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Abdelilah Braksa
Pregúntate cuánta carne comes, pero también de dónde viene esa carne
Las cinco mayores productoras de carne y lácteos contaminan más que una gran petrolera
Los alimentos son la palanca más potente para cuidar la salud humana y la del planeta. Sin
embargo, el sistema alimentario industrializado amenaza actualmente tanto a las personas
como a la Tierra que habitamos. En los últimos 40 años nuestra alimentación, la forma en la
que se producen nuestros alimentos y su lugar de procedencia, ha cambiado
5 significativamente. La globalización, la presión de la industria agroalimentaria, la
precarización del mercado laboral, el envejecimiento de la población y otros aspectos han
transformado nuestra forma de comer.
Para que nos hagamos una idea de la magnitud del problema, se estima que, en su conjunto,
30 las cinco principales corporaciones productoras de carne y lácteos del mundo, emiten
anualmente más gases de efecto invernadero que una gran petrolera como Shell.
Pero no todo son malas noticias: hay estudios que sugieren que los cambios en la dieta de los
países ricos tendrían el potencial de reducir hasta un 50% las emisiones de gases de efecto
35 invernadero, y por tanto contribuir a la lucha frente a la crisis climática, además de reducir la
demanda de tierra asociada a la alimentación.
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Dichas dietas saludables, “tienen una ingesta calórica óptima y consisten principalmente en
una diversidad de alimentos de origen vegetal, bajas cantidades de alimentos de origen
animal, contienen grasas insaturadas en lugar de saturadas, y cantidades limitadas de granos
5 refinados, de alimentos altamente procesados y de azúcares añadidos”.
Así en Amigos de la Tierra apostamos por un consumo de Menos Carne y Mejor Carne porque
consideramos vital reducir el consumo de carne y apoyar la producción de carne procedente
de la ganadería extensiva y agroecológica, que es un modelo que mitiga los efectos del cambio
10 climático, preserva la biodiversidad, promueve el bienestar animal y garantiza las condiciones
para que las personas productoras trabajen dignamente en entornos rurales vivos.
También creemos que el consumo es un acto político, y que cada cual podemos elegir qué
queremos fomentar con el mismo. Un acto que está marcado por decisiones políticas que
15 afectan al conjunto de la ciudadanía. Por ello, solicitamos que la nueva Política Agraria Común
(PAC) apoye un modelo alimentario basado en un consumo responsable de carne procedente
de ganadería extensiva y agroecológica.