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INTRODUCCIÓN
Las escuelas, las familias, los mass media y los centros de ocio y culturales
1
Berghahn,Volker Y Schissler, H. (Eds) (1987): Perceptións of history. International textbood researdch
on Britain, Germany and the United Satates: Oxford, Berg , 15.
2
Garreta, Nuria Y Careaga, P. (1987). Modelos masculino y femenino en los textos de EGB, Serie
Estudios 14, Madrid, España: Instituto de la Mujer, p. 13.
pueden y deben convertirse en elementos decisivos para la superación de los
estereotipos sociales, asimilados a la diferenciación por sexos. Es por ello, que
estas fuentes de educación deben preguntarse sí los libros de textos que
utilizan como material de apoyo para los niños y las niñas, la juventud y los
hombres y las mujeres responden al principio de una educación no diferencial.
Pues, hay que recordar que los libros son los que “legitiman –gracias al poder
de la palabra escrita y de la imagen ante los ojos del que desea aprender- los
modelos a seguir” 3.
MARCO LEGISLATIVO
La importancia que tienen los libros de texto como “instrumento pedagógico” y
como “instrumento transmisor de una cultura” ha quedado patente a través de
la legislación que regula la supervisión de los mismos. Como señala Agustín
Escolano Benito, el libro escolar siempre ha sido un “producto cultural
intervenido”. 4
“La efectiva igualdad de derechos entre los sexos, el rechazo de todo tipo de
discriminación y el respeto a todas las culturas”. 5
3
Brullet, C. y Subirats, M. (1990). La Coeducación, Madrid, España: MEC. p. 31.
4
Citado por Blanco García, N. (2000). El Sexismo en los Materiales Educativos de la E.S.O. Sevilla,
España: Instituto de la Mujer. p. 15.
5
Carbonell, Fernández, J. L., (Coord.) (1990). Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema
Educativo. Madrid, Legislación Educativa, Escuela Española, artículo 2.c., p. 20.
6
Cfr. Artículo 2º.5 del citado Real Decreto. B.O.E de 23 de abril de 1992, º 98, p. 13727.
De la normativa vigente, Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio, sobre uso y
supervisión de libros de texto y demás material curricular correspondientes a
las enseñanzas de régimen general, mencionar el pleno reconocimiento de las
competencias y responsabilidades que corresponden al profesorado, padres y
madres, alumnado y órganos pedagógicos y de gobierno de los centros
docentes, sin que, por otra parte, suponga en modo alguno disminución de la
eficacia con que la Administración ha de velar por la calidad de la enseñanza
en todos sus aspectos y, en particular, por la de los libros de texto y demás
material curricular. Y citar el apartado primero de su articulo cuarto –principios
y normas que han de respetar los libros de texto y demás materiales
curriculares–, que dice:
7
Artículo 4ª. 1 del Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio. B.O.E., de 4 de septiembre de 1998, nº 212, p.
30006.
8
Artículo 3ª.1 del Decreto 51/2000, de 7 de febrero. B.O.J.A., nº 18, de 12 de febrero de 2000, p. 1900.
Así mismo en caso de que, cuando se detecten defectos o errores en el
contenido, la Consejería instará a la editorial para que los corrija y subsane. Si
se desatiende este requerimiento, se recomendará la no utilización del
correspondiente libro y si, además el texto, incluye contenidos presuntamente
constitutivos de delito, se dará cuenta del hecho al Ministerio Fiscal o a los
Tribunales.
9
Cfr. I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación. B.O.J.A., nº 227 de 21 de noviembre de
2005, p. 23.
10
Cfr. www.mats.es/mujer/politicas/piom.doc
confirmó el hecho de que “en gran medida, los currículos y los materiales
didácticos siguen siendo sexistas y rara vez se adecuan a las necesidades
especiales de las niñas y las mujeres” (párrafo 74). Una realidad que seguía a
la ya manifestada en el documento Estrategias de Nairobi orientadas hacia el
futuro para el adelanto de la mujer de la III Conferencia Mundial de las
Naciones Unidas sobre las Mujeres:
11
Citados en Holgueras Pecharromán, Marta: Mujeres en el Mundo. Orientaciones para el
profesorado, Madrid, Instituto de la Mujer, 1996, p. 114.
