Religion Tripticos

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1.

En el contexto de la religión, se define como santos a las personas que se destacan por su ética intachable o por
mantener un vínculo particular con una divinidad. De esta manera, en cierta forma se “eleva” a los santos por sobre el
resto de los seres humanos.
En el caso del catolicismo, los santos son declarados por la Iglesia católica. Cada santo constituye un modelo moral o un
guía cuyo comportamiento debe ser seguido o imitado por los fieles.
2.
a) Isabel Flores de Oliva (1586-1617) ...
b) Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606) ...
c) San Martín de Porres (1579-1639) ...
d) San Juan Macías (1585-1645) ...
e) San Francisco Solano (1549-1610)

3. San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, y recibió de su madre Margarita Occhiena una
sólida educación cristiana y humana. Dotado de inteligencia, memoria, voluntad y agilidad física no comunes, desde niño
fue seguido por sus coetáneos, a quienes organizaba juegos que interrumpía al toque de las campanas para llevarlos a
la iglesia. Fue ordenado sacerdote en Turín en 1841, y allí comenzó su actividad pastoral con San José Cafasso.
Su programa, o mejor, su pasión era la educación de los jóvenes, los más pobres y abandonados.
Reunió un grupito que llevaba a jugar, a rezar y a menudo a comer con él. La incómoda y rumorosa compañía de Don
Bosco (así se lo llamaba y se lo llama familiarmente) tenía que estar cambiando de lugar continuamente hasta que por fin
encontró un lugar fijo bajo el cobertizo Pinardi, que fue la primera célula del Oratorio. Con la ayuda de mamá Margarita,
sin medios materiales y entre la persistente hostilidad de muchos, Don Bosco dio vida al Oratorio de San Francisco de
Sales: era el lugar de encuentro dominical de los jóvenes que quisieran pasar un día de sana alegría, una pensión con
escuelas de arte y oficios para los jóvenes trabajadores, y escuelas regulares para los estudios humanísticos, según una
pedagogía que sería conocida en todo el mundo como “método preventivo” y basada en la religión, la razón y el amor.
“La práctica del método preventivo se base toda en las palabras de San Pablo que dice: La caridad es benigna y
paciente; sufre todo, pero espera todo y aguanta todo”.
Para asegurar la continuidad de su obra, San Juan Bosco fundó la Pía Sociedad de San Francisco de Sales (los
Salesianos) y Hijas de María Auxiliadora (las Salesianas). Fue un fecundísimo escritor popular, fundó escuelas
tipográficas, revistas y editoriales para el incremento de la prensa católica, la “buena prensa”. Aunque ajeno a las luchas
políticas, prestó su servicio como intermediario entre la Santa Sede, el gobierno italiano y la casa Saboya.
Fue un santo risueño y amable, se sentía “sacerdote en la casa del pobre; sacerdote en el palacio del Rey y de los
Ministros”. Buen polemista contra la secta de los Valdeses, según la mentalidad del tiempo, nunca se avergonzó de sus
amistades con los protestantes y los hebreos de buena voluntad: “Condenamos los errores, escribió en el “Católico”,
pero respetamos siempre a las personas”. San Juan Bosco murió el 31 de enero de 1888 y fue canonizado por Pío XI en
1934.

4. Familia Salesiana hace referencia al conjunto de institutos, congregaciones y asociaciones que tienen como figura común
la espiritualidad de Don Bosco y de su sistema preventivo, inspirado a su vez en la figura de San Francisco de Sales, y
que han sido aprobadas oficialmente por la Congregación Salesiana y la Santa Sede, como verdadero camino de
crecimiento espiritual. Tres grupos de la Familia Salesiana fueron fundados directamente por Don Bosco: la
Congregación Salesiana, las Hijas de María Auxiliadora y la Asociación de Salesianos Cooperadores. Otros grupos
serían fundados posteriormente a la muerte de Don Bosco en 1888 y se integrarían paulatinamente a lo que se conoce
como "Familia Salesiana" que posee un derrotero común conocido como "Carta de identidad común de la Familia
Salesiana de Don Bosco". El Rector Mayor de la Congregación Salesiana es el principal animador como Sucesor de Don
Bosco. Para que un grupo pueda ser reconocido como miembro de la Familia Salesiana, debe ser aprobado por el
Consejo General de los Salesianos de Don Bosco.
