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Diplomatura en Ciencias Sociales

Materia: Fundamentos de semiótica y lingüística

Tema: Unidad I

Docente: Aymà, Ana

Autor: Edward Sapir

Editorial:

Centro de Reproducciones
Universidad Nacional de Quilmes
:: 4365-7100 int. 4212 :: impresiones@unq.edu.ar
Traducción
de El lenguaje
MARGIT y ANTONIO ALATORRE

Introducción al estudio del habla

por EDWARD SAPIR

))jJ
60 AMfVERSAIIO

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


México
Primera edición en inglés, 1921
Primera edición en español, 1954
Undécima reimpresión, 1994 PREFACIO
Este librito aspira a situar el tema del lengua;e en cier-
to panorama, y no propiamente a acopiar hechos acerca
de él. Poco tiene que decir acerca de la base psicoló-
gica última del habla; y de la historia o de la descrip-
ción en sentido estricto de lenguas particulares no pre-
senta sino los hechos indispensables para ilustrar los
principios. Su propósito fundamental es mostrar de qué
manera concibo yo la esencia del lenguaje, de qué modo
varía e:f!. el espacio y en el tiempo y cuáles son sus re-
laciones con otros intereses humanos primordiales: el
problema del pensamiento, la naturaleza de la evolu-
ción histórica, la raza, la cultura, el arte.
Espero que la perspectiva que de este modo se abra
sea útil no sólo para los interesados en la lingüística:-
sino también para el público extraño a ella, el cual tien-
de a considerar las nociones lingüísticas como pedan-
terías propias de ingenios ociosos. El conocimiento de
las conexiones más amplias de su ciencia es esencial
para los especialistas en estudios lingüísticos que quie-
ran liberarse de una actitud estéril y puramente técnica.
Entre los escritores contemporáneos que han tenido al-
guna influencia sobre el pensamiento ilustrado, Croce
es uno de los poquísimos que han logrado comprender
la significación fundamental del lenguaje. Ha hecho
notar la estrecha relación que tiene con el problema
del arte. Mucho es lo que debo a su agudeza. Pres-
cindiendo por completo de su interés intrínseco, las
Título original: formas lingüísticas y los procesos históricos son extraor-
Language: An Introduction to the Study of Speech dinariamente valiosos para diagnosticar y comprender
© 1912, (Harcourt, Brace and Co., Inc.) algunos de los problemas más difíciles y escurridizos
Harcourt Brace Jovanovich Inc., Nueva York de la psicología del pensamiento, y también al~unos de
D. R. © 1954, FONDO DE CcLTCRA EcoNc?MIC:\ , r
los que plantea esa rxtraña corriente, ese acumulador·
D. R. © 1992, FONDO DE CcLTURA ECONOMIC\, S. A. DE C. V· que existe en 1a vida del espíritu humano y que Ifama-
Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F. mos historia, o progreso, o evolución. Este valor de-
pende sobre todo de 1a naturaleza inconsciente y no
ISBN 968-16-0550-0 racionalizada de la estructura lingüística.
He evitado el empleo de 1a mayor parte de los tér
Impreso en México 7
8 PREFACIO
minos técnicos y de todos los símbolos técnicos de la
erudición lingüística. No hay en este libro un solo sig- I
no diacrítico. Siempre que ha sido posible, la exposi-
ción se ha basado en ejemplos ingleses. Sin embargo, el INTRODUCCióN: DEFINICióN
esquema del presente estudio, que comprende un exa- DEL LENGUAJE
men de las formas infinitamente cambiantes en que se
ha expresado el pensamiento humano, exigía citar al- EL HABLA es un hecho tan familiar de la vida de todos
gunos ejemplos exóticos. No me parece necesario justi- los días, que raras veces nos preocupamos por definir-
ficarme por ellos. Debido a limitaciones de espacio, he la. El hombre la juzga tan natural como la facultad de
tenido que dejar a un lado muchas ideas o principios caminar, y casi tan Hatural como la respiración. Pero
que me hubiera gustado tocar. Y en_cuanto a otros sólo hace falta un instante de reflexión para conven-
puntos, tuve que limitarme a insinuarlos apenas en una cemos de que esta "naturalidad" del habla es una im-
frase pasajera. Creo, no obstante, haber reunido ele- presión ilusoria. El proceso de adquisición del habla
mentos suficientes para estimular un estudio más a fon- es, en realidad, algo totalmente distinto del proceso de
do de un terreno tan descuidado como el del lenguaje. aprender a caminar. En este último caso, la cultura
Deseo expresar mi más cordial agradecimiento por -o, en otras palabras, el conjunto tradicional de há-
sus amistosos consejos y útiles sugerencias a varios ami- bitos sociales- no entra propiamente en juego. Cada
gos míos que leyeron el manuscrito de esta obra, y en niño está preparado, por el complejo conjunto de fac-
especial a los prqfesores A. L. Kroeber y R. H. Lowie, tores que llamamos herencia bi~lógica, para realizar to-
de la Universidad de California, al profesor W. D. das las adaptaciones musculares y nerviosas que produ-
Wallis, de Reed Colleee, y al profesor J. Zeitlin, de cen el acto de caminar. Puede decirse, de hecho, que
la Universidad de Illinois. la misma conformación de los m úsenlos y de las partes
pertinentes del sistema nervioso está adaptada: desde
EowARD SAPIR un principio a los movimientos que se hacen al cami-
Ottaw~ 8 de abril de 19 21. nar y al llevar a cabo actividades análogas. En senti-
do muy concreto, podemos decir que el ser humano
normal está predestinado a caminar, no porque sus ma-
yores lo ayudarán a aprender este arte, sino porque su
organismo está preparado, desde el nacimiento, y aun
desde el momento de la concepción, para realizar todos
ADVERTENCIA DE LOS TRADUCTORES esos desgastes de energía nerviosa y todas esas adapta-
ciones musculares que dan origen al acto de caminar.
