Está en la página 1de 75

Materialismo Histórico

https://www.ecured.cu/

Materialismo histórico (ingl. historical materialism;


franc. matêrialisme historique; alem. historischer Materialismus;
ital. materialismo storico). Es el estudio de las leyes generales que
explican el desarrollo de las sociedades. Se trata de establecer
cuáles son los mecanismos que permiten el nacimiento, devenir y
muerte de una sociedad. Dicho de otro modo, explicar por qué se
produce, por ejemplo, el paso de la sociedad Comunista primitiva a la
sociedad esclavista, de la esclavista a la feudal, de la feudal a la
capitalista, de la capitalista a la socialista

Concepció n marxista y materialista de la historia


El Marxismo-Leninismo postula que sólo el conocimiento de las
leyes del movimiento de las sociedades puede llevar a una previsión
científica del porvenir histórico en sus grandes líneas, ejercer una
influencia oportuna sobre él, y aun dirigirlo, dentro de ciertas
condiciones.

Esta concepción marxista y materialista de la historia parte de un


análisis del proceso de producción, y de la manera en que éste se
organiza para interpretar la forma que asumen las instituciones
jurídicas y políticas, así como las formas de conciencia, de religión,
de ética, otros, que a ellas corresponden: el Materialismo Histórico,
especificaron los comentaristas, no niega la existencia y el papel del
pensamiento y de la conciencia, no niega que los hombres tengan
determinadas ideas y actúen de acuerdo a determinadas
concepciones, sino que explica tales concepciones de acuerdo a la
estructura material de la sociedad.

Ley Fundamental
La ley fundamental del Materialismo Histórico puede resumirse así:
de acuerdo a las condiciones materiales que lo rodean, es decir, de
acuerdo, en último término, al nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas el hombre organiza la producción de una determinada
forma, entra en determinadas relaciones de producción. El conjunto
de las relaciones de producción forma la estructura económica de la
sociedad, base sobre la cual se levantan las instituciones jurídicas y
políticas, a las que corresponden determinadas formas de la
conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en
general.

Dado el carácter eminentemente dinámico que tienen, las fuerzas


productivas siguen desarrollándose dentro del marco de las
relaciones de producción que le han dado origen, hasta llegar a un
punto tal que, de formas de desarrollo, estas relaciones se
transforman en trabas suyas.

Las fuerzas productivas sólo podrán seguir su desarrollo cuando las


viejas relaciones de producción sean cambiadas por unas nuevas y
más evolucionadas. En ese momento histórico se verifica el
nacimiento de una nueva sociedad. Al cambiar la estructura
económica, se revoluciona más o menos rápidamente toda la
inmensa superestructura erigida sobre ella. Resulta importante
destacar que ninguna sociedad desaparece antes que se desarrollen
todas las fuerzas productivas que encuentren campo de acción en
ella. Jamás aparecen nuevas y más perfectas relaciones de
producción antes de que las condiciones materiales para su
existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua.
Lo anterior explica el marxismo tomando como ejemplo el desarrollo
de la agricultura a través de la historia. Primitivamente se practicaba
en comunidad. La agricultura primitiva conoció distintas etapas de
desarrollo técnico y económico, hasta que el modo de explotación en
comunidad se transformó en un obstáculo para el progreso, es decir
para el desarrollo de las fuerzas productivas.

Entonces, de la forma colectiva de propiedad del suelo se pasó a la


propiedad individual del mismo y de los medios de producción
agrícola, o en otras palabras se verificó un cambio en las relaciones
de producción. Ello permitió un trabajo mucho más intenso y facilitó
el aumento de las fuerzas productivas. Pero esta clase de economía
también aparece atrasada cuando, gracias al desarrollo alcanzado
por las fuerzas productivas en su seno, aparecen métodos superiores
y se introduce la maquinaria en la agricultura. En las condiciones de
explotación agrícola individual resulta imposible utilizar en forma
eficiente los nuevos descubrimientos. Se hace necesario entonces
cambiar la organización de la producción agrícola. Aparece la
división del trabajo, la producción social, el trabajador asalariado.
Aparecen, en resumen, nuevas relaciones de producción, aparece la
explotación capitalista de la tierra.

El paso de un modo de producción a otro no se realiza para el


marxismo automáticamente en el momento en que aparece la
contradicción entre las Fuerzas Productivas y las Relaciones de
Producción, sino que debe llevarlo a cabo el hombre, mejor dicho las
clases de la sociedad para las cuales el modo de producción
existente se transforma en un obstáculo para su desarrollo y cuyo
papel en el proceso productivo ha hecho nacer en ellas lo gérmenes
de un modo de producción superior.

Espontaneidad y conciencia
Categorías del materialismo histórico que caracterizan la relación
entre la ley histórica objetiva y la actividad del hombre dirigida hacia
un determinado fin.

Por espontaneidad se entiende el decurso del desarrollo social


cuando el hombre no tiene conciencia de las leyes objetivas de ese
desarrollo, no se encuentran bajo su control, cuando actúan a
menudo, con la fuerza destructiva de los elementos de
la naturaleza y la actuación consciente de las personas no conduce
al logro de los fines propuestos, sino a resultados, incluso,
totalmente inesperados. Se habla de conciencia en la actividad
histórica cuando las personas actúan apoyándose en leyes del
desarrollo social conocidas y lo orientan de manera sistemática
hacia la consecución de fines determinados.

Todas las formaciones sociales pre socialistas se han desarrollado,


en lo fundamental, espontáneamente. El paso del poder a la clase
obrera encabezada por el Partido Comunista, el cambio de la
propiedad privada sobre los medios de producción por la propiedad
social, abren en la historia un nuevo período, el período de la
creación histórica consciente. Sin embargo, la diferencia entre la
actividad histórica de las personas bajo el socialismo y en las
anteriores formaciones, no es absoluta. También antes, el hombre, en
una u otra medida, actuaba apoyándose en las leyes objetivas de la
historia, entrando poco a poco en conocimiento de algunas
manifestaciones de la necesidad histórica. Por otra parte, también en
el régimen socialista subsisten elementos de espontaneidad por no
haberse investigado aún ciertas cuestiones de la ciencia social, por
no saber aplicar plenamente las leyes objetivas, y también en virtud
de cierto retraso de la conciencia social respecto al ser social. En el
materialismo histórico, el problema concerniente a la espontaneidad
y a la conciencia se examina en íntima conexión con la táctica del
movimiento obrero y comunista. Es de importante trascendencia
política como cuestión que afecta a la dirección de las masas por el
partido y es objeto de enconada lucha con el reformismo y el
revisionismo.

Actualidad
El materialismo histórico ha propuesto a la atención de los
historiadores un canon de interpretación al cual es indispensable
recurrir en muchos casos para la explicación de acontecimientos y
de instituciones histórico-sociales. A este canon, en efecto, recurren
en mayor o menor medida, historiadores de todos los dominios de la
actividad humana, en cuanto el mismo abre a la explicación histórica
un camino que, a veces, es el único posible. Actualmente se tiende a
interpretar el materialismo histórico no como un principio dogmático
(como Engels, sobre todo, lo había propuesto), sino como una
posibilidad explicativa a la cual se debe recurrir en determinadas
circunstancias. En otros términos, afirmar que en todos los casos los
acontecimientos o situaciones histórico-sociales, deban ser
explicados por el determinismo de los factores económicos, es tesis
tan dogmática como la que quisiera excluir, en absoluto y en todos
los casos, el determinismo de tales factores. El historiador se
encuentra, en cierta situación, en posibilidad de determinar el peso
relativo de los factores determinantes y se trata de establecerlo en
cada caso, frente a las situaciones particulares, sin que ello pueda
ser decidido por anticipado y de una vez por todas. Sustraído a su
planteamiento dogmático, el materialismo histórico ha ofrecido a la
técnica de la explicación historiográfica una de sus posibilidades
más fecundas y un nuevo grado de libertad a la elección
historiográfica. Véase Historiografía.
Comunidad primitiva
La comunidad primitiva constituyó la fase del desarrollo más larga
de la sociedad humana. Data de más de un millón de años.

Primeras formas de relaciones económicas


entre los hombres 
La época del régimen de la comunidad primitiva se divide en dos
períodos históricos: el período de la horda primitiva que comprende el
mayor intervalo de tiempo y se caracteriza por la separación del
hombre del reino animal y donde aparecen los primeros instrumentos
de trabajo y las primeras formas de relaciones de producción y el
período del régimen gentilicio, cuando culmina el proceso de
separación del hombre del reino animal y comienza el desarrollo de la
sociedad humana.

Las fuerzas productivas 


Los primeros instrumentos de trabajo del hombre primitivo se
confeccionaron de palo y piedra. Sin embargo, los instrumentos de
trabajo propiamente dicho aparecen desde el instante en que los
antepasados del hombre comienzan a utilizar los objetos de la
naturaleza no de vez en cuando, sino de un modo sistemático, cuando
empiezan a darle una u otra forma. Uno de los primeros instrumentos
de trabajo del hombre primitivo fue la maza de mano. Después de la
maza apareció el hacha de piedra y la lanza de piedra. La
combinación del palo y la piedra permitió elaborar instrumentos de
trabajo más productivos.

El hombre primitivo recogía alimentos, cazaba y pescaba. Con la


aparición del hacha de piedra y la lanza, la caza se convirtió en la
forma fundamental de actividad laboral

En la comunidad primitiva los hombres realizaban en común las


actividades económicas. El trabajo conjunto despertó la conciencia
humana y desarrolló la mente. En el curso de la actividad laboral
surgió la necesidad de intercambiar experiencias. Al principio lo
hacían por medios de gestos y más tarde surgió y se desarrolló el
lenguaje.

Desarrollo de los instrumentos de trabajo


Fue un gran paso de avance en el desarrollo de la sociedad primitiva
el descubrimiento y la conquista del fuego y su obtención por
procedimientos artificiales. El dominio de la fuerza del fuego permitió
al hombre primitivo disponer de un medio de defensa más seguro
contra los ataques de las fieras y el frío, descender de los árboles y
construir sus primeras viviendas, lo que posibilitó poblar zonas con
clima moderado. Aprovechando el fuego, el hombre pudo preparar
comidas menos primitivas y más variadas, lo que contribuyó al
desarrollo del cerebro y la dieta. Es de tal importancia el
descubrimiento y la conquista del fuego pues ofreció la posibilidad de
elaborar instrumentos de trabajo más perfectos.

En una agotadora lucha por la existencia, el hombre primitivo fue


perfeccionando lenta, pero constantemente sus instrumentos de
trabajo. Se mejoró la elaboración de las herramientas de piedra lo
que contribuyó a crear herramientas destinadas a determinadas
operaciones laborales. Se desarrolló la diferenciación de los
instrumentos de trabajo lo que a su vez originó la diferenciación de
los tipos de actividad laboral.

Al ir perfeccionando más y más los instrumentos de trabajo se pudo


pasar de la recogida de alimentos, al cultivo de algunas plantas, al
surgimiento y desarrollo de la agricultura.

El invento del arco y la flecha constituyó un enorme paso de avance


el desarrollo de las fuerzas productivas. “El arco, la cuerda y la flecha
–señaló Engels- forman ya un instrumento muy complejo, cuya
invención supone larga experiencia acumulada y facultades mentales
desarrolladas, así como el conocimiento simultáneo de otros muchos
inventos.”

Sobre la base del empleo del arco y la flecha, la caza se convirtió en


una forma de actividad laboral más productiva. Poco a poco el
hombre comenzó a cazar y domesticar animales. Con la
domesticación de los animales empezó a desarrollarse la ganadería.
La domesticación de animales posibilitó pasar del primitivo cultivo de
la tierra a base de la azada al arado, mediante el empleo de la fuerza
animal.

El desarrollo de las fuerzas productivas condujo a la construcción de


chozas, cabañas y viviendas.

Surgió la producción de prendas de vestir, de artículos con fines


domésticos y artículos de alfarería. Aparecieron los primeros medios
de locomoción: castra, trineos y botes. También aparece la rueda.
Lentamente pero definitivamente, la economía del hombre primitivo
se fue haciendo más variada; los tipos de actividad laboral más
diversos y los instrumentos de trabajo más especializados y
perfectos.

La horda primitiva

La primera forma de las relaciones sociales fue la horda humana


primitiva. Esta forma fue la transición del estado zoológico al social y
correspondió al nivel más bajo de desarrollo de las fuerzas
productivas.

Los antepasados del hombre vivían en manadas, y los primeros


hombres en hordas. Pero la horda primitiva se distinguía
cualitativamente de las manadas por el hecho de que la base de los
vínculos entre los hombres primitivos es la actividad laboral
conjunta. El trabajo cohesionaba a los miembros de la comunidad en
colectividad, lo que los diferenciaba definitivamente del mundo
animal. En esta fase, las relaciones sociales se formaban bajo la
influencia de las relaciones entre los sexos y los lazos parentescos.
La influencia de los lazos parentescos en el carácter de los vínculos y
relaciones entre los hombres mantiene cierta importancia a lo largo
de todo el período de la comunidad primitiva. La horda primitiva era
una colectividad homogénea en lo que no había división en grupos
sociales; las relaciones entre los sexos no estaban ordenadas; el
trabajo se efectuaba en forma de cooperación primitiva. Los
instrumentos de trabajo se elaboraban de cuando en cuando a
medida que eran necesarios. Al desarrollarse el proceso de
diferenciación y especialización de los instrumentos de trabajo, en la
horda primitiva fue surgiendo gradualmente la división del trabajo.
Entre los diversos grupos humanos no existía enlace permanente y
estaban aislados entre sí, vivían a grandes distancias, sin entrar en
contacto. Esta forma de vínculos sociales comenzó a desaparecer en
la medida que se fueron desarrollando las fuerzas productivas y
aumentando la producción. Se inició así el paso de la horda primitiva
a una nueva forma de relaciones sociales: el régimen gentilicio.

El régimen gentilicio 
En el régimen gentilicio, la célula fundamental de la sociedad era la
gens, que unía a un grupo de personas ligadas por lazos parentescos.
El régimen gentilicio introdujo notables limitaciones en las relaciones
sociales. Los miembros de una gens dada no podían contraer
matrimonio entre sí, considerándose hermanos y hermanas. Las
relaciones nupciales sólo podían establecerse entre personas de
distintas gens. Sin embargo, el varón de una misma gens podía
enlazarse con cualquier mujer de otra gens, y la mujer de una gens
dada, con el hombre que fuera de otra gens. En estas condiciones era
difícil establecer la paternidad, y la cuenta de la descendencia se
llevaba sólo por la línea materna.

El matriarcado y el patriarcado 
La forma inicial de la comunidad gentilicia fue la gens matriarcal, que
era un conjunto de personas vinculadas entre sí por los lazos
consanguíneos por línea materna. Al frente de la gens estaba la mujer

El papel predominante de la mujer se explica ante todo por su función


decisiva en la vida económica de esta etapa. La caza a la que se
dedicaban los hombres, debido al bajo nivel de las fuerzas
productivas, era de poco rendimiento. Los principales medios de vida
eran logrados por las mujeres, que se dedicaban a la agricultura de
azada. Recogían alimentos, cuidaban de la hacienda, creaban y
conservaban reservas alimenticias.

En la medida que se desarrollaron las fuerzas productivas, aumentó


el papel económico del hombre. La domesticación de animales y el
desarrollo de la ganadería, proporcionaban medios de existencia en
cantidades cada vez mayores. El paso del cultivo de la tierra a base
de la azada al cultivo con arado, aumento el papel del hombre dentro
de la familia. Poco a poco la mujer fue ocupándose preferentemente
de las labores domésticas.
El descenso del papel económico de la mujer hizo decaer también su
papel en la solución de todos los problemas de la gens, en la que se
agrupaban personas vinculadas por lazos de parentescos por línea
paterna, y el hombre pasó a encabezar la comunidad gentilicia. El
matriarcado fue sustituido por el patriarcado.

El carácter directamente social del trabajo 


En la comunidad primitiva se formó una economía bastante variada,
que comprendía la agricultura, la caza, la pesca, la ganadería, la
alfarería, la elaboración de instrumentos de trabajo, otros. A pesar de
esto no se había llegado a una división del trabajo estable entre los
miembros de la comunidad. Sólo existía la división del trabajo según
el sexo y la edad. La masa fundamental de la población apta para el
trabajo era aprovechada alternativamente en los más variados tipos
de trabajo. La colectividad decidía que clase de trabajo debía
realizarse en uno u otro período de tiempo y quien debía ejecutarlo.
Cada uno se sometía a la voluntad única de la colectividad. Por ello el
trabajo de las personas aisladas era una partícula necesaria del
trabajo social y se manifestaba en el propio proceso de trabajo como
trabajo directamente social.

En el modo de producción de la comunidad primitiva, la economía


tenía un carácter natural. Cada comunidad se proporcionaba por sí
misma todo lo necesario. Los productos eran creados para su
consumo directo.

Distribución nivelada de los productos 


El bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y la propiedad
común de los medios de producción y de los productos creados
determinaron el carácter específico de la distribución en la sociedad
primitiva. Allí dominaba la distribución nivelada. Todos los miembros
de la comunidad percibían una parte igual del producto creado
independientemente de la cantidad y la calidad del trabajo aportado.

El poco desarrollo de las fuerzas productivas determinaba además el


carácter limitado de la producción y apenas llegaba para
proporcionar una existencia semi hambrienta. Sólo a base de una
distribución nivelada de los productos del trabajo podía realizarse la
distribución de la fuerza de trabajo de todos los miembros de la
comunidad aptos para el trabajo en provecho de una lucha más
eficiente contra la naturaleza.
Ley económica fundamental de la comunidad
primitiva 
El hombre primitivo libraba una lucha rigurosa por la existencia. El
bajo nivel de las fuerzas productivas determinaba el modo de vida y
una elevada mortalidad. La tarea esencial del hombre primitivo
consistía en lograr las condiciones materiales de su existencia. Pero
la existencia de un miembro estaba ligada a la existencia de todos
los demás. Por ello, la condición principal de la existencia del
individuo era la existencia de la comunidad como colectividad única,
capaz de luchar con éxito contra la naturaleza. Y el fin de la
producción no era simplemente satisfacer las pequeñas necesidades
de los miembros de la comunidad, sino asegurar las condiciones de
existencia de la comunidad en su conjunto, y solo a base de eso
conseguir la reproducción del individuo como ser viviente.

Los medios para conseguir esos fines eran el trabajo colectivo, la


propiedad comunal y la distribución nivelada. La necesidad de lograr
conjuntamente los medios de existencia que aseguraran la
conservación de la actividad vital de la comunidad y de cada uno de
sus miembros constituía la ley económica fundamental de la
comunidad primitiva.