Los salesianos trabajan en 132 países,1 y tienen una vasta red de obras que incluyen colegios, centros juveniles,
parroquias, centros de atención al niño de la calle, centros misioneros y cooperación con organizaciones oficiales y no
gubernamentales en beneficio de la juventud más necesitada. La Familia Salesiana está conformada por un gran número
de institutos entre religiosos y laicos de los cuales los principales son la Sociedad de San Francisco de Sales, las Hijas
de María Auxiliadora, la Asociación de Salesianos Cooperadores y la Asociación de Exalumnos Salesianos. Hay más de
90 000 000 salesianos en el mundo.
CORONA DE ADVIENTO
La corona de Adviento es una tradición cristiana 1 que simboliza el transcurso de las cuatro semanas del Adviento. Consiste en
una corona2 de ramas (generalmente de pino o abeto) con cuatro (o en ocasiones cinco) velas. Comenzando el primer domingo
de Adviento, el encendido de una vela puede acompañarse de la lectura de la Biblia y oraciones. Durante las siguientes tres
semanas se encienden el resto de las velas hasta que, en la semana anterior a la Navidad, las cuatro velas están encendidas.
Algunas coronas de Adviento incluyen una quinta vela, llamada "vela de Cristo", que se enciende en la Navidad.
La tradición del Adviento tiene orígenes propios, hace dos mil años atrás. Para poder ayudar a los fieles, en su mayoría dedicados
a la agricultura, el calendario de la Iglesia, al igual que el de los judíos, musulmanes y paganos era estacional en aquellos
tiempos, combinando las fechas señaladas, celebraciones y rituales con las labores propias de sus creyentes.3 El Adviento
coincide en el hemisferio norte con el invierno, con los días cortos y poco luminosos que preceden a la Navidad. El nacimiento de
Cristo comenzó a celebrarse el 25 de diciembre de cada año ocupando el lugar de las saturnales y el Dies Natalis Solis Invicti,
Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado, festividad romana dedicada al Sol Invictus y vinculada al solsticio de invierno.
El anillo o corona de ramas de árbol perenne decorado con velas era un símbolo en el norte de Europa mucho antes de la llegada
del cristianismo, que al igual que con otras tradiciones acabó siendo integrado en su simbología. El círculo es un símbolo universal
relacionado con el ciclo ininterrumpido de las estaciones, mientras que las hojas perennes y las velas encendidas significan la
persistencia de la vida en mitad del duro y oscuro invierno. Algunas fuentes sugieren que la corona, reinterpretada como un
símbolo cristiano, era de uso común en la Edad Media, mientras que otras consideran que no se estableció como tradición
cristiana hasta el siglo XVI en Alemania. El uso como calendario previo al día de Navidad se atribuye ampliamente a Johann
Hinrich Wichern (1808-1881), un pastor protestante alemán, pionero en el trabajo misionario entre los pobres de las ciudades. Era
1839, y los niños de una escuela que Wichern había fundado preguntaban a diario si el día de Navidad había llegado. El pastor
construyó un anillo de madera, hecho con una vieja rueda de carreta, con diecinueve velas rojas pequeñas y cuatro velones
blancos. Encendieron una vela pequeña cada día de la semana durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro velas
grandes.
Simbología
La simbología original es bastante universal y primitiva, relacionada con la muerte y renacimiento del sol en invierno. El círculo
como símbolo del tiempo reflejado en el ciclo de las estaciones; las ramas, significando la persistencia de la vida a través del
elemento vegetal, y el sol como origen y fuente de la vida mediante la luz de las velas.
Cuatro velas decoran la corona de ramas verdes, cuyo color se corresponde con el de las vestiduras del sacerdote a lo largo del
periodo de Adviento.3 Tres colores litúrgicos se utilizan en la corona de Adviento: el morado, color de profundización espiritual y
preparación en las velas correspondientes a las tres primeras semanas de Adviento; el color rosado se usa en la misa del
Domingo Gaudete (la tercera semana de Adviento), y resulta de la mezcla del morado con el blanco, para indicar la cercanía de
Navidad; finalmente, en algunas coronas de Adviento se pone una quinta vela, más grande y de color blanco, que se enciende el
día de Navidad. El blanco en la liturgia simboliza pureza y tiempo de júbilo, y es usado en los momentos principales del calendario
litúrgico: Navidad y Pascua.
