estamos de lleno en la presentación
de ideas para entender el indiscutible bache de resultados. Los candidatos al premio
de honor son el cansancio físico, la fatiga psíquica, la relajación por los elogios, los
errores de Valdés, la fragilidad defensiva, la ausencia de Iniesta, la falta de oficio para
matar partidos y la concesión de facilidades excesivas en el centro del campo. Se
trata de un concurso entretenido, pero estéril.
El Barça no es invulnerable. Hoy es obvio. Todos coincidimos en ello pues resulta
irrefutable, pero hace un mes nadie escuchaba cuando Guardiola lo proclamaba en
medio de la euforia. Tampoco hace un par de años nadie en el mundo entero recono-
cía la burbuja inmobiliaria y ya ven qué batacazo nos hemos pegado. La otra realidad
es que el fútbol no es repetitivo. Un colectivo se enfrenta cada vez a un partido dis-
tinto; cambian las circunstancias y todos aquellos pequeños accidentes que te hacen
triunfar o perder. El colectivo responde de manera diferente en cada ocasión. La mis-
ma máquina que ayer arrasaba, hoy se colapsa. Entre otras razones porque el rival
también sabe, también aprende y también corrige. Todos los rivales han aprendido
cuatro cosas: que a Márquez hay que impedirle sacar el balón con limpieza; que otro
delantero debe marcar a Touré para quebrar el espinazo del equipo; que a Xavi hay
que aplicarle un marcaje individual severo; y que siempre debe vigilarse a Messi con
un marcador y dos coberturas. Estas cuatro medidas aplicadas con energía bastan
para gripar la máquina.
¿Qué debe hacer ahora el Barça? Nada estrambótico: entrenarse, estudiar al rival e ir
a por la victoria en todos los partidos. La solución no está en los concursos florales.
Atlético de Madrid-Barça (Liga, Jornada 25) 1-Marzo-2009. Vicente Calderón. 4-3 (Henry, Messi, Forlán,
Agüero, Henry, Forlán, Agüero)

64 | Índice
El “Síndrome de la gacela”
3 Marzo 2009 / Diario Sport

La mente de todo deportista tiene dos amigos y dos enemigos. Los enemigos se
llaman Narcisismo y Autocomplacencia. Con el primero te miras en el espejo del
vestuario y exclamas: “¡Soy el mejor!”. Con el segundo te sientes colmado y satisfe-
cho: consideras que ya has llegado a tu destino, sin importar que aún andes a medio
camino. Contra ambos enemigos se erigen dos amigos del deportista: la Ambición y
el Coraje. La ambición provoca que repitas sin cesar que “no he llegado, aún no he
llegado” y esa energía mental es la gasolina de tus piernas. El coraje es la capacidad
de reacción que te hace levantar cuando andas caído. Te martillea el cerebro con una
frase: “Puedo hacerlo”.
Los futbolistas del Barça viven hoy una batalla feroz entre amigos y enemigos. El
escenario de la batalla es un lugar oscuro y húmedo: el cerebro. Algunos jugadores
perdieron la batalla hace semanas, cuando creyeron haber conquistado el título más
importante del año: el reconocimiento universal, el respeto del mundo entero, el cora-
zón de cuantos aman el fútbol. Eran los mejores y los más grandes, los bellos pelote-
ros del Barça, una máquina imparable, indestructible, invulnerable. Algunos de esos
futbolistas se miraron en el espejo y se dijeron: “Ya hemos llegado”.
Cuatro batacazos más tarde, esos mismos jugadores intentan revertir la pendiente y
que la ambición y el coraje derroten al narcisismo y la autocomplacencia. Hay signos
positivos en la batalla: el equipo no ha bajado los brazos. Algunos jugadores sí, pero
el equipo no. Se ha levantado tras cada coscorrón y ha intentado reaccionar. Sin gran
acierto, pero lo ha buscado. Buen síntoma.
En plena batalla se han presentado dos invitados nefastos: el Recuerdo y la Presión.
El primero vive agazapado hasta que la memoria le convoca a la pelea. Y el recuer-
do no favorece al Barça. Esos mismos jugadores ya se dejaron arrebatar títulos sin
pestañear y el Real Madrid se lo recuerda a diario. El otro invitado, la presión, genera
miedo a fallar, lo que es contradictorio con el fútbol de riesgo que practica el Barça,
que no lo tiene fácil con un entorno siempre acomplejado por el Madrid. Son dos in-
vitados funestos en esta pelea mental y generan el “Síndrome de la gacela”, que se
crispa y agota al oír el aliento del león.
Esta batalla genera efectos perversos en los jugadores: les atenaza físicamente; in-
cumplen los fundamentos tácticos; multiplican los errores individuales; y destruyen
el edificio colectivo. La suma de tales efectos se materializa en una espiral diabólica
llamada “dinámica negativa”. La receta para detener y cambiar esa dinámica consta
de cinco puntos: borrar la memoria; aislarse del entorno; escuchar sólo a la ambición
y el coraje; apostar por la solidaridad colectiva, pues no hay triunfo en solitario; y
cumplir las órdenes del entrenador. Sencillo de decir, difícil de ejecutar: ser valiente y
no mirar atrás.

65 | Índice
¿Hemos tocado fondo?
7 Marzo 2009 / Diario Sport

¿Hemos tocado fondo?, inquirimos con la esperanza de una respuesta positiva que
equivalga a decirnos que ya está, que lo malo pasó y pronto saldremos del pozo. ¿Ha-
blamos de la economía mundial, de la catástrofe bursátil o la epidemia del paro? No,
aunque también: hablamos del Barça. ¿Ha tocado fondo el Pep Team o aún quedan
más capítulos de angustia y precipicio? No sufran más: entre esta noche y la del miér-
coles despejaremos las dudas. Cinco días que, probablemente, serán decisivos para
los desenlaces de la temporada. Ya saben: no es lo mismo dormir esta noche con un
punto de ventaja que con siete, ni saberse en cuartos de Champions que frotarse otra
sangrante herida europea.
El pueblo barcelonista se ha hecho ya todas las preguntas frente a ese muro de las
lamentaciones en que se han convertido los periódicos. Hemos oído todas las pre-
guntas y también miles de respuestas. Pero ya sabemos que sólo ocurrieron tres
cosas: algunos jugadores se apoltronaron tras otra sobredosis gigantesca de elogios
e incumplieron los fundamentos básicos del comportamiento colectivo. En paralelo,
los rivales, que no son tontos, aprendieron toda la gama de antídotos contra los de
Guardiola, que han caído de bruces en todas las trampas y trampitas. Y como desen-
lace de los tropiezos, al equipo se le apareció el “Síndrome de la gacela”, la sensación
de que el león te atrapa pues ya sientes su aliento en el cogote. Tres factores, sólo
tres, pero concatenados uno tras otro: el envanecimiento, la dejación de funciones y
el agarrotamiento. Tres factores letales si se encadenan de forma sucesiva.
¿Qué ha hecho el entrenador para virar el rumbo? El viernes actuó sobre el enva-
necimiento con la conocida “Guardiolina” a los extremos; el lunes incidió en el fun-
cionamiento colectivo, con una lección completa y dura; y el martes atacó la raíz del
“Síndrome de la gacela” al proponerse como líder principal y único pararrayos. Fue un
puñetazo en toda regla buscando la reacción de sus jugadores. En esos cinco días,
Guardiola pretendió detener la sangría. De acuerdo, dijo, hemos tocado fondo. Pero
ya está; no hace falta recrearse más en la miseria. Ahora toca salir del pozo y para
eso aquí estoy yo.
Los movimientos del entrenador han sido de libro. Perfectos. Pero desconocemos su
eficacia, aunque saldremos de dudas a una velocidad de vértigo. Desde hoy.

66 | Índice
No era el físico, era el ego
9 Marzo 2009 / El Periódico

El sábado 24 de enero, el Barça se acostó con 15 puntos de ventaja sobre el Madrid.


Eran tiempos de certidumbre para el barcelonismo, apenas inquietado por un dato:
¿Qué día iba a ganar la Liga? En el imaginario colectivo se tejió un escenario idílico: si
el Pep Team sostenía unas semanas más el pulso que le lanzaba el renacido Madrid,
la desesperación rompería el espinazo de Juande Ramos. A mediados de febrero, el
desenlace estaba maduro: bastaba con pasar por encima de Betis, Espanyol y Atléti-
co para que el Barça mantuviera la jerarquía y el Madrid arrojara la toalla. El Madrid
tiene un buen equipo, pero una floja plantilla sin capacidad para competir a la vez en
Liga y Champions, así que lo más razonable sería centrarse en el Liverpool europeo
y dejar el campeonato a los suplentes. Raúl, Lass, Guti, Robben e Higuaín para la
Champions; Faubert, Marcelo, Huntelaar, Torres y Salgado en la Liga. Ocurrió todo
lo contrario. Ni el Barça resistió el pulso, ni el Madrid se creció en la Champions, ni
nadie tiró la toalla, aunque mañana empieza otra serie de movimientos sobre este
tablero que pueden resultar decisivos para la Liga. Imaginen lo que supondría una
eliminación blanca (o blaugrana) en la Champions.
Nunca nada sucede como lo diseñamos en seco. Nadie previó que un par de futbo-
listas del Barça iban a sufrir un repentino ataque de narcisismo. Pero ocurrió. Y a
partir de ahí se desencadenó una sucesión de majaderías: enamorados de sí mismos,
dejaron de cumplir las órdenes y dinamitaron algunas de las bases del juego barce-
lonista; por ejemplo, los extremos dejaron de presionar y regalaron bandas y pasillos
interiores, el equipo se agrietó, las líneas se separaron y en el centro del campo se
abrió un agujero negro. Los rivales empezaron a llegar con facilidad y a disparar con
contundencia. Al portero se le reblandecieron las manos, al equipo se le puso cara de
moroso y los resultados cayeron en picado. El fútbol no es un deporte de fortuna, sino
de causas y efectos. Incurres en determinados errores y eso genera consecuencias
endiabladas, entre ellas la degradación anímica, quizás el peor enemigo de un con-
junto. Cuando se entra en barrena anímica te crecen los enanos.
No puedes confiar en el entorno ya que un entorno es, por definición, aquello que
te arropa cuando no te hace falta y te deja a la intemperie cuando lo necesitas. Del
bache hay que salir en solitario y eso se consigue desde la autocrítica y regresando
a los fundamentos básicos del equipo. El Barça lo ha hecho a partir de la presión en
campo ajeno, la recuperación febril del balón y la unión de sus líneas. Ha bastado
dejar de mirarse en el espejito mágico y recordar de dónde venimos y adónde vamos.
Barça-Athletic Club (Liga, Jornada 26) 7-Marzo-2009. Camp Nou. 2-0 ( Busquets, Messi)

67 | Índice
El éxito es hijo del realismo
10 Marzo 2009 / Sport

El sueño húmedo de todo aficionado está compuesto por goleadas inenarrables, la


excelencia en el juego propio y el cataclismo perpetuo del enemigo. Pero la reali-
dad siempre es menos sublime. El Barça ha vivido meses de ensoñación fecunda
y hermosa, pero la realidad es más prosaica y viene a decir que nada está ganado,
que ningún rival puede ser despreciado y aún queda mucha montaña por escalar. El
aficionado prefiere no oírlo, pues ama el sueño húmedo, hermoso y eterno. Pero es
lo que hay. El Barça está vivo en los tres torneos y tiene muchas posibilidades de al-
zarse con un título, incluso con dos, pero no está garantizado seguir en la Champions,
ni conquistar la Copa o evitar otro ‘paralís’ liguero.
Es legítimo soñar, pero es necio hacerlo ahora, cuando queda lo más difícil. Guardiola
y sus jugadores lo repiten de mil maneras distintas y poca gente quiere escucharles.
Comprendo al aficionado eufórico, pero entiendo mejor al entrenador. El éxito sólo
llegará desde la desconfianza en los sueños, no a base de engordar las fantasías. La
ensoñación dibuja a un Madrid ‘chorreado’ en Anfield por Rafa Benítez, humillado en
San Mamés por los de Fernando Llorente y derrumbado hasta la descomposición en
apenas siete días. Es un retrato idílico para los barcelonistas, que le añaden un triunfo
aplastante frente al Olympique, más la continuidad del paseo triunfal liguero hasta
componer una escena final apoteósica. Bien, olviden la fantasía y bajen a la realidad.
Con este Barça y con este Madrid no se puede descartar ningún resultado, desde el
tropiezo más absurdo hasta una heroicidad pletórica. A la Liga aún le queda mucha
cuerda y la Champions no es un caramelo. Recuerden que el Manchester United
también empató a uno con el Olympique en Lyon en la ida de octavos del año pasado.
Parecía todo decidido, pero Benzema, Kallstrom y Ben Arfa pudieron marcar en Old
Trafford e incluso Keita estrelló el balón en el poste. Sólo un gol de Cristiano Ronaldo
casi al descanso salvó a los ‘reds’.
Así que cuidado con los sueños. El fútbol y el éxito están construidos de barro y sudor,
de sufrimiento y esfuerzo, no de fantasías y propaganda. Deberíamos hacer más caso
a los que saben de esto: entrenadores y futbolistas. Ellos casi nunca construyen cas-
tillos en el aire ni encienden fuegos artificiales. Prefieren tener los pies en el césped.

68 | Índice
Un gran equipo contra un gran carácter
16 Marzo 2009 / El Periódico

La Liga iba camino de ser un paseo militar hasta que el Barça se meció en los elogios
y una pequeña siesta bastó para alterar los ánimos. Miedo en Barcelona, propaganda
en Madrid. Lo normal. Reacciones atávicas en ambos casos. Al primer tropiezo, el
barcelonismo resucita sus fantasmas históricos y el madridismo le da a la maquinaria
de fabricar castillos en el aire. No necesitan mucho en Madrid para soplar una burbu-
ja, pero reconozcamos que no les ha ido nada mal con las pompas. Ahora mismo hay
días en que parece que el equipo de Juande Ramos es finalista de Copa, cuartofina-
lista en Champions y líder liguero con seis puntos de ventaja sobre el Barça. Tienes
que pellizcarte para comprobar que no, que es justo al revés.
Esta es una buena estrategia para tratar de convertir un paseo militar en un combate
espeso. Lo que parecía ser una victoria por KO se decidirá a los puntos y ese cambio
se explica en Madrid como un desaliento blaugrana. Si el Barça gana la Liga, pero no
lo hace con 15 puntos de ventaja, habrá quien diga que el equipo ha decepcionado.
Pero la esencia de una liga es precisamente que se conquista a los puntos y no con
golpes de efecto. Este campeonato se ha convertido ya en un pulso de hierro entre
un gran equipo y un equipo de gran carácter. El Pep Team es un gran equipo, del que
se han escrito casi todos los elogios, la mayoría justificados. Pero el Madrid posee un
gran carácter. Esa es su mejor virtud, pues como conjunto deja bastante que desear
pese a las manoplas de Casillas, el físico de Ramos, la anticipación de Pepe, la pre-
sión de Lass, el coraje de Raúl, las virguerías de Robben y el torpedo de Huntelaar.
Excelentes jugadores que no logran articularse colectivamente, quizás porque fueron
llegando en aluvión y no fruto de una idea sólida.
Bien. Asistimos a un combate de pesos pesados entre un equipo erigido a partir de
un concepto unívoco del fútbol contra otro que lleva años buscando una idea y al que
su historia empieza a pesarle demasiado. Jugar a partir de una idea concreta no ga-
rantiza los éxitos, pero carecer de ella es un seguro de ir a la deriva. Así, el Barça no
puede estar seguro de ganar ningún título, pero genera las oportunidades necesarias
para conseguirlo, en tanto este Madrid huérfano de concepto va dejando escapar las
ocasiones como el agua entre los dedos. La deriva institucional nunca es buena, pero
es una buena excusa. Guardiola construyó su proyecto en mitad de una moción de
censura y Juande encadenó diez triunfos en pleno desmoronamiento del presidente
que le fichó. No es el club el problema, sino la idea de juego o la falta de ella, pero en
cualquier caso, al final de este combate feroz alguien deberá decir: te he dado golpes
que derriban paredes y te has mantenido firme; eres un gran campeón. Lo que Frazier
le dijo a Alí.
Athletic Club-Real Madrid (Liga, Jornada 27) 14-Marzo-2009. San Mamés.2-5 (Robben, Heinze, Heinze
pp, Llorente, Huntelaar, Huntelaar, Higuaín)

Almería-Barça (Liga, Jornada 27) 15-Marzo-2009. Estadio JJMM. 0-2 (Bojan, Bojan)

69 | Índice
Oportunidades
16 Marzo 2009 / RAC-1

Empeñado en mejorar la lengua castellana, el periodismo deportivo de Madrid está


revisando el diccionario de la Real Academia. Es una iniciativa curiosa, pues ha per-
mitido descubrir palabras que desconocíamos o que habían quedado escondidas por
el trasiego de la historia. Canguelo, cagómetro, chorreo… grandes aportaciones a la
cultura de Cervantes.
Mientras este periodismo se dedica a perfeccionar la lengua, el Real Madrid no con-
sigue hacer tropezar el Barça. Es difícil hacer tropezar a un equipo tan redondo como
el de Guardiola, tan bien construido y tan entusiasmado con una idea específica del
fútbol: amar la pelota, buscar la eficacia desde la plasticidad, atacar siempre. Virtudes
que no garantizan títulos, pero dan la oportunidad de luchar para conseguirlos. El Bar-
ça se ha construido tres oportunidades para ganar un título y ésta es una estadística
condenada al éxito.

70 | Índice
El egoísmo aniquilador
17 Marzo 2009 / Diario Sport

¿Qué hace un waterpolista en un vestuario de fútbol? Naufragar. Ese fue un pronós-


tico bastante común allá por el mes de julio, cuando Manel Estiarte llegó al Barça
de la mano de su amigo Pep Guardiola. Otro sueldo más en un club agitado por la
moción de censura y en un vestuario que apenas soñaba con comerse los turrones.
Nueves meses más tarde, nadie discute a Estiarte, tan discreto como haga falta en
su papel de “facilitador”. Guardiola encuentra en él una muleta imprescindible donde
apoyarse en los momentos duros, que son más de los que parecen. Y los futbolistas
le consideran ya uno de los suyos, parte de ese cemento que robustece las paredes
del edificio en construcción.
Guardiola quiso tener cerca a Estiarte porque un vestuario en un nido de egos y el
waterpolista sabe mucho de egoísmo. Lo explica con crudeza extrema en el libro que
presenta hoy (“Todos mis hermanos”), un buceo profundo en su intimidad más recón-
dita y de la que extraigo una confesión principal: “Yo era egoísta, provocaba negativi-
dad en el agua y eso no casa con un líder”. Estiarte desnuda su realidad: mientras fue
egoísta se le consideró el mejor waterpolista del mundo, pero fue incapaz de cons-
truir un equipo campeón. Lo recuerdo bien, pues compartí sus años de éxito. Fueron
años de éxito para Manel, pero no para el waterpolo español. Después comprendió
que desde el egoísmo no se edifica un campeón: “Evolucioné. Me volví respetuoso
y altruista”. Dejó de ser pichichi de todos los torneos, pero logró que su equipo fuera
campeón olímpico. La parcela de gloria que cedió como individuo la conquistó multi-
plicada por cien como conjunto.
Eso ocurre siempre en el fútbol. Cuando el delantero centro sólo busca su lucimiento
personal, el título de pichichi, la Bota de Oro, el equipo desciende varios peldaños.
Cuando la gran estrella se enfoca hacia los galardones individuales, el colectivo se
desploma. Todos ellos encuentran siempre quien les excuse: “El goleador ha de ser
egoísta”; “Todo jugador ha de pensar sólo en él”, dicen a todas horas quienes buscan
tapar esos errores. Falsas excusas. El egoísmo quiebra a los equipos campeones.
Mejor dicho: ningún equipo llega a campeón a base del egoísmo de sus componen-
tes, sino a partir de su entrega solidaria. La fuerza de este Barça reside en esa gente
de inmenso talento que renuncia a su ego por el bien colectivo.

71 | Índice
¿Desde cuándo jugar es un hándicap?
21 Marzo 2009 / Diario Sport

Trece partidos en seis semanas es el plan inmediato del Barça si logra clasificarse
para semifinales de Champions. Un partido cada 3,2 días, lo que supondrá alternar 5
ciclos largos de 4 días entre partidos con 7 ciclos cortos de 3 días de recuperación.
Un maratón auténtico con el Tourmalet liguero entre medias. Es razonable, por tanto,
dudar de la capacidad del Pep Team para resistir tal desafío, así como comprensible
que se busque concluir que el Madrid tiene ventaja al disputar un solo partido sema-
nal. Discrepo. ¿Desde cuándo competir más supone un hándicap?
Al contrario. El mejor método para ponerse en forma es la competición. El entrena-
miento es la base sobre la que se edifica el estado de forma. Pero el entrenamiento
no “pone en forma”. Lo que te afina es competir. Todos los entrenadores conocen
esta realidad aunque algunos juegan al despiste y explican la tesis contraria. Pero
mientras la cuentan, programan partidillos semanales: siete contra siete, a lo ancho
del campo, para practicar lo que llaman “ritmo competición”, o sea, intentan reproducir
las condiciones de la competición para pulir el estado de forma.
Así que ¿por qué temer este calendario cargado de partidos? Quien debe preocu-
parse es el entrenador que sólo disputa un partido semanal y ve cómo sus jugado-
res languidecen mirando de reojo las evoluciones europeas de sus rivales. Hay una
razón, es cierto, para temer semejante maratón: las lesiones, un riesgo inevitable. A
más partidos, mayor probabilidad estadística de lesión. A cambio, mejor estado de
forma, menos distracciones absurdas, poca influencia del entorno mediático y mayor
corrección de errores, estrategias y cálculos tácticos. Jugando partidos, el equipo
mejora físicamente y si además vence, se crece en lo anímico. Incluso una derrota
tiene menor trascendencia, pues de inmediato hay que afrontar otra batalla. Claro,
esta situación no puede eternizarse. Del mismo modo que la competición te pone en
forma, ese estado de forma decae al cabo del tiempo. Si estás bien entrenado puedes
resistir un par de meses sólo compitiendo. Después sobreviene una caída. Pero si
lo meditan bien, el Barça cumple las dos condiciones: está muy bien preparado y le
quedan dos meses de competición por delante. Así que podemos dar por finiquitados
los entrenamientos. Ya sólo queda jugar y jugar sin parar.

72 | Índice
El equipo de las dagas voladoras
23 Marzo 2009 / El Periódico

Todavía huele a pólvora. Hace una hora que los pistoleros se han largado con viento
fresco, pero la hierba mojada aún conserva el rastro de la carnicería. Escribo a un
metro del césped porque a menudo resulta imprescindible cambiar de ubicación para
contrastar las perspectivas. Huele a hierba húmeda y a sudor espeso y también a la
pólvora de los revólveres humeantes. Los pistoleros siguen citándose a distancia, car-
gando el campeonato de cadáveres inanes, retrasando el duelo final. Sigue el pulso
entre este hombre seco y de apariencia mística y aquel otro de gesto adusto y verbo
espeso. Este Guardiola que se dirige raudo hacia el interior de la inmensa catedral
tiene la mirada serena y el pulso alterado. Mirándole a los ojos creo advertir el rasgo
de los más grandes: la audacia. Este hombre tiene entre manos un desafío descomu-
nal: trece finales consecutivas, quizás quince, incluso dieciséis si sonríe la fortuna.
Lejos de encogerse por el trabajo hercúleo que debe afrontar, Guardiola se ofrece a
los suyos, como cuando era jugador y pedía el balón para desatascar los embrollos.
No hay ansiedad en su rostro, sino el deseo de disfrutar intensamente cada segundo
de tan memorable desafío. Que no termine nunca esta búsqueda de la perfección.
Guardiola es como el ingeniero que construyó la plataforma extractora de última ge-
neración. Alguien tuvo que diseñar ese prodigio, anclar los poderosos cimientos, tra-
bar las mil barras de acero e instalar la tecnología más avanzada. Sólo después fue
posible sacar petróleo. Ese ingeniero es Guardiola y a él hay que atribuir el mérito de
este Barça transmutado donde el talento desbordante e individualista ha renunciado
al egoísmo en beneficio del colectivo. El Barça me recuerda hoy a un equipo de rugby:
un tanque compacto cuando avanza, la marabunta cuando presiona, dagas voladoras
en el ataque. Comprendo mejor las glosas de Jean Giraudoux ante las cargas de la
caballería ligera del balón oval en aquellas épicas batallas de franceses contra gale-
ses. Su ejemplar definición del equipo de rugby sería aplicable hoy a este Barça, del
que Giraudoux escribiría: “Su equipo está formado por 11 jugadores: cinco son fuertes
y activos, dos ligeros y astutos, tres ágiles y rápidos y uno que es modelo de flema y
sangre fría. Es la proporción ideal entre los hombres”. Una máquina generadora de
sueños.
Apagadas las luces y vacío el estadio, en el suelo reposan los casquillos certeros del
revólver humeante y en el ambiente flota un no sé qué. Algo parecido a la sensación
de estar viviendo unas semanas de leyenda y de que ni la dureza extrema de las tre-
ce, o quince, o dieciséis finales pendientes podrá impedir que lo mejor aún esté por
llegar.
Barça-Málaga (Liga, Jornada 28) 22-Marzo-2009. Camp Nou. 6-0 (Xavi, Messi, Henry, Eto’o, Alves, Eto’o)

73 | Índice
Un pulso contra el fútbol de hierro
24 Marzo 2009 / Diario Sport

Ya hemos comprobado de forma repetida que no hay equipo en el mundo capaz de


destilar un fútbol más hermoso y plástico que el Barça. Ahora queda por saber si
podrá transformar esta obra de arte en títulos tangibles. En otras palabras: falta por
comprobar que esta prodigiosa máquina de fabricar sueños también puede superar
el “fútbol duro” de los grandes equipos europeos.
El fútbol actual se divide en dos categorías: el “fútbol suave” que practican unos pocos
(Barça, Arsenal, Villarreal) y el “fútbol duro” del que son paradigmáticos los conjuntos
cabeceros de la Premier. Es mayoritario el “fútbol duro”, aunque por duro no quiero
decir violento, sino rocoso, férreo, metalúrgico, con tintes especulativos y especial
vocación defensiva. Las características del fútbol duro le otorgan ventajas especiales
cuando se enfrenta a un representante del “fútbol suave”, cuyas principales virtudes
son la vocación ofensiva, la posesión y mimo del balón, el juego combinativo y la bús-
queda de la perfección técnica. Si Barça y Arsenal representan lo mejor del “fútbol
suave”, Liverpool y Chelsea son los adalides del “fútbol duro” y en ese enfrentamiento
jamás hay favoritos, pero sí la garantía de un choque estrepitoso de estilos.
Esa es la única asignatura pendiente que le queda al Pep Team. Todo lo demás ha
sido superado: el vestuario regresó al mundo de los deportistas serios; el juego al-
canzó las mejores cotas históricas; el estilo enamoró al mundo entero; los jugadores
nunca fueron mejores que en este sacrifico de sus egos en beneficio del colectivo;
y la afición pocas veces vio espectáculos tan deslumbrantes como el del domingo
ante el Málaga. Ahora queda lo más difícil, pero también lo más excitante y hermoso:
doblegar al “fútbol duro” que acecha ahí afuera.
La mayor parte de las finales que restan hasta final de temporada son enfrentamien-
tos contra representantes más o menos cualificados de ese fútbol de hierro. El princi-
pal escollo de pelear contra equipos del “fútbol duro” es que su primer mandamiento
busca impedir que el rival pueda aplicar su estilo de juego. Ahí está el meollo de
esta batalla: Liverpool, Bayern, Madrid o Sevilla saben que su única opción pasa por
desactivar la personalidad del Pep Team. Impedirle hacer lo que tan bien sabe hacer.
Ahogar su estilo. En ese pulso concreto se dirimirán los títulos.

74 | Índice
Contra los demonios propios
4 Abril 2009 / Diario Sport

Tras 5 horas y 14 minutos de un partido épico, Rafa Nadal venció a Fernando Ver-
dasco en las semis del Open de Australia, lo que le abrió el paso a triunfar en la final,
aplastar en ella a Federer, hundir al tenista suizo en una lacrimógena depresión y
apuntalar su liderazgo mundial.
¿Cuál fue la diferencia entre Nadal y Verdasco? Exactamente, un punto. En aque-
lla semifinal se disputaron 385 puntos: Nadal ganó 193 y Verdasco 192, apenas un
0,25% de diferencia entre el triunfador y el derrotado, diferencia insignificante. Pero la
estadística arrojó un matiz trascendental: aunque Verdasco dominó el juego, conquis-
tó muchos más puntos ganadores que su rival (95 contra 52, casi el doble), cometió
menos dobles faltas, sumó más aces (20 frente a 12) y durante el 80% del partido
jugó dentro de la pista en tanto Nadal corría desesperado de lado a lado y tres metros
fuera del rectángulo, los “puntos de la verdad” cayeron del lado del mallorquín. Nadal
sólo ganó un punto más que Verdasco, pero ganó todos los que fueron decisivos. No
jugó más ni fue mejor tácticamente, ni siquiera en lo físico se mostró superior, pero
cuando la fatiga, la técnica y la estrategia ya no importaban, todo se decidió en un
pulso mental y en ese pulso venció el campeón.
Señores: esto mismo es lo que afronta el Barça a partir de hoy. Ni el estado físico, ni
el estilo de juego, ni los conceptos tácticos están en cuestión. Durante ocho meses,
el Pep Team ha demostrado rotundamente sus potencialidades (y también sus defec-
tos): ha explicado al mundo cómo juega y mima el balón, cómo rechaza especular y
posee el objetivo unívoco de atacar, cómo mantiene la posición y la posesión, más
todas las virtudes que conocemos. Y también cómo sufre y cómo sabe sufrir. Ya nada
de todo lo anterior es objeto de discusión. Todo lo que había que demostrar ha sido
generosamente demostrado.
Lo que empieza hoy es otra carrera: la de conquistar un título. Como dirían los te-
nistas, ahora ya no hay que jugar, sino cerrar el partido. En el caso del Barça, cerrar
bastantes partidos. Cerrar el (o los) título (s). Cerrar con resultados una temporada
espectacular. Y todo ello no se disputará en el césped, sino en ese lugar húmedo
llamado cerebro. Donde se dirimen los pulsos mentales. Y no será una batalla contra
los demás, sino contra uno mismo. El Barça contra sus demonios.

75 | Índice
Demolition Team
11 Abril 2009 / Diario Sport

Todavía anonadados por el resplandor deslumbrante de la terrible carnicería del miér-


coles llega el siguiente episodio de estas “hazañas blaugranas”. Sobre el papel cabría
dudar de la capacidad barcelonista para encarar con igual actitud al pequeño Recre
que al gran Bayern, pues es sabido que tras degustar placeres fabulosos en un Tres
Estrellas Michelín resulta correoso descender a restaurantes de categoría menor,
pero no parece probable que este Barça cometa semejante pecado de soberbia a la
vista de su estado anímico: el Pep Team es hoy un vestuario sobreexcitado, como si
hubiera recibido una sobredosis de adrenalina en vena para recorrer el taimado cami-
no de estas ocho semanas de oro en pos del Santo Grial de los títulos. Un vestuario
donde conviven 30 hombres empecinados en dejarse la piel por un sueño único y
excepcional.
Piden desde Japón que les explique los fundamentos de este “Barça de los prodigios”
y para resumirlo, recurro a Uli Hoeness tras ser vapuleado en el Camp Nou: “Estuvi-
mos atrapados como conejos delante de una serpiente”, dice el manager del Bayern.
Imagen certera. Este Barça es una serpiente hambrienta. Sobreexcitado por las cam-
panas gloriosas que resuenan sin cesar, se ha desprendido de la pompa y el boato
que rodearon el triunfal 2006 y hoy se muestra sin artificios, rotundamente eficaz,
estimulado por el talento y la ambición, comprometido consigo mismo en pelear hasta
el final por el triple gran sueño. Contra lo que algunos opinan no será fácil conquistar
los títulos, pues son varios los cazadores que quieren cortarle la cabeza a la serpiente
y no basta con ser el más hermoso para concretar el éxito. A los títulos no se llegará
desde la belleza, sino desde el sacrificio colectivo. Lo saben Guardiola y sus treinta
gladiadores: esta triple batalla sólo se puede ganar a partir de virtudes espartanas y
no con adjetivos rimbombantes.
Y así, más que los goles y el toque, lo verdaderamente positivo de la masacre al
Bayern fue la transición ataque-defensa, pues cada balón perdido en ataque se recu-
peró en campo ajeno a la velocidad del rayo gracias a una presión prodigiosa. Como
resultado, de las trece faltas cometidas por el Barça sólo tres lo fueron en campo
propio, que es tanto como negarle al rival cualquier oportunidad de peligro. Sigan así
y pronto podremos llamarles “Demolition Team”.
Barça-Bayern Munich (Champions, ¼ final Ida) 8-Abril-2009. Camp Nou. 4-0 (Messi, Eto’o, Messi, Henry)

76 | Índice
El respeto vuelve a estar de moda
14 Abril 2009 / Diario Sport

“Yo viví lo de Kaiserslautern; estoy más que servido”, ha dicho Guardiola intentando
ahuyentar el fantasma del pasotismo. También Txiki lo recordará. Era otoño de 1991 y
el actual secretario técnico del Barça marcó los dos goles en el Camp Nou que augu-
raban un partido de vuelta de octavos plácido y tranquilo. Pero era Copa de Europa y
era un equipo alemán. Y para cuando llegó el segundo encuentro, un infierno se había
levantado en el Fritz-WalterStadion. El entrenador de aquel Barça, Johan Cruyff, no
había ayudado previamente mucho a sus jugadores al pronosticar que “no hay ningún
equipo en Europa que nos meta tres goles”. Nadie acierta siempre todos sus pronós-
ticos, en especial si son arriesgados. Por supuesto, el Kaiserslautern metió tres goles
e incluso se quedó corto gracias a las manoplas de Zubizarreta. Luego, ya sabéis, en
el descuento Bakero echó a volar e hizo el milagro y meses más tarde llegó el triunfo
de Wembley. Pero para siempre quedó en el recuerdo que la tragedia había tomado
cuerpo en Kaiserslautern pese a la ventaja de la ida y la superioridad manifiesta del
Dream Team.
Años más tarde, otro Barça de ensueño llega a Munich, pero de la boca de su entre-
nador sólo surgen palabras de cautela y respeto. Guardiola ya vivió noventa minutos
en el infierno de Betzenberg y no quiere repetir experiencia. Ahora, la diferencia en
goles se ha duplicado y la prudencia es diez veces mayor. Los barcelonistas han
transmitido de generación en generación los peligros del pasotismo y Getafe está ahí
cerca para recordarlo con viveza. Otro marcador abultado (5-1 en la ida, con el gol
maradoniano de Messi), otra noche de relajación, otro viaje a los infiernos de un equi-
po que dormitaba su indolencia. Así que son demasiados los recuerdos y los ejemplos
como para que el Pep Team se presente esta noche en el Allianz Arena cruzado de
brazos. Podrá cometer errores, pero no será por pasotismo y relajación, ni por burla
al contrario, pues este vestuario ha dado muestras sobradas de vivir el fútbol bajo el
prisma inequívoco de Guardiola, un futbolista que siempre se respetó a sí mismo y
a sus rivales por encima de triunfos o derrotas. Respetar era un verbo casi obsoleto
hasta que Pep decidió rescatarlo en su plena acepción y hoy incluso vuelve a estar de
moda pese a los esfuerzos de quienes hacen de la chulería su profesión.

77 | Índice
Una gestión que minimiza el azar
18 Abril 2009 / Diario Sport

Dejar muy pocas cosas al azar. Esta ha sido la política fundamental de Guardiola en
su brillante primera temporada como técnico del Barça. El fútbol siempre tendrá un
componente de azar, riesgo y sorpresa, pero limitarlo a su mínima expresión es el
primer paso para el éxito. Sucede como con los títulos: llegar a la final no los garan-
tiza, pero es un paso imprescindible para conseguirlos. El azar se reduce a base de
control panorámico de la situación, inteligencia emocional y experiencia bañada en
innovación. Guardiola ha limitado los factores de riesgo combinando viejos códigos
con otros nuevos exportados de ámbitos externos.
Dos ejemplos: comunicación y márketing. Ya sabíamos que Pep comunica muy bien,
pero en el fútbol es mucho más importante el “qué” que el “cómo”. Guardiola domi-
naba el “cómo”. Ahora domina el “qué”. Diez minutos antes de toda rueda de prensa,
un reducido sanedrín pacta el “qué”. Qué dirá Guardiola a los medios. No cómo se
defenderá de una crítica o enfrentará un partido, sino qué mensaje quiere trasladar.
En cada ocasión habrá un único mensaje. Será breve, escueto y rotundo. Se repetirá
tantas veces como haga falta hasta que cale en el auditorio y llegue a su destinatario
último: prensa, aficionado, entorno, rival o vestuario. Sólo un mensaje importante,
ya que todo lo demás será faena de aliño, toreo de salón. La suma de los mensajes
de todo el año compone un discurso excepcional, pues a base de mensajes tácticos
puntuales ha ido construyendo una estrategia pedagógica exitosa. Sólo de esta ma-
nera puede comprenderse que todo el mundo acepte que los entrenamientos sean a
puerta cerrada; que el entrenador no conceda entrevistas personales; el equipo tenga
rotaciones permanentes e incluso que el discurso oficial sobre ir “partido a partido” ya
sea el nuevo mantra del barcelonismo.
Del márketing, Guardiola ha exportado la concreción. Horas y horas de grabación de
vídeos sobre el rival se convierten exactamente en tres imágenes breves que Pep
les suelta a sus jugadores 70 minutos antes del partido. Tres imágenes exactas, ni
una más. Breve, conciso, rotundo y en el último momento, como dictan las leyes del
márketing. Las innovaciones de Pep no garantizan el éxito, pero reducen los factores
de riesgo y el azar. Dicho lo cual, ha llegado la hora de la verdad: ocho finales en tres
semanas y media.

78 | Índice
Gracias, Schuster
21 Abril 2009 / Diario Sport

Si Schuster hubiera continuado como entrenador del Madrid, probablemente el Barça


sería campeón de Liga desde hace muchas semanas. La llegada de Juande Ramos
le restó picante a las ruedas de prensa blancas, pero inyectó solidez en un equipo
resquebrajado por los cuatro costados. Adusto, sobrio, gris y de perfil bajo, Juande
cambió al Madrid aunque apenas haya podido cambiar de jugadores. Con lo que te-
nía, más el sorprendentemente acertado Lass Diarra, el entrenador manchego suma
unos números de ensueño en la Liga, aunque se diera el batacazo ya tradicional en
Champions, y mantiene un pulso que parecía imposible con un Barça que, a su vez,
parecía imbatible. De hecho, ese pulso merengue, ese aliento en el cogote, ha en-
grandecido al Pep Team, cuyo mejor rendimiento ha llegado con la lucha en vez de
con la placidez del paseo que se vislumbraba en diciembre.
Así que todo barcelonista de bien debería estar agradecido a Schuster por aquella in-
dolencia temeraria que acabó con su carrera madridista. Y con Ramón Calderón por
la chocante decisión de sustituir a su entrenador cinco días antes de visitar el Camp
Nou. Y con Juande Ramos por haber construido un sistema defensivo notabilísimo a
partir de una plantilla extremadamente descompensada. Y con los propios futbolistas
del Madrid, de cuyo espíritu competitivo no caben dudas ni interrogantes, pues les
creemos capaces de cortar el césped del Bernabéu con los dientes si su entrenador
se lo pidiera. Bueno, con la excepción de Guti, Robben y Faubert. El Barça debe estar
agradecido a todos ellos por esta pelea enconada que mantienen pese a los pronós-
ticos, la desventaja en puntos y el abismo futbolístico que les separa.
Esa presión ha hecho crecer al equipo de Guardiola, que ha rendido más en los
momentos de mayor tensión, lo que augura que lo mejor aún está por llegar en las
próximas semanas. De momento, sus números a siete jornadas del final le habrían
convertido en campeón de Liga en los años 2000, 2002, 2003, 2004 y 2007 y ya
hoy mismo suma más goles a favor que todos los campeones de la última década.
Mucho barcelonista habría preferido conquistar el título liguero en enero y quitarse
así cualquier temor de encima, pero nunca un campeón es más genuino que cuando
sufre una presión extrema. Este Barça es extraordinario por sí mismo, pero el Madrid
le hace aún mejor.

79 | Índice
El héroe frente al guerrero
25 Abril 2009 / Diario Sport

Homero construyó en La Ilíada el mayor poema épico con el que jamás se ha narrado
batalla alguna. Es un canto a la guerra y la sangre, a la espada y el coraje. Su lectura
conmueve por la desnudez con que pinta a los guerreros: solos ante el peligro de la
lanza cruel, la espada afilada, el puñal certero. Sin embargo, Homero se superó a sí
mismo al describir en La Odisea el nacimiento del gran héroe de todos los tiempos,
el inteligente, sagaz y atrevido Ulises que demostró estar varios peldaños por encima
de Aquiles, el sanguinario semidiós de La Ilíada. Para Homero, hace tres mil años ya,
el héroe inteligente superaba siempre al guerrero voraz.
Sería demasiado reduccionista afirmar con rotundidad que el Madrid es únicamente
un guerrero y el Barça sólo un héroe inteligente, pero sí existe una cierta tendencia
en esta dirección. Aunque el Madrid posee hombres sabios y sensatos como Casillas
y Raúl, finalmente casi todos sus argumentos están referenciados a la batalla, la fe,
la lucha sin desmayo, la espada y la sangre. Y aunque al Barça no le falten ambición,
coraje y pierna fuerte, sus grandes habilidades casan mejor con la estrategia y la as-
tucia, el atrevimiento y la serenidad, la inteligencia emocional y la fidelidad a un con-
cepto futbolístico. Algo de ello hemos visto esta semana, pues el Bernabéu fue Troya
y el Camp Nou apenas otra etapa en el regreso del Barça a la Ítaca de la gloria. Ardió
el Bernabéu, se extendió la batalla y la sangre, volaron puñales y lanzas y, en fin,
rememoramos La Ilíada y a Aquiles abatido sobre el verde césped. Mientras tanto, el
Barça burlaba la enésima trampa que los dioses ponían en su camino para cegarle y
evitar el retorno a la casa de los éxitos. Demasiado astuto como para no recordarnos
a La Odisea y la dulce destreza de Ulises eludiendo las ratoneras en su largo viaje.
El mundo siempre se divide así: unos son Aquiles y otros son Ulises. Aquiles ciego de
ira es Pepe fuera de órbita. Ulises burlando las trampas del destino es Iniesta orillan-
do rivales en su slalom hacia la cumbre. La cuestión consiste en saber si el aficionado
madridista está satisfecho con ese papel guerrero al que ha quedado limitado su
otrora glorioso equipo. ¿Es posible que en el Madrid actual ya sólo importe el fin y no
los medios? Juande Ramos exculpando a Pepe tras su agresión a Casquero parece
contestar afirmativamente.
Real Madrid-Getafe (Liga, Jornada 32) 21-Abril-2009. Santiago Bernabéu. 3-2 (Soldado, Higuaín, Albín,
Guti, Higuaín)

Barça-Sevilla (Liga, Jornada 32) 22-Abril-2009. Camp Nou. 4-0 (Iniesta, Eto’o, Xavi, Henry)

80 | Índice
A tortazos
27 Abril 2009 / El Periódico

El barcelonismo se conforta con un dato indiscutible: el Barça saldrá líder del Berna-
béu ocurra lo que ocurra, por más que hoy desconozcamos qué ventaja sacará a su
perseguidor. El madridismo se entusiasma con otro concepto que tampoco admite
discusión: su segunda vuelta del campeonato es antológica, comparable al primer
año de Rijkaard, cuando la llegada invernal de Davids rompió la dinámica negativa
y permitió remontarle dos decenas de puntos al Madrid. Este año ha sido el equipo
blanco, y otra vez gracias a la incorporación de un mediocentro decisivo (Lass), quien
protagoniza una remontada espectacular sólo atemperada por el rendimiento super-
lativo del Pep Team.
Así que la pelea se decidirá a puñetazos en el ring del Bernabéu después de veinte
semanas de medirse a distancia. Se acabaron los amagues y las fintas, el zalameo y
las conjeturas. Cara a cara. George Foreman en un rincón, Muhammad Alí en el otro.
El más contundente en las áreas recibe al más delicado en las elaboraciones y el cho-
que arroja ya una certeza: no dejará prisioneros. Si vence el Madrid, por vez primera
podrá sentir el título realmente a su alcance, sin bravatas ni campañas de márketing.
Si gana el Barça o empata habrá laminado a su enemigo y podrá decir que el camino
ya es de bajada. Pocas veces un campeonato tan largo concentra tantas decisiones
en un único combate al que ambos llegarán desde preludios bien dispares: el Madrid
pasará toda la semana especulando sobre la futura pelea; el Barça, en cambio, pien-
sa en el Chelsea más que en el equipo de Juande, lo que considero beneficioso.
Haría bien el barcelonismo en reconocer que el mérito madridista es inmenso. Sirve
de poco escudarse en el limitado juego blanco: ya lo sabemos. Lo saben ellos. Lo
sabe todo el mundo. Pero sus otras virtudes resultan poderosas: la ambición indes-
mayable, el espíritu espartano, la contundencia terrorífica en las áreas, la solidaridad
pretoriana. Equipados con virtudes tan escuetas han escalado una montaña de hielo
y ante ello cabe sacarse el sombrero.
Valencia-Barça (Liga, Jornada 33) 25-Abril-2009. Mestalla. 2-2 (Messi, Maduro, Pablo Hernández, Henry)

Sevilla-Real Madrid (Liga, Jornada 33) 26-Abril-2009. Sánchez Pizjuán.2-4 (Renato, Raúl, Raúl, Raúl,
Capel, Marcelo)

81 | Índice
Sin palabras
3 Mayo 2009 / El Periódico

Aunque se juega con los pies, el fútbol es un deporte de palabras y adjetivos. Nada
se explica con tanta gramática y tanto verbo. Nos vestimos de palabras para narrar
gestas y partidos, sin percatarnos que desde Homero todos los héroes y guerreros
quedaron ya debidamente adjetivados y no se admiten nuevas versiones. ¡¿Cómo
explicar la gesta del Barça en el Bernabéu?! Esfuerzo inútil que no admite adjetivos ni
alharacas. Digamos, simplemente, que ha sido una obra de arte contemporáneo. Sin
la charlatanería acostumbrada, sin ese bla bla bla infinito que nos aboca en la grandi-
locuencia, que fue precisamente la primera víctima de Pep Guardiola apenas llegar al
banquillo. Acabó con el torrente de palabras vacías, de medias verdades, engaños y
zalamerías. Habló recto y directo. Prometió persistir y presionar, luchar, respetar, ser
fiel a un estilo, salir a ganar, pelear sin doblez, persistir hasta el final. ¡Cuánto compro-
miso, cuánta persistencia!
Finos violines enmudecieron a los gruesos tambores. Obra de arte en mayúsculas.
Demolición del gran rival. Silencio absoluto en la capital. Sí, era un Madrid heroico,
ambicioso y luchador, épico en fin. Lo ha sido mientras se enfrentó a equipos de in-
ferior raigambre. Lo hizo siempre con ardor, pero sus virtudes fueron guerreras y no
futbolísticas. De ahí que habláramos tantas veces de equipo menor aunque de cora-
zón gigante. Sus resultados fueron brillantes hasta que ha tropezado cara a cara con
el héroe superior, un equipo que juega pintando óleos y recitando poemas. Un Barça
astuto: cuando toda la palabrería se desgastaba en cómo frenar a Messi, lo más
inteligente fue retrasarlo entre líneas falseando su posición para construir triángulos
imposibles junto a Xavi e Iniesta. Podríamos destacar otros lujos: al Henry de nuevo
suelto y liberado; al Piqué maduro y agigantado; al Touré sobre el que gira toda la tra-
moya; al Eto’o sacrificado por el bien común; a Guardiola reclamando toda la presión
porque esto era un cara a cara, un duelo sin prisioneros, una batalla sin escondites.
Punto y final a la charlatanería y las teorías conspiranoicas. Honor al Madrid lucha-
dor, que ha remado hasta la orilla durante cuatro meses agónicos. Pero esta vez han
ganado los mejores, los buenos, los que han construido una obra de arte inolvidable,
homérica, legendaria, quizás eterna. Generaciones futuras hablarán de ella.
Real Madrid-Barça (Liga, Jornada 34). 2-Mayo-2009. Santiago Bernabéu. 2-6 (Higuaín, Henry, Puyol,
Messi, Ramos, Henry. Messi, Piqué)

82 | Índice
Silencio
4 Mayo 2009 / RAC-1

Un silencio espeso y grueso se abate sobre Madrid. Es un silencio que nació el sába-
do por la noche y desde entonces no se oye ni una mosca en la capital. Todo el mundo
habla en voz baja. Madrid es una ciudad callada y silenciosa, que arrastra los pies con
pesadez como si los seis goles del Barça resultaran una carga imposible de soportar.
El fusilamiento del sábado significa que se ha terminado un ciclo blanco: el que perso-
naliza Raúl. Significa también el triunfo apabullante de una idea futbolística que nace
con Cruyff, continúa con Guardiola y Xavi y desemboca en Iniesta y Messi. También
es la consagración de la cantera como gran herramienta de futuro y la confirmación
que el fútbol es bastante más que cuestión de suerte y casualidad. Virtudes tan poco
mediáticas como el trabajo bien hecho, la constancia, la humildad y las ideas claras
son la mejor receta para comprender un éxito tan espectacular como el del Barça.

83 | Índice
El día que Madrid enmudeció
4 Mayo 2009 / Diario Sport

Marta se pasea por Madrid con la camiseta de Xavi. Luce un enorme 6 en la espalda.
Madrid está en silencio desde el sábado por la noche. Es un silencio grueso y espe-
so, que contrasta con la esplendorosa luz de esta dulce primavera. En la mañana
de domingo sólo se oyen murmullos perezosos en la capital, como si una profunda
resaca la hubiera hecho enmudecer. La de Marta no es la única camiseta del Barça
que se ve por las calles de Madrid. En las colas del Museo del Prado, japoneses de
pelo encrespado visten de azul y grana, ajenos al dolor local. Un abuelo que ha ido
a comprar pan aprieta el paso cuando se cruza con Marta y su 6 a la espalda. En la
mano derecha, el abuelo estruja el diario ABC, en cuya portada no hay futbolistas del
Barça, sino un Casillas sentado sobre el césped del Bernabéu, imagen desolada de
un equipo fusilado un 2 de mayo en Madrid.
La de Marta no es una camiseta más de Xavi comprada en la tienda, sino la camiseta
del propio Xavi, la que el segundo capitán le regaló la noche del Barça-Málaga, otra
noche de seis goles premonitorios. La niña se había acercado al banquillo del Camp
Nou y guiñado un ojo al mejor jugador de la Eurocopa pretendiendo su camiseta. “Me
la pondré en Madrid”, le dijo Marta cuando Xavi accedió a regalársela. Ayer se pasea-
ba por las calles como quien luce una joya: el 6 a la espalda, nuevo número mágico
del barcelonismo. Ni un mal gesto a su paso. Indiferencia en algunos, gestos de sim-
patía en otros, pulgares alzados en los atléticos, choque de manos con los muchos
culés de la capital, pero ni una voz más alta que otra, como si las gargantas se hubie-
ran paralizado. Madrid en voz baja, murmullos de resaca, capital del silencio espeso.
LA DESOLACIÓN
El quiosquero no espera vender muchos periódicos este domingo. Las portadas de
los cuatro diarios deportivos se asemejan: una nube de eufóricos futbolistas del Barça
y los dígitos de la fiesta: 2-6. Pocos madridistas querrán revivir tamaña carnicería.
Real Madrid TV no ha vuelto a mostrar imágenes del “Madricidio”, las radios locales
huyen buscando noticias de la gripe nueva, los grandes gurús blancos persiguen cul-
pables engominados y el aficionado llano reclama cerrar por fin un ciclo desalentador.
Ni siquiera están indignados. Es algo más profundo. Valdebebas a mediodía es el
símbolo de la desolación. Los chicos de Juande Ramos no regresarán hasta el mar-
tes, ¿para qué antes?, pero el aficionado merengue se acerca en busca de consuelo.
El Castilla se está jugando el ascenso frente al Navalcarnero y, como es costumbre
en la casa blanca, el triunfo agónico llega en el minuto 94, fruto de la épica y la fe. ¿Es
eso el estilo madridista? El aficionado lo rechaza: “Ya no. No podemos seguir viviendo
sólo de la épica y la fe. Muy heroicos, sí, pero sin fútbol no se va a ninguna parte”.
El Castilla de Lopetegui no ofrece nada sobresaliente, salvo la ya muy conocida virtud
espartana: lucha como un demonio hasta el final. Cierto, pero sólo eso. Ningún con-
cepto futbolístico, nada relevante. No hay estilo en el Madrid, no hay un modelo defini-

84 | Índice
do con el que regar todas las categorías inferiores, con el que construir el Madrid del
futuro, con el que dotar al primer equipo de armas sólidas. Ninguna idea fundacional,
ningún canterano por el que apostar: el futuro está de nuevo en el talonario.
La catarsis, la gran limpieza, la refundación. Palabras murmuradas en Valdebebas y
en los editoriales periodísticos. Florentino que ya llega con sus millones para fichar
nuevas estrellas, echar a Guti, Salgado y media plantilla más y prejubilar al bravo
Raúl. Fichajes y millones como identidad blanca. No parecen muy felices estos aficio-
nados con la perspectiva ni esconden la envidia que les provoca el concepto barcelo-
nista: un estilo y una cantera. Suena como si quisieran algo parecido.
DESDE LAS CENIZAS
El vecino se acerca a casa: “¡Qué espectáculo! ¡Qué maravilla!”. La vida te da estas
sorpresas: siempre le creí madridista y resulta que era del Barça: “Me hice del Barça
el día del 0-3 de Ronaldinho. Fue demasiado ver que disfrutaban como niños”. Estu-
pefacto, comparto con el vecino sorprendente los inciertos planes de futuro. Quizás,
dice, finalmente haya sido un buen resultado para el Madrid. Mejor que un 0-1: “Eso
les habría seguido engañando, como las dos últimas Ligas. Pero esta paliza es el
hundimiento. Tendrán que cambiarlo todo”. El futuro blanco a partir de la demolición
completa. Construir un nuevo equipo desde las cenizas actuales. Aceptar la claudica-
ción, apartar la charlatanería vana y partir de cero. Esfuerzo titánico para el que hará
falta mucho más que dinero y poder. Hará falta una idea y mucha creatividad, genio y
talento, apertura de miras y no sólo constructores avariciosos.
Ajena a todo eso, Marta sigue paseando la camiseta de Xavi como quien luce una
bandera. No parece importarle que el festín del sábado quizás despertará al gigante
madridista, que quizás el ciclo negro del club blanco haya tocado a su fin y hoy sea
el primer día de su nuevo futuro. Marta vive el presente y en sus ojos lleva grabados
los triángulos inverosímiles de Xavi, Iniesta y Messi. Rompiendo el silencio grueso de
la capital, un niño se acerca por la calle y le pregunta a Marta: “¿Qué hay que hacer
para ser del Barça?”.

85 | Índice
Mañana en la batalla piensa en mí
5 Mayo 2009 / Diario Sport

Exhaustos y derrengados, los adjetivos elogiosos reposan en la sala de cuidados


intensivos donde intentan recuperar el aliento. A lo largo de la temporada han sido ex-
primidos hasta el tuétano, pero ninguno de ellos podía imaginar la agitación del fin de
semana. Verbos y adverbios, pronombres y complementos, adjetivos y sinónimos han
vivido un trasiego febril y feliz que ha terminado con todos ellos en el hospital. Y, sin
pedir permiso, llegan ya palabras serias y ásperas como batalla, guerra, dureza, mús-
culo, tenacidad, energía, ímpetu, arrebato, firmeza y la peor de todas: hercúleo. Llega
un partido hercúleo y no cualquier partido, sino la gran batalla de la pierna fuerte.
Los adjetivos dulces dejan paso a las palabras ardorosas que preludian guerra. La
guerra de Stamford, varias veces vivida, tantas veces recordada. Guerreros de azul
frente a héroes blaugrana (o amarillos). ¿Cómo dejar atrás los cálidos versos del
histórico triunfo y afrontar el frío acero de la batalla inminente? Sólo hay un modo: sin
miedo. Ni siquiera las bajas deben torcer el rumbo. Faltan dos centrales, sí, y cojea un
delantero, por supuesto, pero la masa crítica del equipo está ahí, demasiado compac-
ta y automatizada como para detenerse a pensar en los ausentes. Que se preocupe
el Chelsea. Que tiemblen ellos.
Guardiola medita alternativas. Hiddink sólo tiene dos: sin o con Anelka. Como ante el
Barça o como frente al Fulham. No está escrito en ningún evangelio que el Chelsea
no pueda salir en Stamford Bridge como hizo en el Camp Nou: con cuatro medios,
Malouda amagando en el centro y Drogba solito delante. Esa coraza no le impide salir
volando hacia el área rival a la caza del gol decisivo. El sábado contra el Fulham en-
sayó otra variante: tres medios y Anelka y Malouda acompañando a Drogba, juego a
uno o dos toques, muchos espacios y ataque desmelenado. Sumó muchas ocasiones
de gol, pero también cedió otras tantas a la contra. No quedó satisfecho, así que de
inicio la batalla recordará a la del Camp Nou. Pierna fuerte, guerra de medios, mús-
culo contra astucia. El Barça tiene bajas, pero no tiene dudas. Saldrá como siempre:
a ganar. Agotadas las palabras y enfermos los adjetivos, recordemos al espectro de
Lady Anne visitando al sanguinario Ricardo III y digamos con ella, parafraseando a
Shakespeare: “Mañana en la batalla piensa en mí…”.

86 | Índice
Belletti por Drogba
7 Mayo 2009 / El Periódico

Seis minutos después de la expulsión de Abidal, Guus Hiddink se gira hacia su ban-
quillo y señala a Belletti. Es el movimiento decisivo en la partida de ajedrez. El Barça
lleva 165 minutos emulando a Sísifo. En el Camp Nou y en Stamford, con errores arbi-
trales en contra o a su favor, de blaugrana o amarillo, el Pep Team escala la montaña
empujando la piedra y en cuanto huele la cumbre se despeña sin remedio al suelo. Y
vuelta a empezar. Partido y tres cuartos de la misma canción: el mejor sistema defen-
sivo del mundo detiene indefectiblemente el tren barcelonista. Mucha gente habla de
intangibles emocionales como justicia, merecimiento o belleza, pero en el fútbol eso
no cotiza. Lo que cuenta es la capacidad competitiva y cometer pocos errores.
El Sísifo blaugrana sube la montaña y se desmorona de nuevo. Una y mil veces. Y la
montaña se empina a cada minuto. En esas llega el movimiento clave. Guardiola mira
al banquillo y acepta la realidad: su plantilla es muy justita. Hiddink elige a Belletti. Po-
día optar por Kalou, una daga veloz y afilada, pero prefiere a Belletti. Lo que se juega
con esa elección no es la justicia ni el merecimiento, sino la competitividad. Hiddink
busca inclinar aún más la montaña. Guardiola elige persistir: seguir escalando a tum-
ba abierta y sin red. Probablemente, Kalou por Drogba habría matado al Barça. Bellet-
ti por Drogba es oxígeno extra, un regalo, la última esperanza para el Sísifo exhausto.
En un deporte de errores gana quien comete menos y encuentra la vía recta a la
cumbre. Hiddink abrió personalmente esa puerta y por ella se coló Iniesta para que el
ataque venciera a la defensa. Era una gran montaña, sí, pero que sólo consiguió parir
un ratón. Por eso el alpinista ya está en Roma.
Chelsea-Barça (Champions, ½ Vuelta) 6-Mayo-2009. Stamford Bridge. 1-1 (Essien, Iniesta)

87 | Índice
El camino se endurece
11 Mayo 2009 / El Periódico

El gol de Llorente ha frenado los fastos planificados, pero ha permitido lo esencial:


que el Camp Nou celebrara la gran verbena por el título de Liga durante un par de
horas. No se ha concretado, de acuerdo, pero durante 92 minutos se ha festejado
como si estuviera en el saco, como se celebró desde el Bernabéu, y eso ya no lo quita
nadie. Luego ha ocurrido lo que tantas veces: el Barça no es un equipo que cierre bien
los partidos y mucho menos cuando pretende matarlos encerrándose atrás. Nunca
le sale, por más ventaja que adquiera. El Pep Team mata con el balón y atacando
siempre, pero se suicida cuando lo regala echándose atrás. Lo sabemos nosotros y
lo saben ellos, pero hoy es apenas un pecado venial para un equipo literalmente fun-
dido. ¿Se le puede recriminar a este equipo magnífico que cierre mal los partidos? Es
un defecto, sin duda, pero el equipo está parido así y está muy bien parido aunque las
exigencias certifican ahora que la plantilla es mucho más enjuta de lo que aparentaba.
Guardiola ha desafiado al sentido común, que exigía cambiar a los héroes de Sta-
mford Bridge por cansancio y precaución, aunque tal parecía que había priorizado
otra decisión simbólica: la Liga deben levantarla quienes la han escalado cada se-
mana y la Copa será para los que la pelearon en su momento. Así que ha preferido
aparcar el factor agotamiento en beneficio del homenaje a los triunfadores europeos.
Enorme riesgo. Posiblemente estuviera bien hecho aunque haya terminado mal, si
bien el desarrollo del partido admite escasos análisis: cuando tocó el cielo, el Bar-
ça se dejó ir por la pendiente del agotamiento. Nada que reprochar a quienes han
construido este gigante futbolístico que a día de hoy vive una paradoja: compite de
fábula, pero aún no ha ganado formalmente ningún título y llega derrengado a sus
dos finales. Guardiola es un hombre de principios, que le otorga valor a los símbolos.
Para él no podía tener sentido que quienes han resistido el empuje del Madrid durante
semanas y protagonizaron el fusilamiento del Bernabéu no formaran el once titular de
ayer. Los honores ligueros les pertenecen y la fatiga no debía ser un enemigo ante el
que arrodillarse.
Pero el balance ha sido trágico y no porque se retrase la celebración, que eso es
anecdótico, sino porque la tercera lesión muscular de Iniesta deja al equipo literal-
mente descuartizado para Roma. Probablemente, Henry llegará a tiempo, pero tam-
bién posiblemente Iniesta estará en la grada. El azar existe y nadie dijo que este
camino sería de rosas. Pero está siendo de espinas.
Barça-Villarreal (Liga, Jornada 36) 10-Mayo-2009. Camp Nou. 3-3 (Keita, Llorente, Eto’o, Alves, Mati
Fernández, Llorente)

88 | Índice
El tamaño sí importa
12 Mayo 2009 / Diario Sport

A mediodía, un macrosuspiro ha recorrido el cuerpo del barcelonismo gracias a una


metanoticia: la rotura era una minirrotura. Pocas veces el tamaño importó tanto. Ta-
maño en centímetros: entre una microrrotura, una minirrotura y una rotura median
abismos que se miden por milímetros y se traducen en semanas. Iniesta sufre una
minirrotura, concepto que significa que su participación en Roma es posible. No es
segura, pero sí posible, como la de Henry. Con una rotura de mayor tamaño, esa
participación resultaría inviable por más fuerza de voluntad que se depositara en el
intento. Dos centímetros es la medida máxima que puede sanar en esos 18 días, de
ahí que el barcelonismo en estado catatónico haya recuperado en pocas horas la
sonrisa perdida, no por la celebración interrumpida, sino por la sensación de que esta
baja era la puntilla para un equipo que llega de rodillas al final de temporada.
¿Era necesario salir el domingo con todo? Pienso que sí, que Guardiola hizo bien en
ir a por el partido y el título para cerrar cuanto antes la carpeta liguera. Entiendo que
partiera con los once titulares, los que batallaron en Stamford y han peleado el tramo
más duro de la Liga, pero en el planteamiento había un riesgo y suponía jugar con
fuego. La sobredosis de estrés emocional que el miércoles vivieron algunos futbolis-
tas superó cualquier expectativa y dejó a varios bailando en el alambre. Así, mientras
Eto’o, Touré o Keita parecen inmunes a dicho estrés, otros como Messi, Xavi o Iniesta
anunciaban en sus rostros una gigantesca fatiga mental. Estoy convencido que Pep
planeaba sustituirles en cuanto las circunstancias del partido lo permitieran, pero la
expulsión de Abidal lo retrasó y, en el caso de Iniesta, ni siquiera lo permitió. Como
símbolos del triunfo liguero todos ellos merecían ser titulares ante el Villarreal y esa
decisión, además, estuvo a un minuto de ser feliz: en el 91’ el Barça era campeón, no
sumaba lesionados y Xavi y Messi ya descansaban. El azar del fútbol provocó que en
un minuto se rompieran el equilibrio y las fibras de Iniesta, lo que convirtió una bue-
na decisión en un mal sueño. Sabíamos que no es la fuerza del hierro forjado quien
mejor resiste las más duras tempestades, sino el junco flexible. Ahora también hemos
comprobado que un instante azaroso es capaz de tumbar la mejor planificación.

89 | Índice
Muy del centro de Bilbao
16 Mayo 2009 / Diario Sport

Hay que ser muy del centro de Bilbao para dar favorito al Athletic frente al Barça.
Y para sostenerlo durante semanas antes de la final copera. Sólo los bilbaínos son
capaces de semejante temeridad. En otras aficiones hablaríamos en términos sonro-
jantes; en el caso de la gente de Bilbao, apenas se trata de un rasgo del carácter. Ese
hecho nos ilustra, sin embargo, sobre una de las principales reglas del deporte actual,
que consiste en rebajar expectativas y alejar el fantasma del favoritismo. Digo fantas-
ma porque eso es: un fantasma que nubla los ojos y embota el cerebro. No hay depor-
tista sensato que quiera para sí el papel de favorito frente a cualquier acontecimiento.
Nadal, Rossi o Bolt, cualquiera de ellos pelea duramente en las previas por despojar-
se de ese pesado manto. No importa si las estadísticas y los precedentes les otorgan
un papel rotundo de favoritos. Todos lo rechazan con denuedo para no soportar dicho
lastre. Nadie en sus cabales acepta tamaño handicap, salvo el Athletic, como queda
dicho, pues su cuna bilbaína no admite otra que ser favorito ante el mundo mundial.
Novedad en la temporada, pues hasta ese miércoles el Pep Team fue siempre fa-
vorito. Contra el Madrid en casa o en el Bernabéu; frente al Olympique, el Bayern e
incluso el Chelsea; ante cualquier rival liguero o copero Guardiola tuvo que emplearse
a fondo para rebajar la euforia, quebrar el espinazo de las victorias apriorísticas y
elevar el respeto al contrario. Para sacudirse el favoritismo. Hasta que llegó el Athletic
y le regaló la baza más preciada. De pronto, el Barça deslumbrante todo el año sólo
era un mindundi sin futuro frente a los rojiblancos. Ya vimos lo quer ocurrió. Pep debe
estar muy agradecido.
La lección sirve para Roma. Ya una vez llegó el Barça a una final de Champions con
los humos crecidos y regresó con la cara partida por cuatro tortazos sangrantes del
boxeador milanista. Ahora no ocurrirá porque su entrenador vivió aquella tragedia,
porque demasiados accidentes han mermado el equipo y el rival mancuniano es de
aúpa. Este Barça debe rechazar cualquier favoritismo, entre otras razones porque no
lo es. Si acaso, hay igualdad aunque yo sería partidario de repetir los roles coperos:
que el Barça llegue a Roma humilde y silencioso, sin euforia ni bravatas, sin desgaste
en jugadores ni afición, y que el favorito sea el ManU. Hagamos pedagogía de ello.
Athletic Club-Barça (Copa del Rey, Final) 13-Mayo-2009. Mestalla. 1-4 ( Toquero, Touré, Messi, Bojan,
Xavi)

90 | Índice
Roma en la cabeza
18 Mayo 2009 / El Periódico

El partido de Mallorca deja tres lecciones de relieve: la primera, que con Xavi Torres
hay recambio del recambio, es decir, mediocentro de posición para años; la segun-
da, que Thiago Alcántara tiene talento en cantidades industriales como para llevar
la manija dentro de pocas temporadas; y tercero, que la ansiedad es el peor rival de
Eto’o, lo que sabíamos desde que se enredó contra Forlán por el pichichi de hace
varias temporadas y certificamos ahora, en que parece repetirse el agobio. Aparte las
lecciones, comprobamos que toda celebración tiene siempre su contraparte negativa:
cuando se planifican los festejos, alguien termina por aplazarlos, lo que en el fondo no
es malo pues nos recuerda nuestras debilidades. Ya los victoriosos generales roma-
nos entraban en la urbe apoyados en plebeyos que les recitaban al oído: “Recuerda
que eres mortal”.
Eso ocurrió en Mallorca y eso ocurre en casi todos los festejos. Siempre hay quien
te recuerda tu fragilidad. Ni siquiera el más bello y poderoso, el más eficaz y notable
posee el don de la infalibilidad. E incluso en las tardes dulces donde la gloria deposita
su manto encantador sobre los campeones alguien te recuerda que eres mortal.
Un locutor se sorprendía anoche por la parca celebración barcelonista. No parece
haberlo comprendido: hace meses que el Barça está celebrando la Liga. Sólo la pru-
dencia y el respeto fueron matizando los fastos de esta celebración vivida a plazos:
un poco cada semana, con lo que no es extraño que desde el miércoles por la noche,
cuando ya la Copa también estaba en el zurrón, el barcelonismo sólo tenga ojos para
Roma. La prensa aún edita suplementos especiales, pero todo el mundo está ya en
el Olímpico. Hace días que es miércoles 27 de mayo, la gran fecha, y hasta entonces
el calendario estará petrificado. No hay cuerpo para más celebraciones y alharacas,
pues en el horizonte inmediato se dibuja el desafío mayúsculo con la historia. Roma
espera la consagración apoteósica del general victorioso.
Mallorca-Barça (Liga, Jornada 37) 17-Mayo-2009. ONO Estadi. 2-1 (Eto’o, Arango, Santana)

91 | Índice
El entrenamiento hasta Roma
19 Mayo 2009 / Diario Sport

Tres días de descanso, cuatro de entrenamiento específico con volumen creciente,


otro más de descanso y, para concluir, dos días de entreno suave con volumen des-
cendente. Este es el plan del Barça para llegar a Roma en óptimas condiciones, lo
que en el argot de los preparadores se denomina “sobrecompensados”. Nada de ello
se ha improvisado, sino que obedece a una planificación ajustada semanalmente en
función de cómo iba evolucionando la Liga y que tras el 2-6 del Bernabéu pasó a ser
prácticamente definitiva.
La “Operación Roma” comprende tres fases muy distintas: la primera, en la que esta-
mos, de descompresión. Hay que desconectar. Más que física, la fatiga es mental, de
ahí que la orden haya sido olvidarse del fútbol y las celebraciones. Descanso físico y,
sobre todo, apartar la mente del fútbol. De hecho, tras la final de Copa sólo hubo un
par de sesiones de recuperación y mantenimiento, y ya el sábado por la noche se tocó
la corneta: descanso a discreción. Tres días completos. El miércoles se iniciará la
segunda fase, que consiste en entrenamientos específicos para recuperar las capa-
cidades mermadas. Nada de trabajo general, sino muy específico: siempre con balón
y orientado a rellenar los depósitos de Fuerza Explosiva y FuerzaResistencia. Serán
cuatro entrenamientos consecutivos (miércoles, jueves, viernes y sábado) realizados
con un volumen intermedio, pero ascendente. De menos a más, alcanzando su pico
en la sesión del sábado. No es descartable que algún titular que ande algo retrasado
de volumen de entrenamiento juegue algunos minutos ante Osasuna, partido en prin-
cipio reservado en exclusiva a suplentes.
Alcanzado el pico máximo en la jornada sabatina, empieza la tercera fase, la bús-
queda de la supercompensación para Roma. ¿Qué es la supercompensación? Es el
incremento elevado de los niveles de energía tras un notable esfuerzo de entrena-
miento. Es decir, primero se provoca un alto grado de carga y fatiga que en unos días
se transforma, a base de descanso y entrenos suaves, en un incremento proporcional
de dichos niveles. Supone bajar el nivel para que rebote con más fuerza. Así que
descanso el domingo y sesiones muy ligeras lunes y martes para llegar como toros al
miércoles, donde ya conocemos una certeza: el Barça habrá podido preparar la final
como quería, con tiempo. Como nunca pudo hacerlo antes.

92 | Índice
Sin miedo a los errores
23 Mayo 2009 / Diario Sport

Todos los errores están ya ahí, sobre el tablero, listos para ser cometidos. Por las ban-
das laterales caminan las faltas absurdas, dispuestas a que un exceso de adrenalina
las convierta en medio gol para el equipo rival. Cerca de ellas pasean los saques de
esquina, la bestia negra de la defensa zonal. No muy lejos merodea el contragolpe
veloz, ese cuchillo hiriente que parte la mantequilla cuando te encuentra con el pie
cambiado. Y también ronda por esa zona la interceptación del pase horizontal, ese
que se efectúa con el pie blandito y acaba en las botas enemigas. O la falta directa
ejecutada por el artista que convierte un balón etéreo en una flecha imparable. Y el
pase largo al espacio, que sobrevuela el centro del campo precisamente para evitarlo
y busca la sentencia a base de velocidad. Y tantos errores que pueden darse. Los
conocidos y otros por conocer. Todos están ya en Roma, listos y dispuestos, convo-
cados por el azar y la historia. Han sido los primeros en aterrizar sobre el Olímpico
y andan por allí esperando saltar al campo con los finalistas y bajar sobre el tablero
verde su terrible guadaña.
No tendrán piedad. A los errores les encantan las finales sin red porque la propia irre-
versibilidad del evento les convierte en trascendentes y eso nos gusta a todos. Todos
queremos ser importantes y necesarios. Y ellos lo son. Imprescindibles para ganar o
perder. La gloria es una escalera cuyos peldaños son errores. Ajenos o propios, da
igual. Siempre fue así; los errores se plantaron sobre el tablero e hicieron diabluras
y Roma no será distinto. Suena bonito plantear cero errores, pero es una utopía. Los
habrá. Los maldeciremos. Por conocidos, absurdos o ridículos, pero los habrá.
La receta para ganar no puede ser, por tanto, no cometer errores, sino perseverar en
la gran virtud del juego propio: apropiarse del balón, mirar al frente y cargar con toda
la artillería. Vigilando a esos pequeños energúmenos llamados errores, pero sin per-
der la identidad por su culpa. Insistir en un estilo de juego que ha resultado brillante;
imponer el modelo que ha llevado al Barça hasta Roma; no desalentarse ante los
resbalones y seguir escalando, con paciencia franciscana, hasta el último peldaño,
pasando por encima del error y la trampa, del desfallecimiento y el conformismo. Per-
sistir en la identidad hasta el último aliento.

93 | Índice
Cuatro revanchas
25 Mayo 2009 / RAC-1

Cuatro jugadores del Barça tenían una asignatura pendiente con la Champions. Ahora
hace tres años, en París, Sylvinho y Xavi estaban en el banquillo. Messi, en la grada;
y Henry, en el césped, pero con la camiseta del equipo contrario. Sylvinho no jugó y
tampoco Xavi, recién recuperado de la rotura de cruzados. Messi ni tan siquiera quiso
hacerse la foto con la copa ganada. Y Henry, entonces capitán del Arsenal, terminó el
partido amargado por un portero llamado Víctor Valdés.
El fútbol permitirá este miércoles que los cuatro se tomen la revancha: Xavi y Messi
serán titulares y también Henry si se ha recuperado de su lesión. Posiblemente, Sylv-
inho ocupará el lateral izquierdo. En estos momentos, todos firmarían que se repitiera
la historia de París: que marque primero el equipo inglés; que Iniesta salga en la se-
gunda parte para revolucionar el partido; que Eto’o haga el gol del empate y que, al
final, el lateral derecho, un tal Puyol, consiga la victoria.

94 | Índice
Salid a ganar, chicos
26 Mayo 2009 / Diario Sport

Salid a ganar, chicos. No escuchéis tópicos baratos y filosofías de bote. No importa


si las finales se juegan o se disfrutan. Salid a ganar, como habéis hecho en todos
los partidos de la temporada. Como si fuese uno más, pero el más importante. Salid
sin miedo a esos errores que llevan días paseándose por el tablero verde de Roma,
esperando pillaros en un renuncio o un falso apoyo. Salid sin escuchar las bravatas
de unos cuantos, ni las frases hechas o las estadísticas pueriles: ¡Qué importa si el
Manchester ganó antes todas sus finales! Para eso están las estadísticas, para ser
descuartizadas. No hagáis caso a quienes ya pronosticaron cómo será la final: nadie
lo sabe. Nadie puede prever ese resbalón estúpido, una torpeza inaudita o la caram-
bola desquiciante. No hagáis caso: nada será como nos dicen que será. Nadie había
previsto que echarían a Lehmann en París, pero se adelantaría el Arsenal. Ni que el
diluvio haría crecer a Eto’o, que Iniesta cambiaría el rumbo del partido, que Larsson
sería decisivo, que Belletti encontraría un agujero imposible entre las piernas de Al-
munia. Y ya veis. Ocurrió.
Y ahora volverá a ocurrir. No sé qué ocurrirá, pero será bestial. Si lo que ocurre va
contra vuestros intereses y os castiga, no temáis. Escuchad a Pep, abrid el campo
como os ordena, intercambiad posiciones, tocad y tocad con velocidad y persistid
hasta el minuto 95. O hasta el 125. Y si lo que ocurre os favorece, no os confiéis.
Persistid en vuestro estilo, el que os ha hecho grandes. Jugad como aprendisteis y
sabéis, como habéis demostrado, como os habéis hecho admirar por el mundo ente-
ro. No os importe que los de enfrente se apoden diablos rojos. Vosotros sois ángeles
blaugranas, gladiadores del infinito, violines afinados, dagas voladoras. Respetad al
rival, pero haceros respetar. Sois grandes, sois gigantes. Entráis en Roma con el lau-
rel en las sienes y el corazón valiente. Apretad los puños, cerrad filas, abrid el campo,
sed generosos. Hay que escalar una cima inmensa, un reto implacable, el desafío de
los colosos. Sois capaces de conquistarlo. No temáis nada, pues nada hay que temer.
Estamos todos con vosotros. No falta nadie a la cita. Samitier, Kubala, Romario, todos
aplauden ya vuestra salida al Olímpico. Olvidad que el trayecto será duro. Os espera
la gloria. Salid a ganar, chicos. Sabéis hacerlo.

95 | Índice
La eternidad es esto
28 Mayo 2009 / El Periódico

No sabemos cómo es la eternidad, ni cuánto dura, pero quizás esto sea lo más pare-
cido: un rondo eterno en la ciudad infinita. Roma, donde empiezan tantas de nuestras
historias, era la cumbre del Barça, el final de todos los caminos emprendidos, tantas
veces equivocados y ahora, por fin, con un rumbo claro y rotundo, el timón firme
apuntando a la gloria. Y Roma ha hablado, la causa está terminada: Roma locuta,
causa finita. El héroe inteligente ya duerme en la Ítaca de los sueños epopéyicos. La
eternidad debe ser esto: acudir puntual y sin demora al compromiso con la historia;
enfrentarse al reto obviando miedos y tibiezas; presentar tus credenciales sin la me-
nor renuncia; persistir en las ideas propias apartando las dudas oscuras; creer, en fin,
que toda actividad humana es susceptible de practicarse como los dioses.
El triunfo es tan mayúsculo que no admite adjetivos. No hay vocabulario que ex-
prese el compromiso defensivo de Puyol; la puntualidad de Valdés en sus peleas
contra los pistoleros; el sobrio comportamiento de Sylvinho, que alcanza la cima en
su último aliento futbolístico; o el equilibrismo de los centrales, una raza especial de
defensores. No se puede explicar qué clase de chip tiene Xavi incrustado en el ce-
rebro para dirigir las operaciones con semejante trigonometría prodigiosa; ni de qué
planeta “fuentealbillesco” surgió este Iniesta de otro siglo; ni qué alimentos propulsan
la energía atómica de Eto’o, Busquets y Henry. Tampoco nadie ha encontrado aún
las palabras que hagan justicia al memorable Messi, un hombre a un balón pegado,
autor de un vuelo sin motor para alojar el cuero definitivo en las redes olímpicas. A
cámara lenta, como si fuera un gigante portentoso, marcando los tiempos y las fases,
haciendo eterno el deleite blaugrana, aviador de sí mismo, Messi ejemplifica todos
los valores que reúne este equipo: humildad y compromiso, sacrificio y solidaridad,
esfuerzo y alegría, frescura y talento, cantera y ambición.
El Barça ya puede gritar con todas sus fuerzas: “Hem fet el cim!”.
Barça-Manchester United (Champions, Final) 27-Mayo-2009. Olímpico de Roma. 2-0 (Eto’o, Messi)

96 | Índice
Wolfgang Amadeus Messi
30 Mayo 2009 / Diario Sport

La sinfonía ha derrotado al ruido. Los violines han vencido a los tambores. La poesía,
a la prosa. Las ideas, al músculo. Gran noticia. No sólo para el Barça y sus aficiona-
dos y para los amantes del fútbol. Gran noticia para la sociedad entera. En un mundo
donde el estruendo supera a la razón y el ruido a la armonía, la victoria de una idea
sobre la fuerza bruta es mucho más que un brote verde. Es la esperanza confirmada
de que todo es posible aunque todo esté aún por hacer. Los triunfadores habituales
en nuestro mundo son el grito y la furia, el estrépito y la algarada, el exabrupto y la
salida de tono. La patada a seguir. Lo vemos en las tertulias, donde no importa lo que
se dice, sino cuánto se grita. Y en los parlamentos, en los que no se escucha ningún
argumento y solo el griterío fanático. Y en las empresas, donde el menor atisbo de cri-
sis sirve para barrer seres humanos sin compasión. Y por doquier: el grito vence a la
palabra; el ruido a la armonía; el alboroto a la compostura; el envoltorio al contenido.
Fukuyama dio por muertas las ideologías y Discépolo dejó cantado que da lo mismo
un burro que un gran profesor pues en este siglo cambalache, problemático y febril,
los inmorales nos habían igualado. Pero no. Un señor entrenador decidió persistir en
la idea sembrada hace décadas. Regarla con mimo, quintaesenciarla con esfuerzo,
destilarla hasta la agonía. Y de esa idea nació una orquesta sinfónica, la armonía de
todos los siglos: Verdi, Puccini, Wagner y Mozart en la medular. La idea se expandió
por el universo entero, caló los huesos de los descreídos, empapó céspedes y esta-
dios y se extendió la buenaventura de que una veintena de futbolistas a las órdenes
de un sabio interpretaban sinfonías deliciosas a partir de una idea y no de un grito.
Que hacían música gloriosa en vez de ruido pedestre. Que vencían y convencían con
sus violines y sus partituras, sin pintarrajearse como guerreros, ni disfrazarse de ma-
niquíes horteras. Nadie podrá decir que fue un sueño, pues la utopía resultó posible:
las ideas derrotaron a la sinrazón, la habilidad a la montonera, el talento al dinero,
la persistencia a la fanfarronada, la armonía al estrépito. Wolfgang Amadeus Messi
compuso su obra más bella para enviar a Cristiano Salieri al rincón oscuro mientras
el crescendo de los violines ahogaba el tronar de los tambores.

97 | Índice
Los 10 mandamientos del Barça 2010
2 Junio 2009 / Diario Sport

1. Hay que aplicar al fútbol la “doctrina Valero Ribera”: el éxito sólo es


éxito si es sostenible. Para ser un auténtico equipo de leyenda y no
el tricampeón de un solo año, cada temporada hay que conquistar al
menos un título.
2. Quien no se renueva durante el triunfo está condenado a la decaden-
cia. Lo que no se atrevieron a hacer en mayo de 2006 hay que hacerlo
ahora si no quieren repetirse idénticos errores. Renovar no significa
romper nada. Significa retocar, pulir, mejorar, reforzar. Un equipo de
fútbol es un collar de perlas. No se puede romper el hilo que las suje-
ta, pero hay que cambiar algunas perlas.
3. Mantener ese pegamento mágico llamado compromiso exige incorpo-
rar nuevos líderes con hambre de triunfo y desprenderse no sólo de
una clase media discreta, con la que Guardiola no ha contado para el
sprint final del año, sino quizás de algunas vacas sagradas.
4. Un calendario aterrador de 70 partidos más la Copa de África exigirá
ampliar la profundidad de la plantilla. Así que las seis bajas previsibles
habrá que compensarlas con ocho jugadores: cinco fichajes, Henri-
que y dos canteranos.
5. El papel de Guardiola más allá de 2010, y también el de Estiarte y
Txiki, es una incógnita decisiva para la perdurabilidad del proyecto.
6. El Madrid no debe ser referencia. La madriditis es una vieja enferme-
dad de la que el Barça se curó. Hoy los rivales son del mundo entero,
no sólo el Madrid. La afición debe asumirlo.
7. El cambio de cultura culé ya se ha producido y hay que profundizar en
ella: dejar atrás el victimismo y apostar por la autoestima.
8. Las elecciones son positivas, pero serán peligrosas si interfieren en el
vestuario y los candidatos prefieren apuñalarse que apoyar al equipo.
9. El periodismo ha mejorado su nivel por la exigencia de Guardiola, que
ha obligado a todos a elevar el listón. La próxima temporada, prensa
y afición tienen otro reto: no comparar todo permanentemente y de
manera enfermiza con el año del triplete. Hay que exigir que el equipo
sea competitivo, no que lo gane todo.
10. El club está frente a una oportunidad histórica: abrirse definitivamente
al mundo. A partir de las raíces catalanas, pero sin encerrarse en
ellas ni en su ombligo, sino con apertura de miras y horizontes am-
plios. A partir de Catalunya, sí, pero no únicamente para Catalunya, el
Barça ha de querer ser del mundo entero.

98 | Índice
Cuidado con los fichajes siderales
9 Junio 2009 / Diario Sport

Samuel Eto’o llegó procedente del Mallorca; Rafa Márquez fue fichado del Mónaco;
Ronaldinho, de un devaluado PSG; Larsson, del Celtic escocés; y Touré, del Olym-
piakos griego. ¿Qué tienen en común estos cinco jugadores, al margen de que su
aportación ha sido decisiva para la reciente historia del Barça? Que sus clubs de
procedencia eran ajenos al Gotha de “los grandes” y estaban a años luz de los focos
mediáticos. Eran clubs de nivel medio, de los que pelean por la Copa UEFA y poco
más. Hay otros: Sylvinho llegó del Celta, como Pinto, héroe copero; Giuly fue fichado
al Mónaco; Belletti, al Villarreal; y Van Bommel a un prejubilado PSV. Es cierto que
Gerard Piqué procede del Manchester United, pero todos sabemos que no fue allí
donde se curtió de verdad, sino en el Zaragoza, donde pulió los fundamentos apren-
didos en el Barça desde chaval.
Todos ellos, clubes medianos, alejados de las fantasías y los grandes salarios. De
allí proceden la mayoría de los grandes fichajes del último quinquenio, que sumados
al fruto de la cantera han producido el mejor rendimiento de la historia barcelonista.
Por supuesto, siempre hay excepciones: el origen modesto del club de procedencia
no evitó la floja prestación de Martín Cáceres. Pero el 95% de los jugadores fichados
a clubes medianos han dado un rendimiento excepcional cuando se han vestido de
blaugrana. Y a la inversa ocurre igual: de la Juve llegaron Thuram y Zambrotta; del
Chelsea, Gudjohnsen; del Olympique de Lyon, Edmilson; y del Arsenal, Hleb. Nada
memorable nos aportaron estos cinco futbolistas, a quienes sumaríamos el Henry lle-
gado del Arsenal si no fuese por la milagrosa recuperación conseguida por Guardiola.
No elevaré esta idea a la presuntuosa categoría de tesis, pero los hechos son tozu-
dos. Los jugadores procedentes de grandes equipos pasaron sin pena ni gloria por
el Barça; los llegados desde la modestia alcanzaron la gloria. Quizás sólo sea una
casualidad, pero conviene tenerla en cuenta ahora que la perdiz ya ha sido profusa-
mente mareada por un mar de fichajes siderales. No albergo dudas sobre el sentido
común de Txiki y Guardiola, que saben mejor que nadie que los grandes nombres y
los traspasos fantasiosos no garantizan el éxito. Así que calma y a fichar sólo lo que
de verdad necesita el triple campeón. Y, si puede ser, mejor a un club modesto que
a uno grande.

99 | Índice
Sólo hay que pulir el diamante
20 Junio 2009 / Diario Sport

La orgía veraniega de fichajes y millones enturbia el paisaje y puede cegar el ho-


rizonte. ¿De verdad un equipo fabuloso como el Barça del triplete está obligado a
fichar media docena de cracks? Hay días que leyendo la prensa lo parece. Pero hasta
donde yo sé bastaría con fichar un lateral zurdo suplente para que el conjunto que ha
maravillado al mundo entero, agotado adjetivos y destrozado rivales continúe siendo
el mismo fantástico equipo. Quizás eso no satisfaga al aficionado. Pero es irrefutable.
Se fue Sylvinho y con que llegue un sustituto correcto el Pep Team seguirá siendo el
mismo Pep Team que sobrevoló una temporada única, singular e inédita. Así que ¿a
qué tanta urgencia y tanto agobio? ¿Por los NeoGalácticos o por el simple placer de
cambiar de rostros?
El Madrid se ha reforzado con dos grandiosos jugadores. Y algún otro se incorpora-
rá a sus filas. Cuando ya estén todos juntos tendrán otra misión aún más difícil que
fichar: formar un equipo. Quizás lo consigan el primer año o quizás no. También el
Manchester fichará para suplir a Cristiano Ronaldo. Pero ¿mejorará su sustituto el
espectacular rendimiento del portugués? No parece sencillo. El Milan ni siquiera se
plantea usar los 67 millones obtenidos por Kaká. El Bayern aspira a mantener a Ri-
béry y sumarle los goles de Mario Gómez, lo que sería una mejora, pero no olvidemos
que ese mismo equipo fue literalmente destrozado por el Barça. Como el Olympique
de Benzema.
El Pep Team no necesita un aluvión de caras mediáticas, sino tres cosas: 1.Cerrar sin
heridas las renovaciones pendientes; 2.Introducir mayor competencia en la delantera;
y 3.Ganar profundidad de plantilla y alternativas. El primer punto va camino de concre-
tarse. El segundo se conseguirá con el fichaje de un delantero más, aunque si se va
Eto’o deberán ser dos. Y el tercer punto se lograría trayendo a un mediocentro como
Mascherano que ofrece alternativas al centro del campo y la defensa, ya que Touré se
convertirá en un comodín completo al ocupar tres posiciones: mediocentro, volante y
defensa central. Fichar a Mascherano mataría dos pájaros de un tiro, pues tapona el
problema de la Copa de África y evita fichar otro central al liberar a Touré, amén de
que Henrique y Muniesa se sumen al equipo. Este no es tiempo de urgencias y fuegos
artificiales, sino de pulir con mimo el diamante.

100 | Índice
Xavi, al que queríamos traspasar...
23 Junio 2009 / Diario Sport

Nunca habrá espacio suficiente para agradecerle a la selección española lo que hizo
el pasado verano por Xavi. La Eurocopa sirvió para muchas cosas, pero quizás la
principal fue transformar a un jugador espléndido en un fenómeno mundial, reconver-
tir a un pelotero tímido en un referente indiscutible. No hace ni quince meses silbába-
mos a Xavi. Los foros de internet le querían traspasar al Manchester United y en las
gradas del Camp Nou se gritaba que Xavi apenas era un canterano sin personalidad,
servil ante Deco y Ronaldinho, seguidista de la autocomplacencia instalada en el
vestuario en cuanto el portugués instauró el (D) ecosistema y Rijkaard permitió que el
equipo se deslizara por el camino del “dolce fare niente”. Incluso discutíamos sobre el
estilo porque aquello ya no era un rondo, sino un partido de balonmano, con el balón
circulando en horizontal a la espera que algún delantero acertara a desmarcarse, a
esprintar o simplemente a moverse.
La culpa se la atribuíamos a Xavi aunque los responsables eran otros. Xavi, en rea-
lidad, no daba abasto en aquel equipo adormecido. Bajaba hasta el borde del área a
recoger el balón de Valdés, cruzaba cincuenta metros sorteando rivales y encontraba
un panorama de compañeros levitando, cada cual pensando en lo suyo, incapaces
de tirar un desmarque, pero reclamando el balón al pie. Y tras perderlo, a correr hacia
atrás para ayudar a sus defensas y vuelta a empezar. Xavi era el aguador del equipo
y a la vez tenía que interpretar otros diez papeles, con lo que el resultado fue aquella
debacle sonora, una bofetada en el rostro del barcelonismo ilusionado.
Llegó la Eurocopa y Luis Aragonés puso sentido común: un mediocentro barrendero
(Senna) cubriendo las espaldas, Xavi por delante con autoridad y liderazgo y compa-
ñeros con ganas de asociarse, voluntad de defender y ansias ofensivas. Ya conoce-
mos el resultado triunfal para la selección y también para Xavi, que desde entonces
no ha cesado de encadenar actuaciones gloriosas, interpretando cada vez mejor fút-
bol y sumando títulos colectivos e individuales y reconocimiento mundial. Guardiola
supo ver aquella transformación prodigiosa y la implantó desde el primer día en el
Barça, incluso adelantando aún más a Xavi, que ya es hoy el principal paradigma del
centrocampista creativo en el mundo. Y hace un año dudábamos de él...

101 | Índice
TEMPORADA 2009/2010
El curso agitado

102 | Índice
Fútbol Club Guardiola
7 Julio 2009 / Diario Sport

No está previsto que Pep Guardiola protagonice ninguna rueda de prensa durante el
presente de mes de Julio, lo que garantiza el vacío más absoluto en el Barça y confir-
ma lo que durante el último curso se aventuró: el club anda huérfano de ideas innova-
doras y sufre una dependencia absoluta de su entrenador, el único capaz de señalar
con clarividencia el rumbo a seguir. Durante más de un centenar de ruedas de prensa,
Guardiola construyó un discurso completo y conexo, con el que indicó el norte a una
entidad que venía de sufrir un cataclismo institucional. Fuese para tomar decisiones
menores del vestuario o mayores del equipo, para insuflar autoestima a una afición
históricamente victimista, para reclamar respeto hacia los rivales o exigencia máxima
a sus jugadores, Guardiola desgranó en la última temporada un gigantesco argumen-
tario de ideas poderosas, anclas sobre las que el club estabilizó su posición. En los
buenos resultados, pero también en los malos, Pep indicó el rumbo y todos a una los
barcelonistas siguieron al flautista: en el césped, la grada e incluso desde el palco.
Se fue Pep de vacaciones y el Barça de la triple corona se quedó sin argumentos.
No me refiero a la ausencia de fichajes, pues para eso aún hay mucho tiempo y re-
cursos necesarios con los que Txiki podrá cumplir las peticiones del técnico. Me re-
fiero a la orfandad argumental del club, que ante el empuje mediático de su máximo
rival se ha limitado a airear aspavientos de barra de bar, sea recordando el origen
del pelotazo blanco (Laporta), contando las camisetas que tendrá que vender (Sala
i Martín) o deseándole lo peor a los fichajes merengues (Oranich). El argumentario
del Barça es hoy demasiado débil y las bravatas directivas lo degradan más. Todo
el discurso y la dirección del club reposa en manos de Pep, mientras algunos de
sus ejecutivos y directivos sólo parecen pretender asegurarse la continuidad y for-
zar una cierta corriente ideológica que hace ganar algunos adeptos en Catalunya y
perderlos en el resto del mundo.
El nuevo mensaje culé tras el triplete triunfal tendrá que esperar al regreso de Guar-
diola. Será entonces cuando el auténtico líder del club señale el rumbo del futuro de
una entidad que en lo deportivo está en la cumbre, pero en lo directivo ha quedado
reducido a unos cuantos tópicos. Y eso no es culpa de Florentino Pérez.

103 | Índice
Regresa el capataz para encender la luz
14 Julio 2009 / Diario Sport

Llega Pep y encenderá la luz. Es lo que hace el aprendiz en la panadería, el capataz


en la obra o el gerente en la fábrica. Llegar el primero, subir la persiana y encender
la luz. Eso tan simple necesita el Barça para apartar el velo de oscuridad en que vive
sumido desde hace un mes, cuando el capataz marchó de vacaciones. Que vuelva
el jefe y apriete ese interruptor que acabará con este tiempo de confusión durante el
cual un club admirado por pisar firme sobre un camino recto se convirtió en el campo
de Agramante, amagando con renovar jugadores por sms o retrasando las decisiones
hasta la exasperación mientras el presidente iniciaba su despedida en lo que parece
un encadenamiento programado de baños de masas.
Entretenido el presidente en sus eventos autolaudatorios y la directiva en cuitas su-
cesorias, la sensación desde lo lejos es de desgobierno aunque es posible que sea
inexacta. También parece que el secretario técnico se mueva a paso de tortuga ga-
lápago y, sin embargo, es probable que dicha lentitud sea en realidad astucia y sigilo
y lo que hoy resulta irritante mañana pueda ser espectacular. A Txiki se le critica muy
abiertamente desde hace años, pero nadie podrá encontrar ni una sola palabra más
alta que otra, una declaración falta de sentido común, ninguna metedura de pata que
haya amenazado o desgraciado negociaciones en curso. Ocurre que a falta de resul-
tados todos los misiles apuntan hacia él como si fuera tonto de baba sin percatarse
que si regatea unos millones por Villa o Filipe quizás sea por mandato directivo más
que por capricho e incompetencia. No le eximo de responsabilidades en el vacío ac-
tual ni en errores anteriores, pues varios de ellos fueron clamorosos, como la imprevi-
sión sobre el “tsunami” que significaba el advenimiento de Florentino Pérez.
Pero nos hallamos en mitad del río y la gestión de Txiki puede terminar tanto en éxito
apoteósico como en estrepitoso fracaso y cualquier pronóstico es hoy prematuro y,
además, está viciado por la “blitzkrieg” madridista, esa guerra relámpago emprendida
para no seguir perdiendo comba. Hoy mismo, el Barça sigue poseyendo el mismo
fabuloso equipo que ganó tres títulos hace mes y medio, está a un pequeño paso de
incorporar al mejor “killer” del fútbol español y regresa ya el capataz dispuesto a en-
cender la luz del club y terminar con este oficio de tinieblas.

104 | Índice
Una operación tan cara como eficaz
19 Julio 2009 / Diario Sport

La espectacular Operación Ibrahimovich suscita dos reacciones inmediatas:


1. Es muy cara.
2. Es muy eficaz.
La primera reacción no invalida la segunda, sino que la explica. Probablemente una y
otra resulten inevitables: para ser tan eficaz ha de ser tan cara. Es muy cara: 49 millo-
nes más Eto’o equivalen a 69 millones, una suma terriblemente alta, prácticamente el
doble de lo que el Barça jamás pagó por un futbolista. Es la cifra de Figo y la de Kaká.
Más de lo que costaron Ronaldinho, Henry y Piqué juntos. Una vez y media la cláu-
sula de rescisión de Forlán, actual Bota de Oro. Muchísimos millones más de lo que
costaba torcer la cerrazón del Valencia por Villa y muy por encima de los 35 millones
que ha ingresado el Olympique por el joven Benzema.
¿Hay justificación para ello? Sin duda. La primera, y más importante, es que los ges-
tores barcelonistas se durmieron en los laureles. El pasado 14 de mayo, Florentino
Pérez ya anunció que invertiría 300 millones, lo que era sinónimo de precios altos. Ese
día, Ribéry no costaba más de 35 millones; Mascherano, apenas 20; Ibra no llegaba
a 45; y el Valencia soñaba con traspasar a Villa por 30 o a Silva por 20. Por entonces,
los mismos gestores ya sabían (hace seis meses que lo saben, internamente) que
Pep Guardiola no contaba con Eto’o. Pero se adoptó el ritmo de las tortugas y ocurrió
lo previsto: Florentino dinamitó el mercado (incluido el suyo propio) y los precios se
multiplicaron casi por dos, al mismo tiempo que Eto’o empezaba a devaluarse por
razones obvias. De ahí que la operación haya sido muy cara, bastante más de lo que
podía haber sido si se hubiera actuado con diligencia en vez de dedicar los mejores
esfuerzos a criticar al Madrid, darse masajes laudatorios en el ego o seguir utilizando
al club para ensoñaciones políticas.
Dicho esto, la operación puede ser muy eficaz. Se desactiva el problema Eto’o; se
le concede otra oportunidad a Hleb sin coste salarial; y se incorpora a un fenome-
nal futbolista que aporta tres grandes virtudes: talento inmenso, hambre de títulos y
alternativas de juego. Dado que Maxwell me parece un lateral muy interesante, que
apretará mucho más a Abidal de lo que hacía Sylvinho, la competitividad del equipo ha
subido de golpe dos peldaños, lo que resulta excelente. En cuanto ha regresado Pep
y encendido la luz, los gestores se han puesto las pilas.

105 | Índice
Dos pretemporadas muy diferentes
24 Julio 2009 / Diario Sport

Barça y Madrid han afrontado sus respectivas pretemporadas con dos estilos tan di-
ferentes que podría parecer que alguien se ha equivocado, pero en realidad ambos
aciertan, aunque sus objetivos temporales son muy distintos. El Madrid ha empezado
con lo que podríamos denominar estilo ortodoxo de preparar una temporada. Mucha
carga de entrenamientos, hasta el punto de realizar incluso triples sesiones diarias,
y focalización máxima en la mejora de dos capacidades esenciales: la fuerza y la
resistencia. Dicha carga se mantendrá durante dos semanas más y se irá modulando
durante el resto del mes de agosto, reduciendo el volumen e introduciendo trabajos
de fuerza explosiva y velocidad para llegar a punto al primer partido de Liga (Madrid-
Depor). La ausencia de compromisos importantes hasta el citado debut liguero, ha
permitido que Pellegrini optase por una pretemporada clásica en la que primero carga
muy fuertemente y después reduce de forma progresiva dicha carga. Es un método
que le permitirá al Madrid afrontar el primer tramo de la temporada en buena forma
física, aunque deberá “recargar” en algún momento (diciembre-enero) para no llegar
derrengado al tramo final y decisivo.
El Barça se encuentra en el otro extremo por decisión técnica y también por calenda-
rio. El Barça se juega dos títulos oficiales entre el 16 y el 28 de agosto y eso invalida
el método de la carga inicial, amén de que varios de sus jugadores básicos ni siquiera
han regresado. Teniendo en cuenta que tras esos dos títulos no habrá ya ningún pa-
rón y que incluso en diciembre se disputará un tercero, la única solución es incidir y
profundizar en el “método Seirul.lo”: el Barça entrenará todo el año con microciclos es-
tructurados de 3 semanas. No habrá grandes cargas ni tampoco descargas. A medida
que transcurra el año el trabajo pasará de la FuerzaResistencia a la fuerza elástica y,
de ella, a la fuerza explosiva, pero sin grandes altibajos. El objetivo es que el equipo
esté siempre al 70% de la forma y sólo entre abril y mayo alcance el
80-90%. Cada microciclo se edificará sobre la base real conseguida en el anterior
y, además, se aplicará de forma personalizada al estado de cada jugador. En este
sentido, es un método totalmente heterodoxo, pero que el pasado año dio grandes
resultados. Si acaso, anoten un previsible bajón físico entre enero y febrero.

106 | Índice
Hambre
24 Agosto 2009 / RAC-1

Quienes necesitan resultados para dormir tranquilos ya tienen el primer título. Pero
más allá del triunfo, la Supercopa deja la sensación de que éste no será otro año
de autocomplacencia, como sucedió tras el triunfo de la Champions en París 2006.
Entonces, los jugadores del Barça se miraban al espejo a todas horas, olvidando los
principios básicos que los hicieron triunfar.
Ahora los espejos están prohibidos. Guardiola reclama aún más esfuerzo, compromi-
so y trabajo que el año pasado y los jugadores están dispuestos a dejarse la piel en
el césped de todos los estadios. Mejor que ganar la Supercopa ha sido comprobar
que siguen jugando igual de bien, el hambre intacta. Ibrahimovich promete noches
excelentes en cuanto aprenda los mecanismos del equipo. Todo el Barça en general
parece dispuesto a conquistar las batallas más difíciles. Este equipo tiene hambre de
gloria. Más hambre que nunca.
Barça-Athletic Club (Supercopa España, Final Vuelta) 23-Agosto-2009. Camp Nou. 3-0 (Messi, Messi, Bo-
jan)

107 | Índice
Lo que aporta y lo que merma Ibra
25 Agosto 2009 / Diario Sport

Hay un hecho ya irrefutable: el estilo de juego y la personalidad esencial del Barça se


mantienen intactos respecto de la triunfal temporada anterior. Ya veremos qué ocurre
este nuevo ejercicio, pero sabemos que los elementos de la ecuación se conservan
y, si acaso, se pretende perfeccionarlos. Ibrahimovich es la pieza de ese intento por
mejorar una máquina ya fabulosa.
¿Qué aporta y qué mengua Ibra con respecto de Eto’o? Por lo visto en los 120 minutos
que ha disputado podemos señalar cinco aportaciones:
1. Mayor facilidad para combinar en pared al primer toque y con preci-
sión con sus compañeros gracias a una prodigiosa calidad técnica.
2. Buen remate de cabeza ante centros laterales, asignatura en la que
el Barça apenas se prodigaba por ausencia de especialistas (aunque
Messi certificara la Champions de ese modo).
3. Función de delantero-boya fijando a los centrales con juego de es-
paldas, bajando a recibir, tocando y saliendo en busca de la siguiente
pared y remate.
4. Alternativa en los saques de esquina, pues al colocarse en el segun-
do palo permite que los centrales propios (Piqué, Puyol) acudan al
remate por cualquier zona del área enemiga y rompe la estrategia
contraria, que ya no puede intuir si el saque irá al primer palo como
casi siempre o al segundo para el remate de Ibra.
5. La imprevisibilidad de sus gestos técnicos, capaces de cualquier mo-
vimiento, será de gran provecho para sus compañeros al generar des-
concierto en los defensas rivales.
A cambio, respecto de Eto’o el delantero sueco posee tres mermas:
1. Su eficacia goleadora es, históricamente, menor que la del camerunés
aunque posea un remate duro, contundente y brillante.
2. La presión desmedida sobre defensa y portero contrarios que ejercía
Eto’o no podrá ser igualada por un jugador de características diferen-
tes como Ibra.
3. La menor movilidad de Ibra en todo el frente de ataque permitirá que
el rival inicie la construcción de su juego con menor dificultad que
cuando Eto’o ejercía ese barrido.
La tentación de sumar las cinco aportaciones y restar las tres mermas no lleva a
ningún lado. Eto’o ya fue e Ibra es ahora. La esencia del juego blaugrana, y también
su actitud ejemplar, se mantienen y lo que está en juego es acelerar la adaptación de
sueco a dicho estilo, aprovechar al máximo las novedades que aporta y minimizar sus
posibles mermas.