Hemos preferido conservar siempre los ejemplos ingleses, Dicho sucintamente, el caminar es una función bioló-
aún en lós casos en que hubiera sido fácil cambiarlos por gica inherente al hombre..
ejemplos espaíio1es. Pero añadimos de vez en cuando (entre No así el lenguaje. Es claro, desde luego, que en
corchetes) alguna referencia al español, alguna. aclaración, al- cierto sentido el individuo está predestinado a hablar,
guna nota al pie de la página, así como las traducciones de pero esto se d~be a la circunstancia de que ha nacido
los ejemplos ingleses. no sólo en medio de la naturaleza, sino también en el
seno de una sociedad que está segura -y con toda
razón- de hacerle adoptar sus tradiciones. Elimine-
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10 DEFINICIÓN DEL LENGUA.JE DEFINICIÓN DEL LENGUA JE 11
mos la sociedad, y habrá todas las razones para creer bla. La primera de esas expresiones es ciertamente- ins-
que aprenderá a caminar, dando por supuesto que lo- tintiva, pero no simbólica; en otras palabras, el sonido
gre sobrevivir. Pero igualmente seguro es que nunca emitido al sentir dolor o alegría no indica!' en cuanto
aprenderá a hablar, esto es, a comunicar ideas según el tal sonido, la emoción; no se pone a cierta distancia
sistema tradicional de una sociedad determinada. O, si -digámoslo así- para anunciar que estamos sintiendo
no:- separemos al individuo recién nacido del ambiente tal o cual emoción. Lo que hace es servir de expan-
social a que ha llegado y transplantémoslo a nn ambien- sión más o menos automática de la energía emocional;
te totalmente distinto. Desarrollará el atte de caminar .. en cierto sentido, el sonido emitido entonces es parte
en su nuevo medio, más o menos como lo hubiera integrante de la emoción misma. Más aún, esas excla-
desarrollado en el antiguo. Pero su habla será absolu- maciones instintivas no constituyen una comunicación
tamente diversa del habla de su ambiente primitivo. en el sentido estricto de la palabra. No se dirigen a
Así, pues, la facultad de caminar es una actividad hu- nadie; apenas se entreoyen -si acaso se oyen- como
mana general que no varía sino dentro de límites muy el ladrido de un perro, el ruido de pasos que se acercan
circunscritos, según los individuos. Su variabilidad es o el silbido del viento. Si transmiten ciertas ideas al
involuntaria y sin finalidad alguna. El habla es una oyente, esto es sólo en el sentido muy general en que
actividad humana que varía sin límites precisos en los decimos que cualquier sonido, y aun cualquier fenóme-
distintos grupos sociales, porque es una herencia pura- no ocurrido a nuestro alrededor, transmite una idea a la
mente histórica del grupo, producto de un hábito so- mente que lo percibe. Si el involuntario grito de do-
cial mantenido durante largo tiempo. Varía del mismo lor que convencionalmente se representa con "¡ay!" se
modo que varía todo esfuerzo creador, quizá no de considera como un verdadero símbolo del habla, equi-
manera tan consciente, pero en todo caso de modo tan valente a una idea más o menos como ésta: 'siento un
verdadero como las religiones, las creencias, las costum- fuerte dolor', entonces será igualmente lícito interpre-
bres y las artes de los diferentes pueblos. El caminar tar la aparición de nubes como un símbolo equivalente,
es una función orgánica, una función instintiva (aun- portador del mensaje concreto 'es probable que llueva'.
que no, por supuesto, un instinto en sí mismo); el Sin embargo, una definición del lenguaje tan amplia
habla es una función no instintiva, una función adqui- que abarque cualquier modo de deducción pierde todo
rida, "cultural''. sentido.
Existe un hecho que muy a menudo ha contribuído No hay que cometer el error de identificar nuestras
a impedir que se reconozca en el lenguaje un sistema interjecciones convencionales (nuestro "¡oh!" y "¡ahl",
puramente convencional de símbolos sonoros, un hecho nuestro '·¡chist!") con los gritos instintivos en sí mis-
que ha engañado a la mentalidad popular hasta el pun- mos. Esas interjecciones no son más que fijaciones con-
to de hacer atribuir al habla una base instintiva q'ue en vencionales de sonidos naturales. De ahí que difieran
realidad no posee. Nos referimos a la conocida obse,rva- muchísimo en los diversos idiomas, de acuerdo con el
ción de que, bajo el impulso de la emoción -por ejem- genio fonético peculiar de cada uno de ellos. En cuan-
plo, de un dolor agudo y repentino o de una alegría sin to tales, se las puede considerar como parte integrante
freno--, emitimos involuntariamente ciertos sonidos que del habla, en el sentido propiamente cultural de este
quien los escucha interpreta como indicadores de la término, puesto que no se identifican con los gritos
emoción misma. Pero hay una enorme diferencia en- instintivos en sí, tal como cuckoo y killdeer 1 no se iden-
tre esta expresión involuntaria del sentimiento y aquel
tipo normal de comunicacióQ de ideas que es el ha- 1 [El cucl:oo es el cuco o cuclillo; el killdeer es un ave norte-
12 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 13
tifican con el grito de los pájaros que esas voces desig- organismo,humano, es decir, un rasgo que no varía sino
nan, y tal como la música con que Rossini representa de manera muy leve o "accidental''. .
una tempestad en la obertura de Guillermo Tell no es Las interjecciones se cuentan entre los elementos
en realidad una tempestad. En otras palabras, las in- menos importantes del lenguaje. Su examen es pro-
terjecciones y palabras imitativas de sonidos del habla vechoso principalmente porque se puede demostrar que
normal se relacionan con sus prototipos naturales del aun esos sonidos, que todos convienen en considerar
mismo modo como el arte, producto puramente social como los más cercanos a la expresión instintiva, sólo
o cultural, se relaciona con la naturaleza. Podrá obje- tienen naturaleza instintiva en un sentido superficial.
tarse que, aunque las interjecciones difieren en cierta Así, pues, aunque fuera posible demostrar que el len-
medida de una lengua a otra, presentan, sin embargo, guaje todo se remonta, en sus fundamentos primordia-
semejanzas asombrosas y que, por lo tanto, se las pue- les, 'históricos y psicológicos, a las interjecciones, no se
de considerar como emanadas de una base instintiva seguiría de ello que el lenguaje sea una actividad ins-
común. Pero el caso de las interjecciones no difiere en tintiva. De hecho, todos los intentos de explicar de
nada, pongamos por ejemplo, de las diversas formas na- esa manera el origen del lengua je han sido infructuo-
cionales de representación pictórica. Un cuadro japo- sos. No existe una prueba tangible, ni histórica ni de
nés que represente una colina difiere de un cuadro ninguna otra especie, que demuestre que el conjunto
moderno europeo que represente una colina muy seme- de los elementos del habla y de los procedimientos lin-
jante, y al mismo tiempo se le parece. Uno y otro se güísticos ha surgido de las interjecciones. Estas cons-
han inspirado en el mismo tipo de paisaje, y uno y otro titbyen una parte muy reducida y funcionalmente in-
lo '4imitan~7. Ni el uno ni el otro son exactamente la significante del vocabulario de los diversos idiomas; en
misma cosa que el paisaje, ni son, en sentido estricto, ninguna época y en ninguna provincia lingüística de que
una continuación directa del paisaje natural. Si las dos tengamos noticia podemos observar una tendenci~ no-
formas de representación no son idénticas es porque table a convertir las interjecciones en urdimbre inicial
proceden de diferentes tradiciones históricas y se han del lenguaje. En el m~jor de los casos, no pasan de ser
ejecutado con distintas técnicas pictóricas. Del mismo la orla decorativa de un amplio y complicado tejido.
