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1.

Características especiales de las obligaciones mercantiles frente a las


civiles:
A. Principios filosóficos (verdad sabida y buena fe guardada)
Según el Código de Comercio en el artículo 669 se establece que las
obligaciones mercantiles se interpretan, ejecutan y cumplen de conformidad
con los principios de verdad sabida, y buena fe guardada, lo cual no significa
que dejen de tomarse en cuenta para obligaciones de otra naturaleza jurídica.
El poco formalismo con que se dan estos principios funcionan como parte de
su propia sustancia; de manera que los sujetos obligados conocen en verdad
sus derechos y obligaciones, vinculándose de buena fe en sus intenciones y
deseos de negociar para no darle una interpretación distinta a los contratos, ya
que de otra manera se desvanece la seguridad del tráfico comercial. El
cumplimiento de los deberes y el ejercicio de los derechos son rigurosos,
porque solo de esa manera puede conseguirse armonía en la intermediación
para la circulación de los bienes y la prestación de servicios.
B. La representación para contratar. En el derecho mercantil funciona lo que se
llama la representación aparente; o sea que una persona se manifiesta como
representante de otra, sin necesidad de ostentar un mandato, como seria
necesario en materia civil.
“Quien haya dado lugar, con actos positivos u omisiones graves a que
se crea, conforme a los usos del comercio, que alguna persona esta
facultada para actuar como representante, no podrá invocar la falta
de representación respecto a terceros de buena fe” (art. 670 del Co.Co.).
 C. Forma del Contrato Mercantil (Articulo 671 del Co.Co. formalidades de los
contratos). En el área civil las personas pueden contratar y obligarse por medio
de escritura pública, documento privado, acta levantada ante el alcalde del
lugar, por correspondencia y verbalmente. En materia mercantil la forma se
encuentra simplificada; los contratos de comercio no están sujetos, para su
validez, a formalidades especiales. Cualquiera que sea la forma y el idioma en
que se celebren, las partes quedan vinculadas en los términos que quisieron
obligarse. Cuando el contrato se celebre en Guatemala y sus efectos surtan
aquí, debe utilizarse el idioma español, en concordancia con las leyes
fundamentales de la Republica. Esta libertad en el uso de la forma tiene sus
excepciones, pues hay contratos en que, si se exige una solemnidad
determinada, tal es el caso del contrato de fideicomiso (771 Co. Co.) y el de
sociedad (16 Co. Co.), que deben celebrarse mediante escritura pública. Ahora
bien, un contrato formal es aquel que por disposición legal necesita alguna
característica específica, como el de seguro que necesita que se redacte una
póliza por escrito con requisitos establecidos en el articulo 887 del Co. Co.
Anteriormente, los artículos 270 y 272 del Código Procesal Civil y Mercantil,
establecían que toda controversia relativa a los contratos debía dirimirse
mediante juicio arbitral, si así se consignaba en escritura pública. En materia
mercantil era distinto: un contrato podía discutirse mediante arbitraje sin
necesidad de que la cláusula compromisoria constara en escritura pública, lo
que era una característica del contrato mercantil, según el artículo 671
del Co.Co. Actualmente, la Ley de Arbitraje ya no regula la necesidad de
escritura pública para civil ni mercantil.
D. Los contratos por adhesión. El contrato por adhesión ha sido criticado en la
doctrina por poner en desventaja al consumidor frente al que ofrece un bien o
un servicio, sin embargo, quienes lo defienden consideran que es el medio
adecuado para aquellas transacciones que se dan en grandes cantidades. Por
eso se ha considerado que esta modalidad de contrato es más susceptible de
darse en el área mercantil. Pero no es raro a las relaciones civiles, aun cuando
se le revista de procedimientos diferentes.
En el ámbito comercial esta forma de contratar es lo más común. Por eso es
por lo que el Código de Comercio establece reglas, para interpretar los
contratos por adhesión, con el objeto de proteger al contratante que recibe la
oferta de contrato. Estos contratos, llamados en forma más técnica Contratos
por Adhesión son producto de la negociación en masa; son elaborados en serie
y que por un proceso de tipificación contractual reduce al mínimo el esfuerzo
de las partes y la perdida de tiempo. Se puede lograr que estos contratos no
sean contrarios a los intereses de la masa consumidora si el Estado tuviera un
órgano que revisara previamente los formularios, minutas o pólizas, antes de
que se usaran con el público, como está previsto en el Código Civil para los
formularios de la empresa que presta servicios públicos; previsión que debió
ser para todo el contrato por Adhesión.