108 | Índice
Revisión en el Kilómetro Cero
31 Agosto 2009 / Diario Sport

Enterrado bajo el paupérrimo césped de Mónaco el fantasma de la indolencia de Ro-


naldinho, el Pep Team regresa al Kilómetro Cero con el mismo espíritu y ánimo que
hace un año, cuando todo era incertidumbre y escepticismo (yo el primero), pero con
cinco títulos en el zurrón. Analicemos, mediante seis parámetros, cómo se presenta
el segundo curso de Guardiola, el más difícil por la eterna comparación con el exitoso
año del triplete y por el temor a que los viejos mitos tópicos del fútbol engullan la diná-
mica feliz de este equipo.
Por estilo de juego nada ha cambiado. Combinación, toque, posesión y ataque. Juego
de posición y certeza de que siempre llegará un tercer hombre. Todas las zonas del
campo ocupadas, bandas bien abiertas, presión fuerte para recuperar el balón tras
perderlo. Sólo queda que los tres nuevos se adapten a un estilo con el que sus com-
pañeros juegan de memoria.
La actitud permanece inalterada. Esfuerzo máximo entrenando para obtener rendi-
miento supremo compitiendo. Compromiso absoluto con el fútbol, rechazo a las dis-
tracciones, búsqueda del éxito colectivo por encima del individual. Exigencia extrema
del entrenador, consciente que este segundo año generará mayor sufrimiento que el
anterior.
La eficacia continúa siendo manifiestamente mejorable. El equipo crea una montaña
de ocasiones a partir de una posesión estrepitosa, pero sufre para concretarlas. No es
un fenómeno de hoy, sino que viene de antiguo, de antes de Eto’o. Hay cierto “espíritu
Arsenal”, como si se valorase más la elaboración que el gol. Aspecto a mejorar.
El fondo de armario es muy reducido. Una plantilla diseñada para 45 partidos deberá
disputar unos 65. Otra espléndida hornada de canteranos está dispuesta a empuñar
las armas ante el desafío, pero dos potentes fichajes más habrían tranquilizado a la
parroquia.
Será una temporada de antídoto contra la máquina blaugrana. El Chelsea de Hiddink
mostró la forma de hacer embarrancar la nave de Xavi; el Shakhtar confirmó que
había aprendido la lección y serán muchos quienes sembrarán el campo de idénticas
trampas. ¿Ha diseñado Pep ya las alternativas para burlar el antídoto?
El entorno está siendo más exigente que nunca. Hay elecciones y se huele sangre. El
equipo debería quedar blindado al margen, pero hay gente que no se frenará si puede
darle una patada a Laporta aunque sea en el culo de Pep.
Barça-Shakhtar Donetsk (Supercopa Europa, Final) 28-Agosto-2009. Stade Louis II. 1-0 (Pedro)

109 | Índice
Buscando variantes tácticas
5 Septiembre 2009 / Diario Sport

Guardiola se ha adelantado con sus planes a los previsibles antídotos rivales, de ahí
que en los tres últimos encuentros (las dos Supercopas y el debut liguero) haya ensa-
yado dos aspectos tácticos puntuales:
1. La defensa del saque de esquina rival. Se mantiene la zona, pero se
han establecido tres “escalones” muy diferenciados. En el primero se
sitúan cuatro jugadores: Ibra en el primer palo de Valdés, buscando
limitar con su estatura el remate en dicho palo corto. A continuación,
Puyol y Piqué cubren la zona central del área pequeña para frenar el
cabezazo frontal del enemigo. Por último, Maxwell cubre el segundo
palo, quizás el mayor punto débil si el rival enfrenta ahí a uno de sus
hombres altos. En la segunda fila, justo por fuera del área pequeña, se
colocan tres hombres con la misión de reducir los remates frontales:
por orden, Busquets, Keita y Alves formando una especie de espigón
para frenar a los cabeceadores contrarios. Por último, cerca del final
del área grande se sitúan tres “pequeños”: Bojan, Xavi y Pedro, con
la misión de recuperar balón y preparar la salida limpia del área. Este
triple escalón defensivo anula prácticamente las posibilidades de con-
tragolpe, al contrario de lo vivido en la final de Champions, cuando
los tres delanteros se posicionaron en el centro del campo frenando
la subida de Vidic y Ferdinand al remate. Supone una alternativa muy
conservadora para el gusto de Guardiola, que seguramente no em-
pleará en exceso a lo largo del año, pero a su vez significa una mejora
cualitativa en el esquema defensivo.
2. El despliegue en 3-4-3 por descuelgue del mediocentro. Si el curso
pasado, Pep resucitó el 3-4-3 de Cruyff, con tres defensas centrales,
para acabar enterrándolo visto el escaso éxito obtenido, ahora está
probando un doble movimiento simultáneo: suben los dos laterales en
paralelo hasta la zona de los interiores y el mediocentro se descuelga
entre los centrales para recoger el balón. En lo visto hasta la fecha, el
ensayo no es fascinante, pues lo ganado en presencia se pierde en
movilidad. Se mantienen mejor las posiciones, pero quedan menos
espacios abiertos y el rival fija más fácilmente las marcas. Sin duda,
pronto volverá Pep a su sistema clásico, pero de momento ya ha pro-
bado un esquema alternativo para emplear en momentos puntuales.

110 | Índice
Todavía lejos de sí mismo
22 Septiembre 2009 / Diario Sport

Cuidado con dejarse deslumbrar por los brillantes resultados: el Barça aún está lejos
de sí mismo.
Hace un año, el plan era salir en tromba para hacerse con una plaza en Champions
y borrar del rostro blaugrana la incertidumbre sobre las capacidades del entrenador
neófito y del vestuario adocenado. Hoy las inquietudes son las opuestas, de ahí que
se planificara una salida pausada, de locomotora diesel, sin prisas ni precipitación
para adaptar a los nuevos, recuperar lesionados y no dejar atrás a los veteranos. Los
objetivos se han señalado entre marzo y mayo del próximo año y hasta ese momento
se buscará conseguir los mejores resultados con el menor desgaste posible. El año
pasado, la palabra que revoloteaba sobre el vestuario era “urgencia”. Esta temporada,
el vocablo es “eficiencia”: no malgastar las energías.
Bajo esta premisa hay que analizar las actuaciones del Pep Team. Han sido extraor-
dinarias en cuanto a resultados, pero todavía bastante discretas en el desarrollo del
juego. Se advierten las carencias planificadas: la mayoría de jugadores adolecen de
falta de velocidad, factor todavía pendiente de entrenar; no tienen la frescura y la chis-
pa física y mental que les permite circular el balón con la rapidez endiablada del fin
de curso pasado; necesitan más toques de los habituales y no acaban de encontrar el
punto de equilibrio exacto entre combinación paciente y ataque furibundo. Hay días,
como frente al Inter, en que combinan en exceso y rematan con pereza; otras noches,
como ante el Atleti, disparan como “killers”, pero olvidan los fundamentos del juego
barcelonista: combinación, toque, posición y líneas muy juntas para convertir el parti-
do en un modelo de ida y vuelta, justo el estilo más pernicioso para el Barça.
Esa situación de desequilibrio no es alarmante y debe considerarse lógica y normal. El
Pep Team del año pasado alcanzó tales niveles de excelencia competitiva que sería
nefasto exigirle -y que el propio equipo se exigieraestar ahora mismo a idéntico nivel.
En el deporte, cada temporada se hace imprescindible descender un peldaño para
coger impulso y eso es lo que ha diseñado Guardiola, que es plenamente consciente
de los defectos actuales y, sobre todo, del porqué de ellos. Así que los críticos deberán
andarse con pies de plomo: este Barça aún está lejos del Pep Team, pero por voluntad
propia.
Racing-Barça (Liga, Jornada 4) 22-Septiembre-2009. El Sardinero. 1-4 (Ibrahimovic, Messi, Piqué, Messi.
Serrano)

111 | Índice
El presidente de la Ciutat Esportiva
29 Septiembre 2009 / Diario Sport

Por estas mismas fechas hace un año, Pep Guardiola se empecinó contra viento y
marea en trasladar la base operativa del equipo a Sant Joan Despí, a la nueva Ciutat
Esportiva, todavía en paños menores aquel mes de septiembre de 2008. Guardiola ya
la conocía de cuando el filial y deseaba, por encima de casi todas las cosas, emigrar
del Camp Nou y asentar al primer equipo en otro centro de operaciones. El empecina-
miento del técnico chocó con numerosas trabas, personales y logísticas, de modo que
el traslado no pudo efectuarse hasta mediados de enero de 2009. El empeño tenía
un objetivo rotundo, aunque no explicitado en público: Guardiola quería blindar el ves-
tuario de todos los agentes externos que pululan alrededor: aficionados, periodistas y
directivos. Mientras el equipo tuviera que trabajar en los alrededores del Camp Nou,
todos esos factores (unos más que otros) podían incidir en la vida cotidiana de sus
jugadores.
A mucha gente, esta cuestión le pareció baladí. ¿Qué importa que los periodistas vean
los entrenamientos o que los aficionados achuchen a los jugadores mientras trabajan?
Y bastante más relevante: ¿Por qué apartar al vestuario de los mimos directivos? Pero
Guardiola sabe latín. Como jugador siempre se adelantó a la siguiente jugada y jamás
dio un pase porque sí, sino por alguna razón previamente meditada. Y ahí sigue: sus
movimientos no obedecen al capricho y la improvisación, sino al pensamiento reflexi-
vo. Cuando decidió desplazar los bártulos del equipo lejos de las oficinas centrales del
club sabía lo que hacía. Cerró los entrenamientos a público y prensa; cegó las fuentes
de filtraciones internas; y marcó una distancia abismal con respecto de la directiva.
Claro, esto no gustó a todos y habría sido un avispero para el técnico si no hubiese
ido acompañado de unos resultados extraordinarios. Guardiola sin conceder ni una
entrevista individual a la prensa: ¡Menudo jaleo! Dejando a los aficionados lejos de los
cracks: ¡Vaya prepotente! Levantando un muro sobre las ambiciones dirigentes: ¡Qué
se ha creído este chico!
Los éxitos cerraron bocas y hasta hoy, en que Pep es el presidente de la Ciutat Espor-
tiva aunque aún no haya podido desarrollar todo lo que su mente proyectó. Estos días
andamos bendiciendo que el equipo esté a salvo del “Olivergate”, la rechifla directiva,
los “mortadelos” de pacotilla y el desatino presidencial, pero en realidad deberíamos
bendecir el día que Guardiola ordenó abandonar el Camp Nou y alejarse de la púrpura
y los egos.

112 | Índice
Toca paciencia de nuevo
19 Octubre 2009 / El Periódico

Los resultados futbolísticos, como los electorales, siempre admiten lecturas contradic-
torias. Y tan válido es frotarse las manos por la imbatibilidad del Barça tras doce par-
tidos oficiales como preocuparse por su ineficacia cuando se ha enfrentado a equipos
cuajados (dos empates a cero ante Inter y Valencia). Los resultados, sin embargo, no
reflejan toda la realidad de un Barça todavía espeso a causa de cuatro factores que
se han sumado: primero, la dificultad y lentitud en recuperar los automatismos tácticos
de la pasada temporada, cuando el equipo no sólo jugaba de memoria, sino sobre
todo a una velocidad de toque y desplazamiento de balón que rompían el esqueleto
de cualquier rival. Hoy, estos automatismos existen, pero no se ejecutan a la misma
velocidad e intuición que en el tramo final del exitoso curso anterior. A este primer
factor se une una condición física todavía en fase de construcción. No es casualidad,
sino una decisión programada: si el año pasado se planificó salir en tromba, el actual
ritmo diesel obedece a la voluntad de ir creciendo gradualmente hasta alcanzar el
mejor tono en primavera.
El tercer factor son las lesiones, que han retrasado la puesta en armonía del equipo.
Y, por último, pero no por ello menos importante, la adaptación a la nueva realidad: no
sólo hay que integrar una pieza esencial (Ibra) para suplir a otra que era fundamental
(Eto’o) con lo que supone de modificaciones tácticas, sino que ya ningún rival está
dispuesto a dejarse aplastar por el Pep Team sin presentar una alternativa particular.
Todos poseen parabólica y saben cómo juega el Barça, entre otras razones porque
el Barça jamás ocultó a qué quiere jugar. Y ya sea por la vía de la dureza (Málaga),
de la pesadez (Almería) o de la presión ( Valencia) todos intentan poner palos en la
rueda barcelonista. Es lógico que así sea, pues es la esencia de la competición. Pero
el mismo Guardiola que supo dictar unas pautas de juego espectaculares y sólidas
está sufriendo ahora para hallar los antídotos contra el veneno.
La suma de estos cuatro factores anda retrasando el regreso del gran Barça, lo que
apenas ha afectado a los resultados, provocando una paradoja curiosa: un Barça
poco afinado ha conseguido los mejores resultados parciales de su historia. La otra
buena noticia es que de los cuatro factores citados sólo hay uno en el que apenas se
puede intervenir: el de las lesiones, que posee un componente azaroso notable. En
los otros tres no sólo es sencillo actuar, sino que el cuerpo técnico parece dispuesto a
hacerlo de lleno y con inteligencia. La condición física mejorará a medida que pasen
las semanas, lo que a su vez ayudará a incrementar la velocidad de desplazamiento
de balón. Y tampoco cabe dudar sobre la capacidad de Guardiola para encontrar las
recetas que anulen las trampas rivales. Así que, otra vez, es la hora de la paciencia y
el trabajo silencioso.
Valencia-Barça (Liga, Jornada 7) 17-Octubre-2009. Mestalla. 0-0

113 | Índice
Bienvenida la crisis
26 Octubre 2009 / El Periódico

Si todas las crisis son como está, que dure. Han bastado cinco días de silencio y
trabajo para que la máquina haya vuelto a su rendimiento de crucero, despejando la
niebla artificial que se había querido levantar sobre este grupo. El grupo sigue ahí,
más compacto, sólido y comprometido que nunca; más reducido también, pero ese
problema se ha convertido en una oportunidad: ya no hay malas caras en el vestuario
y todos reman en la misma dirección, algo que no ocurría al cien por cien el curso
pasado. De tan reducido, el grupo es hoy un comando dispuesto a emprender las
operaciones más arriesgadas y complejas, la primera de las cuales es conservar la
lucidez en medio de la tormenta, tanto da si es de elogios como de críticas.
Quienes tienen la fortuna de ver los entrenamientos actuales del Barça explican que
son un espectáculo que resume la realidad del equipo: un derroche de energía apli-
cada a perfeccionar unos automatismos estructurales de alta escuela. En ellos, los
jugadores de Guardiola no sólo pulen su estado de forma puntual, sino sobre todo
mejoran y crecen como futbolistas. La progresión de Piqué desde hace un año sería
el paradigma de esta afirmación, pero valdría igual decirlo de Keita, cuya evolución
desde aquel pivote que gustó con el Sevilla está resultando meteórica. Ibrahimovic ya
es el siguiente en la lista, pues el delantero algo desconcertado que llegó en agosto
está dando paso a un prodigioso jugador que multiplica las opciones de juego del Bar-
ça. Ya nadie duda de él. Y en el peldaño inferior anda Chygrynskiy, todavía agarrotado
y discreto, medio segundo lento en sus reacciones, algo que hace un año también le
ocurría a Piqué, defecto que ha desaparecido con entrenamiento.
Algunos analistas dicen a estas horas que el Barça ya juega como en los mejores días
del Triplete. Discrepo. El estado general de forma aún está, voluntariamente, en pre-
cario y el rendimiento de algunos jugadores deja bastante que desear: Márquez, Inies-
ta, Touré o Messi todavía están lejos de sí mismos. Cuando vuelvan al top de forma,
el equipo estará potencialmente al mismo nivel que en los momentos más brillantes
del anterior curso, en especial si Henry es capaz de volver a ser el que fue. Ese nivel
colectivo será garantía del éxito. El éxito no sólo está compuesto de títulos, que eso
jamás puede garantizarse, sino muy especialmente por el respeto a un estilo de juego
y una propuesta futbolística con la que están comprometidos equipo y afición. El Pep
Team está llamado a ser una gran leyenda.
Barça-Zaragoza Liga, Jornada 8) 25-Octubre-2009. Camp Nou. 6-1 (Keita, Ibrahimovic, Keita, Ibrahimovic,
Jorge López, Messi, Keita)

114 | Índice
¿El último contrato de Puyol?
27 Octubre 2009 / Diario Sport

Existe un consenso rotundo sobre que el contrato de Puyol hasta 2013 supondrá el
último de su brillante carrera. Yo prefiero poner esa afirmación entre interrogantes por
más que al vencimiento de dicho contrato el capitán cumpla ya 35 años. ¿Demasiado
viejo para el fútbol? Así ha sido durante décadas. Encorsetado por unos tópicos de
dudosa procedencia, el fútbol ha medido la valía de los jugadores por su edad. A partir
de los 28 años, se ha dicho desde tiempos inmemoriales, el futbolista está acabado.
Posiblemente fue así cuando Di Stéfano y Kubala, incluso cuando Pereda y Amancio.
O cuando Schuster y Lineker. Pero eran épocas en que el futbolista era casi todo, sal-
vo un deportista completo. Ni los entrenamientos, ni el cuidado médico o la nutrición
y el entrenamiento invisible eran parte fundamental en la carrera del jugador. Sólo
contaban su habilidad técnica, su garra innata y su ambición por ganar. En aquellos
tiempos de escasa cultura científica aplicada al fútbol se construyeron tópicos falsa-
rios, transformados luego en cliché y estereotipo mental. Al futbolista se le midió por el
DNI más que por sus capacidades.
Cuando alguno destacó más allá de la treintena siempre fue considerado excepción.
Un portento físico, una fuerza de la naturaleza, un prodigio inaudito. Fulano sigue
jugando al fútbol con 32 años, se decía como quien ha visto un perro verde. En otras
especialidades deportivas, los clichés se resquebrajaron: en deportes de resistencia o
fuerza aparecieron treintañeros talluditos de gran rendimiento e incluso cuarentones
lograron proclamarse campeones olímpicos y mundiales. Lanzamientos, halterofilia y
remo por una parte; maratones, carreras de fondo y ciclismo por otra ejemplificaron
que la edad no era un freno para el rendimiento superlativo. Entonces, cambiaron el
cliché: con la edad se pierde velocidad, reflejos y rapidez de reacción, aseguraron. Y
se aplicó el tópico a cualquier especialidad, incluido el fútbol. No importaba que guar-
dametas de mucha edad siguieran a pleno rendimiento. Al parecer, un portero es un
fondista que no necesita reflejos. ¿Costacurta? ¿Maldini? De nuevo, excepciones, se
dijo.
Pero hoy son legión los especialistas de velocidad con más de 35 años en atletismo,
natación, piragüismo o ciclismo en pista. Y pronto caerá el mito en el fútbol. Puyol pue-
de colaborar a ello cuando en 2013 decida no retirarse. Probablemente no podrá jugar
dos partidos semanales (miércoles-domingo) y su nivel técnico habrá sido superado
por los juveniles de ahora. Pero si conserva su concepto profesional del deporte esta-
rá en óptimas condiciones para seguir jugando en el Barça hasta los 40 años, aunque
más dosificado. Espero que lo veamos.

115 | Índice
Paradigma Márquez
3 Noviembre 2009 / Diario Sport

El Barça no defiende por velocidad ni garra, sino por posición y anticipación. No de-
fiende con los defensas, sino con todo el equipo. Su sistema ofensivo es brillante,
explosivo y genial, pero su sistema defensivo es, probablemente, el mejor del mundo.
Ocurre que todo el entramado depende de la coordinación, la concentración y la so-
lidaridad. Basta con que los delanteros aflojen la presión o que el equipo ataque mal
posicionado y, por tanto, no recupere con eficacia; basta con un pase de riesgo en la
zona caliente; un balón perdido en el centro del campo; basta cualquiera de estos mí-
nimos detalles para que todo el entramado se venga abajo. Cuando no defiende todo
el equipo, los defensas quedan al desnudo.
Este sistema de juego prima a los defensas cuando se aplica con intensidad, pero les
castiga severamente si se incumple. En otros equipos hay cuatro hombres fieros por
delante de la línea defensiva o por lo menos dos pivotes fajadores. En el Barça lo que
hay es un alambre fino por el que circulan al unísono el éxito y el riesgo. Cuando todos
se implican con energía las líneas están juntas, la defensa se planta en el centro del
campo, los pases se ejecutan veloces reduciendo riesgos y el número de ocasiones
en contra se limita prodigiosamente. Dicho en otras palabras, el Barça se defiende a
base de atacar bien posicionado, sin perder el balón o recuperándolo de inmediato
tras pérdida y con una alta velocidad de repliegue.
Al incumplir estos preceptos, la defensa blaugrana se convierte en vulgar y mediocre
porque interpreta un papel incómodo e inhabitual. No son defensas de patadón y
tentetieso, ni defienden por acumulación. Es un sistema defensivo opuesto al italiano,
de ahí que jamás ningún defensa trasalpino haya triunfado en el Barça. A cambio hay
que asumir y aceptar riesgos. Defensas bravos y veloces como Puyol o Abidal han
tenido que reciclarse. El más rápido de todos, Martín Cáceres, ha emigrado. Una roca
como Henrique ni siquiera debutó. Y, de este modo, el defensa-tipo es un jugador de
movimientos lentos y cintura poco ágil, pero buena salida de balón, sangre fría, senti-
do de la anticipación y un prodigioso instinto para estar siempre en el lugar adecuado.
Márquez es el paradigma de todos ellos. Un jugador que costó
5 millones, que apenas disputa 30 partidos por temporada, pero que ha sido fundamen-
tal en la montaña de éxitos obtenida desde 2003 y cuya ausencia muchas veces supuso
un cataclismo. Ahora que está en baja forma y en el ojo de huracán hay que repetirlo. Y
recordar que fue él quien enseñó a Piqué el secreto de la buena colocación.

116 | Índice
Probando opciones
9 Noviembre 2009 / RAC-1

Nunca estamos contentos. Nos hemos pasado un par de meses diagnosticando que
todos los rivales ya saben cómo parar al Barça y, en estos dos meses, Pep Guardiola
ha probado algunas variantes de notable interés, como colocar el mediocentro entre
los centrales o adelantar los laterales al medio campo. El sábado puso en marcha
otra opción: dado que todos los rivales pretenden etorpecer la circulación en el centro
del campo, una variante de interés consiste en saltarse la zona intermedia con pases
largos. Juego directo con principio en Piqué y final en Ibrahimovic. No es el estilo ha-
bitual del Barça, pero precisamente por eso decimos que es una variante. Se trata de
encontrar maneras de romper los muros rivales y automatizar los movimientos por si
es necesario recurrir en alguna ocasión decisiva a este tipo de juego.
Barça-Mallorca ( Liga, Jornada 10) 7-Noviembre-2009. Camp Nou. 4-2 (Pedro, Nunes, Pedro, Henry, Messi,
A. Keita)

117 | Índice
Ha vuelto la velocidad
23 Noviembre 2009 / El Periódico

Oigo al gran coro de plañideras gemir por las esquinas ante el cataclismo que sufre el
Barça: la gripe, los isquiotibiales, el abductor incorrupto y hasta la falta de puntería se
abaten sobre el vestuario cual plagas neoegipcias, catastróficos males que sepultan
ilusiones, y arruinan cuerpos y trayectorias. Una maldición negra ha agarrado al Barça
por el cuello y le zarandea sin misericordia, justo cuando llegan las grandes horas y
las grandes verdades. La pobre víctima es hoy apenas un guiñapo zarrapastroso, una
sombra de sí mismo, lisiado tuerto y cojo, condenado al estrépito y el sepulcro.
Permítanme que discrepe de todo lo anterior. Contra la mayoría, yo opino que la plan-
tilla actual es suficiente para afrontar los retos. ¿Acaso no triunfó Rijkaard con apenas
doce hombres, los once titulares más Iniesta? ¿No se jugó Guardiola los tres títulos la
pasada primavera con sólo 14 titulares de verdad? Pues, ¿a qué viene tanto gimoteo?
También contra muchos analistas, creo que el Barça mostró el sábado su mejor juego
colectivo de la temporada. Lo hizo sólo durante media hora (la primera) y sin trans-
formar esa sinfonía en goles, pero hay un hecho indiscutible: durante treinta minutos
volvió la velocidad. Esa velocidad tan añorada. Velocidad individual y de pase, pero
sobre todo de idea y decisión. El balón volaba otra vez, con pocos toques y rapidez
inusitada. Pim pam. Otra vez el Barça veloz. Faltó el pum, de acuerdo, pero ya están
aquí el pim y el pam, tan necesarios.
Así que la primera semana grande del curso se afronta con gimoteo en el entorno y
bajas de peso en el vestuario, pero con la velocidad recuperada. También contra la
mayoría, opino que es una buena forma de encarar los retos. Quienes deban suplir
a los ausentes redoblarán su empeño y energía. Futbolistas hasta ahora “ausentes”,
como Henry y algo menos Iniesta, tienen la oportunidad de reconfirmar su inmensa
calidad y abandonar ese limbo en el que llevan viviendo más de medio año. Ha lle-
gado la hora de aparcar gemidos y lloriqueos y mostrar los verdaderos valores del
equipo: el toque, la velocidad y el pum.
Athletic Club-Barça (Liga, Jornada 11) 21-Noviembre-2009. San Mamés. 1-1 (Alves, Toquero)

118 | Índice
El Clásico de las palabras
28 Noviembre 2009 / Diario Sport

El partido se juega ahora con palabras. Mejor dicho: primero se juega un partido de
palabras y más tarde, pero sólo más tarde, un partido de fútbol. En el de las palabras
participamos todos, amateurs y profesionales sin distinción pero con un hilo conduc-
tor: cada día que pasa las palabras crecen y engordan, como si la proximidad con el
partido de verdad las anabolizase. El partido de las palabras nunca tiene un vencedor,
pero acostumbra a sembrar el campo de perdedores: los que equivocaron el pronós-
tico; quienes engordaron demasiado los adjetivos; y los que, de puro desenfreno, eli-
gieron un mal día para abrir la boca. Las palabras siempre llevan una carga adherida:
temor, bravuconería, soberbia u otros demonios. Los entornos periodísticos acumulan
ya tres largos días alimentando el verbo fácil, disparado el crescendo hasta mañana,
cuando el ruido será atronador y unos y otros se alzarán la voz para ver quién grita
más, quién tiene la lengua más larga, eterno deporte nacional. Mientras tanto, la ma-
yoría de futbolistas hará oídos sordos a tanta palabrería.
El Clásico es un partido de fútbol que genera frases felices, pero no por ello próximas
a la realidad. Al fútbol, ya sabemos, le sobra grandilocuencia en general, pero a todos
nos cuenta adoptar un perfil moderado y discreto, como si para sobrevivir precisára-
mos gritar más que el vecino, sin percatarnos que casi siempre unas pocas palabras
sabias pesan más que todo el griterío unido. Quizás bastaría con decir que Barça y
Madrid llegan al partido de verdad mucho más parejos de lo que quieren hacer ver los
fabricantes de palabrería. El periodismo, principal culpable de tanto ruido vano, alza la
voz pretendiendo ser el primero de clase a fuerza de gritar superioridades, prometer
goleadas y exagerar diferencias, mientras el aficionado, por lo general más pragmáti-
co que el periodista, sabe perfectamente que el Barça no puede confiarse, que debe
andarse con cuidado y respetar profundamente al Madrid, en tanto el aficionado me-
rengue conoce a la perfección las debilidades de su equipo en construcción, de ahí el
temor fundado y reverencial hacia Xavi, Iniesta y la máquina blaugrana.
Como el periodismo actual ha dejado de ser periodismo para transformarse en espec-
táculo vocinglero, en forofismo perfumado de tinta, la realidad acostumbra a dejarnos
en mal lugar, pues el partido de las palabras casi nunca tiene que ver con el de verdad.
Así que semejante certidumbre debería obligarnos a ser prudentes ante tanto exceso
verbal y pronosticar que, probablemente, no ocurrirá casi nada de lo prometido estos
días salvo que el Barça se mostrará respetuoso, ofensivo y ambicioso y el Madrid,
aguerrido, fortificado y punzante.

119 | Índice
El mejor Madrid del curso
30 Noviembre 2009 / El Periódico

El Clásico deja una lección irrefutable: el Madrid sabe a lo que juega. Puede no gustar
ni emocionar, pero tiene claro lo que quiere y busca. Hay un tópico infundado que ha
hecho fortuna: el Madrid no sabe a qué juega. Es falso; lo sabe. Conoce sus virtudes,
que simplemente son muy distintas a las blaugrana. El Madrid de Pellegrini es el mejor
del mundo jugando al contragolpe, pues posee las puntas más veloces y directas y un
excelente pasador en largo (Xabi Alonso). Si en vez de Pellegrini fuese Capello quien
ocupara el banquillo blanco, posiblemente veríamos cada semana notables proezas
en este sentido. Pero Pellegrini ama otro estilo, más combinativo y de mimo al cuero,
que no casa en exceso con el biotipo de sus futbolistas. Es la contradicción que se
paga cuando quien ficha es el presidente en su limbo y no el entrenador que después
afronta los partidos. Es la paradoja que agita a este equipo, con el entorno mediático
disparando flechas envenenadas a diario.
Este podría ser un gran Madrid si pudiera corregir la citada contradicción, pero para
ello Pellegrini tendrá que cambiar sus instrucciones o fichar un par de peloteros que
combinen con Alonso. Como no creo que se dé esta segunda opción, imagino que el
entrenador chileno, hombre inteligente, cauto y sensato, irá corrigiendo su libreto has-
ta encontrar el equilibrio entre un club histórico que quiere ganarlo todo y un equipo
construido para contragolpear.
El mérito madridista se puede medir con precisión si analizamos el nivel de la pres-
tación del Barça, impedido de construir su juego habitual, gripado en la creación,
presionado en la salida de balón, enredado en la telaraña de las coberturas blancas.
Posiblemente, el Barça menos fluido de la temporada, pero no por errores propios;
simplemente, no ha podido destilar sus esencias como acostumbra porque el rival le
ha frenado. Por momentos, el Madrid ha recordado al Chelsea de Hiddink: líneas jun-
tas, presión fuerte, físico enorme, contragolpe punzante. Incluso ha sabido combinar
con precisión y habilidad, como si hubiese absorbido lo mejor del estilo barcelonista.
Al Madrid le ha fallado su mejor virtud: la pegada, aunque eso es mérito de dos colo-
sos: Puyol y Valdés.
El Barça ha estado tan espeso combinando como prodigioso defendiendo, algo in-
habitual, bastándole una ocasión clara para sentenciar el duelo. Papeles invertidos,
en definitiva. Habrá que ver si de forma provisional o si la buena imagen madridista
le supondrá a Pellegrini un punto de inflexión en la construcción de un estilo firme. Al
Barça, desde luego, triunfar con armas más raciales no le hará dudar de sí mismo,
pues sigue hecho un toro, sin que le importe la ropa con la que se viste.
Barça-Real Madrid (Liga, Jornada 12) 29-Noviembre-2009. Camp Nou. 1-0 (Ibrahimovic)

120 | Índice
Una defensa trascendental
1 Diciembre 2009 / Diario Sport

Cuando el doblete de Rijkaard todos mirábamos a Ronaldinho, sin prestar atención a


una de las virtudes teologales de aquel equipo: la sobriedad defensiva que implantó
el entrenador de los rizos. Decíamos por entonces que el éxito de aquel conjunto era
el mix entre el atrevimiento holandés y la sobriedad italiana. Curiosamente, cuando
llegaron defensas italianos (Zambrotta y un Thuram italianizado) aquella solidez se
desmoronó. En esta era del Triplete enfocamos el majestuoso talento ofensivo y nos
deleitamos con los prodigiosos tiralíneas cerebrales de los centrocampistas o la deli-
ciosa salida de balón de los centrales. Pero hay una faceta del equipo que habitual-
mente pasa desapercibida, entre otras razones porque apenas se pone en práctica:
la defensa a destajo.
Cuando un equipo se viste de smoking noche tras noche, uno olvida que también pue-
de vestir el mono grasiento de los días grises. El Barça lleva tanto tiempo jugando con
el smoking puesto y ganando, tanto tiempo vestido de gala y jugando en el séptimo
cielo, que casi habíamos olvidado sus pinturas de guerra, su capacidad camaleóni-
ca para emular a los rambos balompédicos. Hemos debatido tanto sobre la calidad
de los defensas del Barça y les juzgamos ya únicamente por su salida de balón, la
capacidad para superar líneas en largo o su delicioso sentido de la anticipación, que
hemos olvidado que, ante todo, son defensores y, por tanto, sujetos a ser derribados
por el empuje rival. En un ejercicio parecido al funambulismo futbolístico, Guardiola
ha conseguido que miremos a sus defensas bajo el prisma ya exclusivo de los centro-
campistas y hablamos de ellos en términos distintos a los tradicionales: cómo saca el
balón fulano; cómo rompe las líneas mengano... A veces incluso les medimos por su
aportación atacante más que por su rol principal.
De ahí que noches como la del Clásico, cuando un gran Madrid exigió a los defensas
del Barça comportarse fundamentalmente como defensas, nos permitan valorar en su
exacta dimensión la eficacia de esta línea de atrás, capaz de los mejores tiralíneas,
sí, pero también de una excelente actuación según los cánones clásicos de todo sis-
tema defensivo. No me refiero sólo a la portentosa exhibición de velocidad, coraje y
anticipación de Puyol, que viene a confirmar mi tesis de que el actual no será su último
contrato; sino al conjunto del sistema defensivo, exigido por grandes y veloces atacan-
tes (Cristiano, Kaká, Higuaín, Benzema). Posiblemente veremos pocas prestaciones
similares a lo largo del curso, pues en la mayoría de partido los defensas blaugrana
seguirán jugando como medios, pero para un día que lo han hecho como defensas,
les aplaudo por su espléndido rendimiento.

121 | Índice
¿Y si por un día...?
5 Diciembre 2009 / Diario Sport

Esta es la pregunta: ¿y si por un día, sólo un día, por un breve rato, Guardiola sor-
prendiera al rival cambiando el estilo de juego? No digo que el Barça necesite cambiar
de estilo porque el suyo no funcione; al contrario, le va de maravilla con esa forma
de jugar tan peculiar que le ha reportado triunfos, títulos, prestigio y pasión universal.
Pero tanto éxito también acarrea sus servidumbres, que en el caso del Pep Team
se traduce en el profundo conocimiento que tienen todos los equipos sobre el estilo
blaugrana y, por tanto, la facilidad para aplicar fórmulas que gripen la maquinaria
“guardioliana”. No hay rival en el mundo que no conozca todo del Barça: quién sacará
el balón desde la defensa; cómo resolverá la presión sobre los centrales; dónde se
ubicará el mediocentro en fase atacante y en defensiva; cómo será la cobertura al la-
teral que avanza; dónde triangularán Alves, Xavi y Messi; qué movimientos realizarán
Henry o Iniesta en banda izquierda; o cómo se distribuyen los defensores en el saque
de esquina. El juego del Barça ha sido diseccionado hasta las vísceras y todos cono-
cen exhaustivamente incluso el menor de los detalles. En la gloria de este equipo va
también su servidumbre.
El conocimiento no garantiza que los antídotos vayan a funcionar. De hecho, la mayo-
ría no funcionan, pues se muestran incapaces de derrotar al Barça, pero entorpecen,
limitan, reducen o enlentecen las victorias del Pep Team. Consiguen que al Barça le
cueste más ganar que en el curso pasado. En parte porque no está en plena forma,
pero en gran medida por el acierto de las medidas que adoptan los contrarios. Este
acierto rival no ha supuesto una gran merma de puntos: si acaso, la derrota en el
Camp Nou frente al Rubin Kazan. Pero ha dado pistas a muchos otros sobre lo que
hay que hacer para evitar ser arrollado por la locomotora: frenar a Xavi; secar los pa-
sillos internos por los que sale el balón; obturar las arterias por las que transitan los
medios; cortocircuitar el tránsito entre líneas para aislar a Messi... En fin, una panoplia
de medidas que si las aplica el Xerez puede significar una molestia inoportuna, pero si
las pone en acción un equipo grande y capacitado resultará muy peligroso.
¿Qué propongo? Que Guardiola sorprenda a cuantos están radiografiándole sin ce-
sar. Una sorpresa en forma de cambio de estilo en medio de un partido, quizás a los
veinte o treinta minutos: regalarle el balón al contrario, parapetarse en un par de líneas
fortificadas y jugar al contragolpe. Sólo durante un rato y con el único objetivo de crear
desconcierto. De esta manera, nadie podría estar tan seguro de que el Barça siempre
jugará igual.

122 | Índice
Un éxito de planificación
15 Diciembre 2009 / Diario Sport

Velocidad de piernas, frescura de ideas, respeto al estilo y hambre de triunfo. Estos


son los cuatro factores de la ecuación que puede darle al Barça su sexto título del
año. No siempre hubo unanimidad sobre si esta plantilla conseguiría llegar a Abu Dabi
en estado óptimo, dados los precedentes negativos. Era razonable dudar y se dudó,
en especial sobre la ambición del equipo y su condición física. Nadie puede aguantar
semejante ritmo, se escribió, sea en el cuerpo o en el espíritu. Pero este colectivo lo
ha conseguido, más allá de lo que ocurra a partir de mañana en el Mundial de clubes.
Llegue a la final o no y la gane o la pierda, el Pep Team ha logrado alcanzar su último
objetivo del año, el último peldaño, en plena forma física y mental.
Así estaba planificado desde finales de mayo, cuando Guardiola, Vilanova, Buena-
ventura y Seirul.lo cerraron el dibujo del presente curso. Entonces fue diáfano que
la nueva temporada sería diametralmente opuesta a la triunfal del Triplete, pues los
objetivos, el calendario, el equipo y también la fortaleza del cuerpo técnico eran muy
distintos. Se diseñó un semestre en progresión lenta y gradual: jugadores pesados y
cargados en agosto, septiembre y octubre; ligeros en noviembre; óptimos en diciem-
bre. Trabajo con alto volumen de carga de fuerza-resistencia en los primeros meses y
de fuerza-explosiva en los siguientes, con volumen reducido y partidos muy continua-
dos, lo que permitiría la puesta en forma gracias al ritmo-competición que otorgan los
propios encuentros.
La planificación se ha cumplido al detalle y hoy puede decirse con rotundidad que
todos cuantos la han podido cumplir se hallan en plena forma. Quienes no la han
protagonizado al completo por lesión, recuperación o incidencias (Iniesta, Márquez,
Messi o Henry, en distintos grados) se encuentran uno o dos peldaños por debajo del
resto, lo que les convertirá probablemente en esenciales en enero y febrero, cuando
regrese el volumen de carga en el entrenamiento. Entonces, estos cuatro hombres
deberán estar más frescos, rápidos y lúcidos que sus colegas, que andarán cargando
pilas para la primavera. No se sorprendan, por tanto, si observan jugadores fatigados
en enero y febrero, fuera de punto, pesados y lentos.
Nada de lo anterior garantiza títulos, pero da consistencia al equipo, que en todo mo-
mento es consciente de dónde se encuentra y adónde va. Guardiola se encarga de
avivar el hambre de triunfos y es el guardián del estilo. Buenaventura y Seirul.lo se
responsabilizan de que las piernas estén ágiles y veloces. Luego, los jugadores son
quienes aportan su frescura de ideas y la creatividad. Aunque a veces no lo parezca,
en fútbol también se planifica el éxito.

123 | Índice
La fiesta ha terminado; empieza otro ciclo
22 Diciembre 2009 / Diario Sport

Ha terminado un ciclo. Glorioso, fabuloso y mágico, pero ha terminado. Empezó en


Cracovia y ha culminado en Abu Dabi, dejando por el camino seis títulos y un estilo
de juego arrebatador. Ha sido hermoso y apasionante, pero ha concluido. Ha sido tan
apabullante que nada podrá ocultar semejante apoteosis, pero ahora ya es momento
de archivar el dvd en la biblioteca y colgar la foto donde se amontonan las seis copas.
Porque empieza otro ciclo y va a ser más duro y difícil que el recién terminado. El Pep
Team ha conquistado la cima más alta jamás soñada y ahora toca mantenerse en ella,
lo que exige mucho más trabajo.
El aficionado aún puede galopar en su éxtasis otro par de semanas más, pero el ves-
tuario ya no. La fiesta ha sido brutal, pero se ha terminado, pues los nuevos retos son
aún más tensos y desafiantes. Ahí fuera hay mucha gente deseando darle la puntilla
a este equipo glorioso y lo que debe hacer este equipo no es retozar entre laureles, ni
tampoco temer por las revanchas, sino redoblar sus esfuerzos. Mantenerse en lo alto
de la cima exigirá aún mayor trabajo y mejor hecho, pero ni siquiera ese plus garanti-
zará nuevos éxitos.
Ya sé que mis palabras parecen algo precipitadas. Usted puede pensar: ¿Y éste por
qué no nos deja disfrutar de lo conseguido? Tiene usted razón: disfrute, recuerde los
seis títulos y el juego de precisión que ha prodigado el Pep Team. Disfrútelo, pero
permítame también que lance esta advertencia: que disfrute el aficionado, pero que
el vestuario pase página. El Barça de las Seis Copas ya es pasado. Muy reciente,
pero pasado. Glorioso y legendario, pero pasado. Ahora viene lo más difícil: el futuro
inmediato. Una plantilla muy justita; una lesión (Iniesta) que rompe lo planificado; un
extremo imprescindible (Henry) que no está y al que quizás ya no podremos espe-
rar más tiempo; dos puntales en el centro del campo que se van a la copa africana;
seis titulares agotados, fundidos, exhaustos física y psíquicamente, los seis que han
aguantado el equipo desde septiembre: Alves, Piqué, Puyol, Xavi, Messi e Ibra.
Esta es la realidad del vestuario. Hoy, el equipo de Guardiola no necesita más elogios,
sino oxígeno, reposo, recuperación, frescura, carga de trabajo, quizás algún refuer-
zo estratégico, algo de sangre fresca de la cantera y una colleja inmensa a Henry,
jugador decisivo, pero que transita por la pereza física y mental más absoluta. Este
vestuario mantiene la solidez del compromiso solidario, el trabajo y el esfuerzo, pero
también la precariedad de las fuerzas y el agotamiento de quien siempre escala mura-
llas. A Guardiola se le viene ahora encima su reto más difícil: volver a bombear sangre
en este cuerpo fatigado y esa mente agotada.
Estudiantes-Barça (Mundial de Clubes, Final) 19-Diciembre-2009. Estadio Sheik Zayed Abu Dabi. 1-2 (Bo-
selli, Pedro, Messi)

124 | Índice
La fatalidad y la grandilocuencia
26 Diciembre 2009 / Diario Sport

Dos características históricas del barcelonismo fueron siempre la fatalidad y la grandi-


locuencia. Guardiola ha acabado con ambas pese a que, en su debut, el 80% de los
aficionados pronosticaba que fracasaría en todo. Me cuento entre ellos, pues nunca
creí que viviría semejante prodigio: entrenador novato, contador de la credibilidad a
cero, vestuario en caída libre, club en permanente zozobra. Fue llegar él y tranquilizó
las aguas: las propias y casi todas las ajenas. Y más allá de los éxitos futbolísticos
de los que tanto hemos hablado y de los que propongo pasar página, Guardiola ha
derrochado pedagogía en todas sus apariciones, hasta el punto de que ni el periodista
menos perspicaz, ni el aficionado más agudo, discrepan hoy sobre la necesidad de
las rotaciones, el valor del entrenamiento, la calidad de la cantera o el imprescindible
respeto al menor de los rivales.
Pero no sólo ha hecho pedagogía. Ha proscrito esos dos males de los que habla-
ba en la introducción. El fatalismo, tan catalán, y la grandilocuencia, tan culé. Hace
unas semanas, en “El País”, Xavi Hernández se ha referido al problema con cierto
gracejo: “No sólo el Barça es pesimista, sino el catalán ya es un poco así; tiende a
dramatizar. Es del ay, ay, ay. En cambio en el Madrid son más de ‘’esto va salir’’. Son
más positivos y esto da energías para ganar títulos también. Históricamente el Barça
hubiese ganado más títulos si hubiésemos sido más positivos y más optimistas”. Esta
definición precisa del cerebro barcelonista es lo que Guardiola ha intentado extirpar
de la sociedad blaugrana. Ha dicho, con hechos y también con palabras tangenciales:
dejad de lamentaros, de temer por todo, de escuchar vuestros demonios; y dejad tam-
bién aparcada la grandilocuencia y la exageración extremista.
Seguro que hay gente que continúa siendo fatalista, como la hay que sigue protago-
nizando salidas de tono, pero la cifra se ha reducido notablemente gracias al entre-
nador del Barça. Aún hay victimismo, claro. Basta cualquier error arbitral a favor del
Real Madrid para que los periódicos de Barcelona engrandezcan la pifia y aparezca la
palabra “robo”. Ya sé que en Madrid ocurre igual, e incluso en proporciones descomu-
nales ahora mismo, pero eso no es más que un indicativo clamoroso del victimismo
ancestral, residuo con el que Pep se ha empeñado en acabar.
La suya no es una contribución futbolística, sino anímica, casi filosófica, que debere-
mos agradecerle por siempre. Es la demostración de cómo la confianza y la autoes-
tima, la seguridad en las propias fuerzas y, sobre todo, en la cultura del esfuerzo es
capaz de vencer los atavismos más arraigados. La fatalidad y las palabras huecas ya
son dos enemigos vencidos.

125 | Índice
Henry, llegó tu hora
2 Enero 2010 / Diario Sport

Con enero ha llegado también la hora de Henry. Será ahora o será nunca más. Guar-
diola y su equipo llevan esperando al francés desde septiembre y los plazos se han
agotado: o vuelve ya o será su final como futbolista de elite. Desconozco si se ha
repetido otra cena entre técnico y jugador para intentar estimularle, pero sí estoy se-
guro que el reloj ha dictado sentencia y apenas quedan nuevas oportunidades de
resurrección.
Henry llegó al Barça en un mal momento. El vestuario era una carcajada: un grupo de
futbolistas sólo vivía para la samba y el jolgorio; otros deambulaban como personajes
en busca de guión; alguno se dedicaba a su promoción política y el entrenador tenía
el espinazo moral roto. Ahí en medio cayó Henry, cojitranco y dolorido en el nervio
ciático. Fue un mal aterrizaje en mitad de un campo de minas con un resultado para
olvidar.
Con Guardiola se fueron quienes tenían cuerpo y alma en otras tareas, resucitó la
cultura del esfuerzo y el equipo empezó a construir su leyenda. ¿Todo el equipo? No,
Henry no. Henry seguía con su “nonchalance” permanente, esa indolencia perpetua
que parece añorar quién sabe qué. Hasta la cena de noviembre de 2008, donde el
entrenador dio con la tecla. Posiblemente fue una tecla de orgullo, de la que Henry
salió siendo otra vez Henry. Seis meses y 25 goles más tarde, el galo había sido pieza
clave en el Barça del Triplete.
Después vino la travesía de una traicionera lesión y pasó el verano en rehabilitación.
De ahí que Guardiola planificara que Henry sería imprescindible, como Iniesta, en
enero cuando los africanos volvieran a su continente. Le daba tiempo para recuperar-
se, ponerse en forma y volver a ser quien fue justo cuando más le necesitaría el equi-
po. Bien. Henry se recuperó y se puso en forma, pero aún no ha vuelto. Su desgaire
sobre el césped ha sido un insulto a la inteligencia y, de hecho, un menosprecio a sus
compañeros, que se dejan la piel y el pie en los partidos, pero también y sobre todo
en los entrenamientos. Desenchufado por completo, Henry ha sido una sombra de sí
mismo y ha perdido el sitio ante Pedro e incluso Jeffren.
Conocemos sobradamente que Henry sólo se motiva cuando es el centro de todas las
atenciones, cuando actúa como gallina clueca de los Bojan de turno y es el divo al que
iluminan los focos. De ahí que su mejor actuación fuese la noche contra el Inter, cuan-
do Ibra y Messi no podían hacerle sombra desde el banquillo. Pero ya está sobrando
esta pose de diva venida a menos. Henry ha repartido demasiados gestos y posturi-
tas, demasiadas carreritas hacia atrás sólo cara a la galería, demasiada displicencia a
borbotones como para no exigir que vuelva a ser quien fue. Desde hoy y sin tardanza.

126 | Índice
Todo por hacer
4 Enero 2010 / RAC-1

En la poesía se esconde la verdad. El poeta de cabecera de Pep Guardiola, Miquel


Martí i Pol, lo dejó escrito:”Tot està per fer i tot és possible” (“Todo está por hacer y
todo es posible”). Y ésta es la verdad del nuevo año para el Barça. Se ha hecho todo
y se ha ganado todo, mucho más de lo que nadie podía imaginarse, pero el poema
vuelve a empezar y la hoja está en blanco. Se debe empezar de nuevo, como si no
hubiera pasado nada, como si no se hubiera ganado nada.
Es una experiencia nueva para todo el mundo. Hay quien dice: ”Los culés no están
acostumbrados a eso”. Cierto. Pero es que nadie está acostumbrado a ganar seis
títulos. Nadie en el mundo sabe lo que le espera después de conquistar seis copas.
Para cualquier afición, ésta es una situación nueva, inédita, y el mejor sistema para
gestionarla parece ser el clásico de Can Guardiola: trabajar hoy más que ayer, pero
menos que mañana; y avanzar paso a paso, sin exigirse grandes objetivos, con el
único horizonte del próximo partido.

127 | Índice
¿El mismo Barça o distinto?
9 Enero 2010 / Diario Sport

Me interrogan sobre el porvenir inmediato del Barça: ¿Vamos bien?, preguntan. ¿Va-
mos por el buen camino? La cuestión se responde analizando la realidad, que es
mucho más simple de lo que aparenta. ¿En qué se basa el Barça 2010?
1. Compromiso: La plantilla está comprometida con la propuesta del en-
trenador en todas sus vertientes. La idea de juego; la cultura del es-
fuerzo; y el carácter humilde. Es un compromiso rotundo en el verbo
más importante: persistir. Nadie sabe si el equipo ganará o perderá
títulos en 2010, pero pueden apostar que persistirá hasta su último
aliento.
2. Solidaridad: Guardiola dio determinadas bajas para evitar el egocen-
trismo de algún jugador brillante, el pasotismo de alguno discreto y
la mala cara permanente de un tercero. Al no conseguir ampliar la
plantilla como quería, optó por un grupo pequeño pero bien avenido.
El vestuario es una piña. Su único verso suelto ha recibido ya el último
y definitivo toque de atención.
3. Esfuerzo: Seis copas sólo se comprenden desde el esfuerzo. Sin la
apuesta por dicha cultura resulta imposible entender la raíz del éxito.
Es un vestuario que dejó de vivir del fútbol para vivir para el fútbol. Los
entrenamientos de hoy son más duros e intensos que los de hace un
año. Los jugadores se entregan más y trabajan mejor.
4. Ambición: Nadie se cansa nunca de ganar, pero sí de trabajar. Y si no
se trabaja no se vence. Ronaldinho y Deco querían seguir ganándolo
todo. Si perdieron algo no fue el hambre de triunfos, sino la ambición
de esforzarse. Estaban hambrientos de gloria, pero no dispuestos al
sacrificio necesario para volver a ella. El vestuario comprendió la lec-
ción y sabe que sólo seguirá conquistando títulos si persiste en el
trabajo, incluso si el trabajo no le garantiza esos títulos. La ambición
está intacta.
5. Idea ofensiva: Coger el balón y enfocar la portería contraria continúa
siendo el camino elegido. Los cambios de jugadores, el estado de
forma puntual o los antídotos rivales no han modificado la idea primi-
genia. Si acaso, la dificultan o exigen más curvas y recovecos. Hay
menos fuegos artificiales, incluso menor capacidad goleadora global,
pero la misma vocación ofensiva.
6. Carácter defensivo: El principal cambio de un año a otro es el de-
fensivo. Guardiola ha querido potenciar la fase defensiva del equipo:
“Italianizarlo” más. Darle mayor profesionalidad a todos los futbolistas
cuando deben defender (a todos, no sólo a los defensas). De momen-
to aún le falla Chygrynskiy y está tardando Márquez, pero el equipo

128 | Índice
defiende con más sentido colectivo, incluso en las jugadas a balón
parado, un calvario el año pasado.
Estos seis puntos deberían responder si el Barça 2010 va por buen camino o no.

129 | Índice
Ejemplos, en vez de estrellas
16 Enero 2010 / Diario Sport

José Manuel Pinto y Leo Messi ya tienen otro punto en común, al margen de pertene-
cer al mismo club y haber ganado seis copas en un año: lloraron desconsoladamente
el miércoles de madrugada, a la vista de todos sus compañeros en el vestuario del
Sánchez Pizjuán. A Messi le intentó consolar su compatriota Gabi Milito, el hombre
que ejerce de referente del delantero blaugrana. Al guardameta le animó Xavi Hernán-
dez, probablemente el jugador barcelonista más dispuesto hoy a mostrar en público
un carácter duro y fajador totalmente opuesto a su juego exquisito.
Ocurrió así y apenas lo supe rememoré un libro que estoy leyendo (“El Tao en el
trabajo”, ¡qué cosas de leer!) donde Stanley Herman escribe: “En el centro del éxito
se encuentran las semillas invisibles de la decadencia, que sólo esperan el riego de
la complacencia para brotar”. Messi y Pinto llorando a lágrima suelta son el secante
de esa complacencia, el antídoto para la decadencia. Otro hombre sabio, Vicente del
Bosque, lanzó hace años un aforismo redondo y certero: “La apatía es el veneno de
los vestuarios”. Así es. La apatía mata al deportista. La complacencia riega las semi-
llas de la decadencia y, al fin, incluso el mayor gigante se desmorona. Algo de eso
ocurrió hace tres años en el Barça, con los funestos resultados conocidos.
Hoy no hay apatía, sino lágrimas de rabia, enojo o tristeza, pero ninguna complacen-
cia, lo que aleja el fantasma de la decadencia. El Pep Team volverá a ganar o no,
pero seguirá luchando y continuará compitiendo, primera y máxima exigencia para
todo deportista. Esas lágrimas del guardameta suplente (que quizás termina aquí su
temporada y quién sabe si su recorrido blaugrana) y las del número uno del mundo (a
quien le queda todo un majestuoso futuro por delante) revelan y delatan que el alma
de ese vestuario está muy viva. Que vibra emocionada con los triunfos o las derrotas
y no ha sucumbido a la gloria y el ego, a los fastos y las celebraciones. Más allá de
los aciertos tácticos, de las opiniones discutibles sobre un jugador concreto, sobre
un fichaje, una alineación suplente, un cambio a destiempo o un pase mal dado, lo
relevante del momento actual consiste en que seis títulos más tarde el espíritu y la am-
bición deportiva continúan intactos, buscando nuevas batallas en las que coronarse,
nuevos retos que entablar, nuevos rivales a los que desafiar y nuevos peldaños desde
los que crecer. Más trascendente que un triunfo puntual o una eliminación concreta
es el ejemplo de esta gente que pelea hasta el límite de sus fuerzas deportivas en
una sociedad demasiado acostumbrada a bajar los brazos ante la menor dificultad. El
mundo actual no necesita estrellas, sino ejemplos.
Sevilla-Barça (Copa del Rey, 1/8 Vuelta) 14-Enero-2010. Sánchez Pizjuán. 0-1 (Xavi)

130 | Índice
El Barça es un verbo
18 Enero 2010 / RAC-1

La receta no ha cambiado: el Barça es un verbo. El verbo es Persistir. Contundente


como una coz. Pocas veces un verbo posee tanta simbología, significa tantas cosas o
ha servido para construir un fenómeno tan espectacular como el Pep Team. Persistir
en el esfuerzo, el estilo y la ambición. Persistir después de ganar y persistir después
de perder.
El verbo del Barça es algo más que una sencilla formula de éxito deportivo. Es tam-
bién un mensaje a la sociedad sobre el error de bajar los brazos y dejar de luchar en
los tiempos malos. Está triunfando, y triunfando en mayúsculas, un equipo que ha
rechazado los honores y la fanfarria, que ha echado a los gandules, los tarambanas
y los tóxicos. Está triunfando el esfuerzo, la humildad y la persistencia y ésta es una
lección que va mucho más allá del fútbol. Persistir en el trabajo, buscar la excelencia
y centrarse en mejorar son las claves de este equipo de leyenda, pero también son
un mensaje que nos mandan a los demás, ahora que no hay muchos motivos para
mantener el ánimo y resulta tan fácil tirar la toalla ante las dificultades.

131 | Índice
La imparable ascensión de Abidal
19 Enero 2010 / Diario Sport

Al llegar, sus valores eran exclusivamente físicos: “El Keniano” le apodaban. Gran
capacidad de resistencia, biotipo atlético, fuerte en el choque, veloz en la carrera, infa-
tigable en el largo aliento. Pero todas las virtudes físicas quedaron oscurecidas por la
torpeza técnica. Pronto se hizo común el chiste sobre sus pésimos centros a la grada
y no digamos su descolocación perpetua: arriba cuando tocaba cerrar; abajo cuando
el partido pedía atacar; equivocado casi siempre en la ayuda. Cada dos meses vol-
vía con su selección, que le alineaba de central, y parecía resucitar de las tinieblas
barcelonistas: era de nuevo el gran Abidal que conocimos en el Olympique, pero que
transitaba trémulo en su paso por el Barça de Rijkaard. Un lateral zurdo de capacidad
inmensa se había transformado en un torito manso que corría como pollo sin cabeza,
centraba de modo infernal e incumplía los mínimos preceptos de la posición.
Hoy parece que eso nunca existió, pues Abidal cabalga la banda izquierda con fuerza
y velocidad, aporta las mejores coberturas de la defensa blaugrana, avanza o re-
trocede con acierto y precisión, controla y cede el balón con tacto exquisito, incluso
prodigando regates y driblings impropios en un defensa, centra con delicadeza y hasta
se permite una diagonal larga y milimétrica al pie de Messi (cuarto gol al Sevilla) que
firmaría el mejor Xavi. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cómo un toro fiero se convirtió en torito
manso y torpe y cómo ese cisne negro se ha transmutado en pura sangre desbocado?
La respuesta es la adaptación. Técnica y táctica, pero también física. Abidal era un
portento físico con un problema serio: no asimilaba bien los esfuerzos muy seguidos.
Le costaba recuperarse de entrenamientos con cargas máximas, de ahí que repro-
dujese el problema sobre el césped y sufriera al jugar dos partidos consecutivos en
tres días. El primer año en el Barça nadie se percató del problema: había otro mucho
más grave que afrontar. Fue a la siguiente temporada cuando el cuerpo técnico ad-
virtió que después de tres semanas de carga intensa, Abidal necesitaba levantar el
pie y respirar. Desde entonces, los preparadores le alternan semanas de descarga y
Guardiola le sienta en el banquillo cada dos o tres partidos. Esto no lo explica todo.
Cuando el vestuario volvió a la senda del esfuerzo, Abidal recibió pedagogía aplicada
al estilo de juego: salida del balón desde atrás; respeto a la posición; y precisión en
el toque. Recuperado en el físico y con el vestuario apaciguado, el francés logro ab-
sorber en pocos meses lo que no había aprendido el año anterior. Y aquí está, hecho
un galgo, poderoso, imparable, preciso, compitiendo con Ashley Cole por el título de
mejor lateral.
Barça-Sevilla (Liga, Jornada 18) 16-Enero-2010. Camp Nou. 4-0 (Escudé pp, Pedro, Messi, Messi)

132 | Índice
El Guardiolato
21 Enero 2010 / Perarnau Blog

Guardiola ha conseguido sus dos objetivos: mantenerse escrupulosamente neutral


ante las elecciones y proteger al equipo de las tensiones por su renovación. Estos
han sido sus criterios desde mayo, cuando la exigencia de un nuevo contrato empezó
a ser un clamor entre el pueblo culé. Mantener al equipo aislado del pesado entor-
no y liberado de las abundantes especulaciones y presiones sobre esta carismática
renovación. Objetivo que al torcerse en los últimos días por el pressing presidencial
provocó el veloz movimiento del entrenador para zanjarlo.
El otro eje era la neutralidad. Pep no aceptó ser moneda de cambio en el tablero
electoral. Dijo a sus íntimos que no se dejaría instrumentalizar ni por los actuales, ni
por los externos, ni por los mediopensionistas y lo ha cumplido. Su palabra tranquiliza
al aficionado y no hipoteca al club, ni al nuevo presidente, ni siquiera al propio entre-
nador. Al cuadrar este círculo, Pep afianza el verdadero modelo que funciona en Can
Barça: el Guardiolato.

133 | Índice
Cuatro semanas “peligrosas”
23 Enero 2010 / Diario Sport

En el horizonte, cuatro semanas “peligrosas”. Posiblemente, las más peligrosas del


curso. Cuatro semanas sin partido en miércoles (o martes) son una eternidad. Para
los jugadores, que sufren la “dinámica de la desconexión” que ayer apuntó Guardiola.
Para la condición física, que al romperse el ciclo de jugar partido cada tres días pierde
el ritmo-competición y puede ralentizar la puesta en forma. Para los suplentes, porque
sus posibilidades de jugar se reducen exponencialmente . Y para el entorno, ávido de
noticias y comentarios, que se ve forzado a una dieta de pan y agua, sequía informa-
tiva, germen de rumores infundados.
La eliminación prematura en Copa genera estos cuatro peligros, además del des-
encanto de la propia caída competitiva. Ya explicamos hace unos días que los pre-
paradores físicos habían puesto en marcha un Plan B para recomponer todos los
planes de trabajo, pero quizás este sea el menor de los fuegos que apagar. Al fin y
al cabo, Buenaventura y Seirul.lo han alcanzado la excelencia en la planificación y
no cabe dudar ni un segundo de su capacidad para poner los motores a punto pese
al tropiezo sufrido. En cuanto a los suplentes, eso tiene poca solución. Guardiola ya
demostró el año pasado que se juega los títulos con los indiscutibles y esta temporada
-si se terciahará lo mismo. Mantendrá las rotaciones, por descontado, y dará nuevas
oportunidades a Bojan, Chygrynskiy, Maxwell o Milito, pero finalmente disputará los
“días grandes” con todas las certidumbres bien soldadas. Los suplentes tendrán que
morder en los entrenamientos y destacar mucho en los partidos si quieren hacerse un
hueco en el tramo decisivo del curso.
Más delicada es esa “dinámica de la desconexión” citada por el técnico. Cuando un
deportista está acostumbrado a competir cada tres días no hay peor receta que rom-
per ese ciclo y sustituirlo por otro más amplio porque las distracciones se multiplican y
la dinámica empírica error-corrección desaparece. Un error de hoy lo corriges dentro
de tres días, pero cuando hay toda una semana por medio ese ritmo se bloquea. Y lo
peor no es eso, sino volver al ritmo de jugar cada tres días porque ni el físico ni la men-
te se adaptan con facilidad. El Barça ha tenido la fortuna de sufrir ese problema sólo
durante cinco semanas, pero el Madrid habrá estado desde el 8 de diciembre hasta
el 16 de febrero, nueve semanas, disputando un único partido semanal. Su retorno al
ritmo de dos encuentros por semana promete ser traumático.
En cuanto al entorno, simplemente no hay solución. Serán cuatro semanas aún, con
Pep ya renovado “in pectore”, sin fichajes reales que llevarse a la boca y con la fecha
electoral como único asunto a debate. Un infierno.

134 | Índice
Invictus
25 Enero 2010 / EL Periódico

Hay un balance de cifras y otro de sensaciones. El de cifras es brillante aunque ya


adelantó Guardiola que este curso perdería todas las comparaciones numéricas con
el anterior, pero donde el balance presenta mejor perfil es en las sensaciones, intangi-
ble imprescindible para comprender las tendencias. Y el presente Barça sale ganando
sobre su propia sombra pues si bien ha descendido un peldaño en espectacularidad
ha subido en otras tres materias: eficacia, solidez y paciencia.
Aunque la cantidad de fuegos artificiales, goleadas sublimes o dominios apabullan-
tes se ha reducido respecto a 2009, el equipo ha conquistado nuevos territorios en
ámbitos menos glamourosos, pero más decisivos: hoy es un equipo con una solidez
defensiva apabullante. No sólo por su guardameta felino y sus cuatro legionarios, sino
por todo el sistema defensivo y por el compromiso colectivo en ejecutar con presteza
la transición ataque-defensa. La creatividad de los centrocampistas es excelsa y la
artillería continúa siendo poderosa, pero la mejor arma blaugrana del momento es esa
solidez defensiva. Quizás eso le ha restado vuelo al equipo, pero le ha reportado una
sobredosis de eficacia inhabitual. Ya no sólo manda y domina, sino que ha aprendido
a cerrar los partidos con un par de sopapos en el momento oportuno. A ello ayuda en
grado sumo el incremento de la paciencia. Siempre fue un equipo paciente, dispuesto
a crispar nervios propios y ajenos de tanto mover el balón, pero acumula en estos
días cantidades industriales como si los partidos fuesen a durar trescientos minutos y
sobrara tiempo para masticar jugadas y asistencias. Bienvenidas estas tres virtudes,
pues ellas permiten campeonar.
Todo lo anterior se resume en una palabra: jerarquía. El Barça se ha ganado tanto
respeto que ya no son los periodistas o los forofos (o los periodistas forofos) quienes
afirman hallarse ante el mejor equipo del mundo, sino todos y cada uno de los rivales
a los que enfrenta y reduce.
¿Quién frenará a esta máquina?
Valladolid-Barça (Liga, Jornada 19) 23-Enero-2010. José Zorrilla. 0-3 (Xavi, Alves, Messi)

135 | Índice
No se enfaden y aplaudan el Villarato
2 Febrero 2010 / Diario Sport

Ni el inventor del Villarato cree en él, por más rentable que le resulte. Alfredo Relaño,
director del diario As, es un excelente periodista y, además, un brillante adjetivador. No
le costó mucho, en compañía del no menos excelente Julio César Iglesias, bautizar
una magnífica hornada merengue como “La Quinta del Buitre”, acierto histórico. Años
más tarde se sacó de la chistera la definición del Villarato, picante adjetivación de un
fenómeno irreal como todas las teorías conspiranoicas que en el mundo han sido: ba-
sado en medias verdades, teñido de certidumbres incomprobables, tesis dudosas y la
famosa prueba de cargo común a estas teorías: demuéstreme usted que es inocente
aunque resulte imposible hacerlo. Fabulación devenida en confabulación.
Del mismo modo que se tiende a poner palabras allí donde falta talento, se tiende a
culpar al enemigo exterior de las carencias internas, así que cuando el entrenador
del equipo ni siquiera conoce a los canteranos a quienes convoca, más vale invocar
alguna fantasmagórica confabulación externa para no sonrojarse hasta la urticaria. La
matraca dura varios años y ha adquirido un vuelo que su inventor nunca imaginó. Feli-
cidades por ello y por los miles de ejemplares vendidos. La persistente campaña se ha
cobrado ya, como en todas las guerras, una víctima que es la verdad, lo que no parece
preocupar en demasía a las empresas editoras de periódicos. Alguien dejó escrito que
el enemigo de la verdad no era la mentira, sino el mito y estos días lo comprobamos.
Pero no sólo la verdad ha sido abatida a balazos por los comuneros de la fabulación,
sino que este mito del Villarato puede hacerle un daño irreparable al propio Real Ma-
drid, de ahí que no acierto a entender el enfado barcelonista. ¡Deberían dar palmas!
El Madrid ha aceptado ser el Barça del siglo XX, un Barça que vivió décadas embo-
rrachado de victimismo del que sólo salió a mamporros gracias a Cruyff y que incluso
a veces sufre la tentación de regresar a él. Menos mal que Rijkaard y Guardiola han
sabido rechazar semejante tortura. Y ahora que el Barça ha conseguido emular el
legendario espíritu competitivo del Madrid, es el club blanco quien ha decidido, con su
pasividad y falta de discurso, encadenarse al victimismo más simple para justificar sus
desequilibrios y carencias o simplemente para evitar hacer autocrítica y no encajar
con grandeza que su eterno rival camina por las nubes. El victimismo es un virus pe-
ligroso y el Madrid se lo ha inoculado hasta la médula con esta pamema del Villarato.
En Barcelona deberían aplaudir con las orejas por semejante torpeza, no en vano está
escrito que los problemas imaginarios son irresolubles.

136 | Índice
Roto en defensa
15 Febrero 2010 / RAC-1

Tocaba perder algún día y el Barça ha elegido para hacerlo el escenario de sus noches
más hermosas y también de las más tristes. Y lo ha hecho roto en defensa, dislocado
en medio del campo y lleno de dudas en la delantera, con Ibra entre interrogantes,
Henry fuera del equipo y con jugadores como Xavi o Messi rindiendo muy por debajo
de lo acostumbrado. Xavi ha perdido 14 balones y Messi 15, el doble de lo normal.
El Barça ha tenido personalidad y ambición, pero le ha faltado precisión, velocidad,
frescor y creatividad. Ha jugado un mal partido, pero la derrota tiene más consecuen-
cias mediáticas que reales, excepto la rotura de Keita que se suma a otros lesionados
muy importantes como Alves, Touré y Abidal. La preocupación reside más en los au-
sentes que en la propia derrota. Al fin y al cabo, ahora hace un año también se perdió
y por goleada, pero después se sumaron tres títulos seguidos. Calma, pues. Este
equipo es demasiado profesional como para dudar de él y a buen seguro volverá su
máximo estado de forma. Probablemente, al final del curso diremos que el Calderón
fue nuevamente otra anécdota.
Atlético de Madrid-Barça (Liga, Jornada 22) 14-Febrero-2010. Vicente Calderón. 2-1 (Forlán, Ibrahimovic,
Simao)

137 | Índice
¿Qué ha cambiado de un año a otro?
27 Febrero 2010 / Diario Sport

Este Barça no es el del año pasado. ¿Seguro? Tengo la impresión que esta sería la
abrumadora respuesta a cualquier encuesta. Y, sin embargo, yo opino lo contrario.
Este Barça es muy parecido, prácticamente idéntico, al del año pasado por estas
fechas y no sólo porque los resultados parezcan calcados (empate a uno en la ida de
Champions, con una primera mitad deleznable; derrota en el Calderón) o porque los
síntomas físicos suenen idénticos (piernas de plomo, falta de velocidad). Este Barça
es prácticamente igual al que lo ganó todo en 2009 y está en las condiciones idóneas
para lograr lo que se debe esperar y exigir de él: que compita al máximo. No digo que
gane los títulos, sino que compita por ellos, la máxima exigencia de un deportista.
Respecto de hace un año hay muchos factores repetidos e idénticos:
1. Una carga similar de preparación física en enero y febrero, basada
en la fuerza-resistencia, lo que a corto plazo da pesadez de piernas y
lentitud, pero garantiza la buena forma a partir de marzo.
2. Un trabajo idéntico de velocidad a finales de febrero, para compensar
la carga antes
3. citada y poner rápidos a los jugadores.
4. Mucha espesura mental en el juego de posición y escasa velocidad
de desplazamiento
5. del balón.
6. Una plantilla corta: este año por voluntad propia; el pasado porque ni
Hleb, Cáceres ni
7. Gudjohnsen entraban en los planes del entrenador, que tiene por nor-
ma jugarse los
8. títulos sólo con los que se han ganado la titularidad a pulso.
9. Un vestuario comprometido hasta las cachas con su líder (Pep) y con
la cultura del esfuerzo.
10. Un líder que sabe adónde va.
Veamos ahora los factores diferenciales de un año a otro:
1. Ibra suple a Eto’o. Hay quien lo considera un cambio negativo. Per-
sonalmente, lo considero neutro. Cada uno tiene virtudes distintas y
ambas aportaciones han sido esenciales.
2. Tres jugadores clave han sido baja por lesión en este momento proce-
sal: Alves, Abidal y Keita. Sin ellos, las dos bandas están atascadas y
el centro del campo ha perdido un pulmón decisivo.
3. Tres jugadores fundamentales en 2009 están desaparecidos en com-
bate: Henry, Touré y Márquez, merecedores los tres de ver los parti-
dos desde la grada. Hace un año eran el Kaiser de la defensa (Már-
quez), el ancla del equipo ( Touré) y una daga punzante (Henry). Estas

138 | Índice
tres sí son tres grandes pérdidas. Queda por ver si serán irreparables.
4. El punto de partida ha cambiado. El curso pasado se venía del infier-
no. Este año, del cielo. Para mí, aquí radica el gran cambio: en la pers-
pectiva, que es otra totalmente distinta. Ahora no se juzga un equipo
que sale de los escombros, sino al irrepetible triunfador universal. No
ha cambiado este equipo, sino nuestra forma de verlo.
VfB Stuttgart-Barça (Champions League, 1/8 Ida) 23-Febrero-2010. Vfb Arena. 1-1 (Cacau, Ibrahimovic)

139 | Índice
El penalti de Pinto versión 2010
1 Marzo 2010 / El Periódico

La geométrica diagonal con tiralíneas de Xavi a Alves posee el mismo efecto catali-
zador que el penalti detenido por Pinto al Mallorca hace un año: es el detonante que
rompe una inercia gris. Es la chispa eléctrica que desencadena la tormenta catártica.
El curso pasado esa acción fue un guiño de Pinto a Pep Martí en aquél penalti copero.
Esta vez ha sido una combinación etérea en la que seis jugadores se han juntado
para alcanzar un gol que rompe las compuertas del febrero espeso. Enero y febrero
son dos meses de plomo para el Barça, pues se emplean en cargar pilas y eso genera
pesadez de piernas y torpeza mental. De ahí que los rendimientos se resientan, algún
resultado se atraviese y la agitación invada al siempre sensible entorno culé. Ay, ay,
ay, empieza a oírse por doquier, como si el Pep Team no mereciera todo el crédito del
mundo tras su excepcional recolecta de 2009. Hasta que llega un momento especial,
un breve paseo por el amor y la muerte, un instante donde el destino parece lanzar
los dados y declinar el futuro: ¿Blanco o negro? ¿Éxito o fracaso? ¿Despegue o es-
tancamiento?
Pinto señaló a su izquierda y Pep Martí disparó ahí el penalti. Desde esa rampa de
lanzamiento emocional, el Barça se catapultó a los cielos. Ahora ha sido un gesto
combinativo en el que ha participado medio equipo: Ibra, Maxwell, Pedro, Xavi y su
tiralíneas excelso, Alves con su motor fuera borda y Messi para cerrar otra obra de
arte contemporáneo. Es un gol y sólo un gol, pero fue bastante más. Una chispa
eléctrica recorrió todos los espinazos: era el clic esperado, el guiño de Pinto del 2010,
el desatascador. No podemos predecir el futuro, pero si el Pep Team vuelve a reinar
esta temporada sí habrá consenso sobre la hora y el día en que todo cambió: a quince
minutos de la medianoche del sábado 27 de febrero.
Fijado el punto de inflexión ahora queda recuperar la velocidad (hito previsto en quin-
ce días), superar los inminentes campos de minas (Almería y Stuttgart) y afrontar el
duelo final contra el Madrid con los 15 únicos jugadores que han pasado el examen
de competitividad que exige Guardiola. Garantizado queda que este equipo peleará
con una energía descomunal por revalidar sus dos títulos más preciados. Nadie puede
predecir si los ganará, pero todos sabemos que los luchará.
Barça-Málaga (Liga, Jornada 24) 27-Febrero-2010. Camp Nou. 2-1 (Pedro, Valdo, Messi)

140 | Índice
El futbolista-fusión
6 Marzo 2010 / Diario Sport

Hoy, el gozne sobre el que todo gira se llama Sergio Busquets. Ya no es el “4” clásico
del Barça, ni tampoco un mediocentro defensivo al uso, de los que bautizamos como
“barrenderos”; ni siquiera un mediocentro de posición como Xabi Alonso, cada día
mejor; o un volante especializado en las transiciones como fue Deco. Todas esas cua-
lidades las reúne Busquets explotándolas durante los partidos pues suma todas las
funciones: ejerce de barrendero; realiza las coberturas a sus centrales; sube el balón
desde atrás hasta la segunda línea rival; se ofrece siempre como distribuidor, sea en
horizontal, sea en vertical; mantiene la posición de ancla en el eje central para que
sus compañeros tengan siempre una referencia a la que acudir; se incorpora al ataque
como tercer hombre; y frena los contragolpes del contrario. Todo en uno.
Posee la técnica creativa y la visión espacial de un “bajito” y la capacidad pulmonar
y la entrega física de un “guerrero”. Resume en un único futbolista las grandes ten-
dencias de los centrocampistas modernos, hasta la fecha divididos en dos amplios
bloques: los creativos y los musculados. Parecía que a un lado sólo podían alinearse
hombres pequeños con alta capacidad para la construcción de juego: Xavi, Iniesta,
Scholes, Pirlo... En el otro bando se juntaban los hombres de hierro: Makelelé, Gattu-
so, Zokora, Obi Mikel, Essien, Jean II Makoun... (la mayoría, africanos). Entre ambos
bandos se alineaban mediocentros de posición con gran talento, pero flaqueza defen-
siva: Xabi Alonso o Carrick. Y por ahí nadaba Deco, capaz de aunar grandes virtudes
de ambos bandos, el hombre que mejor hacía las transiciones mirando a cualquiera
de las dos áreas y de quien Cesc Fàbregas se ha convertido en el alumno aventajado
que superará al maestro.
Y la fusión ha llegado con Busquets, el centrocampista completo capaz de jugar con
smoking en un campo de barro, pero igualmente capaz de tocar el violín vestido con
el mono de mecánico sin desentonar. Rodeado de músculo o de bajitos; vestido del
Barça o de la selección; con Xavi Hernández al lado o con Xabi Alonso, incluso con
Senna de acompañante, da igual: su fiabilidad no cambia. Siempre toca, mira, para,
se ofrece, distribuye, amaga, corta, va al choque, arriba y abajo, noventa minutos sin
parar, inagotable, por tierra, mar o aire, casi nunca fuera de su sitio o de su papel.
Más que un triunfo de la cantera del Barça o del olfato de Guardiola (que lo es), este
chico es un triunfo del progreso humano en el fútbol porque sobre él se han decantado
décadas de centrocampistas de todos los estilos y talentos para acabar sacando del
horno la fusión exquisita de todos los ingredientes. El molde del futbolista total.

141 | Índice
Ay, ay, ay…
8 Marzo 2010 / RAC-1

Ahora se comprobará la verdadera fuerza del equipo de Guardiola. Mientras tenía el


viento a favor con la afición sin dudas, el entorno entregado y el Madrid lleno de inte-
rrogantes, todo era mucho más fácil. Ahora se ha dado la vuelta a la tortilla y ya sabe-
mos lo pesimista que es el culé y también cuan pagado de sí mismo es el madridista.
Ha bastado un empate a puntos para que el barcelonismo se ponga a temblar con su
‘ay,ay,ay’, el clásico grito de guerra del culé, y para que los madridistas se crean los
reyes del mambo.
La tortilla puede cambiar en cuatro días, pero el que es pesimista por naturaleza no
lo quiere creer ni hace otra cosa que encontrar defectos a su equipo: que si Ibra, que
si Henry, que si Iniesta. El madridista no encuentra nunca defectos a los suyos y no
será porque no los tengan. Digo que ahora comprobaremos la auténtica fuerza del
Pep Team porque el Barça deberá enfrentarse a sus propios demonios internos: a su
entorno. Quizás estoy equivocado, pero veo mucha más debilidad en el entorno blau-
grana que en el equipo, que me sigue pareciendo muy sólido. Pero, en fin, el ‘ay,ay,ay’
parece que no se arregla ni con seis copas.
Almería-Barça (Liga, Jornada 25) 6-Marzo-2010. Estadio Juegos Mediterráneos. 2-2 (Cisma, Messi, Puyol
pp, Messi)

142 | Índice
¿Qué ha ocurrido?
9 Marzo 2010 / Diario Sport

Una sobredosis de adrenalina revolotea por Madrid, jugueteando con la posibilidad


de doblarle el espinazo al Barça conquistador de los seis títulos. Alcanzar el liderato
ha sido como ascender a los cielos y ha confirmado que en Madrid no se andan con
chiquitas cuando tienen algo que celebrar: aquí, cuando se gana es que se gana de
verdad y hoy no hay madridista que no haya descorchado su íntima botella de cham-
pán para festejar el pescozón. Semejante frenesí coincide con el clásico pesimismo
barcelonista, capaz de encontrar siempre algo negativo en el trayecto de su equipo.
El barcelonista nunca ha sido hombre de mucha fe, sino de amplia incertidumbre e
interrogantes abiertos veinticuatro horas, incluso en los días más festivos. No faltó en
pleno éxtasis por las seis copas del año pasado quienes sólo andaban preocupados
por el curso siguiente, así que ahora no hay que extrañarse porque un tropiezo en
Almería desencadene otra ola de pesimismo estructural.
Más que dos estilos opuestos de jugar a fútbol estamos ante dos modos contrarios de
entender la vida. El madridista es un optimista desaforado, convencido de sí mismo
más allá de toda mesura y aunque aparente ser hipercrítico con su equipo jamás deja
de creer en él. Ha crecido a base de ambición y fe y cada temporada basa todas las
apuestas en el espíritu indomable de sus jugadores, sin importar demasiado su ca-
lidad. El barcelonista, por el contrario, encuentra su hábitat natural en el pesimismo,
donde retoza cómodo en busca de culpables: el entrenador que no comprende; el
delantero centro que se aturulla; el defensa al que pitar. Ni siquiera en los años felices
puede despegarse de ese cierto tono oscuro, temeroso de que el futuro será menor
hermoso que los sueños.
En los últimos tiempos esto parecía haber cambiado de la mano de Guardiola, que
no sólo alcanzó resultados históricos, sino que hizo pedagogía de la buena y mostró
el otro rostro de un equipo profesional de fútbol. Narró el cómo; explicó el porqué y
caminó por una senda desconocida: la de la confianza extrema en las propias fuerzas.
Enfrente, el madridismo vivió otro esfuerzo melancólico: Quiero y no puedo parecía
ser el nuevo lema de un equipo inestable en lo emocional y desequilibrado en lo es-
tructural. ¿Ha cambiado algo? Sí, que el Madrid ganó otro partido en el último suspiro
y el Barça tropezó con un jugador menos. Pocas veces causas tan pequeñas han ge-
nerado tal cambio de estado emocional en tanta gente. Sin embargo, ni una coma de
las virtudes y los defectos de ambos equipos ha sufrido una variación drástica y eso
deberían tenerlo muy en cuenta ambas aficiones: una, quizás para desmadrarse algo
menos; la otra, para creer algo más en su equipo.

143 | Índice
No estaba muerto...
16 Marzo 2010 / Diario Sport

Tampoco digo que estuviese de parranda, pero parece evidente que no estaba muerto
por más que se hiciera pasar por tal. Y, sin embargo, hoy apostaría doble contra senci-
llo a que Thierry Henry apunta a la banda izquierda del ataque blaugrana en el partido
que puede decidir la Liga en el Bernabéu. Así de claro. Le habíamos enterrado todos
e incluso Guardiola tuvo gestos y detalles casi definitivos aunque ni una sola palabra
que hiciera presagiar un funeral anticipado. Al contrario, el entrenador del Barça se
ocupó mucho de elogiar en público al delantero francés aunque en privado se haya
dedicado a azuzarlo como último remedio para sacarle de su modorra vital. Parece
que también en esta penúltima batalla Guardiola puede haber triunfado gracias a su
persistencia.
Así que a Henry le quedan todavía nueve semanas como barcelonista en activo, diez
si se alcanzara la final europea, doce partidos de Liga y entre uno y seis de Cham-
pions antes de despedirse rumbo a su último Mundial y, posiblemente, una prejubila-
ción dorada en un fútbol menos exigente. Por supuesto, no jugará todos los partidos
pendientes (entre 13 y 18), sino sólo aquellos en los que su aportación vaya a resultar
tan imprescindible como decisiva. A bote pronto, cabe pensar en cinco visitas funda-
mentales para el campeonato: Mallorca, Real Madrid, Espanyol, Villarreal y Sevilla.
Cinco partidazos en los que un Henry crecido puede trascender hasta su mejor ver-
sión. Habrá otros momentos importantes, como el enfrentamiento de mañana contra
el Stuttgart, pero probablemente Guardiola le dosifique en esas otras citas: algunas
primeras partes, algunas medias horas finales; Henry entre algodones para los gran-
des desafíos del curso. Y si el Barça sigue adelante en Champions, desde luego ahí
aparecerá el francés, de entrada para que todos los rivales recuerden que por esa
banda izquierda se alinea el futbolista europeo en activo con mejor palmarés de cuan-
tos hay: simplemente ha sido campeón de todo. Campeón de Liga en Francia, Ingla-
terra y España; de Copa en Inglaterra y España; de Supercopa en España y Francia;
del Mundial, la Eurocopa y la Confederaciones con su selección; de la Champions,
la Supercopa europea y el Mundialito de clubes con el Barça. Nadie da más, lo que
a su vez fue causa de esta “nonchalance” con la que ha sobrevolado la temporada.
Ganado todo, ¿qué quedaba por ganar?
Alguien le susurró al oído que la respuesta era el respeto. Volver a ganar tras haberlo
ganado todo. Aquello fue un mordisco en su orgullo. El entrenador le ha planteado que
sólo le quedan ocho o diez partidos con el Barça. Ocho o diez partidos para dejarse
la piel y acabar su reinado en la élite como el campeón que resurgió de las cenizas.
Barça-Valencia (Liga, Jornada 26) 14-Marzo-2010. Camp Nou. 3-0 (Messi, Messi, Messi)

144 | Índice
Nueve semanas al sprint
19 Marzo 2010 / Diario Sport

El domingo fue Henry; el miércoles, Touré; mañana, probablemente Keita; y muy pron-
to, Abidal. Vuelven. Los mentalmente ausentes y los físicamente lesionados regresan
al Barça en el momento oportuno. Sobre el alambre, al filo del último minuto, pero
regresan cuando ya no hay margen para escatimar fuerzas o enfriar el compromiso
y sólo quedan nueve semanas de temporada, 64 días, doce partidos de Liga, quizás
cinco de Champions y fin de curso. Éxito o tristeza, cara o cruz, doblete o sequía
tras seis títulos consecutivos. Una maratón que se decidirá al sprint: mano a mano
liguero contra el Madrid, quizás toda la decisión en el duelo del Bernabéu, prohibido
dejarse ni un solo punto en los partidos previos ni tropezar lo más mínimo después del
10 de abril. Quien regale la menor oportunidad en este sprint largo perderá el título.
En Champions, sprint corto. Para el aficionado, más pasión por el escenario. Para el
equipo, más electricidad, cuatro noches a cara de perro hasta la final, Wenger y Mou-
rinho, Cesc y Eto’o, viejos grandes amigos-enemigos, partidos que se juegan con el
corazón.
Se han acabado los entrenamientos en Can Barça. Todo lo que había que trabajar
ya se hizo: la fuerza-resistencia en enero y febrero, la dura etapa de las piernas de
plomo, los partidos grises y las dudas en un entorno al que le cuesta comprender los
trucos de la planificación deportiva; y el trabajo de velocidad, desde mediados de fe-
brero hasta la semana pasada, cuando toda la carga previa desemboca en explosivi-
dad para alcanzar la plena forma. Todo ese trabajo ya está hecho y finiquitado. Todos
los jugadores están a punto: los que se ausentaron durante el curso están volviendo;
los lesionados regresan; y Xavi, que necesitaba un descanso mental, aprovecha un
leve tironcillo muscular para resetearse. Ya no hay entrenamientos en mayúscula,
sólo mantenimiento, frescura, recuperación, partido cada tres días, ritmo-competición
a la máxima potencia, caldera a tope, galope tendido, estado de forma brutal durante
nueve semanas para pelear por dos títulos en dos sprints sin piedad: uno largo para
la Liga; otro corto para la Champions.
El sorteo de Champions deja una excelente noticia: los ciclos intrasemanales benefi-
cian mucho al Barça. Miércoles 31 contra el Arsenal en Londres, viaje breve, sólo tres
días hasta el siguiente partido: Barça-Athletic, en casa, sin desplazamiento. Siguiente
microciclo, también corto, otros tres días para el Barça-Arsenal de vuelta (martes 6 de
abril), de nuevo sin desplazarse; y el siguiente, ciclo largo: cuatro días en casa, reposo
y calma, para viajar al Bernabéu el mismo sábado 10 de abril. Ni Seirul.lo se habría
atrevido a soñar una planificación tan favorable.
Barça-VfB Stuttgart (Champions, 1/8 Vuelta) 17-Marzo-2010. Camp Nou. 4-0 (Messi, Pedro, Messi, Bojan)

145 | Índice
El Extraterrestre
22 Marzo 2010 / El Periódico

¿De qué planeta ha salido este chico? ¿Con qué pegamento mágico le limpian las
botas?
¿Qué carbohidratos come antes de cada partido? ¿Qué dentista le trata los flemones
a semejante extraterrestre? Es probable que ni el más sesudo de los psicoanalistas
argentinos pueda explicar los poderes ocultos que engendraron a este genio del ba-
lón. El reto ya está definitivamente lanzado: el reto por el título de mejor futbolista de
la historia, reto de largo recorrido y para el que quedan muchos años y muchos éxitos
por lograr. La candidatura de Messi al gran trono universal ya no tiene marcha atrás.
No sabemos si llegará a tomar el cetro con ambas manos ni si acumulará tantas ac-
ciones decisivas, tantos partidos legendarios que le otorguen la unanimidad global.
Messi lleva años llamando a las puertas del cielo balompédico, pero quizás hasta
ahora todos anteponíamos otros factores: su tierna edad, la perpetua modestia, la
improbabilidad de semejante hazaña, el temor frente a reto tan mayúsculo. Ya no se
puede seguir fingiendo, ni maquillando o retrasando una realidad que asoma por los
costurones: Messi lleva dibujados en sus botas los designios del Olimpo y las certezas
de la inverosimilitud.
En cada país existe una versión nativa sobre los mejores futbolistas de la historia.
Incluso en cada club añaden su propia cosecha. Cada aficionado tiene los suyos.
Pero nadie discute los nombres de Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona. En Alemania
añaden a Beckenbauer; en Francia, a Platini y Zidane; en Italia, a Baggio y Rivera; en
Portugal, a Eusebio y así hasta el último confín del mundo. Pero nadie discute a los
cuatro gigantes. Messi ha entreabierto esa puerta tan exclusiva. Lleva tiempo abrien-
do dicha puerta y todos sabemos de su talento y ambición. Sabemos que no se deten-
drá en su galopada ni siquiera si consigue superar a esos cuatro fabulosos futbolistas.
A su estela, también el Barça galopa hacia el duelo del Bernabéu, el que promete de-
cidir el título liguero más apasionante de la década pues parece inviable que los dos
líderes acepten tropezar antes de su mano a mano. En un bando apuntan al próximo
partido de Getafe o incluso a la visita del siempre frágil Atleti al Bernabéu. En el otro,
señalan el viaje del Barça a Mallorca como posible punto débil. Pero unos y otros sa-
ben que va a ser muy difícil separar a estos siameses antes del duelo del Bernabéu.
Incluso ya veremos si después.
Real Zaragoza-Barça (Liga, Jornada 27) 21-Marzo-2010. La Romareda. 2-4 (Messi, Messi, Messi, Colunga,
Colunga, Ibrahimovic)

146 | Índice
Ibra en el laberinto
23 Marzo 2010 / Diario Sport

Hay tal unanimidad acerca de Messi en el mundo entero (salvo, probablemente, en


Argentina) sobre que más que futbolista ya es un personaje de la literatura en busca
de adjetivos que le cuadren, que resulta menos ocioso, aunque también más prosaico,
hablar de Ibra. El delantero sueco llegó para hacer olvidar a Eto’o y aportar nuevas al-
ternativas a un juego hermoso y eficaz, pero excesivamente estudiado por los rivales.
Ibra añadía un plus de corpulencia, una habilidad técnica extremada y la capacidad,
comprobada en el Calcio, de manufacturar buenos goles. Pero pasan las semanas e
Ibra se hunde cada vez más en el pozo del goleador frustrado sin encontrar más luz
que la del penalti gustosamente cedido por un compañero inteligente.
A base de buscar explicaciones hemos acabado por no encontrar ninguna que sa-
tisfaga completamente la curiosidad pública. ¿Qué le pasa a Ibra? Probablemente,
después de sesudas notas y alambicados razonamientos tácticos debamos concluir
algo tan simple como que está pasando una mala racha. Mala y larga. No es el primer
delantero centro aquejado de semejante virus. Apenas hace un año, el hoy recordado
Eto’o (cuya temporada en el Inter tampoco es gloriosa) transitó por la Liga sin marcar
un solo gol durante cinco espesas semanas. Fue sustituido en algunos partidos y se
mostró angustiado, sin recursos para escapar del laberinto en que se agitaba. ¿Qué le
ocurría a Eto’o? Lo mismo que a Ibra, lo mismo que cuando peleaba (y perdía) por el
Pichichi contra Forlán. Angustia, ansiedad, agarrotamiento, obsesión. Llámenle por el
nombre que deseen: la realidad es que el principal enemigo del delantero centro vive
en una pequeña habitación húmeda y oscura llamada cerebro y que sólo venciendo
en ese habitáculo consigue el goleador zafarse de las ataduras.
A Ibra le sucede algo similar. Es probable que haya más factores, de carácter táctico,
de adaptación o personales. Pero lo indudable es que juega angustiado y no hay
futbolista capaz de rendir si no está liberado. Desde luego, no cabe culpar a nadie de
semejante problema ni tampoco citar a ningún gurú para que lo resuelva: el problema
se arreglará en cuanto se relaje y enchufe un par de goles. Eso ocurrirá. Más pronto
que tarde y el debate pasará a otros ámbitos. Sucedió con Eto’o y ocurre con Higuaín
en Madrid. No hay goleador ajeno a este virus y, como en los estados griposos, la
receta consiste en tener paciencia y confiar en que el tiempo lo cura todo.
¿Paciencia a estas alturas de temporada, a sólo nueve semanas de la meta final?
Pues sí. Los entornos también juegan y en el fútbol de elite las diferencias están en los
detalles. Arropar a Ibra para que salga de su laberinto puede ser decisivo.

147 | Índice
Las prisas y las pausas
30 Marzo 2010 / Diario Sport

Vive el Madrid abonado al vértigo y la prisa en tanto el Barça se ha casado con la pau-
sa y la calma. Parece faltarle tiempo al Madrid y sobrarle al Barça como si los partidos
de los merengues apenas durasen escasos minutos y los de Xavi y compañía no fue-
ran a tener fin. Eléctricos y efervescentes los blancos; calmados y masticando bien los
blaugrana. Es la gran paradoja del inminente choque de trenes del Bernabéu: cómo
dos estilos tan distintos pueden confluir en la misma excelencia y en cifras similares
de puntos, goles y eficacias varias. De cómo se puede alcanzar un mismo objetivo a
partir de dos propuestas tan contradictorias.
El Madrid ya sale hiperventilado del vestuario, con prisa y urgencia, como si el árbitro
hubiese pulsado una inexorable cuenta atrás. Ese vértigo quita algo de concentración
y genera un exceso de revoluciones en ocasiones contraproducente. Tanta adrenali-
na, sobre todo en el Bernabéu, encoge al equipo de Pellegrini, enfrascado en lo que
parece una etapa contrarreloj de irreversibles consecuencias, pero incluso con ese
handicap es un equipo tan rotundo y explosivo como necesitado de pausa y temple.
Tiene a un gran especialista en la materia, Xabi Alonso, que si en el Liverpool era
ancla, en el Madrid es ancla, timón y brújula, tres en uno. El hombre y la pieza clave,
sin el cual no es posible el juego combinativo. Hay días que Alonso vive una pesadilla
pues son sus propios compañeros quienes le atropellan e impiden practicar la impres-
cindible labor de distribuidor. Es tal el vértigo colectivo que los madridistas tienden
a pasar por encima de su centrocampista de referencia, como si fuese un obstáculo
más, sin percatarse que es el gozne sobre el que debería girar todo. Pero a un equipo
acelerado, enfebrecido, impetuoso y arrebatado es imposible pedirle calma por más
que Xabi Alonso se ofrezca, haga señales de humo, lance bengalas de colores o enar-
bole banderas gigantes. Los búfalos le pasan por encima.
En el otro bando, brújula y cartabón marcan el estilo. Por ahí anda el arquitecto Xavi
con sus planos y el compás, diseñando parábolas y cronometrando las pausas. Es
un equipo que parece tener todo el tiempo del mundo a su disposición, convencido
quizás de que sólo desde la paz espiritual es posible conquistar los grandes desafíos.
¿Nervios de hielo? Más bien, la certeza de que el éxito se halla detrás de un plan
meticulosamente estudiado, perfectamente planificado y milimétricamente ejecutado.
Italianos en defensa, fabricantes de triángulos en el centro, malabaristas en ataque,
un conjunto que nunca parece tener prisa, sino pausa, tempo, ritmo, calma, sosiego y
certidumbre. Dos mundos y dos formas opuestas de vivir y sentir el fútbol.
Mallorca-Barça (Liga, Jornada 29) 27-Marzo-2010. ONO Estadi. 0-1 (Ibrahimovic)

Real Madrid-Atlético de Madrid (Liga, Jornada 29). 28-Marzo-2010. Santiago Bernabéu. 3-2 (Reyes, Xabi
Alonso, Arbeloa, Higuaín, Forlán)

148 | Índice
Todavía boquiabierto...
3 Abril 2010 / Diario Sport

La descomunal exhibición del Barça en el Emirates ha sido, probablemente, la más


brillante de cuantas ha realizado este club en toda su historia por más que el resultado
final desmienta afirmación tan atrevida. Y deja también algunas notas que, inevitable-
mente, hay que comentar.
1. El mito de la eficacia: ¿Ineficaz porque sólo marcó dos goles en vez
de seis u ocho? El equipo fue vertical, directo y sin frivolidades. Rema-
tó a puerta cuantos balones alcanzó y desde cualquier posición. Sin
requiebros ni los adornos habituales. Pero en la portería rival habitaba
un pulpo. El mismo que hace cuatro años se despatarró ante Eto’o y
Belletti se ha reconvertido ahora en Octopus. ¿Eso fue ineficiencia?
Discrepo: el Barça remató como debía; simplemente, chocó contra un
muro prodigioso.
2. Las críticas a Ibra. En efecto, en ataque estático sufre él y sufre el
equipo. A Ibra le va mejor el juego directo, a la “italiana”. Así llegaron
sus dos goles: pase largo y fabricación propia, algo poco habitual en
el Barça. Pero hasta la fecha no ha fallado ni uno solo de los días
grandes.
3. Recuperación de balón. La mejor noticia sobre el Emirates. Un por-
tento estadístico (65 balones recuperados, diez más que el Arsenal),
una proeza física y táctica casi siempre en la línea de inicio gunner: la
mejor escuela del fútbol de posición sublimando su faceta más dura,
la de recuperar el cuero tras pérdida. Uno, dos, tres, cuatro jugadores
lanzándose como fieras a por el rival que había osado quitarles el
cuero, pesadilla para el Arsenal, incapaz de aguantar tres segundos
con el balón en los pies. Sin ser la principal seña de identidad del Pep
Team, es una faceta esencial en sus éxitos.
4. Hundimiento del centro del campo. La resistencia de Almunia impidió
una goleada histórica aunque no evita que el primer tiempo de Lon-
dres sea, posiblemente, una de las mejores exhibiciones de la historia
del fútbol mundial. Sin goles, de acuerdo, pero memorable. Cuando
llegaron los tantos de Ibra, el relax se apoderó del Barça. Es criticable,
y Guardiola debe incidir en ello, pero es comprensible: todo deportista
se relaja cuando cree haber llegado a la cima. Lo malo es que el Barça
aún no había hecho cumbre y le quedaba un rato más de escalada.
Con la entrada de Walcott el Arsenal reconquistó el balón, Xavi y Bus-
quets lo perdieron y el sueño se trocó en pesadilla. Sin balón, el Barça
también se ahoga.
5. Cesc, capítulo aparte. Perdido durante sesenta minutos en medio del
vendaval blaugrana jamás se rindió ni bajó los brazos. A falta de fútbol

149 | Índice
y balón, Fábregas dio un recital de coraje y fe. Este hombre debe vol-
ver al Camp Nou para protagonizar sus mejores hazañas. Al Barça le
interesa. Cesc lo necesita.
Arsenal-Barça (Champions, ¼ Ida) 31-Marzo-2010. Emirates Stadium. 2-2 (Ibrahimovic, Ibrahimovic, Wal-
cott, Cesc)

150 | Índice
El deseo como fuerza motriz
6 Abril 2010 / Diario Sport

Messi frente a Sol Campbell. Suena duro para el Arsenal. Una liebre frente a un arma-
rio empotrado, el defensa de la cintura de hormigón. Batalla desigual entre futbolistas
que parecen de épocas distintas: Campbell, central del siglo pasado, poderoso, alto,
gigantón, tan pesado en sus movimientos que para girarse precisa de una grúa de
apoyo; Messi, el moderno Aquiles de los pies ligeros, danzarín y efervescente, ágil
en el quiebro, demoledor en el requiebro. El destino (y las lesiones) les unirán esta
noche, salvo que Wenger opte por otro remiendo más complejo, pues a falta de Gallas
pensó en Song, pero a falta de Song ya no le queda en el fondo de armario más que
improvisar con Eboué o Diaby o echar mano del veterano Campbell, un futbolista que
parece anclado en la época de Bobby Charlton.
Así llega esta noche el futuro. Anunciado tantas veces, por fin llega hoy. El futuro es
esa promesa que siempre nos hacemos, sin caer en la cuenta que acaba cumplién-
dose. Aquí está, inexorable. El partido más importante del año. Hasta que el próximo
lo desbanque. Y a este, el siguiente. Cito a Messi como rival directo del sargento
Campbell por no meterme en el vericueto de la alineación de Guardiola, cada día más
sudoku: ¿Henry o Bojan como 9? Ni lo sé, ni me parece relevante. El entrenador sabe
lo que más conviene al equipo, pero juegue uno u otro será inevitable que sobre la
pradera del Camp Nou acaben coincidiendo la liebre y el armario y cuando eso suce-
da, Dios salve a la reina inglesa porque es probable que la cintura de hormigón pase
a la posteridad de los monolitos derruidos.
El talento se educa en la calma mientras el carácter se forja en la tempestad. A par-
tir de ambos, talento y carácter, se ha construido este Barça que va dejando bocas
abiertas por donde cruza. Sabemos desde Albert Camus que el éxito es fácil de obte-
ner y lo auténticamente difícil es merecerlo y es ahí donde radica el embelesamiento
colectivo hacia este equipo que acostumbra a merecer todos los éxitos que consigue.
Y por encima de talento y carácter aún hay otro factor más decisivo: el deseo, única
fuerza motriz de cualquier actividad humana. El deseo es la palanca a partir de la que
se propulsa este equipo, ambicioso hasta el extremo y desmedido en su ansia de su-
blimación. Aquí no sirve ni la presión ambiental, ni la fiebre del entorno, ni la rivalidad
máxima, ni los incentivos económicos, ni siquiera la certeza de un currículo especta-
cular. Lo que hay es deseo en estado puro, el ansia viva por vencer convenciendo, por
ganar desde el mérito, desde la vocación, el estilo y la propuesta. Deseo de arrancar a
correr driblando rivales y no parar hasta doblarle la rodilla al sargento de hierro.

151 | Índice
La marcha triunfal de Amadeus
7 Abril 2010 / RAC-1

Desde que David Trueba le llamó isotrópico, a Messi le ha dado un tipo de fiebre ex-
traña. Este chico parece enloquecido: coge la pelota en cualquier parte del campo y
no importa hacia donde se gire, ni que dirección tome, ni quien tiene delante ni quien
tiene detrás, ni hacia donde sopla el viento o si llueve o nieva. Tanto da porque Messi
se pega el balón al pie y se pone a navegar por encima de las olas como si en lugar
de jugar al fútbol estuviera practicando windsurf.
Era el Arsenal, señores. No era el Málaga ni el Valladolid. Era el Arsenal, el “primus
inter pares” del Barça en el mundo del fútbol de combinación. Un equipo con mayús-
culas, de los más grandes de Europa, y que ha sido sacudido por un Barça menos
espectacular que el año pasado, pero mucho más devastador, más profesional y con
mayor oficio. Un Barça que en la suma de los dos partidos ha rematado 30 veces entre
los tres palos de Almunia y le ha hecho seis goles a un portero que, a ratos, parecía
un pulpo.
Cuando el sorteo emparejó este equipo de fábula con el Arsenal no podíamos imagi-
nar que la eliminatoria empezaría con una cabalgada de leyenda y terminaría con la
marcha triunfal de Wolfang Amadeus Messi.
Barça-Arsenal (Champions, ¼ Vuelta) 6-Abril-2010. Camp Nou. 4-1 (Bendtner, Messi, Messi, Messi, Messi)

152 | Índice
Jaque mate
10 Abril 2010 / Diario Sport

Más que un encuentro de fútbol o un choque entre tambores y violines estamos frente
a un partido de ajedrez, esa especialidad en la que, como definió Tartakower, “todos
los errores están ahí, encima del tablero, dispuestos para ser cometidos”. El tablero es
verde y luce hermoso y plácido en estos dulces días de la primavera madrileña. Sobre
ese tablero se disputará esta noche una partida donde el intelecto se impondrá al físi-
co. Un partido entre cerebros y métodos, donde no está en duda el talento de nadie, ni
la vocación o el espíritu, la trascendencia del choque, la ambición corajuda de ambos
conjuntos ni el hambre de victoria; de revancha en un caso, de consagración defini-
tiva en el otro. Pero más allá de las emociones estará el cerebro y la estrategia, los
pequeños movimientos tácticos, los grandes fundamentos guerreros que describiera
Von Clausewitz, incluso el cuadro DAFO (Debilidades-Amenazas-FortalezasOportuni-
dades) que el márketing empresarial ha exportado al fútbol.
Vencerá -si es que hay un vencedorquien logre imponer su cerebro a las emociones.
Quien consiga implantar su ley estratégica y sus reglas tácticas. Quien reduzca el
número de errores al mínimo inevitable. Conocemos sobradamente a los contendien-
tes, por más que a estas horas aún juguemos a componer el sudoku: ¿Henry de 9
en lugar de Bojan? ¿Arbeloa o Ramos persiguiendo a Messi por todo el Bernabéu?
¿Pedro en banda derecha e Iniesta en el banquillo? ¿Keita frenando a Sergio Ramos?
¿Gago como secante de Xavi? ¿Busquets para cortar los pases de Van der Vaart?
Especulaciones de las horas previas, la mayoría de ellas insustanciales porque la
realidad superará cualquier planteamiento imaginado. La realidad es esa cosa tozuda
y espesa que acaba ganando todas las batallas por más que uno las sueñe diferentes.
La realidad es que estamos ante el gran partido de ajedrez de los últimos años. Maes-
tros frente a maestros y dos opciones tácticas muy evidentes. La lógica dice que el
Barça saldrá con Apertura española, apertura atrevida y abierta con la que se busca
claramente la victoria y en la que el éxito depende sobre todo de la habilidad del ju-
gador. Frente a ese movimiento, el Madrid opondría la llamada Defensa Schliemann,
juego basado en el contragolpe extremo. Pero nada asegura que esto vaya a desarro-
llarse así, pues podría ocurrir algo casi opuesto: una salida Peón de Rey del Madrid
replicada con Defensa siciliana del Barça, es decir, riesgo inicial merengue contra tela
de araña blaugrana. Pero, bueno, mil especulaciones después aceptemos que todo
acabará con la simpleza de Camus: la pelota nunca viene hacia uno por donde uno
espera que venga. Así que, llegue por donde llegue, esto será jaque mate.

153 | Índice
La ley de punto final
12 Abril 2010 / El Periódico

Ahí está el general Casillas, sereno en la derrota, iniciando una genuflexión sincera para
entregar las llaves del Bernabéu. Y ahí el general Puyol, sobrio en el triunfo, apoyando
su mano generosa en el hombro del perdedor para impedir su humillación, aceptan-
do las llaves que abren el séptimo cielo. Tras Casillas aparecen soldados orgullosos,
atormentados por la caída, desmontadas las armas mientras una nube de humo negro
recuerda que el estadio sitiado ha perdido su batalla más importante. Detrás de Puyol
posan sus otros capitanes sin la menor muestra de altivez, simplemente vencedores sin
paliativos, las lanzas enhiestas al cielo azul velazqueño. Es la Rendición del Bernabéu
lo que a uno se le pasa por la cabeza cuando termina el Clásico, el cuadro de Velázquez
que habita en el Museo del Prado, la Rendición de Breda también llamado Las Lanzas,
el célebre óleo que retrata el señorío en la derrota y la elegancia del vencedor.
Rendido el Madrid ante el ejército blaugrana, lo que queda de campeonato es una batalla
del Barça contra el demonio de la autosatisfacción. Siete finales contra sí mismo para se-
guir imponiendo un estilo que abre las bocas por donde pasa. Siete finales para alcanzar
un séptimo título consecutivo y seguir dejando a Florentino en la sequía más absoluta
desde que cierta desafortunada noche decidiera prescindir del gris Del Bosque para en-
comendarse a gentes de mil trajes diferentes que han alcanzado resultados similares, en-
cadenado el equipo a la victoria en las portadas pero a la derrota en los partidos grandes,
incapaz de superar uno solo de los obstáculos serios con que se ha topado estos años.
Cuando parecía que el Pep Team ya no podía seguir creciendo, ahí le tenemos, subien-
do nuevos peldaños, sea en lo táctico, lo anímico o competitivo. Menos fluido que hace
un año, menos goleador, menos espectacular. Así es el Barça actual. A cambio es más
rico en opciones tácticas, en variantes defensivas, en la presión y recuperación; más
“italiano” en la primera parte del Bernabéu y con más oficio en la segunda, como si el
equipo ya no necesitara golear a nadie para creer en sí mismo. Un Barça, en definitiva,
más profesional, más preparado, más eficaz. Con idéntica vocación ofensiva, pero con
mayor esmero defensivo. Cinco defensas sobre el campo, once jugadores atacando,
once defendiendo y ninguna sensación de que se le podía escapar el partido. Y que si
hubiera necesitado poner dos marchas o tres goles más lo habría hecho.
Madrid en el límite agónico, viviendo siempre en el alambre. Exasperado el entorno,
intentando dictar alineaciones y ejecutar sentencias. Desconcertada la dirección depor-
tiva, que ve cómo sus descartes pueblan las semifinales europeas (Sneijder, Robben,
Van Nistelrooy, Jurado, Reyes...). Petrificado el entrenador, arrollado el mediocentro,
anfetamínica la estrella en busca de un imposible protagonismo arrebatado por Messi,
el Madrid se enfrenta por enésima vez a su reiterada pesadilla. El día de la marmota
merengue.
Real Madrid-Barça (Liga, Jornada 31) 10-Abril-2010. Santiago Bernabéu. 0-2 (Messi, Pedro)

154 | Índice
Todos son Pedro
13 Abril 2010 / Diario Sport

Pietro Carrera fue el inventor de la Defensa siciliana hace más de doscientos años.
Pep Guardiola la puso en práctica este sábado en el Bernabéu. Es un movimiento
ajedrecístico basado en la agresividad y la flexibilidad. Agresividad son los cinco de-
fensas que planta el entrenador del Barça sobre el campo sin que nadie lo interprete
como un movimiento defensivo, sino al contrario, como una reafirmación de la voca-
ción atacante. Flexibilidad es el juego de las cuatro esquinas que plantea con Alves,
Puyol, Maxwell y Pedro a los que hace girar noventa grados hacia su izquierda en el
descanso para componer otro Cubo de Rubik blaugrana distinto al inicial.
Cinco defensas y tres jugadores fuera de sitio provocan sorpresa en la tribuna de
prensa y desconcierto mayúsculo en el vestuario madridista. Pellegrini ha preparado
toda la semana a Arbeloa y Marcelo para perseguir a Messi y, de pronto, se encuen-
tran marcando a Dani Alves. “Guardiolada” suprema, cruce de cables madridista, tela
de araña sobre los torpedos merengues, desaliento táctico de Pellegrini, afamado
ajedrecista vencido antes de iniciarse la partida, todavía en el vestuario. Exceso de
expectativas: grandes expectativas desembocan en fiascos notables. Se espera el
gran partido y aparece un combate discreto. La manada de búfalos ni siquiera llega
a activarse una sola vez, enredada en las almadrabas del pescador, en el cubo de
rubik de Pep, en la defensa siciliana agresiva como un látigo, flexible como el junco.
¿Muhammad Alí contra George Foreman? No, eso fue el año pasado cuando los finos
violines ensordecieron a los gruesos tambores.
Ahora no hace falta bailar como una mariposa ni picar como una avispa para dar el
jaque mate al rey de las portadas. Basta con la defensa siciliana y el cubismo fuera
de sitio de Guardiola, con las coberturas de Piqué a Puyol, de Milito a Piqué, de Alves
a todos sus colegas de atrás, posiblemente la defensa más sobria del curso. Y basta
con que llegue Xavi para encender la luz del escenario.
Los focos están sobre Wolfgang Amadeus Messi, pero es Xavi quien enciende la luz.
Xavi es el gerente que abre la fábrica con su llave, el piloto que despega el avión. No
es Mozart como Messi, pero es Beethoven, sordo a los elogios y las portadas, dedica-
do en cuerpo y alma a la construcción, capataz de una obra que se antoja irrepetible.
Sin ganas de hacer sangre ni necesidad de golear para crecer y creer en sí mismo
como hace un año. Con el gas justo y la indulgencia plena. Y con Pedro, paradig-
ma definitivo. Todos son Pedro: trabajo callado y modesto, compromiso y solidaridad,
apoyo al compañero; el colectivo por encima del egoísmo. Punto final a la palabrería
y las teorías conspiranoicas.

