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TERAPIA PSICOANALITICA

El psicoanálisis es una forma de tratamiento intensivo que se basa


en la observación de que las personas desconocen los factores
que determinan sus emociones y comportamientos ya que son
esencialmente inconscientes. El tratamiento psicoanalítico
explora cómo estos factores inconscientes afectan las relaciones
actuales y patrones de pensamiento, emoción y de
comportamiento.
Para el psicoanálisis el origen del trastorno que sufrimos procede
de las ansiedades infantiles reprimidas y de la secuencia
progresiva de mecanismos defensivos y síntomas que surgieron
para proteger a la persona contra la reaparición y repetición de
estos sentimientos. En este sentido, la función del síntoma es
mantener el equilibrio intrapsíquico. La tarea del psicoanálisis es
traer a la conciencia estos restos del pasado para que puedan
volver a ser valorados y ser asimilados adecuadamente.  La
terapia psicoanalítica tiene como meta descubrir aspectos
inconscientes que subyacen a los problemas de modo que
podamos vivir con mayor bienestar.
El psicoanálisis no es solo un método de tratamiento de los trastornos
neuróticos, es también un procedimiento de investigación de los
procesos psíquicos inconscientes, y es una teoría de la vida psíquica

Qué beneficios se obtienen de la terapia


psicoanalítica
Los beneficios que se obtienen con la psicoterapia analítica
incluyen
     ✦      conocimiento de sí mismo,
     ✦     realización interior,
     ✦     aumento de autoestima,
     ✦     una imagen propia positiva,
     ✦     y relaciones saludables.
Tipos
El psicoanálisis freudiano

El psicoanálisis freudiano y posteriormente todos los tipos de


psicoanálisis o teorías psicodinámicas se han caracterizado por dividir la
psique en tres aspectos fundamentales, consciente, preconsciente e
inconsciente, de los cuales se han centrado principalmente en el estudio
del último. El inconsciente es la parte de la psique más determinante,
al recoger los deseos, impulsos y sensaciones más primitivos y
pulsionales que vamos desarrollando desde la infancia y regirse por el
principio de placer. Además, en esta teoría el aparato psíquico está
configurado por tres elementos principales, denominados ello, yo y
superyó. Mientras que el ello es la parte instintiva e impulsiva que dicta
lo que deseamos y que suele actuar a nivel inconsciente, el superyó es la
parte de nuestra psique que observa la moralidad de la conducta y busca
que esta sede de una forma responsable. Por último, el yo se encargaría
de hacer que los deseos del ello entren dentro de lo que el superyó
encuentra aceptable, utilizando varios mecanismos de defensa para
mediar entre deseos y realidad.

La teoría de las relaciones objetales de Melanie


Klein

El trabajo de Melanie Klein en el psicoanálisis infantil es


ampliamente conocido. Focalizada principalmente en el aspecto
práctico más que en el teórico, esta autora es considerada la fundadora
de la teoría de las relaciones objetales, según la cual el individuo se
relaciona con el entorno en función del tipo de vínculos que se
establezcan entre sujeto y objeto.
Fantasía inconsciente

Uno de los tipos de psicoanálisis centrado en el desarrollo de los niños


más importante, un concepto muy importante para la autora es la
fantasía inconsciente, entendida como aquella expresión de los deseos
e instintos que existen desde el inicio de la vida. Estas fantasías son
las que dirigen la conducta del niño y permiten comprender su actitud y
modo de actuar.

Psicología analítica de Jung

Carl Gustav Jung  elaborando la que se denominaría psicología


analítica o profunda. Para Jung, si bien la libido estaba presente en el ser
humano, esta solo era una parte secundaria de su ser y no su motor
principal. Se trata de uno de los tipos de psicoanálisis más conocidos,
siendo en él la energía psíquica el motor principal de la actuación
humana. Esta energía es expresada en el pensar, sentir, intuir y
percibir

Inconsciente colectivo

En lo que respecta al inconsciente colectivo, en base a él se puede ver la


existencia de diversos arquetipos o expresiones psíquicas universales y
compartidas que actúan de manera autónoma ante sucesos externos y
que se expresan de diferente manera en nuestra vida, permitiéndonos
desde relacionar nuestro yo con el entorno hasta finalizar el proceso de
individuación.
Personalidad

La personalidad se forja a partir de procesos básicos, principalmente


en el desarrollo de relaciones entre sujeto y objeto a la hora en lo que
determinará nuestro nivel de introversión o extraversión, en la capacidad
racional en lo que se refiere a la capacidad de reflexionar o sentir y en los
procesos irracionales a la hora de establecer si somos más sensoriales o
intuitivos.

 Psicología individual de Adler


considera que si bien lo inconsciente y el pasado son importantes el ser
humano es por sí mismo un ser activo con capacidad de crear y decidir
en el presente, no resultando determinado por su pasado.

Aquí y ahora

Este tipo de psicoanálisis se centra más en el aquí y el ahora, teniendo el


yo consciente una gran importancia en el pensamiento de Adler y siendo
el individuo consciente de sus posibilidades y limitaciones. Es por ello
que terminaría separándose del psicoanálisis tradicional y
estableciendo la psicología individual.

Sentimiento de inferioridad

los problemas surgen ante la comprensión de que los propios deseos


están fuera del alcance del individuo, naciendo en él el sentimiento de
inferioridad. Así, la psicología individual se basa en el afán de poder
como manera de intentar compensar los sentimientos de inferioridad. El
ser humano tiende a buscar el sentimiento de pertenencia a la
comunidad. es necesario tratar al individuo de forma holística,
teniendo una gran importancia sus creencias y conceptos de sí mismo y
del mundo. Se trabaja desde el cambio en el estilo de vida intentando
hacer consciente una línea directriz vital que, cambiando la orientación
hacia los sucesos de la vida, el individuo quiera seguir y fortalecerla
mediante la autoconfianza.

 El psicoanálisis humanista de Fromm

. Erich Fromm, sin embargo, creía que para entender la mente humana
es necesario saber cómo encontramos sentido a nuestras vidas,
explorando el lado positivo y motivacional de la psique. 

Se trata de uno de los tipos de psicoanálisis de enfoque más


humanista y vinculado con elementos positivos sin rechazar por ello la
importancia del dolor humano.

Sin embargo, otra de las características de la perspectiva psicoanalítica


de Erich Fromm es que incorpora un importante componente social en
sus ideas, y no se centra tanto en los individuos.