El Código de Comercio distingue dos situaciones con relación al contrato por


adhesión:

1. Contrato mediante formularios (Art. 672 Co.Co.): en los


contratos estandarizados mediante formularios, su interpretación se rige
mediante las siguientes reglas:
a. Se interpretan, en caso de duda, en sentido menos favorable
de quien preparo el formulario.

b. Cualquier renuncia de derechos tiene validez si en la redacción


del documento aparece en caracteres más grandes o diferentes al
resto del documento.

c. Las Cláusulas adicionales prevalecen sobre las del formulario,


aun cuando estás no hayan sido dejadas sin efecto.

2. Contrato mediante pólizas (Art. 673): hay contratos que se


celebran mediante pólizas (el seguro), mediante facturas (una
compraventa), mediante órdenes o pedidos (el suministro). En estos
contratos puede suceder que los términos en que se contrató difieran de
lo que dice el documento. Para ello se puede pedir una rectificación
dentro de quince días siguientes a aquel en que se recibe el documento;
de lo contrario, se consideran aceptadas las condiciones consignadas.
Asimismo, si la persona contra quien se reclama no contesta dentro de
quince días, se considera aceptada la rectificación. En estos dos casos
debe tenerse el silencio como tácita manifestación de voluntad. A estas
formas de contratar también se les aplica las reglas de interpretación
antes descritas.
E. Solidaridad de los deudores. La mancomunidad en las obligaciones
mercantiles es solidaria por disposición legal (674 Co.Co.) en contraposición
de la que se da en lo civil que debe serexpresa, no se presume (1353 C.C.).
Cuando una obligación tiene del lado pasivo o activo a varias personas, se le
llama Mancomunada. Esta mancomunidad puede ser simple o solidaria. En el
caso del deber, es simple cuando uno de los sujetos responde de una parte de
la obligación; y solidaria cuando cualquiera de ellos responde de la totalidad
frente al sujeto del derecho. Según el Código Civil, para que una obligación
mancomunada sea solidaria, es necesario que se pacte expresamente. Para el
mejor entendimiento se transcriben los artículos del Código Civil que regulan la
mancomunidad:
Articulo 1347. Hay mancomunidad cuando en la misma obligación son
varios los acreedores o varios deudores.
Articulo 1348. Por la simple mancomunidad no queda obligado cada
uno de los deudores a cumplir íntegramente la obligación, ni tiene
derecho cada uno de los acreedores para exigir el total cumplimiento
de la misma. En este caso, el crédito o la deuda se considerarán
divididos en tantas partes como acreedores o deudores haya, y cada
parte constituye una deuda o un crédito separados.
Articulo 1352. La obligación mancomunada es solidaria cuando varios
deudores están obligados a una misma cosa, de manera que todos o
cualquiera de ellos pueden ser constreñidos al cumplimiento total de
la obligación, y el pago hecho por un solo, libera a los demás; y es
solidaria con respecto a los acreedores cuando cualquiera de ellos
tiene el derecho de exigir la totalidad del crédito, y el pago hecho a
uno de ellos libera al deudor.
Articulo 1353. La solidaridad no se presume; debe ser expresa por
convenio de las partes o por la disposición de la ley.
Ahora bien, en lo mercantil, el artículo 674 establece lo siguiente:

