Está en la página 1de 7

Artículo original / Original article / Artigo original

Dilemas de la bioética en el siglo XXI


Víctor Martin Fiorino*

Resumen thinking paradigms and the scope of the socially sig-


nificant practices have a twist that implies deep and
Los dilemas a los que debe hacer frente la bioética irreversible transformations with effects in all of the
en el siglo XXI se plantean dentro de una situación life aspects, the 21st century started, actually, more
especial: puede decirse que este siglo comenzó con than 40 years ago.
la aparición de la bioética, en los años setenta del
siglo pasado. En efecto, si, como cabe entender, un Key words: bioethics, paradigms, dilemmas, 21st
siglo comienza en realidad cuando en los paradig- century.
mas de pensamiento y el alcance de las prácticas
socialmente significativas se opera un giro que im-
plica transformaciones profundas e irreversibles con Dilemas da bioética no século XXI
efectos en todas las esferas de la vida, el siglo XXI
tiene ya más de cuarenta años. Resumo

Os dilemas aos que deve defrontar a bioética no


Palabras clave: bioética, paradigmas, dilemas, si-
século XXI se propõem dentro de uma situação es-
glo XXI
pecial: pode dizer-se que este século começou com
a aparição da bioética, nos anos setenta do século
passado. Efetivamente, se, como cabe entender,
Bioethical dilemmas in the 21st century um século começa em realidade quando nos pa-
radigmas de pensamento e o alcance das práticas
Abstract socialmente significativas se opera um giro que im-
plica transformações profundas e irreversíveis com
The dilemmas bioethics faces in the 21st century are efeitos em todas as esferas da vida, o século XXI
marked by a special situation: it can be said that this tem já mais de quarenta anos.
century started with the emergence of bioethics, du-
ring the decade of the sixties, in the past one. If, as it Palavras importantes: bioética, paradigmas, dile-
can be understood, a century really starts when the mas, século XXI

Introducción dilema formulado por el aumento exponencial


en el conocimiento, sin un aumento de la sabi-
Los años setenta del siglo XX fueron en algún duría necesaria para manejarlo” (Potter, 1998).
modo retratados en la expresión de Van Rens- Sabiduría que consiste en el “conocimiento de
selaer Potter, quien, en 1998, afirmó que: “A cómo usar el conocimiento para la supervivencia
medida que ingresamos a la era del tercer mi- humana y para mejorar la condición humana”.
lenio, cada vez estamos más conscientes del

* Doctor en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Postdoctorado en Ética Aplicada por la misma universidad. Doctor
Honoris causa de la Universidad Alonso de Ojeda, Venezuela. Profesor de Postgrado de la Universidad de Salerno Italia. Profesor
del Postgrado Internacional de la Universidad Católica de Colombia. Profesor Invitado permanente en Universidades de Bélgica,
Italia, España, México, Argentina y Venezuela. Miembro del Postgrado en Bioética de la Universidad del Zulia en Venezuela. Autor de
once libros, más de 100 artículos científicos, más de 150 ponencias a Congresos nacionales e internacionales. Miembro del Comité
científico de Revistas de Italia, Argentina y Colombia.