155 | Índice
Sin piedad
19 Abril 2010 / El Periódico

¿Qué ha cambiado de verdad en estos siete días? Que el pequeño margen de ventaja
que poseía el Barça se ha reducido; que los dos claros dominadores del campeonato
siguen compitiendo con ferocidad; y que todos los indicios continúan apuntando a un
final de bisturí. Lo que ha cambiado no es nada esencial: la Liga se mantiene como
estaba hace una semana, en manos del Barça. Será el Barça quien gane o pierda
el título pues a estas alturas cabe dudar muy poco sobre que el Madrid sumará los
próximos cinco triunfos para cerrar un fabuloso recorrido liguero de 98 puntos. ¿Con-
seguirá 99 el Barça? Ahí está el reto de un equipo que lleva veintidós meses subido a
lomos de una ola gigantesca sumando títulos, conquistando corazones y fabricando
un juego encantador, pero sobre todo compitiendo con ferocidad por tierra, mar y aire,
en grandes palacios y también en espesas mazmorras.
Hay muchos precedentes de ligas resueltas en un pañuelo, aquí y fuera, y también
de duelos agónicos entre equipos de gran vuelo, pero muy pocos campeonatos en el
mundo se habrán resuelto con tan reducido margen de error en los dos de cabeza:
sólo una derrota para el Barça; apenas dos empates el Madrid. Veinticinco puntos
sobre el tercer clasificado, prácticamente los mismos que lleva el colista después de
33 partidos, una barbaridad colosal. La Liga española es un gigante de dos cabezas
lo que aporta pasión y emotividad, pero también la agridulce sensación de que tanto
desequilibrio puede traer malas consecuencias en el futuro. Un gigante bipartidista
quizás no sea la mejor receta para nuestro fútbol.
Pero al margen de esta consideración, disfrutemos de semejante desafío a la com-
petitividad: dos bólidos lanzados sin freno; dos ejércitos con la bayoneta calada. La
voluntad mayúscula de mantener un pulso poliédrico: más que un duelo futbolístico,
un reto sin piedad entre dos voluntades fieras; una carrera enloquecida por ver quién
frena en el último segundo antes de la colisión. Finalmente, un ejercicio volcánico de
orgullo, tozudez, ambición y épica deportiva.
Espanyol-Barça (Liga, Jornada 33) 17-Abril-2010. Cornellà-El Prat. 0-0

156 | Índice
Noqueado en el primer round
21 Abril 2010 / RAC-1

Hace ya muchos años, me prometí no hablar nunca de los árbitros ni de sus actuacio-
nes. Hoy no romperé este compromiso pese el arbitraje del amigo portugués en San
Siro.
El Barça no ha hecho un buen partido y el Inter sí. Cada uno con su estilo, claro
está. El Barça tocando y el Inter esperando, frenando, cortando las líneas de pase
y buscando el contragolpe. En esta pelea entre quien construye y quien destruye el
duelo se lo han llevado Motta, Sneijder y Milito y lo han perdido Xavi y Messi. No ha
sido una buena noche del Barça ni tampoco de Guardiola; ni del conjunto ni de sus
individualidades.
Noqueado en el primer round, ahora toca levantarse para el asalto decisivo. Concen-
trarse en el juego, no desgastarse con los árbitros ni rifirrafes, no caer ni hacer caso de
las encerronas de Mourinho ni de las picardías argentinas de los veteranos jugadores
interistas. El Barça solo tiene un camino para llegar al Bernabéu y no es la épica: es
el fútbol. Dejar de lado las discusiones y polémicas, no distraerse y solo hacer lo que
mejor hace: jugar al fútbol y pasar por encima del rival.
Inter de Milán-Barça (Champions, ½ Ida) 20-Abril-2010. Giuseppe Meazza. 3-1 (Pedro, Sneijder, Maicon,
Milito)

157 | Índice
El puñetazo en la boca
24 Abril 2010 / Diario Sport

Centrarse en el árbitro es equivocar el objetivo. Distraerse con Mourinho es ir directos


a la eliminación. Apelar a la épica es errar el tiro. Ni árbitro, ni Mourinho, ni épica. La
vía para llegar a la final del Bernabéu es única: el fútbol. Jugar al fútbol y olvidarse de
todas las distracciones que rodearán esta semifinal. Lo que Cruyff llamaba entorno
y que en realidad son fuegos de artificio que distraen del cometido principal: son los
violines quienes deben vencer a los tambores, no la adrenalina ni los exabruptos.
Guardiola lo tuvo claro desde el pitido final de San Siro: no entrar al trapo de Mourinho,
ni a las justificaciones simplistas de la propia prensa de Barcelona, que no parece ha-
ber aprendido nada de la esquizofrenia madrileña con el Villarato. ¿Robo? ¿Atraco?
No es eso, no es eso... Eso no hace ganar el partido de vuelta. No sé si es útil para
atraer lectores u oyentes, pero no es el camino que emprendió Guardiola hace cerca
de dos años. Las tertulias aún siguen tratando dos asuntos recurrentes: el arbitraje de
San Siro y los jugadores que rindieron por debajo de su nivel, como si esos mismos
jugadores no hubiesen protagonizado todo el curso actuaciones imprescindibles. Si el
Barça está a dos goles de su segunda final consecutiva también es gracias a ellos. ¿A
qué este ejercicio de retroceder a los infaustos tiempos del lloriqueo y el tembleque
y también a las épocas del fusilamiento de futbolistas propios? ¿Este es el famoso
cambio de mentalidad del entorno?
En su única frase célebre y coherente, Mike Tyson dijo aquello de que todo el mundo
tiene un plan hasta que recibe un puñetazo en la boca. Al Barça se lo pegaron el mar-
tes en Milán. Un puñetazo en toda regla, de los que nublan la vista. Es ahora cuando
de verdad debe ser útil el plan trazado por Guardiola. Es ahora, con el boxeador gro-
ggy, cuando las palabras bellas de los buenos tiempos han de encontrar su auténtico
significado. ¿O sólo era poesía vacía? Ahora es cuando el equipo que mejor combina
y se asocia, el que hace rodar el balón a velocidad de vértigo, el que se posiciona
como nadie a lo ancho para ser profundo, el que se defiende atacando y enamora al
mundo entero, el que entusiasma a propios y ajenos por su generosidad y voracidad,
por la presión en recuperar el balón, por su encanto dulce y pierna fuerte; ahora es
cuando tiene que mostrar su talla de campeón. Sin excusas ni artificios; sin recurrir
a excusas obsoletas ni a metáforas raciales. Ni épica, ni arbitrajes, ni “mourinhadas”.
Fútbol y solo fútbol. En definitiva, fútbol desnudo, el argumento verdadero sobre el que
se ha construido este campeón que debe demostrar que ningún puñetazo en la boca
le hará cambiar su plan.

158 | Índice
Ser el Barça
27 Abril 2010 / Diario Sport

Pido perdón de antemano por ser el único a quien no le gusta esta campaña de már-
keting popular. Me sobra. La valoro por lo que tiene de apoyo social al equipo, de
colorido y pasión, de frenesí y empuje. Y no dudo que aportará una excitación mayús-
cula al partido de mañana, ambiente excepcional, noche fabulosa. Pero no me gusta
porque este gran campeón que es el Pep Team no la necesita y tengo la sensación
que hay quien duda al respecto. Parece que la afición deba ganar lo que no pudieran
conquistar los futbolistas y eso no es así. Si alguien tiene credibilidad es el equipo,
mucho más que el club, la prensa e incluso la afición, por más que se califique como la
mejor del mundo. Si alguien ha ganado a pulso el título de mejor del mundo sin posible
discusión ese es el equipo. Y el equipo merece crédito y que no se invierta el orden de
los factores: apoyo total desde la grada, sí, pero los bueyes delante del carro.
Dicho esto, el guión se antoja bastante simple: Mourinho intentará atraer todo el juego
del Barça hacia su jaula centrífuga, sus cuatro hombres del centro (Lucio, Samuel,
Motta, Cambiasso), con la pretensión de que todo el talento blaugrana agonice en
esa cueva con forma de embudo. Conseguido eso, su siguiente objetivo es robarle un
balón a Busquets y apuñalar al contragolpe. Guardiola, que lo sabe bien, pretende lo
contrario: ensanchar el campo, abrir a bandas, triangular rápido y romper esa jaula de
hierro a base de circular el balón. Presionar con ferocidad en la pérdida y no cometer
ni un error en el centro del campo. En esas dos facetas sí hay que dejarse la piel.
Desarrollo del juego en apenas cuarenta metros y defensa por amontonamiento de
jugadores. Frente a ello, el Barça sólo dispone de un arma, pero la mejor: mover el
balón a la velocidad de la luz. Como ha definido Guardiola, la solución para por ser el
Barça. Respetar la esencia de este equipo.
El mejor Barça es paciente y tranquilo como un león hasta que se lanza sobre su
víctima. El Pep Team no es un equipo acelerado ni la adrenalina ha sido nunca su
aliado. Adrenalina conjuga con prisas y precipitación, con errores y pérdida de estilo.
La receta para el éxito es pausa y maduración. Al Barça no le sienta bien la sobreexci-
tación ni la ansiedad y se crece en las dificultades, pero siempre a partir de su esencia
básica. Por todo ello, que la afición siga adelante con la campaña, pero que el equipo
se mantenga frío ante el reto. Mourinho no existe; las provocaciones, tampoco; ni el
árbitro. No hay que confundirse de rival, ni equivocar el guión pues sólo hay un camino
para llegar a esta meta: ser el Barça. Si consigue serlo no veo otro desenlace que un
resultado favorable abultado.

159 | Índice
Ganaron las sirenas
29 Abril 2010 / El Periódico

No hay constancia fotográfica sobre la visita de jugadores del Madrid a la Cibeles para
festejar anoche su primer éxito del año: la ausencia del Barça en la final del Berna-
béu. Sí la hay, en cambio, sobre la incontestable elección de Mourinho como nuevo
icono (¿también será nuevo entrenador?) del madridismo. El portugués ya es el ídolo
de Valdebebas pues ha conseguido bastante más que Cristiano Ronaldo: derrumbar
al campeón y hacerlo en el momento idóneo, cuando el Madrid pelea ferozmente
por la Liga, el entorno mediático quiere acabar con Pellegrini y el temor a la invasión
blaugrana era una pesadilla insoportable para la afición merengue. Mourinho, así, se
consagra al otro lado del espejo.
El partido necesitaba que Busquets no perdiera balones y que Messi y Pedro abrieran
el campo a lo ancho. Lo primero se cumplió; lo segundo, apenas. Mourinho también
fue puntual, más allá de sus aspavientos: plantó su clásico embudo de hierro, con
dos pivotes escoltando en paralelo a sus dos centrales, formando los cuatro una jaula
como las de Capello. Había que evitar ese embudo como fuese: no metiéndose en
él, rompiéndolo con triangulaciones rápidas o huyendo hacia las bandas. Pero ocurrió
al revés, como si esos cuatro hombres tuvieran poderes magnéticos que atraían una
y otra vez a los jugadores del Barça. Por momentos pareció que en el interior de ese
embudo habitaban las sirenas que con sus cánticos buscaban perder a los marineros
de Ulises, pues de Xavi a Messi, de Keita a Touré, de Alves a Maxwell, todos fueron
cayendo en el interior de la caverna interista.
Impotencia táctica del Barça, que conocía bien el problema pero no ha sabido re-
solverlo. Éxito estratégico de Mourinho, junto a Hiddink el mejor en estructuras de-
fensivas. Podemos lamentarnos por el ausente Iniesta, que en estas horas suena
a sacacorchos. Incluso por el recuerdo de aquel Henry que el año pasado abría el
campo y éste apenas cierra banquillos. Pero más allá de los ausentes, la realidad
sigue demostrando que el Barça se encalla en el ataque estático. No sólo ayer; es un
defecto que arrastra desde los primeros tiempos de Rijkaard. El defecto surge, pro-
bablemente, del propio estilo: posesión, combinación y vocación ofensiva. Pero ese
mismo estilo dificulta atacar defensas bien plantadas de equipos encerrados. Todos
recordamos noches espesas frente al Espanyol, el Betis y no digamos el Chelsea; y
también días felices cuando el estilo del rival era abierto y alegre. Pero el contrario
tiene todo el derecho a elegir su estilo y cuando algunos equipos grandes deciden
estructurarse como un muro, las goteras del Barça quedan al descubierto. Esa será la
gran asignatura del futuro para Guardiola.
Barça-Inter del Milán (Champions, ½ Vuelta) 28-Abril-2010. Camp Nou. 1-0 (Piqué)

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Perder no te quita la razón
1 Mayo 2010 / Diario Sport

Te han partido la boca de un puñetazo. Ni siquiera te ha salvado tu estilo y tu plan, ni


el ánimo enfervorizado de tu afición, entusiasmada como nunca alrededor del cam-
peón que se tambaleaba, intentando sostener con la garganta lo que se derrumbaba
sobre el cuadrilátero verde. Te han tumbado y el balance es muy simple si atiendes al
resultado: has perdido, has sido eliminado; por tanto, has perdido la razón. Un hombre
inteligente como Guardiola lo reconocía cuando todavía seguían girando los infaman-
tes aspersores: “En el fútbol, el que gana tiene razón”. Pero no es así, por más que el
entrenador blaugrana se vista de diplomático y aficiones y periodistas sólo contabili-
cemos títulos y triunfos. Hay más cosas aparte de las victorias y el resultado. No en
vano dejó escrito Canovas del Castillo, quizás el mejor político conservador español,
que “el éxito no da ni quita la razón a las cosas”. Así es.
Es cierto que los triunfos le dan vuelo a las ideas y las cosas; justifican los medios em-
pleados; satisfacen los espíritus y el ánimo; enardecen a los conmilitones; atemorizan
a los rivales; despedazan argumentarios; y, cómo no, son el fin último. Pero no te dan
la razón. Podrán esgrimir en mi contra que tener razón sirve de poco, pero en nuestras
vidas cotidianas ¿acaso no nos esforzamos por hacer bien las cosas; en definitiva, por
tener razón? Se equivoca Guardiola cuando asume que la derrota frente a Mourinho le
quita la razón al Barça. No. Le quita el acceso a la final del Bernabéu, pero no la razón
de su juego y su estilo, de su idea del fútbol. Ese concepto, tan elogiado cuando los
éxitos del año pasado, está más vigente que nunca y ninguna derrota puede acabar
con él. Si acaso, esta reciente caída sirve para percibir dónde estaban concretamente
las goteras del equipo y, por descontado, para dibujar a la perfección dónde habrá
que colocar los fuertes estímulos del próximo curso. Pero la eliminación no anula las
bondades de la idea esencial ni sus planes prácticos por más que desde la rivalidad
se grite, señalando al caído, que ya nada se sostiene, ni sirve, ni es útil ni vale; casi ni
fue cierto. Pero no es así: nadie podrá decir que fue un sueño. Fueron reales los seis
títulos y, sobre todo, la idea y el estilo, el concepto y los valores (que ningún estúpido
aspersor puede ocultar). Y es real que este equipo, mientras Guardiola siga al frente,
seguirá compitiendo al galope tendido en pos del triunfo, pero sobre todo del éxito.
El triunfo consiste en ganar partidos, pero el éxito reside en ser consistente con uno
mismo y no abdicar de tu idea ni siquiera cuando te están partiendo la boca. Ganar
requiere talento; tener éxito y volver a ganar requiere carácter.

161 | Índice
La nueva novela homérica
4 Mayo 2010 / Diario Sport

Aquiles lleva semanas renqueando. Para estimular la épica del momento se ha dicho
que juega con un rotura de tres centímetros y medio, pero en realidad no está roto: lo
estuvo, pero ya no. Deberíamos decir que su soleo izquierdo está contracturado, que
se sobrecarga e incluso que está al borde de la rotura, pero para la épica de este fin
de curso al galope tendido suena mejor explicar que juega roto. Ya cuando Homero,
hace de eso un montón de siglos, sonaban mejor las pinceladas épicas que el crudo
realismo, así que si “non e vero é ben trovato...” Además, ¿quién dijo que los partes
médicos no formaban parte del juego psicológico?
Lo que no es anecdótico, ni insustancial, ni discutible es el giro copernicano que ha
dado la opinión barcelonista respecto de Xavi Hernández. Antes de la Eurocopa 2008
era un futbolista en la picota: el club planteó venderlo; la afición le veía como un estor-
bo; y la crítica se cebaba en él. Parece que ya no nos acordamos de ello o que jamás
fue con nosotros. Lean estas líneas: “Lo aconsejable sería sajar hasta un nivel tan pro-
fundo que dolería en las entrañas. Eso incluye a Xavi y Puyol, por ejemplo, futbolistas
de calidad o coraje indiscutibles, pero que ya llevan demasiados años como pilares
del vestuario”. ¿Quién escribió semejante barbaridad? Fui yo mismo en estas mismas
páginas. Lo copio para que nadie advierta el menor ventajismo cuando digo que hubo
cosas bastantes peores. No sólo el club lo puso en venta y la afición le abroncó sin
descanso, sino que la crítica no se apiadó de él: leímos que era la gran mentira del fút-
bol español y se hizo común decir que con Xavi en el campo, el Barça jugaba con diez.
Sólo recuerdo a un veterano periodista, de blancas canas, defendiendo su calidad a
capa y espada. Y, claro, a los entrenadores: a Rijkaard, a Guardiola y, por supuesto,
a Luis Aragonés con quien Xavi dio el gran salto cualitativo que le ha llevado hasta
donde anda ahora, en el verdadero Olimpo, mientras todos los demás nos tenemos
que comer nuestras palabras. Menos mal que, como dijo Churchill, “a menudo me
he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada”.
Menos mal, añadamos, que ningún entrenador hizo caso de críticas y abucheos y
siguió alineando a Xavi, entregándole el mando de sus equipos, fuesen el Barça o la
selección, y dejando que fluyera ese río de talento que atesora.
Cojo y renqueante, roto o contracturado, estamos frente a una computadora con pier-
nas. Un cerebro privilegiado para trazar movimientos imposibles sobre el césped. El
gran arquitecto del fútbol actual. No puede sorprendernos que a su alrededor empiece
a tejerse un aura épico, el nuevo relato homérico del barcelonismo.

162 | Índice
Inteligencia emocional
10 Mayo 2010 / El Periódico

El título de Liga no se decidirá sobre verdes praderas, sino en un espacio húmedo,


oscuro e inhóspito: el cerebro de los jugadores. En esos miles de millones de neu-
ronas que se agrupan en apenas kilo y medio de nuestro cuerpo reside la clave del
campeonato: quién resistirá las emociones y quién sucumbirá a ellas. La jornada del
sábado ya dictó una lección de inteligencia emocional puesta al servicio de una causa.
Así, vimos al Barça mostrar su mejor virtud anímica: la discreción. Contra lo habitual
en otros equipos o deportes, el mejor Barça no crece en la excitación y la adrenalina,
ni en las luces y el griterío, sino que se hace grande, enorme y gigantesco a partir
del silencio. Es desde la discreción que surge su mejor rendimiento, con lo que des-
confíen si algún día hay una declaración altisonante previa a un partido decisivo. Al
contrario, es el control de las emociones lo que activa a este equipo para dar lo mejor
de sí mismo. Pruebas: el baño al Inter en la liguilla, cuando Ibra y Messi no estaban y
todo parecía torcido; el primer tiempo en el Emirates frente a un Arsenal que sonaba
temible; o esa hora inicial del sábado en el Sánchez Pizjuán, donde todos los augures
pronosticaban que el Pep Team doblaría la rodilla y lo que hizo (insisto: desde el silen-
cio) fue agrandar su leyenda con otra exhibición portentosa.
En el extremo opuesto transita el Madrid, torbellino de emociones y extraversión. Un
equipo sometido al dictado de su estado de ánimo, capaz de lo mejor y lo peor sin
solución de continuidad. Equipo que vive de exteriorizar sus sueños y sus ansias y
que rinde como nadie con el viento a favor, pero balbucea y se acogota y boquea y se
hunde cuando cualquier circunstancia adversa le congela el ánimo. El mejor Madrid
es el que se siente herido en el orgullo y saca al exterior su energía y febrilidad y el
peor es aquel que no siente pulsión ni estímulo para salir del túnel y acaba dormido y
durmiendo.
Estados de ánimo, en fin, opuestos como los mismos estilos de juego, pero decisivos
en esta final de finales del próximo sábado. Ganará el Barça la Liga si sabe manejar
los entresijos de una larga semana y se mantiene parapetado en la discreción y el
silencio, evita cualquier provocación de Clemente y mantiene frío el pulso. Todo se
jugará en el cerebro.
Real Madrid-Athletic Club (Liga, Jornada 37) 8-Mayo-2010. Santiago Bernabéu. 5-1 (Cristiano Ronaldo,
Yeste, Higuaín, Ramos, Benzema, Marcelo)

Sevilla-Barça (Liga, Jornada 37) 8-Mayo-2010. Sánchez Pizjuán. 2-3 (Messi, Bojan, Pedro, Kanouté, Luis
Fabiano)

163 | Índice
Persistir hasta el infinito
17 Mayo 2010 / El Periódico

Un colectivo saciado de títulos, éxitos y elogios decidió seguir ganando, como si no


hubiese en el mundo copas, campeonatos ni galardones capaces de agotar esa ham-
bre inmensa, confirmando que para ganar hace falta tener talento, pero para seguir
ganando después de haberlo ganado todo es imprescindible poseer mucho carácter.
Un equipo que ha mostrado grietas indiscutibles que ha tapado con un hormigón espe-
cial forjado en solidaridad, trabajo y sudor, virtudes teologales ciertamente chocantes
dado que apenas cotizan en este mundo de hoy, convertido en un casino de la avari-
cia perpetua. Este equipo adquiere una simbología especial ya no por los numerosos
títulos que va sumando, sino por la filosofía con que los consigue: con gente de casa
y desde la humildad; sin artificios delirantes y con la discreción como actitud esencial.
No se advierte el límite de este equipo. Seguirá ganando títulos y seguro que perderá
otros, pero mientras Guardiola y los jugadores de la casa, los que han mamado bar-
celonismo desde pequeños, continúen tirando del carro no se avizora desmayo posi-
ble, ni rendición o entrega alguna, pues tenemos la certeza de que el futuro de este
vestuario está en sus propias manos y no en las del azar. Habrá derrotas, sin duda,
pero ninguna capitulación, ni en estilo ni en filosofía, mientras este grupo humano siga
dirigiendo su propio destino.
Claro, no todo es perfecto en esta máquina futbolística cuya plantilla no ha mejorado
respecto del curso anterior porque los fichajes han salido rana aunque en contraste
Pedro se ha revelado como un depredador inesperado, Bojan ha regresado a sus
tiempos de goleador juvenil y Messi se ha refundado en el gran killer universal hasta
alcanzar cotas del gran Ronaldo. Pero junto a revelaciones espléndidas, confirmacio-
nes destacadas y la solidez de la columna vertebral también ha habido deserciones
clamorosas, ausencias inexplicables y hasta alguna dimisión injustificable. Nada de
ello ha hecho mella en la cohesión y tenacidad del grupo, pero permiten comprender
algunas “pájaras” puntuales a lo largo de una temporada jugada con menos especta-
cularidad que la anterior, pero con más oficio e idéntica ambición.
El partido final ha sido el compendio del curso: para terminar en fiesta grande hubo
que soportar minutos de carajal intenso en los que Piqué se vistió de Chygrynskiy,
todo tembló y la ausencia de Xavi se agigantó hasta que el concepto se impuso a los
nervios, el Barça hizo suyo el balón como hipnotizándolo y cerró la historia. Así ha sido
el año: momentos de duda solventados por la tenacidad en una idea fija: luchar todos
los minutos de la temporada sin bajar la guardia ni un solo instante por más que un
rival gigantesco haya puesto el listón a la altura de los sueños más irreales. Llegados
a este punto y mientras el Madrid parece emprender un nuevo proyecto de reconstruc-
ción a partir de otra idea, otro técnico y otras estrellas, el Barça de Guardiola termina
en fiesta intensa pero apuntando ya, desde la misma noche del éxito y desde el mismo
césped del Camp Nou, a nuevos objetivos: otra Liga y la Champions de Wembley.
Será con bajas sensibles en gente que pareció despedirse anoche (Márquez, Henry...)

164 | Índice
y con sangre nueva que aportará el plus que ha faltado esta temporada. Llegarán nue-
vas caras, pero continuará el mismo rostro: el de la persistencia.

165 | Índice
Volver a empezar
17 Mayo 2010 / RAC-1

Tengo la sensación que ésta ha sido la Liga más larga de la historia. Quizás porque
el Madrid parecía haberla ganado hace mucho tiempo, casi un año. Desde que perdió
la anterior y en cada nuevo fichaje parecía conquistar otro título. Esta Liga ha sido tan
larga porque el Madrid la ha ganado cada semana en las portadas de los periódicos y
ha necesitado llegar al último partido para confirmar que la realidad era diferente, que
el campeón es el Barça y que, de hecho, si nos fijamos bien el Madrid no ha tenido
nunca, ni una sola jornada, un solo punto de ventaja sobre el equipo de Guardiola.
Lo mejor del Barça no es la Liga ganada, sino el mensaje colectivo de ayer por la
noche en plena fiesta en el Camp Nou donde más que celebrar un título, el equi-
po decidió empezar la próxima temporada. Algunos jugadores se despidieron y otros
señalaron con rotundidad los nuevos objetivos: otra vez la Liga y la Champions de
Wembley. Más que una fiesta me pareció el disparo de salida del nuevo curso, que
promete ser incluso mejor.
Barça-Valladolid (Liga, Jornada 38) 16-Mayo-2010. Camp Nou. 4-0 (Luis Prieto pp, Pedro, Messi, Messi)

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¿Y ahora, qué?
18 Mayo 2010 / Diario Sport

La próxima temporada empezó anteanoche, pues la fiesta final de curso más bien
parecía el inicio del nuevo curso que el festejo del recién concluido. Sin solución de
continuidad, apenas mediado un baño de cava y mucho jolgorio y carcajada, el co-
mando de Guardiola (porque más que un equipo deberemos convenir que se trata de
un comando) se aprestó a inaugurar la próxima etapa, incluso marcando objetivos.
Los discursos no sonaron esta vez a balance, ni los aplausos tuvieron la connotación
de notas de fin de curso. Más que ceremonia de clausura asistimos a la ceremonia
inaugural de la siguiente edición, lo que habla bien del espíritu insaciable de este co-
lectivo, risueño como pocos y feliz de sumar festejos y celebraciones, pero cada día
más enfocado en los próximos objetivos más que en recrearse en los ya conseguidos.
Pleitesía al presidente triunfal que se va; reconocimiento gigantesco a una plantilla
unida en la tenacidad y el esfuerzo; agradecimiento profundo a una afición que pare-
ció quitarse de encima el victimismo a la misma velocidad que el vestuario prescindía
de la grandilocuencia; pero por encima de todo resuenan los mensajes de nuevos
horizontes: la próxima Liga, sin duda feroz como la recién terminada, con el añadido
probable de la presencia histriónica de Mourinho en el bando rival; y esa Champions
emblemática en Wembley que equivaldría a redondear el viaje iniciático inaugura-
do hace dos décadas. Algunas despedidas ya avizoradas; algunos jugadores muy
dudosos sometidos al alambre público; incorporaciones más que presuntas; nuevo
presidente y probable nuevo secretario técnico; pero la columna vertebral asegurada
en hormigón armado: los capitanes, los que han mamado cantera, los que se han
enamorado del estilo y del método de trabajo, todos se han convocado ya para volver
a ganar después de haberlo ganado todo. Incluso la ausencia de rúa ciudadana es
otro aldabonazo en este cambio mental que ha impulsado Guardiola: ya está todo
celebrado porque el propio viaje, el propio campeonato, ha sido la celebración. Ya no
es tiempo de festejos, sino de prepararse para las nuevas batallas, que prometen ser
incluso más duras.
Elecciones, altas y bajas, renovaciones contractuales, nuevos rostros con sangre fres-
ca y motivación extrema, algunos adioses previsibles, vacaciones, Mundial, recupe-
ración, entrenamiento invisible y vuelta a empezar para que no se detenga la rueda
milagrosa que este entrenador reconvertido en ideólogo supremo puso en marcha
hace ya casi dos años. ¿Y ahora, qué? nos preguntan en todas partes y la respuesta
es muy sencilla: ahora, más de lo mismo, con mayor intensidad si cabe, con más per-
sistencia. La próxima temporada empezó el domingo por la noche.

167 | Índice
Vencerá, pero ¿convencerá?
25 Mayo 2010 / Diario Sport

Agapazado tras el charlatán se esconde un gran entrenador. Sería un grave error


valorar a Mourinho exclusivamente por sus palabras, por irritantes que resulten: su
inmensa habilidad táctica es irrefutable. Resulta triste que haya tenido que ser el pro-
pio Mourinho quien anunciara el finiquito de Pellegrini por televisión, máxime teniendo
el Madrid un orador de categoría como es Valdano, pero ni siquiera tamaña chapuza
puede ocultar que el entrenador portugués aportará un plus de competitividad a un
equipo ya fuertemente acorazado en esta materia, lo que convierte al club merengue
en favorito a todo desde ahora mismo.
El Real Madrid da un giro copernicano a su historia poniendo su futuro en manos de
un entrenador. Nunca antes fue así. El Madrid siempre se construyó a partir de futbo-
listas de cuajo: Di Stéfano y Puskas; Pirri y Amancio; Michel y Butragueño; Casillas y
Raúl. Sus entrenadores resultaron instrumentales, la mayoría de ellos “alineadores”.
En contraposición, el Barça siempre fue obra de sus entrenadores: Samitier o HH;
Buckingham y Michels; Venables o Menotti; Cruyff y Van Gaal; Rijkaard y Guardiola.
Ni siquiera la presencia de los mejores futbolistas de cada momento evitó esa meto-
dología blaugrana: el entrenador es el “pal de paller” del equipo, el teorema a partir del
que se fabrican todas las tesis.
Opuestos incluso en esto, Madrid y Barça han rivalizado durante décadas. El éxito
sonrió primero a los merengues, acaparadores de títulos mientras el barcelonismo
se corroía de fracaso en fracaso. Pero a partir de los conceptos básicos de Michels y
la “naranja mecánica” holandesa, Cruyff erigió una idea fundamental sobre la que se
han forjado los incesantes éxitos de las dos últimas décadas, hasta el punto que hoy
nadie duda de que para seguir yendo a más el Barça sólo precisa persistir en sus con-
ceptos: balón, toque, posesión y cantera. Enloquecido por el éxito ajeno de una idea
tan simple como poderosa, el Madrid suma ya diez años huyendo hacia delante, su-
mando cada día nuevas estrellas a su colección, quemando entrenadores como quien
se desprende de pañuelos de papel, coleccionando fiascos tras levantar expectativas
gigantescas. La grandilocuencia ha crecido exponencialmente en el madridismo al
tiempo que se desperdiciaban talentos y se malgastaban técnicos.
Ahora llega el gran volantazo: se llama Mourinho y viene de ganarlo todo. El elegido
lo es porque representa el antiCristo culé y reúne toda la simbología con la que goza
el madridismo mediático: vencedor en el Bernabéu, de donde apartó al Barça; odiado
por los culés, a quienes derrotó en varias batallas épicas; contrapuesto a Guardiola en
todo salvo en la excelencia táctica, Mourinho resume cuanto desprecia el barcelonis-
mo y eso basta para que el Madrid le entregue las llaves del club. Mourinho triunfará.
Posee virtudes innegables y una capacidad agonística especial. Gestiona de maravilla
los vestuarios y no se conoce futbolista que no se haya dejado la piel por él. Tendrá
éxito y a cambio cada semana protagonizará polémicas encendidas, será expulsado
varias veces, odiado con intensidad por aficiones rivales y aportará una crispación

168 | Índice
descomunal al fútbol español.
Vencerá, pero ¿convencerá?

169 | Índice
TEMPORADA 2010/2011
La cumbre de Wembley

170 | Índice
Cada cual en su lugar
20 Julio 2010 / RAC-1

En lengua castellana, a declaraciones de este tipo las llaman “aviso para navegantes”.
Eso es lo que hizo ayer Pep Guardiola en la inauguración del nuevo curso: marcó el
territorio y colocó a cada uno en su sitio, empezando por sí mismo. Según nuestro
punto de vista, Guardiola es el presidente de la Ciutat Esportiva, pero de momento se
ha redefinido tan solo como un simple empleado del club. Cada tema peliagudo lo ha
despachado con una misma frase sencilla: el presidente es quien manda. Hasta hace
unas semanas, el antiguo presidente también mandaba, pero Guardiola no lo repetía
cada diez minutos. No parecía necesario. Laporta mandaba en el club y el entrenador
en la Ciutat Esportiva.
Quizás yo tenga la piel muy fina, pero me queda la sensación de que Guardiola ha
querido marcar muy bien las distancia con el palco al igual que lo ha hecho con Ibrahi-
movic, poniéndolo firmes incluso antes de que empiece a sudar. Aquí manda el pre-
sidente y si necesita traspasar un defensa para pagar las nóminas que lo haga, pero
que no pretenda que el entrenador sonría satisfecho. Quizás debido a esta evidente
distancia el contrato de Guardiola solo puede ser año a año. Aviso para navegantes.

171 | Índice
Los delanteros no están: aparecen
24 Agosto 2010 / Diario Sport

La vuelta de la Supercopa dejó algunos fotogramas conocidos y una situación nove-


dosa. Lo conocido es el cartabón con que Xavi dibuja sus asistencias (¡cómo se le
echará en falta cuando se retire!); la efervescencia de Pedro en la presión y el robo;
la sobriedad de Busquets en su tarea de mantener posición y equilibrar al equipo; la
eficacia en la definición de Messi, infalible con ambas piernas y en cualquier ámbito;
la dulzura de Iniesta para elegir siempre la opción más interesante; y la facilidad de
Piqué por romper líneas en corto, en largo o simplemente en conducción.
La situación novedosa, ensayada el curso pasado en ocasiones, pero ahora ya ofi-
cializada, es el esquema atacante de Guardiola, un esquema donde los delanteros
no están, sino que aparecen. Constan en la alineación, se dibujan en los gráficos
televisivos y forman así antes del pitido inicial, pero una vez arrancado el partido los
tres atacantes del Barça se diluyen en el magma, convertidos en vehículos esféricos
que transitan de un lado a otro, cruzando el campo, permutando roles y rompiendo
esquemas del rival. Pedro de 7, Messi de 9, Bojan de 11. Muy claro sobre el papel,
totalmente confuso en la realidad. Voluntaria y premeditadamente confuso. Entiende
Guardiola que en el fútbol actual el delantero no puede “estar” en la posición, sino que
ha de “llegar” a la posición. Que debe ocupar una zona y esperar como el felino que
ronronea hasta que llega la oportunidad de lanzar el zarpazo. ¿Significa que no impor-
ta qué zona ocupe cada uno? No, claro que importa. Bojan o Villa en banda izquierda
para tirar la diagonal; Pedro o Jeffren en derecha para penetrar hasta la cocina; Messi
por la zona central para resquebrajar murallas con su gambeteo. Cada uno en su zona
preferente, pero sin ser estatuas. Con movilidad, facilidad de traslación y creación de
espacios para la llegada del tercer hombre, ese volante que surge de segunda línea,
ese otro delantero que crea superioridad desde la sorpresa.
En definitiva, Guardiola presenta como plan número uno el ataque en movimiento
perpetuo, donde el delantero no está fijo, sino que se le exige su aparición en la zona
decisiva del remate. Más allá de otras razones, esta propuesta juega en contra de
Ibrahimovic, atacante estático que no cumple ninguna de esas características. Algo
similar le ocurre al gran Berbatov, con dificultades parecidas en el Manchester Uni-
ted: es la referencia en ataque, pero vive permanentemente cortocircuitado. Ibra y
Berbatov son, en realidad, idóneos para un Plan B: juego directo, balones por alto,
situaciones de emergencia, pero están lejos de representar las necesidades actuales
del ataque moderno, sea en el Barça, sea en el Manchester.
Barça-Sevilla (Supercopa de España, Vuelta) 21-Agosto-2010. Camp Nou. 4-0 (Konko pp, Messi, Messi,
Messi)

172 | Índice
Perpetuum mobile
30 Agosto 2010 / El Periódico

Pasa el tiempo, suben y bajan las mareas, sale el sol y se pone, crecen las lunas y
continúan menguando, pasan los años y ahí seguimos, frente al mar como dice Juan
Villoro, avistando el horizonte sin que se produzcan novedades: el Barça continúa
su delicioso romance con el fútbol y el Madrid su corajudo empeño por recuperar la
magia perdida. Venimos de una historia por todos conocida, una historia que en un
bando empieza en Cruyff, enlaza con Van Gaal y se recupera con Rijkaard para que
Guardiola la perfeccione. Una historia de toque y posesión, de juego atacante pero
siempre combinativo, donde el éxito nunca es fruto del golpe directo sino del cortejo y
el arrumaco, buscando mimar el cuero, construir un castillo virtual, enamorar al públi-
co, respetar unas reglas de oro, las tablas sagradas del barcelonismo, la constitución
culé. Del otro lado, la historia de los últimos años es la búsqueda del tiempo perdido.
Un club gigantesco à la recherche de la identidad futbolística, zozobrando de entrena-
dor en entrenador, fichando estrellas a puñados, rompiendo los moldes económicos,
subiendo la roca de Sísifo sin comprender las debilidades propias.
Años más tarde estamos en el mismo sitio, frente al mismo mar, con los dos bandos
en idéntica actitud: unos partiendo de premisas tan indiscutibles que no hay crack
universal que las pueda subvertir; los otros, acumulando estrellas para encontrar la
fórmula mágica. El Barça es capaz de prescindir de un futbolista fenomenal como
Ibrahimovic (y de paso, quedar mundialmente en ridículo tras un fiasco financiero de
primera magnitud) por el simple hecho que no aceptó las reglas del juego colectivo.
Entre el vestuario y la estrella, Guardiola eligió al vestuario aunque la decisión le haya
supuesto otro desgaste muy duro en lo personal tras los errores con Chygrynskiy,
Hleb y Cáceres. Ha priorizado la maquinaria colectiva en vez de protegerse a sí mis-
mo lo que debería valorarse como cabe por más que algunos ya afilen los puñales.
Tampoco en eso ha cambiado el barcelonismo, segmentado en quienes cargan contra
el entrenador frente a los que desean apuñalar al presidente.
Como el buscador de oro que ha encontrado las primeras pepitas, el Pep Team sigue
profundizando en el filón dorado. No le basta con lo ganado, sino que ambiciona más
y mejor. Los jugadores fundamentales mejoran con el paso del tiempo; los canteranos
aportan aún más descaro; los nuevos llegan con ambiciones inagotables. El entre-
nador multiplica las variantes, perfecciona las posiciones, incrementa las opciones.
Guardiola ha roto las pizarras y puesto en práctica el gran manual de la ocupación de
espacios y el dominio de la posición. Más que cualquier esquema, el Barça es magma,
mezcla, fusión: el movimiento perpetuo, perpetuum mobile, la rotación incesante en
ataque, la imprevisibilidad como arma decisiva. Quien se enfrente a este Barça ya no
se enfrenta a una lección aprendida, sino a un libro abierto que se escribe en vivo y
en directo.

173 | Índice
En el otro bando, Mourinho ha tomado el mando, desplazando al presidente a las
sombras mediáticas. Es la primera vez que ocurre en una década, pero sus efectos
aún no se perciben en el equipo, que todavía no refleja la mano del fenomenal en-
trenador portugués. Sin nuevos cracks, pero contratando excelentes jugadores, el
Mourinhato apenas ha arrancado desde el punto de vista futbolístico. De momento ha
puesto las bases: entrenamiento serio, rigor táctico, organización defensiva, prioridad
a los que trabajan. Buenas bases que aún no alcanzan al terreno de juego, donde el
Madrid sigue entonando la misma vieja melodía, intentando recorrer a golpes el lar-
guísimo camino emprendido en busca de la identidad perdida.
Racing Santander-Barça (Liga, Jornada 1). 29-Agosto-2010. 0-3 (Messi, Iniesta, Villa)

174 | Índice
El verdadero problema con Ibra
31 Agosto 2010 / Diario Sport

Todo colectivo se enfrenta a un dilema trascendental: el de elegir entre los dos ca-
minos que, invariablemente, se les abre al frente. Entre el conjunto o los egos, el
Barça de Rijkaard nunca tomó una decisión hasta que llegaron los éxitos y ya no
hubo dudas: las individualidades decidieron seguir su camino y el colectivo perdió el
pulso. Rijkaard llamó a eso “autogestión”, pero en realidad quería decir que el ego de
las estrellas mandaba sobre el conjunto. Derrumbado aquél castillo de naipes llegó
Guardiola y desde el primer día mostró otra vía: fuera los egos. Dijo aquello de que
le sobraban Ronaldinho, Deco y Eto’o y en doce meses despidió a los tres. Empleó
muy mal las palabras, algo curioso en quien maneja tan certeramente el verbo, y usó
aquella melonada del “feeling” por no decir la verdad: que Eto’o quería ser el capitán
general del vestuario y ponérselo por montera pues sólo pensaba en sí mismo. Esta
es la realidad, por más excelso y fantástico que continúe siendo como goleador.
El Barça que ganó seis títulos en un año lo hizo desde la humildad. Ya no era un
colmado de egos, sino un grupo de futbolistas con el ego colmado. Sin dilema: el
camino era el sacrificio individual en beneficio de un grupo que casi es una secta.
Sin esa decisión, ni siquiera el inmenso talento de los jugadores habría reportado
tantos triunfos. Más tarde, se equivocó de nuevo Guardiola al creer que Ibrahimovic
respetaría el camino elegido. Ibra es un gran jugador, pero de ego incombustible. No
sabemos si las comprendió, pero nunca aceptó las reglas del juego y puso su ego
por delante. Mourinho intenta domar el ego de sus cracks colocando el suyo propio
por encima del de sus jugadores, en una sobreexposición mediática, gestual y prag-
mática. Guardiola busca reducirlos a la mínima expresión empezando por el suyo,
hasta el punto que ha necesitado estar acorralado contra las cuerdas para decir en
público quién manda aquí.
Un jugador excompañero de Ibra nos explica con sus propias palabras cuál ha sido el
verdadero problema: “En este equipo cada uno debe renunciar a lo que es por el bien
del grupo y ese es un sacrificio muy difícil de llevar a cabo. Hay que adaptarse a lo que
necesita el equipo. En el Barça, cuando el balón está en una zona del campo el equipo
sabe que ha de tener una disposición concreta. Si cambia la zona donde está el balón,
cambia la disposición de todos. Hay unos criterios establecidos y todos participamos
de todo. Nadie está excluido menos Ibra que se autoexcluía porque no participaba.
Cuando no tenía el balón, ni participaba ni cumplía las instrucciones. Y cuando tenía
el balón hacía sus piruetas y no cooperaba con los demás”. ¿Se entiende ahora por
qué debía irse?

175 | Índice
La evolución táctica
2 Septiembre 2010 / World Soccer Digest (Japón)

El Barça jugó la pasada temporada con un 4-3-3 como táctica básica. Es la misma que
se viene empleando desde principios de los años 90 en el club, cuando Johan Cruyff
implantó su estilo. Pero cada entrenador le da su toque especial. Guardiola explica
que, en realidad, el 4-3-3 no existe más que en la posición inicial de sus jugadores
sobre el campo antes del pitido inicial del árbitro. Después, lo que existe es un inter-
cambio permanente de posiciones y una adaptación al flujo del juego y el balón. Esto
provoca muchos dolores de cabeza entre los periodistas y analistas, que en muchos
casos no saben ya cómo definir el esquema de juego del Barça porque en un mismo
partido se emplean numerosas variantes.
Esta es una evolución que viene realizando Guardiola desde su llegada al primer
equipo del Barça en Julio de 2008. Al principio fue más rígido con la táctica y empleó
el 4-3-3 muy claramente mientras intentaba explicar a sus jugadores los principios fun-
damentales del juego que quería implantar y que, esencialmente, son los siguientes:
1. Posesión máxima del balón
2. Juego ofensivo, siempre al ataque
3. Defenderse a base de atacar
4. Salir desde atrás siempre jugando
5. Alta velocidad de circulación del balón: que corra el cuero
6. Muy abiertos en banda para que el campo de juego sea profundo
7. Presión sobre el rival en zona alta
8. Mover el balón en una banda para definir en el costado contrario
Estos principios son mucho más importantes que la táctica empleada. En realidad, la
táctica es para Guardiola un instrumento de sus principios fundamentales de juego.
Sus futbolistas han ido comprendiendo esta suma de conceptos y aplicándolos con
éxito y a medida que se iba produciendo esta asimilación, Guardiola añade nuevos
detalles tácticos.
La temporada pasada, a la vista de la presión que los rivales hacían en el centro del
campo y contra los centrales del Barça, empezó a retrasar al mediocentro defensivo
(Busquets o Touré) para que fuese él quien sacara el balón jugado. Otro hecho re-
levante fue que Seydou Keita comprendió por fin cómo juega el Barça y empezó a
llegar desde segunda línea al área para aportar remate. Un tercer factor de interés fue
la eclosión de Pedro como comodín en las bandas del ataque, con una característica
muy peculiar: puede atacar desde cualquier zona del campo, abierto en banda, com-
binando por el centro y, desde el Mundial, incluso moviéndose entre líneas.
Pero la nota definitiva ocurrió a finales del mes de febrero, cuando decidió que Messi
abandonara la teórica banda derecha y jugase de Falso 9 por el centro del ataque,
pero con libertad completa de movimientos (ya lo había intentado a finales de di-
ciembre). Esta decisión generó un efecto negativo en Ibrahimovic, que perdió toda

176 | Índice
la capacidad goleadora que había tenido hasta entonces, pero a cambio multiplicó
la eficacia de Messi, que anotó 27 goles en los 22 partidos que jugó desde ese mo-
mento en la nueva posición. El equipo comenzaba los partidos con un 4-3-3, pero con
Messi flotando se convertía en un 4-2-4, con Busquets y Xavi en el centro, Iniesta (o
Henry) y Pedro en bandas, Ibra de 9 y Messi moviéndose por todas partes. Los más
puristas incluso dijeron que el esquema era un 4-1-1-4 dado que Busquets y Xavi no
se alineaban en paralelo como doble pivote, sino uno por delante del otro. Esta táctica
fue empleada con éxito, pero sin una continuidad constante porque el equipo sufría
otras debilidades (baja forma de Henry y Márquez, lesiones de Iniesta, inadaptación
de Ibrahimovic y Chygrynskiy, la baja de Eto’o) y Guardiola decidió no llevarla a su
máximo exponente a la espera de una nueva temporada y acabó jugando los partidos
decisivos de la temporada de nuevo con el 4-3-3, con Pedro y Bojan en las bandas y
Messi de falso delantero centro.

177 | Índice
Cómo ha planificado Guardiola la temporada
5 Septiembre 2010 / Perarnau Blog

La planificación general de la temporada que empieza no tiene nada que ver con las
dos anteriores en que Pep Guardiola ha ejercido como entrenador del Barça. Los prin-
cipios básicos que rigen la actual son cuatro:
1. La pretemporada se alargará hasta el 15 de octubre para los campeo-
nes del mundo.
2. Primer pico de forma desde el 15 de octubre hasta 30 de noviembre.
3. Período de carga entre 1 de diciembre y 30 de enero.
4. Segundo pico de forma entre 1 de marzo y 28 de mayo.
Podríamos decir que este sería el modelo de planificación más sencillo de los tres
de la era Guardiola si no fuese porque estamos en un curso post-Mundial, siempre
complejo y de digestión ardua: con once jugadores que han disputado el Mundial y
ocho de ellos hasta el partido final sólo cabían dos opciones: o se quedaban todos sin
vacaciones y enlazaban Mundial con pretemporada o cumplían totalmente sus vaca-
ciones e hipotecaban el inicio de curso.
Con toda la razón, Guardiola ordenó que se cumpliera la segunda opción a rajatabla,
pues haber suprimido vacaciones habría resultado letal para jugadores con una carga
gigantesca de partidos (Xavi lleva 198 partidos consecutivos en tres años). El calen-
dario favorece esta decisión: salvo la Supercopa de España en agosto no hay más
compromisos decisivos en estos próximos meses, pues el Clásico con el Madrid está
programado para finales de noviembre.
De este modo, la dirección técnica ha diseñado una puesta en marcha muy gradual
con el objetivo de alcanzar un primer pico de forma a mediados de octubre que se
mantendrá hasta disputado el Clásico. Esta programación permitiría enfrentar a la
mayoría de equipos fuertes de la Liga ( Valencia, Sevilla, Villarreal, Madrid) entre el 17
de octubre y el 28 de noviembre, así como cumplimentar el pase a octavos de Cham-
pions en ese mismo período.
A partir del 1 de diciembre (o el día 8 si volviera a complicarse la fase de grupos) y
hasta finales de enero aparecerán las mayores cargas de entrenamiento, un período
que denominamos de ‘piernas pesadas’. Salvo la excepción de la visita al Espanyol,
el resto de compromisos ligueros son los menos arriesgados del curso (Málaga, Hér-
cules, Levante, Racing...), no hay partidos Champions y aunque la Copa se iniciará a
mediados de enero dicha competición se afrontará con los jugadores menos investi-
dos de titularidad. Antes de comenzar el mes de febrero disminuirán progresivamente
las cargas y empezará a introducirse de forma gradual el trabajo de velocidad y ex-
plosividad con el objetivo de afrontar el sprint final de las tres competiciones con el
colectivo en plena forma.

178 | Índice
Mascherano invierte en acciones
11 Septiembre 2010 / Diario Sport

Que Javier Mascherano se haya rebajado el sueldo comprometido con el Barça es un


hecho sorprendente por lo inhabitual, pero por encima de cualquier otra consideración
moral o emocional lo que revela es una elevada inteligencia del jugador argentino.
Ha recortado el salario que pactó porque ha decidido invertirlo en un activo más im-
portante: el de su carrera profesional como futbolista. Con esos cuatro millones de
euros, Mascherano ha comprado acciones Barça. Reflejo de que tiene la cabeza bien
amueblada o un buen asesor personal.
El hecho es inhabitual por dos razones fundamentales: la primera, y más importante,
por el valor que le damos al dinero. Uno de los paradigmas sociales consiste en la
acumulación inagotable de dinero. Y, así, idolatramos al rico, al que consideramos
triunfador absoluto. Hay muchos síntomas de que esta consideración es falsa y, en
realidad, las mejores actuaciones humanas y algunas de sus mejores proezas no
tienen al dinero por motivación, pero pretendemos mantenernos ciegos ante ello. La
segunda razón es que la mayoría de futbolistas no poseen un plan de carrera, una
hoja de ruta sobre su trayectoria profesional.
En su caso, Mascherano desmiente ambos factores. Demuestra que tiene trazado un
rumbo concreto para conseguir la máxima excelencia como futbolista y está dispuesto
a todo para cumplirlo, sea una actuación encomiable como la citada de recortarse el
salario, sea una muy criticable como rebelarse frente a su anterior club. En ambos
casos refleja que sabe adónde va y que en ese camino tiene claros sus hitos profesio-
nales: Brasil, la Premier, el Barça y probablemente algún megacontrato para terminar.
Contrasta este ejemplo con el de tantos jugadores que orientan sus carreras cual
veletas, sin importarles dónde recalan con tal que el cheque mensual sea jugoso. En
la web Spanish Leadership, el economista bilbaíno Jorge Zuazola conjuga a menudo
una idea imprescindible: el futbolista necesita un mentor que dirija su carrera (no nos
referimos al manager que negocia los contratos). Un tutor que diseñe sus ciclos vitales
como jugador y le encamine en una progresión lógica. Al comprar acciones Barça,
Mascherano parece haber seguido el consejo de un mentor inteligente.

179 | Índice
Un buen batacazo para empezar
13 Septiembre 2010 / RAC-1

Sucedió lo mismo en el primer partido de la era Guardiola: recordad, aquella derrota


contra el Numancia y después el empate en casa con el Racing. Y también en el
primer partido del Mundial, cuando una sorprendente Suiza engatusó a La Roja. Un
buen batacazo para empezar. Pero después el Barça (y la selección en el Mundial) se
levantó, corrigió los defectos y se llevó todos los títulos.
¿Puede repetirse ahora la historia? No hay motivos para que no sea así. Esta tercera
versión del Pep Team no es inferior en nada a las dos primeras, que han conseguido
ocho de los diez títulos por los que han luchado. Excepto en una cosa: la pretempo-
rada todavía no ha empezado. Jugadores como Piqué, Busquets, Villa o Pedro no
llevan ni 10 entrenamientos encima y sí miles de kilómetros de viaje. Otros como Xavi
y Puyol aun no han roto a sudar y les duele todo. Podemos criticar a Guardiola por
haber hecho jugar de entrada a Mascherano y por insistir en Abidal en una posición
en la que se ahoga. Podemos criticarlo y lo hacemos. Lo que no podemos es volver-
nos locos. Este Barça será tan o más fiable como los dos anteriores, pero necesita
entrenarse, trabajar, descansar y ponerse en forma y todo eso nos llevará hasta el 15
de octubre. No antes.
Barça-Hércules (Liga, Jornada 2) 11-Septiembre-2010. Camp Nou. 0-2 ( Valdez, Valdez)

180 | Índice
Bojan, ante su año decisivo
18 Septiembre 2010 / Diario Sport

Nunca conoceremos la respuesta a la pregunta que nos hicimos hace dos veranos:
¿Le conviene a Bojan una cesión? Especulamos, discutimos, lanzamos propuestas,
pero todo fue un castillo en el aire. Bojan llegó al primer equipo precedido de una pro-
digiosa fama goleadora forjada en categorías inferiores y Rijkaard le dio la oportuni-
dad en el peor de los momentos, justo cuando el vestuario blaugrana se desintegraba
por el (D)ecosistema, la plaga que frenó en seco a un equipo lanzado a la leyenda.
La aparición de Bojan en ese vestuario no fue un cuento de hadas, sino que alcanzó
en ocasiones ribetes de pesadilla que los protagonistas jamás querrán contar y eso
limitó su avance. Querido por el público, espléndido en formación moral y su compor-
tamiento sobre el césped, Bojan ha sido hasta la fecha una promesa que se eterniza.
En su contra juega la sensación de que no posee el nivel de los cracks mundiales que
le han rodeado en el ataque: Messi, Eto’o, Villa, Ibra, Henry, Pedro, Iniesta... Compa-
ñeros, pero también competidores. ¡Y qué competidores! Unos monstruos cuyo nivel
Bojan no alcanza de momento. En su favor, la persistencia, la humildad, el deseo de
aprender, corregir y progresar. Incluso si él mismo llegase a aceptar que no alcanzará
el nivel de excelencia de sus correligionarios jamás ha bajado los brazos en el empe-
ño por lograrlo. Guardiola le explicó cierto día que no necesitaba sólo un rematador,
sino un delantero completo que se moviera por todo el frente de ataque, presionara
a la defensa rival, ensanchara el campo y se asociara con el compañero. Caracterís-
ticas que no casaban con el estilo del chaval de Linyola, destacado siempre por su
fijación por el remate y el gol.
Se imponía, por tanto, una reinvención y Bojan continúa empeñado en conseguirla.
Ya sabe que no podrá ser el verdadero 9 del Barça (aunque luzca ese dorsal) sino
que debe convertirse en el 11 que empieza en la izquierda y traza la diagonal hacia
dentro. Afronta un año decisivo para su porvenir. Ha progresado mucho en combina-
ción y toque y en asociarse, sus defectos primigenios. Ahora es mejor jugador aunque
a cambio parece haber perdido puntería, pero ha comprendido que es él quien debe
adaptarse al juego del equipo y no al revés (¿les suena?). Las dos actuaciones con la
Sub21 mostraron un Bojan más participativo, más semejante a Pedro que a Ibra. Más
jugador, menos rematador. Esta reconversión, imprescindible para triunfar, ha genera-
do también la consecuencia negativa de un menor acierto ante el gol, pero creo que es
un fenómeno pasajero, fruto del proceso emprendido, que Bojan remediará en cuanto
consolide su nuevo estilo y posición. El goleador no pierde olfato, si acaso se resfría.

181 | Índice
En permanente evolución táctica
20 Septiembre 2010 / El Periódico

Por cada victoria hay que pagar un precio. El de Messi se cifrará en varias semanas,
un huevo de paloma en su tobillo derecho, mucha lágrima y bastante sudor con los
recuperadores. Ha tenido suerte porque podría haber sido mucho peor. Es el sino de
las grandes estrellas: Maradona abatido por Goikoetxea; Cristiano por Diawara; Messi
por Ujfalusi. Siempre hay un cazador dispuesto a abatir piezas mayores. Precio alto
para un Barça que acudía al cementerio donde acostumbra a enterrar sus ilusiones,
el Calderón, una plaza que no se puede visitar con frac.
Acostumbrado a jugar vestido de smoking, al Barça no le gusta en exceso usar el
mono azul. Va contra sus instintos. El cuerpo le pide tocar, combinar, acunar el balón,
mecer al rival, dormirle de banda a banda y ejecutarlo con silenciador. Pero el Cal-
derón es ruido por excelencia, pasión, griterío, exaltación pura, de ahí que Guardiola
alterara el plan que le llevó a derrotas anteriores y se plantara sobre el césped sin
miedo a la trinchera. Vuelta de tuerca táctica, con tres centrales y Xavi e Iniesta en el
doble pivote para llevar el control, delanteros por dentro, bandas para los laterales. El
resultado no ha sido un partido bello, de los que acostumbra este equipo estético, sa-
broso y hedonista, sino una pelea de hierro y furia, donde cada jugada desprendía olor
a azufre. Pero ha sido un gran tratado táctico, con variantes y permutas constantes;
un partido a mostrar en la escuela de entrenadores por lo que tiene de organización
defensiva y cómo impedir que un rival que apuesta por el contragolpe pueda realizar
ni uno solo.
Cuanto más conocen los rivales a Guardiola más les desconcierta. Le estudian y apli-
can antídotos, pero por cada peldaño que escalan los perseguidores el técnico blau-
grana sube otro más. En cada encuentro reinventa posiciones, aplica modificaciones
que suenan leves pero alcanzan consistencia y estruendo. No todo lo que inventa tie-
ne éxito, por descontado, pues hay novedades que aportan mejoras y a cambio perju-
dican otros aspectos. Pero resulta enriquecedor ver que el entrenador no se conforma
con lo hecho y conquistado, ni se duerme en su estrategia, ni se encierra en la excusa
de que los rivales ya te conocen, sino que persiste en buscar nuevos horizontes en la
táctica futbolística, ahora que todo ya parecía inventado.
Atlético de Madrid-Barça (Liga, Jornada 3) 19-Septiembre-2010. Vicente Calderón. 1-2 (Messi, Raúl García,
Piqué)

182 | Índice
La Secta
21 Septiembre 2010 / Diario Sport

Touré tardó dos semanas; Maxwell seis meses; Keita un año; Abidal dos temporadas.
Es el peaje a pagar para adaptarse a otro estilo de fútbol, el que practica el Barça. En
petit comité lo dijo ayer Del Bosque en Madrid, durante la reunión de entrenadores
europeos: “El Barça juega a otra cosa”. No dijo mejor, sino diferente. No sé si el Barça
juega el mejor fútbol del mundo, entre otras razones porque el concepto “mejor” es
totalmente opinable, pero es indiscutible que practica otro tipo de fútbol distinto al de la
mayoría de equipos. Y por eso los jugadores que llegan de fuera necesitan un período
inevitable de adaptación.
Villa, Adriano y Mascherano están ahora mismo viviendo ese proceso por el que antes
pasaron otros muchos con suerte dispar. Los tres nuevos necesitan “desaprender” su
fútbol. El vocablo “desaprender” es muy de Eduardo Punset, que lo está popularizan-
do gracias a esa didáctica tan personal que emplea. Significa olvidar lo aprendido,
romper moldes, esquemas, tabúes, clichés y rigideces y optar por nuevos conocimien-
tos, con la mente abierta y el espíritu libre. Bien, pues este es exactamente el proceso
que vive (o sufre) un futbolista cuando aterriza en el Pep Team: ha de desaprender lo
conocido y adentrarse en un terreno ignoto donde nada es lo que parece. Un equipo
donde el portero no juega con las manos sino con los pies; los centrales se apostan
en las bandas; los laterales forman en el centro del campo; el mediocentro se alinea
de central; los delanteros no tienen posición fija pero defienden como el más aguerri-
do del castillo; los extremos se mueven por dentro para que los carrileros lleguen por
fuera; está prohíbido conducir el balón, excepto al mago Iniesta; y es obligatorio no dar
más de dos toques y a poder ser, resolver con uno solo...
En fin, una visión del fútbol opuesta a toda ortodoxia y en la que no sólo se defiende
atacando sino que se ataca amagando. No debe ser fácil llegar a ese vestuario y tener
que depositar en la taquilla todo lo aprendido durante años como si ese conocimiento
fuese una mochila llena de piedras, un fardo pesado. Ha de ser chocante ver a tu
portero jugando de líbero o al pivote encargado de proteger las espaldas haciendo
piruetas sin red dentro del área, a un palmo del precipicio, rodeado de rivales depre-
dadores. No puede ser sencillo entrar de nuevas y completar todos los ritos iniciáticos
exigidos para formar parte del grupo, ni cumplir los preceptos de esta “secta” tan
especial, una comunidad de bichos raros que encabeza Guardiola con su filosofía tan
fuera de normas. Tengan paciencia con Villa y sus fueras de juego; con Mascherano y
su desubicación; con Adriano y su conducción. Tienen mucho que desaprender.

183 | Índice
Hay fútbol pese a las ruedas de prensa
25 Septiembre 2010 / Diario Sport

Por los síntomas podría parecer que el fútbol ha dejado de jugarse con los pies y aho-
ra se practica con la boca y las palabras. Que los terrenos de juego ya no son verdes
céspedes (o marrones patatales), sino salas de prensa pulcramente desinfectadas.
Da toda la impresión que el envoltorio ha hecho desaparecer el bocadillo, en expre-
sión juanmalillesca. Y, sin embargo, el fútbol-fútbol, el verdadero, el que no se juega
en ruedas de prensa, ni en tertulias low cost, está mostrando facetas relevantes, de
alto interés para el aficionado. Me resisto a creer -aunque quizás no soy más que un
iluso irremediableque el aficionado siente más pasión por los movimientos tácticos de
Guardiola o las dificultades del engarce madridista; por la fiabilidad de la maquinaria
del Villarreal y la torpeza del Sevilla, que por tanta cháchara y palabrería que nos
amenaza: parece que los periodistas pretendemos ser más importantes que los futbo-
listas. Hombre, hasta aquí podríamos llegar en nuestra soberbia.
Así que anotemos algunos detalles ya significativos para apenas cuatro jornadas: el
primero, ese 3-5-2 que presentó el Barça en el Calderón, pero también el Barça B
frente al Elche, con los dos laterales convertidos en carrileros de 80 metros: abajo
para defender, al centro para apoyar, arriba para atacar. Una buena idea táctica que
situó de modo permanente a Busquets (y Fontàs) como verdadero tercer central y
dibujó un doble pivote en centro del campo, pero no el clásico de dos guerreros, sino
el formado por Xavi-Iniesta (y Jonathan-Sergi Roberto), una delicia en la reinvención
de los movimientos futbolísticos.
El segundo detalle de relieve me parece esa fractura voluntaria que por el momento
está planificando Mourinho en el Madrid, con seis hombres siempre por detrás del
balón y tres en el frente de ataque con voluntad de realizar siempre jugada individual
mientras Özil se convierte en el pegamento que trata de unir ambas mitades. Propio
de un equipo a medio hacer, tiene la ventaja de aprovechar la gran pegada y velocidad
de los tres delanteros a cambio de un desgaste físico al que Özil no está acostumbran-
do y de apostar por el juego directo, lo que casa bien con las características del equipo
pero le quita pausa y control al equipo. Esta es una ecuación peligrosa que Mourinho
deberá resolver en Europa.
El tercer detalle táctico es que Villa funciona mejor de 11 que de 9, lo que ya cono-
cíamos de la selección. Cuando Messi se alinea como delantero centro (aunque sea
falso 9) realiza sus famosos “aclarados” y abre unos espacios que son oro puro para
que Villa (o Bojan si se tercia) penetren desde banda izquierda como cuchillo en man-
tequilla. Y dicho esto, perdonen que les haya hablado de fútbol.

184 | Índice
Tiempos líquidos, recetas antiguas
27 Septiembre 2010 / El Periódico

Cierto: miras un río y jamás ves pasar dos veces el mismo río. Te miras en el espejo y
nunca eres la misma persona. Algo similar ocurre en el fútbol, donde todo evoluciona
aunque con tanto ruido ambiental a veces nos quedemos mirando los fuegos artifi-
ciales sin percatarnos de ese cambio veloz. Vivimos tiempos líquidos, como acuñara
Zygmunt Bauman, en los que ya nada es lo que parece y se han derrumbado no sólo
los principios más sólidos, sino incluso los tópicos más arraigados. Todavía hay quien
se agarra a esos tópicos, probablemente por pereza intelectual y rechazo al cambio,
sin percatarse que pertenecen a un pasado caducado. Tiempos líquidos donde los
valores ya no son sólidos, sino volubles y en los que para tener éxito hay que desa-
prender lo aprendido. Partir de cero a diario, reinventarse sin cesar, olvidarse de lo
sabido, construir nuevas realidades sin detenerse a saborear el éxito.
En este contexto, ¿cabe seguir aplicando viejas recetas futbolísticas? Pienso que no,
que los tiempos han evolucionado demasiado como para continuar tirando del rece-
tario de la abuela. Casi todos los entrenadores evolucionan sus ideas y movimientos
tácticos y lo que ayer fue novedad, hoy ya es rancio. En esta materia, Guardiola
aparenta ser un científico avanzado, un entusiasta de la I+D+i, que experimenta a
diario, con su magnífico material humano, recetas novedosas y cambios posicionales
insospechados: un mediocentro incrustado entre los centrales; un volante zurdo ubi-
cado en la derecha a pierna cambiada; delanteros que no están, sino que aparecen;
laterales que aparentan ser extremos; un portero que juega casi siempre con el pie...
De acuerdo, el fútbol es el deporte de siempre, pero se juega de un modo que nunca
antes conocimos.
Quienes lo vivimos desde fuera del césped pecamos de analizarlo con los mismos
ojos tradicionales, cuando deberíamos renovar también nuestra visión y compartir esa
realidad líquida. Ya no sirve el tópico de empezar a construir un equipo por la defen-
sa y necesitar meses para levantar el edificio; tampoco esa otra historia de que los
partidos se juegan también en las ruedas de prensa: el fútbol actual es instantáneo,
voluble, fútil y está compuesto por pompas de jabón que nacen y mueren en apenas
noventa minutos, tras los cuales hay que inventarse de nuevo. Para ello se necesita
comprender primero tal fenómeno y, después, que haya entrenadores rápidos e inno-
vadores; futbolistas inteligentes y moldeables a las nuevas situaciones; aficionados
flexibles, capaces de comprender en qué mundo vivimos; y periodistas interesados en
adaptarse a la nueva realidad.
En este sentido, veo al Barça y al Madrid transitando por dos mundos muy diferentes.
Les separa un solo punto en el campeonato, pero un abismo conceptual: uno convi-
ve con la flexibilidad de la era digital; el otro, parece querer construirse con ladrillos
antiguos.

185 | Índice
Alarma: los están clonando...
28 Septiembre 2010 / Diario Sport

Durante el fin de semana hice un ejercicio que consistió en analizar cuatro partidos del
Barça en diferentes categorías: los mayores en Bilbao frente al Athletic (1-3); el B en
casa ganando por la mínima al Numancia; el Juvenil A vapuleando al Manlleu (6-0);
y el Infantil B venciendo (3-0) al Cornellà. Resultados al margen, el análisis se hace
concluyente: todos juegan igual. Cambian los jugadores, su mayor o menor talento, la
superioridad o no respecto del rival o la categoría, pero hay un hilo conductor insobor-
nable: el mismo estilo de juego. Todos con un 4-3-3 de base, pero flexible a lo largo de
los partidos; todos con la intención rotunda de ir a por la victoria a partir de la posesión
del balón; todos con la triangulación y el toque rápido como factor diferencial, sacando
el balón jugado desde la defensa, intentando evitar los pelotazos largos, extremos
abiertos en las bandas, delanteros nada estáticos y muy presionantes.
Si no entras en detalles puntuales uno se queda con la sensación que ha visto el
mismo partido cuatro veces pero jugado por actores de edades distintas. Niños, ado-
lescentes y adultos interpretando una sinfonía única, tocando idénticos instrumentos y
la misma partitura. Claro, unos con mayor destreza que otros, pero todos en la misma
dirección. Con la misma disposición sobre el tablero, la misma intención táctica, idén-
ticos movimientos posicionales pero piezas, lógicamente, diferentes en edad, tamaño
y talento. No debe ser cierto, pero uno acaba creyendo que a las puertas de la Ciutat
Esportiva hay un libro gordo donde están escritos los mandamientos de este tipo de
fútbol y que cuantos se visten la camiseta blaugrana están obligados (y convencidos)
a respetarlos y cumplirlos.
Pondré algunos ejemplos. No está Messi en Bilbao, pero en el Juvenil se alinea Rafa
Alcántara como falso delantero centro porque los titulares (Etock o Icardi) están le-
sionados. ¿Y qué ocurre? Que la defensa del Manlleu se resquebraja y desordena
como cuando Messi o Iniesta cumplen ese papel que desorienta al que cree que va a
defender a un delantero estático. Cambias de partido y ves a Marc Bartra batir todas
las líneas con una diagonal milimétrica a Nolito para que este haga diabluras entrando
por banda izquierda. ¿Eran Bartra-Nolito o acaso fueron Piqué-Pedrito? Miras a los
infantiles y Aleñá tira una diagonal culminada en disparo a gol que firmaría Iniesta.
Ves a Espinosa en los juveniles calcar los movimientos de Sergi Roberto con el B; a
Oriol Rosell sacar el balón como Piqué y al infantil Nelson Mandela imitar a ambos; a
Jonathan Soriano presionar de forma oscura como Villa, exactamente igual que hace
Ernesto Cornejo con los juveniles... Alarma: los están clonando.

186 | Índice
No hay Plan B porque no puede haberlo
4 Octubre 2010 / El Periódico

Cada vez que el cañón se obtura, y lleva algunas semanas tartamudeando, el barcelo-
nismo llama a la oficina de reclamaciones pidiendo un Plan B. Hay quejas sobre el rendi-
miento de algunos jugadores (Bojan, Milito, Villa, Mascherano, incluso Iniesta); sobre el
entrenador, que según parece ni sabe, ni entiende, ni trabaja; e incluso sobre el modelo
de juego, que aparenta ser una pamema por más que haya rendido 8 títulos en dos
años, más la veneración universal. Los remedios que se proponen suenan interesantes:
chutar más, chutar de lejos, no adornarse, tocar menos, juego directo, contragolpe... O
sea, todo aquello que no forma parte del modelo de juego implantado desde hace veinte
años por el Barça y que hasta los benjamines aplican con fervor. Lo que se propone
desde la más absoluta buena fe del aficionado es un imposible: el Barça no tiene Plan B
porque no puede tenerlo; porque su Plan A no admite Plan B; porque su estilo de juego
es uno, es único y es unívoco. No hay otras formas de jugar de esta forma.
Para tener Plan B, los jugadores nacidos en la cantera blaugrana deberían olvidar lo
aprendido durante quince años y renunciar a lo que les ha hecho excelentes: la posi-
ción, el toque, la combinación, el balón, la intención ofensiva y tantas otras peculiari-
dades. El modelo de juego del Barça sólo tiene un camino y una dirección: agarrar el
balón de primeras, pasearlo de banda a banda hasta marear al contrario, tocar y tocar
en horizontal para apuntillar en vertical. Pocos equipos en el mundo pueden y saber
hacer todo esto y hacerlo tan bien (¿Pocos? ¿Algún otro?), pero a cambio el Barça no
sabe hacer otra cosa ni sus jugadores interpretar papeles distintos. Les bauticé como
La Secta porque son futbolistas especiales: centrales que parecen fantasistas; latera-
les que son extremos; gente rara, poco habitual. De ahí que a cualquier crack externo
le cueste horrores adaptarse a ese juego tan especial que practican los de Guardiola,
lo que en contrapartida significa que tampoco los actuales jugadores de la plantilla po-
seen una gran versatilidad para practicar otros estilos. Quizás individualmente puedan
hacerlo, pero colectivamente ni pueden ni saben. Ni quieren.
¿Significa que no hay solución? Significa que la solución consiste en persistir en el
estilo, profundizar en él y corregir los errores. La solución no reside en cambiar el mo-
delo, sino en mejorar el actual. Guardiola lleva mucho tiempo haciéndolo y ha aplicado
variantes tácticas con notable éxito: Messi de falso nueve; Busquets entre centrales;
los dos laterales subiendo la banda; etcétera. Lo que se debe corregir son pequeños
detalles: que Alves aprenda a centrar raso y bien; que Valdés compense con sus
salidas en los corners la posición estática de los centrales; que la segunda línea sea
más fiera y ataque a los rivales; que los disparos desde fuera del área no sean sólo un
recurso a la desesperada; o que el equipo no se conforme tras marcar un primer gol.
Corregir esto es imprescindible, pero tocar el estilo es impensable.
Barça-Mallorca (Liga, Jornada 6) 3-Octubre-2010. Camp Nou. 1-1 (Messi, Nsue)

187 | Índice
Las prisas mataron al artista
12 Octubre 2010 / Diario Sport

Bojan Krkic ha marcado un gol en los últimos 13 partidos que ha disputado: seis de
Liga, dos de Champions, la ida y vuelta de la Supercopa española y tres con la Sub21.
Maticemos: ha estado presente en 13 partidos, pero sólo ha sido titular en 8 con un to-
tal de 607 minutos en dichos encuentros (75’ por partido). En los otros cinco ha salido
como suplente absolutamente testimonial, acumulando apenas 59 minutos en total, a
12’ por encuentro. Estos otros cinco partidos, por tanto, son irrelevantes a efectos es-
tadísticos. Pero este matiz no cambia la realidad: Bojan sólo ha marcado un tanto en
los 8 partidos que ha jugado como titular. Y el gol llegó hace ya dos meses, el pasado
11 de agosto en Kotka (Finlandia) y de penalti. Desde entonces, se han sucedido 14
remates, un disparo al palo y un gol correctamente anulado. Balance demoledor que
sólo ha servido para incrementar de modo exponencial la ansiedad mental del delan-
tero, cada día más agarrotado y precipitado en sus acciones.
Ahora que el entorno barcelonista muestra irritación aguda hacia este chico conven-
dría repasar los errores cometidos con él. Su ascenso al primer equipo fue, como
mínimo, precipitado. Rijkaard se equivocó gravemente y afición y prensa jalearon ese
error con elogios desmesurados, endiosándole, calificándole de “nuevo Raúl” y fabri-
cando unas expectativas enfermizas, hinchadas y falsarias. Bojan debió haber se-
guido en categorías inferiores, escalando posiciones peldaño a peldaño y no dar ese
salto gigantesco de niño a hombre. La decisión fue un error mayúsculo, pero un error
acompañado del aplauso unánime de periodistas y aficionados. Error por triplicado.
No se puede correr más que el tiempo; no se deben quemar las etapas. Se hizo con
Messi y salió bien, pero fue una excepción de excepciones.
Visto desde hoy ¿cómo pudo cometerse semejante barbaridad con Bojan? Probable-
mente porque vivimos en una sociedad kleenex donde sólo buscamos carne fresca
que deglutir con inmediatez. La engullimos y a por otra. Este frenesí va contra la
progresión del deportista. Si las expectativas son un veneno, las prisas son una puña-
lada. Para crecer y progresar todo deportista necesita un ecosistema compuesto por
exigencia, rigor, obligaciones y disciplina, pero también prudencia, calma y discreción.
A Bojan se le hurtaron todos estos factores introduciéndole precipitadamente en un
ecosistema que no era el suyo. Es lógico que sus flagrantes errores de estas semanas
irriten al personal, pero todos deberíamos ser bastante más autocríticos: demasiada
prisa, expectativas y adulación mataron al artista. No fue su culpa pero hoy es casi
un juguete roto necesitado de otro entorno. Confío en su fuerza mental para salir de
este pozo.

188 | Índice
El balón es el estilo
18 Octubre 2010 / RAC-1

Cuando el Barça pierde el balón se convierte en un equipo vulgar. La pelota es el


auténtico estilo del Barça: con ella todos los movimientos adquieren coherencia y sen-
tido; sin ella, el equipo se agarrota y empequeñece, se vuelve enclenque. Por tanto, la
solución cuando un partido pinta mal, y el sábado contra el Valencia pintaba muy mal,
es reconquistar el balón, hacer que se enamore de ti.
Ahora que hay tanta gente con pequeñas dudas sobre el equipo de Pep, dudas de si la
plantilla es corta o hay angustia de los delanteros o necesidad de fichajes, ha sido muy
estimulante este nuevo episodio de amor del equipo con la pelota. Y hacerlo, además,
frente a un líder tan serio como el Valencia. Un Barça con esta pasión por el esférico
no merece que se dude de él.
Barça-Valencia (Liga, Jornada 7) 16-Octubre-2010. Camp Nou. 2-1 (Pablo Hernández, Iniesta, Puyol)

189 | Índice
Dadme un Busquets y moveré el mundo
20 Octubre 2010 / Perarnau Blog

Siempre hubo dudas alrededor de Sergio Busquets. Primero fue la procedencia: hijo
de un portero de pantalones largos. Somos así, nos vencen los prejuicios. ¿Qué futbo-
lista podía surgir de aquel excéntrico guardameta? Guardiola rechazó tales prejuicios
y lo lanzó a la jaula de leones sin miramientos. Creía en él y así nos lo hizo saber
desde el segundo día del renacimiento blaugrana. Busquets había sido convocado
para los grandes desafíos, epopeya que desencadenó una larga panoplia de muecas
y sonsonetes en este entorno barcelonista tan acostumbrado al colmillo retorcido. Y
con el legendario Touré Yayá en la plaza titular. Menudo morlaco. Sólo a un loco podía
ocurrírsele semejante “guardiolada”. Y, además, qué iba a hacer en la jaula de leones
este muchacho desgarbado, con apariencia de torpe, pies cuadrados, cara de inocen-
tón, lejos del estereotipo del gladiador. No le auguramos ningún futuro por más avales
que presentara su entrenador.
Llegaron grandes actuaciones suyas, pero mantuvimos la mosca tras la oreja, no
fuese un espejismo o la suerte de los novatos. Y de vez en cuando aún sonreíamos
todos maliciosamente cuando el chico cometía una torpeza o perdía un balón o le
daba la espalda a un rival aguerrido. Cierto: había callado casi todas las bocas, pero
aún continuaba levantando algún murmullo, sobre todo ahora que Touré ya era carne
de banquillo y no digamos cuando fue convocado por Del Bosque. “¡Qué atrevimien-
to!”, sugirieron algunos, seguramente por haberle visto pocos minutos en los dos años
anteriores. Más tarde fue titular en la selección, pero al primer tropiezo toda la tinta del
pulpo se dirigió a su cabeza. “¡Fuera!“, gritaban desde Sudáfrica aquellos otros que
no querían verle en la jaula de leones, quién sabe añorando qué o a quién. Pero en
su enésimo desafío, el chico de Ciutat Badía se llevó por delante al león, al tigre, al
domador y al circo entero.
Campeón del mundo y de todo, este segundo Busquets aún debía luchar contra otro
fantasma, el del agraviado Touré, exiliado por voluntad propia pero incrustado para
siempre en el corazón barcelonista por méritos de combate. ¿Qué haremos sin Touré
en los agrestes campos de batalla? Y hete ahí que se presentó Busquets en San Ma-
més y ni siquiera alzó la voz: 97% de pases acertados, ninguna falta cometida, sólo
una recibida, golazo en el minuto 93, fresco como una rosa. Salió vivo e indemne de la
jaula de los verdaderos leones y hoy ya es sin discusión la pieza sobre la que pivota el
fútbol del Barça y el de la Roja. Nadie ha alcanzado semejante unanimidad, ni siquiera
Messi, todavía discutido en su país.
EN LA ZONA CERO
Busquets juega en la encrucijada, allí donde se cruzan todos los caminos, en la par-
cela más caliente, la auténtica zona cero del fútbol. Su rol parece sencillo, pues hace
fácil lo difícil, sea como aguador o guerrero, como paseante o como maleante. Su-
biendo balones o dibujando los senderos por donde sus colegas trazarán diabluras,

190 | Índice
este hombre de verbo escueto parece haberse doctorado en ingeniería de caminos y
puentes, lo que nos lleva a exclamar: ¡Dadme un Busquets y moveré el mundo!
Sobre él se han decantado generaciones de centrocampistas especializados: unos
son barrenderos puros, guerreros de la zona; otros, finos arquitectos creativos que
juegan con escuadra y cartabón; algunos más, reyes de la transición rápida o del
pase certero, la cobertura o la conquista de la posición. Encima de Busquets se han
vertido los moldes de todos ellos hasta construir un futbolista-fusión que reúne todos
los ingredientes y que posee ya un récord inédito: es el mediocentro más joven en
conquistar los grandes títulos (Mundial, Champions et altri). Un simple repaso a las
cuatro últimas Eurocopas o a los últimos cinco Mundiales o a las Champions de esta
década nos permite observar que nunca hubo otro joven como Busquets en el eje,
campeón de la Champions con 20 años y del Mundial con 21. En esta relación apa-
recen nombres legendarios como el trivote brasileño (Mauro Silva, Dunga, Mazinho);
barrenderos insignes como Makelelé, Gilberto Silva, Costinha o Gattuso; medios de
posición como Hamman, Carrick o Cambiasso; guerreros como Edmilson, Van Bom-
mel o Ambrosini; o capitanes generales como Redondo, Deschamps, Vieira y Xabi
Alonso. Pero no hubo ni un solo chaval de veinte años recién salido de la marmita. Los
hubo con 24 o 25, pero la mayoría habían cumplido ya su madurez futbolística cuando
alcanzaron la gloria de los títulos. Varios incluso superaban la treintena. Ninguno tenía
la edad de Busquets y eso no es casualidad: nadie se atrevió a dejar el timón del barco
en manos de un adolescente.
Maticemos: muchos años atrás si hubo algún otro joven que llevó el timón. Albertini en
el Milan, pero con un tal Rijkaard al lado; un tal Deschamps en Marsella, pero prote-
gido por Sauzée; y otros dos que todos recordamos: Edgard Davis en el Ajax; y Pep
Guardiola en el Dream Team. Pero eso es casi prehistoria del fútbol. En esta década
que se acaba, el pivote por antonomasia habrá sido Sergio Busquets. Y apenas acaba
de empezar, con lo que incluso tendrá tiempo para corregir las deficiencias en el juego
por alto que aún padece.

191 | Índice
Fuego de fogueo
25 Octubre 2010 / El Periódico

Aquí habrá una gran guerra que dejará pequeñas todas las anteriores. Esto es lo que
viene: paseos militares ante rivales que se encogen sólo con escuchar el nombre
de los dos grandes; y algunas pocas batallas formidables que marcarán el destino
final. Dos ejércitos que rivalizan en todo y se conocen como si hubieran redactado
el célebre tratado de Sun Tzu. Dos generales memorables y espléndidos, cargados
de distinciones y victorias, estrategas estudiosos y aplicados. Dos locomotoras avan-
zando hacia el ineludible cruce de caminos. Hoy marcha más avanzado el Madrid de
Mourinho porque su artillería carga proyectiles pesados de largo alcance, en tanto el
Barça de Guardiola está a la espera de que aparezcan los cañoneros y lo fía todo a
su fiel infantería.
A la espera de esas grandes batallas que se avecinan, lo que tenemos enfrente son
dos equipos con dos tempos distintos. El Madrid es el Chelsea de Mourinho, un equi-
po que tardó dos meses en apuntalar cimientos allá por otoño de 2004. Aquél equipo
necesitó nueve jornadas de Premier para empezar a carburar. Cuando llegó la décima
jornada se disparó cual cohete y ya no hubo quien le parase (Barça de Ronaldinho
incluido) hasta que un “no gol” de Luis García le apeó en semifinales de Champions.
Ahora, el técnico portugués aplica la misma receta: periodización táctica, un once in-
variable, cero rotaciones, intensidad máxima, ni un segundo de respiro, ardor guerrero
sobre el césped. Tras siete partidos titubeantes este Madrid también se ha lanzado al
galope tendido con los mismos once jinetes. ¿Resistirá? Este es uno de los dos únicos
interrogantes que subsisten. El otro es saber qué ocurrirá con la cintura de Carvalho,
el cartabón de Alonso y la visión panorámica de Özil cuando enfrente haya un rival de
su misma enjundia.
En el otro bando, la artillería aún no está preparada. Es así porque así se ha previsto
pues no había otra solución visto el desgaste de los dos últimos años. Guardiola ha
optado por rotar y mover piezas mientras los hombres clave van adquiriendo condi-
ción física y regresando al mundo de la competición. Esta misma semana, los mun-
dialistas españoles recibirán un trabajo de carga específico individualizado, penúltimo
esfuerzo antes de alcanzar noviembre en buena forma. Entonces empezarán a estar
listos para las grandes batallas.
Real Zaragoza-Barça (Liga, Jornada 8) 23-Octubre-2010. La Romareda. 0-2 (Messi, Messi)

192 | Índice
Pep y la Teoría del Caos
1 Noviembre 2010 / El Periódico

Una mariposa bate sus alas en la selva brasileña y ese ligero movimiento genera
modificaciones consecutivas e inesperadas hasta que un tornado se abate miles de
kilómetros más allá, en el desierto tejano. Un pequeño cambio en las condiciones ori-
ginales genera un resultado inimaginable. Esto es el efecto mariposa, la consecuencia
más conocida de la Teoría del Caos, teoría bastante simple de comprender: variacio-
nes muy leves en las condiciones iniciales pueden generar diferencias muy profundas
en el desenlace.
Aunque no nos consta que en la biblioteca de Pep Guardiola figure el volumen “Caos
en sistemas dinámicos” de Edward Ott, da la sensación que lo ha leído y comprendi-
do, pues en cada nuevo partido nos deja pequeños movimientos que buscan generar
grandes efectos. Heredó un modelo de juego que se dibujaba como un 4-3-3 y a día
de hoy ha conseguido preservar el modelo y su espíritu (presión, posesión, combi-
nación, ir a por los partidos) pero revolucionar los dibujos hasta el punto que ya se
cruzan apuestas sobre los nuevos “inventos”. Introduce en cada partido pequeñas
variaciones sobre la misma música, modificaciones que parecen ligeras y leves pero
que muchos minutos más tarde, como el aleteo de la mariposa del ejemplo, provocan
efectos inesperados. Más aún: las evoluciones se multiplican dentro del mismo partido
para enloquecimiento temporal de los locutores, que asisten enfebrecidos a un carru-
sel de modificaciones tácticas que se suceden sin solución de continuidad.
¿Locura táctica? No, locura sería quedarse quieto cuando todos los rivales ya cono-
cen hasta el ombligo de tu 4-3-3. Guardiola está generando evoluciones a ritmo frené-
tico como reconoció el propio Mourinho cuando calificó de “update” al Barça. Muchos
planes diferentes que a su vez evolucionan en otros muchos durante el mismo partido,
pero todos ellos con la misma filosofía. Así, en cada encuentro vemos aplicaciones
distintas del mismo dibujo buscando que un pequeño batir de alas en un espacio del
césped provoque un tsunami en el otro extremo. La mariposa es Messi, que revolotea
aleatoriamente en libertad mientras sus compañeros se desordenan ordenadamente
y provocan el marasmo del contrario. Es la Teoría del Caos (nombre “peligroso” para
una teoría decisiva en la vida moderna) aplicada al fútbol.
Barça-Sevilla (Liga, Jornada 9) 30-Octubre-2010. Camp Nou. 5-0 (Messi, Villa, Alves, Messi, Villa)

193 | Índice
Ruido y silencio
8 Noviembre 2010 / RAC-1

Faltan tres semanas, pero ya empezamos a oler los efluvios del Barça-Madrid y lo que
olemos son dos trenes lanzados a toda velocidad el uno contra el otro. No es ninguna
novedad. En los últimos años también ha sido así y las ligas se han decidido casi en
los duelos cara a cara. En esta ocasión me parece que encontraremos un Barça más
silencioso que nunca. Como si el entrenador y los jugadores quisieran ponerse en
forma y seguir creciendo sin hacer caso a todo el revuelo que se ha puesto en marcha
en Madrid y alrededor de Mourinho. Como si el remedio a semejante ruido que se
organiza en la capital fuera andar de puntillas y por la sombra.
El Madrid que llegará al Camp Nou será un equipo formidable, muy mejorado en todos
los aspectos, reforzado en la moral y envuelto en papel de regalo. Se encontrará un
Barça que llega puntual como un reloj suizo a su cita, tal como estaba previsto, con
las herramientas afiladas y la boca cerrada. El ruido chocará con el silencio y veremos
quien sale lastimado.
Getafe-Barça (Liga, Jornada 10) 7-Noviembre-2010. Coliseum Alfonso Pérez. 1-3 (Messi, Villa, Pedro,
Manu)

194 | Índice
¿Plantilla corta?
13 Noviembre 2010 / Diario Sport

La realidad nos coloca a todos en nuestro sitio. Pero la realidad es cambiante. No es


una foto fija, sino una imagen en movimiento que muta sin cesar. La plantilla del Barça
es corta, escuchamos a menudo este verano; en realidad, desde hace varios veranos.
Pero, ¿corta respecto a qué? Y se nos respondía: corta respecto a la del Real Madrid,
que posee una profundidad mucho mayor, un fondo de armario muy consistente. Y,
sin embargo, en menos de tres meses de competición resulta que Guardiola ha em-
pleado ocho futbolistas más que Mourinho (28 frente a 20) para obtener resultados
muy similares en las tres competiciones que disputan. Así que ¿dónde queda aquello
de la plantilla corta?
Sabemos por Mark Twain que hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas
mentiras y las estadísticas. Es indudable que 25 jugadores son más que 19, pero
confundidos por el rugido de las olas mediáticas tendemos a creer que no hay más
factores que el estadístico, como si los 25 o los 19 jugasen todos al mismo tiempo y
el fútbol se decidiera a peso. La realidad, repito, nos coloca a todos en nuestro sitio y
acaba por confirmar que Guardiola no mentía cuando decía contar con los hombres
del filial, brillantemente catalogados por Zubizarreta como “el desplegable”. Lo confir-
ma en cuanto a confianza personal en los promesas, concediéndoles oportunidades
puntuales pero constantes. Y lo confirma asimismo con su planificación de la tempo-
rada, con una salida lenta y gradual que ha exigido la utilización de muchos jugadores
(por tanto, de muchos chicos del filial) para adentrarse ahora en un tramo de máxima
forma.
Al optar Mourinho por un camino radicalmente opuesto de salida en tromba y utiliza-
ción reiterada de un mismo once titular, el resultado conjunto de ambas estrategias es
que el Barça llega a la primera meta volante de la temporada con más de 21 jugado-
res utilizados (descuento a Milito y Jeffren y añado a Thiago, Fontàs, Bartra y Nolito),
relativamente frescos y a punto de alcanzar la plena forma en tanto el Madrid llega al
mismo hito con 12 futbolistas (los titulares más Arbeloa) muy utilizados, en gran forma
y con los automatismos muy aprendidos, pero a una distancia enorme respecto de los
suplentes: en lo táctico, lo físico y lo emocional.
Mourinho es como el corredor de 1.500 metros que decide salir muy rápido para adqui-
rir ventaja y confiar que el pelotón no le atrapará. Guardiola ha optado por preservar
fuerzas para el sprint final. La distinta estrategia escogida ha cambiado radicalmente
la diferencia numérica que parecía existir al principio y que tanto temor generaba:
Mourinho va lanzado con un pequeño grupo y Guardiola corre a ritmo con muchos
más efectivos. ¿Plantilla corta?

195 | Índice
Se acabó el “unplugged”
15 Noviembre 2010 / RAC-1

El Barça venia actuando en acústico. No porque fallase la electricidad, sino por previ-
sión. Era la misma música, pero sonaba distinta: era un Barça unplugged. Nos anun-
ciaron que a principios de noviembre enchufarían las guitarras eléctricas y los amplifi-
cadores y así ha sido: esto ya suena a pleno volumen.
No es esta una cuestión baladí, la de la puntualidad en las previsiones. Se puede jugar
bien al fútbol e incluso muy bien y se puede jugar así de bien durante cierto tiempo.
Pero hacerlo justo cuando toca, justo cuando se ha dicho que se iba a hacer, justo
cuando se ha planificado y marcado con tinta roja, eso es un mérito excepcional de
los entrenadores. En agosto y también en septiembre e incluso en octubre se nos dijo
que la orquesta funcionaría a pleno rendimiento en cuanto llegasen las grandes citas
de noviembre. Bien: llegó el momento anunciado y han cumplido su palabra. Han
enchufado las guitarras y el Barça vuelve a sonar como en sus mejores conciertos.
Barça-Villarreal (Liga, Jornada 11) 13-Noviembre-2010. Camp Nou. 3-1 ( Villa, Nilmar, Messi, Messi)

196 | Índice
Días de ruido y furia
20 Noviembre 2010 / Diario Sport

La forma de acercarse a la alta competición es muy relevante. Uno puede hacer-


lo desde el silencio, la discreción, la humildad y la confianza muda o bien desde el
exabrupto, el desafío, el pavoneo y la extroversión. Ambos caminos son productivos,
legítimos y fundados. Empíricamente hemos comprobado que no hay uno mejor, sino
sólo caminos distintos y que sólo garantizan ser coherente con uno mismo y nada
más. Algo parecido podríamos decir sobre los prolegómenos logísticos de una compe-
tición: hay quien viaja el mismo día, no se concentra, llega justo de tiempo al estadio y
también quien se enclaustra 48 horas antes y ejerce una vida monacal como preludio
competitivo. Ambos métodos, contienen virtudes interesantes pero ninguno es garan-
tía de rendimiento.
Reflexiono al respecto porque en estos bulliciosos días de ruido y furia parece como
si hubiera que decantarse por una forma idónea de acercarse al gran Clásico y que
en Barcelona se tuviera claro que lo mejor es el silencio que predica Guardiola y en
Madrid plantearan que el éxito reside en el griterío que levanta Mourinho por donde
pisa. Creo que no hay un método mejor que el otro, sino más adaptado a las perso-
nalidades de un equipo. Calla el Barça, que no es poco en estos tiempos, porque su
entrenador es así y lo prefiere. Pep ha leído a Goethe y sabe que se tiende a poner
palabras allí donde faltan las ideas, con lo que decidió hace tiempo centrarse en las
ideas futbolísticas, sin más. Conoce que el silencio es el elemento en el que se forman
las cosas grandes y ha hecho bandera de ello, insuflando dicho espíritu a sus jugado-
res y convirtiendo el vestuario en una “secta” de gente discreta y silenciosa, donde un
simple “miau” desentona.
Mourinho prefiere encomendarse a Churchill (“A menudo me he tenido que comer mis
palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada”) para transitar brillantemen-
te por el fútbol mundial. ¿Es peor ese método? Ciertamente, no. Si acaso, no gustará
a quienes preferimos otros valores, pero ello no le resta efectividad. En realidad, am-
bos entrenadores aciertan en sus métodos. A un Madrid sostenido por la adrenalina
y la efervescencia el método estrepitoso de Mourinho le va como anillo al dedo, aun-
que resquebraje muchas costuras de la institución, peaje que pagará el Madrid de
Florentino por haberse entregado su alma al portugués. Y a un Barça entregado casi
religiosamente a un modelo de juego, el silencio franciscano de Guardiola es la mejor
receta posible. Alguna vez que intentó cambiarlo y emplear el camino opuesto (en la
semifinal de vuelta de Champions frente al Inter) quedó comprobado que la adrenalina
excesiva le sienta fatal. El Barça florece en el silencio; el Madrid, en el ruido.

197 | Índice
El placer
22 Noviembre 2010 / RAC-1

Ocho goles más tarde parece que las cosas no estaban tan mal como pronosticaron,
fuese un cataclismo por la marcha de Touré, la llegada de Sandro Rosell, el triunfo en
el Mundial de Sudáfrica, la tendinitis de Xavi, la ansiedad de Villa y Bojan y el fichaje
no realizado de Özil. Me parece que deberíamos disfrutar lo que estamos viviendo.
El Barça seguirá ganando o perdiendo partidos y títulos; enfrentará el Clásico contra
el Madrid y saldrá vivo o renqueante, pero es indiscutible que este equipo acumula
ya dos temporadas y media desarrollando un juego maravilloso, probablemente el
más estético y rentable que hemos conocido nunca y aunque regresen días oscuros
y noches espesas, seguirá adelante con su propuesta de juego, sin dimitir jamás de
un concepto que entusiasma al mundo del fútbol y diferencia a este equipo de otros
muchos.
Esta diferencia en el estilo de juego, en la propuesta ofensiva y en la generosidad del
modelo hará que el Pep Team permanezca en los libros de historia del fútbol más allá
de los títulos que continúe sumando. Os invito a disfrutar del juego; los resultados ya
caerán por sí solos.
Almería-Barça (Liga, Jornada 12) 20-Noviembre-2010. Estadio Juegos Mediterráneos. 0-8 (Messi, Iniesta,
Acasiete pp, Pedro, Messi, Bojan, Messi, Bojan)

198 | Índice
Dos mundos en un rectángulo
28 Noviembre 2010 / El Periódico

Sabemos desde tiempo inmemorial de las dificultades de los ricos (¿o era la facilidad
de los camellos?) para atravesar la cabeza de una aguja. Pero ¿caben dos gigantes
en la cabeza de esa aguja? ¿Hay sitio para dos monstruos en la cima del mundo?
Esto es lo que se debate mañana: jerarquía, liderazgo, un sitio en la cumbre. El fútbol
no acostumbra a permitir las bicefalias y siempre acaba eligiendo un único dominador.
Miremos donde miremos se repite idéntica ecuación: si sube el Barça, baja el Madrid;
si crece el Inter, mengua el Milan; si resucita el Liverpool, pincha el Manchester y mil
ejemplos más. Parece como si el fútbol tuviese el capricho de permitir una presencia
exclusiva en las cimas heladas del éxito y las últimas décadas nos recuerdan que aquí
ha ocurrido también: dominó el Dream Team, mandó la Quinta del Buitre, venció el
Barça de Van Gaal, le sucedió el Madrid Galáctico y llegó el círculo virtuoso iniciado
por Rijkaard, interrumpido dos años por dejadez propia más que méritos ajenos, y
sublimado por el Pep Team. A cada dominador del ciclo le ha correspondido un rival
hundido y desorientado.
Llegan ahora Barça y Madrid es su mejor momento. Estado de forma pletórico, plan-
tilla completa, dominio abusivo del campeonato, autoestima al máximo, certezas
confirmadas, automatismos engrasados… no hay merma en ninguno de los bandos,
ninguna excusa a la que acogerse, ningún factor que les disminuya. Llegan ambos
como habían soñado hacerlo y no se vislumbra nada que pronostique el fin del ciclo
barcelonista ni el predominio del madridista.
¿Podrán convivir ambas jerarquías? No me refiero sólo a ganar títulos, que son muy
importantes por supuesto, sino a jerarquía auténtica, a dominio aplastante y evan-
gelización de un modelo y estilo de juego. El Barça de Guardiola ya tiene todo esto
(títulos, gloria, honores, aura y altares) y el Madrid de Mourinho pretende algo similar
y posee armas para conseguirlo. ¿Será posible una bicefalia, un duopolio en el fútbol
europeo? No se percibe la menor flojera en el vestuario de Pep, ninguna sensación
de estar saciado. Al contrario, el formidable rival le estimula como nadie hizo antes,
exigiéndole lo mejor de sí mismo. Esta generación de megacampeones asume se-
mejante desafío hercúleo no con la vocación de permanecer en la cima, sino con la
de construir nuevas cumbres más altas. Tampoco se adivinan incertidumbres en el
vestuario madridista, administrado con mano de hierro y teatro del bueno, lanzado al
galope tendido hacia sus años de gloria.
Ya se oye el ruido de la hierba creciendo, como le gusta decir a Juan Villoro, temerosa
de los bisontes que se partirán el espinazo en este duelo inmortal. El choque resultará
formidable, más allá que el partido pueda defraudar. Las grandes expectativas siem-
pre son decepcionantes en el deporte y entra en lo posible que el de mañana acabe
siendo sólo un pobre partido de dos equipos ricos. Pero sus consecuencias serán
relevantes. Barça y Madrid se enfrentarán más veces esta temporada, en el Bernabéu
desde luego y quizás en Copa y Champions, y también a distancia cada semana,

199 | Índice
mirándose por el rabillo del ojo, midiendo y replicando, y de semejante fragor surgirá
una jerarquía, un liderazgo, un dominador. Coe u Ovett. Phelps o Thorpe. El mar o
el rompeolas. El Sol o la Luna. Mozart o Beethoven. Roma o Cartago. Dos mundos
persiguiendo la eternidad sobre un rectángulo verde.

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Apoteosis de una idea
30 Noviembre 2010 / El Periódico

Una humillación combinada con una pesadilla, mezclada con un baño completo y un
baile perpetuo. Esa podría ser una definición de lo ocurrido ayer, pero sería una de-
finición prosaica, probablemente grosera y demasiado simplista. Prefiero pensar que
hemos visto un momento mágico, el de un colectivo sublimando el fútbol, ejecutando
una sinfonía portentosa. Ha sido un partido asombroso e histórico, pero no por lo que
estaba en juego, ni por la tensión competitiva con que se llegaba, ni por la formidable
fortaleza del Madrid, que ahora parece capitidisminuida, ni siquiera por el apabullante
resultado final.
Ha sido excepcional y grandioso. Y singular y majestuoso y descomunal e incluso
superlativo porque ha sido un partido que supone la culminación de una idea, de un
modo de practicar este deporte. Un estilo distinto, difícilmente imitable, basado en
unas premisas nada frecuentes, un estilo casi contracultural y a contracorriente de
lo acostumbrado: que se defiende atacando y convierte al balón en el eje sobre el
que gira todo su mundo. Desde la simiente labrada por Cruyff y Rexach, abonada por
Van Gaal y cosechada por Rijkaard, el mago Guardiola ha levantado un monumento
al arte, una pieza de orfebrería local, fabricada con gente propia, surgida de los hor-
nos de la cantera, escrutados en campos modestos cuando apenas eran infantes,
formados en largas tardes por maestros sigilosos, cultivados en el silencio como el
buen vino. Nueve de ellos formaron anoche en este acontecimiento planetario que ha
resquebrajado muchas certezas precoces. Nueve de ellos, casi un equipo completo,
certificando las bondades de esa idea de juego tantas veces cuestionada.
El Madrid ha caído con estrépito pero sería erróneo enterrarlo precipitadamente, pues
ha sido siempre un gran competidor y volverá a serlo pese al batacazo morrocotudo
del Camp Nou, a mi entender más hiriente que el 2-6 del Bernabéu, ya no por los
goles, ni la superioridad aplastante, ni tampoco por la sensación de quiebra anímica,
sino especialmente por el abismo que le separa de la idea futbolística con la que el
Pep Team está regando sus exhibiciones. Hoy es un día grande para el Barça por la
apoteosis de esa idea prodigiosa.
Barça-Real Madrid (Liga, Jornada 13) 29-Noviembre-2010. Camp Nou. 5-0 (Xavi, Pedro, Villa, Villa, Jeffren)

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El día después
1 Diciembre 2010 / Diario Sport

Como el paisaje después de una batalla, así amaneció Madrid ayer. Frío, gris, lluvioso,
apelmazado y silencioso. Con el silencio magmático de los días graves; de las jorna-
das que por siempre quedan marcadas en rojo. Silencio madridista, mitad sonrojo,
mitad impotencia, aderezado por los guiños cómplices de los atléticos mientras la
niña rubia que se paseaba por Madrid luciendo la camiseta de Xavi tras el 2-6 vuelve
a enfundársela, símbolo reservado para las grandes ocasiones.
Día de la marmota en la capital. Una historia circular que se repite anualmente como
si se tratase de un rito preceptivo: tras mucho bla bla bla, el entrenador del Madrid
se enfrenta a unos demonios blaugrana y termina chamuscado. Ocurrió con Juande
Ramos, autor de una prodigiosa racha que empezó y terminó en el Barça costándole
la cabeza; sucedió con Pellegrini, descabezado igualmente tras sucumbir aquí y allí;
y vuelve a ocurrir con Mourinho, fichado como antiCristo culé y amnistiado tras el
primer gran batacazo. Día de la marmota blanca: grandes expectativas, gigantescas
decepciones…
Mucho frío en Valdebebas, donde sólo se entrenan los canteranos. Gente de gran
calidad como Sarabia, Morata, Alex Fernández, Jesé, Carvajal y tantos otros. Pero de
incierto futuro. Saben que son el futuro, pero no saben de quién. Serán futbolistas de
categoría y jugarán en Primera, pero no saben dónde. Difícil que sea en el Bernabéu
a la vista de la última década, un secarral yermo para la cantera merengue, fructífera
y generosa, pero taponada por las urgencias de una dirigencia cortoplacista. Valdebe-
bas le hiela el corazón a la cantera mientras el madridismo se lame las heridas. Día
para quedarse en casa junto al gato, viendo llover tras los cristales mientras suenan
grimosas las notas del “Vesti la Giubba” de Leoncavallo: “¡Actuar!
¡Mientras presa del delirio no sé ya lo que digo ni lo que hago! (…) La gente paga y
aquí quiere reír y si Arlequín te birla a Colombina ¡ríe, Payaso, y todos te aplaudirán!
Transforma en bromas la congoja y el llanto; en una mueca los sollozos y el dolor.
¡Ah!”.
Y así es: a media tarde se despereza el madridismo y empieza a hablar de fichajes
y cabezas de turco: lo clásico tras el Clásico. Por la mañana fue distinto y mientras
la niña rubia lucía el 6 de Xavi en su colegio, Raúl venía a tomarse un café conmigo.
“Nunca renegaré de mi Madrid -me dice-, pero hubo un instante que pensé en hacer-
me del Barça”, reconoce a media voz, como quien revela el peor de los secretos de
Wikileaks. Raúl es una excelente persona: sobria en el triunfo y discreta en la derrota,
sin excesivos altibajos, como la mayoría de los madridistas de a pie, buena gente,
amante de sus colores y algo desconcertada por tantos tumbos como viene dando la
institución. Una parte del periodismo que se realiza en Madrid se ríe del señorío ma-
dridista por considerarlo agua pasada, pero los aficionados no se ríen de esa nueva
política que parece justificar los medios con tal de lograr los objetivos. Les duele esta

202 | Índice
nueva goleada, pero sobre todo la exhibición de juego; y aún más las palabras de
Guardiola tras su éxito recordando a los padres del modelo. “¡Tienen un modelo! “,
exclaman lastimeros refiriéndose al Barça y proclamando, al tiempo, que justo eso le
falta al Madrid desde ni se sabe cuándo.