Afecto y amor

el ser humano es capaz de hacer frente al dolor a partir de la otorgación


de un sentido o significado tanto a este como a la propia vida. Fromm
consideraba que los problemas interpersonales son la principal fuente de
malestar, en una lucha entre nuestros deseos y objetivos personales y el
deseo de vinculación con los demás. Para el psicoanálisis humanista,
para vencer el malestar es necesario desarrollar el afecto, la
aceptación del otro y el amor.
El objetivo principal del psicoanálisis humanista de Fromm se basa no en
el tratamiento y evitación del sufrimiento, sino en la búsqueda de la
felicidad y de la potenciación de las propias fortalezas y puntos fuertes a
través del establecimiento de objetivos vitales.

Ventajas: ¿qué puede ofrecerme el


psicoanálisis?
En su teoría, el psicoanálisis es de gran valor para entender la
“naturaleza humana” y sus productos culturales en los campos de
la literatura, teatro y cine, pero también en la clínica es invaluable
para las personas que presentan un malestar debido a sus
sentimientos angustiantes y su comportamiento.
La eficacia de la terapia psicoanalítica, en ocasiones llamada
terapia psicodinámica, está ampliamente documentada. Las
investigaciones actuales indican que es un tratamiento curativo
poderoso.

Características del psicoanálisis:


     ★     El psicoanálisis no es un tratamiento de corta
duración, sus resultados repercuten a largo plazo con efectos
positivos, en ocasiones realizados en los años siguientes al fin del
tratamiento. El tratamiento puede durar de un par de meses a
varios años, dependiendo del caso.
     ★     El psicoanálisis es una terapia “no-dirigida”, o bien
“orientada al insight”. La meta del tratamiento es el aumento del
entendimiento de las fuentes de nuestros conflictos internos y
problemas emocionales.
     ★     El espacio analítico favorece el pensamiento, la
experiencia emocional y la autoreflexión. El psicoanálisis se
enfoca tanto a problemas específicos como a problemas abiertos,
que se desarrollan a través de la asociación libre.
     ★     El psicoanálisis considera que el Inconsciente
determina gran parte de nuestro comportamiento y que el pasado
tiene una influencia decisiva en nuestro presente.
     ★     El enfoque psicoanalítico permite que el ritmo de las
sesiones lo lleve el paciente.  El psicoanalista se propone darle
consistencia a la discontinuidad posible de las sesiones y “pone
sobre la mesa” oportunidades para que el paciente logre un mejor
entendimiento y tome mejores decisiones.

SIGMUN FREUD

Sigmund Freud es considerado el padre de la psicología tal y como


la conocemos. Con su teoría, filosofía y frases, ha conseguido
inspirar a un gran colectivo de psicólogos y terapeutas. Sin
embargo, sus libros sobre el psicoanálisis dan pie a muchos
debates y dudas sobre la veracidad de las teorías de Freud

La mente consciente es todo aquello de lo que nos damos cuenta


en un momento particular: las percepciones presentes, memorias,
pensamientos, fantasías y sentimientos. Cuando trabajamos muy
centrados en estos apartados es lo que Freud llamó preconsciente,
algo que hoy llamaríamos "memoria disponible": se refiere a todo
aquello que somos capaces de recordar; aquellos recuerdos que no
están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer
a la cosnciencia. Actualmente, nadie tiene problemas con estas dos
capas de la mente, aunque Sigmund Freud sugirió que las mismas
constituían solo pequeñas partes de la misma.
El inconsciente
La parte más grande estaba formada por el inconsciente e incluía
todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra consciencia,
incluyendo muchas que se habían originado allí, tales como
nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos
tolerar en nuestra mente consciente, tales como las emociones
asociadas a los traumas.
De acuerdo con Sigmund Freud, el inconsciente es la fuente de
nuestras motivaciones, ya sean simples deseos de comida o sexo,
compulsiones neuróticas o los motivos de un artista o científico.
Además, tenemos una tendencia a negar o resistir estas
motivaciones de su percepción consciente, de manera que solo son
observables de forma disfrazada. Ya volveremos más adelante con
esto.
Según la metáfora del iceberg de Freud, el preconsciente era el
paso intermedio entre la mente consciente y el incosnciente. Era de
más fácil acceso que el inconsciente y alberga información bastante
importante sobre nuestra identidad.
Teoría de Sigmund Freud: el ello el yo y el
superyo
Según su teoría de la personalidad en psicología, la realidad
psicológica freudiana empieza con el mundo lleno de objetos.
Entre ellos, hay uno especial: el cuerpo. El cuerpo[1] es
especial en tanto actúa para sobrevivir y reproducirse y está
guiado a estos fines por sus necesidades (hambre, sed,
evitación del dolor y sexo).
La estructura de la personalidad de Sigmund
Freud
A continuación veremos las bases de la Teoría de la
personalidad de Freud.
1. El ello
Una parte (muy importante, por cierto) del cuerpo lo
constituye el sistema nervioso, del que una de sus
características más prevalentes es la sensibilidad que posee
ante las necesidades corporales. En el nacimiento, este
sistema es poco más o menos como el de cualquier animal,
una "cosa", o más bien, el Ello. El sistema nervioso como
Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas
motivacionales llamadas pulsiones (en alemán "Triebe").
Freud también los llamó deseos. Esta traslación de
necesidad a deseo es lo que se ha dado a conocer
como proceso primario.
El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de
placer, el cual puede entenderse como una demanda de
atender de forma inmediata las necesidades. Imagínese por
ejemplo a un bebé hambriento en plena rabieta. No "sabe" lo
que quiere, en un sentido adulto, pero "sabe" que lo quiere…
¡ahora mismo!. El bebé, según la concepción freudiana, es
puro, o casi puro Ello. Y el Ello no es más que la
representación psíquica de lo biológico.
Pero, aunque el Ello y la necesidad de comida puedan
satisfacerse a través de la imagen de un filete jugoso, al
cuerpo no le ocurre lo mismo. A partir de aquí, la necesidad
solo se hace más grande y los deseos se mantienen aún
más. Usted se habrá percatado de que cuando no ha
satisfecho una necesidad, como la de comer por ejemplo,
ésta empieza a demandar cada vez más su atención, hasta
que llega un momento en que no se puede pensar en otra
cosa. Este sería el deseo irrumpiendo en la consciencia.
2. El yo
Menos mal que existe una pequeña porción de la mente a la
que nos referimos antes, el consciente, que está agarrado a
la realidad a través de los sentidos. Alrededor de esta
consciencia, algo de lo que era "cosa" se va convirtiendo
en Yo en el primer año de vida del niño. El Yo se apoya en la
realidad a través de su consciencia, buscando objetos para
satisfacer los deseos que el Ello ha creado para representar
las necesidades orgánicas. Esta actividad de búsqueda de
soluciones es llamada proceso secundario.
El Yo, a diferencia del Ello, funciona de acuerdo con
el principio de realidad, el cual estipula que se "satisfaga
una necesidad tan pronto haya un objeto disponible".
Representa la realidad y hasta cierto punto, la razón.
3. El superyo
No obstante, aunque el Yo se las ingenia para mantener
contento al Ello (y finalmente al cuerpo), se encuentra con
obstáculos en el mundo externo. En ocasiones se encuentra
con objetos que ayudan a conseguir las metas. Pero el Yo
capta y guarda celosamente todas estas ayudas y obstáculos,
especialmente aquellas gratificaciones y castigos que obtiene
de los dos objetos más importantes del mundo de un niño:
mamá y papá. Este registro de cosas a evitar y estrategias
para conseguir es lo que se convertirá en Superyo. Esta
instancia no se completa hasta los siete años de edad y en
algunas personas nunca se estructurará.
Hay dos aspectos del Superyo: uno es la consciencia,
constituida por la internalización de los castigos y
advertencias. El otro es llamado el Ideal del Yo, el cual deriva
de las recompensas y modelos positivos presentados al niño.
La consciencia y el Ideal del Yo comunican sus
requerimientos al Yo con sentimientos como el orgullo, la
vergüenza y la culpa.
Es como si en la niñez hubiésemos adquirido un nuevo
conjunto de necesidades y de deseos acompañantes, esta
vez de naturaleza más social que biológica. Pero, por
desgracia, estos nuevos deseos pueden establecer un
conflicto con los deseos del Ello. Ya ve, el Superyo
representaría la sociedad, y la sociedad pocas veces
satisface sus necesidades.
El psicoanálisis de Sigmund Freud:
pulsiones de vida y pulsión de muerte
La teoría de Sigmund Freud considera que todo el
comportamiento humano estaba motivado por las pulsiones,
las cuales no son más que las representaciones neurológicas
de las necesidades físicas. Al principio se refirió a ellas
como pulsiones de vida. Estas pulsiones perpetúan lo
siguiente:
 La vida del sujeto, motivándole a buscar comida y agua
 La vida de la especie, motivándole a buscar sexo. La
energía motivacional de estas pulsiones de vida, el "oomph"
que impulsa nuestro psiquismo, les llamó libido, a partir del
latín significante de "yo deseo"
La experiencia clínica de Freud le llevó a considerar el sexo
como una necesidad mucho más importante que otras en la
dinámica de la psiquis. Somos, después de todo, criaturas
sociales y el sexo es la mayor de las necesidades sociales.
Pero, aunque debemos recordar que cuando Freud hablaba
de sexo, hablaba de mucho más que solo el coito, la libido se
ha considerado como la pulsión sexual.