Correspondencia: Víctor Martin Fiorino, email: martinfiorino@yahoo.com


Artículo recibido: 25/03/2014; Artículo aprobado: 03/06/2014

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 11 No. 1 - 2014 - 56•62


En la tecnociencia, horizonte cultural del siglo territorio común. En tercer lugar, la necesidad
XX y de la transición al XXI, la citada década del de rehumanización de la tecnociencia, como
siglo pasado fue escenario de un profundo giro conjunto de caminos orientados a recuperar la
de apertura crítica y autocrítica, orientado a re- capacidad de unir, al desmesurado poder para
visar la legitimidad y el sentido de las mediacio- resolver problemas que ha concentrado todos
nes tecnocientíficas en relación con exigencias los esfuerzos tecnocientíficos, la necesidad ra-
de valoración de la dignidad humana (Hottois, cional y ética de dar explicaciones, contribuir a
2013) y de convergencia entre las necesidades fijar prioridades para la supervivencia y aportar
de los seres humanos concretos, el respeto a sentido a la actuación de las personas, las orga-
la vida y el poder de la ciencia (Schmidt, 2008). nizaciones y las instituciones, favorables a pro-
Ya en 2001, Gilberto Cely Galindo había escri- mover los equilibrios dinámicos sobre los que
to: “El incremento vertiginoso del conocimiento reposa el conjunto de la vida.
científico y tecnológico que nos permite interve-
nir el fenómeno de la vida, de la cual somos su
Es en el marco del fenómeno de la globalización
consciencia, carece de aumento sapiencial para
-que en su forma actual conlleva una paralela si-
orientar nuestras acciones libres a favor de la ló-
tuación de exclusión de grandes sectores de la
gica de la vida y no en su contra, como está su-
cediendo” (Cely Galindo, 2001). El comienzo del población mundial del acceso a bienes mínimos
siglo XXI es precisamente el inicio de una nueva de carácter material, social y espiritual, necesa-
lógica, que se propone unir el conocimiento, la rios para alcanzar una vida digna- donde se vive
valoración y el cuidado de la vida. hoy con mayor radicalidad un problema ético
central, que ha ocupado la reflexión de filósofos
y pensadores desde la Antigüedad clásica: el de
Los ejes de la globalización, si es posible asumir deberes éticos universales,
la interculturalidad y la que tienen que ver con los bienes humanos co-
munes (la preservación del ecosistema, la rela-
rehumanización
ción entre las culturas, el respeto a las diferen-
El abordaje contemporáneo de los dilemas que cias) y con la dignidad de la vida de todos y cada
conciernen al campo de la bioética, en una vi- uno de los seres humanos, considerados como
sión abarcadora de todas las manifestaciones individuos, como sociedad y como especie. A
de la vida y no reducida únicamente a la vida partir de la valoración de la autonomía moral de
humana, se produce actualmente en el marco las personas y de las comunidades, y, al mismo
de una reflexión crítica sobre tres grandes ejes tiempo, de su interdependencia y convergencia
que cuestionan el sentido mismo del conoci- con todas las formas de vida, el pensamiento éti-
miento acerca de la vida, y las diferentes formas co valoriza la dimensión del diálogo, los consen-
en que este es utilizado. Por una parte, la globa- sos y acuerdos operativos capaces de orientar la
lización, como fenómeno omniabarcador que in- toma de decisiones fundadas en la prudencia y
cide negativa y fuertemente en los equilibrios de responsabilidad como criterios de actuación para
la vida, afectando las relaciones del ser humano
las personas, las organizaciones y los gobiernos.
con su entorno, de los humanos entre sí -a par-
tir de la anulación de las diferencias culturales y
sociales-, y del ser humano con su conciencia,
mediante una creciente exigencia de respon- Interculturalidad y
sabilidad y reflexión sobre las consecuencias demanda ética global
de la actuación individual y colectiva sobre el
conjunto de la vida. En segundo término, la in- El concepto de vida está indisolublemente
terculturalidad, que reclama nuevos y urgentes asociado al de diversidad. Vida es diversidad,
esfuerzos de diálogo entre culturas diferentes, como ha sido presentado ampliamente en es-
pero potencialmente convergentes y comple- pecial en el pensamiento ecológico. La bioéti-
mentarias, en torno a problemas comunes y, ca contemporánea recoge este concepto y lo
en particular, a los problemas derivados de un amplía, agregando a la afirmación de la biodi-
creciente nivel de conciencia de la responsabili- versidad particularmente presente en los equi-
dad compartida en el cuidado del planeta, como librios naturales, la consideración acerca de la