modo, las interjecciones del idioma japonés y del idio- , Si esto puede decirse de las interjecciones, con ma-
ma inglés proceden de un prototipo natural común, los yor razón cabe decirlo de las palabras onomatopéyicas.
gritos instintivos, y por lo tanto, de manera inevitable, Palabras como whippoorwill, 2 to mew ['maullar'], to caw
se sugieren el uno al otro. Difieren a veces mucho, a ['graznar'] no son de ninguna manera sonidos naturales
veces poco, porque se han construído con materiales que el hombre haya reproducido instintiva y automáti-
o técnicas históricamente diferentes: las tradiciones lin- camente. Son creaciones del espíritu humano, vuelos de
güísticas respectivas, los sistemas fonéticos y los hábitos la fantasía, en el mismo sentido en que lo es cualquier
de lenguaje de cada uno de los dos pueblos. Sin em- otro elemento del lenguaje. No brotan directamente de
bargo, los gritos instintivos, en cuanto tales, son prác- la naturaleza; son sugeridos por ella y juegan con ella.
ticamente idénticos en toda la humanidad, del mismo Así, pues, la teoría onomatopéyica del or!gen del lengua-
modo como el esqueleto humano o el sistema nervioso je, la teoría que explica todo lenguaje cotño gradual evo-
son, desde cualquier punto de vista, un rasgo "fijo" del lución de sonidos de carácter imitativo, nos deja tan
americana llamada así por "onomatopeya"; en el mismo caso están 2 [Especie de chotacabras norteamericano, cuyo nombre se debe
el tildío, -pajan1lo mexicano, y el benteveo, pajarillo argentino. J a onomatopeya.]
14 DEFINICIÓN DEL LENGUA JE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 15
lejos del plano instintivo como el lenguaje en su fo?J1a nicación, humana o animal ( si acaso se puede llamar
actual. En cuan to a la teoría misma, no es más digna "comunicación"), producida por gritos involuntarios
de fe que la teoría paralela del origen interjeccional. D~ instintivos, nada tiene de lenguaje en el sentido en
muchas palabras que ahora no. nos parecen ono~tope- que nosotros lo entendemos.
yica~ se puede demostrar, es cierto, que en otro tiempo Acabo de hablar de los "órganos del habla",, y po-
han tenido una forma fonética en que se ve que fueron dría parecer, a primera vista, que esto equivale a admi-
originalmente imitaciones de sonid~ 1:ª~ural~s. Tal ocu- tir que el habla misma constituye una actividad instin-
rre con la palabra inglesa to 1augh [ reuJ .. su~_embargo, tiva, biológicamente predeterminada. Pero no debemos
es del todo imposible demostrar -y m siqmera parece dejarnos extraviar por esa simple expresión; no existen,
intrínsecamente razonable suponerlo- que el aparato en sentido estricto, órganos del habla; lo que hay, son
formal del lenguaje se derive de una fuente onomato- sólo órganos que, de manera inciden tal, pueden servir
péyica; si algo proviene de ésta, será una parte ínfima para la producción de los sonidos del habla. Los pul-
de los elementos lingüísticos. Por más dispuestos que mones, la laringe, el paladar, la nariz, la lengua, los
estemos, en principio, a considerar como de imp~rt~~- dientes y los labios se emplean para ese objeto, pero
cia fundamental en las lenguas de los pueblos primiti- no se les debe considerar como órganos primarios de]
vos la imitación de sonidos naturales, la realidad es que habla, del mismo modo que los dedos no pueden con-
estas lenguas no muestran una preferencia particular :siderarse como órganos esencialmente hechos para tocar
por las palabras imitativas. Entre los pueblos más pri- el piano, ni las rodillas como órganos de la oración. El
mitivos de la América aborigen, las tribus athabaskas, habla no es una actividad simple, realizada por uno
en el río ~1ackenzie, hablan lenguas en que apenas hay o más órganos biológicamente adaptados para ese ob-
palabras de ese tipo, o en que faltan por completo; y jeto. Es una red muy compleja y siempre cambiante
en cambio, lenguas tan refinadas como el inglés o ~el de adaptaciones diversas -en el cerebro, en el sistema
alemán emplean a manos llénas las onomatopeyas. Este nervioso y en los órganos articulatorios y auditivos-
ejemplo revela qué escasa importancia tiene la ~imple que tiende a la deseada meta de la comunicación de
imitación de los sonidos para la naturaleza esencial del ideas. Podemos decir que los pulmones se desarrolla-
habla. ron para llevar a cabo la función biológica indispensable
Con esto ha quedado allanado el camino para dar que se conoce con el nombre de respiración; la nariz
una definición adecuada del lenguaje. El lenguaje es como órgano del olfato; los dientes como órganos úti-
un método exclusivamente humano, y no instintivo, les para triturar los alimentos y dejarlos listos .para 1a
de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un digestión. Así, pues, si estos y otros órganos se ,em-
sistema de símbolos producidos de manera deliberada. plean constantemente en el habla, es sólo porque cual-
Estos símbolos son ante todo auditivos, y son produ- quier órgano, desde el momento en que existe, y en la
cidos por los llamados "órganos del habla". No hay medida en que puede ser ·gobernado por la voluntad,
en el habla humana, en cuanto tal, una base instintiva es susceptible de una utilización para finalidades se- ·
apreciable, si bien es cierto que las expresiones instin- cundarias_. Desde el punto de vista fisiológico, el habla
tivas y el ambiente natural pueden servir de estímulo es una función adyacente, o, para decirlo con mayor
para el desarrollo de tales o cuales elementos del ha-
bla, y que las tendencias instintivas, sean motoras o exactitud, un grupo de funciones adyacentes. Aprove-
de otra especie, pueden dar a la expresión lingüística cha todos los servicios que puede de ciertos órganos y
una extensión o un molde predeterminados. La comu- funciones, nerviosos y musculares, los cuales deben su
16 DEFINICIÓN DEL LENGUA JE DEFINICIÓN DEL LENGUA JE 17
origen y su existencia a finalidades muy distintas de él, sean auditivos, motores o de otra naturaleza, y que
las lingüísticas. sirven de respaldo inmediato al acto de pronunciar y
Es cierto que los psico-fisiólogos hablan de la loca- al acto de escuchar el habla son simplemente un sím-
lización de la palabra en el cerebro. Esto no puede bolo complejo de esos "significados", o un signo que
significar otra cosa sino que los sonidos del habla están los expresa. De los "significados" volveremos a hablar
localizados en el centro auditivo del cerebro, o en una más aélelante. Así, pues, lo que vemos inmediatamente es
parte circunscrita de este centro, tal como están locali- que el lenguaje, en cuanto tal, no se encuentra loca-
zadas allí otras clases de sonidos; y que los procesos lizado de manera definida, ni puede estarlo, pues con-
motores que intervienen en el habla ( como son los mo- siste en una relación simbólica peculiar -fisiológica-