12
Cfr. IMPO Encuestas: La transmisión de los modelos femenino y masculino en los libros de la
enseñanza obligatoria, Madrid, Instituto de la Mujer, nº 64, 2000, p. 17.
textos. 13 Los análisis existentes indican que, en la actualidad, los libros de
texto no están ofreciendo una imagen realista de la multiplicidad de actividades
que las mujeres y los hombres realizan, y sobre todo de la contribución de las
mujeres al desarrollo social. Para tener una visión de contraste entre las dos
últimas décadas en España, se pueden señalar, como ejemplos:
Por último, Nieves Blanco muestra como “los estereotipos sexistas continúan
13
Cítese: Los roles masculino y femenino en los libros de texto y de lectura en euskera
(Instituto Vasco de la Mujer, 1990); Lenguaje y discriminación sexista en los libros escolares
(Murcia, 1992) de Amando López Valero; «O sexismo nos libros de texto de ciencias naturais»,
de Mª del C. Tizón Estévez, en Marco, A., (Edit.), Simposio Internacional Muller e Cultura,
(Santiago, 1993); Perpectivas teóricas de coeducación en la práctica del curriculum de
ciencias: materiales curriculares (Valencía, 1997.), en relación con las materias de físicas,
química, matemáticas, etc.
14
Cfr. Garreta, Nuria Y Careaga, P. (1987). Modelos masculino y femenino en los textos de
EGB, Madrid, Instituto de la Mujer, Serie Estudios 14, pp. 167-168.
estando presentes en los textos escolares que las y los estudiantes estaban
utilizando en Andalucía cuanto faltaban dos años para que finalizase el siglo
XX” 15, libros que se han elaborados bajo las condiciones de la LOGSE.
15
Blanco García, N.: El Sexismo en los Materiales Educativos de la E.S.O, (2000). Sevilla,
Instituto de la Mujer, p. 167.
16
Idem, p. 168.
17
Sánchez Bello, A.: “El androcentrismo científico: el obstáculo para la igualdad de género en
la escuela actual”, en Educar, nº 29, Ballaterra, Univertitat Autònoma de Barcelona, 2002, p. 97.
18
Cfr. Lomas, C.: “El sexismo en los libros de texto”, en González, Ana Y Lomas, Carlos
(Coord.) y otros (2002). Mujer y educación. Educar para la igualdad, educar desde la diferencia,
Barcelona, Graó, p. 196.
19
Blanco García, N.: El Sexismo en los Materiales Educativos de la E.S.O, (2000). Sevilla,
Instituto de la Mujer, p. 13.
Si se incorpora la perspectiva de género en el análisis de libros de texto y
actividades, se puede comprobar como han sido elaborados en su mayoría
desde un planteamiento androcéntrico de la realidad, de manera que la
información que se presenta está enfocada desde una única perspectiva: la del
sexo masculino. Resulta, pues, frecuente encontrar a la hora de analizar el
contenido:
La ausencia de referentes femeninos significativos en los textos,
propiciando la idea de que las mujeres no han participado en la evolución de la
humanidad. 20 Se sigue obviando que la humanidad es sexuada y que está
formada por mujeres y hombres. La historia sigue estando explicada desde el
punto de vista masculino. Las aportaciones de las mujeres siguen sin ser
consideradas importantes en el devenir de los acontecimientos, apareciendo
sólo en escasa situaciones y relegadas a papeles secundarios, salvo en las
referencias de algunas figuras históricas consideradas excepcionales. El
protagonismo masculino es casi absoluto. Se continúan reproduciendo
epígrafes como “los hombres como protagonistas de la historia”, “los hombres
cambian el mundo” y otros ejemplos similares. 21 También es usual la
presencia claramente minoritaria en ámbitos como la ciencia, la filosofía y en el
arte. 22 Los datos ofrecidos por Nieves Blanco García en su investigación
revelan que si bien hay que destacar que se ha incrementado respecto a
investigaciones previas, siguen siendo insuficientes e inadecuados para dar
cuentea de la realidad, pasada y presente, a las y los adolescentes el que sólo
10 de cada 100 personajes sean femeninos. 23
El papel que se asigna a las mujeres aparece infravalorado. En
cuanto al trabajo doméstico y la organización familiar, no se le da la
importancia que se debiera, y, por lo tanto, se considera irrelevante. 24 Con ello
se pierde la oportunidad de formar a los chicos y a las chicas en una actividad
que es necesario conocer para desenvolverse con autonomía en la vida adulta.