“Solidaridad de deudores. En las obligaciones mercantiles los


codeudores serán solidarios, salvo pacto expreso en contrario. Todo
fiador de obligación mercantil, aunque no sea comerciante, será
solidario con el deudor principal y con los otros fiadores, salvo lo que
se estipule en el contrato”.
F. Exigibilidad de las obligaciones sin plazo (675 Co.Co.). Cuando se omite el
plazo de las obligaciones, estas son exigibles inmediatamente, a excepción de
que el plazo sea consecuencia del mismo contrato, en cuyo caso no opera la
exigibilidad inmediata. En las obligaciones civiles, en las cuales se debe recurrir
al juez competente para que lo fije. (1283 C.C.)
G. Mora mercantil (677 Co.Co.). En las obligaciones y contratos mercantiles, se
incurre en mora sin necesidad de requerimiento, desde el día siguiente a aquel
en que venzan o sean exigibles. En las obligaciones civiles, para incurrir en
mora, es necesaria la interpelación o sea el requerimiento en forma judicial o
por medio de un notario (1428-1430 C.C.), excepto las excepciones que
establece el Art. 1431 C.C.
La excepción a esta regla son los títulos de crédito y cuando hay pacto en el
contrato, el Código Civil establece que la mora del deudor genera daños y
perjuicios que deben ser pagados al acreedor; pero ellos deben ser
consecuencia inmediata y directa de la contravención, el Código Civil se orienta
a obligar que se pruebe fehacientemente que esos daños y perjuicios se han
causado o que necesariamente deban causarse, no siendo suficiente la simple
reclamación o pretensión, a menos que se trate de una cláusula indemnizatoria.

H. Obligación sobre cosa cierta. En lo mercantil sucede lo contrario hay un


mandato para el deudor moroso de pagar los daños y perjuicios, salvo pacto en
contrario, cuando la obligación tuviere por objeto una cosa cierta y determinada
o determinable por su género y cantidad, en defecto del pacto el interés legal
sobre el valor de la cosa, el cual será fijado por las partes en el contrato y a falta
de fijación el que tenga en plaza o donde se realizó el negocio al día del
vencimiento; el de su cotización en la bolsa si se trata de títulos de crédito; y si
no es ninguno de los supuestos anteriores será el que fijen expertos (artículo
688 Co. Co.); en esta estipulación se favorece privilegiadamente al acreedor, es
injusta porque no entra a considerar si los daños y perjuicios realmente los
provoco el incumplimiento del deudor; la ley los presume en deterioro de un
tradición jurídica que viene desde el Derecho Romano.
Cuando no se ha pactado, se debe pedir informe al Banco de Guatemala para
establecer cual será la tasa de interés promedio. (Articulo 1947 C.C.)

I. Omisión fiscal (680 Co. Co.). Los actos jurídicos, sobre todo los que se
refieren al tráfico patrimonial, están sujetos a cargas impositivas a favor del
Estado. El hecho de que los sujetos contratantes fueron omisos en la
tributación fiscal puede ocasionar que esos actos obedezcan de ineficacia. Sin
embargo, como el tráfico mercantil puede verse afectado en la buena fe
comercial, cuando los sujetos omiten tributar con respecto a sus contratos y
obligaciones, la ley establece que ello no produce la ineficiencia de los actos o
contratos mercantiles, como tampoco los libera de pagar los impuestos
omitidos. En estos casos, además de pagar la carga tributaria, se responderá
de las multas que se imponen corno consecuencia de disposiciones del
Derecho Tributario.
J. Libertad de contratación (es una característica tanto en civil como en
mercantil). El contrato ha sido considerado como la máxima contención de la
libertad jurídica, entendida ésta como el desiderátum (deseo que aun no se ha
cumplido) de las personas para hacer o no hacer lo que la ley permite. Ninguna
persona esta obligada a celebrar contrato. El artículo 681 del código de
Comercio establece que nadie se le puede obligar a contratar sino cuando
rehusarse a ello significa un acto ilícito o abuso de derecho. La ley pretende si
una persona habilita una empresa fabril (industrial, manufactura, agrícola) o de
intermediación para ofrecer al público bienes y servicios, ella tiene la libertad
jurídica para decir si contrata o no con una persona determinada.
El comerciante puede decidir que no contratara o negociara con sujetos de
determinada religión, raza o situación económica, pero esto se considera un
acto ilícito y un abuso de derecho. No se puede dar comercios únicos para
proveer un bien o un servicio (Monopolio articulo 130 de la Constitución Política
de la República de Guatemala) colocados en posición de privilegio. En este
caso el comerciante cometería un abuso de derecho si se negara a contratar,
porque como bien dice el dictamen del anteproyecto del Código de Comercio
“Si el consumidor no tiene la facultad de elegir proveedor, este tampoco debe
poder elegir su clientela”.