203 | Índice
¿Quién es Pedro?
4 Diciembre 2010 / Diario Sport

Pedro Rodriguez es campeón del mundo, suma ocho grandes títulos con el Barça
y posee el récord singular de haber goleado en seis competiciones distintas. Pedro
Rodríguez podría estar jugando perfectamente en el Realejos, el San Isidro o el At-
lético Arona, todos ellos equipos tinerfeños. No posee el talento natural de Messi, ni
la visión panorámica de Xavi, ni la capacidad de “croquetear” de Iniesta. Si disimula,
Pedro incluso podría parecer un futbolista vulgar. Con virtudes indiscutibles, sí, como
la velocidad, el disparo con ambas piernas, un buen regate y un físico infatigable, pero
no muy diferentes a las de muchos jugadores que ni siquiera han superado el listón
de la Segunda División B. Pedro podría estar en 2ª B perfectamente y, de hecho, lo
estaría si un entrenador convencido de un modelo de juego y embebido en la idea
de los padres fundadores no le hubiese concedido la oportunidad, una y otra vez, y
confiado ciegamente en él y otorgado un dorsal que parecía exclusivo para divas in-
ternacionales. Guardiola hizo todo eso por Pedro y Pedro respondió con un factor que
ha resultado diferencial: su compromiso infinito.
Pedro está donde está porque jamás se rinde y es capaz de explotar sus cualidades
innatas hasta el límite y más allá. Hay muchos jugadores mejores que Pedro que ja-
más han soñado formar parte del Barça y se han rendido bastantes kilómetros antes
de vislumbrar la meta. Pedro no se ha rendido jamás, ni siquiera cuando su marcha
del club blaugrana parecía irremediable. Un equipo como el Barça ¿cómo iba a darle
una misérrima oportunidad a un chico llamado Pedrito? Hubo burlas, por supuesto,
con el nombre, unas burlas muy nuestras: Javito, Pedrito, Nolito. ¿Adónde van a ir
con estos nombres? Un entrenador novato depositó su confianza en un chaval llama-
do Pedrito tras quitársela a dos vagos llamados Ronaldinho y Deco. A lo que parece,
acertó en su decisión y quince meses más tarde apareció en una rueda de prensa y
dijo: “Todos somos Pedro”. Tres palabras que resumen una filosofía.
Pedro es el espíritu del Barça. No es el alma, ni su mejor jugador, ni el más carismáti-
co, talentoso, premiado o premiable; ni el que más cobra, ni el segundo ni el quinto; ni
tampoco es portada y, si acaso, muy escasas contraportadas. Pero es el espíritu. Es el
que galopa en el minuto 20 y en el 40 y sigue haciéndolo en el 70 y continúa en el 90 y
prosigue en el 94 y si el partido dura 120 llega galopando al 125 si hace falta. Galopa
a lomos de su padre gasolinero y su madre limpiadora y sabe que sólo corriendo sin
parar evitará que se frene esta rueda milagrosa. Pedro posee una gasolina especial:
la humildad. Es bueno recordar todo lo anterior por si acaso alguien no sabe quién es.

204 | Índice
La edad de la inocencia
6 Diciembre 2010 / El Periódico

Napoleón descubrió con retraso fatal que había un enemigo más peligroso que el Ge-
neral Invierno o el Ejército Ruso: la logística. El Barça lo comprobó el sábado, cuando
combinó la torpeza con la inocencia y la soberbia y acabó depositando el futuro del
equipo en la logística. Jugó con fuego y se salvó por los pelos. A quienes corresponda
aprender la lección sobre planificar viajes, creerse promesas o tomar decisiones en
días de crisis que lo hagan y pronto.
Sandro Rosell debe espabilar. Su problema no es la comunicación, ni la portavocía, ni
los aciertos o errores puntuales en la gestión. A Rosell le honra mucho la carta que es-
cribió ayer asumiendo toda la responsabilidad en este esperpento. Más vale muy tar-
de que nunca, pero la edad de la inocencia ya pasó. Su problema está en el enfoque
frente a la realidad: se puede ser proactivo o reactivo y hoy el Barça no es una cosa
ni otra. Laporta era reactivo: le pinchaban y estallaba. Era un cartucho de dinamita en
permanente ignición, presto al estallido en cuanto le hicieran cosquillas. Sus excesos
monumentales no aportaron la calma institucional que merecía un equipo de ensueño,
pero se ofreció siempre como diana frente a los lanzadores de venablos hasta hacer
de ello una profesión.
La pasividad es peor. No el silencio, sino la pasividad. Por distanciarse de su efer-
vescente antecesor, Rosell ha optado por una gestión pasiva y se equivoca. Su error
no es la inocencia, virtud que el sábado perdió a golpes federativos, sino esa falta
de enfoque. De los rivales en el césped ya se ocupan Pep y los jugadores y ni fallan
ni perdonan, pero fuera del campo se viene jugando una partida feroz desde que el
periodismo dejó de ser periodismo para ser una batalla por el poder, el dinero y la je-
rarquía, donde bribones armados con tirantes rojigualdos proclaman su ley marcial ya
sea en política, economía o fútbol, tanto da. Los rivales que enfrenta el Barça sobre
el campo son menos correosos que los enemigos que tiene fuera de él. Rosell debe
asumir esto de inmediato y cambiar de enfoque. No puede seguir dejando tirado a su
entrenador a los pies de semejantes tiranozuelos sin escrúpulos, trituradores de cual-
quier realidad con tal que no les tuerzan sus portadas cainitas. Un enfoque proactivo
se hace imprescindible para que Guardiola pueda seguir siendo el gran entrenador
que es y no tenga que ejercer de presidente de facto.
Osasuna-Barça (Liga, Jornada 14) 4-Diciembre-2010. Reyno de Navarra. 0-3 (Pedro, Messi, Messi)

205 | Índice
Poetas con botas
13 Diciembre 2010 / El Periódico

Hay partidos emocionantes por lo incierto del resultado o lo ambivalente del desarrollo
y los hay emocionantes por la ilusión y felicidad que generan, por la sonrisa que se
dibuja entre los aficionados ante el espectáculo que contemplan. El de anoche frente
a la Real Sociedad pertenece a este segundo grupo. Fue un partido emocionante
por la felicidad que generó. Sabemos que la felicidad no está en la meta, sino que la
felicidad es el camino y bien que lo comprobamos. Hubo momentos en que Stendhal
y su síndrome resucitaron ante la obra de arte que iba construyéndose a medida
que transcurrían los minutos y se iban fabricando las jugadas. Fútbol en un baldosín,
poesía frente a prosa. Poetas con botas batiendo líneas, mareando al rival; tocando,
desequilibrando por una banda para desordenar al contrario y pinchar por el otro cos-
tado. Equipo ingrávido que sublima un estilo y convierte enfrentamientos rocosos en
partidos de trámite.
Fútbol sala en una pradera inmensa. Ahora por aquí, ahora por allá. Magos del balón
que hechizan al rival, le adormecen con dulzura e hipnotizan sin piedad para ejecu-
tarlo con estilo. Si repitiesen los goles desde el inicio de la jugada, me escribía al
descanso un buen amigo, las repeticiones durarían cada vez minuto y medio. En la
semana de los galgos, los perros y los gatos, por aquí aparecieron de nuevo las ar-
dillas valientes acumulando una serie histórica de triunfos y goles, pero aún más que
los triunfos y los goles, aparecieron para construir pequeñas obras de arte donde la
biología y la arquitectura, el ajedrez y la fisiología, el ballet y la geometría se unen y
reúnen en una sinfonía inacabable que empieza a adquirir dimensiones inesperadas.
No cometamos ahora el error de decir que no hay palabras para calificar esta maravi-
lla. Busquémoslas o que nos las presten los grandes literatos y los poetas, los pintores
y los sabios. Que nos las presten para usarlas sin mesura, para intentar recrear este
prodigio sin desmerecerlo con nuestras pequeñas frases de periodistas simples. Que
nos regalen los versos más bellos esta noche y podamos disfrutar el momento sin
pensar en la fecha de caducidad, soñando despiertos jugadas infinitas e imposibles,
recreando la magia de esos pases privilegiados en espacios inexistentes. Dentro de
unos años podremos decir: Yo vi jugar al Pep Team.
Barça-Real Sociedad (Liga, Jornada 15) 12-Diciembre-2010. Camp Nou. 5-0 ( Villa, Iniesta, Messi, Messi,
Bojan)

206 | Índice
La ruta de la seda
14 Diciembre 2010 / Diario Sport

Balonmano en un campo de fútbol. Tocar y tocar, bamboleándose de un lado a otro


para descentrar al contrario. A esto juega el Pep Team, un equipo que se mece sua-
vemente, como sin prisas, dejándose llevar por la pausa y el control de Xavi, ahora
toco y voy, ahora toco y me quedo, para ti, para mi, a la izquierda, cambio de sentido
y vuelta a empezar. Hace pocos años el Camp Nou rechinaba cuando Xavi acunaba
al equipo. Le acusaban de jugar a balonmano, pero en realidad eran sus compañeros,
algunos brillantísimos como Ronaldinho y Eto’o; otros excelsos como Deco o Giuly,
quienes no le acompañaban o comprendían o se desmarcaban o vaya usted a saber
qué. Lo cierto es que Xavi ya mecía al equipo con su ritmo de fox-trot, pero el equipo
no seguía el compás. Ahora, la orquesta suena toda compenetrada, meciéndose sin
aristas a lo ancho para percutir a lo largo.
La secuencia dice así: Xavi-Iniesta-Xavi-Messi-Alves-Xavi-Messi-Iniesta-Xavi-
Maxwell-IniestaMessi-Xavi-Alves y así una y otra vez, hacia aquí, hacia allá, la conga
vuelve a empezar. Desaparecen los dibujos a los que tanto nos aferramos los perio-
distas y aparece el magma de los volantes, porque en este equipo todos son volantes
y son móviles y polivalentes. Y tocan y adormecen al contrario, lo hipnotizan con el
balón. Se lo muestran y se lo ocultan, como trileros con botas, cantándoles una nana
de la cebolla, capas de jugadores que entran y salen, tocan y se mueven, tocan y se
quedan, van para un lado y al cabo de un rato reaparecen en el opuesto. Consiguen
así un efecto hipnótico en el público, que permanece boquiabierto ante la sinfonía de
movimientos, y por empatía provocan idéntica consecuencia en el rival, petrificado
frente a esa cinta rodante con piernas. Van y vienen como las olas en una cadencia
incesante. No es un ritmo de agobio y frenesí, de efervescencia y gasolina, sino una
cadencia somnífera. Por momentos da la impresión que el mundo se mueve a cámara
lenta salvo porque el balón no cesa de moverse. Las vacas deben llorar viendo al
cuero sufrir semejante trajín.
Y así pasan minutos que parecen horas, balonmano con los pies, rival hipnotizado,
trileros en acción. Hasta que salta un chispazo y entonces llegan las carreras y el tro-
pel y los disparos. Mecidos en el bamboleo, los contrarios creen haber domesticado
a la fiera cuando, de pronto, la nana se transforma en grito y las ardillas en panteras.
El equipo más horizontal del mundo se convierte en un puñal vertical, zigzagueante
si hace falta, puntual a la cita con el gol. Aquella somnolencia tiene un despertar re-
lampagueante y así comprobamos que el día y la noche, la calma y el chispazo hacen
buenas migas en este equipo de seda que abre rutas imposibles.

207 | Índice
La araña mecánica
18 Diciembre 2010 / Diario Sport

Qatar y agresividad han pugnado a lo largo de toda la semana para convertirse en la


palabra más usada en el barcelonismo, pero a mi entender hay un concepto mucho
más trascendente porque retrata el estilo de juego del Pep Team. Lo ha empleado
Laureano Ruiz en la presentación de su libro “Fútbol Profesional y mi modelo de jue-
go”, un compendio de sabiduría y documentación histórica que sólo el gran entrenador
cántabro podía escribir. El concepto que empleó quien fue primer inspirador del actual
estilo del juego barcelonista fue el de “araña”. Habló del sistema que utiliza Guardiola
como de una tela de araña que atrapa al rival, le mece y conduce hasta su auténtico
objetivo: el gol. Me parece una imagen potente, certera y brillante que debemos ano-
tar en el casillero de este hombre que ha forjado algunas de las mejores páginas de
nuestro fútbol.
Profundicemos en la araña. Explica Laureano Ruiz un detalle maravilloso: este Barça
es incluso más peligroso cuando pierde el balón que cuando lo maneja libremente.
Porque cuando lo mueve desde el inicio de la jugada y toca y toca y produce esa re-
tahíla de pases y movimientos, lo que pretende es desordenar a la defensa rival que,
por lo general, se encuentra en las trincheras. Sin embargo, cuando esporádicamente
el Barça pierde un balón en ataque se generan dos acciones simultáneas: el equipo
contrario busca construir un contragolpe, lo que le obliga a abandonar las trincheras
y perder el orden defensivo; y, al mismo tiempo, todos los jugadores blaugrana se
lanzan a recuperar el balón, lo que acostumbran a lograr con pasmosa celeridad. La
combinación de ambos factores es letal porque se produce una situación inesperada:
el Barça vuelve a tener el balón en ataque y la defensa rival está desordenada. Re-
sultado: peligro mortal.
Esta es la tesis que maneja Laureano y que le permite metaforear con el concepto
“tela de araña”. Si afinamos la idea podríamos encontrar otro término para bautizar al
Pep Team: “La araña mecánica”, rememorando con ello la legendaria “naranja mecá-
nica” de los holandeses, lo que a su vez cerraría el círculo ideológico entre técnicos y
jugadores que han inspirado, entrenado y jugado un mismo estilo: Michels, Laureano,
Cruyff, Guardiola, Xavi, Iniesta...
Establecido el nuevo concepto digamos también que la araña no es infalible y que
hoy se enfrenta a un gran “insecticida”, dicho con absoluto respeto. El Espanyol es
bastante más que un simple equipo que juega bien. Es un antídoto formidable por
su intensidad y presión, y también por el orden prusiano que mantiene en cualquier
circunstancia, justo lo que más molesta a la araña barcelonista. El de hoy no es un
partido cualquiera, sino un termómetro de alta precisión.

208 | Índice
Serán incrédulos
20 Diciembre 2010 / RAC-1

El sábado por la noche lei en Twitter que Jordi Basté andaba preocupado por el Bar-
ça. No por el equipo, ni por los resultados, lógicamente, sino por cómo explicaríamos
a esos nietos nuestros, que aún no existen, que hubo una vez un equipo de fútbol
que jugaba como los ángeles y no parecía ser de este mundo. Cierto: nos costará
explicarlo. Si nunca has visto en acción a este Barça, ¿cómo puedes entender a qué
juega? Las palabras que utilizamos y toda la imaginación creativa que podamos tener
parecen insuficientes para plasmar la realidad.
El Pep Team ha conseguido un hito importante: que los resultados queden enmasca-
rados por el juego. El juego trasciende a los resultados, pese a ser estos espectacula-
res. Evidentemente, continúan siendo condición necesaria e imprescindible, pero los
resultados ya no reflejan la realidad. Y no tan solo porque se queden más o menos
cortos respecto a los méritos, sino porque las cifras no pueden expresar la deliciosa
manera de jugar de este equipo, ni la majestuosidad de una obra de arte en constan-
te movimiento. Tiene razón Basté: cuando dentro de veinte años hablemos del Pep
Team costará que, quien no lo haya visto, nos crea.
Espanyol-Barça (Liga, Jornada 16) 18-Diciembre-2010. Cornellà-El Prat. 1-5 (Pedro, Xavi, Pedro, Osvaldo,
Villa, Villa)

209 | Índice
Mirando al mar soñé…
20 Diciembre 2010 / El Periódico

Decía Juan Villoro que los entrenadores se muestran fuera del banquillo como quien
otea el horizonte y pretenden adivinar en el movimiento de las olas lo que traerá el
porvenir. Con Pep Guardiola ocurre así en ocasiones: mira fija, pero suavemente, ha-
cia delante como queriendo conocer la fecha de caducidad de esta obra de arte. Otras
veces ocurre lo contrario y Pep agita los brazos como si dictara órdenes aunque, en
realidad, está moviendo a su ejército. No lo percibimos, pero de sus brazos escuáli-
dos parten finos hilos que sujetan a sus futbolistas por la espalda y Pep les mueve y
les arrastra adelante y atrás y les mece con sus gestos y señales componiendo entre
todos ellos, Pep con los hilos invisibles y los jugadores con la obediencia férrea, una
gigantesca tela de araña.
Por definición, una telaraña posee una resistencia superior al acero, del mismo modo
que el junco soporta mejor los vendavales que el árbol centenario. A veces, la telaraña
blaugrana se quiebra y llega un jinete veloz y la rasga por el centro y la descuartiza.
A veces. Pero muy pocas veces. De hecho, las contamos con los dedos de las ma-
nos y las señalamos en rojo por su infrecuencia. La del Pep Team es una telaraña
que parece fabricada con hilos de goma de mascar, pues se extiende y contrae y se
amalgama en un rincón para expandirse por el otro, ahora espeso y grueso, ahora
fino y estilizado. La tela de araña avanza y se posiciona y se encastilla en el centro del
campo como si resultara feo cruzarlo hacia atrás. No vence a los rivales: los somete.
Ni siquiera se muestra interesado en el marcador, como si se hubiera apoderado del
equipo la magnanimidad del victorioso y el resultado apenas fuera una anécdota con
menor relevancia que el disfrute del camino.
Laureano Ruiz, que es el pionero de este estilo burbujeante, habló la semana pasada
de la araña barcelonista y mostró su admiración porque no hay Barça más peligroso
que el recuperador, el que busca robar el balón tras pérdida. El mismo día hablé con
Johan Cruyff, el auténtico padre de esta modalidad futbolística que interpreta el Barça,
y me contó que se entusiasma viendo a Busquets adelantarse como un poseso y mor-
der y arañar en cuanto el equipo pierde un balón, lo que es toda una lección evolutiva
pues en lugar de defender hacia atrás, los de Guardiola lo hacen hacia delante. Hay
pocos entrenadores en el mundo más listos, sabios y preclaros que Laureano y Johan
y ambos coinciden en la maravilla a la que venimos asistiendo en los últimos años: el
Barça es un equipo de balonmano que juega con los pies.
Guardiola, el novato que ha evolucionado el modelo y revolucionado el mundo del fút-
bol, parece interrogarse ante el batir de las olas sobre la caducidad de este proyecto
sideral. ¿Hasta cuándo?, se pregunta el poeta mirando el mar.

210 | Índice
La Masia de Oro
2 Enero 2011 / Diario Sport

El segundo lunes de este nuevo año que empieza a balbucear se hará entrega del Ba-
lón de Oro a una idea. El mérito y los votos se les otorgará a tres futbolistas, pero será
el reconocimiento una idea de juego, a un concepto y una filosofía. Laureano Ruiz,
Johan Cruyff y Pep Guardiola también estarán en ese podio como hilos conductores
de un estilo que ha logrado enamorar al mundo y junto a ellos habrá un pedazo de
trofeo para Charly Rexach, Louis Van Gaal y Frank Rijkaard, elementos imprescindi-
bles en la evolución del concepto. Las imágenes reflejarán un podio barcelonista en
el que tres chicos bajitos sosteniendo sus trofeos protagonizarán la sublimación de la
idea y la consagración universal de la pasión por el balón. Centenares de jugadores
y docenas de entrenadores y educadores cubrirán de manera virtual las espaldas de
los tres elegidos, que no habrían alcanzado semejante perfección en su juego sin el
apoyo y la exigencia de una cantera solidificada en el esfuerzo paciente de la hormiga.
Ese Balón de Oro será para La Masia.
Conociendo al director de La Masia, Carles Folguera, me temo que hará caso omiso
a la idea de colocar una réplica del trofeo en la entrada de la residencia barcelonista.
Su criterio es que los niños deben crecer y educarse fuera de los focos y, sobre todo,
lejos de las fanfarrias del primer equipo. Que el objetivo no es conocer y convivir con
el fútbol profesional de alto nivel, sino formarse en todos los ámbitos y acostumbrarse
a subir los duros peldaños de la vida. De ahí que se esfuerce en mantener controlada
a la chiquillería para que se concentre en el estudio, el entrenamiento silencioso y en
las cosas humildes de la vida. Imagino que un Balón de Oro a la puerta de la nueva
Masia supondría un brillo excesivo para sus habitantes.
Pero lo que no podrá evitar es el homenaje del Camp Nou al triunfo universal de la
idea. Desconozco si el club lo ha estudiado, pero sería hermoso que la noche en
que eso ocurra, cuando Iniesta, Xavi y Messi aparezcan sobre el césped del estadio
con el Balón de Oro en las manos, sin duda acompañados por toda la plantilla y el
cuadro técnico del equipo, sería impactante que no estuvieran solos y que sobre el
mismo césped apareciesen también todos los componentes de la cantera, esas nue-
vas hornadas de niños y adolescentes con pasión por el cuero, y sus entrenadores y
maestros. Sé que son muchos, pues sumada la FCBEscola probablemente superen
los 800, pero no habría en el mundo del fútbol una imagen más potente que esa: la
de centenares de canteranos arropando el símbolo donde se consagra la idea. Y, al
mismo tiempo, sería la demostración tangible de que el modelo es sostenible y la
continuidad está garantizada.

211 | Índice
Y después de Xavi, ¿qué?
3 Enero 2011 / El Periódico

Hace veintidós años, el 4 encendió la luz y desde entonces apenas ha vuelto a apa-
garse. Aquél 4 fue Luis Milla y tuvo pronto sucesor: Pep Guardiola, al que Amor, Ce-
lades e Iván de la Peña, desde posiciones dispares, intentaron dar continuidad aún a
costa de sufrir algunos apagones. Después llegó Xavi y ya hace 549 partidos que la
luz sigue abierta. En estas trece temporadas con Xavi, la luz ha parpadeado en oca-
siones y amenazado oscuridad en otras, pero nunca se ha apagado. ¿Y después de
Xavi, quién? Porque no será cierto que Iniesta vaya a retirarle como predijera Guardio-
la. De hecho, no tardamos en comprender que Iniesta nunca sustituiría a Xavi porque
Andrés camina por un pasillo y Hernández por otro. Comprobamos que Xavi encendía
la luz y Andrés repartía caramelos.
Y ahora que se ha hecho mayor de edad de verdad, ahora empezamos a pensar qué
será de nosotros cuando Xavi decida sacarse el carnet de entrenador. Eso no parece
que vaya a ocurrir antes de 2015, con lo que hay tiempo para darle vueltas a la su-
cesión mientras el de Terrassa sigue zampándose partidos con glotonería insaciable.
Al ritmo que va, empezará a pensar en la retirada cuando alcance los 750 partidos y
para entonces sí será imprescindible conocer el nombre del capataz que encienda la
luz al empezar cada partido. El más socorrido, por inmediato, es el de Cesc Fábregas,
una pieza que alcanzaría consenso casi completo en el barcelonismo si no mediara
un factor espinoso: el coste de recuperarlo. En la balanza de las decisiones directivas
pesará tanto la indiscutible brillantez futbolística de Cesc como la pesada carga de un
traspaso quizás irrealizable por lo oneroso. Alrededor de su perfil se podrá debatir si
es más Xavi que Iniesta, si tiene más genes de uno que del otro, si combina la pausa
del primero con la llegada del segundo, y así hasta la extenuación, pero no evitaremos
regresar a la ecuación maldita: un gran sucesor a un precio desorbitante. Y la ecua-
ción no será fácil de resolver ni en el corto, ni en el medio plazo.
Imagino a Guardiola apostando por la llegada de Cesc por si acaso Xavi pilla un res-
friado inoportuno en los próximos cinco años. Porque la otra alternativa aún no está
madura. O suficientemente madura para llegar al primer equipo así que empiece el
próximo curso. En la cantera hay alternativas: no hay un Xavi clónico, pero sí variantes
muy interesantes. No pienso en Thiago Alcántara, un jugador diferente al tradicional
medio blaugrana y al que aún le quedan varios hervores, de perfil alejado al de Xavi,
auténtico híbrido entre Deco e Iniesta. Pienso más bien en otros chicos como Sergi
Roberto (perfil Cesc), Javi Espinosa (perfil Iniesta), Rafa Alcántara (perfil Thiago, por
algo es su hermano, pero en zurdo y más pausado), Sergi Samper (entre Iniesta y
Xavi) o Wilfried Kaptoum (entre Zidane y Xavi), promesas todas ellas que andan for-
mándose por la Ciutat Esportiva. Ninguno es exactamente Xavi, pero es que no habrá
otro Xavi. No lo ha sido Iniesta. No lo es Cesc. No lo será Thiago. Xavi es único por
su pausa y su ritmo, por ese chip del control que llevado implantado en el cerebro.
Será imprescindible asumir que quien encienda la luz tendrá otras características: la

212 | Índice
verticalidad “fabreguiana” de Sergi Roberto, la conducción zigzagueante de Espinosa,
la contundente dirección de Rafa Alcántara, la visión panorámica de Samper, la “flota-
bilidad” de Kaptoum, o quizás la efervescencia del propio Fábregas. Habrá que tomar
una decisión: cubrir con Cesc una posible emergencia antes del 2015 o esperar a que
maduren las promesas. Pep y Sandro tendrán que decidir.

213 | Índice
El gol del Rey Negro
6 Enero 2011 / RAC-1

Creíamos haberlo visto todo en los últimos tres años: seis títulos de una tacada; un 2 a
6 en el Bernabéu; un 5 a 0 en el Camp Nou; unas semifinales de Champions agónicas,
una final tranquila y plácida… Parecía que no nos quedaba nada más para ver pero,
atención, había algo que aún no habíamos visto: ¡un gol de Abidal! Y mira por donde
ya lo tenemos en el zurrón. El gol del Rey Negro. Del jugador en mejor forma del
equipo. Un lateral que ha aprendido a jugar de central con Guardiola y nos ha tapado
la boca a todos los incrédulos. El velocista más rápido del Barça, el defensa que llega
a todas partes.
Abidal no llevaba una buena racha como goleador. De hecho, llevaba cuatro años sin
lograr un gol. Bien: de hecho sólo había marcado uno en toda su vida. Y en un equipo
como el Barça, que suma 100 goles cada año, nada de nada hasta ayer, cuando el
suyo ha sido uno de los goles más celebrados de la temporada. Por su importancia,
pero sobre todo por el gozo de quien lo ha consumado, un chico sencillo, comprome-
tido y discreto que nunca sale en los periódicos y del cual hablamos poco y, cuando
lo hacemos, suele ser para mal. Que este Rey Negro nos perdone todos nuestros
pecados... Cada vez que marca, su gol es decisivo. Vete a saber si ha descubierto
una nueva vocación…
Athletic Club-Barça (Copa del Rey, 1/8 Vuelta) 5-Enero-2011. San Mamés. 1-1 (Abidal, Llorente)

214 | Índice
El camino es la clave
11 Enero 2011 / Diario Sport

Hay un camino que empieza en La Masia y termina en el Camp Nou. Es el camino


que los canteranos del Barça recorren desde hace treinta años. No es un camino fácil
ni está trazado con tiralíneas, ni los chicos tienen dibujada una hoja de ruta desde la
cuna hasta el cielo. No es así porque jamás hubo un ser superior que dijo: “¡Hágase!”
La Masia es fruto de centenares de voluntades y miles de incertidumbres. Ese camino
que empieza en la venerable casona de piedra y alcanza su meta en el gran estadio
de los sueños es un recorrido tortuoso. Sería necio negar que hubo dudas a su alrede-
dor. Es necesario recordarlo en estos días de exaltación sublime del modelo, cuando
tres de sus hijos copan el podio del Balón de Oro. Reconozcámoslo: el barcelonismo
ha dudado de su cantera en épocas de zozobra. Pero en esos momentos tormentosos
hubo mucha gente que se mantuvo fiel a la idea y evitó que el club se apartara del
camino. Esta ha sido su verdadera fuerza: persistir en los malos tiempos.
Hacerlo cuando sopla el viento a favor es sencillo. Hoy, el mundo entero está rendido
al encanto de La Masia y se deleita con las historias de sus pioneros, la excelencia del
método y la exquisitez de sus alumnos más destacados. Aplaudir el sistema cuando
tienes a Messi, Iniesta y Xavi y cien mil más por detrás tiene escaso mérito. Lo valiente
fue hacerlo en los días de rayos y truenos. En esas tardes de ventisca y tempestad,
el Barça se hizo grande. Gente con profundas convicciones mantuvo al club dentro
del mismo camino que hace treinta años recorrió Ángel Pedraza, el primer hijo de La
Masia en tomar el ascensor al Camp Nou. Esta gente terca, sabia y persistente, en-
trenadores, directores técnicos, educadores, aspirantes a futbolistas, directivos, es la
auténtica ganadora del Balón de Oro. Supieron permanecer en el camino cuando la
jauría pedía a gritos salirse por otra vía.
El éxito actual, reflejado en el rostro feliz del mejor jugador mundial acompañado por
los dos mejores repartidores de caramelos del universo, nace en esa tenacidad de
pioneros y continuadores. Al éxito le salen padres por todas partes, pero los únicos
verdaderos de La Masia son el camino elegido y la persistencia en el modelo: la ca-
pacidad del club para capear temporales y seguir la línea marcada. El esfuerzo de
maestros y alumnos por llegar arriba y vencer a partir de un estilo de juego concreto.
El camino elegido siempre es decisivo: el Barça busca ganar todos los partidos, por
supuesto, pero otorgándole trascendencia a la forma de hacerlo, al camino a reco-
rrer. No es una cuestión estética, sino muy profunda: vencer a partir de una idea, sin
apartarse del camino. De esta perseverancia nacen hijos de la luz como Messi, Xavi
e Iniesta.

215 | Índice
Mirando cerca
17 Enero 2011 / RAC-1

Me ha gustado mucho que Pep Guardiola haya maldecido el término “tiqui-taca”. Por
encontrarlo reduccionista y porque no refleja de ninguna manera la realidad del juego
del Barça. Este juego, más allá de los calificativos elogiosos que le ponemos, es un
juego de posición, que exige toque y combinación y que gira alrededor de poseer la
pelota con el fin de atacar. El balón es el centro del universo blaugrana: tomarla y
moverla tanto como sea necesario para marear al contrario. Este concepto está rom-
piendo todos los récords y lo está haciendo poco a poco.
Este es otro de los secretos del equipo de Pep: no fijarse grandes metas, sino peque-
ños pasos. No mirar demasiado lejos buscando la gloria incierta, sino preocuparse tan
solo por el día a día. Es muy curioso, pero cuanto más pequeños y cercanos son los
objetivos, más arriba llega un equipo.
Barça-Málaga (Liga, Jornada 19) 16-Enero-2011. Camp Nou. 4-1 (Iniesta, Villa, Pedro, Duda, Villa)

216 | Índice
Se nos caen los mitos
18 Enero 2011 / Diario Sport

Pasan los días y caen los mitos. No es culpa del tiempo, sino nuestra, de los perio-
distas, que tendemos a levantar dichos mitos sin tomar las debidas precauciones ni
pararnos a pensar. Lanzamos que la plantilla de Guardiola es corta y cinco meses
más tarde resulta lo contrario: hay dos o tres jugadores fenomenales en la grada por
partido porque el banquillo no da para más pese a que el entrenador hace jugar prác-
ticamente a todos. Decimos, yo el primero, que Abidal no sirve como central y, caram-
ba, nos zasca en toda la boca con exhibiciones portentosas. Antes temblábamos en
el área propia cuando Abidal entraba en ella y ahora quienes tiemblan son los rivales
cuando el francés entra en área ajena. Más mitos: Villa escorado a la izquierda no
meterá goles. ¡Pues menos mal! Lleva 17 de momento, camino de batir sus marcas.
Sigamos: tan lejos de la portería, Messi pierde efectividad. La realidad desmiente esta
otra edificación mítica. O aquella otra que reclamaba sin cesar a Eto’o o Ibrahimovic
porque es imprescindible un 9 de referencia. Escuchen a Pep: “Todos mis jugadores
tienen permiso para llegar (al área rival), pero ninguno para estar”. Es la confirmación
pública de que los delanteros del Barça no deben estar, sino aparecer. Más mitos:
Mascherano sólo sabe correr. Otra idea que se derrumba: en cuanto ha aprendido de
qué va esto, Mascherano ha dejado de correr. Ya no lo necesita; le basta con posicio-
narse bien sobre el césped. Más madera: el Madrid de Mourinho es tan temible fuera
de casa como en el Bernabéu. Pues vaya, miras los datos y resulta que no ha podido
vencer en los estadios del Mallorca, Levante (por duplicado), Milan, Almería, Murcia
y Barça. Siete tropiezos, uno de ellos por quintuplicado. Y no hablemos de la edad,
de los futbolistas “acabados”, porque ahí están Xavi, Puyol, Del Piero, Van Nistelrooy,
César, Ricardo, Raúl, Seedorf y una legión completa para desmentirlo.
¿Por qué levantamos tantos mitos sin cimientos? Posiblemente por las prisas. Y tam-
bién porque la realidad es poco mediática y preferimos elucubrar en vez de abrir los
ojos y ver. Escribimos mucho y muy rápido y pretendemos hacer pasar por tesis firmes
lo que apenas son opiniones superfluas, escasamente meditadas, atrapadas en un
semáforo mientras muda de color. Además, en un mundo en perpetuo cambio, nada
permanece, con lo que nuestras opiniones apenas son un punto y seguido sin mayor
trascendencia ni repercusión. Levantamos el mito y la realidad nos lo derriba a los
cinco minutos, pero corremos a por el siguiente sin rubor ni reflexión. Es el signo de
los tiempos que vivimos. Me desagrada esta dinámica, por más que yo forme parte de
la misma y cometa los mismos errores. Intentaré corregir.

217 | Índice
Abidal como ejemplo de progresión
29 Enero 2011 / Diario Sport

El día que firmó contrato con el Barça, Eric Abidal estaba a punto de cumplir 28 años,
edad en la que un futbolista ya se considera maduro y completamente formado, sin
opciones para progresar en su aprendizaje técnico-táctico. No hace demasiado tiem-
po era costumbre colgar la etiqueta de “acabado” a cualquier jugador que superase
los 26 o 27 años de edad y no digamos a los que cumplían la treintena. En esta ma-
teria de tópicos hemos mejorado bastante, al igual que en esa otra faceta del cuidado
de la salud del jugador: fue necesario vivir en directo la degradación fulminante de
Ronaldinho o Deco, a causa de sus pésimos comportamientos, para universalizar el
criterio de que un futbolista también es un deportista y precisa cuidarse al máximo.
Así que Abidal llegó con 28 años, ya talludito, repleto de títulos logrados con el Olympi-
que de Lyon y con un perfil que mostraba ciertas irregularidades: atlético, veloz y buen
defensor; pero de técnica imprecisa y poco juego combinativo. El Barça de Rijkaard
acababa de perder la Liga en un sprint agónico frente al Madrid de Capello, preludio
de una temporada aciaga de desidia y vagabundeo. Abidal entró en un vestuario roto
y viciado. Impuso su condición de atleta (en esta materia, Francia nos vence por
bastante) y su categoría defensiva, pero ahí terminó su aportación. La llegada de
Guardiola revolucionó un equipo frito y estancado, pero no significó nada para Abidal,
salvo un acicate para huir, como ha reconocido el propio jugador. Pero pasados los
primeros desencuentros, entrenador y futbolista coincidieron en un punto: Abidal era
un portento físico que podía escalar varios peldaños en la excelencia técnica. Hace
falta coraje por ambas partes para creer en esa progresión cuando ya se está rozando
la treintena.
Y el crecimiento se ha producido. Abidal es hoy un defensa completo y prodigioso. No
sólo el atleta fecundo y pletórico, sino un lateral con recorrido, que comprende el juego
del Barça, se asocia en corto, no regala pelotazos y combina con sus compañeros por
peligrosa que sea la zona en que se mueve. Un central que saca el balón casi como el
mejor Piqué, esprinta como el Puyol más febril y es capaz de mantener los principios
fundamentales del juego de posición. Un “milagro” del que todos descreímos, proba-
blemente incluso el propio jugador.
¿Cómo se ha alcanzado semejante virtuosismo? Creo que sólo hay una receta: el tra-
bajo continuado. Ideas claras y repeticiones incansables. Pep corrigiendo y el alumno,
deseando mejorar. Más allá de la excelencia alcanzada, Abidal deja un ejemplo muy
potente: es posible progresar en materia técnica y táctica incluso a partir de los 30
años y hacerlo hasta el nivel más elevado del virtuosismo.

218 | Índice
Gota malaya
7 Febrero 2011 / El Periódico

Interesante sesión de baño y masaje del Real Madrid, que ante la Real Sociedad ha
alcanzado todos sus objetivos: reconciliar a Cristiano Ronaldo consigo mismo; a Kaká
con el Bernabéu; a Casillas con sus eternos críticos locales; a Adebayor con la titu-
laridad; y a Marcelo con la entrañable compañía de Xabi Alonso. Todos felices (salvo
Benzema, moralmente malherido) en esta jornada de recuperación, imprescindible
para reparar las heridas de Pamplona. El madridismo posee una legendaria capaci-
dad para levantarse de la lona y desmentir su falsa apariencia de boxeador “groggy”.
No fue en vano que se acuñó el concepto de que al Madrid sólo se le puede considerar
derrotado cuando el árbitro firma el acta oficial, pero nunca antes.
Los barcelonistas entusiasmados no deberían olvidar esta realidad, por más que el
juego de Messi, Xavi y compañía les haga permanecer en estado de perpetua levita-
ción. Mientras el Madrid siga dando la batalla -y la dará, no tengan dudael Barça no
podrá presumir de nuevos títulos aunque sus jugadores parezcan ángeles con botas
y hayan superado el mito de Di Stéfano. Para los paladares acostumbrados al estilo
Barça, el juego directo del Madrid posee, inevitablemente, un sabor rústico y primitivo.
Pienso que se trata más bien de un efecto óptico a causa de la comparación perma-
nente con el Pep Team, pues ese mismo efecto sería aplicable al juego del Chelsea o
Milan, al del Manchester United y Bayern, al del Inter u Olympique de Lyon. Comparar
estilos y sensaciones cuando la referencia es tan excelsa y deliciosa es un ejercicio
destinado a concluir en melancolía. Este Madrid es un equipo interesante y compe-
titivo, con ciertas lagunas estructurales todavía no corregidas, pero que luchará de
pie hasta el último suspiro. El Barça es superior en la mayoría de aspectos, pero esa
ventaja no basta para dar los trofeos por amortizados con antelación. Los títulos habrá
que conquistarlos en su día y hora como nos recordará Guardiola desde hoy y hasta
finales de mayo, con la constancia terca de la gota malaya.
Barça-Atlético de Madrid (Liga, Jornada 22) 5-Febrero-2011. Camp Nou. 3-0 (Messi, Messi, Messi)

219 | Índice
El equipo tranquilo
7 Febrero 2011 / RAC-1

Ahora que ha batido el legendario récord del Madrid de Di Stéfano, pienso que es-
taría bien destacar un rasgo poco comentado del Barça de Guardiola: la sensación
que transmite de tranquilidad y autocontrol. Ya puede ocurrir lo que sea durante los
partidos que el equipo se mantiene frío y concentrado en sus certezas, sin hacer dis-
parates, ni enloquecer. Tanto si gana como si pierde; tanto si las cosas van bien como
si tienen mala pinta.
Este año hemos visto partidos de todos los colores y con incidencias muy variadas,
pero el equipo no parece perder nunca el norte ni temblar. Tanto da que toque remon-
tar o que lleve una gran ventaja: el juego es el mismo, la idea no cambia y lo único
que se regula es la intensidad. Intensidad fuerte cuando es necesario abrir y cerrar
los partidos; intensidad suave cuando toca dormirlos. Como espectador, más allá del
juego sublime, de las combinaciones “marcianas” y de las goleadas, lo que más me
maravilla es esta sensación de control, frialdad y calma que posee el equipo en todo
momento. Un equipo que parece estar en paz consigo mismo.

220 | Índice
La renovación
9 Febrero 2011 / RAC-1

Seguramente no fue así, pero me gusta creer que el sprint de Leo Messi para quitarle
la pelota al Kun Agüero fue el detonante final. En aquella jugada decisiva, Pep Guar-
diola pudo confirmar que el vestuario tiene el mismo hambre de ganar que el primer
día, o quizás más. Seguro que no fue así y que la jugada del sábado no influyó, pero
es la metáfora perfecta que nos hizo comprender el porqué de esta renovación aco-
gida con euforia en Barcelona y con decepción en Madrid. Messi corriendo como un
loco para defender un contraataque es el símbolo del Barça de Pep, donde no hay
lugar para egoístas ni perezosos.
La renovación es un mensaje directo: este equipo seguirá compitiendo sin bajar la
guardia. Ganará más o menos títulos, pero luchará por ellos con el hambre de quien
todavía lo tiene todo por conquistar. La renovación es la garantía de que nunca se ba-
jarán los brazos en el vestuario, que nadie se dormirá en los laureles y que hay equipo
para tiempo. Mientras Pep esté.

221 | Índice
La hora del paso adelante
15 Febrero 2011 / Diario Sport

Fue la mayor exhibición plástica que recordamos, pero el resultado terminó en empate
a nada. Ocurrió en el primer tiempo del Arsenal-Barça a finales del pasado marzo,
hace casi un año. Comandados por un majestuoso Busquets y un imperial Xavi, los
de Guardiola tomaron el Emirates Stadium, le arrebataron el balón a los locales y de-
linearon un juego espectacular, abrumador e impactante. Y, sin embargo, tras esos 45
minutos que quitaron el resuello a los espectadores, el marcador no se había movido.
Sobre el césped se produjo un prodigio futbolístico, pero sin reflejo en el resultado. Po-
cos equipos tan brillantes como el Arsenal de Cesc habían sido vapuleados, arrollados
y descuartizados por el Barça como en aquél estéril primer tiempo. Tras el descanso
se redujo la exhibición, pero se abrió el marcador. Y otra paradoja: un equipo tan
solvente defensivamente como el Pep Team se dejó igualar los dos tantos de ventaja
logrados antes de la hora de partido.
Sí, en el partido de vuelta el marcador fue aplastante (4-1), con cuatro goles de Messi,
pero el recuerdo de aquellos 180 minutos vuelve a dejarme la misma sensación de
entonces: el Barça más glorioso y espléndido no está exento de peligro cuando se
enfrenta a su clon londinense. El Arsenal es un equipo temible y poderoso. Lo era
hace un año y lo es aún más ahora, con Van Persie recuperado y Wilshere en plena
forma. Pienso que no hay peor enemigo para el Barça que un equipo que emplea sus
mismas armas: la pasión por el balón, el toque asociativo y la voluntad de ir siempre
al ataque. Cierto: al Arsenal le quitas el balón y se queda en poca cosa. Lo mismo le
ocurre al Barça, pero Guardiola ya ha dicho varias veces que prefiere enfrentarse a
esos otros equipos que se encierran con once jugadores en su área: son odiosos para
el aficionado culé, pero el entrenador del Barça lo prefiere así, pues les tiene muy lejos
del portal de Valdés.
Así que soy de los que preveo una eliminatoria tremendamente difícil. El corazón de
Cesc, la velocidad de Walcott, el talento de Wilshere y la puntería de Van Persie (y
no digamos los quiebros de Nasri si se recupera) son de alta escuela. ¿Que el Barça
dispone de las mismas o, incluso mejores, armas? Por supuesto, lo que le da una
ventaja teórica. Pero serán dos partidos entre felinos de la misma especie, donde
unos buscan una nueva dosis de gloria universal y los otros, la venganza de una caída
estrepitosa. Las certezas de la temporada empiezan a jugarse mañana en las verdes
praderas de Londres. Ya no hay tiempo para dudas ni titubeos porque ha llegado la
primera hora de la verdad para un equipo que acostumbra a ser puntual con las citas
fuertes y fiel a las expectativas elevadas. La hora del paso adelante.

222 | Índice
Están mejor de lo que parece
19 Febrero 2011 / Diario Sport

Tan habituado a ganar, el barcelonismo se llena de interrogantes en cuanto aparece


una derrota. Y no digamos si ocurre en febrero y viene precedida de un empate. Se
arman los adjetivos, se agitan los adverbios y se escudriñan con fervor pagano las
causas posibles. El físico y la actitud acostumbran a ser los elegidos para explicar los
porqués. Pero de tanto buscar se acaba perdiendo el olfato y la realidad es más pro-
saica: en el Emirates apenas falló nada, salvo la ejecución final de algunas jugadas.
El resto de los factores estuvo en la línea habitual de este gran Barça, que planteó
el partido con su vocación indiscutible (ir a por el partido); lo hizo con su idea clásica
(organizado a partir del balón); empleó las armas tradicionales (presión arriba, recupe-
ración veloz, juego de toque asociativo); combinó períodos de intensidad elevada con
otros de pausa y calma; y alcanzó a disponer de un buen puñado de oportunidades
claras de gol.
El resultado intangible de todo ello fue un Barça completamente fiel a su concepto
futbolístico, protagonista de otro primer período de ensueño. Otra vez memorable en
el Emirates, como el curso pasado. Con dos diferencias: este Arsenal es mucho más
poderoso que el de 2010 y, en lugar de llegar al descanso con empate a cero, esta vez
se alcanzó con ventaja barcelonista en el marcador. Y, en ambos casos, tras sendas
exhibiciones de juego. ¿Qué falló para que el resultado tangible fuese opuesto al in-
tangible? Las ejecuciones. En concreto, dos remates de Messi; algún último pase mal
dirigido; una presión mal hecha durante la transición gunner; cierto “vacío” táctico de
Alves y poco más. El foco se ha puesto en el cambio de Villa por Keita o en la condi-
ción física, pero creo sinceramente que sólo fallaron algunas ejecuciones, del mismo
modo que otras tantas veces fueron certeras.
Dicho esto, añadamos dos ideas: primero, la condición física general del equipo no es
buena, sino excelente. Las cargas de trabajo ya quedaron atrás: fueron personaliza-
das, muy específicas para algunos jugadores y han terminado. Puede haber algún de-
lantero más fatigado que otro, pero con rotundidad debo decir que ya no estamos en
etapa de “piernas de plomo”. Y segunda idea: pese a ciertos errores tácticos ocurridos
en Londres, veo un Barça más cuajado, serio y potente que en toda la etapa Guar-
diola. Con flancos débiles, por supuesto, como el de algún suplente desmejorado. Y
terrenal, por descontado, susceptible a la derrota como cualquier deportista. Pero le
veo armado de una capacidad competitiva y unos recursos técnicos, tácticos y emo-
cionales excepcionales. Y un plus: la elevada capacidad de autocrítica del vestuario.
Arsenal-Barça (Champions, 1/8 Ida) 16-Febrero-2011. Emirates Stadium. 2-1 ( Villa, Van Persie, Arshavin)

223 | Índice
La noche en que Iniesta se subió al helicóptero
21 Febrero 2011 / El Periódico

Andrés Iniesta acostumbra a olisquear los partidos como si se trataran de un pastel:


para saber por dónde hincarle el diente. No es un futbolista de salidas fulgurantes.
Al contrario: siempre empieza oteando el horizonte, palpando al rival, dibujando el
diagnóstico en vivo sobre el césped. Explicó Iniesta en cierta ocasión que, mientras
juega, va contando los pases bien realizados de Xavi, las faltas que recibe Busquets
y los regates acertados de Messi, y también los errores de los rivales: por dónde se
quiebran, en qué zonas sufren, de qué pie cojean. A esta característica la podríamos
denominar “leer los partidos”. Iniesta lee los partidos. Y los desmenuza, incluso a nivel
estadístico. Cuando ha deglutido los datos, pasa a la acción. A veces, como simple
acompañante. Anoche, como protagonista deslumbrante.
Ayer, Iniesta creció cuatro palmos y se levantó sobre las olas del mar. Navegó por
encima de la galerna vasca: una muralla de intensidad y tensión, un equipo solidario y
aguerrido como su entrenador, un conjunto formidable y valiente. Un Athletic sin miedo
que tuvo al Barça al borde de ese ataque de nervios que le ronda desde hace días. Y
en ese preciso instante, Andrés Iniesta decidió rebautizar lo que significa echarse un
equipo a la espalda. Lo hizo durante veinte prodigiosos minutos, mientras Messi des-
pertaba de su perezosa siesta, en los que pareció atarse el balón a la bota y acompa-
ñar a Xavi en el manejo de ese acordeón que rompe cinturas ajenas. Desde el borde
del precipicio, adonde fue empujado por el acierto bilbaíno y por su propia desazón
emocional, de difícil comprensión, el Barça despegó propulsado por la quinta marcha
del chico de rostro pálido. Se subió Iniesta al helicóptero y revoloteó por todo el cés-
ped: ahora una croqueta, ahora un slalom, más allá el crochet directo del mismísimo
Ronaldo. Fútbol imposible interpretado por este Peter Pan manchego.
A su rebufo se levantó un Barça humanizado. Quienes creyeron estar ante un equipo
de robots han comprobado lo incierto de su teoría: este Barça no es de piedra, sino
hecho con emociones. Ni es invencible, ni está inmunizado de todos los males. Le
afectan las lesiones y la tensión. Le alteran la fatiga y los estados de ánimo. Se sabe
poderoso y enérgico, pero también consciente de sus puntos débiles, uno de los cua-
les es la, cada día mayor, distancia entre titulares y suplentes. Es un equipo que se
conoce a sí mismo y sabe cuánto puede exigirse. Hay noches que se autorregula y
por ahí llegan algunos de sus tropiezos. Otras, en que simplemente no está fino. Pero
siempre compite y persiste. Lucha y propone. Quienes predijeron que el camino sería
fácil se han vuelto a equivocar. Un Madrid formidable, un Arsenal espléndido, un Athle-
tic monumental y tantos otros grandes competidores exigirán de este Barça la mejor
de sus versiones. Bendigamos esta exigencia: ella les hará más legendarios.
Barça-Athletic Club (Liga, Jornada 24) 20-Febrero-2011. Camp Nou. 2-1 ( Villa, Iraola, Messi)

224 | Índice
Busquets 2.0
22 Febrero 2011 / Diario Sport

Mientras el monstruo mediático engulle a sus hijos, Pep Guardiola sigue adelante con
sus planes. No es fácil lo que está haciendo. Conocemos las debilidades de su plan-
tilla, las exigencias del calendario, las necesidades de la preparación y la fortaleza de
rivales formidables. Sabemos también, aunque aparentemos olvidarlo, que el fútbol
es como la vida, un río por el que se transita con incertidumbres: un recodo, varios
meandros, unas rocas traicioneras, un salto de agua inesperado… El fútbol no es una
línea recta de horizontes despejados, sino un torbellino de aguas bravas y retorcidas
en el que resulta más fácil ahogarse que sobrevivir largo tiempo.
En esa realidad acuosa flota Guardiola, manejando los tiempos y las expectativas.
Cuanta más presión recibe, mayor es su creatividad. Sin duda, el Barça está en un
momento más duro y tenso que el Real Madrid, quien a su vez lo vivió hace pocas
semanas, pero lo realmente importante no es sufrir etapas difíciles, sino superarlas.
Lo consiguió el equipo de Mourinho y va camino de hacerlo el de Guardiola. Esa es la
auténtica vara de medir campeones: su capacidad competitiva. El Pep Team está dan-
do ahora mismo otra vuelta de tuerca a sus evoluciones tácticas, en gran parte debido
a la ausencia de Puyol. El maestro Laureano Ruiz bautizó a Puyol como “el misterio”
porque “es él quien deshace las contras del rival, el juego del equipo contrario, y es
algo que ve muy poca gente”. Cuando el equipo rival consigue superar la tela de araña
de la presión de los delanteros y medios, cosa que ocurre pocas veces, el Barça que-
da desnudo. Su defensa queda desnuda. Ocurrió en el Emirates y también el domingo
en el Camp Nou. Ocurre muy pocas veces, pero ocurre y es ahí donde Puyol intervie-
ne. Si el capitán no está, esa función queda desierta y entonces se acuña la frase de
que el equipo defiende mal. Es cierto, pero porque falta la pieza exacta: la del misterio.
Para resolver el problema, Pep está empezando a emplear a Busquets en el que,
apostaría yo, será uno de sus roles del futuro: el Busquets 2.0, capaz de ser central en
fase defensiva y mediocentro en la ofensiva. De momento, le va probando en la posi-
ción. Los errores de hoy no son relevantes, por más que costaran un penalti. También
Abidal se equivocaba antes y ya ven en qué gigante se ha convertido. Busquets será
un central-mediocentro polivalente, un mediocentral, pero a partir del próximo curso,
con Alves de carrilero y el equipo asimétrico, en un dibujo que recuerda la vieja WM,
pero remozada con siete hombres alineándose como centrocampistas. Será la nueva
evolución de Pep, dispuesto cada día a reinventarse para seguir compitiendo en el
máximo nivel.

225 | Índice
Este Barça es un problema
28 Febrero 2011 / El Periódico

Tenemos la impresión de que se ha cerrado un paréntesis. El paréntesis invernal de


cada temporada. Enero y febrero, meses oscuros y fríos, propensos al letargo fut-
bolístico y el tropiezo inesperado. Esta vez, el paréntesis ha sido una montaña rusa
en la que, a veces, parecía que el Barça se destacaba y, en otras, que el Madrid le
recordaba su presencia al oído. Cerrado el paréntesis gélido, el balance refleja una
ventaja desconocida para Guardiola: hace un año, su equipo andaba empatado a
puntos (62) con el de Pellegrini en esta misma jornada (25ª); hace dos cursos, llevaba
cuatro puntos de ventaja sobre el de Juande Ramos (60 contra 56); y ahora aventaja
al de Mourinho en siete largos (68 a 61). Aunque las estadísticas nunca dicen toda la
verdad, en este caso nos muestran un Madrid altamente regular en sus prestaciones:
56 puntos con Juande, 62 con Pellegrini, 61 con Mourinho. Y nos indican que quien
está rompiendo sus marcas es el Pep Team: 60 puntos el primer año, 62 el segundo,
68 el tercero. Una progresión más que destacable.
El paréntesis, pues, de los “meses de plomo” no le ha sentado nada mal al Barça pese
a la pérdida de su columna vertebral ( Valdés, Puyol, Xavi), indicativo de que la plan-
tilla posee alternativas para competir con fuerza en la Liga. Los problemas del Madrid
son, en realidad, los que le genera el Barça. El equipo de Mourinho está protagonizan-
do una temporada excelente, salvo por el batacazo del Camp Nou. E incluso así, supo
salir a flote de aquél gigantesco guantazo. Cualquier otro estaría roto en una esquina,
pero el Madrid sigue peleando con obstinación, sin entregar la cuchara. Sus resbalo-
nes han sido escasos (dos derrotas y cuatro empates) y si adquieren semejante tras-
cendencia es porque enfrente tiene un trasatlántico formidable, capaz de maniobrar
en cualquier climatología. Contra el frío o el calor, el Barça de Guardiola ha alcanzado
una jerarquía futbolística y anímica que convierte en melancolía cualquier esfuerzo
ajeno por oponerle resistencia. Basta ver también su balance de goles encajados en
esas 25 primeras jornadas: 24 el primer curso; 20 el segundo; 13 en el actual. En dos
temporadas, la solidez defensiva casi se ha duplicado. Este es un dato que pasa des-
apercibido, pero que ejemplifica la mejora del equipo: con idéntica vocación y estilo,
ataca como siempre, pero defiende como nunca. Este es otro Paradigma Guardiola.
Mallorca-Barça (Liga, Jornada 25) 26-Febrero.2011. Iberostar Estadi. 0-3 (Messi, Villa, Pedro)

226 | Índice
Tres centrales y un falso 9
5 Marzo 2011 / Diario Sport

El partido que disputó el Valencia el pasado miércoles habría tenido connotaciones


memorables de haber concluido con un buen resultado para el equipo local. Pero fue
memorable. Unai Emery dibujó una sensacional estrategia ajedrecística frente a uno
de los más reputados especialistas en la materia: el dolorido Pep Guardiola, quien a
su vez no escatimó recursos tácticos para solventar la que, posiblemente, sea más
difícil salida del Barça esta temporada. Sin duda, fue el partido más difícil, arduo,
áspero y complejo de todo el curso aunque el resultado pueda desconcertar a los va-
lencianistas y los movimientos estratégicos de los barcelonistas sean valorados como
“guardioladas” por algunos analistas.
El encuentro fue un monumento a la inteligencia táctica aplicada al fútbol, empezando
por las propias alineaciones, que parecían encerrar un enigma dentro de un jeroglífico
incrustado en un rompecabezas, y continuando por la asimetría que ambos técnicos
plantearon, dejando a Mathieu y Adriano como líderes del desequilibrio. Pero quizás el
elemento táctico más relevante, al margen del nuevo ensayo de Busquets 2.0 (la ver-
sión del doble papel que veremos la próxima temporada) sea el planteamiento de tres
centrales frente al falso 9 por parte de ambos entrenadores. Así, el Valencia dispuso a
Stankevicius, Ricardo Costa y Dealbert como trivote defensivo para amurallar la línea
sobre la que debía percutir Messi. La decisión de Emery es fruto de partidos previos
y mucho trabajo: en vez de perseguir al delantero mentiroso del Barça y romper su
última línea de protección, prefirió tejer una tela de araña en el centro del campo (don-
de llegaron a moverse seis jugadores locales) y mantener a sus tres centrales para
enfrentar la posición de Villa y las llegadas de Messi. Resultado más que brillante para
el técnico ché.
Del otro bando, algo similar aunque más habitual. Piqué, Busquets y Abidal como
únicos tres defensores frente a un ataque local que sólo contaba con un… falso 9,
en este caso Juan Mata. El resumen de la estrategia ofensiva de Emery resultó des-
concertante: consiguió crear escasas ocasiones de peligro, pero generó un elevado
desarreglo en la línea defensiva blaugrana. En cualquier caso, balance al margen,
el experimento resultó muy interesante para el entrenador del Valencia y, sin duda,
también para el del Barça.
El resultado del partido ha supuesto un golpe de autoridad impresionante para los
blaugrana, pero pienso que Guardiola habrá extraído aspectos incluso más positivos
que los tres puntos: unas variantes tácticas, propias y ajenas, defensivas y ofensivas,
muy enriquecedoras para el futuro. Porque el futuro inmediato de este equipo se está
fraguando en estos días.
Valencia-Barça (Liga, Jornada 26). 2-Marzo-2011. Mestalla. 0-1 (Messi)

227 | Índice
La batalla del centro del campo
8 Marzo 2011 / Diario Sport

No sabemos cómo será el partido, ni siquiera quién jugará aunque todos apostamos a
que Busquets será central junto a Abidal (defensa ya ensayada hace días en Bilbao)
y bastantes creemos que Van Persie se quedará en el banquillo, como última bala de
un Wenger que quizás no deseará arruinar en el Camp Nou sus opciones de ganar
la Premier. Desconocemos cuál será el desenlace del partido, pero sí intuimos cómo
será el desarrollo del mismo: una batalla en el centro del campo. Como en aque-
llas grandes juergas de los pioneros hace casi un par de siglos, cuando centenares
de jugadores por bando se peleaban en la plaza del pueblo por un esférico hecho
con tripas de vaca, también el objetivo de esta noche será uno y solo uno: el balón.
Conquistarlo, poseerlo, quedárselo en propiedad. Amansarlo, domarlo, mimarlo con
pasión. Dos batallones de arquitectos, delineantes y barrenderos, enfrentados por
arrebatarse una esfera de cuero y adquirir con ella los derechos de propiedad del
movimiento perpetuo. Quien tenga el balón tendrá la mano en esta partida. Quien lo
pierda, simplemente agonizará persiguiendo sombras.
A un lado estará el trío de la escuadra y el cartabón: Xavi, Messi e Iniesta. A sus es-
paldas, el barrendero Mascherano para proteger las fugas, tejer una tela de araña,
correr hacia atrás como nadie y cubrir el flanco derecho, siempre desguarnecido. A la
derecha, por supuesto Alves, el falso lateral, falso interior, falso extremo: el futbolista
falso. El que juega de todo, excepto de lateral en tareas defensivas. Cinco hombres
para conquistar el balón sobre el cuadrilátero verde. Al otro lado, el trío del compás y
la brújula: Cesc, Nasri y Wilshere, escudados por el gladiador Diaby o el más ligero
Denilson, y apoyados en alguna muleta: ofensiva si se trata de Arshavin, defensiva si
juega Eboué. Cinco competidores de lujo para esa batalla por un balón. El quinteto
que gane el pulso sacará billete para cuartos.
Claro, puede haber accidentes. Una contra inesperada, un remate prodigioso, la eter-
na incertidumbre del fútbol. Pero el plan está trazado: es el Barça ante su espejo,
en busca de una respuesta: ¿Saldrá una imagen bella y feliz? ¿Un reflejo deforme y
agrio? Guardiola prefiere rivales que se encierren en su área, por más que eso signi-
fique la práctica desaparición de los espacios. El Arsenal es justamente lo contrario:
un conjunto que practica un estilo de juego muy cercano al blaugrana y que, además,
domina el arte del contragolpe. Parte con esas dos ventajas: el marcador y el contra-
ataque, pero enfrente tendrá una fuerza emocional de mucha categoría. El Barça más
temible es el Barça enrabietado, el exigido, el necesitado. Esta noche, al Arsenal le
tocará bailar con lobos.

228 | Índice
Sin miedo
9 Marzo 2011 / RAC-1

Y yo me pregunto a estas horas: ¿Por qué sufre tanto el culé? ¿Cómo se puede seguir
sufriendo existiendo este portento de equipo? ¿Cómo se puede sufrir en un partido
donde el equipo rival no dispara ni una sola vez a puerta y sólo pasa cuatro veces mal
contadas de la línea divisoria del campo? La web de la UEFA muestra ahora mismo
una gráfica espectacular: la de los 19 disparos que lanzó anoche el Barça por ninguno
del Arsenal. Ni uno solo. El líder virtual de la liga inglesa no pudo chutar ni una sola
vez, solo llegó dos veces a la línea de fondo y se vio obligado a plantar un autobús
delante de la portería de Almunia.
Este balance tan escuálido del equipo inglés es culpa de unos chicos que barajan la
pelota como nadie, presionan como lobos, corren como fieras y tienen entre ceja y
ceja reconquistar el balón para atacar y atacar. Estos chicos son muy buenos, saben
lo que hacen, conocen un camino bien definido y no tienen miedo a nada. El barce-
lonismo no tendría que volver a sufrir mientras esta gente tenga la pelota en los pies.
Barça-Arsenal (Champions, 1/8 Vuelta) 8-Marzo-2011. Camp Nou. 3-1 (Messi, Busquets pp, Xavi, Messi)

229 | Índice
Más movilidad en ataque
12 Marzo 2011 / Diario Sport

El triunfo del Barça sobre el Arsenal dejó dos sensaciones: la de un equipo aplastando
al que, en teoría, era su clon; y la de un equipo venciendo pese a un ratio muy bajo
de efectividad. Los dos equipos son el Barça, por supuesto. Esa ambivalencia gene-
ra cierta desazón. ¿Cómo un conjunto que borda el fútbol de este modo, y asalta la
portería rival, termina sufriendo? Dicen que es por genética, pero es por falta de efec-
tividad. Los datos del partido revelaron un dominio estrepitoso: se jugó prácticamente
en el medio campo del Arsenal, que no logró disparar ni una vez contra Valdés, por
19 remates del Barça, que triplicó al equipo londinense en número de pases. Y si nos
fijamos en las capturas de balón tras pérdida, deberemos convenir en que el Barça
posee una prodigiosa transición ataque-defensa que le hace recuperar el cuero casi
instantáneamente después de perderlo. Pero en la virtud de todos estos factores se
esconde también un defecto: ¿Por qué tan reducida efectividad? ¿Por qué el Barça no
consiguió transformar muchas más oportunidades? ¿Por qué tampoco obtuvo mejor
efectividad en el partido de ida, ni tampoco en el del año anterior, también en Londres?
Creo haber encontrado la respuesta en una deliciosa entrevista que Andrés Pastor,
un brillante periodista desconocido de Murcia, ha realizado esta semana en su blog
(culemania-sito. blogspot.com) a Álex Sans, miembro de la Escuela catalana de en-
trenadores. Dice Sans que el problema del bajo ratio entre oportunidades y efectividad
reside en la falta de “movilidad en los hombres de ataque”. Argumenta que el Barça
está manejando de forma espectacular las dos primeras fases del juego: la de inicia-
ción (lo que llamamos “salida de balón” desde la defensa) y la de progresión (lo que
bautizamos como “jugar a lo ancho” al borde del área rival). Sin embargo, Sans opina
que la tercera fase, la decisiva, la resolución directa ante la portería rival, posee un
exceso de toques y combinaciones. Considera que en esa zona “una de las pautas
importantes es que cuando tengas una oportunidad para rematar hay que intentarlo.
Lo que no podemos es parar el balón ahí o tocarlo demasiado porque la precisión
tiene que ser impresionante”. Y aunque Messi y compañía poseen esa precisión casi
mágica, deberían centrarse más en el remate directo y la movilidad en lugar de la
filigrana final.
Comparto esta opinión, aunque entiendo la dificultad: después de atravesar el campo
a lo largo y a lo ancho con un determinado estilo (toque corto y asociación) debe re-
sultar muy complejo, física y mentalmente, cambiar de modo radical el ritmo e imprimir
velocidad máxima y remate directo vertical. Pero por ahí anda la verdadera solución
a este “problemilla”.

230 | Índice
El discurso del (auténtico) rey
14 Marzo 2011 / El Periódico

Este Barça es un artista que convierte los partidos de fútbol en obras de arte. No
siempre gana, pero siempre deja una escultura legendaria, una pintura memorable,
una sinfonía inolvidable. No importa cómo es el lienzo a pintar o el mármol a esculpir:
noventa minutos más tarde, el artista se retira dejando como recuerdo una pieza de
creatividad mayúscula. A veces, como anoche, tiene que hacerlo con una media son-
risa porque el resultado no le favorece, pero ni siquiera en esos casos tuerce el gesto
o se encomienda a excusas externas. Pudiendo hacerlo, no se enreda en esos líos tan
habituales de las confabulaciones, manos negras y demás latiguillos de medio pelo.
Simplemente, intentó componer otra sinfonía excepcional y se torció alguna nota. El
remate, por ejemplo, asignatura algo pendiente en este final del invierno.
El Pep Team es un equipo que se reafirma a sí mismo en cada partido. Hay días que
su autoestima sale inmensamente reforzada porque suma goles como quien respira,
pero incluso en las noches de sequía, donde largueros y rivales se interponen en el
camino de los cañonazos, y la puntería no es la mejor de las virtudes, incluso de esas
noches sale fortalecido el equipo de Guardiola, incapaz de dar un mal pelotazo aun-
que el reloj marque la hora. Un equipo de fútbol de los de verdad debe vestirse por los
pies, poseer una idea concreta de juego, trabajarla con esmero en los entrenamientos
y aplicarla sin doblez en los encuentros: sólo así es posible progresar. Ganar, se pue-
de ganar de mil maneras. Pero convencer y enamorar, ilusionar y entusiasmar; con-
seguir el consenso universal sobre las bondades de un estilo determinado, eso sólo
puede hacerse desde la convicción y la persistencia. Y a eso nos está acostumbrando
este equipo de palabras mayúsculas y futbolistas calzados con botas de siete leguas.
En el resultadismo de nuestros días, donde nada importa salvo conseguir objetivos
numéricos, la propuesta del Barça contiene un aire romántico que parecería casar mal
con la exigencia del éxito perpetuo. Y, sin embargo, cuanto más incide en su idea de
juego, mayores éxitos obtiene, aunque los dos puntos perdidos en Sevilla sirvan para
recordar que el remate certero es un arte que debe ser mejorado. El equipo de Guar-
diola no ha llegado hasta aquí, con ocho títulos ya en la mochila y peleando por otros
tres, por su oportunismo puntual, sino por la fidelidad permanente a su idea de juego.
Y cuanto más persiste en ella, más sólido se presenta, más fiable y potente. Es una
maquinaria deliciosa y engrasada, convencida de su potencial, conocedora de sus
debilidades y, también, del sobreesfuerzo que debe realizar para seguir en la cresta
de la ola. Ahora que se ha puesto de moda reinventar conceptos como el del señorío,
es significativo que este Barça sea más coherente que nunca consigo mismo y conti-
núe dejando obras de arte en cada partido. El suyo sí es el discurso del auténtico rey.
Sevilla-Barça (Liga, Jornada 28) 13-Marzo-2011. Sánchez Pizjuán. 1-1 (Bojan, Navas)

231 | Índice
Han despertado al tigre
15 Marzo 2011 / Diario Sport

A media mañana de ayer, el entorno de José Mourinho llamó a algunos amigos de


confianza para informarles que el entrenador portugués no tenía la más mínima rela-
ción con la filtración que ‘sugería’ que Barça y Valencia usaban sustancias dopantes.
Su olfato le advertía que, esta vez, alguien había ido demasiado lejos y cruzado todas
las líneas rojas. Mourinho, tan propenso a embarrarse y dictar la agenda nacional,
optó por la cautela y se quitó de en medio. Yo no he sido, explicó en privado para que
se conociera en público. Olía a azufre y Mourinho es listo. Mourinho ha estudiado y
aprendido. No es un fanfarrón ignorante embutido en un chándal, sino que conoce
los parámetros del deporte de competición y sabe distinguir entre una política nutri-
cional equilibrada y complementaria y el simple y burdo dopaje. Parece claro que, no
muy lejos de él, los hay que desconocen la diferencia, quizás porque no estudiaron
suficiente o porque, estimulados por esos ultrillas fanáticos que han asaltado algunas
redacciones periodísticas, se atreven con todo.
Listo como es, Mourinho sabía ayer por la mañana que alguien había cometido un tri-
ple error catastrófico en la capital. Primero, porque confundir vitaminas con sustancias
dopantes es más propio de blogs radicales que de periodistas con un dedo de frente.
Segundo, porque el flirteo demagógico se sostiene cuando se manejan intangibles
como las actuaciones arbitrales, las conspiraciones planetarias o los hacedores de
calendarios mágicos. Pero todo el entramado se desmorona cuando esa especulación
se adentra en terrenos tangibles: fulanito se ha dopado, dice un periodista que le ha
dicho un club que anteayer mismo levantaba la bandera de los valores, la verdad, el
rigor y la seriedad. Error, debió pensar Mourinho. Y tercero, porque esto que ha ocu-
rrido es lo mejor que le puede ocurrir al vestuario del Barça. Porque, y es la enésima
vez, les han vuelto a enrabietar justo cuando empieza el tramo de la verdad.
A un equipo que juega sin adrenalina, caso del Barça, hay que intentar bajarle aún
más el pulso hasta convertirlo en hipotenso. Quizás así se le consiga dormir y des-
viar de sus intenciones. Ya ocurrió otros años, cuando algún osado jugador y un muy
beligerante entorno, construyeron castillos en el aire a cuenta de la autoestima de
los jugadores del Barça. A base de despreciar sus méritos innegables, atribuidos a
confabulaciones arbitrales y necedades varias, consiguieron estimular como nunca a
jugadores que sólo acostumbran a hablar sobre el césped. Esta vez han ido mucho
más lejos y han puesto en duda no sus méritos, sino su honestidad. Dijo Mourinho
que el Madrid parecía un elefante dormido. Y lo que ha hecho es despertar a un tigre.

232 | Índice
El miedo
19 Marzo 2011 / Diario Sport

El fútbol no es ajeno a los menesteres de la vida. La vida es un camino repleto de


alegrías y miedos, esperanzas y sustos, batacazos y satisfacciones y nadie se libra
de ellos por más requiebros que quiera dar. Ahora mismo, el pequeño grupo que
comanda Pep Guardiola vive una situación que, como mínimo, cabría definir como
angustiosa. La enfermedad súbita de uno de los suyos supera en gravedad y serie-
dad cualquier episodio anterior, que al lado de la operación de Abidal se convierten
en anécdotas risibles: el volcán islandés, la pérdida de un título, el abracadabrante
desplazamiento a Pamplona, las campañas de desprestigio… todo suena ridículo en
comparación con este quirófano en mayúsculas.
Es razonable imaginar que ese vestuario ha quedado muy afectado por semejante
conmoción. Es un grupo de gente que, hasta la fecha, había demostrado ser capaz de
superar las olas contrarias, ya se tratasen de conspiraciones delirantes o de legítimas
presiones. Sin embargo, lo que ahora se ha tocado es una fibra muy sensible: la del
miedo físico ante una enfermedad que genera pavor. Queda por saber cómo reaccio-
nará el grupo ante ese miedo que el martes por la noche recorrió los cuerpos de todos
al escuchar juntas dos palabras que nunca imaginamos que caminarían al unísono:
tumor y Abidal. Podemos especular y hacer pronósticos, pero la realidad es que no
sabemos cómo será dicha reacción ante el miedo. Puede ser positiva y que genere un
estallido de compromiso y entrega más allá, incluso, de cuanto ya ha protagonizado
este equipo. Pero también podría ser negativa y angustiosa. Deberíamos comprender
y aceptar que ambas posibilidades son reales y plausibles: al fin y al cabo, cuando
estaban en la gloria de los éxitos dijimos de ellos que debían recordar su condición
humana. Hoy, que están sufriendo la amargura de la angustia, no podemos negarles
esa misma condición.
Dicho todo lo anterior, pensemos que miedo, angustia e incertidumbre son consustan-
ciales al hombre y no equivalen a debilidad ni desesperanza. El deportista de calidad
se apoya a menudo en el miedo para saltar más lejos. El miedo a perder, el miedo a
no rendir al nivel esperado y el miedo a la decepción son palancas poderosas. Mucha
gente habla con miedo del miedo. Les incomoda y argumentan que un deportista no
debe tener miedo jamás, como si estuviésemos frente a supermanes. Pienso que no
es así y que ninguna de las grandes estrellas que admiramos es ajena a esos mie-
dos. Los mejores de entre ellos hacen, incluso, algo mejor: emplean dichos miedos
para superarlos y superarse a sí mismos. Será ahora, cuando han sentido el miedo al
vacío en lo más profundo del vestuario, cuando los hombres de este Barça darán su
verdadera medida.

233 | Índice
El rey de la pelopina
26 Marzo 2011 / Diario Sport

En un momento dado, el Camp Nou abuchea a Xavi. No es un abucheo multitudinario,


pero sí suficientemente elocuente como para que se entienda el mensaje de recha-
zo. Los periodistas nos cebamos en Xavi y Laporta entabla conversaciones para el
traspaso del jugador. Se le acusa de marear demasiado el balón, sobarlo en exceso,
moverlo en horizontal y buscar la imposible hipnotización del rival. En realidad, algo
muy parecido a lo que sigue haciendo ahora, en cada partido, pero que en aquella
época estaba mal visto. Xavi fue elegido como saco de todos los golpes: la inmensa
desfachatez de Deco, la superlativa pereza de Ronaldinho, el monstruoso ego de
Eto’o, la ‘nonchalance’ perversa de Henry, el desistimiento flagrante de Rijkaard…
casi todo ello parecía secundario en comparación con “lo” de Xavi. Dado que es feo
citar a otros, me citaré a mi mismo, autor de las siguientes frases en enero de 2008, en
este mismo periódico: “Señor Xavi: Sus compañeros no se desmarcan, de acuerdo,
pero usted ha permitido que le conviertan en un jugador de balonmano. El caracoleo
es su acción preferida y, de tanto darse la vuelta sobre sí mismo, este equipo anda
mareado”.
Seis meses más tarde, el mismo Xavi era universalmente valorado como mejor ju-
gador de la triunfal Eurocopa. ¿Qué había ocurrido? En primer lugar, sucedió que
Frank Rijkaard tomó una decisión histórica en 2004 cuando modificó la tradición del 4
blaugrana. Hasta entonces había sido un mediocentro de creación (Milla, Guardiola,
Xavi) y pasó a ser defensivo. Rijkaard probó con Motta, que se rompió los ligamentos
el primer día de su nuevo rol. Le suplió con Edmilson, que sufrió la misma lesión, y
prosiguió con Márquez hasta alcanzar la excelencia con Touré. A cambio, adelantó
veinte metros a Xavi, que de mediocentro pasó a interior, de 4 a 6, de aguador a repar-
tidor de caramelos. Yo no tenía razón en lo que escribí: el éxito de Xavi sí radicaba en
sus compañeros. Cuando trabajaron juntos, Xavi tenía vías de pase para alimentar a
un campeón. Cuando se encerraron en su indolencia autodestructiva, Xavi siguió en-
cendiendo la misma luz, pero al fondo del pasillo no había nadie para recibir el balón.
Luis Aragonés comprendió bien el auténtico problema y confeccionó una selección de
gente hambrienta, combativa y talentosa. En ese nuevo hábitat, Xavi halló de nuevo
compañeros a quienes nutrir de asistencias. Y llegó el triunfo de la Eurocopa. Guar-
diola, excelente ladrón de ideas, advirtió que Rijkaard tenía razón, pero mucho más la
tenía Luis Aragonés, por lo que Pep despidió sin contemplaciones a los perezosos y
amplió los pasillos estratégicos de Xavi. A partir de ahí llegaron los títulos y la consa-
gración universal del “rey de la pelopina”.

234 | Índice
El ciclo de la vida
2 Abril 2011 / Diario Sport

Pep Guardiola: “El jugador se va y se va a casa. Yo acabo, gano, tomo un poco de


jamón en el vestuario o una copa de vino. Ok, perfecto, hoy hemos ganado. Pero
luego viene un jugador que te dice: “No veas cómo está de enfadado el que no ha
jugado, el que no has sacado, el que has hecho calentar…”. Y tú te llevas a casa el
enfado de ese jugador. Y dices: “A ver qué hago yo para volver a ganármelo mañana”.
Y no le puedo decir: “Tranquilo, ya jugarás mañana”. No, porque somos adultos, y si
le digo: “No has jugado por este motivo”, él lo que entiende es: “Tú quieres a ése y no
me quieres a mí”. Porque al final todo se reduce a sentirse querido. Se trata de hacer
un trabajo que te guste y sentirte amado. En básquet, el entrenador los hace jugar a
todos en un partido. Yo, en una plantilla de diecinueve o veinte jugadores, dejo a diez
sin jugar. Y ellos entienden que yo no les quiero, continuamente. Es un drama. Por eso
se suele entrenar en periodos de cinco años, porque ni ellos me van a aguantar ni yo
les voy a aguantar a ellos”.
En estas declaraciones del entrenador del Barça se refleja por completo su persona-
lidad, sus temores, la tipología de relaciones que sostiene con sus jugadores, lo que
le irrita y desagrada, y, finalmente, una conclusión: la vida de un entrenador, según
la interpreta Pep, se basa en ciclos no excesivamente largos. Cinco años, por ejem-
plo. Las anteriores no son unas palabras sacadas de contexto, ni unas declaraciones
robadas o confidenciales, ni extraídas de una conversación privada o secreta, ni si-
quiera alejadas en el tiempo. Son declaraciones realizadas por Guardiola hace poco
y publicadas a toda página por la prensa española. Declaraciones enmarcadas en
una larga y meditada campaña publicitaria del Banc Sabadell. En ellas, Pep repasaba
todos los detalles de su rol como entrenador y concluía con esta revelación íntima: “Es
un drama. Por eso se suele entrenar en períodos de cinco años”.
¿A qué viene, por tanto, esa sensación generalizada de dramatismo por las palabras,
ahora, de Pep diciendo que su ciclo en el Barça se va terminando? No son ninguna
novedad, sino la reiteración de su criterio: cinco años, duración máxima de su ciclo.
Criterio refrendado año tras año con sus ajustadas renovaciones. Confirmado por su
desgaste físico y emocional: nadie desmentirá que está dedicando los mejores años
de su vida al Barça. En definitiva, la reflexión podría ser esta: ¿De verdad alguien
creía que Pep Guardiola estaría al frente del equipo hasta 2020? ¿O hasta 2015?
Probablemente, una respuesta positiva sería tan hermosa y gratificante como incierta
e inviable. El ciclo del fútbol es el ciclo de la vida: unos vienen y otros van. Pep sólo
lo ha recordado.

235 | Índice
De ‘poetas con botas a ‘ladrones del cuero’
4 Abril 2011 / El Periódico

Han jugado tantos partidos hermosos que su faceta de “poetas con botas” es uni-
versalmente conocida. En cambio, la versión “ladrones del cuero” es mucho menos
habitual. La vimos el sábado, cuando la ausencia de cinco jugadores esenciales (Mes-
si, Xavi, Puyol, Abidal y Pedro) provocó una decisión inédita en Guardiola: en lugar
de mover las mínimas piezas posibles, como acostumbra, optó por alterar todas las
líneas e incluso, dentro de ellas, modificó la ubicación de titulares indiscutibles, como
Iniesta o Villa, que abandonaron sus posiciones habituales. Y, entre suplentes y des-
ubicados, el Barça hubiera tenido más aspecto de sucedáneo que de original si no
llega a ser por ese factor tantas veces menospreciado: el estilo de juego. Cambiaron
los intérpretes, pero se mantuvo la partitura.
Y la partitura se impuso por encima de los intérpretes. El estilo venció a los nombres.
La idea de juego que corre por las venas blaugrana desde hace décadas, con mayor
o menor intensidad según sea el entrenador, es el salvavidas al que se agarra el equi-
po cuando hay oleaje. En las noches plácidas y suaves, a Xavi le sobra con sujetar el
timón con un dedo para mover la nave con dulzura; Iniesta compone versos amables,
que recita a su bebé recién nacido, mientras toca la lira sobre la pradera verde; y Messi
serpentea con el Stradivarius, interpretando las sinfonías de su viejo antepasado, el
gran Wolfgang Amadeus. Todo eso ocurre en las noches plácidas. Pero en las jornadas
de cuchillos largos, aquellas donde la poesía no se escucha por culpa del rugido de
las olas y no es buen momento para la lírica, entonces surgen los “ladrones del cuero”.
Chicos que aprendieron en La Masia el viejo aforismo de Cruyff: “Si tú tienes el balón,
el contrario no lo tiene”. Tan simple como acostumbra a ser el verbo del gurú holandés.
Principio básico y fundamental del juego barcelonista: conquistar el balón, quedárselo
en propiedad, recuperarlo de inmediato en cuanto se pierde, emplearlo para marear al
rival, para acunarlo y adormecerlo con esos toques infinitos y aquellos rondos eternos.
Cuando el viento sopla en contra por alguna razón, como el sábado por las numerosas
bajas, el equipo sabe dónde debe sujetarse: en el modelo. En la conquista del balón.
Y eso hizo en Vila-real. Me quedo el balón, le dijo a los del submarino amarillo. Se lo
quedó, por supuesto, y ni siquiera la falta de ritmo de algunos suplentes, los cambios
de posición o la ausencia de varios magos, hicieron dudar de la idea y el concepto.
Thiago, demasiado atrás para lo que prefiere; Iniesta, demasiado adelante para lo
que aporta; Busquets, donde no suele; Afellay, sin espacio para su zancada; Keita, sin
ritmo de competición. Sí. Pero la misma idea: nos quedamos el balón y adiós. Cuando
hayan pasado los años, y Pep y Xavi terminen sus ciclos, ahí seguirán los clones de
los magos, aferrados a la misma idea iniciática, unas veces vestidos de “poetas con
botas” y otras, de “ladrones del cuero”. Siempre, dueños del balón.
Real Madrid-Sporting de Gijón (Liga, Jornada 30) 2-Abril-2011. Santiago Bernabéu. 0-1 (De las Cuevas)

Villarreal-Barça (Liga, Jornada 30) 2-Abril-2011. El Madrigal. 0-1 (Piqué)

236 | Índice
Sprint
4 Abril 2011 / RAC-1

Mucha gente pensó que el partido contra el Villarreal ya carecía de importancia. Pep,
que de esto es quien más sabe, pensaba distinto: si ganaba el sábado, podía alcan-
zar una ventaja muy superior a la que otorgan los ocho puntos de la clasificación.
La ventaja era estratégica: ahora, el Barça puede tomar decisiones sin depender de
nadie y puede, sobre todo, priorizar. Si es capaz de eliminar al Shakhtar y clasificarse
para semifinales de la Champions, el equipo de Guardiola disputará doce partidos en
cuarenta días, una auténtica maratón. Todos los encuentros serán importantes, pero
podrá reservar algunos recursos en los días menos trascendentes, podrá utilizar su-
plentes para cubrir trámites y podrá darle un respiro a los jugadores fundamentales.
Esta es la gran ventaja que conquistó el Barça en la combinación de resultados del sá-
bado. Aún queda toda una vuelta a la pista y el equipo ha tomado el lugar de privilegio
en la cuerda. Al resto les tocará correr más metros por la calle de fuera. Este sprint, a
lo que parece, tampoco se le escapará a Pep.

237 | Índice
El líder
9 Abril 2011 / Diario Sport

Sólo se progresa desde la exigencia. Sólo se conquista el triunfo desde el respeto


profundo al rival. El deportista no acostumbra a construir sus éxitos con la boca, sino
con el silencio del trabajo oscuro. La autosatisfacción o la falsa confianza en uno mis-
mo socava la fuerza. La predecibilidad significa vulnerabilidad. Sólo se vence a partir
del miedo a perder. Pep Guardiola, que ha sido un excelente futbolista y es un mag-
nífico entrenador, sabe bien que las frases anteriores no son palabras vacías. Él las
ha sufrido, masticado, labrado y madurado como deportista y como técnico. En algún
momento de su trayectoria, las ha pronunciado. Y ahora mismo, cerca de iniciar uno
de los retos más importantes de su carrera, las rememora.
Guardiola tiene al equipo donde quería. Y al entorno, también. Le ha costado conse-
guirlo porque hay tanto ruido alrededor que cada día es más difícil trabajar en silen-
cio. Pero ya está. Ya tiene lo que más necesitaba para evitar fugas, desatenciones o
engreimientos: la máxima atención del vestuario. Conscientemente o no, el vestuario
corría el riesgo de despistarse porque han ocurrido demasiadas cosas: buenas, malas
y regulares; poderosas, excitantes o emotivas. El vestuario del Barça (y el entorno)
necesitaba un puñetazo encima de la mesa, un golpe seco y duro que colocase a todo
el mundo en fila india y con los oídos bien abiertos para escuchar el mensaje: esto no
va a ser ninguna broma, ni enfrente habrá un equipo de tres al cuarto, ni la exigencia
será menor, ni los títulos están ganados de antemano, ni tampoco garantizados. No
habrá un minuto de reposo en las próximas semanas. Ni se pueden cometer tantos
errores en el juego como los ocurridos en partidos recientes. Y se necesita la máxima
atención, una concentración suprema, para competir sin grietas tácticas ni fracturas
emocionales. El reto no es ganarlo todo, sino competir exhaustivamente por todo.
Lo que queda de temporada es excepcional por esa tremenda exigencia y porque ya
todo el mundo ha asumido que el ciclo de Pep no será eterno. El libro de estrategia
de Sun Bin (no confundir con “El arte de la guerra” de SunTzu) nos dice que hay una
clave en el arte del liderazgo: para que la gente siga órdenes de una forma habitual,
hay que ser digno de confianza de una forma habitual. Guardiola se asemeja a ese
líder cuya actitud es digna de confianza. Y el entrenador quiere que su gente tenga
miedo a perder. Porque esta es la gasolina que mueve montañas. Miedo a perder, no
sólo el día del partido, sino desde hoy mismo y hasta el final del sprint. Porque será a
partir de ese miedo cuando tendrán opciones reales de ganar. En eso han trabajado
todo el curso: no para ser más, sino para querer más.

238 | Índice
No se ganará con la boca
11 Abril 2011 / RAC-1

Sufrir con el Almería posee un efecto muy beneficioso: enfría los ánimos y rebaja las
expectativas. Oigan: no se sube al Everest enseñando la manita, ni escalando a me-
dio gas. Los grandes retos tienen que afrontarse desde la humildad y el respeto hacia
el adversario. No hace mucho tiempo, Pep Guardiola tuvo que recordarnos que, en
109 años de historia, el Barça no había conseguido nunca un triplete. A continuación,
es cierto, ganó seis títulos seguidos.
¿Por qué tendría que ser fácil repetirlo ahora? Y, además, enfrente no hay un cual-
quiera, sino un rival formidable. El 5-0 de noviembre queda muy lejos y las cosas han
cambiado bastante. Pero, incluso si no hubieran cambiado, no sería fácil ganar al Real
Madrid cuatro veces seguidas. Estadísticamente, se acerca a la misión imposible.
Por todas estas razones pienso que Pep acierta pidiendo concentración, silencio y
discreción. Es necesario porque el reto es gigante. No se ganará con la boca, sino con
el esfuerzo, el trabajo y mucho sudor.
Barça-Almería (Liga, Jornada 31) 9-Abril-2011. Camp Nou. 3-1 (Corona, Messi, Thiago, Messi)

239 | Índice
Sin red, pero con gancho
12 Abril 2011 / Diario Sport

Tras el mazazo anímico por Abidal llegó la confirmación de que Puyol no iba hacia
delante, sino hacia atrás. Y el equipo se quedó sin red. Sin ese airbag de emergencia
que resulta esencial para practicar un estilo de juego ofensivo y arriesgado. Sin ese
salvavidas del último sprint, ese central corrector que actúa de ángel de la guarda del
conjunto. Abidal suplió a Puyol y dicha permuta apenas alteró el pulso del equipo.
Pero cuando cayó Abidal, se comprobó que no había otro clon y hubo que echar mano
de perfiles diferentes. Guardiola eligió a Busquets, como en Roma había escogido a
Touré: por su excelente maestría táctica. Donde no llegaba por velocidad, lo hacía
por colocación. En vez de un airbag, con Busquets pasó a haber un lector de posos
de café, un adivino del porvenir, el chico que olfateaba por dónde llegaba el peligro
e intentaba adelantarse a él. Le tocó ocuparse de algunos pistoleros muy veloces (
Villarreal y Shakhtar) y salió vivo del intento, pero había otro problema aún más serio
y grave: faltaba el primer defensa del equipo. Pedro Rodríguez.
De tanto mirar atrás, no vimos que la dificultad empezaba delante. Sin Pedro, la pre-
sión de la línea atacante perdía toda su potencia y eso hacía muy largo el equipo,
permitiendo al rival respirar tranquilo en su salida de balón. A partir de ahí, como
en una cascada, se sucedían las consecuencias: un Barça echado más atrás sufría
desarreglos en el centro del campo, perdía la posición, facilitaba las contras y dejaba
demasiados pasillos abiertos en su defensa. Este defecto es fruto de una virtud: el
juego asociativo del Barça posee una alta coordinación de todos sus elementos. En
la virtud se esconde el defecto. Cuando uno de ellos se descoloca o desconcentra o,
simplemente, se afloja en su misión y aparecen las grietas. Lo que ocurre en una pun-
ta del campo tiene consecuencias en el otro extremo: es el “efecto mariposa”, que se
enmarca dentro de lo que denominamos Teoría del Caos que Guardiola ha insuflado
a su equipo. El éxito depende de la precisión milimétrica y la coordinación precisa de
todos los elementos: si falla uno solo, se resquebraja el andamio.
Las bajas de atrás (Puyol y Abidal) son muy trascendentes, pero la de Pedro es esen-
cial. Jugar sin red es un riesgo inmenso si enfrente tienes a los jinetes merengues,
pero hacerlo sin el gancho delantero, sin ese primer defensa valiente que muerde y
centellea con su presión, es mucho peor. Llevamos semanas debatiendo sobre qué
jugador es el idóneo para suplir a los ausentes, pero quizás la solución al sudoku que
afronta Guardiola esté delante y no atrás. Quizás si muerdes delante y todas las pie-
zas están en su sitio, la ausencia del airbag se note menos.

240 | Índice
Zugzwang
16 Abril 2011 / Diario Sport

Existe una situación en el ajedrez denominada ‘Zugzwang’, en la que cualquier movi-


miento que realice el jugador significará empeorar su situación. Haga lo que haga, su
siguiente movimiento equivaldrá a un paso atrás. No necesariamente la derrota, pero
sí un paso atrás. El más famoso de los ‘zugzwang’ se produjo en la partida número 16
del legendario segundo enfrentamiento entre Kárpov y Kaspárov por el título mundial.
Aquellas fueron peleas tan memorables como las de Frazier y Alí o las de Quevedo y
Góngora. Kárpov era el vigente campeón y el marcador le daba ventaja virtual al estar
empatados tras quince partidas. Pero aquél día de finales de 1985, después de 25
movimientos beligerantes, y todavía con muchas piezas sobre el tablero, Kaspárov
acorraló a su contrincante en un ‘zugzwang’ angustioso y paralizante. En la jugada 16
movió el alfil a D3 e infligió una lenta agonía a Kárpov, condenado a moverse cada vez
en espacios más reducidos, ahogándose en sus propias jugadas. Hiciera lo que hicie-
ra, cada movimiento suyo le perjudicaba más, acercándole al abismo. Posiblemente,
fue uno de los momentos más apasionantes de la historia del ajedrez, concluido en la
claudicación de Kárpov en el movimiento 40, pero sobre todo por el logro que conquis-
tó Kaspárov: ese día comprendió que jugaba mejor que su rival.
¿Habrá ‘zugzwang’ en estos cuatro partidos que llegan? Lo considero improbable. Por
parte barcelonista, porque el equipo de Guardiola ha alcanzado un estado de madurez
insospechado: no sólo ha vencido, sino que ha convencido. Acumula títulos y trofeos,
elogios y reconocimiento y, muy especialmente, la convicción profunda de que este
estilo de juego, siendo solo un estilo, es el que mejor cuadra a sus deseos y gustos.
Este Barça no necesita victorias agónicas para reafirmarse en sus ideas. Las tiene,
cree en ellas y las pone en práctica. Vence o pierde, pero no las cambia ni canjea por
nada. Podrá caer derrotado en un partido, en dos o en cuatro, pero no cambiará de
filosofía.
También veo improbable el ‘zugzwang’ madridista: cuatro batacazos de Mourinho, otra
temporada en blanco, globo pinchado, la catástrofe. Maravilloso sueño húmedo para
los aficionados culés, pero altamente improbable en este nivel competitivo y con este
Real Madrid férreo y contundente, poderoso en el galope, rotundo en su fe, fervoroso
combatiente. No, el
‘zugzwang’ merengue no es una situación probable. Más bien, esta “madre de todas
las batallas” que viviremos estas dos próximas semanas tiene el aroma del equilibrio
táctico y la inteligencia emocional. Después de tanto ruido y tanto grito, es probable
que los más discretos y silentes sean los verdaderos protagonistas. Más profesionales
que exhibicionistas.

241 | Índice
La estética y la eficacia
19 Abril 2011 / Diario Sport

La estética es uno de los grandes paradigmas de los catalanes, lo que nos genera
grandes satisfacciones, pero también inmensas decepciones. Trasladado al fútbol,
ese rasgo se virtualiza en el Barça con inusitada profundidad. El aficionado culé, inclu-
so el no catalán, se entusiasma en estos tiempos con la plasticidad de los movimien-
tos de su equipo. En realidad, estos gustos vienen de lejos, pues se remontan más
allá de las tres décadas, aunque no siempre conectaron la estética y los resultados.
Ahora, sí. En esta época reciente, la comunión entre idea de juego, estilo, plasticidad
y triunfos ha sido excepcional, lo que ha provocado un inusitado fervor culé: el equipo
vence de forma exhaustiva y lo hace con las premisas y los gustos que apasionan a la
grada. Se hace difícil encontrar una mayor confluencia de deseos, ambiciones, pasión
y éxitos.
Pero este amor por la estética acarrea dos efectos negativos: el primero es la tenta-
ción de analizar al resto del mundo con el mismo rasero. Y ahí, pienso que se entra en
un terreno poco razonable: no hay un único modelo de juego, ni siquiera un único esti-
lo hermoso y plástico. La belleza y la estética futbolística no son exclusivos de un club
y cada cual tiene derecho a disfrutar con su modelo, su sistema y su táctica. Nadie
posee el paradigma de la perfección y la belleza única. El barcelonismo está hoy de
enhorabuena por esa excelencia obtenida y por la deliciosa conexión alcanzada entre
cuerpo y alma, resultados y estilo. Pero el resto del mundo está en su derecho a jugar
como quiera, incluso con armas de estética dudosa. Allá cada cual con sus gustos.
La segunda consecuencia negativa consiste en recrearse en la estética y olvidarse
de la efectividad. El Barça cae a menudo en ese error. Ejecuta con precisión las dos
primeras fases del juego (la salida de balón y el juego a lo ancho), pero se enreda en
la tercera fase, la de resolución, por un exceso de toques y combinación, ausencia de
remates directos y cierta falta de movilidad en algún atacante, por ejemplo Pedro, ale-
jado de su explosivo estado de estado de forma a causa de las molestias en el pubis.
El éxito técnico-táctico del Barça consiste en la sincronización milimétrica de sus
mejores virtudes: una salida de balón limpia y precisa; un juego asociativo lleno de
paciencia y suavidad a fin de desordenar la estructura defensiva del rival; un sentido
del juego horizontal para terminar percutiendo en vertical; y, aunque solo en ocasio-
nes, cierta efectividad en el remate. En este último aspecto, puede mejorar mucho si
Pedro incrementa su movilidad, Villa la ejecución puntual de las acciones y Messi la
aparición inesperada, armas que el Madrid sí posee y domina a la perfección.
Real Madrid-Barça (Liga, Jornada 32) 16-Abril-2011. Santiago Bernabéu. 1-1 (Messi, Cristiano Ronaldo)

242 | Índice
La final de Copa en 13 tuits
20 Abril 2011 / Perarnau Twitter

1. Magnífica organización defensiva del Madrid. Regala balón, pero se


aposta 15 metros más arriba que el sábado y cierra todos los pasillos.
2. Cinco hombres en segunda línea: Xabi Alonso de comandante en jefe;
Pepe saliendo al corte muy arriba. Barça, ahogado sin espacios.
3. Sacrificio extremo de peloteros como Di María, Özil o Xabi, apostados
en las trincheras. Esfuerzo descomunal, físico poderoso.
4. Basculaciones fenomenales que cortocircuitaban al Barça: Khedira,
Pepe y Xabi se relevaban a la perfección en el primer tiempo.
5. Di María, lateral correcaminos, seca a Alves y acaba asestándole la
puñalada en el pecho. Casillas, siempre, siempre, siempre. Eterno.
6. Mourinho conquista su título. Excelente trabajo de organización de-
fensiva. Todo lo bueno y lo malo del Madrid ha sido fagocitado por él.
7. La agresividad llevada al extremo: Arbeloa, Ramos y Pepe. Algún día
se pasarán de frenada y cruzarán todas las líneas rojas.
8. Barça sin solución en el 1º tiempo. Tras descanso, las judías secas
se han colocado cada una en su sitio. Exhibición de juego y de ideas.
9. 45 minutos de brillantez inaudita. El mejor Barça en mucho tiempo. Ha
resquebrajado al Madrid, pero sin apuntillarlo.
10. Iniesta, Xavi, Busquets y Messi han encendido un millón de luces,
pero han seguido chocando contra la roca.
11. Guardiola y Barça encajan la derrota con elegancia. Reacción esplén-
dida. La mejor para levantarse y remontar la escalada.
12. Acostumbrados a ganar, algunos barcelonistas dudarán. Cuestiona-
rán el modelo, cuando lo único que falló es el remate.
y 13. En mitad de la batalla, Kárpov jugó con negras y ganó una partida. No
ganó más y Kaspárov se proclamó campeón mundial. Zugzwang.
Barça-Real Madrid (Copa del Rey, Final) 20-Abril-2011. Mestalla. 0-1 (Cristiano Ronaldo)

243 | Índice
La gota contra el granito
21 Abril 2011 / El Periódico

Golpeaba la gota contra el granito y el granito se mantenía impertérrito. Así ocurrió


durante lo que pareció una eternidad, en la final de todos los siglos, un monumento
majestuoso al fútbol de competición. La roca granítica venció a la gota malaya en un
extenuante ejercicio agónico. Una espectacular organización defensiva, basada en
trincheras y casamatas escalonadamente distribuidas por Mestalla, permitió que el
Madrid conquistara un título que anhelaba poderosamente. Sus virtudes cardinales
se sublimaron en la pelea por la Copa: coraje, fe indesmayable y tenacidad. La receta
habitual en la mochila blanca, pero que esta vez contó con un plus que le dio el éxito:
una espléndida estructura defensiva, una muralla, varias murallas, la gigantesca roca
donde iban a estrellarse las lanzas y los violines blaugrana.
Mérito indudable de Mourinho, absorbente eje del madridismo actual, para lo malo
y también lo bueno, como anoche, excelente en su propuesta de amortiguar a los
aviadores barcelonistas. Espartanos más que defensas, guerreros más que jugado-
res, los gladiadores de Mourinho mantuvieron sus posiciones sin pestañear, dando la
sensación de que no habían acudido a un partido, sino a una batalla, pero cumpliendo
siempre las órdenes recibidas, sin desviarse del encargo. Mérito de Mourinho el haber
convencido a jugones como Özil, Di María o Alonso para vestirse de carboneros y
ejercer de guerreros sitiados, sin olvidar el desdoblamiento creativo en los numerosos
contragolpes que lanzaron. Es sabido que este Madrid se encierra y espera, muerde y
espera. Siempre espera el contraataque fulgurante. Lanzó varios en el Bernabéu, sin
acierto, y algunos menos anoche en Valencia, para acabar ganando el título en una
jugada trenzada al primer toque.
Al Barça lo podemos resumir con dos conceptos: fue una gota malaya, persistente,
constante e invariable; y cayó con sus ideas por bandera. ¡Ah, las ideas!, dirán al-
gunos, en especial los taciturnos o los vencedores. ¿Y qué importan las ideas en el
fútbol? Importan y mucho. Lo que ha permitido construir este Barça y hacerlo grande
y poderoso son las ideas. Su fuerza son las ideas. Ellas son las lanzas que agita y las
balas que dispara. Esta orquesta interpreta sinfonías deliciosas porque se mueve con
ideas: avanzar, atacar, vencer a través de la arquitectura del pase. Esta filosofía le ha
llevado a la cima del mundo futbolístico y ahí se mantiene: hermoso, valiente, atrevido
y fiel. Derrota dura la sufrida por la gota frente al granito. Después de manejar los
tiempos y desordenar las trincheras blancas, cayó en la agonía. Pero las ideas siguen
ahí, brillantes y potentes. Toca lamerse la herida y volver a percutir.

244 | Índice
Corred, cabrones, corred
23 Abril 2011 / Diario Sport

Cuando llegó Pep, el balón ya estaba allí. Hace décadas que el balón es el centro del
universo del Barça. Lo propuso Laureano Ruiz y lo impuso Johan Cruyff. Maestros
del idioma blaugrana han formado a centenares de chicos en ese estilo que consiste
en dominar el balón, no perderlo nunca, recuperarlo en caso de extravío, y emplearlo
siempre para atacar y marcar. Con sus peculiariades, Van Gaal y Rijkaard introdujeron
evoluciones a la idea y Rexach fue el hilo conductor que permitió hacer el tránsito sin
traumas. Luego llegó Pep y el balón seguía en el mismo sitio: en el centro de todo. El
Rey Sol del juego barcelonista. El eje sobre el que pivotan todos los movimientos, la
razón que explica todos los efectos, el kilómetro cero de todos los caminos. El balón
ordena y organiza al Barça, lo arma y lo rearma, lo explica y lo trasciende.
¿Y qué aportó Pep? Mucho, pero sobre todo una instrucción: hay que correr hasta
la extenuación. Lo primero que dijo no fue sobre el balón o la técnica individual, ni
sobre los remates a puerta o el juego de posición. Eso lo dio por sentado. Todos los
canteranos saben cuál es el camino técnico y táctico a seguir. La primera aportación
de Guardiola en 2007, extendida al primer equipo un año más tarde, consistió en un
lema que expresó así: “¡Corred, cabrones, corred! Tengo que convencerles de que es
el único camino para lograr el éxito”. Lo que le preocupaba a Pep no era la hoja de ruta
del equipo, los parámetros empleados para medir el rendimiento o la estratificación
y trazabilidad con que se guía a los canteranos, sino el esfuerzo y la exigencia. Que
corriesen sin desmayo todos los minutos del curso. A partir de la idea insustituible,
pero sin dejar de correr nunca.
En una deliciosa conferencia, Guardiola dijo, en verano de 2009, tras el triplete: “La
gran virtud ha sido la voluntad del equipo en correr, correr y correr”. No habló de téc-
nica, táctica ni estrategia. Dijo que la clave era correr. Por supuesto, con el balón por
eje y con sentido e inteligencia. Para tener el balón en propiedad o para recuperarlo de
inmediato tras pérdida. Le preguntaron qué consejo daría a sus jugadores al empezar
la siguiente temporada y repitió: “¡Corred, cabrones, corred!”. Lo que le da títulos al
Barça no es mover el balón, quedárselo, acunarlo y mecerlo; o arrebatárselo al rival
para volver a manejarlo hasta incrustarlo en las redes. Lo que le da títulos es hacer
todo esto corriendo a máxima intensidad, sin respiro ni vacilaciones, concentrado en
el juego, ajeno a trifulcas y artimañas. La clave del éxito está donde empezó todo: en
correr como cabrones desde el primer instante.

245 | Índice
Cambio de roles
26 Abril 2011 / Diario Sport

Mientras los aficionados madridistas se frotan las manos tras el ilusionante triunfo en
la Copa, con la sensación de haber dado la vuelta a la tortilla, los barcelonistas se inte-
rrogan sobre el físico de su equipo y cien cuestiones más, en busca de una respuesta
que les ponga a salvo de la incertidumbre que les agobia. En mi opinión, lo ocurrido
en estos últimos diez días es relativamente sencillo de explicar. En el punto de partida
había dos equipos con estados mentales opuestos. El Barça se sentía jaleado por
un entorno eufórico que no cesaba de recordar el brillante 5-0 de noviembre y había
colocado el listón muy arriba: no se trataba de vencer al eterno rival, sino de aplastarle
en los cuatro encuentros. Por más agua que le echara el entrenador a ese fuego, las
brasas no se apagaron. Del otro lado, el madridismo rumiaba su venganza tras años
de oscuridad y humillación estética, apostando por no salir malherido de la cuádruple
contienda.
El combate del Bernabéu supuso un falso equilibrio. Existió en el marcador, pero ge-
neró dos consecuencias: el Barça se enamoró algo más de sí mismo, convencido de
la grandeza de su estilo, capaz de empatar sin dificultades en un estadio histórica-
mente feroz; y el Madrid entendió que había encontrado el antídoto universal contra
su competidor. El antídoto era Pepe y toda la agresividad subyacente. Así que el
siguiente asalto reprodujo las posiciones, pero reforzadas. El Barça salió aún más
blando y el Madrid, aún más agresivo (si cabe). El resultado es conocido: un primer
tiempo excelente para Mourinho, que reforzó la creencia de que el antídoto merengue
era infalible. Aunque el segundo tiempo resultó ser una obra de arte del juego barcelo-
nista, no culminada en gol, la victoria final en el alambre ha dado alas al madridismo.
Los estados de ánimo se han permutado. El Barça ha tomado conciencia de la for-
taleza merengue y rebajado el listón a la medida de lo razonable: ya nadie habla de
aplastar ni muestra manitas, ni piensa en ellas, sino que el objetivo se ha transfor-
mado, simplemente, en volver a ser uno mismo. Desde las dificultades que provoca
una enfermería a rebosar, el Barça vuelve a sentirse humano. Por el contrario, basta
pasear por la capital para percibir que se ha disparado la autoestima del madridis-
mo, que se siente invencible gracias al antídoto mágico. Ya sueña con Wembley y
la Décima, con honores y fanfarrias, e incluso con una improbable remontada en la
Liga. En apenas diez días, los estados de ánimo se han invertido y parece que la
historia ya esté escrita. Para el Barça fue muy erróneo su posicionamiento relajado
y dulzón. El Madrid le ha imitado ahora en el autoenamoramiento, convencido de su
rol de favorito. Veremos.

