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I. INTRODUCCIÓN
Los materiales de carbono tienen un amplio espectro de aplicaciones, entre las que
cabe destacar la industria aeronáutica y de automoción, el sector energético
(carbonos activados, adsorbentes para almacenamiento de energía o como soporte
de catalizadores), la construcción, el sector biotecnológico, etc.
En los años 90, con el descubrimiento de los nanotubos de carbono, se abre una
nueva era relacionada con los materiales de carbono: la era de los materiales
nanoestructurados. El mundo del carbono ya no se reduce a las estructuras planas
tipo grafito o tridimensionales tipo diamante, sino que nos encontramos con
estructuras cerradas que contienen pentágonos de átomos de carbono y carbonos
tubulares con diámetros en la escala de los nanómetros, constituidos por una lámina
sencilla curvada de átomos de carbono en distribución hexagonal.
En el 2004 se consiguió aislar por primera vez el grafeno, con una estructura
laminar plana, de un átomo de grosor [8]. Sus excepcionales propiedades eléctricas
revolucionaron el ámbito científico, y encontraron aplicación en electrónica
(ordenadores ultra rápidos y sustituyendo al silicio), en la futura construcción de
ascensores espaciales en sistemas de protección personal (chalecos antibalas), en
el ámbito de seguridad, etc. En el julio 2008, investigadores de la Universidad de
Columbia confirmaron que se trata del material más resistente identificado hasta
el momento. En el 2010, los investigadores K.S. Novoselov y A.K. Geim recibieron el
Premio Nobel de Física por el descubrimiento de este material tan singular, el
grafeno.
(Fuente: http://revistadigital.inesem.es/gestion-integrada/grafeno-
material-futuro/)
II. Grafeno
El término grafeno se propuso en 1986 para definir a cada una de las capas de
grafito. En 2004, los científicos K. Novoselov y A. Geim consiguieron aislar láminas
individuales de grafeno utilizando una técnica de exfoliación mecánica conocida
como “Scotch Tape”, que consiste en la exfoliación repetida de una pieza de
grafito empleando cinta adhesiva. Hasta ese momento se creía que el grafeno sólo
podía existir como constituyente básico de otros materiales grafíticos, ya que se
suponía que los cristales estrictamente bidimensionales eran termodinámicamente
inestables, por lo que su obtención aislada abrió la puerta a una nueva línea de
investigación, la de los materiales bidimensionales [9].
(Fuente: http://www.marisolcollazos.es/noticias-
informatica/?p=8707 )
una hipotética lámina del acero más resistente, del mismo espesor que el
grafeno, ésta tendría una resistencia de 0.40 N/m Por tanto se podría decir
que el grafeno es unas 100 veces más resistente que el más resistente de
los aceros.
Puede resultar sorprendente que una única capa de grafeno sea tan dura y
resistente, cuando el grafito, que no es más que una superposición de capas
de grafeno, se rompe con tanta facilidad. El motivo es sencillo: en el
grafito, las capas de grafeno se encuentran unidad por fuerzas de Van der
Waals, que son fuerzas mucho más débiles que las uniones covalentes entre
los carbonos que conforman una lámina de grafeno.
Por ejemplo, tal es la fuerza del grafeno que, según el comité del Premio
Nobel, una hipotética hamaca con un metro cuadrado de grafeno perfecto
podría soportar un gato de 4 kilos. La hamaca pesaría 0.77 miligramos
(menos del peso de un bigote de un gato) y sería virtualmente invisible.
Para medir esta resistencia se utilizó un microscopio de fuerza atómica que
“presionaba” perpendicularmente la hoja de grafeno para doblarla y obtener
así su límite elástico. De estos experimentos se concluyó que la constante
elástica (que indica lo que puede deformarse un cuerpo sin sufrir
deformación permanente) del grafeno era muy grande, pudiéndose estirar
hasta un 10% de su tamaño normal de forma reversible. Es importante
señalar que esta característica se ha alcanzado con un grafeno que apenas
presenta impurezas o defectos en su red [17].
Debido a esta combinación de flexibilidad y resistencia, el grafeno ofrece
un increíble potencial para su aplicación en industrias tan importantes como
la del automóvil y la aeronáutica, ya que permite el desarrollo de materiales
más ligeros (en comparación con el acero). Un ejemplo es el conjunto de
láminas de grafeno del grosor del papel, el cual es seis veces más ligero,
presenta cinco a seis veces menor densidad y una alta resistencia, el cual da
lugar a la fabricación de vehículos y aeronaves menos pesadas, más seguras
y que consumen menos combustible.