Dilemas de la bioética en el siglo XXI


correlativa necesidad de respeto y valoración de Debates en torno a
la sociodiversidad, como requisito del equilibrio tecnociencia y responsabilidad
y capacidad de convergencia, necesarios para
la vida en común. Ello se complementa, igual- La matemática y la física, desde comienzos
mente, con la conciencia de que la diversidad del siglo XX, y la biología, en el último tercio
axiológica -en el marco de acuerdos mínimos de del mismo, marcaron los ejes de decisivas re-
convivencia, respeto a la vida, tolerancia activa, voluciones científicas, cuyos impactos, en sus
aprendizaje de lo diverso y relaciones de coo- respectivos momentos y contextos, provocaron
peración- es decisiva para alcanzar mayores ni- cambios importantes en el pensamiento ético,
veles de comprensión y diálogo intercultural que político y social. Pero, en el último tercio del
puedan representar pasos hacia una ética co- siglo XX, la aparición de la bioética tuvo un im-
mún (Bilbeny, 2003), representativa de un nece- pacto más profundo, ahora global, en relación
sario acuerdo global para el cuidado de la vida. con el riesgo, también ahora global, para la
continuidad de la vida: la bioética global, pro-
En el contexto actual de las necesidades, poten- puesta por Potter como sabiduría para sobrevi-
cialidades y riesgos para la vida en su conjunto, vir (Potter, 1998), puso en evidencia el carácter
marcado fuertemente por los efectos -positivos de dicho riesgo y sentó las bases para abordar
y negativos- de la tecnociencia y por la realidad la necesidad de nuevas formas de articulación
entre individuos, sociedad, ambiente y espe-
del problemático encuentro (o desencuentro)
cie, por una parte, así como nuevas relaciones
entre culturas diversas y sistemas de valores
de corresponsabilidad entre economía, política
diferentes, numerosos humanistas y científicos
y educación. Tales cambios han representado
(Martin, 2013) han formulado inquietudes, in- el punto de partida del modo propio de pensar
terrogantes y expectativas, orientados tanto a de un nuevo siglo, cuyos reales efectos, lejos
situar marcos interpretativos para los dilemas de ser satisfactorios, deben ser evaluados des-
bioéticos globales contemporáneos, en particu- de la renovada participación de la sociedad, las
lar, los relativos a la complejidad, la dignidad y organizaciones y las instituciones, en la toma
la diversidad humanas, así como a favorecer el de decisiones económicas y políticas con efec-
diálogo, epistémico e intercultural, entre científi- to directo o indirecto sobre la vida (ecología,
cos y humanistas acerca de estos temas. Algu- inequidades, déficit de convivencia).
nas de estas formulaciones, en la convergencia
entre ciencia, humanismo y realidades cultura- Los importantes avances en el conocimiento
les diversas, interrogan sobre cuáles son en la y manipulación de la vida, alcanzados gracias
actualidad los hechos científicos y tecnológicos a las impresionantes posibilidades abiertas
de mayor impacto sobre la vida en el nivel global por la informática, a su vez apoyada en los
y que motivan fuertes esperanzas o temores o, desarrollos matemáticos y biológicos produci-
bien, acerca de cuáles son los límites de legi- dos durante el siglo XX, fueron decisivos para
timidad del poder tecnocientífico que se ejerce adentrarse, con asombrosa precisión, en el
o puede ejercerse sobre la vida y su relación conocimiento de la vida en múltiples campos,
con los sistemas de valores de cada contexto que en la actualidad continúan en expansión.
Como consecuencia de ello, cada vez con
cultural. A partir de tales hechos, posibilidades y
más frecuencia se han venido proponiendo
límites, qué tipo de cuestionamientos éticos se
nuevas y asombrosas aplicaciones, de gran
plantean a la conciencia humana, sobre la base
poder para intervenir, modificar o reorientar los
de acuerdos mínimos y consensos valorativos.
cauces de la vida, tanto en el campo de las in-
O aun, cuáles pueden ser los valores comparti- vestigaciones biológicas puntuales como sobre
dos en el ámbito global, capaces de sostener las los macro equilibrios vitales. Resultan obvios
decisiones que es necesario adoptar y cómo se las reflexiones y los cuestionamientos éticos
puede canalizar y expresar una demanda ética que esta realidad ha suscitado. En efecto, así
global decisiva del ciudadano sobre los factores como la ética le propone a la ciencia bases de
que ponen en riesgo la vida, desde la ecología a actuación responsable y prudente tanto en el
la convivencia, desde el fanatismo a la pobreza trabajo de los científicos como en las aplicacio-
y la miseria. nes (tecnológico-económico-políticas) de sus

