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El propósito por el cual Dios nos creó

La creación del hombre y de este planeta no fue por pura casualidad.


Dios tiene un propósito que se va a cumplir cuando la gran controversia
entre el bien y el mal llegue a su fin.

Comentario Bíblico 7ª, pg. 14 – “Dios creó al hombre para la gloria


divina, para que después de pasar por la prueba y la aflicción la familia
humana pudiera llegar a ser una con la familia celestial.

El propósito de Dios era repoblar el cielo con la familia humana, si


hubiera demostrado obediencia a cada palabra divina.

Adán había de ser probado para ver si iba a ser obediente, como los
ángeles, o desobediente. Si hubiese soportado la prueba, hubiera
instruido a sus hijos tan solamente en un sendero de lealtad. Su mente y
sus pensamientos habrían sido como la mente y los pensamientos de
Dios. Habría sido enseñado por Dios como su labranza y edificio. Su
carácter habría sido modelado de acuerdo con el carácter de Dios.”

El propósito de Dios al crear a Adán y Eva era de que la simiente de


ellos ocupe el lugar de los ángeles caídos, que según la Biblia fueron la
tercera parte (Apocalipsis 12:4) de millones de millones (Daniel 7:10).

Pero el hombre tenía que pasar la prueba de obediencia a cada palabra


divina, no solamente a lo que le gustaba o le convenía, y esa es la
decisión que nos toca decidir a cada uno de nosotros. Se trata de una
decisión de carácter personal e individual.

PP pg. 342.1 – “Los términos del pacto antiguo eran: Obedece y vivirás.
‘El hombre que los cumpla, gracias a ellos, vivirá’ (Ezequiel 20:2;
Levítico 18:5); pero ‘maldito el que no confirme las palabras de esta ley
para cumplirlas’ (Deuteronomio 27:26).

El nuevo pacto se estableció sobre ‘mejores promesas,’ la promesa del


perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar los principios
de la ley de Dios. ‘Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la
escribiré en su corazón […]. Porque perdonaré la maldad de ellos y no
me acordaré más de su pecado’ (Jeremías 31:33-34).”

Mateo 4:4 – “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.”

Como podemos ver, la condición de obediencia perfecta a toda palabra


de Dios no ha cambiado; sigue siendo la misma condición para nosotros
como lo fue para Adán y Eva.

Es importante comprender también que, después de la caída de Adán,


Dios tiene otro propósito más para el hombre.

1 Corintios 3:9 – “Porque nosotros somos colaboradores de Dios; y


vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.”

Entonces, nuestro propósito ahora es de ser colaboradores con Dios en


el plan de redención. Para cumplir su gran propósito que es el
de repoblar el cielo con todos los hombres y mujeres redimidos de
todas las edades.

1JT pg. 454.3 – “Los mecánicos, los abogados, los negociantes, los
hombres de todos los oficios y profesiones, se educan a fin de llegar a
dominar su ramo.

¿Deben los que siguen a Cristo ser menos inteligentes, y mientras


profesan dedicarse a su servicio ignorar los medios y recursos que han
de emplearse?

La empresa de ganar la vida eterna es superior a toda consideración


terrenal. A f

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