Modo esclavista de producción


Modo esclavista de producción. En la historia de la humanidad, el
régimen esclavista fue el primer modo social de producción basado
en la explotación del hombre por el hombre y en el antagonismo de
las clases.

Surgimiento
Este modo de producción surgido entre el cuarto y tercer milenio
a.n.e. duró en los países más desarrollados
de Asia, Europa y África hasta los Siglos III y V de n.e.,
alcanzando su máximo esplendor en la antigua Grecia y luego
en Roma. La caída del Imperio Romano de Occidente en el Siglo
V de n.e., inició la desaparición del modo esclavista de producción.
El proceso de surgimiento de las relaciones esclavistas de
producción fue distinto en los diferentes países. A la vez existían
condiciones económicas fundamentales comunes para todos los
países y pueblos, que prepararon el tránsito al modo esclavista de
producción: el desarrollo de las fuerzas productivas hasta tal nivel en
el que era posible la creación no sólo del producto necesario, sino
también del producto adicional; el surgimiento de la hacienda
individual y de la propiedad privada de los medios de producción; el
desarrollo de la desigualdad patrimonial, la formación de una élite
rica, que poseía una gran hacienda y necesitaba de fuerza de trabajo
complementaria. Todos estos factores se formaron ya en el período
de la disgregación del régimen gentilicio. Poco a poco pero
inexorablemente a base de su desarrollo, la esclavitud patriarcal fue
sustituida por el modo esclavista de producción.

Forma esclavista de explotació n


Propiedad de los medios de producció n y los esclavos
La base económica del modo esclavista de producción es la posesión
por la clase esclavista de todas las condiciones fundamentales de la
producción: la tierra, los instrumentos y los objetos del trabajo y el
propio productor, el esclavo. En consecuencia todo el producto
creado era propiedad del esclavista. De la masa general de productos
creados, a los esclavos sólo le llegaba una ínfima parte que apenas
era suficiente para reponer la fuerza de trabajo gastada y para una
existencia semi hambrienta. Esta parte del producto creado por ellos
mismos no alcanzaba para la reproducción normal de sus condiciones
físicas para el trabajo, por lo que se agotaban rápidamente. Los
esclavos carecían por completo de todo tipo de derechos
económicos, políticos y jurídicos. En la antigua Roma al esclavo le
llamaban instrumento de trabajo “parlante” a diferencia de las
bestias y de los instrumentos de trabajo inanimados. Al no tener
posibilidad de apropiarse del producto creado y mejorar su situación
con un trabajo más intenso, el esclavo no estaba interesado en los
resultados de su trabajo. Carecía de toda clase de estímulo respecto
al trabajo en general y a la elevación de su productividad. La plena
propiedad por parte de la clase esclavista de todas las condiciones
de producción y la ausencia de todo interés por parte del esclavo en
el trabajo, condicionaron el modo de unificación original de la
esclavitud, de los medios de producción con la fuerza de trabajo: la
forma franca violenta de trabajo forzado. Además de la propiedad
esclavista existía la pequeña propiedad de los campesinos y
artesanos libres que en el primer período de existencia de la
sociedad esclavista desempeñó un gran papel en la producción
social. En la medida que se fue desarrollando el modo de producción
esclavista, estas pequeñas formas de propiedad pasaron a manos de
los grandes propietarios esclavistas y sus antiguos dueños se
convirtieron en esclavos.

La cooperació n simple del trabajo


El trabajo de los esclavos se aplicaba en lo fundamental en forma de
cooperación simple, es decir, era una agrupación de la masa de
esclavos bajo el control del esclavista, los cuales realizaban un
trabajo más o menos homogéneo. La división del trabajo entre los
esclavos era extraordinariamente insignificante. El grado de
desarrollo de los instrumentos de trabajo era tal que para conseguir
un buen resultado en la producción se requería del empleo de una
masa de esclavos y no de esclavos aislados. Sólo en ese caso podía
lograrse suficiente producto adicional, cuya obtención era la finalidad
de la producción esclavista. La violenta coerción de los esclavos
para que trabajaran, exigía el mantenimiento de numerosos
capataces y esto sólo podía justificarse en el caso de que hubiera
una gran masa de esclavos ocupados simultáneamente.

A base del trabajo de los esclavos continuaron desarrollándose las


fuerzas productivas. La aplicación de la cooperación simple de los
esclavos ya en el régimen esclavista permitió desenvolver
complicados tipos de producción artesana, o sea, industrial:
extracción de minerales de hierro, de cobre, de plata y oro, la
fundición de metales, la fabricación de diversos tipos de armas,
instrumentos de trabajo, adornos, hilado, tejidos, otros. Fueron
creados con el trabajo de los esclavos sistemas de riego, muy
perfectos para aquellos tiempos en Babilonia, Egipto y otros países.
Sin embargo, a diferencia de la cooperación del trabajo de
la comunidad primitiva, que agrupaba a personas con iguales
derechos y libre de explotación, las cuales se hallaban a un nivel
extremadamente bajo de desarrollo económico, la cooperación
esclavista agrupaba a productores sojuzgado por los explotadores,
que no tenían interés en los resultados del trabajo. Esto determina el
carácter contradictorio de la cooperación esclavista.
Oposició n entre el trabajo manual y el intelectual
En las condiciones del modo de producción esclavista surgió la
oposición entre el trabajo manual y el trabajo intelectual. El trabajo
manual era el destino de los esclavos, y el trabajo intelectual, era
privilegio de las clases dominantes, con la particularidad de que las
personas dedicadas al trabajo intelectual, explotaban
despiadadamente a los que se ocupaban en el trabajo manual. En
esto se manifestaba la oposición entre el trabajo manual y el trabajo
intelectual, que tenía un carácter acusadamente clasista. El
desarrollo de las fuerzas productivas y del resultado de la
producción, posibilitó la separación del trabajo intelectual del trabajo
manual porque el trabajo forzoso y pesado de los esclavos
proporcionaba producto adicional a los esclavistas, lo que les
permitía no dedicarse al trabajo manual. En la medida que se fueron
desarrollando las relaciones esclavistas de producción, aumentaba la
masa de esclavos que trabajaban para los esclavistas y se
incrementaba su explotación, y el trabajo manual se fue convirtiendo
en ocupación reprobable para el ciudadano libre. A los asuntos
estatales, la política, la filosofía, la literatura y el arte se dedicaban
los esclavistas. El florecimiento de las ciencias, el arte y la literatura
del mundo antiguo estaba íntimamente relacionado a la separación
del trabajo intelectual y el trabajo manual. El incremento de las
fuerzas productivas, el desarrollo del Estado, del arte y la ciencia
fueron posible sólo a condición de que fuera dividido el trabajo entre
la masa dedicada al trabajo manual y unos cuantos privilegiados, que
dirigían los trabajos y se ocupaban de los asuntos del Estado, de la
ciencia y el arte. La esclavitud fue la forma más simple que apareció
espontáneamente de tal división del trabajo.

Cará cter natural de la producció n esclavista


La producción esclavista tenía un carácter natural. Los productos se
creaban en lo fundamental para su consumo en los límites de cada
hacienda. El carácter natural de la producción esclavista estaba
condicionada por el insuficiente desarrollo de la división social del
trabajo y también por la coerción directa, violenta y extraeconómica
de los esclavos en la producción. La conversión del hombre libre en
esclavo ocurría, por lo general, como resultado de un acto de
violencia directa. “El mercado de trabajo se ve constantemente
surtido de mano de obra – escribió Marx – por la guerra, la piratería,
otros, y estos robos se desarrollaban también al margen de todo un
proceso de circulación, pues constituyen pura y simplemente actos
de apropiación de la fuerza de trabajo ajena por medio de la violencia
física descarada.” Una de las peculiaridades más significativas de la
economía esclavista consistía en que una parte considerable del
producto adicional se destinaba a fines improductivos: a construir los
majestuosos palacios de los gobernantes y esclavistas ricos, a
edificar grandiosos templos para el ejercicio del culto religioso, a
organizar festejos solemnes en honor de las victorias de los Estados
esclavistas y de algunos jefes militares y a celebrar juegos y
espectáculos.

Ley econó mica fundamental de la sociedad esclavista


En la esclavitud el producto adicional se destinaba ante todo a
satisfacer las necesidades personales de los explotadores. Debido al
bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas o de la
productividad del trabajo esclavo no interesados en los resultados de
la producción, el producto adicional era insignificante. Con todo y
esto la riqueza de algunos Estados esclavistas y de sus gobernantes
alcanzaba enormes proporciones. Al desarrollarse la producción
esclavista crecía el parasitismo de las clases dominantes. Por ello se
incrementaba aún más la explotación de los esclavos. El producto
adicional y parte del producto necesario eran arrancados por los
esclavistas a los esclavos empleando los métodos más crueles de
violencia.

La creación del producto adicional para el consumo parasitario de los


esclavistas mediante la coerción directa, extraeconómica en orden al
trabajo de los productores directos, los esclavos, constituye la ley
económica fundamental de la sociedad esclavista.

Reproducció n en las condiciones del esclavismo


Al modo esclavista de producción le era inherente la reproducción
simple. Era evidente que en el esclavismo la producción no
permanecía estancada. Se desarrollaban las fuerzas productivas y las
relaciones de producción, aumentaba la población, crecían las
necesidades de las personas y aumentaba la producción. Este
incremento fue tan lento que se hizo perceptible a lo largo de muchas
generaciones. La causa principal del lento incremento de la
producción fue el consumo parasitario de las clases gobernantes
respecto al producto adicional creado por el trabajo esclavo. Al
desarrollo de la producción no se le destinaba, o apenas se destinaba
parte de producto adicional. Esto privaba a la producción de la base
material para su ampliación. El producto adicional creado por el
trabajo adicional de los esclavos aparecía por lo general en forma de
valores de uso, es decir, como objetos y artículos consumidos
directamente por los esclavistas. “Los antiguos no pensaban –
escribió Marx – siquiera en convertir el producto sobrante en
capital. Si acaso pensaban en ello, era en un grado insignificante. La
existencia entre ellos del verdadero atesoramiento en grandes
proporciones, indica la gran cantidad de productos sobrantes que
quedaba baldío en la Antigüedad.”

Desarrollo de las relaciones mercantiles y


monetarias
El incremento de la división social del trabajo en las condiciones de
dominio de la propiedad privada condujo a que, pese al carácter
natural de la producción esclavista, lograran cierto desarrollo la
producción mercantil y el intercambio mercantil. Tuvo significación
primordial el desarrollo de los oficios. El crecimiento de la
especialización y el volumen de la producción agrícola jugaron un
papel muy importante en el desarrollo de las relaciones mercantiles
en la sociedad esclavista. La creación de productos para la venta
(mercancías) estaba a cargo de pequeños propietarios y también de
los esclavistas que se apropiaban del producto adicional creados por
el trabajo de los esclavos y los destinaba a la venta parcialmente. Al
desarrollarse la producción, los esclavistas fueron ampliando el
intercambio a cuenta del aumento del producto adicional. El
intercambio mercantil se transforma poco a poco en un sistema
regular de comercio. Aparecieron los mercados y se establecían
vínculos comerciales. Se formaba el comercio local no sólo, sino
también el comercio
internacional. Egipto, China, Babilonia, Grecia, Roma y otros
países mantenían un comercio activo internacional. Como resultado
del incremento de la producción y el comercio se desarrolló la
circulación monetaria. Aparecieron las monedas de metal.

El capital comercial y el capital usurario


Con el transcurrir del tiempo, el dinero comenzó a emplearse no sólo
como equivalente universal, sino también como medio de
intercambio. En distintos casos servía de instrumento para la
apropiación de los resultados del trabajo ajeno. El dinero empleado
de este modo se convertía en capital. Los poseedores de dinero
compraban las mercancías que vendían después a precios más
elevados. A consecuencia de la operación realizada crecía la suma
inicial de dinero y proporcionaba ganancias a su poseedor... el dinero
que se valoriza, es capital. Las primeras formas del capital fueron
históricamente el capital comercial y el capital usurario.

Capital comercial
Es el capital colocado en la esfera del cambio de mercancías, que
proporciona determinadas ganancias al comerciante, el cual actúa de
intermediario en las operaciones de cambio de mercancías. Al
comprar y revender las mercancías, aprovechando la diferencia de
los precios, y engañando a veces a los compradores y a los
vendedores, los comerciantes se apropiaban de una parte bastante
elevada del producto adicional creado por los esclavos y de una parte
del producto creado por los pequeños productores libres (campesinos
y artesanos) de mercancías.

El capital usurario
Forma de capital que proporciona interés. El capital usurario apareció
en el período en que el régimen de la comunidad primitiva se
descompone y surge el Estado esclavista. Los usureros participaban
en la explotación de los esclavos y de los siervos, concedían
préstamos a los dueños de esclavos y a los señores feudales. Los
intereses exigidos por el préstamo no sólo absorbían todo el plus
producto, sino, también una parte del producto necesario de los
esclavos y de los siervos. El capital usurario contribuyó a preparar
las condiciones para que surgiera el modo capitalista de producción.
Por una parte, empujó a la ruina y a la proletarización a los pequeños
productores, que se convirtieron en obreros asalariados, y por otra
parte aceleró la acumulación de capital monetario. Bajo el modo
capitalista de producción, la forma básica de capital que proporciona
intereses es el capital de préstamo. El capital usurario sigue
desempeñando un importante papel en los países coloniales y
dependientes donde las relaciones económicas — sociales son
atrasadas y el imperialismo mantiene su yugo.

Tenía la forma de préstamo o empréstito concedido en metálico o en


medios de producción y artículos de consumo, que debían ser
devueltos con un crédito, es decir, con un recargo sobre la magnitud
de la suma prestada. El capital usurario ofrecía también la posibilidad
de apropiarse de una parte del producto adicional creado por los
esclavos si el préstamo era concedido al esclavista, y de una parte
del producto por los campesinos y artesanos en el caso que le fuera
otorgado a ellos. El capital usurario contribuía a arruinar a los
pequeños productores y a convertirlos en esclavos por no poder
pagar sus deudas. La usura contribuía también a la intensificación de
la explotación de los esclavos.

Producción, circulación mercantil y dinero


La producción y la circulación mercantil, así como el dinero
relacionado con ellas, el capital comercial y el capital usurario
servían a la producción esclavista, que por su base era natural.
Además la producción mercantil, al ser un apéndice de la producción
natural, tenía un carácter subordinado, limitado. Más pese a eso, las
relaciones mercantiles y monetarias se hallaban en contradicción
con la economía natural y con la propia esencia del modo esclavista
de producción. Esto complicaba y agudizaba aún más las
contradicciones incompatibles propias del régimen esclavista.

El Estado en el régimen esclavista


La sociedad esclavista estaba dividida en dos clases fundamentales:
los esclavos y los esclavistas. Esta división clasista de la sociedad
era refrendada en todos los estados esclavistas de la antigüedad por
ciertas normas jurídicas, como la legislación de Atenas, el derecho
romano, otros. De acuerdo con las leyes de los estados esclavistas,
los esclavos solo no eran considerados ciudadanos, es decir,
miembros de la sociedad con plenitud de derechos, sino ni siquiera
personas. El esclavo podía ser matado o sometido a toda clase de
violencia y eso no era considerado delito en la sociedad esclavista.
Además de los esclavos y los esclavistas, en la sociedad esclavista
existían las clases de los campesinos y artesanos libres, los
comerciantes, comprendido entre estos los usureros. Los intereses
de los esclavistas eran salvaguardados por el Estado esclavista. La
historia registra unas cuantas formas de estados antiguos: el
despotismo oriental con poder ilimitado del monarca; las ciudades-
estados (Grecia y Roma) con formas democráticas y aristocráticas de
administración. En los estados esclavistas la democracia era
extensiva únicamente a la parte libre de la población, mientras que
los esclavos carecían por entero de todo tipo de derechos. Sin
embargo sea cual fuere la forma de Estado esclavista, siempre fue un
aparato de violencia, de dominio clasista, que salvaguardaba la
propiedad de los esclavista, defendiendo los intereses de la clase
esclavista tanto en el interior como en el exterior del país.

Disgregació n
Contradicció n fundamental
El trabajo de los esclavos que constituía la base de la vida de la
sociedad esclavista, carecía de estímulos materiales y espirituales y
por ende era poco fructífero. La unidad coercitiva de los productores
y de los medios de producción implicaba la contradicción
incompatible interna del modo de producción esclavista. He aquí la
contradicción fundamental, que de ella se derivaron otras
contradicciones.

A la sociedad esclavista le era inherente el antagonismo entre los


productores (los esclavos) y los instrumentos de trabajo, que eran
medios de una violenta explotación. En su afán de liberarse del
pesado trabajo obligado, los esclavos destruían a menudo los
instrumentos de trabajo. Es por ello que en la esclavitud, se
utilizaban por lo general los instrumentos más toscos, aquellos que
se hacía difícil romper.

La cooperación simple hasta cierto punto cuando era suficiente la


afluencia de nuevos esclavos a precios bajos, constituyó un medio
original de la solución de la contradicción fundamental. La reducción
de la masa de esclavos, hacía que la cooperación del trabajo no fuera
beneficiosa económicamente, dejando de ser la forma de
organización de la producción capaz de llevar adelante el desarrollo
de las fuerzas productivas.

Oposició n entre la ciudad y el campo


El divorcio entre la ciudad y el campo en las condiciones de
la esclavitud, tenía un carácter antagónico y se manifestaba como
oposición entre la ciudad y el campo. Por una parte, la separación de
la ciudad respecto al campo desempeñaba un papel positivo, ya que
avivaba el desarrollo de la especialización del trabajo y el incremento
de su productividad, y por otra parte este divorcio hacía que la ciudad
explotara y dominara aún más al campo, provocando la disminución
de la producción agrícola. A pesar del extraordinario avance de la
artesanía, la agricultura constituía la rama más importante de la
producción material, por lo que su decadencia ejerció una notable
influencia en el desarrollo de toda la producción social.

Contradicció n entre la gran hacienda y los pequeñ os


productores
Una de las características más significativas del modo de
producción esclavista era la existencia contradictoria de los tipos de
haciendas: las grandes haciendas de la clase esclavistas, basadas en
la explotación del trabajo de los esclavos, y la hacienda de los
pequeños productores libres (campesinos y artesanos). Por un lado
ambos tipos de haciendas estaban económicamente
interrelacionadas y se complementaban entre sí en el sistema de
producción social en su generalidad, y por otro lado, se libraba una
lucha constante entre ellas.