Teoría de la personalidad de Sigmund


Freud y la ansiedad
Una vez, Freud dijo: "la vida no es fácil".
El Yo está justo en el centro de grandes fuerzas; la realidad,
la sociedad, está representada por el Superyo; la biología
está representada por el Ello. Cuando estas dos instancias
establecen un conflicto sobre el pobre Yo, es comprensible
que uno se sienta amenazado, abrumado y en una situación
que parece que se le va a caer el cielo encima. Este
sentimiento es llamado ansiedad y se considera como una
señal del Yo que traduce sobrevivencia y cuando concierne a
todo el cuerpo se considera como una señal de que el mismo
está en peligro.
Freud habló de tres tipos de ansiedades: la primera es
la ansiedad de realidad, la cual puede llamarse en términos
coloquiales como miedo. De hecho, Freud habló
específicamente de la palabra miedo, pero sus traductores
consideraron la palabra como muy mundana. Podríamos
entonces decir que si uno está en un pozo lleno de serpientes
venenosas, uno experimentará una ansiedad de realidad.
La segundo tipo de ansiad según la teoría de Sigmund Freud
es la ansiedad moral y se refiere a lo que sentimos cuando
el peligro no proviene del mundo externo, sino del mundo
social interiorizado del Superyo. Es otra terminología para
hablar de la culpa, vergüenza y el miedo al castigo.
La última es la ansiedad neurótica. Esta consiste en el
miedo a sentirse abrumado por los impulsos del Ello. Si en
alguna ocasión usted ha sentido como si fuésemos a perder
el control, su raciocinio o incluso su mente, está
experimentando este tipo de ansiedad. "Neurótico" es la
traducción literal del latín que significa nervioso, por tanto
podríamos llamar a este tipo de ansiedad, ansiedad nerviosa.
Es este el tipo de ansiedad que más interesó a Freud y
nosotros le llamamos simple y llanamente ansiedad.
Mecanismos de defensa de Freud con
ejemplos
El Yo lidia con las exigencias de la realidad, del Ello y del
Superyo de la mejor manera que puede. Pero cuando la
ansiedad llega ser abrumadora, el Yo debe defenderse a sí
mismo. Esto lo hace bloqueando inconscientemente los
impulsos o distorsionándoles, logrando que sean más
aceptables y menos amenazantes. Estas técnicas se han
llamado mecanismos defensivos yoicos y tanto Freud como
su hija Anna, así como otros seguidores han señalado unos
cuantos.
Es importante comentar que la definición de la mayoría de los
mecanismos de defensa que poseemos está realizada por
Anna Freud, no por su padre.
Negación
La Negación se refiere al bloqueo de los eventos externos a
la consciencia. Si una situación es demasiado intensa para
poder manejarla, simplemente nos negamos a
experimentarla. Como podrían suponer, esta defensa es
primitiva y peligrosa (nadie puede desatender la realidad
durante mucho tiempo). Este mecanismo usualmente opera
junto a otras defensas, aunque puede funcionar en exclusiva.
En una ocasión, mientras estaba leyendo en la sala de mi
casa, mi hija de cinco años veía unos dibujos animados de la
tele, creo que los Pitufos. Como casi todos los niños de su
edad, tenía el hábito de estar demasiado cerca de la pantalla.
En un momento determinado donde parece que los
responsables de la emisora no prestaban atención suficiente,
pasaron abruptamente a un anuncio de una película de terror
a estrenarse próximamente en el cine. Contenía muchas
escenas violentas de sangre y masacre, con un cuchillo
ensangrentado, una máscara de hockey y gritos de terror.
Como ya era tarde para salvar a mi hija de tal invasión, hice l
que todo padre psicólogo haría con su hijo: ¡Vaya, ese
anuncio era terrorífico, ¿verdad?!. Ella dijo: ¿eh?. Yo dije a
continuación: Ese anuncio…fue horroroso, ¿no?. Y dice ella:
¿qué anuncio?. Yo contesté abruptamente: ¡Ese, el de la
máscara de hockey; el del cuchillo sangriento y esos gritos!.
Aparentemente, mi hija había borrado todo el anuncio de su
cabeza

CARL GUSTAV JUNG

La importancia del inconsciente y de los símbolos

No era de extrañar, dado el papel central que el concepto de "lo


inconsciente" tiene en la teoría psicoanalítica de Freud. Jung coincidía
con el neurólogo en que en el fondo de la psique humana habita un
ámbito inaccesible por la consciencia que en última instancia dirige
los actos y los pensamientos de las personas y cuya fuerza se expresa
a través de impulsos primarios.
Jung y Freud empezaron a enviarse cartas en 1906, y un año después se
conocieron en Viena. En su primer encuentro, según el propio Jung,
estuvieron hablando unas 13 horas.