K. Derecho de Retención (682 al 688 Co.Co.). Es la facultad que se concede al


acreedor mercantil para retener bienes inmuebles o muebles de su deudor, que
se hallen en su poder; o de los que tuviere por medio de títulos representativos,
cuando al ser exigida la obligación el deudor no cumple, o bien hasta que el
deudor cumpla. La retención funciona como una garantía a favor del acreedor
que desea hacer efectiva la obligación.
Pero como los bienes retenidos siguen siendo propiedad del deudor, el
acreedor debe velar por su conservación; por eso la ley le asigna a este las
obligaciones de un depositario (articulo 1978 C.C.); guardar la cosa depositada
y abstenerse de hacer uso de ella; no registrar las cosas que se han entregado
embaladas o selladas; avisar de cualquier perdida o deterioro que pudiera sufrir
la cosa y de las medidas que deben tornarse para evitarlo; e indemnizar los
daños y perjuicios que por dolo o culpa sufriere el deudor con relación a la
cosa.

El derecho de retención opera bajo el régimen estipulado en los artículos 684 al


687 del Código de Comercio:

Cesa la retención si el deudor consigna la suma adeudada o la garantiza

La disposición que el deudor haga de los bienes retenidos no afecta la


retención;

Cuando los bienes retenidos son embargados, el acreedor que los posee tiene
derecho: a conservar los bienes con carácter de depositario judicial; a ser
pagado preferentemente, si el bien retenido estaba en su poder debido al
mismo contrato que origino su cuenta; y, a ser pagado con prelación al
embargante, si su relación de crédito es anterior a la de este;

El acreedor que retiene pagara costas judiciales, daños y perjuicios, si no


entabla la demanda dentro del término legal; o, si se declara improcedente su
demanda. La ley no es específica el término para entablar la demanda, al
menos que en cada contrato se pronuncie sobre este particular.

L. Limitación de la teoría de la imprevisión en los contratos mercantiles.  Esta


se refiere a que el contrato se cumple siempre y cuando las circunstancias o
cosas (rebus) se mantengan (stantibus) en las condiciones iniciales (sic). Al
respecto el artículo 1330 del Código Civil establece que cuando las condiciones
bajo las cuales fuere contraída la obligación cambiaren de manera notable, a
consecuencia de hechos extraordinarios imposibles de prever y de
evitar, haciendo su cumplimiento demasiado oneroso para el deudor, el
convenio podrá ser revisado mediante declaración judicial. El artículo 688 del
Código de Comercio establece que el deudor puede demandar la terminación
del contrato únicamente en los de tracto sucesivo y en los de ejecución diferida,
si sobrevienen hechos extraordinarios e imprevisibles que hagan oneroso el
cumplimiento de la presentación. Una terminación que se diera por esas
circunstancias no afectara las obligaciones ya cumplidas ni aquellas en las que
ya se ha incurrido en mora, o sea, que se trata únicamente de obligaciones
pendientes.
Se llama imprevisión contractual o teoría de la imprevisión a la relacionada con
extinción o modificación judicial de las obligaciones de
un contrato conmutativo de ejecución sucesiva o diferida, basada en el hecho
de haberse modificado sustancialmente las condiciones bajo las cuales se
contrajeron.

