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Construyendo familias sólidas

¿Cómo podemos proteger nuestras familias de la montaña


de presiones que tratan de destrozar la familia tradicional?
¿Cómo podemos construir familias sólidas?
En 1979, el equipo profesional de béisbol de Pittsburgh, los Piratas,
sorprendieron a muchos cuando ganaron la serie mundial. Fue un equipo muy
unido, y para demostrarlo, adoptaron la popular canción de “Somos familia”,
para describir su fortaleza y unidad. La frase la familia fue impresa en el techo y
las señales, las calcomanías para los automóviles, las camisetas, en todas
partes. Familia se convirtió en la identidad del equipo.

Similarmente, la familia tradicional puede se también descrita como un equipo —


ojalá un equipo unificado y de apoyo. Sin embargo, todos conocemos algunos
equipos que no son muy buenos cuando se trata de trabajar juntos en momentos
difíciles y no es raro escuchar a los jugadores acusarse mutuamente por los
problemas que se presentan.

Desafortunadamente, podemos decir lo mismo de las familias. ¿Qué podemos


hacer para fortalecer y mantener a nuestras familias?

El matrimonio y la familia bajo ataque

Hay unos giros dramáticos en la cultura y en las definiciones del matrimonio y la


familia que han causado un gran impacto en muchas personas. Hasta hace poco,
el matrimonio era apreciado a nivel mundial como una institución que unía a un
hombre y una mujer como un equipo, para compartir la tarea de criar a los hijos.
Traer hijos al mundo, enseñarles, protegerlos, proveyéndoles con todo lo
necesario, era considerada la tarea primordial de los padres.

Pero los giros dramáticos de la sociedad, han cambiado a muchas familias. Al


comentar acerca de los resultados del censo de Estados Unidos de 2010, The
New York Times, informó que “las parejas casadas representaban sólo el 48 por
ciento de los hogares americanos en 2010… esto es un poco menos del
porcentaje en el 2000, pero muy por debajo del 78 por ciento de hogares
conformados por parejas casadas en 1950. Aún más, sólo una quinta parte de
los hogares eran familias tradicionales —parejas casadas con hijos— un
descenso con respecto a una cuarta parte hace una década, y de un 43 por
ciento en 1950”.

El impacto en los niños es igualmente dramático. El artículo del The New York


Times continua: “W. Bradford Wilcox, el director del Proyecto nacional del
matrimonio en la Universidad de Virginia, afirma que este traspiés del
matrimonio es malo para la sociedad porque esto significa menor seguridad para
los niños. El dijo: ‘Es perturbador porque estos niños estarán más expuestos a la
inestabilidad, relaciones familiares complejas y pobreza’” (“Según el censo, las
parejas casadas ya no son mayoría”; 26 de mayo de 2011).

Debido a la frecuencia del divorcio y las varias “alternativas” de la estructura


familiar, el concepto de un matrimonio sólido y la familia pueden ser
considerados como irreales o inalcanzables para muchos niños en la
actualidad. El estado de nuestras uniones, un informe anual acerca del
matrimonio y la familia en los Estados Unidos, llevado a cabo por el Proyecto
Nacional de Matrimonio, revela cambios profundos y perturbadores a medida
que los dramáticos giros culturales causan un impacto en los niños. Las
estadísticas de los Estados Unidos informadas en el Proyecto Nacional del
Matrimonio en 2012, “Indicadores sociales de la salud y bienestar matrimonial”
son impactantes:

 Actualmente, el 40 por ciento de todos los niños y el 72 por ciento de los


niños africanos-americanos, nacen fuera del matrimonio.
 El número de parejas que cohabitan, que viven con los niños en la
actualidad es más de 15 veces el que había en 1960. Y actualmente, 40
por ciento de todos los niños van a estar algún tiempo en una familia que
cohabita, durante su crecimiento.
 Aproximadamente un millón de niños cada año, experimentan el divorcio
de sus padres y todo lo que esto conlleva.

El alejamiento de los núcleos familiares corresponde directamente a las


actitudes entre los jóvenes adultos; en la actualidad, menos de la mitad de ellos
cree que es erróneo tener un niño fuera del matrimonio.

De acuerdo con Stephanie J. Ventura, del Centro nacional de estadísticas de


salud, en 2007, cerca de 1,7 millones de niños nacieron de mujeres solteras, un
26 por ciento de incremento con respecto a 1,4 millones en 2002, y más del
doble del número en 1980. Mujeres solteras son responsables del 39,7 por ciento
de todos los nacimientos en Estados Unidos en 2007 —un alza del 34 por ciento
con respecto al 2002 y más del doble del porcentaje en 1980.

Entonces, ¿Qué se necesita para construir familias sólidas, intactas en la


actualidad?

Relaciones fuertes, amorosas

Los lazos amorosos entre los miembros de la familia, desempeñan un


componente esencial en la construcción de la familia. Con relaciones saludables,
comprometidas, toda la familia es protegida y fortalecida. Cuando surgen los
retos, como surgirán sin lugar a dudas, la familia sólida, trabajará unida para
resolver los problemas o perseverar y resistir ante ellos.
El fundamento de estas familias sólidas es el amor. La Biblia describe el amor
como algo que no “hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor… se goza de la verdad, todo lo soporta” (1 Corintios 13:4-7). Una familia
amorosa comparte los sueños, esperanzas, posesiones, recuerdos, sonrisas,
desacuerdos y el fracaso. Ofrece un refugio para la tormenta —un puerto
amistoso cuando las olas de la vida se vuelven muy atemorizantes. Un miembro
de esta clase de familia, nunca se sentirá solo.