Más o menos a partir de su primer encuentro, en Viena, Sigmund


Freud se convirtió en una especie de mentor para el joven
psiquiatra, que ya se había interesado por el psicoanálisis desde hacía
unos años. Sin embargo, y aunque los escritos sobre lo inconsciente y
los impulsos fascinaban a Jung, no estaba de acuerdo en abordar todo el
espectro de los procesos mentales y la psicopatología como si todo se
fundamentase en funciones biológicas.

El inconsciente, según Jung


Jung creía que el retrato de la naturaleza de lo inconsciente que había
realizado Freud estaba incompleto si no se le añadía un importante factor
cultural. Sostenía que en la psique de cada persona individual habita,
efectivamente, una parte muy importante que puede ser llamada "lo
inconsciente", pero para Jung una parte de este inconsciente es, de
hecho, una especie de "inconsciente colectivo" o memoria colectiva,
algo que no pertenece sólo al individuo.

El concepto de inconsciente colectivo

Esta memoria colectiva está llena de todos aquellos símbolos y


elementos de significación recurrentes que la cultura en la que vivimos
ha ido tejiendo a lo largo de las generaciones. La memoria colectiva que
describe Jung, por tanto, es un elemento que explica las semejanzas
entre los mitos y símbolos de todas las culturas que estudió, por
muy diferentes entre sí que parecieran ser. 
Estos elementos recurrentes no existían sólo como un fenómeno a
estudiar desde la antropología, sino que debían ser abordados por la
psicología de la época, ya que las mentes individuales también operan
basándose en estos esquemas culturales.

De este modo, la cultura y el legado cultural que se va transmitiendo de


generación en generación permanece más o menos igual con el paso
de los siglos, creando una base en la que la psique humana puede
arraigar y añadir sobre ella aprendizajes basados en las experiencias
individuales de cada uno. Estos aprendizajes y la manera en la que se
realizan, sin embargo, estarán condicionados por el sustrato cultural de
esta parte inconsciente de la psique.

Jung y los arquetipos


Así pues, para Jung una parte de lo inconsciente está compuesta por
recuerdos heredados, la materia prima de la cultura. Estos recuerdos
se expresan a través de lo que Jung llamó "arquetipos".

Los arquetipos son los elementos que componen la memoria colectiva,


fruto de la transmisión hereditaria de la cultura. Estos arquetipos existen
como plasmación en todos los productos culturales hechos por el ser
humano (teatro, pintura, historias, etc.) pero también pertenecen al
mundo invisible del inconsciente de cada persona, como si fuese algo
latente. Como son elementos que se caracterizan por ser de transmisión
hereditaria, son básicamente universales, y pueden ser encontrados
bajo diferentes formas en prácticamente todas las culturas.

ALFRED ADLER
El primero es que Adler le daba mucha menos importancia a la
sexualidad en comparación con Freud. No creía que ni el sexo ni el
modo en el que es simbolizado fuese un regulador esencial de la
conducta humana desde los primeros años de vida.

El segundo tiene que ver con el rol del inconsciente. Si para Freud lo
inconsciente es todo aquello que actuando desde las sombras nos
mantiene atados a una serie de patrones de comportamiento y de
pensamiento según lo que hayamos hecho en el pasado, Alfred Adler
puso más énfasis en el poder que tiene cada individuo a la hora de
estructurar el funcionamiento de su mente según lo que ocurre en el
presente.

Es decir, que por un lado deja de considerar los actos pasados como un
lastre que nos condiciona inevitablemente, y por el otro le da más
importancia a nuestra manera de interactuar con lo que sentimos y
pensamos en el aquí y el ahora (además de reconocer la importancia del
contexto en el que nos encontramos en cada momento).

Adler forjó las bases de esta nueva Psicología Individual fijándose


en sus pacientes discapacitados. A pesar de que todos ellos
arrastraban un historial de limitaciones similares, algunos se veían
consumidos por su complejo de inferioridad al compararse con otras
personas, mientras que en otros las limitaciones físicas que
experimentaban actuaban como un factor motivador que los conducía,
según Adler, a la autosuperación. 

La ruptura entre Alfred Adler y Freud, pues, tuvo mucho que ver con el
grado en el que el primero le daba importancia a la vertiente consciente
del pensamiento, lo que nos hace ser personas únicas y con capacidad
para construir objetivos originales.
Fue el primer gran representante de la psicología psicodinámica en
cuestionar grandes dogmas de las teorías de Freud, y construyó un
enfoque más centrado en el poder creador del individuo consciente de
sus poderes y limitaciones. Por supuesto, todos sus trabajos se
encuentran al margen de lo que hoy en día se considera que es la
psicología científica, pero eso no fue óbice para que sus influencias no
llegasen a inspirar el mundo de las humanidades y la filosofía.

La Psicología Individual que fundó Alfred Adler junto a otros miembros de


la Asociación Psicoanalítica de Viena ha tenido una gran influencia tanto
en la Psicología Humanista aparecida en la segunda mitad del siglo XX
como en varias propuestas enmarcadas en la corriente psicodinámica.
En un mundo en el que la filosofía de la autoayuda y la superación
personal está ganando mucha fuerza, no es raro que las ideas de Adler,
que tenía una visión más optimista sobre cómo se supone que pensamos
y sentimos que su maestro, tengan buena aceptación.