246 | Índice
El puto amo
* Escrito el 24 de Junio de 2012

No estaban Abidal ni Iniesta y Puyol andaba cojo. El Barça acababa de perder la Copa
del Rey por un testarazo fulminante de Cristiano Ronaldo en la prórroga y se presen-
taba en el Bernabéu dolido, doliente, quejoso, apesadumbrado, herido, fatigado, casi
hundido. ¿Reflejan estos calificativos el estado del equipo aquella tarde? Creo que
sí. Era un equipo con una carga gigantesca a la espalda. Como ante al Inter en las
semifinales europeas del año anterior, Iniesta volvía a ser baja y ese era un presagio
negro que revoloteaba las cabezas barcelonistas. Tras Abidal, la caída de Iniesta y,
además, el capitán malherido debería ocupar el costado izquierdo puesto que ya no
quedaba ni suplentes para ese lateral.
Y la moral por los suelos. En algunos casos, la derrota copera había provocado des-
ánimo. En dos puntales, la causa era otra: Villa y Xavi estaban afectados por algo que
ocurrió en Mestalla. A sus íntimos, Villa confesó no entender cómo Arbeloa y Sergio
Ramos pudieron comportarse así con él, con semejante agresividad sin motivo. Xavi
compartía sentimiento con Villa. Otros internacionales, como Piqué y Busquets, se lo
habían tomado distinto: les daba igual que sus colegas madridistas hubiesen pisado
las líneas rojas. Pero el conjunto del equipo, por unas causas u otras, regresaba a la
capital de España como alma en pena.
Guardiola decidió actuar. Muchos meses antes, ahora se puede explicar, dijo que lo
haría. Fue un mediodía soleado de Noviembre en el Camp Nou, tras un entrenamiento
ordinario. Un miembro del servicio de prensa del Barça se acercó al entrenador y le
comentó las últimas declaraciones de José Mourinho. No recuerdo si trataban sobre
que el Madrid siempre acababa jugando con 10 o sobre el bajo rendimiento goleador
de Villa en el Barça. Pero sí recuerdo vivamente la reacción de Guardiola. Nada, dijo,
nada que decir. Andaba Dani Alves por allí, que le apremió a replicar. Nada, repitió
Guardiola, le conozco muy bien y sé que busca que yo salte, pero no lo conseguirá.
No saltaré, no lo conseguirá. Solo lo haré un día y ese día lo elegiré yo, no él.
Bien, el día fue el 26 de Abril de 2011, a eso de las ocho de la tarde, en la sala de
prensa del Santiago Bernabéu. Lo eligió a conciencia. Pulsó el estado anímico de sus
futbolistas, vio que el equipo andaba derrengado y entendió que había llegado el día
y la hora del puñetazo sobre la mesa. El discurso es muy conocido: ‘el puto jefe’, ‘el
puto amo’,’le regalo su Champions particular fuera del campo’, etc…
Por razones logísticas no pude escribir aquel día, de ahí que no haya artículo especí-
fico sobre dicha rueda de prensa. Eso me permite hacerlo ahora, ya en Junio de 2012,
cuando Guardiola ha dicho adiós y podemos levantar el secreto del sumario. No fue
un exabrupto ni un calentón. Lo tenía previsto y planificado. Sabía que llegaría un día,
un único día, en que su equipo iba a necesitar una sobredosis de palabras adrenalíni-
cas. No lo provocó Mourinho, sino los rostros amargos de Villa y Xavi, el pulso tibio de
Pedro y Busquets, las ausencias de Iniesta y Abidal, la certeza de que dicho estado de

247 | Índice
ánimo no era el idóneo para luchar en el Bernabéu. Por eso eligió ese día para hablar.
Solo lo haré un día, había pronosticado, y ese día lo elegiré yo, no él.

248 | Índice
La semifinal Ida de Champions en 17 tuits
27 Abril 2011 / Perarnau Twitter

1. Partido horrible con ganas, clásico en el tramo final de Champions. La


exacerbada tensión transformó el partido en un pulso de voluntades.
2. La Copa y dos partidos viviendo al límite convencieron a Mourinho,
Pepe, Arbeloa y Ramos que podían persistir sin correr riesgos.
3. El plan era atrincherarse 70 minutos muy atrás e intentar revolucio-
nar el partido al final. El plan era seguir caminando por el filo de una
navaja.
4. Pepe, Arbeloa y Ramos creyeron poder bailar hasta el amanecer so-
bre el filo de la navaja sin cortarse. Marcelo y Adebayor confiaron en
lo mismo.
5. Jugador sin control emocional. Si hay un culpable de que su equipo
no pudiera persistir en el plan es Pepe. Solución y problema del plan.
6. El antídoto contenía veneno en su interior. Pepe ha sido la salvación
del equipo, a cambio de llevarlo a la perdición. Zugzwang.
7. Pedro, Busquets y Alves le han echado mucho teatro. Aborrezco esa
actitud. Como la de Di María. Mucho peor Pinto, autor de una melo-
nada estúpida.
8. Tercer partido del Madrid con 30% de posesión. No hay condición físi-
ca que lo resista. Y menos aún, la emocional. Equipo descoordinado
en presión.
9. Cristiano Ronaldo lo demostró con aspavientos. Pedía irse hacia de-
lante, pero entrenador y compañeros le respondieron que no, que me-
jor seguir atrás.
10. Barça muy reservón: también firmaba el 0-0 durante una hora. Puyol
con pinzas, Pedro y Alves muy bajos, Iniesta guardado. Especulación
máxima con riesgo mínimo.
11. Mascherano, Piqué, Puyol y Keita sujetaban el andamiaje. Xavi lo me-
cía esperando, apenas inquietado. Su partido más plácido de los tres
disputados.
12. Sin Pepe y con Mourinho dimitido del fútbol, la telaraña se resquebra-
jó. Villa y Afellay abrieron el campo para que Messi sentenciara por
dentro.
13. Frotaron y apareció el genio de la lámpara mágica. Su slalom final
marca diferencias. Habrá que esmerarse para encontrar adjetivos
adecuados al talento del chico.
14. ¿Jaque? 9 Copas de Europa avalan al Madrid para la vuelta. Com-
petirá al máximo, sin ninguna duda. Madrid y Barça jamás bajan la
guardia.
15. Barça aún no está en Wembley. Si llega, deberá curarse y afinar mu-
cho. El Manchester United es, hoy por hoy, superior.

249 | Índice
16. El discurso final de Mourinho es trascendental para el madridismo. Si
al club y a su afición les gusta este camino, adelante y ánimos. Es su
elección.
y 17. El discurso final de Guardiola es Sergi Roberto: 19 años y un gran
porvenir. El Lampard catalán. Derribando la puerta del Camp Nou a
golpes de talento.
Real Madrid-Barça (Champions, ½ Ida) 27-Abril-2011. Santiago Bernabéu. 0-2 (Messi, Messi)

250 | Índice
El hombre que se envenenó con su propio antídoto
28 Abril 2011 / El Periódico

Creyó tanto en la magia de su antídoto que se envenenó con él. Dio de beber una
sobredosis de cicuta a sus hombres y, al comprobar los efectos, él mismo tomó el últi-
mo sorbo, apartándose de la batalla, como desentendiéndose de este mundo, quizás
pensando ya en nuevos destinos dentro de cierto tiempo. Mourinho. El capitán general
de los gladiadores. El mejor entrenador en organización defensiva, un hombre metó-
dico y culto, intelectualmente bien formado, futbolísticamente grande, coleccionista
de títulos sin importar las fronteras. Presidente de un club de fútbol compuesto por sí
mismo y nadie más. Epicentro de todos los focos y todas la riñas. Propietario de un
argumentario que implanta allí donde viaja: gran estructura defensiva, compromiso
legionario de sus hombres y una letanía de quejas y protestas basadas en medias
verdades, torpezas ajenas, confabulaciones varias y victimismo perpetuo. El mundo
contra él. Llegó al Real Madrid como salvador de las urgencias históricas, presentó su
argumentario, convenció al madridismo y se convirtió en alma de la entidad, subyuga-
da por su pose de antiCristo blaugrana. En la hora de la verdad volvió a mostrar sus
mandamientos de siempre, que sonaron obsoletos y con sordina. Mourinho, víctima
de sí mismo, personalidad poderosa que parece haber abducido a un club gigantesco.
Excepcional entrenador y, sin embargo, personaje tóxico.
En este crescendo de los cuatro partidos, Mourinho creyó haber encontrado la fórmu-
la mágica para embarrancar al Barça. La probó en Liga sin salir herido. Satisfecho,
la redobló en Copa y venció. Creyó tener la respuesta al enigma. Y repitió e insistió,
como si el triunfo de Mestalla no evidenciara flaquezas. Mala lectura. Los triunfos de
los hombres, decía Rochefoucauld, deben medirse siempre por los medios que se
emplearon para lograrlos. Kaká, Benzema e Higuaín en el banquillo. Özil, Di María
y Cristiano Ronaldo, remando como espartanos rasos. Legítimo. Víctor Valdés tocó
tantas veces el balón con los pies como Xabi Alonso. Somos arquitectos de nuestro
propio destino y, al decidir regalar balón, campo y dominio al Barça, Mourinho firmó
el suyo.
El Barça no hizo nada que no se intuyera. Tomó el balón, lo acunó y recordó el pro-
verbio africano: “La paciencia cocina una piedra”. Tuvo paciencia, le sobró teatro en
algunos de sus artistas, cerró viejos errores y libró la batalla marcada en rojo. Es
importante saber qué batallas hay que librar. Había regalado con poca intensidad el
partido de Liga y la primera parte de la Copa. Ya no regaló más. Se amarró a Keita y
Mascherano, y a sus líderes vertebrales, desfondó a Marcelo, amartillado por Afellay,
y dejó suelto al genio de la lámpara para que le concediera el sueño de Wembley. Al
final, Pep sacó a un juvenil para simbolizar que el camino de los campeones tiene
continuidad. La lectura interna que harán ambos clubes de este combate será tras-
cendental para el futuro.

251 | Índice
Sergi Roberto y Gerard Deulofeu
30 Abril 2011 / Diario Sport

Sergi Roberto y Gerard Deulofeu. 19 años el primero; 17 el segundo. Dos símbolos.


Sergi Roberto en el Bernabéu para las semifinales de Champions. Gerard Deulofeu,
a Anoeta en un partido que cierra y sentencia el título de Liga para el Barça, tercero
consecutivo. Guardiola ha decidido combinar la competitividad máxima de su plantilla
profesional con la exhibición pública del catálogo más selecto de perlas que crecen
en La Masia. No es casual que ellos dos hayan sido elegidos, ni que lo sean en estos
momentos decisivos del curso. La apuesta de Guardiola por la cantera es rotunda e
irreversible. Hasta este momento, once jugadores del Barça B han debutado con el
primer equipo a lo largo de la temporada y no precisamente en circunstancias cómo-
das y dulces, sino en momentos de importancia: Miño, Montoya, Bartra, Fontàs, Sergi
Gómez, Oriol Romeu, Jonathan dos Santos, Thiago, Sergi Roberto, Víctor Vázquez y
Nolito han tenido una participación que va mucho más allá del “efecto imagen”. Oier y
el juvenil Deulofeu elevan a trece el número de convocados.
Esto es bastante más que maquillaje. Es una apuesta definitiva y coherente con la
decisión estructural de construir el futuro a partir de la cantera. El futuro del club se
cuece a fuego lento en el horno de La Masia. La apuesta no es sencilla ni barata. Hace
falta tiempo, paciencia, maestros sabios, una hoja de ruta clara, voluntad firme y 16
millones de euros cada año. Condiciones exigentes e inauditas para estos tiempos
que corren, donde la prisa y el resultado inmediato son las únicas varas de medir.
Apostar por la siembra lenta y el crecimiento pausado es una decisión casi contracul-
tural. El Barça está en ello, pero lo verdaderamente relevante es que está sabiendo
combinarlo con el mestizaje de otras procedencias futbolísticas. Cuando decimos que
existe un Idioma Barça y que lo idóneo es aprenderlo desde pequeños, podría parecer
que eso invalida la presencia de jugadores que nunca vivieron en La Masia. Sin em-
bargo, Abidal, Touré, Mascherano, Keita, Márquez o Alves desmienten una teoría que
sí se dio en perfiles como Hleb, Martín Cáceres, Ibrahimovic, Chygrynskiy, Thuram o
Zambrotta. La realidad es que a todo jugador foráneo le cuesta comprender el Idioma
Barça y sólo los tácticamente inteligentes (y dispuestos a “reaprender”, como dice
Mascherano) alcanzan a integrarse en la maquinaria blaugrana.
Los hijos de La Masia lo tienen más fácil porque mamaron el idioma y sus recovecos
desde muy pequeños. A cambio, su camino hasta el Camp Nou es terriblemente cruel
a causa de la competencia interna. El mestizaje entre gente de la casa a los que se da
oportunidades de forma continua y gente de fuera que aporta sangre fresca e innova-
ción es la fórmula elegida. El éxito está en la mezcla.
Real Madrid-Real Zaragoza (Liga, Jornada 34) 30-Abril-2011. Santiago Bernabéu. 2-3 (Lafita, Gabi, Ramos,
Lafita, Benzema)

Real Sociedad-Barça (Liga, Jornada 34) 30-Abril-2011. Anoeta. 2-1 ( Thiago, Ifrán, Prieto)

252 | Índice
La semifinal de la desconfianza
2 Mayo 2011 / El Periódico

Corría el minuto 75 y Frank Rijkaard ordenó a Samuel Eto’o que ocupara la posición
del lateral izquierdo. París, la final de la Champions, la gloria para ese memorable
equipo, estaba solo a 15 minutos. El Milan de Pirlo y Shevchenko apretaba de lo lindo
y la renta del partido de ida (0-1 en San Siro) pendía de un hilo. Eto’o se vistió de late-
ral, corrió como un demonio y el Barça alcanzó el cielo. Aquella semifinal en el Camp
Nou fue la primera de una serie casi perfecta: cinco semifinales en seis años, cuatro
de ellas consecutivas contabilizando la de mañana ante el Madrid. Y un rasgo común:
sufrimiento y sequía goleadora.
En el 2006, empate a cero frente al Milan. En el 2008, empate a cero en la ida ante el
campeón, Manchester United. En el 2009, empate a cero en la ida contra el Chelsea.
En el 2010, pírrica victoria (1-0) ante el Inter, campeón final. Cuatro semifinales en el
Camp Nou: un gol a favor, ninguno en contra. Suficiente para llegar a Wembley, pero
también arriesgado y peligroso. Imagino a Pep Guardiola apareciendo hoy con el dis-
curso de las dificultades extremas pese al 0-2 del Bernabéu. Harán bien sus jugadores
en atender al mensaje del técnico.
La pájara de Anoeta está ahí para ser interpretada. No hay equipo que mantenga su
hegemonía si compite al 95%. Palabra de Cruyff. Ni siquiera el conjunto más selecto
y delicioso consigue superar los obstáculos a medio gas. Dijimos en su día que nadie
subía el Everest enseñando la manita y los resultados posteriores lo confirmaron. Hoy
sabemos que Guardiola llamará a la humildad y la concentración, y rechazará la con-
fianza por el brillante resultado de la ida en el Bernabéu. Sus futbolistas, destensados
en Anoeta tras una temporada agónica, deberán vestir de nuevo el mono de trabajo
porque tocará sufrir y pelear, pues el Real Madrid solo se rinde cuando ya está en la
ducha y se ha terminado el agua caliente. Ni un segundo antes. Y mucho menos con la
herida psicológica que arrastran sus jugadores, convertidos en ingredientes del cóctel
populista que agita su entrenador.
Fenomenal competidor, el Madrid llegará al Camp Nou dispuesto a comerse el mundo,
estado anímico idóneo para alcanzar sus objetivos. Cuando se creyó superior, el Bar-
ça solo consiguió empatar en el Bernabéu. Cuando ese empate le hizo creer aún más
formidable, solo consiguió protagonizar una primera parte deleznable en Mestalla.
En el descanso, al sentirse ahogado, resurgió con su mejor personalidad y, aunque
perdió la Copa en el alambre, el miedo, las ausencias y la sensación de inestabilidad
le catapultó hacia un gran triunfo en la Champions. Llegados a esta etapa final, quien
vuelva a sentirse confiado y relajado, acabará mordiendo el polvo.
El Barça solo alcanzará Wembley si cuelga el esmoquin y se mentaliza como en las
grandes batallas. Porque será otra gran batalla futbolística. La definitiva. Todo el ca-
rrusel de agravios con los que viaja Mourinho y que trasvasa de un club a otro se han
convertido en agravios propios del madridismo, que ha apostado todo a una carta:

253 | Índice
Mourinho o el diluvio. De Florentino Pérez abajo, la actitud madridista recuerda a la
del Barça de Gaspart: el síndrome de la confabulación universal, cóctel inevitable en
sociedades sin capacidad de autocrítica en la adversidad. Perder es difícil y duro,
sobre todo para quien no concede jamás ningún mérito al rival.
De la derrota únicamente se sale tras anotar lecciones en la libreta y tragarse el sapo
hasta el esófago, pero el Madrid no parece estar en esa línea aunque esto no le hace
menos peligroso. Líderes como Puyol, Xavi y Valdés deberían reunir a sus compañe-
ros y recordarles que lo de mañana será un camino de espinas a poco que se sientan
más guapos que nunca.

254 | Índice
Apertura Catalana
3 Mayo 2011 / Diario Sport

El alfil. El fianchetto. Andrés Iniesta. El alfil del Barça. Salga de titular o se quede en
el banquillo a verlas venir, por si acaso. El alfil que no pudo estar hace un año frente
al Inter. El puñal con el que Pep Guardiola asegura que habría podido abrir la lata de
aquel Inter de hierro y roca. “Sin Andrés, sin Andrés…”, murmuraba aquellos días y
repite ahora, cuando recuerda la sombría y volcánica semifinal. Sin Andrés faltaba el
alfil, el puñal, la profundidad, el uno contra uno. El alfil. El fianchetto. Hoy sí estará.
Apertura Catalana, sin duda. Al cuarto round, el Barça sale con blancas. Esa apertura
ajedrecística se caracteriza por dominar el centro y abrir a banda, algo muy similar al
juego blaugrana, que consiste en ser ancho para ser profundo. Abrir el campo para
rematar por dentro. Emplear los alfiles para amartillar. Esta apertura tiene un detalle
negativo: no genera la menor sorpresa y el rival sabe de inmediato a lo que juegas,
exactamente igual que ocurre con las propuestas del Barça. Mueves tres peones y la
señal está dada: va de alfiles. Fianchetto indiscutible. De diagonal en diagonal hasta la
meta. Es la opción. La única opción. No es que el Barça no tenga Plan B; lo que ocurre
es que ni se plantea tenerlo. Sólo quiere tener un plan y un modo de jugar. Unívoco. El
que le ha hecho legendario, incluidos los defectos consustanciales que arrastra en su
mochila. Combinar en el centro, buscar las bandas, devolver al centro para dar jaque.
Apertura Catalana. Juego de alfiles.
Mourinho, sin dos de sus gladiadores, tiene que cambiar el paso que le había llevado
al inevitable Zugzwang, donde cada movimiento solo parecía empeorar la situación.
Así que, por descarte, sólo le queda la caballería ligera: Özil, Di María, Cristiano y
Adebayor por delante de Xabi Alonso y Lass, con Carvalho nuevamente jerarca de
las líneas traseras. Defensa Nimzoindia y galope tendido en busca de la remontada
hercúlea. Aquella célebre y trágica carga de los jinetes ligeros británicos en el Valle de
la Muerte de Balaklava, dragones y húsares a lomos de caballos alados, lanzados en
una misión suicida de la que pocos volvieron. “Sin que los soldados lo supiesen, al-
guien se había equivocado”, dejó escrito Alfred Tennyson en forma de poema trágico.
Dos mundos en un rectángulo. Se acabaron las excusas para no pensar. Sobre el
tablero verde están todos los errores, listos para ser cometidos, como sentenció Tar-
takower, paradójico inventor de la Apertura Catalana. Después de tantos días de par-
loteo extrafutbolístico, por fin llega el fianchetto y su juego de alfiles frente a la gallar-
día de los jinetes ligeros. Sería hermoso que tanto barro terminase en una fiesta del
fútbol. Y con Abidal presente.

255 | Índice
La semifinal Vuelta de Champions en 18 tuits (y un Alfil)
4 Mayo 2011 / Perarnau Twitter

1. Abidal, la gran noticia. El tumor parece cosa del pasado. Su regreso


es más importante que todo lo demás.
2. Dos mundos en un rectángulo y una sola ambición: Wembley. Dos
caminos distintos para un objetivo idéntico. Distintos, pero igualmente
legítimos ambos.
3. Barça llegaba con la lengua fuera. Equipo al límite en una temporada
infinita y angustiosa. Agarrado únicamente a su identidad de juego. El
balón como salvavidas.
4. Madrid, a la heroica. Combativo, luchador, veloz, directo. Corta Lass,
mueve Xabi, cabalga Di María. Espaldas protegidas por el mejor Iker.
Espadas samurais.
5. El gol de Pedro es la identidad del Barça: mover el balón con preci-
sión, rapidez y sentido del juego. Todo empieza siempre en Valdés.
Sin pelotazos. Centrocampista con guantes.
6. La roca fue esta vez la defensa blaugrana: Mascherano, Piqué y Puyol
solo concedieron dos remates a puerta. El jefecito se ha consagrado
como central.
7. Dos modos distintos de presionar arriba. Agotadora la del Madrid, lle-
na de orgullo y coraje. Más coordinada y acostumbrada la del Barça.
8. Pedro es el primer defensa y sobre él se edifica la solidez blaugrana.
Su presión permite resituar a todo el equipo y recuperar las posicio-
nes.
9. Barça se reafirma con el balón y sufre cuando no lo tiene. Fue su 176
partido consecutivo con más posesión que el rival. Para este equipo,
la posesión es su oxígeno.
10. Pero sigue pecando del mismo defecto: ineficacia arriba. Su dominio
de balón debería concretarse en muchas más ocasiones y más goles.
Defecto serio.
11. Jugadores fundidos (Busquets), fatigados (Alves y Messi), pero tam-
bién cuatro pilares que recuperan la forma: Villa, Pedro, Iniesta y Pi-
qué.
12. El mejor Madrid de los cinco Clásicos. Excelentes Lass y Xabi Alonso,
Marcelo y Di María, sobre quienes se sujetó la esperanza blanca. Y
Casillas, superlativo en la portería.
13. De nuevo, agujero de Marcelo en el gol de Pedro. Ataca de lujo, guía
al equipo, manda, pelea y chorrea coraje, pero tiene lagunas en de-
fensa. No advierte los desmarques.
14. Lejos de los focos, Di María fue la caballería ligera. Cada balón en sus
pies es un rayo y un trueno. Gambetea a la velocidad de la luz. Letal.

256 | Índice
15. La otra cara son Kaká y Adebayor, dos futbolistas que parecen haber
perdido el rumbo. Un sinsentido que continúen la próxima temporada.
16. Sólo un partido más para el Barça: Wembley, la Ítaca blaugrana, don-
de empezaron a edificarse los grandes sueños. Regreso a la tierra
iniciática.
17. Para conquistar Wembley, Barça debe mejorar mucho: física y emo-
cionalmente. Tomar aire, analizar errores, pulir defectos y buscar efec-
tividad.
y 18. Game over para Madrid. Grandísimo competidor en una encrucijada:
las lecciones que uno extrae en la derrota siempre marcan decisiva-
mente el porvenir
PD: Y el Alfil. El Fianchetto. Iniesta. Tocar, mover, asociarse, dominar las diagonales.
Un pase mágico. El Alfil. La Apertura Catalana.
Barça-Real Madrid (Champions, ½ Vuelta) 3-Mayo-2011. Camp Nou. 1-1 (Pedro, Marcelo)

257 | Índice
La Ítaca blaugrana
7 Mayo 2011 / Diario Sport

El Barça nunca creyó en sí mismo. Eran tiempos de zozobra y la burguesía surgida a


raíz del auge textil presidía el club con más voluntad que acierto. No había otra hoja
de ruta que fichar y fichar. Y en esas ocurrió el “accidente de las cervezas”, una ca-
tastrófica final juvenil perdida ante la Damm, y llegó Laureano Ruiz, un cántabro que
estableció las bases del estilo actual. Apostó por los jugadores de talento, sin mirar
la condición física, y generó unos códigos que aún perduran: juego de toque, mismo
sistema en todo el fútbol base y rondos como principio y fin del método. Por culpa de
vaivenes electorales, Laureano no pudo recoger los frutos que había sembrado pero
veinte años más tarde llegó Cruyff y resembró las mismas ideas, esta vez con rotun-
didad institucional. Laureano fue el abuelo y Cruyff, el padre de la idea. Veinte años
después, Guardiola es el “hereu”, el heredero, el hombre de la casa que ha mamado
la idea y el concepto y lo lleva hasta su máxima expresión. Un hilo conductor recorre
estas cuatro décadas, en la que otros entrenadores ( Van Gaal, Rexach, Rijkaard, mu-
cho antes Rinus Michels) han aportado riqueza e innovación: una idea que ha destila-
do un estilo de juego y un modelo de aprendizaje. Lo que denominamos Idioma Barça.
Y ahora que llega Wembley, lo vemos como si fuese un punto final, el último tramo de
un círculo que se cierra, pero yo pienso al contrario: que Wembley sólo es una esta-
ción de paso, una más, en este camino hacia la Ítaca blaugrana. Fue el primer gran
triunfo, por supuesto, pero el éxito auténtico de 1992 no fue conquistar aquella Copa
de Europa, sino la consolidación del modelo de juego, eso que tanta gracia les hace
a quienes no lo poseen ni lo encuentran. Claro, la idea sin la victoria jamás habría
fructificado. Pero el éxito fue tener la idea, sembrarla, regarla, mantenerla en las no-
ches amargas (nunca se agradecerá suficiente a Laporta que apostara por Guardiola),
abonarla en los días fértiles, dejarla crecer. Wembley catapultó la idea pero, sin la
idea, Wembley habría sido poco más que un triunfo puntual. Dos décadas más tarde,
Wembley evoca los augurios más dulces para el barcelonismo, pero a mi entender
debe suponer algo más: no el punto de llegada, sino el del reavituallamiento. Wembley
como gasolinera del concepto de juego, más allá de la victoria o la derrota. Como he-
redero, Guardiola tiene en sus manos a los mejores frutos de la cosecha y, sobre todo,
posee una fortaleza que jamás tuvo el Barça, que ahora cree en sí mismo. Y es buen
momento para remachar el clavo. Para que Wembley sirva como recordatorio de que
el viaje hacia Ítaca debe ser largo, cuanto más largo mejor, lleno de peripecias, lleno
de experiencias, como escribiera Kavafis. Que el camino dure muchos años.

258 | Índice
Otro objetivo en esta dulce carrera sin final
9 Mayo 2011 / El Periódico

Tras las batallas contra Mourinho y sus gladiadores, un derby frente al Espanyol pro-
metía ser otro plato indigesto, pero acabó siendo una cena plácida para los jilguerillos
blaugrana. Piqué batió líneas, Busquets las dividió e Iniesta repartió golosinas a ma-
nos llenas, como si hubiese llegado otra Navidad en primavera. Quince canteranos
sobre la alfombra verde, homenaje al fútbol edificado con cimientos caseros, tarde
dulce en la que el Barça amarra su tercera Liga consecutiva, título que le acerca un
paso más a la categoría de leyenda, camino de los 100 puntos.
Vive el barcelonismo un dilema comprensible: hace tantas semanas que se siente
campeón de la regularidad que ya sólo tiene hueco para pensar en Wembley, mien-
tras el equipo sigue obligado a cerrar la puerta de la Liga antes de abrir la ventana
de la Champions. Así que todo se interpreta en clave londinense: el socio contempla
el derby, pero está pensando en el estado de forma de Pedro, en la recuperación de
Abidal y en la dificultad rematadora de Villa. Toda valoración adquiere el prisma del
día 28, con lo que el aficionado analiza a Messi en función de Vidic, a Piqué en base
a Rooney y a Busquets según le va a Giggs. Proliferan las opiniones sobre el can-
sancio del equipo, la baja forma de tal jugador o la espesura de los automatismos. En
realidad, se trata de un ejercicio clásico en el barcelonismo: sufrir por el mañana sin
disfrutar del presente. Once de las últimas 20 ligas; cinco de las últimas siete. Este es
el balance reciente del Barça. Desde el Dream Team iniciático hasta el Pep Team que
sublima el estilo de juego.
Un equipo que se ordena a partir del balón, eje gravitatorio del universo blaugrana,
el esférico que da sentido a todo. Aún nos falta perspectiva para percibir el impacto
de este equipo en toda su magnitud y tendrán que pasar bastantes años para que
comprendamos el valor auténtico de esta “secta” de peloteros que se juntaron para
interpretar una determinada versión estética del fútbol y conquistar títulos a través de
ella. Sin duda, hay otras muchas formas de jugar a fútbol y, por supuesto, de vencer.
El Barça decidió apostar fuertemente por una en particular y el resultado es un caudal
de plasticidad creativa y de triunfos tan constantes que han cambiado el sentido de la
palabra Wembley, que ha pasado de ser “el” objetivo a ser “un” objetivo. Otro más en
esta dulce carrera sin final.
Barça-Espanyol (Liga, Jornada 35) 8-Mayo-2011. Camp Nou. 2-0 (Iniesta, Piqué)

259 | Índice
La imprescindible posesión
10 Mayo 2011 / Diario Sport

La posesión de balón que alcanza el Barça habitualmente es materia de controversia.


En algunos ámbitos, porque con ese dato se pretende justificar todo. En otros, porque
se busca ridiculizarlo tachando de ‘inútil’ o ‘hueca’ dicha posesión. En realidad, la po-
sesión no es un objetivo en sí mismo, sino un instrumento más dentro de la filosofía
de juego elegida por el Barça. Dicha filosofía tiene una premisa irreversible: dominar el
balón. Ordenarse a partir del cuero, no perderlo nunca y recuperarlo velozmente para
volver a ordenarse. El balón es el centro del estilo del Barça y el que explica y genera
todas las consecuencias posteriores.
Esta filosofía o estilo se traduce en un sistema de juego, que consiste en bastante más
que un dibujo en la pizarra. Un 4-3-3 puede interpretarse de modos distintos: ofensi-
va o defensivamente, dando pelotazos o tocando, etc. El elegido por el Barça es un
sistema que prioriza el juego de posición y de toque, buscando crear superioridad (el
“hombre libre”) en todas las acciones y con el objetivo permanente de atacar, hasta el
punto que existe una decisión trascendental que impregna todo el sistema: se defien-
de atacando y no reculando.
En el proceso creativo del equipo hay un peldaño más: el sentido del juego. Tras el
estilo y el sistema, el sentido del juego, que es otra elección importante: decidir la
manera en que tu equipo moverá el balón. Elegir el modo en que se producirá la cir-
culación del esférico. Desde el Dream Team, el Barça busca siempre apoyarse en dos
líneas superiores para retroceder una línea tocando de cara. Cruyff buscaba, de este
modo, romper las líneas rivales con esa direccionalidad vertical en su juego. El Pep
Team persigue el mismo objetivo a través de movimientos horizontales que provocan
una basculación exagerada en los rivales hasta desordenar sus líneas y permitir la
jugada vertical hacia el área contraria.
Y aquí entra en juego la posesión. Sin tener el balón es imposible alcanzar esa direc-
cionalidad horizontal en perpetuo movimiento. Por tanto, resulta imposible desorgani-
zar al contrario, salvo en un contragolpe puntual, si no se alcanzan posesiones largas
y duraderas de manera constante y con el sentido del juego horizontal que vemos
durante los partidos. La posesión se convierte, así, en un instrumento imprescindible
para el sentido, el sistema y el estilo de juego blaugrana. Sin dicha posesión no exis-
tiría el Pep Team, equipo que suma 177 partidos consecutivos consiguiendo mayor
posesión que su rival, con un promedio que ronda el 70% y asciende al 74% en las
mejores actuaciones. Veo a mucha gente reírse del dato de posesión. Simplemente,
no han entendido nada de esta forma de jugar.

260 | Índice
La profecía del fin de ciclo
12 Mayo 2011 / El Periódico

Nostradamus pronosticó el fin del mundo varias veces, pero de momento no ha acertado
en la fecha, por lo que sabemos. El fin de ciclo del Pep Team es otra profecía que, invaria-
blemente, se incumple cada año, pese a los augures. Llegó Pep, desde el filial, dudando
si se comería los primeros turrones y resulta que lleva encadenados nueve títulos de doce
disputados. En su primer curso conquistó el inaudito triplete que dio paso a competir por
otros tres, que también cayeron en el zurrón. Seis de seis. De los tres siguientes ganó la
Liga, lo que le abrió las puertas a conquistar su segunda Supercopa española consecutiva
y ya fueron ocho títulos de diez. Y anoche cerró su tercera Liga seguida, pocas semanas
después de perder la Copa en la prórroga y acceder a Wembley. Nueve de doce y a la
espera del décimo título en tres años. Como ciclo parece difícilmente mejorable.
Y su fin suena lejano por más que los rivales sean cada vez mejores y formidables,
como el Real Madrid de este curso, excepcional y contundente, un equipo colosal,
pero que no ha podido mantener el pulso regular del Pep Team, ni en los dos enfren-
tamientos directos ni en los indirectos. Seis puntos de ventaja sobre escuadra tan fan-
tástica no es moco de pavo. En este sentido, la competencia hace mejor al cuadro de
Guardiola. Los rivales se refuerzan y fortalecen, prueban antídotos, atacan por flancos
inesperados o por atajos discutibles y, sin embargo, el Barça se reinventa cada curso,
ensaya evoluciones sorprendentes, perfecciona métodos y, manteniéndose fiel a los
principios básicos, sublima sus movimientos. Este curso contenía en su interior todos
los venenos que podían acabar con el Pep Team: elecciones en Can Barça, con un
nuevo presidente al que se auguraba una relación quebradiza con Guardiola; tempo-
rada post-Mundial, con el desmoronamiento físico que se preveía en todo el esque-
leto titular; la marejada post-Ibrahimovic, con su reguero de polémica “filosófica” y de
sangría económica; la demanda social contra la anterior Junta Directiva; la primera
derrota liguera en el Camp Nou, con el campeonato apenas balbuceante; los escasos
refuerzos; las largas lesiones de Xavi y Puyol…
Demasiado veneno como para salir indemne. Pero ahí está de nuevo: en lo más alto.
Un equipo inmortal compuesto por poetas con botas, ladrones de cuero, canteranos
bajitos y campeones del trabajo. Equipo de todos los tiempos dirigido por un sabio que
se está quedando sin pelo: Pep Guardiola, ganador de las cuatro competiciones de
la regularidad que ha disputado, incluyendo el título en su debut en Tercera División.
El hombre que soporta todo el andamiaje sobre sus breves espaldas. El técnico sin el
que la idea y el sistema, el modelo y el estilo e, incluso, el inmenso talento de estos
fabulosos jugadores no alcanzaría su plenitud y excelencia. Dijo Pep un día: dentro de
25 años se hablará de este equipo como se habla de las grandes películas de culto,
de ‘Casablanca’ o de ‘Solo ante el peligro’. Así es. Y así será.
Levante-Barça (Liga, Jornada 36) 11-Mayo-2012. Ciutat de València. 1-1 (Keita, Caicedo)

261 | Índice
Tu rostro, mañana…
14 Mayo 2011 / Diario Sport

La cima está ahí delante, a pocos metros. Exactamente, a catorce días y noventa
minutos de distancia. Queda el último gran esfuerzo, palabras mayores tras un mes
y medio de batallas infernales, sprint final de nueve meses demoníacos en los que
se juntaron todos los elementos para una catástrofe: varios rivales formidables; una
presión externa de inexplicable catadura; la exigencia de volver a vencer tras haberlo
ganado todo; lesiones crónicas, enfermedades graves, carencias estructurales… Una
panoplia de problemas y obstáculos que permitía pronosticar el derrumbamiento del
Pep Team o, por lo menos, un tropiezo mayúsculo en temporada post-Mundial, sinó-
nimo de cataclismo físico y agotamiento mental. Sin embargo, la cima vuelve a estar
ahí y cabe preguntarse por qué lo han vuelto a conseguir.
Pienso que no es por la idea futbolística que impregna al Barça, ni por su delicioso
estilo de juego, ni por la fidelidad inquebrantable a esas raíces ofensivas. Ni por el
toque y el juego de posición, ni por razones tácticas ni técnicas, ni tampoco por el
indiscutible talento de las individualidades, varios de ellos entre los mejores del mun-
do sin discusión. Tampoco por el liderazgo descomunal de Guardiola, confirmado en
las horas buenas con el respeto perpetuo a los rivales y, también en los momentos
crispados, mediante algún puñetazo sobre la mesa. Pienso que la clave final de tanto
éxito continuado reside en el carácter competitivo del grupo. Los que forman este gru-
po tomaron la decisión de competir siempre, ocurriera lo que ocurriera en el exterior,
pasara lo que pasara, se venciera o se perdiera, soplara el viento a favor o en contra.
Ellos estarían ahí siempre: compitiendo. Sin falsas confianzas, ni autosatisfacción;
sin rutinas ni adocenamiento. Compitiendo como si se tratara del primer día y todo
estuviese por hacer y por demostrar. Este rasgo del carácter es la esencia que permite
sostenerse en el éxito y atacar cada año la cima con posibilidades de conquistarla.
El fin del ciclo de Guardiola no lo dictará Mourinho, ni el número de copas logradas,
ni una desavenencia puntual con el presidente, ni siquiera un par de malos resultados
que solivianten al entorno y a la grada. El ciclo de Guardiola depende del rostro que
advierta cada mañana en sus hombres. Aquellos a quienes, justo antes de lanzarse
a la gran batalla, dijo: ganad al Villarreal y Almería y yo os llevaré a Wembley. Esos
rostros sin dudas ni vacilaciones serán el reloj que marcará las horas de Pep. Cuando
perciba hastío o desgana; cuando advierta grietas y fracturas; cuando vea que el gru-
po ya no quiere seguir compitiendo por acceder a la cima, este ciclo habrá terminado.
Mientras tanto, la cima ya está ahí. De nuevo.

262 | Índice
Abidal se prepara para su gran final
14 Mayo 2011 / Diario Sport

“¡Estoy muerto!”. La frase de Eric Abidal sorprendió al cuerpo técnico. En mitad del
festejo y el jolgorio que se vivía en el vestuario del Ciutat de València como celebra-
ción de la tercera Liga consecutiva, las dos palabras del lateral francés sonaron como
un latigazo. Hasta que vieron la sonrisa que iluminaba su rostro y todos comprendie-
ron que Abidal sólo hablaba de fatiga y cansancio. La fiesta, entonces, prosiguió por
todo lo alto. Pero no fue una frase vana: nunca antes había dicho nada parecido, ni si-
quiera cuando tuvo que jugar tres partidos consecutivos en apenas seis días. Porque
Abidal es un portento físico, el “atleta” del vestuario, un hércules de ébano. Así que su
breve declaración de agotamiento resultó novedosa.
Si nada se tuerce, Abidal llegará a Wembley para ser titular en su primera final de Cham-
pions. Todavía no era del Barça cuando París 2006 y no pudo estar en Roma 2009 por
una chocante expulsión sufrida en Stamford Bridge. El pasado 15 de marzo, cuando se
conoció que sufría un tumor en el hígado, nadie hubiese tenido la más leve esperanza
de que el jugador pudiera estar en la final del 28 de mayo. Imposible. Física, mental y
médicamente. Sin embargo, diecisiete días más tarde, el doctor Fuster Obregón anun-
ció al equipo médico y técnico del club que Abidal era, a todos los efectos, un sujeto
normal por lo que podía entrenarse con el equipo, como si no hubiera ocurrido nada. El
Barça acogió la noticia con entusiasmo, pero también con inmensa prudencia. Con tanta
prudencia que su primera aparición en los entrenamientos, el 4 de abril, se saldó apenas
con una ligera caminata. La prudencia no ha desaparecido ni un instante y, en las seis
semanas transcurridas desde entonces, técnicos y médicos se han esmerado en cuidar
de forma exhaustiva los pasos dados por el futbolista, conscientes que el entrenamiento
de un sujeto normal no es comparable al habitual entrenamiento de Eric Abidal.
UN PLAN PROGRESIVO
La progresión física experimentada llevó a Guardiola y sus ayudantes a pensar en
un posible retorno del jugador, que se consumó ante el Real Madrid, con los sim-
bólicos minutos de que dispuso en las semifinales de Champions. A partir de ahí se
estableció un plan progresivo: 20 minutos frente al Espanyol, 60 minutos contra el
Levante y 90 minutos ante Depor y Málaga. Si superaba estas pruebas de esfuerzo,
Abidal sería titular en Wembley. Médicos y entrenadores evalúan de forma perma-
nente el parámetro más importante: la recuperación metabólica del jugador. Todos
sus indicadores señalan una recuperación total y perfecta, lo que permite albergar
esperanzas de que dispute, al fin, la final de Champions para ayudar a frenar las
balas del Manchester United.
Que Abidal pueda alinearse en Wembley añadiría un estímulo emocional a un ves-
tuario acostumbrado al sufrimiento. Roma 2009 ya fue un ejemplo duro, con Iniesta y
Henry llegando medio rotos a la final, Touré debiendo alinearse de central y Silvinho
sustituyendo a Abidal

263 | Índice
en la banda izquierda. Esta temporada tampoco han faltado problemas graves: la ten-
dinitis aguda de Xavi, resuelta con dolorosas infiltraciones de factores de crecimiento
en el tendón de Aquiles; la tendinopatía de rodilla de Puyol, que ha convertido estos
meses en un calvario para el capitán; las numerosas lesiones en hombres que pare-
cían despegar (Adriano, Bojan, Pedro, Maxwell...) junto a las recaídas permanentes
de Milito, siempre en la enfermería; la hernia discal del propio Pep Guardiola, vivida
por la afición como en carne propia; y, finalmente, el tumor en el hígado de Abidal, un
golpe terrible en la moral colectiva.
Sobreponerse a tantas desgracias forma parte del mérito del Pep Team. Recuperados
prácticamente todos los jugadores (Adriano hoy, Milito en breve), sólo resta confirmar
el retorno cierto de Abidal. Su único interrogante reside en la auténtica recuperación
metabólica tras los esfuerzos repetidos que vivirá estas semanas. De un lado, los es-
fuerzos propios del entrenamiento y, de otro, y especialmente, los de los dos encuen-
tros ligueros en que está previsto que participe. El hecho de que concluyera agotado
el partido contra el Levante sólo indica que el Abidal de mayo aún no es el Abidal de
marzo. Pero quienes le vieron sonreír tras pronunciar esa frase (“¡Estoy muerto!”) en
el vestuario valenciano, intuyen que el regreso del héroe es imparable.

264 | Índice
“Els pebrots” de La Masia
16 Mayo 2011 / RAC-1

Dos imágenes resumen el título de Liga. La primera es una foto que ha publicado Ge-
rard Piqué en Twitter: en esa foto, quince jugadores del Barça rodean el trofeo de la
Liga. Los 15 son hijos de La Masia. Hay veteranos como Puyol y Xavi; estrellas como
Messi o Iniesta; promesas como Thiago; y chavales que todavía están en el filial,
como Bartra y Romeu. Son 15 jugadores hechos en casa y que han contribuido como
nadie para ganar la tercera liga consecutiva.
La segunda imagen es la de estos mismos jugadores, y la de sus compañeros llega-
dos de fuera, lanzando pimientos (los simbólicos “pebrots”) al público del Camp Nou,
como simbolizando que, además del estilo de juego y de una forma innegociable de
manejar el balón, este equipo posee otra virtud muy escondida, pero fundamental:
tiene carácter. Es un equipo que ha recibido golpes desde todas partes, pero que no
ha bajado nunca los brazos ni se ha rendido, por fuertes que hayan sido los ataques
o las dificultades.
Estilo y carácter. Gente de casa y “pebrots”. Esto es el Pep Team: los “pebrots” de La
Masia.
Barça-Deportivo de La Coruña (Liga, Jornada 37) 15-Mayo-2011. Camp Nou. 0-0

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El relato blaugrana
17 Mayo 2011 / Diario Sport

En esta sociedad hipercomunicada no hay nada peor que la ausencia de relato. Aun-
que es muy importante la calidad del relato, aún lo es más su propia existencia. Sin
relato no hay supervivencia. Esto lo han comprendido las grandes corporaciones fi-
nancieras, las estrellas mediáticas, los políticos corruptos (también los honestos) y,
desde hace un tiempo, también empiezan a entenderlo los clubes de fútbol. El Barça,
por ejemplo, acaba de completar su relato.
Es un relato intenso, buenista y un punto edulcorado. Agrupa conceptos relevantes
como la solidaridad con los desfavorecidos (Unicef ), la austeridad económica en la
gestión y algunos valores esenciales: humildad, esfuerzo, compromiso, sacrificio a
favor del colectivo. A esos conceptos y valores suma la elegancia del estilo de juego,
de una plasticidad indiscutible, lo que ayuda al relato, del mismo modo que lo hace
la continuidad de los triunfos. Y completa el relato con la apuesta decidida por el
mestizaje entre la gente de casa (La Masia) y la de fuera (los fichajes), una mezcla
de sangres tan aplaudida en el fútbol como vilipendiada en algunos ámbitos políticos
y sociales. El Barça actual ha sabido recrear este relato con un acierto fuera de lo
común. Se advierte en ello la mano de Guardiola, un hombre leído y culto, que a lo
largo de estas tres temporadas ha ido dictando en voz alta las claves del discurso. A
su vera, Rosell ha tomado notas con la pasión del becario y sabido pasar a limpio esas
notas hasta construir un relato potente y preciso.
El relato tiene incoherencias, por supuesto, y contradicciones. Tiene lagunas y puntos
oscuros y no lo explica todo. Los relatos siempre son así. Breves o largos, de ficción o
realistas, escritos por un náufrago o por marinero en tierra, todo relato es una explica-
ción particular de la realidad. Pero una vez lanzado ya no hay marcha atrás: ahí que-
da, con toda su fuerza. Un relato es un frame, una imagen, una suma de conceptos
que se agarran a nuestro cerebro para quedarse a vivir en él. El Barça ha ganado la
batalla de su relato. Club empeñado en jugar bien al fútbol mediante una idea estética
que le ha llevado a los mayores triunfos, alcanzados mediante futbolistas educados en
La Masia, acompañados por fantásticos inmigrantes del balón, fieles apóstoles, todos
ellos, de la cultura del esfuerzo, el sacrificio colectivo y los valores, equipo alejado de
los egos, club austero y solidario, amigo de los niños del mundo entero.
El relato blaugrana, sin duda alguna, añade cierto maquillaje a la realidad, pero es tan
poderoso en esta sociedad necesitada de ellos que ha generado un problema grave
en otros competidores, necesitados con urgencia de un discurso creíble que enarbolar.

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Tres contra tres
24 Mayo 2011 / Diario Sport

Por más kilómetros que recorras nunca podrás escapar de ti mismo. Así que da igual
que sea Wembley, Saint Denis o el Olímpico de Roma ni que revoloteen las cenizas
del volcán o las brasas de batallas ya pasadas. La final del sábado no admite escon-
dites: el Barça se ha citado con el balón y el Manchester ha pedido hora para arreba-
társelo. Cualquier variación a este guión tendría poco sentido, con lo que los papeles
están repartidos y sólo queda interpretarlos con acierto. Salvo que Sir Alex decida esta
mañana lanzar venablos por la boca, lo que no resulta previsible pero tampoco des-
cartable, esta nueva final llegará entre aires balsámicos a Wembley y nadie deberá
vestirse con ropas inusuales: el Barça podrá pelear por la posesión y el toque y de-
berá evitar las pérdidas en zona de riesgo; el Manchester podrá ejercer de pescador
de caña y tejer una tela de araña en el centro del campo para intentar capturar al trío
Xavi-Iniesta-Messi. Armas opuestas en cada bando, acordes a las características de
las plantillas y al estilo de juego que priorizan ambos técnicos.
Es ocioso hacer pronósticos en una competición tan igualada que no ha permitido
a ningún campeón revalidar su título y que sólo ha vivido una revancha en el pulso
Liverpool-Milan de hace pocos años, con triunfo inglés en 2005 e italiano en 2007. Las
leyes estadísticas nos dirían que en esta segunda final Barça-Manchester, lo lógico
sería un triunfo inglés que compensara la victoria catalana de 2009, pero también
sabemos que frente a antecedentes tan escasos de una final repetida no hay base
para establecer tendencias. Los pronósticos, por tanto, los centraremos en el estilo de
juego que imaginamos. El del Barça lo intuimos más centrado que nunca en sus for-
talezas: conquista del balón para moverlo rápido en la alfombra de Londres y generar
superioridad en los huecos que genere el desequilibrio. Tener el cuero para bambo-
lear al rival al cadencioso ritmo del vals que marca Xavi antes de que Messi saque
su daga voladora y sentencie en vertical. En el Manchester se vislumbra al gatopardo
Ferguson tejiendo y tejiendo una armadura de pana y fieltro en la que envolver a los
jilgueros blaugrana para retorcerles el pescuezo con el galope de Rooney y sus cole-
gas de la caballería ligera.
Ya ha dicho Sir Alex que algo hará para detener la sinfonía de los violines de Guardiola
y lo más probable es que su fórmula sea atacar a la Santísima Trinidad blaugrana con
un trivote: Fletcher, Park y Carrick (más Giggs, claro está) para cortocircuitar a los tres
magos del balón. Asunto peliagudo, pero no imposible. Se percibió a ratos en Roma
y lo aplicó el Madrid a hierro candente. Tres contra tres: quien gane ese pulso tendrá
mucho a su favor.

267 | Índice
El mar frente al volcán
27 Mayo 2011 / El Periódico

Miraba Plinio el volcán, absorto y boquiabierto ante semejante espectáculo de ruido y


fuego. El Vesubio en erupción, maravilla natural, rojo incandescente sobre azul celes-
tial, trompetas voladoras anunciando los grandes fuegos artificiales de lava y fuego.
Caius Plinius Caecilius estaba ahí: quieto, pasmado, deslumbrado por el volcán. Tiem-
po después narraría, en carta dirigida a Tácito, cómo vio caer una nube de cenizas
que sepultó eternamente a miles de pompeyanos, convertidos en estatuas de polvo y
azufre, víctimas de la furia volcánica y el calor jupiteriano.
Las cenizas son, desde entonces, símbolo de ahogo y muerte. Símbolo de penitencia,
pero también de esperanza. Penitencia en la liturgia cristiana, pespunteada de aque-
llos Miércoles de Ceniza prescritos para recordar la fragilidad de la vida y la inevitable
caducidad de los ciclos. Esperanza para el hinduismo, que arrojando las cenizas de
los seres queridos al Ganges cree interrumpir el ciclo de las reencarnaciones y, así,
alcanzar el Nirvana. Penitencia o esperanza. Cenizas de pasión. Cenizas que despier-
tan viejos demonios en la tribu blaugrana. Volcanes islandeses con sabor a empanada
milanesa. Otra vez, otra vez, pensó amargamente el barcelonismo, recordando la
agotadora excursión en autobús del año pasado, la sensación de pesadez del equipo
en San Siro, aquella derrota sangrante, regusto de ceniza en la boca. Contra los fan-
tasmas del pasado reciente, viaje fulgurante cuando los cielos aún no habían cerrado
sus compuertas. Rapidez como exorcismo.
Pero el volcán está ahí y lleva dos años rumiando su venganza de fuego y piedras.
Porque el volcán es el Manchester. Dos años haciendo hervir las brasas de la revan-
cha a la espera del día de la gran erupción. En el imaginario mancuniano, nada puede
ser mejor que esta final de Wembley, adornada por el adiós de Van der Sar, el resurgir
de Giggs, la pujanza de Rooney y el vigor de Chicharito. A los mandos de la fragua,
Sir Alex quema sus últimas provisiones en busca del fuego purificador que cierre una
carrera inigualable. Hierve y bulle el volcán por los cuatro costados, dispuesto a lanzar
su magma infernal por las laderas de Wembley.
Frente al volcán está Pep y su mar. El Barça es el oleaje. Este hombre solo y solitario
medita cómo ahogar con la fuerza de las olas toda la ira del volcán. Pep siempre otea
el horizonte por si advierte, más allá del afán diario, señales de una erupción abrupta.
Guardián del tesoro, sabe que nada está a salvo de las cenizas, ni siquiera el equipo
más brillante de los tiempos, al que mima y estimula a partes iguales para que com-
bata sin temor la furia desatada del volcán. Con indiferencia hacia el peligro, llega el
Barça de nuevo a Wembley para hacer lo que sabe: desembarcar su equipaje de olas
infinitas. Equipo de una sola dirección, su fuerza reside en la persistencia: siempre
adelante, con el empuje de las aguas centenarias.
Wembley, donde el volcán encontrará el mar, posee la textura de los viejos recuerdos
para el barcelonismo, que ha experimentado una evolución inaudita: si hace veinte

268 | Índice
años era presa de las urgencias históricas que diagnosticó Menotti, hoy sólo busca
subir un peldaño más en el lugar que la historia del fútbol ya le ha reservado a este
equipo de leyenda. La historia es un motor menos poderoso que la revancha, de ahí
que Guardiola reclame a sus jugadores un último esfuerzo en esta temporada escalo-
friante. Que las olas golpeen con intensidad redoblada, único modo de aplacar la ira
roja de la lava y el fuego. Oleaje imparable y continuado, persistente y certero, reme-
dio seguro para engullir la desbordante nube de cenizas.
Agua contra fuego; mar frente a volcán; olas peleando con cenizas. Guardiola, marino
intrépido, Ulises del barcelonismo, afrontando el gran reto de enmudecer a Ferguson,
el dios Hefesto de fraguas y truenos, Vulcano en chándal. Llega el gran duelo del mar
y el volcán. La gran fiesta del fútbol. Y, como en todas las fiestas, nadie sabe a quién
le tocará recoger las cenizas.

269 | Índice
El monarca del tiempo
28 Mayo 2011 / Diario Sport

Corría el mes de octubre y Guardiola reunió a sus jugadores para pedirles que se ol-
vidaran de polémicas y discusiones sobre qué equipo era mejor. Que dejaran el tema
a tertulianos y periodistas y se abstrajeran de batallas superfluas para centrarse en la
dimensión histórica del empeño: “Mirad, les dijo, no es cuestión de discutir si somos
mejores que tal o cual equipo. Unos tendrán una opinión y nosotros, otra. La verdade-
ra jerarquía solo la conoceremos como con las buenas películas, que con el paso de
los años las vuelves a ver y hablas de ellas, se convierten en clásicos y son historia
viva. Ahora no lo podemos comprender del todo, les dijo, pero dentro de quince años
se hablará de vosotros. Seguro. Se hablará de vosotros y, entonces, en ese momento,
el mundo entero reconocerá que habremos sido un gran equipo. No sé si se hablará
de otros equipos, pero de vosotros seguro que sí”.
Los jugadores comprendieron el mensaje y están en Wembley, movidos por la ambi-
ción, el orgullo y el deseo de ser monarcas del tiempo futbolístico. “Estamos haciendo
historia y podemos hacer más”, decía ayer Xavi en “El Periódico”. “Nadie podrá dis-
cutir que hemos marcado una época”, le respondía Iniesta. Los motores de la historia
son el orgullo, el deseo y la ambición. Y el tiempo. Deberán transcurrir veinte años
para poder comprender la auténtica dimensión de este equipo. Para distanciarnos de
las emociones y percibir la magnitud real de este conjunto legendario, enfrentado hoy
a otro gigante fantástico, azuzado por la venganza, otro motor formidable.
Decía Sir Alex Ferguson a media tarde de ayer que no percibía aromas de venganza
en el vestuario del Manchester y puedo creerle, pero también me parece escuchar
las palabras del Shyllock shakespeariano declamando su famoso “Si nos pincháis,
¿acaso no sangramos?... y si nos hacéis mal, ¿no nos vengaremos?”. Escucho la
admonición del asesinado rey a su hijo Hamlet entre la niebla danesa: “Luego que me
oigas, prometerás venganza”. Y no puedo evitar pensar en Roma y en esa derrota im-
placable y en la inevitable ansia colérica que debe recorrer la sangre de los jugadores
de Ferguson. Venganza, parecen gritar esos hombres de rojo también acostumbrados
a pisar las finales de Champions.
Ser lo que somos, pedía anoche Guardiola. Ser más Barça que nunca. Fidelidad al
estilo para acceder al penúltimo compartimiento de la gloria, para volver a hacer his-
toria. Para ser historia, estar en ella y ser recordados por siempre. Por sus triunfos y
por su forma de jugar. Que todos hablen de vosotros cuando hayamos muerto, les dijo
Pep en octubre. Ha llegado el día. La ambición, el orgullo y el deseo enfrentado a la
venganza. Un pulso por ser el monarca del tiempo.

270 | Índice
Wembley, donde todo vuelve a empezar
28 Mayo 2011 / Twitter

1. Dice Xavi que el primer precepto del Idioma Barça es que “aquí lo
importante es no perder nunca el balón”. Es el principio básico y fun-
damental.
2. El balón es el centro del planeta Barça. A su alrededor se organiza y
estructura el juego de posición y todo adquiere su auténtico sentido.
3. Por esta razón es fundamental la posesión del balón. Sin él, el Barça
está desnudo. Con él, todo tiene sentido, norte y dirección.
4. Diez minutos como en Roma: el Manchester se queda el balón y el
Barça boquea, naufraga y se ahoga. Pero sobrevive. A partir de ahí,
todo cambia.
5. A los 10 minutos, la Santísima Trinidad conquista el cuero y ya sólo lo
vuelve a perder esporádicamente. Las “judías secas” se aposentan.
6. El dilema Ferguson era: a) Presionar arriba y desnudar su ½ campo;
b) Reforzar su ½ campo y esperar atrás. Eligió la 1ª opción y perdió el
balón. Nunca tuvo opciones de ganar la final.
7. La 2ª opción, con Fletcher mordiendo sobre Messi, era más defensiva
pero, quizás, habría complicado las cosas al Barça. Sir Alex no quiso
hacerlo (o no pudo por el estado de Fletcher).
8. Cerrar los pasillos de la Santísima Trinidad: esa era la clave para MU.
No lo consiguió nunca. Dejó las puertas abiertas y Xavi, Iniesta y Mes-
si se pasearon.
9. Piqué era el Kaiser que tiraba la línea (¡cuánto le han enseñado Már-
quez, Puyol y Milito!). Mascherano y Abidal, los correctores. Una de-
fensa inédita en toda la temporada.
10. Rooney secó a Busquets hasta que se hartó. A partir de ahí, Busi divi-
dió líneas y fue el poste referencial.
11. Villa y Pedro, los primeros defensas, dieron un recital de movimientos
sin balón. Fijaron a la defensa red y vaciaron los pasillos para la San-
tísima Trinidad. Pedro en amplitud, Villa en profundidad.
12. Xavi, Iniesta y Messi tocan y tocan para desordenar al rival y ganar
superioridades. Cuando lo notan maduro y paralizado, dan el zarpazo.
13. La exhibición del Barça tiene dos causas: a) El MU quiso jugar de tu a
tu; b) El Barça fue más fiel que nunca a su estilo de juego. Combina-
das ambas causas son letales.
14. El Barça de Wembley fue el Barça de noviembre: salida rotunda de
balón desde atrás, vaivén horizontal en centro del campo, puñales
verticales arriba.
15. Simbología aparte, Wembley no cierra ningún círculo, sino que es
punto y seguido en el viaje.

271 | Índice
16. Pep y Xavi son los guardianes del idioma futbolístico. Messi e Iniesta,
la poción mágica. Puyol, el capitán de los valores. Los pilares de la
tierra blaugrana.
17. Ferguson y el Manchester han sido un ejemplo fantástico: antes del
partido, durante y después del mismo. Deportivos, honestos, compe-
titivos. Chapeau.
18. Minuto 89: ocho canteranos sobre el césped, tres más en banquillo,
otros tres en grada. La Masia, más que una cantera.
19. El futuro tiene interrogantes, por supuesto. Pep es uno de ellos. El
hambre de Messi, otro. Guardiola lanzó, por duplicado, un mensaje
al club:
y 20. Que no traigan a nadie que perturbe a Messi. Y que traigan a quien
apoye, rodee y ayude a Messi a seguir creciendo. Mensajes orienta-
dos.
Barça-Manchester United (Champions, Final) 28-Mayo-2011. Wembley. 3-1 (Pedro, Rooney, Messi, Villa)

272 | Índice
Andrés Lionel Hernández, la Santísima Trinidad
29 Mayo 2011 / El Periódico

Más que una victoria ha sido una lección magistral. Pedagogía sobre tener un estilo
y mantenerse fiel al mismo bajo cualquier circunstancia. Lección sobre la fuerza del
colectivo por encima del ego individual. Homenaje al valor de amar el balón, organi-
zarse a su alrededor, quererlo, mimarlo y hablar un mismo idioma: el Idioma Barça.
Durante un par de horas la lección se ejecutó en un crescendo majestuoso y sinfónico.
Conocimos el dolor del gran capitán por su inevitable ausencia; su sustitución por el
hombre discreto que jamás levantó la voz ni pidió la vez; la alineación milagrosa del
lateral que 72 días antes estaba tendido en el quirófano; el asentamiento del equipo
tras el previsible apretón inicial de un rival formidable, confirmando aquella vieja idea
de Charly Rexach según la cual las judías secas acabarán asentándose suavemente
sobre el plato.
Descubrimos de nuevo cómo el equipo se organiza a partir del balón y exclusiva-
mente a través de él; resurgieron los fractales triangulares, en todo instante y lugar;
resucitaron los tres goleadores, como si se hubieran reservado para la gran noche;
dominaron el sentido del juego, crearon superioridades en todas las zonas, batieron
todas las líneas y recitaron los versos más hermosos del idioma blaugrana. Explicaron
por qué es necesaria la posesión, en qué consiste y para qué sirve: para adormecer
al contrario, extenuarlo y quebrarlo, hacerle bailar una nana interminable, ahogarle en
su propia agonía concéntrica, despedazarlo a pequeños mordiscos aparentemente
insignificantes. Finalmente, apuntillarle sin remisión cuando ya le flaquearon todas las
extremidades, víctima de una Santísima Trinidad llamada Andrés Lionel Hernández,
funambulistas del mediocampo, violinistas en el tejado de Wembley, poetas con botas.
Pedagogía sobre el césped que responde todas las preguntas y cierra interrogantes.
El ciclo continúa y Wembley sólo será otro punto y seguido, una etapa intermedia más
en el inagotable viaje a la Ítaca blaugrana. El estilo conquista la gloria y este equipo
compuesto de gente solidaria, en la que el gran capitán cede los honores de recoger
el trofeo al enfermo renacido, alcanza el trono de la leyenda eterna.

273 | Índice
Días de Xavi y rosas
31 Mayo 2011 / Diario Sport

El arquitecto tomó escuadra y cartabón, empuñó el compás, diseñó triángulos dimi-


nutos, inclinó el terreno hacia la zona derecha, donde se asoció con el escultor de
prodigios, pegaditos ambos, muy juntos, como llevando todo el peso de la historia
entre ambos y cuando hubo conseguido ese desequilibrio profundo y el terreno em-
pezó a inclinarse peligrosamente, como si lo hubieran elevado con una polea gigante,
el arquitecto dibujó entonces una hipotenusa profunda hacia el lado opuesto, donde
esperaba, paciente y pálido, el repartidor de caramelos. Esto es el fútbol del Barça: un
arquitecto, un escultor y un repartidor de caramelos. Xavi, Messi e Iniesta, la Santísi-
ma Trinidad blaugrana.
El momento es tan dulce y glorioso que lo corriente sería dejarse mecer por esta ola
de elogios inmensos y dormirse en el trono conquistado, ahora que la gloria ya ha sido
conquistada. Días de Xavi y rosas. Pero en el triunfo se encuentra el germen de la de-
rrota si no se previene. El éxito es el primer peldaño de la escalera hacia los infiernos,
salvo que se actúe en consecuencia. Guardiola sabe de eso. Los cuatro capitanes,
también. Ascendieron con Van Gaal, vivieron tiempos de zozobra, resucitaron con
Rijkaard, con quienes alcanzaron sus primeras grandes hazañas, y sucumbieron al
(D)ecosistema y su indolencia perezosa. Con Pep regresaron a la senda del esfuerzo
pantagruélico y ya no han soltado las asas de los trofeos.
Y ahora ¿qué? Ahora toca renovarse. En el éxito, siempre renovarse. Quedarse en
el mismo nivel es retroceder. No sólo por los rivales que puedan incrementar más o
menos su potencial, sino por uno mismo. La competición tiene un alto componente
técnico, táctico y físico, pero también emocional. En cuanto a percepciones individua-
les y de grupo. La gestión de esa dinámica emocional es trascendente: administrar
la progresión de cada jugador, su estabilidad, la competitividad interna, su despegue
hacia la excelencia. Quedarse es estancarse. Hace falta un paso adelante aunque
te encuentres en la cima. Y ese paso es doloroso porque supone decir adiós a gente
importante. En algunos casos por su simple presencia o por su aportación certera; en
otros, porque su sabiduría ha ayudado al crecimiento y madurez de piezas esenciales;
en algún otro porque fue una pieza de complemento que siempre ayudó, sin un mal
gesto ni una mala mueca. Pero se hace imprescindible renovar sangre para que el
corazón no reduzca sus latidos.
Que nadie se sienta único y seguro en sus certidumbres (salvo uno, claro está, a quien
todos tenemos en mente). El grupo ha de percibir que la rueda vuelve a girar como si
nada se hubiera logrado. Que todo está por hacer. Renovarse. Crecer de nuevo. Para
que siga la leyenda.

274 | Índice
Cesc
7 Junio 2011 / Diario Sport

No pertenezco a la estirpe que conoce al dedillo las interioridades del cerebro de Pep
Guardiola, Sandro Rosell y Andoni Zubizarreta. Desconozco, por tanto, si las espe-
culaciones son ciertas y si Thiago forma parte de un paquete de dinero con el que
recuperar a Cesc. Pero sí sé que Thiago y Cesc no son parecidos, sino dos jugadores
complementarios en sus roles y distantes en sus tiempos de maduración.
Cesc es el guardián del tesoro. Hace pocos días, un compañero suyo (y de Xavi e
Iniesta) me respondió de manera muy simple a la pregunta de porqué Pep quiere
a Cesc: “Porque es un Barçablante”. Es decir, alguien que ha aprendido el Idioma
Barça desde muy pequeño y que no sólo lo habla y lo domina, sino que posee una
de las llaves del futuro: es uno de los guardianes del tesoro. Cuando Xavi diga adiós,
Cesc debe estar al mando. Desde el punto de vista futbolístico, este relevo no admite
discusión, en mi modesto criterio. Ni Iniesta, ni Thiago, ni Sergi Roberto poseen ese
perfil. Pueden jugar en el puesto de Xavi, por descontado, pero una cosa es cubrir
una emergencia o una corta etapa y otra bien distinta erigirse en el sucesor. Aunque
no hay dos jugadores iguales y, por tanto, no habrá otro Xavi, la polivalencia de Cesc
le permite asumir varios roles y, de entre todos los Barçablantes, es el más cercano y
próximo al gran metrónomo.
Iniesta es conducción, desborde, uno contra uno y ruptura pese a no ser un hombre
rápido. Thiago posee muchas de las virtudes de Iniesta más una excelencia técnica
increíble. Sergi Roberto es potencia para alcanzar las dos áreas, conducción, saltos
de líneas y una personalidad arrolladora en el campo. Aunque los tres pueden llevar la
manija del equipo, ese papel no es su especialidad. Sí lo es en el caso de Cesc. Como
mediocentro, como volante, como mediapunta o como lo que sea, Fàbregas garantiza
la dirección general de operaciones. Sería necio no intentar fichar a este jugador, por
más legítimas y reales que sean las argumentaciones económicas, emocionales o de
mensaje a la cantera o por más que amemos el potencial de Thiago.
No se puede olvidar otro factor: la edad. Xavi tiene 31 años; Iniesta, 27; Cesc, 24;
Thiago, 20; Sergi Roberto, 19; Samper, 16; Kaptoum, 14. Hay una escalera definida
y tiene todo el sentido posible. No quemar etapas, no darle responsabilidades exce-
sivas a promesas precoces, permitirles madurar a fuego lento y garantizar relevo tras
relevo. Guardiola tiene claros los peldaños de esa escalera en la que Cesc interpreta
un papel decisivo. En vez de rebuscar argumentos negativos sería mejor centrarse en
los grandes beneficios que aportaría el capitán del Arsenal, el colega de Messi y Piqué
en aquél equipo cadete que lo ganaba todo.

275 | Índice
Los que estiran la lona
11 Junio 2011 / Diario Sport

Si tuviera que elegir un símbolo del triunfo barcelonista en Wembley ante el Manches-
ter United, Juanma Lillo no tendría dudas: ese símbolo se llamaría Pedro. Lo contó
hace pocos días en la primera edición del Congrès del fútbol que organizaron el INEF
de Catalunya y el Espanyol. Ante cientos de entrenadores y estudiantes, Lillo dijo que
lo más memorable de esa final de Champions fue “ver a Pedro sujetarse en la izquier-
da con todo el ego desplazado lejos de sí mismo y sin querer tocar el balón, sabiendo
que así se ayuda más al equipo, sin tocar el balón, que alguien que lo toca mucho.
Pedro es el facilitador”. Este calificativo me hizo recordar a Laureano Ruiz, que dice
siempre que Pedro es “el ventilador”.
Juanma Lillo ejemplifica con Pedro, y su voluntad de no tocar el balón, una realidad
táctica que hace diferente al Barça y en la que me permito incluir a Villa. En el es-
quema táctico de Guardiola ambos son piezas básicas porque son quienes estiran el
equipo como si se tratara de la lona con la que se cubre la pista de Wimbledon cuando
llueve. En este caso, Pedro y Villa son los encargados de estirar la lona para cubrir el
máximo posible de césped. En Wembley, Pedro lo hizo a lo ancho (en banda izquier-
da) y Villa en profundidad (por el centro). Pedro tiraba de la lona hacia un extremo,
quedándose ahí, no sólo sujetando a su lateral (y otorgándole toda la libertad de es-
pacios a Iniesta) sino haciendo exageradamente ancho a su equipo, tensando la lona
y, con ello, quebrando al Manchester. A su vez, Villa hizo lo mismo en vertical, desde
el eje de los centrales rivales y hasta mediada la banda derecha. Sus movimientos
generaron otra tensión añadida a la lona, sometida al empuje formidable de dos fuer-
zas imbatibles: la que la estiraba hacia la izquierda y la que lo hacía hacia el centro.
Esa lona tensa y estirada signficaba un rival descuartizado. Eran dos anclas, dos
estacas, que impedían al Manchester moverse con soltura y, al mismo tiempo, regala-
ban kilómetros cuadrados de espacio vacío a los tres artistas del medio campo: Xavi,
Messi e Iniesta. Cuando Pedro y Villa estiran la lona, la Santísima Trinidad compone
sinfonías deliciosas sobre el césped. Por esta razón, Lillo califica a Pedro como “el
facilitador”, pues su sacrificio permanente facilita la vida futbolística a los escultores de
prodigios. Y si Laureano Ruiz le tilda de “el ventilador” es porque el extremo canario es
quien lanza todo el viento contra el rostro de los rivales.
Me ha parecido interesante, en estos días en que sólo se habla de millones de euros,
recordar que una de las claves del gran éxito residió en dos jugadores que sabían que
ayudaban más a su equipo sin tocar el balón y desplazando el ego lejos de sí mismos.

276 | Índice
TEMPORADA 2011/2012
El largo adiós

277 | Índice
La receta de la Coca Cola blaugrana
20 Junio 2011 / Marca

Hay un ático y hay un sótano. Entre ambos, varios pisos intermedios y un ascensor
que los une. El sótano cultiva las semillas plantadas, que van tomando forma en los pi-
sos intermedios y florecen en el ático. Eso es el Barça actual. El resultado de una idea
lanzada hace casi cuarenta años por un cántabro llamado Laureano Ruiz que llegó al
Barça para parchear las debilidades del equipo juvenil y acabó revolucionando toda la
cantera. En la puerta de la secretaría técnica colgaba el siguiente cartel: “Si vienes a
ofrecerme un juvenil que mida menos de 1,80 m. no hace falta que entres”. Laureano
Ruiz arrancó el cartel, convocó a chicos con talento y buena técnica, sin importarle
su estatura, implantó los rondos, descartó la carrera continua y colocó el balón en el
centro de todas las miradas. El legado de Laureano fue mucho más importante que
sus constantes victorias: dejó sembradas las semillas de un modelo de juego.
Quince años después llegó Johan Cruyff y, con el agua de Rinus Michels, regó las
semillas con voluntad inquebrantable. Abundó en los conceptos y mandó una orden
tajante a todos los pisos intermedios: “Hay que dominar el balón”. Esa fue la idea que
ilumina y rige el fútbol del Barça. El balón, centro del universo. La idea moldeó un
sistema (3-4-3) y a partir de ahí se estableció un método común de trabajo: todos los
equipos inferiores se movían igual, jugaban el mismo juego y acabaron construyendo
un auténtico idioma futbolístico. La Masia se convirtió en escuela de formación. Allí
se educaba a los aspirantes a futbolistas. Formación integral en tres vías: futbolística,
intelectual y moral. Educación en valores como humildad, esfuerzo y constancia. El
idioma se enseña desde muy pequeños, empezando por la pizarra, con frases con-
cretas y alcanzando hasta la más mínima de las onomatopeyas. Todos los maestros
y entrenadores hacen hincapié en un hecho: además de la metodología global, el
secreto está en los detalles. Dedicar muchas horas a los pequeños detalles, como la
colocación del cuerpo antes de recibir un pase.
El chaval de 20 años que está a punto de debutar en el Pep Team se habrá entrenado
unos 2.500 días desde que entró a formar parte de La Masia, desglosados del siguien-
te modo: 1.000 horas de aprendizaje técnico; otras mil a juegos de conservación y ron-
dos; 1.750 horas al juego de posición y movimientos tácticos; unas 1.250 a partidillos
de entrenamiento; y unas 600 a competición. En total, 5.600 horas de aprendizaje. Así
se comprende que, de Xavi a Thiago, de Iniesta a Sergi Roberto, todos jueguen de
memoria. Guardiola llama a un juvenil y sólo tiene que decirle tres palabras: “Juegas
de cuatro”. Y el chaval ya conoce todo lo que eso significa: lo aprendió desde niño
en las pizarras del club. La Masia es bastante más que una residencia: es la escuela
donde se forman los campeones. Ahora mismo, esa escuela garantiza el suministro
de jugadores de talento para el primer equipo en los próximos 10-15 años. El auténtico
fondo de armario del Barça, la receta de la Coca Cola blaugrana.

278 | Índice
Isaac Cuenca, hijo pródigo por partida doble
26 Julio 2011 / Diario Sport

Juan Isaac Cuenca López, 20 años (Reus, 27 de abril de 1991). Sólo necesitó dos
entrenamientos para enamorar a Pep Guardiola, que al tercer día le dio la camiseta
del primer equipo para que jugara de extremo en banda derecha. Isaac Cuenca, do-
blemente hijo pródigo en el Barça, es una metáfora por sí solo. Cuenca llegó al Barça
en 2002, con apenas 11 años, procedente del Santes Creus. Se integró en el Alevín A
blaugrana y estuvo tres temporadas en el club, pero en primavera de 2005 el jugador
anunció al Barça que se iba. Poseía una técnica prodigiosa, rayana en el malabaris-
mo, era rápido y tenía una inteligencia táctica muy por encima de la media. ¿Por qué
deseaba irse? Porque su físico era muy liviano. Era un chaval ligero y fino, casi frágil
por lo delgado, que no dominaba el juego aéreo y sufría horrores frente a defensas
rivales mucho más fuertes y poderosos. Isaac lo pasaba mal y optó, en un gesto in-
audito, por renunciar a una plaza de lujo en la cantera del Barça. Su adiós no fue un
hasta luego. Cerrar esa puerta significaba cerrarla para siempre. ¿Para siempre?
Cuenca fichó por el Reus, donde jugó tres temporadas: las dos de cadete y la primera
como juvenil. Creció, ganó fuerza, mejoró sus puntos débiles y amplió la masa mus-
cular de sus piernas. La Damm, ese gran vivero, se hizo con él en su segundo año
de juvenil y todos los ojeadores catalanes se prendaron de sus driblings. El Espanyol
se adelantó para contratarle: el fichaje estuvo a un milímetro de ejecutarse. Pero el
Barça, contradiciendo la teoría, golpeó de nuevo su puerta. El cartero, en este caso,
sí llamó dos veces. Ingresó en el Juvenil A que entrenaba García Pimienta y su tem-
porada resultó, literalmente, sensacional. Si en la Damm había jugado de interior, su
nuevo entrenador le reconvirtió en extremo desde la pretemporada. Titular indiscuti-
ble, goleador y ambidiestro (aunque su pierna dominante es la derecha) ocupó ambas
bandas indistintamente, con preferencia por la izquierda para desbordar en diagonal.
El tándem García Pimienta-Cuenca logró romper el mito del imposible retorno: en su
segunda vida como blaugrana, el chico estaba triunfando.
Subió al filial, pero a Luis Enrique le sobraban jugadores o le faltaban fichas y fue
cedido al Sabadell: 2ª B, categoría dura. De nuevo, fuera del Barça, aunque esta vez
con posibilidad de regreso. Y en el Sabadell cuajó una temporada de lujo por banda
izquierda, jugando 31 partidos y logrando cuatro goles, alguno de ensueño. En diciem-
bre ya parecía evidente que volvería al Barça B. Y lo ha hecho enamorando en sólo
dos sesiones a Guardiola. Este chico vio dos veces la puerta de salida y cruzó en tres
ocasiones la de entrada. La vida es ida y vuelta. Y persistir.

279 | Índice
El dueño del espacio
13 Agosto 2011 / Diario Sport

En la gestión del fútbol apenas existe el control de los tiempos. Es una gestión sin
mesura. O se gestiona a cortísimo plazo, tan a corto que inevitablemente el presen-
te siempre es pasado, o se hace a larguísimo, tan largo que el futuro jamás llega.
El fichaje de Cesc Fábregas significa, en lo futbolístico, una decisión a medio plazo
con el objetivo de cubrir toda la presente década. Al margen de las connotaciones
emocionales que confluyen en este fichaje, su llegada supone, futbolísticamente, la
contratación de un hilo conductor, la reposición del peldaño que se había quebrado en
la escalera. Así, entre Xavi Hernández y Sergi Samper o Wilfried Kaptoum, ya están
todos los que hacían falta para garantizar que el juego de posición seguirá siendo el
sello diferencial del estilo blaugrana. Podríamos decir que ya no se apellida Fàbregas,
sino continuidad: Cesc Continuidad es su nombre.
En este caso, la gestión del tiempo es la esencia. Ni es un jugador de emergencia
para anteayer, ni tampoco una promesa de 2020. Cesc es presente, pero sobre todo
futuro inminente. Aunque todos tenemos tendencia a pensar sólo en un once titular,
a sustituir cromo por cromo y plantear debates irreales, el fútbol acaba siendo un río
que fluye y en el que compañeros de un mismo equipo no compiten entre sí, sino que
cooperan en el crecimiento mutuo. Vende más oponer a Xavi frente a Iniesta o a Cesc
contra Thiago que afrontar la realidad de que uno crece con la ayuda del otro, pues
Iniesta es el segundo rostro de Xavi. La llegada del hijo pródigo restaura una línea de
sucesión que es, al mismo tiempo, una línea de cooperación entre semejantes.
Cesc es un jugador de impacto y, a la vez, es dueño del espacio. Son dos virtudes
teologales. La primera hace referencia al carácter; la segunda, al juego. Su impacto
se resume en tres aspectos: cooperación interna, competitividad externa y liderazgo
máximo. Dicho liderazgo no se visualiza ahora como necesario o imprescindible, pero
lo será dentro de un tiempo como ocurrió en su vida gunner, cuando heredó el timón
de Patrick Vieira . Será un jugador de impacto porque crecerá ayudando a crecer a
sus pares, mostrará al exterior su elevada competitividad y, con la gradualidad de los
años, será uno de los líderes colectivos del vestuario. Además de jugador de impacto,
Cesc es dueño del espacio, una característica primordial para ejercer en el centro
del campo blaugrana. No sólo tiene la polivalencia para cubrir varios roles, sino que
posee el don de adaptar el espacio a la necesidad de su equipo: generarlo, taparlo,
cubrirlo, ocultarlo o transformarlo en campo de minas, pista de aterrizaje o rampa de
despegue. El amo del espacio.

280 | Índice
La Supercopa de España (Ida) en 14 tuits
15 Agosto 2011 / Twitter

1. Intensidad magnífica en el juego del Real Madrid. Ha ahogado al Bar-


ça en su propia salsa y hecho méritos suficientes para ganar con am-
plitud.
2. La presión arriba de Benzema y Di María, factor fundamental en la
intensidad blanca. Xabi Alonso y Khedira han taponado todo en el
primer tiempo, aunque demasiadas veces confunden intensidad con
dureza sin medida.
3. Benzema vuelve a ser el del OL: un delantero prodigioso. No es un
9 puro, sino un ‘casi 9’ que no está, sino que aparece, un felino entre
líneas. Su gran socio es Özil, deslumbrante cuando puede mirar al
frente.
4. Pepe rompe los esquemas de Barça mordiendo fuera de su zona,
pero también desarbola al Real Madrid alejándose demasiado de di-
cha zona. Es un peligro para ambos equipos: para la integridad de los
rivales, pero también para el Madrid. Ya son demasiados años con los
cables cruzados. Esto no puede acabar bien.
5. El Madrid de Mourinho es cada vez mejor y acorta distancias ante un
Barça que cada temporada también mejora, aunque hoy en tono muy
menor. Por la preparación física, sin duda. Pero ha sido la hoja de ruta
que eligió Guardiola: priorizar otros momentos de la temporada.
6. El mundo al revés: el RM ha tenido dominio, control y las ocasiones,
pero con dos ramalazos el Barça ha conquistado dos goles. Paradóji-
co, vistos los antecedentes.
7. 52% de posesión para Barça, pero posesión de muy baja calidad has-
ta que ha entrado Xavi y Messi ha bajado a asociarse. Mérito madri-
dista.
8. Barça ahogado en la salida de balón. El juego de posición no se pue-
de practicar si no hay una salida limpia de balón. En ese caso, simple-
mente desaparece.
9. Sin Piqué, nadie saca el balón. Sin Busquets, nadie divide el espacio.
No hay ancla, ni vela, ni rampa de salida. Barça se ahoga, su estilo
se difumina.
10. Sin salida de balón, los interiores quedan anulados. Keita es un gran
interior, pero no funciona como mediocentro: da un toque de más, no
divide los espacios y ralentiza la circulación. Es un jugador básico,
pero en su posición natural.
11. Xavi explica que el primer mandamiento en La Masia reza así: “Aquí,
lo importante es no perder el balón”. Thiago ha perdido 4 balones en
zona de riesgo: a los 70 segundos y a los 8, 22 y 33 minutos. Uno de
ellos, controlando con el pecho ante tres rivales. Esas son las cosas

281 | Índice
que debe corregir y por las que no debe precipitarse su titularidad.
Tampoco Xavi triunfó en su primer Clásico. Pero con Thiago hay que
ir pianissimo. Y repasar los mandamientos.
12. Ni en sueños podía imaginar nadie que Valdés sería el portero desco-
munal que es hoy, un muro bajo cualquier circunstancia.
13. El trabajo técnico con Villa buscando menos barroquismo en los rema-
tes empieza adar sus frutos. Control orientado, regate hacia dentro,
disparo seco.
y 14. Alexis. Todo cuanto apuntó en Udinese y exhibió con Chile lo ha mos-
trado en su catálogo: velocidad, desborde, amague, verticalidad.
PD.- En primavera, el cuerpo técnico del Barça manejaba una planificación por la que
salían cuatro jugadores (Bojan, Jeffren, Milito y Maxwell) y entraban cinco (Cesc, un
delantero, Thiago, Fontàs y un defensa). De las cuatro bajas se han dado tres. De las
cinco altas se han producido cuatro. Y sigue faltando, más que nunca, la incorporación
de un defensa. Probablemente, un central. Pero no hay dinero y ahí están Bartra y
Montoya, dispuestos a todo.
* Ancla: El mediocentro fija su posición y el equipo gira a su alrededor. Vela: el medio-
centro divide los espacios, dirige la circulación e impulsa al equipo.
Real Madrid-Barça. (Supercopa de España, Ida). 15-Agosto-2011. Santiago Bernabéu. 2-2 (Özil, Villa, Mes-
si, Alonso).

282 | Índice
Planificaciones diferentes
16 Agosto 2011 / Diario Sport

Planificar es tomar decisiones. Es marcar prioridades y construir una hoja de ruta en


función de ellas. El buen entrenador señala prioridades, toma decisiones y construye
esa hoja de ruta. No siempre acierta, pero planificar es imprescindible. El aficionado
y la prensa no planificamos nada: simplemente esperamos que los futbolistas y sus
equipos estén siempre a la máxima potencia de rendimiento, lo que se contradice con
la realidad empírica que, año tras año, acaba imponiéndose. Un hecho más: no hay
planificaciones universales, ni mejores que otras, sino que cada una debe adaptarse
a las necesidades de cada club. No tiene nada que ver la exigencia y los objetivos de
un equipo español de media tabla con los de Barça o Madrid, que a su vez tienen casi
más diferencias entre sí que similitudes.
Guardiola y Mourinho han elegido voluntariamente el modo de afrontar su temporada.
El entrenador catalán ha concedido más descanso a sus futbolistas, sobreprotegido
a sus hombres básicos y priorizado la intensidad respecto de otros años, pero retra-
sando el trabajo grupal. No ha afrontado ni un partido de pretemporada con más de
cuatro jugadores vertebrales juntos, completando el resto de puestos con suplentes
del filial o juveniles descollantes. Priorizando Liga, Champions y Mundial de clubes
ha dibujado una hoja de ruta que irá de menos a más, en progresión evidente. Ese
camino contiene riesgos, como todos, el mayor de los cuales es conceder ventajas al
Madrid, sea en forma de un título (Supercopa española), sea en puntos ligueros en las
primeras semanas. Riesgos importantes porque retroalimentarían al gran rival, pero
riesgos asumidos por la toma de decisiones: Guardiola considera que su equipo no
puede estar nueve meses esprintando de forma enloquecida cada tres días, sino que
ha planteado la temporada como una carrera de 1.500 metros en la que el decisivo
será el sprint final. El equipo se muestra ahora mismo agrietado, huérfano de sus
hombres vertebradores, sin salida de balón y lejos de sí mismo. A cambio, su margen
de mejora es amplísimo porque puede crecer mucho.
Mourinho, fiel a sus principios metodológicos e impulsado por las necesidades que
la realidad impone, optó por una planificación de gran inmediatez. Mayoría del grupo
convocado desde la primera hora, trabajo táctico intenso, búsqueda de la máxima co-
hesión y muchos partidos disputados con todo el núcleo duro del equipo en la misma
alineación. Es una hoja de ruta bastante distinta de la barcelonista, con prioridad en
un arranque fulgurante, sea para conquistar el primer título en juego, sea para adquirir
ventaja sustancial en la Liga. Ambos caminos tienen su lógica. Lo que cambian son
los objetivos que se ha marcado cada cual.

283 | Índice
La Supercopa de España (Vuelta) en 12 tuits
17 Agosto 2011 / Twitter

1. Partido brillante, vibrante, majestuoso. Fútbol en estado puro, espec-


táculo grandiosodurante 89 minutos. Pulso casi ajedrecístico.
2. Un equipo quiere construir una autopista para sacar el balón. El otro
lanza olas para impedir esa construcción. Pep sitúa a Piqué, Busquets
y Xavi, sus tres piezas vertebrales, en la salida. Mourinho ordena pre-
sión alta para crear un cortocircuito. Y lo consigue muy a menudo.
3. El partido está en ese pulso entre blancas y negras: construir una
autopista mientras llega el oleaje infatigable. Tres arquitectos enfren-
tados a tres olas gigantes (Benzema, Di María, Özil). Los arquitectos
están muy bajos de forma, pero conservan escuadra y cartabón. Los
madridistas muestran una intensidad conmovedora.
4. La presión arriba multiplica los errores de Piqué, Busquets y Xavi,
que es tanto como regalar oportunidades de oro a los puñales ma-
dridistas. El resto es un guión similar a la ida: Xabi y Khedira (luego
Coentrao) sobre los interiores del Barça. Pedro y Villa abriendo las
bandas. Messi revoloteando, Pepe a su rebufo para impedir que se
acerque a Casillas.
5. El Madrid logra su objetivo: consigue que el Barça engarce pocas ju-
gadas de duración eterna, de esas que desarbolan al más equilibrado.
El Barça sufre ante la presión alta y opta por un recurso inhabitual: si
no puede jugar y mecer en horizontal, lo hace en vertical y al espacio,
pero su juego de posición desaparece. Y ahí es mucho menos Barça,
aunque sigue haciendo daño en cada destello.
6. Verticales y con grandes espacios vacíos, Messi e Iniesta son terri-
bles. Imparables. No hay anticipación que pueda cubrir tantos metros
cuadrados de césped, ni estructura defensiva, por trabajada que esté,
que consiga frenar a estos dos jinetes del espacio abierto.
7. El acierto rematador da el título al Barça. Un Madrid colosal en el
cortocircuito ha rozado la proeza, con un Benzema prodigioso en sus
movimientos, pero la eficacia inclina la balanza. La eficacia, esa asig-
natura que parecía perdida para el Pep Team y que ha sublimado en
esta Supercopa.
8. La auténtica opción madridista no era la cobardía, sino la valentía. El
Mourinho entrenador ha sabido rectificar su clamoroso error en las
semis de Champions, cuando regaló balón, espacio y tiempo. En esta
doble final ha sabido frenar y secar las virtudes teologales del Barça,
algo que el gran Sir Alex Ferguson ni siquiera rozó en Wembley.
9. El contrapunto de un gigantesco Benzema ha sido Cristiano, de nuevo
en sordina en un partido grande. Coentrao de mediocentro ha mejo-
rado a Khedira y liberado a Marcelo. Higuaín y Kaká, simplemente no

284 | Índice
están. Tampoco brilla la organización ofensiva. El ataque es siempre
formidable, lleno de fuerza y coraje, pero a impulsos, como si no exis-
tieran instrucciones preestablecidas, ningún plan formal de ataque. Es
emocional, no estructural.
10. Aroma a final anticipada de Champions. No hay en Europa, ahora mis-
mo, dos equipos con ese nivel. Incluso estando en plena pretempo-
rada. El Madrid tiene todo para conquistar títulos este año. El Barça,
que parece no haber regresado todavía de vacaciones, ha añadido
más madera que nunca para que la locomotora incremente la poten-
cia. Cuando adquiera la velocidad de crucero puede ser una máquina
demoledora.
11. Piqué, Busquets y Xavi aún han de hacer su pretemporada. Sin em-
bargo, Messi, Iniesta y Mascherano ya han pillado la onda. Cesc Fà-
bregas es la noticia de la noche. Salió al campo sin recordar que no
juega al fútbol desde hace cinco meses. Y al primer balón encendió
las luces e insufló aire fresco. Fue la promesa de que con él no sólo
llega la continuidad del modelo y un hambre feroz de victorias, sino
otro factor diferencial, uno más, de alto voltaje. Ha llegado el herede-
ro. En realidad, el heredero del heredero.
y 12. Messi.
PD.Del esperpento final, dedo en el ojo, comportamiento canalla y mezquino, muy
poco que aportar. Las imágenes son demasiado evidentes y los protagonistas -todos
ellosestán señalados con luz fluorescente. Retratados.
Barça-Real Madrid. (Supercopa de España, Vuelta). 17-Agosto-2011. Camp Nou. 3-2 (Iniesta, Cristiano
Ronaldo, Messi, Benzema, Messi)

285 | Índice
La luz y la sombra
20 Agosto 2011 / Diario Sport

La Supercopa dejó mil historias y lecturas, demasiadas de ellas de ruido y furia, y una
descomunal sobre ese monumento llamado Leo Messi. Además, dejaron una luz y
una sombra en aspectos futbolísticos. La luz se llama Cesc; la sombra, la defensa en
los saques de esquina del Barça.
Salió Cesc Fàbregas y se hizo la luz. Cinco meses sin jugar se transformaron en una
bocanada de aire fresco. Llegó y nadie tuvo que explicarle lo que significa “el tercer
hombre” o “el hombre libre”. Se limitó a ponerlos en práctica como le enseñaron en
las viejas pizarras de La Masia. Vio a Messi, antiguo compañero de pupitre, percibió
a Adriano por fuera y, para buscar la superioridad, mandamiento número dos de las
reglas blaugrana, arrastró sobre sí la atención de Marcelo, abrió un pasillo por dentro
para que pasase Adriano y, simplemente, se limitó a ceder el balón a Messi. En cierta
ocasión le pregunté a Xavi Hernández sobre la causa por la que en ocasiones toca y
se va, pero en otras toca y se queda. Xavi contestó así: “Eso depende. A veces ‘toco
y me voy’, pero a veces ‘toco y me quedo’. Depende”. Cesc lo tuvo claro. En ese mo-
mento, lo que correspondía era ‘toco y me quedo’. Atrajo hacia fuera a Marcelo, abrió
la puerta para Adriano, tocó para Messi y se quedó, fijando al lateral madridista.
Esto lo pueden hacer miles de jugadores en el mundo. Pero hacerlo en un Barça-
Madrid, en sus instantes finales, con la adrenalina por las nubes, después de cinco
meses sin jugar, con un entrenamiento y medio en las piernas, eso ya no está al al-
cance de cualquiera. No la secuencia de movimientos en sí, sino la inteligencia táctica
para tomar esa decisión concreta. Lo habitual habría sido irse hacia dentro siguiendo
a Messi, dejar la banda a Adriano y un ‘toco y me voy’ clásico y ortodoxo. Cesc, edu-
cado futbolísticamente en el “depende”, optó por buscar la superioridad inesperada.
En esa decisión se acumulan los fundamentos iniciáticos y la madurez y experiencia
recibidas en el Arsenal por el ‘dueño del espacio’. La luz.
La sombra son esos tres goles encajados a la salida de un saque de esquina. Tres
de los cuatro goles del Madrid conseguidos de córner y ninguno de ellos en remate
directo. Una característica común: el Barça defiende bien el centro del área con sus
dos líneas (cuatro hombres junto a Valdés, tres por delante), pero deja dos zonas de
sombra. Una en la proximidad del primer palo, donde despeja mal y permanece inmó-
vil regalando un disparo franco a Xabi Alonso en el Bernabéu y el segundo empate
madridista en el Camp Nou. Y una zona de tamaño gigantesco, auténtico agujero
negro, tras el segundo palo, donde Benzema o Ramos fueron dueños y señores ante
la mirada pasiva de los barcelonistas. La sombra.

286 | Índice
Los números impostores
23 Agosto 2011 / Diario Sport

El 4 juega de 9. En Can Barça, los números mienten. Desde hace casi más de trein-
ta años, los niños que aspiran a jugar en el Barça aprenden el fútbol en la pizarra y
a partir de números. Un maestro en chándal pasa las lecciones y, para cada nueva
hornada, el primer día de clase toca aritmética: con el 1, el portero; con el 2, el lateral
derecho; con el 3, el central; con el 4, el pívot. A esos niños se les explica con números
lo que después interpretarán sobre el campo durante muchos años. Se empieza con
un dibujo 3-2-1 en las categorías benjamines y se evoluciona al 3-4-3 en el fútbol de
mayores. Los dorsales señalan las posiciones sobre el campo y los números definen
los roles y perfiles que tendrá quien ocupe cada plaza, las zonas que deberá cubrir y
las acciones que le corresponde efectuar.
El 4 es el número matriz del Barça, a partir del que se explica su juego. El 4 empezó
siendo Luis Milla y lo heredó Pep Guardiola. Después llegó el sucesor del heredero,
Xavi Hernández, que ni siquiera necesitó lucirlo en la camiseta para serlo. Años más
tarde, Frank Rijkaard lanzó su evolución al avanzar al ‘jugador cerebro’ quince metros
por delante de la plaza tradicional de pivote. El mediocentro pasó a ser un jugador
físico (Motta, Márquez, Edmilson, Touré) hasta que llegó Busquets como gran híbrido.
El 4 se adelantó a la posición del 6 y los números adquirieron otra dimensión. El 4 de
siempre pasó a dirigir las operaciones desde campo contrario y eso, en pies de Xavi,
fue una de las claves de la excelencia actual.
Ahora ha llegado Cesc Fàbregas, heredero del sucesor del heredero, el nuevo 4 que
ya no sólo puede jugar de 4 como Busquets, de 6 como Xavi o de 8 como Iniesta,
sino de falso 9 como Messi, cuatro posiciones para el 4, impostura definitiva de los
números blaugrana, cuadratura del círculo. En Can Barça mienten los números, pero
no mienten los buenos futbolistas, que están ahí para lo que se tercie, sea para jugar
un día con smóking o al siguiente con el mono lleno de grasa. La polivalencia no con-
siste en ser mediocre en todo, sino en conocer las necesidades de cada posición y
adaptarse a las mismas como le enseñaron en la pizarra de La Masia. Guardiola, que
fue educado en dicha escuela y sabe latín además de aritmética, es consciente que la
siguiente vuelta de tuerca no podía consistir simplemente en variar un dibujo concreto
(pasar del 4-3-3 al 3-4-3, por ejemplo), sino en otorgarle a cada número el máximo
de significados posibles. En enriquecer los números reales con números imaginarios
hasta convertirlos en números complejos, pero siempre impostores. Así es el fútbol
que jugará el Barça esta temporada, donde incluso el 4 puede pasar por un 9. La única
mentira que alberga dicho juego reside en los números.
PD-1.Semifinales de la Eurocopa 2008 (España-Rusia). Minuto 34, se lesiona David
Villa. Luis Aragonés decide que Cesc Fàbregas le sustituya. Final de Euro’08 (Espa-
ña-Alemania). Cesc Fàbregas se alinea por detrás del único delantero de la selección,
Fernando Torres. Final del Mundial 2010 (España-Holanda). La Roja juega con un
único delantero, David Villa. Minuto 87, entra Cesc Fàbregas para jugar por detrás

287 | Índice
del Guaje. Estos son los precedentes que mueven a Guardiola a utilizar a Cesc como
falso 9.
PD-2.Falso 9: el primero que se conoce como tal es Nándor Hidegkuti, de la legenda-
ria selección húngara de los años 50. En 1974, Rinus Michels lo pone en práctica en
el Barça, con Sotil en punta, Rexach por derecha y Cruyff falseando la posición desde
el 11 y por detrás del 9. Laudrup alcanza el apogeo del rol con el Dream Team, entre
Stoichkov (izquierda) y Goiko (derecha). En 2009, Guardiola recupera el papel para
Leo Messi.
PD-3.Cesc: “En el Arsenal me movía con total libertad; aquí hay mucha más disciplina
táctica y todas las posiciones tienen especificados los movimientos que deben hacer.
Debo aprender todo esto para no correr como un pollo sin cabeza. Sobre todo, debo
mejorar la concentración para no cometer errores defensivos”.

288 | Índice
La final de Supercopa europea en 7 tuits
26 Agosto 2011 / Twitter

1. Seguro que hay razones poderosas y razonables, pero la ausencia de


Busquets en el mediocentro es como levantar un muro de hormigón
en la salida de balón del Barça. Sin Piqué ni Busquets, esa salida se
empina, dificulta y acumula obstáculos.
2. Mascherano y Abidal centrales: no había otra opción posible tratándose
de una final. Pero con Keita forman un “trío de plomo”, la antítesis de la
salida limpia de balón, que parece quemarles. Posiblemente no había
solución mejor si Pep no quería contar con Busquets. Damnificado tam-
bién Valdés, que sin sus socios habituales no ha combinado bien con
los pies, aunque ha sido vital, como en todas las grandes ocasiones.
3. Busquets. Posibles causas: baja forma física; secuelas del golpe sufri-
do en la selección (orinó sangre); confianza inmensa en Keita y empe-
ño en su reconversión al mediocentro (Pep ha logrado hazañas tácti-
cas inverosímiles; quizás también consiga este milagro); incluso cabe
pensar en un pequeño toque de atención para que recupere tensión
competitiva y concentración.
4. Consecuencia: Xavi ha tenido que retrasar 15 metros la posición para
recoger el balón. Regresó a su viejo oficio de “aguador”. Eso ha hecho
retroceder también a Messi y facilitado la presión alta del Oporto, cu-
yos centrales se han plantado en el círculo central. A cambio, un pase
filtrado rompía con facilidad las líneas portuguesas.
5. En tiempos de zozobra, en noches duras o estados de baja forma, y el
Barça está en baja forma porque aún se halla en plena pretemporada,
el estilo de juego es el salvavidas. Cuando las circunstancias son más
difíciles es cuando el Idioma Barça tiene más importancia. Es frente al
oleaje fuerte cuando el salvavidas adquiere todo su sentido. En esos
momentos aparecen los Barçablantes: Xavi, Iniesta, Messi, Pedro, los
que aprendieron en La Masia esta forma de jugar y se agarran a ella.
El estilo es la brújula que marca el camino, la vela que rompe la os-
curidad, lo que les ha permitido salir vivos de dos leones formidables
(Madrid y Oporto) y batir todos los récords.
6. La electricidad de Pedro ilumina la noche. Presiona sin descanso, se
le unen Villa e Iniesta, generan un error y Messi lanza su requiebro im-
posible. El resto ya consiste en conservar el balón hasta que aparezca
el viejo socio de Messi. En los principios de siglo, Messi y Cesc ya per-
petraban esas mismas diabluras del segundo gol. Además, Fàbregas
es hoy un cruce de dos sangres: el toque de La Masia más el ímpetu
de la Premier. El cuchillo que corta la mantequilla.
y7 Y Messi.
Barça-Oporto. (Final Supercopa de Europa). 26-Agosto-2011. Stade Louis II Mónaco. 2-0 (Messi, Cesc)

289 | Índice
La pausa y el vértigo
28 Agosto 2011 / Guía Liga BBVA

El Barça es la pausa. El Madrid es el vértigo. No descubro nada nuevo. Salvo que


el Barça ha comprado un poco de vértigo para aderezar su pausa, en tanto el Real
Madrid ha adquirido aún más vértigo y, de momento, no ha rellenado la pausa, esa la-
guna que algunos apreciamos en su equilibrio vital. Básicamente, en mi opinión, esta
es la única modificación sustancial que se ha producido con el cambio de temporada.
El resto se mantiene estable, tanto si miramos a los dos de arriba que dominarán el
campeonato, a los aspirantes al tercer puesto y las competiciones europeas, como si
nos centramos en la clase media o los aspirantes a sobrevivir al concurso de acree-
dores o al abismo del descenso. ¿Liga escocesa? Bueno, ya querrían los escoceses
tener en su campeonato a los dos mejores equipos europeos y a varios más de con-
siderable nivel.
En la cuarta jornada de la pasada Liga, el Madrid venció por 3-0 al Espanyol en el Ber-
nabéu, pero José Mourinho se mostró contrariado ante la prensa. Dijo que no le había
gustado el frenesí de sus jugadores en cuanto recuperaban el balón. Que habría pre-
ferido más combinación y un juego más reposado. Menos vértigo, en definitiva. Pero
en las siguientes 34 jornadas apenas hubo pausa alguna en el juego blanco, sino que
fue una frenética carrera vertical, siempre hacia delante. O sus jugadores no hicieron
caso al consejo de Mourinho, lo que parece poco probable, o el propio entrenador
portugués aparcó su apunte técnico. La realidad es que el verano no ha cambiado
las cosas y el Madrid continúa teniendo en Xabi Alonso al único botón de pausa. A
expensas de Sahin, las nuevas incorporaciones añaden más vértigo e intensidad, lo
que garantiza una verticalidad endemoniada y, también, debate en cuanto un resulta-
do sea negativo. Quizás ese día se recordará que esta plantilla excepcional apenas
tiene pausa.
El equipo de la pausa, por el contrario, sí ha incorporado algo más de vértigo en sus
filas, algo que no ocurría desde el ascenso del efervescente Pedro. La llegada de
Alexis garantiza ese plus del que carece un Barça cuyo estilo consiste en mecer al
rival hasta hipnotizarle. Alexis es el puñal del desequilibrio. Y Cesc Fàbregas, el 4
híbrido y completo, quizás el centrocampista mundial que mejor combina la pausa y
el vértigo. Capaz de vestirse con el traje de la calma o con el de la intensidad, según
se precise. Fàbregas, el medio que cubre todas las posiciones desde el 4 hasta el 10.
Guardiola parece satisfecho porque suma lo que le faltaba a un equipo que ya parecía
tenerlo todo.
Y este será el pulso: la pausa con algo de vértigo frente al vértigo sin apenas pausa.

290 | Índice
Barça 3.0, el idioma sigue evolucionando
29 Agosto 2011 / Twitter

1. El 3-4-3 anunciado al conocer la alineación ha sido, en realidad, un


3-1-3-3 totalmente “bielsano” (aunque con interiores en vez de late-
rales en la 2ª línea). Mucho más cruyffista que Cruyff, Pep Guardiola
se ha encomendado a su amigo Bielsa para dar una nueva vuelta
de tuerca en la evolución del Idioma Barça, que cada temporada da
pasos adelante en el ámbito táctico. El de ahora ya es el Barça 3.0,
capaz de alinear al ‘doble Messi’, o sea, a Messi y a Cesc haciendo
de Messi. Adelantemos ya que la evolución no se detendrá aquí: en
partidos menos arriesgados del Camp Nou veremos este año un 2-3-
3-2 jugando en apenas 30 metros, pero no hay que fijarse en el dibujo,
que sólo es un dibujo. Lo que importa de verdad es la idea, el sentido
del juego, la intención y el movimiento perpetuo. Los conceptos, no
un dibujo.
2. Guardiola siempre confecciona las alineaciones pensando en cómo
atacar al rival y nunca en cómo defenderse de él. El 11 de hoy es fruto
de esa idea. No es una ‘boutade’ para aparentar, ni una ‘guardiolada’
sin sentido, sino una decisión meditada y estudiada. Podía haber sa-
lido mal, por supuesto, porque las decisiones pueden ser erróneas,
pero nunca caprichosas. La realidad del partido ha demostrado el
acierto de la decisión.
3. Dijo Arrigo Sacchi que la evolución del fútbol pasaría por convertir
todo el terreno de juego en un centro del campo y llenarlo de centro-
campistas (no sé si empleó exactamente estas palabras). Pep escu-
chó aquello y el Barça está por la labor. Seis centrocampistas en la
alineación inicial más Messi, que lleva dos años siendo un centrocam-
pista más, un todocampista-goleador, rara avis, especie singular. Con
esos 7 centrocampistas, el juego de posición adquiere una dimensión
desconocida y se acerca a la profecía de Sacchi. La fluidez deviene
en movimiento perpetuo (“perpetuum mobile”).
4. Cesc & Messi Sociedad Ilimitada. Se conocieron siendo niños, colec-
cionaron cromos juntos y aprendieron los trucos en la vieja pizarra
verde de La Masia. El retorno de Fàbregas es la mejor noticia del año
para el Barça. Ya no por lo que supone de futuro, sino por lo que im-
plica en el presente rabioso. Los viejos socios vuelven a encontrarse
y repiten maniobras. Como cuando jugaban a las chapas y barrían en
cadetes. No han perdido el aire pícaro de los partidos infantiles. Ni
siquiera necesitan mirarse: se presienten. Son el ‘doble Messi’.
5. El verdadero precio del fichaje de Cesc lo hemos conocido en las
últimas 96 horas. Desde el viernes en Mónaco hasta hoy en el Camp
Nou, pasando por la masacre de Old Trafford. Su precio ha sido una

291 | Índice
cosa. Su valor, otra muy distinta. Muy superior. Good Buy, decian en
Londres. Good Buy, en efecto, ahora que se ha integrado en un eco-
sistema futbolístico en el que aún puede explotar más.
6. La conducción de Thiago en el primer gol, acompañado por Cesc, es
de manual. Media defensa rival espera el pase a Fàbregas y se va tras
él, ayudada por el amague de Thiago, amague de cuerpo y de rostro.
Incluso Diego López bascula hacia Cesc, como queriendo adelantar-
se al inminente remate. Y cuando ya toda la estructura defensiva está
desequilibrada, Thiago emplea la pierna izquierda para cruzar donde
nadie la espera.
7. Thiago ha perdido un balón en la zona central y en vez de quedarse
mirando, como hacía antes, ha corrido a defenderlo (por cierto, de
forma espléndida). Ese es el cambio que le pedía Pep desde hace un
año y que no llegaba. Ya está aquí.
8. El debate del verano en Barcelona versó sobre las incompatibilidades.
Teniendo tan cerca al equipo y a Guardiola, ¿a qué vino semejante
debate?
9. Villarreal sin balón es como un jilguero sin alas. Lucha y se esfuerza
denodadamente, bien plantado en el campo, cubriendo huecos, pero
persigue gacelas. Siete gacelas en concreto, más dos zorros en las
bandas (Pedro y Alexis). Persecución imposible por más voluntad que
han derrochado los de Garrido. El Villarreal está construido para tener
el balón y adquiere sentido a partir de él. Sin cuero, no hay Villarreal.
Y sin Cazorla, menos.
10. Los extremos del Barça no pueden medirse por el número de veces
que tocan el balón. Ellos no están para atacar, sino para defender.
Los amigos chilenos deberán reconvertir su forma tradicional de in-
terpretar el fútbol: Alexis Sánchez ya no es un delantero. Ahora es un
defensa. Está para ‘estirar la lona’, la misión que en el Barça reciben
los atacantes. El Barça defiende en el área rival. Es así. No hay más.
Alexis lo hará muy bien en esa función.
11. La reconversión de Keita como mediocentro de posición. Lo que nos
quedaba por ver: que fuese ancla y eje del equipo. Tras las recon-
versiones anteriores de Abidal, Mascherano, Messi o Busquets, la de
Keita parecía la más ardua, casi un imposible, pero Pep se ha empe-
ñado en ella.
y 12. Y Valdés.
Barça-Villarreal (Liga, Jornada 2). 29-Agosto-2011. Camp Nou. 5-0 ( Thiago, Cesc, Alexis, Messi, Messi)

292 | Índice
El ‘doble Messi’
3 Septiembre 2011 / Diario Sport

La pretemporada del Barça, concluida con la goleada liguera al Villarreal, deja algu-
nas lecciones de la nueva evolución táctica que vive el equipo de Guardiola, varias
acciones, movimientos, figuras y dibujos que ya podemos considerar como una au-
téntica actualización de su sistema operativo y retratan el Barça 3.0. La primera de
estas nuevas figuras es la que denominamos ‘doble Messi’, es decir, la duplicación
del ámbito de actuación del fenómeno argentino a través de su ‘hermano de sangre’
Cesc Fàbregas.
Hasta tal punto ha sido visible la potencia de esta figura que Raúl Llimós, en RAC-1,
no dudó en definirla como ‘el 18’ por lo que significa de sumatorio de fuerzas entre dos
9. Dos falsos 9. La figura del falso 9 es muy conocida por los lectores y también su
recorrido histórico: nació oficialmente con el húngaro Hidegkuti en los 50 (aunque Sin-
delar y Pedernera ya lo fueron previamente), fue interpretado en ocasiones por el gran
Di Stéfano, lo empleó Rinus Michels en 1974 destinando para ese rol nada menos que
a Johan Cruyff (aunque de forma esporádica) y alcanzó su plenitud con Laudrup en el
Dream Team. Resucitado en 2009 por Guardiola en el cuerpo de Messi, se ha estable-
cido como ‘patrón oro’ del juego del Barça, la vara de medir el estado de las cosas. El
cambio introducido estas últimas semanas por Guardiola significa multiplicar por dos
dicha medida al ubicar al gemelo Fàbregas junto al genuino Messi.
En muchas ocasiones se ha especulado sobre quién podría sustituir a Messi como fal-
so 9 en caso de necesidad y, al margen de que el argentino posea un nivel inigualable,
los candidatos siempre fueron Pedro ( jugó ahí de forma extraordinaria ante Alemania
en el Mundial) e Iniesta, el otro maestro de la conducción zigzagueante. Con la llegada
de Cesc llegó también un tercer posible sustituto del falso 9, pues la polivalencia del
jugador catalán es tan notable que puede jugar en cualquier posición de mediocampo
desde el 4 hasta el 10.
Lo que nadie esperaba es que Guardiola diseñara esa figura del “doble Messi” a
la que Cesc se ha amoldado como si fuera el propio Leo. La compenetración de
ambos les hace interpretar dicho papel de dos maneras diferentes: en paralelo o
en sentido opuesto. En paralelo, ambos se plantan en la zona de gracia y, sin me-
diar explicaciones, uno asiste y el otro remata. Da igual quién hace qué. Hasta el
momento, asiste más Messi y remata más Fàbregas, pero el orden se invertirá en
cualquier momento. También actúan en sentido opuesto: en esa modalidad, uno de
ellos va arriba y el otro abajo. Messi acostumbra a hacerlo a su ritmo trotón hasta
que decide esprintar y Cesc lo hace a un ritmo muy veloz, impregnado como está
de la efervescencia Premier. En ambas modalidades, el “doble Messi” ha sido una
figura innovadora y letal por duplicado.