Los estados esclavistas formaban sus ejércitos con ciudadanos


libres, principalmente campesinos y artesanos. Sin embargo los
pequeños propietarios no siempre estaban en condiciones de
enfrentar la competencia de las grandes haciendas esclavistas y se
arruinaban, se veían envueltos en deudas y frecuentemente se
convertían en esclavos. Por otra parte los campesinos y artesanos
libres luchaban y apresaban esclavos para los esclavistas lo que
contribuía a fortalecer las haciendas de estos, mientras que se
arruinaban las pequeñas haciendas abandonadas por las guerras
constantes y se socavaba con ello el fundamento de la esclavitud. Se
formaba un círculo vicioso del que no podía escapar la sociedad
esclavista.

Contradicció n entre fuerzas productivas y relaciones de


producció n
Las fuerzas productivas en las condiciones de la dominación
esclavista, pese a su lento desarrollo, crecieron considerablemente y
se situaron a un nivel superior en comparación con el régimen
gentilicio. Esto se manifiesta ante todo en cierto mejoramiento de los
instrumentos de trabajo como en el perfeccionamiento de las
prácticas laborales y en la acumulación de experiencias de trabajo.
En las condiciones de dominio del modo esclavista de producción, se
desarrollaron en vasta escala los instrumentos de metales, se
alcanzaron grandes éxitos en el perfeccionamiento de los métodos de
trabajo en la tierra, en el riego, en la extracción y elaboración de
metales, en las construcciones, en el transporte, en la elaboración de
tejidos, en la alfarería y la orfebrería. Aunque los instrumentos de
trabajo seguían siendo por su naturaleza instrumentos de trabajo
manuales, eran mucho más perfectos y productivos, y para su
aprovechamiento era ya imprescindible otro procedimiento de
unificación de los mismos con la fuerza de trabajo. Los intereses del
desarrollo de las fuerzas productivas exigían que el productor directo
estuviera interesado en el empleo más eficiente de los instrumentos
de trabajo. Surgió así la necesidad social de sustituir las viejas
relaciones de producción esclavistas por otras nuevas que se
correspondieran al nivel y al carácter de las fuerzas productivas.

Desaparició n
Surgimiento el colonato
La profundización de las contradicciones de la sociedad esclavista,
originó su crisis que se exteriorizó en todas las esferas de la
sociedad esclavista. La crisis se manifestó ante todo en la ruina
masiva de los pequeños productores y en la decadencia de las
grandes haciendas esclavistas. En esta situación aparecieron nuevas
formas de explotación de las haciendas, gérmenes de nuevas
relaciones de producción. En su forma más desarrollada, este
proceso se operó en el Imperio Romano, sobre todo en sus últimos
siglos de existencia. La esclavitud continuó siendo la base de la
producción, en tanto comenzaba a reducirse la posibilidad de
incrementar la masa de esclavos y de aprovechar su trabajo. La
fuerza de la anterior organización guerrera de Roma (campesinos y
artesanos libres) fue decayendo poco a poco a causa de la ruina de
sus pequeñas haciendas. Había pasado la época de las grandes y
triunfantes guerras, la fuente de suministros de esclavos disminuía y
el cerco de las tribus bárbaras sobre el imperio ya debilitado crecía.
Cuando las grandes haciendas basadas en la cooperación del trabajo
de grandes masas de esclavos, se convertían en haciendas
económicamente menos ventajosas, surgió la tendencia al
fraccionamiento de estas grandes haciendas en pequeños haciendas
individuales, que ofrecían cierto estímulo en los resultados del
trabajo a personas que laboraran en ellas. Una parte de los grandes
propietarios esclavistas comenzaron a fraccionar sus grandes lotes
de tierra en pequeñas parcelas que entregaban en arriendo a los
colonos, surgiendo así el sistema de colonato (Siglo I y II de n.e). Se
convirtieron en colonos muchos campesinos y artesanos libres y
esclavos distinguidos por su trabajo. Los propietarios de las tierras
concedían aperos y semillas a los colonos, por lo que estos les
pagaban en dinero o en especie. Además los colonos estaban
obligados a cumplir grandes prestaciones para el Estado. Al pasar los
esclavos a la condición de colonos, adquirían cierta independencia
económica e interés en el trabajo y disminuía relativamente el grado
de su trabajo forzoso. De esta manera en las condiciones de la
agudización de las contradicciones y de disgregación del modo de
producción esclavista, fue surgiendo una nueva clase de productores,
dependientes de los grandes propietarios de tierra (los colonos) que
disfrutaban de cierta independencia económica y estaban
interesados en el trabajo. Los colonos fueron los gérmenes de los
campesinos siervos de la Edad Media.

Agudizació n de la lucha de clases


La agudización de las contradicciones económicas desembocó en la
profundización de las contradicciones sociales. Tuvo un carácter muy
impetuoso el enfrentamiento entre la clase de los esclavos y los
esclavistas. Los esclavos huían de sus amos, se dedicaban al
sabotaje en el trabajo, rompían los instrumentos de trabajo. La forma
fundamental de la lucha de los esclavos contra sus amos era la
insurrección armada. Las más significativas fueron dos grandes
rebeliones desencadenadas en Sicilia (138-132 y 104-101 a.n.e.), la
insurrección de Aristónico en el Asia Menor (133-129 a.n.e.), la
de Espartaco en Italia (74-71 a.n.e.) entre otras.

Estas insurrecciones aunque fueron derrotadas, tuvieron gran


importancia histórica, ya que debilitaron los fundamentos de la
esclavitud y contribuyeron al tránsito a un nuevo régimen económico-
social más progresivo. También fue muy enconada la lucha de clases
entre los pequeños propietarios y los grandes propietarios
esclavistas. En los últimos siglos de existencia del Imperio Romano,
en varios de sus territorios estallaron grandes sublevaciones
populares en la que participaron no solo esclavos, sino también los
colonos, campesinos y artesanos libres. Estas solían coincidir con
poderosas invasiones de las tribus bárbaras que se encontraban en la
fase de descomposición de las relaciones gentilicias. Todo esto
generó en definitiva el derrumbamiento del estado esclavista en
Roma, el hundimiento del régimen esclavista.

Vestigios de las relaciones esclavistas


El modo de producción esclavista desapareció ya hace mucho tiempo
de la escena histórica, pero todavía se conservan vestigios de las
relaciones esclavistas en diferentes regiones del planeta. Estos
vestigios se mantuvieron bajo el feudalismo como bajo el
capitalismo.

Bajo el capitalismo renació y existió en una u otra forma la esclavitud


y en determinados períodos adquirió grandes proporciones en forma
de la llamada esclavitud de plantaciones. En los Siglos XVII-XIX, en
las islas de las Indias Occidentales y en otras regiones de
la América hispánica se explotaba en las plantaciones de caña de
azúcar, tabaco, café, cacao y otros productos para el mercado
capitalista mundial, utilizando la fuerza de trabajo de los negros
esclavos traídos de África. La esclavitud de plantaciones estuvo muy
difundida en las colonias
de Inglaterra, Holanda, España, Portugal y Francia hasta la
segunda mitad del Siglo XIX. Entre los siglos XVII y XIX se
aplicaba ampliamente el trabajo de los negros esclavos en las
plantaciones de algodón del sur de los Estados Unidos, a lo que dio
impulso el desarrollo de la industria capitalista de los tejidos de
algodón. La esclavitud de plantaciones que había aparecido en el
período de surgimiento e instauración del modo capitalista de
producción, se transformó más tarde en un freno al desarrollo de las
fuerzas productivas y fue perdiendo su importancia económica. Como
resultado de la guerra civil de 1861-1864, fue abolida la esclavitud en
los Estados Unidos. Después de la abolición formal de la esclavitud y
de la prohibición de la trata de esclavos se han conservado vestigios
de las relaciones esclavistas en los países coloniales y dependientes
de América Latina, Asia y África. La lucha contra los vestigios de la
explotación esclavista sea cual fuere su forma es una tarea de primer
orden de los pueblos de los países coloniales y dependientes. Esta
tarea es parte integrante de la lucha liberadora de los pueblos contra
la opresión y el subdesarrollo.
Papel histó rico
Al igual que cualquier otro modo de producción, el modo de
producción esclavista ocupa un lugar especial en la historia de la
humanidad. Este supuso un salto en el desarrollo social desde su
estado primitivo a la civilización y una vez agotadas sus posibilidades
desapareció. En su lugar debido a la acción de la ley de la
correspondencia entre el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas y el carácter de las relaciones de producción, surgió un
modo de producción más progresivo: el modo feudal de producción.
Los historiadores burgueses pretenden refutar la existencia de
contradicciones económicas y clasista en la sociedad esclavista.
Esto se debe a que tratan de ocultar la razón objetiva de la lucha de
clases en las sociedades explotadoras y la inevitabilidad y necesidad
de la lucha de los oprimidos contra el yugo, la violencia y la
explotación entre los hombres. La ciencia social marxista a base de
un profundo análisis de los hechos históricos, descubrió la esencia
del modo esclavista de producción, las contradicciones económicas y
clasistas que les son inherentes, las peculiaridades de su forma de
explotación y examina este modo de producción en movimiento, en
su surgimiento, desarrollo y desaparición.

Modo de producción feudal


Régimen económico feudal. En la producción feudal la agricultura
tenía una importancia decisiva. Las relaciones determinantes del
modo feudal de producción, eran las relaciones agrarias
caracterizadas por la posesión de la tierra por los señores feudales.

Feudalismo
El feudalismo es la formación económico social establecida como
resultado de la descomposición y hundimiento del
régimen esclavista o del régimen de la comunidad primitiva; ha
existido en casi todos los países[1][2].

Clases principales
Las clases principales de la sociedad feudal son las constituidas por
los señores feudales y por los campesinos. La clase dominante y
explotadora de los señores abarcaba a la nobleza y al alto clero.
Dentro de la clase dominante, existía una división jerárquica en
estamentos, una subordinación de los pequeños señores feudales a
los de mayor poderío.

La Iglesia era una gran potencia feudal. Los campesinos explotados


carecían de derechos políticos y jurídicos. En las ciudades, la masa
principal de la población se hallaba constituida por maestros,
oficiales, aprendices y trabajadores no calificados.

Relaciones de producció n
La base de las relaciones de producción dominantes bajo el
Feudalismo era la propiedad del señor feudal sobre los medios de
producción, en primer lugar sobre la tierra, y la propiedad incompleta
sobre el trabajador, la cual se expresaba en diversos tipos de
dependencia personal del campesino respecto a su señor.

Bajo el feudalismo, las fuerzas productivas sólo podían desarrollarse


sobre la base del trabajo de los campesinos dependientes, quienes
poseían su hacienda, instrumentos de trabajo insignificantes y se
sentían algo interesados materialmente en el trabajo.

Relaciones agrarias feudales


En los territorios de los señores feudales existían no solo un número
determinado de aldeas, sino también una gran cantidad de ciudades.
Por ello en su radio de explotación se encontraban tanto los
campesinos como los artesanos urbanos. La propiedad feudal
comprendía el dominio completo en los límites de determinado
territorio. Las relaciones de la propiedad agraria estaban firmemente
vinculadas a las relaciones de dependencia personal. Las relaciones
de dependencia personal imperaban en todo el sistema de relaciones
sociales del feudalismo.

(...) Todo el mundo – escribió Marx – vive sojuzgado: siervos y señores de la


gleba, vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos. La sujeción
personal caracteriza, en esta época, así las condiciones sociales de la
producción material como las relaciones de vida cimentadas sobre ellas.
Relaciones agrarias y de dependencia personal
La forma más extendida y acabada de la dependencia personal de los
campesinos en relación a los señores feudales fue la denominada
servidumbre o derecho de servidumbre.

Las relaciones de subordinación de los campesinos respecto a los


señores feudales, se manifiestan como relaciones entre clases
opuestas, que enfrentaban a los productores directos a las clases
explotadoras. Pero el carácter de estas relaciones era ya distinto en
comparación con la sociedad esclavista. Los campesinos siervos no
eran plenamente propiedad de los señores feudales. Podía dedicar
parte del tiempo a su parcela y hasta cierto punto eran dueños de sus
acciones. Por muy difícil que fuera su situación, los siervos
explotados por los señores feudales ya no eran de su propiedad y
resultó ser un paso de avance con respecto a la esclavitud.

Los campesinos poseían medios de producción, aperos agrícolas,


herramientas de artesanía y ganado de renta y de labor. Los
artesanos de la ciudad también poseían medios de producción. Los
campesinos y artesanos poseían además viviendas y dependencias.
Algunos medios de producción, como los pozos, los caminos y en
ocasiones los pastizales, eran propiedad de la comuna rural que se
mantuvo en ciertos territorios a pesar del proceso de feudalización y,
como consecuencia de sometimiento de los campesinos y de
supeditación de la comunidad al poder de los señores feudales.

Producció n feudal y renta feudal


La producción feudal se desarrollaba en dos vertientes principales:
en forma de economía terrateniente y economía tributaria. Para las
dos formas era común lo siguiente: a) el productor directo dependía
personalmente del señor feudal; b) el señor feudal del cual dependían
personalmente los productores directos, era considerado propietario
de todas las tierras dedicadas a la producción agrícola; c) el
productor directo disponía de un lote de tierra que constituía su
hacienda; d) a la producción agrícola se aplicaba el trabajo de los
campesinos y se empleaban en ella sus instrumentos de trabajo; e)
los campesinos invertían el trabajo adicional y creaban producto
adicional para el señor feudal como resultado de la coerción
extraeconómica. Por cuanto los campesinos poseían medios de
producción propios necesarios para llevar independientemente la
hacienda, el señor feudal podía explotar al productor directo sólo por
medio de la coerción extraeconómica. “Si este no tuviera poder
directo sobre la persona del campesino – escribió Lenin – no podía
obligar a trabajar para sí al hombre que posee la tierra en nadiel y
que tiene su hacienda propia.” El nadiel campesino constituía la base
para la propia existencia del campesino y de su familia. A diferencia
de la esclavitud, en la que la fuente fundamental de la fuerza de
trabajo eran las guerras, la hacienda individual aseguraba una
reproducción más o menos regular de la fuerza de trabajo.

Economía terrateniente
En la economía terrateniente, toda la finca del señor feudal se
fraccionaba en dos partes. Una parte, la tierra terrateniente en la que
con el trabajo y los instrumentos de los campesinos se obtenían
productos agrícolas, que eran apropiados enteramente por el señor
feudal. De esta manera en la tierra terrateniente se ejecutaba la
inversión de trabajo adicional de los campesinos y se obtenía el
producto adicional. La otra parte de la tierra recibía el nombre de
nadiel (lote). En esta tierra tenía el campesino su hacienda donde
reproducía el producto necesario. En esta tierra debía obtener el
producto suficiente para su alimentación y la de su familia.

Economía tributaria
En la economía tributaria toda la tierra era dada al campesino en
nadiel. Toda la producción agrícola era lograda en las haciendas
tributarias campesinas. Una parte del producto creado era entregado
por el campesino al terrateniente en forma de tributo. Y la otra parte
quedaba en manos del campesino para la reproducción de su fuerza
de trabajo y mantener a su familia.

Trabajo necesario y adicional


En la economía tributaria tanto el trabajo adicional como el trabajo
necesario eran invertidos en la hacienda del campesino. En la
economía terrateniente, el trabajo necesario y el trabajo adicional
estaban divorciados en el espacio y en el tiempo: el trabajo necesario
era invertido en el nadiel del campesino y el trabajo adicional en las
tierras del señor feudal (terratenientes).
En la economía tributaria el trabajo necesario y el adicional no
estaban separados, ya que todo el campo de acción era la haciende
del campesino. Pero el producto necesario y el adicional estaban
separados entre sí.

En la economía terrateniente, el trabajo adicional se entregaba en su


forma natural, como determinado números de jornadas de prestación.
En la economía tributaria, el trabajo adicional no se entregaba en su
forma natural, sino en forma de producto del trabajo. Por eso se
manifestaba de manera completamente tangible la diferencia entre el
producto necesario y el producto adicional: lo que entregaba el
campesino al señor feudal en forma de tributo era producto adicional.
La parte del producto que le quedaba era producto necesario. En la
economía terrateniente también era físicamente tangible la
diferencia entre el trabajo necesario y el trabajo adicional.

El trabajo adicional en la economía terrateniente se diferenciaba muy


poco del trabajo de los esclavos. El producto de todo el trabajo en la
economía terrateniente pertenecía al señor feudal por lo que el
campesino no estaba interesado en sus resultados. Por esta razón los
señores feudales convertían las haciendas terratenientes en
haciendas tributarias. Los terratenientes tropezaron con limitaciones
objetivas pues era preciso ofrecer a los campesinos la posibilidad de
reproducir el producto necesario. En caso contrario el campesino no
hubiera estado en condiciones de continuar el proceso de
producción.

Por otra parte el número de jornadas de prestaciones no era igual en


todas las regiones. En Rusia se había legalizado en tres días pero
posteriormente los terratenientes aumentaron el número de jornadas
hasta dejar a los campesinos solo el domingo y las noches. Esto
perjudicaba tanto a la hacienda campesino como a la hacienda
terrateniente. El campesino perdió todo interés en el trabajo de la
hacienda terrateniente y disminuyó la productividad del trabajo y su
calidad por lo que se veía afectado el producto adicional.

En la economía tributaria, el terrateniente se garantizaba cierta


magnitud del producto adicional que los productores directos (los
campesinos) debían entregarles obligatoriamente. El aumento de los
tributos chocaba con la resistencia de los campesinos. La historia del
feudalismo está llena de una lucha aguda de los campesinos contra
el ilimitado aumento de las proporciones del tributo.
Formaban el tributo determinados productos, que formaban un
conjunto de valores de uso elaborados por los campesinos. Por
cuanto la economía tenía en lo general un carácter natural, el
campesino debía producir en su hacienda el producto necesario y el
producto adicional. Posteriormente el producto en especie se
complementó con el tributo en dinero o fue sustituido enteramente
por el dinero. En varias haciendas feudales se aplicaba un sistema
mixto. Además de la prestación personal, los campesinos debían para
el tributo.

Según se puede deducir de la caracterización de la economía


terrateniente y de la economía tributaria en el sistema de relaciones
económicas feudales, la producción se basaba en la hacienda
campesina que constituía la base productiva de dicho modo de
producción.