En las iglesias y en los hogares cristianos el encendido de las velas es una preparación para la Natividad, se comparte la luz en
las largas noches de invierno, recordando a los creyentes la venida de Jesús, la luz del mundo:
Otra vez Jesús les habló, diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida.»
Juan 8:12El uso de la luz como símbolo de la revelación y salvación a través de Jesús es una constante en el Evangelio de Juan.4
El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona significan la progresiva preparación para recibir la luz de la
Navidad. La luz que emana de cada vela encendida nos recordará que Jesucristo es la luz del mundo y que quién está fuera de Él
habita en las tinieblas. Es costumbre que cada domingo, antes de bendecir el almuerzo, se haga un pequeño rito de iluminación.
Explicación de la Corona
En estas cuatro semanas somos invitados a esperar a Jesús que viene. Es un tiempo de preparación y de alegre espera del
Señor. En las dos primeras semanas de Adviento, la liturgia nos invita a vigilar y esperar la venida gloriosa del Salvador. En las
dos últimas, la Iglesia nos hace recordar la espera de los Profetas y de María por el nacimiento de Jesús.
La Corona es el primer anuncio de la Navidad. El verde es señal de esperanza y vida, adornada con una cinta roja que simboliza
el amor de Dios que se manifiesta de manera suprema en el nacimiento del Hijo de Dios humanado. La blanca significa la paz que
el Niño Dios vino a traer; la rosa significa la alegría de su llegada.
La Corona está compuesta de cuatro velas en sus esquinas presas a los ramos formando un círculo. El círculo no tiene comienzo
ni fin, es símbolo de la eternidad de Dios y del reinado eterno de Cristo. Cada domingo se enciende una de ellas.
Las cuatro velas de Adviento simbolizan las grandes etapas de la salvación en Cristo.
1. En el primer domingo de Adviento, encendemos la primera vela - roja - que simboliza el perdón a Adán y Eva. Cristo descendió
a la Mansión de los muertos para darles el perdón.
2. En el segundo domingo, la segunda vela - verde - encendida con la primera, representa la fe de los Patriarcas: Abraham, Isaac,
Jacob, que creyeron en la Promesa de la Tierra Prometida, Canaán de los hebreos; de allí nacería el Salvador, la Luz del Mundo.
3. La tercera vela - rosa -, simboliza la alegría del rey David, el rey que simboliza el Mesías porque reunió bajo su reinado todas
las tribus de Israel, así como Cristo reunirá en sí todos los hijos de Dios. Es el domingo de la alegría. Esta vela tiene un color más
alegre, el rosa o púrpura claro.
4. La última vela - blanca - simboliza los Profetas, que anunciaron un reino de paz y de justicia que el Mesías traería.

TIEMPO DE ADVIENTO
El Adviento es el tiempo de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta.
Además, marca el inicio del Nuevo Año Litúrgico católico y este 2019 empezará el domingo 1 de diciembre.
Adviento viene del latín “ad-venio”, que quiere decir “venir, llegar”. Comienza el domingo más cercano a la fiesta de
San Andrés Apóstol (30 de noviembre) y dura cuatro semanas.
El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor,
cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el
nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
En los templos y casas se colocan las coronas de Adviento y se va encendiendo una vela por cada domingo.
Asimismo, los ornamentos del sacerdote y los manteles del altar son de color morado como símbolo de preparación y
penitencia.
Muchos católicos conocen del Adviento, pero tal vez las preocupaciones en el trabajo, los exámenes en la escuela, los
ensayos con el coro o el teatro de Navidad, el armado del nacimiento o pesebre y la compra de regalos, hacen que se
olvide el verdadero sentido de este tiempo.
Por ello, ACI Prensa ha preparado una sección especial con diversos recursos para vivir el Adviento, entre los que está
cómo armar la corona y bendecirla, la liturgia familiar para cada domingo, videos, oraciones, imágenes, el Rosario de
Adviento, reflexiones de San Juan Pablo II, etc.
Este domingo 29 comienza el año litúrgico de la Iglesia Católica y con ello el Adviento que son los cuatro domingos
anteriores a la Navidad.
El adviento, que en latín significa venida, es una época de preparación espiritual de los católicos que celebran el 25 de
diciembre el nacimiento del Niño Jesús.