La familia resistente

Pero demasiadas familias en la actualidad, parecen reflejar lo que el comediante


Robert Orben afirmara: “Quién puede olvidar las palabras inmortales de Winston
Churchill: ´Pelearemos en las playas, pelearemos en tierra, pelearemos en los
campos y en las calles, pelearemos en las montañas¨. Esto suena exactamente
como las vacaciones de nuestra familia.

Sin embargo, una familia amorosa, comprometida es resistente, y una familia


resistente trabajará unida para “recuperarse” de los problemas que tal vez
puedan destruir otras familias.

Las familias pueden ser inspiradas por la descripción del apóstol Pablo acerca de
la resistencia de los cristianos del primer siglo ante las crisis: “…que estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios
4:8-9). Pablo y estos fieles cristianos, confiaron en Dios para que los fortaleciera
y los ayudara a soportar las pruebas y las familias pueden hacerlo también.

El poder del ejemplo

Un vínculo fuerte entre los miembros de una familia, puede aumentar la


influencia de un ejemplo positivo.

Pablo alabó a los miembros de la familia de Timoteo por su ejemplo tan positivo:
“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en
tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” (2
Timoteo 1:5).

La Biblia también registra otros ejemplos de vínculos muy fuertes que se pueden
desarrollar. Por ejemplo tenemos a Rut y a Noemí. Rut se casó con el hijo de
Noemí, pero éste murió más tarde. Tuvo la oportunidad de regresar a su propio
pueblo y buscar otro esposo, pero en vez de ello Rut decidió permanecer y
seguir siendo parte de la heredad de su esposo quedándose con su suegra
Noemí.

Rut vio algo en Noemí y en el Dios de Noemí que hizo que ella exclamara: “No
me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque dondequiera que tu fueres,
iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi
Dios. Donde tu murieres, moriré yo, y allí seré sepultada” (Rut 1:16-17). Vea
nuestro artículo: Rut.

Dios quiere que desarrollemos fuertes lazos familiares de lealtad y amor. Él


quiere que compartamos nuestros sueños, esperanzas y recuerdos como familia
delante de Él. Él quiere que desarrollemos familias sólidas y lo adoremos y
honremos como una unidad familiar.

Fortalezas esenciales en una familia

A continuación enumeraremos fortalezas familiares que según Family


Connections (una publicación del servicio de extensión de la Universidad de
North Dakota), se han identificado repetidamente en una investigación acerca de
lo que hace fuerte a las familias:

1. “Las familias sólidas y resistentes expresan compromiso con todos sus


miembros, haciendo del compartir y pasar tiempo con los miembros una
prioridad definida, trabajando activamente para desarrollar relaciones
familiares satisfactorias”.
2. “Las familias sólidas y resistentes, invierten tiempo juntos de una forma
consciente y voluntaria, y disfrutan trabajando y jugando los unos con los
otros”.
3. “Las familias sólidas y resistentes, practican una comunicación clara y
cuidadosa entre sus miembros. La comunicación es el alma de las
relaciones familiares. La comunicación saludable en la familia implica
escucharse entre si, tratando de entenderse, siendo respetuoso de los
sentimientos y haciendo un esfuerzo claro y definido para entender las
preocupaciones. Los miembros de la familia estrechan sus vínculos a
medida que escuchan con cuidado y tratan de comunicarse en formas
positivas y efectivas”.
4. “Las familias sólidas y resistentes cultivan el amor y el respeto mutuo
compartiendo los logros, mostrando su apreciación y respaldo por todos
sus miembros y ayudando a que los miembros de la familia se sientan bien
con respecto a sí mismos”.
5. “Las familias sólidas y resistentes trabajan para resolver los problemas o
afrontar los desafíos, esforzándose juntos y dándose entre si una ayuda y
respaldo positivos”.
6. “Las familias sólidas y resistentes están atentas para suplir las
necesidades básicas de la familia, tales como estabilidad financiera, salud
de los miembros de la familia, mantenimiento del ambiente familiar, y
manejando estas necesidades lo mejor posible”.
7. “Las familias sólidas y resistentes comparten valores religiosos,
espirituales y morales, que les dan un propósito y dirección en común. Las
investigaciones acerca de las familias sólidas han encontrado de una
forma consistente la importancia de valores compartidos y creencias que
le dan a los miembros de la familia un sentido de identidad y propósito
comunes. Tales valores pueden ser la fuente de la fortaleza de los
miembros de la familia cuando la vida se torna difícil” (Conexiones
familiares, pp. 5-6).

Una familia espiritual

Dios también está en el proceso de desarrollar una familia para Él. Su familia se
identificará por las características similares a lo que Él nos enseña en la Santa
Biblia. Dios desea una gran familia, en que cada hijo o hija hagan su parte para
contribuir a la salud y bienestar de su familia.

Como lo explicara el apóstol Juan: “Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no
se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo
aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es
puro” (1 Juan 3:2-3).

Como cualquier otra familia sólida, seremos identificados como miembros de la


familia de Dios si reflejamos el carácter de nuestro Padre y su Hijo, Jesucristo.
Ser una parte activa del Reino de Dios será nuestra futura identidad familiar.

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