Producció n feudal y la coerció n extraeconó mica


La base de la explotación feudal era la propiedad feudal de la tierra,
en conexión con la dependencia personal, que presuponía unas u
otras formas de coerción extraeconómica. Sin la propiedad de la
tierra, el señor feudal no habría podido explotar a los campesinos. En
este sentido la propiedad feudal de la tierra era la base del modo
feudal de producción, pero el poder sobre la tierra era insuficiente
para explotar al campesino. La economía estaba organizada de tal
manera que sin las relaciones de dependencia personal y sin la
posibilidad de la coerción extraeconómica, relacionada con ella, no
hubiera sido posible hacer efectiva las relaciones económicas
feudales. En tal caso la peculiaridad del modo feudal de coerción
extraeconómica se manifestaba como condición necesaria y
obligatoria de cada hacienda en particular. Por ello, las relaciones de
dependencia tenían un determinado carácter personal. Cada
campesino concreto era siervo de un señor feudal determinado. La
necesidad objetiva de la coerción extraeconómica no era suficiente
para hacer efectivas las relaciones feudales de producción. Sin la
coerción económica no hubieran existido estas relaciones de forma
completa, pero por si sola la coerción extraeconómica, de forma
aislada, era insuficiente para hacer efectiva tal tipo de relaciones
económicas. Para ello eran necesarias las relaciones agrarias
feudales. En el feudalismo el medio principal de trabajo era la tierra y
las relaciones agrarias eran las relaciones determinantes. La
propiedad feudal sobre la tierra presuponía como característica
propia esencial, que el proceso directo de la producción corriera a
cargo de los campesinos, que inevitablemente tenían tierras, que era
la base de su hacienda tributaria. En la economía terrateniente, la
base de la hacienda campesina era una parte de la tierra de los
dominios del señor feudal, y en la economía tributaria, toda la tierra
era la base de la hacienda campesina.

Formas de la renta feudal


Las relaciones agrarias constituían la relación fundamental de
producción del modo feudal. Por eso las relaciones de producción
fundamentales del feudalismo se manifestaban en la renta, que
representaba la forma económica de realización de la propiedad
feudal de la tierra.

El trabajo adicional y el producto adicional se manifestaban en forma


de renta bajo las condiciones del modo feudal de producción. De
acuerdo con el carácter y la forma de apropiación del trabajo
adicional y del producto adicional, existían los siguientes tipos de
renta. En la economía terrateniente se obtenía el trabajo adicional a
través de la coerción ejercida sobre el campesino dependiente para
que trabajara en las tierras del terrateniente. Tal forma de trabajo
adicional se manifestaba en forma de renta en trabajo. En la
economía tributaria cuando el señor feudal establecía qué productos
debían serle abonados en concepto de tributos, el trabajo adicional
se lo apropiaba el señor feudal por medio del producto como producto
adicional. Tal forma de renta feudal era llamada renta en productos.
Si la magnitud del tributo era establecida en dinero, el trabajo
adicional no era apropiado por el señor feudal en forma de trabajo, ni
tampoco en forma de producto del trabajo, sino como determinada
magnitud de valor abonada en dinero. El tránsito a la renta en dinero,
fue el resultado del incremento de la división del trabajo, lo que
originó el intercambio y la difusión gradual en la sociedad de las
relaciones monetarias mercantiles.

Ley econó mica fundamental


La finalidad de la producción feudal residía en la creación del
producto adicional que en forma de renta del suelo se apropiaban los
señores feudales y empleaban para satisfacer sus necesidades. La
original dualidad del trabajo de los campesinos dependientes
condicionaba la dualidad del producto adicional en la sociedad
feudal. El producto adicional lo mismo que el producto necesario, era
valor de uso, es decir, poseía la capacidad de satisfacer las
necesidades de los que se lo apropiaban, o sea, de los señores
feudales por su condición de propietarios de la tierra. A la vez,
habiendo sido creado por el trabajo forzoso de los campesinos
siervos, el producto adicional tomaba la forma específica de renta
feudal del suelo. El producto adicional creado como resultado del
trabajo forzoso de los campesinos dependiente de los señores
feudales era apropiado por estos en forma de renta feudal del suelo
para su consumo parasitario. En esto consiste la esencia de la ley
económica fundamental del feudalismo.

Reproducció n feudal
En la economía terrateniente y en la economía tributaria, el
campesino disponía de todo lo necesario para el sustento de su
hacienda por cuanto no estaba interesado en entablar ningún tipo de
relaciones económicas con la clase de los señores feudales, ya que
estos lo que hacían era consumir de forma parasitaria el trabajo
adicional y el producto adicional por ellos creados. Si producto de las
circunstancias históricas, hubiera desaparecido la clase
terratenientes (los señores feudales), las haciendas campesinas no
se habían visto privadas de condiciones económicas para su
reproducción. Por otra parte los campesinos se habrían liberado de
entregar el trabajo adicional al terrateniente feudal. Por esto para
que se realizara la reproducción sobre la base feudal era necesaria la
coerción extraeconómica.

En el feudalismo el volumen de la producción crecía con lentitud a lo


largo de generaciones enteras. Crecían muy lentamente las
necesidades de los productores directos y de sus familiares. Solo en
diversas situaciones tenía lugar la reproducción ampliada atípica
para este tipo de relaciones económicas y por otro lado no constituía
un proceso ininterrumpido. El consumo parasitario era la fuerza
motriz de la producción feudal. Los señores feudales no utilizaban el
producto obtenido por ellos para aumentar la producción. La
reproducción ampliada presupone la ampliación de la producción, no
solo del producto adicional, sino de todas las condiciones del
proceso de producción.: de los medios de producción y del producto
necesario. Por ello en caso que se efectuara la reproducción
ampliada en la hacienda terrateniente, eso solo era el aumento de la
producción del producto adicional.
La reproducción realizada en la hacienda campesina tenía un
carácter determinante. El trabajo de los campesinos siervos
reproducía no solo los productos destinados a la satisfacción de las
necesidades de los señores feudales y de los propios productores y
sus familias, sino también las condiciones para la continuación del
proceso de producción en su hacienda. Los campesinos debían
realizar los trabajos que aseguraran la continuidad de la producción.

El incremento de la producción en la hacienda campesina era


limitado forzosamente por el hecho de que al aumentar la producción,
aumentaban las rentas que debían pagar. Por otro lado para pagar la
renta aumentada, el productor debía mantener la producción
ampliada.

La fuente de todo aumento de la producción es el producto adicional.


Por ello solo podía tener lugar en el caso de que una parte del
producto adicional, se destinara de vez en cuando a la ampliación y
perfeccionamiento de la producción, cosa no común debido al
consumo parasitario de la clase feudal. Esto ocurría de manera
esporádica preferentemente en ocasiones que debido a la existencia
de prestaciones fijadas con anterioridad, el señor feudal no podía
apropiarse de golpe de todo el resultado del incremento de la
productividad del trabajo en la hacienda campesina.

Desarrollo de las fuerzas productivas


Las relaciones feudales de producción contribuyeron al desarrollo
ulterior de las fuerzas productivas a lo largo de cierto período
histórico. En los siglos XV y XVI se producen los cambios más
significativos en el desarrollo de las fuerzas productivas debido al
progreso alcanzado en la siderurgia, el mecanizado de los metales y
la energética.

En la segunda mitad del siglo XV, comenzaron a emplearse los altos


hornos en la fundición de hierro lo cual elevó la productividad del
trabajo en la industria siderúrgica y se incrementó la producción de
los metales ferroso. Para la forja del metal comenzaron a emplearse
martillos metálicos accionado por un volante hidráulico. Aparecieron
además tipos sencillos de tornos, taladradoras y esmeriladoras. Con
ello se crearon las condiciones para perfeccionar los instrumentos de
trabajo en todas las esferas de la economía.
Se comenzaron a utilizar nuevos mecanismos (bombas de agua,
montacargas, otros) para el trabajo en las minas, lo que permitió
extraer minerales útiles de las minas situadas a gran profundidad. Se
perfeccionaron y adquirieron gran difusión los motores de viento y el
volante hidráulico. Desde el siglo XII se conoció el reloj mecánico y a
finales del siglo XV se construyó el primer mecanismo automático, el
reloj de bolsillo de cuerda. Se descubrió y difundió la imprenta. Se
operaron cambios importantes en la construcción de barcos y en la
técnica de navegación.

Se logró cierto progreso técnico en la agricultura, aumentaron las


superficies cultivables y creció el volumen de la producción agrícola.

Desarrollo de las relaciones mercantiles


Las relaciones agrarias constituían la relación fundamental de
producción del modo feudal. Por eso las relaciones de producción
fundamentales del feudalismo se manifestaban en la renta, que
representaba la forma económica de realización de la propiedad
feudal de la tierra.

El trabajo adicional y el producto adicional se manifestaban en forma


de renta bajo las condiciones del modo feudal de producción. De
acuerdo con el carácter y la forma de apropiación del trabajo
adicional y del producto adicional, existían los siguientes tipos de
renta. En la economía terrateniente se obtenía el trabajo adicional a
través de la coerción ejercida sobre el campesino dependiente para
que trabajara en las tierras del terrateniente. Tal forma de trabajo
adicional se manifestaba en forma de renta en trabajo. En la
economía tributaria cuando el señor feudal establecía qué productos
debían serle abonados en concepto de tributos, el trabajo adicional
se lo apropiaba el señor feudal por medio del producto como producto
adicional. Tal forma de renta feudal era llamada renta en productos.
Si la magnitud del tributo era establecida en dinero, el trabajo
adicional no era apropiado por el señor feudal en forma de trabajo, ni
tampoco en forma de producto del trabajo, sino como determinada
magnitud de valor abonada en dinero. El tránsito a la renta en dinero,
fue el resultado del incremento de la división del trabajo, lo que
originó el intercambio y la difusión gradual en la sociedad de las
relaciones monetarias mercantiles.
Ley econó mica fundamental
La finalidad de la producción feudal residía en la creación del
producto adicional que en forma de renta del suelo se apropiaban los
señores feudales y empleaban para satisfacer sus necesidades. La
original dualidad del trabajo de los campesinos dependientes
condicionaba la dualidad del producto adicional en la sociedad
feudal. El producto adicional lo mismo que el producto necesario, era
valor de uso, es decir, poseía la capacidad de satisfacer las
necesidades de los que se lo apropiaban, o sea, de los señores
feudales por su condición de propietarios de la tierra. A la vez,
habiendo sido creado por el trabajo forzoso de los campesinos
siervos, el producto adicional tomaba la forma específica de renta
feudal del suelo. El producto adicional creado como resultado del
trabajo forzoso de los campesinos dependiente de los señores
feudales era apropiado por estos en forma de renta feudal del suelo
para su consumo parasitario. En esto consiste la esencia de la ley
económica fundamental del feudalismo.

Reproducció n feudal
En la economía terrateniente y en la economía tributaria, el
campesino disponía de todo lo necesario para el sustento de su
hacienda por cuanto no estaba interesado en entablar ningún tipo de
relaciones económicas con la clase de los señores feudales, ya que
estos lo que hacían era consumir de forma parasitaria el trabajo
adicional y el producto adicional por ellos creados. Si producto de las
circunstancias históricas, hubiera desaparecido la clase
terratenientes (los señores feudales), las haciendas campesinas no
se habían visto privadas de condiciones económicas para su
reproducción. Por otra parte los campesinos de habrían liberado de
entregar el trabajo adicional al terrateniente feudal. Por esto para
que se realizara la reproducción sobre la base feudal era necesaria la
coerción extraeconómica.

En el feudalismo el volumen de la producción crecía con lentitud a lo


largo de generaciones enteras. Crecían muy lentamente las
necesidades de los productores directos y de sus familiares. Solo en
diversas situaciones tenía lugar la reproducción ampliada atípica
para este tipo de relaciones económicas y por otro lado no constituía
un proceso ininterrumpido. El consumo parasitario era la fuerza
motriz de la producción feudal. Los señores feudales no utilizaban el
producto obtenido por ellos para aumentar la producción. La
reproducción ampliada presupone la ampliación de la producción, no
solo del producto adicional, sino de todas las condiciones del
proceso de producción, de los medios de producción y del producto
necesario. Por ello en caso que se efectuara la reproducción
ampliada en la hacienda terrateniente, eso solo era el aumento de la
producción del producto adicional.

La reproducción realizada en la hacienda campesina tenía un


carácter determinante. El trabajo de los campesinos siervos
reproducía no solo los productos destinados a la satisfacción de las
necesidades de los señores feudales y de los propios productores y
sus familias, sino también las condiciones para la continuación del
proceso de producción en su hacienda. Los campesinos debían
realizar los trabajos que aseguraran la continuidad de la producción.

El incremento de la producción en la hacienda campesina era


limitado forzosamente por el hecho de que al aumentar la producción,
aumentaban las rentas que debían pagar. Por otro lado para pagar la
renta aumentada, el productor debía mantener la producción
ampliada.

La fuente de todo aumento de la producción es el producto adicional.


Por ello solo podía tener lugar en el caso de que una parte del
producto adicional, se destinara de vez en cuando a la ampliación y
perfeccionamiento de la producción, cosa no común debido al
consumo parasitario de la clase feudal. Esto ocurría de manera
esporádica preferentemente en ocasiones que debido a la existencia
de prestaciones fijadas con anterioridad, el señor feudal no podía
apropiarse de golpe de todo el resultado del incremento de la
productividad del trabajo en la hacienda campesina.

Desarrollo de las fuerzas productivas


Las relaciones feudales de producción contribuyeron al desarrollo
ulterior de las fuerzas productivas a lo largo de cierto período
histórico. En los siglos XV y XVI se producen los cambios más
significativos en el desarrollo de las fuerzas productivas debido al
progreso alcanzado en la siderurgia, el mecanizado de los metales y
la energética.

En la segunda mitad del siglo XV, comenzaron a emplearse los altos


hornos en la fundición de hierro lo cual elevó la productividad del
trabajo en la industria siderúrgica y se incrementó la producción de
los metales ferroso. Para la forja del metal comenzaron a emplearse
martillos metálicos accionado por un volante hidráulico. Aparecieron
además tipos sencillos de tornos, taladradoras y esmeriladoras. Con
ello se crearon las condiciones para perfeccionar los instrumentos de
trabajo en todas las esferas de la economía.

Se comenzaron a utilizar nuevos mecanismos (bombas de agua,


montacargas, otros) para el trabajo en las minas, lo que permitió
extraer minerales útiles de las minas situadas a gran profundidad. Se
perfeccionaron y adquirieron gran difusión los motores de viento y el
volante hidráulico. Desde el siglo XII se conoció el reloj mecánico y a
finales del siglo XV se construyó el primer mecanismo automático, el
reloj de bolsillo de cuerda. Se descubrió y difundió la imprenta. Se
operaron cambios importantes en la construcción de barcos y en la
técnica de navegación.

Se logró cierto progreso técnico en la agricultura, aumentaron las


superficies cultivables y creció el volumen de la producción agrícola.

Desarrollo de las relaciones mercantiles


Paralelamente al desarrollo de la técnica, creció la división social del
trabajo, ante todo en la artesanía. Surgían más artesanos que se
especializaban en la producción de unas pocas mercancías. Se
convirtieron en ramas independientes diversos oficios de la artesanía
a los que se había dedicados los campesinos en sus viviendas y en
las haciendas de los terratenientes (elaboración de hilados, tejidos,
otros). Producto al crecimiento de la división social del trabajo,
creció inevitablemente la producción y el cambio de mercancías.

A finales del siglo XV e inicios del siglo XVI, la forma de la renta en


dinero pasó a ser dominante en varios países, lo que amplió
considerablemente las relaciones mercantiles y monetarias y la
influencia del mercado en la economía feudal. Fue desapareciendo
gradualmente el aislamiento de las haciendas de los campesinos y
los terratenientes. Los campesinos se fueron transformando
paulatinamente en productores de mercancías. En las ciudades se
ampliaron con mayor rapidez las relaciones mercantiles debido a que
en la división del trabajo y la especialización de la producción, se
operaron los cambios más rápido que en el campo. El desarrollo
ulterior de las ciudades como centros del desarrollo de la producción
mercantil y del comercio, ejercía una influencia cada vez mayor en la
desintegración de la economía natural.

El incremento de la producción mercantil fue aparejado con la


ampliación del mercado. Las relaciones comerciales entre las
ciudades y entre las ciudades y el campo, así como entre los
diferentes países, se fueron haciendo cada vez más amplios y
necesarios. Los grandes descubrimientos geográficos, imprimieron
un fuerte impulso al desarrollo del comercio.

Disgregació n de la economía natural


Economía Natural

En los siglos XV y XVI las relaciones mercantiles y monetarias,


habían penetrado lo suficiente en la economía no solo de las
ciudades, sino también del campo. La existencia en estas
condiciones de los gremios de artesanos y de las haciendas
naturales, se hacían cada vez más incompatible con las necesidades
del desarrollo sucesivo de la economía.

La organización feudal de la producción artesanal en la forma de


régimen gremial con su rigurosa reglamentación del volumen y la
tecnología de la producción, con el monopolio de la producción
gremial, limitaba las posibilidades de un considerable progreso de la
técnica de la producción y del aumento de la cantidad de producción
mercantil.

La agricultura feudal con el fraccionamiento de las tierras de los


pequeños productores y la rotación forzosa de los cultivos en los
límites de la comunidad supeditada al señor feudal, impedía la
elevación de la productividad del trabajo y la ampliación de la
hacienda.

A su vez la economía natural con su producción para sí,


obstaculizaba la escala del mercado interior y frenaba el desarrollo
del intercambio de mercancías. Las relaciones feudales frenaban la
afluencia de mano de obra a la ciudad, sin lo cual no podía ampliarse
el mercado. Los artesanos y campesinos eran mantenidos en el
sistema de la producción feudal por medio de la coerción
extraeconómica e incluso las personas que habían atesorado
considerables riquezas (los mercaderes, los usureros y los artesanos
enriquecidos) no podían organizar en realidad la gran producción en
la ciudad o en el campo, pues no disponían de suficiente fuerza de
trabajo. En esta situación el procedimiento de unificación de la fuerza
de trabajo con los medios de producción propio del feudalismo era
cada vez más inadecuado al desarrollo de las fuerzas productivas.

Entre las nuevas fuerzas productivas, que exigían nuevas formas de


organización del trabajo a la forma de la cooperación de productores
especializados y un nuevo modo de unificación de las fuerza de
trabajo con los medios de producción, por un lado, y las caducas
relaciones de producción basadas en la dependencia personal de los
productores respecto a los propietarios de la tierra, por otro lado,
apareció y se agudizó cada vez más la contradicción inconciliable.
Apareció la necesidad social de sustituir las viejas relaciones de
producción feudales por otras nuevas, que correspondieran al
crecente desarrollo de las fuerzas productivas.