293 | Índice
El 2-3-3-2
10 Septiembre 2011 / Diario Sport

Cada vez que el Barça presenta una alineación en formato 3-4-3, creemos retroceder
a 1988 y revivir a Cruyff en el banquillo. Sin embargo, en estas dos largas décadas,
ese dibujo ha aparecido en las pizarras blaugrana en múltiples ocasiones, pero sobre
todo en el césped. Ocurre que tendemos a definir el sistema de juego erróneamente
en función de la alineación y del dibujo teórico que forman los jugadores antes del
pitido inicial, pero la realidad es mucho más rica y sutil. Xavi Hernández lo definía
con precisión anteayer en el Diario Sport cuando explicaba que el Barça emplea casi
siempre una línea de tres defensas vista la posición real durante el juego.
La próxima evolución táctica que maneja Guardiola no es el 3-4-3 de Cruyff, ni el 3-1-
3-3 de Bielsa (aunque con interiores en vez de laterales, como ante el Villarreal), sino
el 2-3-3-2. Hagamos una precisión básica: esta estructura está prevista para aplicarse
en el Camp Nou ante equipos de defensa muy cerrada y nivel medio; no es el sistema
para enfrentar a un Real Madrid o un Manchester United, ni para visitar los campos
de Athletic u Osasuna. Es para desplegarla en casa frente a conjuntos de media tabla
que atacan con un solo delantero. El objetivo fundamental de dicha organización es
incrementar a cuatro las líneas de jugadores para facilitar el sentido del juego saltando
de una a otra, hacia delante o hacia atrás según interese.
El esquema planta dos defensas sobre el círculo central: uno preciso en el pase y la
conducción (estilo Piqué) y otro corrector gracias a su velocidad y eficacia en el corte
(Puyol, Mascherano, Abidal). El inmenso vacío a sus espaldas deberá ser cubierto
por la anticipación de Valdés, auténtico líbero, más la rapidez del defensa corrector.
La segunda línea del equipo la componen los dos laterales junto al mediocentro de
posición, que ejerce de ancla sobre quien gravita el equipo (digamos Alves, Busquets,
Abidal). Ambos laterales mantienen su perfil asimétrico, con mayor profundidad por
derecha.
La tercera línea se mueve entre líneas rivales: son las tres mariposas que revolotean
para escorar la muralla contraria, Messi y dos interiores componiendo triángulos de
distintos tamaños y orientación, en ocasiones con la punta hacia arriba, en otras hacia
abajo. La cuarta línea, por último, es la de los extremos sacrificados, los dos hombres
que estiran y tensan la lona en las bandas para abrir los pasillos centrales en la defen-
sa contraria por donde entrará la tercera línea blaugrana y también ellos dos.
Guardiola ya empezó a probar este plan especial de ataque a finales de la pasada
temporada, que es la época que siempre utiliza para ensayar sus nuevas propuestas
de laboratorio, y pronto veremos este 2-3-3-2 con fuego real.

294 | Índice
La peligrosa zona de confort
12 Septiembre 2011 / El Periódico

Un hermoso estadio, una tarde dulce y un marcador claro a favor casi sin haber roto
a sudar. El plan ideal para un día de fiesta a finales de verano. Convocatoria para en-
trar en la zona de confort. La zona de confort es uno de los mayores riesgos para un
equipo de fútbol porque equivale a la comodidad y la certidumbre. Como diría Cruyff,
te han llenado la cabeza de elogios sobre que eres el mejor del mundo, estás ganando
cómodamente sin bajar del autobús y con varios suplentes. ¿Qué más puedes pedir?
Nada. Es la felicidad completa. Aquí no hay obstáculos ni campos minados. Anoeta es
una alfombra: césped bien cortado, recién regado, ninguna trampa en perspectiva, ri-
val noble que tira la línea tan arriba que es una invitación a las entradas de la segunda
línea barcelonista, que entra a cuchillo por esos pasillos gigantes.
Cuando un jugador o un equipo se preguntan ¿qué más puedo pedir? significa que has
entrado en la zona de confort, un conjunto de acciones donde es cómodo manejarse. El
Barça entra en esa zona de vez en cuando. No es la norma del equipo ni del entrenador,
que siempre pone en marcha alguna situación que genera tensión en sus hombres o
inquietud, con el fin de que nadie se adormezca y el colectivo siga creciendo y evolucio-
nando. Dos o tres veces por año, el Barça entra en esa zona en la que jugó en Anoeta
durante una hora. Marcador fácil, juego plácido, rival entregado. Confort.
Se juntan Busquets, Fontàs, Keita y Xavi en un rectángulo y le hacen un rondo impa-
rable a Agirretxe, que se agota persiguiendo inútilmente el balón. Toques y toques en
ese rectángulo. Toques intrascendentes. Se adormece la Real Sociedad, pero sobre
todo se duerme el Barça. La esencia del Barça no es tocar por tocar, sino tocar con un
sentido y un objetivo: el juego de posición usa el toque para generar superioridades
tras las sucesivas líneas del rival. Los de la camiseta negra olvidaron este principio
básico y pasaron a jugar de forma neutra, sin buscar saltar líneas, ni el hombre libre,
ni construir superioridades para sentenciar.
Dice Cruyff que al 95% de intensidad cualquier jugador y cualquier equipo se vulgariza.
Ocurre cuando entras en la zona de confort: dejas de jugar al 100% y eso significa bajar
un peldaño en la concentración. A partir de ahí, es más fácil cometer errores, se presio-
na menos, se ataca peor, con lo que se defiende mal, se pierde la posición en el campo
y el sentido del juego. La confortabilidad provoca estas consecuencias y, en ocasiones,
el rival no desaprovecha la oportunidad y te deja en evidencia, que es lo que sucedió
en San Sebastián. Todas las restantes razones que se argumentan son ciertas: el des-
control por los partidos internacionales; la extraña mezcla de los centrales, dejando al
perfil corrector en el banquillo; la persistencia en ubicar a Keita de mediocentro pese a la
falta de fluidez del malí en la circulación y los pases interiores. Pero siendo ciertas, son
razones menores. La mayor es la pérdida de intensidad y concentración por la entrada
en la zona de confort. La comodidad es el enemigo del futbolista.
Real Sociedad-Barça (Liga, Jornada 3) 10-Septiembre-2011. Anoeta. 2-2 (Xavi, Cesc, Agirretxe, Griezmann)

295 | Índice
Busquets, el hombre que juega de perfil
17 Septiembre 2011 / Diario Sport

De vez en cuando se piden voluntarios para una misión complicada y el primero en dar
el paso adelante siempre es Sergio Busquets. No importa si se trata de perder las va-
caciones para sostener a la selección Sub-21, si es para cubrir la ausencia de los dos
centrales titulares del Barça o para encajar todos los golpes de la crítica en el Mundial.
El primer bombero en llegar al incendio es Busquets, quizás porque lleva incrustada
en el alma esa vocación de voluntario, del mismo modo que es el primero en dar un
paso al frente en cuanto su equipo pierde un balón. Mientras el resto de mediocentros
del mundo entero reculan hacia atrás, Busquets interpreta el papel contrario: cuando
se extravía un balón, él se adelanta a recuperarlo. A veces, esta vocación le conduce
a errar como en el gol de Rooney en la final de Champions y no faltan tertulianos y
aficionados que le dan más valor a ese movimiento erróneo que a mil acertados. Él lo
encaja sin chistar.
Cuando llegó al Barça procedente del Jábac, Busquets era delantero centro. Si hoy
es lo que es, el mediocentro más precoz y prodigioso del planeta fútbol, es gracias a
sus capacidades cognitivas, que le permitieron aprender el oficio del 4 en el Barça B
cuando Guardiola le impartió las oportunas clases. Esas mismas capacidades le per-
mitirán ser un gran defensa central si se empeña en ello y el entrenador lo decide. Su
inteligencia futbolística es muy superior a sus deficiencias como esa falta de velocidad
tan similar a la que padece Piqué, que no ha impedido a éste convertirse en un cen-
tral gigantesco. Busquets también lo será si hace falta. Pero no lo conseguirá en tres
partidos, sino con tiempo y aprendizaje, aunque insisto en que no sé si será necesario
que deba hacer semejante transición. De momento juega de central por la emergencia
sufrida: la doble lesión de Puyol y Piqué más el titubeante inicio que padeció Abidal y
la lenta maduración de Fontàs. Ni siquiera hizo falta que Guardiola pidiera voluntarios:
antes de abrir la boca, Busquets ya se había cambiado de camiseta y formaba por
delante de Valdés. Mucha gente se ha puesto nerviosa con eso y con dos empates
seguidos, sacando de la mochila los viejos tópicos del barcelonismo que nunca desa-
parecen si no se desea comprender a qué juega este equipo con Guardiola.
Pronto todo volverá a su sitio y Busquets colgará el casco de bombero y se vestirá de
llave de paso del agua. Porque Sergio no sólo es ancla y vela del equipo, pues divide
el balón y genera los espacios, sino que con sus decisiones ordena el fluido blaugra-
na. El “Barça líquido” circula por las tuberías que abre este rey de la finta y la visión
periférica, un futbolista que juega de perfil para facilitarle la vida a sus compañeros.

296 | Índice
Adiós a los complementos
20 Septiembre 2011 / Diario Sport

El pensamiento cartesiano y analítico implantó el Principio de Complementariedad


en el fútbol. A saber: junto a un pequeño tenía que jugar un grandullón. Principio muy
razonable si el fútbol se descompone en sus partes, obviando el contexto global de
un equipo. De este modo, al lado de un mediocentro defensivo debía alinearse otro
ofensivo. Junto a un medio creativo, uno destructivo. El fútbol parecía exigir siempre
equilibrio, balance y complementos, muchos complementos. Si un lateral es atacante,
el otro ha de ser un ancla. Todo constructor ha de tener al lado un destructor. Y así en
cualquier zona y para cualquier posición. Complementos era el concepto mágico de
este pensamiento analítico tan arraigado y del que ninguno de nosotros se ha librado
alguna vez. Fútbol de complementos.
Hasta que llegaron unos cuantos entrenadores (no necesariamente jóvenes, incluso
alguno de ellos vistiendo chándal dominguero), rompieron el tabú y quebraron el para-
digma. En vez de alinear complementos buscando un imposible equilibrio, observaron
el fútbol como un fenómeno complejo y lo contextualizaron. En lugar de desmenuzarlo
en pequeñas partes y analizar cada una de ellas al microscopio, contemplaron el
juego como un todo integral, como un universo de interrelaciones entre los futbolis-
tas. Cambiaron el enfoque y entendieron el fútbol como un sistema complejo. Esta
decisión tuvo consecuencias: la especialización dio paso a la polivalencia entendida
no como mediocridad, sino como excelencia adaptativa. Se derogó la complemen-
tariedad, imponiendo una idea fácil de explicar y difícil de aplicar: puesto que somos
buenos en una faceta concreta, vamos a apostar fuerte por ella.
En otros tiempos habríamos dicho que el Barça amontona centrocampistas creati-
vos de forma desequilibrada. Ahora debemos afirmar que afortunadamente lo hace
así. Guardiola es uno de los que rompió el paradigma del complemento y apostó por
sumar fuerzas donde cree necesitarlas: en su caso, en el centro del campo, principio
básico de su modelo. En un equipo que juega fuera de las dos áreas, nada mejor
que alinear al mismo tiempo a Busquets, Xavi, Thiago, Cesc y Messi, centrocampis-
tas surgidos del mismo horno, iguales en lo esencial y distintos en lo circunstancial.
¿Complementos? Al contrario: casi clones, capaces de jugar uno en el puesto del otro
sin desentonar. En vez de sumar peras y manzanas para complementar, Guardiola ha
decidido juntar frutas de la misma especie para hacer un zumo más puro. El fútbol se
decide en las dos áreas, dijo en cierta ocasión un afamado técnico italiano, rey de los
complementos, pero el Barça está demostrando que se puede mandar en el mundo
desde el centro del campo a partir de un sumatorio de iguales.

297 | Índice
La mariposa caótica y los cuatro por dentro
26 Septiembre 2011 / El Periódico

Mientras nosotros echamos cuentas, Guardiola actualiza el software del equipo. Nos
quedamos contando el número de defensas mientras él ya ha dado dos pasos al
frente en las evoluciones tácticas, que nos pillan siempre a pie cambiado. “Yo no le
jugaría al Atleti con sólo tres defensas”, proclama el periodista, sin atender que no
es eso, no es eso. Que en un equipo donde defienden los delanteros, no importa
cuántos defensas alineas, siempre que te hayas armado para someter al contrario.
En un equipo donde el mejor defensor es Xavi, el número de defensas es irrelevante.
¿Xavi mejor defensor? Sin duda. No digo mejor defensa; digo mejor defensor. Xavi es
el mejor defensor del balón, eje y epicentro del fútbol blaugrana, porque nunca (casi
nunca) lo pierde.
Comprender las gigantescas evoluciones que protagoniza este equipo, empieza a de-
mandar, junto a la alineación, un manual de instrucciones que facilite la comprensión.
A lomos de futbolistas excepcionales, Guardiola ha acelerado las actualizaciones del
software a la velocidad de los neutrinos. Lo que al principio fue un update anual y más
tarde trimestral, son ahora evoluciones intersemanales, transformando el equipo y su
sistema de juego en el paradigma del movimiento continuo, donde conceptos como el
3-4-3 ya no sirven para definir la cambiante realidad.
Estudiante aventajado de la Teoría del Caos, Pep decidió hace tiempo que no estan-
caría a su equipo en un lago de complacencia táctica. Imprescindible insuflar desor-
den en el orden y promover mariposas que aleteasen en una zona del campo para
provocar tornados en otra. Teoría del Caos: variaciones ligeras en las condiciones
iniciales pueden generar diferencias muy profundas en el desenlace. Aplicado al fútbol
significa construir pequeñas superioridades constantes en el centro del campo para
desorganizar al contrario y someterle. En ese momento ya no importa si juegas con
tres defensas o sin portero. Eres el amo del balón, con Xavi de mejor defensor, y pue-
des acercarte al área rival para ajusticiarle en superioridad.
La mariposa que hoy provoca el tornado son los cuatro por dentro. Mientras las ter-
tulias debaten sobre incompatibilidades, Guardiola ha colocado a cuatro de ellos por
dentro en su nueva actualización. Uno fijo (Busquets para dividir), otro defendiendo a
base de posesión (Xavi) y dos con la gorra de anarquistas (Cesc y Thiago), mediocam-
pistas falsos capaces de travestirse en extremos abiertos, mediocentros de posición,
atacantes imparables o interiores zigzagueantes. Cuatro por dentro, el nuevo código
del software abierto del Barça 3.0, la mariposa caótica que catapulta al tornado Messi.

298 | Índice
Reconciliación
26 Septiembre 2011 / RAC-1

Pep Guardiola ha realizado una nueva aportación al barcelonismo: abrir un melón


que poca gente quería probar. El melón de la reconicliación. Es tradición en el Barça
que quien llega corte de raíz el árbol que plantó su antecesor. Los estatutos no dicen
nada al respecto, pero cada nuevo presidente cumple la tradición. En el caso de San-
dro Rosell ocurrió algo diferente: puso por delante la exigencia de responsabilidades
económicas. Las razones que le impulsaron a tomar una medida tan excepcional son
sobradamente conocidas y, desde hace un año, nada ha cambiado salvo que el pro-
ceso judicial apenas está en sus inicios y el juicio mediático ya ha dictado sentencia
contra el expresidente Laporta.
Las palabras de Guardiola abren un dilema muy importante para la vida del club:
una vez Laporta ya ha sido sentenciado mediáticamente, ¿es imprescindible seguir
adelante por la vía judicial? ¿O sería más positivo para el club centrarse en las cosas
buenas que hizo y olvidar lo malo que, quizás, hizo? Sandro Rosell deberá elegir, pero
las palabras de Pep señalan un camino de conciliación. El técnico nunca ha hecho
nada que perjudique al club. Quizás también en esto valdría la pena hacerle caso.

299 | Índice
La filosofía de juego del Barça
29 Septiembre 2011 / World Soccer Digest (Japón)

El fútbol que desarrolla el Barça tiene un sentido, está enmarcado en un modelo,


es coherente con una filosofía y parte de una idea fundamental. ¿Cuál es esa idea?
Nadie mejor para explicarla que quien la implantó, nada menos que Johan Cruyff: “En
primer lugar dominar el balón. Es un concepto muy simple: cuando tú dominas el ba-
lón te mueves bien. Y consigues que el otro no lo tenga y no te pueda atacar. Tienes
que buscar y comprar jugadores capaces de hacer esto y hacer muchos entrenamien-
tos de posición. Automáticamente, con gente de calidad, intentar en cada momento
dominar en el campo y hacer lo que tú quieres. Si quieres atacar a fondo o si quieres
respirar manteniendo el balón, necesitas el balón para hacer lo que quieres y el otro
tiene que adaptarse a tus decisiones”.
Esta es la idea de la que nace todo: dominar el balón. Lo segundo es el sistema: “El
dibujo es lo segundo”, me explica Cruyff. “Si tienes gente que domina el balón y sabe ir
al ataque, a partir de ahí tienes mucho ganado. Si se pierde el balón la clave es cómo
lo recuperas otra vez. La idea antigua era ir a defender a nuestra área y presionar para
recuperar antes. Ahora han perfeccionado los detalles y el espectáculo mas grande
es cuando el Barça no tiene el balón. Eso es lo más grande que hay ahora mismo en
el fútbol porque en lugar de ir hacia atrás se van adelante. Defienden hacia delante”.
El sistema, el dibujo que emplea el equipo, varía según las circunstancias. En los años
90, Cruyff empleó el 3-4-3. A partir de 2003, Rijkaard utilizó el 4-3-3. Desde 2008,
Guardiola alterna sistemas porque no le importa en exceso el dibujo, sino poseer el
balón, organizarse a partir de él y que sus jugadores comprendan lo que están hacien-
do. Hablé con el actual entrenador sobre este asunto y me explicó que la razón por
la que los chicos de la cantera suben y se integran fácilmente en el primer equipo es
porque llevan seis, ocho, diez años haciendo lo mismo en la cantera. Y que si pone a
Thiago a jugar no le pedirá nada que no haya practicado antes en el fútbol base. Pero
que, al hacerlo en el primer equipo y rodeado de los mejores jugadores del mundo, lo
interpreta incluso mejor.
Este es un factor diferencial del estilo de juego del Barça: en otros equipos, a los
jugadores de talento les dicen que salgan a jugar y hagan lo que saben hacer. En el
Barça, no. En el Barça han de salir y jugar como corresponde a unas pautas prefijadas
que han aprendido y comprendido. Este es otro factor diferencial: ayudar al jugador
a entender el porqué de las cosas y los movimientos. El porqué ocurren las cosas.
Que interiorice que una decisión que toma ha generado una consecuencia, positiva o
negativa, en el conjunto del equipo. De ahí que deban comprender todas las claves
del juego.
Laureano Ruiz, el pionero en el trabajo de la cantera del Barça a partir de 1972,
evoca una imagen que nos ayuda a comprender mejor el factor diferencial del Barça
en cuanto al aprendizaje: “Lo que hay que hacer es entrenar bien y con balón en los

300 | Índice
primeros años de formación. El fútbol es muy parecido a los idiomas. En los idiomas
trabajas la coordinación fonética, que es la que nos hace hablar. En el fútbol trabajas
la coordinación motora. En idiomas no hay dudas: cualquier niño pequeño aprende
cualquier idioma en pocos meses incluso sin saber su gramática. En cambio, su padre
no lo consigue con facilidad por más gramática que sepa. Pues en el fútbol ocurre
igual. A los niños hay que enseñarles el idioma del juego desde muy pequeños. En-
señarles a entender el juego, que es lo más importante”. Para dominar el balón como
hace el Barça hay que comprender el juego, hay que aprender un idioma.
JUEGO DE POSICIÓN
Tenemos, por tanto, una idea básica (dominar el balón); un sistema sobre el que
desarrollarlo (3-4-3 o 4-3-3); un hecho diferencial (comprender los porqués); y todo
ello constituye un idioma futbolístico plagado de conceptos. Hablé con el cerebro del
equipo que está marcando la historia del fútbol contemporáneo: Xavi Hernández, un
canterano que lleva más de veinte años en el club: “En Can Barça te enseñan los
conceptos de un modo maravilloso. El concepto de levantar la cabeza, mirar antes de
recibir, anticiparte en ver la jugada... todo eso se trabaja muy bien. Los maestros nos
enseñaron muy bien. Antes de llegar al Barça, en Terrassa, yo sólo jugaba partidillos.
Aquí no. Aquí hay un rondo, una conservación, un partido de extremos para abrir
espacios, con los laterales abiertos... Y eres niño y preguntas: ¿Por qué abrimos el
campo? Y te responden: porque si tenemos el balón y estamos bien abiertos, al con-
trario le cuesta mucho defenderse. Y te das cuenta que los entrenadores tienen razón
y acabas comprendiendo la complejidad del estilo. Al final, aquí hay una verdad que
siempre hay que respetar: aquí nunca se puede perder el balón”. Lo dice el jugador
que nunca lo pierde.
Sobre estas bases conceptuales, el Barça desarrolla una versión muy ortodoxa del
juego de posición. El objetivo fundamental de este estilo es generar superioridad por
detrás de la línea que presiona al jugador que tiene el balón. Imaginemos que es Xavi
quien tiene dicho balón. Pues en este caso, el juego de posición busca crear supe-
rioridad a través de Iniesta o Cesc en la línea inmediatamente superior. Para ello es
imprescindible respetar un mandamiento principal: sacar el balón con limpieza desde
la línea de atrás. En esto, tanto Víctor Valdés como Gerard Piqué son unos maestros
pues saben cumplir la orden sin ponerse nerviosos. Eso permite iniciar todas las juga-
das con limpieza y sin brusquedades, permitiendo que el equipo “viaje” junto.
Esta es otra idea fundamental para comprender el éxito del equipo. Siempre “viaja”
junto al balón. Muy pocas veces veremos a jugadores iniciar acciones individuales por
su cuenta, salvo en el caso de una excepción mayúscula, la de Leo Messi. El resto
siempre se mueve en colectivo, como si se tratara de una cordada alpina. Los jugado-
res se mueven al ritmo del balón para ir tomando posiciones, cada uno en el rol que
tiene aprendido y siempre de forma acompasada y conjunta. De esta manera, cuando
ya están agrupados y bien colocados es mucho más fácil realizar la presión de la que
habla Cruyff en caso de perder un balón. Si lo pierden, nunca es en el inicio, sino en
el frente de ataque y, en este caso, siempre hay varios jugadores propios cerca del

301 | Índice
lugar de la pérdida con lo que recuperar el balón se convierte en una misión sencilla.
Cuando contemplamos las evoluciones, el juego de posición parece simple y cuando
Xavi explica conceptos como el “hombre libre”, el “tercer hombre” o la dicotomía entre
el “toco y me voy” o el “toco y me quedo”, parece un juego de niños. Pero rivales del
mundo entero opinan lo contrario, pues enloquecen persiguiendo sombras por todo
el campo. Para que la sinfonía suene tan armónica hacen falta jugadores hábiles y
talentosos, y también muy inteligentes tácticamente. Cesc Fàbregas es otro de ellos.
Su llegada ha supuesto una vuelta de tuerca más en el estilo, ya que Guardiola ha
decidido colocar a cuatro centrocampistas por dentro para incrementar aún más la
circulación del balón y el juego posicional. De este modo, Messi queda incluso más
liberado de lo que ya estaba.
LLENAR EL CENTRO DEL CAMPO
A cambio, el Barça ha de jugar muchas veces con sólo tres defensas. A nadie le im-
porta visto el rendimiento exponencial del equipo. Con cuatro por dentro, el balón se
mueve a una velocidad endiablada por todo el campo, destrozando y agotando a los
contrarios. Para esas cuatro posiciones, Guardiola está empleando a Busquets, Xavi,
Cesc, Thiago o Iniesta, a los que se une Messi para acabar de organizar un rombo
irregular que ha roto todos los antídotos que tenían preparados los técnicos rivales.
El 3-4-3 que a principios de temporada parecía un recurso temporal se ha convertido
en una decisión estructural. Guardiola considera que debe ir lo más lejos posible en
el concepto de que sus principales defensas son sus extremos, por lo que está con-
vencido de jugar con tres atrás si gracias a ello puede llenar el centro del campo con
futbolistas del tamaño de los mencionados.
En esos casos, el espectáculo es formidable porque los cuatro de dentro interpretan lo
que parece un vals continuo. Intercambian posiciones permanentemente, se mueven
sin cesar, revolotean por todas partes. El objetivo es doble: juntarse y desordenar al
rival. Los del Barça se agrupan y juntan, se mezclan con el balón, atraen a los contra-
rios y salen como un rayo por el lado opuesto para resolver la jugada. Las goleadas se
suceden y refuerzan los fundamentos: dominar el balón, no perderlo nunca, generar
superioridades tras cada línea, viajar juntos con el cuero. El equipo se siente cada vez
más fuerte y poderoso, más capaz de vencer dificultades. Una lesión muscular o la
rotura de unos ligamentos de la rodilla ya no significan un ataque de pánico. Las in-
corporaciones de Cesc y Alexis han supuesto un salto cualitativo, pero es que además
Puyol y Abidal, casi inéditos en el tramo decisivo de la temporada pasada, vuelven a
estar al pie del cañón; Mascherano ha aprendido el idioma y se ha reconvertido en un
defensa central de lujo; Keita y Adriano están siempre dispuestos a jugar en el sitio
que haga falta sin una sola mala cara; Thiago es uno más de la “Banda de los cuatro”
en el centro del campo; Villa y Pedro están más estimulados que nunca con la llegada
de Alexis. En fin, el Barça está mejor que en los tres años anteriores aunque eso pa-
recía difícil de lograr. Cada día que pasa, el equipo crece más, juega mejor y se siente
en condiciones de afrontar cualquier reto.

302 | Índice
La vieja idea de Cruyff está más joven que nunca. Los futbolistas de Guardiola com-
prenden lo que hacen y las pequeñas evoluciones del software táctico se suceden casi
cada semana. El jugador que lo resume todo es Xavi, un hombre que probablemente
jamás ganará el Balón de Oro, pero que facilita que otros (Messi ahora, Ronaldinho
antes) lo conquisten. Y Xavi concluye: “Hoy en día, el fútbol es movimiento porque
todo el mundo está bien físicamente y hay una gran intensidad. Por eso es fundamen-
tal lo que hacemos y la capacidad de elección que disponemos. Si yo paso el balón y
me quedo parado y estoy marcado, entonces no hay salida. Por eso en todas partes
dicen ‘toca y sal’. Pero no. En el Barça, a veces es ‘toca y sal’, pero a veces no, porque
es ‘toco y me quedo’. Depende del rival. Esta es la razón por la que todo jugador que
llega nuevo al Barça tarda un mínimo de cuatro o cinco meses en adaptarse. Porque
aquí, a veces es una cosa, pero a veces es la contraria, je je...”.

303 | Índice
La pausa
1 Octubre 2011 / Diario Sport

Velocidad, intensidad, presión. Los conceptos que manejamos a diario para definir
el fútbol. Una concepción acorde con los tiempos modernos, donde el vértigo es nor-
ma y la velocidad, una característica vital. El ritmo ha crecido exponencialmente y el
presente ha desaparecido: cuando pretendemos asirlo ya es pasado. Los periódicos
sólo publican noticias ya caducadas y los futbolistas han de ser velocistas porque el
juego exige que todo transcurra rápido. Hasta que alguien pone un contrapunto al
vértigo irrefrenable. Ocurrió hace unos días, charlando con un ojeador del Barça. Uno
de esos hombres que patean campos anónimos en busca de perlas desconocidas
que incorporar a La Masia. Hablamos del fútbol actual y del maravilloso primer gol del
Real Madrid al Ajax en Champions, cuando Özil, Kaká, Benzema y Cristiano Ronaldo
ejecutaron el contragolpe perfecto, una obra maestra de galope y precisión, quizás
el mejor de cuantos ha protagonizado este equipo que lleva años especializado en
ese movimiento veloz. Ya hemos dicho en muchas ocasiones que la mejor jugada
del Madrid es el saque de esquina en contra, pues lo defiende atacando y ha logrado
docenas de goles en combinaciones breves y certeras, relampagueantes.
El ‘scout’ barcelonista, sin embargo, quiso hacer hincapié en un detalle mayor: “La
precisión de los toques, el acierto en los desmarques hacia el exterior de Kaká y
Benzema ofreciéndose para dar el último pase, la velocidad colectiva de ejecución…
Pero, por encima de todo, la pausa que interpreta Özil. Son unas centésimas de se-
gundo apenas. Imperceptible. Ni siquiera toca el balón. Simplemente se detiene unas
milésimas. Y esa pausa es la que facilita el gol”. Pausa dentro del vértigo. Lo certifica
alguien que entiende mucho de fútbol. Pero esta no fue la sorpresa que me llevé
aquella tarde, tomando café con el reclutador de jóvenes promesas. La sorpresa llegó
a continuación.
“La clave de Messi no es su velocidad”, me dijo. “La clave es su pausa. A Cristiano le
abres la puerta y sigue corriendo, pero con Messi nunca sabes lo que va a hacer. Pue-
de correr como el más rápido y, de pronto, detenerse en seco. Ahí te ha ganado. En la
pausa”. Messi como símbolo de la pausa más que del frenesí. Nunca lo había visto de
este modo, pero cuando lo reflexioné me pareció un pensamiento razonable y pode-
roso. Enmarcados en la velocidad de los tiempos actuales, valoramos más la rapidez
que la calma y quizás eso nos ha llevado a analizar a Messi bajo un prisma erróneo:
midiendo sólo su velocidad. Claro, es un relámpago y un trueno al mismo tiempo y nos
conformamos con esa descripción. Pero es más: es la pausa en el momento preciso.
A Messi le abres la puerta y no sigue corriendo. Ahí te derrota.

304 | Índice
Jugadores y futbolistas
3 Octubre 2011 / El Periódico

Hay jugadores que hacen jugadas y futbolistas que juegan al fútbol. La diferencia
no es semántica, sino sustancial, aunque ambas categorías coincidan en un mismo
terreno de juego y, en ocasiones, las confundamos. Jugadores que realizan jugadas
brillantes, magníficas, que arrancan aplausos y ovaciones por su belleza estética o su
eficacia contundente. Futbolistas que entienden el fútbol, lo practican en su dimensión
colectiva, engrandecen al grupo y se retroalimentan de él; que redefinen posiciones y
convierten lo complejo en simple y normal. En el fútbol hay sitio para ambas catego-
rías, pero si los jugadores progresan en lo individual a base de acciones acertadas,
los futbolistas hacen crecer a su equipo de forma global.
Lo que pretende Guardiola con su equipo es ocupar el terreno de juego según crite-
rios que modifica de manera constante, incluso dos veces por semana. Mantiene los
principios identitarios del juego de posición y varía la forma de ocupar el campo. Ano-
che plantó dos estacas en el ataque: una en cada banda, pegadas a la cal, llamados
Adriano y Villa. Los futbolistas hicieron el resto. Se ubicaron tres en defensa, dos de
ellos laterales y el tercero un mediocentro reciclado; formó Thiago como falso zurdo
para escorar el campo por la izquierda; se alineó Pedro como falso 9 supliendo al au-
sente Cesc; y entre todos pusieron en práctica la partitura clásica: mover, asociarse,
avanzar juntos, agruparse en una zona para romper por la contraria… Mientras pudo
someter al Sporting, le bastó con tres defensas. Cuando dejó de dominarle por dentro,
cambió a cuatro. Al perder el balón, se vulgarizó y tuvo que recurrir a hacer jugadas,
una faceta en la que Messi se siente cómodo, pero el equipo se desvirtúa. Cuando
recuperó el cuero, lo utilizó como paraguas, para protegerse por si acaso; y como
instrumento para hacer el acordeón y dejar pasar el rato.
En los partidos grises como el de ayer en Gijón, los futbolistas sostienen el entrama-
do. Puede haber actuaciones individuales discretas, pero el respeto a la identidad
colectiva y al modelo de juego es garantía de supervivencia. Los futbolistas son los
cimientos del Barça aunque haya jugadores excelsos que tengan un mal día. Xavi es
el paradigma del futbolista. Busquets y Mascherano no le andan a la zaga. Thiago
está en pleno cambio de piel: empezó siendo un extraordinario jugador de jugadas y
está transmutándose en futbolista. Los maestros andan enseñándole bien por dónde
transcurre el camino de su futuro.
Sporting de Gijón-Barça (Liga, Jornada 7) 2-Octubre-2011. El Molinón. 0-1 (Adriano)

305 | Índice
¿Aún es Messi el falso 9?
11 Octubre 2011 / Diario Sport

Probablemente harán falta más partidos para contestar con certidumbre científica la
pregunta del titular: ¿Todavía juega Messi como falso 9? Transcurrido el primer tramo
del curso futbolístico, tengo serias dudas al respecto. Veamos la cronología. Prime-
ro, llegó Cesc y se alineó de falso delantero centro. Dijimos que el Barça jugaba, en
ese momento, con un doble falso 9, una figura que denominamos ‘doble Messi’ para
entendernos. Dos hermanos gemelos jugando de lo mismo y en paralelo. Uno asistía
y el otro desbordaba. O al revés. El siguiente movimiento fue retirar un defensa para
dejar sitio a esa doble figura y poder llenar el centro del campo por dentro, necesidad
vital en el juego del equipo. Y tras la lesión de Cesc llegó la primera señal del cambio:
Pedro adoptó su dorsal de falso 9, dejando a Messi otro papel que ya venía protago-
nizando durante meses: el de la mariposa de la Teoría del Caos, que agita las alas en
una zona del campo y provoca una tempestad en otra zona.
Insisto: falta que corroboremos lo visto y apuntado hasta ahora y no podemos descar-
tar nuevos enroques de Guardiola que desmonten lo que apenas hemos vislumbrado.
Pero, hoy por hoy, el falso 9 del Barça son más bien Cesc, Pedro o Thiago o lo será
Iniesta si hace falta. Pero ya no parece serlo Messi. Porque Messi es otra cosa: es
el jugador total, con incidencia por todo el campo. En su brillante temporada pasada
se alineó muchas veces de centrocampista creativo, realizó tareas de distribución y
paseó por las zonas que patean Busquets y Xavi sin el menor reparo. En este equipo
de números impostores y falsos roles, podíamos decir, por ejemplo, que Leo fue un
falso Xavi en la final de Wembley, pues en muchas ocasiones apareció a su costado
como un mellizo.
Estamos asistiendo a una nueva mutación en la que Guardiola atribuye roles y fun-
ciones concretas a diez de sus jugadores y otorga libertad completa a Messi para
evolucionar cómo y por donde quiera. Así, los otros nueve jugadores de campo son
distribuidos del modo que al entrenador le parece conveniente, mientras el as argenti-
no recibe un cheque posicional en blanco. Este es el tercer papel que interpreta Messi
en el Barça: empezó como extremo derecho, pasó a falso delantero centro y ahora
mismo es un líbero por todo el campo. “Muévase usted por donde quiera”, parece
decirle Guardiola, al tiempo que le da la camiseta del falso 9 al primero que pasa por
ahí, sea Cesc, Pedro o quien se tercie en el futuro. Todo ello nos lleva a concluir que
el Barça juega, desde el punto de vista de las posiciones, con 10 jugadores más Mes-
si. Estaremos atentos a los próximos encuentros para comprobar si se cumple este
nuevo rol del argentino o todo ha sido un simple espejismo puntual.

306 | Índice
Los tres cestos
18 Octubre 2011 / Diario Sport

En el huerto de La Masia se recolectan tres tipos de medios: horizontales, verticales


y zigzagueantes. Todos se cultivan con idéntico esmero y se abonan con las mismas
esencias, pero al crecer se desarrollan en direcciones distintas. Unos empiezan de
4 y dan un paso al frente; otros lo dan al lado; algunos retroceden una línea; todos
florecen a partir de un huerto común. El jardinero les riega con agua bendita para que
aprendan el lenguaje común: debutan siempre en el eje, como pivotes por delante
de los defensas, con metros para pensar, tocar, distribuir e iniciar el avance colecti-
vo. Después, el destino o la peculiaridad de cada uno le dirige hacia la posición que
ocupará como profesional y ahí es donde los frutos se dividen por cestos: unos al
horizontal, otros al vertical, los terceros al zigzagueante.
Xavi es el medio horizontal, Cesc el vertical e Iniesta el zigzagueante. Thiago es, de
momento, un híbrido de los tres, pendiente de encontrar su cesto definitivo aunque la
verticalidad parece ser la tendencia que más le atrae. Busquets es horizontal y Keita
vertical, mientras por abajo suben especimenes de las tres categorías: Sergi Samper
horizontal, Sergi Roberto vertical, Javi Espinosa zigzagueante. La virtud de los tres
cestos es que permite al entrenador hacer combinaciones de todo tipo con la certeza
que todos los pasillos quedarán iluminados. Se ponga como se ponga el contrario y
aunque intente cerrar todas las puertas, la existencia de estos tres perfiles diferencia-
dos garantiza que el sentido del juego fluya por donde se abra algún resquicio. Si el
rival se encierra, uno de los horizontales moverá el balón de un costado al otro para
escorar el buque. Si el rival se extiende a lo ancho, uno de los verticales se moverá
paralelo al eje para segar la carne con un trazo limpio. Si el rival entrecruza sus tram-
pas, uno de los zigzagueantes interpretará cabriolas y slaloms para descuartizarle.
La mezcla de los tres perfiles se compensa en la similitud de los medios. Todos ellos
se parecen (Busquets y Keita no, la verdad sea dicha), pero ninguno es igual. Pre-
guntado hace tiempo sobre la sucesión de Xavi, la respuesta de Zubizarreta resultó
muy reveladora: “Quizás el Xavi del futuro es un perfil que no imaginamos (…). Por
eso digo que la polivalencia es muy importante”. Es decir, el Barça post-Xavi seguirá
jugando igual, pero distinto. La clave para asegurar ese futuro pasa por seguir tenien-
do medios muy parecidos entre sí y que combinen los tres perfiles. Por esta razón (y
no sólo por ella) es tan importante La Masia que se inaugura oficialmente el jueves.
Es la garantía de que los tres cestos seguirán dando cada año su cosecha de medios
horizontales, verticales y zigzagueantes.

307 | Índice
Johan, aquel que cambió el Barça
29 Octubre 2011 / Diario Sport

Cinco de la tarde de aquel domingo. Llega Johan vestido de frac y cambia la historia
del Barça. Así: plas. Camiseta de manga larga, número 9 a la espalda, meses espe-
rando el plácet, Barça en barrena, eliminado en la Copa de la UEFA, penúltimo en
Liga, con 4 puntos y dos negativos (entonces existían los puntos negativos) tras seis
jornadas. El Barça de entonces, vaya, una veleta. Llega Cruyff, agarra el timón y se
dirige a puerto: desde aquel 28 de octubre de 1973, el equipo encadenará 17 victo-
rias y 6 empates para conquistar una Liga que se resistía desde catorce años atrás.
Johan marcará dos goles en su debut frente al Granada y 14 más en los siguientes
encuentros.
El Camp Nou lo vivió como un milagro. Johan era un genio con levita. Treinta años
más tarde, Ronaldinho produjo un efecto similar entre la afición, con su sonrisa, aque-
llos malabarismos, el gol trasnochado ante el Sevilla, sus galopadas en el Bernabéu
y su magia. Pero quien cambió la historia fue Johan. Ronaldinho fue un mago, Cruyff
un genio. Como futbolista nunca volvió a ser el de su primer año en el Barça, pero
su mejor aportación no fue esa, sino la que advino en 1988, cuando regresó como
entrenador.
Poca gente sabe que Johan vivió un cambio profundo en su mentalidad. Como artista
era genial, pero sus conceptos futbolísticos estaban muy influidos por los entrenado-
res ingleses que había tenido en Holanda ( Vic Buckingham le hizo debutar en el Ajax
en 1964). Como jugador creía que el estilo británico dominaría el mundo. Ya retirado,
reflexionó, regresó a sus orígenes (Jany Van der Veen fue su maestro en la cantera
ajaccied), filtró conocimientos y evolucionó. Cuando llegó al Camp Nou como técnico,
sus ideas eran otras: dominar el balón, organizarse a partir del cuero, atacar como
vocación… En fin, los fundamentos del juego de posición. Johan los inyectó hasta la
médula espinal del Barça: desde el primer equipo hasta el último conjunto de la base.
Frente a las reticencias históricas de un club que no poseía un estilo propio de juego
y contra los vientos de las urgencias y los resultados, Cruyff inoculó una idea revolu-
cionaria en el fútbol mundial.
Su aportación como técnico trasciende los triunfos que conquistó con el Dream Team.
Aunque nunca supo articular intelectualmente los conceptos que aplicaba (otros lo hi-
cieron por él y con gran acierto), su influencia resultó trascendental. Años después, Ri-
jkaard y Guardiola en el Barça (y Luis Aragonés y Vicente del Bosque en la selección)
sublimaron aquella idea y consiguieron éxitos nunca soñados. La influencia del genio
con levita fue gigantesca como jugador, pero trascendental como técnico. Hombre de
mil defectos, sin duda, pero sin el cual el Barça no sería lo que es hoy.

308 | Índice
Pep quiere una cantera a fuego lento
31 Octubre 2011 / El Periódico

El tiempo no se puede comprar, acelerar, retorcer ni manipular. Es inexorable y pun-


tual. No se puede correr más rápido que el tiempo, defecto en el que caemos cuando
nos fijamos en futbolistas jóvenes. La cantera del Barça contiene un par de ejemplos
recientes y sangrantes de ese vano intento de vencer al tiempo. Hay excepciones,
claro como Leo Messi. También lo fueron Bobby Fischer o Wolfgang Amadeus Mozart,
pero esos casos no anulan la certeza de que la precocidad acaba siendo víctima de
la dictadura del estancamiento.
Pep Guardiola lo vivió a su alrededor como jugador y lo ha sufrido como entrena-
dor. Ha visto grandes promesas diluirse como azucarillos en cuanto se igualaron las
fuerzas físicas o crecieron las dificultades rivales y surgieron los retos reales del alto
nivel competitivo. Por estas razones, y aunque su historial como ascensorista sea
espectacular, Pep quiere una cantera a fuego lento, sin prisas. Habría preferido que
Bojan fuese ahora mismo el delantero centro del filial y Gio dos Santos, un eferves-
cente extremo que encandilase el Mini Estadi. Con Guardiola no habrá precipitación
pese a que los 19 canteranos que han debutado con él hagan creer lo contrario. El
entrenador sabe que mucho más difícil que llegar al Camp Nou es quedarse en él,
de ahí que exija que la maduración de los vinos que crecen en La Masia se haga con
lentitud artesanal.
Los tiempos modernos buscan sangre fresca con la que alimentar la voracidad me-
diática, pero Pep posee su propio calendario. Conoce quiénes son los elegidos y cuál
es el tiempo de cada uno y no quemará a ninguno de ellos en el fuego de la fatuidad
precoz. Una cosa es estimular a un jovencito con unos minutos en el cielo (Muniesa
en 2009, Deulofeu ahora) y otra bien diferente pretender escamotear el camino feroz
y áspero que empieza en La Masia y termina en el Camp Nou. Ahí, el darwinismo
blaugrana se ensaña con los tibios y los que dudan; con quienes tienen un entorno
farandulero o poco asentado; con los precipitados que se enamoran de sí mismos
cuando se ven en las portadas. “Hay que dejar madurar el tiempo de los chicos y de
sus entornos”, explica Tito Vilanova, en su declaración de principios.
Ahora mismo hay seis chavales del Barça B subidos al ascensor: Montoya, Bartra,
Muniesa, Jonathan dos Santos, Sergi Roberto e Isaac Cuenca. Lo harán a lo largo
de la temporada, en partidos de Copa o de dificultad relativa. No son los únicos. Hay
guardametas para cubrir una emergencia y promesas brillantes ( Tello, Rafinha, Sergi
Gómez, Deulofeu, Espinosa) que también tendrán su momento. Pero Guardiola exigi-
rá paciencia y crecimiento pausado para que cuando lleguen al Camp Nou no sea de
visita efímera, sino para quedarse para siempre. Por los antecedentes nefastos de la
precocidad mal entendida tiene claro que el listón lo fijaron Iniesta, Busquets y Pedro.
El primero, porque no fue titular de verdad antes de los 23 años. Los otros dos, porque
nunca estuvieron en una lista de elegidos, sino que triunfaron en la sombra, cocinados
a fuego lento, aprendiendo los fundamentos y respetando el tiempo.

309 | Índice
Extremos
31 Octubre 2011 / RAC-1

Después de tres partidos sufriendo porque los contrarios se cerraban por dentro,
Guardiola pensó algo muy propio de Cruyff: si me regalan los extremos, los aprove-
charé. Y he aquí que el Mallorca le regaló las bandas. Los equipos rivales se miran los
unos a los otros y copian las fórmulas para parar el Barça. Lo que no entienden es que
también Guardiola los mira a ellos y encuentra las contrafórmulas. La que encontró
contra el Mallorca es bastante sencilla y, como os digo, muy típica de Cruyff: gracias
por regalarme las bandas, las aprovecharé.
Adriano y Cuenca, un jugador discreto de clase media y un nuevo ejemplar de La
Masia, aprovecharon el regalo y construyeron un partido atípico en el Barça, donde
los extremos fueron la llave para abrir la lata. Un equipo que siempre juega por dentro
decidió hacerlo por fuera y con esta sencillez se han terminado los debates y estas
crisis tan artificiales.
Barça-Mallorca (Liga, Jornada 11) 29-Octubre-2011. 5-0 (Messi, Messi, Messi, Cuenca, Alves)

310 | Índice
La Inmortal
7 Noviembre 2011 / El Periódico

En el decimoprimer movimiento de las blancas, Adolf Anderssen sacrificó uno de sus


alfiles. No fue en vano. Atrajo al rival, el francés Lionel Kieresitsky, que no comprendió
lo que tramaba el maestro alemán. Un rato más tarde, Anderssen permitió el sacrificio
de sus dos torres, siguió adelante con el plan y, en el vigesimosegundo movimiento,
sacrificó incluso a su dama. Pero la siguiente pieza que movió ya fue para dar jaque
mate al rey negro y cerrar la que se ha denominado como La Inmortal, una de las par-
tidas de ajedrez más bellas de la historia, disputada en Londres en 1851.
Bajo la lluvia inagotable de San Mamés, Keita fue el alfil sacrificado por Guardiola, la
niña de sus ojos; y Cuenca y Villa, las dos torres entregadas, uno en la grada, el otro
en el banquillo. A cambio, llenó el tablero con piezas de orfebrería. ¿Tenía sentido
presentar semejante equipo de peloteros para un partido que prometía ser de Premier
inglesa? Ninguno, salvo por el incombustible convencimiento de Pep sobre la bondad
del estilo de juego de su equipo. Este estilo ni se negocia ni se discute. Más que un
estilo de juego, parece haberse convertido en un estilo de vida. El balón es el centro
del universo blaugrana, el sol a partir del que se alinean los planetas, el alimento de
sus futbolistas. Ni el diluvio ni los charcos escamotean el concepto de juego y sus
movimientos frente a un Athletic grandioso en el esfuerzo, con grandes campeones en
sus filas, generosos en el sacrificio defensivo, guerreros como siempre, mejor planta-
dos que nunca: ese Llorente gladiador, ese Muniaín iniestiano, ese Ander prodigioso;
fieros, testarudos, indesmayables. El Barça responde insistiendo en su esencia: el
balón como principio y final.
Partido mayúsculo y memorable en el que ambos maestros alinean piezas con sig-
nificado, buscando el golpe mortal, provocando el error del contrario (así llegan los
cuatro goles). En la agonía, Guardiola incluso sacrifica a su dama (Xavi) para alcanzar
el jaque final como hiciera Anderssen hace 160 años, pero el desenlace no se repite,
por más que este partido haya alcanzado también categoría de inmortal por su carga
conmovedora y la entrega sin límites. Defendiéndose el Athletic, atacando el Barça,
errando ambos en instantes cruciales, pero componiendo una partida de ajedrez bajo
el agua que se recordará durante años. Termina en tablas, pero también será La In-
mortal.
Athletic Club-Barça (Liga, Jornada 12) 6-Noviembre-2011. San Mamés. 2-2 (Ander Herrera, Cesc, Llorente,
Messi)

311 | Índice
Monólogo aplastante, diálogo memorable
8 Noviembre 2011 / Diario Sport

Hay partidos diluidos en un monólogo aplastante y los hay, convertidos en diálogos


memorables. El fútbol siempre se basa en dos fuerzas que se enfrentan en busca de
un objetivo obvio, que pretenden alcanzar por caminos no necesariamente paralelos.
De hecho, el buen entrenador es aquel que toma conciencia de sus propias fuerzas,
evalúa con acierto las ajenas y elige el camino más adecuado. En ocasiones, para
vencer. En otras, simplemente para no salir esquilmado. No hay caminos moralmente
superiores a otros, ni propuestas con ética más elevada que otras, sino elecciones
estratégicas de un equipo, ese ente compuesto por entrenador, jugadores y fuerzas
emocionales.
El monólogo es habitual cuando Barça y Madrid se enfrentan a una mayoría de ri-
vales. Conscientes de su inferioridad, esos rivales acceden al monólogo del equipo
superior, buscando un inesperado milagro, una resistencia hercúlea, una compostura
conmovedora o, por lo menos, evitar la goleada. En casos así, acostumbramos a loar
las grandes exhibiciones de los equipos de Guardiola y Mourinho, que saldan dichos
monólogos con abundancia de juego, potencia y habilidad, muchos de ellos corona-
dos por goleadas escandalosas, como ese 7-1 que el Real Madrid endosa a Osasuna
en sesión matinal. El equipo de Cristiano es una trituradora fenomenal, con el Quar-
terback Alonso dirigiendo las maniobras, Arbeloa y Ramos cerrando todas las puertas
y Benzema e Higuaín interpretando baladas sangrientas en el área rival.
En momentos inesperados, sin embargo, el fútbol nos regala un diálogo sensacional
como ese Athletic-Barça de aroma inglés. Y en esos casos, la magia del fútbol enarde-
ce los espíritus. En el monólogo decimos que el Barça (o el Madrid) bordó su partido,
pues sometió tanto al rival que hizo con él cuanto quiso. En el diálogo de San Mamés,
ni siquiera la lluvia rocosa pudo someter a los duetistas, bestiales en su despliegue in-
tegral, físico, técnico y táctico, como si el diluvio desbordara los depósitos de gasolina
emocional e impulsara a los protagonistas a un desempeño inaudito. Ese diálogo será
memorable y no porque no existiesen los errores, que los hubo (goles, marcajes, des-
aprovechamiento de espacios, decisiones técnicas…), sino por la inaudita capacidad
de unos y otros por seguir dialogando en sus respectivas lenguas futbolísticas, más
allá de todo límite imaginado. Presionando, mordiendo, achicando espacios y aguas
los bilbaínos; abriendo huecos imposibles con su tuneladora los barcelonistas. Por ahí
parecían dialogar Talleyrand y Fouché tras el Waterloo napoleónico; Bogart y el capi-
tán Renault en el aeropuerto de Casablanca; o Sócrates y Critón en su imprescindible
debate sobre la injusticia mundana. Diálogos memorables.

312 | Índice
El contexto y el falso debate
12 Noviembre 2011 / Diario Sport

Ronda por todas partes un falso debate que pretende medir quién es mejor: ¿Messi o
Cristiano Ronaldo? Es falso por un motivo fundamental: el fútbol, en tanto que deporte
colectivo, no posee una vara de medir con precisión a los individuos por separado.
Las estadísticas aportan datos sueltos, pues miden un número de acciones o de goles
o de kilómetros recorridos o de pases de gol, pero son cifras no relacionadas con el
desempeño del colectivo. Fulanito recupera tantos balones, es cierto, pero es posible
que sea un tuercebotas que se haga expulsar cada dos partidos, dejando siempre
a su equipo en inferioridad. Menganito es un gran goleador, sí, pero es incapaz de
defender, insolidario con el grupo y un follonero. Y así podríamos citar cien ejemplos,
algunos ficticios, otros reales, que desembocarían en la certera afirmación que hizo en
su día Adrián Cervera, el joven entrenador del Marbella, uno de los mejores cerebros
del panorama español: “El fútbol es un deporte de interacción colectiva; no existe el
jugador como individual. Según el contexto, el jugador se manifiesta de una manera
u otra”.
El contexto es fundamental en el fútbol aunque no puede medirse, del mismo modo
que es imposible medir con cifras lo que diferencia a Messi de Cristiano (lo que les
diferencia, al margen de los gustos de los aficionados respectivos, es su mayor o
menor capacidad para ser muy influyentes dentro del colectivo sin que esa influencia
quiebre o disminuya la interacción colectiva de que habla Cervera). El contexto es
lo que separa al Barça campeonísimo de la Argentina trastabilleante. El contexto es
la diferencia abismal entre un Real Madrid estruendoso y un Portugal cojitranco. El
contexto significa que, cuando están bien integradas en un todo, las partes suman un
total muy superior a la simple suma de las partes. De ahí que Messi, siendo Maradona
cada cinco minutos, no consiga con Argentina ser el Messi del Barça y algo parecido
podemos decir de Cristiano: los contextos de sus selecciones son menos enriquece-
dores que los que encuentran en sus respectivos clubes.
En cuanto al falso debate entre ambos jugadores, puesto que no existe vara de medir
fiable toda discusión pertenece al terreno voluble del gusto personal. Es más intere-
sante disfrutar de su brillantez que perderse en disquisiciones imposibles, por más
que comprendo que un puntal clásico de la conciencia social es el dualismo, basa-
do en la contraposición de dos elementos de perfiles contrapuestos. La sociedad se
entusiasma siempre con esas parejas antagónicas: Frazier contra Alí; Kárpov ante
Kaspárov; Nadal y Federer; Borg contra McEnroe; Coe frente a Ovett; Phelps ante
Lochte; Anquetil contra Poulidor; Carl Lewis y Ben Johnson... Todos ellos, deportistas
individuales, sin más contexto que sí mismos. Queda bonito en los periódicos, pero es
un debate falso. El fútbol es interacción colectiva.

313 | Índice
Todo el mundo a bordo
21 Noviembre 2011 / El Periódico

Como esas fiestas paganas que dan la bienvenida al verano, el regreso firme de
Piqué y Puyol a la defensa blaugrana ha sonado a chupinazo. Como si la pretem-
porada se hubiese alargado durante meses, a la espera de que todos, grumetes,
marineros y capitán, estuvieran a bordo. En cuanto la doble P del Barça ha ingre-
sado en el arca, la nave parece haber partido por fin de puerto. Guardiola ha pa-
sado lista y ya están todos a punto: se terminaron los ensayos y empieza el curso
de verdad.
Con Puyol y Piqué regresa la normalidad atrás, la sensación de que la casa está
bien protegida y nada malo puede ocurrirle. En su larga ausencia, Mascherano y
Abidal han sido fenomenales correctores, pero llegados a las nuevas semanas de la
verdad, la seguridad emocional retorna con el capitán y su teniente. Posiblemente,
porque el fútbol empieza a resolverse siempre en lugares sin focos y esa pareja se
mueve por la base del campo, ahí donde un resbalón quiebra las faenas y jamás
puede perderse el sentido, la posición y la intensidad. Con ellos dos en el punto de
partida, el Barça reconquista sus certezas, lo que no es poco en un deporte repleto
de incertidumbres.
El resto es memoria. Aunque somos nuestra memoria, como dijo Borges, todo se
olvida con facilidad en este mundo kleenex y lo que no se recuerda, se repite. Se
acerca otro Clásico y todo vuelve a parecerse, en especial el enfoque sobre el esta-
do de los dos grandes dominadores del fútbol moderno. Como en un bucle inagota-
ble, ambos entornos repiten argumentos, quizá por el deseo de verlos convertidos
en realidad. Pero lo único que no olvida la memoria es que el Barça es el número 1
en fútbol agregado, mientras el Real Madrid lo es en fútbol disperso. El resto es hijo
del olvido.
A veinte días del día 10, una de las pocas certidumbres que tenemos es que, cuando
pintan bastos, el Madrid se encomienda a su juego del curso pasado y el Barça a su
juego de siempre. En las noches agrias, todo equipo necesita agarrarse a un salva-
vidas. El madridista se compone de coraje, intensidad sin límites y contundencia en
cada acción. El barcelonista está formado, a partes iguales, por pausa, triangulación
y búsqueda de pasillos dentro del laberinto. El salvavidas blanco le permite superar
temporales sin necesidad de practicar un juego construido: desde la dispersión y el
vértigo, el Madrid continúa siendo implacable. El salvavidas blaugrana ya posee un
historial meritorio de rescates imposibles en noches de naufragio. Cuando hay riesgo
de que la nave zozobre, el estilo de juego siempre está ahí, aportando su pausa, jun-
tando al equipo como el hilo que recoge todas las perlas.
Nos esperan veinte días de palabrería vana antes de la nueva batalla naval. Mourinho
ya ha demostrado que su Madrid es capaz de interpretar varias melodías dentro de
un mismo partido, pero que es en la dispersión y el vértigo donde mejor se siente.

314 | Índice
Así jugará en el Bernabéu. En cuanto a Guardiola, probadas ya todas las variables
tácticas que caben en el manual -probadas y aprendidas-, sus certezas se resumen
en dos: el estilo y el retorno de sus hombres vitales. Ya los tiene a todos a bordo, sin
rasguños. Y la nave va.
Barça-Zaragoza (Liga, Jornada 13) 19-Noviembre-2011. Camp Nou. 4-0 (Piqué, Messi, Puyol, Villa)

315 | Índice
El cerebro más rápido del Oeste
26 Noviembre 2011 / Diario Sport

“No tengo un físico privilegiado; por tanto, debo pensar rápido. En el fútbol hay dos
tipos de velocidad. Por un lado, la velocidad para la acción, como la que tiene Messi,
que puede hacer 200 cosas en un segundo, o Cristiano Ronaldo. Y también está la
velocidad mental. Algunos tienen en la cabeza un tope de 80 kilómetros/hora, otro de
200 km/h. Yo intento llegar al 200. Esto significa saber siempre dónde estás ubicado
en el campo para saber qué hacer con el balón antes de que te llegue. Eso se aprende
desde pequeño en el Barça. Cuando se me acerca un jugador, en el 99% de los casos
es más fuerte que yo. Por tanto, sólo tengo una solución: pensar más rápido. Dar un
paso, un movimiento, desmarcarme, hacer una finta, tirar un pase al hueco. Este tipo
de velocidad es hoy casi más importante que la pura velocidad física”.
La actuación de Xavi Hernández el pasado miércoles en San Siro me obliga a releer
la extraordinaria entrevista que concedió a Javier Cáceres el pasado mes de julio
para el periódico alemán “Süddeutsche Zeitung”. La velocidad mental. Superar con
las neuronas la potencia física. Podría parecer que hablamos de ajedrez en vez de
fútbol y, en ocasiones, los movimientos tácticos que ordenan algunos técnicos nos lo
hacen creer. Xavi es el cerebro más rápido del Oeste. Cuando el Barça era víctima del
desorden y el descontrol al que le abocaba un Milan bravo, Hernández fue el primero
en comprender que el equipo necesitaba calma y temple y, desde la jerarquía, recordó
a sus compañeros que el balón es lo que organiza al Barça. Lo pidió, se apropió de
él, descendió a los principios fundamentales del juego de posición y convocó a sus
colegas a una fiesta de la asociación pausada y el pensamiento veloz.
Rescato otra idea que expresa Xavi en la entrevista: “Si noto que Messi no ha es-
tado en contacto con el balón desde hace cinco minutos, entonces pienso: ‘Así no
va. No puede ser. ¿Dónde está?’ Y cuando le encuentro, lo agarro y le digo: ‘ Ven,
acércate, comencemos a jugar, ven’. Leo es un atacante y los atacantes se apagan
a veces. Como si estuvieran en off. A veces, cuando no recibe el balón o sufre un
marcaje estrecho, Leo se amarga. Pero cuando se acerca al mediocampo, se alegra
de nuevo. Eso lo disfruta porque puede tocar la pelota una, dos, tres veces y en-
tonces todo vuelve a girar y comienza un ataque. A mí me ocurre igual: cuando no
tengo contacto permanente con el balón, me falta algo. Por eso voy siempre donde
está la pelota para ayudar al compañero a lograr superioridad numérica”. Xavi, cuya
descomunal dimensión futbolística echaremos en falta cuando no esté, es el gran
lector de partidos, el cerebro que decodifica lo que está ocurriendo, el médico que
aplica el remedio certero.
Milan-Barça (Champions, Grupo H) 23-Noviembre-2011. Giuseppe Meazza. 2-3 ( Van Bommel pp, Ibrahi-
movic, Messi, Boateng, Xavi)

316 | Índice
Causas y no causas
27 Noviembre 2011 / Perarnau Blog

A) Tres causas que ayudan a explicar la derrota del Barça en Getafe:


1. Sin los que viven entre líneas.
El principio básico del juego de posición es generar superioridad de-
trás de cada línea de presión. Para ello son fundamentales los futbo-
listas que viven entre líneas. Iniesta y Cesc, dos de los mejores en
ese rol. Ausentes ambos. Getafe junta a sus hombres dejando poco
aire entre líneas. Es decir, hay poco espacio y no están los que dan
oxígeno. La combinación deviene en asfixia.
2. Sin utilizar las bandas.
Mover por dentro para abrir fuera, desordenar y concluir por el pasillo
interior. Este era el movimiento habitual. El Milan lo cercenó regalando
las bandas y cerrando pasillos con sus interiores. Granada le imitó. A
la tercera, el Mallorca copió antídoto y Pep replicó aprovechándolas
con Cuenca y Adriano. Getafe aplica el mismo método y, en esta oca-
sión, a Guardiola le cuesta verlo o corregirlo. La solución no es abrir
para centrar y que cabecee un interior de 1,70 m. sino abrir para sen-
tenciar por dentro. En días espesos, la cuesta se empina.
3. Con la mente embotada.
Tres años y medio compitiendo al máximo cada tres días. No son las
piernas las que pesan, sino la mente. El desgaste de la élite. Djokovic
dijo ayer: “Me siento saturado”. Su temporada ha sido gloriosa, pero
infernal. Las últimas tres del Barça han sido un lujo, pero también un
infierno. La mente se embota y esa es la causa de que cueste arran-
car en situaciones complejas. El porqué de la baja intensidad inicial
en Getafe.
Y el Getafe, no lo olvidemos. Inteligente en su plan: presionando sin
perseguir ni desordenarse. Entorpecer, a la espera de una oportuni-
dad. Se dio. La aprovecharon.
B) No son causas de la derrota:
1. La condición física.
Las piernas funcionan. En el minuto 93, bajo el diluvio de San Mamés
o en el frío de Getafe, el Barça galopa sin dudarlo. Termina los parti-
dos en el área pequeña del rival, sin escatimar energías. La condición
física está en su punto.
2. La complacencia
El Barça de Rijkaard se desvaneció entre volutas de autocompla-
cencia. El de Guardiola mantiene la ambición y el hambre. El técni-
co jamás bajará los brazos ni permitirá que el equipo se duerma. Se

317 | Índice
equivocará, pero no se dormirá. Tampoco sus capitanes: Puyol, Xavi,
Iniesta y Valdés. Por ahí no hay peligro.
3. El estilo de juego
Los errores no están en el estilo de juego, sino en su aplicación. Basta
un grado inferior de intensidad o una menor implicación en los movi-
mientos sin balón para que la maquinaria parezca imperfecta. Guar-
diola no se cuestionará el estilo. Buscará corregir los errores y, quizás,
sustituir alguna pieza del engranaje.No hay más. No habrá más.
Getafe-Barça (Liga, Jornada 14) 26-Noviembre-2011. Coliseum Alfonso Pérez. 1-0 ( Valera)

318 | Índice
La deportividad
29 Noviembre 2011 / Diario Sport

Con los ojos morados por el KO en Getafe, salió Pep Guardiola y dijo: “Los árbitros
no existen para nosotros. No tengo nada que decir sobre eso”. Sin más. Un deportista
reivindicando la deportividad, rasgo tan poco habitual que dejó boquiabierto a más de
uno, acostumbrado a que la industria del estiércol enfoque en exclusiva los errores
arbitrales. Cuesta encontrar deportistas en el deporte. Los vemos en el rugby, donde
las decisiones arbitrales se acatan. En otras especialidades hay que espigar para
encontrar ese rasgo: la deportividad. Salió Pep, dijo lo que dijo, mandó una lección
mayúscula en el más amargo de sus días y ganó una de sus mejores batallas.
A mediodía del domingo, en un partido de fútbol femenino, el árbitro pitó falta por ma-
nos de la portera fuera del área, que consiguió frenar un balón que iba directo a gol,
pero no expulsó a la guardameta sino que le mostró tarjeta amarilla. Las chicas perju-
dicadas se lanzaron a por el colegiado reclamando justicia hasta que su entrenadora
les pegó un grito: “¡Chicas, a jugar! ¡Respeto al árbitro!”. Se hizo un silencio espeso y
acataron. Perdieron el encuentro, pero sacaron una lección importante: el deporte no
consiste en ganar, sino en competir y respetar, incluso cuando la injusticia o el error te
perjudica. Sobre todo, en estos casos. Lección para la vida, que no está compuesta
precisamente de victorias mayúsculas, sino de pequeñas derrotas diarias a las que
debemos sobrevivir.
De vez en cuando vemos a un entrenador, derrotado por sus flagrantes errores, ma-
yúsculos, gigantescos, escupir porquería sobre el vencedor, como si verter basura
pudiera esconder sus meteduras de pata. Y eso vende: la porquería copa portadas.
No hay tertulia deportiva en televisión o radio, ni periódico en Barcelona, Madrid, Va-
lencia o Estambul que no centre sus historias en esa miseria insensata. Se argumenta
con un pretendido interés del público, al que se le han vampirizado gustos e intereses.
Más que el fútbol, lo que parece agradar es el griterío alrededor del estiércol. Dema-
siado complicada es la vida como para que sigamos degradando al deporte, uno de
los escasos reductos donde valores como la nobleza y el respeto aún encuentran
acomodo. Al que levanta esa bandera le acribillan tachándole de meapilas o hipócrita,
cuando en realidad es un ejemplo a imitar.
Guardiola, que en otros asuntos yerra o no acierta, dio un golpe importante en plena
derrota. Mientras tantos teóricos amigos suyos se subían al carro facilón del “yo ya lo
dije”, carro cargado por una derrota en medio de infinitas victorias, Pep ha soltado un
mensaje tan simple como enorme. Si todos hiciéramos como él, nuestro fútbol sería
bastante mejor y no se venderían menos periódicos.

319 | Índice
Pedro, el imprescindible
3 Diciembre 2011 / Diario Sport

Como si fuese la bombona de oxígeno del buceador, se echa en falta a Pedro Ro-
dríguez. Quizás quienes más le echan en falta son Messi y Alves, sus compadres de
la zona derecha del campo. A Pedro le consagraron sus tantos, aquella prodigiosa
exhibición que le permitió conseguir goles en todas las competiciones que disputaba
(salvo en el Mundial, donde lo tuvo y se enredó). Pero su influencia fue muy superior
a su capacidad goleadora. Marcó y decidió en momentos cruciales y en partidos bá-
sicos. Aparecía en los instantes de la verdad para sellar los partidos. Hizo más: volvió
loco a varios equipos, en algunos casos estirando la lona como en la final de Wem-
bley, en otros filtrándose entre líneas para desvarío del contrario, como en la semifinal
mundialista ante Alemania.
No terminó aquí su fortaleza: desde la sonrisa iluminó la oscuridad y fue siempre el
símbolo de que levitar no era positivo. Recordaba ser hijo de gasolinero, algo parecido
a decir que los pies han de estar siempre en el suelo. Y corría. Corría como un galgo,
inagotable, en el entrenamiento, en el partido o en el tren que llevaba de urgencias a
Pamplona. Pedro era el corredor perpetuo, lo que llevó a Guardiola a decir aquello de
“Todos somos Pedro”, paradigma definitivo.
Y ahora, Pedro no está. Mejor dicho: no ha estado. Pedro es el mismo, con idéntica
inteligencia táctica, movilidad, energía y compromiso. Pero por unas razones u otras,
su presencia aún no ha sido relevante en el curso presente, como si estuviese actuan-
do con sordina. Aquella lesión en el tobillo sufrida en Granada fue un puñetazo en la
nariz del corredor, como si Pedro hubiese chocado contra una pared. Su ausencia,
sus ausencias, han significado bastante más que sus goles, los sprints y su presión.
Ha dejado huérfano a Messi y a Dani Alves. Pedro estabiliza la banda derecha con
su largo recorrido y una fuerza de gigante, lo que reduce los espacios para la llegada
de Alves y atrae rivales. En lo primero, la inteligencia táctica del canario compensa
la hiperexcitación emocional del brasileño, un torbellino físico de escaso autocontrol
táctico. En lo segundo, libera a Messi de algunas marcas y eso posee un valor infinito.
Pedro pasa desapercibido y aún más los efectos que genera a su alrededor. Es el ju-
gador discreto, casi anónimo, que sólo de vez en cuando aparece ante los focos para
festejar un gol, aunque corre a esconderse entre la maraña de compañeros, como evi-
tando ser protagonista. Desde ese anonimato voluntario, su influencia es mayúscula
porque hace mejores a Messi y Alves sin aparentarlo. Su retorno auténtico al césped,
cuando se produzca, será una noticia inmejorable para el Barça porque significará que
todas las piezas estarán de nuevo en su sitio.

320 | Índice
La desaparición de los roles
5 Diciembre 2011 / El Periódico

Recién concluido el triunfo del Barça sobre el Levante, los presentadores de Barça
TV interrogaron a Cesc Fàbregas: “¿De qué has jugado hoy?”, le preguntaron. Y el
de Arenys respondió: “No lo sé muy bien. De algo”. Rumió un rato y añadió: “Bueno,
quizás de media punta”. Ahí está una de las claves que explica muchas cosas: la
desaparición de las reglas inamovibles y los roles fijos. Durante años hemos intentado
descifrar las pautas del juego del Pep Team, pero las nuevas evoluciones siempre se
adelantan a las conclusiones. En cuanto hemos definido que Messi es falso 9, deja
de serlo para adoptar otros roles. Ahora mismo, ya ni siquiera lo es, aunque de vez en
cuando todavía transite por esa posición mentirosa.
Lo mismo ocurre con casi todos los paradigmas que hemos ido construyendo para
explicar los éxitos acumulados. De Andrés Iniesta decíamos que era un repartidor de
caramelos, pero la definición ya queda obsoleta. Iniesta ha ascendido toda la escalera
de méritos de la empresa familiar: empezó de botones y ya es el director general de
operaciones. Cesc Fàbregas fue fichado para perpetuar la especie y en cuatro meses
ha tocado todos los palos y conseguido borrar lo más significativo: el puesto fijo. ¿De
qué jugó ayer, de qué jugará mañana? Ya no importa. Simplemente, está, contribuye,
aparece y resuelve. Y podríamos seguir: con Alves, con Mascherano, con Abidal, con
Alexis, indefinibles en su versatilidad.
De entre todas las pautas y los roles que se van superponiendo en esta evolución
constante, hay un síntoma que debemos anotar: cuando la maquinaria funciona como
un reloj, Xavi pasa desapercibido, como si no estuviera en el césped. Esa es su mejor
contribución: hacer funcionar el engranaje sin que nos percatemos de ello. Xavi es
quien enciende la luz. El gerente que abre la fábrica con su llave, el piloto que despe-
ga el avión. No es Mozart como Messi, sino Beethoven, sordo a los elogios y ausente
de las portadas, dedicado en cuerpo y alma a la creación, capataz de una obra que
se antoja irrepetible. En los días perfectos, Xavi se hace líquido para permitir que el
juego fluya sin respiro. En las noches duras, como la de Milán, Xavi se hace sólido
para irrumpir y dar su grito presencial. En esas ocasiones, exaltamos su prestación,
pero eso significa que la maquinaria sufría interrupciones, exigiendo la cosificación
del capataz.
Llega uno de los grandes partidos y todo está en su sitio: Cesc, en el rol indefinible;
Iniesta, dirigiendo entre líneas las operaciones; y Xavi, transparente y líquido, con las
llaves de la fábrica en el bolsillo y la mano sobre el interruptor de la luz.
Barça-Levante (Liga, Jornada 15) 3-Diciembre-2011. Camp Nou. 5-0 (Cesc, Cesc, Cuenca, Messi, Alexis)

321 | Índice
Balón contra espacio
5 Diciembre 2011 / Perarnau Blog

En la previsión de la temporada, el enfrentamiento previsto era el de la pausa contra


el vértigo. El Barça representaba la pausa y el Real Madrid, el vértigo. Aquellas carac-
terísticas se mantienen, pero otras se han añadido, hasta el punto que hoy podríamos
decir aún con mayor énfasis que el Barça se ordena a partir del balón, en tanto el
Madrid lo hace a partir del espacio.
Con un mismo objetivo: dominar al rival y vencerle. El Barça se comprende desde el
cuero. Lo quiere para organizarse y desarrollar un estilo de juego, el de posición, que
es un modelo construido. Entendámonos: no es que las jugadas estén prediseñadas,
pues eso significaría que hablamos de autómatas. Lo construido son los conceptos
vitales: buscar superioridad tras cada línea de presión, generar hombres libres de ma-
nera constante, conducir sólo para atraer, buscar a los lejanos, entender la posesión
como mera herramienta, abrir por fuera para concluir por dentro… Conceptos que
configuran un estilo construido que adquiere su sentido cuando todos los protagonis-
tas cumplen dichos preceptos y, a partir de ellos, dejan volar su talento.
En el Real Madrid, el espacio es el origen y el final del juego. El balón es un pretexto
para ordenarse a partir de los espacios que se generan con los movimientos individua-
les. Su estilo está menos construido, en el sentido de la profundidad de los conceptos
básicos, lo que permite una mayor variedad de acciones y también otorga más libertad
a los intérpretes. Es otro modo distinto de establecerse en el campo y de originar la
superioridad que concluirá en triunfo.
No advierto ninguna supremacía moral, ética ni siquiera estética de un estilo sobre el
otro. Son dos y diferentes, bastante opuestos en origen y desarrollo; radicalmente dis-
tintos en cuanto al núcleo central que los define (uno el balón, otro el espacio). Cada
aficionado al fútbol está legitimado para enamorarse de uno u otro, según sus gustos,
dado que ambos lo interpretan con maestría. El sábado, la partitura parece más que
antitética: el Barça intentará quitarle el balón al Madrid para evitar que corra y dejarle
sin espacio vital; el Madrid buscará arrebatarle el cuero al Barça para dejarle sin su
alimento precioso.

322 | Índice
El blindaje de los bombarderos
6 Diciembre 2011 / Diario Sport

Un axioma clásico del fútbol es que todo se resuelve en las dos áreas. Es un modo
de concebir este juego. Un modo interesante y rotundo que se apoya en cientos de
certezas comprobables y pruebas testificales. Sin embargo, no es el axioma definitivo,
pues existe otro, de características bastante opuestas, que plantea que el fútbol es de
los centrocampistas. Y que lo que sucede en las áreas es fruto de lo que se construye
en la zona central del campo.
No se trata de que un modo de entender el fútbol sea superior al otro, pero sí revela
posiciones antagónicas entre quienes apuestan por las áreas como parcelas esencia-
les y quienes piensan que el remate final sólo es consecuencia de un camino impres-
cindible e inevitable por los pasillos centrales. En esta segunda forma de concebir el
juego, lo que verdaderamente importa no es el número de defensas que alineas, sino
el de centrocampistas que presentas. Y su perfil. Aunque hay mucha gente distraída
contabilizando defensores del Barça, la clave está en el centro del campo, tanto si el
dibujo es un rombo, un diamante o el trapecio que viene configurándose en semanas
recientes. Guardiola ha apostado con rotundidad por sumar centrocampistas a fin de
multiplicar sus efectos. Ya explicamos en su día que, además, había terminado con
la vieja idea de los complementos, según la cual a un creativo había que sumarle un
destructivo y a un cerebro, adosarle un músculo. Principio de Complementariedad se
denomina a esta propuesta de combinar diferentes para buscar un equilibrio impro-
bable. Guardiola rechazó la idea en beneficio del contexto y cargó el equipo con casi
clones, buscando profundizar en el juego por dentro.
Hay una historia clarificadora al respecto. Durante la Segunda Guerra Mundial, el mi-
nistro británico del Aire convocó fórmulas para blindar sus bombarderos y evitar tantas
bajas. Un matemático, Abraham Wald, examinó los aviones perforados de balas y
lanzó una propuesta a contracorriente: “Hay que mejorar el blindaje de los aviones
justo en los lugares en los que estos no han sido alcanzados”. Wald escandalizó a
los expertos del ministerio, pero tenía razón: si aquellos bombarderos habían logrado
regresar a la base pese a ser ametrallados en varias zonas, significaba que podían
volar a pesar de los agujeros. Por tanto, convenía reforzar las zonas no agujereadas,
las mismas que probablemente habían supuesto el derribo de otros aviones. Wald,
fundador del análisis secuencial, tuvo razón en la cuestión de los bombarderos britá-
nicos: no eran los puntos débiles los que había que reforzar, sino los fuertes. En eso
imagino a Guardiola: en reforzar a sus centrocampistas y recordarle a Messi que será
más grande como individuo si se fusiona en el colectivo.

323 | Índice
Enfrentar el dolor, mirarle a los ojos
10 Diciembre 2011 / Diario Sport

El deporte es competir. Escalar un peldaño y, tras conquistarlo, emprender la escalada


del siguiente. No hay una cumbre final, pues siempre existe otra más alta que afrontar.
Cuando superas un listón, a continuación vuelve a elevarse, quizás sólo dos centí-
metros más, pero ya supone un nuevo reto. La montaña del deporte es una escalera
infinita de peldaños que nunca se agotan. Por esta razón, el elogio debilita. Porque
instala al campeón en una zona de confort donde se siente seguro y se cree invulne-
rable; una zona de la que no quiere salir porque salir es enfrentar de nuevo el dolor.
El dolor (el dolor emocional) ejerce de dormidera del campeón. Abandonar su zona de
confort, batirse a pecho descubierto, poner en juego prestigio y jerarquía, arriesgarse
a ser batido y caer del pedestal. Todo eso equivale a dolor y es lo que ha provocado el
final de tantos campeones. Son legión los poseedores de un título que no aceptaron
el reto del aspirante para arrebatarle el cetro, precisamente para ahorrarse el dolor
que eso conlleva.
El Barça se enfrenta hoy al dolor máximo. Desde luego, los puntos en juego son
importantes, pero la jerarquía lo es incluso más. Cuando salta al Camp Nou, el Pep
Team transita por su zona de confort: está en casa, habla su idioma, se siente imbati-
ble. Arrasa, golea. Fuera de ese jardín hace frío, mucho frío, y amenaza el dolor. Los
rivales muerden los tobillos, aprietan arriba, se enardecen ante la perspectiva de ara-
ñar al campeón y conseguir que trastabille. Cada arañazo al campeón es una medalla
de honor en el historial de quien consigue dicha muesca.
El Real Madrid quiere más que un arañazo: busca detener la trabajosa ascensión del
Barça, escalón a escalón. Guardiola y su gente han coronado doce de quince pelda-
ños en los últimos 40 meses, un palmarés histórico que pretende seguir ampliando.
Pero para lograrlo deben afrontar el dolor supremo que significa escalar como si fuese
el primer día, como si no hubiesen logrado nada hasta hoy, como si se tratara del últi-
mo partido de sus vidas, del último minuto de sus pases al hueco, del último segundo
de posesión eficaz. Descargar la mochila de los brillantes recuerdos. Olvidar quienes
fueron para sublimarse en quienes serán. Abandonar el confort del campeón amado y
abrazar el dolor del aspirante hambriento. Lanzarse al frío, al vacío, al reto nuevo del
próximo peldaño.
Tras una bendita semana muy futbolera, en la que los debates han circulado sobre sis-
temas y alineaciones, la única certeza se deposita ahora en los futbolistas. Ellos son el
fútbol y quienes cosifican las ideas y los sistemas. A ellos les corresponde abandonar
cualquier recuerdo confortable y adentrarse por los nuevos caminos del dolor. Donde
habita la leyenda.

324 | Índice
Las causas y las consecuencias
10 Diciembre 2011 / Twitter

1. Las alineaciones expresan un mensaje de cada entrenador. Guardiola


alinea 4 defensas, que pueden formar una línea de 3 o de 4, indis-
tintamente; un mediocentro que es ancla y vela del equipo; cuatro
interiores que parecen clónicos; y un atacante con capacidad para
tres posiciones. El mensaje es que el Barça será el Barça mutante,
un Barça Transformer que adaptará en cada momento la forma que
exija el desarrollo. Será un equipo con varias pieles, el de los números
impostores.
2. Mourinho compone una alineación valiente, interesante y que le dio
grandes resultados en meses anteriores. Aparta, nuevamente, el
triángulo de presión alto y apuesta por Özil de enganche con los tres
de arriba, lo que arroja otro mensaje y un augurio: equipo partido, con
6 por detrás del balón y 4 descolgados arriba. El trivote que le dio
buen resultado en Mestalla es modificado en beneficio de una apuesta
que conecta más con el sentimiento madridista del momento: era hoy
o nunca y había que hablarle de tu a tu al Barça.
3. A cinco segundos del pitido inicial, Ramos ordena a su defensa ade-
lantarse diez metros. El Barça no se percata del movimiento. Saca
Alexis para Messi y éste para Busquets, que controla de forma ho-
rrible el balón. Síntoma o símbolo, torpeza impropia. El mediocentro
no puede combinar como pretendía con Xavi y cede a Valdés, los
madridistas aceleran, el portero se equivoca. Gol. Síntoma, sin duda.
Errores que el Barça jamás comete. Y que repetirá a lo largo del par-
tido: malos controles, despejes inéditos, regalos constantes… No, no
será un partido perfecto del Barça, pues los pequeños errores se mul-
tiplicarán hasta el pitido final.
4. El gol tensa al Madrid, pero serena al Barça. Mientras la grada pide
una goleada que borre el 5-0 de hace un año, el equipo se echa atrás,
creyendo que ha encontrado el filón deseado: repliegue, muralla y
contragolpe, armas conocidas y afiladas. Error mayúsculo. Los cuatro
de arriba quedan descolgados y Özil muestra, una vez más, que su
intensidad defensiva es nula. Cada minuto que transcurre, el Barça se
adueña más y más del centro del campo.
5. Guardiola sale con línea de cuatro atrás, un rombo irregular en el cen-
tro más Messi de mediapunta, Alexis de delantero centro e Iniesta de
falso extremo izquierdo. A los 20 minutos, Pep ordena defensa de tres,
Alves se ubica de extremo diestro y Alexis, que había caído a la ban-
da, regresa a fijar centrales. Con este simple movimiento de piezas, el
Barça adquiere la superioridad definitiva. Será así hasta el final.

325 | Índice
6. No era partido para extremos abiertos estirando la lona, sino para ce-
rrar el paréntesis del falso 9. Nació en el Bernabéu y en el Bernabéu
ha vivido su último capítulo momentáneo. Messi no lo es desde hace
meses; Cesc está dejando de serlo, aunque volverá a ello en cuanto
sea preciso. Hoy, lo que necesitaba el equipo era un delantero centro
profundo, capaz de fijar a los centrales, lo que equivalía a despejar el
pasillo de la diagonal para Messi. El chileno Alexis, que llevaba parti-
dos probando esa variante, ha bordado su trabajo. Por alto, ha bajado
balones más propios de Ibrahimovic o Kluivert. Por bajo, se ha zafado
de los centrales, roto a su lateral y despejado de minas el camino.
7. En el vértice bajo, Busquets ha protagonizado, posiblemente, una de
sus mejores actuaciones con el Barça. Como mediocentro o como
central postizo, replegando o dando el primer paso, Sergio ha redac-
tado un manual del futbolista completo, el hombre que juega de perfil,
sin el cual sería inimaginable este Barça tan atrevido. Su presencia ha
engrandecido la defensa de tres, en la que Abidal ha estado preciso
en su coberturas, Piqué extraordinario en posición, salida de balón
y defensa del uno contra uno, y en la que el capitán Puyol -con él,
todos estaban ya a bordose ha erigido definitivamente en el Maldini
del Barça.
8. A partir de estos conceptos, el partido ha sido fruta madura para los
de Guardiola. Con cuatro por dentro frente a dos (Xabi y Lass), la des-
igualdad era flagrante. En el segundo tiempo, Iniesta ha abandonado
la frialdad de la banda izquierda en la que vivía desconectado y se ha
unido al grupo del centro y esa ha sido la puntilla: ya eran cinco contra
dos, con Cristiano, Di María y Benzema sin saber si acudir en ayuda
de su pareja damnificada de mediocentros o permanecer arriba por si
acaso. Extraordinario partido el de Benzema, en un contexto horrible
para cualquier delantero. Fantástico, aunque pocos se lo reconoce-
rán.
9. Con Iniesta ya eran cinco por dentro: la guillotina madridista. La defen-
sa tantas veces elogiada por su seguridad ha devenido gelatina por-
que las compuertas del centro del campo eran incapaces de resistir
el alud de interiores del Barça. En su día hablamos de que Guardiola
había decidido reforzar su punto… fuerte. En vez de tres medios, cua-
tro. En vez de cuatro, cinco. Superioridad por dentro, sometimiento del
rival, sentencia segura. Mientras algunos se dedicaban a contabilizar
defensas, Pep multiplicaba la apuesta al amparo de su idea de que el
fútbol es de los centrocampistas.
y 10. Las consecuencias de esta apuesta son evidentes, pero no todo el
mundo advierte las causas. El Barça puso en práctica hace años una
forma de juego avanzada y definida. Busca, encuentra y forma fut-
bolistas que sepan interpretar de modo sensacional dicho estilo de

326 | Índice
juego. Mientras se tomen a burla dichas causas, las consecuencias
se repetirán porque ni Iniesta ni Xavi son dos accidentes de la natu-
raleza, ni dos casualidades genéticas, sino los mejores hijos de un
lenguaje peculiar, el Idioma Barça. No ganarán Balones de Oro, pero
son los dos mejores futbolistas para semejante estilo.
Real Madrid-Barça (Liga, Jornada 16) 10-Diciembre-2011. Santiago Bernabéu. 1-3 (Benzema, Alexis, Xavi,
Cesc)

327 | Índice
Quinteto para Clarinete
11 Diciembre 2011 / El Periódico

Por la misma época que los revolucionarios franceses tomaron la Bastilla, el genial
Wolfgang Amadeus Mozart componía su Quinteto para Clarinete. Hay que recordar
esta concatenación en el día en que el Barça volvía a asaltar el Bernabéu con sus cin-
co hombres del centro del campo: Busquets, Xavi Hernández, Cesc, Messi e Iniesta,
el nuevo quinteto del clarinete. Porque cuando José Mourinho creía tener todas las
respuestas, Pep Guardiola le cambió las preguntas.
Los entrenadores se explican desde sus contradicciones. Humillado por el 5-0 de
hace un año, cuando quiso jugarle valiente al Barça, Mourinho afrontó las batallas de
abril desde el repliegue y el enmurallamiento. Pero los últimos meses de excelentes
resultados crearon alas en el entrenador portugués e hicieron pensar a la afición que
era ahora o nunca. Y aunque el cuerpo le pedía colocar su triángulo de presión alto, el
corazón y el ímpetu apostaron por Õzil, que fue tanto como jugar de nuevo de frente
y a pecho descubierto. A cambio, vació de recursos su centro del campo, que es el
equivalente al suicidio frente a un rival del perfil del Barça.
Digo que había en el madridismo la sensación de que era ahora o nunca. El pro-
nóstico más popular estos días hablaba de un 5-0 inapelable que cerraría todas las
venganzas. Y, en cambio, la sensación que flotaba en el barcelonismo era que, siendo
importante el resultado, incluso lo era más la jerarquía. Se podía perder todo, excepto
la presencia formal de un modo de concebir el fútbol que ha llevado a este equipo a
instalarse en el Gotha del fútbol.
La alineación de Özil suponía un punto de partida atrevido por parte de Mourinho,
pues jugaba con el enganche que da tempo y control al galope atacante. Pero la falta
de intensidad del alemán acabó por devenir en un agujero inmenso en el centro, don-
de los cinco del clarinete se recrearon en su superioridad numérica, técnica y, sobre
todo, posicional.
Desde el banquillo se apoyó con poderosos movimientos: a los 10 minutos, Alexis
abandonó el rol de delantero centro profundo para caer a la derecha; a los 20, Guar-
diola ordenó una defensa de tres, subió a Alves al extremo diestro y retornó al jugador
chileno entre los centrales, a los que fijó en pocos metros cuadrados, facilitando la
diagonal de Messi. Y a los 37, el control del balón desembocó en el sometimiento del
rival.
Descuartizado por la incomprensión de las causas táctico-estratégicas de tantas de-
rrotas, el Real Madrid vivió de nuevo una pesadilla en la oficina. El segundo tiempo
fue una sinfonía de clarinete, ahogado el equipo local en su incomprensión de los
porqués, quebrado por la interpretación de los solistas bajitos, protegidos por un Bus-
quets fuera de serie. Iniesta retornó al centro, abandonando el extremo izquierda, y
por ahí llegó la asociación, la ruptura y el sometimiento final.

328 | Índice
Iniesta, la segunda opinión de Xavi
13 Diciembre 2011 / Diario Sport

Cuando el doctor Hernández tiene la consulta a rebosar, siempre aparece el doctor


Iniesta para dar una segunda opción al paciente. Aunque en ocasiones el gerente
Guardiola le envía a socorrer emergencias a los arrabales, el doctor Iniesta acaba
regresando a la consulta central, ahí donde se atienden los auténticos problemas de
cuerpo y mente. En su centro asistencial, los doctores Hernández e Iniesta atienden
por igual al rico que al pobre, sin discriminar en función de procedencia ni pretensio-
nes, sin fijarse en el abrigo de visón de la señora o los aires de grandeza del aspirante
a millonario, empeñados ambos en percibir pronto las causas de los males para apli-
car de inmediato las soluciones que aprendieron en la universidad. Para que puedan
ejercer su vocación y expandir su saludable medicina necesitan que el bisturí del
doctor Busquets esté siempre bien afilado para dividir el espacio y detener el tiempo
si es menester. Busquets, cirujano que nació con la sangre congelada, probablemente
el más anónimo de los grandes futbolistas mundiales del momento, es la base en la
que se sustenta toda la ciencia de sus dos colegas, a quienes podemos considerar
los dos intérpretes más representativos (con David Silva ya en esa zona) del concepto
asociativo del fútbol.
Xavi Hernández es el solista silencioso y aunque no puede competir con Busquets en
anonimato, pues los focos le acaban encontrando inevitablemente, es el creador del
contexto, el que calienta el agua de la bañera para que los compañeros la encuen-
tren a gusto, el cocinero que cuece spaghettis al dente en un rincón de la cocina, con
pasión de becario. Servidos los platos, aparece Andrés Iniesta, fabricante de las más
exquisitas salsas del mercado, y reparte sus delicadas producciones como el ángel
que desenreda los cabellos de la princesa. Doctores del murmullo, cuando ambos
interactúan -o sea, cinco veces por minutoel silencio es tan ruidoso que aturde a los
rivales. Poseen una ventaja incluso superior a todas las virtudes futbolísticas: creen
en lo que hacen y conocen porqué lo hacen. Han estudiado en una buena universidad
y aprendido que la casualidad es hija del concepto, el trabajo y la disciplina. Si se les
llena la boca de filosofía es porque saben distinguir entre causas y efectos y a las cau-
sas remiten su destino: no defienden el modelo por azar, sino por convicción profunda.
Lo defendían cuando los resultados eran descorazonadores y siguen haciéndolo en
las noches turbias de frío e incertidumbre. No están en esto para ganar premios indi-
viduales. Ellos no son jugadores prodigiosos de jugadas improbables, sino futbolistas
del fútbol colectivo. Doctores de pulso y estetoscopio. Hernández e Iniesta, primera y
segunda opinión.

329 | Índice
18 titulares y el Principio Hologramático
14 Diciembre 2011 / Perarnau Blog

Si a los 14 futbolistas que jugaron en el Bernabéu se le añaden el central en mejor


estado de forma (Mascherano), un lateral que puede jugar en las cuatro esquinas del
campo (Adriano), el centrocampista emergente ( Thiago) y un extremo guardioliano
puro (Cuenca), resulta que el entrenador del Barça dispone de 18 titulares, algo jamás
visto ni siquiera imaginado en las cuatro temporadas de Pep al frente del equipo. Así
que, tras un inicio trastabillante de curso, el técnico se planta en el Mundial de Clubes
con más herramientas que nunca para seguir evolucionando y construyendo la leyen-
da de este equipo ya histórico.
El Barça 4.0 pasa por el centro del campo. Siempre fue así, pero ahora lo es mucho
más. Si Guardiola cree que el fútbol es de los centrocampistas, lo está demostrando
con esa decisión de alinear cuatro de ellos por partido, sea en forma de rombo, de
trapecio o de diamante a base de incluir en él a Leo Messi, que ha dejado de ser falso
9 para convertirse en un líbero por toda la cancha. Reforzar su punto fuerte: esa ha
sido la decisión estratégica de Pep. En vez de blindar sus debilidades ha reforzado
sus fortalezas. Más centrocampistas y del mismo perfil. Clónicos de Xavi e Iniesta, el
modelo a seguir.
Semejante apuesta atenta contra uno de los pilares del fútbol tradicional: el Principio
de Complementariedad, que pretende equilibrar siempre las cualidades dentro de un
mismo equipo, ubicando a un destructor al lado del creativo, músculo junto al cerebro.
Guardiola busca el efecto opuesto: juntar gente similar para darle aún más fuerza a su
propuesta: junto a un creador, otro creador. Y junto a éste, otro más. Muerte a los com-
plementos, apuesta por los iguales. Entendiendo que en cada uno de ellos se contiene
el modelo completo de juego (Principio Hologramático definido por Óscar Cano).
La decisión conlleva una consecuencia inevitable: si refuerzas con mayor número de
centrocampistas iguales, deberás reducir el número de defensas. A Pep no le importa
lo más mínimo. Su defensa de tres apenas tiene riesgos si el equipo es capaz de
cumplir la premisa básica: someter al rival a partir del juego de posición y el dominio
del balón. De ahí que grandes estadios como San Siro o el Bernabéu hayan vivido la
escenificación de dicha defensa escuálida: en todos esos partidos, el Barça se adue-
ñó del balón y sometió al rival. No importó con cuántos defensas defendiera.
Aún menos le preocupa con cuantos atacantes nominales salta al campo. Todos llegan.
No están, pero aparecen. Hay días que precisa situar dos extremos muy abiertos en
bandas para estirar la defensa rival como quien tensa un mantel antes de colocarlo
sobre la mesa. En otros, falsea todo el ataque, como ante el Real Madrid, frente al que
sólo jugó Alexis Sánchez de atacante, aunque interpretando diversos papeles según
marcaba el guión que iba dictando Guardiola. La consecuencia de todo ello es que
donde antes había delanteros, subdivididos a su vez en delantero centro o extremos,
ahora simplemente hay atacantes: de lo especializado a lo genérico, guiño interesante.

330 | Índice
Cesc Fàbregas ejemplifica todo lo anterior. Fichado como teórico hilo conductor entre
Xavi e Iniesta y la pléyade de jovencitos que florecen en La Masia ( Thiago, Sergi
Roberto, Espinosa, Samper, Kaptoum…), en realidad ha sido reconvertido de arqui-
tecto en pistolero. Le esperábamos en la base creativa junto (o en lugar de) Xavi y le
encontramos de falso 9 supliendo a Messi, transformado en atacante universal, que
igual llega por dentro para acariciar en cien toques que por fuera para cabecear como
un inglés testarudo. Reinventado o quizás esperando a reaprender lo que olvidó del
Idioma Barça.
No todo es idílico, sin embargo, y David Villa sería el paradigma de la dificultad adap-
tativa. En Villa confluyen dos crisis: la goleadora, una crisis clásica, que no despertaría
más revuelo que el propio del rematador encasquillado a la espera de mejores días; y
la de adaptación a un estilo de juego que exige de sus intérpretes una metamorfosis
inusitada. Con voluntad de hierro, el Guaje pelea por seguir reformateándose, pero
en la competencia le superan dos hijos de la casa (Pedro y Cuenca), que juegan de
memoria y a ciegas, y el chileno Alexis, un diamante en bruto al que Guardiola parece
decidido en convertir en atacante demoledor.

331 | Índice
La reconversión (temporal) de Cesc
17 Diciembre 2011 / Perarnau Blog

Cesc llegador, en vez de Cesc creador. He ahí un cambio significativo y una sorpresa
para todas las previsiones veraniegas. Fàbregas llegaba para ser el hilo conductor
entre los 31 años de Xavi y los 16 de Samper, pero ese hilo conductor es más emo-
cional que táctico. Cesc ya es uno de los guardianes del modelo, pero ese concepto
está más relacionado con su identificación con la filosofía de juego que con su rol
táctico. Por lo menos, momentáneamente. Apenas aterrizado, Guardiola le ubicó en
posiciones de llegada. Contra el Oporto, en la Supercopa europea, le esperábamos
en la base creativa, pero apareció en el vértice atacante y fue el cuchillo que corta la
mantequilla. Más adelante, cuando la Real Sociedad logra el gol del empate en Anoe-
ta, Fàbregas es retrasado a la altura de Xavi para dar consistencia a la construcción,
pero ahí se muestra menos fluido que en la última fase del campo. Y este problema lo
volveremos a ver cada vez que se ubica en la base creativa, como en el primer tiempo
del Bernabéu.
Pep y el propio jugador han analizado varias veces el asunto, llegando a las mismas
conclusiones: hay una gran comodidad y acierto “inesperado” en la posición de llega-
dor; pero lagunas y dificultades en las fases defensivas y también cierta dispersión de
esfuerzos alrededor del balón. No han mencionado su poca fluidez en el puesto de
Xavi, por lo que estamos pendientes de conocer si la corrección de errores será un
proceso temporal de reaprendizaje o bien quedará reconvertido definitivamente en un
interior de vocación ofensiva, con presencia de tres cuartos hacia arriba. Por el mo-
mento, este papel de llegador (que le ha llevado a ser el auténtico falso 9 en muchos
partidos) ha provocado un Barça más vertiginoso y menos paciente, que interpreta
un juego de posición menos ortodoxo pese a contar con cuatro centrocampistas por
dentro además de Messi. A cambio, los volantes que se alternan en las dos o tres
posiciones interiores acumulan más de 20 goles en partidos oficiales (Cesc 10, Xavi
6, Iniesta 3, Thiago y Keita 1), cifra inusitada en otros tiempos.
Este papel especial de Fàbregas, opuesto al que interpreta Thiago, del que se espera-
ba un último pase y se ha asentado como creador desde la base, ha roto costumbres
muy arraigadas en las circulaciones de los centrocampistas. A cambio, abre otras
opciones, más verticales y directas, y ha obligado a todos los habitantes de las tierras
medias a incrementar su concentración para construir nuevos hábitos de relación. En
lo que no hay ninguna duda es que Fàbregas ya es hilo conductor en liderazgo emo-
cional y como guardián del tesoro: cuando en algún vestuario haya que gritar que el
estilo de juego no se discute, ahí estará él, como ahora está Xavi.

332 | Índice
La apoteosis del rondo
18 Diciembre 2011 / Twitter

1. Palabras de Xavi Hernández en Senda de Campeones: “Paso y me


muevo o paso y me quedo; me ofrezco y te ayudo; te miro y me paro
y levanto la cabeza y miro y, sobre todo, abro el campo. Quien tiene el
balón es el dueño del juego. Esta es la escuela de Joan Vilà y de Al-
bert Benaiges, de Johan Cruyff y de Pep Guardiola. Esto es el Barça”.
2. Palabras de Pep Guardiola en el Bernabéu, respondiendo a Guillem
Balagué: “I have the ball, I pass the ball; I have the ball, I pass the ball.
We have the ball, we pass the ball”. El balón, el tuétano del Barça.
3. En 1972, Laureano Ruiz introdujo en las categorías inferiores del Bar-
ça un método de entrenamiento que bautizó como “rondo”. En 1988,
Johan Cruyff lo inoculó en todo el sistema arterial del Barça. Desde
entonces, el rondo es un método pero, sobre todo, un símbolo. Domi-
nar el balón y no perderlo nunca. Un idea de fútbol que hoy ha alcan-
zado otro nuevo peldaño en su exaltación.
4. Apoteosis de la idea a partir de la propia alineación. Sin delanteros,
con cinco centrocampistas más Messi, para acabar jugando siete me-
dios. Dos falsos extremos (Alves y Thiago) estirando la lona. Números
impostores que exige una mirada nueva para comprender un modo di-
ferente de jugar. El lateral vive como extremo (Alves); el goleador ha-
bita en el centro del campo (Messi); el mejor defensor no es defensa
(Xavi); el creativo se fija en la banda ( Thiago). Números mentirosos,
otra visión del fútbol. La obra de Pep.
5. La defensa de 3 dejó de ser noticia. Incluso Piqué, tallo largo, se ha
acostumbrado a ese sistema flexible, que planta sus reales en la línea
del centro del campo. En la transición ataque-defensa, Busquets se
sitúa como segundo central por la izquierda y Alves retrocede como
un bólido para consolidar. Puyol, que empezó de lateral, va camino de
terminar su carrera (aunque eso parece ir para muy largo) en la misma
posición, gracias a la evolución del concepto defensivo del equipo.
6. El débil rigor táctico de Alves como lateral se transforma en virtud
ejemplar cuando se ubica de extremo. Convertido en Alves multiusos,
capaz de completar dos roles en un mismo minuto, fijando al defensa
contrario, yéndose de él para sembrar el caos en el área rival, y, al
mismo tiempo, recuperar balones en zona defensiva con la energía
atómica que le impulsa.
7. Busquets imperial como conductor silencioso: el Conducator. Maestro
del eje vertical. Antes era el controlador del eje horizontal, pero ha
dado otro paso más, siendo capaz de incrustarse como cuarto central
cuando conviene y plantarse arriba como plataforma y lanzadera. Si
el Busquets vertical se ubica en zona de tres cuartos, ¿qué puede

333 | Índice
esperar el rival?
8. Que le aplasten, como así ha ocurrido. La primera media hora de esta
final ha sido la apoteosis del rondo, sublimación de los roles meta-
morfoseados. Un enjambre de pequeñas avispas se ha apropiado del
balón y picoteado al Santos brasileiro, sucedáneo de sí mismo. Como
quien sufre un shock post-traumático, Neymar lo ha definido con una
frase sencilla: “Hoy hemos aprendido a jugar a fútbol”.
9. El Barça de Wembley, el Barça de Roma, el Barça de las finales…
Diez victorias en 11 finales disputadas. Impasible en su propuesta,
goleador sin delanteros, dictador del balón. Equipo histórico en toda
la acepción, fruto de una idea germinada en futbolistas geniales y sa-
zonada por un cocinero minucioso y detallista. Un Guardiola más cru-
yffista que Cruyff, estajanovista del balón, apostador profesional en
las virtudes de la idea. Sin este Guardiola enardecido en su convicción
de que el fútbol es de los centrocampistas y en su vocación por atacar
sin medida, sin este Guardiola no se comprendería el Barça de los
prodigios.
10. Por supuesto, Messi y el pánico que siembra a su paso. Messi, goles
en todas las competiciones, iguala el récord de Pedro, un récord que
parece viejo y sólo tenía dos años de vida. Y le supera porque ha dado
pases de gol también en las seis competiciones. Con Messi habrá un
problema: cuando quiera editarse el DVD de sus mejores goles, el dis-
co duro no tendrá capacidad para incluir todas las maravillas. Dentro
de 25 años, a los nuevos aficionados les costará abarcar la magnitud
completa de lo que significa este jugador.
y 11. Fontàs, símbolo definitivo para que once futbolistas de La Masia ha-
yan vivido esta final aplastante, prisionera de Xavi e Iniesta, apóstoles
privilegiados de la idea, futbolistas en cuatro dimensiones, fuera de
normas, probablemente irrepetibles: “Paso y me muevo o paso y me
quedo; me ofrezco y te ayudo; te miro y me paro y levanto la cabeza y
miro y, sobre todo, abro el campo. Esto es el Barça”.
Santos-Barça (Mundial de Clubes, Final). 18-Diciembre-2011. Yokohama. 0-4 (Messi, Xavi, Cesc, Messi)

334 | Índice
De la Santísima Trinidad a la Sagrada Familia
19 Diciembre 2011 / El Periódico

Durante un tiempo fueron la Santísima Trinidad: se juntaban Messi, Xavi e Iniesta y de


ahí salía un milagro. Xavi, con ese rostro de contable de los de antes, de aquellos que
no hacían trampas en las cuentas de resultados, sacaba su cartabón de arquitecto
antiguo y dibujaba líneas precisas y volúmenes exactos. Iniesta, aventurero del último
pase, jugaba con una brújula en el cerebro para no perder el norte en la selva enemi-
ga. Messi, el de los pies ligeros, improvisaba sinfonías inacabables como un Mozart
moderno. Eran la Santísima Trinidad, pilares de la tierra blaugrana.
Hasta que Pep, gran evolucionador del fútbol contemporáneo, decidió ampliar el nú-
mero de mariposas estruendosas y convirtió su equipo de solistas milagrosos en la
Sagrada Familia, cuyo epítome dice que el fútbol es de los centrocampistas. Juntó
clónicos, no sólo para ser más, sino porque eran los mejores. Descartó el viejo equi-
librio entre polos opuestos y cargó el equipo con gente parecida, reforzando su punto
fuerte: el dominio del balón, a partir del cual se construye este fantástico castillo que
alberga al Barça de los prodigios. Interpretó el Quinteto para Clarinete en el Bernabéu
pero, no contento con ello, redobló la mano ante el Santos y sembró de centrocam-
pistas el césped, hijos de La Masia, intérpretes de un idioma futbolístico que quiebra
tópicos y prejuicios. Dijo el Barça: el balón es mío, de la familia, de esta sagrada fa-
milia. Y no hubo más. Se esfumó el rival ante el verso impactante de los poetas con
botas, luciérnagas imperiales que se han acostumbrado a conquistar finales a base de
sustraer el balón y quedárselo en propiedad.
Para ampliar la trinidad y convertirla en familia numerosa llegó Cesc, de hechuras
impostoras; ascendió Thiago, violinista en todos los tejados; se adelantó Alves, el
galope hecho hombre; y se engrandeció Busquets, futbolista anónimo, conductor en
la oscuridad, obligado por contrato a tocar siempre de primera, héroe del silencio.
Juntos todos ellos dieron un paso más en esta afrenta contracultural: cuando el mun-
do sigue afirmando que lo importante reside en las áreas, el Barça pasa por ellas de
puntillas. Descifra jeroglíficos interminables en el centro del campo y sólo pisa el área
para clavar su aguijón imperturbable en el cuerpo sometido de un rival que siempre
ve pasar el balón lejos de sus pies. El balón, el balón, aquella vieja idea: dominar el
balón, ordenarse a partir del cuero, mover, desordenar, desalentar desde la posesión
de calidad. El juego de este equipo viene de tiempos lejanos, pues clava sus raíces
en la Hungría dorada, en la derrotada Holanda y en el Brasil de la alegría socrática;
y fabrica su modernidad en el Dream Team de Cruyff y el Ajax de Van Gaal. De todos
ellos ha sacado partido este Guardiola talibán del juego de posición, profeta del cen-
trocampismo fino como esencia del fútbol que predica.
Abróchense los cinturones, dijo el primer día. Trece títulos después siguen circulando
el balón al primer toque, ampliando la familia, exaltando el pase y honrando a sus
mayores. Apoteosis del rondo, sublimación de la idea.