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 11 No. 1 - 2014 - V. M. Fiorino - 56•62


descubrimientos, es decir, así como la ética precisión para resolver problemas hasta en-
cambia a la ciencia, a su vez la ciencia cambia tonces solo formulados teóricamente, tales
a la ética: le exige reflexionar, en tiempo real, como trasplantes, clonación, implantes alta-
sobre los dilemas inéditos que genera el avan- mente avanzados, etc., avivaron fuertemente
ce incesante de las propuestas científicas y la discusión acerca de los niveles de respon-
tecnológicas (Ladrière, 2002) y, al mismo tiem- sabilidad ética en la actuación de los científi-
po, proponer vías deliberativas efectivas para cos. Pero tal demanda de responsabilización
alcanzar acuerdos mínimos racionales y razo- se extendió también a los funcionarios encar-
nables, sustentados en valores compartidos y gados de autorizar y supervisar procedimien-
prioridades valorativas asumidas en común. tos innovadores, y a los dirigentes políticos
impulsores de iniciativas y políticas de salud
Como consecuencia del gran crecimiento del con efectos directos sobre la vida, afectando
poder tecnocientífico de intervención sobre la así también los campos legal e institucional, y
vida, ha crecido paralelamente la capacidad de subrayando al mismo tiempo la necesidad de
explicación de los fenómenos y procesos de legislar o revisar la legislación sobre materias
la misma. Pero, poder de intervención y capa- altamente complejas. El equilibrio -deseable,
cidad de explicación, aunque necesarios, no posible, necesario- entre avance científico-
son suficientes para responder a la demanda tecnológico y responsabilidad ética de actores
de sentido, que caracteriza al saber humano múltiples se encuentra aún, sin embargo, en
desde sus orígenes, se acrecienta en las so- el marco de factores educativos, económicos
ciedades complejas de la actualidad y de la y políticos, en situación deficitaria.
cual -con no poca dificultad- se hace cargo la
ética. Al conocimiento, cada vez más preciso
y abarcador, de aspectos relativos al origen y Dilemas éticos en la
caracteres de la vida (de los organismos, del manipulación de lo humano
planeta, del universo) no han seguido -al me-
nos de manera significativa capaz de generar El énfasis, observado a lo largo de buena
cambios efectivos en la conducta de empre- parte del siglo XX, en los objetivos solo intra-
sas, gobiernos e instituciones- acuerdos sóli- científicos del conocimiento, tales como los
dos y generalizados que permitan avances en de resolver problemas, dar explicaciones y
el reconocimiento del valor de la vida, su digni- erigirse (pretendidamente) como instancia da-
dad y diversidad, y en el desarrollo de políticas dora de sentido para la vida humana, sobre la
realistas para su cuidado y mejoramiento. base de las aportaciones de la avanzada tec-
nología instrumental, la masiva producción de
El avance que en el siglo XX experimentó el artefactos de confort o la eficacia en alcanzar
conocimiento acerca de la vida ha mantenido, sistemas de procesamiento de información
en gran medida, el distanciamiento que esta ex- cada vez más veloces, disimula en realidad un
presión denota: acerca de implica un alejamien- gran objetivo de fondo: desde la preminencia
to analítico en busca de objetividad, necesaria de intereses del ámbito económico y del poder,
para la construcción del conocimiento, pero que existen tanto la idea como varias iniciativas
requiere inevitablemente un nivel de aproxima- tecnocientíficas en las que se intenta desa-
ción -inicial, procedimental y de fines- humana, rrollar la capacidad implícita en la expresión:
comprensiva y valorativa, abarcadora de instan- “construir el hombre”, según criterios de posi-
cias de subjetivad y de intersubjetividad, acer- bilidad y de valor solo internos al conocimiento
camiento ético, reflexivo y crítico, incluyente de científico, aunque en realidad con consecuen-
actores y destinatarios de la investigación cien- cias -previstas o esperadas- que benefician a
tífica, en busca de acuerdos valorativos. Cabe los mencionados intereses. “Producir” en los
reconocer, no obstante, que estos grandes laboratorios de genética, pero también, en un
avances, especialmente visibles por ejemplo en sentido amplio, en la educación, en las tecno-
la investigación genética orientada a expandir logías de la comunicación, en la ideología o en
la capacidad de programar, con posibilidades el mercado, un ser humano que responda a pa-
inéditas, la reducción y manejo de patologías trones unidimensionales en su visión de todos
y también en el desarrollo de técnicas de alta los aspectos de la vida y del futuro. En tal pers-