vimientos de las cuerdas vocales en la laringe, los movi- mente arbitraria- entre todos los posibles elementos
mientos de la lengua necesarios para la pronunciación de la consciencia por una parte, y por otra ciertos otros
de las vocales, los movimientos de los labios necesarios elementos particulares, localizados en los centros cere-
para articular ciertas consonantes, y muchos otros) se brales y nerviosos, sean auditivos, motores o de otra
encuentran localizados en los centros motores, exacta- na tu raleza. Si se puede considerar el lengua je como
mente como los demás impulsos de que dependen acti- "localizado" de manera definida en el cerebro, es sólo
vidades motoras especiales~ De la misma manera, en el en ese sentido general y sin mucho interés en que se
centro visual del cerebro radica el comando de todos puede decir que están "en el cerebro" todos los aspec-
los procesos de reconocimiento visual que entian en tos de la consciencia, todo interés humano y toda ac-
juego en la lectura. Naturalmente, los puntos e gru- tividad humana. Por consiguiente, no tenemos más
pos de puntos particulares de localización que se en- remedio que aceptar el lenguaje como un sistema fun-
cuentran en los diversos centros y que s~ refieren a cional plenamente formado dentro de la constitución
un- elemento cualquiera del lenguaje, están conectados psíquica o "espíritual" del hombre. No podemos de-
en el cerebro por ramales de asociación, de tal manera finirlo como una entidad en términos puramente psico-
que el aspecto exterior o psico-físico del lenguaje con- físicos, por más que la base psico-física sea esencial para
siste en una vasta red de localizaciones asociadas en el su funcionamiento en el individuo.
cerebro y en los centros nerviosos secundarios; y, desde Pór supuesto que, desde el punto de vista del fisió ..
luego, las localizaciones auditivas son las más impor- Jogo o del psicólogo, estamos haciendo una abstracción
tantes de todas en lo que se refiere al lenguaje. Sin injustificable cuando así nos proponemos estudiar el
embargo, un sonido del habla localizado en el cerebro, tema del lenguaje sin una constante y explícita refe-
aun cuando esté asociado con los movimientos parti- rencia a la base psico-física. No obstante, semejante
culares de los "órganos del habla" necesarios para pro- abstracción es justificable. Podemos discurrir con buen
ducirlo, dista mucho todavía de constituir un elemento provecho acerca de la intención, 1a forma y la historia
del lenguaje; es preciso, además, que se asocie con al- del habla, de la misma manera, exactamente, como dis..,
gún elemento o con algún grupo de elementos de la currimos acerca de la naturaleza de cualquier otra fase
experiencia, por ejemplo con una imagen visual o una de la cultura humana --el arte o la religión, por .ejem-
clase de imágenes visuales, o bien con una sensación plo---, esto es, como una entidad institucional o cultu-
de relación, antes de que adquiera un significado lin- ral, dejando a un lado los mecanismos orgánicos y psi""'.
güístico, por rudimentario que sea. Este "elemento" cológicos por ser ·cosas obvias y sin interés para nuestro
de la experiencia es el contenido o "significado" de la objeto. En consecuencia, debe quedar claro; de una vez
unidad lingüística; los ·procesos cerebrales asociados con por todas, que esta introducción al estudio del habla
18 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 19
no se ocupa de esos aspectos de la fisiología y -de· la debe rotularla, y no debe tener otra función que la de
psicología fisiológica que están en los cimientos del un parale~o suyo en otro plano, y a ~se paralelo pode-
lenguaje. No vamos a hacer el estudio de la génesis mos acudir cada yez que sea necesario o conveniente.
y el modo de obrar de un mecanismo concreto, sino Semejante asociación, que es voluntaria y en un sen-
una investigación acerca de la función y la forma de tido ~rbitraria, exige un notable ejercicio de atención
esos sistemas arbitrarios de simbolismo que conocemos con~cien te, por lo menos en el comienzo, ya que el
con el nombre de idiomas. hábito no tarda en hacer esta asociación tan automá-
Ya he indicado que la esencia del lenguaje consiste tica como muchas otras, y más rápida.
en el hecho de tomar sonidos convencionales, articula- Pero quizá hemos avanzado con demasiada veloci-
dos de manera voluntaria, o sus equivalentes, como re- dad. Si .e~ símbolo house -sea una experiencia o ima-
presentantes de los diversos elementos de la experien- gen auditi":a, motora o visual- no se r<:firiera más que
cia. La palabra house ['casa'] no es un hecho lingüístico a la sola imagen de una casa determmada, vista en
si por él se entiende simplemente el efecto acústico una sola ocasión, una crítica indulgente podría quizá
que sobre el oído producen las consonantes y voca- darle .el nombre de ele~en!o. del lenguaje; sin embargo,
les que constituyen dicha palabra, pronunciadas en de- es evidente desde el prmcipio que un lenguaje consti-
terminado orden; tampoco es un hecho lingüístico a tuído en esa forma tendría un \'alor muy escaso, o nulo,
causa de los procesos motores y de las sensaciones tác- para. las finalidades de la comunicación. El mundo de
tiles que intervienen en la articulación de la palabra; nu~stras experiencias necesita ser simplificado y gene-
ni a causa de la percepción visual por parte de quien ralizado enormemente para que sea posible llevar a cabo
escucha esa articulación; ni a causa de la peocepción un inventario simbólico de todas nuestras experiencias
visual de la palabra house en una página manuscrita o de cosas y relaciones; y ese inventario es indispensable si
impresa: ni a causa de los procesos motores v sensacio- queremos comunicar ideas. Los elementos del lengua-
--nes táctiles que entran en juego para escribir la pala- je, los símbolos rotuladores de nuestras experiencias tie-
bra; ni,. finalmente, a causa de la memoria de al~na nen que asociarse, pues, con grupos enteros, con clases
de estas experiencias o de todas ellas. La palabra house bien definidas de experiencia, y no propiamente con
sólo· es un hecho lingüístico cuando todas estas exoe- las experiencias aisladas en sí mismas. Sólo de esa ma-
riencias combinadas, y tal vez otras que no hemos men- nera es posible la comunicación~ pues la experiencia
cionado, se asocian automáticamente con la imagen de aislada no radica más que en una consciencia indivi-
una casa: entonces comienzan a adquirir la naturaleza dual y, hablando en términos estrictos, es incomuni-
de un símbolo, de una palabra:, de un elemento del cable. Para que sea comunicada, necesita relacionarse
lenguaje. Pero no es suficiente todavía el simple hecho con una categoría que la comunidad acepte tácitamen-
de semejante asociación. Puede ser que alguna vez te como una identidad. Así, la impresión particular
oigamos una palabra cualquiera, proferida en una casa que ha dejado en mí una casa determinada necesita