335 | Índice
El Barça líquido
20 Diciembre 2011 / Diario Sport

Cada vez que Messi marca uno de sus goles plantearios, un adjetivo se suicida, con
lo que la necrológica de los adjetivos suicidados alcanza un tamaño formidable, hasta
el punto que el diccionario anda lanzando señales de socorro. La misma suerte están
corriendo los conocidos adverbios de tiempo, lugar y cantidad desde que Xavi, Iniesta
y Cesc decidieran cambiar la oración completa del juego. Y no digamos los pronom-
bres, temerosos de Busquets, capaz de conjugar los posesivos con los indefinidos sin
el menor rubor.
La mirada tradicional con que veíamos el fútbol ya no sirve para desmenuzar al Pep
Team. Estamos obligados a cambiar de ojos para comprender lo que está sucediendo,
no sea que nos quedemos ciegos por no ver la realidad del cambio histórico que está
sugiriendo este equipo en el fútbol mundial. No son únicamente sus triunfos y victo-
rias, imprescindibles como gasolina del cambio, sino el modo de jugar, la metamorfo-
sis incesante que generan sus futbolistas, el derribo de muros tópicos e ideas precon-
cebidas como el físico, el músculo, los especialistas o los complementos, arrasado
todo por la potencia del fluido. El Barça decidió hacerse líquido para burlar todas las
presas y compuertas. Hacerse agua para escurrirse entre los dedos del equipo rival.
Ya no es la flexibilidad del junco que se dobla ante el huracán, sino la propia ausencia
de forma, la desaparición del cuerpo, puro escapismo sobre el césped.
Explicó Zygmunt Bauman en su “Modernidad Líquida” que las identidades han dejado
de ser sólidas en tanto que soluciones permanentes y definitivas, transformándose en
un cambio constante de forma. De ahí que podamos hablar ya de un Barça líquido,
alejado de criterios inamovibles y bases sólidas, pues parece haber adoptado la in-
gravidez como paradigma de la alquimia guardiolista. Consciente que con la vocación
ofensiva y los conceptos básicos del juego no le bastaban para superar los obstáculos
que, día a día, crecen y se multiplican, el entrenador optó por avanzar en la búsqueda
de la fluidez y todas las decisiones adoptadas caminan en dicha dirección: abandono
de la solidez, desaparición de las formas clásicas, apuesta por el equipo líquido, del
que no se adivina su principio ni su final, ni quién es quién. Donde todo es disimulo y
nada es lo que parece, ni el portero ni el extremo, ni el lateral ni el goleador. Equipo
impostor que parece una cosa y hace la contraria: sin gente en las áreas golea y se
defiende mejor que cualquiera. Carente de forma reconocible, su fluidez le hace huir
de los dibujos estáticos y las formas definibles, consiguiendo que el contrario no pue-
da atrapar nunca ese fantasma en forma de agua que se desliza entre las manos sin
hacer ruido, casi sin mojar.

336 | Índice
El equipo que viaja junto
27 Diciembre 2011 / Diario Sport

El tiqui-taca fue un slogan feliz que, sin embargo, ha destilado una profunda incom-
prensión del estilo de juego que lo inspiró. Lo mismo ocurre con algunas herramientas
del juego de posición, interpretadas como causas cuando son, simplemente, efectos.
Me refiero a conceptos como la posesión o la presión, conceptos que nos confirman
a diario que todos somos capaces de ver las consecuencias, pero son muy pocos los
que advierten las causas.
Viajar juntos. Todos juntos y con el balón. Este es uno de los criterios fundacionales
del juego de posición que practica el Barça, equipo que viaja junto, como si se tratara
de una cordada en la montaña. Tomando posiciones de manera gradual y paulatina.
Si alguno de los viajeros no está en su sitio, simplemente se vuelve atrás y el viaje
empieza de nuevo. Desde el Campo Base hasta la cima escalando todos en la misma
cordada. Así se concibe el modo de jugar del Pep Team, fruto de la evolución concep-
tual de grandes equipos legendarios: la Hungría de los 50, el Brasil de los 70 y el 82, la
Francia de Platini, Giresse y Tigana, el Dream Team o el Ajax de Van Gaal. Alimentado
intelectualmente por maestros como Lillo, Lavolpe o Cruyff. Jugar agrupado, viajar
agrupado: equipo y balón, sin que exista la opción de abandonar a nadie a su suerte
fuera del grupo, no por compasión sino por necesidad.
El balón es uno más del viaje y la propia idea de cordada ya nos indica que no es
posible descolgar a nadie pues todos resultan imprescindibles en el avance desde el
Campo Base. De ahí que veamos muchas acciones que resulten incomprensibles a
ojos profanos o incluso muevan a la burla sardónica de quienes no alcanzan a enten-
der de qué va semejante forma de jugar. En realidad, se trata de avanzar como un
grupo compacto y plantar el campamento en cada nueva posición alcanzada, lo que
hace inviable que haya rezagados en esta escalada gradual. Hasta que se avizora la
cumbre y entonces se desatan las cuerdas para proceder al asalto final, donde ya no
importa si el avance es colectivo o individual dado que se trata de plantar la bandera
del triunfo.
Comprendiendo que su juego es un viaje en grupo con escalas pautadas y etapas
intermedias es como percibiremos la verdadera magnitud del equipo de Guardiola
y también la razón por la que decimos que presión o posesión son efectos o herra-
mientas más que causas del éxito. En el sentido metafórico, pero también en el real,
este equipo viaja junto, agrupado en cordada, estableciendo campamentos a nuevas
alturas y con el balón como compañero de viaje.

337 | Índice
La posesión como instrumento
31 Diciembre 2011 / Diario Sport

En nuestro análisis del juego del Barça establecimos hace unos días el viaje colectivo
como criterio fundacional. Viajar juntos, equipo y balón, como en una cordada monta-
ñera, tomando posiciones de forma gradual y paulatina. Y establecimos que, en dicho
juego de posición (que es el término con que fue bautizado este modo de practicar
fútbol) la posesión o la presión no eran causas, sino consecuencias. Hablemos hoy de
la posesión y evitemos, de entrada, una confusión terminológica: no es “juego de po-
sesión”, sino “juego de posición” porque lo que se pretende, precisamente, es el citado
viaje de jugadores y balón en busca de unas posiciones concretas en el rectángulo.
La posesión del balón es uno de los instrumentos que se emplean para alcanzar las
posiciones deseadas.
Se bromea sobre la posesión. Se bromea mucho en los días de un mal resultado, casi
siempre con el argumento de que un 74% de control del balón no originó más goles
que el 26% restante. En esos casos se dice: “Mucha posesión y pocas nueces”, ja-
leando a pretendidos analistas graciosos que esgrimen una certeza que nunca existió:
Guardiola nunca ha afirmado que le interese la posesión del balón por la simple po-
sesión, como si se tratase de un objetivo numérico. Nunca la ha empleado, ni siquiera
retóricamente, como fin en sí mismo, sino como medio para alcanzar un objetivo.
Como herramienta, como instrumento. Poseer el balón para ordenarse a través suyo,
avanzar agrupados hasta las posiciones deseadas y generar superioridades posicio-
nales (más importantes que las numéricas) entre líneas rivales. Esas son algunas
de las herramientas para alcanzar el objetivo: someter al contrario, desordenarle y
encontrar los pasillos por donde asestarle el golpe.
En ocasiones no se emplea adecuadamente el instrumento de la posesión, pues se
realiza de tal modo que no sirve para los objetivos buscados. En ese caso, hablamos
de posesión de baja calidad. Acostumbra a ocurrir en zonas de escasa trascendencia
del campo y sucede porque no genera ninguno de los efectos citados en el rival: ni le
desordena, ni desequilibra, ni genera superioridades, ni abre pasillos. En ocasiones
opuestas, la posesión es de alta calidad porque tiene lugar en zonas de gran relevan-
cia y logra los mencionados objetivos. En el juego del Barça, por lo general la pose-
sión de alta calidad tiene lugar en fase ofensiva, dada la vocación inequívocamente
atacante del equipo, pero también puede darse en algunos momentos de la fase de-
fensiva, cuando los jugadores adoptan otra versión de la posesión: tener el balón para
defenderse con él. Ya dijo Xavi que lo más importante en el Barça es no perder el
balón. Lo dijo el mejor defensor del equipo, el que no pierde el balón.

338 | Índice
La presión como consecuencia
3 Enero 2012 / Diario Sport

El padre de todo esto, Johan Cruyff, dice: “Si se pierde el balón, la clave es cómo lo
recuperas otra vez. La idea antigua era ir a defender a nuestra área y presionar para
recuperar antes. Ahora han perfeccionado los detalles y el espectáculo más grande
es cuando el Barça no tiene el balón. Eso es lo más grande que hay ahora mismo en
el fútbol porque en lugar de ir hacia atrás se van adelante. Defienden hacia delante”.
El abuelo de todo esto, Laureano Ruiz, dice: “En el fútbol actual es un error cometer
una falta táctica cuando se pierde el balón. Lo que hay que hacer es intentar robar la
pelota con la presión, como hace el Barça”. Esto que manifiestan ambos maestros es
esencial para comprender el éxito del equipo de Guardiola. No sólo practica de forma
excelente el juego de posición, con el equipo viajando junto, al estilo de la cordada
alpina, y usando la posesión del balón como instrumento para alcanzar sus fines.
Además, ha convertido la presión arriba (otra consecuencia de lo anterior) en un arte.
Guardiola lo define siempre con una frase: “Hemos defendido bien porque hemos
atacado bien”. Traduzcamos: al viajar juntos e interpretar con corrección el juego posi-
cional, los jugadores se encuentran en las posiciones adecuadas ( juntos, agregados
y cercanos al balón) en cuanto uno de ellos sufre una pérdida. Al estar cerca, la recu-
peración es sencilla y veloz. El desgaste es mínimo, pues deben recorrer muy pocos
metros, de ahí que puedan hacerlo a máxima velocidad. Y el momento es el idóneo: el
equipo rival no ha tenido siquiera tiempo de pensar en cómo reorganizar su fase ofen-
siva. Al atacar bien se defiende bien. Y, como digo, no es causa, sino consecuencia
de viajar en cordada, estar juntos, generar superioridades y contextualizar la posesión
del balón como una herramienta general.
Si cada jugador está en la posición idónea, resulta sencillo recuperar el balón tras per-
derlo. Se consigue con escaso desgaste físico, dado que los compañeros se encuen-
tran muy próximos a quien lo ha perdido y, al estar situados muy arriba y cercanos, se
logra otro efecto importante: consiguen orientar la salida del contrario en la dirección
que le interesa al Barça. A cambio, y con la salvedad mayúscula de Leo Messi, el equi-
po renuncia, de manera intuitiva, al contragolpe. La concepción del juego blaugrana
como cordada alpina sólo permite de forma esporádica la acción del comando que
contraataca. El mejor ejemplo de ello se dio en Milán hace varias semanas, cuando
Abidal se olvidó de todo, lanzándose al galope tendido, hasta que comprobó que es-
taba completamente solo. Ningún compañero le había seguido en el contragolpe. Al
contrario: le miraban sorprendidos desde lejos, como diciendo: “¿Dónde va éste?”.

339 | Índice
Precipitados, separados y descontrolados
9 Enero 2012 / El Periódico

El Barça grande es juego agregado y viaje colectivo. Es una cordada de montaña,


donde todos avanzan atados, con pasitos cortos, sin dejar a nadie rezagado. De ahí
que el contragolpe no sea una herramienta abundante en el equipo de Guardiola y que
el pase horizontal resulte el intermedio imprescindible para sentenciar en vertical. El
Barça es el mejor en fútbol agregado, del mismo modo que el Madrid lo es en juego
disperso. Ni a uno ni a otro le sienta bien invertir los papeles y eso es lo que provocó
el Espanyol: que el Barça jugase disperso, con las líneas muy separadas y constante
verticalidad. Hacia arriba buscando el gol o hacia atrás para evitarlo, la peor especia-
lidad blaugrana: sus defensas odian correr hacia Valdés.
Sin ninguna duda, es mérito espanyolista haber impedido la pausa blaugrana. El Bar-
ça grande es un equipo que transita con suavidad hasta los últimos 15 metros y ahí
acelera. Es el único momento en que lo hace. El resto es control y pausa. Xavi contro-
la y su equipo somete al rival. Con Xavi van Busquets y Messi pegados en el molde.
Si el de Terrassa impone su ritmo y el equipo viaja en grupo, atado en la cordada,
Busquets es el ancla sobre el que todo gira y Messi es la lanza que aplica el vértigo.
Pero el Barça de Cornellà no fue ni un instante ese Barça, sino un conjunto disgre-
gado, encomendado a la verticalidad genética de Cesc, caballito galopante, auténtico
cañonero, reconvertido en Platini 2.0 por su llegada golpeadora.
Esa verticalidad no ha sido premeditada (o quizás sí, a la vista de las dificultades para
controlar partidos fuera de casa en Liga, Bernabéu al margen), sino consecuencia de
las líneas separadas. Es como si el Espanyol hubiese logrado cortar la cuerda que
ata a los escaladores del Barça y cada cual hubiese quedado suelto por la montaña,
alejados unos de otros. Y así, la defensa se ha multiplicado como nunca en todo el
curso, recibiendo oleadas blanquiazules que los centrocampistas no podían cortar de
raíz, incapaces de descifrar el juego entre líneas de Verdú y Sergio García. Y arriba,
la verticalidad rayana en precipitación: vértigo sin control. De este modo, el centro
del campo, seña identitaria indiscutible del Barça, ha sido sobrepasado por el rival y
por el propio Barça, atolondrado en el eje vertical en cualquiera de los dos sentidos,
impotente para juntarse, agruparse, viajar juntos y hacerse dueño del balón. Hasta 88
veces perdió el cuero el equipo de Pep, todo un récord negativo, un dato que explica
mejor que las palabras esa falta de control y pausa en la que el Barça entregó otros
dos puntos, quizás decisivos.
Espanyol-Barça (Liga, Jornada 18) 8-Enero-2012. Cornellà-El Prat. 1-1 (Cesc, Álvaro Vázquez)

340 | Índice
Xavi-Cesc: el proceso evolutivo
16 Enero 2012 / Perarnau Magazine

Un hecho y dos posibles causas. El hecho es que Xavi fue sepultado bajo la ola de
sus compañeros cabalgando al galope. El hecho sucedió ante el Espanyol y se repitió
frente al Betis. Imagino dos posibles causas de semejante atropello: la inercia o una
decisión técnica. En el primer caso, se habrían juntado las ganas de correr de Cesc
y Alexis con el insaciable deseo protagónico de Messi y habrían dejado atrás a Xavi
como quien se olvida la cartera en la gasolinera. Puede haber ocurrido así. Pero pue-
de ser por una segunda razón: porque estamos ante una nueva fase del proceso de
evolución del modelo, en su gradual traslación-rotación desde la horizontalidad hacia
la verticalidad: de Xavi a Cesc en el horizonte de los próximos cuatro años, sobre-
entendiendo que Thiago, pese a su crecimiento, aún no es el nuevo relevista de la
antorcha y que Iniesta se halla en otra dimensión. Andrés es el Messi de las sombras.
Repasemos el hecho. En los dos últimos encuentros, el Barça se ha caracterizado por
la ausencia de pausa, el exceso de vértigo, la verticalidad fulgurante y el descontrol.
Todo esto me parece indiscutible. No hay que dejarse confudir ni con la condición
física, ni por la defensa de 3. Sí, los defensores han corrido hacia atrás en ambos
encuentros y enloquecido en muchos momentos, pero no es problema de número,
sino de falta de control en el centro del campo. El Barça se ordena a partir del balón,
lo domina y construye su juego en base a juntarse para tocar y buscar al más alejado:
el hombre libre. Si consigue esta suma de condiciones, somete al rival y ya no importa
si hay tres defensas o ninguno. Y eso no ha ocurrido en partidos menores, por cierto.
Recuerden el Bernabéu o el Mundial de clubes. La clave es el control y, en eso, Xavi
es el número uno. En ambos partidos, Xavi jugó aturdido por el frenesí de sus com-
pañeros, que parecieron perderle de vista… hasta que le necesitaron. Ejemplo: tras
el empate de Roque Santa Cruz, en el saque de gol todos buscan a Xavi y le dan el
balón. Empieza ahí otro partido, como si sus compañeros hubiesen comprendido de
golpe que debían regresar a las esencias de la pausa y el control. Al Barça de Xavi.
Repasemos las causas. La primera posee fundamentos. Messi lleva años acaparando
el juego del Barça. Cada año, dos peldaños más. Su rendimiento, único, extraordi-
nario, fuera de serie, justifica semejante decisión, sea barrer delanteros que le en-
torpecen, sea contratar a quien puede contribuir a mejorar ese rendimiento. La parte
menos positiva de dicha medida es que incrementar su rendimiento puede suponer,
en alguna ocasión, reducir la fluidez del colectivo. Así, Alexis le conviene a Messi por-
que hace profundo al equipo y se ocupa de dos e incluso tres defensas. Cesc también
le conviene pues, al interpretar este rol de hermano siamés, redobla la eficacia del
argentino. A cambio, estamos hablando de dos hombres vertiginosos (Alexis y Cesc)
que encuentran un buen hábitat en la velocidad vertical cuando se juntan con Messi.
Esto explicaría esta primera posible causa.
La segunda es más institucional y perfectamente compatible con la primera. Se trata-
ría de otra muesca en el proceso evolutivo que Guardiola parece haber diseñado con

341 | Índice
el horizonte 2014 y la previsible retirada de Xavi para entonces. El proceso busca un
progresivo y gradual giro desde el juego horizontal que protagoniza el futbolista de
Terrassa hacia el vertical que lidera el de Arenys. Girar el eje principal sin perjudicar
los restantes conceptos del juego de posición. El primer paso fue ubicar a Cesc en la
línea de llegada, lo que ha dado unos frutos de gran eficacia. El segundo sería incre-
mentar la velocidad media del equipo en el eje vertical, lo que se habría ensayado en
estos dos encuentros, por el momento con resultado discreto y elevada incomodidad
para Xavi, aturdido por el vértigo de los colegas. Abonaría esta tesis el detalle que
he citado: tras el empate bético, el equipo giró de nuevo hacia sus esencias, entregó
el balón a Xavi y se pusieron en escena todos los fundamentos del equipo, como si
desde el banquillo se hubiese ordenado regresar a lo básico.
En cualquier caso, quede constancia del hecho y de las posibles causas. Seguiremos
con atención el proceso.
Barça-Betis (Liga, Jornada 19) 15-Enero-2012. Camp Nou. 4-2 (Xavi, Messi, Rubén Castro, Santa Cruz,
Alexis, Messi)

342 | Índice
Masticar o engullir
17 Enero 2012 / Diario Sport

Permítanme una digresión digestiva. El juego que ha hecho legendario al Pep Team
es el juego de masticar. La mayoría de sus acciones brillantes y memorables contie-
nen una gran dosis de paciencia y tesón en las mandíbulas. Masticar las jugadas más
allá de toda norma hasta conseguir triturar al rival. Es cierto que, de vez en cuando,
alguna acción individual sobresale por encima de esta pauta que menciono: un sla-
lom de Messi; un cabezazo vibrante de Cesc; alguna cabalgada imperial, incluso con
Henry de protagonista; a veces, un contragolpe esporádico pero veloz. Sin embargo,
la mayoría de las grandes acciones, esas que al día siguiente menciona el periódico
en portada, son movimientos largos, pacientes, dulces como la nana de la cebolla,
en los que el fútbol blaugrana va quitando capas a dicha cebolla, al tiempo que des-
orienta al rival, enfrentado a un vals adormecedor, hipnótico e, inevitablemente, letal.
Esas portadas vienen a decir, más o menos: gol de fulano tras seis docenas de pases
en los que participaron los once jugadores, incluido Valdés, durante dos minutos y
medio. Son goles fruto de la masticación. Goles rumiantes, símbolo de un estilo. El de
masticar hasta triturar. En expresión feliz de Juanma Lillo, el Barça marca los goles
que marca y recupera los balones del modo que lo hace porque antes “construye un
almacén de pases” que lo hace posible.
Naturalmente, hay otros modos de comer y todos permiten obtener pareja satisfac-
ción. El Real Madrid es más de engullir. Comerse al rival a bocados. Es un juego cuyo
eje vertebrador transcurre por conquistar el balón, avanzar al área contraria y finalizar.
Durante los meses brillantes del equipo en los que Xabi Alonso se erigió en líder de
todas las líneas, el Madrid evolucionó hacia un modo más atemperado de engullir.
Pero en las últimas semanas ha regresado a un modo que podríamos denominar “na-
tural”: conquistar, avanzar, finalizar. No necesariamente son acciones individuales ni
individualistas, pero sí son dinámicas, verticales y directas por lo general. Lo opuesto
a la masticación: engullir a bocados.
Al mismo tiempo, al Barça le ha dado por masticar menos y ya se ha atragantado dos
veces, aunque de la segunda salió airoso. Desconozco si la causa de esa variación es
provisional y casual o si obedece a un plan estudiado para modificar la paciente tarea
de masticar que el equipo posee como seña de identidad, pero lo cierto es que el equi-
po ha arrollado a Xavi en busca del marco rival. Este hecho ha permitido incrementar
la velocidad colectiva y mostrado una versión más “corredora” de los jugadores, pero
a cambio ha generado descontrol y precipitación. Es posible que sólo haya sido un
ensayo más en la probeta de Guardiola.

343 | Índice
La larga marcha
21 Enero 2012 / Diario Sport

Los tópicos son hijos del miedo y la pereza. Para defenderse bien, amontonar defen-
sas. Para atacar mucho, muchos atacantes. Para tener equilibrio, uno de cada perfil.
Y así. Hasta que llega alguien que no tiene miedo. O que lo tiene, pero lo guarda bajo
el colchón cada vez que sale a competir y se pregunta en voz queda el porqué de los
tópicos y la sinrazón de las aguas estancadas. De esa falta de miedo (transitoria falta
de miedo, si se quiere) nacen mediocentros de posición imberbes, interiores bajitos,
defensas de 3, laterales que juegan de extremo o delanteros que fijan tres contrarios.
Con valentía no basta. El empedrado está lleno de magureguis disfrazados y los ce-
menterios, repletos de valientes atolondrados. Hace falta sumar inteligencia. O sea,
tener muy claras cuáles son las batallas a librar. Y añadirle el factor diferencial: tener a
los futbolistas adecuados. A los mejores, sí, pero sobre todo a los adecuados. La his-
toria del fútbol contiene innumerables ejemplos de plantillas excepcionales que jamás
llegaron a ninguna orilla. En muchos casos porque no eran los jugadores adecuados,
aunque fuesen muy buenos.
La fortuna del Pep Team es reunir en una misma mano valentía, inteligencia y excep-
cionales futbolistas adecuados. Pero incluso así, a veces no le alcanza como mostra-
ron Espanyol y casi Betis hace pocos días y como certifica de momento la clasificación
liguera, con ventaja madridista. La razón reside en que el fútbol no admite recetas
mágicas e inviolables, sino que posee un alto componente de azar e incertidumbre.
Y de ambición. Para cualquier deportista es complicado mantenerse en lo alto de la
cumbre sin desfallecer, sin sentir que los días pequeños pesan más que los grandes,
sin exigir un instante de respiro en la enloquecida carrera por permanecer en la cima.
Pienso que todo lo anterior explica la realidad actual del Barça: la valentía e inteli-
gencia de su entrenador, que no ceja en el empeño de mejorar, corregir, adaptar y
evolucionar, en pos de actualizaciones del modelo; la calidad de sus futbolistas y, es-
pecialmente, su adecuación al estilo de juego elegido; y también la complejidad de ad-
ministrar la energía mental en la alta competición cuando cada tres días afrontas otra
batalla en la que el rival espera ser el ungido para destronarte. De ahí que se alternen
noches memorables con tardes espesas; actuaciones que te dejan estupefacto con
momentos de desconcierto. El Pep Team vive su cuarto año de larga marcha a través
de un camino repleto de incertidumbres y asaltantes, salvando ratoneras y abriendo
escotillas, deconstruyéndose a diario para reconstruirse en una mejor versión. Poten-
ciando fortalezas; minimizando debilidades que, como todos, también las tiene.
Real Madrid-Barça (Copa del Rey, ¼ Ida) 18-Enero-2012. Santiago Bernabéu. 1-2 (Cristiano Ronaldo,
Puyol, Abidal)

344 | Índice
Se acabaron las vacaciones
23 Enero 2012 / El Periódico

Con tres entrenos en las piernas se apuntó a la Supercopa de España y ya no paró


hasta Navidad. En su fortaleza se esconde también su veneno. Messi necesita al
Barça y el Barça necesita a Messi, pero el pequeño héroe no posee la fórmula de la
energía infinita. También él necesita, de vez en cuando, oxigenarse en abundancia,
respirar hondo, olvidarse del balón y quebrar la dieta. Aunque creamos lo contrario,
también Leo es humano y su mente (más que su cuerpo) exige pequeños reset. Hizo
uno en Navidad, cuando encadenó diez días sin fútbol, dieta, ni ejercicio. Reposo,
sueño, desconexión absoluta. Cuando regresó era un miniMessi, un jugador fuera de
forma. Messi fuera de forma es capaz de casi todo, pero un poco menos. En vez de
ser Maradona cada cuarto de hora, sus primeros partidos del año sólo fueron correc-
tos, incluso con notas de pesada discreción. ¿Qué le pasa a Messi? fue la pregunta
común tras jugar contra Espanyol y Betis.
Ocurría que, lentamente estaba regresando de su reset. En el Bernabéu ya se le vio
más próximo al Leo de siempre. Y la puesta en forma ha proseguido en Málaga: se
acabaron las vacaciones; regresó Messi. Regresó para reencontrarse con los que no
se tomaron descanso: con ese Valdés agigantado, capaz de sostener a su equipo
aunque le bombardeen por tierra, mar o aire; con el Busquets imperial de los últimos
meses, autor de una progresión sorprendente en la que combina la clarividencia po-
sicional con las mejores artes del regate corporal e incluso el pase combado; con el
Iniesta fecundo que vive entre líneas, ofreciéndose de manera continua, espejo pá-
lido del propio Messi; o con ese Alexis colosal, reformateado en atacante completo,
barriendo todo el frente para que Leo encuentre desnudos a los defensas contrarios.
Con todos ellos, Messi ha interpretado otra sinfonía de querencia por el balón, la
auténtica alma del Barça. Transitando con fluidez desde Piqué y Busquets para en-
contrar huecos gigantes entre el doble pivote malacitano, carente de Toulalan, su ba-
rrendero mayor. En ese territorio. Iniesta y Messi se han ensañado a partir del nuevo
paradigma blaugrana: ser profundo (a partir de Alexis) para ser muy anchos. De este
modo, lo que antes buscaba anchura para conseguir profundidad, ahora se ha inver-
tido, gracias al gran rendimiento de Alexis, que se basta para fijar a tres defensores y
empujarlos hacia su portero. Ese aguijón tan arriba facilita que el equipo se extienda
por las bandas. Alexis sujeta, Iniesta y Messi mariposean por el centro y los exteriores
construyen las amenazas desde fuera. Con goles de frentazo o maradonianos, lo cier-
to es que Leo ha terminado las vacaciones.
Málaga-Barça (Liga, Jornada 1) 22-Enero-2012. La Rosaleda. 1-4 (Messi, Messi, Messi, Messi, Rondón)

345 | Índice
El milagro de la creación inconsciente
24 Enero 2012 / Diario Sport

En 1855, Eduard Mörike publica “Mozart auf der reise nach Prag”. Más de 130 años
después, el librito se edita en España bajo el título “Mozart, camino de Praga”. El poe-
ta Mörike, bajo el pretexto de relatar un viaje del compositor y su esposa, confecciona
un retrato excepcional del gran artista. En uno de los altos del camino en los que
Mozart se dispone a interpretar, ante una pequeña familia amiga, una pieza inédita de
su composición, el relator escribe: “Quisiéramos que nuestros lectores pudieran sentir
al menos algo de esta sensación peculiar con que, a menudo, un solo acorde aislado
(…) nos estremece como una descarga eléctrica y nos deja en suspenso. Cuando, en
el umbral de la tragedia sublime -se llame Macbeth, Edipo o de cualquier otro modoflo-
ta el escalofrío de la belleza eterna. El hombre quiere y teme a un tiempo ser arranca-
do a su ser ordinario, siente que lo infinito lo rozará, que su pecho se encoge cuando
ese infinito aumenta y pretende arrebatar su espíritu por la fuerza. A ello se añade el
respeto por el arte consumado; la idea de presenciar un milagro divino”.
¿Es posible relatar con mejores palabras el milagro de la creación inconsciente? Por-
que eso es lo que ocurre con los goles de Messi, el Mozart del fútbol moderno, el genio
tozudo, el asesino de adjetivos. Messi crea piezas sublimes en la mayor parte de sus
acciones y ni siquiera sabe cómo las ha creado. También Mozart explica que no sabe
cómo brota su música: simplemente, fluye. Messi no sabe lo que está creando, ni sa-
bría explicarlo. No podría detallarlo como hace Rafa Nadal, capaz de pasarse horas
explicando punto por punto, golpe por golpe, de cada uno de sus partidos: del 15-40
al deuce y del tie break al desenlace final. Nadal tiene una cámara de vídeo en el ce-
rebro. Messi, un pentagrama transparente e ilegible. Messi no recuerda sus regates
ni los galopes, ni cómo conducía con el balón metido dentro de su bota izquierda, ni
la finta que hizo, la cadera que quebró o el portero al que abatió. Sabe que ocurrió un
milagro, pero no conoce cómo fue, ni qué ocurrió o por qué. Simplemente, sucedió.
Sin pensarlo.
El 22 de octubre de 2006, hace ya mucho tiempo por tanto, el periodista Lu Martin, de
“El País”, le preguntó: “¿Trabaja los regates durante la semana?” Y Messi respondió,
susurrando: “Nunca. Agarro la pelota y salen. Así, en un momento. No imagino los par-
tidos ni pienso las jugadas. Sale lo que sale en el momento, cuando tengo la pelota”.
Ese es Messi, un irreflexivo fabricante de sueños: “Tampoco soy de los que sueñan
en cómo marcar un gol. Nunca”. Messi, carente de sueños grandiosos y de palabras
deliciosas. Incomprensible para sí mismo. Inexplicable. Inconsciente de su milagro
creativo permanente.

346 | Índice
Fútbol de futbolistas
26 Enero 2012 / Perarnau Magazine

En la era del hiperliderazgo de Guardiola y Mourinho, cada cual con su estilo y perso-
nalidad, pero ambos apoyados por millares de fieles, el partido ha sido de los futbolis-
tas. La sensación global es que los jugadores del Barça no escucharon a Guardiola y
que los del Madrid le han mostrado otro camino a Mourinho.
El día previo, Guardiola reclamó, reiteradamente, valentía, ardor, intención ofensi-
va, concentración y vocación atacante. Sus jugadores le respondieron con despistes,
descontrol, carreras sin sentido y pésima lectura del encuentro. Interpretación paupé-
rrima de los cerebros blaugrana: el partido exigía balón y pausa y eligieron espacio y
vértigo, exactamente las armas del rival y eso es como discutir con un cínico: siempre
llevas las de perder. Los errores de ejecución se centraron en Pinto y Piqué de for-
ma mayoritaria: previsible en el guardameta, sorprendente en el central, que parecía
haber regresado a su mejor nivel y olvidar el desafortunado inicio de curso, en el que
malgastó parte de su gran crédito.
UN PULSO A LOS VELOCISTAS
Menos vistosa que los errores, pero más decisiva, ha sido la interpretación de los
cerebros, confundidos en el ritmo que exigía la confrontación, incapaces de corregir
las posiciones ante la doble mediapunta madridista e impotentes para sentenciar a un
rival que al descanso perdía por 4-1 y podía temer un resultado final que le mandase
al quirófano emocional. El partido exigía, como digo, asociaciones en corto, triangula-
ciones largas, rondos de elevada duración: la ortodoxia, en fin, del juego de posición
que desordena al contrario a partir del balón. Era difícil lograrlo, lo reconozco, vista
la sucia salida desde atrás que se producía y la presión alta del contrario. Pero estos
atenuantes no restan valor a la realidad: el partido estaba para dominar el balón,
quedárselo en propiedad y emplearlo para llenar los espacios vacíos, para arrastrar al
Madrid hacia esas zonas, para bascularlo y zarandearlo suavemente, para agotarlo a
persecuciones estériles.
En vez de eso, los cerebros del Barça le han echado un pulso a los velocistas del
Madrid. Parecía que jugaban a ver quién corría más. En eso, pierden (salvo Messi).
De nuevo, el reciente defecto de no masticar sino engullir. El Pep Team es masticar y
masticar, construir un almacén de pases, arrastrar al rival de una zona a otra (perse-
guir sombras llaman a esa figura), marearlo, hipnotizarlo. Y, finalmente, sí, ser vertical
en la definición. Pero solo entonces, no antes. Bien: no ha ocurrido así. La consecuen-
cia ha sido la inanidad, por más que dos goles brillantes (el primero por la conducción
excepcional de Messi, su atracción de rivales, la búsqueda del compañero más lejano
y la ejecución de primeras de Pedro; el segundo, por el prodigioso venablo que ha
disparado Alves) hayan maquillado la realidad del juego.
Pero incluso así, el Madrid del descanso perdía 4-1 y tenía una profunda vía de agua
abierta en su bodega. Podía irse a pique. La situación era propicia para aplicar la

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ortodoxia del estilo y seccionar de forma seria el barco madridista. Sin embargo, han
dejado reflotar la embarcación rival.
MEDIAPUNTAS POR BANDA
En el Real Madrid, la alineación fue un síntoma, probablemente obligatorio tras la re-
encarnación del fantasma de Maguregui en la ida. Antes de proseguir hay que decir,
sin embargo, que quien alineó a esos jugadores fue Mourinho y no la presión presi-
dencial, aunque podamos intuir que lo hiciera contra sus convicciones, inducido por la
necesidad, la opinión social o para evitar que se agravasen las tensiones internas. En
cualquier caso, fue él quien les alineó y a él corresponde dicho mérito.
Higuaín fijó a los centrales blaugrana y Cristiano a Dani Alves. Desde esta premisa,
Özil y Kaká vivieron felices cual perdices entre líneas. Dos mediapuntas volcados
a bandas, garantía de desorden para el Barça, donde Busquets recibía siempre al
contrario en inferioridad numérica y posicional. Si acudía a su derecha a por Kaká,
Özil ganaba el territorio central, burlando con facilidad a Abidal. Si Busquets iba a por
Özil, quien vencía el pulso era Kaká por el otro costado. Ni Xavi ni Cesc actuaron con
acierto ante tamaño problema.
Y el problema fue más grave cuando Granero sustituyó a Lass. El jugador francés
muerde, pelea y barre, pero a cambio regala unos espacios gigantescos al contra-
rio: salta y presiona y, al hacerlo, construye autopistas para el rival. Si a eso se une
que Xabi Alonso está en fase off, el resumen es que el excelente partido del Madrid
se originó en una fuerte defensa muy avanzada y desembocó directamente en unos
mediapuntas punzantes y escurridizos. Como digo, cuando entró Granero empeoró
el panorama blaugrana. El Madrid se plantó con un 4-2-4 arriesgado, con Callejón
secando a Alves, Cristiano tras la espalda de Busquets, Özil mareando a Abidal y
Benzema sublimando su capacidad de bailarín de claqué.
El desarrollo de estos 90 minutos, que deben leerse en el contexto de un horrible parti-
do de ida por parte de Mourinho y exorbitante de todo el Barça, nos deja una muy mala
interpretación de los futbolistas locales, tanto en la captación de los detalles básicos
del encuentro, como en el seguimiento de las instrucciones de Guardiola. Y un salto
cualitativo en la autoestima de unos futbolistas del Madrid que habían sido cataloga-
dos de simples autómatas a las órdenes de un entrenador que quizás no escucha a su
afición, pero ha acabado ejecutando lo que pedía. “¿Ha aprendido algo esta noche?”,
le han preguntado al entrenador madridista en rueda de prensa. Y ha respondido que
no. Veremos si fue un ardid mezquino de su ego o una lectura peculiar de las leccio-
nes que han dejado los futbolistas sobre el césped. De las lecciones buenas y de las
menos buenas.
Barça-Real Madrid (Copa del Rey, ¼ Vuelta) 25-Enero-2012. Camp Nou. 2-2 (Pedro, Alves, Cristiano Ro-
naldo, Benzema)

348 | Índice
Algunas posibles respuestas
30 Enero 2012 / El Periódico

Los tropiezos generan preguntas, aunque mucho más entre los aficionados que en el
propio deportista. Para las respuestas siempre hay un gran catálogo de tópicos que
emplear, si bien varios de ellos, de tanto usarlos, suenan a cascajo vacío. La condición
física es uno de los más recurrentes, tópico fácilmente rebatible cuando se observa
cómo terminó el Barça sus partidos en Vila-real o Cornellà o frente al Betis: siempre
en tromba.
El Pep Team lleva 42 meses consecutivos en la cima mundial, acumulando éxito tras
éxito. Sus tropiezos han sido contados y se recuerdan, precisamente, porque han sido
muy pocos. La semifinal del Inter; la ida de Copa frente al Sevilla; la prórroga contra
el Madrid; la noche de Getafe… Excepciones tan excepcionales que constituyen la
auténtica vara de medir a este gigante. No hay ámbito vital donde el éxito sea infinito:
el río de la vida no es lineal, lo que ocurre es que el escritor al que abandonan las
musas o la empresa que entra en pérdidas pueden acudir a maquillajes e ingenierías
que desdibujen la realidad. El deportista, no. Al deportista le desnudan los resultados,
que por definición son irregulares y oscilantes, tanto si hablamos de Nadal, Djokovic o
Federer, como de Lewis, Phelps, Alí o Jordan. Los más grandes jamás fueron inven-
cibles: su mérito fue caer sólo un poco y resurgir pronto para sostener la jerarquía. En
estos 42 meses, el Barça apenas ha sufrido ligeras oscilaciones en su excelencia. Y
ahora estamos en mitad de una de esas turbulencias.
A mi entender, las respuestas a la presente turbulencia se sitúan en otros terrenos
distintos al físico, aunque en un fenómeno complejo y multifactorial como es el fútbol,
sujeto a incertidumbre diversas, es necio pretender conocer las respuestas exactas.
Si acaso, podemos aproximarnos a las posibles. Y son estas:
1. El desgaste mental por los 42 meses en la cumbre mundial. Cada
temporada, estos jugadores afrontan 65 partidos a cara de perro, asis-
ten a 65 charlas motivadoras, a 65 análisis del rival y afrontan 65
equipos que quieren pasar a la historia por ser el pistolero que mató
a Gary Cooper. El Pep Team es, 65 veces al año, Will Kane, el sheriff
de “Solo ante el peligro”. Y eso agota las neuronas, el músculo más
importante del deportista.
2. La degradación de la jerarquía. Los rivales temen el rondo en el Camp
Nou, pero no su versión pálida de las noches frías en el exterior. Y esa
rebaja de la calificación en el rating del Barça da alas a los contrincan-
tes. Se atreven y el atrevimiento incrementa el frío.
3. Las bajas de hombres clave. Iniesta y Pedro, guadianas en el último
trimestre, son puntales estratégicos. Piqué, Xavi y Messi, columna
vertebral, no han recuperado su mejor forma. Tito Vilanova, el bastón
en que se apoya Guardiola tantas veces, bastante tiene con lo suyo.

349 | Índice
y 4. La adaptación de Cesc. Gradualmente, el Pep Team irá girando desde
el eje horizontal de Xavi al vertical de Cesc, pero eso es como hacer
girar un trasatlántico: necesita paciencia y pulso.
Villarreal-Barça (Liga, Jornada 21) 28-Enero-2012. El Madrigal. 0-0

350 | Índice
El balón, el balón…
4 Febrero 2012 / Diario Sport

Por definición, un campeón nunca se rinde. Pierde a veces, pero no se rinde jamás
porque el deporte no es vencer, sino competir y no hay mejor competidor que el cam-
peón, incluso en su derrota momentánea. Así ha sido y así será mientras el deporte
aún sea deporte. Lo que ocurre es que uno no puede estar glorioso todas las noches
de su vida. Mucho mejor que nadie lo describió la gran Marguerite Yourcenar: “No
es difícil albergar pensamientos admirables cuando están presentes las estrellas. Es
mucho más difícil guardarlos intactos durante la pequeñez de los días”. Sin saberlo, la
escritora belga describió una de las realidades ocultas del deporte: la pesadez de los
días pequeños, aquellos en que no hay galas ni fanfarrias, sino entrenamientos duros
o competiciones de pulso débil. Es entonces cuando al gran campeón le cuesta rendir
al máximo y sacar todo su potencial. Pienso en esto al revisar la temporada irregular
de Rafa Nadal o los altibajos actuales del Barça. El tenista sufrió en torneos meno-
res durante 2011 y, además, padeció la “maldición del congrio” que tan bien explica
el profesor Wagensberg: el congrio se come al pulpo, el pulpo al bogavante, pero el
bogavante al pulpo, con lo que Nadal vence a Federer, éste a Djokovic, pero el serbio
al mallorquín.
Congrio al margen, el Barça de los altibajos apuntó en Valencia hacia la senda del
balón, su seña de identidad. Ya hemos hablado de forma abundante sobre las posi-
bles causas del pesado enero y hoy toca mencionar el remedio previsible que todos
los técnicos citan: el balón. El retorno a los fundamentos. El balón como centro del
universo blaugrana, a partir del cual se ordena el equipo. Con mayor o menor pausa,
pero como Rey Sol del equipo. Al Pep Team se le puede pedir competitividad extrema,
pero no el milagro de estructurarse sin balón. Hay otros equipos que consiguen vencer
sin emplear el cuero como método, sino utilizándolo únicamente como pretexto. Es
una forma tan legítima como cualquier otra de jugar a fútbol: simplemente, la del Barça
es distinta. No hablo de estética ni plasticidad, sino de organización. Con los breves
paréntesis que todos recordamos, el Barça lleva veinte años con el balón como eje
primordial de su creencia futbolística, la redonda que le da sentido y orden.
En estos momentos de dudas e incertidumbres, algunas anímicas, otras estructurales,
unidas a bajas importantes, el ‘back to basics’ se antoja decisivo: regresar a lo básico,
al balón, a ordenarse a partir del cuero y a que el equipo juegue para Xavi, incluso si
Xavi no juega. Balón y Xavi, la ecuación imprescindible. Tener el cuero, organizarse,
sobarlo, masticar el juego. Los fundamentos. El balón.
Valencia-Barça (Copa del Rey, ½ Ida) 1-Febrero-2012. Mestalla. 1-1 (Jonas, Puyol)

351 | Índice
El arco y las flechas
7 Febrero 2012 / Diario Sport

Tello y Cuenca eran las flechas que disparaba Jonathan dos Santos desde su arco
situado en el vértice de la base. Podían haber sido Henry y Pedro lanzados por Xavi,
pero eran Tello, Cuenca y Dos Santos. Fue otra muesca más en el proyecto de Guar-
diola, dispuesto siempre a cumplir sus dos preceptos esenciales: no rendirse nunca,
por más dificultades que surjan en el trayecto; y profundizar en sus ideas de juego,
incluso si deben ser interpretadas por actores imberbes. Como tantas cosas de la
vida, el auténtico valor de ambos preceptos se comprenderá cuando su protagonista
no esté.
De Cuenca hemos hablado hasta la saciedad: de su buen año en el Sabadell, del
descubrimiento que hizo Pep en el segundo entrenamiento de la pretemporada y de
su perfil de extremo guardioliano, capaz de partir desde fuera para introducirse por los
pasillos interiores como si fuese uno de los centrocampistas bajitos, marca de la casa.
De Tello, cuya cronología también es conocida, destacamos su capacidad de arranca-
da desde el punto cero. Una virtud que recuerda al primer Overmars en cuanto a ser
capaz de acelerar de 0 a 100 en un período ínfimo de tiempo. En paralelo, su mirada
se asemeja a la del Henry de las buenas noches en el Camp Nou, cuando iniciaba su
despegue en paralelo a la banda y se deslizaba sin parecerlo hacia el poste corto. Si
acaso, a este novato le falta aprender que el fútbol del Barça no consiste en sprints
enloquecedores para la defensa rival, sino en el viaje grupal. Si Tello asimila -y tiene
buenos maestros para lograrloque hay momentos para la velocidad y otros para la
tranquilidad y que su esfuerzo de velocista debe ir acompasado al ritmo global de su
equipo, estaremos ante otra novedad surgida de La Masia: el extremo puro.
Lo que no puede sorprender a nadie es que Jonathan dos Santos luzca el rol del 4 con
la dignidad de los predecesores. Sólo la etiqueta mediática que se tejió a su alrededor
-está en el Barça por ser el hermano de Gio, el bueno, se decíaimpidió que la afición
viese lo que los técnicos repetían sin cesar: ahí hay talento, además de una fuerza in-
audita para un tipo tan pequeño. A Jonathan aún le faltan 25 partidos en el Camp Nou
para poder creérselo de verdad, pero está en el buen camino y en mejores manos. Si
alguien confía en este chico es Pep Guardiola, el segundo de los genios que vistió el
dorsal santo y seña del juego blaugrana.
¿Podrá ser Jonathan el sucesor del sucesor del sucesor? No sabemos, pero tampoco
sabíamos de Milla, ni de Pep; ni supimos asegurar al 100% con Xavi. La mejor garan-
tía reside en el olfato de los técnicos y en su voluntad rotunda de perfeccionar y co-
rregir a estos jóvenes que, aunque sea por un día, se han alineado de arco y flechas.
Barça-Real Sociedad (Liga, Jornada 22) 4-Febrero-2012. Camp Nou. 2-1 ( Tello, Messi, Vela)

352 | Índice
Xavi, el Campo Base
11 Febrero 2012 / Diario Sport

Los fundamentos del juego posicional que practica el Pep Team exigen viajar juntos,
en una especie de cordada alpina en la que todos avanzan al unísono, ganando posi-
ciones, ocupando zonas concretas del campo, retrocediendo para encontrar vías más
favorables. En dicha cordada, Busquets es el sherpa por excelencia, pues va y viene,
carga con todo el material, coloca escaleras para facilitar el paso de sus compañeros
y se asegura que los cordajes estén siempre fijos y apretados. Pero si Busquets es el
sherpa, Xavi es el auténtico Campo Base.
En Xavi reposa el Barça. En sus pies y su cabeza. El tránsito correcto de la cordada
exige levantar campos de apoyo, de ahí que una y mil veces hayamos visto al Barça
construir con paciencia y mimo, casi autoconstruirse, como erigiendo un edificio con
pequeñas piezas de un mecano plástico, lo que a su vez ha cercenado oportunidades
de contragolpear: el modo blaugrana de jugar prefiere ocupar el espacio más que
devorarlo a carreras. Masticar y no engullir. En eso, Xavi es la pieza esencial pues su
habilidad defensiva (proteger el balón) supera sus virtudes como lanzador del último
pase. Xavi es capaz de sujetar el cuero y defenderlo sin que se lo arrebaten sea cual
sea el lugar del campo en que dicha presión se produzca. Esos segundos que gana
en la protección del balón permiten el movimiento coral de toda la cordada. Por esta
razón digo que es el Campo Base. Ocurre que desde la final del Mundial de clubes
a finales de diciembre, Xavi es menos Xavi. Su soleo doliente le ha resquebrajado el
físico enjuto, generando inseguridad en los movimientos y un incremento asombroso
de balones perdidos en un futbolista que casi lograba terminar los partidos sin una
sola desazón. Añadamos la ausencia de su socio Iniesta, el otro embrujador del cuero,
y comprenderemos buena parte de los problemas de la cordada blaugrana en enero,
donde se ha visto un equipo precipitado y directo, con jugadores que corrían hacia
arriba y hacia abajo, faltos de un Campo Base en el que detenerse para ordenar las
operaciones.
Llegados a este punto no me interesa señalar el punto exacto en la recuperación
completa de Xavi (que, sin ninguna duda, volverá) sino un detalle relevante del futuro:
todo el mundo se interroga sobre qué ocurrirá cuando él ya no esté, como si eso fuese
el gran cataclismo. Y no es así. No habrá otro Xavi porque es físicamente imposible,
pero sí habrá otro Campo Base. Thiago, Cesc, Samper, Kaptoum o vaya usted a sa-
ber quién. Pero habrá uno: un futbolista en quien la cordada depositará la pausa y su
confianza; un jugador que ejercerá de dueño y señor del campamento intermedio, del
mismo modo que habrá otro sherpa encargado de la logística general.
Barça-Valencia (Copa del Rey, ½ Vuelta) 8-Febrero-2012. Camp Nou. 2-0 (Cesc, Xavi)

353 | Índice
Jugar para Xavi o jugar para Messi
13 Febrero 2012 / El Periódico

La elección de la velocidad en vez de la pausa ha marcado las primeras seis sema-


nas del año y, probablemente, sentenciado la Liga en favor del Real Madrid. ¿Ha
sido una elección premeditada, técnicamente premeditada, o forzada por dinámicas y
lesiones? No tengo respuesta precisa, pero el diagnóstico es incontrovertible: el Bar-
ça de la pausa ha dado paso al Barça del juego vertiginoso, una característica muy
madridista y nada acorde con los perfiles de la plantilla blaugrana. Conquistados los
principales objetivos del primer tramo de temporada (tres títulos, pase a octavos de
Champions y triunfo liguero en el Bernabéu) el equipo dejó de jugar para Xavi y pasó
a hacerlo para Messi. Lo que diferencia al Messi del Barça del Messi de Argentina
es que en el Barça todos juegan para Xavi. Lo hacen para que éste mueva los hilos
necesarios que permiten volcar las energías colectivas a favor del desempeño de
Messi. En el Barça, el balón no va a Messi: va a Xavi y el de Terrassa da las órdenes
adecuadas para que acabe en Messi como punto final, a la hora prevista y en el lugar
adecuado. Nunca antes. Xavi es el Campo Base de la cordada, el rellano de la esca-
lera, la plataforma en que se catapulta Messi. En Argentina, el balón va directamente
a Leo sin mirar el reloj. Su rendimiento en ambos conjuntos es suficientemente dispar
como para comprender la diferencia.
Desde inicios de año, el Barça ha dejado de jugar para Xavi y lo ha hecho directa-
mente para Messi. En ocasiones porque Xavi ha sido superado por la pasión velocista
de Cesc, Messi, Alves y Alexis. En otras, porque ha estado ausente, quejoso del so-
leo. Y en alguna más, porque a su sustituto tampoco se le ha respetado como etapa
intermedia. Añadamos que las bajas intermitentes de Iniesta (el socio de Xavi en la
pausa) y Pedro (el que desbroza el camino para Messi) han contribuido al vértigo. La
conclusión de estos 42 días es que el giro estilístico ha resultado tan desazonador
como nefasto. En los resultados obtenidos, pero especialmente en el desempeño.
No se puede aplicar el juego de posición como si se disputara una contrarreloj, con
bandas vertiginosas, defensas que sacan sucio el balón y velocistas que aplastan a
sus medios. En esa carrera ha caído Xavi sepultado, maltratado el juego de posición
y depauperado Messi en una mala versión de sí mismo.
Hay otras causas que explican el pesaroso enero y el sombrío febrero, pero no preci-
san repetirse. Personalmente me quedo con la necesidad del retorno a la orientación
del juego colectivo hacia Xavi en tanto que peldaño intermedio en la búsqueda de
Messi. Incluso si, por razones físicas o de desgaste, han de ser Thiago o Dos Santos
quienes interpreten la pausa en lugar de Xavi, el gran Barça de Messi jamás lo será
si le busca directamente, como ocurre con la selección albiazul. Es Xavi -o su alter
egoactuando de Campo Base de la cordada quien construye la plataforma para el
despegue del gran Messi. Es la pausa y no el vértigo.
Osasuna-Barça (Liga, Jornada 23) 11-Febrero-2012. Reyno de Navarra. 3-2 (Lekic, Lekic, Alexis, Raúl
García, Tello)

354 | Índice
Ya lo decía yo...
13 Febrero 2012 / RAC-1

La cofradía del “ya lo decía yo” ha iniciado la procesión. De esta forma, confirmare-
mos que no hay un muro más sólido que el de los prejuicios y los tópicos, ni impostor
más grande que el triunfo continuado. El deporte no es ganar siempre. Diría más: el
deporte es más bien perder que ganar, por razones numéricas, estadísticas, físicas,
técnicas y emocionales. El deporte es competir e intentar ganar, pero sabiendo que en
tu camino habrá derrotas ciertas y, a veces, incluso no imaginadas.
La de Pamplona, que otorga casi la Liga a un gran Real Madrid, contiene la virtud de
reflejar algunos retos inmediatos, de entre los cuales sobresale recuperar a ciertas va-
cas sagradas que están muy lejos de su nivel medio. Jugadores como Piqué o Alves,
cada uno por razones diferentes, están fuera de forma y son tan necesarios como la
recuperación de los lesionados. Además de la voluntad indudable del entrenador, para
luchar por la Champions será necesario recuperar una buena parte de la columna
vertebral del equipo. Y no tardar en hacerlo.

355 | Índice
Pelear la Liga para conquistar más títulos
14 Febrero 2012 / Diario Sport

Para intentar conquistar la Champions, el Pep Team deberá pelear por la Liga aún
a sabiendas de que la tiene irremediablemente complicada. No hablo de orgullos ni
emociones, ni estados anímicos, ni de dinámicas grupales. Hablo del ritmo competiti-
vo imprescindible para luchar por esa Champions que jamás ha permitido, desde que
dejó su formato de Copa de Europa, ser levantada dos veces seguidas por el mismo
equipo. La misma idea sirve si sustituimos Champions por Copa del Rey. Si el Barça
quiere conquistar la Copa ante el Athletic, en fecha y lugar todavía desconocidos, sólo
podrá lograrlo si lucha cada partido de Liga como si tuviera reales opciones de superar
los diez puntos de desventaja con el Real Madrid. Insisto: y no por razones anímicas,
sino porque sólo se puede llegar en plenitud a los grandes fastos de mayo si se man-
tiene, corrige y mejora el estado de forma de los futbolistas como si en cada partido
se jugaran el ser o no ser del curso. Lo diré de otro modo: ¿Imaginan un Barça que
sólo afrontase a máximo ritmo ocho partidos desde hoy y hasta finales de mayo? Me-
nudo disparate: siete partidos de Champions más la final de Copa en las próximas 15
semanas. En especial para un equipo que ha convertido la disputa de dos encuentros
semanales en rutina y palanca para sus éxitos. No tendría ningún sentido romper este
ritmo que ya está incrustado en los músculos de la plantilla y concentrar las energías
en ocho partidos dispersos en tres meses y medio. Eso sí sería tirar las opciones de
Champions y Copa.
Para intentar conquistar estos dos títulos, el equipo de Guardiola necesita de manera
obligatoria competir todos los puntos de la Liga como si fuesen los últimos de sus
vidas. No por la idea de remontadas mediáticas, ni subidones adrenalínicos, sino por
el estado de forma, ese estado casi intangible que el deportista se va construyendo a
base de pequeñas subidas y bajadas, ascensos y recaídas, en parte físico, en parte
técnico, y también en parte emocional. Jugadores y entrenador, de quienes no tengo
ni la más leve duda que recorrerán un camino similar al que planteo. Así lo han he-
cho en años anteriores, por cierto con procesos muy similares: excelentes puestas
a punto en la primera fase de las temporadas (mediados de octubre a mediados de
diciembre), espesos enero y febrero, excepcionales finales de temporada. Y jamás
han tirado un partido ni una competición. Se habrán equivocado, sin ninguna duda,
y cometido errores, pero siempre han competido, que es la exigencia y el barómetro
del deportista.
Contra algunas opiniones muy respetables, pienso que el proyecto del Pep Team está
más en su adolescencia que en la jubilación. Podremos comprobar si es así en las
próximas 15 semanas.

356 | Índice
Escucha Pep: tienen hambre
20 Febrero 2012 / El Periódico

Todo empezó en Busquets. Era un partido como tantos otros de los que le esperan al
Barça hasta final de Liga. Más que los puntos, estaban en juego otros factores: el rit-
mo competitivo, la competencia interna por ganarse un puesto para la Champions, las
certezas futbolísticas, los interrogantes que laceran el porvenir y, como trasfondo, el
mensaje del vestuario a su entrenador, que siempre dijo que miraría las pupilas de sus
pupilos como quien explora el fondo de la taza de café en busca del augurio: ¿Siguen
queriendo ser los mejores? La respuesta, sobre el césped.
Vestido de frac saltó Busquets, más ancla y vela que nunca, dispuesto a dividir el espacio
y ejercer de primer campamento de la cordada blaugrana. Sin Xavi, Busquets asumió
que debía ser el Área de descanso de sus compañeros. Desde el primer instante marcó
la tendencia y a su rebufo se movió toda la maquinaria, nuevamente con Cesc en la base
creativa aunque a su manera: no busquemos en él un clon de Xavi, pues eso es inviable.
Pensemos en Fàbregas como un interior creativo distinto a Hernández, capaz de mover
las palancas del reloj, pero a otro ritmo, y poseedor de una verticalidad inglesa. A partir de
estas dos piezas, el reloj marcó horas, minutos y segundos. Ni siquiera el error de coordi-
nación entre defensas y Valdés generó dudas a la maquinaria, que redobló su intensidad
a partir del gol de Piatti. Y por ahí ya aparecieron todos, crecidos desde la dinámica colec-
tiva, futbolistas voladores, de nuevo ligeros y ágiles como en los grandes momentos de la
temporada. Como una final de Wembley, pero en el Camp Nou.
Aparecieron los hombres luminosos y, aún mejor, los oscuros. Entre los primeros, el
ingrávido Iniesta, el tronituante Alexis, el pletórico Cesc y el legendario Messi, protago-
nistas de una noche memorable por la producción inagotable de jugadas felices: no fan-
tasiosas como en otros días, sino punzantes, deseosas de la diana definitiva. Solo las
manos mágicas de Diego Alves evitaron un aplastamiento histórico. El Barça se vistió de
francotirador a partir de estos cuatro jugadores luminosos y ya fue un pim pam pum en
el que también los hombres oscuros encendieron las antorchas. Los desmarques cons-
tantes de Pedro, las coberturas de Piqué o la división de Busquets como rey de la posi-
ción se unieron al festival de los brillantes. Reencontrado en sus fundamentos del juego,
la maquinaria hizo mejor a los maquinistas. No fue Messi quien hizo andar el reloj, sino
el reloj quien dio cuerda a sus agujas, que se movieron en la mejor exhibición del curso,
por más que el guardameta visitante evitara que el asedio concluyese en goleada épica.
El Barça del frac deja un aroma de mensaje contundente de sus chicos a Guardiola:
los jugadores están por él. Los luminosos, con el Messi de siempre, el Iniesta épous-
touflante, el Alexis colosal, el Cesc más inglés; los oscuros, como ese Busquets eje
absoluto, príncipe posicional, líder de la sombra; los chavales de las nuevas hornadas;
o los eternos. Noche de frac, partido descomunal, mensaje indiscutible: el Pep Team
apenas está en la adolescencia.
Barça-Valencia (Liga, Jornada 24) 19-Febrero-2012. Camp Nou. 5-1 (Piatti, Messi, Messi, Messi, Messi,
Xavi)

357 | Índice
El don de Iniesta
21 Febrero 2012 / Diario Sport

Con Cesc Fàbregas en la base creativa y Alexis Sánchez situado como extremo pun-
zante, Leo Messi se sintió con aire y espacio para navegar con esos slaloms que sólo
él sabe interpretar sobre césped. Por momentos, el ala derecha del Barça, compuesta
por velocistas a los que se unió Montoya, otra gacela, tiró del equipo en dirección
vertical. Y ahí estaba Andrés Iniesta, en zonas alejadas, para insuflar serenidad a un
conjunto vertiginoso. Sin Xavi, dueño de la pausa, Iniesta aportó esa serenidad que
ejerce sobre el campo, donde radiografía movimientos propios y ajenos e incluso con-
tabiliza cuántos pases certeros o errados llevan sus compañeros y también los rivales.
Si frente al Valencia, Busquets resultó esencial para girar al rival con un simple amago
del cuerpo y supo ganar esas décimas de segundo necesarias para que todos sus
compañeros estuvieran en el sitio adecuado, Iniesta se mutó en factor equilibrante de
los velocistas de la banda opuesta.
Cuando se juntan Messi, Cesc y Alexis hay ruido de dagas voladoras. Si le suman a
Dani Alves, ni digamos. Jugadores febriles, rápidos, acuchillantes. En las últimas seis
semanas, en ocasiones han raptado a Xavi, víctima del frenesí de estos cuatro. Forma
parte del proceso evolutivo que, en unos años, llevará desde el Barça de Xavi hasta el
Barça de Cesc: será igual, pero distinto. Será un proceso largo (tanto como aguante
la voluntad de Xavi, que ahora mismo no se pone límite ni horizonte) y enriquecedor,
donde piezas, movimientos y dinámicas deberán encajar y solaparse con la competiti-
vidad extrema del equipo. Será aprender a jugar sin Xavi, pero con Xavi en el campo;
una renovación de la pieza maestra ejecutada y dirigida por él mismo. Ese es el des-
tino que Guardiola le reserva a su segundo capitán: enseñar a sus compañeros cómo
será el juego sin él, pero hacerlo mientras sigue participando en el juego.
Para ello, los roles parecen ya asignados: Busquets, Thiago y Cesc, cada cual a su
manera y posición, modularán dicha evolución, que no será posible sin el mejor Inies-
ta. Porque Iniesta es el factor que todo lo equilibra, el jugador que puede poner pausa
al vértigo o vértigo a la pausa; verticalidad a lo horizontal o calma a lo profundo. No
es en vano que sus ausencias siempre acaban generando una sangría en el equipo.
Desde aquella semifinal de Champions no remontada frente al Inter a la no menos
encendida semifinal europea contra el Madrid o el reciente mes de agobio y plomo,
todas sus ausencias se pagaron caras. Iniesta es el Messi de las sombras. Pálido y
silencioso, ingrávido, tiene en sus bolsillos los pesos que equilibran la balanza. Si los
velocistas se disparan, él ordena ralentizar. Si el partido es pausado, Iniesta lo acele-
ra. Esto es un don.

358 | Índice
El Tintín de Albacete
5 Marzo 2012 / El Periódico

No lo duden: brinden por él. Larga vida al Tintín de Fuentealbilla, el jugador capaz
de convertir la gran ausencia en un problema soportable. Falta Messi y tiemblan las
murallas del reino, pero está Iniesta y donde había un agujero insondable aparece la
pasarela que permite caminar y seguir en la pelea. Esa es la principal consecuencia
del sábado noche: comprobar a quirófano abierto que el Pep Team quiere batallar una
Liga que está, virtualmente, en el zurrón de un Real Madrid imparable. Después de
darle mil vueltas al calcetín de todos los argumentarios, que si la renovación de Guar-
diola, que si preservar energías, que si volcarse en la Champions… el equipo vació
de dudas los armarios: desea seguir peleando por la Liga, aunque sea un esfuerzo
infructuoso. Es la exigencia del deportista campeón: luchar siempre, incluso cuando
esa lucha sólo contiene el germen de la esterilidad final.
Podía preverse que sería así. Que gente como Iniesta, Xavi, Valdés o Mascherano no
iban a retirarse a la ducha regalando títulos y victorias. No sin antes pelearlo. Aunque
parezca poco, eso es mucho en un grupo acostumbrado a vivir dentro de la lámpara
mágica del triunfo y que ahora se ve atravesando los negros campos de la inminente
derrota. Otros, e incluso ellos mismos en otros tiempos, habrían firmado la carta de
dimisión y cambiado de tercio, a la espera de vientos y jardines más favorables. Pero
este grupo se ha empeñado en remar contra el viento, pese a la certeza de lo que le
espera en la orilla final.
Y entre ellos, Andrés Iniesta, jinete pálido del equipo, líder silencioso desde la posición
de interior izquierdo, el hombre capaz de ocultar tras su frágil silueta la sombra gigante
del argentino ausente. Desde la timidez innata, como quien quiere pasar desapercibi-
do: Oiga, yo les construyo esta pasarela hasta la portería contraria, pero no le digan
a nadie que fui yo; digan que fue casualidad, que yo solo pasaba por allí... Esa es su
manera de ser: fabricar obras de arte como quien hierve unos macarrones para la niña
que llega del cole. Remover el agua y echarle sal con una mano, mientras con la otra
va pintando la bóveda majestuosa de una catedral de leyenda. Iniesta, la abrumadora
presencia en el día de la gran ausencia.
Barça-Sporting de Gijón (Liga, Jornada 26) 3-Marzo-2012. Camp Nou. 3-1 (Iniesta, Barral, Keita, Xavi)

359 | Índice
El hombre sin portadas
6 Marzo 2012 / Diario Sport

De tan sincero y sobrio, Seydou Keita parece transparente, lo que le inhabilita como
carne de portadas. Keita no vende. Pero juega y es el símbolo de lo que Guardiola
entiende por futbolista profesional. Sin duda alguna, no posee el talento natural de
Xavi o Iniesta: jamás podrá hacer lo que ellos y necesita siempre un toque de más
para prestar el balón a un compañero. En ocasiones es capaz de vencer sus propias
ataduras y tirar una deliciosa pared de primeras para que Adriano asista a Iniesta en la
apertura de la lata. En otras, su zurda se transmuta en la de Messi para sentenciar un
amargo trance con una comba dulce y suave, pero eso ocurre pocas veces. La mayor
parte de sus fotografías deportivas muestra sus cabezazos defensivos certeros, la
lucha incansable en el centro del campo, apoyando siempre al colega que necesita
una mano, sea defendiendo, sea llegando. Honesto hasta renunciar a jugar una final
de Champions para no decepcionar al equipo situándose en una posición en la que no
se veía, Keita llegó al Barça, comprendió que allí hablaban otro idioma futbolístico, lo
intentó aprender y dejó escrito sobre el césped que siempre estaría a disposición del
colectivo para lo que mandase.
Cuando Guardiola dice que “otros jugadores se sienten ofendidos y no ven que el en-
trenador actúa por el bien de todo” y añade que Keita “nunca cree que van en contra
suya” y que disputa con la misma fe dos minutos de basura que noventa de historia,
está indicando cuál es el camino. Y también dice que hay quien no sigue dicho cami-
no. No hace falta rebuscar en exceso para intuir en quién piensa el entrenador, pues
sobre el retrato de Keita se refleja una imagen opuesta, que se ofende por no ser
titular y parece estar sufriendo el síndrome de los partidos pequeños, aquellos por los
que no parece merecer la pena combatir.
Sólo desde la admiración sincera por Keita puede comprenderse el nuevo alegato de
Guardiola a favor del jugador maliense y su contrapartida hacia algún otro futbolista,
a quien el entrenador está explicando en público qué tipo de comportamientos valora
y cuáles aborrece. Los valores que desprende Keita son muy básicos: profesionalidad
impecable, dedicación plena al fútbol, cuidado del cuerpo y la mente, voluntad de
aprendizaje y mejora, compromiso a favor del colectivo por delante del ego personal,
confianza plena en las instrucciones del entrenador y mente abierta para reciclar y
reaprender. Podrá argumentarse que ninguno de estos valores menciona el talento, la
magia o la genialidad y así es. Son valores básicos, sencillos y que pueden ser muy
comunes, pero que en el fútbol de gran competición no tienen precio. Guardiola lo ha
recordado en voz alta para quien quiera entenderle.

360 | Índice
Huyendo del fango
13 Marzo 2012 / Diario Sport

El año sabático que se ha tomado Johan Cruyff como articulista de “El Periódico“ tiene
sus consecuencias: ahora mismo se echa en falta su voz siempre clara. No es que
Cruyff sea el Faro de Alejandría, pues muchas de sus opiniones son bastante más que
discutibles. Pero es, por naturaleza, claro y rotundo y sus palabras o consejos habrían
resultado interesantes en estos últimos meses de penumbras, fuese para señalar el
mal camino emprendido por un jugador, atizar a la directiva actual o marcar líneas
que no conviene cruzar. Aunque Johan sea el símbolo de uno solo de los dos grandes
bloques en que vive dividido el barcelonismo, su influencia futbolística es indiscutible,
salvo para radicales ciegos.
Quizás con él en activo se habría evitado algo del actual enfangamiento. Al Barça
del smoking no le conviene empantanarse en batallas de barro. De hecho, una de
las grandes decisiones vitales es saber qué batallas hay que librar y cuáles deben
rehuirse. A este Barça de Guardiola le va bien jugar sobre alfombras verdes y veloces,
manejar el balón con cariño y pasión, correr sin parar, lograr que el cuero corra más
que el propio equipo, defenderse a partir de la posesión y no de los defensas, diseñar
triángulos constantes en campo ajeno, buscar al tercer hombre sin parar y centrarse
en los detalles, grandes o pequeños, del apasionante fútbol. Esa es su especialidad
y no otra. Los 105 x 70. Cuando le sacas de ahí, cuando logras sacarle de ahí, y
dedicarlo a otros menesteres, el mismo equipo celestial se convierte en una cuadrilla
menor. Si opta por hacer teatro, lo hace mal. Si pretende soltar bravatas, se nota su
inexperiencia. Portavoces que comunican de manera deficiente, declaraciones alti-
sonantes de las que pronto te arrepientes, escrúpulos que te impiden sobrepasar
límites… No, el Barça no se maneja bien en ese otro territorio del fútbol y haría bien
en huir rápidamente de dichas zonas embarradas y regresar a su hábitat natural, el
del juego y el silencio. Esto no trata de superioridades morales, sino de eficacia: como
diría Cruyff, si eres bueno en algo, poténcialo.
El Pep Team es bueno, muy bueno, jugando al fútbol, mimando el balón y callando. A
esas fortalezas debe dedicar el club todas las energías por más tentador que resulte
practicar el viejo juego de ver quién tiene la lengua más larga, campeonato en el que,
por cierto, no se otorgan títulos y el Barça tiene todas las de perder. Frente a tantos
hombretones de testosterona desbocada, la mejor receta blaugrana es bajar el cuero
al césped, buscar a Xavi y dedicarse a la especialidad de la casa. El título que interesa
no es el de la charlatanería.

361 | Índice
Abidal
17 Marzo 2012 / Diario Sport

Aunque se hace difícil escribir sobre Eric Abidal, más allá de desearle coraje y energía
y mandarle apoyo y ánimos a él y sus familiares, a su alrededor hay un hecho que
no pasa desapercibido: el defensa blaugrana ha disputado varios partidos siendo ple-
namente consciente y estando informado de la necesidad de sufrir un transplante. Y
esta reacción del futbolista es muy destacable. Pienso que lo más corriente, normal y
lógico es desanimarse y deprimirse ante un golpe semejante, el segundo en un año.
Sin embargo, Abidal siguió jugando. Y lo hizo a pleno ritmo, con magnífico rendimiento
y sin el menor atisbo de preocupación en rostro o gestos.
Habrá quien lo atribuya a la profesionalidad, pero no creo que sea eso. Un deportista
no nace profesional. Se hace. Un deportista se apasiona por su especialidad, crece,
progresa, mejora y, una vez ha llegado a cierto status, se convierte en profesional. A
partir de ahí se consolida o bien dilapida su talento. La acción de Abidal traspasa el
umbral de la profesionalidad. No solo juega esos encuentros porque es un excelente
profesional y se debe al club que le paga y al equipo que le rodea y apoya. Lo hace
porque quiere. Porque en su interior habita la pulsión del deportista puro, del luchador
en las dificultades más amargas, del niño que sólo quiere practicar su deporte sin más
lecturas. Le imagino atribulado, dolido, herido en el corazón por la maligna noticia,
aunque confortado por familia y amigos. Y, al mismo tiempo, le imagino peleando en
el vestuario por seguir siendo uno más, rechazando cualquier privilegio de parte del
entrenador, alertado a su vez por los servicios médicos, dispuesto a todo por ayudar
a su pupilo. Y a Abidal apartando sus demonios interiores por el simple gusto de se-
guir jugando a su deporte favorito. Todo esto no es profesionalidad, sino otra cosa: es
pasión por el deporte.
Al mismo tiempo, es consecuencia de la práctica deportiva. Aunque los valores que se
instruyen en el deporte andan ocultos en la ruidosa red de intereses que nos ensorde-
ce, siguen estando ahí. Cualquiera que haya practicado una especialidad con cierto
espíritu competitivo lo sabe. Entrenarse duro, sacrificarse siempre, buscar la propia
superación, intentar ser noble y honesto… valores que pertenecen a la intrínseca
actividad deportiva y que ni siquiera el fútbol, con su gigantesca dosis de hipocresía
malsana, ha conseguido eliminar. El deportista que siente el deporte como algo suyo
ha crecido con valores similares y los emplea en su vida ordinaria. ¿Significa que no
se desmoraliza ante las caídas? No, significa que tras caer vuelve a esforzarse para
ponerse en pie. Abidal nos deja un ejemplo primoroso de lo que significa luchar por lo
que uno siente.

362 | Índice
Primavera
20 Marzo 2012 / Perarnau Magazine

Incluso en los parajes más agrestes, mediado el mes de marzo reaparece la señorita
primavera, esa amiga de la esperanza y el verdor, tiempo de flores y pasión. También
en Can Barça. Aunque a Pep Guardiola le gusta desmentirlo en público, su equipo
prepara especialmente las primaveras, ese período que huele a títulos y conquistas. A
cambio, enero y febrero devienen meses de hierro en los que coinciden fechas frías,
partidos pantanosos, piernas pesadas y rotaciones obligadas. Este año, dicho par de
meses ha resultado fatal para las aspiraciones ligueras, pero con el advenimiento de
la primavera el Pep Team vuelve a su jardín particular, al estado de gracia y la fluidez
en el juego. Se destacan los jugadores más en forma, empieza a componerse un once
de gala, regresan de las camillas los antiguos lesionados y el esqueleto esencial ace-
lera su camino hacia nuevos retos.
Estamos en el cuarto año en que se repite una dinámica similar, pues el equipo llega
puntual a los desafíos de noviembre-diciembre, pena en el tránsito invernal y luce go-
zoso en el esplendor de la primavera. Esta temporada se ha cumplido todo, pero con
mayor intensidad si cabe: el estado de forma en diciembre resultó explosivo, hasta
el punto de aplastar a cuantos rivales se interpusieron; la pesadez de enero-febrero
resultó alarmante, incluso si no impidió eliminar a Real Madrid y Valencia en Copa; y
los augurios actuales son los de un equipo exultante, vivo y dominador, del que aún
no hemos visto su mejor versión ni exhibición. Todavía no ha regresado Piqué de ese
viaje al más allá que ha emprendido esta temporada y apenas han vuelto Puyol y
Alexis de sus intermitencias, mientras Pedro sigue bregando, como el escalador en la
roca, por volver a su mejor versión, aquella que le hacía invisible para los rivales. Aún
se le percibe opaco.
No todo es simple y bello como la primavera. También está lo de Abidal, nada que ver
con el fútbol sino con la vida, que deja otro vacío imposible de llenar. Un drama del que
costará abstraerse por más sonrisas que le eche el fabuloso francés.
Sevilla-Barça (Liga, Jornada 28) 17-Marzo-2012. Sánchez Pizjuán. 0-2 (Xavi, Messi)

363 | Índice
Regreso a la ortodoxia
20 Marzo 2012 / Diario Sport

Mientras la lechera va echando cuentas, Guardiola regresa a las bases ortodoxas


porque las circunstancias le empujan a ello. Con un máximo de 16 partidos en las
próximas diez semanas, los esfuerzos que deberán realizar sus jugadores para optar
al título de Champions y seguir peleando en la Liga le obligan a reposicionar las piezas
en función de la evaluación correcta de las fuerzas. Sin Abidal, la defensa de 3 pierde
a su elemento más decisivo por velocidad de corrección y fluidez de movimientos.
Seguirá teniendo sentido en algún momento, sea con Alves, Mascherano y Puyol o
incluso con Muniesa, capaz de asumir el rol del costado izquierdo. Pero la opción
en estos dos meses claves parece inclinarse por alinear cuatro defensas. Guardiola
acostumbra a seguir cada año las mismas pautas: un primer tramo de temporada
con mucho trabajo de laboratorio táctico, lo que enriquece el flujo de movimientos del
equipo; abundante gestión de rotaciones en el tramo central del curso; y regreso a la
ortodoxia y a un once-tipo para las fases decisivas.
La baja de Abidal le obliga ahora a tomar un camino que, probablemente, habría em-
prendido igualmente: alinear cuatro defensas, emplear a Puyol y Adriano como fuer-
zas de ese costado (más Muniesa para momentos no complejos) y profundizar en el
juego interior de Cesc y el exterior de Iniesta. En esta última combinación se están
viendo movimientos muy interesantes para la excelencia competitiva del equipo. Re-
tirado de su inicial rol de falso 9, Fàbregas está entrando en una fase más creativa
gracias a su excelente movilidad horizontal. De este modo, empieza por dentro para
irse hacia fuera en el mismo momento en que Iniesta realiza el camino opuesto: des-
de fuera hacia dentro, mediante su querida y afamada diagonal. Aunque el papel de
Iniesta en la banda izquierda siempre ha generado titubeos en los análisis, pues su
brillante aportación le hace perder esa asociación cristalina con Xavi, la variante ac-
tual enriquece la fórmula. Jugando como interior por dentro, Cesc está siendo capaz
de combinar el juego horizontal con sus virtudes verticales, liberando a Iniesta de
servidumbres y abriendo huecos para Messi.
Es posible que, en mitad de la actual agitación por tantos acontecimientos que se
mezclan, esta peripecia táctica esté pasando desapercibida. De hecho, en momentos
anteriores de la temporada Guardiola ya la probó con escaso éxito, como en el parti-
do liguero del Bernabéu. Pero conocemos su empeño en el área táctica y también la
consistencia del entrenamiento, lo que está redundando en una variante más lúcida
y rica. En el tramo decisivo, Guardiola regresa a sus fundamentos y empieza a tener
claro con qué jugadores disputará los últimos títulos del curso.

364 | Índice
Messi, el Jordan del fútbol
22 Marzo 2012 / El Periódico

Todos vimos volar alguna vez a Michael Jordan. No fue un deportista normal. Empezó
siendo un especialista en mates prodigiosos y triples imposibles y acabó convertido en
aviador de sí mismo: Jordan Airlines. Michael creía que del cielo llovía café y triples,
así que volaba para evitar que se evaporasen las canastas milagrosas. Phil Jackson
mandaba jugada y Jordan lo traducía en anillos de leyenda. No discutimos si Magic,
Larry o Kareem fueron grandes, grandísimos, gigantes míticos, porque eso no admite
debate. Lo fueron. Simplemente, en el básket hubo un antes y un después de Michael,
el aviador de los sueños ajenos.
Y así estamos en el fútbol. Ocurre que la película aún no ha terminado y los medi-
tabundos dudan, pero la película ya está tan avanzada que empezamos a saber lo
que diremos cuando seamos mayores: que en el fútbol hubo un Antes de Messi y
un Después de Messi. Esta certeza no genera demérito alguno para Don Alfredo, ni
para el Rey Edson, ni para el gran Flaco, ni para el Dios Diego. Ellos fueron genios
que ningún lápiz de colores podrá borrar ni maquillar jamás. Ídolos descomunales,
dominadores aplastantes en su momento, perfectamente compatibles con esta otra
realidad: AdM y DdM, las dos etapas del mundo del balón.
Empezó siendo un regateador, trocó en goleador y asistente y va camino de futbo-
lista total. Cuando niño era un jugador de gambeta. El ‘chupón de barrio’ en precisa
definición del amigo Ladislao Moñino. Más que atado al pie, llevaba el balón cosido a
la bota, según advirtió una noche de luna clara el escritor Juan Villoro. Por aquellos
entonces, cuando las lesiones le torturaban, haciendo dudar del porvenir, Leo era un
prodigio del espacio reducido, del quiebro y rotura de cinturas, del regate interminable.
Schuster y el Getafe pueden certificarlo. Su asignatura pendiente era el gol, pues ca-
bía pensar que había mucho ruido en sus driblings para tan pocas nueces.
El 21 de marzo de 2007, es decir, hace cinco años y algun día, Messi declaró: “Ya
era hora de que empezara a meter goles. Tengo que mejorar mucho esta faceta”.
Hacía pocas jornadas que había marcado un hat trick al Real Madrid de Capello en
aquella Liga del goal average. Messi no era ni siquiera máximo goleador del equipo:
Ronaldinho consiguió 23 goles. Leo, 14 en toda la Liga. Ahora los suma en apenas
tres partidos.
Guardiola le dijo en verano de 2008 que cambiaría eso y le haría goleador. Antes de
Pep, promediaba 19-20 goles por curso. Con Pep se fue primero a los 40, después
a los 50 y acaba de romper todos los techos. Pero ya va a por otra cosa. Si primero
fue regateador y, después, goleador y asistente, ahora ha entrado en la tercera fase:
la del futbolista completo que domina la escena entera. Este es su nuevo reto una
vez coronado como rey de los goles: ahora quiere que su entrenador le convierta en
emperador del juego total.

365 | Índice
Cuando le vemos caminar por la pradera, como ajeno a cuanto le rodea, está rumian-
do su siguiente contribución al colectivo. De ahí que se le advierta en ocasiones al
costado del mediocentro, como si le correspondiesen funciones de arquitecto iniciáti-
co del juego posicional; o asociándose pausadamente con sus interiores para facilitar
el avance grupal hacia zonas más calientes. En este nuevo nivel, Messi empieza a
saber qué decisión corresponde a cada momento procesal: cuándo correr, cuándo
asistir, cuándo sentenciar y cuándo caminar para esperar el momento del zarpazo.
Leo también es un aviador de sí mismo. El Jordan de las tierras bajas.
Barça-Granada (Liga, Jornada 29) 20-Marzo-2012. Camp Nou. 5-3 (Xavi, Messi, Mainz, Siqueira, Messi,
Tello, Messi, Siqueira)

366 | Índice
Alarma 72 horas
24 Marzo 2012 / Diario Sport

Salvo que uno de los dos caiga noqueado, ya no habrá reposo para Barça y Madrid
hasta final de temporada. Cada tres días se producirá un nuevo combate a distancia
e incluso cara a cara (en la Liga y también en Champions si ambos llegan a la final).
En las próximas cinco semanas a partir de hoy -y hasta el 29 de abrilambos equipos
disputarán 7 partidos de Liga y, quizás, hasta cuatro de Champions: en total, 11 en-
cuentros en 37 días. Como promedio, un partido cada 80 horas, lo que supone un reto
de dimensiones colosales para los dos mejores equipos del momento.
Aunque habrá otros factores que influirán en el balance final, incluido el aleatorio azar
que también interviene, este factor se adivina crucial para la atribución de los resulta-
dos definitivos de Liga y Champions. Jugar cada tres días equivale a hacerlo en con-
diciones inferiores a las idóneas. Como saben, en realidad no son tres días exactos,
pues la confección de calendarios y sorteos genera alternancias entre ciclos cortos
(3 días entre partidos) y ciclos largos (4 días). Al Barça, por ejemplo, le coinciden dos
ciclos cortos de inmediato, pues deberá jugar contra el Athletic Club sólo 72 horas
después de hacerlo contra el Milan y 72 antes de volver a enfrentarse al equipo italia-
no (peor lo tendrá el Athletic, desde luego, con sólo 48 horas). Un ciclo corto a estas
alturas es muy relevante -sobre todo si hay viaje por mediopues fisiológicamente la
recuperación completa se halla fijada en cuatro días. Tener sólo tres significa enfren-
tar el siguiente encuentro sin recuperación plena. Hacerlo dos veces seguidas puede
repercutir significativamente en el rendimiento o, incluso, aumentar el riesgo de lesión.
En estas condiciones críticas que afrontarán los dos grandes rivales, todos los fac-
tores pueden resultar cruciales: la profundidad de la plantilla “útil”; la gestión de las
rotaciones; el desgaste emocional que supongan los partidos, por lo que conllevan
de merma física; la calidad táctico-técnica del equipo; el acierto en la prevención y
recuperación de lesiones; o la propia experiencia y costumbre de los jugadores para
afrontar tantos partidos de manera continuada; todos estos factores serán decisivos
en el resultado final. Probablemente, esta circunstancia pasará desapercibida a los
focos pues hay tanto ruido alrededor que será muy difícil percibir semejantes mati-
ces. Pero los cuerpos técnicos respectivos conocen la trascendencia del hecho. Once
partidos posibles en 37 días; 14 en 8 semanas si alcanzan la final de Munich (15 en 9
semanas el Barça, por la Copa)… Un esfuerzo colosal y hercúleo que puede inclinar
y sentenciar a favor de uno u otro. No lo menosprecien: jugárselo todo cada 72 horas
es un reto fuera de lo común.

367 | Índice
Gente seria y fiable
27 Marzo 2012 / Diario Sport

Una entrevista en “Ona FM” con Arrigo Sacchi se transformó, de pronto, en una apor-
tación lúcida al relato de lo sucedido en el Barça desde 2008, cuando aquel equipo
acomodado parecía haber liquidado todo el crédito y malgastado su potencial para
ocupar un puesto en la historia mayúscula del fútbol mundial. Casi sin respirar, Sacchi
nos dijo ayer: “En 2008, el Barça tomó la fenomenal decisión de colocar al equipo por
delante de los individuos, honrando que el fútbol es un deporte de equipo. Lo que hizo
fue algo muy grande: echó a los dos futbolistas más famosos y que más dinero ge-
neraban de la plantilla. Ronaldinho y Deco eran grandes futbolistas, muy apreciados,
pero habían perdido la alegría y la profesionalidad. El Barça fichó a un entrenador
joven y no conocido como técnico y le respaldó cuando sus primeros resultados fue-
ron malos y empezaron las críticas. Lo más importante en el fútbol es amarlo y ser
profesional y sólo podían quedarse en el equipo quienes compartían estos conceptos.
Además, el club respaldó una idea fantástica de juego que propuso el entrenador. Una
idea de amor por el fútbol. El club lo demostró con hechos, no con palabras: despidió
a esos dos jugadores y apostó por las personas, por los hombres, antes que por los
campeones. Porque para triunfar hay que apostar primero por las personas. El Milan
ganó nueve años seguidos, cuatro conmigo y cinco con Capello, y ganó porque esta-
ba formado por personas fiables con ideas claras. Lo importante no es si el juego es
más o menos bonito, sino que el equipo tenga personas fiables y esté formado por
gente seria. El Barça está continuando lo que antes hicieron los grandes clubes de la
historia: primero, gente seria y fiable. Después viene el talento”.
No lo dice un cualquiera, sino uno de los técnicos esenciales en el fútbol del siglo XX.
No es un vocero a sueldo del Barça, sino un exdirector deportivo del Real Madrid, club
al que admira y quiere y con el que mantiene un excelente vínculo. Sacchi está fuera
de esquizofrenias y observa el fútbol desde la atalaya de quien protagonizó una de las
aportaciones tácticas más interesantes del pasado reciente. A lo que añade que “el
Ajax de los 70, el Milan de finales de los
80 y el Barça de Guardiola mantienen un hilo conductor que les une. Son tres clubes
que han ayudado mucho a que el fútbol sea atractivo, moderno y en permanente
evolución. El resto del mundo del fútbol ha ido detrás de la estela marcada por cada
uno de los tres en su momento. Ellos son quienes han aportado alegría y novedad al
fútbol”. Sin duda, podríamos añadir más nombres, pero no mejores. Ahora que el Bar-
ça visita San Siro, este hilo conductor que menciona Sacchi adquiere una dimensión
extraordinaria.

368 | Índice
Contra dos estilos opuestos
31 Marzo 2012 / Diario Sport

En los próximos tres días, el Barça enfrentará dos de los modelos de juego más
opuestos que se pueden encontrar en el fútbol actual: el estilo abierto del Athletic Club
y el cerrado del Milan AC. Será una prueba de fuego, no solo por la necesidad de
obtener dos resultados favorables cara a las respectivas competiciones, sino también
en lo táctico y estratégico. Son tan diferentes y opuestos ambos estilos que para el
Barça supondrá un significativo cambio de chip el pasar de uno a otro. Ya vimos en
San Mamés hace unos meses de lo que es capaz del Athletic. Aquél fue un partido
de antología, trufado por unas condiciones climatológicas de tintes épicos, en el que
ambos conjuntos se lanzaron a un ritmo enloquecido, sin apenas control del balón ni
de la posición. Nunca sabremos si el Barça aceptó el reto de correr igual o más que el
Athletic por convicción o porque no supo encontrar alternativas. Por entonces, Cesc
Fàbregas militaba como falso 9 paralelo a Messi y su misión era llegar, llegar y llegar,
sin apenas participación en la fase constructiva. Fue una etapa en la que Xavi se vio
superado por algunos de sus compañeros (Cesc, Alexis, Alves, Messi), que daban
muestras de entusiasmo ante el ritmo febril del equipo. Ni Guardiola ni Xavi pare-
cían extraordinariamente contentos con aquel concurso de velocidad, lo que no quita
para que el enfrentamiento con los rojiblancos resultara majestuoso por ambas partes.
Campo grande, espacios enormes y mucha gente, de uno y otro bando, llegando a las
zonas del balón. Partido sin pausa, algo impropio del tempo blaugrana, pero precioso.
Desde entonces, el Athletic ha profundizado aún más en su estilo abierto y directo,
de febril transición defensa-ataque (en la ataque-defensa sigue sufriendo), en tanto el
Barça ha calmado sus furores y vuelve a ser el equipo de la pausa y el control como
demostró el miércoles en San Siro en un primer tiempo primoroso. Quizás podríamos
decir, aunque suene muy simple, que frente al estilo vertiginoso del Athletic es reco-
mendable un Barça paciente, de los que mastican el juego hasta hacer papilla al rival;
en tanto frente a un Milan encerrado en sus mazmorras, probablemente interese un
Barça que presente engaños y señuelos para hacerse hueco en velocidad. Ni lo uno
ni lo otro es fácil de hacer (aunque sí de escribir, por descontado) porque estamos ha-
blando de matices en los ritmos. Quizás, si se me permite aventurar, se percibe mayor
madurez en el Barça que en el Athletic, equipo prodigioso en su energía anímica y
física, pero al que Bielsa, en su primera temporada, aún no ha podido extraer todo el
potencial que atesora. Para el Barça, el reto de enfrentar dos estilos tan opuestos en
apenas tres días es apasionante.
Milan-Barça (Champions, ¼ Ida) 28-Marzo-2012. Giuseppe Meazza. 0-0

369 | Índice
Como el Inter de 2010
3 Abril 2012 / Diario Sport

En los tres partidos disputados esta temporada, el Milan ha repetido la misma opera-
ción: ha regalado totalmente las bandas al Barça y se ha encerrado en el eje central
de su área pequeña, con los defensas bien juntos y apretados, cerrando cualquier
posible hueco para la llegada de los atacantes blaugrana. Una y otra vez, sin aparien-
cia de gran sufrimiento pese al abrumador dominio del cuero por parte del Barça, los
milanistas han despreciado los pasillos exteriores y cerrado los interiores. Sabiendo
que un centro por alto tiene difícil remate por parte de los bajitos barcelonistas, su con-
centración se dedicó especialmente a cortar los pases rasos hacia atrás. Con éxito.
No hay ningún motivo para pensar que el próximo martes será distinto. Al contrario.
Salvo por el resultado del partido de ida, desprende un aroma parecido al de las se-
mifinales de 2010 contra el Inter de José Mourinho. En aquella ocasión, el duro 3-1
de la ida marcó las pautas de cada cual, en tanto ahora el empate a cero de San Siro
cambia de manera radical las expectativas, lo que no significa que el equipo italiano
vaya a plantear el partido de modo diferente a como lo hizo su gran rival ciudadano
hace dos años. Cabe imaginar que será un calco del mencionado partido: repliegue
intensivo atrás, regalo de las bandas, embotellamiento central para cerrar espacios y
búsqueda de una pérdida de balón en zona peligrosa para armar el pase a Ibrahimovic
y buscar la sentencia en segunda jugada. Al Inter no le sirvió para ganar ni empatar
aquel encuentro del Camp Nou, pero le bastó con la ventaja de la ida para alcanzar la
final del Bernabéu. El Milan buscará algo similar, aunque en su caso deberá marcar
un gol si quiere eliminar al Barça.
¿Y qué puede hacer el equipo de Guardiola ante la trampa milanista? Seguro que
cada uno tenemos nuestra idea al respecto. Extremos veloces como Tello o desbor-
dantes como Cuenca. Carrileros como Alves, fantasistas como Iniesta. Doble falso
9 con Messi y Cesc permutando arriba y abajo. Alexis arrastrando centrales hacia
fuera para generar espacios. Sin duda, todos tenemos una idea sobre ello, pero la
que valdrá será la que decida Guardiola y sus seguras variaciones durante el partido.
Posiblemente, estamos ante una de las decisiones tácticas más relevantes del curso.
La trampa del Milan es un enigma dentro de un jeroglífico y lo último que debe hacerse
es despreciarlo porque en la ida fuese sometido sin discusión. Sometido sí, pero no
ajusticiado, lo que obliga a ser muy finos en las opciones del martes. En alineación y
posición de jugadores y en el rendimiento eficaz de estos: no es un partido sencillo ni
cuesta abajo, sino lleno de obstáculos invisibles. Pep lo sabe. Xavi e Iniesta también.

370 | Índice
Messi en noche gris de juego posicional
3 Abril 2012 / Perarnau Magazine

1. Barça en tono menor, como en todas las ocasiones en que se apela a


conceptos emocionales excesivos. A este Barça le va el frío emocional
y no las calenturas anímicas. Ya son muchos los ejemplos al respecto.
Las apelaciones a la testosterona no hacen más que precipitar sus
acciones y colapsar la fluidez.
2. En la víspera, Guardiola convocó a un gran juego posicional como cla-
ve para desmembrar al Milan. Para ello inició con tres defensas, bus-
cando superioridades definitivas en el centro del campo. Pero no tuvo
éxito: el juego posicional no apareció en todo el primer tiempo. Quizás
porque a Xavi se le vio con mucha sordina, dolorido y mermado por la
lesión que arrastra; más las preocupaciones de Iniesta por tapar las
transiciones defensivas milanistas a las que no llegaba Isaac Cuenca.
3. Sea como sea, el primoroso primer tiempo de San Siro no se repitió
en el Camp Nou, sin que el Milan hiciera hoy nada distinto a la sema-
na pasada: plantó sus dos líneas defensivas muy apretadas, buscó a
Ibra como plataforma de descarga y dejó las segundas jugadas para
Robinho y Boateng. Incluso con Ambrosini bastante torpe y Seedorf
cegado, el cuadro italiano supo llegar al balcón del área blaugrana.
Con mucho más humo que fuego, pero llegó.
4. ¿Problema de la defensa de 3? Más bien de los agujeros en la línea
media, formada en un rombo que facilitaba el ataque organizado, pero
se quebraba en las transiciones italianas. Busquets en el vértice bajo,
Cesc en el alto y Xavi con Iniesta cerca de la base. Un 3-3-4 magnífico
para avanzar, pero complejo para detener el tranco largo de Boateng
y Robinho, dos puñales que se infiltraban por el enorme espacio que
no cubría la segunda línea blaugrana.
5. La mejor virtud local en esa primera parte gris consistió en cerrar la
salida inicial de balón milanista. Por ahí surgieron muchas de sus oca-
siones: en robos que, invariablemente, caían a pies de los medios
locales, buscando todos un punto desesperadamentea Messi. Nesta y
sus colegas sufrían para sacar el cuero y es sabido que no hay Barça
más peligroso que el que pilla descolocado a su rival.
6. Frente al deseado juego posicional, juego individual. Acciones suel-
tas, casi siempre de Messi, casi siempre oliendo sangre. A la primera
gorda que tuvo se fue por velocidad de Mexés, central impropio para
el Milan, y por ahí se abrió el marcador. Como había intuido Guardiola,
un gol no bastaría pues el Milan hizo el suyo, cómo no, descargando,
atrayendo hacia fuera y cargando en segunda jugada, aprovechando
varias descoordinaciones defensivas del Barça.

371 | Índice
7. Solo con el empate retrasó Guardiola a Dani Alves hasta la línea de-
fensiva, desde donde atacó menos, pero con más calidad, y protago-
nizó notables coberturas. A partir de ese punto, el Pep Team siguió
interpretando uno de sus encuentros más heterodoxos de las últimas
semanas, nada que ver con recientes exhibiciones, como el sábado
ante el Athletic Club o los primeros 45 minutos de San Siro.
8. El partido quedó en pies de Messi y en la grúa de Ibra. Duelo dispar,
duelo imposible a la vista de un Ibra nuevamente estático e inane, solo
locuaz con la lengua. Se lo llevó Messi por delante con diez cuerpos
de ventaja, incluso en noche gris de sus compañeros y del propio
sistema de juego, lo que no hará feliz a Guardiola por más que cele-
bre como se merecen las quintas semifinales consecutivas (igualando
al Madrid pentacampeón 1956-60), sextas en siete años, trayectoria
europea de impacto, demostración de una competitividad fuera de lo
común para este equipo.
9. Iguala Messi (14 tantos en 9 partidos) el récord goleador del legenda-
rio José Altafini en Copa de Europa. El argentino responde de nuevo
en una noche en la que se hizo más necesario de lo habitual por el
inesperado tono bajo de sus mediocampistas, lo que no evita que en
el cómputo final deban contarse nada menos que una veintena de
disparos a portería. Elevada producción incluso en día aciago.
y 10. Superioridad abrumadora en el total de los 180 minutos, con un Milan
fiado a la pequeña opción de sus transiciones y un Barça más fiel a
sí mismo en la ida que en la vuelta, únicamente liberado en el Camp
Nou gracias a Messi y sostenido por Mascherano, Alves y Busquets,
triángulo imprescindible para comprender por qué el vigente campeón
consigue no sufrir incluso en una noche tan torpe.
Barça-Milan (Champions, 1/4 Vuelta) 3-Abril-2012. Camp Nou. 3-1 (Messi, Nocerino, Messi, Iniesta)

372 | Índice
Los buenos, a correr
14 Abril 2012 / Diario Sport

Juanma Lillo intentó desanimar a Pep Guardiola: “Has de hacer el plan, pero no po-
drás ejecutarlo”, le dijo. Pep le respondió que sí podría. Lillo insistió: “No podrás”. Y
Guardiola, tozudo por naturaleza, insistió, repitió y persistió. Pero la realidad acabó
por darle la razón a Lillo, entrenador de conocimientos oceánicos, erudito como po-
cos, autor intelectual del juego de posición, aunque vilipendiado por tantos y tantos
aficionados que, al no entenderle, optan por despreciarlo. No Guardiola, que valora a
Lillo como a uno de los grandes técnicos mundiales. El debate que reproduzco tuvo
lugar en el domicilio de Lillo pocos días antes de que Pep empezara a dirigir al Barça
Atlétic, entonces en Tercera División. El motivo de la discusión era la planificación
de la primera semana de entrenamiento. Pep había diseñado seis días seguidos de
trabajo, con varias dobles sesiones. Estaba todo milimetrado: jornadas, ejercicios,
cargas… Lillo quería disuadirle: “No podrás ejecutarlo”. El duelo dialéctico duró largo
rato, pero Pep se fue convencido de que conseguiría llevar adelante el plan. En la
primera sesión del primer día de entrenamiento se lesionaron tres jugadores y toda la
planificación se vino abajo. Lillo tenía razón: el plan no se podía ni se pudo cumplir.
Pep tuvo que modificar sus ideas y de ahí surgió un entrenador majestuoso que com-
prendió que la realidad tuerce los planes.
La reunión de los dos colegas y amigos (maestro y alumno, en realidad) arrojó otra
consecuencia mucho más importante: Lillo y Guardiola coincidieron en algunos prin-
cipios comunes e irrefutables para ambos. Primero, basar el juego en futbolistas de
talento. Segundo, exigir a esos talentosos el máximo esfuerzo físico. Y tercero, ya
como una broma, no poner en forma a los jugadores “malos”. Lillo lo explica con una
expresión simpática: no hay nada peor que un jugador malo en buena forma. En esa
faceta, Guardiola se alineó con Lillo y siempre recuerda la primera orden que dio al
entrar en el Barça Atlétic. Se acabaron los vagos. Porque Pep y Tito veían mucho ta-
lento, pero también lo poco que corrían la mayoría de jugadores. Y ordenó correr. Fue
la primera instrucción y tenía carácter irrevocable y obligatorio. Correr como locos. Era
una orden para jugadores buenos, de gran talento. Y cuando llegó al primer equipo
repitió la orden: a correr todos hasta la última gota de sudor. No estoy novelando lo
sucedido: ocurrió como lo cuento. Por esta razón, cuando ahora, ya en el cuarto año
y con 13 títulos en el zurrón, Pep regresa al “sonreír menos y correr más” no está in-
ventando nada, sino volviendo a sus orígenes. A los de más talento hay que hacerles
correr como si no lo tuvieran. De ahí surgen los grandes triunfos.

373 | Índice
Histórico y legendario
15 Abril 2012 / RAC-1

Si lo miramos con frialdad, el Madrid sigue teniendo una ventaja notable y suficiente
en la Liga y Barça y Madrid poseen muchas papeletas para encontrarse en la final de
la Champions el 19 de mayo. Pero la realidad siempre se empeña en llevar la contra-
ria a los pronósticos de papel. Y la realidad de los próximos diez días es muy dura e
intensa para los dos equipos que ahora mismo parecen dominar la jerarquía europea.
Diez días infernales que nadie sabe como terminarán, por más que nos empeñemos:
puede pasar de todo y encontrarnos con los resultados más inverosímiles.
Lo que quiero plantear ahora no es ningún pronóstico, sino un pensamiento: si el Bar-
ça remonta esta Liga y llega a la final de la Champions nuevamente, entonces diremos
seguro (volveremos a decir) que estamos ante un equipo histórico y legendario. Pero
¿y si no lo consigue? ¿Y si el Madrid gana la Liga y el Chelsea elimina al Barça? ¿No
seguirá siendo un equipo histórico y legendario? Para mí sí. ¿Y para vosotros?
Levante-Barça (Liga, Jornada 34) 14-Abril.2012. Ciutat de València. 1-2 (Barkero, Messi, Messi)

374 | Índice
Jugar sin respirar
16 Abril 2012 / El Periódico

Como hace un año, Barça y Real Madrid alcanzan las semifinales de Champions
cual sardinas en escabeche: apretados, secos y con el agua al cuello.El desgaste
emocional que vienen sufriendo les está envejeciendo a pasos agigantados. Hoy son
dos equipos mentalmente estresados que ya solo conjugan verbos vecinos al sufri-
miento: resistir, aguantar, pelear... Conceptos inherentes a la competitividad deportiva
y la extrema rivalidad de estos dos monstruos del fútbol mundial que pelean en doble
frente. La temporada ha sido larga, tensa y repleta de incidentes, amplificados por esa
corriente actual que prefiere la guarnición al solomillo y prioriza los errores ajenos so-
bre los aciertos propios en busca de la audiencia prometida, fórmula mágica bastante
menos exitosa de lo que se proclama.
Como hace un año, Barça y Madrid llegan derrengados y dolientes al penúltimo pelda-
ño del curso, machacados por la dureza de batallar cada tres días sin apenas oxígeno
que echarse al gaznate. Este es uno de los grandes cambios producidos en el fútbol
contemporáneo: hoy no hay futbolista de elite que no ronde los 60 partidos anuales.
¡Y pobre de él si un día se toma un respiro! A quien se atreva le lanzaremos todo tipo
de improperios y pronósticos apocalípticos sobre el inminente declive de su carrera.
Bajas la guardia un minuto y estás acabado. Así que no queda otra que seguir ciega-
mente hacia delante, por más advertido que estés de que ahí enfrente lo que hay es
un precipicio. Periodistas y aficionados, sin embargo, seguimos esperando de ellos –y
de sus entrenadores– la fluidez de los viejos buenos tiempos, cuando solo se jugaba
un partido semanal y era los domingos a las cinco de la tarde. Tiempos de carruseles
con sentido y marcador simultáneo para informarse de los resultados rivales, con
periodistas sin bufanda a los que te podías creer a pies juntillas cuando lanzaban una
afirmación.
Hoy vivimos este frenesí de jugarse la vida sobre el césped cada 72 horas, con la
seguridad de que el partido de ayer ya forma parte de la prehistoria y que todas sus
consecuencias, de cualquier signo, quedarán borradas por el de mañana, que a su
vez caerá en el olvido en apenas tres días. Fútbol kleenex, de usar y tirar, en el que ni
siquiera has digerido las remontadas del sábado y ya estás en los asaltos del martes.
¿Por qué ese rostro espeso del Madrid ante el Sporting? ¿Por qué ese Barça atasca-
do frente al Levante? Da igual, no tenemos tiempo de contestar las preguntas porque
ya nos esperan nuevas respuestas en este interrogatorio eterno sobre quién ganará
a quién. No me quejo, ni siquiera añoro aquellas épocas más reposadas y analíticas.
Simplemente es lo que hay y si lo escribo es porque pienso que este es uno de los
grandes problemas de los futbolistas actuales: jugar casi sin respirar.