Dilemas de la bioética en el siglo XXI


pectiva, resuenan aún los ecos del debate que, bio biológico adaptativo y aún, claramente, del
a principios de los 2000, discutía acerca de paradigma de la “supervivencia del más fuerte
que, si la ética había fallado en convencer a los (o apto)”, esquematismo de carácter confron-
humanos a comportarse de modo compatible, tativo y “primitivo”. El modo de pensar que se
era ya hora de que la genética se encargara de va abriendo paso habla, en todo caso, de la su-
programarlo para ello (Sloterdijk, 2001). pervivencia de los más sabios, aproximación de
carácter cooperativo e inteligente (Berggruen y
El problema, que pone de relieve una nece- Gardels, 2012), y ello tiene que ver con cambios
saria reflexión sobre los límites y, en el fondo, en la relación entre cerebro-creatividad-respon-
sobre una ética del límite (Trias, 2000), nece- sabilidad, en un enfoque que privilegia el desa-
sita ser pensado por la bioética actual desde rrollo mental creador de posibilidades inéditas,
un nivel y desde paradigmas diferentes a los la responsabilidad ética sobre las formas de
heredados. Numerosos efectos y expresiones gestión de la vida -no solo de la supervivencia-
recientes de dicho poder han hecho eviden- y sobre la preservación de las posibilidades de
te que construir el hombre (posibilidad) no es futuro para las próximas generaciones. En una
sinónimo, y suele ser antónimo, de construir de las vías principales del abordaje actual de
lo humano (legitimidad). Un buen número de los desafíos de la bioética, este cambio de en-
expresiones científicas, políticas y económicas foque se coloca como un punto de partida para
de la tecnociencia muestran que, con dema- establecer una nueva relación que involucra de
siada frecuencia y aunque bajo justificaciones modo simultáneo la revisión del concepto mis-
“benéficas”, construir el hombre significa mani- mo de conocimiento, desde la noción de sabi-
pularlo, discriminarlo y en todo caso irrespetar duría para la supervivencia de la que hablaba
la autonomía y dignidad de la persona. Dichas Potter –se diría hoy, más bien, sabiduría para la
formas discriminatorias se extienden desde vida–, la ampliación del sentido de la inteligen-
situaciones que dificultan el acceso a las po- cia y el replanteamiento de las capacidades hu-
sibilidades avanzadas de la tecnociencia en manas con sentido ético para orientar la acción
relación con la salud, hasta circunstancias li- de los científicos y de los decisores.
mitativas relativas a la educación o a la calidad
de vida. En todo caso se vuelven mediaciones En el horizonte cultural de la tecnociencia, el
demasiado onerosas para muchos. La manipu- poder del conocimiento, ejercido inicialmente
lación puede, además, afectar a las personas como poder para intervenir y transformar co-
tanto en casos de diferentes formas de expe- sas y procesos creando mediaciones “objeti-
rimentación médica como a través de la utili- vas” para obligar (Maturana, 2005) y entendido
zación de diversas formas de coerción, en los en sus comienzos como orientado a someter
planos económico, político o religioso, que ha- los procesos naturales a la voluntad humana,
cen de la persona un instrumento al servicio de no tardó en utilizar a su favor un conjunto de
un poder, al cual puede quedar sometido, ideo- conocimientos sobre el comportamiento, trans-
lógica o religiosamente, por medio de prácticas formándose en poder para someter, instrumen-
de adoctrinamiento y fanatismo. talmente, la propia voluntad humana a fines
determinados (poder científico-económico-po-
lítico), convirtiéndose de este modo en abor-
Bioética y procesos daje reductivo y coactivo de lo humano. Así, la
de rehumanización compleja trama de relaciones de la actual civili-
zación fuertemente marcada por la ciencia y la
Lo humano, como carácter distintivo, está sien- tecnología –pensadas en el umbral de su apa-
do repensado, revalorado y vinculado a nue- rición como como “liberadoras” con respecto al
vas prácticas que, más allá de los referentes trabajo y el esfuerzo humanos– termina condu-
biológicos que fueron dominantes en la visión ciendo a esta civilización a profundas inequi-
tradicional, lo caracterizan ahora desde los re- dades, realidades opresivas, entendidas como
ferentes de una ética de la vida y del cuidado “inevitables” asimetrías de la globalización y la
de la vida. En tal sentido, los actuales procesos exclusión, e intentando justificarlas mediante
de humanización o re-humanización van mu- aquellas argumentaciones consideradas con
cho más allá de la noción tradicional del cam- “poder objetivo para obligar”.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 11 No. 1 - 2014 - V. M. Fiorino - 56•62