determioada en circunstancias tan impresionantes, que identificarse con todas mis demás impresiones acerca de
nunca, desde ese momento, vuelva a nuestra conscien- ella. Y además, mi memoria generalizada, o sea mi "n.o-·
cia la imagen de la casa sin que al mismo tiempo se ción" de esa casa debe fundirse con las nociones que
haga presente aquella oolabra:. v viceversa. Este tino se han formado acerca de la casa todos los individuos
de asociación no constituye el len~aje. La asociación que la han visto. La experiencia particular que nos ha
a que nos referimos debe ser puramente simbóJica; di- se,rvido de punto de arranque se ha ensanchado ahora
cho-·de·· otra· manera; 1a palabra debe denotar la imagen, de tal manera, que puede abarcar todas las impresiones
20 DEFINICIÓN DEL LENGUA.JE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 21
o imágenes posibles que acerca de la casa en cuestión pre es un indicador de pensamiento. Hemos visto que
se han formado o pueden fonnarse seres sensibles. Esta el elemento lingüístico típico sirve de rótulo a un con-
primera simplificación de la experiencia se encuentra cepto. De ello no se sigue que los usos a que se destina
en la base de gran número de elemento del habla, el lenguaje sean siempre conceptuales., ni que lo sean
los llamados nombres propios, o palabras que designan de manera predominante. En la vida ordinaria no nos
individuos u objetos individuales. ,Es, en lo esencial, interesamos tanto por los conceptos en cuanto tales,
el mismo tipo de simplificación que constituye el fun- sino más bien por particularidades concretas y relacio-
damento o el material bruto de la historia y del arte. nes determinadas. Por ejemplo, cuando digo I had a
Pero no podemos contentamos con este procedimiento good breakfast this morning ['me desayuné"'lnuy bien
de reducción de algo que, como la experiencia, es infi- esta mañana'], es evidente que no estoy sintiendo las
nito. Debemos llegar hasta la médula de las cosas, de- congojas de un pensamiento laborioso, y que lo que
bemos poner en un solo montón, de manera más o me- tengo que comunicar a quien me escucha no pasa de
nos arbitraria, masas enteras de ·experiencia, viendo en ser un recuerdo placentero, traducido simbólicamen-
ellas un número bastante de semejanzas para que nos te siguiendo los carriles de una expresión habitual. Cada
autoricen a considerarlas idénticas (lo cual es erróneo, uno de los elementos de mi frase define un ~oncepto
pero útil para nuestro objeto) . Esta casa y aquella otra separado, o una relación conceptual separada, o las dos
casa v miles de otros fenómenos de carácter análogo se cosas juntas, pero la frase en sí misma no tiene la me-
aceptan así en cuanto tiene~_-un número suficiente de nor significación conceptual. Es más o menos como si
rasgos comunes, a pesar de la~ _grande~ y palp~bles un dinamo capaz de generar una corriente eléctrica su-
diferencias de detalle, v se clasifican ha JO un mismo ficiente para mover un ascensor fuera utilizado casi ex-
rótulo. En otras palabras, el elemento lingüístico house clusivamente para alimentar el timbre de una puerta.
es, primordial y fundamentalmente, no el símbolo de Y el paralelo es más ~ugestivo de lo que podría parecer
una percepcjón aislada, ni siquiera de la noción de un a primera vista. Se puede considerar el lenguaje como
objeto particular, sino de un "concepto", o, dicho un instrumento capaz de responder a una enorme serie
en otra forma, de una cómoda envoltura de pensamien- de empleos psíquicos. Su corriente no sólo va fluyendo
tos en la cual están encerradas miles de experiencias paralela a la de los contenidos internos de la ·conscien-
distintas y que es capaz de ·contener muchos otros mi- cia, sino que fluye paralela a ella en niveles distintos.,
les. Si los elementos significantes aislados del habla que abarcan desde el estado mental en que dominan
son ]os símbolos de conceptos, el caudal efectivo del imágenes particulares hasta el estado en que los con-
habla puede interpretarse como un registro de la fija- ceptos abstractos y sus relaciones mutuas son los únicos
ción de estos t..onceptos en sus relaciones mutuas. en que se enfoca la atención, .lo cual suel~ llamarse razo-
Muchas veces se ha planteado la cuestión de si se- namiento. Así, pues, lo único constante que hay en el
ría posible el pensamiento sin el habla y también la lenguaje es su forma externa; su significado interior,
cuestión de si el habla y el pensamiento no serán otra su ·valor o intensidad psíquicos varían en gran medida
cosa que dos facetas de un mismo proceso psíquico. de acuerdo con la atención o con el interés selectivo del
La cuestión es tanto más difícil cuanto que se la ha espíritu., y asimismo -ocioso es decirlo-- de _acuerdo
rodeado de un seto espinoso de equívocos. En primer con el desarrollo general de la inteligencia. Desde el
lugar, convie~e observar que, independientemente de si punto de vista del lenguaje, el pensamiento se puede
el pensamiento exige o no exige el simbolismo ( es de- definir como el más elevado de los contenidos latentes
cir, el habla), el caudal piismo del lenguaje no siem- o potenciales del habla, el coqtenido a que podemos
22 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 23
llegar cuando nos esforzamos por adscribir a cada uno pen~~r, Y hasta razonar, sin necesidad de palabras. La
de los elementos del caudal lingüístico su pleno y ab- ilusio1; s~ debe seguramente a una serie de factores.
soluto valor conceptual. De aquí se sigue inmediata- El mas si.mple de ellos es la incapacidad de distinguir
mente que el lenguaje y el pensamiento, en sentido entre la imagen y el pensamiento. En realidad, tan
estricto, no son coexistentes. A lo sumo, el lenguaje pron~? como ~os esforzamos por poner una imagen en
puede ser sólo la faceta exterior del pensamiento en el relac10n consciente con otra, vemos que, sin darnos
nivel más elevado, más generalizado, de la expresión cuenta, estamos ~ormando un silencioso fluir de pala-
simbólica. Para exponer nuestro punto de vista de bras. El pensanuento podrá ser un dominio natural
manera algo distinta, el lengua je es, por su origen, separado del do1!1inio artificial del habla, pero en tod¿
una función pre-racional. Se esfuerza humildemente por caso el habla viene a ser el único camino conocido
elevarse hasta el pensamiento que está latente en sus para llegar hasta el pensamiento. La ilusoria sensación
clasificaciones y en sus formas y que en algunas ocasio- d~ que ~l hombre puede prescindir del lenguaje cuando
nes puede distinguirse en ellas; pero no es, como suele piensa tiene otra fuente todavía más fecunda que es
afirmarse con tanta ingenuidad, el rótulo final que se la f~ecuentísima i_ncapacidad de comprender qde el len-
coloca sobre el pensamiento ya elaborado~ guaJ~ no ~s la misma cosa que su simbolismo auditivo.