A consecuencia de las situaciones creadas por la 1era. Guerra mundial (1914-


1918) y cambios de monedas y por la bancarrota de los países vencidos,
aunado a las dificultades financieras de los propios países vencedores, se
desencadenan graves y profundos problemas en el comercio al intentar cumplir
o liquidar operaciones concertadas antes del conflicto bélico precisamente con
las monedas depreciadas. De ahí surge una vieja institución romana la cual
oportunamente fue utilizada en la convulsa (revolucionaria) edad media.
Sin embargo, dicha teoría despierta suspicacias y los más férreos
detractores(que no está de acuerdo con nada ni con nadie) por cuanto que la
misma implica una fuente generadora de inseguridad jurídica, ya que da origen
a la posible variación de la prestación (obligación de dar, hacer o no hacer)
soslayando (violando la norma o pasar por encima de) el principio de pacta
sunt servanda que implica que lo pactado es ley entre las partes de
obligatorio y reciproco cumplimiento, el cual es contemplado en nuestra
legislación civil en el articulo 1519 c.c.
La teoría de la imprevisión no puede invocarse en los casos de contratos
aleatorios como el seguro ni conmutativos como la compraventa, si la
onerosidad superviviente es un riesgo normal de ellos.

M. Nulidad de las obligaciones plurilaterales (Art. 689 Co.Co.). La nulidad que


afecte la obligación de una de las partes en un negocio plurilateral no anula la
totalidad del negocio jurídico sino únicamente con relación a la parte que
provocó la nulidad.
En materia de obligaciones y contratos mercantiles los hechos de nulidad
deben reducirse al máximo, en aras de la seguridad del tráfico comercial; sobre
todo por su rapidez y poco formalismo.

El negocio jurídico plurilateral es aquel en que los sujetos que intervienen no


tienen intereses ni estatus jurídicos contrapuestos, como el caso del contrato
de sociedad, la disposición de esta naturaleza no es propia del Derecho
Mercantil, porque también en el Código Civil esta previsto el contrato de
sociedad civil; pero, ante la ausencia de una norma precisa en ese cuerpo legal,
fue acertado incluirla en el Código de Comercio, por los contratos plurilaterales
que se dan a su amparo relacionados con la sociedad mercantil.

Con relación a la nulidad de obligaciones y contratos mercantiles, cuando se


trata de negocios jurídicos plurilaterales, el juez debe ser cauteloso para
declarar una nulidad de obligaciones mercantiles, basándose en los principios
de verdad sabida y buena fe guardada que deben regir la conducta de los
sujetos, ya que esa cautela le da confianza y seguridad al tráfico comercial

N. Calidad de las Mercaderías (articulo 690 Co.Co.). En un contrato cuando hay


obligación de entregar mercaderías, y no se estableció su especie o calidad, al
deudor solo puede exigírsele la entrega de la mercadería de especie o calidad
medias. La calidad de las mercaderías no constituye una especialidad de las
obligaciones mercantiles, el beneficiado con esta formula es el comerciante,
aunque no siempre.
O. Capitalización de intereses. Significa que cuando el deudor deja de pagar los
intereses, la cantidad que se adeude por ese concepto acrecenta el capital
(artículo 691 Co.Co.).
La capitalización de intereses era conocida también como negocio bancario,
también se extendió a todo tipo de obligación mercantil, siempre que así se
pacte en el contrato y que la tasa de interés no sobrepase la máxima que
cobran los bancos (1947 C.C.). Contrariamente, el artículo 1949 del C.C. prohíbe
la capitalización de intereses; permitiéndola únicamente en el negocio
bancario.

En la doctrina también le llaman anatocismo, “La palabra Anatocismo


etimológicamente se forma del prefijo griego “Aná” que significa reiterar, y
“Tokinós” que significa “dar en interés”. (Perrot, Abeledo. Diccionario jurídico).
“Se da el nombre de anatocismo al hecho de que los intereses ya vencidos se
incorporen al capital y produzcan, en consecuencia, a su vez, nuevos intereses”
(Arrubla Paucar, Jaime Alberto). El anatocismo es una forma de usura que ha
sido reconocida de forma legal.