 TERAPIA DE LA CONDUCTA

se centra en el comportamiento humano y trabajo para erradicar el


comportamiento no deseado o la mala adaptación. Normalmente este tipo
de terapia se utiliza para las personas con problemas de comportamiento o
problemas de salud mentales que implican un comportamiento no deseado.
Ejemplos de esto incluyen las adicciones, ansiedad, fobias y el trastorno
obsesivo-compulsivo (TOC)

La Terapia Conductual es un tratamiento basado en la acción que tiene


como objetivo promover el cambio de comportamiento positivo. Otras
terapias como la terapia psicoanalítica tienden a ser más centrada en el
conocimiento y profundizar en el pasado. En la terapia conductual, el
pasado sigue siendo importante, ya que a menudo revela dónde y cuándo
surgió el comportamiento no deseado, sin embargo, se centra más en el
comportamiento actual y en las formas en que se puede rectificar.
La premisa detrás de la Terapia Conductual es que el comportamiento
puede ser aprendido y a la vez modificado. El objetivo es ayudar al individuo
a aprender nuevos comportamientos positivos, que reduzcan al mínimo o
eliminar el problema.

Hay dos principios fundamentales que constituyen la base de la Terapia


Conductual – condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.

El condicionamiento clásico
La Terapia Conductual que se basa en el condicionamiento
clásico utiliza una serie de técnicas para llevar a cabo el cambio de
comportamiento. Originalmente, este tipo de terapia se conoce como
la modificación del comportamiento, pero en estos días que normalmente
se conoce como análisis de conducta aplicada. Los diversos métodos de
cambio de comportamiento incluyen:
 Inundación: La inundación es un proceso que se utiliza
generalmente para las personas con fobias y ansiedad y consiste en
exponer al individuo a objetos / situaciones que tienen miedo de una
manera intensa y rápida. La idea es que la persona no pueda escapar
el objeto / situación durante el proceso y por lo tanto debe enfrentarse
a su miedo. Obviamente, este método sólo puede ser adecuado para
determinadas situaciones.
 Desensibilización sistemática: Esta técnica funciona en una
premisa similar a la anterior, sin embargo, pero es más gradual. El
terapeuta podría empezar por preguntar a la persona a escribir una
lista de los temores que tienen. Una vez que esta lista está escrita, el
terapeuta le enseñará técnicas de relajación para que el individuo
utilice mientras piensa en la lista de temores. Este emparejamiento
del elemento que induce al miedo y el comportamiento de relajación,
tiene como objetivo eliminar la fobia o ansiedad.
 La terapia de aversión: Se fundamenta en erradicar el
comportamiento indeseable acompañándolo de alguna forma de
estímulo aversivo con el objetivo de reducir el comportamiento no
deseado. Un ejemplo de cómo esto se utiliza es cuando un alcohólico
se prescribe un determinado fármaco que induce náuseas, ansiedad y
dolores de cabeza cuando se combina con alcohol. Esto significa que
cada vez que la persona bebe, consiguen efectos secundarios
negativos.
Condicionamiento operante
El condicionamiento operante utiliza técnicas como el refuerzo positivo, el
castigo y el modelado para ayudar a modificar el comportamiento. Las
siguientes estrategias pueden ser utilizadas dentro de este tipo de terapia:
 La economía de fichas: Esta estrategia se basa en el refuerzo
positivo: se ofrece los individuos fichas que pueden ser canjeadas por
privilegios o elementos deseados cuando se exhibe un
comportamiento positivo. Esta es una táctica muy usada por padres y
profesores para ayudar a mejorar el comportamiento de los niños.
 Manejo de la contingencia: El manejo de contingencias implica un
contrato escrito entre el terapeuta y el individuo que describe las
metas, recompensas y sanciones. Tener este tipo de acuerdo claro
ayuda a cambiar el comportamiento y agregar un sentido de la
responsabilidad.
 Modelado: Modelado implica aprender mediante la observación y la
imitación de los demás. Tener un modelo positivo puede dar a las
personas algo para aspirar a lo que les permite cambiar su
comportamiento para que coincida con su modelo de.
 Extinción: La extinción funciona mediante la eliminación de cualquier
tipo de refuerzo para el comportamiento negativo. Un ejemplo de esto
sería un niño que posee mal comportamiento. Sacándolo de la
situación (y la atención asociada al mismo) el comportamiento debe
parar.
La Terapia Conductual para los problemas
de salud mental
La Terapia Conductual funciona mejor para las condiciones de salud
mental que provocan un comportamiento no deseado. Ejemplos de esto
serían adicciones, ansiedad, fobias y TOC. En muchos casos la Terapia
Conductual funciona bien por sí misma, sin embargo muchos terapeutas
encuentran que las terapias de integración (como la terapia cognitivo-
conductual) resultan más eficaces para el tratamiento.

Las bases de la Terapia


conductual
Los dos principios básicos que conforman la terapia conductual son el
condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. El
condicionamiento clásico implica formar asociaciones entre estímulos.
El condicionamiento operante por su parte se centra en cómo el refuerzo y
el castigo se pueden utilizar para aumentar o disminuir la frecuencia de un
comportamiento.

El condicionamiento clásico es una manera de alterar el comportamiento,


y existen un buen número de técnicas orientadas a producir este cambio.
Originalmente conocido como modificación de conducta, las principales
técnicas utilizadas desde este enfoque son la inundación, la
desensibilización sistemática, la exposición o la terapia aversiva.

Otro grupo de técnicas son las basadas en los principios del


condicionamiento operante, lo que significa que utilizan el refuerzo, el
castigo, la formación, el modelado y otras técnicas relacionadas para
modificar el comportamiento.

Estos métodos tienen la ventaja de estar muy centrados en la conducta


problema, lo que permite que se puedan producir resultados rápidos y
eficaces.

Algunas de las técnicas y estrategias utilizadas desde esta aproximación


son la economía de fichas, el manejo de contingencias o la extinción de
conductas.

Postulados Basicos

1. La conducta anormal o desviada no es el


producto de procesos mentales o biológicos
alterados. No es un síntoma “superficial” de
una estructura subyacente. Ella misma
conforma la anormalidad. Los llamados
procesos mentales son actividades
conductuales encubiertas, no observables
directamente.
2. La evaluación o diagnostico conductual
consiste en la determinación de la conducta
objeto de estudio, sus antecedentes y sus
consecuencias.
3. La intervención psicoterapéutica conductual
consiste en la modificación de los antecedentes
y consecuencias de la conducta afín de
modificar esta.
4. La conducta puede ser manifiesta (actos
motores y conducta verbal) o encubierta
(pensamiento, imágenes y actividad
fisiológica). Los llamados procesos mentales
subjetivos son conductas encubiertas regidas
por los mismos principios de aprendizaje que la
conducta manifiesta.
5. El estudio del “sujeto conductual” consiste en
el análisis de su conducta manifiesta y
encubierta.
6. El conductismo y la terapia de conducta no
niegan la existencia de los procesos subjetivos
llamados mentales, como se suele
malinterpretar, sino mas bien los considera
actividad mental, actividades conductuales,
conducta (Skinner, 1974).
7. La terapia de conducta estudia la conducta
encubierta a través de la conducta manifiesta.
La conducta manifiesta no está causada por la
conducta encubierta, sino que ambas se
explican en función de la historia de
aprendizaje del sujeto conductual y las
variables antecedentes y contingencia les
actuales.
8. El terapeuta de conducta “siente” un
profundo respeto por la persona de su paciente,
y le informa de sus intervenciones, de las que
suele pedir consentimiento. La terapia conlleva
un rol activo del paciente y del terapeuta. Los
terapeutas de conducta están profundamente
interesados en mantener una adecuada
relación terapéutica con sus clientes.

