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HUMANOS RAROS

LO QUE NUNCA PREGUNTAMOS SOBRE NOSOTROS MISMOS


¿Alguna vez se han preguntado por qué somos tan únicos? Sí, nuestro cerebro
está más desarrollado, somos bípedos, razonamos, etc. Pero hay otras
características que nos separan de los demás animales, especialmente los
mamíferos.

¿Por qué lloramos? Todos los mamíferos producen lágrimas, humedecen el ojo y
lo mantienen libre de infecciones. Sin embargo, únicamente las personas
podemos llorar. Las lágrimas a causa de emoción son un rasgo exclusivamente
humano. De acuerdo al profesor inglés Michael Trimble del Instituto de
Neurología en Londres, la evolución y la cultura moldearon la mente humana
para que pudiera expresar sus sentimientos a un nivel superior al resto del reino
animal. Las lágrimas emotivas o a consecuencia de una experiencia estética no se
encuentran en ningún otro ser vivo. Según Trimble, el llanto pudo haber sido una
de las primeras formas de comunicación del hombre, antes incluso de que
existiera el lenguaje. 

Sin embargo, el biólogo evolutivo de la Universidad de Tel Aviv, Oren Hasson,


propone que al nublar la vista "las lágrimas nos dejan indefensos y funcionan
como una señal de sumisión". Esto inhibe los comportamientos agresivos y,
puesto que el llanto transmite vulnerabilidad, se convierte en "una estrategia que
puede acercarnos emocionalmente a los otros". En otras palabras, Hasson
sostiene que las lágrimas pueden ayudar a construir y fortalecer relaciones
personales. Y si varias personas lloran simultáneamente, los vínculos se refuerzan
aún más. 

Llorar, por lo tanto, no indica debilidad, sino una cultura y moralidad


característicamente humana. Millones de años de evolución se reflejan en cada
lágrima.

Otra incógnita interesante es el hecho de que poseemos poco vello corporal.


¿Qué produjo este cambio en nosotros? Los mamíferos necesitan el pelo del
cuerpo para conservar el calor, y sólo lo perdieron por razones evolutivas
específicas. Las ballenas y las morsas se despojaron de él para aumentar la
velocidad en el agua, los elefantes y los rinocerontes tienen la piel gruesa y su
volumen hace que no pierdan calor en las noches frías, pero los humanos son los
únicos primates sin vello corporal. 

Se han teorizado varias razones que pueden haber sido la razón de forma
independiente o todas en conjunto. Una de ellas es que la pérdida del vello
corporal ayudó a nuestros antepasados a estar frescos cuando se aventuraron
fuera de las sombras de los bosques y ocuparon la cálida sabana africana. Pero la
pérdida del vello no es una ventaja para regular la temperatura corporal, ya que la
piel desnuda absorbe más energía durante el día pero también pierde más calor
en las noches frías.

Según Mark Pagel, de la Universidad de Reading (Reino Unido), y Walter


Bodmer, del Hospital John Radcliffe de Oxford, los humanos perdieron el vello
corporal para liberarse de parásitos externos que infestaban el pelaje (piojos
hematófagos, pulgas y garrapatas) y de las enfermedades que provocaban.
Además, insinúan en que tras la pérdida del vello corporal por selección natural,
actuó la selección sexual, el desarrollo de rasgos en un sexo que atraen al otro.
Entre los nuevos humanos sin pelaje, la piel desnuda sería señal de buen estado
físico.

Una teoría un poco más arriesgada sostiene que la línea de los homínidos pasó
una fase semiacuática. Esta teoría, aunque no es sostenida por la biología, ni
la antropología, tiene más de un argumento a su favor. Además de la perdida de
vellos corporal, el origen del bipedismo, en condiciones normales sería
complicado porque la masa del tronco hace que este modo de locomoción sea
inherentemente inestable. El agua, en cambio, sostiene al cuerpo en tal posición.
Otro argumento es la respiración, con la excepción de los humanos, los
mamíferos terrestres carecen de control consciente y voluntario sobre la ésta. El
control de los humanos sobre su aparato respiratorio es similar al de los
mamíferos acuáticos que inhalan tanto aire como necesitan para zambullirse,
para luego retornar a la superficie por más.

Entre otros argumentos está el hecho de que incluso con pocos meses podamos
movernos fácilmente por el agua, algo que otros simios no pueden hacer; y
también se menciona la porción de piel entre el dedo pulgar y el índice humanos,
la cual parece no tener valor aparente en tierra.

Sin embargo, no somos totalmente lampiños, tenemos bastante en la cabeza y


vello púbico. ¿Por qué? El vello púbico es un indicador visual de madurez sexual y
sirve de protección. En el caso de la mujer, acumula el olor que desprenden las
glándulas de región genital, permitiendo que la pareja verifique si la hembra está
lista para el coito.

El vello de la cabeza puede ser debido a la selección sexual. Con el paso de los
siglos, el pelo deja de tener una función de protección y pasa a ser,
mayoritariamente, un adorno. Cuanto más pelo se tenga, más se puede peinar y
adornar, y los individuos que sean más atractivos tendrán más posibilidades de
reproducirse que el resto. Según avanza el tiempo, los sujetos con más pelo serán
los que tengan mayor descendencia. Por eso el cabello tiende a ser liso y largo,
muy diferente al de otras zonas del cuerpo, pues la selección sexual ha
ido modificándolo hasta el aspecto actual.

FELIPE R.

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