La pretendida identificación entre ciencia, en- al contexto) y lo importante (la construcción,
tendida solo como conocimiento, y poder, en- desde la calidad de vida, de una vida de ca-
tendido solo como coacción, ha sido uno de los lidad). Avanzar en el camino hacia ello impli-
presupuestos sobre los que se ha construido ca incluir, como sus etapas, la deliberación, la
la actual civilización, en el marco de la cual se contextualización, los consensos y acuerdos
plantean nuevos retos y desafíos a la bioética. mínimos operativos, la actuación responsable
Una ética de la vida, en sentido amplio, no pue- y una permanente apertura a lo nuevo. Integrar
de dejar pasar el hecho de que, junto al desplie- conocimiento, saber y sabiduría (como capaci-
gue de este formidable poder del conocimien- dades para entender, decidir y actuar armónica
to, no se haya impulsado una consecuente y equilibradamente) constituye un desafío para
aplicación del mismo a la solución de los gran- pensar el avance científico desde la bioética.
des problemas que desgarran a la humanidad: Avanzar en lo humano, desde la ciencia como
hambre y desnutrición, enfermedades, analfa- factor de rehumanización, exige hacerlo desde
betismo, desocupación, exclusión. Son retos el conocimiento, utilizando todo su potencial re-
intolerables, inaplazables en una “agenda ética solutivo y explicativo, desde el saber, profundi-
pendiente”, como lo señalara en su momento
zando su capacidad de comprensión, reflexión
Bernardo Kliksberg para América Latina (Klik-
e integración, y desde la sabiduría, dando lugar
sberg, 2001). Esta inadecuación entre poder y
a su fuerza de visualización y de equilibrio y
problemas es un desafío que afecta el núcleo
a su capacidad de trascendencia. Se avanza
reflexivo de la bioética y reintroduce el tema de
así, desde el replanteamiento de nuevas ba-
los mínimos valorativos compartidos y la res-
ses éticas de la ciencia, hacia la construcción,
ponsabilidad científica y política en el abordaje
de los problemas fundamentales de la socie- que siempre tendrá algo de recuperación pero
dad. Consecuencia inevitable de dicha inade- también mucho de innovación, de una socie-
cuación es la profundización y radicalización dad del saber.
de la violencia y la ingobernabilidad. La nueva
y necesaria relación poder-problemas-valores La sociedad del saber supone integrar, más
define el fenómeno de la “posciencia” (Mar- allá del solo conocimiento, el saber acerca de
tin, 2008), y es un nuevo modo de manifesta- la vida con el saber desde y para la vida. Re-
ción del desafío ético a la inteligencia humana. quiere, igualmente, revalorizar la convergencia
Entendida por el fundador de la bioética como entre las diferentes esferas o dimensiones de
nueva ética científica que se realiza como “en- la vida de las personas: saber cuidar la vida im-
foque cibernético de la búsqueda continua de plica la búsqueda de una corporalidad segura;
sabiduría” (Potter, 1998), este desafío lleva a la promoción de una emocionalidad positiva;
la bioética a activarse como inteligencia inte- el impulso de una sensibilidad armonizante; el
gradora de vida, plataforma de capacidades desarrollo de una racionalidad comunicativa y
para elegir horizontes, transformar realidades el abrirle espacio a una espiritualidad dadora
y construir posibilidades para la vida. de sentido superando la perspectiva reductiva
heredada del racionalismo moderno, el desafío
para la bioética es no centrarse únicamente en
La vida en el horizonte de un logos teórico (razón teórica unidimensio-
una sociedad del saber. nal), sino situarse principalmente en el ámbito
A manera de conclusión de la frónesis (sabiduría práctica, prudencia)
y de la praxis (acción humana, orientada por
Los abordajes bioéticos de los problemas de valores). Una ética del cuidado de la vida co-
la vida tienen el desafío, hoy, de avanzar, si- mienza a recorrer el camino que pasa del solo
multáneamente, desde el ejercicio de prácticas conocimiento teórico a su integración con el
responsables y de esfuerzos reflexivos críticos saber prudente, entendido como sabiduría
que valoricen el carácter prioritario de lo urgen- práctica para comprender, valorar y cuidar la
te (las condiciones de supervivencia), lo com- vida como condición de legitimidad para actuar
plejo (el respeto y aceptación de la diversidad, e intervenir sobre la misma, desde el respeto a
el aprendizaje de la diferencia y la atención la diversidad de la vida y su dignidad inherente.