Durante cuatro domingos los católicos se preparan leyendo el evangelio que corresponde a ese día, la encendida de
las velas de la corona, analizan la palabra de Dios y hacen oraciones.
Lecturas y temas de los domingos de Adviento de este 2015, según Aciprensa.
29 de noviembre: Evangelio Lucas 21, 25-28. 34-36. "Se acerca vuestra liberación"
6 de diciembre: Evangelio de Lucas 3, 1-6. "Todos verán la salvación de Dios"
13 de diciembre: Evangelio de Lucas 3, 10-18. "¿Qué hacemos nosotros?"
20 de diciembre: Evangelio de Lucas 1, 39-45: "¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?"
Esta es su triple finalidad:

- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta
fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta
fue su primera venida.
- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por
nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su
gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido
en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos
traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.
En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que
sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y
la proyección:
Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser
mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y
nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.
En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que
más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.
Algo que no debes olvidar
El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de
todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y
convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.
Cuida tu fe
Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas,
vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del
Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.
SIMBOLOS
1) El calendario de Adviento
El uso del calendario familiar de las semanas preparatorias de Navidad es de origen germánico y esta tradición nació
—se dice— de la imaginación de un padre de familia que quería canalizar la impaciencia de sus hijos. Les preparaba
imágenes religiosas cada mañana para que las adornaran y colocaran.
Con el tiempo y la imaginación creadora de los realizadores, se convirtió en una verdadera catequesis que se
generalizó muy pronto. Sea como sea, lo importante es que desde el primer domingo de Adviento hasta el día 25 las
ilustraciones y las imágenes se transforman en costumbres.
En casa, en las ventanas y otros sitios aparecía cada día una frase que facilitaba la oración del día. Por ejemplo, el
calendario de cualquier año, muy bien editado, unía admirablemente los textos bíblicos con las actividades del día
vivido en cada entre padres e hijos.
El editor seguía en este camino diario los textos litúrgicos y bíblicos de cada domingo.
2) La Corona
La corona es un símbolo antiguo de múltiples significados. Nuestros antepasados del norte de Europa, que temían
como los romanos, que el sol desapareciera para siempre, adornaban sus hogares en el invierno con coronas
compuestas de hojas verdes. Las coronas redondas evocaban así al sol y anuncian su retorno. El círculo recuerda que
el tiempo de las fiestas nos viene cada año, y de este modo se convirtió en el símbolo de la vida eterna.
Para los cristianos, simboliza que Jesús va a venir y que el Adviento es simplemente la espera de Navidad y de la
Vuelta de Cristo.
La costumbre de la corona de Adviento nació en Alemania (siglo XVI) para preparar a los cristianos para la gran fiesta
de Navidad que llegaría en cuatro semanas.
3) Las velas
Su presencia es el símbolo de la luz en la fe cristiana que nos transmite la esperanza de la paz. Antes de la era
cristiana era ya fuente de luz y de alegría, de consuelo y solemnidad.
Recientemente un pastor luterano alemán decidió encender cada día una vela dispuesta en círculo para señalar los 24
días que preceden a la Navidad. Esta rueda circular se substituyó por una corona de abeto y las velas se redujeron a
cuatro, los cuatro domingos antes de Navidad.
Las velas son rojas para evocar el fuego y la luz. En las coronas de inspiración sueca, las velas son blancas, color de
fiesta y pureza. En Austria se eligieron las violetas ya que este color es símbolo de penitencia.
La primera luz es símbolo de del perdón otorgado a Adán y Eva. La segunda es símbolo de la fe de los Patriarcas. La
tercera es símbolo de la alegría de David, cuyo origen no morirá nunca. La cuarta es símbolo de la enseñanza de los
profetas, que anuncian justicia y paz.
4) La Decoración
Hay tres elementos que constituyen la base de las decoraciones tradicionales: son la vela, la verdura y los frutos.
Según los países, se añaden otros. La verdura es símbolo del poder de la vida. Ante la nieve y el frío, ella simboliza la
fe en la inmortalidad.
La utilización de los granos(semillas), frutos y legumbres pone de relieve el poder simbólico de la esperanza en una
vida nueva.