El trabajo doméstico continua estando desvalorizado socialmente y por eso,
casi nunca se representa como un trabajo especializado que requiere
conocimientos. En muchos casos, el trabajo doméstico simplemente no
aparece, dando una visión sesgada de la organización familiar; con frecuencia
se da la impresión equívoca de que las cosas de la casa “se hacen solas”. Por
otra parte, en el contenido de los libros se suele dar todo el peso del trabajo
doméstico en las mujeres, sin preguntarse si trabajan también fuera de cada y
los problemas que les plantea la “doble jornada”. Los bajos porcentajes de
participación femenina al tratar el trabajo remunerado, se invierten cuando se
20
Cfr. Blanco García, N. (2000). El Sexismo en los Materiales Educativos de la E.S.O, Sevilla,
Instituto de la Mujer, p. 172.
21
Cfr. Instituto de la Mujer: Elige bien: un libro sexista no tiene calidad, Madrid, Instituto de la
Mujer, Serie Cuadernos de educación no sexista, nº 4, 1996, p. 18.
22
Cfr. IMPO Encuestas: La transmisión de los modelos femenino y masculino en los libros de la
enseñanza obligatoria, Madrid, Instituto de la Mujer, nº 64,2000, p. 192.
23
Cfr. Blanco García, N.: El Sexismo en, op.cit., p. 171.
24
Idem, p. 173.
trata de su participación en el trabajo doméstico.
El rol de madre y esposa es especialmente exaltado. A veces se
oculta la denigración tras ciertas adulaciones aparentes: -mamá prepara el
desayuno. Qué ricas nos saben las tostadas de mamás. No hay nada en el
mundo como mamá-. Se resaltan a través de la madre los roles relacionados
con la pasividad, la afectividad lindante con la sensibilidad y actitudes sumisas
de servicio. La mujer cuida enfermos y ancianos, cuida a los animales
domésticos, lleva al niño y a la niña al colegio y los recoge. La madre, y no el
padre, está especializada en al tarea de dar amor y afecto, de consolar.
La representación de profesiones de acuerdo a estereotipos sexistas,
a pesar de que la realidad actual de la mujer ha cambiado. Es evidente que en
las últimas décadas, las mujeres han ingresado masivamente al campo laboral,
incorporándose, además, aunque no en la misma medida, a la vida pública.
La escasa aparición de mujeres en actividades laborales. Las
mujeres realizan preferentemente trabajos en sectores tradicionalmente
feminizados. Sin embargo, los hombres ocupan todo el abanico de opciones
profesionales. Como norma general, los puestos de trabajo socialmente
considerados de mayor prestigio, poder económico o mayor capacidad de
decisión, son realizados por hombres, mientras que las mujeres desempeñan
aquellos que representan una prolongación del papel maternal –relaciones
interpersonales y de consumo de bienes– 25: maestra, enfermera, etc.; o bien en
tareas de poca cualificación: vendedora, telefonista, auxiliar administrativa; o en
tareas derivadas de actividades domésticas: cocinera, modista, planchadora,
lavandera, sirvienta. Es importante hacer notar que apenas aparecen en los
textos mujeres con títulos superiores: ingenieras, arquitectas, etc.
Tampoco es representada en el ámbito político –las excepciones se
consideran como simples anécdotas–, dejando sin referencias a las niñas y
jóvenes que se están educando, pues como dice Amelia Valcárcel, “tan
importante como conocer es reconocer”. 26 La ocultación de la genealogía de
las mujeres nos priva de un elemento clave de identificación social.
El padre suele aparecer en actividades de fuerza y destreza:
haciendo bricolaje, levantando maletas, empujando un coche, haciendo
deporte, evitando algún peligro para sus hijos, o bien reposando sobre el sofá.