Diferenciació n de los productores de mercancías


Al ampliarse la división social del trabajo y extenderse la esfera de la
relaciones mercantiles y monetarias, se incrementaba la
diferenciación patrimonial y social de los productores directos de
mercancías. Al no ser igual la productividad del trabajo individual, los
productores de mercancías invertían en la producción de una misma
mercancía diferentes cantidades de trabajo.

Los productores de mercancías que tenían peores condiciones de


producción, invertían mucho más trabajo y solo podían cubrir parte
los gastos de producción al vender sus mercancías. Inexorablemente
una parte de estos productores se arruinaban. Por otra parte aquellos
que disponían de mejores condiciones de producción y lograban una
intensidad y productividad del trabajo más avanzada, se enriquecían.
Acumulaban en sus manos grandes sumas de dinero y de medios de
producción. Con esto se creaban las condiciones para un nuevo
procedimiento de unificación de los productores con los medios de
producción. Los productores de mercancías arruinados, al no
disponer de toda clase de medios de producción, se veían obligados a
contratarse por dinero, trabajando para aquellos que poseían los
medios de producción. La producción mercantil basada en los medios
de producción y en el trabajo de los propios productores, se
transformaba cada vez más en una nueva forma de producción
mercantil más desarrollada: la forma capitalista de producción
mercantil.
Surgimiento de producció n mercantil capitalista
Producción Mercantil

Las relaciones capitalistas de producción surgidas en las entrañas


del régimen feudal, se diferenciaba de las formas anteriores de la
economía mercantil, ante todo como gran producción que empleaba
la cooperación del trabajo de muchos obreros asalariados.

En el proceso de surgimiento y desarrollo del modo capitalista de


producción jugó un papel primordial el capital comercial y el capital
usurero, que incentivaron al desarrollo de las relaciones monetarias
mercantiles. El capital comercial nacido con anterioridad, era
invertido a menudo en la industria y el comerciante se convertía en
tal caso en capitalista manufacturero. En momentos los usureros
pasaban a ser banqueros. Tanto al capital comercial como el usurario
no podían de por sí originar una revolución radical en las relaciones
de producción; solo favorecían a crear las condiciones para el
surgimiento de las formas capitalistas de producción.

La consolidación de las relaciones capitalistas de producción supuso


la transformación de la masa de productores en proletarios libres de
toda dependencia personal pero desposeídos a la vez de tos clase de
medios de producción. Por otra parte la concentración de las
riquezas en dinero y de los medios de producción en manos de una
minoría. En la creación de estas condiciones reside la esencia de la
denominada acumulación originaria del capital. Al respecto Marx
escribió: “El régimen del capital presupone el divorcio entre los
obreros y la propiedad sobre las condiciones de realización de su
trabajo. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede
ser uno: el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad
sobre las condiciones de su trabajo, proceso que de una parte
convierte en capital los medios sociales de vida y de producción,
mientras que de otra parte convierte a los productores directos en
obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues,
más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los
medios de producción.”

El proceso de la acumulación originaria del capital constituye la


prehistoria del capitalismo y antecedió a la consolidación del
capitalismo como modo dominante de producción.
Papel de la violencia en la instauració n del capitalismo
Los economistas burgueses, describen sublimemente la historia del
surgimiento del capitalismo, afirmando que la acumulación de
riquezas deviene desde la remota Antigüedad como resultado del
amor al trabajo y el espíritu de austeridad de unos y de la indolencia
y despilfarro de otros. En verdad las relaciones capitalistas de
producción surgieron y luego se convirtieron objetivamente en las
relaciones dominantes, producto a las leyes del desarrollo social.
Pero la acumulación originaria del capital fue beneficiada y acelerada
con el empleo de la violencia directa y sin disimulos de ninguna
índole.

Constituye un ejemplo típico de cómo se desenvolvió la acumulación


originaria del capital los acontecimientos acaecidos en los siglos XVI
y XVII en Inglaterra, donde la producción capitalista alcanzó un
mayor desarrollo antes que en los demás países de Europa. La
nobleza aburguesada, desalojó violentamente de la tierra a los
campesinos que se habían liberado de la servidumbre feudal. Al
quedarse sin tierras, los campesinos se vieron obligados a
contratarse a los capitalistas. Paralelamente se operó el proceso de
aparición de los granjeros capitalistas. “El recuerdo de esta cruzada
de expropiación – escribió Marx – ha quedado inscrito en los anales
de la historia con trazos indelebles de sangre y fuego.” Los
campesinos arruinados y despojados de sus tierras se fueron
convirtiendo en una masa empobrecida que llenaba los caminos y
ciudades en busca de trabajo y medios de existencia. Así mediante la
violencia se aceleraba la proletarización de las amplias masas.

La violencia es además una importante vía para acelerar la


concentración de las riquezas en manos de unos pocos. Muchas
empresas capitalistas nacieron a expensa de la acumulación
concentrada en manos de los comerciantes u usureros. Pero además
desempeñaron un enorme rol otros métodos de acumulación de
riquezas, como el sistema de explotación colonial de los pueblos, el
comercio con las colonias, comprendido la trata de esclavos, las
guerras comerciales, el sistema de empréstito e impuestos estatales
y la política arancelaria proteccionista del estado.

Así mediante el despojo, la ruina impuesta por la violencia, de la


masa de pequeños productores y la rigurosa opresión de los pueblos
coloniales, se aceleraba la creación de las condiciones para el
dominio de las relaciones capitalistas de producción.
Agudizació n de la lucha de clases
La disgregación del régimen feudal, se desarrolló en virtud de las
leyes objetivas del desarrollo social. Este proceso se aceleró
mediante el empleo de la violencia en gran escala como método de la
acumulación originaria del capital. La base del feudalismo se fue
debilitando cada vez más por los efectos de la lucha de clases que se
iba agudizando cada vez más manifestadas por las acciones de la
masa de campesinos contra los opresores.

En el siglo XIV se produjo la insurrección de los campesinos ingleses


dirigidos por Wat Tyler y la sublevación de los campesinos franceses
(Jacquerie). En el siglo XV estallaron sublevaciones campesinas en
Bohemia dirigidas por Juan Hus. En el siglo XVI en Alemania se
sucedieron grandes acciones de los campesinos dirigidos por Tomás
Munzer.

Juana de Arcos

Las insurrecciones campesinas fueron el preludio de las revoluciones


burguesas. Los campesinos y artesanos constituían las fuerzas
motrices fundamentales de las revoluciones burguesas. Pero los
frutos de sus luchas y victorias fueron aprovechados por la burguesía
que se apoderó del poder estatal. Las primeras revoluciones
burguesas ocurrieron en los países bajos (siglo XVI) y en Inglaterra
(siglo XVII). La revolución francesa, iniciada en 1789, tuvo una
enorme trascendencia para el para el derrocamiento del dominio de
los señores feudales y el triunfo de la burguesía en Europa. Las
revoluciones burguesas dieron el golpe de gracia al régimen feudal y
consolidaron el nuevo modo de producción: el modo de producción
capitalista.

Vestigios del feudalismo en la actualidad


Han transcurridos muchos siglos desde la desaparición del
feudalismo en muchos de los países, pero sus vestigios se mantienen
en el mundo capitalista desarrollado de nuestros días. En Italia que
cuenta con un desarrollo capitalista elevado, todavía existen grandes
haciendas de la nobleza, que abarcan más del 10% de las tierras
cultivables del país. Allí está ampliamente extendido el sistema de
aparcería en virtud del cual se le entrega parte de la cosecha al
propietario de la tierra en concepto de renta del suelo.

Existen restos del feudalismo en otros


países capitalistas desarrollados de Europa; y son muy claros en
la economía de ciertos países de América Latina, Asia y África.
En Brasil por ejemplo el 177 millones de hectáreas pertenecen a
grandes latifundios. La forma predominante de arriendo de la tierra es
la aparcería semifeudal.

En Irán donde la mitad de las tierras pertenecen a los grandes


terratenientes y está ampliamente extendido el arriendo sobre la
base del principio de la aparcería, las relaciones agrarias tienen un
carácter semifeudal.

En Turquía a los grandes propietarios de las tierras les pertenece


más de un tercio de la tierra cultivable.

Uno de los problemas más significativos del desarrollo de muchos


pueblos consiste en suprimir definitivamente los vestigios feudales.
Estos sólo pueden ser eliminados en los países coloniales y
subdesarrollados con el incremento de su lucha liberadora.

Modo de producción Capitalista


Capitalismo. Formación económico-social que sucede al feudalismo.
En la base del capitalismo, se encuentra la propiedad privada de los
medios de producción y la explotación del trabajo asalariado.[1]

Antecedentes histó ricos


Fernand Braudel sitúa los orígenes del capitalismo en la Edad
Media, en algunas pequeñas ciudades comerciantes. La historia del
capitalismo ha sido objeto de grandes debates sociológicos,
económicos e históricos desde el siglo XIX. El comercio existe desde
que surgió la civilización, pero el capitalismo como sistema
económico no apareció hasta el siglo XVI en Inglaterra, en
sustitución del feudalismo.

Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una fuerte
tendencia a "realizar trueques, cambios e intercambios de unas
cosas por otras". De esta forma al capitalismo, al igual que al sistema
de precios y la economía de mercado, se le atribuye un origen
espontáneo o natural dentro de la edad moderna.

Cruzadas
Este impulso natural hacia el comercio y el intercambio fue
acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron
en Europa Occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las
grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron
estas tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo tras el
descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes
cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras.

El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un


sistema en el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir,
cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes y no en
producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente hasta
la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.

Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había


aparecido una de las figuras más características del capitalismo, el
empresario, que es, según Schumpeter, el individuo que asume
riesgos económicos no personales. Un elemento clave del
capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener
beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la
posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en
pérdidas son dos resultados posibles, por lo que el papel del
empresario consiste en asumir el riesgo de tener pérdidas o
ganancias.

El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado


gracias a la filosofía del Renacimiento y de la Reforma Protestante.
Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad,
facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales (y
posteriormente el Estado de Derecho como sistema político y el
liberalismo clásico como ideología) que proporcionaron las
condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del
capitalismo en las naciones europeas.

Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente


económico que generaba el empresario privado y a la reinversión de
este excedente para generar mayor crecimiento económico, lo cual
generó industrialización en las regiones del norte.
Comienzos en el mundo actual
Algunos economistas entienden que el capitalismo comenzó en la
baja edad media, hacia los siglos XIII o XIV. Otros identifican el
feudalismo con la edad media y consideran que el capitalismo es el
sistema que vino después, es decir, a partir del siglo XVI, ya que el
final de la edad media suele fijarse en la caída
de Constantinopla (1453) o el descubrimiento de América (1492).
Otros consideran que una característica definitoria del capitalismo es
la producción industrial en grandes cantidades, por lo que solo
consideran capitalista al sistema que surgió en Inglaterra tras el
invento de la máquina de vapor y la industrialización, en el siglo
XVIII.

Características
La propiedad privada sobre los medios de producción. Las clases
sociales: Burguesía y Proletariado. De la relación de ambas clases
surge y se desarrolla el capital. Las relaciones sociales de
producción son de explotación, basada en la propiedad privada de los
medios de producción. La forma de explotar es la plusvalía.
Producción generalizada de mercancías. El fin es la obtención de
ganancias. Existen las crisis periódicas. El desarrollo de la ciudad y
del campo es desigual.

La contradicción básica del capitalismo – entre el carácter social del


trabajo y la forma capitalista privada de la apropiación - se expresa
en el antagonismo entre las clases básicas de la sociedad
capitalista, el proletariado y la burguesía.

Explotació n capitalista
Forma histórica de explotación de los trabajadores bajo la cual los
capitalistas, poseedores de los medios de producción, se apropian
la plusvalía creada por el trabajo no retribuido de los obreros. La
forma de explotación capitalista se distingue de las formas
esclavista y feudal por presentarse de una manera velada. En el
régimen de esclavitud y en el feudal, la explotación resultaba
palmaria, abierta; el trabajador dependía personalmente de los
explotadores, y la disciplina del trabajo era la disciplina del palo.
Bajo el capitalismo, los obreros jurídicamente son personas libres,
pero como carecen de medios de producción, para no morir de
hambre se ven obligados e vender su fuerza de trabajo. El capitalista
y el obrero como poseedores de mercancías aparecen en el mercado
formalmente libres e iguales en derechos, más la apariencia de
igualdad jurídica entre el dueño del capital y el dueño de la fuerza de
trabajo encubre la monstruosa desigualdad que existe entre los
explotadores y los explotados. El obrero sólo es libre de elegir a cuál
de los explotadores va a vender su fuerza de trabajo. Con el
desarrollo del capitalismo y el incremento constante del ejército
inmenso de parados, el obrero ya no es libre ni siquiera de elegir a su
opresor. La disciplina del hambre le obliga a buscar al trabajo que
sea. Únicamente acabando con la propiedad capitalista sobre los
medios de producción y estableciendo la propiedad colectiva
socialista, puede acabarse con la explotación del trabajo asalariado
por parte del capital.

Contradicció n fundamental del Capitalismo


La contradicción fundamental del Capitalismo es la que se manifiesta
entre el carácter social de la producción y la forma capitalista
privada de apropiarse el producto del trabajo. Esta contradicción
expresa el profundo antagonismo entre el trabajo asalariado y
el capital, entre las fuerzas productivas en desarrollo y las
relaciones de producción capitalistas que las encadenan. A medida
que se desarrollan las fuerzas productivas modernas, basadas en la
gran industria maquinizada, la producción va concentrándose más y
más, la división social del trabajo progresa, lo cual lleva a que se
amplíen y se intensifiquen los nexos económicos entre las
diversas empresas y ramas de la economía.

En la producción de cada clase de producto participan, directa o


indirectamente, empresas de diferentes ramas de la producción,
centenares de miles y millones de obreros, agrupados en las
empresas capitalistas. El proceso de producción y de trabajo se
socializa en grado creciente. Sin embargo, tanto la producción como
sus resultados no pertenecen a quienes en realidad son sus
creadores — los trabajadores —, sino a personas privadas, a los
capitalistas, quienes utilizan la riqueza social para obtener
ganancias, y no en interés de toda la sociedad.

La relativa organización del trabajo en las empresas entra en


contradicción con la anarquía y la falta de plan de
la economía capitalista tomada en su conjunto. Movidos por su afán
de lucro, los capitalistas amplían la producción hasta un volumen
enorme e intensifican la explotación de los obreros. Al mismo tiempo,
la demanda solvente de la masa fundamental de la población se halla
limitada por el valor de la fuerza de trabajo y, en las condiciones que
crea el paro forzoso masivo y constante, dicha demanda a menudo
resulta más baja que su valor.

El retraso en que se encuentra el consumo de las masas populares


respecto al crecimiento de la producción hace que periódicamente
surjan crisis económicas de superproducción acompañadas de un
despilfarro de trabajo social, de la destrucción física de los bienes
materiales producidos. La causa de las inevitables crisis económicas
radica en la contradicción fundamental del capitalismo. Esta
contradicción alcanza su máxima agudeza en los años de crisis. Con
el desarrollo del capitalismo, la contradicción básica aún se agrava
más. Ahora bien, el capitalismo no sólo engendra la contradicción
básica que le es inherente, sino que además crea las condiciones
objetivas y subjetivas para resolverla.

La parte fundamental de la clase obrera se halla concentrada en las


grandes empresas y en los centros industriales, hecho que facilita su
unión, cohesión y organización en la lucha contra la clase de los
capitalistas.

En el decurso de la lucha revolucionaria, la clase obrera, al frente de


todos los trabajadores, liquida la contradicción fundamental del
capitalismo eliminando el régimen capitalista y sustituyéndole por un
régimen social más progresivo: el Socialismo, el Comunismo.

Ley econó mica fundamental


Ley, descubierta por Marx, de la producción y apropiación de
la plusvalía; refleja la relación principal del modo capitalista de
producción, a saber: la de explotación del trabajo asalariado por
parte del capital. El fin inmediato de la producción capitalista estriba
en crear plusvalía para que de ella se apropien los capitalistas.

"La finalidad constante de la producción capitalista consiste en crear el


máximo de plusvalía o de plus producto con el mínimo de capital
desembolsado"

Marx
La ley económica fundamental del capitalismo expresa la sed
insaciable que tienen los capitalistas de trabajo obrero no
remunerado, su afán de aumentar la plusvalía pone de manifiesto
cuál es el motivo propulsor, el estímulo del crecimiento de la
producción capitalista. Marx indicaba que la producción de plusvalía
o de ganancia constituye una ley absoluta del modo capitalista de
producción. Los medios para alcanzar la finalidad de la producción
capitalista son:

 ampliarla e intensificar la explotación del proletariado,


 empeorar la situación de este último,
 arruinar a la masa de los pequeños productores,
 subyugar y expoliar a los pueblos de otros países.

La plusvalía se eleva de dos maneras, a las que se recurre para


intensificar el grado de explotación de la clase obrera produciendo
plusvalía absoluta y produciendo plusvalía relativa. La ley de la
plusvalía como ley económica fundamental del capitalismo, mantiene
su vigencia a lo largo de todo el desarrollo del capitalismo. Ahora
bien, en las diversas fases del desarrollo capitalista, dicha ley se
manifiesta de manera distinta. En la época del capitalismo
premonopolista, la ley de la plusvalía actuaba como ley de la
ganancia media (general) y de la ganancia extraordinaria. Cuando ya
en el imperialismo, domina el capital monopolista, la forma más
importante en que se manifiesta y desarrolla la ley económica
fundamental del capitalismo es la de elevada ganancia monopolista,
descubierta por Lenin. La acción de la ley de la plusvalía hace que se
acentúe la anarquía de la producción capitalista, que se agudice la
lucha competitiva, que empeore la situación de las masas
trabajadoras, que se agrave la contradicción entre el trabajo y el
capital. La acción objetiva de esta ley del capitalismo hace más
profunda y acerba la contradicción fundamental del régimen
capitalista, lleva inevitablemente a la sustitución revolucionaria de
este régimen por el modo socialista de producción.

Formas de producció n
 La producción mercantil simple, que es la producción basada en
la propiedad privada de los medios de producción y en el trabajo
personal.
 La manufactura, es el paso intermedio entre la producción
mercantil simple y la maquinizada, es lo hecho con la mano.
 La producción maquinizada, es la producción automatizada.
 El desarrollo de la máquina comenzó a partir de la revolución
Industrial.

El Capitalismo atravesó por dos fases, la Premonopolista o de libre


competencia y la Imperialista o Monopolista. La fase monopolista se
basó en la competencia entre capitalistas, las formas de producción
de mercancías fueron la producción mercantil simple y la
manufactura en especial. La competencia entre los capitalistas se
basaba en el costo de los productos y la calidad de éstos.

