Una risa burlona

Un Ying-Yang
La risa es, sin duda alguna, beneficiosa para el cuerpo: alivia el estrés, es un
medicamento natural contra la depresión, mejora el ritmo cardiaco, etc. La risa es
también contagiosa, vilmente contagiosa; tan buena como malvada.

La risa ha sido remedio y enfermedad de muchas personas. Una enfermedad que, con
los años, ha ido tomando más fuerzas y está siendo utilizada cada vez más como un
arma entre la población más joven, que, como cualquier arma, puede terminar en
muerte.

La burla, una de las muchas cara de la risa. Es en la mayoría de los casos una forma
más de divertirse, como parte de un juego y es agradable cuando es mutua. Incluso
funciona como método de coqueteo. El problema es cuando uno de los lados no está de
acuerdo con ésta burla y se siente hostigado, molesto, humillado y maltratado.

Cuando la burla es hiriete y la otra persona continúa burlándose aun cuando se le pidió
parar, ésta se convierte en bullying o abuso. Sin embargo, la burla, acompañada de
sarcasmo, puede servir para hacer caer en cuenta a las otras personas de sus errores o
cualquier apecto a mejor sin ser tan directo y frío, algo que puede ser aún más hiriente.

Las opiniones de la gente se separan en este tema pues hay personas que piensan que
la burla nunca es buena.

La burla también puede ser utilizada contra la persona que es objeto de la burla, en
asuntos tales como apariencia, peso, comportamiento, habilidades, manera de vestir, y
la inteligencia. Desde el punto de vista de la víctima de la broma, esta forma de
ridiculización es a menudo hiriente, irrespetuosa, y desconsiderada.

Cuando la broma no es bien encajada por parte de quien la recibe, o cuando interpreta
que está siendo víctima de un ataque personal, la broma se puede considera como
hostigamiento o mobbing, especialmente en el lugar de trabajo, o como bullying o
abuso emocional. Si se realiza en público se considera humillación.

La burla debe ser usada con responsabilidad. Más que un arma, debe ser un posible
medio para hacer reflexionar a las personas y hacerlas cambiar si están haciendo algo
mal. Debe ser una burla amena, aceptada por ambos lados y como método para hacer
amigos o fortalecer las amistades. Una burla responsable que pueda hacer cambiar la
forma de actuar de las personas pero ésta debe ser para bien.

Felipe Ramírez Cameor 10ºC