A veces lee. La mujer no suele aparecer leyendo; sólo se preocupa de los
acontecimientos sociales de la vida exterior a la casa. Las escasas ocasiones
en la que se rompen los papeles tradicionales tienen como protagonistas a los
hombres que, además de continuar protagonizando las actividades públicas,
aparecen algunas veces incluidos en la vida domestica: comprando, cocinando
o fregando. Sin embargo, estas situaciones suelen ser anecdóticas, tanto por la
actitud o el atuendo como por las situaciones reflejadas (cocinando con corbata
y con traje, colaborando en ocasiones festivas) y más bien responden a
25
Cfr. Blanco García, N.,: El Sexismo en, op cit., pp. 173-174.
26
Valcárcel, A.,: La política de las mujeres (1997). Madrid, Cátedra, 1997, p. 83.
excepciones o casos extraordinarios que a una situación real y habitual “de
compartir las responsabilidades familiares”. 27
Los niños juegan a hacer travesuras, sólo a ellos les está
relativamente tolerado realizarlas, sólo él aparece a veces por los suelos con
sus juguetes, postura impropia de una niña o chica. Hay siempre reflejada una
mayor agresividad motora en los chicos, que frecuentemente corren, saltan,
chillan, trepan a árboles, y montan y desmontan juguetes.
Las niñas, por el contrario, aparecen en situaciones más sedentarias
y, en ocasiones, incluso ridículas: tienen miedo frente a una cucaracha, lloran,
no se atreven a subir al árbol. Las niñas recogen flores, los varones recogen
manzanas. En otras ocasiones, aquéllas aparecen en actitudes de aseo o
coquetería, pintándose los labios; a escondidas con el lápiz de mamá, en
alguna actitud de vanidad o chismorreo. La idea de aseo va unida en la niña a
la búsqueda de belleza; en el niño, a su condición higiénica y sanitaria. Los
niños suelen estar estudiando, las niñas casi nunca. Es constante, en este
sentido, la asociación de belleza, simpatía y alegría como proyecto
fundamental de la mujer.
Queda pues mucho camino que recorrer. Los libros escolares no acaban de
incorporar con claridad los criterios de acción positiva tendentes a paliar la falta
de visibilidad social de la mujer. Además, las propias editoriales no se han
planteado la necesidad de este cambio.
27
Instituto de la Mujer: Elige bien: un libro sexista no tiene calidad, Madrid, Instituto de la Mujer,
Serie Cuadernos de educación no sexista, nº 4, 1996, p. 12.
dependientes. Tanto los hombre como las mujeres deben estar indistintamente
en todas las situaciones.
Reflejen la presencia y las aportaciones de hombres y mujeres,
evitando que los hechos históricos y la evolución humana aparezcan
protagonizados, en la mayoría de los casos, por los hombres.
Enriquezcan los contenidos de las diferentes áreas y materias,
teniendo en cuenta las aportaciones de las mujeres a la historia, a la ciencia, a
la cultura, etc.
Entre los materiales didácticos que se pueden proponer como medios para
aprender a tener una visión crítica de los contenidos en los libros de texto están
los siguientes:
MATERIAL DIDÁCTICO 1:
La observación de los libros de texto y materiales escolares 28
Para realizar estas observaciones se puede utilizar cualquiera de los textos del
centro y contabilizar de forma sistemática los personajes, sus actitudes, roles,
expectativas, etc. De cada 10 ó 15 páginas, de forma aleatoria, contabilizar:
- El número de personajes masculinos y femeninos en texto e
ilustraciones.
- El número de mujeres y de hombres que aparecen con nombre
propio. El número de mujeres y hombres protagonistas en los textos e
ilustraciones.
- El número de mujeres y hombres en posiciones de dependencia y o
subordinación en el texto e ilustraciones.
Una vez realizadas las observaciones se pueden analizar los resultados
y constatar si:
• Los contenidos sexistas en los textos y en las ilustraciones omiten
y excluyen a las mujeres mayoritariamente (no existen mujeres escritoras,
científicas, filósofas, etc.).
28
Tomado de Tomé, A., (1999). “Un camino hacia la coeducación (instrumentos de reflexión e
intervención)”, en Lomas, Carlos (Comp.): ¿Iguales o diferentes? Género, diferencia sexual,
lenguaje y educación, Barcelona, pp. 179-180.
• Los protagonistas de las historias son chicos.