El Capital es la característica principal de este sistema, y es todo


aquello que se puede producir, desde el punto de vista económico,
pero no es solo un objeto económico también es una relación social
de producción.

Clase superior
Se le conoce como la fase superior del Capitalismo. Las
características de esa fase son:

 La concentración de la producción y del capital a tal grado que


se crean los Monopolios.
 La fusión del capital bancario con el industrial
 La exportación del capital adquiere más importancia
 La creación de asociaciones internacionales monopolistas de
capitalistas
 La terminación del reparto territorial del mundo.
 En resumen, el Imperialismo es el capitalismo en la fase de
desarrollo en donde toman el dominio los Monopolios y el capital
financiero.

Capitalismo de Estado y capitalismo monopolista


de Estado
Formas de la economía capitalista que se caracterizan por la
transformación de las empresas capitalistas privadas en empresas
estatales y por el control del Estado sobre la vida económica del
país. En el estadio premonopolista, el capitalismo de Estado servía
para acelerar el proceso de reproducción capitalista.
El capitalismo monopolista de Estado se forma en la época
del imperialismo y se caracteriza por unir los monopolios más
grandes con el aparato del Estado burgués, por subordinar dicho
aparato a los monopolios con el fin de despojar en grado máximo a
los trabajadores y obtener altos beneficios monopolistas.

El capitalismo monopolista de Estado constituye el mayor nivel a que


puede llegar la socialización de la producción bajo el capitalismo, por
lo que constituye, según palabras de Lenin, «la plena preparación
material del socialismo». Pero no forma un estadio de desarrollo
distinto del imperialismo ni significa que el capitalismo se integre
pacíficamente al socialismo. No modifica la naturaleza del
capitalismo elimina la contradicción entre el trabajo y el capital, no
acaba con la anarquía de la producción ni con las crisis económicas.

El capitalismo monopolista de Estado no consolida el sistema


capitalista, sino que lo quebranta, ahonda sus contradicciones
fundamentales y, de este modo, hace más próximo el hundimiento
definitivo del capitalismo.

Es necesario diferenciar del capitalismo monopolista de Estado – que


intensifica la explotación de los trabajadores, aplasta los
movimientos obrero y nacional – el capitalismo de Estado de los
países económicamente poco desarrollados (India,
R.A.U., Indonesia.), en los cuales desempeña un papel progresivo,
estimula la el avance de la economía y contribuye a consolidar la
independencia nacional.

Al enjuiciar el capitalismo de Estado en tal o cual país, es


indispensable tener en cuenta si se utiliza en interés de los
monopolios o del pueblo. Bajo el régimen de dictadura del
proletariado, el capitalismo de Estado, sin ser el régimen económico
preponderante, adquiere un contenido diferente por principio dado
que se encuentra bajo el control de la clase obrera y se utiliza para el
desarrollo de la gran producción. Según palabras de Lenin, «...el
paso al comunismo puede realizarse también a través del capitalismo
de Estado si el poder del Estado se halla en manos de la clase
obrera»
Coexistencia pacífica
Principio de política exterior aplicado por la U.R.S.S y otros países
del socialismo con el fin de evitar una nueva guerra mundial. El
primero en formular la idea de la coexistencia de estados con
distintos sistemas sociales fue Lenin, quien se basó para ello, en la
ley del desarrollo desigual, económico y político, del capitalismo.

En virtud de dicha ley, el paso al socialismo no se efectúa


simultáneamente en todos los países, sino que constituye toda una
época histórica, la cual se inicia con la victoria del socialismo en uno
o en varios países y acaba con el triunfo del socialismo y del
comunismo en todo el mundo. De ahí se desprende la necesidad
objetiva de una prolongada coexistencia entre los estados socialistas
y capitalistas.

La coexistencia pacífica presupone la renuncia a la guerra como


medio de resolver las disputas internacionales, la comprensión
recíproca y la confianza entre los estados, la no intervención en los
asuntos internos de los pueblos, el fomento de la colaboración
económica y cultural entre los países. La idea leninista de la
coexistencia pacífica se ha hecho realidad viva en la actividad de los
partidos comunistas hermanos.

La coexistencia de estados capitalistas y socialistas no significa,


como afirman los revisionistas, amortiguar la lucha de clases o
conciliar con la ideología burguesa. La coexistencia pacífica es una
forma peculiar de la lucha de clases, que se lleva a cabo por medios
pacíficos, con la particularidad de que el principal campo de batalla
entre socialismo y capitalismo radica en la emulación económica, en
la cual el socialismo, gracias a las ventajas que le son inherentes,
alcanzará la victoria.

Lo que contribuirá a que las ideas del socialismo conquisten las


mentes y los corazones de las masas populares no es la guerra con
otros países, sino el ejemplo de una organización más perfecta de la
sociedad, el florecimiento de las fuerzas productivas, la creación de
todas las condiciones para que el hombre alcance la felicidad y el
bienestar.
Crisis general del capitalismo actual
Crisis multilateral del sistema capitalista en el mundo; afecta tanto al
régimen económico y estatal como a la Política, a la ideología y a
todas las demás esferas de la vida de la sociedad burguesa
contemporánea.

El rasgo decisivo de la crisis general del capitalismo estriba en la


división del mundo en dos sistemas opuestos: el capitalista y el
socialista.

«El que se vayan desprendiendo del capitalismo nuevos países; el


que se debiliten las posiciones del imperialismo en la competición
económica con el socialismo; el que se desintegre el sistema colonial
del imperialismo; el que se acentúen las contradicciones del
imperialismo por el desarrollo del capitalismo monopolista de
Estado y por el crecimiento del militarismo; el que se intensifique la
inestabilidad interna y la descomposición de la economía capitalista,
hecho que se manifiesta en la creciente incapacidad del capitalismo
para utilizar plenamente las fuerzas productivas (ritmos bajos de
crecimiento de la producción, crisis periódicas, constante falta de
aprovechamiento del potencial de producción, paro forzoso crónico);
el que aumente la lucha entre el trabajo y el capital; el que se
agraven sensiblemente las contradicciones de la economía
capitalista en el mundo; el que la reacción política alcance extremos
nunca vistos en todos sentidos, renuncie a las libertades burguesas y
establezca regímenes fascistas, tiránicos, en varios países; el que la
política y la ideología burguesas sufran honda crisis – todo ello es
expresión de la crisis general del capitalismo» [2]

Etapas
La crisis general del capitalismo, en su desarrollo, pasa por varias
etapas. La primera etapa surgió en el período de la primera guerra
imperialista mundial y, ante todo, como resultado de la victoria de
la Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia. La segunda
etapa surgió en el período de la segunda guerra mundial y, sobre
todo, como resultado de la aparición del régimen de democracia
popular en varios países de Europa y Asia. El rasgo decisivo de este
período consiste en que el socialismo rebasó el marco de un solo país
y se constituyó el sistema mundial del socialismo. La tercera etapa
de la crisis general del capitalismo ha empezado en la segunda mitad
de la década de 1950. La peculiaridad de dicha etapa consiste en
haber surgido no por una guerra mundial, sino en el ambiente de
competición y lucha entre los dos sistemas, con la quiebra del
sistema colonial del imperialismo en el mundo, con una modificación
cada vez mayor de la correlación de fuerzas en favor del socialismo.

Depresió n
Fase del ciclo capitalista; es la que sigue inmediatamente a la crisis.
En este período se interrumpe en lo fundamental la caída de la
producción, que queda estancada en el nivel alcanzado al final de la
crisis. Las empresas trabajan sensiblemente por debajo de sus
posibilidades de producción. La cantidad de desocupados es tan
elevada como durante la crisis. Los precios alcanzan cierta
estabilidad, pero en un bajo nivel. El comercio carece de vigor,
aunque los stocks ya no aumentan, y se van reabsorbiendo
gradualmente, en parte se destruyen y en parte se venden a precios
rebajados. El tipo de interés es bajo, pues la cuota de ganancia se ha
reducido y la oferta de capital de préstamo supera en mucho a la
demanda.

Procurando adaptarse a los precios bajos, los capitalistas reducen


los costos de producción, disminuyen los salarios, clavan la
productividad y la intensidad del trabajo de los obreros. Renuevan en
gran escala el capital fijo, reequipan sus empresas. La creciente
demanda de instalaciones y maquinaria provoca el aumento de su
producción, así como de la producción de los metales indispensables,
combustible, otros. Ello hace que aumenta el número de obreros
ocupados, que crezca la demanda de artículos de consumo y su
producción. Así se crean las condiciones para pasar a la fase de
animación y luego a la de auge. Al desarrollarse el capitalismo y
agudizarse sus contradicciones, especialmente en el período actual
del capitalismo, se observa que la fase de depresión se hace más
larga y ésta adquiere un carácter duradero.

Período de transició n del capitalismo al socialismo


Período histórico que se inicia cuando la clase obrera, aliada con el
campesinado conquista el poder político y termina con la edificación
del socialismo, mera fase de la sociedad comunista.
"Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el periodo de
la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. Y a este
período corresponde también un período político de transición cuyo Estado
no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado"

Marx.

El período de transición se debe a las condiciones especiales en que


surge y se desarrolla el modo comunista de producción. Cuando se
produjo el tránsito del modo feudal de producción al modo capitalista,
las relaciones de producción burguesas ya habían surgido en el seno
del feudalismo, donde existían en forma de tipo económico; ello era
posible gracias a que los dos modos de producción poseen una base
económica común, del mismo tipo: la propiedad privada sobre los
medios de producción. La sociedad socialista se diferencia, por
principio, de la capitalista y no puede nacer en el seno del
capitalismo. Bajo el capitalismo únicamente se crean las premisas
materiales del socialismo. La producción socialista se basa en la
propiedad social sobre los medios de producción, tipo de propiedad
que excluye la explotación del hombre por el hombre. La propiedad
social sobre los medios da producción no puede surgir
espontáneamente dentro del capitalismo. Para que pueda aparecer,
es necesario que se lleve a cabo la revolución socialista y que se
establezca el poder de los trabajadores.

El proceso de creación de la primera fase del comunismo, el


socialismo, se basa en varias leyes de carácter general, cuya
necesidad se ve confirmada por la experiencia de los países
socialistas. Estas leyes generales, como se indicó en la Declaración
formulada por la Conferencia de representantes de los partidos
socialistas y obreros de los países socialistas, celebrada en 1957,
son:

 dictadura del proletariado con partido marxista - leninista al


frente;
 alianza de la clase obrera con la masa fundamental de los
campesinos y con otras capas de trabajadores;
 liquidación de la propiedad capitalista y establecimiento de la
propiedad social sobre los medios fundamentales de producción;
 gradual transformación socialista de la agricultura;
 desarrollo planificado de la economía nacional dirigido a la
construcción del socialismo y el comunismo, a la elevación del
nivel de vida de los trabajadores;
 cumplimiento de la revolución socialista en la esfera de la
ideología y de la cultura y formación de una numerosa
intelectualidad fiel a la clase obrera;
 liquidación del yugo nacional y establecimiento de la igualdad
de derechos y de la amistad fraterna entre los pueblos sobre la
base de los principios del internacionalismo proletario;
 defensa de las conquistas del socialismo frente a los ataques
de los enemigos exteriores e interiores.

El socialismo puede edificarse con éxito tan sólo si se aplican con


espíritu creador las leyes generales en función de las condiciones
históricas concretas. Para llevar a cabo hasta el fin la revolución
socialista y erigir una sociedad socialista es condición decisiva la
existencia de la dictadura del proletariado. Sobre la base de la
propiedad social, se desarrolla la forma socialista de economía, cuya
esfera de acción se amplía incesantemente. En la economía del
período de transición, al lado del sector socialista existen otras
formas económico - sociales, basadas en la propiedad privada sobre
los medios de producción. Entre ellas se cuentan el tipo económico
capitalista y la pequeña producción de mercancías. La experiencia ha
demostrado que los tres tipos citados de economía se dan en todos
los países, durante el período de transición. A los tres tipos
económicos fundamentales del período de transición corresponden
las clases: la clase obrera, la pequeña burguesía (sobre todo el
campesinado) y la burguesía.

En el período de transición se lleva a cabo la transformación


socialista de la agricultura mediante la cooperación gradual de las
pequeñas haciendas campesinas según el principio de la
voluntariedad. De este modo, en la ciudad y en el campo se establece
el régimen socialista. El período de transición se caracteriza porque
en él actúan las leyes del socialismo y del capitalismo. La esfera de
acción de las leyes económicas del socialismo se amplía sin cesar,
mientras que la de las leyes económicas del capitalismo, por el
contrario se reduce. La transformación de la sociedad, en el período
de transición, transcurre en las condiciones de la lucha de clases.
Para combatir a las clases caducas, la clase obrera se apoya en el
campesinado trabajador y en otras capas de trabajadores. La
contradicción fundamental del período indicado es a que se da entre
el socialismo ascendente y el capitalismo agonizante.

"El período de transición no puede dejar de ser un periodo de lucha entre el


capitalismo agonizante y el comunismo naciente: o en otras palabras: entre
el capitalismo vencido pero no aniquilado y el comunismo ya naciente pero
aún muy débil"

Lenin

Modo de producción Socialista


Socialismo. Sistema de organización social y económico basado en
la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de
producción y en la regulación por el Estado de las actividades
económicas y sociales, y la distribución de los bienes.

El socialismo constituye una etapa dentro de la Formación


Económica Social Comunista, caracterizado por la transición de
formas y actuaciones propias del capitalismo a otras propias de una
sociedad socialista, donde el factor subjetivo y las prácticas
políticas, con reconocimiento del papel de la ética y la educación
constituyen puntos esenciales en la formación de la base técnica y
material necesaria para el surgimiento de una sociedad sin clases.

Fundamentos
El socialismo, como régimen social, surge como resultado de la
supresión del modo burgués de producción y de la instauración de
la dictadura del proletariado. Está basado en la propiedad social
sobre los medios de producción (estatal: de todo el pueblo). La
propiedad social determina la inexistencia de clases explotadoras, de
la explotación del hombre por el hombre, que las relaciones entre los
trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua.

Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda


desigualdad nacional, con la oposición entre la ciudad y el campo,
entre el trabajo intelectual y el trabajo físico.

Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se desarrolla


de manera planificada la economía nacional. El desarrollo y el
perfeccionamiento de la producción social sirven para satisfacer, de
manera cada vez más completa, las crecientes necesidades
materiales y culturales del pueblo.
La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una
amplia democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la
participación activa en la dirección de los asuntos estatales. El
democratismo socialista garantiza tanto los derechos sociales –
derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio médico
gratuitos, a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de
derechos para la mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las
razas y nacionalidades – así como las libertades políticas - las
libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a elegir y
ser elegido.

Propiedad socialista
Propiedad social sobre los instrumentos y medios de producción,
base económica del socialismo. Surge como resultado de la
revolución socialista por medio de la socialización de la propiedad
privada capitalista y por la transformación, en consonancia con los
principios socialistas, de la pequeña propiedad privada de trabajo. La
propiedad social se consolida y se multiplica en el proceso de la
reproducción socialista ampliada. El dominio de la propiedad
socialista pone fin a la explotación del hombre por el hombre, lo
libera de todas las formas de opresión y de todos los tiros de
dependencia social, ofrece amplias posibilidades para el desarrollo
planificado y sin obstáculos de la producción social, para el
incremento incesante de la productividad del trabajo social, para
elevar el bienestar del pueblo y para el libro desenvolvimiento de la
personalidad de cada trabajador.

Propiedad estatal socialista


Propiedad de todo el pueblo, forma superior y rectora de la propiedad
socialista. La propiedad socialista estatal se diferencia radicalmente
de la propiedad capitalista de Estado. Surge como resultado de la
revolución socialista mediante la nacionalización de la propiedad de
capitalistas y terratenientes. La propiedad socialista estatal se dio
por primera vez gracias a la Gran Revolución Socialista de Octubre.
Son objeto de la propiedad estatal: la tierra y el subsuelo, los
recursos forestales y las aguas, las plantas industriales y las
fábricas, las empresas de la construcción, toda la red de
ferrocarriles, todo el transporte fluvial y marítimo, aéreo y por
tuberías, los bancos, los medios de comunicación, las empresas
agrícolas organizadas por el Estado, las empresas comerciales, las
instituciones científicas y culturales, así como el fondo básico de
viviendas, las empresas municipales de las ciudades y de los centros
industriales.

La propiedad estatal de todo el pueblo constituye el nivel superior de


socialización de los medios de producción. A esta forma de propiedad
socialista se hallan directamente vinculados el trabajo y la vida de la
clase obrera, fuerza rectora de la sociedad socialista. Las relaciones
que se establecen entre los hombres en las empresas del Estado
representan el grado más alto de madurez en las relaciones
socialistas de producción. El producto de las empresas estatales
pertenece entera y plenamente al Estado, y lo venden organismos
estatales a precios establecidos por el propio Estado. Tanto en las
empresas estatales como en las cooperativas, se aplican los
principios del centralismo democrático en la dirección de la
economía, la dirección única y el cálculo económico. Los directores
de las empresas son nombrados por el Estado, del que son
mandatarios y ante el que responden del cumplimiento de los planes.
En las empresas estatales, los trabajadores reciben por su labor una
remuneración en consonancia con la cantidad y la calidad del trabajo
realizado.

La propiedad socialista estatal, que abarca los medios fundamentales


de producción y los puestos clave de la economía, determina el
desarrollo de todo el sistema de la economía socialista del país. Del
grado de crecimiento de la propiedad del Estado dependen los ritmos
y el volumen de crecimiento de todas las ramas de la economía
nacional, el progreso de la ciencia y de la cultura, el aumento del
nivel de vida de las masas trabajadoras.

Diferencias esenciales entre el trabajo intelectual


y el trabajo físico
Diferencias económico — sociales en el carácter y en las condiciones
de trabajo así como en la preparación técnica y cultural entre la
mayor parte de los obreros y campesinos y los trabajadores que han
cursado estudios técnicos y de ingeniería.

La sociedad socialista ha acabado para siempre con la oposición


entre el trabajo intelectual y el trabajo físico, oposición inherente
al capitalismo, y asegura la unidad de los intereses vitales básicos
de todos los trabajadores. Sin embargo, el nivel alcanzado en el
desarrollo de la producción socialista aún no permite eliminar por
completo el trabajo manual y hacer que en todos los procesos de
producción la actividad intelectual y física se conjugue
orgánicamente. Las diferencias esenciales entre el trabajo de los
obreros, de los campesinos y de la intelectualidad se van superando
gradualmente, mientras se crea la base material y técnica
del comunismo, se forman las relaciones sociales comunistas y se
educa el hombre nuevo. En este proceso, lo decisivo es crear la base
material y técnica del comunismo, pasar en todas partes a la
mecanización múltiple y a la automatización de la producción,
electrificar por completo la economía nacional y aplicar en ella
la química en todo lo posible. Ello permitirá transformar la base
material del trabajo físico y del trabajo intelectual, y llegar a su unión
orgánica en el trabajo comunista.