P. Contratante definitivo. El artículo 692 del Código de Comercio trae una


particularidad del contrato mercantil; y que puede darse debido al poco
formalismo del tráfico comercial. Cuando se celebra un contrato se debe saber
con antelación quienes son las personas que lo van a contratar (1517 C.C.).
Pero, en el mundo del comercio puede suceder otra cosa: una persona contrata
con otra un determinado negocio, pero una de ellas lo hace como representante
aparente, reservándose la facultad de designar dentro de un plazo no superior a
tres días, quien será la persona que resultará corno contratante definitivo. Esta
designación para que surta efectos y vincule al designado, depende de que
efectivamente éste acepte el contrato en forma personal o por medio de
representante debidamente acreditado. Este caso se configura también en el
contrato de transporte de cosas, cuando la documentación permite sustituir al
consignatario.
Q. Vencimiento de las obligaciones de tracto sucesivo. Salvo pacto en
contrario, la falta de un pago da por vencido el plazo de la obligación y la hace
exigible (693 Co.Co.). Al contrario de las obligaciones civiles, que en los
artículos 1836 y 1940 C.C. establecen otros plazos.
En caso de que el contrato fuera de bienes inmuebles por abonos por falta de
pago de cuatro o más mensualidades consecutivas (art. 1836 del C.C.), en caso
de bienes muebles la ley civil no tiene ninguna previsión; y si no se trafican
como mercaderías se aplicaría por analogía la misma disposición del Código
Civil. En el contrato de arrendamiento también se da por rescindido cuando se
dejan de pagar por lo menos dos meses de renta (1906 C.C.).

2. Integración del Código de Comercio de Guatemala y Código Civil en materia


de obligaciones y contratos. Desde el artículo 1 del Código de Comercio, se
dice que cuando hay insuficiencia de la ley mercantil, se aplicara la civil,
observando siempre que, por la naturaleza del tráfico comercial, deberá
tomarse en cuenta los principios básicos para que, tanto las relaciones
objetivas que norman, como las leyes que la rigen, se adecuen perfectamente.
El articulo 694 del Código de Comercio establece que solo a falta de
disposiciones del Código de Comercio, se aplicaran a los negocios,
obligaciones y contratos mercantiles las disposiciones del Código Civil.
Todo lo normativo de las obligaciones y contratos es genérico y se encuentra
en el Código Civil, de manera que las preguntas sobre esa materia no las
responde el Código de Comercio, porque es innecesario tratar de crear
conceptos ya elaborados con precisión en la doctrina civil. Entonces, lo que el
Código de Comercio hace es establecer aquellos aspectos que singularizan a
las obligaciones y contratos que se dan en el campo comercial de manera que
operen como signos distintivos.

3. Clasificación o división de los contratos

1. Contratos Bilaterales y Unilaterales (artículo 1587


C.C.): contratos bilaterales son aquellos en los que ambas partes se
obligan de forma reciproca (compraventa mercantil); unilaterales en los
que la obligación recae únicamente en una de las personas contratantes
(muestras médicas o de comida para dar a conocer el producto).

2. Consensuales y Reales (artículo 1588 del C.C.): un contrato es


consensual cuando se perfecciona en el momento en que las partes
prestan un consentimiento (compraventa mercantil); en cambio, los
contratos reales son aquellos que se perfeccionan con la entrega de la
cosa objeto del negocio (contrato de depósito).

3. Principales y Accesorios (artículo 1589 C.C.): es principal cuando


surte sus efectos por sí mismo, en otras palabras, subsiste por si solo
(contrato de mutuo bancario). Si los efectos jurídicos de un contrato
dependen de la existencia de otro, es accesorio (garantía mobiliaria-
prenda-).

4. Onerosos y Gratuitos (artículo 1590 C.C.):  los contratos


gratuitos se fundan en libertad: se da algo por nada. El contrato oneroso
es aquel en el cual hay provechos y gravámenes recíprocos (la
onerosidad es un principio del derecho mercantil).
Los contratos onerosos se dividen en: d.1. Conmutativos: las prestaciones se
saben desde el inicio (compraventa mercantil); d.2. Aleatorios: dependen de un
acontecimiento incierto futuro (contrato de seguro). (artículo 1591 C.C.)

 Condicionales y Absolutos (artículos 1592 C.C.): un contrato es


condicional cuando las obligaciones que genera se sujetan a una
condición suspensiva o resolutoria; y es absoluto, cuando su eficiencia
no esta sometida a una condición (cualquier contrato es absoluto).