• Las mujeres que aparecen realizan trabajos o roles no valorados
socialmente (secretarias, amas de casa, madres...).
• Las ilustraciones muestran mayoritariamente a chicos o a
hombres realizando trabajos o en actitudes típicamente masculinas
(conductores de autobuses, médicos, albañiles, escaladores, exploradores,
etc.).
Al igual que existen diferencias en el uso del espacio del patio, es conveniente
analizar el uso de los materiales en espacios menos regulados por el
profesorado como son las aulas de informática o los talleres de plástica, danza,
etc. Durante una o dos semanas, a lo largo de diez o quince minutos pueden
observar si:
- Utilizan por igual las niñas y los niños los ordenadores.
- Utilizan por igual los materiales de plástica (tijeras, gomas, lanas,
reglas, etc.).
- ¿Quién organiza la actividad si el trabajo se desarrolla en grupo?
¿Los niños, las niñas, o ambos grupos por igual?
- ¿Quiénes piden más ayuda del profesorado? ¿Las niñas, los niños, o
ambos grupos por igual?
- ¿Quiénes desarrollan un rol de soporte?
- ¿Quiénes recogen el aula? ¿Las niñas, los niños, o ambos grupos
por igual?
- ¿Quiénes ocupan más espacio en los talleres?
Una vez analizados los resultados es conveniente realizar una reflexión sobre
cómo el profesorado define los roles de género de forma inconsciente
asignando tareas tradicionales a las chicas y a los chicos. Es conveniente
realizar talleres de ordenadores con las chicas con el objetivo de potenciar las
habilidades en este campo.
ACTIVIDAD 1:
¿Qué sabemos sobre la contribución de las mujeres a la sociedad? 31
ACTIVIDAD 2:
Objetivo: Al igual que el anterior, descubrir que las mujeres son protagonistas y
forman parte del proceso histórico, a pesar del silencio que ha pesado sobre su
participación, y conocer algunas de sus contribuciones.
ACTIVIDAD 3:
Objetivo: descubrir que cualquier trabajo puede ser realizado por una persona,
independientemente de su sexo.
32
Idem, p. 169.
33
Elaboración propia.
Nivel de aplicación: Todos los niveles, adaptando las preguntas y los
debates.
a. Divide la clase en parejas mixtas y reparte la ficha que tienes a
continuación.
b. Di a los estudiantes que decidan qué trabajo escogerían si él/ella
no tuviera otra elección.
c. Cada niña dirá a su compañero qué trabajo ha elegido y él debe
mostrar su desacuerdo con esa elección y dar razones. Deja que la discusión
continúe durante algunos minutos.
d. Haz que cada niño elija su trabajo y pide a las niñas que muestren
su desacuerdo.
DEBATE
ACTIVIDAD 4:
Hombres de su casa 34
Objetivo: Conocer las aportaciones de los hombres dentro de casa.
Nivel de aplicación: destinada a alumnado de Educación Secundaria.
34
Facilitado en Fernández González, N.; Biaín González, E.; Blanco González, C.; Costales, L.;
González Suárez, A.; Aparicio Peláez, R. Y Fernández García, M. (2003). Unidades didácticas
coeducativas II. Materiales didácticos de aula. Gijón, España: Instituto Asturiano de la Mujer,
p.74.
¿Qué dirían nuestros bisabuelos si viesen la publicidad del siglo XXI? Hombres
hechos y derechos que recomiendan el mejor detergente, chavales que se
ofrecen voluntarios para fregar, pero sólo con un lavavajillas que protege sus
manos, o varones, muy varones, disfrutando al máximo de las prestaciones de
sus electrodomésticos de diseño. Y es que, aunque la realidad es muy distinta
(el español de 2003 dedica sólo una media de 43 minutos diarios a tareas del
hogar y cuidado de sus hijos, mientras que la mujer alcanza las 5 horas y 23
minutos. Las cifras apenas oscilan el fin de semana, según un informe del Insti-
tuto de la Mujer), algo se va avanzando en eso de la igualdad en el reparto de
las tareas domésticas.