La mayor parte de las personas,. cuando se les pre- E_l simbolismo ~uditi~o puede ser sustituído, pieza tras
gunta si pueden pensar sin necesidad de palabras, con- p~eza, por un_ sunbohsmo motor o por un simbolismo
testarán probablemente: "Sí, pero np me resulta fácil visual (:por e1emplo, mu~has personas pueden leer en
hacerlo. De todos modos, sé que es algo posible." ¡De ~m senb~o. puramente visual, esto es, sin el vínculo
manera que el lenguaje vendría a ser simple ropaje! mtermediano de un flujo interno de imágenes auditi-
Pero ¿y si el lenguaje no fuera ese ropaje, sino más va~ que corr_espondan a las palabras impresas o manus~
bien una ruta, un carril preparado? Es muy probable, cn,tas), .o bie~ por algún otro tipo de comunicación,
en realidad, que el lenguaje sea un instrumento desti~ mas sutil :y hmdizo y menos fácil de definir. Así, pues,
nado originalmente a empleos inferiores al plano con- la pretens1~n de que se puede pensar sin necesidad de
ceptual, y que el pensamiento no haya surgido sino más palabras, simplemente porque uno no se da cuenta
tarde, ·como una interpretación refinada de su conteni- de la coexis,t~ncia de imágenes auditivas, dista mu-
do. En otras palabras, el producto va creciendo al mis-. cho de ser vahda. Podemos ir todavía más lejos, y sos-
mo tiempo que el instrumento, y quizá, en su génesis pechar que,. en alfjtmos casos, la expresión simbólica
y en su práctica cotidiana, el pensamiento no sea con- del pensamiento sigue su ruta fuera de los límites de
cebible sin el lenguaje, de la misma manera que el razo- }a intelige_ncia conscien~e, de manera que la sensación
namiento matemático no es practicable sin la palanca ~e ~u~ flu10 ~e pensamiento libre y extra-lingüístico se
de un simbolismo matemático adecuado. Ciertamente J~shfica. relativa~en~e (~ero sólo relativamente) para
nadie va a creer que hasta la más ardua proposición ci~rto t~po de mtehgenc1a. Desde el punto de vista
matemática depende estrechamente de un conjunto ar- p~i~o-físico, esto viene a significar que los centros au-
bitrario de símbolos; pero es imposible suponer que la dib~o~ del ce.rebro o los. centros visuales o ~motores
inteligencia humana sería capaz de concebir o de re- eqmyal~ntes, Junto con los apropiados conductos de
solver semejante proposición sin la ayuda del simbolis- asociación, que son los equivalentes cerebrales del ha-
mo. Por lo que a él toca, el autor de este libro rechaza bla1. son afectados de ma_nera tan imperceptible duran-
decididamente, como algo ilusorio, esa sensación que te el proceso del pensamiento. que no alcanzan a subir
tantas personas creen experimentar, de que pueden al plano de la consciencia. Este sería un caso excep-
24 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUA JE 25
cional: el pensamiento cabalgando ligeramente sobre un objeto forjado a base de material lingüístico ya exis-
las crestas sumergidas del habla, en vez de trotar tran .. tente, según procedimientos elaborados por precedentes
quilamente con ella, lado a lado. La psicología mo-- extraordinariamente despóticos. Tan pronto como la
derna nos ha mostrado la tremenda actividad que el palabra queda lista, sentimos de manera instintiva, con
simbolismo realiza en el espíritu ·inconsciente. Por lo una especie de suspiro de alivio, que· también el con-
tanto, ahora es más fácil de comprender que hace vein- cepto está listo para que lo manejemos. Mientras no
te años 3 cómo el pensamiento más intangible puede poseamos el símbolo, no podremos sentir que tenemos
ser tan sólo la correspondencia consciente de un sim- en las manos la llave capaz de abrir el conocimiento o
bolismo lingüístico inconsciente. _ la comprensión· inmediata del concepto. ¿Acaso esta-
Digamos todavía dos palabras acerca de la relación ríamos tan prontos a morir por la "libertad", a luchar
entre lenguaje y pensamiento. El punto de vista que he- por nuestros "ideales", si las palabras mismas no estu-
mos venido desarrollando no excluye de ningún modo vieran resonando dentro de nosotros? Y la palabra, co-
la posibilidad de que el desenvolvimiento del habla de- mo sabemos, no es sólo una llave; puede ser también
penda en muy alto grado del desarrollo del pensamien- una traba.
to. Podemos dar por sentado que el lenguaje ha sur- El lenguaje es, primordialmente, un sistema auditivo-,
gido pre-racionalmente -de qué manera concreta y en de símbolos. En cuanto es articulado, es también un 1
qué nivel preciso de actividad mental es algo que no sistema motor, pero el aspecto motor del habla es, con
sabemos-, pero no debemos imaginar que un sistema toda evidencia, algo secundario en relación con el as-
bien desarrollado de símbolos lingüísticos haya podido pecto auditivo. En los individuos normales, el impulso
elaborarse con anterioridad a la génesis de conceptos a hablar toma forma, primero, en la esfera de las imá..
claramente definidos y a la u~ilización de los concep- genes auditivas, y de ahí se transmite a los nervios mo-
tos, o sea el pensamiento. Ló que debemos imaginar tores por los cuales se gobiernan los órganos del habla.
es más bien que los procesos del pensamiento entraron Sin embargo, los procesos motores y las sensaciones
en juego, como una especie de afloramien\o psíquico, motoras que los acompañan no son la culminación, el
casi en los comienzos de la expresión lingüística, y que punto final de descanso. Son tan sólo un instrumento,
el concepto, una vez definido, influyó necesariamente en una .palanca mediante la cual se provoca la percepción
la vida de su símbolo lingüístico, estimulando así el auditiva, tanto en el hablante como en el oyente. La
desarrollo del lenguaje. Este complejo proceso de la in- comunicación, o sea el objeto mismo del lenguaje, no
teracción entre el lengua je y el pensamiento no es ima- se lleva a cabo satisfactoriamente sino cuando las per..
ginario: seguimos viendo positivamente cómo se efectúa cepciones auditivas del oyente se traducen a una ade-
1
ante nuestros ojos mismos. Si el instrumento hace cuada e intencional serie de imágenes o de pensamien-
posible el producto, el producto, a su vez, refina al ins- tos, o de las dos cosas combinadas. Por consiguiente,
trumento. Al nacimiento de un concepto nuevo prece- el ciclo del lenguaje, en la medida en que se le puede
de, invariablemente, un empleo más o menos restrin- considerar como un instrumento puramente externo,.
gido o extenso del viejo material lingüístico; el concepto comienza y acaba en el terreno de los sonidos. La con-
no adquiere vida individual e independiente sino cuan- cordancia entre las imágenes auditivas iniciales y las
do ha encontrado una envoltura lingüística. En la ma- percepciones auditivas finales es como la sanción o la
yor parte de los casos, el nuevo símbolo no es más que garantía social del satisfactorio resultado del proceso.