Nuevas perspectivas
Análisis funcional y experimental de la relación terapéutica
y su repercusión en el comportamiento del cliente en su
contexto natural. Los problemas si se dan en contexto de
terapia El análisis y manejo de la conducta verbal durante la
sesión.
 Se combina el manejo directo de contingencias con el
manejo directo
 Análisis de la transferencia y transformación de
funciones.
 Las variables cognitivas NO son las causas de las
respuestas, puede que una variable cognitiva de lugar a
distintas conductas, depende de la historia del individuo.
 Todos los planteamientos encuadrados bajo el
paradigma científico-experimental intentan explicar la
conducta anormal por los cambios observables en la
conducta, y utilizan procedimientos como la modificación o la
eliminación.
Existe una interdependencia de evaluación y tratamiento,
adaptada a la especificidad de cada individuo. Los elementos
de la intervención se especifican de forma objetiva y precisa.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Conceptos básicos
de la terapia conductual, te recomendamos que entres en
nuestra categoría de Terapias y técnicas de intervención de
Psicología.

 SKINNER.

La teoría conductista de B.F. Skinner


Burrhus Frederic Skinner (1904-1990) fue un importante
psicólogo, inventor y escritor estadounidense reconocido en
todo el mundo por aportar rigor científico a la psicología. En
1938 escribió su primer estudio llamado "La conducta de los
organismos: un análisis experimental[1]" y fue plasmando
sobre papel todo aquello que estudió hasta que, en 1974,
resumió su trabajo en una famosa obra llamada "Sobre el
Conductismo[2]"
En este libro, Skinner explica los fundamentos del análisis de
la conducta y cómo sus experimentos con animales pueden
extrapolarse a la terapia psicológica en humanos. El autor
nos explica cómo se puede entender la psicología desde un
punto de vista operante y cómo afecta nuestro
comportamiento a nuestros pensamientos.
El condicionamiento simple de Watson y
Pavlov
Como hemos comentado anteriormente, la psicología
conductista nació años antes de que Skinner publicara sus
estudios. Dos grandes pioneros de esta rama de la psicología
con John Watson e Ivan Pavlov estudiaron lo que
conocemos hoy en día como condicionamiento simple.
El condicionamiento simple se trata de un procedimiento por
el cual podemos inducir un reflejo o una respuesta a un
animal (y en algunos casos, a una persona). Con
experimentos como el de los perros de Pavlov o la inducción
de una fobia a un niño de Watson, se pretendía demostrar
que la mente humana se podía medir, observar y modificar a
través de la conducta.
Si quieres saber más sobre los inicios del conductismo, te
recomendamos leer el siguiente artículo: el proceso del
condicionamiento clásico.
La psicología conductista
Los cuatro principios básicos de la psicología conductista son:
1. La psicología es una ciencia, por lo tanto utilizará una
metodología experimental empírica y demostrable.
2. Esta metodología se caracteriza por utilizar variables
que se puedan medir (ejemplo: medir la ansiedad por el
número de latidos por minuto)
3. Los resultados de los experimentos realizados en un
laboratorio, pueden extrapolarse a la vida real
4. La conducta es aprendida, no existe ninguna forma de
innatismo (rechazo total a otras ramas de la psicología)
El aporte del condicionamiento de Skinner a esta disciplina es
muy importante, añadió el principio del refuerzo, el concepto
de recompensa y definió el condicionamiento operante, todo
ello mediante experimentos como la famosa caja de Skinner.
En la siguiente imagen podemos observar el proceso del
condicionamiento clásico, donde se induce una respuesta de
salivación a un perro (experimento de Pavlov).
La caja de Skinner
Oficialmente llamada "cámara de condicionamiento
operante", la caja de Skinner es uno de los inventos más
conocidos en la historia de la psicología. Se creó con el
objetivo de demostrar que se podía inducir y modificar el
comportamiento de un animal (en un primer lugar, utilizó una
rata) mediante estímulos externos. La caja es uno de los
pilares en los que se basa el ya conocido conductismo de
Skinner.
Partes de la caja
La caja tenía los siguientes elementos:
 Dos luces
 Un altavoz
 Un botón
 Suelo electrificado (en algunos casos)
 Dispensador de comida
Funcionamiento de la caja de Skinner
1. Se introducía una rata dentro de la caja (normalmente
se le privaba de comida antes para que su motivación para
alimentarse fuera mayor)
2. La rata experimenta en su nuevo entorno hasta
que descubría el botón y lo presionaba.
Automáticamente salía una unidad de comida (pellet) del
dispensador tras ser pulsado el botón
3. La rata, motivada para conseguir más comida,
modificaba su conducta y aprendía rápidamente a pulsar el
botón para recibir comida (asociación de conducta-estímulo y
refuerzo positivo)
4. El condicionamiento también podía darse por omisión de
un estímulo negativo (refuerzo negativo). En este caso, se
introducía a la rata dentro de la caja con el suelo
electrificado, si pulsaba el botón, la corriente dejaba de pasar
por el suelo. De este modo, la rata aprendía a pulsar el botón
para dejar de sentir dolor.