375 | Índice
Contra gente de hierro
17 Abril 2012 / Diario Sport

Las apariencias engañan. El Chelsea ha vivido una temporada agitada, pero continúa
siendo la roca de siempre. Una roca puntiaguda con ese trío de hierro compuesto por
Terry, Lampard y Drogba que están (muy probablemente) frente al último tren europeo
de sus vidas. Abramovich contrató a precio de oro a Villas Boas para protagonizar la
reforma que necesitaba su vestuario, pero fue el vestuario quien reformó al entrenador
portugués, mandándole al paro y a Oriol Romeu a la grada. Las vacas sagradas ga-
naron el pulso y el Chelsea regresó a su receta de hierro y fuego. Hierro en el centro
del campo, fuego en los ojos de sus atacantes. Este proceso nos habla una vez más
de las enormes dificultades que sufren muchos equipos si pretenden modernizar su
juego. Modernizar en el sentido de avanzar en el progreso de la manera de jugar.
El Chelsea ha regresado a los fundamentos que le hicieron sólido en los primeros
años de Mourinho, aunque sin el contragolpe feroz que poseían Robben, Duff y Gud-
johnsen; y especialmente en las temporadas de la madurez colectiva, en 2008 cuando
alcanzó con Avram Grant la final de Moscú y en 2009 cuando la rozó, con Hiddink,
ante el primer Pep Team. Esos fundamentos hablan de un 4-2-3-1 en fase ofensiva
y un 4-4-1-1 en defensiva, con un eje en medio campo muy complementario: ahora
mismo, la pareja Obi Mikel-Lampard, en línea con el principio clásico de mezclar un
destructor y un constructor, músculo junto a cerebro. Resulta interesante el contraste
de este concepto clásico con la ruptura protagonizada por Guardiola al juntar elemen-
tos similares: Xavi, Iniesta, Cesc, Busquets, Thiago… Frente a la idea tradicional de
los complementarios, Pep plantea la unión de varios iguales, buscando multiplicar
virtudes similares en vez de sumar características opuestas. Propuesta transgresora
que contiene sus riesgos, por supuesto, pero que supone una innovación interesante,
aunque parece difícil que tenga muchos imitadores. Así, si bien esta nueva semifinal
europea entre Barça y Chelsea dirime como premio el billete a Munich, en su trasfon-
do también equivale a un duelo entre dos modos muy diferentes de entender el fútbol,
que se ejemplifica en esa opción por sus centrocampistas. Diferentes no significa de
eficacia opuesta: si el balance europeo del Barça desde 2006 es escalofriante, el del
Chelsea no es pequeño precisamente, señal de que sus fortalezas, simbolizadas en
ese trío eterno, están bien alineadas con los resultados. Stamford Bridge siempre fue
plaza difícil y eso no ha cambiado en los últimos meses. Al Barça que parece volar no
le espera ninguna misión placentera en Londres: Terry, Lampard y Drogba son gente
de hierro, conscientes de que este es, posiblemente, su último gran tren…

376 | Índice
El guionista (Sun Tzu) tenía razón
18 Abril 2012 / Perarnau Magazine

1. El fútbol tiene un guionista que lanza los dados y elige trama. Este
Chelsea-Barça pasará a la historia porque todos los analistas acerta-
ron cómo sería el guión. Era el peor rival posible porque buscaba jugar
azagapado para golpear. Presentíamos que las apariencias engaña-
ban y que para esta gente de hierro era el último tren. Recordábamos
a Sun Tzu advirtiendo: “Uno puede saber cómo vencer, pero esto no
significa necesariamente que vaya a vencer”. Caramba, ese guionista
tenía razón.
2. El guión decía que el Chelsea solo quería una cosa: robar un balón,
un único balón en todo el partido, y pasárselo a Drogba para que
resolviera. Solo ha tenido una ocasión: precisamente esa. En un mo-
mento torpe de Messi, resintiéndose del abductor por un resbalón,
robo, contra y mordisco. Drogba, por supuesto, en su quintaesencia
como tanque: pisando, mordiendo, golpeando, peleando, fingiendo,
siendo golpeado y pisado, malherido y malhiriendo. Drogba en ma-
yúsculas, como ha sido siempre. El de las grandes ocasiones.
3. Guión cumplido en todos los sentidos. Un equipo que decidió cambiar
de montura en mitad del río sólo podía sostenerse desde sus virtudes
cardinales: organización defensiva, líneas apretadas, defensa de 11
y búsqueda de la ocasión certera. Guión que no disgusta al Barça:
balón en propiedad, construcción en la línea de medios local, 21 ju-
gadores en pocos metros cuadrados, posesiones largas, avance en
cordada…
4. Ambos equipos han ejercido sus roles con absoluta coherencia. El
Chelsea tiene las virtudes justas para regalar el cuero y dedicarse a
defender por amontonamiento. Muy italiano, sin sufrir por la agonía,
ni angustiarse por el sometimiento. El Barça tiene un único plan de
juego: el Plan A. No hay Plan B porque no puede haberlo ni se quiere
tener. Se cree en este modo de jugar que tantos éxitos ha reportado y
se irá hasta el final con él.
5. El resultado certifica mejor ejecución en los ingleses. Se cerraron
bien, tapiaron todos los pasillos y tejieron un ovillo impenetrable. Cech
resurgió de sus pesadillas y la pareja Terry-Cahill emularon la “táctica
Levante”: esperar a Messi, sin saltar a por él. El sábado, Iborra fue
una sola vez a por Messi y esa tentación le costó un gol. Hoy, Terry y
Cahill no picaron el anzuelo y esperaron siempre, sabiendo que eso
le duele al argentino.
6. Drogba acertó en la que tuvo, mérito profundo de Ramires, estajano-
vista del sudor, pero certero en la asistencia. El Barça cumplió todos
sus preceptos, pero falló en dos tipos de ejecuciones: en la cobertura

377 | Índice
de Mascherano a Drogba en el gol, pues el defensa argentino se fue
con Puyol en lugar que quedarse con el marfileño; y en los remates
finales a la portería de Cech.
7. La producción de juego barcelonista ha sido voluminosa. Fijarse en
el juego horizontal puede mover a engaño: por supuesto que el juego
barcelonista fue horizontal. Porque es así y porque así debe ser. La
horizontalidad es el preludio imprescindible de la verticalidad decisiva.
Por eso digo que el Barça jugó bien, pues construyó todos los proce-
sos necesarios para llegar a gol. Lo que falló no fue la horizontalidad,
sino la definición final.
8. Una veintena de disparos del Barça, dos postes y cuatro interven-
ciones felinas de Cech. Volumen de juego, producción de ocasiones,
mala finalización. Error de ejecución, no de juego. Pero sí hubo una
torpeza manifiesta, en parte en algunos jugadores, en parte en Guar-
diola con sus instrucciones y cambios. La muralla blue parecía pedir a
gritos estirar la lona por fuera antes de penetrar por dentro, pero todos
se empeñaron en la vía rápida: ir por dentro sin antes haber generado
por fuera.
9. Si quieres abrir la puerta, antes debes amenazar con entrar por la
ventana. No lo hicieron algunos, con Cesc Fàbregas desorientado en
los conceptos que no acaba de reaprender; y tampoco Pep en sus
decisiones, que parecieron insistir en el eje central sin apostar por los
pasillos exteriores de manera decidida como ha ordenado en otros
partidos encasquillados.
10. El segundo acto va camino de ser guionizado del mismo modo. Un
Chelsea de triple muralla, con Torres para correr la amplia pradera del
Camp Nou o el mismo Drogba para enzarzarse con los centrales; y
un Barça con el balón en absoluta propiedad y dos palmos de terreno
para 21 jugadores. Este es el ecosistema que Barça y Messi han ido
contruyéndose mutuamente: con sus ventajas y servidumbres. Mil ve-
ces más ventajas que inconvenientes. Pero que necesitará un soplo
de inspiración táctica para encontrar el resquicio por donde meter la
ganzúa.
y 11. Otro partido de masticar para engullir, de estirar por fuera para herir
por dentro. Otro partido de la paciencia.
Chelsea-Barça (Champions, 1/2 Ida) 18-Abril-2012. Stamford Bridge. 1-0 (Drogba)

378 | Índice
Fútbol claustrofóbico
19 Abril 2012 / El Periódico

El encantador toca la flauta y duerme a la serpiente. La hipnotiza. Parece llegado el


momento de cortar la cabeza de la pitón y el Barça va una y otra y otra vez y pasa
el filo de la hoja por la carne azul de la serpiente inglesa. Hasta que, de pronto, esta
le devuelve un mordisco donde duele. No estaba dormida, solo lo aparentaba. Cada
cual juega a lo que quiere y sabe. Coherencia absoluta en ambos bandos. El equipo
londinense conoce sus debilidades y se agrupa y compacta como un mazapán. El
cuadro catalán sabe que el juego posicional es su fortaleza y lo expande e interpreta
en una sinfonía que sabe a nana de la cebolla: mece y mece la cuna para ir quitándole
capas a la cebolla. Fútbol coherente por ambas partes. Uno regala el balón, el otro
lo maneja con mimo. Uno espera la ocasión de sus vidas y los otros se pasan la vida
creando ocasiones.
Diluvia en Londres cuando el Barça se encomienda a otra remontada en Stamford
Bridge. Esta vez sin la urgencia del reloj que sentencia las horas, sino con el enfado
de quien creía haber dormido a la serpiente y recibe el veneno en la mano tendida.
Ya el partido se juega en dos palmos cuadrados, donde se agolpan los cuerpos su-
dorosos y se siente la ausencia de espacios. El viejo chiste del partido dentro de un
ascensor. Veintiún futbolistas en una baldosa, fútbol claustrófobico. Sobre el césped
hay un laberinto de puertas cerradas y ventanas clausuradas. Ese gran generador de
espacios que es Messi enciende la turbina para demoler los candados y las cerradu-
ras, pero no le acompaña Guardiola en sus decisiones desde el banquillo, metiendo
más gente al atasco central.
Es un partido psicológicamente complejo para el Barça: su superioridad es tan ma-
nifiesta que percibe que todo debe estallar de un momento a otro y hacer añicos el
laberinto azul y esa serpiente con cabeza de Drogba. Es un globo que se hincha sin
cesar y que presientes que va a estallar, pero continúa resistiendo sin que llegue la
aguja que lo pinche. El Chelsea es como un biombo que se pliega y despliega, que se
cierra sobre sí mismo como un ciempiés vestido de azul moviéndose sobre el césped
tras el balón. Y la aguja pincha, pero en el palo.

379 | Índice
Cristiano mata la Liga
21 Abril 2012 / Perarnau Magazine

1. Nunca sabremos si a 24 minutos del final, impulsado por la euforia del


gol del empate conseguido por Alexis tras cien rebotes, el Barça ha-
bría podido remontar la cuesta arriba y situar la Liga en un puño. Pero
sí sabemos que hasta ese momento -y también a continuaciónacu-
muló una montaña de errores. Y sabemos algo aún más tangible: que
Özil tardó tres minutos en fabricar un pase señorial para que Cristiano
matase la Liga.
2. Campeón de Liga merecido este Real Madrid consistente en su regu-
laridad, mortífero en la pegada, contundente en la organización defen-
siva. Al término de las 38 jornadas habrá tenido muy pocas lagunas y
escasas ausencias. Su juego imperial del primer tramo de temporada
no ha tenido continuidad en el segundo, pero ha sabido amarrarse a
su inmenso espíritu competitivo para sacar adelante un título que el
Barça le ha peleado hasta las heces.
3. El Barça de las imprecisiones frente al Madrid de los aciertos. En otras
ocasiones fue al revés, pero hoy todo marchó en la misma dirección.
Al descanso, el equipo local había batido su plusmarca absoluta per-
diendo nada menos que 42 balones, una barbaridad estadística para
un equipo acostumbrado a jugar en una baldosa y no perder nunca
el cuero. Incluso un muro como Puyol se dejó comer la tostada ante
Khedira en un primer gol que dio alas al futuro campeón.
4. Para el Madrid todo son aciertos. Los mediocentros tapan toda la zona
ancha; Sergio Ramos se anticipa a cualquier acción rival; Benzema
realiza un prodigioso partido defensivo; incluso Coentrao se ve capaz
de fijar a un Alves que nunca funciona en juego estático y Arbeloa
parece reencontrarse frente a un Tello superado por la trascendencia.
5. El resultado final, el desempeño general y la acumulación de errores
individuales parecen quitarle la razón a Guardiola en su propuesta.
Ha sido una propuesta de riesgo, sin duda, pero sigo pensando que
los resultados jamás te dan ni te quitan la razón. Te dan títulos o victo-
rias, pero nunca la razón, que no forma parte del resultado deportivo.
Probablemente se equivocó en la propuesta, aunque ni Tello ni Thiago
fueron decisivos en la derrota, por cierto. Pero Pep no acertó.
6. Mourinho sale con su once de confianza. Ha sido una decisión valien-
te y también arriesgada. Ha querido ganar el título sin esperar a que
la Liga se desangrara en los futuros encuentros. Lo ha logrado a partir
de una organización defensiva excelente y una convicción espléndida
de sus jugadores. Clave absoluta la vigilancia zonal de sus dos me-
diocentros.

380 | Índice
7. Xabi Alonso sobre el costado izquierdo, ayudando a Coentrao, obs-
taculizando a Messi, dejando algo libre a Xavi Hernández. Khedira,
monumental en la vigilancia a Iniesta sobre la banda opuesta. Posi-
blemente, el mejor defensor del encuentro. Xavi e Iniesta entre líneas,
muy altos, dejando la base a Busquets y un Thiago de inmensa perso-
nalidad, pero numerosos errores en decisión. Sí, Thiago no ha tenido
su noche, pero ha muerto presentando grandes credenciales para el
futuro.
8. Defensa de tres en el Barça y dos estacas abiertas arriba: Alves está-
tico, fijado por Coentrao, magnífico en la marca, errático en la salida
de balón; y Tello, al que Arbeloa le aguanta tres sprints y le come la
moral. La entrada de Alexis en el segundo tiempo certificará la necesi-
dad de su presencia, pues él solo se bastará para apretar a la pareja
de centrales blancos.
9. El gol tras saque de esquina del Madrid beneficia exponencialmente
los objetivos de su técnico. Le permite un repliegue profundo y defen-
der atrás. No muerde ni presiona, pero tapa los espacios. Barça con
balón, Madrid con espacios. Benzema de cuarto mediocentro, en una
tarea hercúlea, confirmando que es un prodigioso delantero con alma
de interior.
10. El Barça busca la espalda de los dos mediocentros blancos a partir
de los dos interiores, Xavi e Iniesta, que fracasan en el intento hasta
acabar superados. Xavi, disminuido por esa tendinitis que le limita,
sube dos peldaños su posición para intentar influir, sin conseguirlo.
Iniesta parte desde dentro, pero Khedira le amarga la noche. El se-
gundo tiempo será aún peor para ambos, pues el Madrid se repliega
a lo Chelsea y ahí, sin hueco, agonizan junto a un Messi enmarañado
en el ovillo blanco.
11. El espacio le gana la partida al balón. Así de simple. Guardiola imagi-
na un modo de superar al contrario, pero la realidad le contradice. Por
dentro, sus jugadores no generan ningún espacio aunque se empe-
ñan. Las mejores ocasiones surgen al revés: de dentro hacia fuera, lo
que no es igual de peligroso por más que el empate llegue así.
12. Cierra el Madrid todo el interior y anula a los de fuera. Este ha sido
su gran acierto y con ello certifica merecidamente una Liga en la que
ha sido más regular que su oponente, ambos a niveles fuera de serie.
El Barça acumula errores en todo el partido, casi como paradigma de
una temporada con altibajos excesivos por motivos dispares. Su en-
trenador y su capitán se han aprestado a felicitar al Real Madrid con la
dignidad que nuestra Liga merecería y que tanta gente, desde tantos
rincones, torpedea a diario.

381 | Índice
y 13. Habrán sido dos locomotoras espléndidas peleando durante meses
en un reto inolvidable. Llegarán ahora momentos interesantes para
ambos: la digestión de la victoria para un vestuario madridista que
llevaba tres años dolientes a la sombra de su rival y que parece tener
muchas cuentas externas pendientes; y la asimilación de la derrota
por parte de un barcelonismo con raíces cainitas que a estas horas
debe andar dudando de un equipo irrepetible y un entrenador excep-
cional.
Barça-Real Madrid (Liga, Jornada 35) 21-Abril-2012. Camp Nou. 1-2 (Khedira, Alexis, Cristiano Ronaldo)

382 | Índice
La derrota y la creencia
23 Abril 2012 / El Periódico

El fútbol es acción y reacción, preguntas y respuestas. Problemas a los que encontrar


soluciones transitorias que dejan de ser útiles en cuanto el rival plantea nuevos inte-
rrogantes. En diciembre, Mourinho parecía tener todas las respuestas al enigma, pero
Guardiola le cambió las preguntas. Ahora, el Barça dominaba las certezas hasta que
el Madrid le introdujo nuevas incertidumbres y se llevó una batalla que preludia cien
más. El fútbol consiste en tomar decisiones. Cuando un equipo conquista 13 de los 17
títulos que disputa y los que pierde los compite sin desmayo ni renuncias, es que las
decisiones fundamentales fueron bien tomadas. Las del entrenador para establecer
un modelo de juego y las de los futbolistas para ejecutar las instrucciones y desplegar
su talento. Las del presidente que le nombró y el secretario técnico que lo eligió, más
todos aquellos que intervinieron para que fuese así. Todos ellos han cometido errores
en el entretiempo, pero las grandes decisiones fueron acertadísimas.
Conviene recordarlo en este día de derrota liguera. Guardiola explicó una vez que
sería en la derrota cuando se comprobaría si existía fidelidad al modelo de juego o no.
Recordó que hace relativamente poco tiempo, cuando el Bayern o el Manchester Uni-
ted ganaban la Champions, en Barcelona se decía que el modelo de juego posicional
estaba caduco. Que así no se podía llegar a ninguna parte, que hacía falta músculo
y juego directo. Y el entrenador concluía su reflexión mostrando dudas. Dudas sobre
la fortaleza de las creencias. No durante la victoria, sino cuando llegase la derrota.
Bien, pues la derrota ha llegado y ahora empieza lo bueno: saber si se irá hasta el
final de todos los sprints con el mismo convencimiento. De Guardiola y los jugadores,
que pueden equivocarse en una decisión puntual o en una ejecución concreta (y eso
ha ocurrido en los dos últimos encuentros), no tengo la menor duda de su respuesta
positiva.
Nuestros juicios acostumbran a estar sesgados por el resultado final de cada encuen-
tro, lo que nos ciega para ver el horizonte de medio plazo. La cuestión es que el Real
Madrid ha realizado una temporada fenomenal: 88 puntos sumados en 34 partidos,
109 goles y victoria en el Camp Nou. Ha tenido que protagonizar semejante esfuerzo
colosal para batir a un equipo legendario. Es una proeza sensacional para los blancos,
pero ¿debe generar alguna repercusión en el ideario blaugrana? La derrota sufrida,
las dificultades padecidas, los errores en el remate o en la circulación del balón, ¿de-
ben hacer dudar de las creencias futbolísticas y del modelo, como temía Pep? Ni
hablar. Eso sería un error mil veces más grave que todas las derrotas juntas.

383 | Índice
Paciencia y agitación
24 Abril 2012 / Diario Sport

La manera en que Pep Guardiola ha planteado todos sus partidos desde que dirige
al Barça no ha cambiado en cuatro años: su línea de pensamiento, cuando visualiza
con antelación cualquier encuentro, transita por siete niveles progresivos: 1º) El modo
en que quiere atacar; 2º) La zona en que quiere generar superioridades; 3º) El modo
en que deberá defender dado el modo en que ataca; 4º) La elección de los jugadores
adecuados al modo elegido; 5º) La disposición de esos jugadores sobre el campo en
función de las elecciones previas; 6º) Las asociaciones que pretende alcanzar con
dichos jugadores y su distribución; y 7º) Las variantes posibles para modificar los
planes iniciales. Invariablemente, antes de cada uno de los 250 partidos (aprox) que
Guardiola lleva al frente del primer equipo, recorre estos siete tramos de análisis y
toma sus decisiones.
Las de hoy parecen claras. Es el partido de la paciencia. De la paciencia y la agita-
ción. Paciencia porque toda precipitación conlleva errores, como pudimos comprobar
el sábado, cuando un exceso de tensión y adrenalina provocó un récord absoluto de
errores no forzados. Paciencia porque solo masticando el juego posicional, deglutien-
do sin prisas, sin querer correr más que el tiempo, es posible desestabilizar el muro
azul que plantará el Chelsea. Y, al mismo tiempo, agitación. Para mover al rival de un
costado al otro, de dentro a fuera, nuevamente adentro, otra vez afuera y finalmente
por dentro. No de primeras, pues la búsqueda directa no es virtud blaugrana: su gran
juego transcurre casi siempre a partir de la horizontalidad y los peldaños intermedios,
así como del balanceo al rival; moverle y moverle, sujetarle con las manos (metafóri-
camente) y agitar el árbol hasta que caigan los frutos. No es un equilibrio fácil eso de
tener paciencia y agitar al oponente. Puedes pasarte por un extremo o por el contrario,
pero el Pep Team ha sido tradicionalmente preciso en esta combinación: ha masticado
los partidos con serenidad y conmocionado al rival llevándole de babor a estribor sin
cesar hasta extenuarlo.
No parece haber otra fórmula esta noche. No es fórmula mágica; es la fórmula co-
rriente que ha utilizado este equipo para ser mágico. Atacar con paciencia, balancear
con constancia, defenderse con el balón, acertar en descubrir la zona débil del rival y
fiarse del acierto en la ejecución de unos jugadores que han saldado mil batallas con
éxito. En ocasiones salió mal por errores en dichas ejecuciones, pero muy pocas por
el modo de plantear las batallas. Hoy no será diferente a lo vivido ante Levante, Chel-
sea o Real Madrid: para estar en Munich, el Barça deberá ser él mismo en su versión
más original y ortodoxa. Paciencia y a agitar el árbol.

384 | Índice
Guionista despistado, noche de la marmota
24 Abril 2012 / Perarnau Magazine

1. Imposible conseguir más con menos. Tres goles en los descuentos,


billete para la final. Un autobús triple, plantado en su área pequeña,
maniatando a un Barça que ha caído sin reproches hacia dentro ni
hacia fuera, víctima de una tela de araña impenetrable, dominador
absoluto de partido y eliminatoria salvo en el acierto rematador, sim-
bolizado en un Messi estrellado contra postes y defensas.
2. Partido sin historia, historia repetida, repetición de la ida, partido de la
marmota: Inter 2010; Chelsea 2012. Dominio absoluto, rival sometido,
una muralla de hormigón armado, magnífico ejercicio de superviven-
cia de un Chelsea disminuido por la lesión precoz de Cahill y la expul-
sión de Terry en un gesto inconcebible de un capitán experimentado.
3. Guardiola plantea bien el partido: abre bandas, planta un doble falso 9
con Cesc y Messi, mastica un juego similar al balonmano, de costado
a costado y busca romper por el centro, zona difícil, pero por la que
consigue entrar con suficiencia. Son huecos pequeños, pero consi-
guen entrar. Mastican, tienen paciencia y agitan. Es lo que tocaba y lo
hacen. Una y cien veces.
4. Dice Juanma Lillo en un momento dado: “El Barça no juega con dos
atrás, ni con uno. Simplemente juega sin atrás porque no hay rival
que le ataque“. Así habrá sido durante 180 minutos. El Barça suma
46 remates entre los dos encuentros (23 + 23), 13 a portería (7 + 6) y
cuatro a los postes (2 + 2) para anotar dos goles pero encajar tres, los
tres en tiempos de prolongación.
5. El esquema de juego no tiene excesiva importancia si enfrente tienes
un autobús. En definitiva, se trata de la búsqueda de espacios impro-
bables en mitad de una roca granítica. En el primer tiempo, el Barça
lo intenta por dentro sin abrir en exceso hacia fuera y, sin embargo,
alcanza las cercanías de Petr Cech con notable suficiencia, paciencia
inmensa, oportunidades en goteo, una tras otra, Messi, Cesc, Alexis…
En el segundo período es más ortodoxo y mueve mejor hacia fuera
para estirar al rival, pero apenas lo consigue frente a un equipo que se
cierra de lujo, con Drogba ejerciendo de fenomenal segundo lateral.
6. Defensa flotante nuevamente sobre Messi, que percute y percute con
el apoyo de Xavi y Busquets, pero se estrella inexorablemente contra
la pared blanca. Un golpe y otro y otro contra la cruel pared. El fútbol
es acción y reacción, preguntas y respuestas, problemas y solucio-
nes. Este Barça que llegó a ser invencible, probablemente el equipo
más sólido, coherente y competitivo de la historia, padece ahora su
particular talón de Aquiles: le han encontrado las respuestas y deberá
construir nuevas preguntas y nuevos retos.

385 | Índice
7. Ida y vuelta similares. Pocos partidos han sido tan parecidos en sus
grandes trazos: un puñado de futbolistas talentosos ejerciendo su ma-
nera de jugar, la misma que le ha otorgado tantos éxitos y que también
conlleva su dosis de servidumbres, enfrentados a otro puñado de ju-
gadores poderosos y formidables, comisionados para una tarea des-
agradable y oscura, la de destruir todo lo que el rival proponía. Mérito
grande por ambas partes, protagonistas de dos historias totalmente
opuestas en propósito, nudo y desenlace.
8. Una eliminatoria decidida por milímetros y detalles. Milímetros en un
pase, en cuatro postes, en diez disparos, en las manoplas de Cech,
los rechaces de Ivanovic, el sudor de Ramires (autor de un golazo
majestuoso), la portentosa personalidad de Drogba, un fuera de juego
que llevaba a Munich, palos y más palos, incluida la conmoción de
Piqué, que con su salida de balón limpiaba la primera línea inglesa.
Mucho más trascendente para el juego su pérdida que las de Cahill
(lesionado) y Terry.
9. Una eliminatoria que el Chelsea ha peleado con el acierto de la roca
y la eficacia del martillo. Decía Unamuno que el modo de dar una vez
en el clavo consiste en dar cien veces en la herradura, pero al equipo
de Di Matteo, portentoso catenaccio, le han bastado tres de tres y
siempre con el reloj marcando las horas.
10. El Barça de la ineficacia se retira con un portazo en las narices, el
espíritu herido, la moral caída y la nariz sangrando. Su entrenador ha
mostrado, nuevamente, por segunda vez en tres días, su verdadero
rostro en la derrota: la de un deportista modélico. No, no le han salido
bien las cosas a un equipo al que el viento siempre empujaba a favor.
Su afición, como si de verdad hubiese asimilado el auténtico cambio
histórico generado por estos jugadores, les ha ovacionado en la de-
rrota, asumida como lo que es: una crueldad insoportable, fruto de un
guionista despiadado, pero también un reto formidable cara al futuro
inmediato.
y 11. Ahora sí el Barça como institución enfrenta su verdadero desafío mo-
derno. En la derrota, como dicta el deporte. Jamás desde la victoria,
donde todo es fácil y muelle. Desde la derrota, donde habitan fantas-
mas y demonios. Ahora es cuando presidente y entrenador deberán
decidir lo mejor para el equipo en la búsqueda de las nuevas pregun-
tas, las que todavía no tengan respuestas entre los mejores rivales del
mundo porque ni siquiera han sido pensadas.
Barça-Chelsea (Champions, 1/2 Vuelta). 24-Abril-2012. Camp Nou. 2-2 (Busquets, Iniesta, Ramires, Torres)

386 | Índice
Dinámica de lo impensado
25 Abril 2012 / Perarnau Magazine

Que Dante Panzeri me disculpe por apropiarme de su titular definitivo. Que no le lla-
men suerte cuando quieren decir acierto. En tanto que deporte, el fútbol está sujeto
a la debilidad humana: el error inesperado, la superación agónica, la dinámica de lo
impensado. El Barça cae eliminado ante el Chelsea y se buscan mil razones, algunas
totalmente basadas en la realidad, otras enarboladas desde las viejas cuentas pen-
dientes del forofismo. Anotemos hoy, simplemente, algunas de las causas que han
llevado a este Barça histórico a estrellarse tres veces contra los muros (dos azules,
uno blanco) en una semana.
1. Volumen de juego
El desacierto en los remates del Barça es irrebatible. Unido al acierto espléndido de
un Petr Cech que, tras varias temporadas en tono menor, ha rendido al nivel de me-
jor guardameta mundial que poseía hace un lustro. Pero el desacierto rematador ha
alcanzado cotas sorprendentes en un equipo que ha batido esta temporada su récord
goleador y se había mostrado terriblemente eficaz en numerosas ocasiones. Los da-
tos de la eliminatoria son elocuentes:
BARÇA
Disparos totales: 46 (23 + 23) A portería: 11 (6 + 5)
A los palos: 4 (2 + 2) Fuera: 25 (13 + 12)
CHELSEA
Disparos totales: 11 (4 + 7) A portería: 4 (1 + 3)
Fuera: 6 (2 + 4)
Incluso más relevante que lo cuantitativo es lo cualitativo. Una parte considerable de
los remates barcelonistas fueron ocasiones claras de gol (Alexis, Cesc, Messi, Cuen-
ca…), salvadas por Cech o las piernas de sus defensas, o bien malogradas por el
disparo final del atacante blaugrana. La ineficacia contrasta con el ratio del Chelsea,
que consiguió 3 goles en cuatro remates sumados a lo largo de 180 minutos.
2. Fin de ciclo
La caída ante Real Madrid y Chelsea desata las pasiones y el pronóstico del fin de una
época recorre tertulias y papeles. Pero es interesante comprobar qué ocurrió en 2009,
primer año de la era Guardiola, período en el que se consiguieron seis títulos. Como
todo período anterior, la memoria contribuye a engrandecer el mito. Aquel Barça que
disponía de un killer de área como Samuel Eto’o, figura que ahora tanto se reclama,
se enfrentó también en semifinales
europeas al mismo Chelsea de Cech, Terry, Lampard y Drogba. ¿Qué producción de
juego obtuvo? ¿Qué volumen de ocasiones alcanzó? Los datos son estos:

387 | Índice
BARÇA
Disparos a portería: 7 (6 + 1) Fuera: 24 (12 + 10)
CHELSEA
Disparos a portería: 5 (1 + 4) Fuera: 7 (2 + 5)
Si comparamos, vemos que la producción inglesa en 2009 fue muy parecida a la
reciente. Un disparo más a portería y otro más fuera en 180 minutos. Prácticamente,
calcado. ¿Y el Barça? Disparó fuera dos docenas de veces, como ha hecho en esta
ocasión, y siete veces a portería, un 35% menos que ahora. La diferencia se concreta
en el partido de Stamford Bridge: aquel
6 de mayo de 2009, el Barça solo disparó una vez contra Cech, la del gol de Iniesta.
Hace una semana, por el contrario, lo hizo 6 veces. Entonces sirvió un remate para
llegar a la final; ahora no han bastado media docena.
¿Fin de ciclo con estos datos? ¿Menor producción de ocasiones con estas cifras?
Mayor ineficacia sin duda, pero volumen de juego mucho mayor.
3. Plan B
En los malos días se pide un Plan B para un equipo que, voluntariamente, solo quiere
tener Plan A porque es el que le ha llevado hasta aquí después de 13 peldaños exi-
tosos. Dicho Plan B es, en realidad, Ibrahimovic. Un delantero capaz de comportarse
como Mario Gómez al mismo tiempo que como Iniesta. Por alto o por bajo. Disparan-
do desde fuera, combinando desde dentro o creándose una jugada por su cuenta y
riesgo. Ese fue un fichaje acertado y coherente del Barça que malogró el propio Ibra
al no querer aceptar las reglas del juego: existe un ecosistema creado para que Messi
sea el centro del universo blaugrana.
¿Es repetible la operación Ibra con alguien que acepte las condiciones? Posiblemen-
te. La otra alternativa que siempre surge es la del nuevo Larsson. Un desastacador.
Seguro que la planificación del club para la próxima temporada ya ha contemplado
semejantes opciones.
4. Defensa de 6
El Pep Team obligó a Eto’o a defender como lateral izquierdo. Más tarde, exigió de
Rooney idéntico sacrificio. Y por fin ha permitido que Drogba luzca también como la-
teral, por cierto prodigioso y exuberante. Estas tres realidades deberían ser un buen
elogio para el Barça y su modelo de juego, ahora vituperado por dos derrotas.
Los estilos de juego no conllevan ninguna superioridad moral y ni siquiera estética,
pienso, pues ahí interviene el gusto de cada cual. Es indiscutible que el modelo del
Barça posee
una irrevocable vocación ofensiva, lo que a su vez empuja a la mayoría de los oponen-
tes a situaciones defensivas. Que un equipo como el Chelsea deba protegerse con
una primera línea de 6 defensas es la comprobación irrefutable de lo anterior, pero
también genera dos interrogantes:

388 | Índice
• ¿Defendió bien el Chelsea si concedió semejante número de ocasiones
de gol?
• ¿Cuáles serán las variantes que deberá crear Guardiola para derribar se-
mejantes defensas cuando las protagoniza un equipo puntero?
5. Fatiga cognitiva
Con el de ayer, Xavi, Messi y Mascherano cumplieron su partido oficial número 55 de
la temporada. No sería demoledor si no hubiese otros 200 anteriores disputados con
la misma exigencia competitiva. Lesiones y heridos al margen, lo que pesan no son
las piernas, sino la mente. Así es siempre en el deporte de alta competición, por más
que el bufandismo se acabe centrando en la preparación física como excusa única
ante la ausencia de argumentos.
Juanma Lillo lo definió como fatiga cognitiva para incomprensión de muchos. Y así es.
Es la mente la que se agota y embota, la que conduce al desacierto, bien por ansie-
dad, bien por repetición.
6. El ecosistema Messi
Basta revisar aquel Chelsea-Barça de 2009 para comprobar la brutal evolución vivida
por Messi y todo su equipo hasta el actual ecosistema. Sí, es un equipo que decidió
-a partir de su entrenadorenfocar el juego en beneficio del argentino. Jugar para Xavi
para que éste hiciera jugar a Messi. Una montaña de ventajas y, como toda opción,
también con servidumbres. No hay que confundir esta decisión estratégica (corona-
da con unos resultados que demuestran su bondad) con la dependencia del gol que
padece el equipo respecto de su astro. La dependencia es con el gol; el ecosistema
es otra cosa.
¿Está en cuestión dicho ecosistema? En mi opinión, no rotundo. Al contrario: este
equipo apenas está en su fase adolescente mientras se ha iniciado ya un largo pro-
ceso que llevará, hacia 2014, al relevo de Xavi, el primer motor. El modelo seguirá
contrayendo servidumbres e hipotecas, generando dificultades nuevas que deberán
resolverse y rebanando aspectos colaterales de juego posicional, pero encontrará
también nuevas respuestas y variantes sin cambiar la esencia: Messi en el centro de
las asociaciones.
7. Afición y entorno
En el entorno del Barça hay muchas cuentas pendientes. En la afición, muy pocas. Es
un cambio significativo.

389 | Índice
Duelo por Pep, no por el Pep Team
27 Abril 2012 / Perarnau Magazine

Pep Guardiola es lo opuesto de lo que aparentó. Es pragmático en lugar de filosófico


(en el sentido peyorativo que se le quiere dar a este concepto). Es entrenador mucho
más que líder. Si aparentó otros roles fue porque el club lo precisaba, vacío de jerar-
quía moral algunas veces, ausente de pulso en otras, casi siempre vencido por una
realidad que parecía superarle como institución. Guardiola ha sido líder a su pesar y
la afición menos intoxicada así lo comprendió. Nadie le eligió para dicho liderazgo: las
circunstancias institucionales le empujaron al centro de la escena y él no rechazó las
responsabilidades. Se ganó el liderazgo y no exclusivamente a base de títulos y juego,
sino por su comportamiento en las buenas y en las malas, en los aciertos y también en
sus días de errores, hasta el punto que muchos resabiados anunciaron que todo era
fachada y que solo le conoceríamos de verdad en la derrota, algo que hemos podido
comprobar por duplicado en los últimos días. Sí, ese es su auténtico rostro: líder y
deportista.
El barcelonismo de ventilador, agazapado durante años tras el oropel de las victorias,
se desató con su ristra de interpretaciones venenosas. Nada nuevo. Son décadas de
persistencia en el empeño. Probablemente, nada más risible que esa atribución de
falta de carácter a un entrenador que, en su primer día, decidió prescindir de Ronal-
dinho y Deco; más tarde de Eto’o e Ibrahimovic, incluso asumiendo la carga del error
que esto último conllevaba; que sentó a quien le pareció aunque se llamara Thierry
Henry; que jugó los partidos más arriesgados con infantes si lo creía adecuado; y que
continúa mostrando en su currículo el dudoso récord de jugador barcelonista más
expulsado de la historia, por cierto siempre a causa de su carácter fuerte y no preci-
samente por dar patadas.
Llegó por pasión y se va porque se ha quedado vacío. No hay más, aunque las necesi-
dades del estercolero social intentarán encontrar cualquier indicio de excremento que
permita parir una montaña donde había un ratón. Vacío. Sin más.
El barcelonismo vestirá su duelo con el rigor de una pérdida sonada, pero con el
alivio de que la continuidad en el modelo no es palabrería, sino un hecho tangible e
irreversible. Seguirá teniendo éxito o no, pero será el mismo camino emprendido hace
décadas.
Duelo por un entrenador mágico y un líder involuntario. El balón, lo único auténtica-
mente imprescindible en el fútbol, ha perdido momentáneamente un amigo, que segu-
ro reencontrará en cuanto Guardiola rellene el depósito vital. El duelo barcelonista es
por Pep, pero todavía no por el Pep Team, equipo adolescente pese a tanto vaticinio.

390 | Índice
Lección de liderazgo
28 Abril 2012 / Diario Sport

En un club acostumbrado a la gestión personalista, de pronto una lección de liderazgo


colectivo. Un Barça casi siempre dirigido como finca particular y desde las emociones.
Histriónico, demagógico, populista, atemorizado, ambivalente… Casi cualquier adje-
tivo le cuadraría a la gestión del club en los últimos cuarenta años, salvando momen-
tos excepcionales. Acostumbrado a sepultar a sus ídolos sin la menor deferencia, a
envanecerse de lo superficial, a emplear la grandilocuencia o el victimismo a partes
iguales, a decidir en función del ventilador externo, siempre agitado desde revanchas
y vendettas, el Barça parecía enfrentar la gestión de esta crisis -porque el adiós de
Guardiola es una crisis; normal y necesaria, pero una crisiscomo siempre: con el es-
tercolero habitual ejerciendo de maestro de ceremonias en busca de nuevos éxitos en
su inevitable camino hacia el infierno.
Y lo que ha surgido de ahí ha sido una lección de liderazgo colectivo. Del entrenador
al presidente pasando por el director deportivo, cerebro privilegiado. En estos tiem-
pos de prisas, ruido, furias, destemplanzas y tensión, Zubizarreta, Guardiola y Rosell
tomaron la senda de la pausa y los fundamentos. En momentos de zozobra, la idea.
Incluso alguien tan poco cruyffista como Sandro Rosell ha apostado por la idea nu-
clear del fútbol del Barça. Polos opuestos en formación y creencias, Guardiola y el
presidente han encontrado en Zubizarreta, capitán del Dream Team, sacrificado en
el altar cruento de Atenas, el punto intermedio de todos los caminos, el cruce de la
historia con el presente, del futuro con los antecedentes.
Desde la visión panorámica, el club decidió enfrentar la crisis con una decisión sencilla
e inevitable basada en los tres ejes sobre los que se gestiona: un modelo de juego,
un método formativo y una vocación de crecimiento interno. La decisión confluye en
un hijo de La Masia, que mamó de Cruyff y Rexach, dirigió a los mejores cadetes de
la historia, aprendió otras culturas futbolísticas fuera del Barça, regresó con Guardiola
en un momento de crisis y construyó a su lado un equipo inolvidable.
Visto así, la decisión se antoja impecable. Si ha sorprendido es porque el Barça siem-
pre fue lo que he dicho: un club de gestión emocional, alejado de liderazgo tranquilo
y meditado. Mientras los ventiladores tradicionales rugían a plena potencia, exigiendo
sangre y repartiendo mezquindad, el club decidió que la mejor decisión era aplicar
aquello que venía predicando. Apostar por el modelo de juego, reforzar el método
formativo y elegir a otro hijo de la casa. Es decir, la idea. Y con la idea ha conseguido
algo inaudito en la historia de su gestión como club: ejercer un liderazgo inteligente,
sobrio y coherente.

391 | Índice
Ascensorista de garantías
28 Abril 2012 / El Periódico

“Ahora no podemos cagarla”. Así de claro. Se refería a la sensación casi vertiginosa


de que era ahora o nunca. De que La Masia era un volcán imparable de energéticos
chavales que pedían paso. Y que no se debía taponar el volcán con fichajes equívo-
cos. Que ya se había equivocado (lo reconocía, sin temor) y que ahora era el momen-
to de los chavales. No para que ocupasen las primeras posiciones de la trinchera; no
para ser titulares. Sino que era el momento de construir la plataforma definitiva, de
engrasar el ascensor al Camp Nou para que los hijos del volcán no se perdieran por el
camino. Perpetuar la especie, filtrar el inevitable darwinismo. Era Pep en estado puro
diciendo que esta era la hora, el momento clave para el club porque quién sabe lo que
ocurriría el día en que todo soplara en contra.
Y llegó ese día, el de las derrotas y el adiós y resultó que el ascensor no solo seguía
funcionando, sino que al segundo ascensorista le dieron galones de capitán para re-
doblar la apuesta volcánica. Tito ya tiene la llave del ascensor y no es un cualquiera.
Es otro hijo de La Masia y al mismo tiempo, padre de canterano. A él tampoco hay que
convencerle de las bondades del volcán. Lo conoce al milímetro: sabe de sus virtudes
y defectos; conoce a los técnicos de abajo, a los niños prodigio, a los remolones y a
los Busquets del futuro. Cuando Messi era un enano, Tito ya estuvo a su lado, como
Cesc y Piqué. Cuando hubo que diseñar un plan en tres fases para cada chaval del
Barça B, Pep miró a Tito y éste dibujó plazos, procesos y modos de evaluar el rendi-
miento.
Con los críos aprendió que formar y competir son dos formas de expresar lo mismo: el
deseo de ganar. Con los mayores comprendió que no hay mejor mezcla que la mezcla
de sangres, de ahí su pasión por juntar a muchos de casa con unos pocos elegidos
de fuera. Pocas veces el ascensor del Camp Nou habrá estado en mejores manos,
pues si Pep se demostró más cruyffista que Cruyff, muy probablemente Tito será más
guardiolista que el propio Guardiola. Su primer triunfo es que el club haya decidido no
apartarse del camino iniciado.

392 | Índice
Punto y seguido
5 Mayo 2012 / Perarnau Magazine

1. Pep y Messi, alfa y omega de una página que seguirán escribiendo


Tito y Messi. Lo que para algunos rivales será un fin de ciclo, para los
barcelonistas es la sensación de un punto y seguido en la redacción
de un libro que no parece tener punto final. El tiempo dirá si tienen ra-
zón unos u otros, si los agoreros o los que perciben que el Pep Team
sobrevivirá a Pep, refundado en su versión 2.0.
2. Guardiola sale por la puerta grande del Camp Nou, circunstancia in-
édita en la historia de un club que hizo de la antropofagia un rasgo
histórico. Y lo hace en días amargos por la pérdida de dos títulos, algo
también inhabitual para el equipo en estos cuatro años. Símbolo de
que Pep ha logrado bastante más que títulos, jerarquía o brillantez en
el juego: ha alcanzado la admiración entre los de su gremio y la una-
nimidad entre el barcelonismo.
3. “Mantengan abrochados los cinturones”. Es el mensaje que deja Guar-
diola entre su gente, por si alguien dudaba de este equipo, aún joven.
Probablemente, los mismos que anunciaron una guerra a muerte en-
tre Pep y Messi poco antes de quedar en ridículo por la fuerza de
las dedicatorias y los abrazos. Es el mismo mensaje del primer día,
cerrando el círculo, manteniendo abrochado el cinturón del barcelo-
nismo.
4. Messi recogió el mensaje, si es que alguna vez dejó de tenerlo graba-
do en la frente, para anotar su segundo poker del curso, con dos de
sus goles en facetas opuestas: un espléndido curvón de falta directa y
un contragolpe frenético, donde el control orientado fue un monumen-
to en sí mismo.
5. El derby tuvo poco, superado por la monstruosa presencia de Messi,
el asesino de adjetivos que destruye récords en cada respiración, y
por el reloj que indicaba la hora de la despedida de Guardiola. El parti-
do parecía un trámite hacia el adiós multitudinario y solo dejó algunos
síntomas silenciosos: la sobriedad de Montoya y Adriano en los latera-
les; el frenesí de Pedro, nuevamente vestido de Pedro; y la sensación
de que la verticalidad tendrá sitio en el Barça de Tito.
y 6. El resto fueron Pep y Messi, alfa y omega, punto y seguido de un libro
sin fin.
Barça-Espanyol (Liga, Jornada 37) 5-Mayo-2012. Camp Nou. 4-0 (Messi, Messi, Messi, Messi)

393 | Índice
El Pep
6 Mayo 2012 / El Periódico

Lo que hizo bien lo sabemos, lo recordamos y lo recordaremos. ¿Qué hizo mal? Segu-
ro que hubo cosas que erró, fichajes en los que no acertó, talentos que desaprovechó,
declaraciones que debió evitar, confianzas que nunca debió depositar, dudas que no
debió alargar. Seguro que sí. Pero todos sus errores juntos caben, probablemente, en
un pestañeo. ¿Significa que fue perfecto, un santo, el hombre impecable? No, en ab-
soluto. Su principal virtud fue no renunciar a la condición defectuosa del ser humano,
no creerse inmortal en el ajetreo dulce del elogio infinito.
Guardiola tuvo pronto una visión: la jerarquía de verdad se conocerá, como las bue-
nas películas, cuando hayan pasado 15 años. Será entonces cuando el Pep Team
alcanzará su verdadero valor. Cuando ya no exista. Cuando se hable de él. “Creo que
dentro de quince años -fueron sus palabras exactas- se hablará de nosotros, de este
equipo. Y entonces sabremos que fuimos un gran equipo”. Hace bastante tiempo que
Pep tuvo esta visión, mucho antes de que los éxitos se acumularan en progresión
exponencial, barriendo las vitrinas. Acertó también en dicha visión, aunque falló en el
pronóstico: no tuvieron que pasar quince años para erigir una leyenda indestructible.
La película fue admirada en el mundo entero mucho antes.
Déjenme sumarme al elogio sobre Pep desde una perspectiva algo alejada de la ha-
bitual. Hay muchas ópticas desde las que admirar su trabajo: los triunfos, la competi-
tividad, la brillantez, la riqueza táctica, la personalidad arrolladora… Permítanme que
renuncie a todas ellas en la hora de su adiós casero y me fije en un detalle que puede
parecer menor: jamás permitió que su equipo hiciera el ridículo sobre el campo; nunca
provocó vergüenza ajena. Buscó siempre anteponer la dignidad del fútbol -ni siquiera
digo la del Barça, que también, por supuestoa cualquier otra intención, por lo que
salió siempre a competir desde el respeto al adversario (lo que le acarreó incontables
críticas, menuda ironía), con vocación ofensiva y fidelidad a una manera peculiar de
jugar. No renunció a sí mismo, ni a sus ideas, ni siquiera en los peores partidos, ni
en las derrotas más dolorosas en que nada le salió bien. Cometió errores y a veces
condujo mal a su equipo, pero jamás le hizo caer en el ridículo, jamás permitió que los
aficionados se avergonzaran de él.
Sí, construyó un equipo de película, de los que se hablará durante mucho tiempo.
Encontró un grupo de talentosos y los transformó en un equipo de indomables que
venció incluso al rival más peligroso de todos: el azar. Cuando llegó al vestuario,
Messi promediaba 10 goles en Liga. Ahora, cuando lo abandona, Leo ya va por los
50. El entrenador ha tenido mucho que ver en esta progresión, pues decidió crear el
ecosistema saludable para que Messi trocara en extraterrestre.
Construida su leyenda, Maradona dejó de ser Maradona para los argentinos y fue por
siempre El Diego. Para nosotros, Guardiola ha dejado de ser Guardiola y será El Pep.
Ahora, dentro de 15 años y por siempre.

394 | Índice
Suerte
7 Mayo 2012 / RAC-1

“Que tinguis sort”, cantaba la gente (“Que tengas suerte”). Pero no es Pep sino la
gente quien debe tener suerte. La gente del Barça. ¿Suerte, en qué sentido? No en
el de un resultado favorable, sino suerte en la manera de hacer las cosas y afrontar el
futuro. Pep Guardiola deja un legado de triunfos, de juego y de manera de hacer. En
la victoria y también en las derrotas o cuando fueron mal dadas. Desde su primer día
emprendió un camino recto y cierto. Difícil y repleto de obstáculos, pero recto como la
línea que traza el cartabón. Y siempre evitó tomar atajos que no correspondían. Fue
honesto y trabajador, competitivo y buen deportista, educado y respetuoso, incluso en
los días que resultaba fácil comportarse como un cabeza hueca.
Parece que el club y sus aficionados han interiorizado dicha pedagogía y esta manera
de hacer las cosas. Lo hemos visto en las derrotas de hace unos días o en la propia
despedida al entrenador. Permitidme, sin embargo, que mantenga todavía un peque-
ño interrogante sobre si todo el mundo aprenderá las lecciones que deja Guardiola. Yo
cambiaría la letra de la canción: “Gràcies a en Pep, sort per en Tito” (“Gracias a Pep,
suerte para Tito”).

395 | Índice
Un mensaje que deja Pep
15 Mayo 2012 / Diario Sport

A medianoche del 10 de noviembre de 2010, poco después de eliminar al Ceuta en


Copa del Rey, Pep Guardiola pronunció la siguiente frase: “No hay mayor éxito que
hacer debutar a un chico de la cantera. Más que ganar un título”. Pocos minutos antes
de hablar así, había hecho debutar en el primer equipo a Sergi Roberto, una de las
grandes promesas del Barça, y la euforia recorría la cantera blaugrana. Otro más en
el Camp Nou. Quizás por esa euforia y porque apenas unas semanas más tarde un
trío de la casa iba a copar el podio del Balón de Oro (Messi, Xavi, Iniesta) resultó obvio
recordar a Louis Van Gaal y su vieja profecía de finales de siglo, cuando anunció que
uno de sus grandes sueños era ver cómo el Barça ganaba una Copa de Europa con
once jugadores de La Masia.
Se le preguntó por ello a Guardiola pocos días después, concretamente el 7 de di-
ciembre de aquel 2010, tras jugar con siete canteranos (más otros seis en el banquillo)
y vencer 2-0 al Rubin Kazan en el Camp Nou: “El objetivo -dijo aquella nocheno es
jugar con once de la cantera, sino llegar a las finales y ganarlas”. Y así hizo aquella
temporada, como en 2009: llegar a la final de Champions y ganarla. En ambos casos
ante el Manchester United, en ambos casos con siete canteranos en el equipo titular,
en ambos casos con otros tres hijos de La Masia en el banquillo de los suplentes y al-
guno más en la grada. Como parece lógico, Guardiola priorizó ganar el título a hacerlo
con un pleno de canteranos. De hecho, ni siquiera lo tuvo en cuenta a la hora de los
cambios, pues incluso en Wembley 2011, con la final ya sentenciada y el Manchester
sometido, prefirió premiar a determinados hombres que introducir canteranos por aca-
bar con diez de ellos sobre el campo.
Vayamos más allá. En los más de 250 partidos de Pep como entrenador, nunca ha
alineado 11 canteranos al mismo tiempo. ¿Porque no ha podido? No, porque no ha
querido. Porque ha deseado trasladar un mensaje muy importante: apoyo absoluto a
la cantera, pero sin ceguera. La mezcla de sangre es imprescindible. La cantera no
es autosuficiente. Siempre habrá una pieza a traer de fuera o un modo de jugar dis-
tinto, quizás incluso algo contradictorio con el de la casa, pero que aporte variantes y
riqueza, sea táctica, física o emocional. O energética. De ahí que Mascherano o Keita
sean las ‘niñas de sus ojos’ porque son los diferentes, los que mezclan y combinan un
modo distinto de ser y jugar.
Este es un mensaje rotundo que deja Pep y que no creo vaya a modificar en la final de
Copa. El mensaje de que en La Masia crecen muchos y los mejores, pero que hace
falta también gente de fuera, sangre distinta, un híbrido, la mezcla, la integración. No
es un mensaje banal, sino con mucha carga y que convendrá no olvidar en el futuro.

396 | Índice
Su último vals
22 Mayo 2012 / Diario Sport

Ahora que se acerca su último baile podemos desvelar el secreto: los violines ocul-
taban metralletas. No trompetas, sino metralletas. Así fue durante cuatro años. Cada
Stradivarius contenía dos almas: la del compositor sinfónico capaz de construir armo-
nías deliciosas y la del implacable cazador de instantes, despiadado con los objetivos.
Pep Guardiola combinó las dos personalidades para erigir un monumento futbolístico,
un equipo de película, de aquellos que serán rememorados dentro de cuarenta años:
“El Pep Team. Aquello sí era un equipo. Venció incluso al azar”, dirán nuestros suce-
sores evocando este tiempo de lujuria balompédica. El Pep Team. Ese lujo.
Los violinistas eran, en realidad, asesinos en serie. Este es el auténtico secreto. Ador-
mecían a los rivales con el sonido dulce de los violines, como las sirenas de Ulises,
antes de acribillarlos sin piedad. No fue más que eso. Para lograrlo, Guardiola utili-
zó todos los recursos tácticos y estilísticos que conoció en sus cuarenta años sobre
el césped (recogepelotas, canterano, futbolista, capitán, exiliado, subalterno, entre-
nador). Conocedor de sus limitaciones, Guardiola no jugó a ser revolucionario, sino
evolucionador. Él mismo se definió como “ladrón de ideas” y lo demostró con creces.
Agarró conceptos que había practicado, visto o estudiado y los afinó con el esmero del
artesano. El juego de pies del portero, la salida lavolpiana, el mediocentro de posición
haciendo doblete defensivo, la presión 6 segundos tras pérdida de balón, los extremos
abiertos como estacas, el falso 9, el doble falso 9, la ortodoxia del juego de posición,
la heterodoxia del juego de posición buscando verticalidad, el apoyo de todos a todos,
los triángulos por dentro, el 3-4-3, el 2-3-3-2, el 3-2-3-2, el rombo, el diamante, siete
centrocampistas en una final del Mundial de clubes…
Subió canteranos, les aplicó un plan meditado de progresión, mezcló con foráneos
en busca de un híbrido fascinante y de la combinación extrajo un equipo competiti-
vo como ninguno. Ocurriera lo que ocurriera, el Pep Team compitió hasta la agonía.
Reconvirtió jugadores: Touré fue central, Mascherano es central, Piqué fue mariscal
y Puyol y Abidal dos emperadores. A Busquets lo nombró gozne para girar toda la
maquinaria, regaló espacios a Iniesta, convirtió a Xavi en el Campo Base de la corda-
da, obligada área de descanso del equipo antes de conectar con Messi, que pasó de
marcar 20 goles anuales a 73, mientras transformaba a Villa y Alexis (Ibra no quiso) en
barrenderos adelantados que desbrozaban obstáculos y a Pedro en la estaca perfecta
que estiraba la lona enemiga. Fue el entrenador más pragmático del mundo porque
debajo de los violines, en realidad, ocultaba metralletas.

397 | Índice
Empieza la madurez
25 Mayo 2012 / Perarnau Magazine

1. Se fue Pep al vestuario. Arriba, sobre el césped quedó el Pep Team.


2. El Pep Team empieza su segunda etapa: la de la madurez. En la ado-
lescencia obtuvo 14 títulos, el número sacrosanto de Johan, padre
futbolístico de este conjunto que ha roto moldes por su competitividad,
amplificado exponencialmente dicho legado por un Pep Guardiola que
da un paso al costado, pero que por siempre será leyenda del fútbol
mundial, mejorando a todos sus maestros.
3. No estaban motivados, decía ese entorno cainita y miserable, indocu-
mentado y vano. Bastaron 22 segundos para confirmar la credibilidad
de semejantes afirmaciones que nos martillearon los oídos durante
semanas. Estaban desmotivados, desganados, enfrentados entre sí,
peleados con el entrenador, quien a su vez no se hablaba con el su-
cesor, otro incapaz…
4. Veintidós segundos frenéticos que convocaron a un aquelarre futbo-
lístico. Veintidós segundos para comprobar que ni la más acertada de
las defensas individuales podría frenar la ola que se le venía encima a
un Athletic manifiestamente mejorable.
5. La alineación bilbaína proponía jugárselo todo al uno contra uno. Y en
ese territorio todo fueron derrotas, una acumulada encima de otra. En
apenas dos minutos, tres ocasiones clamorosas, un gol y todos los fu-
sibles de Bielsa chamuscados. El Barça tenía algo más que el balón:
también el espacio. ¡Lo tenía todo!
6. Xavi adelantado, Pedro por derecha, Busquets encima de Llorente,
balón blaugrana, espacio blaugrana, dinámica blaugrana. Una api-
sonadora taladrando víctimas rojiblancas. Messi como amenaza pal-
pitante, Pedro el eléctrico estirando el equipo desde esa febrilidad
inagotable con la que compensa sus defectuosos controles. Alexis
diamante en bruto por pulir, nido de errores pequeños, motor del des-
barajuste bilbaíno por su exuberancia en el esfuerzo.
7. Cito antes que nadie a Pedro y Alexis porque se constituyen en los
dos grandes socios de Messi. Con ellos en pista, el avión despega a
velocidad supersónica ya que Alexis barre cuanto encuentra por de-
lante y Pedro estira la lona rival hasta rajarla. Ellos tres, primeros de-
fensas del Barça, permiten jugar al revés y son la plataforma a partir
de la que controlar el balón, dominar los tiempos y someter rivales.
8. Estadística incalculable: la cantidad exorbitante de hombres libres que
ha generado el Barça, facilitado por el marcaje individual ordenado
por Bielsa a campo completo, un pecado de inocencia ante un equipo
que se deleita en el 1 vs 1. Estruendosa producción de hombres libres
entre líneas, con Xavi desatado e Iniesta cabalgando a lomos de los

398 | Índice
espacios vacíos, repartidor de dulces y golosinas. Factor decisivo en
la final: un equipo que construye esa incalculable cantidad de hom-
bres libres difícilmente puede ser frenado.
9. La Fatiga cognitiva. Con la mente fresca, el Barça es una apisona-
dora. Lección importante para Tito, que deberá evitar la repetición de
semejante riesgo. No es la frescura de piernas, sino de mente. Como
en la final de Wembley del pasado año, cuando este Barça puede pre-
parar sus retos con la mente fría y despejada es imparable. Dado que
el rigor competitivo exige jugar cada tres días, a Vilanova le espera
el interesante reto de combinar intensidad constante y gestión de la
frescura.
10. Por detrás de delanteros que defienden y medios que construyen
hombres libres, el triángulo defensivo Piqué-Mascherano-Busquets
se erige como prototipo del jugador concentrado para anticiparse en
la transición defensiva, para mantener la posición en defensa organi-
zada y para iniciar los ataques con su conducción punzante.
11. La suma de los factores desemboca en una manada de elefantes desbo-
cados, con las turbinas de Messi encendidas a toda potencia, escorado
a derecha para sajar hacia dentro el cuerpo presente del Athletic. Una
manada que arrasa las compuertas que levanta Bielsa, haciendo astillas
el castillo, 3-0 en menos de 25 minutos, otra exhibición para recordar.
12. Pelea el Athletic por un gol que le meta en un partido imposible. Podría
haberlo encontrado en un agarrón de Piqué a Llorente o en el arreón
tras el descanso, arreón de la mano de Ander que dura exactamente
hasta que Xavi ha descendido a la base cerca de Busquets. Exacta-
mente 8 minutos de la segunda mitad, dos tímidos disparos a portería
como balance total.
13. Segundo tiempo de larga despedida para Pep, transcurrida entre mo-
vimientos defensivos intensos; contragolpes en los que Messi busca
superar la jugada de Maradona y la suya propia ante el Getafe; el sim-
bolismo de Keita sobre el césped, inamovible en toda final; y un deta-
lle que no puede obviarse: en su primer día dijo Pep que defenderían
con uñas y dientes hasta el último saque de banda rival. Y así ha sido:
hasta el último saque de banda del último minuto de su último partido.
y 14. Último vals para el emperador Guardiola. Pistoleros disfrazados de
violinistas. Señores del espacio, magos del balón, artistas de la po-
sición, Barça líquido, fútbol magmático y fluido, sin forma aparente,
equipo de números mentirosos y conceptos impostores, equipo que
sin gente en las áreas golea y se defiende mejor que nadie. Haría fal-
ta un libro entero para detallar la riqueza futbolística que dejan estos
cuatro años de Guardiola. Adiós adolescencia, empieza la madurez.
Se ha ido Pep. Se queda el Pep Team.
Athletic-Barça (Copa del Rey, Final) 26-Mayo-2012. Vicente Calderón. 0-3 (Pedro, Messi, Pedro)

399 | Índice
Cuatro años en un partido
27 Mayo 2012 / Diario Sport

Haría falta dimensión editorial para resumir la riqueza táctica que ha protagonizado el
Pep Team pero consciente de vivir un primer epílogo, el equipo quiso incluir la mayoría
de virtudes en la final de Copa, un partido que resumió lo que han sido estos cuatro
años, si exceptuamos la defensa de tres y el brillante juego de pies del guardameta
titular. El resto estuvo ahí, sobre el césped del Calderón: los centrales bien abiertos;
un extremo estirando la lona; un
9 profundo arrastrando centrales, apartando las piedras del camino para la llegada del
imperial Messi; el falso 9, a ratos regresado a su base en banda derecha para tirar la
diagonal hacia dentro; Xavi en altura de ¾, olvidado el viejo papel de aguador para
destilar mejor su virtud de control; Iniesta jugando en ninguna parte, como un líquido
inasible, bombero de los espacios, siempre donde mejor rendimiento puede dar; la
salida limpia de Piqué, el atacante más peligroso por su conducción impasible; la an-
ticipación olfativa de Mascherano, una de las grandes reconversiones del ciclo junto
a Abidal; o la inaudita inteligencia táctica de Busquets, definitivamente pieza esencial
de la maquinaria, la pequeña polea que lo mueve todo.
En la intensidad feroz del principio, en la presión exuberante, en la defensa muy alta
vimos al Barça de 2009, equipo hambriento que iniciaba su construcción legendaria.
En la frialdad de la transición defensiva, en la constancia posicional, en el apoyo al
compañero vimos al Barça sólido que no concede oportunidades al rival, clave oculta
del éxito. La final copera contiene casi todo el catálogo del ciclo Guardiola, como si los
jugadores hubiesen querido exponer sobre el campo cuanto han aprendido y evolu-
cionado en este período. Exhibición fin de curso.
La propia preparación para la final es otro resumen de la era Pep: trabajo en silencio,
ajenos a la jauría de charlatanes que elucubraba sobre la escasa mentalización del
equipo; microciclos de 3-4 días de carga milimétricamente aplicada por Buenaventura
y Seirul.lo; entrenamientos de máxima intensidad y búsqueda de frescura mental,
madre de todas las victorias. Aunque se miran las piernas, el éxito reside en la mente.
Cuando el Pep Team ha podido preparar sus finales con la mente fría el resultado ha
sido contundente, véase Wembley o esta Copa. Al mismo tiempo, un encuentro tan
paradigmático también contiene los defectos y vicios del equipo, sus puntos flacos
y aspectos a corregir. Será un partido para revisar durante años porque expresó la
variedad casi completa de habilidades tácticas y también señaló aquellas facetas que
pueden mejorarse. No había mejor homenaje a Pep por parte de sus futbolistas que
jugar cuatro años dentro de un mismo partido.

400 | Índice
El fin de un mundo
29 Mayo 2012 / Diario Sport

Tras los largos adioses llega el fin de un mundo. Ha sido un viaje largo, cuatro años
precedidos por un previo en el filial igualmente competido. Viaje largo de Pep en
busca del éxito a partir de un modo específico de jugar. Viaje triunfal, iniciado en su
refundación como aprendiz, buscando ideas donde Lillo, más tarde espigando de Me-
notti y Bielsa, siempre utilizando los conceptos defensivos que aprendió en Italia, no lo
olvidemos: su Barça ha sido, por encima de todo, un equipo extraordinariamente fiable
en defensa aunque esa fuera una virtud silenciosa, casi secreta.
Un viaje estrenado bajo el escepticismo más profundo (yo el primero). Simplemente,
no creíamos que él pudiera recomponer aquel equipo convertido en cenizas por la to-
xicidad de sus líderes. Luego llegaron las dudas por los traspiés en el debut, la recon-
versión de sus jugadores en futbolistas y la recuperación de la cultura del esfuerzo.
Hoy lo recordamos fácil y llano, pero fue difícil y esdrújulo. Hubo que cortar cabezas,
limpiar establos y espíritus acomodados, insuflar energía, crear asociaciones internas,
estimular la competitividad, exigir hasta la agonía, competir como nadie, siendo a la
vez contraculturales en la forma, remar contra corriente, vencer contra gigantes y
demoler tópicos, supersticiones, estadísticas, manías, ojerizas, adversidades y cons-
piranoicos.
El viaje lo fue todo, salvo cómodo. Miramos hacia atrás y contemplamos catorce títu-
los en 48 meses. Pero ¿y las dudas? ¿Y los desengaños? ¿Y las decepciones? Por
no hablar de lo grave: los problemas de salud que minaron fuerzas y moral. Sí, hubo
catorce bailes, catorces sardanas, catorce celebraciones, pero decenas de maña-
nas serias y duras, ligamentos cruzados rotos, tibias astilladas, depresiones, tumo-
res, agotamiento emocional, niños que sostuvieron el andamiaje en ausencia de los
mayores, mayores que decidieron no envejecer, un grupo compacto de marineros,
dispuestos casi todos a no escuchar a las sirenas con tal de seguir a bordo. En el
camino, los buenos se hicieron mejores y los mejores se hicieron divinos para que el
grupo deviniera eterno.
En las noches de luna llena, como dos viejos marineros a bordo de la nave, Guardiola
y Vilanova recitaban un poema sin rima que dice así: “Valdés, Alves, Piqué / Puyol,
Mascherano, Abidal / Busquets, Xavi, Iniesta / Pedro, Messi, Villa”. Y Pep siempre
apostillaba: “Falta uno: Keita”. Así transcurrió un viaje casi olímpico, de Pekín a Lon-
dres, del Messi frágil al Messi sobrehumano, de los 20 goles por curso a sus 73 goles
por temporada, símbolo de una transformación homérica de autor conocido. Ya no son
horas para seguir glosando a quien encabezó esta aventura. Solo para anotar que la
felicidad residió en el viaje.

401 | Índice
GUARDIOLOGÍA
La voz de Pep, por David Fernández
(@EldrickISB en Twitter)

El que sigue es el resumen escueto de los principales c onceptos que presentó Guar-
diola en sus 546 ruedas de prensa como entrenador del FC Barcelona y en las cele-
braciones en el Camp Nou.

Año I

• 17/6/2008: “No puedo prometer títulos pero estoy convencido de que


la gente estará orgullosa de nosotros”
• 17/6/2008: “Siento que estoy preparado para entrenar al Barça”
• 17/6/2008: “No fallaré, estoy seguro de que todo irá bien”
• 17/6/2008: “Persistiré”
• 17/6/2008: “El club saldrá reforzado cuanta más gente vote en la mo-
ción de censura”
• 17/6/2008: “Al final lo único que sirve es ganar”
• 17/6/2008: “Lo único que no permitiré a los jugadores es que no se
esfuercen”
• 17/6/2008: “Atacaremos más si defendemos mejor”
• 17/6/2008: “Si finalmente se quedan los jugadores con los que no
cuento, daré la vida para que vuelvan a su nivel”
• 14/7/2008: “El esfuerzo va por delante del talento”
• 24/7/2008: “Saliendo desde atrás generas juego por sí solo”
• 3/8/2008: “El esfuerzo defensivo de todos los jugadores es innego-
ciable”
• 13/8/2008: “Nuestro camino es la solidaridad, la generosidad y tener
el balón. Cuando lo perdamos tendremos que buscarlo”
• 15/8/2008: “No podemos ir a todas las presiones”
• 16/8/2008: “En el deporte ganar es todo”
• 16/8/2008: “No bajar los brazos es el primer paso para construir algu-
na cosa”
• 16/8/2008: “Si luchamos hasta que el árbitro pite seremos un buen
equipo”

402 | Índice
• 25/8/2008: “Hago jugar a los que están mejor o a los que me dan más
confianza”
• 30/8/2008: “La Liga marca el tono general del equipo. Si en ellas va-
mos bien, el resto funciona mejor”
• 16/9/2008: “Yo siempre espero lo mejor del contrario”
• 23/9/2008: “Cuanto más cerca del área esté un jugador desequilibran-
te, mejor”
• 4/10/2008: “Con el público somos más fuertes como institución y como
equipo”
• 4/10/2008: “Jugamos para la gente, no sólo para nosotros”
• 22/10/2008: “Hay que fijarse más en el cómo que en el resultado final”
• 22/10/2008: “Las victorias siempre dan la razón al entrenador”
• 24/10/2008: “Perderemos”
• 24/10/2008: “No soy yo el que da prestigio a los jugadores, sino que
son ellos los que me dan prestigio a mí”
• 24/10/2008: “El Dream Team es irrepetible y no lograremos nunca lle-
gar a ese nivel porque durante 3 años jugaron perfecto”
• 24/10/2008: “Si lo seguimos haciendo bien la gente acabará viniendo
al Camp Nou, nos esforzaremos para que así sea”
• 27/10/2008: “No hay un partido más importante que el resto ni ninguna
competición es más importante que las otras”
• 31/10/2008: “Recrearse en el pasado no tiene sentido para resolver
el futuro”
• 7/11/2008: “Me gustaría que cuando yo dejase el equipo hablaran tan
bien de mí como lo hacen de Frank Rijkaard”
• 15/11/2008: “Si perdemos, pasamos de ser entrenadores muy buenos
a inútiles”
• 25/11/2008: “En el mundo del fútbol es una equivocación pensar a
largo plazo”
• 29/11/2008: “El balón ordena a los equipos”
• 12/12/2008: “Al campeón no se le gana por 5-0”
• 2/1/2009: “No somos los mejores y no lo seremos si pensamos que
lo somos”
• 5/1/2009: “ Tenemos la obligación de luchar por llegar lejos en todas
las competiciones”
• 23/1/2009: “Me respetáis porque gano, no porque creáis en mí”

403 | Índice
• 23/1/2009: “El mérito de que no se lesionen es de los futbolistas”
• 23/1/2009: “Quien no juega se enfada conmigo y eso es una buena
señal”
• 31/1/2009: “Si no estamos preparados para sufrir no ganaremos”
• 5/2/2009: “No somos tan perfectos como para ganar siempre por 5-0.
A veces somos capaces de hacer las cosas mal”
• 13/2/2009: “Si atacas bien quiere decir que defiendes bien”
• 20/2/2009: “Si gano, mi carrera como entrenador será larga; si pierdo,
será corta. Intentaré trabajar mucho para poder seguir trabajando”
• 21/2/2009: “Mi trabajo no es juzgar el trabajo de los árbitros. Cuando
perdemos es culpa nuestra”
• 3/3/2009: “Creo mucho en mí y en lo que hago y seguiré adelante con
mis consecuencias”
• 3/3/2009: “El líder soy yo. Los jugadores me seguirán y lo vamos a
conseguir. Que me sigan, que me sigan”
• 3/3/2009: “La derrota me anima, me pone bien”
• 7/3/2009: “Andrés Iniesta es un ejemplo para las generaciones del fút-
bol base. Siempre juega bien y siempre entrena bien. Es muy bueno,
no tiene precio”
• 10/3/2009: “La estrategia no se puede defender”
• 10/3/2009: “La mejor manera de defender es atacar”
• 15/3/2009: “Nuestra fuerza es tener el balón”
• 21/3/2009: “Si hubiese de priorizar un título sería la Liga porque es la
que te da estabilidad”
• 22/3/2009: “Somos un equipo que hace que la gente se lo pase bien
con nosotros”
• 22/3/2009: “Jugamos para la gente, que viene a disfrutar, y no les
podemos fallar”
• 8/4/2009: “La gente tiene la suerte de vernos”
• 11/4/2009: “No me da igual lo que hagan los rivales. Prefiero un resul-
tado que nos favorezca”
• 11/4/2009: “Incide en poco el hecho de que yo no esté en el banquillo”
• 17/4/2009: “El siguiente partido siempre es el más importante”
• 18/4/2009: “Cuando un equipo de nuestro nivel tiene voluntad es muy
difícil pararnos”
• 18/4/2009: “La gente que nos quiere puede estar orgullosa. Solo se

404 | Índice
nos puede reprochar falta de acierto”
• 21/4/2009: “Nosotros somos mejores si hay más gente en el Camp
Nou”
• 24/4/2009: “ Todos los días te tienes que ganar el prestigio”
• 25/4/2009: “En el fútbol no hay casualidades”
• 27/4/2009: “En situaciones forzadas hay que ir al límite y ser valientes”
• 1/5/2009: “La presión la quiero yo”
• 1/5/2009: “Estaré satisfecho si al final del partido he tenido la sensa-
ción de que hemos sido nosotros mismos, independientemente del
resultado final”
• 2/5/2009: “Messi, Xavi e Iniesta hacen buena cualquier idea que pue-
da tener”
• 16/5/2009: “No hay nada más prioritario que la Liga”
• 16/5/2009: “Las celebraciones improvisadas son las más bonitas”
• 17/5/2009: “El Madrid nos ha obligado a sacar los mejor de nosotros
mismos. Su 2ª vuelta es una lección para nosotros en el futuro”
• 26/5/2009: “Yo no tengo método, tengo buenos jugadores”
• 26/5/2009: “ Tengo mucho poder de seducción”
• 26/5/2009: “ Tendría que ser una obligación regar el campo antes de
cada partido”
• 28/5/2009: “No hay nada más arriesgado que no arriesgarse”
• 6/6/2009: “Soy un ladrón de ideas”

Año II

• 20/7/2009: “No hay razones futbolísticas ni extradeportivas para cam-


biar a Eto’o. Es una cuestión de sensaciones y tengo la sensación de
que será bueno para el Barça”
• 20/7/2009: “Que Puyol vaya quitándose de la cabeza la idea de irse.
Renovará y jugará donde le diga”
• 20/7/2009: “El único departamento del club que no puede detenerse
es la cantera”
• 20/7/2009: “Cuando digo el nombre de posibles refuerzos, buen gusto
tengo, son buenos que te cagas”
• 20/7/2009: “ Tener overbooking en posiciones importantes no es bue-
no”

405 | Índice
• 20/7/2009: “Quiero una plantilla con 16 o 17 jugadores de confianza,
pero no una muy larga porque me cuesta convivir con ellas”
• 20/7/2009: “Yo no estoy para cambiar a ningún jugador su personali-
dad o su carácter”
• 23/7/2009: “No hay que correr, hay que pensar”
• 24/7/2009: “Si necesito a los canteranos, responderán”
• 26/7/2009: “La mejor forma de conseguir la forma física es jugar par-
tidos, no entrenar”
• 30/7/2009: “Los jugadores se integran entrenando”
• 30/7/2009: “El talento es muy importante pero lo más importante es el
deseo de los jugadores”
• 2/8/2009: “Que en Los Ángeles vengan 93.000 personas a vernos es
una señal de que el club está vivo”
• 2/8/2009: “Después del triplete, ganar por un resultado corto es mejor”
• 3/8/2009: “Cuando Messi juega sin presión se aburre”
• 3/8/2009: “Para un jugador de la cantera vale más una semana de
entrenamiento con el primer equipo que un año de entrenamiento en
el filial”
• 7/8/2009: “Solo pido a mis jugadores lo que pueden hacer”
• 15/8/2009: “Hicimos la temporada perfecta pero no el partido perfecto”
• 16/8/2009: “Somos un equipo que genera ocasiones a través de la
paciencia”
• 18/8/2009: “Nunca traicionaré al club y el club tampoco a mí”
• 22/8/2009: “No hay títulos más importantes que otros”
• 22/8/2009: “Cuánto más le cueste a Ibrahimović adaptarse más me
tendrá a su lado”
• 22/8/2009: “Yo estoy aquí sobre todo para tomar decisiones, por eso
me pagan, por decidir, y la cago muchas veces, pero alguien debe
tomarlas y yo lo hago”
• 23/8/2009: “En las finales se debe ser más determinante”
• 23/8/2009: “Mi título más importante ha sido el ascenso con el filial”
• 23/8/2009: “Ibrahimović correrá porque los otros 10 lo hacen”
• 23/8/2009: “ Todos fallamos en los fichajes, yo el primero; y el secre-
tario técnico, también”
• 25/8/2009: “Quiero a Chygrynskyy como central porque saber qué ha-
cer con la pelota”

406 | Índice
• 27/8/2009: “Cuando los jugadores no tengan ganas yo tendré que
irme”
• 28/8/2009: “El estado del césped del Louis II de Monte Carlo es in-
aceptable y una vergüenza. Y me quejo porque hemos ganado; si
hubiéramos perdido no lo haría”
• 28/8/2009: “Messi es diferente, especial, único, irrepetible. Con dife-
rencia es lo mejor que he visto y veré en mi vida”
• 28/8/2009: “Yo no creo a los canteranos, se crean ellos solos. En todo
caso hay que felicitar a la gente que los descubre y que los hace cre-
cer porque yo solo recojo los frutos”
• 30/8/2009: “Si nos ganan será por nuestra culpa”
• 31/8/2009: “El esfuerzo es lo único que no podemos dejar”
• 31/8/2009: “Si ganamos un título (de los importantes) ya será un buen
año”
• 12/9/2009: “La línea defensiva es la más importante para mí”
• 21/9/2009: “ Tenemos margen de mejora, eso es muy buena señal”
• 21/9”2009: “A lo mejor soy irónico, crecido y medo colonia”
• 25/9/2009: “Quiero que en todos los partidos vayamos a toda castaña.
Sin dejarnos nada para el siguiente encuentro”
• 26/9/2009: “El espíritu del equipo nos da las victorias”
• 3/10/2009: “Cuando te defienden en individual es más fácil atacar por-
que los espacios se crean allí donde tú quieres”
• 16/10/2009: “Siempre quiero enfrentarme a los mejores y en las me-
jores condiciones”
• 16/10/2009: “Mi obligación es sacar el máximo rendimiento de mis
jugadores”
• 19/10/2009: “No perderé la fe en este equipo por muchos partidos
malos que hagamos”
• 20/10/2009: “No creo en las derrotas positivas”
• 24/10/2009: “Si controlas el balón controlarás el partido”
• 25/10/2009: “Los medios de comunicación están para juzgarnos, pero
nosotros no debemos juzgar a los medios de comunicación”
• 27/10/2009: “Aquí no se tira nada”
• 28/10/2009: “Cuando hay ganas de hacer las cosas siempre salen
bien”
• 30/10/2009: “No somos tan presuntuosos como para pensar que si un

407 | Índice
rival va mal es por culpa nuestra”
• 6/11/2009: “Espero, como ciudadano, que algún día nos expliquen los
que mandan por qué hemos llegado a esta situación de crisis econó-
mica. Eso estaría bien”
• 6/11/2009: “ Tengo una fe indestructible en mis jugadores”
• 9/11/2009: “He aprendido que entrenamos poco. Cada 3 o 4 días te-
nemos partido”
• 9/11/2009: “No puedo conseguir de mi equipo que siempre juegue
bien”
• 10/11/2009: “Partido que se juega, partido que se plantea al máximo
nivel”
• 20/11/2009: “En situaciones puntuales no estaría mal usar el vídeo
en el fútbol para decidir. Se perderían pocos segundos y se evitarían
situaciones innecesarias”
• 1/12/2009: “No me gusta que el enfado por no jugar lo hagan público”
• 2/12/2009: “La cabeza es la que lo manda todo”
• 9/12/2009:“Somos un país con lengua propia y cuando salimos los
que la hablamos la usamos”
• 16/12/2009: “ Todos los contrarios son buenos y pueden ganarnos”
• 18/12/2009: “El futuro es negro porque superar esto es imposible”
• 19/12/2009: “Si perdéis seréis muy buenos, pero si ganáis seréis eter-
nos”
• 19/12/2009: “ Tengo una plantilla formada por hombres que juegan
porque les gusta”
• 19/12/2009: “Solo por el hecho de llevar UNICEF en la camiseta so-
mos un club bonito; es un detalle que nos honra y enorgullece; y es
que somos los únicos que en vez de recibir dinero, pagamos”
• 19/12/2009: “Lo que nos mantendrá en la elite es el trabajo porque el
talento ya está”
• 1/1/2010: “No hay que trabajar igual, hay que trabajar más; no hay que
trabajar igual hay que trabajar mejor”
• 1/1/2010: “El objetivo no es hacer lo mismo, es hacer más”
• 1/1/2010: “Seguiré aquí; mejor que aquí no hay un lugar para trabajar”
• 1/1/2010: “No me planteo ganar títulos sino jugar bien”
• 2/1/2010: “No queremos vivir de lo que hicimos”
• 4/1/2010: “Como tenemos el 60% de posesión el equipo rival hace

408 | Índice
más faltas que nosotros, a no ser que nos peguemos entre nosotros”
• 4/1/2010: “Los árbitros no han jugado al fútbol pero yo tampoco he
arbitrado nunca”
• 4/1/2010: “Los árbitros no existen”
• 4/1/2010: “El mundo no se acaba en el Barça y Guardiola”
• 13/1/2010: “Estoy demasiado orgulloso de mis jugadores”
• 20/1/2010: “No quiero estar aquí por lo que hemos hecho sino por lo
que vamos a hacer”
• 20/1/2010: “El entrenador del Barça tiene que estar con contratos cor-
tos”
• 20/1/2010: “A mí se me paga por trabajar, no por no hacerlo”
• 22/1/2010: “Es un placer poder trabajar con Laporta, me lo ha dado
absolutamente todo”
• 22/1/2010: “El Barça me ha dado más a mí que yo a él, nunca podré
devolver a la institución todo lo que me ha dado”
• 30/1/2010: “Quiero que Ibrahimović esté obsesionado con el gol”
• 5/2/2010: “Los que van a recoger setas por el campo, como Xavi, o
caracoles, no son malas personas”
• 5/2/2010: “La presión mediática de la prensa madridista procuramos
aguantarla con el juego”
• 5/2/2010: “Sanciones como la de Togo tendría que plantearnos dejar
de jugar”
• 6/2/2010: “En este club nos comportamos muy pero que muy bien con
los árbitros. Aquí hablamos de fútbol”
• 6/2/2010: “Si nos pitan 3 penaltis en contra, tenemos que marcar 4
goles”
• 6/2/2010: “Los periodistas se ponen camisetas de equipos y eso es
malo para el fútbol”
• 19/2/2010: “No puede haber más lesiones”
• 19/2/2010: “Los entrenadores que más me han marcado en mi carrera
son Cruyff, Rexach y Lillo”
• 23/2/2010: “Cuando jugamos bien somos agresivos”
• 26/2/2010: “Cuando las cosas van mal nunca grito a los jugadores, lo
hago cuando ganamos 4-0”
• 13/3/2010: “Recurro porque mienten en el acta”
• 13/3/2010: “La Liga es el verdadero termómetro, el verdadero mérito”

409 | Índice
• 13/3/2010: “Focalizarnos en la Liga nos dará la estabilidad suficiente
para luchar en Europa”
• 13/3/2010: “Mientras yo sea entrenador del Barça, Chygrynskyy es-
tará aquí”
• 16/3/2010: “Los jugadores buenos cuanto más intervengan, mejor”
• 17/3/2010: “Messi tiene mucha incidencia en el equipo porque es el
mejor”
• 20/3/2010: “Los jugadores tienen la obligación de controlar a sus re-
presentantes”
• 213/2010: “Si no fuera por Messi estaría entrenando en 2ª”
• 24/3/2010: “Cuando el equipo no está al altura el público está a su
lado”
• 24/3/2010: “Ante las dificultades siempre aparece, eso es lo que me
enamora de Leo Messi”
• 26/3/2010: “Gano títulos porque estoy en un equipo rico que firma
jugadores muy buenos”
• 31/3/2010: “Quien no ataque aquí no juega”
• 3/4/2010: “Cada vez estoy más orgulloso de este club”
• 9/4/2010: “Quiero que la valentía nos caracterice mientras yo sea el
entrenador”
• 9/4/2010: “Me importa la imagen que damos”
• 10/4/2010: “Nuestro secreto es mucho trabajo, muchas horas y juga-
dores muy buenos”
• 10/4/2010: “Cuando mis jugadores no corren les denuncio, y como no
les gusta corren más”
• 14/4/2010: “El deseo te lleva donde quieras”
• 16/4/2010: “La Liga no te la quita otro equipo, la perderíamos noso-
tros”
• 20/4/2010: “Es un milagro que hagamos más faltas que el equipo rival”
• 23/4/2010: “Leo los libros que hablan de mí para descubrirme y co-
nocerme porque hay cosas que he leído que ni yo mismo sabía que
hacía”
• 23/4/2010: “No hay nada como ser entrenador del Barça”
• 24/4/2010: “Cuando dejemos de valorar la victoria empezaremos a
perder”
• 27/4/2010: “La gente no nos tiene que agradecer nada, en todo caso,

410 | Índice
nosotros a ellos”
• 30/4/2010: “Messi es tan bueno que es imposible que juegue mal”
• 30/4/2010: “No somos tan presuntuosos como para pensar que la úni-
ca manera de jugar bien al fútbol es la nuestra”
• 4/5/2010: “Si perdemos la Liga aun querré más y admiraré más a mis
jugadores”
• 15/5/2010: “Clemente no es defensivo, es muy directo, el paso por el
medio campo no le entusiasma”
• 15/5/2010: “Soy un hombre con sorpresas”

Año III

• 2/7/2010: “Mi palabra está por encima de cualquier firma”


• 2/7/2010: “Desde que inicié mi carrera de entrenador entendí que nun-
ca volvería a tener vacaciones”
• 4/7/2010: “No hay excusas, no las busques; sé tú mismo”
• 4/7/2010: “Nosotros no formamos atletas sino futbolistas porque nos
gusta tener el balón, que es una extensión de nosotros”
• 19/7/2010: “ Trabajo mejor con contratos cortos”
• 19/7/2010: “Si me siento bien y me siento con fuerzas seguiré más
años”
• 19/7/2010: “Debemos volver a pensar que somos pequeñitos para vol-
ver a ser grandes”
• 19/7/2010: “Al Madrid no podemos ganarle a ceros, pero sí en entu-
siasmo y atacando más que nunca”
• 19/7/2010: “Soy un hombre de club aunque no lo parezca”
• 19/7/2010: “Yo no decido todo, decido solo lo que me toca”
• 19/7/2010: “La estabilidad jamás la da el entrenador, la estabilidad la
da la institución, el club y, sobre todo, los dirigentes”
• 19/7/2010: “Si un día veo que no puedo sacar más de mis jugadores,
me marcharé”
• 19/7/2010: “No soy muy fan de los jugadores polivalentes”
• 13/8/2010: “Las decisiones las tomo si creo o no creo”
• 13/8/2010: “No hago un buen servicio al club si digo que me gusta
éste o el otro”
• 13/8/2010: “Siempre es bueno que yo decida sobre los fichajes, para

411 | Índice
que haya una cabeza visible; la directiva ejecuta mis ideas. Eso sí: si
no se puede pagar un fichaje no se paga y se busca otro, ahí no me
meto”
• 20/8/2010: “Necesito tiempo para hacer de adivino”
• 21/8/2010: “El esfuerzo y la implicación del grupo es nuestra gran
fuerza”
• 22/8/2010: “Jugar al espacio es muy difícil entrenarlo, es un talento
que se tiene o no se tiene”
• 24/8/2010: “Los jugadores no hacen bueno al Barça, el Barça hace
buenos a los jugadores, a mí e incluso a los periodistas”
• 24/8/2010: “Sigo porque creo que podemos hacer las cosas mejor”
• 24/8/2010: “El día que vea que ya no puedo tirar de los jugadores me
voy”
• 25/8/2010: “La persona va siempre delante que el jugador”
• 28/8/2010: “Es muy bueno que los jugadores tengan la percepción de
que alguien les manda”
• 28/8/2010: “Del club me molestan pocas cosas”
• 28/8/2010: “La llegada de José Mourinho a la Liga española me hará
mejor entrenador”
• 29/8/2010: “Somos un ejemplo para la sociedad y es un orgullo para
nosotros”
• 29/8/2010: “Yo no pongo los precios”
• 10/9/2010: “Con continuidad y confianza todos los jugadores son vá-
lidos”
• 10/9/2010: “La gente no tiene que ser como yo”
• 10/9/2010: “Yo tengo que intentar entender a los jugadores más que
ellos a mí”
• 13/9/2010: “Aunque hagamos la peor temporada de nuestra historia
es imposible que dude de mis jugadores”
• 13/9/2010: “Si falla una pieza el equipo se convierte en frágil”
• 13/9/2010: “Mi manera de entender el fútbol no es la mejor”
• 14/9/2010: “Introducir los árbitros de área me parece una decisión
muy acertada”
• 16/9/2010: “Para lo único que sirve la victoria es para dormir bien”
• 16/9/2010: “Cuando haces algo nunca debes creer que debes hacer-
lo, debes sentir que debes hacerlo”

412 | Índice
• 16/9/2010: “La gracia de ser entrenador es la intuición”
• 16/9/2010: “El jugador más talentoso es el más fatigado porque crear
cuesta mucho y cansa mucho”
• 16/9/2010: “Se suele entrenar en periodos de 5 años porque pasado
ese tiempo ni los jugadores me van a aguantar a mí, ni yo a ellos”
• 20/9/2010: “Con Messi, por la vía civil o por la vía criminal, se da mal
ejemplo”
• 22/9/2010: “Si defendemos bien es porque atacamos bien, y si ata-
camos bien, con orden, es que defendemos bien; si no, el equipo se
parte”
• 25/9/2010: “Los puntos y los campeonatos nos los da el juego”
• 2/10/2010: “Prefiero que los equipos no me ataquen, me da más mie-
do cuando me atacan”
• 2/10/2010: “Cuando tenemos el balón en campo contrario lo veo mejor
y lo vivo mejor”
• 15/10/2010: “Es bueno que nuestros rivales siempre nos quieran ga-
nar”
• 15/10/2010: “Mientras yo siga aquí intentaré que este equipo no pase
de moda”
• 19/10/2010: “Yo no me represento a mí mismo, sino a una institución”
• 20/10/2010: “Los periodistas juzgáis a los árbitros, yo no porque me
sancionan”
• 20/10/2010: “Nunca será preocupante que Villa no marque”
• 22/10/2010: “Si piensan que los catalanes somos extranjeros es que
no han entendido nada”
• 25/10/2010: “¿Un marrón jugar la Copa con el Barça? No jodas”
• 6/11/2010: “La mala suerte, para mí, no existe”
• 6/11/2010: “Intentamos montar las pretemporadas para que cada par-
tido estemos al 100%, incluido el primero; no sirve de nada prepararse
para dentro de 2 meses”
• 15/11/2010: “Me fío más de mi instinto que de la lógica”
• 15/11/2010: “A veces me quedo más satisfecho perdiendo que ganan-
do”
• 15/11/2010: “No echo la bronca al equipo en el descanso, sobre todo
si vamos perdiendo”
• 15/11/2010: “Lo mejor de mi trabajo es preparar el partido porque
cuando empieza ya no disfruto tanto”

413 | Índice
• 15/11/2010: “Es una mentira como un piano que trate a todos los ju-
gadores por igual”
• 15/11/2010: “Cuando dudas de un jugador no lo sacas del equipo, se
saca él solo”
• 15/11/2010: “Nunca criticaré en público a un jugador porque de hacer-
lo le habré fallado y, por tanto, le habré perdido, y eso sería cubrirme
las espaldas por miedo”
• 15/11/2010: “Mi mayor satisfacción no han sido los títulos sino el reco-
nocimiento a nuestra manera de trabajar”
• 3/12/2010: “La suerte para el Barça es que el modelo está instaurado
y lo que hay que hacer es luchar para mantenerlo”
• 3/12/2010: “Cuando un partido acaba pertenece a la gente”
• 6/12/2010: “No me siento solo, me siento muy protegido”
• 11/12/2010: “Cuando los jugadores están en casa ni les controlo ni
tengo interés en hacerlo”
• 18/12/2010: “Cuando se para por vacaciones tienen que ser largas”
• 20/12/2010: “Las grandes actuaciones las tienen los grandes onces,
pero los títulos los ganan, sobre todo, los suplentes”
• 20/12/2010: “Lo más fácil es cambiar a peor”
• 11/1/2011: “Messi no roba, nos da”
• 15/1/2011: “A los jugadores les corresponde hacerme la pelota”
• 16/1/2011: “No jugamos al tiki-taka, jugamos al ataque”
• 16/1/2011: “Bojan no tiene que salir a hacer lo que le diga su entrena-
dor, tiene que jugar su fútbol”
• 18/1/2011: “ Todos mis jugadores tienen permiso para llegar al área
rival pero ninguno para estar”
• 21/1/2011: “En los entrenamientos no es necesario ganarse el puesto,
porque si el jugador está en nuestra plantilla es por algo”
• 21/1/2011: “Cuando se pierde, la mejor manera de arreglarlo es ha-
blarlo”
• 21/1/2011: “Existe la tendencia de personalizar las derrotas pero el
responsable es el equipo”
• 25/1/2011: “De los periodistas no me canso porque sin ellos no puedo
vivir, pero tengo la sensación de que ellos sí están cansados de mí”
• 28/1/2011: “La imagen de este equipo es Seydou Keita”
• 28/1/2011: “Cuando en un equipo los suplentes aceptan con normali-

414 | Índice
dad su rol, el equipo llega lejos”
• 28/1/2011: “Una derrota no es una espina clavada porque forma parte
del juego”
• 5/2/2011: “No seríamos lo que somos sin Messi”
• 5/2/2011: “Cuando no haces gol hay que mirar a la defensa y cuando
no te marcan gol hay que mirar a la delantera”
• 11/2/2011: “Si pudiera renovar de medio año en medio año lo haría”
• 20/2/2011: “Cuando has ganado mucho volver a hacerlo cuesta más”
• 7/3/2011: “El Barça liquida a todos y yo no soy una excepción”
• 8/3/2011: “La única manera de crecer es mirarse uno mismo para ver
qué se puede hacer mejor”
• 1/4/2011: “Lo que marca la diferencia es el deseo de ser campeón”
• 1/4/2011: “No queda bien que un equipo grande se queje”
• 2/4/2011: “En un equipo grande es muy triste quejarse por las ausen-
cias”
• 8/4/2011: “No hay ninguna duda de que la Liga es la competición más
importante del año”
• 15/4/2011: “El contraataque es una virtud muy difícil de contrarrestar
si no atacas mejor que nunca”
• 19/4/2011: “Cuanto más importante es el partido más ganas tengo de
atacar y de jugar bien”
• 22/4/2011: “Los jugadores reaccionarán bien a la derrota porque es su
trabajo y su responsabilidad”
• 22/4/2011: “Los jugadores que estén tristes, que corran más”
• 26/4/2011: “En el Barça hacemos muchas cosas mal pero siempre
intentamos jugar al fútbol”
• 26/4/2011: “Defendemos un estilo y una manera de jugar. No lo hace-
mos para sacar pecho ni como bandera de nada”
• 26/4/2011: “Mañana nos enfrentamos en el campo a las 20,45. Fuera
del campo ya me ha ganado. Le regalo su Champions particular fuera
del campo: que la disfrute y se la lleve a casa”
• 26/4/2011: “En esta sala él es el puto jefe, el puto amo, y no quiero
competir en ningún
• instante. Solo le recuerdo que hemos estado juntos cuatro años. Me
conoce y le conozco”
• 26/4/2011: “Dentro del campo intento aprender mucho cuando juego

415 | Índice
contra él o cuando le veo por la televisión. Fuera del campo intento
aprender poco de él”
• 3/5/2011: “No hay equipo más humilde y trabajador que éste”
• 13/5/2011: “Estos jugadores son irrepetibles, les admiro”
• 14/5/2011: “No hay acto más honesto que competir siempre”
• 14/5/2011: “Messi es un genio y los genios son imposibles de descri-
bir”
• 15/5/2011: “Con estos jugadores se lleva mejor envejecer”
• 15/5/2011: “Soy muy afortunado en amar esta profesión y hacerla con
esta gente”
• 15/5/2011: “Envejecería mucho más sin estos jugadores”
• 15/5/2011: “Sin estos jugadores ya no estaría aquí”
• 20/5/2011: “Quiero que mis jugadores sientan que puede ser su última
final de Copa de Europa”
• 21/5/2011: “No estamos aquí para poner nota, estamos aquí para ha-
cer un deporte y en eso los jugadores han sido impecables”
• 21/5/2011: “El objetivo de una final es ser tú”
• 11/6/2011: “El Barça habría ganado lo mismo con otro entrenador pero
yo no habría ganado lo mismo sin estos jugadores

Año IV

• 19/7/2011: “No me gustaría que un jugador mío se negase a entrenar”


• 19/7/2011: “El centro del campo es nuestra esencia y aquí nunca so-
bran los jugadores”
• 23/7/2011: “ Todo lo que hace el club me parece bien”
• 23/7/2011: “Cuando estás en el Barça eres un privilegiado y debes
quejarte poco”
• 16/8/2011: “Fàbregas tiene que jugar como sabe y coger los concep-
tos, más defensivos que ofensivos”
• 16/8/2011: “Alexis Sánchez tiene esa humildad de no esperar nada,
de no llegar como un gran fichaje, como el mejor de la liga italiana.; de
no esperar que le den una mano, sino darla él”
• 22/8/2011: “Ganar cuesta mucho y volver a hacerlo mucho más; pero
prometo trabajo y de eso me encargo yo”
• 25/8/2011: ““A medida que ganas más, es más difícil volver a ganar.
Quizá no volvemos a una final”

416 | Índice
• 25/8/2011: “Siempre he tenido plantillas escandalosas. Esta todavía
tiene que demostrarlo”
• 25/8/2011: “En parte debemos disfrutar de las finales y en parte las
tenemos que sufrir”
• 26/8/2011: “Un equipo cuesta mucho hacer y tarda un instante en caer”
• 29/8/2011: “La pretemporada se cierra en el primer parón por selec-
ciones, a la vuelta es cuando comienza la temporada de verdad”
• 29/8/2011: “Intentamos que Víctor Valdés nos ayude en la circulación
de pelota”
• 29/8/2011: “Siempre lo decimos: si nos aprietan delante y estamos
en un costado, utilizamos al portero y salimos por el otro costado; y
si nos vuelven a apretar volvemos a utilizar al portero y volvemos al
otro costado”
• 29/8/2011: “En este club el fútbol lo hacen los centrocampistas y como
tenemos muchos y muy buenos nos garantiza cierto control del par-
tido”
• 29/8/2011: “Este deporte es de los futbolistas”
• 29/8/2011: “No podemos entender que alguien no corra y no podemos
entender que alguien no sepa pasar el balón al compañero”
• 29/8/2011: “A Mascherano y Keita no me los toquéis porque son mis
niñitas; son dos soles de jugadores; son dos jugadores impagables,
dan sentido a la profesión de entrenador”
• 8/9/2011: “Si el elogio debilita estoy fundido”
• 8/9/2011: “Me gusta mi trabajo, tengo pasión por mi trabajo, lo adoro”
• 8/9/2011: “Soy entrenador por un instante: cuando te das cuenta de
que vas a ganar”
• 8/9/2011: “Yo no soy ejemplo de nada, solo hago mi trabajo lo mejor
posible”
• 9/9/2011: “Estoy orgulloso de ser contemporáneo de mis jugadores”
• 16/9/2011: “Probablemente no ganaremos ningún título este año”
• 23/9/2011: “La defensa de 3 es para atacar mejor”
• 27/9/2011: “Las Juntas de Laporta y Rosell se parecen más de lo que
ellos piensan; a veces pienso que son la misma cara de la misma
moneda”
• 27/9/2011: “Yo reivindico un mundo donde la gente se pueda equivo-
car”
• 2/10/2011: “ Tengo mis defectos, muchos; he perdido mucho en mi

417 | Índice
carrera profesional”
• 18/10/2011: “El placer de haber producido satisfacción al equipo de mi
casa, a mi gente, no es comparable con la sensación que pueda tener
en ningún sitio”
• 18/10/2011: “De lo que se trata es de buscar estímulos para seguir
estando en el Barça”
• 19/10/2011: “Imagínate el nivel que ha conseguido Messi que es noti-
cia cuando no marca”
• 21/10/2011: “ Tiene que haber silencio en torno al fútbol formativo y
que los chicos se dediquen a entrenar”
• 28/10/2011: “Cuando alguien habla y luego sale en los medios de co-
municación siempre es responsabilidad nuestra, pero cuando es men-
tira es responsabilidad vuestra”
• 28/10/2011: “Si los jugadores se enfadan porque les cambio tendrán
dos trabajos: enfadarse y desenfadarse. El que decide soy yo”
• 5/11/2011: “Me gustaría tener la capacidad de Alex Ferguson de refun-
dar equipos y seguir siento tan y tan competitivo”
• 29/11/2011: “No hay entrenadores buenos o malos; hay entrenadores
valientes o no valientes”
• 3/12/2011: “El futuro en el fútbol no existe”
• 3/12/2011: “No todos los jugadores entienden que no participando
puedes hacer mejores a los demás; Isaac Cuenca sí lo entiende”
• 3/12/2011: “No permitiré a mis jugadores que se dejen ir, y si se dejan
ir jugarán otros, y si estos otros se dejan ir jugarán los del filial; es lo
único que no permitiré”
• 10/12/2011: “I have the ball, I pass the ball; I have the ball, I pass the
ball. We have the ball, we pass the ball”
• 21/12/2011: “Que la gente esté tranquila con mi renovación, que sé lo
que me hago, cuándo lo tengo que hacer y cómo debo hacerlo”
• 21/12/2011: “Ganar títulos o no, no tiene nada que ver con la decisión
de renovar”
• 29/12/2011: “Cuando más quieres atacar, más disciplina defensiva
necesitas”
• 11/1/2012: “Me va bien decir en alto que nunca me quejo de los árbi-
tros porque así me obliga en el futuro a no quejarme, porque enton-
ces, si me quejo, quedaré como uno que se queja solo si le conviene”
• 11/1/2012: “Si me molestara todo lo que se dice no sería entrenador
del Barça”

418 | Índice
• 11/1/2012: “Cuando ganamos es porque hemos sido mejores y cuan-
do perdamos felicitaremos al contrario”
• 11/1/2012: “Mis excepciones son normas escritas de comportamien-
tos escondidos”
• 12/1/2012: “Cuantos menos seamos, más apretaremos para salir ade-
lante”
• 17/1/2012: “El crédito en el deporte no existe, no hay, tienes que vol-
vértelo a ganar cada partido”
• 24/1/2012: “Si vuelve a pasar lo de Figo, estaría más dolido que con
una posible eliminación”
• 31/1/2012: “Desde que soy entrenador del Barça intento que los árbi-
tros no existan”
• 31/1/2012: “El criterio y el recuerdo llegará cuando no estemos”
• 31/1/2012: “Me pongo a prueba cada día y me he de ganar el derecho
a renovar”
• 31/1/2012: “La renovación es una cuestión puramente mía, ni de los
jugadores, ni de la directiva; me conozco, sé como estoy, intuyo como
estaré en el futuro y tengo que estar convencido”
• 31/1/2012: “Estoy aquí para trabajar, cuando las cosas van mal es
cuando más trabajo”
• 31/1/2012: “Intento transmitir a los jugadores que son los mejores que
han existido nunca y existirán nunca, que no habrá nunca un equipo
tan bueno como éste”
• 31/1/2012: “Seré fiel a mis jugadores hasta el final”
• 31/1/2012: “Dudando de los árbitros estamos haciendo un daño terri-
ble al fútbol; todo es sospecha”
• 31/1/2012: “Hemos sido un equipo muy lúdico, muy alegre en el juego;
es imposible que podamos jugar bien sin alegría”
• 31/1/2012: “Contra los altavoces que hay perderemos siempre; hay
que hablar del juego, de fútbol”
• 31/1/2012: “La creencia en este equipo y en su forma de jugar se verá
en la derrota continuada”
• 31/1/2012: “Lo bonito del deporte es aceptar que otro ha sido mejor
que tú, lo que hará superarte la próxima vez”
• 31/1/2012: “Si un club es firme en sus convicciones siempre tira hacia
delante, siempre se levanta, se rebelará en la derrota”
• 31/1/2012: “Estoy enamorado de Thiago Alcántara en todos los senti-

419 | Índice
dos, es un animal competitivo”
• 31/1/2012: “Cuando hablo bien de los equipos es porque lo siento,
porque los respeto; solo pido que nos respeten a nosotros. Este equi-
po ha dado mucho a este juego y esto perdurará siempre, estos chi-
cos estarán en la memoria de nuestra gente”
• 31/1/2012: “Hemos de intentar alargar lo que hemos hecho, es un reto
que me pongo a mí mismo, es un reto fascinante que da sentido a mi
profesión y si no lo consigo es porque no habré sido capaz. Tengo que
encontrar la manera para que estos chicos sientan que tienen que
alargarlo”
• 31/1/2012: “ Tirando de la cantera creo que estoy haciendo un buen
servicio al club, porque estamos dando un activo al club irremplaza-
ble”
• 31/1/2012: “En el deporte nunca se toca fondo, siempre se puede ir
más abajo; igual que por arriba no hay límite, por abajo tampoco”
• 3/2/2012: “Nos gusta trabajar con los jóvenes porque no piden nada
y lo dan todo”
• 3/2/2012: “No hay verdades absolutas ni en el fútbol ni en la vida”
• 4/2/2012: “La preparación física es llegar a tope al primer partido, y al
segundo mejor, y al tercero mejor”
• 8/2/2012: “Messi se adorna cero. Es el jugador más práctico del mun-
do. Sin él esto no sería posible, él nos da el salto de calidad”
• 8/2/2012: “Eso de que las finales se tienen que ganar no es así. Las
finales hay que jugarlas, y jugarlas bien, para ganarlas”
• 13/2/2012: “Al azar se le gana jugando mejor”
• 13/2/2012: “Lo importante es competir bien”
• 26/2/2012: “La Liga no la ganaremos”
• 6/3/2012: “Los jugadores que renuncian a su selección no me agra-
dan”
• 6/3/2012: “El único camino que nos queda es jugar mejor”
• 19/3/2012: “Messi es comparable a Michael Jordan. Jordan dominaba
su deporte y Messi domina su deporte”
• 23/3/2012: “No quiero que me den lecciones pero no soy quién para
dar lecciones a nadie”
• 9/4/2012: “Los jugadores tienen que sonreír poco y correr más”
• 22/4/2012: “Los jugadores lo han dado todo y ante eso saben que me
tienen”

420 | Índice
• 23/4/2012: “La única libertad que tengo es elegir a los jugadores”
• 23/4/2012: “Firmo jugar mal y ganar pero nosotros tenemos que jugar
bien para ganar”
• 23/4/2012: “La idea de juego no se toca, la idea de juego no se cam-
bia”
• 27/4/2012: “El tiempo lo desgasta todo y yo me he desgastado. Me he
vaciado y necesito llenarme”
• 27/4/2012: “ Tengo la percepción de que tanto los jugadores como yo
nos hubiésemos hecho daño”
• 27/4/2012: “No puedo transmitir a jugadores tan selectos y exigentes
algo que yo no siento”
• 27/4/2012: “Keita ha sido mi barómetro moral y ético durante este
tiempo”
• 27/4/2012: “Me voy muy feliz”
• 2/5/2012: “Necesito necesitar el fútbol y como no es el caso ésta es la
razón por la que me marcho”
• 4/5/2012: “Se ha intentado hacer ver que soy como no soy. Que me
dejen ser como soy”
• 5/5/2012: “Os echaré de menos; el que más pierde con mi marcha
soy yo”
• 5/5/2012: “A mí no me perderéis nunca”
• 24/5/2012: “Los títulos no te dan la sabiduría ni el prestigio”
• 25/5/2012: “Si estoy cansado para estar en el Barça, estoy cansado
para estar en otro sitio”
• 25/5/2012: “Me voy con la sensación de dejar cosas buenas al club y
los que vengan seguirán el camino hecho”
• 25/5/2012” De Messi he aprendido a ser más competitivo de lo que
llegué. Me lo enseñó él”
• 25/5/2012: “Ha sido un privilegio para mí entrenar al mejor jugador
que he visto nunca y que probablemente veré”
• 25/5/2012: “El proceso de cómo hemos jugado no empieza conmigo
ni acaba conmigo, yo he sido continuador de este proceso. No hemos
inventado nada”
• 25/5/2012: “El juego en el primer año era todo fuegos de artificio, era
todo energía, nos comíamos todas las situaciones y este último año
ha sido todo más analítico”
• 25/5/2012: “En el último año hemos sido mejores que en los años

421 | Índice
precedentes y con el tiempo, estoy convencido, de que el próximo año
todavía seremos mejores”

422 | Índice
LOS NÚMEROS DE GUARDIOLA

14 títulos conseguidos de 19 disputados: Liga (3) Copa del Rey (2), Champions Lea-
gue (2), Supercopa de España (3), Supercopa de Europa (2), Mundial de Clubes (2)

TOTAL
Partidos: 247
Victorias: 179
Empates: 47
Derrotas: 21
Goles a favor: 636 (2,57 por partido)
Goles en contra: 178 (0,74 por partido)
% De victorias: 72,35%

LIGA
Títulos: 2008/09, 2009/10, 2010/11
Partidos: 152
Victorias: 116
Empates: 25
Derrotas: 11
Goles a favor: 412 (2,71 por partido)
Goles en contra: 108 (0,71 por partido)
% Victorias Liga 08-09: 71,1%
% Victorias Liga 09-10: 81,6%
% Victorias Liga 10-11: 78,9%
% Victorias Liga 11-12: 73,7%

423 | Índice
COPA DEL REY
Títulos: 2008/09, 2011/12
Partidos: 31
Victorias: 22
Empates: 6
Derrotas: 3
Goles a favor: 74 (2,38 por partido)
Goles en contra: 19 (0,61 por partido)

CHAMPIONS LEAGUE
Títulos: 2008/09, 2010/11
Partidos 52
Victorias: 31
Empates: 15
Derrotas: 6
Goles a favor: 121 (2,32 por partido)
Goles en contra: 43 (0,82 por partido)

Ha alcanzado como mínimo las semifinales en las cuatro ediciones que ha disputado,
así como dos finales, que ha ganado.

OTROS
Títulos Supercopa de España: 2009/10, 2010/11, 2011/12
Títulos Supercopa de Europa: 2009/10, 2011/12
Títulos Mundial de Clubes: 2009/10, 2011/12
Partidos: 12
Victorias: 10
Empates: 1
Derrotas: 1

424 | Índice
VARIOS

• Único entrenador que ha ganado 6 títulos en un mismo año (Copa del


Rey, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa,
Mundial de Clubes).
• Mejor entrenador de 2011 por la FIFA.
• Mejor entrenador de 2009 y 2011 según la Federación Internacional de
Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS).
• Mejor entrenador de la LFP 2009 y 2011.
• Real Orden al Mérito Deportivo 2010.
• Medalla de Oro del Parlament de Catalunya.
• Hizo debutar en el primer equipo a 22 jugadores de la cantera.
• En los 247 partidos como entrenador, su equipo tuvo siempre un porcen-
taje de pose- sión superior al del rival.

425 | Índice
EL LARGO VIAJE DE PEP
Los cuatro años mágicos del Barça de los prodigios

MARTÍ PERARNAU

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