Como ya hemos visto, el desarrollo típico de este pro-
a [La primera edición de este libro es de 1921.] ceso puede sufrir innumerables modificaciones o trans-
26 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 27
ferencias a sistemas equivalentes, sin perder por ello sus finalidad es la producción de sonidos. El sentido de
características formales esenciales. la vista no entra en juego. Pero supongamos que no
La más importante de estas modificaciones es la sólo se oigan los sonidos articulados, sino que se vean
abreviación que supone el proceso lingüístico durante las articfflaciones .mismas a medida que las va ejecutan-
el acto de pensar. Esta abreviación puede realizarse, do el hablante. Es evidcn_te entonces que, si uno puede
indudablemente, en muchas formas, de acuerdo con las adquirir un grado suficiente de destreza en la per-
peculiaridades estructurales o funcionales de cada in te.. cepción de tales movimientos de los órganos del ha-
ligencia. La forma menos modificada es esa que se bla, queda abierto el camino para un nuevo tipo de
llama "hablar consigo mismo" o "pensar en alta voz". simbolismo en. que el sonido es reemplazado por la
El hablante y el oyente se confunden entonces en una imagen visual de las articulaciones que corresponden al
sola persona, la cual, por así decirlo, se comunica con .. sonido. Este nuevo sistema no ofrece gran interés para
sigo misma. De m~yor importancia es la forma, toda- la mayor parte de nosotros, porque ya estamos como
vía más abreviada, en que los sonidos del habla no se encerrados dentm del sistema auditivo-motor; en el
articulan en absoluto. A ella pertenecen todas las va- mejor de los casos, aquél sería simplemente una tra-
riedades de lenguaje silencioso y de pensamiento nor.. ducción imperfecta de éste, puesto que no todas las
mal. Así, los únicos que a veces reciben una excitación articulaciones son perceptibles para el ojo. Sin embar-
son los centros auditivos;· o bien, el impulso hacia la go, es muy bien conocido el excelente empleo que los
expresión lingüística puede comunicarse igualmente a sordomudos pueden hacer de la "lectura de los labios",
los nenios motores que están en conexión con los ór- que resulta así un medio subsidiario de captar el.habla.
ganos de la palabra, pero queda inhibido, ya sea en El más importante de todos los simbolismos lingüísti-
los músculos de estos órganos, ya en algún punto de los cos visuales es, por supuesto, el de la palabra manus-
mismos nervios motores; o, si no, los centros auditivos crita o impresa, al cual, desde el punto de vi~ta de las
pueden quizá ser afectados de modo muy ligero, si aca- funciones motoras, corresponde toda 1a serie de movi-
so llegan a serlo, y entonces el proceso del habla se mientos exquisitamente coordinados cuyo resultado es
manifiesta directamente en la esfera motora. Además la acción de escribir, a mano o a máquina, o cualquier
de éstos existen sin duda otros tipos de abreviación. La otro método gráfico de representar el habla. En estos
excitación de los nervios motores es muy frecuente en nuevos tipos de simbolismo, el rasgo que es esencial-
el habla silenciosa, de la cual no resulta ninguna arti- -mente importante para nuestro reconocimiento, sin con-
culación audible o visible; ese hecho se demuestra por tar el hecho de que ya no son productos secundarios
la conocida experiencia de la fatiga de los órganos del del habla normal en sí misma, es que dentro del sis-
habla, sobre todo de la laringe, después de una lectura tema cada uno de los elementos (letra o palabra es-
particularmente estimulante, o tras una intensa medi- crita) corresponde a un elemento determinado ( sonido
tación. o grupo de sonidos o palabra pronunciada) del sistema
Todas las modificaciones consideradas hasta aquí primario. Así, pues, el lenguaje escrito equivale, p~nto
están absolutamente conformes al proceso típico del por punto, a ese modo inicial que es el lenguaje·· ha-
habla normal. De gran interés y de suma importancia blado. Las formas escritas son símbolos secundarios de
es la posibilidad de transferir el sistema todo de sim- las habladas -símbolos de símbolos-; y es tan estre-
bolismo del habla a términos distintos de los que su- cha la correspondencia, que no sólo en teoría, sin~ tam-
pone el proceso típico. Este proceso, como hemos visto, bién en la práctica de ciertas personas acostumbradas
es una cuestión de sonidos y de movimientos cuya a la lectura puramente visual, y tal vez en ciertos tipos
28 DEFINICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 29
de pensamiento, las formas escritas pueden sustituir dos para uso de los sordomudos, o de los monjes tra-
del todo a las formas habladas. Sin embargo, es pro- penses que han hecho voto de perpetuo silencio, o
bable que las asociaciones auditivo-motoras e~tén siem- que suelen emplear las personas que pueden verse mu-
pre cuando menos latentes, esto es, que entren en tuamente, pero que están demasiado lejos entre sí para
juego de manera inconsciente. Aun aquellos que leen poder escucharse. Algunos de estos sistemas equivalen
o piensan sin el más ligero empleo de imágenes sono- punto por punto al sistema normal del habla· otros
ras, dependen, en última instancia, de esas imágenes. co~o el simbolismo_ de ademanes empleado por lo~
Están manejando simplemente el medio circulante, la m1htares o el lengua1e de señas que utilizan los indios
moneda de los símbolos visuales, como un cómodo de las_ llanuras _en los Estados Unidos (lenguaje com-
sustituto de las mercancías y servicios de los símbolos prendido por tr!bu~ que hablan idiomas muy distintos),
auditivos fundamentales. son transferencias impe~fectas, 9ue se limitan a expresar
Las posibilidades de transferencia lingüística son ili- aquell_?s. ele~en~os rudimen~no~ del Ieng~aje que son
mitadas. Un ejemplo de todos conocido es el alfabeto un mm1mo md1spensable ba10 circunstancias excepcio-
Morse empleado en el telégrafo, en el cual las letras nales. Se puede alegar que en estos últimos simbolis-
del lenguaje escrito están representadas por una serie, m?s _--como también en otros simbolismos todavía
convencionalmente establecida, de golpes más o menos mas imperfectos, por ejemplo los empleados en el mar
largos. Aquí la transferencia se lleva a cabo a partir º. en los b~sq~es- el len_guaje ya· no_ desempeña ·pro-
de la palabra escrita y no directamente a partir de los piamente nmgun papel, smo que las ideas se transmi-
sonidos del lenguaje hablado. En otras palabras, la ten de_ manera directa por un proceso simbólico que
letra del código telegráfico es el símbolo del símbolo n_ada tiene _que _ve~ con él, o por medio de un mime-
de un símbolo. Por supuesto que de ello no se sigue, bs1!1o cuas1-mstmt!vo.. 1:e~C? semejante interpretación
en modo alguno, que, para llegar a comprender un s~na errónea. La mtehgibihdad de estos vagos simbo-
mensa je telegráfico, el operador experimentado tenga hs~os ~o puede deberse sino a su traslado automático
necesidad de transponer una serie dada de golpecitos y stlenc1oso a fos términos de un lenguaje mejor con-
a una imagen visual a fin de captar su imagen auditiva formado.