Este comportamiento del grafeno también es interesante para su uso en
nanotecnología, ya que podría aguantar grandes presiones sin deformarse.
Por ejemplo, una hoja de grafeno podría ser capaz de soportar que se
posicione encima átomos mucho más pesados que el carbono (como el oro),
prácticamente sin sufrir deformación [18].
Otras propiedades del grafeno que merece la pena destacar por su interés
tecnológico en el desarrollo de nuevas aplicaciones son las siguientes:
Capacidad para la formación de nuevos materiales
EL grafeno puede reaccionar químicamente con otras sustancias para
formar nuevos compuestos químicos con diferentes propiedades. Este hecho
dota al material de un gran potencial de desarrollo y es una de las líneas de
investigación que mayor interés despierta dentro de la comunidad
científica.
Capacidad aislante
El equipo de investigación de Andre Geim, Rahul Nair e Irina Grigorieva de
la Universidad de Manchester ha comprobado que las membranas hechas de
óxido de grafeno son impermeables a todos los gases y líquidos, a tratarse
de un material con una densidad atómica muy alta (50 millones de átomos
por centímetro) [19].
Curiosamente, cuando los investigadores intentaron lo mismo con el agua
ordinaria, descubrieron que ésta se evapora con tanta facilidad como si el
recipiente estuviera destapado en vez de cubierto por la membrana de
grafeno. Los autores del trabajo opinan que el secreto del nuevo material se
halla en que las hojas de óxido de grafeno se colocan de tal forma que dejan
espacio entre sí solo para una capa de moléculas de agua. Si el otro átomo
intenta penetrar, resulta que los capilares de grafeno les son demasiado
pequeños porque cuando no hay agua el espacio entre las hojas de grafeno
se estrecha, o quedan atascados con las moléculas de agua.
Propiedades Ópticas
Las propiedades ópticas del grafeno también le auguran un futuro
esperanzador en un gran número de aplicaciones. El grafeno es un material
casi completamente transparente, ya que absorbe el 2.3 % de la intensidad
de la luz blanca que llega a su superficie (transmitancia ~97.7 %). Esta
propiedad, unida a la flexibilidad, ha abierto la posibilidad de fabricar
circuitos flexibles y transparentes [20].
III. Nanotubos
Dependiendo de los valores pares de (n,m) podemos tener tres tipos de nanotubos
de carbono: armchair (n = m), zig-zag (n, m = 0), quirales (n ? m ? 0) (figura 3.3)
[26].
(Fuente: http://www.monografias.com/trabajos99/nanotecnologia-
nanotubos-carbono/nanotecnologia-nanotubos-carbono.shtml )
Otro método para hacer crecer los nanotubos mediante ablación con láser fue
demostrado en 1996 por el grupo de Smalley de la universidad de Rice y ha
provocado un gran interés. Se mostró que la síntesis podría llevarse a cabo en un
tubo de flujo horizontal bajo un flujo de gas inerte a presión controlada. En este
montaje el tubo de flujo se calienta a aproximadamente 1200 ° C por un horno. Los
pulsos láser entrar en el tubo y golpean un objetivo que consiste en una mezcla de
grafito y un catalizador de metal tales como Co o Ni. Los NTCPS se condensan a
partir de la pluma de vaporización con láser y se depositan en un colector fuera de
la zona del horno.
con este método suelen ser de pared múltiple y a veces muestran numerosos
defectos, presentando una resistencia a la tracción de hasta 10 veces menor que
los fabricados por descarga de arco.
Al estar los nanotubos formados por carbono puro, estos poseen la riqueza química
del carbono. Permiten el acoplamiento de estructuras químicas en las paredes y en
los extremos de los nanotubos, lo que genera modificaciones de sus propiedades.
Este hecho abre un gran campo de posibilidades tales como favorecer el
transporte de electrones si se acoplan estructuras químicas en ambos extremos de
un nanotubo metálico o conseguir que un nanotubo sea soluble en un determinado
tipo de solvente, lo que facilita su dispersión en una matriz para formar
compuestos. Además, los nanotubos de carbono son hidrófobos, es decir, repelen el
agua. Esta propiedad podrá permitir el desarrollo de compuestos hidrófobos.
Referencias