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Explicación
Un Manual de Bioenergía de las Naciones Unidas (Kartha y Larson, 2000) declara: “En el escenario
más intensivo en biomasa, la energía de biomasa [modernizada] contribuirá para el 2050
aproximadamente la mitad de la demanda total de energía en los países en desarrollo. El futuro
escenario de suministro energético intensivo de biomasa del IPCC estima 385 millones de
hectáreas de plantaciones de energía de biomasa a nivel mundial en 2050 (equivalente a
aproximadamente una cuarta parte de la superficie agrícola plantada actual), con tres cuartas
partes de esta área establecida en países en desarrollo. ¿Qué sucederá si los países en desarrollo
confían sus ecosistemas y sociedades frágiles a un esquema de suministro de energía
fundamentalmente defectuoso e insostenible? ¿Qué pasa si la generación distribuida de energía
solar es una alternativa significativamente mejor a los combustibles fósiles y los biocombustibles?
Etanol
La energía fósil es esencial para la agricultura industrial. Los siguientes son los principales insumos
energéticos para el cultivo industrial de maíz:
El maíz producido a expensas de la energía fósil se transforma, con aún más energía fósil, en
etanol puro.
Pese a esto, algunos países han hecho parte de la producción de etanol mediante el maíz,
invirtiendo grandes cantidades de dinero en ello, a continuación, algunos ejemplos.
Aplicaciones del ciclo biocombustible de etanol a partir del maíz
De los 30,3 mil millones de litros de etanol que son producidos aproximadamente por cosecha
en Brasil, 1,4 mil millones aproximadamente serán producidos a partir del maíz. A pesar de
que representa un porcentaje todavía bajo en la comparación con el total producido (4,62%),
se lo ve de forma positiva por la posibilidad de ser una opción más de salida de la producción
brasileña de maíz, que es una de las más grandes del mundo.
Se estima en el país brasilero más de US$ 1.200 millones en inversiones en la producción de
maíz para extracción de etanol a lo largo de los próximos 4 o 5 años (desde 2019).
En este país se pueden obtienen a partir de 1 hectárea de maíz unos 2,5 mil litros de etanol.
También revelan que es necesario esperar más de 30 o 40 horas para que se de la correcta
fermentación del maíz y producir así el etanol.
En 2017, Brasil inauguró su primera planta para fabricar el biocombustible usando como
materia prima maíz, la cual tiene la capacidad para producir 210 millones de litros de etanol
por año, según sus propietarios. La planta trabajará con el excedente (el maíz que no es
consumido), lo cual se estima que pasará a moler 600.000 toneladas de maíz por año.
Aunque Japón no produce bioetanol a partir del maíz, ya que están desarrollando bioetanol a
partir de naranjas, si es consumidor del bioetanol producido en Estados Unidos a partir del
maíz.
El primer embarque de bioetanol producido a partir de etanol estadounidense a partir de maíz
llegó a Japón en julio del 2019, lo que marca un hito en el crecimiento de la demanda del país
asiático en los productos biocombustibles y en la expansión de la tecnología estadounidense
para la producción de esta. La finalidad de esto es disminuir la cantidad de gasolina, ya que se
mezcla cierta cantidad de gasolina con cierta cantidad de bioetanol, trae beneficios para el
medio ambiente como la mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, ya que
teóricamente, la creación del biocombustible de etanol absorbe todo el CO2 que emitió este
cuando fue quemado en el proceso de producción, cosa que no sucede con los derivados del
petróleo.
Bibliografía
Bioeconomía. (22 de Julio de 2019). Obtenido de
https://www.bioeconomia.info/2019/07/22/eeuu-etanol-de-maiz-llega-a-japon-con-mas-
valor-agregado/
Tad W. Patzek (2004) Thermodynamics of the Corn-Ethanol Biofuel Cycle, Critical Reviews in Plant
Sciences, 23:6, 519-567. Obtenido de https://doi.org/10.1080/07352680490886905