Skinner y el condicionamiento operante


Como hemos visto, el condicionamiento operante es algo más
complicado que el condicionamiento simple de Watson y
Pavlov. En este caso, la asociación no es entre un estímulo y
un reflejo sino que se da entre un estímulo, una conducta y
un refuerzo.
Es decir, en el caso del condicionamiento operante, se
requiere un aprendizaje sobre lo que ocurre después de la
conducta. Por ejemplo, en el caso de la caja de Skinner, la
rata aprende que después de pulsar el botón recibe un
premio.
Refuerzo positivo y negativo
Como el conductismo se basa en medir comportamientos,
todo lo que ocurre en el condicionamiento de Skinner está
minuciosamente analizado y categorizado. Por lo
consiguiente, podemos distinguir dos tipos de refuerzos en la
teoría de B.F. Skinner sobre el conductismo y
condicionamiento operante:
 El refuerzo positivo, un elemento que actúa a modo de
premio, suele satisfacer alguna necesidad básica o generar
una respuesta placentera.
 El refuerzo negativo, un elemento que nos genera una
respuesta de dolor, desagrado o incomodidad, este factor
actúa a modo de castigo.
Podemos encontrar ejemplos de condicionamiento operante
en nuestro día a día. Por ejemplo, nos esforzamos en
estudiar porque hemos aprendido a recibir una recompensa
después (buenas notas y reconocimiento) o, nos tomamos un
medicamento para evitar el dolor de cabeza, tal y como la
rata pulsa un botón para evitar el dolor del suelo electrificado.
Críticas al conductismo de Skinner
A pesar de ser un modelo medible y empírico, la teoria de
B.F. Skinner sobre el conductismo y
condicionamiento resulta bastante reduccionista para hablar
de la mente humana.
La principal crítica del conductismo es la falta de visión
interna y la sencillez de su modelo, resulta poco creíble que
se pueda medir y comprender la psique humana a través de
experimentos realizados en otros animales.
Por ello, hoy en día se propone el modelo cognitivo-
conductual, que une la rama cognitiva (pensamiento) con el
conductismo. Si quieres saber más sobre la aplicación
terapéutica de este nuevo modelo, te recomendamos leer el
siguiente artículo sobre las terapias de tercera generación.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.

WATSON

Watson se apoyaba en los trabajos del denominado condicionamiento


clásico que había sido estudiado por Pavlov (eminente fisiologo ruso que
recibió el Nobel de medicina en 1904 por sus estudios sobre el sistema
digestivo).
Este investigador había observado en una serie de experimentos que
los perros salivaban ante la visión de la comida. La comida constituía un
estímulo incondicionado para esa respuesta de salivación, es decir, se
trataba de una respuesta no aprendida que el perro poseía naturalmente.
También, observó que cuando los perros oían la llegada del cuidador
que les iba a dar la comida empezaban a salivar incluso antes de ver el
alimento. A partir de esta observación inicial Pavlov intentó y consiguió que
se formara una asociación entre el sonido de una campana y la salivación.

Tras un proceso consistente en presentar en varios ensayos la comida junto


con el sonido de una campana, los perros salivaban cuando oían la
campana. De esta forma, el sonido de la campana se había convertido
en un estímulo condicionado.
El estudio de lo observable por medios directos
Watson, influido por la investigación de Pavlov creía que sólo los eventos
directamente observables (estímulos y respuestas) debían de ser el
centro de la investigación. No consideraba pertinente, por tanto, abordar
los procesos internos e inobservables. Este autor planteaba que el ambiente
era la fuerza suprema que dirigía el desarrollo del niño.
Pensaba que los niños podían ser modelados en cualquier
dirección que deseasen los adultos si estos controlaban cuidadosamente
las asociaciones (ambientales) estímulos-respuestas. Reflejo de estas ideas
es su propuesta:

Dadnos una docena de niños sanos, bien formados, y un mundo


apropiado para criarlos, y garantizamos convertir a cualquiera de
ellos, tomado al azar, en determinado especialista: médico,
abogado, artista, jefe de comercio, pordiosero o ladrón, no importa
los talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones y
raza de sus ascendientes (1924, pp. 104).
Watson y el aprendizaje desde el condicionamiento
clásico
Watson concebía que el condicionamiento es la base de toda la
conducta. Para explicar esta idea adopta un enfoque genético:
Realiza experiencias con niños en los primeros meses de vida para
comprobar cómo, a partir de unos pocos reflejos incondicionados,
se van formando toda la gama de respuestas condicionadas que
constituyen toda la conducta del adulto.
Uno de los principales intereses de Watson fue el condicionamiento de
las emociones. Proponía que en el momento del nacimiento hay sólo tres
reacciones emocionales no aprendidas: miedo, ira y amor.
Según Watson los niños inicialmente no quieren a personas
específicas, sino que paulatinamente son condicionados a hacerlo.
Esto se produce porque frecuentemente aparece la madre a la vez que
acaricia al bebé o lo mece, de forma que la madre acaba convirtiéndose en
un estímulo condicionado. Más tarde otras personas asociadas con la
madre también elicitarán las mismas respuestas.
Watson y el condicionamiento de las fobias
Watson y Rayner (1924) en uno de los estudios más famosos de la
psicología intentaron comprobar estas ideas experimentalmente. Para eso
llevaron a su laboratorio a Albert, un niño de algo menos de un año,
saludable y emocionalmente estable.

Su objetivo era condicionar el miedo a las ratas blancas. Con esta


intención acercaron la rata al niño (que inicialmente no temía a las ratas) y
cuando Albert empezó a aproximar su mano al animal provocaron un fuerte
sonido.
Como puede suponerse Albert se sobresaltó, y además se levantó, cayó
hacia delante y empezó a llorar. En total Albert tardó siete sesiones de
condicionamiento para aprender el miedo a las ratas blancas.

Tras este procedimiento el resultado era que tan pronto como Albert
veía las ratas comenzaba a lloriquear. Pero además este miedo se
generalizó a otros animales como conejos, un perro, y objetos como un
abrigo de piel de foca, algodón, o un disfraz de Santa Claus.

Esto demuestra que es posible instaurar una respuesta emocional ante


un objeto neutro y, además, que se puede producir una generalización o
transferencia de esta respuesta a otros estímulos parecidos.
Además, para Watson, era notorio que todos estos hechos habían tenido
lugar sin intervención alguna de la «mente«, la «voluntad», y otras
variables de índole subjetiva. Era únicamente la situación estimular (ruido
fuerte al aparecer el animal) la que determinaba que se diera una respuesta
(llanto, huida) ante un estímulo (rata).

El experimento con el “pequeño Albert”


Para poner a prueba su hipótesis de que las emociones podían
aprenderse por la asociación condicionada, Watson utilizó a un niño de
11 meses llamado Albert como sujeto experimental. Hay que
mencionar que este estudio no podría llevarse a cabo en la actualidad
por incumpir la ética científica.

Albert fue llevado al laboratorio donde se le presentaba una rata blanca.


