Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lunes, 10 de Junio de 2013
STIGLITZ Y LAS PATENTES: Opinión sobre la sentencia del Tribunal Supremo de
la India en el caso Gleevec.
STIGLITZ Y LAS PATENTES: OPINIÓN SOBRE LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE LA
INDIA EN EL CASO GLEEVEC.
El reconocido economista Joseph E. Stiglitz comentó la renombrada sentencia del Tribunal Supremo de la India dictada en el “caso
Gleevec” exponiendo una opinión favorable a las regulaciones de propiedad intelectual balanceadas
Josepth E. Stiglitz y Arjun Jayadev han comentado la decisión del Tribunal Supremo de la India en el caso “Gleevec” en un artículo
titulado “India’s Patenly Wise Decision” publicado en el sitio web Project Syndicate.
Gentilmente Project Syndicate ha autorizado a CILFA a difundir el artículo de Stiglitz y Jayadev, por lo que a continuación lo
compartimos con nuestros lectores.
La patentemente sabia decisión de la India
La negativa del Tribunal Supremo de la India en cuanto a ratificar la patente de Gleevec, el exitoso medicamento contra el cáncer
desarrollado por Novartis, la gigante empresa farmacéutica suiza, es una buena noticia para muchos de aquellos que viven en la India y
sufren de cáncer. Si otros países en desarrollo siguen el ejemplo de la India, esta también será una buena noticia en otros lugares: se
podrá destinar más dinero a otras necesidades, ya sea a la lucha contra el SIDA, a proporcionar educación, o a llevar a cabo
inversiones que permitan el crecimiento y reduzcan la pobreza.
Pero la decisión de la India también significa menos dinero para las grandes empresas farmacéuticas multinacionales. Como era de
esperar, esto ha llevado a una respuesta sobreexcitada de dichas empresas y de sus grupos de presión: la sentencia, ellos alegan,
destruye el incentivo para innovar, por lo que se constituirá en un golpe serio contra la salud pública a nivel mundial.
Estas afirmaciones son ferozmente exageradas. En términos económicos y de políticas sociales, la decisión del Tribunal de la India
tiene mucho sentido. Además, es sólo un esfuerzo localizado para reequilibrar un régimen mundial sobre la propiedad intelectual (PI) que
se inclina fuertemente hacia el lado de los intereses farmacéuticos, a expensas del bienestar social. De hecho, existe un creciente
consenso entre los economistas sobre que el régimen de propiedad intelectual vigente en realidad reprime la innovación.
El impacto que tiene una fuerte protección de la propiedad intelectual en el bienestar social se ha considerado por largo tiempo como
ambiguo. La promesa es que los derechos de monopolio pueden estimular la innovación (aunque por lo general los descubrimientos
más importantes, como el ADN, ocurren dentro de las universidades y de los laboratorios de investigación patrocinados por los
gobiernos, y dependen de otros incentivos). Sin embargo, a menudo existen también otros costos importantes: precios más altos para
los consumidores, el efecto moderador sobre la innovación posterior por la reducción del acceso al conocimiento, y, en el caso de los
medicamentos que salvan vidas, la muerte de todos los que no pueden permitirse el lujo de pagar por la innovación que podría haberlos
salvado.
El peso otorgado a cada uno de estos factores depende de las circunstancias y prioridades, y debe variar según el país y el tiempo. Los
países industrializados avanzados en las primeras etapas de su desarrollo se beneficiaron de un mayor crecimiento económico y un
mayor bienestar social al adoptar de forma explícita una menor protección para la propiedad intelectual en comparación con la que hoy
en día se exige a los países en desarrollo. Incluso en los Estados Unidos existe una creciente preocupación sobre que las llamadas
“holdup patents” (patentes retenidas) y las “metoo patents” (patentes yo también) – y el gran matorral de patentes, en el que es
probable que cualquier innovación se enrede debido a las reclamaciones de propiedad intelectual de otros – estén desviando los
escasos recursos de investigación, alejándolos de sus usos más productivos.
India representa sólo entre el 1 al 2% del mercado farmacéutico mundial. Pero ha sido durante mucho tiempo un punto de inflamación en
las batallas sobre la expansión de los derechos de propiedad intelectual de las compañías farmacéuticas mundiales, debido a su
dinámica industria de productos genéricos y su voluntad de impugnar las disposiciones sobre patentes tanto a nivel nacional como en
jurisdicciones extranjeras.
La revocación de la protección de patentes para medicamentos en el año 1972 expandió enormemente el acceso a los medicamentos
esenciales, y llevó al crecimiento de una industria nacional competitiva a nivel mundial que a menudo se denomina como la “farmacia del
mundo en desarrollo”. Por ejemplo, la producción de medicamentos antirretrovirales por parte de fabricantes de productos genéricos en
la India, como lo es la fabricación de Cipla, ha reducido el costo de salvar vidas mediante el tratamiento del SIDA en el África
subsahariana a sólo el 1% del costo que se invertía una década atrás.