Tienen asimismo gran importancia: el cambio de las formas y del


carácter de la división del trabajo al pasar del socialismo al
comunismo y el crear las condiciones económico — sociales para el
desarrollo integral de la personalidad humana; la transformación de
la organización estatal socialista en autogestión comunista; la
elevación general del nivel de vida de los obreros, de los campesinos
y de la intelectualidad, la reducción importante de la jornada de
trabajo y el amplio desarrollo de la instrucción media y superior. Una
de las condiciones importantes para suprimir las diferencias
esenciales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico consiste en
unir y combinar más estrechamente la enseñanza y la formación de
los miembros de la sociedad con el trabajo productivo. Contribuye en
gran medida a que desaparezcan las diferencias esenciales entre el
trabajo intelectual y el trabajo físico el movimiento de masas por la
victoria del trabajo comunista, movimiento que enlaza en un todo el
trabajo, la instrucción y el modo de vida sobre principios comunistas.
Con la edificación de la sociedad comunista completa, se eliminarán
por entero las diferencias económico — sociales entre los hombres,
los obreros, los campesinos y los intelectuales se unirán en la
asociación, única y sin clases, de los trabajadores de la sociedad
comunista.

Diferencias esenciales entre la ciudad y el campo


Diferencias, inherentes a la primera fase de la sociedad comunista,
entre la ciudad y el campo. En herencia de la vieja sociedad, el
socialismo recibe una economía nacional en que el campo se halla
muy rezagado de la ciudad y es explotado por ella, lo que se
manifiesta en la oposición entre la ciudad y el campo. La victoria del
socialismo significa que dicha oposición se elimina. Bajo el
socialismo, entre la ciudad y el campo se establecen relaciones de
colaboración amistosa y de ayuda mutua socialista.

Ahora bien, el socialismo no puede superar de un golpe y por


completo el atraso en que se encuentra el campo respecto a la
ciudad y ésta es la causa de que entre ellos existan diferencias
económico - sociales. En la ciudad domina por completo la forma más
madura y consecuente de propiedad social sobre los medios de
producción, la forma estatal (de todo el pueblo) de propiedad
socialista. En el campo, la transformación socialista de las pequeñas
haciendas campesinas da origen al nacimiento de la forma
cooperativa de propiedad social sobre los medios de producción. La
propiedad cooperativa y las empresas cooperativas socialistas se
diferencian de la propiedad socialista de todo el pueblo y de las
empresas estatales por su mejor grado de madurez económica, lo
cual se revela en el nivel en que la producción se halla socializada,
en las formas de circulación económica de la producción, en el nivel
y en las formas en que se remunera el trabajo, en las formas en que
se organiza el gobierno de la producción. Por esto existen diferencias
económico — sociales en las condiciones de vida y actividad de
quienes trabajan en la ciudad y de quienes trabajan en el campo.

En la sociedad socialista existen clases diferentes, aunque amigas,


la clase obrera, que desempeña el papel dirigente en la sociedad y el
campesinado cooperativista. Son estas diferencias económicas de
clase lo que constituye el fundamento de las diferencias esenciales
entre la ciudad y el campo bajo el socialismo. A despecho de la
rapidez con que se desarrolla la base material y técnica de
la agricultura, el nivel del pertrechamiento técnico del trabajo en la
agricultura en la primera fase de la sociedad comunista aún
permanece a la zaga del nivel del pertrechamiento técnico del trabajo
industrial. Existen asimismo diferencias importantes en el grado de
calificación técnico - profesional entre los obreros. También
subsisten diferencias en las condiciones generales de vida y cultura
entre la ciudad y el campo.

En el período de la edificación desplegada de la sociedad comunista,


las diferencias entre la clase obrera y el campesinado se superan en
lo esencial y decisivo. Al crear la base material y técnica del
comunismo se aproximan las dos formas de propiedad socialista y, en
último término, se funden, lo cual conduce a que se vaya formando
gradualmente la propiedad única de todo el pueblo sobre los medios
de producción. Por su pertrechamiento técnico, el trabajo agrícola se
eleva hasta el nivel del trabajo industrial. Como resultado, las
diferencias económico — sociales entre la ciudad y el campo
desaparecerán, y se borrarán los límites de clase entre los obreros y
los campesinos, nacerá la sociedad sin clases.

Teorías, corrientes, denominaciones e


interpretaciones filosó ficas.
Socialismo cristiano
Artículo principal: Socialismo cristiano

Teoría que procura conferir a la religión cristiana un tinte socialista,


presentar el cristianismo como defensor de los intereses de los
trabajadores y como medio de liberación de todas las calamidades
sociales.

El socialismo cristiano surgió en las décadas de 1830 y 1840 como


variedad del socialismo feudal, en el que se revelaba la hostilidad de
las clases feudales en trance de desaparecer respecto al socialismo.

La misión del socialismo cristiano consistía en luchar contra el


movimiento revolucionario, en reconciliar las clases enemigas. Éste
constituyó una variedad de la ideología burguesa.

La crítica que los socialistas cristianos hacen del capitalismo posee


un carácter demagógico. Lo típico de dicho socialismo es la
búsqueda de una “tercera línea”, distinta del capitalismo y
del comunismo; en realidad, su ideal – la “democracia cristiana” - no
rebasa el marco de las relaciones sociales burguesas.

El socialismo cristiano se halla estrechamente vinculado


al reformismo y lleva a cabo una política escisionista en el
movimiento obrero.

Socialismo de cá tedra
Denominación irónica aplicada a un grupo de profesores y políticos
alemanes liberales, representantes de la escuela ético-social de la
segunda mitad del siglo XIX, los cuales “fundamentaron”
teóricamente, por primera vez, la idea de la integración pacífica del
capitalismo en el socialismo.

Aplicando la teoría de la escuela histórica en economía política, los


partidarios del socialismo de cátedra consideraban que la economía
política debía rebasar el marco del estudio de los fenómenos
económicos en su sentido estricto y fundirse son las demás ciencias
sociales. Con ello se relacionaba la posibilidad de que
el Estado regulara las relaciones económicas.

El socialismo de cátedra constituía una singular resonancia de la


intensificación del movimiento obrero, expresaba la tendencia de
la burguesía a detener el crecimiento de la conciencia
del proletariado. Aplastada la Comuna de París, los socialistas de
cátedra organizaron pronto, en 1872, la “Unión de la política social”,
que afirmaba la necesidad de reformas sociales y la intervención del
Estado en las relaciones económicas.

Figuraban entre los socialistas de cátedra Lorenz Stein, Adolph


Wagner, Gustav von Schmoller, Lujo Brentano y Werner Sombart.

Socialismo ético
Interpretación neokantiana del socialismo, realizada a partir de la
ética de Kant. Los teóricos kantianos burgueses y socialdemócratas,
al rechazar la filosofía del marxismo, el materialismo dialéctico,
intentaron unir el socialismo científico con la filosofía moral
kantiana, entendiendo por ética una ciencia cuyo fin estriba en
eliminar las contradicciones sociales. A juicio suyo, es Kant,
precisamente, el fundador de dicha ciencia. Afirmaban dichos
teóricos que Kant formuló por primera vez la idea básica del
socialismo, la idea de solidaridad, en uno de los enunciados del
imperativo categórico (obra de tal modo que la humanidad tanto en tu
propia persona como en la de cualquier otro individuo, sea
considerada siempre como un fin, y nunca únicamente como un
medio).

La fundamentación de la teoría concerniente a la transformación


socialista de la sociedad mediante la teoría kantiana, “por encima de
las clases”, de la moralidad, significaba, de hecho, convertir
dicha doctrina en una concepción puramente moral. Se desechaban
los problemas cardinales del marxismo (las clases y la lucha de
clases, la clase social, la dictadura del proletariado, otros), y se
situaban en primer plano las relaciones morales y la idea del
perfeccionamiento moral paulatino de la humanidad.

En la práctica, las tesis del socialismo ético se concretaron en la


fórmula de Bernstein: “El movimiento lo es todo; el fin último no es
nada”, que presuponía renunciar a la lucha por el socialismo.

Propagaron el socialismo ético, entre otros, Max Adler (Austria)


y Mijaíl Tugán-Baranovski (Rusia). Los libros de Vorländer “Kant y el
socialismo” (1900), “Kant y Marx” (1911), contienen una
circunstanciada exposición del socialismo ético.

Socialismo fabiano
Corriente reformista que surgió en Inglaterra como antípoda del
socialismo científico. La denominación de “socialismo fabiano” se
inspira en el nombre del caudillo militar romano Fabio Máximo
Cunctátor (el Contemporizador). En 1884, se fundó la Sociedad de los
Fabianos, que en 1900 se incorporó al partido laborista en calidad
de grupo literario - publicista.

El movimiento fabiano como tal renuncia oficialmente a toda filosofía,


pero muchos de sus partidarios apoyan a la religión y respecto a la
concepción de la historia mantienen la teoría de que, en la vida de
la sociedad, lo decisivo son las ideas y niegan la lucha de clases.
Según palabras de Lenin, el socialismo fabiano es:

“la expresión más acabada del oportunismo y de la política obrera liberal". [1]

Socialismo utó pico


Artículo principal: Socialismo utópico

Etapa pre científica en la formación de la teoría acerca de la


sociedad. Está basada en la comunidad de bienes, en el trabajo
obligatorio para todos y en la igual distribución de los productos.
Quien utilizó por primera vez el término “utopía” (lugar que no existe),
en el sentido de una sociedad ideal fue Tomás Moro (así denominó la
isla imaginaria en que situó una sociedad ideal). Posteriormente el
término empezó a utilizarse para caracterizar regímenes inventados
y, ante todo, irrealizables.
Los socialistas utópicos, al criticar el régimen existente, basado en
la propiedad privada, al presentar imágenes del futuro régimen ideal,
al querer fundamentar teóricamente la necesidad de la propiedad
social, expusieron no pocas ideas y conjeturas geniales. A ello se
debe, precisamente, que el socialismo utópico, junto con la economía
política inglesa y la filosofía clásica alemana, constituya una de las
fuentes ideológicas del socialismo científico.

La condena de la propiedad privada y la exaltación de la comunidad


de bienes podían hallarse ya en algunos escritores de la antigua
Grecia y Roma, en “herejes” medievales, en los programas de algunas
sublevaciones campesinas de la época feudal y en los ideólogos de
los campesinos; constituía una reacción natural ante la desigualdad y
la explotación del hombre por el hombre en las sociedades
antagónicas.

A medida que surge y se desarrolla el capitalismo, a medida que se


van formando los precursores más o menos desarrollados del
proletariado, el socialismo utópico va adquiriendo cada vez más
rasgos de realismo histórico, se va haciendo más complejo como
teoría, se ramifica dando origen a diversas escuelas y orientaciones.

Desarrollo
El desarrollo sistemático del socialismo utópico comienza en el
período en que nace el capitalismo, en la época del Renacimiento y
de la Reforma. Sigue avanzando en el período de las revoluciones
burguesas de Europa, período en que fue la ideología de los
predecesores del proletariado.

El socialismo utópico alcanzó su mayor desarrollo durante el


impetuoso crecimiento del capitalismo, cuando se disiparon las
ilusiones de los ideólogos de las revoluciones burguesas y las
contradicciones de la sociedad capitalista resultaban cada vez más
patentes. Sin embargo, no hubo solo socialista utópico que lograra
situarse en una posición materialista en la manera de concebir
la historia y descubrir la fuerza real capaz de llevar a cabo la
transformación socialista de la sociedad. Incluso Saint-Simon, el que
más cerca estuvo de comprender el papel de la propiedad y de las
clases en el desarrollo progresivo – sujeto a ley - de la historia,
afirmaba que la base del desarrollo social la constituía el progreso de
los conocimientos científicos, de la moral y de la religión. A ello se
añadía la falta de comprensión de cuáles eran los caminos
verdaderos que conducían a la transformación de las relaciones
sociales existentes, la renuncia a la revolución, la creencia ingenua
de que mediante la propaganda de las ideas del socialismo era
posible cambiar el orden vigente.

Desarrollo científico
Tan sólo el desarrollo de las fuerzas productivas, que hace inevitable
el cambio del modo de producción, el surgimiento de un proletariado
industrial bastante disciplinado y organizado por obra del desarrollo
de la propia sociedad capitalista, crean, según palabras de Marx, la
posibilidad histórica de que el socialismo se convierta de una utopía
en una ciencia. Marx y Engels transformaron dicha posibilidad en
realidad, después de demostrar científicamente que el paso al
comunismo era inevitable, después de descubrir la fuerza capaz de
llevar a cabo dicho paso: el proletariado, y después de crear la teoría
de la revolución socialista y de la dictadura del proletariado como
instrumento para la realización de los ideales socialistas.

El marxismo reelaboró con espíritu crítico cuanto había de valioso


en las teorías del socialismo utópico y se lo asimiló. Con la aparición
del marxismo, el socialismo utópico se va convirtiendo cada vez más
en un factor que frena el avance del movimiento obrero y socialista.

En algunos países, el socialismo utópico, fundiéndose con la


ideología democrático-revolucionaria, desempeñó un papel positivo
todavía después de haber surgido el marxismo (demócratas
revolucionarios rusos y populistas de la década de 1870).

Socialismo cooperativo
Teoría reformista que expresa los intereses de la pequeña burguesía
y que propaga nocivas ilusiones acerca de las posibilidades de
reorganizar la sociedad sobre principios socialistas en el marco del
capitalismo, desarrollando las cooperativas de consumo y haciendo
extensivo gradualmente el control de tales organizaciones a la esfera
de la producción.

El "socialismo cooperativo" es objeto de una propaganda


singularmente activa por parte de los líderes del movimiento
cooperativo de Europa occidental, al que éstos intentan apartar de la
resolución de cuestiones vitales en defensa de los intereses
económicos de los trabajadores y quieren poner al servicio del
capital monopolista, ahondando con ello la escisión en el movimiento
cooperativista internacional. Los apologistas del "socialismo
cooperativo" afirman que, bajo el capitalismo moderno, las
cooperativas constituyen el medio más radical para transformar la
sociedad y -después de garantizar la denominada "democracia
económica" - son capaces de dominar primero el comercio y luego
colocar bajo su control, gradualmente, la producción agrícola y la
industrial. Los ideólogos del "socialismo cooperativo" no reconocen
diferencias entre el socialismo y el capitalismo, afirman que en los
países capitalistas desarrollados del Occidente se ha establecido ya
la sociedad del "bienestar general" y que en ellos impera la "paz
entre las clases. Al mismo tiempo, atacan sin cesar a las
cooperativas de los países socialistas. Los hechos refutan las
afirmaciones de los ideólogos del "socialismo cooperativo" en el
sentido de que en la economía capitalista ha aumentado la
importancia del sector "socialista", es decir "cooperativo".

Socialismo verdadero
Variedad del socialismo pequeño burgués surgida en Alemania en la
década del 1840. Las concepciones filosóficas de los “socialistas
verdaderos” se formaron sobre la base de la combinación ecléctica
de las ideas de los socialistas utópicos franceses e ingleses y de los
jóvenes hegelianos con la ética de Feuerbach.

Los “socialistas verdaderos” consideraban el socialismo como una


teoría por encima de las clases sociales, la declaraban realización de
cierta esencia humana universal; negaban la lucha de clases y
propugnaban la conciliación de las contradicciones sociales;
preconizaban la renuncia a la actividad política, a la lucha en pro de
las libertades democrático - burguesas, exhortaban al proletariado a
no participar en las revoluciones políticas.

Posiciones de Marx y Engels


Marx y Engels combatieron decididamente esta ideología y el influjo
de la misma entre los obreros. En los trabajos “La ideología
alemana”, “Circular contra Kriege”, “El socialismo alemán en verso y
en prosa”, “Manifiesto del Partido Comunista” sometieron a crítica el
“socialismo verdadero” poniendo en evidencia el papel reaccionario
que desempeñaba en ese período, en que estaba madurando la
revolución en Alemania.
Bajo el influjo de Marx y Engels, varios “socialistas verdaderos”
rompieron con sus conceptos anteriores. En el período de la
revolución de 1848 - 1849, muchos representantes de esa corriente,
después de desechar la fraseología seudosocialista, ingresaron en
las filas de la democracia pequeñoburguesa. Algunas ideas de
“socialistas verdaderos” se utilizaron con el propósito de falsificar al
marxismo en el espíritu de la ética idealista.

Socialismo y comunismo
Artículo principal: Comunismo

Son dos fases de la formación económico - social comunista: el


socialismo constituye la primera e inferior; el comunismo, la superior.
En la base de su diferencia está el grado de madurez económica.

Ya bajo el socialismo, no existe la propiedad privada sobre los


medios de producción; las relaciones de producción no se
caracterizan por el dominio y la subordinación, sino por la
colaboración amistosa y la ayuda mutua entre hombres libres de la
explotación. En este sentido no hay ninguna diferencia entre el
socialismo y el comunismo, pero en el régimen socialista, predomina
la propiedad social sobre los medios de producción; en cambio, bajo
el comunismo existirá un único tipo de propiedad, la de todo el
pueblo.

Bajo el socialismo, se conservan diferencias entre la clase obrera y


los campesinos; al construirse el comunismo esas diferencias
desaparecen. Lo mismo ocurre con las diferencias, existentes aún
bajo el socialismo, entre los obreros y campesinos por una parte y la
intelectualidad por la otra. Todas esas diferencias se hallan
condicionadas, en última instancia, por el nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas. Este mismo factor determina, asimismo, las
diferencias existentes en las formas de distribución, las cuales, bajo
el socialismo, se atienen al principio: a cada uno, según la cantidad y
calidad de su trabajo; mientras que bajo el comunismo, regirá el
principio: a cada uno, según sus necesidades.

Sobre la base del crecimiento de las fuerzas productivas, bajo el


comunismo se establecerá la distribución directa de los productos en
lugar de las relaciones mercantiles y monetarias, aún existentes bajo
el socialismo. A los cambios en la economía corresponden cambios
en la superestructura. En un determinado grado de desarrollo del
comunismo, se extinguirán por completo las instituciones políticas y
jurídicas, la ideología política y jurídica, se establecerán normas
únicas – admitidas por todos - de convivencia comunista, cuya
observancia se convertirá en necesidad interior y en hábito para
todos los hombres; el Estado se extinguirá por completo, agotará
también su misión histórica el Partido, las naciones se aproximarán
de manera cada vez más multilateral hasta que desaparezcan todas
las diferencias entre ellas. El comunismo es la forma superior de
organización de la sociedad, forma que funcionará sobre la base de
fuerzas productivas altamente desarrolladas, de la ciencia, de la
técnica, de la cultura y de la autogestión social comunista.