 Típicos y Atípicos: los contratos son típicos cuando la ley lo


estructura es sus elementos esenciales: aparece en el listado que da la
ley. Son atípicos (sin tipicidad) cuando se crean por el tráfico mercantil y
se desarrollan en la doctrina.

 Nominados e Innominados: el contrato, sustantivamente, tiene un


nombre. Una denominación. Este nombre se lo puede dar la ley
(nominación legal) o la practica social (nominación social). Si un contrato
tiene como nombre proveniente de la ley o las costumbres de los
comerciantes, es nominado; en caso contrario, innominado, que significa
sin nombre.

 Formales, Solemnes y No Formales: el Derecho Mercantil se


caracteriza por su poco formalismo. Entonces, esta clasificación tiene
mucho sentido en el tráfico comercial porque en él, cualquier forma de
contratar, salvo casos expresos de la ley, como los solemnes que deben
constar en escritura pública para su validez como el de sociedad y el de
fideicomiso. El contrato es formal cuando la ausencia de requisitos
provoca que el contrato sea nulo, por ejemplo, el contrato de seguro
necesita una póliza que debe ser por escrito según el artículo 887 del Co.
Co. El contrato es no formal, cuando el vínculo no deja de surgir por la
ausencia de alguna formalidad. Esto último es la regla en el Derecho
Mercantil (1577 C.C.).

 De Ejecución Inmediata o Tracto único: se cumplen de una vez


(compraventa mercantil al contado); de ejecución Diferida: se
celebran hoy pero el cumplimiento es a futuro (compraventa mercantil a
futuro como una cosecha); de Tracto Sucesivo: su cumplimiento se
hace por cierto tiempo (compraventa mercantil por abonos).
4. Clasificación de los contratos mercantiles según su función económica:

1. Contratos de Cambio: facilitan el intercambio de mercaderías entre


comerciantes y de estos con sus clientes (compraventa mercantil,
suministro de bienes, estimatorio).

2. Contratos de servicios: mediante ellos los comerciantes prestan


sus servicios a los clientes (contrato de transporte de personas o cosas;
hospedaje; suministro de servicios).

3. Contratos de Colaboración Empresarial: a través de estos


contratos un comerciante colabora con otro comerciante (contrato de
participación, agencia, distribución, franquicia, Joint Venture y sociedad)

4. Contratos de Administración, Custodia y


Conservación: permiten que un comerciante cuide o administre bienes
de otro comerciante o de sus clientes (contratos de depósito mercantil,
deposito en Almacenes Generales de Deposito, Fideicomiso de
administración).

5. Contratos de Crédito: mediante ellos un comerciante concede un


crédito a otro o a sus clientes (contrato de apertura de crédito,
descuento, cuenta corriente, reporto, carta de orden de crédito, tarjeta
de crédito, crédito documentario, leasing).
6. Contratos de Prevención de Riesgos: a través de ellos se traslada
el riesgo a otro comerciante (contrato de seguro de daños o personas,
reaseguro y fianza mercantil).

7. Contratos Bursátiles (artículo 2 Ley de Mercado de Valores y


Mercancías): todo negocio jurídico de características uniformes por
cuya virtud se crean, modifican, extinguen o transmiten obligaciones
dentro del mercado bursátil (sociedad de inversión, fondo de inversión,
fideicomiso de inversión, suscripción de valores y deposito colectivo de
valores).

8. Contratos relativos a la Propiedad Intelectual: se refieren a los


derechos de autor o derechos conexos y a los de propiedad
industrial. h.1. Contratos sobre derechos de autor o derechos
conexos: transmisión de los derechos patrimoniales a título oneroso o a
título gratuito, estos últimos por cesión de los derechos patrimoniales o
licencia sobre los mismos; además, contratos de Edición, representación
de ejecución publica y fijación de obra; h.2. Contratos sobre
propiedad industrial: marcas: enajenación de marcas, licencia de uso
de marcas, franquicia. Nombres comerciales: enajenación. Patentes de
invención: enajenación y licencias.

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