Gran parte de esta valiosa capacidad a nivel mundial se construyó bajo un régimen débil – de hecho, no existente – de protección para
las patentes farmacéuticas. Pero la India está comprometida por el acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre los
Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) (TRIPS agreement), y consecuentemente
https://www.cilfa.org.ar/index.php?modulo=articulos&accion=sitio_imprimir&idarticulos=137955&idcategoria1=19&idcategoria2=141&idcategoria3=97901&idc… 1/2
18/2/2016 STIGLITZ Y LAS PATENTES: Opinión sobre la sentencia del Tribunal Supremo de la India en el caso Gleevec.
revisó sus leyes sobre patentes, causando ansiedad generalizada en el mundo en desarrollo acerca de las implicaciones que esto
conllevaría para la provisión mundial de medicamentos a costos asequibles.
En efecto, la decisión sobre Gleevec es aún tan sólo un pequeño revés para los productos farmacéuticos occidentales. En las últimas
dos décadas, los grupos de presión han trabajado para armonizar y fortalecer un régimen sobre la propiedad intelectual que sea mucho
más estricto y aplicable a nivel mundial. Como resultado, en la actualidad existen numerosas protecciones superpuestas para las
empresas farmacéuticas que son muy difíciles de debatir por parte de la mayoría de los países en desarrollo, y que a menudo
confrontan sus obligaciones internacionales frente a sus obligaciones domésticas de protección de la salud y las vidas de sus
ciudadanos.
Según el Tribunal Supremo de la India, la modificada ley de patentes del país aún pone mayor peso en los objetivos sociales en
comparación con lo que ocurre en los EE.UU. y en otros lugares: las normas sobre la no obviedad y la novedad requeridas para
obtener una patente son más estrictas (especialmente en lo que se refiere a los medicamentos), y no se permite la “perpetuación” de
las patentes existentes – o protección de patentes para innovaciones incrementales posteriores. Por lo tanto, el Tribunal reafirmó el
compromiso primario de la India en cuanto a proteger la salud y las vidas de sus ciudadanos.
La decisión también puso en relieve un hecho importante: a pesar de sus limitaciones severas, el acuerdo sobre los ADPIC sí tiene
algunas salvaguardias (que se usan de forma muy poco frecuente) que dan a los países en desarrollo un cierto grado de flexibilidad
para limitar la protección de las patentes. Esta es la razón por la que la industria farmacéutica, los Estados Unidos y otros han
promocionado desde su inicio un conjunto de normas más amplio y más fuerte a través de acuerdos adicionales.
Estos acuerdos, por ejemplo, limitan la oposición a las solicitudes de patentes; prohíben que las autoridades reguladoras nacionales
aprueben medicamentos genéricos hasta que las patentes expiren; mantienen la exclusividad de los datos, lo que consecuentemente
retrasa la aprobación de medicamentos biogenéricos, y requieren nuevas formas de protección, como por ejemplo medidas de lucha
contra la falsificación.
Existe una curiosa incoherencia en el argumento que indica que la decisión de la India socava los derechos de propiedad. Un requisito
institucional esencial para los derechos de propiedad en buen funcionamiento es la existencia de un sistema judicial independiente que
los haga cumplir.
El Tribunal Supremo de la India ha demostrado que es independiente, interpreta fielmente la ley y no sucumbe fácilmente a los intereses
corporativos mundiales. Corresponde ahora al Gobierno de la India utilizar las salvaguardias del Acuerdo sobre los ADPIC para
garantizar que el régimen de propiedad intelectual del país progrese tanto en los ámbitos de la innovación como de la salud pública.
Existe un creciente reconocimiento a nivel mundial sobre la necesidad de un régimen de propiedad intelectual más equilibrado. Pero la
industria farmacéutica, al tratar de consolidar sus ganancias, ha estado presionando en la dirección opuesta, promoviendo la
instauración de un régimen de propiedad intelectual cada vez más fuerte y más desequilibrado. Los países que consideren firmar
acuerdos como la Asociación TransPacífico o acuerdos de “asociación” bilateral con los Estados Unidos y Europa tienen que estar
conscientes de que este es uno de los objetivos ocultos. Lo que se promociona como “acuerdos de libre comercio” incluye
disposiciones sobre propiedad intelectual que podrían sofocar el acceso a medicamentos a precios asequibles, causando un impacto
potencialmente significativo en el crecimiento económico y el desarrollo.
Autores: Joseph E. Stiglitz y Arjun Jayadev
Traducido del inglés por Rocío L. Barrientos.
Publicado en Project Syndicate, cliquear aquí
Para acceder a la sentencia completa del Tribunal Supremo de la India, cliquear aquí
https://www.cilfa.org.ar/index.php?modulo=articulos&accion=sitio_imprimir&idarticulos=137955&idcategoria1=19&idcategoria2=141&idcategoria3=97901&idc… 2/2