Dilemas de la bioética en el siglo XXI


Los desarrollos actuales de la bioética avanzan • Bilbeny, N. (2003). Ética intercultural. Madrid:
en dicha dirección, haciéndose cargo de los Plaza y Valdés.
grandes desafíos planteados y respondiendo • Camps, V. (2005). filósofos españoles ante la
a ellos desde ámbitos teóricos y prácticos. En religión. Revista de pensamiento cristiano, 221,
tanto pensamiento abierto, “realidad en cons- 91-116.
trucción”, según Victoria Camps (2005), los • Cely Galindo, G. (2001). El horizonte bioético
avances teóricos se cumplen mediante deba- de las ciencias. Bogotá: Ceja y 3R Editores.
tes entre científicos y humanistas, en diálogo • Hottois, G. (2013). Dignidad y diversidad huma-
de mutuo aprendizaje y superación de prejui- nas. Bogotá: Universidad El Bosque.
cios. Por su parte, los avances prácticos se
• Kliksberg, B. (2001). La agenda ética pendien-
producen, en primer término, a través de la ar- te en América Latina. Buenos Aires: Fondo de
ticulación de los debates teóricos con el ámbito Cultura Economica de España, S.L.
de los problemas y elecciones de los ciudada-
• Ladrière, J. (2002). ¿Por qué una ética de la
nos, cada vez más dispuestos a deliberar de- vida? Revista Latinoamericana de Bioética,
mocráticamente sobre cuestiones a propósito 3-64.
de las cuales es muy difícil alcanzar consensos
• Martin, V. (2008). Desafíos actuales de la ética
definitivos, y, en segundo término, en el progre- aplicada. Maracaibo, Venezuela: Grafifor C.A.
sivo aumento de la presencia de tales debates
en los medios de comunicación creadores de • Martin, V. (2013). Humanismo y Tecnología. Bo-
gotá.
opinión pública. Los desafíos actuales de la
bioética pasan por la determinación de avanzar • Maturana, H. (2005). Objetividad: argumento
en la difícil tarea de pensar, valorar y activar lo para obligar. Santiago de Chile: DOLMEN Edi-
ciones.
humano en medio, desde y a pesar de las rea-
lidades complejas de deshumanización e inhu- • Potter, R. (1998). Bioética global o sabiduría
manidad que marcan el presente momento de para sobrevivir.Bioética global o la sabiduría
para sobrevivir. Cuadernos del Programa Re-
la historia.
gional de Bioética para América Latina y el Ca-
ribe OPS/OMS, 7, 23–35.
• Schmidt, L. (2008). El por-venir bioético y biopo-
Referencias bibliográficas lítico. Caracas: Ediciones San Pablo.

• Berggruen, N. y Gardels, N. (2012). Gobernan- • Sloterdijk, P. (2001). El parque humano, Madrid:


za Inteligente para el Siglo XXI: Una vía inter- Ediciones Siruela.
media entre Occidente y Oriente. Bogotá: San- • Trías, E. (2000). Ética y condición humana. Bar-
tillana Ediciones. celona: Península.

REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 11 No. 1 - 2014 - V. M. Fiorino - 56•62

También podría gustarte