Hoy, ser amo de casa no es habitual. De hecho, somos, junto con Portugal y el
Reino Unido, uno de los países que tiene más hombres casados que no hacen
absolutamente nada en casa, según una encuesta de la Unión Europea. Sin
embargo, si la mujer trabaja fuera, la cosa cambia. Por mala conciencia o pura
necesidad, el 50% de los varones cuya pareja trabaja comparte con ella las
responsabilidades domésticas, según el Instituto de la Mujer. Además, se
puede constatar el cambio en las actitudes sociales acerca del reparto de
tareas. La mayoría de los españoles aboga por un concepto de familia en la
que ambos comparten trabajo y responsabilidades. Otra cosa es la asignación
de roles en cada casa. Son las generaciones más jóvenes las que se atreven
con el hogar y los hijos sin que eso les resulte una actividad vergonzante (...).
Hoy, una identidad personal que tenga una sola cara se percibe como una
carencia. Los aspectos más estereotipados de la masculinidad se desvalorizan
cada vez más y se han suavizado sus rasgos. «Pero las construcciones de
género son tan fuertes que constituyen barreras difíciles de derribar. Paralela a
esta transición se desencadenan una serie de temores. Las mujeres no se
quieren hacer responsables de una inversión de papeles», aseguran las
sociólogas Inés Alberdi, Pilar Escario y Natalia Matas, en un trabajo sobre
mujeres jóvenes de España. “A ellos, de momento, el nuevo rol no les hace
mucha gracia. Los hombres que protagonizan estas páginas han dado el primer
paso”.
Lee el texto “Hombres de su casa”:
1. Haz un esquema o mapa conceptual de las ideas principales y destaca la
frase o la idea que más te haya llamado la atención.
2. Explica lo que se entiende por “conciliación de la vida laboral y familiar”, ¿por
qué se supone que es tan importante?
3. ¿Se pretende que sean los hombres los que se dediquen a la cocina a partir
de ahora? ¿Qué es lo que se busca?
4. ¿Qué significará eso de “buscamos hombres sin resignación y mujeres sin
sentimiento de culpa”? ¿Crees que es posible conseguirlo?
5. ¿En qué tres países de Europa trabajan menos los hombres en el hogar?
6. Según el texto, ¿qué tipo de familia desean los hombres de hoy en día?
7. Explica la frase «hoy, una identidad personal que tenga una sola cara se
percibe como una carencia».
8. ¿Sabes lo que es un “estereotipo”? En el caso de que no lo sepas, búscalo
en un diccionario o enciclopedia (si es un diccionario de sociología mejor).
Trata de decir cuáles son los rasgos tradicionales del «estereotipo» masculino.
ACTIVIDAD 5:
En esta actividad se pide a los alumnos y alumnas que elaboren una lista con
características (no adjetivos) que definen a los hombres y las que definan a las
mujeres. Una vez realizadas, recopilar todas estas características en la pizarra.
La lista puede parecerse a la siguiente, e incluir otras (probablemente las
chicas escribirán cosas diferentes respecto a ellas mismas que los chicos, y
viceversa).
35
Publicada en Sebastián Ramos, A.; Málik Lievano, B. y Sánchez García, Mª F., (2001).
Educar y orientar para la igualdad en razón del género. Perspectiva teórica y propuestas de
actuación. Madrid, España: UNED. p.172.
casa
• no juegan con muñecas... • no juegan al futbol...
ACTIVIDAD 6:
Mujeres Varones
Inestabilidad emocional Estabilidad emocional
Falta de control Mecanismos de autocontrol
Pasividad Dinamismo
Ternura Agresividad
Sumisión Tendencia al dominio
Dependencia Afirmación del yo
Poco desarrollo intelectual Cualidades y aptitudes
intelectuales
Aspecto afectivo muy Aspecto afectivo poco definido
marcado
36
Facilitado en Fernández González, N., Biaín González, E., Blanco González, C., Costales, L.,
González Suárez, A., Aparicio Peláez, R. y Fernández García, M (2003). Unidades didácticas
coeducativas II. Materiales didácticos de aula. Gijón, España: Instituto Asturiano de la Mujer.
p.118.
Intuición Aptitud para las ciencias
Irracionalidad Racionalidad
Frivolidad Franqueza
Miedo Valentía
Incoherencia Eficiencia
Debilidad Amor al riesgo
Subjetividad Objetividad