Las guirnaldas, que unen la verdura y los frutos, los festones y los arcos, son formas simbólicas. La guirnalda es un
adorno que expresa los deseos y las esperanzas. El festón es una guirnalda que se pone en los arcos de las casas. El
arco es el símbolo de la protección y del movimiento del sol desde su salida hasta su ocaso.Y a medida que se acerca
la Navidad hay cintas, bolas, dulces y flores. La cinta es el símbolo de la unión. La bola da esplendor a la fiesta. La
leña, símbolo del invierno natural, da calor y bienestar. Los pequeños dulces son el símbolo de la prosperidad y las
flores lo son de la vida y de la belleza.
El abeto (árbol de Navidad) se coloca la víspera de NAVIDAD. Es símbolo de una nueva vida. Por eso se le adorna con
mucha cosas.
Todo esto indica que la Navidad es la fiesta de la luz divina, la que nos transmite la impresión de calor, riqueza,
seguridad y fe.
NAVIDAD
Navidad es una festividad religiosa en la que los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesucristo. Se celebra el 25
de diciembre de cada año. De hecho, la palabra Navidad, como tal, procede del latín nativĭtas, nativātis que significa
‘nacimiento’.

Este término, sin embargo, se utiliza no solo para referirse al día en que se celebra el nacimiento de Jesús (la
Nochebuena), sino que también se extiende para designar el periodo posterior, hasta el Día de Reyes.
Origen de la Navidad
La Navidad fue establecida en el día 25 de diciembre como día de solemnidad por la Iglesia católica en el año 350
gracias al papa Julio.
En la Biblia, sin embargo, no es mencionado el día exacto del nacimiento de Jesús. De allí que la celebración de la
Navidad en principio no formara parte de las tradiciones cristianas.
La razón de fijar el día 25 de diciembre como fecha de festejo del nacimiento de Jesucristo responde a la necesidad de
la Iglesia de sustituir la fiesta de las Saturnales (o Saturnalia), tradicional en la Antigua Roma, que coincidía con el
solsticio de invierno y que era celebrada por los llamados paganos, y así facilitar la aceptación del cristianismo.
Símbolos de la Navidad
Árbol de Navidad
El árbol navideño tiene un significado cristiano aunque su uso se ha generalizado en personas de distintas creencias.
El árbol de Navidad hace referencia al árbol del Paraíso, al pecado original y a la figura de Jesús como redentor de los
pecados, pero también la hoja perenne es un símbolo de la vida eterna.
Los adornos típicos del árbol de Navidad son:
La estrella, símbolo de guía, en referencia a la estrella de Belén;
Las bolas, originariamente manzanas, en referencia a las tentaciones;
Guirnaldas y espumillones, símbolo de unidad y alegría;
Luces, originalmente velas, simbolizando la luz de Jesús que ilumina el mundo.
Papá Noel
Papá Noel es el nombre que recibe en algunos países el personaje de Santa Claus, Santa, San Nicolás, entre otros. Es
un personaje vestido con un traje de color rojo, cinturón y botas negras, que se encarga de fabricar y entregar los
juguetes deseados por los niños en la noche del 24 al 25 de diciembre.
Pesebre
El pesebre, también conocido como belén o nacimiento, es un símbolo importante de la Navidad, ya que representa la
llegada de Jesús al mundo.
Dentro del pesebre, las figuras esenciales son la Virgen María, San José y el Niño Jesús, junto a la mula y el buey.
Otras figuras del pesebre son los tres Reyes Magos (Melchor, Gaspar, Baltazar) y los pastores.
Corona navideña
La corona navideña, también llamada corona de adviento, es utilizada para representar el periodo de Adviento de
cuatro semanas que precede la llegada de la Navidad. Está hecha con ramas de pino o de abeto. En ella se colocan
cuatro velas, una por cada semana.
Definimos a la Navidad como una de las fiestas que mayor importancia tiene en el mundo del cristianismo, derivando
del término en latín Nativitas que significa en nuestro idioma Nacimiento, y es junto a Pentecostés y la Pascua de
Resurrección una de las más celebradas, considerándose la conmemoración del nacimiento de Jesucristo en la ciudad
de Belén. La Navidad es una forma de congregar a los fieles del cristianismo, en todas sus diferentes versiones,
alrededor del Pesebre donde nace el niño Jesús y donde se reflexiona sobre el milagro de la presencia de Dios en
nuestra vida.

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