"El comunismo es un régimen social sin clases, con una forma única de


propiedad sobre los medios de producción, la propiedad de todo el pueblo,
con una plena igualdad social de todos los miembros de la sociedad, en el
que, junto con el desarrollo universal de los hombres, crecerán las fuerzas
productivas sobre la base de una ciencia y una técnica en constante
desarrollo; todas las fuentes de la riqueza social manarán a pleno caudal y
se realizará el gran principio “de cada uno según su capacidad; a cada uno,
según sus necesidades”. El comunismo es una sociedad altamente
organizada de trabajadores libres y conscientes en la cual se establecerá la
autogestión social, el trabajo en bien de la sociedad será para todos la
primera necesidad vital, necesidad hecha conciencia, y la capacidad de
cada individuo se aplicará con el mayor provecho para el pueblo” [2]

La transformación gradual del socialismo en comunismo estriba en


una serie de hondas modificaciones cualitativas que se concentran
en torno a tres problemas fundamentales:

1. Creación de la base material del comunismo (eslabón decisivo


en la cadena de todas las tareas económico-sociales),
2. Desarrollo de las relaciones sociales comunistas,
3. Formación del hombre nuevo.

Base material y técnica


Gran producción maquinizada moderna que abarca todas las ramas
de la economía nacional y se basa en la propiedad social de los
medios de producción.

“La única base material del socialismo puede ser la gran industria
maquinizada, capaz de reorganizar también la agricultura"
Lenin

Por su contenido físico, la base material y técnica del socialismo


constituye ante todo un sistema de producción de la economía
nacional formado por diversos medios de trabajo.

Son inherentes a la base material y técnica del socialismo:

 La técnica avanzada y en rápido desarrollo,


 La alta concentración de la producción, la especialización y
cooperación en la misma,
 El crecimiento del nivel cultural y técnico de los trabajadores y
la elevación incesante de la productividad del trabajo.

Esta base material y técnica se crea de manera planificada por medio


de la industrialización socialista, que se lleva a cabo teniendo en
cuenta las peculiaridades nacionales e históricas, así como las
posibilidades naturales y económicas, del país dado.

La edificación de la base material y técnica del socialismo en cada


país socialista asegura:

 el dominio absoluto de la propiedad social sobre los medios de


producción y de las relaciones de producción socialistas en la
ciudad y en el campo,
 la liquidación total de las clases explotadoras y de las causas
que engendran la explotación del hombre por el hombre,
 la eliminación de todas las condiciones que provocan el paro
forzoso en la ciudad y la ruina de los campesinos en el campo,
 un mejoramiento radical de las condiciones de vida de todos los
trabajadores,
 un general reforzamiento del poderío económico de todos los
estados socialistas.

Durante el paso gradual del socialismo a la fase superior de la


sociedad comunista se crea la base material y técnica
del comunismo.

Ingresos reales de la població n bajo en socialismo


Cantidad de bienes materiales y culturales que puede adquirir la
población con sus ingresos en forma de remuneración individual del
trabajo, de abonos y ventajas que recibe gratuitamente del Estado a
cuenta de los fondos sociales. La magnitud de los ingresos reales
también depende del nivel de los precios sobre los artículos de
consumo y de las tarifas establecidas para los servicios. Los ingresos
reales de los obreros y empleados comprenden su salario más los
recursos complementarios de los fondos del Estado destinados a
instrucción, sanidad, seguros sociales, asistencia social,
construcción de viviendas, otros. A medida que se avance hacia
el comunismo se irán satisfaciendo cada vez más las necesidades
de las personas por medio de los fondos sociales del Estado y de las
organizaciones sociales. El nivel del bienestar del pueblo es lo que
refleja de manera más completa el índice de los ingresos reales de la
población. El cálculo de los ingresos reales de la población se realiza
por trabajador; la dinámica de los ingresos se halla expresada por la
suma general de todos los ingresos en precios comparativos.

Ley econó mica fundamental


Ley económica del movimiento de la producción socialista. El
contenido de la ley económica fundamental del socialismo consiste
en satisfacer de manera cada vez más plena las crecientes
necesidades materiales y culturales del pueblo por medio del
desarrollo y del perfeccionamiento incesante de la producción social.
Estos rasgos de la ley económica fundamental del socialismo
muestran que tal ley expresa el fin de la producción socialista y los
medios de alcanzarlo, fin y medios objetivamente condicionados. De
ahí que tal ley posea un significado determinante en el desarrollo de
la economía socialista, exprese la esencia de este desarrollo sus
diferencias y ventajas radicales frente al modo capitalista de
producción.

La ley económica fundamental del socialismo surge y actúa sobre la


base de la propiedad social de los medios de producción y de las
correspondientes relaciones socialistas de producción. Cuando los
medios de producción pasan a ser propiedad social y se suprimen las
clases explotadoras, se liquida la base sobre la que actúa la ley
económica fundamental del capitalismo y entra en acción la ley
económica fundamental del socialismo. La producción basada en la
propiedad social adquiere un fin por principio distinto del que posee
bajo el capitalismo. En vez de servir para producir ganancias y
enriquecer a las clases explotadoras empieza a servir para satisfacer
las necesidades de los propios trabajadores. Definiendo el fin de la
producción socialista Lenin dijo en un discurso que pronunció en el I
Congreso de Consejos de la Economía Nacional en 1918:

"Únicamente el socialismo permitirá extender ampliamente, y subordinar de


verdad la producción social y la distribución de los productos partiendo de
consideraciones científicas acerca de cómo hacer fácil en grado máximo la
vida de todos los trabajadores y, lograr que les proporcione la posibilidad de
bienestar."

Lenin

La ley económica fundamental determina la unidad orgánica del fin


de la producción con los medios para alcanzarlo. La elevación
incesante del bienestar del pueblo se halla indisolublemente
vinculada al nivel de las fuerzas productivas, depende del grado de
desarrollo de la economía, del nivel de la técnica y de la perfección
con que esté organizada la producción social, factores todos ellos
que determinan el volumen de los bienes materiales y culturales que
la sociedad produce. La propiedad social, el carácter planificado del
desarrollo de la producción y el interés personal de quienes producen
los bienes materiales - los trabajadores - por los resultados del
trabajo, todo ello asegura el crecimiento incesante y rápido de la
producción. Bajo el socialismo el aumento del bienestar del pueblo se
halla en dependencia directa de los ritmos de crecimiento de la
producción y de la productividad del trabajo social. El que la
economía socialista crezca y se perfeccione no sólo permite
satisfacer de manera cada vez más completa las necesidades de la
sociedad, sino que hace, además, que se amplíen éstas y aparezcan
otras, lo cual, a su vez, estimula el ulterior avance de la producción
en amplitud y perfeccionamiento. Por lo tanto, el socialismo no
conoce la contradicción antagónica, inherente al capitalismo entre la
producción y el consumo.

Las contradicciones que surgen bajo el socialismo entre las


necesidades siempre crecientes de la sociedad y el nivel de las
fuerzas productivas alcanzado en cada momento dado se resuelven
de manera planificada ampliando y perfeccionando
correspondientemente la producción. En su política económica, el
Estado socialista, teniendo en cuenta las exigencias de la ley
económica fundamental del socialismo y utilizándolas con
conocimiento de causa, obra de modo que asegura la manifestación
más plena de esta ley. Ello se traduce en el establecimiento de
relaciones acertadas entre la acumulación y el consumo, en el
desarrollo preferente de la producción de medios de producción, en el
cálculo de las proporciones óptimas en la economía nacional, en la
aplicación de medidas que aseguren el perfeccionamiento de la
técnica y de la organización del trabajo productivo.

La ley económica fundamental del socialismo, a diferencia de otras


leyes económicas, determina la dirección principal de la economía
socialista, todo el proceso de la reproducción socialista ampliada:
producción, distribución, circulación y consumo. Por esto,
desempeña una función rectora en todo el sistema de las leyes
económicas del socialismo. La ley económica fundamental del
socialismo posee un significado determinante en el avance de la
sociedad socialista por el camino del comunismo. La construcción
de la base material técnica del comunismo implicará alcanzar un
nivel de producción tan elevado que proporcionará la abundancia de
medios de vida y creará las condiciones para el paso a la distribución
según las necesidades. El crecimiento incesante de la producción
social, así como su perfeccionamiento y la satisfacción constante de
las crecientes necesidades del hombre desarrollado en todos
sentidos seguirá siendo una ley fundamental del modo comunista de
producción.

Estímulos materiales y morales del trabajo


Conjunto de factores económicos y — relacionados con ellos —
ideológicos que aseguran la participación consciente y activa de los
miembros aptos de la sociedad socialista en el trabajo social, en la
elevación de la productividad del mismo.

Bajo el socialismo, los trabajadores trabajan para sí, para su


sociedad; su interés colectivo y personal estriba en desarrollar por
todos los medios la economía nacional, en incrementar constante y
rápidamente la riqueza social del país con el fin de satisfacer las
necesidades crecientes de toda la sociedad y de cada uno de sus
miembros. La conciencia de que cada individuo, bajo el socialismo,
en vez de trabajar para los explotadores trabaja para sí, para el bien
del pueblo y construye la sociedad comunista, sirve de poderoso
estimulo moral para que los hombres participen activamente en el
trabajo y se esfuercen por aumentar la productividad del mismo. Sin
embargo, para la mayoría de los miembros de la sociedad socialista,
el trabajo no se ha convertido aun en la primera necesidad vital sino
que sigue constituyendo, ante todo, un medio de vida. La mera
conciencia de que el trabajo en bien de todos es necesario, no basta
para que todos los miembros de la sociedad participen de manera
activa y sistemática en el trabajo orientado hacia el logro de la
abundancia de artículos de consumo. De ahí que bajo el socialismo y
durante el período de transición al comunismo, el estímulo principal
del trabajo sea el interés material personal del individuo en los
resultados de su labor. El interés material personal se estimula
mediante la distribución de los bienes materiales y espirituales según
la cantidad y calidad del trabajo invertida por cada trabajador, ante
todo a través del sistema de salario en las empresas e instituciones
del Estado, y mediante la remuneración del trabajo realizado.

Constituyen un medio importante de estímulo material, el sistema de


premios en la industria y el de la remuneración suplementaria del
trabajo en la agricultura. El interés material personal es un poderoso
factor que impulsa el desarrollo de la producción socialista. Sirve de
estímulo para introducir técnicas de vanguardia, para lograr que las
invenciones presenten un carácter masivo y que los trabajadores
eleven su calificación técnica y profesional: contribuyó en gran
manera a acelerar el proceso que lleva a la eliminación de las
diferencias económico - sociales entre el trabajo intelectual y el
trabajo físico. Lenin indicaba que toda rama importante de la
economía nacional ha de organizarse teniendo en cuenta el interés
personal de los trabajadores. Mejorando los resultados de su labor, el
trabajador no sólo obtiene una mejor remuneración material, sino,
además, una satisfacción moral, se convierte en un trabajador de
vanguardia, obtiene un reconocimiento social de sus méritos de
trabajo, se hace acreedor del respeto y la estima de todo el pueblo,
sirve de ejemplo para los demás. Los principios leninistas acerca de
la justa combinación de los estimulas materiales y morales del
trabajo conservan su valor en el periodo de la edificación del
comunismo. La acertada combinación de los estímulos materiales y
morales del trabajo constituye una gran fuerza creadora en la lucha
por el comunismo. A medida que se avance hacia el comunismo,
aumentará cada vez más la importancia de los estímulos morales del
trabajo, del reconocimiento social de los resultados obtenidos, del
sentido de responsabilidad de cada uno por la causa de todo el
pueblo. A medida que se desarrollen las relaciones sociales
socialistas y se forme el hombre nuevo, los estímulos morales del
trabajo desempeñarán un papel cada vez mayor, hasta que, por fin, el
trabajo se convertirá para todos en un hábito y en la primera
necesidad de la vida.
Estado socialista
Estado de la sociedad socialista, parte política de la superestructura
sobre la base económica del socialismo. El Estado socialista es un
nuevo tipo de Estado que adviene en sustitución del Estado burgués y
como resultado de la revolución socialista. El proceso de formación
de la superestructura socialista ocurre en el transcurso de todo el
período de transición del capitalismo al socialismo. El Estado del
período de transición es la dictadura del proletariado. Es socialista
por sus fines y objetivos, pues sirve de medio para la construcción
del socialismo.

A medida que la sociedad socialista se desarrolla, cambian las


funciones del Estado socialista; liquidadas las clases explotadoras,
desaparece la función de aplastar su resistencia y se desarrollan en
todos los aspectos las funciones principales del Estado socialista: las
concernientes a la organización económica y a la educación
y cultura. Al constituirse el sistema socialista mundial, el Estado
socialista, junto a las funciones de luchar por la paz y defender el
país, asume una nueva función exterior, la de desarrollar la
colaboración fraternal con los países socialistas.

Con la victoria completa y definitiva del socialismo, al entrar la


sociedad en el período de la construcción del comunismo, en todo el
frente, el Estado de la dictadura del proletariado, se transforma en
Estado de todo el pueblo, órgano de expresión de la voluntad del
pueblo entero. El Estado socialista es un instrumento para consolidar
el socialismo y transformar gradualmente la sociedad socialista en
comunista. La extinción del Estado significa que todas las
instituciones del Estado socialista y toda la organización política de
la sociedad socialista se van convirtiendo gradualmente en
autogestión social comunista. Para que el Estado se extinga por
completo, es necesario establecer una sociedad comunista
desarrollada en el interior del país y llegar, también, a la victoria y a
la consolidación del socialismo en el plano internacional.

Amistad de los pueblos


Colaboración fraternal y ayuda mutua de naciones y nacionalidades
de la sociedad socialista, ley característica y fuerza motriz de dicha
sociedad.
La amistad de los pueblos constituye un nuevo tipo de relaciones
internacionales basadas en la economía y en la democracia
socialistas, en la ideología marxista -leninista del internacionalismo.
Las relaciones entre las naciones socialistas constituyen un brillante
ejemplo de esa amistad, que se ha desarrollado al formarse dichas
naciones. Es un resultado normal de la Gran Revolución Socialista de
Octubre, de la edificación del socialismo, de la consecuente
aplicación de la política nacional leninista por parte del Partido
Comunista. La amistad de los pueblos socialistas es una fuente de la
potencia de los Estados socialistas, acelera el avance de dichas
sociedades hacia el comunismo. En el transcurso de la edificación
comunista en gran escala, nueva etapa en el desenvolvimiento de las
relaciones nacionales, se produce un ulterior progreso multilateral de
las naciones socialistas y un mayor acercamiento entre las mismas.
Los pueblos socialistas mantienen una actitud amistosa respecto a
los trabajadores de todos los países. Se desarrolla con singular éxito
la colaboración fraternal y la ayuda recíproca entre los pueblos de los
países que constituyen el sistema socialista mundial.

Socialismo cubano
Para cubanos y extranjeros la Revolución Cubana es sinónimo de
Revolución Socialista, y se trata de un socialismo genuino del pueblo,
con el pueblo y para el pueblo. El carácter socialista de la Revolución
Cubana se declaró el 16 de abril de 1961 en el sepelio de las
víctimas ocasionadas por el bombardeo sorpresivo de los aeródromos
cubanos, en vísperas de la invasión mercenaria por Playa
Girón organizada y financiada por el imperialismo norteamericano. El
Primer Ministro del gobierno revolucionario Fidel, en dicho acto,
convocó al pueblo a defender el proceso democrático evolucionario
cubano, a la vez que anunciaba al mundo el carácter socialista de la
Revolución al expresar:

Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus


narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las
propias narices de los  Estados Unidos! (...) Compañeros
obreros y campesinos,  esta es la Revolución socialista y
democrática de los humildes, con los humildes y para los
humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los
humildes y para los humildes estamos dispuestos a dar la vida.
El socialismo cubano se ha desarrollado como el resultado natural
de las luchas del pueblo por su independencia y soberanía. Sus
premisas se vinculan a la lucha y al pensamiento de muchos
hombres que desde el Siglo XIX, proclaman libertades y justicia
social para los cubanos.

Socialismo del siglo XXI


Aparece como concepto en la escena mundial en 1996 expresado
por el filósofo de origen alemán, residente en México, Heinz
Dieterich Steffan. El término adquirió difusión mundial desde que fue
mencionado en un discurso por el Presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial. El
modelo de Estado socialista del socialismo del Siglo XXI es un
socialismo revolucionario que se nutre directamente de la filosofía y
la economía marxista, y que se sustenta en cuatro ejes:

 El desarrollismo democrático regional.


 La economía de equivalencias.
 La democracia participativa y protagónica.
 Las organizaciones de base.

El socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento


radical del poder estatal democráticamente controlado por la
sociedad para avanzar al desarrollo. En el marco de la Revolución
Bolivariana, el presidente Hugo Chávez ha señalado que para llegar a
este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como
"Democracia Revolucionaria". Al respecto el presidente
de Venezuela ha señalado:

Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución


Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del
socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la
solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la
igualdad

(...) debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un


nuevo socialismo que se debe construir cada día

En un Aló Presidente en 2003, Hugo Chávez presentó la


propuesta de Giulio Santosuosso para el Socialismo del Siglo
XXI: Socialismo en un paradigma liberal, en el cual el autor
opina que en el mundo está en curso una extensa realineación
ideológica, consecuencia del cambio de paradigma en curso en
la economía; el viejo modelo ha muerto, pero todavía no han
aparecido los nuevos criterios que permitirán la realineación
conceptual.

Para contribuir a la búsqueda de dichos criterios, propone


releer la historia de la economía política, porque en su opinión
algunos de ellos no logran hacerse manifiestos por confusiones
conceptuales en esa disciplina: la primera, ocurrida a lo largo
de los doscientos últimos años, identificó al capitalismo con
el liberalismo; la segunda, ocurrida en este siglo, identificó al
socialismo con el estatismo. Su tesis es que el camino más
expedito para alcanzar la sociedad más justa a la que todos
anhelamos, se consigue con una alianza entre el socialismo y
el liberalismo, una vez que el socialismo haya dejado a un lado
al estatismo y el liberalismo haya dejado a un lado
al capitalismo.

También podría gustarte