Cuando el pequeño se acercaba para tocarla, Watson golpeaba una
barra metálica con un martillo. Como consecuencia del fuerte golpe, el
bebé se alteraba y fruto del miedo se ponía a llorar. Watson repitió este
proceso media docena de veces, y observó que, tras distintos ensayos,
el pequeño Albert se asustaba simplemente por el hecho de ver la
rata blanca. Albert había aprendido que cada vez que la rata aparecía, el
martillo golpearía la tabla metálica. Es decir, que anticipaba el fuerte
golpe.

Según el científico, esto ocurría por condicionamiento clásico.


El Estímulo Incondicionado (EI) es un estímulo que automáticamente
causa una respuesta del organismo. En el experimento de Watson, haría
referencia al golpe con el martillo. La Respuesta Incondicionada (RI), es
decir, la respuesta que ocurre por la presencia del EI, sería el sentimiento
de miedo. La rata blanca sería el Estímulo Neutro (EN), porque no
produce ninguna respuesta en el organismo. 

Ahora bien, cuando el EN (rata blanca) se presenta en varias ocasiones


junto con el EI (golpe de martillo) que provoca una RI (miedo), el EN (rata
blanca) se convierte en un Estímulo Condicionado (EC). Entonces, la
presencia del EC (es decir, la rata blanca) provoca una Respuesta
Condicionada (RC). La Respuesta Condicionada es igual a la RI
(sentimiento de miedo).

El condicionamiento clásico y las fobias


Este es el mecanismo más frecuente de adquisición de fobias, un
fuerte miedo irracional que sufren algunas personas como consecuencia
de que asocian experiencias negativas a la presencia de alguna cosa
(volar en avión, arañas, payasos, entre otras muchas).

PAVLOV
La teoría de la personalidad de Pavlov
Pavlov desarrolló su teoría sobre la personalidad a través de los
experimentos que llevó a cabo en su laboratorio. De forma específica,
este autor investigó el aprendizaje de respuestas reflejas por
condicionamiento utilizando perros como sujetos experimentales; en
relación a estos animales, son particularmente conocidos los estudios de
Pavlov sobre la salivación.

A diferencia de otros modelos de personalidad vigentes en la época,


entre los que destaca la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, el de
Pavlov no se centra sólo en la descripción de las diferencias psicológicas
entre individuos, sino que procura explicarlas mediante el estudio de la
actividad del sistema nervioso, que da lugar al temperamento, la
base de la personalidad.

Es por esto que la propuesta de Pavlov sobre la personalidad se


enmarca en las teorías biológicas, que utiliza constructos relacionados
con la biología para explicar las diferencias individuales. Las tipologías
somáticas de Kretschmer y Sheldon, la frenología de Gall o modelos
más actuales como los de Eysenck, Gray o Zuckerman forman parte de
la misma categoría.

 Quizás te interese: "Diferencias entre personalidad,


temperamento y carácter"

Los procesos nerviosos y sus propiedades


La tipología de personalidad de Pavlov se deriva de sus hipótesis sobre
las propiedades básicas del sistema nervioso. En este sentido es
importante considerar dos procesos fisiológicos, la excitación y la
inhibición, así como sus tres principales propiedades: la fuerza, el
equilibrio y la movilidad.

Los procesos nerviosos excitatorios y los inhibitorios se dan de forma


independiente, aunque interactúan dando lugar a distintos estados de
actividad cortical en función del grado de predominio de cada uno de
ellos. La definición de estos conceptos es similar a la que manejamos en
la actualidad al hablar de los sistemas nerviosos simpático y
parasimpático.

Pavlov afirmó que las diferencias interindividuales en la conducta se


explican por las propiedades de los procesos excitatorios e
inhibitorios de cada persona (o animal). Habló de “fuerza” para referirse a
la capacidad general de trabajo de las neuronas, del “equilibrio” entre la
excitación y la inhibición y de la “movilidad” o velocidad de estos
procesos.

La fuerza, el equilibrio y la movilidad serían las propiedades más


relevantes, pero Pavlov también describió la irradiación, o difusión del
proceso a otras áreas del sistema nervioso, y la concentración de éste en
una región determinada. Posteriormente su discípulo Vladimir Nebylitsyn
añadió una cuarta propiedad: el dinamismo o velocidad de formación de
reflejos.

 Artículo relacionado: "Iván Pávlov: biografía de este referente


del conductismo"

Los 4 tipos de sistema nervioso


Según Pavlov las características de los procesos nerviosos
fundamentales en una persona concreta determinan el tipo de actividad
de su sistema nervioso, y por tanto su temperamento. Estos rasgos
biológicos constituirían la base de la personalidad; al interactuar con
factores ambientales producirían diferencias en la conducta entre
individuos.

Los criterios que Pavlov utilizó para realizar su clasificación fueron


bastante arbitrarios. En primer lugar dividió a los perros en dos grupos en
función de si su sistema nervioso era fuerte o débil. Después separó a
los fuertes en función de si eran equilibrados o no; por último, creó las
categorías “fuerte-equilibrado-lento” y “fuerte-equilibrado-impulsivo”.

1. Fuerte y no equilibrado
Este tipo de temperamento se caracteriza por la falta de equilibrio entre
los procesos de excitación y de inhibición; existe, por tanto, una
tendencia a la aparición de estados fisiológicos en que predomine uno de
los dos de forma muy marcada.

Podemos relacionar la personalidad fuerte y no equilibrada (o impetuosa)


con el temperamento colérico de la tipología de los humores de Galeno,
médico griego que vivió en el siglo II d.C. y en el que Pavlov se inspiró.
En el modelo PEN de Eysenck sería equiparable con niveles altos de
extraversión y bajos de estabilidad emocional.

2. Fuerte, equilibrado y lento


En este caso las neuronas tienen una buena capacidad de trabajo y el
balance entre excitación e inhibición es adecuado, pero la velocidad de
iniciación y terminación de estos procesos es baja. El tipo fuerte-
equilibrado-lento se corresponde con la introversión y la estabilidad
emocional en el modelo de Eysenck, y con el tipo flemático de Galeno.

3. Fuerte, equilibrado e impulsivo


A diferencia del tipo anterior, en el tipo fuerte-equilibrado-impulsivo la
velocidad de los procesos de excitación y de inhibición es
elevada. Siguiendo la clasificación de Galeno hablaríamos del
temperamento sanguíneo, y en la de Eysenck estas personas tendrían
un grado elevado de extraversión y de estabilidad emocional.

4. Débil
El cuarto tipo es equivalente al temperamento flemático de Galeno y
presentaría introversión e inestabilidad emocional en el modelo de
Eysenck. Pavlov lo define simplemente como una baja capacidad de
trabajo de las células del sistema nervioso.

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