Meses antes de finalizar nuestra educación secundaria, nos realizamos los
siguientes interrogantes “¿Qué estudiaré?”, “¿en qué carrera me visiono para mi
futuro?” o “¿Qué profesión me haría feliz?” y muchos más cuestionamientos, durante este tiempo de reflexión llegamos analizarnos, explorando nuestras aptitudes, fortalezas, gustos e inclinaciones logrando decidir la profesión a la cual nos dedicaremos durante un lapso de tiempo; personalmente, elegí estudiar arquitectura, siendo esta una de las profesiones más antiguas, es el arte y técnica de proyectar, solucionar y construir edificios, estructuras y espacios que forman el entorno humano, no obstante el enfoque del ensayo va dirigido hacia la arquitectura como profesión; un arquitecto debe ser un individuo integral para ello se requiere que este posea 5 aspectos fundamentales en su formación, primordialmente la creatividad, dejando a rienda suelta su imaginación, llegando a definir entonces a los arquitectos como personas que producen en esencia ideas germinadoras: un creativo, actualmente todo gira en la innovación, según El neurocientífico David Eagleman co-escribió en el 2017 con el compositor musical Anthony Brandt el libro “The Runaway species: How Human Creativity Remakes the World”: una examinación sobre la creatividad humana de ahí crea el documental “The creative brain/ El cerebro creativo” diciendo así que “La creatividad nos pertenece a todos, es la herramienta más poderosa que tenemos a nuestra disposición. Puede transformar las vidas de las personas, puede transformar el mundo y ahora vivimos en una era de potencial creativo sin igual. Vivimos en una explosión de creatividad, y el ritmo se acelera”. La segunda característica que debe poseer un arquitecto, es un pensamiento lógico y matemático, siendo la matemática una rama muy ligada a la arquitectura desde el inicio de esta ya que si Leibniz no hubiera trabajado en el Cálculo Integral y no se hubiera desarrollado la Geometría Descriptiva, Guarini no hubiera podido construir la cúpula de San Lorenzo en Turín y muchos más ejemplos donde sin las matemáticas y geometrías no se lograra construir una edificación, Por ello es evidente que la arquitectura se verá beneficiada de cada paso que da el hombre en el progreso científico. El trabajo en equipo juega un papel fundamental a la hora de desempeñar esta profesión, ya que esta genera una variedad de relaciones, donde es necesario que exista y se mantenga un clima laboral positivo y armónico, para que las ideas confluyan y sean acordadas; ya que durante un proyecto se interactúa y relaciona con ingenieros, electricistas, jefes de obras; las buenas relaciones humanas son un factor importante para el éxito de las organizaciones modernas, no solo con los cliente, sino internamente; con su personal. por consiguiente nos encontramos en el siglo XXI, un siglo donde la tecnología ha permitido la creación de los espacios más importantes de la historia, esta herramienta permite la facilidad y accesibilidad a la humanidad, sin embargo un arquitecto debe poseer contacto con programas informáticos y software que le permitirá diseñar proyectos, y por ultimo un arquitecto debe mostrar interés por la historia y la cultura, esta es una cualidad fundamental a la hora de construir una edificación, ya que para que una estructura arquitectónica pueda considerarse como tal debe llegar a cumplir una serie de requisitos teóricos y práctico, por eso es muy importante el estudio de la historia y teoría de la arquitectura. El llegar a ser un arquitecto profesional lleva con si pasar por una serie de procesos y una adquisición de conocimiento muy amplia, aun así un arquitecto es capaz de crear arte, de transmitir sentimientos y sensaciones por medio de una edificación arquitectónica, un arquitecto es un mago y debemos dejar que fluya la magia.