normal. El método preciso de descrifrar el lenguaje De. lo . anterior te~dremos que concluir que toda
transmitido por vía telegráfica varía muchísimo, como comumcac1ón voluntana de ideas, prescindiendo del ha-
es natural, de acuerdo, con los individuos. Hasta es bla normal, es una transferencia, directa o indirecta
concebible, aunqt1e no muy probable, que ciertos tele- del simbolismo típico del lenguaje hablado u oído, ~
grafistas puedan llegar a tal grado de experiencia, que que, ~uando menos., supone la intervención de un
aprendan a pensar, sin más, bajo la forma de un sim- s1mbohsmo auténticamente lingüístico. Es éste un he-
bolismo auditivo de golJ,?eteo; esto no repugna, por lo ~h~ de suma importanci~. Las imágenes auditivas y las
menos en lo que se refiere a la parte estrictamente cons- 1magen~s motora~ ( rel~cionadas con las auditivas) que
ciente del proceso de pensamiento; o bien, en el caso d~tern_unan la articulación de los sonidos, son la fuente
de telegrafistas dotados de una fuerte tendencia al sim- hi~tónca de todo lenguaje y de t?do pensamiento; po-
bolismo motor, es posible que piensen bajo la forma dran ser muy apartados los ata1os por los cuales si-
del simbolismo táctil que se desarrolla en la transmi- gamos este proceso, pero la conclusión será la misma.
sión de mensajes telegráficos. Y he ~quí otro punto, de importancia mayor todavía.
Hay todavía otro interesante grupo de transferen- La fac1~1dad con que e~ simbolismo lingüístico puede
cias: el de los diferentes lenguajes de señas, desarrolla- transfenrse de un sentido a otro, de una técni~ a
30 DEFlNICIÓN DEL LENGUAJE DEFINICIÓN DEL LENGUAJE 31
otra, nos está indicando por sí sola que los sonidos el simple terreno del inventario léxico de una lengua, el
del habla; en cuanto tales, no son el hecho ~sencial del profano tiene que estar preparado para las más ex-
lenguaje, sino que éste consiste más propiamente en trañas sorpresas. Las opiniones que suele tener la gente
la clasificación, en la fijación de formas y en el es~- en cuanto a la extrema pobreza de expresión a que
blecimiento de relaciones entre fos conceptos. ~ep1- están condenadas las lenguas primitivas son puras fá-
támoslo una vez más: el lenguaje, en cuanto estruct:1ra, bulas. La increíble diversidad del habla es un hecho
constituye en su cara interior d molde del pensamien- casi tan impresionante como su universalidad. Quienes
to. Este lenguaje abstracto, y no propiamente los he- hemos estudiado francés o alemán, o, mejor aún, latín
chos físicos del habla, es lo que va a ocupamos en o griego, sabemos en qué formas tan variadas puede
nuestro estudio. expresarse un pensamiento. No obstante, las diver-,
Entre los hechos generales relativos al leng11:aje, n? gencias formales entre el plano inglés y el plano latino
hay uno que nos impresione tanto como su. umvers~l~- son relativamente desdeñables en comparación de lo
dad. Podrá haber discusiones en cuanto a s1 las activi- que sabemos de moldes .lingüísticos más exóticos. La
dades que se realizan en una tribu determinada son universalidad y la diversidad del habla nos llevan a una
merecedoras del nombre de religión o de arte, pero no deducción muy importante. Sin entrar en la cuestión
tenemos noticias de un solo pueblo que carezca de de si todas las formas de habla se desprenden históri-
lenguaje bien desarrollado. El más atrasado de los bos- camente o no de una sola forma prístina, debemos con-
quimanos de Sudáfrica se expresa en las ~ormas de un venir en que el lenguaje es una herencia antiquísima
rico sistema simbólico que, en lo esencial, se puede del género humano. Es dudoso que algµna otra pose-
comparar perfectamente con el habla de un francés sión cultural del hombre, sea el arte de hacer brotar el
culto. No hay para qué decir que los conceptos más fuego o el de tallar la piedra, pueda ufanarse de mayor
abstractos no se hallan representados tan abundante- antigüedad. Yo me inclino a creer que el lenguaje es
mente, ni con múcho, en la lengua, del salvaje; y ésta anterior a un a las manifestaciones más rudimentarias
carece asimismo de esa riqueza de vocabulario y de esa de la cultura material, y que en realidad estas manifes-
exquisita matización de conceptos que caracterizan .a las taciones no se hicieron posibles, hablando estrictamen-
culturas más elevadas. Sin embargo, esta especie de te, sirio cuando el lenguaje, instrumento de la expre..
desenvolvimiento lingüístico que va corriendo parale- sión y de la significación, hubo tomado alguna forma.
lamente al desarrollo histórico de la cultura, y que en
sus etapas más avanzadas asociamos con la literatura,
no pasa de ser algo superficial. La armazón básica del
lenguaje, la constitución de un sistema fonético bi~n
definido, la asociación concreta de los elementos lm-
güísticos con los conceptos y la capacidad de. atender
con eficacia a la expresión formal de cualqmer clase
de relaciones,. todas estas cosas las encontramos per-
feccionadas y sistematizadas rígidamente en cada un?
de los idiomas que conocemos. Muchas lenguas pn-
mitivas poseen una riqueza de formas, una latente exu-
berancia de expresión que eclipsan cuantos 1ec_ursos po-
seen\ los idiomas de la civilización moderna. Hasta en

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